Ingredientes a incluir dentro del proyecto:
Detección de la necesidad de un proyecto de acompañamiento a la soledad Identificación de posibles colaboraciones, esto es, dentro de la propia Cáritas y también con el tejido comunitario y sociosanitario. Elaboración del proyecto escrito, incluyendo diversas “fichas de recogida de información” de personas mayores y voluntarias, trípticos y materiales específicos, tanto para las personas mayores posibles participantes del proyecto, como para profesionales sociosanitarios (posibles colaboradores), voluntariado y espacios comunitarios. Sensibilización a la comunidad sobre la necesidad de voluntariado y el proyecto. Formación al voluntariado y equipo técnico Difusión del proyecto a través de diferentes medios de comunicación. Inicio, evaluación y coordinación continua.
C) Organización de los equipos Toda tarea de acompañamiento se realiza formando parte de un equipo, que sirve para contrastar la experiencia, compartir la evolución de las situaciones, recibir apoyo ante las dudas y dificultades, compartir las satisfacciones... Como grupo humano, todo equipo necesita alguien que se encargue de tareas específicas de coordinación. Es importante que esta persona y sus funciones sean reconocidas por el grupo ya que se enfocará en aunar al equipo y en ser el “enlace” con la Cáritas Diocesana. La experiencia de equipos en los que una de las personas voluntarias acepta y desarrolla la función de “persona voluntaria responsable” se ha demostrado muy positiva. Por su parte, el equipo y su voluntario/voluntaria responsable, cuenta con el apoyo de una persona técnica que ayuda a que se conjuguen las particularidades de cada lugar y equipo con la manera de hacer de su Cáritas Diocesana y su proyecto de acompañamiento.
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