Quito DM, 13 de diciembre de 2019 Oficio No. P-PMV-213-2019 Señor Párroco P. Homero Fuentes, S.J. Parroquia La Dolorosa Presente. De mis consideraciones: LA IGLESIA DE LA DOLOROSA, PATRIMONIO MODERNO EN RIESGO En días pasados, hemos observado con gran preocupación que el edificio, Templo de La Dolorosa, una obra excepcional de Quito, está siendo intervenido en su fachada, con criterios técnicos que evidencian desconocimiento de las particularidades que hacen de este monumento escultóricoarquitectónico uno de los más importantes bienes a preservar en la ciudad, por lo que nos vemos en la necesidad de enfatizar sobre la gran importancia que tiene en el repertorio arquitectónico del país, en su memoria y en su cultura. El edificio, Templo de la Dolorosa de Quito, está ubicado en la zona norte de la ciudad y su autoría intelectual y diseño corresponden al arquitecto, Milton Barragán Dumet, ganador del primer premio en el concurso realizado para este fin. El arquitecto Barragán es uno de los principales exponentes de la arquitectura moderna y contemporánea de nuestro país, además, cuenta con una gran trayectoria como escultor; su obra ha sido publicada y difundida por todo el mundo. Es uno de los principales representantes de la arquitectura brutalista ecuatoriana y latinoamericana: el riguroso empleo del hormigón armado como sistema estructural y constructivo, sumado a su gran sentido escultórico y estético, lleva a considerar su producción como representativa y esencial en el compendio arquitectónico relevante de nuestro país. Es así como, el edificio del Templo de la Dolorosa y el edificio del Templo de la Patria constituyen los mejores ejemplos del estilo brutalista ecuatoriano y del movimiento moderno de la región. Entendiendo y acogiendo elementos tan importantes de nuestra ciudad, como el volcán Pichincha, que la cobija en gran parte de su extensión, así como la abrupta y característica geografía y topografía de la urbe, estas obras del arquitecto Barragán, se han convertido en íconos arquitectónicos y parte esencial de la memoria de los quiteños. Es preciso comprender, que estos edificios fueron diseñados considerando aspectos tan amplios como su adaptación al paisaje y tan específicos como detalles mínimos en sus procesos de construcción. Es por esto por lo que, hacer variaciones o alteraciones en sus volúmenes o emplazamientos, como modificar o reemplazar pequeños detalles como la ventanería, iluminación u otros, pueden alterar significativamente las obras, causando un daño al patrimonio construido.
En base a estas consideraciones, que nos atañen como arquitectos y también como ciudadanos conscientes de las riquezas arquitectónicas de nuestra ciudad, hemos visto con gran preocupación que se está alterando la fachada de uno de los volúmenes del edificio, Templo de La Dolorosa, de forma desatinada, que lejos de contribuir a resaltar sus excepcionales características de profundidad, juegos de luz y sombra y materialidad, perjudica su valor histórico, afectando así su calidad de manera integral. Instamos a Uds., de la manera más cordial, a realizar una consulta técnica, en primer término, con el autor del proyecto, que, estamos seguros, es el profesional más idóneo para resolver cualquier requerimiento de uso o problema que el edificio presente en la actualidad, o, en su defecto, con un cuerpo técnico conocedor del inmueble y su importancia, que pueda asesorar de mejor manera la realización de esta intervención, conservando intactos la esencia y el valor de la obra; frente a esta segunda alternativa, ponemos a su disposición nuestra capacidad de convocatoria y contingentes técnico y profesional para este propósito. El Colegio de Arquitectos del Ecuador, el Colegio de Arquitectos de Pichincha y el Do.co.mo.mo Ecuador (organización internacional encargada de la documentación y conservación de la arquitectura del movimiento moderno), levantamos una voz de alerta por esta intervención que podría causar un daño irreparable a uno de los más representativos edificios del período moderno en Quito, el Ecuador y la región y los invitamos a revisar su decisión y a trabajar juntos por la conservación de este monumento escultórico arquitectónico único e invaluable. Quedamos atentos a su respuesta y le saludamos cordialmente, reiterando nuestros sentimientos de alta consideración y estima.
Atentamente,
Arq. Pablo Moreira Viteri Presidente Colegio de Arquitectos del Ecuador Colegio de Arquitectos de Pichincha
Arq. María Samaniego Ponce Presidente Do.co.mo.mo Ecuador
c.c. Raul Codena, director del Instituto Metropolitano de Patrimonio. Joaquín Moscoso, director del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural. Rafael Carrasco, secretario de Territorio, Hábitat y Vivienda del Municipio del Distrito Metropolitano de Quito.