[ Letras ] DE CAMBIO
SUPLEMENTO DE CULTURA DE CAMBIO DE MICHOACÁN | NUEVA ÉPOCA | COORDINADOR: VÍCTOR RODRÍGUEZ MÉNDEZ | 6 DE DICIEMBRE DE 2014 |
La fama instantánea y efímera MANUELLÓPEZMICHELONE|PAG.4
Vicente Leñero: una etapa, su vida en el cine
Carlos Ruvalcaba
Los novenarios y el círculo de la memoria PORMANUELGAYOL|PAG.2
COLUMBAVÉRTIZDELAFUENTE| PAG. 5
Las letras de Vicente Leñero NIZA RIVERA | PAG. 5
Los juegos de la ciencia ficción FAUSTOPONCE/COLUMBAVÉRTIZ DELAFUENTE/ROBERTOPONCE| PAG. 6
Terruño ALASAZÓNNETZAHUALCÓYOTL ÁVALOS | PAG. 7
Poemas CREACIÓNMARKSTRAND|PAG.8
2|LETRAS~CAMBIODEMICHOACAN
SÁBADO6DEDICIEMBREDE2014
Carlos Ruvalcaba Los novenarios y el círculo de la memoria PORMANUELGAYOL
E
sta breve novela es una crónica de la infancia que describe —en la voz de un aparente narrador adulto— la impresión de un niño ante la muerte. De hecho, la muerte aquí asume su papel como una constante de la realidad que interpela al hombre desde sus primeros pasos. La muerte se constituye en el leimotive argumental de la introducción, el nudo y el desenlace que, si no fuera por las digresiones propias del género novelístico, podría decirse que resulta ser un relato extenso, por su estructura bien definida. Dentro de la voz del narrador, la parte que implica al autor se percibe sutilmente a través de ese hilo de nostalgia y evocación de un pasado, que en alguna medida debe tener cierto grado de autobiografismo. Pero más que las intromisiones autorales que puedan existir, interesa la perspectiva del narrador (que virtualmente llega a ser un protagonista testimonial), dada por la proyección de una voz objetiva; voz que desde el inicio intenta afirmar — lográndolo— un tono de ternura y precisión de los hechos vividos. Quizás, entre tantas cosas, un especialista se atrevería a encontrar en esta novela la posibilidad de hacer un análisis de psicología conductista en los personajes, desde el punto de vista del “behaviorismo” es-
Abajo, el escritor zamorano Carlos Ruvalcaba. A la derecha, cartel realizado por Miguel Carmona de la presentación del libro Los novenarios, este lunes 8 en Morelia en el Museo del Estado.
tadounidense. No obstante, es de observar que en el libro resaltan dos aspectos a tener en cuenta: las relaciones humanas dentro de una familia y entre otros personajes de pueblo, como un atrayente entramado sociológico; y las relaciones entre el estilo discursivo y la proyección de las distintas voces en función de un mismo narrador. En realidad, Los novenarios es un flujo de historias que son voces; voces que van trazando el círculo de una memoria que puede ser la de cualquier persona. Y estas distintas voces, aunadas por la uniformidad tonal del narrador, conforman una crónica en la vida de una familia, que también responde —en mayor o menor medida— a las características de cómo se comportan las relaciones filiales en América Latina. Otra cosa importante viene a ser que esta historia, sin perder su particularidad del mundo que presenta (que es en específico lo que le ocurrió al protagonista cuando niño), se deshace en otras historias para rehacerse en una suerte de big bang novelístico que provoca interés. A diferencia de Juan Rulfo en Pedro Páramo, las voces aquí no hacen connotación del límite entre la vida y la muerte, sino que hablan de la vida y de la muerte desde la perspectiva
de los vivos; y no obstante —al igual que en la inolvidable novela de Rulfo— juegan con las tradiciones de una época, las costumbres de una región y el habla popular, entre otros aspectos, sin caer en el ya lejano y manido costumbrismo, que permeó la mayor parte de la narrativa hispanoamericana de la primera mitad de este siglo. Al comienzo, los primeros párrafos cuentan con la fuerza suficiente para hacer que el lector se interese. Y al correr de las páginas, el discurso se va tornando cada vez más firme, seguro de su función dinámica, diría yo; los diálogos se logran insertar entre las voces de los personajes y la voz del narrador. Se entiende así que el autor, desde un inicio se ha dejado llevar por el narrador y las elocuciones de otros personajes. La historia gana en la constancia de un ritmo, cercano a lo conversacional, sin perder su elegante y definida sintaxis narrativa. En lo tocante al léxico, entran incluso vocablos del habla popular mexicana, que hasta pueden pertenecer a una región determinada, y que hábilmente son interiorizados en las estructuras de las oraciones. Hay diálogos extensos y, sin embargo, no se produce contraposición con el tono del narrador. Nuevamente se percibe la presencia de Rulfo (de una manera espontánea), en
LETRAS ~ CAMBIO DE MICHOACAN | 3
SÁBADO6DEDICIEMBREDE2014
cuanto a que la novela toma importancia en la medida que el discurso avanza, y son las voces de mujeres —a manera de comadres— las que sustituyen, durante unas cuantas páginas, a la propia historia del narrador-protagonista, para describir sucesos de la vida cotidiana que tratan del pasado y al mismo tiempo del presente. Y es este juego técnico entre el diálogo de los personajes con lo narrativo de la evocación protagónica, lo que hace que la novela realmente se reconstruya a sí misma. La estructura de Los novenarios es esencialmente interna: corresponde a los nueve días de rezos por la muerte de la abuela. Pero los días están incorporados a la acción directa de la narración, lo que permite que no se pierda la cadencia, manteniendo el nivel de interés por saber qué va a suceder en la página siguiente. En esta novela habría que hablar asimismo de dos protagonistas: el primero (por orden de aparición) es el supuesto adulto que narra sus recuerdos de la infancia; y el segundo — que va consolidando su forma a lo largo de la novela— es la palabra misma; el lenguaje como instrumento narrativo, que se alza a la categoría de personaje coprotagónico. En este orden, pienso que el narrador, en su evocación, da el sentido del qué literario (o sea, aquello que se dice y por qué se dice), en relación con su necesidad humana de recuperar el pasado (en este caso la niñez), cuestión que es universal, ya que responde a ser siempre la búsqueda del origen al que estamos llamados. Esto constituye uno de los rasgos más sensibles del hombre: su memoria, recurso principalísimo de la literatura que proviene de las esencias mismas del humanismo. Como ya dijimos, la obra se reconstruye a sí misma, y por ende el discurso narrativo alcanza un gran vuelo; resuena en su sencillez, se deja sentir, late en su vivencia. El lenguaje surge del interior del contexto no sólo familiar, sino además social, al disponer del acervo cotidiano. La palabra aquí representa el cómo, la manera de contar la historia; la posibilidad de hacer que esta narración atraiga y convenza; en fin, el lenguaje se desempeña como imaginación vital, postulándose con transparencia y nitidez, gracias a la palabra humilde con que todo está relatado; un discurso que guarda siempre su equilibrio; su uniformidad sintáctica y lexical, así como de ritmo mediante la puntuación. Por momentos, da la impresión de que el narrador se convierte en omnisciente; pero no, ello parece suceder por el abordaje de lo imaginativo. La objetividad se encuentra también en saber darle paso a las digresiones de una imaginería inspirada por cierto sentido de lo folclórico. En este caso, la variante anecdótica de “la aparecida”, junto a la sensibilidad — digamos poética— del discurso, se muestra eficiente; funciona muy dentro de la magia de los misterios populares. Otra particularidad es que la abuela y el abuelo son dos personajes bien concebidos, porque se dejaron ser, surgieron por ellos mismos; y forman parte inteligente de la estructura, debido a que abren y cierran la historia. La novela comienza con la muerte de la abuela y termina con la del abuelo. Es como un recorrido por el trazado cíclico que se advierte en la vida latinoamericana. Algo que recuerda un poco a ese “eterno retorno” de Nietszche, que tanto parece haber incidido (o incide) en la existencia humana y la literatura de nuestro continente. Es el designio de la muerte como cierre y cambio hacia otra dimensión; el sino del círculo griego, digamos, o del uroboro que se muerde la cola, como estructuración de espacios que, al cerrarse se repetirá en anillos de infinitas historias. El final de Los novenarios viene de esa atmósfera mágica que nos ha enseñado —como atributo ya universal de
La obra se reconstruye a sí misma, y por ende el discurso narrativo alcanza un gran vuelo; resuena en su sencillez, se deja sentir, late en su vivencia Arriba, ilustración de Miguel Carmona sobre el libro Los novenarios.
nuestra cultura— la narrativa del llamado “boom” de la literatura hispanoamericana. Y esta novela breve, pero de largo y hermoso alcance, presenta así sus recursos a la manera de un todo circular, en el que la memoria deviene una mezcla de imaginación reposada con un estilo sencillo y coherente; la memoria como una de las mayores virtudes con que cuenta el ser humano para garantizar y re-crear su existencia. Carlos Ruvalcaba nació en Zamora, Michoacán (México). Publicó su primera novela Vida crónica en Ediciones Alfaguara de Madrid, España en 1982. En 1996, Santillana USA publicó La mariposa bailarina, un best seller infantil que se distribuye sólo en EE.UU. Alfaguara USA ha reeditado múltiples veces ese libro. En diciembre del 2006, la Secretaría de Cultura de Michoacán publicó su novela Los novenarios. Su más reciente novela, La cita, apareció en febrero de 2010. Narra el reencuentro amoroso de un perseguido chileno y una argentina que huye del golpe de Estado en su país. Ha traducido del inglés al español los libros infantiles La boda de la ratoncita y La princesa y el pintor para Santillana USA, además de otros libros de negocios. Manuel Gayol Mecías es escritor y periodista cubano.
4|LETRAS~CAMBIODEMICHOACAN
SÁBADO6DEDICIEMBREDE2014
Es bueno motivar a los niños y jóvenes en el ajedrez, pero tampoco se vale andar poniendo por las nubes a jugadores que de verdad, les falta mucho para dar el ancho
La fama instantánea y efímera COMPUTACIÓN ::PORMANUELLÓPEZMICHELONE
I
nternet se ha polarizado a las redes sociales. Todo el mundo está en Facebook y/o Twitter. Se dirimen puntos de vista en batallas campales de comentarios, muchas veces incluso demasiado agresivos, groseros y vulgares. Mucho de esto se basa en el relativo anonimato que da la red. Pero amén de esto, las redes sociales de pronto se han convertido en hacedores de fama instantánea. Podemos ver, por ejemplo, a un niño que toca la batería y sin importar si lo hace bien o mal, surgen una infinidad de comentarios sobre el nuevo prodigio que vemos en un video sacado con el celular. Esta fama rebasa las fronteras, porque mucha veces el video sale de YouTube y se populariza al grado tal, que el artista o personaje en cuestión, se vuelve la sensación del momento (recordemos a Gangnam style, por ejemplo, con 2 mil millones d vistas de su video). Localmente se observa también este fenómeno. Tenemos ahora un catálogo interminable de jóvenes (y no tan jóvenes), que se ponen frente a su camarita de video y hacen un sketch dizque cómico, o platican de las cotidianidades, muchas veces actuándolas. Así tenemos a Werevertumorro, Soy Germán, Yuya, Yostop y una infinidad de personas que quieren vivir como comediantes. Tienen millones de visitas y de verdad, en muchos casos son lamentables en sus contenidos pero claro, muchos chavos y chavas los han tomado como modelos a seguir, les parecen simpáticos y bueno, lo que el público pida, ¿no?
En otro ámbito sabemos de nuevo, por las redes sociales (en el ámbito local), que en México ahora tenemos una generación de jóvenes ajedrecistas todos sensacionales. Y aparecen recibiendo premios, medallas, trofeos, computadoras, etcétera. Sí, es bueno motivar a los niños y jóvenes en el ajedrez, pero tampoco se vale andar poniendo por las nubes a jugadores que de verdad, les falta mucho para dar el ancho. Porque miren, de pronto aparece un niño de 10 años que ganó un torneo X o fue primer lugar en la Olimpiada Nacional de Ajedrez. Después resulta que ese mismo niño va a competir a eventos internacionales, que no son otra cosa que festivales infantiles y juveniles. Y oh sorpresa, nuestra naciente estrella choca contra la realidad: Niños de su edad no juegan como él, 1700 puntos de rating, sino que tienen ya al menos 2100 puntos Elo. Y entonces no hay competencia posible y frustra al ensalzado niño, porque no puede entender que él, siendo tan buen jugador en México, esté jugando en las últimas mesas, luchando por no quedar último en el torneo o festival internacional. Yo diría pues que habría que hacer un alto y sopesar contra la realidad las cosas. Un niño de 10 años que gana la Olimpiada Nacional debería -antes de ser enviado como carne de cañón a un torneo al extranjero- la posibilidad de poder trabajar con entrenadores o al menos, que tenga una guía de ellos. Y lo que se gastan muchos padres en mandar a sus hijos a esos torneos frustrantes, bien podrían invertirlo contratando a un fuerte jugador que
ayudara a guiar los pasos de esta promesa local. Y no se me malinterprete. No es que no me guste que los niños salgan al extranjero a jugar ajedrez, sino que en términos reales no es una buena idea porque no están preparados, porque otros niños de otros países, con las mismas edades que los nuestros, ya juegan a un nivel muy superior. El fogueo es importante pero no hay tal cuando la diferencia de fuerzas es insalvable. No sirve y sólo causa frustración. Y solamente en términos comparativos y para ilustrar el asunto, a las Olimpiadas de verano mundiales (los juegos olímpicos que vemos en la televisión), los atletas que van por México se tienen que ganar su lugar. Pueden ser el mejor en su especialidad en nuestro país, pero si no logran la marca mínima pedida para esa prueba por el COI simplemente no van, aunque sean lo mejor que tenemos aquí. Por eso hay que ser más cuidadosos con estas expresiones de júbilo, en donde se ponen fotos en las redes sociales de los éxitos de un atleta primerizo, o bien, videos de alguien que sí, toca para su edad un instrumento de manera razonablemente buena, pero que finalmente, de ahí a convertirse en un prodigio que hay que apoyar y seguir, pues como que todavía falta mucho camino por andar. Hoy, gracias a las redes sociales todos podemos de pronto tener fama instantánea... y efímera, que se acaba al primer descalabro del ajedrecista ensalzado, o al intérprete novato que de pronto crece y entonces deja de ser simpático y entonces regresa a ser alguien más, y no un prodigio inventado por la inmediatez de Facebook.
LETRAS ~ CAMBIO DE MICHOACAN | 5
SÁBADO6DEDICIEMBREDE2014
Una etapa, su vida en el cine PERFIL ::SobrelalabordelreciénfallecidoVicenteLeñeroenelcine.PORCOLUMBAVÉRTIZDELAFUENTE
C
omo guionista de la pantalla grande, Vicente Leñero siempre decía: “Mi vida en el cine es una etapa, es un carril, junto con otras carreteras, que transitaba a veces simultáneamente”. Por su trayectoria en el cine, Leñero recibió la medalla Salvador Toscano al Mérito Cinematográfico en 2007 en la Cineteca Nacional y ese mismo año se le entregó un diploma en el Palacio de Bellas, durante la 50 entrega de los Arieles. Obtuvo en total cuatro estatuillas. Además, fue asesor de un sinnúmero de realizadores y guionistas. También resaltaba que era difícil escribir teatro, cine, novela, radionovelas o telenovelas “porque cada género tiene exigencias diferentes”, pero en cuanto a las películas, “casi todas son una adaptación del guion (‘el cual sufre muchas modificaciones en el rodaje o edición’), y en su caso del guion adaptado: “Entonces uno siempre está distante del fenó-
meno cinematográfico. Uno se reconoce más o menos en un guion, pero yo muchas veces digo: Este guion no era así, ¡Tal vez es mejor!...”. Su pasión por el cine surgió a muy temprana edad, porque la familia Leñero Otero era devota del cine mexicano. En 1972, escribió su primer guion cinematográfico. Fue El festín de la loba, dirigido por Francisco del Villar. También creó textos para la televisión. En su paso por el teatro, adaptó su obra Pueblo rechazado, rebautizada por Del Villar como El monasterio de los buitres (1972). Siguieron El llanto de la tortuga (1974), también de Del Villar. Los de abajo (1976), dirigida por Servando González; Los albañiles (1976), por Jorge Fons, este filme obtuvo el Oso de Plata en el Festival de Berlín en 1977. Cuando tejen las arañas (1977), de Roberto Gavaldón; Cadena perpetua (1978), de Arturo Ripstein, que se llevó el Ariel a la Mejor Película. La tía Alejandra (1978), también de Ripstein; Las
grandes aguas (1979), de Servando González, también Ariel a la Mejor Película; Misterio (1979), realizada por Marcela Fernández Violante, y ganó el Ariel a la Mejor Historia Original; Mariana, Mariana (1987), de Alberto Isaac, Ariel al Mejor Guión; Miroslava (1993), de Alejandro Pelayo; El callejón de los milagros (1994), de Fons, que recibió los Arieles a Mejor Película y Mejor Guión, mención especial en el Festival de Berlín en 1995; Coral al mejor guión en el Festival de La Habana (1995) y Kikito al Mejor Guión en el Festival de Brasil (1995). En 1995 fue coguionista con Luis Estrada en La ley de Herodes, Ariel a la mejor Película y Mejor Guión; La habitación azul (2000), de Walther Dohener; El crimen del padre Amaro (2002), de Carlos Carrera, Ariel a la Mejor Película y Mejor Guión Adaptado; Fuera del cielo (El Malboro y el Cucú), 2004, de Javier Patrón, y Mujeres Alabastrinas (2005); de Rafael Gutiérrez y El atentado (2010), también de Fons.
PEDRO VALTIERRA
El escritor y periodista Vicente Leñero.
Las letras de Vicente Leñero PORNIZARIVERA Vicente Leñero, a la par de periodista, fue escritor, dramaturgo, cuentista, y guionista; lo dicen sus más de cuarenta obras distribuidas en esas oficios, que iniciaron con La polvareda y otros cuentos (1959) y que concluyó con el guion de El Atentado (2010). Fundador con Julio Scherer García de la revista Proceso, donde fue subdirector de información de 1977 a 1998, Leñero estudió ingeniería civil en la Universidad Nacional Autónoma de México para darle gusto a su padre, y posteriormente periodismo en la Escuela Carlos Septién García, por gusto propio. Su primera obra narrativa fue La polvareda y otros cuentos (1959), a la que le siguieron las novelas La voz adolorida (1961), Los albañiles (1963) que posteriormente adaptó él mismo en guion cuando se llevó al cine, Estudio Q (1965), El garabato (1967), Redil de ovejas (1972), Los periodistas (1978), El evangelio de Lucas Gavilán
(1979), La gota de agua (1984), Asesinato: el doble crimen de los Flores Muñoz (1985), y La vida que se va (1999). Su prolífica labor como dramaturgo comprende la cronología: Pueblo rechazado (1968), Compañero (1970), La carpa (1971); Los hijos de Sánchez y El juicio (1972); La mudanza (1979), Alicia tal vez (1980), Martirio de Morelos y La visita del ángel (1981); Pelearán diez rounds (1985), Jesucristo González (1986), Nadie sabe nada (1988), El infierno (1991), La noche de Hernán Cortés (1992) y Los perdedores (1996). Sus trabajos del guionismo cinematográfico crearon libretos para las películas: El monasterio de los buitres (1973), El llanto de la tortuga (1975), Los albañiles (1976), Los de abajo (1978), Cuando tejen las arañas y Cadena perpetua (1979); Las grandes aguas (1980), Mariana, Mariana (1987), Miroslava (1993), Amor que mata (1994), El callejón de los milagros (1995), La ley de Herodes (1999), La habitación azul y El crimen del Padre Amaro
(2002), La mudanza (2003), Fuera del cielo y Mujer alabastrina (2006); El atentado (2010). Sus relatos incluyen Autorretrato a los 33 y seis cuentos; Puros cuentos (2002); Sentimiento de culpa: relatos de la imaginación y de la realidad (2005), así como su único cuento infantil El cordoncito (1997). De 1988 data Talacha periodística; de 1989 Los pasos de Jorge, sobre el escritor Jorge Ibargüengoitia y del año 20000, La inocencia de este mundo. Sentimiento de culpa. Relatos de la imaginación y de la realidad es del 2005. Entre sus galardones destacan el Premio de la Biblioteca Breve de la Editorial Seix Barral (1963), el Xavier Villaurrutia 2001 por la antología de La inocencia de este mundo (2000), el Premio Nacional de Ciencias y Artes en lingüística y literatura (2001), el Mayahuel de Plata (2007) en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, el Letras de Sinaloa (2009) por el Instituto Sinaloense de Cultura, y de manera reciente el Premio Nacional Carlos Septién García (2010).
6|LETRAS~CAMBIODEMICHOACAN
SÁBADO6DEDICIEMBREDE2014
Los juegos de la ciencia ficción RESEÑAS ::Cineytelevisión.
Los juegos del hambre: Sinsajo parte 1, entre la indecisión y el aburrimiento PORFAUSTOPONCE
L
uego de dos entregas bastante cumplidoras en cuanto a lo que un blockbuster hollywoodense debe de tener, la tercera de la saga resulta una pieza sumamente aburrida y desangelada. Se trata de Los juegos del hambre: Sinsajo Parte 1 (The Hunger Games: Mockingjay Part 1, EU2014). Dirigida por Francis Lawrence, inicia con Katnis Everdeen (Jennifer Lawrence) en pleno ataque de pánico —síntoma de un posible Síndrome de Estrés Postraumático gracias a su participación en los Juegos del Hambre— en el hogar de la rebelión, un bunker de sobrevivientes del Distrito 13, liderados por la presidenta Coin (Julianne Moore). Una vez que el ataque de pánico se ha ido, nos damos cuenta de que Katniss se encuentra sana y salva, de que los rebeldes han rescatado a su madre (Paula Malcomson) y hermana (Willow Shields), de que su amigo Gale (Liam Hemsworth) está ahí para cuidarla, y de que Effie (Elizabeth Banks), Finn (Sam Clafin), Plutarch (Philip Seymour Hoffman) y Haymitch (Woody Harrelson) están para respaldarla. Katniss ha sido llevada ahí porque la rebelión necesita un vocero, y al igual que el Capitolio, los rebeldes saben que el pueblo ama a Katniss. El problema es que Katniss no está segura de querer participar en una guerra, porque su media naranja, Peeta (Josh Hutcherson), está atrapado en el Capitolio junto con Annie (Steff Dawson) y Johanna (Jena Malone); Katniss sabe que una acción de su parte pondrá en peligro a sus colegas, ya que el presidente Snow (Donald Sutherland) hará todo para lastimarla. Sin embargo, luego de ver que el Capitolio prácticamente acabó con su hogar (el Distrito 12), Katniss se irá involucrando poco a poco con la rebelión. Y he aquí donde radica el problema de la película: De principio a fin Katniss parece irse involucrando poco a poco pero nunca se compromete del todo, lo cual no sólo desdibuja al personaje, sino que genera la terrible sensación de que no pasa absolutamente nada. Así pues Los juegos del hambre: Sinsajo Parte 1, se vuelve una situación sumamente estresante: las indecisiones de Katniss desgastan, y para la mitad de la cinta uno ya está deseando que se acabe. Es lo malo de alargar las historias —en este caso dividirla en dos partes, como ocurrió con Crepúsculo y Harry Potter— sólo para conseguir más dinero… porque eso fue lo que el estudio hizo con esta historia. Ojalá y la siguiente parte compense la decepción de Sinsajo, o de lo contrario será una enorme decepción para los fans.
La verdadera historia de la ciencia ficción, serie de la BBC en History Channel PORCOLUMBAVÉRTIZDELAFUENTE
U
na serie documental de cuatro capítulos, bajo el título La verdadera historia de la ciencia ficción, creada por la BBC, se proyecta en
Cartel de Los juegos del hambre: Sinsajo Parte 1.
History Channel. Los programas exploran la historia de este género a través de los ojos y las creaciones de aquellos que basaron sus obras en las respuestas que podría llegar a dar la ciencia. En el proyecto se involucra a cineastas, escritores, actores y artistas gráficos, cuya obsesión e imaginación se han volcado hacia lo desconocido, además de que sus creaciones han cautivado al público de todo el mundo con emocionantes aventuras llenas efectos especiales. Sus relatos van desde los viajes en el tiempo a la inteligencia artificial y desde la exploración del espacio a los encuentros con extraterrestres. El recorrido va por las obras de escritores como William Gibson, creador de personajes como Johnny Mnemonic; directores de cine como John Carpenter y Paul Verhoeven; actores como Rutger Hauer, el inolvidable replicante de Blade Runner; o guionistas como Chris Carter que se
plantearon, en películas, series o libros esas grandes cuestiones a las que la ciencia aún no ha dado una respuesta tajante:¿Es posible viajar en el tiempo?, ¿Cómo evolucionará la inteligencia artificial?, ¿Estamos solos en este infinito Universo? Para responder a estos cuestionamientos, están los científicos Stephen Hawking y Brian Cox.
En la serie se habla desde las “naves en llamas más allá de Orión” de Runner hasta los Encuentros en la tercera fase del director Steven Spielberg, pasando por los robots de Terminator. Como decía la frase que daba paso a cada capítulo de Expediente X: “La verdad está ahí fuera”. Y la ciencia ficción trata de imaginar y reinventar esa verdad. Los cuatro temas de este documental son: El espacio, la invasión, los robots y los viajes en el tiempo. Para la narración de los capítulos, el documental cuenta en su versión original, con las voces de Steven Moffat, guionista de la veterana serie Doctor Who, ficción británica que en 2013 cumplió 50 años. Moffat está acompañado por Mark Gattis, también guionista de Doctor Who y cocreador y escritor de la británica Sherlock. El actor Rutger Hauer recuerda su experiencia dando vida al replicante Roy Batty en Blade Runner, clásico entre los clásicos del género. Inolvidable es su monólogo al final de la película, al que el intérprete añadió varias frases de su propia cosecha. Kenny Baker también pasa ante la cámara para hablar sobre su papel más recordado, el del robot R2-D2 en todas las películas de La guerra de las galaxias. En ellas está siempre acompañado por Anthony Daniels, el encargado de dar vida a C3PO, para el que se inspiró en el robot del clásico Metrópolis. Otros títulos clave de la historia del género, como E.T. el extraterrestre, Star Trek o Avatar también tienen su representación en el documental a través de sus protagonistas. La producción también se adentra en las experiencias de los responsables de los efectos especiales, imprescindibles en la puesta en escena de esas historias. Los efectos de cintas como 2001:
LETRAS ~ CAMBIO DE MICHOACAN | 7
SÁBADO6DEDICIEMBREDE2014
Una odisea en el espacio, Blade Runner o Encuentros en la tercera fase corrieron a cargo de Douglas Trumbull, quien habla sobre su trayectoria laboral. Además del testimonio de creadores e intérpretes, la serie también intenta dar respuesta a algunas de las cuestiones que surgen, y que formulábamos al comienzo, con la ayuda de científicos como Stephen Hawking y Brian Cox. La ciencia ficción es la denominación popular con que se conoce a uno de los géneros derivados de la literatura de ficción, junto con la literatura fantástica y la narrativa de terror. Nacida como subgénero literario distinguido en la década de 1920 —aunque hay obras reconocibles muy anteriores— y exportada posteriormente a otros medios, como el cinematográfico, historietístico y televisivo, gozó de un gran auge en la segunda mitad del siglo XX, debido al interés popular acerca del futuro que despertó el espectacular avance tanto científico como tecnológico alcanzado durante todos estos años. No hay que perderse esta serie que se proyectará varias veces en distintos horarios de este canal de paga.
Estreno oficial de Rupestre, el documental PORROBERTOPONCE
D
el 11 al 23 de diciembre, en el marco de testimonios musicales, la Cineteca Nacional estrenará oficialmente la cinta gana-dora del Festival Internacional de Cine de Chipre 2014, Rupestre. El documental, película de Alberto Zúñiga sobre el movimiento del rock rupestre en México que fuera liderado por Rockdrigo González (1950-1985), El profeta del nopal. Rupestre. El documental integra la tercera y última aventura de la triada que comenzó el promotor Jorge Pantoja en febrero de 2013 con la publicación de Rupestre. El libro, continuando esta saga un año más tarde con Rupestre. El cancionero, gracias a apoyos de la Comisión de Cultura y Cinematografía, del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y de la LXII Legislatura de la Cámara de Diputados. Además de Rockdrigo, los músicos rupestres que aparecen en esta película son: Nina Galindo, Fausto Arrellín, Armando Rosas, Rafael Catana, Eblén Macari, Carlos Arellano, Roberto Ponce y Roberto González, quienes al final interpretan la rola emblemática de éste último, “El huerto”, canción del disco Sesiones con Emilia (Ediciones Pentagrama 1980). Las exhibiciones de Rupestre. El documental serán a las 19 horas en la Cineteca Nacional (avenida México Coyoacán 389, Colonia Xoco, delegación Benito Juárez). La entrada es libre y se obsequiarán ejemplares de Rupestre. El cancionero, a los primeros 50 asistentes de cada función. Para enero, Rupestre. El documental ofrecerá exhibiciones en el resto de la República Mexicana.
Terruño A LA SAZÓN :: POR NETZAHUALCÓYOTL ÁVALOS ROSAS
R
ecientemente fui a comer a El Rincón de Aguililla, afamado restaurante en Uruapan que nos acerca algunas de las maravillas culinarias de aquel otro municipio, el de Tierra Caliente; el que si justo no está al otro lado del mundo sí es un mundo poco accesible para parte del mundo. El caso es que, precisamente por ello, uno puede hincarle el diente a lo extraordinario sin ir tan lejos. “Al ojo del amo engorda el caballo”, reza uno de los dichos más apropiados para un comedero que se respete. Así sucede en ese morada ubicada en la entrada principal de la Perla del Cupatitzio, ahí donde por puro instinto bajan al río: familias, empresarios, y hombres bragados en la cordura de nutrirse honestamente. Aunque parte del menú incluye venado y frutas exóticas no se trata de un refectorio chocante, al contrario, la franqueza es el hierro de la casa: platos sencillos, a un precio adecuado, limpios, abundantes, aliñados discretamente, cocinados en su punto, acompañados con frescas verduras al dente, y servidos con esa atención genial, esa que combina amabilidad, respeto, y complicidad, ingredientes en verdad deliciosos para comer a gusto. Y qué decir de las tortillas. Unos discos dorados en los que perduran el calor y trasciende la textura al mismo tiempo suave y trincada de lo maduro. ¡Ah! Y no digamos cuando los patrones se lucen enviando unas gordas mestizas entreveradas de maíz blanco y azul… salsas amortajadas y queso fresco completan el primer círculo del paraíso gastronómico. Ciruela, carambolo, guayaba, zapote, guanábana y otras diez frutas más integran la carta de aguas frescas. El sólo escuchar al mesero recitar los nombres de tantas creaciones naturales, a uno le brota la imagen de que la esperanza de nuestro planeta aún se anda por las ramas. Del lado marxistas y entrando en materia absoluta, no tuve más remedio que despacharme unas costillas especiales de puerco. Al agarrar los pedazos crocantes desde la punta del huesito bien tostado me abalancé a las delicias de una carne de carácter dialéctico: a momentos crujientes y, de inmediato, suave y compuesta de suculentos gor-
dos. Uno puede jurar que esos chanchos vivieron felices y fueron productivos incluso más allá de la muerte. En el plano budista, mi compañera degustaba un inmenso y terso filete de pescado que fluía sin espina alguna al fondo de un placer recóndito en los orígenes mismos de la vida. De mezcal no hablamos porque no saldríamos de ésas. Cada clima, cada geografía, cada región tiene su historia. Su propio aroma. Su sabor. Es una bendición que en nuestros días disfrutemos de aquello que progresa en esencia, en sus raíces; sin impostar, sin exagerar, sin agregar aditivos ni pretensiones posmodernas. Se trata de espacios únicos, de instancias placenteras cocinadas en su propio jugo, a temperatura de un clímax irrepetible, con una sazón que nutre las entrañas del alma con especias de lo auténtico. La comida francesa fue declarada a principios de este siglo como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. No sólo fue un reconocimiento al cúmulo de técnicas y recetas comandadas por los grandes chefs que han refinado la cocina occidental; para algunas personas, el franco esplendor se proviene de las cocineras del pueblo, de la convivencia con el entorno y la comunidad, en los guisos de las provincias; en la cuisine du terroir, la llamada cocina del terruño.
LANOTA,LARECETA,OELREMEDIO.
Incluso la cocina francesa ha sufrido tropiezos. Luego de la Gran Guerra los restaurantes cayeron en los excesos de competir por presentar los platillos más excelsos, complicados y caprichosos con tal de figurar entre lo más carísimo de París. En contraparte, periodistas y gastrónomos como Maurice Edmond Saillant viajaron para probar y restituir recetas tradicionales como auténticos platillos de honor. Entre bosques, cañadas, y brotes de ríos; hasta allá, donde el aterrizaje del sol pinta lontananzas de montañas plácidamente matizadas en los planos marginales de la región de Tepalcatepec, el rincón de Aguililla también constituye un infalible terruño que nutre más allá del mundo físico a la comida michoacana.
8|LETRAS~CAMBIODEMICHOACAN
SÁBADO6DEDICIEMBREDE2014
CREACIÓN
Poemas Mark Strand Siete poemas 1 A la orilla De la noche del cuerpo suben diez lunas. 2 Una cicatriz recuerda la herida. La herida recuerda la pena. Otra vez lloras. 3 Mientras caminamos bajo el sol nuestras sombras, barcas de silencio. 4 Mi cuerpo se acuesta y oigo mi propia voz echada a mi lado. 5 La roca es placer y se abre, y entramos en ella, como en nosotros, cada noche. 6 Cuando hablo con la ventana digo que una cosa es todas las cosas. 7 Tengo una llave, abro la puerta y entro. Está oscuro y entro. Está más oscuro y sigo.
Las cosas completas En el campo soy la ausencia del campo. Siempre es así. En donde esté soy lo que falta. Cuando camino parto el aire y siempre el aire viene a llenar los espacios en donde estuve. Todos tenemos razones para movernos. Yo me muevo para mantener las cosas completas.
Comiendo poesía Tinta por las comisuras de mis labios. No hay felicidad como la mía. He estado comiendo poesía.
La bibliotecaria no lo puede creer. Sus ojos están tristes y camina con las manos pegadas a su vestido. Los poemas se fueron. La luz es débil. Los perros subiendo por las escaleras del sótano. Sus ojos dan vueltas, sus patas rubias arden como rastrojos. La pobre bibliotecaria comienza a patear y solloza. No entiende. Cuando me arrodillo y lamo su mano, grita. Soy un hombre nuevo. Le gruño y le ladro. Retozo con alegría en la oscuridad libresca.
El matrimonio El viento viene de polos opuestos, viajando lentamente. Ella gira en el aire profundo. Él anda en las nubes.
El viento es fuerte, piensa mientras se arregla la corbata. Me gusta este viento, dice ella Vistiéndose. El viento abre sus alas. Para ellos, el viento lo es todo.
Madre e hijo El hijo entra en el cuarto de la madre y se pone al lado de la cama donde yace. El hijo cree que ella quiere decirle lo que más desea escuchar—que es su niño, que siempre será su niño. El hijo se inclina para besar los labios de la madre, pero los tiene fríos. El funeral de los sentimientos ha comenzado. El hijo toca las manos de la madre por última vez, y luego se pone a mirar la cara llena de la luna. Una luz cenicienta cayendo sobre el piso. Si la luna pudiera decir, qué diría? Si la luna pudiera hablar, no diría nada. *
Se casan y tienen un hijo.
Mark Strand (1934-2014) Nació en la Isla del Príncipe Eduardo, Canadá, pero ha vivido la mayor parte de su vida en los Estados Unidos, con algunas temporadas en Latinoamérica. Cursó estudios de artes en las universidades de Yale y Iowa. Su poesía, de gran capacidad persuasiva, explora las contradicciones del ser en un esfuerzo reconciliatorio. La crítica señala que aunque la poesía primera de Strand pareciera poblada de ansiedad y cierto solipsismo, sus colecciones posteriores revelan una mayor preocupación con el mundo exterior. Entre sus poemarios se cuentan Sleeping with One Eye Open (1964), Reasons for Moving (1968), Darker (1970), The Story of Our Lives (1977), Selected Poems (1980), Dark Harbour (1993), Man and Camel (2006). Además de su obra poética, Strand ha publicado el libro de cuentos Mr. and Mrs. Baby (1985), traducciones y ensayos literarios. Tradujo la poesía de Rafael Alberti, Jorge Luis Borges, Carlos Drummond de Andrade, y editó con Charles Simic la antología de poesía Another Republic (1976). Después de haber recibido premios literarios como Edgar Allan Poe y las becas Guggenheim and MacArthur, el Congreso Norteamericano lo consagró Poeta Laureado de los Estados Unidos en 1990. Fue profesor en las universidades de John Hopkins, Princeton y Chicago, entre otras. Antes de morir vivía en Nueva York, donde enseñaba creación literaria en Columbia University.
El viento se los lleva en diferentes direcciones.
Tomado de http://circulodepoesia.com/2012/10/ patente-de-corso-mark-strand/
Ella se alista, sacude los cabellos, se pinta los ojos, sonríe. El sol calienta sus dientes, la punta de la lengua se los humedece. Él saca el polvo de su traje y se arregla la corbata. Fuma. Pronto se van a encontrar. El viento los junta. Se hacen señas. Cerca, más cerca. Se abrazan. Ella arregla una cama. Él se quita los pantalones.