Letras 7 de junio

Page 1

[ Letras ] DE CAMBIO

SUPLEMENTO DE CULTURA DE CAMBIO DE MICHOACÁN | NUEVA ÉPOCA | COORDINADOR: VÍCTOR RODRÍGUEZ MÉNDEZ | 7DEJUNIODE2014 |

La prensa y la era digital Entrevista con George Brook POR LEONARDO BOIX | PAG. 2

Una novela rosa FORMASBREVESJAIMEMARTÍNEZOCHOA | PAG. 3

Apetito para iniciar el día ALASAZÓNNETZAHUALCÓYOTL ÁVALOSROSAS|PAG.5

70 años del desembarco de Normandía ALBERTOROJAS|PAG.6

La buena química de Walter White ELTERCEROJOSYLVAINPROVILLARD| PAG. 7

Poemas CREACIÓNJUANGUSTAVOCOBOBORDA| PAG. 8


2|LETRAS~CAMBIODEMICHOACAN

SÁBADO7DEJUNIODE2014

La prensa y la era digital Entrevista con George Brook PORLEONARDOBOIX

E

l periodismo atraviesa por uno de los períodos más turbulentos de su historia. Estos cambios han forzado al sector de los medios a repensar sus prácticas y principios. Los periodistas se encuentran en un punto de inflexión. En su nuevo libro Out of print: newspapers, journalism and the business of news in the digital age (Fuera de publicación: Periódicos, periodismo y el negocio de las noticias en la era digital, Kogan Page, 265 páginas), el veterano profesor de periodismo George Brock, académico de la City University de Londres, y experiodista y corresponsal del The Observer y The Times, se adentra en las dificultades que atraviesa el periodismo actual, desde el avance del Internet y la era digital, pasando por la falta de auspiciantes, nuevos intereses de lectores, la llegada del blog y las redes sociales, haciendo una radiografía ácida sobre los desafíos actuales y las soluciones posibles. “El Internet no es simplemente un nuevo sistema de publicación, que permite la distribución más rápida y amplia de material ensamblado y editado como ha ocurrido siempre. Los cambios que llegaron con la tecnología digital son transformadores y no adaptados: requieren que el periodismo sea repensado”, destaca el experimentado periodista británico, que es además miembro del comité ejecutivo del International Press Institute y del World Editors Forum. “En diferentes sociedades estos cambios funcionarán de formas y velocidades diferentes, pero la dirección general es clara: viejos hábitos de pensamiento y comportamiento deben ser recreados para nuevas condiciones”, agrega. En su libro, que recibió amplios elogios en la prensa británica e internacional, Brock sostiene que los cambios que atraviesa el periodismo “deben ser temas de preocupación urgente para las sociedades democráticas”, ya que según el autor “es justamente la integridad, independencia y poder de distribución del periodismo esencial para la formación ciudadana”. El profesor de periodismo sostiene que por demasiado tiempo los ejecutivos de compañías de medios, como también los propios periodistas, prefirieron “mantenerse a oscuras” sobre los aspectos comerciales y de negocios del sector de la prensa, “un problema que ha perpetuado y exacerbado la crisis que atraviesa el sector”. De acuerdo con el libro de investigación, el futuro del periodismo “dependerá de la combinación de organizaciones existentes que logren adaptarse y de nuevos medios que puedan suplir mejor la demanda de noticias”. “El éxito o el fracaso quedará determinado por la cantidad y calidad de este tipo de experimentos que funcionen. El periodismo ha crecido y se hizo útil a la sociedad gracias a ese aspecto de experimentación”, subraya. Brock dio datos específicos sobre la si-

El profesor de periodismo George Brock.

tuación en Gran Bretaña, donde cerca de 5 millones de lectores británicos de entre 15 y 34 años dejaron de leer el periódico diariamente entre 1990 y 2002. Para 2010, jóvenes de entre 16 y 24 años sólo pasaban un 4% de su tiempo para conocer las noticias del día leyendo un diario en versión papel. En Suecia, Brock destaca que el número de lectores de entre 15 y 29 años de periódicos en papel declinó masivamente en 2000, con un sector de los medios convencionales que se encuentra actualmente en crisis. En el Reino Unido, la circulación anual de periódicos diarios en 1985 rondaba los mil millones de ejemplares, mientras que para 2015 está proyectado que caiga a menos de 300 millones. En el caso de la circulación para magazines británicos, fue de mil 600 millones de ejemplares anuales en 1985, y se espera caerá a unos 800 millones para el próximo año. Con respecto a Estados Unidos, la circulación de los 25 principales periódicos en versión papel retrocedió un 41.6% entre 2005 y 2013. Según Brock, que cita un informe de la OCDE de 2012, el mercado global de noticias en versión papel se aletargó en gran medida desde 2004, incluso años antes del comienzo de la crisis financiera internacional. El mayor impacto fue notado en países como Dinamarca, Francia, Estados Unidos, Holanda y el Reino Unido, aunque también en Canadá, Finlandia, España e Italia. En 2011, los periódicos en versión papel en Estados Unidos captaban sólo 7% del tiempo que los norteamericanos

pasan leyendo noticias, aunque ese sector acapara 25% de la publicidad. De todos modos, esa brecha se está acortando, explica el investigador. De 2007 a 2012 la circulación de periódicos creció en Asia en un 16%, mientras que en Europa Occidental y en América del Norte cayó un 17%. La circulación de diarios ha crecido también en India, Brasil y China, principalmente debido al mayor poder adquisitivo de esas poblaciones. En el caso de Gran Bretaña, Brock cita los casos de los periódicos Financial Times o The Guardian que ante la merma en su circulación en papel han optado por invertir millones de libras esterlinas en su sector digital. En 2009 los ingresos para Financial Times fueron 36,3% y de 16.9% para el Guardian. En 2012, este último diario casi triplicó las ganancias al obtener 40 millones de libras (unos 65.2 millones de dólares). El avance del sector digital en las noticias implicó que en Estados Unidos los suscriptores online del The New York Times subieran de 100 mil a 324 mil de marzo a septiembre de 2011. En su texto, Brock traza además una línea histórica del periodismo de Europa, desde sus comienzos en el siglo XV con el advenimiento del libro impreso y la letra de imprenta, pasando por los panfletos políticos y de opinión del siglo XVIII en Inglaterra, Francia y Alemania, y los primeros periódicos ingleses como el Mercurius Britanicus o las contribuciones periodísticas de Daniel Defoe. Para 1750, describe cómo Londres ya contaba con


LETRAS ~ CAMBIO DE MICHOACAN | 3

SÁBADO7DEJUNIODE2014

cinco periódicos diarios, seis publicados tres veces por semana y cinco semanales. Hacia 1801, cuando Londres registraba 13 periódicos diarios y 10 tres veces por semana, la venta de periódicos anuales superaba los 16 millones. “El surgimiento en la actividad periodística trajo consigo una nueva figura, la del editor”, cuenta Brock, y con él, publicaciones de prestigio como The Spectator o The Times, que aún siguen publicándose en la actualidad. De acuerdo con el profesor británico, el siguiente desafío de la prensa fue el ingreso a los mercados masivos y a las publicaciones a escala industrial que llegaron en el siglo XIX. Ello trajo consigo divergencias que hoy día siguen vigentes en el sector de los medios: la tensión que existe entre los aspectos comerciales y objetivos editoriales de un periódico. Por ejemplo, el tabloide The Sun, fundado en 1833 por el empresario inglés Benjamin Day, tenía como objetivo “presentar todas las noticias del día, y al mismo tiempo ser un medio ventajoso para los auspiciantes”. A partir de noticias escandalosas y hasta mentirosas (como fue reportar falsamente que un astrónomo había hallado vida en Marte), el tabloide logró aumentar su tiraje a 20 mil ejemplares por día, cuando el resto de los periódicos llegaban sólo a 4 mil 500. Según Brock, la expansión de las audiencias para los periódicos en Inglaterra comenzó en el siglo XIX cuando los objetivos educativos y morales -otrora en manos de la Iglesia o el Estado— fueron más fáciles de propagarse a través del capital y la maquinaria, algo que hizo que el sector de las noticias fuera más rentable, permitiendo innovación y mayor experimentación. La BBC, creada el 18 de octubre de 1922, sirve como ejemplo para el autor para detallar de qué forma el Estado británico logró crear una estructura de distribución de información, que complementara las noticias provistas por los diarios y revistas de la época. El libro argumenta además que con la llegada de la primera ministra conservadora Margaret Thatcher, en 1979, arribó al país un nuevo tipo de periodismo: el de oligopolios y concentración de empresas de medios creados por magnates como el australiano Rupert Murdoch. “La fuerza de cambio más significativa a largo plazo en los medios de finales del siglo XX fue el constante debilitamiento de medios de prensa establecidos, tanto en papel como de transmisión por radio o televisión. La erosión constante de lectores regulares de diarios implicó que cayeran las ventas por publicidad en los años 80, volviéndose más volátil, vulnerable y menos confiable”, subraya. Para el profesor inglés, el hecho de que los medios de prensa no incorporaran rápidamente los beneficios del Internet a mediados de los años 90, fue un paradigma del “miedo al cambio”, que según él persiste en muchas compañías periodísticas del mundo. “Ahora que el Internet es utilizado ampliamente en todo el mundo, es fácil asumir erróneamente que los cambios han terminado”, subraya el autor. Lejos de ello, sostiene que han traído y siguen trayendo desafíos como la escala y cantidad de información; la descentralización y distribución de noticias; la interactividad que llevó a que la información quedara más expuesta a desafíos y cambios; y la habilidad de elegir cómo y dónde leer las noticias. Brock también da cuenta del gran poder de los buscadores de Internet como

Una novela rusa FORMASBREVES::DeEmmanuelCarrère,editadaporAnagrama.PORJAIMEMARTÍNEZOCHOA jmochoa4@hotmail.com

U

na novela rusa, de Emmanuel Carrère, es un libro extraño. En principio, cuenta el intento del autor de escribir una historia sobre su abuelo, padre de su madre, noble ruso exiliado en Francia que fue desaparecido durante la segunda guerra mundial por un grupo de la resistencia por sus relaciones con el nazismo. Sin embargo, al poco tiempo deriva hacia su relación con Sophie, una joven mujer con la que se relaciona apasionadamente y ante la cual prácticamente desnuda su alma. El pretexto de estas dos historias es el hallazgo de un ciudadano húngaro en una remota ciudad rusa, un ex soldado que, detenido por los rusos, fue confinado en un manicomio, en el que pasó más de 50 años encerrado, sin aprender ruso y sin hablar con nadie. La coincidencia quiere que el recluso esté encerrado en un poblado del que proviene justamente la familia materna de Carrère. He dicho Carrère y no algún personaje de ficción porque el autor francés ha huido de las novelas al uso para escribir libros de no ficción en los que él es parte primordial, al estilo de A Sangre fría, de Capote. Por ejemplo, en El adversario contó la historia verídica de un hombre que vivió toda su vida en una ficción y que antes de ser descubierto asesina a su mujer, sus dos hijos y sus padres. En Limonov, contó la historia de un extravagante personaje ruso que es novelista, poeta, punk, político y todo lo que pueda imaginarse. En Vidas ajenas contó la historia de unos amigos cuya tranquilidad se pierde cuando uno de ellos contrae cáncer y debe someterse a un terrible cura que cambia la vida de todos.

El escritor Emmanuel Carrère.

En esencia, lo que hace Carrère no es ficción sino no ficción. Toma vidas magníficas o miserables y con una técnica periodística apropiada en parte del nuevo periodismo norteamericano las va desbrozando poco a poco, con estructuras literarias que, al final, dejan la sensación de que se trata de novelas, aunque en realidad sean, más bien, historias verídicas. Una novela rusa no es la excepción. Escrita en un estilo zigzagueante, que pasa de un tema a otro, a veces sin resolverlo, Carrère va avanzando entre el viaje a la ciudad rusa y su relación con ese mundo de personajes fracasados, a la memoria del abuelo ultraderechista, hombre culto que hablaba varios idiomas y cuya misantropía era tan grande como su odio a sí mismo. Es en la parte de Sophie, sin embargo, donde Carrère muestra su alma desnuda. Es probable que no haya un escritor que se haya exhibido de manera tan poco pudibunda como Carrère. Aparece aquí como un personaje narcisista, ególatra, que presume de rico, culto y elitista. Su relación con Sophie, destructiva al extremo de que no repara en hechos de violencia, nos lo muestra como un tipo celoso, machista y chantajista. Una novela rusa es, por ello, un libro un tanto extraño, que escarba en el alma de un escritor exitoso que sufre un fracaso y que deja pinceladas de hermosa literatura, sobre todo cuando se extiende sobre la ciudad rusa y la vida del abuelo. Una novela rusa es un libro extraordinario, la prueba de que Carrère es la punta de lanza de la literatura francesa contemporánea, junto a Michel Houellebecq, Jean Echenoz y Patrick Modiano.


4|LETRAS~CAMBIODEMICHOACAN

Google y Yahoo, que sirven para que los usuarios puedan acceder en sólo instantes a información buscada y clasificada de acuerdo a diversas prioridades que facilitan la lectura de los datos. “Ahora podemos retener menos información en la cabeza porque ésta puede ser encontrada muy fácilmente. El Internet ha transformado al lector en un editor de información, como también en un productor de sus propias noticias”, dice. En su investigación, que analiza además a fondo las consecuencias del escándalo en Gran Bretaña por las escuchas telefónicas ilegales del ahora cerrado dominical News of the World y la consecuente pesquisa del juez Brian Leveson, el cual llevó a una fuerte pérdida de confianza del lector hacia los medios de prensa escritos y sus contenidos, Brock destaca que entre las soluciones para la supervivencia de la prensa “sigue siendo su poder de adaptación”. Adaptación para atraer a auspiciantes a partir de modelos de negocios diversos, incluido el cobro por contenido online o suscripciones por artículo, la posibilidad de regalar la versión papel para atraer un mayor número de publicidades, la filantropía de millonarios, o las ayudas estatales. En Out of print, el autor propone también algunas alternativas para una nueva plataforma periodística a futuro: que cuente con una promesa clara y distinta de valores; que esté conformada por una organización interna magra que sólo se expanda con cautela; que logre fuentes diversas de ingresos y que consiga identificar su audiencia específica, proveyendo de colaboradores especializados en satisfacer los intereses de esos lectores. A pesar de mostrarse pesimista acerca del futuro de la prensa escrita, Brock sostiene que aún hay muchos lectores que prefieren acceder a noticias a través del formato en papel y que no se sienten atraídos por la oferta de información periodística a partir del Internet. “Las revistas y los libros siguen siendo formas efectivas de distribuir información que los lectores valoran”, sostiene Brock y añade que los periódicos “suelen ser reacios a desaparecer”. “Puede que reduzcan personal y que achiquen contenidos, pero seguirán allí. Los periódicos en papel serán menos importantes en el sistema de producción de noticias de muchos países, pero es improbable que desaparezcan por completo”, establece. “El ADN de la prensa en papel alterará con el tiempo, pero a un ritmo lento y de evolución. Las editoriales deben adaptar sus estrategias al temperamento de las audiencias que buscan atraer, porque ahora los números de lectores pueden variar muy rápidamente”, continúa el experto. Con respecto a las perspectivas que presenta el periodismo en Internet, indica que debido a que el periodismo de investigación requiere de tiempo, dinero y recursos, el reporteo online “aún no ha llegado a la par de la prensa en papel o por televisión, que sigue siendo un espacio más favorable para ello”. Además, destaca que el interés por el video y los dispositivos telefónicos “son dos de las mayores tendencias que los estrategas de negocios deben considerar a la hora de adaptarse para la segunda década del siglo XXI”. “A medida que las comunicaciones digitales se vuelvan las formas más veloces y simples de distribuir información, las convenciones de la prensa del siglo XX perderán importancia. En un mundo donde cada vez más usuarios

SÁBADO7DEJUNIODE2014

El periodismo no puede sobrevivir sin adaptarse de nuevo. Los determinantes del éxito o el fracaso son la calidad y cantidad de los experimentos

pueden acceder a cada vez más información, el enfoque pasará a las fuentes de la información, cuán confiables o sospechosas sean”. El libro concluye que la renovación del periodismo tiene muchos precedentes en la historia, y que la era de los medios masivos “dejará una marca en la era venidera de medios sociales y dispersos”. “El periodismo no puede sobrevivir sin adaptarse de nuevo. Los determinantes del éxito o el fracaso son la calidad y cantidad de los experimentos. La historia reciente del periodismo ha demostrado que las instituciones existentes han sido lentas y cautas a la hora de experimentar radicalmente dentro de sus organizaciones. Esos experimentos no han sido numerosos o lo suficientemente buenos. Las re-

—Usted menciona mucho en su libro el concepto de “adaptación”, no sólo en la historia del periodismo, sino como factor de prioridad para la supervivencia del periodismo a futuro. ¿Sigue creyendo aún que la única forma que tiene el periodismo de sobrevivir es adaptándose a los nuevos desafíos tecnológicos y digitales, y cuánto más rápido mejor? —Seamos cuidadosos a la hora de usar la palabra “adaptarse”. Porque el periodismo, hasta cierto punto, es un producto de lo que llamaría el “sentido de misión” o “pasión”, que no sólo existe en función de las audiencias. La gente no elige el periodismo para maximizar sus ganancias, o el número de lectores o de televidentes. Es una tensión. El periodismo depende de esa tensión de querer maximizar el número de

dacciones cuentan con una experiencia preciada si los periodistas logran darse cuenta de cómo el valor de lo que hacen puede ser adaptado y remodelado”. En entrevista en su casa en Londres, Brock amplía sus conceptos sobre la investigación y las conclusiones de su libro. “¿Cómo surgió la idea de escribir esta obra?”, se le pregunta. El catedrático responde: “He dirigido una escuela de periodismo en la City University de Londres desde hace cinco años. Y especialmente cuando comencé, participé de gran cantidad de debates y charlas en las que muchos se mostraban increíblemente pesimistas sobre el futuro del periodismo. Me sorprendió que hubiera mucha actividad de base en el periodismo, que se buscara hallar soluciones a los problemas que la gente decía tener. “En segundo lugar, me di cuenta que en las charlas se ignoraba mucho el aspecto histórico del periodismo, porque la historia demuestra que el periodismo suele llenar vacíos y que avanza a partir del ensayo, el error, y de la experimentación. Y luego de leer documentación académica sobre el tema me di cuenta que había muy poca gente que estaba presentando este tipo de argumentos. Así que pensé, como nadie más está escribiendo sobre el tema, mejor que lo escriba yo”.

personas que reciben tu mensaje y la necesidad de que ese mensaje llegue de alguna forma u otra a su destino. En términos de adaptarse a los avances tecnológicos y los desafíos que esto acarreará, sí, creo que hay que adaptarse. Prosigue: “Esto ocurre porque estamos atravesando uno de esos momentos de cambio, que -como digo en mi libro- no van a destruir u obliterar al sector periodístico. Pero el periodismo en papel sí se va a convertir en un medio menos importante para que la gente descubra la noticia. Ciertamente tendrán que adaptarse a esa nueva realidad. Y en ese sentido, los periódicos han sido muy lentos en darse cuenta de la importancia y la amplitud del cambio ante los cuales deben adaptarse”. —Usted menciona en su libro que hay lectores que siguen prefiriendo leer las noticias a través del periódico escrito o de la revista, pero también afirma que este sector del periodismo se verá reducido hasta en un 45% para los próximos diez años ¿Cuál cree entonces que serán las características de la nueva plataforma periodística en el futuro? —Lamento darle una respuesta decepcionante, pero no creo que haya una solución única para todos los problemas que enfrenta el sector. A finales del siglo XX,


LETRAS ~ CAMBIO DE MICHOACAN | 5

SÁBADO7DEJUNIODE2014

contábamos con un sistema de periodismo relativamente simple. Contábamos con el dinero de auspiciantes, que pagaban principalmente por televisión terrestre y la prensa en papel. La situación era relativamente estable, con ingresos estables. Previamente a eso, el sistema era mucho más anárquico, desorganizado e improvisado. Estoy convencido de que el sistema al que volveremos es al que llamo ‘de normalidad periodística”, en el que no habrá un patrón de soluciones fijas para cada uno de los problemas. Habrá distintos tipos de ingresos para distintos tipos de medios de noticias, la forma en que estas noticias circulen -a través de medios digitales en su mayoría-, y habrá distintos patrones en los que los negocios ganan su dinero. Pero el aspecto clave no es tanto el modelo de negocios dentro de una empresa periodística -que de todos modos es importante para que un medio de prensa pueda operar-, sino el enfoque periodístico de cada medio, qué tipo de periodismo están haciendo. En otras palabras, muchas organizaciones periodísticas, en particular las de gran envergadura, operan porque existen, porque están ahí. Pero muchas han perdido el rumbo acerca de qué es lo que sus clientes o lectores consideran válido. El experimento realmente más interesante es el que han iniciado aquellos medios que logran buscar un contacto directo con el público... preguntándose qué pueden darle al potencial lector, televidente o usuario que éstos últimos valorarán. Las noticias que ningún otro medio podrá darles. Y una vez que los medios comienzan a hacerse ese tipo de preguntas, es que llegan las soluciones interesantes”. —Usted menciona en varias partes de su libro que se siente pesimista acerca de las posibilidades de que sobreviva cierto sector de la prensa en papel, pero no así del periodismo en general. ¿Por qué llega a esa conclusión? ¿No cree que el fin de la prensa en papel podría llevar a una modificación por completo de la definición del periodismo como lo entendemos en la actualidad? —Creo que están cambiando las formas del periodismo. Cierto tipo de periodismo va a desaparecer, especialmente aquellos medios que publican notas de entre 600 y mil palabras explicando sucesos que ocurrieron el día previo, y que buscan ser leídos en la mañana del día siguiente. Habrá muchos menos medios de ese tipo, porque no hay dudas que el mercado, que la demanda para ese tipo de periodismo es muy inferior que en los últimos tiempos, principalmente debido al avance del Internet y la era digital. Pero hay otros tipos de periodismo que siguen vigentes. Sigue habiendo lectores que prefieren notas explicativas de larga extensión, que tal vez las lean en tablets en lugar de la versión en papel, pero siguen necesitando de ese tipo de noticias. Esto se debe a que las palabras logran explicar acontecimientos de formas que ni el sonido ni las imágenes pueden hacerlo. El problema, como siempre pasa, es más bien uno de negocios y cómo financiarlos. Resumiendo, el periodismo está cambiando de forma, su práctica está siendo alterada. Pero no creo que su propósito y valores hayan cambiado. Lo que llamamos periodismo de noticias es una invención de finales del siglo XIX. Existe desde hace unos 120 o 130 años. Pero antes de eso, el periodismo consistía casi por completo en artículos de opinión pura. La noción de

EL DESAYUNO

Apetito para iniciar el día A LA SAZÓN :: POR NETZAHUALCÓYOTL ÁVALOS ROSAS Las facultades se agudizan cuando las dejas con hambre. Sherlock Holmes

E

l desayuno es el alimento más importante del día”. Esta máxima maternal ha sido llevada a interpretaciones indeseables. No deberíamos concebirla como colmar el tonel, tal como lo insinúa otra frase típica de tradiciones en exceso sazonadas popularmente pero poco digeridas intelectualmente: “desayuna mucho, come más, cena poco y vivirás”. -¡Qué va!-Hoy, lo extravagante, es desayunar con mesura para disponer de máxima energía. En esta ocasión proponemos un acto de cognición y vivacidad respecto al desayuno, trance que consiste en terminar con el ayuno –generalmente nocturno- Veámoslo desde una noción económica y un procedimiento operativo: ¿Qué es lo que necesitamos para emprender el día? –¿aumentar músculos?, ¿adquirir una reserva de energías para invernar?, ¿bajar de peso? Nada de eso-. ¡Todas y todos lo intuimos! Lo primero es una chispa de energía, una descarga eléctrica que ilumine nuestra mente. Una vez que la torre de control divisa la oportunidad de realizarnos, lo demás se dinamiza por sí mismo. Elemental: con el desayuno tiene sentido encender motores y activar el metabolismo. Posteriormente, durante el día, habrá oportunidad para alimentar el resto del cuerpo con otros combustibles adecuados para labores… digamos: de mayor carácter físico. Ya sea para una dinámica de aceleración o para un trabajo de potencia muscular. En mi nada humilde opinión, la premisa para el desayuno es cartesiana: desayuno, pienso; luego existo. Mi afirmación, queridas y queridos, se basa en cómo te sientes después de un almuerzo atascado de dulce y lípidos por el supuesto de necesitar profuso combustible para la ardua jornada de labores. Lo que suele suceder es: súbita potencia acompañada pesadez y debacle energética. Ante tal fatalidad no tienes la menor idea de hacer nada… ¡Ah!, también me respaldo en un artículo de la revista British Nutrition Foundation. Y es que ante el interés de acercarnos al mejor desayuno en la historia occidental, y para que la infancia pueda concentrarse en integrales y ecuaciones de muchos grados en lugar de dormir el sueño de los justos, varios científicos -ingleses principalmente -empeñaron alma, corazón y sesos en nuevos criterios para la primera dieta del día. Aquí los presentamos, someramente: El cerebro es prioridad alimentaria. Su combustible es exclusivo: glucosa. Pero su

asimilación es regulada por mecanismos de defensa metabólicos –léase hígado- y por células inteligentes –léase astrocitos-, estás últimas no podían ser más oportunas en nuestro casco trasmisor de ideas. Así, el órgano más ducho -a pesar de nosotros mismos- evita congestionamientos y eventuales crisis calóricas. Por ello, funciona mejor con liberación gradual que con el vulgar shot acaramelado. Podemos inferir entonces: el tipo de carbohidrato es más importante que la cantidad. El agente deductivo es el índice glucémico (IG), indicativo de la velocidad en que incrementa el azúcar en la sangre. Los alimentos con un IG bajo, llamados gentilmente carbohidratos buenos, aportan glucosa elegantemente, prolongan la saciedad y ofrecen energía prolongada -¡sin crestas de merengue pre-diabéticas!; mientras, los de un IG alto -¡cual salseros estrafalarios!-, liberan azúcar a lo loco. Sobra decir que así se termina exhausto antes de empezar cualquier eventualidad. Hormonas como el cortisol que dinamizan al organismo en respuesta al estrés, y la grelina, que es producida por el apetito para ayudar al raudo cazador, al detective certificado, o a la humanidad del siglo XXI a mantenerse alerta, son otros factores a considerar al momento de ponerle cantidad de carbohidratos al desayuno. Pocos carbohidratos generan suficiente cortisol y grelina para un sobresaliente desempeño físico y mental. De esta forma nos mantenemos hambrientos pero atentos. Así activamos apetito, atención y energía por vivir.

LANOTA,LARECETA,OELREMEDIO

Mis experimentos han revelado que la mejor nutrición para las operaciones mentales es: de carbohidratos IG bajos, moderada, y combinada con legumbres y aceites vegetales para producir proteínas complementarias, a manera de aditivos cerebrales, fácilmente digeribles. De esta forma concluyo en un desayuno conveniente: consta de dos tiempos; primero, hidratación con vitaminas y minerales para producir el encendido eléctrico a través de jugos de frutas o verduras frescas, y luego de sólo 20 minutos de asimilación; el segundo tiempo, con la citada dotación de energía duradera a través de mezclas como tacos de frijol con aguacate, pan de centeno con ajo y aceite de oliva, tortillas árabes con humus, arroz con lentejas, sopes de habas, macarrones integrales con salsa de brócoli, avena con almendras y semillas de girasol, y atole de amaranto con cacao, por citar leves y exóticos ejemplos.


6|LETRAS~CAMBIODEMICHOACAN

que el periodismo es reportar la noticia es algo moderno, en el pasado los periódicos se creaban con otros objetivos en mente, principalmente para insultar a los opositores políticos. Ciertamente era lo que ocurría en el periodismo británico”. —En Out of print usted argumenta ampliamente que el caso del sitio Wikileaks de Julian Assange, que puede funcionar a nivel masivo porque cuenta con medios de prensa internacionales que “traducen” y “mastican” la información dura, es un ejemplo de por qué el periodismo debe seguir existiendo. Como un mecanismo para desmenuzar información que de otro modo sería ilegible para el lector. ¿Cree que esto es paradigmático del nuevo periodismo del futuro, como mediador entre ambos actores? —Eso es precisamente lo que quiero decir en mi libro. Es un ejemplo de aquellos periodistas que se enfocan de forma muy rigurosa en su tarea, aplicando todo el valor del periodismo de investigación. Mediar información muy compleja y densa, de manera que los lectores puedan considerarla útil, accesible y digerible, es uno de los servicios que el periodismo puede dar. Considero que involuntariamente, según me parece, Assange y el resto del equipo que estaba originalmente detrás de Wikileaks, demuestran sin dudas uno de los valores del periodismo, y una de las razones por las que creo que el periodismo seguirá existiendo”. —Gran Bretaña cuenta con un servicio público de noticias que es la BBC, que emplea a más de 23 mil periodistas y técnicos, y que es considerado por muchos en el mundo como un baluarte en materia de estándares, recursos y calidad de periodismo. ¿Cree que esta estructura de periodismo podría ser una de las soluciones como modelo para los desafíos del sector en el siglo XXII? —La revolución digital ha presentado de alguna manera ciertos riesgos para la BBC. Pero en términos generales ha sido bueno para la BBC, porque la emisora logró ser exitosa a la hora de convencer a la gente acerca de que su valor y costo para el erario británico depende de que pueda protegerse de los desafíos moviéndose a nuevas áreas, y de forma muy potente, como ha sido el caso del periodismo digital. Ello ha ayudado a que la BBC pueda continuar con su misión, que es actuar como “estándar de oro” para cierto tipo de periodismo. Creo que somos muy afortunados en Gran Bretaña porque contamos con un sistema que favorece los “estándares de oro” imparciales, el estilo de reporteo que tiene la BBC, junto a la tradición de una prensa en papel, que es más agresiva y más investigadora, y que balancea y complementa lo que hace la BBC”. —Volviendo al tema de los riesgos para el periodismo en la era digital... ¿Qué cree sucederá si el periodismo no logra adaptarse rápidamente a los desafíos futuros? —Creo que es bastante improbable que el periodismo deje de existir. Soy optimista al respecto. Pero será una verdadera lástima si ante la situación actual, terminamos con un periodismo que sea menos confiable, menos leal, más fragmentado, más inseguro financieramente, y en general más desorganizado e improvisado. Sería una pena, pero teniendo en cuenta la tradición de la que venimos, y teniendo en cuenta lo inventivo que son los nuevos periodistas que surgen en la actualidad, considero que las posibilidades para que algo así ocurra serían mínimas.

SÁBADO7DEJUNIODE2014

70 años del desembarco de Normandía ANIVERSARIO::“¿Peroquéhaceesetipoconunacámaraaquí?”.LahistoriasegúnRobertCapa.POR ALBERTOROJAS

H

ouston S. Riley, de la compañía Fox, se arrastraba hacia la playa bajo la metralla, esquivando cuerpos y material abandonado de los que iban por delante. Los obstáculos que los alemanes habían plantado en medio de la arena para impedir la llegada de los tanques servían de parapeto momentáneo, y hasta uno de esos erizos metálicos llegó desde la lancha. Allí se encontró con un tipo que llevaba escrita la leyenda Press en sus galones. “¿Pero qué hace ese tipo con una cámara aquí?”. Era Robert Capa. Durante años el rostro anónimo de una de las fotos más famosas de la II Guerra Mundial se atribuyó al sargento Regan, de Atlanta. Había sido uno de los jóvenes estadounidenses que había desembarcado y sobrevivido al infierno de Omaha Beach, una de las playas designadas por los aliados para la liberación de Europa. Pero el historiador Lowell L. Getz descubrió que, en realidad, se trataba de otro de la compañía Fox: el espigado Houston S. Riley, un chaval de Mercer Island, en el estado de Washington. Riley, que siempre se ha reconocido en la foto de Capa, no era un inexperto. Había desembarcado en Marruecos con las tropas del general Patton, así como en Sicilia y en Italia ese mismo año. Su compañía fue elegida para viajar en la primera oleada de invasión por ese mismo motivo. En ese momento de confusión, ruido atroz y muerte a su alrededor, el soldado Riley fue herido de dos balazos. El primero le rozó el cuello y el segundo se quedó incrustado en su espalda. Otro militar tiró de él hacia la arena desde un lado. Cómo él mismo recuerda a una entrevista concedida a Getz, “el fotógrafo me agarró desde el otro lado y ambos me sacaron del agua”. Es decir, que Capa pudo

haberle salvado la vida, a pesar de que temía por la suya propia, como dejó escrito en su autobiografía, Ligeramente desenfocado: “La cámara me temblaba en las manos. Era un tipo de miedo nuevo que me estremecía desde el último pelo hasta la punta del pie”. La operación se inició a las 6:30 de la mañana después de un intenso bombardeo. En el camino hacia la playa muchos soldados vomitaron en la lancha. La embarcación, con matrícula LCI85, chocó contra un banco de arena y los militares tuvieron que avanzar más de 100 metros hasta la orilla. Muchos se ahogaron por el peso del equipo y la mayoría tardó media hora o más en cruzar esos 100 metros de la muerte. El cuarenta por ciento de esos soldados de la primera oleada de Omaha ‘la sangrienta’ resultaron muertos o heridos de gravedad. Además, y a diferencia del resto de playas, la de Omaha estaba custodiada por una división alemana de veteranos del frente ruso, mucho más duros y expertos que los adolescentes que esperaban en el resto de objetivos de aquella mañana, destinados a británicos, franceses y canadienses. Sólo hubo, que se sepa, un español en la playa de Omaha: el soldado Manuel Otero, un republicano que murió aquel mismo día con 28 años. Capa habla en su libro de un soldado con el que compartió un obstáculo, pero nunca supo su nombre. Riley tampoco volvió a ver a Capa, que murió en 1954 en Vietnam, pero sí llegó a conocer al soldado Regan, de Atlanta, con el que muchos le habían confundido años antes. “El reconoció que no se parece al de la foto, así que nos reímos mucho con eso”, le dijo en la entrevista a Lowell L. Getz. Hoy sigue viviendo en la casa que sus padres construyeron junto a la playa. © El Mundo (España)

Desembarco de Normandia El soldado Houston S. Riley, durante el desembarco. Foto de Robert Capa.


LETRAS ~ CAMBIO DE MICHOACAN | 7

SÁBADO7DEJUNIODE2014

En las fotos, la galería de personajes que acompañan a Walter White en Breaking bad.

La buena química de Walter White ELTERCEROJO::Elevadaalrangodeseriedecultoinclusoantesdeterminar,Breakingbadcombinadrama,thrillerpsicológicoycomedianegracomounapreciosajoya televisiva.Suprotagonistaprincipal,WalterWhite,sehavueltounodelospersonajesdeficciónmásapasionantesdelaúltimadécada.PORSYLVAINPROVILLARD

C

uando a principios de 2008 escuché hablar de una serie descrita como una mezcla de drama shakesperiano, tragicomedia negra-surrealista tipo hermanos Coen y toques tarantinescos, me senté frente al televisor para ver el piloto y comprobar si era cierto. El capítulo empezó: imágenes de un desierto del oeste americano, un pantalón vuela en el aire. Un hombre conduce a toda velocidad una casa rodante, por caminos de tierra y arena, con una máscara antigás y unos calzones blancos como única ropa. A su lado y en la parte trasera del vehículo se encuentran tres hombres inconscientes. El conductor estrella el automotor, sale indemne, se quita la máscara, se pone sus lentes y se enfunda una camisa verde. A lo lejos se escuchan sirenas de policía. Toma una pistola y una pequeña cámara de video. Empieza a grabarse: “Mi nombre es Walter Hartwell White. Vivo en el 308 de Negra Arroyo Lane, Albuquerque, Nuevo Mexico, 87104. A todas las autoridades, esto no es una admisión de culpabilidad. Este mensaje es para mi familia”. El flashforward ha sido un elemento típico de cada temporada para crear expectativa en el espectador, para que adivine como Walter White ha podido meterse en situaciones tan extremas y surrealistas. Desde ese memorable primer minuto, me quedé enganchado a la serie durante cinco largos años… largos por los meses de aguante entre cada temporada y por la semana de espera entre cada episodio. Los que tienen la inmensa suerte de todavía no haber visto la serie de AMC tendrán la posibilidad de disfrutar de los 62 episodios de un sólo golpe. Los más adictos lo lograrán, seguramente, en menos de dos semanas. Como todo seriesyonqui que se respeta, su vida no les importará mientras vean Breaking bad. La premisa de la serie podría considerarse como descabellada: un profesor de química de preparatoria es diagnosticado con cáncer de pulmón. Para dejar dinero a su familia, antes de morir decide producir y vender

metanfetaminas. La serie narra el extraordinario ascenso de un don nadie que se vuelve uno de los narcotraficantes más poderosos y temidos de Estados Unidos. Por poco creíble que pueda parecer este planteamiento, no hay que olvidar que existen personajes de la vida real que tienen similitudes con el protagonista de Breaking bad. El ya conocido como El verdadero Walter White vive en Alabama. Este carpintero homónimo cocinaba la mejor metanfetamina de la región y llegó a ganar varios miles de dólares en un sólo día. En noviembre pasado, fue condenado a doce años y medio de encarcelamiento. El caso de Walter White no es aislado en una sociedad en crisis donde mucha gente busca formas de ganar dinero de manera rápida. Las varias acepciones del título de la serie le quedan perfectamente al personaje de Walter White, y lo vuelven también intraducible a otros idiomas. En la mente de Vince Gilligan, escritor de Los expedientes X y creador de la serie, breaking bad se refiere a alguien que se vuelve totalmente loco, al cual se le botó la canica. La misma expresión también implica volverse malo, desafiar a las autoridades y romper la ley, lo que hace Walter White de manera estupenda, sabiendo que su cuñado Hank es un agente de la DEA. Otros significados de la expresión incluyen: ser verbalmente agresivo o amenazante, dominar o humillar a alguien, y comportarse de manera violenta sin una buena razón, cosas que suele hacer Walter White cuando se transforma en el temible y anónimo traficante Heisenberg. “Acabo de terminar una maratón de Breaking Bad. Fueron en total dos semanas de visión adictiva. Nunca había visto algo así. ¡Brillante! Su desempeño como Walter White fue la mejor actuación que vi en toda mi vida. Sé que hay mucho humo y basura enfermiza en el negocio, y un poco he perdido la esperanza en todo. Pero este trabajo suyo es espectacular, absolutamente deslumbrante”. Así empieza la carta que Anthony Hopkins escri-

bió a Bryan Cranston para felicitarlo. Esto vale más que un Oscar. El actor supo encarnar a un personaje complejo, a la vez empático y aborrecible. Evidentemente, los productores de AMC eran reluctantes en escoger a Cranston, ya que lo ubicaban por sus papeles como dentista de Jerry Seinfeld, y como inepto padre de familia en la comedia Malcolm el de en medio. Sin embargo, después de los rechazos de John Cusack y Matthew Broderick, Gilligan convenció a los productores ejecutivos enseñándoles un episodio de Los Expedientes X, en el cual Cranston interpreta a un antisemita a punto de morir que toma a Fox Mulder como rehén. Villigan dice que con White es posible “ver la humanidad subyacente, pues aun cuando está tomando las decisiones más retorcidas y terribles, vemos a alguien con una humanidad profunda y sólida, así el espectador puede decir al ver la serie: ‘Ok, le entro. No me gusta lo que está haciendo, pero lo entiendo y lo acompañaré hasta que se acabe’. Si no tienen a alguien que les dé esto, la serie no funciona”. Bryan Cranston logra una actuación impecable, que va de lo patético y burlesco a lo furioso y espeluznante. Los demás actores hacen también un trabajo irreprochable. El personaje de Saul Goodman, abogado de Walter White, es tan entrañable que pronto tendrá su propia serie, llamada Better call Saul. Walter White es quizá el personaje de serie más interesante desde Tony Soprano. Termina por vivir la vida que siempre ha querido vivir, después de 50 años de sueños frustrados. Descubre su verdadera personalidad, se da cuenta que siempre quiso ser el mejor en algo y, quizá lo más importante, por primera vez se siente vivo. Los fanáticos de la serie no se quedaron frustrados con el final, que algunos describieron como “un final perfecto para una serie perfecta”, y si bien la perfección es imposible de alcanzar, Breaking bad es sin duda lo mejor que la pantalla chica nos ha regalado en años.


8|LETRAS~CAMBIODEMICHOACAN

SÁBADO7DEJUNIODE2014

CREACIÓN

Poemas Juan Gustavo Cobo Borda Retórica

¿Perdí mi vida?

Que tus errores no sean fruto del azar o del prejuicio

Mientras mis amigos, honestos a más no poder,

sino que tú los elijas

derribaban dictaduras,

como quien elije un remordimiento

organizaban revoluciones

y el consiguiente castigo.

y pasaban, el cuerpo destrozado,

Y que conozcas, por fin,

a formar parte

tu íntima flaqueza y una abyección distinta.

de la banal historia latinoamericana,

Inútiles tus disculpas ante esto que aflora:

yo leía malos libros.

la cursilería tan de mal gusto. Y que ojalá la libertad, arduamente conseguida,

Mientras mis amigas, las más bellas,

te devore y anule

se evaporaban delante de quien,

concediéndote la dicha inadjetivable

indeciso, apenas si alcanzaba

de ser tú mismo

a decirles la mucha falta que hacen,

o sea nadie, nada;

yo continuaba leyendo malos libros.

apenas algo que se repite y repite. Ahora lo comprendo

Roncando al sol, como una foca en las Galápagos

en aquellos malos libros había amores más locos, guerras más justas, todo aquello que algún día

Es tan deleznable la poesía amorosa, tan llena de ripios, que no puedo dejar de escribirla. Tú subviertes mi flácida rutina y aún así desfallezco en cada línea. Todo me incita a la modorra de los sentidos. Única certeza en estos tiempos de oprobio y ruido tu lustrosa energía. Especie a punto de extinguirse en la arena del sueño juego contigo.

Súplica Permíteme ser invisible. Flotar en torno tuyo. Ahogado cuando no te percibo, Como un niño con asma ruego me alivies.

Un mal día De tanto afán, entrega, encanto; Tanto fuego, promesas, raptos no subsistirán ni estos versos malos. Insulsos como charla de abogados o conversación amorosa cuando el amor se ha esfumado.

habrá de redimir tantas causas vacías.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.