Alimentacion saludable

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La importancia de la alimentación saludable en niños

Autores: Paz Álvarez, Laurette Baylón, Natalia Canto, Carolina Cifuentes y Fransheska Rivera.


Octubre 2013

Come sano

Vive Sano


Alimentación Saludable

A

limentación y dieta saludable es aquella que incluye una ingesta equilibrada de nutrientes y alimentos necesarios para el organismo capaces de suplir los requerimientos energéticos. Sin embargo, una desviación de ella, conllevará a un déficit o exceso manifestada visiblemente en el cuerpo, caracterizando dos patologías opuestas, desnutrición y obesidad, siendo esta última, el problema más sustancial y tangible que posee Chile. Por lo tanto, dentro de los datos INE analizados, es posible detectar las grandes causas, patologías, y porcentajes de obesidad dentro de la población, evidenciando el gran problema de sobrepeso/obesidad existente a lo largo de todo el ciclo vital.


La importancia de la alimentación saludable en niños La alimentación saludable es el tipo de comida mediante la cual se ingiere tanto calidad de alimentos como cantidad equilibrada nutricionalmente, incluyendo todos los grupos alimentarios, en cantidades suficientes y variadas para cada individuo. Hoy en día, con las variaciones en los hábitos alimentarios y la vida sedentaria que se está llevando, la alimentación saludable ha quedado de lado, privilegiando comidas rápidas con bajos aportes nutricionales pero altamente cargados en grasas, los cuales han contribuido a crear un aumento en la población con enfermedades tanto nutricionales como cardiovasculares, situación que se incrementa año a año. Es por esto la importancia de iniciar hábitos saludables a temprana edad y así ir creando rutinas en el niño que perdurarán por toda su vida.

Por esto, es fundamental mostrar al niño que el comer sano no es sinónimo de que la comida sea mala y se puede ir jugando con esta enseñanza dependiendo de la actitud y requerimientos nutricionales del niño, ya que no todos los infantes tienen un mismo crecimiento y desarrollo. Es importante tener claro que un buen aporte nutricional ayudará en el presente y el futuro, mejorando la concentración y por tanto el rendimiento escolar (Gobierno de Chile, Programa Chile crece contigo, 2011), manteniendo un buen estado de salud que generará un adulto con menor probabilidad de riesgos de salud a futuro, siendo un mejor aporte para el país. Por otra parte la hidratación también es fundamental, por lo cual la ingesta de agua es primordial, favoreciendo la eliminación de toxinas y reponiendo los gastos realizados durante sus acciones diarias (Gobierno de Chile, Programa Chile crece contigo, 2011). En el siguiente escrito, se abordará el cómo crear una alimentación saludable para evitar los problemas futuros que una mala nutrición conlleva, sus beneficios tanto al largo como al corto plazo, además de mostrar la estadística nacional de incidencia y prevalencia de enfermedades resultantes de los malos hábitos actuales, dejando en claro que es la educación al niño y la creación de hábitos saludables el foco de nuestro tema.


La importancia de tener una vida saludable

Es

necesario tener noción acerca del significado e implicancias que tiene llevar una vida saludable, ya que la población informada impondrá hábitos tanto físicos como alimentarios dentro del contexto social en que se desarrollen, guiando de esta manera, a más individuos hacia un equilibrio que implicará finalmente, lograr un equilibrio físico-mental beneficioso para la salud de cada persona. La calidad de vida que impartirá cada persona, será la base que definirá su salud en un futuro próximo. Instaurar una vida saludable desde la gestación contribuirá con numerosos beneficios, por lo que la importancia de lograr un buen crecimiento y desarrollo desde edades muy tempranas y durante todo el ciclo vital, dependerá, de la adquisición de hábitos y equilibrios determinantes para su salud.

Los que inconscientemente estarán dados por la sociedad en que se lleve a cabo el desarrollo de cada individuo, por lo tanto, no basta con informar de forma unitaria acerca de los beneficios de tener una buena alimentación sino que se debe realizar de forma masiva para lograr verdaderos cambios (Claudia Troncoso et al, 2013). La promoción de una buena alimentación es sustancialmente relevante al momento de cuantificar factores de riesgo para las enfermedades asociadas a una ingesta inadecuada de alimentos para nuestro organismo, y así, lograr prevenir y disminuir los factores de riesgo asociados a una mala alimentación y el alto consumo de sustancias tóxicas-dañinas para el organismo (Amanda Izquierdo Hernández et al, 2004) Una alimentación sana y saludable, no solo implica tener conciencia de lo que generará en nuestro cuerpo, sino que también es necesario saber el impacto que tendrá la cantidad que se ingiera de esta, ya que no por considerar algo saludable habrá que ingerirlo en exceso, y viceversa por lo que será de suma importancia poder llevar un buen equilibrio de esta, impidiendo el desarrollo de enfermedades (Amanda Izquierdo H. et al, 2004).


Una mala alimentación se manifiesta progresivamente durante el tiempo, ya que un desequilibrio importante de este puede tener diferentes efectos, dentro de ellos, el déficit, dado en personas que ingieren una cantidad insuficiente de nutrientes importantes y necesarios para que el metabolismo pueda cumplir con los requerimientos energéticos diarios, lo que deriva en desnutrición, de forma antagónica, se encuentra el exceso, donde el consumo alimentario excede los requerimientos del organismo originando una acumulación de estos, desencadenando sobrepeso y luego obesidad (Claudia Troncoso et al, 2013) Es importante, que al entregar información acerca de alimentos necesarios y saludables para las personas, adecuar esta, a la condición económica, social, y cultural en la que cada familia se desenvuelve para que les permita acomodarse según sus condiciones, y así, lograr de esta manera, no generar un impacto negativo al verse limitados y frustrados, por diversos aspectos, por no poder cumplir con una alimentación sana y beneficiosa.


¿Qué significa una dieta saludable?

Una dieta saludable es aquella que permite mantener un buen estado de salud o que también puede ayudar en la mejora de un mal estado de salud. Alimentarse de manera saludable es fundamental para un buen desarrollo físico y mental a través de todo el ciclo vital y cada etapa de la vida requiere de necesidades propias de la edad. Con la gran variedad de alimentos poco sanos disponibles en el mercado, resulta ser un gran desafío lograr comer bien durante cada etapa de la vida. Aunque la información nutricional de los alimentos está fácilmente disponible, hay poca comprensión sobre lo que significan las etiquetas nutricionales. También, muchos alimentos aparentan ser sanos cuando contienen ingredientes que pueden causar daño a nuestro organismo a largo plazo. Aunque siempre es mejor llevar una dieta balanceada que incluya comida de cada grupo de la pirámide alimenticia, existen algunas comidas en especial que pueden traer consecuencias graves de salud si se consumen en grandes cantidades sobre largos periodos de tiempo. Desde la vida intrauterina, es esencial que el bebé reciba por medio de su madre, los nutrientes necesarios para un crecimiento y desarrollo adecuado. Es de suma importancia que durante el embarazo la madre no llegue a tener un exceso de peso ni un peso muy bajo ya que esto aumenta la probabilidad de un trastorno metabólico tanto materno como fetal. Estos trastornos incluyen la resistencia a la insulina, diabetes gestacional e hipertensión. Además de mantener un peso sano, es importante que la madre consuma ciertos alimentos durante el periodo de gestación. El ácido fólico y el ácido graso omega-3 son elementos necesarios para el desarrollo del sistema nervioso del bebé y el calcio tiene mayor importancia en la formación ósea (Nestlé Chile, 2012). Durante el resto del ciclo vital, se han estudiado varios macronutrientes y micronutrientes que son importantes para llevar una dieta saludable y que a la vez se ha comprobado que pueden prevenir algunas enfermedades asociadas a desequilibrios alimentarios. Los macronutrientes necesarios para una dieta saludable son los carbohidratos, las proteínas, el agua y las grasas, mientras que los micronutrientes incluyen una variedad de minerales y vitaminas. El consumo balanceado de todos estos alimentos son los que nos dan una alta probabilidad de vivir una vida libre de enfermedades asociadas al desbalance dietético.


Las consecuencias de una mala alimentación Lamentablemente, la realidad del mundo actual es que hay un gran porcentaje de personas que llevan un estilo de vida sedentario y con un consumo desbalanceado de los alimentos, lo cual lleva a la obesidad. La obesidad se define como “el aumento de grasa corporal por encima de los rangos necesarios para el mantenimiento de las funciones diarias normales” (Nestlé Chile, 2012). Es una condición que no es compatible con el bienestar físico ni mental a largo plazo, y es por esto que es importante tratar de prevenirlo a través de una buena educación a los padres y a los niños desde una temprana edad para que puedan establecer hábitos alimenticios sanos que los puedan seguir a través de toda su vida. Según la Encuesta Nacional de Salud, 67% de la población adulta presenta sobrepeso u obesidad (2010) y según la JUNAEB, uno de cada cinco niños chilenos es obeso a los 6 años (2010). Los problemas que muestran datos como estos es que un niño que es obeso tiene más probabilidad de ser obeso como adulto, y la obesidad es una condición que va de la mano con otras patologías mucho más severas como las aflicciones cardiovasculares (como la hipertensión) y la diabetes. Se puede concluir entonces que para mantener una buena calidad de vida y para no caer en un desbalance dietético, es de mucha importancia la prevención.


Datos Estadísticos

Si analizamos las estadísticas nacionales, podemos ver que:

Hay 4 millones de obesos en la población mayor de 15 años, eso es un 21,5% de la población y además, un 39,3% presenta sobrepeso. El sobrepeso y la obesidad serían responsables de la pérdida anual de 234.107 años de vida. Eso lo ubica en segundo lugar dentro de los factores de riesgo, encontrándose en primer lugar el consumo de alcohol. La obesidad y el sobrepeso son responsables de 7.877 muertes al año, ubicándose en el cuarto lugar dentro de los factores de riesgo, junto con el consumo de tabaco (Riggotti y Echeverría, 2012). Todo lo anterior, nos permite deducir, que nuestra población que en los últimos años ha visto aumentada su esperanza de vida, lo ha hecho con una importante carga de enfermedades que debe sobrellevar (Riggotti y Echeverría, 2012).

En cuanto a la población más joven, se ha visto un aumento del sobrepeso y obesidad infanto – juvenil, tanto en Chile como en el resto del mundo, lo que conlleva un aumento de la probabilidad de convertirse en un adulto obeso (Riggotti y Echeverría, 2012). Chile, dentro de los países pertenecientes a la OCDE, se encuentra en el sexto lugar de los países con más obesidad infanto – juvenil. Lamentablemente este cambio ha sido sumamente rápido, ya que mientras que en el año 1987 sólo el 7% de los escolares de los escolares de primer año básico tenía obesidad, hoy esa cifra ha aumentado a un 23%. Este fenómeno preocupante aumenta con altos porcentajes de obesidad en los niños desde los 4 años, lo que se acentúa a medida que los niños avanzan en edad, llegando a cifras de un 20% al momento de ingresar a la escuela (Rigotti y Echeverría, 2012). Según el estudio de Kain et al (2007), en Chile la obesidad se está convirtiendo en una epidemia que está afectando progresivamente a los niños desde que son preescolares, en donde los niños, incluso con peso normal, presentan mayor grasa corporal que los valores de referencia.


Gráfico. Evolución de la obesidad infantil en Chile y en algunos países de referencia.

Fuente: Chile Saludable; oportunidades y desafíos en innovación, 2012


Gráfico. Prevalencia de obesidad en Chile de escolares de primero básico 1993 – 2010

Fuente: Chile Saludable; oportunidades y desafíos en innovación , 2012


Conclusión

S

i bien el tema expuesto se

enfoca en la educación sobre la alimentación saludable y el crear hábitos alimentarios correctos para el niño, a medida que se desarrolla se puede evidenciar como aparecen numerosas aristas que amenazan contra nuestro fin. Los datos indican que esta idea es dura de lograr, la cual no basta con difundirla y que la adquieran como un bien, aquí se necesita trabajo, compromiso y disposición de todo el ambiente que rodea al niño. Existe una parte que se encamina prósperamente a su logro, ella es salir de la ignorancia y entrar en el conocimiento de lo que es verdaderamente saludable e ideal para incluir en nuestra dieta. Pero y entonces ¿Qué dificulta la puesta en marcha y funcionamiento en toda la población chilena para adquirir la anhelada alimentación saludable? La mayoría de la población de nuestro país ha tenido acceso a información acerca de lo directamente que está relacionada la alimentación con la salud. Esto gracias a los medios de comunicación masivos, programas de gobierno como "Elige vivir sano", la educación recibida de profesionales de la salud tanto en el intrahospitalario como en el extrahospitalario. Además, podemos ver como hoy en día el autoaprendizaje está disponible cada vez para mas personas, a través de los avances tecnológicos que han permitido tener acceso a todo tipo de información, en contraste con lo que ocurría décadas anteriores.

Tal magnitud de tecnología ha llegado derechamente a simplificarnos la vida, en varios aspectos. Lo cual, relacionado con este estudio, resta más puntos de los que debería sumar. Y esto se evidencia en nuestra vida cotidiana, ya nadie debe caminar largos tramos para obtener su alimento, hoy solo basta una llamada para que el llegue a su casa, o se puede usar un vehículo para ir personalmente a obtenerlos, etc. ¿Agradable y fácil? Por supuesto. Pero, ¿qué hay detrás de tanta regalía?. Otra arista de los avances tecnológicos la vemos en las industrias alimentarias que diseñan la "comida rápida" la cual fue un gran acierto para las empresas, y el comienzo de un daño silente para cada individuo. Comidas altas en grasas, poco nutritivas, algunas con procesamientos y medios de conservación desconocidos, se camuflan en el "rico" sabor que las caracteriza, en los precios alcanzables para la gran parte de los bolsillos chilenos, y en su fácil obtención. Lo que nos hace perder toda conciencia de la calidad alimentaria de lo que consumimos, y del deterioro progresivo que sufre nuestro organismo cuando su ingesta es frecuente. Llevará tiempo lograr el cambio en los hábitos alimentarios de la población en su totalidad, pero es un objetivo que se hace posible si cada uno comienza hoy a tomar conciencia alimentaria, si educamos a los hijos y a las nuevas generaciones para que sean ellas las encargadas después de difundir este sello saludable, para lograr así niños, familias y comunidades sanas. Para finalizar, queremos plantear la siguiente interrogante: ¿Será que la modernización y la evolución que alcanzó nuestros hábitos alimenticios, por intentar simplificarnos la vida, nos ha jugado una mala pasada? La respuesta la tienen ustedes.


Bibliografía

1. Rigotti, T., Echeverría G. Fundación Chile. (2012). Unidad de Alimentos. Chile Saludable; Oportunidades y desafíos en innovación. Santiago, Chile. Recuperado en 10 de noviembre de 2013, de http://www.fundacionchile.com/bio-detalle-bibliotecaarea/detalle-biblioteca-area.index/3148/chile-saludable-oportunidades-y-desafiosde-innovacion 2. Gobierno de Chile, Programa Chile Crece Contigo. (2011). Alimentación Saludable: Guía para promover la alimentación saludable en la primera infancia. Santiago, Chile. 3. Kain, J., Lera, L., Rojas, J., Uauy, R. Scielo. (2007). Obesidad en Preescolares de la Región Metropolitana. Revista Médica Chile. Recuperado en 10 de noviembre de 2013, de http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S003498872007000100009&lng=es&tlng=pt. 10.4067/S0034-98872007000100009. 4. Izquierdo, A., Armenteros M., Lancés L., Martín I. Alimentación saludable. Revista Cubana de Enfermería [revista en la Internet]. 2004; 20(1): 1-1. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S086403192004000100012&lng=es. 5. Nestlé Chile. (2012). Aprender a comer: Alimentación saludable para niños desde 0 a 12 años. Santiago, Chile. 6. Troncoso, C., Doepking, C. & Zúñiga, C. (2013). Alimentación saludable en la formación de estudiantes de carreras del área pedagógica. Revista Chilena de Nutrición, 40.


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