Javier H. Parada Justiniano
1. Resumen •
En el capítulo se comenta y profundiza la manera de contextualizar el problema de investigación planteado, mediante la integración de un marco teórico.
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Se detallan las actividades que un investigador lleva a cabo para tal efecto: detección, obtención y consulta de la literatura pertinente al problema de investigación, extracción y recopilación de la información de interés, y construcción del marco teórico.
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Se muestra el procedimiento para construir un marco teórico adecuado.
2. Introducción
El marco teórico se expresan las proposiciones teóricas más generales, los sistemas teóricos, las teorías especificas, las taxonómicas, los postulados, los supuestos, categorías y conceptos, que han de servir de referencia para ordenar la masa de los hechos concernientes al problema o problemas que son motivo de un estudio de investigación. Los hechos y fenómenos de la realidad constituyen la materia prima de la investigación, pero no basta con recogerlos, se necesita la orientación general que precisamente es proporcionada por el Marco Teórico.
3. Metodología La metodología utilizada fue la búsqueda a través de la World Wide Web o internet, utilizando las palabras claves Marco Teórico, Marco Conceptual, Resumen Marco Teorico. 4. Cuerpo
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¿Qué es el Marco Teórico? Es un compendio escrito de artículos, libros, revistas y otros documentos que describen el conocimiento sobre el problema de estudio (Acosta, 2008). Una vez planteado el problema de estudio, es decir, cuando ya se poseen objetivos y preguntas de investigación, y cuando además se ha evaluado su factibilidad, el siguiente paso consiste en sustentar teóricamente el estudio, etapa que algunos autores denominan elaboración del marco teórico (Acosta, 2008). Funciones del Marco Teórico (Hernandez, 2000) 1. Ayuda a prevenir errores que se han cometido en otros estudios. 2. Orienta sobre cómo habrá de realizarse el estudio. 3. Hace que el investigador para que se centre en su problema, para evitar. 4. Conduce el establecimiento de hipótesis o afirmaciones que más tarde habrán de someterse a prueba en la realidad. 5. Inspira nuevas líneas de investigación 6. Provee un marco de referencia para interpretar los resultado del estudio.
Procedimientos para construir el Marco Teórico (Hernandez, 2000) 1. Se ubicara la bibliografía especializada sobre el tema a estudiar. 2. Se recogerá la información de la literatura científica y de otros materiales, que pueda ser útiles en la investigación, se extraerá información relevante y actualizada. a. Hojas sueltas, libretas de apuntes o cuadernos de donde se organiza la información de acuerdo al nivel intelectual , experiencia y estilo. Técnica libre. b. Fichas bibliográficas, textuales, de comentarios, etc. 3. La literatura revisada nos puede revelar lo siguiente: Que existe una teoría Javier H. Parada Justiniano
Que hay varias teorías Que piezas y trozos de teorías con apoyo empírico. 4. Sobre la base de los elementos teóricos existentes y la literatura científica el investigador : a. Identifica: Las concepciones o enfoques existentes Leyes o categorías necesario b. Con la información organizada se tiene que ORGANIZAR Y SISTEMATIZAR: - Distinguiendo la información relevante de la que no lo es. - Distinguir la información nivel teórico e empírico. 5. Ahora corresponde determinar las categorías y conceptos del enfoque o concepción que tiene el investigador. 6. Finalmente se procede a elaborar la fundamentación teórica, y para su presentación se tendrá en cuenta lo siguiente: Presentar una síntesis de los resultados alcanzados en la revisión de la literatura científica relacionada con las variables de la investigación. Se presenta los aspectos de la teoría que van a ser empleados en el desarrollo de la investigación. Se considera los elementos novedosos que trata de investigar. Desde el punto de vista teórico. Tiene que sustentarse en: a. La teoría general (filosofía) y en el conocimiento teórico-científico. b. El conocimiento empírico del problema. Tiene que estar bien formado, es decir : - Su construcción guarda una lógica interna en si misma. - Mantener la lógica interna en el conjunto del proyecto, especialmente frete a la interrogante y
las variables del problema que se plantea.
DIFERENCIAS ENTRE MARCO TEORICO Y MARCO CONCEPTUAL
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El Marco Teórico propiamente tal, es un conjunto de proposiciones referidas al problema de investigación tomadas de una o más teorías existentes sobre el campo donde éste se ubica (por ejemplo, tomadas de teorías del aprendizaje), con las modificaciones que el investigador esté en condiciones o capacidad de introducirles. En este marco, que también contienen elementos propios de un marco conceptual y, que en todo caso, siempre debe contener los antecedentes que se tienen sobre el problema, las proposiciones suelen tener una mayor consistencia lógica, de tal modo que el problema resulta como derivado o deducido de ese conjunto conceptual. (Briones, 1992:35) El Marco Conceptual de un problema de investigación es, como lo indica su nombre, una elaboración conceptual del contexto en el cual se considera el problema. Está compuesto de referencias a sucesos y situaciones pertinentes, a resultados de investigación –incluye, por tanto, un marco de antecedentes, definiciones, supuestos, etc. Se podría decir que este marco es una especie de teorización, sin grandes pretensiones de consistencia lógica entre las proposiciones que la componen, aun si utiliza conceptos de alguna teoría existente. (Briones, 1992:36)
5. Conclusiones El marco teórico se construye incluyendo los resultados y las conclusiones a los que han llegado los estudios de muchas investigaciones, teorías, por eso nuestro problema de estudio no se limita a una investigación empírica y el marco teórico es una parte esencial a la hora de construir una tesis, proyecto o trabajo final de grado.
6. Referencia Bibliografía BERTHIER, Emmanuel Antonio. Cómo Construir un Marco Teórico. 1999. UNIVERSIDAD EN LINEA. Metodologías de la Investigación Científica. [en línea]. Documento electrónico en internet. 2010 [fecha de consulta: 19 de septiembre de 2010. Disponible en: <http://www.mistareas.com.ve/Marco_Teorico.html>. BRIONES, Guillermo, La Investigación Social y Educativa, SECAB, Colombia, 1992, pp 34-36. Javier H. Parada Justiniano
HERNANDEZ Sampier, R., FERNANDEZ CoLLADO, C. y BAPTISTA LuCIO, P., Metodología de la Investigación, McGraw Hill, México, 2000. ACOSTA Anny. Metodologias de la Investigacion Cientifica. 1989. pp: 717 - 724. CASTELLS Manuel. Movimientos Sociales Urbanos. 2008.
7. EJEMPLO (PARTE DE MARCO TEORICO) MARCO TEORICO DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES (Castells, 2008) En este proyecto se pretende elaborar textos escolares para el abordaje de los movimientos sociales latinoamericanos y de historia de movimientos regionales como los pueblos originarios y fábricas recuperadas, destinados a docentes y estudiantes de nivel medio y terciario. A nuestro entender, la pregunta principal que deberíamos formularnos sería cuál es la importancia y la trascendencia de estos movimientos sociales emergentes para la sociedad argentina y la región del Nahuel Huapi actual, en un país mayoritariamente urbano, con un desarrollo institucional importante. Estas experiencias no nos ofrecen -ni pretenden hacerlo- un modelo, sino una serie de enseñanzas que podríamos incorporar a nuestras perspectivas de lucha. ¿Por qué analizar y escribir sobre los movimientos sociales latinoamericanos? Si partimos de la premisa que los mismos han sido mal evaluados a partir de las miradas de investigadores/as sociales caracterizadas por un fuerte sesgo urbano e intelectualista, nuestra primera pregunta sería ésta: ¿Qué entendemos por movimientos sociales? Como la mayoría de los conceptos de las ciencias sociales el de movimientos sociales también tiene su historia. De utilización emergente en la década del sesenta, principalmente en la sociología, fue rápidamente incorporado en el léxico de las organizaciones políticas, ambientalistas y demás organizaciones progresistas. Ya en la década del noventa el concepto se convierta en parte de la jerga periodística de los medios de comunicación social. Baste como ejemplo: el proceso de la Revolución Sandinista (1979/1985) sus actores sociales principales era percibidos como guerrillas, movimientos políticos, etc. y no como movimientos sociales. Según Manuel Antonio Garretón “Los movimientos sociales pueden ser definidos como una acción colectiva con alguna estabilidad en el tiempo y algún grado de organización, orientados hacia el cambio o la conservación de la sociedad o alguna de sus esferas. La idea de los movimientos sociales tiende a fluctuar entre dos polos en la teoría social. Uno es la visión de los movimientos sociales como acción colectiva que responde a tensiones o contradicciones específicas en la sociedad y que se orienta a poner término a esa contradicción específica. El otro es el movimiento social como portador del sentido de la historia y como encarnación y principal agente del cambio social” (Garretón, 1996: 1). El autor profundiza estas diferencias con relación a las dimensiones que abordan: mientras que en una concepción se entiende al Movimiento Social como orientado hacia la problemática socio-histórica en una sociedad determinada, tanto en sus contradicciones como en los procesos de Javier H. Parada Justiniano
transformación, en la otra concepción, los movimientos sociales son los actores concretos orientados hacia metas específicas. Quizás ambas concepciones sean válidas y no excluyentes. “Los movimientos sociales, en general, siempre combinan la referencia a un cierto principio de globalidad con una referencia a una identidad particular. El grado de corporativismo y de orientación política varía para cada movimiento social. Esta referencia a un principio de acción debe distinguirse del nivel de orientación de la acción colectiva que podría estar conformado por las interacciones principales, el contexto organizacional, el marco institucional o las reglas del juego, y la problemática socio-histórica de la sociedad”. (Garretón, 1996). El historiador Waldo Ansaldi menciona a Luciano Gallino según el cual se puede definir un movimiento como social cuando en él aparecen “determinadas condiciones estructurales, sobre la base de clase, los objetivos propuestos, los valores y el quantum de adherentes, se constituyan tipos históricamente determinados”. (Ansaldi, 2006: 17). En contraposición, para Alain Touraine los movimientos sociales son la acción conflictiva de agentes de las clases sociales que luchan por el control del sistema de acción histórica, situados en un campo de acción histórica que se define por el enfrentamiento de intereses opuestos por el control de las fuerzas de desarrollo y del campo de experiencia histórica de una sociedad. Para el sociólogo francés todo movimiento social combina tres principios: El de identidad, el de oposición y el de totalidad (Touraine, 1995). Por otra parte, Elizabeth Jelin, apunta que la expresión movimientos sociales refiere, por lo general, a “acciones colectivas con alta participación de bases, que utilizan canales no institucionalizados y que, al mismo tiempo que van elaborando sus demandas, van encontrando formas de acción para expresarlas y se van constituyendo en sujetos colectivos, es decir, reconociéndose como grupo o categoría social”. (Jelin, 1986: 18). En la reciente historia latinoamericana, vivimos dos décadas de crisis y desguace de los modelos populistas y asistimos a fuerte avance de las políticas del modelo capitalista neoliberal. Pero también en poco tiempo pudimos apreciar un principio de agotamiento del mismo, aunque continúan sus terribles consecuencias sociales como la desocupación, la exclusión social, etc. Una mirada sobre el pasado contemporáneo de América Latina nos mostraría que la mayoría de los procesos de transformación política y social acontecidos en estas sociedades están enmarcados en movimiento sociales. Los mismos se han caracterizados por evidenciar ciertas alianzas poli-clasistas, muchas veces con fracciones de clases que se oponen a otras fracciones de su propia clase. Como bien señala el vicepresidente boliviano Álvaro García Linera, la experiencia boliviana es quizás la única experiencia política que se propone una profunda transformación sociopolítica. En la última década del pasado siglo, los movimientos políticos más importantes contra el triunfante y hegemónico neoliberalismo -en esos años- fueron la Insurrección Zapatista del sur de México (1994) y el Movimiento de los Sin Tierra brasileño, (1979; 1984) sin olvidar las acciones de campesinos/as ecuatorianos/as, bolivianos/as y paraguayos/as; si bien para ser justos tendríamos que mencionar que, con anterioridad a estas experiencias, ya habían existido varias experiencias previas. Volviendo a la disquisición anterior, encontramos en ese tiempo interesantes movimientos campesinos, que se presentaban como vigorosos, creativos y hasta poéticos ante la inmovilidad y confusión de las organizaciones de los sectores urbanos, aún de los más combativos. Y sin embargo la caracterización propuesta puede ser cuestionada por errónea. ¿Por qué?.
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