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Alerta: miopía

La miopía es un problema de salud global cada vez mayor. Esta epidemia silenciosa , según prevé el International Myopia Institute (IMI), en 2050 afectará al 50% de la población mundial, con un 10% de discapacitados visuales. Es fundamental que la comunidad oftalmológica asuma el protagonismo en la prevención y tratamiento temprano de esta patología para frenar su avance.

“Los oftalmólogos tenemos entre manos el problema o, mejor dicho, la solución a ese problema: debemos tratar de revertir esa tendencia actuando sobre las nuevas generaciones para que esa proyección no se cumpla. La llave es que todos los chicos tengan acceso al tratamiento oportuno”, reflexiona la doctora María Marta Galán , experimentada y reconocida oftalmopediatra, socia fundadora de la Sociedad Argentina de Oftalmología Infantil (SAOI) e integrante del Grupo de estudio de miopía de dicha entidad.

Comparte este espacio con sus colegas, los doctores Rafael Iribarren, Abel Szeps, Leonardo Fernández Irigaray, Carlos Kotlik, Gabriela Rodríguez y Rodolfo Aguirre, que son “especialistas que saben mucho de esta patología. Oftalmopediatras que llevan todos esos conocimientos al terreno de la atención primaria de la oftalmología infantil”, describe la doctora, y agrega: “Nuestro objetivo es tratar de mejorar las estadísticas proyectadas para los próximos años, aunque esto solamente se va a lograr si nos dedicamos a que cada chico tenga la atención en el momento oportuno. Para esto, es fundamental que el oftalmólogo esté preparado para emprender el camino del manejo de la miopía de sus pacientes junto con la escuela y la familia.

Es un largo camino que no se limita a la prescripción de la corrección porque es necesario adaptar a cada paciente las herramientas o los recursos más adecuados”.

“La miopía es una enfermedad del ojo y, como tal, debe ser abordada desde el punto de vista médico”.

Para colaborar con esta misión, el Grupo de Estudio de Miopía SAOI publicó el primer consenso en español sobre el manejo de la miopía en edad de progresión en la Revista OCE - Oftalmología Clínica y Experimental (OCE 15.2) y que fue republicado en importantes publicaciones científicas internacionales.

MO- ¿Cómo fue la evolución en el abordaje de esta patología?

MG- Hasta los primeros años de este siglo, el estándar de tratamiento de la miopía en los niños era el diagnóstico y la prescripción de la corrección, que iba aumentando año a año. A partir de los primeros trabajos que aparecen fundamentalmente en el sudeste asiático, conocemos los abordajes preventivos que se pueden hacer para retardar su aparición o progresión.

Herramientas que, en su conjunto, se conocen como manejo o control de la miopía y cuyo costo-beneficio lo veremos cuando podamos disminuir la cantidad de discapacidad visual provocada por esta patología.

MO- ¿Qué los motivó a desarrollar el consenso?

MG- El objetivo es el abordaje de la miopía en la infancia, que es la edad de progresión, para actuar de manera preventiva en los 3 aspectos en que la Organización Mundial de la Salud considera la prevención: primaria –aquella que se ejerce sobre toda la sociedad para involucrarla en la mejora de los hábitos y en el interés por la patología–, secundaria –que es identificar dentro de la población sana aquellos niños que están en riesgo de ser miopes, aunque todavía no lo sean– y, en tercera instancia, una vez diagnosticada la enfermedad, brindar los tratamientos necesarios para evitar la progresión, tendientes a mejorar el pronóstico final porque cuanto más progresa la miopía en la infancia, más posibilidades

MO- ¿Qué les aporta el consenso a los especialistas?

MG- El consenso sirve para darle al profesional el respaldo que necesita para actuar dentro de un estándar de cuidados y de normas respaldadas por las instituciones científicas. Es importante uniformar los criterios para que todos los especialistas tengan a su alcance una guía y sepan cómo proceder. Ya sumamos aproximadamente 15 años de conocimientos y de evidencia acumulados gracias a los estudios ramdonizados, respaldados por todos los requisitos de la estadística como para afirmar que contamos con tratamientos ópticos y farmacológicos, además del manejo de los hábitos que es uno de los recursos disponibles más importantes para actuar sobre la población general.

MO- ¿Cuál es la incidencia de la miopía en la Argentina?

MG- En la Argentina, como en la mayor parte de Latinoamérica, no tenemos cálculos locales de la verdadera incidencia y prevalencia de la enfermedad porque varía muchísimo de acuerdo a las características de las poblaciones estudiadas. En las grandes ciudades, por ejemplo, las cifras se acercan más a los porcentajes de las ciudades europeas, mientras que las regiones andinas, otras comunidades con mayor cantidad de población originaria, mayor exposición a la luz solar, menos trabajo de cerca, menos nivel educativo, pueden tener muy bajos porcentajes. De todas maneras, en todos los casos, siempre se ha visto que está en aumento.

MO- ¿Cómo debe encarar el oftalmólogo el control de pacientes en edad de progresión?

MG- El oftalmólogo tiene que hacer un examen visual completo bajo cicloplejia y la medida del largo axil, realizar una queratometría y el resto del control oftalmológico completo. Según los resultados de esos estudios, se puede requerir o no exámenes complementarios, además del cálculo de los riesgos según los antecedentes familiares y a los hábitos del paciente. Es importante tener en cuenta que podemos predecir la miopía haciendo el simple examen oftalmológico del ingreso a la primaria.

Un oftalmólogo, entrenado y dispuesto a hacer una buena refracción, va a encontrar que esos chicos son menos hipermétropes que los normales y que en uno año o dos van a ser miopes. Sobre todo, si tienen antecedentes familiares. Sobre esa población sana hay que empezar a actuar modificado los hábitos. Si postergamos la aparición de la miopía en esos chicos que tienen padres miopes o hábitos miopigénicos –porque están siempre con pantallas o haciendo actividades recreativas en espacios interiores– vamos a tener un chico que va a llegar con menor progresión al momento en que se estabilice.

MO- ¿Cuáles son los tratamientos para la miopía disponibles en nuestro país?

MG- En la Argentina, tenemos el tratamiento con la atropina diluida. Las diluciones más recomendadas por los estudios internacionales comenzaron siendo del 0,01% y, actualmente, podemos adaptar diluciones distintas según cada caso en particular, sobre todo, en los más pequeños. En forma incipiente, contamos con la ortoqueratología que consiste en aplicar un lente de contacto de uso nocturno y lentes aéreos bifocales o multifocales. Por otro lado están los lentes y las lentes de contacto de desfoco periférico, aunque actualmente no son accesibles para todos los chicos, ni están muy difundidos a pensar que hay firmas que los importan. Existen también un sistema de desfoco periférico que se llama DOMS que se está ensayando en la Argentina y que permitirá fabricarlos localmente, lo que hará que sean más accesibles.

MO- Las obras sociales y prepagas de salud, ¿suelen cubrir los estudios y tratamientos mencionados?

MG- No, en general, no cubren este tipo de anteojos y, muchas veces, tampoco cubren los exámenes complementarios que se requieren. Por ejemplo, la biometría, que es imprescindible para diagnosticar el crecimiento del lago axil y controlarlo durante el tratamiento.

MO- ¿Qué acciones debería tomar el Estado para colaborar con la prevención?

MG- Creo que debería crearse alguna especie de programa para que todos los chicos tengan acceso al tratamiento oportuno. Y, fundamentalmente, trabajar con el sistema educativo porque si aumentamos la exposición a la luz natural dentro del horario escolar, generaremos un impacto muy fácil de medir, sin dejarlo librado a la iniciativa de cada familia y nos aseguramos que todos los chicos van a recibir la misma dosis de aire libre para evitar la enfermedad.

PARA TOMAR NOTA

El Consenso para el manejo de la miopía en edad de progresión establece una lista de factores ambientales y conductuales considerados de alto riesgo:

• Tiempo excesivo y mantenido en tareas de visión próxima.

• Tiempo escaso de exposición al aire libre.

Se recomiendan las siguientes acciones:

• Erradicar dispositivos digitales y el hábito de lectura en la cama por la noche.

• Disminuir, limitar el trabajo prolongado en tareas de visión cercana.

• Indicar la práctica de la metodología 20 x 20 x 20.

• Pasar al menos 2,5 horas en plazas, parques, patios, balcones, terrazas.

• Sugerir el uso de “modo oscuro” (fondo oscuro y letras claras) de los dispositivos digitales.

La iluminación ambiente logra consenso en cuanto a los beneficios de la luz azul, por lo que se desaconseja el uso de filtros de luz azul para los anteojos de niños con miopía.

Se recomienda más intensidad de la luz artificial en los ambientes de las casas destinados a la lectura.

EXPERIENCIA

La Dra. María Marta Galán es médica egresada de la Universidad Nacional de la Plata, especialista, consultora en oftalmopediatra, miembro del Grupo ROP y embajadora del IMI en la Argentina.

A lo largo de su carrera fue presidenta de la Sociedad Platense de Oftalmología, exjefa de servicio del Hospital de Niños Sor María Ludovica y de la Nueva Clínica del Niño de La Plata y responsable del manejo de ROP en 8 neonatologías de dicha ciudad, entre otros cargos.

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