Cienciario 11 Febrero de 2014

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SUPLEMENTO DE CAMBIO DE MICHOACÁN CAMBIO DE MICHOACÁN | C I E N C I A R I O | 11 DE FEBRERO DE 2 0 14 | 1 PARA LA DIVULGACIÓN DE TEMAS CIENTÍFICOS Y TECNOLÓGICOS PREMIO ESTATAL DE DIVULGACIÓN 2013 EDITOR: RAÚL LÓPEZ TÉLLEZ ixca68@hotmail.com MARTES 11 DE FEBRERO DE 2014 NÚMERO 516 APARECE LOS MARTES www.cambiodemichoacan.com.mx

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Los niños hacia el síndrome metabólico Fernando Rodríguez Villalón

«El mecanismo de desarrollo del síndrome metabólico, es decir su fisiopatología, está relacionado con el sobrepeso y la obesidad, particularmente la obesidad central o llamada en manzana».

Lo más seguro apreciable lector es que usted haya escuchado acerca del síndrome metabólico, un estado clínico que agrupa a una serie de enfermedades y factores de riesgo que son la obesidad, la diabetes mellitus, la hipertensión arterial, entre otras. Bajo este concepto de síndrome metabólico se podría pensar que es exclusivo de los adultos, pero ante una prevalencia de obesidad tan alta en los niños en México, esta situación ha cambiado drásticamente, ahora es parte de los problemas de salud de la población infantil. Veamos el desarrollo de esta alteración que cada vez se presenta más en los niños mexicanos. El mecanismo de desarrollo del síndrome metabólico, es decir su fisiopatología, está relacionado con el sobrepeso y la obesidad, particularmente la obesidad central o llamada en manzana. A pesar de .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. ..

CAÑONES ESPACIALES PÁGINA 4

glucosa se queda fuera de las células, en la sangre, manifestándose como hiperglucemia (azúcar alta) y por tanto un problema de diabetes. Por otra parte, este exceso de tejido graso provoca la liberación de ácidos grasos libres, los cuales se acumulan en el hígado y circulan en la sangre con la posibilidad de generar placas de ateroma y por tanto infartos en el corazón, el cerebro y otros órganos. En efecto, la obesidad se considera el principal componente, pero también se agregan de igual importancia el sedentarismo, la intolerancia a la glucosa, diabetes mellitus, hipertensión arterial, dislipidemia, enfermedades cardiovasculares y otras alteraciones en el metabolismo de los hidratos de carbono.

que sus causas no están bien identificadas, se consideran dos principales componentes. Uno de ellos es el exceso de grasa corporal, principalmente la acumulación de tejido graso entre las vísceras y órganos del abdomen, llamada obesidad abdominal. Y por otra parte está el hecho de que existe un estado de respuesta inflamatoria crónica y de muy bajo grado -sin dar manifestaciones ni molestiasen importantes órganos como el hígado y músculo. Esta acumulación excesiva de grasa libera una serie de mediadores llamados adipocitocinas, los cuales inhiben la acción de la insulina, además de que la respuesta inflamatoria lesiona a las células beta del páncreas, las cueles producen a la insulina. Recordemos que la insulina en el cuerpo es necesaria para que la glucosa pueda entrar a nuestras células, de tal forma que al no actuar la insulina la .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. ..

MARTE EN LA MIRA PÁGINA 5

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CISNES INDESEABLES PÁGINA 6


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REVIST A REVISTA «Cuando el test de embarazo sale positivo comienza una cuenta atrás repleta de pruebas. Una de las primeras es el test combinado, sobre la semana 12 de gestación, que permite detectar la probabilidad de que el feto tenga alteraciones cromosómicas, como el síndrome de Down. Aunque no es una prueba concluyente, pues se basa en modelos estadísticos, está incluida en los protocolos de seguimiento de la gestación por la valiosa información que aporta».

El primer gran De forma rutinaria el obstetra ofrece a la mujer embarazada realizarse el test combinado o screening, junto con una ecografía del primer trimestre de gestación, en general entre la semana 11 y 13. Se trata de una prueba no invasiva e inocua que, mediante un análisis de sangre materna, determina la probabilidad de que el feto sufra alguna alteración cromosómica. Además de la analítica, el test incluye datos como la edad materna y determinaciones ecográficas, y se tienen en cuenta otros como la raza biológica de la madre, su índice de masa corporal y si es fumadora o diabética. «El objetivo es darle a la paciente una probabilidad individualizada de alteración cromosómica. No es obligatorio realizarla, aunque sí muy aconsejable», indica a Sinc Juan Eloy Asenjo, coordinador de la Unidad de Diagnóstico Prenatal y Ecografía del Instituto de Salud de la Mujer José Botella Llusiá, del Hospital Clínico San Carlos de Madrid (HCSC). Este cribado del primer trimestre combina la determinación en sangre materna de dos proteínas: la fracción libre de la Beta HCG y la proteína placentaria plasmática asociada al embarazo (PAPP-A), junto con la medición de la translucencia nucal -cúmulo de líquido en la región de la nuca del feto–. Además, en algunos centros se incluyen otros marcadores de alteración cromosómica para el cálculo del riesgo. El más empleado es el hueso nasal. Los resultados varían mucho de una mujer a otra, pero el punto de corte es

examen del feto

común a todas ellas y oscila en una probabilidad de 1/ 250 o 1/270. Con este dato se considera que el riesgo de que el feto sufra una alteración cromosómica es alto. «Si por ejemplo la probabilidad es 1/1.000 se considera bajo riesgo de síndrome de Down», apunta Asenjo. El síndrome de Down no es el único La trisomía 21 o síndrome de Down es la alteración cromosómica más conocida y «la que tiene mayor incidencia», destaca el ginecólogo del HCSC, quien añade que la prueba está sobre todo orientada a esta enfermedad. Sin embargo, el test valora el riesgo de sufrir otras anomalías, como el síndrome de Edwards o trisomía 18, menos frecuente. «Aun así es la segunda de las anomalías cromosómicas más frecuentes», subraya

Asenjo. Contrariamente a la trisomía 21, con la que se puede vivir muchos años, el síndrome de Edwards es incompatible con la vida. «Los niños que nacen con este síndrome fallecen en los primeros dos años de vida en prácticamente todos los casos», dice el experto. Pero el test no detecta anomalías cromosómicas, sino el riesgo de padecerlas. «No es una prueba diagnóstica sino una prueba que da una probabilidad de que pueda ocurrir una alteración», señala el experto. Ante esta situación, muchas gestantes deciden no pasar el test y firman una renuncia informada. Son dos las razones principales por las que las madres toman esta decisión: «La primera es que no les importa el resultado porque no van a interrumpir el embarazo en el caso de que el feto tenga una afectación ni van a realizar-

se pruebas invasivas, y la otra razón es porque directamente van a realizarse una prueba diagnóstica como la amniocentesis», informa el ginecólogo. Una prueba no diagnóstica Según explica Josep Mª Lailla Vicens, presidente de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), todos los sistemas de cribado tienen como objetivo obtener la máxima sensibilidad con la máxima especificidad, «es decir, disminuyendo al máximo la tasa de falsos positivos», señala. Pero «ninguno de ellos llega a alcanzar el 100 por ciento de sensibilidad», añade. Es el caso del test combinado, con una sensibilidad del 85 por ciento. «La tasa de falsos positivos es inferior al cinco por ciento», afirma Lailla, que es cate-

drático de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Barcelona. A pesar de su baja tasa, se dan falsos positivos, es decir, resultados que indican una probabilidad de riesgo alto aunque el feto esté sano. Únicamente una prueba invasiva como la amniocentesis -examen del líquido amniótico que rodea al feto- o la biopsia corial -análisis de las vellosidades coriónicas que se extraen de la placenta– confirmarían al 100 por ciento los resultados. Otras veces la prueba no detecta una alta probabilidad de anomalía pero el recién nacido presenta alguna alteración cromosómica. Son los falsos negativos. Después del test combinado, es obligatorio por protocolo realizar a las gestantes la ecografía de la semana 20 en la que se estudian los órganos y la anatomía del feto. «En esa ecografía y a pesar de tener un riesgo bajo se podría detectar una anomalía ecográfica, y aún se estaría a tiempo para realizar una prueba invasiva y hacer un diagnóstico», especifica Asenjo. Sin embargo, hay fetos con alteración cromosómica que apenas tienen alteraciones morfológicas ni estructurales. El ginecólogo aclara que en estos casos no se vería la alteración hasta el nacimiento o incluso después. A esto se añade el hecho de que la ecografía de la semana 20 tiene una sensibilidad de alrededor del 70 al 80 por ciento en la detección de defectos estructurales. La única manera de no llevarse sorpresas en cuanto a las anomalías cro-


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REVIST A REVISTA mosómicas sería realizar pruebas invasivas -que pueden presentar un riesgo aproximado del uno por ciento de pérdidas fetales- a todas las mujeres, «pero evidentemente no es posible», dice Asenjo. Además, la amniocentesis, que puede detectar al 100 por ciento las alteraciones cromosómicas, no capta muchas otras enfermedades genéticas y «nacen niños con problemas que no podemos descubrir antes», declara el experto. La estadística está detrás de la medicina En 1933 se describió la asociación entre la edad materna y el riesgo de trisomías, pero las pruebas de cribado no se empezaron a realizar hasta los años 80. Tras varios periodos de investigación y publicaciones científicas, los cribados tienen desde entonces una sensibilidad cada vez mayor. El primero de ellos fue el triple screening del primer trimestre que tenía una sensibilidad del 65 o 70 por ciento. A partir del año 2000 hasta la actualidad, el test combinado o screening -con una sensibilidad del 85 al 90 por ciento- se empezó a adoptar en los hospitales españoles, según aconsejaron los protocolos de sociedades científicas. Ahora, cada centro hospitalario emplea un software –en la mayoría de los centros es el mismo– para hacer los cálculos de la probabilidad y de la estadística. En el caso del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, uno de los primeros centros en utilizar este test en España desde junio de 1999, se emplea un diseño propio en función de los resultados obtenidos. «Poco a poco se va mejorando la sensibilidad porque vemos qué datos es necesario perfilar y afinar», dice Asenjo. El método estadístico empleado en esta prueba es un modelo de regresión logística. A pesar de la presencia de falsos posi-

tivos y falsos negativos que siempre van a acompañar esta metodología, estos modelos pueden utilizarse como pruebas fiables por obstetras y ginecólogos. En la actualidad, el cribado del primer trimestre se realiza prácticamente de forma unánime en todas las embarazadas en todos los centros españoles por «ser más precoz, más fiable y por consiguiente con menos indicaciones de pruebas invasivas, y donde la edad materna tiene menos peso en el cálculo del riesgo», concluye el presidente de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia. La alternativa es cara Desde 2013 se dispone en España del test de ADN en sangre materna, una prueba diferente al test combinado pero que aporta una información similar. Mediante una extracción de sangre a la madre se analiza el ADN fetal que existe en la circulación de la sangre materna y se observan las probabilidades de que el feto sea portador de una alteración cromosómica. «Los síndromes que habitualmente se buscan en este test son el de Down, el de Edwards, el de Patau, el de Turner, el de Klinefelter y las triploidías», indica Juan Eloy Asenjo. La ventaja es que tiene más sensibilidad que el test combinado (alrededor del 99 por ciento) pero «es una prueba muy cara que ahora mismo no está incluida en la Seguridad Social», informa el ginecólogo del Hospital Clínico San Carlos de Madrid. Su precio oscila entre los 600 y 800 euros y son cuatro los laboratorios que la realizan. Dada su alta sensibilidad, si el resultado es negativo aporta mucha tranquilidad a los padres. Sin embargo, si es positivo el feto no tiene por qué estar afectado al 100 por ciento. «Habría que confirmarlo igualmente con una prueba invasiva como la amniocentesis o la biopsia corial», apunta Asenjo. | Agencia SINC

Once años de La Ciencia en tu Escuela Miriam M. Gómez | Mariana Dolores Con sonrisas, abrazos y muchas fotos, los 340 profesores de primaria y secundaria que concluyeron el Diplomado «La ciencia en tu escuela 2013» festejaron en grande la conclusión del curso en el que, durante 32 sábados, recibieron una capacitación profesional para incrementar sus conocimientos y mejorar sus técnicas en la enseñanza de las ciencias y las matemáticas. El doctor Carlos Bosch Giral, director general de este diplomado, indicó que a once años de creado el programa, las cifras de los graduados en esta última edición superaron a las anteriores. Agregó que ello es una muestra del trabajo conjunto y de colaboración de todos de los que participan en él, y felicitó a los 340 maestros, 244 de secundaria y 90 de primaria, que obtuvieron su diploma. «La ciencia en tu escuela» es un programa de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) que busca mejorar la actitud y el desempeño de los maestros en el aula y actualizar su formación docente en matemáticas y ciencias. Desde hace once años ha formado a más siete mil profesores en la modalidad presencial, y desde 2009, cuando se abrió el diplomado a distancia, la cifra en este formato ha aumentado a dos mil. Bosch informó además que desde hace dos años se trabaja con instructores de los centros de Tratamiento de Jóvenes en Conflicto con la Ley, y adelantó que ya está en desarrollo el programa piloto de «La ciencia en tu escuela» para nivel preescolar. El acto de entrega de diplomas se llevó a cabo la ma-

Fe de errata

ñana de ayer en el Auditorio Galileo Galilei, en las instalaciones de la Academia Mexicana de Ciencias. Estuvo encabezado por Silvia Romero Hidalgo, coordinadora del programa; Nora Méndez, directora de Fundación Televisa, y Pedro Aguilar Cueto, de Integración Comunitaria para Adolecentes en el Distrito Federal. Mónica Hernández Riquelme, directora de Innovación y Fortalecimiento Académico de la Administración Federal de Servicios Educativos en el Distrito Federal, aseguró que este diplomado ha sido una parte medular en la formación de maestros en esta entidad federativa. «Son siete mil, ahí vamos, nos faltan muchísimos pero está en ustedes que puedan contagiar de esta gran experiencia a otros maestros. Compártanlo con su comunidad educativa, con los maestros, porque esa es la mejor manera de trasformar la escuela en la que ustedes van a brindar todo lo que han aprendido», dijo. Anunció que desde el viernes pasado dio inicio la consulta para un nuevo modelo de educación básica y se dirigió a los profesores presentes en el evento, a quienes dijo: «Creo que hoy todo lo que se llevan es para ese ejercicio; la ciencia, las matemáticas, todas las habilidades lectoras, es lo que hoy nos está pidiendo el programa sectorial, no perdamos esa oportunidad». Añadió que el programa de la AMC es fundamental en la formación de los docentes: «Ustedes son los más importantes de todo el proceso educativo, y si no llevan una formación sólida,

difícilmente vamos a poder acompañar a los alumnos en su proyecto de vida». Por su parte, Dalia Magaña, una de las profesoras que compartió un mensaje con sus compañeros, reconoció que no se puede negar que en la escuela hace falta acercar a los niños a la ciencia y a la tecnología. «¿Quién de nosotros, en algún momento de su práctica, no se ha visto limitado en estrategias y recursos para lograr en los niños aprendizajes significativos vinculados con la ciencia y las matemáticas?, creo que al unísono responderíamos que más de una vez nos ha ocurrido». La maestra de primaria dijo que, luego de concluir el diplomado, confirmó la idea, al igual que muchos de sus colegas, de que la actualización docente va más allá de reunir puntos escalafonarios, pues comprobó durante los 32 sábados que duró el Diplomado «La ciencia en tu escuela 2013», pudo enriquecer sus capacidades de trabajo frente a los alumnos, facilitó la construcción de conocimiento y, lo más importante, le dejó el gusto de buscar, pensar y resignificar lo que día a día realiza en la escuela. El profesor de secundaria Isidro Ramírez agradeció al programa la oportunidad de vivir experiencias que rebasan el espacio del salón de clases, y que permitió a él y sus compañeros maestros salir de la cuadratura de «lo sé todo y domino mi materia. Me considero un maestro que tiene los conocimientos de su materia pero no sabe transmitirlos correctamente a sus alumnos. Siempre he tratado de mejorar en ese aspecto», compartió. | AMC

Por un lamentable error, en nuestro número anterior la columna Escalera al cielo se atribuyó a David Tafoya, cuando el nombre correcto de nuestro colaborador es Daniel Tafoya, a quien pedimos una disculpa además de a nuestros lectores.


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Cañones espaciales Cuauhtémoc Sarabia La Luna, por su relativa proximidad y la variación constante de su apariencia debido a sus fases, ha ocupado siempre una parte importante de la atención de los habitantes de la Tierra». Julio Verne.

Desear o soñar con viajar por el espacio es común en los niños y jóvenes, también en los mayores, a condición que el cerebro no esté dañado por pensar sólo en deportes, sexo o en ganar dinero. En tiempos pasados, ese deseo comenzó a tener sentido cuando los sabios nos enseñaron que los planetas y nuestro satélite son mundos semejantes a este en que vivimos y no meros adornos colocados en el cielo por alguna divinidad. Las primeras obras sobre viajes espaciales fueron utópicas, como El hombre en la Luna, de Francis Godwin (1638), que describe a un viajero transportado por un grupo de gansos entrenados. Desde luego que el autor no tenía idea de que entre la Tierra y la Luna existe un gran vacío y no hay aire donde las aves puedan aletear. En un «experimento mental» para explicar la aplicación universal de las

leyes físicas, Isaac Newton describió el movimiento de una bala de cañón disparada horizontalmente desde una montaña muy elevada. Cuando la velocidad inicial es relativamente baja, la bala describe una trayectoria parabólica y termina chocando con el suelo. A 7.3 kilómetros por segundo (en la Tierra), se alcanza la velocidad orbital, y en ausencia de atmósfera, la bala daría vueltas al mundo regresando cada vez al punto de partida (el cañón). A una velocidad inicial mayor, la trayectoria sería parabólica de nuevo, perdería velocidad al alejarse y regresaría al punto de partida con la misma velocidad inicial. Finalmente, a una velocidad de 11.2 kilómetros por segundo, la bala se alejaría indefinidamente (velocidad de escape). Como referencia para lo que trataremos a continuación, diremos que esta última velocidad es más de seis veces la de una bala de rifle. En la obra De la Tierra a la Luna, de Julio Verne, se describe el proyecto fantástico de un club de yanquis amantes de las armas (como los actuales), para disparar hacia la Luna un proyectil cilindro-cónico 2.75 metros de diámetro. El cañón llamado Columbiad tiene proporciones inmensas:

ESPECIAL

La aceleración necesaria para alcanzar la velocidad de escape (11.2 Kilómetros por segundo) en un cañón con la longitud del Columbiad sería de 228 mil metros por segundo al cuadrado, equivalente a 23 mil veces la aceleración de la gravedad (g). El cuerpo humano no resiste más que 20 o 30 g. 274 metros de longitud interna y pesa 62 mil toneladas. Se utilizan 180 toneladas de algodón pólvora (nitrocelulosa) como propulsor. Como era de esperarse, por ser una novela de aventuras, el proyectil se construye hueco para que puedan viajar en su interior dos personas, el entusiasta creador del proyecto y su incrédulo opositor. Para nosotros, los fieles lectores de Verne, el proyecto es desde luego realizable, pero la cruel y despiadada física nos dice que no es así. La aceleración necesaria para alcanzar la velocidad de escape (11.2 Kilómetros por segundo) en un cañón con la longitud del Columbiad sería de 228 mil me-

tros por segundo al cuadrado, equivalente a 23 mil veces la aceleración de la gravedad (g). El cuerpo humano no resiste más que 20 o 30 g. Se han manejado proyectos para utilizar cañones en lugar de cohetes, para lanzar al espacio cargas de instrumentos o suministros (como el proyecto HARP, de la Marina norteamericana), pero nunca han sido exitosos debido a problemas inherentes a ese método de lanzamiento. En primer lugar, la atmósfera actúa como un freno al proyectil (como en un automóvil) y su acción varía con el cuadrado de la velocidad. En segundo lugar, como no se puede corregir el rumbo una vez lan-

zado el proyectil, el trayecto será parabólico en lugar de circular (como en el experimento de Newton) y el ángulo cercano a la vertical, por la dificultad de controlar la inclinación de un cañón muy largo. La utilización de grandes cohetes para el lanzamiento de las naves espaciales parece que permanecerá como única opción por largo tiempo. Una vez en órbita se podrán utilizar las nuevas tecnologías, como la propulsión iónica y las velas solares. Lo expuesto en esta nota no implica que dejemos de disfrutar las novelas de Julio Verne, son y seguirán siendo fuentes de inspiración para adentrarnos en las ciencias.

DE PORTADA

Los niños hacia el síndrome metabólico PÁGINA 1

Ahora bien, haciendo un análisis en cifras, resulta terrible que hasta la Encuesta Nacional de Salud 2012 se tuviera evidencia sobre el registro de síndrome metabólico en la población infantil, sin embargo de manera relativa; sabiendo que desde la década pasada México cuenta con una de las más altas prevalencias de obesidad infantil. De hecho, en los niños entre

cinco y once años de edad se registra más del 25 por ciento con problemas de sobrepeso u obesidad, siendo ésta la condición de mayor riesgo de desarrollo de síndrome metabólico. Se observa pues, que cada vez existe una mayor cantidad de factores coadyuvantes del desarrollo de enfermedades que integran el síndrome metabólico en los niños, sin embargo la escasa búsqueda y

estudio de este problema sigue favoreciendo el diagnóstico tardío y por ende mayor posibilidad de desarrollo de diabetes, dislipidemias e hipertensión a menor edad. En algunos estudios desarrollados en México como el de prevalencia del síndrome metabólico en niños y adolescentes con obesidad de Ceballos en 2007, se ha determinado una pequeña diferencia de prevalencia a favor de los ni-

ños varones, por lo que existe homogeneidad al género. También se pudo observar que los factores hereditarios determinan una buena parte de la presencia de enfermedades como diabetes, obesidad, hipertensión y problemas cardiovasculares. De tal forma que se justifica una toma oportuna de estudios de laboratorio a menor edad cuando existen factores de riesgo y hereditarios en los niños, una especie

de tamizaje a pesar de ser niños aparentemente sanos. El probable desarrollo de síndrome metabólico en los niños exige una mayor atención de las intituciones de salud, fortaleciendo su búsqueda intencionada para tratar de cambiar el rumbo de la salud en la edad adulta. fer_liz3110@hotmail.com


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El Sistema Solar del cual la Tierra forma parte comenzó su formación a partir de lo que los astrónomos conocen como una densa nube molecular, en la que en un momento singular, debido a la gravedad, comenzó a concentrarse más y más material para dar origen a una protoestrella rodeada de un disco de material que se extendía por miles de millones de kilómetros, en un proceso que se sabe que está muy distante de ser quieto y tranquilo, proceso que se conoce como acreción. A medida que pequeñas cantidades de material interestelar en este disco chocaban con otras, se fueron congregando, ganándole terreno a las más pequeñas y juntando cada vez más material, hasta que en algunos cuantos puntos se alcanzó la suficiente masa para formar agregados que adquirieron una forma de esfera. Estaban naciendo los planetas y estaba también comenzando a brillar el centro el Sol. Sistemas solares como el nuestro se están formando en muchos puntos del Cosmos. Parece ser que este proceso es común y cada vez se descubren más estrellas que tienen su propia corte planetaria, e incluso se han observado los discos de acreción mencionados. Aun cuando ya estaban prácticamente formados los planetas que conocemos, con las características que sabemos de ellos (esto es, con sus satélites, su tamaño, su masa y su aspecto), se propone que los choques se siguieron dando al grado que la superficie de muchos de ellos muestra este pasado violento, pues planetas y satélites tienen cientos de cráteres como evidencia. La Tierra no es una excepción. Hay enormes cráteres que muestran diversos impactos en diferentes momentos, aunque su superficie no luce con tantos cráteres como sus vecinos, y esto se debe a que en la superficie de nuestro planeta se borraron muchas de estas marcas debido, principalmente, a procesos llamados de intemperismo, como la lluvia, el viento y la vegetación que pudiera esconder parte de las huellas de los impactos. En el caso único de nuestro planeta en relación con los otros, no debemos olvidar

Marte en la mira Cony González

que también la llamada deriva continental y la dinámica que tienen las placas tectónicas han hecho que mucho del material antiguo se recicle, o bien que procesos volcánicos cubran muchas de estas huellas, renovando la superficie con terreno más joven. Pero Marte, que no tiene agentes de intemperismo como en Tierra, todavía conserva muchas huellas de la violencia de sus primeras etapas. En el libro de Francisco Anguita, Historia de Marte, mito, exploración, futuro, se cita un razonamiento entre la edad de una superficie planetaria y el número de cráteres de impacto. En dicho documento está un dato impresionante: Marte tiene más de 43 mil marcas de impacto, de las cuales hay 19 grandes cuencas de impacto. Por ejemplo, la conocida como Liu-Hsi mide 135 kilómetros y la Hellas mide dos mil kilómetros de diámetro. ¿Somos capaces de imaginar lo que fue este choque? Afortunadamente los grandes impactos a lo largo del Sistema Solar fueron disminuyendo con el tiempo, y aunque aún se presentan choques, ya no son golpes de grandes dimensiones. Marte está actualmente muy estudiado. Su superfi-

«Marte está actualmente muy estudiado. Su superficie ha sido recorrida en los últimos años por innumerables misiones robóticas que han dado información valiosa, pero también hay varias misiones orbitando el Planeta Rojo...».

cie ha sido recorrida en los últimos años por innumerables misiones robóticas que han dado información valiosa, pero también hay varias misiones orbitando el Planeta Rojo, fotografiándolo y analizándolo, así que se sabe de buena fuente (datos de la NASA) que cada año se registran 200 impactos que, por supuesto, también dejan marcas. Precisamente, observando imágenes tomadas entre julio de 2010 y mayo de 2012, ocurrió un «pequeño» impacto que formó un cráter de aproximadamen-

te 30 metros. Es un cráter muy llamativo pues muestra una «explosión radial» que a partir del centro muestra material eyectado que– metafóricamente hablando«tiñe la superficie del entorno con un patrón de tonos claros y oscuros». El material expulsado con el impacto se extendió por más de quince kilómetros. La imagen fue tomada por el Orbitador de Reconocimiento Marciano, y para dar a conocer este cráter tan singular tomó una foto de alta resolución el 19 de noviembre del año pasado.

Por cierto, en la Tierra sólo hay registrados 150 cráteres de impacto. Muchos menos que en Marte. Es cierto que el intemperismo borra las marcas, pero también es oportuno recordar el enorme escudo protector que tiene la Tierra: su atmósfera. En la nota anterior mencioné que si un cuerpo extraño la roza, perderá mucho de su material, afortunadamente para nosotros ¿verdad? bliss2010@live.com

«Marte tiene más de 43 mil marcas de impacto, de las cuales hay 19 grandes cuencas de impacto».


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Hace un par de días se publicó una nota en muchos diarios del mundo, que si no fuera tan trágica pensaríamos en una broma. Resulta que el gobierno de la ciudad de Nueva York aprobó una iniciativa para «eliminar» alrededor de tres mil cisnes de los parques de la ciudad. Si bien no indica cómo piensa disminuir la población de tan simpática ave, es previsible que cuando habla de eliminar se refiere a matar. ¿Por qué un gobierno se ve precisado a realizar tan siniestra actividad? A decir de las autoridades en la justificación de la medida, los cisnes han invadido los parques y reservas en donde han desplazado a las aves locales. Les roban la comida, las agreden y tienden a expulsarlas de sus propios hábitats. Además y por si lo anterior no fuera suficiente, los sujetos estos agreden a los paseantes y contaminan todo con sus excretas. La noticia es terrible, sin embargo, es más común de lo que quisiéramos. La invasión de animales, plantas y otras especies es lenta, pero constante. Le llamamos organismo invasor o especie invasora a cualquier organismo que llegue, por cualquier medio, a un espacio geográfico que no le es natural y se instale en el mismo, estableciendo interacciones con los organismos locales. La llegada de estas especies invasoras constituye una de las principales vías de deterioro ambiental. Todas las especies se mueven -aunque no lo parezca- y este movimiento y ocupación de nuevos espacios es un proceso natural. La mayoría de las veces, ciertas barreras geográficas actúan como obstáculos que impiden o limitan el movimiento, contribuyendo así al aislamiento reproductivo de las poblaciones y con ello al surgimiento de nuevas especies separadas por barreras geográficas. En ocasiones, fuertes vientos o corrientes de agua arrastran semillas, polen o esporas de organismos, provocando que estos invadan nuevos ambientes con consecuencias dramáticas para los organismos locales. Es el caso del hongo Aspergillus, que ha llegado desde el remoto desierto del Sahara hasta las

«Todas las especies se mueven -aunque no lo parezca- y este movimiento y ocupación de nuevos espacios es un proceso natural. La mayoría de las veces, ciertas barreras geográficas actúan como obstáculos que impiden o limitan el movimiento, contribuyendo así al aislamiento reproductivo de las poblaciones y con ello al surgimiento de nuevas especies separadas por barreras geográficas».

El triste caso de los cisnes indeseables Horacio Cano Camacho costas del Caribe y el Golfo de México afectando al coral y a los peces locales. Pero el movimiento natural es lento y fortuito. La movilidad humana es realmente la principal vía de rompimiento de las barreras geográficas y esta movilidad se ha incrementado con el tiempo, constituyendo la principal causa de homogenización de los ecosistemas a nivel mundial. Salga usted a las calles de Morelia y se encontrará con excelentes ejemplos de bosques australianos, paisajes de la India, incluso jardines de Andalucía. ¿Por qué es tan dañina esta invasión? Las especies invasoras dañan al ecosistema a través de varios mecanismos: compiten por espacio y alimento, depredan a las especies locales, despla-

ESPECIAL

Un ejemplar de pez diablo. zan a las especies nativas, modifican el ambiente, modifican las cadenas tróficas (quién se come a quién), introducen enfermedades, patógenos y parásitos nuevos, hibridación genética, entre otros efectos. En definitiva, la invasión es una

de las principales vías de deterioro ambiental y causa directa de la desaparición de especies. Ejemplos hay muchos. En nuestro país podemos recordar el caso del lirio acuático (Eichhornia crassipes), una maleza acuática, al parecer

originaria de los ríos Amazonas y el Orinoco, en Sudamérica, y que es una verdadera pesadilla en lagos, ríos, presas y estanques en donde sustituye a la flora nativa, impide el paso de la luz y evapora los cuerpos de agua; o el gorrión inglés (Passer domesticus domesticus), ave originaria del Medio Oriente y Europa e introducida a México a fines del siglo XIX y que recordamos por su impacto muy fuerte en los cultivos de cereales, en donde arrasa con los granos, ya que se agrupa en parvadas de miles de ejemplares con un apetito voraz. También se sabe que ha desplazado al pinzón mexicano, la tórtola de cola negra, entre otras aves. Compite con los sitios de anidación de otros pájaros y es el principal reservorio del virus de la encefalitis. Recientemente tenemos el caso del pez diablo (varias especies de Hypostomus spp y Pterygoplichthys spp) en la Presa de Infiernillo. Este animal, originario del Amazonas, es considerado una de las mayores amenazas para la biodiversidad de los ecosistemas acuáticos mexicanos y un destructor de nuestras pesquerías de agua dulce. Este pez ilustra cómo algunas actividades aparentemente «inocentes» terminan constituyendo la vía de introducción de especies invasoras. Los peces diablo


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Hoy en día, varios centros de investigación en diferentes partes del mundo están estudiando el potencial de las fibras de seda de araña en diversos campos. Ejemplos, sus fibras podrían emplearse en campos como la ingeniería de tejidos para la regeneración de órganos, tendones o ligamentos, así como para suturas o compresas protectoras... ESPECIAL

El hongo Aspergillus, que ha llegado desde el remoto desierto del Sahara hasta las costas del Caribe y el Golfo de México, con afectación al coral y a los peces locales. fueron introducidos a México para «limpiar» peceras. De allí salieron al ambiente invadiendo ríos y presas. Un problema muy fuerte y es posible que sea el origen de la invasión, es que las personas se cansan de ellos o abandonan el cuidado de las peceras y se les hace fácil deshacerse del problema liberando tales monstruos al drenaje, arroyos y otros cuerpos de agua. Lo mismo ha sucedido con aves y numerosas plantas. En Morelia es posible ver ya poblaciones de pericos argentinos en el Bosque Cuauhtémoc y garzas en otros parques. Hace poco atestigüé cómo una familia, propietaria de un terreno de bosque de pino, derribó estos para plantar… palmas. Este tipo de actividades que se realizan sin ninguna información y respondiendo a dudosos gustos son una fuente muy importante de introducción de especies invasoras. Debemos tener mucho cuidado e informarnos antes de tales acciones. La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad es una buena fuente de información. Visite su página e infórmese (http:// www.conabio.gob.mx). La Facultad de Biología de la Universidad Michoacana también puede ser de gran ayuda, yo he consultado a sus ornitólogos (especialistas en aves), ictiólogos (peces) y otros, cuando tengo dudas sobre el origen y riesgos de ciertas especies… si lo hacemos, en particular las autoridades, no serán necesarias medidas tan terribles como la tomada por la ciudad de Nueva York. Profesor investigador del Centro Multidisciplinario de Estudios en Biotecnología, Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Universidad Michoacana

Seda, mortaja de muerte, hilo de vida David Tafolla Venegas

«¿Cómo sale el hilo del aparato hilador? ¡Lástima que no pueda uno expresar en dos palabras lo que sus ojos han visto y contemplado cien veces!». Pelegrín Franganillo Balboa Sin duda alguna, de entre todos los animales invertebrados que hacen uso de la seda, los que han explotado este recurso de una manera impresionante son las arañas. Si hemos sido atentos al mundo natural que nos rodea, sin dudarlo, al menos una vez en nuestras vidas, en alguna camita por el campo o en un parque, nos hemos enmarañado el rostro con la tela de una araña. Como reacción instantánea, damos manotazos desesperados para liberarnos de aquella trampa, mortal sin duda para una mosca y animales similares, pero no para nosotros. ¿Qué hay de especial en esa telaraña? Bueno, nuestro encuentro con ese material, en realidad es un encuentro con 350 millones de años de historia natural, suficiente tiempo para haber creado de la seda -en este caso de araña-, un material extraordinario. A diferencia de la seda producida por el gusano de seda (Bombyx mori), el cual es de un solo tipo, las arañas son capaces de producir hasta siete tipos diferentes, además las pueden combinar a voluntad. La seda es producida en forma líquida por una serie de glándulas especiales, situadas justo debajo del intestino de estos artrópodos de ocho patas. Estas glándulas están conectadas con una estructura, situada en el extremo posterior del abdomen justo debajo del ano,

llamada «espineretas o hileras». Dentro de las funciones comunes de la seda para una araña puedo mencionar la cacería; hay una interesante variedad de estrategias de caza usando este material, desde la construcción de las típicas telarañas de órbitas, redes que las propias arañas manipulan, incluso boleadoras que algunas especies utilizan para atrapar palomillas al vuelo. Inmovilización y momificación de la presa, crean una verdadera mortaja para devorar a la presa con posterioridad, en algunos casos, además, la combinan con veneno. En la reproducción, las telas son impregnadas de feromonas para atraer al sexo opuesto. Transporte aéreo, sobre todo las crías de varias especies, liberan al viento un hilo fino, que éste atrapa y eleva a las arañitas muy arriba en el cielo, llevándoselas a otros lados, como si se tratara de un paracaídas. Sensores de movimiento, existen arañas que no tejen trampas típicas, sino que tapizan con finos hilos los alrededores de sus escondites, todos estos hilos se conectan unos con otros, de tal forma que la araña oculta está sujetando los hilos; para cuando alguna presa pasa despreocupadamente por la zona y pisa uno de estos, las vibraciones corren de inmediato hasta las patas de la araña, quien sale velozmente por su comida. La seda de estos arácnidos no ha pasado desapercibida para la humanidad, ya desde la antigüedad se referenciaban las excepcionales propiedades, sobre todo las mecánicas, como alta resistencia, alta deformabilidad, enorme tenacidad; tan así, que hoy en día, varios cen-

tros de investigaciones en diferentes partes del mundo están estudiando el potencial de las fibras de seda de araña en diversos campos. Ejemplos, sus fibras podrían emplearse en campos como la ingeniería de tejidos para la regeneración de órganos, tendones o ligamentos, así como para suturas o compresas protectoras, situación muy interesante si pensamos en la medicina del deporte, gran cantidad de gente se daña gravemente haciendo deporte. También se ha propuesto que materiales con propiedades aná-

logas a la seda de araña serían excepcionales para aplicaciones balísticas, bien con fines militares o defensivos, se podrían crear chalecos antibalas de alta resistencia y materiales antideflagrantes o bien, para fines civiles como la creación de materiales de protección o elementos de seguridad vial como vallas y parachoques adecuados que tanta falta hacen en nuestras ciudades, debido a la gran capacidad de la seda de araña para absorber grandes cantidades de energía mecánica antes de su fractura.

ESPECIAL

Encuentros con telarañas, en la ficción cinematográfica.


8 | 11 DE FEBRERO DE 2 0 14 | C I E N C I A R I O | CAMBIO DE MICHOACÁN

BRÚJULA -¿Qué supone ser el editor de una revista de alto perfil como Nature Medicine? «Es un placer y un privilegio, pero también es una responsabilidad muy seria ya que la forma en la que la comunidad científica otorga dinero para la investigación depende mucho de dónde publican sus trabajos. Para nosotros es muy importante tomar decisiones acertadas y justas porque sabemos que publicar en nuestras revistas tiene mucha trascendencia a nivel personal para los investigadores. Además, aunque es muy interesante enterarse antes que nadie de hallazgos que se están fraguando, lo realmente atractivo es discutir con los investigadores cuando todavía están haciendo sus experimentos, tener la oportunidad incluso de darles consejo. Este diálogo es más gratificante que esperar en la oficina a que lleguen los artículos». -Si tuviera que decidir su artículo favorito que ha publicado en Nature Medicine, ¿cuál sería? «Identificar uno es difícil porque cada uno tiene sus méritos. Pero, por ejemplo, un estudio que me gustaría publicar es relativo a la diabetes. La cirugía bariátrica se hace para que el paciente pierda peso y, si es diabético, la persona mejora. Lo que se descubrió hace poco es que aun cuando el paciente no ha empezado a perder peso, dos días después de la cirugía la diabetes está curada. Es muy interesante pensar qué ocurre en el cuerpo que cura la diabetes de una forma tan rápida. Hay mucha gente investigándolo ahora y estaría muy bien publicar la identificación de este factor porque, obviamente, sería una diana terapéutica de mucho interés». -¿Existe una receta para saber si un artículo se va a publicar? «Tenemos estándares del tipo de información que queremos publicar. Todas las revistas de alto perfil ponen mucho énfasis en la novedad. Es uno de los criterios principales, pero no es suficiente. Tiene que ser novedoso y realmente interesante, de tal forma que si alguien está trabajando en este campo, inmediatamen-

«Publicar información científica cuesta dinero y alguien tiene que pagarlo» Verónica Fuentes | Agencia SINC

Juan Carlos López (México, 1967), investigador en biomedicina y editor de la revista Nature Medicine, posee «el privilegio y la responsabilidad» de conocer antes que nadie los grandes hallazgos de la medicina moderna. Estos días ha visitado Madrid para asistir a las jornadas sobre diabetes en la Fundación Ramón Areces, y ha contado a la Agencia SINC los grandes secretos de una publicación científica.

te debe leerlo porque es algo extremadamente relevante para esta comunidad. Es más, aunque no trabajen en este campo, tienen que apreciarlo rápidamente por su interés. En el caso de Nature Medicine, ponemos el énfasis en que los artículos pongan en evidencia que la investigación es relevante para la salud». -¿Hay alguna diferencia entre publicar en Nature o Nature Medicine? «La decisión es del autor. Muchas veces la gente irá primero a Nature, y si es

rechazado vendrá a Nature Medicine, aunque a veces vienen a nosotros directamente. No sé si es más fácil, pero algo que para Nature es demasiado especializado –ya que es una revista multidisciplinaria– quizá para nosotros sea adecuado. -¿La información sobre salud llega correctamente a la sociedad? «Yo pienso que es fundamental que se comuniquen al público los temas de biomedicina, pero hay que dejar claro que no todos los hallazgos se convierten en avances terapéuticos. Hay otros

pasos que son independientes de la comunidad científica (reguladores o compañías farmacéuticas) y que a veces se interponen en el camino hacia el desarrollo de nuevas terapias. Si no se informa a la sociedad de esto, la gente puede pensar: «Estamos gastando mucho dinero en investigación médica y mis parientes siguen muriendo de diabetes o de Alzheimer, ¿dónde están los avances?». -¿Cómo cree que afecta la crisis del periodismo a esta difusión de la ciencia?

«Hay periodistas científicos que piensan que un periódico no debe tener sección de ciencia porque la ciencia es tan importante, que tendría que competir con el resto de informaciones que salen en primera plana. Piensan que no hay que proteger esta sección, sino que sea competitiva; sin embargo, otros sí pensamos que debe existir este nicho, el problema es de habituación. Yo creo que la gente se ha cansado de leer que hay un avance en cáncer que puede representar una cura y ver que los pacientes siguen muriendo. Hay una cierta desilusión. La mayoría del público, cuando lee sobre ciencia, se queda solamente el principio y no piensa en todo lo que pasa después». -¿Cree que los contenidos científicos sobre salud deberían ser de acceso libre? «Publicar información científica cuesta dinero y alguien tiene que pagarlo, no es gratis. En el modelo de revistas como Nature el lector es el que paga. En las revistas de open access el autor paga. Los dos modelos tienen pros y contras, pero si son viables seguirán en el mercado. En el caso de nuestra revista, que cuenta con editores profesionales, si quisiera adoptar el modelo en el que el autor paga, éste tendría que pagar alrededor de 20 mil dólares en vez de los dos mil al año que cuestan la mayoría de las revistas, y nadie va a querer hacerlo». -¿En Nature están preparados para un cambio en el modelo de publicaciones? «El modelo que sea más eficiente será el que sobreviva y los demás tendremos que adaptarnos o hacernos a un lado. Y sí, Nature trata de prepararse para ello. Si centros como los institutos nacionales de Salud de Estados Unidos deciden que todo tiene que ser de acceso libre, debemos ser capaces de reaccionar y mantener el negocio con viabilidad. Es como prepararse para un terremoto o un huracán, no sabes si va a venir o no pero, por las dudas, tienes tu lámpara para saber por dónde salir en caso de emergencia.


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