Cultura local en la ciudad moderna Anuario de Investigación
Anuario de investigación 3 Facultad de Arquitectura UAI Centro de Altos Estudios de Arquitectura y Urbanismo
Buenos Aires 2014
Diez, Gloria Susana Cultura local en la ciudad moderna : Anuario de Investigación / Gloria Diez.- 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Universidad Abierta Interamericana, 2016. 188 p. ; 23x23 cm. ISBN 978-987-4023-13-1 1. Arquitectura. 2.Urbanismo. I. Título CDD 711
Fecha de catalogación; 6/06/2016 Edición: Arq. Roberto Fernández Corrección: Jesica Castelli Diseño Gráfico: Jimena Durán Prieto (c) Universidad Abierta Interamericana Hecho el depósito que previene la Ley 11.723 Impreso en Argentina – Printed in Argentina 2016 Universidad Abierta Interamericana, Chacabuco 90, 1er. Piso. Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Tel.: 4342-7788. www.uai.edu.ar Editorial UAI pertenece a la red de Editoriales de Universidades Privadas (REUP). Derechos reservados, prohibida su reproducción total o parcial, su almacenamiento en sistemas informáticos, su transmisión por medios electrónicos, fotocopias y otros métodos, sin el permiso previo del editor. Las imágnes de cada capítulo fueron provista por los autores. Imagen de la cubierta Obelisco Buenos Aires. Croquis urbano de Jorge Royan.
La ciudad moderna adquiere rasgos de identidad local resultantes de las maneras específicas de practicar ecos de modernidad (como el Obelisco de Alberto Prebisch, el arquitecto del grupo Martin Fierro, 1936) a lo que se suma la construcción de una tradición de usos populares –Corrientes: La calle que nunca duerme– y su incidencia en la definición de una cultura habitativa, recreativa y comunicativa, de la cual se hará eco preponderante el cine, la literatura, las artes visuales o los discursos mediáticos, todos convergentes a construir el imaginario colectivo de ciudad. Incluimos esta viñeta del centro porteño en homenaje y recordatorio de su autor, el arquitecto y fotógrafo Jorge Royan, fallecido en 2014. Imagen al inicio del Capítulo 1 Puerto Norte Rosario (Skycsrapercity) Imagen al inicio del Capítulo 2 Barrio Parque (Usahispanicpress) Imagen al inicio del Capítulo 3 Ralph Rapson. Proyecto en Gran Rapids 1956 (historygrandrapids)
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Facultad de Arquitectura Arq. Gloria Diez Decana Arq. Juan Manuel Borthagaray Coordinador General Arq. Emilio Farruggia Director Regional Rosario Arq. Vicenta Quallito Secretaria Académica Dr. Arq. Roberto Fernández Director CAEAU
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Índice
Prólogo Cultura local en la ciudad moderna Roberto Fernández Encuadres: Lucien Hervé y Le Corbusier Eduardo Maestripieri
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Capítulo 1. Estudios sobre Arquitectura y Ciudad 1_
Automátas celulares para el control de la contaminación gaseosa y sonora en vías rápidas Sergio Iguri y Guillermo Frank
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2_
Estudio morfológico y desempeño bioclimático en tipologías residenciales. Conocimientos integrados hacia un habitar sustentable Ana María Compagnoni e Irma Abades
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3_
Proyecto urbano, normativa y mercado inmobiliario: la experiencia Puerto Norte Rosario Cintia Ariana Barenboim
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4_
Explorando el sostenimiento del crecimiento urbano Mónica Giglio y Horacio Barcellandi
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Capítulo 2 . E studios sobre Modernidad y Cultura Local 1_
Barracas, Almagro y Barrio Parque. Identidad e historia de tres barrios porteños Carlos Bózzoli y Vicenta Qualito
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2_
La vivienda y los instrumentos de planificación urbana en la ciudad de Buenos Aires hasta la década de 1940 Sandra Inés Sánchez
107
Capítulo 3 . Estudios sobre Teoría e Historia del Proyecto Americano 1_
Mecánica Popular. Modernidad nerviosa de las cosas e imaginería de lo industrialpopular.USA en entreguerras y un poco después Roberto Fernández
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2_
Imaginarios del paisaje natural de Buenos Aires en el cine. Una cita con el misterio, la acechanza y la muerte Luis del Valle
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Lo tangible y lo intangible en la arquitectura de Smilan Radic Emilio Farruggia
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Prólogo
Cultura local en la ciudad moderna
Este tercer Anuario del CAEAU (Centro de Altos Estudios de Arquitectura&Urbanismo) de
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la Facultad de Arquitectura de la Universidad Abierta Interamericana (UAI) según la mo-
Director del CAEAU (Centro de Altos Es-
dalidad del registro anual de sus avances de investigación iniciada con el primer volumen
tudios de Arquitectura & Urbanismo) de la
mantiene el sentido de comunicar avances de investigación de los trabajos que se vinculan
Facultad de Arquitectura de la UAI.
a la experiencia educativa de la Facultad que auspicia una imbricación entre enseñanza, extensión e investigación según el espíritu de la modalidad didáctica que sustenta la UAI y desde este año, manifiestan aspectos del trabajo iniciado en el CAEAU. La investigación que este tercer Anuario presenta se liga a la creación del CAEAU que a partir de 2014 constituye un espacio específico ligado a las temáticas de la arquitectura y el urbanismo en el elenco de Centros de Altos Estudios que posee la UAI. El CAEAU acoge un conjunto de proyectos de investigación (cuyos avances se registran en esta publicación) resultantes de los subsidios que la Universidad otorga fomentando la conformación de equipos colectivos de trabajo. El CAEAU además complementa la investigación con las publicaciones periódicas –las revistas Modos del Proyecto que llevan editados 4 números monográficos y la revista Astrágalo, que se publicaba en España hasta el 2001 donde llegó a editar 19 números que el CAEAU ha puesto a disposición de los estudiosos en versión facsimilar en su página web y el nuevo número 20 con que se reinicia la trayectoria de esta publicación– y específicas –básicamente la colección UAI-Teseo que lleva editados tres libros de investigadores de CAEAU–. Además desde 2015 se inician actividades formativas de posgrado. Dentro de la presentación de avances en proyectos que siguen desarrollándose en relación a las tres estructuras programáticas de estudios que tienen el CAEAU y la Facultad (Estudios sobre Arquitectura y Ciudad, sobre Modernidad y Cultura Local y sobre Teoría e Historia del Proyecto Americano) los trabajos de este Anuario aportan, desde su diversidad,
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diferentes argumentos todos más o menos vinculados a los temas que titulan este Anuario: Cultura local en la ciudad moderna. El cruce de modernidad global y cultura local impregna diversas facetas presentadas en las investigaciones, desde las morfologías residenciales regionales hasta modos específicos de estructura y función urbana desde los tejidos a las formas del habitar, desde las representaciones formativas de lo barrial hasta la identidad urbana conformada desde el cine y la literatura, desde los imaginarios habitativos ulteriores a la II Guerra y el inicio del estado de bienestar hasta criterios de proyectos americanos contemporáneos apoyados en formas ingeniosas y creativas de construir y materializar (como instancia específica de cultura) las obras. Continuando las tareas formativas de los investigadores –en paralelo al desarrollo de sus trabajos– se realizaron en el año que se informa el diseño, montaje y puesta en funciones de la página web del CAEAU que procurará en su formato virtual acoger avances y novedades, sesiones de seminario para discutir los avances y los métodos y las III Jornadas correspondientes al año que se informa con el carácter de volcar resultados al colectivo de investigadores y al público de la Facultad (su comunidad de docentes y alumnos) a lo que se agregó la presencia de una evaluación externa –a cargo del Dr. Eduardo Maestripieri (UBA, USAL)– que realizó el análisis crítico de los trabajos desarrollados y expuestos y la orientación de criterios para su mejoramiento y profundización. Eduardo Maestripieri, inaugurando una modalidad que mantendremos en los próximos Anuarios, participa de este con el valioso aporte de un ensayo testimonial de sus trabajos de investigación que en esta oportunidad trata sobre aspectos poco explorados de la obra de Le Corbusier en relación a las formas con que ésta fue fotografiada a efectos de su difusión por el gran fotógrafo francés Lucien Hervé. Los presentes avances de investigación siguen inscriptos en la estructura temática de las investigaciones acorde a tres grandes líneas o campos que son los que siguen, someramente descriptos: Comprende la realización de proyectos subsidiados (de acuerdo a las normativas vigentes en UAI sobre ese ítem) agrupados en líneas o ejes temáticos. En el arranque de las actividades del CAEAU y por el primer bienio de trabajo, el plan de investigaciones fue el formulado para la redefinición del área en la Facultad de Arquitectura en tres líneas de trabajo que son: (1) Arquitectura y Ciudad, (2) Modernidad y Cultura Local y (3) Teoría e Historia del Proyecto Americano. Tales líneas de investigación se referirán a cuestiones que sin perder relación con el estado del conocimiento genérico en tales campos, se verifique en referencias casuísticas locales, nacionales y regionales a fin de garantizarse cierto acceso viable a casos, localizaciones, fuentes documentales y actores implicados. 10 Anuario 2014 Arquitectura
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Los proyectos de investigación se insertarán en la plataforma digital prevista para el CAEAU y en tal sentido permitirá no sólo exponer resultados parciales y finales sino también facetas inherentes al desarrollo del proceso de la investigación así como el registro de intercambios y debates con investigaciones temáticamente convergentes. La línea 1 (Arquitectura y Ciudad) comprende investigaciones de carácter urbanístico en las que se pretende contribuir al debate sobre el desarrollo y reordenamiento de las actividades urbanas, la adecuada regulación de su funcionalidad y crecimiento atendiendo a metas de mejoramiento de la sustentabilidad urbana y a las proposiciones de planificación urbanística que orienten mejores prácticas proyectuales arquitectónicas. La línea 2 (Modernidad y Cultura Local) refiere al eje interesado en las relaciones entre expresiones regionales de la modernidad y aspectos relativos a la identidad barrial y sus microhistorias de vinculación entre ambientes y sociedades específicas. Se apunta así a estudiar el impacto de la modernidad en expresiones regionales y locales así como las características del contexto cultural urbano que configuran los barrios y sus grupos sociales de manera de indagar acerca de aspectos antropológicos del habitar moderno y contemporáneo. Si lo barrial alude a la dimensión urbanística de la relación entre modernidad y cultura local, lo tipológico –especialmente referido a las tipologías residenciales– remite a la dimensión arquitectónica de dicha relación no sólo en las formas específicas del hábitat y sus experimentos e innovaciones tipológicas sino también en los aspectos ligados a la sociología del habitar y las maneras puntuales de configuración de una identidad asociada a las modos de vida. La línea 3 (Teoría e Historia del Proyecto Americano) propone investigar el desarrollo histórico específico de la arquitectura y el urbanismo latinoamericano tanto en sus expresiones endógenas como en sus formas de relación con expresiones de la cultura eurocentrada a fin de aportar a un mayor conocimiento del desarrollo específico de nuestras sociedades y como plataforma o basamento de constitución de discursos de identidad y especificidad geocultural. En particular en esta dirección interesa considerar aspectos ligados a los imaginarios proyectuales, es decir a la construcción de imágenes y modelos de arquitectura y ciudad que comparten diseñadores y usuarios, por ejemplo en torno del optimismo tecnológico de los años 50 y el desarrollo de formas habitativas ligadas a la mecanización de la vida doméstica como forma de acompañar el progreso técnico generar o alrededor de discursos que fluyen de la literatura, el cine o las artes visuales a la arquitectura y el urbanismo y viceversa, Y también se apunta a identificar elementos de una teoría del proyecto americano que entendemos se articulan con las estéticas y lenguajes estrechamente vinculados a la formalización y materialización de las arquitecturas.
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El Anuario 3 2014 Este anuario registra avances de la producción de la investigación desarrollada en FA UAI según los trabajos iniciados a mediados de 2014, cuyos avances aquí presentados fueron reportados en las III Jornadas de Investigación realizadas en Agosto de 2015. Esta publicación recoge las ponencias presentadas en las III Jornadas y se organiza según un criterio de publicación arbitrada armada con un conjunto de ensayos o artículos redactados según el criterio de las publicaciones científicas aunque mezclando el rigor emergente de una presentación de resultados de investigación junto a la voluntad de ofrecer discursos de carácter divulgativo o de difusión al colectivo disciplinar (investigadores, docentes, etc.) de resultados o hallazgos propios de los trabajos realizados. El pequeño ensayo Encuadres: Lucien Hervé y Le Corbusier que firma Eduardo Maestripieri (quién fue invitado como evaluador externo de las III Jornadas) inaugura como dijimos, la modalidad de ofrecer a nuestros invitados el lugar del pórtico del Anuario para incluir un testimonio sobre su actividad y producción investigativa, Maestripieri, más allá de su temática central de trabajo que él llama modernidad rioplatense, es también uno de los grandes expertos latinoamericanos en Le Corbusier, tanto en su obra específica como en las complejas relaciones que aquél sostuvo con América Latina y en particular con la región rioplatense. En este artículo se alude a la imbricación existente entre un proyectista y su fotógrafo más conocido, que como se verá, más allá del puro registro, abre una instancia compleja entre el pensar y el re-presentar un proyecto, otorgándose a la subjetividad del encuadre del fotógrafo un valor de potenciamiento de la cosa fotografiada que el propio proyectista supo reconocer y admirar (ilustración 1). Ilustración 1
El Capítulo 1 (Estudios sobre Arquitectura y Ciudad) agrupa aportes de avances de las investigaciones de la línea de tal denominación cuyas características genéricas describimos más arriba. El artículo presentado por Sergio Iguri y Guillermo Frank (Automátas celulares para el control de la contaminación gaseosa y sonora en vías rápidas) continúa una actividad investigativa desarrollada desde hace varios años tratado de estudiar la modelística existente del tráfico urbano y de adaptar el modelo Nagel-Schreckenberg a fin de eva12 Anuario 2014 Arquitectura
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luar el comportamiento más verosímil posible del tráfico urbano de alta densidad (tráfico de autopista urbana) y de su grado de racionalidad. En esta instancia del desarrollo de las investigaciones se aplica la modelización para relacionar congestión urbana con la provocación de grados de contaminación atmosférica (por mayor emisión de gases en contextos de congestión) y sonora (por incremento de ruidos de aceleración y frenado). La importancia del análisis de fenómenos complejos de la sustentabilidad urbana –tales como la racionalidad y fluidez de las circulaciones mecánicas o la minimización de la emisión de gases y ruidos contaminantes– induce a la necesidad de afrontar estudios de base que como el presente puedan derivar en metodologías precisas tanto para el desarrollo de normativas de funcionalidad y uso de las ciudades como para la realización de evaluaciones de impacto ambiental de los grandes canales circulatorios intra o periurbanos (ilustración 2).
Ilustración 2
El ensayo escrito por Ana María Compagnoni e Irma Abades (Estudio morfológico y desempeño bioclimático en tipologías residenciales. Conocimientos integrados hacia un habitar sustentable) también se apoya en dos series de trabajos previos de sus codirectoras respectivamente dedicadas al análisis bioclimático de la vivienda social y el análisis morfológico de tal clase de vivienda. En esta instancia los estudios revisan tipologías utilizadas recientemente en concursos de vivienda social en su relación con las condiciones bioclimáticas de las diferentes regiones del país con lo cual se avanza en la proposición de metodologías críticas y proyectuales de cara a verificar el grado de eficiencia bioclimática y sustentable de las diferentes configuraciones morfológicas que suelen utilizarse para
Ilustración 3
estas actuaciones recientes vislumbrándose la posibilidad de aportar recomendaciones para mejorar el comportamiento sustentable de cada proyecto en las condiciones de su específica región de implantación. La ilustración 7 acerca un documento analítico típico de estas formas alternativas de proyecto en este caso referido a un trabajo realizado en Andalucía.
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El trabajo desarrollado por Cintia Barenboim (Proyecto urbano, normativa y mercado inmobiliario: la experiencia Puerto Norte Rosario) estudia el caso del megaproyecto urbano rosarino de Puerto Norte considerándose el aporte que significa el instrumento de los convenios urbanísticos que el municipio local utilizó en este emprendimiento con éxito razonable al inducir a la inversión privada a realizar intervenciones en los espacios públicos del frente del Rio que el gobierno local no podía asumir per se en su presupuesto. El análisis valora logros del desarrollo en cuanto a preservación del patrimonio y accesibilidad pública a espacios abiertos del frente fluvial que por ejemplo, su autora entiende como muchos más logrados que en el caso de otros grandes proyectos urbanos regionales como Puerto Madero. Dentro de las virtudes del instrumento urbanístico desarrollado y de las calidades de usos públicos obtenidas la autora destaca también el carácter especulativo del desarrollo al evaluar el alto costo de la arquitectura ofrecida y la condición de operaciones de inversión y resguardo de capital ya que un importante porcentaje de las unidades vendidas permanecen desocupadas con lo cual se sugiere el desarrollo de operatorias que maximicen el acceso social en figuras de compra o alquiler a tal porcentaje ocioso. La ilustración 8 refiere al complejo Forum, en el que se evidencia el tratamiento referido sobre piezas patrimoniales y el acceso a áreas públicas equipadas.
Ilustración 4
El estudio realizado por Mónica Giglio y Horacio Barcellandi (Explorando el sostenimiento del crecimiento urbano) se presenta como cierre y resumen de una investigación cuyos avances fueron comunicados en los Anuarios 1 y 2 y consistió básicamente en el análisis de las categorías morfogenéticas del tejido urbano propuestas por Manuel Solá Morales para verificar su replicación y adaptación en el caso de la Buenos Aires metropolitana. Tales categorías verifican su aplicabilidad para revisar las formas y proceso del desarrollo urbano – desde el hábitat parcelario formal a informal y a los modelos de ciudad jardín como se analiza en el caso de Canning, ilustración 5. El proyecto permitió además encauzar una prolífica producción de trabajos de alumnos en las cátedras impartidas y en los estudios de final de carrera, abriendo un proceso de estudios parciales de áreas y 14 Anuario 2014 Arquitectura
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tipologías de tejidos y procesos socio-económicos de desarrollo, que abren interesantes perspectivas de articulación entre metodologías teóricas de análisis urbanos y estudios casuísticos particularizados que por otra parte, también ayudan a considerar instancias de proyecto urbano de cara a lo que entiende como se enuncia en su título, sostenimiento (o sustentabilidad) del crecimiento urbano. El Capítulo 2 (Estudios sobre Modernidad y Cultura Local) integra trabajos referentes a los avances de investigación en esta línea cuyas características principales describimos más arriba. El artículo de Carlos Bózzoli y Vicenta Quallito (Barracas, Almagro y Barrio Parque. Identidad e historia de tres barrios porteños) configura un esbozo preliminar de las posibles tareas de desarrollo de historias barriales que deberían procurar no sólo registrar la evolución del trazado originario, la construcción y el desarrollo de tal entidad de-
Ilustración 5
nominada barrio sino también sus procesos socio-históricos de conformación y caracterización y los aspectos inherentes a su identidad como aquello que identifica la pertenencia de sus habitantes en razón de sus formas, paisajes y características de sus modos de vida. La selección tipológica de los 3 espacios obedece a la hipótesis de verificar
Ilustración 6
en ellos la presencia dominante de estratos sociales altos, medios y bajos como respuesta a los famosos procesos de la llamada ecología social desarrollados en Chicago desde los años 20 o las cartografías urbanas desarrolladas por el geógrafo Bill Rankin para el caso de ciudades americanas, donde dicha especificad o dominancia de estratos sociales es conducida a la investigación de la relación barrial de zonas y grupos étnicos dominantes. Los casos analizados incluyen además proyectos urbanos específicos dentro de cada barrio, tales como plazas, espacios funcionales o áreas públicas así también como el desarrollo de sub-barrios o conjuntos proyectados de manera integrada como el Barrio Monseñor Espinosa –ilustración 6– que la Unión Popular Católica Argentina proyectara y construyera en 1919 en Barracas.
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El ensayo desarrollado por Sandra Sánchez (La vivienda y los instrumentos de planificación urbana en la ciudad de Buenos Aires hasta la década de 1940) forma parte de los trabajos genéricos que su autora viene desarrollando sobre la cuestión de la vivienda popular en otros de cuyos avances se concentró en el análisis de las formas urbanas marginales de los hoteles, inquilinatos que de algún manera siguieron el modelo del conventillo y casas tomadas. En este ensayo la autora se concentra en las relaciones existentes entre política social e instrumentos de planificación urbana específicamente orientados a analizar problemas y proponer soluciones para la cuestión del hábitat residencial popular hasta la década del 40 y en particular la exploración de la recepción y elaboración del ideario moderno tanto en las variantes socialistas-higienistas y sus proposiciones mayoritariamente utópicas acerca de una vida urbana cercana a la naturaleza como en las propuestas racionalistas como las ideas formuladas por Wladimiro Acosta y su noción de city block, León Dourge con su tipología comunitarista del Conjunto Solaire o Jorge Kalnay y sus aportes Ilustración 7
a una vivienda social asociada a la casa colectiva en altura como en su proyecto Mansión Garay (ilustración 7). El Capítulo 3 (Estudios sobre Teoría e Historia del Proyecto Americano) agrupa las formulaciones de avance de los proyectos de eta línea, cuyas características básicas apuntamos anteriormente. El ensayo de Roberto Fernández (Mecánica Popular. Modernidad nerviosa de las
Ilustración 8
cosas e imaginería de lo industrial-popular.USA en entreguerras y un poco después) implica un primer avance casi a modo de mapa descriptivo conceptual general del proceso de la modernidad específicamente desplegada en USA alrededor del entusiasmo ligado a la esperanza tecnológica –sobre todo inmediatamente de finalizada la II Guerra Mundial y la reconversión de las industrias bélicas en industrias asociadas al confort y la calidad de vida urbana y doméstica que alcanzó cierta entidad popular en la difusión de las innovaciones tecnológicas en revistas masivas como Mecánica Popular, editadas primero en USA y luego en toda América Latina y avalando la casa autónoma y automática de periferia, repleta de gadgets y la dedicación del tiempo libre del hombre en bricoleur, inventor aficionado o coparticipe artesanal del modelo del hobby o del do it yourself. Toda esa cultura optimista y desarrollista –que repiensa casa y ciudad pero también se hace eco de las imaginerías futuristas de la conquista del espacio y de la creación de espacios utopistas como los proyectos de Walt Disney– tendrá replicación culta en el desarrollo de la experiencia de las Case Studies Houses, que tendrá un costado más bien populista en casas para familias modestas (como ocurrió en algunos proyectos teóricos de Ralph Rapson) aunque finalmente decantaría más bien en experimentos sofisticados para artistas, cineastas o profesionales exitosos
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como en las obras de Pierre Koenig (ilustración 8), experimentos que a través sobre todo de Richard Neutra resultaron muy influyentes en América Latina. El escrito desarrollado por Luis del Valle (Imaginarios del paisaje natural de Buenos Aires en el cine. Una cita con el misterio, la acechanza y la muerte) apunta a considerar el campo intelectual que enlaza los discursos urbano-arquitectónicos con la literatura, el cine o las artes visuales proponiendo especialmente no relaciones directas y unívocas sino mas bien la conformación de una cultura visual que es considerada de manera autónoma por cada espacio productivo pero que pueden compartir ideologías valorativas de ciudad. En el tramo de su investigación que expresa este articulo, se revisan genéricamente aportes de distintos productores de imaginarios porteños (desde Collivadino hasta Berni, desde Cóppola hasta Ayala –filmografías de Los tallos amargos: ilustración 9– hasta los influyentes protagonistas de la novela negra como Chandler) y específicamente el tipo de reflexión sobre la cultura urbana que puede analizarse en la construcción discursiva y visual de films como el citado Los tallos amargos de Fernando Ayala o La muerte flota en el rio de Augusto Vatteone.
Ilustración 9
El artículo presentado por Emilio Farruggia (Lo tangible y lo intangible en la arquitectura de Smilan Radic) supone un tramo central de su investigación sobre lo específico de las relaciones entre materialización y expresión en la arquitectura latinoamericana en Ilustración 10
torno de la hipótesis que la supuesta y a veces inasible identidad o particularidad de dicha arquitectura devendría de la fuerza de esa relación y todavía más allá, de un pensar la estética del proyecto como consecuencia de las decisiones de materialización. En la selección de casos que su autor viene realizando y que habilitará distintos tramos de su investigación en este ensayo se concentra en el análisis de una serie obras del chileno Smiljan Radic, que abordan de manera programática y explícita en la voluntad de Radic de concentrar el procedimiento proyectual en una compleja meditación sobre la forma de su construcción alrededor de metáforas fecundas como el esqueleto forrado que constituye la idea básica del proyecto ganador del concurso del Teatro de BioBio (ilustración 10).
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Encuadres. Lucien Hervé y le corbusier
¿Abres los ojos? ¿Estas acostumbrado a abrir los ojos? ¿Sabes abrir los ojos, los
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abres a menudo, siempre y bien? ¿Qué es lo que miras cuando vas por la ciudad?
Phd Universidad Pablo de Olavide, Arqui-
Precisiones, Le Corbusier
Mirar, ver, divisar, examinar, admirar, contemplar, avistar, observar y también, custodiar, vigilar, considerar, valorar y finalmente reconocerse: todo se hace con la mirada. Pero esta
tecto. Profesor titular de PU/PA (Planificación Urbana y Planificación Arquitectónica) en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo, UBA.
mirada puede ser activa o pasiva. Puedo quedarme quieto y lo que contemplo, admiro o examino es aquello de lo que yo no formo parte, o bien, puedo comenzar a andar y puede suceder que me vea implicado en lo que hasta entonces observaba. Lo cierto es que estamos ante eventos y sucesos que intentan hablar de la realidad, registrar experiencias, marcas, trazas y huellas. En la constante preocupación sobre la percepción y a veces en temas específicos, como sucede con la representación y con la interpretación, con la diferencia entre las palabras y las cosas esto estará siempre presente. Los nombres, las representaciones, las grafías, son también necesarios, son también lo nombrado. Nombrar, representar, dibujar, fotografiar, significa que no se está transmitiendo una realidad mecánicamente, en espejo, sino que se la está interpretando. La construcción de la mirada mediatizada por la subjetividad o por otros conocimientos, está constantemente presente en el arte y en la arquitectura. La exactitud del registro comunicacional, —escrito, gráfico, fotográfico, gestual o corporal— debe estar inscripto en la constante interpretación y en la perseverante construcción. La búsqueda de la objetividad, la exactitud del registro y la eficacia de la transmisión lo destruye y dificulta a la vez. La reflexión sobre la percepción, la puesta en
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escena de la subjetividad en construcción, la aceptación o destrucción del sentido común, el registro y la transmisión de lo contingente, la condición aleatoria y efímera de la intervención humana, en relación estrecha con la naturaleza y con la diversidad de puntos de vista, desarticulan la linealidad de la representación-interpretación y ubican el intento de reflejar la realidad en otro plano epistemológico, donde se relativiza la relación entre el observador y lo observado, entre sujeto y objeto y, donde la aparente paradoja de sentido, entre exactitud y fluencia, entre unidad y diversidad se resuelve en la figura del artista demiurgo: ¿creador, mediador o intérprete? Hervé, autor, Hervé intérprete Alentado por el entusiasmo que le transmite el Père Couturier1, Lucien Hervé2 decide conocer la sugestiva obra que atrajo a su amigo: ...il m’a écrit avoir été subjugué par cette construction. Il me dit que devais à tout prix trouver un journal qui accepte de me commander un reportage sur la Cité Radieuse3. Siguiendo el consejo de Couturier, ofrece una crónica fotográfica de la Unité d’habitation a varios medios gráficos y viaja a Marsella contratado por la revista Plaisir de France. En una hermosa mañana de diciembre, diáfana y despejada, al despuntar el sol, Lucien Hervé camina por las calles de Marsella. Mientras recorre el bulevar Michelet que lo aleja de la ciudad, encuentra la Unité d’habitation. Fascinado por el emplazamiento del edificio en un entorno natural y por las novedosas formas arquitectónicas, Hervé, con un empeño poco frecuente, realiza en una sola jornada seiscientas cincuenta tomas fotográficas. Muchos de los registros están sobrexpuestos, otros subexpuestos, Hervé no usa fotómetro y prudentemente repite las tomas en una exploración extrema de los contrastes, en una búsqueda cercana al expresionismo donde las sombras definen el diálogo entre forma y sustancia. Le impresiona el movimiento que producen sobre la Unité d’habitation dibujando precisas figuras y contornos. Queda subyugado por…el juego sabio, correcto y magnífico de los volúmenes reunidos bajo la luz4. Haciendo propias las palabras de Le Corbusier, Hervé utiliza las sombras con una orientación constructiva: Nuestro ojos están hechos
1 En una entrevista Hervé reconoce la importancia de su amistad con Marie-Alain Couturier: El Padre Couturier supo aceptar y enriquecer mis ideas. Él era particularmente sensible a mi forma de pensar el arte. Más tarde se convirtió en un amigo, que aprecié y admiré. El Padre Couturier ha marcado mi vida. Hans Ulrich Obrist, Lucien Hervé, Une conversation, Manuella éditions, Paris, 2011, p. 23.
2 Op. Cit. p. 31. Él me ha dicho que ha quedado cautivado por la construcción. [Él] me dijo que tenía que encontrar un diario dispuesto a ordenar un reportaje sobre la Ciudad Radiante.
3 Le Corbusier. Vers une Architecture, 1923, Hacia una arquitectura, Poseidón, Buenos Aires, 1965, p. 16 4 Ob. Cit. p. 16 20 Anuario 2014 Arquitectura
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para ver las formas bajo la luz: las sombras y los claros revelan las formas5. El procedimiento no persigue un sentido estético, quiere dar fuerza y carácter a la imagen. Dispara las tomas desde diferentes lugares y puntos de vista, como si estuviera examinando la obra en su totalidad. No se trata de un encuadre estático y pictórico, quiere producir momentos. Encontrar el lugar y la ocasión. No de crear valor artístico, sino de explorar y experimentar el valor documental de la obra, haciéndola desaparecer como objeto, que se transforma en abstracto paisaje o en incompleto tejido. Cuando Lucien Hervé fotografía con su cámara Rolleiflex la Unité d’habitation, en Marsella, en aquellos diáfanos días de diciembre de 1949 no imagina que su destino como fotógrafo queda vinculado con Le Corbusier. A su regreso a París, le envía las fotos y él inmediatamente le responde: Vous avez une âme d’architecte et vous savez voir l’architecture6. Los encuadres de la Unité d’habitation presentan la obra bajo perspectivas y ángulos total-
5 Usted tiene el alma de arquitecto y usted sabe ver la arquitectura. Carta de Le Corbusier a Lucien Hervé, 15 de diciembre de 1949. FLC
6 László Moholy-Nagy (1895-1946). Fotógrafo y pintor húngaro. Eduardo Mastripieri
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mente inesperados. Hervé propone perspectivas y puntos de vista inusuales valiéndose de encuadres poco convencionales. Su posición respecto al rol instrumental de la fotografía se acerca a la de dos grandes innovadores contemporáneos, su compatriota el húngaro László Moholy Nagy7 y el polifacético artista ruso Aleksandr Mijáilovich Ródchenko8. Ambos consideran a la fotografía como el instrumento de una nueva visión. Esta nueva mirada al mundo se basa en el empleo de encuadres sorprendentes, en la búsqueda del contraste entre las formas y la luz y en el uso de planos picados y contrapicados. Moholy Nagy y Ródchenko influyen con sus publicaciones a varias generaciones de artistas y fotógrafos que encuentran en sus enfoques y posiciones, nuevos rumbos para la fotografía. Lucien Hervé no queda ajeno a esta poderosa influencia. En el ensayo Pintura, Fotografía, Cine, Moholy Nagy plasma toda una estética artística y pedagógica. En esta obra, propone una teoría estética de la luz. La luz como matriz del arte, el arte como arte de la luz. La publicación aparecida en 1927, constituye el octavo volumen de los Bauhausbücher9 y es uno de los principales fundamentos de la fotografía moderna. Alexander Ródchenko hacia 1928, en respuesta a las críticas que le hiciera su compatriota Boris Kuschner10 afirma: La fotografía, el nuevo espejo del mundo –rápido y real–, debería dedicarse en la medida de sus posibilidades a reproducir el mundo en imágenes, desde todos los lugares; debería formar en la capacidad de ver desde todas partes11. La respuesta de Ródchenko es un apasionado manifiesto en el que se destaca su afirmación: Si se desea enseñar al ojo humano a ver de una forma nueva, es necesario mostrarle los objetos cotidianos y familiares bajo perspectivas y ángulos totalmente inesperados y en situaciones inesperadas; los objetos nuevos deberían ser fotografiados desde diferentes ángulos, para ofrecer una representación completa del objeto12. La mirada transformada en imaginación técnica puede advertirse en los procedimientos del collage, del montaje y del fotomontaje empleados experimentalmente por diferentes artistas en las primeras décadas del siglo veinte y alcanzan su máxima expresión en la fotografía, inédita forma artística y técnica que no solo puede ser reproducida, sino que es diseñada para la reproducción mecánica.
7 Aleksandr Mijáilovich Ródchenko (1891-1956). Escultor, pintor, diseñador gráfico y fotógrafo ruso. 8 Moholy-Nagy, Lászlo, Malerei Fotografie Film, Bauhausbücher, Vol. 8, Albert Langen Verlag, München, 1927. 9 Alexander Rodchenko, Caminos de la fotografía contemporánea, 1928. Cfr. La nueva fotografía, una polémica, Minerva, 7, 2008.
10 Op. Cit. 11 Ibídem. 12 La mayoría de las fotos de este volumen son obra de Lucien Hervé, Paris. Le Corbusier, Vol. 5 Oeuvre complète 1946-1952, Zurich, p. 6.
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En pocos años la fotografía actúa como un eficaz dispositivo de persuasión que construye, consolida y transmite el imaginario de la modernidad arquitectónica. Le Corbusier advierte esta transformación de la disciplina y el advenimiento de nuevas formas de difusión de la arquitectura. Entre 1929 y 1949, cuenta con la colaboración de otros fotógrafos como Charles Gérard, Georges Thiriet, Marius Gravot, René Lévy y Albin Salaün. La notable cantidad de fotógrafos convocados y la frecuencia de sus participaciones revelan que Le Corbusier no solo está interesado en la reproducción y difusión de sus proyectos sino que tiene dificultades para encontrar un intérprete que pudiera traducir fotográficamente el sprit nouveau de su obra. El envío de las fotos tomadas por Hervé en Marsella tiene una inmediata respuesta. En un encuentro en el Atelier de la rue Nungesser-et-Coli, Le Corbusier le encomienda el inventario fotográfico de sus pinturas, dibujos y esculEduardo Mastripieri
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turas y le propone fotografiar sus primeras obras de arquitectura. El reconocimiento tuvo un efecto multiplicador, aceptado como intérprete, Hervé accede al universo íntimo de los proyectos y las obras en producción en el Atelier 35, rue de Sèvres. El impacto de esta decisión se verifica en la nota que acompaña el volumen cinco de la obras completas 1946-1952: le plupart des fotos composant ce volume sont l’oeuvre de Lucien Hervé, Paris13. Notas similares aparecen en todos los volúmenes posteriores. Las visitas a Marsella se multiplican y el aliento y la libertad que le confiere Le Corbusier, logran que Hervé registre los avances de la construcción con una mirada dispuesta a capturar con su lente momentos, experiencias, marcas, trazas y huellas de la Cité Radieuse, la ciudad futura. La enorme cantidad de tomas que realiza Hervé de la Unité d’habitation procuran, como sus contemporáneos Moholy-Nagy y Ródchenko, registrar la obra desde diferentes encuadres, bajo perspectivas y ángulos inesperados, ofreciendo una visión serial del objeto que permita reconstruirlo como una totalidad. El exceso y la sobreabundancia de tomas le da sentido a la obra sólo dentro de una serie descriptiva e interpretativa, temporal, espacial y singular, donde cada detalle y fragmento del edificio merece una atención sostenida. Las planchas con los contactos de las tomas revelan este sentido serial, intenso y multiplicador. Liberado de las convenciones de representación y percepción dominantes, de la mirada estática y pictórica, y alimentando una imaginación arborescente, cada encuadre de Hervé se multiplica en una urdimbre de ligeras variaciones, en las que las tomas se unen unas a otras siguiendo la técnica del puzzle. Siguiendo el orden sabiamente entretejido por Hervé en la Unité d’habitation, asistimos a la formación de un microcosmos constituido por una serie de encuadres dentro de otros encuadres, una prodigiosa concatenación de tomas. Hervé imagina la crónica fotográfica de la Unité de modo que, todas sus partes internas y externas sean inmediata y simultáneamente visibles. La producción fotográfica se transforma en un puzzle infinito, un tejido de relaciones que presenta andamios, encofrados, procedimientos y dispositivos constructivos; unos albañiles volcando hormigón, otros llevando carretillas de piedra líquida… El lente de Hervé capta un universo de formas y materiales, en un permanente contraste de luz y sombra. Las tomas aprovechan y exponen la rugosidad natural del bêton brut, la multiplicidad de texturas y las formas ingeniosas en que se utilizan las huellas del encofrado sobre el hormigón. Cada encuadre adquiere un valor autónomo y singular, que aparentemente prescinde del conjunto: el follaje de unos árboles contrasta con el mundo artificial de formas abstractas, la sombra distorsionada de un albañil con un balde se proyecta en la pared
13 Cfr. Jacques Sbriglio. Le Corbusier & Lucien Hervé: a dialogue between architect and photographer. Getty Publications, Los Angeles, 2011. 24 Anuario 2014 Arquitectura
Cultura local en la ciudad moderna
de una escalera… pero también, cada encuadre presenta el contrapunto de las poderosas columnas que soportan el suelo artificial, el ritmo repetitivo de galerías, pasajes, balcones y brise soleil, encadenando una promenade architecturale que reúne una visión serial y plural. Los últimos registros de Marsella tienen fecha: abril 1957. Le Corbusier, creador, mediador, intérprete, dialoga con los albañiles, contempla el horizonte y observa absorto, el hombre universal del Modulor, incrustado en el hormigón. Lucien Hervé tiene un efecto poderoso sobre Le Corbusier, quien rediseña algunos dibujos y planos de sus proyectos luego de que Hervé le presenta una visión totalmente diferente de sus obras a través de sus fotos. La amistad surgida entre ambos le permite a Hervé capturar con su cámara diferentes momentos del Maestro, fotografiándolo en la intimidad del departamento familiar en el 24, rue Nungesser-et-Coli en París y en su pequeña cabaña en Roquebrune-Cap-Martin, con su esposa Ivonne. Otros fotógrafos, como René Burri y Robert Doisneau colaboran con Le Corbusier dejándonos notables testimonios fotográficos. No obstante, Le Corbusier dirá que estuvo buscando por más de cuarenta años un fotógrafo que pudiera entender y plasmar en imágenes su obra y lo encuentra en Hervé, quien fue su amigo y fotógrafo hasta su muerte. Hervé tendrá el reconocimiento y la amistad de otros ingenieros y arquitectos, colabora con Alvar Aalto, Jean Prouvé y Oscar Niemeyer, entre muchos otros. También fotografió la arquitectura universal, desde Machu Picchu a Grecia y diversos lugares del mundo. Su obra como fotógrafo excede el ámbito de la arquitectura. El arte reunió a Hervé y a Le Corbusier plasmando encuentros y encuadres inefables.
Eduardo Mastripieri
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Estudios sobre Arquitectura y Ciudad
roberto ferández
Anuario 2012 Arquitectura
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Autómatas celulares para el control de la contaminación gaseosa y sonora en vías rápidas Resumen Dada la complejidad que presenta la dinámica vehicular, nuestro análisis de la situación tomar en cuenta únicamente las vías rápidas. Éstas permiten modelar el movimiento de rodados de manera más simple (i.e. reglas de avance y frenado) y mantener de forma aproximada la hipótesis de camino lineal. Abordaremos el tema desde la perspectiva de los modelos de autómata, de manera de poder generar múltiples configuraciones de tráfico. Cada configuración tiene asociada una cierta producción de gases tóxicos y ruido. Para obtener una estimación de los niveles de ambos contaminantes, es necesario realizar simulaciones numéricas que permitan muestrear adecuadamente el conjunto de
Sergio Iguri y Guillermo Frank Profesores Titular y Adjunto de Matemáticas y Física en la FA, UAI, a cargo del proyecto de investigación Sustentabilidad y tráfico urbano. Autómatas celulares para el control de la contaminación gaseosa y la polución sonora en vías rápidas. Forman parte del equipo los becarios Federico Saúl y Nicolás Kovensky.
posibles situaciones de tráfico. En el presente artículo, el lector hallará un resumen del estado de conocimiento actual de los distintos regímenes de tráfico vehicular y las tareas de modelado que se han realizado hasta el momento. Encontrará también las referencias a la literatura específica del tema.
Relevancia de la problemática En la literatura sobre emisiones en vehículos es posible hallar información referida a la producción de contaminantes para distintos estados del rodado. Sin embargo, esta información no resulta verdaderamente útil si no se toma en cuenta los posibles regímenes de tráfico urbano. Por ese motivo, nuestra investigación se focaliza en “comprender el origen de las emisiones gaseosas y sonoras en el contexto de los posibles regímenes de tráfico urbano”. Nos proponemos:
Sergio Iguri & Guillermo Frank
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- (1) Determinar qué magnitudes (observables) son realmente decisivas en la producción de contaminantes.
- (2) Establecer el tipo específico de contaminante que genera cada escenario de tráfico.
- (3) Hallar parámetros de alerta temprana y control de la contaminación. - (4) Idear estrategias para reducir el impacto sobre el ambiente urbano.
Reseña de modelos de tráfico urbano disponibles La primera etapa investigativa consiste en determinar un modelo adecuado de tráfico. La literatura específica del tema ha encarado esta tarea desde los siguientes puntos de vista. Modelos microscópicos Los modelos microscópicos, con las variantes propias, son aplicables tanto al movimiento vehicular como de las personas [1, 2, 3]. Se basan en el concepto de fuerza social fs, que corresponde a motivaciones socio-psicológicas del individuo (en este caso, del conductor). Se asume que un conductor maniobra su vehículo a partir de estímulos debidos a su entorno. Por ejemplo, un conductor tiende a frenar cuando se aproxima al vehículo que tiene delante. Por otro lado, ante la ausencia de estímulos externos (i.e. ruta despejada), el conductor tiene el deseo de viajar a cierta velocidad. Se la llama velocidad deseada vd y se fija de antemano de acuerdo a las características propias del conductor, como por ejemplo, su nivel de apuro. Sin embargo, cuando se ve obligado a mantener una velocidad v que no es la deseada, tiene la tendencia a retornar a la que se desea mantener. Esa tendencia se interpreta en el modelo microscópico como una “fuerza de deseo” fd. En resumen, los modelos microscópicos se basan en fuerzas (social, de deseo, etc.) para describir el movimiento de cada vehículo. La descripción viene dada por la siguiente ecuación de Newton para cada vehículo dv/dt = fd + fs +…, donde t es el tiempo. Los puntos suspensivos indican que es posible incluir fuerzas adicionales para dar mayor detalle a ciertos aspectos del movimiento. Típicamente, se introduce una fuerza fb para situaciones en que el conductor debe frenar violentamente, etc. La ecuación anterior se escribe para cada vehículo (numerados o etiquetados como 1…n) en una ruta y se debe resolver numéricamente. Una forma usual de solución numérica es por medio de un esquema de Verlet en velocidades. 30 Anuario 2014 Arquitectura
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Se puede observar que estos modelos basados en “fuerzas” se denominan microscópicos porque asimilan a cada vehículo como una partícula que se mueve según ciertas leyes. Por lo general, dan buenos resultados, aunque presentan los siguientes inconvenientes. Las fuerzas deben ser muy bien calibradas con respecto a mediciones experimentales. Si no es posible que no reproduzca bien el comportamiento real de los conductores. Se debe adaptar el modelo a cada situación particular. Eso explica por qué hay tantas variantes y posibles fuerzas adicionales (ver por ejemplo Ref. [4]) La solución numérica es algo compleja y requiere mucho tiempo de cómputo. Esto restringe de alguna manera las posibilidades de muestrear amplios espacios de configuraciones.
Modelos de autómata Los modelos de autómatas son esencialmente una discretización de la ruta en “celdas” (comparable al lugar ocupado por un vehículo). Cada celda puede estar ocupada o libre. Los vehículos pueden moverse en valores fijos de velocidad v0, v1,…, vmax. Si el camino está libre, todos los vehículos intentan viajar con velocidad vmax. En caso contrario, se aplican las siguientes reglas para cada uno de los vehículos 1… n (cfr. con Ref. [5]) vn = min(vmax;xn+1-xn-1) Si vn = vmax, entonces vn → vmax - 1 con probabilidad p. xn → xn + vn Obsérvese que el modelo es de programación muy sencilla debido a la simplicidad de las reglas. Los tiempos de simulación son rápidos, lo que permite realizar una buena exploración del espacio de configuraciones (es decir, de las posibles situaciones de tráfico). Los modelos de autómatas son por definición completamente determinísticos. Por ese motivo, es necesario introducir la estocasticidad explícitamente a través de la probabilidad p, llamada también randomización. El éxito más importante de los autómatas consiste en que son capaces de reproducir aproximadamente los estados de libre tránsito y de congestión o atascamiento, incluso sin estocasticidad p=0 (ver Ref. [4]). Estos estados aparecen a partir de un número mínimo de reglas, lo que facilita mucho la comprensión del comportamiento del tránsito urbano. A pesar de ello, es posible mencionar algunas desventajas de los autómatas
• Los autómatas no guardan memoria del estado de velocidades previo, simplemente la actualizan según la distancia al vehículo inmediatamente próximo.
• Los cambios de velocidad son instantáneos. Esto quita cierto realismo al modeSergio Iguri & Guillermo Frank
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lo, que sí está presente en los modelos microscópicos.
• La estocasticidad ingresa al modelo como un agente externo. En principio no existen criterios físicos que regulen este parámetro.
• Los conductores (autómatas) no pueden anticipar sus maniobras, solo siguen reglas de comportamiento. Por ejemplo, no está prevista en el modelo la detención brusca por accidente, etc.
Modelo de Nagel-Schreckenberg El modelo de Nagel-Schreckenberg [6] es básicamente un modelo de autómatas. Sin embargo, aquí se incorpora un factor de memoria según el siguiente esquema vn=min(vmax;vn+1) vn=min(vn;xn+1-xn-1) vn=max(vn-1;0) con probabilidad p. xn → xn + vn El modelo admite reglas de aceleración y frenado graduales (ítems 1 y 3). La velocidad actual, después de acelerar o frenar, depende de su velocidad en el paso anterior. En definitiva, se trata de un factor de memoria respecto del estado anterior del vehículo. Este factor no sólo es más realista, sino que se comprobó que es el responsable de la aparición de congestionamientos espontáneos. A pesar de la simplicidad y rapidez de cómputo, el modelo de Nagel-Schreckenberg resulta exitoso en describir la fenomenología del tráfico urbano. Reproduce con bastante precisión los datos registrados empíricamente, según los cuales, existen al menos dos regímenes típicos de tráfico:
• (a) libre tránsito y • (b) congestionamiento. Entre ambos, existe también un estado intermedio (no completamente congestionado) llamado
• (c) meta-estable [7]. El modelo de Nagel-Schreckenberg tiene ciertas dificultades para reproducir el estado (c). Esta falencia no parece deberse a las reglas 1-4, sino a las condiciones de contorno impuestas al modelo [4].
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Típicamente, la exploración (numérica) de todos los estados se realiza suponiendo condiciones periódicas de contorno: cada vehículo que sale del camino bajo estudio, re-ingresa nuevamente con el fin de mantener constante la cantidad total de vehículos. A pesar de los problemas que acarrean las condiciones periódicas, decidimos basar nuestra investigación en el modelo de Nagel-Schreckenberg. Esta opción es ventajosa en el sentido de representar una buena aproximación a la problemática del tráfico urbano, sin requerir esfuerzos computacionales elevados. Adicionalmente, se desarrollaron condiciones de contorno alternativas para superar las limitaciones del modelo mencionadas arriba.
Metodología de trabajo aplicada Nuestro punto de aproximación inicial fue el siguiente:
- (1) Realizamos una implementación computacional del modelo de Nagel-Schreckenberg. - (2) Analizamos los datos disponibles de emisiones gaseosas para rodados, para luego adecuarlas al modelo de Nagel-Schreckenberg. La implementación del modelo se realizó en lenguaje “C”. A continuación se muestran las instrucciones principales del algoritmo, a modo de ejemplo. Las velocidades de cada rodado se almacenan en el vector v[i], que puede tomar los valores 1...V+1 (el valor v[i]=1 corresponde a vehículos detenidos). Se asigna v[i]=0 cuando la celda (posición del vehículo) está vacía. Obsérvese que el subíndice i se refiere a la posición i-ésima de la vía, de manera que el registro de la posición de los vehículos se lleva de manera intrínseca con el vector v[i]. if (v[i]!=0) {v[i]=min(V+1,min(v[i]+1,imax-i));// reglas 1 y 2 if (v[i]>1) {e=rand(); if(e<(double)(RAND_MAX)*p) e=1; else e=0; v[i]=v[i]-e; // regla 3 imax=i; // regla 4
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Figura 1: Simulación de una vía de 500 celdas con condición de contorno abierta. En cada línea horizontal se indica con un punto la presencia de un vehículo. Las líneas sucesivas (hacia abajo) corresponden a la misma vía, pero en tiempos sucesivamente posteriores. La ramdomización fue de p = 0,25. (a) Al comienzo de la simulación ingresaron vehículos con probabilidades pi = p0 = 0,001. (b) Al comienzo de la simulación ingresaron vehículos con probabilidades pi = 0,05 p0= 0,01. Se tuvo particular cuidado en no usar condiciones periódicas de contorno para evitar los problemas detallados más arriba. En lugar de ello, se implementó una vía abierta con uno o más puntos de entrada y de salida (calles perpendiculares). El mecanismo de ingreso y egreso es estocástico, es decir, un vehículo puede ingresar en la vía con una cierta probabilidad pi, o bien, salir con probabilidad p0. La velocidad de entrada es fija, y típicamente es la más baja posible. La cantidad de accesos de entrada se fija de antemano. Los resultados obtenidos hasta el momento reproducen bien las situaciones descriptas en la literatura. En la Fig. 1 se muestran dos situaciones distintas. La Fig. 1(a) muestra el caso de una circulación libre. En la Fig. 1(b) vemos un caso de alto congestionamiento, con zonas de alta densidad de vehículos. Por otro lado, se analizaron los datos disponibles de emisiones gaseosas en rodados.
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Autómatas celulares para el control de la contaminación gaseosa y sonora en vías rápidas
Vel. media (km/h)
Vel. max (km/h)
CO
NOx
HC
22.5
30
6878.7
420.9
1184.7
22.9
30
6848.0
400.4
1105.5
31.4
50
2735.2
271.1
527.7
31.5
50
6418.7
672.1
1338.5
32.3
50
682.9
72.3
131.8
44.4
50
4867.4
533.0
827.9
45.8
50
517.5
60.9
74.8
46.0
50
2343.4
275.1
363.4
En la Tabla 1 se detallan, a modo de ejemplo, algunos datos representativos publicados en Ref. [8]. Las emisiones en la Tabla 1 están expresadas en gramos/hora La Tabla 1 corresponde a una medición realizada en Kungsladugardsgatan, Suecia. Las mismas fueron tomadas en distintos horarios, y por lo tanto, con distinta intensidad de tráfico. Esto explica la altísima dispersión en las emisiones. Por ejemplo, en la Tabla 1 encontramos que para una velocidad media de 31,4 km/h la emisión de CO es de 2735,2 gr/h, mientras que para 31,5 km/h es de 6418,7 gr/h. La discrepancia notable se debe a que la primera medición se realizó en una banda horaria intermedia, mientras que la segunda se realizó en un horario pico, según aclaran los autores en la Ref. [8]. Esto muestra una fuerte dependencia de las emisiones con la densidad de vehículos. Los datos mostrados en la Tabla 1 son promedios estadísticos. En ellos están incluidas al menos tres poblaciones no mutuamente excluyentes. Consúltese al respecto las Refs. [9, 10, 11, 12]
• Categoría del rodado. En la literatura se distingue entre autos, camiones y ómnibus. Sin embargo, muchos trabajos sólo lo separan entre vehículos particulares o de pasajeros, o bien, por el tipo de motor (nafta, diesel).
• Catalizador. La proporción de vehículos con conversor catalítico afecta la medición. En particular, esta proporción puede variar mucho según el área geográfica y las regulaciones locales.
• Régimen de movimiento. Muchos estudios distinguen entre regímenes de larga distancia, corta distancia y tiempos muertos. La principal diferencia entre ellos
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se debe a los tiempos de aceleración y frenado. En los casos de corta distancia y tiempos muertos (muchas situaciones de aceleración y frenado, o espera) no resulta importante el grado de avance del vehículo, por lo que las emisiones se miden en gramos/hora. Por el contrario, en los casos de largas distancias, donde las variaciones de velocidad se minimizan, las emisiones vienen dadas por la distancia recorrida (en gramos/km). Estos tipos de poblaciones hacen que el promediado estadístico presente ciertos sesgos según el dato de literatura que se considere. Esto nos obliga a adoptar ciertos criterios respecto de la tasa de emisiones. Por un lado, tendremos que restringirnos a datos tomados en áreas urbanas (pero con vías rápidas). Sin embargo, dado que esto aún no garantiza que la dispersión en los datos sea baja, deberemos analizar situaciones urbanas disímiles.
Reflexiones y conclusiones preliminares En vista de la aproximación que realizamos a la problemática de la polución podemos enumerar algunas conclusiones preliminares y reflexiones sobre aspectos aún abiertos. Algunos de los puntos que se detallan a continuación fueron discutidos con arquitectos y urbanistas de la Facultad de Arquitectura de la UAI.
• El enfoque que realizamos proviene claramente de las ciencias físicas. Este aporte es significativo porque permitió reducir una problemática de alta complejidad a un modelo simple debidamente justificado. Además, nos permitió comparar nuestro modelo de autómatas con resultados obtenidos en otras áreas de la física con el fin de detectar fallas, etc.
• El modelo de autómata no contempla ciertas condiciones de tráfico, como por ejemplo, detención por semáforo en rojo, etc. Sin embargo, desde el punto de vista de la polución, los congestionamientos pueden ser iguales o más significativos que los tiempos de espera por luz roja. Se procurará realizar estimaciones concretas al respecto.
• Observamos que la polución gaseosa puede variar significativamente según el régimen de tráfico. Lamentablemente, hasta donde tenemos conocimiento, la información sobre emisiones reales es aún muy incompleta. Esto presenta cierta dificultad en la estimación que deberá resolverse en forma robusta.
• De acuerdo con los datos (no definitivos) que disponemos, observamos que las regulaciones son un factor decisivo en el nivel de producción de gases vehiculares.
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Referencia bibliográfica D. Helbing, I. Farkas, T. Vicsek, Simulating dynamical features of escape panic Nature 407, 487-490 (2000). D. Helbing, B. Tilch, Generalized force model of traffic dynamics. Phys. Rev. E 58, 133 (1998). K. Lewin, Field Theory in Social Science. Harper, New York (1951). A. Schadschneider, D. Chowdhury, K. Nichinari, Stochastic Transport in Complex Systems. Elsevier, Amsterdam, Netherlands (2011). M. Fukui, Y. Ishibashi, Traffic flow in 1d cellular automaton model including cars moving with high speed. J. Phys. Soc. Jpn. 65, 1868 (1996). K. Nagel, M. Schreckenberg, A cellular automaton model for freeway traffic. J. Phys. I 2,2221 (1992). F.L. Hall, B.L. Allen, M.A. Gunter, Empirical analysis of freeway flow-density relationships. Transp. Res. A 20, 197 (1986). P.G. Hodlund, J. Niittymaki Estimating Vehicle Emissions and Air Pollution related to Driving Patterns and Traffic Calming. Paper for the Conference Urban Transport Systems, Lund, Sweden (1999). E. Ozguven, K. Ozbay, Sh. Iyer, Simplified Emissions Estimation Methodology Based on MOVES to Estimate Vehicle Emissions from Transportation Assignment and Simulation Models. Transportation Research Board’s 92th Annual Meeting, Washington, D.C., USA (2013). D. Williams, R. North, “An evaluation of the estimated impacts on vehicle emissions of a 20mph speed restriction in central London” Final Report of the Transport and Environmental Analysis Group, Imperial College London, England (2013). V. Franco, F. Posada Sanchez, J. German, P. Mock, Real-World Exhaust Emissions from modern diesel cars. The International Council on Clean Transportation Berlin, Germany (2014). P. Bokare, A. Maurya Study of Effect of Speed, Acceleration and Deceleration of Small Petrol Car on its Tail Pipe Emission. International Journal for Traffic and Transport Engineering, 3(4), 465-478 (2013).
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Estudio morfológico y desempeño bioclimático en tipologias residenciales Conocimientos Integrados hacia un Habitar Sustentable.
Presentación El hábitat residencial constituye por su magnitud y potencial desarrollo futuro un campo de aplicación preferencial de criterios bioclimáticos tendientes a disminuir la demanda de recursos y potenciar condiciones de habitabilidad aplicables desde un parque edilicio de gran escala hasta casos de viviendas para una franja poblacional creciente de bajos recursos. Acordando que el habitar es propio de la condición humana reconocemos que no todos podemos habitar de la misma manera, que la trama de relaciones espaciales no es la misma para todos y que no podemos construir de un mismo modo los lazos sociales vinculantes. Proyectar y diseñar espacios arquitectónicos y urbanos hoy supone posicio-
Ana María Compagnoni, Arq. Carla Cecilia Serafini, e Irma Abades Profesora Titular de Ambiente y Arquitectura y Profesora Titular de Morfología en la FA, UAI, a cargo del proyecto de investigación Desempeño del hábitat residencial en contextos urbanos: evaluación bioclimática e tipologías morfológicas de escala intermedia (2015-2016).
namientos críticos en las formas de afrontar los modos y las prácticas del habitar. Para responder a ello se recurre a saberes provenientes de la arquitectura y el urbanismo frecuentemente articulados con múltiples disciplinas provenientes de otros campos del saber lo cual generalmente resulta insuficiente (articulación vacía) a la hora de dar respuesta a la mencionada problemática a menos que esa estructura opere dentro de una matriz mayor, compleja e identitaria de los sujetos y del lugar. En relación a lo antedicho nos aproximamos a la problemática del habitar, situando la observación reflexiva en el hábitat colectivo, aquel que posibilita encuentros y propicia vínculos y en sus habitáculos, aquellos que cobijan intimidades y amparan memorias y recuerdos. Desde este lugar surge la propuesta de indagar, evaluar y categorizar conjuntos habitacionales de escala intermedia (hábitat construido) develando cotidianeidades al amparo de propuestas morfosintácticas en interacción e integración, con múltiples
Ana María Compagnoni e Irma Abades
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variables relacionadas con lo ambiental y en articulación con condicionantes socio-políticoculturales específicos y localizaciones con características regionales y climáticas diferenciadas dentro de nuestro país, que promueven y habilitan formas particulares de habitar los espacios de intimidad y de interacción colectiva. Según Heidegger: somos existiendo, existimos en el habitar y habitamos construyendo. Por lo tanto, las condiciones del habitar todos, siempre y juntos tiñen y atraviesan el presente trabajo donde la vivienda colectiva se verifica desde la dimensión bioclimática comprobando efectos de las decisiones morfológicas en el desempeño ambiental y en el comportamiento social, así como su incidencia en la consolidación de entornos urbanos.
Tipologías Morfológicas y Condiciones de Habitabilidad En el proceso investigativo y a los fines de ordenar la búsqueda se recurre a herramientas conceptuales provenientes de la dimensión ambiental las que, aplicadas a tipologías morfológicas en conjuntos residenciales de escala intermedia, permiten examinar y evaluar al conjunto en su tejido conformante, en su sintaxis de totalidad y partes así como a las células habitativas que lo componen en cuanto al criterio disposicional, de conectividad, de conformación de sus limitantes tendientes a optimizar las condiciones de habitabilidad en relación al sitio y al lenguaje morfosintáctico de las mismas. Vale aclarar que consideramos al sitio como una unidad conceptual para estudiar el espacio habitado y que la mencionada acción de interpretar condiciones habitativas conlleva el re-construir historias y recuperar memorias como dispositivo de apropiación social del espacio. Sobre el tema, Papparelli y Kurbán (2007) destacan que…la identificación de los habitantes con determinados espacios de uso corriente, garantiza el compromiso social respecto a las condiciones de uso y mantenimiento. Estos espacios inter-edilicios urbanos pueden considerarse conformados según grados de complejidad creciente y por tanto crecientes también en su escala espacial. En este sentido nuestro interés por indagar en las relaciones espaciales como propiciadoras de los vínculos en diferentes escalas se fundamenta en la idea de que la consideración de las particularidades del entorno microclimático promueve el desarrollo de tales relaciones. Cuando las prácticas proyectuales se alejan de las prácticas habituales del habitar en determinados contextos, sucede lo que Martin Evans y Silvia de Schiller califican como espacio de todos, tierra de nadie (Evans y de Schiller, 1995) poniendo como ejemplo los conjuntos habitacionales, desarrollados en su mayoría por el estado, que no contemplan exigencias de habitabilidad, con superficies mínimas y espacios exteriores sin cualificar, con el consiguiente deterioro y abandono de los mismos. 40 Anuario 2014 Arquitectura
Estudio morfológico y desempeño bioclimático en tipologias residenciales
Estos fenómenos se repiten dentro y fuera de nuestro país con verdaderas ciudades dormitorio satélites construidas para dar respuesta al déficit habitacional pero sin dar respuesta al habitar sustentable y que terminan siendo abandonadas por sus destinatarios. Por otra parte, a escala urbana algunos estudios realizados sobre la densificación de la trama urbana demuestran la incidencia de la morfología, producto de la normativa vigente, como condicionante del acceso al sol y la ventilación tanto en espacios públicos como en el interior del tejido urbano y en las unidades habitativas, condicionando la calidad ambiental y habitabilidad de esos espacios. (Compagnoni, 2013). En este sentido Esther Higueras destaca la importancia del estudio de la morfología urbana en relación al ambiente para el desarrollo de la normativa, teniendo en cuenta que los efectos de la misma tienen consecuencias a largo plazo (Higueras, 2007). Sin embargo, las formas de crecimiento urbano han ido respondiendo a factores de desarrollo que han dejado de lado el enfoque ambiental y la habitabilidad de los espacios públicos y privados. En la escala edilicia, la perspectiva ambiental considera al edificio como sistema de energía, integrando variables morfológicas y de materialidad en el desarrollo de envolventes eficientes para que el conjunto edilicio y el entorno interactúen en forma equilibrada y produzcan el menor impacto posible al ambiente, logrando confort y favoreciendo el habitar tanto en los espacios interiores como exteriores. A tal efecto el conocimiento del entorno micro-climático es fundamental para evaluar el grado de ajuste de las diferentes tipologías morfológicas a las condiciones específicas de cada lugar. Con respecto a la propuesta espacial-disposicional-tecnológico-constructiva-contextual (inserción medioambiental-respuesta al medio físico) de las entidades pertenecientes a conjuntos habitacionales, así como la estructura general compositiva (características compositivas y morfogenéticas del conjunto) trabajos realizados con anterioridad1 permiten demostrar la importancia, a nivel morfosintáctico, de criterios de perforación, grados de densidad y/o porosidad, modalidad adoptada para la envolvente, así como extensiones-continuidades-rupturas-enlaces y modos de ocupación todo lo cual deviene en categorizaciones tipológicas2 que establecen criterios valorativos de la totalidad y de las partes que la conforman.
Casuística y Momentos de Abordaje La indagación y selección de una casuística que permitiera articular conceptos de morfología arquitectónica y criterios de sustentabilidad colocando al habitar como fundamento
1 Ver Investigación FA-UAI-Abades-2009-2011: Análisis y Categorización de Morfologías Arquitectónicas Aplicables a Viviendas de Interés Social.
2 Ver Anales Congreso del Habitar 2013: L. Giordano, Tipologías Semánticas. Ana María Compagnoni e Irma Abades
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de estas áreas del conocimiento, se orientó hacia aquellos conjuntos residenciales que evidenciaran cierto desarrollo morfológico en la búsqueda espacial y de interacción interiorexterior, tendientes a optimizar las condiciones de habitabilidad en relación al contexto ambiental específico. El presente trabajo corresponde a una investigación en curso organizada en cuatro etapas las que serán presentadas a continuación. En las mismas se exponen criterios organizativos, modos operativos así como la estructura impuesta al proceso analítico-reflexivo, hipótesis e interrogantes indiciales que permitieron avanzar con los primeros abordajes de la casuística y a la vez presentar resultados de las primeras dos etapas de desarrollo en casos representativos de la metodología aplicada y conclusiones parciales del trabajo realizado hasta el momento, en consideración a un estudio del habitar relativo a entornos urbanos-ambientales diferenciados. Los mencionados momentos de reflexión que se presentan durante el proceso se conforman no como una mera notación de hechos sino… como un esfuerzo para comprender; no es la pasividad de un sujeto que se mira vivir, es el esfuerzo de un sujeto que deduce la significación de su experiencia3 Dadas estas fundamentaciones, se considera que el estudio, análisis y demostración de la incidencia de aspectos morfosintácticos en el desempeño socio ambiental de conjuntos residenciales, producirá asimismo un conocimiento transferible a la enseñanza del diseño, garantizando espacios inter-edilicios diversos, significantes y ambientalmente sustentables, orientados a la construcción de ciudades más inclusivas.
Aspectos a considerar. Desarrollo y Fases Desde una perspectiva holista y considerando al hábitat humano como conjunto de estructuras espacio-funcionales, donde el habitar de las comunidades humanas se manifiesta a través de las múltiples interacciones socio-culturales y con el ambiente físico, resulta de especial interés el abordaje del problema planteado, considerando la diversidad de variables que interactúan en el desempeño de conjuntos residenciales de escala intermedia insertos en contextos urbanos, que a su vez condicionan esas interacciones socio-ambientales. En el aspecto procedimental la metodología de trabajo aplicada se estructura por etapas que a su vez incluyen diferentes momentos de abordaje metodológico de la investigación. En atención a ello se señala que: uno de los problemas metodológicos es el llamado círculo hermenéutico o “círculo de comprender” consistente en que todo comprender se da siempre en una totalidad de sentido previamente proyectada, y toda “interpretación” (en
3 Merleau Ponty, M., La Fenomenología y las Ciencias Humanas, Prometeo, Buenos .Aires, 2011, página 48. 42 Anuario 2014 Arquitectura
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cuanto a “desarrollo” del comprender”) se mueve en un terreno del comprender previo, o sea, lo presupone como condición de su posibilidad. 4 Reconocemos que el hábitat residencial constituye, por su magnitud y su potencial desarrollo futuro, un campo de aplicación preferencial de criterios que permitan optimizar el desempeño de las viviendas, minimizando el consumo de recursos y el impacto sobre el entorno, teniendo en cuenta que se trata de un parque edilicio de gran escala y permitiendo construir condiciones dignas de habitabilidad para una franja poblacional creciente que requiere de un apropiado cobijo. En virtud de ello, se plantea como hipótesis del trabajo que, la propuesta morfosintáctica, como resultado de la interacción e integración de variables múltiples en relación al entorno bioclimático, condiciona la habitabilidad, el confort y el uso en espacios interiores y exteriores de conjuntos habitacionales de escala intermedia. El objetivo general, se focaliza en la evaluación desde la dimensión bioclimática de comportamientos morfosintácticos de conjuntos residenciales de escala intermedia a partir de un proceso analítico reflexivo sobre los efectos que estas morfologías producen en términos habitativos en los espacios de uso. El interés de la búsqueda reside en analizar, evaluar y categorizar tipologías morfológicas en conjuntos residenciales en localizaciones con características bioambientales diferenciadas dentro del territorio nacional, así como de las correspondientes células que los componen. En atención a ello se da inicio al trabajo con la selección de casos construidos o proyectados en zonas con evidentes diferencias bioclimáticas que permitan evaluar el ajuste de los proyectos al entorno específico, tanto desde la mirada morfológica como desde la bioclimática y sustentable. Teniendo en cuenta la limitada variedad tipológica en conjuntos habitacionales de producción estatal, el universo a analizar queda acotado a conjuntos residenciales de construcción reciente ya sean de gestión privada o estatal, que presentan cierto desarrollo morfológico en la búsqueda de mejorar las condiciones de habitabilidad y que permiten verificar relaciones entre espacios privados y comunes, así como la búsqueda en la integración con el contexto urbano (en cuanto a entorno físico circundante, social, político, económico, cultural). El trabajo, desde un enfoque morfológico y bioambiental, operativamente se inicia con una etapa investigativa, continúa con una instancia analítica y finaliza con la evaluación, valoración y síntesis de los resultados obtenidos. Para ejemplificar la metodología aplicada se presenta el caso del Conjunto de Viviendas en Lomas de Tafí Viejo en Tucumán5
4 Sarquis, J. , Itinerarios de Proyecto. Libro 1. Ficción epistemológica, Nobuko, Buenos Aires, 2007. 5 Conjunto de Viviendas Lomas de Tafí Viejo. Provincia de Tucumán, Argentina. Características: 196 viAna María Compagnoni e Irma Abades
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Desde el enfoque bioambiental en instancias iniciales, se procede a la Interpretación de las condiciones bioclimáticas de las localizaciones específicas de los casos de estudio e identificación de las recomendaciones de diseño para cada clima. (Figs.1 y 2)
Fig.1 Interpretación de las condiciones climáticas locales
viendas agrupadas en el Emprendimiento Lomas del Tafí. 1er Premio en el Concurso Nacional de Ideas y Ante-Proyecto, convocado por el Instituto Provincial de Vivienda y Desarrollo Urbano de Tucumán. Autores. Arquitectos Adrián Osvaldo Olivero y Ángel Ezequiel Muñoz (Universidad Nacional de Mar del Plata). Colaborador: César Ignacio Zaffalon.
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Fig.2 Estrategias de diseño recomendadas para el clima
Para completar la investigación sobre los aspectos regionales y culturales del entorno, el análisis se completa con la indagación acerca de las costumbres vernáculas en cuanto a su forma de apropiación del territorio, sus tipologías edilicias y la tecnología constructiva típica del lugar, en general fuertemente condicionada por los recursos naturales disponibles que promueven ciertas formas de habitar ligadas a la fisonomía del entorno circundante. En los casos estudiados, generalmente ubicados en entornos urbanos, los rasgos identitarios de la cultura originaria no son tan evidentes, por lo que el estudio buscó indagar más en las raíces originarias del lugar, recurriendo a estudios previos hechos sobre arquitectura vernácula.6 Los mismos permitieron observar que, según las condiciones
6 Ver artículos de Compagnoni, A., El espacio de transición como motor de aprendizaje. Sobre el desempeño ambiental del hábitat residencial, artículo publicado en Anuario 2 FA UAI 2013, Buenos Aires, Argentina y Catalogo bioclimático de arquitectura vernácula. Aportes al proyecto del hábitat popular , artículo publicado
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geográficas y ambientales de las diferentes zonas climáticas de Tucumán, las tipologías de agrupamiento varían entre el simple paralelogramo hasta agrupaciones en formad de U o L generando patios conformados entre volúmenes macizos, matizados con galerías como espacio de transición al exterior y con fuerte predominio del lleno sobre el vacío en la envolvente constructiva, generalmente resuelta con tecnología apropiada y disponible en el lugar y con componentes constructivos naturales de gran capacidad térmica que permitían su adaptación a las grandes amplitudes térmicas imperantes en entornos aislados. El patio y la galería además de un filtro con el exterior resulta ser el elemento organizador de la vida familiar y el articulador de los espacios habitables tanto interiores como exteriores. Luego, se inicia el estudio morfológico, donde se focaliza en los aspectos condicionantes del sitio, en las características de perimetración del predio en cuanto a accesos, perforaciones y enlaces incluyendo aspectos de perfil, imagen y relaciones espaciales.
Fig.3 Estudio de bordes y Perforaciones a escala de Conjunto
en Anuario 1 FA UAI 2012, Buenos Aires, Argentina
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Fig 3b Relaciones Geométricas a escala de Conjunto
El estudio morfológico abarca el tejido conformante de la totalidad en cuanto a su lenguaje compositivo y a su ordenamiento espacial y se profundiza analizando la estructura ordenadora del conjunto tendiendo a identificar la incidencia de aspectos morfológicos y de materialidad en la calidad habitativa de los espacios interiores en las unidades estudiadas, así como en los espacios exteriores del conjunto y su posible incidencia en el entorno circundante.
Fig.4 Estudio de Relaciones de Orden Geométrico– Centro – Ejes – Tramas etc
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Fig. 5 Estudio morfo-sintáctico del Conjunto
Con respecto al conjunto se analizan y evalúan la estructura del tejido y su vinculación contextual, el recorte volumétrico y su articulación con el sitio, las características del sistema conectante en relación con lo conectado, el modo en que se estudian las condiciones de borde, las posibilidades de crecimiento futuro y, en especial, la posible presencia de espacios para la construcción y desarrollo de cotidianeidades. En este caso el diseño presenta manzanas con dos frentes diferenciados; hacia el barrio se abre un sistema de patios de carácter semipúblico adonde confluyen los accesos a las viviendas en planta baja y hacia el boulevard se ubican las tipologías dúplex mientras que los estacionamientos se localizan de manera perimetral evitando alterar el carácter peatonal de esta agrupación. Desde el enfoque bioclimático también se analizó y evaluó la respuesta morfológica del conjunto a las condiciones del entorno según las estrategias recomendables para esta zona de estudio incluyendo la evaluación de espacios verdes disponibles de uso privado, común y público (Fig. 6) y se verificaron las condiciones de asoleamiento y ventilación adecuada de los espacios exteriores (Fig. 7). Para el desarrollo sistematizado de esta etapa el trabajo se organizó a partir de una grilla que, tomando como base las estrategias dominan-
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tes para el clima, fue estudiando los diferentes sistemas: circulatorio, de espacios exteriores, parcelarios y edilicio en relación a los aspectos de: orientaciones favorables; proporciones espaciales; definición de límites; uso del suelo y distribución de la vegetación.
Fig 6a Análisis disposicional tipología duplex
Fig. 6c Despiece de limitantes sobre tipología dúplex
El estudio se profundiza con un análisis focalizado en las unidades habitativas del mismo conjunto develando características tipológicas disposicionales, espaciales, conectivas, de limitación y sintaxis. Desde una perspectiva morfosintáctica se evalúan los criterios de orden emergentes de las células habitativas en cuanto a recorte espacial, características de la perimetración, lenguaje morfológico, sintaxis de partes, así como la oferta perceptiva en virtud de las relaciones interiores-exteriores (espacios de articulación y gradientes de transición). (Fig 8 y 9)
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Fig 6b Referencias
Fig 7 Análisis Disposicional tipología 2 dormitorios en Planta Baja. Estudio de limitantes
Para el estudio de las unidades en relación al clima se evaluaron los espacios: principales; de servicio; circulaciones internas, de transición y de acceso en relación a los aspectos de: orientación dominante; proporciones en planta y corte; permeabilidad de la envolvente hacia el exterior; compacidad volumétrica y disposición de la cubierta. (Fig. 10) En esta escala se verificaron también condiciones de asoleamiento y ventilación natural en el interior de las unidades habitacionales, de acuerdo a los parámetros de confort para la zona. (Fig. 11) La evaluación de la envolvente constructiva se realizó también en base a una grilla específica que contempló la envolvente edilicia, los aventanamientos y la estructura en relación a: la orientación del cerramiento; la materialidad y terminación superficial; relación superficie opaca-traslucida; las protecciones solares y nocturnas y los sistemas solares incorporados. (Fig12) Una vez señaladas y verificadas las variables dentro del marco morfosintáctico se procedió a examinar y evaluar el desempeño bioclimático de la totalidad y de las partes que conforman el conjunto así como de las unidades y de la envolvente construida en las tipologías morfológicas seleccionadas.
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Fig.8 Estudio de una Unidad Tipológica
Fig 9 Asoleamiento y Ventilación Natural
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Fig.10 Evaluación de la envolvente edilicia - constructiva
Esta etapa de análisis se cierra al definir el grado de ajuste de la morfología y materialidad de la envolvente a las condicionantes del entorno, el uso de materiales, la tecnología y los recursos energéticos locales así como el lenguaje como expresión de la arquitectura regional. De este modo, la investigación queda en condiciones de detectar y establecer herramientas conceptuales provenientes de la dimensión bioclimática aplicadas a tipologías morfológicas en conjuntos residenciales de escala intermedia a los fines de categorizar y hacer transferencia de conceptos teóricos a concreciones arquitectónicas y a procesos proyectuales del hábitat residencial. Finalmente, durante la Etapa de Evaluación y Síntesis de los Resultados se propone un momento de integración que permitirá la evaluación de datos y respuestas
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obtenidas de la etapa analítica desde las perspectivas morfosintáctica y ambiental integrando ambas perspectivas. En la integración de estas dos perspectivas (medioambiental y morfológica) se articularán datos emergentes de cada uno de los campos. El momento de síntesis final contendrá los aspectos justificatorios de los resultados obtenidos exponiendo una clasificación bioclimática de las tipologías morfológicas analizadas para hacer transferencia de dichos resultados a los procesos proyectuales de conjuntos habitacionales de escala intermedia a localizarse en diferentes zonas climáticas del país. Primeras reflexiones Lo nuevo no está en lo que se dice, sino en el acontecimiento de su retorno.7 Se exponen a continuación y a modo de ejemplificación del camino recorrido, algunos resultados de la etapa analítica correspondiente al análisis del Conjunto de Viviendas en Tafí Viejo en Tucumán, donde se pone en evidencia el valor asignado a los espacios semipúblicos de encuentro con gradaciones diferentes, en virtud de la disposición y articulación de las morfologías arquitectónicas y del criterio conectante que las vincula. Las relaciones de llenovacío permiten reconstruir la idea de patio a distintas escalas y junto con la presencia del verde y el control visibilístico contribuyen a la construcción de la vida cotidiana, la cual según Roberto Doberti es vida si extiende la mirada hasta aquello que la excede, y es plenamente vida si es capaz de mirarse a si misma para asumir las tareas de sus necesarias transformaciones. El dispositivo de análisis morfológico empleado descansa en la modalidad de desarmar para estudiar partes y sintaxis entre ellas para luego rearmar y reflexionar sobre el significado de la totalidad (estructura de conjunto), sobre las partes que lo componen (diseño de células habitativas) y acerca de las áreas abiertas favorecedoras de situaciones de encuentro. Dicha modalidad de desarme y recomposición aplicada en el conjunto y en las células, surge como un mecanismo pleno de significación que favorece la comprensión de situaciones del habitar como resultado de una observación reflexiva. Acerca de la reflexión, Leonardo Benévolo expone que, para percibir un organismo compositivo es necesario que el observador no se detenga en la apariencia inmediata, sino que vaya más allá con la reflexión. Sobre el mismo tema Michel Foucault plantea…la reflexión descubre las semejanzas, las analiza y las desarrolla. 8
7 Foucault, M., El Orden del Discurso, Tusquets, Buenos Aires, 2012, Tercera Reimpresión, Página 29. 8 Foucault, M., Las palabras y las cosas, Siglo XXI, Buenos Aires, 2007, página 112. Ana María Compagnoni e Irma Abades
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Algunas conclusiones que pueden sintetizarse sobre la relación entre morfología y desempeño bioclimático en el caso estudiado son: Se verifica una preocupación por abordar el manejo de las escalas, especialmente en el planteo de los espacios exteriores, para lo cual se utilizan tipologías diversas dentro del conjunto que logran diversidad de unidades habitativas proponiendo diferentes formas de habitar el complejo. El manejo de las transiciones entre interior y exterior y de la vegetación es favorable para lograr confort tanto en el interior como en el exterior y permite la protección de espacios exteriores propios y comunes y espacios circulatorios. Se verifica también la intención de rescatar el concepto de patio contenido con volúmenes compactos donde prevalece la masa sobre el vacío favoreciendo la inercia de conjunto que es adecuada a ciertas condiciones climáticas cuando prevalecen grandes diferencias de temperatura entre el día y la noche. La disposición espejada de algunas tipologías obstaculiza el buen asoleamiento invernal en algunos locales principales y también la correcta ventilación que para la Ciudad de Tucumán es necesaria en ciertos momentos del año por sus condiciones de alta HR y Temperatura Si bien en este artículo se ha presentado solamente el caso de Tafí del Valle a modo de ejemplo, la casuística seleccionada es más amplia y de hecho hasta el momento se han investigado, en la etapa inicial del trabajo, conjuntos habitacionales de escala semejante en Ushuaia, en Provincia de Buenos Aires (Lomas de Zamora y San Fernando); en Tandil y en Paraná con el objetivo de comparar comportamientos de propuestas morfológicas en zonas con diferencias climáticas dentro de nuestro territorio. En este sentido es importante mencionar, desde el punto de vista operativo, la dificultad que implica la búsqueda del material documental sobre obras de arquitectura de reciente construcción para someterlas a un análisis de este tipo. Existe aún una resistencia evidente tanto de los colegios profesionales como de los propios estudios a ofrecer proyectos para que sirvan de insumo a estas investigaciones y a partir de la experiencia aportar conocimiento a la práctica proyectual futura. Esto pone en discusión también la falta de entrenamiento que la profesión del arquitecto tiene en materia de investigación y la responsabilidad profesional en cuanto al perfeccionamiento permanente hacia una práctica más sustentable en beneficio del bien común, que es un legado que le debemos a las nuevas generaciones de profesionales.
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Estudio morfológico y desempeño bioclimático en tipologias residenciales
Proyecto urbano, normativa y mercado inmobiliario: La experiencia Puerto Norte, Rosario
Cintia Barenboim
Introducción
La Doctora Arquitecta Cintia Barenboim
La ciudad de Rosario es hoy en día una de las de mayor desarrollo económico del país. A
es Investigadora CONICET y Profesora en
partir del 2003, la ciudad experimentó un rápido crecimiento de la actividad económica
UAI Sede Rosario donde dirige el proyecto
motivada, principalmente, por la renta generada en el sector agropecuario. La falta de
Desarrollo inmobiliario y estrategias de
confianza en el sistema financiero determinó la inversión de estos beneficios extraordina-
comercialización del gran proyecto urbano
rios en el sector de la industria de la construcción. La reactivación del mercado inmobiliario
Puerto Norte, Rosario
junto con las nuevas normativas municipales dio lugar a grandes transformaciones edilicias en toda la ciudad, principalmente en el área central, macrocentro y zona ribereña. También parte de la inversión se orientó a nuevos emprendimientos de carácter residencial e industrial en la periferia (Barenboim, 2010). En este contexto, lo que se pretende registrar es el movimiento fundado hacia el interior de la ciudad, orientado a la densificación vertical y en algunos casos a la conservación del patrimonio, situado en el proyecto de renovación urbana de Puerto Norte (ex - predios del ferrocarril y el puerto). Esto ha sido viable por la apertura de la ciudad al río mediante la generación de un nuevo frente urbano y el traslado del puerto al sur de la ciudad, dejando zonas vacantes para nuevos desarrollos. La investigación tiene como objetivo dimensionar la transformación y valorización inmobiliaria que generó el gran proyecto urbano en la ciudad de Rosario. Plano 1. Ubicación de Puerto Norte en Rosario
Fuente: Dirección General del Plan Director, 2011.
Cintia Barenboim
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El período de estudio comprende desde el 2005, momento donde se sancionó la normativa básica (Ordenanza N° 7.892) que fija la estructura general de espacios públicos, trazados viales y la organización del área en Unidades de Gestión y de gran auge de la construcción en la ciudad, hasta el 2014, donde se han sancionado la totalidad de las normativas particulares y comienza a desacelerarse el mercado inmobiliario, principalmente por la inflación y las medidas de pesificación en las transacciones de compra - venta. La metodología se centra principalmente en un abordaje analítico, a partir del análisis de contenido de documentos escritos oficiales (normativas particulares), no oficiales (artículos periodísticos, investigaciones y ponencias) y gráficos (imágenes satelitales, planos y fotografías). También se realizaron entrevistas semi- estructuradas a agentes claves. Entre las investigaciones locales realizadas en los últimos años, se encuentran ciertos documentos que suponen una aproximación al tema, pero no incluyen todas las variables expuestas. A modo de contexto general, Barenboim (2010) explica la evolución y desarrollo del mercado inmobiliario local, de comportamiento enormemente dinámico, operando generalmente con gran libertad y sufriendo diversas variaciones. Castagna (2006) hace un relevamiento de los precios promedios de las distintas zonas de Rosario. Los trabajos específicos sobre el área cuentan con el principal antecedente el Estudio Particularizado Área de Atravesamiento Norte, incluye los barrios de Pichincha, Refinería y Puerto Norte, de Martínez de San Vicente (1987). Este analiza el proceso de transformación del tejido urbano y propone la adopción de un instrumento de escala intermedia para definir la futura transformación del sector. Posteriormente esto derivo en un concurso nacional de ideas para generar un Plan Maestro en el que se establezcan las propuestas de los agentes privados, cediendo un 40 % para espacio público. Luego, el proyecto urbano de Puerto Norte es tomado por Cuenya y su equipo a través de dos trabajos: el primero, investiga la movilización de plusvalías generadas particularmente en torno al primer sector Unidad de Gestión Cinco (2009) y el segundo, analiza distintas experiencias en Argentina, incluyendo a Rosario, de los grandes proyectos urbanos en relación a los cambios que producen en la centralidad, los intereses dominantes y rentabilidad del suelo (2012).
Características del gran proyecto urbano y sus unidades La nueva relación de la ciudad con el río, ha convocado una gran cantidad de proyectos e intervenciones, especialmente de espacio público, en la última década. Particularmente en la ribera central donde era el antiguo puerto se encuentra la gran operación pública - privada denominada “Centro de Renovación Urbana Scalabrini Ortiz”. La planificación y gestión urbana se llevan a cabo en dos fases. La primera es en el 2001 con la venta que realiza el 56 Anuario 2014 Arquitectura
Proyecto urbano, normativa y mercado inmobiliario
Organismo Nacional de Administración de Bienes del Estado para la instalación del Shopping Alto Rosario y el Parque Scalabrini Ortíz. La segunda es en el 2005 con la aplicación del Plan Especial Puerto Norte, donde se aboca el presente estudio. El gran proyecto urbano es una de las intervenciones urbanísticas más importantes de Rosario en toda su historia. Consiste en la reurbanización progresiva de 100 hectáreas del antiguo puerto localizado dentro del barrio Refinería. La fisonomía del lugar poseía áreas de maniobras, conexiones ferroviarias, grandes galpones, silos, viviendas obreras, constituyendo una fisura en la composición del tejido como así también un área de oportunidad por los grandes lotes abandonados. La reconversión urbana es considerada al mismo tiempo una nueva centralidad siendo un lugar estratégico, destinado a albergar edificaciones, infraestructura y servicios de alto nivel, para usuarios e inversores tanto de carácter local como internacional. Además, el extenso frente que posee sobre el río Paraná le otorga un valor paisajístico excepcional. Cabe aclarar que dicha centralidad no pone en cuestionamiento el actual centro, dando respuestas a otros sectores (Barenboim, 2014). El proyecto urbano es planificado a través de un Concurso Nacional de Ideas y Anteproyectos convocado por el Municipio y el Colegio de Arquitectos de Rosario, en el año 2004. A partir de los resultados obtenidos del proyecto ganador del Arquitecto Munuce y los ajustes realizados por la Municipalidad se definen finalmente los trazados públicos, los espacios verdes y el esquema de densidades de la segunda fase del proceso de renovación urbana Scalabrini Ortiz, ordenada mediante la redacción del “Plan Especial de Puerto Norte” (Ordenanza Nº 7.892/05). La morfología del conjunto edilicio resultante establece distintas densidades a partir de la presencia del rio, la relación de los edificios de valor patrimonial y del tejido del entorno barrial. El Plan Urbano Rosario (2011) fracciona las alturas de Puerto Norte en las siguientes zonas: .. se incorpora la mayor altura (edificios exentos de 130 m), en los predios más distanciados del tejido residencial y en forma concentrada frente a los vacíos conformados por los grandes parques; las alturas medias (edificios exentos de 66 m y 45 m) se determinan tomando como referencia la medida máxima alcanzada por las torres de los silos (localizados en proximidad a las edificaciones de valor patrimonial existentes), y se instalan en situaciones especiales (frente a una avenida, a una parcela sujeta a un proceso de reconversión ó encuadrando una plaza que remata en el río); y finalmente, las alturas menores se utilizan en tipologías lineales cuya forma se asocia a las volumetrías definidas por las edificaciones que se preservan y
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para establecer una transición con la altura de la edificación existente en el barrio o en los sectores calificados como Áreas de Preservación Histórica. (PlanUrbano Rosario 2007 - 2017, 2011: 260).
Los trazados públicos y el espacio verde destinados son de 42 has. materializados en nuevas calles, avenidas, paseos, plazas y parques, garantizando un recorrido continuo sobre la costa central e integrando definitivamente a Puerto Norte con el resto de la ciudad. A lo largo del período de estudio, el proceso de construcción es intensivo en el sector influyendo porcentualmente en la densificación de la ciudad. En el 2007 el 10 % aproximadamente de la superficie edificada de permisos de obra nueva corresponden a Puerto Norte (superficie total Rosario: 898.787 m2). Este registro de la edificación fue único y ha decrecido en los siguientes años. Al mismo tiempo, la evolución de la población es ascendente, estimando que residirán cuando el proyecto esté concluido, según Martínez: ... aproximadamente 30.000 habitantes, sin considerar el flujo de personas que va por trabajo u otra actividad (recreación, comercio, etc.).1 El dinamismo edilicio y poblacional es significativo en otras áreas de Rosario sin embargo aquí se reconoce la gran magnitud que ofrece la transformación urbana. Las siete unidades se han ido desarrollando en distintos momentos desde el 2005 a la actualidad, no estando concluidas las obras. A pesar del trascendental impacto edilicio que provoca el gran proyecto urbano, hasta el momento solamente se ha edificado el 20 % de la superficie total, considerando que estará completado dentro de diez años. Las delimitación como el destino también varían, siendo la actividad predominante la residencial (Barenboim, 2014). La situación dominial del área posee tierras públicas concernientes en mayor extensión al Estado Nacional (ADIF) y en menor tamaño a privados, tanto sean actores particulares o empresas. Al respecto Cuenya (2012: 107) señala que: .... los predios privados fueron objeto de un proceso continuado de compra-venta que fue modificando el mapa de los originales propietarios por nuevos propietarios-desarrolladores: empresas locales, nacionales e incluso extranjeras. Además, el marco normativo esta inconcluso, estando aprobadas solo los planes de detalle de los actores privados y en proceso de discusión - elaboración la de los actores públicos (ver Plano 2).
1 Entrevista realizada a la Coordinadora del Programa de Equilibrios Centro Periferia de la Secretaria de Planeamiento Arq. Cecilia Martínez. Rosario, 17/09/14.
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Fuente: Dirección General del Plan Director, 2011.
Plano 2. Unidades de Gestión de Puerto Norte A continuación se describen brevemente las principales características de cada una de las siete Unidades de Gestión, de acuerdo a datos del Plan Urbano Rosario 2007 - 2017 (2011): Unidad de Gestión 1: el predio de 8,4 has. pertenecientes a Servicios Portuarios S. A. contempla un conjunto residencial y comercial llamado Metra donde se combinan cuatro edificios en torno a un paseo peatonal central que remata en una plazoleta sobre la el río Paraná. El conjunto preserva un silo existente cambiando su antiguo uso productivo a gastronómico y cultural. Las obras se iniciaron recientemente en el 2014. Unidad de Gestión 2 - Sector 1 Forum: el terreno de una superficie de 2,1 has. fue adquirido por la empresa TGLT para desarrollar un emprendimiento netamente residencial. El proyecto consta de torres y edificios de alto valor patrimonial recuperados, organizados en torno a un gran patio central privado, delimitado por plazoletas públicas, que garantizan la libre circulación sobre la costa. Las obras se iniciaron en el 2008 y finalizaron a fines del 2013. Cintia Barenboim
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Unidad de Gestión 2 - Sector 2 Ciudad Ribera: el terreno de una superficie de 2,1 has., propiedad de INGECONSER S.A., propone diversas actividades: unidades de vivienda, oficinas y consultorios en un conjunto de siete edificios; hotel sobre un conjunto de silos existentes; centro de convenciones y cocheras en subsuelo. La edificación se asienta en torno a una gran plaza que remata en el río, quedando todos los espacios exteriores de uso público. Las obras se iniciaron en el 2009 y finalizaron a mediados del 2014. Unidad de Gestión 4: la superficie corresponde a 2,3 has. incorporando la construcción de tres edificios exentos para vivienda colectiva, pertenece a la familia García y una tira de vivienda individual, de distintos inversores locales, sobre una nueva calle enfrente. Todavía no se han comenzado las obras. Unidad de Gestión 5: el sector de 1,7 has. desarrollado por Inversiones y Mandatos S. A. está compuesto de tres unidades: conjuntos residenciales Dolfines Guaraní y Torre Embarcadero y edificio Nordlink, destinado a oficinas Premium ejecutadas bajo regla internacional. Las obras se iniciaron en el 2005 e inauguraron en el 2010. Unidad de Gestión 6: el predio de 2,5 has. perteneciente a Servicios Portuarios S. A. proyecta el complejo Maui constituido por dos torres destinadas a viviendas y la reconversión de un conjunto de silos existentes para el emplazamiento de un hotel internacional. Además, sobre la barranca se realiza un edificio destinado a la gastronomía y guarderías náuticas, generando un paseo público a medio nivel. Las obras se iniciaron en el 2009 y continúan en ejecución. Unidad de Gestión 3 y 7: los terrenos nacionales pertenecen al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), cuentan con una superficie de 36,2 has. y 20,7 has. respectivamente. El marco normativo está en proceso de elaboración para reconvertir los terrenos afectados de uso ferroviario a otras actividades vinculados a lo residencial. La modalidad de gestión que se implementa es nueva, proponiendo la conformación de una Unidad Ejecutora de infraestructura pública y permitiendo subastar los lotes conformados (terrenos entre 1.000 m² y 5.000 m²). Por último en el año 2006, a las siete Unidades de Gestión que componen el Plan Especial Puerto Norte se incorpora la Manzana 407, anteriormente incluida en la Fase 1 del Centro de Renovación Urbana Scalabrini Ortiz (ver Fotografía área 1 y Plano 2). El sector comprende una superficie de 5 has. cuyo dominio es de dos propietarios: FUNDAR 60 Anuario 2014 Arquitectura
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y ROSENTAL. El proyecto urbanístico se conforma a partir de la combinación de edificios exentos, cuyas plantas bajas poseen locales comerciales a los cuales se ingresa a través de un nuevo paseo público interno, y de conjuntos residenciales en tiras, en estrecha relación con los espacios verdes circundantes. La ejecución de los Condominios del Alto se realiza en cuatro partes: 1 inicio en 2007 y finalizo en 2010, 2 comienzo en 2009 y termino en 2012, 3 y 4 están en ejecución.
Aplicación de las normativas particulares La política urbana establecida en Puerto Norte radica en que el Estado local interviene en la planificación general y en las modalidades de gestión del sector mientras que el privado ejecuta las obras públicas y privadas. Para ello se emplean dos instrumentos de menor escala orientados a una planificación más particularizada: Plan Especial: destinado un barrio o sector de la ciudad, fijando trazados estructurales, espacios públicos, indicadores urbanísticos, áreas de preservación histórica y en algunos casos la división en unidades menores. Plan de detalle: comprende una manzana, conjunto de parcelas o área de reserva, definiendo la cuestión catastral como ser usos previstos, morfología de la edificación, alturas, espacio público, limitaciones en inmuebles de valor patrimonial, entre otros. La figura del plan especial ya viene siendo indicada, a través de otros elementos de escala intermedia, por la Municipalidad de Rosario desde la década de los ’90. Sin embargo en este último período es cuando más se la utiliza, a la vez que se va definiendo con precisión su alcance y contenidos. El primer plan especial que aprobó el Concejo Municipal de Rosario es el denominado Segunda Fase del Centro de Renovación Urbana Raúl Scalabrini Ortiz: Puerto Norte, bajo la Ordenanza básica Nº 7.892 en el año 2005.2 La norma establece una zonificación general, diferenciando el suelo público destinado a parques, equipamientos y trazados básicos y complementarios del suelo privado, orientado a edificaciones con distintos usos y alturas. También identifica las áreas de preservación histórica. El suelo público de aproximadamente 42 has. comprende nuevas calles, avenidas, paseos, plazas y parques, garantizando la libre circulación y generando principalmente un recorrido continuo sobre la costa central. El suelo privado despliega un conjunto edilicio
2 La Primera Fase del Centro de Renovación Urbana Raúl Scalabrini Ortiz: Área Talleres (Shopping Alto Rosario, el supermercado COTO y Parque Scalabrini Ortiz) se establece en 1996, con la Ordenanza N° 6.271. La norma define el sector a intervenir, los trazados, los nuevos usos, las condiciones de edificabilidad y los edificios de valor patrimonial a preservar, en un área contigua a Puerto Norte.
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donde se establecen distintas densidades a partir de la presencia del río, los edificios de valor patrimonial y el tejido del entorno inmediato (Barenboim, 2015). Asimismo, se establecen indicadores generales para el tejido residencial correspondientes al Distrito Urbano El-1 del barrio Refinería. La intención es preservar el carácter residencial en su interior y alentar la construcción de edificios en altura solamente sobre las avenidas y calle perimetrales. Por último, se dividió Puerto Norte en siete polígonos denominados unidades de gestión, en función de la propiedad de la tierra o de las modalidades de organización entre propietarios. Estas quedan constituidas como áreas de reserva sujetas a un plan de detalle donde posteriormente se establecerán las pautas de la construcción. Cada unidad cuenta con un Comité Coordinador de Urbanización, con la participación de los Urbanizadores, a fin de garantizar su cumplimiento. Fija los procedimientos de aprobación de la urbanización integral (Barenboim, 2015). Los planes de detalle solamente se emplean para las distintas unidades de gestión de Puerto Norte. Estos documentos también son aprobados por el Consejo Municipal y antes de ser enviados generalmente han sido conversados con el desarrollador. Hasta el momento los sancionados, con su correspondiente ordenanza complementaria, son cinco: Ord. N° 8.320/08 Unidades de Gestión 1 (EX - Faca) y 6 (Servicios Portuarios Terminal III - Maui), Ord. N° 8.237/08 Unidad de Gestión 2 (Forum y Ciudad Ribera), Ord. N° 8.297/08 y Ord. Nº 8359/08 Unidad de Gestión 4 (Familia Garcia), Ord. N° 7.893/05 Unidad de Gestión 5 (Dolfines Guaraní, Nordlink y Torre Embarcadero). En cada uno de ellos, se establecen indicadores urbanísticos, usos de suelo, afectaciones públicas y restricciones referidas a la preservación de inmuebles de valor patrimonial. También se instaura la programación y ejecución de las obras (públicas y privadas). El marco normativo de las Unidad de Gestión 3 y 7 (de propiedad nacional) está en proceso de elaboración para reconvertir los terrenos afectados de uso ferroviario a residencial. Además, introduce una nueva modalidad de gestión proponiendo la conformación de una Unidad Ejecutora de infraestructura pública que permita al mencionado organismo subastar los lotes conformados (Barenboim, 2014). Para llevar a cabo los compromisos que asumen los distintos actores el Municipio emplea los convenios urbanísticos. Estos además de señalar que cada propietario debe cumplir con el proyecto realizado en el plan de detalle, puntualiza las obligaciones económicas que deben afrontar con relación a la 62 Anuario 2014 Arquitectura
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ordenanza de urbanizaciones y al mayor aprovechamiento urbanístico. Puerto Norte posee seis convenios con cada propietario privado correspondientes a las siguientes Unidades de Gestión: 1_ EX - Faca (Servicios Portuarios S. A), 2_ sector 1 Forum (TGLT Real State), 3_ Ciudad Ribera (Ingeconser S. A.), 4_ Manzanas 279 y 376 (Familia García), 5_ Dolfines Guaraní, Nordlink y Torre Embarcadero (Inversiones y Mandatos S.A.) y 6_ Terminal III Maui (Servicios Portuarios S.A.). La Unidad 2 cuenta con dos propietarios, requiriendo un documento particular para cada sector. La aprobación de los instrumentos normativos (planes de detalle) y de gestión (convenios) permitieron el inicio de obras de manera secuencial transformando según la Secretaria de Planeamiento (2011, 255):... cada plan en un plan- programa.
Análisis del mercado inmobiliario A lo largo del período de estudio, se han producido innumerables cambios en la comercialización de los diferentes productos ofrecidos según los sub-mercados de Puerto Norte. Las operaciones tomaron normalmente más tiempo atribuible a una abundante oferta generada por el incremento de inmuebles, resultado de la creciente actividad de la construcción en la ciudad. Hasta el momento el gran proyecto urbano según Martinucci: ... lleva un nivel de venta aproximadamente de 60 % de las unidades y se pretende un crecimiento aún mayor en los próximos años.3 La demanda del mismo modo creció, principalmente por los inversores, que a partir de la reactivación del sector lo eligen como lugar de vivienda y trabajo o como una forma de resguardo del capital. Esta última modalidad se divide en tres opciones para la propiedad: ... desocupada, alquiler o reventa, haciendo uso de la financiación comprando la unidad al inicio de la construcción para posteriormente revenderla.4 La comercialización se presenta en forma variada: en los departamentos pequeños es alta, en los departamentos grandes es intermedia y en las oficinas y locales comerciales tiene otro ritmo. Asimismo, los sub-mercados no funcionan aisladamente sino que se articulan entre sí, tanto en relación a los agentes como a los productos, habiendo generalmente en un mismo predio distintas actividades. A continuación se detalla cada uno de ellos:
3 Entrevista realizada a titular de GAMA Inmobiliaria, miembro de las Comisiones Directivas de la Cámara de Empresas Inmobiliarias de Rosario (CADEIROS) y de la Federación Inmobiliaria de la República Argentina (FIRA) CPN Daniel Martinucci. Rosario, 21/04/14.
4 Ídem 4. Cintia Barenboim
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Mercado Residencial: cuenta con la construcción de torres de alta gama, habiendo una gran división entre los espacios para ser habitados y los amenities y espacios comunes. La proporción de estos últimos en relación a la vivienda es lo que encarece, y a la vez aporta la diferencia con el resto de los edificios. Estos comprenden cocheras, piscinas, salón de usos múltiples, gimnasio, áreas verdes, terrazas, entre otros. Las superficies de los departamentos varían entre 30 m2 y 300 m2, desde monoambientes a cuatro dormitorios. Las unidades más caras están en los pisos superiores y las más económicas en los inferiores. Mercado Comercial: se refiere a los locales que se localizan en las plantas bajas de algunas de las torres residenciales. Estos facilitan las comodidades a los residentes como también atraen a otras personas por fuera del emprendimiento. Algunas cadenas gastronómicas eligen poner una sucursal allí (Club de la Milanesa, Queen, entre otros). Las superficies varían entre 50 m2 a 250 m2. También la propuesta de alojamientos de alta categoría comienza a instalarse encontrándose tres hoteles cinco estrellas en Ciudad Rivera, Maui y Condominios del Alto. Mercado de oficinas: son edificios destinados a oficinas premium para empresas ejecutadas bajo reglas internacionales, a través de una nueva distribución, prestaciones y entorno motivador (Ciudad Ribera, Forum, Nordlink). Estos cuentan con la presencia de algunas de las firmas más importantes del país vinculadas a servicios, sector agropecuario, entre otros (Globlant, Sidersa, Zeni, AGD, etc.). También se establece una sucursal del banco Santander Río. Rosario carecía de oficinas de grandes dimensiones, para compra o alquiler en áreas centrales, ampliando estos productos notablemente la oferta del sector. Las superficies varían desde una unidad (aproximadamente 80 m2) hasta pisos enteros. Mercado de entretenimiento: Rosario es sede de grandes eventos de alcance nacional e internacional contando en el sector con el Centro de Convenciones Puerto Norte (Ciudad Ribera), espacio de alta gama para eventos, y el Shopping Alto Rosario que además de contar con otro Centro de Eventos denominado Metropolitano, locales y complejo de cines, posee dos Museos (Ferroviario y de los Niños). Por último, los nuevos espacios públicos: parque de la Estación, las Vías y Arenera; plazas Estación Embarcadero, Mutualismo y Ciudad Ribera y las ramblas sobre la barranca, principales avenidas. Cabe señalar que este caso se diferencia notablemente con el proyecto de Puerto Madero en la ciudad de Buenos Aires donde no se prioriza el espacio público. Fotografías 1 y 2. Conjuntos residenciales Dolfines Guaraní -Embarcadero y edificio de oficinas Nordlink. Complejo residencial-comercial Ciudad Ribera y plaza pública. 64 Anuario 2014 Arquitectura
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Fuente: Impulsos Negocios, 2014.
Las transacciones de compra - venta son en dólares, al contado o con financiación a corto o mediano plazo. La forma de financiamiento más utilizada es el fideicomiso (regulada por la Ley 24.441). Los edificios se entregan diferidos en el tiempo permitiendo acomodar a cada propietario un plan de cuotas funcionales a sus necesidades. Las modalidades de pago requieren un anticipo que varía de acuerdo a la proximidad de la entrega del departamento y cada Unidad de Gestión (entre 15 y 30 %). Luego se pagan en porcentajes el saldo; previo a la posesión a través de la cuota espera que son más bajas y en algunos casos posteriores a la entrega cuota post - posesión son más altas. Los departamentos se pueden revender, antes o después de la posesión, debiendo transcurrir como mínimo doce meses desde la firma del boleto de compra-venta. Los precios varían según las distintas Unidades de Gestión. La más económica y con mayor financiamiento, ofrecen cuotas hasta diez años, es la Unidad 1 Metra. Los emprendimientos más costosos son las Unidades 5 Dolfines Guaraní, Torre Embarcadero y edificio Nordlink y 6 complejos Maui. La moneda de referencia para estos emprendimientos continúa siendo la divisa extranjera dólar, incrementando levemente su valor desde el lanzamiento del producto a la venta en el mercado año 2007 hasta la actualidad. Si el valor lo cotizamos en pesos argentinos el aumento por unidad es considerablemente mayor en el período de estudio. A modo de ejemplo el rango de precios de un departamento de dos dormitorios oscila entre 1100 a 2000 U$s/m2, en el año 2010. Cintia Barenboim
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Resultados alcanzados Dentro de los resultados alcanzados en Puerto Norte se destaca el aumento de espacios públicos de alto potencial ambiental, la continuidad de la ribera central, la conservación de los edificios de valor patrimonial, la integración física con la ciudad a partir de las obras de infraestructura, servicios y equipamientos urbanos. También se ponen en valor los avances que ha realizado el Municipio en materia legislativa, aplicando nuevos instrumentos para lograr una ágil gestión y generar recursos adicionales a la ciudad. Al respecto Barenboim (2015) dice que la escasez de recursos económicos que posee la administración municipal es una realidad de numerosas ciudades latinoamericanas, siendo difícil que estas realicen por sus propios medios, grandes transformaciones urbanas. El mercado inmobiliario en Puerto Norte ha tenido un comportamiento tremendamente dinámico siendo una de las zonas más caras de la ciudad. El proyecto urbano, orientado a sectores de la población altos y medios-altos, ofrece distintos productos y con valores heterogéneos según la Unidad de Gestión. Los inversores lo eligen como vivienda y trabajo o como una forma de resguardo del capital (alquiler, reventa o desocupados), incrementándose notablemente esta última. Hasta el momento, solamente se ha edificado el 20 % de la superficie total correspondiente a las siete Unidades. Falta que se inicien las obras de la Unidad 4, completen las edificaciones que están en curso (Unidad 1, 6 y Manzana 407) y aprueben los planes de detalle pertenecientes a los terrenos nacionales (Unidad 3 y 7). En este contexto, se presentan algunos interrogantes: si existirá la posibilidad de pensar un modelo de ciudad donde los terrenos de mayor valorización puedan integrarse socialmente a través de la vivienda; los terrenos nacionales de grandes dimensiones podrán orientar la planificación a otros sectores de la población de menores recursos; el Estado logrará incentivar el alquiler o venta de los departamentos que quedan desocupados.
Referencia bibliográficas Barenboim, Cintia Ariana. 2010. Dinámica Inmobiliaria en la Ciudad de Rosario (Período 1998 – 2009). Revista Proyección 1 (8), 1-25. ____________________ . 2014. Desarrollo de la nueva centralidad de Puerto Norte en la ciudad de Rosario, Argentina. X Bienal del Coloquio de Transformaciones Territoriales (AUGM). Córdoba: Ciudad Universitaria. _____________________ . 2015. Análisis de los distintos instrumentos de ordenamiento, gestión y captación de plusvalías vigentes para Puerto Norte y áreas de influencia 66 Anuario 2014 Arquitectura
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en Rosario, Argentina. Revista Ciudades, Estados y Políticas 1 (3). Colombia: Instituto de Estudios Urbanos (en prensa). Consejo Municipal. 2005. Ordenanza Nº 7.892 de la Segunda Fase del Centro de Renovación Urbana Raúl Scalabrini Ortiz: Plan Especial Puerto Norte. Rosario: Consejo Municipal Rosario. Castagna, Alicia. 2006. El mercado de suelo en Rosario. Rosario: FCEE- UNR. Cuenya, Beatriz. 2012. Grandes proyectos urbanos, cambios de centralidad urbana y conflicto de intereses. Notas sobre la experiencia argentina. En Cuenya, B. Novais, P. y Vainer C. (Comp.). Buenos Aires: Café de las ciudades. ___________ y otros. 2009. Movilización de plusvalías en un gran proyecto urbano. La experiencia de Puerto Norte en la ciudad de Rosario, Argentina. Rosario: Lincoln. Dirección General del Plan Director. 2011. Plan Urbano Rosario 2007 – 2017. Rosario: Secretaria de Planeamiento de la Municipalidad de Rosario. Martínez de San Vicente, Isabel. 1987. Plan Director Rosario. Estudio Particularizado del Área de atravesamiento Norte. Cuadernos del CURDIUR N° 33. Rosario: Facultad de Arquitectura, Planeamiento y Diseño, UNR. Sica, Toscani. 2014. Impulsos Negocios. Rosario: Impulsos Negocios.
Cintia Barenboim
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Explorando el sostenimiento del crecimiento urbano
El tema desarrollado en este artículo cierra el ciclo del proyecto de investigación formulado para observar la sustentabilidad de las distintas formas de crecimiento urbano, partiendo de una metodología de identificación basada en el reconocimiento del proceso de urbanización. Las experiencias recogidas durante tres años, con diferentes casos de estudio, permite conformar observatorios del crecimiento urbano, en las distintas tipologías, para reconocer la lógica de su conformación actual y las condiciones de sustentabilidad y de adaptabilidad a los cambios. En los artículos anteriores, se fueron mostrando las bases metodológicas, la evolución histórica y la caracterización de los distintos casos. En el primero, denominado El
Mónica Giglio y Horacio Barcellandi La Dra. Mónica Giglio fue Profesora Titular de Planeamiento Territorial I y II en FA UAI y el Arq. Horacio Barcellandi su adjunto. Este ensayo resume avances del proyecto de investigación Observatorio de la sustentabilidad del crecimiento urbano.
desafío de comprender las formas de crecimiento urbano se analiza la evolución de la Ciudad de Buenos Aires y se formulan hipótesis sobre la localización física y temporal de las distintas tipologías. En el segundo artículo denominado Observando las formas de crecimiento urbano en la Ciudad de Buenos Aires se analizaron las características de cada una de las tipologías seleccionadas. Estos artículos se publicaron en Anuarios 1 y 2 En esta oportunidad vamos a explorar la experiencia desarrollada por los alumnos en algunos de los trabajos y pretendemos sacar algunas conclusiones de la aplicación de esta metodología en una propuesta pedagógica para enseñar Urbanismo en la Facultad de Arquitectura.
Como lo hicimos Analizar el camino recorrido sirve para comparar los distintos métodos aplicados, pero también es una base para formular futuros proyectos que acumulen los conocimientos alcanzados.
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Los problemas ocasionados por crecimiento urbano a partir de la revolución industrial, demandó la necesidad de buscar nuevas técnicas que permitieran a las ciudades asimilar los nuevos flujos poblacionales que migraban buscando fuentes de trabajo. El urbanismo que comenzó a gestarse en el siglo XIX con la técnica del ensanche sistematizada por Cerdá en Barcelona, fue una de las maneras de dar respuesta a las demandas del crecimiento urbano, pero Manuel Solá Morales en su libro1 define también otras formas de crecimiento en relación al proceso de urbanización. La forma en que se combinan tres elementos: Parcelamiento (P), Urbanización (U) y Edificación (E) permiten distinguir seis tipologías, de las cuales cinco son tomadas para definir los casos de estudio que vamos a exponer (se descartan las denominadas Barracas por estimarse que no es una forma tan significativa para poder desarrollar los contenidos de la materia). El primer desafío consistió en demostrar que estas formas de crecimiento urbano son identificables en Buenos Aires y que sirven para comparar distintos métodos urbanísticos, pero también para poder explicar lo observado y encontrar la forma de intervención más adecuada para cada caso. Algunas de las tipologías son fácilmente identificables, como los Polígonos (PUE), que en el caso de la Ciudad de Buenos Aires podemos asimilarlos a los conjuntos habitacionales si descartamos aquellos emprendimientos resueltos en una escala parcelaria que no son significativos como conjunto urbano. Los Asentamientos Marginales (PE), que localmente definimos como villas de emergencia, también son claramente identificables por la particularidad de su tejido y la carencia de infraestructura. En cuanto a las Ciudades Jardín (PU+E), es necesario diferenciar aquellos conjuntos habitacionales que por su morfología podrían ser confundidos con la tipología definida en la metodología. Los otros dos tipos denominados Ensanche (P+U+E) y Suburbano (U+P+E) son más difíciles de distinguir dada la particularidad ya que el perímetro actual de la ciudad se conformó a partir de tres cascos históricos, el fundacional y los núcleos de Flores y Belgrano, cada uno con su propio crecimiento y muy mezclado con los suburbios. Por ese motivo en los distintos avances del estudio, fueron cambiando las hipótesis que diferencian a ambos casos. De la investigación inicial, se derivaron tres proyectos de tesis, el primero permitió una primera hipótesis de identificación de las formas de crecimiento urbano en Buenos Aires, que sirvió para el desarrollo de los trabajos prácticos de las materias Planeamiento Urbano I y II; el segundo aplicó la metodología al Área Metropolitana, comparando las tipo1 Solá Morales i Rubió, M., Las formas de crecimiento urbano, UPC, Barcelona, 1997. 70 Anuario 2014 Arquitectura
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logías de Suburbano y Ciudad Jardín. Finalmente se encuentra en elaboración la tercera tesis que llega al replanteo de la hipótesis inicial de identificación en la Ciudad de las distintas formas de crecimiento. En el Plano 1 se ubican cuatro ejemplos analizados por los alumnos. En todos los casos, se aplican los indicadores del Modelo Territorial de la CABA para analizar las condiciones de sustentabilidad.
Plano 1: Ubicación de los casos de estudio seleccionados. Elaborado por Horacio Barcellandi. (Insertar las ilustraciones del archivo Adobe adjunto y si fuera necesario pedir a Giglio ilustraciones de mejor resolución)
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Experiencia con el Ensanche Siguiendo la metodología utilizada para la clasificación de las formas decrecimiento urbano, el Ensanche para el caso de Buenos Aires, es la extensión de trama urbana que rodea al casco fundacional (Plano 2). En nuestro caso esta forma de crecimiento sigue las pautas de las Leyes de Indias y puede verse reflejada en el plano histórico de 1822 (Plano 3). Para tener una idea del ritmo de crecimiento, podemos ver que desde la fundación de la ciudad en 1580 pasaron unos trescientos años hasta que se trazara el primer ensanche que estaba conformado por la extensión de unas seis manzanas de ancho, que bordeaban los tres lados del casco fundacional. En los siguientes 50 años se completó la urbanización de la casi totalidad de la superficie actual de la Capital Federal. Esta forma de extensión también la podemos detectar en los cascos de Flores y Belgrano que se incorporaron al polígono del distrito federal a fines del siglo XIX, pero luego se confunde con la tipología de Suburbano dado que en ambos se aplica la cuadrícula para definir el amanzanamiento, y solamente podrían diferenciarse mediante un minucioso
Plano 2: Delimitación del sector de estudio y ubicación dentro de la CABA Plano 3 Plano Histórico de 1822. Ensanche del Casco Fundacional
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estudio histórico, que permita distinguir el origen del parcelamiento y su relación con la infraestructura. El caso de estudio que aquí se presenta, fue analizado por el equipo de las alumnas Florencia Faustino, Julieta García María, Viviena Marcovich, Maria Pastrano y Marina Valor. Las imágenes expuestas para ilustrar el tema, fueron tomadas del ejercicio por ellas desarrollado, para Planeamiento Territorial y Urbano II en 2013. Luego de hacer un análisis de los distintos indicadores del Modelo Territorial para el área (Imagen 1), uno de los principales problemas detectados fue el congestionamiento de tránsito y los problemas de estacionamiento en el área central, para lo cual se buscaron estrategias para desincentivar el ingreso de los vehículos particulares al centro, teniendo en cuenta que es el sector que mayor accesibilidad tiene de toda la ciudad y en él se concentran los mayores flujos que ingresan desde el Área Metropolitana. Por su nivel de consolidación las intervenciones en el espacio parcelario se tornan muy difíciles, ya que la regulación urbanística contempla el crecimiento por densificación, pero esto implicaría la sustitución de edificios de interés patrimonial. A fin de poder comparar las características observadas en cada tipología, se sintetizan algunos aspectos:
Plano 4 Ubicación del sector de estudio dentro del Plano tendencial del Modelo Territorial
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• Proyecto Urbano: Podemos decir que está sistematizado dado que responde a pautas general del crecimiento en malla de la ciudad.
• Edificación: Constituye un área en permanente transformación por actuaciones individuales.
• Gestión: Las intervenciones en infraestructura y equipamiento son definidas desde el Estado.
• Perfil Socioeconómico: Es la zona preferida por las nuevas burguesías.
• Paradigma: Se basa en la regulación de las Leyes de Indias.
• Crecimiento: La malla del ensanche plantea un crecimiento ilimitado en extensión y con sustitución edilicia para la densificación progresiva. Imagen 1: Análisis de Espacios Verdes del Sector de estudio
La Ciudad Jardín ¿o el jardín de la ciudad? Al terminar el período colonial, en Buenos Aires se fue abandonando la modalidad de ensanche como crecimiento ordenado de la ciudad. Podemos ubicar la nueva etapa dentro del período económico agroexportador, donde comienzan a aparecer los primeros ejemplos locales de ciudades jardín, ubicadas en la periferia. Las mismas adoptan una trama que combina el damero con un trazado más orgánico o con diagonales, que se diferencia del amanzanamiento repetitivo y ortogonal. Uno de los casos seleccionados fue el del Parque Chas, analizado en 2013 por el equipo conformado por Matías Martínez y Joel Bonassies. Las imágenes que acompañan este caso, forman parte del trabajo de los alumnos. En el Plano 5, se muestra la ubicación del barrio en un plano histórico donde puede observarse su localización inicial periférica, que con los años fue rodeada por la ciudad. Finalmente con la llegada del subte a los límites del barrio, se encuentra dentro de una zona con mucha presión inmobiliaria que pone en peligro el modelo de ciudad de baja densidad con predominio del verde, para convertirse apenas en un jardín dentro de la selva de cemento.
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Si bien el Modelo Territorial no involucra al barrio como un sector con tendencias a la densificación, la mejora en la accesibilidad pone en riesgo sus valores patrimoniales y la calidad ambiental. En la Imagen 2 se pueden observar las características y localización de los espacios verdes del sector urbano. En la Imagen 3, se puede advertir tanto en plano del sector como en la foto aérea, la singularidad de la trama y el tejido del caso de estudio. Ante el cambio en las condiciones de localización que a lo largo del tiempo ha tenido el sector, uno de los problemas detectados es la amenaza a la pérdida del patrimonio, por lo tanto, la propuesta de gestión formulada plantea un programa de concientización del ciudadano y la promoción del fortalecimiento de organizaciones que estudien y difundan la conservación de los bienes patrimoniales del barrio.
Plano 5: Ubicación del sector en un plano histórico para identificar su evolución
Como síntesis de algunas conclusiones de esta forma de crecimiento podemos decir:
• Proyecto Urbano: El conjunto es concebido en forma unitaria. • Edificación: La edificaciones son individuales, pero en base a pautas generales preestablecidas.
• Gestión: Los promotores iniciaron el emprendimiento con casas bajas para obreros que a través del paso del tiempo se fueron densificando.
• Perfil Socioeconómico: Inicialmente fueron viviendas obreras, que con la llegada del subte van siendo reemplazadas por otros niveles y otros usos.
• Paradigma: Postulados del urbanismo inglés de Howard. • Crecimiento: Tiene posibilidades limitadas de adaptación.
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Imagen 2: Estructuración de los espacios verdes del barrio
Imagen 3: Trama y Tejido
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Los Polígonos como modelo de la nueva ciudad En la Ciudad de Buenos Aires la idea de Polígono es diferente a la utilizada en Europa, entre los ejemplos locales podemos asignar esa denominación para los conjuntos habitacionales, considerando sólo a aquellos que por lo menos contengan algún tipo de vialidad y superen la escala parcelaria. En el año 2011, al comienzo de la investigación, Valeria Muchinsky realizó un estudio para identificar y caracterizar a los conjuntos habitacionales de Buenos Aires del cual podemos extraer los siguientes datos. Desde comienzos del siglo XX los conjuntos habitacionales se caracterizaron por tener viviendas individuales, muchos de ellos similares a los barrios jardín, por utilizar la tipología de chalets ajardinados. Luego los conjuntos fueron creciendo y destacándose por el amanzanamiento alargado con lotes pequeños conocidos como Barrios Tallarín. A medida que crecía la dimensión de los barrios, se iban adoptando tipologías de viviendas multifamiliares en bloques bajos o en torres. Durante las décadas del ´60 y del ´80, se construyeron los barrios de mayor cantidad de viviendas, con altas densidades y equipamientos que le daban autonomía y una tipología edilicia que pretendía mostrarse como un modelo de ciudad moderna que debía sustituir a la ciudad caracterizada por el damero uniforme. El caso más emblemático de esta tipología, es el Conjunto Urbano General Savio, construido en Villa Lugano, al Sur de la ciudad, en los años ´70, con 6440 viviendas y que fue analizado en uno de los trabajos prácticos por Carlos Rodríguez Carlos, Walter Heguille y José Ladelfa en 2013. Para tener una idea de la importancia del barrio concentra el 20 por ciento del total de las viviendas construidas en conjuntos habitacionales durante todo el siglo XX en la ciudad. De las imágenes adjuntas puede observarse que la escala, la implantación y la tipología no tienen correspondencia con el entorno que rodea a este polígono. En la misma comuna se encuentran otros seis conjuntos de este tipo. Dentro de las características comunes a otros polígonos habitacionales podemos mencionar:
• Proyecto Urbano: Concebido con una visión unitaria de conjunto. • Edificación: Construida en forma centralizada. • Gestión: Centralizada, promovida por el Estado. • Perfil Socioeconómico: Los destinatarios del emprendimiento originalmente fueron principalmente empleados estatales con un nivel medio bajo.
• Paradigma: Responde al Movimiento Moderno predominante en la época. • Crecimiento: No tiene flexibilidad, sólo es posible el agregado de edificios sobre los espacios verdes comunes. Mónica Giglio & Horacio Barcellandi
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Plano 6: Ubicación de los polígonos residenciales . Autora plano:Ivana Kafedjisky
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Plano 7: Actividades económicas
Imagen 4: Localización y características del Conjunto
Imagen 5: Vista de una parte del conjunto
Las urbanizaciones marginales Las urbanizaciones marginales en Argentina, se denominan villas o asentamientos, dependiendo del grado de organización que haya tenido la ocupación del suelo. En otros países de la región tienen otras denominaciones, pero las condiciones son similares. Roberto Segre plantea que Este tipo de vivienda proletaria existe desde hace mucho tiempo y aparecen referencias sobre ellas en las crónicas y en la cartografía del período colonial. Las villas miseria
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constituyen la solución individual y espontánea de la población sin recursos ante la carencia de viviendas (Segre, 1975, p. 71). Si bien la referencia histórica las sitúa desde la época colonial, se puede decir que en la Ciudad de Buenos Aires este fenómeno tiene un desarrollo directamente relacionado con las distintas corrientes migratorias del período económico que denominamos de sustitución de importaciones. La villa más antigua se la reconoció como la Villa de los Inmigrantes, hoy Villa 31 ubicada en el Barrio de Retiro, muy próxima al área central. Desde los años setenta, en la dictadura militar, se llevó a cabo un programa para su erradicación, que logró desalojar a los asentamientos ubicados al norte de la ciudad, mientras que los ubicados al sur no llegaron a desaparecer totalmente y rápidamente se volvieron a poblar a partir de la restauración de la democracia. Las políticas sobre el tema fueron cambiando, ahora se plantea la radicación y urbanización de los barrios en el lugar donde se encuentran. El trabajo seleccionado en este artículo, corresponde al caso de la Villa 20 desarrollado en Planeamiento Territorial y Urbano I en 2013, por el equipo conformado por Alonso, Najman y Pascarelli. Del mismo se seleccionaron algunas imágenes que demuestran el proceso de aproximación al tema, partiendo de la ubicación en relación con otras villas en la Comuna 8 y dentro de la Ciudad. Luego, mediante la aplicación de las técnicas de Árbol de Problemas y Matriz FODA, se identifica, relaciona y pondera la problemática del sector estudiado, contemplando la evolución en el tiempo a través de las fotos aéreas. El trabajo finaliza formulando propuestas para la estructuración y organización de las actividades planteadas. Como síntesis de la caracterización de esta forma de crecimiento, se puede decir:
• Proyecto Urbano: No existe una concepción de totalidad, la ocupación es individual y discrecional, siendo necesario para su regularización el trazado y la apertura de las calles.
• Edificación: Se caracteriza por ser autoconstruidas individualmente. En los últimos años se ha dado un proceso de densificación vertical.
• Gestión: Los propios ocupantes se organizan para conseguir las mejoras urbanas.
• Perfil socioeconómico: Es el sector más marginal, aunque en las villas más antiguas se puede apreciar un progreso económico al estar más consolidadas y con la presencia de comercios y servicios.
• Paradigma: Es un fenómeno espontáneo pero muy difundido en América Latina. • Crecimiento: Se da por densificación con el consecuente hacinamiento
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Imagen 6: Ubicación de la Comuna 8
Imagen 7: Evolución histórica
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Imagen 8: Ubicación de las urbanizaciones marginales en la ciudad
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Imagen 9: Propuesta de estrategias de gestión
El despliegue suburbano Dentro de los límites de la Capital Federal, se debería realizar un profundo análisis para distinguir entre la forma de crecimiento denominada Ensanche y la caracterizada como Suburbano. Fuera de esos límites y especialmente durante el período de sustitución de Importaciones, la conformación predominante del Gran Buenos Aires, se puede caracterizar por un desarrollo suburbano, sin una planificación previa, pero con políticas activas que subsidiaban el transporte público y permitían un financiamiento de venta de Lotes en mensualidades que facilitó los loteos populares, junto a créditos hipotecarios a largo plazo. Todo esto, acompañado de políticas de promoción industrial, permitió el acceso a la vivienda propia de los sectores populares que poblaron el extenso aglomerado. Para comprobar si la metodología que utilizamos para la identificación de las Formas de Crecimiento Urbano en la Ciudad de Buenos Aires es aplicable al Gran Buenos Aires, la alumna Ivana Kafedjisky realizó su Tesis de Graduación aplicándola en la ciudad de Canning, Partido de Esteban Echeverría.
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Del mencionado caso de estudio, pueden observarse los planos adjuntos que van demostrando como se desarrollaron a lo largo del tiempo, las tipologías de Suburbano primero y Ciudad Jardín posteriormente. Cabe señalar que esta última tipología ha tenido un predominio absoluto en los últimos años en el Gran Buenos Aires, al ser utilizada por los denominados Barrios Cerrados. En el análisis comparativo, pueden observarse la diferencia de infraestructura entre los dos casos de estudio. A pesar de la antigüedad de los barrios suburbanos, aún no disponen de todos los servicios, mientras que en los Barrios Cerrados se ofrecen todos los servicios, áreas comunes de esparcimiento y se han creado rápidamente servicios y equipamiento para los sectores sociales que los ocupan, como shoppings, hipermercados y escuelas privadas. En la síntesis sobre la preponderancia de esta forma de crecimiento urbano, podemos destacar:
• Proyecto Urbano: No existe una visión de la futura conformación del conjunto, solo una trama viaria con el máximo parcelamiento permitido.
• Actuación Edificación: La edificación es individual, parcela por parcela, conforme a la normativa que se encuentre vigente en el momento de la ejecución. Esta característica conforma un tejido heterogéneo y que va cambiando con las regulaciones.
• Gestión: Para el completamiento de la urbanización, se deben dar condiciones ocupación del barrio que puedan soportar los costos de la infraestructura faltante.
• Perfil Socioeconómico: En Buenos Aires, esta tipología se ubicaba en la periferia de la ciudad, habitada como segunda residencia de las clases altas o por las clases populares que buscaban su vivienda propia asumiendo las desventajas de la distancia y falta de infraestructura.
• Paradigma: Los principios que guiaban estas prácticas, se basaban en un parcelamiento con el máximo aprovechamiento de la fracción que se subdivide.
• Crecimiento: El tejido puede ir adaptándose a distintas alturas, sustituyendo las edificaciones de menores densidades.
Plano 8 Ubicación de Canning
Plano 9 Loteos Suburbanos (alumna: Ivana Kafedjisky)
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Plano 10 Ciudades Jardín de Barrios Cerrados. (alumna: Ivana Kafedjisky)
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Imagen 10: Comparación de sectores de estudio (alumna: Ivana Kafedjisky)
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A modo de cierre Como experiencia pedagógica, la metodología utilizada permitió abordar la problemática del proceso de urbanización de la ciudad, incorporando la visión temporal que diferencia la intervención arquitectónica de la intervención urbana y plantea nuevos desafíos para evaluar la sostenibilidad en el tiempo de las actuaciones urbanísticas. El caso de la Ciudad de Buenos Aires condiciona la elección de la forma de crecimiento, ya que no tiene capacidad para extenderse sólo se pueden ocupar algunos intersticios urbanos y la forma de crecimiento es sólo densificación del tejido. Como se ha visto no todas las tipologías tienen la flexibilidad de adaptar su tejido para la densificación, los Polígonos son los menos flexibles a los cambios y las Ciudades Jardín pueden perder su característica si se densifican, como puede observarse en el caso de Parque Chas, que para preservar sus características tuvo que regularse con APH (Área de Protección Histórica). En cuanto a la normativa que regula el crecimiento, en la Provincia de Buenos Aires, existe desde 1977 la Ley 8912, de Uso del Suelo y Ordenación Territorial, que puso fin a los loteos suburbanos indiscriminados y sin infraestructura. Sin embargo, lejos de cumplir con su cometido de crecer en forma compacta, en el Gran Buenos Aires predominan dos tipologías antagónicas, la de los Barrios Cerrados, que aplican la forma de Ciudad jardín y la de villas o asentamientos con Urbanizaciones Marginales. Por otra parte, gran cantidad de loteos suburbanos realizados con anterioridad a la vigencia de la legislación mencionada, continúan sin el completamiento de la infraestructura. Si reemplazamos algunos términos de la metodología como Proyecto Urbano en lugar de Parcelamiento; Actuación de Edificación en lugar de Edificación y Gestión en lugar de Urbanización, podemos sintetizar algunas conclusiones sobre las características generalizables que se detectaron en los estudios realizados.
Ensanche Proceso s/ metodología Proyecto Urbano
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Ciudad Jardín
Polígono
Urbanizaciones Marginales
Suburbano
P+U+E
PU+E
PUE
P+E
U+P+E
sistematizado
unitario
unitario
discrecional
aleatorio
Explorando el sostenimiento del crecimiento urbano
Ensanche
Ciudad Jardín
individual
individual
según norma
con pautas
vigente
de diseño
Gestión
Estatal
Perfil S/E
nuevas
Actuación Edificación
burguesías
Urbanizaciones Marginales
Suburbano
unitario
individual
individual
privada
Estatal
autogestión
privada
burguesía
comunitario
marginal
Movimiento
hábitat de la
especulación
Moderno
pobreza
inmobiliaria
densificación
sustitución de
hacinamiento
edificios
Paradigma
Leyes de
Crecimiento
sustitución de
baja
edificios
adaptabilidad
Indias
Polígono
Howard
inflexible
2º residencia o media baja
Cuadro comparativo de las características de las Formas de Crecimiento Urbano en Buenos Aires.
Plano 11: Revisión de las Formas de Crecimiento Urbano en la Ciudad de Buenos Aires. Proyecto de Tesis de graduación de María José Borrás
Mónica Giglio & Horacio Barcellandi
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Plano 11: Revisión de las Formas de Crecimiento Urbano en la Ciudad de Buenos Aires. Proyecto de Tesis de graduación de María José Borrás
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Explorando el sostenimiento del crecimiento urbano
Para seguir pensando Es satisfactorio cuando una experiencia deja nuevos conocimientos, pero mejor aun cuando deja interrogantes para seguir pensando. Una vez definida la problemática de los casos de estudio, se abordó la etapa de formulación de propuestas de intervención, donde también pueden distinguirse diferencias entre tipologías. De los casos analizados, surge el siguiente cuadro que relaciona la forma de crecimiento con la problemática a resolver y algunas soluciones planteadas como ejemplo en la ciudad. Forma de Crecimiento Intervención Ejemplos CABA
Forma de Crecimiento
Intervención
Ejemplos CABA
Ensanches
descongestionamiento
Prioridad Peatón
Suburbano
transformación
Código Morfológico
Ciudad Jardín
Preservación
Catálogo
Preservación,
Urbanizaciones
revitalización
Especiales
Polígonos Villas
Urbanización
Espacio público, Infraestructura
A medida que vamos avanzando en el conocimiento se van planteando nuevos
Cuadro comparativo de intervenciones posibles en cada tipología.
interrogantes, como por ejemplo:
• ¿Cómo se están aplicando hoy estas tipologías? Podemos hablar de nuevas prácticas con viejos modelos. Hoy cuando pensamos en la Ciudad Jardín, la relacionamos con la ciudad difusa, caracterizada por la gestión privada.
• ¿Cuáles pueden ser las soluciones urbanas sustentables en el futuro? La CABA no tiene posibilidades de extensión, solo puede crecer por densificación, esto implica la necesidad de sustitución de los edificios actuales, con la consiguiente pérdida del patrimonio.
Mónica Giglio & Horacio Barcellandi
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Estudios sobre Modernidad y Cultura Local
roberto ferández
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Barracas, Almargro y Barrio Parque Identidad e historia de tres barrios porteños
Previamente a desarrollar la historia de un barrio es importante definir qué se entiende por él. Algunas definiciones lo indican como un elemento fundamental de partición del espacio urbano; otros enfatizan su identidad, indicando que es una unidad urbana de fuerte identidad; otros lo ven desde el punto de vista de las relaciones humanas, que son directas y vecinales. Una definición más completa es la de Vicente Cútolo1, que dice que el barrio implica referirse a prácticas, ideologías, políticas, movimientos, valores, especificidades, polos de disyunción histórica y sede social de las más variadas relaciones. El mismo Cútolo valora especialmente la definición de Mario Sabugo2, que lo
Carlos Bozzoli & Vicenta Quallito Profesor de Historia y Profesora Adjunta de Problemática de la Arquitectura Contemporánea en FA UAI. Directores del proyecto de investigación denominado Barracas, Almagro y Barrio Parque. Identidad e Historia de tres barrios porteños.
define en primer término como una institución, una forma específica de organización comunitaria, y en segundo término, el barrio es un territorio, un determinado lugar poblado por y construido por sus habitantes. Sabugo hace esta distinción originada en la cultura latina separando la idea de la civitas con la de urbs, evolucionada hacia nuestros conceptos de ciudad y urbe. Ciudadanía conserva plenamente su significado institucional. En nuestra lengua, al hablar de barrio no disponemos de vocablos diferenciados, por lo que la palabra refiere indistintamente a lo institucional y lo territorial. La consecuencia de este doble concepto (institucional y territorial) implica incluir una particularidad esencial, que es la convivencia en un lugar determinado, y la generación de relaciones basadas en la proximidad física, esto es, la vecindad. Las razones por las cuales se decidió elegir
1 Cutolo, V., Historia de los Barrios de Buenos Aires, Elche, Buenos Aires, 1995. 2 Sabugo, M.; Placeres y fatigas de los barrios, en Anales de Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas, años 1989-1991, Nº 27-28.
Carlos Bózzoli & Vicenta Quallito
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estos tres barrios de Buenos Aires residen en que estos tres barrios representan en gran medida lo que el imaginario popular relaciona con los integrantes de tres clases sociales: la de clase baja, la de clase media y la de clase alta, groseramente hablando. Es comparando cada uno de ellos donde se encontrarán las diferencias, las similitudes y las constantes que le dan su particular impronta. Ello no obsta en que a lo largo de la historia, barrios hoy degradados hayan sido lugar de viviendas de familias de clase alta y otros hayan sido simplemente campo despoblado. El objetivo principal ha sido definir las características propias de tres barrios bien diferenciados de Buenos Aires, por su arquitectura dominante, sus espacios urbanos y su conformación social. Los objetivos secundarios son:
• a) Determinar los límites que el imaginario colectivo otorga a cada barrio; • b) Definir las áreas difusas que marcan la periferia de cada barrio; • c) Determinar la secuencia de poblamiento siguiendo su desarrollo a través de los distintos mapas de la ciudad, a partir de principios del siglo XIX.;
• d) Especificar las distintas actividades económicas, sociales y culturales a lo largo de los últimos dos siglos;
• e) Esbozar una historia del desarrollo urbano con respecto a las vías de comunicación con el resto de la ciudad y el centro y
• f) Descubrir la literatura, poesía e impacto en otras artes, que han generado a través de comentarios periodísticos, libros y manifestaciones artísticas diversas.
Barrio de Barracas El origen del nombre está ligado a lo que significa, depósitos relativamente grandes cuyo propósito era el almacenamiento de cueros y carnes saladas que se almacenaban allí para su posterior comercialización. Las curtiembres y saladeros ya estaban establecidos a lo largo del Riachuelo desde fines del siglo XVIII, y la accesibilidad que le proporciona el río hace valiosa la ubicación del actual barrio, cercana a la desembocadura del Riachuelo. En principio era un paisaje bastante silvestre y casi despoblado, por ser zona inundable, ya lejana a las barrancas que la separaban de la Buenos Aires colonial, y que aparece claramente en los planos del siglo XIX. El Riachuelo, al principio, no solo era una vía de comunicación sino quizá un obstáculo para el paso de las carretas que traían, desde el sur, frutas y verduras a la ciudad, lo que causo la construcción del Puente de Gálvez, hoy cercano al puente Pueyrredón, y cercano también a la Vuelta de Rocha. La primitiva estructura vial del Barracas lo constituía la actual Avenida Montes de Oca (Camino de la Ensenada de Barragán y Pampas). A fines del siglo XVIII se empieza a 96 Anuario 2014 Arquitectura
Barracas, Almargro y Barrio Parque
usar el camino del sur, actual calle Vieytes, y hacia 1829 la Avenida Martin García, inicialmente llamada calle de Brown por estar allí ubicada la casa del Almirante. Durante la primera mitad del siglo XIX la zona así delimitada se empieza a poblar con familias pudientes que adquirieron tierras y construyeron sus residencias de fin de semana, como natural extensión de la zona sur de Buenos Aires que era su hábitat original. (Montserrat y en creciente medida San Telmo). El paisaje silvestre pasó a ser uno de chacras y casaquintas de familias como los Balcarce, Cambaceres, Díaz Vélez, Miguens, Sáenz Peña, Hernández, Montes de Oca o Álzaga, entre tantos otros. Las lomadas y el entorno natural, así como la cercanía con la ciudad, hacían del lugar una zona especialmente atractiva. Pero esta situación no duró mucho, ya que en la segunda mitad del siglo XIX se establecieron más depósitos y fábricas a ambos lados del Riachuelo y esto atrajo a pobladores de menores recursos, deseosos de vivir cerca del lugar donde se ganaban la vida. El paso del siglo XIX al XX trajo muchos cambios a la ciudad y también a Barracas. La población inmigrante, que en un principio fue asentándose en los conventillos del centro y de San Telmo, (en espacios que habían sido abandonados por la clase alta de Buenos Aires, emigrando a mejores edificios en el nuevo Barrio Norte) poco a poco fue desplazándose a barrios más periféricos, a medida que lo permitía la expansión de la red de transportes, el ferrocarril y especialmente el tranvía. Los barrios del sur y del sudoeste de la ciudad, por estar en terrenos bajos cercanos al Riachuelo, eran más accesibles. Se fue pautando una nueva zonificación de Buenos Aires; el sur se fue transformando en una zona de asentamiento de inmigrantes y, a la vez, en una zona industrial, porque al compás del crecimiento de la producción agrícola y ganadera fue surgiendo también un sector protoindustrial de cierta importancia, dedicado principalmente a proveer el mercado interno. Se trató ante todo de una industria ligera, de escala no demasiado grande y focalizada en el sector alimenticio3. El periodo 1930-1960 constituyó el periodo de mayor desarrollo y protección de la industria en nuestro país. El crecimiento de la ciudad y del Gran Buenos Aires durante aquel periodo fue imparable, dado que todo el cordón suburbano fue lugar de asentamiento de nuevas industrias, y de afluencia de trabajadores que llegaban de diversas zonas del país para trabajar en ellas. Luego de estos años de crecimiento, a partir de 1960 las antiguas fábricas fueron mudándose progresivamente a los parques industriales de las zonas sur y oeste. La nueva población obrera, por su parte, no encontraba ya lugares posibles de asentamiento en una ciudad saturada, y hacía surgir así los nuevos pueblos suburbanos.
3 Por ejemplo las fabricas Bagley, Canale, Noel y Alpargatas. Carlos Bózzoli & Vicenta Quallito
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Desde los años 1976 en adelante, especialmente en la década de 1990, la política económica no favoreció especialmente a la industria nacional y significó un duro golpe para Barracas, pues se eliminó toda la industria que aún quedaba en Barracas. Los galpones vacíos de maquinaria se han reciclado como galpones para empresas de transporte de cargas y expresos, paralelamente al aumento del tráfico de cargas por camión coincidente con el desmantelamiento del ferrocarril ya iniciado en 1962 y prácticamente desmantelado en los años 1990. Solo sobrevivieron los ferrocarriles urbanos para pasajeros. . No obstante, a partir de la crisis del 2001, y coincidente con una reactivación de la actividad inmobiliaria, muchos predios que ocupaban las viejas fábricas fueron reutilizados para desarrollos inmobiliarios o reciclados4. De improviso, los agentes inmobiliarios descubrieron que había terrenos y edificios muy cercanos al centro de Buenos Aires a precios competitivos, y el negocio inmobiliario cerraba bien. Esto está conectado también con el renacer de una cultura de apreciación y redescubrimiento de edificios y lugares del pasado, como primero ocurrió en San Telmo y Puerto Madero. Los límites oficiales del Barrio son Avenida Regimiento de Patricios, Defensa, Avenida Caseros, General Hornos, Dr. Enrique Finochietto, Guanahanì, prolongación virtual Ituzaingó (puente), Paracas, Avenida Caseros, Avenida Vélez Sarsfield, Avenida Amancio Alcorta, Lafayette, Miravé, Lavardén, deslinde norte zona de las vías del ex FF.CC. Gral. Belgrano (hasta intersección con Zavaleta), vías del ex FF.CC. Gral. Belgrano, Avenida Amancio Alcorta, Iguazú, prolongación virtual Iguazú, Riachuelo (deslinde Capital-Provincia), proyección de Riachuelo (deslinde Capital-Provincia), Riachuelo (deslinde Capital-Provincia), prolongación virtual de la Avenida Regimiento de Patricios. Comprende la Manzana Catastral 104 de la Sección 26. CGPC: CGPC 04 A primera vista, y de acuerdo con la opinión de los vecinos, Barracas se halla ahora fragmentada en varios sectores que le impiden ser un barrio con buen nivel de homogeneidad, como lo requieren las definiciones de barrio más arriba expuestas. La construcción de la autopista que conecta la Avda. Pavón con Avellaneda y el conurbano Sud-este, y que llega a conectarse con la Av. 9 de Julio, ha dividido decididamente al barrio. El sector de extrema derecha, apenas un 20 % de las superficie total del barrio, se caracteriza por tener el mejor perfil edilicio y la mayor actividad comercial. El sector restante, a la izquierda, está dividido también en 2 partes, por las vías del Ferrocarril Roca, con terraplén y varias calles que las atraviesan, y luego más a la izquierda, grandes predios inaccesibles para el ciudadano como los Hospitales Tobar García y Borda y la terminal del Ferrocarril Belgrano Sur.
4 Como en caso de las fábricas Bagley, Pittaluga, la Fabril Financiera. 98 Anuario 2014 Arquitectura
Barracas, Almargro y Barrio Parque
Figura 1: Mapa actual de Barracas con los límites oficiales del barrio (GCBA)
Carlos Bózzoli & Vicenta Quallito
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Lo que resta tiene algunos lugares interesantes como el Parque Leonardo Pereyra (donde está la Basílica del Sagrado Corazón), pero de difícil accesibilidad por la instalación de sectores de vivienda informales de ciudad (Villas).
Figura 2: Estación Hipólito Yrigoyen, ex Ferrocarril Sud, hoy Línea Roca. Paul Bell Chambers y Louis Newbery Thomas, Arq., 1908.
Figura 3: Basílica del Sagrado Corazón, Arq. Rómulo Ayerza, 1904/1907
Barrio de Almagro De la observación del plano de Almagro se deduce que es un barrio enclavado aproximadamente en el centro geográfico de Buenos Aires, más bien cercano al centro y a medio camino entre el noroeste y el suroeste. Está eficientemente comunicado de Este a Oeste a través de avenidas como Estado de Israel, Corrientes, Díaz Vélez, Rivadavia, Hipólito Yrigoyen y Avenida Belgrano. No obstante, esta también cruzado de este a Oeste por las vías del Ferrocarril Sarmiento, que no ocasionan una ruptura total pues está construido en trinchera. Sus límites laterales, a la izquierda Rio de Janeiro, luego Avenida La Plata; a la derecha Gallo y Sánchez de Loria. Está muy bien comunicado tanto por servicios de Subterráneo como por transporte automotor, pero es evidente que le faltan espacios verdes. Otra evidencia es la difícil identidad que tiene, ya que sus límites parecen haber surgido en una decisión basada solamente en las vías de comunicación vehicular, en este caso Avenidas, ya que ni por su arquitectura ni por sus espacios urbanos Almagro se diferencia mucho de los barrios aledaños, al menos en las franjas límites.
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Barracas, Almargro y Barrio Parque
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De la lectura del plano se deduce que efectivamente, el barrio dispone de solamente un espacio público verde: la Plaza Almagro, ubicada en la parte central norte, de baja visibilidad pues es accesible por la calle Sarmiento y General J.D. Perón, (sentido Este-Oeste) y Bulnes y Jerónimo Salguero (sentido Norte-Sur); ninguna de estas calles son avenidas y le quitan perspectiva al espacio, que por otra parte no tiene ningún monumento Figura 4: Edificio de renta, Arq. Gino Aloisi, Avda. Rivadavia esq. Hipólito Yrigoyen, 1924 Figura 5: Basilica de San Carlos Borromeo, Arq. E. Vespignani, 1912
significativo que le sirva como hito. El otro espacio abierto importante, aunque no de acceso libre, son las dos manzanas del Hospital Italiano, también en el sector norte. El resto está constituido por manzanas consolidadas, de altura uniforme excepto en los bordes de las Avenidas Estado de Israel, Corrientes, Díaz Vélez, y en mucha menor medida Hipólito Irigoyen, al sur; de Norte a sur son importantes los bordes de la Avda. Rio de Janeiro y Avenida La Plata; en todas ellas hay edificios de propiedad horizontal de 8 a 12 pisos y algunas torres aisladas. No existen zonas concentradas de centralidad, sino que estas están distribuidas a lo largo de los perímetros de las avenidas, especialmente de la Av. Estado de Israel, Corrientes y Rivadavia. El largo desarrollo perimetral permite ubicar la mayor cantidad de locales comerciales y de servicios, que se nota por la constante densidad de tránsito a cualquier hora. Resulta especialmente notable la densidad de transito de las conexiones norte-sur, como Rio de Janeiro, Medrano, Bulnes, Gallo y Sánchez de Loria, ya que Buenos Aires carece de vías rápidas de circunvalación en relación con la relativa abundancia de las vías radiales.
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Barracas, Almargro y Barrio Parque
Barrio Parque El denominado Barrio Parque es conocido también como la unión de los así llamados barrios Grand Bourg y Palermo chico, aunque el conjunto de ambos está incluido oficialmente en el Barrio de Palermo. Indudablemente es una de las zonas más exclusivas, también reconocida, que linda con la Recoleta. Se la reconoce en los límites de Av. del Libertador, Tagle, las vías del ferrocarril y Cavia. El trazado del barrio Palermo Chico, sub barrio dentro del barrio de Palermo, fue realizado por el arquitecto Francés Carlos Thays en el año 1912. La intención de Carlos Thays era organizar un barrio con calles curvas, irregulares, y abundantes espacios verdes con vegetación de especies locales como tipas, jacarandaes, palos borrachos, lapachos y ceibos. La inspiración parisiense es evidente, y su connotación francesa se conjugó con el deseo de reproducir la casa, en 1946, donde paso sus últimos años el Gral. José de San Martin, de Boulogne Sur Mer, sobre el Canal de la Mancha. Allí funciona el Instituto Nacional Sanmartiniano. Thays dejo atrás el damero hispánico de las Leyes de Indias e introdujo en su geografía calles curvas e irregulares.
Figura 6: Barrio Parque y Grand Bourg
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El sector observado se divide en un lado Norte, definido por la Avda. Figueroa Alcorta, que se desarrolló a partir de 1920, con casas tipo petit hotel, de gran calidad, con retiros pero con medianeras comunes, lo que no permite ver los jardines que están detrás; los edificios no son exentos sino sucesivos. Los retiros permiten el desarrollo de áreas verdes a lo largo de las calles. El sector al sur de la Avenida Figueroa Alcorta, en cambio, tiene un trazado igualmente complejo pero con lotes más grandes, que fueron ocupados por residencias de gran porte, realizadas principalmente en estilos académicos afrancesados. La mayoría de ellas están hoy ocupadas por Embajadas, como la de Bélgica (Rufino de Elizalde 2830), y Arabia Saudita, entre otras. También sobre Rufino de Elizalde 2831 está la casa que Victoria Ocampo encargo a Alejandro Bustillo, en estilo moderno, obra de 1929 que se acerca al racionalismo de Le Corbusier pero que en ciertos detalles delata la indeleble concepción del espacio académico que Figura 7: Barrio Parque y Grand Bourg (Zonificación GCBA) Figura 8: Residencia típica del sector al sur de la Avda. Figueroa Alcorta
conservaba Bustillo.
Conclusiones provisorias A pesar de que esta investigación aún no está concluida, es posible formular algunas conclusiones comparativas entre los tres barrios elegidos. En cuanto al estado de situación actual, la delimitación en el imaginario del ciudadano es bien clara en los casos de Barracas y Barrio Parque. Esto no ocurre con Almagro, ya que los límites entre los barrios aledaños no tienen una diferenciación clara: Por ejemplo, ¿hasta qué punto las manzanas sobre Avda. La Plata del lado este no son semejantes a las de Caballito, en el lado oeste? En cuanto a la existencia de espacios públicos, se destaca Almagro por poseer la mínima cantidad, absolutamente insuficiente, (solo 2 plazas), y además agravado por el alto grado de compacidad y consolidación que tienen sus manzanas. En cuanto a calidad del patrimonio arquitectónico, Barrio Parque y Barracas llevan ventaja sobre Almagro (sin despreciar los hitos notables que tiene). En lo que respecta a facilidad de comunicaciones, se destaca Barrio Parque pues está vinculado en la dirección Sureste-Noroeste por dos Avenidas de transito rápido (del Libertador y Figueroa Alcorta); Almagro tiene buena comunicación aunque sin disponer de avenidas anchas como el caso anterior; Barracas dispone de una adecuada red de
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Barracas, Almargro y Barrio Parque
comunicaciones, pero dividida por la autopista que hace difícil el acceso a las calles comunes; todavía hay zonas donde la circulación, por motivos de seguridad, son peligrosas. En lo que respecta al patrimonio histórico, Barracas y Almagro tienen particularidades que nutren a la cultura popular, mientras que Barrio Parque expresa la faceta elitista de toda una época de la Argentina. Si nos interesa devolver a los barrios las características deseadas (valor institucional paralelo al territorial), y si se procede como en los últimos años, Barracas tiene grandes posibilidades de mejorar, dado que hay grandes cantidades de terrenos sub ocupados con edificios sin valor histórico, y además muy deteriorados, que podrían demolerse y ser convertidos en plazas o parques. Esto coincide con la actual tendencia de la administración de la Ciudad de priorizar el desarrollo de la zona Sud. En cuanto a Almagro, a menos que se proceda a la expropiación de algunas manzanas, será muy difícil que cambie en el futuro. El mismo caso se da con Barrio Parque, totalmente consolidado, aunque seguramente no perderá su carácter de sector privilegiado de la ciudad.
Carlos Bózzoli & Vicenta Quallito
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La vivienda y los instrumentos de planificación urbana en la ciudad de Buenos Aires hasta la década de 1940 Sandra Inés Sánchez
Introducción
La Dra. Arq. Sandra Sánchez es Investiga-
Si bien la ciudad de Buenos Aires nunca tuvo un plan urbano hasta mediados de la década
dora de CONICET y Profesora Adjunta de
del veinte, cuando se concretó el primero con la publicación del Proyecto orgánico para la
Historia en FADU UBA. Dirige en el CAEAU
urbanización del municipio de la Comisión de Estética Edilicia (en adelante Plan Noel), bajo
el proyecto de investigación Modelos e ima-
la intendencia de Carlos Noel, desde fines de siglo diecinueve, simultáneamente al proceso
ginarios del espacio doméstico en Buenos
1
de gestación de todos los proyectos urbanísticos abstractos basados en el trazado viario,
Aires. Las casas tomadas, hoteles, pensio-
siempre surgió como contrapartida el discurso sobre la realidad urbana representada en la
nes e inquilinatos desde sus habitantes y a
vivienda y el espacio doméstico. Esta tendencia continuó de manera marcada aún hasta fines
través de los medios de difusión masivos y
de la década del cuarenta, cuando con el Primer Congreso de Urbanismo del año 1935 comen-
especializados.
zaron a sedimentarse las bases del urbanismo moderno en el medio local. Durante este amplio período, la intervención en lo urbano desde la vivienda surgió tácticamente como un posible instrumento de control y regulación, y en síntesis, como una suerte de medio de planificación urbana por donde comenzar a operar de manera más directa. En este trabajo se desarrollarán las concepciones de la vivienda como instrumento de planificación urbana desde fines de siglo XIX y hasta la década de 1940, a partir del análisis de los discursos y prácticas que emergen desde diferentes ámbitos disciplinares e institucionales.
1 A comienzos de siglo eran varios los proyectos conocidos: el de la Avenida Norte-Sur del Dr. Eugenio Badaro (1905), el del Ingeniero Enrique Chanourdie publicado en la revista Arquitectura (1906), el de Varela, el de Ocantos-Bemberg-Coelho, el de Justo, el de Desplats, el de Láinez, el de los vecinos del S-O, el del diario La Nación, etc. (Tartarini 1991: 46).
Sandra Inés Sánchez
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Las viviendas para pobres y obreros en el Plan Metódico de Pinedo Hacia la última década del siglo diecinueve, durante la intendencia de Federico Pinedo surgió por primera vez la idea de gestar un plan para una Ciudad de Buenos Aires que crecía desregulada. Por medio de este plan se intentaba controlar de forma conjunta, las futuras expansiones de la ciudad, la extensión de los servicios de saneamiento, y la construcción de viviendas para pobres y obreros. Se señalaba: La edificación se extiende a los barrios apartados, tendiendo a cambiar el aspecto de los suburbios; y siendo muy conveniente someter la formación de esta parte de la ciudad a un plan metódico con las mejoras que las exigencias sanitarias han señalado, resolví designar una comisión competente que presentase el plano trazado de la parte extraurbana, a objeto de que los nuevos barrios reúnan las mejoras edilicias que es oportuno introducir (MCBA 1895: XXII) Problemas de índole política e institucional dificultaron la puesta en práctica de este plan que entraba en competencia con los proyectos urbanos de índole eminentemente estética atinentes al trazado y que fueron los que finalmente encontraron mayor repercusión y consenso político. Pero en este escenario de inflexión de siglos, la idea recurrente de elaborar un plan en relación a los servicios de infraestructura como solución a los problemas de higiene urbana siguió concibiéndose de manera articulada con la creación de un plan para los suburbios y de viviendas. Una vez concluido el levantamiento topográfico de 1894, la inexistencia de alternativas técnicas más avanzadas en una coyuntura de inestabilidad política y crisis económica desembocó hacia el año 1898 en la confección de un plano de la ciudad, que estuvo bajo la dirección de Carlos María Morales y que se publicó recién en 1904. Dicho plano funcionó como un documento administrativo que permitió al menos viabilizar las operaciones inmobiliarias sobre los lotes urbanos (Gorelik 1998: 137, 141) y que se consolidó posteriormente como plano base del Plan Noel.
Las casas baratas e higiénicas para obreros en el centro de los debates sobre municipalismo Hacia 1904, conjuntamente con la sanción de los primeros proyectos legislativos sobre vivienda, comenzó a ponerse en cuestión el régimen municipal y las ventajas y desventajas del municipalismo;2 de que los servicios estuvieran a cargo del municipio, del Estado o bien en ma-
2 En la Revista Municipal, que se ocupaba de los “intereses primordiales de la ciudad con la finalidad de registrar sus adelantos, estimular la acción de sus autoridades y controlarlas con una propaganda inspirada solo en el interés público” (RM 1904: 1), se generó un amplio debate sobre el régimen o sistema municipal que se vio reflejado en la publicación seriada de los libros de Fernandez Orey, García Merou, Gazcón
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La vivienda y los instrumentos de planificación urbana en la ciudad de Buenos Aires hasta la década de 1940
nos de particulares, aunque en realidad se estaba polemizando en torno a las atribuciones de las instituciones nacionales y municipales en la solución de los problemas sociales y urbanos.3 Los municipales perseguían fundamentalmente una mayor autonomía económica, en las atribuciones, y en la toma de decisiones. Uno de los aspectos más debatidos estaba en relación a la misión social de los municipios, y la utilización de terrenos municipales con fines sociales, ya fuera para la construcción de viviendas o bien para su uso productivo en granjas y huertas urbanas.4 En este contexto, el tema de la vivienda urbana surgió central porque además se vislumbró la construcción de casas baratas e higiénicas para los obreros en los terrenos improductivos de la Municipalidad como una de las maneras posibles de obtener rentas para la comuna y sin gravamen para los contribuyentes (Barbat 1904: 2).5 El debate trascendió la cuestión de las atribuciones institucionales para deslizarse también a cuestiones eminentemente urbanísticas; la localización de las viviendas a construirse, y los parámetros de rentabilidad del suelo con sus posibles variables de edificación intensiva o extensiva que marcaran las tendencias urbanas a seguir, pues, con la edificación intensiva los alquileres tendrían que ser más moderados y de esta manera se reduciría la carga impositiva (RM 1904 a: 1). La toma de partido por una edificación intensiva tenía como correlato, un mayor aprovechamiento de la infraestructura,6 además de apuntalar también la estrategia de auMarín y en la publicación de un fragmento del libro El Estado de Wilson. El municipalismo aparecía como opción alternativa entre el socialismo de Estado, el socialismo municipal, y la contratación de empresas particulares. El municipalismo presentaba las ventajas de la apropiación colectiva respecto del estatismo pues se consideraba, desde algunos sectores, que el Municipio era más patriarcal, más simple, menos burocrático que el estado y que podía ser en él más eficaz la vigilancia de los ciudadanos.
3 Los tres poderes nacional, provincial y municipal, estaban siendo cuestionados por juristas y también historiadores durante la primera década del siglo, teniendo como tribuna de debate los Anales de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales.
4 Un artículo de Bellet señalaba la importancia del uso productivo de los terrenos baldíos en algunas ciudades europeas en dónde se los convertía en granjas y huertas con finalidades además educativas; situación que permitía crear una forma de asistencia especial por medio del trabajo y en beneficio de los niños vagos que, desgraciadamente pululan en todos los centros más importantes (1904: 2).
5 Se mencionaba que además de la obtención de una renta equitativa y de solucionar el problema del abaratamiento de casas para obreros, estaba en juego su autonomía, pues se ponía a la Municipalidad a cubierto de los pedidos de terrenos en uso de una prescripción de la ley de educación común, le hace frecuentemente el gobierno nacional, para la edificación de escuelas (Barbat 1904 a: 1).
6 Los servicios se hacen más caros, las distancias imponen a los habitantes pérdidas de tiempo traducidas en pérdidas de dinero, los impuestos se recargan, sin que alcancen a cubrir por completo las necesidades a que responden y para todas estas dificultades muy pocos beneficios pueden contarse en el haber de la situación así creada (RM 1904 a: 1). La situación alternativa en juego respecto del crecimiento de la población en la ciudad con todos los males económicos y sociales que representaba era su localización en la campaña (RM 1904 c: 1-2).
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mento de la renta municipal. De esta manera, en los debates institucionales y urbanísticos de la primera década del siglo, estas cuestiones se articularon difuminando sus límites y alcances, a la vez que la vivienda cobraba una centralidad diferente en el discurso sobre lo urbano. Más tarde, hacia la década del treinta, en el contexto del Plan Noel, con la contemporánea reinstalación del debate sobre municipalismo, los municipios de las ciudades comenzaron a vislumbrarse al decir de Adolfo Posadas como… el campo más natural y adecuado a las experiencias políticas, y la ocasión más oportuna para la mejor comprensión y solución de los más graves problemas del Derecho político contemporáneo, o sea, de las dificultades prácticas de los estados (Pereyra 1930: 123). En este escenario, el tema de la vivienda, si bien central, fue considerado en el contexto del plan global.
Las casas de renta: parcelaria y constitución del tejido urbano Desde 1905 y por cerca de diez años, simultáneamente con los debates en torno a las nuevas avenidas diagonales, y luego en el contexto de las críticas a las disposiciones sobre patios del Reglamento General de Construcciones” (de modificación reciente 4/10/1910), los proyectos urbanos centrados en el trazado comenzaron a ser cuestionados duramente desde los presupuestos iniciales de su concepción. Entretanto, Chanourdie insistía sobre la conveniencia de adoptar un plan general de transformación edilicia a cuyos lineamientos generales debía someterse metódica y paulatina, la tarea de convertir esta ciudad en una gran urbe moderna (1911: 104). Dos cuestiones se producían simultáneamente: volvía a tratarse la idea de plan opuesto a proyecto urbano, y con Chanourdie,7 Sanz Barrera, Rebuelto, y Jaeschke, retornaba el discurso higienista sobre lo urbano pero renovado. Se concebía que conforme a los avances científicos sobre los cálculos de asoleamiento las plantas y alzados a partir de ese momento estarían en condiciones de responder fielmente a su objeto (Sanz Barrera 1911: 122). Conforme también a estos cálculos que otorgaban nuevas significaciones a los preceptos higienistas, la legislación de expropiaciones fue revisada con el objeto de que se incluyera el caso de los inmuebles insalubres, como obra de utilidad pública y como un medio de introducción de criterios científicos en la futura reedificación de la ciudad.8
7 Sobre la cuestión del parcelamiento de lotes, Chanourdie indirectamente incursionó en el debate al traducir un fragmento de El arte de construir ciudades de Camilo Sitte en la Revista Técnica y Arquitectura en donde se focalizaba justamente en el crecimiento de las ciudades y las consecuencias del fraccionamiento regular de las mismas como consecuencia de la especulación inmobiliaria (Sitte 1905: 129-131). 8 Esto significó una nueva concepción de las expropiaciones en el medio urbano, antes reservadas pura y exclusivamente a cuestiones de vialidad (RT 1914: 66-67).
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A raíz de las normativas sobre avenidas, comenzó también a discutirse el criterio de disposición de alturas de edificios en función del ancho de la calle, por considerarse que soslayaba el factor fundamental que debía operar en la determinación de alturas límite y que era las dimensiones del terreno: Desde el momento en que la altura es una de las dimensiones del edificio, no es posible por de pronto fijarla independientemente del ancho de este, y de la calle a que da frente; a su vez, el valor relativo que debe darse al ancho de la calle está influenciado por el largo de ésta, por la distancia entre dos calles sucesivas a lo largo de la manzana, por la proximidad a una plaza, etc. Y así sucesivamente entraremos que todas las proporciones generales de una ciudad influyen y son influidas por el factor de la altura; y son todas ellas en conjunto las que determinan las proporciones con que están construidas estas colmenas humanas que llamamos ciudades (Rebuelto 1911: 128). El loteo comenzó a vislumbrarse en estas concepciones como el comienzo de una planificación táctica posible, y las casas de renta se situaron en el centro de este debate sobre lo urbano por considerárselas un signo fundamental de la especulación inmobiliaria que se apuntaba a frenar.9 Las nuevas concepciones del grupo de técnicos que debatieron desde la tribuna de la Revista Técnica y Arquitectura, se condensaron en el presupuesto de que estudiando mejor las dimensiones de nuestras viviendas y la manera de agruparlas se llegaría (parafraseando a Nietzche) a crear super-ciudades (Rebuelto 1911: 129). El factor más importante a considerar fue la parcelaria, pues a partir de la modificación de la misma y de la disposición de la masa construida en relación a los espacios vacíos de desahogo, podrían planificarse nuevos parámetros de rentabilidad y de régimen impositivo, para instalar definitivamente una nueva concepción urbana. Las críticas de Jaeschke, apuntaron a generar una nueva planificación estratégica de todas las intervenciones urbanas a gran escala.10 Hacia mediados de la década del veinte, seguía insistiendo Jaeschke: creo que habrá llegado, para nuestra Sociedad el momento de abocarse al estudio de un proyecto o plan general de reedificación para la ciudad de Buenos Aires, cuando por doquier las casas de muchos pisos van reemplazando rápidamente y con carácter definitivo, a las casas bajas, incapaces ya de producir una renta aceptable sobre el capital invertido (1926: 347). Para otros como Rebuelto, estas decisiones correspondían a equipos técnicos, que eran los que debían rever en primer lugar los criterios de planificación de las ciudades:11 En ninguno de los Reglamentos de construcciones que rigen en los Municipios
9 Esta crítica también se dio respecto del reglamento de Montevideo (RT 1916: 68-69). 10 Jaeschke consideró extremadamente negativa la valorización de los lotes con motivo de la apertura de las diagonales, sobre todo porque incidía en las fracciones que quedaban construidas de las que no era posible obtener mayor renta (1911: 138).
11 Entre los criterios que debían tenerse en cuenta contaba como fundamental el de la orientación de Sandra Inés Sánchez
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europeos que conozco he encontrado en las disposiciones legales sobre la altura de los edificios nada que se refiera a estas relaciones evidentes entre la altura del edificio, el ancho de la calle, la orientación de ésta y las condiciones climatológicas de la región. Al contrario, es muy frecuente observar el absurdo de que las disposiciones en uso en la capital de una nación sean adoptadas en todas las demás ciudades del país (Rebuelto 1911 a: 156) Inversamente a los proyectos de trazados, Rebuelto planteaba la posibilidad de pensar la ciudad desde la parcela construida. También Carrasco, opinaba que en los planes que se habían sucedido hasta la década del veinte, el tema parcelario no había sido resuelto.12 Incluso para Chanourdie, debía partirse de una transformación en la política de uso del suelo por parte de la Dirección de Obras Públicas Municipales. Se debían estudiar los casos específicos en los que las condiciones de parcelamiento pudieran ser modificadas favorablemente; o bien, en el caso más extremo (cuyo modelo representaba Barcelona), se debía disponer de un fondo libre de construcciones que funcionara como pulmón de toda la manzana. Sin nominar el objeto de atención, estos profesionales estaban aludiendo al tejido urbano constituido básicamente por viviendas, y que podía ser el punto de arranque en el diseño de un plan general de transformación edilicia, acorde con la renovación del parque habitacional tal como se esperaba en ese momento.13 Entretanto, desde el Concejo Deliberante y atentos a la dinámica inmobiliaria, una solución posible que apuntaba a conciliar higiene, estética edilicia, y construcción de barrios residenciales, podía ser la creación de normativas especiales para las zonas en expansión. Canale y Guerrico plantearon en la década del diez un proyecto de ordenanza con la finalidad de estimular la creación de jardines privados en base a la aplicación de un descuento del diez por ciento de los derechos de edificación:14 es un proyecto de embellecimiento para la ciudad de Buenos Aires. Se trata de los edificios que se construyan en radios determinados se hagan por lo menos unos cuatro metros dentro de la línea, a fin de que en
las manzanas que respecto del trazado de los nuevos loteos debía ser un factor fundamental a tenerse en cuenta. Sanz Barrera (1911: 122-128), Rebuelto y Baroffio (1914: 5-6) presentaron estudios sobre orientación de los edificios y humedad en las calles y avenidas.
12 Se caracterizaba por la falta de previsión y de consejo con respecto a la división de los grandes latifundios existentes en el Municipio. (Carrasco 1927: 74). 13 Señaló Inglis en resonancia con estas concepciones: Buenos Aires es una ciudad de edificios de un solo piso; las altas construcciones son aún escasas y diseminadas. Las casas están hechas con ladrillos comunes y algunas con barro y revocadas con cal y con sus correspondientes adornos de estuco, y con raras excepciones esta capital requerirá una reconstrucción total en un período de cincuenta años (1911: 110). 14 La había originado el sub-intendente de Belgrano (B 28 12/9/1911, RA 1911 a: 342). 112 Anuario 2014 Arquitectura
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ese espacio se tracen jardines, lo que traerá como consecuencia una fila interminable de ellos con ventajas para la estética y la salubridad pública. (Boletín 20 23/6/1911: RA 1911: 183)15 Estos mismos concejales, con el objeto de lograr también que se implementara masivamente la ordenanza sobre cercos y veredas, gestaron la alternativa de aprovechar esta misma para detectar las propiedades sin dueño susceptibles de ser incorporadas dentro del patrimonio municipal. Estas disposiciones intentaban salvar estratégicamente la falta de un plan de desarrollo urbano, cumpliendo de manera simultánea varios objetivos. Aunque posteriormente, hacia la década del veinte, también Carrasco vislumbró los jardines privados como una solución de emergencia, dentro de un conjunto de medidas que debían implementarse provisoriamente hasta que se implementara un plan.16 En este contexto de la década del diez, surgió análogo, el proyecto de construcción de barrios-parques que apuntaba a un doble objetivo, higienizar la ciudad y mejorar el tipo de edificación que predominaba en los barrios sub-urbanos (B 41 1/12/1911, RA 1911 a: 556). El proyecto establecía la creación de una partida especial presupuestaria destinada a la adquisición de grandes fracciones de tierra en diferentes puntos de la ciudad destinadas a la formación de dichos barrios, de las que se sacaría en remate público solo un veinte por ciento de la superficie total, dejando el resto para la formación de parques, jardines, etc.. Además, teniendo en cuenta la renta en espera, la tierra que se compraría lejana, sin vías de comunicación, luz, ni afirmados, podría ser revendida…, reservándose lo producido para la formación de otros barrios-parque (B 41 1/12/1911, RA 1911 a: 557). De esta manera se reflotaban los proyectos de barrios parque (cuyo tratamiento en el Consejo Deliberante databa de al menos cinco años), como un último intento de gestar desde la normativa políticas urbanas. El caso del Parque Centenario, resultó paradigmático de una suerte de operación inmobiliaria municipal, por la renta producida, y como ejemplo de aplicación de la normativa tal como la venía planteando Guerrico desde 1908. En esta concepción urbana,
15 En el radio de Olleros, Vertiz, Alvarez Thomas y Olazábal al norte, Gaona, Bella Vista, Warnes y Río de Janeiro al centro, y Chiclana, Av. La Plata, Provincias Unidas y Carabobo al Sud pagaría “solamente el 10 % de los derecho” que le correspondieran por edificación (B 20 23/6/1911: RA 1911: 183), posteriormente se amplió el radio hasta la calle Maure el radio a que se refiere la ordenanza de fecha 12 de septiembre de 1911, relativa a los derechos de edificación en las construcciones que se hagan dejando un jardín de cuatro metros (B 34 20/10/1911, RA 1911 a: 447). 16 Es, pues, una cuestión ya debatida y aceptada la necesidad de aumentar en todo lo posible la extensión superficial de nuestros espacios libres. Ahora bien; no disponiendo la Comuna por el momento de los recursos necesarios para llevar a cabo un plan de expansión en la medida de lo conveniente, lógico sería suponer que las autoridades procuraran por medios eficaces encontrar el medio de aminorar los inconvenientes que ocasiona a la higiene y salubridad en general la escasez de paseos públicos que constituyen –como muy bien se ha dado en llamarlos- los ‘pulmones’ de toda ciudad. El procedimiento más práctico y conducente sería, desde luego, el aumento de los jardines privados, que, sin ocasionar erogación alguna al Estado, contribuya eficazmente al ornato e higiene de la metrópoli. (Carrasco 1927: 19). Sandra Inés Sánchez
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el barrio-parque en todas las parroquias se convertiría en la pieza estratégica de mejoramiento urbano de todo el territorio del municipio, pues además, venía acompañado de una serie de normativas especiales tendientes a regular la estética urbana. El tipo especial de edificación sería diferente apuntando por sobre todas las cosas a cualificar los suburbios.17 Para el concejal Crespo, en cambio, otra solución al problema del crecimiento urbano, podía ser el aislamiento de la zona central de la ciudad del suburbio con un anillo de bosques y de prados a la manera vienesa. De esta manera proyectaba en la zona céntrica la localización de las casas de renta de alta densidad, dejando a los barrios una zonificación de baja densidad (B 41 1/12/1911, RA 1911 a: 558).
Debates sobre el espacio doméstico en el contexto de los discursos profesionales sobre extensión, nueva traza, descentralización, ensanche y plan regulador Desde comienzos de la década del veinte, una constelación de eventos científicos e institucionales reorientaron las discusiones en torno al espacio doméstico en Buenos Aires. Entre los más importantes, la Exposición de la habitación económica de Chile, el Primer Congreso Panamericano de Arquitectos (realizado en Montevideo entre el 1 de marzo y el 7 de abril de 1920), el Congreso de la Habitación de 1920 (organizado por el Museo Social Argentino), y el lanzamiento de los concursos de la Comisión de Casas Baratas y de la Unión Popular Católica Argentina; todo esto en el contexto de la creación de la Comisión de Estética Edilicia municipal y el resurgimiento de discursos sobre el plan de extensión de la ciudad. En el Primer Congreso Pan-americano de arquitectos, uno de los temas centrales a debatir fue la renta del suelo. Para Geneau que se oponía a la subdivisión de la propiedad como medio de reducción de la renta especulativa, la solución era la implantación de un impuesto progresivo.18 Para Pasman otra solución posible era el arrendamiento de terreno tal como lo contemplaba la legislación londinense. Estas cuestiones comenzaron a vislumbrarse como temática central de urbanización a ser tenida en cuenta, además, en los ámbitos académicos.19 Barofio mismo pidió
17 El departamento ejecutivo reglamentará la forma y disposición de las construcciones que se levanten en los terrenos destinados a la venta y propondrá al honorable concejo las modificaciones que crea pertinente a la ordenanza de impuestos y construcciones de manera de asegurar a esos barrios-parques un tipo especial de edificación diferente a los demás del municipio (B 41 1/12/1911, RA 1911 a: 564). 18 Criticó las conclusiones de la Comisión de Economía del Congreso de Habitación en donde se dispuso que La superficie de un terreno se puede aumentar tantas veces como pisos se quiere construir sobre él. La carestía de construcción en este caso puede disminuirse, enajenando la propiedad por pisos o departamentos para lo cual sería imprescindible la reforma del Código Civil, y se declaró partidario de la propuesta de Farsi sobre Impuesto parcelario progresivo (Geneau 1920: 12-13). 19 Se hicieron votos: Porque las Facultades y Escuelas de arquitectura incluyan en sus programas de estu114 Anuario 2014 Arquitectura
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que se votara por la fundación de una Liga Panamericana de las ciudades en donde se estudiaran específicamente los problemas de los diferentes escenarios. Los temas discutidos en la comisión de Construcción del Congreso de la Habitación giraron en torno a la planificación de las nuevas zonas aún no loteadas de la ciudad, su prefiguración y los instrumentos de regulación. En este sentido, Della Paolera, Cohan y Broggi debatieron sobre el dimensionamiento mínimo para los nuevos loteos y que oscilaba entre los diez y doce metros. Finalmente se votó retomando la vieja disposición de Guerrico sobre los retiros, cuyos criterios básicos habían sido ampliamente difundidos por Jaeschke en la Revista Técnica y Arquitectura. Si bien estas cuestiones fueron tratadas desde la década del diez, como reflejo de las inquietudes provocadas por los mismos festejos del centenario y (luego) por la repercusión de los ensanches de las ciudades europeas, frente a la inminencia de las acciones de la intendencia; la finalidad última del tratamiento de estas cuestiones en el Congreso Panamericano de Arquitectos y en el Congreso de la Habitación consistió en la problematización de los mecanismos e instrumentos de control, regulación y gestión urbana, al punto tal de llegar a cuestionarse el carácter generalizante de las normativas urbanas que afectaban al espacio doméstico, llegándose a proponer como alternativa una reformulación particularizada en base a las tipologías edilicias (EA 1920: 194). Las diferentes operatorias sobre la ciudad y el medio urbano que se propusieron tuvieron centralidad en la vivienda y se reflejaron bajo las categorías globalizantes de extensión, nueva traza, descentralización, ensanche y plan regulador. Para Geneau, la descentralización constituía una política pública de planificación de la ocupación del suelo en las ciudades que tenía como modelo la extensión de la red viaria de Paris y el modelo de ciudad jardín (Geneau 1920: 15).20 Para otros, esta cuestión de la descentralización se viabilizaría a través de la implementación progresiva del sistema de barrios parques (EA 1922). Silva fue uno de los primeros en alertar acerca de la necesidad de que las obras públicas estuvieran enmarcadas en un proyecto de extensión o de nueva traza urbana (1920: 154). Estos conceptos de extensión y nueva traza aludían a un sector consolidado
dio un curso especial de urbanización, y las sociedades de arquitectos creen clases libres y gratuitas para la divulgación de sus principios. (CECPA 1921: 247)
20 Llegará pues, el momento de pensar en descentralizar y creemos que entonces la solución del problema de la habitación sana estará más bien en la creación de centros poblados (ciudades jardines) en los alrededores de las grandes ciudades, como lo han entendido los proyectistas premiados del ensanche de Paris, estudiando al propio tiempo, como ellos también lo han hecho, la forma más económica para dotar a esos centros de todos los servicios de comunicación, obras sanitarias, luz eléctrica y demás manifestaciones del progreso edilicio.. Sandra Inés Sánchez
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de la ciudad, reconocido como urbano, que se extendía, o bien que podía ser modificado con nuevas intervenciones que cambiaran su trazado. Silva abordó la reglamentación de estas intervenciones, que indefectiblemente implicarían una revalorización urbana, y un excedente que se pretendía sustraer a la especulación privada21 y transformar en rédito económico, motor de financiamiento, o planificación redistributiva.22 Para Silva se debía contar con tres elementos: el primero era la tierra donde habrían de levantarse o construirse las obras proyectadas; el segundo las rentas necesarias para cubrir el costo que demandaran las obras; y el tercero una legislación conveniente que protegiera y facilitara su ejecución. Los dos primeros eran de carácter económico-financiero y el último administrativo (Silva 1920 a: 176). En síntesis para este autor el trazado de ciudades y la cuestión de la construcción de casas era primordialmente una cuestión de tierra (Silva 1920: 156). En resonancia con estas concepciones para Gesell el Estado debía intervenir en los procesos de gestión de la tierra, en la subdivisión, y en la venta, para costear el financiamiento de las obras, o al menos simplemente como mediador.23 Recogiendo las críticas a las disposiciones sobre patios del Reglamento General de Construcciones y a las normativas en general, las dimensiones de los loteos y las alturas en las vías de comunicación debían responder a una lógica global de planificación de todo el territorio en términos prospectivos. Los futuros lotes a construirse debían ser dimensionados conservando una relación proporcional entre el ancho y la altura futura de la vía (CECPA 1921: 258), con lo cual arribaba a un lote ideal mínimo de veinte metros de frente por cincuenta de fondo.24
21 En todos los países, el trazado de pueblos y la edificación científica de ciudades se han inspirado en el principio del gobierno de la tierra por la ciudad. Porque la ciudad del futuro debe ser edificada con sujeción a planos exactos, justamente como sucede con una gran propiedad privada o un hermoso edificio público. Debe esto hacerse antes que la ciudad se desarrolle; y los parques, avenidas, calles y división de la tierra, todo debe ser aprobado por expertos empleados con este propósito.
22 Citaba como ejemplo el caso de La Plata: A los que puedan asombrarse de estos datos tan sugestivos se les puede preguntar a cuánto se vendieron las manzanas de La Plata a los siete años de fundada dicha ciudad en terrenos que fueron la antigua estancia de Iraola y cuánto podría haber ganado el gobierno si no se hubiera despojado tan rápidamente de las manzanas reservadas cuando la ciudad fue aumentando ese valor no ganado, que pasó solo y directamente a manos de los particulares (Silva 1920: 156). 23 Señaló como… conveniente que el estado intervenga en este asunto en bien de los menos favorecidos adquiriendo terrenos en zonas adecuadas y revendiéndolas en pequeños lotes sin pretender sacar ganancias. Cada comprador no podría adquirir más que una extensión de terreno relativamente chica, pudiendo amortizar su valor en varios años; tendría además la obligación de edificar tres habitaciones de mampostería cuyas dimensiones mínimas estarían fijadas de antemano, no pudiendo él vender el terreno antes de haber llenado las condiciones… El estado debería además facilitar sin indemnización algunos planos para dichas casas, pudiendo así crear nuevos barrios higiénicos y de aspecto armonioso. (Gesell 1920: 104).
24 En general, no debería permitirse la subdivisión en lotes de menos de veinte metros, ni de más de cincuenta metros de fondo, sino excepcionalmente, en calles o barrios especiales, por ejemplo para fábricas… donde podrán ser mayores, o en barrios obreros y en las esquinas, donde los fondos podrán ser menores 116 Anuario 2014 Arquitectura
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El concepto de plan regulador, en cambio, daba por sentado la preexistencia del trazado de Buenos Aires realizado en 1904 cuya ocupación debía ser regulada en primer lugar en términos legislativos y reglamentada. Para el Congreso Panamericano de Arquitectos, el plan debía consistir en un conjunto de planos articulados sobre la base de decisiones de índole política. En síntesis, para el Congreso Panamericano de Arquitectos se debían tener en cuenta los tres tópicos básicos de transformación, ensanche y embellecimiento en la planificación de las ciudades de América. Hacia 1922, en el Plan de acción de la intendencia de Carlos Noel, junto con la Estética edilicia, La reconquista del río, Las diagonales y construcción de edificios, el barrio tradicional, la Plaza de Mayo y Otras Plazas y Paseos se incluían los “Barrios obreros, estadios y embellecimiento suburbano”. En su conjunto, estos tópicos constituían un programa de acciones políticas que atacaban los núcleos históricamente más conflictivos de debate sobre la ciudad. Para las concepciones disciplinares de la época que representaba Carrasco, si bien salubridad, belleza y vialidad formaban la trilogía necesaria en todo plan edilicio; no podía ni debía faltar el capítulo de la casa higiénica, confortable y estética (Carrasco 1927: 12, 16). Existía ya cierto consenso acerca de que todo plan debía reposar en un programa definido de antemano (Carrasco 1927: 7) montado a su vez sobre planes y proyectos particulares y articulados.25 Para Gesell, la vivienda sería el factor esencial de caracterización de los alrededores de la ciudad y debía diferenciarse esencialmente de la urbana (Gesell 1920: 104). Para Carrasco (muy crítico respecto de la gestión de Noel y el desempeño de la Comisión de Estética Edilicia) el barrio-parque era una solución posible, pero debía asentarse sobre el sustrato de un estudio estadístico, conjuntamente con la formulación de encuestas. Para él, los cuestionarios implementados en la ciudad de Saint Louis eran un modelo de estudio preliminar a seguir que encauzaría las nuevas concepciones sobre vivienda a aplicar en el futuro en la ciudad de Buenos Aires. Hacia mediados de la década del veinte, la intendencia de Noel estaba lejos de mostrar el ajuste de los instrumentos técnicos para la ejecución de su plan urbano. En […] Convendría solicitar de los poderes públicos el voto de una ley que no permitiese ya el fraccionamiento caprichoso de los terrenos urbanos por particulares, ni tampoco la subdivisión excesiva de los predios suburbanos. (CECPA 1921: 258).
25 La necesidad de estudios técnicos previos, planes parciales (por sobre todas las cosas viales tal como se planteaba de manera relevante como centro de la propuesta en el plan de Noel) … que la eficacia de un plan de embellecimiento urbano depende esencialmente de la seriedad y competencia con que se hayan realizado los estudios previos, que son de todo punto indispensables cuando se encaran las cuestiones de urbanismo con el criterio técnico que ellas reclaman (Carrasco 1927: 16); “¿Qué plan debe aplicarse para transformar, extender o mejorar sus avenidas y calles?” (Carrasco 1927: 21). Sandra Inés Sánchez
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la encuesta realizada por la Comisión Especial para el estudio del problema de la vivienda formada por Leopoldo Bard, Antonio de Tomaso, José M. Garayalde, Rodolfo Moreno y Manuel Rocca, se hicieron evidentes las falencias del plan respecto de la central cuestión habitacional.26 En el Plan Noel, las Sociedades de Fomento se constituirían en mediadoras con los vecinos respecto de los diferentes proyectos económicos gestados desde la intendencia, a la vez que depositarias de la gestación de consensos.27 También dada la relevancia adquirida por la plaza, se generaron una serie de debates en torno a ella que apuntaban al control de la edilicia contenedora que garantizara una estética o bien un uso predominante. Frente a las plazas concebidas como pulmones de la ciudad, se instalarían los barrios parque que ofrecían la ventaja de que estando la operación inmobiliaria a cargo de la intendencia, garantizarían por medio de contratos con los compradores, las mejores condiciones edilicias, higiénicas y estéticas (EA 1922: 84). La elección del barrio parque de manera generalizada en diferentes parroquias del municipio, dentro de precios equitativos podía representar en la puesta en práctica del Plan Noel, la preeminencia del tejido, justamente cuando en los concursos de la Unión Popular Católica Argentina y de la Comisión Nacional de Casas Baratas, producidos en los albores del plan, también se planteaba como consecuencia inmediata u objetivo (según el caso) la modificación o mejora del trazado y tejido urbano (de ahí que en el de la Comisión Nacional de Casas Baratas, se otorgaran los premios al trazado y a la tipología por separados). El Plan Noel entraba inmediatamente en crisis porque su fundamentación había sido eminentemente gestual. La supeditación del trazado a la vegetación natural, el abaratamiento de la construcción (tendiente a fomentarla en los suburbios a partir de la modificación de las disposiciones del Reglamento General de Construcciones, entre ellas el muro divisorio de menos de cuarenta y cinco centímetros, la aceptación de ladrillos de canto para tabiques interiores) y la creación de un sistema de vías de comunicación de avenidas en dos sentidos y con boulevard que conectaran a las grandes vías pavimentadas, que fueron el conjunto de medidas más relevantes, resonaban de manera conformista con las cuestiones más discutidas del Congreso Panamericano de Arquitectos.
26 El informe trataba los siguientes temas. legislación sobre vivienda, proyectos legislativos, encuestas a instituciones, encuestas a profesionales y gremios de la construcción. 27 Gorelik enfatizó acerca de la política de la intendencia de Noel: … de incorporar en lo posible al fomentismo a su maquinaria electoral como medio de legitimación de su acción por fuera de los manejos de la política que implicaban al Concejo Deliberante, agregando que … desde un comienzo de su gestión designó funcionarios para mantener contacto directo con las asociaciones vecinales y convirtió la recorrida personal por los barrios en un ritual periódico ampliamente celebrado por medios populares como Caras y Caretas, que centraban en la ‘politiquería’ del Concejo sus principales blancos de ataque (1998: 321).
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Desde mediados de la década del veinte, con el surgimiento de la tipología de departamentos se reanudaba la tendencia a querer transformar a la vivienda urbana en un medio de viabilización de la gestión, e instrumento central de planificación urbana. Opuesto a estas concepciones, para otros sectores representados por Hardoy, quedaba claro que la regulación debía ser paulatina, fraccionada y estratégicamente delimitada por zonas específicamente tratadas en función de un diagnóstico de las patologías urbanas.28
Los departamentos como signo de una nueva urbanidad Por un breve lapso durante la década del treinta, en resonancia con la emergencia del urbanismo moderno, los departamentos se vislumbraron como símbolo de una nueva urbanidad universalista. En esta concepción universal, la vida urbana contaminaba de sentido todo el espacio diluyendo el ámbito privado, a la vez que los departamentos restituían al hombre sus vínculos con una nueva naturaleza que conciliaba lo natural y lo artificial en una concepción de lo urbano que diluía sus diferencias (Figura 1). La ciudad a través de lo urbano, alcanzaba un punto de equilibrio en la tensión naturaleza-cultura. A partir de ese momento comenzó a concebirse la ciudad como un instrumento dócil y perfecto al servicio de la voluntad humana (Acosta 1931: 961) a la vez que se suavizaban las costumbres a tal punto de desaparecer ciertas connotaciones de agresividad inherente que la habían caracterizado desde la antigüedad más primitiva: Las casas de nuestros antecesores eran cuevas obscuras. Y mientras más lejos miramos en la historia, más pequeñas eran las ventanas de las viviendas, lo que se explica fácilmente pues había muchos peligros en los tiempos antiguos. Pero a medida que la civilización va suavizando las costumbres, vemos cada vez más fortalecida la tendencia de abrirlas hacia el exterior (Acosta 1931 a: 51) La ciudad representaba una nueva urbanidad destinada al disfrute de las fuerzas benéficas de la naturaleza, a tal punto que muchas obras se disimulaban los marcos de las carpinterías para enfatizar una continuidad en la que no se diferenciaba entre lo interior y lo exterior: nunca ha sido tan grande como en nuestro tiempo su anhelo por gozar de una vida más placentera, como si vencidas las fuerzas hostiles que la naturaleza le ha opuesto en su marcha hacia el progreso desde las tinieblas de la prehistoria, deseara hacer un alto
28 Hardoy propuso a la zona este de la ciudad como objetivo central de intervención. Su propuesta estratégica montada en la cuestión viaria y en su diagnóstico de nudo problemático con las barrancas entre las calles 25 de Mayo y Alem que se pensaban aplanar, apuntaba a articular la red de transporte de subterráneos casi a cielo abierto con un sistema de parques y explanadas frente a los edificios más significativos construidos y a construirse, y sobre la zona de las Catalinas (Hardoy 1927). Sandra Inés Sánchez
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para disfrutar de las cosas buenas que le han conquistado su ambición y su ingenio. (NA 1929) Dourge con los departamentos en las actuales Avenida del Libertador y República Árabe Siria (originalmente Avenida Alvear esquina Malabia) y con la Maison Solaire tuvo en suerte ilustrar las bondades de estas nuevas concepciones urbanísticas y sus criterios de parcelamiento, y ejemplificar dos exploraciones posibles dirigidas a diferentes sectores sociales. El proyecto original de los departamentos de Avenida del Libertador y República Árabe Siria, producto del englobamiento parcelario, preveía la construcción de un conjunto de gran escala a lo largo de toda la cuadra formado por cinco cuerpos (aunque se construyo solamente uno). Si bien no se alejaba demasiado de los agrupamientos por adición de viviendas colectivas típicos de Figura 1
comienzos de siglo; en su organización privilegiaron criterios de óptimo asoleamiento y ventilación. Los detalles innovadores más destacados constituían la organización de la planta baja libre sobre pilotes, los diferentes juegos volumétricos de desplazamiento de las fachadas, y la concepción espacial del living-room. Justamente el plato fuerte de la planta era este living-room, que con sus sistemas de carpinterías rebatibles y con la aplicación del mismo solado a la terraza generaba una sensación de dilatación y fluidez espacial que rememoraba los croquis de Le Corbusier, y que entraba en resonancia a su vez con las preocupaciones de Neutra (tan ponderado en Nuestra Arquitectura de la década del cuarenta) respecto de los cerramientos y su colaboración en la fluidez espacial entre el interior y el exterior (Figura 2).
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Para la Maison Solaire, Dourge desarrolló tres anteproyectos alternativos para el
Figura 2
mismo terreno. Criterios de estricta economía de la construcción, asoleamiento y óptima distribución interna (al eliminar además todas las circulaciones y pasillos de acceso a los dormitorios) primaron en la elección del proyecto definitivo en U (Figuras 3 y 4). Este conjunto emergió como posible modelador de las nuevas tendencias, vislumbrándose por el autor como una arquitectura manifiesto. En palabras de su autor consistía en una edificación sencilla, racional, humana con luz, sol y aire en abundancia. Como se señalaba en infinidad de notas editoriales de la revista Nuestra Arquitectura en donde se difundieron los artículos y obras de Dourge, el programa positivo para el futuro del cual la Maison Solaire hacía eco, consistía en proyectar y construir comunidades, nunca casas aisladas; relacionando estas comunidades con el desarrollo económico y social más ventajoso de la ciudad y región. Sandra Inés Sánchez
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Figura 3
Este caso representó además una excepción en el sentido de los grupos sociales a los que estaba dirigido; en un principio de alquileres modestos, para familia sin sirvientes y con 2, 3 o 4 hijos que pudieran vivir cómodamente, y que pasó en poco tiempo a ser habitado mayoritariamente por jóvenes, artistas y profesionales. En su publicación se destacaban el sector destinado al lavado de ropa y las terrazas comunes que con su equipamiento se constituían en el espacio de recreación por excelencia destinado a restituir el contacto con la naturaleza. En ese momento, terrazas, balcones, cocinas y lugares para guardado resultaron los factores centrales de caracterización tipológica de los departamentos y tuvieron durante toda la década del treinta un lugar privilegiado en las revistas especializadas, resultando
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Figura 4
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Figura 5
sintomático de un cambio en las concepciones del espacio doméstico. Las anteriores concepciones sobre la intimidad preservada de la década del veinte, los discursos de protección de la intimidad del agresivo exterior espacio urbano, se suspendieron. A raíz de la emergencia de la tipología de los departamentos, el espacio doméstico se transformaba en una plena exteriorización que privilegiaba las relaciones más directas posibles con el espacio urbano. Los usuarios por primera vez incluidos en las fotografías de la arquitectura representaban un prototipo ejemplarizante de esta nueva urbanidad. Entretanto, las cocinas y lugares para guardado también por primera vez ocupando un espacio protagónico significaban el perfecto ajuste entre los cuerpos, la arquitectura y los dispositivos eléctricos de la tecnología moderna. Los departamentos como instrumentos de planificación urbana alcanzaban consistencia interior y exteriormente y se adecuaban a los modelos contemporáneos de eficiencia, científicos y tecnológicos. Frente a la solución a los problemas urbanos que se planteaba desde estos ejemplificadores departamentos construidos en terrenos ideales, en 1931, Acosta proyectó su city-block integral como una propuesta de urbanismo moderno radicalizada que luego debería relativizar (Figura 5). A medio camino entre las propuestas de Le Corbusier y las de Hilberseimer, consistía en manzanas con siete pisos de zócalo de oficinas con una
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torre central de 22 pisos en forma de cruz destinada a viviendas: Distanciados a 120 metros unos de los otros, los ‘city-blocks’ integrales abren paso a los rayos solares. Desde su vivienda, elevada a 33 metros o más sobre el nivel de la calle, alejada del tráfico con sus ruidos, polvo, gases, etc. el habitante de la ciudad podrá al fin ver el cielo. Los jardines en las azoteas van a permitir a sus hijos jugar en un ambiente puro, sin peligro de ser aplastados por un camión o un autobús (1931: 25) La cuestión integral residía en que a través de un proyecto celular se integraban soluciones de vivienda, servicios, tráfico e infraestructura urbana a ser aplicado progresivamente en diferentes zonas de la ciudad, y que partieran desde el Barrio Sud, para extenderse hacia la plaza Once y Caballito (1931: 26).
Los departamentos como instrumento de planificación urbana Próximos a la década del cuarenta, la falta de una planificación acorde a los planteos de transformación sociocultural contemporáneos junto con el ambiente de preguerra, acompañaron un cambio de concepción de los departamentos que comenzaron a configurarse como signo de la especulación urbana. De la revista Nuestra Arquitectura partieron infinidad de notas críticas en donde se enfatizaba el desencanto por la ausencia de terrenos en condiciones ideales de dimensiones y orientación. Los pocos casos locales difundidos en este medio se destacaban por sus cualidades singulares de un fondo verde de grandes dimensiones. Junto con la caída de esta utopía moderna de conciliación de lo natural con lo artificial en las ciudades a través de lo urbano, y frente a la imposibilidad de plantear planificaciones y políticas urbanas globales, próximos a la década del cuarenta comenzó a gestarse un nuevo concepto de naturaleza dosificada para las ciudades, y que resultó una línea teórica posible al problema esencial del urbanismo aunque sobre bases eminentemente tácticas que ejemplificaron con obras y teorizaron Acosta, Felice Fontana y Kalnay. Según Acosta, se conocían dos clases de urbanismo, uno paisajista que se ocupaba del embellecimiento de la ciudad, y otro de proyectos de sistemas urbanos que suponían a la ciudad en estado adulto sin analizar cómo se había llegado a esa situación. Frente a esta clase última de urbanismo que perseguía construir súbitamente nuevas ciudades, para Acosta el problema esencial del urbanismo consistía en encontrar un sistema de transición mediante el cual una ciudad crecida arbitrariamente, sin plan premeditado, se transformara en el futuro en una urbe científicamente organizada (Acosta 1931: 20).
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Figura 6
Para Acosta y otros como Felice Fontana29 y Kalnay, la verdadera finalidad de todos los cambios y reformas urbanas debía reformularse como el establecimiento de una relación más armónica entre el hombre y la naturaleza que lo rodea con el fin de hacer para el hombre más confortable la vida sobre la tierra (1937: 346).30 Para Felice Fontana la urbanística se hallaba sobre un camino equivocado porque se basaba sobre los aspectos externos de la ciudad y sobre el estado actual de paroxismo de la técnica descuidando completamente aquel elemento fundamental y vital, al cual tarde o
29 Para Felice Fontana la tarea del urbanismo era transformar la metrópoli en un ambiente habitable, en el sentido ‘natural’ de la palabra (1937: 218). 30 En líneas generales para ellos, las ciudades contemporáneas eran: Un mar inmenso de piedra y metal, en el que están apretujados, codo con codo, casi amontonados, millares y millares de hombres que se entrechocan, gritan, discuten para aventajarse los unos a los otros, para correr desesperadamente detrás del dinero, usando todos los medios mecánicos que la ciencia moderna ha puesto a su disposición (y de ello deriva la expresión ‘civilización mecánica’) (Felice Fontana 1937: 218).
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temprano deberían volver y que era la naturaleza. Bajo el principio de ningún departamento sin terraza, su propuesta consistió en reagrupamientos de grandes complejos de viviendas en forma de anfiteatro que se degradaban hacia el centro, en donde las terrazas verdeantes formarían un revestimiento estético e higiénico (Figura 6). En esta propuesta retornaba el higienismo científico pero con connotaciones naturalistas. A diferencia de los proyectos urbanísticos y todos los planos reguladores de inútil ejecución dicha propuesta llevaba implícito el signo de una transformación gradual (1937: 222). Simultáneamente, los modelos de departamentos que circulaban hacia fines de la década del treinta y comienzos del cuarenta se caracterizaron por un amplio patio libre o jardín interior, y por un repliegue hacia la interioridad que se reflejó en una preferencia por la eliminación de los balcones hacia la calle; en el énfasis en los sistemas de calefacción y de iluminación artificial;31 y en algunas circunstancias, en la incorporación de vegetación en el espacio doméstico como elemento sustitutivo de la naturaleza en el interior. En este contexto de cambio de las concepciones sobre lo urbano como exterioridad, se generaron ciertos consensos en torno a la eliminación de los balcones en los departamentos y que tuvo una múltiples justificaciones: a) como elemento identificador de las nuevas tendencias arquitectónicas, en las que el frente de líneas rectas resultaba por la correcta proporción de sus elementos constitutivos, una expresión acertada de la actual tendencia arquitectónica (NA 1939 a: 195);32 b) de índole ética: pues se sostenía que la fachada debía estar de acuerdo con la época simple y carente de adornos superfluos; c) de índole higienista: pues la proporción de ventanas en un maximum permitiría en las calles angostas evitar el uso de la luz artificial durante las horas del día…; y d) urbanística, pues la eliminación de los balcones, además de facilitar en su interior un mayor aprovechamiento contribuía a dar un aspecto más ordenado y evitaba el mal uso que se hacía de ellos, además de que permitía obtener resultados de conjunto perfectamente ordenados, lógicos y estéticos… (NA 1938: 191).
31 La ideación de diferentes sistemas de carpintería herméticos completaba esta concepción de aislamiento total. En la casa de departamentos de Lamarca y Blagovestchensky las ventanas de guillotina eran invisibles, pues tanto la ventana como la celosía desaparecían en el muro (NA 1939: 133). En la Mansión Garay de Kalnay los marcos metálicos eran prácticamente invisibles y la carpintería metálica, corrediza y embutida, con cierre hermético representaba la última perfección en esa industria (NA 1937: 374).
32 Vilar destacó enfáticamente la necesidad imperiosa de eliminar los balcones y se vio reflejado entre otros casos en sus casas de departamentos en Avenida Corrientes y Maipú y en Coronel Díaz 2730. En la revista Nuestra Arquitectura se promovía esta tendencia, que se vio reflejada también en las obras de Enquin en Victoria 1782; de De la Puente y Bustamante en Bartolomé Mitre 2692; de Lamarca y Blagovesthensky en Bartolomé Mitre 2000, entre las más destacadas. Acosta criticó duramente esta modalidad ejemplar de balcones y aventanamientos irrestrictamente colocados de la arquitectura moderna que inundó en cierto momento a Buenos Aires porque obligaba a sus habitantes a vivir con las ventanas ocluidas o semiocluidas durante casi todo el día en las épocas de calor para protegerse del sol (1984: 17).
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En la concepción urbana de Felice Fontana nadie debía asomarse a los balcones o a una ventana para ‘gozar’ del espectáculo de la calle: diversión de las señoras de los ciudadanos de provincias de tiempos pasados (1937: 222). La proscripción del uso de balcones implicaba también un creciente incremento de opacidad del espacio doméstico respecto del medio urbano y se vio reflejado también en el uso de cortinados pesados de pared a pared y de piso a techo, que además de constituirse en un icono de emergente y pujante de la rama de la arquitectura interior, frenaba las visuales, el paso de la luz y consecuentemente fundaba una temporalidad artificial pero singular, individual e independiente de los ciclos de la naturaleza. En la conformación de esta nueva temporalidad, la iluminación artificial cobró un rol protagónico, a la vez que comenzó a considerarse como un elemento integrante de la arquitectura moderna. En la nueva sección sobre luminotecnia que se inauguró en los albores de la década del cuarenta en la revista Nuestra Arquitectura, se perseguía ilustrar todas las posibilidades de la moderna iluminación científica tendiente a generar con diversos dispositivos, sistemas, posicionamientos, orientaciones e intensidades, efectos que colaboraran en la faz decorativa de la arquitectura contemporánea (NA 1939 b: 285-286). Múltiples discursos de corte cientificistas destinados a la difusión de los dispositivos de calefacción argumentaron también las bondades de su aplicación a los efectos de crear un ambiente” ideal. En una publicidad de radiadores de la revista Nuestra Arquitectura, de diciembre de 1939, bajo el título Ambiente sano se señalaba: Esa condición indispensable en las habitaciones se mantiene inalterable con la calefacción que proporcionan los radiadores de hierro fundido debido a que, como su irradiación no es violenta y no quema oxígeno, el aire conserva sus propiedades naturales. Además, la calefacción por medio de radiadores mantiene una temperatura uniforme, no permitiendo estratificaciones de aire frío a lo largo del piso, por cuanto tal como lo demuestra el siguiente grabado, el aire frío antes de circular por la habitación es calentado por la irradiación del radiador. Hasta ese momento, la calefacción de los ambientes había sido muy criticada aunque desde enfoques que sostenían como perjudicial y antinatural las diferencias muy marcadas de temperatura con el exterior. El tránsito en la concepción de estos dispositivos tecnológicos que apuntaban a regular la temperatura interior, consistió en un pasaje desde la simple calefacción hasta una compleja e integral climatización. Acosta ya había sentado precedentes con su “manufactured air”, que era un ‘aire corregido’, limpiado y calentado o refrigerado, según la estación, y provisto además de un porcentaje fijo de humedad, calculado científicamente como el más benéfico para el hombre a proveerse por medio de grandes usinas a barrios enteros, de manera 128 Anuario 2014 Arquitectura
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similar al suministro de gas o la corriente eléctrica con la finalidad de hacer frente al clima poco saludable de esta capital (1931: 20). La finalidad última de estos dispositivos tecnológicos consistía entonces en convertirlos en complejos sistemas urbanos, que por medio de altas tecnologías, acorde a los estándares científicamente adecuados, restituyeran de manera artificial las más ideales condiciones del aire presentes en la naturaleza. La incorporación de la vegetación a la manera de jardines interiores también apoyaba la intencionalidad de restituir el vínculo perdido con la naturaleza vegetal, constituyéndose en un factor complementario de mejoramiento de la salubridad urbana. Estas concepciones de incorporación del componente vegetal a la arquitectura se diferenciaban rotundamente de aquellas de los comienzos de la década del treinta. En ese momento, los cactus en los interiores y las terrazas ajardinadas de los departamentos, siempre presentes en todos los escenarios geográficos (California, Paris, Buenos Aires, Yugoslavia, etc.) y en todas las más prestigiosas publicaciones nacionales e internacionales, encarnaban un icono de la modernidad universal y símbolo de la presencia inmanente de la naturaleza en el medio urbano. En este contexto surgió como modelo ejemplarizante la Mansión Garay de Kalnay: Lo que hace del proyecto mencionado un conjunto racional y natural, es que toma para su reglamentación urbanista al hombre como unidad, y a la naturaleza o tierra como escala. De la natural correlación de estos dos factores (desgraciadamente descuidados en nuestro reglamento) dependen el confort y la belleza de la ciudad, y la salud, riqueza y eficiencia de su población (NA 1937: 334) Para los editores de Nuestra Arquitectura esta obra representaba un acabado ejemplo de la nueva técnica de construir y una feliz experiencia urbanista (1937: 337). La propuesta urbanística de Kalnay consistía en una planificación por zonas de la ciudad, con un reglamento de construcción (reglamento funcional) que respondiera a criterios urbanistas a la vez que otorgara una máxima libertad de acción al propietario y al arquitecto para modelar sus macizos con el mejor criterio artístico y rentístico sin lesionar intereses de terceros o colectivos. Contraponiendo el Reglamento General de Construcciones que autorizaba la erección de diez pisos altos dejando solo un equivalente al 14% de la superficie de terreno libre de construcción para el patio; en la Mansión Garay se dejaban las tres cuartas partes del terreno libre y se triplicaba la superficie del terreno en construcción, pero en altura en una torre. Aplicando este proyecto y modelo de acción de manera generalizada en la ciudad, en cada zona se proyectaría globalmente evaluando el impacto de cada una de las intervenciones para que no afectara al conjunto. Próximos a la década del cuarenta, este retorno definitivo hacia la interioridad del espacio doméstico (con sus sistemas de aire acondicionado, los nuevos métodos de Sandra Inés Sánchez
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iluminación artificial, y las decoraciones propuestas por las nuevas concepciones de la arquitectura interior) colaboraron en la creación de un imaginario de ambiente de reclusión a la medida del hombre, y signaron el definitivo cambio de escala del urbanismo que a partir de ese momento prescindiría de esa resuelta interioridad para adquirir nuevas especificidades externas al ámbito de lo doméstico.
Abreviaturas B: Boletín del Honorable Consejo Deliberante CECPA: Comité Ejecutivo del Congreso Pan-Americano de Arquitectos. MCBA: Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires RA: República Argentina RM: Revista Municipal RT: Revista Técnica y Arquitectura
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Epígrafes Figura 1. Jardín en terraza de edificio (NA 2/1935: 237). Figura 2. Living-room y balcón de Departamentos en Avenida del Libertador y República Árabe Siria (originalmente Avenida Alvear esquina Malabia) de Dourge (NA 6/1934). Figura 3. Planta de Maison Solaire de Dourge (NA 12/1933). Figura 4. Vista de Conjunto de Maison Solaire de Dourge (NA 12/1933). Figura 5. Perspectiva de City Block de Acosta (NA 8/1931). Figura 6. Perspectiva de proyecto de viviendas de Felice Fontana (NA 6/1937).
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Estudios sobre Teoría e Historia del Proyecto Americano
roberto ferández
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Mecánica popular Modernidad nerviosa de las cosas e imaginería de lo industrial-popular USA en entreguerras y un poco después
Si la incursión en los entresijos de la estética y sociedad victorianas deparan algunos
Roberto Fernández
acontecimientos que enturbian o matizan la secuencia fundadora de modernidad –como
Doctor, Profesor de Historia en UBA y
aquella que enhebra al Crystal Palace o su arquitectura industrializada (no el cofre de
UNMDP. Director e Investigadorde CAEAU
exhotismo que albergó) con las utopías morrisianas y los proto-racionalismos art&crafts
FA UAI. donde dirije el proyecto Imaginario
y de allí, un viaje directo a las vanguardias– el despliegue de sucesos de modernidad que
Técnico del Proyecto. USA-América del Sud:
ocurrió en USA es mucho más complejo e intenso que aquél que ocupa la Chicago School
1945-60, junto al arq. Luis M. Márquez.
y las diferentes relaciones centro-periferia de una modernidad a menudo protagonizada por europeos exiliados, dejando como excéntrico exponente del spirit frontier a Wright y admitiendo un cambio de epicentro en las vanguardias artísticas –de París a Nueva York– solo en el caso del llamado expresionismo abstracto después de la segunda guerra que por otra parte, fuera del mito de su invención vía Greenberg y Rosenberg con financiamiento CIA, fue lanzado por europeos deslocalizados –como de Kooning, Gorky o Rothko– además de hijos e inmigrantes, como Gottlieb o Kline mas la estancia intermitente de figuras como Duchamp, Picabia, Mondriaan, Ernst, Leger o Dali, por cierto arropando al monstruo nativo que fue Pollock. Pero alrededor de esta posible articulación de modernidad, si en el siglo XIX debe tropezarse con la formación que llamamos victorianismo –que complejiza y distorsiona una vía apolínea de abstracción racional moderna en Europa–, en el siglo XX, en USA se despliegan fenómenos ligados al desarrollo científico-tecnológico de evidente liderazgo en el curso del capitalismo y a su calor, una suerte de ideología que liga la sensibilidad o el gusto popular con discursos mediáticos de elogio del destino manifestó y liderazgo del progreso, que en este caso designamos con el nombre de una célebre revista de divulgación tecnológica –Popular Mechanics1– para aprehender un conjunto de circunstancias
1 Popular Mechanics es una revista publicada desde 1902, cuando se fundó en Chicago y donde rápidaRoberto Fernández
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a menudo deshistorizadas (o por lo menos ajenas a la consagración historiográfica convencional) que sin embargo también confluyen a construir una idea más compleja y diversificada de modernidad, como cultura de la modernización que se desborda en la vida cotidiana mucho mas multitudinariamente que en el pensamiento académico o en el gusto de las élites del diseño. Entendemos aquí el concepto PM como aquel que alude a un entusiasmo singular sobre el progreso técnico unido a las habilidades de autosuficiencia pero que además pudieran conectarse con la posibilidad del éxito en una sociedad capitalista basada en la innovación tecnológica y el desarrollo competitivo de innumerables iniciativas. La revista PM –que a poco generó varias publicaciones complementarias o competidoras cuyos nombres transmiten claramente el espíritu de divulgación técnica: Popular Science2, The Family Handyman3 y American Woodworker4– desplegó secciones dedicadas a los autos y demás vehículos, al hogar y su tecnificación diversa vía gadgets e instalaciones, al exterior (desde los jardines hasta la vida outdoor) y a las novedades científicas y tecnológicas, contribuyendo siempre a instalar una mística del self-made-man capaz de efectuar sino descubrimientos, inventos o aplicaciones y desarrollos técnicos a la vez con la voluntad de forjar una especie de cultura técnica que por una parte
Imagen 1 Aspiradora Hoover 1950 (s-mediacache-akO)
mente alcanzó una tirada de 200000 copias, alcanzando el millón al fin de la II Guerra Mundial. Entre 1947 y 2010 se editó, desde México, una versión latinoamericana primero llamada Mecánica Popular y luego con el título americano. Actualmente continúa su edición en USA –perteneciendo al Grupo Hearst– y existen versiones asiáticas y africanas.
2 Popular Science es anterior a PM, ya que se edita desde 1872, siendo una de las pocas revistas existentes de semejante longevidad. Se interesó en difundir aplicaciones prácticas del cambio tecnológico y publicó artículos de Edison o Bell. En 1940 tiraba casi medio millón de copias y según pasó el tiempo tuvo diversos ejes de interés: en los 50 por ejemplo se dedicó a explicar cómo inventar cosas en casa, desde cohetes a lasers, en los 70 derivó a la energía solar y alternativas y en los 80 a la informática. Tiene una versión española desde 2008 y ahora alberga una sección llamada PPX, que efectúa predicciones de inventos por venir.
3 The Family Handyman –algo así como La familia artesana– empezó a publicarse en 1951 y se atribuyen ser pioneros en la temática DIY (do-it-yourself, hágalo usted mismo). La publicación que depués de varias manos cayó al grupo Reader´s Digest, se ocupa hasta hoy de atender la variopinta franja de artesanos domésticos. En Argentina, antes que esta publicación, surgió la revista Hobby, editada entre 1936 y 1975, que brindó 429 números y muchos libros temáticos sobre habilidades artesanales, desde la encuadernación hasta como construir un torno doméstico.
4 American Woodworker es una revista dedicada a los trabajos artesanales en madera y se edita desde 1983, con 166 números impresos. Esta clase de revista tuvo y tiene muchas variantes –otra conocida se llama Wood, publicada desde 1984– ya que se empalma con la tradición de autoconstrución del balloon-frame maderero y una parte sustantiva del DIY.
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adscribía a una ideología de aceptación del progreso cueste lo que cueste (lo que ayudó a establecer cierta cultura política tea party, proclive a entronizar el desarrollo armamentístico) y por otra, instalaba creencias en el hágalo usted mismo. La versión latinoamericana de Mecánica Popular se concentró especialmente en difundir la tecnificación de la vida hogareña. En los 40 y 50 la vida doméstica se sofisticó y automatizó como parte de la oferta de las grandes empresas que acaban de dedicarse a los armamentos en la segunda Guerra. Así la empresa Hoover muestra en 1950 su aspiradora hogareña (imagen 1) dentro de una vida amable y elegante o la General Electric el mismo año ofrece sus refrigeradoras también planteándose un nivel de consumo rayano en el alcance de felicidad automatizada (imagen 2). El imaginario popular será también en ese emblemático año 1950 potenciado desde los magazines divulgativos como el mencionado Popular Science. Mechanics and Handicraft (que ya desde su título une ciencia y artesanato, investigación científica y realización de hobbies) que ofrece, sumado al paisaje técnico de la casa mecanizada, el aporte de una pieza singular para afianzar la movilidad y la suburbanidad como se reporta con la difusión del nuevo autómovil Packard (imagen 3). La cultura de la Popular Mechanics, en ese sentido, quedó caracterizada por cierto sesgo de democracia salvífica, según la cuál resultaba posible devenir inventor, todo lo que instituyó por así decirlo, la mística y picaresca del self
Imagen 2 Refrigerador GE 1950 (36.media.tumblr)
made man a la caza de una novedad de consagración definitiva que implicara pasar del plano de aficionado bricoleur al de empresario o al menos, alguien que pudiera negociar una patente. La novedad y confianza del futurismo tecnológico también se mostrará con la fantasía de vehículos voladores privados que afianzarían esta libertad de nuevo hombre urbano de trabajar en las cities y vivir en los suburbios como la difusión del helicóptero de uso privado para estacionar en el garaje de la casa que presenta un número de Popular Mechanics de 1951 (imagen 4). Sobre la propaganda ligada a fortalecer el ingenio del bricoleur doméstico esa revista abriría en 1944 una compañía en Chicago llamada Popular Mechanics Company que se ocupaba de editar y difundir masivamente manuales populares para la artesanía doméstica que denominaron Home Kinks (imagen 5). El furor del registro de invenciones a través de licencias que resguardaran la propiedad intelectual fue de una gran magnitud entre 1870 y 1920 y en algunos casos, mediante el análisis de archivos de patentes, pueden rastrearse los pasos evolutivos, casi darwinianos, del desarrollo de una nueva criatura técnica, como por caso, en el análisis de Roberto Fernández
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Imagen 3 Popular Science 1950 (modernmechanix)
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las diversas propuestas para el desarrollo de la bicicleta, como, en un grado intermedio de tal evolución, lo demuestra la patente registrada por un tal Lewis Burbank para un remociclo –un complejo aparato, ciertamente inestable–, en la que la energía motriz la proveía remos mecánicos accionados por los brazos, registrado en 1890. En un ensayo de Fernando Rosemberg5 se indica que la importancia de la figura del inventor en la obra de Arlt ha sido destacada oportunamente por la crítica. Para Beatriz Sarlo, la temporalidad del inventor es la del “batacazo”, que se opone a la temporalidad metódica del trabajo: “el triunfo del inventor proporciona, de un solo golpe, fama, mujeres y dinero”6. La vida cotidiana en la sociedad capitalista, presentada por Arlt como abrumadoramente monótona, pasaría, mediante la magia del invento, a ser mágica tanto al nivel de la producción (invento por iluminación) como del consumo (lujo). El caso de Roberto Arlt y su mirada de modernidad técnica, aún como sitúa Sarlo, desde su periferia, remite a la obsesión por un progreso individual asociado al golpe de fortuna propio del inventor aficionado en esa atesorada condición de artesano casero que popularizaban las revistas divulgativas y en su caso, además, se entrelaza es peculiaridad biográfica con parte de las temáticas que atravesarán sus obras, conjunción que en lo ficcional también aparece en los relatos misioneros de Horacio Quiroga, alrededor de personajes más bien sórdidos que procuraban obtener alcohol destilando cáscaras de naranja, en una módica metáfora del discurso progresista vinculado a la tecnificación de lo rural. Un documento fotográfico de 1919 muestra un grupo de cuatro personas en un campo (un piloto, un mecánico quizá y dos señores con chalecos de los que penden relojes y sombreros que parecen hermanos) alrededor de un objeto llamado Monowheel, una enorme rueda accionada por un motor delantero de hélice, dentro de la cual se instala el conductor en un asiento que gira en contrasentido dentro de la rueda y por tanto queda fijo. La rueda es metálica y delgada y está revestida con un filete de caucho y posee un par de pequeñas ruedas laterales retráctiles para estabilizar el vehículo detenido. Parece ser una típica invención de amateurs industriales, quizá ese par de señores que pueden regentear un pequeño taller en un pueblo del medio oeste. En la tapa del número de Mayo de 1932 de la antes citada revista Popular Science aparece, remitiendo a una nota interior inserta en la página 64, una rueda motriz tripulada por dos pilotos que están dentro de una ancha cubierta toda revestida en plástico y accionada por un motor trasero disimulado por un plano curvo que acoge la posición de los tripulantes. Podría uno aventurar aquí, un ciclo de 13 años que conecta una invención casi
5 Rosemberg, F., Geopolítica y subjetividad en Los siete locos y Los lanzallamas, ensayo en Ciberletras, 3, 2000, CUNY, Nueva York.
6 Sarlo, B., Una modernidad periférica. Buenos Aires 1920-1930, Nueva Visión, Buenos Aires, 1988. Roberto Fernández
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casera y local con su popularización técnica nacional y quizá su abordaje desde alguna empresa significativa, aunque por otro lado, sabemos que se trata de una experimento frustrado. Pero revela ese imaginario técnico asociado a iniciativas populares y salvíficas, del mismo modo que el fantástico pegamento plástico que Arlt imaginaba como invención alternativa a las medias de seda femeninas, suponía para el escritor que buscaba salvarse en la invención de algo novedoso, la tentativa de acceder a un estado afortunado. En este contexto es que debe insertarse la curiosa contribución que Siegfried Giedeon hará al exponer la modernidad técnica americana sino como contracara del despliegue de la modernidad racionalista de la arquitectura y el diseño europeo, más bien como explicación de un mundo técnico enteramente escindido del espíritu Werkbund, de fusión de artes académicas y ciencias empresarias que a Gideon no le interesa conectarlo con la evolución de la arquitectura. La aportación historiográfica que Giedeon hará de la modernidad técnica norteamericana en su escasamente difundido y poco valorado libro Mechanization takes command, que escribe en 1948 después de pasar una temporada en USA es por cierto marcadamente diferente de su best-seller de la historiografía arquitectónica, Space, Time and Architecture publicado en 1941. Mechanization será tardíamente traducido al español, tres décadas después de su aparición y Gili, que lo edita desde Barcelona, lo incluirá en una colección de libros llamada Tecnología y Sociedad que dirigirá Ignacio Paricio y cuyas cubiertas verdes la relacionan con los intereses ecologistas de los años 70. Imagen 4 Popular Mechanics 1950 (techblog. kjodle)
El asunto del libro de Giedeon, acerca de la megaindustrialización maquínica y automatizada de objetos y alimentos que se despliega en USA como una fase mucho más ambiciosa y compleja de revolución industrial, demás está decir que no tiene nada que ver con la green ideology y más bien explica los factores que han contribuido a un desarrollo tecnológico y económico de dispendio de energía y materia en que debe fundarse entender la crisis de sustentabilidad que comienza a desarrollarse desde los 90 hasta hoy. Los argumentos de Giedeon tratan de establecer una arqueología del automatismo, como un maridaje entre espíritu científico y desarrollo de una forma de producción
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basada en el montaje y entre los diversos antecedentes de ese pensamiento alude a las cerraduras de seguridad según matrices combinatorias inventadas por Linus Yale o a la codificación de las operaciones mecanizadas del telar propuestas por Charles Babbage, para unir esas expresiones de sistematización con el proceso de transformación maquínica de la agricultura mediante el uso del tractor y los dispositivos de siega, rastrillado, gavillado y sembrado alrededor de innovadores como McCormick. Así como la agricultura transforma y multiplica las tradicionales fuerzas biológicas de trabajo, producciones ancestrales como las del panificado devienen en una sistematización maquinada del amasado y la cocción por ejemplo alrededor de las propuestas de Graham. También el procesamiento tan antiguo de las carnes animales comestibles sufre cambios en su producción, desde el traslado animal y su concentración hasta los procedimientos de faenamiento y aprovechamiento múltiple de los diversos subproductos, incluyéndose los procesos de congelamiento para evitar la putrefacción y alcanzar rangos distantes de distribución. Giedeon analiza luego los desarrollos del mobiliario y los micro objetos de la habitabilidad, incluyendo la formación del gusto y los hábitos o la noción de confort para indagar en los procedimientos que pasan del artesanado a la industrialización en torno de las novedades presentadas en la Expo 51 así como el surgimiento y potenciación de subdestrezas en el campo de tal objetología, como el caso de los tapiceros. A Giedeon parece interesarle investigar cuestiones tales como la conversión de una silla en tanto objeto rígido convencional en una pieza anatómica-ergonómica reconsiderada según diversos mecanismos de movimiento, adaptación cor-
Imagen 5 Popular Mechanics Kinks 1945
poral y transformación de un objeto inerte en una contraparte de la dinámica corporal y de las exigencias técnicas por ejemplo, devenidas del oficinista que pasa su tiempo de trabajo sentado. Estos desarrollos se articulan según Giedeon, por ejemplo en el empresario Pullman, con el desarrollo y modernización de los medios de transporte colectivo, que también deben conjugar el imperativo del confort junto a su función esencial de desplazamiento. En la parte quinta de su estudio Giedeon se coloca en el análisis de cómo la mecanización llega a la vida hogareña por ejemplo en torno de la complejización de la cocción y la limpieza y el desarrollo de implementos como cocinas, lavavajillas, lavarropas, aspiradores y refrigeradores y el consecuente desarrollo de los ambientes técnicos de la vivienda, es decir cocinas y baños. En rigor como no podía ser de otra forma, el análisis de Giedeon permanentemente se nutre de las experiencias que mas conoció –es decir, las europeas– pero lo que postula el libro es que muchas de las tentativas de modernización formuladas Roberto Fernández
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artesanalmente desde la cultura europea, se magnifican, mecanizan e industrializan solo a través de las innovaciones técnicas y empresariales desplegadas en USA. Giedeon no lo menciona porque tal vez no alcanzó a conocerlo, pero de manera coetánea, la URSS de la década del 30 también veía concretadas novedades mecanizadas significativas en la producción de cereales, carnes o panificados y realizaba aportes que también referían a la conversión de cocinas y sanitarios en máquinas técnicas de alta sofisticación, proposiciones que empero discurrían fuera de los formatos empresariales privados y al margen de la difusión de estilos de consumo propagandizados desde los medios de comunicación e incluso del cine, como simulación de una ideal vida futura. Por fuera de tales desarrollos que encarnan en lo real, los procesos industriales más allá de su seducción teórica, ocurre además en la cultura Popular Mechanics que singularizamos en la USA de entreguerras y algo después de terminada la II Guerra Mundial una voluntad ideológica y política de fabricar, bajo el esquema de la producción industrial y el consumo modelado por las medias, objetos que mejoren la vida, objetos de confort que se manifestarán en propuestas específicas sobre nuevas nociones (maquínicas) de ciudad o de living machines en sus diversas instancias así como en la parafernalia transformadora de la ciudad y la vivienda, tales como los enseres domésticos más automatizados o los vehículos del transporte, en lo que destacará un doble interés en el aumento de la velocidad del transporte y de la autonomía del mismo (el desideratum consistirá en pensar modalidades individuales de transporte aéreo o acuático y subacuático) y más allá de ello la exploración del outer space y la ilusión de un hábitat enteramente independiente de los soportes de naturaleza, ilusión inconsistente puesto que no acertaba en la proposición de energías alternativas a las de base fósil . En el desarrollo de proyectos de arquitectura fuertemente basados en estrategias de experimentación destaca el caso de los trabajos de Richard Buckminster Fuller y en particular sus proyectos Dymaxion, aplicados a viviendas y vehículos. La expresión de Fuller mezclaba tres conceptos: Dy de dymension, Max de maximumm y Ion de tension, por lo cual la idea expresaría la generación de una dimensión proyectual de máxima tensión. La casa Dymaxion –de la que se hacen sólo tres prototipos: Barwise, Danbury y Wichita– se pensaba con un mástil del que colgaba una red de tensores que contenían las boxes mecánicas (como las dos bubbles sanitarias) y los cerramientos de placa de aluminio. Las casas fueron compradas por un aficionado que las adaptó y habitó por tres décadas y hace dos, fueron adquiridas por el Museo Ford que reconstruyó una con todo el material disponible, que se exhibe desde 2001. El nivel de investigaciones experimentales que Fuller desarrolló fue muy diverso, desde la posibilidad de utilizar la tecnología de estructuras metálicas laminares de los silos de granos (con este criterio proveyó de varios centenares de estas viviendas a la URSS 144 Anuario 2014 Arquitectura
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durante la II Guerra Mundial) hasta la intención de minimizar el uso de recursos sustentables como el agua para lo que desarrolló el sistema fogger por el que se suministraba agua mezclada con aire comprimido para el baño o el lavado, con lo que se ahorraba hasta un 90% del consumo convencional. Los trabajos de Fuller convergían y se superponían al de otros diseñadores-experimentadores como sobre todo, el caso de Wallace Neff (Lavadero de Vernon, 1944, concepto Air Form, etc.). El auto Dymaxion se desarrolló en 1933 con sólo dos prototipos y era un vehículo tipo tubo de 6 metros de largo, para 11 pasajeros y con tres ruedas una posterior que permitía el autogiro; propulsado por un motor Ford V8 tenía un consumo de 8 litros cada 100 kilómetros y alcanzaba la velocidad de 190 km/hora. El proyecto se abortó por un accidente en una prueba en que murieron los tripulantes y también según se dice, por la presión de bancos que veían al mismo como una propuesta que haría tambalear el mercado convencional sobre todo, de vehículos usados. Norman Foster –que trabajó junto a Fuller en sus años finales– reconstruyó recientemente el tercer y único activo auto Dymaxion. Pero Fuller no se restringió a sus propuestas de innovar en el auto y la casa –dimensiones estratégicas de los cambios culturales y técnicos que presencia la USA de los 40-60– sino que expandió sus visiones técnicas a proposiciones de nueva ciudad, empezando por sus cúpulas de clima artificial controlado del proyecto Hudson City, de 1942, que imaginaba unas cuantas de éstas salpicando el territorio neoyorquino, proyecto que culminó en el Manhattan Dome de 1960. Al mismo tiempo que diseñaba su Pavillon geodésico para la presencia de su país en la Expo Montreal del 67, Fuller presentaba su propuesta Triton City, en que exploraba la perspectiva de crear ciudades artificiales sobre el mar en un modelo que llamó floating community, islas artificiales en que se montaban construcciones ziguráticas parecidas al hábitat de Safdie desarrollado también para la Expo Montreal y que tenían un sustrato que preveía la fundación pero también una compleja infraestructura productiva destinada doblemente al mineral mining (o extracciones de recursos mineros y petroleros) y al fish farming (acuicultura) proyecto a la vez ambicioso e ingenuo, dadas las contradicciones entre ambos procesos productivos. La idea fulleriana ayudó si se quiere, al desarrollo disociado de lo que postulaba dado que luego se multiplicaron plataformas de explotación submarina de hidrocarburos, estaciones de piscicultura o islas habitables (desde las Lilypads de Vincent Caillebaut hasta el megabarco-ciudad flotante Freedomship, proyectos éstos que no alcanzaron a salir del papel) pero cada una de estas tres funciones que Fuller conjuntaba, resueltas por separado. El grupo Future Cities desarrollará en 1979 su propuesta Sea City 2000, que explícitamente refiere al antecedente de Triton City. En ese espíritu de intensa transformación Roberto Fernández
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técnica de territorios se sucederán diversas proposiciones como el desarrollo de un sistema Sealab –laboratorios submarinos pensados en cúpulas geodésicas– que se presenta en el anuario World of Tomorrow de 1974 imaginado para dos décadas más tarde o el proyecto Robots Superfarm 2020, difundido en 1979, como una completa artificialización de la producción agrícola en base a una total mecanización servo controlada en que los campos se pueblan de una torres artificiales que multiplican por 6 u 8 el suelo disponible (ideas que le interesarán más tarde al grupo holandés MVRVD), cápsulas plásticas para invernaderos, estaciones de transformación de los productos básicos cosechados y vías rápidas con vagones elevados que llevan la producción a las ciudades. La intensa mecanización del campo había empezado antes con la presentación de artefactos innovadores como el tractor AOS Deere, diseñado en 1938, no sólo como planta motriz sino como pieza de un sistema de diversos artefactos ensamblables para efectuar tareas como la siega o la siembra. Ken Burgle, ilustrador mediático para la divulgación científica, presenta en 1960 su proyecto Sea Life para la vida acuática que empalma con proposiciones propias de espectáculos science-fiction como Undersea Cities, un fantástico planteo submarino que en 1954 forma parte de una brochure llamada Out of Future. Design for the XX Century que fuera realizada para la compañía cinematográfica Fox. Y unos años más tarde, en 1984, se presentó el proyecto Sea Farm City que con el auspicio de universidades y la FAO, retomaba si se quiere, la vieja idea mexica de las chinampas, islas flotantes artificiales para acoger cultivos intensivos. A veces estas búsquedas de habitat urbano-productivos no convencionales iban más allá de intenciones de expansión de la productividad y se ligaban a criterios defensivos o hasta paranoicos en los que se solía pensar alternativas frente a desastres emergentes de nuevas y más devastadoras guerras: en el periódico Standard Montana se presentó por ejemplo, en 1942, una propuesta llamada Civilization Underground, una completa vida subterránea que ciertamente debe evocar los contemporáneos refugios subterráneos londinenses. La llamada guerra fría y el peligro rojo se convirtió en un tema que también abordaron las revistas de divulgación: en 1951 la revista Popular Science no sólo analizaba cuán buenas eran las armas rusas (o cuán destructivas) sino que además en el mismo número ofrecían las instrucciones para construir en el sótano de casa un foxhole –cueva de zorro– apto para resistir cualquier ataque (imagen 6). Estas características y proposiciones de la cultura Popular Mechanics afianzan la voluntad ideológica y técnica de expandir indefinidamente el way of life americano, orientado a una conquista de los mundos –tanto el propio que en ese entonces, estaba políticamente bi o tripolarizado– como los externos, temas éstos que impregnarán el imaginario de la science fiction hasta la actividad futurológica de la NASA pasando por los intereses de Walt Disney, a caballo entre la ficción multimediática y sus veleidades de developper, que 146 Anuario 2014 Arquitectura
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tempranamente concretó con la fundación en 1952 de la empresa WED (iniciales de su nombre) que debía dedicarse al desarrollo de emprendimientos urbanísticos e inmobiliarios y concretamente del parque de diversiones y el proyecto EPCOT. La oficina técnica de EPCOT se cruzó con otros creativos del mundo de las comunicaciones y ello dio curso a un maridaje entre realidad (montada para experimentar ficciones) y ficción (usada a veces como plataforma de experimentación proyectual de un modo equivalente a cómo funcionaba la science-fiction de futuros probables de Dick, Bradbury o Henlein). En 1984 EPCOT presenta un proyecto para una Farm of Future, que recoge la utopía poshumanista de una completa mecanización robótica de la producción junto a una intensa remodelación técnica del territorio. Que formaba parte de una suerte de investigación proyectual lo demuestra el hecho que un año antes, 1983, EPCOT había elaborado una propuesta futurible llamada Horizons en donde aparecían territorios agrícolas reorganizados según diversas máquinas de siembra y recolección atravesados por unos vehículos individuales todo-terreno (incluso voladores) armados con una carcasa metálica e impulsados por dos turbinas laterales. La seducción imagineril de diversas propuestas futuribles orientaba una estética, visible en los trabajos de EPCOT, pero que desde varios años antes dominaba cierto Ilustrating Art, una producción de viñetas utópicas al servicio de la divulgación periodística o de estrategias publicitarias como los trabajos que el artista gráfico Robert McCall presentó en 1968 bajo el rótulo Art of Future, en donde prevalecía la idea de enormes plataformas suspendidas que mezclaba el imaginario NASA de las estaciones
Imagen 6 Popular Science 1951 (3.bp.blogspot)
espaciales colonizadoras y el argumento de una invasión alienígena basada en una inmensa nave que solía mostrarse como una ominosa nube instalada sobre una gran ciudad a punto de ser conquistada. Curiosamente hay ilustraciones precisamente originadas en proyectos de NASA que más que referir a las posibilidades técnicas se concentra en intereses más propios de los imaginarios de la ficción, como la propuesta de unos Toroidal Spaces, investigaciones de ultrageometría propuestas por Donald Davis en 1970. Justamente una Toroidal City será proyectada en EPCOT en 1982, acentuando la curiosa alianza de intereses proyectuales de Roberto Fernández
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una agencia de investigación estatal y una productora de ficciones corporizadas, aunque una vez más debe destacarse la voluntad más urbanística que comunicacional que Disney adjudicaba a su proyecto EPCOT. El imaginario de la colonización del espacio es bien conocido en numerosos registros, entre técnicos y ficcionales, como lo demuestra el ejemplo de un proyecto llamado Lunar Colony, desarrollado por Ralph Johnson en 1969, que propone un juego entre una suerte de silos acupulados más un conjunto de construcciones subterráneas metidas dentro de las pequeñas elevaciones de la superficie lunar, todo ello conectado según una red de mega flexibles metálicos que fungen como conectores de energía cosas y personas. En 1957 Disney desarrolló su ficción animada Animals on Mars, donde mezcla en el rojizo y gaseoso paisaje marciano animales diseñados según criterios que llamaríamos orgánicos o aún aerodinámicos, cruzados con instalaciones humanas no tan diferentes en sus criterios formales. El concepto de los diversos mundos por dominar, sea en la posible vida aérea o la acuática e incluso las paranoicas experiencias subterráneas emergentes de la guerra y la utopía de los refugios nucleares familiares o colectivos se aunó con el despliegue de una compleja y diversa iconología asociada a la ficción de confianza en la técnica y su poder. El comic Ray Gun, que firman Metcalf&Maresca, publicado desde los 50, es uno de los laboratorios de imaginería de cosas y ambientes asociados a tales ideas de futuros cósmicos, todo ello sin embargo, cercano a una estética populista o aun kistch, en que destaca la importancia simbólica de las armas en continuo con el espíritu del western. El ilustrador Syd Mead, célebre con su imaginación asociada a la plasmación de nociones que devenían del desarrollo tecno-científico, tuvo una larga trayectoria de producción de escenas al servicio de la publicidad o el cine, como sus trabajos hechos para la acería US Steel bajo el nombre Art for US Steel (1960) o sus ilustraciones para el desarrollo de las locations del film Blade Runner (1989) en que presenta desde autos levitantes hasta unos trajes envolventes sensocorpóreos montados sobre un aparato monocíclico de movimiento. En el desarrollo de esta noción PM desplegada entre los años 20-60 que venimos proponiendo se observa en general una entusiasta apología de lo mecánico junto a los inicios de la vida eléctrica y lo electrónico todavía no existe pero está insinuado en el discurso utópico de diversas proposiciones. Hemos asimismo verificado cierta ejemplificación que pasa de las utopías territoriales, urbanas y del inner-outer space hasta ambientaciones proponedoras de cambios estéticos y funcionales en las formas de vida, intensamente transfiguradas por las ofertas de la mecanización técnica. Y así podemos arribar a la escala de los objetos dentro de lo cual una mirada central abordará cambios en la noción del confort íntimo y del espacio social familiar tecni148 Anuario 2014 Arquitectura
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ficado. La célebre imagen de Los Simpsons corriendo desde el auto que los transporta desde su trabajo o colegio para instalarse en su sillón frontal a la TV como una familia focalizada y aun conectada por lo que emite tal aparato fue anticipada por la serie que el ilustrador Carl Schridde preparó en sus viñetas publicitarias para Motorola (1961), en las que existe una sutil citación de referencias arquitectónicas (Wright, Rudolph, Neutra, Eames) pero todo revisado desde la reorganización focalizada del espacio social doméstico que instaurará el aparato televisivo. Es el momento del desarrollo de criterios de diseño en que las cocinas y los baños se piensan como laboratorios, de manera más técnicamente compleja que en las investigaciones más bien tipológicas de Alexander Klein para el existenzminimum de Ernst May en Frankfurt. La empresa Libby-Owens-Ford por ejemplo presenta en 1943 una llamada Kitchen of Future, repleta de objetos embutidos y sistematizados que ofrecen servicios técnicamente sofisticados a la producción culinaria doméstica tales como máquinas de amasado, balanzas, placas térmicas de tostado y cocción, alacenas y módulos de guardar accionados por pedales para tener manos libres en el trabajo, etc.. Curiosamente esta idea combinatoria o sistémica que termina por imaginar una enorme máquina productiva integrada se opone al mundo del gadget, es decir de un artefacto concreto y discreto para cada función, de modo que la modernización de la cocina y de la vida doméstica en general podría ser abordada desde una combinatoria de diversos artefactos más o menos estandarizados que provee el mercado y que cada consumidor va integrando a su escena doméstica (refrigeradores, lavavajillas, lavarropas, aparatos de cocción como cocinas y horno de microondas, aspiradoras, lustradoras, etc.). El gadget propondrá en lo que más tarde se llamará línea blanca, un posible armado de paisajes técnicos nuevos pero en los 40, las ideas de la empresa mencionada y otras imaginaba la cocina como un espectáculo integrado de modernidad técnica y alta sofisticación en la programación de las tareas basada en una noción prevalente de mecanización y automatización, lo que por entonces derivó en otras innovaciones como los bares mecánicos, las fonolas de música programada, las juke-box de entretenimiento lúdico, la modalidad de drive in en fast food y banking, etc., de todo lo cual algunas cosas sobrevivieron y otras no. Pero los 40 fueron fértiles tanto para la investigación de sistemas domésticos como del desarrollo de los gadgets, con innovaciones como la propuesta que el diseñador Samuel Marx hace para la publicidad de la empresa Admiral acerca del tema Future Radio: Marx predice en tal caso, en los 40, un artefacto que llama combinated, que dentro de un formato aerodinámico albergará la radio, una pantalla extráctil televisiva, un pasadiscos empotrado que se despliega cuando se usa, todo ello dentro de un volumen que contiene los dispositivos de grabación y amplificación. Roberto Fernández
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En 1960 la empresa Frigidaire presenta un modelo de refrigerador que llama Gemini 19 y que básicamente es una caja doble con un espacio de freezer con su propia puerta y otro de refrigerador. La publicidad del artefacto se hace con dos jóvenes amas de casa en minifalda, una en cada puerta y ambas embutidas en un casco transparente como los que aluden al imaginario de la astronáutica, lo que trata de sofisticar el discurso inovativo que proponía este nuevo gadget. Y unos pocos años más tarde, la firma GM propone un shopping car, cuya publicidad contiene una joven ama de casa también de minifalda acompañada de su pequeña hija, ambas embutiendo el carrito de las compras en el baúl del auto, cuyas formas coinciden exactamente y el carrito forma parte del auto. Es un pequeño auto utilitario, discreto y apto para una femineidad que ha mecanizado la cuestión del aprovisionamiento. El desarrollo del confort doméstico encuentra algunas resonancias en investigaciones orientadas a pensar proyectual y tecnológicamente de forma alternativa el objeto mismo de la vivienda como se podrá verificar por ejemplo en la Future Home desarrollada por la firma Monsanto en 1957 bajo la idea de una forma continua basada en los materiales plásticos y que recoge desde ambientes empresarios antiguas proposiciones como la Space House que había propuesto Frederick Kiesler en 1933, como una puesta en práctica para una expo de sus conceptos de endless. Se podría reconocer así una doble vertiente de la cultura PM en la escala de las viviendas: las de un concepto de forma continua que tiene que ver con la tecnología de plástico moldeable pero también con antecedentes de expresión formal ( como la estación de ómnibus de Cincinnati diseñada por Paul Cret en 1929 o el Chysler Pavillon que Raymond Loewy diseño para la Expo New York de 1939 y en general las popularizadas estéticas streamlined) así como otras variantes más interesadas en la casa como mecanismo o artefacto emergente de una lógica de producción industrial como se ejemplificaría en la célebre y difundida en muchos films, Chemosphere, diseñada por Joseph Lautner en 1960 en Los Ángeles o la Fairchild House que Georges Nelson construyera en Nueva York en 1941 para el empresario aeronáutico Sherman Fairchild, como una verdadera living machine entre medianeras o el concepto Storage wall (armarios como paredes) diseñado en 1943. El panorama innovativo relacionado con vehículos es singularmente relevante en el imaginario PM dado las características de oportunidad que presentaba esta clase de objetos tanto para referir a cambios en la vida metropolitana como para examinar posibles aplicaciones tecnológicas pasibles de engendrar negocios rentables. A menudo esas novedades eran presentadas por periódicos locales o nacionales, como la máquina voladora del Dr. C. Smith, un cilindro volador con alerones convexos superiores y una turbina posterior, que editará el San Francisco Call en 1896 o la serie de artefactos que presentará el Saint Paul Globe de Minnesota en 1897, incluyendo el tranvía volador de James Sleedon –un vehículo colgado de tres globos-dirigibles activados por una par de hélices–, la Flying Machine 150 Anuario 2014 Arquitectura
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de Johannssen –una compleja vela de la que pende una barquilla–, la nave voladora del Professor Wellner –que es un pequeño cilindro de metal que cuelga de un par de enormes turbinas paralelas– o el Balloom del Dr. Wells, casi un zeppelin. En otros casos los vehículos se proponían mezclar la novedad técnica con atractivos de parques de diversiones como la nave llamada Sky Toboggan que publicará en su tapa la revista divulgativa Science&Mechanics, en que es un banco basculante para 5 pasajeros metido dentro de un esqueleto transparente de metal impulsado por dos hélices motoras. En las páginas interiores el proyecto aparece adjudicado a Gene Austin, quién lo habría patentado en 1935 bajo el nombre de Sky Sled, Trineo del Cielo. En un ejemplar de Popular Science de 1934 se presenta un extraño artefacto llamado Twin Amphibian Car for Monorail que son dos vagones cilíndricos en paralelo que se montan en un rail elevado pero que además parece que pueden devenir en anfibios, siempre que exista también un rail submarino. Con propuestas de renovación de sistemas de transporte basados en rieles hay muchos antecedentes y en 1901 la revista Collier´s Weekly difunde la propuesta de un metro elevado que en ilustraciones casi naif rotuladas Leominster in the Future, de 1910, se reitera el tema del elevado en tal caso compitiendo el espacio aéreo con numerosas y diversas naves voladoras individuales. Una foto de 1911 muestra el invento de William Boyes, un vagón de unos 20 pasajeros montado sobre un riel apoyado en pilares a unos 4 metros de altura. Este tema concita buena parte de intereses divulgativos y proyectuales y hacia los 50 se propondrá un Robot Railroadway de funcionamiento completamente automatizado en base a servomecanismos que en este caso tiene la virtud de anticipar con bastante precisión los desarrollos de los trenes europeos de alta velocidad que activarán entre otras, la compañía alemana Siemens. La fantasía de convertir a los pequeños aviones en símiles aéreos de los automóviles no solo estimula a Wright a dibujar unos extraños platillos que sobrevuelan su Broadacre City sino que otros inventores propondrán en un artículo periodístico con predicciones de 1926, erigir cuatros edificios en torre cuyas estructuras fueran como patas de una mesa superior de 1400 pies cuadrados y una resistencia apta para soportar 30000 TM de carga que se presenta como un espacio aéreo de aparcamiento de pequeñas naves voladoras. El ingeniero Paul Waiwurm, de San Diego, difunde en 1930, su proyecto Cyclonic Rocket, un pequeño cohete para dos tripulantes impulsado por cuatro turbinas y Alex Sarantos presentará en 1943 el proyecto Tremulis, un pequeño helicóptero de uso privado. Douglas Rolfe publica en 1944 un aviso sobre sus propuestas de private planes, avioncitos ofrecidos como automóviles y Carl Renner diseña en 1945 un gyroscope car monoplaza para la General Motors –un pequeño vehículo fungible como auto y avión, haciendo volar si se quiere un auto, es decir lo inverso a lo que hará la fábrica alemana de aviones MessermisRoberto Fernández
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cht, una vez acabada y perdida la segunda guerra mundial, que convierte sus naves aéreas de guerra en una carlinga sin alas, nueva categoría de vehículos terrestres que la jerga popular conoció como ratones alemanes. En el mismo año de 1945 Alexis Lapteff presenta un Commuter Helycopter que en la publicidad respectiva muestra una familia tipo yendo en su helicóptero llevando sus niños en visita a la casa de los abuelos. Desde luego los vehículos terrestres –principalmente autos– devinieron en un frente principal de innovación y deseo, de cruce de desarrollos técnicos y empresariales con el montaje de un imaginario poderoso. Prototipos experimentales como el Alfa Romeo Castagna , de1913 o el Blizzer Benz de 1914, aparecen como bólidos o proyectiles aguzando su geometría para conseguir velocidad lo que decantará en proyectos ulteriores como el Martin de 1932 o el Adler de 1937 y de ellos toda una saga de desarrollos ligados al styling streamlined en qué destacaría su acuñador principal, Norman Bell-Geddes y luego diversas propuestas conceptuales como las de Louis Rackow con su Bubble-top car , de 1948 o desarrollos comerciales innovativos como el Maico Mobil de 1950, el Scoottacar de 1959, el Subaru 360 de 1958 o el diseño de Ron Arbib, Mono-Scoot , de 1965. Pero la inventiva colocada en nueva ingeniería de tránsito presentará otras diversas proposiciones: en 1950 la revista Science&Mechanics por ejemplo, presenta un fliying saucer –literalmente, plato volador, expresión popular que alude a naves extraterráqueas– para evitar la congestión del tránsito y en 1982 se difundirá el proyecto School on the Move, una inédita escuela colgada de un dirigible que podría localizarse, anclada temporalmente, donde fuera preciso. La imaginería asociada al automóvil deviene en un tema bastante central en el imaginario social norteamericano, tanto sea para acentuar las características de clase social de cada propietario como para coparticipar de la ideología de la exploración territorial, la vida familiar outdoor, el desplazamiento en caravanas o el inicio de asentamientos de viviendas semi-móviles en el caso de las roulottes suburbanas. Algunas viñetas publicitarias como el Hobby Pop Car ( 1950) –en que un auto magnificado es conducido en la planta superior por la ama de casa mientras que el señor está ocupado con tareas artesanales en su mesa de hobby de la planta baja de tal automóvil ficcional–, el Bossmovile (1958) –en que un empresario o mafioso , el boss o jefe, está tomando su whisky en un cómodo estar de madera en la parte posterior del vehículo– o el Skandinavia MK (1956) –en que una pareja despliega sus martini en la consola de refinada madera del auto que conducen despreocupadamente–. Dentro del significativo periodismo divulgativo y anticipativo de los mundos por venir, con su aportación de información genéricamente superficial y tendenciosa, asociada a cierto aventurerismo tecnoproyectual, destaca la célebre columna dominical sindicada de Arthur Radebaugh, Closer than we think, publicada en diversos periódicos como el Chicago 152 Anuario 2014 Arquitectura
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Tribune o el Star Weekly de Toronto entre 1958 y 1962. Radebaugh era publicista, ilustrador, artista de aerógrafo (hoy sería renderista) y también aficionado al industrial design y fue
Imagen 7 R. Rapson New Moon Trailer Mobile 1945 (cranbookkitchensink)
bautizado en las recientes retospectivas de sus trabajos como el Da Vinci del retrofuturismo y sus más de 200 viñetas fueron leídas o miradas por cerca de 20 millones de lectores por lo cual su impacto en el imaginario popular fue considerable. Si bien Radebaugh ocupaba habitualmente el sector de entretenimientos (como el Creálo o no, de Ripley) muchos de sus ensayos ilustrados pretendían ofrecer cierta información plausible. Artículos como The Sun House o Sunway Sedan se basaban en el procesado de cierta información sobre energías alternativas y se mencionaban declaraciones de James Zeder, ex presidente de Chrysler. Roberto Fernández
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En el artículo Quick change car colors se mencionaban informaciones provistas por Douglas Farder, ex vicepresidente de Ford, explicando la posibilidad de cambiar eletromagnéticamente el color de un auto solo por un dólar cincuenta, todas las veces que fuera necesario, incluso para combinar tal color con la vestimenta de la señora de la casa. Hospital in the Sky presentaba la idea de artefactos voladores a ponerse donde fuera necesario y Corner Grocemat aludía a propuestas de la empresa Clark para desarrollar núcleos de autoservicio de frutas y verduras para un self-service tipo drive in sobre islotes en las rutas. Factory Farms revelaba ideas de un tal W. Kock, de la firma Bendix, para desarrollar granjas automatizadas; el Disaster Vehicles era una mega todo terreno terratyres para ofrecer rescate en situaciones de emergencia; Highway to Russia develaba el proyecto del senador Magnusson para tender una ruta-túnel entre Wales en Alaska y Peyak en Siberia y Custom Grown Timber era la presentación de una tecnología Rayonier, susceptible de inyectar carbono 14 en los árboles a fin de acelerar la producción de celulosa. La forma aerodinámica (streamlined style) desarrollada por el autodidacta Bell Geddes y los intereses biomorficos basados en cientificismos elementales como el ajuste corporal (ergonomía) más el gusto futurista por lo neorgánico va a impregnar buena parte de la objetología PM, desde la arquitectura de cines de Charles Lee y los templos del espectáculo hasta la arquitectura del movimiento (stations car, terminales de transporte: de Greyhound hasta el aeropuerto de Saarinen); desde el endless de Frederick Kiesler hasta las Case Studies de John Entenza para su revista californiana Arts&Architecture y los modelos de Ellwood, Eames , Neutra y Koenig. Ralph Rapson, el arquitecto quizá más populista del grupo A&A –o el más utópico– iba a proyectar en 1945, una casa trailer que podía trasladarse en camiones y depositarse en cualquier lugar, anticipando el container (todavía no inventado) y tratando de convertir las precarias roulettes en alegoría de la libertad del american dream (imagen 7).
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Mecánica popular
Imaginarios del paisaje natural de Buenos Aires en el cine. Una cita con el misterio, la acechanza y la muerte
Luis del Valle
Naturaleza y Modernidad. La conversión de lo natural
Investigador del CAEU UAI donde dirige el
El proceso de secularización de la cultura verificado desde la finalización de las forma-
proyecto Los imaginarios arquitectónicos
ciones tradicionales en tanto despliegue del mundo moderno ha importado una serie de
y urbanos en la literatura y el cine. Buenos
transformaciones que atraviesan todos los niveles de la producción cultural y del pensa-
Aires: 1923-1973 (2014-5).
miento. La naturaleza, lo trascendente, el sujeto, el hábitat, la existencia, perdieron en ese proceso, como ya es sabido, su integración con una cosmovisión totalizadora y pasaron a convertirse, entre otras cosas, en una definición. La naturaleza, por ejemplo, perdió su condición de natural y se transformó en una interpretación, en una construcción cultural, en un concepto. La naturaleza dejó de ser eso natural y se convirtió en un concepto condicionado o modelado por el contexto histórico, por los sistemas de legitimación social, los marcos teóricos o ideológicos o una cierta ubicación espacio-temporal geoculturalmente situada. El fenómeno se encuentra entonces determinado por el entrecruzamiento entre su conceptualización, el marco de referencia de esa conceptualización y el proceso de transformación o de reinterpretación del propio concepto a lo largo del tiempo y del lugar. A partir de aquí tomamos una serie de cuatro cortes temporales que consideramos significativos ya que señalan cuatro momentos en los que se produjeron ciertas definiciones que se cuentan como antecedentes y fundamentos de las conceptualizaciones que nos interesan convocar en el marco del presente trabajo en torno a una interpretación del problema de la naturaleza. En un primer corte histórico, en la cultura humanista del ‘400 y del ‘500 y en lo que se considera los inicios de la modernidad, el tema de la naturaleza asumió distintas miradas. De acuerdo a una de esas interpretaciones, la naturaleza era considerada como una autoridad a la cual emular y aún superar, en tanto expresión de un ideal de armonía, de
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equilibrio y de belleza. La naturaleza como un ideal de armonía en virtud de un postulado de la existencia y dentro de la relación armónica y de reflejo entre macrocosmos y microcosmos.1 Una interpretación que se postulaba como una continuidad de las cosmovisiones tradicionales pero que también comenzaba a señalar el paulatino proceso de modernización y secularización cultural en tanto la obra del hombre ya no se encontraba integrada en una unidad indivisa con el mundo natural y trascendente sino que implicaba una representación de ese mundo natural. Una condición de representación que justamente ponía de manifiesto el estado de separación. Otra interpretación de los siglos XV y XVI fue la de la naturaleza como amenaza. Por fuera del cosmos humanista, de su orden ideal –representado por ejemplo por el jardín renacentista, por la racionalidad y equilibrio de su geometría trascendente o esotérica; por ciertos criterios de equilibrio y unidad que fundaban a la arquitectura o la pintura; o por las componentes del pensamiento filosófico neoplatónico o neopitagórico– existía toda una naturaleza que aparecía como una amenaza a ese orden ideal. La naturaleza desconocida, salvaje, incontrolada, cuyas fuerzas escapaban al control de lo racional o lo religioso, se presentaba como una amenaza, un riesgo o un temor, no escindido de ciertas componentes míticas. La naturaleza ya no era entonces un ideal armónico al cual asimilarse sino un peligro al cual conjurar. Una tercera interpretación en la época, fue la de la naturaleza como mito. La cultura europea había acumulado toda una serie de mitos paganos y cristianos respecto de la naturaleza, muy diferentes ellos, y expresados en relatos, tradiciones orales, grabados o emblemas: el mito de la naturaleza como fertilidad o prodigalidad, los mitos acerca de seres fabulosos o maravillosos que alimentaban las fantasías del europeo, o los mitos sobre espacios o ámbitos vinculados a los saberes herméticos o esotéricos. En la época, el mito constituía una forma de conocimiento alternativo y a la vez complementario del pensamiento racional y científico, e importaba un modo de abordaje al conocimiento de los secretos que guardaba la naturaleza, en el caso de los alquimistas, los maestros herbolarios, los médicos, los magos o los astrólogos. Por último, existía también una interpretación de la naturaleza entendida como un medio a ser explotado o dominado, la naturaleza como explotación o dominio de sus recursos. Una condición dada por el proceso de modernización cultural que se dirigía hacia una progresiva e ininterrumpida artificialización y antropización del ambiente. La ocupación del territorio, las obras de infraestructura tales como las canalizaciones o las técnicas de secado de áreas rurales para obtener mejoras en la explotación de los recursos físicos, o mismo el criterio de la perspectiva como sistema de organización
1 Entre muchos otros autores Foucault se ha referido a las condiciones de esta relación en el universo humanista a partir de lo que denominó como las cuatro similitudes, conveniencia, emulación, analogía y simpatía, en Foucault, M., La prosa del Mundo. Las palabras y las cosas. México. Siglo XXI. 1986. 156 Anuario 2014 Arquitectura
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de la visión, implicaron todo un arsenal de instrumentos destinados al control y la organización del medio natural. La naturaleza dejaba así en este primer clasicismo de ser una autoridad a la cual emular o integrarse armónicamente para pasar a ser un medio a ser dominado y explotado. Es entonces en estos inicios de la modernidad que nos enfrentamos con una naturaleza culturizada, una naturaleza convertida en artificio, en construcción cultural, en concepto. Un segundo corte temporal es el que se va a producir en torno de la cultura del romanticismo y la filosofía de lo sublime como un aporte diferente al de las visiones clasicistas sobre la naturaleza, entre mediados del siglo XVIII y del XIX. El pensamiento de lo sublime, acuñado por Burke2, postuló un criterio alternativo al de la naturaleza clásica de origen platónico y aristotélico. Allí la naturaleza no aparecía bajo una concepción de armonía o de equilibrio sino como el despliegue de todas sus fuerzas liberadas, de su potencia incontenible, de su poder sobrecogedor que escapaba a todo intento de control. La naturaleza como fuerza desatada, como dimensión infinita, como presencia abrumadora que sume al sujeto en una contemplación consternada o meditativa. También una naturaleza que se postulaba como generadora de inquietud, incertidumbre, misterio, amenaza u horror. En los relatos de Addison, de Thomson o de Warton, en la primera mitad del siglo XVIII, o posteriormente en el caso de la novela gótica, se describen paisajes agrestes o solitarios, propensos para las narraciones fantásticas. O como en las pinturas de Friedrich, de Stubbs o previamente de Ruysdael, en las que la naturaleza golpea, trastorna, violenta o arrastra al espíritu. La naturaleza nos muestra esa cara asociada al sobrecogimiento, al misterio, la angustia o el terror, todos ellos convertidos ahora en el ejercicio de un goce estético. La naturaleza no será ajena aquí a la conversión de la belleza en estética. No se conocerán ya los secretos o las cualidades de la naturaleza por la razón o el logos, sino por la impresión exacerbada o trémula de los sentidos. Conocer la naturaleza, desentrañar sus misterios, arrojarse en ella como en el medio exuberante de la frondosa espesura o en el de la infinitud desesperanzadora del desierto, va a ser a partir de entonces parte de una experiencia sensorial que atraviesa a la existencia de una nueva inspiración. No existe encanto, consenso ni empatía armónica con la naturaleza en el sujeto sino un asombro maravilloso, una inquietud ineluctable, angustia u horror. Ya entrado el siglo XIX el Romanticismo colocará a la naturaleza en el campo para el ejercicio de una crítica a la sociedad del momento. El entorno de lo natural será visto como el destino para un escape, un refugio o como la recuperación de una supuesta arcadia perdida frente al
2 Burke, Edmund. Indagación filosófica sobre el origen de nuestras ideas acerca de lo sublime y lo bello. Madrid. La Balsa de la Medusa. 1992.
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incipiente proceso de artificialización y de tecnificación de la cultura y de la existencia. La mirada romántica será entonces la de una naturaleza teñida de nostalgia o de un sentimiento sobrecogido por una unidad o un paraíso perdido; ante el avance de los medios de la tecnificación la naturaleza cumplirá con una doble acción: por un lado una invocación, la de ser un refugio ante los males de la técnica moderna, por el otro, una evocación, la de un pasado idealizado. En uno y otro caso se trata de una naturaleza virginal, incontaminada, también consoladora. Pero esta forma nostálgica o evocativa de la crítica no fue la única en ejercerse. El Frankenstein de Mary Shelley es otra forma de la crítica a un mundo en el cual el científico o la técnica no sólo han pretendido sustituir a dios sino que también sus acciones se han dirigido a modificar el orden natural de las cosas, acerca de lo natural que debiera ser la existencia o la creación de la vida. En la primera mitad del siglo XIX podríamos situar un tercer corte histórico en referencia a la dimensión hylética de la naturaleza de Von Humboldt. Esta interpretación de Von Humboldt era claramente heredera de la filosofía de lo sublime en cuanto a sus componentes anticlásicas, pero además resulta significativa porque nos ubica en el contexto americano. El término hylético está asociado a la idea de material, pero en la fenomenología de Husserl3 posee connotaciones vinculadas a lo sensual, a la exaltación de los sentidos o a las sensaciones primarias de las vivencias. Estas ideas de la sensualidad o de la exacerbación de lo sensorial fueron vinculadas en distintos momentos a la naturaleza americana. La naturaleza americana como sinónimo de sensualidad, exuberancia, profusión o dimensión dionisíaca que potenciaban lo sensorial, los estímulos emotivos o el erotismo estuvo siempre presente en la interpretación europea de nuestro continente. La cultura europea trasladaba así sus propios imaginarios, tradiciones y mitos –desde las Leyendas de San Brandán, los inicios de la conquista, y la Utopía de Moro hasta Von Humboldt– a la realidad americana, a su interpretación de la naturaleza que allí había encontrado. Desde los inicios de su intersección con América y en contrastación con su propia naturaleza y con su idea de lo que es lo conocido, Europa ha depositado en el universo natural americano sus nociones sobre lo oculto, el misterio o lo secreto; una identificación casi lineal entre exuberancia, sensualidad y misterio. Pero también la naturaleza americana aparecía vinculada a lo exótico, ya que desde aquellos momentos originales y a lo largo de toda su modernidad, la cultura europea se encaraba con lo americano como descubrimiento de lo otro, no sólo de lo no europeo, sino de lo no conocido, de una alteridad diferente a otras de las cuales ya tenían registros.4
3 Husserl, Edmund. Problemas Fundamentales de la Fenomenología. Madrid. Alianza 1994. 4 Respecto de lo exótico, puede decirse que la cultura europea ya tenía en el momento de su des158 Anuario 2014 Arquitectura
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Lo exótico como algo que está por fuera, pero que puede y va a ser absorbido, apropiado y administrado por el mundo colonial europeo. Significativamente estas visiones
Imagen 1 Pio Collivadino La Hora del Almuerzo 1903 (mnba.gob.ar)
europeas de exuberancia, sensualidad, erotismo, misterio o exotismo van a incidir y pervivir en las propias interpretaciones locales acerca de nuestra naturaleza americana. cubrimiento de América vastos conocimientos de otras culturas o civilizaciones no europeas, como las del norte de África, Cercano Oriente, China o Japón. Pero es su encuentro con las civilizaciones preexistentes en nuestro continente lo que la va a enfrentar verdaderamente con la idea de “lo otro” como lo no conocido, más allá de los relatos o leyendas acerca de sus conocimientos de estas tierras previos a Colón.
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Por último, como cuarto momento significativo, en los años ’40 y ’50 se producen en Buenos Aires nuevas expansiones hacia el suburbio. Una de ellas se dirigirá hacia la zona norte del Gran Buenos Aires, desde el partido de Vicente López hasta el de Tigre. En esa época, familias de clase media y media baja –profesionales jóvenes, comerciantes, empleados– migran hacia esos partidos de la zona norte en los que las condiciones del habitar proponían ciertas cualidades alternativas al de la centralidad y la densidad de la metrópoli. Tejidos abiertos, convivencia con un mundo natural con menores niveles de intervención, otros modos de ocupación y de construcción del lugar o una percepción y consideración diferente del tiempo, se presentaban como atractivos para esas clases que migraban de la densidad metropolitana al suburbio. Pero esto no significaba necesariamente una operación de fuga o de escape hacia una ubicación con preponderancia de lo natural incontaminado en el sentido de una regresión o un estado anti o pre modernos. Este traslado estuvo acompañado por una previa extensión de la red ferroviaria, por la radicación de ciertas industrias –como en el caso de laboratorios o de empresas cinematográficas– y también por la localización de actividades destinadas al ocio, la recreación o la vida nocturna. No se trató entonces de una evasión nostálgica o antimoderna sino de una operación alternativa dentro del propio proceso moderno de artificialización del ambiente y del mundo natural. Una naturaleza que había dejado de ser natural para convertirse en paisaje. En estos cuatro cortes temporales –puestos como ejemplos entre otros posibles– se constata en cierta manera el proceso histórico por el cual el despliegue de lo moderno y su progresiva artificialización del ambiente estuvieron acompañados por la transformación de la naturaleza primero en un concepto, a partir de la caída de las cosmovisiones tradicionales y su sentido de unidad, y luego, a partir del siglo XVIII inicialmente con la pintura, en las ideas de paisaje. Una naturaleza que en la modernidad ya no es natural, ni en su origen o generación, ni en su crecimiento o desenvolvimiento, ni en muchas de sus cualidades ni en su relación con la existencia del sujeto, social o colectivo. Una naturaleza ya no solo dominada, explotada u operada, ya no sólo alterada o degradada o por todo esto transformada en artificio, sino también convertida en imagen. Una imagen de sí misma pero además en una imagen de las necesidades de representación social, política o cultural de ciertos grupos o ciertos agentes. La mirada saca a la naturaleza de su medio habitual, y los imaginarios sociales o culturales nunca son neutros o meramente descriptivos. Tomado un determinado fenómeno u objeto, o una imagen, los imaginarios no proceden tan solo a describirla o presentarla, sino que importan una manipulación y una interpretación de la misma. Proponen un encuadre, una intención, una transformación, un movimiento o un pasaje de esa imagen inicial, el pasaje de imagen a imaginario. 160 Anuario 2014 Arquitectura
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Los imaginarios son producto o responden a ciertos sistemas de valoración y legitimación –sociales, políticos, filosóficos, culturales– y son instrumento de una pene-
Imagen 2 Antonio Berni Manifestacion 1934 (3.bp. blogspot.com)
tración de tales sistemas de valoración en el cuerpo social. Pero a la vez los imaginarios no sólo responden a esos sistemas sino que también construyen por sí mismos otros sistemas de valor, poseen la capacidad de proponer y construir nuevos aparatos de codificación, de-
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Imagen 3 Horacio Cóppola Calle Corrientes 1930
codificación e interpretación, poniendo muchas veces en crisis aquellos sistemas de valor en los cuales se originaron. Además de proponer un encuadre, tienen la capacidad, cuando se trata de una relación tensa o crítica entre imagen e imaginario, de exponer o exhibir –en tanto denuncia– las contradicciones, falencias, ausencias, misterios u opacidades de un determinado contexto. Dentro de las disciplinas artísticas, y como campos que operan con la imagen, la literatura, la pintura, las artes plásticas, el cine, la fotografía, han desplegado esa capacidad para presentar y construir imaginarios. Operaciones que pueden ser de afirmación, legitimación, crítica, denuncia o proposición. Dan cuenta de una realidad pero también, y principalmente, pueden construir otra realidad tan real como la primera. Si la realidad es un problema de construcción y de interpretación, los imaginarios contribuyen a esa construcción e interpretación. Son una parte necesaria para justamente expandir los alcances de eso real, creando nuevas nociones de sentido, anticipaciones, prefiguraciones, actuando en un universo simbólico e intangible pero tan real como el mundo de lo material. Buenos Aires
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no es tan solo esa realidad física que conocemos sino también todos los imaginarios que la atraviesan y la conforman como hecho tangible e intangible; imaginarios propuestos desde la literatura de Borges, Arlt, Girondo, Fernández, Mallea, Marechal, Piglia, la pintura de Collivadino (imagen 1), Martín, Xul Solar, Berni (imagen 2), Aizemberg, March o Seguí, la fotografía de los consabidos Stern, Heinrich y Cóppola (imagen 3), o el cine de Soffici, Christensen, Land, Ferreyra, Ayala, Kohn o Spiner.
La muerte flota en el río En La muerte flota en el río, película de Augusto Vatteone de 1956 el relato transcurre entre la Buenos Aires metropolitana de los años ‘50 y los suburbios hacia la zona norte ubicados en el partido de Tigre y el Delta del Paraná. Una banda de contrabandistas opera en la ciudad, que presenta todas las características de la metrópoli del siglo XX: densidad, concentración, contradicción, dispersión, tensión, masividad, dinamismo, multiplicidad, movilidad, acumulación, saturación, heterogeneidad. Como una realidad, pero también como una imagen, contrastada con la alta artificialidad de la metrópoli se contrapone el espacio del Tigre y el Delta. El paisaje natural del Tigre aparece como el de una naturaleza exuberante, agreste, no contaminada, encarnada en la vegetación frondosa y en el río. En este paisaje lo natural resulta hegemónico, con intervenciones mínimas del mundo artificial: el rancho o la casilla, el galpón, la embarcación. En primer lugar, esa naturaleza se corresponde con la herencia de la ya mencionada tradición hylética en términos de su exuberancia y de una extensión que pareciera no tener límites. Los encuadres del film muestran una extensión infinita, sin accidentes ni adjetivaciones y con una omnipresencia de la vegetación y del agua que supera y domina a la presencia humana dentro de lo que se ha llamado la gran dimensión americana. Una naturaleza sin el orden de lo humano y que sigue sus propias leyes de orden, en la cual el sujeto aparece casi como un intruso y el habitante del lugar mantiene una relación que oscila entre el respeto y la subordinación a esa fuerza de lo natural, entre la integración y la lucha con ese medio físico. Bajo la mirada cultural, ese paisaje del Tigre no tiene nada de pintoresco. La naturaleza de ese paisaje no es la de la diversidad casual o la de la disposición alternativa y variada de elementos, la de la suspensión en el deleite, sino la de la fuerza, la omnipresencia y la contundencia de lo sublime, en donde el deleite ha sido sustituido por la fuerza. Y del mismo modo, la multiplicidad, la diversidad, el hormigueo nervioso y el caos de la metrópoli se hallan confrontados en las escenas del film con la contundencia de esos dos únicos elementos, agua y vegetación, en el peso y la gravedad dados por la fuerza de la macicidad de la vegetación y el vacío. Lo estética de lo sublime en su clara oposición Luis del Valle
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con la belleza clasicista, con un paisaje natural lejos ya de toda armonía, equilibrio o reconciliación. En su exuberancia y en lo agreste hay algo en esa naturaleza que se resiste a ser convertida en paisaje; allí la naturaleza guarda sus secretos. La película puede leerse en clave de presentar la polarización de esos dos términos, los confronta como dos mundos claramente opuestos: la absoluta artificialización de la metrópoli y la fuerza natural del Tigre. La densidad, el aglomeramiento, la intensificación de la vida nerviosa metropolitana, por un lado, y el vacío y la exacerbación de lo natural del delta, por otro. No obstante, también podría apreciarse el problema bajo otra mirada, la de una analogía entre ambos términos. Ya desde la tradición literaria del siglo XIX las relaciones entre ciudad y naturaleza no fueron escasas, por ejemplo en Alejandro Dumas o en Edgard Allan Poe, o en el cine norteamericano de los años ‘50. Refiriéndose a esos antecedentes literarios, Benjamín señala esta relación en Los Mohicanos de París, de Dumas, o en Les Mysteries de París, de Eugène Sue5 en las que la ciudad es vista como una selva prodigio en aventuras y peligros. La poesía del terror, de la que están llenas los bosques americanos en los que tribus enemigas se encuentran en el sendero de la guerra, esa poesía que tan bien le viene a Cooper, se adecua exactamente hasta en los mínimos detalles a la vida parisina. Los transeúntes, los comercios, los coches de alquiler ó un hombre que se apoya en una ventana, todo ello interesaba a las gentes de la guardia de corps de Peyrades tan ardientemente como un tronco de árbol, una guarida de castor, una roca, una piel de búfalo, una canoa inmóvil ó una hoja que se mueve interesan al lector de Cooper. 6 También en el cine esas identificaciones entre lo salvaje o lo agreste de la ciudad y la naturaleza fueron frecuentes, en el Fritz Lang de Mientras Nueva York Duerme o en Mientras la ciudad duerme Imagen 4 Raymond Chandler El Largo Adios
–The asphalt jungle– de John Huston. Cuando la mirada arranca a la naturaleza de su dimensión habitual produce una extensión o una ampliación de sus significaciones, resucita la experiencia y transforma lo conocido en desconocido. En La muerte flota en el río la naturaleza del Tigre sufre un extra-
5 Benjamín, Walter. Poesía y capitalismo. Iluminaciones II. Taurus-Aguilar. Bs. As. 1999. p.56. 6 Benjamín cita aquí a Balzac, refiriendo a la poesía del terror, en Benjamín, Walter. Poesía y capitalismo. Iluminaciones II. Obra Citada. p. 57.
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ñamiento o una transfiguración. Lo que en otras obras u otros imaginarios aparece como lugar del ocio, el esparcimiento o el placer de sumergirse en una recreación del paraíso, aquí, en este caso del género policial se convierte en escenario del delito, lo ominoso y la muerte. La banda de delincuentes oculta en la profundidad de la vegetación y de los meandros del Paraná su aguantadero y el depósito de los productos del contrabando. Como heredera de la estética de lo sublime, la naturaleza de La muerte flota en el río abandona toda condición de encantamiento o bienestar y es el lugar del crimen y del horror, de los manejos de la banda y de la crueldad y el cinismo de su jefe. La espesura de su vegetación y el laberinto de los canales favorecen y resguardan las acciones más ominosas. No solo ocultan el producto del robo sino que además desvanecen el asesinato de inocentes o de soplones o traidores. Si la densidad magmática y el heterogéneo fulgor de la metrópoli pueden ser el escenario de la amenaza, el misterio y la muerte –en Borges, Poe, Conan Doyle, Chandler (imagen 4) o Leblanc– también el crimen, el horror o la muerte pueden encontrar su espacialización y su lugar en un ámbito totalmente diferente, el del atronador silencio, la quietud y la homogeneidad del paisaje del delta. Ese silencio, quietud y homogeneidad del paisaje natural oculta y disuelve los actos más abominables, y no resulta neutro o inocente ya que representa para las víctimas la expresión del horror. Llegar allí, enfrentarse con su destino, se convierte en una experiencia transida por la angustia. La naturaleza ya no es el imaginario de la armonía, el bienestar o el solaz, sino el de la desesperación y la impunidad. Allí la naturaleza guarda sus secretos.
Los tallos amargos En esta película de Fernando Ayala de 1956 (imagen 5) vuelven a confrontarse los términos de naturaleza y artificio, y de centro y periferia, dentro del género policial o dramático. La metrópoli vuelve a mostrar, como en otros casos, su dimensión de plena artificialidad en su densidad, en lo masivo, en el dinamismo perpetuo, en el conflicto, en la vida nocturna, en la existencia nerviosa. Como contrapunto a la vida del centro está la del suburbio, en este caso en su extensión hacia el oeste de los años ‘40 y ‘50, más precisamente en Ituzaingó. El suburbio es la expresión de un mundo todavía agreste, con su tejido abierto, su baja densidad y su sociabilidad afable y solidaria; es el lugar de la familia, y de una cierta pureza del espíritu sustentada en la honestidad y la inocencia. Dos mundos contrapuestos que representan dos imaginarios y una identificación entre espacio y ética. La ciudad como lugar del conflicto, las pasiones, el engaño, la ambición, o ciertas formas marginales de la vida, y el suburbio como el hogar, el amor maternal y fraternal, la decencia y la mencionada inocencia; unas y otras características que en la película no están separadas de una connotación ética. Luis del Valle
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Más en este caso, la metrópoli también es el escenario de ciertos rasgos de la Buenos Aires moderna más propios de los años ‘50 y que hacen tanto a la trama del film como a una caracterización cultural de la época: la inmigración de refugiados por la segunda guerra, los medios masivos como el diario y el cine, el anonimato, y principalmente los cursos por correspondencia, tan en boga en el momento. Parte de esa nueva inmigración de la segunda posguerra está constituida de técnicos o profesionales de Europa Oriental, lo cual le otorga a la ciudad un sustrato social, étnico y cultural nuevo, diferente al de las inmigraciones anteriores, y con un nuevo pathos sobre sus espaldas. Y los cursos por correspondencia son parte de las nuevas características de lo moderno, vinculados con la ilusión de ascenso social, formas alternativas a la educación formal o la adquisición de nuevos oficios de manera masiva con vistas a una salida laboral rápida. Técnicos para un país que desde dos décadas atrás se ha industrializado, sustituidas importaciones y se encuentra a las puertas de lo que sería el ideal del desarrollismo. Más los cursos por correspondencia también encierran la amenaza de un engaño, de una estafa para con el incauto o ingenuo; engaño o estafa que sólo resulta posible o propia en el espacio de la cara oscura de la metrópoli. Esos cursos tienen también algo del anonimato que caracteriza a lo metropolitano, anonimato de la supuesta escuela que imparte el curso o del sujeto suspendido en la masividad indiferenciada, y de quien se aprovecha el protagonista de la película. En la densa artificialidad de la metrópoli se introduce una presencia simbólica o metafórica de la naturaleza referido a lo exótico. En la época, muchos clubes nocturnos o cabarets van a llevar el nombre de una referencia a la naturaleza en cuanto a sus componentes de exotismo: Pernambuco, Enamour, Caribe, Marabú7, El papagayo o El Paradise, en el caso de nuestra película. Referencias a sitios lejanos en donde las connotaciones o los imaginarios de exotismo, sensualidad, misterio, paraíso, erotismo y aún lujuria coinciden con esos mismos rasgos vinculados a la vida nocturna, al ocio, el vicio o a la existencia que llevan ciertos personajes marginales. Una porción o una sinécdoque de naturaleza convertida plenamente en artificio, en una referencia cultural, en la identificación más banal o cosificada o en el humor o la picardía, y que no solo se representaba en los nombres de los clubes nocturnos sino muchas veces en su ambientación interior, sobre todo en los radicados en los suburbios como Vicente López u Olivos: palmeras, paja, vegetación exuberante, timbales, bongós, personal de raza negra. Una alusión a la naturaleza no solo convertida en artificio sino también en
7 Algunos de estos lugares surgieron a fines de la década del ’40 y principios de la del ’50 como una forma de resignificación de los lugares del ocio y sus connotaciones con los escenarios exóticos; otros ya existían desde tiempo antes, como el Marabú, abierto en 1935.
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pastiche o en parte de la cultura popular.8 Esta naturaleza artificiosa, referida a lo exótico, lo sensual o el misterio se contrapone a su vez con la naturaleza del suburbio, a priori más natural, despojada de componentes artificiosas o vinculadas al ocio o al vicio, o convertida en un signo, una naturaleza real que en su autenticidad o veracidad importa un imaginario ético o de integridad. Pero esa naturaleza del suburbio guarda poco de natural en verdad. En muchos casos ha surgido como parte del propio proceso de artificialización del ambiente, muchas veces plantada por pioneros o los primeros vecinos, por quinteros de la zona; es una naturaleza que en cierto sentido será también una suerte de simulacro o de paisaje natural creado. Los terrenos aledaños al ferrocarril en el suburbio, las calles arboladas y con menos presencia de infraestructuras, los baldíos o los grandes espacios abiertos, el tejido abierto y las casa con jardín, en un ambiente de clase media y media baja, implican la construcción de ese paisaje entendido como mundo de mediaciones entre pervivencias de lo natural, la naturaleza creada o transformada y la cultura y sociabilidad de esas clases medias asentadas en los suburbios en los ‘40 y ‘50. Es, por último, el jardín, esa porción de naturaleza culturizada, el protagonista principal de la obra, lugar atravesado de diferentes significados o imaginarios. El jardín, al igual que otros ámbitos, deja en el film de ser un espacio para convertirse en un lugar. El espacio tiene una connotación y un significado más abstracto, impersonal o indefinido, en tanto que el lugar es espacio apropiado, es el ámbito que se construye a partir de los diferentes modos de apropiación, de ser cargado de contenidos simbólicos, de valores intangibles, cruzado de afectividad y de integración entre el ámbito, los sujetos y el
Imagen 5 Fernando Ayala Los Tallos Amargos 1956
universo de los objetos de la cultura.
8 Aquí los términos pastiche o cultura popular claramente no están tomado en un sentido peyorativo. Pastiche alude en este caso a su acepción de mezcla heterogénea y de reproducción a la manera de como en ciertas pinturas del arte italiano del siglo XIX; cultura popular se refiere a toda una serie de sustratos muy ricos y densos de manifestaciones que hacen a formas de la cultura no legitimadas por las autodenominadas elites, muchas veces existentes dentro del patrimonio intangible.
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En primer lugar, el jardín de Los tallos amargos es el lugar de la sociabilidad familiar entre el protagonista –el asesino– su madre y su hermana menor, y así mismo va a ser el lugar para el enamoramiento y el cortejo entre esa hermana y el hijo de la víctima. Allí se dan los protocolos de las relaciones intrafamiliares, ciertos rituales como el de la hora del té, y también la introducción del pretendiente y paulatina integración al entorno de la familia. Es este jardín en esa casa de Ituzaingó la representación de un recinto cerrado, protegido de los conflictos e incertidumbres del mundo exterior y de la ciudad densa. En cierto sentido es heredero del jardín medieval y humanista, de aquel hortus conclusus o jardín cerrado que representaba una porción del paraíso, a resguardo de las amenazas del mundo exterior. En aquellos jardines se daban las conversaciones entre las damas, los lances y los cortejos amorosos, ciertos rituales de la cotidianeidad. Como representación del paraíso cobijaban la inocencia, la pureza, la caballerosidad, el encantamiento y la virginidad de un ideal del origen, lo mismo que se ha traducido en el jardín de Los tallos amargos entre los miembros de la familia y entre los novios. Nada parece posible que fuera a alterar ese lugar de armonía, armonía entre las personas, en la existencia, en un futuro vislumbrable, entre la naturaleza y los hombres. La armonía natural que allí reina se corresponde con la armonía de la existencia y de lo familiar. Ese jardín es también representación de la fertilidad y la prodigalidad. La pareja contraerá matrimonio, tendrá hijos, y un futuro pródigo en felicidad y sueños compartidos. Una prodigalidad y fertilidad identificada con las de la tierra y la naturaleza. En las representaciones del Medioevo o en los emblemas de los siglos XV y XVI eran frecuentes las referencias a la fertilidad de la tierra y de la naturaleza, a la abundancia y al bienestar productos de una naturaleza pródiga en sus atributos. La lozanía de la tierra y de la joven pareja suponen las probabilidades de un futuro económico promisorio. El orden natural coincide con el orden de la existencia de las personas. La coincidencia entre orden natural y orden social o de la cultura no resultaba nueva y tenía numerosos y distintos antecedentes a través de la historia occidental. En las pinturas Sobre los beneficios del buen gobierno, de Ambrogio Lorenzetti a mediados del siglo XIV, en el pensamiento iluminista de Ledoux o de Rousseau en el XVIII, o en El Poema del Ángulo Recto, de Le Corbusier, a mitad del XX, se postula, en diferentes modos, esta coincidencia deseada entre orden natural y orden social en términos de una armonía o equilibrio. Al final, el jardín es el escenario de lo siniestro y de la muerte. Por la ambición, el protagonista mata a su socio y lo entierra en el jardín, accidentalmente junto con unas semillas que el hijo de la víctima le había enviado a su padre. La figura del jardín se transforma y representa entonces otro imaginario, el de lo siniestro. La presencia oculta y desconocida, para el resto de la familia del asesino, de la víctima allí enterrada produce 168 Anuario 2014 Arquitectura
Imaginarios del paisaje natural de Buenos Aires en el cine.
la condición de lo siniestro como presencia de lo inquietante, de lo horroroso o de una amenaza velada dentro de la normalidad de la cotidianeidad.9 Lo terrible o lo abyecto que por su proximidad familiar se torna más inquietante y crea un clima rarificado. El jardín pasa entonces a ser el recinto cerrado que guarda un misterio; ya no el lugar del encantamiento y la galantería juvenil protegida del mundo exterior sino un escenario invadido por el misterio, la inquietud, por un secreto imposible de revelar, que amenaza y atormenta al victimario en un estado de tensión entre el remordimiento y la autojustificación. El jardín se emparenta con el ideario de lo sublime y comparte con el film anterior las connotaciones que el concepto detenta respecto del peligro, la amenaza, el dolor o el horror, convirtiendo las obras a estas impresiones en una componente estética. Pero a diferencia de La muerte flota en el río, en donde lo sublime pertenece a un estado casi incontaminado y a la potencia y a la grandeza de la naturaleza, a lo exuberante o lo agreste, en Los tallos amargos es lo familiar y lo armónico del jardín –en sus términos clásicos– lo que se convierte en sublime e invoca una estética opuesta a la belleza clásica. Para reforzar la concepción sublime, en el momento de enterrar el cuerpo de la víctima, se desata una gran tormenta: toda la potencia de las fuerzas naturales desatada dramáticamente sobre el asesino, en un anticipo de su destino trágico pero también construyendo un modelo estético. La analogía es explícita: el dramatismo de la tormenta natural y la psiquis atormentada del protagonista. En Los tallos amargos lo sublime configura su modelo anticlásico desde una estética del misterio, el peligro o el crimen a la vez que desde esas fuerzas dramáticas y potentes liberadas por la naturaleza como anuncio de un presagio y como transfiguración del ideal armónico del jardín como recinto cerrado y protector del encantamiento familiar. Con sus claras diferencias, la naturaleza en ambos ejemplos es el escenario del misterio, la acechanza y la muerte. Desde nuestra perspectiva, el interés no radica en entender la modernidad como un momento y un espacio históricamente situado o un tiempo histórico en relación a otras temporalidades. Antes que eso planteamos un abordaje de la modernidad como un campo hermenéutico en relación a las diferentes, complejas y aporísticas estrategias de construir una mirada y un abordaje sobre algunas categorías tales como la historia, el tiempo, el lugar, la técnica, la forma o también sobre los modos de construir relatos o narraciones. Los imaginarios arquitectónicos, urbanos o culturales importan una doble incidencia. Por un lado alimentan y fertilizan el campo proyectual y del conocimiento de la
9 Tomamos aquí las definiciones y conceptualizaciones dadas por Freud para el término Unheimliche, lo siniestro. Freud, Sigmund. Obras Completas. Vol. VIII. Madrid. Biblioteca Nueva. 1974.
Luis del Valle
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arquitectura, dotándolo de nuevos contenidos y potenciando los saberes del proyectista desde una dimensión cultural más densa y compleja. Por el otro, propician el despliegue de una componente crítica que tiende a desestabilizar los saberes constituidos, las categorías dadas y los vectores de tipo pragmático o de una inmediatez autocomplacida del proyecto; denuncian o ponen en evidencia las contradicciones internas de lo proyectual y las articulaciones metabolizadas entre proyecto y contexto. Al decir de Foucault, de la risa que sacude, al leerlo, todo lo familiar al pensamiento.10 En el cine, y tan solo a través de dos de sus obras tomadas como ejemplo, se abren las probabilidades de otras formas de construcción de la mirada respecto de las relaciones entre proyecto y cultura. La imagen, manipulada, operada, interpretada, extrañada, se convierte en imaginario, y es desde los imaginarios que se interpelan ciertos modos de la producción cultural y su relación indócil con los sistemas de legitimación. En ese sentido, los alcances del proyecto y de la arquitectura y los de los roles del proyectista y del arquitecto no quedan circunscriptos al de una producción ensimismada en los alcances pragmáticos del profesionalismo o a los de una autonomía limitada por la invención o la creación subjetiva. El conocimiento y las prácticas proyectuales y arquitectónicas resultan enriquecidas cuando se inscriben dentro de una producción cultural que es historiable y situada. Forman parte de una constelación que construye articulaciones y vínculos entre diferentes materiales históricos y proyectuales, entre diferentes temporalidades –anacronismos, ucronías, prospectivas– entre diversos marcos teóricos, entre traslaciones, traducciones y desplazamientos, entre lo considerado central y marginal, entre los sistemas de legitimación y su contrastación o entre modos de producción material y simbólica. En las tensiones y aporías que se juegan en el armado cambiante de esta constelación se interpelan los alcances y las posibilidades de la arquitectura y del proyecto como disciplinas.
Referencia bibliográfica AA.VV. Cine Argentino. La otra historia. Buenos Aires. Ediciones Letrea Buena. 1994. Benjamín, Walter. Poesía y capitalismo. Iluminaciones II. Taurus-Aguilar. Bs. As. 1999. Burke, Edmund. Indagación filosófica sobre el origen de nuestras ideas acerca de lo sublime y lo bello. Madrid. La Balsa de la Medusa. 1992. España, Claudio (compilador). Cine Argentino.1933/1956: Industria y clasicismo. Buenos Aires. Fondo Nacional de las Artes. 1984.
10 Foucault, Michel. Las palabras y las cosas. Obra Citada. 170 Anuario 2014 Arquitectura
Imaginarios del paisaje natural de Buenos Aires en el cine.
Foucault, Michel. La prosa del Mundo. Las palabras y las cosas. México. Siglo XXI. 1986. Freud, Sigmund. Obras Completas. Vol. VIII. Madrid. Biblioteca Nueva. 1974. Husserl, Edmund. Problemas Fundamentales de la Fenomenología. Madrid. Alianza 1994. Peña, Fernando. Cien años de cine argentino. Buenos Aires. Biblos. 2012. Santamarina, Antonio y Heredero, Carlos. El Cine Negro. Barcelona. Paidós. 1996. Tirri, Néstor. El transeúnte inmóvil. La perspectiva urbana en el cine. Buenos Aires. Paidós. 2012.
Luis del Valle
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Lo tangible y lo intangible en la arquitectura de Smilan Radic
Emilio Farruggia
La materialidad
Director y Profesor de la Sede de Rosario de
Las cosas que analizamos de los arquitectos son las evidencias de un modo de proceder
la FA UAI. Dirige el proyecto de investiga-
contemporáneo que los alejan de representar las condiciones más elocuentes de la produc-
ción Relaciones entre proyecto, materia y
ción actual y dominante del proyecto. Este procedimiento al que nos referimos y concentra
construcción.
nuestro interés, muestra alteraciones de carácter tanto teórico como práctico, por cuanto vemos que la concepción material de la obra a presentar participa de la génesis de sus ideaciones y es parte principal de su imaginario. El arquitecto Smiljan Radic evoluciona su labor evaluando materialmente sus apreciaciones iniciales, involucrando lo tangible, la construcción, a sus iniciativas intangibles, esto es los sentidos que se conjeturan, emergen de la obra construida.
Pensamiento Las obras proyectadas y construidas por el arquitecto chileno Smiljan Radic muestran unas alteraciones en el procedimiento del proyecto en las que se observa que la concepción material participa de la génesis de sus ideaciones. Las definimos como alteraciones porque no se ajustan a las rutinas de un oficio proyectual neutro o débil o a la confianza de las estéticas más seguras y repetidas. Tampoco a las prácticas consagradas en las que primero se da el diseño y representación de la forma y el espacio y luego se recurre al proyecto de la materialidad y la técnica constructiva para su concreción. En el caso de Radic su pensamiento acerca del proyecto de la forma y la materia contradice nítidamente aquella separación y, los alcances de este pensamiento, se verifican tanto en el trabajo proyectual como en sus argumentaciones. Lo que tratamos de ver y
Emilio Farruggia
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mostrar es que esta materialidad ya está contenida en las palabras que acompañan el proyecto, y por esto mismo, no es la técnica constructiva que resuelve luego, a posteriori, una iniciativa proyectual sino que ello es una alquimia conceptual, una combinación elaborada, de la que la materialidad no puede ser sustraída. El concepto de materialidad que empleamos no está referido sólo a la proyección constructiva de la obra a ejecutar. La idea de materialidad que suscribimos es aquella que abarca también las cualidades del contexto y el propio tiempo en el que la obra se incluye y transforma. Por tratarse de cualidades, no se refieren solamente a datos físicos o estadísticos; la luz, el ruido, la temperatura, el viento, el ambiente, la topografía, los recursos materiales, técnicos y sociales son parte de la especulación material. Sin embargo, todo ello alcanza mayor significado proyectual, conjeturando la memoria y las emociones que se suponen serán obradas según la concepción material y la subjetividad del proyectista. En la presentación que Smiljan Radic hizo de su obra en BIArq, en el año 2010, anticipaba que escucharan datos blandos: historias, anécdota, casualidades, azar, biografía, posibilidades, amistades, e indica que sus proyectos avanzan según esos datos, los más alejados de una secuencia racional, de base objetiva, cuantificables, necesarios, sistémicos, a los que llama datos duros, con los que no ha podido familiarizarse. SR se declara a sí mismo desinteresado del diseño de la forma, cuando la forma se la trata como un lenguaje que, aunque propio, debe ser sostenido a través del tiempo: A mí me gusta hablar de las cosas que suceden o que me hubiera gustado que sucedieran pero a través de cosas físicas. Este es el rol de la materialidad, pero también cumple un rol social, un rol político, un rol de oportunidad, de saber qué material cuándo y dónde. Yo no soy un creador de forma, como esta gente que tiene una forma, que tiene un lenguaje y lo `puede seguir. Al revés me aburre bastante. Entonces el material es una vía de escape a este problema. (Smiljan Radic. Entrevista. Congreso Arquine 2012. Disponible youtube url gkV21ZN2QLc)
Y también agrega: En general los procesos constructivos son los más entretenidos. En ellos sí hay algo de innovar, más que de innovar de hacer lo justo y lo menos posible.
Y ante la pregunta sobre su interés sobre la innovación, dice lo siguiente: Nada. Poco. A mí me interesa más lo imaginario y hacer que la arquitectura tenga cierta atmósfera. Cuando la arquitectura tiene carácter y atmósfera se puede trabajar sobre ella. Y en esto está más cercana a la escenografía, a Tadeus Kantor, a ese tipo de problema. …Me interesa la arquitectura como un problema atmosférico
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Lo tangible y lo intangible en la arquitecura de Smilan Radic
más que como un objeto formal. Por eso la materialidad es importante, por todo lo que entrega como material, como condición social, como perfume, como todo.
Imagen 1 Smiljan Radic Restaurant Mestizo (static. diario.latercera.com)
Radic S. Entrevista. Congreso Arquine 2012.
Las relaciones entre las cosas de la Arquitectura de Smiljan Radic y las palabras que las explican, son las suficientes para componer la trama de los significados proyectuales que conducen su labor e interesan a nuestras indagaciones. En el momento que Radic involucra la materia con lo imaginario, recupera los materiales y las técnicas constructivas para ubicarlas en una dimensión artística. Las referencias a la memoria y lo imaginario están, como veremos, constantemente presente en las argumentaciones de sus proyectos, y con ello, la tecnología, esto es materiales, herramientas, técnicas y conocimiento no es, como dice, el lugar de la innovación o la exhibición, sino que responde a intereses proyectuales
Emilio Farruggia
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relacionadas a la permanencia de la obra, lo temporal y emocional, aquello no tangible que remite a la atmósfera que transfiere la materialidad.
Obras y proyectos Es el caso del restaurant El mestizo donde la gruesa pérgola de hormigón visto, crudo, pintado de negro conforma el espacio intermedio que da continuidad al parque y sus lagunas en los límites propios del restaurant y al que Radic llama un interior en el exterior. Sin embargo para conseguir el ambiente, o la atmosfera, que se propone en el proyecto, SR recurre no sólo al hormigón crudo sino también a grandes piezas de granitos de varias toneladas que puntualmente sostienen la pérgola (imagen 1). Dice Radic: estas piedras macizas son la estructura del edificio, son el soporte no sólo de sus cargas propias sino también de su imaginario, de su organización interna, y de la memoria que se tiene de él. El usuario asocia los granitos a la estructura formal del parque, a la intemperie, aunque su verdadera labor sea sostener una cubierta suspendida sobre uno de sus rincones. Radic. S. (2009). Entrevista por José Castillo. Revista Bomb 106.
Así dicho, el proyecto del restaurant participando de un parque y sus lagunas no está orientado a significar una forma edilicia que identifica un programa; en su lugar se interesa por construir un ambiente, siendo el ambiente la interpretación más específica del espacio con la que este pierde abstracción y se vuelve cosa física, se vuelve un proyecto de la intemperie. Las enormes piedras de granito y el hormigón visto construyen el significado, se ocupan de la dimensión subjetiva, el imaginario, que trasciende la finalidad. Esta relación entre entornos pensados o, mejor, subjetivados y los materiales como las rocas esculpidas, no es la única vez que se dan en las obras de SR. La casa Pite en la barranca, y también, el proceso de construcción de su parcela y casas de descanso cercano a Vilches contienen similares inquietudes (imágenes 2 y 3). La casa Pite es una edificación incorporada a la barranca marítima, rocosa y áspera. Su programa se fracciona en dos unidades que separan los momentos de la familia. La geometría ortogonal indica su presencia, el hormigón visto evita el contraste cromático y material y el vidrio aporta el reflejo del entorno marítimo. La losa del techo de la casa principal queda a ras del camino y ello fue la oportunidad de proponer un piso al visitante casual desde el cuál pueda aprovechar el horizonte del mar. La presencia de las piedras, singularmente tratadas, señala esta oportunidad y, con ello, la cubierta pasa a ser otro lugar, transitorio, intermedio, un mirador entre el borde rocoso y el mar.
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Lo tangible y lo intangible en la arquitecura de Smilan Radic
En un predio cercano a Vilches y a la cordillera, Chile, SR junto a su esposa, Marcela Correa, ha ido construyendo un lugar de retiro y descanso. Es una labor que ya lleva varios años y si bien se inició con una parcela de media hectárea hoy tiene 5 y se propone alcanzar las 8 hectáreas. Poblada con robles, vivió el proceso de modificar dos casas, luego demoler una de ellas, y finalmente construir una tercera nueva, la casa del ángulo recto. No sólo interesa poner atención en la construcción de estas viviendas sino en el plan seguido para construir este lugar. Pensado como refugio preservado por la distancia, al que sólo llegan caminos de tierra, Radic lo describe del siguiente modo: En un principio, el bosque de piedras servía de cantera para que Marcela pudiera trabajar en sus esculturas y aún conserva en parte esta función. Sin embargo las piedras servía para dar un tiempo al lugar, como si el terreno fuera
Imagen 2 Smiljan Radic Casa Pite
una hoja de papel y uno le pusiera pesos para que no se volara, para atarlo al lugar. Este año hemos hecho una primera prueba de tener un manto de hojas de roble con tonalidades anaranjadas sobre el suelo. Ahora el manto cubre un 95% del terreno y lo ideal es que dentro de diez años todo esté cubierto de hojas, con las piedras y los volúmenes que aparecen aquí y allá. Casi ocho Hectáreas. Conversación entre Smiljan Radic, Moisés Puente y Arquitectura-G.2014, Febrero 20. Arquitectura-G.
Las hojas, las piedras, los robles dan indicios materiales de lo que Radic llama atrapar el aire, la creación de una atmósfera, todo aquello que está más allá de lo visual, pero que están claramente sostenido en las cosas físicas. Las casas se ocupan de esto. La casa A deja libre la planta baja para que la intemperie la traspase casi como a un muelle cubierto y por el contrario su planta alta permite ver el entorno por pequeñas ventanas. La casa del ángulo recto es casi una envolvente continua de hormigón que obliga la mirada de sus habitantes hacia el interior y en la que el exterior se lo observa a través de conos direccionados (imagen 4).
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Imagen 3 Smiljan Radic Casa Pite
Esta conjunción de ambiente, o atmósfera, proyecto edilicio y cosas físicas extiende el concepto de materialidad más allá de la propia de la obra en cuestión, promoviendo así una diáspora de sentido no habitual. Desde nuestro punto de vista la obra de Radic no es sólo acción. Precisa de la palabra, del concepto y los argumentos que complican materialmente el proyecto. En el contexto de la pragmática que privilegia la linealidad racional de programa-función-espacio-forma-materia, sin decirlo, promueve una alteración teórica, que coloca en el inicio y dominando aquella conjunción, la atmosfera, las cosas físicas, que incluye diversas materialidades y proyecto edilicio.
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Lo tangible y lo intangible en la arquitecura de Smilan Radic
Las relaciones del edificio con su entorno son temas sobre los que SR se define
Imagen 4 Smiljan Radic Casa A
para cada caso y permite que incidan sobre su proyecto. Las palabras con las que caracteriza tanto el interior como el exterior y sus mutuas relaciones influencian y orientan la interpretación de sus proyectos. Estas palabras no son las habituales, no son las que al finalizar se buscan para explicar lo realizado sino que parecen iniciar y acompañar el camino proyectual. Con esto queremos decir que no son extrañas al proceso, posteriores, o simplemente descriptivas, por el contrario las palabras informan el proyecto y si se quiere son productivas, esto es, producen proyecto. Emilio Farruggia
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Radic se declara a sí mismo como un proyectista no interesado en el diseño de forma, y lo refiere a no sentirse consecuente con respetar estilos formales ni dominantes ni personales y en su lugar prefiere indagar en el problema y sobre todo en la construcción de la obra a pergeñar, es decir todo aquello que involucra el proceso y abre oportunidades inventivas a la singularidad de cada caso. Describiremos a continuación dos proyectos, uno construido, su casa particular en la ciudad de Santiago, la Casa CR, y el proyecto para el teatro Regional del Bio-bio, trabajo ganador del concurso Nacional convocado por el gobierno de la ciudad de Concepción, y cuya construcción comienza en este año 2015. El interés nuestro en reunir estos dos proyectos radica en la utilización de un material no habitual, inusual, las membranas, como envolventes de ambas edificaciones. En un caso emplea el concepto de carpa, en su casa, en otro, en el teatro, el de embalaje, y más allá de las diferentes analogías, la producción del proyecto se compromete con estas palabras. En ambos casos se trata de unas volumetrías sencillas, unos prismas simples, lo que lleva a pensar que todo el esfuerzo formal está dirigido a aquellas relaciones entre sentido y materialidad que Radic reabre en cada proyecto.
La casa CR La vivienda se encuentra ubicada en el barrio Pedro de Valdivia Norte, Providencia, Santiago de Chile, tradicionalmente de buenas y valiosas residencias. Para el caso de la casa CR el proyecto elimina aquella parte de la edificación existente que refiere a un momento anterior, a un estilo envejecido y deja en su lugar aquello que se muestra formalmente más neutro, su planta baja. Es así que la mansarda que cubría la planta alta fue suprimida y en su lugar se pensó construir una carpa. La planta baja que contiene los dormitorios, baños, cocina, comedor, mantiene su esquema murario y fue modificada en parte para dar lugar al programa de la nueva familia. Es así que se organiza en torno de una escalera ancha emplazada en el recinto de una cocina anterior y en el centro del edificio. Esta escalera así ubicada obliga a caminar a su alrededor y comunica con el subsuelo, reservado para un taller y una bodega, y con la planta alta cubierta con una doble membrana, un ámbito que ocupa todo el perímetro de la vivienda destinado a estar y en el que se ubica un juego de sillones, unas mesas, las bibliotecas, la música (imagen 5). Smiljan Radic lo cuenta de la siguiente manera: Para el piso superior trajimos una carpa confeccionada en Alemania en base a los modelos tridimensionales constructivos de la estructura que fue proyectada, calculada y construida en Chile. Las “paredes” están construidas con una doble
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membrana. La capa impermeable interior es de poliéster revestida en pvc y la exterior es una tela perforada y tramada –tipo mosquitero– del mismo material, color aluminio llamada Soltis (…...) la techumbre está confeccionada con la misma tela de la capa interior antes mencionada. Su sistema constructivo se basa en dos flotadores inflados con un pequeño comprensor de 100w que funciona de vez en cuando para regular la presión del aire modificada principalmente por los cambios de temperatura externos. Con este sistema el techo se mantiene autoportante lo que permite eliminar el uso de estructuras secundarias. Radic S. (2004). Ediciones ARQ. Serie obras, 18.
La estructura referida en esta ocasión fue diseñada junto al arquitecto estructural Sergio Rojo. Se trata de caños de acero soldados. Sobre ella se despliegan la cubierta y los cierres
Imagen 5 Smiljan Radic Casa CR (Windows Live)
laterales con las membranas indicadas. El lugar así construido adquiere una atmósfera particular que Radic lo piensa del siguiente modo. Dice: Esa sensación de “atrapar el aire” es dotarle de una cualidad que vaya más allá de lo visual. …En la planta alta de la casa CR se produce un color lechoso bajo las lonas blanquecinas que no existe en ninguna parte de la ciudad. En las fotografías parece como si el espacio estuviera mal retratado pero no es que la fotografía esté mal tomada, sino que el espacio tiene esa luz lechosa que hace que aparezca que hay algo que falta en la fotografía. Casi ocho Hectáreas. Conversación entre Smiljan Radic, Moisés Puente y Arquitectura-G.2014, Febrero 20. Arquitectura-G.
Esta cuestión, la creación de atmósfera es una cuestión sobre la que SR insiste y recurre en sus argumentaciones proyectuales. Ya lo vimos más arriba en relación a la Casa del Ángulo Recto y también se verá en el proyecto del teatro Regional del Bio-bio. El Arquitecto dice: Cuando los arquitectos hablan de este tema se refieren más bien a superficies o relaciones formales, pero no estoy seguro de que sean las relevantes cuando uno llega a un sitio, donde se producen cosas más intangibles y las más difíciles de lograr. Conversación con Smiljan Radic
Interesa recuperar estas argumentaciones por cuanto inscriptas en el interior del recorrido conceptual del autor ayudan a comprender el alcance emocional, finalmente estético, de las cosas físicas y materiales con las que proyecta su arquitectura SR.
Emilio Farruggia
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Imagen 6 Smiljan Radic Teatro del Bio-Bio (arquitectosdeconcepcion.cl)
Teatro Regional El Bio-Bio Construir un teatro regional en el Parque del Bicentenario de la ciudad de Concepción, Chile, forma parte de un plan de alcances urbanos, de carácter cultural, que encuentra en la construcción de este edificio su momento final. El sitio elegido es un tramo de la ribera del río Bio-bio, en el que ya se encuentra un conjunto de las esculturas, Memorial 27f, que recuerdan el terremoto del 27 de febrero del 2011, con trágicas consecuencias para la ciudad de Concepción. Por su parte el río Bio-bio al pasar frente a la Ciudad de Concepción alcanza un ancho de entre 1.500 a 2.000m. dando a estas riberas una impresión territorial significativa (imagen 6). La placa conmemorativa 27f es un espacio de 14.000m2 levantado 18 cts. del suelo, se apoya sobre el terreno en el borde del río como una superficie despejada de objetos, que permite amplia relación la ribera opuesta considerado como el soporte sobre el cual se organizan los monolitos conmemorativos, espacios de circulación,
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intervención de paisajismo e iluminación. Giuliano Pastorelli. 2014, Mayo29. Primer premio Concurso Memorial 27F en Concepción. 29 May 2014. Plataforma
Imagen 7 Smiljan Radic Teatro de Bio Bio (sttic. diario.latercera.com)
Arquitectura.
Varias interpretaciones se activan en el proyecto que Smiljan Radic junto a Eduardo Castillo propuso para el Teatro Regional. Acerca de las proyecciones urbanas que el edificio debiera atender explica lo siguiente: El contexto que nos interesa es la memoria de un territorio abstracto y específico. Por ejemplo, la realidad de las grandes estructuras industriales que funcionan como hitos de referencia arquitectónica en un paisaje como la ribera de un río, sin las cuales resultaría desolado e intrascendente. Primer Lugar Concurso Teatro Regional del Bio-Bio Smiljan Radic. Octubre 2011.Plataforma Arquitectura.
La lectura de la ribera, una vez más, entendida como lugar del recuerdo difuso de las cosas físicas que identifican estos espacios urbanos, esto es las instalaciones industriales o co-
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merciales que necesitan del río para su complementar sus actividades, es lo que privilegia el proyectista. Para él este edificio deberá recuperar esas percepciones y alejarse de pensar en un edificio ícono, sea institucional o espectacular y dominado por una fuerte tensión sobre el diseño de la forma. Es oportuno recordar que algunos de las iniciativas y los argumentos del proyecto del teatro regional pueden encontrarse varios años antes cuando Radic explica las razones de su proyecto ganador del Concurso del barrio Cívico de Concepción en el año 2002. Allí anticipa que los edificios públicos deben acompañar una imagen abierta, versátil y contemporánea de la gestión pública, en consecuencia su imagen cerrada e impermeable (oscura) debería transformarse de alguna manera en una estructura artificialmente abierta y permeable. (E. Castillo, S.Radic,R.Serpell, 2003). Marzo 2003. ARQ nº53 El teatro también es pensado de modo permeable, y la manera que este edificio llega al piso es similar a lo propuesto para los edificios que conforman el centro cívico. Las envolventes no llegan a la planta baja. Estas dejan las estructuras la vista y se libera a favor de la continuidad visual y circulatoria; el sistema de las estructuras queda expuesto y la luz atravesando la envolvente sostiene como premisa. Pensando en la ribera del río y en las instalaciones propias de estos sitios el autor dice: Nuestro teatro es el esqueleto posible de un teatro embalado. Ambas palabras, esqueleto embalado, no son sólo abstracciones metafóricas, sino que siendo ideas de su materialidad, estructura y envolvente, se verifican claramente en la concepción proyectual. El esqueleto posible alude a la estructura de hormigón armado visible que, a modo de andamiaje, acomoda las circulaciones metálicas y los divisorios de madera que limitan los ámbitos a utilizar. Se trata de retícula de vigas y columnas de sección cuadrada única, de 30cm.x30cm., constante y modulada en el espacio a 3,90x3, 90x3, 90. El teatro embalado alude a la envolvente, una cobertura de membrana PTFE blanca con la que se cubre todo el edificio, esto es tanto su cubierta como sus cuatro laterales (imagen 7). El edificio con más de 9.000m2 es un prisma de aproximadamente 100mx30m por 6 pisos de altura, acompaña la ribera sin interrumpir su recorrido aunque levemente girado. Se lo ubica separado unos 80 metros del conjunto escultórico y entre ambos se incluye un piso seco de asfalto denominado Arenas, destinado a distintas actividades culturales transitorias y a cielo abierto. La membrana envolvente de PTFE lo hace blanco de día y luminoso de noche. Su inclusión además de la percepción estética que identificará el edificio tiene varias ventajas. Entre ellas, se lava sólo con agua y no tiene costo de mantenimiento, se ha probado en condiciones climáticas muy adversas (zona de huracanes), es resistente al fuego y su instalación en el Teatro Regional, con 8.473 metros cuadrados de superficie a cubrir, se demorará menos de cuatro semanas. Finalmente su costo, es 150 dólares el metro cuadrado. 184 Anuario 2014 Arquitectura
Lo tangible y lo intangible en la arquitecura de Smilan Radic
La planta baja está delimitada por vidrieras. Su frente norte mira al Memorial27f y es por donde se dan los ingresos del público, los que se encuentran al inicio en sus dos
Imagen 8 Smiljan Radic Teatro del Bio Bio (arquitectosdeconcepcion.cl)
laterales. En el interior de esta planta sólo se encuentra los guardarropas y las escaleras que llevan al hall de ingreso a las dos salas. Ya en el foyer, como en el ingreso, las cosas no se modifican, y por lo tanto, las visuales hacia el exterior siguen presentes, la trama estructural domina la percepción del lugar, los materiales de piso y divisorios se repiten (imagen 8).
Conclusión Hemos recorrido parte de las obras de Smiljan Radic buscando conocer sus cualidades materiales y los procedimientos proyectuales aplicados. Hemos buscado evidenciar que tantos sus argumentos como sus proyectos obran una y otra vez los significados que derivan de las materializaciones asumidas y hemos podido comprobar que el arquitecto chileno confía la calidad de sus proyectos en la densidad de las relaciones entre materia y sentido.
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Al decir de Roberto Fernández se trata de una lógica proyectual, esto es un modo de producir el proyecto y abordar sus significados. Decimos que se verifican alteraciones teóricas porque se distancia del axioma disciplinar que privilegia el diseño de la forma y el espacio antes que su materialización. También se reconocen derivaciones estéticas que modifican el concepto de forma por cuanto cuestiona sus definiciones geométricas y figurativas y, en su lugar, apela a la percepción y subjetividad de sus particularidades sensibles y tangibles. Los proyectos y las obras descriptas cuando siguen la ruta de la materia, se preocupan por no remitir ni representar conceptuaciones anteriores, sean tipológicas, estilísticas o constructivas, y tampoco se perciben identificaciones cercanas ni predominio o verticalidades intelectuales que hagan del proyecto de arquitectura un código referencial y representacional. A nuestro entender se interesan por recuperar la naturaleza artística del proyecto y por esto mismo, buscan un lugar en la cultura, siendo sus operaciones proyectuales interrogantes y críticas de la experiencia reciente tanto de la profesión como de la disciplina. Vemos conformar una situación estética en la que se quiebra la sucesión estilística, sea posmodernista, minimalista o deconstructivista, y se evidencia un tiempo sin etapas, sin caducidad inminente, sin ansiedad por definir identidades de lugar y tiempo. Los intereses culturales que se resguardan siguiendo la percepción material del proyecto, valoran el concepto, el proceso, el estar y la geografía, y hacen de estos argumentos parte significativa de sus procedimientos. Por lo tanto decimos que se trata de unas vetas culturales que suceden en el ámbito propio de la actividad de la arquitectura, en este caso ocupada en presentar alteraciones evidentes a las rutinas proyectuales antes que representar la sincronía de un oficio y una estética recurrente.
Referencia bibliográfica Smiljan Radic Un ruido naranjo. BIArch Open Lectures. Enero del 2010. www.biarch.eu Entrevista 2012. 12º Congreso Internacional de Arquitectura Arquine. Youtube: url gKV21ZN2QLc Bomb nº 106. S. Radic. Entrevista by José Castillo. Winter 2009. Casi 8 Hectáreas. Conversación entre S. Radic, Moisés Puente ARQUITECTURAS-G. febrero 2014. www.arquitecturag.wordpress.com Arquitectos de Concepción. S. Radic. Teatro Regional del Bio Bio. www.arquitectosdeconcepción.ch . diciembre 2014. http://www.plataformaarquitectura.cl/ cl/02-61228/ primer-premio-concurso-memorial-27fen-concepcion.
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Lo tangible y lo intangible en la arquitecura de Smilan Radic