Ensayo: estrategia de comunicacional para un gobierno de transición

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ESTRATEGIA COMUNICACIONAL PARA UN GOBIERNO DE TRANSICIÓN Comunicación efectiva para afirmar la continuidad democrática. Una propuesta en gestión de comunicación política.

Carlos Beraún DiTolla Esmeralda Teófila Péndula Balvín Gonzalo Antonio Hernández Morales Paul Dennys Abanto Merino Mónica María Salazar Suárez


ÍNDICE I.

INTRODUCCIÓN

II.

CUERPO:

a.

Análisis coyuntural y comunicación política.

b.

Crisis, comunicación política y gobernabilidad.

c.

Escenarios de la Comunicación Política.

d.

Estrategias de comunicación para para la transición democrática: Mensaje. Cinética. Política. Análisis Foda – Dafo.

III. CONCLUSIONES IV. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS


I.-

INTRODUCCIÓN

Nuestra

frágil

democracia,

lleva

20

años

ininterrumpidos

de

regímenes

democráticamente elegidos, pero con instituciones débiles y un sistema fragmentado de partidos políticos, fruto del desinterés y la falta de cultura política de los ciudadanos. En ese contexto, la comunicación política, entendida como un proceso dinámico que se retroalimenta de la participación de todos los actores involucrados, es indispensable para fortalecer el desarrollo democrático, pues permite que los ciudadanos expresen sus demandas y el gobierno consulte o comunique sus políticas a la ciudadanía. Este intercambio, facilita la construcción de opinión pública y la toma de decisiones como la elección de nuevas autoridades, base del sistema democrático. La inestabilidad política por la que atravesamos -en menos de 10 días hemos tenido tres presidentes, uno destituido por el Congreso mediante un Golpe de Estado Institucional, bajo la aplicación del artículo 113 de la Constitución Política del Perú de 1993, que establece la vacancia por “incapacidad moral permanente” cuyos límites no están definidos; otro considerado ilegítimo, que se sostuvo apenas 5 días en el poder y al que tuvo que renunciar después de varios días de protestas ciudadanas con un saldo de dos jóvenes fallecidos y decenas de heridos a causa de la represión policial; y un tercer presidente, elegido por el mismo congreso que nos llevó a la situación de crisis en la que aún estamos inmersos. El gobierno de Francisco Sagasti tiene un horizonte corto: 28 de julio de 2021. Entonces, asumirán las nuevas autoridades elegidas por el pueblo. La comunicación gubernamental deberá estar orientada a facilitar este proceso de transición bajo tres ejes centrales: la recuperación económica, la emergencia sanitaria y el proceso electoral. Las estrategias comunicacionales del gobierno deberán poner énfasis en los medios digitales y las Tecnologías de Información y Comunicación (TICS) para generar confianza de la ciudadanía en las autoridades, en el sistema democrático y en la transparencia del proceso electoral. CONFIANZA, fue lo que resaltó el nuevo mandatario en su primer discurso a la nación, concepto que debería recoger la estrategia de comunicación, basada en esos tres ejes y enmarcada en la conmemoración del Bicentenario de nuestra Independencia, tema transversal de la comunicación gubernamental durante este período.


II.-

CUERPO

Análisis coyuntural y comunicación política La comunicación política es la herramienta que más ha aportado al desarrollo y mantenimiento de la gobernabilidad y legitimidad de los gobiernos, tanto en escenarios de crisis como de bienestar. Esto se debe, en buena parte, a que los profesionales en comunicación son actualmente conscientes del poder de los recursos de la comunicación política y optimizando su profesión, han puesto al servicio de los políticos sus mejores cualidades técnicas y profesionales para cumplir dentro del marco ético de la función pública, los objetivos que garanticen estabilidad a sus gobiernos. Aunque la aplicación de las técnicas en comunicación política se inició de forma incipiente hace décadas, en la actualidad, y ante coyunturas mucho más complicadas, la comunicación política es un elemento central para acercarse a la ciudadanía y buscar consensos y decisiones beneficiosas para todos los actores políticos. En el Perú, vienen ocurriendo hechos históricos. Se ha elegido una nueva mesa directiva en el Congreso de la República y, a la vez, un nuevo presidente de la República ha iniciado funciones. Estas autoridades representan un consenso político y tienen como primera responsabilidad consolidar el mismo y determinar quiénes son los responsables de esta grave crisis a la que hemos sido arrastrados y que costó la vida de jóvenes peruanos. Con estos antecedentes, el actual gobierno deberá implementar estrategias de comunicación política, con mensajes que refuercen la unidad, el cuidado de la salud y la garantía para una transición democrática, luego de las elecciones de 2021. Cada intervención de los nuevos líderes del país (presidencia, gabinete, congresistas, etc.) deberán contener estos conceptos y ser intensamente difundidos en sus interacciones tanto online como offline. La estrategia qué, cómo, dónde y cuándo comunicar se determinará en base al análisis de la opinión pública, tendencias en redes sociales, entre otra información a cargo de un equipo especializado de profesionales que diseñen las acciones comunicacionales más eficientes; lo cierto es que la población ha sufrido y aún sufre los estragos de la pandemia, incluyendo la crisis económica y ahora política, por lo que se requieren señales claras y directas de aliento y superación. La mejor estrategia será entonces, aquella que promueva la unión para salir juntos de esta situación. Eso es lo que queremos hoy, todos los peruanos y peruanas.


En ese sentido, la expectativa de una o varias vacunas que inmunicen a la mayor cantidad de gente, sobre todo a la población más vulnerable (profesionales de salud, efectivos de las FFAA y Policiales, así como a los adultos mayores) es grande y para responder a ella, el gobierno deberá transparentar los procesos de negociación y compra de la misma. Igualmente, informar adecuada y oportunamente a la población sobre los plazos de vacunación. Otro tema que quedó pendiente del gobierno de Vizcarra fue la reforma política. El retorno de la bicameralidad, de la reelección parlamentaria y la eliminación de la inmunidad para los congresistas, seguirán en debate en los medios de comunicación. Otras reformas como del sistema de salud y previsional, también se discuten en varios foros, tanto políticos como académicos. La reforma policial, es otra urgencia que el gobierno de transición ya está abordando con una serie de medidas y cambios en los altos mandos policiales. Todas estas reformas, afectan a diversos sectores que pueden mostrar su inconformidad, ocasionando conflictos al interior del ejecutivo que podrían alterar la gobernabilidad. A raíz de los acontecimientos políticos y sociales de los últimos días, se ha puesto en agenda la posibilidad de una reforma constitucional, promovida inicialmente por los partidos de izquierda, se ve cada vez más cercana y menos radical. Es cierto que un gobierno de transición no puede ni tiene el tiempo necesario para llevar a cabo un proceso tan complejo, puede ser una oportunidad para discutir y sentar las bases de un nuevo Pacto Social, que ponga al centro el bienestar del ciudadano, brindándole servicios básicos de calidad, educación y salud, para alcanzar su pleno desarrollo humano. Aspectos como igualdad de género, reconocimiento de la diversidad sexual y étnica, protección del medio ambiente y acceso a internet, deberían estar consagrados en la Carta Magna del siglo XXI. Por otro lado, el capítulo económico de la constitución de 1993, que era tabú para amplios sectores, en medio de esta pandemia ha dejado de serlo, pues se han hecho evidentes las brechas que el sistema económico no ha podido corregir, a pesar de las excelentes cifras macroeconómicas. Sea en escenarios como elecciones políticas o de gobierno establecido, es sabido que conceptos como democracia y transparencia, serán siempre pilares fundamentales para un acercamiento positivo entre los partidos políticos y sus representantes y la opinión pública. Sin embargo, no basta emplear conceptos genéricos en las actividades o discursos para obtener legitimidad en un proyecto político; será necesario, además mantener en el tiempo el soporte de la ciudadanía en base a la planificación, ejecución


y evaluación constante de un programa de comunicación política que sea conducido por un equipo de profesionales. Aunque la sostenibilidad del gobierno se debe a diversos factores, desde estructurales hasta accesorios, la comunicación política es uno de los más importantes; se configura como un elemento central para mantener la estabilidad y la gobernabilidad. La comunicación política tiene un objetivo: generar consenso. Si la comunicación política no actúa bien, no hay consenso y si no hay consenso, no hay buena gestión. El consenso es la búsqueda de acuerdos políticamente operantes (…) si bien puede haber (y de hecho probablemente siempre existan) grupos en los márgenes del consenso, o bien fuera de éste, las políticas de un gobierno deben ser aceptadas socialmente por la mayor cantidad de personas. Éste también es un modo de entender la legitimidad como elemento clave para dotar de estabilidad a un gobierno. (Riorda, 2008, p. 27) Crisis, comunicación política y gobernabilidad La crisis de gobernabilidad del “quinquenio de la inestabilidad”, surge en un contexto de polarización entre el Fujimorismo y el triunfo del líder del partido PPK, que logra imponerse por 0.23% de diferencia en una segunda vuelta, triunfo que nunca fue aceptado por la primera fuerza política del parlamento y que conlleva al conflicto entre poderes Legislativo y Ejecutivo (Sulmont, 2018). Desde ese momento, ambos han vivido enfrentados, generando un clima de inestabilidad política en el país. El escándalo de corrupción Lavajato descubre una serie de sobornos a funcionarios públicos que obliga la renuncia del presidente PPK, tras dos intentos previos de vacancia, la asunción de su vicepresidente Martin Vizcarra que disuelve el congreso fujimorista, para ser luego vacado por un principio vago de antejuicio político con sesgo constitucional denominado “incapacidad moral permanente” término creado en la primera constitución del Perú que ha subsistido a nuestros días y que el Tribunal Constitucional no ha sabido aclarar. (Caso de la vacancia del presidente de la República por incapacidad moral, 2020). El enfrentamiento entre Ejecutivo y Legislativo, se ha mantenido y agudizado aún después de la disolución del congreso. En medio de la pandemia, el expresidente Vizcarra con un alto índice de aprobación popular, tuvo que superar varias crisis surgidas desde su propio entorno, interpelaciones ministeriales, la negativa de confianza al gabinete Cateriano y un pedido de vacancia que fracasó, propiciadas desde el actual congreso, con el desenlace de su destitución. La toma del poder por Manuel Merino (presidente del Legislativo) tuvo un carácter autoritario; sin plan de gobierno, sin un equipo profesional, sin medios ni instrumentos


de comunicación política y ningún mecanismo de coordinación interna, delega la responsabilidad del Ejecutivo en un político tradicional que impone un gabinete conservador en medio de un contexto mundial de cambios y apertura ciudadana, basada en la generación de los Derechos Humanos de Tercera Generación. Ello, sumado al total desprecio de la Opinión Pública, contraria a la vacancia en medio de la crisis sanitaria del Covid 19. Más de tres millones de peruanos han participado de las protestas que lograron la renuncia de Merino. Un gran número de activistas en la internet y en diferentes redes sociales han manifestado su rechazo sea creando contenido interactivo o compartiéndolo, mostrando un escenario “omnicanal” que permite la integración de hechos reales motivados con efectos digitales. Así, se han creado nuevos mecanismos de participación y articulación política, no necesariamente como respuesta a los partidos y agrupaciones políticas previas a la tomado poder de Merino, sino que como una forma diferente de manifestación popular, llegando a arrinconar a los “vacadores”, para la elección de un gobierno surgido de las minorías opuestas a la vacancia, representadas en el centrista Francisco Sagasti, quien asume la presidencia dependiente del apoyo de la sociedad civil organizada (léase ONG) y de la temperatura del discurso de la calle. Estos grupos tienen agendas diversas que van desde el cambio del capítulo económico neoliberal de la constitución del 93, hasta su reforma total; buscando que sea más inclusiva y acorde con los DDHH de tercera, cuarta y quinta generación, en función a lo que los sociólogos denominan el despertar de América Latina motivados por nuevos principios progresistas que comparten liberales y socialistas. Escenarios de la Comunicación Política La comunicación política en el Perú se efectuaba tradicionalmente de forma directa y representativa por medio de los lideres o delegados partidarios reconocidos, a través de los medios de comunicación institucionalizados con cierto grado de credibilidad empresarial. Pero como refiere Manuel Castells, la comunicación política dejó de ser unidireccional cuando el sujeto de la calle empezó a lograr que su voz sea escuchada gracias a la aparición de las redes sociales (Castells, 2009) logrando efectos importantes de diferentes grupos de “Neo Influencies” donde la llamada generación Z manifiesta que no se dejará manipular como generaciones pasadas. La generación Z1 creció rodeada de información, tuvo un mayor acceso a ella y culturalmente es más

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Generación Z, posmilènica o centúrica es aquella nacida entre 1995 y 2006, es la generación nacida dentro de entornos digitales y explosión de usos y accesos a la información.


heterogénea y abierta hacia la diversidad nacional, en el sentido que la acepta, se siente parte y busca una salida más democrática a la problemática política del Perú. La comunicación política, hace referencia a la retórica de los presidentes, vista como un tipo de norma social; los observadores, atentos a los eventos políticos, esperan que los presidentes se hagan públicos. Douglass North ofrece una definición sobre las reglas sociales, señalando que “son perfectamente análogas a las reglas del juego en un deporte de equipo competitivo” (1993). Al igual que en un juego, las reglas sociales determinan lo que uno puede hacer (movimientos que se pueden realizar) y cuando se violan, ordenan alguna forma de castigo (una sanción a una falta). Según esta definición, la regla de que los presidentes deben hacerse públicos es una guía para la acción. Al asumir el cargo, los presidentes se enfrentan a reglas que restringen y canalizan su comportamiento. Hacer y ser público es una de esas reglas (Ryfe, 2005). En ese sentido, el discurso gubernamental debería mantener una línea ética de respeto a los ciudadanos cuyos derechos han sido gravemente vulnerados, en especial los de los jóvenes. La estrategia de comunicación del gobierno de transición debería focalizarse en estos jóvenes, que han mostrado gran capacidad de convocatoria y movilización, gracias al uso masivo de los medios digitales. El nuevo gobierno tendrá que considerar a la Generación del Bicentenario (bautizada así por la socióloga Noelia Chávez) como el público objetivo primario en el diseño estratégico de su comunicación y el uso de plataformas digitales para construir una corriente de opinión pública favorable a la recuperación de la economía y a la lucha contra la pandemia. ¿Por qué focalizar la estrategia en este grupo poblacional? Estos ciudadanos, en su mayoría menores de 25 años, que constituyen aproximadamente el 30% de la población, según el último censo nacional de población y vivienda: “han articulado el malestar social y político. Lo han hecho en actos y con un sentido espontáneo de comunidad. No hay un manifiesto ni una ideología particular que los integra. No lo necesitan, explica Lafferranderie” (director de la Carrera de Psicología de la UPC) (Agurto, 2020). Esta población carga con el descontento de generaciones anteriores desatendidas por el Estado; familias sin seguridad social y pensiones injustas; adultos mayores obligados a trabajar en plena pandemia por la economía informal del “día a día”. Por ello es importante que la estrategia comunicacional contemple abrir espacios de diálogo en plataformas digitales, para que los jóvenes puedan canalizar sus inquietudes hacia el gobierno. Tema aparte es la lucha frontal contra la corrupción, principal bandera del gobierno de Vizcarra y que la población respalda mayoritariamente. Esta debe continuar. La corrupción, atraviesa todos los poderes del estado y todos los niveles de gobierno. Esta


crisis ha demostrado que los políticos están desconectados de la ciudadanía y por eso su frustración e indignación han estallado en las calles. Hay que recordar que lo que detonó la protesta, fue el hecho de que el congreso desoyó a la opinión pública, a pesar de que todas las encuestas arrojaban que el 95% estaba en desacuerdo con la vacancia del presidente. Es importante mencionar que la estabilidad del gobierno de transición, aunque legal y legítimo (a diferencia del de Merino), se encuentra amenazada luego de la decisión del Tribunal Constitucional, de no pronunciarse sobre la inconstitucionalidad de la vacancia de Martín Vizcarra. Aunque el gobierno de Sagasti sí cuenta con una representación parlamentaria, los 105 congresistas que votaron a favor de la medida continúan en sus curules, lo cual no asegura que no se organicen interpelaciones y/o censuras de ministros y eventualmente, se censure a la Mesa Directiva del congreso, que preside nuestro presidente interino. En ese caso, solo harían falta 66 votos para logarlo. Ello podría ocurrir, de continuar los enfrentamientos entre ambos poderes. Un gobierno de transición es un proceso de transformación de las reglas y de los mecanismos de la participación de la competencia política, es un cambio entre un gobierno y otro que va a llegar, siendo así, el Sr. Francisco Sagasti, asumió la presidencia de nuestro país el 17 de noviembre del presente, después de una crisis política ocasionada por el legislativo. Dado que el ejecutivo no tiene mayoría parlamentaria en el Congreso, el gobierno de transición tendrá como objetivo estratégico crear un escenario conciliador con el Congreso, ya que en el corto plazo no podría generar grandes reformas. Según los ejes mencionados anteriormente, la estrategia de comunicación debería consistir en: i) Fortalecer el sistema de Salud (es necesario evitar la llamada segunda ola del coronavirus y, garantizar la adquisición de vacunas contra el mismo; ii) Fortalecer el sistema Económico y promover el empleo (el gobierno debe garantizar las exportaciones e importaciones así como también la inversión extranjera y dar facilidades a la inversión nacional, reduciendo trámites burocráticos y sobre costos; iii) Garantizar la Lucha anticorrupción El Ministerio Público es un organismo autónomo, sin embargo depende del ejecutivo para la implementación de equipos tecnológicos y profesionales capacitados; iv) Garantizar las elecciones generales (dotar a los organismos electorales de los recursos humanos, económicos y técnicos).


Estrategias de comunicación para para la transición democrática Mensaje ▪

Apertura al diálogo, mostrando que no se tiene la intención de hacer cambios

Lucha contra el virus y compra de vacunas en el menor tiempo posible.

Promoción del empleo y reactivación económica en sectores más golpeados.

Previsión y resolución de conflictos (especialmente mineros y socioambientales).

Análisis permanente de la opinión pública

Constitución de voceros profesionales y políticos para evitar desgaste de fuentes oficiales en las diferentes coyunturas.

Manejo de contenidos en todas las redes sociales

Apertura al dialogo con grupos activistas

Actitud (proyección de percepción general)

Humildad, presencia popular

Pocos discursos oficiales, buscar la comunicación en la acción operativa

Cinética ▪

Buscar ser percibido como abierto al dialogo

Evitar conflicto con el congreso, manteniendo el nivel de proyección del cono congreso actual en nivel de espera y transición

Considerar la presencia de un integrante del gabinete con un discurso más político que técnico.

Política ▪

Evitar contacto u apoyo al partido de procedencia, minimizando el accionar del mismo dentro de la propia gestión del gobierno.

Evitar pronunciamientos de carácter político que los adversarios traten de dirigir hacia el presidente. Toda manifestación suya sería atribuida al Partido Morado.

ANÁLISIS FODA – DAFO:


Debilidades y amenazas ▪

Riesgo de vacancia

Amenaza de golpe de Estado

Lucha por el poder político

Aparición de una oposición oportunista

Riesgo de intereses ocultos

Falta de apoyo “político” de una bancada que se encontraría en campaña.

Debilidades y Fortalezas ▪

Posibilidades a futuro de consumar una carrera política sólida (el presidente encargado tiene 75 años)

Mejor posición de negociación, dependiendo de la campaña electoral.

Garantiza una buena opción de transferencia del poder en el Bicentenario


III.- CONCLUSIONES ▪

A pesar del inicio auspicioso del gobierno de transición, el alto grado de polaridad y los enfrentamientos a producirse en la próxima campaña electoral pueden afectar la estabilidad y credibilidad del mandato.

El partido del presidente ha quedado expuesto al condicionarse la lista del líder simbólico del partido, Guzmán, a su ya inscrito vicepresidente, circunstancia que ha denunciado el expresidente defenestrado, Merino.

La Lucha interna del Partido Morado tiene dos facciones, cada vez más notorias: los liberales de izquierda vs los liberales tradicionales.

Las agendas de los partidos con presencia en el congreso representan muchos lobbies y llegan muy debilitados al próximo proceso electoral, lo cual puede agudizar las tensiones entre Legislativo y Ejecutivo.

Es indispensable crear un sistema de comunicación 5.0 guiado por algoritmos altitudinales que mantengan la calma emocional, al igual que la influencia en redes sociales.

El activismo se debe canalizar en espacios de desarrollo y promoción de la juventud que podría ser dirigida por colectivos con intereses políticos o sociales que responden a ONG u otras organizaciones.

El gobierno de transición debe mantenerse en tres ejes centrales (lucha contra pandemia/vacunación; reactivación económica y garantía del proceso electoral).

El gobierno de transición debe sentar las bases para las reformas pendientes: política, educativa, de salud, previsional, policial, entre otras.


IV.- REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ▪

Agurto, A. (2020, 20 de noviembre). Generación del Bicentenario: Un análisis desde la Sociología y la Psicología. Gestión. https://bit.ly/39oLqNI

North, D. (1993). Instituciones, cambio institucional y desempeño económico. Fondo de Cultura Económica.

Ryfe, D. (2005). Presidents in culture: The meaning of presidential communication. Peter Lang.

Tribunal Constitucional del Perú (2020, 19 de noviembre). Pleno Sentencia 778/2020. Caso de la vacancia del presidente de la República por incapacidad moral.

Castells, M. (2009). Comunicación y Poder. Alianza Editorial, S. A.

Sulmont, D. (2018). ¿Existe el voto programático en elecciones con un sistema de partidos políticos débil? Un análisis de las elecciones presidenciales peruanas de 2016. Revista de Ciencia Política, 38 (2), 429 - 457.

Riorda, Mario (2008). "Gobierno bien, pero comunico mal": análisis de las Rutinas de la Comunicación Gubernamental. Revista del CLAD Reforma y Democracia, 40, 25 - 52.


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