VII CONGRESO NACIONAL DE RECONCILIACIÓN “Reconciliémonos, seamos caminos de esperanza” 23, 24 Y 25 DE SEPTIEMBRE DE 2015
La Conferencia Episcopal de Colombia, desde el Secretariado Nacional de Pastoral Social, realiza cada dos años el Congreso Nacional de Reconciliación, espacio que permite el fortalecimiento de las capacidades y acciones de la Pastoral Social en toda Colombia, además de compartir sus experiencias en los diferentes territorios en donde se tiene presencia. En esta oportunidad, en su versión séptima y bajo el eslogan “¡Reconciliémonos! ¡Seamos camino de esperanza!”, reunió se congregaron y participaron más de 500 personas de todo el país, en el Hotel Casa Dann Carlton en Bogotá, los días 23, 24 y 25 de Septiembre. A continuación un detalle de cada día del congreso: Día I: miércoles 23 de septiembre. I.
Actos protocolarios y de apertura
Durante este día se quiso fortalecer el trabajo pastoral en los aportes a los desafíos de la realidad colombiana, bajo la perspectiva de la vocación y misión cristiana de la reconciliación. Al iniciar el congreso, en los actos protocolarios, participaron los siguientes invitados especiales:
Excelentísimo Monseñor Oscar Urbina – Arzobispo de Villavicencio y Vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Colombia,
Excelentísimo Monseñor Fabio Suescún Mutis – Obispo Castrense de Colombia y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, Ilustrísimo Monseñor Héctor Fabio Henao – Director del Secretariado Nacional De Pastoral Social, Dr. Fabrizio Holchschild – Coordinador residente de UN en Colombia, Dr. Lars Vaagen – Real Embajador de Noruega, Dr. Peter Natiello – Director de misión de USAID en Colombia, Sra. Miyela Riascos – Mujer Líder Diócesis de Buenaventura.
Posterior a los actos protocolarios, los asistentes escucharon algunas palabras de los invitados especiales centradas en los siguientes aspectos: -
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II.
La Iglesia está llamada a trabajar en la reconciliación y la paz, teniendo en cuenta que ésta no se construye homogéneamente, sino desde las regiones. Nuestro aporte es contribuir a sanar a los afectados por la violencia, quienes claman por un rostro que los identifique como sobrevivientes y constructores de paz. La meta de la reconciliación es crear mujeres y hombres nuevos, por eso nos acercamos con humildad, realismo, y profunda confianza a emprender un camino, de la mano de Dios, que nos reconcilia con él, nos permite generar espacios de encuentro, y ser embajadores de la Reconciliación. Conferencia Central: “Vocación y misión cristiana de la reconciliación”
Finalizado los actos protocolarios, Monseñor Fabio Suescún Mutis; presento la conferencia central del evento abordando las siguientes temáticas: -
El congreso Nacional de la reconciliación se realiza en un contexto con profundas implicaciones como ciudadanos y como creyentes, debido a que el país se encuentra en medio de las negociaciones de paz y a pesar de algunos sentimientos de escepticismo, tenemos la seguridad que es el momento en que la paz debe darse. Por otro lado, el Papa Francisco Inaugurará el jubileo de la misericordia que revela el misterio de la santísima trinidad, donde la misericordia abre el corazón al ser amado a pesar de los pecados, sana heridas y reconstruye las relaciones resquebrajadas.
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La viabilidad de la reconciliación debe ser estudiada desde distintos ángulos, en este caso nos vamos a acercar a ella desde la visión cristiana.
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La realidad humana busca la complementariedad y fortaleza en el otro, nos da la oportunidad de completar y ser completados. Algunas veces la búsqueda de esa complementariedad nos muestra algunas diferencias que, de no ser tratadas por medio del dialogo, pueden terminar en choques violentos. El maligno tentó a la pareja humana a buscar la felicidad sin Dios (Gn. 3,5). Hay que aprender a superar las diferencias y buscar el bien común. Un corazón abierto al amor está dispuesto a dejarse complementar y complementar al otro, por el contrario un corazón herido busca la soledad y aislarse del otro. Mientras el corazón de cada persona no se involucre en la reconciliación, la paz no será un fruto permanente, no será una buena paz. En el proceso de reconciliación hay que sanar el corazón de las víctimas y los victimarios. Rectificar y sanar este corazón en la palabra de Dios para lograr la reconciliación. La ley del talión, aunque parezca dura y tal vez salvaje, busca controlar el apetito desmedido y voraz de la venganza. No hagas a nadie lo que no quieres que te hagan, dice el libro de Tobías (TB 4, 15), trátad a los hombres como te gustaría que te trataran dice Jesús de manera positiva (Lc 6,31). Las simples normas de comportamiento no bastan, es necesario el amor en sus corazones, por eso Dios dice en sus mandamientos “amad a tu prójimo como a ti mismo” (Lv 19, 18). El amor a sí mismo es necesario para evitar caer en el egoísmo y sanar al otro.
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Este amor al prójimo aparta la diferencia y nos compromete con el que está equivocado, se debe entonces hacer con él que esté equivocado un proceso de conversión fraterna. Para Jesús el amor no se queda solo en los buenos, es por ello que los cristianos deben ser imitadores del Padre que alumbra con el sol tanto a buenos como a malos, amad a tus enemigos (Lc 6, 27 – 28)
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El amor a los enemigos es un mandato cristiano, siguiendo el ejemplo de Jesús que pidió perdón al padre en la cruz por los otros. Jesús viene a dar amor misericordioso, misericordia al prójimo que está en estado de postración y de peligro de muerte y que por sí mismo no puede salir adelante.
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Los últimos son los predilectos, los que no interesan a nadie interesan a Dios. El prójimo es el que no pasa de lado por el herido, y por el contrario se preocupa por
él hasta lograr su sanación. Jesús nos muestra el deber de un buen samaritano, la misión y vocación cristiana de la misericordia. -
Para muchos la misericordia puede ser signo de debilidad, pero la misericordia es el amor de Dios en plenitud, como lo menciona Santo Tomas. En este jubileo, el Papa dice dejémonos sorprender por Dios; el hombre, por sí mismo, no puede recorrer el camino de la reconciliación, Dios nos llama, nos convoca a la reconciliación, derrumbando el muro que nos separa y pone una barrera entre nosotros. Reconciliados con cristo tenemos la misión de trabajar por el otro, siendo así embajadores de cristo. Dios fue misericordioso, y lo hizo por medio de Cristo que vino a cargar nuestras culpas. La luz del perdón y de la reconciliación ha de disipar las tinieblas. La iglesia lo que necesita con más urgencia hoy es curar las ideas y comenzar por lo más elemental.
Exigencias y proyección de la reconciliación. Es posible pensar que el único conflicto es el conflicto armado, pero hay corazones con sentimientos enfrentados que quitan la paz interior, hay relaciones familiares en donde existen corazones heridos. Donde estos corazones se encuentran, se debe derribar los muros y establecer nuevas relaciones, más sanas. El ofrecimiento de reconciliación se da gratuito y debe ser aceptado por la contraparte que busca un diálogo. La claridad e inteligencia deben ser pedidas a Dios; Sin la aceptación interior no puede haber reconciliación, la voluntad de comenzar una vida mejor. Una catequesis tradicional señalaba cinco condiciones para lograr una buena reconciliación con Dios. Estas indicaciones sin lugar a dudas, sirven para la actual coyuntura del proceso de Paz en la Habana. -
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Examen de conciencia: El penitente revisa su vida para saber en qué ha fallado de acuerdo con lo que Dios ha mandado para nuestro bien. Contrición de Corazón: Cuando se han determinado los puntos oscuros, con sinceridad y con mucha humildad, se ha de aceptar los males cometidos y sentir dolor por los daños causados. Propósito de enmienda: se concientiza de que las cosas no pueden seguir así. Es necesaria una conversión, un cambio de rumbo. El penitente decide comenzar una nueva vida con la ayuda de la gracia de Dios.
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Confesión de Boca: El cristiano que quiere reconciliarse va a hacer su confesión ante el sacerdote, ministro del perdón; en una confidencialidad que crea tranquilidad y paz interior. Satisfacción de Obra: Cuando se han cometido faltas, y más si son atroces, y se ha lesionado seriamente al prójimo, se requiere reparar el daño causado. Han quedado muchos destrozos por el camino y se ha faltado a la justicia; Las victimas quieren saber la verdad y el arrepentimiento verdadero del victimario.
La reflexión presentada nos sirve para hacer realidad la exhortación de Pablo: ¡Reconciliémonos con Dios, Reconciliémonos con los hermanos! ¡Seamos camino de esperanza¡ Finalmente Sandra Milena Ciro de la Diócesis de Santa Rosa de Osos hace la resonancia a la ponencia: Empieza contextualizando el territorio en el que vive los golpes que la violencia del conflicto armado ha dejado. Es parte de una organización de victimas buscando su reparación y la de las demás victimas del municipio, alrededor de 16 mil. Es ganadora del concurso jóvenes talentos como líder de este proceso. Agradece a Pastoral Social por apoyarla en este camino. III.
Conversatorio “Panorama de nuevas conflictividades como desafíos a la reconciliación”
Seguido a la exposición de Monseñor Fabio Suescún, se da apertura al Panel sobre los desafíos que implican las nuevas conflictividades en el territorio, este panel fue moderado por Monseñor Héctor Fabio Henao y en el participaron: A. Violencia Juvenil en Contextos Urbanos. Dra. María Fernanda Arocha del Centro de Recursos para el Análisis del Conflicto (CERAC), quien durante el evento presenta la investigación desarrollada en un convenio entre su institución, el Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS) y la Fundación Instituto para la Construcción de la Paz (FICONPAZ). Esta investigación titulada: “Violencia Juvenil en Contextos Urbanos”, de la cual se hace el lanzamiento del libro, se centra en las siguientes tres preguntas:
¿Cuáles son las principales dinámicas de violencia juvenil en cada contexto urbano (Cali, Medellín, Bogotá, Cartagena e Ibagué)?
¿Cuáles son los factores de riesgo y protección asociados a la violencia juvenil urbana en estos contextos? ¿Qué se está haciendo en materia de prevención? Esta investigación partió de la premisa de que las acciones de violencia juvenil deben ser abordadas desde las empresas criminales y los grupos organizados que las gestan. La ponente realiza una presentación general de los resultados con relación a la primera pregunta. A continuación se relacionarán los elementos que corresponden a los 5 contextos. - CALI:
Es la ciudad de interés con la problemática más grave de la violencia juvenil durante el periodo de análisis; Violencia profesionalizada y generalizada en la ciudad; Alta incidencia de grupos armados post -desmovilización; Grupos de violencia juvenil como pandillas, barras, entre otras; Cada vez más articulados a estructuras de delincuencia organizada.
- MEDELLÍN:
Violencia profesionalizada y generalizada en la ciudad; Se consolidó el tránsito de la violencia juvenil a la violencia organizada (bandas criminales).
- BOGOTÁ
La violencia juvenil en Bogotá ha sido un fenómeno persistente en el tiempo y focalizada en algunas zonas marginales y periféricas de la ciudad; Transición incipiente aun hacia estructuras organizadas; Se ha dinamizado y reactivado la violencia juvenil vía la entrega de armas, la articulación en el negocio del micro tráfico y la subcontratación de bandas criminales, pandillas y, en menor medida, barras violentas por parte de organizaciones al servicio del narcotráfico; Es necesario fortalecer el carácter robusto de la infraestructura de la prevención de la violencia juvenil.
- CARTAGENA:
Ha sufrido una grave situación de violencia juvenil, reflejada en el incremento de las pandillas que ocupan el territorio, la tercerización de actividades criminales como el sicariato y la extorsión; Se encuentra en una situación límite donde el escenario de criminalidad puede llegar a cambiar, y los grupos como las pandillas, pueden hacer un tránsito hacia grupos del crimen organizado; Se hace urgente un esfuerzo decidido por atender de forma temprana la vinculación de jóvenes en grupos de violencia organizados y prevenir la articulación de éstos con grupos más estructurados del conflicto.
- IBAGUÉ:
Marca una diferencia siendo una ciudad que apenas comienza a crecer y que tiene una problemática de violencia juvenil menos evidente que otras grandes ciudades del país; la ciudad aún no es estratégica para el asentamiento de mercados ilegales y grupos de criminalidad organizada, sino que cumple una función de paso y donde los mercados ilegales funcionan a nivel local; Las condiciones socioeconómicas son actualmente las que más ponen en riesgo a los jóvenes ibaguereños.
- Preguntas de reflexión Final:
¿Qué pasará en los centros urbanos en donde las FARC tienen más influencia? ¿Qué pasará en las zonas fuertemente receptoras de población desmovilizada? ¿Qué estrategias de prevención se pueden utilizar o se vienen utilizando en estos contextos?
B. Conflictos socio ambientales y territoriales Fernando Vargas Valencia Posterior a la presentación de la Dr. Fernanda Arocha, el investigador Fernando Vargas Valencia, de la Comisión de Seguimiento a Política Publica de Desplazamiento Forzado, inicia su ponencia. Esta se enmarca en el contexto del monitoreo sobre la situación de derechos humanos de población víctima por desplazamiento forzado, y de comunidades de territorios afectados por la explotación minero energética.
Se presentan de esta forma, los nuevos desafíos con la industria extractiva en la prevención de la emergencia o recrudecimiento de nuevas conflictividades, para lo cual es importante partir de una mirada retrospectiva de los antecedentes de violencia en los territorios, una mirada con enfoque territorial que sea consciente del arraigo y de la construcción de identidad colectiva de las comunidades alrededor de sus territorios. Así mismo se requiere del reconocimiento de los modelos del buen vivir propios de cada comunidad, en los que no cabe la explotación minero energética como una opción, obligando a ser críticos frente al modelo de desarrollo del Estado. Como parte de las reflexiones surge la pregunta en el auditorio, de si el problema de la emergencia de nuevas conflictividades por la industria extractiva, radica en la actividad en sí, o en la ilegalidad de la misma. Lo que se debe cuestionar, desde la mirada del ponente, es la minería inconstitucional, que atenta contra los derechos colectivos de las personas, la minería altamente contaminante que compromete la supervivencia de las comunidades, aquella que genera nuevas formas de desplazamiento. Como dato a resaltar, y suministrado por el ponente, se tiene que un alto porcentaje de las licencias para la explotación minera se conceden para grandes páramos -lo cual por norma internacional, incluso para comunidades ancestrales- está rotundamente prohibido. Las industrias extractivas y las consecuencias que éstas generan en la vida de las comunidades y en los territorios, debe ser a futuro, uno de los puntos de fondo a abordar, si no con las FARC, si con los otros actores armados ilegales como el ELN. Aspecto que debe ser impulsado por la sociedad civil, especialmente por las comunidades más afectadas por este fenómeno. Ronda de Preguntas:
¿Qué factores además del narcotráfico hay detrás de la violencia juvenil urbana? Otros factores de riesgo asociados a la violencia juvenil urbana son: presencia de grupos de desmovilización paramilitar; existencia de factores de riesgo psicosocial; familias disfuncionales; jóvenes asumiendo roles como proveedores de recursos; uso inadecuado del tiempo libre; y satisfacción de estilos de vida a través de la violencia. ¿Qué sucede con la llegada de las mega obras en la región del Huila, y cómo contener este fenómeno? Se debe exigir al Estado que reformule su modelo de desarrollo, a partir de las miradas territoriales y de la movilización social. Se requiere para esto de la organización ciudadana y la participación democrática como formas de resistencia, de manera que se puedan concertar ciertas
intervenciones del Estado. Se hace la invitación a revisar las experiencias de pueblos indígenas en Perú y Guatemala. ¿Cómo se evidencia la dimensión social y personal en la prevención de la violencia juvenil urbana? Estas dimensiones se pueden ver reflejadas en la vinculación activa de los jóvenes a programas sociales y a organizaciones de la sociedad civil que terminen siendo para ellos, factores de protección. Así mismo en trabajo de fortalecimiento de factores de protección en las familias de los jóvenes, y en los entornos inmediatos.
Resonancia del Padre Jhon Reyna. Director SEPAS Buenaventura. El padre llama la atención, como cierre del conversatorio, sobre la Importancia de reconciliarnos todos desde los diferentes actores de la sociedad con la naturaleza, partiendo de un examen de conciencia profundo, hacia un propósito de enmienda que abra los caminos para reparar el daño causado directa o indirectamente a la naturaleza, a los territorios y a las diferentes comunidades. IV.
Trabajo en Grupos:
El bloque de la tarde se inicia con las mesas de trabajo, que pretende facilitar una reflexión colectiva frente a los desafíos actuales para vivir la vocación y misión cristiana de la reconciliación, y cómo estos desafíos interpelan nuestras prácticas. Estas mesas se centraron alrededor de la siguiente pregunta ¿qué desafíos nos plantea en nuestros territorios cada uno de los siguientes temas para vivir la vocación y misión cristiana de la reconciliación? 1. PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN LA RECONCILIACIÓN Y LA CONSTRUCCIÓN DE PAZ: “Los fieles laicos no pueden abdicar de la participación política, los prejuicios que existen en el imaginario colectivo de las comunidades con respecto a la política no pueden ser justificación de la no participación o escepticismo de los cristianos en relación con la cosa pública.” Christifideles Laici 42. El don de la fe, hoy en día, implica un esfuerzo incansable por ponerse al servicio de los demás, por trabajar en pro del bien común. (Principio de la DSI) A continuación se plantean las ideas fuerza que dieron fundamento a la reflexión en esta mesa de trabajo: La participación política es necesaria para promover procesos de transformación real, como camino hacia la reconciliación interpersonal y colectiva; los espacios para el dialogo social son cada vez más necesarios para promover y construir
conjuntamente propuestas para la creación de políticas públicas necesarias para el desarrollo de una sociedad; y finalmente como agentes de cambio debemos aportar a la concreción de rutas, herramientas y estrategias, que posibiliten construir espacios de diálogo social, horizontal y diverso para acceder a lo público y lograr los cambios estructurales que requiere una sociedad reconciliante y reconciliadora. Así, se formula la siguiente pregunta: ¿Qué desafíos nos plantea en nuestros territorios la participación ciudadana para vivir la vocación y misión cristiana de la reconciliación? La mesa de trabajo respondió a esta pregunta a partir de las siguientes ideas: 1. Es importante dar énfasis a la mujer en la participación ciudadana, puesto que ésta se encuentra relegada en lo político, hay leyes pero no se aplican (ej: Ley 1325). La mujer no tiene suficientes garantías legales para incidir políticamente en los escenarios públicos, no hay suficiente apoyo desde el Estado. (Procesos incluyentes para esta población, con enfoque diferencial. 2. Generar mayores procesos de participación. Que los procesos participativos persigan una buena sostenibilidad en el tiempo para que garanticen la eficacia. 3. Fortalecimiento de las veedurías ciudadanas. 4. Participación activa del pueblo, libre y consciente hacia la política. 5. Procesos personales de reconciliación como presupuesto para una reconciliación social. 6. Factor educativo como medio para la reconciliación, dándole fuerza -por supuestoa los procesos de educación para la participación ciudadana. Cátedra ciudadana para la reconciliación y la paz. Intervenir en las políticas públicas para la educación. 7. ¿Cómo desde la Iglesia se puede aportar a la participación ciudadana, cuál es ese reto? Misión de Jesús! Anunciar el Evangelio. a. Diversidad de conflictos, b. Virtualidad, c. Papel de la mujer, d. Formación en ciudadanía, e. Visión cristiana de la familia. 8. Mucho se habla de derechos y garantías para la participación ciudadana, poco se habla de las obligaciones ciudadanas. El mismo Jesús lo planteó cuando en varios de los pasajes del evangelio exhortó a sus discípulos constantemente a no descuidar su compromiso como ciudadanos.
9. Reconocimiento de las labores de las organizaciones sociales de base que trabajan el tema. 10. Procesos de participación incluyentes e inclusivos (población campesina en el mundo político). El sector campesino es clave para la reconciliación, precisamente por la historia que llevan como víctimas de la violencia armada. 11. Libertad y pluralidad de credos como desafío para la generación de procesos de participación ciudadana a modo de camino hacia la reconciliación. (Articulación de las diferentes iglesias que se identifican con la propuesta de la reconciliación para buscar un mayor impacto). 12. Es importante conocer el contexto (diagnóstico de la realidad) para consolidar verdaderos procesos de participación ciudadana. 13. Promover una cultura para la participación integral (profesional, espiritual, entre otras) Esto es, participación con calidad. Reconciliación de lo político, como trabajarle al asunto de restablecer principios de confianza quebrantados entre los diversos factores políticos como producto de las ofensas. 14. Participación de los jóvenes en el mundo político. 15. incidencia política, en ocasiones, es una incidencia mal lograda, es decir, se llega a ella por factores de interés personal, material y económico. 16. Verdaderos y auténticos agentes y embajadores de la reconciliación, en donde todo aquello que se plantee desde la academia y el discurso frente al tema de la reconciliación, sea puesto en práctica en el diario vivir de cada sujeto. 17. Identificar las causas y aspecto que nos distancian de las personas, instituciones y casa común para poder reconciliarnos. 18. La familia como primera escuela formadora de valores. 19. Herramientas y metodologías para ser puestas en práctica por equipos interdisciplinarios y articulados. 20. La verdad, espacios seguros para expresar la verdad. 21. Dimensión emocional y afectiva de la persona como ciudadano para la reconciliación. 22. Escasa oferta laboral. Rol de las juntas de acción comunal. 23. Cómo preparar a los ciudadanos para una “Nueva Participación Ciudadana”. A partir de esta lluvia de ideas, se plantea la siguiente propuesta. 1. Generar procesos personales de perdón y reconciliación consigo mismo, con el otro y con lo otro (casa común) 2. Realizar un diagnóstico constante de la realidad de mi región que ayude a identificar los verdaderos problemas que no facilitan la reconciliación.
3. Trabajar la dimensión espiritual y emocional, pues ésta nos da la fuerza para ser auténticos embajadores de la reconciliación (Agentes multiplicadores de la Reconciliación). 4. Reconciliación con el mundo de la política (entre sus actores y sus hechos) (ciudadanos – Estado e Iglesia – Estado) Recuperación de las confianzas para contrarrestar el tema de la desesperanza. Romper la indiferencia y el escepticismo. 5. Generar procesos de participación real de las ciudadanías con un enfoque diferencial. 6. Promover espacios de formación ciudadana que permitan la concreción de espacios de sensibilización frente los derechos y deberes en los procesos de participación. 7. Reconocer a la familia como primer espacio para la educación, la participación y la reconciliación. 8. Reconocer el ejercicio de la participación ciudadana como oportunidad para el control social y la incidencia política. 9. Promoción y fortalecimiento del trabajo en REDES, con un diálogo multi-actor que permita mayor efectividad en el ejercicio de la participación. Empezando por nosotros como Iglesia frente a otras iglesias que interactúan en los territorios. 2. SUPERACIÓN DE LA CRISIS HUMANITARIA En esta mesa se plantearon los siguientes desafíos: El conflicto armado ha generado crisis humanitaria; en un posible escenario de transición hacia el postconflicto, pueden llegar a surgir nuevas conflictividades así como crisis política, social y económica en las fronteras. Los principios éticos de la intervención humanitaria son: humanidad, imparcialidad, neutralidad, independencia. A partir de ello se abordaron las siguientes preguntas:
¿Cuáles son los retos en la superación de la crisis humanitaria en los territorios, para vivir la vocación y la misión cristiana de la reconciliación? ¿Qué elementos de la reconciliación, desde una perspectiva pastoral, pueden coadyuvar a la superación de la crisis humanitaria en nuestro país?
En la conversación abierta con los participantes surgieron las siguientes conclusiones:
Existen vacíos en los procesos de las comunidades paralelos al proceso de dialogo en la Habana. Esto es un reto.
Es preocupante la corrupción electoral y administrativa que alimenta el conflicto y la antidemocracia en los municipios. Establecer lazos de confianza puesto que no se confía en el proceso, en los lideres, en lo esfuerzos. El camino para la reconciliación está en los procesos comunitarios que parten desde la reconciliación individual hasta la reconciliación con todos. Lo espiritual es lo que realmente nos llega, nos toca y nos transforma. Atender la violencia desde el primer foco, la violencia familiar. Las debilidades del Estado, la discriminación, marginación, exclusión. Una premisa es resolver las desigualdades sociales. Conocer, vivir y poner en práctica la doctrina social de la Iglesia para que nuestra acción se diferencie de la de una ONG. Entrar en los procesos sociales y políticos, ahondar en temas sensibles como DDHH, DIH entre otros. Existe falta de oportunidades para los más jóvenes que han sido afectados por la crisis generada por el conflicto. ¿Cómo desde la Pastoral Social se hace incidencia en las políticas públicas y la respuesta humanitaria? Surgen retos a la indagación: ¿cómo apoyar sin vulnerar los derechos de las poblaciones que habitan los territorios?, atendiendo a sus particularidades. Sanar el pasado y la memoria es necesario para avanzar en la reconciliación. El acompañamiento de la Iglesia en los momentos de crisis, genera procesos de transformación. Generar espacios de encuentro entre víctimas y victimarios, que propicien caminos de dialogo y perdón. Fortalecer el diálogo, el encuentro, la familia y la comunidad.
3. MEMORIA Y VERDAD PARA LA RECONCILIACIÓN Y LA PAZ El objetivo del grupo fue posibilitar la discusión sobre el papel de la Memoria en la construcción de la paz y la reconciliación, así como debatir sobre los retos y desafíos. A la luz de este objetivo, el espacio se dividió en los siguientes momentos: 1. Introducción al ejercicio En este primer espacio se realizó un ejercicio de evocación de los propios recuerdos a partir de un chocolate, con el objetivo de encuadrar el espacio y la temática desde las propias vivencias.
Fue un momento individual para probar el chocolate y, a partir de su sabor, aroma y textura, permitirse evocar el primer recuerdo que se tuvo con dicho producto. Posteriormente los participantes se presentaron y compartieron sus recuerdos. La totalidad de los participantes se vincularon con el ejercicio y compartieron, en el marco del respeto, sus emociones y vivencias. Posteriormente, se encuadró la vivencia inmediata con la temática de la memoria, la cual se constituye como un reto para la construcción de la reconciliación. 2. Presentación del tema Se realizó la presentación de la temática para iluminar el trabajo de recordar, sanar, transformar para la reconciliación y la paz. 3. Lectura de texto Para continuar con el trabajo sobre memoria y verdad se realiza la lectura del texto “Historia de José y sus Hermanos”. Los participantes realizan el análisis del mismo, en donde se evidenció cómo dependiendo de la manera de recordar y de narrar los hechos se puede reconstruir la memoria. De igual forma se evidencia la necesidad de sanar la propia memoria y poder elegir qué se quiere contar y qué se quiere transmitir a los hijos y a las generaciones siguientes. 4. Presentación en Plenaria Para la presentación en la plenaria central, las ideas se consolidan en varios globos que representan “lo que queremos conservar y contar”, y se escribe en ellos los principales retos que se tienen desde la memoria y la verdad para la construcción de la paz y la reconciliación. Finalmente se unen todos los globos formando un entramado que simboliza las relaciones, vínculos y narraciones alrededor de la memoria, y se presenta en la plenaria central junto con una canción entonada por uno de los líderes participantes. La pregunta que facilitó el escenario fue: ¿Cuál es el papel de la memoria y la verdad en la construcción de la paz y la reconciliación? A lo que los participantes concluyeron:
Es un papel fundamental puesto que implica sanar la propia historia y permitirse la transformación de las relaciones y construir un nuevo orden social.
4. FORTALECIMIENTO COMUNITARIO EN LA RECONCILIACIÓN Y LA CONSTRUCCIÓN DE PAZ La reflexión en esta mesa de trabajo se realiza con base en el texto de Isaías 2: 4, en donde se nos refiere una dinámica distinta, puesto que de las armas para la guerra surgirán herramientas de trabajo. Habla de un trabajo de transformación de las relaciones que generarán las condiciones básicas para la construcción de la paz. El otro texto es de Isaías 11 en donde se evoca un escenario de paz, desde las transiciones, en donde se transforman las relaciones entre adversarios y enemigos naturales, y en este escenario es posible ir juntos, engordar juntos, caminar juntos, jugar juntos, compartir alimento y comer lo que el otro come. Referencia la cotidianidad en donde todos vivimos y cómo podemos ver al otro, no como un adversario, sino como una persona, y más allá de esta concepción nos permite verlo como hermano. Otro aspecto es el liderazgo que la paz requiere. El texto de Isaías nos regala la imagen de un niño que nos invita a reconocer la sencillez y la ternura que se requieren para la transformación de las relaciones y la convivencia cotidiana. A partir de estas reflexiones se retomaron las condiciones que favorecen la reconciliación:
La dignidad, que pasa por construir un nuevo orden de las relaciones y pasa por la equidad. El bien común. La inclusión. Es necesario recorrer un camino de humanización y lo primero que hay que hacer es desmontar la violencia empezando por el lenguaje, pasando por las expresiones y comportamiento.
La pregunta que nos invita a reflexionar es ¿qué desafíos nos plantea en nuestros territorios la convivencia comunitaria para vivir la vocación y misión cristiana de la reconciliación? A partir de estas ideas surgen las siguientes respuestas en el grupo:
¿Cómo hablar un lenguaje esperanzador en unas realidades tan complejas? ¿Cómo recuperar la confianza en el Estado? ¿Cómo formar desde la doctrina y cómo acompañar? Esto implica estar al lado de… y luchar Con... Seguir apostándole a lo pequeño porque es ahí donde se está recuperando confianza y se avanza hacia la reconciliación. Trabajar desde la familia para que sea posible este proceso de reconciliación. El trabajo con familias y su papel frente a la convivencia. Concepción de la Iglesia católica de familia hoy.
Reconciliación que no se limita al tema de la violencia de guerras. Escenario de inclusión y aceptación. La iglesia como eje central. Involucrar aún más a los jóvenes, evaluar qué acciones se pueden realizar con los jóvenes que optan por caminos inadecuados. Formación sólida en familia y en valores cristianos. Los conflictos se dan en todos los niveles. Familiar, comunitario y con la Institucionalidad. Reconocimiento de que las personas por naturaleza tenemos tendencia a los conflictos. Familias desunidas que generan mayores niveles de conflictividad social. Problemas de No reconocer al otro y confianza en el otro. La corrupción como punto que afecta el desarrollo de las comunidades. Preparación de las comunidades en los nuevos escenarios más allá del proceso de negociación. Buscar la humanidad en el otro, y en nosotros mismos que podemos perderla. Reconocernos como iguales para avanzar en el tema de la reconciliación. No podemos garantizar cosas pero si podemos hacer que las instituciones hagan lo que les toca hacer. Sabernos ubicar en lo que podamos garantizar y llevar a la realidad. - Nosotros mismos asumir el perdón. - No somos capaces de aplicar la tolerancia. - El amor y el sentido de la vida. - Reconstrucción de la identidad.
Conclusiones:
Trabajar por la familia, donde se construye la convivencia ciudadana y se forjan las capacidades para las buenas o malas relaciones con la comunidad y el Estado. Trabajar por lo pequeño que es donde realmente se generan los cambios y se visibiliza la transformación. Generar procesos de confianza en las personas y en los diversos grupos poblacionales, desplazados, víctimas, reinsertados, paramilitares. El reconocimiento de los individuos como proclives al conflicto, con la reconciliación como el camino para encontrar soluciones duraderas. Desafíos hacia dentro de la iglesia: educarnos para la reconciliación e identificar cuál es nuestro papel en el hacer en el camino de la reconciliación.
Esto lo podemos lograr juntos, hombres y mujeres de todas las edades, con el ejercicio de la participación ciudadana, lucha contra la corrupción y recuperación de confianza en la gestión del Estado.
5. CUIDADO DE LA CREACIÓN MEDIO AMBIENTE, TIERRA Y TERRITORIO. A partir de las reflexiones presentadas en este eje temático se formula la siguiente pregunta ¿Cuáles son los retos que plantea el cuidado de la creación? A lo cual los participantes concluyen: 1. Es importante transformar una visión antropocéntrica (hombre en el centro de todo) hacía una bio-céntrica (alrededor de todo lo que tiene vida). 2. Es un reto re significar la forma en la que concebimos la creación como una relación recíproca, una relación de cuidado por la naturaleza y la creación. 3. Des aprender lo que nos han dicho acerca de que el desarrollo implica el consumo de los recursos de nuestro planeta. 4. Pensar en lo que sugiere el Santo Padre Francisco, acerca del grado de responsabilidad de nuestro país, para con nuestra casa común. 5. Es preocupante la contaminación que generan las empresas extractivas: empresas colocando precios y no pensando en el valor de la vida. 6. La Sociedad civil debe pensar en cómo nos organizamos para que las políticas y programas no vayan hacía consecución de recursos económicos. 7. Se necesita una alfabetización a los adultos en temas de ecología. 8. Inversión en energías renovables: consumo demasiado alto de las plantas eléctricas. Iniciativa: energía solar para los establecimientos educativos. Tratamiento de aguas. 9. Granjas: suficientes alimentos para los centros educativos. 10. Cómo tecnificar para que no se afecte la naturaleza. ¿Cómo usamos responsablemente el uso de los recursos naturales? El hombre como administrador: uso racional de lo que tenemos. 11. Debemos generar procesos de conciencia y concientización. 12. Cambio: es importante el trabajo con niños / cómo desde la sociedad civil nos organizamos para cambiar las estructuras existentes. 13. Dar a conocer la encíclica Laudato Si: a través de las comunidades y ellos la trasmiten a sus familias, hijos, entre otros. “Tenemos que tomar en serio la encíclica del Papa Francisco sobre el medio ambiente”. 14. Se requiere un plan de manejo ambiental y cultural para mejorar y recuperar los territorios Indígenas. Respeto de interculturalidad en la búsqueda de soluciones. De ahí cumplen la misión de la reconciliación: UNIDAD.
15. La institucionalidad: tienen gran responsabilidad en lo que está sucediendo hoy, así como los grandes empresarios. Se contextualizó la actualidad respecto al cuidado de la creación. […] En términos de reconciliación con la creación: […] debemos examinar nuestras vidas y reconocer de qué modo ofendemos a la creación de Dios con nuestras acciones y nuestra incapacidad de actuar. Debemos hacer la experiencia de una conversión, de un cambio del corazón (LS 218). Se proyectó el video De Homo consumus a Homo responsabilus, tomado del link: https://www.youtube.com/watch?v=8a8eAqfA7qU, el cual habla del consumismo, luego se realizó un análisis de la situación actual del país en cuanto medio ambiente, tierra y territorio, esbozando datos de la riqueza de nuestro país a estos niveles. Se habló sobre los principales factores causantes del deterioro ambiental en Colombia, como ser: libre acceso a la mayoría de los recursos naturales, la falta de mecanismos que permitan cobrar por el daño que causan muchas actividades productivas, incentivos que conduzcan al sector productivo a internalizar los costos ambientales derivados de la producción y el consumo, inversión estatal en tratamientos de sistemas de agua residuales domésticas o de disposición de residuos sólidos. Donde tenemos un sector productivo se actúa sin control y con tecnologías poco eficientes, donde la pobreza y falta de educación de gran parte de la población permiten que esto suceda, además de los patrones de consumo de los grupos más ricos que se caracterizan por el uso ineficiente de los recursos naturales renovables y la poca investigación en recursos renovables y en el manejo de la contaminación. Otro factor es la presión internacional caracterizada por: (i) la demanda de la fauna y la flora silvestres, (ii) el consumo de drogas ilícitas que contribuye a la deforestación y la presión para la homogeneización de los mercados, además que durante los últimos veinte años, en Colombia la calidad del ambiente se ha deteriorado a tasas que no tienen precedente, lo que ha llevado a la crisis ambiental. Crisis que se caracteriza por una alta tasa de deforestación, ocupación de áreas protegidas, alteraciones de los ecosistemas naturales reguladores del recurso (páramos y humedales), deterioro de los suelos, contaminación hídrica y contaminación atmosférica. Y por último en el país no existe consenso sobre cuál es la tasa de deforestación anual; sin embargo, se estima que la deforestación puede estar entre las 300.000 y 800.000 hectáreas al año. Se considera que se ha eliminado una tercera parte de la cobertura vegetal total nacional, datos obtenidos de SÁNCHEZ y URIBE (1994). GERMÁN SÁNCHEZ PÉREZ Economía y Desarrollo - Marzo 2002, vol. 1, N° 1 84. 6. REPARACIÓN INTEGRAL A VICTIMAS
En este espacio de trabajo las conclusiones se dieron en el marco de los siguientes niveles: A) Personal: Idea principal: Más que la reparación económica Hay que buscar la sanación interior, por que con ésta se llega al perdón y el perdón conduce a la reconciliación Ideas secundarias:
Que se conozca la verdad. Perdón como decisión personal, de hacer, de dejar de ser víctima para convertirse en sobreviviente, personas que con el perdón en su corazón pueden generar otras acciones de cambio. Las personas no se sienten reparadas, no sienten que la justicia colombiana esté haciendo algo por esclarecer la verdad, todo se esconde, no se sabe nada. Compromiso personal de autoestima, de autoconocimiento por medio de organizaciones religiosas, comunitarias, para una reparación personal, para una sanación interior.
B) Comunitario Idea principal: Se necesita vencer la corrupción, esto frente al caso de las pseudo victimas que exigen plata mientras que las victimas reales exigen principalmente la verdad. Las decisiones desde los centros de poder no tienen en cuenta las necesidades y las miradas comunitarias y territoriales- ¿Cómo resaltar esa mirada comunitaria y territorial? ¿Cómo hacemos notar que nuestros territorios, nuestras comunidades tienen unas particularidades? Se ha perdido optimismo frente a las medidas de reparación en particular de restitución de tierras. C) Organizacional Idea principal: concientizar a las personas de las organizaciones sociales: como entes públicos, privados, políticos, de la necesidad de buscar una mayor articulación de cara a la reparación integral a las víctimas. Se requiere manejar un solo lenguaje, compromiso personal, comunitario y organizacional. Ideas secundarias:
Empoderamiento de las organizaciones sociales, políticas, religiosas, que están en los territorios, y se evidencia el reconocimiento de la pastoral social en el acompañamiento a las víctimas. Hay instituciones sociales y del Estado que también están comprometidas. Falacias: organizaciones sociales con niveles de corrupción y cooptadas por actores armados al margen de la ley. Las organizaciones de víctimas se ven más empoderadas. Pero hay necesidad de acompañamiento comunitario.
D) Estructural Idea principal: La mayoría de las víctimas no conocemos las políticas públicas para las víctimas, la salida de una nueva ley opaca la anterior, no hay rendición clara de cuentas del presupuesto que hay para las víctimas. Conocimiento claro de las diferentes políticas del Estado en materia de victimas sin confusión, y con un proceso de rendición de cuentas veraz. 7. NUEVAS EXPRESIONES DE VIOLENCIAS Se establecen los criterios generales de las nuevas expresiones de violencia que se pueden desglosar en las siguientes: 1- Violencia Urbana: en ésta el criterio fundamental es el incremento en la inseguridad y en delitos tales como el homicidio, el hurto, las lesiones personales, entre otros. Estas expresiones se agudizan en los cascos urbanos y tienen una alta participación de la población juvenil. 2- La minería y la economía extractiva: la relación y diferencias entre la minería legal e ilegal y como ésta afecta al medio ambiente. Esta clase de violencia estructural puede afectar de forma directa a los mineros tradicionales y su cultura y por otro lado al medio ambiente. Restitución de tierras: En ella se evidencia la relación conflictiva entre los tenedores actuales de la tierra y los nuevos reclamantes, esto es una amenaza de violencia directa entre los actores en el territorio. Entorno a estos escenarios se abre la discusión y se plantean las siguientes ideas:
Las diferencias en la forma de tratamiento que se le ha dado a la minería ilegal antes conocida como tradicional puede generar estigmatización a los mineros campesinos y ancestrales.
Cuando se aplica el término de minería legal en los casos en los que se posee una licencia ambiental, el país está vendido a las multinacionales, permitiendo incluso que se pierda la soberanía sobre el agua en casos como las hidroeléctricas. En la restitución de tierras, la problemática se encuentra en la territorialización; es decir la re significación del territorio; debido a que la vida tiene nuevas formas de construcción después de los desplazamientos. No debe hacerse una generalización en torno a la violencia urbana, puesto que en los territorios y jurisdicciones rurales, se evidencian violencias de género o intrafamiliar. Es importante dejar de naturalizarla. El conflicto armado ha generado invisibilidades a los otros tipos de violencia. Para nosotros es una problemática seria el tema de la consulta previa, puesto que no nos tienen en cuenta en las decisiones que toma la institucionalidad e incluso cualquier actor que no respeta la autonomía de los territorios. Cuando el Estado realiza acciones son legales pero si las realiza el campesinado son ilegales, esto ha permitido la naturalización de la ilegalidad. Una de las violencias que no se visibilizan es en contra de los migrantes irregulares, puesto que la fuerza pública tiene rutas que permiten aprovecharse de estas personas y finalmente los detienen en el Urabá antioqueño en particular en turbo; somos un país de tránsito.
Finalmente se plantean los desafíos entrono a cuatro aspectos:
Minería: La comunidad cristiana debe ofrecer procesos de promoción de las asociaciones y comunidades que re signifiquen el territorio, y que las personas pertenecientes a las localidades se empoderen de ello. Violencia Urbana: Generar procesos de corresponsabilidad en las instituciones y con los jóvenes para que actúen en los ámbitos de participación pública. Restitución de Tierras: o Se plantea la siguiente ruta de desafíos: 1- fortalecer la investigación; 2- facilitar la participación social; 3- construcción de sujetos políticos; 4- generar red y tejido social. Migrantes irregulares: el desafío principal es la denuncia sobre los hechos que victimizan y que favorecen este tipo de tránsitos.
Día II: jueves 24 de septiembre.
I.
Apertura del Día
El día jueves se dio inicio a la segunda jornada del congreso con la Santa Eucaristía precedida por el Excelentísimo Señor Cardenal Rubén Salazar. Posteriormente se presentó el hilo conductor del día anterior a manera de síntesis, seguido de ello el objetivo del día:
Celebrar las opciones pastorales reconciliadoras y reconciliantes de la iglesia como signo de vida y luz de Colombia.
Continuadamente se presentó un video en el cual se visibilizaron las experiencias de la sociedad civil en procesos de construcción de paz. A las 9:10 am se da inicio al panel Pedagogías para la paz y la reconciliación. El moderador hace la invitación a este espacio. De forma tal, que presenta a los tres ponentes, los cuales tienen 20 minutos para la ponencia, e indica el tiempo para las intervenciones. Da indicaciones para que el auditorio elabore las preguntas por escrito, ya que serán recogidas durante las presentaciones. II. Panel: “Pedagogías para la paz y la reconciliación” La ponencia comenzó con la intervención de Monseñor Héctor Fabio Henao, quien introdujo el tema de herramientas pedagógicas, mencionando que es pertinente enfatizar en la transformación social, a partir de tres niveles de relaciones que van desde lo micro a lo macro: 1. El primer nivel corresponde a una transformación individual, en la que se transforman percepciones, actitudes, emociones y relaciones. 2. El segundo nivel responde a un ámbito comunitario, en el que es importante transformar la convivencia y las relaciones de vecindad, ya que para que la comunidad exista se deben transformar los intereses y relaciones colectivas. 3. Por último, el tercer nivel, hace alusión a las relaciones institucionales, las cuales, señala, deben convertirse en relaciones de diálogo armónico para ser partícipes de las acciones comunales e institucionales, e incidencia para alcanzar la meta del bien común. Menciona Monseñor Héctor Fabio Henao que para transformar las estructuras es necesario transformar la calidad de los elementos que las constituyen –salud, educación, familia, entre otras.- y la interacción entre estos ámbitos de la vida social. Por lo tanto la construcción de paz y reconciliación es una tarea que se ve permeada por las estructuras y viceversa. Seguido de esto, Monseñor sostiene que por lo tanto, el objetivo de este panel es dar a conocer algunas de las herramientas para la construcción de paz a través de los territorios que pueden ir dando pasos para la reconciliación.
Finalizada la introducción de Monseñor Henao, empieza la intervención de Roberto Vidal del Instituto Pensar de la Universidad Javeriana. Experiencias en construcción de paz: Da a conocer que el objetivo de su presentación es poner sobre la mesa cómo desde el Consejo Nacional de Paz se están desarrollando estrategias para la pedagogía para la paz en los colegios y universidades. En el Consejo Nacional además, hay 90 representantes que abogan por la educación como principal herramienta para la construcción de la paz. Pese a que se identifican sectores que están en oposición a esta metodología hay un consenso en que se necesita la educación, no solo como herramienta de paz sino también de cambio cultural. Es este un punto de arranque para lograr la construcción de paz, ya que la gente está dispuesta a discutir, trabajar e impulsar educación para la paz. Ahora bien, Vidal pregunta ¿En qué consiste la educación para la paz? Este no es un proceso nuevo, en Colombia hay experiencia de décadas en construcción para la paz, ya que se han vivido diversos procesos de paz y siempre detrás de estos procesos han existido procesos enormes en la educación para la paz. Por lo tanto, el objetivo es construir sobre lo construido e innovar en aquello que se deba innovar. No se debe reducir la educación para la paz netamente a herramientas y metodologías, se trata más bien de un problema colectivo que requiere un proceso de transformación social profundo, transformación de mentes y corazones colectivos, es decir es una actitud general hacia la paz. Igualmente no se puede relegar el proceso de reconciliación a las escuelas o comunidades, es tarea también -y un reto tanto- como para el gobierno, los líderes políticos, gremiales y económicos; porque el conflicto también es político. Por lo tanto hay que superar el enfoque local y generar espacios más colectivos y diversos que faciliten mayor participación. Ahora bien, plantea Vidal que el gran desafío de la educación para la paz en un país que se ha construido sobre la base de la guerra, es desmontar y revertir el proceso con el que se hizo la guerra; es decir, en primer lugar, es la humanización del enemigo, lo cual implica ver al otro como humano, como igual, sobre una base sólida de respeto. En segundo lugar, se debe renunciar al monopolio de la victimización, dejar de catalogarnos los unos a los otros bien sea como víctimas o victimarios, y más bien pensar que todos, de una u otra forma, han sido alguna vez víctimas y victimarios. Esto permite romper estereotipos y humanizar a los otros. Finalmente, el tercer reto es estar preparados para la frustración, ya que estos procesos tienden, algunas veces, al fracaso. Teniendo en cuenta otros procesos y sus aprendizajes,
son más los fracasos que los logros, y un modelo no sirve para todos los casos. Es por esto que la educación para la paz se debe pensar como un programa de largo plazo de 40 años o más, en el cual habrá varios tropiezos, será un camino lleno de piedras y es importante que prevalezca la perseverancia y la pertenencia como responsabilidad de los diversos sectores. Se da inicio a la intervención de Carlos Chica “Pedagogía de construcción de paz”. Asesor de la Presidencia de la República en temas de pedagogías de paz. Continua con el panel enfatizando en que no se debe polarizar el mundo y traducirlo únicamente a blanco y negro, retomando las palabas del Papa en su visita a Estados Unidos. Menciona que la pedagogía para la paz no es la divulgación de los acuerdos en La Habana, la paz está cerca y se debe seguir construyendo. No se debe tener miedo a la paz, por lo tanto hace un llamado a perder el miedo de ser militantes de la paz, Muchos colombianos le tiene miedo a la paz debido a que no están acostumbrados a vivir en ella y lo vislumbran como algo ajeno a su zona de confort, ya que el cerebro está condicionado y programado para responder agresivamente a cualquier forma que afecte el confort. Chica agrega que, un encuentro como el Congreso de Reconciliación bajo su lema: seamos caminos de esperanza, tiene una visión prospectiva, es decir que, la guerra nos amarra al pasado y la paz al futuro. El conflicto en Colombia ha marcado escenarios de muerte, hay referentes del territorio, es decir que los niños en el país aprenden geografía a partir de masacres, muertes y desolación. Así mismo, tanto la guerra como la paz son una construcción social. La guerra es un caos que tiene un orden en sí mismo, de forma tal, que cuando las cosas se construyen socialmente, solo se pueden modificar bajo este mismo marco. Por lo tanto, la pedagogía para la paz se debe dar en torno a la visión prospectiva, la visión de futuro, de transformación de la realidad como construcción social. La pedagogía para la paz empieza con el estímulo de la conversación, como mecanismo de construcción social, teniendo en cuenta que hay muchas conversaciones pendientes, que no se han podido dar debido a la guerra. Es necesario activar conversaciones de las agendas territoriales y nacionales. El dialogo permite conocer las diferentes realidades del conflicto y recoger la memoria del conflicto, pero también construir nuevas realidades comunitarias y nuevos líderes sociales. Chica cierra su intervención señalando que es clave construir las agendas territoriales para la paz sin caudillismos ni la imposición del miedo, que recojan todos los intereses
comunitarios. Por lo tanto, la propuesta de pedagogías para la paz está basada en mover sentimientos y emociones. Posteriormente viene la intervención de Rosa Inés Floriano del Secretariado Nacional de Pastoral Social - SNPS, sobre “Procesos pedagógicos de la reconciliación desde la Iglesia”. Comienza su presentación resaltando que desde las comunidades siempre surge la necesidad de saber cómo se ponen en práctica las metodologías para la paz, que se han mencionado anteriormente. Sin embargo, no existen recetas para la paz, toca estar alimentando los principios pedagógicos básicos que se utilizan para la construcción de la paz. También se deben fortalecer pequeñas comunidades de aprendizaje en las que se viva la reconciliación. Por lo tanto, el SNPS llega a las comunidades a organizar grupos de aprendizajes y juntos construir la receta propia de la paz para dicha comunidad. Una comunidad de paz en donde se dan relaciones horizontales, donde no existen sabios, todos saben y todos aprendemos. La comunidad orientadora gira en torno a una pregunta orientadora, dinamiza nuevos aprendizajes, no en una línea o tema específico. Por consiguiente, la construcción de paz no es un proyecto, es aprender a darle sentido a la paz, a través de cambios de comportamientos, actitudes, etc. Ahora bien, El desafío pedagógico es dotar de sentido a las metodologías que ayuden a la transformación de relaciones. Se debe tener en cuenta que la pedagogía de paz no se limita a talleres. Algunos espacios como un “sancocho comunitario” aporta más a la construcción de paz porque muestran el sentido de la inclusión. La pedagogía debe desinstalarse de la rigidez e ir a la vida cotidiana, porque en la vida cotidiana es donde se construye la guerra, donde se dio la guerra. Rosa Inés menciona que en el SNPS se trabaja bajo la mirada prospectiva, esto indica que la metodología se fundamenta en la construcción del futuro deseado y se debe dar en la medida en que se construye el bien común. El futuro deseado es donde existan garantías para todos, un futuro en donde estemos todos, el cambio no debe ser del otro debe ser propio. La evangelización es real y verdadera cuando se transforman los sentimientos, actitudes, estructuras, etc. Si se quiere llegar a la reconciliación, el verdadero cambio comienza en lo pequeño de cada corazón, como el pequeño grano de mostaza. Se deben cambiar tres nichos fundamentales: recuperar la capacidad comunitaria de resolver los propios problemas, cambiar las relaciones, no ver más a los demás como enemigos, se debe acabar con la polarización entre las personas y la institucionalidad.
Terminada la ponencia de Rosa Inés se hace una ronda de preguntas a partir de los debates generados por los expositores. Se presenta un espacio para preguntas y resonancias del tema desde las regiones.
¿De qué depende seguir construyendo la paz en los territorios, en momentos donde surgen nuevos conflictos? Frente a esto se responde que: la percepción desde el Instituto Pensar, es que los acuerdos de paz buscan separar la violencia de la política, terminar el conflicto armado no significa terminar con los conflictos políticos. Estos conflictos deben ser tratados ahora desde las mismas comunidades. Se deben recuperar los espacios políticos para las comunidades. Por lo que, una educación para la paz implica una educación para la participación, entendida como una comunidad activa en la política y en la vida social. En esta pregunta, Carlos Chica resalta que es importante ver muchos temas que están dormidos en la educación para la paz. Se debe aprender a ser cristiano, a tener en sus justas proporciones, a comunicarse con los demás, es decir aprender a aprender. Aprender los unos de los otros es la gran tarea de la pedagogía de paz.
¿Qué hacer con los integrantes de la fuerza pública, grupos paramilitares y FARC? A esto se respondió que las prácticas ancestrales y comunitarias son una gran oportunidad de construir paz y recuperar lo que la violencia ha arrebatado.
Así mismo, se preguntó sobre ¿Qué hacer con quienes intentan invisibilizar las acciones de paz y promueven la guerra? A esto se respondió que en el Consejo Nacional de Paz se organizó el encuentro nacional de paz con el fin de recuperar todas las iniciativas de paz, ya que la educación para la paz tiene diferente escenarios, desde la escuela, la universidad, la comunidad, la educación no formal, ONG, hasta grupos étnicos, populares y comunitarios. Estos son escenarios e iniciativas complementarias no divergentes. Esta respuesta se complementó señalando que el acuerdo de La Habana es un pretexto para lograr un cambio, una transformación, un cambio de roles sociales que impacten en un gran cambio social. Los batallones contra la guerrilla cambiarán a batallones de ingenieros construyendo puentes y vías donde nunca han existido. Habrán también, noticieros que no hablen de conflictos, igualmente, ¿Qué van a hacer las ONG sin conflictos? Esta es una oportunidad clave para reinventarse a partir de los acuerdos de La Habana.
III. Panel “La reconciliación desde el compromiso del Centro de la Evangelización de lo Social de la Conferencia Episcopal de Colombia A las 11:00 am se inició el segundo panel del día. En este punto, se invitó a los participantes al espacio y se introdujo al Padre Luis Andrés Bustacara encargado de la moderación. El Padre Bustacara presentó el tema y el objetivo del panel y a cada ponente, e igualmente les agradeció por su participación. Este panel versa sobre cuestiones como ¿Cuál es el trabajo de la Iglesia colombiana en favor de la reconciliación? ¿Cuáles son los agentes que más deben apoyar, para la Iglesia, en ese trabajo de reconciliación? Y ¿Cuál es la labor de su departamento u oficina a favor de la reconciliación?. Monseñor José Daniel Falla Robles, Secretario General de la Conferencia Episcopal de Colombia, inauguró y dio inicio a este panel recordando que no se debe perder nunca de vista qué es el ser humano alrededor de quién debe girar el trabajo desde la Iglesia. Por lo cual, se debe entender que Jesucristo entregó su vida para salvar al hombre, es por esto que se debe ser cuidadoso, y no se puede perder de vista la misión cristiana, aquella en la que se rescata al ser humano de sus problemáticas y de las difíciles realidades, enredándose en las teorías. Se trata entonces, de rescatar al ser humana en su integralidad y en su totalidad, teniendo en cuenta todas sus dimensiones. Por lo cual, es importante y pertinente, plantearse la pregunta de ¿Cuál es la reconciliación que Cristo quiso traer al mundo? Teniendo en cuenta que lo primero es la reconciliación con Dios. Así, lo primero es colocar en el centro de todo la relación con Dios y con la obra de su creación. Por otro lado, Monseñor señaló que emerge la necesidad de perdonar para poder seguir escalando los pasos hacia la reconciliación. Esto requiere un trinomio, compuesto por: perdón, reconciliación y paz. Se le planteó a Monseñor Daniel Falla la pregunta a cerca de ¿Cuál es la labor de los departamentos en la reconciliación? A lo que él respondió que es importante recordar cuál es la figura episcopal: el obispo es quien está en la cima de una jurisdicción velando para que una obra evangelizadora conserve el rumbo, puesto que es muy fácil perder los derroteros en el camino. Desde la conferencia episcopal, la visión principal es no perder de vista que el ser humano en su dignidad es el centro de la historia y del mundo, que por medio de esto nadie olvide en donde está la obra salvífica realizada por Jesucristo; esta es entender que ÉL dio su vida para rescatar a cada ser humano existente. A esto añadió que, por más que se tenga fe, muchas veces el ser humano suele quedarse estancado en la teoría y en las ciencias, perdiendo de vista la misión de la Iglesia. Ante esta situación, Jesucristo pone en cabeza del episcopado la tarea de enrutar y recordar el cambio para no perder de vista la misión de la Iglesia, en la cual la vida de cada agente pastoral es rescatar a cada ser humano. De esta forma Monseñor señala que el Congreso de la Reconciliación
nos debe recordar cuál es la obra salvífica de Cristo, aquella misión que no podemos olvidar y tener como objetivo, porque si es así, tristemente construiremos una reconciliación que no sea duradera. Finalizó la intervención de Monseñor Falla y se dio lugar a la ponencia del Padre Darío Echeverri, Secretario General de la Comisión Nacional de Conciliación. El Padre Echeverri comenzó su presentación planteando que la preocupación general y permanente desde la Conferencia Episcopal de Colombia es sobre cómo hacer presente a Cristo en la transformación del conflicto. Hay una necesidad de la figura de Cristo, presente en el diseño de políticas públicas para el trabajo con los actores violentos. Es un Cristo presente en la realidad de las víctimas, por lo cual antes de hablar de reconciliación se debe hablar de re dignificación y en este punto es menester acompañar a los diferentes actores en el proceso de reconversión. Por lo tanto, el Padre hace un llamado sobre la importancia de tener claras las responsabilidades de todos los actores sociales -desde los diferentes lugares y roles- en la consolidación de la paz. Es decir, una responsabilidad general y compartida por todos, es la clave del cumplimiento de los acuerdos que se firmen entre el Gobierno y las FARC. Así, entendemos el papel de la Conferencia como el centro de la dimensión de la evangelización de lo social, a través del acompañamiento a las víctimas con diálogos pastorales. De esta forma, el Padre Echeverri constató que, en el centro de la comisión está presente el acompañamiento a las políticas públicas de construcción de paz así como a las acciones humanitarias, tanto con víctimas como victimarios. Así mismo, es totalmente imprescindible, hacer presencia, haciendo incidencia con los diálogos pastorales en el dialogo con las comunidades en medio del conflicto. En este punto, el Padre Echeverri cerró su intervención planteando preguntas como: ¿Cómo estaremos presentes en la veeduría de los acuerdos entre los actores armados y el gobierno nacional?, a lo que respondió que “queremos estar presentes en la veeduría del desarrollo de la reparación” ¿Cuál va a ser nuestra respuesta en la reintegración?, “queremos estar presentes en un nuevo lenguaje que permita la reconciliación”. Comienza la ponencia del Padre Pedro Mercado, Secretario adjunto para las relaciones Iglesia – Estado. Dio inicio con un discurso emotivo, en el que señaló que en medio de la desesperanza y dolor de tantas personas, ver en este día tanta gente participe en el congreso, llena el corazón, ya que los presentes son personas que creen que ya es suficiente de guerra, odios y venganzas, así que es el momento oportuno de hacer la paz, la reconciliación y el perdón. Además, destacó que la Conferencia Episcopal de Colombia ha acompañado el proceso de paz que se adelanta en La Habana, al igual que muchas otras iniciativas de construcción de paz desde la sociedad civil. Sin embargo, recalca que el mayor desafío es construir escenarios de paz, ya que este es un desafío enorme, porque en la realidad, en el campo en el que él se desempeña y en el recorrido que se ha llevado a
cabo aún es preocupante cómo autoridades locales en los diferentes territorios aún no muestran un compromiso determinante e incidente como se espera con este tipo de iniciativas, en general con la búsqueda de paz, y han optado por darle la espala al proceso de paz y de reconciliación. A esto se le suma, que también es importante la necesidad de impulsar desde la Iglesia y sus agentes pastorales, la construcción regional y local de la paz. Ahora bien, el Padre Mercado, también constató una falta de claridad en el conflicto, señalando que pareciera que el conflicto fuera únicamente entre las FARC y el Gobierno. Por lo cual, hace falta visibilizar las situaciones con la familia, los niños, los jóvenes. En este sentido, la única tarea que él tiene es favorecer -mediante contactos con los funcionarios del Estado para facilitar la construcción de iniciativas administrativas o legislativas que permitan la construcción de paz y reconciliación. Además, menciona que para la Iglesia es una prioridad el acompañamiento a las víctimas, y no solamente aquellas víctimas del conflicto armado, sino también las víctimas de las nuevas violencias que sacuden al país. Por lo tanto, hay que trabajar por el respeto de los derechos humanos, por unas mejores condiciones de salud y educación, es decir, trabajar en torno a la conciliación. Para concluir su intervención, el Padre invita a revisar el libro “Los Mínimos para la Paz”, en dónde se resalta que el acompañamiento a las víctimas del conflicto, la pobreza y la marginación, es una necesidad. Lo anterior, requiere de trabajar arduamente por la equidad y la justicia, por la construcción de una cultura de paz y de reconciliación. Una cultura que permita desaprender la violencia y que conlleve a la resolución pacífica de los conflictos. Seguidamente, comenzó la presentación del Padre José Elver Rojas, Director del Departamento de Comunicaciones. El fin de esta presentación fue socializar la misión del Departamento de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal, la cual consiste en empoderar a los comunicadores católicos de un lenguaje de perdón, reconciliación y convivencia, que contribuya a generar un ambiente necesario de paz. Sin embargo, hizo énfasis en que el perdón, la reconciliación y la paz son acciones transversales a todos los departamentos. Por otro lado, comentó que se creó la aplicación “yo oro por la paz”. También se creó un curso virtual para locutores y productores de radio. Señaló que al finalizar este proyecto, se desemboca en una mesa común que se llama RECOMPAZ, la cual es una red de comunicación por el perdón y la construcción de paz. Finalmente, hizo mención a la actividad de la copa de la fe 2015, la cual no pretende más que brindar a los presbíteros un espacio de esparcimiento, fortalecimiento de la vida fraterna y competencia por el respeto y juego limpio.
A continuación, la Doctora Danelia Cardona, Directora del Departamento de Promoción y Defensa de la vida, inició su ponencia con una reflexión del Papa Francisco: “Si quieres la paz trabaja por la justicia, si quieres la justicia trabaja por la vida”. Señala entonces que cuando se habla de vida se habla en un sentido amplio, desde un enfoque personalista y centrado en la persona, en su dignidad. Por lo tanto, ha trabajado desde la promoción de dicha dignidad con talleres de formación. Esta formación se da desde una antropología cristiana y de humanización, a través del poder ver al otro y humanizarlo. Lo realmente importante es poder visibilizar la experiencia del otro, acogiendo la narrativa del otro inmerso en conflicto. Así mismo, hizo énfasis en que es importante llevar a cabo procesos de formación humana, porque la primera persona con la que se debe reconciliar es con uno mismo, para poder reconciliarse con el otro. En este sentido se han llevado a cabo trabajos en equipo con la Comisión de Conciliación sobre acompañamiento psicosocial a las víctimas. Finalmente, la Doctora Cardona invitó desde su mirada como psiquiatra, a no seguir cayendo en la lógica perversa de dividir el mundo entre los buenos y malos, ya que no existen personas malas sino personas que son permeadas por la toma de malas decisiones y acciones que generan daño, pero no por eso son intrínsecamente malas. Es por esto, que el perdón se presenta como una acción ineludible para la reconstrucción del tejido social, a través del hombre como obra de Dios. Por lo tanto, solo la persona humana es capaz de tomar conciencia sobre el uso de la casa común, y además es fundamental trabajar por la humanización. La intervención termina con la socialización del video construido por el Departamento de Promoción y Defensa de la Vida, “Celebra la Vida”. Al igual que en el panel anterior, se llevaron a cabo, una serie de preguntas que surgieron de las exposiciones:
¿Por qué no extenderse a otros escenarios más amplios con propuestas como las del Departamento de Comunicación de la Conferencia Episcopal? Para esto el Padre ratificó la proyección que se tiene del trabajo al interior del Departamento en ese sentido. ¿Qué hacer con las multinacionales y transnacionales que se vienen apropiando acelerada e inclementemente de los recursos naturales, en el post-conflicto? Se respondió que se necesita de la visibilización de esas realidades desde los diferentes actores de la sociedad civil, incluyendo a los jóvenes y nuevas generaciones, pero cuestionando a la vez las prácticas extractivas. Una tercera pregunta, cuestionó ¿Qué estrategias se han pensado desde la Iglesia para trabajar con los excombatientes y contribuir a la convivencia entre éstos y las víctimas, en los territorios en donde confluyen? Frente a esto, se señaló que se
trata de un compromiso articulado entre las diferentes Pastorales por rescatar a la persona, sin importar su procedencia. Por otro lado, se hace la invitación al auditorio a que no pierda de vista que la Iglesia la componen no sólo las autoridades y sus estructuras, sino todos los creyentes y practicantes de la fe. De ahí el compromiso de todos para contribuir con estos escenarios. La última pregunta fue ¿Cómo incidir para desmontar el lenguaje bélico tan instalado en nuestra sociedad, y cómo incidir desde la Iglesia en la construcción de una Política de Paz? Frente al primer punto, se dice que evangelizando se va transformando, no sólo las relaciones, sino también el lenguaje. Tal vez en este momento histórico la prioridad no es en sí misma la construcción de una Política de Paz y de Reconciliación. Seguramente lo prioritario ahora es resolver asuntos muy complejos como la reparación a las víctimas, la restitución de la tierra, y antes de esto, la necesidad del perdón. En general lo prioritario en este momento es la construcción de una cultura de paz y de reconciliación.
Este panel concluyó rescatando varios elementos importantes de las diferentes ponencias. Por un lado, se debe tener presente no perder de vista que es alrededor del ser humano que debe girar el trabajo desde la Iglesia. Mientras que por otro lado, es necesario perdonar para acercarse a la reconciliación, esto va de la mano con la necesidad de construir y promover la paz desde la Iglesia con un lenguaje que no polarice, y que por el contrario, unifique un único entorno con gran propósito de reconciliación y paz. Además, las tareas conjuntas de la Iglesia colombiana, desde el Centro de la Evangelización de la dimensión social, se deben llevar a cabo desde el departamento de comunicaciones, departamento de promoción y defensa de la vida, relaciones Iglesia-Estado y la Comisión Nacional de Conciliación. IV Trabajo en Grupos: “Herramientas Pedagógicas para la reconciliación territorial” A la 1:45 se dio inicio al trabajo en grupos denominado Herramientas pedagógicas para la reconciliación territorial. El objetivo general de la actividad radicó en identificar las nuevas prácticas de reconciliación que se derivan de las herramientas pedagógicas, a partir de la reflexión de tres preguntas orientadoras, derivadas de las experiencias que tiene cada jurisdicción en relación a prácticas para la paz y la reconciliación. Éstas fueron: 1. Identificar los enfoques y las metodologías que se han utilizado y qué ha llevado a generar experiencias de reconciliación 2. ¿Qué resultados se han obtenido con dichas prácticas de reconciliación? 3. ¿Qué otros actores y escenarios deberían involucrarse en el trabajo para afianzar la reconciliación?.
Para llevar a cabo la actividad se organizaron ocho grupos: A) Caribe 1. La mesa de trabajo buscó conocer las diferentes herramientas utilizadas a nivel territorial para la reconstrucción del tejido social, la reconciliación y construcción de paz en diferentes territorios de la región Caribe. Se discutieron diferentes iniciativas que han dado resultados positivos a nivel local como procesos endógenos, alianzas con grupos vulnerables, actividades culturales, entre otras. Así mismo se debatieron resultados dejados por las acciones que se han desarrollado para cumplir los propósitos de paz: unidad, fortalecimiento, confianza, entre otros. Finalmente se generaron propuestas para que la red de paz y reconciliación se amplíe y se incluyen posibles nuevos aliados y estrategias para atraerlos. Pregunta 1: Identificar los enfoques (razón) y las metodologías que se han utilizado y qué los han llevado a generar experiencias de reconciliación
Se resalta la importancia de los procesos endógenos y el uso de lo que se tiene localmente. En la Guajira por ejemplo, el apoyo a lo ancestral y a los rituales que existen a nivel local, ha sido importante para la construcción de paz local. Se resaltan las alianzas de los Embera, el enfoque de reconciliación y el respeto por la autonomía. En Sucre y Bolívar se han gestado mesas de trabajo entre indígenas, afros y campesinos con el fin último de la “sobrevivencia del campesino”, desde aquí se buscan acercamiento con otros sectores como el privado y el público para temas específicos, por ejemplo, devolución del territorio. Acercamiento a comunidades indígenas. Existen iniciativas para el trabajo desde la familia: niños y jóvenes. Dentro de las actividades realizadas se encuentran charlas en universidades, trabajo de educación, psicosocial, iniciativas culturales. La educación surge como obstáculo para la organización.
Pregunta 2: ¿Qué resultados se han obtenido con dichas prácticas de reconciliación? * Los principales resultados se relacionan con la unidad y la conformación de comunidades fuertes.
Se ha perdido el miedo a participar; Integración entre generaciones; Se ha dado una organización comunitaria;
Se ha recuperado la confianza y por ende el tejido social; Se han organizado los grupos para presentación de propuestas para el desarrollo social y económico de las comunidades; La relación con la institucionalidad varía en los territorios, en algunos es una relación buena pero en otros es débil y se le da poco cumplimiento a las herramientas de participación ciudadana; Se ha fortalecido la espiritualidad como parte de la atención psicosocial; Se ha disminuido la violencia contra las mujeres y fortalecido la equidad entre hombres y mujeres.
Pregunta 3: ¿Qué otros actores y escenarios deberíamos involucrar en nuestro trabajo para afianzar más la reconciliación? Se habló sobre la importancia de incluir a sectores o grupos con los que nunca se ha tenido una relación, pero que pueden resultar estratégicos para el enriquecimiento de la red.
Juntas de Acción Comunal; Profesores; Madres comunitarias: están realizando una gran labor y tienen influencia en niños; Rotarios, club de leones, damas grises; Gobernantes y sector público; Importancia de los grupos étnicos; Diferentes pensamientos y procesos de reconciliación relacionados con la cultura: por ejemplo otras religiones, o los “victimarios” excluidos (pandillas, excombatientes, etc.); Estrategias para incorporarlos: desarrollo de mesas de diálogo, congresos locales, encuentros, actividades con “grupos de la no reconciliación”.
Se lograron los objetivos de la actividad y se compartieron las principales iniciativas, resultados, propuestas y desafíos para el fortalecimiento local en temas de paz y reconciliación. Muchas respuestas a los interrogantes se encuentran en los territorios y en las experiencias que se han vivenciado a lo largo de los años. Los asistentes se mostraron abiertos a aprendizajes y discusión sobre las tres preguntas orientadoras.
B) Caribe 2. El objetivo del trabajo en grupo era identificar las nuevas prácticas de reconciliación que se derivan de las herramientas pedagógicas, en torno a la reflexión de tres preguntas que
las mesas de trabajo discutieron con el fin de construir un árbol donde se pudieran reflejar las respuestas de los siguientes interrogantes;
1. Identificar los enfoques (razón) y las metodologías que se han utilizado y qué los ha llevado a generar esas experiencias de reconciliación (Esta primera pregunta se reflejará en la raíz del árbol - Metodologías) Después de una puesta en común, los resultados fueron los siguientes: el enfoque de derechos humanos como eje fundamental de la reconciliación, visto éste como una apuesta que permita la inclusión social Otra metodología ha sido la formación sobre derechos humanos a distintos actores sociales, así como también capacitaciones a las comunidades para lograr un empoderamiento de trasformación social. La articulación con instituciones que suman fuerzas para trabajar por la integración de las comunidades étnicas, grupos afro y políticas publicas incluyentes. Unidades productivas que permitan un desarrollo social sostenible.
2. ¿Qué resultados se han obtenido con dichas prácticas de reconciliación? (esta pregunta se reflejará en el tronco - Impactos y/o Resultados)
Reconstrucción del tejido social; La articulación entre la población afro e indígenas respetando territorios; Mecanismos de prevención en las mujeres, contra la violencia sexual basada en género; Fortalecimiento organizacional y comunitario. Acompañamiento familiar.
3. ¿Qué otros actores y escenarios deberíamos involucrar en nuestro trabajo para afianzar más la reconciliación? (esta pregunta se verá reflejada en las hojas - Red de ambientes y/o grupos privilegiados).
Involucrar a las multinacionales; Minería legal; ONG nacionales e internacionales; Las instituciones públicas;
Universidades; Gobierno local; Mayor dialogo entre actores armados y sociedad civil; Veedurías ciudadanas.
Diferentes actores sociales, es decir, toda la comunidad civil, puesto que les compete la trasformación social y la reconciliación. C) Metropolitana. Los responsables de dirigir la actividad en este grupo fueron Luz Marina Quintero, Elena Gómez, Orlando Lizarazo y David Pinzón. Ahora bien, los participantes de la actividad llegaron a un consenso grupal para las tres preguntas orientadoras. En cuanto a la primera pregunta - Identificar los enfoques y las metodologías que se han utilizado y qué ha llevado a generar experiencias de reconciliación- , el grupo estableció que los enfoques y metodologías para la reconciliación han versado en dos ámbitos, colectivo e individual, donde el auto-reconocimiento y conocimiento del otro, el ser depositarios de memoria, la formación humana y espiritual, análisis y reflexión de la realidad, acompañamiento, educación, transformación, mesas de conciliación y actividades de integración, el perdón y la escucha, la celebración de la vida, el arte, el deporte han sido determinantes. En materia de los resultados obtenidos con las prácticas de reconciliación que se señalaron anteriormente, manifestaron que se ha potencializado la autoestima, las habilidades y destrezas, la unidad, la participación e integración, la sanación mental y espiritual. Se ha fortalecido el trabajo en redes y la integración juvenil, la inclusión social, el rompimiento de imaginarios, la dignificación y perdón; pero sobre todo se ha generado paz interior, defensa y protección de derechos humanos, esperanza y desarrollo social, elementos claves en un proceso de construcción de paz y reconciliación. Finalmente, en lo que respecta a otros escenarios y actores, constataron que es fundamental contar con el apoyo de grupos comunitarios, familias, Iglesias, fuerzas militares, colegios y universidades, medios de comunicación, la intervención efectiva y justa de la rama judicial, la integración de los diferentes proyectos de otras diócesis y la unificación de las clases sociales. D) Centro y Eje Cafetero. En este grupo la dirección de la actividad corrió por cuenta de Roger Hernández, Fernando Herrera, Liliana Ospina y el Padre Andrés Bustacara. Este grupo contó con una
introducción instructiva del moderador, el cual señaló que las apuestas metodológicas y preguntas como –para qué, con quién y desde dónde, son herramientas fundamentales para responder a una pregunta neurálgica y transversal como lo es ¿cómo lograr la paz y la reconciliación territorial? Para dar una posible respuesta se citó el pasaje bíblico Isaías 2: 3-5. Entrados en materia, establecieron que es vital asumir la importancia del dialogo, la escucha activa y el ponerse en el lugar del otro, como metodologías que se han utilizado para generar experiencias de reconciliación. A esto se le sumó la transformación del conflicto y consumo de drogas en actividades de formación humana y el deporte, la explotación minera por la formación, motivación e incentivos a los participantes, el medio ambiente con caminatas ecológicas y ollas comunitarias también aparecieron como herramientas metodológicas para generar y fortalecer el cambio y el camino hacia la reconciliación. Los resultados que se han obtenido con la implementación de estas metodologías han sido la seguridad alimentaria y la recuperación del campo. La conversión personal y familiar, y finalmente el dialogo con instituciones ha permitido un acercamiento real a la familia, la afectividad, el dialogo, el perdón y el tiempo de calidad. Sin embargo, señalaron que es determinante la intervención de las fuerzas políticas, militares, pastorales, entidades públicas y privadas, la familia, la academia. Así mismo, es importante involucrar nuevos actores como trabajadoras sexuales, presos y/o reclusos, comunidad LGBTI, discapacitados; y participar en planes de desarrollo como nuevos actores y escenarios a tener en cuenta para afianzar el trabajo de la reconciliación E) Suroccidente. Claudia Herrera, Jhonathan Rodríguez, Rodrigo García y Rosa Inés Floriano fueron los encargados de dirigir la actividad. El grupo estableció seis enfoques y metodologías para generar experiencias de reconciliación: 1. Autogestión y desarrollo productivo: generación de condiciones para el buen vivir (reconciliación entre las prácticas productivas y la naturaleza); 2. Ayudar a la comunidad a que se piense prospectiva y propositivamente, es decir, la construcción de planes de vida en función de los futuros deseados; 3. Enfoque de participación: Promoción de relaciones asociativas, colaborativas y liderazgos comunitarios;
4. Enfoque diferencial-reconocimiento de las prácticas culturales (minga, convite, etc.); 5. Enfoque psicosocial y desde la memoria de los territorios; 6. Planeación de las acciones que se realizan en las comunidades con la animación de las Diócesis. Teniendo en cuenta lo anterior, los resultados que se han obtenido con estas prácticas han sido la recuperación y transformación de relaciones, cambios en el lenguaje, ciudadanía activa y participativa, mejoramiento de la calidad de vida, liderazgo, empoderamiento de las mujeres y prevención de la violencia de género, resolución pacífica de conflictos, fortalecimiento de la capacidad de resiliencia, articulación con la institucionalidad para el acceso a la justicia y la recuperación emocional. En cuanto a la tercera pregunta, actores y escenarios para afianzar la reconciliación, destacaron la intervención de población excombatiente, comunidades religiosas y otras Iglesias, organismos humanitarios, institución educativa y los actores armados del Estado.
F) Suroriente y Antioquia Choco.
El trabajo en este grupo estuvo animado por los Especialistas Lina Peña, Boris Martínez, Jorge Hernández y Ana Mercedes Arias. Se Inició el ejercicio recordando el objetivo del día “Celebrar las opciones pastorales reconciliadoras y reconciliantes de la Iglesia como signo de vida y luz en Colombia. Seguidamente se realizó una reflexión retomando los temas de las anteriores ponencias, buscando aplicarlos a las experiencias en el territorio en favor de la reconciliación. El Objetivo del trabajo en grupos era identificar las nuevas prácticas de reconciliación que se derivan de las Herramientas Pedagógicas, en torno a la reflexión de tres preguntas orientadoras. Con relación a la primera pregunta orientadora de la reflexión sobre la Identificación de los enfoques (razón) y las metodologías que se han utilizado y qué han llevado a generar experiencias de reconciliación en sus territorios, los participantes respondieron: 1. El cuidado de la vida involucrando a varios actores de la zona. 2. El perdón y la recuperación de una memoria histórica. 3. Capacidad de escucha para poder perdonar las ofensas sufridas, como una forma de acercarse a la reconciliación. 4. Reconciliarse con la realidad antropológica.
5. Territorios de paz y de reconciliación que integren los diferentes enfoques existentes en la construcción de la paz territorial. En relación con la segunda pregunta orientadora de la reflexión en torno a los resultados obtenidos con dichas prácticas de reconciliación en los territorios, surgieron los siguientes aportes: 1. Identificación y respuesta a las necesidades propias de cada territorio 2. Desarrollos de mecanismo de auto protección, es decir son las mismas comunidades las que se vinculan y se protejen ante la amenaza de algún actor. 3. Recuperación y transformación de las relaciones en el nivel comunitario e institucional. 4. Evitación de reclutamiento ocupando a los jóvenes en proyectos que involucran sus expectativas de vida. Finalmente se comunica a los participantes en el ejercicio, que el día viernes en la última jornada del congreso se podrá comprender mejor el por qué se decidió utilizar la herramienta de los árboles. Por otra parte, los participantes manifestaron que el ejercicio fue bueno pero faltó tiempo para poder enriquecer más los árboles con otras herramientas desarrolladas en las jurisdicciones. No obstante resaltaron la dinámica participativa en el ejercicio y el reconocimiento de las miradas y experiencias territoriales. G) Nororiente. En el grupo de trabajo de la región Nororiente, Carolina Gáez, Rosa María Martín, Luisa Fernanda López y Fredy Tocora fueron los encargados de acompañar la actividad. En cuanto a identificar enfoques y metodologías para generar experiencias de reconciliación, los participantes reconocieron el dialogo como principal herramienta, acompañado de actividades de convivencia como ejemplo de paz. La sensibilización del plan de Pastoral ha sido clave para generar redes de confianza. Así mismo, fortalecer las capacidades de la comunidad y la autoestima, el reconocimiento de la dignidad humana y rescatar los valores perdidos hacen parte de los instrumentos necesarios para estar más cerca de la paz. Es por esto que plantearon un método prospectivo en el que se pretende una visión del futuro deseado. Ahora bien, los resultados obtenidos de llevar estas metodologías a la práctica han versado en la ley de justicia y paz, la capacidad de convivencia en la medida en que se tiene una mayor conciencia sobre el compartir el territorio con diferentes comunidades; el
rompimiento del paradigma del egocentrismo, ya que con este se logra integrar instituciones, lideres e intereses de las comunidades; a la vez que se han propiciado espacios de mayor incidencia, mismos que también han permitido tanto posicionar una Iglesia reconciliadora y reconciliada como pactos de no agresión, comités conciliadores de mujeres y una transformación importante en las relaciones con la institucionalidad. Finalmente, plantean que es necesario el papel de las familias como actores sociales, la academia, el Estado y el sector privado, medios de comunicación, redes organizativas, comunidades indígenas y campesinas, BACRIM, actores de la frontera y empresas vinculadas a la explotación minera, esto en cuanto a nuevos actores y escenarios involucrados en el camino para afianzar la reconciliación. H) Tolima Grande y Valle. Los responsables de acompañar la actividad en este grupo fueron Marcela Díaz, Yomaida Cardona, Alejandro Quiñonez y Dina María Nipi. Esta región dividió en dos los enfoques y metodologías que han llevado a la construcción de reconciliación: 1. Enfoques: Comunitario, medio ambiental, derechos humanos, diferencial, participación de las mujeres, solución de conflictos, territorialidad, equidad de género, resistencia en el territorio, comunicación, rural (medio ambiental), indígena y urbano, participación política de las mujeres, seguridad alimentaria, jóvenes, fortalecimiento a las organizaciones sociales. 2. Metodologías: teatro, encuentro de integración comunitario, trabajo comunitario, encuentros de fraternidad ambiental, memoria histórica, eucaristía agroecológica, se han involucrado a las juntas de acción comunal, mingas, encuentros inter étnicos. 3. Ahora bien, destacaron los comités de conciliación; fortalecimiento de las familias; trasformación de las relaciones; empoderamiento comunitario, regional, de las mujeres autogestoras de los procesos; nuevas organizaciones sociales; articulaciones de instituciones; creer en la integración de los jóvenes; integración de las comunidades; y el arraigo e identidad como los resultados de reconciliación a partir de estas prácticas. Por otra parte, constataron que las instituciones educativas, el Gobierno, la Iglesia, el Estado, la Defensoría del Pueblo, organizaciones sociales e internacionales, Pastoral social a nivel nacional, la población civil y el fortalecimiento del tejido social son los nuevos actores y escenarios para fortalecer el trabajo de la reconciliación.
Así mismo, destacaron también, que las herramientas para la reconciliación pueden ser una diversidad y multiplicidad de cosas, incluyendo partes del cuerpo, la tierra, la creatividad, los gestos, los colores, entre otros. Se incentivó a la reflexión bíblica de “Señor hazme un instrumento de tu paz”, a esto se le suma que señalaron que la reconciliación debe realizarse a nivel personal, comunitario, institucional y estructural, a la vez que debe transformarse las relaciones para la reconciliación. Por otra parte, concluyeron sobre cuatro grandes e importantes aspectos: se debe identificar enfoques y metodologías para seguir construyendo experiencias de reconciliación; deben darse ejercicios a nivel personal y comunitario para la reconciliación, enfatizando en el respeto por los derechos humanos; se estableció que no existe ninguna institución que sea excluyente al tema de la paz; y finalmente es importante fortalecer la espiritualidad para lograr la reconciliación. V.
Panel: ¡Reconciliémonos, seámonos camino de esperanza!
Hacia las 4:15 de la tarde se llevó a cabo el panel ¡Reconciliémonos, seámonos camino de esperanza! Experiencias significativas que desde el territorio contribuyen a construir un mundo inclusivo, equitativo y solidario. El panel contó con cuatro panelistas y cada uno tuvo una intervención de 10 minutos. La pregunta orientadora fue ¿Cómo contribuyen las experiencias presentadas a la reconciliación en sus territorios? Este nuevo espacio empezó con la ponencia “Economía solidaria de María Beltrán”, de la Asociación Vida y Campo de Norte de Santander. En primer lugar hizo énfasis en que los cultivos agrícolas se ven fuertemente afectados por los cultivos ilícitos y el mal estado de las vías. Sin embargo, también destacó la importancia del acompañamiento de la Diócesis de Tibú, en el favorecimiento de las relaciones asociativas entre las mujeres solidarias con otros actores del territorio, como los campesinos, para la generación de fuentes de ingresos. María, representante de la región, subrayó cómo la experiencia de asociación inicial, en torno a la producción y auto-sostenibilidad, se convirtió en el impulso para el surgimiento de nuevas iniciativas en el territorio. Por otra parte, contó la historia de once madres comunitarias, cabezas de hogar, con un sueldo de $150.000 pesos, que se unieron para mejorar sus ingresos con el fin de satisfacer las necesidades de las respectivas familias. Estas madres comunitarias se reunieron con funcionarios de la Diócesis, quienes les dieron la idea de organizarse en otros aspectos como el reciclaje. De esta forma, las mujeres optaron por montar una tienda para suministrar alimentos a los hogares comunitarios, y contaron con el apoyo de la Diócesis para esta labor. Igualmente, empezaron a trabajar con restaurantes y Bienestar Familiar y así a ayudar a los campesinos mediante intercambio de víveres o con transacciones monetarias, que ayudan a los campesinos con la venta de productos. Igualmente, comentó que en el territorio se
llevó a cabo un proyecto de paz territorial, donde convergen elementos de salud, educación, infraestructura y comunicaciones. Seguida a esta alocución, Elena Tinoco del Programa de Desarrollo para la paz (PRODEPAZ) del Magdalena Centro, empezó su presentación “Participación de los pobres en el fortalecimiento de la democracia”. La ponente resaltó el proceso de formación que han recibido las comunidades de los diferentes municipios del Magdalena Centro en democracia y participación política, lo cual ha permitido que los pobladores se empoderen y se reconozcan como ciudadanos activos en la transformación de sus realidades. Es así como la misma exponente de esta experiencia regional, es actualmente candidata al Concejo, lo cual en sus propias palabras “se ha convertido en una muestra para los pobladores de la posibilidad que tienen para demostrarse a sí mismos y a los políticos tradicionales, que de la base de las comunidades están saliendo líderes y lideresas capaces de hacer política de forma transparente, responsable y al servicio de las necesidades y principales problemáticas de los territorios”. Comentó además que la metodología para una mayor participación de los pobres en la democracia radica en darle valor a la persona, construir mesas y encuentros con los pobladores, capacitaciones en participación política para demostrar que se es capaz de hacer política limpia. Sin embargo, para finalizar su intervención, señala que la tarea no es tan fácil, hay dos grandes retos: sensibilizar a la comunidad sobre la política y llevar procesos de reconciliación desde el nivel personal, familia, comunitario y municipal. Finalizada la ponencia de Elena Tinoco se dio inicio a la presentación “Formación de liderazgo y ciudadanía plena para La Transformación de la Realidad” de José Gabriel Porras, de la Comunidad sin Frontera, Ventaquemada, Arquidiócesis de Tunja. José enfocó su discurso en el empoderamiento de pobladores para la participación activa en la transformación de sus realidades. Muestra de ello, es el ejercicio de construcción del plan de desarrollo comunal de la vereda, para ser presentado al próximo alcalde local. Destacó así mismo, cómo desde estas iniciativas es que se comienza a construir los cambios y futuros deseados de las comunidades. Además, el aporte a la reconciliación en la región está dado por la construcción de una visión común que permite superar la indiferencia y generar lazos comunitarios. Igualmente, señaló que hay un desplazamiento del municipio producido por la poca inversión social. Terminada la ponencia anterior, se inició la última ponencia del día, la exposición “La reconciliación para los Embera Katio” en el Sur de Córdoba a cargo del Señor César Antonio Bailarín. En esta se presentó de manera muy general la realidad actual de los pueblos indígenas en el Sur de Córdoba. Coexisten problemas con comunidades campesinas, empresas, ganaderos y está fuertemente amenazada por la pervivencia a
través de la practicas de grupos armados ilegales, como las minas antipersona y otras acciones violentas, la explotación minera, el desplazamiento, entre otros. Sin embargo, aún en medio de las adversidades, con el acompañamiento de actores como la Iglesia y el Centro de Investigaciones y Educación Popular (CINEP), se han fortalecido en su autonomía a los diferentes grupos indígenas y en la capacidad de exigibilidad de sus derechos. Día III: viernes 25 de septiembre. I.
Apertura del Día
El día viernes se dio inicio al congreso con la Santa Eucaristía precedida por el Excelentísimo Señor Obispo Oscar Urbina. Posteriormente se presentó el hilo conductor del día anterior a manera de síntesis. Seguido de ello se plantea el objetivo del día:
II.
Contribuir en la labor de incidencia para la construcción de paz en Colombia.
Reflexiones sobre el recorrido por el jardín de la reconciliación – Monseñor Héctor Fabio Henao.
Previo a la presentación del panel, Monseñor Héctor Fabio hace varias reflexiones luego del recorrido por los árboles de la reconciliación, producto del trabajo por regiones en la jornada del jueves 24 de septiembre. Lo primero sobre lo que llama la atención, es la importancia de mirar la realidad en perspectiva propositiva y de cambio y no desde los problemas. De esta manera será posible avanzar hacia la reconciliación. La segunda reflexión se centra en la importancia del conjunto, de las relaciones entre partes, de entender la reconciliación como un tejido. La necesidad de mirar la realidad en su integralidad y en función del bien común. Donde cobre valor lo comunitario y la reconstrucción de las relaciones. Otra de las reflexiones alude a la necesidad de la aceptación y convivencia en la diferencia. Sólo de esta manera, se resalta, será posible llegar a la reconciliación. Por último, se hace el llamado por parte de Monseñor Henao a pensar desde ya en qué relaciones se deben afianzar con otros actores y en cuáles son los nuevos actores con los que se debe trabajar de manera corresponsable, para lograr la incidencia que se quiere hacia la consecución de la paz y la reconciliación.
III. Lanzamiento segunda cartilla “El Cuidado de la Creación” – Luz Marina Quintero. Lanzamiento Cartilla Pedagógica “Artesanos del Perdón, la Reconciliación y la Paz” de la Conferencia Episcopal de Colombia – Monseñor Oscar Urbina. En el segundo momento, se produce el lanzamiento de la segunda cartilla del “Cuidado de la Creación”, a partir de lo cual se invita a trabajar por el desarrollo sostenible, el cual no pasa sólo por las decisiones de los altos niveles del Estado, sino por las decisiones que se toman desde las comunidades, desde sus iniciativas y desde la proyección y construcción de futuros deseados. Posterior a la introducción de Monseñor Henao y al lanzamiento de la segunda cartilla del “Cuidado de la Creación”, Monseñor Oscar Urbina lanza de manera oficial el documento pedagógico “Artesanos del Perdón, la Reconciliación y la Paz”. Inicialmente se toma la metáfora del artesano, porque un artesano debe trabajar con constancia, paciencia, creatividad y con amor. Paralelamente se llama la atención una vez más sobre la construcción territorial de la paz y no de manera homogénea. Se retoman las palabras del Papa Francisco de “Felices los que trabajan por la paz”. No son bienaventurados los que hablan de paz, sino los que trabajan por ella de manera constante e incansable. Desde la Iglesia se invita a trabajar desde la esperanza en la transformación de nuestra realidad, sin que se deje de sanar la memoria y las heridas del pasado. Así mismo no se debe olvidar que un camino vital para llegar a la paz es la educación, más aun cuando estamos en una sociedad del conocimiento. Se hace la invitación a seguir muy atentos a la violencia que se deriva del conflicto armado, pero también a abrir los ojos a las nuevas formas de violencia, la violencia digital, el matoneo, la corrupción pública y privada, etc. Dentro de las raíces que se deben impactar desde nuestro acompañamiento para la transformación de la realidad, están: la ruptura con Dios, ruptura con nosotros mismos reflejada en los desequilibrios psicológicos de las personas, las rupturas con los otros y la ruptura con la creación. Dado que la Iglesia cubre todo el territorio, es importante convertirse en comunidad memoria, ya que es la memoria la que nos debe decir qué no debe volver a ocurrir, para trascender después a comunidad de esperanza.
Siempre que vayamos a hacer acompañamiento en la construcción de paz, debemos partir de un análisis lúcido y crítico de la realidad. Se destaca la necesidad de trabajar sobre el perdón y la solidaridad para ser capaces de acoger a los agresores y convivir en paz. En este sentido, añade Monseñor Urbina -que la iglesia y todo agente de pastoral- debe posibilitar la sanación a través del relato, pues el relato sana las heridas y con el permitimos que se objetive la experiencia. Finalmente, señala Monseñor Urbina que es más fácil hacer la guerra que la paz, pero que a su vez, es mucho más barato hacer la paz, ya que la paz empieza por una sola persona, y es una construcción comunitaria, donde todos son invitados. Nadie puede sentirse excluido. IV. Panel Agentes de Pastoral de Paz y Reconciliación Monseñor Héctor Fabio introduce la pregunta a los panelistas sobre cómo entienden y qué han hecho por la reconciliación, desde su rol como agentes de pastoral. Al respecto la Sra Miyela Riascos, representante de la Diócesis de Buenaventura responde que se han venido desarrollando Comités de promoción de la dignidad, conversatorios para el crecimiento personal y fortalecimiento de las relaciones entre la comunidad. La reconciliación pasa por que cada persona saque todas sus posibilidades. Pasa por darle un espacio a cada persona en la comunidad. Pasa por reconciliarme con una comunidad que reconozca mis potencialidades. Cuando esto sale a flote, la realidad cambia, plantea Monseñor para recoger lo central con relación a su pregunta inicial. Monseñor realiza la pregunta sobre cuáles son los principales elementos que debería tener un cuadro o una pintura de la reconciliación. Al respecto, el señor Jesús Abel Sánchez, representante de la Diócesis de Florencia responde que dichos elementos deben ser: la paz con Dios, armonía con la naturaleza y el don de la escucha, lo cual es muy valioso para las víctimas del conflicto. A esta pregunta el Padre Leonel Comas, añade la aceptación de las diferencias. Dentro de la intervención del Padre Leonel Comas de la Diócesis de Magangué, se llama la atención sobre la importancia de trabajar con los señores Obispos para que el tema de la reconciliación sea incluido como uno de los temas gruesos dentro de los planes de pastoral. Así mismo, invita a todos los equipos de Pastoral a trabajar sin miedo por la reconciliación.
Con relación a las preguntas e intervenciones que emergieron del conversatorio, apareció lo siguiente:
¿Qué metodologías deben tener en cuenta los agentes de Pastoral para transformar las realidades y para la construcción de la paz, desde la experiencia de los panelistas? Hay que inspirarse en el evangelio, dice el Padre Leonel de la Diócesis de Magangué. Hay que ser conscientes que para que la reconciliación sea una realidad se requiere trabajar en todos los escenarios, comenzando desde la familia, pero trascendiendo a otros espacios, y se debe hacer sin temor. Respecto a la pregunta dice Jesús Abel Sánchez de la Diócesis de Florencia, que es importante fortalecer las iniciativas locales de paz y seguir empoderando a las comunidades para que sean agentes de cambio. Igualmente, Miyela Riascos de la Diócesis de Buenaventura dice que lo primero que se debe hacer en la construcción de paz es aceptarnos como herramientas de Jesús en la transformación de las realidades. A lo anterior, un participante de Tumaco añade que la mejor metodología es la del encuentro, que permite que todos seamos vistos como hermanos, de acuerdo con una intervención de un representante de Tumaco.
¿Qué se ha hecho, o qué está pendiente hacer con la fuerza pública en materia de reconciliación? Lo primero es recuperar la confianza de la fuerza pública, restablecer las relaciones entre ésta y la comunidad, dice el Padre Leonel. No hay que olvidar que detrás del uniformado hay un ser humano, y a él hay que llegar en un trabajo incluyente por la reconciliación.
¿Cómo se ve la relación entre desarrollo y reconciliación? ¿Cómo se pueden complementar? Esta relación es fundamental desde el inicio, pues de qué sirve hablar de reconciliación si no se tienen resueltas las necesidades básicas de las personas, si no existe la dignidad humana. Lo anterior tiene que ver con las garantías del Estado para el ejercicio de los derechos fundamentales.
VI.
Conclusión.
Se finaliza el VII Congreso Nacional de la Reconciliación con la oración por la paz de Colombia.