LA MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA SON LOS PILARES PARA LA DIGNIFICACION DE LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO INTERNO Hoy al conmemorar el Día de la DIGNIFICACION DE LAS VICTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO INTERNO, familiares de las víctimas, organizaciones del pueblo maya, colectivos y movimientos sociales y de derechos humanos, nos unimos una vez más, para recordar a todas aquellas víctimas del GENOCIDIO, para exigir al Estado justicia y recordar al Pueblo de Guatemala que la verdadera dignificación para las víctimas de las graves violaciones a los derechos humanos y delitos de lesa humanidad, ocurridas durante el conflicto armado interno y perpetradas por el Estado de Guatemala a través de sus fuerzas represoras, sólo se logrará cuando se JUZGUE y CASTIGUE a los responsables de las mismas, cuando se promueva la búsqueda y el esclarecimiento de la verdad para recuperar así la memoria histórica y garantizar que estos hechos no vuelvan a suceder. Como víctimas sobrevivientes del GENOCIDIO y de un pasado negro en la historia de nuestro país, consideramos que, en el marco del proceso de paz, fue una oportunidad histórica la creación e implementación de un Programa Nacional de Resarcimiento, bajo los principios de equidad, participación social incluyente y de respeto a la identidad cultural, orientando así a resarcir a las víctimas de la violencia y la violación a los derechos humanos durante el conflicto armado interno, sin embargo, han transcurrido aproximadamente seis años de su vigencia y el funcionamiento de este programa ha ido en detrimento de las víctimas y por el contrario se ha revictimizado su situación; cada vez, el PNR se aleja de los objetivos para los cuales fue creado. Es notoria una ausencia total especialmente, en cuanto a la participación del pueblo maya, no existe una atención integral hacia las mujeres de la violencia sexual durante el conflicto armado interno, se les niega el acceso al resarcimiento, imponiendo y exigiendo una serie de requerimientos legales. Vemos con suma preocupación cómo el PNR ha ido abandonando la aplicación de la política de resarcimiento colectivo integral, a un resarcimiento individual, que ha provocado desconfianza, competencia y divisionismo entre las mismas familias y comunidades, en virtud de que no existe una política clara, sistemática y pertinente en la atención colectiva. Además el PNR no adopta dentro de la aplicación de sus normas y funcionamientos los principios internacionales en materia de reparación por violaciones a los derechos humanos, es más, viola sus propias normas internas, provocando con ello confusión y desaliento para las victimas sobrevivientes de este conflicto. Hacemos énfasis en la falta de voluntad política y una responsabilidad moral del Estado hacia las mujeres sobrevivientes de la violación sexual. Son miles las mujeres que aún esperan ser reconocidas como víctimas de este crimen que violentó la dignidad de miles de mujeres: niñas, jóvenes y adultas, en su mayoría mayas y que a la fecha aun no han sido resarcidas.
En sí, el Programa Nacional de Resarcimiento debe reorientar sus objetivos en una forma conceptual, legal, estructural y operativa, con la intervención y consulta a las víctimas del conflicto armado interno, para que exista una verdadera reparación integral. Es inaceptable que la reparación sea asignada solo para unos y dejando a otros y otras fuera.
El Programa Nacional de Resarcimiento y el Estado como tal no ha asumido con responsabilidad la búsqueda de nuestros familiares en los cementerios clandestinos, ni ha logrado dignificar la memoria de todas nuestras víctimas, somos miles de personas quienes sobrevivimos del GENOCIDIO y de los tratos inhumanos, degradantes y crueles que necesitamos justicia y un resarcimiento integral.
ANTE ESTA SITUACIÓN LAS ORGANIZACIONES DEMANDAMOS: 1. Al Congreso de la República que apruebe con una posición clara, firme, efectiva y con las observaciones remitidas por las organizaciones de víctimas y de la sociedad civil, una ley del Programa Nacional de Resarcimiento, tomando en cuenta los lineamientos y estándares internacionales en materia de reparación por violaciones a los derechos humanos y delitos de lesa humanidad, que incluya el tema de los pueblos indígenas. 2. Que apruebe la iniciativa de ley 3590 para la creación de la Comisión de Búsqueda de personas víctimas de desaparición forzada. 3. Que se aprueben las propuestas de reformas a la ley de amparos y a la ley de antejuicios para que no se sigan obstaculizando los procesos legales contra los genocidas. 4. Que el PNR atienda a las víctimas de violencia y violación sexual cometidas durante el conflicto armado interno, dándoseles un tratamiento confidencial y especial. 5. Que el PNR amplié su vigencia y con un presupuesto acorde a un resarcimiento justo y digno para las víctimas, entendiendo que el conflicto armado interno tuvo una duración de 36 años. 6. Que el PNR retome y vea como una prioridad que las reparaciones deben ser de forma integral y no aislada, porque en la práctica se asumen como proyectos asistencialistas y no como un resarcimiento histórico para las víctimas del EAI. 7. Que cese la manipulación y utilización de las víctimas sobrevivientes, quienes son condicionadas a participar en eventos públicos convocados por el PNR, para que puedan acceder al resarcimiento y que tampoco sea politizado este programa. 8. Que también se tome en cuenta el cumplimiento del convenio 169 de la OIT y la Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos Indígenas, sobre todo lo referente a la consulta de los pueblos antes de iniciar cualquier medida administrativa que atente contra la dignidad de las víctimas y las comunidades indígenas. 9. Exigimos al gobierno de Guatemala la entrega de los planes militares para contribuir así a los procesos legales y al esclarecimiento de la verdad. PORQUE LA MEMORIA, LA VERDAD Y LA JUSTICIA SON GARANTIAS PARA QUE NO SE REPITAN LOS HECHOS DEL PASADO Guatemala, 24 de febrero 2011. COORDINACIÓN GENOCIDIO NUNCA MÁS COORDINACIÓN Y CONVERGENCIA NACIONAL MAYA WAQIB´KEJ
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