Pronunciamiento Reduca

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Marzo de 2015

PRONUNCIAMIENTO DE LA RED LATINOAMERICANA DE ORGANIZACIONES DE LA SOCIEDAD CIVIL POR LA EDUCACIÓN, PREVIO A LA CUMBRE DE LAS AMÉRICAS

La Red Latinoamericana de organizaciones de la Sociedad Civil por la Educación, REDUCA, reitera su compromiso para contribuir activamente a que los niños, niñas y jóvenes ejerzan en plenitud su derecho a una educación inclusiva, equitativa y de calidad, en cada uno de nuestros países y en toda la región. REDUCA saluda la realización de la VII Cumbre como una oportunidad privilegiada para avanzar en el diálogo, el compromiso y la cooperación. Sin embargo, nuestro llamado a los dirigentes de la Cumbre es mostrar consistencia en el servicio a nuestros pueblos: considerándolos no sólo destinatarios sino también protagonistas. Es por esto que las catorce organizaciones que conformamos la Red hemos acordado hacer llegar el siguiente pronunciamiento, previo a la realización de la Séptima Cumbre de las Américas, especialmente a los jefes de Estado y de Gobierno de la región: I. Sobre participación y monitoreo Necesidad de mayor participación de la sociedad civil: la crítica frecuente que se ha hecho con respecto de estas reuniones es que en ellas están presentes y llegan a acuerdos los gobiernos y los líderes políticos, pero no hay suficiente participación ni espacios adecuados para la voz y agencia de las comunidades, asociaciones y personas que conforman los pueblos a quienes se dicen representar. Nos parece que la frase utilizada en el texto del documento GRIC/CA-VII/INF.1/14 Rev.1, emitido por el Grupo de Revisión de la Implementación de Cumbres (GRIC) de la Organización de Estados Americanos (OEA) –“estamos enfocados en ellos”- todavía refleja una visión en la que el desarrollo y la prosperidad se logran para los pueblos, pero todavía no con los pueblos. Mejorar los mecanismos de consulta previa: apreciamos que se haya hecho un esfuerzo de consulta previa, todavía muy disparejo entre los países y los actores convocados, pero que se realiza con una anticipación deseable. También está previsto un proceso de participación en paralelo durante la propia Cumbre, para las expresiones de sociedad civil que se ajustan a una convocatoria; aunque la pertinencia de los criterios de participación sean discutibles en cuanto a si favorecen o no la pluralidad, reconocemos que es ya un paso adelante.


Mecanismos de seguimiento de implementación de lo acordado: queda prácticamente sin esquemas de articulación, monitoreo y rendición de cuentas el proceso post-Cumbre que consideramos crucial para que los pueblos tengan una demostración de que se les pone auténticamente al centro del proceso y que los acuerdos apuntan a sus necesidades y a la mejora de su calidad de vida. Los propios documentos oficiales de la Cumbre reconocen que los mecanismos de implementación y verificación necesitan mejorar. Proponemos que se establezca un calendario específico, publicado y revisable, en el que en cada país señale cómo y cuándo se llevarán a cabo reuniones con organizaciones y comunidades para presentar las conclusiones de la Cumbre por área temática, y se ofrecerán las facilidades necesarias para dar seguimiento puntual y rendir cuentas sobre el avance en los procesos de la implementación de lo acordado. Monitoreo y Rendición de Cuentas: felicitamos el fraseo de la propuesta para el mandato 1 en la dimensión de Participación Ciudadana: “Crear, sin restricciones ni limitaciones de participación, el Foro Interamericano de la Sociedad Civil y Actores Sociales de tal forma que haya un proceso continuo de participación y consulta con la sociedad civil y los actores sociales y no solamente en la época previa a la celebración de una Cumbre de las Américas” (Mandatos para la Acción, documento GRIC/CA-VII/doc.3/14 corr. 1, emitido el 14 de enero de 2015). Recomendamos que tal proceso de participación y consulta culmine con el compromiso formal de llevar a cabo un monitoreo y rendición de cuentas. II. Sobre Educación Auditoría de cumplimiento y Rendición de cuentas: haciendo la revisión de los mandatos de las cumbres pasadas, han resultado muchos en número, dispersos en foco y sin revisión suficiente de si se cumplieron o no (lo cual fue más frecuente) antes de tomar los nuevos. Referencia y compromiso de cumplimiento con otros compromisos internacionales: los documentos preliminares repiten el esquema al no hacer referencia a qué evoluciona y por qué con respecto de la VI Cumbre, pero –más preocupante aún- no se alude a los compromisos de Educación para Todos, ni a las Metas 2021, ni al proceso actual de discusión de las metas Post-2015. Sin una articulación con los demás compromisos, el riesgo es que los gobiernos sigan acumulando declaraciones, sin focalizarse en tareas cumplibles (y por ende monitoreables y exigibles por parte de sus ciudadanos). Proponemos que los mandatos de la VII Cumbre: a) Se concentren en impulsar políticas, programas, proyectos y actividades que se derivan de la Cumbre –y por ende, comprometen los esfuerzos nacionales y conjuntos- en el derecho de las niñas, niños y jóvenes a aprender, desarrollando al máximo sus potencialidades y considerando su origen, condición y elecciones, para que los sistemas escolares aseguren trayectorias completas y exitosas para todas y todos, sin excepción ni exclusión. b) Se comprometan de manera concreta con los tres procesos previos y paralelos correspondientes a Educación para Todos (EPT), las Metas 2021 y el proceso para el derecho a la educación que se desarrolla en torno a las Metas post-2015.


c) Se concentren en 1) “El derecho a una Educación inclusiva y de calidad”, 2) La necesidad de “fortalecimiento de la profesión docente” y 3) El deber de “atención integral a la primera infancia” (los tres compromisos de la Agenda que se marcaron los ministros de educación de la región en su reunión previa de este año d) Se establezcan metas comunes regionales, pero diferenciadas tomando en cuenta la realidad nacional de cada país. Para ello, cada Estado en lo interno debe, en un plazo de tres meses, en seguimiento a los compromisos de la VII Cumbre, presentar al GRIC y anunciar en su respectiva nación, metas de tres años para 1A] reducir el abandono escolar y ampliar inclusión (por género, por etnia, por decil de ingreso, por condición de discapacidad), 1B] para mejorar el logro de aprendizaje (medido con TERCE, o con los propios instrumentos nacionales; con compromisos de reducción del grupo en condición de logro “por debajo de básico” o “en insuficiencia”), 2] para aumentar su porcentaje de docentes con al menos un curso significativo de formación continua en esos tres años (2015-2018) y 3] para aumentar la proporción de la población menor a 3 años que cuenta con servicios más allá de supervivencia o guardería para madres trabajadoras. Así, las tres áreas quedarán con indicadores concretos de cumplimiento. e) Insistimos en que se haga uso de mecanismos valiosos ya existentes, a fin de evitar la duplicidad de esfuerzos, como ocurre con el Laboratorio Latinoamericano de la Calidad de la Educación de la UNESCO. Un mandato paralelo al BID de iniciar un laboratorio de innovación educativa, a pesar de las indudables calificaciones técnicas de quienes lo implementarían, resulta una duplicidad de esfuerzos innecesaria. f ) Se recurra al espacio más idóneo para dar seguimiento a los avances regionales, que consideramos son las reuniones de los responsables de los Ministerios de Educación, favoreciendo y fortaleciendo sus encuentros. En las reuniones de ministros se expresa el pulso de los trabajos concretos que están en curso en cada país. Los ministros tienen que equilibrar sus mandatos de Estado, los proyectos de la administración actual y su interacción con los actores relevantes. Fortalecer y dinamizar sus reuniones favorece que la marcha de los mandatos sea más sólida y realista, con mecanismos de seguimiento más concretos y con espacios de interacción para actores estratégicos como representaciones de padres, organizaciones y redes de la sociedad civil, otros organismos multilaterales, académicos. Aspiramos a que en esta Cumbre se confirme que las reuniones ministeriales son el mecanismo central de la Comisión Interamericana de Educación. Nuestro continente requiere con urgencia que haya consistencia entre el discurso y la acción. Ello se logrará con un seguimiento sistémico a los mandatos de las Cumbres y un enfoque que considere todos los acuerdos regionales e internacionales en materia educativa, basado en mecanismos de diálogo participativos y propositivos y una cultura de rendición de cuentas que considere la realidad nacional con un enfoque en mecanismos paralelos en cada nación.


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