LA REALIDAD LABORAL DEL SECTOR EMPLEADOR EN BOLIVIA

n nuestro país, desde el año 2006 hasta la actualidad, son varias las disposiciones que se emitieron en el ámbito laboral a los fines de promover mayor protección a favor de los trabajadores, regulación que, entre otros, causó un especial impacto, tanto en la estabilidad laboral como en la política remunerativa por los incrementos salariales.

El primero de los factores, es decir la regulación de la estabilidad laboral, con el transcurso de los años desafortunadamente se ha ido desnaturalizando toda vez que lejos de responder a un interés legítimo de los trabajadores —quienes, ciertamente, tienen todo el derecho de defender sus fuentes de empleo—, ha generado, en los hechos, un escenario en el que el empleador se ve en la imposibilidad absoluta de aplicar procesos de reestructuración y reordenamiento para buscar eficiencias operativas, comerciales, productivas o cualquier otra, aún incluso en casos extremos en los que requiera aplicar medidas de supervivencia ante los efectos de la situación del mercado, los precios internacionales, la inviabilidad económica y otras.

El segundo de los aspectos, la política remunerativa y su condicionamiento por los incrementos salariales obligatorios que dispone la norma, definitivamente ha afectado la facultad de desarrollo por parte de las empresas de estructuras retributivas que se originen en criterios de productividad y merecimientos, provocando impactos económicos trascendentales en el sector empleador que, en general, se ve en la responsabilidad de tener que destinar gran parte de sus ingresos para cubrir sus planillas salariales y las cargas sociales que conllevan las mismas.

Es en el marco descrito que el sector empleador en Bolivia ha venido sobrellevando sus actividades comerciales y productivas, asumiendo toda la responsabilidad que implica el pertenecer al sector de la economía formal, realizando importantes esfuerzos para afrontar igualmente al contrabando y a la informalidad que, infelizmente, han ido creciendo paulatinamente con una marcada incidencia en todos los ámbitos. Esta actitud, desafortunadamente, no suele ser adecuadamente valorada y, por el contrario, se minimiza e incluso se cuestiona de manera incomprensible por algunos sectores de la sociedad.

Las condiciones expresadas motivan a que las empresas deban contar con el adecuado apoyo y orientación legal, de manera que, desde esta área profesional, se pueda coadyuvar a que los empleadores sepan adoptar previsiones contractuales así como políticas retributivas, compensatorias y organizacionales, no solo para la continuidad de su actividad productiva, sino también para generar perspectivas futuras en su negocio.