Jorge Manuel Dengo Memorias del padre de ICE
Camilo RodrĂguez Chaverri
Índice
9 PRÓLOGO Ing. Eladio Jara Jiménez
17 PRIMERA PARTE. JORGE MANUEL DENGO Y SUS RAÍCES (Primer programa en Radio Columbia)
105 SEGUNDA PARTE. JORGE MANUEL DENGO Y EL NACIMIENTO DEL ICE (Segundo Programa en Radio Columbia)
129 TERCERA PARTE. LA IMPLEMENTACIÓN DEL PROGRMA DE ELECTRIFICACIÓN NACIONAL (TERCER PROGRAMA EN RADIO COLUMBIA)
145 CUARTA PARTE. JORGE MANUEL DENGO AL FRENTE DE LA INSTITUCIÓN (CUARTO PROGRAMA EN RADIO COLUMBIA)
191 QUINTA PARTE. DESPUES DE LOS GRANDES PROYECTOS (QUINTO PROGRAMA EN RADIO COLUMBIA
231 ANEXO 1. JORGE MANUEL DENGO “No podrán destruir al ICE” (Periódico OJO)
259 ANEXO 2. JORGE MANUEL DENGO FUNDADOR DE LA EARTH (Periódico El Guapileño)
265 ANEXO 3. JORGE MANUEL DENGO. Percusor de la Comisión Nacional de Emergencias. (Periódico El Guapileño)
Jorge Manuel Dengo Memorias del padre de ICE
Camilo RodrĂguez Chaverri
PRÓLOGO Camilo Rodríguez ya tiene un nombre en el periodismo y la literatura como un entrevistador que sabe preguntar. Ya nos ha entregado ocho tomos de sus conversaciones con las más destacadas personalidades del país. Ahora hace su debut como biógrafo y escoge para eso nada menos que la figura de Jorge Manuel Dengo Obregón. Jorge Manuel se ha destacado en su vida desde la enseñanza primaria. No se me olvida que en la Escuela República Argentina de Heredia, acostumbraban colocar en los corredores una fotografía del alumno más destacado que terminaba sus estudios primarios. Ahí en fila, aparecían los tres Dengo: Jorge Manuel, Omar y Gabriel. Me llamaban la atención esas fotografías porque se trataba de mis vecinos mayores; nuestras casas estaban separadas por una cuadra nada más. Hay cosas de Jorge Manuel que no se me olvidarán nunca. Por ahí de 1945, en Heredia se comenzaba a discutir la necesidad de instalar una nueva planta eléctrica, ya que la existente apenas servía para medio alumbrar la ciudad. Dengo fue el primero en presentar un proyecto para construir una planta de 2000kw. La que prestaba sus servicios hasta ese momento era de 250kw, o sea que la proposición de Jorge Manuel era para construir una planta ocho veces más grande que la que había. Hubo una reunión con los vecinos en el salón de actos de la Escuela República Argentina y algunas personas importantes de la ciudad encontraron que el proyecto era demasiado ambicioso y demasiado caro. Varios vecinos tomaron la palabra para criticar el proyecto. Solamente Rafael Sequeira que era un industrial muy inteligente dijo que eso era lo que precisamente Heredia necesitaba: una planta grande para promover el desarrollo de la industria y el comercio. Los estudiantes de la Escuela Normal al terminar la reunión rodeamos a Dengo para formularle algunas preguntas sobre sus planes. Jorge Manuel estaba molesto por la reacción negativa de algunos vecinos y después de contestar nuestras preguntas satisfactoriamente, agregó: -Total que en Heredia, el único que entendió el proyecto fue Rafael Sequeira. Durante la revolución de 1948, este escribiente tuvo que ir a refugiarse entre las cuadrillas que construían la planta de Heredia. Las autoridades me andaban buscando para llevarme a la cárcel. Yo no tenía ningún derecho para estar ahí, pero Jorge Manuel, en lugar de decirme que me fuera, le dijo al jefe de obras que
era el ingeniero Oscar Cadet, que me pusiera a hacer algo. Entonces Cadet me encargó rotular las puertas de las vagonetas municipales que estaban prestando sus servicios en el proyecto. La planta eléctrica de Heredia, construida en Carrillos de Poás fue la semilla que germinó y creció hasta convertirse en la gran obra de Jorge Manuel Dengo. EL INSTITUTO COSTARRICENSE DE ELECTRICIDAD. Dengo fue un vicepresidente de lujo en la administración Arias Sánchez (19861990) cuya función fue coordinar la Comisión Económica del Gobierno, mientras que su compañera de gabinete, la vicepresidenta Victoria Garrón coordinaba la Comisión Social. Qué bueno habría sido para el país un hombre con la capacidad de emprendimiento y trabajo de Jorge Manuel hubiera llegado a ejercer la Presidencia de la República. Esta biografía escrita por Camilo Rodríguez es un espléndido testimonio de que así pudo haber sido; sin embargo, el legado de Jorge Manuel Dengo es quizás el más valioso precisamente por no haber estado ligado a los vaivenes y los intereses particulares de la política, sino al planeamiento y el bienestar de todos los costarricenses. Solamente faltaría en este momento recomendarle al Ministerio de Educación que proponga este trabajo como libro de consulta en todos los colegios de enseñanza secundaria. Sería un texto muy positivo para las nuevas generaciones. Ing. Eladio Jara Jiménez Comentarista y escritor
Le dedico este libro a la gente joven de mi país, que puede aprender muchísimo del ejemplo de don Jorge Manuel Dengo. Le agradezco mucho a Felicia Morales y a Maya Suarez, quienes trabajaron en el montaje de este libro. Gracias a mis amigas Rocío Chaves Hernández, Karla Linares Chaverri y Kathya María Araya, quienes me acompañaron en la edición final. También agradezco al señor Pablo Cob, la señora Marta Castegnaro y la señora Maya Suarez, quienes me impulsaron para publicar este libro.
Entrevista con Jorge Manuel Dengo en Radio Columbia (Cinco cap铆tulos de una hora de duraci贸n)
PRIMERA PARTE Jorge Manuel Dengo y sus raĂces (Primer programa en Radio Columbia)
“Soy hijo de Omar Dengo, el educador, y María Teresa Obregón de Dengo, quien fue una de las primeras tres mujeres en ocupar una diputación. Nací y crecí en Heredia. También en Heredia me casé y continúo casado con la misma herediana, y aún más enamorado. Es una bella historia de amor”
El padre del ICE es un símbolo nacional, un gran emblema costarricense… Bienvenido, Don Jorge Manuel Dengo. Iniciemos hablando sobre la Costa Rica de antes del ICE, y también sobre su historia familiar; porque tienen mucho que ver. Luego, me parece interesante enlazar este tema con su cercanía con la planta eléctrica de Heredia, que fue el detonante para todo lo que vino después… -Soy hijo de Omar Dengo, el educador y María Teresa Obregón Dengo, quien fue una de las primeras tres mujeres en ocupar una diputación. Nací y crecí en Heredia. También en Heredia me casé y continúo casado con la misma herediana, y más aún enamorado. Es una bella historia de amor. Yo me fui a estudiar a Minnesota, Estados Unidos, con una beca. Durante seis años fuimos novios por carta, en tiempos en los era imposible hablar por teléfono. La comunicación era por correo marítimo. Imagínese. Las cartas llegaban con varias semanas de retraso. “Antes irme le prometí a mi novia, a Maruja, que cuando regresara, iba a venir a arreglar el problema eléctrico de Heredia. Así fue como empezó este proyecto. ¿Cómo era la electricidad en Heredia? -En Heredia todo se limitaba a la planta que todavía existe y tiene un nombre muy apropiado, se llama “La Joya”. Fue construida en 1915, durante la presidencia de don Alfredo González Flores. Es una plantita de 120 kilowatts, pero originalmente era de 110. Después se duplicó, pero en 1925 y 1930 no daba abasto. El voltaje en las casas de Heredia era casi como una candela de cebo, tanto que los alajuelenses, que tenían una planta un poco más grande, cuando pasaban por Heredia, decían, “vamos a pasar por el túnel”, por la oscuridad. Siendo estudiante de secundaria, yo me di cuenta que estudiar de noche era casi imposible por el voltaje. De manera que había un problema enorme, todo el mundo en Heredia estaba preocupado y no había idea de como resolverlo. Así que yo me crié en medio de la crisis de la ciudad en materia de energía. Tenía la afición de hacer plantas, de ruedita, para ponerlas en una acequia o algo así. El sueño de mi vida era hacer una planta eléctrica. ¿Qué lo fue acercando y sensibilizando con respecto a lo que usted estudió primero? -Desde que yo estaba muy chiquillo, recuerdo que quería estudiar Ingeniería Civil. Eso lo atribuyo a que en Heredia había dos ingenieros civiles, los dos muy respetables, Samuel Sáenz, quien además, era profesor en la Escuela Normal, donde nosotros asistimos, y don Manuel Benavides, admiraba mucho a los dos. Pasaban con su “tránsito” al hombro, iban a hacer medidas y una que otra construcción. El gobernador de Heredia, que por cierto era muy buen gobernador, tenía el defecto que se levantaba a las cuatro de la mañana, revisaba las calles para ver dónde había basura y llegaba, por ejemplo, a mi casa, a las 5:00 a.m. ó 5:30 a.m., tocaba y decía, “sus hijos y los míos estuvieron jugando”, (nosotros jugábamos en la calle), “mándelos a que limpien la calle”. Y así tenía toda la ciudad limpia y bien pintada. Y si alguna casa estaba despintada, don Manuel llegaba y decía, “mire, señora, o mire, señor aquí falta pintura, donde Santiago
Rodríguez venden a crédito la pintura que usted necesita, vaya, haga un esfuerzo y pinte su casa”. Heredia era una ciudad linda desde ese punto de vista.
“Bastantes tortas hicimos en Heredia. No se pueden contar. Entre mis amigos de escuela recuerdo a Enrique Benavides, el periodista. Éramos amigos. Una vez organizamos una milicia, que trabajó mucho tiempo. Después decidimos hacer una guerrilla en las calles de Heredia. Aquello fue fatal. Una noche entera pasó la policía, con los maestros, los padres de familia, y con refuerzos de la policía de San José, buscando a chiquillos por todos lados”
Hacía plantas eléctricas desde niño “La cosa es que, por mis aficiones a la Ingeniería Civil, desde muy chiquillo, yo andaba haciendo plantitas eléctricas, de esas pequeñitas en una acequia, con una rueda de agua y un “generadorcito” que encendía dos bombillas chiquititas. Tenía esa afición. Y dentro de mí, me da pena decirlo, yo no tenía fama de ser muy serio… -¿Y por qué no? -Pues por el comportamiento del grupito con el que andaba ¿Era muy charlatán? -Si algo así. No me portaba muy bien que digamos.
-¿Y fogoso? -Fogoso. Bastantes tortas hicimos en Heredia. No se pueden contar. Entre mis amigos de escuela recuerdo a Enrique Benavides, el periodista. Éramos amigos. Una vez organizamos una milicia, que trabajó mucho tiempo. Después decidimos hacer una guerrilla en las calles de Heredia. Aquello fue fatal. Una noche entera pasó la policía, con los maestros, los padres de familia, y con refuerzos de la policía de San José, buscando a chiquillos por todos lados. “Quebramos bombillas, vidrios…. Fue una torta enorme. Eso nos llevo a que se disolviera la milicia, en que estábamos entortados todos los padres de familia, inclusive el comandante. El comandante tenía un hijo combatiente. ¿Se puede imaginar eso? Entonces se disolvió, y al tiempo de eso me llamaron para formar las tropas de Boy Scout de Heredia. Ya con una idea más constructiva, más educativa, más formal…Participamos con el doctor Fernando Trejos y el Doctor Róger Bernini en la formación de las tropas de Boy Scout de Heredia. “Mi vida se formalizó hasta cuando entré en la Escuela Normal, en 1933”. -¿Y estaba don Omar al frente? -No, papá murió en 1928, cuando yo tenía 10 años. Era otro el director, don Hernán Zamora Elizondo, quien por cierto, era un gran director. -De don Omar me habló mucho don Lalo Gómez (q.d.Dg) -Ah sí, es que Lalo era discípulo y admirador de él. Tanto Lalo, como la esposa, Consuelo Lobo, eran muy, muy amigos de papá, y fueron brillantes discípulos de
él en la Escuela Normal. Papá murió de 40 años, yo tenía 10 años, Omar tenía 8, Gabriel 6 y luego María Eugenia, la cumiche, apenas dos años, de manera que ella prácticamente no lo conoció, pero fue quién siguió la línea de los educadores de la familia Dengo, ya que luego fue Ministra de Educación. “Mis otros hermanos y yo nos dedicamos a otros campos, Gabriel fue un geólogo conocido mundialmente, se fue a Guatemala y murió allá. Omar era economista, fue profesor de la Universidad de Costa Rica y el Presidente del Banco Central. Yo me dedique a la Ingeniería Civil. Me gradué en la Universidad de Minnesota. Vine a trabajar siempre pensando en hacer una planta para Heredia.
“Mi bisabuelo era inventor. Fue el intendente general de don Juan Rafael Mora en la guerra del 56. Mi abuelo Manuel Dengo tenía 18 años cuando la guerra del 56. Entonces, lo pusieron a cargo de la fábrica de municiones para la guerra, y después fue ingeniero mecánico. Tuvo una trayectoria muy importante para el país. En realidad fue uno de los propulsores de la tecnología moderna”
Su abuelo, su inspiración -¿Podríamos decir que fue su abuelo quién lo inspiró? -Sí, y a muchos otros. -¿Él hizo muchas cosas importantes aquí? -Mi tatarabuelo era ingeniero militar. Mi bisabuelo era inventor. Fue el intendente general de don Juan Rafael Mora en la guerra del 56. Mi abuelo Manuel Dengo tenía 18 años cuando la guerra del 56. Entonces, lo pusieron a cargo, en la fábrica de municiones para la guerra, y después fue ingeniero mecánico. Tuvo una trayectoria, muy importante para el país. En realidad fue uno de los propulsores de la tecnología moderna. -Y también con respecto al tema de la energía… -Y en el tema de la energía, exactamente. Para él, ese era uno de los grandes temas. Lo curioso es que en la familia Dengo está mi padre, que fue educador y si se quiere filósofo, y no como casí todos. Es decir, él se convirtió en una excepción. Porque si usted ve a la familia Dengo es una familia básicamente de tecnólogos, técnicos, ingenieros, y esto desde hace mucho hacía atrás. Mi abuelo fue precursor de la tecnología moderna en Costa Rica. Digamos ahora que, entre las cosas que él hizo, está la primera planta hidroeléctrica de Costa Rica, en 1884. Mi abuelo también fue quien introdujo el telégrafo, introdujo el teléfono, introdujo la dinamita, trajo el primer automóvil que hubo en Costa Rica….Imagínese. -¿Cuáles son los recuerdos que conserva de su padre? -De mi padre….Papá fue un hombre muy cariñoso. Generalmente, los sábados y domingo salíamos a hacer excursiones, o a jugar futbol a la Plaza Flores de Heredia, que es ahora un parque de la ciudad. En ese tiempo era la plaza de futbol de Heredia. Jugábamos futbol con él ahí. Nos llevaba mucho a excursiones al campo. En las vacaciones nos íbamos a San José de la Montaña, a casas de amigos. Tuvimos una relación muy cercana de niños con él. Sin embargo la formación nuestra, en realidad, se la debemos a nuestra madre. Cuando él murió, ella también tenía 40 años. Eran de la misma edad. De hecho mamá nació dos días antes que papá, en 1888. -Su mamá fue diputada. Una de las primeras tres mujeres diputadas del país, junto a doña Estela Quesada y Ana Rosa Chacón.
-Si. La situación de los años 40, la hizo meterse en política. Antes de eso había sido maestra y profesora de secundaria, y, debido a las circunstancias que vivió el país del año 44 al año 48, se vio obligada a meterse en política, y después de la Revolución del 48, cuando se otorgó el voto femenino, pensaron en ella porque se había convertido en una gran figura. La primera vez que se propuso el voto femenino en Costa Rica fue en 1920, en el gobierno de don Julio Acosta. De eso se sabe muy poco. Esa primera vez la idea fue rechazada por las mujeres. Fue una propuesta de don Julio Acosta y no sé quienes más. La propuesta fue rechazada por ellas. Posteriormente en la Constitución Política del 48, se le otorgó el voto a la mujer, dado por los hombres, porque la Constituyente era solo de hombres. -Y muy pocos se opusieron -Muy pocos se opusieron, uno, dos, tres. Los demás le dieron el voto. Entonces, ya en la primera elección presidencial, salieron tres mujeres candidatas, que fueron Estela Quesada, Ana Rosa Chacón y mamá. Estela era una muchacha joven, muy beligerante. Lo sigue siendo. Esta en Alajuela, en el Hogar de Ancianos, tengo que ir a visitarla. Yo la quiero mucho. Ana Rosa había sido activa en la revolución contra los Tinoco, que fue una revolución básicamente de mujeres y de maestras. Claro que había un grupo combatiente en la frontera y todo eso, pero las que quemaron la información e hicieron la revolución fueron básicamente las maestras de la Meseta Central. Eso fue así. “Ahí estaba doña Ana Rosa, mi abuela, con todas las mujeres de ese tiempo. Ellas, las mujeres, siempre han tenido una participación muy grande, y ya finalmente obtuvieron el voto. El voto femenino fue una gran conquista, y fue un gran paso al frente de la democracia costarricense. Imagínese, gracias a Dios en este momento en la Asamblea Legislativa, el que salva la seriedad es el grupo de las mujeres.
“La persona que en realidad nos influyó y nos formó a nosotros fue mi madre. Nos condujo a los cuatro con severidad suave. Nosotros nunca recibimos ningún castigo, siempre fueron consejos. Si nos tenía que llamar la atención, nos la llamaba. Nos recordaba siempre el nombre de papá”
Influencia de su madre -Entonces usted nace en ese hogar de don Omar Dengo, de doña María Teresa Obregón Zamora, quien fue la primera diputada junto a Estela Quesada y Ana Rosa Chacón. Su padre muere cuando usted tiene 10 años, y él 40 años. ¿Cómo fue su niñez a partir de ese momento? -Mi niñez fue muy dura. Pero también muy bella. La persona que en realidad nos influyó y nos formó a nosotros fue mi madre. Nos condujo a los cuatro con una severidad suave. Nosotros nunca recibimos ningún castigo, siempre fueron consejos. Si nos tenía que llamar la atención, nos la llamaba. Nos recordaba siempre el nombre de papá y nos daba consejos. Nos orientó mucho. De hecho de los cuatro, el más o menos mal portado fui yo. Omar, Gabriel, y María Eugenia fueron dechados de estudiantes. Yo, con un grupito de amigos, vacilaba mucho en la Escuela Normal. -Pero usted me acaba de decir que, más bien, se compuso en la Normal -Es cierto, pero me costó un poquito. -Me contó el doctor Aguilar Bonilla, precursor del IMAS y de la Comisión Nacional de Emergencias, cuando veníamos de camino a la emisora, que él fue compañero suyo, creo que en el Liceo de Costa Rica, él y Federico Baltodano, aunque son menores que usted…. -Yo estaba en la Normal y al terminar el cuarto año me pasé al Liceo de Costa Rica para sacar el bachillerato. En la Normal, lo que usted sacaba en seis años era el título de Profesor. Ese es el título que tiene mi señora. Yo me pasé para sacar el título de Bachiller, para irme a estudiar a los Estados Unidos o algún otro país. Así que me pase al Liceo, pero a medio año, en quinto año, me fregué la rodilla derecha y me pusieron en cama, y total, no pude terminar el año. Entonces, hice el año por suficiencia, pero no pude hacer Bachillerato. Lo hice en marzo. El director del Liceo don Lucas Rao Chacón, no me dio el titulo en ese momento. Me tenía que esperar hasta final de año. Entonces, yo recibí mi título en el grupo de Manuel Aguilar Bonilla, de Ricardo Clavel, de Federico Baltodano, de Gastón Guardia… “Curiosamente, el grupo mio y el anterior nunca han celebrado años de graduados. En cambio ese grupo, de Manuel Aguilar y de Federico Baltodano, gracias a Álvaro Chavarría y a otros, siempre tienen una reunión anual. Yo soy una especie de “colado”, y ellos me consideran parte del grupo. Curiosamente es
la generación de los vicepresidentes. Estaba Manuel Aguilar Bonilla en el Liceo de Costa Rica y Victoria Garrón en el Colegio Superior de Señoritas. Así que se llama “La Graduación de los Vicepresidentes”. Por esa razón. -El otro vicepresidente de esa generación es don Virgilio Calvo. El doctor Manuel Aguilar Bonilla fue vicepresidente de don Pepe en el 70, y doña Victoria Garrón fue vicepresidenta de don Óscar Arias. … -Doña Victoria y yo fuimos vicepresidentes de don Óscar Arias. -¿Y usted en el colegio tenía afición por las Matemáticas, por la Geometría…? -Sí, por las matemáticas, la Física, el dibujo y la caricatura. Yo era bueno entre los caricaturistas de la escuela. Había algunos profesores a los que les hacían gracia las caricaturas mías. Había otros que ni arrugaban la cara. Por eso toda la vida he sido caricaturista, y más o menos pintor acuarelista, y eso me ha entretenido mucho. Usted, Camilo, ha estado en mi casa muchas veces, y ha visto el montón de pinturas mías que mi esposa tiene en la sala.
“Nosotros mantuvimos una larga correspondencia, tanta que yo la molestaba y le decía que tenía celos de Ottón Castro, el cartero de Heredia, por dicha era chiquitillo”
Novios por correspondencia -Cuando, usted termino ¿ya tenía novia? -Ah. Yo tenía novia, desde que esta señorita entró a la Normal. Esas fechas son como el siglo pasado. Acuérdese de eso. Ha sido mi amor desde 1933. Yo entré a la Normal en el 32. -Usted es un año mayor. -Sí, desde que la vi, me fregué. Éramos novios, ella tenía 14 y yo 15. Pésimo novio era yo. -¿Y por qué era pésimo novio? -Informal. Pero entre las cosas que hice, antitos de irme a estudiar, yo le prometí, (estás son las casualidades que parecen obra del destino), que cuando regresará, iba a construir la planta eléctrica de Heredia. Y tenía fama de medio loco, y me fui para los Estados Unidos. En ese tiempo, en 1938, se viajaba por barco. Cogí el barco en Limón. El barco iba a Panamá, de Panamá salía a Puerto Cortes en Honduras, y de ahí a los Estados Unidos, a Nueva York o Nueva Orleans. De manera que nosotros mantuvimos una larga correspondencia, tanta que, yo la molestaba y le decía que tenía celos de Ottón Castro, el cartero de Heredia. -Entonces, ¡él era el que marcaba por usted! -Ah, él era el que me llevaba el control. Decía, Maruja, esta semana no llegó la carta, y ya tiene dos semanas de atraso. Eso le decía don Ottón Castro. Lo del atraso era por culpa de los barcos. Varios barcos se hundieron. El Caribe estaba lleno de submarinos alemanes. Fue durante la Segunda Guerra Mundial. Yo estuve en los Estados Unidos seis años. Estudié ingeniería civil en la Universidad de Minnesota. Me gradué en 193, hace 60 años. -¿Cómo consiguió irse para Minnesota? -Primero que todo, hay que explicar como conseguí irme para los Estados Unidos. Le voy a contar esto porque es muy interesante. Cuando papá murió, don León Cortes era diputado. Él propuso que a alguno de los hijos de don Omar Dengo, se le otorgara una beca de parte del Estado, por los méritos de mi padre, no por los nuestros. Entonces, en el año 38, cuando yo andaba buscando la beca, don Teodoro Picado era diputado. Acuérdese que lo de la beca pasó en el Congreso en el año 28, o sea, 10 años antes. Siendo don León Cortes presidente de la
República, vino don Teodoro y le dijo a mamá, “María Teresa, don León dice que tenemos que poner en vigencia la beca”. Entonces, mamá le dijo: “Teodoro, recuerde que nosotros no éramos cortesistas, éramos bechistas”, porque, en efecto íbamos con don Octavio Beche, y yo confieso que ese señor era muy bueno, pero estaba equivocado. Don León, dijo, “no, eso no tiene nada que ver”, y me otorgaron la beca. Esa beca fue la clave para que yo me sintiera especialmente responsable. -Pero la beca, ¿era para estudiar aquí? -No. Era para estudiar afuera. Yo quería estudiar en los Estados Unidos. Había discutido con Federico Baltodano y con Manuel Aguilar Bonilla y con otros, porque ellos se iban a México. Yo no sé porque yo pensé en los Estados Unidos. -Manuel Aguilar Bonilla y Federico Baltodano se van primero en un barco a Guatemala, y después en tren. -Sí, hasta Pachuca, ahí es donde Miguel hace la primera curación. -Se le enfermó don Federico -Y casi lo mata, cobijándolo con el calor de Tapachula. -Después le puso un purgante -Ahí esta contando en el libro que escribió él, que es un libro muy lindo.
“Ningún Dengo ha hecho plata nunca. Siempre han sido o funcionarios o empleados de alguien, así que nunca se dedicaron a ser empresarios. Varios pudieron. Varios pudieron. Yo mismo tuve oportunidad y no me interesó”
Aventura en Estados Unidos “Bueno, yo me fui y estuve el primer año en la Ohio State University, porque mi maestra en Heredia de primero a sexto grado fue Emma Gamboa (que esta retratada en el billete de 10 mil colones), una persona muy querida, y ella se había ido a sacar su doctorado en la Ohio State. Entonces a cada rato me decía que me fuera a estudiar allá. Estuve el primer año, una excelente universidad, pero encontré que la parte que yo quería estudiar más, que eran Recursos Hidroeléctricos y Recursos Hidráulicos en general, esa parte la Ohio State no la ofrecía. Entonces, escogí Minnesota, que si tenía una especialidad en Recursos Hidroeléctricos. Mi segundo año lo hice en Minnesota, y ahí el resto hasta que me gradué en el año 43. -Estando allá, ¿usted tenía claro que quería venir para Costa Rica, que quería trabajar aquí? -La vocación mía siempre ha sido el servicio público y el servicio a Costa Rica. De eso no he tenido la menor duda. Tuve un par de oportunidades allá. Pero no me interesaron. Yo me vine para Costa Rica, parte por la beca y parte por formación, tanto de mi padre como de mi madre, sobre todo por ser gente muy dedicada al servicio del país. Ningún Dengo ha hecho plata nunca. Siempre han sido o funcionarios o empleados de alguien, así que nunca se dedicaron a ser empresarios. Varios pudieron. Varios pudieron. Yo mismo tuve oportunidad y no me interesó. “Me vine a Costa Rica y trabaje los tres primeros años con el Instituto de Asuntos Interamericanos, que es el tatarabuelo del actual AID (Agencia Internacional de Desarrollo). Estaba recién formado, en el gobierno de Roosevelt, y aquí en Costa Rica tenían tres oficinas. La oficina de salud era muy importante. Muchos de los trabajos de agua potable y cloacas que se hicieron en el país venían de esa oficina. Ahí trabajaban varios ingenieros costarricenses como don Renán Méndez y varios otros. Después, en el área de educación, que estaba concentrada en dar becas, incluso la beca de mi hermano Omar provino de ahí. Y la tercera rama, de desarrollo agrícola. Yo me encontré, al salir a la calle, el primer día, a Jorge León Arguedas. Ahora es el doctor Jorge León Arguedas, uno de los científicos más notables de este país, sumamente humilde y discreto. Trabajó con el Instituto de Asuntos Interamericanos de Ciencias Agrícolas (IICA) en Turrialba, y después con la FAO en Perú, en Roma, y es una autoridad en cuestiones agrícolas, especialmente.
-Bueno, entonces, usted estaba en Ohio, de Ohio pasó a Minnesota, ¿y qué lo marcó allá en ese tiempo universitario?, ¿Qué detalles recuerda especialmente?, ¿Qué se le hace inolvidable? -De la universidad muchas cosas: en primer lugar la nieve, pasé cinco inviernos en Minnesota, es friísimo, terriblemente frío, y un invierno largo; en segundo lugar, la calidad de la escuela; en tercer lugar las oportunidades culturales, aparte de la propia ingeniería, las oportunidades culturales que una universidad como esa ofrece a los estudiantes. -¿Y qué tan grande era la Universidad de Minnesota, hace 65 años? -Tenía 50 mil estudiantes, ahora tiene 80 mil y está dividida. Era mucho más importante hace 60 años, y estaba centralizada en Mineápolis. Hace sesenta años era una de las más importantes de la Unión Americana. Casi todas estas universidades han ido o adquiriendo colegios pequeños y transformándolos en unidades universitarias, o creando sus propias unidades, porque imagínese que ahora esta universidad tiene diez o quince universidades a través de todo el Estado. La otra cosa, para mí muy importante, fue que la gente de Minnesota, que eran casi todos de origen noruego, sueco, o alemán, pero básicamente de origen noruego, me recibió muy bien.
“Me fui con mucho miedo, a otra casa, y me salió una señora encantadora. En ese momento, nos enamoramos uno del otro. Fue como mi madre en los cinco años que viví con ella”.
Una abuelita en Minnesota “A mí me pasó una anécdota un poco dura; yo no quería vivir en el dormitorio de la universidad sino en una casa. Entonces, pedí una lista de las casas aprobadas por la universidad. Me la dieron. Me fui y toque en una casa, me salió una viejilla, me dijo “extranjero”, y me tiró la puerta en la cara. Yo, en una ciudad desconocida, me sentí como si alguien me tirara al suelo. Di la vuelta a la manzana. Me fui con mucho miedo, a otra casa, y me salió una señora encantadora. En ese momento, nos enamoramos el uno del otro. Fue como mi madre en los cinco años que viví con ella. Tenía una chiquita y estudiantes, casi todos de Minnesota. Ella vivía de tener a sus estudiantes. Muchos de ellos se hicieron grandes amigos míos. Estuve feliz en esa casa. “Yo me encariñe mucho con la naturaleza del gringo americano de esa zona del país. Años después, cuando me tocó ir a trabajar al BID en Washington, viviendo en Virginia, con todos mis hijos, nos dimos cuenta de lo vivo que está en los Estados Unidos del Este, su guerra civil. -La guerra civil de los Estados Unidos de la mitad del siglo XIX -En cambio, en Minnesota y en los Estados del Norte y del centro, ellos no fueron parte de eso y no están conscientes de eso. -En cambio, viviendo en Virginia es muy interesante porque Virginia es el límite entre el Sur y el Norte. Ahí fue donde tuvimos conciencia de eso. -¿Qué fue lo que marcó en esa universidad de Minnesota a don Jorge Manuel Dengo para venir y luego revolucionar en el ámbito de la energía y las telecomunicaciones a nuestro país? -Bueno, yo me preparé especialmente en los campos de energía y recursos hidráulicos. La Universidad de Minnesota tiene un laboratorio. Por cierto, recientemente estuve allá. -Porque le hicieron un homenaje al cumplir 60 años de egresado, ¿verdad? -Por viejo, sí, (se ríe). Fui a la Universidad, con mi hijo mayor y visitamos el laboratorio. Un laboratorio famoso en Estados Unidos, porque esta en las cabeceras del río Missisippi, en el único lugar que al principio tiene una caída de agua, como de 20 metros. Ahí hay una represa, y está el laboratorio. Yo iba orientado directamente a la energía a los recursos hidráulicos, no sólo hidroeléctricos, sino hidráulicos en general.
-¿Cuál es la diferencia entre Hídrico e Hidráulico? Nada. Creo que hídrico es un argentinismo que se fue colando en el resto de América Latina. Para mí, es hidráulico, pero las dos son correctas, no hay la menor duda. Pero a mí lo que más me satisface es el concepto de hidráulico, porque hídrico puede ser también otras cosas, como una enfermedad de origen “hídrico” y cosas de ese tipo.
“Me mandaron a construir la secadora de maíz en Guácimo, porque era un programa que tenía el instituto. Fue entre el 44 y el 45. Me tocó ir a trabajar en lo que se llamaba “Línea Vieja”. Ahí está todavía, no se ha caído por dicha. Ahora es un centro del INA”
Construyó secadora de maíz “Vine a Costa Rica y mencioné que me encontré con don Jorge León en la calle. Él me llevó donde trabajaba en la División de Agricultura. Me presentó al jefe, un hombre notable y salí colocado con ellos. Yo iba en ese momento, para la Carretera Interamericana a ver si conseguía trabajo ahí, pero Jorge me ahorró el camino, entonces me dedique con ellos, por casi tres años a lo que era ingeniería rural, es decir, a hacer todas las curvas de nivel que trazamos al Volcán Irazú, en Zarcero y en otras partes del país. Con Fernando Lizano, Isaac Rodríguez (quien ya murió) y otros, (eran ingenieros agrónomos, ingenieros agrícolas, y yo era el único ingeniero civil), trabajábamos poniendo bombas de agua en diferentes fincas y una serie de cosas de ese tipo. Me mandaron, esto fue muy divertido, a construir la secadora de maíz de Guácimo, porque era un programa que tenía el instituto. -Hace como 60 años -Sí, eso fue entre el 44 y 45. Me tocó ir a trabajar en lo que se llamaba la “Línea Vieja”. Tenía que construir la secadora de maíz. Ahí esta todavía, no se ha caído por dicha y que ahora no es una secadora de maíz, ahora es un centro del INA. Todavía esta ahí una negrita que yo quería mucho, Olivia G rant, era la ama de casa de donde nosotros vivíamos. Es una abuelita muy respetable, hija de Mister Grant, quien era un mandador de don José Rossi, padre de don Jorge Rossi. “De ahí, la Municipalidad de Heredia, que ya tenía los dos millones de colones concedidos por el gobierno de Picado, en el año 46, pidió al ministerio la adjudicación de un ingeniero para que les ayudara a hacer la planta eléctrica. Yo me acababa de trasladar al Ministerio de Transportes, en camiones rurales secundarios de bajo costo, que no era una de mis especialidades, pero si una de mis preferencias. Pero don Francisco Esquivel, que era el ministro, me dijo, “don Jorge Manuel, dos munícipes de Heredia me piden que lo mande a usted a Heredia a trabajar con ellos a la planta eléctrica, ¿le parece?, “¡claro que me parece!”, le contesté, o sea, la coincidencia es que yo tenía esa idea. “Quiero referirme a esa municipalidad, porque era una municipalidad excepcional, en un momento muy difícil. El gobierno era el de Teodoro Picado y eran el grupo de calderonistas y el grupo de Vanguardia Popular los que dominaban el país. Pero en la Municipalidad de Heredia, la mayoría era de la oposición. Eran 4 munícipes de oposición. Voy a decir los nombres porque a esa gente hay que reconocerle la labor que hicieron y que me permitieron a mí desarrollar la planta. El gobernador de Heredia era don Carlos Bolaños. El presidente municipal era don Belford Prendas, un maestro de obras de Heredia, muy empeñoso en servirle en
su comunidad. A él todo el mundo lo respetaba mucho. Un hijo de él trabajó después en el ICE. Ya murió. También estaba don Fernando Trejos, compañero de la Normal, que es un poco mayor que yo y hermano de Monseñor Ignacio Trejos; el Licenciado Francisco Benavides, muy respetable. Luego, del gobierno estaba don Alfredo Vargas, un hombre inminente, excelente persona, abogado, quien fue Ministro de Relaciones Exteriores en tiempos de Mario Echandi, Don Arnoldo Ferreto y Edwin Madrigal. -¿Ellos fueron los que lo llamaron? -Si. Don Antonio Ferreto era líder del grupo comunista. Sin embargo manteníamos una amistad muy cercana.
“Había mucha falta de fe y mucha duda de que un ingenierito, y un grupo de costarricenses, pudieran resolver el problema eléctrico de Heredia. Había mucha gente que decía “don Jorge está loco y los munícipes también”
La planta eléctrica de Heredia “Todo ese grupo estaba empeñado en este proyecto, eso es lo interesante, siendo de los tres partidos antagónicos, los tres estaban unidos en su propósito de hacer la planta eléctrica. Y parte del trabajo mío fue que ellos decían, “bueno, pero don Jorge explíquenos en que consiste la planta eléctrica”, entonces yo les daba clases a los munícipes para que ellos después me dieran instrucciones de como proceder, o sea, un proceso de capacitación que yo no lo he visto así en otras municipalidades. Ellos querían interesarse en saber las características del proyecto que se iba a hacer, para poder, inteligentemente administrarlo. Fuimos muy unidos hasta la “Huelga de Brazos Caídos”, ahí no hubo choques, pero los tres partidos se dividieron y entonces decidieron que lo mejor era que la municipalidad misma no administrara el proyecto “El proyecto estaba en marcha y se nombró una Junta Administradora de tres personas, de esas que necesita el país ahora que uno ve todas las cosas que están pasando, que eran don Manuel Sáenz, un ingeniero, don Juan Rodríguez, un comerciante, y don Alfredo Benavides un cafetalero. Ellos tres asumieron la administración de la planta y nosotros quedamos bajo su dirección. Mi función, como ingeniero municipal, pero básicamente como ingeniero para hacer la planta eléctrica fue, en primer lugar, estudiar en que consistía el programa eléctrico de Heredia, estudiar el consumo que había, el número de consumidores que había, las condiciones de la planta “La Joya”, las condiciones de la red de distribución, los voltajes que había, que eran apenas cincos de achiote por toda la ciudad. La plantita de 120 kilowatts no daba para servirle a la ciudad. “Yo me dedique a estudiar todo eso y a hacer las proyecciones de crecimiento que tendría el uso de la planta eléctrica. La industria de Heredia se quejaba de que no había fuerza eléctrica. En Heredia había algunas industrias, la más importante era la fábrica de fósforos de don José Gamboa. También había una industria farmacéutica. Los empresarios, como el resto de gente de la ciudad, estaban demandando la energía eléctrica”. -¿En qué condiciones estaba el país en ese momento? -Son las condiciones antes del ICE. Eso es muy importante. Entonces yo empecé a estudiar básicamente las características de la demanda de Heredia, cuál debía de ser la proyección y qué tipo de planta se podría hacer. Me encontré que los dos millones de colones en bonos que había, apenas alcanzaba para hacer una planta de mil kilowatts. Ya la demanda retrasada que había en Heredia llegaba casi a ochocientos kilowatts, o sea, si se hacía una planta de mil kilowatts apenas quedaba un margen de doscientos kilowatts para cubrir necesidades y no
aguantaba más de dos o tres años. Entonces, le propuse a la municipalidad, que ‘hiciéramos una planta de dos mil kilowatts y eso fue objeto de muchas discusiones en Heredia. Puedo decir que había mucha falta de fe y mucha duda que un ingeniero, y un grupo de costarricenses, pudieran resolver el problema eléctrico de Heredia. Había mucha gente que decía “don Jorge Manuel está loco y los munícipes también”. -¿Entonces hubo un cabildo? -Sí, pero en ese momento mucha gente decía “compremos la energía a la Compañía de San José”. La Compañía Nacional de Fuerza y Luz ofrecía dar tres cientos kilovatios, mientras que Heredia podía hacer sus plantas. Nosotros vimos muy claramente el truco que había. Si se le daba 300 kilowatts se mejoraba el servicio y adiós planta. “Entonces se hizo el cabildo en el salón del catecismo, en Heredia. Yo creo que en Cartago también se mantenía la institución del cabildo, que venía del tiempo de la colonia. Se hacía una consulta popular sobre los diferentes problemas y se votaba. Entonces ahí, en el salón del catecismo, yo hice una exposición de porque la planta no podría ser de mil kilowatts, sino que tenía que ser por lo menos del doble. Don Alfredo Vargas también hizo una exposición al respecto, y Carlos Bolaños, el gobernador. Un señor que fue ministro de hacienda, muy conservador, muy buena persona, él había sido muy amigo de mi padre, se paró y dijo, “Denguito, olvídese de eso, esas plantas solo hablan ingles”. Y entonces, otro ingeniero, don Manuel Benavides, ya mayor, que había sido gobernador de Heredia y había sido ingeniero en el Ministerio de Transportes, se paró furioso y le dice, “pues, mire, señor, fulano, esa planta va a hablar español, porque estamos propuestos a hacerla, acuérdese usted que el abuelo de don Jorge Manuel hizo aquí la primera planta en 1884” -¿Cómo se llamó su abuelo? -Manuel Víctor Dengo
“Un señor que fue ministro de hacienda, muy conservador, muy buena persona, él había sido muy amigo de mi padre, se paró y dijo, “Denguito, olvídese de eso, esas plantas solo hablan ingles”
Plantas eléctricas en español “Desde que mi abuelo, Víctor Manuel Dengo, construyó la primera planta eléctrica en 1884, de ahí en adelante, todas las plantas fueron hechas por costarricenses, hasta que entre 192 y 1928, vino la Electric Bond and Share y acaparó las tres compañías pequeñas que había en San José y formó lo que es la Compañía de Fuerza y Luz. -Bien estamos en el inicio de la creación de todo lo que permitió después de la planta eléctrica de Heredia, que fue también su inicio en este campo, don Jorge Manuel. -Bueno ese incidente… -Hubo un cabildo, y una persona mu importante los cuestionó, dijo que esas plantas sólo hablan inglés. -Cuando se paró Manuel Benavides y dijo que la planta iba a hablar español, todo el mundo aplaudió y este señor, con dos o tres más que estaban de acuerdo, se retiraron del saló. Y una abrumadora mayoría apoyó que se trabajara por la planta eléctrica. “Entonces se pronunció ahí don José Gamboa y ofreció que si había que reforzar los dos millones, se les podía poner un impuesto a los fósforos, a su propia fábrica, para reforzar la emisión de bonos. Se paró don Salvador Oller, otro empresario, también apoyó la idea, y alguna otra persona,” “Se decidió hacer una planta de dos mil kilowatts endeudar la ciudad de Heredia en dos millones de colones más. Por eso, esos señores se oponían, por ser personas muy conservadoras. Se decidió, bueno, vamos a hacer la planta.” “Yo empecé a estudiar todas las características de la demanda de energía en Heredia para determinar las proyecciones hacía el futuro. En segundo lugar, debido a la oposición de la Compañía Nacional de Fuerza Luz, ellos vieron que si se hacía esta planta, se iba a acabar el cuento de que sólo los gringos podían hacer una planta eléctrica. Así que me puse a estudiar el problema eléctrico del país en general. Eso fue mu importante, posteriormente, para la creación del ICE. “El problema eléctrico del país no es hacer una planta eléctrica aquí otra allá, es desarrollar un programa para electrificar el país. El principio de este programa será hacer esa planta eléctrica de Heredia y después vamos a hacer otras. Eso me tocó exponerlo en el Club Rotario de San José, que, conociendo todo esto del cabildo de todas estas situaciones, se interesaron en conocer el proyecto en Heredia. Yo di una conferencia en el Club Unión, que fue una conferencia histórica
en que se plantea la naturaleza del problema en Heredia, la naturaleza del problema en el país, y de una vez se menciona la posibilidad de hacer una Corporación Eléctrica Nacional. Esto es en los años 40.
“Yo me traje a don Federico Baltodano y a Oscar Cadet. Éramos tres ingenieros civiles muy jóvenes, con una experiencia mu limitada, pero el desarrollar ese proyecto nos dio la experiencia que nos permitió desarrollar la Planta de la Garita y las otras plantas y proyectos del ICE”
El inicio del ICE -Esta planta eléctrica de Heredia sirvió de espaldarazo para que el país asumiera los hechos. -Sí, porque organizar la planta, desde el punto de vista de ingeniería, es muy importante. Yo me traje a don Federico Baltodano y a Oscar Cadet. Éramos tres ingenieros civiles muy jóvenes, con una experiencia muy limitada, pero el desarrollar este proyecto nos dio la experiencia que nos permitió desarrollar la Planta de la Garita y las otras plantas y proyectos del ICE. Es decir, éramos tres ingenieros que teníamos que organizar, planificar el proyecto técnico, diseñar el proyecto técnico, organizar la ejecución del proyecto técnico, organizar la administración del proyecto, y estudiar los sitios hidroeléctricos que tenía el país. Eso nos permitió crear una experiencia en todo sentido. “Nos trajimos a don Hernán Herrera y a don Rafael Saborío, también ingenieros eléctricos, a reforzarnos en la instalación de los equipos y demás. Nos trajimos a dos contadores de Heredia, don Mario Zamora y don Álvaro Chávez, a organizar la contabilidad de la planta, la contabilidad de costos y demás. Yo tenía mi información, mis ideas al respecto a gerenciar la organización contable de dodo eso, pero ya necesitaba del apoyo de las personas técnicas. Por eso, ese grupo y varios estudiantes de la Universidad de Costa Rica: don Carlos Corrales, don Eugenio Odio, don Eladio Jara, don Róger Prendas, eran estudiantes de ingeniería y eran los ayudantes nuestros en el trabajo, y don Luis Peñaranda, que ha sido uno de los maestros de obras más calificados, más notables que ha tenido el país, un organizador y un ejecutor de primera… Con ese grupo empezamos la Planta de Heredia.” “No teníamos a un diámetro y nos conseguimos a uno, que después fue famoso en el ICE. Se llamó Claudio Campos, de mal nombre Colinda. Colinda era famoso con una pandilla que tenía en San Ramón y se vinieron a buscar bronca en Palmares a ver con quien se agarraban. Igual en Naranjo, en Sarchí…Simplemente por el placer de agarrarse. Era un dinamitero de primera. Después tuvo una labor excelente, ahí con la planta de Heredia y con el ICE. Y después con la revolución del 48, en uno de los grupos que se formó para participar, él fue uno de los dinamiteros principales. Por ejemplo, en la desembocadura del Río Colorado, para impedir el avance de las tropas de Carlos Luis Fallas. No voy a contar eso, pero fue el grupo fundamental con que empezó la planta. “Otra persona fundamental fue Rodrigo Álvarez, un tractorista. Le compramos un tractor que estaba en la Aduana, nuevo, nuevo, a un señor Rodríguez que era
ferretero. Nos lo vendió por el precio que le había costado a él. Y con esa máquina y una batidora de concreto de dos sacos, chiquitita, con un quebrador de piedra portátil, que nos alquiló otra persona, empezamos el trabajo de la planta de Heredia. Y se fue haciendo, y eso nos permitió ir creando una experiencia para el grupo, en todo sentido, en ingeniería propiamente, en ejecución, en administración, en financiamiento. En financiamiento o tuve y tengo que mencionarlo, tuve un asesoramiento muy especial de don Julio Peña Morúa, que en ese momento era gerente del Banco Nacional. Don Julio también había tenido que ver con la construcción de la Planta Eléctrica de Barrio Morado en Cartago, y para mí fueron importantísimos los consejos de don Julio”.
“Si no hubiera habido planta de Heredia, yo esto casi seguro que no hubiera habido ICE, porque en ese momento, no había otro grupo organizado, aunque fuera un grupo mínimo, para pensar en el problema eléctrico nacional”
La gran escuela “Para nosotros, como ingenieros fue un trabajo importantísimo, estudiar los sitios hidroeléctricos que tenía el país, luego planificar el proyecto y ejecutar el proyecto. Fue una experiencia muy especial desde el punto de vista de ingeniería. Se construyó una planta eléctrica de dos mil kilowatts que está en Carrillos de Poás, yendo por la carretera para Grecia, a la par del puente, una planta de dos mil kilowatts que ahora suena muy pequeña. En ese momento, era una capacidad igual a la de todos los lugares, los cantones y las ciudades del país, excepto San José. O sea, la suma de todas las plantitas eléctricas que había fuera del área de San José, era apenas un poquito más de dos mil kilowatts, de manera que nosotros lo que hicimos fue duplicar eso, como posteriormente, con la Planta de la Garita, duplicamos lo que tenía la Compañía Eléctrica y lo que tenía todo el país. “La razón por la cual yo menciono la planta de Heredia, especialmente, y lo van a ver después, es porque si no hubiera habido planta de Heredia, yo estoy casi seguro que no hubiera habido ICE, porque en ese momento, no había otro grupo organizado, aunque fuera un grupo mínimo, para pensar en el problema eléctrico nacional. Desde el punto de vista de ingeniería, tuvimos una enorme experiencia en todo, desde los estudios principales hasta la planificación, el diseño, la administración de lo que es un proyecto importante, de ese tamaño, y luego la ejecución del proyecto. Pero aparte de eso, para mí, como ingeniero jefe que era, ingeniero municipal de Heredia, en todo ese trayecto, que fue de dos o tres años de estudios, y de espera de financiamiento, y de venta de bonos, y de todo ese tipo de cosas que son detalles que no quiero mencionar porque se nos hace muy largo el cuento… “En todo caso, durante todo ese tiempo yo me puse a estudiar seriamente en que consistía el problema eléctrico de Costa Rica, y llegue a la conclusión de que el problema eléctrico de Costa Rica constituía en la falta de una política de electrificación nacional, y en la falta de un programa y de un plan de electrificación nacional. Y que ese plan no era simplemente construir una planta eléctrica aquí y otra por allá, y otra más allá, como pretendía la Compañía Bond and Share, sino un plan que el plan era un plan extensivo de ir cubriendo todo el territorio nacional con electrificación, empezando por las áreas más criticas, como San José, Heredia, Alajuela, Cartago, Puntarenas, todas capitales de provincia y el resto de cantones importantes, y extendiendo eso gradualmente, hasta cubrir todo el país. Esto lo cuento, posteriormente en relación con la formación del ICE en otra conversación, en todo caso entre el estudio de lo que significaba el problema eléctrico de Heredia y la experiencia nuestra como ingenieros de un proyecto importante, fue en ese momento, que se nos vino un grupo de ingenieros, la idea que había que hacer una Corporación Eléctrica Nacional, para desarrollar todo un
programa a largo plazo en el país. De, manera que, sobre la Planta de Heredia, podría decir muchas otras cosas, pero yo pienso que hasta aquí abarcamos lo importante. La financió el gobierno de don Teodoro. Fue su primer financiamiento. La ciudad de Heredia aportó dos millones de colones más. Fueron cuatro millones en total. Se construyó una planta de dos mil kilowatts, que se inició en 1947, después de “La Huelga de Brazos Caídos”, de ese año. “Tuvo unas interrupciones, durante la revolución del 48, inclusive me llevaron preso a mí, caí en una trampa, se terminó la planta de Heredia, y se le propuso al gobierno la creación de una corporación eléctrica nacional” Terminamos hasta ahí con Heredia y luego entramos a hablar de la creación del ICE.
“Yo empecé a participar desde que estaba en Minnesota y me encontré con don Chico Orlich en Nueva Orleans en el año 1943. Le traje una carta a don Pepe Figueres, que estaba exiliado en México. Acababan de echarlo del país”
La década de los cuarenta -¿Cuál fue su participación en toda la situación que vivió el país en los años 40? -Fue una participación muy frustrada porque los grupos nuestros, que teníamos organizados, no pudimos ir a La Lucha. -¿Usted empezó a participar desde Heredia o desde San José? -Yo empecé a participar desde que estaba en Minnesota y me encontré con don Chico Orlich en Nueva Orleans en el año 43. Le traje una carta a don Pepe Figueres, que estaba exiliado en México. Lo acababan de echar del país. Le llevé la carta, me contó todas las cosas que se estaban haciendo ahí, la búsqueda de armas y demás, y me dio dos cartas, una para don Danilo Zamora y para don Edwin, que estaba en Guatemala, y otra para un señor en Nicaragua. Ahí me conecté con ellos. Y establecí una relación muy especial con don Chico Orlich. Lo admire mucho desde ese momento. “Yo a Pepe lo conocía de cuando iba a Heredia, con su hermano Antonio, a visitar la novia de Antonio. Venían en motocicleta desde San Ramón. Pepe traía la motocicleta y Antonio iba a ver a Solita. Don Pepe se iba a perseguir muchachas en Heredia. Entonces todo el mundo cerraba la puerta porque venía don Pepe en motocicleta. Éramos solamente amigos, el contacto ya formal lo hicimos en México y seguimos de ahí en adelante. Pero con don Chico Orlich, por circunstancias muy especiales, hicimos una amistad muy cercana y yo lo admiré mucho. Desde ese momento, por su forma de ser, por su generosidad y por una serie de cosas, Chico y yo fuimos muy amigos. -¿Qué hicieron sus grupos durante la revolución? -En la revolución los grupos nuestros no pudieron pasar, entonces nos asignaron funciones de sabotaje: se recibían instrucciones sin conocer a la persona, por un tal Alex Murray, que se conectaba con Omar, mi hermano, para que los grupos que estaban sueltos en el resto del país reactivaran sus actividades cada vez que hubiera un movimiento en “La Lucha”. Eso permitía distraer las tropas del gobierno en otras partes del país. Esa fue la labor que hicimos nosotros, no voy a contar mucho de eso, pero fue muy interesante. Es que, Camilo, me interesa más dejar mis opiniones y contar mis recuerdos en otros campos. Al terminar la revolución don Chico Orlich pasó a ser Ministro de Fomento. Como ya era tan amigo mio, yo supe que íbamos a hacer cosas interesantes para el país, entendí que era el momento de llevar adelante muchos proyectos.
“Parte del propósito mío, al aceptar el puesto en el Ministerio de Obras Públicas, era proponerle a don Pepe Figueres la creación de una Corporación Eléctrica Nacional”
SEGUNDA PARTE Jorge Manuel Dengo Y el nacimiento del ICE (Segundo Programa en Radio Columbia)
Su experiencia en el Ministerio de Obras Públicas -¿Cómo fue que nació el ICE? -La experiencia de la planta eléctrica de Heredia nos llevó a un grupo de ingenieros a tener una idea muy clara de lo que el país necesitaba, y a formular un primer bosquejo, ni siquiera diría yo que fue un plan. Fue un primer bosquejo de lo que podría ser un programa de electrificación nacional. Y pasada la revolución, en la Junta de Gobierno, don Chico Orlich, fue designado Ministro de Fomento. -Que ahora es Obras Públicas -Es Obras Públicas. Le cambiamos el nombre. Fomento había sido un concepto bueno a principio de siglo, cuando fomento significaba desarrollo social y desarrollo económico nacional. Entonces, en 1901, 1902, con don Elías Jiménez Núñez, reunía todo lo que era actividad de obras públicas, de agricultura, de manejo de aguas, etc. Todo eso, lo que significaba desarrollo. Pero ya en el año 48, el nombre había dejado de tener significado y le cambiamos por Ministerio de Obras Públicas, y yo fui Director General del Ministerio de Obras Públicas, lo que ahora sería un Viceministro. -¿Cuántos años tenía usted? -Yo tenía 29 ó 30, por ahí -Y entonces ustedes, son Chico Orlich y usted, juegan ahí un papel importante. -Sí. Me tocó, como dato importante, recibir a todos los ingenieros recién guardados de la primera graduación de la Universidad de Costa Rica, son Carlos Espinach; don Mario Quirós; Henry Maggi, que era topógrafo y era mayor que ellos, pero se había hecho ingeniero civil; don Carlos Ulate, don Fernando Rojas, don Hernando González, y muchos otros. Entonces, el ministerio estaba organizado totalmente con gente nueva, con gente que tenía conceptos modernos en su ámbito. Se fueron algunos ingenieros muy estimables como don Fernando Aragón y don Renán Méndez, pusieron una empresa privada. Don Federico Baltodano se fue en mi lugar a continuar el desarrollo y terminar la Planta Eléctrica de Heredia. Y parte del propósito mio, al aceptar el puesto en el ministerio, fue tener una experiencia en ese tipo de función pública. Fue muy interesante trabajar con don Chico, al que yo admire mucho. Entre paréntesis, quiero recordar que fue un gran presidente, uno de los mejores presidentes de este país.
-¿Ya usted estaba pensando en el ICE? -Parte del propósito mío, al aceptar el puesto en el Ministerio de Obras Públicas, era proponerle a don Pepe Figueres la creación de una Corporación Eléctrica Nacional. Pero estaba en negociaciones con la Compañía Nacional de Fuerza y Luz, es decir con la Electric Bond and Share, para construir una planta en el Río Reventazón. Yo varias veces trate de hablar con él. Esta anécdota yo la he contado varias veces traté de hablar con él. Esta anécdota yo la he contado varias veces. Pero no importa. A usted, Camilo, se la he contado muchas veces. Don Pepe decía, “el problema yo o tengo resuelto, ya esta resuelto con don Claudio Alpízar”
“Pepe, déjeme decirle, como usted no sabe manejar, yo le manejo el Cadilac, entonces, cuando el Cadilac tenga 5, 6 años, y ya usted haya aprendido a manejar, entonces yo le entrego el Cadilac a usted. Ése es el trato que le está proponiendo la compañía eléctrica”
Como convenció a Don Pepe “Como cada vez que lo buscaba, él me decía que tenía resuelto el problema con don Claudio Alpizar, me tocaba pararme duro para que me escuchara. Yo le decía, “Pepe, óigame, porque hay mucho qué hablar en eso, lo que le están poniendo es como siguiente: yo siempre ha tenido ganas de tener un Cadilac, pero no tengo plata para tenerlo, usted se compra un Cadilac, pero como usted no sabe manejar, entonces me lo presta. Pepe, déjeme decirle, como usted no sabe manejar, yo le manejo el Cadilac, entonces, cuando el Cadilac tenga 5, 6 años, y ya usted haya aprendido a manejar, entonces yo le entrego el Cadilac a usted. Ése es el trato que le ésta proponiendo la compañía eléctrica”. Pero no me hacía caso. -¿Estaba cerrado, don Pepe? -Sí, el creía que ya tenía todo listo. Entonces, con un grupo de ingenieros hicimos una carta, que es histórica, esta allá en el ICE, una carta al Banco Nacional. El Banco Nacional me había ayudado muchísimo, muchísimo a mí, especialmente a don Julio Peña y don Elías Quirós, en el financiamiento de la Planta Eléctrica de Heredia. Fue muy importante la función del banco, cuando el Banco Nacional era un verdadero banco de desarrollo económico y social del país, cosa que tiene que volver a ser en algún momento, en lugar de ser siempre un banco comercial, apenas un banco comercial, como ocurre ahora. -¿Qué pasó a partir de esa carta? -Le enviamos esa carta al Banco Nacional este grupo de ingenieros diciéndole al gerente que nosotros creíamos que don Pepe estaba equivocado, que ese no era el camino para resolver el problema eléctrico nacional, y que don Pepe no había atendido, a pesar de estar yo a la pura par de él, porque estaba en el Ministerio de Obras Públicas y nos veíamos casi todos los días. Pepe y yo éramos muy amigos siempre. Pepe y yo tuvimos una gran amistad por muchísimos años, desde muy jóvenes. “Pepe se dio cuenta de que no estábamos de acuerdo con él. Entonces, se adelantó y convocó a una gran reunión en el Teatro Nacional para anunciar la solución del problema eléctrico nacional. Y la solución que él proponía era que la compañía eléctrica construyera una planta en el río Reventazón, que sería financiada en parte por ellos, en parte por el país, que eventualmente, cuando el país supiera lo que era el manejo de una planta eléctrica, pasaría a manos del Estado. El mismo cuento del Cadilac, que Pepe, siendo tan vivo se hizo el que no me entendía. Aquí voy a hacer un pequeño paréntesis. Había una falta enorme de
fe en que los ingenieros costarricenses fuéramos capaces de hacer obras de este tipo. No teníamos la credibilidad que tenemos ahora. -¿Quién era el que no tenía fe en eso? -Mucha gente, y la compañía eléctrica estimulaba eso. No voy a contar los detalles, pero era así. Cuando don Julio Peña recibió la carta en el Banco Nacional nos dijo que nos fuéramos a una reunión con la directiva del Banco. Oiga, Camilo, fuimos inusualmente los seis o siete ingenieros que éramos nosotros. La directiva del Banco nos recibió, les explicamos porque creíamos que lo que estaba haciendo don Pepe no era el mejor enfoque, y entonces don Elías y don Julio dijeron, “hay que hablar con don Pepe”. Don Julio Peña llamó a la Casa Presidencial, la reunión iba a ser a la siete de la noche y todo eso que estoy narrando es a las cinco de la tarde de ese día. Y le dijo a don Pepe, “queremos hablar con usted sobre el anuncio de la reunión de esta noche en el Teatro Nacional”. “Don Pepe le contestó, ¿y quiénes son? “Don Julio Peña le dijo, “bueno la Directiva del Nacional y un grupo de ingenieros que están aquí” “¿Está ahí Jorge Manuel Dengo?, preguntó don Pepe -“Sí, aquí esta, contesto don Julio “! Ah con razón!, concluyó Pepe”
“Yo le propongo, Pepe, que anunciemos un Plan de Desarrollo Eléctrico Nacional, que va a tomar un poco más de quince años en hacerse. “Le dije eso, pero ya sabía que era mucho más, pero no le podía decir mucho más, pero no le podía decir mucho ni asustarlo porque lo podía desestimular “
De emergencia a Casa Presidencial -“Entonces, nos fuimos para la Casa Presidencial. Nos recibió y tuvimos una larga y fuerte discusión con él. Tuvimos que empezar en demostrarle que la planta de Heredia había sido un ejemplo de lo que el país podía hacer, y que estábamos poniendo a prueba la capacidad de los ingenieros, porque nosotros habíamos hecho todo. Al final de esta discusión, a las seis y cuarto de la tarde, cuando ya nos habían avisado que el Teatro Nacional estaba colmado de gente y esperando la solución del problema eléctrico nacional, dice Pepe. “-Bueno, señores, porque ustedes son gente muy honorable, gente muy patriota, voy a ceder a lo que ustedes me piden. Pero no me han convencido. Y voy a ceder porque lo que están proponiendo, lo proponen ustedes con toda honestidad”. “Entonces fueron saliendo todos” -¿Y qué se hizo con el anuncio de la noche? -Ahí viene la anécdota que yo le he contado varias veces. Al ir saliendo todos, yo me quedé de últimos, iba saliendo y en eso me dice… “-Jorge Manuel, venga acá. Y ahora ¿qué carajo digo o en el Teatro Nacional? “Es culpa suya, Pepe, porque usted no nos quiso oír, ni a Chico ni a mí. Lo que tiene que decir es que va a desarrollar, va a crear una Corporación Eléctrica Nacional, que va a desarrollar un programa, que progresivamente va a electrificar al país, que es un proceso de desarrollo tecnológico. -“Eso fue lo que le dije a Pepe. Él se me quedo viendo, y me dice, “Carajo, ¿y por qué no me había dicho eso antes?, me pregunto Pepe. “-Porque usted no me había querido oír. Yo se lo había dicho varias veces. He tratado de decirle lo que a mi juicio y a juicio de este grupo de ingenieros, es la solución del problema eléctrico del país, y usted no ha querido atendernos. Hacer una sola planta eléctrica no significa nada. Además, no hay estudios serios todavía sobre el río Reventazón. Es un río muy difícil, apenas hay mediciones del caudal muy superficiales, y alguna identificación de rocas. Pero no hay ni estudios geológicos ni estudios hidrológicos serios sobre ese río, eso toma dos o tres años como mínimo en hacerse. “Pepe se queda viéndome largamente, y me dice,
-“Bueno, bueno, pero ¿qué carajo me propone usted que haga ahora?, me dice. -“Yo le propongo, Pepe, que anunciemos un Plan de Desarrollo Eléctrico Nacional, que va a tomar un poco más de quince años en hacerse. -“Le dije eso, pero ya sabía que era mucho más, pero no le podía decir mucho ni asustarlo porque lo podía desestimular. -“Y cómo vamos a hacer en esos quince años, me pregunto Pepe -“Bueno, empezamos por dar solución a la capital, a San José, a las ciudades capitales de provincia, a los cantones más importantes, y nos vamos extendiendo poco a poco. Hasta cubrir el último lugar del país”. “Pepe me escuchó, y me hizo caso- eso ha sido el plan de electrificación nacional, y ese ha sido el gran logro del ICE. Actualmente el 96% de todo el país cuenta con electricidad. “Pepe fue al Teatro Nacional y anunció ese programa de electrificación nacional. No sé ni qué cara le hicieron los de Electric Bond and Share, pero que si algo tuvo Pepe fue carácter, y lo tuvo en el momento en que debía aceptar que iba a cometer un gran error para Costa Rica. Por dicha que lo convencimos a tiempo”.
“El proyecto de ley prácticamente lo hice yo, con los elementos que tenía. Me asesoraron Omar Dengo, mi hermano, como economista; Juan Arrea, como financista, y Rodrigo Facio en la parte legal. Y esa es la actual Ley del ICE. Actual no, porque después fue reformada y luego modificada, para mal del ICE, pero por lo menos la base de la actual.”
TERCERA PARTE La implementaci贸n del Programa de Electrificaci贸n Nacional (Tercer programa en Radio Columbia)
“Casi se cae el teatro” -Don Jorge Manuel Dengo, estábamos hablando de la noche en que usted convenció a Don Pepe de que la Electric Bond and Share no tenía que llevar adelante una planta eléctrica en el Río Reventazón, sino que había que crear una institución… -Crear una institución y desarrollar un programa nacional de electrificación. Después de que él lo anunció en el Teatro Nacional, le dijimos, “bueno, Pepe, hay que crear ese programa. Nosotros no tenemos el grupo de ingenieros que tienen todos los elementos básicos para la formulación de ese programa. Y hay que crear una Institución, que originalmente propusimos que se llamara Corporación Eléctrica Nacional. -¿Quién le cambió el nombre en el proceso? -Fue Rodrigo Facio, al concretar la ley, que le cambió el nombre por Instituto Costarricense de Electricidad. -¿Y fue él, entonces, el creador del bautizo? -Del bautizo sí. Pero el proyecto de ley prácticamente lo hice yo, con los elementos que tenía. Me asesoraron mi hermano Omar Dengo, como economista, Juan Arrea, como financista, y Rodrigo Facio, en la parte legal. Y esa es la actual ley del ICE. Actual no, porque después fue retomada y luego modificada, para mal del ICE, pero por lo menos la base de la actual. Eso es lo que quiero decir. -¿Cómo encaró don Pepe a los de la Electric Bond and Share en este tema? -Pepe se fue al Teatro Nacional, que estaba lleno de bote en bote. Todos los miembros de la Compañía Nacional de Fuerza y Luz estaban sentados en la primera fila, esperando el anuncio que aceptaban el proyecto de ellos. Y don Pepe dijo, -“Vamos a hacer un plan eléctrico nacional, vamos a crear una corporación eléctrica nacional para desarrollar ese programa. Y el país va a nacionalizar la fuerza eléctrica… -“A los de la Electric Bond and Share casi les da un patatús” -“Yo estaba en la puerta de afuera. No quería ni verlos, porque además de eso eran amigos míos, pero no quedaba más. Y claro, se vino el teatro abajo. La gente le dio una aplaudida enorme y claro él salió feliz”.
-“Desde ese momento, Pepe se comprometió y se dedicó totalmente a la creación del ICE, al fortalecimiento del ICE, a buscar financiamiento para el ICE y todo ese tipo de cosas. Lo cierto es que se compró el asunto, y cuando entendió el problema fue la persona más dedicada en apoyar. Muchas veces estaba en Casa Presidencial y de pronto aparecía en las directivas del ICE, decía, “yo sé que ustedes son autónomos, pero que me admiten a mí”. “Pepe siempre participó en una forma increíble y siempre me agradeció y me decía, “es que yo no había entendido el problema y cuando usted me lo explicó, lo entendí. Pepe y yo siempre fuimos muy, muy, muy amigos, hasta su muerte”.
“Empezamos a trabajar con total independencia. Una de las bases fundamentales de la Ley del ICE, y es uno de los problemas que tienen ahora las instituciones autónomas, es que el ICE fue totalmente autónomo”
La Ley del ICE -“Con la Ley ya emitida, el 8 de mayo de 1949, empezamos a trabajar con total independencia. Una de las bases fundamentales de la Ley del ICE, y es uno de los problemas que tienen ahora las instituciones autónomas, es que el ICE fue totalmente autónomo. Hubo una comisión especial para estudiar los conceptos de autonomía de Costa Rica, que nombró la Junta de Gobierno. -“En esa comisión estuvimos don Rodrigo Facio, don Gonzalo Facio, don Arnoldo Jiménez Zavaleta, alguna otra persona que no recuerdo en este momento y yo. Desarrollamos todos los conceptos de lo que debían ser las instituciones autónomas del país. Y esos conceptos siguen siendo válidos y son totalmente compatibles con cualquier idea de modernización, siempre que esa idea de modernización no sea transformar instituciones autónomas en monopolios de empresas privadas, es decir, en privatizar los sistemas institucionales del país, sino en establecer una colaboración inteligente entre las dos áreas, la pública y la privada. Después de todo, el país esta formado por la parte institucional, representada por el gobierno, y la parte privada, representante por los ciudadanos, quienes integran asociaciones y empresas”. -¿Usted cree que así debe ser? -Yo creo que así debe seguir siendo, y que eso todavía puede ser rescatado. El problema es que ni se puede ser dogmático en materia de instituciones públicas ni se puede ser dogmático en materia de instituciones privadas, sobre todo cuando van a ser empresas privadas que no van a ser enteramente nacionales. Yo creo en la necesidad de las inversiones extranjeras y demás. Pero creo que tiene que haber sistemas de regulación, para que el empresario privado contribuya socialmente al desarrollo del país. Cosa que yo siempre alabo de la empresa costarricense el hecho de que está muy consciente de que eso debe ser así. Son algunos dogmáticos radicales los que no creen en eso. -A partir de ahí, ¿qué se viene suscitando? -Entonces, de ahí lo que quiero es mencionar que esa autonomía en la constitución de la directiva del ICE siempre fue fundamental, y por supuesto que también lo es en todas las otras instituciones autónomas de ese tipo. -Porque estaban constituidas por gente que sabía del tema. -Por gente que sabía.
-No como ahora -No, como ahora. Exactamente, Camilo, porque ahora se nombra a cualquiera, así de dedo. Por ejemplo la directiva del ICE, eran siete miembros y los puedo mencionar: don Elías Quirós Salazar, don Álex, don Rafael Carrillo, don Carlos Ulate, don Mariano Cortés, don Juan José Bolaños y don Gastón Bartonelli. -¿Y qué ha tomado usted para tener esa memoria, do Jorge Manuel? -¿Yo? -¿Toma kinocola? -No, tomo caña agria. Es muy buena para todo, para los riñones, para el cerebro, y todo eso. -Don Jorge Manuel, ¿usted cree que una institución como el ICE, que en los inicios tuvo tanta dificultad por las situaciones propias del país, podría edificarse en estos tiempos? -¿Qué podamos crear una institución como el ICE desde cero? -Si señor -Lo creo muy difícil. Hubo circunstancias que permitieron que eso se hiciera. El país ha perdido mucho. -¿Cuáles fueron esas circunstancias? -La primera, la crisis eléctrica que vivía el país y, que afectó no sólo en el área de San José, sino en todo el resto del país. Era una crisis sumamente sería y no tenía visos de solución. Segunda, ya los ingenieros costarricenses habíamos demostrado que podíamos hacer una planta eléctrica, la de Heredia, y después vinimos a hacer a hacer la de la Garita, que era de treinta mil kilowatts, o sea, lo que hicimos fue duplicar lo que había en ese momento en el país. Ya teníamos calificaciones y condiciones para eso. Siempre hubo gente con dudas y demás, pero ya teníamos buenas experiencias y el ICE tenía un equipo, muy pequeño, pero un equipo muy, muy calificado, de los más calificados que ha tenido Costa Rica, para desarrollar un programa técnico para todo el país.
“Muchos de los problemas que tiene el país nacieron con la politización de las instituciones autónomas. Los nombramientos son por razones políticas y no por razones de capacidad y preparación de las personas”
El primer gerente del ICE -Quedamos ayer más o menos antitos de su nombramiento. -Así es. Yo quería mencionar o mencioné especialmente a los directivos del ICE para que la gente reflexiones sobre la calidad de directivos que tenían las instituciones autónomas de ese tiempo, y eso hay que volver a retomarlo. -La Ley 2-3 se paseó en todo, ¿verdad? -Sí, porque muchos de los problemas que tiene el país nacieron con la politización de las instituciones autónomas. Los nombramientos son por razones políticas y no por razones de capacidad y preparación de las personas. En todo caso, en ese tiempo era diferente. La gente llegaba por su capacidad, su preparación y su honorabilidad. Yo mencioné ayer a los 7 miembros del ICE, pero si uno revisaba los que eran miembros del Consejo Nacional de Producción, del Banco Nacional, de la Caja del Seguro Social, del Instituto Nacional de Seguros, había que ver la calidad de gente en esas instituciones también. Y no había problemas de corrupción, ni problemas de incapacidad. Había gran dedicación, escuche bien, una gran dedicación. Era típico. Las instituciones autónomas del país fueron en ese momento, indudablemente, brillantes para Costa Rica y permitieron el desarrollo que se experimentó desde el tiempo de la Junta de Gobierno para acá. -Si le pregunto a la gente, todos creerían que usted fue presidente del ICE, pero cuando eso no habían presidencias ejecutivas. Usted más bien fue gerente. -Yo fui designado gerente. Se nombraba una directiva de siete miembros. Al nombrarse, en el tiempo de la Junta de Gobierno, se rifaron la sustitución, para dos cada año, cada período presidencial, de manera que a ningún gobierno le tocara nombrar más de dos directivos, lo cual garantizaba que las personas que se nombraban trascendían al gobierno que los nombraba y quedaban hasta el período siguiente. Todos eran miembros por ocho años. Entonces, una vez nombrados ellos, entre ellos designaban al presidente de la directiva. Ahí correspondió a don Elías Quirós, que fue un presidente brillante por muchos años, y luego nombraban al secretario. Ellos nombraban al gerente, y en este caso, pues me nombraron a mí, que era el que venia arrastrando lo que se había estudiado sobre el problema eléctrico nacional. Yo fui gerente del ICE por doce años. Cada tres años se renovaba el nombramiento y fui por doce años porque me nombraron cuatro veces consecutivas.
-¿Por qué se retiro del ICE? Me retiré por razones personales, para ir a gerenciar la empresa Fertilizantes de Centroamérica, Fertica, que, en ese momento, era una empresa privada, de capital centroamericano.
“Con base en los estudios geológicos y en los estudios hidrológicos del río Grande de Tárcoles y del río Poás, donde estaba la Planta del Ferrocarril del Pacífico, teníamos la base para planificar y diseñar la Planta Eléctrica de La Garita”
La primera década del ICE -Vamos más despacito, don Jorge Manuel, porque esos doce años son fundamentales para la historia de la electricidad de Costa Rica. -El proceso, ya de desarrollo del ICE, consistió en dos tipos de acciones paralelas. Lo primero era atender las necesidades más urgentes de ciertos lugares. Por ejemplo, Cartago tenía el mismo problema de falta de voltaje que tenía Heredia, Alajuela, y que tenía casi todo el mundo en el país, y nosotros metimos la línea de don Alfonso Madriz al centro de la ciudad y cogimos una de las avenidas principales con focos de la calle y los pusimos, sin decir nada. Cuando metimos la corriente de Madriz con focos brillantes, todo el mundo se quedaba en la calle asustado de qué era lo que había pasado y claro, la luz de la plantita eléctrica vieja, pues, ni se veía a la par. Así es que dimos tamaño golpe con eso. Ese fue un tipo de trabajo. El trabajo de resolver el problema de ese tipo rápidamente, de ayudarle a la Municipalidad de Alajuela, de Grecia, etc., no voy a decir mucho porque es mucho detalle. -¿Cuáles eran las acciones paralelas? -Entonces, a la par de eso, mientras tanto, yo organizaba, especialmente, la planificación del desarrollo nacional, el gran plan de desarrollo nacional con un grupo de ingenieros de gran capacidad, y entonces estudiábamos el Plan de Desarrollo Nacional, y al mismo tiempo, la primera planta eléctrica que se iba a hacer, dentro de ese plan. Entonces, formulamos el plan eléctrico nacional. Quiero mencionar la colaboración que yo tuve en eso, de un ingeniero brillante que se llamó Francisco Malavassi, quien desafortunadamente murió muy joven; la colaboración del ingeniero Hernando González Truque, que ya murió también, excelente ingeniero, y la de muchos otros ingenieros, unos graduados en Costa Rica, otros guardados en México. Entonces, en este campo eran tres ejes de trabajo los que teníamos: atender las situaciones inéditas, desarrollar el Plan de Electrificación Nacional y, al mismo tiempo, planificar el proyecto de una primera planta eléctrica, que fue la Planta de La Garita. -¿Cómo fue que surgió la Planta La Garita? -La Planta de la Garita surgió porque cuando empezamos a hacer los estudios de la planta, nos encontramos con que en el río Reventazón no había ningún estudio serio que valiera la pena, así que había que empezar a estudiar el río Reventazón muy seriamente, y al mismo tiempo, habría que encontrar otro proyecto importante, y escogimos el río Grande de Tárcoles. La Compañía Nacional de Fuerza y Luz, cosa que no habían hecho ellos mismos en el lado del Reventazón, y entonces con base en esos estudios geológicos y en los estudios hidrológicos
del río Grande de Tárcoles y del río Poás, donde estaba la Planta del Ferrocarril al Pacífico, teníamos la base para planificar el proyecto de una primera planta eléctrica, que fue la Planta de La Garita. -¿Cómo fue que surgió la Planta de La Garita? -La Planta de la Garita surgió porque cuando empezamos a hacer los estudios de la planta, nos encontramos con que en el río Reventazón no había ningún estudio serio que valiera la pena, así que había que empezar a estudiar río Reventazón muy seriamente, y al mismo tiempo, había que encontrar otro proyecto importante, y escogimos el río Grande de Tárcoles. La Compañía Nacional de Fuerza y Luz había construido la Planta de las Ventanas en el río Virilla y por ser en la Vertiente Pacífica, pues, se sabe que la estación lluviosa y la estación seca son muy definidas, no así en el Reventazón. Se conocía muy bien la geología, porque se habían hecho estudios muy serios para la Planta Eléctrica de Las Ventanas por parte de la Compañía Nacional de Fuerza y Luz, cosa que no habían hecho ellos mismos en la zona del Reventazón, y entonces con base en esos estudios geológicos y en los estudios hidrológicos del río Grande de Tárcoles y del río Poás, donde estaba la Planta del Ferrocarril al Pacífico, teníamos la base para planificar y diseñar la Planta Eléctrica de La Garita.
“Dije que por estarse los diputados en cuestiones técnicas, era que había tanto error en las obras de ingeniería de Costa Rica y en las carreteras. Se me vino el mundo encima y los diputados de Cartago exigían mi renuncia”
El pleito con los diputados “Para terminar esta parte voy a contar que, al anunciar nosotros que se iba a hacer la Planta Eléctrica de La Garita, los diputados ulatistas de Cartago, porque era el tiempo de don Otilio Ulate, protestaron y exigían que se hiciera la planta del río Reventazón. Y estando un poco joven, impulsivo, yo era presidente del Colegio de Ingenieros y se me fue la pajarita de medio lado, se me olvidó la soberanía de la Asamblea Legislativa y dije que por estarse entrometiendo los diputados en cuestiones técnicas, era que había tanto error en las obras de ingeniería de Costa Rica y en las carreteras. Se me vino el mundo encima, y los diputados de Cartago, exigían mi renuncia. -Pero, ¿por qué tanta alharaca? -Porque ellos, querían que se hiciera la Planta del Reventazón a todo trance. -No había estudios suficientes -pero no entendían eso, precisamente por meterse en cuestiones técnicas de las cuales no entendían. Y eso fue, bueno, toda una crisis ahí. Finalmente, yo dije, bueno yo renuncio y dejo esto. Don Otilio mandó a decir “no, no de ninguna manera, usted metió la pata, pero no renuncie. “Tenemos que arreglar eso”. Entonces me a decir con Paco Ruíz porque era ministro de trabajo que el presidente decía que si yo aceptaba una amonestación pública de parte de él, el problema se resolvía.” -¿Y qué pasó? -MI mamá me dijo, “acéptela, acéptela, para que se termine este enredo”. -¡Su mamá le dijo que la aceptará? -Entonces yo le mandé a decir a don Otilio con don Paco Ruíz, que si, que yo aceptaba. -¿Le pegaron la regañada pública? -No -A mí me han pegado más de una… -A mí no. De pronto no pasó nada. De pronto don Otilio nos invita a Casa Presidencial a la junta directiva del ICE, a mí y diay, pues, empezamos a conversar… De pronto yo vi la mesa, habían unas copas de champán puestas y dice, “bueno, brindemos. Entonces, le dijo don Elías Quirós, “¿Por qué?, Don
Otilio. ¿Y la regañada? Don Otilio le contestó “la… ¿no la oíste ya?, ¡ya te la dí! Realmente nunca dijo nada. Finalmente dijo, “yo quiero que celebremos y que esto se arregle”. Y nos dijo una cosa muy importante que siempre le he tenido yo muy en mente. Dijo, “yo hablé con los diputados de Cartago y les dije que ya te había amonestado a vos, que ya vos estabas amonestado, que entendías lo que era la soberanía del Congreso y que no volverías a meter la pata”. Y les dijo otra cosa que es muy importante, y esto lo he tenido siempre presente, Camilo, les dijo que si ellos insistían en que se hiciera la Planta del Reventazón, que él estaba dispuesto a apoyarlos, a pesar de que no habían estudios serios en ese momento, pero que si ellos asumían la responsabilidad histórica de que se hiciera aún sin estudios, los apoyaba. Y ustedes no han visto nunca a un político aceptar la responsabilidad histórica, de manera que aceptaron mi posición y se arregló la cosa. Entonces, al salir de la Casa Presidencial, se vuelve don Otilio y me dice: -“Jorge Manuel, acordate que yo soy de Alajuela, yo estaba desde el principio de acuerdo que se hiciera la Planta de La Garita. “Eso se puede contar ahora porque todo el mundo esta muerto”.
“La ejecución de la Planta de La Garita fue toda una experiencia de formación de personal en Costa Rica. Después, yo mandaba a los ingenieros a especializarse en diferentes lugares, unos a sacar post-grados, otros a especializarse específicamente en diferentes áreas, pero la experiencia de La Garita fue lo más importante en la formación de mucha gente”
La Planta de La Garita -¿Qué pasó a partir de la aprobación de la Planta Eléctrica de La Garita? -Se decidió hacer la Planta de La Garita en 1953. El ICE ya tenía un número importante de ingenieros, excelentes ingenieros todos, dirigidos por don Federico Baltodano. Entonces, se empezaron a hacer simultáneamente tres cosas. Por la premura, había que proceder de esa forma. Había que trabajar en los estudios topográficos del terreno seleccionado para la planta. Ahí participamos varias personas, inclusive yo como gerente. Había actuado muchas veces hasta como topógrafo. Teníamos excelentes topógrafos. Quiero recordar especialmente al ingeniero Alfredo Delgado Madrigal. Se iniciaron los estudios y se completaron los estudios geológicos que había de la zona. Gabriel, mi hermano, que era geólogo muy reconocido, más en otros países que en Costa Rica, completó los estudios geológicos del río Grande de Tárcoles, y también los estudios hidrológicos. “Los estudios de los ríos de la zona, estuvieron a cargo de don Federico Baltodano, don Cipriano Chávez y otros ingenieros, muchos otros. De manera que, por un lado, estaba haciendo lo que llamaba los estudios básicos de la planta. Por el otro lado, otro grupo de ingenieros estaban diseñando propiamente las estructuras de la planta, dirigidos por don Federico Baltodano y con ingenieros tan brillantes como Francisco Vargas, para no mencionar a muchos otros. Iban simultáneamente los estudios topográficos, el diseño de la planta y paralelamente la organización de la ejecución. La organización de la ejecución estuvo prácticamente a cargo mío, que era el que tenía un poco más de experiencia en gerencia, en actividades de ese tipo. Entonces iba, las tres cosas juntas y, simultáneamente. -¿Se sigue haciendo así? -Ahora se estila trabajar con otro ritmo, especialmente con las insistencias de los Bancos a que no se puede iniciar un proyecto si no hay un estudio de prefactibilidad y si no hay un estudio de factibilidad, y si no hay un estudio de tal cosa y de la otra. Eso es relativamente cierto y depende de la calidad de los ingenieros y de la responsabilidad con que asuman los trabajos. En este caso de La Garita, como en otros, no había tiempo de hacer estudios de prefactibilidad, de factibilidad, de ta, ta, tá, si no que simultáneamente se iban haciendo los estudios de campo; los diseños de oficina, es decir la planificación conceptualizada, que esa la hicimos, Federico Baltodano y yo, el diseños de las obras y la organización de la construcción. Y eso iba yendo prácticamente al mismo tiempo y muy bien coordinado, de manera que no hubiera atrasos en una parte que afectara a la otra. Esa fue la forma en que se desarrolló la Planta de La Garita.
-Y era históricamente muy importante -Si, era muy importante la planta de La Garita, con 30 mil kilovatios iniciales. Venía a duplicar toda la energía instalada en Costa Rica, que era alrededor de 29 mil kilovatios de la Compañía Eléctrica de San José, que era una serie de plantitas pequeñas que ellos habían comprado y la Planta de Ventanas, que ellos habían hecho y luego otras plantas en el resto del país, de manera que los 30 mil kilowatts que el país tenía instalados venían a ser duplicados por la Planta de La Garita, que además tenía capacidad para expandirse en otros 30 mil kilowatt, cosa que ya se hizo con Ventanas-Garita. “Bueno, la ejecución de la Planta de La Garita fue toda una experiencia de formación de personal en Costa Rica. Después, yo mandaba a los ingenieros a especializarse a diferentes lugares, unos a sacar postgrados, otros a especializarse específicamente en diferentes áreas, pero la experiencia de La Garita fue lo más importante en la formación de mucha gente, como técnicos, como ingenieros.”
“Nosotros tuvimos una formación de personal que abarcaba desde el peón hasta el ingeniero más sofisticado”
La formación de personal
-¿El ICE contaba con mucha gente formada afuera? -Mandamos a varios países a muchos técnicos, a muchos ingenieros, y además mandamos muchas personas que se convirtieron en especialistas en campos específicos, por lo que pronto tuvimos técnicos especialistas en perforación de túneles, en líneas eléctricas, de todo, es decir, fue toda una experiencia de educación tecnológica de todo un grupo muy grande del país. -¿Cuáles países tecnológico?
fueron fundamentales en ese apoyo formativo y
-Nos ayudó mucho Francia, nos ayudó Puerto Rico, especialmente esos dos países, y la Comisión Federal de Electricidad de México. Los demás también, pero mucha gente ha creído que el ICE es un modelo tomado del TBA de los Estados Unidos, y eso no es así. El concepto del TBA sencillamente nos es aplicable al caso nuestro, porque nosotros lo que estábamos era desarrollando un país con otro tipo de sistema hidrológico y con otras características. Yo tomé muchos ejemplos… -¿Cuáles ejemplos? -Específicamente el de Ontario, el desarrollo eléctrico de la provincia de Ontario en Canadá, que se ajustaba geográficamente en tamaño y en forma de organización a lo que era Costa Rica. No vinieron mucho, sino que más bien yo estudie mucho el caso de ellos y lo aplicamos aquí. -¿Contamos con especialistas en todo lo que se necesitaba o hubo que pedir técnicos de afuera para que ayudaran en los siguientes proyectos? -Nosotros tuvimos una formación de personal que abarcaba desde el peón hasta el ingeniero más sofisticado. -¿Cómo escogían a los peones para algo tan específico como la Planta Eléctrica de La Garita? -Los peones eran principalmente campesinos de la zona, ahí del lado de La Garita, de Turrúcares, de todos esos lados de ahí, peones descalzos. Entonces, en un momento dado nos dimos cuenta de que el accidente más frecuentemente que teníamos era el tropezón, y que el número de horas perdidas por el tropezón era mucho más serio.
-¿Por qué el tropezón? -Porque eran descalzos y eran campesinos acostumbrados a trabajar en la agricultura. En cambio, ahí tenían que andar entre pedazos de varillas, clavos, tornillos y cuanta cosa. Es decir, a cada rato había algún tropezón. Hay una anécdota de uno muy divertida. Se llamaba Prudencio, nada menos. El enfermero en Jefe nuestro, era don Moisés Cortés, entonces viene Prudencio, otra vez, con otro tropezón… “Don Moisés, mire, es que otra vez me trompecé, otra vez… le dijo Prudencio a don Moisés. -“Vení, vení, acóstate en la cama, sácate la camisa…le contesta don Moisés. -“Don Moisés mire, es que fue en el pie…, insiste Prudencio. -“Acóstate, le dice Don Moisés. Abrí bien los ojos”, y le echó un poco de colirio así, en los ojos. “Esa es tu medicina, para que veás por donde andás, Prudencio”, concluyó don Moisés”.
“Hicimos un pedido de zapatos especiales para trabajadores de construcción. Eran zapatos con punta de metal. Era divertidísimo ver a toda esa gente de campo aprendiendo a usar esos zapatos”
Zapatos contra el tropezón
-“Lo cierto es que por el tropezón hicimos un pedido de zapatos especiales para trabajadores de construcción. Eran zapatos con punta de metal. Era divertidísimo ver a toda esa gente de campo aprendiendo a usar esos zapatos. Pero, otro detalle importante es que de ese momento en adelante, el país empezó a calzarse, en todo sentido. Estoy hablando de 1953, 1955. Había gran cantidad de gente descalza en el campo. Ya ahora no se ve nadie. -Don Pepe hizo una campaña para calzar a toda la gente -Pepe hizo una campaña enorme, en eso, sí. Me parece que la experiencia de La Garita tuvo mucho que ver con la campaña de Pepe, porque él seguí de cerca los avances nuestros con los proyectos del ICE. -¿Qué paso después con el ICE, después de La Garita? Me parece que hay un antes y un después de la Garita. -Sí, se terminó La Garita con todo éxito y fue la primera planta. Antes de terminar La Garita, hubo que hacer la Planta Eléctrica de Colima de Tibás, porque nos dimos cuenta que la compañía eléctrica habría hecho una planta de vapor en San Antonio. Una planta de vapor es un paquete que se compra hecho y se instala, y se pone muy rápidamente. En un momento dado, la Compañía pidió que le autorizaran para hacer un segundo paquete. Y nosotros nos dimos cuenta que ese segundo paquete iba a quedar terminado más o menos al momento en que entrara a funcionar la Planta de La Garita, y que entonces no habría cupo para la energía de La Garita. Hubo una discusión que no voy a contar aquí, pero fue una discusión muy grande con la Compañía Nacional de Fuerza y Luz. Se decidió que el ICE haría una planta eléctrica con diesel en Colima de Tibás, en lugar de la planta de vapor que la Compañía quería hacer. Ahí hubo un problema también con la Compañía Nacional de Fuerza y Luz, porque yo tenía una información que nadie sabía que estaba en mi poder. Cuando estábamos en la discusión, en la oficina del Ministerio de Obras Públicas, don Chico Orlich, y ellos decían que tenía que ser una planta de vapor porque los técnicos de Nueva York así lo decían, entonces les dije. -“Pero yo tengo información de que ustedes están haciendo una planta diesel en Guayaquil”. -“¿Estamos haciendo una planta?”- dice don Claudio Alpízar.
-“Sí, señor, ustedes están haciendo una planta de diesel en Guayaquil. ¿Qué argumento tienen? “La verdad es que no supieron qué decir. Los dejé sin argumentos. -¿Y cómo supo usted eso? -Información, ja, ja, ja. ¿Usted cree, Camilo, que sólo los periodistas tienen sus fuentes secretas? Era información secreta que yo tenía. Entonces, yo tenía todos los datos y los argumentos que desnudar a la Compañía Nacional de Fuerza y Luz, por lo que se decidió que el ICE haría la planta de diesel de Colima, y la Planta de Colima es un ejemplo de un proyecto hecho sin estudios de prefactibilidad y factibilidad, sino que con un bosquejo conceptual. -¿E que no había tiempo, de nuevo? -No había tiempo, de nuevo. Así fue. No estoy desvalorizando la secuencia que se usa ahora, de acuerdo con los bancos. Simplemente es que esa no es la única forma. Esta otra forma de ir avanzando con un proyecto, por ejemplo, haciendo una cosa y otra cosa y otra cosa, que es lo más sencillo y más práctico, no se puede ahora con tantas leyes y reglamentos. El Estado tiene que entender que no se puede amarrar si quiere ser competitivo. Ahora no se puede avanzar como nosotros lo hicimos porque las regulaciones son muy complicadas. Por ejemplo, si el Estado quería hacer una casa, de una vez se ponía a avanzar en lo que pudiera. Se podía hacer un esquema de la casa y mientras iban haciendo los planos, el maestro de obras podía ir alistando el terreno y los materiales. Se iban haciendo las dos cosas juntas. Después venía la señora de la casa, generalmente a modificar todo lo que se había hecho, pero esa era otra parte diferente. Ahora es muy riguroso y es más lento el proceso, porque hay una que pasar por todos esos pasos en forma muy ordenada, muy organizada. Pero es posible, con las cosas simultánea y coordinadamente. Es decir, que ni las trabas del Estado deben ser un pretexto.
“Pepe ayudó mucho en Colima. Cuando el presidente de la República viene a ayudarle a la gente, su sola presencia ayuda, pero cuando se pone overol, y los peones ven que es mecánico de verdad, y electricista de verdad, y que de verdad trabaja, esa es la mejor motivación posible”.
El Proyecto de Colima
-¿Cuánto tiempo tardó este segundo proyecto a cargo suyo? -Este segundo proyecto, el de Colima, tardó nueve meses en hacerse. -¿Por qué ahora todo es tan lento y antes era tan rápido? -No sé. Parte me parece que es la motivación de la gente, parte son los sistemas demasiado enredados que hemos hecho, un proyecto como Colima todavía es posible hacerlo en nueve meses. Eso sí, se trabajó veinticuatro horas en la construcción. -Sí, ahora hubieran tardado cinco años -Ah sí. Veinticuatro horas de trabajo seguidas hacen una diferencia. Me parece que había una mística que ahora nos falta. Terminaban los ingenieros con los planos, y salían corriendo para Colima con éstos. Y la compañía, La Norverg… que fue la que nos proveyó maquinaria, se portó muy bien y también estuvo a tiempo con la maquinaria. Un día antes estuvo el presidente de la Norverg… Y don Beto Arce, que era agente aquí, me dice, -“Él quiere ir a ver la construcción. -“Beto, vamos en la noche, le conteste yo. -“¿Por qué en la noche? -“Ya verá el porqué. “Fuimos en la noche, con el señor, no me acuerdo como se llamaba. Íbamos don Beto Arce, el señor y yo. Estábamos en el pozo. Así, donde estaban haciendo el poso para la cimentación de las turbinas, y le digo al señor. “-¿Ve aquél mecánico que esta ahí abajo con overoles? -Ése es el Presidente de la República. -“¿El Presidente de la República?, me contesto el hombre, muy sorprendido. -“¡Sí!, le digo. -“Es que don Pepe Figueres se iba en las noches, cuando terminaba en Casa Presidencial, a ver cómo iba el proyecto de Colima. Como él era mecánico y
electricista, iba a estarse con los trabajadores, con el ingeniero Juan Rafael Saborío y con los que estaban trabajando a su cargo. Se iba a meter dos o tres horas ahí. -¿Sé iba a meter ahí? -Se iba a meter todas las noches. Él ayudo a instalar la Planta de Colima. -¡Que belleza! -Sí, son anécdotas. Pepe ayudo mucho en Colima. Cuando el presidente de la república viene a ayudarle a la gente, su sola presencia ayuda, pero cuando se pone overol, y los peones ven que es mecánico de verdad, y electricista de verdad, y que de verdad trabaja, esa es la mejor motivación posible. Bueno, terminemos ahí con eso, se hicieron las dos plantas.
Quinta parte DespuĂŠs de los grandes proyectos (Quinto programa en Radio Columbia)
Después de La Garita y Colima -Don Jorge Manuel, después de La Garita y de Colima, ¿qué ocurrió en esos años suyos en el ICE? -Bueno, mientras tanto se hicieron varios estudios importantes para el país. En primer lugar, se hizo el primer estudio hidrológico sistemático de Costa Rica. Nadie había estudiado las aguas de Costa Rica en forma sistemática y científica. Y el ICE organizó todo el sistema de estudios hidrológicos, no sólo para hacer plantas eléctricas, sino para tener conocimiento de todos los sistemas hidráulicos del país. La información que Costa Rica tiene ahora, y que la usa el AyA (Acueductos y Alcantarillados), el Senara (Servicio Nacional de Riego y Avenamiento) y todos las demás instituciones. Casi toda la información que tiene que ver con agua es básicamente la que el ICE generó con el conocimiento de todos los ríos del país, el estudio de las cuencas, la identificación de cuencas, no solo para la producción de energía sino para otros usos, para el control de inundaciones, todo eso. -¿Sólo el ICE ha realizado ese trabajo? -El ICE, es la única institución que se ha dedicado a estudiar las aguas del país en una forma sistemática, y de ahí surge la información hacía todos los demás. Eso inclusive debería reforzarse un poco más, sobre todo ahora que el MINAE (Ministerio de Ambiente y Energía) tiene un departamento de aguas que está bien, pero es un poco débil, respecto a lo que el país requiere como manejo de las aguas nacionales. Ése es un estudio importante de esos años en el ICE. Fue un gran aporte. -¿Cuáles otros estudios fueron importantes? -El otro estudio básico que se hizo fue el de identificación de sitios para proyectos hidroeléctricos. Creo, si mal no recuerdo, que el ICE tiene identificados alrededor de 8 millones de kilowatts, en proyectos hidroeléctricos grandes, intermedios, menores y pequeños. Los pequeños no le corresponden a una institución del Estado. Esos son los que pueden ser utilizados para ser desarrollados por pequeñas empresas privadas locales. Los demás, es cuestión de política nacional. Cómo se desarrollan es algo que tenemos pensar muy bien. Pero, en todo caso, hay una información muy completa de proyectos. Y luego, hay muchos proyectos grandes. Hay estudios geológicos muy detallados. Por ejemplo, el Proyecto de la Angostura, que ya está hecho, surgió de esos estudios. Los estudios geológicos e hidrológicos del río Reventazón se empezaron como desde 1953 y 1954. El estudio para hacer La Planta de Angostura empezó desde ese tiempo. Con varios geólogos famosos de varios países, y mi hermano Gabriel con ellos, creo que
unos geólogos franceses y otros, determinaron que en Angostura había un deslizamiento de tipo prehistórico, en toda esa zona. Por eso, había temor de pasar el túnel de Angostura por ahí. A propósito ese túnel es el más grande de Centroamérica y uno de los más grandes de América Latina. -Es el trabajo insigne de los tuneleros -Entre paréntesis, quiero decir ahora, porque usted no me lo había preguntado, Camilo, que el equipo de construcción de los túneles del ICE, es uno de los mejores de la América Latina. A los tuneleros del ICE, hay que rendirles un homenaje. Cómo se sacrifican, cómo trabajan, cómo se esfuerzan, de qué manera tienen que dejar a sus familias y sus comunidades para entregarse a los proyectos, y además son excelentes construyendo, como lo han demostrado en una planta eléctrica, aquí en el Pacífico. “Lo cierto es que el ICE ha hecho estudios, y tiene una información básica, de tipo geológico, muy buena, no generalizada, sino más bien específica, de lugares identificados como posibles proyectos. Eso lo hace la Universidad de Costa Rica, que ha sido una aliada valiosísima para los proyectos de la institución”
“Vea don Federico, yo venía observando toda esta montaña de este lado de la cordillera, aquí. Y en realidad si desvíanos el río Arenal para el Pacífico, del Atlántico para el Pacífico, tenemos aquí como doscientos o doscientos cincuenta metros de caída para hacer un proyecto hidroeléctrico. Y además, después de eso, entregamos al Valle del Tempisque, que “velo” ahí donde está, el Valle del Tempisque. Y hacemos un proyecto de riego en el lado del Tempisque… “Entonces me dice, “Jorge Manuel, yo lo quiero mucho a usted, pero esta más loco que nunca””.
Río Macho, Cachí, Arenal -¿Cuál otro gran proyecto hizo usted en esos doce años? -En realidad en esos doce años, aparte de La Garita y de Colima, lo otro importante fue Río Macho. Pero me tocó la planificación de muchísimos de ellos, lo de Cachí, que originalmente no iban a ser en Cachí, sino un poco antes. -Entonces usted materializó La Garita, Colima y Río Macho -Sí, quizá la parte más importante es la identificación de proyectos, y de conceptualización, no de planificación ya más detallada, sino de conceptualización, un ejemplo es Arenal. ¿Usted estuvo al frente de la conceptualización de Arenal? -Desde antes de formarse el ICE, ya yo había pensado en Arenal. -¿Cómo? -Al terminar la Revolución, vinieron los señores de Tilarán a pedirle a don Chico Orlich que la carretera que se estaba haciendo entre Cañas y Tilarán, o sea la actual carretera no se hiciera por la ruta que la estaban trazando, sino por la ruta que va actualmente, que es la que pasa por todos los pueblos pequeños. En cambio, la otra era una ruta que favorecía a dos ingenios de azúcar, nada más. Entonces Chico me dijo “anda vos a ver eso”. Yo me fui, me lleve a Carlos Espinach, al ingeniero de carreteras Jorge Garrón, y también le pedí a don Federico Gutiérrez Brown que fuera conmigo. Don Federico había tenido una finca a la par del Lago Arenal, en un lugar que se llama El Silencio. Y nos fuimos en avión a Cañas. Y a caballo de Cañas a Tilarán. Son 30 kilómetros. Entonces, estuvimos ahí, y vimos la carretera. Tenían razón los vecinos. Le cambiamos el trazado a la carretera. Siempre le dejamos una entrada a los ingenios de azúcar, pero el camino principal era otro. Y entonces me dice don Federico, “don Jorge Manuel, ¿usted ha visto el Lago Arenal? Le contesté, “lo he visto desde el aire”. Fuimos a ver el Lago Arenal, y le dije, -“Don Federico, este es un lugar ideal para un embalse. -“Él me contestó algo que yo no esperaba. -“Jorge, no se puede porque este río drena hacía el Atlántico y ahí no hay inclinación, es muy plano…Todo eso de las llanuras de San Carlos, ahí no hay como hacerlo. “Yo me quede pensando aquello que me dijo don Federico”
“-Pero a la vuelta, me dice, “Jorge vámonos a pie”. Él y yo habíamos andado por todos esos ríos de aquí, buscando sitios para la planta de Heredia. Le dije don Federico, “bueno vámonos a pie”, Carlos Espinach y Jorge Garrón dijeron, “ah no, nosotros nos vamos a caballo”, y se vinieron a caballo. “Don Federico y yo nos venimos caminando. Y era comadrero como él solo. Tenía montones de amigos. Entonces, íbamos parando. Desayunábamos como cuatro veces de camino, porque en cada parte nos daban café. “Entonces seguimos. En el último pueblito de Santa Rosa, no en Aguilares, una señora ya nos preparó un almuerzo a los dos. Cuando ya veníamos con el almuerzo adentro, vinimos y nos sentamos donde esta el tanque de oscilación de Corobicí, de esa planta. Ahí hay un árbol que el ICE todavía lo conserva. Nos sentamos a almorzar y le dije, “Vea don Federico, yo venía observando toda esta montaña de este lado de la cordillera, aquí. Y en realidad si desvíanos el río Arenal para el Pacífico, del Atlántico para el Pacífico, tenemos aquí como doscientos o doscientos cincuenta metros de caída para hacer un proyecto hidroeléctrico. Y además, después de eso, entregamos al Valle del Tempisque, que “velo” ahí donde está, el Valle del Tempisque. Y hacemos un proyecto de riego en el lado del Tempisque… “Entonces me dice, “Jorge Manuel, yo lo quiero mucho a usted, pero esta más loco que nunca””.
“Cuando se fundó el ICE, yo seguí la idea del proyecto del Arenal y ya por ahí del año 53 o algo así, que ya había un grupo de ingenieros, los monté a todos en un avión de Lacsa, un DC-3 con “Muñeco” Araya de piloto. ¡“Muñeco” era bárbaro para volar! Todo el ICE cabía en un DC-3, todos los ingenieros del ICE. Y nos fuimos a volar sobre el Arenal”
Arenal en los ojos de Jorge Manuel -¿Entonces esa idea fue suya, don Jorge Manuel? -Sí, entonces ya estaba conceptualizada la idea en mi cabeza, aunque a don Federico, le pareciera una locura. Todo esto fue mucho antes de formarse el ICE. Cuando se fundó el ICE, yo seguí con la idea del proyecto del Arenal y ya por ahí del año 53 o algo así, que ya había un grupo de ingenieros, los monté a todos en un avión de LACSA, un DC-3 con “Muñeco” Araya de piloto. ¡”Muñeco”, era bárbaro para volar! Todo el ICE cabía en un DC-3, todos los ingenieros del ICE. Y nos fuimos a volar sobre el Arenal. En otros casos había volado aquí en la Meseta Central, sobre todo en el Reventazón. Nos fuimos a volar sobre el Arenal y dimos vueltas pa” todo lado. Todos se marearon, menos Federico Baltodano, Malavassi y yo. “”Muñeco”, manejaba ese avión como si fuera una avioneta, y ya de ahí nos vinimos. Y entonces, decidimos mandar a instalar un linógrafo, un aparato para medir el agua a la salida del río Arenal hacía el Atlántico. Y lo pusimos ahí. Ay, se me olvida el nombre de esa señora, pero contratamos a una señora que era la esposa del pulpero y era maestra ahí, para que nos llevara el chequeo del aparato ese, y nos manda el informe. De manera que fue la primera hidrógrafa que tuvo el ICE una mujer. Y ya se empezó con el plan. Seguimos estudiando el proyecto, más a cargo de la conceptualización del proyecto, primero por el ingeniero Malavassi, y luego pasó a manos del ingeniero Figuls. Le tocó al ingeniero Figuls el desarrollo del proyecto en la forma en que está actualmente. Yo tuve que ver con la conceptualización básica y con el hecho que el BID financiara el proyecto.” -¿Y con cuáles otros proyectos? Ya hablamos de Río Macho, de Colima, de Arenal, La Garita… -Mire yo he tenido que ver con la identificación de muchos, muchos proyectos del país y del resto de Centroamérica. También he visualizado proyectos en Panamá, Nicaragua, Honduras, Guatemala… Después trabajando en el BID, me tocaron los proyectos del sur de Brasil, de Argentina, Paraguay y Uruguay. Me tocó trabajar mucho, ya desde otro punto de vista, ya no de diseño sino de financiamiento, como ingeniero del BID. De manera que me han tocado muchísimos proyectos hidroeléctricos por todos lados. Para terminarle esta parte, yo tengo dos nietas que son ingenieras civiles, una de ellas está construyendo una planta eléctrica en Aguas Claras de Upala, o sea, que esto sigue en la familia.
-Y tiene un nieto usted también que está a cargo del proyecto Geotérmico Miravalles. -No, tuvo a cargo el proyecto, pero ya no. Él estuvo ahí. Se llama Jorge Manuel Dengo es tocayo mío. Pero no, él es ingeniero mecánico. Se llama Jorge Manuel Dengo Garrón y yo soy Dengo Obregón, es decir, que casi, casi nos llamamos igual. Él trabaja con Energía Global, que es una empresa muy grandes, pero le tocó instalar las primeras turbinas del proyecto geotérmico, sí, usted tiene razón.
“Yo he tenido que ver con la identificación de muchos, muchos proyectos del país y del resto de Centroamérica. También he visualizado proyectos en Panamá, Nicaragua, Honduras, Guatemala…Después, trabajando en el BID, me tocaron los proyectos del sur de Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay.”
Después de su paso por el ICE -¿Y en qué situación quedó el ICE cuando usted salió? -Cuando yo salí quedó bien. Quedó bien, bien, bien. Era un ICE autónomo, fortalecido. Los proyectos siguieron adelante. Siguió don Edgar Jiménez como gerente, después don Carlos Ulate, y todo siguió bien, hasta el año 1974 o el año 1975 cuando inventaron el bendito sistema 4-3. -Y ahí se pasearon en todo -Y ahí se politizó la institución y se quedó en el pasado aquel afán de que todo fue técnicamente correcto en el ICE. Todo empezó a descomponerse cuando los políticos sustituyeron a los especialistas. - ¿A la par de la Ley 4-3 llegaron las presidencias ejecutivas? Posteriormente se inventaron las presidencias ejecutivas nombradas por el presidente de la republica y no, como lo explique antes, por la Junta Directiva de la Institución. A mí nunca me nombró el presidente de la república, jamás. Me nombró la directiva del ICE, integrada por gente que de verdad sabía. De ahí en adelante, vienen los problemas del ICE, de los cuales podremos hablar en otro momento. -No, don Jorge Manuel, mejor hablemos de una vez. ¿Qué le preocupa del ICE hoy y qué piensa usted del futuro de la institución? -Me preocupan varias cosas. En primer lugar, las confusiones que existen respecto a lo que puede ser privatización y lo que debe ser institucionalidad pública. Debe haber debates mucho más a fondo en eso. Se deben evitar los dogmatismos en ese aspecto, de los dos lados, desde adentro de la institución y de afuera. El pasar instituciones públicas al sector privado no es una panacea universal. Alguna pueden pasar, pero no es una regla a seguir así no más. Otras se han excedido en su burocratismo público y cabe perfectamente que participe el sector privado y el sector estatal, que se complementen… -¿Usted cree que debe seguir así o cree que se debe abrir? -El ICE, en materia de telefonía, está abierto y debe abrirse más. En materia de energía eléctrica, puede abrirse más. Pero ahí el dominio principal de la tecnología lo tienen los departamentos de ingeniería del ICE. Y el peligro de abrir, después de tosa la lucha que hubo en los años 1926 y 1928, que ta lo viví, cuando la compañía eléctrica extranjera se apoderó de las pequeñas compañías nacionales, es que en un monopolio privilegiado es lo peor que nos puede pasar.
“Hay que cuidar y proteger la función del control y la regulación que el país debe tener sobre todos los desarrollos de tipo público que requieran regulación para evitar abusos, ya sea de las instituciones públicas que se burocratizan demasiado o de las empresas privadas que entran únicamente con la finalidad de producir lucro”
¿Volver a la Electric Bond and Share? - ¿Le preocupa que se repita el modelo imperante en los años 20 del siglo pasado? -Hay peligro de que se pueda repetir ahora, de que habiendo vuelto todo el esfuerzo de todo el país por nacionalizar y por desarrollar su sistema en una forma ejemplar para la América Latina, pueda caer en manos de grupos inversionistas extranjeros que no tienen conciencia del problema como problema nacional. -Entonces, usted, ¿Qué haría? -Yo revisaría, en la parte telefónica, ay, es más lo tengo escrito, eso está escrito, hay un documento, yo creo que en la parte telefónica debe crearse una instituciónempresa en que sea parte pública y parte privada, encontrando empresas privadas serias, que hay una o dos muy avanzadas en tecnología que puedan proveer el tipo de tecnología que un Estado nunca puede tener, y eso se refiere especialmente a lo que es tecnología cibernética con todo lo que tiene que ver con internet, con comunicaciones de ese tipo… -¿Tienen que abrirse o privatizarse? -Abrirse, pero no privatizarse. -¿Qué no se debe abrir? -Hay que cuidar y proteger la función del control y la regulación que el país debe tener sobre todos los desarrollos de tipo público que requieran regulación para evitar abusos, ya sea de instituciones públicas que se burocratizan demasiado o de las empresas privadas que entran únicamente con la finalidad de producir lucro. -¿Qué piensa que podría pasar con la apertura que se establece en el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos? -Bueno, eso es un punto aparte. Ahí hay dos cosas. En primer lugar, yo estoy de acuerdo con la apertura al comercio globalizado. Es un hecho irreversible, en el mundo y el comercio. Es, en realidad, la clave verdadera de todo el desarrollo económico. Si usted ve de la Edad Media, hasta atrás, atrás, diría que hasta los fenicios, se da cuenta que es el intercambio lo que produce el desarrollo. El intercambio lleva y trae, y cada sociedad va subiendo, subiendo, subiendo, y se va desarrollando. De manera que el comercio es el fundamento del desarrollo. No hay otra manera de verlo, ni de explicarlo. Todos podemos preguntarnos, ¿cómo
se maneja política y económicamente ese desarrollo? Ya son otros aspectos del asunto. -¿No le tiene ningún “pero” a ese intercambio, o a los TLC? -Básicamente, en lo que yo estoy de acuerdo es en lo de aplicar una política de “burro amarrado y tigre suelto”. No puede ser que en los Tratados de Libre Comercio los países poderosos, los Estados Unidos, Europa, se receten el derecho de tener subsidios para su producción y exigían que todos estos países pequeños se liberen de esos subsidios y liberen a ciegas sus economías. Es decir, es absurdo, pero es una lucha que más que todo lo que busca es beneficiar a los países ricos. -Pero, entonces, ¿son buenas o malas la apertura y la globalización? -La globalización del comercio, sobre todo en un mundo que se va reduciendo en tamaño por las comunicaciones y por todo eso, en el que cada vez es mayor la velocidad con que nos comunicamos y nos informamos, y para un país pequeño como Costa Rica, que inteligentemente puede manejar su tecnología, que inteligentemente puede manejar su comercio, aumentar su productividad, es posible perfectamente competir con éxito con los países grandes, por lo que la apertura nos trae más oportunidades que problemas. Con las oportunidades también vienen las amenazas, pero así es la vida, así es el mundo…”
“Suiza ha podido, siendo un país de “3 x 5 (quiero decir tres metros de largo, es decir, chiquitillo) ha podido competir con toda Europa y con muchísimo éxito. Entonces, los países nuestros, no solo Costa Rica, sino Centroamérica y demás países latinoamericanos pequeños, tenemos que aprender a insertarnos en un mundo globalizado”.
El ejemplo de Suiza “dicen que no podemos poner un ejemplo como el de Suiza porque es un país muy diferente. Yo no estoy de acuerdo. El progreso de países pequeños lo demuestran muchos casos, pero vamos a poner el ejemplo de Suiza ha podido competir con toda Europa y con muchísimo éxito. Entonces, los países nuestros, no solo Costa Rica, sino Centroamérica y demás países latinoamericanos pequeños, tenemos que aprender a insertarnos en un mundo globalizado de manera que podamos tener éxito en los intercambios básicos, tanto culturales como económicos. -¿Qué piensa de este TLC y qué piensa que puede pasar en el futuro en el ICE, dadas las cosas tal y como están y no como usted quisiera? -Yo creo que con el ICE, en la parte de energía, es muy poco lo que va a pasar. -O sea, que va a seguir dominando el ICE. -Yo creo que sí y el país tiene que estar muy alerta de que eso sea así. En la parte de telecomunicaciones, el asunto es muy complejo, porque las tecnologías avanzan con una rapidez tan grande que la institución pública no puede estar totalmente al día porque no tiene acceso a las últimas versiones de todo. Casi todas son innovaciones secretas. Entonces, tiene que haber una combinación. Ahí es donde yo propongo que se estudie la posibilidad de crear un tipo de instituciónempresa en que parte sea pública, protegiendo la capacidad de inversionistas y aportando la agilización para estar al día en la capacidad tecnológica. La innovación tecnológica nunca viene del sector público. Siempre viene del sector privado, la inventiva, la creatividad es parte de la función y de la mentalidad del sector privado. Así es. -Lo extraordinario es que usted piense así. Cualquiera diría que va a defender a ultranza el ICE tradicional. Que un señor de 88 años tenga una visión, ¿no es objeto de críticas? ¿No lo critican otros señores? ¿No dicen algunos sectores dentro del ICE que usted los está traicionando? -Posiblemente sí, y algunos por ahí hasta me critican en público, pero no importa. Yo tengo derecho a pensar como mi inteligencia, mi experiencia, mi capacidad y mis años me lo manden. Muchas gracias, don Jorge Manuel, por este gran especial de seis programas. Muchas gracias por este gran esfuerzo que usted ha hecho, a sus 88 años. Hemos estado muchísimas horas juntos, grabando estas entrevistas. Muchas gracias por permitirnos este honor, este gran regalo
para el pueblo costarricense. MuchĂsimas gracias por todo, don Jorge Manuel Dengo, padre y fundador del ICE. -MuchĂsimas gracias, Camilo, y, por favor, no me meta en mĂĄs enredos.
ANEXOS
ANEXO 1 JORGE MANUEL DENGO “No podrán destruir al ICE”
(Periódico OJO)
JORGE MANUEL DENGO “No podrán destruir al ICE”
Quien ve a este hombre sencillo, menudo y humilde, no se imaginaría que es el papá de muchas criaturas gigantescas e imponentes. Él es como los ríos más caudalosos; anda el silencio, surcando los campos, marcando el paisaje a su paso. Cuando fue Vicepresidente de la República, se iba caminando de su casa a la Casa Presidencial. Sólo lo acompañaba Arsenio, un indigente alcohólico, que lo esperaba en la esquina y lo dejaba en el portón principal del edificio central del Poder Ejecutivo. Los guardas de la Presidencia gozaban de verlo llegar a pata, abrazado con aquel pobre hombre. Le hago la observación y me contesta justificándose: “Don Otilio Ulate ese venía caminando hacía la Presidencia, y don Cleto González Víquez iba en tren hasta Heredia y caminaba de ahí hasta Barva todos los días”, explica Jorge Manuel Dengo, un nombre con mayúscula en la historia de Costa Rica. Este hombre que vive en San Pedro, de la Plaza Roosevelt unas cuantas cuadras al sur y al este, de 86 años y figura enjuta y sobria, es el padre del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), la Escuela de Agricultura de la Región Trópico Húmedo (EARTH), LA Oficina de Planificación de la Presidencia de la República (hoy, Ministerio de Planificación) y la Comisión Nacional de Emergencias. Nació cuando compraron los muebles de la sala de su bonita, pero frugal vivienda, unos muebles que eran de los papás de doña Maruja Benavides, su esposa y compañera audaz e inseparable, quien a veces incluso complementa o completa lo que él va contando. Los muebles de la sala y el fundador del ICE nacieron en 1918. “Estos muebles son de una variedad de caoba que ya casi ni existe. Los mandamos a arreglar y aquí se lucen”, cuenta don Jorge Manuel, cuya casa parece ser la típica habitación de la clase media de nuestro país, lo que llama poderosamente la atención en un hombre que ha tenido influencia y peso político de verdad. En esta casa vive la honradez. Es algo respirable. No hay maestro y filosofo de la educación, don Omar Dengo y de doña María Teresa Obregón, también
educadora y la primera diputada de la historia, junto a Estela Quesada y Ana Rosa Chacón. Dengo recuerda que el legendario Lalo Gámez, tres veces ministro de Educación, era discípulo de su papá y que su esposa doña Consuelo Lobo, oriunda de San Ramón, vivió en su casa. Eran cuatro hermanos, Jorge Manuel es el mayor, y la menor es María Eugenia, quien siguió los pasos de su padre y llegó a ser Ministra de Educación. En el medio estaban dos hermanos que fallecieron, Omar, economista, y Gabriel, geólogo. “Los Dengo principalmente somos tecnólogos, desde mi tatarabuelo, don Juan Dengo, quien vino de España en 1802, Dengo es un apellido de origen asturiano, de Oviedo. Mi tatarabuelo era oficial de la artillería; mi bisabuelo, Benito Dengo, fue inventor de varias cosas, en el INCAE hay un libro de recopilación de inventos de Costa Rica, y ahí están sus inventos muy bien detallados”, recuerda don Jorge Manuel.
El ICE en la sangre “Tengo una familia de técnicos. Sólo papá y mi hermana estudiaron otra cosa. Yo tengo dos hijas ingenieras, Ana Teresa y Amalia. Una vive en Viena y trabaja con la ONU, la segunda exporta flores a Europa, junto al esposo, que es iraní. Mi hijo Manuel es ingeniero, vive en Nueva York, y también trabaja con Naciones Unidas; Jorge y Miguel que fallecieron, los dos eran ingenieros. Miguel era ingeniero civil y falleció en un accidente del Arenal; Jorge era ingeniero industrial. De los míos, solo Carmen María no es ingeniera. Ella es contadora pública”. Su abuelo fue el primer ingeniero mecánico que hubo en el país, graduado en la Universidad de Santo Tomas. “Yo guardo su titulo. Fue él quien introdujo la electricidad en Costa Rica”, confiesa don Jorge Manuel, muy emocionado. Su abuelo, Manuel Víctor Dengo, fue el padre de la primera planta eléctrica de América Latina. Esa planta es de 1884, y permitió electrificar San José el mismo año que Nueva York. “San José fue la segunda ciudad en el mundo con luz eléctrica”, dice Jorge Manuel Dengo, más que orgulloso. “Esa planta chiquita era hidroeléctrica, de una acequia de Pavas que pasa por donde estuvo la fábrica de licores. Eso significó mucho para la sociedad de la época, compuesta por campesinos del norte de España, muy trabajadores, y los de Sevilla, que eran diferentes. “Tengo una familia de técnicos. Sólo papá y mi hermana estudiaron otra cosa. Yo tengo dos hijas ingenieras, Ana Teresa y Amalia. Una vive en Viena y trabaja con la ONU, la segunda exporta flores a Europa, junto al esposo, que es iraní. Mi hijo Manuel es ingeniero vive en Nueva York, y también trabaja con Naciones Unidas; Jorge y Miguel, que fallecieron, los dos eran ingenieros. Miguel era ingeniero civil y falleció en un accidente del Arenal; Jorge era ingeniero industrial. De los míos, solo Carmen María no es ingeniera. Ella es contadora pública”, explica. Don Omar Dengo murió de 40 años, cuando el pequeño Jorge Manuel tenía 10 años. Después de la primaria, en la Escuela República de Argentina, entró a la Normal, y sacó el bachillerato en el Liceo de Costa Rica. Ya sabía lo que iba a ser en la vida. Se fue para Estados Unidos y estuvo seis años en la Universidad de Minnesota. “Se acostumbra uno al frío. Pasé cinco inviernos, y al final sólo andaba con un suéter y una jacket de cuero. La proeza en esos seis años es que dejé novia aquí en Costa Rica, y sostuvimos el noviazgo por correspondencia todo ese tiempo.
“Me fui en barco, y pude venir una sola vez en seis años. No tenía plata. Me la jugaba con una beca de 60 colones, y de eso pasaba 15 colones a mi hermano Omar, que estaba en Wisconsin estudiando economía. Anualmente me mandaban $200 para pagar las matrículas, y lo demás era como se pudiera. “Me mantenía pintando cuadritos, acuarelas, como las que tengo ahora aquí en la sala de la casa. Había un salvadoreño que estaba estudiando Medicina. Él me animaba a pintar y me acompañaba a vender los cuadros. Los vendíamos en una librería, a $5 cada uno”, recuerda. Volvió el 28 de diciembre de 1943. “Fíjate que no avisé. Me vine en bus de Mineápolis hasta Ciudad de México. Mi intención era seguir por tierra, pero no se podía. El embajador de Costa Rica en México, me regaló el pasaje para que me viniera en avión. Esos últimos días en México pasé tomando agua y visitando algún amigo, porque no tenía ni un cinco. Llegué a la casa de mamá a la hora del almuerzo. Vivíamos en una casa que había sido de mis bisabuelos. Era de adobe y estaba cerca del hospital San Juan de Dios. “Mamá cogió unos vestidillos que yo traía para mandarlos a la lavandería, y revisando las bolsas se encontró un billete de $ 20. Yo había pasado hambres en México porque no me dado cuenta de ese billete. Vos sabes lo que es eso. $ 20 eran un capital en México”.
La planta eléctrica de Heredia “Se estaba promoviendo la producción de maíz en la zona de Guácimo, porque todo aquello había sido tierra de la bananera, y cuando la United la abandono y se pasó al Pacífico, la región quedó desatendida. Cuando llegué, sólo había dos escuelas en toda la zona, la de Siquirres y la de Guápiles. El único Banco que había era el de Limón. Y todos los negros se quedaron sin educación. Cuando pasó la revolución, le hablamos a Lalo Gámez y a Pepe (Figueres) sobre la necesidad de hacer escuelas en esa zona” El joven Jorge Manuel había dedicado los estudios a los temas de producción hidroeléctrica y transportes. “Cuando estudiábamos, el servicio eléctrico de Heredia era pésimo. Era una plantita hidroeléctrica, de 200 kilowatts, una combinación de la cañería de agua potable y la planta eléctrica. Fue construida en 1915. En Costa Rica en esos tiempos hubo mucha electrificación pequeña. En las fincas tenían un dinamito pequeño, un pequeño dínamo, quiero decir. Así se inició la electrificación pequeña.
“Me formé con la idea de servir aquí, con la idea de hacer la planta eléctrica de Heredia. Es más, se lo había prometido a mi novia”, dice Dengo, reviviéndolo en sus ojos. Su primer trabajo fue en Guácimo, construyendo la secadora de maíz, en el año 46. “Salí a la calle a ver cómo me orientaba para conseguir trabajo. Fui a la oficina de la carretera Interamericana, pero al salir, me encontré a Jorge León Arguedas, que es un hombre mayor que yo, y que ha sido un gran científico. Trabajó muchísimo tiempo fuera, en Perú, haciendo investigaciones sobre la papa, y en Roma con la FAO. “Habíamos sido compañeros en la Escuela Normal de Heredia. Le conté que estaba buscando trabajo y me dijo que me fuera con él. Estaba trabajando con el Instituto de Asuntos Interamericanos, que había fundado Roosevelt. El coordinador general era Nelson Rockefeller. Era el principio del AID, antes de lo que se llamó Punto Cuarto. “Aquí había tres ramas, la de agricultura, la de educación y la de salud. La de agricultura trabajaba en caminos rurales e infraestructura. Jorge me presentó a su jefe, Mister Rogers, y salí alocado. Se estaba promoviendo la producción de maíz en la zona de Guácimo, porque todo aquello había sido tierra de la bananera, y cuando la United la abandonó y se pasó al Pacífico, la región quedó desatendida. “Cuando llegué, solo había dos escuelas en toda la zona, la de Siquirres y la de Guápiles. El único Banco que había era el de Limón. Y todos los negros se quedaron sin educación. Cuando pasó la revolución, le hablamos a Lalo Gámez y a Pepe (Figueres) sobre la necesidad de hacer escuelas en esta zona. “Pepe se entusiasmó mucho y vino toda la construcción de escuelas. Pepe también se dio cuenta de la situación cultural y migratoria de los negros. Eran súbitos británicos, no eran ciudadanos. Todos tenían el retrato del rey, lo único que les interesaba era qué estaba haciendo la flota inglesa y cómo le estaba yendo al Octavo Ejército del mariscal Montgomery en áfrica”. “Pepe insistió en que había que enseñarles español. Después de seis años en Estados Unidos, yo no entendía ni papa del inglés de los negros. También se quitó la restricción que no era de paso sino de trabajo. Cuando la United Fruit Company los trajo a principios del siglo XX, se impuso que no podrían trabajar de Turrialba hacía el Valle Central, pero sí tenían permiso de transitar, algo que se confunde en la historia”.
Dengo estuvo en la Zona Atlántica más de lo que esperaba, porque un incendio acabó con toda la estructura de madera de la secadora de maíz, y debió construirla de nuevo. “A esa zona me une el hecho de que, muchos años después, volví para fundar la EARTH. Esa universidad es el juguete mío más querido después del ICE. La fundamos entre un grupo. Me tocó dirigir toda la obra civil durante el proceso de construcción, durante los dos primeros años. Se construyó en un tiempo récord. La inauguramos en el 89, y hemos graduado mil y pico de estudiantes.
Nace el ICE “Como no podíamos irnos para donde Figueres, nos organizamos desde la zona. Un grupo de gente donde estaba yo empezó a utilizar dinamita, hasta que me capturaron. Salí en La Tribuna, como el facineroso Dengo, por haber volado la Planta de Tacares, lo cual no era exactamente así. Te explico. Después de la batalla de El General, Carlos Luis Fallas intentó entrar por el puente del Pacífico, y hubo que hacer dos labores: parar la planta eléctrica y volarse el puente sobre el río Colorado. Calufa lo que quería era venirse en tren a la capital. Después de Guácimo pasó al Ministerio de Obras Públicas y Transportes. “Antes de la Huelga de Brazos Caídos había un programa de caminos vecinales. El ministro de Teodoro Picado era Francisco Esquivel. Pasábamos sin nada que hacer, era aburridísimo. “En eso los munícipes de Heredia le pidieron al ministro que me cediera por un tiempo, me nombraron ingeniero municipal, y me puse a hacer la planta eléctrica de Heredia. La municipalidad en ese momento era de la oposición, era cortesiana. Recuerdo que Arnoldo Ferreto era regidor. “Se nombró una junta administradora para hacer la planta. Estaban el ingeniero Samuel Sáenz, el contador Alfredo Benavides, y don Juan Rodríguez. Ya me había llevado para Heredia a Federico Baltodano, que era el otro ingeniero del MOPT. La hicimos juntos. Se hizo una emisión de bonos de 2 millones de colones, que autorizó don Teodoro Picado. Como vi que con eso no alcanzaba, empezamos a buscar como se financiaba el resto. “Antes de la huelga para me fui al Banco Nacional, donde don Julio Peña, que era el gerente general, y le conté que teníamos los bonos. Los visité varias veces. Cuando se vino la Huelga de Brazos Caídos, me dijo, “mires, Jorge Manuel, si no lo hace ya, no la va a hacer nunca, porque este país se está complicando”. “En ese momento San José tenía 28 mil kilowatts, y el resto 2 mil kilowatts en plantitas pequeñas. El proyecto venía a duplicar la capacidad del resto del país. Esta planta de Heredia significó cuatro cosas. Primero, quitar la idea que había metido la compañía eléctrica de que sólo ellos podían construir una planta eléctrica. Segundo, nos permitió a los ingenieros jóvenes tener la experiencia de hacer un proyecto grande. Yo lo dirigía; Federico Baltodano y Oscar Cadet eran los ingenieros civiles, y Germán Herrera, el ingeniero eléctrico. Tercero, la experiencia mía en organización y financiamiento. Y cuarto, me permitió ponerme
a estudiar en qué consistía el problema eléctrico de Costa Rica, punto básico, para la fundación del ICE. “Formamos un grupo que se llamó Asociación para la Defensa del Consumidor Eléctrico, con Rafael W. Keith, sobrino de Minor Keith, que a pesar de ser hijo de norteamericano, era netamente nacionalista. “Durante la construcción de la planta eléctrica se vino la revolución, pero al principio no nos detuvimos. Como no podríamos irnos para donde Figueres, nos organizamos desde la zona. Un grupo de gente donde estaba yo empezó a utilizar dinamita, hasta que me capturaron. Salí en La Tribuna, como el facineroso Dengo, por haber volado la Planta de Tacares, lo cual no era exactamente así. Te explico: después de la batalla de El General, Carlos Luis Fallas intentó entrar por el puente del Pacífico, y hubo que hacer dos labores; parar la planta eléctrica y volarse el puente sobre el río Colorado. Calufa lo que quería era venirse en tren a la capital. “Las tropas del gobierno estaban resguardando la planta. El grupo se voló un pedazo de canal de acceso. El canal tiene como tres kilómetros y no se podía cuidar así de fácil”.
A la par de don Pepe “Pepe lo que proponía era hacer la planta del Reventazón con la compañía. Después de una discusión muy fuerte con él, pasadas las seis de la tarde, dice, “bueno, señores, porque ustedes son gente muy honesta y muy patriota, voy a ceder a su petición”. Se fueron todos muy felices y cuando yo iba para afuera me dijo, “Jorge Manuel, venga acá. Y ahora, ¿qué carajos digo yo en el Teatro Nacional?”” “Estuve detenido como 22 días, al puro final de la revolución. Al terminar la revolución se nombra la Junta de Gobierno, Chico Orlich, asume el Ministerio de Fomento, le ponemos de nombre “Ministerio de Obras Públicas y Transportes”, MOPT, y quedé yo de viceministro. No era exactamente de viceministro, pero era el segundo de a bordo. Asumí la dirección general del ministerio, y me tocó reorganizándolo. “Lo interesante es que llamé a colaborar a los ingenieros de la universidad. Todos acababan de graduarse. Era la primera generación de la UCR. Ahí estaban Carlos Espinach, Mario Quirós Sasso, Carlos Ulate Rivera, Hernando González Truque, Fernando Rojas… “Estuve un año en el ministerio. Mientras tanto, Federico siguió dirigiendo la planta eléctrica de Heredia. La razón por la cual estaba ahí es porque quería fundar la corporación eléctrica nacional. No estábamos pensando en las plantas, sino en una institución nacional para luchar contra la Electric Bond and Share. “Salí del ministerio para organizar el ICE, que se fundó en mayo del 49. Todo empezó porque ese grupo de ingenieros inició una lucha para que convenciéramos al gobierno de fundar la planta eléctrica. “Al principio, Pepe no estaba convencido. Chico (Orlich) sí. Un día, a principios del año 49, Pepe convocó a una reunión en el Teatro Nacional, en la que anunciará la solución del programa eléctrica del país.” “Este grupo de ingenieros nos fuimos al Banco Nacional, donde nos recibió la directiva en pleno, les dijimos que no estábamos de acuerdo con Pepe y de ahí salimos a reunirnos con él. Íbamos los del Banco Nacional, y nosotros. Tuvimos un gran discurso con Pepe. “Pepe lo que proponía era hacer la planta del Reventazón con la compañía. Después de una discusión muy fuerte con él, pasadas las seis de la tarde, dice, “bueno, señores, porque ustedes son gente muy honesta y muy patriota, voy a
ceder a su petición”. Se fueron todos muy felices, y cuando yo iba para afuera me dijo, “Jorge Manuel, venga acá. Y ahora, ¿qué carajos digo yo en el teatro nacional?”. Le dije que la verdadera solución era una corporación eléctrica nacional. Se lo expliqué, porque en la reunión sólo lo habíamos convencido de que echara para atrás el proyecto del Reventazón con la compañía. Después de escuchar todo el planteamiento, me dijo, “claro, eso es lo que hay que hacer, ¿por qué no me lo dijo antes? “Simplemente es que no había querido oírme? “Nos fuimos para el teatro. Los funcionarios de la compañía estaban en primera fila. No habló del Reventazón, sino de cómo íbamos a hacer la corporación y el programa de electrificación nacional. “La gente se puso de pie y empezó a aplaudirle. Ahí nació el ICE. Después se preparó la ley, que fue rápido porque yo ya la tenía redactada. La revisamos con mi hermano, Omar Dengo, con Rodrigo Facio, y Juan Arrea. El ICE empezó en mayo del 49, con un decreto de ley. Al principio éramos cuatro gatos. Fue incondicional el apoyo de Pepe para el ICE y el programa de electrificación nacional.
La Garita, el gran salto “La Nación empezó a atacar. Bueno, no, mentira. La Nación empezó a atacarnos desde que el ICE era una idea. Y no van a descansar nunca. Yo siempre le decía a Pepe y a don Elías Quirós, el presidente de la junta directiva, que nosotros necesitábamos de La Nación, porque cada vez que dice algo malo, al ICE le salen bien las cosas” “Necesitábamos una planta para duplicar la capacidad del país. Hicimos estudios en varios ríos, el Reventazón, el Grande de Tárcoles.. Mucha gente creía que estábamos locos. La Nación empezó a atacar. Bueno, no, mentira. La Nación empezó a atacarnos desde que el ICE era una idea. Y no van a descansar nunca. Yo siempre le decía a Pepe y a don Elías Quirós, el presidente de la junta directiva, que nosotros necesitamos de La Nación, porque cada vez que dice algo malo, al ICE le salen bien las cosas. “El gobierno dispuso de 100 millones en diez años para hacer La Garita y el proyecto de electrificación nacional. Hacer La Garita fue la conclusión de un proceso que inició con los estudios en varios ríos. Se empezó en el 52. El presupuesto total era de 10 millones de dólares. “Entre otras cosas, se decidió eliminar el tranvía de San José, que había sido de Electric Bond and Share. Para terminar la concesión, ellos pagaron 3 millones de colones. Se destinó un millón de colones para la Municipalidad de San José y los otros dos millones fueron el primer capital del ICE. “Con eso fue que se hicieron los estudios del Reventazón y del Grande de Tárcoles. Es cierto que llegamos a la conclusión de que el gran potencial hidroeléctrico estaba en el Reventazón, pero se necesitaba más estudios a fondo, mientras que en el Grande de Tárcoles era más fácil hacer los estudios y también podíamos disponer de una estación seca para trabajar. Además, yo era conciente de que, como ingenieros, no teníamos mucha experiencia, así que había que andar con pies de plomo para no meter la pata. “Los diputados de Cartago protestaron y dijeron que tenía que hacerse la del Reventazón. Eran los diputados de don Otilio. En ese momento yo era presidente del colegio de Ingenieros y lo mande al diablo. Dije que por estar metiéndose los diputados había tantos problemas en los caminos, porque no tenían criterios técnicos y que estaban haciendo politiquería. “Los diputados se me vinieron encima furiosos. Vino el ministro de gobernación Francisco Ruíz, a decirme que me retractara. Le dije que no. El Colegio de Ingenieros sacó una publicación apoyándome.
“Le dije al ministro que lo que podía hacer es renunciar, y me contó que don Otilio Ulate me había mandado a decir que ni siquiera pensara en eso. Con don Francisco venía don Antonio Castro, un abogado de Alajuela, muy amigo de Ulate. Me dijeron que si yo aceptaba una amonestación pública, por parte del presidente, él se encargaba de arreglar todo. “Yo acepté, pero no lo hizo nunca. Don Otilio nos convocó a la Casa Presidencial y nos dijo que ya la situación estaba arreglada. Me contó que habló con ellos y les dijo que el creía que nosotros teníamos la razón, que al Reventazón le faltaba muchos estudios más. Pero les aseguró que si ellos asumían la responsabilidad de que se hiciera la planta, él los apoyaba. Don Otilio nos contó que ellos le contestaron, “ah no, eso no”. Luego concluyó diciendo que lo peor que se le puede decir a un diputado es que asuma la responsabilidad de algo. No la asumen. Les da miedo. “Al final, nos dijo, “vamos a brindar por la solución del problema”, y yo le dije, “y mi amonestación?, don Otilio me contestó, “ ¿no la oíste? Y me confesó que él no era muy imparcial, pues estaba feliz de que la hiciéramos en su provincia, Alajuela.
Historia de sacrificios “La primera planta propiamente en el río Reventazón es la de Cachí, porque la de río Macho es uno de los afluentes. Después se siguió con los estudios de Angostura, donde se encontraron fallas milenarias, que hacían peligrosos los túneles. Imagínate que empezamos Angostura desde el 55 y la decisión se tomó en el 80. Angostura tiene el túnel más grande que se ha hecho aquí. “La del Reventazón tuvo que esperar mucho tiempo. Primero se hizo la planta de río Macho, luego en ríos como Tapantí, y las cabeceras de Pejibaye y el Pacuare. Incluso se pensó en hacer una planta arriba de donde esta la de Cachí, pero después se decidió que no”. “La primera planta propiamente en el río Reventazón es la de Cachí, porque la de río Macho es uno de los afluentes. Después se siguió con los estudios de Angostura, donde se encontraron fallas milenarias, que hacían peligrosos los túneles. Imagínate que empezamos Angostura desde el 55 y la decisión se tomó en el 80. Angostura tiene el túnel más grande que se ha hecho aquí. “Los tuneleros son verdaderos héroes del ICE. Los primeros, con los que empezamos La Garita, eran coligalleros de San Ramón. El más famoso era
Claudio Campos, “Colinda” y también estaba Chalo Chacón. El ICE ha tenido mucho éxito en hacer túneles, en construir las plantas eléctricas, en operarlas. Primero trabajamos en vivo hasta 11 mil voltios, luego hasta 30 mil, sin cortar la línea, y ahora hasta 200 mil voltios, y siempre sin quitar la corriente. “La tecnología es uno de los puntos más importante, la tecnología que el ICE ha desarrollado no sólo en ingeniería sino en cuanto a los obreros técnicos y en telecomunicaciones, no la tienen en América Latina, tal vez Chile un poco, o Colombia. Tal vez México sí, pero yo creo que somos los mejores”.
Mística “Se hablaba de hacer sus procedimientos técnicos, administrativos y financieros, modelos de eficiencia que sirvieran de norma en otras actividades. Siempre hubo un empeño para que el ICE fuera una institución modelo”. -¿Por qué el ICE ha sido tan exitoso? -Hay tres razones. Una está en los objetivos con los que nació la institución. Eran cinco, y el quinto hablaba de hacer de sus procedimientos técnicos, administrativos y financieros, modelos de eficiencia que sirvieran de norma en otras actividades. Siempre hubo un empeño para que el ICE fuera una institución modelo. “La segunda razón tiene que ver con los cinco puntos básicos en que se organizó el ICE. En primer lugar, el planteamiento y conceptualización del plan de electrificación nacional y el desarrollo de los programas; el segundo, la i investigación de los recursos hidráulicos de Costa Rica, el tercero, el estudio de las formas de financiamiento, el cuarto la formación y capacitación del personal, desde los ingenieros hasta el último obrero, y el quinto, la organización institucional” -Pero eso se podía pensar desde otra institución, y quizás no hubiera tenido los mismos resultados. -La diferencia la hizo el darles la motivación para que tuvieran la mística que han tenido. En el ICE todo el mundo daba lo que fuera por la institución. Esa mística se mantiene.
El ICE de hoy “Los tuneleros son verdaderos héroes del ICE. Los primeros, con los que empezamos La Garita, eran coligalleros de San Ramón. El más famoso era Claudio Campos, “Colinda”, y también estaba Chalo Chacón. El ICE ha tenido mucho éxito en hacer túneles, en construir las plantas eléctricas, en operarlas. Primero trabajábamos en vivo hasta 11 mil voltios, luego hasta 30 mil, sin cortar la línea, y ahora hasta 200 mil voltios, y siempre sin quitar la corriente” -¿No ha decaído la institución? -En ese sentido no, qué va. Los mismos sindicatos, aparte de los problemas políticos que tengan, lo que hacen es defender la integridad de la institución. -Surge de nuevo el tema de la privatización -Sí, sí, he oído de nuevo el tema de la privatización. Están hablando de un documento secreto firmado por Jorge Walter Bolaños, Ronulfo Jiménez y Francisco de Paula Gutiérrez, con el objetivo de crearle una situación financiera al ICE tan terrible que obligue a privatizarlo. -¿Cree que todo sea una confabulación para privatizarlo? -Yo no creo eso, pero dicen los sindicalistas, que no la han dejado de emitir bonos para destruirlo. -Lo de los bonos es cierto. -Claro que es cierto. También es cierto que han favorecido las condiciones para que el ICE se detenga. Pero no creo que haya confabulación. -¿Por qué tanto empeño en detener al ICE? -Ideológicamente son especialmente conservadores y piensan que sólo la empresa privada puede hacer las cosas bien. Se les olvida que la empresa privada no pudo resolver el problema eléctrico por una razón muy lógica; la empresa privada simplemente atiende a grandes concentraciones donde se produce utilidades. El campo no les interesa, porque hay poca gente. Eso ocurre en cualquier lugar del mundo.
-Llevar electricidad hasta los últimos rincones, tener teléfonos públicos en todos los pueblos… Eso fue lo que hizo del ICE un ícono, un emblema nacional. -Y ese es el éxito de la empresa pública en Francia. En Estados Unidos también lo han conseguido por medio de cooperativas y otros sistemas. “La empresa privada puede electrificar ciudades, o áreas industriales, porque eso es negocio y produce utilidades. No hay ningún prejuicio de mi parte, es la función lógica de las empresas”. -O sea, que si es privado, no se puede pensar en bienestar para todos. -Cuando se habla de energía, al igual que cuando se habla de agua potable y seguro social, pensando en el país y no apenas en San José, se sabe que el capital privado no puede sostener este tipo de inversiones. Eso no es aquí en Costa Rica. Es así en todo lado. Es un hecho de sentido común. Vendes donde haya demanda concentrada.
¿Privatizarán al ICE? “No pueden provocar la privatización del ICE, eso es volver al año 28 del siglo pasado, a la Electric Bond and Share. No lo pueden provocar. La posición de ellos la veo como la posición de economistas muy conservadores”. -¿Podrán privatizar al ICE? -No pueden provocar la privatización del ICE, eso es volver al año 28 del siglo, a la Electric Bond and Share. No lo pueden provocar. La posición de ellos la veo como la posición de economistas muy conservadores. Incluso hay amigos míos entre ellos. Los más conservadores son Thelmo Vargas, Eduardo Lizano…Todos son muy buenos economistas, pero no van más allá del esquema economicista. No ven el resto de los factores sociales del país… -Es decir, si son buenos economistas significa que… -Mire, todos son gente muy seria. Por ejemplo, el equipo económico de este gobierno, como equipo, es el mejor equipo de Abel. Están muy preparados académicamente. El problema es que no calzan con muchas de las necesidades del país.
-Se quejan por la lentitud del ICE, dicen que un gigante se muere muy despacio. -Eso es explicable. El caso más típico es el seguro social. El país socializó la medicina a un grafo muy alto, y con eso te compras un sistema administrativo muy complejo, porque el país tiene leyes muy enredadas. Es muy difícil manejar aquí una institución. Esa complicación de leyes y enredos administrativos desmotiva a la gente. La gente se motiva cuando ve resultados. “No hay cosa más linda que ver la inauguración de una planta eléctrica. En cambio, cuando ves que la bendita carretera de Caldera no se termina, ni la Costanera, eso te molesta. No podes decir que es culpa de los ingenieros o de las instituciones. No podes echarle la culpa a nadie. Es parte de esa complejidad mental de los que manejan la política. Esa complejidad está afectando al ICE”. -¿Cuándo se empezó a embarrialar la cancha? -Durante los primeros 25 años el ICE fue muy exitoso. En los siguientes 25 años, la interferencia política, las reformas de la junta directiva, la creación de las presidencias ejecutivas y las medidas violatorias a la ley con las que se obligó a adquirir bonos del Banco Central atentan contra la institución. “En mis tiempos no había presidencias ejecutivas, gracias a Dios, porque eso fue el disparate más grande. ¿Vos crees que lo del Banco Anglo hubiera pasado con el anterior sistema de juntas directivas? Jamás hubiera pasado una cosa de esas, donde un idiota les hizo caso a unos chilenos, y nadie dijo nada. -¿Cuál es la gran diferencia en las directivas? -Antes eran siete miembros propietarios, sin suplentes, todos nombrados por el Poder Ejecutivo, pero con condiciones. Tres de los directores debían ser ingenieros, uno licenciado en leyes, otro entendido en ciencias económicas, y los otras dos personas de reconocida capacidad y diligencia en finanzas, industrias y agricultura. Eso decía la ley.
Tres ingenieros, que votaron
“El ICE está en manos de músicos” “No hay cosa más linda que ver la inauguración de una planta eléctrica. En cambio, cuando ves que la bendita carretera de Caldera no se termina, ni la Costanera, eso te molesta. No podes decir que es culpa de los ingenieros o de las instituciones. No podes echarle la culpa a nadie. Es parte de la complejidad mental de los que manejan la política. Esa complejidad está afectando al ICE” -¿Y qué pasa ahora? -La directiva no tiene nada de eso. Ahora tienen tres ingenieros que votaron a favor de la licitación de la banda de telefonía celular, y los otros cuatro son músicos. Por eso votaron en contra. Yo me pregunto, ¿por qué diablos Pablo Ureña está ahí? ¿Por qué esta Lobo, aquel que fue diputado y ministro de vivienda? Es algo rarísimo. No es que sean mala gente. Puede que sean muy buenas personas. Simplemente es que el ICE es una institución muy compleja. No la pueden tener en manos de unos músicos. -Así como ha criticado a los economistas y critica pasos en falso, como las Presidencias Ejecutivas y los cambios en las directivas, me imagino que no todo lo de los sindicalistas le satisface, ¿o sí? -Conozco muy poco de las SALES, pero eso no me parece, no me gusta. S fueran cooperativistas tal vez sí, pero creo que generan conflictos de interés. No siempre estoy de acuerdo con los sindicatos, pero creo que los mueve un interés supremo por defender la integridad de la institución. -¿Se debe abrir el mercado de las telecomunicaciones? -Es algo muy complejo. Voy a tratar de explicártelo. En parte estoy de acuerdo con lo que dicen algunos críticos del ICE. Pongámoslo en sus dimensiones. El problema es éste: en electrificación, el ICE tiene un dominio completo de toda la tecnología, las innovaciones son muy pocas y el ICE se maneja muy bien. “En cambio en materia de telecomunicaciones, en realidad el mundo esta evolucionando. Nuestros sistemas de comunicación, por más que uno se impresiones de la computadoras, son poco frente a lo que vendrá. Estamos apenas en los comienzos de una gran revolución.. “Y el asunto es que una institución de Estado no puede captar lo último en tecnología, sino apenas lo que esta consolidado en el mercado y tiene valor comercial. Es igual que con las medicinas. Los avances están en las empresas que invierten en la investigación.
-Usted quiere decir que el ICE no puede alinearse con el ritmo de estos tiempos. -La propuesta mía es que haya algún tipo de asociación u organización en que el Estado se asocie con una de las verdaderas compañías grandes. Hay dos tipos de compañías de telecomunicaciones, las grandes compañías muy serias y otras que son medio aventureras o medio oportunistas. -¿No estaríamos a medio paso de abrir las telecomunicaciones? -Creo que no se debe abrir el mercado de telecomunicaciones, sino buscar una solución conjunta. Si vos abrís un mercado, todo el mundo tiene derecho a entrar. No podés discriminar entre las empresas serias y las que no lo son. El país caería victima de las empresas. Los instrumentos para fiscalizar son muy pocos. La Contraloría, que es un ente fiscalizador son muy pocos. La Contraloría, que es un ente fiscalizador, no tiene mayores criterios técnicos ni potestades en este campo. El problema principal no está en la parte financiera, sino en la técnica. -¿Su solución, que esta en el medio, no sería peligrosa? -No, no. Yo no estoy de acuerdo con la apertura. Sería un caos. Hay que ir a Guatemala para ver lo que ha pasado, o al mismo Chile. Es más, en los mismos Estados Unidos, los grandes problemas que hay, a pesar de ser un mercado tan grande, es que se terminó el sistema de regulación, y las empresas se meten en más de un problema. No, es que las empresas no son perfectas, y te repito que hay aventureros y oportunistas.
“La solución está en el medio” “No se debe abrir el mercado de las telecomunicaciones, sino buscar una solución conjunta. Si vos abrís un mercado, todo el mundo tiene derecho a entrar. No podés discriminar entre las empresas serias y las que no lo son. El país caería víctima de las empresas. Los instrumentos para fiscalizar son muy pocos. La Contraloría, que es un ente fiscalizador, no tiene mayores criterios técnicos ni potestades en este campo”. -Usted es un maestro en atención de emergencias. Ha estado en emergencias en toda América Central, es cercano a los bomberos y la Cruz Roja, y tiene su nombre grabado en atención de tragedias como la del Irazú, el Reventado, el huracán Juana. ¿Podríamos decir que el país está en emergencia por su situación fiscal o financiera? -El país no está en emergencia. Está estable económicamente. Que no esta creciendo es otra cosa. El Banco Central tiene reservas amplias. También hay inversión extranjera, la guerra de Bush ha causado retraso en la inversión y en el turismo, pero uno de los países más estables en América Latina es Costa Rica. “Aquí no va a pasar lo de Argentina ni lo de Venezuela. Tenemos un presidente sui géneris, no hay la menor duda, pero para un país en calma no es un peligro. Claro que se han metido en más problemas de la cuenta, no han evitado enredos, como este de la ministra de educación que se puso a cambiar el sistema de pagos sin que la institución estuviera preparada”. -¿Qué pasará con el ICE? -El ICE seguirá decayendo si no cambian de política. Lo que no entienden es que no es el ICE el que decae, sino el sistema económico nacional. -¿Qué urge en el ICE? -Yo volvería al esquema que teníamos nosotros, con una directiva en manos de personas muy calificadas. Si me lo preguntaran, estoy a favor de la supresión de las presidencias ejecutivas. Se concentró todo en esas presidencias y eso fue un error gravísimo. “Iría de vuelta a una gerencia general. Cuando Pepe nombró a la directiva, era para ocho años con un sistema gracias al cual a cada gobierno le tocaba sustituir apenas a dos. Puede ser que vinieran influenciados con ciertas ideas, pero un tiempito después de su nombramiento, se institucionalizan y no pesan tanto las influencias de afuera”.
-¿Se le metió la gradería de sol al ICE? -Se le metió la gradería de sol y se le metieron las cucarachas, como a todo el país. Debe hacer autonomía. No es que haya descoordinación con el gobierno, es que haya independencia. Ahora la autonomía no existe.
“Suprimiría las presidencias ejecutivas” “La deuda interna es, en parte, ficticia, pero los economistas no lo ven así. Cuando te debes a vos mismo, pasas la plata de una bolsa a la otra. Es una deuda virtual. ¿Por qué no la olvidan? Van a decir que no se puede porque al olvidar la deuda, el ICE va a dejar de tener esos bonos. Pero, ¿para qué quiere el ICE esos papeles? No le sirven de nada. No se pueden cambiar por plata”. -Usted se queja de la Ley 4/3 “El problema nació con la Ley 4/3. Ahí fue que se politizó el ICE. Fíjate que ahora están 7 a 0. Es una directiva totalmente política. “Además, el artículo 17, todavía vigente se incumple. Ese artículo dice que la política financiera será la de capitalizar las utilidades netas de la venta de energía eléctrica y cualquier otra fuente, (cuando eso no estaba telecomunicaciones) y su aplicación en la financiación y ejecución de los planes nacionales de electrificación y de impulso a la industria con base en la energía eléctrica. También dice ese artículo que el gobierno no derivará ninguna de esas utilidades, pues el instituto no deberá ser considerado como una fuente productora de ingresos fiscales, sino que deberá usar todos os medios a su disposición para incrementar la producción de energía eléctrica como herramienta básica para el desarrollo.” -Nada que ver con la realidad -Ese artículo fue violado por todos. El truco para debilitar el ICE es ponerlo a comprar bonos del Banco Central y el Ministerio de Hacienda. Son papeles que no puede utilizar, con la doble idiotez de que el Banco Central paga intereses al ICE que es parte del problema de endeudamiento. Se han enredado mucho. Es muy triste. -¿Cree que las cosas están muy mal como dicen los economistas? -No, no. Le voy a dar un ejemplo. La deuda interna es, en parte, ficticia, pero los economistas no lo ven así. Cuando te debes a vos mismo, pasas la plata de una bolsa para otra. Es una deuda virtual. ¿Por qué no la olvidan? Yo sé lo que me van a contestar los economistas. Van a decir que no se puede porque al olvidar la deuda, el ICE va a dejar de tener esos bonos. Pero, ¿para qué quiere el ICE esos papeles? No le sirven de nada. No se pueden cambiar por plata. Son papeles, nada más.
Óscar Arias y el ICE “Óscar no va a privatizar. Óscar y yo tuvimos que ver con el ajuste estructural. Es más, yo estuve en eso desde el tiempo de Luis Alberto Monge, con Rodolfo Silva, Eduardo Lizano, y Carlos Manuel Castillo. “Siempre nos opusimos a las privatizaciones, aunque ellos, los del Banco Mundial, siempre lo promovieron”. -Usted fue el segundo a bordo en el gobierno de don óscar Arias. Ahora los sindicatos dicen que don Óscar privatizaría el ICE. -Óscar no va a vender nada y quienes dicen que Abel va a vender, tampoco tienen razón. Eso es no cierto. Óscar no va a privatizar. Óscar y yo tuvimos que ver con el ajuste estructural. Es más, yo estuve en eso desde el tiempo de Luis Alberto Monge con don Rodolfo Silva, Eduardo Lizano y Carlos Manuel Castillo. “Siempre nos opusimos a las privatizaciones, aunque ellos, los del Banco Mundial, siempre lo promovieron.” -¿Lo promovieron abiertamente? -Mirá que fácil. El Banco Mundial eliminó los préstamos para energía eléctrica y condicionó los préstamos para carreteras a que se manejaran por concesión. Ninguna carretera de estos países tiene la densidad del tráfico necesaria para producir una utilidad financiera. El beneficio de una carretera es económico y social pero en cuanto a servicios, no en dinero. “Vea el caso de México. Ese país se metió de cabeza a hacer carreteras. La teoría dice que para hacer carreteras de peaje, debes tener una liebre a la par. Empiezan a funcionar las carreteras e inmediatamente el concesionario se da cuenta que los ingresos por peaje no le producen utilidades. Piden aumentos de peaje a tal punto que nadie las usa. O sea, que hay carreteras nuevas que nadie puede usar, y entonces la gente sólo usa las calles viejas. “En Europa, todas las carreteras de peaje son estatales. Igual si comparamos al ICE. Las instituciones eléctricas exitosas en Europa, son instituciones del Estado. Así ocurre en Francia, Alemania y Suiza. Gracias a Dios, eso en Costa Rica, lo sabemos. Yo estoy seguro que no podrán destruir lo que ha conseguido el ICE”. Periódico Ojo, mayo 2003
Anexo 2 JORGE MANUEL DENGO Fundador de la EARTH (Peri贸dico El Guapile帽o)
JORGE MANUEL DENGO Fundador de la EARTH El padre del ICE también fue uno de los precursores de la fundación de la Escuela Agronómica de la Región Trópico Húmedo (EARTH). Aquí nos cuenta en detalle el grandísimo ciudadano costarricense Jorge Manuel Dengo. “A la zona Atlántica me une el hecho de que muchos años después de que construí en Guácimo la secadora de maíz, volví para fundar la EARTH. Esa universidad es el juguete mío más querido después del ICE. “La fundamos entre un grupo. Me tocó dirigir toda la obra civil durante el proceso de la construcción, durante los dos primeros años. Se construyó en un tiempo record. La inauguramos en el año 89, y hemos graduado mucho más de mil estudiantes. “EARTH tiene tres papas. El primero es Rodolfo Cortés, que había diseñado el Centro de Diversificación Agrícola de Turrialba, y era presidente municipal en ese cantón. El segundo es Daniel Chaig, que era el director de la AID en Costa Rica y que había estado en Bolivia, donde había querido fundar una escuela agrícola técnica vocacional, pero no lo había conseguido. Y el tercero fui yo, que tenía la preocupación por la falta de escuelas en la zona y la ausencia de capacitación agrícola. “Daniel Chaig y yo nos reunimos con Luis Alberto Monge en la casa de Rodolfo Cortés. Luis Alberto era el presidente en ejercicio. El AID dio un apoyo completo y se formó un grupo consultivo para estructurar el proyecto. Asumí la dirección interina de la escuela. Lo que hago siempre es recoger unas cuantas victimas: Alex Mata, del INCAE, Jorge Sauma, que ahora esta en CORBANA. Estuve al frente del proyecto dos años, del 87 a marzo del 89 e inauguré la EARTH siendo Vicepresidente de la República. Quedó tan grande, tan linda y tan linda que vino un presidente de Kenia y quería comprarla y llevársela con todo”.
La historia en detalle
“La primera comisión de EARTH la formamos el presidente de la Universidad de UTAH, Glen Tagart; Rodolfo Cortés, Román Brown, presidente de la Fundación Kellogs, Luis Carlos González de la Universidad de Costa Rica, y yo. Formulamos
el perfil del proyecto, y fue aprobado por una entidad oficial de los Estados Unidos que tiene que ver con educación técnica. “Se acordó hacer el proyecto y se encargó a tres universidades norteamericanas, entre ellas el Politécnico de California para afinar todos los detalles. “El Politécnico de California tomó la batuta. Cuando fuimos a San Luis Obispo, a visitar este centro universitario, el Cal Poli que le llaman, el proyecto estaba en manos de la comisión que comenté. Yo ya era vicepresidente de la república y todavía era miembro de la directiva de la EARTH. “En ese viaje a California, Bob Carbonell, un destacado empresario de El Salvador que estaba con nosotros en EARTH, me dijo. “Jorge Manuel, si no te haces cargo de este proyecto, no va a caminar. Yo acepté porque lo que he sido es un iniciador y un ejecutor de proyectos. Los académicos pueden conceptualizar los proyectos pero trasladarlos a la realidad no es fácil. “Se puso en marcha la ejecución del proyecto. Los arquitectos eran los de Consultécnica, de Manuel Trejos y Carlos Espinach, que han construido todos los edificios de la Corte Suprema de Justicia, de los mejores edificios que hay en el país, y la construcción fue DIPSA, de Carlos Manuel Escalante. “Otros inventaron que era un proyecto secreto del gobierno de Estados Unidos para establecer una base militar en Costa Rica. Puras tonteras.”
La escogencia de José Zaglul “Llegaron doscientas solicitudes de estudio para director de la escuela. La lista se fue depurando. Finalmente quedó en diez personas y luego solo cuatro; Luis Carlos González de la UCR, José Zaglul que trabajaba en el CATIE, y un panameño y un chileno. “Luis Carlos me dijo que se había puesto a meditar mucho y que quería confesarme que a él lo que le gustaba era la parte académica, así que sería que lo mejor para él era dedicarse a la investigación. “Decidimos que no nos convenía ni el panameño ni el chileno. Entonces llamamos al tal José Zaglul a ver que vibras nos daba. Llego enfermo, con un catarro que nos contagió a todos. Entre estornudo y estornudo, para que no nos pegara el catarro, lo nombramos rapidito”, dice don Jorge Manuel.
“Ahora creo que más de la mitad del éxito de la EARTH está en haber escogido a José. La mayor suerte de la EARTH es José. En general, la EARTH ha tenido mucha suerte al traer personas muy especiales, como el vicerrector Jim French, y el gerente de finanzas, Alex Mata, que yo se lo robé al INCAE. Primero me lo traje en calidad de prestado por esa institución para que me ayudara al principio, pero luego nos lo dejamos, porque es muy bueno. “EARTH fue un proyecto que me apasionó y ahora es una realidad que me llena la vida de ilusiones”.
Tomado de una entrevista de Camilo Rodríguez publicada en el periódico “El Guapileño” en mayo del año 2003
ANEXO 3 JORGE MANUEL DENGO Precursor de la Comisión Nacional de Emergencias (Periódico El Guapileño) “
JORGE MANUEL DENGO Precursor de la Comisión Nacional de Emergencias “Siempre he sido bombero voluntario y he colaborado con la Cruz Roja, aquí y en Estados Unidos. Siempre me ha fascinado trabajar muy duro y servir en todo lo que pueda en medio de esos momentos difíciles. “La primera vez que estuve en atención de emergencias, ya como coordinador, fue cuando la erupción del volcán Irazú. Vivíamos en Santa Ana. Yo estaba de gerente general de Fertica. Había dejado el ICE en el año 60, para irme a organizar la empresa de Fertilizantes de Centroamérica. Tenía dos plantas, una en Puntarenas y la otra en el puerto más importante de El Salvador. “Las erupciones empezaron en marzo. Las vimos durante el resto del año. Lo primero que hizo fue afectar el área ganadera y lechera del Irazú y San Isidro de Coronado. En segundo lugar afectó el café. “Después vino la avalancha del 9 de diciembre del 64, la tragedia del Rio Reventado, en Taras de Cartago. Fue en ese momento cuando yo me hice cargo de la coordinación. Te cuento la historia. “Un día, a las siete de la mañana, sale la empleada de mi casa, en Santa Ana, y me dice, “ahí está un carro al frente”. Salgo yo y era Don Chico Orlich, el presidente. Andaba solo, manejando por todos lados. “Don Chico me dijo, “te andaba buscando. ¿Viste lo que pasó anoche en Cartago? Fue una cosa tremenda, y en el Consejo de Gobierno estuvimos pensando en organizarnos. Todos pensamos en vos. ¿Vos te vendrías a organizar esta carajada? Nos urge alguien que se haga cargo de ayudarnos en este trabajo urgente”. Yo le conteste que tendría que ver cómo dejar Fertica. Lo invité a entrar y a tomar café. Nos fuimos para Casa Presidencial. Mario Quirós Sasso, que era, en ese momento, el primer ministro de la presidencia de nuestra historia, me explicó la situación. Mario hubiera sido un gran presidente. Es una lástima que se haya matado en un accidente. “Le dije que si. Me fui con Guillermo Hutt, quien habría trabajado conmigo en el ICE y en Fertica. Nos fuimos para el Irazú. Después volví don Chico y le dibujé un círculo. Se lo dividí en cuatro. Un fenómeno natural, que no pide permiso para ocasionar desastres, afecta en varios sentidos. Lo primero es que afecta puentes, carreteras… El segundo efecto sobre la población. El tercero es sobre la economía. Le propuse a don Chico nombrar un coordinador para cada punto, Federico Gutiérrez Brown para que atendiera la parte científica; Rodolfo Dobles
del MOPT y Carlos Corrales del ICE para infraestructura; Armando Arauz y Guillermo Castro Echeverría para la parte social, Armando como subgerente del Seguro Social y Memo porque era gobernador de San José, que fue la ciudad más afectada. Yo me encargué de la cuarta parte en que dividí el círculo, que era planificación y economía.
Padre de la planificación “Después de que atendimos la emergencia, Don Chico me nombró Director de Planificación, que era una oficina recién nacida y que después convertimos en ministerios, lo que fue un grave error. “Convertir la oficina de planificación en ministerio estuvo muy mal, porque paradójicamente, al pasar a ser ministerio perdió influencia. Siendo director de oficina estás a la par del presidente. En cambio, siendo ministro estás a la altura de los otros ministros. El problema es que no creían en la planificación, y siguen sin creer. Planificar es pensar antes de hacer. Eso es todo.
Eduardo Lizano y Rodolfo Silva “Por cierto que en la oficina de planificación, me aparecen dos tipos muy interesantes; Eduardo Lizano y Rodolfo Silva. Eduardo venía graduado de la Escuela de Economía de Londres y Rodolfo tenía una maestría en Desarrollo Urbano, había trabajado en el INVU y venía de dar clases en la Universidad del Valle en Colombia. Eduardo quedó como asesor económico y Rodolfo como subdirector de Planificación, se convirtieron en personas muy cercanas a mí. Todavía tenemos una relación personal, cercana, tantos años después.” “Yo me dedique a los problemas del Irazú y Rodolfo al Plan Nacional de Desarrollo. También organice la Oficina de Defensa Civil. Al principio la dirigí yo. Terminó siendo la Comisión Nacional de Emergencias”.
En operaciones difíciles Don Jorge Manuel también estuvo al frente de la atención de numerosas emergencias en América Central. Coordinó el trabajo de atención a las emergencias de varios terremotos, dos en Managua, uno en Guatemala, dos en El Salvador, así como un huracán en Honduras y otro en Guatemala, y la atención
del Huracán Juana, que le toco cuando estaba en la vicepresidencia de la república. “Es que como Óscar (Arias) salía tanto fui presidente de la republica muchos días. Yo siempre digo que he sido presidente más que nadie aquí, he sido presidente siete veces distintas”, cuenta don Jorge Manuel, quien en el caso de nuestro país ha estado al frente de la coordinación del trabajo de atención de inundaciones y numerosos terremotos, entre ellos el de Limón, el de Alajuela, el de Puriscal. Luego volvió a la Comisión Nacional de Emergencias en la administración de José María Figueres. “Me gusta mucho este trabajo. Además quería darle gusto, complacer a José María, quien quería que yo fuera vicepresidente, pero le dije que con una vez era suficiente. Entonces se me resintió y me dijo que por lo menos le ayudara donde tenía más experiencia que todos los demás, y modestia aparte eso ocurre únicamente en el caso de la atención de emergencias.
Tomado de una entrevista de Camilo Rodríguez a Jorge Manuel Dengo publicada en el periódico “El Guapileño” en mayo del año 2003