[ Letras ] DE CAMBIO
SUPLEMENTO DE CULTURA DE CAMBIO DE MICHOACÁN | NUEVA ÉPOCA | COORDINADOR: VÍCTOR RODRÍGUEZ MÉNDEZ | 30 DE AGOSTO DE 2014 |
Julio Cortázar En el centenario del enorme cronopio POR GASPAR AGUILERA DÍAZ |PAG. PAG.22
Un autor original
CREACIÓN CREACIÓNCOLUMNAVÉRTIZDELAFUENTE|PAG. PAG.44
Poemas
CREACIÓN PAG.55 CREACIÓNJULIOCORTÁZAR|PAG.
LAURENBACALL YSUPASIÓN PORELTEATRO
COLUMBAVÉRTIZDELAFUENTE| PAG. 6
LEOCLÁSICOS, LUEGOEXISTO NICOLASARTUSI|PAG.7
Insurgente ALASAZÓNNETZAHUALCÓYOTL ÁVALOSROSAS|PAG.7
Neurosis lacustres ELTERCEROJOSYLVAIN PROVILLARD |PAG. 8
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Julio Cortázar En el centenario del enorme cronopio POR GASPAR AGUILERA DÍAZ Con todo mi cariño para mi Cronopia Caracol, José y Carmelina Sandoval y un abrazo fraterno para el Taller Literario Luvina. No hay en la condición humana nada más desconcertante que el hecho de que se pueda significar y/o decir algo. George Steiner
U
Un sabio proverbio zen afirma que “hay seres que van delante portando la antorcha, y otros que en sí mismos, son antorchas”, este es el caso de Julio Cortázar gran melómano apasionado de todos los géneros musicales, particularmente de la música clásica y del jazz que se refleja en muchos de sus textos y crónicas, empezando por Rayuela, ese aparente desorden que es un orden misterioso, esa sed de absoluto de sus personajes principales, esa bohemia del cuerpo y el alma que nos abre de par en par las verdaderas puertas de la percepción de la realidad, esa búsqueda ontológica profunda. O bien, lo que percibimos en su poesía y su narrativa, ese ir y venir del aparente orden al desastre luminoso, esta transgresión de la realidad y sus aristas más convencionales y cómodas, cuando se habla del amor, del encuentro, o del desamor y su lenta maquinaria en la que los cuerpos van abandonando los besos, las almohadas y las sábanas; siempre con un gran sentido del humor y de la imaginación.
I Una pareja se besa y acaricia sobre el Puente Nuevo, el río grisáceo sigue su curso; los amantes se tocan enfebrecidamente y bajos nuevos rituales. A lo lejos, un sax tenor solitario, ubicuo, todopoderoso, hace que los árboles sean sostenidos por los pájaros a un ritmo de estrellas luminosas en pleno medio día. En este mismo río, la mujer universal se pasea en los muslos y los ojos de la Maga; Oliveira vuelve a extraviar su destino indefinible y cósmico. Bajo los puentes a la orilla del Sena –que es la orilla del mundo–, los cronopios humedecidos por su crónica nostalgia, juegan al azar sin darse cuenta, mientras los famas al pasear en sus autos brillantes, le dan movimiento y luz al paisaje de tarjeta postal bajo las primeras lluvias del verano. Después de leer a Cortázar hay otra manera, otra forma de recuperar la infancia, de sentir el temblor, de escuchar la música, de asumir el riesgo y la intemperie. Sin intermediarios inútiles ni cortinas densas y analíticas, el lector encarna, se mete por una ósmosis lúdica y visceral, en la piel, los sueños y los deseos de los personajes cortazarianos, en ese repetido intento –inútil pero válido– de eternizar el instante del acercamiento del cuerpo y de seres cuyo astrolabio permanente es el deseo y el diálogo a través del más transparente lenguaje: el erotismo. La pulsión del amor y la caricia siempre son, en las novelas y los relatos de Cortázar, el método infalible, el único camino posible para dar fe de la realidad. En otro plano, los fantasmas reales o aparentes, los ojos del gato, la maldad ingenua y
venenosa de la infancia, los recuerdos aplastantes, el tiempo obsesivamente personal: sin percepción de la historia, según Ángel Rama; siempre es más importante el tiempo que transcurre, o que tiene su propio ritmo dentro de cada personaje, que el tiempo existente para los demás. El horror, la decadencia y el asco cotidianos, envueltos en el quebradizo papel de los convencionalismos y la formalidad, son convertidos en precisos y rigurosos mecanismos de relojería ocultos en sus mejores cuentos, sobre todo en Bestiario y Final del juego. La inmersión en uno mismo y en los otros, lo lúdico, el humor, son tres de los resortes más constantes que impulsan a los personajes a una aventura siempre iniciándose desde todos los puntos de partida posibles e imposibles. Existe además, en todas las obras del escritor argentino, un descomunal ejercicio de la memoria, un abrumante poder de evocación. El personaje autobiográfico de Diario de un cuento del libro Deshoras, define y justifica esta capacidad mortal: Es que no es fácil seguir, me voy hundiendo en recuerdos y a la vez queriendo huirles, exorcizarlos escribiéndolos (…pero entonces hay que admitirlo de lleno eso es la cosa). Pretender contar desde la niebla cosas deshilachadas por el tiempo…, estas jugadas magistrales de ajedrez y rompecabezas que Cortázar le gana a la memoria nos convierten desde las primeras líneas de sus relatos, en cómplices-testigos- voyeristas de
rincones, habitaciones y muros de los lugares en que pasó su infancia y adolescencia; Banfield, y después los viajes, las ciudades con sus plurales cuerpos, voces y murmullos, van dibujando una especie de paisaje interior en cada uno de sus personajes haciendo inolvidables esas maneras de estar en el mundo, desbaratando a veces la lógica, notables en los múltiples desenlaces y actitudes vitalistas y renovadoras como señala Jorge Rufinelli refiriéndose a sus narraciones. La mejor poesía de Julio Cortázar no está en los poemas que escribió, algunos de ellos memorables recopilados en Salvo el crepúsculo, sino en su prosa, como ocurre con otro miembro fundador del Colegio de Patafísica: Boris Vian. El empeño casi suicida de sus protagonistas por cumplir con su destino liberador y lúdico que en un mundo de vida esquemático les niega, va conformando atmósferas, situaciones y encuentros siempre al borde del sueño o del abismo, entre la sordidez y el desencuentro, entre la fatalidad y la ternura; se van llenando de ideas, sangre y vida propia, gracias a su particular expresión –porteña o cosmopolita– siempre congruente con la edad, el sexo y el oficio de cada criatura que va mostrando toda la parafernalia de atavismos, cualidades y virtudes de los que es imposible escapar como habitantes de un continente diverso, inapreciable en los libros de historia, sociología y geopolítica. Para terminar con estas apreciaciones evidentemente obvias ante la elocuencia de sus libros, redundo en el intento de deshacer el maniqueísmo vacío que intenta alterar –con mala fe– la balanza que sostiene, por un lado, su actitud política, y por el otro, su actitud como escritor (hay que recordar que él siempre las veía como una sola cosa). Fue más grande y contundente su huella en la vanguardia literaria y cultural que en la vanguardia política, sin menospreciar en absoluto la admirable honestidad y valentía puesta por Cortázar en la liberación totalizadora del hombre, alcanzada en su obra a través de la subversión, el juego y la imaginación; su conciencia y actitud críticas vertidas en su creación, siempre rebasaron a sus ideas políticas con una eficacia indiscutible. El enorme cronopio nos devolvió el paraíso terrenal de la magia y la otredad anunciada por John Milton y denunciada por William Blake, desde una moral estética que no admite reproches: un individualismo ferozmente generoso y congruente.
II Prólogo al prólogo de Carlos Álvarez Garriga en Papeles inesperados de Julio Cortázar Reproduzco algunas notas del prólogo de Álvarez Garriga a Papeles inesperados de Julio Cortázar (Alfaguara, 2011): Cortázar escribió en un prólogo, sin recordar al autor de la cita (era Dino Segre, Pitigrilli), que el prefacio es lo que el autor escribe después, el editor publica antes y los lectores no
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leen ni antes ni después; aún así, o quizá por ello mismo, éste es un buen lugar para explicar de qué modo surgen las inesperadas cuatrocientas cincuenta páginas siguientes:
¿Un misterio como el de la carta robada? La trayectoria de Julio Cortázar como escritor y su proyección como personaje público ilustran muchos aspectos de la consolidación de un mercado literario “global” en el siglo XX. Con pocos y muy fieles lectores hasta la aparición de Rayuela, en 1963, el inicio del enorme éxito de la novela coincidió con la invitación oficial que le cursó el gobierno cubano para que participara en el jurado del Premio Casa de las Américas engrosando las filas de intelectuales de renombre conversos al socialismo. Hasta el 23 de diciembre de 2006, los de mayor relevancia conocida eran dos: la serie de escritos vendida por el propio Cortázar a la Universidad de Texas en Austin en 1982, y el conjunto de textos, borradores, notas y agendas depositados en la Universidad de Princeton en el año 2001. Esta segunda colección contenía, cabía suponer, los papeles del legendario que, a modo del baúl de Fernando Pessoa, Cortázar dejó a su muerte: un armario –según contó Mario Muchnik en una entrevista publicada en la revista Cambio 16 a los pocos meses de la muerte del escritor– de un metro de largo y lleno de cajones, una especie de mueble de plástico en el que había bastante de todo: novelas y cuentos inéditos, recibos de la luz, notas como “Era zurda de una oreja”. De ese mueble salieron los libros editados póstumamente: Dos juegos de palabras, Divertimento, El examen, La otra orilla, Teoría del túnel, Diario de Andrés Fava, Imagen de John Keats, Cuaderno de Zihuatanejo. El lector coleccionista ( y los de Cortá-
zar) sólo tenía que esperar a que los pocos textos dispersos que continuaban inéditos en volumen se integraran lacónicamente en los intersticios reservados a tal efecto en los tomos genéricos de las obras completas, ya que siendo tan pocos no se justificaba la existencia de un libro suelto, uno más, para ellos solos. A no ser que… “Temí que la cómoda tuviera doble fondo; vi, como en un brindis de Macedonio Fernández que Cortázar citaba, que me faltaban tantas páginas que si me faltaba una más no iba a caber. A la madrugada, todo el piso estaba empapelado de textos nunca publicados en libro. ¿Cómo era posible que ese tesoro no estuviera ordenado, clasificado, inventariado, microfilmado? ¡El día de mi llegada habíamos pasado un buen rato riéndonos con las historias del simpático ratoncito que le robaba pan todas las noches! ¿Y si era un roedor papirófago –me dije entonces–, un ratón de biblioteca? “¿Cómo se le ocurre tener todo esto aquí?”, protesté.
¿La atención funciona como un pararrayos? En el famoso ensayo-entrevista. “Cortázar o la cachetada metafísica” Luis Harss, que lo conoció en 1964, escribía que Cortázar no fue siempre lo que es, y cómo llegó a serlo es siempre un problema misterioso y desconcertante” era una incógnita la combinación indescifrable y maravillosa de lecturas, genética, intuición y azar que –como señalaba Chesterton al estudiar el portento formativo de Dickens– produjo ese escritor, enigma al que había que sumar el asombro acerca de qué iba a ser el tipo en adelante.
El volumen que usted tiene entre las manos
Editar textos póstumos trae a la memoria de todos el episodio Kafka/Brod y las dos corrientes de pensamiento que se enfrentan al respecto: los “lectores-héroe” quieren leer hasta las notas para el panadero, mientras que los “lectores vinagreta” -tienen una imagen fija del escritor al que no necesariamente frecuentan- y consideran una traición a su memoria ¡y un abuso! darles más lectura. (Es cierto, hay ya tantas novedades imperdibles… Nota mental del prologuista: comprar otra cesta para los libros pendientes.) En este caso concreto, no hay lugar para el debate porque el testamento de Cortázar atribuye a Aurora Bernárdez, de un modo muy claro, la potestad de seleccionar y decidir, y así lo ha hecho. Aurora Bernárdez fecha el relato “Manuscrito hallado junto a una mano” hacia 1955 porque ese año conocieron a la esposa de Ruggerio Ricci, el violinista con que se inicia la historia a modo de prívate joke. La versión que ofrecemos de “Relato con un fondo de agua”, de 1941, procede del original de La otra orilla, colección editada póstumamente sin referencia alguna al cuento. Las variantes que presenta la reescritura aparecida en la primera edición en libro (Final del juego, Sudamericana, 1964) respecto a esta versión primitiva revelan a las claras la constitución del llamado “estilo cortazariano”. “Ciao Verona” complementa y propone una versión alternativa al relato “Las caras de la medalla” publicado en Alguien que anda por allí en 1977. Según escribió Cortázar en una carta a Jaime Alazraki en febrero de 1978, fue tan duro como el otro.” En carta a Paco Porrúa de 22 de abril de 1961, Cortázar aceptaba suprimir cinco historias de Cronopios y de famas. El estudio de uno de los conjuntos originales, ha permitido recobrar dos de esos títulos: “Vialidad” incrustada también en una carta inédita a
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Eduardo Jonquiéres de 30 de julio de 1952, y “Never stop the press”. En una hoja suelta hemos dado con “Almuerzos”, historia de la que no teníamos ni siquiera noticia. “Un capítulo suprimido de Rayuela” fue publicado como nota introductoria al capítulo 126 que editó la Revista Iberoamericana en el número que dedicó al autor en 1973. El texto fue reproducido por Jaime Alazraki en su edición de Rayuela en la Biblioteca Ayacucho en 1980, y el capítulo en cuestión ha sido reproducido en otras ocasiones (en la edición de la novela en la Colección Archivos y en el volumen III de Obras Completas) sin esa nota. A petición de Italo Calvino, Cortázar publica en la editorial Einaudi en 1965 y con el título Bestiario un volumen en que incluye casi todos sus cuentos, agrupados en las secciones Riti, Giochy y Passaggi. En 1970 Sudamericana, publica en un solo volumen (Relatos) todos los que habían aparecido en libro hasta la fecha, y en 1976 Alianza Editorial los presenta en tres volúmenes llamados asimismo Ritos, Juegos y Pasajes. A propósito de “Nuevo itinerario cubano” conviene recordar este fragmento de una carta de Cortázar a Roberto Fernández Retamar de 29 de octubre de 1976: “Tal vez ya hayas leído en El Sol de México los dos textos que le di después de mi maravilloso mes en Cuba. Creo que puse en ellos mucho amor y mucha objetividad al mismo tiempo; aunque como es natural ya he oído los rumores consabidos: Cortázar vendido a Cuba, le hace una propaganda desaforada. Como buen argentino mal hablado mi respuesta es cortés pero inequívoca: la puta que los parió”. “Acerca de las colaboraciones” fue distribuido por la agencia de noticias EFE en abril de 1979. Contra el pronóstico del autor que acusaba a El Mercurio de pretender falsas exclusivas, el texto sí fue publicado en el periódico chileno, con una nota de la Dirección que aclaraba que la exclusiva era sólo para su país y terminaba así: “No debería, este afortunado escritor del freudo-marxismo, seguir ordeñando a cuatro manos al mundo capitalista que declara despreciar. A menos que, de verdad, como tantos lo sospechan, sea un cronopio”. Cortázar contó en Salvo el crepúsculo que hacia 1956 había comprado un mimeógrafo en remate de la Unesco y que con esa copiadora manual hizo pequeñas ediciones privadas, “cosas muy bonitas que yo abrochaba pulcramente y guardaba en un armario, razón por la cual casi nadie a parte de una que otra laucha”. De ejemplares de esas ediciones rescatamos algunos de los poemas que permanecían inéditos. Cyrill Connolly contó que el alivio de la ansiedad que siente el bibliófilo cuando da con su presa, lo satisface más que cualquier otra cosa: sólo al tachar un título de la lista de búsquedas consigue olvidarse de él. No seamos tan optimistas, ni demos este volumen por cerrado; sin duda seguirán apareciendo textos inesperados porque, como escribió Borges a propósito de las versiones homéricas “edición definitiva” es un concepto que no corresponde sino a la teología o al cansancio. Concluyo, compartiendo con ustedes dos afirmaciones anecdóticas y entrañables de Juan Rulfo y José Lezama Lima respecto a Cortázar. Dijo Rulfo: “tiene un corazón tan grande que Dios necesitó fabricar un cuerpo también grande para acomodar ese corazón suyo”; y Lezama Lima: “Rayuela ha sabido destruir un espacio para construir otro, decapitar el tiempo, para que el tiempo salga con otra cabeza” Morelia, Mich. / Verano 2014.
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Un autor original POR COLUMBA VÉRTIZ DE LA FUENTE
A
Cortázar se le considera uno de los autores más innovadores y originales de su tiempo, maestro del relato corto, la prosa poética y la narración breve en general, y creador de importantes novelas que inauguraron una nueva forma de hacer literatura en el mundo hispano, rompiendo los moldes clásicos mediante narraciones que escapan de la linealidad temporal. Debido a que los contenidos de su obra transitan en la frontera entre lo real y lo fantástico, suele ser puesto en relación con el realismo mágico e incluso con el surrealismo. También es considerado un reconocido traductor, habiendo trabajado en este oficio para la Unesco. Julio Cortázar nació en Ixelles, un suburbio situado en el sur de la ciudad de Bruselas, que en ese entonces estaba ocupada por los alemanes. El pequeño Cocó, como le llamaba su familia, fue hijo de Julio José Cortázar y María Herminia Descotte. Su padre era funcionario de la embajada de Argentina en Bélgica, desempeñándose en esa representación diplomática como agregado comercial. Más adelante en su vida declararía el escritor: “Mi nacimiento fue un producto del turismo y la diplomacia.” Según Cortázar, su infancia fue brumosa y
con un sentido del tiempo y del espacio diferente al de los demás. Fue un niño enfermizo y pasó mucho tiempo en cama, por lo que la lectura fue su gran compañera. Su madre le seleccionaba lo que podía leer, convirtiéndose en la gran iniciadora de su camino de lector, primero, y de escritor después. A los nueve años ya había leído a Julio Verne, Victor Hugo y Allan Poe, padeciendo por ello frecuentes pesadillas durante un tiempo. Solía además pasar horas leyendo un diccionario Pequeño Larousse. Leía tanto que su madre primero acudió al director de su colegio y luego a un médico para preguntarles si era normal, y éstos le recomendaron que su hijo dejara de leer o leyera menos durante cinco o seis meses, para que en cambio saliera a tomar el sol. También fue un escritor precoz. A los nueve o diez años, ya había escrito una pequeña novela, afortunadamente perdida, según el propio autor, e incluso antes algunos cuentos y sonetos. Dada la calidad de sus escritos, su familia dudó de la veracidad de su autoría, desconfiando incluso su madre de que había sido él quien los había escrito, lo que generó una gran pesadumbre en Cortázar, quien compartió ese recuerdo en entrevistas posteriores.
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CREACIÓN
Poemas Julio Cortázar Los amigos
Se da cuenta, infeliz, que va tirando mejor,
aunque no haya huella ni presagio
y duerme a pata ancha.
como la caricia a la mano
En el tabaco, en el café, en el vino,
Hasta de estilo cambia,
el perfume dibuja el jazmín
al borde de la noche se levantan
y tiene amigos que no saben su historia
el amante precede el amor
como esas voces que a lo lejos cantan
provinciana,
pero inevitablemente
sin que se sepa qué, por el camino.
ridícula y casera.
el amor sobrevive al amante
A ratos se pregunta como pudo esperar
como los juegos al llanto
Livianamente hermanos del destino,
todo ese tiempo
como la sombra a la columna
dióscuros, sombras pálidas, me espantan
para salirse del río sin orillas,
las moscas de los hábitos, me aguantan
de los cuellos garrote,
como la caricia a la mano
que siga a flote entre tanto remolino.
de los domingos, lunes, martes, miércoles y jueves.
aunque no haya huella ni presagio
A fojas uno, si, pero cuidado:
el amante precede al amor
Los muertos hablan más pero al oído,
un mismo espejo es todos los espejos,
el perfume dibuja el jazmín
y los vivos son mano tibia y techo,
y el pasaporte dice que naciste y que eres
como los juegos al llanto
suma de lo ganado y lo perdido.
y cutis color blanco, nariz de dorso recto,
como la sombra a la columna
Buenos Aires, septiembre.
el amor sobrevive al amante
Así un día en la barca de la sombra,
Aparte que no olvida,
pero inevitablemente
de tanta ausencia abrigará mi pecho
porque es arte de pocos,
esta antigua ternura que los nombra.
lo que quiso, esa sopa de estrellas y letras que infatigable comerá
Objetos perdidos
en numerosas mesas de variados hoteles,
El encubridor
la misma sopa, pobre tipo,
Por veredas de sueño y habitaciones sordas
hasta que el pescadito intercostal
tus rendidos veranos me aceleran con sus cantos
Ese que sale de su país porque tiene miedo,
se plante y diga basta.
Una cifra vigilante y sigilosa
no sabe de que,
Antes, después
va por los arrabales llamándome y llamándome
miedo del queso con ratón,
como los juegos al llanto
pero qué falta, dime, en la tarjeta diminuta
de la cuerda entre los locos,
como la sombra a la columna
donde están tu nombre, tu calle y tu desvelo
de la espuma en la sopa.
el perfume dibuja el jazmín
si la cifra se mezcla con las letras del sueño,
Entonces quiere cambiarse como una figurita,
el amante precede al amor
si solamente estás donde ya no te busco.
el pelo que antes se alambraba
como la caricia a la mano
con gomina y espejo lo suelta en jopo,
el amor sobrevive al amante
se abre la camisa, muda de costumbres,
pero inevitablemente
de vino, de idioma.
aunque no haya huella ni presagio
Mendoza, Argentina 1944.
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Lauren Bacall y su pasión por el teatro PERFIL ::PORCOLUMBAVÉRTIZDELAFUENTE
U
na de las diosas de la edad dorada de Hollywood, Lauren Bacall, falleció a los 89 años de un derrame cerebral en el emblemático edificio Dakota, en Nueva York, donde fue asesinado John Lennon. Radicaba ahí desde hace décadas por su cercanía con Broadway, el emblemático corredor teatral de Estados Unidos, donde inició su carrera y deseaba participar en obras. En 1942, hizo su debut con Johnny 2 X 4, una obra en tres actos de Rowland Brown, bajo la dirección de Anthony Brown. Luego sólo se dedicó al cine, pero regresó al escenario teatral en 1959 con Goodbye Charley, luego hizo Flor de cactus (1965) y los musicales Aplausos (1970) y La mujer del año (1981) y en Londres actuó en el drama Dulce pájaro de juventud (1985), de Tenessee Williams. Y hacia 1999 hizo su última intervención teatral con Waiting in the Wings. Varias veces declaró que el teatro le encantaba y la inspiraba porque allí nació como actriz. Su verdadero nombre era Betty Joan Weinstein Perske. Nació el 16 de septiembre de 1924 en Nueva York, de sangre polaca, germana y rumana. No le gustaba hablar de su origen judío. Pero conquistó por su belleza, coronada con unos labios carnosos y una mirada felina que logró derretir al tipo más duro de la pantalla, Humphrey Bogart. Ambos vivieron una de las relacionas más envidiadas de Hollywood, comprometidos especialmente contra la caza de brujas del senador Joseph McCarthy, esa acción fue llamada macartis-
mo, que se desarrolló entre 1950 y 1956, durante el cual el senador desencadenó un extendido proceso de delaciones, acusaciones infundadas, denuncias, interrogatorios, procesos irregulares y listas negras contra personas sospechosas de ser comunistas. Los sectores que se opusieron a los métodos irregulares e indiscriminados de McCarthy denunciaron el proceso como una caza de brujas y llevó al destacado dramaturgo Arthur Miller a escribir su famosa obra Las brujas de Salen (1953). Pero es el séptimo arte que le da la fama a Bacall. Participó en unas cuarenta películas. Tener y no tener (1944) es la primera aparición en la pantalla de la actriz y contaba solamente con 19 años y revela la gran química con Bogart, allí se enamoraron. Bacall se casó con Bogart, ya divorciado y de 45 años, en 1945, y siguió a su lado hasta la muerte del actor en 1957, debido al cáncer. La relación comenzó entre bambalinas, estableciéndose una gran afinidad entre ambos actores y 18 meses después ya eran esposos. De la unión con Bogart nacieron dos hijos: el productor de noticias Stephen Bogart y Leslie Bogart. Su segundo esposo fue el también actor Jason Robards (de 1961 hasta su divorcio en 1969). Se separó debido a problemas de alcoholismo por parte del actor. De esta unión nació el actor Sam Robards. Bacall generó positivas críticas con su actuación en Tener y no tener, con guión de Jules Furthman y William Faulkner, basado en la novela
homónima de Ernest Hemingway. La película fue dirigida por Howard Hawks, quien llamó a Bacall al conocer su trabajo como modelo. En la trama, Harry Morgan (Bogart) se gana la vida en la isla de la Martinica alquilando su barco de recreo pero la situación derivada de la guerra en Europa hace que el negocio no prospere y tendrá que aceptar una misión de la resistencia francesa. Hawks trasladada la novela a la situación bélica que vivía el mundo. Bacall nació del matrimonio de dos emigrantes judíos. William Perske (nacido en 1889 como Wulf Perski en Polonia; fallecido en Estados Unidos en 1982) y Natalie Weinstein-Bacal (nacida en 1901 en Rumania como Natalie Weinstein; fallecida en Estados Unidos en 1972). Su madre se cambió el apellido primero por WeinsteinBacal y luego por Bacall. Su hija emplearía el segundo apellido materno. Fue prima-hermana de Shimon Peres, el noveno presidente de Israel, ya que el padre de Lauren y el padre de Shimon fueron hermanos. La actriz, con 15 años de edad, ingresó en la American Academy of Dramatic Arts y para costearse sus estudios trabajó como modelo y acomodadora en un cine. Repitió actuación con Bogart en The big sleep (El sueño eterno), Dark passage (La senda tenebrosa), y Key largo (Cayo largo). En 1953, Bacall participó junto a Marilyn Monroe y Betty Grable en la comedia Cómo casarse con un millonario, con gran éxito de crítica y taquilla.
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Leo clásicos, luego existo PORNICOLÁSARTUSI
A
gotado de la urgencia en la comanda laboral o de la fugacidad en los vínculos líquidos, el hombre moderno tiene un arma secreta para ganar una batalla decisiva entre la guerra de la calle y la paz del espíritu: leer a Tolstoi. O a Dostoievski. O a Cervantes. Que el ánimo se disponga a sumergirse en novelones de mil páginas y decenas de personajes: en los clásicos de la literatura está la “invención de lo humano”, según la totémica definición del crítico Harold Bloom. Ahora, un estudio publicado en la revista Science demuestra que leer los grandes clásicos aumenta la inteligencia emocional y la habilidad social. En épocas de textos a 140 caracteres, un desafío de resistencia para el lector fugaz: si hace unos años un best seller de autoayuda proponía “más Platón y menos Prozac” como la receta filosófica contra el trastorno de ansiedad generalizada, las novelas sagradas aguantan como un bastión de resistencia contra el imperio de lo efímero: un camino para ir en busca del tiempo perdido leyendo tuits o actualizando nuestro “estado” ante el interrogatorio diario del Facebook: “¿Qué estás pensando?”. Las conclusiones del estudio son contundentes: las personas que leen literatura seria tienen mayores niveles de empatía con los demás, percepción sobre los otros e inteligencia emocional. Ahí donde El jugador nos devele el sinsentido de desafiar el destino por medio del azar, o Muerte en Venecia nos advierta de lo inexorable de la decadencia, el lector tendrá una imaginación más fecunda y, sobre todo, una agudeza mayor para el desempeño social: acostumbrado a “tratar” con semejantes personajes, tendrá sus propias interpretaciones sobre la naturaleza humana y será más sensible a los matices de la complejidad de carácter. Lo cual será muy útil en el trabajo o en el amor. Si es cierto que todas las historias posibles ya fueron escritas y que cada nueva aventura es apenas una variación de los clásicos, en una oficina pública el hombre leído podrá reconocer los tormentos burocráticos que someten a un procesado José K. y en cualquier ama de casa insatisfecha, la posibilidad tramposa de una madame Bovary. Aun en la dispersión que provoca cada “notificación” inútil de las redes sociales, todas con la misma urgencia admonitoria de una citación a la dirección de la escuela (e iguales consecuencias para la vida adulta: nulas), el hombre moderno puede disfrutar a Charles Dickens o Jane Austen con la emoción del reencuentro con un amigo del colegio: que lea de a diez páginas por día. Si quiere, más. Pero nunca menos. En el mismo tiempo que dedica a confirmar si el tema que discutió en el almuerzo es trending topic, podrá obtener los beneficios intangibles de la literatura y conocer a los personajes más fabulosos que hayan pasado por esta Tierra. Recién entonces alumbrará grandes esperanzas de tener, por fin, sensatez y sentimientos. http://www.conexionbrando.com/
Insurgente A LA SAZÓN :: POR NETZAHUALCÓYOTL ÁVALOS ROSAS Cuando bebemos café, las ideas marchan como un ejército Honoré de Balzac
T
iene defectos y cualidades como cualquiera. Y tiene su mala fama bien ganada. Es un agente subversivo del status quo. Antes de cada misión su aroma anuncia el arribo de tres fuegos que la humanidad arrebata cada mañana a los dioses: libertad, palabra, y placer. Tiene un carácter seductor, cáustico, excitante; como el sexo. Es un engreído. Bien sabe que sabe. No me había topado con un alimento tan citado y exaltado por filósofos, artistas y literatos. Seres que escudriñan la luces de la noche en su oscura infusión. Nigromante. Tramposo. Experto en asaltos. Comandante del estado de alerta y de los reflejos inmediatos. Estimulante del sistema nervioso. Reduce la sensación de cansancio. Da una tregua al sedicioso que desfallece: apenas el tiempo justo para irrumpir en las puertas de la inspiración o de la ofuscación. No más de una hora desde su ingesta. “Lo más interesante en la historia del café es que en todas partes donde fue introducido engendró libertades y revoluciones: es quizás la bebida más radical, cuya función parece haber sido la de incitar al pueblo a pensar. Y cuando el pueblo empieza a pensar, este ejercicio es peligroso para los tiranos y los enemigos de la libertad”, escribió W. H. Uckrs. Hemos de reclutarlo a diario, en nuestras batallas por espabilarnos, en nuestro mundano intento por ser más perspicaces de lo que somos; sin embargo, hay que tomar ciertas precauciones. El café está compuesto por más de mil sustancias químicas. Es obvio que tanto armamento podría resultar contraproducente para nuestra causa. Para conservar su integridad se deben seguir los siguientes principios revolucionarios e indicaciones marciales: 1. Evitar a toda costa su encuentro con el ma-
yor mercenario en la historia culinaria: el azúcar, experto en armas químicas. Si abordara a nuestro infiltrado no sólo podría sabotear su cometido, desataría un infierno en el aparato digestivo. 2. No ingerir más de tres tazas de 150 mililitros cada una, al día; es decir: no más de 200 miligramos de cafeína. Sus acciones son medidas, cualquier exceso provoca irritabilidad, imprecisión, males cardíacos, y descalcificación. 3. Está totalmente prohibido endulzarlo o combinarlo con leches o cremas. Se trata de un agente especial, un guerrero con carácter, preparado para enfrentar los retos más desafiantes de las batallas diarias, no para consentir ñoñerías que atrofian su brío y lucidez. Consumir café combate la diabetes, el daño a las funciones hepáticas, y a ciertas enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson y el Alzheimer. Es decir, lucha contra la dulce hipocresía; el rescate del hígado, órgano relacionado con la valentía, y por evitar la pérdida de pulso y memoria histórica. Ni científicos ni humanistas atinan a explicar tales efectos, aunque advierten sean posibles consecuencias de altas concentraciones de antioxidantes. Al parecer, el café renueva las esperanzas que el ser moderno pierde a cada hora.
LANOTA,LARECETA,OELREMEDIO
Por supuesto: el café quita el sueño, pero que tal si aprovechamos su efecto retardado. Llegas molido del trabajo y debes regresar. Toma dos cosas aprovechando tu receso: un aromático café y una siesta. Al calor de la bebida, programa la alarma y te déjate caer con toda confianza en brazos de Morfeo. El caracolillo o tu reloj te despertarán, sin tregua alguna, entre los 15 y los 20 minutos. Despertarás avivado, como las cabras de Abisinia (actual Etiopia), el lugar donde hace cientos de años un pastor llamado Kaldi descubrió la relación entre la excitación de sus animales y la ingesta de unos enigmáticos frutos rojos.
8|LETRAS~CAMBIODEMICHOACAN
SÁBADO30DEAGOSTODE2014
Neurosis lacustres ELTERCEROJO ::TopofthelakesigueunainvestigaciónpoliciacasobreladesaparicióndeunaniñaenunpuebloaisladodeNuevaZelanda,habitadopor personajesextrañoseinquietantes.Laminiserie,creadayrealizadaporJaneCampion,esunaobradensa,entreThekillingyTwinPeaks,quereivindicaydefiendeel papeldelasmujeresenlasociedad.PORSYLVAINPROVILLARDsprovillard@hotmail.com
J
ane Campion siempre ha sido la consentida del Festival de Cine de Cannes: su obra Peel recibió la Palma de Oro al mejor cortometraje en 1986 y su primer largometraje, Sweetie, entró directamente en la selección oficial tres años después. Su tercer filme representó la coronación de la reina del séptimo arte: Campion se convirtió en la primera y, hasta el día de hoy, única mujer en ganar la Palma de Oro, con El piano. La historia de amor con el festival francés sigue todavía: en 2013 se le otorgó el Carrosse d’or en honor a su trayectoria novedosa, audaz e independiente, y hace algunos meses tuvo el honor de oficiar como presidenta del jurado y entregar la recompensa suprema al director turco Nuri Bilge Ceylan por su obra Winter sleep. Con tal currículum vítae, las expectativas que tienen los cinéfilos al momento del estreno de una obra de la directora neozelandesa suelen ser altas, sin embargo, otros creen que su filmografía es sobrevalorada. Es cierto que Campion no ha vuelto a conmovernos tanto como con El piano, drama romántico ubicado en las lluviosas y ventosas costas de Nueva Zelanda durante la mitad del siglo XIX. Las películas que siguieron no alcanzaron la misma intensidad: Retrato de una dama, adaptación de la novela de Henry James, fue un fracaso comercial y crítico, a pesar de un elenco prestigioso (Nicole Kidman, John Malkovich, Viggo Mortensen y Christian Bale); Holy smoke (Humo sagrado), aunque contiene escenas antológicas entre una joven mujer (Kate Winslet) que cae bajo la influencia de un gurú que es combatido por un exorcista (Harvey Keitel), no logró encontrar un tono justo entre el drama y la comedia; En carne viva, con Meg Ryan, es simplemente un thriller indigno de una directora tan alabada y experimentada. Desde la película Bright star (El amor de mi vida) en 2009, la cual retrata los últimos años de la vida del poeta inglés John Keats, Campion no había tenido ningún proyecto cinematográfico. Fue la pantalla chica la que ofreció un segundo aliento creativo a la sexagenaria directora: Top of the lake es una de las cada vez más numerosas joyas que la televisión nos ofrece desde hace algunos años. Campion incluso confesó que estaba tentada a dejar el séptimo arte para seguir explorando el nuevo territorio que son las series televisivas: “Es en la televisión donde se encuentran las obras más creativas hoy en día. Atrae a cada vez más autores, quienes, como yo, piensan que no pasan muchas cosas interesantes en el cine de arte”. La realizadora, adicta a las series, reveló que la idea de Top of the lake le llegó al ver un episodio de The killing. La actriz principal, que encarna a una policía responsable de la investigación de la desaparición de una niña de doce años embarazada, es Elisabeth Moss, quien interpretaba a la secretaria Peggy en Mad men, serie que Campion admira. El formato de la miniserie permite desarrollar personajes y tramas secundarias sin caer tampoco en los defectos de algunas series que suelen perder su encanto al multiplicar las temporadas. Top of the lake es una serie policiaca de siete capítulos (o una película de seis horas, si, como yo, deciden verla en una sola función) que se distancia de las tramas convencionales del género. Primeramente, la historia no se desenvuelve en una gran ciudad estadounidense sino en un pueblo lacustre de Nueva Zelanda, parecido a un paraíso terrenal. Un grupo de mujeres con pasados dolorosos, liderado
Fotogramas de Top of the lake, de Jane Campion. Abajo, Holly Hunter.
por una extraña gurú (la misma Holly Hunter de El piano), llega justamente en búsqueda de su paz interior a las orillas del lago. Sin embargo, la directora explica que “uno busca la pureza y la serenidad, pero nuestras neurosis nos siguen a donde vayamos. Y más nos acercamos a un mundo en paz, más éstas nos parecen dolorosas”. Sin llegar al surrealismo de David Lynch, podemos notar tintes de Twin peaks en estos singulares y misteriosos personajes. Con sus primeros filmes, Jane Campion fue la figura emblemática de un movimiento llamado “cine del malestar”, y su más reciente obra nos comprueba que sus preocupaciones no han cambiado. Frente a estas mujeres dañadas pero libres y autosuficientes, los hombres del pueblo, complejos y torturados, guardianes de un mundo patriarcal y arcaico, no saben cómo reaccionar. Ellos también viven organizados en un clan, cuya cabeza es un hombre carismático, violento traficante de drogas y, sin embargo, sensible, que es interpretado por el actor y director escocés Peter Mullan. Como siempre con Campion, el feminismo se hace (¿demasiado?) presente y las mu-
jeres son ineluctablemente las víctimas del machismo y de la violencia tanto física como psicológica. Al igual que la dicotomía hombre-mujer, Top of the lake desarrolla muchos temas de manera antinómica: la inocencia de los niños se enfrenta a la culpabilidad de los adultos; la paz y belleza del lugar contrasta con la violencia y la fealdad de la personalidad de sus habitantes, y la lucha de poder entra en conflicto con la necesidad de protección… que la niña embarazada no busca en los hombres sino en la naturaleza, al huir y esconderse en el bosque. A pesar de un ritmo lento, la directora neozelandesa logra mantener una continua tensión narrativa, al revelar paulatinamente los secretos y heridas de cada uno de los protagonistas. Lo más valioso de la serie es, sin duda, la capacidad de la realizadora de nunca juzgar ni condenar a sus personajes, por muy malévolos que sean. Tampoco resuelve de manera maniquea todos los conflictos morales que plantea. Jane Campion sencillamente cree en la inteligencia y el juicio de sus espectadores y, aunque fuera solamente por eso, les invito a aventurarse en las riberas de tan apasionante lago.