Cienciario 25 Noviembre de 2014

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SUPLEMENTO DE CAMBIO DE MICHOACÁN CAMBIO DE MICHOACÁN | C I E N C I A R I O | 25 DE NOVIEMBRE DE 2 0 14 | 1 PARA LA DIVULGACIÓN DE TEMAS CIENTÍFICOS Y TECNOLÓGICOS PREMIO ESTATAL DE DIVULGACIÓN 2013 EDITOR: RAÚL LÓPEZ TÉLLEZ ixca68@hotmail.com MARTES 25 DE NOVIEMBRE DE 2014 NÚMERO 556 APARECE LOS MARTES www.cambiodemichoacan.com.mx

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«INTERESTELAR», ¿CINE CIENTÍFICO O CIENCIA FICCIÓN?

«¿Habrá de llegar el momento en que tengamos que resistirnos a nuestras propias estrategias evolutivas y ver exclusivamente por la sobrevivencia de la especie?»

¿La especie o la población? David Tafolla Venegas

ESPECIAL

Variados filmes de ciencia ficción se han dramatizado en torno a la especulación de una humanidad decadente, donde el planeta Tierra ya no puede más soportar, al menos, a los hombres como especie, donde el único recurso al parecer es salir en busca de un nuevo hogar o recibir el fin. Continuando con el número especial en torno a la película «Interestelar», donde un eje de la trama central es precisamente el dilema de: o la humanidad sale a buscar un nuevo hogar o sucumbe para siempre. No obstante, en el desarrollo de la película es propuesta una idea por parte del profesor Brand, quien es jefe del proyecto para salvar a la humanidad, que soluciona el problema, pero no es necesariamente la que todo mundo esperaba, «salvar a la especie humana pero no a la humanidad».

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MUNDOS INIMAGINABLES PÁGINA 2

tinuidad de la especie, que no se extinga, y tomando en cuenta que la diversidad de especies es la manifestación en sí de la vida, entonces la vida sigue su curso natural utilizando a las distintas especies como vehículo para desplazarse y seguir con esa historia. Ahora, sabemos que la extinción de los organismos es parte del curso natural de la vida, así que para solapar la extinción, en términos sencillos, la vida «crea» una nueva especie en el nicho ecológico dejado por la extinta, de tal forma que la continuidad natural no se trunca (a menos que un evento megacatastrófico, de un solo golpe y al mismo tiempo, cercenara a todo ser vivo en el planeta, como casi ocurrió una vez hace mucho tiempo). Así, lo importante es la especie y no el número poblacional de la especie en cuestión, mientras haya

Sin duda un planteamiento para reflexionar. Si usted lector, tuviera que tomar una decisión de semejante magnitud ¿Qué haría? ¿Salvar a la humanidad? Es decir, tomar a todos los seres humanos y sacarlos del planeta a uno nuevo o ¿Salvar la especie? Tomar únicamente un tipo de banco de células gaméticas fecundadas y unas cuantas incubadoras y con eso el nuevo mundo repoblar, dejando atrás a toda la gente, incluida la familia. Y en el mismo sentido todas las demás especies. Finalmente, cada quien toma las decisiones que más pertinentes parezcan, pero biológicamente ¿qué sería lo mejor? Tomando varias propuestas emanadas a partir de las ciencias biológicas sobre la biodiversidad, el conjunto de las especies de todos los organismos existentes; asumimos que lo importante es la con.. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. ..

UN DEBATE FALSO PÁGINAS 3

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BREVE MANUAL DE CÓMO VIAJAR EN EL TIEMPO PÁGINA 5


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«INTERESTELAR», ¿CINE CIENTÍFICO O CIENCIA FICCIÓN? «Si nos dieran la encomienda de diseñar un nuevo cuerpo (planeta o satélite) seguramente repetiríamos de forma inconsciente algunos detalles de los que ya conocemos. ¿Cómo imaginar un planeta que no se pareciera a ningún otro?»

Mundos inimaginables Cony González ¿Hay un libro que hable del Sistema Solar en su biblioteca? Es muy probable que si hay niños y/o jóvenes en edad escolar o alguno de los miembros de la familia es aficionado a la astromonomía, la respuesta será «sí». Dependiendo del año de edición, un buen libro que hable de los cuerpos que acompañan al Sol en su transitar por el Cosmos, las fotografías serán el primer atractivo. Las imágenes de los planetas rocosos que tantas veces hemos revisado, se nos harán familiares: Mercurio lleno de cráteres y con una tenue atmósfera, la imagen de Venus cubierta de nubes nos impedirá recordar su ambiente ácido que lo hace inhabitable. Seguramente encontraremos las fotografías de la Tierra luciendo su distribución de Tierra-Océano, acompañada de su Luna. Marte lucirá tan parecida a algunos desiertos terrestres que su tono rojizo pasará desapercibido por nosotros. Si vamos más allá del cinturón de asteroides, los cuatro planetas gigantes gaseosos nos llamarán la atención porque al fin y al cabo tienen algunos detalles que nos permiten ubicarnos: En Júpiter la Gran Mancha Roja, los Anillos de Saturno, los ciclones de Urano y Neptuno, pero entre los cuatro albergan más de 169 satélites naturales de los que será todo un reto decir sus nombres sin temor a equivocarnos. Después vendrá el planeta en rebeldía Plutón, y muchos y muchos de los que apenas empezamos a darnos cuenta. ¿A dónde voy? De todos estos cuerpos, muy pocos de ellos se parecen entre sí. La mayoría no y cada uno muestra diferencias que permiten reconocerlos. Los

hay con muchos cráteres que recuerdan más bien a nuestra Luna; otros que tienen hielos perpetuos y que se piensa que albergan océanos de agua líquida debajo de ellos. Alguno mas pareciera un retrato antiguo de la Tierra… hay de todo. Si nos dieran la encomienda de diseñar un nuevo cuerpo (planeta o satélite) seguramente repetiríamos de forma inconsciente algunos detalles de los que ya conocemos. ¿Cómo imaginar un planeta que no se pareciera a ningún otro? En la realidad eso debe ocurrir a lo largo y ancho del Cosmos. Los expertos en detectar planetas alrededor de otras estrellas diferentes a nuestro Sol (por eso les llaman «exoplanetas») llevan en la cuenta de mil 850 plenamente comprobados y más de cuatro mil candidatos por corroborar. ¿De cuántos de esos exoplanetas podríamos imaginarnos su aspecto dándole una característica distintiva? De la película «Interestellar» que nos motivó a los amigos para hacer este número temático, me llamó la atención en particular el aspecto que le dan a los mundos que ahí se visitan, buscando valorar qué tan «habitables» serían. Se había detectado un Sistema Solar con doce planetas, de los cuales se seleccionan tres para ser evaluados. El primer mundo (el planeta de Miller) -David Tafolla se pregunta si el nombre tendrá alusión a Miller, científico que trabajó buscando entender el origen de la vida- es un mundo de agua líquida, pero sin «tierra firme» y con tsunamis espectaculares, que lo hacen totalmente inhóspito. Mann, por el contrario es un planeta que definitiva-

ESPECIAL

Las escenografías que se muestran en la película son muy buenas y a los que nos gusta saber que hay miles de millones de sitios en que probablemente se desarrolla la vida en este momento o que son potenciales para que eventualmente pudiera emerger, no nos queda más que disfrutar de «Interestelar».

ESPECIAL

Los expertos en detectar planetas alrededor de otras estrellas diferentes a nuestro Sol (por eso les llaman «exoplanetas») llevan en la cuenta de mil 850 plenamente comprobados y más de cuatro mil candidatos por corroborar.

mente no está en la zona habitable, aunque las escenas que ahí se muestran son fantásticas (textualmente hablando). Es un planeta cuyo día tiene una duración de 67 horas, que muestra una superficie con hielos perpetuos, pero no de agua, sino de amoniaco, con nubes congeladas que parecen hacer un continuo desde el planeta hasta el «cielo», que hacen las delicias de la imaginación. Y Edmunds, el tercer planeta de la selección y que es el que se parece más a lo que conocemos, con una atmósfera totalmente respirable y temperatura adecuada, y que será el seleccionado para establecer a los sobrevivientes de la Tierra. Las escenografías que se muestran en la película son muy buenas y a los que nos gusta saber que hay miles de millones de sitios en que probablemente se desarrolla la vida en este momento o que son potenciales para que eventualmente pudiera emerger, no nos queda más que disfrutar de Interestellar. Vale una doble recomendación para verla.


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«INTERESTELAR», ¿CINE CIENTÍFICO O CIENCIA FICCIÓN? «Pero un libro o una película de ciencia ficción no es un artículo científico, no intenta contar hechos ciertos ni conocimientos reales, sólo posibilidades dentro del imaginario científico».

«Interestelar» o un debate falso Horacio Cano Camacho Debo comenzar esta nota diciendo que me encanta la ciencia ficción, tanto en la literatura como en el cine. Tengo mis autores favoritos a los que «sigo» con entusiasmo. Constantemente estoy rastreando en las librerías, las revistas de novedades y por supuesto, en Internet, en busca de nuevos autores y nuevos títulos. En el caso del cine tengo mis películas favoritas, aunque debo confesar que disfruto casi cualquier película de cine fantástico, más cuando incorporan algún elemento de ciencia ficción. A pesar de que tanto en libros como en cine tengo favoritos y otros que son totalmente prescindibles, hago el esfuerzo por disfrutarlos a todos. Claro, hay autores y directores muy buenos y otros, digamos, palomeros, buenos para una tarde de domingo y nada más. Esta aclaración es necesaria a la luz de la controversia desatada por el estreno de la película Interstellar, de Christopher Nolan. Como casi todas sus películas, tiene detractores y fans absolutos. Hay quien la considera un churro y quien la pone como una joya. Yo creo que no es ni lo uno ni lo otro. Vamos a ver: La ciencia ficción es un género literario que combina una narrativa fantástica, de ficción, con algunos elementos de conocimiento científico. La ciencia ficción nos habla sobre un mundo ficticio pero sustentado en una sociedad real, desfigurado de tal manera para presentarnos uno que no existe o que aún no existe. En este mundo, una fantasía se presenta como posibilidad. Los personajes, capacidades y sucesos se presentan como posibles dentro de cierto contexto o ciertos límites.

En este sentido se apela a la ciencia para usarla como recurso para crear esta realidad fantástica. Pero un libro o una película de ciencia ficción no es un artículo científico, no intenta contar hechos ciertos ni conocimientos reales, sólo posibilidades dentro del imaginario científico. Aquí podemos encontrar autores que manejan con mayor o menor rigor el conocimiento. Autores como Isaac Asimov, quien era doctor en Bioquímica, se preocupaba mucho por que los conceptos científicos vertidos en sus novelas y cuentos tuvieran rigor dentro de ciertos límites. Philip K. Dick daba más libertad a sus creaciones y no le importaba si era muy científico o no. Ambos son estupendos. La ciencia ficción de calidad presenta ideas innovadoras y creativas que estimulan la reflexión intelectual sobre diversos temas de nuestra realidad, tanto en los dilemas del presente como algunos que se anuncian como futuros. No es ciencia, es literatura. Interstellar es una película de ciencia ficción en este sentido. Puede gustarnos o no, pero deberíamos centrarnos en su calidad cinematográfica, la historia que nos cuenta y los logros o tropiezos del filme para atraparnos y meternos en la

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¿Cuál es el falso debate? «Interstellar» no es ciencia, es ficción… Así ilustró el tema el portal Turinga.net

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Autores como Isaac Asimov, quien era doctor en Bioquímica, se preocupaba mucho por que los conceptos científicos vertidos en sus novelas y cuentos tuvieran rigor dentro de ciertos límites. historia. El director, como un autor, se toma ciertas libertades, a veces demasiadas, para convencernos y entretenernos. Hay quien ve los errores de Interstellar como inexactitudes científicas. Creo que estos críticos no han entendido nada porque su capacidad para lidiar con la fantasía y la imaginación es muy limitada. Cuando vamos al cine (como cuando leemos un libro), debe-

mos despojarnos de un excesivo razonamiento científico. Debemos disponernos a ser crédulos por un momento. De otra manera no disfrutaremos nada. Interstellar es una película de ficción, no un documental de ciencia. La ficción tiene una importancia capital en el desarrollo del pensamiento, nos impulsa a sentirnos, movernos y experimentar en una realidad o múltiples realida-

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Blade Runner, cinta basada en un libro de Philip K. Dick, otro escenario apocalíptico que ponde en duda la existencia humana.

des distintas. Aunque sepamos que esas realidades son falsas, nuestro cerebro las asume como reales durante la experiencia y de esta manera aprende. Aquí radica la capacidad del director o el escritor para adentrarnos en su propio mundo, en su propia capacidad de ver esas realidades falsas y convencernos, al menos por un rato, de que estamos viviendo en esos mundos. Hay, por supuesto, mucha literatura científica al respecto. A mí me gustó Interstellar, la disfruté y me hizo recordar grandes cintas de ciencia ficción a las cuales les lanza innumerables guiños. Por supuesto que no supera, en mi opinión, a 2001: una odisea del espacio, de Stanley Kubrick, o Blade runner, de Ridley Scott, pero esto no es un concurso. Véala, disfrútela, déjese engañar un ratito y luego reflexione sobre muchas de sus propuestas, revise algunos de los conceptos que usa, la mayoría de ellos han sido tratados ya en Cienciario, y aprenda. ¿Cuál es el falso debate? Interstellar no es ciencia, es ficción… *Profesor investigador del Centro Multidisciplinario de Estudios en Biotecnología, Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Universidad Michoacana.


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«INTERESTELAR», ¿CINE CIENTÍFICO O CIENCIA FICCIÓN? «No me atrevería a recomendar «Interestelar» a quien tenga un interés real por la ciencia, a menos que pudiera servir para motivar a estudio. Para las personas que buscan diversión o ser impresionadas, tal vez el filme logre hacerlo, ya que el sonido es intenso». La mayoría de los niños disfrutan que les cuenten historias; los adolescentes disfrutan también las novelas de aventuras y esto puede ser importante para motivarlos al estudio de la geografía, la historia y otras ciencias. El género de ciencia-ficción tiene su encanto, porque combina muy bien el placer de los cuentos y el aprendizaje de la ciencia, aunque sea en forma somera. Las películas de acción que tienen un toque de ciencia son muy populares porque, además de buscar el entretenimiento, el espectador tiene curiosidad por algunos aspectos de la ciencia que los medios le han presentado como extraordinarios. Muchas de estas películas demeritan porque con-

Viajes

Cuauhtémoc Sarabia tienen mitos, conceptos científicos mal entendidos, o cualquier cosa que impacte al espectador para lograr una buena ganancia en la taquilla. Hay una frase verdadera pero inquietante: «El público no quiere ser educado, quiere ser entretenido». Lo anterior viene a cuento por la película «Interestelar» recién estrenada. Este filme contiene situaciones que han ocurrido realmente, como las grandes nubes de polvo que en se produjeron en la década de los 20 y los 30, en los

DE PORTADA

¿La especie o la lación? pob oblación? PÁGINA 1

un número adecuado de individuos para mantener la variabilidad genética eso basta. Todo esto comenzó a evidenciarse cuando ciertos comportamientos que nosotros, los humanos, llamaríamos altruistas fueron documentados en algunas poblaciones de ciertas especies de animales, donde el más típico ejemplo es el caso del suricata, pequeño mamífero de la familia de las mangostas que habita las zonas desérticas de África. Las suricatas (o suricatos) viven en grupos familiares de hasta 40 individuos y tienen como depredadores a halcones, águilas y chacales principalmente. Al ser organismos completamente diurnos, todos los integrantes de la colonia salen a hacer absolutamente todas sus actividades en el día, mientras, hay centinelas que vigilan el lugar y dan la alerta cuan-

imposibles

do algún depredador se acerca para todo mundo correr a la madriguera. En esas situaciones, se ha observado que cuando las crías no pueden llegar al refugio, algunos de los centinelas se interponen para ellos ser los capturados y no los juveniles. En realidad no es que exista un altruismo, ni sacrificio, al menos bajo el concepto antropocéntrico, más bien es la continuidad de la especie donde lo importante es sobrevivir a costa del sacrificio de algunos, o muchos, miembros de la población. A pesar de todo, los lazos afectivos entre los humanos, evolucionaron también como una táctica para la sobrevivencia en grupo ¿Habrá de llegar el momento en que tengamos que resistirnos a nuestras propias estrategias evolutivas y ver exclusivamente por la sobrevivencia de la especie?

estados centrales de la Unión Americana. También se trata en el filme la pérdida de especies vegetales, aspectos que posiblemente serán tratados por los compañeros de Cienciario. Muchos de los lectores de ese suplemento probablemente disfrutan de las escenas de viajes espaciales, los tableros de instrumentos llenos de luces y números luminosos, los trajes espaciales, la ingravidez, etcétera. En ese aspecto la película tiene algo rescatable. En el filme se maneja el concepto de la subsistencia de la NASA en un mundo empobrecido; una agencia como esa, que requiere un gran número de personas y recursos económicos enormes, difícilmente podría mantenerse en secreto. La selección de un granjero ex astronauta se maneja en el filme, porque es necesario incluir a un héroe con el que el espectador se pueda identificar. El motivo del vuelo interestelar: explorar mundos para «salvar a la humanidad» o desarrollarla en ellos con «óvulos humanos fecunda-

dos». Nuestros compañeros biólogos explicarán si esto último es posible, en un mundo sin recursos. Algunos aspectos que se están investigando como la hibernación, se explotan en el filme en forma extraña. Parece difícil lograr ese efecto sumergiendo a la persona en un líquido a temperatura ambiente. La existencia de una puerta hacia otra zona del Universo, ya

había sido manejada en dos buenos filmes: «2010 el año que hicimos contacto» y «Contacto» (comentado en este suplemento). En «In-

terestelar» la puerta es nada menos que un «hoyo negro», situado en las inmediaciones del planeta Saturno. La buena ciencia explica que eso es imposible, pues un hoyo negro real no

sólo absorbería al planeta mencionado, sino también al Sistema Solar en su totalidad. Aunque en el aspecto puramente teórico se pudiera viajar a través de un hoyo negro, esto podría ser realizado únicamente por partículas elementales u ondas pero no por un objeto sólido, pues éste sería totalmente desintegrado por las inmensas fuerzas gravitacionales dentro del hoyo. Se ha manejado teóricamente que al orbitar a un hoyo negro, ocurriría lo previsto por la Teoría de la Relatividad, de que el tiempo se contrae por el efecto gravitatorio. En el filme en cuestión se maneja esto en forma un tanto absurda, cuando los astronautas se encuentran en un planeta que orbita al hoyo. La imperiosa necesidad que tiene el héroe de volver a reunirse con sus hijos, es en la práctica imposible, pues un criterio de selección de los astronautas tiene que ver con su estabilidad emocional. Había que darle un toque melodramático a la historia, para satisfacer a un porcentaje del público que desea sentirse conmovido. En el filme «2010...» se manejó este aspecto en forma mucho más racional, la esposa del astronauta entendió que el objetivo científico puede ser mucho más importante que el apego familiar. No me atrevería a recomendar «Interestelar» a quien tenga un interés real por la ciencia, a menos que pudiera servir para motivar a estudio. Para las personas que buscan diversión o ser impresionadas, tal vez el filme logre hacerlo, ya que el sonido es intenso. ¿Entretenimiento o enseñanza? he ahí el dilema.


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«INTERESTELAR», ¿CINE CIENTÍFICO O CIENCIA FICCIÓN? Cuando a una colega muy querida, tras dar una magistral charla de divulgación sobre hoyos negros, le preguntaron qué era en realidad el tiempo, se quedó perpleja. Después del evento ella me hizo notar la dificultad de explicar la naturaleza del tiempo a pesar de que es una magnitud que usamos a diario en nuestras ecuaciones. Y es que la respuesta no es obvia. Una forma simplista de entender el tiempo es suponer que es una dimensión más añadida a las tres dimensiones que componen el espacio, pero así como este último nos permite movernos con absoluta libertad por su ancho, alto y profundo, de ida y vuelta, el tiempo nos amarra en el instante presente y nos arrastra de forma irreversible hacia una dirección y sentido determinados. Sin embargo, la película Interstellar muestra diversos ejemplos que entran en conflicto con dichas propiedades «intransigentes» del tiempo. Eso plantea la siguiente pregunta: ¿es posible manipular el tiempo hasta el grado de poder movernos a través de él como si nos desplazáramos por el espacio? La ciencia ficción, por intereses comerciales, entre otros, lo afirma rotundamente, pero ¿y la ciencia real? La Teoría de la Relatividad de Einstein asume que el espacio y el tiempo están relacionados y afectados por

Un adolescente acompaña a un científico con la facha de despistado por varias experiencias a través del tiempo, montados en un automóvil, en una zaga desarrollada en tres partes. El film trata en su primera parte, de un joven llamado Marty McFly, que lleva una vida normal en el año 1985, hasta que un día su amigo, el doctor Emmet Brown, inventa una máquina del tiempo en un auto marca Delorean, en el cual viaja accidentalmente al año 1955, donde accidentalmente también hace que su madre se enamore de él y no de su padre. En la segunda parte de este film viajan al futuro para salvar el futuro de la familia de Marty y de su novia Jennifer,

Breve manual de cómo viajar en el tiempo Josep Maria Masqué Saumell

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En el caso de Interstellar, si Cooper hubiera hecho caso del mensaje «quédate», que él mismo se mandó desde Gargantúa, la película hubiera finalizado en una hora escasa. la gravedad de forma igual. Esto de por sí introduce una nueva forma conceptual de ver el tiempo: éste ya no es una magnitud absoluta y universal, sino que su transcurso depende de quién lo esté midiendo. En 1935, con su colega Rosen, Einstein postuló la existencia de agujeros de gusano, esto es, una curvatura del espacio-tiempo, de tal forma que conecta dos puntos del Universo, los cuales en un espacio no curvado estarían exageradamente distantes. Si viviéramos restringidos en un plano, curvar el espacio sería equivalente a doblar el plano. Aunque nosotros siguiéramos moviéndonos en dos dimensiones, si el plano se dobla-

ra hasta conectar dos puntos del mismo, podríamos ubicarnos a su otro extremo, pasando por la conexión sin necesidad de desplazarse. El tiempo está sujeto al mismo fenómeno y con base a esto, en 1949 Gödel anunció la posibilidad de que la relatividad general permita viajes al pasado. Un ejemplo maravilloso de esta conexión espacio-temporal queda reflejada en la película en el momento en que Cooper se comunica con su hija a millones de años luz de distancia y 23 años de lapso temporal aprovechando que se encuentra en el interior del hoyo negro Gargantúa. A pesar de quedar demostrado que la física per-

mite, en casos específicos, viajar al pasado, todavía pende la paradoja de causalidad. Esto se ilustra con el famoso ejemplo donde, visitando el pasado, uno podría matar a sus propios abuelos antes de que tuvieran descendencia y comprometer así su existencia. En el caso de Interstellar, si Cooper hubiera hecho caso del mensaje «quédate», que él mismo se mandó desde Gargantúa, la película hubiera finalizado en una hora escasa. ¿Cómo puede permitir la física situaciones contradictorias?, en realidad no hay contradicción alguna si la historia ya contempla que el parricida del ejemplo (o Cooper en la película) en algún punto de su línea temporal viaja al pasado y que todos los actos que allí hace no entran en conflicto con el presente. Dicho de otro modo, todos los eventos del Universo están obligados a seguir la línea del tiempo, inclusive si ésta se tuerce y nos devuelve al pasado. Como los procesos electro-químiESPECIAL cos del cerebro, que generan el pensamiento, también son eventos atrapados en la

línea temporal, uno tendría la ilusión de que sus actos no están predeterminados, lo cual es un detalle de la naturaleza a agradecer. Otra solución alternativa a la paradoja causal considera que el Universo está compuesto por infinitas líneas temporales, cada una con ligeras modificaciones respecto a las demás. Cada vez que alguien viajara al pasado podría visitar cualquiera de estas líneas alternativas y actuar así sin alterar su línea temporal original. Dentro de Gargantúa, Cooper trasciende el espacio-tiempo y lo manipula desde una quinta dimensión, cuya interpretación más aceptada es la de una colección de las líneas temporales posibles (de la misma forma que una recta es una colección de puntos y un plano una colección de rectas). La película tiene una asesoría científica formidable pero está dentro del género de ciencia ficción y, por lo tanto, no hay obligación en dar un explicación rigurosa de lo que en ella acontece. Muy hábilmente los hermanos Nolan dejaron cuestiones abiertas de forma que el fenómeno Interstellar no se limite a un largometraje de tres horas, sino que, con posterioridad, los espectadores, desde el confinamiento en el espacio-tiempo, intenten dar explicación sobre sus fantasmas en lugar de simplemente creer en ellos.

Volver al futuro, con el Doc en un Delorean Julio Alberti López Blanco pero se le ocurre la idea de comprar un almanaque con los resultados deportivos de 1950 al 2000, el cual cae en manos del antagonista Biff Tannen, quien viaja al pasado para entregárselo a él mismo y así ser rico. Después tienen que viajar a 1955 otra vez para quitárselo y, al lograrlo, a la máquina del tiempo le cae un rayo con el doctor Brown

adentro transportándolo al año 1885. En la tercera parte Marty viaja a 1885 para salvar al doctor Brown de un pistolero llamado Bufford Tannen, parte donde el científico se enamora de una maestra llamada Clara Cleyton; al concluir la película la máquina del tiempo es destruida y Doc regresa con dos hijos y casado con Clara para mostrar su último

invento: una máquina del tiempo con una locomotora. Datos curiosos: 1. Cuando Marty toca ‘«Joohny be goode», el primo de Chuck Berry -compositor de esta canción- le habla por teléfono y lo hace escuchar la canción. 2. Cuando Marty va al centro comercial éste se llama Twin Pines Mall; cuando de-

rriba uno de los pinos en 1955 al regresar, se llama Lone Pine Mall. 3. El guión del film fue rechazado 40 veces. 4. También fue rechazado por Disney. 5. Volver al futuro se le ocurrió a Bob Gale, cuando se imaginó ser amigo de su padre en el pasado. Volver al futuro , film de Steven Spielberg con guión escrito por Robert Zemeckis y Bob Gale, filmada en 1985, con Michael J. Fox y Cristhoper Loyd como protagonistas.


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«INTERESTELAR», ¿CINE CIENTÍFICO O CIENCIA FICCIÓN? Para un investigador que trabaja haciendo «ciencia», lo menos que se le debe pedir es que en los fenómenos que observa y estudia en su profesión, deben seguir un riguroso método llamado «científico».

Los fantasmas y la ciencia Cony González ¿Qué haría usted, estimado lector, si estuviera un día en la comodidad y paz de su hogar, en su biblioteca, leyendo o navegando en la red, y de repente uno de sus libros cayera? Aclaremos que el librero y el resto de los libros están en su lugar y que sólo uno de ellos, dejando un ostensible hueco, cayó. En el caso de algunos amigos a los que les he planteado esta situación, lo menos que han dicho es «saldría corriendo». Una de las primeras escenas que aparece en la película de «Interestellar» muestra conversando a una familia americana del futuro (no se precisa el año). La hija de diez años Murph les dice sin mostrar miedos, sino como una información más, que en su habitación hay «un fantasma» y que se ha dado cuenta porque constantemente está (el «fantasma») tirando sus libros al suelo. Efectivamente en algún momento de la trama se escucha que en la habitación vacía de la hija, cae uno de los libros que tiene bien acomodados. El padre (Cooper) le dice en el mismo tono que los «fantasmas» no existen y que no considera que haya «fantasmas» que se quieran comunicar con ella, pero como la conversación continúa sobre el tema, se sienta junto a Murph y le dice palabras más, palabras menos- que cuando haya un fenómeno que no entienda, debe observarlo, registrar los cambios o manifestaciones de éste, analizarlo y sacar conclusiones.

Incluso, hay una escena en donde Cooper observa cómo caen varios libros y le pide a su hija que vaya a dormir a otra habitación y él se queda sentado en el suelo, lápiz y libreta en mano, tra-

tando de entender qué es lo que está observando. (Las conclusiones de la observación y la posterior trama de la película no se las cuento para que la vean). Para un investigador que trabaja haciendo «ciencia», lo menos que se le debe pedir es que en los fenómenos que observa y estudia en su profesión, deben seguir un riguroso método llamado «científico». Los cuatro puntos que Cooper recomienda a su hija seguir, en el caso de los científicos en general, después de observar y analizar tendrían que plantear las hipótesis que

pudieran estar generando el fenómeno y probarlas mediante una serie de experimentos que les permitan probarlas o refutarlas para después sacar conclusiones.

En el mejor de los casos esto debería pasar… aunque hay muchos ejemplos entre los investigadores que conocemos que trabajan en las universidades locales (privadas y públicas) que muchos de sus dogmas no van de acuerdo con lo que debería ser su criterio en la vida dada. Hace unos días nuestro compañero David, de Cienciario, mencionaba en una conferencia de divulgación científica en una primaria de la localidad, que es necesario que los niñ@s «vean a la ciencia como parte de cotidianidad» y en-

tiendo que se refiere a la información que (además de la que estudian en su escuela) que se publica en la red, o en las revistas de divulgación o en los pocos programas interesantes que pasan en la televisión, formando un criterio escéptico que le permita cuando una información tenga un sustento científico y cuando sólo sea charlatanería. La posición escéptica que Cooper transmite a su hija es entendible pues en la trama se sabe que fue uno de los últimos astronautas que tuvo la NASA antes de suspender sus proyectos, lo que habla de una formación sóli-

«La posición escéptica que Cooper transmite a su hija es entendible pues en la trama se sabe que fue uno de los últimos astronautas que tuvo la NASA antes de suspender sus proyectos»

da en el terreno de la ciencia y de la técnica. El abuelo, en una escena posterior, se ve que está sentado en una terraza, con un libro en la mano, en una actividad que en el resto de la sociedad se percibe como una afición en desuso. En lo particular me gustaría recomendar la película para que tenga oportunidad de comentar todo lo que en las redes sociales se dice de ella. Muchos de los comentarios que los compañeros de Cienciario vertimos en este suplemento muestra algunas de las aristas que de ella se pueden discutir. A alguno de nuestros compañeros no le gustó y al resto sí, pero sea cual fuere nuestra postura, coincidimos en que si en nuestro planeta hay un problema (hambre, desertificación, cambio climático global), sólo el conocimiento que ha generado la ciencia puede resolverlo, claro, eliminando los objetivos económicos de los grandes grupos de negocios. Ahí la ciencia no puede hacer nada… aunque nosotros sí, cambiando los criterios de consumo, antes de que «el destino nos alcance» (que por cierto es el nombre de otra película que deberíamos discutir).


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«INTERESTELAR», ¿CINE CIENTÍFICO O CIENCIA FICCIÓN?

El cine suele ser, para el espectador, un incentivo para emitir algunas opiniones que pueden ser desde muy básicas como si gustó o no una película en cuestión, o hasta profundas reflexiones sobre ciertas escenas que puedan ser ciertas y aplicables a la vida real. Hay algunas películas que definitivamente atrapan al público, porque en sus producciones son asesoradas por expertos en las temáticas que abordan, y son motivos de foros y debates incluso, tal es el caso de la película de ciencia ficción «Interestellar», en cartelera en los cines mexicanos desde hace un par de semanas. Por mi parte, y debido a mi formación profesional de biólogo, me enfocaré a un detalle. Tenemos al equipo de expertos que salen en busca de planetas habitables y así rescatar a la humanidad moribunda, tienen tres planetas a la vista y con altas probabilidades de ser, alguno de los tres, nuestro nuevo hogar, el planeta de

Miller, el de Mann y el de Edmunds. Para decidir cuál de los tres se ha de elegir tienen que visitarlos y obtener los datos recabados por misiones anteriores. Al llegar al primer planeta, al de Miller, se encuentran con un mundo de agua azotado por gigantescos tsunamis, recolectan lo debido y se marchan de inmediato. Una vez fuera del planeta, deciden que ese no es el indicado y toman el rumbo al siguiente. Entonces, podría parecer que deciden no t o m a r ese planeta a causa de l o s tsunamis, pero esa no es la causa. A pesar de tener en gran abundancia el vital líquido, es un planeta estéril. Lo menciona una de las protagonistas, la doctora Amelia Brand diciendo «a pesar de haber elementos orgánicos no ha habido un accidente que detone la vida…» y es cierto, según las evidencias geológicas de nuestro propio planeta. Verán, en definitiva la vida es un fenómeno natu-

«...en definitiva la vida es un fenómeno natural y causal, pues orgánicamente es un estado particular de la materia alcanzado por estructuras moleculares específicas, con capacidad para desarrollarse...»

La vida, un accidente natural David Tafolla Venegas ral y causal, pues orgánicamente es un estado particular de la materia alcanzado por estructuras moleculares específicas, con capacidad para desarrollarse, mantener un ambiente propio, reconocer y responder a estímulos y, algo muy importante, reproducirse para permitir la continuidad. Entonces, atendiendo a la historia de nuestro planeta que desde muy en sus inicios

tuvo material orgánico, ahí lo natural, sin duda todos los eventos, llamados desde un particular punto de vista antropocéntrico, catastróficos, permitieron por un lado, y por otro restringieron vías evolutivas de la vida, ahí lo causal. Incluso, si por alguna razón no se hubiera formado el planeta Tierra justo donde está, tal vez no existiríamos, podría ser que sí

Lo menciona una de las protagonistas, la doctora Amelia Brand diciendo «a pesar de haber elementos orgánicos no ha habido un accidente que detone la vida…» y es cierto, según las evidencias geológicas de nuestro propio planeta.

existiera vida compleja en Marte, o lago de vida en Venus, pero sería diferente. Así, la vida en nuestro planeta fue moldeada, y estimulada en sus inicios, por las tormentas eléctricas y radiaciones provenientes del Sol, atendiendo a los famosos experimentos de Miller y Urey (me pregunto si el primer planeta, en la película, le pusieron Miller en honor al científico Miller que hago mención). Luego, una vez establecida la vida en nuestro planeta, el fenómeno estuvo (y está) sometido a cambios evolutivos que obedecieron, en buena medida, a accidentes extremos como lo son los diferentes impactos de enormes cuerpos macizos provenientes del exterior. Para ejemplificar socorro al tan mencionado y conocido ejemplo de un evento que cambio la vida, la fisiografía y tantas cosas sobre la Tierra, el meteorito de la gran extinción K/T, donde desaparecieron, aunque ya venían arrastrando cierta decadencia, los dinosaurios entre otros organismos. Así, basados en lo que vemos, leemos, investigamos y demás información adecuada, tenemos la certeza de saber que la vida siempre se hará un lugar para manifestarse, tomando como vehículo y semillero a la vez cualquier organismo de cualquier especie, la incógnita es y siempre será el cómo se manifestará; los colores, diseños y apariencias que tomará.


8 | 25 DE NOVIEMBRE DE 2 0 14 | C I E N C I A R I O | CAMBIO DE MICHOACÁN

REVIST A REVISTA El ingeniero Alin Albu-Schäffer (Timisoara-Rumanía, 1967), director del Instituto de Robótica y Mecatrónica del Centro Aeroespacial en Alemania, ha estado esta semana en el Congreso Internacional Humanoids 2014, en Madrid. El experto ha hablado sobre el diseño y control de los robots humanoides para interactuar con las personas, uno de los grandes desafíos de la robótica.

«Crear robots me ha enseñado lo complejo que son los humanos» –¿Qué es lo más difícil a la hora de crear robots humanoides de asistencia a las personas? «Uno de los mayores retos es diseñar un cuerpo que sea tan eficiente como el de cualquier ser humano. Un robot necesita una energía unas 20 veces mayor para realizar la misma tarea, además de ser capaz de caminar, moverse y mantenerse en equilibrio. Detrás de cada tarea cotidiana que realizamos las personas hay un complicado proceso de aprendizaje. Para funcionar tenemos que saber para qué sirve cada objeto, su material y su estructura. Por ejemplo, que el vaso se puede romper, que los cuchillos son peligrosos o cómo hacer funcionar las máquinas. Crear robots me enseña lo complejo que es el funcionamiento del ser humano». –¿No hay formas más eficientes que la humana a la hora de copiar? «Una máquina destinada a una tarea concreta, como es el caso de las actividades industriales, es más eficiente pero necesitamos crear un sistema más flexible. Para limpiar la mesa o preparar el desayuno hace falta más de una habilidad y esto no se puede conseguir con una máquina específica. En las tareas domésticas raramente se repite una acción determinada. Para manipular 50 objetos al día no es rentable tener 100 herramientas». –¿Los humanoides imitan a las personas por eso? «Desde el momento en el que el robot necesite montar algo o realizar tareas más complicadas o más delicadas, necesita dos brazos, y para agarrar cosas que tienen una forma muy irregular u objetos diferentes ha-

ESPECIAL | AGENCIA SINC

cen falta más de dos dedos. Normalmente las máquinas tienen cuatro, que son los necesarios para manejar objetos de cualquier tamaño y material. Para una adecuada visión espacial tridimensional se necesitan al menos dos cámaras situadas en la parte superior de la máquina, del mismo modo en el que lo están los ojos. Un robot puede moverse con ruedas, pero hay lugares, como las escaleras, en los que este tipo de movilidad es imposible. También para ayudar en desastres como el de Fukushima, por ejemplo, se necesitan robots con dos piernas que, además, ocupan menos espacio. Los robots no tienen por qué parecerse a los seres humanos, pero reproducir las características humanas resulta útil. No copiamos al ser humano en vano, hay razones importantes por las

que la biología ha evolucionado en esta dirección». –¿Qué claves del aprendizaje humano intenta también emular la robótica? «La manera en la que las personas manejamos a la vez cientos de percepciones que nos llegan por los sentidos. La mayoría no son útiles por sí solas pero el ser humano ha conseguido una sinergia en sus percepciones, que es lo que más ansiamos imitar. Por ejemplo, pese a no saber si la mesa está a 60 o a 55 centímetros, sé cuánto tengo que alargar la mano para llegar a ella, en esto tienen lugar mi vista y mi tacto. Por ahora se trabaja con patrones generales. Ante un vaso, el humanoide tiene que reconocer que es un recipiente, que puede poner líquido dentro, que no puede meter los dedos o que tiene que mantenerlo recto, además

no puede confundirlo con otro similar como un componente cilíndrico de un motor». –¿Qué actividades cotidianas pueden hacer los robots hoy en día? «El entorno doméstico es muy complicado, aquí no existen tareas repetitivas y el precio de estos robots no permite todavía un uso masivo, pero en industria, medicina o en el espacio se usan cotidianamente. En estos entornos prestablecidos los robots están preparados para realizar eficientemente una tarea repetitiva, sin agotamiento ni fallos. En cirugía es destacable el robot Da Vinci, que lleva años en funcionamiento con excelentes resultados. Existen también exoesqueletos robóticos que permiten a las personas realizar fácilmente algunas tareas pesadas como cargar peso, y hay otros robots muy útiles en labores de rehabilitación, una tarea en la que irán mejorando en el futuro. Los robots ayudarán a que muchas personas tengan una vida lo más autónoma y de la mayor calidad posible. Mi mayor motivación es entender cómo funciona el ser humano, entender su percepción, sus movimientos y sus reacciones». –¿Qué problemas éticos conlleva tener a nuestro servicio robots parecidos a nosotros? «La diferencia principal es que los robots no tienen

«Yo diría que dentro de cinco años los robots serán algo cotidiano en nuestras vidas. Un ejemplo lo tenemos en los coches autónomos, que no tardarán en ser algo habitual y que son robots en el sentido clásico».

conciencia y que probablemente no la tendrán en mucho tiempo. Siguen siendo máquinas pese a su apariencia antropomórfica. Este problema pertenece más a la psicología humana que al desarrollo de la robótica. Por supuesto, cuanto más se desarrolla el sistema, más problemas éticos surgirán, y estos se han abordado ampliamente en literatura, ciencia ficción o en filosofía. Desde mi punto de vista, los problemas se resuelven creando una buena relación entre los humanos y los robots, y para ello una apariencia similar puede ayudar». –¿Veremos en este siglo un verdadero humanoide? «Eso es muy difícil de decir. Creo que en 20 o 30 años tendremos resultados muy interesantes; sin embargo, yo diría que dentro de cinco años los robots serán algo cotidiano en nuestras vidas. Un ejemplo lo tenemos en los coches autónomos, que no tardarán en ser algo habitual y que son robots en el sentido clásico». –El Instituto de Robótica que dirige pertenece al DLR, más enfocado al sector aeroespacial ¿no? «Sí, se dedica principalmente a la investigación espacial. Por ejemplo, a la misión japonesa Hayabusa 2 que se lanza este mes aportamos un robot muy ligero (MASCOT), de diez kilogramos de peso, que se desplazará a saltos por un asteroide. En general el espacio es un entorno peligroso para los humanos, por lo que los robots resultan muy útiles, pero también hemos transferido muchos de nuestros conocimientos a la industria y la cirugía, además de crear robots que ayuden en casos de catástrofe natural como tsunamis y terremotos». | Agencia SINC


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