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GLORIA "TINA" VALLE GARCÍA

Gloria Valle García, mejor conocida como Tina, nació en Puerto Real, Cabo Rojo en el seno de una familia de hermanos pescadores. Su mamá, doña Providencia “Lencha” García, era ama de casa y muy buena cocinera, y su papá, don José “Cheo” Valle, fabricaba y vendía escobas. Eran 7 hermanas y 6 hermanos en la familia. Todos los hermanos pescaban y ella también quería hacerlo. Con ellos fue que aprendió a pescar. Para Tina la pesca es “otro mundo, te saca del estrés”. Aunque Tina sabe pescar distintas especies y usar diversas artes de pesca, pescar pulpo con bichero es lo que más le gusta.

“El pulpo es bien divertido. Es una especie bien inteligente. Tú te metes en el agua y puedes jugar a esconder con el pulpo. Tú te metes y él te ve. Tú te retiras y te retiras, y él se sale completo a ver dónde es que tú estás metido [...] Es bien bueno. A mí me encanta pescar pulpo,” expresa Tina.

Con la misma sagacidad que tiene un pulpo es que Tina los captura. Ella reconoce claramente cuándo están en la cueva, cuándo están en la arena, cuándo han dejado la cueva. “Limpia su casa por dentro pero deja todo al frente,” dice Tina sobre los pulpos y sus cuevas. De esa manera, ella identifica dónde están. Tina tiene una vista privilegiada y por supuesto, posee la sabiduría que le brindan los años de experiencia y práctica constante

A los 21 años de edad, partió a Carolina del Norte, Estados Unidos. Allá llegó a pescar de forma recreativa pero para Tina no hay nada como pescar en Puerto Rico. “No sientes la emoción,” afirma Tina tras haber usado la caña de pescar mientras vivió en Estados Unidos Después de 2 décadas fuera de Puerto Rico, regresó a su natal Puerto Real, donde continuó criando a sus hijos junto a su esposo Milton Montalvo, quien también pesca y le enseñó a pescar de hilo. De sus 4 hijos, Rafael, el menor, pesca comercialmente. Rafael es un joven de 21 años muy apasionado de la pesca.

La pesca y la crianza de animales le han permitido siempre tener buena comida en su mesa En su casa, han criado patos, pavos, gallinas, guineas, cabros. Tina, al igual que su mamá, cocina de todo y sabroso. Sobre cocinar el pulpo, Tina dice que es fácil. “Lo lavo, pongo la olla, hiervo el agua, lavo el pulpo, lo echo ahí con sal. Le doy 20 minutos con el gorro pa ’ bajo y 20 minutos con el gorro pa ’ arriba. El pulpo te dice cuando está Cuando tú ves la lonja del pulpo (parte del cuello debajo del gorro) que tiene una grieta, ya el pulpo está,” explicó.

Entre ratos, Tina también confecciona artesanías con caracoles y escamas. Ha preparado pantallas, campanillas colgantes, espejos y otros artículos de decoración. Estos demuestran su pasión por el arte y el mar.

En la actualidad, le preocupa los cambios que observa en el clima y en el agua. Percibe las aguas más calientes, ha visto la pérdida de corales y ha sido testigo del fuerte impacto que tuvo el huracán María en los ecosistemas marinos.

A pesar de estos cambios, ella se ha adaptado y ha continuado pescando. La pandemia, como a muchos, la sacó de la pesca por un rato. Sin embargo, ella no piensa dejar la pesca ni el mar. Tina es como un pez; no hay vida completa sin agua. La mar la reclama cuando se aleja de esta y ella reconoce ese llamado:

Agradecemos la amabilidad de Tina, su esposo Milton y su hijo Rafael (todos en la foto arriba) al concedernos la entrevista De igual manera, agradecemos a Jannette Ramos García la coordinación de la entrevista y las fotografías.

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