CAMPAÑA DE CARIDAD 2016 Consideraciones añadidas a la fundamentación presentada para la campaña de Navidad La campaña de Cáritas Ama y vive la justicia nos invita a salir al encuentro de los demás, a dar gratis nuestra propia vida, a dejarnos tocar y desgastar. En el día de Caridad y en todo momento, estamos llamados a dejar huellas de justicia y de fraternidad, de amor que se conmueve ante el dolor y el sufrimiento humano. De ahí, recordamos, PRACTICA LA JUSTICIA, DEJA TU HUELLA, como invitación a implicarnos en la misión salvadora y liberadora de Dios. Con esta campaña, queremos comprometernos a practicar un estilo de vida que nos lleve a ser agentes de transformación de nuestra sociedad, en los barrios, en las zonas rurales, en todos los ámbitos, personales, laborales, familiares, y en todos los espacios donde convivimos con otros, así como a cuidar de nuestro planeta, nuestra casa común. El Papa Francisco reitera una y otra vez que como cristianos no tenemos otra opción primordial que la opción por los pobres. Aplicarnos a ello es adentrarnos y empeñarnos también en la búsqueda y en la lucha por la justicia en favor de los más desfavorecidos y excluidos. Así lo desgranó admirablemente en la exhortación apostólica Evangelii gaudium, así nos lo recuerda reiteradamente en sus intervenciones múltiples y así lo pone de manifiesto con gestos significativos como el de sus viajes a Lampedusa para colocarse al lado de los migrantes que llegan víctimas de la miseria y el hambre a las costas europeas y más recientemente en su traslado a la isla de Lesbos para mostrar que la Iglesia está al lado de lo refugiados a los que nuestros dirigentes políticos europeos tratan con tanta indignidad y menosprecio. De profundo significado es también todo el contenido de la encíclica Lautado Si que enmarca por un lado las responsabilidades que tenemos con respecto a la naturaleza y el medio ambiente y pone de relieve la íntima unión que existe entre una explotación desbocada de los medios que Dios ha dispuesto para que sean disfrutados por todos sin igual y sin embargo cada vez están siendo utilizados en beneficio de unas minorías acaparadoras y depredadoras provocando un ensanchamiento en la brecha que separa a nuestra sociedad entre ricos o muy ricos y pobres o muy pobres. En este contexto ante el que tenemos la tentación de quedarnos atrapados cómodamente en el inmovilismo, la desesperanza o la impotencia, Cáritas se sitúa en el terreno de la utopía del Reino y quiere ser expresión de la fuerza que surge de la debilidad sabiendo que su fuerza no reside en sus manos sino que viene prestada por el mensaje de salvación de un Dios cuya fuerza, como leemos en libro de Judit, no está en el número, ni reside en los guerreros, sino que está en los humildes porque es un Dios valedor de los pobres, defensor de los débiles, protector de los deprimidos, salvador de los desesperados (Judit 9, 11) Un nuevo argumento a favor de la campaña nos ha facilitado también la Iglesia a través del Papa Francisco proclamando el año del jubileo de la misericordia 2015-2016. El imperativo de escuchar el clamor de los pobres se hace carne en nosotros cuando se nos
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