S U P L E M E N T O S O B R E T E M A S D E L A M U J E R | C A M B I O D E M I C H O A C Á N | N Ú M E R O 218 | J U E V E S 5 DE DICIEMBRE D E 2 0 13
Un día que todas deseamos: la boda POR DINORAH AMBRIZ Por mucho tiempo, el día de la boda se ha considerado como un momento clave en la vida de todas las mujeres; hoy en día y aunque tal vez por otras razones, casarse sigue siendo muy importante y deseado por la mayoría de nosotras. En México, alrededor del 90 por ciento de las personas asegura querer casarse o realizar algún tipo de ceremonia significativa cuando se unan con su pareja, y más del 70 por ciento dice que piensa hacer una fiesta el día de su boda. «Yo no soy muy religiosa, y
aunque fui bautizada por mis padres la religión no es mi motivo principal para querer casarme. Para mí, el matrimonio no es el único momento especial de mi vida, sino uno entre otros momentos que también deseo. Yo sí pienso en el día de mi boda con mucha ilusión, porque para mí es un momento muy simbólico donde reafirmas un compromiso de amor con una persona que quieres profundamente», comparte Lorena, nutrióloga de profesión. En la actualidad, el deseo de casarse y llevar un vestido de novia puede tener motivos distintos para cada mujer, pero es un hecho
que para casi todas resulta placentero e ilusionante imaginar lo emotivo de la ceremonia, la decoración del lugar y lo divertido de la fiesta. Las bodas y el presupuesto Oficialmente, para estar casado puede bastar ir a al Registro Civil y firmar un acta, o incluso, si se considera el enlace matrimonial desde una perspectiva más simbólica, basta hacer una cena romántica donde cada miembro de la pareja se declare su amor y compromiso. Esto puede ser más que suficiente pero, por el otro lado, es cierto que para muchas muje-
res la boda es sinónimo de fiesta, y aquí es cuando entra en juego el presupuesto y los fuertes gastos que implica una celebración de esta naturaleza. La cantidad de dinero con la que se cuenta para planear, organizar y llevar a cabo la fiesta puede llegar a ser un impedimento para realizar el festejo deseado. Ante esto, los expertos en la organización de bodas aseguran que hay aspectos o detalles que pueden hacer una gran diferencia económica a la hora de planear una fiesta. Por ejemplo, hay parejas que evitan los meses fríos para celebrar su boda; sin embargo, exper-
tos en la organización de estos eventos aseguran que casarse en esta temporada puede suponer un ahorro económico de hasta el 40 por ciento, al ser la temporada baja para para el mercado de las fiestas de boda. Puede que en pleno invierno se tenga la necesidad de cubrirse por el frío y así no luzca tanto el vestido, pero esto puede no importar si lo que cubre del frío es igual de bello o si se tiene un salón de fiestas donde la temperatura interior sea confortable.
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