SUPLEMENTO DE CAMBIO DE MICHOACÁN CAMBIO DE MICHOACÁN | C I E N C I A R I O | 17 DE FEBRERO DE 2 0 15 | 1 PARA LA DIVULGACIÓN DE TEMAS CIENTÍFICOS Y TECNOLÓGICOS PREMIO ESTATAL DE DIVULGACIÓN 2013 EDITOR: RAÚL LÓPEZ TÉLLEZ ixca68@hotmail.com MARTES 17 DE FEBRERO DE 2015 NÚMERO 567 APARECE LOS MARTES www.cambiodemichoacan.com.mx
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«En todos los millones de años que han transcurrido los paisajes han cambiado impresionantemente, así como la flora y la fauna que los han habitado; no obstante y a pesar de que las mismas fuerzas de la naturaleza siguen actuando como siempre, la era geológica que nosotros como humanos hemos vivido y seguimos viviendo, llamada Holoceno...»
Grandes La semana pasada, con el grupo de biólogos acuáticos de la Facultad de Biología de la Universidad Michoacana, estuvimos recorriendo algunas zonas del Mar Caribe mexicano, y en ese transcurso observaba algunas rocas más allá de la playa que tenían incrustados algunas estructuras rígidas de animales, como conchas, por ejemplo; eso me hizo reflexionar en lo dinámico que ha sido nuestro propio planeta en el transcurso evolutivo de su historia geológica. En todos los millones de años que han transcurrido los paisajes han cambiado impresionantemente, así como la flora y la fauna que los han habitado; no obstante y a pesar de que las mismas fuerzas de la naturaleza siguen actuando como siempre, la era geológica que nosotros como humanos hemos vivido y seguimos viviendo, llamada Holoceno, es un periodo relativamente estable, geológicamente es un efímero parpadeo en el tiempo. A los grandes cambios producidos en el ambiente ha sido el hombre quien los ha efectuado. El Holoceno comenzó hace casi doce mil años con el final definitivo de la última glaciación. Esa cantidad de años, pues, es bien poquita y el paisaje producto de la actividad geológica (montañas, lagos, el litoral marino) más o menos desde ese entonces ya está justo como lo vemos ahorita, los volcanes son más cambiantes. No obstante, hay unos elementos de la fauna que la debieran hacer propia ahora y ya no lo es; no lo es porque no sobrevivió, algo o «alguien» terminó con esos grandes animales, animales que ni siquiera la gran glaciación pudo extinguir y encontraron su final cuando el hombre encontró, casualmente, su comienzo. Así es, me refiero a la llamada megafauna que desapareció de varias partes del mundo con la llegada del hombre a esos lugares, aunque debo decir que, en varios casos, no hay evidencia científica
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TONELADAS DE PLÁSTICO EN LOS OCEÁNOS PÁGINA 4
recuerdos
guieron en América pero que sobrevivieron en otros lados, tal es el caso de los caballos y los camellos. En Europa, con la influencia del hombre se extinguió el bucardo, una cabra de montaña, el uro y el tarpán, especies de toro y caballo salvajes respectivamente; el alca gigante, que fue el ave que originalmente recibió el nombre de pingüino, luego los marineros de antaño al encontrar aves muy similares en el Hemisferio Sur también las llamaron pingüinos. En Asia tal vez los casos más drásticos sean los relacionados con la pérdida del delfín de río chino, un delfín que habitaba el río amarillo que fue declarado extinto apenas en 2002, y el lobo gris japonés. En Oceanía, las famosas aves no voladoras como el moa, el dodo, otras aves que sí volaban como el águila gigante de Haast, además de los grandes marsupiales. En lo que respecta a África, ese continente, al ser nuestra cuna evolutiva, pues tuvo que soportarnos desde nuestro origen, muchas especies de animales sucumbieron ante la expansión de nuestros antepasados, así como variadas especies de primos evolutivos nuestros también sucumbieron a las garras y dientes de otros. De esos grandes animales, que algunos no eran en realidad tan grandes, sino más bien muy diferentes y especiales, ya no queda nada, a excepción de huesos en los museos de historia natural y escasos dibujos a mano, algunos de ellos hechos por los colonizadores modernos que tuvieron la fortuna de conocerlos y la desdicha de extinguirlos. Nosotros ya no tuvimos la fortuna de conocer a esos animales que caminaron con nosotros hace miles de años; permitamos, entonces, que lo que resta sí sea conocido por las generaciones futuras.
David Tafolla Venegas
consistente para culpar al hombre, pero en otros sí fue muy evidente. Cuando el hombre llegó a America del Norte, hace doce mil años, cuando el Estrecho de Bering aún estaba cerrado por el hielo, los animales como el mamut, el dientes de sable, el perezoso gigante y mastodontes comenzaron su declive hasta la extinción. Hubo otros animales que también se extin-
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¡NACIMIENTO DE CUATRILLIZOS! PÁGINAS 5
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DARWIN Y UNA ORQUÍDEA PÁGINA 7