Área Grado/curso Estudiante Fecha de envío Unidad 2 Destreza/s
Lenguaje y Literatura Asignatura Lengua y Literatura 10mo EGB Paralelo B Camila Solórzano Docente Lic. Priscila Vinueza 15 de diciembre de 2020 Fecha de entrega 15 de diciembre de 2020 Escritura Tema 1 El cuento Recrear textos literarios leídos o escuchados desde la experiencia personal, adaptando diversos recursos literarios.
Desaparecida entre fuegos artificiales Se bajó del carro, corría por una calle que se le hacía conocida, las personas estaban celebrando y festejando el carnaval con disfraces y carros alegóricos, como no veía bien y por la desesperación se chocaba con las personas, a lo lejos vio la esquina en donde empezó todo, lloró. Corría y corría en busca de su hogar, a lo lejos divisó el jardín en el que jugaba cuando era una niña, este jardín pertenecía a su mejor amiga, pero después de todo lo que pasó no confiaba en nadie, solo en su madre; cerró los ojos un momento y trato de recordar el camino a casa, se le prendió el foco y recordó el camino a casa, pero esta vez ya no corrió, más bien camino, giro a la derecha y luego a la izquierda, gritó ¡mamá soy yo! ¡Regresé! ¡Déjame pasar! Majo estaba dormida, pero entre sueños escuchó gritos, se despertó y pensó que todo era producto de su imaginación, pero de igual manera abrió la ventana y vio a su hija con el cabello largo, con sus ropas sucias y rotas, no pudo contener sus sentimientos y lloró, bajo las escaleras temblando, abrió la puerta y la abrazó... Maya era de esas chicas que tenía cada segundo, minuto y hora planeados, ella aspiraba ser una gran psicóloga conocida, para que de esta manera pueda ayudar a personas con problemas, todo lo que hacía tenía que ser el paso “correcto”, según ella y su madre. Le iba espectacular en el colegio, era de las chicas más aplicadas, responsables y estudiosas de su grado, pero lo que nunca fue su fuerte era educación física, lo que le serviría para lo que vendría. Lia es todo lo opuesto de Maya, ella es responsable pero cero estudiosa, hace todo por diversión, no le gusta como está el mundo y quiere cambiarlo, aspiraba ser ingeniera ambiental, pero no hacía nada para conseguirlo; a pesar de ser tan diferentes eran las mejores amigas, se ayudaban mutuamente, Maya, por un lado, ayuda a Lia a estudiar, y Lia,por otro lado, hacía la vida de Maya más divertida. Era diciembre y Maya estaba muy emocionada por festejar navidad y año nuevo, preparaba con mucha alegría los regalos para su familia y amigos. Cuando llegó navidad dedicó toda la mañana para repartir juguetes y comida a las personas que estaban en la calle vendiendo cosas, cuando llegó la noche recibió un mensaje de un número desconocido,era un mensaje un tanto extraño, el mensaje decía lo siguiente: “Si yo fuera tú dejaría de ser tan amable con las personas, porque la vida no es como en los cuentos de hadas, a las personas buenas también les pasa cosas malas. Besos niña pecosa.” Pero Maya pensó que era una broma, muy pesada de Lia, aún así sintió miedo. Al anochecer cenó pavo con su familia, abrieron los regalos, bailo, canto villancicos, en fin disfrutó mucho con su familia. Pasaron los días y llegó fin de año, al igual que en navidad, recibió otro mensaje que decía lo siguiente: “Te veré pronto. Lamento todo lo que va a pasar, pero eres tú o mi familia, elijo a mi familia. Lo lamento Maya. Más te vale que no digas nada, te vigilo todo el tiempo, día y noche, conozco en donde vives y estudias, sé en dónde trabaja tu mamá y en donde vive Lia. Besos niña pecosa.” Con este mensaje Maya se asustó demasiado, pero no dijo nada a nadie. A las doce de la noche del treinta y uno de diciembre del dos mil diecinueve abrazó a su máma y le dijó: -Te amo tanto, gracias por todo. -Te amo muñeca, eres mi fuerza y soporte. Por un año juntas lleno de alegría. A la una y media recibió otro mensaje, de otro número desconocido, que decía “¡Feliz año nuevo! Te veré pronto, qué emoción. Besos niña pecosa.” Maya bloqueó ambos números, ya que se sentía nerviosa y con miedo, pero tenía más miedo de que esta persona lastime a su madre y amiga, así que no hizo ni dijo nada.
Los días iban pasando y Maya olvidó el tema de estos mensajes, ya que esta persona X no la había molestado más. Estaba emocionada porque se acercaba El Carnaval de nuestra querida ciudad, Rio de Janeiro, como ya les dije Maya amaba ayudar a las personas, así que, junto con Lia, iban a formar parte del Carnaval, en representación de su colegio y grado. Pasaban todos los días, después del colegio en casa de Lia planeado el tema, los disfraces y el diseño del carro alegórico. Su tema era el guacamayo de Spix, por la película Río. Con ayuda de todo su curso armaron el carro alegórico y los disfraces, todo quedó listo el diez de enero del veinte veinte. Al día siguiente Maya fue a la casa de Lia para poder practicar, por última vez el baile, pasaron toda la mañana juntas, ya que ellas por ser voluntarias e iban aparecer en el Carnaval tenían tres días libres para practicar el baile; toda la mañana estaba llena de risas y alegría, lo que ellas no sabían era que no reirían así de nuevo. Almorzaron juntas una rica pizza hawaiana y a las dos de la tarde Maya se fue al centro comercial a comprar las últimas cosas para sus disfraces. Mientras iba caminando, se encontró con una señora, a la que, por su gran amabilidad, ayudó a cruzar la calle, pero Maya iba camino a su perdición. Llegó al otro lado de la calle y, un hombre robusto, alto, con el cabello café, vestido con shorts negros y una camiseta blanca, parecía una persona normal, pasó por el lado de Maya, se paró, la vio y le preguntó una dirección, a lo que ella caminó hacia una esquina para mostrarle el camino, él la agarró, le puso la mano en la boca y la metió en un auto negro. Maya pataleaba e intentaba gritar pero no podía. En el auto habían dos personas, este señor robusto le dijo: -Hola niña pecosa, me alegro que no hayas dicho nada, ahora si nos vemos. Me presento, por aquí mis panas me llaman Antonio, me llamarás así por los siguientes días.- de la nada sacó un cuchillo y lo puso en su costado derecho- Más te vale que actúes normal hasta llegar a “casa'' .- agregó riendo. Hizo lo que Antonio le dijo y fue el resto del camino “tranquila”, pero no podía estarlo del todo, ya que aún el cuchillo la amenazaba. Llegó un momento en el que ya no reconoció el camino y todo se veía muy diferente, empezó a llorar. ¡Por favor déjenme ir! Decía una y otra vez, pero ellos se hacían los sordos. En En la noche llegaron a un rancho abandonado, la jaló para que bajara, pero ella se negó, él la golpeó y la obligó a bajar, Maya no paraba de llorar, mientras caminaba hacía la puerta estos dos hombres de nombres desconocidos se fueron en el auto, Antonio la miró con ojos tristes, dejó de caminar y le dijo: -Mira niña, yo no lo quiero hacer, pero tú, por tu aspecto y tu edad, vales mucho y hace mucho que no tengo empleo, por hacer esto me pagan bien, quiero ver a mi hija y volver con mi esposa, el dinero solucionará todos mis problemas. Perdón. Pero te trataré bien mientras yo esté a cargo tuyo. -¿Te gustaría que a tu hija le pasara lo mismo? No, nadie quiere eso para sus hijos. Lamento tu situación, pero esta no es la manera, déjame volver a casa.- dijo con los ojos llenos de lágrimas. -Como ya te dije eres tú o mi familia. -Un alma por otra lama, esto no es Avengers End Game. Vas a ir a la cárcel igual que todos tus compañeros, déjame ir.- dijo mientras lloraba. Cuando entraron a la casa, se dirigieron a un cuarto, era el mejor cuarto y ahí la dejó, tirada en el piso, con los ojos rojos, el corazón roto, pero con esperanzas de regresar a casa. No les voy a contar lo que pasaron los siguientes días, fue algo muy doloroso para Maya, ustedes se pueden imaginar lo que le pasó, pero un año después de maltrato ella seguía viva…
Tras un año de desaparecida, todos habían perdido la esperanza, daban por muerta a Maya, menos Majo que gracias a su amor incondicional la siguió buscando día y noche, lo cual le causó que, todas las noches se preguntaba ¿en dónde está mi hija? Y la buscaba por toda la casa gritando su nombre, angustiada por no saber en dónde está y qué le pasó, se sentía loca y pensaba que nunca tuvo una hija y que todo se lo estaba imaginando, dejó de asistir a las reuniones familiares y visitar amigos, cocinaba para dos personas, servía su plato y para su hija y lo ponía en la mesa todo el día para que Maya coma en casa, según ella, en consecuencia de todo esto Majo tuvo que asistir al psicólogo durante este tiempo.
Por otro lado,Lia se sentía culpable, porque ella fue la última persona que la vio, quería abrazar a su mejor amiga y reír de nuevo con ella, lo que más le afectó fue que en el colegio empezaron a crear rumores de Maya, la gente decía que se escapó con el novio, ya que quedó embarazada, otros decían que se fue con su papá y abandonó a su mamá, pero muchos decían que estaba muerta, lo que Lia después de un año se lo creyó y dejó de buscar a su amiga. La noticia de la desaparición de Maya tuvo ¡Boom! El doce de enero del veinte veintiuno, un año después de la desaparición, las portadas de todos los periodicos de Brasil estaban tituladas “Desaparecida entre fuegos artificiales” y daban la descripción de Maya y su foto, Maya se hizo viral no solo en su país sino en toda Latinoamérica y las personas publicaban en redes sociales sobre ella, pero nadie la encontraba. Mientras que Majo la seguía buscando, Maya cada día peleaba para regresar a casa, su cara ya no era feliz, era triste, ya no tenía fe en ella, peor creía que Dios la iba a sacar y que su mamá la iba a encontrar, así que nunca se rindió, por lo que luchó y luchó, hasta que el veintiocho de julio del veinte veintiuno, en la noche, con mucho cuidado y sin hacer ningún ruido, rompió la chapa de su puerta, ella y dos chicas más, Kira y Mia, salieron del cuarto y, por la parte trasera del rancho se escaparon; estaban descalzas, con vestidos pijama largos y con el pelo sucio, no les importó estar sin zapatos y corrieron en busca de su casa. Se adentraron en el bosque que quedaba atrás del rancho para que nadie las vea,estaban cansadas y con sueño, pero tenían miedo de quedarse dormidas porque sabían que las iban a encontrar, así que corrieron por todo el bosque en línea recta hasta que amaneció,cuando todo estuvo claro sintieron aún más miedo, porque sabían que las iban a buscar y, tal vez a encontrar, a lo lejos vieron un par de casa y lo que parecía un pueblo, entraron en él y buscaron a una señora, ya que no querían hablar con ningún hombre, en el parque vieron a una anciana sentada, se acercaron a ella y le pidieron ayuda, la anciana les dio vivienda por seis meses hasta que “parezca que desaparecieron”, ella las cuidó y les dio de comer, durante estos seis meses, cada dos, la anciana y su esposo las iban a dejar a casa, para que no las encuentren. Maya se quedó hasta el final con la señora, durante este tiempo crearon una relación de madre e hija y se cuidaban mutuamente, pero Maya no había salido de la casa de Carmen, la señora, para que esté segura adentro, llegó enero once del veinte veintidós y era tiempo de regresar a casa, en la noche Carmen y su esposo llevaron a Maya en el Parque Nacional la Tijuca, todo el cielo estaba lleno de colores y se escuchaba música por doquiera, Maya besó a Carmen en el cachete,bajó del carro, corría por una calle que se le hacía conocida, las personas estaban celebrando y festejando el carnaval con disfraces y carros alegóricos, como no veía bien y por la desesperación se chocaba con las personas, a lo lejos vio la esquina en donde empezó todo, lloró. Corría y corría en busca de su hogar, depronto divisó el jardín en el que jugaba cuando era una niña, este jardín pertenecía a su mejor amiga, pero después de todo lo que pasó no confiaba en nadie, solo en su madre; cerró los ojos un momento y trato de recordar el camino a casa, se le prendió el foco y recordó el camino a casa, pero esta vez ya no corrió, más bien camino, giro a la derecha y luego a la izquierda, gritó ¡mamá soy yo! ¡Regresé! ¡Déjame pasar! Majo estaba dormida, pero entre sueños escuchó gritos, se despertó y pensó que todo era producto de su imaginación, pero de igual manera abrió la ventana y vio a su hija con el cabello largo, con sus ropas sucias y rotas, no pudo contener sus sentimientos y lloró, bajo las escaleras temblando, abrió la puerta y la abrazó.
Durante seis meses Majo y Maya fueron al psicólogo para sanar las heridas del pasado, con mucha terapia y apoyo de familia y amigos mejoraron rápido, y Maya volvió a ser la misma de antes, alegre, entusiasta, y correcta, tuvo que repetir los dos últimos años de colegio pero eso no la detuvo para que,en el día de hoy, sea una exitosa psicóloga. Años más tarde,y al terminar el colegio y la universidad, cuando era ya una profesional exitosa creó una campaña llamada “Desaparecidas entre fuegos artificiales”, que con ayuda de su grupo de trabajo y su madre, tuvo mucho éxito y logró dar charlas en el parque que, hace unos años se despidió de Carmen, el Parque Nacional la Tijuca. Ella y su grupo de psicólogos daban charlas gratis para todas las mujeres, hombres, niñas, niños y jóvenes que estaban pasando y pasaron por esta dolorosa batalla. Colorín colorado esta historia se ha acabado.