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LIC. RASHEL COHEN LAN PRESIDENTA Y FUNDADORA

DENTRO Y FUERA DE LA CÁRCEL, CONSTRUYEN MEJORES OPORTUNIDADES DE VIDA PARA LAS MUJERES

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En la Fundación Rebeca Lan, encabezada por la Licenciada Rashel Cohen Lan, trabajan por ser un gran apoyo para las mujeres que se encuentran privadas de la libertad, puesto que están comprometidos en formar mejores individuos para lograr una mejor sociedad, esto a través de la fe, la esperanza y el amor que le imprimen a sus diferentes programas. Como resultado, los invitamos a que lean esta increíble labor que llevan a cabo desde la fundación.

¿Desde cuándo y por qué nace la fundación Rebeca Lan?

La Fundación Rebeca Lan nace en honor a mi madre, Rebeca. Ella fue una luchadora incansable, dado que estuvo injustamente privada de su libertad, en ese tiempo inspiró a sus compañeras para creer en su potencial como mujeres y como seres humanos. Y fue así como a través del trabajo que hizo con sus compañeras, a través del amor, de su compromiso con ellas, de la impartición de talleres de literatura, inglés, teatro, entre otros, que encontré inspiración. Fue en el 2016 que inició la Fundación Rebeca Lan, hoy en día trabajo con miles de mujeres dentro de prisión y con sus hijos, que viven ahí.

Hasta la fecha hemos trabajado incansablemente con las mujeres a través del amor que mi mamá me inculcó y que conocí. Consideramos que como sociedad, es sumamente importante reconocer la realidad tan fuerte que se vive en las mujeres como el abandono, el rechazo, el estigma, la soledad, la angustia por los hijos e incluso el dolor, la preocupación y los efectos que puede tener un hijo que no crece junto a su mamá. Yo viví esa situación, crecí sin mi mamá, yo entiendo en carne propia lo que se vive y siente como hijo. Yo viví esa situación, creciendo sin mi mamá y es por eso que entiendo las condiciones y necesidades que se dan en ese entorno, así que ahora me toca como fundación entender, poder ver con otros lentes lo que las mujeres enfrentan y poderlas ayudar desde un lado más humano, desde el dolor y desde el entendimiento. Esta es la razón de su creación.

La emergencia sanitaria del COVID-19 ha generado grandes desafíos, ¿Cómo han logrado hacer más llevadero este flagelo para las mujeres privadas de la libertad?

Para las personas privadas de la libertad se volvió una situación muy difícil de afrontar. Ya que por el hecho de estar recluidas, muchas viven en el abandono aunado a las diversas situaciones que enfrentan dentro. La pandemia solamente complico más las cosas.

Durante el 2020, dada la contingencia sanitaria por la que atravesamos, en la Fundación Rebeca Lan, innovamos nuestro modelo de reinserción social. Tuvimos que cambiar absolutamente toda nuestra manera de trabajar, específicamente el abordaje de los talleres presenciales de sanación emocional y empoderamiento que llevamos a cabo, al hacerlos ahora a través de plataformas virtuales, lo que ha favorecido el alcance que esto ha tenido en los 17 centros penitenciarios donde tenemos presencia.

También, trabajamos para a unir a las mujeres con sus familias, ya que las visitas presenciales se vieron afectadas a partir de la contingencia. Es así que dimos inicio a un proyecto llamado `Uniendo familias a distancia´, el cual a través de un donativo de celulares y routers que se entregaron al sistema penitenciario del Estado de México y de la Ciudad de México, los cuales estuvieron resguardados por las autoridades, sirvieron para que las mujeres puedan hacer llamadas semanales con sus hijos y sus familiares. Esta gestión, les ha traído ilusión y esperanza al reencontrarse con sus familias, principalmente con sus hijos cada semana a través de una video llamada.

Además de enfocarnos en estos dos proyectos, continuamos entregando productos de higiene personal, como toallas sanitarias y papel higiénico, ya que si generalmente les costaba trabajo obtener estos productos, la pandemia lo volvió más complicado.

¿Por qué trabajar con los hijos de las mujeres privadas de la libertad?, ¿Cómo han salido beneficiados gracias a la fundación?, ¿Qué trabajos o planes llevan a cabo con los menores de edad?

Los hijos de las mujeres son un tema prioritario para nosotros, se trata de uno de nuestros principales ejes. Con el fin de que tengan una infancia digna, trabajamos con los niños que viven dentro de los centros penitenciarios hasta ser separados de sus madres. Y también a su vez, con los hijos que viven fuera de prisión para que sigan superándose y puedan tener un vínculo más cercano a ellas.

Hemos tenido distintos tipos de acercamientos con estos pequeños a través de diferentes talleres, tanto presenciales como virtuales, para que ellos también puedan fortalecerse emocionalmente. A la mayoría de niños les cuesta mucho trabajo la separación, y si viven fuera, la comunicación con ellas es limitada, por eso no solo nos enfocamos en la mujer, sino también en lo que sucede en el ámbito familiar, en este caso sus hijos. De igual forma, trabajamos con ellos, ayudándolos a conseguir becas de estudio o empleo en empresas donde previamente establecimos un convenio.

Han sido beneficiados. Gracias a nuestros programas donde buscamos fortalecer la autoestima de los niños y la relación entre madres e hijos, el tema de la separación a los tres años, antes de que sean separados de sus madres de una forma tan abrupta, es abordado para que ambos lados puedan beneficiarse y encontrarse fortalecidos para ese momento.

En términos estadísticos, ¿Cuál ha sido el impacto de la fundación en la reinserción social de las mujeres que estuvieron privadas de la libertad?

En la fundación con nuestro modelo de reinserción con perspectiva de género, acompañamos a las mujeres durante su encarcelamiento hasta que son liberadas. Implementamos diversas acciones y programas que buscan la reintegración de las mujeres a la vida laboral y social, así como prevenir la reincidencia, una vez cumplida su condena.

De igual manera, por medio de nuestro eje de inclusión laboral, realizamos talleres y capacitaciones dentro de prisión para que las mujeres puedan acceder a un empleo digno una vez sean puestas en libertad. Como resultado, desde la Fundación Rebeca Lan y nuestro programa de actividades, hemos logrado impactar a 3.820 mujeres privadas de la libertad, y de forma indirecta hemos impactado a 11.400 familiares.

¿Cuáles programas llevan a cabo en los centros penitenciaros y cuál ha sido su impacto en las mujeres?

Con el fin de asegurar una vida digna en reclusión, “Dignificación en Centros Penitenciaros” es nuestro primer eje. Creamos y habilitamos bibliotecas dentro de los penales, ya que una necesidad muy grande entre las mujeres en reclusión, es el enriquecimiento cultural. Nos sentimos muy orgullosos de que a la fecha hemos creado y habilitado ocho bibliotecas “Rebeca Lan” logrando conseguir más de 18.300 libros, los cuales en su primera página, contienen una breve dedicatoria por parte de la sociedad. Queremos que se sientan aceptas e inspiradas por los demás.

“Sanación e Inteligencia Emocional” es el segundo eje. Como seres humanos, sabemos que gozar de una buena salud emocional, es prioritario. Enfocarnos en las emociones, en nuestra mente, no solo trabajar sino sanar completamente. En ese orden de ideas, cuando una mujer entra a prisión, vive la separación de su familia y sus hijos, una situación difícil, adversa, además de llegar a un lugar desconocido donde les toca enfrentarse a una realidad compleja. Cuando una mujer ingresa a prisión, comenzamos a trabajar con ellas y las encaminamos hacia distintos talleres, donde vamos avanzando de la mano, hasta llevarlas a un momento en el cual puedan encontrarse a sí mismas y construir un amor propio, de esta forma, tener una mejor relación con sus compañeras y con las autoridades, pero lo más importante, que puedan tener una buena relación con sus hijos.

“Vínculo familiar y maternidad” es el tercer eje. El núcleo familiar de las mujeres privadas de la libertad en México se ve afectado porque se fractura la relación de las madres con sus hijos desde el momento de la separación. Es por eso que trabajamos mediante talleres y actividades para reconstruir y fortalecer estos vínculos ya que la familia es el eslabón primario para el proceso de reinserción social de las mujeres que además les permite superar momentos de crisis y sentirse motivadas, ya que sus seres queridos son quienes principalmente les dan ánimo y apoyo moral.

“Inclusión laboral” El cuarto eje, es muy importante, porque sabemos que, para que la reinserción social realmente se lleve a cabo, es el trabajo integral dentro y fuera de prisión. Sin embargo también tiene mucho impacto el que las ayudemos cuando salen de prisión, porque al estar fuera, se encuentran con un espacio diferente, una calle, una casa y hasta unos hijos distintos, pues estos últimos han crecido, por eso es tan importante mantener el vínculo madre e hijo. Respecto a la inclusión laboral, son ellas las que mantienen a su familia. Entonces, consideramos que es de gran importancia el que las mujeres puedan conseguir un empleo cuando salen de prisión, que puedan mantener a sus hijos, que puedan ellas mantenerse a sí mismas, ser independientes y que puedan salir adelante.

Entonces realizamos talleres para capacitarlas cuando salgan a la sociedad y así poder tener un empleo digno, en este último, nuestra labor es acercarnos a sensibilizar instituciones o empresas y que posteriormente estén dispuestas a incluir a las mujeres laboralmente. Este proyecto llamado “Creo en ti”, ha tenido una respuesta positiva por parte de las empresas y, afortunadamente, poco a poco se han ido sumando cada vez más.

Para nosotros es importante brindarles otra oportunidad a estas mujeres. Hay muchas que ni siquiera han tenido la primera oportunidad por diferentes factores como por ejemplo el lugar donde les tocó nacer, acompañado de un entorno fracturado, lleno de violencia, abuso y falta de amor. Por eso es para nosotros de gran importancia el poder brindarles una oportunidad.

¿Las personas que no están vinculadas directamente con la fundación pueden aportar ayuda?, ¿Cómo lo pueden hacer y de qué manera pueden aportar?

Por supuesto que sí, ya existen tres formas en que las personas y empresas pueden aportar a la fundación. Existen recursos en especie, principalmente de artículos de higiene personal, los cuales son entregados mensualmente, pueden ser jabón corporal, toallas sanitarias y papel higiénico.

De igual manera, unirse y donar su tiempo, a través de voluntariado para llevar a cabo las actividades y talleres que hacemos, aquí también se pueden unir los jóvenes de universidades que están haciendo servicio social, bienvenidos.

Así mismo, el tema de recursos económicos ya que somos una fundación donataria autorizada, entonces damos deducibles de impuestos. En general recibimos todo lo que contribuya a la operación general y programas de la fundación. Los invito también a unirse a nuestras redes sociales que son: Fundación Rebeca Lan en Facebook e Instagram, nuestro correo es contacto@fundaciónrebecalan.org, y la página web www. fundacionrebecalan.org .

Aprovecho para invitarlos a que se sumen a esta lucha que nos beneficia a todos como sociedad. Queremos vivir en un país donde nuestros hijos puedan crecer en un lugar mejor y seguro.

También me encantaría invitar a estudiantes de distintas escuelas y universidades, que se unan a apoyarnos en la fundación. Dado que, hemos encontrado que al trabajar con nosotros ayuda mucho a la prevención, a que nuestros jóvenes vean y aprendan sobre las consecuencias que existen cuando optamos por el camino equivocado. Me pasa mucho cuando hablo con las mujeres más jóvenes de 18 a 25 años que cuentan no haber pensado o imaginado las consecuencias. Es hacerles ver que existen actos que se hicieron sin pensar e imaginar las consecuencias desafortunadas que podrían tener.

Nuestros esfuerzos se centran en motivarlas a seguir sus propias convicciones, que lleguen a pensar lo que realmente es para su propio beneficio y no el hacer lo que está bien para los demás. Es de tanta importancia, porque al final de cuentas la persona afectada va a ser uno mismo. Y como me decía una de las muchachas con las que estaba trabajando: “antes era la más popular de todas mis amigas, era la más cool de la ciudad, a la que más le escribían en los chats, en mi Facebook. Y me decía mi mamá, no te lleves con ellos, ese novio con el que andas no es bueno, no te llevas con él. Y bueno, salí embarazada y caí en la cárcel. Ahora la única que me viene a visitar aquí es mi mamá. Nadie más me viene a visitar. O sea que la popularidad era mentira. Al final de cuentas, la que acaba contigo es tu mamá y la que me acabó cuidando este niño, mi hijo, es mi mamá”.

Quiero que este mensaje llegue a muchas personas. Hay tantas mujeres violentadas, que soportan creyendo que esa es la única opción que tienen. Son muchas con las que trabajo hoy en día que acaban en prisión por no haber tomado una buena decisión cuando podían.

Por eso me dirijo a las mujeres que me leen: No lo toleres, no lo aguantes, pide ayuda, por favor no permitas que tus hijos tengan que ver y pasar por ese tipo de situaciones. Quiero que sepan que hay alternativas y que no hay porqué tolerar los abusos. Puede parecer normal, pues es parte de lo que han vivido y se han enfrentado, pero no lo es. No hay razón para avergonzarse, cualquier mujer puede vivir una situación parecida y no son culpables por ello. Entre más rápido puedan alejarse, es mejor.

Mi nombre es Rashel Cohen Lan y quiero ser la voz de todas estas mujeres traspasando las rejas de la cárcel para hacer conciencia de la importancia de esta causa que beneficia a personas vulnerables mediante el amor, la compasión, la comprensión, la solidaridad y aceptación. Me pueden buscar en mis redes sociales donde constantemente subo información referente al tema. En Instagram me encuentran como @rashelcohenlan.

Para concluir, ¿Cuál será el mayor reto para la Fundación Rebeca Lan en este año 2021?

Esperamos superar la pandemia y volver a la normalidad, para retomar con mayor fuerza el trabajo que hacíamos antes de que llegara el COVID-19. Así mismo, conseguir de nuevo recursos económicos para continuar con nuestro programa y seguir adelante, luchando, creciendo en más centros penitenciarios, continuar alcanzando más vidas, más impactos de mujeres desde dentro hasta fuera.

Tener casos de éxito es lo más enriquecedor para la Fundación. Porque ver a una mujer mal emocionalmente dentro de la cárcel, acogerla para empezar a trabajar con ella y que de repente, a través de los años, ver que sale y luego nos contacte para conseguirle trabajo, que además trabajen y que sus hijos estén becados, en resumen, ver toda una familia reconstruirse, es la satisfacción más grande para mí. Eso es lo más importante, que las mujeres y sus hijos logren tener una vida saludable en comparación a la que tenían antes.

Yo también crecí en un hogar fracturado y este es el mensaje que quiero compartir porque lo viví en carne propia. Yo también tuve que elegir entre un camino equivocado o luchar por mi vida y escogí luchar y salir adelante. Aprendí que si uno realmente lo quiere, puede lograrlo. Quiero dar el mensaje de que si uno realmente lo quiere, puede lograrlo aun teniendo absolutamente todo en contra. Me gustaría que aprendiéramos a escuchar a esa voz interior y seguirla sin tomar en cuenta aquellas que son negativas, las cuales solo nos quieren arrastrar a lugares equivocados.

La idea es lograr un mejor futuro. Muchos de nosotros pasamos por situaciones así, lo importante es no darnos por vencidos y seguir adelante luchando con fe, esperanza, amor a Dios, pero con amor a nosotros también.

¿Esto para qué? Para que cuando lleguemos a nuestra meta, también podamos inspirar a esas otras personas que están en la misma situación, así como yo ahora lo estoy haciendo con esta fundación. Por eso seguiré luchando para que cada día seamos más los que nos unimos a esta causa. Este un tema muy olvidado, muy rechazado y muy señalado. En mi caso, mi meta es lograr sensibilizar a la sociedad respecto a mujeres privadas de la libertad y hacer voz por aquellas que no la tienen.

Hay mujeres extraordinarias dentro de los centros penitenciarios, hay mujeres muy capaces, hay mujeres que a lo mejor no tuvieron una educación, pero sí tienen muchas ganas de salir adelante, y lo único que quieren es una mejor vida. Y así vamos por ellas. Hace poco, alguien me preguntó que por qué no solo trabajaba con aquellas mujeres inocentes y en cambio, trabajaba con todas, yo le contesté que para mí es sumamente importante trabajar con todas, ya que el 85% de ellas son madres y tendrán que regresar en algún momento con sus hijos, así que yo necesito que ellas regresen siendo mejores seres humanos y madres para así educar mejores seres humanos.

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