Detalle del estudio de Freddy Flores Knistoff y centro de reuniones pictórico-filosóficas de CAPA en Ámsterdam, Noviembre 2016.
NOTA SOBRE LA NATURALEZA Y EL SIGNIFICADO PRE-ICONOGRÁFICO DE CAPA* COMO (COLLABORATIVE AUTOMATIC PAINTING AMSTERDAM) Patricio G. Álvarez Aragón Dublin, marzo de 2018.
La infinita pre-iconografía* de CAPA es ya bien conocida dentro de algunos circuitos académicos e independientes del arte contemporaneo internacional, gracias a su activa presencia en eventos y exposiciones desde la década de 1990, siendo su gran aportación, como su acrónimo la describe, la práctica de la pintura automática colectiva en Ámsterdam, el peregrinaje de las imágenes y su configuración. Los elementos que sustentan la naturaleza de CAPA son diversos, sin embargo, se consideran capitales dentro de su proceso de creación, la intensa actividad intelectual que surge en torno al concepto de automatismo físico* propuesto por A. Jorn en 1948 (que en gran medida rivaliza con la naturaleza como foco de creación automatista), la destrucción del ego a través de la modificación y apropiación, el papel social en la colaboración y visión sobre el rol del artista como revolucionario, así como la inagotable búsqueda por lo sublime en el descubrimiento de insólitas composiciones colaborativas que muchas veces se hayan entre los limites de lo lingüistico y lo iconográfico. Los componentes aquí reunidos para la exposición de el Centro d'Artes de Aljustrel en Portugal, son Freddy Flores Knistoff, Jose Estevao, James Burns, Jorge J. Herrera Fuentealba y Patricio G. Álvarez Aragón. Haciendo ánimo a la reflexión como es usual en los textos de análisis de CAPA, podemos constatar que siempre es una tarea de gran complejidad establecer un significado lapidario de lo que la capa es hoy y que será mañana. El paradigma del significado como fuente de conocimiento es como el de una piedra preciosa que desea ser descubierta del abismo que la encierra para darnos
nuevas representaciones mentales de la utopia de su eterno descubrimiento y significado. Así es como su determinación, herramienta del conocimiento, hace que éste “el significado” se desdoble en el tiempo, sus origenes e interpretaciones a la espera ser modelado por un tosco o delicado gesto en aras de su destrucción y paradojica deconstrucción.
Detalle CAPA 80x100 en el estudio de Freddy Flores Knistoff, centro de reuniones pictórico-filosóficas de CAPA en Ámsterdam, enero 2018.
La idea de rivalidad que surge entre el gesto humano, automatismo físico, durante el proceso de creación CAPA y la manera en que la naturaleza confecciona el paisaje, insuflándole de vida, es un camino que ya hace muchos siglos emprendió la estética romanticista, en lo sublime maravilloso, sin embargo, es aquí cuando nos damos cuenta de la naturaleza automática con la que la misma naturaleza construye, sin seguir orden preconcebido y componiendo según las condiciones climatológicas y otros fenómenos naturales que se le presenten, como las lluvias, sequias, ventiscas, monzones, temblores, ciclones, a través de las estaciones, los animales e incluso por medio de un desinteresado gesto humano. Bajo estas líneas, podríamos relacionar la manera automática en que la naturaleza crea sus paisajes y jardines, con la idea estética del paisaje o jardín inglés por sobre el francés, dónde esté último es rigurosamente manipulado en mecetas y espacios geométricos delimitados siguiendo un parámetro arquitectónico y geométrico propuesto por R. Descartes y aplicado por la realeza francesa del siglo XVII, por otro lado, el gusto inglés que también desarrolló su teoría en el siglo XVII, bajo la sintesis romántica de lo sublime, se decantó por la memoria del paisaje y la ruina para complementar un discurso irregular de caminos tortuosos y vegetación salvaje que busca conservar y explotar la belleza del accidentado terreno, sus cuestas, la abundante aparición de maleza, rocas, pequeñas ruinas, bancos... sin señalanos el itinerario a seguir e invitandonos a descubrir el significado de la sorpresa en el vagabundeo poético. Y es así como los elementos naturales de los pajaros, lluvias, condiciones atmosféricas, devienen los pinceles, los gestos y temperamentos que completan el carácter y ánimo humano, para asemejar ambas naturalezas, la humana y la del mundo natural como ejes iniciaticos de la creación automática. Es interesante señalar que las pre-iconográfias debienen iconográfia* cuando aumentan en su acerbo y familiaridad, volviéndose reconocibles, como los pasajes de la vida de Cristo que a su vez debienen en pura iconología*. Aunque el caso de CAPA es bien distinto y especial, por la irreconocible familiaridad que comprende la colección de sus obras, a veces me las imagino como emblemas de la naturaleza humana, dónde la dimensión, el espacio y el tiempo únicamente representan la útopica búsqueda por el eterno significado, creando modelos sujetos a inefables formas remotas, compuestas por amalgamas de gestos, vivencias, expresiones, estados del ánimo o
como dijo una vez Christian Dotremont, los sueños enérgicos del instinto y el instante que a lo largo de 28 años han continuado la senda de un abismo experimental en aras de la recolección de objetos autárquicos, independientes y herméticos de una remota belleza que nos parece tan cercana.
PEQUEÑO GLOSARIO CAPA* la pre-iconografia: es el reconocimiento de formas, colores, lineas sin importan que constituyen. No importa sí son un hombre, un árbol, una ciudad ya que se mantienen en los límites de la esfera de los motivos, las lineas, colores, volúmenes que intentan significar una descripción. Suelen estar dentro del grupo de la significación expresiva. La iconografia: constituye una descripción y clasificación de las imágenes. Se ocupa de las imágenes, historias y alegorias (no de los motivos), presuponiendo una familiaridad con temas y conceptos más especificos. La iconología: es el que exige más de una simple familiaridad en temas y conceptos. La iconologia es un método de análisi que procede más bien de una sintesis qué un análisis. Automatismo físico: fruto del pensamiento de Asger Jorn (1914-1973) y el automatismo físico que teorizó en la crítica, Discours aux pinggouins de 1948, dónde A. Jorn, explicó el proceso automático no sólo como un procedimiento psíquico, sino también reflejo de una actitud vitalista, orgánica y materialista para así desacreditar el rígido cimiento metafísico al que estuvo sometido el objeto. Respecto a esta crítica, el mismo André Breton años atrás en un texto capital, publicado en la revista vanguardista Minotauro, Des tendances les plus récentes de la peinture surréaliste de 1939, criticó la mentalidad con la que algunos de sus amigos pintores practicaban el automatismo por ser demasiado tímidos y no dejar ser al mismo proceso automático corrigiéndole a menudo... CAPA: de Collective Automatic Painting Amsterdam, o Collaborative Automatic Painting Amsterdam. La formación de CAPA se sitúa hacia las postrimetrias del siglo XX, cuando en verano de 1991, el artista chileno Freddy Flores Knistoff exiliado en Ámsterdam desde 1985 comenzó a indagar en la naturaleza del puro automatismo y sus posibilidades experimentales junto al artista holandés Rik Lina que en ese entonces participaba junto al mismo F. F. Knistoff en el Movimiento internacional de Phases fundado por Édouard Jaguer en 1952. Phases representó la continuación directa del Movimiento Surrealista francés e internacional, agrupando a una serie de autores en sus exposiciones colectivas de tendencias bien diferenciadas con la finalidad de conseguir un principio de unificación de las tendencias vinculadas al surrealismo más tradicional y las experimentales que se agrupó en los artistas de la corriente de la abstracción lírica. Es interesante resaltar que este termino debió su nombre al trabajo de Wassily Kandinsky y su aportación de la teoría de los afectos aplicada a la pintura, para introducir el ritmo, el equilibrio y la composición al trabajo automático en sus improvisaciones de 1910 que a ojos de André Breton representaron el ideal del automatismo. Aproposito de esta mención cabe recordar que W. Kandinsky fue presentado como invitado de honor del Salon des Surindépendants en 1933.