SUPLEMENTO DE CAMBIO DE MICHOACÁN CAMBIO DE MICHOACÁN | C I E N C I A R I O | 30 DE SEPTIEMBRE DE 2 0 14 | 1 PARA LA DIVULGACIÓN DE TEMAS CIENTÍFICOS Y TECNOLÓGICOS PREMIO ESTATAL DE DIVULGACIÓN 2013 EDITOR: RAÚL LÓPEZ TÉLLEZ ixca68@hotmail.com MARTES 30 DE SEPTIEMBRE DE 2014 NÚMERO 548 APARECE LOS MARTES www.cambiodemichoacan.com.mx
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«El nombre científico de cualquier ser vivo cumple varias encomiendas: por ejemplo, lo describe de manera sencilla, lo ubica como especie reconocida y a la vez lo diferencia de otra, además muestra el grado de relación biológica entre especies y resuelve el problema de las diferencias lingüísticas, puesto que siempre se debe escribir en latín. ¿Por qué en latín?»
Mi nombre científico David Tafolla Venegas Constantemente se están descubriendo nuevas especies de organismos de todo tipo; y a pesar que pudiéramos pensar, para el caso de los animales, que ya todos están descubiertos, no lo es así, constantemente se descubren animales desconocidos para la ciencia justo como en varios números de Cienciario se ha expuesto. Por lo general, un «nuevo» animal, originalmente no es desconocido por la comunidad humana con la cual cohabitan. Entonces, estos humanos le han asignado un nombre en su lengua madre. El problema es que la comunidad científica no puede presentar a este nuevo animal ante el mundo con el nombre original en un idioma que lo más probable no sea hablado en ninguna otra parte más que en la región donde se hizo el hallazgo. Como no todas las personas hablan los, más o menos, 65 mil idiomas del mundo, los científicos han optado por nombrar a todos los organismos en latín bajo un concepto llamado «nombre científico». El nombre científico de cualquier ser vivo cumple varias encomiendas: por ejemplo, lo describe de manera sencilla, lo ubica como especie reconocida y a la vez lo diferencia de otra, además muestra el grado de relación biológica entre especies y resuelve el problema de las diferencias lingüísticas, puesto que siempre se debe escribir en latín. ¿Por qué en latín? El latín es un idioma que de manera general ya no se usa y por lo tanto el significado de sus palabras ya no
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El caracol de jardín, arriba, científicamente llamado «Helix aspersa» siempre será «espiral manchada». Arriba, el texto de Linneo que guió la denominación de las especies. A un costado, el naturalista sueco cuyo apellido lleva el sistema de clasificación basado en el uso de solo dos palabras.
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EL ELIXIR DE LA JUVENTUD PÁGINA 4
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CÓMO, EN DÓNDE Y POR QUÉ DIVULGAR PÁGINAS 5
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POR UN CIELO VERDE ESMERALDA PÁGINA 7
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REVIST A REVISTA El astrofísico Garik Israelian (Armenia, 1963) ha aparcado sus investigaciones sobre la química de las estrellas en el Instituto de Astrofísica de Canarias para coordinar el Festival Starmus, un evento que se celebra esta semana en Tenerife y que, según sus organizadores, es «la mejor combinación de ciencia, arte y música que puedas encontrar hoy en el mundo». Científicos de primer nivel como Stephen Hawking y artistas como Brian May charlarán sobre el origen del Universo y la humanidad bajo los cielos de Canarias.
«Sólo la astronomía puede cambiar la mentalidad de la gente» –¿Cómo surge el Festival Starmus? «La primera edición se celebró en 2011, con figuras como el astronauta Neil Armstrong, pero la idea nace hace muchos años. Sabíamos que se organizan reuniones de astrónomos aficionados en todo el mundo, sobre todo a escala nacional en países como Inglaterra o estados Unidos, pero queríamos un evento realmente internacional sobre astronomía, de tan alto nivel que llamara la atención de todos y donde la música y el arte tuvieran una presencia relevante. Tampoco debía ser como los típicos congresos intensos con ponencias todo el día. Y así surge el Festival Starmus, donde la gente viene a relajarse y disfrutar de las charlas, que no son muchas y se suelen dejar sólo por las tardes. Además contamos con un escenario ideal por sus telescopios y cielos despejados, Tenerife, donde se pueden observar las estrellas mientras se toma un cóctel, como haremos en la Teide Star Party». –El lema de esta segunda edición es «Beginnings». ¿A qué hace referencia? «Las charlas científicas van a tratar sobre el origen de las cosas. Por ejemplo, el físico John Ellis hablará sobre el origen de las partículas y el premio Nobel Robert Wilson lo hará sobre la radiación cósmica de microondas que surgió tras el Big Bang. También se tratará desde otros ámbitos, como los orígenes de los humanos modernos, que explicará la antropóloga Keterina Harvati. Además estará presente el hom-
bre que dio la primera caminata espacial, el ruso Alexei Leonov, y una de las charlas del popular Stephen Hawkings también será sobre el origen del Universo». –¿Ha sido difícil traer a Hawking? «Fue una sorpresa y fruto de la casualidad. Para nosotros es todo un privilegio contar con esta estrella de la ciencia, quizá la número uno para el gran público. Ya le habían hablado del primer Starmus algunos de sus colegas, pero fue Brian May, guitarrista de Queen muy involucrado con este festival, quien le animó a venir cuando coincidieron durante un concierto en Londres. El problema es que los médicos le desaconsejaban coger aviones, así que hubo que organizar un crucero – el primero de su vida– para que pudiera viajar, junto a varias enfermeras, desde Inglaterra hasta Canarias. Hawking participa en varios actos del festival, donde responderá desde el escenario a preguntas de los invitados y alguna de las que le han formulado a través de las redes sociales». –Respecto al guitarrista Brian May, ¿cuál es su papel en este festival?
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Sthepen Hawking y Garik Israelian. «Ofrecerá un concierto junto al tecladista Rick Wakeman, pero May, además de músico, también es astrofísico y todo un experto en estereofotografía. Una de las charlas qué destacaría de Starmus 2014 es la que ofrecerá este guitarrista, que mostrará el espacio en 3D a través de unas gafas especiales. El público se las podrá poner para disfrutar de imágenes estero de astro-
nomía. Nunca se ha hecho y va a resultar una experiencia muy interesante». –¿Es cierto que usted animó a May para que terminara su tesis doctoral? «Sí, le dije que no está bien dejar las cosas a medias (risas). A comienzos de los 70 él había empezado su tesis en el Imperial Collegue de Londres, pero abandonó la astronomía para formar
parte del grupo Queen. Después de mucho tiempo estuvo en Tenerife varias veces, nos conocimos y le convencí para que completara lo que había dejado pendiente. Trabajamos durante un año y consiguió graduarse en 2008 en el mismo centro donde había comenzado su doctorado. Es un ejemplo clásico de científico y músico».
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Promocional del evento.
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REVIST A REVISTA La innovación local y no la expansión de la población provocó la aparición de nuevas tecnologías en Eurasia hace más de 300,000 años, según un estudio que publica la revista Science. Este resultado pone de manifiesto la antigüedad de la capacidad humana para la innovación.
Innovar, esa antigua idea de hace 300 mil años
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Rick Wakeman, tecladista inglés.
–Respecto al guitarrista Brian May, ¿cuál es su papel en este festival? «Ofrecerá un concierto junto al tecladista Rick Wakeman, pero May, además de músico, también es astrofísico y todo un experto en estereofotografía. Una de las charlas qué destacaría de Starmus 2014 es la que ofrecerá este guitarrista, que mostrará el espacio en 3D a través de unas gafas especiales». –Una unión que también exhibe Starmus… «Absolutamente. Por eso mi idea era traer gente que no sólo fueran astrónomos profesionales, sino también músicos, artistas o directores de cine que hablen de la importancia de la astronomía. Es la única ciencia que es capaz de cambiar la mentalidad de gente porque te da una visión de las cosas que no ofrece ninguna otra ciencia o ideología. El festival no es sólo sobre astronomía y el espacio, pero se mueve a su alrededor». –¿A qué público va dirigido? «A un público general, sólo hace falta un nivel de bachiller. De hecho, las personas que se han inscrito –cerca de 500– son médicos, abogados, gente de negocios o de otros ámbitos, pero que les gusta mucho la astronomía. Se enteran por Internet de que existe un evento
con este formato tan especial y están dispuestos a viajar una semana a Tenerife desde lugares tan lejanos como Chile, Nueva Zelanda, Canadá, Brasil, China… de todo el mundo». –¿Con qué presupuesto cuentan? «Alrededor de medio millón de euros. Es un poco menos que la primera edición, aunque hasta el final no sabremos la cantidad exacta porque siempre surgen imprevistos. Los patrocinadores más importantes son el gobierno de Canarias y el Cabildo de Tenerife, pero participan otras entidades públicas y privadas que, en conjunto, cubren el 70 por ciento. El resto se costea con los pagos de los delegados. Con esto se puede mantener el alto nivel del festival, que confiamos pueda continuar con esta frecuencia de cada tres años. La segunda edición confirma que se puede hacer y seguir con nuevos Starmus en el futuro». | Agencia SINC
El análisis de los artefactos de piedra de un yacimiento de hace 325,000 años en Armenia indica que la innovación tecnológica humana se produjo de forma intermitente en distintas partes del Viejo Mundo, en lugar de dispersarse desde un único punto de origen, como se pensaba anteriormente. El estudio se publica hoy en la revista Science. Investigadores de la Universidad de Connecticut (EE UU) examinaron miles de artefactos de piedra recuperados en Nor Geghi 1, un yacimiento armenio único al estar conservado entre dos flujos de lava, y datado hace entre 200,000 y 400,000 años. El estudio detallado de los sedimentos permitió a los investigadores correlacionar las herramientas de piedra con un periodo de tiempo de entre 325,000 y 335,000 años, momento en el cual el clima de la Tierra era similar al de hoy. Estos utensilios proporcionan la primera evidencia clara de que hubo un uso simultáneo de dos tecnologías distintas: la bifacial, comúnmente asociada con la producción de hacha de mano durante el Paleolítico Inferior; y la tecnología Levallois, que se relacionaba hasta ahora con la desaparición de esta primera hace unos 300,000 años. Los arqueólogos argumentaban que Levallois se extendió por Eurasia con la expansión de las poblaciones humanas, en sustitución de las tecnologías bifaciales locales. Esta teoría establece un vínculo entre las poblaciones y las tecnologías y, por tanto, equipara el cambio tecnológico con el cambio demográfico. La coexistencia de las dos técnicas en Nor Geghi 1 de-
Investigadores de la Universidad de Connecticut (EE UU) examinaron miles de artefactos de piedra recuperados en Nor Geghi 1, un yacimiento armenio único al estar conservado entre dos flujos de lava
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muestra que esto no sucedió así, sino que las poblaciones locales desarrollaron tanto la tecnología Levallois como la bifacial. «La combinación de diferentes tecnologías en un solo lugar nos sugiere que, hace alrededor de 325,000 años, la gente era innovadora», dice Daniel Adler, profesor asociado de antropología en la Universidad de Connecticut, y autor principal del estudio. Por otra parte, el análisis químico de varios cientos de
artefactos de roca volcánica muestra que estos seres humanos utilizaron piedras de lugares que estaban a 120 kilómetros, lo que hace pensar a los científicos que también debieron ser capaces de explotar territorios grandes y diversos. En conjunto, los artefactos encontrados en Nor Geghi 1 reflejan la flexibilidad tecnológica y la versatilidad de una sola población durante un período de profundos cambios biológicos y de comportamiento humano.
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«¡Qué pena si esta vida tuviera / - esta vida nuestra - / mil años de existencia! / ¿Quién la haría hasta el fin llevadera? / ¿Quién la soportaría toda sin protesta?...» – León Felipe La juventud es una de esas cosas que se valora y se extraña sólo cuando ya se ha perdido. Es común en las personas mayores la nostalgia de lo que fue, o pudo ser su vida en la juventud, aunque tal vez, en el hipotético caso de que volvieran a vivirla, repetirían las mismas acciones y los mismos errores. Es bien sabido que en los albores de la investigación científica, los alquimistas buscaban una fórmula para el «elixir de la vida» que los mantendría jóvenes y sanos. Se cuenta que el primer emperador de la China unificada, Qin Shi Huang (quizá lo vieron en la película «El héroe»), envió a cientos de hombres y mujeres a los mares de Oriente en busca de la píldora de la inmortalidad. El mismo objetivo animó a Teofrasto Paracelso, quien descubrió de paso las bases de la medicina química moderna. A pesar de todos los esfuerzos para combatir las enfermedades que aquejan al ser humano, parece que
El elixir de hay un límite de edad casi infranqueable. Si investigamos las estadísticas de longevidad, veremos que muy rara vez se rebasan los 120
las muy reactivas e inestables con alta capacidad de oxidar, y van destruyendo estructuras biológicas, especialmente las involucra-
años. De hecho el récord actual de longevidad documentada, fue para la francesa Jeanne Calment (18751997), quien murió a los 122 años y cinco meses. Para tratar de explicar el proceso de envejecimiento, existen varias teorías. Una de ellas propone que con la edad se van acumulando «radicales libres», molécu-
das en la división celular. Otra hipótesis interesante sobre el envejecimiento es la «Pleiotropía antagonista»; se sabe que tenemos genes que determinan más de una función biológica; si un mismo gen determina una ventaja reproductiva en la juventud y al mismo tiempo un problema de salud en la vejez, ese gen (dominante)
se transmitirá a las nuevas generaciones. Lo contrario limitaría la evolución y no habría muchas personas adultas saludables. Se conoce uno de los mecanismos del envejecimiento: en nuestro cuerpo las células se dividen para renovar los órganos como el hígado, los pulmones o la piel, pero en cada división se acorta un extremo o «telómero» de la cadena de ADN (empaquetada) en los cromosomas. Cuando los telómeros son ya muy cortos las células ya no se pueden dividir, originando la degeneración de los órganos como sucede en la vejez. Hay unas células que producen una enzima llamada «telomeraza», que reconstruye a los telómeros y permiten a las células dividirse indefinidamente. Hay una noticia interesante publicada el pasado 19 de septiembre: Investigadores del Instituto Salk (La Jolla, California) han descubierto que aún cuando la telomeraza esté presente, se inhabilita cuando ya no se requiere.
La idea de llamar a los animales y todos los demás organismos en latín no es nueva, ya desde finales de la Edad Media era común nombrar a los animales en esta lengua, y además el conocimiento que comenzaba a generarse se hacía en latín, la lengua culta de esos entonces. El problema con los nombres científicos en aquellos tiempos es que solían ser muy largos, comúnmente de hasta 20 palabras. Los naturalistas tuvieron que lidiar con el dolor de cabeza que les causaban nombres tan largos hasta que en el año de 1758, Carlos Linneo, un na-
turalista botánico y zoólogo sueco, publicó su tratado Sistema Natural, en el cual propuso un nuevo sistema de clasificación basado en el uso de sólo dos palabras latinas para nombrar a una especie, idea que fue bienvenida y aceptada de inmediato en toda la comunidad científica europea. A partir de entonces, las sociedades y asociaciones científicas internacionales han creado guías o manuales llamados «códigos» específicos para cada grupo de organismos, por ejemplo existe el Código Internacional de Nomenclatura Zoológica, el cual es usado por aque-
la juventud Cuauhtémoc Sarabia Martínez
El mecanismo químico que inhabilita esta enzima produce la clave para revertir este proceso, es decir, para evitar que se inhabilite. Manteniendo una concentración razonable de telomeraza en el organismo se asegura la división celular y por consiguiente un envejecimiento saludable y tardío. Lo anterior podría parecer fantástico a quienes les interesa vivir la juventud muchos años, pero hay un lado oscuro: la telomeraza también facilita la reproducción indeseable de células como las de los tumores cancerosos. En algún número de este suplemento comentamos que una forma de lograr longevidad, es manteniendo una dieta de muy bajas calorías, es decir, vivir con hambre. Pero también esto tiene consecuencias indeseables, nuestro aspecto físico podría ser como en la canción de Óscar Athié: «Flaco, ojeroso, cansado y sin ilusiones». También podríamos caer en un cuadro de desnutrición tal que nos acortara la vida. Tal vez con la dieta estemos como los acróbatas de los circos, caminando en la cuerda floja. Termino esta nota con una reflexión. ¿Para qué queremos vivir eternamente? Tal vez sea bueno de vez en cuando leer el hermoso poema de León Felipe que termina con esta frase: «¡Qué pena, que sea así todo siempre, siempre de la misma manera!».
llos científicos que descubren un nuevo animal y deben asignarle un nombre. De la misma manera existe el de botánica, que se encarga de los nombres de las algas, plantas y hongos, y también el de bacteriología, encargado de nombrar adecuadamente a las bacterias y organismos afines. Creo que el nombre científico de la especie humana es bien conocido, Homo sapiens , pero ¿sabe qué significa en español? ¿Sabe el nombre científico de su mascota o de alguna de sus plantas en su jardín?
DE PORTADA
Mi nombre científ ico científico PÁGINA 1
cambiará. De tal forma que tenemos la certeza de que «helix» y «aspersa», por mencionar un ejemplo, siempre será «espiral» y «manchada» en latín, con el tiempo ya no tendrán otro significado, por lo tanto el caracol de jardín científicamente llamado «Helix aspersa » siempre será «espiral manchada». Siguiendo con el mismo ejemplo, podemos notar que los nombres científicos están compuestos por dos nombres, el primero es el género, el cual puede ser cualquier sustantivo y el segundo, el epíteto específico que debe
ser un adjetivo que describa al género, así tenemos que espiral puede denotar cualquier espiral, pero si le agregamos manchada, entonces ya no es cualquiera sino una manchada, característica física que describe la concha de estos gasterópodos terrestres y jardineros. Y al referirnos a la especie Helix pomatia , otro caracol de jardín, vemos que es una especie diferente que Helix aspersa , pero están muy emparentadas biológicamente hablando, puesto que ambas especies comparten el género Helix .
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«Si estuvimos en el papel de divulgadores en cualquier medio (conferencias o en medios masivos), ¿cuidamos los aspectos que cuando estamos en el papel de público criticamos?, ¿le dedicamos a la escritura del artículo el suficiente tiempo o lo hicimos una hora y media antes de la entrega?»
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Cómo, en dónde y por qué divulgar la ciencia ESPECIAL
Cony González Un abrazo solidario al equipo de Cambio de Michoacán y en particular a los familiares de Raúl López Mendoza No puedo negar que estoy altamente influenciada por dos muy buenos cursos que tomé esta semana y que fueron organizados por el Consejo Estatal de Ciencia, Tecnología e Innovación (CECTI) y la Universidad Michoacana. Los dos tienen que ver con la divulgación de la ciencia. Mientras una parte de mi cerebro ponía atención a lo que escuchaba, la otra mitad no dejaba de recordar y relacionar experiencias que, en el gusto por comunicar el conocimiento científico, he tenido a lo largo de los últimos 28 años, ¡media vida! Soy aficionada a esto sin ningún estudio formal de cómo hacerlo. No he cursado una carrera o al menos un diplomado que corrija los vicios de escritura, y cuando cualquiera de nosotros (traté de evitar el «yo») leemos lo que escribimos, nos damos cuenta de lo necesario que sería tomar un curso que nos diera mejores elementos para escribir. Uno de esos talleres precisamente fue relacionado con el buen método de compartir la ciencia escrita, y no sé si los demás compañeros salieron sabiendo que de ahora en adelante, al leer un libro de divulgación, lo haremos desde otro enfoque, pero también, que cuando abordemos el tema semanal para el Cienciario, nos detendremos en aspectos que no tomábamos en cuenta antes. Me siento privilegiada por tener un espacio para escribir y ello se lo debo a este periódico a través de «mi editor», Raúl López Téllez, pero también ha tenido una experiencia ante el micró-
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fono (en el Sistema Michoacano de Radio y Televisión). En ambos espacios he podido aprender poco a poco «cómo hacerlo», pero mi colaboración de esta semana no tiene que ver con el yo-yo en sí, sino con la inquietud que me generaron estos dos buenos cursos. ¿A cuántas actividades de ciencia acudimos al año?, ¿a cuántas conferencias?, ¿cuántos buenos documentales vemos?, ¿asistimos a los museos de ciencias?, ¿estamos directamente relacionados con estos temas por nuestro estudio o trabajo o simplemente porque nos gusta? Como asistentes a ellas, «haiga sido como haiga
sido» (Sic. que recuerda a «aquel»), ¿hemos sido críticos con los expositores?, ¿apreciamos el material que prepararon?, ¿cómo cuidaron el vocabulario que usaron: pensaron que iban a hablar con infantes a quienes tendrían que hablarles con condescendencia de párvulos o por el contrario, supusieron que sabríamos todo, así que no había que tratar de explicar demasiado? Si estuvimos en el papel de divulgadores en cualquier medio (conferencias o en medios masivos), ¿cuidamos los aspectos que cuando estamos en el papel de público criticamos?, ¿le dedicamos a la escritura del artículo el suficiente tiem-
«¿A cuántas actividades de ciencia acudimos al año?, ¿a cuántas conferencias?, ¿cuántos buenos documentales vemos?, ¿asistimos a los museos de ciencias?, ¿estamos directamente relacionados con estos temas por nuestro estudio o trabajo o simplemente porque nos gusta?»
po o lo hicimos una hora y media antes de la entrega? El tercer papel de la divulgación está entre los organizadores: ¿la actividad que se está proponiendo de divulgación se llevó hasta las escuelas perdidas en los barrios perdidos de las altas montañas que rodean las ciudades o es más fácil traer «las montañas» hasta el nicho divulgativo y conformarnos con que vengan a divertirse y a entretenerse los que quieran o los que puedan? Mis neuronas trabajan sin cesar, y aunque concluyen que no podemos hacer nada trascendente cada uno de nosotros por separado, sí podemos, juntos, tratar de llevar aunque sea un tema, un dibujo, un artículo, una revista a personas que no tienen la menor idea de la ciencia y que los muevan a entender o a conocer algo más de ella, de sus métodos y también de las ventajas (y ESPECIAL algunas desventajas) que les pueden ser útiles. Me refiero –por ejemplo- a que una persona que sabe de lo que los avances y el conocimiento representan, difícilmente se dejará engañar con productos milagro y curas mágicas, y en lugar de comprar pomadas «para adelgazar» seguirá una dieta y un régimen de ejercicios, porque no creerá que lo fácil le resolverá la vida, y en lugar de ir a la charlatanería de la «medicina cuántica» o la «medicina natural alemana» que ahora se publicitan tanto, consultará al especialista; o les enseñará a sus hijos a ser más escépticos y menos presas de aquellos que lucran con el desconocimiento (recordé de golpe a Mausán, pero hay muchos). Bueno, esto no fue una colaboración de divulgación sino de opinión, y espero que –también- esta vez mi editor no se enoje mucho.
La formación de la memoria modifica la estructura y la función de los astrocitos Un estudio del CSIC profundiza en el importante papel que desempeñan los astrocitos sobre la actividad neuronal. Este trabajo puede mejorar la comprensión del cerebro en condiciones normales y patológicas. Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha demostrado que la actividad neuronal que provoca la formación de la memoria y el aprendizaje no sólo implica una modificación en la actividad neuronal, como se creía hasta ahora. El trabajo revela que también altera la disposición anatómica de los astrocitos (un tipo de célula) que rodean a las sinapsis (conexiones entre neuronas) en el hipocampo y en la corteza cerebral. Este cambio estructural se acompaña de una pérdida de la capacidad de los astrocitos para modular la comunicación sináptica entre neuronas, por lo que conlleva consecuencias funcionales. El trabajo se publica en The Journal of Neuroscience . «La plasticidad sináptica que subyace a la formación de la memoria va acompañada de cambios estructurales y funcionales que afectan no sólo a las neuronas sino también a los astrocitos, que posibilitan una comunicación neuronal fluida», sostienen Alberto Pérez Álvarez y Marta Navarrete, del Instituto Cajal, autores principales del estudio PÁGINA 6
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Buscan secuenciar los transcriptomas de las 17 especies de salamandras del género Ambystoma que existen en el país y crear un banco vivo de estos anfibios
Salamandras: información genética bajo la dirección del científico Alfonso Araque, del mismo centro. «Ello hace que la acción de los astrocitos esté muy presente en la función cerebral normal y también en la patológica», añaden. El cerebro, explican los investigadores, es un conjunto organizado de células que recibe, procesa, elabora, transmite y almacena información. Está formado por dos grandes tipos celulares: las neuronas y las células de la glía. Las neuronas son las responsables del funcionamiento cerebral en la elaboración y transmisión de información. Los astrocitos son un tipo de célula gliales con forma de estrella que realiza funciones de soporte nutricional y metabólico de las neuronas. Mayor capacidad computacional del cerebro En los últimos años se ha demostrado que los astrocitos intervienen en el procesamiento y transmisión de información durante la actividad neuronal. Hasta ahora se sabía que la plasticidad sináptica -el mecanismo que subyace a la formación de la memoria y el aprendizaje- está asociada con cambios morfológicos y funcionales en espinas dendríticas, rodeadas por los astrocitos. Este estudio aclara que los astrocitos también sufren cambios durante este proceso, lo que a su vez tiene un impacto sobre la acción que estos realizan sobre las sinapsis neuronales. «Induciendo plasticidad sináptica por actividad PÁGINA 7
Luis Alfredo Cruz Ramírez, líder del laboratorio de Complejidad Molecular y del Desarrollo en el Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad (Langebio) del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), se ha propuesto desde hace año y medio conocer la información genética de las salamandras a través de la secuenciación de sus transcriptomas, es decir, de los ácidos ribonucleicos mensajeros (ARNm). En esta primera etapa se estudia al axolote, Ambystoma mexicanum, especie en peligro de extinción, y Ambystoma velasci. La idea es tener la información de las 17 especies del género Ambystoma ya que son endémicas de México. Los objetivos que persigue el equipo de Cruz Ramírez son diversos. Van desde contar con la mayor infor-
mación genética sobre las salamandras, ya que estos estudios servirán para detectar los genes que intervienen en su extraordinaria capacidad regenerativa de órganos y tejidos para su conservación y potencial reintroducción, porque las 17 especies están en diversos grados de amenaza y se requieren estudios genéticos detallados para evitar las mutaciones por cruzas entre parientes, por lo que se pretende la creación de un banco de germoplasma o colonia de las 17 salamandras vivas. «El primer proyecto que nos propusimos fue obtener la mayor cantidad de información genética de las salamandras, a las cuales nadie ha secuenciado en el mundo debido a que el genoma del axolote y del resto de las salamandras es diez veces más grande que el del ser humano. Secuen-
ciarlo y analizarlo sería muy costoso, por ello se analizará su transcriptómica, la cual, como se dijo antes, consiste en determinar las secuencias de los ARNm de los genes que codifican para proteínas», explicó Alfredo Cruz. El proyecto, que se encuentra en proceso de recibir financiamiento por parte del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), contempla la extracción de tejido de individuos de Ambystoma mexicanum y de Ambystoma velasci de las partes de su cuerpo que tienen propiedades regenerativas: la cola, las patas, branquias, hígado y corazón, y se les extraerá el ARNm del núcleo, citoplasma y mitocondrias de las células. «Hay gran cantidad del ARNm que no codifica o que no son secuencias para mensajeros, así que extraeremos los mensajeros que sí codifican para una proteína y los mandaremos a secuenciar», dijo el investigador. Una vez que se tienen las bibliotecas de ARNm, se colocan adaptadores y se secuencian. Un especialista en informática revisa cualquier error en la secuencia. Después se anotan los transcritos como unigenes que codifican para una proteína o una enzima; por ejemplo, una proteína específica se puede expresar mucho más en el hígado que en una pata. En el proceso de caracterización funcional de la regeneración, se realiza el análisis y predicción de la presencia de genes que intervienen en dicho fenómeno y posteriormente se pasa a la parte experimental para demostrar que las predicciones son ciertas, cortando en las salamandras vivas alguna extremidad, detalló Cruz Ramírez. En el Laboratorio de Complejidad Molecular y del Desarrollo, a los Ambystoma mexicanum y Ambystoma velasci se les cortó una pata o una branquia y se comparó cuánto tiempo tardan en regenerarse, con la finalidad de analizar en qué etapa de su vida tienen mayor capacidad en ello. Se sabe que una extremidad de un Ambystoma metamorfoseado tarda diez veces más en regenerar que la de uno en estado neoténico, esto es, cuando las salamandras tienen capacidad de reproducirse en estado larvario.
Luis Alfredo Cruz abundó: «Algo tienen las células de la etapa larvaria que promueven la capacidad regenerativa. Los embriones de ratón, humano y axolote tienen la capacidad de regenerar pero en la adultez la pierden, excepto el axolote: sus tejidos crecen en completo orden sin que le dé cáncer — a diferencia de los humanos u otros animales—, debe de ser algo que no hemos identificado en una proteína, un ARN pequeño que se encuentra en regiones intergénicas o un metabolito». Se estudia el proceso de metamorfosis de los Ambystomas porque hay unos que sí se convierten en salamandras terrestres cuando llegan a su adultez, mientras el Ambystoma mexicanum siempre tiene forma larval. Su neotenia es obligada, pues si se expone a ciertas condiciones de estrés como cambio de temperatura, alimentación o si es extraído de su hábitat, cambia y muere. En cambio Ambystoma velasci sí es capaz de transformarse en salamandra terrestre si se expone a condiciones adversas. Su neotenia es facultativa. En el laboratorio se tienen ejemplares de Ambystoma dumerilii, Ambystoma rivulare, Ambystoma ordinarum y Ambystoma granulosum a los que, de contar con el apoyo económico, se secuenciará sus transcriptomas y se les cortarán extremidades para comparar su capacidad de regeneración. Así, una pareja será para el banco de germoplasma y otra para experimentar. La meta es hacer los estudios a las 17 especies de salamandras ya que todas tienen colores distintos, patrones de manchas distintas, capacidades metamórficas distintas y capacidades de regeneración distintas. El trabajo de captura de las especies y el plan de tener el banco de germoplasma vivo se ha realizado en colaboración con el Centro de Investigaciones Biológicas y Acuícolas de Cuemanco (CIBAC), de la Universidad Autónoma Metropolitana, ya que ellos cuentan con los permisos a nivel nacional de captura y trabajan en la reintroducción de los Ambystomas a su hábitat. | Academia Mexicana de Ciencias
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México es uno de los países «megadiversos» a nivel mundial, por la cantidad de especies animales que aquí residen, entre los cuales destacan los mamíferos, las aves, los reptiles y anfibios. Uno de los grupos más representativos y llamativos es el de las aves, el cual está representado con más de mil especies. Este grupo destaca por su belleza, colorido y hermosos cantos. Sin embargo, estas características son de las mayores amenazas para el grupo, pues muchas aves son capturadas para el comercio, llevando a muchas especies al borde de la extinción. Entre las aves mexicanas hay un grupo en particular que está en peligro y sus poblaciones están desapareciendo, es la familia biológica Psittacidae, en la cual encontramos a los pericos, loros y guacamayas, la cual está representada con 22 especies, de las cuales 21 están protegidas por las leyes. Pero, ¿quién no ha ido a casa de la abuela, la tía o la suegra y seguramente más de una vez ha visto jaulas con pájaros? Entre las cuales, destaca una con una ave amigable y sumamente inteligente. Se trata de «Pancho La Guacamaya», quien costó mucho dinero, pues es muy famoso por su belleza y por «hablador». Tal fama ha provocado que Pancho y sus parientes estén en peligro de extinción. Esto es muy común que suceda en algunas regiones costeras, donde otras especies de loros, pericos y la majestuosa guacamaya verde están presentes. Pero ¿quién es la guacamaya verde? La guacamaya verde es una de las dos especies de guacamayas que hay en México, de gran tamaño y colores verde esmeralda, amarillo, rojo y azul turquesa. Algunos de estos colores sólo se pueden observar en vuelo. Esta hermosa ave habita en diferentes ecosistemas, aunque generalmente se encuentra en la selva muy cerca de la costa. Su
Por un cielo verde esmeralda y azul turquesa Luis Manuel Avilés Ramos
«Pero, ¿quién no ha ido a casa de la abuela, la tía o la suegra y seguramente más de una vez ha visto jaulas con pájaros, entre las cuales destaca una con una ave amigable y sumamente inteligente. Se trata de «Pancho La Guacamaya», quien costó mucho dinero, pues es muy famoso por su belleza y por «hablador». Tal fama ha provocado que Pancho y sus parientes estén en peligro de extinción...»
alimentación consta de muchas semillas, pero muy tóxicas, por lo que requieren de un alimento que combata estas toxinas, como la arcilla o las hojas de mangle.
Actualmente, sólo la podemos encontrar en muy pocos lugares y se sabe que las poblaciones más grandes de guacamaya verde se encuentran en Tamaulipas,
Querétaro, Oaxaca, Sinaloa y Jalisco. En este último estado, se ha localizado una de las colonias de anidación más grandes y se han reportado los niveles más altos de reproducción y poco robo de nidos, por lo que la población aún es numerosa. Estas razones han motivado a diferentes grupos de personas a cuidar y proteger a esta especie, entre esos grupos destaca el Laboratorio de Vertebrados Terrestres Prioritarios, de la Facultad de Biología de la Universidad Michoacana, la asociación civil Unidos por las Guacamayas, de Puerto Vallarta, y la comunidad de Boca de Tomatlán, en Jalisco. Estos grupos han unido fuerzas para cuidar, proteger y estudiar a la guacamaya dentro de su hábitat natural, desarrollando programas de conservación dedicados al cuidado y protección de la especie, así como de los sitios de anidación en esta región. Por lo anterior, desde hace varios años se han desarrollado estudios en relación al sitio de anidación y a la reproducción de las guacamayas. Uno de ellos es el trabajo titulado «Hábitat y actividad reproductiva de una población de guacamaya verde en la región de Bahía de Banderas, Jalisco», donde se describieron los niveles de reproducción y las características de los árboles adecuados para la anidación de la especie. Actualmente, se continúan desarrollando trabajos de investigación importantes, los cuales son cruciales para la conservación de la guacamaya en la región. Esta información es muy importante para diseñar recomendaciones para crear un plan de manejo forestal integral adecuado, que considere los requerimientos de las guacamayas verdes para anidar, así como para promover la prohibición de la tala de árboles de gran tamaño, además de establecer restricciones en el devastador desarrollo de la industria turística, la cual se expande hacia áreas de selvas conservadas de la región.
neuronal de alta frecuencia se ha observado que las prolongaciones que extienden los astrocitos para contactar con las sinapsis neuronales se reordenan al detectar este tipo de actividad. Al inducir esta plasticidad sináptica, se pierde la modulación positiva de la transmisión sináptica que el astrocito es capaz de realizar», explica Pérez Álvarez. «De esta manera, la actividad neuronal derivada de la experiencia genera una ‘huella’ anatómica y funcional en el cerebro que no sólo implica a las neuronas, como se creía, sino también a los astrocitos, revelando una mayor capacidad computacional del cerebro en los procesos de aprendizaje y memoria». El investigador considera que estos hallazgos pueden ayudar a comprender mejor cómo funciona el cerebro en condiciones normales y patológicas. | Agencia SINC
«...la actividad neuronal derivada de la experiencia genera una ‘huella’ anatómica y funcional en el cerebro que no sólo implica a las neuronas, como se creía, sino también a los astrocitos...»
8 | 30 DE SEPTIEMBRE DE 2 0 14 | C I E N C I A R I O | CAMBIO DE MICHOACÁN
hington (EE UU) y coautor del estudio. «Si esta agua originaria de nuestro sistema planetario añade el científico- era en gran parte el resultado de procesos químicos locales durante el nacimiento del Sol, entonces es posible que la abundancia de agua varíe considerablemente en la formación de los sistemas planetarios, lo que obviamente tiene implicaciones para la posibilidad de la aparición de la vida en otros lugares». Simular un disco protoplanetario
ESPECIAL
Gran parte del agua de nuestro Sistema Solar se originó probablemente a partir del hielo formado en el espacio interestelar, según un estudio que publica la revista Science. El agua fue crucial para la aparición de la vida en la Tierra y también es importante para evaluar la posibilidad de vida en otros planetas. Esta sustancia se encuentra por todo el Sistema Solar: en los cometas, en las lunas heladas, en las cuencas sombrías de Mercurio, e incluso en muestras de minerales de meteoritos, de la Luna y de Marte. Los cometas y asteroides, en particular, al ser objetos primitivos, proporcionan una ‘cápsula del tiempo’ natural de las condiciones de los primeros días del Sistema Solar, y pueden dar pistas a los científicos sobre el hielo que rodeaba al Sol después de su nacimiento, una pregunta sin respuesta hasta ahora. En su juventud, el Sol estaba rodeado por un disco protoplanetario, la llamada nebulosa solar, de la que nacieron los planetas. Lo que no estaba claro era si el hielo en este disco se originó en la propia nube molecular parental del Sol, o si el agua interestelar se habría destruido y resurgido por las reacciones químicas que tienen lugar en dicha nebulosa. «Si el agua en los inicios del Sistema Solar provenía
El agua de la Tierra, más antigua que el Sol
ESPECIAL | BILL SAXTON, NSF/AUI/NRAO | AGENCIA SIN
Ilustración del agua en el Sistema Solar a través del tiempo, desde antes del nacimiento del Sol y la creación de los planetas. principalmente del hielo del espacio interestelar, entonces es probable que una cubierta de hielo similar -junto con la materia orgánica
prebiótica que contienen-, sea abundante en la mayoría o en todos los discos protoplanetarios alrededor de la formación de las estre-
llas», explicó Conel Alexander, del Departamento de Magnetismo Terrestre del Instituto Carnegie de Was-
Al estudiar la historia del hielo del Sistema Solar, el equipo científico -dirigido por L. Ilsedore Cleeves, de la Universidad de Michigan (EE UU)- se centró en el hidrógeno y su deuterio más pesado (un isótopo estable del hidrógeno). Los isótopos son átomos de un mismo elemento que tienen el mismo número de protones pero un número diferente de neutrones. La diferencia de masas entre isótopos da lugar a diferencias sutiles en su comportamiento durante las reacciones químicas. Como resultado, la proporción de hidrógeno a deuterio en las moléculas de agua puede mostrar a los científicos las condiciones bajo las cuales se formaron las moléculas. Los investigadores crearon modelos que simulaban un disco protoplanetario en el que todo el deuterio del hielo había sido eliminado por el proceso químico, por lo que el sistema tenía que volver a empezar «de cero» en la producción de hielo con deuterio. Lo hicieron con el fin de ver si el sistema puede llegar a las proporciones de deuterio e hidrógeno que se encuentran en las muestras de meteoritos, el agua del océano de la Tierra, y los cometas. Encontraron que no era capaz, lo que les reveló que al menos una parte del agua en nuestro propio Sistema Solar tiene un origen en el espacio interestelar y es anterior al nacimiento del Sol. «Nuestros resultados muestran que una fracción significativa de agua de nuestro sistema planetario, el ingrediente más importante para la vida, es más antiguo que el Sol. Eso presupone que abundante materia orgánica helada interestelar se debería encontrar en todos los sistemas planetarios jóvenes», concluye Alexander. | Agencia SINC