El Centro Fogaral de Cáritas Diocesana de Zaragoza, atiende a una de las situaciones de EXTREMA POBREZA que sufre la mujer. La Misión de Fogaral es optar a favor de quienes ejercen la prostitución facilitándoles una promoción integral desde el protagonismo de su propio proceso. Fogaral es una palabra del aragonés cuyo significado es “calor de hogar”: un lugar cálido donde la mujer que ejerce la prostitución se sienta acogida y valorada. SU CREACIÓN
LAS CLAVES DE INTERVENCIÓN
En marzo de 1988, gracias al trabajo en red y a la coordinación intraeclesial, se inauguró el Centro Fogaral con gran ilusión. En aquel entonces no había en Zaragoza ningún otro Centro específico para ayudar a estas mujeres.
Fogaral es un lugar de referencia, dinámico, activo, que siempre ha procurado estar junto a la mujer en todas las circunstancias que le rodean, promoviendo su participación para que ellas mismas sean agentes informativas y de derivación de otras mujeres al Centro.
Impulsado por el arzobispo de Zaragoza, D. Elías Yanes, Cáritas Diocesana de Zaragoza, con Jorge Rosell en la Dirección, promovió y coordinó un largo proceso de reflexión junto con un grupo de seglares y cuatro congregaciones religiosas que trabajaban en el territorio de forma individual con mujeres que ejercían la prostitución (Religiosas Oblatas del Santísimo Redentor, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, Adoratrices Esclavas del Santísimo Redentor y de la Caridad, Hermanas de la Caridad de Santa Ana). Este laborioso proceso culminó con la creación del Centro Fogaral.
Fogaral es un espacio donde se crea la confianza, el respeto y la colaboración mutua para devolver a la mujer la libertad y la dignidad que existe dentro de ella. Desde el trabajo en equipo, se actúa como puente entre la mujer y las redes sociales existentes. El Centro siempre ha apostado por esta mujer que la sociedad rechaza y juzga, poniendo la meta en mejorar su calidad de vida y en estar con ella allí donde se encuentre. En definitiva, promover que la mujer se sienta protagonista de su vida. Se trabaja desde la escucha sincera y activa, con una comunicación natural, con sencillez, tranquilidad, comprensión, empatía, haciendo que la mujer se sienta aceptada y valorada. “No atropellando” procesos, sino considerando el momento de cada mujer, fomentando su libertad y respetando su dignidad. En Fogaral se acoge tanto a la mujer que quiere salir de la prostitución, como a la que no quiere o no puede hacerlo.
Sala de acogida y espera de la sede del Centro hasta 2012.
El Equipo comenzó su andadura haciéndose presente allí donde estaban las mujeres: calle, bares, hospitales, domicilios, cárcel… Un trabajo costoso y nada fácil, demostrando día a día que se estaba allí para apoyarlas. Además, se contactó con los recursos sociales del entorno para llevar a cabo una coordinación efectiva. Fogaral ya entonces quería ser puente entre la mujer que acudía al Centro y los recursos existentes. Fue éste un trabajo en doble dirección, por un lado, convencer a las mujeres de que tenían derecho a los recursos de la comunidad y, por otro, sensibilizar a los profesionales de diversas disciplinas de la verdadera situación de estas mujeres. Desde la sensibilización y la denuncia, se aunaron esfuerzos para interpelar socialmente sobre la realidad que el Centro veía cada día.
Nuevos locales del Centro Fogaral a partir de mayo de 2012. 1