Análisis y Perspectivas 2016 – «Expulsión Social y Recuperación Económica»
RESUMEN DE DATOS 1.
INTRODUCCIÓN
Los recientes datos oficiales sobre la situación de la pobreza y exclusión en España describen una situación ya esperada después de dos años de bajada del desempleo: una ligera reducción de la pobreza y la exclusión social y de algunos de sus componentes. Y también una escasa intensidad de ese descenso. Los diversos informes de la Fundación FOESSA no han dejado de constatar que la reducción de la pobreza en periodos de crecimiento no compensa el aumento de la misma en los periodos recesivos. Se trata de una cuestión de modelo social, de cómo nos planteamos la construcción de nuestra sociedad. No es una consecuencia de la crisis. Lo que sí han empeorado como consecuencia de la crisis son las condiciones de vida para que las personas y familias puedan abrir un nuevo periodo de mejora. Su posición ya no es la misma y tampoco sus oportunidades. Cabe resaltar dos datos de la recién publicada Encuesta de Condiciones de Vida: •
Se ha producido un incremento en la tasa de trabajadores pobres, que ha pasado del 14,2% al 14,8%. La tasa de riesgo de pobreza de las personas paradas es del 44,8%.
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De los más de 13 millones de personas que, según el indicador europeo, se encuentran en riesgo de pobreza y exclusión, hay 1 millón de personas que simultáneamente padecen pobreza económica, carencia material severa y baja intensidad en el empleo.
Es preocupante que estas consecuencias se estén haciendo invisibles para una parte de la sociedad y que sea un proceso que vaya a más. El que la invisibilidad de los más pobres aumente es un efecto ya conocido también en otras crisis: en el año 2007, por ejemplo, la exclusión social de la población española era del 16,3% y afectaba a más de 7,3 millones de personas. ¿Alguien lo percibía? La fractura social hoy sigue ensanchándose no ya por los aspectos cuantitativo, sino por el efecto que supone la negación de algo que queremos dejar atrás. Por otra parte, ante periodos de recesión económica, la pobreza aumenta rápidamente; sin embargo, en fases de crecimiento no desciende en la misma medida e, incluso, permanece estancada. Se trata de un proceso “contracíclico”. Demostrar esta idea es el primer objetivo del Informe que presentamos. Este efecto lo visualizaremos a través de las distintas regiones de España. Las consecuencias de la crisis han generado un proceso de divergencia entre las Comunidades Autónomas de nuestro país. Este será el segundo de los objetivos de este informe. En un momento como el actual, donde el deterioro de un sector significativo de la sociedad exigía una mayor altura de miras, a la que nuestros partidos no han sabido responder todavía, es necesario recuperar para la «política de lo social» a los ignorados, los no útiles, los expulsados.