SUPLEMENTO DE CAMBIO DE MICHOACÁN CAMBIO DE MICHOACÁN | C I E N C I A R I O | 25 DE MARZO DE 2 0 14 | 1 PARA LA DIVULGACIÓN DE TEMAS CIENTÍFICOS Y TECNOLÓGICOS PREMIO ESTATAL DE DIVULGACIÓN 2013 EDITOR: RAÚL LÓPEZ TÉLLEZ ixca68@hotmail.com MARTES 25 DE MARZO DE 2014 NÚMERO 522 APARECE LOS MARTES www.cambiodemichoacan.com.mx
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«Desde hace muchos años nos han advertido los médicos que las grasas saturadas, como la manteca y la mantequilla, son muy dañinas para nuestro organismo, porque supuestamente se convierten en el colesterol que obstruye las arterias y origina problemas cardiacos. Todos creemos eso, porque nos lo han repetido hasta el cansancio».
La grasa que nos prohibieron « …Al seguir con los de oreja / entróme la preocupación, vino trompa, sesos, buche, / los de nana y chicharrón….» «La taquiza» de Chava Flores La comida mexicana es deliciosa, pero se consume a veces con remordimiento, porque nos parece que contiene mucha grasa. Cuando yo era chico, las mamás freían los alimentos con manteca de cerdo. Cuando comenzó la campaña para cambiar a aceite vegetal, tuvimos que hacer un sacrificio, pues la comida se hizo algo insípida. Desde hace muchos años nos han advertido los médicos que las grasas saturadas, como la manteca y la mantequilla, son muy dañinas para nuestro organismo, porque supuestamente se convierten en el colesterol que obstruye las arterias y origina problemas cardiacos. Todos creemos eso, porque nos lo han repetido hasta el cansancio. Cuando va usted al supermercado, observará en las botellas de una cierta marca de aceite que tiene en la etiqueta un corazoncito. El mensaje es que los aceites poli-insaturados son buenos para el corazón. Hay también muchos productos que se anuncian ricos en ácidos «omega 3» y «omega 6», tam.. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. ..
LA ENFERMEDAD SÍ TIENE QUIEN LA ESCRIBA PÁGINA 2
ingesta de grasas contra el riesgo coronario. Se encontró que no hay evidencias suficientes para soportar las indicaciones de restringir el consumo de grasas saturadas para prevenir las enfermedades cardiacas. Los investigadores encontraron también que no tiene soporte estadístico el consejo de consumir muchos ácidos grasos poli-insaturados, tales como «omega 3» y «omega 6», para reducir el riesgo de enfermedades del corazón. En otros estudios se ha encontrado que los consejos de eliminar la grasa de la dieta y sustituirla por carbohidratos, ha resultado contraproducente, pues se sabe que estos nutrientes, si se consumen en exceso, se almacenan como grasa en los tejidos. Es paradójica la bioquímica en nuestro cuerpo: al comer grasa no necesariamente vamos a engordar, pues al metabolizarla obtenemos de ella su energía. Al comer almidones y azúcares parte de ellos se convierten en grasa que va a nuestras llantitas. El colesterol también ha sido motivo de preocupación. Cuando nos sometemos a análisis de lípidos en la sangre, nos asusta que resulten algo altos
Cuauhtémoc Sarabia
bién supuestamente muy buenos para el músculo cardiaco. ¿Lo cree usted? Pues ambos han resultado grandes mitos. Una investigación internacional dirigida por científicos de la Universidad de Cambridge, analizaron los resultados de 72 estudios, con 600 mil participantes de 18 países, en los que se correlacionó la .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. ..
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REVIST A REVISTA A principios de año, el novelista Henning Mankell reveló que le habían diagnosticado un cáncer. Casi de inmediato decidió que hablaría sobre su enfermedad en un periódico sueco. Mankell no es el único, sino uno más de los muchos escritores que han escrito sobre su enfermedad. Además de lo que ellos pueden aportar, un reciente estudio afirma que la llamada ‘escritura expresiva’ puede ayudar a reducir algunos de los síntomas de los pacientes oncológicos.
La enfermedad sí tiene quien la escriba Jesús Méndez En enero de 2014, el novelista sueco Henning Mankell acudió a la consulta de un viejo conocido cirujano. Llevaba tiempo quejándose de lo que creía era una dolorosa hernia discal. Al día siguiente, las pruebas negaron su intuición. «Tenía un tumor en la parte posterior del cuello y otro en mi pulmón izquierdo -anunció él mismo-. El cáncer podría haberse extendido también a otras partes de mi cuerpo». No es una historia extraña. A menudo el diagnóstico del cáncer es una suerte de encuentro casual con algo con lo que a saber cuánto tiempo se lleva íntimamente conviviendo. Menos usual, aunque lógica en este caso, fue su primera reacción: «Apenas me dieron la noticia mi primer impulso era ya escribir sobre ello». Y lo está cumpliendo. Mankell decidió que publicaría periódicamente una serie de artículos en el diario sueco Göteborgs-Posten. Y que lo haría «desde la perspectiva de la vida, no desde la muerte». Los entrecomillados anteriores proceden de su primera columna. En la segunda, publicada a mediados de febrero, habla sobre la ansiedad, sobre la espera, sobre la búsqueda de información. Sin eufemismos. Entre otras cosas afirma: «Yo soy un hijo de los años 40 y creo que todos los de mi generación asociamos automáticamente el cáncer con la muerte. Aunque yo sé, como los demás, que los estudios que se han realizado sobre cáncer han avanzado de
manera increíble en los últimos 50 años y que cáncer no es sinónimo de un final inevitable, sin duda la vieja creencia permanece en algún lugar dentro de mí». Y no renuncia a las metáforas: «La primera fase de espera ha terminado. Ahora el contraataque a mis tumores comenzará. Hablando en términos militares, se siente como si la caballería saliera de la orilla del bosque y se abalanzara contra los enemigos que han invadido mi cuerpo». Exactamente el tipo de imágenes de las que ya hablara la ensayista americana Susan Sontag en La enfermedad y sus metáforas. Sontag sufrió tres tipos distintos de cáncer a lo largo de su vida y falleció a los 71 años a causa de una leucemia. Pero Sontag y Mankell no son los únicos que han escrito sobre su enfermedad. Y el cáncer no es la única enfermedad sobre la que se escribe. Tony Judt y los trastornos neurológicos A Tony Judt, historiador y escritor británico, le diagnosticaron esclerosis lateral amiotrófica (ELA) a los 61 años. La ELA es una enfermedad poco frecuente pero devastadora. A excepción de unos pocos casos genéticos, su origen se desconoce y los pocos tratamientos disponibles apenas consiguen retardar su evolución. A medida que progresa se van deteriorando las neuronas motoras, responsables de los movimientos voluntarios, incluidos los respira-
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En enero de 2014, el novelista sueco Henning Mankell acudió a la consulta de un viejo conocido cirujano. Llevaba tiempo quejándose de lo que creía era una dolorosa hernia discal. Al día siguiente, las pruebas negaron su intuición. «Tenía un tumor en la parte posterior del cuello y otro en mi pulmón izquierdo -anunció él mismo-. El cáncer podría haberse extendido también a otras partes de mi cuerpo»
torios; pero mantiene intactos el pensamiento y la sensibilidad. En los dos años que sobrevivió tras el diagnóstico Judt consiguió terminar Pensar el siglo XX, un libro de conversaciones con su colega Timothy Snyder, libro del año 2012 en Babelia. Y en 2010 publicó un escalofriante artículo titulado Noche en el que detallaba con subjetiva precisión algunos de los síntomas. En él se puede leer: «Como no puedo usar los brazos, no puedo rascarme, colocarme las gafas, quitarme restos de comida de los dientes ni ninguna de todas esas cosas que hacemos como se darán cuenta si lo piensan un momento– docenas de veces al día, por decirlo suavemente, dependo por completo de la bondad de los demás. (...) Uno no pierde el deseo de estirarse, agacharse, ponerse de pie, tenderse, correr o incluso hacer ejercicio. Pero, cuando le entran ganas, no puede hacer nada –nadamás que buscar algún mínimo sustitutivo o encontrar una manera de reprimir la
idea y el consiguiente recuerdo muscular». La combinación de parálisis junto con una sensibilidad y un pensamiento intactos hace que la solución en su caso pase por «repasar mi vida, mis ideas, mis fantasías, mis recuerdos, mis recuerdos equivocados y otras cosas semejantes hasta dar con hechos, personas o historias que puedo utilizar para distraer mi mente del cuerpo en el que está encerrada». Dos años después de la muerte de Judt, su mujer reveló uno de los motivos de la publicación de ese artículo. Además de lo que puede suponerse una catarsis, el texto estaba dirigido a otros enfermos con ELA con los que había estado manteniendo correspondencia. Muchos eran más jóvenes que él y carecían de seguro médico. Era un intento de intentar llamar la atención sobre la importancia de aplicar una política social que primase el aspecto humano sobre el económico. Intentaba darle una utilidad a su figura pública. Pero ni mucho menos todos los casos de escritura
sobre la enfermedad tienen un final así. Manuel Baixauli, una piedra pensante En el mismo espectro de patologías neurológicas se encuentra un síndrome autoinmunitario -las propias defensas atacan al organismoconocido como síndrome de Guillain-Barré. Provoca una debilidad general, como la ELA, y también puede afectar a la sensibilidad. Aunque en ocasiones deja alguna secuela, la mayor parte de los pacientes que sufren este síndrome se recuperan al cabo de cierto tiempo. Es lo que le sucedió al escritor y pintor Manuel Baixauli, quien de repente empezó a sentir un hormigueo mientras estaba en una sala de cine. Lo que al principio sólo parecía un cosquilleo terminó provocándole una parálisis que duró 42 días. Aunque completamente recuperado, el haber sido «una piedra pensante», como él mismo se
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REVIST A REVISTA Porque «hoy soy yo; ojalá mañana no seas tú. Tengo un astrocitoma anaplásico en grado III, no es ninguna broma. Me podría morir de eso, pero no entra en mis planes. Si lo que escribo sirve además de ayuda a otros que están en situaciones semejantes, entonces encontraré algún sentido en todo este horror. Soy yo el que habla, cómo lo vivo y cómo lo siento»
autodenominó, le llevó a escribir la novela La cinquena planta (La quinta planta), en alusión a una inaccesible planta del sanatorio donde se recuperó. El artista valenciano se refería así a «aquellas cosas que existen pero no se ven a simple vista». Las carreras contra el reloj de Lobo Antunes y Bolaño P.— Dice que cuando le diagnosticaron el cáncer lo que más le preocupaba era terminar el libro... R.— Sí, y yo le dije al cirujano que me diera unos meses para terminarlo antes de que muriera. Tuve suerte y me curé. Quien así contesta es Antonio Lobo Antunes, escritor (y anteriormente médico) portugués. El libro al que se refiere es El archipiélago del insomnio y el cáncer uno de colon que le diagnosticaron a la mitad de su preparación. Como Mankell, su primera reacción -seguramente tras unos momentos de asimilaciónfue la de escribir, la de seguir escribiendo. La misma que tuvo Roberto Bolaño, el escritor chileno, quien se planteó una carrera contra el reloj para terminar su mayor novela, 2666, mientras esperaba un trasplante de hígado. Antunes tuvo suerte, pero no olvidó, porque su siguiente novela, Sobre los ríos que van, aunque él niegue que sea autobiográfica, está protagonizada por un tal Antonio Antunes en la cama de un hospital tratándose de un cáncer de colon. La necesidad puede ser la misma, pero las formas difieren a las de Mankell. El portugués acude a una memoria lírica nada condescendiente, juega con «formas que renun-
ciaban a ir y venir, a sobreponerse, a alejarse, la palabra cáncer y con la palabra cáncer imágenes inconexas, él en la silla del dentista pensando en el mar y el modo como brillaba la arena antes de que llegaran las gaviotas» o, tras el diagnóstico: —¿Quiere una semana para pensárselo? Pensar el qué, cómo volver a casa en el interior de un cuerpo que aunque conociese no le pertenecía, se miró las manos, dijo: -Manos Y a qué manos hablaba, a las del médico, a las suyas. Para muchos escritores la necesidad de escribir a partir de su enfermedad surge de forma natural. Al fin y al cabo es su instrumento más inmediato. «Si dejo de escribir, no me queda nada», llegó a decir Antunes. Así lo hizo también Christopher Hitchens, escritor y periodista británico que en su libro Mortalidad recogió sus últimos meses con un cáncer de esófago. O Anatole Broyard, crítico literario con cáncer de próstata que hizo lo propio en Ebrio de enfermedad, prologado por el neurólogo y escritor Oliver Sacks. La utilidad terapéutica de escribir Jaume Martínez, psico-oncólogo en el Hospital Vall d´Hebron, en Barcelona, asegura a Sinc que «este tipo de iniciativas son fantásticas. Está claro que sus habilidades y experiencia profesional les inclinan a buscar esta forma de expresión y sus obras pueden servir de modelo en el caso de que el paciente pueda sentirse identificado». Pero también apunta que «otros prefieren vivir su enfermedad más aislados». La pregunta que surge es si el mismo proceso puede serle útil al común de los enfermos, a los que no tienen a la escritura como profesión.
En un estudio con 300 pacientes de cáncer, la escritura expresiva mejoró su capacidad física. Escribir sobre experiencias personales negativas parece mejorar la salud física y psicológica de quienes lo practican. Pero este beneficio se ha demostrado en personas sanas, no tanto en enfermos, como los pacientes con cáncer. En estos, los resultados no son concluyentes. La mayoría de los trabajos se han hecho en enfermas con cáncer de mama y, aunque algunos le atribuyen ciertos beneficios, no hay evidencias sólidas que confirmen su utilidad. En marzo, sin embargo, se publicó en la revista Journal of Clinical Oncology, una de las más importantes a nivel oncológico, el estudio más grande y a más largo plazo realizado hasta la fecha. Investigadores del Anderson Cancer Center, en Texas, probaron la utilidad de la llamada ‘escritura expresiva’ en casi 300 pacientes de ambos sexos con cáncer de riñón. A la mitad se les pedía escribir sobre hechos cotidianos de la enfermedad sin carga emocional, como cuestiones acerca de la dieta o de problemas de sueño. La otra mitad, en la que se probaba la escritura expresiva, tenía que hacerlo sobre pensamientos profundos: los miedos que tenían sobre el futuro, cómo interfería la enfermedad en sus vidas, etcétera. Se establecieron cuatro sesiones de escritura de 20 minutos cada una y se evaluaron los resultados tras uno y diez meses. Para Lorenzo Cohen, responsable del grupo de investigación que llevó a cabo el estudio, «es sorprendente que tan pocas sesiones sean suficientes, pero no está claro que aumentarlas suponga un mayor beneficio».
Se piensa que este tipo de escritura puede servir para que los pacientes ordenen sus emociones, contribuyendo así a disminuir los pensamientos intrusivos y a reducir el estrés y la depresión -la depresión se ha relacionado con una menor esperanza de vida en los pacientes con cáncer–, así como a mejorar el funcionamiento del sistema inmunitario. Cuando evaluaron los resultados a los diez meses, la escritura expresiva no había mejorado los síntomas de depresión o la calidad del sueño, pero a cambio sí redujo los síntomas relacionados con el cáncer, mejoró la capacidad física y pareció reducir la fatiga de aquellos que se habían sometido a las sesiones; algo que ya se había visto en varios estudios anteriores. Preguntado por cómo evolucionan sus estudios, Cohen desvela a Sinc que su grupo está ahora centrado en «saber para quién puede resultar más eficaz este tipo de intervención: si para aquellos con síntomas depresivos, con baja capacidad de expresión emocional o quienes tienen un mayor nivel educativo». También están en el proceso de examinar datos acerca del sistema inmunitario y el cortisol -una hormona relacionada con el estrés-. Este tipo de técnica no está extendida en España. El propio Jaume Martínez no la usa en la práctica clínica, aunque anima a escribir a los pacientes que se sienten inclinados a ello. «Pero no son ni mucho menos una mayoría, más bien lo contrario». Blogs para compartir experiencias En cualquier caso, este protocolo de escritura quizá no sea estrictamente el único válido. Muchos pacientes escriben sobre su enfermedad en páginas web. Para
Cohen «esto puede ser beneficioso por varios motivos: porque es una forma de compartir tus pensamientos y sentimientos y de establecer una historia coherente a lo largo del tiempo. Y porque al compartirla puedes recibir cariño y apoyo de la gente con la que te comunicas. «Si lo que escribo sirve de ayuda a otros que están en situaciones semejantes, encontraré algún sentido en todo este horror», dice Mirás. Al fin y al cabo, «somos seres humanos», recuerda y «cuanto más conectados nos podamos sentir con el resto más fácil es pasar por experiencias difíciles». Estas iniciativas quizás estén menos extendidas en la sociedad latina, donde para Jaume Martínez hay una tendencia al silencio y más «resistencia a hablar y leer sobre las dificultades». Con notables excepciones. Una es la de Nacho Mirás, periodista de La Voz de Galicia a quien le diagnosticaron un tumor cerebral a finales de 2013. Desde entonces, quizás porque «quien mejor entiende a un paciente oncológico es otro paciente oncológico» escribe puntualmente en su blog la crónica de su enfermedad. Como él mismo dice: «Contar desde mi blog personal lo que vivo y lo que siento me ha servido para poner en orden ideas». Porque «hoy soy yo; ojalá mañana no seas tú. Tengo un astrocitoma anaplásico en grado III, no es ninguna broma. Me podría morir de eso, pero no entra en mis planes. Si lo que escribo sirve además de ayuda a otros que están en situaciones semejantes, entonces encontraré algún sentido en todo este horror. Soy yo el que habla, cómo lo vivo y cómo lo siento». | Agencia SINC
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El radio de Mercurio se ha reducido hasta un máximo de 7 km en los últimos 4 mil millones de años, lo que supone entre 0,8 y 3 km más de lo que se pensaba hasta ahora. Así lo recogen las imágenes de las crestas y fallas del planeta captadas por la sonda Messenger. Investigadores de Estados Unidos han descubierto que el radio de Mercurio ha disminuido hasta 7 km durante los últimos 4 mil millones de años. Según el estudio, que publica Nature Geoscience, esta reducción se debe al enfriamiento y contracción del planeta, que, a su vez, origina la aparición de fallas y crestas alomadas en su corteza. «Mercurio pierde calor hacia el espacio. Este enfriamiento de su núcleo líquido provoca la reducción de su volumen, al igual que es más fácil sacar un anillo de un dedo frío que de uno caliente» aclara a Sinc Paul K. Byrne, principal autor del estudio y científico en la Carnegie Institution of Science. «Como la superficie de este planeta no está dividida en placas tectónicas como en la Tierra, la única manera de responder a este enfriamiento es empujar partes de su corteza hacia arriba», añade Byrne. Hasta ahora los científicos se habían basado en las observaciones que realizó en 1975 la misión espacial Mariner 10. En esa ocasión, la sonda fotografió el 45% de la superficie de Mercurio y
Investigadores de Estados Unidos han descubierto que el radio de Mercurio ha disminuido hasta 7 km durante los últimos 4 mil millones de años. Según el estudio, que publica Nature Geoscience, esta reducción se debe al enfriamiento y contracción del planeta, que, a su vez, origina la aparición de fallas y crestas alomadas en su corteza.
Mercurio encoge hasta siete kilómetros
determinó su origen volcánico. Además, por su relieve, se confirmó por primera vez que el radio del planeta había disminuido en los últimos millones de años. El nuevo estudio ha utilizado los datos de la sonda
Messenger, que orbitó Mercurio en 2011, para comprobar que su superficie tiene más capacidad de contracción de lo que se pensaba. «Por primera vez hemos podido observar la otra mitad del planeta, esta vez con
una resolución mucho mayor gracias a un láser altimétrico que mide su perfil topográfico», indica a Sinc William B. McKinnon, investigador en la Universidad de Washington. Las últimas observaciones han permitido reconocer dos tipos principales de estructuras tectónicas en la superficie de Mercurio: escarpas lobuladas –un tipo de falla inversa– y crestas arrugadas en el terreno. Las imágenes muestran que hay más crestas que escarpas, que son más grandes y se encuentran en terrenos más antiguos. Por su parte, las crestas son más cortas y pequeñas y se localizan casi exclusivamente en zonas volcánicas jóvenes. Según los autores, estos resultados proporcionan un nuevo marco global para las investigaciones sobre la superficie y el interior de Mercurio. «Si sigue la contracción es probable que las estructuras que hemos visto continúen desarrollándose,
por lo que se harán más grandes con el tiempo. Todavía no sabemos si la velocidad a la que el planeta se encoge seguirá siendo igual, se va a ralentizar o si ya lo ha hecho» aclara Byrne. Antigua teoría del siglo XIX La contracción observada en la superficie de Mercurio ha vuelto a poner de relieve una teoría del siglo XIX que planteaba lo mismo para la Tierra. A día de hoy esta hipótesis se ha descartado en el caso de nuestro planeta, ya que está dividido en placas que impiden este fenómeno. En cambio, Mercurio está cerrado por una placa única. «Si Mercurio tuviese placas tectónicas como la Tierra, las contracciones hubieran ocurrido en los límites de estas –como pasa en los Andes o en Indonesia– en lugar de formar las escarpas lobuladas y crestas», señala Byrne. «Lo que no está claro es si con más placas tectónicas este planeta habría encogido. Para que este proceso ocurra es necesario que el núcleo genere calor hacia el espacio –continúa el investigador–. Es posible que la generación del calor necesario para el movimiento de las placas redujera la temperatura que se libera al espacio. Es decir, la contracción global y la tectónica de placas no trabajan juntas». | Agencia SINC
DE PORTADA
La grasa que nos prohibieron PÁGINA 1
los valores de colesterol «malo» o de baja densidad. En ese caso, dejamos de consumir la yema del huevo o camarones, porque tienen algo de colesterol. Algunos especialistas que no se han dejado llevar por la corriente, nos dicen lo siguiente: una persona sana tiene en un día cualquiera, entre 1,100 y 1,700 miligramos de colesterol, del cual el 75 porciento se genera en el hígado y sólo el 25 por ciento proviene de los alimentos. Es más, el organismo tiende a mantener una concentración en equilibrio, es decir, si consumi-
mos más colesterol en los alimentos el hígado produce menor cantidad, si consumimos poco se genera más. Esta es la razón por la que en Estados Unidos después de varias décadas de campaña para reducir la ingesta de colesterol, los niveles en sangre no bajan. ¿Quiere decir lo anterior que podemos comer tanta grasa como se nos antoje? ¡Claro que no! Debemos ingerir sólo la cantidad necesaria de calorías para que nuestro cuerpo se mantenga tibio y las que necesitamos para movernos y realizar todas nuestras funcio-
nes biológicas. Una parte de la energía se debe consumir como carbohidratos, otra como grasa (30 por ciento) y el resto como proteínas. Los mejores consejos para mantenernos saludables: comer sólo lo indispensable y de forma balanceada, hacer ejercicio y sobre todo no fumar. Para terminar esta nota, sigamos disfrutando la canción de Chava Flores: «…y entonces me dijiste / con tu dulce voz angelical: / ya ’sta bueno de botana, ora invítame a cenar. / ¡Que te mantenga el gobierno! / ¡Vaya forma de tragar !». Buen provecho.
«Los mejores consejos para mantenernos saludables: comer sólo lo indispensable y de forma balanceada, hacer ejercicio y sobre todo no fumar»
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En el mundo animal ha sido tan importante el pasar desapercibido para poder sobrevivir, que una buena cantidad de especies animales han adquirido a través del proceso evolutivo un disfraz natural
Mimetismo: escóndete si puedes David Tafolla Venegas
Se ha dicho que no es bueno esconderse, que lo mejor es afrontar las diversas situaciones de la cotidianidad. Bien puede ser cierto, pero este precepto no es aplicable a todo el reino animal; cuando es prioritario el que los genes pasen a la siguiente generación para perpetuar la especie, si es necesario esconderse para sobrevivir al depredador, entonces hay que esconderse sin pensarlo dos veces, camuflarse y no moverse porque con ello va la vida. En el mundo animal ha sido tan importante el pasar desapercibido para poder sobrevivir, que una buena cantidad de especies animales han adquirido a través del proceso evolutivo un disfraz natural. El objetivo primordial es engañar a los sentidos de los otros animales que cohabitan en el mismo hábitat. Los disfraces más comunes son los visuales, pero también existen los auditivos, olfativos y táctiles. Así que, dependiendo del tipo y finalidad de la táctica usada para pasar desapercibido, podemos encontrar varias estrategias que biológicamente se engloban en el término «mimetismo». Las variantes principales que podemos encontrar son tres. La primera es el mimetismo críptico o simplemente llamado «cripsis»; es donde el animal ha adoptado formas, colores y estructuras semejantes a las de su medio ambiente. En este caso podemos evocar los ejemplos típicos de los insectos palo y los insectos hoja. Estos insectos han adquirido la forma, la textura y los colores típicos de la vegetación circundante; incluso, los movimientos de es-
tos son como si fueran movidos por un viento suave. Y por si fuera poco, al momento de la ovoposición, las hembras dejan caer los huevos desde lo alto en las ramas como si fueran semillas, además de que esos huevos también son muy parecidos a las semillas típicas del lugar. De esta manera, quedan protegidas en un camuflaje casi perfecto, tanto las formas larvarias como las adultas. A diferencia del mimetismo críptico, en el cual el animal pasa completamente desapercibido, en las dos variantes restantes pasa lo contrario. Continúo entonces con la segunda variante, el mimetismo «batesiano»; en éste, el animal se disfraza con los colores y patrones de algún animal venenoso o de mal sabor (generalmente los animales venenosos o desagradables al gusto poseen señales de advertencia. Estas señales pueden ser visuales, como patrones de colores muy vivos; o auditivas, como el cascabeleo), para confundir y hacer creer al depredador que es un animal venenoso sin serlo o que sabe muy mal. Tal es el caso de varias especies de moscas que tienen patrones coloridos justo como aquellos de las avispas y abejas, desde luego que son completamente inofensivas pero, más de algún otro animal sí se confundirá y no las molestará para prever un tremendo aguijón. El caso de la víbora llamada «falsa coralillo» también es un claro ejemplo de mimetismo batesiano. La tercera variante es el «mimetismo mulleriano». En este caso, un animal no solamente imita los colores de advertencia de un animal
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Arriba, mimetismo críptico, en el cual el animal pasa completamente desapercibido. en este tipo de mimetismo abundan más los ejemplos de animales que copian los colores y el mal sabor de otro, y no tanto un veneno.
peligroso o desagradable al gusto, también deviene venenoso o adquiere el mal sabor. No obstante, en este tipo de mimetismo abundan más los ejemplos de animales que copian los colores y el mal sabor de otro, y no tanto un veneno. Es el ejemplo de la mariposa monarca (Danaus plexxipus) frente a la mariposa virrey (Limenitis archippus). La monarca posee los colores negro y anaranjado como advertencia para su desagradable sabor; la virrey por su parte, ostenta colores en sus alas bastante semejantes a la monarca, además del mal sabor en sus tejidos. Para explicar este tipo de mimetismo, que parece el menos comprensible, se ha propuesto la teoría de que ambas especies de mariposa, sin estar emparentadas, se benefician mutuamente al parecerse en sus colores y propiedades desagradables, pues un ave aprenderá que no se debe de comer a una mariposa de colores naranja y negro porque sabe feo; así bastará con que un depredador deguste a una de las dos especies, para que en el futuro evite a ambas al mismo tiempo.
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«El hablar de «miles de millones» (parafraseando a Carl Sagan) nos lleva a buscar y referir fenómenos que tienen que ver con nuestra propia Tierra y nuestro Sistema Solar, y finalmente, con el propio origen del Universo, y es que a nuestro Sol se le asigna una edad que ronda los cuatro mil quinientos millones de años, número que representa casi una tercera parte de la propia edad del Cosmos...»
Entre los millones y los miles de millones Hace unos días se conoció a nivel internacional una nota relativa a las ondas gravitacionales vinculadas con el origen del Universo. En el Cienciario anterior se publicó la noticia con la calidad de la fuente de la que se tomó, lo que habla muy bien de este suplemento, pero no fue así en otros medios. Me refiero en particular a un periódico de circulación nacional que, al seleccionar la nota de la fuente original, la tradujo, o tal vez tomó la propia traducción, con un error de los que se llaman garrafales. La nota decía, en relación con el origen del Cosmos, que éste había ocurrido hace catorce millones de años, cuando en su lugar debería decir catorce mil millones de años. Y es que cuando, de no entender de números ni de traducciones se trata, hasta el mas ignorante presidente se hace bolas (sin disculpar a los editores del periódico a que se alude). Cuando hablamos en referencia a nuestra vida, pues los años los cumplimos y los celebramos, y «comprendemos» lo que implican diez o 100 años, sobre todo si tuvimos abuelos longevos. Hacer una línea de tiempo de los sucesos históricos y asimilarlos en nuestro bagaje cultural también toma su tiempo, así que pensar en periodos de tiempo mayores (ahora sí, hablando de millones), podríamos hacer referencia, por ejemplo, a organismos que vivieron en el pasado y que se llaman fósiles. Los mas famosos sin duda son los dinosaurios, que son los mejores representantes de la era conocida como Mesozoica, aunque en particular se les vincula más con el periodo Jurásico, por aquello de la película. El inicio de su reinado se
Cony González
marca en 250 millones de años y su fin, hace apenas 65 millones de años. Otro ejemplo. Hasta hace pocos años se hacía referencia a fósiles de organismos que vivieron hace 540 millones de años aproximadamente. Eran los fósiles más antiguos jamás descubiertos, pero posteriormente comenzaron a encontrarse otros más y más antiguos, llevando el registro de organismos complejos a una referencia de tiempo que ronda los 630 millones de años. Es curioso que cuando se descubrieron y registraron organismos de este periodo (llamado Ediacárico), resultaron completamente nuevos para la ciencia, pues no podían vincularlos con otros de los que ya se conocía. Esto no tiene nada de magia ni de extraño, y seguramen-
te, en los próximos años, se encontrarán muchos más que permitan entender cómo era la vida en ese tiempo. Ahora sí, el hablar de «miles de millones» (parafraseando a Carl Sagan) nos lleva a buscar y referir fenómenos que tienen que ver con nuestra propia Tierra y nuestro Sistema Solar, y finalmente, con el propio origen del Universo, y es que a nuestro Sol se le asigna una edad que ronda los cuatro mil quinientos millones de años, número que representa casi una tercera parte de la propia edad del Cosmos, y aunque los catorce mil millones de años nos siga pareciendo difícil de concebir, podríamos escribir el catorce y agregar 000 000 000 (nueve ceros), que sí son unas cantidades as-
tronómicas (textualmente hablando). Carl Sagan propuso en su libro Los dragones del Edén un ejercicio muy sencillo para tratar de comprender un poco mejor la historia del Cosmos y de los fenómenos y referencias de vida que conocemos. Se le ocurrió dividir todo el tiempo, desde el origen del Cosmos hasta ahora, en un año. Simple división de todo el tiempo desde el origen hasta el día de hoy en un calendario de doce meses. En este ejercicio, el origen de nuestra galaxia ocurrió un 1º de mayo, el Sistema Solar y a la Tierra se formaron entre el 9 y el 14 de septiembre; en el último mes, en diciembre, aparecen los organismos correspondientes a los fósiles más antiguos (quince días), los primeros árboles y los prime-
ros reptiles hicieron su debut para el día 23, para el día 29 desaparecen los dinosaurios y comienza el reinado de los mamíferos, y el 31 de diciembre, casi al finalizar el día (22 horas) aparece el primer hombre; así que en la última hora pondríamos toda la historia conocida, el desarrollo de la cultura y de la tecnología. Viendo esto así, resulta todavía más apabullante que la fría cifra de catorce mil millones de años, ¿no lo cree usted? Trivia: El registro de la vida en la Tierra nos muestra que, en diversos momentos, muchas especies han desaparecido y han aparecido otras. Se dice que han ocurrido grandes extinciones a lo largo de la historia de la vida. ¿Sabe usted cuántas de estas se conocen?
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BRÚJULA Dinosaurios de México, hoy en el Café Científico del Centro Cultural UNAM en Morelia Uno de los especialistas en dinosaurios mexicanos visitará Morelia en estos días para participar en una sesión del Café Científico que se realizará en el Centro Cultural UNAM en Morelia. El Paleontólogo René Hernández Rivera trabaja en el Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México. El especialista ha participado en diversas búsquedas de dinosaurios, no sólo en México sino a nivel mundial. Participó en la bús-
queda de dinosaurios relacionados con el origen de las aves en China. Ha escrito diversos libros, artículos de divulgación y especializados. En sus conversaciones, surge de manera natural su pasión por el estudio de los dinosaurios y por lo mismo, sus charlas resultan muy amenas e ilustrativas en estos temas. De acuerdo con una entrevista que la revista de divulgación «¿Cómo ves?» realizó con el maestro Hernández, el especialista tiene un afán científico de «volver los dinosaurios a la vida» al momento de trabajar en el ensamblaje de reconstruir los restos de estos animales prehistóricos. En cuatro años, logró armar el
primer dinosaurio mexicano, un «Pico de Pato» de la era Mesozoica. Es pionero de la colecta y estudio de dinosaurios en el Norte de México. Las charlas que se realizan en los Cafés Científicos de la UNAM buscan ser un espacio para la conversación relajada y lúdica entre investigadores y público interesado en temas de ciencia. Se realizan de manera mensual, los últimos martes de cada mes teniendo como sede el Centro Cultural UNAM en Morelia. La entrada es gratuita. El Dr. Ranulfo Romo visitará en Morelia
El doctor Ranulfo Romo es uno de los personajes más destacados de la ciencia en México, en particular en el área de las neurociencias. Es investigador del Instituto de Fisiología Celular de la Universidad Nacional Autónoma de México y es miembro de El Colegio Nacional desde el 2011. El doctor Romo impartirá una conferencia magistral titulada «La construcción de la realidad en el cerebro», como parte del ciclo El Colegio Nacional en la UNAM Morelia que inició el mes pasado en esta ciudad.La conferencia está programada para este jueves 27 de marzo a las 19:00 horas en el Centro Cultural UNAM en Morelia.
El especialista cuenta con poco más de 40 años de trabajo enfocado a entender cómo funciona el cerebro, cómo se toman las decisiones, cómo se procesa la información y cómo se almacena en este gran órgano. Uno de sus mayores aportes al avance de la ciencia fue haber descubierto cómo una sensación se transforma en percepción, memoria y finalmente, en la toma de una decisión. Sus aportes forman parte de los contenidos fundamentales en los principales libros de texto de neurociencia donde se describe cómo los circuitos del cerebro elaboran procesos cognitivos. | UNAM Campus Morelia.
«FRIDA, al ser un instrumento que trabaja en el infrarrojo cercano necesita operar a temperaturas criogénicas; por ello deberá estar contenido en un recipiente hermético llamado criostato, que hará imagen y espectroscopia»
Frida, tecnología mexicana para Canarias Mariana Dolores Científicos del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) lideran el proyecto internacional que desarrolla a Frida, el instrumento que complementará al Gran Telescopio Canarias, en la actualidad uno de los telescopios óptico-infrarrojo más grandes y uno de los más avanzados en el mundo. Frida (Infrared Imager and Dissector for the Adaptive Optics System) es la cámara-espectrógrafo que se instalará en 2015 en el Gran Telescopio Canarias (GTC), la cual generará imágenes y espectros en el cercano infrarrojo; es decir, detectará luz que no se puede localizar a simple vista. Además hará uso de la óptica adaptativa para eliminar las deformaciones en las imágenes causadas por la turbulencia de la atmósfera. Acerca del proceso
Cuando los astrónomos han especificado qué instrumento requieren, los especialistas en instrumentación diseñan todas las partes que los constituyen; por ejemplo, en el caso de la fabricación de la parte óptica, se piensa en la lente como primer paso, «y para ello se necesita conseguir el material adecuado, una labor difícil pues hay cerca de una centenar de materiales ópticos para trabajar en el visible o en el infrarrojo; la elección depende de la calidad de imagen que se busca y de las longitudes de onda en que se trabajará», explicó Óscar Chapa Hernández, jefe del Taller y Laboratorio de Óptica del Instituto de Astronomía (IA). El siguiente paso en el proceso es pulir la lente con alta precisión, después se le pasa por una serie de pruebas de interferometría óptica para corroborar que la desviación o calidad de la superficie de la lente sea de
acuerdo con las especificaciones, que será no más de unas décimas de la longitud de la onda de la luz en la que deberá operar. «El interferómetro es un instrumento que mide la calidad de la imagen de la superficie pues, si las lentes quedan con ligeros bordes, las imágenes se verían con aberraciones pero no sería por la turbulencia de la atmósfera, sino provocadas por la propia lente, y serían aberraciones estáticas», explicó, por su parte, el doctor Salvador Cuevas. Sin embargo, la labor de los especialistas no termina en la elaboración de las lentes, pues como lo explica la maestra Beatriz Sánchez: «El desarrollo de instrumentación es un trabajo multidisciplinario que requiere de mecánica, electrónica, control, proceso y transmisión de datos, entre otras cosas. Frida, al ser un instrumento que trabaja en el infrarrojo cercano, necesita operar a
temperaturas criogénicas; por ello deberá estar contenido en un recipiente hermético llamado criostato, que hará imagen y espectroscopia, este procedimiento necesita de filtros, rejillas que funcionen como un prisma para descomponer la luz, de un revólver de cuatro cámaras para distintas amplificaciones». Estos mecanismos criogénicos se controlan a través de comandos eléctricos también desarrollados en los laboratorios del IA. Aunque Frida está siendo construido por un equipo de científicos e ingenieros de un consorcio de instituciones en México, España y Estados Unidos, es dirigido por el Instituto de Astronomía de la UNAM, científicamente el investigador principal es José Alberto López, y técnicamente, la responsable es Beatriz Sánchez. El Gran Telescopio Canarias
El Gran Telescopio Canarias (GTC), con sus 10.4 metros de diámetro, es en la actualidad uno de los telescopios óptico-infrarrojos más grandes y uno de los más avanzados en el mundo. Gracias a su gran área colectora y desarrollada ingeniería, este instrumento se encuentra entre los mejores telescopios dedicados a la investigación astronómica. El objetivo final del GTC es facilitar observaciones científicas de clase mundial gracias a su tamaño y ubicación en el Roque de los Muchachos, en La Palma, Islas Canarias, España. El telescopio permitirá el estudio de aspectos clave en astrofísica, como son la naturaleza de los agujeros negros, la historia de la formación de estrellas y galaxias cuando el Universo era joven, la física de planetas lejanos alrededor de otras estrellas y la naturaleza de la materia oscura y la energía oscura en el Universo. | AMC
8 | 25 DE MARZO DE 2 0 14 | C I E N C I A R I O | CAMBIO DE MICHOACÁN
En el primer instante de la historia del nuestro universo, hace unos 13,800 millones de años, ocurrió algo extraordinario: surgió el espacio-tiempo y se expandió a una velocidad superior a la de luz. Todo sucedió en alrededor de 10 -32 segundos, un periodo cortísimo conocido como inflación, marcado por fluctuaciones cuánticas que generaron ondas gravitatorias, la pistola humeante del Big Bang. Unos 380,000 años más tarde, se enfría el plasma caliente generado por la gran explosión y surge la radiación de fondo de microondas (CMB, por sus siglas en inglés), que desde entonces se observa de forma uniforme por cualquier parte del cielo que miremos. La huella que dejaron las ondas gravitatorias primigenias en esta radiación CMB es lo que ha observado ahora el telescopio BICEP2 desde la Antártida. Científicos del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian, en EE UU, han anunciado esta semana este descubrimiento que ha revolucionado a los físicos. «¡Es un gran hallazgo!», exclama a Sinc el carismático John Ellis, físico teórico del CERN y actual profesor en el King’s College de Londres. «Es la primera detección directa de las ondas gravitatorias o gravitacionales, pero mucho más que eso: su origen es intrínsecamente cuántico, así que estamos viendo gravedad cuántica a escala cosmológica. «Además, el hecho de que su magnitud sea relativamente grande –continúasignifica que tenemos una ventana al universo temprano, cuando las energías eran de unos 10 16 gigaelectronvoltios (GeV), muchos órdenes de magnitud más allá de lo que alcanzará el LHC (operará a 14,000 GeV como máximo) o cualquier acelerador de partículas que podamos imaginar». Para Enric Verdaguer, catedrático de Física Teórica de la Universidad de Barcelona (UB), el nuevo descubrimiento es comparable al del Higgs en el año 2012: «Así como el bosón de Higgs era la última predicción robusta del modelo estándar de partículas, la existencia de radiación gravitacional generada por un período inflacionario es la última predicción robusta del mo-
ESPECIAL
El anuncio de la primera evidencia sobre la inflación cósmica y las ondas gravitatorias cuánticas que surgieron en los inicios del universo ha sido valorado como uno de los grandes descubrimientos del siglo, un hito extraordinario equiparable al del bosón de Higgs.
A la espera del eco del Big Bang Enrique Sacristán | Agencia SINC delo inflacionario que todavía no se había observado». El catedrático explica que lo que realmente se ha medido en la radiación de fondo es el modo B, un tipo de polarización con aspecto rotacional o de rizo muy característico que solo pueden producir las ondas gravitacionales. «Estas son de escalas gigantescas y no se conoce ningún otro mecanismo que las pueda producir que la amplificación que produce inflación», comenta. «Nos está diciendo que la inflación, aquella expansión brutal que tuvo lugar prácticamente después del Big Bang, tuvo lugar a energías predichas por teorías de la gran unificación de las fuerzas», añade otra profesora de la UB, la astrofísica Pilar Ruiz Lapuente, del Instituto de Física Fundamental (CSIC). «Estaríamos viendo huellas de la era de la gravitación cuántica, algo realmente muy emocionante ¿no?». Desde el otro lado del Atlántico, el científico Scott Dodelson del Fermilab (EE UU) coincide en comparar el hallazgo con el del Higgs y destaca también emocionado sus grandes posibilidades: «Esto abre una nueva ventana, toda una nueva área de investigación. Las
altas energías de la época inflacionaria permiten comprobar algunas ideas de la teoría de cuerdas, que muchos asumieron que no se iban a poder testar. Es una nueva zona de juegos donde todo el mundo podrá empezar a poner a prueba sus teorías». Media docena de experimentos compiten por ser los segundos Pero como otros científicos, Dodelson sabe que todavía no se puede confirmar al cien por cien que los resultados sean correctos y no se deban a algún artefacto técnico o estadístico, o que la señal pueda proceder de una fuente inesperada: «La gente es escéptica, somos así, por lo que habrá que esperar a que otros instrumentos lo confirmen. Existen al menos media docena de experimentos que continúan buscando la polarización modo B, como SPTPol en un telescopio del Polo Sur o ACTPol desde el desierto chileno de Atacama. Sus datos concretarán o refutarán el hallazgo». La investigadora Olga Mena, del Instituto de Física Corpuscular (CSIC-Universidad de Valencia) enumera otros proyectos com-
petidores dedicados también a la detección de los modos B: ABS también en Atacama, Polarbear, el experimento E -otro tipo de polarización pero radial- y B (EBEX) y CLASS. En España también se prepara Quijote CMB (del inglés Q-U-I JOint Tenerife CMB Experiment) para el 2015. Cualquiera de ellos podría ser el segundo en detectar el hallazgo, «y cuando ocurra será uno de los mayores descubrimientos en cosmología, sobre todo por confirmar inflación y la naturaleza cuántica del espacio tiempo». La mayoría de estos telescopios e instrumentos están situados en los polos o en lo alto de montañas donde la atmósfera es más limpia y presenta menos interferencias, pero hay un lugar todavía mejor para realizar las observaciones: el espacio. Si hay unos resultados que los físicos están deseando conocer son los del satélite Planck de la Agencia Espacial Europea (ESA). El experimento de BICEP2 sólo ha analizado un área del firmamento relativamente pequeña, pero Planck ofrecerá los datos de polarización para toda la esfera celeste.
«Este satélite ha efectuado un mapa completo del CMB durante el tiempo que ha estado operativo entre 2009 y 2013», explica Pablo Cerdá-Durán, investigador del departamento de Astronomía y Astrofísica de la Universidad de Valencia. «El análisis de la ingente cantidad de datos generados durante la misión no está completado, y en particular falta el de las medidas de polarización, que muy probablemente puedan confirmar o descartar los resultados de BICEP2». El científico apunta, como otros colegas, en que esta detección será relevante por evidenciar de forma indirecta la existencia de las ondas gravitatorias, como predijo Einstein a principios del siglo XX, y la inflación, predicha por Alan Guth en 1980. Respecto al momento de un posible segundo anuncio, «el satélite Planck debería comunicar sus análisis de datos de polarización en pocos meses», adelanta José L. F. Barbón, miembro del Instituto de Física Teórica (Universidad Autónoma de Madrid-CSIC). «De hecho, existe una cierta tensión entre las mediciones anteriores de Planck y las de BICEP2, así que hay que ser cautos hasta que el resultado sea confirmado por un segundo instrumento». Por su parte y de camino al centro Goddard de la NASA, el profesor Fernando Atrio, de la Universidad de Salamanca recuerda que, aunque las ondas gravitacionales produzcan polarización modo B, también generan otros efectos, «como la correlación de las anisotropías (cualidad física dependiente de la dirección en que se mide) en temperatura o los denominados espectros de potencia de temperatura», que también convendría determinar. «Cuando se verifique será un descubrimiento muy importante porque extiende el modelo del Big Bang y servirá para contrastar con observaciones la validez del paradigma inflacionario», señala Atrio, algo en lo que coincide Barbón, quien reconoce que la detección de ondas gravitatorias en sí misma tampoco reviste ninguna sorpresa: «De hecho ya se concedió el premio Nobel a Hulse y Taylor por ‘medir’ indirectamente las ondas gravitacionales en el estudio de un púlsar binario.