C
on una cronología que comienza el 13 de junio de 1954, se da inicio a la reconstrucción histórica de los eventos más importantes durante los cincuenta años de la televisión colombiana. En 240 páginas a todo color, tanto en textos como en imágenes se da cuenta de la evolución de estos años, en los que la teleaudiencia nacional ha llorado y reído al lado de sus figuras más queridas. En este trabajo, resultado de una amplia investigación, se destacan los programas más representativos de estas cinco décadas, divididos por géneros, así: dramatizados, superproducciones, comedias, humorísticos, culturales, educativos, musicales, variedades, concursos, enlatados, infantiles, noticieros, periodísticos, deportivos y, en los últimos años, los realities. A la vez, se reconoce la labor de las personas y empresas que los han hecho posibles. Sin entrar a realizar un análisis sociológico o una crítica a la televisión, en este libro se hace además la narración de aquellos eventos de gran significación en el medio, como el surgimiento de la televisión regional, el origen y la evolución de los entes reguladores, la aparición de los canales locales, la creación de los canales privados y la exportación de los productos nacionales, entre otros. ¿Cómo surgió la televisión?, ¿cuáles han sido las empresas más importantes del medio?, ¿cuáles han sido los programas de mayor permanencia y aceptación?, ¿cómo ha cambiado el medio con la privatización?, ¿quiénes son las verdaderas personas que han encarnado a las figuras más recordadas del medio?, ¿quiénes son los profesionales y técnicos que trabajan detrás de cámaras?, ¿cuál es el futuro de la televisión? Quien se sumerja en las páginas de esta obra hallará las respuestas a estas y muchas otras preguntas. Gracias a su diseño, el libro puede leerse de manera no lineal, saltando de tema en tema, según el interés de cada lector. Por tal razón, esta obra se convertirá en referencia obligada para estudiantes, investigadores y el colombiano del común que esté consciente del legado cultural que ha quedado impreso en la historia del país, a través de las imágenes que han aparecido en la pantalla chica. Un material entretenido y anecdótico que traerá muchos y muy buenos recuerdos a los colombianos.
inravisi贸n
A g r a d e c i m i e n t o s La labor de agradecer es agridulce por naturaleza, ya que la memoria omite y filtra nombres según el momento y la labor. Estamos seguros de que mañana esta lista se prolongará. A pesar de esto, queremos expresar unos muy especiales agradecimientos a Mauricio Calle (q.e.p.d.), quien estuvo colaborando en el proceso de edición de este libro por casi un año; a Tulio Ángel, Bernardo Romero Pereiro y Amparo Pérez por la revisión y los aportes al contenido. Igualmente importantes y solidarias han sido las siguientes personas: Fernando Londoño H., Fernando Restrepo, Fernando González-Pacheco, Adriana de Zubiría, Alfonso Lizarazo, Carlos Fernández, Carlos Muñoz, Diego Fernando Londoño, Fausto Cabrera, Fidela Vizcaya, Francisco Muñoz, Gloria Valencia de Castaño, Hugo León Ferrer, Hugo Pérez, Jorge Alí Triana, Juana Uribe, Luis Felipe Jaramillo, Manuel Medina Mesa, Matilde Wilhelm, María Angélica Mallarino, María Cecilia Botero, Maruja de Peñaranda, Mercy Merchán, Santiago García, Teresa Morales de Gómez, Vanessa Villegas y Ximena Rodríguez. Damos gracias también a la Comisión Nacional de Televisión, oficina de prensa de Colombiana de Televisión, oficina de prensa del Canal RCN, oficina de prensa de Audiovisuales, archivo El Tiempo, archivo Semana, archivo de revista Cromos y de El Espectador; a Mariana Leyva, Amparo Dávila y Gonzalo Córdoba, así como a mucha gente que logró que esta gestión fuera fructífera y lo más completa posible. Sin embargo, como es humano, hemos olvidado a otros que han aportado una pequeña foto, palabra o idea en alguna página. Por tanto, un muy especial agradecimiento a todos los que no mencionamos.
© C o p y r i g h t 2 0 04 , C a r ac o l Te l ev i s i ó n . Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada en sistema recuperable o transmitida, en ninguna forma o por ningún medio magnético, electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otros, sin el previo permiso escrito del editor y los dueños de los copyrights cedidos. Caracol Televisión Calle 103 Nº 50-45 Conmutador: 571.643.9900 www.canalcaracol.com Bogotá, Colombia Zona Ediciones Carrera 7A Nº 69-71 Teléfonos: 571.235.0136, 235.4341, 235.4005 Fax: 571.313.2214 Correo electrónico: zonagrafica@cable.net.co Bogotá, Colombia Dirección editorial: Paulo Laserna Phillips y Diego Amaral Ceballos. Concepto y dirección de arte: Diego Amaral Ceballos. Coordinación y revisión editorial: Rosario Pradilla. Edición, composición, paginación y producción: Zona Ltda. Investigación y redacción: Ximena Ospina Hurtado y Diana Herrera. Corrección de estilo: Elkin Rivera. Investigación fotográfica: Diamilia Aguirre, Jenny Cifuentes, Daniel Manjarrés, César Peña y Adriana Rodríguez. Preprensa: Zona Ltda. / Miguel Pinilla, Alexander Sánchez. Fotografía: Los derechos de autor y los derechos patrimoniales de todas las fotografías que han sido cordialmente cedidos para esta publicación están debidamente acreditados al borde de cada imagen y pertenecen a dichas personas, empresas o instituciones. © Álbumes fotográficos: Jorge Barón, María Cecilia Botero, Fausto Cabrera, María Eugenia Dávila, Margarita Rosa de Francisco, Santiago García, Sergio García, familia Gómez Agudelo, Fernando González-Pacheco, Vicky Hernández, Blanca Jaramillo, Alfonso Lizarazo, Fernando Londoño, María Angélica Mallarino, Manuel Medina Mesa, Carlos Muñoz, Clara María Ochoa, Andrés Felipe Ospina, familia Peñaranda, Hugo Pérez, familia Puth, Fernando Restrepo, Bernardo Romero Pereiro, Jorge Alí Triana, Gloria Valencia de Castaño, Aris Vogel, Rafael Zárate. • Canales, programadoras e instituciones: Audiovisuales, Canal 13, Canal Capital, Canal TRO, Caracol, Cenpro, Citytv, CM& Noticias, Colombiana de Televisión, Concurso Nacional de Belleza, Inravisión, Noticiero TV Hoy, Punch, RCN, RTI, Sociedad Colombiana de Arquitectos, Sony Center, La Tienda de Sony Colombia, Teleamiga, Teleset, Teletigre, Televideo, Tevecine • Fundaciones y academias: Academia Charlot, Centro de Pensamiento Creativo, CPC, Círculo Colombiano de Artistas (Cica). • Revistas y periódicos: revista Credencial, revista Cromos, El Espectador, El Tiempo. Impresión y encuadernación: Panamericana Formas e Impresos. Impreso en Colombia Primera edición: agosto de 2004
ISBN: 958-96587-5-x
50 años : la televisión en Colombia: una historia para el futuro / Diego Amaral Ceballos (compilador) ; presentación por Paulo Laserna Phillips ; prólogo por Alfonso López Michelsen. -Bogotá : Zona, Caracol Televisión, 2004. 240 p. ; 24 cm. 1. Televisión – Historia – Colombia 2. Programas de televisión Historia – Colombia 3. Personajes de la televisión – Historia – Colombia 4. Publicidad por televisión – Historia – Colombia 5. Noticieros por televisión – Historia – Colombia 6. Televisión pública – Historia – Colombia 7. Televisión privada – Historia – Colombia 8. Canal RCN – Historia – Colombia 9. Canal Caracol – Historia – Colombia I. Laserna Phillips, Paulo II. López Michelsen, Alfonso, 1913 III. La televisión en Colombia: una historia para el futuro 302.2345 cd 19 ed. AHX7732 CEP-Banco de la República-Biblioteca Luis Ángel Arango
Contenido Pról og o Vidas paralelas: los orígenes de la televisión en Colombia Por Alfonso López Michelsen
10
Pr e se n tación La televisión: sus aportes, hechos y retos Por Paulo Laserna Phillips, presidente Canal Caracol
12
Pr i m er as v ision e s 195 4 -19 9 8 7
¿Hay vida más allá de la televisión? Por Daniel Samper Pizano
16
I de ól o g o s y ge s t or e s
Los cerebros del montaje
18
E l dí a e spe r a d o
Se prende la “caja mágica”
21
P r i m e ro s m a e s t ro s
Aquellos que dieron cátedra
24
P ro gr a m ac ión de l o s pr i m e ro s a ño s
La “parrilla” se cocinó a fuego lento
26
I n r av isión
La entidad que estableció las reglas durante más de cuarenta años
30
E l a p oyo t e c nol ó gic o
Más que equipos y máquinas
33
L a pu bl ic i da d
De cómo la pantalla chica se fue comercializando Imágenes de las páginas titulares: Estudio de grabación en los años cincuenta y set de Caracol Noticias en el año 2004.
36
E l h á bi tat de l t e l e v is or e n l a s pr i m e r a s dé c a da s
Un lujo entra al hogar
38
Contenido
Te l e t igr e
“La otra raya del tigre”
L a s c om e di a s
40
P u nc h
Punch, la pionera
42
8
45 48 52 57 60 61 63 64 68 72
Los shows de la buena fortuna
116
En busca de la “pequeña” audiencia
119
Las historias extranjeras
123
Objetivo: informar y crear opinión
125
Informar, tarea de quijotes
130
De la comunicación vía avión al satélite
132
No t ic i e ro s de l o s o c h e n ta
78
Su pe r produc c ion e s y m i n ise r i e s
Grandes recursos para historias extraordinarias
112
No t ic i e ro s de l o s se t e n ta
D r a m at i z a d o s de l o s nov e n ta
La consolidación de lo urbano
De todo como en botica
No t ic i e ro s de l o s se se n ta
D r a m at i z a d o s de l o s o c h e n ta
Más que amor y lágrimas
108
P e r iodís t ic o s
D r a m at i z a d o s de l o s se t e n ta
Las telenovelas empiezan a cautivar audiencias
Un concierto en la sala del hogar
E n l ata d o s
D r a m at i z a d o s de l o s se se n ta
Los inicios del melodrama
104
P ro gr a m a s i n fa n t i l e s
E l h á bi tat de l t e l e v is or e n l o s se t e n ta y o c h e n ta
Con el color, comienza la masificación
En busca de nuestras raíces
C onc u r s o s
P u bl ic i da d y r at i ng
Alguien sabe lo que miramos
103
Va r i e da de s
C a bl e y s at é l i t e
Televisión a la carta
Las aulas en pantalla
Music a l e s
Te l e v isión r e giona l
Las imágenes de la otra Colombia
100
Te l e v isión c u lt u r a l
O t r a s pro gr a m a d or a s
Las empresas televisivas
Del chiste a la sátira Te l e v isión e duc at i va
C a r ac ol Te l e v isión
Más de tres décadas de liderazgo
96
L o s pro gr a m a s de h u mor
RT I
Los cimientos del melodrama
El país se ríe de sí mismo
Mano a mano informativo
134
No t ic i e ro s de l o s nov e n ta
88
La esclavitud del rating
138
D e p ort i vo s
Sobra la afición, escasea el rating E l ta l e n t o de l o s c i nc u e n ta E l ta l e n t o de l o s se se n ta E l ta l e n t o de l o s se t e n ta E l ta l e n t o de l o s o c h e n ta E l ta l e n t o de l o s nov e n ta
E l h á bi tat de l t e l e v is or 19 9 8 -2 0 0 4
142 144 146 149 151 156
Pantalla plana y alta resolución
185
D r a m at i z a d o s 19 9 8 -2 0 0 4
Las lágrimas se vuelven industria
186
I n fa n t i l e s 19 9 8 -2 0 0 4
La era de los héroes criollos
197
No t ic i e ro s y pe r iodís t ic o s 19 9 8 -2 0 0 4
E l c om ie n z o de l f u t u ro 19 9 8 -2 0 04 L a pr i vat i z ac ión
Nuevo modelo con televisión privada
162
El arribo de la inmediatez
199
D e p ort i vo s 19 9 8 -2 0 0 4
El deporte en pie de lucha
204
Realities L a r e d de t r a nsm isión
Una alianza para cubrir el país
164
El placer de espiar a los demás E l ta l e n t o de c om i e n z o s de l sigl o v e i n t i u no
C a na l C a r ac ol
Adelante en audiencia
165
C a na l RC N
El surgimiento de “Nuestra tele”
170
Colombia se vende
174 178
P roduc t or e s i n de pe n di e n t e s
Alternativas de producción para la pantalla chica
180 182
L a t e c nol o gí a
221
L o s dr a m at i z a d o s de l f u t u ro
Amores en la era posmoderna Evolución de la telenovela nacional Hacia un periodismo responsable A pé n dic e s
L a pu bl ic i da d 19 9 8 -2 0 0 4
Nuevos esquemas de comercialización
220
223 224
L o s no t ic i e ro s de l f u t u ro
Te l e v isión l o c a l
Mirando la ciudad y sus habitantes
E l m e rc a d o
Por los caminos de la interacción
C a na l e s pú bl ic o s
El esquema de televisión pública abierta
L os a ños qu e v ie n e n La explosión de oferta
L a e x p ortac ión
206 212
184
Índice alfabético Bibliografía
226 229 229 237
9
Prólogo
Vidas paralelas: los orígenes de la televisión en Colombia Por
A l fonso
O
10
L ópe z
M ichel sen
tros podrían relatar los orígenes de Caracol Radio con más propiedad que el suscrito. Recuerdo que la estación original se llamaba Nuevo Mundo y había sido adquirida por los fundadores del periódico El Liberal, dirigido y fundado por Alberto Lleras Camargo en 1938, al finalizar la administración López Pumarejo. La idea, para entonces muy generalizada, era que la radio iba a desplazar la atención pública de la prensa escrita. Un factor decisivo en la consolidación de este concepto fue la segunda guerra mundial. El mundo entero seguía con ávida curiosidad los desarrollos militares y morales entre los aliados y el eje totalitario integrado por Berlín, Roma y, más adelante, Tokio. Dada la diferencia de horas entre Europa Occidental y nuestra América, los hechos que se cumplían en el escenario de la guerra sólo venían a saberse alrededor del mediodía, hora colombiana. Vale decir, que los diarios matutinos, que eran casi todos en nuestro medio, sólo divulgaban noticias trasnochadas, que ya habían alcanzado al grueso público desde tableros que se fijaban en los balcones del propio diario El Espectador y de la emisora Nueva Granada, que, con la voz estentórea de Rómulo Guzmán, abría su noticiero a las doce del día, revelando lo que había ocurrido la noche anterior, es decir, doce horas antes, en el continente europeo. Las gentes se agolpaban en la carrera séptima entre calles 16 y 17 para enterarse de los titulares que se iban a desarrollar a través de la radio en el curso de los próximos minutos. La declaración de guerra, la invasión de Polonia, la capitulación de Bélgica y la rendición de Francia alimentaban nuestra curiosidad y nuestro asombro ante las batallas navales en que perecían las naves insignias de Inglaterra y Alemania, en episodios como la batalla del Río de la Plata y el torpedeamiento del Royal Ark, vengado con el hundimiento del Bismark. ¿Quién no iba a estar más pendiente de la BBC de Londres que de los encabezamientos de los periódicos colombianos? A medida que avanzaban las operaciones militares y se comprometían en la lucha nuevos estados, se hacía más y más notoria la superioridad de la prensa hablada sobre la prensa escrita, que era como se llamaban las dos fuentes de información de que disponíamos los colombianos. Apenas había terminado la guerra cuando los directivos de Caracol, entre los cuales nos contábamos Fernando Londoño Henao, Carlos Sanz de Santamaría, Cayetano Betancourt, Pedro Navas y Germán Montoya, empezamos a considerar la posibilidad de establecer en nuestro suelo la primera estación de televisión. Fue así como, con ocasión de un viaje a Europa, a raíz del armisticio, el suscrito comenzó a indagar acerca de la viabilidad de un negocio semejante. Lo obvio era el eterno dilema entre la gallina y el huevo. Qué fue primero, ¿la gallina o el huevo? En el caso de la televisión, surgía un interrogante comparable. Qué es lo más importante, ¿disponer de un transmisor de televisión o contar con suficiente número de televisores para poder captar las señales del transmisor?
El transmisor sin auditorio no valía nada y los televisores no se justificaban si no había programación nacional. El alcance de la televisión era entonces muy reducido y no se podía soñar con captar programas de ultramar. Nuestro propósito revestía dos aspectos: el económico y el tecnológico. ¿Cómo hacer de la televisión un negocio sin contar con el número de televidentes que justificaran un presupuesto de propaganda suficiente para cubrir los gastos y, más tarde, para obtener utilidades? El problema tecnológico era, en cierto modo, más sencillo. Bastaba con adquirir un equipo de transmisión capaz de cubrir, al menos teóricamente, el territorio nacional, o sea, catorce departamentos con que a la sazón contaba Colombia. Confieso que no me fue difícil la tarea de visitar las nacientes instalaciones en Francia y en Alemania hasta enterarme en forma superficial del manejo y de los costos del nuevo invento, al cual se le daba una gran importancia como medio destinado a promover las ventas, y se llegó al extremo de imaginar que, en adelante, no serían indispensables los almacenes sino que las compras quedarían reducidas a una llamada telefónica, tras enterarse a la vista de los precios y la calidad de los productos que se ofrecían a los espectadores. Nada de esto ocurrió, pero, poco a poco, en el mundo entero se fue abriendo camino la televisión como sustituto del cinematógrafo y recurso ideal para la propaganda comercial y, más adelante, para la propaganda política. El precio de los equipos no era excesivamente alto. Se podían adquirir de excelente calidad, especialmente en Francia, pero surgía un problema tecnológico de incuestionable alcance, consistente en la coexistencia de dos proyecciones diferentes: la norteamericana, compartida con los japoneses y por algunos otros países de Occidente, y la alemana, conocida como PAL, que era mucho más precisa por el número de líneas invisibles que se proyectaban en la pantalla, pero cuyo porvenir, en términos colombianos, significaba adherir a un sistema diferente al del resto del continente, en particular del norteamericano; así las cosas los dos sistemas, el alemán y el norteamericano, eran materialmente incompatibles, como siguen siéndolo, aun cuando en la actualidad es posible ver un video francés en versión norteamericana e inversamente un video norteamericano en un receptor francés y adaptar el uno al otro con un costo relativamente bajo. Pendientes del rumbo que tomara el gobierno, optamos por aplazar cualquier determinación en cuanto a los equipos que hasta el momento estábamos considerando. Grande fue nuestra sorpresa cuando, por una ligereza del agente de la Siemens, Joaquín Quijano Caballero, nos enteramos de que la compra se había hecho en Alemania y que la comisión del vendedor ascendía a 90 mil dólares. El gobierno designó a un grupo de conocedores del tema, encabezados por Fernando Gómez Agudelo, quien, más tarde, sería el gerente de Inravisión, nombre que se había escogido para la sociedad promotora de la televisión en Colombia. Se había fomentado, entretanto, la adquisición de equipos receptores
Prólogo
y, aun cuando la inexperiencia nuestra era muy grande y, tal vez, prematuro el negocio, le cupo al gobierno del general Rojas Pinilla el mérito de haber iniciado el servicio de televisión en Colombia. La administración de la empresa, desde el punto de vista económico, fue en un principio desastrosa, porque, sin parar mientes en los costos, se destinó la televisión casi exclusivamente a hacerle propaganda al gobierno, reduciendo el entretenimiento del público a muy bajos niveles y sin estimular suficientemente la publicidad, que debía compensar el gasto en que se venía incurriendo de mes en mes, mientras se recuperaba no solamente la inversión sino el funcionamiento de la empresa. Fue así como, en un momento dado, Carlos Villaveces, ministro de Hacienda, contempló la posibilidad de privatizar la televisión, como ya ocurría con la radio, vendiendo los equipos y otorgando las respectivas licencias, que estaban todas a nombre de Inravisión, cuyas pérdidas incidían desfavorablemente en el ejercicio presupuestal, con un inesperado déficit, cuya magnitud se acrecentaba de mes en mes. Sin embargo, coincidió este período de desajuste financiero con la revolución cubana y el arribo de algunos magnates de la televisión, exiliados de la isla, que conocían a fondo el manejo de la televisión naciente. Cuba, en efecto, había sido uno de los primeros países a donde había llegado la pantalla, aun antes que en varios de los estados de la Unión Americana, y ya se había superado la etapa que se estaba viviendo en Colombia, cuando el escaso número de receptores no justificaba campañas publicitarias suficientes para enjugar el déficit a que nos venimos refiriendo. El promotor Goar Mestre, exitoso empresario isleño, fue el primero en asociarse con las empresas radiales ya establecidas y puso sus conocimientos al servicio del sector privado, que aspiraba a competir en el campo de la pantalla chica. El primer gran paso en el camino de crear demanda para la televisión fue adoptar los programas propiamente comerciales, prescindiendo del servicio de Inravisión como un instrumento más de la dictadura. Fue así como se copiaron en versión castellana los programas que en los Estados Unidos habían alcanzado los más altos rating de sintonía y que, hasta entonces, eran completamente desconocidos en nuestro medio. Series como Yo y tú, en donde hicieron sus primeras armas nuestros actores, con el nombre de óperas de jabón (Soap Opera), les abrieron el camino a las telenovelas, que remplazaban con ventaja a las radionovelas, como El derecho de nacer, que en su momento perturbaba el tráfico automotor y las más sagradas citas de negocios por el afán de llegar a tiempo a escuchar a Albertico Limonta, a la negra María Dolores y a Rafael del Junco. Con el tiempo se inició el intercambio de telenovelas con países de lengua castellana, como Venezuela y la Argentina, no menos que con el Brasil, cuya gran variedad de temas permitía adentrarse en la historia del Brasil y, sobre todo, irse familiarizando con la similitud de un medio multirracial semejante al nuestro, como su propia música.
El estímulo del gobierno nacional llegó al extremo, en el caso de Caracol, de asignársele programas que copaban casi por completo el sector frívolo y entretenido de la producción diaria, pero la competencia no tardó en reclamar airadamente contra lo que se consideraba un monopolio. De esta suerte, acabó reduciéndose en forma considerable la inversión que estaba haciéndose en la promoción de la creatividad nacional, que se vio sustituida por un Pool, encabezado por RCN y Punch, al cual no quiso adherir Caracol, víctima de las manipulaciones de algunos de los socios de la nueva empresa. Restablecida la democracia y con el criterio de poner en práctica una verdadera competencia comercial, ajena a la supremacía de los monopolios, el nuevo gobierno optó por la libertad de canales, que sólo vino a tener plena vigencia cuando se autorizaron las nuevas cadenas, distintas de Inravisión. Entre tanto la producción de telenovelas fue adquiriendo un nuevo ritmo y singularizando con rasgos nacionales la telenovela colombiana como muy bien cotizada en el mercado del producto. Telenovelas como Café, con aroma de mujer, Gallito Ramírez, San Tropel, Caballo Viejo y Quieta Margarita hicieron época, tanto por la calidad de los libretos como por la actuación de los protagonistas y el saber colombiano que atendía la demanda de los valores patrios. Fue, gracias a Fernando Londoño Henao y a su hijo Diego Fernando Londoño, como Caracol Televisión se fue imponiendo en el medio, hasta constituirse en una sociedad independiente, Caracol Televisión, como lo ha seguido siendo hasta ahora, cuando, por distintas razones, los socios fundadores fuimos vendiendo nuestra participación, hasta el día de hoy en que, según entiendo, el único sobreviviente que aún conserva una mínima parte de lo que fuera una tan destacada empresa de audiovisuales es mi hijo Felipe López Caballero. El encargado de organizar todo lo relativo a la televisora nacional fue Fernando Gómez Agudelo, quien, al ser enterado de nuestra aspiración, se puso inmediatamente en contacto con el gerente, Fernando Londoño Henao, y acabó convenciéndolo de la conveniencia de equipar la futura televisora de Caracol con los mismos elementos de los cuales se había dotado a la televisora oficial. Conservamos, sin embargo, algunos elementos de la televisión europea, los cuales, gracias a su excelente calidad, nos sirvieron más tarde para hacer el tránsito a la televisión en color, que tardó algún tiempo en llegar a Colombia. Cabe observar al respecto que la primera emisión en color se hizo el 7 de agosto de 1978, con ocasión del cambio de gobierno. Fue un ensayo exitoso que, luego, se consolidó al generalizarse la televisión en color.
11
P r e s e n tac i ó n
La televisión: sus aportes, hechos y retos Por
Pau l o
L aser na
P hil l ips ,
presidente Canal Caracol
E
12
n el mundo de hoy, para bien o para mal, los medios, en especial la televisión, participan en la construcción de la memoria colectiva de los pueblos. Es allí donde se proyectan las identidades culturales, donde se expresan nuestras complejidades y donde se conoce la forma particular como las generaciones de cada siglo habitan el mundo. A lo largo de la historia, las sociedades han cambiado profundamente según el tipo de comunicación que ha sido posible para ellas: la comunicación oral de boca en boca fue, desde el origen de los pueblos y durante miles de años, la forma de comunicación humana por excelencia. La capacidad retentiva —y con esto, la experiencia y por ello la edad, por ejemplo— desempeñó un papel protagónico en esta forma de comunicación en la que sólo la memoria y la tradición garantizaban que el conocimiento o la memoria cultural no se perdieran. Muchos siglos más tarde, la aparición de la escritura cambió radicalmente a las sociedades. Nuevas formas de relacionarse y de acumular memoria surgieron. La posibilidad de consignar en textos los conocimientos, los descubrimientos y las tradiciones hizo posible que el hombre se pudiera cultivar y adicionalmente en sus experiencias vivenciales se pudiera asomar, entre otras cosas, a la innovación. También dedicar tiempo a la introspección, pues la lectura y la escritura son oficios individuales de reflexión. Surge más tarde otro gran invento: la imprenta. La posibilidad de hacer masivo un texto escrito modifica nuevamente las condiciones en la sociedad. Adquirió mucho sentido aprender a leer y escribir para poder ingresar al círculo selectivo reservado para unos pocos y fue después la prensa escrita la que multiplicó el número de personas con acceso a la información y a la cultura. Sin embargo este gran invento, que exigía un aprendizaje y reflexiones, no logró en términos de alcance lo logrado en la era electrónica, en la que los espectadores son pasivos frente a la radio y la televisión, conformando con su actitud lo que se ha llamado la cultura de masas. Recientemente vendría la interactividad con la internet, aunque esta forma de comunicación es diferente porque requiere un conocimiento básico (mínimo) de los computadores para utilizarla. Con los medios electrónicos, entonces, se ha creado un tipo de comunicación que algunos estudiosos llaman “oralidad electrónica”, para diferenciarla de la oralidad que se refiere a la de los pueblos que no conocían la escritura. Esta nueva oralidad se basa en grupos multitudinarios de radioescuchas o televidentes, que se constituyen en el público receptor de una señal idéntica, simultánea y repetible; se concentran en lo presente y se configuran como comunidades virtuales por afinidad de códigos. Además, en este tipo de oralidad electrónica los comunicadores acuden intencionalmente a fórmulas reiterativas para generar memoria, recordación y propagación, pues la palabra hablada sigue siendo para el público la característica principal de esta comunicación.
P r e s e n tac i ó n
E
n Colombia, desde su nacimiento, los referentes históricos fueron definidos por la tradición oral y la incipiente radio, las obras literarias de carácter histórico y la prensa escrita, hasta 1954. A partir de la llegada de la televisión, eventos históricos como los asesinatos de los Kennedy y de Martin Luther King, la llegada a la Luna, la tragedia de Armero, la toma del Palacio de Justicia, todas las elecciones de presidente de Colombia, los campeonatos de fútbol, las guerras de Iraq y otra gigantesca cantidad de realidades, se metieron en nuestro subconsciente por cuenta de las imágenes de video que la televisión nos inculcó. La televisión, como las demás formas de prensa escrita u oral, es editada y es una versión selectiva de la realidad donde caben, como en cualquier forma de la información, el análisis, la interpretación y desde luego la manipulación; es decir, que la teórica objetividad sigue siendo imposible porque siempre pasa por personas que la impregnan, aun las más ascépticas de ellas, de una dosis considerable de subjetividad. Dado que es en esa oralidad electrónica en la que estará basada en el futuro la transmisión de la realidad perceptual nuestra, es en el concepto del equilibrio inspirado en la ética en donde debe reposar la responsabilidad de los medios de comunicación y de sus funcionarios. Por ello debemos hacer los mayores esfuerzos para controlar los excesos de la subjetividad, que puede distorsionar esa información que se ha ido convirtiendo, equivocadamente, en parte de la cultura y por ende del “conocimiento”. Y es en manos de los inversionistas de las empresas de comunicación donde reposa el deber de seleccionar responsablemente a quienes orientan los medios de comunicación, para que ellos a su vez promuevan el equilibrio ético y el enfoque responsable de una realidad que cada día se vuelve más y más perceptual, y desde luego más vulnerable a los desmanes de subjetividad, a través de la información y el entretenimiento.
¿C
ómo ha cambiado Colombia con la llegada de la televisión, hace ya cincuenta años? Yo diría que monumentalmente, pero para no teorizar más, aquí encontraremos no sólo un recorrido y recuento histórico y cronológico de los acontecimientos más destacados de la televisión en Colombia, sino también un registro de lo que han sido los aspectos esenciales de este proceso: las empresas, los dramatizados, los noticieros, la programación, la publicidad, los protagonistas, los canales privados, el posicionamiento de nuestros productos en el exterior y las nuevas tecnologías. Este libro es el resultado de un trabajo riguroso de investigación. Es posible que no podamos ser exhaustivos para nombrar a todos los que han participado en el proceso de la televisión. Pido disculpas anticipadamente. Los proyectos editoriales, como también la televisión, seleccionan aspectos de la trama y eliminan otros. El aspecto histórico es de lo que trata la primera parte de este libro.
En la segunda parte se profundiza en el recorrido de la televisión tras la aparición de los canales privados, que ha sido el hito más reciente que marca el desarrollo futuro de este medio en nuestro país. Con el esquema de la privatización apareció un sistema de producción que ha orientado la consolidación de esta industria en Colombia, en particular en lo referido a las telenovelas, el producto estrella de nuestra televisión. Nuestro debut en el mercado internacional con realizaciones como Café, con aroma de mujer, Pedro el Escamoso o Yo soy Betty, la fea, así lo confirman. Sin embargo, esta internacionalización ha planteado también nuevas condiciones. Enfrentamos ahora el desafío de definir el rumbo que tomará la televisión colombiana en los próximos cincuenta años. Existe la tentación de seguir la línea de la internacionalización de nuestra televisión. Este es un camino en cierta medida fácil, pero incierto, pues corremos el riesgo de convertirnos en realizadores de productos estandarizados para el mercado hispanoamericano, en especial el de los Estados Unidos, que como sabemos es prioritariamente de origen mexicano. El riesgo está en que podríamos terminar siendo las maquilas de unos formatos simples y con tratamientos pobres, olvidando y desconociendo los lenguajes y narraciones que en estos años se han desarrollado en la televisión colombiana y que durante estos años han sido tan elogiados por su originalidad y aporte a la identidad nacional. El otro camino, más arriesgado y menos inmediatista, supone la existencia de un proyecto a mediano y largo plazos. Para esto se requiere comprender que Colombia es competitiva no por el volumen de producción —en esto son casi inalcanzables la televisión mexicana y la brasileña— sino por la alta calidad, el buen contenido y la originalidad de las telenovelas, por lo que debemos continuar con el desarrollo de nuestros productos, cumpliendo con ciertos parámetros internacionales, especialmente los referidos al lenguaje. Esta opción tal vez no dará tantos réditos a corto plazo, pero puede garantizar la continuidad de una televisión propia, cada vez más interesante, rica y creativa, en donde aparecen con mayor frecuencia nuevas opciones y una penetración cultural colombiana a los pueblos latinos que nunca antes habíamos imaginado posible. Los realities que también empiezan a ser creados en Colombia son productos que responden a lógicas más urbanas, de individuos aislados que necesitan vivir de las experiencias de los demás a través de un voyeurismo al que se le une día tras día más gente curiosa. Los realities, inventados en países “desarrollados”, buscan masificar aún más las audiencias y lograr niveles de sintonía muy superiores a los habituales, a cambio de unas cuantiosas sumas de dólares para los creadores que, personalmente, creo no se justifica pagar en nuestros países. Sin embargo, por el reto de demostrar nuestra capacidad de producir estos formatos los canales, primordialmente los privados, hemos decidido no marginarnos de esta tendencia. Expedición
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P r e s e n tac i ó n
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Robinson, Popstars, Protagonistas de novela, Gran Hermano, El huésped, Desafío 20.04, la aventura, y también Bogotá Real y Estrella Azul, en ámbitos más locales, han demostrado ampliamente nuestra suficiencia como productores de este tipo de formatos. Pero no es sólo allí donde debemos tener puestos nuestros esfuerzos, pues son productos muy costosos y las posibilidades de vender internacionalmente estos programas son escasas. Como se verá en el libro, las ventas internacionales de contenido significan para la industria un rubro muy relevante para el negocio y en el futuro éste cobrará cada vez mayor importancia, dado que un gran número de nuestros compatriotas vive en el exterior y que los contenidos nuestros gustan a la mayoría de los latinos por la doble afinidad con la cultura caribe y la andina. Otro aspecto esencial en el desarrollo de la televisión que el libro trata es el de los informativos. El esquema de televisión mixta reguló durante muchísimos años las posibilidades informativas de la televisión y su característica de inmediatez y acceso estuvo controlada por espacios de noticias estables, ligados al poder y sin mucha versatilidad. Sin embargo, esta característica ha cambiado a raíz de la aparición de la televisión privada. La mayor libertad y flexibilidad para trabajar sobre hechos que se consideran relevantes, sin tener que esperar los horarios establecidos de noticias, han significado un desarrollo muy importante de nuestra programación y para nuestra teleaudiencia. Esta mayor libertad supone también para nosotros mayor riesgo y mayor responsabilidad. Herederos de una alta tradición en lo radial, algunos trasladaron el método y la esencia de la radio a la televisión, e inauguraron una etapa cuyo lema fue “Lo que está sucediendo, cuando está sucediendo”, y es una de las causas por las que los informativos de televisión se han constituido en el blanco preferido de las críticas. Se nos acusa, entre tantas otras cosas, de contribuir a la polarización del conflicto armado y de entorpecer los intentos de procesos de paz que hemos tenido al hacer de la noticia un espectáculo en directo. Sin desconocer que el periodismo en televisión tiene una lógica muy distinta de la del periodismo escrito, ya que en el proceso intervienen múltiples criterios, como los de los camarógrafos, editores, periodistas, presentadores y directores, la responsabilidad que se tiene es enorme, pues el tratamiento sonoro y visual subjetivo hace que la realidad sea frágil y vulnerable. No podemos olvidar que quienes están en un noticiero son los encargados de seleccionar y construir con fragmentos de la información una “realidad” que se presenta en notas de 30 segundos, o un minuto y medio máximo. Esas notas fugaces quedan en el subconsciente del público y si no se ofrece una contextualización equilibrada de los hechos, la gente llenará su cabeza de fragmentos inconexos y sin sentido, que no responden a nuestra obligación de informar. Esos son los retos: contextualización y equilibrio ético.
Las nuevas tecnologías seguirán apareciendo con una rapidez asombrosa en este mundo de las telecomunicaciones, y de la mano de las innovaciones tiene que haber un trabajo muy arduo en el tema de la responsabilidad social de la televisión. Soy un convencido de que a nuestra televisión le falta acercar más su finalidad de entretenimiento y de información a la responsabilidad de ayudar a construir una mejor sociedad, con obsesión. De las decisiones que tomemos depende el futuro que esta caja mágica genere en nuestra sociedad en los próximos cincuenta años. Cuál es la televisión que queremos y soñamos es una pregunta que no podemos dejar pasar por alto en medio del vértigo de este negocio. La lógica del mercado, especialmente para los canales privados, es un condicionante muy fuerte, pero estoy seguro de que podemos encontrar caminos responsables y creativos para hacer una mejor televisión para todos, pues necesitamos a fondo los medios para que nos ayuden a conocernos mejor y así construir caminos para el reencuentro y la reconciliación del país. Para el Canal Caracol es muy grato conmemorar estos primeros cincuenta años de la televisión con la publicación de este libro que busca dejar una semilla de memoria colectiva de un proceso tan importante y enriquecedor para la cultura nacional como lo es el de la televisión, y contribuir a la construcción de ese horizonte de lo que será y queremos que sea la televisión colombiana cuando otros conmemoren un siglo de ella.
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Primeras visiones 1954-1998
¿ H ay v i d a m á s a l l á d e l a t e l e v i s i ó n ?
¿Hay vida más allá de la televisión? Por
Da n iel
Sa m per
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n septiembre de 1954, apenas tres meses después de que se inaugurara la televisión colombiana, recuerdo haber visto un programa casi artesanal y claramente educativo donde un grupo de niños contestaba las preguntas que formulaba una señora. También recuerdo que en el grupo de niños había un monito que solía dar respuestas chistosas —flojas casi todas, simpáticas unas pocas— a las preguntas de la señora. Y recuerdo, por último, que ese monito era yo. En efecto, algunos niños habíamos sido convocados para participar, en vivo, en directo, en blanco y negro, en un espacio infantil de la primera programación de Inravisión. Lo más paradójico es que en mi hogar no hubo televisor sino muchos meses después, por lo que cada miércoles mi familia buscaba una residencia amiga para admirar en ese maravilloso aparato al sol de esperanza de la casa. Es decir, yo. Con esto quiero decir dos cosas: primero, que he tenido que ver con la televisión colombiana desde que me adornaban nueve tiernos años. Más tarde fui entrevistado y entrevistador en cámaras, comentarista de noticias, argumentista de comedias (ustedes recordarán a Dejémonos de vainas) y teleseries (Caracol recordará a Escalona) e incluso vocalista e intérprete musical: dos veces salí cantando vallenatos, una con guitarra y la otra con play back, y ambas en tiempo triple A. Lo segundo que quería decir es que, antes de que se realizara la primera emisión televisada, yo era un niño perfectamente feliz, y lo seguí siendo cuando no había televisor en casa y no creo que hoy, cuando tengo al alcance del control remoto 213 canales, sea más feliz que entonces. Pero, aun así, no puedo negar la influencia que ha tenido en mí, como en todos mis contemporáneos, lo que he visto en televisión durante cincuenta años, y lo acepto en todo lo que tiene de bueno y de malo.
página anterior: álbum Carlos muñoz
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ómo hacíamos para vivir sin televisión, se preguntarán hoy los jóvenes colombianos. Era muy sencillo: no nos hacía falta. Habíamos heredado muchos juegos de tíos jóvenes y primos mayores, desde tableros de parqués hasta las reglas del cuclí. Muchas casas tenían patio y muchos patios se convertían en talleres para montar carros de balineras con cajones o en carpinterías para fabricar teatros de títeres. Estando en grupo, surgían los juegos de palabras: “Un limón y medio limón”, “De La Habana ha venido un barco”, “Señora ranita”, “Persona, animal y cosa”… Realmente, no sufríamos porque nos faltara el televisor. Nos divertían otras cosas a las cuales había que aportar una dosis importante de creación propia, como los libros de Emilio Salgari, Julio Verne, Edgar Rice Burroughs, Roy Rockwood y Alejandro Dumas. Mil veces fui corsario al lado
de Sandokán; marinero a bordo del submarino Nautilus; hablé con Tarzán el lenguaje de los tarmangani; acompañé a Bomba, el niño de la jungla, a luchar contra las hormigas amazónicas; desenvainé mi espada para defender a los mosqueteros del rey… También oíamos las novelas de aventuras en la radio. Supermán contra los enanos. Supermán y los habitantes de Marte. Tanané, el hijo de Tangaré. Y nos divertíamos con los programas de concurso: El peso Fabricato, El inspector Philips… Recreábamos la Vuelta a Colombia jugando en los sardineles con latas de cerveza acondicionadas con neme o plastilina, y seguíamos las “incidencias” de los clásicos futboleros imaginando las jugadas que Carlos Arturo Rueda transmitía cada domingo. La verdad es que nos defendíamos bien sin necesidad de televisión. De todos modos, también ahí estaban los cómics; las funciones matinales de cine con películas del Gordo y el Flaco y los Tres Chiflados; los partidos de fútbol callejeros; el mago Ming Fu, que hacía aparecer conejos en los lonches; las marionetas dominicales en el Parque Nacional; y, en el colegio, los torneos de trompo, el intercambio de monas, la temporada de “cabeza y pie” y los duelos de garbinchas con su peculiar lenguaje en latín macarrónico: “Me pido piquis”, “Saquis es de alejis”, “De rebotis no vale”… No. La televisión es chévere, pero sin ella no la pasábamos mal. Después, el Banco Popular ofreció planes para comprar por cuotas un Raytheon rústico y gracias a esto tuvimos en casa nuestro primer televisor. Con el tiempo se extendió un poco más la señal de Inravisión y ahora a los libros, los espacios de radio, los juegos de mesa y los partidos callejeros de fútbol se sumaban los programas de televisión que desde las seis de la tarde monopolizaban la precaria audiencia: Alain Duguet, Gánele al reloj con Philips, Cada loco con su tema, Los postres Royal preguntan, El lápiz mágico… El lápiz mágico, justamente, me enseñó mi primera lección sobre la perversa dicha de ganar dinero sin trabajar. Por solucionar una sencilla incógnita que planteaban los dibujantes gané una cuenta de ahorros con 25 pesos. Todavía recuerdo el enigma que aparecía en los caballetes de dibujo de los artistas. Era mogollo: un trozo de tejado, un rumiante con pomposas ubres, varios huecos en la carretera. ¿A qué ciclistas correspondían las claves? Los mexicanos Teja y Vaca y el campeonísimo Ramón Hoyos conspiraron —como dice el insoportable Paulo Coelho— para que Gloria Valencia, la animadora, me premiara con aquella suma, estrafalaria para un colegial. Esto hizo que le cogiera un poco más de gusto a la televisión. De allí en adelante seguí viendo noticieros y acusando adicción a unos pocos programas —Yo y tú, Veinte mil pesos por sus respuestas, Perry Mason, Cabeza y cola, Columbo, Don Chinche, Lou Grant, Frasier, Seinfeld, Betty, la fea, por ejem-
¿ H ay v i d a m á s a l l á d e l a t e l e v i s i ó n ? Portadilla: Monólogo Por qué se quitó la vida Juan de la bebida, del español Rafael "El Papi" Catalá, transmitido el 14 de junio de 1954. En éste participaron los actores Carlos Muñoz, Gonzalo Vera, Fabio Camero y Guillermo Rubiano.
plo— e indiferencia o pereza frente a casi todos los demás. Sigo en la misma onda, pero he agregado a la lista el que considero el mayor tesoro de la televisión globalizada: los partidos de fútbol internacionales. Todavía no entiendo qué magia electrónica nos permite ver un clásico Barcelona-Real Madrid en Fusagasugá al mismo tiempo que los españoles, los alemanes, los marroquíes, los tibetanos... Recomiendo a los jóvenes colombianos que adquieran el inofensivo vicio del fútbol y abandonen todos los demás.
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n 1978 el ensayista estadounidense Jerry Mander publicó un libro titulado (en inglés) Cuatro argumentos en pro de eliminar la televisión. Esos argumentos eran: 1) Se interpone en la experiencia. 2) Coloniza la sensibilidad. 3) Produce efectos nocivos en la mente y el cuerpo. 4) Padece prejuicios inherentes al medio. A raíz de mis numerosos viajes, me he visto obligado a mirar programas de televisión en muchos países del mundo. Si tenemos en cuenta lo que me ha tocado aguantarme en la pantalla, podría agregar a los cuatro de Mander unos ocho mil argumentos más para que la televisión desaparezca. De hecho, en internet titilan 9.290.000 referencias contra la televisión. La diferencia es que hay también miles de argumentos a favor de ella. En lo que a mí concierne, puedo aportar diez o quince: el consabido fútbol, ciertos programas periodísticos y algunas comedias y películas. Las preguntas obvias son: ¿debe desaparecer la televisión por culpa de quienes la utilizan mal? ¿No equivaldría ello a prohibir los cuchillos por cuenta del nefando crimen de Teresita la descuartizada o suprimir el cine para evitar las aburridísimas películas de la India? ¿Puede un terrícola de nuestro tiempo considerar que vive esta época si prescinde del televisor, como algunas familias lo hacen llevadas no por falta de dinero sino por exceso de convicción? Mi respuesta es que la televisión —la buena y la mala— forma parte de la vida contemporánea y sin ella perderíamos irrepetibles sensaciones, informaciones e impresiones. Aún recuerdo el impacto que nos produjo a los televidentes de 1961 el noticiero, más tarde censurado, en el que se veía el mortal abaleo de un militar —sublevado y capturado junto con el teniente Alberto Cendales Campuzano— a manos de un compañero suyo que le intimó rendición y recibió como respuesta un puntapié. Recuerdo también, entre otros momentos trágicos, la muerte en directo de un payaso maromero en el Telecirco de Pacheco. Y la falsa muerte de Alain Duguet un 28 de diciembre en que nos hizo a todos la inocentada de un supuesto accidente en escena. La televisión metió a la alcoba los atentados contra John F. Kennedy, Ronald Reagan, Juan Pablo II y Luis Carlos Galán; salpicó con pólvora de muchas
guerras nuestras sábanas; nos ofreció el desfile de niños famélicos de Biafra mientras almorzábamos; demolió los edificios de las Torres Gemelas con tres mil vidas adentro ante nuestros espantados ojos. Pero también nos llevó de la mano de los astronautas gringos a la Luna el 20 de julio de 1969; y nos hizo reír con la señora Alicita y su elenco, el máistro Otoniel Contreras-Mallarino, Jaime Garzón y su Zoociedad y los diálogos antológicos de Gaviota y su señora madre. Gracias a ella vimos a Lucho Herrera coronar el Alpe d’Huez y disfrutamos los cinco goles de Colombia a Argentina en el estadio del River Plate, y nos sentimos en la Plaza de las Ventas aquellas cuatro tardes gloriosas de César Rincón, y subimos al ring con Pambelé hasta conquistar un título mundial. Y si no hablo de los bólidos de Juan Pablo Montoya es porque las carreras de carros me producen un aburrimiento semejante al que sentía en el colegio con la química orgánica. Confieso, pues, que debo a la televisión varias de las más grandes emociones de mi vida. Ella ayudó a convertir al monito de 1954 en esta fatiga de músculos, huesos, angustias y alegrías que ustedes estarían viendo en este momento si, en vez de leer un artículo, se hallaran frente a un televisor. Pues el hombre está hecho, entre otras cosas, de los libros que lee, de la música que oye, del cine que ve y de los programas de televisión que lo divierten, informan, indignan, inquietan, aterran y entretienen. Es difícil sustraerse a su influencia. No sólo es difícil: sería empobrecedor.
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edio siglo de televisión colombiana —desde aquellos tiempos en que un niño monito hacía chistes flojos en el único estudio de Inravisión, hasta ahora, cuando Jorge Barón riega a su pueblo con agüita— revelan que en sus canales ha habido de todo. Como en la literatura. Como en la ópera. Como en la talabartería. Como en los simposios de traumatólogos. Como en la vida. No suscribiría yo el manifiesto de Mander para acabar con la televisión. Es demasiado simplista y se pierde de grandes cosas. Pero sí recomiendo a la sardinería nacional que no hipoteque su cerebro a la TV. Hay vida más allá del televisor. Una vida que también puede ser rica y divertida. Salgan, búsquenla, respiren aire puro, échense una siesta en el pasto, cómanse una mazorca en plena calle, lean un libro bajo el sol, párense en una esquina atareada y miren pasar la gente: esos que caminan por ahí tampoco están viendo televisor, pero también están vivos. Y, cuando terminen de hacerlo, regresen pronto porque el partido va a empezar y ya la tele está ofreciendo las alineaciones.
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Ideólogos y gestores
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El montaje de la televisión en Colombia fue una maratónica carrera que se inició siete meses antes de su inauguración oficial, el 13 de junio de 1954. Conocedor ya de la televisión en el mundo, el presidente de la república, general Gustavo Rojas Pinilla, encargó a los ministros de Educación, Comunicación y Gobierno que estudiaran la viabilidad de traerla a Colombia. Ante la falta de una respuesta pronta por parte de estos funcionarios, Jorge Luis Arango, director de la Oficina de Información y Prensa del Estado, convenció al mandatario de que dejara bajo su tutela la tarea. Por afinidad de funciones Fernando Gómez Agudelo, el recientemente nombrado director de la Radiodifusora Nacional, fue el encargado de realizarla y tenerla lista para la celebración del primer aniversario del gobierno. Asesorado por su hermano Ricardo, doctorado El presidente Gustavo Rojas Pinilla condecora a Fernando Gómez Agudelo. Al fondo, Mariano Ospina Pérez. en física y conocedor del tema de la radiodifusión, Gustavo Rojas Pinilla Gómez Agudelo buscó en Estados Unidos los equipos necesarios para la transmisión, pero las Subió al poder el 13 de junio de 1953. Su llegada al gobierno fue celebrada por antenas allí fabricadas —omnidireccionales— no servían para las demandas de un territorio una gran mayoría que se oponía al gobierno de Laureano Gómez, y se tomó tan quebrado como el colombiano. Fue en Alemania, concretamente en la empresa Siemens, favorablemente como un “golpe de opinión”. Descontando que fue una dictadura, lo cual supuso represión en lo militar y lo político, Rojas Pinilla ejerció donde se consiguió el tipo de antena unidireccional ideal para una admirable gestión en lo social y lo económico. El Ministerio el país. Cuando se hizo el contacto con la compañía alemana Fue él quien muy tempranamente pensó que ese genial invento debía ser parde Hacienda te del inventario nacional, luego de hacer una visita oficial a Alemania durante hubo que convencer a los funcionarios de que desviaran hacia autorizó la celebración de los Juegos Olímpicos Internacionales, que se llevaron a cabo en 1953 una Colombia unos equipos que ya estaban empacados con destino en 1936 en Berlín. Un año antes, la televisión había sido estrenada en ese país inversión y qué mejor ocasión para mostrarles a los ilustres visitantes el reciente invento. a la república del Líbano, pues la urgencia con la que se estaba El por entonces mayor del ejército Rojas Pinilla quedó convencido de que esa inicial de diez millones maravilla había que tenerla en Colombia y cuando subió al poder, el 13 de junio de pesos para el montaje montando todo no permitía esperar el tiempo que demandaba de 1953, empezó a madurar la idea. normalmente un pedido de esta naturaleza. El argumento con de la televisión. Caluroso y de gran trato, Rojas Pinilla creía ciegamente en Fernando Gómez que se convenció a los ingenieros de la compañía fue que con Agudelo, a quien delegó la materialización del proyecto. El tan polémico sistema mixto que hasta hace cuatro años tuvo la televisión en Colombia se le debe esa negociación la Siemens podría reanudar sus ventas en Suramérica, interrumpidas desde la a Rojas Pinilla, pues él concibió la televisión como una institución nacional. segunda guerra mundial. En mayo de 1957, luego de marchas y manifestaciones contra la dictadura que terminaron en una huelga general, Rojas Pinilla renunció a la presidencia y Conseguido el equipo transmisor, vino el problema de dónde instalarlo. Primero se pensó en dejó al mando del gobierno a una junta militar que se encargaría de presidir la continúa en la página 20 Monserrate, pero finalmente fue a parar a la azotea del Hospital transición hacia un gobierno civil. · l a 1862 Inicio de la “fototelegrafía” (transmisión de imágenes vía ondas electromagnéticas). El italiano Abbe Caselli transmite la primera imagen. 1954 Rojas Pinilla trae la televisión a Colombia.
1884 El ingeniero alemán Paul Nipkow patenta su disco de exploración lumínica, primera aproximación a la exploración de una imagen.
1953 Estados Unidos adopta el sistema NTSC (National Television System Committee) como estándar para la televisión en color.
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1923 El físico estadounidense de origen ruso Vladimir Kosma Zworykin inventa el “iconoscopio”, un dispositivo para captar imágenes; poco tiempo después el ingeniero de radio estadounidense Philo Taylor Farnsworth inventa el tubo disector de imágenes.
1926 El ingeniero escocés John Logie Baird perfecciona el disco de Nipkow y presenta el primer sistema de televisión en Londres. Llegan los tubos y los avances en la transmisión radiofónica y los circuitos electrónicos, que se produjeron en los años posteriores a la primera guerra mundial.
1952 Primera transmisión de televisión en Venezuela.
1950 Inauguración oficial de la televisión en México, primer país en Latinoamérica en disfrutar de este invento.
1951 Primera emisión en color en Estados Unidos. Nace la televisión argentina. Primera televisión del Brasil.
1944 John Logie Baird ensaya en el Reino Unido un sistema de televisión completamente electrónico.
C o l o m b i a · 1927 Primeras emisiones públicas de la BBC en Inglaterra.
1941 En julio se estandariza la definición de 325 líneas en todo Estados Unidos.
1928 Charles F. Jenkins inicia las primeras transmisiones experimentales (definición 48 líneas) en la estación experimental W3XK Washington. Logie Baird transmite imágenes de Londres a Nueva York.
1929 Desde el 30 de septiembre la BBC inicia un servicio regular (definición 30 líneas).
1939 John Logie Baird efectúa una demostración de la primera televisión de alta definición.
1938 La BBC emite el primer largometraje televisado, El estudiante de Praga.
1930 Primeras emisiones de la CBS y la NBC en Estados Unidos.
inFograFía: tvhistory.tv, ntsC.org. nbC.Com, teChnotes.tv
álbum gómez agudelo
Los cerebros del montaje
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instalar un proyector que la televisión podía utilizar a manera de canje por la proyección de las películas que él distribuía. Simultáneamente, Gómez Agudelo volvió a tomar parte en la radio, al comprar acciones en la emisora Mil 20, que dirigía Álvaro Gutiérrez, y montó la compañía de grabación de radionovelas Sigacol. Entusiasmado por los nuevos retos, concentró todas sus energías en esta empresa y la dotó de la más moderna tecnología que había en el mercado. Al poco tiempo, con la asesoría de Carlos Pinzón, convirtió a Sigacol en una cadena nacional de transmisión de radionovelas, que les vendía producciones a emisoras independientes de Cali, Medellín y Barranquilla. Cuando Restrepo Suárez dejó la dirección de la Televisora Nacional en 1962 se asoció con Gómez Agudelo y entre los dos concibieron la idea de crear una programadora de televisión, RTI, que en realidad ya existía, sólo que como filial de la empresa de Mestre, cuya sede principal estaba en Miami. Así nació en 1963 la programadora de televisión más antigua hasta el momento, que Gómez Agudelo presidió hasta su muerte en 1993.
álbum gómez agudelo
Antes de que se trajera la televisión a Colombia, algunos visionarios hicieron estudios de factibilidad y discutieron sobre lo que sería montar el novedoso invento en el país. Durante el gobierno de Laureano Gómez, cuando era alcalde de Bogotá Santiago Trujillo Gómez, el consejo de ministros aprobó una negociación con una casa inglesa para el montaje de una cadena de televisión en la capital del país, pero el proyecto finalmente nunca llegó a buen término. También hubo algunas iniciativas privadas, como las de Rafael Fuentes, dueño de Emisoras Fuentes y Emisoras Unidas, quien contempló la idea para la capital de la costa atlántica en 1952, y un año más tarde otro empresario de la radio costeña, Martínez de la Torre, quiso crear un canal para la ciudad de Barranquilla. En mayo de 1954 se asociaron estos dos empresarios con la intención de crear una estación que cubriera Cartagena y Barranquilla, pero su idea se diluyó con el tiempo a la espera de alguna decisión por parte del gobierno con respecto a la comercialización de la televisión. En 1953 Hernando Cala también hizo un intento, infructuoso valga decir, por instaurar de manera privada en compañía de inversionistas norteamericanos la televisión, con estaciones en Bogotá, Barranquilla, Cali y Medellín. Igualmente, Fernando Londoño Henao, cuando estaba a la cabeza de Caracol Radio, le propuso a Manuel Agudelo, ministro de Comunicaciones en el gobierno del general Rojas Pinilla, que le diera una licencia para operar la televisión de manera comercial, pero no obtuvo una respuesta positiva, ya que en el gobierno existía el convencimiento de que esa arma tan poderosa que es la televisión, no podía entregarse para que los particulares difundieran libremente sus opiniones.
Cuando era apenas un joven estudiante de derecho Jorge Luis Arango lo nombró director de la Radiodifusora Nacional, convencido de que era la persona indicada para arreglar el mal funcionamiento de esa institución. Gómez Agudelo era un melómano amante de Bach, Stravinski y Beethoven, que escribía una columna en el diario El Siglo sobre música clásica y a la vez hacía un programa radial, gracias al cual conocía de primera mano lo anticuado de los equipos y lo malo del manejo que se le estaba dando a la Radiodifusora. Una vez que la hubo modernizado, tanto en la parte técnica como en su programación, se dio a la tarea de montar la televisión en Colombia. Sólo tenía 22 años, pero el entonces presidente de la república le encomendó esa titánica tarea que debía cumplir en el tiempo récord de siete meses, ya que la idea era estrenar la televisión con motivo de la celebración del primer año de gobierno del general, el 13 de junio de 1954. Sin saber inglés ni alemán, pero con una confianza ilimitada en sí mismo, se fue primero a Estados Unidos y luego a Alemania a buscar los equipos necesarios para montar la red transmisora y los estudios desde donde se emitirían los programas. Hombre con capacidad de asumir retos y de liderar, en todo el proceso de escoger los equipos idóneos puso a prueba sus conocimientos y gusto por la técnica y la electrónica. Y en el montaje mismo hizo gala de su empuje y fuerza de mando para saltarse la burocracia, que habría impedido cumplir con el límite de tiempo estipulado. Amigo como ninguno, estuvo al lado del general Rojas Pinilla cuando cayó. Fiel a su sentido de lealtad, le ayudó a hacer las maletas y lo llevó hasta el aeropuerto de Techo, donde un avión lo esperaba con rumbo a las islas Canarias. Con la llegada del gobierno de Alberto Lleras Camargo, en 1958, Fernando Gómez Agudelo salió de la dirección de la Televisora Nacional, posición que asumió su mejor amigo, Fernando Restrepo Suárez. Su salida, sin embargo, no fue tan fácil. Gómez Agudelo tuvo que asistir a algunas indagatorias, ya que se le acusaba de varios cargos, entre ellos peculado. Con el tiempo quedó libre de toda culpa. Poco después Goar Mestre, el magnate de las comunicaciones en Latinoamérica, le entregó la representación de la compañía Radio Televisión Interamericana, a través de la cual Gómez Agudelo comenzó la comercialización de películas entre las agencias de publicidad para que éstas las transmitieran por televisión. Yo quiero a Lucy y Revólver a la orden fueron algunas de ellas. Mestre era dueño de la más importante empresa televisiva del momento en Latinoamérica, la telecadena cubana CMQ, y en mayo de 1959 vino al país a
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Varias anécdotas sucedieron con la traída de los equipos para el montaje de la televisión. Por ejemplo, el primer transmisor llegó a Colombia en un avión que sobrevolaba Bogotá en espera del permiso para aterrizar. Quien estaba a cargo de los servicios aeronáuticos en ese momento llamó a Fernando Gómez Agudelo y le dijo que tal aeronave no podía aterrizar, pues no existía el tratado correspondiente con Holanda. Gómez informó de inmediato al general Rojas Pinilla de la situación, a lo que éste le contestó: “Llame a ese señor y dígale que está destituido.Usted queda nombrado director de la Aeronáutica Civil; tan pronto aterrice el avión, nombramos a otro”. Naturalmente, no hubo necesidad de tomar tan extremas medidas.
el espeCtador
Algunos visionarios
Fernando Gómez Agudelo, “El padre de la televisión colombiana”
álbum Fernando londoño
·Empresarios·
Joaquín Quijano Caballero Este ingeniero colombiano especializado en telecomunicaciones, vivió durante muchos años en Alemania y luego de regresar a Colombia, durante la Segunda guerra mundial, fue una de las piezas clave en la instalación de la red principal de la televisión nacional, proceso que comenzó en mayo de 1954 y se extendió por espacio de siete años. Quijano llevaba más de catorce años estudiando la topografía nacional y pensando en la mejor manera de crear una red que la cubriera. De hecho, ya en 1951 había publicado los resultados de estos análisis en la revista llamada Anales de Ingeniería. Uno de los primeros escollos encontrados cuando se estaban instalando los equipos fue ubicar rápidamente el lugar idóneo para la antena de emisión y fue Quijano Caballero quien convenció a los técnicos de que ese sitio podría ser la azotea del Hospital Militar, ya que desde ahí se vislumbraba toda la sabana de Bogotá y se divisaba el Nevado del Ruiz, donde finalmente se decidió instalar el primer enlace. La ubicación de esta repetidora permitió que la señal de televisión se viera desde un principio no sólo en Bogotá, sino en Manizales, y algunas ciudades intermedias. Pero además, a través de la empresa que Quijano Caballero gerenciaba se importaron directamente desde Alemania todos los equipos necesarios para dicho montaje. Gracias a sus juiciosos estudios, la red que hoy en día cubre a todo el país fue una utopía hecha realidad, pues tiene los ocho enlaces más largos y la estación más alta del mundo, la del Nevado del Ruiz, que se encuentra ubicada a 4.200 metros sobre el nivel del mar. Otras de las ideas que más adelante propuso, como instalar un satélite colombiano en la órbita geoestacionaria e integrar los territorios nacionales a la red televisiva mediante globos aerostáticos inflados con hidrógeno, no llegaron a materializarse, pero de todas maneras su nombre quedó impreso con letras de molde en la historia de la televisión colombiana.
Jorge Luis Arango (a la derecha), jefe de información y propaganda del Estado, fue uno de los artífices del montaje de la televisión colombiana.
Jorge Luis Arango Abogado y hombre de una gran cultura, fue nombrado por Rojas Pinilla jefe de información y propaganda del Estado en remplazo de Jaime Uribe Holguín. Con amplia experiencia en divulgación, gracias a su paso por el Departamento de Extensión Cultural del Ministerio de Educación, estaba tan entusiasmado con la traída de la televisión a Colombia que se encargó de avivarle continuamente la idea al general hasta conseguir su carta abierta para llevarla a cabo. Arango tuvo la oportunidad de ver por primera vez televisión en Alemania a finales de 1953, cuando viajó invitado por ese gobierno, y aprovechó para establecer contactos con la empresa Siemens, que posteriormente se encargaría de proveer a Colombia del equipo necesario para la emisión y radiación de la señal televisiva. Arango fue el gran mediador entre Gómez Agudelo y el presidente, ya que impulsaba y coordinaba las citas en las que se le informaba de los avances del proyecto.
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Militar en Bogotá, no sin antes pasar trabajos para convencer a “El gran invento de los tiempos sus directivos de que los aparatos no afectarían a los pacientes. modernos A esta instalación pronto se unió la de la primera torre repetidose incorpora ra, situada en el Nevado del Ruiz. a la vida De Estados Unidos se trajeron más tarde los equipos Dumont, colombiana como necesarios para dotar al primer estudio de televisión, aunque no poderoso medio de incremento y difusión se sabía con precisión dónde se iba a montar. En un principio de la cultura patria. La Gómez Agudelo pensó en los últimos pisos del edificio de la televisión colombiana, telefónica de Bogotá, pero la idea se desechó por la dificultad que en esta fecha se inaugura, aspira a de subir decorados y equipos así que, a falta de más espacios convertirse en un futuro oficiales disponibles, se escogieron los sótanos desocupados de próximo en fuente de la Biblioteca Nacional para albergar los primeros estudios de solaz y cátedra viva de televisión del país. enseñanza para el hogar Solucionado el problema de los aparatos y el lugar para alber- colombiano”. —Jorge Luis Arango garlos, se pasó a la tarea de encontrar quién los supiera manejar. Gómez Agudelo estuvo también al frente de esta misión, que cumplió en Cuba. Un mes antes de la inauguración de la televisión viajó a la isla, que ya tenía fama de producir televisión de muy alta calidad, y contrató a buena parte de los trabajadores que acababan de quedar cesantes del Canal 11 de televisión, recientemente en quiebra. El grupo estaba encabezado por Gaspar Arias, quien dirigió la parte técnica del primer programa dramatizado que vieron los colombianos en la televisión; Arias estuvo en el país algunas semanas desempeñando el papel de director de cámaras y enseñando a los colombianos que remplazarían a los cubanos. Con Arias vinieron Sergio Segarra Trutie, ingeniero; Fernando Virgos y Luis Álvarez Tabio, camarógrafos; Luis Fernández, operador de audio; Dionisio Kammanel, luminotécnico; Enrique Loainas, operador de micrófonos, y Gabriel Siqueira, operador de audio. De esta manera, Colombia fue el sexto país en Latinoamérica y el decimoctavo en el mundo en entrar a la era de la televisión.
el espeCtador
Ideólogos y gestores
Fernando Gómez Agudelo con Germán Pinzón y Joaquín Quijano Caballero, explicando el logro humano y técnico que significaba, para la televisión colombiana, la transmisión de la llegada del hombre a la Luna.
el tiempo
El día esperado
Se prende la “caja mágica” Minutos antes de iniciarse la primera transmisión, abunda el nerviosismo entre quienes tienen la tarea de hacer llegar la señal de televisión a los pocos aparatos que hay en la ciudad. Afuera llueve a cántaros, y mientras Fernando Gómez Agudelo intenta tapar con su chaqueta los transmisores instalados sobre la azotea del Palacio de San Carlos, en el interior del Estudio Uno, en los sótanos de la Biblioteca Nacional, el equipo técnico ultima detalles antes de salir al aire, y los artistas se visten y maquillan en el archivo, en medio de los libros. Cuando el reloj marca las nueve en punto se da inicio a la transmisión. En una vieja casa de la calle 18 con carrera 13, los jóvenes Rafael y Fernando González-Pacheco, junto a su papá, miran con emoción que en la pantalla de su televisor, marca Philips, aparece un cartón que identifica al canal 8, seguido de la bandera de Colombia que ondea en el aire. Suenan también los acordes del himno nacional, interpretado por la Orquesta Sinfónica. Inmediatamente, la señal da paso a la alocución del presidente, general Gustavo Rojas Pinilla, quien se dirige a los colombianos en remoto, desde el Palacio de San Carlos. Pasados los 20 minutos que dura su intervención, el primer mandatario se retira a sus aposentos para seguir en primera fila el programa inaugural. Y mientras la teleaudiencia ve el noticiero internacional Tele News, va en camino hacia la sede de la Televisora Nacional de Colombia, situada en la calle 24, con un lente de 90 mm que se le quita a la cámara instalada en Palacio para montársela a la del estudio, que pronto se utilizará. Allí ya se le ha avisado al pequeño Bernardo Romero Pereiro, uno de los tres actores del programa dramatizado, que ya no tiene que pararse al frente del fondo negro donde había ensayado por espacio de un mes, sino que debe estar en el mismo set con los otros actores, pues la cámara que lo iba a ponchar a él independientemente se acaba de dañar. Al experimentado director de cámaras, el cubano Gaspar Arias, encargado de la transmisión esta noche, no lo trasnocha el impasse, pero Romero Pereiro, a sus escasos doce años, entra en pánico con la sola idea de hacer algo mal. No se puede dar ese lujo, tratándose del trabajo de su papá, Bernardo Romero Lozano, director del programa en cuestión. El pequeño actor entonces se acomoda detrás de escena, muy pegado a la pared falsa, calculando el centro entre una ventana y una puerta, lugar donde se le ha indicado que debe pararse para no ser visto antes de su intervención. Allí se queda muy quieto, esperando la señal para entrar en escena. Los televidentes, mientras tanto, ya están viendo el primer programa transmitido desde el estudio de Inravisión: un recital a cargo del violinista Frank continúa en la página 22 Preuss y la pianista Hilda Adler.
En el Palacio de San Carlos se instaló una unidad de televisión para la alocución del presidente.
Todos se preparan Las primeras pruebas de que efectivamente la señal sí llegaba a los televisores se realizaron el 1º y el 17 de mayo de 1954, cuando se transmitieron el patrón de la televisora, la primera página de El Tiempo y una imagen en movimiento desde el almacén J. Glottmann. Una semana después de la última prueba llegó al país el grupo de técnicos cubanos. En la comitiva venían el ingeniero Sergio Segarra, jefe técnico; Dionisio Kammanel, jefe de iluminación; Gabriel Siqueira, jefe de audio; Luis Fernández, operador de boom, y los camarógrafos Fernando Vargas y Luis Álvarez. Tabío. El 26 de mayo a las 6:30 p.m. aterrizaron en el aeropuerto de Techo de Bogotá. Dejaron maletas en un hotel de la avenida Jiménez y empezaron a trabajar inmediatamente. “Ese día fue inolvidable para nosotros, todo fue un éxito”, recuerda el luminotécnico Dionisio Kamanel1 de la primera transmisión, efectuada el 13 de junio de 1954. Los usuarios también estaban haciendo sus preparativos. En el mes que precedió a la inauguración llegó a casa de Bernardo Romero Pereiro un televisor; “era el mejor televisor que se podía tener en aquel entonces, un Philips grandísimo, pues mi papá iba a ser funcionario de la Televisora Nacional. El aparato estuvo durante todo ese tiempo encendido todo el día, aunque no se veían sino rayitas”2. Tampoco Carlos Delgado Pereira, director de Inravisión entre 1972 y 1974, olvida “ese día feliz de 1954, cuando mi padre llegó a la casa con una sorpresa mágica: un cajón inmenso que albergaba nada menos que nuestro primer televisor”3 . El aparato Philips, que compraron de contado Rafael y Fernando González-Pacheco para regalárselo a su papá, llegó al hogar el 12 de junio de 1954, víspera de la primera transmisión, y fue instalado en la sala. “Mi papá nunca aceptó que el televisor estuviera en la alcoba, porque tenía un concepto medio espartano de las cosas. Pusimos el televisor encima de la mesita de la sala y al día siguiente nos preparamos para algo que en realidad iba a ser un acontecimiento en la vida del país”4.
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A pesar de otras noticias dramáticas, el primer día de la televisión fue destacado por El Espectador en su edición del 14 de junio de 1954.
En la casa de Germán de Narváez MacAllister, quien recién llegaba de estudiar en la Florida, los muebles de la sala estaban dispuestos de manera diferente. “Noté la presencia del televisor, enorme como una caja de madera con un vidrio enclavado y soportado por cuatro patas gruesas, también de madera. Entonces, mi madre me advirtió de la presencia del televisor. Le pregunté que si ya había televisión en Colombia como para tener un aparato, y me dijo que aún no, pero que a las nueve de la noche iba a ser la transmisión inaugural”5 . NoTAS 1. Enrique Córdoba, “Siete cubanos en Bogotá”, El Nuevo Herald, 2000. 2. Entrevista con la autora, Bogotá, julio de 2003. 3. “Visión de TV”. Historia de una travesía. Cuarenta años de la televisión en Colombia, Inravisión, julio de 1994. 4. Me llaman Pacheco. Memorias de 25 años de televisión y 50 años de vida azarosa del más popular de los colombianos. Fernando GonzálezPacheco, Bogotá, Editorial Pluma, 1982, 156 pp. 5. Entrevista con Juan Miguel Álvarez, Bogotá, julio de 2003.
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El día esperado A pocos pasos de Romero Lozano, Fernando Gómez Agudelo, director de la Televisora Nacional, no deja de sudar a mares y le pregunta constantemente a Arias cómo van las cosas. Éste lo tranquiliza y se prepara para sacar al aire la siguiente presentación en vivo de esa noche: El niño del pantano, la adaptación para televisión de un cuento original de Bernardo Romero Lozano, con la actuación de Guillermo Rubiano, Teresita Quintero y el ya mencionado hijo del director, Bernardo júnior. Faltando diez minutos para que se acabe la obra, desde su casa Anuncia de Romero, madre del pequeño actor, ve aparecer en la pantalla de su enorme televisor Philips a su hijo, vestido con plásticos cubiertos con hojas de árbol, que han sido pegadas con cosedora. Con esta indumentaria se pretende simular que el personaje acaba de salir de un pantano.
Invitación enviada a los asistentes presenciales de la inauguración de la televisión en Colombia el 13 de junio de 1954.
Sin reparar en minucias dramáticas, los televidentes siguen más maravillados con el hecho técnico de ver salir imágenes de esa caja mágica, que ahora presenta un sketch cómico original de Álvaro Monroy G., en el que interviene el dueto Los Tolimenses.
Sólo pasadas las cuatro de la mañana, Arias y el resto del personal involucrado en la producción se retiran a dormir y otros de ellos a celebrar en la casa del maestro Bernardo Romero L.
NoTA 1. “Con el primer programa de anoche se ha despertado fiebre de televisión”, El Espectador, 14 de junio de 1954.
Domingo 13 de junio de 1954 9:10 p.m. Transmisión en remoto del discurso del presidente, general Gustavo Rojas Pinilla, con el que inaugura la televisión.
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Biblioteca Nacional de Colombia
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Televisora Nacional
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Domingo 13 de junio de 1954 9:00 p.m. a 12 p.m. Sitio de reunión para ver la primera transmisión de televisión
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Al terminarse la transmisión, desde el estudio de Inravisión, Arias le expresa al periodista de El Espectador Álvaro Monroy C. que está muy satisfecho con el resultado, aunque sabe que hay cosas que se pueden corregir1.
Domingo 13 de junio de 1954 8:40 p.m. Lugar de transmisión de la primera señal para Bogotá y Manizales.
LLE
Los afortunados que lograron coger un asiento en cafés de la ciudad como el Leon’s Bar, el Alcázar, el Regina, el Estela y El Asturiano, donde se han instalado también televisores, no salen de su asombro con la nitidez de la señal y no pierden detalle de los últimos programas: una película enviada por las Naciones Unidas, que explica el papel de Colombia en esa organización, y una presentación de danzas folclóricas de la Academia de Ballet rusa de Kiril Pikieris.
·Las primeras ondas de la televisión en Colombia·
CA
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Muchos televidentes no están tan pendientes del argumento de la obra, como de tener el mejor lugar para ver el aparato. Sobre todo aquellos que en medio de la torrencial lluvia de la noche de este domingo se agolpan frente a las vitrinas de almacenes y tiendas de electrodomésticos de Bogotá, donde se han instalado televisores. Pero lo cierto es que la obra cuenta la historia de un niño, tirado a un pantano por su madre, quien quiere rehacer su vida al lado de un hombre rico. Al final, la desalmada progenitora no puede cumplir su sueño, pues el fantasma del pequeño regresa para atormentarla y termina ella también ahogada en las mismas fangosas aguas.
Palacio de San Carlos
Catedral Primada de Bogotá
Congreso de la República AC A
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Casa de Fernando González-Pacheco
el espeCtador
El programa inaugural y, a la izquierda, la presentación de planta que se utilizaba al iniciar la programación en los primeros tiempos de la televisión.
el espeCtador
· C l á s i c o s ·
inravisión
Los Tolimenses
“Después de que se terminó la transmisión nos fuimos para mi casa, donde había un grupo enorme de gente que había visto todo en el televisor. En ese momento, ver en un aparato algo que estaba sucediendo simultáneamente en otro lado era como ver un acto de magia, algo que no se volvería a repetir. Hoy en día es difícil entender lo que significó eso”. —Bernardo Romero Pereiro
·Tr a s c á m a r a s ·
Gaspar Arias
Ensayo de transmisión de televisión en Bogotá, el 19 de mayo de 1954.
Técnicos cubanos que vinieron a Colombia en 1954 para la puesta en marcha de la Televisora Nacional.
Los primeros televisores en llegar al país fueron de marcas como Philips, Emerson, Philco y Crosley. Sus precios oscilaban entre 700 y 1.200 pesos, suma muy elevada para la mayoría de colombianos. Con publicidad en la prensa, las casas productoras invitaban a comprar el novedoso aparato.
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El día esperado
Integrado por Lizardo Díaz (izquierda) y Jorge Ramírez (derecha), el dueto cómico-musical Los Tolimenses trabajaba en la radio cuando una mañana Álvaro Monroy Guzmán, director artístico de la emisora Nuevo Mundo, les avisó que habían sido escogidos para que actuaran en la primera transmisión de televisión. El sketch de media hora que montaron para esa ocasión gustó tanto, que el mismo general Rojas Pinilla pidió repetición. Desde ahí, ya como Emeterio y Felipe, los siguieron llamando cada vez que necesitaban cubrir espacios vacíos dentro de la programación. Simultáneamente, empezaron a hacer uno o dos programas fijos por semana, entre ellos estaba el que presentaban dentro de Telehipódromo, llamado Los Tolimenses en Intermedio, pero también El rancho de Los Tolimenses y La tienda de Los Tolimenses. Su carrera había empezado en 1951 en Medellín, donde Lizardo estudiaba ingeniería de petróleos. Pero los dos no sólo ya eran aficionados, sino que estudiaban música en el Conservatorio de Ibagué y hacían parte de los coros del Tolima. Poco tiempo pasó antes de que grabaran su primer disco. En un principio cantaban con traje de calle, pero luego de un viaje que hicieron a México decidieron figurar como dos personajes típicos que cantaban y a la vez echaban chistes. Así los conocieron los colombianos durante los 44 años que duraron Emeterio y Felipe unidos. Con el tiempo, vinieron contratos del exterior y empezaron a recorrer el mundo, lo cual les permitió ir a la Unión Soviética, Centro y Suramérica y Estados Unidos. El último programa que hicieron juntos fue El tendero millonario de RCN, que se emitía por las tardes.
Llegó proveniente de Cuba el 1º de junio de 1954 por invitación de Fernando Gómez Agudelo, como parte del grupo que iniciaría la producción de televisión en Colombia y entrenaría a los nacionales en el ofi cio. En aquella época Arias tenía 44 años y llevaba cuatro produciendo y dirigiendo televisión para la agencia de publicidad Soria Ruiz Ltda. en La Habana, donde a la vez era el presidente de la Asociación Cubana de Autores de Radio y Televisión. Su contrato con el gobierno colombiano duró un mes, tiempo durante el cual dirigió cámaras para todos los programas que se presentaron en la televisión. Arias estaba convencido del talento colombiano para la producción de libretos y sabía que podía conformar un buen equipo con la gente que en ese momento trabajaba en la radio. Sus teorías sobre la importancia de la televisión para difundir información didáctica y amena quedaron defi nidas en los programas que se presentaron en Colombia desde el 13 de junio, día en que tuvo a su cargo la producción del primer programa dramatizado que vieron los colombianos en la televisión: El niño del pantano, dirigido por Bernardo Romero Lozano. Al terminarse su contrato, Arias regresó a trabajar en la estación CMQ-TV, de La Habana.
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Primeros maestros
Bernardo Romero Lozano, el gran maestro del teatro Hombre de distintas facetas artísticas, Bernardo Romero Lozano fue uno de los grandes impulsores de la dramaturgia y de la televisión en Colombia. Llegó a Bogotá proveniente de su natal Buga, donde su espíritu artístico se había desarrollado gracias a que por aquella ciudad pasaban muchas de las compañías de teatro y grupos artísticos que llegaban al país. Allí no sólo tocaba el piano con gran maestría, sino que hacía parte de los coros de todas las compañías de ópera que visitaban la ciudad. Una vez en la capital, a mediados de la década de los cuarenta fue nombrado director del teatro Colón, desde donde fue cultivando sus dotes de director artístico y comenzó a incubar un tipo de teatro acorde con el movimiento universal. Aunque sus sueños de ser director de ópera o de orquesta no se llegaron a materializar, saber tocar piano lo llevó a darle clases a Fernando Gómez Agudelo, quien posteriormente lo nombraría director artístico de la Radiodifusora Nacional. Allí montó los famosos radioteatros, que convirtieron la radio colombiana en una de las más importantes de América; trabajó en la Radiodifusora alrededor de una década hasta que irrumpió la televisión, hacia donde volcó todas sus fuerzas. Estaba convencido de que éste era el más poderoso medio de comunicación contemporáneo y que era la mejor forma de expandir el teatro. Con el grupo de actores que conformó en la radio se fue entonces para la televisión, donde estuvo dirigiendo y escribiendo obras originales, así como adaptando otras de la literatura universal que se presentaban como teleteatros en el espacio conocido como Telediacto, uno de los más importantes de la televisión durante la década de los cincuenta y buena parte de los sesenta. En 1957 Romero Lozano recibió el premio Nemqueteba por este programa y en 1959 lo ganó como mejor director. Aunque el profesionalismo de estos actores no se ponía en duda, su entrenamiento era básicamente radial, así que a los pocos meses de inaugurada la televisión Romero Lozano viajó a Argentina para contratar actores que trabajaran en la televisión colombiana. Entre ellos estaban Pedro Martínez, Anselmo Orani, Helena Montalbán, Axel Anderson, Anita Casares, Leda Zanda, Inda Ledesma, Mary Carmen Gordon y Mabel Jaramillo. Una vez acabados los teleteatros, el medio comenzó a desecharlo entre otras cosas porque no comulgaba con el espíritu comercial que se le empezó a imprimir. Le era imposible, por ejemplo, hacer un programa diario porque no le gustaba el hecho de que no pudiera prepa-
rar el material lo suficiente y estimaba que la producción televisiva se había vuelto una “fábrica de salchichas”. Como resultado de esto, en toda su carrera en televisión sólo dirigió una telenovela, Infame mentira, producida por RTI en 1963. El género no le interesaba. Con su característica ironía, incluso alguna vez dijo que “era tan cursi una telenovela, así la dirigiera él mismo, como una sesión del honorable Senado de la república” 1. Ocasionalmente dirigió también capítulos unitarios de una comedia que Punch pasaba los domingos, pero era más por razones económicas. Ganador en 1965 del premio Nemqueteba como mejor director dramático, en realidad fue poco lo que hizo como actor, ya que no era su fuerte. Uno de esos papeles fue en la telenovela Candó, escrita por su hijo Bernardo, en la que tenía muy pocos parlamentos. Quienes estuvieron muy cerca de él dicen sin titubeos que era un hombre excepcional, amable en su trato, con un tono siempre afectuoso y un gran sentido del humor. Era frecuente que de su boca saliera alguna frase para tomar del pelo, ya fuera a sí mismo o a cualquiera que lo acompañara. Vivía rodeado de gente y su casa era un cuartel general, a donde llegaban decenas de personas a hablar y a Bernardo Romero L. tomarse unos tragos con él. Por muchos años su hogar fue centro retratado por Obregón. de bohemia, entre otras cosas porque estaba cerca de la Radiodifusora Nacional y el café La Perrilla, donde se reunían los intelectuales de la época. Su legado lo tomó su hijo Bernardo, quien desde muy pequeño se integró a la televisión. Nadie como Romero Lozano gozó los éxitos de su hijo Bernardito, como él lo llamaba. Amante no sólo del arte escénico, sino de las letras y la música, se casó con la actriz Anuncia de Romero, más conocida en el medio como Carmen de Lugo, quien fue su compañera no sólo en el hogar, sino en los escenarios, pues desde los inicios de la televisión trabajaron juntos hombro a hombro. El maestro Bernardo Romero Lozano falleció el 22 de diciembre de 1971 a los 60 años. NoTA 1. Nohora Parra, “Fallece el gran maestro del teatro colombiano”, El Tiempo, 24 de diciembre de 1971.
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Debido a la inexperiencia que reinaba en materia de televisión cuando ésta se creó en Colombia, el gobierno tuvo que recurrir a gente de otros medios como la radio y el teatro, para surtir la parte artística, y a extranjeros, traídos de Cuba, para manejar el aspecto técnico de los primeros programas y posteriormente entrenar a los colombianos en el oficio. En la Radiodifusora Nacional, Fernando Gómez Agudelo había logrado montar un equipo muy profesional de actores, a la cabeza del cual se encontraba el maestro Bernardo Romero Lozano. Ellos ponían en escena obras de la literatura universal ambientadas y musicalizadas con las orquestas más prestigiosas del momento, como la Filarmónica y la Sinfónica. Este tipo de programas radiales no sólo eran magníficas realizaciones artísticas, que en el futuro ayudarían a que a Bogotá se la conociera como la “Atenas suramericana”, sino que habían logrado atrapar la atención y la preferencia del público. Con esta base, el maestro Romero Lozano llevó a todo su equipo de radioactores para la televisión y empezó a poner en escena lo que había estado haciendo en la radio. Como él tampoco sabía, ni tenía interés en aprender cómo funcionaba la parte técnica de la televisión, se dedicó a la dirección artística y la otra parte, el manejo de cámaras, se la dejó a Gaspar Arias, un cubano que estuvo a cargo de los primeros programas que transmitió la televisión. Pero no sólo los radioactores de la Radiodifusora Nacional fueron a dar a la televisión, sino otros que habían trabajado en emisoras locales como La Red de Medellín. Para ayudarles a estos profesionales en su proceso de aprendizaje actoral, el gobierno trajo en 1955 a Colombia al afamado director de teatro Seki Sano para que formara y dirigiera la Escuela de Artes Dramáticas. Simultáneamente, existían en la época escuelas de teatro como la que dirigía Fausto Cabrera en Medellín y la Escuela Nacional de Arte Dramático, fundada, como un anexo del teatro Colón en 1951, por Víctor Mallarino Botero. Todas estas aulas surtieron de directores y actores la nómina artística de la Televisora Nacional. Esas figuras provenientes de la radio y el teatro, que les dieron vida a los primeros personajes que vieron los colombianos en la pantalla chica, fueron Carlos Muñoz, Fabio Camero, Bernardo Romero Pereiro, Flor Vargas, Ana Mojica, Alicia del Carpio, Pepe Sánchez, Betty Valderrama, Raquel Ércole, Érika Krum, Héctor Rivas, Carmen de Lugo, Camilo Medina, Jorge Alí Triana, Rebeca López, María Eugenia Dávila, Julio César Luna, Alcira Rodríguez, Lucy Martínez, Samara de Córdova, Teresa Gutiérrez, Hugo Pérez, Álvaro Ruiz, Dora Cadavid, Felipe González y Gaspar Ospina, entre muchos otros.
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CírCulo Colombiano de artistas (CiCa)
Aquellos que dieron cátedra
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Primeros maestros
“Un rebelde con causa”, así se denomina él mismo. Y su historia muestra que en efecto lo es, pero no sólo por sus ideales acerca de un mundo mejor, sino porque como buen revolucionario ha estado aquí y allá haciendo propuestas innovadoras en el ámbito de las artes escénicas. Primero como maestro y luego poniendo en práctica sus propias enseñanzas, como actor —su verdadera esencia—, pero también como director y libretista. Este multifacético español, nacionalizado hace varias décadas en Colombia, es parte de la historia de la televisión nacional, ya que estuvo vinculado desde sus propios inicios, cuando Fernando Gómez Agudelo lo llamó para ser uno de los directores de planta de la recién creada Televisora Nacional. Como tal duró nueve años, tiempo en el cual montó más de 200 teleteatros, en los que se hacían adaptaciones de las grandes obras de la
Al maestro Seki Sano se le recuerda como un hombre frentero y muy crítico, que no tenía problemas para expresar abiertamente lo que pensaba. En un ataque de sinceridad, un día en el teatro Colón, donde se estaba interpretando Don Juan Tenorio, se salió a mitad de función vociferando que lo que estaban viendo “era una mierda”. · D i r e c t o r e s
Víctor Mallarino Botero Aunque estudió derecho, se sabía un artista nato, así que una vez hubo terminado la universidad se dedicó a lo que verdaderamente lo apasionaba: el teatro. Durante un tiempo se fue para Nicaragua, donde cultivó en primera instancia su espíritu de declamador, trayectoria que luego seguiría en Bogotá donde en infinidad de veces llenó al Colón, pero también en sus innumerables giras por escenarios de Europa y Estados Unidos. En una época donde las expresiones artísticas eran miradas con desprecio por parte de la alta sociedad, Mallarino fue el único que desafió estos preceptos y sin el consentimiento de su familia se convirtió en director de teatro. Estando en la dirección del Colón de Bogotá, en 1951 fundó la Escuela Nacional de Arte Dramático (Enad). En ese momento el Colón era el epicentro del teatro formal en Colombia, pero como la tarea de un director era más administrativa que creativa, Mallarino le entregó el puesto a una compañera de trabajo y se subió al último piso del teatro, donde fundó la Escuela, que además de sus funciones académicas montó infinidad de piezas del repertorio nacional y universal. El Palomar, como se conoció a la Enad por estar en los altos del Colón, funcionó como escuela hasta 1994 y de ahí pasó a ser un centro de documentación. Por sus aulas pasaron actores y directores como Consuelo Luzardo, Carlos “el Gordo” Benjumea, Luis Fernando Orozco, Jairo Camargo, Frank Ramírez, Diego Álvarez y Jorge Emilio Salazar. Y en tiempos más recientes, Róbinson Díaz, Ana María Sánchez, Manuel Orjuela, John Alex Toro y Elkin Díaz, entre otros. Simultáneamente con su trabajo en el teatro, Mallarino se vinculó a la televisión en sus primeros años y creó la primera comedia que se vio en la pantalla chica, Hogar, dulce hogar, de donde salieron posteriormente otros espacios del mismo género como Yo y tú y Don Chinche. Ésta era una adaptación de la misma historia que él producía, dirigía e interpretaba en radio. En los primeros años de la televisión también dirigió el programa de teatro Candilejas, junto con teleteatros como La dama del alba, del escritor español Alejandro Casona, y La barca sin pescador. Y para desfogar su pasión por la poesía, hacía programas como Poesía y belleza y Leyendo a los poetas, que se presentaba todos los lunes. En 1967, cuando murió a los 57 años de edad, seguía haciendo presencia en televisión, además de que sus hijos Víctor, María Angélica y Helena continuaron su legado vinculándose desde temprana edad al medio.
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el espeCtador
Seki Sano, el maestro de la vivencia Exiliado de su país, Japón, fue a dar con su familia a la Unión Soviética, donde no sólo se impregnó del marxismo, sino que se hizo discípulo del maestro ruso del Teatro de Arte de Moscú Constantin Serguéievich Stanislavski, maestro que creó la llamada escuela de la vivencia, la cual rompió con el esquema de actuación utilizado hasta entonces y puso en la interpretación artística todas las posibilidades del ser humano. Considerado uno de los cinco más importantes directores de teatro del mundo en su época, Sano fue traído de México para organizar la Escuela de Artes Dramáticas, como dependencia de la Televisora Nacional, labor que completó en septiembre de 1955. Desde allí dictó cursos y entrenó a varios actores y directores que todavía hacen parte de muchos programas de la televisión. Algunos de ellos fueron Carlos Muñoz, Pepe Sánchez, Santiago García y Alicia de Rojas. En México desarrollaba una importante labor en las artes escénicas y acababa de montar con éxito la obra Un tranvía llamado deseo, por lo que se le ofreció un jugoso contrato para venir a Colombia y se le instaló en el hotel Tequendama. En el corto tiempo que estuvo en el país dejó una disciplina y una mística por el oficio entre quienes fueron sus alumnos.
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Constantin Serguéievich Stanislavski.
“Participar en el curso que dictó Seki Sano fue una oportunidad maravillosa que tuvimos todos los de esa época para asumir esto de la actuación como una técnica, como un oficio que hasta el momento era una cosa absolutamente empírica en el país. Vino alguien a hablarnos de técnica de actuación, la de Stanislavski, la escuela de la vivencia, así como de las otras tendencias que se seguían en ese momento. Eso fue abrir los ojos a un mundo maravilloso que me fascinó”. —Pepe Sánchez
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Fausto Cabrera, la voz disidente
literatura universal, presentadas en el espacio Teatro de cámara. De esta época le quedaron seis premios Nemqueteba que lo reconocían como mejor actor y director. Apasionado por el teatro desde que era un niño, a su arribo a Colombia en 1945, a donde llegó exiliado de la guerra civil española, creó varias instituciones artísticas, la primera de ellas el Teatro de Arte de la Universidad Femenina de Medellín. Viviendo en la capital antioqueña se vinculó también a la radio, cuando fue contratado por Caracol para ser artista exclusivo de la Voz de Antioquia. Posteriormente fundaría otros grupos artísticos, como el Teatro Experimental de la Compañía de Seguros; el Teatro Popular de Antioquia; el Frente Común en el Arte y la Literatura, dentro del cual surgieron siete grupos de teatro en todo el país; El Búho, primer espacio teatral independiente de vanguardia en Colombia, que más tarde pasaría a ser el teatro de planta de la Universidad Nacional; el Teatro Experimental del Instituto de Bellas Artes de Medellín, el primero en su género en Colombia, y el Teatro Experimental del Municipio de Bogotá. En estos y otros espacios artísticos que ha dirigido, Cabrera ha aplicado ante todo la técnica de la escuela de vivencia de Stanislavski, la misma que él aprendió como asistente del maestro Seki Sano cuando éste montó la Escuela de Artes Escénicas de la Televisora, contratado por el gobierno nacional. Los televidentes también lo recuerdan por su participación en dramatizados como Escalona, La mujer doble y El último beso. Como reconocimiento a toda una vida en televisión, en 1997 Cabrera recibió el premio India Catalina, otorgado por primera vez por la Comisión Nacional de Televisión. Y en la pantalla gigante, donde también su figura ha quedado impresa, participó en largometrajes como La estrategia del caracol, Técnicas de duelo, Águilas no cazan moscas, Ilona llega con la lluvia y Golpe de estadio, todos dirigidos por su hijo Sergio; en La deuda, de Luis Alberto Álvarez y Nicolás Buenaventura, y en la película venezolana Rizo.
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www.drama-sChool.Com/ sChool/Founders.html
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álbum Fausto Cabrera
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Programación de los primeros años
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CírCulo Colombiano de artistas (CiCa)
Luego de la primera transmisión de televisión el 13 de junio de 1954 siguieron varias semanas, e incluso meses, en que nadie sabía lo que iba a salir al aire. Ni los televidentes, ni quienes trabajaban en la producción de la televisión. Reinaba la improvisación. Quienes habían traído el nuevo invento a Colombia no calcularon lo que era llevar al aire, diariamente, varias horas de programación, sin mencionar las dificultades técnicas implícitas en la adopción de una nueva tecnología. Había días en que no se sabía qué se transmitiría en el próximo espacio y con frecuencia se recurría a distintos músicos para rellenar espacios. Uno de ellos, el pianista y compositor Luis Bacalov (quien luego de residenciarse en Estados Unidos ganó un premio Oscar por la música de El cartero), aparecía varias veces en un mismo día, con peluca o bigotes para disimular que era la misma persona. Todo esto se hacía en vivo ya que no existía la tecnología para realizar pregrabados. A pesar de todo, se hicieron buenas producciones. Las adaptaciones de obras de la literatura universal se empezaron a transmitir con regularidad, especialmente desde principios de 1955, hasta darles forma a los teleteatros, programas que harían parte de la parrilla por casi una década. La emisión de estos programas se intercalaba con la de algunas películas dobladas de media hora que tenía la Televisora Nacional. La idea era que se pudieran cambiar los decorados de los programas en vivo, los cuales se hacían en condiciones muy “pintorescas”. Primero, el estudio desde donde se transmitían era un espacio muy reducido en tamaño y altura, donde se construían hasta veinte sets diferentes. Allí la escenografía eran principalmente telones en los que se pintaba el ambiente que se necesitaba: puertas, ventanas y paisajes. Con el tiempo se empezaron a simular selvas con árboles naturales que, no obstante, se marchitaban con rapidez debido al calor de las luces. El maquillaje era igualmente artesanal. Rafael El Papi Catalá, quien había trabajado con una compañía de teatro española, fabricaba él mismo los productos a base de vegetales, anilinas, vaselina y cremas, y los aplicaba a los actores en forma exagerada, muy al estilo teatral. Así mismo los créditos de los programas se elaboraban con escasos recursos: escritos a mano sobre cartones que se ponían sobre dos atriles frente a la cámara para luego ser ponchados intercaladamente. La transmisión en vivo obligaba a la realización de varios ensayos previos en una carrera contrarreloj. En la mañana, un ensayo para definir movimientos de actores y encuadres de cámaras; en la tarde, otro con vestuario, maquillaje y utilería. Ya por la noche continúa en la página 28 se pasaba el programa en directo.
Yo y tú, el precursor de la comedia colombiana
Esther Sarmiento, Fernando González-Pacheco, María Eugenia Dávila, Alicia del Carpio y Carlos Muñoz en Yo y tú, 1963.
En 1956 a Fernando Gómez Agudelo se le ocurrió la idea Sánchez), protagonista de una tierna y aristocrática histode llevar a la televisión una comedia de situaciones que le ria de amor al lado de su Cuqui (Consuelo Luzardo). O el ofreciera sano esparcimiento al público y se diferenciara genio del grupo, Carlitos (Carlos Muñoz), el sobrino de de los teleteatros que poblaban la programación nacional. Alicita que, por los múltiples compromisos del actor que Les entregó este proyecto a dos de los actores que había lo interpretaba, vivía de viaje haciendo especializaciones sacado Bernardo Romero Lozano de las tablas para involu- médicas en el exterior. crarlos en las locuras de la pantalla chica: Guillermo Gálvez Estos personajes, sumados a un libreto en el que era poy Alicia del Carpio. sible encontrar los estereotipos de todas las clases sociales La idea original fue recrear un matrimonio al mejor bogotanas, hicieron de Yo y tú un clásico de la comedia estilo de Pancho y Ramona, la popular tira cómica que los colombiana y la mantuvieron al aire por espacio de 21 colombianos conocieron a través de las páginas del diario años, récord que no fue igualado ni siquiera por el exitoso El Tiempo. En la comedia, Alicia sería la programa norteamericano El show de Lucy. mujer dominante y Guillermo el marido A lo largo de ese tiempo fueron muchos apabullado, principales habitantes de una los cambios que sufrió: en 1969 adoptó el típica casona bogotana en la que los aires formato de una hora gracias a la negociación de La gata golosa bien podían confundirque hizo Alicia del Carpio con la programase con los aromas del ajiaco santafereño. dora Protón, propiedad de Carlos Pinzón. Con este esquema básico se estrenó la Así, llegó al horario que lo inmortalizó en la comedia Yo y tú el 22 de marzo de 1956, memoria de los televidentes: domingos de con Alicia del Carpio en el triple papel siete a ocho de la noche. de protagonista, libretista y directora. También, otros actores enriquecieron Por aquellos días el programa era de la su elenco; desde Héctor Ulloa, el famoso Radiodifusora Nacional, que pagaba así máistro Régulo, hasta Hernando Casanova, Alicia del Carpio. los honorarios de su realización: sesenta que le dio vida aquí a su famoso Culebro, pesos por dirección, sesenta por libreto pasando por el ídolo mexicano Javier Solís, y sesenta por actuación. El espacio apenas duraba quince que participó en alguno de sus episodios. minutos al aire, pero pronto los televidentes empezaron a En 1977 Yo y tú salió del aire por no tener completa identificarse con sus personajes y las graciosas situaciones su documentación y en 1982 regresó con más pena que que presentaba. gloria. La sociedad colombiana había cambiado y ya no Para comienzos de la década del sesenta la Radiodifuse sentía identificada con los personajes y situaciones que sora decidió no producir más la comedia, por lo que RTI planteaba. Incluso, la crítica la tachó de “comedia moralile compró los derechos a Alicia del Carpio y amplió su zante” y su audiencia disminuyó en 45% con respecto a la formato a media hora. Así se inició la época dorada de Yo primera versión del programa. y tú, en la que recibió el premio Nemqueteba como mejor Un año después Alicita y sus compañeros salieron del programa familiar, programa humorístico, actor y libretista. aire nuevamente, para reaparecer en 1985 en un último Para aquel entonces también figuraba como uno de los intento por resucitar la comedia. Algunos actores, como tres espacios más vistos de la cartelera y Guillermo Gálvez Leopoldo Valdivieso y Carlos Muñoz, continuaban en sus había sido remplazado en el papel protagónico por Jaime filas. Otros nuevos llegaron: María Eugenia Dávila, Raquel Monsalve, quien murió en 1965, dándole paso al tercer Sofía Amaya, Yamile Humar y Otto Greiffenstein, el nuevo esposo que conoció Alicita: el gringo Mr. Forward, interpre- interés amoroso de la protagonista. Pero el resultado fue tado por Franky Linero. el mismo, ya que la atención se la robaba por aquel entonAl lado de estos personajes principales, Yo y tú dio ces otra producción costumbrista: Don Chinche. Finalmenvida a otros inolvidables que marcaron la carrera de sus te Yo y tú dio su adiós definitivo en 1986, dejando a los intérpretes: don Cándido Lechugo (Leopoldo Valdivieso), colombianos el grato recuerdo de sus épocas doradas y un el anciano propietario de una finca en Laguneta. También importante legado al género de la comedia colombiana. el motivo de sus tormentos, la gordita Saturnina (Cecilia Alicia del Carpio regresó a España, su tierra natal, y sólo Velasco), a cuyos brazos saltaba lleno de júbilo cada vez volvió a Colombia para realizar un pequeño personaje en que su esposa Esthercita (Esther Sarmiento de Correa) la serie Las Ibáñez, producida por Caracol en 1989. Desquería molerlo a palos. O el cachaquísimo Chepito (Pepe pués de ese breve retorno volvió a la madre patria. el espeCtador
La “parrilla” se cocinó a fuego lento
· C l á s i c o s ·
Aparte de Yo y tú, estrenada en 1956, otros programas destinados a hacer reír a la teleaudiencia aparecieron dentro de la primera parrilla de programación. Entre ellos figuraban Qué mundo de juguete, Barra de barrio y Somos cinco y medio, estos dos últimos realizados por Punch con el fin de resaltar el humor criollo; ¡Cómo te quiero, Irma!, Hogar, dulce hogar y La comedia. Ya a principios de la década del sesenta, cuando nació RTI, esta programadora produjo Apartamento 30, Qué pareja, La pareja más pareja, Ángel a la orden, La rosquilla, Gran hotel y De humor con Verdaguer.
El primer noticiero estable que tuvo la televisión colombiana fue El Reporter Esso, producido por Punch entre 1957 y 1958 y presentado por José Nieto, que le dio luego origen al Noticiero Suramericana, el cual estuvo al aire hasta 1978, destacándose como el programa más estable de este género en la pantalla chica. Al principio duraba quince minutos y lo realizaban los periodistas de la United Press en Colombia, pero en 1959 adoptó el formato de media hora y posicionó a Hernán Castrillón como el mejor presentador de noticias, mientras que en la sección deportiva estaba Carlos Arturo Rueda. En 1957 también salió al aire Boletín de noticias, que se emitía dos veces al día, en la mañana y en la noche, con una duración de cuatro minutos.
Acordes musicales La música fue vital dentro de la programación inicial de la televisión. Tenía gran preponderancia la presentación de piezas clásicas, interpretadas por orquestas importantes del momento, así como por artistas de gran talla, que llegaban a la capital y se presentaban acompañados por la Orquesta Sinfónica Nacional. Las expresiones artísticas nacionales también tenían su espacio. El primer grupo que hizo su debut en televisión fue el dueto Los Tolimenses, quienes luego de participar en la primera transmisión siguieron saliendo con frecuencia en el espacio Estampas colombianas. Otros musicales de la época fueron La música y su historia, Cita con las estrellas, Fiesta de etiqueta, Las de Singer, Revista musical Pielroja que duró de 1955 a 1959, TV magazine, que mezclaba cuadros musicales con intermedios de teatro ligero; Agencia de artistas, Estudio en estéreo, destacado por La República como el mejor musical de 1959 y merecedor del premio Nemqueteba por mejor programa comercial, y Música de cámara, también ganador de este premio en 1959 como mejor musical.
CírCulo Colombiano de artistas (CiCa)
Esther Sarmiento de Correa, Alicia del Carpio y Carlos Muñoz, 1964.
álbum hugo pérez
CírCulo Colombiano de artistas (CiCa)
Fernando González-Pacheco, Hernando el Chato Latorre y Esther Sarmiento de Correa.
Pepe Sánchez y Jaime Santos, 1977.
En 1957 los colombianos empezaron a ver en las pantallas de televisión un programa novedoso: El mundo al vuelo. Se trataba de un espacio realizado por Avianca y Publicidad Toro, que presentaba las noticias más importantes del día, pero no sólo con narraciones, como ocurría hasta entonces, sino acompañadas de una película con imágenes actualizadas, lo cual se constituyó en un éxito periodístico y tecnológico en aquel entonces. Además de los acontecimientos nacionales e internacionales, este espacio presentaba otras informaciones como el estado del clima. Salió del aire en 1969. El otro programa periodístico que nació en los albores de la televisión fue Controversias, que estuvo al aire entre 1959 y 1966 y fue ganador del premio Nemqueteba en 1965 como mejor programa de panel, a la vez que ocupó uno de los tres primeros lugares entre los programas de mayor sintonía ese año.
CP Alejandro Michel Talento en el programa infantil El club del tío Alejandro.
Para los pequeños televidentes Dos de los programas de mayor éxito para la audiencia infantil fueron Telecirco y El club del tío Alejandro, ambos realizados y presentados por el productor chileno Alejandro Michel Talento, y merecedores de premios y reconocimientos. También Michel Talento recibió una mención especial en el premio Nemqueteba de 1959, por el último programa. Otros espacios de la época fueron La barra infantil, Música para niños, El mundo infantil y Matinal infantil. También se presentaban obras interpretadas por la compañía de teatro infantil del profesor José Pulido Téllez.
A competir Los concursos estuvieron ampliamente difundidos desde los primeros años. Los televidentes colombianos tenían opciones como Adivine mi trabajo, Dígalo con mímica, Veinte mil pesos por sus respuestas, El cheque escondido, Conteste y Dana le paga, Gánele al reloj con Philips, Los catedráticos informan, al parecer el primer programa concurso en la pantalla chica nacional dirigido por Antonio Panesso, y El carrusel de las sorpresas, destacado por el diario La República como el mejor concurso de 1959.
Magazines y variedades No fueron muchos los programas de este género en las primeras parrillas de la televisión, pero los más importantes de los primeros años de la televisión nacional fueron El modo de la moda, que salió al aire en 1954 con la dirección de Gloria Valencia de Castaño y El espectáculo de la semana, presentado por Otto Greiffenstein desde 1957.
27 El minuto de Dios A un año de iniciada la señal de televisión comenzó el programa que más ha durado en la televisión colombiana: El minuto de Dios. Este espacio también venía de la radio. Desde el principio hasta el día de su muerte fue presentado por el padre Rafael García-Herreros, quien en 1991 recibió el premio India Catalina a Toda una vida en televisión. En 1957 El minuto de Dios recibió el premio Nemqueteba de Oro. Después del fallecimiento del padre GarcíaHerreros, este espacio lo presenta el padre Diego Jaramillo.
Un espacio para la cultura
CírCulo Colombiano de artistas (CiCa)
Leopoldo Valdivieso y Fernando González-Pacheco en Yo y tú.
El espíritu periodístico
el espeCtador
Dando la noticia
álbum gómez agudelo
CírCulo Colombiano de artistas (CiCa)
Hugo Pérez y Alicia del Carpio en Yo y tú.
Comedias
álbum gómez agudelo
álbum hugo pérez
Programación de los primeros años
Hugo Pérez y Gloria Valencia de Castaño presentando una teletón en pro de los damnificados del terremoto de Cali, 1958.
Gracias al énfasis cultural que el gobierno quería hacer en la programación de la Televisora Nacional, desde un primer momento los espacios de este género fueron ampliamente vistos por los colombianos. Varios de ellos eran dirigidos y presentados por Marta Traba, como La rosa de los vientos, que mostraba imágenes de distintos lugares del mundo; El noticiero cultural, en el cual se presentaban fotografías relacionadas con el mundo del arte, y Viaje alrededor del arte, por el cual la crítica argentina recibió una mención especial en el premio Nemqueteba de 1959. Otra opción era El mundo en Bogotá, de la programadora Punch y presentado por Gloria Valencia de Castaño entre 1958 y 1962, el cual se convirtió en el precursor de los magazines.
Marta Traba dictando una clase de historia del arte para la Radiodifusora Nacional.
Programación de los primeros años
·Actores memorables·
Hugo Pérez y su don de hacer reír Eran finales de los treinta y el “pecoso, pelirrojo y simpático” Hugo Pérez se salía del colegio a enderezar puntillas en un teatro para que lo dejaran ver las obras. De eso hace más de 64 años. Pero él no sólo quería ver, sino intervenir en lo que se hacía en el escenario. En un principio, lo dejaron hacer parte de un coro en una obra infantil para luego darle un papel con algunos parlamentos en la compañía de Andrés Soler. Le siguieron varios años en teatro, donde se destacó como galán cómico. Al mismo tiempo escribió obras, fue tramoyista, utilero, bailarín de flamenco e incluso empresario de opereta. También recuerda las giras que emprendía montando obras en distintas ciudades y pueblos del país, con personajes como José Caparrós o Luis Chiappe. Ingresó a la radio, donde hizo programas de humor en emisoras como Nueva Granada, Caracol, Todelar y RCN. Esa etapa, aunque larga y fructífera, quedó en el pasado hace 16 años. Luego de que tumbaran el teatro Municipal en el 1952, donde adquirió amplia experiencia en interpretación teatral, se vinculó desde sus primeros días a la televisión, representando generalmente papeles cómicos —su fuerte— pero también haciendo libretos; el primero de ellos para una comedieta en la que también era el protagonista. Siguió haciendo libretos para programas humorísticos como La historia en broma, que escribía con Humberto Martínez Salcedo y el Loco Arbeláez, así como Solteros pero muy dignos y La ejecución. Animó programas como Telefiesta, en compañía de Guillermo Gálvez; Use sus cinco
Teleteatros, las tablas llevadas a la televisión
álbum santiago garCía
álbum gómez agudelo
Con varios premios Nemqueteba a cuestas, los teleteatros fueron durante varios años los programas estrella de la televisión nacional. Con este nombre se dio a conocer un espacio donde se ponían en escena reconocidas obras de la literatura universal y nacional. Se escenificaron, por ejemplo, obras de clásicos griegos como Esquilo y ArisUna reunión de los actores de los famosos teleteatros. Entre otros están Alicia tófanes, pero también de Lope de Vega, del Carpio, Hernando Martínez y Hugo Pérez, 1960. Jacinto Benavente, Shakespeare, Calderón de la Barca, Bernard Shaw, Brecht, Molière, Schiller, Musset, Kafka, Jorge Zalamea, García Lorca, Eugene O’Neill, Ibsen, Thornton Wilder y Arthur Miller, entre otros. Claro que también se hicieron adaptaciones de importantes escritos nacionales como María, La vorágine, Chonta y El coronel no tiene quien le escriba. Se podrían establecer dos etapas del teleteatro. Una de 1955 a 1958, cuando este espacio fue dirigido por Bernardo Romero Lozano, director artístico de la Radiodifusora y la Televisora Nacional. Él no sólo adaptaba para la pantalla obras de la literatura universal, sino que llevaba a escena aquellas que él directaTeleteatro El cadáver viviente, de Ostrovski, con Felipe González, Aldemar García mente escribía. y Mónica Silva, 1962. En la segunda etapa al programa se le denominó El gran teleteatro, nombre con el que estuvo al Era un teleteatro por semana y para cada presentación se aire desde 1959, año en que empezó a recibir patrocinio hacían varios ensayos los días anteriores y el de la emisión comercial, hasta 1966. Aquí participaban otros directores, otros tres: uno en seco, uno con cámaras y el último ya que alternaban con Bernardo Romero Lozano, como con los movimientos de los actores. Fueron espacios donFausto Cabrera, Santiago García, Eduardo Gutiérrez, Paco de se dieron a conocer grandes nombres de la actuación Barrero y Boris Roth. colombiana y que se presentaron todos los jueves durante hora y media. Aunque hacían las delicias del público, su producción era muy precaria. Por ejemplo, la puesta en escena era totalmente frontal, posición heredada del teatro, su antecedente más cercano. Los actores estaban quietos frente a dos cámaras también estáticas, debido a que su gran tamaño impedía que se hicieran muchos movimientos, además de que los sets eran tan pequeños que no daban pie a que hubiera desplazamientos. Como se tenía que emitir en el orden de las escenas, había que pasar de un set a otro, los cuales muchas veces no eran contiguos. Era un juego en el que el director de cámaras tenía que tomar en cuenta cuál escena seguía y Hugo Pérez en la primera comedia que se transmitió por televisión. en qué set estaba montada para así darle tiempo al otro camarógrafo para que se ubicara. Ellos a su vez tenían sentidos, y El hogar feliz de ropa El Roble, cuando corría el año 1955. que cambiar con destreza el lente, según las indicaciones Como actor tomó parte en la popular comedia Yo y tú, durante cuatro del productor o director de cámaras, considerando que años, y en teleteatros como Un día en la gloria, Cuántos locos hay en cada una de las cámaras tenía un soporte donde iban los el mundo y Tovarich. tres lentes: 16 mm para un plano alejado, 25 mm para uno En 1956 recibió el premio Nemqueteba, por su papel en el teleteatro medio y 50 mm para primer plano. Según las necesidades La mar océana, presentada en el espacio Telediacto, que se emitía los de la escena, se giraba el soporte que intercambiaba el lente. jueves. Fue reconocido como el mejor actor cómico en 1958 y 1959. A Por otra parte, había que iluminar bien los sets, porque lo largo de su carrera recibió El Zipa de Oro, la orden Murillo Toro y el las cámaras pedían mucha luz, lo cual significaba que no premio Simón Bolívar de Oro 2000 por toda una vida en la televisión, se podían crear atmósferas con la iluminación. El calor de además de una decena de premios Tv y Novelas. tanta iluminación afectaba las posibilidades de la utilería Hugo Pérez formó parte de más de 30 novelas y de infinidad de que se pudiera usar. dramatizados unitarios. Por su cabeza pasan nombres como Un largo Mientras tanto, el operario que manejaba el audio, con camino, Rauzán, La abuela y Revivamos nuestra historia. La última el boom en las manos, tenía que hacerles el quite a las luces telenovela en la que tomó parte fue Betty, la fea. (colgadas muy cerca del set por lo bajo del techo), a las Hoy en día se dedica a hacer sus décimas y sonetos humorísticos, los cámaras, a los decorados y a los actores secundarios para cuales quiere recopilar en un libro titulado Hugonadas. pasar al siguiente set sin que el micrófono saliera en encuadre. Lo curioso es que casi no había errores. álbum hugo pérez
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Para 1958 se transmitía en promedio 6 horas y 20 minutos de programación diaria: 2 horas 45 minutos para programas de planta y culturales, y 3 horas 35 minutos para espacios comerciales, el primero de ellos El lápiz mágico, patrocinado por el Banco Popular, que ponía en escena los trabajos de caricaturistas como Chapete, Carrizosa, Izquierdo y Merino. Este programa, junto con Conozca los autores, un espacio de entrevistas a poetas colombianos, posicionó a Gloria Valencia como la mejor presentadora de la televisión desde los primeros días. A medida que estos programas calaron en la teleaudiencia, empezaron a sobresalir otros presentadores como Otto Greiffenstein, Álvaro Monroy Guzmán, Alejandro Michel Talento y Enrique Uribe White. Noticieros, comedias, programas infantiles y musicales, magazines y concursos fueron formando parte poco a poco de la parrilla. Dos series de suspenso también se ganaron la atención del público en estos primeros años: El inspector Darley, producida por Manuel Medina Mesa, con libretos y dirección de José Caparrós, y Alain Duguet, dirigida por Luis Fonseca Truque. Otro éxito fue Telehipódromo, que se empezó a emitir en 1957. Mostraba las carreras de caballos de los domingos en el hipódromo de Techo, junto con sketchs musicales y otros ingredientes que le daban un esquema estilo magazín. Telehipódromo, producido por Punch, se transmitía a control remoto durante cuatro horas, tiempo por el cual pagaba 200 pesos a la Televisora Nacional. Estas transmisiones se realizaban vía microondas por medio de una unidad móvil de última tecnología adquirida por la Televisora Nacional a la empresa norteamericana Dumont, que había llegado a Buenaventura en septiembre de 1954.
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álbum manuel medina mesa
Manuel Medina Mesa, el primer “productor” colombiano Vinculado desde los primeros días a la televisión, fue traído por Bernardo Romero Lozano de la radio, donde se desempeñaba como operador de sonido desde la década del cuarenta. A pesar de que su campo era el sonido, desde un principio tuvo que manejar las cámaras, oficio que aprendió rápidamente “por necesidad”, como él mismo dice. Pero la verdad es que estaba dotado de una gran intuición y un “ojo cinematográfico” que le permitió desempeñarse como director de cámaras o productor. Este calificativo se dio erróneamente en Colombia a quien “ponchaba” las cámaras, a raíz de que el productor cubano Gaspar Arias tuvo que “ponchar” cámaras debido a que en Colombia nadie estaba capacitado para ese oficio. Al irse Arias, Medina Mesa heredó esa función y trabajó hombro a hombro con el maestro Bernardo Romero Lozano, a quien sólo le interesaba la parte artística de sus teleteatros, evitando las complicadas maromas técnicas de la televisión. A fines de 1955 era reconocido como el productor del año por el periódico El Espectador, y de 1957 a 1959 recibió consecutivamente el premio Nemqueteba en la misma categoría. Recién creada la programadora Punch, Medina Mesa se vinculó a ella, mientras trabajaba simultáneamente con el Estado. A principios de los sesenta se volvió socio de esta programadora y quedó a la vez encargado de toda la parte técnica. Fue uno de los responsables del éxito de muchos de los programas que Punch sacó al aire, como los Juegos Panamericanos en Cali, transmisión especial que él dirigió durante los quince días que duró el evento. Considerado un maestro para muchos en la televisión, a principios de la década de los ochenta y después de casi 30 años en el oficio, se retiró de Punch y siguió enterándose de lo que pasaba en la pantalla chica, sólo como espectador. · T r a s
LOS SUELDOS DE LA TELEVISIÓN EN 1955
Sets muy pequeños con cámaras gigantes eran el común denominador de la época.
Los premios En los primeros años se entregaron varios premios de televisión. El Nemqueteba (izquierda), que empezó a otorgar el gobierno un año después de inaugurada la televisión y que en su primera edición concedió 18 estatuillas y 19 menciones de honor. El premio se otorgó por varios años a personal del medio, pero se acabó sin pagarles a los últimos ganadores. Luego vino el Ondra (derecha), otorgado por RTI, que duró sólo dos años, ya que en la segunda versión el jurado, integrado entre otros por Yamid Amat, lo declaró desierto, lo cual armó tanto escándalo que tuvo que terminarse. Después se concedió el Antena de la consagración, entregado por la revista Antena, y en 1976 la Asociación de Periodistas del Espectáculo instituyó el premio APE, que duró cinco años. Finalmente, existió otro de El Tiempo, que era una estatuilla que reproducía la primera página del periódico con la foto del ganador del premio.
Director: Subdirector: Jefe de producción: Jefe de estudios: Coordinador: Jefe de iluminación: Maquillador: Escenógrafo: Utilero: Libretista: Operador de audio: Operador de cámara:
$ 1.400,00 $ 1.200,00 $ 1.000,00 $ 600.00 $ 300,00 $ 1.200,00 $ 350,00 $ 900,00 $ 300,00 $ 800,00 $ 400,00 $ 1.000,00
En el debut de una bailarina española en nuestra televisión, que interpretaba La danza del fuego, se encendieron algunas antorchas para decorar el estudio. Éstas pronto empezaron a despedir tanto humo que en pocos minutos el set apenas se podía ver y los televidentes que seguían en sintonía sólo pudieron escuchar la tos de la actriz y los insultos de su representante.
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Gustavo Pizarro, pionero de los escenógrafos En 1955 era un joven ejecutivo en la agencia Atlas Publicidad cuando le informaron que debía producir un programa musical para la recién nacida televisión colombiana. No tenía ni idea del asunto, pero asumió el reto y le dio origen a El espectáculo de la semana, uno de los primeros musicales que conoció la pantalla chica nacional, presentado por Otto Greiffenstein. A pesar de que Gustavo Pizarro decía no saber muy bien lo que hacía, lo cierto es que su programa despertó buenas críticas entre los comentaristas de televisión de la época. Continuó en el género del musical hasta comienzos de los años sesenta cuando se encontró con el director Eduardo Gutiérrez, responsable de un espacio infantil. Gutiérrez tenía conocimientos de arquitectura y sabía que en El espectáculo de la semana Pizarro se encargaba de los más mínimos detalles, incluidos el decorado y el escenario donde se presentaban los artistas del momento. Por eso le propuso a Pizarro que hicieran una sociedad dedicada a la escenografía, terreno que pocos habían desarrollado o aprovechado económicamente hasta ese momento. A Gustavo Pizarro le gustó el entusiasmo de Gutiérrez y aceptó su propuesta. Así dieron inicio a la sociedad PizarroGutiérrez, que durante más de una década mantuvo el monopolio en la pantalla chica en materia de escenarios y ambientación. Mientras Eduardo Gutiérrez se dedicaba a crear las atmósferas para las telenovelas, su socio hacía lo propio en otros géneros como los noticieros y los musicales. Pizarro no dormía porque, a diferencia de los hermanos Beltrán, los ecuatorianos que pintaban las primeras escenografías, Pizarro y Gutiérrez las creaban de la nada. Tan pronto terminaban la grabación de un melodrama, corrían a desbaratar todo para montar en el mismo estudio un musical. Su hija recuerda con nostalgia cómo era frecuente llegar del colegio y encontrarse con la sorpresa de que se había quedado sin sala o sin comedor. Su padre había cargado con el mobiliario del hogar. Cosas de la televisión de aquellos días. Al terminar su sociedad con Gutiérrez, Pizarro conoció a un joven estudiante de arquitectura de la Universidad Nacional. Era Germán Lizarralde, yerno de la actriz Karina, quien se lo recomendó para que lo aceptara como practicante en su empresa. Gustavo lo acogió y empezó a enseñarle los secretos de su arte. Tiempo después, cuando el joven aprendiz se hizo profesional, se asociaron en la compañía Pizarro & Lizarralde y crearon algunos de los mejores trabajos que recuerde la pantalla chica, incluido el de la telenovela En cuerpo ajeno, la última producción en la que participó Gustavo Pizarro. A lo largo de su carrera son varios los talentos que se han formado a su lado. Desde Gutiérrez y Lizarralde hasta Ignacio Rueda y Ernesto Dueñas. Hoy, a sus 90 años, retirado de la pantalla chica, sigue al frente de su empresa, Pizarro y Compañía, en donde al lado de un yerno y su hijo se ha dedicado al montaje de eventos. La memoria y el corazón de este cachaco de pura cepa están poblados por los recuerdos de sus años en la televisión.
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álbum gloria valenCia de Castaño
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inravisión
Programación de los primeros años
Gloria Valencia de Castaño presentaba El lápiz mágico, uno de los primeros programas de la televisión colombiana. En él participaban caricaturistas como Chapete (al centro).
PARRILLA DE PROGRAMACIÓN vIERNES 3 DE SEPTIEMBRE DE 1954 7:00 p.m. Este mundo maravilloso 7:15 Los Tolimenses 7:30 Cosas de mujeres 7:45 8:00 8:15 8:30 9:00
La danza popular estilizada Candilejas Cine para niños Show de la noche Conozca los autores El lápiz mágico
Charla de Enrique Uribe White. Presentación del dúo cómico-musical. Reportaje de Gloria Valencia de Castaño a Esmeralda Arboleda Uribe. Presentación de tres números de baile. Sketch. Presentación de Eva Garza y Gil Martínez. Gloria Valencia entrevista a Álvaro Mutis. Programa en que los caricaturistas Chapete, Carrizosa y Merino aparecen dibujando. Presenta Gloria Valencia.
I n r av i s i ó n
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Cuando en 1963 César Simmonds Pardo fue nombrado director de la Televisora Nacional se dio cuenta de que debía replantear la estructura administrativa de esta entidad, pues era ineficiente y desorganizada. De ahí que propusiera la creación de un instituto nacional descentralizado, que reuniera tanto a la radio, como a la televisión. De esa manera nació en 1963 el Instituto Nacional de Radio y Televisión (Inravisión), como una empresa industrial y comercial del Estado, a cargo de esos dos servicios públicos. La principal función que se le delegó al nuevo instituto fue prestar el servicio público de televisión educativa, cultural e informativa, y las labores técnicas inherentes a la transmisión de la señal de televisión: instalación y mantenimiento de estaciones y antenas repetidoras, administración de los estudios de grabación y arrendamiento de espacios de programación mediante el sistema de licitación. En 1964 ya habían llegado los primeros equipos de video para la posterior producción de televisión educativa. Al finalizar 1968 se instaló en el Centro Administrativo Nacional (CAN), con una inversión inicial de diez millones de pesos, la primera antena de televisión que permitió el funcionamiento del canal 11. Se inauguró en 1970 con la transmisión de una clase de sociales, dictada por el entonces presidente de la república, Carlos Lleras Restrepo. Unos años más tarde el gobierno nacional inició la renovación de los estudios de televisión de Inravisión de San Diego, en la calle 24,para adaptarlos a la nueva tecnología del color, que los colombianos sólo empezaron a ver en sus receptores desde finales de 1979, gracias al esfuerzo de Punch, RTI y Caracol, que montaron los estudios Gravi. En 1985 el Congreso legisló por primera vez sobre la televisión e Inravisión dejó de lado varias de las funciones que le fueron encomendadas en un principio. Quedó, entre otras, con la de implementar los canales regionales, el primero de los cuales empezó a operar ese mismo año, y supervisar y controlar la red transmisora, una de las labores más difíciles a lo largo de su historia debido al alto costo que demanda su mantenimiento. Hoy en día, además de estar a cargo de la realización y transmisión de la televisión cultural y educativa a través de Señal Colombia, y de emitir y transmitir los canales Uno y A, el principal reto de Inravisión es reducir sus costos administrativos y laborales para concentrarse en aspectos como el mantenimiento de la red para garantizarles a los canales públicos el adecuado cubrimiento de la señal.
Construcción de la primera red de televisión
Santa Marta
Barranquilla
el espeCtador
La entidad que estableció las reglas durante más de cuarenta años
Sierra Nevada de Santa Marta
Cartagena
Magangué Montería Cúcuta Bucaramanga Medellín Quibdó
Tunja
Manizales
Estación repetidora en el Nevado del Ruiz.
Bogotá Ibagué
Cali
Neiva
Popayán
Pasto
Televisora Nacional 1954-1956
Estaciones repetidoras el 13 de junio de 1954 Plan de ampliación para enero de 1955 Plan de ampliación en octubre de 1956
Fuente: HISTORIA DE UNA TRAVESÍA,Compilador: viCente stamato; inravisión, bogotá, 1994.
· L o s
1960
d i r e c t o r e s
Fernando Gómez Agudelo
Pedro Olarte Restrepo
William Fadul Vergara
d e
1980
I n r a v i s i ó n ·
Carlos Delgado Pereira
Eduardo Rodríguez Camacho
Mario Madrid Malo
Gustavo Castro Caycedo
1955 1958 1962 1963 1966 1968 1972 1975 1977 1978 1980 1981 1982 1983 1958 1962 1963 1966 1968 1972 1974 1977 1978 1980 1981 1982 1983 1984
1950 Fernando Restrepo Suárez
César Simmonds Pardo
1970
Luis Eduardo Fonseca
Orlando Rovira Arango
Germán Vargas Cantillo
Alejandro Montejo Carrasco
Fernando Calero Aparicio
I n r av i s i ó n
E
Fernando Barrero Chávez
Carlos Eduardo Medellín
María Cristina de Mejía (E)
inravisión
Equipo de estación de televisión en Manjui.
Estación repetidora de televisión Guillermo León Valencia. inravisión
l día de la emisión inaugural de la televisión en Colombia la señal sólo cubría a Bogotá y Manizales. Sin embargo, todo estaba previsto para que la red de transmisión se extendiera por el territorio nacional hasta cubrir el 80% de la población, en un plazo de 36 meses. El montaje de la red, que comprendía catorce estaciones, empezó en mayo de 1954 con la instalación del transmisor en el Hospital Militar. La primera antena repetidora se ubicó en el Nevado del Ruiz entre el 7 y el 9 de junio y se concibió como una hazaña, pues fue la estructura de comunicaciones más alta sobre el nivel del mar instalada en Suramérica hasta entonces. Además, ésta permitió captar la señal de televisión en todas las poblaciones de la ribera del Magdalena, en el Quindío y Tolima, e incluso en Cartago (Valle). La tercera estación, que se ubicó en el cerro de El Boquerón, retransmitió la señal del Ruiz para Medellín. En los cerros de La Cumbre, en el Valle del Cauca, se instaló la cuarta con una antena repetidora que llevó la señal a Cali, Palmira, Buga y Tuluá. En el mes de agosto un grupo de técnicos viajó a la Sierra Nevada de Santa Marta, pero los estudios tardaron más de un mes y sólo hasta el 14 de septiembre se decidió que el cerro del Alguacil, entre Pueblo Bello y San Sebastián, era el sitio ideal para poner los equipos. La instalación real comenzó en enero de 1955, pues antes se tuvo que construir una carretera para llegar al lugar. Esta antena cubrió gran parte de la costa atlántica y fue la más potente del continente americano. Mientras tanto, ya se había construido la estación de Bucaramanga para instalar la antena repetidora que recogió la señal del Ruiz. En un espacio de siete años se instalaron las demás antenas repetidoras de la señal de televisión de la red principal: Popayán, ubicada cerca del volcán Puracé; Pasto, en las montañas del Galeras; Ibagué, Neiva, Tunja, Chocó, Magangué y Sincelejo. Esta red principal tuvo un costo aproximado de dos y medio millones de dólares y obligó a llevar electricidad y construir carreteras en los sitios montañosos del país. Al finalizar 1968 se extendió la señal de la segunda cadena, que logró cubrir Boyacá, Bucaramanga, Cúcuta, Santa Marta, Barranquilla y Cartagena. Entre 1980 y 1984 se hizo la última modernización de la red principal. La señal de los dos canales públicos llegó a regiones tan apartadas de la capital como Leticia, Quindío, Popayán, Pasto, Montería, Valledupar, Villavicencio, Cúcuta, San Andrés, Caquetá y Turbo, ya que se llevó a cabo un gran proceso de modernización de las estaciones y antenas de Inravisión. Desde aquellos años hasta hoy la red se ha deteriorado porque no se le ha hecho un mantenimiento regular y la cifra de cubrimiento para los canales A, Uno y Señal Colombia ha llegado a límites tan bajos como del 40%, que se registró a finales del 2002.
álbum Familia puth
inravisión
· T e c n o l o g í a ·
Wilhelm Puth
Su afición por la radiodifusión se inició desde niño, cuando construyó su propio radio con cristal y más tarde un transmisor. Luego de estudiar ingeniería eléctrica adquirió una amplia experiencia en el medio, no sólo en Alemania, sino en Surinam, Italia y Estados Unidos. En 1936 tuvo la oportunidad de entrar en contacto con la televisión, durante la Feria de Berlín, en la que se hicieron algunas demostraciones del innovador medio de comunicación. A Colombia llegó en 1954, contratado para montar inicialmente los equipos Telefunken que la Radio Nacional había adquirido, y unos años después, los equipos Siemens destinados a la red de televisión. Con su dirección se instalaron las estaciones que irradiarían la señal a Boyacá, la Costa, el Valle, el Cauca y los santanderes. Sorteando la falta de presupuesto, para pagarles a los técnicos colombianos y para realizar las obras de infraestructura necesarias para el montaje de la red transmisora, Puth trabajó hasta 1964 en Inravisión y dejó listas las estaciones de El Rosal, el Ruiz, el páramo de la Rusia, Jurisdicciones, Pasto, Popayán, Zambrano, Neiva y el Carmen de Bolívar. No sólo encontró en Colombia un lugar para aplicar sus conocimientos, sino que este cerebro fugado de Alemania formó un hogar y se estableció definitivamente aquí.
Los entes reguladores En 1985, durante el gobierno de Belisario Betancur, se sancionó la Ley 42 que en esencia pretendió una apertura que por una parte independizara la televisión de los “caprichos del gobierno de turno”, y por otra reafirmara su carácter de servicio público y le diera verdadera participación a la comunidad. Dicha ley reglamentó además la constitución de dos órganos que regularan la televisión: el Consejo Nacional de Televisión y la Comisión para la Vigilancia de la Televisión. La función de trazar las directrices de la televisión que se le dio al primero de estos entes pasó a la Comisión Nacional de Televisión (CNTV), creada a partir de la Ley 182 de 1995, la cual está conformada por dos representantes del gobierno, un representante de los canales regionales, y un representante de las ligas de televidentes, facultades de comunicación social y educación y asociaciones de padres de familia. La CNTV es autónoma en las funciones de dirección, regulación y control de la televisión en Colombia y maneja los recursos provenientes de las utilidades de recaudo que ésta lleva a cabo, los cuales son concentrados por el Fondo para el Desarrollo de la Televisión Pública. Estos dineros se destinan prioritariamente al fortalecimiento de los operadores públicos del servicio de televisión y a la realización de la programación cultural a cargo del Estado. El funcionamiento de la CNTV ha sido polémico, pues se le han criticado su burocratización y sus altos costos de funcionamiento. Por esa razón, en más de una oportunidad se ha intentado reformar y hasta eliminar.
Torres y antenas de transmisión de la estación Santa Marta.
Eduardo Verano de la Rosa
José Jorge Dangond Castro
Arnaldo Meneses Rumié (E)
Vicente Silva V. (E)
Felipe Camargo Muñoz (E)
2000
Gustavo Samper Rodríguez
María Piedad Mosquera A.
1984 1986 1986 1986 1988 1990 1991 1992 1994 1995 1995 1995 1996 1997 1997 1998 1998 2001 2002 2003 1986 1986 1986 1988 1989 1991 1992 1994 1995 1995 1995 1996 1996 1998 1998 1998 2001 2002 2003 2004 Armando Sánchez Torres
Felipe Zuleta Lleras
1990
Darío Restrepo Vélez
Luis Guillermo Ángel Correa
Rodrigo Durán Bustos
Gustavo Lecompte
Édgar Plazas Herrera
Jorge Enrique Orjuela S. (E)
José Manuel Alarcón Villar
Gilberto Ramírez Valbuena
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el espeCtador
el espeCtador
I n r av i s i ó n
inravisión
Los estudios de Inravisión funcionaron en los sótanos de la Biblioteca Nacional sobre la avenida 24 hasta principios de los noventa.
zona / daC
Primera unidad móvil traída al país, que se compró a la empresa estadounidense Dumont en septiembre de 1954.
inravisión
Equipos de edición para televisión.
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Estudio de grabación de un programa cultural en Inravisión.
Sede actual del Instituto Nacional de Radio y Televisión (Inravisión), ubicada en la avenida Eldorado.
Los estudios de televisión El primer lugar de emisión de la televisión nacional fue el llamado estudio uno, construido improvisadamente en los sótanos de la Biblioteca Nacional en el centro de Bogotá, a pesar de que muchos pensaban que ello podría poner en peligro el archivo de la institución. A este sitio se llegó como una última opción, ya que en un principio se pensaba acondicionar los estudios en los últimos pisos del edificio de la Telefónica de Bogotá, que fueron descartados debido a que en los ascensores no cabían la escenografía ni todas las estructuras necesarias. En los sótanos de no más de 200 metros cuadrados se instalaron las primeras cámaras Dumont, el sistema de iluminación de techo, las lámparas de piso, una cámara móvil sobre ruedas de goma para cambios de planos y el sistema de sonido. Afuera del sector de grabación estaba la sala de control, desde donde el director-productor impartía las órdenes a los distintos operarios y técnicos. En diciembre de 1954 se inauguró el segundo estudio, el cual era realmente una cabina de poco más de 20 metros cuadrados donde se hacía la presentación de planta (una locutora anunciaba la programación del día). Su construcción estuvo a cargo de Cuéllar Serrano Gómez y Cía. Paulatinamente en la década del sesenta entraron en funcionamiento pleno los otros tres estudios, a causa de la demanda de mayores espacios por parte de las programadoras y productoras. Gracias ·
1967
E l
c. 1973-1980
l o g o t i p o
a estas ampliaciones se facilitó toda la operación de planta, ya que se podían montar y ensayar los programas con la debida anticipación. En el estudio cinco, el más grande de todos —unos 300 metros cuadrados— se empezaron a grabar todos los musicales y las grandes telenovelas. Quienes vivieron la época en que sólo el estudio uno existía, no entendían cómo se pudieron montar todos los programas y teleteatros en aquel espacio tan pequeño y con un techo más bajo de lo requerido. En 1980 el estudio cinco de Inravisión sirvió para grabar el primer programa en color, Pentagrama, producido fuera de los estudios privados. Un año más tarde se adecuaron los estudios uno, dos y tres para transmitir en color. Los cinco estudios se cerraron a principios de los noventa, luego de que Luis Guillermo Ángel Correa llegó a la dirección de Inravisión. Cuando él empezó su trabajo, en diciembre de 1992, habían puesto en los estudios de San Diego una planta eléctrica al lado de un tanque de ACPM, para tratar de compensar la falta de energía originada con el apagón de ese año. Así que decidieron cerrarlos como una medida para evitar una tragedia que pudiera acabar no sólo con los valiosos archivos de la Biblioteca Nacional, sino con los elementos de escenografía y de vestuario de Inravisión. Fue entonces cuando se pasaron al CAN, como se había planeado en principio, donde actualmente funcionan para la grabación de distintos programas, especialmente para Señal Colombia. d e
1994
I n r a v i s i ó n
1999
·
2001-2004
inravisión
Más que equipos y máquinas
En los cincuenta, las cámaras Dumont fueron las pioneras en los estudios de televisión en Colombia.
Cámara de la International Video Corporation de California, modelo IVC-500A para color, que se volvieron obsoletas en la década de los ochenta.
Cámara Philips c. 1963.
Cámara de tubos modelo RCA TK-47, de uso extendido en todos los estudios del mundo hasta el arribo de la tecnología compacta de los CCD.
33 zona / daC
La televisión colombiana siempre ha estado al día con los avances tecnológicos mundiales. Desde el momento mismo en que el invento se trajo al país, las primeras cámaras Dumont y equipos de transmisión marca Siemens no tenían nada que envidiarles a los usados en el resto del planeta. Ampex y RCA fueron otras marcas que identificaron los primeros equipos que tuvo la televisión nacional casi hasta el arribo del color, a mediados de los años setenta, hecho que coincidió Hoy en día el mercado de las también con la expansión del uso cámaras lo manejan del videotape. Así se inició una larga tres compañías: carrera hacia la industrialización del Sony, Thomson medio, pues desde entonces muchas e Hitachi. Una cadena de cámara empresas privadas adquirieron apade estudio (cámara, ratos que fueron dejando a un lado lente, soporte, cable la exclusividad que hasta entonces y cámara control tenía Inravisión en materia de serviunit, CCU) puede costar entre 35.000 cios tecnológicos. y 80.000 dólares, Con el tiempo salieron al mercadependiendo de la calidad de la imagen. do cámaras de marcas como Sony, Hitachi, JVC e Ikegami, que eran no sólo mucho más pequeñas que las usadas para transmitir los primeros programas, sino con mejores especificaciones para asegurar una mejor calidad en la imagen. Introducciones como el CCD, el cable coaxial y todo el soporte digital que se ha ido consolidando desde la década de los ochenta hacen de las cámaras hoy en día aparatos pequeños en tamaño, sofisticados en su funcionamiento interno, cada vez más económicos y que le dan mejor calidad al producto final. Los formatos de grabación que utilizaron estas cámaras fueron en un principio cintas de dos pulgadas, que aparecieron a mediados de los sesenta, y para los setenta ya habían salido al mercado las de una pulgada. Pocos años pasaron antes de que aparecieran varios formatos en media pulgada, el más famoso de ellos el betacam, que tiene tecnologías electrónicas más desarrolladas y da una calidad bastante similar a la de una pulgada. Este popular formato surgió con la ventaja de ser mucho más pequeño, lo cual lo hizo ideal para los equipos portátiles requeridos en la producción en exteriores. En poco tiempo el betacam desplazó a las máquinas de pulgada, por su conjugación de buena calidad y continúa en la página 34 bajo precio. Años más tarde, la evo-
Fotos: zona · Cámaras rti
El apoyo tecnológico
BVP 370 de Sony de 3 CCD. Además de mejorar su calidad y volverse más eficientes, una de las principales características de la evolución de las cámaras de televisión es que han ido disminuyendo su tamaño considerablemente. Esto ha hecho posible que se movilicen con más facilidad por los distintos escenarios de los estudios. En la foto se aprecia una cámara sobre dolly en los estudios de Caracol La Floresta. A la vez, sus precios se han reducido.
El apoyo tecnológico
Carlos Fernández
el tiempo
Su vida ha sido la televisión desde aquel día en que, recién egresado de la Facultad de Ingeniería Electrónica de la Universidad Distrital, se vinculó a la empresa norteamericana Telemation Inc., la misma que se encargó del montaje de los legendarios estudios Gravi, propiedad de las programadoras Caracol, RTI y Punch. El nacimiento de este complejo de grabación y producción coincidió con el inicio de su carrera profesional y por eso tiene la fecha bien guardada en la memoria: mayo de 1974. A partir de ese instante su nombre estuvo ligado a la técnica de la pantalla chica nacional, ya que ha realizado el diseño tecnológico y operativo de los estudios para todas las programadoras de la televisión pública, los noticieros y más tarde los canales privados. A los cuatro años de su llegada al medio se independizó y creó su empresa, SEEL, con la cual ha enfrentado retos importantes: el montaje de varios estudios y unidades móviles, así como del canal Citytv, la producción de la primera transmisión por televisión de la Vuelta a Colombia en bicicleta (la cual realizó en 1985 en compañía de Guillermo Restrepo, José Antonio de Brigard y Paulo Laserna), y el andamiaje tecnológico de varios noticieros del Canal Caracol y del reality Gran hermano, uno de los proyectos más ambiciosos de su carrera. Actualmente está dedicado a la asesoría técnica para el montaje de la nueva sede del Canal Caracol, la cual estará finalizada en dos años aproximadamente, al igual que la readecuación de la cadena América TV de Perú.
el tiempo
lución llegó con el formato de betacam digital, que en la actualidad es el más usado en todas las producciones profesionales. Por otra parte, las cámaras de cine de 16 mm que se utilizaron en el cubrimiento de noticias les dieron paso a finales de los setenta a equipos portátiles, con videograbadoras que funcionaban con tecnología de tres cuartos. Hoy en día se ha impuesto el formato de betacam de media pulgada y el DV —un cuarto de pulgada—, cuyo precio lo convirtió en un formato accesible para las producciones que no exijan tanta calidad en la imagen. Otro de los grandes hitos tecnológicos dentro de la historia de la televisión fue dar el paso hacia la digitalización, el cual vino de la mano con la difusión de los estándares computacionales en todos los procesos industriales. Hoy en día buena parte de la producción y posproducción en televisión se hace digitalmente, lo cual permite que la calidad de la imagen sea estable, sin importar qué tan tratada sea ésta. Lo que todavía se hace mediante un proceso analógico son las transmisiones, y apenas se están realizando ensayos en Estados Unidos y Europa para dar el paso a lo digital.
CaraCol
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El 25 de marzo de 1970, con la inauguración de la estación terrena en Chocontá, el país entró en la era de los satélites, para las transmisiones televisivas.
En conexión con el mundo Uno de los avances más significativos para la televisión nacional, desde el punto de vista tecnológico, fue la llegada del satélite a Colombia en 1970. Aunque antes de que el país estuviera en conexión permanente con el mundo ya se habían hecho algunos ensayos. Entre los más destacados figuró la transmisión para el mundo de la visita del papa Paulo VI a Bogotá, en agosto de 1968, evento de gran trascendencia que, además, por primera vez se producía en América. Para la transmisión vía satélite se constituyó una asociación entre Inravisión, Radio Televisión Italiana y Radio Televisión Española, y se negoció con Comsat la provisión de una estación terminal de transmisión móvil que enviara las señales al satélite para luego ser distribuidas a todo el mundo. Con esta transmisión se enlazaron por primera vez los países andinos y se calcula que más de 800 millones de televidentes del mundo siguieron los eventos. Al poco tiempo, la retransmisión de los Juegos Olímpicos de México fue recibida nítidamente y seguida con interés a través de los dos canales de Inravisión, al tiempo que se empezaba a negociar la instalación de una estación terrestre de comunicación por satélite para Colombia. Al año siguiente, el mundo se asombraba con la llegada del hombre a la Luna, evento que los colombianos pudieron ver gracias a la señal enviada por un satélite desde Cabo
Cañaveral en Estados Unidos y enlazada desde Venezuela por la estación retransmisora de Jurisdicciones, en Norte de Santander. Una vez hechos los estudios del caso, el gobierno abrió una licitación que finalmente condujo a la firma de un contrato con ITT Communications Inc. por la suma de 400.000 dólares para la instalación de la estación terrestre y su explotación comercial por parte del Consorcio Internacional de Comunicaciones por Satélite (Intelsat). Gracias a esto el país entró a la era espacial a partir del 25 de marzo de 1970, cuando se inauguró la estación terrena de Chocontá, población ubicada al noreste de Bogotá. Ese día, a las 12 y 4 minutos, el presidente Carlos Lleras Restrepo y el embajador en Roma, Darío Echandía, aparecieron simultáneamente en las pantallas de los televisores nacionales hablando por algunos instantes, y minutos más tarde su santidad el papa Paulo VI dirigió un cordial mensaje al pueblo colombiano, desde su estudio privado en la ciudad del Vaticano. Acto seguido se dio comienzo a la presentación de varios programas internacionales, sellando la entrada definitiva del país a la era satelital. Hoy en día los canales de televisión que funcionan en el país utilizan distintos sistemas satelitales para llevar su señal al mundo o traer otras a Colombia, como Intelsat, Panamsat y New Sky.
Cinco grandes de las comunicaciones se unieron, en 1985, para transmitir la Vuelta.
La Vuelta a Colombia en bicicleta Uno de los retos más importantes, desde el punto de vista tecnológico, de la historia de la televisión colombiana fue la transmisión en directo de la XXXV Vuelta a Colombia en bicicleta en 1985. Un trabajo que unió a las programadoras RTI, Punch y Caracol, con el apoyo de Inravisión y Telecom, para llevarles a los colombianos todas las incidencias de lo que sucedía en las carreteras, al estilo de lo que se hacía en la televisión europea. En esta maratónica “carrera” participaron personajes como Patricio Wills, director general; Paulo Laserna y Guillermo Restrepo, gerentes; José Antonio de Brigard, uno de los productores; los ingenieros Carlos Fernández y Edmundo Vega, y el camarógrafo Mauricio Bermúdez. Junto a ellos trabajó un equipo de setenta personas, quienes hicieron posible esta transmisión, que costó más de 80 millones de pesos y fue organizada en un tiempo récord de 15 días. La hazaña supuso el montaje de equipos en sitios como la estación Tres Cruces en Cali, elevada a 1.420 metros de altura, a la vez que utilizar un helicóptero, dos motos y un jeep, que seguían a los ciclistas por la carretera y dejaban para la historia las transmisiones con cámaras fijas.
inravisión
El apoyo tecnológico
Aunque los orígenes de la televisión en color se remontan a 1928 y en 1956 ya estaba ampliamente difundida en buena parte del mundo, sólo desde el 1º de enero de 1979 pudieron ver los colombianos algunos programas en color, y únicamente por la primera cadena de Inravisión. Cuando José Manuel Arias Carrizosa llegó a ejercer sus funciones como ministro de Comunicaciones encontró que los equipos de Inravisión eran obsoletos y que debían ser remplazados. Curiosamente resultaba más costoso conservar el sistema blanco y negro, razón por la cual se decidió adoptar de una vez el sistema en color. Al ministro no le cabía duda de que esa opción era la mejor, no sólo por el tema de los costos más bajos, sino que por obvias razones el color le abría una nueva gama de posibilidades a la programación que veían en ese momento los colombianos. Eso sin contar con que la televisión nacional estaba en mora de abrirse a las opciones que venían del exterior y, a la vez, volverse productora para crear un espacio en el mercado de la televisión en color que ya predominaba en el extranjero. Una vez escogido el sistema NTSC, Inravisión se puso en la tarea de cambiar los equipos de los estudios. En un principio éstos constaban de seis cadenas de cámaras francesas marca Thomson, dos mezcladores de video, una
Las cámaras de la compañía francesa Thomson fueron de las primeras que se usaron en Colombia.
El polémico sistema NTSC
El 1º de enero de 1979, a las siete de la noche, los colombianos observaron las primeras imágenes de color en sus pantallas. Después de dos discursos del entonces presidente Julio César Turbay Ayala y del ministro de Comunicaciones José Manuel Arias Carrizosa, los colombianos vieron un programa hecho por Audiovisuales sobre distintas regiones del país. A partir de esa fecha, poco a poco la señal en color se fue ampliando y a mediados de 1979 se inauguró en Leticia una estación autónoma para transmitir en color un total de tres horas y media diarias de programación con cintas enviadas desde Bogotá. Algo similar ocurrió en Turbo, donde se construyó una estación que cubría el Chocó y Antioquia. En julio de 1980 se había logrado llegar a un 30,5% de transmisión de señales en color en las dos cadenas y se esperaba que para agosto esa cifra subiera al 70% para cubrir toda la región central del país y la costa atlántica. El siguiente paso era cubrir el sur. Antes de finalizar enero de 1981 se tenía proyectado alcanzar 100% de televisión en color, mientras se acababan los programas en blanco y negro que ya estaban pregrabados, pero lo cierto es que según el informe ministerial sobre televisión de mediados de 1982, se estaba transmitiendo un 43,7% todavía en blanco y negro, y 56,3% en color. Por ese tiempo el director de Inravisión, Mario Madrid, anunció que había sido autorizada la transmisión de programas en color grabados en estudios como Gravi y Jorge Barón Televisión.
El control remoto El primer control remoto de televisión lo inventó Zenith Radio Corporation en 1950, que podía prender y apagar la televisión pero conectado por un cable. Tiempo después la compañía creó otro que funcionaba por medio de cuatro fotocélulas, que se activaban por medio de una linterna que permitía controlar el volumen y cambiar los canales. Luego salió al mercado un control ultrasónico que fue comercializado durante los siguientes veinticinco años, a pesar de su alto costo. A principios de los sesenta, el control remoto bajó su precio y tamaño, gracias a que se le incorporó un transistor que creaba mandos a distancia y empezó a funcionar con pilas pequeñas. En los ochenta se le incorporaron dispositivos infrarrojos, que es como todavía funcionan.
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Citytv
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Con la llegada del videotape el tema de la posproducción se hizo vital. No sólo había que editar las imágenes grabadas y darles un orden, sino incluirles un soporte de audio, así como efectos especiales y música. El gran cambio en este proceso se produjo a partir de la introducción de la edición no lineal, en la década de los noventa. Antes, como las imágenes estaban impresas en una cinta, el proceso de ponerlas en un determinado orden era lineal, lo cual significaba un dispendioso proceso de buscar una imagen retrocediendo y adelantando la denominada cinta y luego empalmar sobre una tercera. Por su parte, una sala de edición no lineal (fotos en color) utiliza una máquina para pasar la imagen de la cinta al computador, donde se procesa y edita no linealmente, es decir, saltando de una a otra imagen, gracias a que están decodificadas, para luego volver a otra cinta. Este último paso es incluso obviado en algunos casos, cuando desde el medio de almacenamiento en el computador se puede poner directamente la señal al aire, como sucede con los comerciales.
unidad móvil de televisión, seis correctores de base tiempo, cuarenta monitores de televisión y cuatro generadores de sincronismo, entre otros aparatos. Pese a que tenían que gastar unos buenos pesos para cambiar sus televisores, los usuarios miraban con alegría las imágenes en color en sus pantallas. Desde los primeros días de 1979 pudieron ver programas extranjeros que venían desde hacía tiempo en colores, como Los Waltons, Barnaby Jones y La isla de la fantasía. Posteriormente fue autorizada la transmisión de espacios nacionales que también desde hacía tiempo se producían en color, como La abuela, Charlas con Pacheco, Enviado especial, Palco de honor, Naturalia, Cándido Jaramillo, Humor imposible y Compre la orquesta. Sin embargo, el ambiente de alegría por la adquisición de la nueva tecnología contrastaba con lo que pensaban algunas personas del sector, quienes veían como apresurada la decisión de traer la tecnología del color al país, pues no existía una estructura de producción que pudiera suplir todas las horas adjudicadas por el gobierno. De hecho, en ese momento sólo existía Gravi como estudio y el que estaba montando Inravisión. Pero sólo el tiempo hizo que las críticas se fueran acallando y que toda la industria le diera una pincelada de color a lo que estaban haciendo.
El color se expande
Llegar a la decisión del sistema de color que debía tener la televisión en Colombia fue un proceso largo y, sobre todo, muy polémico. En ese momento existían dos opciones: el National Television System Committee (NTSC), el primero en crearse en el mundo, ideado por los estadounidenses hacia mediados de la década del cincuenta, y el Phase Alternating Lines (PAL), creado por los alemanes quince años después. El escogido para el país fue el NTSC, ya que resultaba más económico y favorable por quedar Estados Unidos más cerca del país. No obstante, el haber sido el primero en el mercado, con un poco de premura para que nadie les cogiera ventaja, significó tener una terrible falla: el color era totalmente inestable y presentaba una “falsificación esporádica o continua de los matices cuando hay reflexiones en los edificios y en las montañas”. Como resultado de ello el amarillo se podía tornar en naranja o verde, el rojo en violeta y el negro desaparecía. Algunos incluso decían que generaba tantos colores
La posproducción
Imágenes en arco iris
álbum hugo pérez
La publicidad
De cómo la pantalla chica se fue comercializando
nelson ramírez nelson ramírez
nelson ramírez
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Hoy en día es imposible concebir a la televisión fuera de un esquema comercial. No obstante, cuando ésta fue establecida en Colombia la idea del gobierno era que cumpliera una función cultural y educativa que excluyera el lucro económico. Los inicios de la comercialización de la televisión fueron ampliamente criticados por aquellos que pensaban que el medio podía seguir siendo patrocinado por el gobierno. Pero no mucho tiempo después se hizo evidente que éste no podría seguir haciendo tal hazaña y, paulatinamente, se dejó que dineros de firmas comerciales e industriales fueran dándole soporte a la programación que se iba consolidando con el pasar de los días. Algunas de las empresas que primero se interesaron en el negocio fueron Coltejer, Bavaria, Kolcana y Philips. Los tres alegres cocineros Fruco fue un programa de cocina patrocinado por Fruco y transmitido en 1958. Los actores que En un primer momento la televisión no tuvo comerciales participaban en él eran Elsa Aldao, Álvaro Ruiz y Hugo Pérez. como hoy se conocen, sino que las firmas interesadas en invertir Los comerciales, en busca de un lenguaje apropiado en el negocio arrendaban un espacio y producían el programa En un principio los comerciales de televisión parecían más cuñas radiales, ya que se limitaban a que un personaje famoque iba a ir en él, con el derecho de poner su nombre al principio so leyera los textos en el set, mientras una mujer atractiva mostraba el producto a la cámara. En un principio no existían y al final de la emisión. modelos profesionales y este trabajo era hecho por jóvenes de la sociedad bogotana, como Mercedes Baquero, que peral elenco de modelos que Punch había conformado para sus comerciales. La imagen era un plano estático de los Este esquema hizo que muchos de los programas comerciales tenecía personajes y muchas veces el texto recalcaba lo que se estaba viendo. tuvieran nombres en los que se incluía el de la empresa patroEstas cuñas publicitarias se hacían en directo, lo cual daba pie para que se presentaran muchos inconvenientes en plena transmisión, y si los errores eran muy graves la empresa pautante cancelaba su participación y las agencias perdían el cinadora. Tal fue el caso de El hogar feliz de ropa El Roble, El bar negocio. Los creativos que ideaban y diseñaban los comerciales se iban con los elementos necesarios a los estudios de Dorada, Revista musical Pielroja, Los postres Royal preguntan, Inravisión y con la presión del tiempo armaban escenografías no muy ortodoxas, que no estaban exentas de caerse o desarmarse al aire. Cuando esto sucedía, obviamente, la señal se paraba y el comercial se cancelaba o, en el mejor de los Revista musical Sedeco y Gánele al reloj con Philips. Otros de los casos, se intentaba nuevamente. La música que acompañaba estos aparatosos comerciales se ponía en un tocadiscos y primeros programas que funcionaron con este mismo esquema, se escuchaba en ambiente. Muchas veces la aguja se detenía en un disco rayado o saltaba con un mugre y el comercial con un sonido muy distante de poderse catalogar de profesional. pero sin incluir el nombre comercial, fueron Juego de niños, que quedaba En esta época los comerciales narraban ante todo historias conmovedoras, protagonizadas por familias llenas de hijos, salió al aire el 5 de agosto de 1954, patrocinado por Bavaria, y El con grandes ideales y valores. Ese fue el esquema escogido para promocionar productos como autos y electrodomésticos, los de consumo masivo seguían siendo los de mayor frecuencia. lápiz mágico, que los colombianos vieron desde ese 3 de septiem- aunque Concretamente en el tipo de propaganda que anunciaba los jabones, detergentes y perfumes se construía un mundo bre, patrocinado por el Banco Popular. mágico, en el cual los productos solucionarían todos los problemas y llevarían a la consecución del éxito y la felicidad, una vez obtenida la apariencia física deseada. En ese mismo mes, la agencia de publicidad Ultra empezó a Al finalizar los setenta llegó el color a la televisión colombiana y la publicidad aprovechó para darles vida a sus producproducir todos los programas para el espacio diario de las siete tos. McCann-Erickson tomó la delantera y realizó espectaculares campañas publicitarias para clientes como Coca-Cola y el Banco de Colombia, que dejaron huella dentro del negocio. a las nueve de la noche y, por tanto, quienes querían salir en ese tiempo debían entenderse primero con ésta. El negocio no duró mucho tiempo debido a la fuerte censura de la época, que muchas veces no permitía que artistas y músicos ejecutaran las piezas originales que tenían montadas por considerarlas “faltas de decoro”. Los problemas originados por cambio de repertorio y cancelación de algunas presentaciones, junto a la falta de personal, no sólo técnico sino artístico, hicieron que poco a poco Ultra desapareciera de la pantalla chica. El siguiente paso hacia la comercialización se dio en 1955, En los estudios de cuando el gobierno le delegó a la empresa TVC (Televisión CoNelson Ramírez se desarrollaron mercial) la explotación del 50% de los espacios que en ese entonmuchos de los comerciales ces tenía la Televisora Nacional. animados de los años setenta TVC, un consorcio entre Caracol y RCN, empezó entonces como el tigre de Suramericana, a comercializar sus espacios y vender el patrocinio de algunos Cuenta Upac y el Renault 4. programas entre empresas como Chicles Adams, cigarrillos
NoTA 1. “Lo más destacado del año”, revista Semana Nº 628, 13 de enero de 1959.
En una oportunidad, Pacheco estaba haciendo una cuña de neveras con una modelo de mucha experiencia. Sin embargo, al momento de salir al aire ella se desmayó sobre el hombro del animador, luego de que el dueño de la agencia de neveras entró al set. Según el libreto, Pacheco tenía que preguntarle a ella cómo le parecía la nueva nevera, pero dado su estado le pareció más apropiado decir a la cámara: “¡Está tan contenta que se desmayó!”. Centro de pensamiento Creativo / josé maría raventós
Los fabricantes de carros siempre han sido grandes consumidores de los espacios publicitarios en la televisión.
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Pielroja, la Esso Colombiana, Icollantas, Royal, máquinas de coser Singer y Sedeco. A pesar de que la empresa registró ganancias por un millón de pesos, al año el gobierno decidió cancelar el acuerdo. Para entonces ya se había empezado, aunque tímidamente, a hacer comerciales. Pero dado que en los primeros años nadie creía en la televisión como medio masivo de difusión, estas pautas eran más bien ocasionales. Tampoco existían todavía estudios de medición de audiencia, por lo que no se tenía una idea clara de qué era lo que veían los colombianos, eso sin contar con que sólo había un canal. No obstante, entre 1957 y 1958 se registró un incremento notable en la facturación por concepto de propaganda, al pasar de 1.153.319 pesos a casi dos millones1. En estos años las principales empresas pautantes fueron Bavaria, Pond´s, Colgate Palmolive y otras que querían dar a conocer principalmente sus productos de consumo diario y personal. Entre 1965 y 1966 la legislación colombiana prohibió la utilización de comerciales extranjeros, lo cual propició una especie de época dorada para la industria publicitaria en Colombia. No obstante, los comerciales se grababan en cine, lo cual requería que para ser revelados fueran enviados a Caracas, proceso que duraba meses. Posteriormente, en Bogotá se abrió un taller de revelado con aparatos muy artesanales, pero que daban un producto considerado entonces como bueno y más barato. Con ello, no obstante, surgió un problema adicional: las agencias mandaban los rollos a Inravisión y allí muchas veces eran mal manejados, lo que hacía que se trabaran en plena emisión y el comercial fuera interrumpido varias veces. Con el paso del tiempo este tipo de problemas se fue solucionando, pues los técnicos aprendieron a manejar mejor los equipos. En esa “época dorada” de la publicidad los comerciales que más se repitieron en la pantalla chica fueron los de Milo, Klim, Pond´s, Cheseline, Old Spice, Colgate y Gillette. Es decir, seguían predominando los productos de consumo masivo. Con el inicio de la década de los setenta la televisión comenzó a convertirse en un medio interesante para invertir publicitariamente. En 1975, por ejemplo, el 41% del total de la inversión publicitaria estaba concentradao en este medio, según datos de la empresa Estadísticas y Control Publicitario Ltda. Otra muestra de cuán comercializada ya estaba la televisión a esta altura es que las cuñas podían repetirse hasta 320 veces en las dos cadenas, con las condiciones establecidas por Inravisión, que permitían para 1973 un máximo de doce minutos de comerciales por cada hora de programa, y seis por cada media hora. No obstante, a finales de la década el volumen de comerciales de cada programadora fue reducido a diez minutos por cada hora de transmisión y cinco por cada media hora.
historia de la publiCidad gráFiCa Colombiana / josé maría raventós
La publicidad
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Con TVC inicia la comercialización de la televisión Uno de los primeros pasos hacia la comercialización de la televisión se materializó en lo que sería la primera programadora de la televisión colombiana, el producto de una alianza entre Caracol Radio y Radio Cadena Nacional (RCN). Se trató de la denominada Televisión Comercial Ltda. (TVC), que nació en 1955 con la idea de comercializar espacios de la televisión. La idea había surgido de Fernando Londoño Henao, quien como vicepresidente de Caracol Radio le había propuesto a finales de 1954 a Jorge Luis Arango, director de la Oficina de Información y Prensa del Estado, ayudar a financiar a la televisión, ya que su limitado presupuesto no le garantizaba el desarrollo deseado. La propuesta incluía la comercialización exclusiva del 50% de los espacios. El presidente de Caracol Radio, William Gil Sánchez, aprobó la negociación e invitó a RCN a hacer parte de ella para que se compartieran los riesgos y se asegurara la financiación, con el mayor número de clientes de varias ciudades del país. Así se empezó a trabajar un esquema en el cual la Televisora hacía los programas pero TVC los comercializaba. Durante ese año TVC puso al aire Los postres Royal preguntan, Revista musical Sedeco, Toros de actualidad Icollantas, La barra infantil, Telepáticos Chicles Adams, El club del tío Alejandro, Los tres alegres cocineros, Programa de la Esso Colombiana, los concursos Conteste y Dana paga, Gánele al reloj con Philips y Descubra el secreto, y las revistas musicales El programa Pielroja y Máquinas de coser Singer. Esta empresa, gerenciada por Julio Echeverry Saavedra, fue tan exitosa comercialmente hablando, que al año de su cierre había dado ganancias por un millón de pesos.
Un lujo entra al hogar El día en que se hizo la primera transmisión de televisión
revista Cromos, 1954
E l h á b i tat d e l t e l e v i s o r e n l a s p r i m e r a s d é c a d a s
en Colombia apenas había 400 aparatos en el país, concentrados básicamente en Bogotá. Sólo las familias más adineradas, o las que tenían una relación directa con la producción de la televisión, pudieron ver en exclusiva la emisión inaugural, ese 13 de junio de 1954. Aquellos televisores eran de marcas como Philips, Philco, Telefunken, Crosley y Westinghouse, y sus precios oscilaban entre 800 y 1.200 pesos, suma elevada si se tiene en cuenta que el sueldo mensual de un alto funcionario como el director de la Televisora Nacional era de 1.300 pesos (aproximadamente tres millones de pesos de 2004). Un mes después llegaron al puerto de Cartagena 5.000 aparatos más, importados por el gobierno nacional y, posteriormente, arribó otro cargamento con 10.000. Algunos fueron ubicados en tiendas de electrodomésticos como J. Glottmann y los otros fueron vendidos a plazos por el Banco Popular a precios ya más rápidamente a más población. Estos televisores eran de marca Emerson, Philips y Raytheon, generalmente de 17 y 21 pulgadas, y los muebles en los cuales estaban empotrados podían llegar a
revista Cromos, 1954
accesibles (entre 400 y 600 pesos), con el fin de que llegaran
medir hasta dos metros de ancho. En aquellos primeros tiempos el televisor se concibió como un centro de atracción en cafés, bares, almacenes prestigiosos, hoteles y restaurantes. Algunos de estos sitios en Bogotá todavía se recuerdan: los cafés Regina y El Asturiano, y Leon’s Bar, entre otros. La gente que no tenía acceso a estos sitios solía agolparse en frente de las vitrinas de los almacenes de electrodomésticos para ver algo de la programación diaria. En el hogar lo característico era que el televisor se instalara en la sala, para ser el centro de atención de la familia y las visitas. Eran muebles grandes y pesados, generalmente con marcos y patas de madera, que había que mover entre varios para cambiarlos de sitio. Como eran aparatos importados, la rosca de cambio de canal permitía la ubicación de doce o trece canales distintos, pero en Colombia sólo se sintonizó un segundo canal a partir de 1965, cuando se inauguró el primer canal privado de la televisión nacional, conocido como Teletigre. La señal era recibida en el aparato a través de una antena de aire, que se ponía aparatosamente en el techo de las casas y bajaba por un cable hasta el televisor. La instalación de este artefacto tenía un costo promedio de 50 pesos, con el inconveniente de que cada cambio de casa significaba para el usuario un costo adicional. Paulatinamente, el televisor siguió teniendo más penetración en distintos estratos de la población colombiana y a finales de 1973 el Dane registraba una cifra oficial de un millón de televisores en todo el país, con un promedio de cinco millones de televidentes potenciales.
Catálogo de la exposiCión Colombia arquiteCtura moderna, barCelona 2004
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el espeCtador
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E l h á b i tat d e l t e l e v i s o r e n l a s p r i m e r a s d é c a d a s
Las ofertas no incluían ni la antena, ni la instalación, ni el contrato de servicio a domicilio.
Durante los cincuenta y los sesenta, la televisión modificó el estilo de vida de los colombianos. Cambió hábitos, transformó espacios y se volvió un artículo importante en la definición del estatus social.
revista Cromos, 1954
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historia de la publiCidad gráFiCa Colombiana / josé maría raventós
historia de la publiCidad gráFiCa Colombiana / josé maría raventós
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Teletig re · E m p r e s a r i o s
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“La otra raya del tigre”
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En el largo camino recorrido hacia la privatización de la televisión colombiana, el primer paso se dio en 1965. A más de diez años de haber sido traída la televisión a Colombia, tiempo durante el cual sólo funcionaba un canal, se vio la necesidad de ampliar las opciones, por lo que Inravisión abrió una licitación con el fin de adjudicar un segundo canal, con cubrimiento local. Este proceso se declaró desierto y, a pesar de algunas quejas de terceros, la licencia de explotación del nuevo canal fue concedida mediante negociación directa a la firma Publicidad Técnica, de propiedad de Consuelo Salgar de Montejo, mujer emprendedora y recordada por su empuje y visión empresarial. Ella viajó a Nueva York para observar varias estaciones de televisión y de ese análisis surgió, entre otras cosas, la negociación que convirtió a la cadena estadounidense ABC International en dueña del 50% de las acciones del llamado canal Teletigre. Esta segunda cadena, que les llegaba a los bogotanos por el canal 9, a pesar de tener un tigre como emblema se llamaba TV 9 Tele-Bogotá, y cubría Cundinamarca, Tolima y parte del Huila. Su lanzamiento oficial se hizo el 14 de enero de 1966 y a él asistieron los directivos de ABC, cadena considerada en ese momento como una de las más grandes del mundo, con 75 plantas en 24 países. Además de ser el primer intento de privatización, se podría decir que esa fue la primera inversión extranjera en la televisión colombiana. El hecho de que simultáneamente con el canal Consuelo de Montejo tuviera una agencia de publicidad complicó las cosas para Teletigre en los primeros tiempos, pues las otras agencias creían que ella se guardaba los mejores espacios para sí y, por tanto, eran reacias a pautar en él. Pero luego de que la agencia Propaganda Época empezó a invertir, otras hicieron lo mismo. Aunque el primer balance que se hizo al año de abierto pre-
Empezó a trabajar muy joven en publicidad, como jefa del departamento de radio y televisión de la agencia McCannErickson. Allí era la encargada de la producción de los programas de televisión que patrocinaba la agencia. Por eso fue catalogada como la primera productora femenina de televisión, y como tal dirigió uno de los primeros programas producidos en la televisión, la comedia Ella, él y alguien más. Quienes trabajaron con ella dan fe de su mentalidad visionaria e inquieta. Muestra de ello es que luego de su paso por McCann montó su propia agencia, Publicidad Técnica, desde donde logró que le fuera adjudicada la licencia para manejar el primer canal privado que existió en la televisión colombiana. Allí mostró su temple y su carácter de mujer decidida, que la hiceron sacar adelante el proyecto televisivo más ambicioso hecho hasta ese momento. Se empapó de todos los pormenores del negocio, tanto que en un momento fue considerada una de las personas que más dominaban el tema de la televisión en el país, al lado de Fernando Gómez Agudelo. Como persona de avanzada que era, en la década de los sesenta ya estaba ideando cómo hacer televisión regional. Pensando que en algún momento podría abrir canales en otras ciudades del país, contaba con equipos técnicos listos para ser utilizados en esa nueva empresa. Luego del cierre de Teletigre se dedicó a sus proyectos editoriales: los diarios que llegó a tener, El Periódico y El Bogotano en Bogotá, y El Caleño en Cali, y la revista Flash, medios desde los cuales hizo denuncias y destapó los escándalos de la clase política y dominante del país, así como los excesos militares de derecha e izquierda, siempre fiel a la independencia y la verticalidad en el manejo de la información. Esto, sin embargo, le valió pagar 18 meses de cárcel en el Buen Pastor en los años ochenta. Junto con la trayectoria periodística, y llevada por su espíritu controvertido, incursionó en la política con el Movimiento Independiente Liberal, y bajo sus banderas se lanzó a las elecciones por la alcaldía de Cali, aunque sin éxito. Más tarde sería miembro de la Cámara de Representantes. En un artículo publicado en El Espectador, poco tiempo después de su muerte a fines de 2002, Consuelo es definida como una periodista defensora de la justicia y revolucionaria, que innovó en los medios de comunicación.
sentó pérdidas, la gestión había sido muy buena, ya que los cálculos iniciales indicaban que la cifra negativa iba a ser tres veces superior. De ahí en adelante el canal dio ganancias. El contrato, que en un principio tenía una duración de tres años, se prolongó a cinco, y concluyó al final del gobierno de Carlos Lleras Restrepo, cuando el canal 9 volvió nuevamente a estar bajo el control de Inravisión. La explotación comercial del canal 9 fue entonces adjudicada a varias firmas. Luego de un corto receso, el 16 de enero de 1971 se reanudaron las transmisiones del canal local, que funcionó durante algunos años con el nombre de Tele 9 Corazón, con programación realizada por empresas como RTI, Punch, Caracol, Protón, Alberto Dangond Uribe, Eduardo Ruiz Martínez, Jorge Barón y Alberto Acosta, entre otras.
CírCulo Colombiano de artistas (CiCa)
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Consuelo Salgar de Montejo
Los directivos La nómina de alrededor de 85 empleados con que contaba el canal cuando ya se había consolidado estaba encabezada por Consuelo y su esposo, Leopoldo Montejo. En la gerencia fue nombrado Mauricio Calle, hombre con especiales cualidades para las ventas y que mantuvo a la compañía en pie comercialmente hablando, y como jefa de producción estaba Mercy Merchán. Finalmente, Gonzalo Vera Quintana era el jefe de estudios, los cuales fueron instalados en los altos del Cine México, sobre la calle 22, en pleno centro de Bogotá.
Era común que futuros directivos empezaran como actores o extras frente a las cámaras. En la foto están (de izquierda a derecha, sentados) Miguel Ignacio Vanegas, Víctor Muñoz Valencia y Gonzalo Vera Quintana, jefe de estudios de Teletigre en 1959.
Adelante en tecnología Con Teletigre se hizo una televisión innovadora y de altos criterios tecnológicos. Con esa premisa, fue importado el primer equipo de grabación de cinta, VTR (video tape recorder), que se tuvo en el país, se montó un equipo móvil y se estrenaron equipos de control Riker, considerados los más modernos del momento en materia televisiva. c á m a r a s ·
álbum merCy merChán
· T r a s
album merCy merChán
Teletig re
Mercy Merchán
álbum merCy merChán
álbum manuel medina mesa
Mercy Merchán fue la jefe de producción de Teletigre.
Con la experiencia que adquirió en México como carta de presentación fue recibida por la naciente televisión colombiana, a donde llegó por invitación de Bernardo Romero Lozano. Allí comenzó como asistente de Jaime Quijano Caballero y luego estuvo de secretaria del equipo de libretistas. Su talento y olfato para las cosas técnicas pronto la pusieron a trabajar frente a los equipos de televisión como directora de cámaras. En esos primeros años, además de la Televisora Nacional, trabajó en TRC, Punch y Teletigre, las dos últimas empresas televisivas que ayudó incluso a constituir cuando todavía estaban en “obra negra”. Allí se entendió no sólo de los aspectos técnicos, sino que manejó presupuestos y les metió incluso la mano a los libretos. Años más tarde, a mediados de los años setenta, también estuvo involucrada en el montaje de los estudios de Gravi, donde fue jefa de producción durante algunos años. Estuvo vinculada de una u otra manera a casi todas las programadoras de la televisión, la última de ellas Tevecine, donde fue la gerente de producción hasta 1993. Posteriormente se dedicó a dar cátedra en la academia Arco, a hacer asesorías y a trabajar de freelance en producciones como la telenovela de Audiovisuales Santa María del Olvido.
De afuera...
Lucila de Medina fue una de las presentadoras del Noticiero Teletigre.
La parrilla de programación de Teletigre incluyó espacios de varios géneros.
Información y cultura
Entre gustos, no hay disgustos
A Teletigre le fueron asignadas cinco horas de emisión diarias, de las 5:30 de la tarde a 10:30 de la noche. La programación del canal fue en su momento innovadora y le dio énfasis al contenido cultural, aunque algunos le criticaban que estuviera compuesta en buena medida por películas y muy pocos programas en vivo. Los espacios informativos eran unos de éstos. Diariamente se transmitían dos noticieros: uno a las siete y otro a las nueve de la noche, con la dirección de Arturo Abella. También fueron directores de los espacios noticiosos de Teletigre Alfonso Castellanos, Jorge Perea y sólo por un corto espacio de tiempo Yamid Amat. La presentación de los mismos corrió por cuenta de figuras como Paco Ujueta, Hugo Alberto Munker, Lucila de Medina y Jaime Martínez, quien todavía es locutor de radio. Además, había espacios de opinión como Quién es quién, presentado por Gloria Pachón, y de carácter cultural realizados por la intelectual Marta Traba, así como transmisiones deportivas de difícil realización, como el primer remoto de un partido entre Colombia y Uruguay, transmitido desde Cali.
Con el afán por introducir nuevas propuestas frente a lo que hasta entonces existía, Teletigre sacó las cámaras a la calle para mostrar presentaciones en vivo y otros espectáculos artísticos al aire libre, como las fiestas de fin de año que se presentaban en directo desde la plaza de Bolívar. De este corte fueron los programas Especiales del sábado, la Navidad de los niños pobres y la Campaña pro-empleo. No obstante, los comentarios sobre la programación eran encontrados. Al musical Shindig, por ejemplo, un artículo de El Espectador lo definía como un “desfile de melenudos cantantes de rock-and-roll y de twist”, aunque otros lo contaban entre los programas con más seguidores, así como Ye Ye Teletigre. También la comedia Vive como quieras, dirigida por Boris Roth y con la actuación de Hugo Pérez, Enrique Jordán, Maruja Toro, Samara de Córdova y Mario Sastre, recibió buenos comentarios, así como el concurso infantil 64.000 centavos por su respuesta y El abuelo bailarín, que duraba una hora, a partir de las 5:30 de la tarde, con la presentación de Rebeca López.
Dirigidos a los niños, se destacaron los enlatados Batman, Meteoro submarino, El niño del circo, La familia Adams, Flipper y Los monstruos. Algunas series extranjeras transmitidas por Teletigre, pero para la teleaudiencia adulta, fueron Hawai 5-0, La fama es el nombre del juego, Cine en su casa, Agente secreto, Ruta 66, Hong Kong, No hay tiempo para sargentos, El show de Lucy, Los detectives, Maverick y Suspenso, de Hitchcock. En 1970, cuando cerró sus puertas, entre su programación se contaban Dibujos animados, Pelusa, Contrapunto (de quince minutos), Shirley Temple, El Gran Valle, Área 12, En busca del Paraíso, Noticiero a las 10:00 y Jim West.
Por los cinco años que finalmente duró el contrato de Teletigre como canal, Inravisión recibió la suma de 13.500.000 pesos (aproximadamente ocho mil millones de pesos de 2004).
Punch
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Apenas dos años después de inaugurada la televisión en Colombia ya estaba abriendo sus puertas la primera programadora que tuvo el medio: Punch Ltda. En octubre de 1956, con un capital de diez mil pesos, se inició esta compañía cuyo propósito en un principio era ser una oficina de medios que sirviera de vínculo entre las agencias de publicidad y el naciente negocio de la televisión. Los fundadores de la nueva empresa fueron Alberto Peñaranda Canal y su esposa, Cristina Schneider. Con su dirección, muy pronto Punch empezó a innovar en el medio, a través de propuestas como Telehipódromo, uno de los primeros programas de la televisión colombiana en que se transmitían las carreras de caballos de los domingos en el Hipódromo de Techo. Con él, Telehipódromo pero sobre todo con los Juegos Panamericanos de 1971, Punch se El primer programa estable convirtió en la pionera en la transmisión de eventos deportivos de Punch comenzó a emitirse en 1958, gracias a la idea en directo. de Alberto Peñaranda de Más adelante marcaría también la pauta en la producción transmitir las carreras de caballos que se escuchaban de noticieros y programas periodísticos, con la transmisión de en la radio con gran éxito. lo que se considera el primer noticiero estable de la televisión Como las carreras del cinco y seis desde el Hipódromo colombiana: El Reporter Esso. Igualmente, en el género melodra- de Control remoto desde el hipódromo La Magdalena. Techo duraban tan sólo mático Punch estuvo un paso adelante, al producir la primera quince minutos y entre carrera y carrera había un espacio de media hora, los realizadores del programa decidieron ocupar ese tiempo con espectáculos mutelenovela que vieron los colombianos en 1959, El 0597 está ocusicales. Pero desde el hipódromo no podían hacerlo, pues no existía el espacio pado, premiada en Buenos Aires como la mejor telenovela del adecuado, lo que los obligó a usar el estudio uno de la Televisora Nacional. Así, se alternaron las transmisiones desde dos espacios distintos, en un programa continente. que duraba cuatro horas ininterrumpidas las tardes de los domingos. En sus Para principios de la década del sesenta la programadora ya tarimas cantaron artistas como Lucho Gatica, Olga Guillot, Los Tolimenses y la Orquesta de Lucho Bermúdez, entre otros. Fue la escuela básica para los contaba con una parrilla variada: concursos como La llamada dramatizados, los magazines, los musicales y hasta los humorísticos, además Sears y Cuánto sabe, Punch le paga; programas de variedades de ser el primer programa deportivo de la televisión colombiana. Sus animadores fueron Fernando González-Pacheco y Enrique Pontón, quien más adelante como El ABC de la mujer, El mundo en Bogotá y el dramatizado fue remplazado por Hernán Castrillón. Antaño y hogaño, estos dos últimos presentados y dirigidos por Gloria Valencia de Castaño; humorísticos como Operación Ja Ja, y musicales como Agencia de artistas y El programa Pielroja, entre otros. Pasados siete años Punch empezó a ser parte del llamado Pool, con las programadoras Caracol y RTI, el cual se convirtió en una sólida asociación para la comercialización de productos exitosos en los distintos géneros. Esta asociación le dio paso después a la creación de Gravi y a la conformación de la OTI Colombia, una alianza para la transmisión de eventos deportivos de gran relevancia como los Juegos Olímpicos, los mundiales de Adriana Vera y Carlos Barbosa en la comedia vuelo secreto. fútbol y los Juegos Panamericanos. Haciendo reír Años después de que el Pool se deshizo, al comenzar los Dos de las primeras comedias que realizó Punch en sus años iniciales fueron Barra de barrio y Somos cinco y medio, enfocadas a resaltar el humor criollo. Ya ochenta la programadora pasó sus estudios de grabación a una para los años ochenta realizó Papá Arena, que luego se llamaría Juntos pero no casa del barrio La Soledad y desde allí emprendió nuevos prorevueltos; Pero qué familia, Si nos dejan, y en los últimos años El hijo de Nadia y Pero la que definitivamente tuvo más éxito y recordación dentro del yectos. En estos años salieron al aire programas de alta audiencia Cazados. público fue Vuelo secreto, que dejó de emitirse en 1999, después de más de 365 continúa en la página 44 como la telenovela Amándote, el capítulos al aire.
álbum Fernando gómez agudelo
Alberto Peñaranda Canal apenas había “subido al tercer piso” cuando fundó Punch, con su esposa Cristina Schneider. Había trabajado en Avianca y en el 1956 se desempeñaba como empleado de Publicidad Toro, con cuyo gerente vislumbró la idea de crear Punch, nombre que copiaron del de una revista inglesa de humor. Cuando Peñaranda creó su empresa desfogó en ella toda Alberto Peñaranda. su creatividad y, a la vez que fue haciéndose de un selecto grupo de colaboradores como Alfonso Castellanos y Hernán Castrillón, descubrió talentos tan escondidos como el de Fernando González-Pacheco, quien por entonces trabajaba en un barco de la Flota Mercante. Mientras él era el genio creador de la programadora, su esposa Cristina fue la base que construyó y soportó toda la estructura organizativa y logística de la empresa durante los 18 años que permaneció en ella. A lo largo de casi una década Peñaranda fue para Punch el cerebro creativo y muchas veces el director de los programas que salían al aire. Luego de que vendió sus acciones, se fue a vivir a París y tiempo después de su regreso a Colombia enfermó y murió. Por su parte, Jorge Peñaranda Ruán, primo de Alberto, era un publicista que entró como socio a principios de los sesenta. Era su responsabilidad conseguir la plata para que el negocio funcionara. Y así lo hizo hasta 1975, cuando le vendió su parte a Alberto. De ahí decidió abrir la programadora Gran TV, que no sólo produjo sino que durante varios años se encargó de la distribución de series extranjeras y otro tipo de enlatados.
Nuevos socios El comienzo de la década de los sesenta les dio cabida a dos nuevos socios: Manuel Medina Mesa y Jorge Peñaranda, quienes se encargaron de los departamentos de producción y comercialización, respectivamente. En el área administrativa y financiera estaba Cristina Schneider y en la parte creativa, Alberto Peñaranda, los esposos fundadores de la programadora. A mediados de los setenta y luego de una época de gloria, Punch empezó a afrontar problemas económicos. Cristina Schneider se retiró en 1974 y más adelante Germán París fue nombrado como gerente, pero sus intentos por disminuir costos se enfrentaron con los criterios de los Peñaranda, quienes le vendieron su parte. Un año más tarde, en 1977, Enrique Peñalosa Camargo entró como nuevo socio, dando inicio a una nueva etapa para Punch. A finales de los setenta la composición accionaria de la compañía volvió a cambiar con la salida de Manuel Medina Mesa y Germán París y la entrada de los Jaramillo Correa. En 1992 la familia Peñalosa se retiró y vendió su participación accionaria y entraron a la compañía Helmuth Bickenbach (quien fue secuestrado y posteriormente asesinado por un grupo subversivo a mediados de 2003, junto con su esposa Doris Gil), Óscar Pérez, Luis Fernando Jaramillo Correa y María Ángela y Ana María Sánchez Ortega. Varios de estos últimos componen la junta directiva actual, mientras la presidencia está a cargo de Luis Felipe Jaramillo Lema.
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La familia Peñaranda
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Punch, la pionera
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CírCulo Colombiano de artistas (CiCa)
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Luis Fernando Múnera, Sebastián Ospina, Alejandra Borrero y Germán Rojas en Las muertes ajenas. punCh
Hugo Pérez en Buenas noches domingo, que se transmitía por el canal 8.
Jaime Saldarriaga.
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Punch
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Juan Pablo Shuck y Liesel Potdevin en El cacique y la diosa. Hernán Bolívar y Margoth Velásquez en Manuela.
El melodrama
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María Eugenia Parra como Asunción.
Telenovela Te voy a enseñar a querer. punCh
Raquel Ércole en Marcela.
Rocío Chacón y Alejandro Martínez en La rosa de los vientos.
Martha L. Ruiz, Saín Castro, Carlos Muñoz, Consuelo Luzardo, Patricia Grisales y Armando Gutiérrez, elenco de la telenovela Amándote.
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Alberto Sánchez y Carlos Vives en David Copperfield. punCh
Punch no sólo realizó la primera telenovela que vieron los colombianos, sino que desde sus inicios hizo experimentos en el género dramático. Empezó con las adaptaciones teatrales para televisión, que pasaba en espacios como Buenas noches, domingo o El gran teatro universal, a lo que le siguió un programa que en un principio producía la Televisora Nacional, Historias intrascendentes, considerado el inicio del dramatizado moderno, así como varias propuestas durante las décadas siguientes. En los últimos años, antes de la privatización, uno de los seriados mejor recibidos por la crítica y la audiencia fue Asunción. En cuanto a la telenovela como tal, ya en 2000 Punch completaba más de 65 producciones. Entre ellas cabe destacar a Manuela, primera novela que la programadora grabó en colores en 1975, y Manuelita Sáenz a finales de los setenta; Hato Canaguay, Amándote, Las muertes ajenas y El cacique y la diosa en los ochenta, y Te voy a enseñar a querer y El pasado no perdona en los noventa. Entre los dramatizados de corte histórico y basados en grandes obras de la literatura se recuerdan El alférez real en 1974, Rojo y negro en 1977, Piel de zapa en 1979, Rasputín en 1980, La dama de las camelias en 1981 y David Copperfield en 1983, donde comenzó su carrera actoral Carlos Vives.
Ana María Hoyos, Luis Fernando Hoyos y Susana Torres en Código de pasión.
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José Fernández Gómez entrevistando a Virgilio Barco, en Positiva Mente.
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La familia Ingalls, con Michael Landon.
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Mónica Samper, Bernardo Hoyos y Ángela Patricia Janiot en Momento cultural.
Noticias y opinión
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Alfonso Castellanos.
Elenco de Imagínate, uno de los programas estrellas de la franja infantil de Punch.
Y para los pequeños Para Punch, la programación infantil estuvo desde un principio entre sus prioridades. Así, a finales de la década de los cincuenta saca al aire El mundo infantil, presentado y dirigido por Gloria Valencia de Castaño, al cual le seguirían Juguetelandia en Sears, El infantil de Pacheco y Siempre listos, ya en la década de los setenta. Sin embargo, el programa bandera de su división infantil fue Imagínate, iniciado en 1985 con la dirección de María Angélica Mallarino, a quien luego remplazó José Antonio de Brigard y posteriormente Guillermo Calle, quien ya estaba vinculado a la programadora.
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¿Quién manda a quién?, con Tony Danza.
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Margarita Vidal.
Un derrotero que siguió Punch durante buena parte de su vida como programadora fue la producción de noticieros y espacios periodísticos. En este género incursionó recién inaugurada la televisión con El Reporter Esso, un noticiero diario de quince minutos producido por la United Press International en Colombia. Con el tiempo este informativo se convirtió en el Noticiero Suramericana, el cual duró más de dos décadas al aire con la dirección de Alfonso Castellanos. En 1978 Punch dejó de producir sus noticieros Suramericana, Micro Noticiero, Titulares Punch y Telecom, pero ya había empezado a realizar otros programas de corte periodístico, como Controversia y Protagonista el hombre, pionero de los programas de investigación; La entrevista, dirigido por Margarita Vidal, y Documento estelar, donde comenzó su carrera periodística Gustavo Castro Caycedo. Testimonio marcó un hito desde cuando comenzó a emitirse, en julio de 1983, primero como un programa investigativo-histórico y luego como un espacio de opinión, dirigido por el periodista Jairo Pulgarín. Otros de este estilo que dejaron huella fueron Momento cultural y Personajes.
Dinastía. punCh
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infantil Imagínate y Testimonio, un espacio de opinión que causó grandes polémicas en el ámbito nacional y estuvo al aire tres años. Estas nuevas propuestas empezaron a levantar la imagen y las finanzas de la programadora, que En la telenovela había tenido que afrontar en los La dama de las camelias salió uno de últimos años algunos problemas los primeros desnudos económicos. de la televisión, Después de la crisis que le sobre- protagonizado por Jorge Emilio Salazar y vino a la televisión con el apagón Stella Suárez. de 1992, y durante la presidencia de Alejandro Pérez, Punch tuvo una de sus mejores épocas desde el punto de vista económico. Se asoció con Telecinco, de España, y Quality Media Center, de Puerto Rico, produjo la telenovela Pasión de vivir y participó en la licitación de 1997 para adquirir un canal privado, pero el proyecto no pudo concretarse. No obstante, víctima de toda la crisis económica que afectó de manera especial a la televisión a partir de 1998, Punch se vio obligada a renunciar a las concesiones de espacios de televisión y dejar la actividad como programadora a principios del 2000. Pasó entonces a ser una productora y, utilizando los equipos técnicos y humanos que todavía tenía, empezó a hacer programas para los canales privados. Actualmente sigue prestando sus servicios técnicos para la producción a terceros y desarrolla productos propios, preparándose para una nueva etapa en el negocio televisivo, así como para celebrar sus 50 años de fundada, en octubre de 2006.
CírCulo Colombiano de artistas (CiCa)
Punch
Clase de Beverly Hills, con Jason Priestley.
Del exterior... Muchos de los enlatados más recordados por los colombianos fueron traídos a la televisión colombiana por Punch. A programas como Bonanza y El doctor Kildare, les siguieron exitosas series extranjeras como Paper Chase, La familia Ingalls y Los Waltons, que fueron presentadas por más de diez años con un alto grado de preferencia entre la teleaudiencia. En tiempos más recientes, nombres como Clase de Beverly Hills, Melrose Place y Guardianes de la bahía estuvieron en los primeros lugares de sintonía.
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Teniendo como gestores a Fernando Gómez Agudelo y a Fernando Restrepo Suárez, a principios de 1963 nació RTI como una programadora que le daría un gran impulso al negocio de la televisión en Colombia y marcaría el origen del género de la telenovela. Desde sus inicios, y aprovechando que los orígenes de la compañía habían sido la grabación de radionovelas a través de la empresa Sigacol, se tomaron los libretos existentes para el medio radial y se utilizaron para hacer telenovelas que se emitían tres veces por semana. Cinco años después RTI dio un paso adelante y empezó a transmitir por primera vez una telenovela diariamente. Interesada en el avance del medio, no sólo desde el punto de vista de contenidos sino de técnica, cuando llegó a Colombia el videotape, en 1965, RTI en asocio con la televisión estatal hizo los primeros ensayos con estas cintas de dos pulgadas, cuyo procesamiento era precario y dispendioso. Más adelante, con la creación de Gravi (primeros estudios privados de televisión en el país) en 1974, RTI dio inicio a la producción de televisión en color. Así, cuando por fin los colombianos pudieron ver imágenes en colores en 1979, RTI llevaba cinco años produciendo y tenía 4.200 horas de realizaciones con la nueva tecnología. Así mismo, a mediados de la década de los setenta, RTI entró al mercado de los doblajes. Para ello compró un moderno equipo y contrató a Jean Pierre Steiner para que se encargara de preparar al personal técnico y artístico que integraría la empresa Dinavisión. La cinta Mazarino fue el primer producto de este trabajo, junto con realizaciones tan importantes como Yo, Claudio. Sin embargo, el fuerte monopolio que en ese mercado tenían los mexicanos hizo que esta empresa cerrara un año después de creada. Esa década marcó igualmente la internacionalización de la producción televisiva colombiana con La mala hora, miniserie de RTI basada en un libro de Gabriel García Márquez, que fue vista en Italia y varios países de Latinoamérica. Este proceso de internacionalización es tal vez uno de los más importantes en los que se ha vinculado la programadora, gracias a la conformación de la distribuidora Tepuy, de la cual RTI es dueña en un 50%. En los últimos años RTI ha invertido varios millones de dólares en la ampliación de su infraestructura, construyendo cuatro estudios completamente digitalizados. Su última gran inversión fue la construcción de la casa de Gran Hermano, también en sociedad con Tepuy, la cual tuvo un costo aproximado de un continúa en la página millón y medio de dólares. Des-
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Fernando Gómez Agudelo El hombre que pasó a la historia como el padre de la televisión nacional, fue también el gestor de una de las empresas más tradicionales de esa industria. Luego de dejar su cargo como director de la Televisora Nacional y de meterse en el negocio de la radio, Gómez Agudelo, en asocio con Fernando Restrepo Suárez, concibió la idea de crear una programadora, RTI, que en la práctica ya existía como filial de una empresa dedicada a la distribución de películas. Así, a comienzos de 1963 nació la programadora de televisión más antigua hasta el momento, que él presidió hasta sus últimos días de vida. Desde allí llevó a cabo innovadores proyectos, siempre fiel a un accionar disciplinado y perfeccionista, en el que no tenía cabida la mediocridad. Primero fue la introducción del uso del videotape, en 1965; luego, en 1969, la transmisión en directo de la llegada del hombre a la Luna, que demandó un inmenso esfuerzo técnico; posteriormente la creación del primer estudio de televisión privado, Gravi, en 1974, y desde los inicios de la programadora la adaptación de radionovelas para ser pasadas a la televisión que, entre otros factores, dieron origen al melodrama en la pantalla chica colombiana. Estos y otros proyectos hicieron merecedor a Gómez Agudelo del premio Simón Bolívar de Oro, otorgado en 1987 por una vida dedicada a la televisión, y la medalla al mérito de las comunicaciones Manuel Murillo Toro, en 1992, así como a la orden de San Carlos, conferida por el presidente de la república ese mismo año. Hombre perfeccionista, exigente y estricto, pero a la vez sentimental, no tenía pelos en la lengua para decir lo que tenía en mente, ni le hacía concesiones a nadie. Un escéptico y crítico de la televisión y del país, despotricaba de la incultura y de la lobería que caracteriza a los colombianos. En una de sus últimas entrevistas, publicada en noviembre de 1992 en las Lecturas Dominicales de El Tiempo, decía acerca de la cultura: “Yo creo que no tiene ningún futuro. Ni la cultura, ni nada. Yo hoy, más escéptico que nunca, creo que estamos perdidos, que el tercer mundo está perdido. Colombia específicamente está perdida”. Quería, sin embargo, hacer más aportes y por tanto uno de sus sueños era crear un canal eminentemente cultural, así como hacer obras literarias en miniseries. Murió víctima de cáncer el 16 de noviembre de 1993. Como agnóstico que era, le angustiaba terriblemente despedirse, porque no sabía si después vendría algo o no. Antes de morir, muy satisfecho con el papel que había desempeñado en el campo de las comunicaciones, sólo le pedía a la vida un poco más de tiempo para gozársela.
La Teleoperación Luna
Una de las transmisiones más audaces de la historia de la televisión en Colombia fue la llegada del hombre a la Luna. Este ambicioso proyecto fue liderado por RTI con el apoyo de las otras programadoras del Pool, que en conjunto invirtieron más de tres millones de pesos. Para hacerla se tuvo que conseguir una rastreadora portátil, pues Colombia no contaba en aquel momento con conexión a ningún satélite, que RTI alquiló en Estados Unidos junto con una empresa venezolana. La Tele-Operación Luna fue coordinada por Carlos Pinzón y les permitió a los colombianos, junto con millones de personas en todo el mundo, ver en la noche del 21 de julio de 1969 el momento en que Neil Armstrong puso un pie en la Luna, transmisión que se extendió por más de nueve horas con buena calidad técnica, con excepción del momento en que la “Araña” inició el descenso desde la nave Apolo 11, que no pudo ser visto.
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Los cimientos del melodrama
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Carlos Pinzón presenta El Club de la Televisión.
De animales y concursos Además de la telenovela, RTI incursionó con éxito en otros géneros y sacó al aire espacios tan reconocidos como Naturalia, dirigido por Álvaro Castaño Castillo y animado por Gloria Valencia de Castaño, que rescató por quince años los valores de la naturaleza universal, y Enviado especial, programa periodístico dirigido y presentado por Germán Castro Caycedo desde 1976, que trató los temas más candentes de la actualidad nacional. Dentro de esta categoría cabe mencionar también a Esta es su vida y más adelante el exitoso Cita con Pacheco, programa de entrevistas que le dio una nueva dimensión al trabajo del animador, mostrándole una faceta humana y diversa antes desconocida, gracias a la dirección de Bernardo Romero Pereiro. También quedaron en la memoria de los televidentes El juicio, un espacio de controversia presentado por José Fernández Gómez y dirigido por César Simmonds, y El club de la televisión, que por más de once años dirigió y presentó Carlos Pinzón. Hicieron las delicias del público los concursos Alcance la estrella, Telectrónico, El precio es correcto, El programa del millón y Compre la orquesta, tal vez el programa más popular en la década de los ochenta.
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Fernando Restrepo
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Aunque es ingeniero eléctrico de profesión, se ha movido toda la vida en el campo de las comunicaciones, entre otras cosas porque el “bichito” le venía de familia al ser hijo de Fabio Restrepo, gerente de El Tiempo desde su fundación. Compañero de colegio de Fernando Gómez Agudelo, se lo volvió a encontrar cuando éste viajó a Estados Unidos encomendado por el gobierno para comprar los equipos necesarios para montar la televisión en Colombia. Por entonces Restrepo era representante para Colombia de la Dumont a través de la empresa Cuéllar y Cía., y además de vender los equipos necesarios para los primeros estudios de televisión en Colombia, pronto se vio envuelto en su montaje. Ya en el gobierno de Alberto Lleras Camargo fue nombrado director de la Televisora cuando Fernando Gómez Agudelo dejó ese cargo en 1958. Eran tiempos difíciles. El gobierno central no apoyaba la televisión por considerarla una obra de la dictadura. Sin embargo, durante los cuatro años que estuvo al frente de la institución trabajó en la continuación de la política cultural y educativa con que se venía orientando el medio y participó en el montaje del primer telecine que hubo en Colombia, lo cual permitió transmitir series extranjeras por la pantalla chica nacional. En esos años, en compañía de Gómez Agudelo, montó primero la emisora Mil 20, que estuvo en primer lugar de sintonía con su exitosa oferta de pasar dos discos seguidos, y posteriormente la empresa Sigacol, dedicada a la producción de radionovelas, las cuales eran vendidas a emisoras de todo el país. Faltando tres meses para que finalizara el gobierno de Lleras Camargo renunció a su puesto y se puso en la empresa de crear a RTI Televisión, tarea que cumplió hombro a hombro con Gómez Agudelo a principios de 1963. Al poco tiempo de constituida la programadora, Restrepo fue nombrado director del departamento en español de radio, cine y televisión de la Unesco, con sede en París. Sin poder rechazar el ofrecimiento, durante cuatro años vivió fuera del país y a su regreso compró las acciones que tenían las agencias de publicidad Atlas y Época en RTI. Posteriormente, se dedicó a tratar de volver realidad el proyecto de tener un satélite propio para Colombia, aunque después de dos años de trabajo el gobierno decidió declarar desierta la licitación. Estando al frente de la gerencia y la parte administrativa, RTI decidió meterse en el negocio de la televisión por cable y es cuando se funda la empresa TV Cable en 1985, de la cual Restrepo es todavía presidente de su junta directiva. Después de la muerte de Fernando Gómez Agudelo, en 1993, asumió la presidencia de la junta directiva de la programadora, posición que sigue desempeñando en la actualidad.
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Dramatizados Muchos de los primeros melodramas que vieron los colombianos en la televisión tenían el sello de RTI. Fueron algunos de ellos Infame mentira, La ninfa constante, Un reino para tu amor, Cartas a mi amada, Mil francos de recompensa (una adaptación de una obra de Victor Hugo), Sacrificio de amor, Impaciencia del corazón, El destino es mi aliado y Diario de una enfermera. Todas esas novelas llenaron una franja de la programación entre 1963 y 1966, transmitiéndose usualmente los martes, jueves y sábados, intercaladas con la telenovela de Punch, que iba los lunes, miércoles y viernes. También desde sus comienzos, RTI estuvo interesada en las adaptaciones de grandes obras de la literatura nacional y latinoamericana. Dentro de este rango los colombianos vieron en los sesenta y ochenta obras como María María, de Jorge Isaacs; La vorágine, de José Eustasio Rivera; La feria de las vanidades, de William Thackeray; La marquesa de Yolombó, de Tomás Carrasquilla; El caballero de Rauzán, de Felipe Pérez; La tregua y Gracias por el fuego, de Mario Benedetti; La tía Julia y el escribidor, de Mario Vargas Llosa; Los premios, de Julio Cortázar; Amalia, de José Mármol, y El gallo de oro, de Juan Rulfo, que fueron emitidas como novelas en la programación diaria. Simultáneamente, salieron al aire con una periodicidad semanal Caso juzgado, dirigido por Boris Roth; Este domingo, de José Donoso, y La venganza, de Manuel Mejía Vallejo,
La obra literaria La feria de las vanidades fue llevada a la pantalla chica.
y en horarios especiales aparecieron La mala hora y Tiempo de morir, de Gabriel García Márquez. Éstas, junto con Mi alma se la dejo al diablo, de Germán Castro Caycedo, Maten al león y Los pecados de Inés de Hinojosa, son las más sobresalientes dentro del género de producciones especiales. Luego del éxito de La abuela a finales de los setenta, en los ochenta RTI transmitió las telenovelas Lola Calamidades, Flor de invierno, La daga de oro, Loca pasión, El segundo enemigo y Zarabanda. En la década de los noventa se vieron en la pantalla chica telenovelas como En cuerpo ajeno, que fue uno de los grandes éxitos de la programadora, tanto nacional como internacionalmente; Detrás de un ángel,Las aguas mansas, No juegues con mi vida, La viuda
de Blanco, La caponera y Yo amo a Paquita Gallego, entre otras. También en el género dramatizado, y luego de ser marginada de la franja de telenovelas en la licitación de 1983, RTI sacó al aire series tan exitosas como Los cuervos, El ángel de piedra y Por qué mataron a Betty, si era tan buena muchacha, las tres con libretos de Julio Jiménez. El espacio de El cuento del domingo, otro que marcó un hito en la historia en la televisión, pasó miniseries como Vivir la vida, Brillo y Por amor. En 1991 produjo el dramatizado Cuando quiero llorar no lloro, más conocido como Los Victorinos, en el que Carlos Duplat, su director, realizó un profundo retrato de la sociedad que se quedó definitivamente en la mente de la teleaudiencia.
Gravi, los primeros estudios privados La construcción de los legendarios estudios de Gravi, de la calle 19, se inició en 1974, cuando el Pool decidió crear estudios propios para la grabación de los programas en color de las tres compañías. Pronto la empresa Gravi, en colaboración con Inravisión, había producido espacios tan importantes como la transmisión del lanzamiento del Apolo XI desde Cabo Cañaveral, la visita del papa Paulo VI y la llamada Tele-Operación Luna, que fue toda una hazaña de técnica, la cual conjugó los esfuerzos de las tres programadoras, con el liderazgo de RTI. Todo empezó con la adecuación del espacio donde anteriormente se encontraba el cine Sabana, en la calle 19 con carrera cuarta. Luego de un arduo año de trabajo, allí se construyó un estudio de 500 metros cuadrados, que se inauguró el 2 de enero de 1975. Lo primero que se grabó fue un comercial del Banco de Colombia, protagonizado por Carlos Pinzón y Margalida Castro, y el primer programa en sí fue Charlas con Pacheco, que en esa oportunidad tuvo como invitado al maestro León de Greiff. Este estudio estaba dotado de tres cámaras, equipo de iluminación y sonido, dos máquinas de videotape Ampex y las de control de audio y video. Aparte estaban las salas de edición, donde se dejaba todo el material listo para ser enviado a Inravisión. Muchos de estos equipos habían sido traídos a Colombia para la transmisión del mundial de fútbol de 1974. Otro estudio más pequeño era utilizado únicamente para programas como Naturalia. Teniendo como jefe de producción a Mercy Merchán, el estudio de Gravi se convirtió en un agitado espacio donde se trabajaba de lunes a sábado, grabando toda la parrilla de las tres programadoras del Pool y, esporádicamente, de espacios para otras empresas. No sólo las telenovelas, sino programas como El cuento del domingo, Sábados Felices, Teatro Popular Caracol, Caso juzgado y Charlas con Pacheco, entre muchos otros, mantenían ocupados a los dos equipos de producción con que contaba Gravi en aquellos tiempos. Eran alrededor de 80 personas directamente involucradas con la parte técnica y otras 80 que se encargaban de la escenografía y la ambientación, cuyas bodegas estaban al otro lado del estudio, sobre la calle 20. Más adelante el Pool, en asocio con RCN, Datos y Mensajes y JES, creó Producciones Mundial, una empresa que compró los derechos de transmisión de eventos deportivos como el Mundial de Fútbol y la Vuelta a Colombia. Al finalizar la década del setenta, Punch se retiró del Pool, pero RTI y Caracol siguieron con los estudios, que hoy en día continúan funcionando, aunque sin personal ni equipos, pues la empresa Gravi como tal se cerró. Así, cuando alguna de las dos programadoras los utiliza lleva su propia gente y equipos.
álbum maría CeCilia botero
pués de la transmisión de este reality en Colombia, hecha por el Canal Caracol a mediados de 2003, la casa se usará en la realización del mismo programa para otros países. Gracias a la alianza que surgió a finales de los noventa con la cadena estadounidense Telemundo, en el 2002 se creó RTI-Telemundo, una empresa televisiva con sede en Miami que produce para el mercado hispano de Estados Unidos, a la cabeza de la cual está Patricio Wills, quien presidió la programadora por muchos años. Hoy en día RTI vuelve a desempeñar su papel de programadora, dentro del nuevo esquema que tiene la televisión pública abierta en Colombia desde el 2004.
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El género infantil
Patricio Wills rti
En el espacio de programación infantil es imposible olvidar a Feliz Cumpleaños Ramo, presentado por Gloria Valencia de Castaño, y Minimonos, del caricaturista Pepón. En este mismo género, pero traídos del exterior, dejaron huella Topo Gigio y el mundialmente conocido Plaza Sésamo.
El año 1978 marcó el inicio de la larga y fructífera carrera que Patricio Wills ha hecho en RTI. Dejando atrás su experiencia en cargos públicos, ese año Wills ingresó a la programadora como gerente de producción, puesto que desempeñó por espacio de ocho años. Estuvo al frente de la planeación y el desarrollo de los diversos productos de la compañía, a la vez que fue labrando el camino para la internacionalización de la oferta de la televisión nacional. Fueron los tiempos en que RTI se vio involucrada en la conformación de empresas como Gravi, OTI Colombia, TV Cable y Sky TV, todas vinculadas al mundo de las telecomunicaciones. Siete años más tarde fue ascendido a vicepresidente y para 1994 era el presidente de la compañía. Desde esa posición consolidó a la programadora en los mercados extranjeros, gracias a la creación de Tepuy Internacional, una distribuidora de productos televisivos, no sólo de RTI sino de otras productoras nacionales, enfocados al público internacional. Este movimiento consolidó a RTI como un importante productor en el ámbito hispano, al tiempo que Tepuy se convertía en la tercera más grande distribuidora de contenido latinoamericano. Paralelamente con su papel de empresario, el cual lo llevó a ser uno de los accionistas de la programadora, Wills desarrolló otro como productor de telenovelas, lo cual hizo con obras de escritores tan importantes como Gabriel Cuando las programadoras coGarcía Márquez, Mario Vargas Llosa, Manoel Carlos, Juan Carlos Gené, entre menzaron a perder fuerza desotros. Este trabajo está plasmado en las más de 30 novelas que han salido con pués de la privatización, RTI hizo su nombre hasta la fecha. un viraje y emprendió un camino Después del inicio de los canales privados, Wills hizo de RTI una productora como productor, especialmente sólida —cuando prácticamente todas las empresas televisivas estaban cerranen el campo internacional, busdo— que hoy en día produce para canales públicos y privados de Colombia y cando ampliar su mercado. para cadenas internacionales. Uno de sus últimos logros fue la construcción Con este esquema, RTI hizo en de la nueva sede de RTI, un moderno edificio dotado de estudios, tres uniel 2000 la telenovela Amantes dades móviles y más de 300 trabajadores que producen televisión de calidad del desierto, en coproducción con destinada a clientes como Telemundo, Discovery y otros canales extranjeros. Telemundo y Caracol. A raíz de Cuando las alianzas con Telemundo fueron un paso más adelante, en el esta producción se establecieron 2002 Wills se trasladó a Miami para dirigir la empresa RTI-Telemundo, una conversaciones más serias con productora enfocada al mercado hispano de Estados Unidos. la cadena estadounidense en las cuales se incluyó a Caracol, y finalmente nació el acuerdo de realizar ·Directores destacados· diez telenovelas en cinco años a partir del 2000 para transmisión tanto nacional como internacional. Hasta ahora se han hecho cinco Con más de 25 años en el medio, de ellas: Amantes del desierto; este ingeniero electrónico, espeLuzbel está de visita; Sofía, dame cializado en efectos especiales e tiempo, Ángel de la guarda, mi iluminación, comenzó trabajando dulce compañía y otra que RTI inien los estudios de Gravi, en el ció a grabar a mediados del 2003, área técnica, y poco a poco se fue Pasión de gavilanes, que resultó involucrando en la producción un éxito desde sus inicios. de musicales, concursos y otros programas de contenido, debido a · Otros personajes · la facilidad que fue mostrando en temas de realización. Pronto pasó Eduardo Gutiérrez, a RTI a manejar la productora de Bernardo Romero Pereiro, comerciales y de ahí dio el salto al Boris Roth, David Stivel y género dramático, en el cual con el pasar de los años se ha consolidado. Pepe Sánchez, directores En todos estos años ha sido director de programas como los concursos destacados. Los tres a las seis, El precio es correcto, El programa del millón, Su media Héctor Ulloa, no sólo como naranja, La bella y la bestia y Quiere cacao, y de los dramatizados Deciactor, sino como ejecutivo. siones, Loca pasión, Lola Calamidades, Las aguas mansas, La viuda de Julio Jiménez, con sus Blanco, Yo amo a Paquita Gallego, Rauzán, Amantes del desierto, Luzbel historias sinónimo de éxito. está de visita, Mi pequeña mamá y La venganza. Igualmente, ha sido el Hernán villa, quien fue jefe asesor de imagen de los noticieros CM& y Nacional. de producción de la Televisora Como gerente creativo de RTI ha realizado más de 200 comerciales Nacional y posteriormente uno en video y cine de 35 mm. Trabajando en llave con Hugo León, dirigió de los principales productores durante años todos los grandes eventos deportivos que se transmitieron de la programadora, junto con en las últimas décadas en la televisión. Cuando se concretó la apertura de Héctor Barragán, Hernán la productora Telemundo-RTI, con sede en Miami, Valcárcel se fue junto Estrada y Alfonso Sarmiento. con Patricio Wills a manejarla y actualmente es el productor general de la Henry Ávila, Luis Palacios y telenovela Amor descarado, la primera novela realizada en Miami por la Hugo Estrada, coordinadores compañía televisiva. de larga trayectoria. rti
La productora internacional
Aurelio Valcárcel
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Héctor Ulloa en la comedia Don Chinche.
Haciendo reír Los espacios de humor también han tenido un papel preponderante en los productos televisivos de RTI. En un comienzo la programadora produjo una de las comedias más populares de toda la historia de la televisión en Colombia, Yo y tú, y más adelante otra que entretuvo por más de siete años a la audiencia nacional e inmortalizó al actor Héctor Ulloa, quien desde entonces se conoce como Don Chinche. RTI puso su cuota de humor político y de opinión con el lanzamiento en 1995 de Quac, el noticero, un espacio presentado por Jaime Garzón durante dos años.
Hernando Casanova en su personaje de Eutimio Pastrana Polanía.
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Caracol Telev isión · L o s
C a r a c o l ·
El empresario Fernando Londoño y el expresidente Alfonso López fueron dos de los principales artífices de la creación de Caracol Televisión.
Fernando Londoño, los cimientos de Caracol Fernando Londoño dice sin titubeos que mucho antes de que al general Rojas Pinilla se le ocurriera la idea de traer la televisión a Colombia, a él ya se le había pasado por la cabeza. Esta es tan sólo una de las señales de la sangre de pionero y empresario que corre por las venas de este risaraldense, nacido en Santa Rosa de Cabal y criado en Pereira, en el seno de una familia numerosa. Trabajaba en el Banco de la República, en la Oficina de Control de Cambios, cuando aceptó en 1948 un ofrecimiento para trabajar en Caracol Radio, cuando ésta apenas tenía un año de fundada. No sabía de radio, ni había pensado incursionar en ese campo, pero pronto se había empapado de todo lo necesario sobre técnica y programación y se las arregló para sortear los problemas financieros que en un principio se presentaron. Estando a la cabeza del proyecto de ampliar la red nacional de emisoras de la cadena radial le propuso a Manuel Agudelo, ministro de Comunicaciones en el gobierno del general Rojas Pinilla, que le diera una licencia para operar la televisión de manera comercial. Por eso, cuando finalmente el proyecto de traer la televisión al país se hizo realidad, pero desde el lado estatal, él prefirió retirarse y esperar un mejor momento para materializar su idea. Fue en 1955, cuando los rumores acerca de que el Estado no tenía con qué mantener al aire la señal de televisión por los altos costos que ello implicaba, que Fernando Londoño volvió a despertar su idea y durante una reunión social en Cartagena le propuso a Jorge Luis Arango, director de la Oficina de Información y Prensa del Estado, “comprarle la televisión”. Aunque la figura de “comprar” no sobrepasaba el aspecto jocoso, lo que sí logró Londoño fue que le arrendaran la mitad de los espacios de televisión existentes hasta el momento para comercializarlos.
Aunque Londoño Henao pensó en un principio que este negocio les iba a significar alrededor de un millón de pesos en pérdidas, pasado un año, la compañía Televisión Comercial Ltda. (TVC), conformada en asocio con RCN, había registrado un millón de pesos en ganancias. Sin embargo, Londoño seguía pensando que éste no era el mejor momento para entrar de lleno a la televisión, pues no quería seguir aceptando que ésta fuera un monopolio del Estado. Simultáneamente con el excelente manejo que estaba teniendo al frente de Caracol Radio, Londoño también intentó adquirir Teletigre, el primer canal privado que hubo en Colombia, de propiedad de Consuelo de Montejo, ofreciéndole a la ABC comprar el 50% de acciones que tenía en la compañía, pero finalmente Londoño decidió no tomar ese riesgo, pues el lapso que faltaba para que finalizara el contrato era muy pequeño y, en efecto, éste no fue extendido. Cuando terminó, en 1970, las horas que tenía asignadas Teletigre fueron asumidas por varias compañías, entre ellas Caracol. Cumplir con esa programación estaba arruinando a la empresa. Sólo la creación del famoso Pool de RTI, Punch y Caracol, logró salvar de la quiebra a esta última. Después de algunos años aceptó invertir en el negocio que poco a poco se iba abriendo espacio y en la licitación de 1967 le fueron asignadas 5:45 horas a Caracol. Mientras tanto, Caracol Radio seguía consolidándose en los ámbitos nacional e internacional, gracias a la dirección de Londoño. Del alma de visionario de Londoño surgió Caracol Televisión, pero en su haber están además el volverla rentable, así como una de las programadoras más sólidas de la televisión. En 1988 cuando con la llegada del grupo Santo Domingo Londoño dejó la presidencia de la junta directiva de Caracol (Radio y Televisión), cargo que desempeñó durante más de 30 años · E m p r e s a r i o s ·
CaraCol / hernán diaz
Caracol Televisión surgió de la visión empresarial de un hombre, Fernando Londoño Henao, quien como presidente de Caracol Radio (empresa que en ese momento ya contaba con casi una década de trayectoria) tuvo siempre en mente entrar al negocio televisivo. Después del éxito que representó tener la empresa TVC, una especie de programadora que funcionó entre 1955 y 1956, Londoño se retiró del medio en espera de un mejor momento, el cual llegó con la licitación que Inravisión abrió en 1967 cuando a Caracol le fueron adjudicadas 45 horas de programación a la semana. En 1967, como respuesta a la intensa competencia que se presentaba entre las grandes programadoras del momento —Punch, Caracol y RTI— se creó el Pool, una asociación cuyo propósito era integrar costos y ventas en un solo departamento comercial y no competir en programación sino, al contrario, sacar en conjunto ambiciosos proyectos. Además de producir la televisión que muchos consideran una de las mejores de la historia en Colombia, el Pool desde un principio se dedicó a la transmisión de los grandes eventos 48 deportivos del mundo, gracias a la conformación de la OTI Colombia, socia a su vez de la OTI, alianza continental para la transmisión de eventos deportivos como los Juegos Olímpicos, los mundiales de fútbol y los Juegos Panamericanos. En 1970, al terminar el contrato del canal Teletigre, las empresas del Pool asumieron muchos de los espacios que quedaron libres en el canal 9, que cambió su nombre a Telecorazón. Cuatro años más tarde se creó Gravi, la empresa productora del Pool, en cuyos estudios ·Los socios fundadores· empezaron a producir sus Fernando Londoño Henao. Alfonso López Michelsen. programas las tres empresas, Carlos Sanz de Santamaría. luego de cancelar sus contratos Pedro Navas. de producción con Inravisión. Betty Echeverry de Restrepo. Germán Montoya. En esos años el Pool también creó la empresa Producciones Mundial, en asocio con RCN, JES y Datos y Mensajes, para la compra de los derechos de transmisión de importantes eventos deportivos. Ya para 1972 Caracol tenía 11,5 horas en el canal nacional —cadena 7— y 15 en el local —cadena 9—. A comienzos de la década de los ochenta la programadora le apostó a la realización de grandes producciones como Las Ibáñez, El camaleón y las novelas La mala hierba, Pero sigo siendo el rey y Gallito Ramírez, entre otras. Hacia 1984 Caracol empezó a exportar sus producciones a continúa en la página casi 20 países, entre ellos algunos
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Fotos: álbum Fernando londoño henao
Más de tres décadas de liderazgo
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Julio Mario Santo Domingo En noviembre de 1986, compañías de los actuales grupos Bavaria y Valores Bavaria, de propiedad del empresario Julio Mario Santo Domingo Pumarejo, adquirieron una importante participación accionaria de las compañías de medios Caracol Televisión S.A. y Caracol S.A. (radio), durante la gestión del ejecutivo Augusto López. Las acciones fueron cedidas por miembros de los grupos familiares Sanz de Santamaría, Ospina, Restrepo y Montoya. A partir de ese momento, y con la presidencia de Diego Fernando Londoño, hijo del fundador, Caracol Televisión S.A. recibió una importante inyección financiera y técnica por parte de los accionistas, liderados por la familia Santo Domingo, que vislumbraron esta nueva actividad empresarial como un importante polo de desarrollo de sus negocios y de la economía del país. Once años después, Caracol se convertiría en uno de los dos canales privados de televisión en Colombia, entre los cuales hoy mantiene el liderazgo.
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Caracol Telev isión ·Los presidentes de Caracol·
Hugo Villegas Luego de ser gobernador del Meta, estuvo por un corto período de tiempo en la presidencia de la programadora.
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Judith Sarmiento presentando Justicia para todos.
Darío Arizmendi entrevistando al expresidente Ernesto Samper Pizano.
Periodísticos La década de los años ochenta dio inicio a los programas de opinión y los informativos dentro de la parrilla de programación de Caracol. Varios nombres son recordados todavía por el público colombiano: Reportajes Caracol, desde donde Yamid Amat entrevistó a figuras como Yasser Arafat u Óscar Arias, premio Nobel de la Paz; Debates Caracol, que condujo Carlos Lemos Simmonds y desde donde se televisaron interesantes confrontaciones en torno a temas de interés público, y Cara a cara, dirigido y presentado por Darío Arizmendi, quien llegó al fondo de las más importantes figuras del momento. Otros programas de este género fueron Muy personal, Caracol en la tierra, Dicen que, En directo, Genio y figura y Séptimo día.
Elenco del programa de humor de Caracol, Sábados felices.
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En la emisora la Voz de Colombia tuvo su primer trabajo. Allí entró como locutor de noticias cuando corría 1947. Un año después empezó a ascender hasta ser gerente. Estando en esas le ofrecieron la gerencia de la emisora Nueva Granada, que era la pieza principal de la Radio Cadena Nacional en Bogotá, y pronto fue nombrado vicepresidente de toda la cadena. Pero Fernando Londoño lo convenció de que se fuera para Caracol, como gerente de la emisora Nuevo Mundo. Desde entonces, fueron 19 años de vinculación con la empresa, en un principio sólo en el área radial, pero luego de que la compañía ingresara al negocio de la televisión a finales de la década del sesenta, Álvarez fue puesto al frente de este negocio. Una de sus principales labores allí fue consolidar la OTI Colombia, luego de que se conformara el Pool entre RTI, Punch y Caracol, a principios de los setenta. Mientras Álvarez Botero estuvo en Caracol fue además miembro permanente de su junta directiva y estuvo a cargo de la organización de varios de los eventos deportivos internacionales que se transmitían en el país por intermedio suyo. En 1972, cuando Caracol Televisión ya tenía alguna trayectoria en el mercado, Álvarez decidió sacar oficinas aparte, las cuales armó en la calle 19 con tercera, donde permanecieron por muchos años. En ese tiempo al frente de la programadora, Álvarez también tuvo que liderar la transmisión de la Vuelta a Colombia, eventos deportivos que demandaban una gran exigencia técnica. A finales de los setenta, cuando se retiró de Caracol, lo nombraron director de la Organización de Publicidad de Colombia y posteriormente se vinculó a Colombiana de Televisión, donde adquirió parte de las acciones, pero allí sólo estuvo dos años. Su último trabajo en televisión fue asesorando a RCN para que lograra su ingreso a la OTI.
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Jesús Álvarez Botero
Shakira y Carlos Vives son dos de los artistas que ha promovido Caracol, y que con el tiempo han triunfado en el exterior.
Roberto Cano en el programa infantil Pequeños gigantes.
Para un público joven de corazón
Adolfo Pérez y William Vinasco Ch. en las transmisiones de fútbol de El Gol Caracol.
Deportivos Casi desde su propio nacimiento, Caracol Televisión se especializó en la transmisión en directo de eventos especiales y deportivos haciendo uso de los últimos desarrollos tecnológicos y un equipo de trabajo idóneo. Hacia 1992 nació el programa estrella dentro de este género, El gol Caracol, mediante el cual la programadora presenta los partidos de fútbol que disputa la Selección Colombia en todas sus categorías, gracias a que posee con carácter exclusivo los derechos de transmisión por televisión hasta el año 2006. Además de transmitirle a la audiencia la pasión del fútbol, Caracol desde siempre ha difundido otras modalidades deportivas a través de especiales como la Fórmula Uno, los Juegos Olímpicos de invierno o el campeonato de la NBA.
En sus primeras producciones como programadora, Caracol le apostó al género del entretenimiento sacando al aire a finales de los sesenta programas como el musical Tierra colombiana, que dirigía Eucario Bermúdez; El club del tío Alejandro, que presentaba el famoso Alejandro Michel Talento; Juventud moderna, animado por En 1971 Caracol Alfonso Lizarazo, y Campeones de la risa, que luego realizaba Estudio se llamaría Sábados felices, espacio que ha acompaña15, un programa do a los colombianos por más de 30 años. En la década del setenta emitía programas tan musical presentado exitosos como el musical Estudio 15, tal vez el primer por Alfonso espacio de gran impacto de Caracol, y en los ochenta Lizarazo, que se le dio inicio al infantil Pequeños gigantes, programa convirtió en uno que marcó un hito dentro del género al mostrar en de los primeros escena a niños que no sólo actuaban, cantaban y bailaban, sino que más adelante entraron a conformar la grandes éxitos de nómina de los grandes actores que hoy protagonizan la programadora y muchas de las más importantes realizaciones de la estuvo más de tres televisión.
años al aire.
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Diego Fernando Londoño En 1986 asumió el cargo de gerente general de Caracol. Estudió derecho en la Universidad del Rosario e ingeniería industrial en la Universidad de los Andes, siempre influenciado por el trabajo de su padre, Fernando Londoño Henao. Por esa razón, desde muy temprana edad, estaba en el mundo de la radio, en el que comenzó como programador de Radio 15. Al iniciar la década del setenta se vinculó a Chrysler Colmotores, donde trabajó tres años como asistente de relaciones industriales y al salir de allí empezó su carrera en el campo de las comunicaciones. Primero permaneció más de una década en Caracol Radio, desde 1974, desempeñando diferentes cargos hasta ser presidente. Durante ese lapso consolidó nacionalmente a la cadena, al tiempo que creaba el sistema FM. Además desarrolló e implementó formatos de programación radial como 6 a.m. 9 a.m. Esta experiencia le permitió llegar a la presidencia de Caracol Televisión en 1986. Allí estuvo por espacio de tres años, logrando mantener a la programadora en los primeros lugares de sintonía, al tiempo que lanzaba su exitoso plan de exportaciones. En ese tiempo los colombianos vieron producciones tan exitosas como Caballo Viejo y Gallito Ramírez. Pero su espíritu emprendedor lo hizo convertirse en empresario en octubre de 1990, cuando creó la programadora DFL Televisión, la cual dirige desde entonces. Esta empresa televisiva no sólo ha programado, sino también producido espacios desde 1991. Entre ellos se destacan No me lo cambie, Todo por la plata y el magazín Oxígeno. En el 2001 Paulo Laserna, actual presidente del Canal Caracol, llamó a Londoño para que fuera productor general de los programas de entretenimiento de la mañana, así como de proyectos especiales.
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Mauricio Calle La casualidad lo llevó a la televisión en 1966 y desde entonces no pudo salir de ella. Estaba en el negocio de finca raíz cuando Consuelo Salgar de Montejo le propuso trabajar en el canal que estaba montando: Teletigre. Aceptó y durante los cinco años que duró esta concesión fue su gerente, y artífice de buena parte del éxito comercial que arrojó. Al terminar esta etapa le ofrecieron montar la oficina de la Universal Pictures en Colombia y desde allí manejar las ventas para América Latina. En 1971 aceptó el ofrecimiento y durante ocho años estuvo a cargo de la vicepresidencia para la mayoría de países de Centro y Suramérica. Renunció a Universal Pictures en 1978 y entró a Caracol, donde por diez años, fue gerente general. Allí formó un excelente equipo directivo con profesionales como Guillermo Sanz de Santamaría, Gonzalo Jaramillo, Juan José de Bedout, Paulo Laserna, Álvaro Páez, Julio César Luna, Jaime Santos y otros. Durante esa etapa fueron muchos los éxitos de la programadora, entre ellos, La mala hierba, Pero sigo siendo el rey y El bazar de los idiotas, pero con la llegada del grupo Santo Domingo como nuevo accionista hubo varios cambios. Calle se retiró de Caracol para montar una comercializadora de espacios televisivos (esos en los que nadie quería invertir), en compañía de otros conocedores del sector como Paco de Zubiría, Tulio Ángel y Gustavo Cárdenas. Aunque esta empresa fue un éxito comercial, decidió aceptar una oferta en Chile, país que conocía ampliamente y donde estuvo tres años como vicepresidente de una comercializadora de películas. A su regreso al país, les propuso a Samuel Duque y a Mábel García, gerentes de RCN y Caracol, respec-
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tan remotos como Rusia, China, Grecia, Rumania, Angola y Turquía, además de Finlandia, Alemania, España, Yugoslavia, Estados Unidos, Italia y todos los países de Latinoamérica, con un buen nivel de aceptación. A raíz de este empeño, Caracol recibió el Premio Nacional de Exportaciones de Analdex en 1990. La década del noventa se inició con el éxito sin precedentes de Escalona, la novela Música, maestro, el periodístico Cara a cara y las series El carretero y La mujer del presidente, uno de los últimos programas que hizo Caracol como programadora. Éstos, junto con las telenovelas La mujer doble, Pasiones secretas, Candela, La sombra del deseo y Prisioneros del amor, crearon un precedente de gran empresa televisiva, el cual le permitió convertirse en canal a partir de 1998.
Mábel García tivamente, crear una empresa cuyo propósito fuera abrirles mercado a los productos colombianos en el exterior. Eran principios de la década de los noventa y aunque el objetivo era visionario, no funcionó debido a que las dos programadoras tenían un norte diferente. Cerrada esta compañía, Calle pasó a ser vicepresidente internacional de ventas de RCN y posteriormente le fueron encargadas las áreas de producción y programación. Gerenciando éstas estuvo hasta 1995, cuando le fue encargada la dirección de un canal que RCN tenía arrendado en Estados Unidos y cuyo target era el público latino del estado de Nueva York. En la Gran Manzana trabajó dos años al frente de este proyecto, después de lo cual regresó a Colombia para ser asesor de presidencia de RCN, durante las gestiones de Samuel Duque, Ricardo Londoño y por último Gabriel Reyes, por un corto lapso hasta febrero de 2002. Su regreso a Caracol se produjo dos meses después, cuando su pupilo, Paulo Laserna, lo llamó para que lo asesorara y a la vez para gerenciar ComTV, una compañía filial de Caracol. Allí estuvo hasta abril del 2004 cuando murió, víctima de un derrame cerebral en la mitad de su pasión: la televisión a la que tanto le aportó.
Los galardones Además de docenas de premios Simón Bolívar, India Catalina, Tv y Novelas y Acpe, las producciones de Caracol han sido reconocidas internacionalmente con distinciones como el premio Ondas de España, por la telenovela Caballo Viejo; el Midia Internacional para el programa Séptimo día como el mejor informativo de Hispanoamérica; cuatro premios de la Asociación de Críticos y Comentaristas de Arte de Miami para Escalona, y el premio cubano Mibe para Leche, como mejor programa de humor El premio Ondas de España. de Iberoamérica.
Luego de su paso por Inravisión, donde fue subgerente financiera, llegó a Caracol en 1986, invitada por Diego Fernando Londoño, a desempeñar el cargo de subgerente general. Dos años le tomó llegar a la vicepresidencia de producción de esa programadora y otro año, a la presidencia. Se iniciaba la década del noventa y el producto colombiano ya había ganado un espacio en el mercado internacional. Mábel logró exportar los productos de Caracol a Estados Unidos, el Lejano Oriente, Europa, la antigua Unión Soviética y Centro y Latinoamérica. Esta gestión le significó a Caracol ganar el Premio Nacional de Exportaciones, entregado por Analdex. Junto con el fortalecimiento financiero proveniente de la inyección de capital por parte del grupo Santo Domingo, Mábel García también volvió realidad proyectos tan ambiciosos como las superproducciones Escalona y Las Ibáñez, el seriado El último beso y las telenovelas Pasiones secretas y Candela. En este tiempo la programadora igualmente sacó al aire espacios de alto impacto en la audiencia, como el periodístico Genio y figura y el programa de entrevistas Cara a cara. Apoyar el teatro y el cine fueron otras de sus preocupaciones, de lo cual nació la vinculación al Teatro Nacional, a través de aportes económicos y en publicidad, y la participación de Caracol como productora de las películas La estrategia del caracol, Águilas no cazan moscas e Ilona llega con la lluvia, de Sergio Cabrera, y Edipo Alcalde, de Jorge Alí Triana. Antes de salir de Caracol, en 1999, Mábel tuvo que asumir el gran reto de hacer el montaje del canal. Hoy en día forma parte de uno de los consorcios a los cuales les fueron adjudicadas horas para operar el canal Uno, desde el 2004.
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Rodrigo Obregón y Carlos Vives en una escena de Escalona.
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Víctor Mallarino y Angie Cepeda en Candela.
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Bruno Díaz, Luis Eduardo Arango y Moisés Angulo en Quieta Margarita.
Afiche promocional de Leche.
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José Luis Paniagua, protagonista de la telenovela El divino.
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Carlos Muñoz en Calamar.
Carolina Trujillo y Carlos Muñoz en Caballo viejo.
Telenovelas y seriados El comienzo de la década de los setenta marcó el inicio de la producción dramatizada dentro de Caracol, con Teatro popular Caracol espacio dedicado a la divulgación de obras literarias y teatrales de reconocidos escritores, adaptadas especialmente para televisión. Este dramatizado contó en sus inicios con la dirección de Jaime Botero y más adelante ese rol lo desempeñaron Jaime Santos y Alí Humar, entre otros. Dos de los tantos galardones que recibió el espacio fue el premio Antena de la Consagración, como mejor programa escénico y el Ondas de España, los dos en 1975. Ya para los ochenta Caracol estaba invirtiendo buena parte de sus esfuerzos en la realización de distintos programas dentro del género dramático, conquistando la preferencia de los televidentes con telenovelas tan exitosas como La mala hierba, Pero sigo siendo el rey, Tuyo es mi corazón, Gallito Ramírez, San Tropel, Caballo viejo, Quieta Margarita y la miniserie histórica Las Ibáñez, dirigida por Bernardo Romero Pereiro, que cerró la década con broche de oro. Los años noventa se iniciaron con la serie que cautivó el corazón de los televidentes por varios meses: Escalona, la cual recreaba la vida del conocido compositor vallenato, seguida por otras como El carretero, Leche y La mujer del presidente, una serie de gran audiencia en 1997, cuando fue transmitida. Éstas, junto con las telenovelas La mujer doble, Pasiones secretas, Candela, La sombra del deseo y Prisioneros del amor, crearon un precedente de gran empresa televisiva, el cual le permitió convertirse en canal a partir de 1998.
Directores: Víctor Mallarino, Sergio Cabrera, Magdalena La Rotta, Juan Carlos Villamizar, Germán Porras, Bernardo Romero Pereiro, David Stivel y Pawel Nowicky. Presentadores: Amparo Pérez, María José Barraza, Katty Sáenz, Magda Egas, María Lucía Fernández, Viena Ruiz, María Cristina Uribe, Margarita Ortega, Lina María Chedraui, Bernardo Hoyos, Diana Rico, Claudia Hoyos, Poncho Rentería, Isaac Nessim, Marcela Sarmiento, Jota Mario Valencia, William Vinasco y Adolfo Pérez. Periodistas: Darío Arizmendi, Yamid Amat, Ramón Jimeno, Daisy Cañón, Néstor Morales y Darío Restrepo. · Telenovelas El divino. Sólo una mujer. Sombra de tu sombra. La estrella de las Baum. El faraón. Un tal Bernabé Bernal. Los impostores.
Elenco de la telenovela de Caracol Marina de noche.
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p r o g r a m a s
Opinión e informativos Magazín Caracol. Cara a cara. Genio y figura. Séptimo día. 7:30 Caracol. Contacto directo.
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Humorísticos Festival Internacional del Humor. Concursos Dominguísimo. Los tres a las seis. Adán y Eva. Nosotros. Cazadores de la fortuna.
Otras programadoras
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El esquema mixto de la televisión colombiana, en el que el Estado les entregaba a los particulares la explotación de los espacios, permitió que proliferaran las programadoras a lo largo de cuatro décadas. Muchas de ellas tuvieron un paso efímero por el medio, pero otras más permanecieron y dejaron huella de una u otra forma. Sólo unas pocas hacen todavía parte de la industria. medida en que no contaron con el suficiente respaldo comercial. En 1976 nació otro de los programas bandera de la programadora: Espectaculares JES, que durante 28 años contó con la presencia de artistas consagrados y llevó sus cámaras a diversos rincones del mundo. De mano del musical llegaron las innovaciones tecnológicas, ya que en 1980 la programadora importó un completo equipo de posproducción que, a la par que enriqueció la realización de musicales, también revolucionó el campo de los comerciales. Además, construyó sus propios estudios, en los que años más tarde no sólo se realizarían musicales y magazines como Panorama, sino también algunos de los 52 dramatizados más exitosos de la televisión colombiana. En la licitación de 1992 a la programadora le fueron adjudicadas 14 horas, incluida media hora de telenovela. Con ello la empresa creció, sus gastos pasaron de 80 a 400 millones mensuales, y entró a formar parte del grupo de las El programa concurso estelar de JES, Concéntrese, conducido por Julio E. Sánchez Vanegas. grandes productoras colombianas, junto a Caracol, RCN Producciones JES: y RTI. La calidad de sus programas “Hoy aquí, mañana desde cualquier lugar del mundo” pronto la ubicó en los primeros lugares de audiencia, logrando un La empresa nació en 1961 bajo el escondido. En 1964, después de vender promedio ponderado de 28 puntos nombre de Producciones Julio E. sus acciones en la Emisora Monsede rating, lo cual para ese momento Sánchez Vanegas. Sin embargo, durrate, Sánchez invirtió los trescientos era un fenómeno en la pantalla chica rante varios años solamente existió mil pesos que recibió en el negocio nacional. Buena parte de esta cifra se en el papel y no produjo programas. en montar un programa concurso debió a dramatizados como Sangre Fue en 1964, tras la propuesta de una que ponía a prueba la memoria de los de lobos. sociedad por parte de Otto Greiffens- participantes. El resultado fue ConHasta 1998, Producciones JES tein para participar en la licitación céntrese, que si bien en su primer mes se mantuvo como una empresa de televisión de ese año, que la razón al aire no produjo ganancias, a partir sólida, liderada no sólo por Sánchez social se transformó en Producciones del segundo, y durante veinte años, se Vanegas sino por sus cuatro hijos: JES. De esta manera la compañía de mantuvo lleno de pauta publicitaria. Julio, considerado como uno de los Sánchez, junto con Producciones A este primer éxito se sumó otro hombres que más saben de televisión Terra, propiedad de Greiffenstein, más en 1971: el inicio de las transmien el país, encargado de la producempezó a emitir dos programas: el siones para Colombia de eventos tan ción y programación; Jaime, al frente musical El programa de Otto y Julio y importantes como Miss Universo y del área administrativa; Alberto, el el enlatado El show de Donna Reed. A el premio Oscar, a los que siguieron arquitecto y responsable de la escenopartir de ese momento la programaotros como el Grammy, el Festival grafía y la animación en computador, dora empezó a consolidarse. de Viña del Mar, Miss América, Miss y Gerardo, en el departamento de Un año después la sociedad con el Estados Unidos y Miss Teen. Hoy la comerciales. Pero un año más tarde, presentador finalizó y Julio Sánchez empresa conserva los derechos de los en 1999, la empresa tuvo que devolver continuó realizando no sólo su musi- dos primeros, que han demostrado sus espacios como tantas otras procal, sino otros espacios como Historia ser económicamente rentables. Los gramadoras y actualmente su futuro de la música y el concurso El cheque demás fueron desapareciendo en la permanece en el limbo.
Julio E. Sánchez Vanegas El día en que la televisión llegó a Colombia, 13 de junio de 1954, Julio Sánchez Vanegas estuvo allí. Don Julio, nombre con el que lo saludan desde empleados y colegas hasta el público desprevenido que lo ve en la calle, fue el maestro de ceremonias en la emisión inaugural de la pantalla chica, y el encargado de darle el cambio al general Gustavo Rojas Pinilla en el momento de iniciar su discurso. Tal honor se lo ganó haciendo una impecable labor en la radio, a la que se vinculó en 1950. Venía de trabajar en la emisora Mil Veinte, propiedad de costeños y en la que él tuvo la “valentía” de hacer un programa de música clásica titulado Intermezzo meridiano. Después de dirigir esta estación llegó a la dirección de RCN Radio en 1954, cargo que combinó con su nueva labor en la televisión. Tenía apenas 24 años. El tiempo le alcanzaba para hacer muchas cosas: bien se le podía encontrar dirigiendo RCN, luego preparando un espectáculo para las fuerzas armadas o preparando la lista de invitados para la Revista musical, un programa de televisión del que era presentador y en el que tuvo la oportunidad de entrevistar a figuras tan destacadas como Agustín Lara y Consuelo Velásquez. En 1956 canceló sus compromisos en Colombia y se fue a vivir durante un año a México, tiempo que no sólo dedicó a trabajar en la radio azteca a través de emisoras como la XEW y la XEQ, sino que además estudió televisión en el Telesistema Mexicano (hoy Televisa), e hizo su incursión como actor de cine. Al igual que cualquier novato, se inició como extra y más adelante tuvo papeles estelares en las películas Extraño caso, Los veracruzanos, El juego y Marea de pasión. A su regreso a Colombia, en 1957, lo solicitaron nuevamente la radio y la televisión. En la segunda se dedicó a producir programas como los musicales El club de la juventud y La revista, y un espacio denominado Telegrill, en donde cada semana visitaba los grilles más populares de la época. La historia de Don Julio dio un giro en 1964, cuando Otto Greiffenstein le propuso que unieran sus dos empresas para participar en la licitación de ese año. Resultaron favorecidos y les fueron adjudicados el enlatado El show de Donna Reed y el musical El programa de Otto y Julio. Un año después la sociedad finalizó y Sánchez Vanegas se quedó con el musical, al que siguieron otros que nacieron bajo su batuta, incluidos Historia de la música y los concursos El cheque escondido y Concéntrese, que permaneció durante 20 años al aire y Postales colombianas, un musical por el que obtuvo el premio Raduga, otorgado por el Festival Mundial de Arte y Folclor de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. El premio ocupa un lugar preferencial en la oficina de Don Julio en Bogotá, al lado de decenas de estatuillas del India Catalina, el Simón Bolívar, el Antena y el Tv y Novelas, galardones que han recibido él y sus programas. Luego vendría la etapa de las transmisiones internacionales. Ya desde 1964 él había traído el concurso de Miss Universo a la radio colombiana a través de la Emisora Monserrate, y en 1971 lo llevó a la televisión. En ese mismo año aprovechó una ocurrencia que había tenido en 1957: la de inscribirse como actor en la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood. Esta vinculación, que por aquellos días podría parecer inoficiosa, dio sus frutos cuando él, recurriendo a su calidad de miembro de la Academia, solicitó los derechos para traer a Colombia la entrega del premio Oscar. De inmediato le dieron el sí y desde entonces, salvo dos años en los que la transmisión le fue adjudicada primero a Caracol y luego a RCN, Producciones JES ha sido la imagen de los Oscar para el país. En 1976 apareció en escena otro de los productos bandera de Julio Sánchez y su programadora: Espectaculares JES. Años más tarde, en la década de los ochenta, Don Julio junto con su empresa incursionaron en géneros tan diversos como los magazines,Panorama, los programas culturales, Ojo al arte y los dramatizados El huracán, Sangre de lobos, y La maldición del paraíso. Las cosas funcionaron bien hasta que en 1999 Julio Sánchez Vanegas, al ver a su empresa afectada por la reducción de pauta publicitaria y la crisis económica de los canales públicos, decidió devolver los espacios que le habían sido adjudicados por parte de Inravisión en la licitación de 1997. Actualmente está dedicado al trabajo en sus estudios de televisión, que se alquilan para la producción de comerciales y otro tipo de realizaciones. A la vez continúa trayendo cada año los eventos de Miss Universo y los premios Oscar, los cuales ha emitido en los últimos tiempos en asocio con el Canal RCN.
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Las empresas televisivas
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Tenía que ser empresario. Además de que siempre lo acompañaron las ganas, desde pequeño tenía un talento innato para los negocios: a los seis años de edad andaba por las calles de su Ibagué natal vendiendo cometas fabricadas por él a cinco centavos la unidad. Su infancia estuvo marcada por las privaciones y por eso soñaba con ser rico. Lo haría en la radio o la televisión, ya que desde niño había sentido inclinación por los micrófonos y se inscribía en cuanto concurso para aficionados organizaban las emisoras ibaguereñas. El primer paso para alcanzar la meta lo dio a los 16 años, cuando se vinculó a una estación local (La Voz del Nevado) para trabajar como locutor nocturno. Ahí empezó a ganar experiencia, ya que junto a la locución debía realizar comerciales y lectura de noticias. En 1966 llegó a Bogotá con la intención de estudiar, pero buscando primero un medio para sobrevivir volvió sus ojos nuevamente a la radio. Fue Julio Sánchez Vanegas quien le dio la oportunidad de debutar en la emisora La Voz de Colombia. Observando a su maestro cada día aprendió producción radial y también de televisión, debido a que en aquellos días Sánchez estaba estrenando el programa Concéntrese y con frecuencia Barón se colaba en los estudios de emisión para observar, observar y observar. De La Voz de Colombia pasó a la emisora Mil Veinte, donde tuvo una corta carrera como radio actor del programa Así resolvemos su caso. Precisamente cuando hacía parte del equipo de esta estación surgió su oportunidad en la televisión, al ser invitado a reemplazar al presentador del programa Cocine de primera con Segundo (1968). Quería conocerlo todo; aprenderlo todo. Por eso no era extraño verlo nuevamente observando aquí cómo se hacía el manejo de cámaras, o allá la manera en que Alfonso Lizarazo producía el programa musical Estudio 15. Precisamente en ese año 1968 finalizó el espacio del chef Segundo Cabezas y Jorge Barón realizó otro magazín de cocina, pero esta vez presentado sólo por él. Era Cocine a su gusto y en su primera emisión tuvo como invitada a la cantante Celia Cruz. El programa sólo duró tres meses pero lo dio a conocer entre las directivas de la Televisora Nacional quienes, un año después, le dieron el patrocinio para producir un espacio llamado El show de Jorge Barón y su estrella invitada. El nacimiento del musical sirvió también para la creación de la programadora Jorge Barón Televisión. Los recursos eran pocos, así que en el primer programa lució un saco y una corbata de uno de sus primos, y para el segundo le compró un smoking de segunda al cantante argentino Alberto Garda. En 1970 participó en su primera licitación y fue entonces cuando le adjudicaron el musical Embajadores de la música colombiana y el magazín Jorge presenta. Barón no solo era el conductor de sus productos, también vendía comerciales, producía, era camarógrafo, editor y grabador del sonido de los comerciales de sus clientes. Un año después su programación se amplió y nuevos programas como La nueva estrella de las canciones, aparecieron en pantalla. Por ese entonces la economía de Jorge Barón ya era solvente. Incluso se podía dar el lujo de irse de vacaciones a Miami. Fue precisamente en una de estas visitas cuando escuchó en una emisora de la Florida la canción El cacique y la cautiva, en la voz de Óscar Golden. De inmediato pensó que si los ritmos nacionales tenían acogida en Estados Unidos su Embajadores de la música colombiana también podría lograrlo. Llevó su propuesta al Canal Hispano y salió de allí con la promesa de que, si lograba grabar el programa en color, tendría un espacio en un nuevo proyecto que se estaba gestando: la cadena Spanish International Network de Nueva York. Este sueño se hizo realidad en febrero de 1977. De esta manera, el nombre de Jorge Barón se consolidó no sólo en materia de producción de musicales, sino también como programador y empresario de televisión, siendo el primero en adquirir equipos para la producción en color, dándose el lujo de tener uno de los primeros estudios de grabación privados, incursionar en el género de la telenovela cuando éste era potestad de Caracol, Punch y RTI, y acumular premios tan importantes como el del diario El Tiempo, el Antena, el Cromoshow de Oro y el de la Asociación de Cronistas del Espectáculo de Nueva York, otorgado en 1979, como mejor director hispanoamericano. Hoy, cuando su trayectoria le ha permitido conocer triunfos y derrotas, Jorge Barón continúa en su lucha.
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Otras programadoras
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Desde los primeros años, los musicales de Jorge Barón contaron con artistas de talla mundial, como Simón El Africano (arriba, izquierda), Sandro (abajo, izquierda) y Raphael (abajo, derecha). Arriba a la derecha aparece Barón con la actriz Amparo Grisales.
Jorge Barón Televisión, la embajadora de la música colombiana Un cuarto de San Alejo, ubicado en la casona donde operaba la emisora Radio Ritmos en Bogotá, sirvió como primera sede a la programadora Jorge Barón Televisión. Era el año 1969 y a su fundador, Jorge Eliécer Barón Ortiz, le habían aceptado hacer un programa patrocinado por la Televisora Nacional: El show de Jorge Barón y su estrella invitada. En 1971 la ya conformada programadora participó en su primera licitación y obtuvo dos adjudicaciones: el musical Embajadores de la música colombiana y el magazín Jorge presenta. Dos años más tarde nació el programa La nueva estrella de las canciones y en 1974, después de que la cadena Todelar entregó sus horarios, recibió dos de ellos, en los cuales programó el enlatado La familia Partridge y el musical Ritmo cambiante. De esta manera, la programación de Jorge Barón Televisión fue aumentando paulatinamente, mientras que su pauta publicitaria se consolidaba gracias a la acogida que tenían sus musicales. Uno de ellos, La nueva estrella de las canciones, incluso dio pie para la creación de un sello musical denominado Discos Cámara, donde los ganadores del concurso podían grabar sus primeros discos. Hacia 1976 se inició el proceso para emitir Embajadores de la música colombiana en Estados Unidos, al tiempo que se realizó la construcción
del estudio de la programadora, el segundo después de Gravi de carácter privado. Como los norteamericanos habían exigido grabar Embajadores en color para garantizar su emisión en ese país, Barón fue de los primeros en comprar los equipos y una móvil para producir con la tecnología del color. Jorge Barón Televisión ha sido una empresa innovadora en materia de musicales. Y precisamente uno de sus proyectos más ambiciosos ha sido la producción del especial La gran fiesta de los hogares colombianos, que se inició en 1979 con el propósito de ofrecerles a aquellos compatriotas que no podían estar en sus hogares para la Nochebuena, una celebración con las mejores agrupaciones de la música tropical. A partir del año siguiente su transmisión se extendió también al Año Nuevo, y desde entonces han desfilado por este escenario artistas de la talla de Los Melódicos, La Billo’s, Juan Piña, Pacho Galán, Celia Cruz, Willie Colón y Oscar D´León. En 1980 se inició la construcción de un nuevo estudio, ubicado en la carrera 7 con calle 50, pero en la licitación de ese mismo año a la empresa sólo le adjudicaron dos horas de
programación. Fue entonces cuando nació Jorge Barón Estudios, una compañía especializada en el arrendamiento de sus instalaciones a otras programadoras. Tres años más tarde se produjo la incursión de la programadora en el terreno de los dramatizados. Primero inició la emisión de producciones extranjeras como la brasileña Ronda de piedra, que alcanzó un rating de 85 puntos, seguida por Sangre azul, El ídolo y Tú o nadie, para después, en 1987, iniciar la producción de telenovelas nacionales. La primera fue Destino, seguida por otras producciones como Daniela, Paloma, Señora bonita, Gitana y Lucerito. De esa manera Jorge Barón Televisión se consolidó como una programadora fuerte, que en un momento dado logró ubicar sus programas entre los veinte más vistos de la pantalla chica colombiana. Sin embargo, con el paso de las licitaciones su presencia se fue reduciendo hasta que, en 1999, a causa de la crisis de los canales públicos, sólo se quedó con El show de las estrellas. Jorge Barón Televisión, en consorcio con la firma Sportsat, es uno de los cuatro adjudicatarios del nuevo Canal Uno.
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Otras programadoras el espeCtador
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Fue creada en 1972 por Luis Guillermo Ángel, Margarita Vidal y Gonzalo Mesa, y luego entraron como accionistas Francisco de Zubiría, Luis Fernando Duque, Jorge Ospina y los hermanos Gómez Mejía. Para cubrir las dos horas que le fueron asignadas en la licitación que el gobierno abrió ese año, la nueva empresa empezó a producir programas como Crónicas de Margarita Vidal, El mundo que nos rodea, Los Pérez somos así y Bajo el lente de Juan Gossaín. Ya en 1977 Colombiana contaba con cinco horas y media de programación y el 31 de diciembre de ese año se convirtió en una sociedad anónima. En junio del año siguiente los directivos decidieron comprar a Crea TV, lo cual adiciona a su programación semanal dos horas y media más. A partir de 1984 con la · E m p r e s a r i o s · llegada de Malcolm Aponte a la dirección de programación, Colombiana inicia la producción de programas de corte nacional. Así, se dio vida a dramatizados tan reconocidos como El Uno de los personajes recordasiete mujeres, El coleccionista, dos con más cariño dentro del Amar y vivir, Fronteras del medio, no sólo por su desemregreso y Puerto amor. Tampeño como empresario, sino bién se recuerdan los seriapor sus cualidades personales, dos Sobrevivir, El confesor, El es este cartagenero, cuyo empuje y tesón día es hoy, Dulce Martirio, hicieron posible que Colombiana de TeleviFiebre, Hechizo, Oro, Navarro sión superara varias crisis y pudiera seguirle y N.N, entre muchos otros. apostando al negocio de la televisión. En otros géneros, programas Luego de haber declinado varios cargos como El pasado en presente públicos y de tener un nombre como ejecuy El mundo al vuelo acompativo de distintas firmas, en 1972 Francisco de ñaron por varios años a los Zubiría decidió atender la invitación de un televidentes colombianos. grupo de amigos y le invirtió a la televisión. Sin embargo, no cabe duda Habiendo recibido dos horas de programade que uno de los mayores ción en la licitación abierta por el gobierno, éxitos de la programadora crearon la programadora Colombiana de ha sido la creación de la serie Televisión, que en un principio tuvo a Jorge Padres e hijos, que nació Ospina, como gerente y más adelante a Jesús en 1993 y desde entonces Álvarez Botero. ha dominado la audiencia Pero fue en 1984 que De Zubiría se dedicó en la franja del medio día, por completo a la programadora y dejó de transmitida primero en lado otras actividades a las que hasta entonlos espacios de la prograces se había dedicado, entre ellas la gerencia madora y desde 1999 en el de la editorial Icavi, que publicaba revistas Canal Caracol. Con este como Antena, El Santo y Kápax. Asumir las dramatizado y el magazín riendas de la empresa televisiva significó un de chismes sobre personajes gran reto para De Zubiría, ya que las arcas de de la farándula, Sweet, CoColombiana se encontraban totalmente vacías lombiana logró sostenerse y de hecho existía una deuda que ascendía durante los duros años que a los 500 mil dólares. Gracias al éxito de la enfrentaron las empresas del telenovela mexicana La fiera, Francisco logró medio a finales de la década ir poco a poco recuperando la empresa y de los noventa. pronto se aventuró a producir la serie El siete A partir del 2004 Colommujeres, la cual también alcanzó primeros biana de Televisión, con lugares. la gerencia de Adriana de En esos años a la programadora también Zubiría, es una de las conle fueron asignadas varias horas los sábados cesionarias de espacios del en la mañana, que De Zubiría llenó con Canal Uno, bajo la figura de enlatados mexicanos, como los inolvidables unión temporal con NTC, Chespirito, El Chavo del 8 y El chapulín la cual se extenderá hasta colorado, grandes éxitos en su momento. Fue el final de la licitación en el tan bueno el manejo que el nuevo gerente le 2015. A pesar del corto tiemdio a Colombiana, que al final de la década ya po que ha pasado, varios de se había logrado un equilibrio financiero. los programas que emite Para mediados de los noventa, De Zubiría Colombiana, como Sweet se hizo dueño de la totalidad de la programay el seriado Solterita y a la dora y le hizo frente a la crisis del apagón de orden, están en los primeros esos años, de la difícil coyuntura económica lugares de sintonía del canal que atravesaba el país y de la licitación de y sus directivos miran con 1997, que dejó a Colombiana sin mucho mucho optimismo hacia el margen de maniobra, debido al desequilibrio futuro. en la asignación de espacios. Francisco de Zubiría murió en el 2001, víctima de un cáncer.
Francisco de Zubiría
María, especial de televisión basado en la novela del colombiano Jorge Isaacs.
RCN Televisión Queriendo expandir su radio de acción en el campo de las comunicaciones, la empresa radial RCN, que existía desde los años cincuenta, entró en el negocio de la televisión en 1977. Tres años antes había sido adquirida por el empresario Carlos Ardila Lülle, quien apoyó la idea de Samuel Duque —entonces su gerente— de hacer presencia en este prometedor campo de las comunicaciones. Ese año la naciente programadora participó por primera vez en una licitación, en la cual se le adjudicaron tres horas a la semana. Para cumplir con las obligaciones que ello le demandaba, RCN inició la producción de espacios con equipos y estudios alquilados, porque aparte de dos oficinas pequeñas en la calle 38 con carrera 13, la nueva empresa televisiva sólo contaba dentro de sus activos con una cámara de 16 mm. Ya para 1981, y gracias a los buenos resultados de los años anteriores, se compró una unidad móvil con cinco cámaras con lo cual despegó formalmente la programadora, a la cual en la licitación de ese año le fueron adjudicadas siete horas y media semanales. Un año antes, en 1980, se hizo la primera transmisión a todo color de un programa emblema de la programadora: el Concurso Nacional de Belleza, que desde ese año se ha transmitido mostrando grandes adelantos en la producción y la señal que les llega a los colombianos. Más adelante RCN incursionó en el campo de los dramatizados con la serie Cusumbo, y en 1984 estrenó El Taita, novela costumbrista realizada completamente en exteriores y la cual precedió a muchas otras que ha producido la compañía. En la siguiente licitación de 1987, a RCN le adjudicaron trece horas y media, igual que a las otras grandes programadoras de la industria. En ese año a la par con reconocidos programas enlatados como Los magníficos, El justiciero, Dallas y un espacio para cine, RCN pone en la pantalla programas de gran recordación como el informativo Todos somos Colombia y el espacio de opinión Enfoque. De otro lado, desde agosto de 1988 RCN Televisión entró a formar parte de la organización OTI de Colombia, con la cual ha llevado en vivo y en directo a los hogares colombianos las transmisiones de los Juegos Olímpicos y los Mundiales de Fútbol, junto con los demás socios. Ya para la licitación de 1997 recibía el mayor número de horas adjudicadas hasta ese momento, las cuales cubrió con realizaciones como Café, con aroma de mujer, una de las novelas más aplaudidas tanto dentro como fuera del país; La Potra Zaina; Eternamente Manuela; Guajira y Las Juanas. Gracias a su experiencia y solidez como empresa televisiva, RCN fue uno de los adjudicatarios de un canal privado, junto con Caracol Televisión. Por esa razón, a partir de ese año se inició el montaje y la puesta en marcha del Canal RCN, que empezó a funcionar a mediados de 1998.
Colombiana de televisión
Con más de 28 años en la televisión, este llanero, conocido por su espíritu trabajador y transparente, tiene mucho qué decir sobre el funcionamiento del medio. Administrador de empresas de profesión, luego de salir de la universidad y haber trabajado en una empresa de cosméticos, se vinculó como vendedor a RCN radio en octubre de 1975, y a los seis meses ya era coordinador nacional de ventas. Estando allí, les propuso a las directivas de la cadena incursionar en el negocio de la televisión y, con el respaldo de Carlos Ardila Lülle, nació RCN televisión bajo su batuta, en el año de 1977. Las primeras producciones se realizaron con equipos y estudios alquilados para llenar las tres horas que le fueron asignadas a la naciente programadora en la licitación del 77. Ya para 1981, y gracias a los buenos resultados logrados por Duque, se compró una unidad móvil con cinco cámaras, marcando así el despegue en firme de la programadora RCN, que hoy en día es uno de los dos canales privados de la televisión colombiana. A pesar de haber sido una de las personas que más le apostaba a la privatización de la televisión, en 1997 renunció a la presidencia de RCN porque no estaba de acuerdo con que se pagaran 95 millones de dólares por la licencia para adquirir un canal. Fue entonces cuando decidió lanzarse al ruedo de la producción independiente y sin tener “un peso en el bolsillo” creó Telecolombia, en asocio con René Gómez Domínguez y Bernardo Romero Pereiro. Con esfuerzo mantuvo todos los espacios que le fueron asignados en la licitación de 1997, en tiempos en que varias programadoras de gran trayectoria tuvieron que salir del mercado. En el 2001 estuvo por un corto tiempo fuera del país, luego de que el dueño de TV Azteca, de México, lo convenciera de irse a trabajar en el montaje de Azteca América, cadena creada para competirles a Univisión y Telemundo. Pero luego de cinco meses regresó al país y tomó de nuevo el mando de su empresa. Con ella, a la vez que continuaba como programador, en el 2001 extendió su campo de acción hacia la producción, área en la que actualmente está especializado.
Edmundo Troya y Ana María Arango fueron algunos de los actores que participaron en la superproducción de RCN, La casa de las dos palmas. rCn
Samuel Duque
Colombiana de Televisión
el espeCtador
inravisión
el espeCtador
Otras programadoras
Gegar Televisión
Promec Nacida en 1972, empezó su transmisión en 1973 con dos horas semanales de programación. Junto con Producciones Eduardo Lemaitre, produjo el programa de carácter cultural Revivamos nuestra historia, Patricia Bonilla y Lucy Colombia que estuvo al aire de 1979 a 1987 en Dialogando. recreando varios de los momentos más importantes de la historia nacional. Este seriado histórico fue tal vez su más importante realización, ya que contaba con la factura de Eduardo Lemaitre, renombrado historiador de la costa atlántica, quien puso no sólo dinero sino su prestigio para que la producción tuviera el éxito que tuvo. En efecto, varios premios Simón Bolívar reconocieron su calidad. Otro de los programas más recordados de Promec fue Dialogando, un dramatizado de gran aceptación que durante más de 14 años retrató problemas cotidianos. En 1981 le fueron adjudicadas dos horas y media, dentro de las cuales estaba el espacio de media hora para la telenovela nacional de 2 y 30 a 3 de la tarde. En 1983 la programadora incursionó en el género noticioso con un noticiero dirigido por María Teresa Herrán que estuvo tres años al aire. En 1987 salió el programa periodístico Valores humanos, pero dos años más tarde la programadora tuvo que ceder sus seis horas y media a Jorge Barón Televisión.
Coestrellas Teniendo como fundadores a Jorge Ospina, Carlos Benjumea, Gustavo Cárdenas, Fernando GonzálezPacheco y Bernardo Romero, esta empresa participó por primera vez en una licitación en 1981 y un año más tarde ya estaban transmitiendo Sabariedades, transmitido desde la Media Torta y que fue durante un tiempo su programa más popular y el que sostenía económicamente a la naciente programadora. A este primer producto, le siguieron otros como El Club de los cuidapalos, Siga la pista, Atrévase, Pacheco insólito y Dejémonos de vainas, una de las comedias más recordadas de la televisión que los colombianos vieron por primera vez en 1984. A finales de la década aparecieron programas como el infantil Ver para aprender, la miniserie sobre teatro En escena y el periodístico Charlas con Pacheco. Más adelante dramatizados de gran recordación como Señora Isabel, La fuerza del poder y Sueños y espejos. Con el tiempo solo quedó Cárdenas al frente de la programadora. Luego de que sus fundadores se dispersaran, en los noventa la programadora cerró.
Juan Ángel, Paola Charry, Ana María Martín y Mariela Rivas en La alternativa del escorpión, serie de Cinevisión presentada en los noventa.
Marcela Carvajal y Manuel José Chávez en De pies a cabeza.
Producciones Cinevisión
Cenpro
Además de innovadoras producciones en los años noventa, esta programadora creada en 1972 se recuerda por haber puesto en la pantalla chica algunas de las mejores novelas extranjeras que han visto los colombianos en la televisión nacional. La mayoría de ellas procedían de Brasil y sin llegar a desplazarlos, sí robaron buena parte de la audiencia de los melodramas mexicanos y venezolanos. Nombres como Dancing days, Loco amor y La mestiza fueron entonces familiares para la teleaudiencia nacional. De propiedad de la familia Arenas, la programadora Cinevisión también se destacó con su noticiero, que no sólo fue de los de más antigüedad en la pantalla chica, sino que contó con los puntajes de audiencia más altos en gran parte de los 22 años que estuvo al aire. Dentro de sus programas más recordados y premiados estuvieron las series La alternativa del escorpión, OKTV y María María, en el género de dramatizados, y Zoociedad, en el de humor político. A pesar de que en todas las licitaciones que participó, desde la primera en 1973, su solidez fue respaldada con la adjudicación de varias horas de programación, esta empresa televisiva fue cerrada en 1996 a causa de una fuerte crisis económica que no pudo superar.
Como una de las empresas de la Fundación Social, Cenpro surgió a mediados de los setenta con la idea de servir de medio difusor de los valores que ésta organización promovía. Bajo esta premisa, se produjeron desde principios de los setenta programas de corte formativo que a la vez tenían gran aceptación entre el público televidente. Décimo grado, una serie para la audiencia juvenil producida en los ochenta, fue uno de esos primeros productos de gran éxito, seguido de otros como Expedición, Paz verde e Historias secretas. En los noventa vendrían los espacios que harían colocar a la pequeña programadora en las grandes ligas. Fueron ellos los dramatizados seriados Espérame al final; Mi única verdad; El oasis; La otra mitad del sol; De pies a cabeza, trabajo gracias al cual la programadora recibió la mención de honor del Premio de Televisión Jeunesse en Francia como reconocimiento a su política de televisión para la juventud; Cartas de amor; Tiempos difíciles; El siguiente programa y Los reencauchados, estos dos últimos programas de humor irreverentes e innovadores que le dieron un nuevo aire al género. Valga recordar que Los reencauchados, a cargo de Juana Uribe y con Paulo Laserna en las entrevistas, fue el primer formato con transferencia de tecnología que se compró en Colombia. De otra parte, Perro amor y Por qué diablos fueron las primeras novelas que llenaron el espacio de la noche, asignado a Cenpro a finales de los noventa. Con sus buenos dividendos se mantuvo en la época de crisis que sobrevino luego de 1998. Pero después de que la telenovela A mordiscos no funcionara comercialmente, con su consecuente final intempestivo, Cenpro tuvo que devolver sus espacios a finales del 2000.
teveCine
Creada a mediados de la década del sesenta por Germán García y García, quien hasta entonces se había dedicado a la política y el periodismo. Sus comienzos se dieron transmitiendo en directo las carreras de caballos. Más adelante a su dueño se le ocurrió crear el programa por el cual es tal vez más recordada esta programadora: Animalandia. Pacheco fue el encargado de darle vida a este espacio, que fue grabado desde todos los rincones del país. Otros programas presentados por Gegar Televisión a lo largo de las casi tres décadas que funcionó fueron el concurso Cabeza y cola, presentado también por Pacheco y más adelante por José Fernández Gómez; la serie extranjera Cita con los clásicos; Travesuras de bebé; Clásicos infantiles, y Viva la juventud, entre otros, además de infinidad de transmisiones en directo como el Festival de Viña del Mar.
Tevecine Fue fundada en 1987 por Jorge Alí Triana, Pepe Sánchez, Carlos José Reyes y Jorge Ospina, quien fue a la vez su presidente durante los años que funcionó como programadora. Tevecine les puso el sello a reconocidas comedias de la pantalla chica, como Romeo y buseta y La posada, las dos dirigidas por Pepe Sánchez, quien más tarde se retiró de la compañía. Caracterizada por plantear temas hasta entonces no tocados en la pantalla chica, Tevecine produjo Geraldine Zivic fue Valentina y Liliana otros programas como La en la telenovela de Tevecine Otra en mí. historia de Tita, que mostraba descarnadamente el mundo underground que viven muchos colombianos; El Cristo de espaldas; Siguiendo el rastro; Dos rostros, una vida, en la cual se mostró una de las primeras escenas lésbicas en la pantalla; No morirás; la polémica Pecado Santo, que fue inspirada en la vida de Efraín González; Otra en mí; La elegida, que desentrañó el tema del alquiler de vientres, y Tabú. Por la crisis económica que se apoderó de la industria de la televisión luego de 1998, Tevecine tuvo que cerrar sus puertas como programadora en el 2000.
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Otras programadoras
Francisco Muñoz Calle Completando ya su tercera década de vinculación con el medio, este paisa se inició en el mundo audiovisual trabajando en cine al lado de Guillermo Isaza, y más tarde como corresponsal del noticiero Suramericana en Medellín. Desde allí hacía informes sobre el departamento de Antioquia, que eran producidos en cine para el noticiero que era realizado por la programadora Punch, y más tarde se trasladó a Bogotá a reforzar el equipo central. Trabajando en Punch permaneció hasta 1975, cuando se terminó el noticiero. Durante el gobierno de López se creó la Compañía de Informaciones Audiovisuales con el fin de producir el noticiero Telenoticias, cuyo objetivo era mostrar las actividades que llevaba a cabo el Estado. Allí fue Muñoz a engrosar la nómina desde 1976, ejerciendo también las labores de reportería, y permaneció como tal por espacio de dos años al cabo de los cuales los contactos que había hecho le permitieron empezar a producir independientemente para agencias internacionales de noticias. En 1977, cuando se retiró de Audiovisuales, empezó a trabajar como corresponsal de Televisa de México, para cubrir Centro y Suramérica, produciendo las notas en color, tecnología que ya estaba ampliamente difundida en el mercado internacional. Vendió entonces los equipos que había comprado unos años atrás y se modernizó para cubrir de acuerdo con las exigencias internacionales eventos periodísticos tan importantes como la toma de la embajada de República Dominicana en 1978. Para ello, él se instaló en una carpa durante los dos meses que duró la toma al lado de la casa de la Embajada, y desde allí cubrió la noticia para Televisa, NBC y ABC. Ya en el gobierno de Turbay, a Darío Silva y Darío Restrepo les adjudicaron el noticiero Noticolor y lo buscaron para que lo produjera. Con el contrato que firmó con ellos para hacer la totalidad de producción y posproducción, constituyó ya formalmente a Televideo, la productora de televisión que dirige desde entonces. En ese momento, con las oficinas que montó en el barrio de La Soledad, empezó a ampliar su clientela entre las más de cincuenta programadoras que recibieron horarios en la licitación del 97, a la par que mantenía la corresponsalía con Televisa. Este paisa, conocido y respetado en el medio por su espíritu emprendedor y negociante, ha llevado a su compañía a ser uno de los pilares de la producción independiente en Colombia, a la vez que ha expandido las fronteras de su trabajo hacia al exterior, haciendo documentales como Manuelita Sáenz: La pasión de Bolívar y más recientemente Seguridad extrema, emitido por Discovery Channel, así como otros trabajos que han sido vendidos a National Geographic e Infinito. · E m p r e s a r i o s ·
Jorge ospina Sus inicios en la industria de la televisión se remontan a 1968, cuando fue nombrado secretario general de Caracol por Fernando Londoño Henao. Él venía del ámbito académico, pues trabajaba en la Universidad Nacional, donde había demostrado su inclinación por el tema audiovisual al fundar el cineclub del claustro universitario. Trabajando al lado de Fernando Londoño se encargó, entre otros, de los departamentos de producción y comercial de la recién abierta programadora. Estando allí fue llamado en 1972 para que gerenciara Colombiana de Televisión, que se enfrentaba a una seria crisis económica. Luego de seis años a la cabeza de la programadora, la entregó con 12 horas y media de programación y las finanzas saneadas. De allí saltó a otra programadora en la que su nombre aparece dentro de la tabla de fundadores. Estando en Londres, desde donde tenía contacto con el Gordo Benjumea, le llegó la noticia de que se abría una licitación y los dos decidieron participar en ella, incluyendo en la empresa a Gustavo Cárdenas, Fernando González-Pacheco y Bernardo Romero. Así nació Coestrellas. Más adelante montó Prego, la programadora del Noticiero Nacional y en 1987 se unió con Jorge Alí Triana, Pepe Sánchez y Carlos José Reyes, entre otros, para formar Tevecine. Ospina es el único que todavía continúa en esta empresa luego de que cerró como programadora en el 2001.
teveCine
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· O t r a s televideo
· E m p r e s a r i o s ·
p r o g r a m a d o r a s ·
Alberto Acosta (Alfavisión). Alberto Piedrahíta Pacheco. Alejandro Munévar TV Producciones. Alicia del Carpio. Álvaro García. Aníbal López Trujillo y Samuel Hoyos Arango. Arnulfo Nieto Pantoja. Arturo Abella. Arturo de la Rosa Televisión. Atlas Publicidad. Beatriz Villamizar de Reyes. Benjamín Villegas y Asociados. Carlos Trujillo Olarte. Cecilia de Fernández. César Gómez Mejía. Citeve Asociados Ltda. Clara López Obregón. Colpa. Compañía de Medios de Información. Compañía Universal de TV. CPB. CPS Televisión. CPT Televisión. Cromavisión Ltda. CV-TV. Datos y Mensajes. Delia Camelo de Pava. Detergentes S.A. DFL Televisión. Darío Hoyos. Programadora Dime (Elkin Mesa). Distribuidora de películas. Do Re Creativa TV (Jimmy Salcedo). Eduardo Camargo Gámez. Eduardo Lemaitre Producciones. Eduardo Ruiz Martínez. En Vivo S.A. Enrique Riveros Vergara. Fabio Lozano Simonelli. Fernando Buitrago. Fernando Villa Uribe. Gabriel Melo Guevara. Giraldo y Echeverri. Globo Televisión Ltda. Gran TV (Jorge Peñaranda y Asociados). Granandina de Televisión (Granteve). Harvey Ocampo Cardona. Herboteco. Imagen 2000. Intervisión Ltda. Jaime Soto. · O t r o s
Jorge Enrique Pulido Televisión. Jorge Rojas. José Fernández Gómez. José Manuel Dávila Silva. Juan Guillermo Restrepo Jaramillo. La voz y la imagen. Leo Televisión Ltda. Leonidas Gómez. Luis Robledo. Lyda Zamora. Marco Alzate Avendaño. María Victoria Restrepo. Mario Acosta. Mega TV. Miguel Char Abdala. Multimedia. Nacional de Televisión y Comunicaciones. Nick Camelo Producciones. Nueva Televisión Ltda. Orlando Jaramillo. Pablo Rueda. Pedro Alberto Jiménez Ruiz. Prego Televisión. Producciones Colombia. Producciones Ecos Ltda. Producciones Orbo Novo. Producciones Siglo XXI. Producciones Thoy. Programar Televisión S.A. Promotora de Propaganda. Propaganda Época. Protón. Proyecciones Ecran. Proyectamos Televisión. Publicidad Toro. Raúl Honorio Lamus. REP, Relaciones Públicas. Reyes Restrepo Ramos y Cía. Ltda. Rosalba Atehortúa. RR-TV Restrepo y Cía. Ruperto Molina. Salin Antonio Sefair López. Sena. Silvia Jaramillo. Telecolombia. Telestudio Ltda. Televideo S.A. TV 13 Ltda (Villegas Castaño Televisión). TV de Colombia. TV Impacto Ltda. TV Ltda. TV Mundo Ltda. Uniexp. Unitv Ltda. Yolanda Villabona Gutiérrez.
e m p r e s a r i o s ·
Augusto Ramírez, Programar Televisión. Gustavo Cárdenas, Coestrellas. Humberto Arbeláez, Promec. Luis Alberto Moreno, Datos y Mensajes. Carlos Hernando Ramírez, CM&. Olga Isabel Echeverry, Datos y Mensajes. Paula Arenas, Cinevisión. Gonzalo Córdoba, Universal TV y Audiovisuales.
Rocío Díaz del Castillo, Cenpro. Tulio Ángel, Intervisión y Proyectamos Televisión. Fernando Molina, Granadina de Televisión. María del Rosario Ortiz, Telestudio. Sergio Arboleda, 24 Horas. Juan Manuel Beltrán, Prego. Yolanda Canal, Cinevisión. Guillermo Cortés, CPS Televisión. Gloria Robledo, CPT Televisión.
Telev isión reg ional
El 20 de diciembre de 1984 el gobierno nacional, en cabeza de Belisario Betancur, dio el paso definitivo para la creación de Teleantioquia, el primer canal regional en Colombia, iniciando así la descentralización de la televisión nacional. Paulatinamente fueron apareciendo los demás canales regionales, que desde entonces funcionan dentro del esquema de televisión pública abierta. Son empresas industriales y comerciales del Estado, lo cual supone que tienen autonomía administrativa, operan su propio sistema y son a la vez programadores y productores. Pero también contratan con particulares la realización o el suministro de programas, en las modalidades de producción, coproducción y cesión de derechos de emisión, de lo cual perciben algunos ingresos, a los que se suman los recursos provenientes del Fondo para el Desarrollo de la Televisión. El objetivo primordial de los canales regionales es prestar un servicio público, bajo premisas educativas y culturales, con miras al afianzamiento de la identidad cultural, tanto en el país como en cada región. Con la llegada de los caTeleantioquia nales privados en 1998, los Fue el primer canal que regionales tuvieron que salió al aire, adoptar nuevas medidas para en agosto de 1985. Como sobrellevar el peso de más pionero, tuvo competencia. Los siete que que afrontar las limitaciones de una televisión cultural no comercial, hoy existen —Teleantioquia, así como la falta de experiencia en Telecaribe, Telepacífico, Teel campo regional para producir televisión. Pero luego de sortear lecafé, Teveandina (Canal 13), estos y otros inconvenientes, en 1991 Televisión Regional de Oriente Teleantioquia era un canal sólido, equipos propios de producción y (TRO) y Canal Capital— han con posproducción, y en cuyo balance ya tenido que ajustarse el cintuse veían las utilidades. Para sobrevivir a la crisis que rón y devolver espacios, recor- empezó en 1998 diseñó estrategias de tar personal, congelar salarios mercadeo, como cambio de imagen y un contacto más directo con los y limitar presupuestos, entre televidentes. De igual manera, creó otras acciones. Pero todos programas descentralizados, hechos por fuera de Medellín, para captar también han diseñado nuevas más audiencia. estrategias para sobrellevar los En marzo de 2003 Teleantioquia reel certificado de calidad Icontec malos tiempos y, en su mayo- cibió ISO 9001/2000 por sus procesos de ría, lo han logrado. programación, mercadeo y comercialización, y por la excelencia en la En general, los canales capacidad de producir y transmitir. regionales funcionan con un Al llegar a su mayoría de edad —en agosto de 2003 cumplió 18 años—, esquema adaptado a las prefe- Teleantioquia se ha consolidado rencias y posibilidades técnicas como la tercera opción entre la audiencia del departamento, gereny económicas de cada región. ciada por Ana Cristina Navarro, una Más de la mitad de la prograde las más importantes ejecutivas del medio. Dentro de su programación, mación contratada es creación que ofrece gran variedad, se destaca continúa en la página 58
Teleantioquia noticias.
t o r t a
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l o s
c a n a l e s
r e g i o n a l e s ·
TELECARIBE Cubre los siete departamentos de la costa atlántica: La Guajira, Bolívar, Magdalena, Cesar, Atlántico, Sucre y Córdoba.
TRO Cubre los Santanderes.
CANAL CAPITAL Sólo cubre el Distrito Capital y las poblaciones limítrofes.
TELEANTIOQUIA Cubre el departamento de Antioquia y el 40% del departamento de Chocó.
TELEPACÍFICO Cubre todo el Valle del Cauca, y gran parte del Cauca y Nariño.
TEVEANDINA Cubre catorce departamentos del país: Boyacá, Cundinamarca, Arauca, Casanare, Meta, Huila, Caquetá, Amazonas, Vaupés, Guainía, Vichada, Guaviare, Putumayo y Tolima.
TELECAFÉ Cubre los tres departamentos del eje cafetero: Risaralda, Caldas y Quindío.
TeleCaribe Inició transmisiones el 28 de abril de 1986. La emisión inaugural se realizó desde el Festival de la Leyenda Vallenata, en sus 20 años de historia, y la señal llegó a los siete departamentos de la costa atlántica. Cuatro años después logró constituir la red regional más grande de Colombia, al instalar centros de emisión en cada una de las capitales de la costa. Así, cada ciudad emitía exclusivamente para su área de influencia un noticiero de televisión y programas locales en una franja especial que se encadenaba después con la señal regional. Tres programas subsisten exitosamente casi desde el comienzo del canal: De frente con Mike, un programa de entrevistas que conduce Mike Schmulson y que hasta fines del 2002 llevaba más de 1.100 personajes entrevistados; Sucesos, que en sus inicios era un magazín pero que por reducción de costos se convirtió en programa de entrevistas a personajes populares y se hizo merecedor del premio Rey de España en 1990, y Mundo Costeño, un programa ideado por Ernesto McCausland en el que se muestran crónicas e historias insólitas, que hoy se combinan con pequeños cortos argumentales de diez minutos. Una porción de sus entradas proviene de los departamentos socios, que le destinan parte de la pauta oficial.
• P e r i o d i s t a s •
Ernesto McCausland y su mundo costeño Luego de dejar a medias una carrera de administración de empresas, en 1982 le llegó la oportunidad de vincularse al diario El Heraldo en la sección de crónica roja. Su estreno en el periodismo escrito no le costó mucha dificultad, pues McCausland había leído durante gran parte de su adolescencia casi todos los autores de la Generación Perdida y también varios del Nuevo Periodismo. Tres años después asistió al nacimiento de Telecaribe en la casa del escritor José Jorge Dangond. La tertulia entre McCausland y Dangond se transmitió pregrabada en el canal local de Valledupar. La ministra Noemí Sanín quedó encantada y dispuso todo lo necesario para la creación del canal regional. En 1986 empezó su programa Mundo Costeño junto con el nacimiento del canal regional. En esta primera etapa de Mundo Costeño, todo fue experimental, pues McCausland no sabía hacer televisión y apenas estaba concretando las ideas de cómo debía ser el programa. En aquel entonces éste fue más una mezcla de variedades culturales y de actualidad, que no concordaba con el estilo de crónica que le ha dado al periodista más de catorce premios. Un año más adelante Mundo Costeño ya estaba encaminado por donde él quería, es decir, un espacio donde hacer crónicas de la gente costeña transmitidas en imágenes atractivas para el público de Telecaribe.
el tiempo
Las imágenes de la otra Colombia
· L a
A comienzos de 1993 McCausland se propuso darle un giro estético al programa y empezó, como él lo llama, una segunda etapa en la vida de Mundo Costeño. La imagen se volvió más cinematográfica que televisual, ensayó con encuadres y ángulos traídos del cine, con iluminación ubicada estratégicamente para causar sombras y claroscuros efectistas, pero sin perder la búsqueda de las historias de personajes. Al año siguiente se creó en la televisión nacional QAP Noticias y María Isabel Rueda, su directora, lo llamó para que presentara el noticiero e hiciera crónicas de un minuto. Allí empezó a usar el blanco y negro como elemento narrativo en las crónicas del noticiero. En 1997 decidió irse a estudiar cine a Los Ángeles (California), en donde duró un año. A su regreso se radicó en Barranquilla y se dedicó al cine por completo, de lo que resultaron tres películas: Siniestro, El último carnaval y Champeta Paradise, esta última actualmente en edición. También retomó la dirección de Mundo Costeño. En febrero de 2003 se vinculó a Caracol en radio y televisión, y comenzó la sección “La crónica de McCausland”, tanto en el programa radial 6 a.m.9 a.m., como esporádicamente en el noticiero de la noche.
Telev isión reg ional
La primera vez que trabajó en televisión fue en el Sena haciendo el mantenimiento del centro de audiovisuales de Cali, a principios de los ochenta. Posteriormente, estuvo vinculado a la naciente televisión por suscripción, pero por diferencias personales con los gerentes pronto se desvinculó de esta empresa. Ya con un nombre hecho como ingeniero, fue llamado por Amparo Sinisterra de Carvajal, gerente de Telepacífico en esa época, para montar el estudio propio del canal, pues los equipos con que entonces funcionaba eran prestados por Inravisión. Guerra aceptó y también instaló la red de transmisión, que por esos años sólo cubría al Valle del Cauca. A comienzos de 1992 Ignacio Greiffenstein lo llamó para que hiciera el montaje de los estudios del noticiero QAP. Allí estuvo hasta que éste cerró, y en los primeros meses de 1997 Paulo Laserna, entonces vicepresidente de noticias, lo puso al frente de la infraestructura de noticias del Canal RCN. Sin embargo, al poco tiempo fue a dar a Telecaribe, en donde permaneció un año antes de volver al Canal RCN. De allí saltó a Telepacífico, y más tarde pasó a Caracol Televisión para remplazar al ingeniero Julio Ortiz en los asuntos técnicos de noticias del Canal. Hoy Yesid Guerra tiene bajo su mando toda la ingeniería de Caracol, es decir, la emisión, la realización de programas, el mantenimiento y montaje de equipos, así como el montaje técnico de la nueva sede que se construye en La Floresta y la transmisión de la señal internacional que tiene el Canal.
Telepacífico
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Mabel Kremer Equipo realizador de Cuentos verdes, programa que destaca los ecosistemas ambientales del valle del río Cauca, sus problemas y las personas que los protegen.
Vicky Dávila Se graduó de la Universidad Autónoma de Occidente de Cali. Su primer trabajo en televisión lo hizo en Telepacífico, presentando el programa El Senado Hoy. Luego trabajó como reportera en Notipacífico, noticiero del que además fue presentadora. En diciembre de 1994 llegó a Bogotá y empezó a trabajar con el noticiero TV Hoy. De allí pasó a QAP donde cubrió el área de orden público y fue corresponsal en Washington. Regresó al país y se vinculó de inmediato al Canal RCN, donde se ha desempeñado como periodista y presentadora. En el 2003 se ganó el premio Tv y Novelas como mejor presentadora de noticiero.
Tomándose más tiempo para completar los estudios de factibilidad y aprovechar las experiencias iniciales, Telepacífico fue creado el 17 de julio de 1986 pero sólo comenzó transmisiones dos años después. La primera señal llegó a toda la zona del valle geográfico, parte de la costa pacífica y el norte del Cauca. Aquel 3 de julio de 1988 todo estaba listo para que la transmisión se hiciera desde los Carnavales de Juanchito, el primer encuentro cultural preparado por el canal. Pero un aguacero impidió hacerlo y los fundadores del canal recuerdan hoy esa transmisión como el “desastre de Juanchito”. En estos momentos la señal llega a más del 80% de la población de Chocó, Valle, Cauca y Nariño y se tiene previsto a corto plazo que la señal llegue a todo el suroccidente colombiano. En la mejor época del canal, los noticieros —la franja de mayor fortaleza— tenían corresponsales en todo el país, pero desde 1998 las empresas recortaron el presupuesto publicitario en televisión y tres de los cuatro noticieros se aliaron para sobrevivir. El único que subsiste desde hace quince años es Noticinco. En el 2001 el canal iba directo a la quiebra, pero se evitó con estrictas medidas de ahorro. Sin embargo, hoy sólo quedan once programadoras de las catorce que había en 1996. Telepacífico es la tercera opción televisiva del occidente del país, después de los dos canales privados. ·Presentadores·
• P e r i o d i s t a s • rCn
Empezó en la televisión regional cuando cursaba tercer semestre de universidad. En Noticinco del canal Telepacífico presentó por accidente durante tres días la sección deportiva, y de allí la llamaron para el casting de CVN Noticias, el cual ganó y se quedó como presentadora dos años. Del Noticiero Nacional la llamaron en 1997 y terminó presentando todos los noticieros del Canal A. Luego, el periódico El Tiempo le hizo un reconocimiento público incluyéndola en la lista de las cinco mejores presentadoras al lado de Claudia Gurisatti, Ximena Aulestia, Ilia Calderón y la Tata Uribe. Actualmente trabaja en el área de comunicaciones y mercadeo de White Hall Robbins, tiene un programa de entrevistas en Telepacífico y uno musical en RCN Radio, los fines de semana.
CaraCol
Yesid Guerra, el ingeniero de campo
Isaac Nessim En 1996 se vinculó a la televisión regional por invitación de los directores de Noticinco, Albeiro Echavarría y María Eugenia Sierra, noticiero de Telepacífico. Nessim tenía una carrera profesional de casi 20 años como modelo. En Miami, al lado de Jorge Ramos y María Eugenia Salinas, practicó presentación en el canal Univisión durante un mes. Regresó a Cali y empezó presentando el noticero Noticinco todas las noches. Allí duró dos años, cuando en 1998 lo llamó Yamid Amat para que presentara Caracol Noticias. Con algunas incursiones esporádicas en la reportería, su fuerte es la presentación. Dos años después de estar trabajando en la televisión nacional ganó el premio Simón Bolívar como mejor presentador y durante los cinco años que lleva en Caracol ha sido nominado varias veces a los premios Tv y Novelas en la misma categoría.
CaraCol
revista Cromos
·Presentadoras ·
· T e c n o l o g í a ·
telepaCíFiCo
local, dentro de la cual existe una amplia variedad de géneros televisivos, desde novelas, noticieros, y programas recreativos, con un énfasis importante en los deportes, hasta las transmisiones en directo, de las que vale la pena destacar eventos como el Desfile de Silleteros y el de Mitos y Leyendas, en Antioquia; el Festival del Mono Núñez, en Ginebra (Valle); los Carnavales de Barranquilla, y la Feria de Manizales, que son acontecimientos de transmisión obligada. Por otra parte, los canales regionales han sido grandes proveedores de personal para la televisión nacional, desde presentadores y periodistas, hasta ingenieros y camarógrafos, entre otros. Algunos incluso han “exportado” a otros países, como es el caso de Ilia Calderón, que salió de Teleantioquia para CM& y ahora está en la cadena estadounidense Telemundo. Conscientes de hacer una televisión participativa y con acento propio, los canales regionales ya tienen un nicho logrado entre la audiencia local que cada vez se identifica más con lo que ve a través de ellos en sus pantallas.
zona / jenny CiFuentes
teleCaFé
Telev isión reg ional zona / daC
·Presentadores ·
Ricardo orrego Siempre ha trabajado en deportes. Primero estuvo en Caracol Radio Manizales, después le llegó la oportunidad de vincularse a la televisión regional en el noticiero UNC Noticias, de Telecafé. donde trabajó del 95 al 97. En 1998 lo llamaron del Noticiero Nacional y un año después trabajó con el programa En vivo. En enero de 2000 entró al Canal Caracol y hasta el momento ha sido nominado dos veces a los premios Tv y Novelas como mejor presentador de noticias deportivas.
Telecafé
Canal Capital Este canal, que nació en 1995, cubre al Distrito Capital y presenta una programación orientada al desarrollo social y cultural de los bogotanos. El público objetivo de los programas varía, y por ende en su parrilla se encuentran desde transmisiones en directo de eventos o aspectos de importancia para la ciudad, pasando por clips que describen diferentes escenarios urbanos y agendas culturales, hasta programas hechos por universitarios y para ellos. El canal pertenece al Distrito Capital, por lo que recibe un presupuesto mínimo mensual, al que le suma la venta de espacios mediante licitaciones. En el 2000 el canal fue nominado a un Premio Emmy de la Unicef, por la transmisión del programa En sintonía con los niños de la Franja Metro, lo que lo consolidó como líder en la audiencia infantil, frente a la competencia privada. Unos de sus programas con mayor rating son Cultura Capital, El espejo y Premier Capital. Otros espacios de su parrilla son Vida sana, Noticias Capital y Musicapital.
59 zona / jenny CiFuentes
televisión regional de oriente
Aunque constituido en julio de 1985, sólo empezó a emitir en octubre de 1992, después de una extensa controversia sobre la localización de la sede, que se resolvió mediante una fórmula sui generis: sede principal, la capital del departamento de Caldas; gerente originario del departamento de Risaralda, y subgerente nativo del departamento del Quindío. En principio, se diferenció de los anteriores canales en dos aspectos: uno, que fue el único canal que nació verdaderamente multisede, y esto pudo erigirlo como el más vanguardista en cuanto a pluralismo y participación; el otro es que empezó experimentando la contratación directa de las producciones y reservándose el derecho de comercialización y de programación. Desde la primera licitación hasta hoy subsisten varios programas, fundamentalmente los noticieros TVA Noticias; el UNC Noticias, que después cambió el nombre a QRC Noticias; 1A Noticias, y Telefútbol. Con el fin de aumentar la pauta, después de 1998 buscó en otras ciudades empresas interesadas en invertir en el eje cafetero para hacer alianzas. También empezó a transmitir más eventos y fiestas locales e inició, a finales de 2002, un plan de reestructuración para reducir la nómina.
Juan Manuel Rodríguez presenta el programa Bogotá en su hora.
Johanna Harker, presentadora de TRO Noticias.
Héctor Contreras en Showbiz. En el inserto, Kevin Colmenares, presentador de El 13.
TRo, Televisión Regional de oriente
Canal 13
El canal de Televisión Regional de Oriente, cuyo cubrimiento alcanza a los dos Santanderes, se fundó en junio de 1995 y su primera emisión fue hecha desde los Juegos Nacionales en Bucaramanga, en junio de 1996. Es uno de los canales más jóvenes de la televisión colombiana y ha sufrido más de una reestructuración administrativa desde que inició labores. Posee una tecnología básica para su funcionamiento, y hace pocas transmisiones remotas en directo. En estos momentos trabaja con más de diez programadoras, entre las que se reparte el horario de emisión —12 m. a 11 p.m.—. Complementa la parrilla con los programas universitarios que les facilita la embajada de Estados Unidos. Algunos espacios que se han mantenido, no desde el inicio, pero sí por un tiempo estimable, son Magazín 9 p.m. y Notioriente.
Como parte de una estrategia de reposicionamiento, el canal que agrupa catorce departamentos del país pasó de ser Teveandina a Canal 13 en enero del 2003. Desde entonces ofrece una programación de 24 horas, enfocada específicamente al público joven. Logró sobrevivir a una inminente quiebra a fuerza de videos musicales, solicitados por los televidentes vía telefónica a un costo de 1.495 pesos más IVA. Con el tiempo, pretende convertirse en un canal temático, con tres franjas de programación: una musical, otra cultural y una de entretenimiento, para un público de 12 a 25 años. A mediados del 2002, Teveandina sólo programaba tres horas diarias, con material de la cadena alemana Deutsche Welle, programas institucionales y algunas repeticiones de Señal Colombia. Hoy tiene una franja musical llamada Play TV, en la que se emiten videos, presentados por un locutor en off, que va de las 10 de la noche a las 4:30 de la tarde del siguiente día, y una segunda que se inicia a las 4:30 con Showbiz, un programa que funciona con llamadas de los televidentes y presentadores en pantalla. En este espacio se compraron los derechos de los Premios Grammy Latinos, de los Billboard de la Música Latina, y se negociaron los derechos de los premios MTV, en alianza con HOB Producciones.
C a b l e y s at é l i t e
Televisión a la carta
Pagar por ver
Durante el gobierno de Belisario Betancur se le dio vía legal al servicio de televisión por suscripción en Colombia. Al final de su mandato, en 1986, se adjudicaron las primeras concesiones, que servirían a once ciudades del país: dos para Bogotá y dos para Medellín, y una para Cali, Bucaramanga, Cartagena, Manizales, Pereira, Ibagué y Barranquilla. Estas concesiones fueron las únicas legalmente constituidas
Por oposición a la televisión de difusión abierta, que en Colombia es de carácter gratuito, la televisión cerrada o por suscripción es aquel servicio cuya señal puede ser recibida únicamente por las personas autorizadas por el operador o concesionario, sin importar qué tecnología y medios de transmisión éste utilice. Para recibir esta señal, los suscriptores deben pagar una cuota mensual, luego de firmar un contrato con el operador. La distribución de señales incidentales mediante antenas parabólicas en Colombia es un negocio que durante años sirvió para distribuir señales internacionales de televisión de manera ilegal y con un alcance delimitado, a través de empresarios que no estaban autorizados para ello, ni pagaban ningún tipo de derecho de autor a los propietarios de dichas señales. Establecer el número de estas empresas que todavía operan al margen de la ley es prácticamente imposible, pero en el 2000 la Comisión Nacional de Televisión estimaba que el número podía ascender a 750.
hasta noviembre de 1999. Se trataba de las empresas TV Cable, integrada por RCN Televisión, Datos y Mensajes, RTI, Caracol
El cable en Bogotá
Radio y Televisión, Gramacol y El Tiempo, en Bogotá; Costavisión, en Cartagena; Cablevisión, en Cali; Avanti Ltda., en Pereira; EPM Televisión-Velero y Cablesistema, en Medellín; Sas TV, en Ibagué; Editorial La Patria, en Manizales, y Promisión S.A.,
Cable vs. satélite
en Bucaramanga.
En términos reales, las diferencias entre el servicio de televisión vía satélite directo al hogar y la televisión por cable son pocas. Una es que el primero cubre todo el territorio nacional, mientras que el de cable sólo llega a las grandes ciudades. También, la televisión satelital ofrece calidad digital en la transmisión con ventajas como que una señal digital tiene mayor claridad y nitidez a la vez que presenta menos interferencia, al eliminar las líneas borrosas blancas en pantalla. Entre tanto, la televisión por cable no sólo lleva más tiempo operando y cuenta con un número mayor de suscriptores en todo el país, sino que sus precios son más bajos. Igualmente, la televisión por cable tiene la ventaja de que la comunicación puede ser interactiva, o sea en ambas direcciones, lo cual facilita servicios como el de acceso a Internet de alta velocidad.
No obstante, pasaron diez años antes de que se regulara sobre este negocio televisivo. La Comisión Nacional de Televisión (CNTV) expidió en 1996 las normas para su funcionamiento (tipo de tecnología para la transmisión de la señal, titulares de una concesión, porcentaje de programación nacional y área de cubrimiento, entre otros). En ese momento se estableció también la duración de la concesión por diez años, prorrogables
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por una sola vez, y se dio vía libre a la inversión extranjera. Ese mismo año, la CNTV recibió una solicitud para operar en Colombia el servicio de televisión satelital directa al hogar, y aunque en esencia sus parámetros eran los mismos de la televisión por suscripción, la CNTV decidió clasificarla como una nueva modalidad de servicio. Quedó establecido entonces que la diferencia legal y administrativa entre la televisión satelital y suscripción es que la licencia para la primera se otorga por solicitud del interesado y la segunda es mediante licitación pública. Dos años más tarde, en 1998, se determinó que la concesión para operar la televisión satelital en el territorio nacional se otorga a personas jurídicas colombianas, y que su funcionamiento se rige bajo los mismos parámetros administrativos y tributarios de los concesionarios de televisión por suscrip-
Para el 2004, se estima en 80 el número de empresas concesionarias de televisión por suscripción.
ción. Así, iniciaron operaciones en el país las empresas Sky TV y DirectTV, las dos establecidas por grupos
En el 2000, un año después de que la Comisión Nacional de Televisión licitara para otorgar concesiones para la operación del servicio de televisión por suscripción, otras cinco empresas, además de TV Cable, que inició sus servicios en diciembre de 1987, entraron a operar en Bogotá : Superview, de carácter local, y Cablecentro, Supercable, Cableandino y Telecom-Inravisión, de carácter zonal. Cada una de estas empresas realizó una inversión cercana a los 100 millones de dólares para su montaje. Algunas de ellas, como Cablecentro y Superview, eran las mismas que competían en el negocio de las parabólicas de manera informal. Otras fueron nuevas en el negocio, como la que integraron Telecom e Inravisión. Se calcula que hasta 1999 había en Bogotá alrededor de 550 empresas parabólicas informales. Uno de los proyectos que emprendieron las empresas que se formalizaron fue recibir a los usuarios de estas parabólicas que no hacían parte de sus grupos. Desde al arribo de la fibra óptica, varias de estas compañías también ofrecen el servicio de conexión de alta velocidad a Internet.
50,5%
52,7
53,8%
El primer servicio de televisión satelital directo al hogar que funcionó en Colombia fue el ofrecido por la empresa DirectTV desde 1997, el cual había sido inaugurado en América Latina un año antes y en poco tiempo ya cubría el 97% de su mercado potencial. Fue tal su acogida, que aun antes de haber sido lanzado oficialmente en Colombia ya tenía 8.500 suscriptores. DirecTV hace parte de la firma Galaxy Latin America. Para incursionar en el mercado colombiano, esta firma se asoció con Carvajal S.A. y el Grupo Empresarial Bavaria, asociación de la cual nació Galaxy Entertainment de Colombia. Para hacerle competencia a DirecTV, en 1998, llegó al país Sky, que es la marca del servicio de televisión satelital para América Latina que ofrece la alianza estratégica de Globo, Grupo Televisa, The News Corporation Limited y Telecommunications International. Los socios locales en Colombia son la productora y programadora de televisión RTI, el canal RCN, la Casa Editorial El Tiempo y Datos y Mensajes.
Penetración de servicio internacional de televisión
Declaración de tenencia de servicio internacional de televisión
%
Las empresas de televisión satelital
92% 26%
2001
2002
2003
Nacional
Regional
45% 15% Local
Internacional
Fuente: estudio general de medios 2003.
económicos nacionales, pero con capital y apoyo internacional
Penetración
para asegurar la distribución de la programación vía satélite
La útima encuesta sobre televisión realizada por el Dane a finales de 2003 reveló el crecimiento que ha presentado el negocio de la televisión paga en Colombia en los últimos años. Los resultados mostraron que de los 9,28 millones de hogares del país, el 42,3% cuenta con servicios de televisión por cable, parabólica o satelital. Por orden de preferencia, está primero la señal por cable, con el 23,6% de los hogares, seguida por la parabólica con el 18% y, finalmente, la televisión satelital con el 0,7%. Como era de esperarse, es en las cabeceras urbanas donde tiene mayor demanda este tipo de servicio: allí, el 49,5% de los hogares tiene alguno de estos servicios, mientras que en las zonas rurales el alcance no supera el 7,5%. Si se analiza por regiones, en la zona central del país, Antioquia, Valle, San Andrés y Providencia, y Orinoquia-Amazonas se impone el uso de la televisión por suscripción. Entre tanto, según los datos arrojados por la encuesta, en la capital del país, el 40,6% de los hogares con televisión tienen algún tipo de servicio de televisión paga.
por todo el continente. En noviembre de 1999 se asignaron por licitación 83 concesionarios de televisión por suscripción para municipios con menos de 100.000 habitantes, 21 concesionarios para municipios con más de 100.000 habitantes y 10 en el entorno zonal (cuatro para la zona centro, dos para la zona norte y cuatro para la zona occidente).
P u b l i c i d a d y r at i n g
Alguien sabe lo que miramos La televisión comenzó la década de los ochenta en medio de una crisis comercial. Para empezar, en 1980 se registró un aumento hasta del 100% de tarifas con respecto a 1979. Esto ocasionó que los anunciantes se desplazaran hacia otros medios menos costosos. También se limitó a sólo 160 el número de veces que un comercial podía pasar por año lo cual, junto con el aumento en los costos de producción de las cuñas como resultado de la introducción de la tecnología del color, hizo que los costos efectivos de la publicidad se elevaran. Por otra parte, en aquellos años hubo tal proliferación de programadoras (58), que se originó una feria de descuentos, con la consecuente pérdida de rentabilidad y falta de coherencia en las contrataciones. Pero también la década de los ochenta trajo consigo algunos de los más significativos cambios para la publicidad en televisión. Primero, se institucionalizaron las mediciones de sintonía de los programas, lo cual marcó el derrotero para la definición de los costos de las pautas publicitarias. El segundo cambio importante fue que por esa época llecontinúa en la página 62 garon las agencias de publicidad
· L a s
a g r e m i a c i o n e s ·
Ucep
Anda
Asomedios
La Unión Colombiana de Empresas Publicitarias (Ucep) se constituyó en 1971, con el propósito de buscar la profesionalización del sector y convertirse en la vocera de sus afiliados ante diferentes estamentos, la opinión pública y los medios de comunicación. Con gran credibilidad y respeto nacional e internacional, la entidad recoge a los distintos actores de la industria publicitaria, como agencias de publicidad y agencias de medios. En la actualidad cuenta con 25 afiliados. Entre sus presidentes ejecutivos se cuentan María Carmenza Arenas, Genoveva Carrasco de Samper, Claudia de Francisco y Ximena Tapias, quien ejerce este cargo en la actualidad.
En junio de 2004 la Asociación Nacional de Anunciantes (Anda) cumplió 25 años de haber sido fundada. Un grupo de importantes empresarios la crearon para llevar a cabo acciones que contribuyan a afianzar el prestigio de la industria publicitaria, así como para elevar el nivel de la actividad que desarrolla esta industria. Así mismo, la Anda estimula la realización de estudios e investigaciones que puedan ser de utilidad para sus afiliados. En la actualidad, éstos suman 32, agrupados en Bogotá, Cali y Medellín. La Anda hace parte de la World Federation of Advertisers y en sus 25 años de funcionamiento ha tenido tres presidentes: Hugo Sin, Juan Sebastián Betancourt y el actual, Carlos Delgado Pereira.
La Asociación Nacional de Medios de Comunicación (Asomedios) fue creada en 1978 para trabajar por el desarrollo del sector de los medios de comunicación. Esta entidad representa ante los poderes públicos y ante la opinión pública en general los intereses, necesidades y aspiraciones de sus afiliados, entre los que hacen parte las revistas, la publicidad exterior, la televisión y la radio. Asomedios también defiende el derecho a la información y el libre acceso a las fuentes informativas, así como los principios fundamentales del sistema democrático, y procura la plena autonomía e independencia de los medios de comunicación. Parte de su trabajo es producir información y documentación relativa al sector y a sus empresas afiliadas, con el fin de que haya una mayor comprensión y conocimiento del sector. En televisión los afiliados son Caracol, RCN, Citytv, CM& TV Ltda., Jorge Barón Televisión Ltda., RTI, Procívica, Noticinco y Cosmovisión. Sus presidentes ejecutivos han sido Gustavo Cárdenas, Tulio Ángel, Jorge Valencia Jaramillo, Saulo Arboleda y, en la actualidad, Sergio Arboleda.
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L a s
m e d i d o r a s
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El rating llega para quedarse El arribo de la compañía Nielsen a Colombia en 1980 significó la estandarización del método para medir el número de la audiencia que tenía un programa, trabajo que antes se hacía con estimativos y con base en horarios que el anunciante escogía casi al azar. Anteriormente existían varias compañías dedicadas a recoger estadísticas sobre el público y sus aspectos demográficos, como Invamer, Estadísticas y Control Publicitario, y Consumer. No obstante, los resultados que arrojaban estas mediciones no eran muy significativos, ni tampoco tenían el mismo poder que después tuvo el rating. Ningún programa de televisión sucumbió o fue desplazado por los resultados que ellas arrojaban. Fue a partir de Nielsen que el rating empezó a determinar el futuro de un espacio televisivo. Como hoy todavía sucede, si el rating de un programa era bueno, las agencias destinaban sus comerciales a ese espacio, lo que permitía a las programadoras no sólo ganar dinero para recuperar la inversión, sino demostrar poder y capacidad para volver a recibir espacios en las licitaciones. El caso contrario significaba en el peor de los casos la ruina, sobre todo de aquellas programadoras menos fuertes. Nielsen también trajo a Colombia palabras que determinaron los horarios de programación y también el costo de la pauta. Por ejemplo day, early, prime y late, siendo prime el horario más costoso para pautar. Por lo general, este horario —comprendido entre las 7 y 10 de la noche— siempre lo tienen los noticieros y las telenovelas. A la postre, Nielsen salió del mercado en la mitad de los noventa, desplazada por Ibope, cuyos estudios eran no sólo más económicos, sino que prometían mayor precisión, ya que el método de la Nielsen se basaba en encuestas hogar por hogar, mientras que la otra compañía llegó con un esquema de registro computarizado de la audiencia. Se trataba básicamente de una tecnología electrónica conocida como People Meter, mediante la cual se monitoreaban 900 televisores de toda Colombia, y se registraba la sintonía de alrededor de 4.000 personas mediante una central que seguía por computador los hábitos de consumo de televisión. Este avance técnico propició el aumento del costo de la pauta, pues los resultados de los estudios de rating se volvieron más precisos y permitieron encauzar más los esfuerzos de los publicistas. En 1991 Ibope abrió sus puertas en el país en asocio con la empresa de investigaciones Napoleón Franco y Cía., y cuatro años más tarde comenzó a prestar el servicio de medición o ratings para televisión.
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C ó m o
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La información sobre el hogar y la registrada por el People Meter son absolutamente confidenciales, lo cual garantiza la veracidad final de los resultados.
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p e o p l e
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Los índices de sintonía se entregan a canales, agencias, anunciantes y otras entidades privadas y públicas, en cuadros con datos agrupados por grandes categorías: estrato, región, sexo, rango de edades, nivel de educación, televisores, etc.
Microcomputador que se conecta directamente al televisor y que registra los canales que sintoniza el televidente, desde el momento en que se enciende el aparato.
La información de audiencia es grabada en la memoria del microcomputador, y luego transmitida por el mismo aparato al centro de recepción de la empresa medidora, mediante una llamada telefónica nocturna.
Para registrar que se está viendo un determinado programa —o se deja de hacer—, el televidente sólo tiene que oprimir un botón en el control remoto que se entrega con la instalación.
internacionales al país, con lo cual al negocio de la publicidad le llegó la profesionalización. Así, los oficios de los empleados en la agencias se especializaron, dejando atrás a los personajes “toderos”. Aparecieron también las primeras agencias de casting y más adelante las agencias de modelos. Los copy dejaron de ser escritores alquilados al negocio y los diseñadores dejaron de ser pintores quebrados. También la producción actoral para comerciales evolucionó e, incluso, de allí salieron figuras de la televisión como Consuelo Luzardo, Kepa Amuchastegui, En 1984 producir un Judy Henríquez y Julio César Luna, comercial de televisión entre otras. costaba entre 400 mil y 800 mil pesos(12 y 24 El tercer cambio se presentó millones de pesos del en el contenido y el diseño de los 2004) y ponerlo al aire en un programa de horario comerciales. Primero, las campañas publicitarias ampliaron su triple A entre 100 mil y 400 mil (3 y 12 millones radio de acción y se convirtieron del 2004). en parte de estrategias más ambiciosas. Ya no sólo se pretendía una presencia de marca, sino que los mensajes se universalizaran, todo con un gran derroche de tecnología. En la década de los noventa, hasta antes de la privatización, los cambios se siguieron presentando, en especial dentro del contenido de las campañas. Volvieron a tomar importancia los 62 mensajes sencillos como forma de vender las marcas. Las ideas se enfocaron a provocar sensaciones y a “llegar a la piel” del consumidor. Productos como Coca-Cola fueron pioneros en este tipo de campañas, desde la década de los setenta, pero frases como “La chispa de la vida”, “Coca-Cola es así” y “Siempre Coca-Cola” se quedaron grabadas en la mente de los televidentes desde finales de los ochenta y a lo largo de los noventa. Entre los anunciantes más importantes de esos años estuvieron Coca-Cola, Pielroja, Marlboro, los aguardientes de las regiones, el Renault 4 y Postobón, entre otros.
Comercial para crema dental Ultrabrite, sabor salvaje en los setenta.
imágenes: videoteCa del Centro de pensamiento Creativo (CpC)
P u b l i c i d a d y r at i n g
Tecnología, sets y modelos de bajo costo para productos de cuidado personal como la Brillantina de este comercial a finales de los setenta.
Durante los noventa, Pepsi causó furor con sus comerciales para la nueva generación.
La publicidad en los sesenta y ochenta era directa y parecía casi documental.
Los protagonistas de los comerciales En los ochenta se introdujo el humor en las historias que narraban los comerciales y sus protagonistas empezaron a ser jóvenes irreverentes. Las historias de familias quedaron atrás para abrirle paso al concepto de independencia y libertad. También se comenzaron a mostrar mujeres en vestidos de baño anunciando productos, al tiempo que los cigarrillos y los licores empezaron a salir en pantalla. Por último, deportistas exitosos empezaron a aparecer como modelos de los productos. Ya para los noventa, las historias se apropiaron de la sensibilidad y se presentó igualmente una suerte de nostalgia por los valores iniciales que imperaron en los setenta. Los protagonistas de estas historias, en muchos casos también cambiaron su rostro. Dejaron de ser modelos profesionales y gente famosa, para darle paso a la persona del común, al personaje corriente y algunas veces hasta feo pero con carisma.
Coca-Cola también marcó la memoria con muchos de sus comerciales para televisión.
La audacia técnica, real o simulada, es hoy día algo común en la pantalla.
el espeCtador
E l h á b i tat d e l t e l e v i s o r e n l o s s e t e n ta y l o s o c h e n ta
Con el color, comienza la masificación
revista buenhogar, abril 1979
Prueba de televisión en color en el coliseo El Campín. En primer plano, Fernando Gómez Agudelo.
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seleCCiones del readers digest, noviembre 1984
seleCCiones del readers digest, septiembre 1977
En 1979, la televisión en color llegó a Colombia. Con este hecho técnico surgió para los colombianos del común una nueva meta: dejar el viejo televisor blanco y negro en alguno de los dormitorios, e invertir en uno nuevo en color para que fuera el nuevo centro de atención dentro del hogar. Nuevamente fueron sólo las familias más solventes las que pudieron hacerse de inmediato al novedoso electrodoméstico, pues los precios no estaban al alcance de todos. En los primeros Según la años de los setenta un televisor en blanco y Asociación negro costaba entre ocho y diez mil pesos y Nacional de Anunciantes al finalizar la década ya llegaba a los 30.000. (Anda), en 1982 Los de color salieron al mercado en ese nueve de cada mismo tiempo a casi el triple de precio. diez hogares Con el color, los aparatos en general tenían televisor y la teleaudiencia dejaron las patas y las bases a un lado. Su podía llegar volumen se redujo, en especial porque ya a 18 millones. no era un mueble como tal, sino un electrodoméstico portátil que necesitaba alguna base para poderse ubicar dentro del hogar. Sus tamaños se diversificaron y a mediados de los ochenta se podían conseguir televisores portátiles de hasta seis pulgadas. A mediados de 1979, la Federación Electrónica de Colombia, que agrupaba a los fabricantes de televisores, anunciaba que en diciembre de ese año estarían en el mercado nacional los primeros televisores en color hechos en el país: aparatos de 12, 19 y 24 pulgadas con un costo que bordeaba los 90.000 pesos. Muchos de estos nuevos televisores tenían una rosca más grande, que dejaba sintonizar más de veinte canales, aunque hasta entonces los colombianos seguían con sólo tres opciones. Algunos aparatos de fabricación asiática empezaron a incursionar en el mercado nacional y llegaron con nuevos avances técnicos, como los botones digitales para controlar los canales y el volumen. Sin embargo, el principal cambio en estos años fue la inclusión del telemando o control remoto, que posibilitó cambiar de canal sin necesidad de pararse del sofá o de la cama. En el mercado ya abundaban las nuevas marcas: además de la tradicional Philips, se encontraban otras como Shimasu, Panasonic, Sony, Hitachi y Kendo. Junto con el televisor empezó durante esos años a penetrar en el mercado el betamax, una videograbadora que luego de algunos años fue prácticamente remplazada por el VHS. Cuando finalizaba la década del ochenta el televisor ya no era un objeto capaz de congregar a la familia dentro del hogar, pues empezó a haber más de uno, que se fue instalando en las habitaciones de los miembros con más jerarquía, haciendo del aparato un objeto de carácter disgregador.
La competencia por la audiencia tiene su contraparte en la competencia por la venta de nuevos artefactos relacionados con la televisiòn. En los setenta y ochenta empezaban a verse televisiones con mejoras tecnológicas y ergonómicas, controles remotos y las primeras videograbadoras de uso domèstico.
rti
D r a m at i z a d o s d e l o s s e s e n ta
Los inicios del melodrama
La alondra En 1964 la programadora Punch realizó la primera telenovela histórica que se produjo en la televisión colombiana, y la cual se basó en la vida del histórico personaje de Policarpa Salavarrieta. Protagonizada por Raquel Ércole, Aldemar García, Pepe Sánchez, Elisa de Montojo y Luis Linares, La alondra fue el último melodrama realizado por la empresa en la década de los sesenta. Su director fue Luis Eduardo Gutiérrez Riaño.
Al comenzar la década el público colombiano no conocía el género melodramático en televisión, pero sí había seguido sus historias a través de la radio, convirtiendo en verdaderos fenómenos de audiencia producciones como El derecho de nacer. Es por esto por lo que a Fernando Gómez Agudelo, después de fundar RTI en 1962, se le ocurrió llevar las historias de las radionovelas a la pantalla chica y probar su efectividad entre los televidentes. Esta programadora, junto con Producciones Punch, fueron las empresas que empezaron a desarrollar el género, que en
Una mirada imborrable
un principio sólo tenía un horario, repartido entre las dos em-
Con María Eugenia Dávila y Ramiro Corzo como protagonistas, esta novela salió al aire en 1964 en el horario de las 9:00 de la noche, los días martes, jueves y sábados, y en sólo trece capítulos. Eduardo Gutiérrez fue su director y libretista y la producción corrió a cargo del legendario Hernán Villa. La telenovela contaba la historia de un amor imposible entre una joven y un payaso al que nunca se le veía el rostro, y quienes por pertenecer a dos mundos opuestos estaban condenados a vivir separados.
presas: lunes, miércoles y viernes para Punch; martes, jueves y sábado, para RTI. En aquel entonces las telenovelas se hacían en vivo, ya que todavía no existía la tecnología de la videograbación (videotape), lo cual implicaba un enorme esfuerzo por parte del equipo de técnicos y actores, quienes no podían equivocarse ya que no había forma de decir “se repite”. En 1963 se estrenó la primera producción, En nombre del amor, la cual contó con el patrocinio de la empresa ColgatePalmolive, que en aquella época respaldaba comercialmente Raquel Ércole fue una de las primeras divas de la pantalla chica nacional.
ras experiencias no tuvieron el éxito esperado: por una parte
El enigma de Diana
el público estaba acostumbrado a contenidos más elaborados,
Fue una de las grandes producciones de RTI en la década de los sesenta. Original de Corín Tellado y realizada en 1966, se basaba en la historia de una mujer misteriosa que siempre llevaba su rostro cubierto. Tuvo dentro de su elenco a figuras como Raquel Ércole, Julio César Luna, Carmen de Lugo, Samara de Córdova, Boris Roth y Ugo Armando. La adaptación de la historia y la dirección estuvieron a cargo de L.E. Gutiérrez.
Los besos en los primeros años eran bastante discretos, principalmente porque las actrices nacionales eran muy recatadas... La primera novela que presentó un beso creíble fue El buen salvaje, en la que los protagonistas de tan avanzada muestra fueron Samara de Córdova y Jorge Alí Triana, ella guatemalteca y él bastante viajado...
concretamente los teleteatros, y por otra los errores que salían al aire les restaban credibilidad a las
Diario de una enfermera
realizaciones. Con todo, esas telenovelas no
CírCulo Colombiano de artistas (CiCa)
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las telenovelas de América Latina. Sin embargo, esas prime-
estaban lejanas en su contenido al teleteatro, ya que muchas de ellas se basaban en obras de la literatura universal. Tal fue el caso de El buen salvaje, Destino la ciudad y Mil
Fue una de las primeras producciones melodramáticas que tuvo éxito entre el público, tanto que a los seis meses de estar al aire sus productores la extendieron a un año. Hasta ese momento, 1966, era la telenovela más larga que se había hecho en la televisión colombiana. Original de Corín Tellado, narraba la historia de una enfermera que iba a parar a la cárcel. Contó con la actuación de Enrique Tobón, Rebeca López, María Eugenia Dávila, Ramiro Corzo, Samara de Córdova, Yamile Humar, Nora Proaño, Felipe González y Julio César Luna, quien interpretó a un médico perverso que generó gran controversia.
francos de recompensa. Como dato curioso, cabe anotar que el director
El buen salvaje
de la mayoría de estas primeras
En 1968 la programadora RTI sacó al aire esta historia basada en el libro de Eduardo Caballero Calderón, que presentaba las aventuras de un joven colombiano en París. Sus productores se atrevieron a mostrar por primera vez un destape en la televisión colombiana cuando una de las actrices apareció en ropa interior, lo que escandalizó a los televidentes. El buen salvaje fue dirigida por Luis Eduardo Gutiérrez y protagonizada por Jorge Alí Triana, María Eugenia Dávila, Samara de Córdova y Héctor Rivas.
producciones fue Luis Eduardo
Gutiérrez. Bajo su tutela se dieron a conocer en el género figuras de la talla de Julio César Luna, Raquel Ércole, Yamile Humar, María Eugenia Dávila y Judy Henríquez. A pesar de la escasa acogida que tuvieron los melodramas en sus primeros años, algunas producciones alcanzaron el favor del público. Unos ejemplos fueron Diario de una enfermera, El enigma de Diana y Destino la ciudad. Ya hacia el final de la década, con la llegada del video tape el género inició una nueva etapa en cuanto a técnica y contenidos.
Álvaro Ruiz fue uno de los protagonistas de Destino la ciudad.
Destino la ciudad Emitida en 1967 por RTI, fue la primera novela en ser producida en los estudios de la calle 24, ya que su episodio final se transmitió desde el teatro México. También fue la primera obra de un autor colombiano, Efraín Arce Aragón, en ser presentada a través de la pantalla chica. A diferencia de sus antecesoras, no presentó una historia rosa, sino que trató una temática de actualidad: la migración campesina a las ciudades. Dirigida por Eduardo Gutiérrez, fue protagonizada por Judy Henríquez, Álvaro Ruiz, Dora Cadavid, Boris Roth, María Eugenia Dávila y Bernardo Romero Pereiro.
CírCulo Colombiano de artistas (CiCa)
D r a m at i z a d o s d e l o s s e s e n ta · D i r e c t o r e s
d e s t a c a d o s ·
Aldemar Lozano y Karina.
Dos rostros, una vida
Ana Mojica en la telenovela Candó.
Candó Original de Bernardo Romero Pereiro, esta telenovela producida por RTI en 1969 contó con las actuaciones de Ramiro Corzo, Judy Henríquez, Julio César Luna, Alcira Rodríguez, Hugo Pérez, Luis Fernando Orozco, Ana Mojica, Maruja Toro, Dora Cadavid y Alí Humar. Su temática giró en torno a la explotación de las minas de oro en el departamento del Chocó y por primera vez contó con la actuación de una artista de color, Leonor González Mina. Tuvo tanto éxito que se convirtió en una fotonovela editada por la revista Cromos.
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Luis Eduardo Gutiérrez Riaño En 1963, cuando se abrió ante sus ojos la posibilidad de dirigir una telenovela en la todavía incipiente televisión colombiana, Luis Eduardo Gutiérrez no dudó un solo instante en decir que sí y asumir el reto. Él sabía que lograría incorporar en la pantalla chica nacional este género novedoso, que tan buenos resultados había dado en Cuba y México. Experiencia no le faltaba, al fin y al cabo en 1960 había llegado al medio y su trabajo como asistente de dirección le había permitido conocer sus secretos. Dirigió esa primera telenovela para la programadora Punch, titulada En nombre del amor, y así dio inicio al género más exitoso en la historia de la televisión nacional. Para aquel entonces sus estudios de arquitectura en la Universidad de los Andes ya habían quedado atrás. Una familiar suya, que se había vinculado a uno de los tantos programas infantiles que se producían en la época, le había pedido que le ayudara con unas Cuando la televisión maquetas pequeñas para ese espacio. Gutiérrez aceptó y lo que se inició como un cumplía 25 años, pasatiempo, se convirtió en la esencia de su vida. Bajo su dirección se produjeron no sólo las primeras telenovelas de Punch, sino en 1979, el director también algunas de las más recordadas: El 0597 está ocupado, Lucía de Malvart, La Luis Eduardo alondra y El enigma de Diana, entre otras. En 1965 cambió de casa y se fue a trabaGutiérrez llevaba jar a RTI, donde inició su contrato con la producción Una mirada imborrable. Más 24 en ésta, había tarde realizó Cartas a mi amada, El destino es mi aliado, Impaciencia del corazón, dirigido 2.390 Sacrificio de amor, Diario de una enfermera, Destino la ciudad, El buen salvaje, Casi un extraño, Dos rostros, una vida, Candó, Cartas a Beatriz y Crónica de un amor. programas, 33 de Hasta finales de la década de los setenta el nombre de Luis Eduardo Gutiérrez esellos telenovelas. tuvo ligado a las telenovelas nacionales, regularmente con buenas críticas e, incluso, premios como el Nemqueteba y el Ondra. Fue un director polifacético, que igual podía marcar un parlamento, como diseñar la escenografía de una escena y el vestuario de los actores. Fue allí precisamente donde puso en práctica sus conocimientos de arquitectura. En el quehacer de la pantalla chica había conocido al escenógrafo Gustavo Pizarro y con él fundó en 1962 la sociedad Pizarro-Gutiérrez que tenía el monopolio de la escenografía en la pantalla chica nacional. Juntos creaban los sets para musicales y dramatizados, con elementos que muchas veces salían de sus propias casas. El ‘divorcio’ de Eduardo Gutiérrez y la televisión nacional se produjo en 1978, cuando decidió dedicarse a la dirección escénica de óperas con Colcultura. Después viajó a Medellín y colaboró con la televisión de esa región como director y escenógrafo. Ya retirado regresó a Bogotá, donde murió en el año 2001 víctima de un infarto.
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Julio César Luna, uno de sus protagonistas, fue el actor más destacado del año al interpretar dos personajes a la vez: los gemelos Santiago y Mauricio, que no se conocen y que viven en condiciones sociales y económicas totalmente distintas. También se destacó el trabajo actoral de Lyda Zamora, quien obtuvo buenas críticas de la prensa, y el de Álvaro Ruiz y Rebeca López, ganadores del premio Telenovela 1968 en las categorías de mejor actor y actriz de reparto, respectivamente. También hicieron parte del elenco Judy Henríquez, Ana Mojica, Karina, Ramiro Corzo, Ugo Armando, Ómar Sánchez, Boris Roth y Fernando Corredor. El autor y libretista de esta producción, realizada por RTI en 1968, fue Bernardo Romero Pereiro.
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En nombre del amor Fue la primera telenovela hecha en la televisión colombiana, realizada por la programadora Punch en 1962 y contó con las actuaciones de Raquel Ércole, Pepe Sánchez, Aldemar García y Luis Linares, bajo la dirección de Luis Eduardo Gutiérrez.
Impaciencia del corazón Esta producción marcó el debut en el género de la telenovela de Julio César Luna, quien se convertiría en uno de los galanes de la década. Adaptada y dirigida por Luis Eduardo Gutiérrez, también tuvo en su elenco a Jaime Monsalve, Elisa de Montojo, Karina, Aldemar García, Raquel Ércole, Ramiro Corzo, Ómar Sánchez y Rocco Petrucci. Fue una producción de RTI, grabada en 1965.
Álvaro Ruiz
Mil francos de recompensa
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El temperamento fuerte, unos inmensos ojos verdes y un talento para la actuación a toda prueba, han sido las cartas de presentación de esta actriz, originaria de Pamplona (Santander). Armada con temperamento, ojos y talento, tuvo que hacer el curso completo para convertirse en actriz de televisión: primero estudió, más adelante trabajó como extra sin derecho a decir ni una palabra, luego le dieron unos cuantos parlamentos y finalmente Miguel Ayuso, quien realizaba el programa Aventuras infantiles, la llamó para hacer un pequeño papel. A partir de entonces su carrera fue en ascenso hasta convertirse en una figura imprescindible para los directores. Sus progresos como actriz fueron de la mano con el amor, ya que el primero en darle un papel dramático fue su esposo, el desaparecido actor y director Guillermo Gálvez, quien la incluyó en el elenco del programa La comedia. Esas primeras intervenciones fueron un tanto traumáticas, ya que Rebeca, con el nerviosismo del neófito, se hacía un lío con el libreto y en ocasiones lo olvidaba, a lo cual le seguían el regaño del esposo-director, los consuelos de sus compañeros y el volver a intentarlo. Así le fue perdiendo el miedo a las cámaras hasta que llegó el día en que el propio Gálvez le dio su primer papel protagónico en la telenovela Usted no es peligrosa. Desde entonces su figura y su nombre se hicieron familiares para los televidentes, quienes pronto la convirtieron en una de sus actrices favoritas. Ganadora del premio Telenovela en 1968; del Ondra en 1973, por su actuación en la obra Luz de gas del Teatro Popular Caracol; de otro en 1975 por la novela La loca, y de un Ondas de España gracias a su trabajo en la serie Caso juzgado, fue la actriz más galardonada del medio en las décadas de los sesenta y setenta. Irónicamente, ninguno de esos personajes es el que ella recuerda con mayor cariño. Sus afectos son para su interpretación en el melodrama Extraño destino, donde tuvo el papel de una mujer inválida que se enamoró de un ciego y desarrolló con él una relación telefónica. El personaje de Rebeca sólo tuvo contacto directo con su galán hasta el final de la producción. Hoy en día la actriz continúa presente en el teatro y en la pantalla. Su corazón ha estado ligado al teatro La Carrera, con el cual realizó el montaje de la obra La ratonera, de Agatha Christie. En el año 2002 actuó en la telenovela Luzbel está de visita, del Canal Caracol, y actualmente hace parte del elenco de la serie Padres e hijos, donde le da vida a una abuela dominante y desalmada.
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Rebeca López
Una adaptación de Santiago García de la obra clásica de Víctor Hugo, protagonizada por Jaime Monsalve, María Eugenia Dávila, Santiago García, Karina, Enrique Tobón y Ugo Armando. Esta fue la primera telenovela que Luis Eduardo Gutiérrez dirigió para RTI (1965) y a partir de ella surgió la figura del adaptador.
Gaspar Ospina en una escena del Teatro Popular Caracol, que se empezó a transmitir en 1972.
Infame mentira Ésta hizo parte de las pocas telenovelas dirigidas por Bernardo Romero Lozano. Con libretos de Alicia del Carpio, fue realizada en 1963 por RTI y tuvo como protagonistas a Rebeca López, Aldemar García y Gaspar Ospina.
A lo largo de sus 69 años de vida hizo de todo: fue mesero, lavó platos en Nueva York, trabajó en un circo como maestro de ceremonias, fue actor de radionovelas, participó en programas de humor, fue animador, cantante, comentarista taurino, bailarín de teatro, programador de televisión y gerente de la programadora RCN. Su debut como actor lo hizo en el Teatro Colón de Bogotá, cuando era un niño de ocho años de edad y hacía parte del grupo infantil Estampas Líricas Boyacenses. Allí, en medio del nerviosismo propio de su edad, entonaba canciones de zarzuela ligeras y lo hizo tan bien que la primera dama de aquel entonces, Lorencita Villegas de Santos, se acercó después de su presentación y le regaló 500 pesos. Desde entonces no volvió a alejarse de las tablas, ni siquiera durante los 22 meses que debió prestar el servicio militar, a donde lo llevó un tío a la fuerza para sacarle de la cabeza “esas ideas raras de ser artista”. La estrategia no le funcionó porque tan pronto salió del ejército, Álvaro le siguió la pista a todo lo que tuviera que ver con la actuación. Estuvo con los hermanos Valdivieso, trabajó con la compañía de Luis Enrique Osorio, fue asistente del mago Richardine y tramoyista del Teatro Municipal. Llegó a la radio en 1948 cuando fue contratado por Caracol como actor y libretista. Al poco tiempo se vinculó a la Radio Nacional, en donde trabajó para Bernardo Romero Lozano. Él fue quien lo llevó a la televisión, en la cual se estrenó el mismo día de su inauguración, 13 de junio de 1954, en el espacio Grill TV, un programa musical con argumento. En la pantalla chica se destacó como uno de sus grandes actores. Cuando participó en la serie La ralea, historia que hizo parte de la producción El cuento del domingo, obtuvo el premio del periódico El Tiempo como mejor actor de reparto. De este período, años sesenta, también son memorables sus actuaciones en las telenovelas Dos rostros, una vida (premio Telenovela al mejor actor protagonista) y Vendaval. En los setenta actuó en La marquesa de Yolombó, con el papel del Taita Moreno que le valió el premio APE. Y en los noventa recibió el India Catalina y el Simón Bolívar como actor de reparto por su interpretación de Chepe Estrada en La potra zaina. Junto a estas interpretaciones existieron muchas otras que consolidaron su carrera y le permitieron alcanzar los premios Simón Bolívar y Tv y Novelas por su trayectoria: Florentino en Casi un extraño, Simón Bolívar en Manuelita Sáenz, Aníbal en El ángel de piedra, el general Ulises Dangond en Escalona, Juan David en Señora Isabel, Armando en La guerra de las Rosas y Rubén Castro en El informante, su último papel en televisión. También fue presentador y precisamente en esta faceta fue donde obtuvo el eslogan que siempre lo caracterizó: “Álvaro Ruiz, el hombre feliz”. Tuvo a su cargo la animación de espacios como Circo en su casa, El show de la familia feliz y Animalandia, donde remplazó a su amigo Fernando González-Pacheco. Un derrame cerebral acabó con su vida el 30 de abril del 2001.
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Rodrigo Carmona, Teresa Gutiérrez, Felipe González, Miguel Ignacio Vanegas, Álvaro Ruiz y Leticia Palacio en un ensayo, 1965.
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Parte del elenco de Crónica de un amor, producida por RTI en 1970.
Crónica de un amor Bernardo Romero Pereiro le dio vida a esta historia que se desarrollaba en medio de una sociedad llena de prejuicios. Alí Humar y María Angélica Mallarino personificaron a sus héroes: dos jóvenes enamorados pero separados por un conflicto familiar. La dirección de éste melodrama emitido por RTI en 1970, corrió por cuenta de Eduardo Gutiérrez, con Hernán Villa en la producción. CírCulo Colombiano deartistas (CiCa)
Heredera del temperamento de su padre y del talento de su mamá, una artista frustrada, Raquel Ércole inició su carrera artística siendo muy joven. Tenía apenas 14 años cuando empezó a interesarse primero por el flamenco y más adelante por el ballet clásico, actividades que practicaba a diario después de salir de su colegio y a escondidas de las monjas, que la habrían expulsado de saber en las que andaba. Después se interesó en la actuación, cosa que no le gustó para nada a su familia, y era frecuente verla salir, con sus zapatillas de ballet aún calzadas, rumbo a los sótanos de la avenida Jiménez para tomar clases de arte dramático con el actor y director Fausto Cabrera. Su debut en la televisión se produjo a comienzos de los años sesenta en el dramatizado Recuerdo a mamá, realizado cuando la televisión todavía se hacía en directo. Después de este primer personaje los directores se fijaron en su figura y talento, y pronto la llamaron para protagonizar sus telenovelas, empezando por la primera de todas: En nombre del amor, y de ahí en adelante participó en El 0597 está ocupado, La alondra, En nombre del amor, Impaciencia del corazón, El enigma de Diana, Cartas a Beatriz y Almas malditas. La que fuera considerada en 1962 por el periódico El Tiempo como una de las actrices importantes de la pantalla chica, tuvo la oportunidad de interpretar en 1983 uno de los personajes más destacados de su carrera: doña Lorenza, la mujer perversa que practicaba magia negra y sostenía una relación tormentosa con el inquisidor Mayorga en la telenovela La pezuña del diablo. Ya para entonces estaba casada con el músico Lizardo Díaz, integrante del dueto Los Tolimenses, un hombre 28 años mayor que ella con el cual constituyó una de las parejas más estables de la farándula nacional. También era madre de dos hijos, Guido y Patricia, esta última heredera de su talento y quien ha desarrollado una carrera como actriz. Con el paso del tiempo Raquel Ércole ha permanecido presente en la televisión con interpretaciones destacadas y siempre con personajes de temperamento fuerte. Fue Irene Yarza en la serie Juegos siniestros, Isabel Serrano en El ángel de piedra, Esther de Moncada en ¿Por qué mataron a Betty si era tan buena muchacha?, Débora en Pasiones secretas y Asnoralda en Rauzán. Sin embargo, en 1998 ofreció otro aspecto de su talento: el de la comicidad y la ternura a través de Ligia de Sierra, la abuela de Sofía, la protagonista de la telenovela Perro amor. Una vez que finalizó su trabajo en Rauzán (2000), Raquel viajó a Estados Unidos para compartir un tiempo con sus nietos. En la actualidad hace parte del elenco de la telenovela El auténtico Rodrigo Leal, del Canal Caracol.
El 2 de enero de 1963 fue dispuesta la suspensión de la Televisora Nacional por ocho días, con el fin de revisar equipos y ajustar la programación. Dos años después, en el 65, ocurrió lo mismo: durante siete días estuvo parada la transmisión de programas por ajuste y reparación de equipos. · O t r a s produc c io n e s ·
En 1959 los colombianos vieron la primera telenovela nacional: El 0597 está ocupado, producida por la programadora Punch y premiada como la mejor en el continente, en Buenos Aires. Fue dirigida por Eduardo Gutiérrez y protagonizada por Raquel Ércole y Elisa de Montojo.
CARACOL Gabriela, 1969. RTI Extraño destino, 1963. Cartas a mi amada, 1964. Crónica de un amor, 1969. Sacrificio de amor, 1965. PUNCH Lucía de Malvart, 1964. El destino es mi aliado, 1965. Cartas a Beatriz, 1967.
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Manuela En 1975 la programadora Punch realizó la que se convertiría en la telenovela más larga producida hasta ese momento por la televisión colombiana. Su protagonista era una actriz que había tenido cierta notoriedad en papeles coprotagónicos, pero que con esta producción ingresó a la categoría de las divas de la pantalla chica: Amparo Grisales. A lo largo de 297 capítulos ella y su galán, Alberto Jiménez, cautivaron a la audiencia hasta el punto de que el episodio final de la historia se transmitió también por la radio para que ningún colombiano perdiera detalle del desenlace. Su director fue Felipe González y se le consideró como una de las mejores telenovelas del año, ganadora de galardones como el premio APE en 1976 y el Antena de la consagración en 1977.
La abuela
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Si bien en la década de los años sesenta la telenovela no fue un género de mayor trascendencia dentro de la televisión colombiana, en los setenta su situación empezó a cambiar radicalmente. No sólo por los primeros coqueteos con la tecnología del color, a pesar de que las producciones se seguían emitiendo en blanco y negro, sino por la aparición del videotape, que redujo los errores inherentes a la transmisión en vivo, haciéndola de esa forma más agradable al público. Estos elementos combinados, junto con las variaciones que se produjeron dentro de su estructura, la convirtieron en un entretenimiento apetecido. Una década antes el lenguaje de los melodramas, enraizados en su mayoría en obras de la literatura universal, mantenía una distancia con respecto al televidente en su afán por conservar intactos los textos de los escritores. A raíz de la aparición de figuras como Antonio Panesso Julio Jiménez, quien hizo diálogos más reales y cercanos a la cotidianidad de Robledo recibía en los setenta 300 la audiencia, técnica que Jesús Martín-Barbero ha calificado como la “folledólares por cada tinización del relato”, las telenovelas iniciaron su trayectoria como éxitos de libreto escrito audiencia. para el programa A su vez, las obras de la literatura universal empezaron a competir hombro El tribunal de la historia, la más a hombro con las surgidas de la pluma de escritores colombianos. A través alta cifra pagada de la televisión, el público conoció las costumbres vallecaucanas de El alférez para este oficio real, la idiosincrasia paisa con Lejos del nido, y la esencia de la época colonial a hasta entonces. través de La marquesa de Yolombó. De esta manera se sentía identificado con lo que veía en pantalla y le daba su aval. Poco a poco esta relación tan cercana entre telenovela y televidente dio paso a los primeros éxitos como Una vida para amarte, Un largo camino, La feria de 68 las vanidades, Manuela y Manuelita Sáenz, hasta llegar finalmente a La abuela, la producción más importante de la década, que se convirtió en un clásico de la pantalla nacional. Fue así como empezó a gestarse una de las características básicas del melodrama colombiano: su distanciamiento de las tradicionales historias rosa, propias de las producciones mexicanas y venezolanas, y su cada vez más frecuente mirada hacia la realidad colombiana, sus situaciones y costumbres. Esta fue también la década en la que surgieron actores que consolidaron una importante trayectoria en la televisión. Amparo Grisales, menos voluptuosa de lo que es hoy, tuvo su primer momento de gloria protagonizando la telenovela Manuela. Lo mismo ocurrió con Víctor Mallarino, quien hizo en esta época su debut como galán. Mientras tanto otras, como Judy Henríquez, Raquel Ércole y María Eugenia Dávila, se consagraban como las divas de la década apetecidas por las programadoras ya que con su sola presencia garantizaban una gran audiencia.
el tiempo
Las telenovelas empiezan a cautivar audiencias
A fines de los años cuarenta, doña Brígida Paredes, una malvada matriarca, tiene a su familia aterrorizada. Poseedora de una doble moral, da completa libertad a sus hijos mayores mientras que mantiene a sus tres hijas, Victoria, Liberata y Emperatriz, enclaustradas y en constante ayuno y oración. Benjamín, su hijo menor, es un jovencito frágil a quien su madre odia por ser débil. Sin embargo, es el único varón que le queda después de que sus otros vástagos son asesinados durante El Bogotazo. Uno de ellos dejó un bebé ilegítimo, al que Brígida adopta y llena de mimos, sin saber que en su vejez será ese nieto el causante de su perdición. Esta es la trama de la telenovela más exitosa de los años setenta y en ella se aprecian claramente los elementos presentes en la obra de su autor, Julio Jiménez: familias disfuncionales, conflictos pasionales que desencadenan tragedias y personajes que representan de manera extrema las cualidades y las perversiones humanas. La abuela evidencia el interés del libretista por mirar el país cara a cara, pero también la intención de sus directores, primero Eduardo Gutiérrez y luego Fabio Camero, de darle a la televisión un lenguaje propio aprovechando sus recursos técnicos, y permitirle al público reconocerse a través de ella. Tal fue el éxito de La abuela, producida por RTI, que obtuvo el premio APE en 1979 en la categoría de mejor actriz para Teresa Gutiérrez. En 1980, con el apoyo de Cine Colombia, la historia fue llevada a la pantalla gigante, con guión de Julio Jiménez y bajo la dirección de Leopoldo Pinzón. Si bien la película no dejó ganancias millonarias, la taquilla permitió cubrir los costos de producción, algo que en la época era un récord para el cine nacional.
La vorágine
Amparo Grisales y Lucy Colombia en Manuela.
Esta novela marcó varias pautas en el género de los dramatizados, ya que, al tener algunas escenas grabadas en exteriores, obligó a sus realizadores a buscar locaciones adecuadas para grabar la historia. Este fue uno de los primeros intentos de trabajo de preproducción que se hicieron en la televisión colombiana. También fue una de las primeras historias realizadas en color, aunque se emitió en blanco y negro, y sus escenas en exteriores se hicieron en formato de cine. La historia, basada en el libro original de José Eustasio Rivera, fue dirigida en 1975 por Luis Eduardo Gutiérrez y producida por la programadora RTI. Sus protagonistas inicialmente fueron Julio César Luna y Mariela Hijuelos, pero la actriz murió durante el período de grabación y fue necesario remplazarla con una figura que apenas daba sus primeros pasos en la pantalla: María Cecilia Botero.
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María Eugenia Dávila, protagonista de Manuelita Sáenz, en una escena. CírCulo Colombiano de artistas (CiCa)
En una fría tarde bogotana de comienzos de los años cuarenta, Teresa Gutiérrez estaba sentada tranquilamente en la sala de su casa en compañía de su padre, Carlos Gutiérrez, por aquel entonces director artístico de la emisora Nueva Granada. Ella, a sus 14 años, tenía bien ganada su reputación como una de las alumnas más rebeldes del colegio Alvernia, pero en aquel momento ese no era el tema de conversación con su progenitor. Probando un micrófono que tenía en aquel momento en sus manos, la joven Teresa tuvo una de sus salidas ocasionales y, haciendo una perfecta imitación de las locutoras que trabajaban con su papá, lanzó a grito herido: “Esta es la emisora Nueva Granada, Bogotá, Colombia, Suramérica”. Gutiérrez, sorprendido ante la potencia de la voz de su hija, le dijo de inmediato: “El lunes empiezas a trabajar conmigo”. Desde entonces esa voz, que se hizo legendaria primero en la radio y luego en la televisión, no se ha silenciado. Y eso que han transcurrido sesenta años de carrera artística. Irrumpió en la radio y se consagró como una de las mejores en la lectura de noticias y en la radionovela, con éxitos tan sonados como El derecho de nacer, un hito de la radiodifusión colombiana. Luego, de la mano de Bernardo Romero Lozano, llegó a la televisión en una época en que la palabra telenovela era un misterio, y la programación estaba habitada por incipientes teleteatros. Sólo el amor pudo alejarla de los micrófonos y las cámaras, bajo la forma de Américo Bellotto, violinista y director de la orquesta Américo y sus caribes, con quien se marchó a Argentina por espacio de 12 años. En 1970 regresó, viuda y con cuatro hijos, uno de ellos un bebé de escasos cuatro meses de edad llamado Miguel, y dispuesta a retomar el lugar que le correspondía en el firmamento artístico nacional. Muy pronto el público volvió a escucharla a través del dial de la emisora Nuevo Mundo, que más tarde se convertiría en la Cadena Caracol y que sería su hogar hasta 1985, así como a disfrutar de sus actuaciones. Empezó protagonizando la telenovela La perla, más adelante se consagró con Un largo camino y finalmente dejó sellado, en letras de molde, su nombre en la historia de la televisión con un personaje inolvidable: Brígida Paredes, la matrona desalmada de la telenovela La abuela. La misma Teresa, que ama sus creaciones por igual y les dedica tanto empeño a sus 74 años como a sus 25, reconoce en esta mujer déspota su personaje más memorable. Y hay que ver lo difícil de esta selección en una carrera llena de interpretaciones exitosas. Es complicado escoger la mejor: ¿Será la Sara Olmedo de Los cuervos, la Madame Trapitos de ¿Por qué mataron a Betty si era tan buena muchacha?, la dulce y enamorada María de Sangre de lobos o quizás Martina la peligrosa de Calamar? La decisión queda a gusto de cada quien. Lo cierto es que Teresa Gutiérrez es hoy una maestra en el arte de actuar y sus compañeros aprovechan la más mínima oportunidad a su lado para aprender los secretos del oficio, los cuales ella resume en una palabra sencilla: disciplina. La misma que la ha acompañado en cada etapa de su vida y que le permite hoy darse el lujo de ser una de las actrices con mayor presencia en la pantalla. A pesar de los premios, que incluyen un Simón Bolívar y un India Catalina por su trayectoria artística, no ha parado de trabajar un minuto y se da el lujo, como hasta hace poco en María Madrugada, El inútil y Pecados capitales, de tener tres personajes al aire y desarrollar cada uno a cabalidad. Cuando se enfrenta con ellos deja de ser Teresa, la mujer, la madre y la abuela, para convertirse en ese otro ser que el libretista de turno ha creado, muchas veces pensando en su figura y su talento. En el estudio de grabación les da vida y los moldea con una tenacidad envidiable, para al final del día regresar a casa y refugiarse en la complicidad de su té y su cigarrillo, compañeros infaltables, con la tranquilidad del deber cumplido.
Corría el año 1976 y en la televisión colombiana había bastante expectativa por la llegada del color. Por eso, y a pesar de que la emisión finalmente se hizo en blanco y negro, la programadora Punch decidió grabar en el nuevo formato esta telenovela, que recreaba la historia de amor entre Simón Bolívar y Manuelita Sáenz. Los protagonistas fueron María Eugenia Dávila, quien recibió el apoyo del público y de la crítica, y Álvaro Ruiz, un nombre que despertó polémica en su momento debido a que su estatura y su físico no concordaban precisamente con los de un galán. Pero él, con su trabajo, se encargó de acallar los comentarios. Manuelita Sáenz fue un éxito de audiencia y se convirtió en la primera telenovela no mexicana en ser presentada por la televisión azteca. También la vio el público ecuatoriano.
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Teresa Gutiérrez: siempre la abuela
Manuelita Sáenz CaraCol
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album maría e. dávila
D r a m at i z a d o s d e l o s s e t e n ta
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Alberto Jiménez y María Eugenia Dávila en María.
Jaime Botero, director.
María
Teatro Popular Caracol
En esta producción de 1972 el director Eduardo Gutiérrez grabó escenas en la hacienda El Paraíso, donde se desarrolla la historia original escrita por Jorge Isaacs. Además, utilizó cine de 16 milímetros, logrando una calidad de imagen que le permitió obtener premios en Venezuela y Puerto Rico. Sus protagonistas fueron María Eugenia Dávila y Alberto Jiménez.
En 1972 el director Jaime Botero decidió crear en la televisión un espacio para divulgar las obras de grandes escritores de la literatura universal, incluidos los colombianos, interpretadas por las figuras más importantes en ese momento de la pantalla chica. De esta manera los televidentes conocieron una propuesta escénica que, además de Botero, tuvo como directores a Manuel de Sabatini, Alí Humar y Jaime Santos. El programa fue galardonado con los premios Antena de la consagración y Ondra, y en su momento se consideró como la mejor producción escénica de la televisión colombiana. En sus elencos contó con la participación de figuras destacadas como Inés Mejía, Rebeca López, Mauricio Figueroa y Julio César Luna. Finalizó en 1978.
El alférez real
Una vida para amarte
En 1974, y siguiendo la tradición de adaptar obras de la literatura universal a la televisión, la programadora Punch presentó por primera vez en la pantalla chica una historia colombiana, escrita por el vallecaucano Eustaquio Palacios. En ella se narraban las situaciones que debían enfrentar Daniel e Inés, una pareja de enamorados que vivían en Cali a finales del siglo XVIII y que pertenecían a clases sociales diferentes. Sus protagonistas fueron Yamile Humar y Mauricio Figueroa, quienes trabajaron bajo la dirección de Felipe González.
La historia de amor entre un rico terrateniente y un ama de llaves fue el fenómeno de audiencia del año 1971, hasta el punto de que en los pueblos se organizaban auditorios improvisados para verla y se le cobraba al público veinte centavos por la entrada. Originalmente fue escrita para 75 capítulos, pero su éxito hizo que la extendieran por cien más. Protagonizada por Alcira Rodríguez, Dora Cadavid, Álvaro Ruiz y Aldemar García, fue emitida en Estados Unidos y otros países latinos con éxito.
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Judy Henríquez Extrovertida, alegre y cariñosa, esta barranquillera que creció en una familia en la que predominaban las mujeres supo ganarse el cariño del público desde los inicios de su carrera. Sus primeros ensayos en la televisión los hizo como modelo de comerciales, los cuales se emitían en vivo y en directo. El siguiente paso fue como maestra de ceremonias, al lado de Otto Greiffenstein, en el Concurso Nacional de Belleza en Cartagena, en 1969. Luego vendría el canto, campo en el que llegó a grabar un disco, aprovechando la fiebre musical de la Nueva Ola. Judy pronto se dio cuenta de que su rumbo estaba en el arte dramático y emprendió una carrera plena de éxitos. Su camino se cruzó con el del “niño genio” de los dramatizados, Bernardo Romero Pereiro, quien había regresado al país después de formarse en el exterior. Convertida en su esposa se consagró como una de las grandes actrices de la pantalla, y también como una de sus divas. Inolvidables son sus interpretaciones en la telenovela La feria de las vanidades, que en 1975 le valió el premio Antena como mejor actriz. Otro tanto ocurrió con su interpretación de Arabela en la telenovela Un largo camino, y Soledad en El caballero de Rauzán, por las cuales obtuvo el premio APE en 1978. Desde entonces son innumerables los personajes a los que ha encarnado: Doña Doña en Las Juanas, Galeana Barrancas en Calamar, la Marichuela de El virrey, Isabel en Señora Isabel o Rosa Lenoit en Momposina. Como era de esperarse, la carrera de Judy Henríquez también se proyectó en el exterior, más concretamente en México, país hacia donde partió con su esposo después de actuar en Señora Isabel y Las Juanas. Los ‘manitos’ conocieron su talento a través de producciones como Tentaciones y La vida en el espejo, producidas por el canal TV Azteca y escritas por Bernardo Romero Pereiro. Y a pesar de que desde 1998 no participa en ninguna producción nacional, permanece en la memoria y en el corazón de los colombianos.
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El caballero de Rauzán, Los cuervos y En cuerpo ajeno, son producciones que han marcado a tres generaciones de colombianos por su temática y porque fueron un suceso de sintonía. Sin embargo, entre los millones de televidentes que se enloquecieron con estas historias no se puede contar a su autor, Julio Jiménez. Porque él, “el señor misterio”, como se le conoce, jamás ve novelas. Ni suyas, ni ajenas. Y pensar que fue precisamente él quien se atrevió por primera vez a poner el género de cabeza, alejarlo de las historias rosa y adentrarlo en un mundo misterioso, de casonas tenebrosas y memorables sicópatas. De ahí su éxito. Quien conozca la mente de Julio Jiménez sabrá que para él sería imposible escribir otro tipo de tramas. Después de todo, desde niño este paisa se sintió atraído por el género del suspenso, y se ganaba unos centavos extras en el colegio vendiendo todo cuento misterioso que cayera en sus manos. De ese pequeño comercio a la fascinación por los libros de Agatha Christie y el cine de Alfred Hitchcock sólo hubo un paso. Ellos aún habitan su mente cuando se somete a lo que él llama su “encarcelamiento de 18 meses” para escribir una nueva novela. Los primeros pasos en la televisión los dio como actor. Había intentado estudiar arquitectura, había vivido una larga temporada en Estados Unidos y había hecho sus primeros intentos como radioactor, al lado de figuras como Ana Mojica y Alicia de Rojas. Caso juzgado, la serie policíaca que marcó un hito en los setenta, le sirvió para hacer su debut como actor en la pantalla chica. Pero a decir verdad, no lo hizo demasiado convencido. Lo impulsaba la necesidad de dinero, pues ya había probado suerte escribiendo libretos de radionovelas para Sutatenza, Todelar y Continental, y sabía que lo suyo era escribir. Pero ni modo, la actuación era una alternativa para sobrevivir. Estando en esas conoció a Judy Henríquez, quien le propuso escribir un libreto para entregárselo a su esposo, Bernardo Romero Pereiro. El resultado fue la adaptación de una novela que preparaba el director por aquel entonces: La feria de las vanidades. A partir de ese momento, Julio Jiménez se consagró como el mejor adaptador de obras literarias para la pantalla chica, reputación que cimentó con sus trabajos en La marquesa de Yolombó y Un largo camino. Su consagración definitiva llegó en 1979 de la mano de una anciana déspota, ama y señora en una familia plagada de vicios: La abuela. Desde entonces nació una relación entre el libretista y la programadora RTI que se prolongó durante 25 años y que dio como fruto algunos de los dramatizados más memorables de la pantalla chica: El hijo de Ruth, El hombre de negro, Los cuervos, El ángel de piedra, ¿Por qué mataron a Betty si era tan buena muchacha?, El segundo enemigo, Lola Calamidades, En cuerpo ajeno, Las aguas mansas, La viuda de Blanco y Yo amo a Paquita Gallego. La aparición de los canales privados en la televisión colombiana significó un nuevo reto para Julio Jiménez. El acuerdo de coproducción firmado entre RTI, el Canal Caracol y Telemundo hizo que algunas de sus creaciones reaparecieran en la pantalla en nuevas versiones, basadas en sus argumentos, pero escritas por otros. Tal fue el caso de Rauzán y Amantes del desierto, las cuales tuvieron resistencia por parte de la crítica colombiana, pero lograron una importante audiencia tanto en nuestro país, como entre el público hispano de Estados Unidos. Al lado de estas realizaciones estrenó su más reciente telenovela original, Luzbel está de visita, así como Pasión de gavilanes, que el libretista adaptó de la novela Las aguas mansas, escrita por él años atrás. A pesar de estos comentarios, Jiménez continúa siendo uno de los libretistas más prolíficos de la televisión. Es por este motivo que, pese a que su contrato de exclusividad con RTI ha finalizado, la empresa continúa interesada en comprar sus libretos. Sólo que ahora debe entrar a competir con otras productoras que también desean tenerlos.
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Julio Jiménez, el señor misterio
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Enrique Pontón en uno de los capítulos de Caso juzgado.
Caso juzgado Hasta el año 1972 la televisión colombiana, en lo que a dramatizados se refiere, dedicó su atención a las telenovelas y al teleteatro. Sólo cuando apareció Caso juzgado, una producción en la que el drama se combinó con las historias policíacas, empezaron a cobrar importancia las series semanales, que en la misma década se consolidarían primero con el dramatizado Dialogando y ya en los albores de los ochenta con Revivamos nuestra historia. Las innovaciones en cuanto a narrativa, así como el trabajo de su director, el argentino Boris Roth, le valieron dos premios Ondra en 1972. Y en 1973 repitió este galardón gracias a la actuación del protagonista de una de sus historias: Julio César Luna.
Hugo Pérez, Hernando Casanova y Ronald Ayazo.
El caballero de Rauzán Un hombre epiléptico que le oculta su enfermedad a la mujer que ama, se convirtió en el eje de la telenovela más vista en 1978 por los colombianos. Adaptación de Julio Jiménez de la obra de Felipe Pérez, esta historia protagonizada por Judy Henríquez y Ronald Ayazo obtuvo el premio APE en la categoría de mejor actriz para Judy, y el premio del periódico El Tiempo en la misma modalidad para Betty Valderrama.
La feria de las vanidades Ganadora en 1975 del premio Antena de la consagración en las categorías mejor telenovela y mejor actriz, esta producción determinó el ingreso de Julio Jiménez a la televisión como libretista, ya que él hizo la adaptación de la obra original del escritor inglés William Thackeray. Bajo la dirección de Pepe Sánchez, actores como Mario García, Ana Mojica, Carmen de Lugo, Alí Humar y Judy Henríquez, obtuvieron el favor del público y de la crítica.
Álvaro Ruiz y Rebeca López en la telenovela Un largo camino.
Un largo camino Ganadora del premio APE 1977 en la categoría mejor actriz para Teresa Gutiérrez y del Antena de la consagración en 1978 como mejor telenovela. De esta historia, escrita por Julio Jiménez originalmente para RTI, el Canal Caracol hizo una nueva versión en el año 2000, titulada Amantes del desierto.
Dialogando
Rojo y negro
Fue el pionero en el formato de los dramatizados unitarios. Realizado entre 1972 y 1987 por la programadora Promec, representaba en cada episodio situaciones surgidas al interior de las familias colombianas y sus personajes encarnaban valores y actitudes, de acuerdo con la visión de la vida que cada uno se había formado. A lo largo de sus años de producción obtuvo buena crítica y para el año 1983 figuraba entre los quince programas con más audiencia en la televisión colombiana.
En 1977 Víctor Mallarino hizo su debut como protagonista de telenovelas a través de esta producción, basada en la obra de Stendhal, la cual narraba la historia de un aspirante a seminarista que, valiéndose de sus atributos, conquistaba a dos damas de la alta sociedad al mismo tiempo. Su interpretación de Julián Sorel le valió buenas críticas y compartió escena con una de las actrices más destacadas del momento: Alcira Rodríguez.
Vendaval
Piel de zapa
Los abusos en la zona de las bananeras por parte de empresas como la United Fruit Company se convirtieron en el tema central de esta producción, que por primera vez interesó a la audiencia masculina en el género. Fue la competencia directa de El alférez real en el año 1974 por la audiencia. La dirigió Pepe Sánchez y, si bien sus protagonistas fueron Franky Linero y María Eugenia Dávila, quien más se destacó en materia de actuación fue Álvaro Ruiz.
Continuando con la tradición de adaptar obras de la literatura universal, Punch llevó a la pantalla en 1979 esta historia, del escritor Honorato de Balzac, que contaba la vida de Rafael, un hombre al que una misteriosa piel le concedía sus deseos pero a cambio le restaba años de vida. Sus protagonistas fueron Mariluz y Mauricio Figueroa, quien obtuvo el premio APE como mejor actor.
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produ c c ion e s ·
Punch La perla, 1972. El tribunal de la historia, 1972. Caminos de gloria, 1973. Un aroma secreto, 1975. La maraña, 1977. Juanita, 1979.
RTI Ayer nada más, 1973. Lejos del nido, 1974. Embrujo verde, 1977. Recordarás mi nombre, 1977. La marquesa de Yolombó, 1978. La cosecha, 1979.
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Bernardo Romero Pereiro, el gran contador de historias Su cabeza es una fábrica de historias. Varios de los relatos que más han hecho gozar y soñar a los televidentes colombianos son producto de su imaginación. Pero además, Bernardo Romero Pereiro es la historia viva de la televisión colombiana, pues él ha estado desde sus inicios muchas veces llevando la batuta o, al menos, en primera fila. Influenciado por el aire bohemio que se respiraba en su casa, y siendo el hijo del más respetado director escénico de la época, Bernardo Romero Lozano, entró a los ocho años a trabajar como actor en la radio y el teatro. Cuatro años después estaba frente a las cámaras, siendo parte del primer dramatizado que se presentó en la televisión colombiana, el día de su inauguración. Estando rodeado de un mundo intelectual tan intenso —charlas y tertulias con personajes como León de Greiff, Grau u Obregón— el colegio pronto le quedó chiquito. Además, allí sus compañeros le tomaban del pelo porque el teatro era despreciable y se decía que todos los que aparecían ahí “eran maricas o prostitutas”. Sus aulas de clase fueron las tablas y los estudios de televisión, donde pasó buena parte de su adolescencia alternando entre la actuación y la escritura, que también comenzó a muy temprana edad. Después de algunos libretos escritos para radio cuando todavía era niño, su primer galardón lo recibió por Aquí también moja la lluvia, historia escrita a cuatro manos con Frank Ramírez y presentada en el teatro Colón. A los 17 años ya mostraba más gusto por el mundo que se vivía detrás de las cámaras. Aunque se sabía buen actor, lo que más le gustaba era escribir y dirigir, así que se fue a Italia a estudiar cine, sólo que a su regreso se vinculó de nuevo a la televisión, pues “él no tenía el espíritu quijotesco que se necesita para hacer cine en Colombia”. Al comienzo tuvo que volver a ser actor por cuestiones económicas. En esos primeros tiempos también dirigió el programa musical Domingos circulares, pero más por estar cerca de quien después sería su esposa, la actriz Judy Henríquez, en esa época una de las cantantes del programa. Siendo parte del grupo de actores de Destino la ciudad, hecha por RTI en 1967, logró que Fernando Gómez Agudelo creyera en él como escritor e hizo los libretos de Casi un extraño, telenovela dirigida por Luis Eduardo Gutiérrez en 1968 y la cual fue la primera en transmitirse diariamente en la televisión nacional. A ésta le siguió Dos rostros, una vida, novela que creó y escribió en 1968, al igual que varios trabajos como la dirección de la miniserie La ralea, presentada bajo el espacio Cuentos del domingo, por la cual recibió el premio APE. Tal vez su mayor logro creativo en RTI fue La mala hora, un especial que Romero Pereiro escribió y dirigió en 1975 y por el cual recibiò el premio APE como mejor director. Poco después, en 1978, recibió un galardón del diario El Tiempo como mejor director escénico, así como el APE, como mejor realizador de televisión, por su labor en conjunto. La vinculación con RTI fue larga y fructífera. En la programadora Bernardo Romero estuvo vinculado a los proyectos más audaces, como las transmisiones de las Olimpiadas de Munich y la llegada del hombre a la Luna, la producción de la primera telenovela hecha en video, la construcción de los estudios de Gravi y la realización del primer programa grabado en color Cita con Pacheco,
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el cual dirigió por varios años convirtiéndolo no solo en muy buen objeto de crítica, sino en un innovador dentro
del género de entrevista. El último cargo que desempeñó antes de desvincularse de la programadora fue el de vicepresidente de programación. Posteriormente, comenzó a hacer proyectos para Caracol. Allí dirigió la telenovela San Tropel y el especial histórico Las Ibáñez, e hizo los libretos de Caballo Viejo y Escalona. Estos dos últimos, sin duda, dos de sus trabajos más sobresalientes como libretista. Y como reconocimiento, le llegaron varios premios: por la novela recibió el premio India Catalina, y por el especial sobre la vida del maestro Rafael Escalona, el Simón Bolívar. Igualmente, el periódico El Tiempo lo escogió como el mejor libretista de los ochenta y en 1990 recibió el Gran Bolívar de Oro, en el marco del premio Simón Bolívar, por su trayectoria en TV. Otro de sus grandes aciertos como libretista, esta vez para la programadora JES, fue el que realizó para la telenovela Sangre de lobos, escrito junto con una de sus más talentosas pupilas: Mónica Agudelo. Ella es la muestra de que Romero Pereiro no se conforma con saber de su oficio, sino que disfruta enseñándolo. Escalona, realizado en 1991, fue lo último que hizo para Caracol antes de dedicarse a Coestrellas, programadora que había ayudado a fundar unos años antes. Allí siguió desplegando su talento para crear historias como en el caso de Dejémonos de vainas, la cual desarrolló de la mano con Daniel Samper Pizano, y premiada con el Simón Bolívar a mejor comedia en 1989. También le dio vida a miniseries de gran éxito, como Señora Isabel. Con el ánimo de independizarse, se separó de Coestrellas y fundó Bernardo Romero Producciones, un negocio que finalmente no pudo mantener, pues requería demasiada inversión y el mercado todavía no estaba listo para ese tipo de empresas. Entonces se asoció con Samuel Duque, quien había dejado la presidencia de RCN y convirtió a la programadora de Romero Pereiro en Telecolombia, una productora que todavía existe. En 1996 emprendió un periplo que lo llevó a recorrer España, Italia, México y finalmente Miami. En el país azteca participó en cuatro producciones, la primera de ellas, la versión mexicana de Señora Isabel, que allá se llamó Mirada de mujer y tuvo tanto éxito que se hizo una segunda parte, también creada por Romero Pereiro.
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Más que amor y lágrimas Esta fue la década de la gran ruptura del melodrama colombiano con sus homólogos venezolano y mexicano. Mientras en el resto de América Latina se imponía el modelo rosa, que alcanzó su máxima expresión con el éxito internacional de producciones como Los ricos también lloran, Leonela, Cristal y Topacio, en Colombia los creadores decidieron inclinarse por la ironía y mirar la realidad desde esa perspectiva satírica que ha caracterizado a la idiosincrasia nacional. Fue entonces cuando se consolidó la dialéctica drama-comedia que aún hoy se mantiene presente en las producciones nacionales. La artífice de este modelo no es otra que la libretista Martha Bossio, una mujer que se consolidó como una de las grandes adaptadoras de la época, primero con la telenovela El bazar de los idiotas y más adelante con los resonantes éxitos de San Tropel, Caballo viejo y Pero sigo siendo el rey, considerada por la crítica especializada como la producción dramática más importante de los ochenta. Mientras esto ocurría con la novela, las series también iban buscando un lenguaje propio a partir de la realidad colombiana. Eran producciones que no se veían regidas por la dictadura de la emisión diaria y que, al ser semanales, podían permitirse el lujo de experimentar en temáticas, producción, actuación e imagen. Se presentó así una evolución en el tratamiento actoral, en el manejo de cámaras y en la puesta en escena, lo cual repercutió en nuevas propuestas de narración, cada vez más cotidianas, entre otras cosas porque casi se impuso la movilización de los equipos a las locaciones originales. Esta evolución permitió establecer una diferenciación entre dos tipos de producciones, como lo señala Jesús Martín-Barbero en su libro Televisión y melodrama. Por un lado estaban los dramatizados de misterio, que al estilo de Los cuervos, quizás la serie más exitosa de la década, unían al melodrama la estructura de los cuentos de miedo. La cabeza visible de esta propuesta fue Julio
72 Jiménez, ya consolidado como uno de los mejores libretistas de la pantalla. A su lado se levantó la figura de Pepe Sánchez como el representante de una tendencia distinta: valerse de las produccio-
Adán Corona es uno de los personajes más recordados de Carlos Muñoz. En la foto aparece acompañado de Natalia Giraldo.
nes para acercarse a la cotidianidad urbana, sus rutinas, conflictos y personajes. Así surgieron bajo
Pero sigo siendo el rey
su dirección Vivir la vida, Brillo y La historia de Tita, propuestas que fueron seguidas más tarde por Carlos Duplat, primero con Amar y vivir a finales de los ochenta y posteriormente, en los
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noventa, con Fronteras del regreso y Cuando quiero llorar no lloro. Gallito Ramírez Esta producción tuvo varios elementos en común con Pero sigo siendo el rey: fue dirigida por Julio César Luna, adaptada para la televisión por Martha Bossio, inspirada en una obra de David Sánchez Juliao, e hizo esa combinación entre drama y comedia que tanto le había gustado al público. Se realizó en 1986 en escenarios de Cartagena y Bogotá, y además de dar a conocer el talento de una nueva figura, Margarita Rosa de Francisco, posicionó personajes que se convirtieron en hitos de la televisión: Sussy Borda de Lavalle (Margalida Castro), el Fercho Durango (Bruno Díaz), Kike Lavalle (Víctor Hugo Ruiz) y Diana Portete (Adelaida Nieto). La producción de la programadora Caracol, que presentaba la lucha de un joven cartagenero por triunfar en el mundo del boxeo y su amor por una joven de la alta sociedad, obtuvo los premios India Catalina y Simón Bolívar en categorías como mejor telenovela, actriz revelación, ambientación, director, actor de reparto y libreto. También fue importante la actuación de Carlos Vives en el papel de Javier Ramírez, que lo catapultó como el galán de moda en la pantalla chica.
Margarita Rosa de Francisco, "la niña Mencha", con Carlos Vives.
Fue la novela que marcó el punto de ruptura del melodrama colombiano con las propuestas de otros países latinoamericanos. Al ritmo de rancheras y corridos mexicanos, y de la mano de Adán Corona, un personaje que se arraigó en el corazón de los televidentes, esta producción terminó seduciendo no sólo a los amantes del género sino también a sus detractores. Como todos los fenómenos culturales de su tipo, se convirtió en tema de conversación en las reuniones y en materia de análisis por parte de columnistas y analistas de la televisión. Esta fue una creación de Martha Bossio, a partir del texto literario de David Sánchez Juliao que, a pesar de ser adaptación, no guardaba relación alguna con otras producciones inspiradas en la literatura que se hicieron en aquellos años, como La tregua, La tía Julia y el escribidor o Gracias por el fuego. En este caso la libretista se alejó del lenguaje culto de la obra literaria para ofrecerle a la audiencia una terminología popular y un tanto burlesca con la que pudiera identificarse más fácilmente. De esta manera, los colombianos pudieron reírse de sí mismos a través de un género que hasta entonces sólo había buscado sorprenderlos o hacer brotar sus lágrimas. El éxito de la producción, realizada por Caracol en 1984, no se debió sólo a la libretista. También fueron factores fundamentales el trabajo del director, Julio César Luna, su ‘socio’ en éxitos posteriores, y el de los actores. En primer lugar, un talentoso Carlos Muñoz quien, al darle vida a Adán Corona, hombre complejo y lleno de matices, se consolidó como el intérprete más destacado de la década. Y acompañándolo, María Eugenia Dávila, Jorge Emilio Salazar, Raúl Izaguirre, Natalia Giraldo, Luis Fernando Montoya y Saín Castro, talentos que dieron vida a personajes inmortalizados en las rancheras y que se convirtieron en compañeros habituales de los televidentes colombianos. Pero sigo siendo el rey se dio el lujo de alcanzar los 77,7 puntos de audiencia, un récord para la época, así como ser vendida a todos los países de América Latina y llegar al público de la China.
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Carlos Muñoz, las caras de un gran actor La actuación ha sido su vida desde siempre. Llegó a ella siendo apenas un niño de ocho años de edad, al que seducían tanto los juguetes, como los libretos que debía memorizar por ser integrante del grupo escénico infantil de la Radiodifusora Nacional. Por eso aprendió a combinar los juegos y las tareas escolares con la rigurosidad de las técnicas actorales, siempre con la idea de alcanzar su principal objetivo: trabajar al lado de Bernardo Romero Lozano, el director de la institución. Finalmente, lo logró: cuando ya había salido del colegio recibió el llamado del maestro, quien más adelante, al verse obligado a montar el grupo de trabajo de la naciente televisión, lo incluyó en su nómina. Carlos Muñoz hizo su debut en la pantalla el 14 de junio de 1954, un día después de la inauguración del nuevo medio. Y desde entonces sólo se ha alejado en dos oportunidades de ella: la primera en 1957, cuando decidió marcharse a trabajar a Guatemala y México, y la segunda en 1994, época en la que ingresó a la política inicialmente como senador y luego como parte de la Comisión Nacional de Televisión. Por lo demás, en sus casi cincuenta años de trayectoria se ha dedicado a cautivar al público con magistrales interpretaciones. De los primeros teleteatros, dirigidos por Romero Lozano, pasó a formar parte del elenco de la comedia Yo y tú, donde interpretó a Carlitos, el sobrino de Alicia, la protagonista del programa. Su participación en las producciones para la pantalla chica se conjugó con su trabajo en el teatro y el cine, que lo condujo a codearse con figuras internacionales de la talla de Sofía Loren y Claudia Cardinale, y a filmar con Bud Spencer y Terence Hill. “Fue la primera vez que me sentí tratado como una estrella, con un grupo de personas a mi servicio”, recordó en alguna oportunidad el actor. Los colombianos pronto le dejaron ver que sí era una estrella, su estrella, pues lo acompañaron con sus vítores y aplausos en cada una de las interpretaciones que les obsequió a través de sus novelas: empezando por Pedro Camacho de La tía Julia y el escribidor y continuando con los inolvidables Adán Corona de Pero sigo siendo el rey, Pío Quinto Quintero de San Tropel y Epifanio del Cristo de Caballo viejo. Estas actuaciones hicieron de los ochenta su época dorada y le permitieron consagrarse como el actor más importante de la década, galardonado con los premios Simón Bolívar e India Catalina. Después, llevó su talento a las series y logró actuaciones memorables en producciones como Navarro, La fuerza del poder (premio India Catalina como mejor actor) y Almas de piedra, que compaginó con su participación en telenovelas de menor repercusión. Una vez finalizado su paso por la política, que le ocasionó una inhabilidad de un año para trabajar en televisión, Carlos Muñoz se dedicó al teatro con la obra Estado civil: infiel. No ha vuelto a actuar en la pantalla, pero sí ha tenido la oportunidad de compartir sus conocimientos con nuevos talentos en su calidad de director escénico del reality show Protagonistas de novela 2, la amenaza, del Canal RCN.
El diario El Tiempo aseguró que éste era el mejor libreto escrito por Bernardo Romero Pereiro. Y quizás tenga razón porque la riqueza en situaciones y personajes que logró esta telenovela dejó una huella imborrable en la carrera del libretista y director. Es imposible olvidar las máximas de Epifanio del Cristo y su amor por su sobrina Nora. O los chismes de la Siete Lenguas. O la enorme cama de la tía Cena, que también le servía de medio de transporte. O el lenguaje rebuscado de Tránsito y la fogosidad de Yadira la ardiente. Ganadora del premio India Catalina en las categorías de mejor libreto, actriz de reparto y ambientación, y del Simón Bolívar para mejor actriz, libreto, novela, actor y técnica; fue la producción más exitosa de 1988 y la primera novela colombiana vendida a España, donde obtuvo el premio Ondas. Su director fue David Stivel y contó con las actuaciones de Carlos Muñoz, Consuelo Luzardo, María Cecilia Botero, Luis Eduardo Arango, Silvia de Dios, Margalida Castro y Carlos de la Fuente, entre otros.
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Pepe Sánchez dirigió vivir la vida, serie que los colombianos vieron en 1986.
Vivir la vida Es una de las realizaciones más importantes en la carrera del director Pepe Sánchez, ya que a través de ella la televisión colombiana empezó a dar una mirada a la cotidianidad de la vida urbana tal y como era, sin crímenes ni adulterios. Otros aspectos destacados en esta producción, realizada en 1986 por RTI como parte de su espacio El cuento del domingo, fueron las actuaciones de Jennifer Steffens y Vicky Hernández, y el trabajo de escenografía y ambientación. Obtuvo el premio India Catalina a mejor dramatizado, actriz, director y productor, y el Simón Bolívar en la categoría de mejor director. álbum Carlos muñoz
Carlos Muñoz con Consuelo Luzardo en la telenovela Caballo viejo.
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Delfina Guido y Consuelo Luzardo en una escena de Los cuervos.
Los cuervos Producida entre 1984 y 1986 por RTI, fue la serie más exitosa de la década. Con libretos de Julio Jiménez, presentó los conflictos al interior de la familia Olmedo, habitante de la misteriosa mansión de Casa Loma. Gracias a la intensidad de su trama, y al éxito de audiencia que logró, la Telerevista del periódico El Espectador lo seleccionó como uno de los mejores dramatizados del año 1986. Cada episodio tuvo un costo de 2,5 millones de pesos, pero la inversión se recuperó con creces gracias a la pauta publicitaria en Colombia y a las ventas en el exterior, ya que la serie fue vendida en países como Estados Unidos, Ecuador, Panamá, República Dominicana, Honduras y Venezuela.
El famoso padre Pío Quinto Quintero.
San Tropel ¿Quién en Colombia, que haya sido televidente en la década de los ochenta, no recuerda al padre Pío Quinto Quintero y su bicicleta? Esta fue una de las grandes interpretaciones de Carlos Muñoz, quien recibió por ella el premio India Catalina como mejor actor, y responsable en buena medida del éxito de la telenovela. Producida por Caracol, una vez más reunió a Martha Bossio en los libretos y a Bernardo Romero en la dirección. Nuevas figuras se dieron a conocer en esta telenovela, incluidos Gerardo de Francisco, Lucero Cortés y Juan Carlos Gutiérrez.
Las adaptaciones En los ochenta programadoras como RTI y Punch le apostaron con éxito a la adaptación de obras de reconocidos autores latinoamericanos. El resultado fueron varias telenovelas exitosas, que comenzaron con La tregua, de Mario Benedetti, que fue realizada por RTI en 1981, con Pepe Sánchez y Celmira Luzardo en los papeles protagónicos. Posteriormente, los televidentes vieron La tía Julia y el escribidor, de Mario Vargas Llosa, que presentó la relación amorosa entre el escritor Varguitas y la tía Julia, una mujer mayor que él. En esta telenovela, producida por RTI en 1982, también actuaron Víctor Mallarino y la actriz peruana Gloria Ureta. El bazar de los idiotas, realizada por Caracol en 1983 estuvo basada en el libro de Gustavo Álvarez Gardeazábal, tuvo los libretos de Martha Bossio y la actuación protagónica de María Eugenia Dávila. La telenovela Gracias por el fuego, realizada en 1983 por RTI, fue la adaptación del libro de Mario Benedetti, hecha por Juan Carlos Gené y dirigida para televisión por David Stivel. Sus protagonistas fueron Pepe Sánchez, Amparo Grisales, Consuelo Luzardo y Carlos Muñoz. Al final de la década Punch produjo Las muertes ajenas, basada en el libro de Manuel Mejía Vallejo, y dirigida por Saín Castro y ganadora de varios premios Simón Bolívar y el India Catalina para su protagonista, Nelly Moreno.
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Luis Eduardo Motoa y María Fernanda Martínez, protagonistas de Amar y vivir.
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Cuando la tía Cena, a bordo de su gigantesca cama, lanzaba sus máximas por las calles de San Jerónimo de los charcos, los habitantes del pueblo, empezando por su hermano Epifanio, escuchaban respetuosos. Al fin y al cabo ella era la matrona, la mama grande de la región, y su palabra era ley divina. Esto ocurría en el interior de la telenovela Caballo viejo, pero bien puede decirse que es una situación que se repite en la vida profesional de Consuelo Luzardo, la mujer que le dio vida a la inolvidable Cena Martínez. Porque en materia de actuación, cuando ella habla, los demás escuchan. Y se ha ganado ese derecho: lleva más de cuarenta años dedicada al oficio, sus interpretaciones en el teatro y la televisión han sido memorables y hoy hace parte del selecto grupo de las grandes actrices colombianas. Empezó muy joven su carrera artística y es por eso por lo que, siendo apenas una quinceañera, recibió su primer premio nacional de teatro. Las tablas han sido su gran pasión pero no le han impedido brindarle su talento a la televisión, ya sea como comediante o actriz dramática. Alumna del maestro Bernardo Romero Lozano, trabajó a su lado en la primera comedia de la pantalla chica. Se llamaba La rosquilla y en ella actuaba junto a Jacqueline Henríquez. Después vendría su interpretación de Cuqui en Yo y tú, un personaje que se ganó el cariño del público, como ocurriría con tantos otros a lo largo de su carrera. Si bien su trabajo ha sido constante, fue en la década de los ochenta cuando obtuvo su mayor reconocimiento. Primero, gracias a la tía Cena de Caballo viejo, que le permitió obtener los premios India Catalina y Simón Bolívar como mejor actriz. Y más adelante, ya convertida en artista exclusiva de la programadora RTI, con sus interpretaciones de Dolores Olmedo en la serie Los cuervos, y de la humilde Magola en ¿Por qué mataron a Betty si era tan buena muchacha? Durante seis años estuvo vinculada a la empresa de Fernando Gómez Agudelo. Después de este período vendrían sus trabajos con otras programadoras como Punch, con la cual grabó la telenovela Amándote; Colombiana de Televisión (Navarro), Caracol (Sólo una mujer), Cenpro (Perro amor) y RCN (Momposina). Pero el teatro siguió ahí, acompañándola. Por eso el público se acostumbró a verla no sólo en la pantalla, sino en las salas, en vivo, con obras como Quién le teme a Virginia Woolf y Panorama desde el puente. Después de una corta permanencia en Brasil para participar en la telenovela Vale todo, producción de las cadenas TV Globo y Telemundo para el mercado hispanoamericano, Consuelo Luzardo regresó en el 2003 a las tablas con la obra Cartas de amor. En el 2004 el público la volvió a ver en la pantalla chica en la telenovela del Canal Caracol Pasión de gavilanes.
Danilo Santos y Luisa Fernanda Giraldo.
¿Por qué mataron a Betty? Inolvidable el personaje de Consuelo Luzardo como Magola, la mujer humilde que emprendió la búsqueda de su hija y se vio envuelta en un mundo tan glamoroso como plagado de intrigas y misterios, que en muchas ocasiones puso en riesgo su vida. Fue la serie que la programadora RTI presentó en 1989 con libretos de Julio Jiménez. Obtuvo el premio India Catalina en 1990, en las categorías de mejor dramatizado, actriz protagonista, libretista y actriz de reparto.
Hato Canaguay
María Cecilia Botero, Ómar Sánchez y Camilo Medina.
La mala hierba La marimba, ese estilo de vida que antecedió al tráfico de drogas y que se impuso en la región de La Guajira, fue el eje central de la telenovela basada en una obra de Juan Gossaín y protagonizada por María Eugenia Dávila y Camilo Medina. El Cacique Miranda, su personaje principal, fue una de las figuras más populares en el año 1982. Una vez más la adaptación para la televisión fue de Martha Bossio.
Rasputín En 1980 la programadora Punch quiso continuar en su empeño por utilizar la televisión como vehículo de cultura y por eso llevó a la pantalla la historia del monje ruso, magistralmente interpretado por Gustavo Angarita (derecha), quien venía del Teatro Popular de Bogotá. Otros actores de la compañía que debutaron ante las cámaras con esta producción fueron Diego Álvarez, Luis Fernando Montoya y Jorge Emilio Salazar. La dirección de la telenovela estuvo a cargo de Antonio Corrales.
La revista Elenco la incluyó en su listado de los programas más destacados del año 1981. Fue el debut del actor Jairo Soto como director, mientras que su colega Camilo Medina logró una de las mejores actuaciones de su carrera en el papel de Barreto. Los protagonistas de esta historia, que presentaba la lucha de tierras en la región de los Llanos orientales, fueron María Eugenia Dávila y Ronald Ayazo. La música fue compuesta por Arnulfo Briceño y una de las canciones, Ay mi llanura, fue declarada himno del llano. el espeCtador
Consuelo Luzardo, los mil y un personajes
álbum maría CeCilia botero
Carlos Duplat se ha caracterizado por recrear la vida de los sectores populares de la sociedad colombiana y este dramatizado, realizado por Colombiana de Televisión en 1989, es uno de los más representativos de su obra. Ambientado en las plazas de mercado urbanas, presentó la lucha de dos personajes, Irene y Joaquín, por alcanzar sus sueños y consolidar su amor. Waldo Urrego, Iván Rodríguez y Horacio Tavera lograron actuaciones memorables en esta serie, que obtuvo los premios India Catalina y Simón Bolívar en las categorías mejor libreto, director, ambientación y actor de reparto. En 1989 recibió el premio Gamma como mejor dramatizado.
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Las haciendas azucareras del Valle del Cauca fueron los escenarios naturales donde se grabó el dramatizado Azúcar.
Azúcar En 1989 RCN llevó a las pantallas el ambiente de los ingenios azucareros del Valle del Cauca, a través de la historia de la familia Solaz y sus personajes: Caridad, la primogénita dominante; Raquel, la tía inválida e intrigante; Alejandrina, la bonachona del clan; Sixta Lucumí, la autora de una maldición, y Manuel María, el patriarca que dominaba a la región, a sus gentes y especialmente a sus mujeres. Dirigida por Carlos Mayolo y con libretos de Mauricio Navas, obtuvo los premios Simón Bolívar e India Catalina en las categorías mejor actriz de reparto, dirección de cámaras, libreto, dirección, serie, música y revelación masculina. En el elenco se destacaron Gerardo de Francisco, Lucy Mendoza, Danna García, Kristina Lilley, Alejandra Borrero y Vicky Hernández. CaraCol
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Natalia Ramírez.
Quieta Margarita
Frank Ramírez y Amparo Grisales protagonizaron memorables escenas de amor.
El gallo de oro La vida de los palenques y las galleras llegó a la televisión en 1982 de la mano de RTI, y dio inicio al género de la telenovela musical. Protagonizada por Amparo Grisales y Frank Ramírez, esta historia tuvo una nueva versión en el año 2000 bajo el nombre de La Caponera.
María Eugenia Dávila
Ganadora del premio Simón Bolívar como la mejor telenovela de 1988, llevó a los televidentes por el mundo del tango a través de la historia de amor entre un músico (Luis Eduardo Arango) y una jovencita de pueblo (Natalia Ramírez). La historia tuvo personajes importantes como Rosa Molina (María Eugenia Dávila), Andrés Saín (Víctor Mallarino) y Maravilla (Tito Duarte). Además de ese Simón Bolívar, Quieta Margarita ganó cuatro más, así como tres Indias Catalina. El libreto fue una adaptación de Germán Santamaría y la dirección estuvo a cargo de David Stivel.
Que a los tres años una persona esté haciendo su debut en un escenario de teatro ya es un indicio de que su vida estará dedicada al arte dramático. Y fue esto precisamente lo que le ocurrió a María Eugenia Dávila. Más tardó en aprender a caminar que en recitar los parlamentos que le entregaban los directores, maravillados con su cabello rubio y sus inmensos ojos verdes. No es de extrañar entonces que a los ocho años debutara como protagonista en la televisión colombiana. Esta gracia se la debió a su talento pero también a la buena suerte, que le impidió a la actriz titular llegar a la emisión del programa, dejándole a ella el camino libre para triunfar. Pero ella habría triunfado, tarde o temprano. Porque ese don para la actuación que dejó ver desde niña se consolidó con el paso del tiempo y le permitió actuar en las novelas de moda de los sesenta: El destino es mi aliado, Sacrificio de amor, Diario de una enfermera, Destino… la ciudad, El buen salvaje… El trabajo abundaba y los reconocimientos también, ya que con tan sólo 17 años se hizo merecedora del premio Nemqueteba como mejor actriz. Sin embargo, un año después desapareció del panorama artístico nacional. Se marchó a México y allí la eterna rebelde de la pantalla dejó de lado su carrera para experimentar las vivencias de una comuna hippie. Fueron años oscuros de los que la rescató su protector de siempre, Fernando Gómez Agudelo, para traerla a protagonizar en 1972 la telenovela María, basada en la obra de Jorge Isaacs. Después de eso no volvió a marcharse. A pesar de sus problemas personales siempre ha dado lo mejor de sí en su trabajo y es una de las actrices más solicitadas por los directores. El público la adoraba y la convirtió en la eterna novia de los colombianos gracias a sus interpretaciones en otros melodramas como Vendaval, Manuelita Sáenz y Lejos del nido. En su amplia trayectoria María Eugenia Dávila tiene sus personajes consentidos, los cuales señala sin falsas modestias: Chabela en Pero sigo siendo el rey, Rosa Molina en Quieta Margarita y María Consuelo en Señora Isabel. Sin embargo, son muchas las producciones en las que ha trabajado: Alma fuerte, Señora Bonita, Marina de noche, María Bonita y Rosas del atardecer. Precisamente, después de grabar esta última novela, en el año 1998, desapareció de la pantalla para regresar en el año 2002 con un papel pequeño en la telenovela Pedro el Escamoso. También actuó en la película Bolívar soy yo, dirigida por Jorge Alí Triana, que vino a sumarse a su extensa producción cinematográfica, la cual incluye títulos como Tiempo de morir y María Cano.
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David Stivel Llegó a Colombia siguiendo un amor, sin saber que esa tierra que pisaba por primera vez se convertiría en el escenario de sus éxitos como director de teatro y televisión. Corría el año 1975 cuando descendió de un avión en Bogotá, ya con una trayectoria como actor y director en su natal Argentina, y en compañía de su esposa por aquel entonces, la desaparecida actriz Bárbara Mujica. Venía huyendo de las amenazas de muerte levantadas en su contra por el régimen argentino de la época y, como muchos de sus paisanos, encontró en el exilio la oportunidad de salvar su vida y expresar su talento. Ya en el país se encontró con otro hermano de su tierra, Juan Carlos Gené, con quien estableció una sociedad creativa para llevar a la pantalla chica obras de Mario Benedetti y Mario Vargas Llosa. Pero Stivel no se sentía cómodo con la manera de hacer televisión en Colombia y por eso se dio a la tarea de reinventar el medio, explorarlo en todas sus posibilidades y demostrar que tenía un lenguaje propio, bien distinto al del teatro, el cual había dominado al medio televisivo en sus primeras décadas de existencia. Curiosamente, su debut no llegó con un dramatizado, sino con un programa periodístico: Charlas con Pacheco. Después vendrían sus adaptaciones de novelas como La tregua, La tía Julia y el escribidor y Gracias por el fuego. Ya para entonces Bárbara Mujica era un recuerdo porque el director le había entregado su corazón a María Cecilia Botero, una joven actriz que se convirtió en su inspiración y motivo de orgullo hasta el fin de sus días. Con ella viajó a la Argentina en 1983, pero al no encontrar allí un espacio para desarrollar su trabajo, decidió regresar a Colombia. No todo en su trayectoria fueron éxitos. Es más, los cuatro años que colaboró con la programadora RCN estuvieron marcados por el fracaso de producciones como Los dueños del poder. Esta situación lo llevó a pensar nuevamente en volver a su patria, pero entonces Caracol puso en sus manos la dirección de Caballo viejo, telenovela que marcó una época con sus personajes y su historia. Bien diría más tarde Bernardo Romero Pereiro, el libretista, que su creación nunca hubiera sido lo que fue sin la mano de Stivel en ella. Su aporte al medio artístico colombiano no se limitó a la televisión, ya que su nombre también quedó grabado en el mundo de las tablas gracias a sus trabajos en el teatro Nacional, para el que dirigió, entre otras, la obra El rehén, con la que se inauguró esta sala bogotana. Después quiso que más gente asistiera a los auditorios y empezó a producir comedias musicales al estilo de Sugar, La mujer del año, La jaula de las locas y Molly Brown, las cuales cautivaron la atención del público y se convirtieron en éxitos indiscutibles. En esta etapa de su vida lo sorprendió un cáncer, con el que batalló como el luchador que era hasta que la muerte se lo llevó en 1992.
Julio César Luna
Como director comenzó en los ochenta.
En los sesenta actuó en los teleteatros.
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En la década de los ochenta era frecuente escuchar el comentario de que Julio César Luna era el verdugo de sus enfrentados. Y todo porque, cuando él dirigía la telenovela de la programadora Caracol, a la producción que pusieran a la misma hora en el otro canal no le iba bien. Razón tenían quienes lo veían así, ya que las cuatro producciones que dirigió para la programadora fueron un éxito de audiencia y de crítica: Pero sigo siendo el rey, Tuyo es mi corazón, La estrella de las Baum y Gallito Ramírez. Estas son las producciones más destacadas en una carrera que se inició como actor de teleteatros en el año 1966, poco después de llegar a Colombia, y que continuó en la década de los setenta como galán de telenovelas en producciones del tipo de Dos rostros, una vida, Impaciencia del corazón, Diario de una enfermera, El enigma de Diana, Candó y Cartas a Beatriz. Las colombianas enloquecieron por esta nueva figura, que desde los 15 años había hecho teatro experimental en Chile y en su tierra natal, Argentina, y que ya para entonces había trabajado en nuestro país al lado de directores teatrales de la talla de Santiago García. Pero las inquietudes de Julio César Luna iban más allá de la actuación. Lo que él en realidad deseaba era dirigir y emprendió esta tarea por primera vez a través del espacio Teatro Universal. Hizo su debut en este campo en 1980 con la obra Las noches blancas, una adaptación para la televisión hecha por él mismo a partir del texto de Dostoievski. Gracias a su trabajo obtuvo el premio del periódico El Tiempo como mejor director en 1980 y más adelante recibió el Ondas de España en la misma categoría por La ciudad grita, en la cual trabajó al lado de Martha Bossio. A esta adaptación seguiría la de El hombre elefante, gracias a la cual logró una beca para estudiar en Estados Unidos dirección y producción de televisión. Al regresar empezó su cosecha de éxitos con las producciones de Caracol, en las cuales conjugó su talento con el de Bossio para darles un nuevo aire a las telenovelas colombianas. También le apostó a otro tema en el que fue pionero: la búsqueda de talentos naturales que enriqueciera con nuevas caras a la pantalla chica. Fue así como descubrió a Margarita Rosa de Francisco en primer lugar, y más adelante a Aura Cristina Geithner, Alejandro Martínez, Carlos Vives y Juan Pablo Shuck, entre otros. Después de recibir el premio India Catalina en 1987 como mejor director, se separó de Caracol y empezó a trabajar con Producciones Punch, para la cual dirigió las telenovelas La rosa de los vientos y Te voy a enseñar a querer. Con el paso del tiempo regresó a la actuación y participó en realizaciones como La hora del vampiro, Las ejecutivas y María Bonita. Recientemente, también tuvo una intervención en las telenovelas Amor a mil y Pedro el Escamoso del Canal Caracol. Actualmente Julio César Luna está dedicado a su Fundación Teatral, y prepara la película Camisa de fuerza, basada en un libro escrito por la actriz Margalida Castro.
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Martha Bossio, la pasión por escribir ¿Que si Martha Bossio fue una buena estudiante? La respuesta puede tener dos puntos de vista: el de sus profesores que dirán que no porque solía perder algunas materias. Y el de la libretista que dirá que sí, porque ella desde el colegio se dedicó a hacer lo que en realidad le gustaba, escribir. En esos años era frecuente verla creando historias que reflejaran la vida de su colegio, mientras sus compañeras luchaban con el álgebra, la química y la física. Ese gusanillo que fue germinando en su interior nunca la abandonó y por eso más tarde, a la par que estudiaba comunicación social en la Universidad Jorge Tadeo Lozano, perfeccionaba su pluma con las técnicas que le enseñaban en la Escuela Nacional de Arte Dramático. Nunca pensó en escribir telenovelas, pero la casualidad la llevó por ese camino hasta convertirla en una de las argumentistas más importantes de la pantalla chica colombiana. Gracias a su talento, los televidentes se apropiaron de algunos de los personajes más pintorescos creados por la literatura nacional. Conocieron la
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obsesión de Marcianita Barona por proteger a sus hijos de las malas lenguas en El bazar de los idiotas, rieron con el arribismo y la ostentación del Cacique Miranda en La mala hierba, fueron testigos del amor incondicional de Adán Corona por una mujer en Pero sigo siendo el rey, se enamoraron de Javier Ramírez y la Niña Mencha en Gallito Ramírez, y sufrieron con los sinsabores de la familia Herreros en La casa de las dos palmas. Fue en los años ochenta cuando su trabajo trascendió y dejó huella en la televisión nacional, hasta el punto de hacerla merecedora de los premios Simón Bolívar e India Catalina como libretista, y de ser catalogada por el diario El Tiempo como la mejor adaptadora de la época. Sin embargo, en los noventa no tuvo la misma suerte porque después de La casa de las dos palmas escribió historias que no contaron con el favor de la crítica y el público, como Inseparables, María Bonita y ¡Ay cosita linda mamá! Pero Martha Bossio sigue escribiendo porque eso es lo que le apasiona.
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revista CredenCial
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La participación en Décimo grado marcó la consolidación de muchos de sus actores.
Décimo grado
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Fue la primera serie que abordó el tema juvenil con propiedad y permitió el debut en televisión de varios talentos naturales como Ramiro Meneses. En 1986 la Telerevista del periódico El Espectador la eligió como una de las mejores producciones del año. Original de Juan Camilo Jaramillo, con libretos de Juan Guillermo Isaza y la dirección artística de Jorge Emilio Salazar, fue realizada por la programadora Cenpro entre el 85 y el 89, y obtuvo en 1987 el Premio Simón Bolívar como mejor programa de cualquier tipo.
Raquel Ércole fue una de las protagonistas de La pezuña del diablo.
La pezuña del diablo En 1983 uno de sus personajes fue el más odiado por el público: el del Inquisidor Mayorga, interpretado por Kepa Amuchastegui. Ambientada en una Cartagena colonial, dominada por las pasiones, la brujería y la esclavitud, la telenovela de RTI contó con otras excelentes actuaciones, incluidas las de Ronald Ayazo, Raquel Ércole, María Cecilia Botero y Armando Gutiérrez.
Los actores naturales En los ochenta se produjo también un cambio en el trabajo de los actores, ya que las figuras formadas en la disciplina del teatro y la radio empezaron a compartir escena con los talentos naturales, rostros que en muchas ocasiones no tenían ninguna preparación en la materia, pero que se incluían en los elencos por su buen registro en la pantalla y la fe que tenían los directores y libretistas en su posible talento. Pese a las críticas que despertó este modelo de trabajo, y a que en ocasiones el experimento no dio los resultados esperados, gracias a esta propuesta surgieron nombres como el de Margarita Rosa de Francisco, la revelación de la época, Silvia de Dios y Maribel Abello. Este nuevo ingrediente hizo que se quedara atrás el esquema de actuación impostado y teatral, que estuvo presente incluso hasta los setenta.
María Cecilia Botero, bella y talentosa La vida de esta descendiente de la raza paisa siempre estuvo ligada a la actuación. No podía ser de otra manera siendo la hija del director Jaime Botero, quien desde muy niña la llevaba a ver las piezas de teatro en las que él participaba en el Teatro Colón. Como era de esperarse, la pequeña pronto se sintió fascinada con los entretelones y apenas cumplió los 15 años obtuvo su primer papel en la obra Asistencia y camas. Tenía talento. Además, su rostro era ideal para las cámaras. Por eso en 1971 la llamaron para hacer parte de la película María, inspirada en la novela de Jorge Isaacs y protagonizada por Fernando Allende. Su papel fue el de Eloísa, la abnegada hermana de Efraín. Después vino su debut en la pantalla chica en 1973 con la telenovela Caminos de gloria, a la que siguieron sus actuaciones en las telenovelas La vorágine, Lejos del nido y Los novios. Entonces el amor llegó a su vida y detuvo su carrera. El responsable fue Juan Carlos Atuesta, su primer esposo, con quien se radicó en 1976 en Canadá, donde permaneció tres años. Vino el divorcio y con él el regreso a Colombia. Reanudó su carrera con la obra Los siete pecados capitales, donde conoció al que habría de ser, junto con su hijo Mateo, el hombre más importante en su vida: el director David Stivel, su esposo, su amigo, su amante y el hombre que supo llevar su talento al máximo, tanto en teatro como en televisión. Con él trabajó en Los dueños del poder, Caballo viejo y Música maestro. Gracias a su empuje se decidió a aceptar la oferta de Yamid Amat para que fuera la presentadora del Noticiero CM& en 1992. Por él tuvo el valor de convertirse en productora de comedias musicales, desconocidas en Colombia. Así los colombianos la vieron cantar y bailar por cuenta de Sugar, La mujer del año, Molly Brown, Los caballeros las prefieren rubias y Peter Pan. La muerte de David Stivel, en 1993, fue una prueba dura de superar. Pero María Cecilia continuó su camino como actriz, protagonizando la telenovela Dos mujeres en 1997; como productora de teatro, con la obra El soldadito de plomo, y como presentadora, primero del Concurso Nacional de Belleza y luego del periodístico Séptimo día, el talk show María C contigo y el programa de variedades Las tardes con María C en el año 2000. Después de estar durante dos años alejada de la pantalla, María Cecilia regresó en 2002 como presentadora del reality show Protagonistas de novela. Una vez finalizado el concurso volvió a su primera vocación: la actuación. En el 2003 ella protagonizó y dirigió la serie Ama, la Academia, producida por el Canal RCN, y en el 2004 Yamid Amat la volvió a reclutar para el noticiero CM&, en donde actualmente presenta el segmento de noticias secretas denominado 1, 2, 3.
“Los ochenta fueron una década muy importante para la televisión, cuando se hizo un quiebre entre lo que se estaba haciendo y las nuevas propuestas. El hecho de que hubiera tantas programadoras hizo que la televisión fuera competitiva e imaginativa, aparte de que era manejada por los creadores y no por los burócratas, quienes piensan con el miedo y no toman riesgos. En aquel entonces los directores éramos los que proponíamos y desarrollábamos los proyectos. Hoy todo esto es una industria y se maneja con ese criterio, lo cual no es bueno ni malo, sólo que la óptica cambió”. —Jorge Alí Triana · O t r a s produ c c io n e s · Caracol Tuyo es mi corazón, 1985. Calamar, 1989. El divino, 1987. RTI La U, 1985. El enemigo, 1986. Brillo, 1986. Ana de negro, 1986. Un camino cerrado, 1986. El ángel de piedra, 1986. Lola calamidades, 1987. El segundo enemigo, 1988. LP, Loca pasión, 1989. Flor de invierno, 1989. No juegues con mi vida, 1989. El virrey, 1981 Punch Lejano azul, 1983. El refugio, 1985. Carmentea, 1986. La rosa de los vientos, 1989. RCN El taita, 1984. Los dueños del poder, 1986. Garzas al amanecer, 1989. Los colores de la fama, 1989. Coestrellas Electra, 1984. Camelias al desayuno, 1985. Colombiana de televisión El coleccionista, 1985. El siete mujeres, 1985. Oro, 1986. Navarro, 1986. El confesor, 1987. JES El huracán, 1986. Tevecine La historia de Tita, 1980.
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La consolidación de lo urbano
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Una vez que los realizadores colombianos alcanzaron un estilo propio en el género de los dramatizados, tanto a nivel de narrativa como de manejo de la imagen, pudieron explorarlo en sus diferentes facetas. Por eso, en la década de los noventa elementos como la realidad, el humor y el misterio continuaron presentes en los argumentos de las producciones, pero trabajados con mayor profundidad y recursos técnicos. La inversión en el género, que ya había demostrado su rentabilidad, fue cada vez mayor. Si en décadas anteriores el costo de un episodio dramático ascendía a dos o tres millones de pesos, ahora podía llegar a los siete millones. Cada vez se hizo más frecuente el uso de exteriores, la inversión en tecnología para lograr un producto mejor elaborado estaba a la orden del día y empezaron Aura Cristina Geithner y Juan Pablo Franco en la serie de RCN La casa de las dos palmas. a pagarse sumas millonarias a los actores consagrados para tenerlos como artistas exclusivos. En materia de contenidos los noventa fueron una década variada. Mientras algunos realizadores le seguían apostando al tema de la realidad con rotundo éxito, como fue el caso de Mauricio Navas y Mauricio Miranda con La mujer del presidente, y Carlos Duplat con Cuando quiero llorar no lloro, otros produjeron historias de amor desde un punto de vista diferente: Bernardo Romero se inspiró en la realidad mágica de Gabriel García Márquez para escribir Las Juanas, Natalia Romero y Andrés Salgado se valieron del humor para dar vida a Perro amor, Fernando Gaitán recreó el universo cafetero para contar una historia de amor en Café, con aroma de mujer y Julio Jiménez continuó en la línea de las intrigas y los misterios en la telenovela En cuerpo ajeno. Edmundo Troya fue uno de los protagonistas de La casa de las dos palmas. Juanita Humar y Helios Fernández. En los noventa los dramatizados se alejaron de la literatura., con contadas excepciones, como La casa de las dos palmas, Detrás de un ángel La casa de las dos palmas, arrieros haciendo historia y Cuando quiero llorar no lloro. Las adaptaciones le dieron paso a las historias La década se inició en 1990 con la historia de la colonización antioqueña. Siguiendo los derroteros trazados por el escritor Manuel Mejía Vallejo en su argumento original, la libretista Martha Bossio realizó una originales escritas por los libretistas colombianos, entrenados para crear para adaptación con sabor a carriel y a arriero, a amores y a violencia, a guerra de los Mil Días y a filosofía poputelevisión. Ellos también tomaron distancia de los argumentos costumbrislar. Y la tradujo en escenas que bien podían llevar a los televidentes por caminos de herradura o adentrarlos en poblaciones fantásticas, todas ellas recreadas en los rincones de la población de Santa Fe de Antioquia. tas y se dieron a la tarea de crear historias urbanas. La programadora RCN fue la encargada de realizar el proyecto, con la dirección de Kepa AmuchasteCabe destacar la importancia que cobraron en este período las series, gui, quien no sólo se dio gusto presentando escenas enmarcadas en paisajes verdes y maravillosos, sino también explotando lo mejor de cada uno de sus actores hasta lograr interpretaciones conmovedoras. Así un género que quedó relegado a un segundo plano con la aparición de los Gustavo Angarita dio vida al férreo Efraín Herreros, el patriarca del clan, tan estricto con los hombres canales privados. No sólo se produjeron en mayor cantidad, al igual que las como violento con sus mujeres. Vicky Hernández y Gloria Gómez, por su parte, crearon a las sumisas Florentina y Carlota de Herreros, mujeres que siempre inclinaban la cabeza ante las decisiones de sus telenovelas, sino que además lograron éxito en Colombia y en el exterior, hombres. Luis Fernando Hoyos ofreció una de sus mejores actuaciones como Efrén Herreros, el románticompitiendo en calidad y posibilidades de exportación con los melodramas co hijo de Efraín para quien el corazón estaba por encima de las brutalidades del entorno y sus semejantes. Carolina Trujillo, quien se convirtió en motivo de solidaridad y ternura a través de su Francisca García nacionales. Así el público pudo disfrutar de historias como las de La alterna- YMuriel, una desquiciada que en medio de su locura era la única capaz de cantar las verdades que los demás tiva del escorpión, Hombres, La mujer del presidente, La otra mitad del sol y De ocultaban en la región. Al lado de estos grandes intérpretes otros muchos se lucieron: Aura Cristina Geithner, Alberto León pies a cabeza, que contaron con el respaldo de la crítica y la audiencia. AlguJaramillo, Edmundo Troya, Víctor Hugo Morant, Helios Fernández, Rosario Jaramillo y Juan Pablo Frannas de ellas fueron producidas además por empresas pequeñas, como Coes- co, son sólo algunos de ellos. Cabe mencionar también el trabajo de arte, que permitió recrear fielmente los años de la colonización antioqueña no sólo a través del maquillaje y el vestuario, sino también con la trellas, Cenpro y Cinevisión, que le apostaron al género ofreciendo historias ambientación. Todos estos factores confluyeron para que La casa de las dos palmas se convirtiera en un novedosas en cuanto a argumento y producción, las cuales lo enriquecieron clásico de la televisión colombiana, ganador de los premios India Catalina, Simón Bolívar y Tv y Novelas, las categorías de mejor dramatizado, actriz de reparto, ambientación (Carlos Ramírez e Iván Martelo), de manera importante. Hoy esas programadoras no existen, pero sus realiza- en argumento, dirección, fotografía (Rodrigo Lalinde), libreto, vestuario (Iván Martelo), actriz, actor de ciones son testimonio de su aporte a la evolución de la pantalla chica nacional. reparto y banda sonora.
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Ramiro Meneses y David Guerrero.
Jorge Emilio Salazar y David Guerrero.
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Elenco de la telenovela Música maestro, de Caracol Televisión.
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Producida por Caracol en 1990, tenía como eje central la música tropical de Pacho Galán, Lucho Bermúdez, Esthercita Forero, Matilde Díaz y Celia Cruz. Contaba la historia de amor surgida en los años sesenta entre dos cantantes de orquesta: Tony de las Estrellas (Luis Eduardo Arango) y Sándalo Daza (María Cecilia Botero). También actuaron en esta producción Fernando GonzálezPacheco, Margalida Castro, Chela del Río, Bruno Díaz, César Mora y Moisés Angulo, quien se destacó con su interpretación del locutor Rafa Madagascar. Los libretos fueron escritos por Juan José Botero y Humberto Dorado, y la dirección corrió por cuenta de David Stivel.
Maguso en Asunción.
Asunción Los famosos Dago García y Luis Felipe Salamanca fueron los libretistas de esta producción, cuyos argumentos fueron creados por Andrés Marroquín, Ana Laura Bode y Martha Segura. Asunción fue realizada por Producciones Punch en 1991 y contó la historia de una mujer viuda que debía enfrentar diariamente mil adversidades para sobrevivir y sacar a sus hijos adelante, apoyada en su fuerza interior y carácter. Entre su nómina de protagonistas figuraban los nombres de María Eugenia Parra, Maguso, Sussy López y Diego Achuri, estos dos últimos ganadores del premio Tv y Novelas en la categoría de mejores actores infantiles. La serie fue dirigida en un principio por Guillermo Calle y más tarde por Andrés Marroquín.
Edmundo Troya y Aura Cristina Geithner.
Sangre de lobos Realizada por Producciones JES en 1992, causó controversia debido primero a su temática, el amor entre un sacerdote y su hermana, y después por su final, ya que los protagonistas terminaban separados. Bernardo Romero Pereiro escribió esta historia junto con una de sus alumnas, Mónica Agudelo. Protagonizada por Aura Cristina Geithner y Edmundo Troya, fue dirigida por Víctor Mallarino, ganador del premio Simón Bolívar por este trabajo. También recibió este galardón en las categorías mejor actor y actriz, actor y actriz de reparto, producción y telenovela, lista a la que se deben sumar el India Catalina y el Tv y Novelas. En el elenco figuraron nombres como los de Fernando Allende, Kristina Lilley, Helios Fernández, Gloria Gómez, Teresa Gutiérrez y Humberto Dorado.
“Cuando Victorino encuentre a Victorino y otro Victorino, Victorino morirá”. Esta frase acompañó a los colombianos en el año 1991 y se convirtió en el eslogan de una de las series más exitosas en la historia de la pantalla chica nacional. Ella resume el argumento de la producción dirigida por Carlos Duplat para RTI, en el cual tres niños nacen el mismo día en diferentes clases Amparo Grisales, Danilo Santos y Armando Gutiérrez, protagonistas de sociales: uno es hijo de una humilde En cuerpo ajeno. lavandera, el otro de un comerciante de clase media, y el tercero pertenece En cuerpo ajeno a la aristocracia de la ciudad. La Pedro José Donoso, un millonario casado con Isabel Arroyo, una mujer ampredicción de un adivino dice que biciosa y menor que él, muere y su espíritu ocupa el cuerpo de un campesino cuando estos tres muchachos, todos llamado Salvador Cerinza. Con esta nueva identidad regresa a su hogar para bautizados con el nombre de Vicdarse cuenta de que su esposa sólo se casó con él por interés y es la amante de torino, se encuentren, uno de ellos su hombre de confianza. Este fue el argumento de la telenovela más exitosa de perderá la vida. 1992 y la de mayor rating hasta ese momento en la televisión colombiana (84 Duplat se valió de este argumento puntos). Sus libretos los escribió Julio Jiménez, fue dirigida por Darío Vargas y para realizar una serie que reflejaba estuvo protagonizada por Julio Medina, Amparo Grisales, Armando Gutiérrez, los estilos de vida de la Bogotá de Maribel Abello, Danilo Santos y Ramiro Meneses, entre otros. Ganadora del la época, pero que a la vez metía el premio Simón Bolívar por su música, fue también un éxito en ventas interdedo en la llaga de los problemas de nacionales y se emitió en Honduras, Estados Unidos, Israel, Turquía, Grecia y la sociedad colombiana, uno de ellos Japón, entre otros. el sicariato. Su impecable realización, sumada a la calidad de los libretos de Luz Fronteras del regreso Mariela Santofimio y actuaciones Continuando en su empeño por importantes como las de Maribel llevar a la pantalla chica retazos de Abello, Ricardo Gómez, Ramiro la realidad nacional, Carlos DuMeneses y David Guerrero, convirplat dirigió en 1992 esta serie para tieron a Los Victorinos, como se le Colombiana de Televisión. En ella llamó popularmente a la producción, presentaba las situaciones a las cuales en un éxito de audiencia que alcanzó debían enfrentarse los colombianos los 70 puntos de rating y la crítica al cruzar la frontera con Venezuela, destacó la capacidad del director al enriquecidas con la presencia de ofrecer una mirada descarnada de la personajes ricos en matices. Uno de realidad nacional. Este éxito traspasó ellos era La Pereirana, una prostituta las fronteras e hizo que Cuando interpretada por Marcela Gallego, y quiero llorar no lloro fuera vendida a el otro era René (Germán Escallón), Venezuela, Alemania e Italia, país en un homosexual con una historia el que se estrenó precedida por una trágica en su pasado. Una vez más el importante campaña publicitaria. director hizo equipo con la libretista La serie fue premiada con el Tv y Luz Mariela Santofimio, y en esta Novelas en las categorías mejor serie, ocasión incluyó en el elenco a Maridirector y revelación del año. Tambel Abello, Orlando Valenzuela, Jorge bién obtuvo el India Catalina a mejor Marcela Gallego, protagonista Herrera, Luis Miguel Hurtado y Luis director y ambientación, y el Simón de Fronteras del regreso. Eduardo Motoa, entre otros. Bolívar a mejor director. el espeCtador
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CírCulo Colombiano de artistas (CiCa)
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revista Cromos
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En 1992 Mauricio Navas y Mauricio Miranda llevaron a la pantalla el tema de los noticieros de televisión a través de OKTV, un informativo propiedad de una empresa que tenía nexos con negocios ilícitos. Realizada por la programadora Cinevisión, fue considerada como la mejor serie nacional del año en los premios Tv y Novelas, India Catalina y Simón Bolívar. También fue galardonada en las categorías revelación masculina (Daniel Rocha), argumento, libreto, actor de reparto y actor protagonista. Actuaron en ella Juan Ángel, Ana María Martin, Humberto Dorado, Diego Álvarez, Álvaro Bayona, Luis Mesa y Mara Echeverri, entre otros.
Marcelo Cezán y Angie Cepeda hicieron su debut actoral en La maldición del paraíso.
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La maldición del paraíso En 1993 Producciones JES llevó a la pantalla chica la historia de Caín y Abel contemporánea. Su protagonista, Camila Sinisterra, era una mujer que estaba casada con Antonio Rivera cuando en realidad amaba a Cristóbal, el hermano de éste. Fue la primera telenovela que escribió Mónica Agudelo en solitario y contó con el respaldo de la crítica. Dirigida por Víctor Mallarino, obtuvo el premio Simón Bolívar en las categorías mejor actor, argumento, director, novela y actriz de reparto, y el India Catalina a mejor telenovela y actriz. Sus protagonistas fueron María Helena Döering, Alejandro Martínez y Felipe Noguera.
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Más de sesenta producciones, entre cine, teatro y televisión, hablan de lo que ha sido la vida de Gustavo Angarita: la actuación. Así es desde aquellos primeros años de los sesenta, cuando era estudiante de la Universidad Nacional y se vinculó al grupo de teatro del claustro. Ya en los últimos años del decenio, más exactamente en 1968, obtuvo una beca y se marchó a continuar su preparación en la Universidad Internacional de Teatro, en París. A su regresó se encontró con Santiago García, quien muy pronto lo convenció de unirse a sus esfuerzos para darle vida a un grupo de teatro en donde lo clásico se combinara con lo experimental. La idea le gustó y así, junto con otros talentos de la época, crearon el Teatro La Candelaria. También permaneció durante diez años en el Teatro Popular de Bogotá, donde participó en algunos de los montajes que más lo enriquecieron como actor: Ricardo III, I Took Panamá, Marat Sade, Amadeus... En esos años vivía tranquilamente del teatro. Los directores siempre lo querían en sus nóminas y él podía mantener a su familia. Pero entonces el TPB llegó a su fin y Angarita se vio en la obligación de buscar otras fuentes de empleo. Ya con la compañía había participado en algunos teleteatros, así que volvió sus ojos hacia la televisión. Debutó en la pantalla chica en 1980 con el personaje protagónico de la telenovela Rasputín, el monje maldito que lo puso en la mira de los directores, pero que, al igual que sus interpretaciones posteriores, nunca vio. Simplemente no es capaz de observar sus creaciones como si fuera un televidente más. A partir de entonces su presencia se hizo indispensable en la televisión. Ha actuado en producciones como Historia de dos hermanos, El bazar de los idiotas, Nariño, Testigo ocular, El divino, Caballo viejo, Traga maluca, El precio del silencio y La casa de las dos palmas, por la cual obtuvo los premios Simón Bolívar e India Catalina al mejor actor. Pero Gustavo no se ha limitado a la pantalla chica. Con frecuencia se pega sus ‘escapadas’ hacia el cine, las cuales también le han dejado recuerdos placenteros. Tal vez el mejor de todos es el de Juan Sáyago, su papel en la película Tiempo de morir, uno de los mejores en su carrera y que le valió el premio Tucán de Oro del II Festival Internacional de Cine, Televisión y Video de Rio de Janeiro, como mejor actor. Eso fue en 1985. También ha trabajado en El día en que murió el silencio, La estrategia del caracol y Kalibre 35, combinando su talento con el de directores veteranos y jóvenes que ven en él la categoría de un actor de primera.
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Gustavo Angarita, actor en la primera línea
Patricia Maldonado, Ana María Kamper y Fabiana Medina en Las aguas mansas.
Las aguas mansas Una historia de amor y venganza que transcurrió en los años 20. Producida en 1994 por RTI (y presentada en 2003 y 2004 por el Canal Caracol en una adaptación llamada Pasión de gavilanes), contó el drama de los hermanos Reyes, tres hombres dispuestos a vengar la muerte de su hermana Libia con las hijas de quien fuera el amante de ésta: Bernardo Elizondo. A pesar de que en Colombia no tuvo la audiencia esperada debido a que estaba enfrentada a Café, con aroma de mujer, en países como Venezuela, donde obtuvo el premio Mara, Lituania, y Cuba fue un éxito rotundo. Dirigida por Aurelio Valcárcel y escrita por Julio Jiménez, contó con un excelente trabajo de ambientación que recreó de manera exacta la época. También tuvo actuaciones destacadas, especialmente de Juan Sebastián Aragón, Margarita Ortega, Fabiana Medina, Patricia Maldonado, Ana María Kamper y Julio Medina, inolvidable en su personaje del abuelo Martín Elizondo.
Felipe Noguera, Silvia de Dios, Manuel José Chávez y Carolina Acevedo.
De pies a cabeza, el fútbol es como la vida Los premios Tv y Novelas y Simón Bolívar como mejor programa infantil, el India Catalina a actor revelación, el galardón del Bienestar Familiar Carlos LLeras Restrepo y el de la Asociación Colombiana de Periodistas del Espectáculo como producción dramatizada favorita, son algunos de los reconocimientos que recibió la serie de la programadora Cenpro en sus cuatro años de existencia (1994-1998). Dirigido por Andrés Marroquín y Asier Aguilar, este dramatizado tocó dos temas arraigados en el corazón de los colombianos: el fútbol y los desaparecidos. Ambos se conjugaron en el personaje de Pablo, el protagonista, un niño deseoso de convertirse en estrella del balón pie y que perdió a su padre en extrañas circunstancias. A través de esta producción se revelaron nuevos talentos infantiles en la pantalla chica, como Manuel José Chávez, Carolina Acevedo, Jorge Monterrosa y Andrea Gómez. Un equipo de libretistas tuvo a su cargo la creación de las historias, cada una de las cuales reflejaba conflictos y situaciones presentes al interior de las familias colombianas. Entre los escritores figuraron Juan Manuel Cáceres, Juan Guillermo Isaza, Andrés Salgado y Natalia Ospina. La idea general de la producción, en la que también participaron los actores Felipe Noguera, Marcela Carvajal y Silvia de Dios, fue de Juana Uribe. Gracias a este trabajo, la programadora recibió la mención de honor del Premio de Televisión Jeunesse en Francia como reconocimiento a su política de televisión para la juventud.
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Vicky Hernández, señora actriz
Carlos Duplat, director del dramatizado Cuando quiero llorar no lloro.
Carlos Duplat, realidad con ojo crítico
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Desde que tenía doce años de edad estaba convencido de que lo suyo era el arte dramático, en todas sus expresiones. Por eso no era extraño verlo involucrado con las obras del teatro del colegio, dándole vida a los personajes más inverosímiles. Sin embargo, a la hora de escoger cuál sería la carrera que estudiaría en la universidad se inclinó por la arquitectura, que estudió en la Universidad Nacional. Pero ni siquiera los planos y las estructuras lograron alejarlo del teatro. No bien terminaba sus clases a las cinco de la tarde, emprendía camino rumbo al Teatro Estudio del alma máter ya fuera para recibir valiosas lecciones de parte del maestro Santiago García, bien para darle vida a un personaje en obras clásicas como Galileo Galilei, Arlequinada o El caballero de Olmedo, o bien para dar a conocer y dirigir una nueva creación escrita por él. De esta época son producciones suyas como Un hombre llamado Campos (1962) y El basurero (1966). Fue en esos días también cuando se vio vinculado a la televisión, ya que el grupo montaba con frecuencia teleteatros para la pantalla chica, dirigidos por el propio García, Bernardo Romero Lozano o Fausto Cabrera. Estando en ese ir y venir recibió la noticia de que le había sido adjudicada una beca para estudiar dirección y técnicas audiovisuales en la Universidad de Francia. Se marchó, hizo sus estudios y regresó a Colombia a mediados de 1969. Terminó su carrera en la Nacional, aunque nunca se graduó, y se dedicó de lleno al teatro y a la dirección de seis documentales sobre la cultura del Pacífico colombiano. Esta formación, sumada a su inquietud constante por mirar el país y contar sus historias, determinó su estilo posterior como director de televisión. Gracias a ese sentido social pudo llevar a la pantalla producciones como Oro, Cuando quiero llorar no lloro, Amar y vivir y Fronteras del regreso. El público y la crítica reconocieron su talento y la calidad de su propuesta, las cuales le valieron galardones como el India Catalina y el Simón Bolívar. A la par desarrollaba su trabajo como actor en Revivamos nuestra historia, Los pecados de Inés de Hinojosa e incluso en la película La misión. En los últimos tiempos el público ha visto más a Carlos Duplat en su faceta de actor (Juan Joyita, La venganza, Pasión de gavilanes), lo cual no significa que haya perdido al director y al libretista. Es más, acaba de finalizar el guión de la película Chris para una productora ecuatoriana, y desarrolla varios proyectos dramáticos para el Canal Uno.
Detrás de un ángel Esta telenovela colocó en el escenario de la pantalla chica nacional a dos figuras poco conocidas: Róbinson Díaz, quien hizo su primer papel protagónico en la televisión, y Margarita Ortega, la joven caleña que interpretó a Karen Sinisterra, una mujer ambiciosa casada con un senador y que cuando creía haber alcanzado sus sueños, su pasado regresó para atormentarla. Y lo hizo en la persona del padre Enrique Abril (Róbinson), el hombre con quien había tenido una hija. Carlos Duplat fue el director de esta producción realizada en 1993 por RTI, y escribió los libretos en compañía de su esposa, Luz Mariela Santofimio. Margarita Ortega recibió el premio Tv y Novelas como actriz revelación por su interpretación.
Margarita Ortega y Juan Ángel, protagonistas de Detrás de un ángel.
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Tenía escasos diez años de edad cuando llegó a sus manos su primer papel: una ardilla en una obra de teatro en la que su hermana María Isabel interpretaba a Caperucita Roja y Jorge Alí Triana hacía el personaje del lobo feroz. De inmediato la actuación atrapó a Vicky Hernández y se convirtió en una amante exigente, por la cual años después dejó a un novio con la boda lista y una promesa de amor eterno en Nueva York. Una amante que le ha dejado gratos momentos. Como los que vivió en sus épocas en la Compañía Teatral Infantil, en el Teatro Experimental de Cali y más tarde en el Teatro Popular de Bogotá. Las tablas fueron sus compañeras de infancia y adolescencia, pero también encontraron en ella a una colega fiel, dispuesta a luchar por el arte y los artistas. En su crecimiento como actriz ha probado todas las facetas, incluso la de docente en los años posteriores a su grado de bachiller, cuando en su Cali natal daba clases de arte dramático a estudiantes y obreros, intrigados con aquella jovencita que les hablaba de la actuación y los motivaba a montar obras clásicas. Allí la encontró en 1980 Santiago García, quien llegó al Valle con su grupo La Candelaria y la obra Guadalupe años cincuenta. Vicky conoció el montaje y de inmediato pidió ser aceptada en la agrupación. Seis meses después estaba en Bogotá y un año más tarde llegaba al TPB, donde tuvo un reencuentro con la televisión. Reencuentro porque, cuando era una niña, había participado en uno que otro teleteatro. Eran los días del blanco y negro y de las emisiones en directo. Ahora, haciendo parte de los montajes que el TPB hacía para esa caja negra, pudo mirarla con otros ojos. Fue entonces cuando decidió dejar el teatro temporalmente y dedicarse de lleno a la televisión, en parte porque ya no la veía como esa caja de Pandora de sus días de teatrera, y en parte porque le permitía un ingreso para sobrevivir. La comedia Don Chinche la reveló ante los ojos del público con el personaje de doña Vicky, la vendedora de joyas que encontró en la señorita Elvia, Rosalbita y demás féminas del barrio una clientela ideal. Bastó esta pequeña aparición para que la crítica, los directores y la audiencia quedaran fascinados con su trabajo. De inmediato llovieron las ofertas, las jornadas de grabación, los buenos comentarios y los premios. Colombiana de Televisión quiso tenerla en la serie El coleccionista y la tuvo. Por este trabajo recibió el premio Carmen de Lugo del Círculo Colombiano de Artistas como mejor actriz. Luego Pepe Sánchez, su director en Don Chinche, la pidió para el elenco de Vivir la vida. Ella fue, actuó y ganó el India Catalina. Más tarde Carlos Mayolo, quien la dirigió en la película La mansión de Araucaima, la solicitó para la serie Azúcar. Vicky le dio vida a la amargada e intrigante Raquel Vallecilla y consiguió el Simón Bolívar como mejor actriz de reparto. Luego fue Kepa Amuchastegui el que requirió su presencia en La casa de las dos palmas. Una vez más aceptó y ganó dos premios adicionales: el India Catalina y el Tv y Novelas a la mejor actriz. Mientras la televisión se gozaba su talento, Vicky Hernández regresaba una y otra vez al teatro. Participó en La antesala, Hay que deshacer la casa y La mojiganga, y en 1996 hizo su debut nacional como directora con la obra Compañía. En los últimos tiempos le ha dedicado su vida y esfuerzos al teatro, dejando su fibra y talento en montajes como Monólogos de la vagina y Con el corazón abierto. Pero su imagen sigue fija en la memoria del público televidente, que a la mención de su nombre de inmediato agrega el calificativo: “Una señora actriz”.
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“He aquí una mujer que quiso recordar”. Ese es el epitafio que Margarita Rosa de Francisco quiere en su tumba, pero a la vez es la frase que puede indicar lo que ha sido su vida: sucesión de recuerdos, unos dulces y otros dolorosos, que la han convertido en la mujer que es hoy, en una de las actrices más admiradas por los colombianos. De ese cúmulo de memorias hacen parte momentos íntimos, como los que quizás vivió con sus padres y sus hermanos en la finca Santa Bárbara donde creció, pero también aquellos de los que han sido testigos los colombianos desde el preciso instante en que dio el paso del anonimato a la popularidad. Recuerdos que van desde ese 1984 cuando fue elegida como la Modelo del año por la revista Cromos, título que coincidió con su participación como candidata del Valle del Cauca en el Concurso Nacional de Belleza. La memoria no falla: en esa oportunidad lloró por no resultar elegida. Pero también supo poner buena cara ante los medios y la nueva reina. Esa fue su primera actuación. Después vendrían otras, las mismas que edificaron su carrera y le permitieron obtener un premio India Catalina en el 2000 como la actriz del siglo. Pero entre ese primer llanto y el galardón fueron muchos los instantes que poblaron su vida. Como su viaje a Londres después de la experiencia en el reinado. La llamada de Julio César Luna en 1986 para pedirle que protagonizara la telenovela Gallito Ramírez. Los premios Simón Bolívar e India Catalina que recibió como la revelación del año precisamente por aquel papel de la niña Mencha. El matrimonio y posterior divorcio con Carlos Vives. Su paso por el Noticiero 24 horas como presentadora. La controversia que despertó en 1988 por sus sensuales escenas en la serie Los pecados de Inés de Hinojosa. Los años de estudio en España, con la consiguiente actuación en la serie Brigada central. El fenómeno de la telenovela Café… Esta fue su consagración definitiva entre los colombianos. Ellos ya la querían. Era su novia. Pero con el
personaje de la Gaviota la convirtieron en un ídolo, título que Margarita nunca ha pedido para sí misma. Pero su público lo hizo y junto a él los cubanos, venezolanos, panameños, argentinos… En fin, todos aquellos que la vieron sufrir por el amor de Sebastián Vallejo y entonar rancheras entre los cafetales. Pero entonces volvió a marcharse. España fue una vez más su refugio, con esporádicas escapadas a Colombia para actuar en la película Ilona llega con la lluvia (un recuerdo más: el premio del Festival de Biarritz como mejor actriz), la serie Hombres y las telenovelas La madre y La Caponera. Una nueva escapada y un contrato para filmar una película en la Península Ibérica fueron interrumpidos en el 2000 por la llamada de Jorge Roa, por aquel entonces gerente de mercadeo del Canal Caracol, quien deseaba hablarle sobre un proyecto que apenas empezaba a gestarse: el reality show Expedición Robinson. El canal quería que ella fuera la presentadora. En un principio no le sonó la idea, pero tan pronto le mostraron la estructura de la versión argentina de este espacio aceptó. Lo hizo porque siempre le ha gustado la naturaleza y porque compartir situaciones extremas con 16 desconocidos podía darle otra perspectiva del ser humano. La experiencia le gustó. Por eso en el 2002 quiso repetirla y volver a aprender con los expedicionarios. Después de esto regresó a uno de esos silencios prolongados a los que ya se ha acostumbrado Colombia. Las ofertas abundan. Otros países quieren tenerla en sus telenovelas. Pero ella no acepta. Para hacer melodramas se queda en su tierra, donde se hacen los mejores. El cine es cosa aparte. Por él se deja tentar en cualquier rincón del mundo. Porque en los recuerdos agradables de su vida el séptimo arte ocupa un lugar especial. No obstante, en el 2004 los televidentes la vieron de nuevo en la pantalla chica nacional, haciendo la presentación del último reality del Canal Caracol, Desafío 20.04, en compañía de Víctor Mallarino.
Gracias. Esa palabrita tan pequeña pero a la vez tan diciente, que puede no encerrar ningún significado y a la vez guardarlos todos, fue la primera que pronunció Humberto Dorado frente a las cámaras de la televisión. Gracias. Tenía apenas diez años y miraba con ojos sorprendidos al señor director que tenía en frente de ellos, Víctor Mallarino Botero, quien le daba las indicaciones para que dijera su palabreja, único parlamento de aquel joven aspirante a actor, en la comedia Hogar dulce hogar. Gracias. Finalmente pronunció su línea, la misma que no olvida hoy, 43 años después, cuando se ha dado el lujo de recitar parlamentos enteros, algunos de ellos verdaderas joyas del cine, el teatro y la pantalla chica, a través de sus incontables personajes. A pesar de aquella primera experiencia, Humberto asegura que su carrera como actor empezó realmente en 1967, después de ganar el concurso de cuentos para menores de 21 años organizado por Alfonso Lizarazo en la emisora Radio 15. Por aquellos días era alumno del Colegio Champagnat de Pasto y junto a sus compañeros fundó el Club de Teatro Experimental La Urraca, con el cual realizó siete obras, en las que participaba como actor, escritor o director. La vena artística lo acompañó incluso en las épocas de la universidad, cuando llegó a Los Andes para estudiar economía. Los números se entremezclaron de una manera curiosa con los extensos parlamentos de obras como Vietnam y El tigre, de cuyos elencos hizo parte como integrante que era del grupo Teatro Estudio. Una expulsión de la universidad, sumada a su cercana participación en la fundación del Teatro Libre, lo llevó a dejar los libros a un lado y dedicarse de lleno a la actuación. Su trabajo en las tablas, primero con el Libre y más adelante con el Teatro Nacional, no opacó otra de sus grandes pasiones: la escritura. Fue así como en 1986 ganó el VI Concurso Nacional de Guiones de Focine con el guión de la película Técnicas de duelo, la primera dirigida por Sergio Cabrera y que dio paso a una de las sociedades más fructíferas de la pantalla grande nacional. Gracias a ella han surgido títulos como La estrategia del caracol, Águilas no cazan moscas, Golpe de estadio y el documental El ciudadano Escobar. Pero si bien su aporte al cine y el teatro colombianos es importante, sin lugar a dudas el público conoce más su faceta en la televisión, la cual le ha permitido hacer creaciones importantes para producciones diversas: El coleccionista, Calamar, Sangre de lobos, Sueños y espejos, La alternativa del escorpión, Crónicas de una generación trágica, Leche y La costeña y el cachaco. Por ahora lo que ocupa su tiempo es el guión de la película Solo de sol, que cuenta la historia de un saxofonista colombiano en Estados Unidos. Porque en la humanidad de Humberto Dorado, el actor y el escritor no son entidades independientes. Se amalgaman, se complementan y continúan haciendo un importante aporte al arte dramático colombiano.
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Humberto Dorado: Todo por un simple “gracias”
Margarita Rosa de Francisco, siempre en la memoria 82
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amparo grisales / Foto: mauriCio vélez
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Judy Henríquez y María Eugenia Dávila.
Señora Isabel
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Fue el dramatizado más importante de la programadora Coestrellas en la década de los noventa. Se realizó en 1995 con libretos de Bernardo Romero Pereiro y Mónica Agudelo, y la dirección de Alí Humar. Aspectos para destacar: las actuaciones de Judy Henríquez (Isabel, la mujer cincuentona enamorada de un hombre de treinta años de edad), María Eugenia Dávila (María Consuelo, la amiga promiscua que a consecuencia de sus libertades se contagia con el virus del sida) y Teresa Gutiérrez (Julia Emma, la madre dominante que es capaz de pasar por encima de la vida y los sentimientos de su hija). También la historia misma, que trató con extremo realismo y seriedad el tema del amor y el sexo en la edad madura, y la diferencia de edades en las relaciones. Ganadora de tres premios Tv y Novelas, incluyó en su elenco a Álvaro Ruiz, Luis Mesa, Ana María Hoyos, Juan Carlos Vargas y Kristina Lilley.
Gloria Gómez, Nórida Rodríguez, Xilena Aycardi y Helena Mallarino.
Las ejecutivas El libretista Luis González presentó el universo empresarial desde el punto de vista de las mujeres, a la vez que su lucha por destacarse en su profesión y ser felices en la intimidad. La serie fue realizada por Caracol en 1995 y contó con las actuaciones de Helena Mallarino, Nórida Rodríguez, Gloria Gómez, Xilena Aycardi y Kenny Delgado. La dirección estuvo a cargo de Magdalena La Rotta, Silvia Amaya y Germán Porras.
Alejandra Borrero y Juan Ángel.
La otra mitad del sol, de regresiones y otros demonios Producida en 1995 por Cenpro, ha sido uno de los dramatizados más galardonados en la historia de la televisión colombiana: seis premios Simón Bolívar, cinco India Catalina, cinco Tv y Novelas, seis estatuillas de la Asociación Colombiana de Periodistas del Espectáculo y un premio del Primer Concurso Iberoamericano de Televisión. Las categorías fueron muchas y variadas: mejor serie, vestuario, dirección de arte, maquillaje, música original, actriz y actor principal, actriz y actor de reparto, libreto, dirección y revelación del año. Pero ¿por qué gustó tanto La otra mitad del sol? Primero por su historia, interesante, bien contada y con libretos ricos en contenido. Las regresiones y la reencarnación fueron los ejes fundamentales de su argumento. Segundo porque junto con la historia, escrita por Mauricio Navas y Mauricio Miranda, se conjugó la dirección de Rodolfo Hoyos, quien no sólo acertó al convertir en imágenes las propuestas del libreto, sino que además se rodeó de un excelente grupo de artistas. El tercer factor fueron las actuaciones. Desde los protagonistas, Alejandra Borrero y Juan Ángel, hasta las figuras de reparto, incluidos Róbinson Díaz, Flora Martínez, Kristina Lilley, Ernesto Benjumea y Kenny Delgado, realizaron interpretaciones convincentes, para muchos de ellos las mejores en su carrera. Estos elementos explican la acogida que tuvo en los demás países donde fue emitida, como por ejemplo México, Venezuela, Panamá y Costa Rica.
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Amparo Grisales, la diva Su cuerpo ocupa las fantasías de millones de colombianos. De su ser emana una sensualidad provocadora que raya con el pecado. Y, sin embargo, de niña, Amparo Grisales se sentía acomplejada porque era extremadamente delgada. Un tanto desgarbada, incluso. Pero tenía sueños de ser grande, triunfar y convertirse en actriz. Tímida por naturaleza, buscaba la complicidad de sus hermanas para montar pequeñas obras de teatro en las que daba sus primeros pasos para hacer su deseo realidad. Apenas tenía cinco años pero igual se transformaba para darle vida a los personajes más variados. Tuvo que esperar diez años más para empezar a cristalizar sus fantasías. Tenía quince cuando pisó los estudios de Inravisión por primera vez. Ya convertida en la esposa del pintor Germán Tessarolo, de quien se separaría dos años después, obtuvo el papel de Eloísa en la telenovela María. Eso fue en 1971. Que tenía el acento paisa demasiado marcado decían algunos. Pero cómo no iba a ser así, si aún llevaba en su corazón y en su piel la crianza de su Manizales del alma. Pero aprendió a neutralizar el acento, participó en otras producciones con personajes pequeños y finalmente, en 1986, obtuvo su primer papel protagónico en Manuela, la telenovela más larga de la televisión colombiana en ese momento. Esa fue su gran revelación. Pronto los colombianos fueron testigos de su transformación dentro y fuera de la pantalla. Porque a medida que iba creando nuevos personajes, iba construyendo el calificativo con el que se la conocería siempre: la diva. Mujeres fuertes y apasionadas, seguras de sí mismas y casi devoradoras de hombres fueron sus más frecuentes personajes y la convirtieron en un símbolo de sensualidad. Así fue su personaje en la película Tiempo para amar, en la que actuó al lado del galán mexicano Julio Alemán y la cantante Claudia
de Colombia. Otro tanto ocurrió con La Caponera en la telenovela El gallo de oro, Salomé en Tuyo es mi corazón, Julia Enriqueta Jiménez en La espina o la fogosa Inés en Los pecados de Inés de Hinojosa, trabajo por el cual ganó el premio India Catalina en 1988 como mejor actriz. Son las mujeres que le gustan, que mueven su fibra. Los personajes “rosa” y demasiado planos la habrían aburrido sobremanera. A la par que desarrolló su trabajo en televisión, Amparo construyó una carrera sólida en el cine. De su hoja de vida hacen parte producciones como La virgen y el fotógrafo, Bésame mucho y más recientemente Bolívar soy yo. En el teatro también ha obtenido créditos importantes, especialmente por su participación en la obra Doña Flor y sus dos maridos, al lado de Carlos Muñoz. De esta manera consolidó una carrera reconocida no sólo en Colombia sino también en el exterior, y que se proyectó aún más con su participación en la telenovela En cuerpo ajeno en el año 1992, la cual fue exportada a más de cincuenta países y dio a conocer el nombre de Amparo Grisales en varios rincones del planeta. Pero ella quiere más. Desea triunfar en Hollywood y para alcanzar esta nueva etapa de su sueño se radicó en Estados Unidos desde 1998. En el año 2000 se trasladó a la ciudad de Los Ángeles con el fin de estudiar y presentar audiciones. Sus esfuerzos empiezan a dar frutos, ya que a mediados de 2003 participó en la película Gold Rush, un filme de aventura al estilo de los de James Bond. Esa es la Amparo Grisales que los colombianos conocen: la osada, aventurera y preparada para afrontar los nuevos retos. Tal vez en ella no quede nada de la niña tímida y acomplejada del pasado. O quizás aún quede mucho. Pero esa es una faceta que sólo logran develar los que traspasan las puertas de su intimidad.
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Por los días en los que estaba terminando el bachillerato le propusieron participar en una obra de teatro interpretando a un venerable anciano. El reto le gustó. Tendría que ocultar su juventud, velar la mirada de sus intensos ojos verdes y transformar sus inmensas ganas de vivir en el gesto cansado y a veces sombrío de quien ha vivido mucho. Hizo la obra y con ella llegó al Festival de Teatro de la Alianza Colombo Francesa. Convenció a los asistentes y como consecuencia se llevó el premio a la mejor actriz. Ese fue el campanazo de alerta que le dijo cuál era su destino. Por eso, ya con diploma de bachiller en mano, le comunicó a su familia de origen payanés que iba a estudiar actuación. La noticia cayó mal y generó resistencia, pero Alejandra estaba convencida de lo suyo y se matriculó para estudiar arte dramático en la Universidad del Valle. Incluso tiene su título como licenciada en una carrera a la que le ha consagrado su vida. Permaneció en las aulas universitarias durante cuatro años y fue entonces cuando llegó el descubrimiento. Corrió por cuenta del director Carlos Mayolo, quien le ofreció el personaje principal en una de sus películas. Debajo de las estrellas era el nombre de la cinta y le valió a Alejandra el segundo premio de su carrera: el de mejor actriz en el Festival de Cine de Bogotá en 1988. Luego vendría el paso siguiente: la televisión. Y a ella la llevó otro talentoso director, Pepe Sánchez, quien en 1987 la llamó para trabajar en el dramatizado Por amor. El medio le gustó enseguida. Se sintió como en casa, mientras la pantalla chica la acogió con sus brazos abiertos. Después de ese primer dramatizado seguirían otros como las telenovelas Marcela, Las muertes ajenas, LP Loca pasión (donde interpretó a la representante de Carlos Vives), La maldición del paraíso y Perfume de agonía, entre otras. Pero fue otra historia, y especialmente sus personajes en series, las que consolidaron su nombre de gran actriz. La primera fue Café, con aroma de mujer, donde le dio vida a la atormentada Lucía de Vallejo, mujer amargada por el desamor de su esposo y empeñada en hacerle daño a la Gaviota. Los otros también están presentes en la memoria del público. Empezando por Caridad Solaz, la heredera recia y apasionada de Azúcar, o Belén, la joven sin ataduras de los años sesenta en Espérame al final. También figuran en la lista Diana Robledo, la sicóloga de La otra mitad del sol, enamorada de un hombre al que amó en otra vida y que podría ser el causante de su muerte, y Mafe, la loquísima corredora de bolsa que con su temperamento logró “domesticar” al tumbalocas del grupo en Hombres. Todas interpretaciones inolvidables que la convirtieron en una de las revelaciones entre el grupo de actrices de su generación. En 1999, después de participar en el dramatizado Francisco, el Matemático y ser la presentadora del musical Esta boca es mía, la actriz caleña se radicó en Estados Unidos, donde hizo parte del elenco de la telenovela Me muero por ti. En Estados Unidos también creó una empresa productora, Páramo Productions, con el fin de desarrollar proyectos para la televisión y que le permitió realizar un reality en Marruecos para la cadena Telemundo, del que también fue directora. Además se asoció con la empresa Ensamble Latino, especializada en la producción de espectáculos, con la cual realizó el montaje de Púrpura, percusión sobre cuerpos humanos, espectáculo a cargo de César López, músico y antiguo percusionista del grupo Poligamia. Después de una corta permanencia en Brasil, como parte del elenco de la telenovela Vale todo, Alejandra Borrero regresó a Colombia y protagonizó la serie Punto de giro. En el año 2000 lo había hecho por una corta temporada para participar en la película Bolívar soy yo, dirigida por Jorge Alí Triana.
Marcelo Cezán en Cartas de amor.
Cartas de amor
Flora Martínez y Juan Carlos Vargas fueron los protagonistas de Leche.
Leche Bernardo Romero Pereiro, Daniel Samper Pizano y el argentino Jorge Maronna unieron sus talentos para escribir una historia humorística que no era comedia, un drama que no era novela, y un musical que finalmente tampoco lo era. Esta confusión se la entregaron a Víctor Mallarino quien, como director, debía traducirla en imágenes. El resultado fue Leche, una serie única en su estilo realizada por Caracol en 1996. La historia iba así: Alejandro y Acercandro eran hermanos por una razón obvia: eran gemelos. Y se llamaban así por otra razón obvia: cuando Alejandro se iba, Acercandro llegaba. Ambos eran primos de Beatriz, quien a su vez estaba empeñada en ser la madrastra y suegra de Susana. Esto último no era fácil porque la joven no deseaba casarse con Jorge, el sobrino de Beatriz, ya que estaba enamorada de Zoroastro, un joven mineraliano y espiritualista (tal como lo definieron sus creadores) que buscaba a su madre muerta, la cual resultó que vivía pero bajo la apariencia de una vaca llamada Flor de Lis. Además de un argumento tan particular, Leche contó con las actuaciones de primeras figuras de la televisión colombiana: Flora Martínez, Juan Carlos Vargas, Helena Mallarino, Fabio Rubiano, Felipe Noguera, Jairo Camargo, Álvaro Ruiz, Humberto Dorado y Humberto Arango, entre otros.
Después de una corta permanencia en la televisión venezolana, Marcelo Cezán regresó a Colombia en 1996 para interpretar en esta serie a Manuel Tirado, un mujeriego experto en conquistar a cuanta mujer cruzaba por su lado. Su vida cambió cuando llegó al pueblo Cupido, un extraño personaje que con sus cartas de amor logró conmover a la población y a él mismo. Cenpro fue el realizador de esta historia, original de Ana Fernanda Martínez y Carlos Fernández de Soto, y escrita por Andrés Salgado y Diego Arbeláez. Ambientada en el Valle del Cauca, y con la música salsa como protagonista de primer orden, la producción se destacó por las actuaciones: Cezán resultó convincente en su personaje, Luis Fernando Hoyos dio vida a un adorable Benito, Óscar Borda y Catherine Vélez hicieron vibrar la pantalla con sus interpretaciones de Héctor y Guadalupe, y Dora Cadavid junto a Jaime Barbini conformaron una pareja de enamorados inolvidable. Junto a ellos participó la actriz mexicana Lucía Muñoz. Cartas de amor fue vendida en Ecuador, México y Venezuela, país donde obtuvo el premio de la Sociedad Venezolana de Prensa en la categoría de actor revelación internacional para Marcelo Cezán. rti
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Alejandra Borrero: revelación de la nueva generación
La viuda de Blanco Alicia Guardiola, una mujer acusada de asesinar a su esposo, regresa a su pueblo para demostrar su inocencia y recuperar a sus hijos. En el camino conoce a personas que le cambiarán la vida, incluido Diego Blanco, el hermano de su difunto esposo, de quien se enamora. Este fue el argumento de la telenovela con mayor rating de 1996, protagonizada por María Helena Döering, Oswaldo Ríos, Consuelo Luzardo, Julio del Mar, Ana María Hoyos, Danilo Santos, y Mateo y Santiago Rudas, las revelaciones infantiles de la época. La escribió Julio Jiménez, la dirigió Aurelio Valcárcel y la productora fue RTI.
María Helena Döering y Oswaldo Ríos, protagonistas de La viuda de Blanco.
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Alí Humar, una cuota de talento y otra de ángel
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La fantasía ha sido una constante en la vida de Armando Gutiérrez. Siendo un niño era frecuente verlo rodeado por las aventuras de El Llanero Solitario, Batman y otros personajes que poblaban las tiras cómicas de la época. Esa pasión por la imaginación se quedó con él y ya de adulto pudo ponerla en práctica en el oficio de la actuación. Y pensar que en un momento de su vida pasó por una facultad de contaduría, tal vez el escenario más propicio para echar a perder la capacidad de soñar. Como era de esperarse, le pareció un tema árido, seco, sin gracia y por eso lo cambió por la actuación. ¿Qué fantasía puede ser más perfecta que meterse en la piel de mil personajes y apropiarse de su vida sin tener que responder por los actos que cometan? Pero debía pulir la imaginación y por eso se vinculó al teatro El Local para que lo formaran como actor. Allí le enseñaron que un verdadero intérprete debe aprender a observar todo lo que le rodea y asimiló tan bien su lección que nada en el entorno pasa desapercibido ante sus ojos. Hasta los mendigos de la calle le han servido de inspiración a la hora de crear tantos y tan variados personajes que han nutrido su vida profesional. En el año 1968 participó en su primera obra de teatro con sus maestros de El Local y en 1979 dio el salto de las tablas a la televisión gracias a la telenovela Los novios. Esta sería la primera de una larga lista de producciones en las que ha interpretado al galán, al villano, al amante, al loco, al hombre leal y al corrupto, siempre con la consigna de esforzarse al máximo pero conservando una implacable mirada crítica sobre su trabajo. En 1983 logró una de sus interpretaciones más destacadas al darle vida a Amadeo, el protagonista de la telenovela La pezuña del diablo. A partir de ese momento, inició una racha de personajes que lo consagró como uno de los mejores actores de la pantalla chica: Fausto en Los cuervos, Martín Flórez en Amándote, Generoso El Guajiro en Calamar, Arturo Cova en La vorágine, Alejandro en Vuelo secreto, Andrés Coronado en En cuerpo ajeno, Pedro Fermín Vargas en Crónicas de una generación trágica… Lo dicho, una lista de nunca acabar. La última telenovela en la que actuó fue Corazón prohibido, producida por la programadora RTI en 1998. Después de esta experiencia se ha mantenido alejado de la televisión, con esporádicas apariciones en producciones como Padres e hijos, Historias de hombres sólo para mujeres y más recientemente en Luna la heredera. El tiempo que antes dedicaba a la fantasía ahora se lo entrega por completo a otros placeres: viajar y continuar sus estudios de dramaturgia. Porque está convencido de que para el verdadero actor la formación nunca termina.
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Armando Gutiérrez o la fantasía de ser actor
Jorge Cárdenas, Orlando Lamboglia, Angie Cepeda, Rafael Novoa, Rafael Cardozo, Nicolás Tovar, Xilena Aycardi, Catherine Siachoque, Judy Henríquez, Pepe Sánchez, Susana Torres y Carolina Sabino, en la telenovela Las Juanas.
Las Juanas El talento como escritor de Bernardo Romero Pereiro se unió al de Juana Samper para llevar a la televisión una historia macondiana, en la que el sabor y el olor del Caribe sirvieron de escenario para el amor de Juana Valentina y Rubén Calixto, dos jóvenes que se enamoraron sin saber que eran hermanos. RCN realizó esta telenovela en 1997 con la dirección de Tony Navia y las actuaciones de Angie Cepeda, Rafael Novoa, Xilena Aycardi, Catherine Siachoque, Susana Torres, Carolina Sabino, Judy Henríquez y Pepe Sánchez. Pero quien se llevó las palmas en el elenco fue Miguel Varoni, actor que le dio vida a Manuel F., un costeño tan arrogante como divertido. La producción obtuvo los premios Simón Bolívar, Estrella de Venezuela, Sol de oro de México y el de la Asociación de Cronistas del Espectáculo de Nueva York.
Si las casualidades existen, una de ellas llevó a Alí Humar al mundo de la televisión. En 1956 la pantalla chica tenía un programa llamado El primer aplauso, en el que aspirantes a actores se sometían al escrutinio del público en busca de que su talento fuera descubierto. Al pequeño Alí, que por aquella época apenas tenía once años de edad, le encantaba el concurso, así que llegó hasta los estudios para solicitar una de las boletas que le permitiera votar por su favorito, con la “mala fortuna” de que en lugar de esa le entregaron la que estaba destinada a los futuros participantes. Sin embargo, él la llenó y a los pocos días estaba parado frente a las cámaras haciendo su primera prueba actoral. Lo gracioso de esta historia es que obtuvo el primer premio: una beca para estudiar actuación con el maestro Bernardo Romero Lozano. No es de extrañar que a los pocos años, en 1961 para ser más exactos, el alumno ya estuviera actuando en los teleteatros dirigidos por su mentor. Sin embargo, las circunstancias de la vida le ocasionaron un revés económico a su familia y debió partir con ella para buscar nuevas oportunidades fuera del país. Primero estuvieron en Guatemala, donde Humar estudió filosofía y letras pero también tuvo tiempo de hacer teatro experimental, y más adelante se radicaron en Europa. Siete años permaneció fuera del país y a su regreso volvió a vincularse al medio artístico colombiano. Fue entonces cuando inició su etapa más prolífica como actor, con participaciones en las producciones Candó (su primera telenovela), Crónica de un amor, La trampa, El caballero de Rauzán, La vorágine, La mala hora, La abuela y La feria de las vanidades, entre otras. Fue calificado como uno de los galanes del momento, a pesar de que él con modestia asegura que no era muy buen actor y que sólo llegó a serlo poco antes de incursionar como director. Más bien tenía ángel y eso al público le gustaba. A finales de los años setenta hizo una telenovela tan mala, pero tan mala, que le daba dolor de estómago solo verla: La deuda. Su reacción a este trabajo consistió en buscar otras alternativas dentro de la pantalla. Y encontró la dirección. Su primera oportunidad en este campo la obtuvo con el espacio Teatro romántico, producido por la programadora RTI. A esa primera experiencia seguirían otras tan exitosas como Los cuervos, El ángel de piedra, La U (de la que también fue libretista), Lola Calamidades, La fuerza del poder, Señora Isabel y Sueños y espejos. En el 2000, después de hacer el programa Las musas para Señal Colombia y de realizar un espacio de entrevistas en Radionet, Yamid Amat lo buscó para que dirigiera el nuevo segmento de farándula del noticiero del Canal Caracol, titulado Los secretos de María José. No había concluido este proyecto cuando se produjo la noticia de que Jota Mario Valencia, por aquel entonces director de Sábados felices, debía salir del país por amenazas y fue entonces cuando el programa de humor más tradicional de la pantalla chica quedó en sus manos. A él le ha dedicado los dos últimos años de su vida, con una pequeña infidelidad de su parte en 2002 para regresar brevemente a la actuación con un personaje en la telenovela Siete veces amada. Lo aceptó ante la insistencia del libretista Bernardo Romero Pereiro. Pero esto no significa que regrese a su viejo trabajo frente a las cámaras. Lo suyo está allí, detrás del escenario, donde puede crear y dar rienda suelta a su imaginación. Porque para ese oficio Alí Humar también ha descubierto que tiene talento y un ángel especial.
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Gloria Gómez: nacida para ser actriz
Manolo Cardona.
Por qué diablos El actor Manolo Cardona interpretó en esta producción a Juan Diablo, un ladrón internacional enamorado de una mujer mayor que él y esposa de “La Araña”, jefe de una organización criminal. El director de la historia fue Sergio Osorio y sus libretistas Nubia Barreto, Gilma Peña y Mauricio Guerra. Ganadora del premio India Catalina en las categorías mejor director y actriz de reparto, así como del Tv y Novelas, contó también con las actuaciones de Marcela Carvajal, Víctor Mallarino, Paola Rey y Diego Trujillo. Fue producida por Cenpro en 1999.
Gustavo Angarita, Orlando Pardo, Ernesto Benjumea, Luis Mesa, Nicolás Montero, Margarita Rosa de Francisco y Luis Fernando Hoyos en Hombres, dirigida por Carlos Mayolo.
Hombres Una recreación del mundo de la bolsa hizo las delicias del público gracias al humor del que hicieron gala sus libretos. Producida en 1996 por RCN, esta serie logró variedad y riqueza en los personajes, estableciendo a través de ellos las diferentes características del temperamento masculino. Allí se encontraban Daniel, el mujeriego empedernido; Julián, el todopoderoso invencible, que finalmente cae rendido en las redes del amor; Simón, el esposo y padre abnegado; Santiago, el violento al que no le tiembla la mano para golpear a su esposa; Ricardo, el cincuentón fielmente enamorado de su mujer; Tomás, el eterno enamorado del amor, y Marcel, el hombre muy hombre que prefiere amar a los de su mismo sexo. La contraparte femenina de estos personajes fue interpretada por actrices de primer orden, como Margarita Rosa de Francisco, Jennifer Steffens, Alejandra Borrero y Gloria Gómez. Los libretos fueron escritos por Mónica Agudelo, la dirección estuvo a cargo de Carlos Mayolo y la serie recibió los premios India Catalina, Midia de España y la medalla del Festival de Nueva York como mejor programa familiar.
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Aunque hubiera deseado dedicarse a otra cosa, y a pesar de que intentó ser abogada, Gloria Gómez tenía su destino marcado por las estrellas y por la sangre. Por sus venas corre el talento actoral, herencia de su madre, Chela del Río, quien se convirtió en su motivo de inspiración, en su maestra y su guía desde que era una niña. A los ocho años de edad Gloria ya sabía lo que era pararse frente a un micrófono. Lo hacía en la Radio Nacional, donde la misma Chela trabajaba como directora de programas infantiles. Fue ella la primera directora que moldeó su talento pero más adelante la seguirían nombres como los de Pepe Sánchez, Kepa Amuchastegui, Boris Roth, Víctor Mallarino, Carlos Mayolo, David Stivel y Bernardo Romero Pereiro. Porque la trayectoria de Gloria Gómez le ha permitido trabajar prácticamente con todos los directores del país. A los 18 años debutó en la televisión nacional y lo hizo con un pequeño personaje en la comedia Buenas noches domingo, que debía servir como prueba para que le entregaran un papel coprotagónico en una telenovela. Tuvo que actuar en vivo y en directo frente a millones de colombianos y junto a las grandes figuras del momento, empezando por su madre y pasando por Raquel Ércole, Carlos Benjumea y Héctor Ulloa. Superó la prueba y entró a formar parte del elenco de la telenovela Volverás a mis brazos, producida en 1971. De ahí dio el salto a la serie Caso juzgado, donde logró versatilidad como actriz bajo la tutela de Boris Roth, ya que cada semana debía interpretar un personaje distinto. Si hoy era una abogada recia, mañana se convertía en una prostituta y a la semana siguiente en una sicópata asesina. Podía moldear cada personaje porque lo ensayaba con quince días de anticipación. Eran las virtudes de la televisión en directo. La abuela, Un largo camino, El cuento del domingo, Camelias al desayuno (donde interpretó un personaje homosexual), Los Pérez somos así, Las señoritas Gutiérrez, Garzas al amanecer, La casa de las dos palmas, Don Chinche y El divino, son algunas de las producciones en las que ha participado esta actriz bogotana. En cada una se ha destacado, pero ella tiene sus preferidas: Sangre de lobos, La maldición del paraíso, Las ejecutivas, Marido y mujer... Inclusive por algunas ha recibido los premios más importantes del país para sus actores: Con Sangre de lobos obtuvo el Simón Bolívar, el India Catalina y el Tv y Novelas como mejor actriz de reparto. Con Don Chinche y Los hijos de los ausentes repitió Simón Bolívar e India Catalina, con Marido y mujer volvió a recibir el Tv y Novelas, y gracias a Caso juzgado logró el premio de la Policía como mejor actriz por interpretar a una mujer llamada La Quitapesares. Hoy Gloria Gómez sigue tan vigente como en los primeros años de su carrera. No sólo participó en la telenovela Milagros de amor, sino que forma parte de la telenovela Pasión de gavilanes, nueva versión de Las aguas mansas de Julio Jiménez, en la que comparte escena con Jorge Cao, Kristina Lilley, Juan Sebastián Aragón, Danna García y Paola Rey, entre otros.
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m e m o r a b l e s · CaraCol
· A c t r i c e s
mauriCio vélez
D r a m at i z a d o s d e l o s n o v e n ta
Perro amor
Julián Arango y Danna García, protagonistas de Perro amor.
Mezcla de drama y comedia, escrita por Natalia Ospina y Andrés Salgado, esta telenovela realizada por Cenpro en 1998 fue un éxito de audiencia y crítica. Los colombianos siguieron fielmente las aventuras de Antonio Brando, un mujeriego empedernido que apostó con su prima Camila el amor de una estudiante de arquitectura llamada Sofía. La historia tuvo un ingrediente adicional: la música, más exactamente el género de la salsa, que fue pieza fundamental dentro de la trama. Sergio Osorio fue el director de esta producción en la que actuaron Danna García, Julián Arango, Isabella Santo Domingo, Frank Ramírez y Consuelo Luzardo, entre otros. Obtuvo los premios Simón Bolívar a mejor telenovela, libretista, actor, actriz de reparto, música original y dirección artística, y el Midia de España como mejor telenovela internacional.
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D r a m at i z a d o s d e l o s n o v e n ta · A c t o r e s
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Fabio Rubiano y Waldo Urrego en La mujer del presidente.
Junto con La otra mitad del sol y La casa de las dos palmas fue la serie más importante de la década de los noventa. Protagonizada por Sandra Reyes y Róbinson Díaz, puso sobre el tapete la situación al interior de la justicia y las cárceles colombianas a través del personaje de Carlos Alberto Buendía, un hombre acusado de un asesinato que no cometió. La historia fue llevada a la pantalla en 1997 por la programadora Caracol, con los libretos de Mauricio Navas y Mauricio Miranda, dos nombres que se han especializado en presentarles a los colombianos espejos a través de los cuales puedan observarse a sí mismos y a la sociedad que los rodea. Y esta no fue la excepción. Ellos encontraron en los directores Magdalena La Rotta y Armando Barbosa los cerebros capaces de hacer realidad el cúmulo de personajes que rondaban sus cabezas y que bien podían encontrarse en cualquier callejón de una gran ciudad del país. Por eso, al lado de Adriana y Carlos Alberto, el público se acostumbró a convivir con la maldad de Francisco de Paula Acero; la personalidad recia, fabricada a punta de calle, de Robin; la lealtad a toda prueba de Víctor Leal; la mente sórdida de Rigoberto Bernal, y la corrupción del teniente Escobar. Todos ellos interpretados por excelentes actores: Jorge Cao, Cristina Umaña (la revelación del año), Fabio Rubiano, Marlon Moreno, Waldo Urrego, Silvio Ángel, Luis Alberto García y tantos otros. Pero sin duda alguna el que se creció por encima de los demás fue el mismo Róbinson, un hombre que con el más mínimo gesto o mirada se daba el lujo de transmitir el cúmulo de emociones que guardaba en su corazón Carlos Alberto Buendía. Por eso él se llevó los aplausos de la crítica y el público, junto con las estatuillas de los premios India Catalina y Tv y Novelas. Pero la serie por sí misma también logró galardones nacionales (tres India Catalina más y siete Tv y Novelas adicionales), junto con otros internacionales como el Gran Águila de Venezuela y el Sol de Oro de México, ambos otorgados a Jorge Cao. Hoy La mujer del presidente ha sido vista en República Dominicana, España, El Salvador y Costa Rica, entre otros países, y la televisión argentina compró los libretos para realizar su propia versión de la historia. rti
Ramiro M, sí futuro
Paquita Gallego En 1998 RTI lanzó esta telenovela, que contó con los libretos de Julio Jiménez y la dirección de Juan Pablo Posada. La historia giraba en torno a Paquita, una niña cuya madre nunca llegó a querer y que nació sin llanto por lo que Chavela, la tía que la cuidaba, presagiaba que “el que no llora tampoco conocerá la felicidad”. Sólo Andrés Hidalgo, su eterno enamorado, el niño que la defendía de los demás compañeros en el colegio y quién se puso en contra de sus propios padres, estaría siempre Cristina Umaña y Andrés Juan en Yo amo a a su lado y rompería el presagio. Paquita Gallego. Los papeles protagónicos estuvieron a cargo de Cristina Umaña y Andrés Juan. Junto a ellos los colombianos vieron a Victoria Góngora, Margalida Castro, Juan Pablo Shuck y Gregorio Pernía, entre otros.
Un buen día de 1985 llegó a su barrio Manrique de Medellín diciendo que iba a ser el protagonista de una película que estaba preparando el director Víctor Gaviria. Sus vecinos no le creyeron y la verdad es que el realizador apenas estaba empezando el proceso del casting para la película Rodrigo D no futuro y con toda seguridad no tenía la menor idea de quién era Ramiro Meneses. Pero él insistió con su cantaleta y empezó a asistir a las pruebas que se realizaban en Medellín y hasta último minuto parecía ser el firme candidato para interpretar a uno de los amigos del personaje central de la historia. Pero todo cambió el día en que Gaviria conoció algunas de las canciones escritas por Meneses. Le gustaron tanto que de inmediato le dio un giro a la historia, involucró la música en ella, y le dio a Meneses nada menos que el papel principal. Desde el momento en que Ramiro rodó la película su vida cambió. Su nombre quedó grabado en la memoria del público y él adquirió la certeza de que en la actuación podría encontrar su destino. Por eso en 1987 empacó sus maletas y llegó a Bogotá con escasos veinte mil pesos y sus deseos de triunfar. Lo primero que hizo fue matricularse en los talleres de actuación de Rubén di Pietro. Luego empezó a asistir a cuanta sesión de casting se realizaba en la ciudad. Sin embargo, no fue en una de estas pruebas donde encontró su oportunidad. Más bien ésta llegó en una fiesta a la que también acudió Juan Camilo Jaramillo, el director de la serie Arcángel, quien quedó tan convencido con los argumentos de Ramiro que creó dentro del dramatizado un personaje de punk para él. A este debut en la pantalla chica le siguieron su trabajo en la serie Décimo grado, en la que permaneció por espacio de tres años, y Victorino Moya, su personaje en la serie Cuando quiero llorar no lloro. Este joven delincuente confirmó el talento de Ramiro Meneses para la actuación, le permitió obtener un premio Tv y Novelas como actor revelación y lo ubicó desde entonces en el selecto grupo de los actores más apetecidos por los directores y libretistas. Pronto Victorino quedó atrás para darles paso a Simón Domínguez en la telenovela En cuerpo ajeno, al padre Alberto de Tiempos difíciles, a Eric en la serie Cartas a Harrison y a Oswaldo, el mensajero nervioso de la comedia Vuelo secreto. A la par con su trabajo en televisión, Meneses ha desarrollado una carrera en el cine, arte del que se apasionó desde el primer día de rodaje en Rodrigo D, y del que no puede olvidarse. Participó en las películas La nave de los sueños, Diástole y sístole y Golpe de estadio, hasta que finalmente en el año 2000 cumplió su sueño de dirigir su propia producción. Se trató de El maestro, cortometraje de ocho minutos de duración basado en la suposición de que Jesucristo podría regresar hoy en día a la Tierra. Una vez listo, Ramiro lo presentó en el Festival de Cine de San Juan, en Puerto Rico, y obtuvo el premio Pitirre al mejor corto de ficción. Sus últimos dos trabajos en televisión fueron en las telenovelas Sofía dame tiempo, del Canal Caracol, y Amor a la plancha, del Canal RCN.
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La mujer del presidente
· O t r a s produ c c io n e s · Caracol El carretero, 1990. Sombra de tu sombra, 1991. La cuarenta, la calle del amor, 1992. El hombre de la flor, 1992. La pantera, 1992. Pasiones secretas, 1993. Candela, 1994. Sólo una mujer, 1994. Punch La vida secreta de Adriano Ezpeleta, 1991. Cartas a Harrison, 1996. RTI Castigo divino, 1991. Fuego verde, 1996. Dos mujeres, 1997. Corazón prohibido, 1998. Divorciada, 1999. RCN Espumas, 1991. La potra zaina, 1993. Eternamente Manuela, 1995. Guajira, 1996. Cenpro Espérame al final, 1992. Tiempos difíciles, 1996. Colombiana de Televisión Fiebre, 1992. Tevecine Si mañana estoy viva, 1992. La fuerza del poder, 1993. Pecado santo, 1995. Cinevisión María María, 1993. OKTV, 1993. JES Mambo, 1994. Mascarada, 1996. Perfume de agonía, 1997. Coestrellas Amor, amor, 1994. Sueños y espejos, 1995. Géminis, 1996. Copas amargas, 1996.
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Superproducciones y miniseries
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Grandes recursos para historias extraordinarias
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Frank Ramírez, protagonista de La mala hora.
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Los presupuestos más altos, los equipos de producción mejor capacitados, los elencos más destacados y los deseos de hacer un producto fuera de serie son los elementos que se conjugan en las miniseries, especiales y superproducciones que los colombianos han visto en la pantalla chica a lo largo de su historia. Las primeras propuestas en este campo fueron hechas a mediados de los años setenta, pero fue en los ochenta y primeros años de los noventa cuando el género verdaderamente floreció. Pasada la década del setenta la producción de nuevas propuestas fue una constante en la televisión colombiana. Los dramatizados, que ya tenían colonizado un gran terreno entre la audiencia, empezaron a tocar otros temas y a experimentar nuevas técnicas de producción, así como maneras de narrar historias. Esto hizo que el medio se abriera a nuevas y mejores posibilidades, con las propuestas de directores como Pepe Sánchez, Carlos Duplat y Jorge Alí Triana, quienes quisieron darle una nueva voz a lo que se estaba diciendo a través de la televisión. Éste último, en especial, dejó su marca una y otra vez en las grandes producciones realizadas a lo largo de estos años, las cuales además de atraer la atención del público nacional fueron puestas con éxito en los mercados internacionales. Siendo el cine el más alto estándar de producción audiovisual que existe, la mayoría de estas producciones fueron hechas con técnicas y personal experimentado en el séptimo arte. Fueron muchos los casos, pero tal vez uno de los de mayor acogida y éxiEn Crónicas de una to fue Escalona, cuyo director, Sergio Cabrera, es uno de los más generación trágica prolíficos directores colombianos de cine. Esta serie de Caracol, se manejó uno de los que duró ocho meses al aire, fue una gran producción tanto en el presupuestos más guión, que corrió por cuenta de Bernardo Romero Pereiro, como grandes de vestuario en la historia de la en la realización que fue hecha totalmente en exteriores. Una televisión. Para una muestra de la categoría alcanzada por la serie Escalona fueron los serie que duró seis más de quince premios que recibió luego de ser transmitida en capítulos de una hora 1991. cada uno en pantalla se invirtieron alrededor de La temática de esta serie, basada en la vida del músico colom300 millones de pesos en biano Rafael Escalona, fue fresca y matizada por las canciones los más de mil vestidos del reconocido compositor, que fueron adaptadas especialmente de época que hubo que para la serie. Curiosamente, muchas de las otras miniseries confeccionar. Para ello se montó un enorme que salieron al aire con el sello de superproducción estuvieron taller en Villa de Leiva, basadas en obras literarias o surgieron de concienzudas investidonde más de veinte gaciones históricas, por lo que sus temáticas eran más complejas personas trabajaron en y polémicas. Fue el caso de La mala hora, Tiempo de morir, Los la confección, diseño y pecados de Inés de Hinojosa, Las Ibáñez, Castigo Divino y Crónicas adecuación de prendas y textiles. de una generación trágica, entre otras. Fue con este tipo de realizaciones que aspectos como la dirección de fotografía empezaron a tomar preponderancia en la producción de televisión nacional y el concepto visual, plasmado en una cuidadosa iluminación y un minucioso manejo de encuadres, se hizo aún más exigente. De igual manera, la dirección de arte tuvo un estándar más alto, gracias a la demanda de vestuario, escenografía y ambientación de época. Los estudios no tuvieron prácticamente cabida como locaciones de estos programas, pues generalmente fueron grabados en exteriores, utilizando escenarios reales y poco vistos por la teleaudiencia nacional. Desde la costa caribe hasta el Amazonas los equipos de producción fueron desplazados con sus toneladas de luces y ambientación para mostrar sets que, con contadas excepciones, no han vuelto a ver los colombianos en los últimos años.
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Superproducciones y miniseries · C l á s i c o s ·
Carlos Barbosa y Gustavo Angarita en el rodaje de una de las escenas de Tiempo de morir.
Tiempo de morir El guión que en los sesenta fue llevado por Arturo Ripstein a la pantalla gigante mexicana, fue el punto de partida para que en 1985 RTI se embarcara en otro de sus más ambiciosos proyectos. Jorge Alí Triana, desde la dirección, puso en escena una historia escrita por Gabriel García Márquez y adaptada por él mismo para cine. Ésta narraba la historia de un hombre, Juan Sáyago, que es acusado de asesinato a traición. Después de haber pagado su cuenta a la justicia, durante 18 años, regresa a su pueblo a tratar de recuperar su vida. Pero Julián y Pedro, los hijos del hombre que él mato, se encargarán de no hacerle fácil esta tarea. Luego de su presentación de dos horas, el 7 de agosto de 1984, los artículos y críticas no se hicieron esperar: calidad indiscutible en la dirección, la interpretación y el manejo técnico. Jorge Alí Triana fue destacado por El Tiempo como el mejor director de los ochenta por su trabajo en esta producción, que fue doblada a cinco idiomas y demandó una inversión de 11 millones de pesos. La revista Semana, por su parte, la calificó como uno de “los dramatizados estrella” del año. Fue rodada en 36 sets y 16 locaciones de Ambalema, Honda y Mariquita (Tolima) y en Nariño (Cundinamarca), durante cuatro semanas, a partir del primero de mayo de 1983. Entre su elenco estaban Gustavo Angarita, Sebastián Ospina, Jorge Emilio Salazar, María Eugenia Dávila, Lina Botero, Carlos Barbosa y Alfredo González, que compartieron escena con otros 20 actores. teveCine
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Más de 20 millones de pesos fueron invertidos en uno de los proyectos de mayor controversia en la historia de la televisión. Durante cinco años se estuvo “cocinando” este especial emitido en 1977 en capítulos de una hora durante veinte semanas. Producida por RTI, La mala hora fue la adaptación libre para televisión del libro que Gabriel García Márquez escribió en 1961. En la versión original se recrea una historia de violencia ocurrida en un país cualquiera de Suramérica por los años cincuenta. Allí, un alcalde militar decide aprovechar el poder y el despotismo para enriquecerse rápidamente, pasando por encima de los habitantes del pueblo. La trama, a la vez que muestra los resentimientos de los personajes, narra la violencia política producto de la corrupción y la dictadura. La adaptación para televisión traía un elemento adicional: una periodista, interpretada por Margarita Vidal, se pone en la tarea de averiguar si lo que narra el libro fue verdad. Aparte de esto, los ingredientes en las dos versiones son prácticamente los mismos: el partido de oposición, los revolucionarios, el muchacho que muere al final por repartir hojas clandestinas, el cura, el hombre que mata a un posible amante de su mujer... Lo paradójico fue que el libro salió sin despertar controversia alguna, mientras la adaptación para televisión originó tal polémica, que las columnas de prensa, las cartas y las quejas se extendieron desde el primer capítulo hasta varios meses después. Primero, todos los estamentos miliEl libro salió sin tares se quejaron públicamente por lo despertar controversia que consideraron una obra subversiva y exigieron sacarla del aire. Luego, el alguna, mientras presidente del directorio conservador, la adaptación para Raimundo Emiliani Román, exigió un televisión originó tiempo igual en los canales nacionales tal polémica, que las para exponer su visión sobre lo ocurrido durante la época de la violencia, ya columnas de prensa, las que si bien los hechos descritos en el cartas y las quejas se programa no hacían mención a donde extendieron desde el se desarrollaba, todos dieron por primer capítulo hasta sentado que era Colombia. Y mientras algunos colombianos varios meses después. veían aterrados en la pantalla a actores vestidos con los uniformes del ejército colombiano cometiendo toda clase de atrocidades, muchos se sintieron identificados con lo que estaban viendo y el revuelo político se caldeó. A pesar de tanta agitación, el gobierno de Alfonso López Michelsen se negó a censurarla y, mucho menos, a sacarla del aire. A la pregunta de si era verdad lo que contaba La mala hora, Gabo contestó en una entrevista telefónica para Todelar: “Todos mis libros tienen base en la realidad y, particularmente, éste es un trabajo casi más periodístico que literario”. Y agregó: “Que yo recuerde, desde 1948 hasta 1958 los datos oficiales indican que hubo 450.000 muertos víctimas de la violencia”. El mismo Gabo, junto con Bernardo Romero, el director de La mala hora, fue el encargado de hacer la adaptación para televisión. Quienes le dieron vida a los personajes de esta historia fueron Frank Ramírez, en el papel principal, José Gálvez, Álvaro Ángel, Alí Humar, Carlos Barbosa, Felipe González, Amparo Grisales y Judy Henríquez, entre otros. Por este trabajo, Romero Pereiro se hizo acreedor a los premios APE 1977 y Nacional de Televisión, como mejor director. Ese mismo año, el especial fue merecedor del Premio Ondas de España en 1977, “por su excelente realización y por la importancia que supone la incorporación de la obra de Gabo a un medio de comunicación masiva”. El Tiempo, por su parte, seleccionó a este especial como el mejor programa escénico de 1978. Además de todo el revuelo que causó al interior del país, La mala hora fue en su momento la producción más costosa y la más exigente de la televisión colombiana, así como la primera producción latina adquirida por países europeos y, entre otros, fue vista en México, Italia, Argelia, Bélgica, Yugoslavia, Bulgaria, Francia, Alemania y Japón.
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La mala hora, controversia desde la pantalla
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El Cristo de espaldas Película hecha en video sobre la obra del mismo nombre escrita por Eduardo Caballero Calderón. Ésta es la historia de un conflicto entre dos hermanos, uno liberal y otro conservador en la época de la violencia de los años cuarenta. Fue producida en 1987 por Tevecine, bajo la dirección de Jorge Alí Triana y con Luis Fernando Montoya y Jorge Emilio Salazar en los papeles protagónicos. Este especial de dos horas fue transmitido durante tres años consecutivos en la pantalla chica nacional y se hizo acreedor en 1988 al Premio India Catalina y el Simón Bolívar como mejor especial. Se grabó en las poblaciones boyacenses de Ráquira y Santa Sofía, durante diez días.
Jorge Emilio Salazar (arriba, izquierda) y Luis Fernando Montoya protagonizaron El Cristo de espaldas.
d e s t a c a d o s ·
Jorge Alí Triana, el maestro de la puesta en escena
álbum jorge alí triana
álbum jorge alí triana
Hablar de Jorge Alí Triana es hablar de un director integral, pues se mueve con total fluidez tanto en el teatro y el cine, como en la televisión. En esta última su sello quedó impreso en la mayoría de series históricas, especiales y superproducciones que los colombianos vieron en sus pantallas en las últimas dos décadas. Su comienzo en el medio fue como actor, cuando siendo un niño entró a hacer parte de la Academia de Artes Escénicas, que dirigía José Agustín Pulido. Allí empezó a hacer dos programas para la televisión: El mundo del niño, de carácter didáctico, y Ábrete Sésamo, donde se montaban piezas de la literatura infantil, al igual que un programa dramatizado de radio para niños. Simultáneamente, hacía teatro que se presentaba en el horario matinal en el Colón. Ya de adolescente regresó a Ibagué, su ciudad natal, donde montó el grupo experimental de teatro La Carreta. Después de terminar su bachillerato, se fue a estudiar a Praga, donde se especializó en producción de cine, teatro y televisión en la Academia de Artes Superiores. Cuando regresó al país en 1968 fundó el Teatro Popular de Bogotá, uno de los emblemas del ámbito cultural en Colombia y al cual Jorge Alí le dedicó 28 años de su vida. Desde allí no sólo promovió un importante movimiento cultural para la ciudad, sino que comenzó a montar obras que fueron luego transmitidas por televisión. Ese mismo año hizo el único trabajo como actor para la pantalla chica, protagonizando El buen salvaje, una telenovela basada en la obra de Eduardo Caballero Calderón, que recreaba las aventuras de un joven colombiano en París. Convencido de que lo suyo era la dirección, empezó en la década de los ochenta su trabajo fuerte en la pantalla chica, dirigiendo la mayoría de las series que se presentaron bajo el espacio Revivamos nuestra historia, de Eduardo Lemaitre Producciones. Por la misma época también se vinculó a RTI, donde dirigió producciones especiales como Tiempo de morir, que se presentó en el espacio de El cuento del domingo, así como Últimas tardes con Teresa, una novela del español Juan Marcel. En 1988 salió al aire uno de los proyectos televisivos más memorables de su carrera como director: Los pecados de Inés de Hinojosa, cuyos libretos también estuvieron a su cargo. A éste le siguieron Maten al león, por el que ganó el premio India Catalina a mejor director en 1990, y Castigo divino, basada en la novela del nicaragüense Sergio Ramírez y presentada también en el espacio El cuento del domingo en 1991. Jorge Alí Triana trasladó la técnica del cine a la televisión. Para Tevecine, programadora que ayudó a fundar, hizo El Cristo de espaldas y No morirás, basada en la novela de Germán Santamaría, y los dramatizados Dos rostros, una vida (1988), La espina (1991), Si mañana estoy viva (1993) y Pecado santo (1995). Esta programadora produjo para Audiovisuales el largometraje para televisión Crónicas de una generación trágica, que Jorge Alí dirigió en 1994. Fatigado por lo absorbente de la televisión, en 1996 dejó Tevecine para dedicarse a su último proyecto cinematográfico, Bolívar soy yo, película filmada en el 2002 y premiada en varios festivales internacionales, como Mar del Plata (Argentina), Toulouse (Francia), Trieste (Italia) y San Juan (Puerto Rico). Jorge Alí no sólo fue su director, sino su productor y guionista, en compañía de Alberto Quiroga y Manuel Arias. Otros largometrajes dentro de su carpeta cinematográfica son Las cuatro edades del amor (1982), Tiempo de morir (1985) y Edipo alcalde, una coproducción con México y España filmada en 1995 en Colombia, además de varios cortometrajes que dirigió en la década de los ochenta. Desde que terminó de filmar Bolívar soy yo ha estado dedicado al montaje de un sinnúmero de obras de teatro, entre las que se pueden destacar Crónica de una muerte anunciada, La Celestina, Art, Y se armó la mojiganga, La cándida Eréndida, Romeo y Julieta y más recientemente Feliz nuevo siglo doctor Freud, presentada en el 2002, La fiesta del chivo, basada en el libro de Mario Vargas Llosa y la cual montó con éxito a principios del 2003 en Nueva York y al finalizar el año en el teatro La Castellana de Bogotá, donde posteriormente estrenó I took Panama.
Para la toma de la revolución del 20 de julio, en la serie La Constitución del 86, grabada en la plaza de Villa de Leiva, se utilizaron 2.000 extras, cifra récord en la historia de la televisión.
Revivamos nuestra historia Entre 1981 y 1987 la programadora Promec emprendió un proyecto ambicioso: recrear en pequeñas miniseries, con libretos de Carlos José Reyes y la presencia de los actores más destacados del momento, los apartes más importantes de la historia colombiana. De esta manera, se dio origen a grandes producciones como Bolívar, el hombre de las dificultades que, protagonizada por el actor Pedro Montoya, se convirtió en una de las realizaciones más destacadas de la década, obteniendo el premio Esmeralda en las categorías mejor libreto y actor. También se contaron las historias de Panamá y su separación de Colombia, la de Policarpa Salavarrieta, las de Mosquera y Obando, La revolución comunera, Córdova y Alfonso López Pumarejo, entre otras. La última serie que se salió al aire fue La Constitución del 86, producción espectacular que fue filmada en ciudades como Cartagena, Cali, Villa de Leiva, Bogotá y Barichara, y demandó grandes esfuerzos técnicos y de realización. En todas estas series se quiso mostrar la Colombia del siglo XIX y, por ende, se sacaron las cámaras a exteriores y se utilizaron locaciones que antes no se había pensado en usar en la televisión. Se hicieron a la vez cosas insospechadas para la época, como montar a los actores a caballo, recrear grandes batallas que requerían un elevado número de actores y extras, así como otra serie de acciones que les agregaron emoción y credibilidad a las narraciones.
Mi alma se la dejo al diablo En 1987 RTI empacó sus equipos técnico y humano rumbo al Amazonas. El propósito era recrear una historia basada en el libro del periodista Germán Castro Caycedo sobre un hombre que se pierde en medio de la selva amazónica y poco a poco enloquece, hasta que muere creyendo haber visto al diablo. El resultado fue un capítulo de tres horas de duración, que recibió no sólo buenas críticas, sino que se hizo acreedor al premio Simón Bolívar como mejor programa especial en 1987. Bajo la dirección de Andrés Agudelo, Mi alma se la dejo al diablo fue un reflejo íntimo de un sistema y de una condición de vida en medio de una selva inhóspita, donde la justicia pertenece a aquel que la toma entre sus manos y donde depredadores e indígenas mueren por la posesión de los territorios. Sus protagonistas fueron Jairo Camargo, Carlos Mayolo, Mariela Rivas, Víctor Hugo Cabrera, Robyn Wasson, Earl Hans, Alberto Lesmes y Ricardo Duque.
María El inmortal clásico de la literatura colombiana, escrito en 1867 por Jorge Isaacs, fue llevado nuevamente a la pantalla chica en 1991 por la programadora RCN. Esta vez el director fue Lisandro Duque con una adaptación de Gabriel García Márquez. La historia de amor entre la enfermiza joven y su primo Efraín fue protagonizada por Victoria Góngora y Luis Fernando Hoyos. Junto a ellos actuaron Alejandra Borrero, Julio Medina, Luis Mesa, María Paulina de Zubiría, Jorge Herrera y Víctor Hugo Morant. Luego de ser vista en la televisión nacional, esta producción fue vendida a países como Bolivia, Chile, México, Costa Rica, Puerto Rico y España.
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Superproducciones y miniseries
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Leonardo Acosta, Alicia del Carpio y Ruddy Rodríguez.
Jaime Barbini, Diego Vélez y Jairo Soto en Maten al León.
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Maten al León
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Esta producción realizada en 1989 por RTI y Telecaribe fue ganadora del premio India Catalina como mejor especial. En 1990 recibió igualmente el India Catalina por mejor ambientación, mejor actor protagonista y mejor dirección. A Edgardo Román, quien tenía el papel estelar, también le fue otorgado el Simón Bolívar en la categoría de mejor actor. El elenco lo completaba Amparo Grisales, Víctor Mallarino, Carlos Barbosa, Adelaida Nieto, Saín Castro, Jairo Soto, Diego Vélez y Fausto Cabrera. Bajo la dirección de Jorge Alí Triana, Maten al León narraba las peripecias de un dictador en alguna de las muchas islas del caribe latinoamericano, alrededor de los años treinta. Aquel oscuro tirano gobernaba los destinos de una pequeña población llamada República de Patacón en honor de su cultivo nacional, el plátano, en donde todo era posible, menos el amor. Ruddy Rodríguez y Luis Fernando Montoya.
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Ruddy Rodríguez en el papel de Bernardina, en Las Ibáñez.
La vorágine La inmortal obra de José Eustasio Rivera fue llevada a la pantalla chica en 1990 por RCN bajo la dirección de Lisandro Duque. Gracias a ello los televidentes colombianos pudieron ver la transparencia de la atmósfera salvaje y trágica que llevaba a Arturo Cova por lugares indómitos donde es acogido por tribus indígenas y sorprendido por la inhóspita realidad que viven los caucheros del Amazonas. Emitida en siete capítulos de una hora, La vorágine contó con las actuaciones de Frank Ramírez, Armando Gutiérrez, Florina Lemaitre, María Fernanda Martínez, Vicky Hernández, Carlos Barbosa, Waldo Urrego, Iván Rodríguez, Carmenza Gómez, Cristóbal Errázuriz, Alfonso Ortiz y Edgardo Román.
Gloria Zapata, Edmundo Troya y Martha Senn.
Las Ibáñez En 1989 Caracol emprende el proyecto de recrear un relato de época. La historia, puesta en escena magistralmente por Bernardo Romero Pereiro, cuenta los devaneos amorosos entre las hermanas Ibáñez y algunos de los próceres de nuestra independencia. Las actuaciones estelares de Ruddy Rodríguez, Martha Senn, Luis Fernando Montoya y Víctor Mallarino les dieron vida a los personajes principales de esta historia de amor e intrigas: Nicolasa, Bernardina, Manuela y Carmen Ibáñez, y Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander, entre otros. Los libretos fueron hechos por Martha Bossio, con la asesoría histórica del expresidente Alfonso López Michelsen, descendiente de Bernardina Ibáñez. Con un costo que ascendió a los 217 millones de pesos, Las Ibáñez fue filmada en Villa de Leiva y sus alrededores y fue presentada en la televisión en seis capítulos.
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Carlos Vives, artista sin fronteras
Con la idea de recrear y resaltar la cultura vallenata, composición de vallenatos y la parranda. Esta rutina Daniel Samper y Bernardo Romero, en el argusólo era rota por La Maye, la muchacha más bonita, mento y los libretos, respectivamente, se dieron a sensual e ingenua del pueblo, por quien profesaba un la tarea de contar una historia inspirados en más inmenso amor. No obstante, este sentimiento no le de sesenta canciones del maestro Rafael Escalona, impedía al inquieto músico posar sus ojos en otras chipersonificado por Carlos Vives. Con este papel cas. La Maye como respuesta a la vida aventurera de su el talentoso artista cautivó definitivamente a la novio, le responde a los cortejos de Anastasio Espuelas, teleaudiencia, a la vez que abría el camino que lo un hombre maduro y enigmático que la asedia con catapultaría como uno de los cantantes insignia de regalos y misteriosas declaraciones de amor. En esta la música colombiana. batalla de rivalidades amorosas, en donde el enigma Junto a Vives estaban Florina Lemaitre, quien intery el poema del canto se enfrentan para conquistar el pretaba a La Maye, Rodrigo Obregón, Judy Henríquez, corazón de La Maye, toman parte otros personajes Nelly Moreno, Jairo Camargo, Adriana Ricardo, Álvaro Ruiz y Franky Linero. Fueron en total 24 actores, 45 técnicos y 500 extras que le dieron vida a esta producción, para la cual se estrenó una unidad móvil de cinco cámaras que costó cerca de 250.000 dólares. Escalona, una de las producciones más premiadas de la historia de la televisión, tuvo como escenarios Valledupar, Mompox, la Sierra Nevada de Santa Marta y La Guajira. Vives se ganó el premio Simón Bolívar a mejor actor, pero la mejor recompensa fue sin duda lo que vino después de hacer esta serie, en la que el actor interpretó algunas de las mejores canciones del repertorio del compositor vallenato, como La casa en el aire, Adiós Carlos Vives, protagonista, y Sergio Cabrera, director. morenita, Paloma mensajera y La despedida, entre otras, interpretadas con famosos conjuntos como el de Egidio Cuadrado y El Cocha Molina. como La Vieja Sara, una mujer sabia y dispuesta a dar Otros Simón Bolívar fueron otorgados a Sergio la vida por la unión de los muchachos; o el grupo de Cabrera, como mejor director; Adriana Ricardo como amigos de Escalona, quienes se convierten en cómplimejor actriz de reparto; Daniel Samper y Bernardo ces de aventuras, compañeros de parranda y hasta en Romero Pereiro, por el argumento y los libretos; María el coro de los cantos del joven compositor. Junto a este Mercedes Isaacs, por la ambientación; Luis Alberto matizado triángulo amoroso se tejen otras historias y Restrepo, por la edición; Mario González, por la fotoromances difíciles y peligrosos, como la pasión prografía; Ernesto Rodríguez, por la iluminación; Josefina hibida entre El Pipe Socarrás y Desideria, una joven y Severino, por la musicalización; Adilia Jojoa y Espebella viuda. ranza Galeano, por el maquillaje; además del premio La miniserie, producida por Caracol y presentada como mejor dramatizado y a la mejor dirección de en 33 capítulos de una hora cada uno en 1991, no sólo cámaras. Simultáneamente, en 1991 Escalona recibió el hizo las delicias del público durante casi un año, sino premio Tv y Novelas como mejor serie y mejor actor. que rescató el folclor, internacionalizó el vallenato y le La historia de Escalona contaba que Rafael era un dio el empujón definitivo a la carrera de cantante de joven atractivo, que combinaba sus estudios con la Carlos Vives.
Sus profesiones son varias: publicista, cantante, actor, director y compositor. Sin embargo, a él nunca le ha gustado que lo cataloguen como un actor que canta o un cantante que actúa. Más bien se considera un artista, con todo lo que este término significa. Por eso su expresión no ha encontrado límites. Cuando quiso ser actor lo hizo con todas sus letras, debutando en la pantalla chica en el año 1983 con la telenovela Tiempo sin huella. Cosa curiosa: en ella le dio vida a un muchacho que soñaba con cantar. Si bien en esa época era un rostro nuevo en la televisión, su trasegar por el mundo artístico se había iniciado desde sus días de estudiante de publicidad en la Universidad Jorge Tadeo Lozano. En aquel tiempo alternaba los trabajos universitarios con su participación en grupos musicales o en las obras de teatro de su alma máter. Pero después de que conoció la televisión se olvidó de la publicidad y centró todos sus esfuerzos en su nueva carrera, que lo llevó a hacer parte del elenco del programa Pequeños gigantes y luego a protagonizar, junto a Amparo Grisales, la telenovela Tuyo es mi corazón. Después quiso ser cantante y en 1986 logró su primer contrato para grabar un disco. Lo firmó con la casa disquera Philips y esta unión dio como resultado el LP Carlos Vives por fuera y por dentro. Sin embargo, la producción se vio opacada por un evento aún más importante en la carrera del artista: el papel protagónico en la telenovela Gallito Ramírez, que le permitió un contacto cercano con sus raíces costeñas (él nació en Santa Marta), las cuales había dejado atrás en 1974 para radicarse en Bogotá. Gracias a Gallito Ramírez su carrera se proyectó internacionalmente. Puerto Rico, país que compró la historia, lo tentó con una oferta de trabajo y se convirtió en su nuevo hogar. Después de protagonizar allí las telenovelas Tormento, Aventurera y La otra, en 1991 la programadora Caracol lo atrajo nuevamente con un proyecto único: recrear en una miniserie la música del compositor Rafael Escalona. Carlos dio el sí y, bajo la dirección de Sergio Cabrera, hizo realidad una producción exitosa, de alta factura, que además le dio un viraje trascendental a su música y lo llevó a probar las mieles del éxito a través del vallenato. Su nombre: sencillamente Escalona. A esa primera incursión en el género con las composiciones del maestro seguirían los discos Clásicos de la provincia, La tierra del olvido (el primero en el que incluyó canciones inéditas escritas por él), Tengo fe, El amor de mi tierra (producido por Emilio Estefan) y Déjame entrar, los cuales le permitieron traspasar las fronteras, convertirse en una estrella de calibre internacional y recibir galardones tan importantes como el premio Grammy. Sin embargo, la televisión lo fue perdiendo poco a poco y, salvo su participación creativa en espacios como La tele o El siguiente programa, no volvió a disfrutarlo en su faceta como actor. Ahora sus seguidores se preparan para recibir su nuevo trabajo musical, El rock de mi pueblo, que vendrá acompañado también por un cambio de imagen.
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Escalona, el vallenato entra en escena
Rosario Lozano, creadora de una segunda piel para los actores Con el deseo de estudiar escenografía se fue para Italia, pero sobre la marcha cambió de idea y duró cinco años allá especializándose en diseño de vestuario para espectáculos, en la Academia di Costume de Rossana Pistoleci. Con esto, Rosario se convirtió en una de las pocas personas con estudios en esa área que tiene la televisión colombiana. A su regreso a Colombia, en 1982, Fernando Gómez Agudelo la llamó para hacer su primer trabajo en la pantalla chica nacional: Tiempo de morir. Así, su entrada al medio fue por la puerta grande, hecho que con el tiempo se haría una constante, pues ha estado al frente de buena parte de los proyectos televisivos más ambiciosos en cuanto a la dirección de vestuario y de arte, los dos campos en los que se mueve. Los programas que ella recuerda con especial cariño son aquellos de época, por el despliegue de creatividad, pero además por la investigación y el gran esfuerzo que demandan. El primer trabajo de este corte fue para la serie de Revivamos nuestra historia, que recreaba la vida de Alfonso López Pumarejo. A éste le siguieron producciones como La pezuña del diablo, El Virrey, Castigo divino y más recientemente En cuerpo ajeno. Pero en las que su talento se ha visto más desplegado es en
las superproducciones de Audiovisuales Bituima, El alma del maíz y De amores y delitos, así como en la serie de seis capítulos Crónicas de una generación trágica, todas hechas con técnicas de cine. En su otra gran pasión, el cine, no sólo ha tomado parte en las producciones nacionales, sino que ha alternado con grandes personalidades internacionales del séptimo arte. Entre las producciones nacionales que cuentan con su sello están Crónica de una muerte anunciada; Edipo Alcalde, uno de los vestuarios más lindos que en su concepto ha hecho; Bolívar soy yo, donde estuvo a cargo de la dirección de arte, y Como el gato y el ratón. En el ámbito internacional tomó parte en La ciudad de las mujeres de Federico Fellini; Los elegidos, una coproducción con Rusia, dirigida por Sergei Solovyov en 1983, y en La Misión, en donde asistió al que considera su gran maestro, Enrico Sabbatini, trabajo por el cual el equipo de vestuario al que ella pertenecía recibió una nominación al premio Oscar. Al lado de Sabbatini también participó en Gringo Viejo, película protagonizada por Jane Fonda y Gregory Peck, y en Cobra verde, dirigida por Werner Herzog en 1988. Con el Canal RCN hizo la dirección de arte de La costeña y el cachaco y el vestuario y la escenografía de Un ángel llamado Azul.
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Carolina Sabino en Momposina.
Jimmy Bernal y Guy Ecker.
La otra raya del tigre Este especial de RCN fue la recreación de uno de los episodios más conocidos en la historia del departamento de Santander, cuando Geo von Lengerke, un alemán de alta cuna, llegó a Colombia buscando el exilio. El resultado fue una miniserie de trece capítulos ampliamente aclamada por la crítica y el público, tanto por su puesta en escena, como por el vestuario y la ambientación. A la vez, la música original de Josefina Severino fue galardonada con el premio Simón Bolívar en 1993. Bajo la dirección de Carlos Mayolo, con adaptación y libretos de Martha Bossio y el diseño de vestuario de Rosita Cabal, La otra raya del tigre contó en los papeles protagónicos con la participación de Guy Ecker, Danna García, Claudia González, Gerardo de Francisco, Luis Fernando Múnera, María Fernanda Martínez (quien ganó el India Catalina de 1994 como mejor actriz de reparto), Orlando Valenzuela, Juan Carlos Arango, Guillermo Vives, Humberto Arango, Manuel Busquets y Rosario Jaramillo. Jorge Herrera en Momposina.
Momposina Diego León Hoyos en Los pecados de Inés de Hinojosa.
Diego Álvarez.
Los pecados de Inés de Hinojosa Esta historia erótica y polémica, basada en la novela del colombiano Próspero Morales Pradilla, fue producida por RTI en 1988 y narraba las aventuras amorosas, las intrigas y la tragedia que enmarcaron la vida de una mujer mestiza que vivió en tiempos de la Colonia española en el siglo XVI, en tierras que hoy conforman la geografía de Colombia y Venezuela. Su orgulloso carácter, su seductora belleza y su ferviente imaginación, la hicieron centro de atracción de sus contemporáneos. Fue tan grande la atracción que produjo en los hombres y mujeres de aquella época, que los cronistas del siglo XVI dejaron un hermoso testimonio de la historia de Inés de Hinojosa. Bajo la dirección de Jorge Alí Triana se logró una reconstrucción de época, enmarcada por los irresistibles encantos de la “criolla”, interpretada por Amparo Grisales, quien compartió escena con Margarita Rosa de Francisco, Delfina Guido, Kepa Amuchastegui y Diego Álvarez, entre otros. A las poblaciones de Barichara, en Santander, y Villa de Leiva, en Boyacá, se desplazó todo un equipo de grabación que logró recrear escenarios y vestuarios de gran calidad para lograr una producción que fue transmitida en catorce capítulos de sesenta minutos cada uno y luego doblada y transmitida en varios países con algunas de las escenas que fueron censuradas en Colombia. Gracias a la dirección de este especial, Jorge Alí Triana fue escogido por El Tiempo como el mejor director de la década y la serie fue escogida como el especial de los ochenta por la calidad de producción, dirección y actuaciones. Además, obtuvo el premio India Catalina 1989 como mejor programa especial, mejor director y mejor actriz.
El tema central de esta miniserie que los colombianos vieron en 1994 fue el profundo y eterno amor entre Rosa Lenoit, Momposina, y Alejandro Molinares, así como el enfrentamiento entre dos ciudades, Santa Cruz de Mompós y Nuestra Señora de La Candelaria del Banco. Rosa es manipulada por sus padres y Alejandro se dedica a enamorar a todas las mujeres del pueblo, hasta el día en que juntos conocen el verdadero amor. Producida por RCN, contó en los papeles protagónicos con Carolina Sabino, en el papel de Rosa Lenoit y Juan Carlos Vargas, como Alejandro Molinares. Al lado de ellos estaban veteranas figuras como Judy Henríquez, Franky Linero, Isabella Santo Domingo, Vicky Hernández, Consuelo Luzardo, Teresa Gutiérrez y Nicolás Montero. La cabeza de este proyecto fue Bernardo Romero Pereiro, quien no sólo lo dirigió, sino que hizo los libretos y el argumento en compañía de Daniel Samper Pizano.
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Amparo Grisales como Inés de Hinojosa.
Lisandro Duque dirigiendo Milagro en Roma, de la serie Amores díficiles.
Amores difíciles El 12 de agosto de 1989 se inició la transmisión de la primera de esta serie de seis películas, realizadas en coproducción por RTI, y presentadas en especiales de dos horas por esta programadora junto con Audiovisuales. Se trataba de seis largometrajes realizados por directores de Colombia, Brasil, Venezuela, México, España y Cuba, a partir de relatos escritos por nuestro Nobel de literatura, Gabriel García Márquez. Por Colombia la historia realizada fue Milagro en Roma, dirigida por Lisandro Duque y con la actuación principal de Frank Ramírez. Esta producción obtuvo el premio del Tercer Encuentro de Televisión y Ninfa de Oro del Festival de Montecarlo, como la mejor serie de televisión de Europa y contaba la historia de un hombre que descubre que el cadáver de su hija después de doce años todavía está intacto en la tumba.
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Superproducciones y miniseries Crónicas de una generación trágica
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Este megaproyecto, el primero producido en su totalidad por la programadora Audiovisuales, arrancó en 1993 con el aval de Gabriel García Márquez. La idea era contar seis historias que recrearan la vida cotidiana y el manejo político que se tenía en el siglo XVIII. Luego de una extensa investigación, dirigida por María Teresa Calderón, finalmente sólo llegaron a realizarse tres historias. La primera de ellas fue Bituima 1780, dirigida por Luis Alberto Restrepo. Bituima era el nombre de un pueblo ubicado en el valle del alto Magdalena, Róbinson Díaz y Magaly Caicedo, como donde vivía la familia Millán, Alejandro y Felipa, en Amores ilícitos. un déspota clan que monopolizó los puestos estatales y por tres generaciones dominó la región, atropellando de paso a la población. Con un guión escrito por Juana Uribe y la producción general de Alberto Amaya, esta serie se rodó en formato de súper 16 en las poblaciones santandereanas de Cabrera y Barichara y contó con las actuaciones de Humberto Dorado, Marcela Agudelo, Orlando Valenzuela, Juan Pablo Franco, Alberto Valdiri y Rolf Abderhalden, entre otras figuras. La segunda fue El alma del maíz, dirigida por Patricia Restrepo, con guión de Humberto Dorado, que contaba la historia de la rebelión de las chicheras de Guateque cuando se legalizó la producción de aguardiente en el país. Protagonizada por Alina Lozano, Diego Vásquez, Fernando Solórzano, Humberto Dorado y Luis Eduardo Arango, fue filmada en 1994 en Villa de Leiva, Monguí y Chíquiza. Amores ilícitos completó la tripleta. Se trataba de una historia de amor imposible entre Felipa y Alejandro, una mulata y un blanco con linaje español, que transcurría en Santa Fe de Antioquia, en medio de una fuerte presión social y de la Iglesia que prohibía el cruce de razas, para impedir la “degradación” de la sangre española. Este especial se rodó entre el septiembre y octubre de 1995, en las poblaciones santandereanas de Barichara, Guane y Charalá. Su director y guionista fue Heriberto Fiorillo y los papeles protagónicos corrieron por cuenta de Róbinson Díaz, Magaly Caicedo, Cristóbal Errázuriz y Kristina Lilley. De amores y delitos fue ganadora de premios como el Simón Bolívar, en las categorías de dirección artística, dirección de fotografía, vestuario, maquillaje y actor para Humberto Dorado. Bituima 1780 además recibió el premio Midia de España como mejor largometraje para televisión.
Marcela Agudelo en Bituima 1780, primera de tres películas para televisión de la serie De amores y delitos de Audiovisuales. audiovisuales
De amores y delitos
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Saskia Loockhart y Yuldor Gutiérrez.
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Teniendo como marco histórico los años comprendidos entre 1781 y 1816, Audiovisuales con la producción de Tevecine recreó la vida de una generación de jóvenes criollos, encabezados por Antonio Nariño, cuya historia hila seis relatos, presentados a finales de 1993. Este proyecto se empezó a concebir en 1991, cuando la programadora estatal decidió retomar una vieja idea del escritor Gabriel García Márquez, quien a la postre fue el director de los guiones, escritos por Stella Malagón. Bajo la dirección de Jorge Alí Triana, Audiovisuales asumió por primera vez con este proyecto la realización de un dramatizado. Teniendo como norte hacer una producción con los más altos estándares de calidad, la compañía estatal no escatimó esfuerzos y se hizo a un equipo de profesionales altamente calificados, entre los que se encontraban Rosario Lozano, quien estuvo a cargo de la dirección de arte y de vestuario, trabajo realizado junto con un equipo de más de veinte personas. El vestuario, comprendido por más de mil vestidos de época, fue el más grande y costoso que se haya hecho en el país. Para contar que Nariño y quienes lo rodeaban fueron parte de una generación trágica que pereció a manos de Pablo Morillo y sus hombres, no sólo se vistió a todos los héroes con los trajes de la época, sino que se recrearon las fiestas y demás eventos sociales de la vida santafereña de entonces. También fueron puestas en escena las grandes batallas que tuvieron lugar en aquellos tiempos, como la de la Revolución de los Comuneros. Para que todo ello se viera creíble, Crónicas de una generación trágica contó con la participación de más de cuatro mil extras y 72 actores de primera línea, a la cabeza de los cuales estaban Luis Fernando Montoya, Armando Gutiérrez, Alejandro Buenaventura, Andrés Felipe Martínez, Gerardo Calero, Diego Vélez, Alejandra Borrero, Juan Ángel, Humberto Dorado, Waldo Urrego, Juan Fisher y María Eugenia Dávila, entre otros. Con una inversión que sobrepasó los 600 millones de pesos, las seis crónicas presentadas por Audiovisuales fueron Los Comuneros (1781), Los Derechos del Hombre (1794), Los conspiradores (1797-1810), El florero de Llorente (1810), La patria boba (1810-1813) y La pacificación (1813-1816).
Amores ilícitos, tercera de tres películas para televisión de la serie De amores y delitos de Audiovisuales.
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Frank Ramírez: . horas en pantalla rCn
Josefina Severino: poniéndole “sabor” a la televisión
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Su formación como actor es envidiable, ya que no solamente la adquirió al lado de los mejores maestros en Colombia, sino que además tuvo la oportunidad de asistir como estudiante al Actor’s Studio en Nueva York, y convertirse en pupilo de figuras del teatro estadounidense como Gene Frankel y Sanford Meisner. Gracias a ellos, y a una trayectoria que como él mismo reconoce abarca más de 2.500 horas de televisión y 25 películas, se convirtió en el actor que es hoy. Se inició como estudiante de la Escuela Nacional de Arte Dramático (Enad), al lado del director Víctor Mallarino padre, hace tantos años que no los recuerda. Es que nunca le ha gustado llevar un registro de sus trabajos, así como tampoco los observa después de realizados, no asiste a festivales de cine y no cree en los premios. Y eso que tiene bastantes en su haber. Cuatro años después de estudiar en la Enad obtuvo su diploma como actor. Ya para aquel entonces había hecho unas cuantas incursiones en la televisión, en los años en los que ésta se hacía en vivo, al lado de Miguel Torres y Consuelo Luzardo. Pero en esos días no se podía vivir de la pantalla chica y el teatro no contaba con el suficiente apoyo, así que decidió probar suerte en Estados Unidos. Allí lo recibió el Actor´s Studio, del cual salió para complementar su formación al lado de Frankel y Meisner, y trabajar en el Shakespeare Festival Theater. Fueron los años del teatro puro en montajes como La ronda, Macbeth, Romeo y Julieta y La cantante calva. En las salas neoyorquinas lo descubrió una representante artística,
quien se lo llevó para Los Ángeles. Fue un cambio del cielo a la tierra, porque después de estar acostumbrado a apropiarse de los textos de los clásicos pasó a actuar en series comerciales como La monja voladora. Pero eso le sirvió para abrirse camino, hacer más televisión y cine, y permanecer en Estados Unidos por espacio de 23 años. Claro que se pegaba sus escapadas hacia Colombia. La primera fue en 1975 para protagonizar La mala hora. Lo convencieron Fernando Gómez Agudelo y Fernando González-Pacheco, quienes viajaron expresamente a Los Ángeles con la misión de lograr que aceptara el papel. Luego, en 1982, volvió a caer en una tentación de RTI y grabó durante veinte días la telenovela El gallo de oro. Pero después se alejó de la pantalla chica y sólo pisó el territorio nacional para participar en largometrajes: Técnicas de duelo, Milagro en Roma, Cóndores no entierran todos los días… Precisamente por esta producción de Francisco Norden recibió los premios al mejor actor en los festivales de cine de Biarritz, Huelva y Chicago. Después de actuar y colaborar con el guión de La estrategia del caracol, al lado de Humberto Dorado, Ramón Jimeno y Jorge Goldenberg, empezó a interesarse más por la producción audiovisual colombiana. El interés coincidió con la presencia de un amor que lo hizo regresar al país definitivamente. Y ahí fue cuando la televisión lo recuperó para verlo en producciones como Candela, La vorágine, Música maestro, María María (uno de los personajes que le ha llegado al alma), Perro amor, ¿Por qué diablos? e Isabel me la veló. No vio ninguno de esos productos finales, como tampoco lo hizo con su interpretación de Evaristo en la telenovela Pecados capitales. Esa es una labor que le deja al público y a la crítica. CaraCol
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Edgardo Román
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Licenciada en pedagogía musical, compositora y directora coral, en 1986 el mundo académico en el que se había movido hasta entonces dio un giro, luego de que Kepa Amuchastegui le ofreciera musicalizar una novela que él se disponía a dirigir: El divino. Con mucho miedo, y hasta pudor, aceptó. No en vano era un campo que no conocía y que, de hecho, estaba inexplorado en Colombia. Esta pionera de la música incidental hizo así su entrada a la televisión, por la puerta grande. Con el trabajo como compositora, arreglista y directora musical de esa telenovela, producida por Caracol, ganó el primer premio de su trayectoria en 1987: un India Catalina como mejor música original, categoría que precisamente se estaba estrenando ese año. Ahí se dio inicio a una carrera meteórica en el medio televisivo, que con el tiempo la ha hecho consolidar como una de las más solicitadas y prolíficas directoras musicales y aquella que le ha puesto un toque particular a algunas de las mejores producciones de la televisión. Entre ellas, los colombianos no olvidan los pegagosos acordes que acompañaron las escenas de la serie Escalona, por la que la compositora recibió el premio Simón Bolívar como mejor banda sonora, en 1992, como tampoco los sentidos cantos de la Gaviota en Café, con aroma de mujer, la telenovela de RCN que batió records de audiencia, y por la cual recibió los premios Simón Bolívar, en 1994, y el Acca otorgado en 1996 por la Asociación de Críticos y Comentaristas de Arte de Miami, los dos en la categoría de mejor música original. En los dos casos, los éxitos de las telenovelas y su música se extendieron fuera la de la pantalla chica y bajo la dirección de Josefina salieron al mercado dos colecciones de cada una de las · A c t o r e s m e m o r a b l e s · producciones. En el caso de Escalona fueron 26 canciones, entre las que se encontraban éxitos como El testamento, La casa en el aire, El mejoral, El arco iris o La vieja Sara, que salieron con el cio de diez años, y desde donde presentó sello Sony Music, en 1990 y 1991. Provocar el llanto de Julio César Luna. Eso en el espacio del Teatro Popular Caracol También fueron de su autoría las bandas fue lo que tuvo que hacer en su primer La muerte de Atahualpa. A partir de ese musicales de series como Arcángel, Garzas al papel importante para la televisión, en la momento su carrera se convirtió en un amanecer, Las Ibáñez, El lado oscuro del amor, telenovela Los recién llegados, dirigida en suceso de éxitos, tanto en teatro y televiLa casa de las dos palmas, Amargo despertar, 1969 por Gustavo Nieto Roa. A ella llegó sión como en cine. La espina, La vorágine, Puerta grande, La otra raya del tigre, Copas después de haber hecho teatro y trabajar Garzas al amanecer, La rebelión de las amargas, El fiscal y Punto de giro y de las telenocomo extra sin parlamento en produccioratas, Amar y vivir, Castigo divino, Romeo velas No renuncies Salomé, Milagros de amor, La nes como la comedia Yo y tú y el dramatiy Buseta, Cuando quiero llorar no lloro, caponera, La madre y Guajira. Por esta última zado Caso juzgado. En Los recién llegados Sueños y espejos y ¿Por qué diablos? Josefina también recibió un premio Simón Bolívar, también empezó como extra, pero un día son algunas de las producciones que han como mejor música original en 1996. De todos necesitaron a alguien que le diera vida a contado con su talento. Pero las que él estos trabajos, Las Ibáñez es tal vez el que más uno de los personajes y Edgardo se le midió al reto abriendo con ello lleva en su corazón son dos: El bogotazo, donde interpretó al caudillo satisfacciones le ha dejado, ya que por ser una las puertas de la pantalla chica. Jorge Eliécer Gaitán, y Maten al león, que lo llevó a ganar el premio historia de época era distinto a todo lo que había La actuación lo había atrapado años atrás, cuando en sus días de Simón Bolívar como mejor actor. hecho hasta entonces (1988) y demandó un gran colegio participaba en cuanta representación religiosa se hacía. Luego Le gusta la televisión, pero ama el cine. Tiene 25 largometrajes en su trabajo investigativo. conoció a Ramiro Corzo, su primer maestro, y con él inició el aprendihoja de vida, que abarcan desde Crónica de una muerte anunciada También la radio, el teatro y distintas produczaje de la técnica del actor. En Bogotá entró en contacto con Alfonso hasta La estrategia del caracol, pasando por Cóndores no entierran ciones musicales hechas para disqueras como Graiño, director de la Escuela de Teatro del Distrito, quien terminó de todos los días, Soplo de vida, Tiempo de morir y Técnicas de duelo. Sonolux y BMG han tenido el sello de esta mujer formarlo y le dio la oportunidad de iniciar una carrera como formador Recientemente finalizó la número 26: La historia del baúl rosado. que con sus acordes ha realzado la trama de algude actores. Mientras tanto, Edgardo continúa al frente de su escuela de actuación y nas de las historias que con más cariño recuerdan Ese año 1969, en el que logró el primer personaje importante en la escuchando propuestas para regresar a la pantalla chica, que no visita los colombianos. Su más reciente trabajo en la televisión, fue determinante para su carrera porque a la vez entró a desde el 2001, cuando interpretó al teniente Cubillos en la telenovela pantalla chica es la música de presentación de formar parte del Teatro Popular de Bogotá, al que perteneció por espa- Amantes del desierto. Todos quieren con Marilyn para RCN.
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En un país como Colombia, donde “mamar gallo” forma parte del patrimonio nacional, el género de la comedia se tenía que llevar necesariamente a la televisión desde sus propios inicios. Y esto pasó de la manera como les gusta reír a los colombianos: burlándose de sí mismos. Desde la aparición de Yo y tú, en 1956, quedó claro que la mayor fuente de ideas para hacer reír a los televidentes era la realidad nacional. No se hacía humor político ni mucho menos. Tampoco, a diferencia de los dramatizados, se echaba mano de los clásicos de la literatura para llevarlos a la pantalla. La comedia buscó su fuente de inspiración en el ciudadano de la calle, el hombre común y corriente, la barriada, las típicas familias de clase media, el empleado que lucha día a día con un trabajo que detesta, la empleada del servicio, el mecánico, el lustrabotas, etcétera. Y así encontró una identidad propia. La comedia en la pantalla chica colombiana se ha caracterizado por ser un cuadro de costumbres en el cual el público se siente reflejado. Así fue durante los 21 años que duró Yo y tú al aire, En los años ochenta, y así continuó más adelante con época en que se hacía la comedia Don producciones como Las señoritas Chinche, cada uno de Gutiérrez y Los Pérez somos así, que sus episodios tenía un aparecieron en 1977 y sobrevicosto de producción de vieron tímidas frente al éxito del 200 mil pesos (unos diez millones programa de Alicia del Carpio. del 2004). Posteriormente, esta propuesta sería retomada en los años ochenta con increíble audiencia por parte de Don Chinche, Dejémonos de vainas, Romeo y Buseta, La posada y Don Camilo. Estas realizaciones tuvieron tal acogida entre el público que dieron origen a otras que, sin embargo, no alcanzaron el mismo brillo: de La posada nació Shampoo, de Dejémonos de vainas surgió Te quiero Pecas, De Don Chinche aparecieron El doctor Don Chinche y Las aventuras de Eutimio, Romeo y Buseta le dio paso a Los Tuta… Fueron esos años ochenta los más prolíficos en materia de buenas propuestas. Los noventa tuvieron producciones sin mayor trascendencia, con excepción de N.N., que volvió a ocuparse del ciudadano de la calle, El hijo de Nadia, Vuelo secreto, Cazados y Tentaciones. Con la aparición de los canales públicos la comedia sencillamente desapareció de la cartelera. Después de un intento fallido del Canal RCN por sacar adelante la propuesta de Noticias calientes, comedia dirigida por Fabio Rubiano, el género quedó prácticamente eclipsado por las telenovelas, los noticieros y los reality shows.
m e m o r a b l e s ·
Héctor Ulloa, un “máistro” encantador Tendría unos 20 años de edad cuando hizo su primer papel en la televisión colombiana. Por aquella época, hace aproximadamente 40 años, no existían los departamentos de casting, así que, como él mismo dice, los personajes en televisión se conseguían “lagarteando”. Los actores se cruzaban en el camino de los directores, les pedían una oportunidad, empezaban con interpretaciones pequeñas y así poco a poco iban labrando una carrera. Fue de esta manera como el joven Héctor Ulloa, que venía de estudiar en la Escuela de Teatro del Distrito, terminó pidiéndole trabajo al maestro Bernardo Romero Lozano y participando en uno de sus teleteatros: Angelina o el honor de un brigadier, de Alejandro Casona. De esta manera inició su peregrinar por el mundo de la televisión, que incluso lo llevó a trabajar durante cuatro años en la pantalla chica de Ecuador y Perú. A su regreso tuvo la oportunidad de dar a conocer otra de sus facetas: la de compositor. Por aquella época ya había escrito la canción Cinco centavitos y tenía otras más en su haber. Los integrantes del trío Los Hernández andaban en la búsqueda de repertorio para su nuevo disco y al conocer el trabajo de Ulloa sin dudarlo un minuto grabaron cinco de sus canciones. Esta ·Actores memorables · fue la puerta de entrada a la casa disquera Philips, donde trabajó como director artístico. Pero su destino era la televisión y a ella regresó, cosa curiosa, a través de la radio. La programadora Punch quería crear una emisora, le dio vida a Radio Capital y contrató a Este orgulloso hijo del Huila tuvo sueños de ser Héctor como director. Un buen día el locutor de la noche no artista desde pequeño. Por eso en sus años de apareció y le tocó a él sentarse frente al micrófono. Entonces juventud era frecuente verlo escarbar las canecas se le ocurrió la idea de hacerlo no en nombre propio, sino a de la basura de Inravisión en busca de los libretos través de un personaje y fue entonces cuando creó a Don que desechaban los actores para aprenderse sus Chinche. parlamentos. En aquel entonces tenía 20 años Gracias a su labor, la programadora lo vinculó a su nómina y su principal afición era perseguir a Alicia del como actor, director y animador de Carpio para que le diera un papel programas. Luego vendría una de en la comedia Yo y tú. Ella le dio la Cuenta Héctor Ulloa las etapas más prolíficas de su caoportunidad a comienzos de los rrera con su llegada a RTI, su casa años sesenta y fue allí donde nació que el apodo de El de toda la vida, donde permaneció uno de sus personajes más recorChinche se lo puso por espacio de 26 años. Allí no sólo dados: el Culebro, un cobrador que Pacheco una vez trabajó como actor y protagonizó atormentaba a la pareja conformaque éste le estaba una de las comedias más exitosas da por Cuqui y Chepito. Después mandando saludes por de la televisión colombiana, sino de esas primeras apariciones que además ocupó el cargo de participó en programas de variedatelevisión a un “levante” subgerente de producción. des como El club del clan y El show que había hecho en Hace un tiempo los colombianos de Jimmy, en el que le dio vida al Medellín. Era un no ven en la pantalla a Héctor grupo Los Meros Recochan Boys, y capítulo de Operación Ulloa. Después de su participación finalmente llegó a la comedia Don Ja Ja y el animador en la serie Fuego verde en 1998 y Chinche, donde interpretó a Eutien la telenovela La Caponera en mio Pastrana Polanía. Cuando el había acordado con el año 2000, su imagen se eclipsó. programa llegó a su fin, Hernando la niña en cuestión Y lo hizo por una razón de peso: Casanova desapareció de la panque el santo y seña incursionó en la política como talla y sólo hasta 1998 el público era la palabra chinche. candidato a la Asamblea de Cunlo vio nuevamente en el papel de Cuando le tocó el turno dinamarca y obtuvo su curul con don Yardinis en la telenovela Perro la votación más alta en la historia amor. Después de participar en de contar el chiste a de este cuerpo: 30 mil votos. En el el melodrama Amor a mil y en el Héctor Ulloa, Pacheco año 2003 fue reelegido en su cargo, humorístico Protagonistas en fuera lo presentó diciendo: por lo que la televisión lo perderá de lugar, Hernando murió el 24 de “El siguiente chiste lo por un tiempo más. octubre de 2002.
Hernando Casanova
va a contar Héctor, El Chinche Ulloa”.
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El país se ríe de sí mismo
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Maru Yamayusa Desde los seis años divertía a sus padres y a sus hermanas con sus ocurrencias, y a los siete ya andaba montando su primer espectáculo y cobrando a quien quisiera verlo. Cuando estaba en quinto de bachillerato participó en su primera obra de teatro con el grupo Teatro Estudiantil del Sena y obtuvo el premio como mejor actriz cómica. Más tarde se vinculó a la Escuela Nacional de Arte Dramático y llegó a la televisión interpretando papeles pequeños. Después de actuar en la comedia Los de al lado, en 1983 llegó el personaje que le daría más popularidad: Josefa, la empleada de servicio de los Vargas en Dejémonos de vainas. Recientemente el público volvió a verla en pantalla a través del programa Sábado espectacular del Canal RCN.
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Actores de la comedia, que salió al aire en 1983, cuando Víctor Hugo Morant hacía parte del elenco.
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Cuando el actor Héctor Ulloa trabajaba en la emisora Radio Capital (1972) creó un personaje de origen campesino pero con ínfulas de hombre importante, que se las daba hasta de saber tutear. Años más tarde esta creación ingresó al elenco de la comedia Yo y tú por invitación de Alicia del Carpio y ya con nombre propio: el “máistro” Régulo Engativá. Luego Yo y tú desapareció, pero el humilde mecánico se resistió a salir de la memoria de los televidentes. Todos lo querían, así que tenía inmensas posibilidades. Fernando Gómez Agudelo, en ese entonces presidente de RTI, lo entendió de esta manera e insistió en hacer un programa que tuviera como protagonista a Régulo. Así nació en 1982 la comedia Don Chinche. No se puede decir que fue un éxito desde el comienzo. Su primer horario estuvo refundido en las tardes de los sábados y la audiencia era muy cambiante. Cuando el programa Compre la orquesta salió del aire y dejó libre el espacio de los domingos, a las 7:30 de la noche, Don Chinche llegó a ocuparlo. Y ahí la historia cambió. La comedia se convirtió en lo que la crítica calificó como el “nuevo fenómeno de la televisión colombiana”, alcanzando un rating de 49,4 puntos, lo que en términos de televidentes significaba que cada semana la veían catorce millones de personas. Don Chinche caló en el gusto del público por varias razones. Una era la historia, con libretos de Pepe Sánchez, rica en personajes diversos y tan cotidianos que el público se identificaba por lo menos con alguno de ellos. Otra, la realización, hecha ciento por ciento con técnicas cinematográficas y en exteriores, también por insistencia de Sánchez que quería al personaje central en una geografía real. Pepe Sánchez guió los destinos de Don Chinche hasta 1987, cuando se retiró de la programadora RTI. Luego, y hasta el final del programa en 1989, los libretos y la dirección quedaron en manos de Héctor Ulloa. A lo largo de esos siete años de existencia, la comedia recibió muchos honores, incluidos cuatro premios India Catalina, uno como el programa del siglo. Además, dio vida a personajes que quedaron grabados en la historia de la televisión: don Joaco y doña Berthica, los inocentes Eutimio y Rosalbita, la señorita Elvia, el doctor Pardito, doña Dorisita, el maestro Taverita, la “Amistad”… Todos ellos marcaron una época, dejando un grato recuerdo y una sonrisa en el rostro de los colombianos.
·Actrices memorables ·
el espeCtador
Don Chinche: ¿Tumercé recuerda este programa?
revista CredenCial
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Víctor Hugo Morant Graduado en filosofía y letras y comunicación social, tomó clases de danza y ballet clásico en Madrid y Londres durante dos años, y se vinculó al centro de formación de actores en el Taller de Artes Imaginarias de España. Después de permanecer diez años en el Teatro Popular de Bogotá, en 1979 llegó a la televisión. Hizo parte del elenco de producciones como Revivamos nuestra historia, Rasputín, El cuento del domingo, El Cristo de espaldas, La casa de las dos palmas y Cazados, entre otras. Pero las que le dieron mayor figuración fueron Don Chinche, donde interpretó al abogado Andrés Patricio Pardo de Brigard, y Dejémonos de vainas, en la que dio vida a Juan Ramón Vargas. Después de participar en la telenovela Perfume de agonía, en 1997, se retiró de la televisión.
Marisol Correa, Maru Yamayusa, Claudia Anderson, Érika Krum, Benjamín Herrera, Carlos de la Fuente y Paula Peña.
Dejémonos de vainas: las ocurrencias de Papuchis y su combo En 1990 la revista Elenco la calificó como una comedia recursiva, ingeniosa y creativa. Así era. Nació en 1983 por iniciativa del director Bernardo Romero Pereiro, quien le propuso al periodista Daniel Samper Pizano llevar a la pantalla su conocida columna Reloj, en la que presentaba de manera jocosa situaciones que vivía a diario, muchas de ellas surgidas de su entorno familiar. Samper aceptó y de esta manera nació la familia Vargas, versión televisiva de los Samper. Allí estaban Juan Ramón, el periodista; su esposa, Renatica; sus hijos Margarita, Teresita y Ramoncito (años después llegaron los gemelos); la tía Loly y Josefa, la empleada del servicio. Con el paso del tiempo, los Vargas dejaron de ser la caracterización de los Samper y pasaron a convertirse en el reflejo de cualquier familia de la clase media colombiana. Sus situaciones jocosas y a veces un tanto absurdas dentro de su cotidianidad gustaron al público que la siguió fielmente hasta su finalización, en el año 1998. Sin embargo, a pesar de su buena audiencia (69,7 puntos de rating), a lo largo de su existencia tuvo momentos críticos. Uno de ellos fue el retiro del actor Víctor Hugo Morant, quien interpretaba a Juan Ramón Vargas, en 1986. Hubo quienes dijeron que el público no se acostumbraría a ver otra cara. Pero llegó Carlos de la Fuente, superó el impasse y le dio vida al personaje hasta el final. Luego, con el paso del tiempo llegó el desgaste y la crítica tildó a la comedia de repetitiva y poco novedosa. Pero como diría una y otra vez Bernardo Romero, cuando intentaban finalizarla la audiencia subía y la programadora Coestrellas decidía conservarla al aire. Finalmente en 1998, en medio de la crisis de las programadoras por la llegada de la televisión privada y después de obtener los premios India Catalina y Simón Bolívar como mejor comedia, Dejémonos de vainas partió de la televisión colombiana llevándose consigo a los Vargas y todas sus ocurrencias.
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Las comedias ·Actrices y actores memorables ·
Ensayando esquema
Érika Krum, Teresa Gutiérrez y Gladys del Campo, en Las señoritas Gutiérrez.
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En el año 1976 la programadora Promec estrenó una comedia creada y escrita por María Victoria Restrepo, que presentaba las divertidas historias de tres hermanas solteronas, reconocidas como las matronas y garantes de las buenas costumbres de su pueblo. Junto con ellas vivía una empleada del servicio boyancense y bonachona, llamada Tránsito. Esta producción, que permaneció durante ocho años en la pantalla chica, contó en los papeles protagónicos con la actuación de Teresa Gutiérrez, Gladys del Campo, Érika Krum y Chela del Río. También hicieron parte de su elenco Carlos Benjumea, Alberto Saavedra, Carlos de la Fuente, Jairo Soto, Gloria Gómez y Raquel Sofía Amaya, entre otros. Sus directores fueron Jaime Velásquez y Felipe González.
Pepe Sánchez dirigiendo a Vicky Hernández en La posada.
La posada Estuvo al aire desde 1987 hasta 1992, y en sus cinco años de existencia recibió los premios India Catalina y Simón Bolívar. Producida por Tevecine, al igual que Romeo y Buseta tuvo varios directores, empezando por Pepe Sánchez y siguiendo con Diego León Hoyos y Mario Ribero. Otro tanto ocurrió con sus libretistas, que incluyeron nombres como los de Jesús González, Ramón Jimeno y Juan Manuel Cáceres. Contaba la historia de doña Martha de Posada, una típica señora bogotana de los años sesenta, que se ve obligada a convertir su casa en una pensión para estudiantes debido a la crisis económica.
En 1992 la programadora Punch planteó un estilo de comedia novedoso en Colombia, que se distanciaba de la producción costumbrista al estilo de Don Chinche y más bien proponía temáticas más universales pero igualmente jocosas. Sus creadores se inspiraron en el formato de la comedia norteamericana, caracterizada por presentar historias contemporáneas, con un elenco de máximo ocho actores, en el que los libretos son escritos a cuatro manos y las grabaciones se realizan siempre en estudio. Así nacieron dos propuestas exitosas: primero Vuelo secreto, la comedia que presentaba las situaciones típicas de oficina a través de la agencia Lunaire y sus empleados: desde el terribilísimo jefe Ernesto, hasta las nenas encargadas de ventas, pasando por María Elvira, la secretaria estricta, Osvaldo, el mensajero tan torpe como entrometido, y Alejandro y Pilarcita, los protagonistas de la historia de amor. Esta producción, dirigida por Mario Ribero y con libretos de Juan Manuel Cáceres, Jesús González y Fabiola Carrillo, se mantuvo al aire hasta 1998, y ganó dos premios Tv y Novelas y un India Catalina como mejor comedia. La segunda fue Cazados, creada en 1995 para contar la historia de Gabriela y Daniel, un matrimonio que le da una nueva dimensión a su relación cuando decide separarse, después de diez años de unión. Sin embargo, siguen viviendo como vecinos en el mismo edificio. Protagonizada por Celmira Luzardo y Ernesto Benjumea, en su primera etapa resultó una propuesta novedosa que le encantó a la audiencia. La dirigió Andrés Marroquín y los libretos fueron escritos por Consuelo Quiñones. Sin embargo, en 1996 los protagonistas renunciaron y se creó una segunda temporada, que si bien se prolongó hasta 1998 nunca logró los méritos de la anterior.
Carlos de la Fuente El mundo de los títeres le permitió tener su primer contacto con el arte dramático, cuando apenas tenía catorce años de edad. Ya para entonces había dado prueba de sus dotes artísticas “payaseando”, como dice él, y cantando en un grupo vallenato. En una de esas demostraciones lo vio José A. Muñoz, el padre del actor Carlos Muñoz, quien lo invitó a formar parte del Teatro Cultural del Parque Nacional, donde se realizaban obras con marionetas. Allí aprendió a manipular los muñecos y a hacer lectura interpretativa. En 1958 se vinculó a la Escuela Nacional de Arte Dramático, en la cual debutó en las tablas con la obra La dulcinea. En ese entonces su mayor ilusión era ser actor de teatro, y lo consiguió al ingresar al elenco de la Radio Militar. Ese sería el primer paso en una trayectoria que lo mantuvo 25 años frente a los micrófonos, en empresas como La Voz de Colombia, Todelar, Sutatenza, RCN y Caracol. A la televisión llegó en la década de los sesenta, primero a través de las obras que montaba la Enad y luego como parte del elenco de la serie El inspector Darley, dirigida por Pepe Caparroz. También actuó en La cosecha, Los novios, Música maestro, Caballo viejo y Dejémonos de vainas, su última aparición en la pantalla chica.
Larry Guillermo Mejía Nació el 29 de mayo de 1983 y desde los dos años de edad desarrolló sus facultades artísticas, ya que imitaba los monólogos que recitaba su papá. Cuando apenas tenía cuatro años llegó a la televisión para interpretar la versión infantil de Don Chinche. Sin saber leer ni escribir se aprendía los libretos con gran rapidez. Después llegó a la comedia La posada para darle vida a Milipico, el niño sin infancia que más bien parecía un viejo con sus diálogos tiernos y filosóficos. Este personaje le permitió ganar un premio India Catalina y un Tv y Novelas como mejor actor infantil. Más adelante participó en Imagínate y en la telenovela Señora Bonita. El público lo vio por última vez en la serie Julius del Canal Caracol.
álbum maría CeCilia botero
Ernesto Benjumea y Marcela Gallego en Cazados.
Renata de Vargas y la Señorita Elvia son sin duda los personajes que más recuerdan los colombianos que han seguido de cerca la carrera actoral de Paula Peña. El primero acompañó durante quince años a la teleaudiencia mientras que el segundo marcó una época del género cómico en la televisión. A pesar de que estas creaciones son las que más han calado en el gusto del público, la carrera de la actriz ha sido amplia y prolífica, con participaciones en telenovelas como Ayer nada más, El alférez real, Manuela, Rojo y negro, Aroma secreto, Embrujo verde, Lejos del nido, Gabriela, El hijo de Ruth, Yo no creo en los hombres y, más recientemente, Tan cerca y tan lejos, Yo soy Betty, la fea y Ecomoda. Hasta la fecha ha recibido en reconocimiento a su trabajo los premios India Catalina a mejor comediante, Antena de la consagración a mejor actriz y Estrella del Oro del Espectáculo en la categoría de Los Diez Mejores.
CírCulo Colombiano de artistas (CiCa)
Paula Peña
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CaraCol
Alina Lozano
· D i r e c t o r e s
Pepe Sánchez: la escuela de lo natural
teveCine
En el monólogo Bodas de perla, dirigido por Álvaro Rodríguez, la descubrió el libretista Dago García, quien realizaba para la televisión el programa Invitados de medianoche. Él, impactado con su trabajo, le propuso presentar el monólogo en su espacio. Entre los televidentes que vieron la propuesta se encontraba el director Herminio Barrera, quien de inmediato contactó a la actriz y le ofreció un personaje en la comedia Romeo y Buseta. De ahí en adelante su rostro no ha dejado de aparecer en la pantalla. Hizo parte del elenco de la serie Si mañana estoy viva, protagonizó la comedia El hijo de Nadia, actuó en las películas El alma del maíz y Golpe de estadio, y finalmente le dio vida al personaje de Nidia, la divertida mamá de las Pacheco en la telenovela Pedro el Escamoso. Por este papel obtuvo un premio India Catalina, un Tv y Novelas y un Inte 2002, además de la posibilidad de participar en Como Pedro por su casa, la serie que surgió a partir de esta producción.
Edgardo Román y Luis Eduardo Arango en Romeo y Buseta, de Tevecine.
Romeo y Buseta La programadora Tevecine llevó esta comedia a la pantalla en 1987. Dirigida por Pepe Sánchez en un comienzo, presentaba la historia de la familia Tuta, propietaria de una línea de transporte público, y el entorno que la rodeaba. La mayoría de las regiones del país estaban presentes en ella: había entre sus personajes un paisa, un boyacense, dos bogotanos, un payanés, vecinos pastusos, etcétera. Tuvo un gran número de libretistas en su nómina, entre ellos Juan Manuel Cáceres, Guillermo Calle y Rodrigo Ospina, así como de directores, ya que a Pepe lo sucedieron Herminio Barrera, Mercy Merchán y William González. Sus protagonistas fueron Vicky Hernández, Jorge Velosa, Cristina Penagos, Víctor Hugo Cabrera, Rafael Bohórquez, Luis Eduardo Arango y Alina Lozano, entre otros.
d e s t a c a d o s · el espeCtador
·Actrices memorables·
Considerado por muchos un maestro de la dirección, la verdad es que Pepe Sánchez en el set se comporta como tal. Pero no impartiendo lecciones que “los alumnos” deben aprender de memoria sino conduciendo a sus “pupilos”, los actores, para que ellos mismos, con naturalidad y frescura, desarrollen sus personajes y hagan su propia propuesta. No en vano este bogotano es uno de los directores de televisión que más han impulsado la “actuación natural” en Colombia. Un estilo que él mismo aplicó cuando era actor, y el cual resultó de mezclar las enseñanzas de grandes maestros como Seki Sano, de quien fue alumno durante su corto paso por Colombia, y de las tendencias que impuso el neorrealismo del cine de los años cincuenta, cuando se sacaron las cámaras a la calle para mostrar lo cotidiano, a través de una mirada reflexiva del interior de los personajes. Como la mayoría de los actores de “la vieja guardia”, fue a dar a la televisión proveniente de la radio. Era todavía un estudiante de bachillerato cuando se convirtió en uno de los locutores de la emisora HJCK en 1952, por petición de Álvaro Castaño. Este trabajo lo llevó dos años más tarde a ser parte del equipo de locutores de la Radiodifusora Nacional. Poco tiempo le tomó pasar de allí a la presentación de programas de televisión. Estaba en esas cuando se inscribió en la escuela de dramaturgia de Sano y la obra que allí estaban ensayando, Ha llegado un inspector, fue la que le dio su primer papel en la televisión: Eric, un joven desadaptado y problemático. Desde ese primer momento, y a pesar de tener como compañeros a consagrados actores internacionales, Pepe mostró su estilo diferente y fresco, resultado de la técnica de Stanislavski, que Sano enseñó a sus alumnos colombianos. De allí le siguió una etapa feliz en la que se dedicó a su gran pasión: el cine. Fueron los años en que vivió en Chile —del 65 al 69—, donde se vinculó al departamento de cine de la Universidad de Chile, que le estaba dando un gran impulso a los trabajos experimentales. En ese tiempo fue asistente de dirección de varios trabajos cinematográficos y se codeó con directores como Miguel Littín, de quien era muy amigo y con quien hizo a cuatro manos El Chacal de Nuahueltoro, un clásico del cine latinoamericano. De aquella época también quedó el cortometraje Pablo Neruda, el poeta, que Pepe hizo por pedido para ser presentado en la televisión inglesa. Entre sus trabajos más notables como cineasta está San Antoñito, uno de los largometrajes de una serie que Focine apoyó para mostrar en televisión, y que fue escogida para hacer parte de la semana de la crítica, en el Festival de Cannes de 1986, historia basada en un cuento de Tomás Carrasquilla. Pero aunque el cine es el que lo trasnocha, es en la televisión donde se ha tejido su vida profesional. En ella desarrolló durante casi veinte años distintos papeles actorales. Uno de los primeros y más recordados fue el de Chepito, en la comedia Yo y tú, por el cual se ganó el Premio Ondra a mejor actor en 1972 y 1973. De toda esa etapa de actor sólo recuerda haber tenido un papel que le dejó grandes satisfacciones: Martín Santomé, en la telenovela La tregua, dirigida en 1981 por David Stivel. Tal vez lo disfrutó tanto por sus afinidades con el autor de la obra original, Mario Benedetti; no en vano vivió más de un año en Buenos Aires, lo cual le permitió conocer Montevideo y compenetrarse con toda esa atmósfera que Benedetti retrata en sus libros.
Aunque en 1974 dirigió la novela Vendaval, fueron los ochenta los que dieron comienzo realmente al Pepe director. Y esta entrada fue por la puerta grande: con Don Chinche, la comedia que marcaría un hito en la historia de la televisión colombiana, no solo por los altos rating de sintonía que consiguió durante sus seis años al aire, sino por ese estilo natural que Pepe introdujo con ella. “Fernando Gómez quería hacer una serie alrededor de un personaje que ya existía, El Chinche, así que me llamó para que ambientara una historia y el resultado fue muy satisfactorio, entre otras cosas porque me sentía haciendo cine. Utilizaba una cámara afuera y se grababa en escenarios reales, incluyendo incluso a las personas que vivían en ellos, y jugaba a ese neorrealismo, donde los actores se comportan de una manera muy fresca y sin impostaciones”, dice. Simultáneamente con la exitosa comedia de RTI, Pepe dirigió en los ochenta El cuento del domingo, que despertó una gran acogida entre la tele audiencia, por lo cotidiano de las temáticas y de las actuaciones. En este espacio se produjeron series como Brillo y Vivir la vida, la última de las cuales le significó a Pepe ganar los premios Simón Bolívar e India Catalina como mejor director. También obtuvo esta distinción por su trabajo en Espérame al final, un seriado que recreaba a Colombia en los años sesenta, producido por Cenpro en 1992. Con todo y estos reconocimientos a su propuesta natural e innovadora, Pepe asegura sin titubeos que su trabajo mejor logrado, y dentro de cuyos estándares él habría querido seguir trabajando, fue el hecho en La historia de Tita. Esta serie fue producida en 1987 por Tevecine —programadora de la cual Pepe fue socio— y la crítica la catalogó como única en su género. Por ella Pepe fue merecedor de un premio India Catalina como mejor director, reconocimiento que también se le dio a su trabajo en la comedia Romeo y Buseta, la cual no sólo dirigió sino que fue su creador en el tiempo que estuvo en Tevecine. Al lado de esta, también dejó huella otra comedia dirigida por él: La posada. A un corto espacio de tiempo actuando en obras de teatro como El rehén, La mujer del domingo y El regreso del tigre, le siguió una etapa de dirección de telenovelas, empezando por la exitosa Café, con aroma de mujer, y siguiendo con Guajira y La madre, las tres de RCN; La revancha, una telenovela venezolana que dirigió en Miami, y Cómo casar a Chente, realizada en Panamá en el 2002. Cuando volvió al país dirigió la serie La lectora, una adaptación del libro del mismo nombre hecha por los Mauricios y presentada a mediados de 2003. Su último trabajo es la dirección de la novela del Canal RCN Todos quieren con Marilyn.
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Los programas de humor
álbum alFonso lizarazo
Del chiste a la sátira
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Dicen que los colombianos ríen frente a las adversidades. Y precisamente a ese sentido del humor es al que ha recurrido la televisión para divertir al público, tomando la herencia de una tradición radial iniciada con programas memorables como La simpática escuelita que dirige doña Rita, en donde las actrices Sofía Morales y Teresa Gutiérrez (junto con otras figuras como Efraín Jiménez) hacían las delicias de los oyentes, seguidas por el talento de comediantes como Montecristo, Los Chaparrines, Los Tolimenses y Hebert Castro. Esta sana costumbre de la risa llegó a la televisión primero a través de espacios como Operación Ja Ja y Humor imposible, trasmitidos en los setenta, y más tarde con Sábados felices, el papá de los programas de humor y que los colombianos vieron por primera vez a principios de 1972. Con ellos los televidentes aprendieron a divertirse con sus humoristas, a degustar un buen chiste, pero también a ver reflejada la idiosincrasia nacional. Además, descubrieron talentos que demostraron cómo la vena cómica puede tener mil expresiones: las jocosas intervenciones de Los Marinillos en los noticieros, las imitaciones de David Alberto García (Jeringa) y Crisanto Vargas, el don musical de Pedro Nel Martínez y Álvaro Lemon, la voz privilegiada de Juan Ricardo
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Lozano (Alerta), el aire campesino de Norberto López, la inocencia de Jorge El Topolino Zuluaga, la ternura de Jaime El Flaco Agudelo y Fabiola Posada, la propiedad de Enrique Colavizza, el ingenio de Óscar Meléndez y hasta la fealdad de Marcelino Rodríguez, el popular Mandíbula. Incluso, para algunos personajes como César Corredor y el dueto conformado por Carlos Mario Gallego y Sergio Valencia, su paso por Sábados felices fue el inicio de las caracterizaciones de
“El humor no es elitista. Es uno de los géneros que permiten mayor acceso a la gente porque lo aceptan desde los niños hasta los abuelos”. —Alfonso Lizarazo
Barbarita y Tola y Maruja, respectivamente, que los llevaron a ganarse la fama y emprender una carrera como humoristas, tanto en la televisión como fuera de ella. En 1989 el panorama de los programas de humor cambió con la aparición de Zoociedad, un espacio que por primera vez echó
mano de la sátira política para hacer reír al público, cambió el género y dio pie para que más adelante surgieran propuestas como las de Quac, el noticero, La banda Francotiradores y El siguiente programa. Con este formato se hizo necesaria una participación más activa del televidente, obligado a mantenerse al tanto sobre los temas de actualidad para así entender los segmentos y las imitaciones. Algunos tildaron a estos programas, especialmente a Quac, de demasiado intelectuales. Sus creadores se defendieron asegurando que el humor no debe subestimar al público, sino retarlo a que analice desde otro punto de vista su realidad.
Alfonso Lizarazo, la cara del humor en Colombia Llegó a Bogotá procedente de Bucaramanga en la década de los sesenta con la firme intención de estudiar una ingeniería. No hubo tal. La necesidad de supervivencia en la fría capital lo obligó a buscar la ayuda de uno de sus paisanos, con la esperanza de que un trabajo fijo le diera lo necesario para vivir. Consiguió el empleo pero la universidad quedó en veremos. Ese ángel de la guarda coterráneo que tanto había buscado llegó en la persona del periodista Julio Nieto Bernal, que por aquellos días ocupaba la vicepresidencia de la cadena radial Caracol. Él le dio la oportunidad que tanto buscaba Alfonso Lizarazo, primero como control y al año como locutor. Dos años después ya estaba convertido en el mejor disc jockey de la cadena, según lo demuestra un premio que le entregó la empresa en su momento. Ese fue el primero de muchos galardones que se acostumbró a recibir a lo largo de su carrera profesional. ¿Y qué fue de la ingeniería? Pues fue remplazada por cursos de periodismo y locución, más afines con sus nuevos intereses. De ser el mejor disc jockey de Caracol pasó a convertirse en el director de la red de emisoras Estudio 15 en Colombia, escenario en donde nació, tomó fuerza y se consolidó el movimiento de la nueva ola, al ritmo de las canciones pegajosas de Óscar Golden, Vicky, Harold y otros intérpretes de la época. En la radio se sentía en su salsa, pero entonces, en 1967, llegó la primera oferta para trabajar en televisión: la Acotv quería que fuera el presentador de su musical Juventud moderna y él ni corto ni perezoso aceptó. Trabajó durante un año gratis, pero no le importó. Quería conocer el medio. En 1968 Caracol quiso incursionar en la pantalla chica y lo llamó para que ayudara a diseñar el pliego para la licitación. La nueva programadora obtuvo algunos espacios y le entregó a Lizarazo uno para que hiciera en él un musical. El resultado fue Estudio 15, producción en la que nuevamente se dieron cita los cantantes de la nueva ola y que en sus cuatro años de existencia obtuvo el premio Ondra como el mejor programa de la televisión nacional. Alfonso, por su parte, se llevó el Nemqueteba al mejor presentador. En una nueva licitación Estudio 15 salió del aire y su creador quedó vacante. Entonces Fernando Londoño Henao, presidente de Caracol por aquellos días, lo nombró director de producción y programación. Tal vez se habría quedado únicamente en su cargo ejecutivo,
el cual ocupó durante siete años, de no ser porque la misma adjudicación que enterró su musical le dio vida a un novedoso programa de humor: Campeones de la risa. No se puede decir que éste fue un éxito inmediato. Es más: a los tres meses de ser lanzado al aire Fernando Londoño se lo entregó a Lizarazo para que hiciera algo con él porque no daba resultados. Lo primero fue cambiarle el nombre por el de Sábados felices, luego lo estructuró como un semillero de comediantes y finalmente inició el proceso de consolidación, el mismo que tiene al programa, 31 años después, tan vigente como en sus primeros días. Cinco años después de estar al aire lanzó la campaña Lleva una escuelita en tu corazón, que se extendió durante 20 años y le permitió impulsar la educación en los más de trescientos municipios que visitó en el territorio nacional. Experiencias positivas, muchas. Recuerdos amargos, uno: su secuestro por parte de un grupo guerrillero en el año 1994, que lo mantuvo cinco días en cautiverio con el supuesto fin de enviarle un mensaje al entonces presidente Ernesto Samper Pizano. La campaña de los medios, sumada a las protestas de los colombianos por la retención de un hombre que sentían de su casa, de su familia, obligó a los secuestradores a dejarlo en libertad. Pero el hecho de conocer esa otra cara del país sembró en él la inquietud por hacer algo más. Fue entonces (1998) cuando decidió dejar todo para dedicarse a la política. Y lo logró. Durante cuatro años ocupó una curul en el Congreso, pero en 2002 se retiró un tanto decepcionado y convencido de que desde esa pequeña cajita en la que había trabajado toda su vida podía hacer más por su país que arrastrando tras de sí el cargo de senador de la república. Su experiencia, vivencias y sentimientos dentro del gobierno quedaron plasmados en el libro Cámaras felices. El año 2003 fue testigo de su regreso a la pantalla, pero esta vez en el Canal RCN. Fue en el Festival Mundial de la Risa, copiado del Festival Internacional del Humor, creado por Lizarazo en 1980 y que se prolongó por espacio de quince años, reuniendo en Caracol a los grandes cómicos de Estados Unidos e Hispanoamérica. En el 2004 reapareció en él, esta vez producido por Diego Fernando Londoño, expresidente de Caracol, y presentado por la atractiva Sofía Vergara, la estrella colombiana de Univisión en Estados Unidos.
Los programas de humor
Sábados felices
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Hugo Patiño En sus años mozos era habitual verlo realizando sus imitaciones de personajes de la política nacional en tertulias con los amigos. Fueron ellos precisamente los que lo convencieron en 1970 de inscribirse como concursante en el programa Operación Ja Ja, realizado por la programadora Punch y presentado por Fernando González-Pacheco. El premio por aquel entonces para el mejor humorista eran 800 pesos, pero la primera vez no ganó. Sin embargo, tenía su gracia y por eso lo siguieron llamando para que con sus imitaciones enriqueciera el espacio. En 1972 hizo parte del grupo de comediantes convocados por Alfonso Lizarazo para dar vida al programa Campeones de la risa, que más adelante se convirtió en Sábados felices y en el que ha imitado de manera prodigiosa a figuras como el padre Rafael García-Herreros o al expresidente Julio César Turbay. También ha incursionado en el cine, con actuaciones en las películas El taxista millonario, Ayer me echaron del pueblo y Tigre, entre otras
Hace 31 años, el 5 de febrero de 1972, los televidentes vieron por primera vez este programa y unos rostros que se volverían cotidianos ante sus ojos: los de Alfonso Lizarazo, Jaime Agudelo y Hugo Patiño. Ellos eran parte del elenco de ese espacio que apenas se estrenaba con el nombre de Campeones de la risa y que pocos meses después ya estaba convertido en Sábados felices. Fue Alfonso Lizarazo el alma y motor de la producción, y tamEnrique Colavizza, Jorge Zuluaga, Jaime Agudelo, Marcelino Rodríguez, Hugo Patiño, bién la persona que determinó su Álvaro Lemon, Fabiola Posada, Alfonso Lizarazo, Carlos Sánchez, Patricia Silva estructura, basada en segmentos y Norberto López hicieron de Sábados felices una estrella de la diversión mordaz. de humor dramatizados por los integrantes del elenco y chistes contados por colombia- por el rating, ya que Sábados felices, a pesar de enfrentar nos del común, pero también en las campañas cívicas. épocas de vacas flacas, se ha mantenido a la delantera Ese esquema se respetó durante los 1.300 programas en materia de audiencia. Y segundo por los reconoque se emitieron en la televisión pública hasta 1998, y se cimientos que ha recibido, que incluyen premios tan conserva aún hoy, cuando Sábados felices hace parte de destacados como cinco Antenas de la consagración, la programación del Canal Caracol y se ha orientado cuatro Simón Bolívar y dos India Catalina. más hacia la sátira política. Cuando Alfonso Lizarazo decidió probar suerte A lo largo de este tiempo son muchos los talentos que en la política (1998), el espacio quedó bajo la direcse han dado a conocer a través del programa: Carlos El ción y conducción de Jota Mario Valencia, quien en Mocho Sánchez, Enrique Colavizza, Óscar Meléndez, el 2000 le dio paso a Alí Humar como director y a Jacqueline Henríquez, Álvaro Lemon, Humberto Hernán Orjuela como presentador. Hoy el elenco Martínez Salcedo, Fabiola Posada, Jeringa y Marcelino está conformado por rostros conocidos y otros Rodríguez, el popular Mandíbula. nuevos: Enrique Colavizza, Jaime Agudelo, Hugo Entre las obras sociales que ha promovido este espaPatiño, Carlos Sánchez, Álvaro Lemon, César cio se pueden mencionar Lleva una escuelita en el coraCorredor, Norberto López, Patricia López, Alexanzón y Una sonrisa por la paz. Pero junto a ellos su valor dra Restrepo, Juan Ricardo Lozano, Heriberto más grande es el de haber llevado diversión y sonrisas Sandoval, Nelson Polanía, Marcelino Rodríguez y a los colombianos de las regiones más apartadas del Freddy Sosa. Además, en el 2003 fue nominado al país, aun en las situaciones más difíciles. Esta labor se premio Inte de televisión, en la categoría de mejor ha visto recompensada de muchas maneras. Primero programa de humor.
Jaime Agudelo Sus inicios en la televisión se remontan a los días de humorista aficionado en el programa Operación Ja Ja, que marcaron el nacimiento de una carrera de 34 años dedicados al arte de hacer reír a los colombianos. A lo largo de la misma son muchos los personajes que ha creado a través de su casa, Sábados felices, pero sin lugar a dudas el más exitoso ha sido el del niño, que aún hoy interpreta frente a las cámaras de televisión. Este palmireño tiene una sensibilidad especial para la actuación y para la música. Por este motivo, en los años ochenta, a raíz del éxito de Los Carrangueros de Ráquira, dio vida junto con Humberto Martínez Salcedo, Pedro Nel Martínez, Álvaro Lemon y Carlos Agudelo a una agrupación conocida como Los Ruanetas, con la que alcanzó a grabar dos discos.
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Humberto Martínez Salcedo Abogado y periodista, fue uno de los primeros humoristas colombianos. Se dio a conocer con personajes tan entrañables como el maestro Salustiano Tapias y don Chicote de la Mancha en Sábados felices, del que también fue libretista, y el maestro Taverita en Don Chinche. Hacia 1956 hizo sus primeras incursiones en la radio a través de la emisora HJCK y posteriormente trabajó en Suramericana y Radio Santa Fe, donde se hizo popular gracias a sus radioperiódicos e imitaciones. Se acostumbró a combinar sus estudios de derecho en la Universidad Nacional primero con la radio, más adelante con el teatro (hizo parte del grupo que dirigía Bernardo Romero Lozano en la Radio Nacional) y finalmente con la televisión. El primer programa que hizo en la pantalla chica fue Telefiesta y luego incursionó en otros como El mundo de hoy y Colombia y su folclor. Después de recibir reconocimientos como el premio de la Unión de Escritores de la Unión Soviética, el Nemqueteba y el Simón Bolívar, Humberto Martínez falleció el 19 de enero de 1986.
Fabricar cada uno de los muñecos de Los reencauchados tenía un costo de diez mil dólares. A la derecha, Paulo Laserna con Diario Arribismendi.
Los reencauchados
CaraCol
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Inspirados en un programa francés, One Calcetín y Diario Arribismendi, dos perfectas imitaciones hechas muñecos de los periodistas Juan Gossaín y Darío Arizmendi, eran los personajes centrales de este programa de humor político, realizado por la programadora Cenpro en 1995. Creado por un equipo liderado por Juana Uribe, con libretos iniciales de Karl Troller y Eduardo Arias, se valió de estos muñecos fabricados en látex para poner en la picota pública a los personajes más influyentes de la realidad nacional. Los reencauchados fue uno de los humorísticos con mayor inversión: solamente los muñecos que se utilizaban en él tenían un costo de diez mil dólares cada uno. Las entrevistas, cuya originalidad provino de la sencillez pues eran hechas a gente del común, estuvieron a cargo del periodista Paulo Laserna los dos primeros años, y cuando éste se retiró Mauricio Reina lo remplazó por un corto espacio de tiempo.
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Este bogotano, después de graduarse como comunicador social, se vinculó a un curso sobre realización de televisión. Incursionó en la radio en 1983, y dos años después llegó a la televisión como presentador Hernán Orjuela presentaba Waku, Waku. del programa juvenil Hoy es viernes. En un principio recibió críticas por su estilo, pero se dio a conocer y en cuestión de poco tiempo ya había sido la imagen de otras producciones como Cuestión de fama, Noti, Tuti, Cuanti, Notideportes y Caliente, caliente. Además, ocupó el cargo como gerente de estudio en la programadora Punch. En la década de los noventa le dio vida a su productora, HOB Producciones, con la cual realizó los programas de variedades No me lo cambie, Todo por la plata y Gente corrida. Tan pronto se creó el Canal Caracol, sus directivos lo llamaron para que se encargara de la franja de entretenimiento. Así produjo proyectos como También caerás y el concurso Waku, Waku. Hoy en día Hernán Orjuela es el presentador de Sábados felices.
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famoso que todos conocieron. A la par seguía con su activismo político: trabajó en el Plan Nacional de Rehabilitación, colaboró con Manuel José Cepeda impulsando la Constitución de 1991 y fue uno de los gestores del programa Tutela, factor humano. Los últimos años de su vida los dedicó a su labor como periodista en la emisora Radionet y a la sección que tenía en el noticiero Hora Cero de Guillermo Cortés, donde le dio vida a Néstor Elí, un embolador boquisuelto y tan encantador como irreverente, que ponía en aprietos con sus preguntas a los más diversos personajes de la vida nacional. La muerte lo sorprendió realizando estas dos labores e interviniendo por la liberación de los secuestrados de la guerrilla. Eso tampoco lo sabían muchos colombianos. Y vinieron a averiguarlo frente al cuerpo inerte de Jaime Garzón, velado con honores en el recinto del Capitolio Nacional. Su entierro fue una de las manifestaciones populares más emotivas de protesta nacional frente a la barbarie de la nueva violencia en Colombia.
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... y como Néstor Elí.
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Jaime Garzón como Dioselina...
Lo asesinaron el 13 de agosto de 1999. Tenía 38 años. Y sólo entonces los colombianos pudieron acercarse al verdadero Jaime Garzón. Porque hasta ese momento lo habían conocido como humorista, por sus inmortales personajes. También aprendieron a reconocerlo como a una figura famosa, que alternaba con los altos círculos sociales y políticos del país y que, de vez en cuando, poblaba las páginas de las revistas del corazón con su irreverencia. Sólo a partir de su muerte se conoció su verdadero talento. El del bogotano que desde su más tierna infancia dio tales muestras de osadía e irreverencia que le valieron reprimendas y la expulsión de los colegios a donde iba a parar, de los cuales el único que logró sacarlo como bachiller fue la Normal La Salle. También el del “tomapelo” que heredó la vena humorística de su padre, un tabulador al que le decían Resortes por su habilidad para el baile y la imitación de cantantes, y que murió cuando Jaime tenía siete años de edad. También comprendieron que Garzón era un hombre con un increíble sentido social. Así lo demostró desde sus días como estudiante de derecho en la Universidad Nacional, donde empezó a simpatizar con las ideas de izquierda. Nunca empuñó un arma, pero sí le gustaba analizar y hacer crítica demoledora. De la Nacional salió expulsado y con ganas de trabajar por el país. Por eso, se fue a colaborar con la campaña de Andrés Pastrana para la alcaldía de Bogotá, en donde en menos de un mes ya estaba ocupando el cargo de jefe de giras. Pastrana ganó y lo nombró alcalde de Sumapaz, una zona marginada de Bogotá. Precisamente, fue en los días de su alcaldía cuando conoció al periodista Eduardo Arias, quien por aquel entonces trabajaba en el diario La Prensa. Éste quedó sorprendido por su capacidad para hacer imitaciones y de inmediato lo recomendó para el nuevo proyecto de la programadora Cinevisión: Zoociedad. Con este espacio, seguido por Quac, el noticero, Lechuza y Cambio de tercio, se convirtió en el personaje
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Jaime Garzón, un humor irreverente
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Nadie se lo esperaba. Tal vez esa fue una de las razones de su éxito. Para el momento en que llegó a la pantalla, en octubre de 1989, el género humorístico estaba dominado por la Karl Troller y Eduardo Arias. comedia Dejémonos de vainas y por Sábados felices, espacios que se valían de argumentos y libretos más bien blancos y de tinte costumbrista. Zoociedad desde el principio fue otro cuento. Conducido por Émerson de Francisco (Jaime Garzón) y Pili (Elvia Lucía Dávila), estaba estructurado a la manera de un magazín de actualidad, sólo que cada una de las secciones, en lugar de tener las entrevistas e informes tradicionales, estaban conformadas por todo tipo de locuras. Lo que más impactaba de Zoociedad era su contenido de alto tinte político, tratado con tono satírico e intelectual, algo hasta ese momento novedoso en la televisión colombiana. Sus creadores fueron tres personajes que darían mucho de qué hablar en los medios después de esta producción: Karl Troller, Rafael Chaparro y Eduardo Arias, quienes idearon el formato a petición de la programadora Cinevisión. Fue Arias el que llevó a Jaime Garzón y éste a su vez involucró a Elvia Lucía Dávila en el grupo. Ellos, comandados por el director Francisco Ortiz, le dieron vida a una propuesta que durante cuatro años mantuvo cautivos a los colombianos y fue galardonada con dos premios India Catalina y un Simón Bolívar. Pero, como suele ocurrir, el esquema de Zoociedad se agotó y en octubre de 1993 llegó a su fin por decisión de sus realizadores. Émerson y Pili se marcharon, pero dejaron en el corazón de los televidentes un grato recuerdo y el deseo de ver más programas de humor que retaran su inteligencia.
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Zoociedad: la sátira que hizo historia
revista CredenCial
Los programas de humor
Carlos Vives fue en un comienzo el presentador de La tele.
La tele
Diego León Hoyos era María Leona Santo Domingo en el programa de opinión Quac, el noticero. A la derecha, Jaime Garzón en compañía de Claudia Gómez.
Quac, el noticero Era básicamente un noticiero de televisión, pero hecho en 1995 en el particular estilo de su equipo creativo, conformado por la directora Claudia Gómez, el periodista Antonio Morales, el presentador Jaime Garzón, el actor y director Diego León Hoyos, y Miguel Ángel Lozano. Ellos se nutrían de los hechos de la política nacional para hacer cada semana sátiras mordaces a través de personajes inolvidables como María Leona Santodomingo, Godofredo Cínico Caspa, Dioselina Tibaná, Néstor Elí o Inti de la Hoz. El programa, producido por RTI, alcanzó 35 puntos de audiencia. Sus realizadores decidieron acabarlo el 26 de abril de 1997.
Paulo Laserna en El siguiente programa se conecta con Martín de Francisco y Santiago Moure.
El siguiente programa Iguazo, Chibchombia y términos por el estilo entraron a formar parte del léxico de los adolescentes colombianos gracias a este programa, creado en 1997 como una derivación de La tele. Realizado por la programadora Cenpro en formato de dibujos animados, convirtió a Martín de Francisco y Santiago Moure en dos caricaturas que debían enfrentar todo tipo de situaciones en Chibchombia, un país cuyo parecido con Colombia no era pura coincidencia. A través de las vivencias de los protagonistas el público iba reconociendo ciertas actitudes que hacen parte de la idiosincrasia nacional: la intolerancia, la corrupción, la frivolidad y el carácter festivo de los colombianos. La animación fue realizada por la empresa Conexión Creativa.
Fue uno de los proyectos consentidos de su creador y primer director, Carlos Vives, quien tomó la idea de un programa argentino irreverente que tenía gran acogida entre la juventud del país gaucho. Carlos lo trajo y en compañía de Rafael Noguera, Santiago Moure y Martín de Francisco, lo adaptó para la televisión colombiana. Sin embargo, en un principio las bromas no cayeron bien entre la crítica y La tele salió del aire a los pocos meses de su estreno. Regresó en 1995 convertido en un magazín con notas frescas y llenas de humor presentadas por De Francisco y Moure.
T e l e v i s i ó n e d u c at i va
Hacer una televisión educativa y cultural fue lo que se propuso el gobierno de Rojas Pinilla cuando montó el
“Colombia se prepara para la televisión. La primera estación será en Bogotá y estará bajo el control del Estado. Operará como televisión experimental y educativa”. —Artículo de prensa estadounidense sobre los preparativos para las transmisiones de televisión en Colombia, en la década del sesenta. el espeCtador
Las aulas en pantalla novedoso invento en Colombia. Por eso desde que ésta entró en funcionamiento, en 1954, se creó un departamento de televisión educativa, para la producción de espacios que alternaran con los de entretenimiento, con la dirección de Humberto Martínez Salcedo y Juan Clímaco Arbeláez. Pero sólo fue en 1962 cuando se empezó a producir televisión educativa sistemáticamente, enfocada en un primer momento a los adultos analfabetos, los niños campesinos y la gente de la calle, los cuales eran reunidos en salones llamados telecentros, donde se les daban clases de primero a quinto de primaria, en áreas de matemáticas, biología, geografía y música. Posteriormente el público objetivo se extendió a gente con un nivel de estudio medio, para quienes se empezó a impartir conocimientos de inglés, comportamiento cívico, higiene y primeros auxilios. Luego de una serie de iniciativas con organismos internacionales para dotar de televisores a escuelas y centros comunales e impartir educación a través de la televisión, en 1968 se creó el canal de televisión educativa, canal 11. Su inauguración oficial se hizo en 1970, con una intervención del entonces presidente, Carlos Lleras Restrepo, quien dictó una clase de sociales, como parte del proyecto denominado Capacitación popular: palanca del progreso. La salida al aire del canal 11 no limitó lo que se venía haciendo en materia educativa por la cadena uno y, por el contrario, a mitad de la década de los setenta, las clases se transmitían todos los días en las mañanas para 18 departamentos del país. Además, en la programación comercial para niños que se pasaba en las
Las aventuras del profesor Yarumo, uno de los principales programas educativos de la televisión nacional.
Las aventuras del profesor Yarumo El denominado Proyecto Yarumo es una estrategia de comunicación de la Federación Nacional de Cafeteros, creada por su gerencia técnica el 25 de abril de 1985, inicialmente a través de un programa de televisión, que después fue complementado con medios impresos y notas para radio. En sus 18 años de existencia, el programa se ha dedicado a llevarles a los cafeteros conocimientos en tecnología y cultura del grano, así como a promover la conservación de los recursos naturales, a la vez que les ha enseñado a los agricultores a mejorar su nivel de vida y a promover una mejor convivencia familiar. También ha destacado ejemplos positivos de caficultores y comunidades exitosas en aspectos tecnológicos, económicos, sociales y gremiales, y ha brindado información sobre los programas que desarrolla la Federación a través de los Comités de Cafeteros en los 16 departamentos productores. Durante sus primeros nueve años, el Profesor Yarumo fue representado por el ingeniero agrónomo Héctor Alarcón Correa, quien conquistó una amplia audiencia por su carisma y conocimiento del sector. Desde 1994 lo ha representado el también ingeniero agrónomo Carlos Armando Uribe Fandiño, quien trabaja en el departamento de extensión de la gerencia técnica de la Federación de Cafeteros. En el 2003 Las aventuras del profesor Yarumo recibió el premio Tv y Novelas a toda una vida, por los 18 años de estar al aire con más de 680 emisiones. El reconocimiento que recibieron los realizadores del programa se suma a otros obtenidos en el exterior, como el Premio Naciones Unidas al Medio Ambiente y el Premio de la FAO por la promoción de la seguridad alimentaria. Además, el exdirector del programa, Héctor Alarcón, obtuvo el Premio de Periodismo Simón Bolívar al mejor programa educativo de televisión.
tardes entraron programas de carácter educativo como Plaza Sésamo. En el inicio de los ochenta la cadena tres, o canal 11, tenía 42 horas de programación semanal y era la mayor programadora del país en manos del Estado. Luego del gobierno del presidente Belisario Betancur, durante el cual se le dio un gran impulso a la cultura, además de los programas eminentemente educativos, el canal 11 contaba con una programación alternativa, que combinaba ciclos de cine especializados, en los que se presentaban clásicos del cine universal y películas emitidas en espacios como Cine a la lata y la Cinemateca del martes, con grandes clásicos de la BBC de Londres, programas realizados por los canales regionales —cuya programación es totalmente educativa y cultural— y noticieros internacionales y de deportes. Este portafolio de opciones, apoyado con la propuesta de programación de Colcultura y Audiovisuales, amplió el espectro educativo existente y un número más grande de televidentes encontró en el canal 11 una real alternativa de educación y cultura.
Señal Colombia, el canal cultural En 1995 se reestructuró toda la imagen del canal 11, que salía al aire desde 1970, y su nombre fue cambiado por el de Señal Colombia. Esto trajo consigo una transformación en la programación con miras a hacerla menos escolar, sin dejar de ser educativa. Para ello se dispuso la emisión de documentales, películas, espacios periodísticos y debates culturales, entre otros programas. Estos cambios en el estilo de programación de Señal Colombia fueron el resultado de la reforma en la educación de 1995, que concluyó, entre otras cosas, que las clases magistrales o cátedras no enseñaban más que las clases de experimentación. En adelante, los programas debieron hacerse para apoyar procesos, dar pautas y proponer guías, es decir, una estructura de educación no formal. A lo largo de su historia, y salpicada de favoritismos políticos, Señal Colombia no sólo ha producido programas educativos para pasar en su propia frecuencia, sino que ha operado horas no adjudicadas en los otros canales públicos. Ahora, y dentro del marco de reorganización de la televisión pública abierta, Señal Colombia atraviesa por una etapa de reestructuración para no sólo reafirmar su calidad de canal educativo y cultural, sino ajustar la
parrilla para entregar una programación totalmente renovada. Para ello, entre otras cosas, se creó un registro único de productores, quienes estarán facultados para concursar en distintas convocatorias que se abran con el fin de realizar los espacios televisivos que los colombianos verán en el futuro por este canal. En principio se ha establecido que entre semana habrá cinco franjas temáticas: infantil, juvenil, educación, cultura y convivencia, y los sábados y domingos se transmitirán espacios deportivos, programas de opinión y documentales, así como producciones cinematográficas después de las 10:30 de la noche. Los ministerios de Cultura y Educación, así como Inravisión, dirigirán los destinos de Señal Colombia, a través de un comité interinstitucional que se encargará de diseñar las políticas en materia educativa y cultural del canal.
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Te l e v i s i ó n c u lt u r a l
En busca de nuestras raíces
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El pasado en presente
Uno de los pilares de la televisión cuando ésta se trajo al país fue la difusión cultural. Este parámetro sirvió para que durante los primeros años se concibiera una programación con los estándares que en ese momento se entendían como de una televisión “culta”. Bajo este esquema se transmitían casi a diario conciertos de música clásica, principalmente, interpretados por reconocidos artistas internacionales, a la par con las adaptaciones de grandes obras de la literatura universal, plasmadas en los famosos teleteatros, que estuvieron al aire por espacio de diez años, casi desde el inicio de la televisión nacional. Pero sólo fue a partir de la década del ochenta cuando el género cultural como tal realmente floreció, bajo la tutela de Audiovisuales, la productora oficial de televisión del Estado, y Colcultura. Estas dos empresas se dieron a la tarea de resaltar la cultura popular a través del género documental principalmente, con el cual se exploraron no sólo las expresiones artísticas nacionales, sino los personajes y situaciones que constituyen nuestra identidad y acervo cultural. En el caso de Colcultura se creó una división de televisión desde donde se produjeron series tan conocidas como Aluna, Señales de vida e Imaginario, que se presentaron semanalmente desde finales de los años ochenta a través de ciclos que podían versar bien sobre óperas conocidas y fiestas populares de los distintos rincones del país, o bien sobre personajes de la talla de León de Greiff o Álvaro Restrepo. Ya para 1997 Colcultura creó un nuevo espacio que denominó Producción nueva y a principios de 1998 salió al aire La franja, que a través de 22 horas de emisión semanales abarcaba diferentes géneros de la creación audiovisual, siempre enfocados al rescate de lo cultural. Mientras tanto la productora estatal, Audiovisuales, se lanzó desde 1982 a producir ambiciosos proyectos como Yuruparí, Palabra mayor, Maestros y Talentos, entre otros, que además de atrapar una buena parte de la teleaudiencia, traspasaron las fronteras nacionales y fueron exportados a países latinoamericanos y a España. La producción, rica en contenido y trabajo visual, que plasmaba una realidad rural y ancestral, se vio alimentada a finales de los ochenta con otras propuestas que registraban una mirada más urbana, la cual quedó retratada principalmente en varias de las series que realizó Colcultura y en un esfuerzo aislado que la Universidad del Valle produce desde 1988. Bajo el nombre de Rostros y rastros, esta serie documental, que inicialmente salió al aire por Telepacífico, mostró esos personajes e historias que se esconden detrás de las calles de la ciudad. Además de este canal regional, también se destaca la labor que han emprendido otras empresas televisivas descentralizadas, como Teleantioquia o Telecaribe, cuya producción está enfocada a resaltar las manifestaciones y movimientos culturales de las zonas donde tienen cubrimiento. En este intento también toman parte varias universidades que, como la Javeriana, Jorge Tadeo y Nacional en Bogotá, y la de Antioquia en Medellín, utilizan sus departamentos de televisión para darle a la cultura el espacio que merece. No obstante, estas iniciativas con el tiempo fueron relegadas por la dictadura del rating, que sólo les permite sobrevivir a los programas que presentan una alta medición de audiencia. · R e a l i z a d o r a s
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Marta Traba Nacida en Buenos Aires en 1928, vivió en Colombia durante 17 años, tiempo en el cual realizó una extensa labor cultural en distintos ámbitos, comenzando por la creación del Museo de Arte Moderno. En las décadas del cincuenta y sesenta también participó en varios de los espacios de índole cultural que tuvo la televisión, y fue así como presentó los programas La rosa de los vientos, que mostraba sitios históricos y artísticos, y Museo vivo, que se hacía a control remoto y registraba las exposiciones de arte vigentes en museos y galerías de la ciudad. En 1955 El Espectador la destacó como una de las figuras femeninas más populares de la televisión y en 1959 recibió una mención especial en el premio Nemqueteba por Viaje alrededor del arte, programa que presentó desde 1956 en compañía de Gloria Valencia de Castaño. Junto con ella hizo también para el canal Teletigre el programa Temas de ayer y de hoy. Murió junto a su esposos, Ángel Rama, en un accidente aéreo en Madrid, España en 1983.
Espacio que la programadora Colombiana de Televisión presentó desde 1978 hasta 1993, bajo la dirección y presentación de los reputados académicos colombianos Abelardo Forero Benavides y Ramón de Zubiría. En los 15 años que estuvo al aire se tocaron más de 180 temas de la historia y la cultura, ya fuera literatura, arte o filosofía. Durante todo este tiempo El pasado en presente recibió los premios India Catalina al mejor programa cultural y el Simón Bolívar al mejor programa de todo tipo, en 1989. De Zubiría murió en 1995 y Forero Benavides, a finales de 2003.
Audiovisuales, nuestro programa es Colombia Producir series que rescaten valores históricos, culturales, geográficos y políticos, así como la diversidad humana que nutre nuestro país, es el fuerte de Audiovisuales, la productora del Estado. Nació en 1976 con el fin de producir un noticiero que difundiera las noticias estatales. A los pocos años, a la empresa industrial y comercial del Estado, adscrita al Ministerio de Comunicaciones, le asignan la función de hacer televisión educativa y cultural. Luego de realizar la serie documental Yuruparí, Audiovisuales le da inicio a una trayectoria en la cual una de sus mayores contribuciones ha sido al afianzamiento de la identidad nacional colombiana. Desde entonces, esta compañía no sólo dirige y produce, sino que coordina, administra y programa series documentales y argumentales de televisión, muchas de las cuales han sido exportadas al resto de América y a Europa. Algunas de las empresas que han hecho acuerdos para pasar la programación de Audiovisuales son Canal 11 de México, Tele-Madrid y Televisión Española de España, Canal 5 y Feteve de Panamá, TV Martí de Cuba, Telecentro de República Dominicana y Canal 13 de Paraguay. En Argentina y Venezuela se han visto producLa inversión total ciones de la programadora estatal como Expedel programa de diciones submarinas y Palabra mayor. Además, Audiovisuales Discovery Channel adquirió la producción Los Talentos, grabado nukak makú. Algunos de los programas de Audiovisuales en distintas partes han sido emitidos en horarios prime, con altos del mundo, fue de ratings. Por ejemplo, Maestros alcanzó los 30 600 millones de puntos, Talentos llegó a los 26, Los nukak makú pesos (más de 2.000 los 22, Palabra mayor obtuvo entre 14 y 12 y millones de pesos Expediciones submarinas consiguió 12. Los reconocimientos a todo este trabajo no se del 2004). Hacer han hecho esperar. Premios no sólo nacionales, cada capítulo como los de televisión y periodismo Simón costaba 10 millones Bolívar; los CPB, Tv y Novelas, India Catalina y (aproximadamente Acpe, sino internacionales como el Premio In32 millones de pesos ternacional de Periodismo Rey de España, que fue ganado por el programa Vida de barrio en la del 2004). categoría televisión en 1999; el Imput de Alemania; el Midia también de España, amén de un sinnúmero de condecoraciones. Otros programas de la carpeta de producción de Audiovisuales, además de sus reconocidas series de índole cultural, son El país de las maravillas, Brújula mágica, Chóquelas, En blanco y negro con Margarita, Máquina de sueños, Todo el mundo es bueno y Ese mar es mío. Con estas y otras producciones Audiovisuales hizo presencia a lo largo de su historia en los dos canales comerciales que existían, pero desde el 98 tuvo que concentrarse en producir y programar a Señal Colombia, siguiendo los lineamientos de un proyecto de televisión educativa, así como asumir los espacios que paulatinamente fueron devolviendo las empresas televisivas que entraron en crisis, tarea que se cumplió básicamente volviendo a sacar al aire la programación realizada a lo largo de más de 23 años. De los últimos espacios que produjo Audiovisuales están Equidad, La vida es bella, Sitios y gentes por Colombia y Buenos oficios que fueron transmitidos por Señal Colombia. Hoy en día Audiovisuales participa en el diseño del nuevo canal institucional, antes Canal A, y ya está empezando a producir algunos de los programas que conformarán su parrilla.
Programa Yuruparí, dirigido por Gloria Triana y producido por Audiovisuales.
Yuruparí, un canto a la fiesta popular En 1982 Audiovisuales le pide a Gloria Triana que cree y dirija un programa que rescate la cultura popular a través de mediometrajes para televisión. Yuruparí, palabra indígena que significa principio de la vida y denomina al ritual amazónico de iniciación masculina de la pubertad y de culto a los ancestros, empezó en 1982 con el rodaje de las películas Los cinco negritos y El retorno, que salieron al aire en febrero de 1983. El proyecto, que contó con el apoyo de Focine para conformar un archivo fílmico, fotográfico y sonoro de cultura y arte popular colombiano, abarcó más de 60 historias, cada una contada en varios capítulos. Gloria dirigió y realizó alrededor de 35, que fueron vistas semanalmente en la televisión nacional entre 1983 y 1986. Al menos dos programas se proyectaron como cortometrajes en las salas de cine del país. Los otros directores con que contó el programa fueron Jorge Ruiz Ardila, quien trabajó casi siempre al lado de Gloria; Ofelia Ramírez; Jaime Osorio; Mauricio Pardo; Fernando Riaño; María Elvira Talero; Manuel José Guzmán; Beatriz Barros; Fernando Vélez; Ana María Echeverry; María Eugenia Romero, y Jorge Cifuentes, entre otros. Yuruparí tuvo dos etapas temáticas. En la primera el programa era básicamente un registro de la fiesta popular, dándoles prioridad a aquellas con mayor tradición. Los temas se seleccionaban con base en conocimientos previos sobre las regiones, sus gentes y su cultura, las cuales se contaban mediante entrevistas y la observación participante, por lo que no había necesidad de un guión escrito. Los documentales de Yuruparí ayudaron a evitar que estas tradiciones se perdieran y con ellas la identidad cultural de sus pueblos. En la segunda etapa los documentales se enfocan en mostrar en detalle a un personaje regional; uno de los primeros fue Pedro Flórez, llanero, músico y guerrillero, realizado en 1986. Como reconocimiento a su valor cultural, Yuruparí recibió los premios India Catalina, en 1985, y Simón Bolívar en 1986. A partir del trabajo de Yuruparí, surgieron varias propuestas. Primero se hicieron una exposición colectiva de fotografías, un ciclo de películas y una exposición con atuendos y máscaras, instrumentos musicales, vestidos y fetiches en el Museo de Arte Moderno de Bogotá. Luego en 1987 Procultura inició la edición del archivo sonoro de entrevistas y música, que plasmaría después en discos sobre la música popular y tradicional con parte del material de Yuruparí y con material producido por el Centro de Documentación Musical de Colcultura. En el caso del material de Yuruparí, los discos estuvieron acompañados de un fascículo con la historia de la música y fotografías de la fiesta respectiva. La serie fue más tarde comercializada en otros países con el fin de divulgar las culturas populares colombianas.
Gloria Triana La televisión cultural en Colombia tiene en esta antropóloga e investigadora a una de sus más conocidas exponentes. Interesada en el acervo cultural del país, empezó a viajar por las distintas regiones en compañía de Totó la Momposina, siguiendo básicamente un interés estético. Esto le sirvió para armarse en la cabeza un mapa etnográfico de la cultura popular del país, el cual utilizaría posteriormente en la creación y producción de Yuruparí, uno de sus más conocidos trabajos en televisión. Teniendo ya algunos acercamientos con el cine y el documental, su inicio en la televisión se dio cuando Gloria Zea la llamó para que asesorara a Colcultura en el proyecto “Encuentros Nacionales de la Música y de la Danza Tradicional”, para el cual Gloria organizó los encuentros regionales de música y danza tradicional y más adelante los concursos nacionales de intérpretes y de compositores de la música popular. De allí nacieron las famosas Noches de Colombia, conciertos con artistas populares, que se presentaban en el teatro Colón de Bogotá y se transmitían en directo por la televisión nacional. De allí a Yuruparí no hubo sino un paso. A principios de los ochenta, de Audiovisuales la llamaron para que desarrollara un proyecto que plasmara en documentales la cultura popular de Colombia. Yuruparí, nombre indígena que simboliza un complejo mítico ritual de la Amazonia, fue una serie de aproximadamente 60 películas hechas en 16 mm, de las cuales Gloria dirigió 35, que duraron en la pantalla chica más de cuatro años y medio. Premiada con el India Catalina por su trabajo en esta serie, dos años después de terminada entró como subdirectora de comunicaciones a Colcultura, desde donde desarrolló varios proyectos entre los que se destaca la serie de televisión Aluna, que versaba sobre la creatividad y los creadores de la cultura colombiana. Con los documentales de Aluna, de los cuales dirigió 11 de un total de 70 que salieron al aire, también fue premiada con el Simón Bolívar al mejor director de series documentales culturales, en 1989; el Simón Bolívar al mejor programa cultural de la televisión, en 1990; el Simón Bolívar al mejor director de programas culturales, en 1991, y el India Catalina como mejor programa cultural de la televisión colombiana en 1992. En 1992 fue nombrada directora del Instituto Distrital de Cultura y Turismo, donde ideó un proyecto encaminado a buscar la identidad de Bogotá como ciudad, conocido como Crónica urbana. Aunque no dirigió ninguno de los documentales que lo componían, dio las pautas para que las historias de barrio, calles, arquitectura y colores estuvieran reflejados en ellos. También en esos años Gloria le propuso a Colcultura la elaboración del proyecto Ale-Kumá, cinco videos documentales que muestran las danzas tradicionales representadas por doce grupos de distintas partes del país. Tierra Viva, Los Macheteros del Quindío, De la Jota al bambazú, Los folclóricos de Guapi y Grillos y Joroperos fueron presentados en el espacio La Franja de Colcultura. Hoy en día esta apasionada por las artes populares asesora entidades públicas y privadas.
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Imagen del primer programa de Aluna.
Aluna Transmitido entre 1989 y 1993, el programa cultural Aluna fue ideado por Gloria Triana, quien dirigió once de los setenta capítulos que salieron al aire. Utilizando una palabra de origen kogui, Aluna, que hace referencia al espacio simbólico y mágico de la creación, se desarrolló este espacio, bajo el cual se destacaron las creaciones y los muy diversos creadores artísticos del país. Fue realizado en distintas regiones de Colombia, utilizando la misma unidad móvil que antes Colcultura usaba únicamente para transmitir en directo desde el teatro Colón de Bogotá el concierto de la Orquesta Sinfónica. Con distintos estilos y tratamientos, Aluna mostró los aportes y el contexto del trabajo de pintores, poetas, escultores, directores de teatro, artesanos, pintores y bailarines, entre otros, tanto conocidos como anónimos. Algunos de los muchos títulos que salieron al aire en este espacio de Colcultura fueron La generación del desmadre, presentado en cuatro capítulos en 1990 y dirigido por Margarita Carrillo; La Candelaria, una vida de teatro I y II; Luis Vidales; Fiesta brava en Bogotá; Gracia y salero de la zarzuela; Gorgona, un puente hacia el futuro; En la Sierra se sostiene el mundo, y La Guajira, región luminosa. La excelencia de la serie Aluna fue reconocida con tres premios Simón Bolívar y un India Catalina, entre los años 1989 y 1992.
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Bernardo Hoyos Periodista cultural de gran reconocimiento nacional, en 1964 tuvo un corto paso por la televisión haciendo el doblaje del programa Tempus, la historia viva del siglo XX de la cadena CBS, y más adelante comenzando la década de los ochenta, luego de regresar del exterior donde estuvo radicado varios años, comenzó a trabajar en el programa Palco de honor, en el que hizo la presentación y comentarios musicales hasta que éste salió del aire en 1984. Siendo director de la división cultural de RTI, en esa época simultáneamente comenzó a hacer Esta es su vida, los primeros cinco años con esa programadora y más adelante con Señal Colombia, canal en el que el programa duró hasta el 2000. Un año antes había comenzado a dirigir el espacio del Canal Caracol Cine arte, trabajo que todavía realiza al lado de Diana Rico. Otros programas culturales en los que Hoyos tomó parte
fueron Libros y lectores, La Expedición Botánica 200 años, Caleidoscopio y Momento cultural, espacio que fue reconocido con un premio, el cual este abogado nacido en Santa Rosa de Osos conserva al lado de otros, como el primer Simón Bolívar que fue entregado a un programa cultural en 1987. Además de la televisión, Hoyos se ha desempeñado desde hace casi dos décadas en la radio, primero en la cadena Caracol y luego en la emisora de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, la cual dirige desde 1999.
Heriberto Fiorillo fue el conductor y director del programa periodístico Talentos.
Heriberto Fiorillo
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Aunque es básicamente un contador de historias, con una amplia trayectoria en medios impresos como cronista y columnista, este comunicador social y periodista de la Universidad Javeriana ha participado en exitosos proyectos de la televisión nacional, generalmente de carácter periodístico o cultural. Primero estuvo en el cine, donde empezó a principios de los ochenta haciendo guiones para docuargumentales. Su entrada a la televisión se produjo a mediados de esa década en la subdirección y haciendo los libretos del Noticiero de las 7. Posteriormente, fue director del Noticiero del mediodía y después diseñó, produjo y escribió Noticias Uno, el noticiero de los festivos y fines de semana. Entre 1994 y 1995 produjo, escribió y dirigió la serie de Audiovisuales Talentos y también con la productora estatal en 1995 escribió y dirigió el especial Amores ilícitos, un programa de una hora que hace parte de la serie De amores y delitos, presentada en la televisión con el sello de Gabriel García Márquez.
Talentos Mostrar el trabajo que 52 colombianos exitosos hacían fuera del país fue el propósito de este programa de Audiovisuales que se grabó alrededor del mundo en los países donde vivían y triunfaban nuestros cerebros fugados. Con un equipo encabezado por Heriberto Fiorillo, en el cual se encontraban nombres como Daniel Coronell y Alberto Amaya, se grabaron 500 horas de televisión que sirvieron para conformar capítulos de media hora que fueron presentados los martes a las 7:30 de la noche entre 1994 y 1995 por Señal Colombia. Nombres como Rodolfo Llinás, Stefano, Fernán Martínez Mahecha, Yolanda Jiménez, Augusto Sarmiento, Adriana Ocampo y Martha de Francisco desfilaron por este programa que mostró artistas, científicos, periodistas, investigadores, cineastas, antropólogos, geólogos y fotógrafos, entre otros, radicados en sitios como Texas, Miami o Nueva York, en Estados Unidos, o París y Madrid e, incluso, en los asentamientos de las tribus bantúes en África.
Imaginario En 1992 arrancó este proyecto de Colcultura que los colombianos vieron en sus pantallas hasta 1996. Un grupo de creadores, compuesto por Juan Carlos Delgado, María Victoria Cortés, Mauricio Beltrán, Paula Gaitán y Roberto Triana, se dio a la tarea de realizar una serie cuyos documentales podían tanto resaltar la vida de algún personaje conocido, como mostrar el trasfondo de algunos eventos artísticos de importancia o, simplemente, retratar un tema que le hiciera volar la imaginación al televidente. El planteamiento de estos realizadores, que con base en encuadres, iluminación, movimientos de cámara, miradas, gestos, sonidos y silencios creó una identidad propia, hizo que Imaginario recibiera el premio Simón Bolívar en 1993 como mejor programa especial. Algunos títulos fueron Cándida Eréndida, El día que mataron a Lennon, Memoria de los bares, Regreso al cine, Sapzurro, retratos del paraíso, Los aterciopelados, La calle, Viaje al corazón de Macondo y Beatriz González, el color de la muerte, dirigido en 1996 por Clara Inés Cárdenas.
Diego Carrizosa Posada
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Habiendo cursado estudios de producción y dirección de cine y televisión en Estados Unidos y una maestría en arte de la Universidad del Rosario, a través de su programadora Carrizosa y Asociados TV creó, produjo y dirigió programas como Studio Magazine Cinematográfico y Hoy en el mundo. También en calidad de productor independiente hizo para Audiovisuales En blanco y negro con Margarita y Encantado de verlos, y creó la miniserie Parte del arte. Siendo jefe de la división de proyectos y programas de Audiovisuales creó Magazine 7:30 p.m., espacio que ganó el premio India Catalina en 1989 como mejor magazín de la televisión, y realizó en 1987 Un día en la vida de, que también fue galardonado, esta vez con el Simón Bolívar como mejor programa de la televisión.
Los nukak makú, los últimos nómadas Uno de los más ambiciosos proyectos de Audiovisuales y uno de los de más proyección internacional tuvo su escenario en San José del Guaviare. En las inmediaciones de esa población se filmó en Súper 16 durante un mes un documental que fue visto en televisión en una hora, durante la cual se narra con imágenes la vida del único pueblo nómada: los nukak makú. Este documental, rodado en 1994, fue hecho en coproducción con la AVC Rainbow de Bélgica y comprado luego por Discovery Channel Mundo. Se requirió más de un año de preproducción para lograr las sorprendentes imágenes que mostraban cómo es el tipo de supervivencia de este pueblo que aún era una pequeña comunidad recolectora y cazadora.
Señales de vida Transmitido entre 1991 y 1996 por Colcultura, fue una serie en la que se intentaron descifrar la ciudad, sus leyes, sus movimientos, sus azares, sus características y las peculiaridades de sus habitantes. Bajo la dirección de conocidos documentalistas como Ana María Echeverry, Diego García, Mady Samper, Mauricio Beltrán, Roberto Triana y Augusto Bernal, entre otros, el programa le dio cabida a esa inmensa mayoría de población urbana silenciosa, desarraigada, acosada por una realidad que no siempre le es propicia. Este espacio ganó los premios Simón Bolívar como mejor programa de cualquier tipo en 1989; Simón Bolívar como mejor programa cultural en 1990; Simón Bolívar al mejor director (Gloria Triana) en 1990 y el India Catalina en 1992 como mejor programa cultural.
Rostros y rastros Serie realizada desde 1988 por UV TV, la productora de televisión de la Universidad del Valle para el Canal Telepacífico. En un principio el programa, nutrido exclusivamente por documentales que mostraban temas urbanos y populares relacionados con nuestra identidad, contó con la dirección de realizadores conocidos, como Luis Ospina, Carlos Mayolo, Ana María Echeverry y Lisandro Duque. Posteriormente fueron los jóvenes talentos egresados de la Facultad de Comunicación Social quienes siguieron produciéndolo, bajo un tratamiento visual experimental que mostraba las historias de gentes del común: el taxista, el peluquero, el travesti, quienes hablaban sin tapujos ni maquillajes. Durante los años que lleva al aire varios de sus realizadores, como Óscar Campo, Antonio Dorado, Fernando López y Fernando Borrero, han recibido más de cuarenta premios nacionales e internacionales en países como Cuba, Suiza y Canadá, entre otros. Aunque el público primario del programa fueron los vallunos, Rostros y rastros también ha sido presentado varias veces en las distintas cadenas de la televisión nacional, especialmente Señal Colombia, y aún continúa saliendo por el canal de la Universidad del Valle. ·Realizadores destacados·
Óscar Campo Comunicador social y documentalista de gran trayectoria, se desempeña también como profesor titular de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad del Valle, dentro de la cual creó la especialización en prácticas audiovisuales, cuna de los programas documentales Rostros y rastros y Vidas cruzadas. Ha realizado más de veinte documentales, entre los que se destacan Un ángel subterráneo, premio Coral en el Festival de La Habana 1992; Recuerdos de sangre, premio India Catalina 1991; Fernell Franco: escritura de luces y sombras, premio Una Ciudad que Sueña-Cinemateca Distrital 1996; El proyecto del diablo, documental escogido para la muestra Input año 2000, y Noticias de guerra en Colombia, ganador en el 2002 del premio del canal francés Planet. Paralelamente, ha realizado diversos trabajos argumentales para cine y video, como los mediometrajes Valeria y Las andanzas de Juan Máximo Gris, producidos con el apoyo de Focine.
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Maestros En 1995 Audiovisuales emprende la tarea de destacar la vida, obra y milagros de los grandes compositores de la música popular colombiana. Bajo la dirección de Consuelo Cepeda el equipo de producción se desplazó por las distintas regiones del país buscando las sones escondidos que todavía se escuchan en regiones como la costa caribe, la zona cafetera, los llanos orientales y el altiplano cundiboyacense. A partir de esos viajes se grabaron crónicas periodísticas que mostraban a los creadores de tales trabajos musicales. Pasaron por allí Emiliano Zuleta, Esthercita Forero, Rafael Campo Miranda, Jaime R. Echavarrría, Joe Arroyo, Jairo Varela, Álvaro Dalmar, Jorge Velosa, Héctor Ochoa y Jorge Villamil, entre otros. En total fueron 23 los compositores homenajeados con este programa, cuya primera emisión se hizo el 25 de mayo de 1995 con un concierto en el que los propios compositores interpretaron los temas que los hicieron inolvidables. El programa se presentó en 44 capítulos, cuya emisión se extendió hasta mayo del 96.
Productores independientes Adelaida Trujillo y Patricia Castaño, de Citurna Producciones, llevan casi dos décadas realizando documentales sobre cultura ambiental y política de Colombia y América Latina que aunque no tienen gran difusión dentro del país, sí cuentan con una amplia acogida en cadenas internacionales como la BBC de Londres, ZDF de Alemania, FR3 de Francia, Channel 4 de Inglaterra y el Canal Plus de España. Entre otros productores independientes se cuentan Martha Rodríguez, Jorge Silva, Gabriela Samper, Roberto Tovar y Carlos Álvarez.
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Fernando Riaño Fotógrafo y realizador, especializado en dirección de fotografía y realización de documentales para cine y televisión y de vida silvestre en Inglaterra. A lo largo de su carrera en el mundo audiovisual, les ha dado forma a más de 120 producciones en distintos formatos, pero es más reconocido por su trabajo documental. En 1984 19 tomó parte en una docena de películas de la serie Yuruparí y entre 1989 y 1991 realizó también para Audiovisuales la serie Expediciones submarinas submarinas, por una de las cuales ganó el Premio India Catalina en 1992. Ha recibido otros galardones que le reconocen en especial su contribución a la difusión de temas ambientales. Su trabajo ha traspasado las fronteras del país, por lo que empresas como Canal 4, la BBC de Londres y Discovery Channel lo han tenido entre su nómina como director de fotografía y camarógrafo. · Otros programas · Intervisión Yo sé quién sabe lo que usted no sabe, 1977. Globo Televisión La vida de los libros, 1979.
Palabra mayor Programa de Audiovisuales cuyo propósito primordial era reunir a los escritores más brillantes y representativos de la lengua castellana y mostrar no sólo el alma de su obra, sino toda su complejidad como literatos y poetas. Por allí desfilaron figuras como Gabriel García Márquez, Camilo José Cela, Octavio Paz, Ernesto Sábato, Rafael Alberti, Carlos Fuentes, Augusto Roa Bastos, Adolfo Bioy Casares, Mario Vargas Llosa, Germán Arciniegas, Mario Benedetti y Augusto Monterroso, entre muchos otros. Para realizar este programa el equipo de producción se desplazó a los sitios de domicilio de los autores, como Caracas, Buenos Aires, Santiago, México, Madrid y Barcelona. Bajo la dirección literaria de R. H. Moreno-Durán, Palabra mayor se empezó a emitir en julio de 1991 y se extendió hasta 1993.
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Esthercita Forero, Antonio María Peñaloza y Rafael Campo Miranda, en el programa Maestros.
Periodista graduada de la Universidad Javeriana, con varios cursos de especialización en televisión y radio en España y Estados Unidos, fue directora del espacio Todos somos Colombia de RCN entre el 83 y el 89, por el cual recibió el premio India Catalina como mejor programa periodístico en 1988; corresponsal del noticiero TV Hoy desde Roma y Madrid entre el 89 y el 91; directora del programa Expediente en 1993; periodista de las noticias de la mañana de RCN Radio, y editora general de CM& en 1992. Por toda esta trayectoria se ha hecho merecedora de los premios de periodismo CPB, Simón Bolívar y Antonio Nariño, galardones que recibió entre 1985 y 1987. Más adelante dirigió la serie de Audiovisuales Maestros en 1995, que destacaba la vida de los compositores más importantes de la música popular colombiana. Hoy en día es la defensora del televidente del Canal RCN.
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Consuelo Cepeda
El documentalista Fernando Riaño fue el cerebro de este proyecto que Audiovisuales presentó entre 1991 y 1993. Buen conocedor de la producción de documentales sobre naturaleza, Riaño, en compañía de otros directores como Gabriel Ossa y Carlos Ángel, emprendió la tarea de darles forma a diez documentales, que fueron realizados en tres etapas. En la primera se quería básicamente mostrar la riqueza submarina que rodea a Colombia, en la segunda se hacía énfasis en la investigación existente sobre el tema y en la tercera se resaltó la labor de conservación, muchas veces desconocida, que varios jóvenes científicos colombianos desarrollan alrededor del mundo submarino. Para realizar estos programas un equipo de profesionales se desplazó a sitios como Malpelo, la ensenada de Utría, San Andrés y Providencia y las islas de San Bernardo.
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Audiovisuales Un día en la vida de, 1983 Por las rutas de Colombia, 1988. Parte del arte, 1992. Inmigrantes, 1993. Travesías, 1993. Tutela, factor humano, 1993. Vida de barrio, 1999. Caracol Ojo al arte, 1991 . Cine arte, 1999. Colcultura Tiempo libre, 1993. Proyectamos Televisión Geografía olvidada, 1980. Ministerio de Cultura Diálogos de nación, 1999. Colombiana de Televisión Momento cultural, 1988. Citytv Buen cine, 1998. RTI Carta de Colombia, 1977. Palco de honor, 1983.
El ecuatoriano Jorge Enrique Adoum y los españoles Juan Goytisolo y Fernando Savater fueron algunos de los escritores entrevistados en el programa Palabra mayor.
Canal Capital Cultura capital, 2001. El espejo, 2002.
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Programas musicales en las primeras décadas de la televisión colombiana. inravisión
Al llegar la televisión a Colombia se echó mano de la radio para trasladar a la pantalla chica algunos de los formatos que habían dado buen resultado en ella. Uno de estos esquemas fue precisamente el de los musicales, los cuales tenían la doble virtud de ser relativamente fáciles de producir y generaban un interés inmediato por parte del público. Fue esa la razón por la cual hombres de amplia trayectoria en el medio radial, y melómanos por naturaleza, se vieron involucrados en la televisión. Nombres que con el tiempo seguirían ligados a la historia de la pantalla chica, como Julio E. Sánchez Vanegas y Otto Greiffenstein, llegaron con sus inquietudes musicales y realizaron los primeros programas del género, algunos de ellos basados en su propia experiencia y otros en las ideas que se traían de Cuba y Estados Unidos. Fue entonces cuando surgieron propuestas como La revista dominical, realizada por Julio Sánchez Vanegas para la Televisora Nacional, o Agencia de artistas, espacio producido por Punch y presentado por Fernando González-Pacheco. Los resultados fueron positivos y así, poco a poco, se fue perfeccionando el género hasta llegar a una estructura que se mantuvo por años: un concierto de una hora, con un presentador que introduce a los invitados y unos artistas que interpretan sus canciones, todo compaginado con una entrevista realizada hacia la mitad del programa. 108 Los años sesenta vieron nacer nuevas producciones como el Teatro musical Colseguros, Estrellas Palmolive, Variedades Recamier (donde debutaron figuras que, como Judy Henríquez, poco después se dedicaron a otras facetas artísticas), El club de la juventud (antecesor de El club del clan) y El programa de Otto y Julio. A la par se hicieron transmisiones especiales como las realizadas en 1963 por la programadora RTI con el espacio Conciertos Ecopetrol, a través del cual se emitieron 28 programas en remoto desde el Teatro Colón de Bogotá. En la década de los setenta el panorama musical de la televisión estuvo dominado por tres programas, cada uno con un estilo muy particular. Por una parte estaba Espectaculares JES, que bien podía ofrecer pequeños conciertos con artistas de la talla Una de las primeras de Julio Iglesias o Barry White, o realizar emisiones especiales propuestas en materia desde China o Rusia. Por el otro se encontraba El show de las musical fue el espacio llamado Intermedio, que estrellas, el más apegado al concepto tradicional del musical, iba dentro del programa que se distinguió por presentar figuras de renombre internaTelehipódromo en los años cincuenta. Presentado por Los cional. Y finalmente aparecía El show de Jimmy, que supo combinar la buena música de figuras como Miguel Bosé o Vicente Tolimenses, en el segmento se invitaba a artistas Fernández con el humor, obteniendo excelentes resultados. nacionales y extranjeros Estos espacios mantuvieron su hegemonía en la programapara que interpretaran sus ción nacional hasta bien entrados los años noventa, a pesar de melodías. Sin embargo, con la competencia implacable de los programas de videos musicael paso del tiempo el formato empezó a agotarse y fue les, herederos de la tradición de la cadena MTV. Títulos como necesario crear programas Oro sólido, Los diez mejores de la música y A toda música en los dedicados exclusivamente a ochenta, o Rockactivos y La locomotora diez años después, salos cantantes. lían en pantalla ofreciendo a sus realizadores buena audiencia y un bajo costo de producción. Mientras tanto, se continuaban transmitiendo especiales como el Festival de la OTI, que llegó a Colombia en 1982, o el Festival de Viña del Mar, que se emitió a partir de 1985.
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Un concierto en la sala del hogar
Especial de música con ocasión de los 25 años de Inravisión en 1979.
Agencia de artistas
el tiempo
Musicales Muchos de los artistas que se dieron a conocer a través de los primeros musicales de la televisión actuaban en un bar llamado Miramar, donde hacían sus fiestas animadores como Otto Greiffenstein y Fernando GonzálezPacheco. Allí descubrieron a Jimmy Salcedo. CírCulo Colombiano de artistas (CiCa)
Fue uno de los primeros musicales que conocieron los televidentes colombianos y sirvió como plataforma de lanzamiento para el presentador Fernando González-Pacheco. Creado por Alberto Peñaranda para la programadora Punch, se estrenó un día miércoles del año 1959 con una estructura que no era la propia de un musical, ya que supuestamente se desarrollaba en una agencia de talentos dirigida por Pacheco en persona. Él, sentado cómodamente en su silla, recibía al aspirante de turno, que bien podía ser una figura de la talla de Pedro Vargas o Agustín Lara, para preguntarle qué sabía hacer. “Yo canto”, solía ser la respuesta habitual y de inmediato el “aspirante” a estrella empezaba a interpretar uno de sus éxitos. La escenografía era muy sencilla, pero el programa caló en el gusto del público y por eso, al poco tiempo de ser estrenado, se aumentó su emisión de una a dos horas semanales.
Teatro musical Colseguros Fue otra de las propuestas dentro del género de Producciones Punch. Nació en 1966 con la dirección de Otto Greiffenstein, quien había iniciado su carrera en la pantalla como modelo de otro musical: El programa Pielroja. Él tuvo la idea de dramatizar las canciones que se interpretaban en este espacio. Además, lo sacó de los estudios y por primera vez lo realizó en exteriores, lo que fue toda una novedad para la época y le permitió ganar el premio Nemqueteba como la mejor producción de la televisión colombiana en su género. El Teatro musical Colseguros tenía un grupo de artistas de planta, del que hacían parte Lyda Zamora y Lucho García, quienes alternaban con los cantantes invitados, entre los que se contaban Vicente Fernández, Libertad Lamarque y Pedro Vargas. A pesar de su éxito, el musical finalizó en 1968.
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Leonor González Mina, “la Negra Grande de Colombia”, cantante y actriz.
Alfonso Lizarazo, presentador, con Harold y Óscar Golden, entre otros.
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Músicos de los setenta.
El cantante Fausto cosechó gran éxito. CírCulo Colombiano de artistas (CiCa)
El nombre de este programa, que nació en la radio y en 1966 llegó a la pantalla a través de la empresa TV Ltda., fue tomado de una canción y de espacios idénticos que se producían para la época en la televisión de Argentina y Puerto Rico. Su gran logro consistió en servir como puerta de entrada a nuevos talentos que se convirtieron en símbolos de la música popular en los años sesenta: Vicky, Claudia de Colombia, Óscar Golden, Emilce y Harold, entre otros. Fue, junto a Juventud moderna, una de las primeras producciones en promover la música juvenil del momento, influenciada por el rock estadounidense que poco a poco invadía al mundo. Su popularidad llegó hasta el punto de publicar una revista denominada también El club del clan. A finales de 1967 salió del aire y en 1984 regresó con poco éxito.
álbum alFonso lizarazo / Chino vera
álbum andrés Felipe ospina / Chino vera
Nació en 1966 en la programadora Punch y durante ocho años fue número uno en su género. Tuvo entre sus directores a Fernando González-Pacheco y Armando Plata Camacho, quienes a lo largo de su existencia mantuvieron su esquema original: presentar dos artistas para que se enfrentaran en un duelo musical. Este espacio se realizaba por completo en estudio y utilizando varias cámaras a la vez, con el fin de lograr efectos visuales. Más adelante el duelo se trasladó a los presentadores y era habitual ver que Pacheco invitara a colegas como Héctor Ulloa y Álvaro Ruiz, quienes se convertían en padrinos de un artista y defendían a su “protegido” frente al otro animador. Mano a mano musical fue la puerta de entrada al mundo de la televisión para cantantes y músicos como Billy Pontoni y Jimmy Salcedo, al que Pacheco descubrió en un bar bogotano llamado Miramar.
El club del clan álbum andrés Felipe ospina
Mano a mano musical
Óscar Golden hizo parte del auge de artistas colombianos, en El club del clan.
Cuando la empresa Caracol decidió dar el salto de la radio a la televisión, en 1968, le fueron adjudicados unos cuantos espacios, entre ellos un musical. Los directivos ya conocían la trayectoria de Alfonso Lizarazo como disc jockey y presentador del programa Juventud moderna, así que lo llamaron para que se pusiera al frente del proyecto. El resultado no pudo ser mejor: en sus cuatro años de existencia Estudio 15 no sólo consolidó a los cantantes de la nueva ola que se habían dado a conocer en El club del clan, sino que además recibió el premio Nemqueteba al mejor presentador para Lizarazo, y el Ondra como el mejor programa de la televisión nacional. En 1972 esta producción llegó a su fin debido a que en una nueva licitación a la empresa no le adjudicaron espacio para un musical.
El 20 de julio de 1970, con motivo de la inauguración de la estación repetidora de Chocontá, se realizó un programa musical titulado De Colombia con amor, transmitido vía satélite y en directo a Argentina, Chile, Perú, Panamá, Ecuador, Venezuela y algunas naciones de Centroamérica. En él participaron los artistas más destacados del momento: Lyda Zamora, Harold, María Eugenia y Mario Gareña. Fue un logro que hizo historia en la televisión colombiana.
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Musicales Espectaculares JES Debutó en la pantalla chica en 1976, como una de las realizaciones bandera de Producciones JES. Nació de la mente de Julio E. Sánchez Vanegas, un melómano de corazón que ya había tenido experiencias en el género con musicales como El programa de Otto y Julio. A la par que ofrecía conciertos en estudio a cargo de figuras de la talla de Julio Iglesias, Barry White o Raphael, se caracterizó por viajar a diversos rincones del planeta para realizar especiales con las estrellas del lugar. Así fue como nació la frase: “Hoy desde tal sitio, mañana desde cualquier lugar del mundo”, que se convirtió en el lema del musical. En ese peregrinar visitó Corea del Sur, China, Puerto Rico, Filipinas (donde se realizó una emisión de los cincuenta años de la muerte de Carlos Gardel), Francia, Brasil y España. Espectaculares JES recibió varios premios, incluidos el Simón Bolívar, el India Catalina y el Antena de la consagración. Llegó a su fin en 1999.
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Los músicos Edgardo Altamar y Jaime Hernández con Julio E. Sánchez Vanegas.
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Las Supernotas, entre ellas Nelly Moreno (al centro), eran uno de los elementos característicos de El show de Jimmy.
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El show de Jimmy Jimmy Salcedo fue uno de los innovadores en materia de musicales en la televisión colombiana, ya que combinó la presentación de artistas de renombre con los segmentos de humor interpretados por él, Hernando Casanova y los integrantes de la agrupación La Onda Tres. Su musical nació en 1977 al interior de la programadora Punch, pero dos años después, con la ayuda de Evelia Porto de Mejía, Salcedo se lanzó a la aventura de producirlo de manera independiente a través de su propia programadora: Do Re Creativa TV. A medida que fue transcurriendo el tiempo, el programa se enriqueció con nuevos elementos: se incorporó un grupo de baile conocido como Las Supernotas, se dio paso a entrevistas informales con los artistas invitados, y se le dio la oportunidad a personajes de la vida nacional de demostrar sus dotes como cantantes en una sección denominada “Cante aunque no cante”. La frescura en la propuesta de El show de Jimmy hizo que la audiencia lo favoreciera y le permitió recibir galardones como el premio del periódico El Tiempo, el Esmeralda y el India Catalina. El programa no sobrevivió a la enfermedad de su creador y por eso en 1989, ya sin la pasión de Jimmy Salcedo, desapareció de la pantalla chica colombiana.
“Hola, amigos, bienvenidos a la hora con más música…” Este estribillo, que desde 1977 irrumpió en la televisión colombiana, no sólo sirvió para identificar durante doce años uno de los musicales más exitosos de la pantalla, El show de Jimmy, sino que se convirtió en el himno del creador, presentador, director y alma del programa: Jimmy Salcedo. Jimmy Salcedo (a la izquierda) con Miguel Mateos. Para su público, que se divertía con su apariencia eternamente juvenil, a pesar de que le dio vida al show cuando ya había Pero la tierra llama y en 1969 Jimmy se encontraba llegado a los 33 años de edad, él era así: sencillamente nuevamente en Bogotá para darle vida a La Onda Tres, el Jimmy, el hombre siempre joven que con su afro, su grupo que lo acompañó hasta el final de sus días. Con apariencia impecable y sus sonidos contemporáneos ellos, y con el patrocinio de la Federación Nacional de sabía entender muy bien a los muchachos. La mayoría Cafeteros, representó a Colombia en la Expo 70, en Japón. no conocía su historia: ignoraban que en realidad se Al regresar se vincularon como agrupación de planta llamaba Jaime Salcedo Tafache o que había nacido en en el grill Miramar, donde los descubrieron Fernando Barranquilla en 1944, pero que al ser criado en MomGonzález-Pacheco y Otto Greiffenstein. Ellos fueron los pox, la tierra de sus ancestros, muchos creían que en padrinos de Jimmy Salcedo para su ingreso a la televisión. realidad era de allá. Convencidos de que el estilo del músico barranquillero Pequeñeces como esas no les interesaban. Simplegustaría a los jóvenes, primero lo vincularon como promente se sentaban cada semana frente al televisor gramador del espacio Mano a mano musical, en el que a ver a la estrella de turno en El show de Jimmy, las más tarde se desempeñó como entrevistador. Después lo ocurrencias de Hernando Casanova y Los Recochannombraron director musical de Punch, y director artístico boys o las curvas de Las Supernotas. No imaginaban de Operación Ja Ja y el Festival de la OTI. que para llegar a ese momento de su vida, en el que Pero Salcedo quería volar con sus propias alas y por eso, la fama y la fortuna le sonreían, y era reconocido no en 1979, fundó la programadora Do Re Creativa TV, con la sólo como músico sino también como programador, cual continuó produciendo su show y más tarde prograJimmy Salcedo había recorrido un largo camino. mas como Donde nacen las canciones y Nostalgia, por Ese caminar se inició a finales de la década de los los cuales recibió los premios El Tiempo, Antena, India sesenta, cuando en el radioteatro de la emisora Caracol Catalina y la Orden al mérito Sayco. de Bogotá se realizaba un evento denominado La orquíPara 1989 el futuro de Jimmy Salcedo se veía promisodea de plata Philips, en el que se premiaban los grupos rio. Metódico y exigente como era, había construido una musicales que se habían destacado en el programa empresa sólida y tenía sus programas en los primeros La hora Philips. Una de esas agrupaciones fueron Los lugares de audiencia. Además, se preparaba para grabar Be-Bops, en cuya nómina figuraba un pianista costeño: un disco en Miami al lado del salsero Willy Chirino, que Jimmy Salcedo. Con el galardón llegó la grabación del sería el sexto de su trayectoria artística. primer disco, un recorrido promocional por Colombia Sin embargo, la fatalidad se cruzó en su camino: el y una gira que los llevó a Europa y Oriente Medio. Sin em- 30 de octubre de ese año su empleada de servicio lo bargo, el grupo se desintegró y algunos de sus músicos encontró inconsciente en su apartamento, víctima de un regresaron a Colombia. coma diabético. De inmediato fue remitido a una clínica Jimmy, por su parte, continuó una temporada más en de Bogotá donde lograron salvarle la vida, mas no devolel continente europeo y poco después viajó a Estados verle la conciencia. Así, después de permanecer tres años Unidos, donde trabajó al lado del cantante Carlos Julio en esa condición, el músico murió el 27 de octubre de Ramírez, con el que recorrió no solamente el territorio 1992 a causa de una bronconeumonía. Al momento de su norteamericano sino que visitó Puerto Rico y las Antillas muerte el eterno adolescente de la televisión colombiana Holandesas. tenía 48 años de edad.
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Jimmy Salcedo: el eterno adolescente
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Musicales
jorge barón televisión
“El musical lo catalogo como un programa radial puesto en televisión, donde el presentador anuncia a los invitados al principio, los entrevista en la mitad del programa y al final los despide. Incluso hoy se mantiene esa estructura en algunos musicales”. —Otto Greiffenstein
Jorge Barón, con los programas Embajadores de la música colombiana y El show de las estrellas, ha destacado el talento nacional, como Shakira con quien aparece en la fotografía de la izquierda, y ha llevado importantes artistas, nativos y extranjeros, a los lugares más recónditos del país.
Los musicales toman otros rumbos Hoy en día, el género de los musicales está prácticamente en el olvido, salvo un breve experimento del Canal RCN con el programa Esta boca es mía, y los esfuerzos de El show de las estrellas por renovarse y continuar al aire. Hoy los ídolos de la canción ofrecen sus presentaciones en vivo o difunden su música a través de los videos, que en Colombia han encontrado un espacio de difusión en noticieros, magazines y, desde el 2002, en el canal Teveandina, que se especializó en su transmisión las 24 horas del día, cobrando a los televidentes una tarifa por cada canción que solicitan. Mientras tanto, aquellos espacios en donde los cantantes ofrecían sus miniconciertos frente a las cámaras, así fuera doblando, se perdieron en el baúl de los recuerdos.
Embajadores de la música colombiana
El show de las estrellas, años de entusiasmo
• Otros progr amas •
Se estrenó el 5 de febrero de 1971 a las nueve de la noche, con la presencia de los organistas Manuel Jota Bernal y Jaime Llano González, el dueto Garzón y Collazos, y la cantante Carmenza Duque. Su propuesta se basaba en promover el talento artístico de las regiones del país y difundir la música folclórica nacional. Su éxito fue inmediato, contó con el respaldo de la crítica y se hizo merecedor de reconocimientos como el premio del peródico El Tiempo (1980) y el de la Asociación de Críticos y Comentaristas de las Artes de Miami, en la categoría de mejor programa folclórico de América (1982). Desde 1977, año en que empezó a emitirse a través de la cadena SIN en Nueva York, se convirtió en el programa bandera de Colombia en el exterior. Después de esta primera incursión en el mercado norteamericano llegó al público de Los Ángeles, Miami y Las Vegas, ciudad a donde lo llevó la cadena CBS. Debido a las exigencias de la televisión internacional, Embajadores de la música colombiana fue el primer musical grabado en color, incluso dos años antes de que este sistema llegara al país. Uno de sus momentos estelares fue la transmisión especial que realizó en 1989 desde el Madison Square Garden de Nueva York, en un concierto que reunió a las grandes estrellas de la música nacional.
La radio fue el primer espacio que le dio cabida a este programa, convertido hoy por hoy en el único musical de la televisión colombiana. Nació en 1968 en la emisora Mil Veinte con el nombre de El show de Jorge Barón y su estrella invitada, en el que un Jorge Barón bastante joven, con iniciativa y deseoso de triunfar, cada semana entrevistaba a un intérprete de la música popular. En 1969 al presentador se le ocurrió trasladar el formato de este programa a la televisión. Primero buscó el patrocinio de la Televisora Nacional y lo consiguió. Luego, ante la escasez de recursos, se ingenió la manera de convencer a los artistas de que participaran en el show sin cobrar un peso. Su argumento más importante en aquella Desde 1998, año época era canjear la preen que inició su sentación por publicidad, correría por todos los idea a la que los cantanrincones del país, tes accedían gustosos. Así, El show de las Jorge Barón debutó en la estrellas ha realizado pantalla con su musical en 1969, presentando a más de setecientos Emeterio y Felipe, Los conciertos, a los Tolimenses. cuales han asistido La creatividad se imcerca de seis millones ponía por aquellos días y, ante las premuras ecode colombianos. nómicas, el presentador se ingenió la manera de no echar mano cada semana del mismo traje desgastado, así que tuvo la idea de representar en cada emisión un personaje diferente que recibía al artista de turno. Así el público lo veía como bombero, paciente de hospital o vendedor de flores, mientras alternaba con figuras como María Eugenia o Noel Petro. En 1973 el programa adoptó su nombre actual, El show de las estrellas, y cambió su estructura. Se emitía en directo desde los estudios de Inravisión y contaba con la participación de una orquesta conformada por músicos de la Sinfónica y la Filarmónica de Bogotá, como Manuel Jota Bernal, Frank Preuss y Francisco Zapata, quienes acompañaban a los invitados en sus interpretaciones en vivo.
Producciones JES El programa de Otto y Julio, 1965. Historia de la música, 1967. Punch Artistas invitados, 1960. El programa Pielroja, 1963. Cocktail con las estrellas, 1963. Estrellas Palmolive, 1965. Variedades Recamier, 1965. La hora Phillips, 1965. Mi terruño, 1978. ACOTV Juventud moderna, 1967. RTI Tierra colombiana, 1963. Noches de gala, 1964. Tele-estrella, 1966. Estudio Uno, 1968. Jorge Barón Televisión La nueva estrella de las canciones, 1973. Ritmo cambiante, 1974. La gran fiesta de los hogares colombianos, 1979. Muy especial, 1985. Caracol Telectrónico, 1980. Baila de rumba, 1982. Do Re Creativa TV Donde nacen las canciones, 1986. Nostalgia, 1986. RCN Musical RCN. Citytv Mucha música, 1999. Videódromo, 2000.
Gracias a esta propuesta El show de las estrellas se hizo merecedor de varios premios, incluidos el del periódico El Tiempo, el Ondra y el Antena de la Consagración. Las estrellas internacionales empezaron a desfilar por allí. El primero de todos fue Manolo Galván, al que seguirían con el tiempo figuras como Juan Gabriel, Julio Iglesias, Raphael, Menudo, Rocío Durcal, Vicente Fernández, Simón El Africano y José Luis Rodríguez. Fue en 1978 cuando el programa empezó a verse en la televisión de Ecuador y Estados Unidos con su estructura original, hasta que en 1984 la presentación cambió bajo el concepto de “La pareja show”, gracias al cual Jorge Barón ya no aparecía solo en escena sino acompañado por Virginia Vallejo. Este experimento duró un par de años y luego Barón volvió a quedar solo en escena, sin más compañía que la de sus artistas invitados. Pero el éxito continuaba de su parte y así fue como El show de las estrellas arribó a la década de los noventa con una bien ganada reputación y un público fiel, que le permitió obtener el premio Tv y Novelas en 1994 como el mejor musical colombiano. En 1998 se produjo el cambio más radical en la historia del programa, ya que salió de los estudios e inició un peregrinaje de conciertos por las regiones del país, que lo han llevado a zonas tan apartadas de la geografía nacional como San Vicente del Caguán. Estas presentaciones, que congregan multitudes, han dado pie a una buena cantidad de frases que se han hecho parte del lenguaje de los colombianos como “agüita para mi gente”, “entusiasmo” o “la patadita de la buena suerte”, que nació después de que Jorge Barón utilizó este recurso para quitarle los nervios a la cantante Marbelle antes de su actuación y de que su carrera despegara de manera meteórica. El show de las estrellas ha completado 33 años de historia presentando a cerca de tres mil artistas. Ya se realizó en Caracas y en Londres con la presencia de más de sesenta mil latinoamericanos. Ahora su creador quiere continuar con la gira musical que emprendió hace cinco años y llegar con ella a los 1.070 municipios que tiene el país. Una meta fácil de alcanzar para un espacio que ya se ganó un lugar en el corazón de los colombianos.
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Los programas de variedades, ya sean magazines, culinarios, ecológicos, de farándula o talk-shows, estuvieron presentes en la pantalla chica desde el mismo instante de su nacimiento. Varias figuras de la televisión colombiana surgieron en ellos como presentadores antes de destacarse más adelante como actores, directores o programadores. Es el caso de Héctor Ulloa, Álvaro Ruiz, Fernando González-Pacheco, Roberto Reyes, Jorge Barón, El Culebro Casanova, Judy Henríquez y Otto Greiffenstein, entre otros. Desde su nacimiento, éstos se estructuraron como una especie de rompecabezas conformados por varias piezas, que podían ser representadas por intervenciones de cantantes, segmentos de humor, desfiles de modas, entrevistas, montajes de teatro, cuentachistes, etc. El pionero en este campo fue el programa Telehipódromo, de Producciones Punch, que cada semana asumía el reto de realizar una transmisión en vivo y en directo desde dos lugares diferentes: el Hipódromo de Techo y el Estudio Uno de la Televisora Nacional. Su aporte al género fue importante, ya que su estructura a lo largo de los años ha sido reproducida por otras producciones como Sabariedades, Sábado espectacular y Domingos gigantes,
112 entre otros, y porque se constituyó en escuela para los talentos que participaron en él, los cuales debían cantar, actuar o presentar, mejorando de esta manera la calidad artística de quienes hacían la televisión. Después de este primer esfuerzo los programas de variedades se fueron diversificando y especializando. Algunos, como El mundo en Bogotá, se enfocaron al tema cultural, mientras otros, al estilo de El ABC de la mujer, se centraron en los aspectos que le interesaban al público femenino. Más adelante llegaron los que ofrecían recetas de cocina, otros que hablaban de moda, al-
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otto Greiffenstein, la voz Su voz privilegiada y elegante se convirtió en su sello particular desde que hizo su aparición en la radio, en la década de los cincuenta, a través de La Voz de Bogotá. Allí inició una carrera vertiginosa que más adelante lo llevó a Nueva Granada, RCN y Caracol, donde su programa La hora del regreso se convirtió en un clásico entre el público colombiano. Quienes disfrutaron de su talento solían asociarlo con el típico bogotano distinguido, algo que a él no le molestaba en lo absoluto porque se consideraba el cachaco más cachaco de todos. Y, sin embargo, había nacido en 1927 en Medellín. Pero cuando apenas tenía cinco años de edad su familia se radicó en Bogotá y de ahí su amor por la ciudad, sus costumbres y su estilo de vida. Siempre sintió un apego especial por la capital de la república, incluso en los años en los que estudió bibliotecología en la Universidad de Columbia, en Nueva York, e hizo sus primeros pinitos en el periodismo. Amante de la obra literaria de Ernest Hemingway, se vinculó a la televisión desde sus inicios, como locutor de comerciales. Incluso en esos días una frase pronunciada por él se hizo popular entre el público: “Pielroja, su fama vuela de boca en boca”. Después de esas primeras apariciones se especializó en la presentación y dirección de programas musicales, la mayoría de ellos con la programadora Punch. Fue él precisamente el cerebro detrás de Teatro musical Colseguros, un espacio que se atrevió a sacar a los cantantes de los estudios y grabar con ellos en exteriores, a la vez que dramatizaba las letras de sus canciones. También fue la imagen de Estudio en estéreo y Noches de Colombia, producciones que le valieron los mejores comentarios de la crítica y le permitieron ser calificado por los diarios El Espectador y La República como el mejor presentador de la televisión nacional. La actuación también lo tentó y por eso interpretó a Cándido Jaramillo, uno de los novios de Alicia del Carpio en la comedia Yo y tú, y participó en la película Colombia Connection. Además, fue el maestro de ceremonias en la primera transmisión por televisión del Concurso Nacional de Belleza. Para 1980 se convirtió en la imagen del magazín Panorama, trabajo por el cual obtuvo el premio India Catalina. En este programa fue donde lo vieron por última vez los televidentes antes de su muerte, ocurrida en 1994.
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De todo como en botica
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gunos más que sólo se interesaban en la farándula y unos pocos de contenido social. Las modalidades de este género han cambiado con el paso de los años. Mientras en las décadas de los ochenta y noventa tuvieron mayor relevancia los magazines, en especial desde la aparición del esquema novedoso de Panorama, hacia finales del siglo XX y comienzos del XXI las preferencias del público se inclinaron más hacia los talk y night-shows, capaces de ofrecerles entrevistas interesantes, música y otras notas enfocadas al entretenimiento. De igual manera, empezaron a hacer su incursión en la pantalla chica los magazines matutinos, programas de tres y cuatro horas de duración en los cuales el público encuentra actualidad, información, notas divertidas, consejos, entrevistas y hasta los secretos que le depara el futuro.
Gran sábado gran Este programa nació originalmente en Chile, dirigido y animado por Alejandro Michel Talento, quien lo presentó en la televisión colombiana a partir de 1969 y hasta 1972. Era un espacio que se emitía los sábados en la tarde con el objeto de ofrecer un momento de esparcimiento a los televidentes a través de segmentos de humor, música y farándula. Se emitía en directo, con la presencia en estudio de un público conformado por 150 personas.
El mundo en Bogotá Se le considera el precursor de los magazines en la pantalla chica. Producido por Punch, estuvo al aire entre 1958 y 1962, presentado y dirigido por Gloria Valencia de Castaño. Su objetivo era poner a los televidentes en contacto con la actualidad cultural de Colombia y el mundo, valiéndose de las películas culturales que traían las embajadas de los diferentes países, o las notas que enviaban esporádicamente los corresponsales en el exterior. El programa tocaba temas como la música, la pintura, el cine, el teatro y la literatura.
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El club de la televisión y Teletón, programas sociales Para 1972 la televisión colombiana había explorado casi en su totalidad los géneros conocidos en el negocio. Había tenido revistas, musicales, telenovelas, dramatizados, noticieros y programas periodísticos. Sin embargo, no se había creado hasta ese momento un programa de alto contenido social que se preocupara por los problemas e inquietudes que afectaban al colombiano común. El club de la televisión llegó para llenar ese vacío. Surgió por iniciativa de Carlos Pinzón, quien lo diseñó de una manera tal que cualquier ciudadano encontraba cabida allí para sus necesidades. Unos lo utilizaban como vitrina para promocionar eventos, como bazares o bingos de barrio. Pero la mayoría de los televidentes lo veían como una ventana para solucionar sus necesidades. El impacto que causó El club de la televisión en Colombia fue tal, que para 1975 el periódico El Espectador lo calificó como el mejor programa de variedades por su alto contenido social. Además, dio pie para la creación de tres entidades que abogaban por el bienestar de los colombianos: el Secretariado Social, Amigos del Roosevelt y la Fundación Club de la Televisión. También allí surgió el evento ciclístico C-100, una competencia que reunía a las estrellas de la pantalla chica y recolectaba fondos para el Hospital Franklin Delano Roosevelt. Esto sin mencionar la Teletón, transmisión en directo que se prolongaba durante 48 horas continuas, con la presentación de artistas y variedades, mientras se recogían donaciones en dinero para construir primero y luego para mantener el Centro de Rehabilitación Teletón, dirigido a personas minusválidas. Esta labor maratónica se prolongó por quince años y logró recaudar más de 1.500 millones de pesos. Las transmisiones especiales de la Teletón se prolongaron hasta 1995, mientras que El club de la televisión salió del aire en 1983.
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Hablar de Carlos Pinzón es hacer referencia a una serie de causas sociales que se quedaron grabadas en las mentes y los corazones de los colombianos. Es referirse al Hospital Franklin Delano Roosevelt y a una lucha constante por la salud de los niños. Es tocar el alma del Festival de Música de Zipacón, población que gracias a este locutor se convirtió en epicentro de la música culta en el país. Es recordar las campañas para lograr que los deportistas colombianos participaran por primera vez en unas olimpiadas. Pero en especial es llevar en el recuerdo las maratónicas jornadas de transmisiones especiales de la Teletón, evento gracias al cual Colombia tuvo su primer centro de rehabilitación para personas minusválidas. Detrás de estas obras ha estado un hombre menudo, de origen bogotano y proveniente de una familia de periodistas y locutores, que aprendió a amar la radio de la mano de su padre, un fiel oyente de la Radiodifusora Nacional. Esa pasión, que le fue cultivada desde niño, se convirtió en el eje de su vida y lo llevó a debutar como locutor en 1953 en la emisora Radio Boyacá. De allí sus pasos emprendieron un camino ascendente que lo condujo primero a las estaciones radiales de Manizales y Girardot, luego a Bogotá, donde llegó a ser director de RCN y Caracol, y más adelante a la televisión. Precisamente, fue Carlos Pinzón uno de los motores en la creación de la programadora RTI, al lado de Fernando Gómez Agudelo. Esa fue su casa en la pantalla chica y también el escenario que vio nacer en 1972 el programa más exitoso de su carrera: El club de la televisión. Más que un show de variedades, el presentador lo vislumbró desde un comienzo como un espacio de servicio social y hacia ese objetivo orientó sus esfuerzos. A través de esa hora diaria que tenía, fue el artífice de la competencia ciclística C-100, que cada año reunía a las figuras de la farándula con el fin de recoger fondos para el Hospital Franklin Delano Roosevelt. También organizó en 1985, junto con la primera dama Rosa Helena de Betancur, el evento Abilympic Colombia, competencia internacional de destrezas laborales entre personas con alguna incapacidad física. Además, recaudó fondos para los damnificados de los terremotos de Nicaragua y Perú. En 1980 Carlos Pinzón realizó una transmisión sin precedentes en la televisión colombiana. La tituló Teletón (igual que su similar en Chile), y consistió en una emisión de 27 horas en vivo y en directo, con la presentación de las figuras más importantes del universo artístico colombiano e internacional. Los artistas ofrecían el espectáculo, pero la verdadera razón de ser del especial era el recaudo de las contribuciones económicas de los colombianos para crear un centro de rehabilitación para los minusválidos. Esa primera vez la meta consistía en alcanzar los cien millones de pesos. Y se superó con creces. Teletón fue entonces una realidad que cada diciembre, y durante quince años, llegaba a los hogares del país e invitaba al público a ser partícipe de la jornada de solidaridad. El resultado de este esfuerzo es el Centro de Rehabilitación Teletón. Este empuje de Carlos Pinzón ha hecho que con frecuencia le propongan vincularse a otra obra social. Pero este hombre, que a sus 75 años es un admirador y conocedor de la música de Beethoven, está convencido de que Teletón ha sido la creación de su vida. Hoy se dedica a su pasión: la radio, a la cual regresó en 1980 con un espacio en la emisora Musicar titulado La música entre amigos, que al desaparecer ésta pasó a hacer parte de la programación de la Radiodifusora Nacional.
Gloria Valencia de Castaño, la primera dama Ofelia, el clásico de William Shakespeare, fue el responsable de que Gloria Valencia de Castaño llegara a la televisión. Ella tuvo el papel protagónico en la versión que hizo para la Radiodifusora Nacional Bernardo Romero Lozano, y lo hizo tan bien que el maestro de inmediato le propuso que ingresara a la pantalla chica. Por aquellos días, 1954, no era bien visto que una señorita trabajara en un medio tan polémico como la televisión. “Eso es cosa de cómicos”, era el comentario generalizado. Pero como Gloria Valencia ya estaba casada con Álvaro Castaño Castillo, director de la Emisora HJCK, podía permitirse ciertas “libertades”. De ahí que superadas las primeras dudas por sus escasos conocimientos sobre televisión, y confiada en la promesa de Romero Lozano de que le ayudaría a dar sus primeros pasos, aceptó el reto. Fue así como el público la vio por primera vez presentando Conozca a los autores, idea original de Castaño Castillo, quien desde ese momento la acompañó en la gran mayoría de sus proyectos para la pantalla, así como lo había hecho en la Radiodifusora Nacional. Después de esa aparición vendría la conducción del periodístico El lápiz mágico, espacio en el que comentaba las noticias más importantes de la semana y se hacía una crítica bastante aguda sobre el gobierno de aquel entonces. Esto ocasionó la suspensión del programa y el retiro temporal de Gloria Valencia, quien sólo regresaría bien entrados los años sesenta. En esta etapa de su trayectoria el público empezó a verla en otros géneros. Porque de la mano de programas culturales y periodísticos, como Por los caminos de la patria, también presentaba infantiles al estilo del Feliz Cumpleaños Ramo. En 1970 le dio vida a uno de los programas que se han convertido en símbolo de ecología en Colombia y que habla de su trayectoria profesional: Naturalia. Éste, junto con Correo especial, estrenado también en los setenta, son sus producciones insignia porque reflejan el interés que ha prevalecido en su carrera, que no es otro que el de promover la cultura y las causas ecológicas masivamente. Y lo ha logrado. Por eso, más que los reconocimientos que ha recibido, los cuales incluyen desde el Nemqueteba, el Simón Bolívar, el India Catalina y el Antena de la consagración hasta el Ondas de España y el Premio Planeta Azul, su verdadero motivo de orgullo radica en el hecho de haber sido parte de esa difusión y del inicio profesional de muchas figuras que han continuado su labor en los medios. Por su aporte y su presencia constante en la pantalla chica (llegó un momento en el que tenía un programa diario a lo largo de la semana), Gloria Valencia de Castaño se convirtió en la primera dama de la televisión, título que le dio el periodista Álvaro Monroy en el artículo que publicó en el periódico El Espectador después de que ella ganara el premio Guacaipuro en Venezuela. Su figura y su particular estilo han acompañado a los colombianos a lo largo de casi cinco décadas a través de los programas ya mencionados y otros igualmente exitosos como El precio es correcto, Los tres a las seis, Esta noche sí o las transmisiones especiales del Concurso Nacional de Belleza. Hoy su rostro familiar continúa en la pantalla como presentadora de Naturalia, uno de los amores de su vida, el cual emite el Canal RCN los domingos en la mañana. Se podría pensar que después de tantos años dedicados a la televisión, en la que incluso tuvo una breve incursión como actriz, ya no desearía hacer otros programas. Pero no es así. En su mente abundan los proyectos, los deseos de realizar más cosas. Una de ellas, revivir Esta noche sí y volver a tener la oportunidad de trabajar al lado de Rodrigo y Pilar Castaño, sus hijos. álbum gloria valenCia de Castaño
Carlos Pinzón, presencia solidaria
Naturalia Álvaro Castaño Castillo, un hombre preocupado no sólo por los temas culturales, sino también por los negocios, decidió, en 1971, hacerle una propuesta a la programadora RTI, para realizar un programa que se preocupara no sólo por dar a conocer la vida de los animales en su hábitat, sino que enviara mensajes a los televidentes sobre la necesidad de proteger y preservar la naturaleza. Así nació Naturalia, un espacio que en sus primeros años debía nutrirse con los documentales y películas que traían las embajadas de los diferentes países en Colombia, ya que no contaba con el presupuesto suficiente para comprar este material. Cada domingo, a las 7:30 de la noche y durante 19 años, el público se acostumbró a seguir esta producción que tenía como eslogan: “La historia de los animales y los animales en la historia”. Después de que RTI dejó de emitirla la compró Señal Colombia y desde 1998 su emisión la hace el Canal RCN. La presentación como siempre sigue a cargo de Gloria Valencia de Castaño.
Señoras y señores El magazín presentado por Jorge Barón se estrenó en 1980 y permaneció diez años en la pantalla chica. Su estructura, nutrida por informes cortos sobre actualidad y farándula, también incluía segmentos novedosos como el Concurso nacional de huecos o Los sin tocayo, que premiaban los huecos más grandes de las principales ciudades del país y las personas con los nombres más extraños, respectivamente. También fueron populares las famosas inocentadas que hacía el programa los 28 de diciembre, que en una oportunidad movilizó a miles de niñas bogotanas al aeropuerto Eldorado con el fin de recibir a los integrantes del grupo Menudo, quienes supuestamente llegaban de visita a Colombia. Por supuesto, todo era una broma.
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La más famosa presentadora de los años setenta. Estuvo a cargo de la presentación de noticieros como TV Sucesos A3, 24 Horas y Telediario y programas como Cuidado con las mujeres, así como por espacio de dos años (1984-1986) El show de las estrellas en compañía de Jorge Barón, con quien conformó lo que ellos denominaron “la pareja show”, la cual fue un éxito en su momento. También en esa década tuvo su propia programadora con Margot Ricci, y luego hizo su debut como actriz en la telenovela de Caracol Sombra de tu sombra. A pesar de todas estas apariciones en la pantalla chica, para muchos es más recordada por la innumerable cantidad de comerciales que realizó durante el tiempo en que éstos se hacían en vivo, gracias a su esbelta figura y notable belleza. · P r e s e n t a d o r a s ·
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Esta barranquillera debutó en la pantalla chica en abril de 1955 a través de Propaganda Época, como imagen de los comerciales de Naranja Postobón y Pielroja. Venía de la radio, la cual conoció siendo locutora en Barranquilla, pero el nuevo medio la sedujo y la convirtió en una de sus figuras más destacadas, a través de programas como Musical Pielroja, Fiesta sorpresa, Los postres Royal preguntan, Canasta de sueños, Magazín 70, Hilda al vivo y Si lo sabe cante, musical de gran audiencia que, al finalizar en 1972, cerró la etapa de Hilda Strauss como conductora de espacios semanales. Este período de su vida concluyó al radicarse nuevamente en Barranquilla, donde vivió por espacio de siete años y creó su popular línea de productos cosméticos. En 1986 regresó a la radio a través del programa Pase la tarde con Caracol, originado desde la capital del Atlántico, que resultó tan exitoso que fue llamada para conducirlo en Bogotá. Dos años después llegó a la cadena Todelar, donde realizó por espacio de quince años la revista Familia Todelar. Actualmente Hilda está vinculada a la cadena Súper y tiene una sección en el magazín Mujeres en línea, del canal Citytv.
Cocine de primera con Segundo En 1964 la Televisora Nacional decidió aprovechar los conocimientos culinarios de uno de los chefs más reconocidos en el país, Segundo Cabezas, para realizar un espacio especializado en cocina que ofreciera cada semana recetas deliciosas y fáciles de preparar. En un comienzo Cabezas aparecía solo frente a las cámaras, pero a los pocos meses tuvo la compañía de un presentador que se había iniciado en la televisión precisamente leyendo los comerciales del programa en off: Jorge Barón. A la producción le iba bien, pero a los dos años decidieron darle punto final. Tiempo después, en 1984, Cocine de primera con Segundo regresó a la pantalla presentado solamente por Segundo Cabezas, quien continuó con sus enseñanzas sobre el arte de la buena cocina por cuatro años más.
Telesemana El programa, que nació en 1979 en la mente de Jota Mario Valencia, inspirado en el formato de la Telerevista del periódico El Espectador, salió al aire en 1985 producido por Caracol. Su estructura resultó novedosa en la televisión, ya que le permitía al público conocer los avances de los programas más exitosos de la cartelera. De esta manera se enteraba de lo que iba a suceder en novelas, películas, series y musicales, a la par que conocía las noticias más recientes del mundo de la televisión. El magazín se emitió hasta el año 1998.
Jaime Sánchez Cristo, Otto Greiffenstein y Carlos Ruiz, con dos de las presentadoras que ha tenido Panorama.
Panorama, el innovador Fue el responsable de cambiar el esquema de los magazines en la televisión colombiana. Hasta 1982, año de su estreno, estas producciones eran demasiado rígidas en su estructura a pesar de tocar temas ligeros. Julio Sánchez Cristo, su director, le imprimió un diseño ágil, que daba cabida a temas de actualidad política, económica y social, combinados con notas provenientes de revistas extranjeras, agencias de noticias, casas disqueras e incluso enciclopedias. Estos miniinformes se incluían a manera de clips presentados por los conductores, que en un principio fueron Otto Greiffenstein y Jaime Sánchez Cristo, quienes más adelante dieron paso a figuras como Ximena Godoy, Inés María Zabaraín, Adriana Arboleda, María José Barraza, Ana María Trujillo y Katty Sáenz, entre otras. De esta manera ,Panorama , también se convirtió en el semillero de las presentadoras más bellas que han pasado por la pantalla chica nacional. Por eso su realizador, Julio E. Sánchez Vanegas, asegura que el 85% de las mujeres más hermosas y talentosas de la televisión salieron de su magazín. Pero el éxito de Panorama no sólo radicaba en su fondo, sino también en su forma. La música era un ingrediente importante dentro de su formato, pero también la agilidad en la entrevista. En el producto no había lugar para las arandelas y cada pregunta debía ir directo al grano en pro de la agilidad. Si el entrevistado se prolongaba en su respuesta, el ritmo se recuperaba en la edición. De igual manera se realizaban encuestas en la calle, que podían interrogar a los colombianos sobre la noticia de orden público más importante de la semana, o sobre sus técnicas a la hora de dar un beso. La propuesta gustó y pronto Panorama ocupó los lugares más importantes en los listados de audiencia. Además se hizo merecedor de los premios India Catalina, Simón Bolívar y Tv y Novelas. Esto, sumado a su esquema que se mantuvo vigente durante toda su existencia, permitió que el magazín permaneciera en cartelera durante 18 años continuos. Su salida del aire se debió a la crisis económica que enfrentó la programadora JES a partir de 1998. En el año 2000 Sánchez Vanegas intentó revivirlo, esta vez con la presentación de Ángela Gutiérrez, Claudia Becerra y María Helena Giraldo, pero esta etapa sólo duró un par de meses.
Magazín :
El ABC de la mujer
Cultura y recreación fueron los elementos que prevalecieron en este magazín, producido por Audiovisuales entre 1989 y 1994. Presentado inicialmente por Silvia Martínez y Luis Fernando Castrillón, quien también era el director, incluía en su estructura una crónica, comentarios sobre cine, libros, televisión y teatro, un segmento deportivo y reportajes sobre temas de la vida cotidiana, tratados con un manejo ágil y novedoso de la imagen. Esto le permitió al programa obtener en 1989 el premio India Catalina como mejor magazín. En 1990 se presentaron cambios en su nómina cuando Adriana Eslava asumió la presentación y Daniel Coronell la dirección.
Este espacio nació en 1971, producido por Punch y con la presentación de la periodista Margarita Vidal y Roberto Reyes. Su objetivo principal consistía en tocar las temáticas que en teoría les interesaban a las mujeres: asuntos del hogar, noticias de farándula, música, temas de actualidad, deportes y aspectos culturales, entre muchos otros. A pesar de que tenía claro que su audiencia era básicamente femenina, el magazín no era excluyente con los hombres y éstos lo seguían, con todo y que se emitía en el horario del medio día. Más adelante se trasladó a la franja de la tarde, en donde permaneció hasta 1974, año en que salió del aire.
Operación Salud Ha sido, si no el único, por lo menos el más importante y serio programa de salud que se ha realizado en la televisión colombiana. Dirigido por Amparo Pérez, nació en 1986 con la asesoría del cirujano Ricardo Di Doménico, un médico experto en medios de comunicación que hizo posible tratar los temas más complejos de una manera sencilla y entretenida. De esta manera los televidentes pudieron disfrutar durante diez años de una asesoría experta, presentada dentro del esquema de un magazín, que abarcaba infinidad de temas relacionados con la salud: problemas de hígado, enfermedades coronarias, gimnasia pasiva, cirugía plástica, dietas, nutrición, etc. A pesar de sus buenas intenciones, Operación Salud salió del aire en 1996 debido a su escaso rating. el espeCtador
Virginia Vallejo
el espeCtador
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Locos videos Se inició en 1992 con la presentación de Jaime Sánchez Cristo y Jaime Garzón, pero en 1994 éste se retiró para dedicarse a otros proyectos en televisión y le cedió su puesto a Carolina Gómez. Dirigido por Memo Orozco, el programa de Producciones JES se caracterizó por presentar videos divertidos, que en un principio llegaban de Estados Unidos pero que poco a poco se fueron nutriendo con grabaciones enviadas por televidentes colombianos. Llegó a tener 30 puntos de audiencia y obtuvo un premio Tv y Novelas. En 1999 salió del aire. rCn
el espeCtador
Va r i e d a d e s
Vamos a lo que vamos Fue el primer programa que se hizo en Colombia en el formato del talkshow. Lo creó RCN en 1993, queriendo realizar un espacio donde la gente del común hablara “a calzón quitao” sobre sus problemas o temas de actualidad, siguiendo el modelo de El show de Cristina. El espacio, presentado por Pilar Castaño, no tuvo tanta acogida y al año salió del aire.
Va r i e d a d e s
Pilar Castaño, Rodrigo Castaño, Camilo Pombo y Gloria Valencia de Castaño.
Esta noche sí Este espacio nació en 1991, conducido por Gloria Valencia de Castaño, Camilo Pombo y Pilar Castaño, con la dirección de Rodrigo Castaño Castillo. Su esquema se basaba en el estilo de los presentadores, por lo que contaba con un segmento cultural, casi siempre una entrevista a un pintor o un escritor reconocido, a cargo de Gloria Valencia; un reportaje sobre temas de farándula y moda, presentados por Pilar Castaño, y una sección musical que estaba a cargo de Pombo. El magazín lo emitió la programadora RCN y salió del aire en 1998, cuando la empresa se convirtió en canal privado.
Nació en 1992, presentado por María José Barraza e Isabella Santo Domingo, y dirigido por el periodista Carlos Ruiz. En esta primera etapa se combinaron las noticias de actualidad y las entrevistas de corte más serio, a cargo de Ruiz, con informes sobre belleza, salud, arte y farándula, a cargo de las conductoras. En 1995 llegó a la dirección Amparo Pérez, quien le dio mayor importancia a la información light y también dio pie a la realización de informes en otros países. Además, creció el número de presentadores en el estudio. Ya se había retirado Isabella, así que al lado de Barraza llegaron Katty Sáenz, Lina María Chedraui y Luis Carlos Jacobsen. El programa estuvo al aire hasta 1999.
Adriana Eslava Debutó en la televisión en 1990 a través del Magazín 7:30. Hija del torero Pepe Cáceres, desde su aparición en la pantalla causó sensación entre el público no sólo por su talento y soltura ante las cámaras, sino también por la propiedad de la que hizo gala al manejar su imagen, caracterizada por un parche en el ojo derecho que debe usar desde el día en que perdió el ojo debido a un atentado del que fue víctima. Adriana llegó pisando fuerte y lo hizo tan bien, que en 1991 ya estaba presentando el noticiero NTC, al lado de Félix De Bedout y Édgar Perea, y más tarde, en 1995, era la imagen del programa periodístico Quórum. Esta ibaguereña, experta en diseño de interiores, ahora está dedicada a las relaciones públicas.
Vea Colombia Revista del sábado Alberto Acosta creó en 1973 el primer magazín de opinión Vea Colombia, revista del sábado, donde logró reunir a Carlos Lemos Simmonds, Luis Guillermo Vélez, Pepón, Jaime Sanín Echeverry, Gloria Valencia de Castaño, Aníbal Fernández de Soto y Otto Morales Benítez. Este espacio tuvo secciones como “Recordando la historia”, con Alberto Dangond y Darío Silva. Así mismo, allí apareció por primera vez el gran humorista Montecristo. CaraCol
Magazín Caracol
Radiocity
María José Barraza.
¿Qué tiene María José? Proveniente del Noticiero Nacional, donde había hecho sus primeros pinitos bajo la dirección de Lucía Madriñán presentando el Concurso Nacional de Belleza, en 1997 —y hasta el 2000— María José Barraza dirigió y presentó este programa de entrevistas, que llevaba a los televidentes a través de un diálogo interesante con figuras de la farándula de talla internacional. Desde Carlos Vives y Chayanne, pasando por Ricky Martin hasta Gloria Estefan, sostenían un diálogo amable con la ex reina colombiana, que se desplazaba hasta los países donde se encontraban los personajes para acercarlos al público colombiano.
· Otros personajes · audiovisuales
En 1997 la productora Vista Productions inició un programa de entrevistas que tenía como característica primordial la calidad de sus invitados. Allí podían darse cita figuras de la talla de Miguel Bosé, Armando Manzanero, Elton John, Pierce Brosnan, Donald Trump y Juan Pablo Montoya, quienes desnudaban su intimidad ya fuera con Carolina Gómez o Jaime Sánchez Cristo, los realizadores de este espacio. En un comienzo Stars tuvo una emisión semanal, pero a partir de 1999 empezó a transmitirse como un especial en los días festivos por el Canal RCN.
rCn
Después de haber hecho incursiones en el campo del modelaje y el canto, a mediados de los setenta empezó a trabajar como presentadora en Caracol, en donde además manejaba toda la franja de programas infantiles y femeninos. Paralelamente, comenzó a presentar el programa de entrevistas Café concierto, en compañía de Alfonso Lizarazo. Con éste, los televidentes conocieron a todas las grandes figuras de la canción internacional que llegaban al país a lo largo de más de seis años. Con el tiempo, Magda empezó a tener espacios con otras programadoras como Cine en la noche, con el que se trajeron grandes producciones del cine a la pantalla chica, y Expocine, un espacio de crítica de la programadora Uniexp. Entonces, los colombianos se acostumbraron a verla con frecuencia, pues en una semana llegaba a presentar hasta seis programas. Esa popularidad hizo que fuera escogida para presentar 300 millones, un especial turístico sobre cada uno de los países OTI que se realizaba en España. Ella fue en representación de Colombia por espacio de seis años. Otra faceta como presentadora la desempeñó en el noticiero Telenoticias, donde permaneció por año y medio. Lo último que realizó antes de salir de Caracol, a mediados de los noventa, fue Dicen que. Luego, licitó con Señal Colombia a través de su empresa Producciones Egas y así le dio vida a Café para tres, un programa de entrevistas emitido por el canal 7 durante tres años. Su más reciente aparición en televisión fue en el magazín Nuestra casa junto con Pilar Vélez. Su carrera como presentadora ha sido reconocida con varios premios entre ellos el Antena de la consagración como mejor presentadora, que ganó por varios años consecutivos desde 1977, lo cual condujo a que más adelante le entregaran el Antena de oro. De igual forma, hace dos años la Asociación Colombiana de Locutores, de la cual es presidenta, le otorgó el premio Julián Ospina a toda una vida.
·Presentadoras·
Stars
Este magazín producido por el canal Citytv salió al aire en octubre del 2000, emitido en directo bajo la dirección de John James Orozco y la presentación de Humberto Rodríguez “el Gato” y Jorge Marín. Con ellos estaban Vicky Rodríguez y Gina Bermúdez, que se encargaban de hacer notas de moda y farándula e Internet. Luego de dos recesos, en el 2003 se hizo un relanzamiento para posicionarlo como una revista de entretenimiento, esta vez con Margot Rocha en la dirección. Así nació una tercera etapa de este programa que se emite de 6:00 a 8:00 de la noche, de lunes a viernes, con la participación de Julio Correal, Bianca Arango, Juana Mariño, Mónica Fonseca y, últimamente, Guillermo Vives.
Década de los setenta Álvaro Castaño Castillo por Naturalia y Correo especial. virginia vallejo y Margot Ricci por Cuidado con las mujeres. Década de los ochenta Jorge Marín por Telesemana. Iris Llinás por Operación salud. Luis Fernando Castrillón por Magazín 7:30. Década de los noventa José Fernández Gómez por Cómo le parece. Sofía vergara por Fuera de serie. Camilo Pombo por Esta noche sí. Rodrigo Castaño por Esta noche sí. Katty Sáenz por Panorama y Magazín Caracol. Carolina Gómez y Jaime Sánchez Cristo por Locos videos y Stars. Poncho Rentería por Muy personal. María Mónica Urbina por Magazín de la mañana. · Otros programas ·
Citytv
Magda Egas
el espeCtador
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Televisora Nacional Cocine a su gusto, 1968. RTI El mundo de la moda, 1961. Martes con Gloria, 1971. Adán y ellas, 2004. Promec Arriba la gente, 1985. Telesemana, 1986. Punch Es la moda, 1984. Positiva Mente, 1986. Universo joven, 1988. Jorge Barón Televisión Jorge presenta, 1969. El noticiero del espectáculo, 1994. Caracol Qué se ve, 1990. Muy personal, 1992. Moda, estilo y pasarela, 1996. Entérese, 1996. Detrás de, 1997. Las tardes de María C., 2002. Tevecine Todo que ver, 1996. Non Plus Ultra, 1996. Audiovisuales Cómo le parece, 1989. A diario con Jota Mario, 1995. Que Dios me ampare, 2003. Citytv Mujeres en línea, 1999. Vive bien, 2002. Bravíssimo, 2001.
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Concursos
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el espeCtador
Llegó a Bogotá procedente de Medellín a comienzos de los años cincuenta. Curiosamente sus primeras participaciones en la recién nacida televisión no las hizo como presentador sino como escenógrafo, pues el medio quiso aprovechar sus dotes como decorador. A la animación llegó por una casualidad y se estrenó presentando el Sorteo Extraordinario de Navidad, en el que permaneció por espacio de cinco años. Su consagración definitiva apareció con el concurso Guerra de estrellas, una de las primeras producciones realizadas por la programadora Coestrellas, a partir de 1982. Allí García cada semana conducía el concurso haciendo gala de buen humor, a la vez que enfrentaba a los participantes con preguntas sobre cultura general. Su compañera en escena era la ex señorita Nariño, Karina Gómez, quien, debido a su participación y su labor de entregar el dinero a los concursantes, se dio a conocer como La mujer del billete. Un año después de su debut, Guerra de estrellas figuraba entre los quince programas más vistos, con una audiencia de 50,2 puntos, mientras que García recibía el premio India Catalina como mejor presentador. Por aquellos años también dio vida al programa Saúl en la olla, por el cual recibió el premio India Catalina como mejor animador en 1984. Después de participar en comerciales de televisión se retiró de la pantalla chica para dedicarse a otro oficio: la pintura. García falleció en Bogotá el primero de enero de 2004.
el espeCtador
Así como son muchos los colombianos que sueñan con ganarse la lotería, otros tantos tienen el secreto anhelo de participar en un programa de concurso y llevarse para su casa los premios jugosos que en ellos se ofrecen. Puede ser un electrodoméstico, un viaje, dinero en efectivo… No importa. La clave es triunfar, ya sea valiéndose de la habilidad, el conocimiento, el azar o simplemente la suerte. Ese deseo de ganar, sumado a la posibilidad del premio, ha hecho que los concursos ocupen un lugar importante en la televisión colombiana. Así ha sido desde el nacimiento de la pantalla chica, cuando los televidentes se deleitaban con las preguntas orquestadas por Antonio Panesso para el programa Miles de pesos por sus respuestas. En aquellos años la competencia se hacía por una plancha o una licuadora. Con el paso del tiempo las producciones no sólo fueron perfeccionando los juegos, sino mejorando los estímulos, que pasaron a ser neveras, lavadoras, televisores, carros y, lo más reciente, jugosas sumas en efectivo. La gran mayoría de los concursos que han habitado la pantalla chica colombiana se han inspirado en la televisión de Estados Unidos, donde el género es rey. De allí se adoptaron los escenarios brillantes, las modelos glamorosas, los acertijos, las trampas y los trucos para ponerles más picante a los juegos, pero siempre imprimién- Con elementos de concurso, doles el “sabor” colombiano que el los realities público exigía. Fue así como nacieron aparecieron en producciones tan exitosas como Conla pantalla chica céntrese o Busque su pareja, que a la par nacional en el 2001, captando que cautivaban audiencia arrojaban la atención del dos nombres como los ases del género: público. Estos Fernando González-Pacheco y Julio E. programas, al estilo de los tradicionales Sánchez Vanegas. concursos, ofrecen La picardía del primero y el reposajugosos premios do humor del segundo determinaron en efectivo a sus el estilo que seguirían futuros presenparticipantes, además de que les tadores, entre los que se encuentran aseguran la fama Jota Mario Valencia, Marco Aurelio y todo lo que viene Álvarez, Álvaro Ruiz y Hernán Orjuela. detrás de ella. Con ellos el género se fue enriqueciendo al igual que la producción, lo cual permitió mejorar los juegos, los escenarios y los premios. Así se dio paso a realizaciones más elaboradas como El programa del millón o Quiere cacao. Cuando estos espacios salieron del aire, el producto pareció sucumbir, hasta que en el 2000 surgió Quién quiere ser millonario, que con sus preguntas, sus ayudas y sus 200 millones de pesos, les dio un nuevo aire a los concursos y volvió a colocarlos en el gusto de la audiencia.
Saúl García
Miles de pesos por sus respuestas Fue uno de los pioneros entre los programas de concurso en la televisión colombiana. Nació en 1960 con la producción de la Televisora Nacional, pero un año después quedó en manos de la programadora Punch. Al principio se llamó Tres mil pesos por sus respuestas, luego fue Seis mil pesos, más tarde Veinte mil pesos (todo debido a la inflación), hasta que finalmente adoptó el nombre de Miles de pesos por sus respuestas. Su director fue el periodista Antonio Panesso, quien cada semana retaba los conocimientos de un concursante sobre un tema específico, que debía corresponder a una afición y no a su profesión. Si superaba el cuestionario que le hacía la presentadora Gloria Valencia de Castaño, podía volver a la semana siguiente, y así una y otra vez hasta que alcanzara el premio mayor. Este espacio finalizó en 1974.
La llamada Sears Fue uno de los concursos de mayor sintonía en su época (1963). Realizado por la programadora Punch y presentado por Gloria Valencia de Castaño, causó sensación no sólo por sus premios sino también por su despliegue técnico, innovador para aquel entonces. Gracias a él era posible que cada semana se recibieran llamadas telefónicas de los televidentes quienes, después de responder correctamente un santo y seña, debían superar pruebas de habilidad que incluían adivinanzas y trabalenguas. Una vez que salían triunfantes podían acceder a los regalos que les ofrecía el concurso, los cuales incluían juegos de sala, alcobas o accesorios para el baño, suministrados por los almacenes Sears.
Concéntrese Después de vender su parte en la Emisora Monserrate, Julio E. Sánchez Vanegas se quedó con 300 mil pesos en el bolsillo. Esta fue la inversión inicial en el programa Concéntrese, un producto que les había ofrecido a las programadoras RTI y Punch, pero que éstas habían rechazado por considerar que no podría ser exitoso. Sin embargo, él decidió hacerlo por su cuenta y fue así como el concurso llegó a la televisión en 1964 con una estructura que conservó en sus veinte años de vida y que le permitió obtener los premios El Tiempo y Antena: los participantes debían recordar las parejas de elementos que aparecían en un tablero y, al final, resolver un jeroglífico. Durante su primer mes al aire el programa no produjo ganancias, pero a partir del segundo y hasta el final de sus días, en 1984, se dio el lujo de mantener al tope la pauta publicitaria. En 1990 regresó a la pantalla y se sostuvo durante cinco años más.
Cabeza y cola Fue otro de los concursos que causaron sensación entre los colombianos, a pesar de que era considerado un juego para niños. Apareció en la pantalla chica en 1978 bajo el símbolo de la programadora Punch y siguió las premisas de un conocido juego infantil, en el que los concursantes que respondieran correctamente las preguntas subían a la cabeza de la competencia y los que erraban bajaban a la cola. El programa recibió el premio Antena y también el reconocimiento del periódico El Tiempo. Dirigido por Hernán Castrillón Restrepo, tuvo como presentador a Fernando González-Pacheco y permaneció por espacio de seis años en la pantalla chica.
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Los shows de la buena fortuna
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rti
Concursos · P r e s e n t a d o r e s ·
El precio es correcto
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Fue creado en 1981 por la programadora RTI, bajo la dirección de Aurelio Valcárcel y la presentación de Gloria Valencia de Castaño. Su estructura era sencilla: un grupo de tres concursantes debían competir con base en sus conocimientos sobre los precios de productos básicos de la canasta familiar. Quien acertaba en estos valores se llevaba premios representados siempre por electrodomésticos: planchas, licuadoras, tostadoras, etc. Era un programa dirigido especialmente a las amas de casa y por este motivo se programó en el horario del mediodía.
Compre la orquesta En 1979 la programadora RTI lanzó un concurso basado en pistas musicales, interpretadas por una orquesta en vivo. Se emitía en el horario del mediodía y su presentadora era María Cristina Salcedo. Un día en el que ella no pudo asistir al programa, la empresa llamó en su remplazo a Fernando GonzálezPacheco, quien suplió a su compañera. Los resultados fueron tan positivos que él fue escogido para que continuara en la presentación. A partir de ese momento Compre la orquesta cambió: se trasladó al horario de la noche de los viernes, se extendió a una hora (hasta ese momento era de media), se enriqueció su estructura, la orquesta creció y empezó a grabarse en diferentes ciudades del país. La música y la animación de Pacheco hicieron del concurso el más popular de la televisión colombiana, con una audiencia superior a los tres millones de televidentes. El director fue Bernardo Romero Pereiro, quien, junto con Pacheco, dejó el programa cuando se fundó la programadora Coestrellas en 1981. Sin embargo, en 1982 esta empresa lo llevó nuevamente a la televisión, en asocio con RTI.
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Es muy difícil saber de qué manera se construyen las leyendas. Al igual que los buenos programas de televisión, nadie se hace el propósito de darles vida para que se conviertan en lo que son. Sencillamente se dan y sólo es posible reconocerlas cuando ya existen. Y Pacheco, aunque él en su infinita modestia insista en negarlo, es la leyenda viva de la televisión colombiana. Sin temor a equivocaciones puede asegurarse que es el símbolo de la pantalla chica nacional. Así ha sido desde que aceptó en 1959 el reto que le formuló Alberto Peñaranda a bordo del barco de la Flota Mercante, donde el presentador se desempeñaba como camarero. Un hecho que hace parte de la leyenda. Salió de las aguas del océano rumbo a un estudio de televisión sin más experiencia en los escenarios que las imitaciones que hacía ante sus condiscípulos del Gimnasio Moderno, antes de que lo expulsaran, o las canciones que interpretaba frente a otros marinos para animar las tediosas noches en mar abierto. Aun así quería demostrar que era capaz de aparecer en la televisión y esa idea lo llevó a presentar el musical Agencia de artistas. La leyenda cuenta que al principio no le gustó al público. A las oficinas de Punch, realizadora del programa, llegaban cartas de los televidentes quejándose por el acento del animador, su apariencia física y su inexperiencia, aunque le reconocían que era un tipo sencillo y buena gente. La terquedad de Alberto Peñaranda hizo que Pacheco continuara en la televisión, dando inicio a una carrera que ha superado los cuarenta años de trayectoria e incluye en ella la presentación de más de cincuenta programas de televisión, actuaciones en series, telenovelas y obras de teatro, y una bien ganada popularidad como el mejor animador de la pantalla chica y el más completo entrevistador de todos. Un récord nada despreciable para el colombiano más colombiano de todos, que curiosamente no nació en Colombia sino en Valencia (España). Un dato adicional que hace parte de la leyenda. También un logro importante para el muchacho indomable que ha soportado con pesar la idea de que su padre haya muerto antes de darse cuenta de que su hijo por fin había encontrado un rumbo en la televisión después de probar suerte con la medicina, la economía y la instalación de radios en los automóviles. La pantalla chica lo adoptó y él ha sabido devolver con creces el cariño del público a través de diferentes facetas. Ha sido actor de televisión en Yo y tú, El viejo, Isabel me la veló, Música maestro, Puerta grande y hasta en un teleteatro denominado El cadáver del señor García, donde interpretaba a un cadáver y, por supuesto, no decía ni mu. También ha actuado en teatro a través de musicales como La jaula de las locas y Sugar. Además ha sido programador, y de los buenos, con sus socios en aquel sueño llamado Coestrellas. Pero sus grandes logros han ido de la mano de la presentación, con concursos inolvidables como Cabeza y cola, Compre la orquesta, El programa del millón, Quiere cacao, Busque su pareja, Exitosos, Los tres a las seis, Siga la pista y Sabariedades, así como el Telehipódromo, Operación Ja Ja, El infantil de Pacheco y el programa periodístico Charlas con Pacheco, por el que recibió tres premios de periodismo Simón Bolívar. Este galardón se suma a los innumerables Nemqueteba, Indias Catalina, Antenas de la consagración y Tv y Novelas que ha recibido a lo largo de su trayectoria, así como a los reconocimientos que le han otorgado sus colegas a través de la Asociación Colombiana de Locutores. Por estos motivos Pacheco es leyenda. Y una estrella, condición que le ha acarreado también algunos problemas, como un secuestro de dos días por parte del grupo guerrillero M-19, y una segunda amenaza contra su vida en el año 2000 por parte de las Farc. A él esa faceta de la fama le pesa. Por eso prefiere ser simplemente Pacheco, el hombre que les brinda alegría a los colombianos y sigue tan vigente como en otras épocas a través de sus entrevistas para el magazín Día a día del Canal Caracol. El mismo al que sienten cercano desde la señora encopetada hasta los niños de la calle, que al encontrarlo en cualquier avenida le tocan sin timidez Pacheco acompañado de Roberto García-Peña, su padre Doroteo el estómago con sus manos sucias para González-Pacheco (centro) y su hermano Rafael. decirle “adiós, viejo Pache”.
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álbum Fernando gonzález-paCheCo
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Fernando González-Pacheco, una leyenda en vivo
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Concursos · P r e s e n t a d o r e s ·
Adán y Eva
Jota Mario Valencia
El programa del millón
Sabariedades Realizado por Coestrellas, en su primer año de emisión (1982) este concurso se dio el lujo de tener una audiencia de 47,5 puntos. ¿Cómo logró este éxito tan apabullante? El concurso de Coestrellas tenía varios aspectos a su favor. El primero de ellos eran los presentadores, Fernando González-Pacheco y Carlos Benjumea, dos figuras carismáticas Benjumea y Pacheco. que combinaban la animación con el buen humor. El segundo eran los juegos, que no medían los conocimientos de los concursantes, sino su habilidad física, ya que fácilmente podían llevarlos a transportar sobre el escenario de la Media Torta, donde se grababa, gigantescos globos de agua o a embadurnarse con crema de afeitar mientras trataban de fabricar una falsa torta de bodas. El tercero era la música, que en cada emisión corría por cuenta de una orquesta de talla internacional, desde Los Melódicos hasta el Gran Combo de Puerto Rico. Sabariedades se emitía los sábados y tenía una duración de dos horas y media.
Los tres a las seis Domingos gigantes Nació en 1985 en la programadora Gegar Televisión y con el nombre de Domingos gigantes. En esta primera etapa su estructura se basaba en pequeños concursos, que entregaban un promedio de cinco mil pesos en premios cada uno. Cuando en 1989 su creador y director, Jota Mario Valencia, firmó contrato de exclusividad con la programadora Caracol, ésta le compró a Gegar el horario de Domingos gigantes e inició la producción del programa. Su título cambió por el de Dominguísimo, la grabación salió del Teatro Estudio de Inravisión para trasladarse a los Estudios Gravi, se incluyó una orquesta en vivo y se dio vida a concursos como El novio chévere y Los solteros sin compromiso. Los cambios le permitieron recibir el premio India Catalina en las categorías de mejor concurso y presentador.
El único programa que ha logrado tener como presentadores a tres de las figuras más importantes de la televisión, Fernando González-Pacheco, Gloria Valencia de Castaño y Jota Mario Valencia, fue el concurso Los tres a las seis. Lo curioso es que ellos rara vez coincidían en grabación, ya que cada quien realizaba sus segmentos por separado. Sólo se veían el día de grabaciones a las seis de la tarde, hora en la que se realizaban los saludos y despedidas de este espacio.
En 1989 surgió la idea de hacer un programa que simulara la estructura de un casino, con sus juegos de mesa, sus ruletas y sus talladores. Para la versión de televisión, éstos serían los ases de la presentación de programas de entretenimiento: Jota Mario Valencia, Saúl García, Marco Aurelio Álvarez y Fernando GonzálezPacheco. Sin embargo, el valor de esta producción era demasiado alto para el espacio de media hora que tenía la programadora Caracol, así que ésta decidió unirse con RTI para hacer realidad el concurso. Como esta empresa ya tenía en su nómina a Pacheco y a Gloria Valencia de Castaño, se decidió que ellos serían los compañeros de Jota Mario en el estudio. A pesar de que Los tres a las seis tuvo una buena acogida por parte del público, en 1991 llegó a su fin debido al racionamiento de luz que afectó al país.
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Ganador de tres premios India Catalina, este programa se convirtió en un éxito de audiencia que alcanzó los 60 puntos de rating. Nació en 1987 dentro de la programadora RTI, con Aurelio Valcárcel como productor y director, y Fernando González-Pacheco en la presentación. A pocas semanas de su estreno, esta idea inspirada en una producción estadounidense ya era un fenómeno, lo cual no es de extrañar si se tiene en cuenta que cada ocho días las parejas de concursantes que participaban tenían la posibilidad de ganar un millón de pesos, cifra nunca antes entregada por un concurso colombiano. Sólo debían completar las letras que componían unas frases, las cuales se constituían en las pistas de un acertijo.
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El sacerdote que lo bautizó en su Medellín natal lo hizo bajo el nombre de Jorge Mario Valencia Yepes. Pero de eso ya nadie se acuerda. Para los colombianos él es simplemente Jota Mario, un personaje que los ha acompañado desde hace casi tres décadas a través de la televisión, con sus salidas ocurrentes, sus bromas y el desparpajo paisa que lo caracteriza. Su historia en los medios comenzó a los nueve años de edad y debido a que se pinchó el ojo izquierdo con unas tijeras. La lesión fue seria y lo obligó a practicarse tres cirugías, con el consiguiente reposo. Esta situación hizo que buscara la compañía de una amiga fiel, la cual encontró en la radio. Lo que en un comienzo fue una afición se convirtió en una de las grandes pasiones de su juventud. Por eso, una vez recuperó la salud, era frecuente verlo en los alrededores de la emisora La Voz del Río Grande (Todelar) observando a quienes trabajaban allí. Su presencia se hizo tan constante que un día, cuando faltó el actor que hacía las voces de los niños en la radionovela La ley contra el hampa, le dieron la oportunidad de remplazarlo en propiedad. Y lo hizo tan bien que a partir de entonces todos los papeles infantiles fueron suyos. No le pagaban ni un peso por sus actuaciones, pero él vivía dichoso. Cuando terminó el colegio su elección fue obvia: estudiar comunicación social. Por eso enfiló sus pasos hacia la Universidad Bolivariana, donde permaneció por espacio de dos años. Una diferencia de opiniones con uno de sus profesores lo llevó a dejar el claustro y a aceptar una oferta que le habían hecho en la programadora Promec para trabajar en Bogotá. Llegó a la capital en enero de 1978 con la tarea de adaptar para la radio los libretos de la serie Dialogando. La oportunidad era buena, pero él se desesperó en la ciudad y pronto regresó a Medellín. Sin embargo, en marzo de 1979 una nueva llamada de la empresa para que le ayudara con la licitación, lo hizo emprender viaje una vez más. La idea era que él permaneciera en Bogotá durante quince días y colaborara con el pliego que presentaría la programadora a concurso. Jota Mario, ni corto ni perezoso, en un fin de semana repasó los periódicos nacionales y de ellos extrajo las ideas para cincuenta programas, incluidos Revivamos nuestra historia, Valores humanos, Telesemana y Esta es Colombia. Después de este debut en periodísticos de corte serio, llegó su incursión en los programas de concurso y variedades, que dio lugar a producciones como Dominguísimo, Los tres a las seis, Adán y Eva, Cazadores de la fortuna, el magazín Día a día, Sábado espectacular y Muy buenos días, los cuales le han permitido obtener varios premios.
Nació inspirado en el concurso Dating Games, realizado por la televisión de Estados Unidos durante más de veinte años y que aún permanece al aire. En Colombia la primera versión la realizó Fernando González-Pacheco con el título de Busque su pareja, y esta segunda, Adán y Eva, fue producida por la programadora Caracol en 1987, con presentación, libretos y dirección de Jota Mario Valencia. El programa conservó la estructura del modelo norteamericano: un soltero o soltera debía escoger una pareja entre tres concursantes, a los cuales no podía verles el rostro sino seleccionarlos a partir de las respuestas que daban a las preguntas del presentador. Este espacio se emitió durante siete años. · Otros concursos· Televisora Nacional Los catedráticos informan, 1955. Gánele al reloj, 1955. Adivine mi trabajo, 1955. Dígalo con mímica, 1955. El carrusel de las sorpresas, 1959. Punch Cuánto sabe, Punch le paga, 1960. Uno es de ley, 1961. Signo y fortuna, 1962. Marcando tantos, 1968. Busque su pareja, 1969. Operación Cupido, 1975. Qué pareja más pareja, 1976. Caracol Signo y fortuna, 1973. Nosotros, 1989. Oiga, mire, vea, 1991. El amor, amor, 1992. Cazadores de la fortuna, 1993. Cien colombianos dicen, 2002. Coestrellas Siga la pista, 1985. NTC La rueda de la fortuna, 1981. Eduardo Lemaitre Producciones Surge una estrella, 1983. Los tuyos y los míos, 1983. Todos contra todos, 1987. Promec Sábados de locura, 1987. No me vuelvan a invitar, 1987. RCN Exitosos, 1992. Comandos, 1999. Quiz LG, 2003. RTI Alcance la estrella, 1970. Pare o siga, 1971. Telectrónico, 1983. Quiere cacao, 1992.
Pro g ramas infantiles El club del tío Alejandro
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Durante la mayor parte de la historia de la televisión colombiana los programas infantiles han cargado con una mala fama: la de ser considerados programas poco atractivos, tanto en el aspecto comercial, como de audiencia. Sencillamente se piensa que los niños no marcan rating (aparte de que no hay muchos productos para pautar en los programas infantiles) y de esta manera se les ha relegado a un segundo lugar dentro de la programación nacional. Es por este motivo por lo que, si bien los programas infantiles han estado presentes en la cartelera desde que la televisión llegó al país, por lo general contaban Animalandia fue un con escaso presupuesto y eran programa que marcó de enviados a los horarios menos manera determinante la El mundo infantil apetecidos por las programaAnimalandia, los del “si lo tiene, tráigalo” carrera de Pacheco. Aún En 1959 surgió uno de los primeros hoy en día, pese a que el doras. Las primeras ofertas se programas infantiles de la televisión Nació en 1967 gracias a una idea que tuvo Germán García, propietario de la concurso salió del aire concentraron en el formato de colombiana. Lo produjo la prograprogramadora Gegar Televisión. A él se le ocurrió hacer un programa infantil hace más de una década, madora Punch, con la presentación que involucrara concursos, payasos, magia y la presencia de mascotas. Como los concursos, que al estilo de de Gloria Valencia de Castaño. Su presentador pensó en Fernando González-Pacheco, a quien había conocido en el público lo detiene en El mundo infantil, El club del estructura era bastante sencilla: se los torneos de ping-pong que se realizaban en Bogotá, a los cuales ambos eran la calle para preguntarle trataba de una fiesta a donde los aficionados. Así que un día, cuando se encontró a Pacheco en la calle, le planteó cuándo lo volverá a hacer. tío Alejandro, Animalandia o niños eran invitados y que se llevaba su proyecto. El animador dijo que sí y de esta manera nació una de las producJuguetelandia en Sears, intena cabo en los estudios de la Televiciones clásicas del género en la televisión colombiana. Se emitía en las mañanas sora Nacional. Allí, con una hora de de los domingos desde el parqueadero de Inravisión, donde fielmente se daban taban recrear en pantalla algunos de los juegos que llamaban anticipación, la presentadora alterna- cita niños de todas las edades, ansiosos de participar en los juegos. Allí estaban la atención de los pequeños. En esos primeros años también se ba y jugaba con ellos, de tal manera para alcanzar la cima de la vara engrasada, conseguir cuanta cosa exótica les que a la hora de salir al aire no se exigían en Si lo tiene, tráigalo, o cargados con sus loros a los que tenían alecciohicieron algunas propuestas aisladas para la audiencia infantil, vieran nerviosos. Durante la emisión nados para que repitieran la famosa frase: “A mí, Gelhada o nada”. Dirigido como El mundo del niño y Ábrete Sésamo, donde se montaban se les daban dulces y regalos de los primero por Germán García y luego por Hernán Castrillón, este espacio patrocinadores. El espacio estuvo dos permaneció doce años bajo la conducción de Pacheco, siempre acompañado piezas de la literatura para niños. años al aire. por los payasos Pernito, Tuerquita y Bebé. Cuando el conocido animador se Ya en la década de los sesenta los colombianos entendieron retiró del infantil participaron como presentadores Héctor Ulloa, Álvaro Ruiz, William Vinasco Ch. y Wilson Núñez. Sin embargo, el programa había perdique sí se podía hacer una televisión pensada por y para los niños do su esencia y, después de ser semanal, pasó a transmitirse únicamente en los a través de producciones extranjeras que empezaron a llegar al festivos hasta el fin de su emisión, en 1994. país, como Plaza Sésamo y Topo Gigio. Su estructura, que com·Presentadores · binaba la educación y el entretenimiento, pronto tuvo acogida entre la teleaudiencia, pero no fue lo suficientemente fuerte Pernito como para convencer a los productores locales de que siguieran A Luis Fernando Noya quizás lo conosu ejemplo. Feliz cumpleaños Ramo cieran pocas personas. Un reducido Sólo hasta la década de los ochenta dos empresas decidieron “¿Tú crees que Gloria me haga un círculo de familiares y amigos, y nada para un cliente que vende más. Pero a Pernito, el payaso, no impulsar el género: Caracol y Punch. La primera con la música, programa ponqués?”. Esta pregunta sencilla, sólo lo reconocían sino que lo admilos bailes y los dramatizados de Pequeños gigantes, y la segunda a hecha por el publicista Lucio Duzán raban millones de niños que seguían a Álvaro Castaño Castillo durante cada semana sus ocurrencias en el través de un proyecto que obtuvo reconocimiento internacional: un encuentro fortuito en una calle programa Animalandia, quienes Imagínate. Por primera vez la televisión tomó a los niños en serio bogotana, dio inicio al programa crecieron a su lado al igual que Feliz cumpleaños Ramo. Después de Bebé y Tuerquita, sus hijos y eternos y puso en escena sus inquietudes y deseos. la respuesta afirmativa de Castaño compañeros en escena. Pernito fue El rating y la crítica fueron favorables a estas realizaciones, a la inquietud de su amigo, Gloria el payaso por excelencia, siempre alegre y dispuesto a divertir a los demás. Valencia inició su trabajo como conNació en Chile pero era más colombiano que cualquiera. Llevó su alegría a los que marcaron una época en la pantalla chica colombiana. Sin ductora y directora de este espacio, en televidentes a través no sólo de Animalandia sino también de otras producembargo éstos, al igual que Brújula mágica y Oki Doki en años el que cada semana se les celebraba ciones como Buenos días bulliciosos o Las travesuras de Bebé. Y pensar que el cumpleaños a los niños con gorros, llegó a Colombia no como humorista sino como músico, uno de los mejores posteriores, fueron experimentos aislados, islas en medio de sorpresas, regalos y el consabido ponsaxofonistas que ha conocido el país en opinión de muchos, interpretando una cartelera en donde los niños se acostumbraron a ver dibujos qué, como en una fiesta de verdad. El música tropical en la orquesta del maestro Lucho Bermúdez. Pero la risa lo infantil lo realizó desde 1964 hasta acaparó y nunca más lo dejó en libertad hasta el día de su muerte, en junio animados extranjeros o simplemente los programas diseñados 1969 la productora Lucio Luciani y del 2003, cuando tenía 82 años. para el público adulto. Compañía.
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El programa, que se basaba en concursos infantiles y rondas cantadas para los niños, se estrenó en la televisión chilena a comienzos de los años cincuenta. Cuando su creador, Alejandro Michel Talento, llegó a Colombia, se trajo consigo esta producción, que debutó en la pantalla chica nacional en la década del cincuenta y luego fue parte de la programación del canal Teletigre en los sesenta. El espacio funcionaba a la manera de un club, del cual hacían parte no sólo los niños que acudían al estudio, sino que lo veían a través de sus receptores. Para la crítica de la época, el éxito de El club del tío Alejandro no radicaba tanto en su contenido como en la capacidad de su presentador para relacionarse con su público.
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En busca de la “pequeña” audiencia
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Pro g ramas infantiles Mini Monos con Pepón Salió al aire en 1974 con la producción de la programadora RTI. Era un concurso animado en algunos segmentos por una adolescente llamada Yady González, a quien se le conocía popularmente como La Pecosa, y el caricaturista José María López, Pepón. Toda una generación de niños creció siguiendo cada tarde los segmentos del programa, en el que no sólo ponían a prueba sus conocimientos sino que además les daban la oportunidad de aprender a dibujar con propiedad. Mini Monos con Pepón finalizó en 1982, cuando López decidió radicarse en Brasil.
Plaza Sésamo Elenco de niños del programa Pequeños gigantes, entre ellos Evelyn Cristopher, Tito Duarte y Julieta García.
Pequeños gigantes, semillero de talentos El programa, una creación de Guillermo Santamaría, nació en 1982 con un elenco original conformado por María Angélica Mallarino y dos niños, quienes emprendían todo tipo de aventuras. La producción se hacía en exteriores y estaba a cargo de Alí Humar, quien al poco tiempo le cedió el cargo como director a Jaime Santos. Al cabo de un año la programadora Caracol le entregó la dirección a Tony Navia, quien introdujo cambios drásticos: las grabaciones empezaron a hacerse en estudio, se amplió la nómina de actores infantiles y se vinculó al elenco a otro grupo de actores adultos. María Angélica se retiró y en su lugar llegaron figuras como Luis Fernando Ardila, Mile, Janeth Waldman, Manuel Busquets y Hernando El Chato Latorre. Finalmente el grupo quedó integrado por Tony (directora), Lucila Navia (libretista), 25 niños actores y siete “grandes”. El programa se convirtió en un taller para todos los que participaron en él, porque allí se actuaba, pero también había que cantar, bailar y presentar. Además, bien podían recrearse obras de la literatura universal como A la diestra de Dios padre, o hacer propuestas al mejor estilo del comediante Charles Chaplin. Pequeños gigantes se convirtió en la cuna de muchas figuras que se han destacado en la televisión. Empezando por Carlos Vives, que llegó para participar en un dramatizado y se quedó en el elenco tres años, y continuando con Carolina Sabino, Roberto Cano, Juan Sebastián Aragón, Julieta García, Tulio Zuluaga y Carolina Cuervo, entre otros. El programa permaneció diez años al aire y gracias a su propuesta marcó un hito dentro del género de los infantiles en la televisión nacional.
Enrique y Beto, dos reconocidos personajes de Plaza Sésamo.
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Carlos Benjumea fue el protagonista del programa educativo ver para aprender.
Ver para aprender En 1985 la programadora Coestrellas quiso incursionar en el género de la televisión infantil y lo hizo con un programa que explicaba hechos científicos de una manera entretenida. Tenía un poco de dramatizado y otro tanto de magazín. Su protagonista era Carlos Benjumea quien, en el papel de Julito, un niño grande con inmensos deseos de aprender, le hacía cada semana al “doctor don Mauricio”, un experto en diversidad de temas, las preguntas que se formulan los pequeños sobre los fenómenos de la naturaleza. Así éstos podían descubrir en qué consistía la gravedad, por qué aparece el arco iris, o de qué manera los aviones lograban volar. Ver para aprender recibió el premio India Catalina como mejor programa infantil en 1987.
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Tony Navia, la “descubridora” El cine fue su primer amor. Un amor de esos que llegan sin previo aviso y cuando uno menos lo espera. El encargado de “seducirla” fue precisamente su esposo, quien estaba involucrado en varios proyectos de coproducción con compañías internacionales, y le pidió su ayuda de manera algo informal. Esta colaboración fue la que la llevó a iniciarse como asistente de producción, script y asistente de dirección en las películas Amazonas para dos aventureros, Respetables delincuentes, Las aventuras de Somerset Maugham y El ángel negro, realizadas con capital colombiano, italiano, español, mexicano o alemán. A pesar de esta experiencia, en 1982 decidió retirarse del cine para aceptar una propuesta de la programadora Caracol. En un comienzo empezó haciendo trabajo de escritorio, ya que era la asistente del jefe de producción. Pero lo suyo era lo creativo y por eso, al año de ocupar este cargo, empezó a pedir a gritos que le entregaran la dirección del infantil Pequeños gigantes, una producción que se había convertido en el “coco” de los realizadores por el esfuerzo que implicaba trabajar con niños. La llegada de Tony al programa le dio un nuevo aire y lo impulsó no sólo como una propuesta interesante para los pequeños, sino como el semillero de nuevos talentos que llegaban a él de diversas maneras. Así descubrió la capacidad histriónica de Mile y Fernando Garavito, a quienes el país conocía exclusivamente como cantantes. De igual manera se encontró con la vena cómica de Janeth Waldman, quien se desempeñaba como profesora de una institución para niños con síndrome de Down, o con el talento para la actuación de Hernando Latorre, dedicado hasta ese momento a la caricatura. Eso sin mencionar a las decenas de niños que pasaron por el programa y que hoy están protagonizando telenovelas y dramatizados colombianos. A los cinco años de estar en Pequeños gigantes decidió retirarse e iniciar una carrera como empresaria de espectáculos con el musical infantil Creo en mí. El experimento fue un desastre y quedó convencida de que lo suyo no eran los negocios. Así que regresó a la televisión a finales de los ochenta en un programa totalmente distinto de lo que venía haciendo: el dramatizado Los colores de la fama, la primera producción para adultos que hizo en la pantalla chica. Al lado de Pepe Sánchez inició su escuela como directora, seguida más adelante por el trabajo al lado de Carlos Mayolo en la serie Azúcar. Ellos le enseñaron los secretos del oficio, los mismos que pudo poner en práctica en el dramatizado Espumas, el primero que dirigió para el horario triple A. Después de esta experiencia vinieron otras producciones exitosas: O todos en la cama, Oki Doki, Las Juanas, la producción del Concurso Nacional de Belleza, Alicia en el país de las mercancías, Francisco, el Matemático, Isabel me la veló y Milagros de amor.
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Este programa, que nació en Estados Unidos gracias a la empresa Children’s Television Network, tuvo su primera versión para América Latina en 1971, cuando el canal Televisa se asoció con los norteamericanos para realizar la coproducción. Fue así como los niños de esta parte del mundo empezaron a conocer a René, Archibaldo, Beto, Enrique, el Conde Contar y tantos otros personajes que han acompañado a varias generaciones de televidentes. Plaza Sésamo llegó a Colombia en 1972 de la mano de la programadora Punch, y a lo largo de su historia ha ido y venido de la pantalla chica nacional auspiciado por diferentes empresas, incluido el Canal RCN, que actualmente lo emite dentro del espacio Jack el Despertador.
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María Angélica Mallarino
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Viniendo de una familia de artistas era casi normal que a los cinco años ya estuviera sobre un escenario, así como pocos años más tarde, escribiendo cuentos, poesías y canciones infantiles. A estas primeras señales artísticas le siguieron infinidad de actuaciones en obras dirigidas por su padre, Víctor Mallarino, en el Teatro Colón. Como el canto era otro de sus talentos, Gloria Valencia de Castaño la lanzó como solista en el programa Estudio Uno y más adelante Bernardo Romero Pereiro la llamó para protagonizar Crónica de un amor en 1969. A ello le siguieron varios años de mucha actividad en los que actuó en más de veinte telenovelas, hasta que en 1981 la llamaron de Caracol para darle forma a Pequeños gigantes. No sólo le dio nombre al innovador programa, sino que durante casi dos años lo dirigió, hizo sus libretos, escribió las canciones y actuó en él. Esa experiencia le sirvió para que en 1986 la nombraran directora de la división infantil de Producciones Punch, de donde nació Imagínate, otro exitoso programa del género infantil presentado y dirigido por ella. También como presentadora dejó su huella en magazines como Panorama, donde alternó con Otto Greiffenstein, y Conoce a tu hijo, este último comprado por la cadena Discovery. Posteriormente se dedicó por completo a realizar proyectos alrededor de los niños, como los liderados desde las fundaciones Los Niños se toman el Mundo y Niños por la Paz. En 2001 regresó a la televisión con un personaje en la telenovela El precio del silencio, a lo cual le siguieron otro par de apariciones en Retratos y La lectora. Actualmente continúa con el derrotero marcado, tal vez, por sus estudios de psicopedagogía y sigue trabajando con niños.
Los dumis Los hermanos Fernando, Gustavo, Enrique y Guillermo Noriega tuvieron la idea de generar conciencia entre el público sobre la necesidad de conservar y respetar los valores sociales. De esta manera, en 1986 le dieron vida a un programa inspirado en el mobiliario urbano, conformado por teléfonos públicos, canecas de basura e hidrantes. Así nacieron Los dumis, personajes que cantaban, hablaban y bailaban gracias a una técnica de animación llamada audioanimatrónica. Esta propuesta tuvo una buena acogida por parte de la audiencia y permaneció al aire hasta 1992.
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El paso de María Angélica Mallarino por la televisión ha sido fructífero y versátil. Desde sus primeras apariciones cantando en los programas musicales de los sesenta, pasando por sus diversas facetas como actriz y algunas apariciones como presentadora, hasta su rol de directora.
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Imagínate, creer en los niños María Angélica Mallarino le dio vida a este programa en 1985, cuando Punch decidió invertirles a los infantiles pese a la creencia general de que no generaban mucha audiencia. Fue así como la actriz desarrolló un espacio en el que la parte dramatizada era fundamental, ya que ella estaba segura de que a los niños les gustaba ver a otros niños actuando. Así fue como se estrenó la primera emisión de Imagínate, titulada Imagínate la aventura. En un comienzo no existía un libreto como tal: a cada niño se le entregaba una historia en la que él reconocía su personaje para luego improvisarlo frente a la cámara. Luego se dio paso a la narración de situaciones que se sucedían en el interior de una escuela Por el elenco de Imagínate pasaron Danna García, Carolina Sabino, Miguel Varoni, de artes, donde los pequeños iban a Martha Liliana Ruiz, Julieta García y Fabio Andrés Humar, entre otros. estudiar actuación y canto. Cuando María Angélica Mallarino se retiró en 1986 se produjeron nuevos cambios: José Antonio de Brigard asumió la dirección, Consuelo Quiñones se encargó de los libretos y el espacio se dividió en tres secciones: un concurso, el dibujo animado de Cantinflas y el dramatizado que se centraba en la vida de una familia, interpretada por Martha Liliana Ruiz, Miguel Varoni, Fabio Andrés Humar y Julieta García. Estas transformaciones no sólo renovaron al programa, sino que le permitieron elevar su audiencia, obtener galardones tan importantes como el India Catalina y el del Festival Internacional de Cine y Televisión de Nueva York, y soportar sin inmutarse cambios importantes dentro de su elenco, al que llegaron figuras como Maribel Abello, Danna García, Víctor Hugo Cabrera y Xiomara Xibillé. Imagínate marcó así una época y con sus planteamientos fortaleció la imagen del grupo familiar frente a millones de televidentes, que a lo largo de sus más de 250 episodios se mantuvieron fieles a su propuesta y aún lo guardan en un rincón de sus corazones.
Varios de los muchachos del elenco de Oki Doki hicieron carrera en la televisión.
Oki Doki Cuando un muchacho llega a los doce años de edad enfrenta una de las etapas más difíciles de su vida, aquella en la que no es niño pero tampoco es adulto y no encuentra su lugar en el mundo. Para esos pequeños Tony y Lucila Navia crearon el dramatizado Oki Doki, en el cual presentaban las situaciones que debían enfrentar los preadolescentes, recreadas a través de personajes con nombres tan curiosos como Tomillo, Vainilla y Canela. La producción combinaba las actuaciones con la música, interpretada por el elenco del programa: Verónica Orozco, Cecilia Navia, Gonzalo Escobar, María Angélica Duque, Freddy Flórez y Jorge Pérez. Oki Doki fue producido por la programadora RCN y se estrenó en 1992. Además, dio lugar a tres trabajos discográficos y a una serie de presentaciones en vivo por los diferentes rincones del país. En sus seis años de existencia, el programa recibió un India Catalina y cuatro Tv y Novelas.
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álbum maría angéliCa mallarino
Los estudios que se han realizado en Colombia sobre los gustos de la audiencia infantil indican que el 52% de su preferencia se inclina hacia los dibujos animados y las telenovelas.
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Tito Duarte
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Maravilla, su personaje en la telenovela Quieta Margarita, se ganó el cariño del público por su ternura. Recibió el Premio India Catalina como mejor actor infantil y el Simón Bolívar como revelación masculina. Tito hizo parte de los jóvenes talentos que descubrió el programa Pequeños gigantes. · Otros personajes ·
Danna García
Carolina Sabino
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Ella sí que puede decir que empezó a trabajar en la televisión cuando era “así de chiquitita”. Al cumplir su primer año de edad debutó en comerciales y a los cinco incursionó en la actuación a través del programa Pequeños gigantes. A partir de entonces la invitaron a hacer parte de numerosos dramatizados, incluidos El ángel de piedra, Revivamos nuestra historia, Imagínate y Pasiones secretas, telenovela en la que por primera vez interpretó un personaje adulto. En 1994 protagonizó la miniserie Momposina, donde obtuvo el favor de la crítica. Fue entonces cuando firmó un contrato de exclusividad con el Canal RCN, durante el cual participó en las producciones Guajira, Las Juanas y El fiscal. Luego de trabajar durante un año en Perú, y de ganar dos Gaviotas de Plata en el Festival de Viña del Mar en 1999, Carolina regresó en 2000 a Colombia para protagonizar la telenovela El precio del silencio, por la cual obtuvo el premio India Catalina como mejor actriz protagonista. Actualmente la actriz, junto con los cantantes Andrés Cepeda y Andrés Cabas, es la imagen de la nueva campaña publicitaria de la gaseosa Colombiana, titulada Así suena mi casa, y protagoniza la novela que RCN estrenó en el 2004 Me amarás bajo la lluvia.
Su rostro se dio a conocer en la televisión cuando apenas tenía cuatro años de edad, a través del programa infantil Imagínate. Ella llegó al elenco para remplazar a la protagonista, Julieta García, y pronto se convirtió en una de las figuras importantes del programa. El talento lo lleva en la sangre. Después de todo es hija de Claudia Osuna, una cantante que logró brillo y popularidad en los años sesenta, en la época dorada de El club del clan. Danna también heredó la bella voz de su mamá e incluso con el paso de los años hizo parte de la agrupación juvenil Café Moreno. Pero lo suyo es la actuación y por ella los televidentes la vieron crecer ante las cámaras. Después de esa primera incursión en Imagínate vino su trabajo como la pequeña Caridad Solaz en la serie Azúcar y su papel protagónico en la miniserie La otra raya del tigre. Su consagración definitiva le llegó a los quince años, cuando interpretó a Marcela Vallejo en la telenovela Café, con aroma de mujer. Esta participación proyectó su carrera internacionalmente, lo cual se consolidó años después con su personaje de Sofía en la exitosa novela de Cenpro Perro amor. En 1998 decidió empacar sus maletas y radicarse en el exterior. Este exilio voluntario la llevó a México, Miami y Europa, y a protagonizar tres telenovelas: Háblame de amor, La revancha y Vuelve junto a mí. Ahora, a sus 25 años, se encuentra nuevamente en Colombia actuando en la telenovela de Caracol Pasión de gavilanes, donde interpreta a Norma.
Brújula mágica Rafael Molano, el gerente de proyectos de la programadora Audiovisuales en 1994, les propuso a Andrés Salgado y Rafael Chaparro que presentaran un proyecto para un programa infantil. Ellos escucharon su petición y estructuraron una producción bajo la premisa de que a los niños hay que darles lo que les gusta. Así nació Brújula mágica, una propuesta que tenía mucho de lúdica y nada de pedagógica, en donde se invitaba a los niños a divertirse y fantasear, respetando su naturaleza anárquica. De esta manera cada semana durante cuatro años, a las 4:00 p.m., se encontraban en la pantalla con una maga, interpretada por Patricia Castañeda, y un mimo (Fernando Rojas), quienes los llevaban a un mundo habitado por personajes literarios, música de Los Beatles y bastante creatividad, que sencillamente los entretenía.
Julieta García por Imagínate. Yady González por Mini Monos con Pepón. Patricia Castañeda por Brújula mágica. Xiomara Xibillé por Todo el mundo está feliz. Carolina Cuervo por Oki Doki. Juan Sebastián Aragón por Pequeños gigantes. Mile por Pequeños gigantes. Luis Fernando Ardila por Pequeños gigantes. Fernando Garavito por Pequeños gigantes. aneth Waldman por Pequeños gigantes. Mateo Stivel por Conjunto cerrado. Fabio Andrés Humar por Imagínate. Martha Liliana Ruiz por Imagínate. Cecilia Navia por Oki Doki. Gonzalo Escobar por Oki Doki. María Angélica Duque por Oki Doki. Jorge Pérez por Oki Doki. Rafael Chaparro por Brújula mágica. Lucila Navia por Pequeños gigantes y Oki Doki. Consuelo Quiñones por Imagínate. Willington Ortiz por Maravillas infantiles. · Otros programas ·
Brújula mágica fue respaldado por la crítica y por primera vez dejó el afán pedagógico para dedicarse a divertir al público.
Punch El infantil de Pacheco, 1966. Siempre listos, 1979. Noti, Tutti, Cuanti, 1987. Manitas creativas, 1990. Todo el mundo está feliz, 1994. Juan G. Restrepo y Compañía Uno, dos y tres, 1979. Producciones Eduardo Lemaitre Rompecabezas, 1983. CPT Televisión Lotería, 1987. RTI Teatro infantil, 1972. Conjunto cerrado, 1996.
E n l ata d o s
Hasta 1962 la televisión colombiana era netamente local. La parrilla de programación estaba habitada por teleteatros, musicales, concursos y programas culturales, pero poco acceso se tenía a las producciones realizadas en otros países. Sin embargo, fue precisamente en ese año cuando el panorama cambió, debido a que la programadora Punch empezó a importar algunas de las series más exitosas de la televisión de Estados Unidos. Fue así como el público empezó a conocer las aventuras de Yo amo a Lucy, Bonanza, Perry Mason, Sheriff, El gordo y el flaco, Dimensión desconocida y Los Beverly Ricos, que en blanco y negro, y con un formato de episodios unitarios, empezaron a conquistar adeptos. En aquel entonces el sistema de compra era el mismo de ahora: los programadores colombianos viajaban cada año en el mes de mayo a la Feria de Televisión de Los Ángeles, donde se reúnen las principales casas productoras de Estados Unidos. Allí seleccionaban las series que les interesaban. Con el paso del
Bonanza
El fugitivo
Misión imposible
Protagonizada por Lorne Green, Pernell Roberts, Dan Blocker y Michael Landon, fue una de las primeras series extranjeras que llegaron a la televisión colombiana en 1962, aunque su estreno en Estados Unidos fue en 1959. Tuvo una duración de catorce años en la pantalla chica estadounidense con muy buenos resultados de audiencia. En Colombia también contó con una buena acogida, debido a que presentaba uno de los episodios más emocionantes de la historia americana: la vida en el salvaje oeste, ambientada en el seno de la familia Cartwright, conformada por el patriarca Ben Cartwright y sus tres hijos, quienes vivían en el rancho La Ponderosa. Además, tocaba temas de actualidad como el maltrato a las mujeres, el alcoholismo y el racismo. La serie fue creada por David Dortort para la cadena NBC y, salvo sus dos primeros años, siempre se grabó en color.
Roy Huggins fue el creador de esta producción, que debutó en la televisión de Estados Unidos en 1963 y llegó a Colombia en 1965. Estaba basada en un hecho real: el caso del médico Sam Sheppard, un hombre rico y atractivo que fue acusado del asesinato de su esposa. El proceso ocupó las primeras planas de la prensa norteamericana y le dio a Huggins la idea para su serie, que finalmente fue realizada por la cadena ABC. El médico acusado era interpretado por David Jansen, quien después de ser condenado a la pena de muerte huyó y dio pie a una cacería humana que se prolongó por 188 episodios. En 1969 El fugitivo llegó a su final, después de ganar dos premios Emmy. Su último capítulo fue seguido por el 72% de la audiencia estadounidense.
En 1968 los colombianos escucharon por primera vez una frase que los acompañaría durante años: “Su misión, Jim, si decide aceptarla…”. Ella marcaba el inicio de los episodios de una serie creada por la cadena CBS, en la cual un grupo de agentes secretos expertos en diversas artes (el disfraz, los computadores, el escape, etc.), cada semana enfrentaban el reto de salvar al mundo de una posible amenaza. En su primera etapa, producida entre 1966 y 1973, los peligros provenían del bloque comunista y la cortina de hierro. En la segunda, realizada de 1988 a 1990, el principal enemigo era el terrorismo. Del elenco de esta producción hicieron parte Peter Graves (el eterno Jim), Martin Landau, Barbara Bain, Anthony Hamilton y Greg Morris, entre otros. punCh
Las historias extranjeras
tiempo, y debido a la acogida que lograron en ciertos mercados Topo Gigio
canales independientes como Televisa, O Globo, TV Azteca,
Nació en 1963 gracias a la inspiración de una mujer italiana, María Perego, quien le dio vida a este ratoncito amante del queso y de la pizza, que vivía mil aventuras vestido al estilo de los más diversos personajes. Su compañero de aventuras era el presentador argentino Raúl Astor, quien además servía como fiel seguidor de las canciones de la estrella del programa: A la camita, En un bosque de la China, Los papás de mis papitos o El besito de las buenas noches.
Caracol y RCN, para que una semana antes del inicio de la feria mostraran sus productos. Las series que compraban las empresas colombianas estaban enmarcadas en dos géneros: la acción y la comedia. Eran las que garantizaban la audiencia del público. Los experimentos que se hicieron con el paso del tiempo con obras dramáticas y de
Las primeras producciones norteamericanas se compraban a 125 dólares por episodio. En la actualidad cada capítulo de una serie realizada en Estados Unidos tiene un valor de tres mil dólares, mientras que una telenovela producida por Televisa cuesta hasta cuatro mil.
contenido más elaborado así lo confirmaron. Mientras producciones como Hawai 5-0, Los magníficos, El hombre nuclear, Hechizada, Comando especial, El santo y Alf eran sinónimo de rating, otras como La ley de Los Ángeles, La ley y el orden, Paper Chase, Después de los 30 y Los
Mi bella genio
años maravillosos, a pesar de su impecable factura, eran barridas
Un astronauta llamado Tony Nelson cae en una isla desierta después de que la misión espacial a su cargo es abortada. Mientras espera que lo rescaten, encuentra en la arena una botella de la que sale una hermosa genio de 2000 años de edad. Jeannie, el nombre de esta singular mujer, decide que el capitán Nelson será su amo de ahora en adelante y lo sigue hasta su casa en Los Ángeles, causándole divertidos traumatismos en su vida. La serie, protagonizada por Larry Hagman y Barbara Eden, e inspirada en una historia de Sydney Sheldon, fue producida por la cadena NBC entre 1965 y 1970. A Colombia llegó en 1966.
por la audiencia de los nacionales. Hoy en día el universo de las producciones internacionales en la televisión colombiana está dominado por las telenovelas. La importación desde Estados Unidos está restringida a películas y unas pocas series. Esto se debe a que la demanda por el producto internacional ha decaído y no genera tanta audiencia como lo local, fenómeno que se extiende al resto de América Latina. De esta tendencia sólo se sale el canal Citytv, que ha emprendido la tarea de traer no sólo nuevas producciones, sino algunas de las más exitosas en la televisión estadounidense como Sex & The City, Los Sopranos, Buffy la cazavampiros y Hechiceras.
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Viaje a las estrellas, décadas de vuelo por el espacio
el espeCtador
las telenovelas latinas, se les abrió un espacio adicional a los
Gene Roddenberry, un piloto veterano de la segunda guerra mundial, fue el creador de esta serie que se convirtió en objeto de culto para varias generaciones. La producción se estrenó en Estados Unidos en 1966 y un año después la programadora RTI la compró para Colombia. Cosa curiosa, las tres primeras temporadas producidas por la cadena NBC no fueron exitosas y el canal decidió suspender el programa en 1968. Después de su cancelación se emitieron repeticiones y fue entonces cuando la fiebre por Viaje a las estrellas creció y se propagó hacia todos los rincones del mundo. Así fue como la nave USS Enterprise inició su programa de vuelos, habitada por una tripulación interracial en la que se mezclaban seres de diversos planetas.
El hombre nuclear Steve Austin, el astronauta que perdió las dos piernas, un brazo y un ojo en un accidente en paracaídas, llegó a la pantalla chica en 1974 con sus miembros restaurados gracias a la biónica y convertido en El hombre nuclear. Su historia fantástica, narrada en el libro Cyborg de Martin Caidin, fue el punto de partida para esta serie que debutó en 1978 en la televisión colombiana y para 1983 se constituía en el segundo programa más visto en el país, con 41,7 puntos de audiencia. Su protagonista fue Lee Majors, quien vio marcada su carrera por esta producción y nunca más tuvo un éxito similar.
La mujer maravilla En 1978 la programadora Nick Camelo Producciones cautivó al público colombiano con la presencia de una mujer escultural, proveniente de una tribu amazónica y dotada con poderes especiales, incluido el de obligar a cualquiera a decir la verdad rodeándolo con su lazo dorado. Era La mujer maravilla, quien, al igual que Superman, habitaba entre los mortales bajo la identidad secreta de Diana Prince, una agente que ayudaba a los aliados durante la segunda guerra mundial. La serie sobre sus aventuras se produjo entre 1974 y 1979, con la participación en el personaje protagónico de la actriz Linda Carter.
E n l ata d o s Los Waltons
Dallas
En 1973 nació una conmovedora historia familiar, desarrollada en la Norteamérica de los años treinta. Allí vivía el clan Walton, conformado por los abuelos, los padres y siete hijos, personajes interpretados por actores de la talla de Ralph Waite, Michael Learned, Hill Geer, Ellen Corby y Richard Thomas. Precisamente la narración, inspirada en los escritos semiautobiográficos de Earl Hamner Jr., se enfocaba en los recuerdos del hijo mayor de la familia, John Boy. En un principio el programa se emitió como una película para televisión producida por la cadena CBS, titulada The Homecoming, y la reacción de la audiencia fue tan positiva, que se decidió convertirla en una serie. Si bien en su primera temporada al aire no tuvo mayor rating, a partir de la segunda y durante los años posteriores se mantuvo como uno de los veinte programas más vistos de la televisión de Estados Unidos. Los Waltons, que en 1981 le dijeron adiós a su público, recibieron cinco premios Emmy y dos Globos de Oro. A Colombia llegaron en 1974 gracias a la programadora Punch.
J.R. Ewing, el malvado más malvado que ha podido conocer la televisión mundial, hizo su aparición en la televisión colombiana en 1979, un año después de que llegara con sus intrigas a la pantalla chica de Estados Unidos. Su historia, ambientada en el mundo de los magnates del petróleo en Texas, le dio un nuevo aire al género de las soap operas, equivalentes a las telenovelas latinas, ya que, tomando como base los típicos complots, le agregó las peleas de las familias feudales y un tono moralista. Dallas permaneció en cartelera durante catorce años y a lo largo de su historia logró momentos electrizantes, como el episodio en el que supuestamente asesinaban a J.R. Dallas fue una idea original de David Jacobs y en su primera temporada se ubicó entre los diez programas más vistos de la televisión estadounidense. Este resultado entusiasmó a la cadena CBS, que continuó con las grabaciones conservando el reparto original, que incluía nombres como los de Larry Hagman, Patrick Duffy y Victoria Principal.
La isla de la fantasía
Los magníficos
Alf
Protagonizada por Ricardo Montalbán (el señor Roarke) y el desaparecido Hervé Villechaize (Tattoo), la serie debutó en la televisión norteamericana en 1978 y llegó a Colombia un año después a través de la programadora Caracol. Nació como una nueva creación del productor Aaron Spelling, quien quiso repetir la fórmula de las historias rosas enmarcadas en un ambiente tropical que tan buen resultado le habían dado en El crucero del amor. Sólo que en esta oportunidad los viajeros no abordaban un lujoso barco, sino que llegaban a una isla paradisíaca para hacer realidad la mayor de sus fantasías. La serie se grabó en escenarios naturales de California y Hawai, y sirvió como escenario de lanzamiento para futuras estrellas del cine, incluida Michelle Pfeiffer. Finalmente La isla de la fantasía dejó de emitirse en 1984. Seis años más tarde se hizo una nueva versión, protagonizada por Malcolm McDowell, con poco éxito.
Protagonizada por George Peppard, Mr. T, Dirk Benedict y Dwight Schultz, esta producción fue un éxito de sintonía tanto en Estados Unidos como en Colombia: para 1984 tenía una audiencia de 78,2 puntos en la pantalla chica nacional. El gran atractivo de Los magníficos se basó en sus escenas de acción y su comicidad. Contaba la historia de cuatro ex combatientes de Vietnam, acusados de un delito que no habían cometido y que se veían forzados a vivir en la clandestinidad.
El extraterrestre proveniente del planeta Melmak irrumpió en la televisión internacional en 1986 con su apariencia estrafalaria, su desenfreno para hablar, su incontrolable apetito y un amor incondicional por la familia Tanner, la misma que lo adoptó después de que su nave espacial se estrellara contra el garaje de su casa. Alf fue el primer irreverente de la pantalla, mucho antes de Bart Simpson. Por eso se convirtió en un éxito inmediato, que se mantuvo hasta el final de la serie, en 1990.
La familia Ingalls Producciones Punch compró esta serie en 1976, dos años después de que se estrenara en Estados Unidos. Su argumento era muy parecido al de Los Waltons, ya que presentaba las situaciones en el interior de una familia de pioneros quienes, a la par que intentaban darle vida a un nuevo pueblo, luchaban por mantenerse unidos y salir adelante sin perder valores como la solidaridad, el amor al trabajo, la confianza y la honestidad. Michael Landon y Melissa Gilbert, en sus papeles de Charles y Laura, eran las estrellas del programa, basado en el cuento autobiográfico La casa de la pradera, de Laura Ingalls Wilder.
Fue la serie extranjera más polémica que se emitió en la televisión colombiana durante los ochenta. La piedra de escándalo la constituyó su argumento, centrado en el mundo del narcotráfico, que presentaba a los colombianos como los capos de la droga. La producción fue realizada por la cadena NBC entre 1984 y 1989, con la actuación estelar de Don Johnson. Miami Vice es considerada un ícono de su época, ya que impuso un estilo narrativo siguiendo el formato de los videos musicales, luego imitado por producciones como Clase de Beverly Hills y Guardianes de la bahía.
El Chapulín Colorado Este antihéroe, respuesta de su creador a los super poderosos Batman, Robin y Superman, llegó a la televisión mexicana en 1971 y a la colombiana en 1977. Nació de la mente de Roberto Gómez Bolaños, un ingeniero al que le pudo más la pasión por escribir historias. En un principio el personaje, así como el Chavo del 8, el Chómpiras, Chaparrón Bonaparte y otros “hijos” de Gómez, nació como parte del programa Chespirito y con el elenco que lo acompañaría siempre: Ramón Valdés, Carlos Villagrán, María Antonieta de las Nieves, Florinda Meza, Rubén Aguirre, Angelines Fernández y Édgar Vivar. Luego, debido a su acogida entre el público azteca, tuvo su espacio propio. El Chapulín tiene varios logros, como la reconquista del mercado extranjero por parte de la televisión mexicana y la unificación de la audiencia infantil y adulta en torno a un personaje blanco y gracioso. También sirvió como puerta de entrada a diversos países a sus hermanos de crianza, desde el Chavo hasta el doctor Chapatín. El Chapulín Colorado dejó de producirse en 1974 pero hoy en día todavía se emite en repetición en varios países de Hispanoamérica.
Dinastía
el espeCtador
punCh
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Miami Vice
La cadena ABC produjo en 1981 este melodrama inspirado en las ricas familias petroleras. Esta vez los protagonistas fueron los integrantes de la familia Carrington, amos y señores de Denver (Colorado). La historia fue creada por Richard y Esther Shapiro, quienes decidieron en la segunda temporada incorporar al elenco a la actriz Joan Collins para que le diera vida a Alexis Carrington, con quien se trataron temas candentes como el sexo, el incesto y la violación. El resultado: llegar al quinto lugar de audiencia. Fue entonces, 1982, cuando llegó a Colombia, donde también fue un éxito. En 1989 se produjo la última temporada de Dinastía con un final abierto, el cual se cerró a través de una miniserie realizada en 1991.
Los años maravillosos Se produjo entre 1988 y 1993, pero a Colombia sólo llegó en 1990, traído por la programadora Audiovisuales. Si bien su audiencia no fue la mejor, ya que la mayor parte del tiempo estuvo enfrentada a la comedia Don Chinche, la serie consiguió un buen número de seguidores gracias a la calidad de su producción y a su argumento, el cual se centraba en los recuerdos de un hombre llamado Kevin Arnold sobre su adolescencia en un suburbio norteamericano de los años sesenta. La historia fue protagonizada por Fred Savage, Danica McKellar y Josh Saviano.
Archivos X Llegó a la televisión colombiana en 1998 al ser comprada por el Canal RCN y finalizó en julio de 2003, después de nueve temporadas y 201 episodios. Sus historias, basadas en las investigaciones de los agentes del FBI Danna Scully y Fox Mulder sobre una supuesta invasión extraterrestre a la Tierra, surgieron de la mente del escritor Chris Carter y rápidamente convirtieron al programa en una producción de culto, muy similar a Viaje a las estrellas. La producción se estrenó en Estados Unidos a través de la cadena Fox en 1993 y a lo largo de su historia recibió quince premios Emmy.
Lágrimas de importación En 1971 empezaron a llegar a Colombia las telenovelas realizadas en otros países. Las primeras en irrumpir con fuerza fueron las peruanas (Simplemente María, El derecho de nacer y Papá Corazón), seguidas de las venezolanas (Esmeralda, Una muchacha llamada Milagros y La señorita Helena). Cuando se pensaba que los venezolanos dominaban la escena del melodrama en el continente, en 1979 México llegó con Los ricos también lloran, producción que logró gran sintonía. Para entonces ya se sabía acerca de la calidad de las producciones brasileñas (La esclava Isaura, 1977) pero éstas no tenían mayor presencia en la pantalla, invadida por títulos como Topacio, La fiera, Leonela y Cristal. Cinevisión quiso revertir esa tendencia en 1986 al emitir Loco amor y Baila conmigo, pero la audiencia no le fue favorable. Hoy, luego de haber conocido mil y una historias al estilo de Mi amada Beatriz, Quinceañera, Alcanzar una estrella y Aventurera, la cartelera nacional sigue repartiéndose entre los títulos mexicanos y venezolanos. · Otros programas · Rin tin tin, 1954. Peyton place, 1964. Lassie, 1965. Los intocables, 1966. Perdidos en el espacio, 1968. La isla de Gilligan, 1971. El hombre nuclear, 1977. La familia Monster, 1977. Raíces, 1977. Mis adorables sobrinos, 1977. Kojak, 1978. La mujer maravilla, 1978. Los Hart investigadores, 1981. Baretta, 1983. Blanco y negro, 1985. El show de Bill Cosby, 1986. Qué nos pasa, 1986. Lazos familiares, 1987. Quién manda a quién, 1987. La ley de Los Ángeles, 1987. McGyver, 1989. Comando especial, 1989. La bella y la bestia, 1989. Clase de Beverly Hills, 1990. Melrose Place, 1994. Hechizada, 1965. Creciendo solos, 1999. Guardianes de la bahía, 1990. Ally McBeal, 2000. Xena, 2000. CSI, 2002. Smallville, 2003.
el tiempo
Periodísticos
Objetivo: informar y crear opinión
Así lucía Villa de Leiva en la década de los sesenta, cuando fue visitada por el programa Por los caminos de la patria.
Por los caminos de la patria Fue este un proyecto tipo documental, dirigido y presentado por Gloria Valencia de Castaño, que haciendo honor a su nombre recorrió los rincones más apartados del territorio nacional. Nació en 1960 en la programadora Punch, en una época en la que sacar las cámaras de televisión a exteriores era una verdadera odisea. Sin embargo, Gloria Valencia lo logró gracias a que un amigo le prestó una cámara 3000, una de las más pequeñas del momento, y a la habilidad del camarógrafo apodado El Negro Posada, con quien dio a conocer sitios de la geografía nacional que aún eran desconocidos por muchos de los televidentes. El programa se realizó en cine durante sus tres años de existencia y contó con el patrocinio de Ecopetrol.
Controversias
el espeCtador
Fabio Lozano Simonelli.
Protagonista el hombre Fabio Lozano Simonelli dirigió este programa periodístico para la programadora Punch, con el propósito de presentar reportajes que tuvieran al ser humano como eje central. A partir de 1969, y por espacio de nueve años, él, junto con Fernando Peñaranda y el periodista Elkin Mesa, se dedicaron a la labor de buscar por todo el país historias de alto contenido social e investigativo. Mesa se encargaba de la reportería y la edición, mientras Peñaranda y Lozano asumían indistintamente los roles de escritores y presentadores. Gracias a este programa, Colombia se enteró de que Salomón Hakim había creado la válvula que mejoró la calidad de vida de los pacientes de hidrocefalia y conoció el trabajo del científico Elkin Lucena.
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Una simple observación a las carteleras de la televisión colombiana, desde su nacimiento hasta la actualidad, muestra que el género del periodístico ha ido decreciendo progresivamente. Si bien en los primeros años del medio se gestó un interés por tocar temas de actualidad, a través del formato del panel y la polémica, tal como lo hizo Esmeralda Arboleda en su espacio Controversias, o César Simmonds Pardo en El juicio, con el paso del tiempo el auge de la televisión comercial les dio más protagonismo a los dramatizados, relegando a un segundo plano a El programa Crónicas de Margarita muchos otros formatos, incluido el Vidal se acabó en periodístico. la programadora Esto sucedió muy a pesar de que Colombiana de el género dio muestras de desperTelevisión debido a la renuncia de la tar el interés de la audiencia, si lo presentadora ante las que le ofrecían eran producciones presiones del gerente de la empresa, quien quiso interesantes y de calidad. Prueba de ello son realizaciones como Procensurar un reportaje con monseñor Darío tagonista el hombre, Por los caminos Castrillón, obispo de de la Patria, Charlas con Pacheco y Pereira, autor del veto que se le impuso a Dora Enviado especial, el programa más exitoso que ha conocido la pantaLuz Campo, cuando fue nombrada para lla chica en materia de periodismo. la gobernación de También cabe mencionar los Risaralda. grandes especiales realizados por Producciones Punch como Colombia SOS, sobre la tragedia de Armero, Reencuentro de dos héroes y Un medio para el ambiente. Con el paso del tiempo, los programas periodísticos dejaron de lado su estructura como espacios de debate para abrirles paso a las crónicas y las entrevistas, que han tenido grandes exponentes como Consuelo Cepeda y Alexandra Uribe en el caso de las primeras, y Margarita Vidal, Paulo Laserna, Yamid Amat y Darío Arizmendi en las segundas. Pero a pesar del respaldo de estos nombres, la presencia del género en la cartelera se siguió desatendiendo con el argumento de que no generaba rating y debía refundirse en las tardías horas nocturnas. La situación desembocó en el estado actual, en el que los periodísticos son producciones aisladas que, en materia de audiencia, están centradas en dos competidores: Lechuza, del Canal Caracol, y La noche, del Canal RCN. A éstos se les debe aplaudir el hecho de que han vuelto sus ojos no sólo a la actualidad política y el orden público, sino que además han retomado los debates sobre problemáticas de orden social. El último programa de este género en aparecer en la pantalla chica fue Hablando claro con la prensa, producido por el Canal Caracol.
Con esta producción, Punch les abrió el camino a los programas de opinión. Su presentadora y directora era la periodista Esmeralda Arboleda (izquierda), quien trabajaba al lado de Iáder Giraldo y Alfonso Castellanos, en aquel entonces director del Noticiero Suramericana. Este espacio nació en 1963 y se mantuvo al aire hasta 1967, llegando a ocupar los primeros lugares de audiencia entre los de su género. Obtuvo el premio Nemqueteba gracias a su formato, en el cual cada semana se invitaba a un grupo de panelistas de posiciones diversas a analizar un tema de actualidad. Esmeralda era la moderadora, mientras Giraldo y Castellanos les hacían preguntas punzantes. Controversias finalizó cuando su directora fue llamada a un cargo en el exterior.
La entrevista Nacido en la programadora Colombiana de Televisión en 1972 bajo el título de Crónicas de Margarita Vidal, con el tiempo Punch lo retomó con el nombre de La entrevista. Ganador del premio Ondra al mejor periodístico, permaneció cinco años en la pantalla presentando facetas desconocidas de los personajes de la vida nacional o de aquellos cuya vida pudiera resultar interesante para la audiencia. Cada conversación entre Margarita y su invitado estaba respaldada por una completa investigación a partir de testimonios de familiares, amigos y detractores de la persona, con el fin de presentar un perfil detallado sobre ella. De esta manera, los televidentes descubrieron la cara oculta de figuras como Belisario Betancur y Alfonso López Michelsen, pero también de personajes extranjeros como los cantantes Raphael y Lola Flores.
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Periodísticos El juicio
Margarita Vidal, la gran entrevistadora
Cita con Pacheco En 1974 a Bernardo Romero Pereiro se le ocurrió aprovechar las buenas dotes de conversador de Fernando González-Pacheco para realizar con él un programa de entrevistas que descubriera el lado humano de los personajes de la vida nacional. Así fue como nació en ese mismo año este programa, con la realización de RTI, que lo conservó hasta 1979. Cuando Romero y Pacheco crearon la programadora Coestrellas decidieron retomar su idea y la llevaron nuevamente al aire, esta vez bajo el nombre de Charlas con Pacheco, el cual estuvo al aire hasta el 2001. Entre los reportajes más recordados de este espacio se encuentra el de Luis Carlos Galán, quien concedió aquí su última entrevista, a escasos días de su muerte. Por esta entrevista el programa recibió el premio de periodismo Simón Bolívar. el espeCtador
Nació en 1974 producido por RTI y bajo la batuta de César Simmonds Pardo, quien había visto en México un espacio de debates sobre temas de la historia y decidió traer la idea a Colombia, pero para tocar acontecimientos de la actualidad nacional. Muy pronto su estructura, en la que un panelista enfrentaba las opiniones de dos invitados sobre un tema específico, que en la mayoría de las ocasiones era de tinte político, obtuvo la acogida del público y de la crítica. Su moderador estrella fue José Fernández Gómez y en 1978 el programa recibió el premio de la Asociación de Periodistas del Espectáculo en la categoría de mejor dirección, el cual se sumó a otros galardones como el Antena y el Simón Bolívar. Era la estrella del género y motivo de comentarios entre los altos círculos del poder nacional. Después de esta primera etapa, y por problemas de licitación, El juicio salió del aire en 1980 y sólo regresó en 1983. Esta segunda época se extendió hasta 1990.
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rCn
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Héctor Mora, el director de Pasaporte al mundo, tuvo que permanecer cuatro días al lado de la madre Teresa de Calcuta, esperando que le concediera una entrevista. Por esos días ella realizaba unos retiros espirituales previos a su viaje a Estocolmo, donde recibiría el premio Nobel de la paz. Finalmente, Mora obtuvo el reportaje.
Cámara viajera Nació en 1976 en el interior de la programadora Caracol, con el nombre de Cámara viajera. Su realizador y director, Héctor Mora Pedraza, lo concibió como un espacio periodístico que permitiera a los colombianos conocer regiones apartadas del planeta y los testimonios de los líderes del mundo. Fue así como, a lo largo de sus 26 años de existencia, realizó más de 200 viajes, siempre acompañado por un camarógrafo y un ingeniero de sonido, con quienes produjo 4.000 horas de grabación. De esta manera, descubrió diversas culturas y entrevistó a figuras tan destacadas como la madre Teresa de Calcuta, la nana del papa Juan Pablo II, la viuda de Pancho Villa y los hijos de Emiliano Zapata. Cámara viajera pasó luego a manos de Colombiana de Televisión, y posteriormente a la programadora Cromavisión, donde adoptó el nombre de Pasaporte al mundo. A su regreso a Colombiana de Televisión fue rebautizado como El mundo al vuelo, título con el que se le conoció hasta el fin de sus días. Cabe anotar que este espacio no sólo se vio en Colombia, sino que también se vendió a cuatro países más.
Nació en Cali, dueña de toda la fogosidad de las mujeres de su tierra, la cual trasladó al tema que más le ha apasionado en la vida: el periodismo. Lo estudió en la Universidad Javeriana de Bogotá, de donde salió para convertirse en reportera del periódico El Espectador, casa que vio nacer su carrera hace 35 años. Alberto Peñaranda, fundador de Punch, la llevó a la televisión para que dirigiera y presentara El ABC de la mujer, el primer magazín que conoció la pantalla chica. Esta primera incursión fue exitosa y dio paso a espacios de corte más controvertido como La entrevista, Crónicas de Margarita Vidal y Al banquillo con Margarita, que la consolidaron como una de las mejores entrevistadoras del periodismo colombiano. Su dominio de los temas que trata, pero especialmente del político, es legendario en el país. Fue precisamente esa cualidad la que le sirvió en 1984 cuando asumió la dirección de Noticias 1, producido por la programadora Intervisión, de la cual era socia. Con ello se convirtió en la primera mujer directora de un informativo en Colombia. Su conducción llevó a Noticias 1 a los primeros lugares de audiencia, pero debió dejar el noticiero en 1987 cuando se radicó en Londres. Aun así mantuvo el contacto con el país a través de la sección Informe confidencial, dentro del mismo informativo, que se hizo legendaria en Colombia debido a que contaba las cosas secretas de la actualidad nacional, especialmente en el campo de la política. Puede decirse que estos han sido los programas más destacados en su carrera en la televisión. Pero no son los únicos, porque a su lado figuran otros como Hablemos claro, En blanco y negro, Palabra mayor, Noche temática y Concejo de Bogotá, el cual presenta actualmente a través del Canal Capital. Margarita Vidal no sólo se ha destacado como periodista, labor que le ha valido cinco premios Simón Bolívar, el Ondra, el Antena de la consagración y el India Catalina, entre otros. También ha desarrollado una importante labor pública como embajadora de Colombia ante la Organización de Naciones Unidas en 1982 y 1994, y como integrante de la comisión de paz en representación del presidente Belisario Betancur. Además, no se puede desconocer su faceta como escritora, que ha dado a la luz los libros Viaje a la memoria y Entre comillas.
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Periodísticos · P e r i o d i s t a s ·
Germán Castro Caycedo
Germán Castro Caycedo con Alfredo Vázquez Carrizosa, durante una entrevista.
Enviado especial, periodismo sin fronteras Un óvalo negro sobre fondo verde esmeralda fue el símbolo que adoptó el programa Enviado especial desde su nacimiento, el 1° de abril de 1976, bajo la producción de la programadora RTI. La sencillez del símbolo contrastaba con la elaboración del contenido de este espacio, que se convirtió en el abanderado del periodismo investigativo en televisión. Cada semana Germán Castro Caycedo, su creador, presentador, director, alma y nervio, llevaba ante los televidentes historias profundamente arraigadas en la realidad nacional. Poco a poco, Enviado especial empezó a revelar ante la mirada del público la imagen de la otra Colombia, la poblada por héroes anónimos y valientes, pero también la estigmatizada por sus problemas de orden público y desangrada por los corruptos. Realizar cada emisión del programa era una tarea titánica, emprendida una y otra vez por Castro Caycedo, un camarógrafo, un auxiliar, un asistente y tres personas encargadas de la posproducción. Cincuenta horas de grabación eran necesarias para cada reportaje, que al televidente se le presentaba en formato de una hora. Este esfuerzo de producción, pero sobre todo la calidad de su contenido, hizo de Enviado especial un hito en el género periodístico en televisión y le permitió obtener galardones como el premio de la Asociación de Periodistas del Espectáculo y el del periódico El Tiempo. Sin embargo, en sus 20 años de existencia también tuvo episodios oscuros, como la licitación de 1982 que lo envió al horario de las once de la noche a pesar de que eso suponía su muerte comercial. O la censura que sufrió en 1988, cuando logró una entrevista con Otty Patiño, por aquel entonces uno de los líderes del M-19. A partir de 1992, y hasta el final de sus días, en 1996, el programa cambió su nombre por el de Tomas y temas. el espeCtador
Era aún estudiante cuando empezó a tejerse en él el deseo de ser periodista. Para convertir su sueño en realidad, aquel muchacho nacido en Zipaquirá el 3 de marzo de 1940 empezó con un periódico escolar mimeografiado, seguido por un programa de toros en la radio de su patria chica y el paso por el diario La República, de donde prácticamente lo despidieron por su bajo rendimiento al seleccionar y titular cables internacionales. Humberto Jaimes, periodista de El Tiempo, se lo llevó para que escribiera en la página deportiva del diario. Estando allí Hernando Santos, subdirector del periódico, reconoció su talento narrativo y lo envió por todo el país a hacer crónicas. Diez años duró esta labor que lo convirtió en estrella del periodismo nacional e hizo que la programadora RTI pusiera sus ojos en él para la realización de un programa de reportajes. Fue así como, después de tres meses de clases previas con Bernardo Romero Pereiro sobre el lenguaje de la televisión, Germán Castro Caycedo debutó en la pantalla chica con su Enviado especial, primer espacio de la televisión colombiana que se atrevió a sacar las cámaras de los estudios para hacer periodismo de denuncia. Veinte años estuvo recorriendo los rincones del territorio nacional, sin otra herramienta que su cámara y su micrófono. El esfuerzo valió la pena, ya que Enviado especial llegó a ocupar el primer lugar dentro de su género en la televisión nacional, y le permitió obtener diez premios nacionales de periodismo y cuatro en el exterior, como el SIP-Mergenthaler, otorgado por la Sociedad Interamericana de Prensa, y el gran premio para testimonio de la bienal de televisión de Berlín Prix Futura. La actividad periodística de Castro Caycedo lo ha llevado a explorar el campo de la literatura con la escritura de libros testimoniales sobre la realidad colombiana. Entre ellos figuran Colombia amarga, Perdido en el Amazonas, Mi alma se la dejo al diablo (del cual RTI hizo una versión para televisión), El Karina, El hueco, La bruja y Candelaria, su primera novela.
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Una campaña lanzada por la firma Fabricato en 1979, que tenía como eslogan “Colombia, capital: el hombre”, fue la fuente de inspiración para que Jota Mario Valencia creara este programa, estrenado en ese mismo año por la programadora Promec. Si bien en un comienzo se pensó en figuras como Rodrigo Correa Palacio y Baltasar Botero para la conducción, finalmente la empresa llegó a la decisión de que su creador fuera quien lo presentara. Así, con un salario de tres mil pesos por episodio, Valencia debutó en la televisión con este espacio, que tenía por objeto dar a conocer a colombianos ejemplares que luchaban por mejorar las condiciones de vida de sus paisanos. En un principio toda la producción se hacía en exteriores, pero a los tres años se incorporó el esquema de la presentación en estudio. El programa desapareció en 1987.
Al banquillo con Margarita Producido por la programadora Intervisión, nació en 1984 y se hizo popular por las entrevistas agudas de su directora y presentadora, Margarita Vidal, quien en cada emisión hacía gala de su conocimiento no sólo sobre sus personajes invitados, sino también sobre el tema político. El programa consolidó la imagen de Vidal como entrevistadora y obtuvo el premio India Catalina en 1988 como mejor espacio periodístico. Salió del aire en 1994.
el espeCtador
Valores humanos
María Teresa Ronderos, Ángela Patricia Janiot y Lucía Madriñán en el programa periodístico Testimonio.
Testimonio En sus primeras emisiones, que se originaron en 1986, el programa se enfocó en hacer reconstrucciones de las grandes noticias que marcaron la historia del país, como la primera Vuelta a Colombia o el incendio del edificio Avianca, en Bogotá. El equipo de trabajo en aquella época estaba encabezado por Gustavo Castro Caycedo (director), Mónica Tapias (presentadora) y Jairo Pulgarín (productor y jefe de investigación). Al renunciar Castro a la dirección, ésta fue asumida por Pulgarín, quien cambió la estructura del espacio para convertirlo en un programa de opinión, en esta oportunidad presentado por Ángela Patricia Janiot. A partir de ese momento los televidentes se encontraron con un periodístico ágil, actual y polémico, que mantuvo su esencia a pesar del retiro de Jairo Pulgarín, sustituido por la periodista Lucía Madriñán. A comienzos de los años noventa María Teresa Ronderos asumió la dirección del espacio, ganador en varias oportunidades del premio Simón Bolívar, y más adelante Luz María Jaramillo, quien fue su directora y presentadora hasta el año 2000, cuando salió del aire.
Periodísticos · P e r i o d i s t a s ·
Amparo Pérez
Amparo Peláez
ele espeCtador
·Periodistas ·
128 Lucía Náder, Claudia Arcila, Amparo Pérez, Paulo Laserna y Sissi Varela.
Dicen que
Se transmitía los domingos, a las 7:30 de la mañana, por el canal 1, y en cada una de sus emisiones trasladaba a los televidentes a los rincones más escondidos del país. Su directora era la periodista Consuelo Cepeda, quien viajaba en compañía de un camarógrafo y un asistente, con la intención de descubrir las maravillas que escondía el territorio nacional en su vida cotidiana. Así descubrió cómo vivía un pescador en un pueblo del Pacífico, o los méritos de un arriero, o la manera como un hombre humilde progresó gracias a un sencillo restaurante en Cundinamarca. El gran valor de Todos somos Colombia fue ese: llevar a la pantalla las historias de tantos colombianos golpeados por la tragedia, que de otra manera nunca hubieran llegado a la televisión. Esa labor le mereció el premio India Catalina en 1988. Este espacio, que nació en 1987, fue producido por la programadora RCN hasta 1990, año en que salió del aire.
Personajes
El periodista Plinio Apuleyo Mendoza se vinculó a la programadora Punch con el objeto de hacer un segmento de entrevistas en el programa Momento cultural. La acogida que tuvo la sección hizo que la empresa le Camilo Sánchez Ortega y Carlos Echeverry. ofreciera un espacio propio, el cual nació en 1989 bajo el nombre de Personajes. En él, Mendoza entrevistaba todo tipo de personalidades, expresidentes, políticos, deportistas, reinas de belleza y figuras de la farándula, entre otros, con tal propiedad y rigor investigativo que el entrevistado terminaba enfrentado a las preguntas que los televidentes querían que se le hicieran. En 1993 Plinio Apuleyo Mendoza se retiró del espacio y éste cambió su formato, pues los invitados y contenidos dieron un giro hacia el periodismo light, estructura que se mantuvo hasta el 2001, cuando salió del aire.
CaraCol
El público colombiano lo conoció como el periodista del programa Protagonista el hombre. Hasta allí lo llevó una trayectoria que se inició a sus quince años de edad, cuando llevaba la información de la cartelera del Teatro Bello, en su Medellín natal, al periódico El Colombiano. Así se hizo amigo de periodistas, quienes le ofrecieron trabajo como reportero en el semanario de farándula Pantalla. Después de esta primera experiencia llegó a Caracol Radio, la agencia United Press y el periódico El Tiempo, donde trabajó al lado de Alfonso Castellanos. Fue él precisamente quien lo llevó a la televisión, primero como reportero del Noticiero Telecom y más adelante a Protagonista el hombre. En 1974 Mesa realizó otro de los espacios periodísticos que tuvo gran recordación entre el público, Sexología en pantalla, y continuó vinculado a la radio a través del magazín Hola buenos días. Hace ocho años se retiró del periodismo para dedicarse a sus grandes pasiones: la música, la lectura y la pintura.
Todos somos Colombia
En 1985 la programadora Caracol estrenó este magazín, dirigido por Amparo Pérez y que tuvo en su nómina como comentarista político al periodista Paulo Laserna, la presentadora Magda Egas y la psicóloga Lucía Náder. Su estructura se basaba en cosas curiosas que partían de la observación de la gente de la calle. Por ejemplo, en un programa se podía hablar sobre el lugar donde ponen las garzas y los periodistas, efectivamente, seguían con sus cámaras a una de estas aves hasta descubrir dónde construyen sus nidos. También era posible dedicar una emisión a la frase: “Dicen que los costeños son flojos” o “Dicen que los boyacenses son solapados”, y permitir que unos y otros hicieran sus descargos frente a la audiencia nacional. Gracias a esta propuesta el programa Dicen que obtuvo en sus tres años de existencia buenos resultados de audiencia y se hizo merecedor del premio India Catalina como mejor periodístico. punCh
Elkin Mesa
teveCine
Desde el momento en que decidió que su destino estaba en el periodismo, supo que la única manera de triunfar en el oficio era ejercerlo desde sus días de estudiante. Por eso, mientras aprendía los secretos de la noticia en la Universidad América, incursionó en la prensa como columnista del periódico El Catolicismo y más adelante del diario La República. En éste cubría la información cultural, lo que le permitió convivir codo a codo con los grandes maestros de la plástica, la pintura, la música y la literatura. A finales de la década de los sesenta incursionó en la televisión, primero en el programa titulado TV Impacto, y más adelante como presentadora del espacio Bogotá Cultural en el Canal 11. En 1972 se convirtió en la presentadora del noticiero TV Sucesos A3, dirigido por Alberto Acosta, en el que más adelante llegó a la jefatura de redacción, convirtiéndose así en la primera mujer que ocupó esta posición en un informativo colombiano. Esos días al frente de un noticiero los recuerda como los más intensos de su trayectoria periodística, que también incluye la dirección de espacios como Vamos a ver, Las reporteras (el cual nació en la radio), Los trabajos del hombre, Por qué somos así, Entérese, Atrévase, Dicen que, Muy personal, Operación salud y Magazín Caracol, entre otros. En 1999 Amparo Pérez fue nombrada defensora del televidente en el Canal Caracol y desde su posición le dio vida al programa Doble vía, el cual le hizo merecedora de un premio India Catalina en la categoría mejor formato para televisión. álbum paulo laserna
Periodista de gran trayectoria y reconocimiento en el cubrimiento de fuentes políticas y de orden público. En este ramo fue reportera del Noticiero 24 Horas en la década de los ochenta y de Telediario, directora y presentadora de los noticieros de la Cámara de Representantes y ganadora de seis premios Simón Bolívar (de los 18 que ha recibido) con el programa de investigación Nosotros Colombia, en donde era el terror de políticos, funcionarios y militares por sus preguntas incisivas. Su faceta de presentadora la desarrolló en el Noticiero Promec, así como en el programa Telesemana. También es recordada por el magazine sobre el hogar y la farándula Entérese, que presentó con su colega Amparo Pérez en los noventa. Su último trabajo en la televisión fue dirigiendo y produciendo el programa Que Dios me ampare, un magazín dirigido a amas de casa.
Yamid Amat entrevista a Flora Martínez en locación.
Reportajes Caracol Nació en 1987 con la dirección de Yamid Amat y aprovechó las grandes cualidades de éste como reportero: habilidad para interrogar, voz seductora y malicia. Siempre tocando temas de actualidad, se hizo costumbre ver en su media hora semanal de los jueves aquella noticia candente de la semana, la que había ocupado las primeras páginas de los periódicos y movido a la opinión nacional. Esta habilidad se conjugó con las posibilidades técnicas, que incluían microondas, satélite, llamadas a larga distancia, tres cámaras, una unidad móvil, apoyo periodístico en y fuera de Colombia, y un laboratorio para editar el programa a cualquier hora del día o de la noche. Si bien Reportajes Caracol abordó por igual temas deportivos, sociales, económicos y políticos, fueron éstos últimos los que le dieron mayor prestigio al programa porque en él se presentaban grandes figuras como Luis Carlos Galán o Alfonso López Michelsen sin acartonamientos, lo cual generaba expectativa entre el público. Reportajes Caracol se mantuvo en pantalla hasta 1992.
Periodísticos
Ángela Patricia Janiot Su talento para la presentación fue descubierto en 1986 por Enrique y Guillermo Peñalosa, propietarios de la programadora Punch, quienes le propusieron presentar el programa periodístico Testimonio. Por aquellos días ella estudiaba comunicación social en la Universidad de la Sabana y aceptó el reto, que no sólo la lanzó como una de las conductoras más serias y versátiles de la pantalla chica, sino que le permitió recibir premios como el Simón Bolívar y debutar más adelante en el género de los informativos con el Noticiero Criptón. Su trayectoria en los medios de comunicación nacionales continuó en Caracol Radio, Programar Televisión y Editorial Planeta. En marzo de 1992 viajó de vacaciones a Estados Unidos y aprovechó la ocasión para buscar posibilidades de trabajo. La respuesta afirmativa la recibió por parte del noticiero local de Univisión en la ciudad de Los Ángeles, que la contrató como su presentadora. De allí dio el paso al Canal 41 de Nueva York y luego a Atlanta, sede de la cadena de noticias CNN, donde en 1997 se convirtió en la presentadora oficial de sus noticieros para Hispanoamérica.
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Séptimo día
En la línea Nació en 1994 en Proyectamos producido por la programadora Prego. Presentado y dirigido por Paulo Laserna, fue el primer programa periodístico en ser emitido en vivo y en directo ya fuera desde el estudio, el lugar de la noticia o desde distintos escenarios, para dar la oportunidad a los televidentes, los verdaderos protagonistas del programa, de interrogar al invitado de turno, que bien podía ser un ministro, un deportista o un actor de televisión. De esta manera, el verdadero papel de Laserna era el de intermediador. Con el transcurso de las emisiones, que se prolongaron hasta 1998, En la línea innovó con la participación del público dando paso a un periodísmo interactivo que después copió la radio y que permitía que quienes llamaran pudieran hacer aportes al tema tratado, dándole una esencia más popular y nacional al tema periodístico.
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Alberto Casas Santamaría Ex embajador de Colombia en Venezuela y México, y exministro de las carteras de Comunicaciones y Cultura, su nombre ha permanecido estrechamente ligado a los medios de comunicación desde aquellos días de 1968, cuando hacía comentarios en el noticiero de la cadena radial Todelar y en el informativo de televisión Diario visión. Posteriormente fue uno de los fundadores del Noticiero 24 horas, junto con Gabriel Melo; realizó entrevistas a personajes de la vida nacional en el magazín Panorama, y comentarios a las notas de Juan Gossaín en las “Citas de Casas” en La noche de RCN después de ser periodista del programa radial 6:00 a.m.-9:00 a.m. de Caracol. En la actualidad Alberto Casas Santamaría hace parte del equipo de trabajo de La W.
Manuel Teodoro Hijo de padre filipino y madre colombiana, inició su trabajo en el periodismo como reportero de la cadena CBS en Miami, en donde se ofrecía para hacer las labores que otros periodistas desdeñaban. Por “regalarse” para todo, un buen día fue a parar a Cuba, como asistente de producción en una entrevista con Fidel Castro. Después de esta primera incursión, en 1985 se vinculó a la cadena Univisión como reportero de planta y años más tarde llegó a la televisión filipina, donde dio sus primeros pasos en la presentación de noticias. A Colombia llegó como corresponsal del programa Noticias y más de la cadena Telemundo, que le permitió obtener el premio Emmy por dos de sus reportajes. En 1992 se convirtió en el presentador del Noticiero CM&, actividad a la que siguió su labor como director de los periodísticos Séptimo día y Extra. En el 2001 regresó a Estados Unidos para presentar el primer magazín en inglés dirigido a la comunidad hispana y realizado por la cadena NBC, pero en 2003 retornó a Colombia para integrarse al equipo del Canal Caracol, como subdirector de noticias.
zona / daC
Desde que trabajaron juntos por primera vez, en 1992, María Cecilia Botero y Manuel Teodoro se entusiasmaron con realizar juntos un programa periodístico diferente de los que existían para la época en la pantalla. Ese sueño se cristalizó en 1994 gracias a la programadora Caracol y con el nombre de Séptimo día, espacio en el cual se realizaron crónicas sobre temas que hasta ese momento eran tabú en el país: los ritos satánicos, las mujeres desfiguradas, la compra de diplomas universitarios y el alcoholismo, entre otros. Esto en un estilo marcado por la riqueza de la imagen y la edición, así como una narración dramática. Teodoro asumió la dirección del programa y el enfoque del contenido. María Cecilia se encargó de la presentación, cargo que ocupó más adelante Adriana Vargas. El programa contó con un buen rating y fue ganador en cuatro ocasiones del premio Tv y Novelas.
· Otros programas ·
· P e r i o d i s t a s ·
Darío Arizmendi
CaraCol
punCh
·Presentadoras ·
Luego de una destacada carrera en periodismo escrito y radial, este especialista en ciencias de la comunicación incursionó en la televisión en 1992 con el programa de entrevistas Cara a cara, que se convirtió en uno de los espacios más importantes del género en su momento. Con éste recibió los premios Simón Bolívar y Ondas de España. Actualmente, está al frente de 6 a.m.-9 a.m., mas no de los servicios informativos de la cadena Caracol.
Punch La nación en marcha, 1965. Documento estelar, 1979. Situaciones, 1982. Promec Nosotros Colombia, 1979. RTI Veredicto, 1966. Cara a cara, 1971. Debates RTI, 1975. Señal Colombia La clave, 1992. Hablemos claro, 1994. Es su turno, 1999. Noche temática, 2002. 24 horas La mujer de hoy, 1986. Prego Colombia oculta, 1990. Jorge Enrique Pulido Canal abierto, 1987. Las investigadoras, 1987. Cenpro Expedientes, 1992. Telecolombia Hechos y personajes, 1996. AMD Televisión ¿Por qué somos así?, 1987. Audiovisuales ¿Cómo le parece?, 1989. Cinevisión Hecho en Colombia, 1990. CM& Agenda CM&, 1994. Caracol Gorilas en acción, 1969. En directo, 1989. Debates Caracol, 1992. Genio y figura, 1994. Especiales de fin de siglo, 1999. Extra, 1999. Contacto directo, 2003. Citytv Sala de redacción, 2003. Canal RCN En la línea, 2003. · Otros personajes ·
Cara a cara Entre 1992 y 2000 los colombianos siguieron fielmente las entrevistas realizadas por Darío Arizmendi en este programa, que resaltaba la faceta humana de los personajes pero que a la vez tocaba temas de candente actualidad. Fue así como el público pudo conocer la fibra más sensible de Celia Cruz, la historia abrumadora de Samuel Kopec, sobreviviente de la famosa lista de Schindler, el testimonio de María del Rosario Casas, esposa del espía Aldrich Ames, y por primera vez las palabras del líder de las autodefensas Carlos Castaño. La labor de Arizmendi y su equipo se vio recompensada no sólo con la fidelidad de la audiencia, sino también con galardones como el Simón Bolívar, el India Catalina y el Ondas de España, que le fue otorgado en 1994.
Cambio y fuera Roberto Pombo estrenó en 1995 este espacio periodístico de RTI. Aunque se inició en vivo y en directo pasó al formato convencional de pregrabado. Se caracterizó por la actualidad de sus temas y su credibilidad, sustentada no sólo en la figura de Pombo sino también en la de Diana Montoya, quien hizo parte del equipo periodístico durante la primera etapa del programa.
Década 70 Alberto Dangond por Vida del siglo XX. Década 80 Mónica Tapias por Testimonio. Década 90 Roberto Tovar por Colombia oculta. Ilia Calderón por Agenda CM& Alexandra Uribe por Expedientes. Antonio Morales por Expedientes. Ramón Jimeno por Hechos y personajes y Hecho en Colombia. Carlos Lemos Simmonds por Debates Caracol.
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Informar, tarea de quijotes El primer programa informativo tipo noticiero que se conoció en Colombia fue un boletín de noticias emanadas de la oficina de prensa de la presidencia, durante el gobierno del general Gustavo Rojas Pinilla, titulado Noticiero gráfico. A este primer intento le siguieron otros realizados por la empresa privada, tales como El Reporter Esso, el Noticiero Suramericana y el Noticiero Enka. Esos primeros experimentos se nutrían con la información conseguida por los periodistas de planta y los informes de las agencias internacionales United Press, UPI y AP. La existencia de estos informativos estaba determinada por el apoyo de los patrocinadores, de ahí que se produjeran casos como el de El Reporter Esso, considerado el primer noticiero formal de la pantalla chica colombiana y que salió del aire una vez que Esso y McCann-Erickson le retiraron En los primeros años de su respaldo. Otro tanto le ocurrió los informativos de la a El mundo al vuelo con la empresa televisión colombiana, se estimaba que su Avianca. audiencia podía llegar a En un principio el tiempo al aire los 800 mil espectadores. de estos programas no era muy largo, pues apenas se extendía entre cinco y quince minutos por emisión. Tampoco tenían secciones establecidas, ya que el poco tiempo apenas alcanzaba para dar a conocer cuatro o cinco 130 noticias. Este panorama cambió con la aparición del Noticiero Suramericana, producido por Punch, que no sólo adoptó el formato de media hora, sino que empezó a cubrir noticias en todo el territorio nacional e incluyó pauta publicitaria. De estos primeros informativos surgieron figuras que serían de gran influencia en la evolución del género en la televisión, como Aris Vogel, Alfonso Castellanos, Fernando Buitrago y Julio Eduardo Pinzón, entre otros. Ellos no contaban sino con mínimos recursos para conseguir la información y transmitirla a los 800 mil televidentes que tenía el país en aquel entonces. La filmación se hacía en formato de 16 milímetros y las latas con las noticias eran enviadas desde las diferentes regiones del país a Bogotá a través de las líneas aéreas. Cuando las imágenes escaseaban, se utilizaba el recurso de los mapas para aclarar al público la ubicación del lugar de la noticia. Esta situación se pudo manejar mejor a finales de la década con la aparición del video tape, que permitió la grabación de las noticias, tecnología que más tarde, combinada con el satélite, sería de gran ayuda para la agilidad de los informativos. A partir de 1966 se empezaron a adjudicar los noticieros mediante licitación, siguiendo el esquema político del momento —el Frente Nacional—, que obligaba a alternar la presidencia entre liberales y conservadores. Estos programas regularmente seguían la línea oficialista, destacando las informaciones emanadas por el gobierno.
El Reporter Esso.
Noticiero Suramericana, el pionero Producido por Punch, y con la dirección de Alberto Peñaranda, este noticiero nació en 1961 como el sucesor de El Reporter Esso realizado por la misma programadora. A lo largo de su historia adoptó diversos nombres, incluido el de Noticiero Enka, pero su título original fue el que se conservó en la memoria de los espectadores. A pesar del cambio de patrocinadores (Enka, Esso y Suramericana), que determinaba el nombre del informativo, el Noticiero Suramericana siempre conservó la misma estructura y planta de periodistas. Su objetivo desde un principio fue lograr la mayor cobertura en el país, para lo cual contaba con varios corresponsales. En cuanto a las noticias internacionales, éstas llegaban a través de teletipo, transmisiones telegráficas y redes de información. Avianca, la empresa de aviación, se encargaba de transportar las latas con las imágenes. El alma y nervio de este engranaje informativo era el director, Alfonso Castellanos, mientras la presentación estaba a cargo de Hernán Castrillón, quien, a pesar de que en el futuro sería la imagen de otros noticieros, siempre fue recordado como el locutor del Suramericana, cargo que desempeñó hasta 1978, cuando fue remplazado por Efraín Camargo. A su lado también surgieron otras figuras del periodismo que venían de la prensa escrita, como Margarita Vidal y Elkin Mesa. La evolución de los noticieros en Colombia fue de la mano con los avances que iba adaptando el informativo de Punch. A través de él llegaron tecnologías como el cable submarino, que permitía transmitir información de Europa, incluso el mismo día en el que se producía; el satélite; el videotape, y la cámara de 16 mm con sonido, que hizo su aparición en el país en 1967. De esta manera, el Noticiero Suramericana se ganó el respeto de la audiencia y de la crítica, que lo consideraban ejemplo de sentido periodístico en el manejo de la información. Fue esta producción la que determinó el estilo de presentar las noticias en la televisión, el cual predominó en el medio hasta entrada la década de los ochenta.
· P r e s e n t a d o r e s ·
Hernán Castrillón, voz con credibilidad Nació en Sonsón (Antioquia) y, a pesar de que la mayor parte de su vida la dedicó a la televisión, era ingeniero civil de profesión, carrera a la que arribó debido a su gran pasión por las matemáticas. De alguna manera la ingeniería fue la responsable de su presencia en los medios de comunicación, porque en sus días de estudiante en la Universidad La Gran Colombia necesitaba ganar dinero para sostenerse y encontró en la radio una fuente de ingresos. Con el paso del tiempo la locución lo fue atrapando hasta el punto de que, una vez finalizados sus estudios, dejó los números a un lado y se dedicó de lleno a prestar su voz para los programas y eventos más importantes del país. El público aprendió a reconocer su estilo a través de las emisoras Radio Continental, La Voz de Bogotá, La Voz de la Víctor, Nueva Granada y La Voz de Colombia. Tenía éxito, pero quería conocer más de los medios de comunicación y por eso viajó a Estados Unidos para estudiar publicidad y producción de televisión. A su regreso se vinculó con una agencia de publicidad, lo cual fue el punto de encuentro con la programadora Punch, donde hizo su incursión en el campo de las noticias como presentador del Noticiero Suramericana, del que fue imagen durante casi 20 años. Esta actividad la compaginó con la dirección de programas de variedades como el concurso Cabeza y cola y el infantil Animalandia. Una vez finalizado este informativo llegó al Noticiero TV Hoy, en el que permaneció hasta 1986 y más adelante ingresó al Noticiero Criptón, el cual presentó por espacio de nueve años. A lo largo de su carrera recibió el premio India Catalina, el Ondra, el Antena y el Simón Bolívar como el mejor presentador de la televisión colombiana. Gracias a su trayectoria, Hernán Castrillón fue considerado el presentador de noticias por excelencia en la pantalla chica. Coleccionista de autos antiguos, dejó un legado de seriedad y credibilidad al momento de dar a conocer la información que marcó a varias generaciones de comunicadores. Por eso en enero del año 2000, tres meses antes de su muerte, fue reconocido como el mejor presentador del siglo con el premio India Catalina. Castrillón falleció a la edad de 68 años, víctima de un infarto. · P e r i o d i s t a s ·
Alfonso Castellanos Fue colaborador de la agencia UPI, periodista de la cadena RCN, donde innovó la estructura del radioperiódico a través del programa Radiosucesos, y jefe de redacción del periódico El Tiempo. Después de su incursión en la radio y la prensa arribó a la televisión en la programadora Punch, para la cual dirigió el Noticiero Suramericana, además de estar tras el timón de los demás informativos de la empresa. Buena parte del éxito de estas realizaciones se debió a su carácter recio y perfeccionista, así como a su constante interés por los avances tecnológicos. Estas inquietudes lo llevaron a viajar a Nueva York, donde tuvo la oportunidad de estudiar las técnicas de producción y realización de los noticieros estadounidenses, muchas de las cuales adoptó en el noticiero, como la primera cámara de video para grabar en exteriores y el videotape. En 1977 creó la empresa Intervisión, que tuvo como principal realización el programa Yo sé quién sabe lo que usted no sabe. Cuando llegó a su fin el Noticiero Suramericana se produjo su paso a la programadora Caracol, de donde se retiró en 1983 para asociarse con Margarita Vidal, Juan Gossaín y Raúl Lamus en la creación de la programadora Universal TV, artífice del informativo Noticias 1. Alfonso Castellanos, quien en el transcurso de su carrera dirigió once noticieros, actualmente está retirado de la pantalla chica.
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·Periodistas·
Luego de trabajar en publicidad en Cali, empezó a hacer reportería en El Liberal y con el tiempo terminó haciendo comentarios políticos en la radio. Pronto ya había logrado hacer lo mismo en televisión, gracias a un espacio de tres minutos que le fue asignado, y el cual se emitía de lunes a viernes antes del Noticiero Suramericana. Desde ese 1956, y casi hasta el día de su muerte, Soto estuvo ligado al periodismo político. Para finales de la década de los sesenta ya era director del programa periodístico Veredicto y años más tarde, luego de ser embajador en Suiza por espacio de dos años, bajo el gobierno de Alfonso López Michelsen le fue asignado un espacio a las siete de la mañana para hacer un noticiero de 45 minutos. Así nació Cantaclaro en 1976, el cual se hacía en blanco y negro en cintas de 16 mm. Más tarde, Soto adquirió las cintas de pulgada y equipos de tres cuartos que RTI estaba cambiando y con ellos comenzó a hacer el noticiero Contrapunto, que empezó a emitirse en 1979, como el primero en utilizar video para la producción de noticias. Ese fue también el año en que el color llegó a la televisión y Contrapunto se puso rápidamente a tono para llegarles a los televidentes con la nueva tecnología. En televisión Soto fundó en total tres programadoras (JJ TV, Jaime Soto y Contrapunto), pero ya que por sus venas corría más vena de periodista que de empresario, Contrapunto empezó a quedarse relegado tecnológicamente y cuando salió del aire, en diciembre de 1983, seguía haciéndose en tres cuartos, mientras los otros noticieros ya utilizaban betacam. En 1984 Soto comenzó a hacer un programa de opinión con Punch, en el que hacía entrevistas de media hora, y se emitía los miércoles en la noche antes del noticiero. Éste duró al aire casi un año, luego del cual dejó la televisión y se dedicó a la radio. Después de haber sido cónsul en Barcelona, Jaime Soto murió en 1993.
El Noticiero Tv Sucesos A3 fue creado por Alberto y Marco Acosta, en 1968. En la foto están, entre otros, Amparo Pérez, Arturo Abella y Virginia Vallejo.
TV Sucesos A
Arturo Abella
Luego de serles adjudicado espacio para un noticiero, en 1968 Alberto y Marco Acosta crearon este noticiero, el cual duró una década al aire bajo la dirección de Alberto, quien con anterioridad había creado uno de los primeros programas culturales de la televisión, El lápiz mágico, que presentaba Gloria Valencia de Castaño. El primer jefe de redacción de TV Sucesos A3, que se presentó en un primer momento a las siete de la noche y luego a las 11 p.m., fue Yamid Amat, a quien luego lo sucedieron Manuel Prado e Ignacio Ramírez. Este noticiero fue el primero en utilizar presentadoras de secciones culturales y variedades, entre ellas Virginia Vallejo, Sonia Gómez y Amparo Pérez. Sus primeros presentadores fueron Alberto Munker y Alberto Piedrahíta Pacheco. Con su programadora Alfavisión, Acosta también hizo micronoticieros de un minuto, a las diez de la noche en la década de los setenta, y fue el primero en inaugurar los noticieros del mediodía.
Sobrino de los fundadores de la Editorial Minerva, esta tradición literaria determinó el curso de su vida. Al lado de sus ancestros y de los influyentes personajes que los visitaban, aprendió a degustar el placer de la literatura y la historia, pero también el del periodismo. A la televisión llegó en 1961 para dirigir el Telediario, noticiero que se mantuvo en la pantalla chica durante 17 años. Él fue quien acuñó la frase “fuentes de alta fidelidad” para referirse a la veracidad de las informaciones que presentaba. A la par que regía los destinos del informativo y realizaba en él sus comentarios editoriales, Abella emprendió la tarea de inculcar en los colombianos la historia patria valiéndose de su extenso conocimiento de la letra menuda del acontecer nacional. Testigo y analista de la actualidad política desde hace casi 60 años, mantiene su cruzada a través de sus textos académicos, entre los que se incluyen Núñez, Entrevista con España, El florero de Llorente, Don Dinero en la Independencia, Así fue el 9 de abril, Así fue el 13 de junio, Faldas pero también sotanas en la Regeneración y Sangre y misterios de la plaza de Bolívar. Al retirarse de la televisión continuó con la redacción de libros de política e historia nacional, y a su tarea como miembro de la Academia Colombiana de la Lengua.
Telediario Arturo Abella fue el creador de este noticiero, que salió al aire en 1966 en el horario de lunes a viernes a las siete de la noche. En un principio Abella, inspirado en la idea que vio en un informativo argentino, impuso un esquema de diálogo en la mesa de presentación e introdujo la presencia de figuras femeninas como María Teresa del Castillo y Teresa Macías. También les dio importancia a los comentarios editorialistas del director, que servían diariamente como cierre de la emisión. A pesar de ser uno de los noticieros más tradicionales de la pantalla chica, en 1984 sufrió una seria crisis económica y periodística, agravada por el cambio de su emisión al mediodía y al enfrentamiento con Noticias 1, que en cuestión de pocos meses le arrebató la audiencia. Por este motivo, en 1986, Abella se retiró de la dirección para darle paso a Heriberto Fiorillo, quien cambió tanto la estructura como el nombre del espacio y le dio vida a un nuevo informativo. · Per iodistas ·
Aris Vogel Antes de iniciar su recorrido por el mundo de la televisión, en 1961, fue reportero de la agencia de noticias UPI. Allí conoció a Alfonso Castellanos, quien lo incorporó a su equipo de trabajo al vincularse con la programadora Punch para producir el Noticiero Suramericana. Ese mismo año le fue encomendada la dirección del Noticiero Telecom, de emisión semanal. A partir de 1979 ingresó al Noticiero TV Hoy en el cargo de editor y en 1982, cuando Andrés Pastrana fue elegido alcalde de Bogotá, asumió la dirección.
· P e r i o d i s t a s ·
Darío Hoyos
álbum aris vogel
Jaime Soto
· P e r i o d i s t a s · el espeCtador
el espeCtador
N o t i c i e r o s d e l o s s e s e n ta
Noticiero Telecom Dirigido por Aris Vogel, apareció en pantalla en 1961 como el noticiero de los fines de semana, con transmisión los domingos a las 9:00 p.m. En él colaboraban algunos de los periodistas que trabajaban en el Noticiero Suramericana, como Fernando Buitrago y Pedro Acosta, quienes nutrían el informativo con las noticias más importantes de los últimos siete días. Permaneció hasta 1978, año en el que a Punch le fueron retiradas las adjudicaciones para noticieros. Otro de sus directores fue Hernán Castrillón.
Periodista de gran trayectoria en los medios, como pionero del periodismo político. Conocido como El Pájaro Hoyos, fue redactor de La Patria, de Manizales; jefe de redacción del diario económico La República; director del noticiero Contrapunto en los años sesenta; director de noticias de Caracol, RCN y Radio Súper, y columnista de la revista Hoy x Hoy. Posteriormente trabajó durante varios años en El Nuevo Siglo, escribiendo una columna. El comunicador nacido en Caldas ganó varios premios por su trayectoria profesional, entre los que se cuentan el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar. Murió a finales de 2003 cuando tenía 72 años.
“El Noticiero Suramericana se terminó por el mismo motivo por el que me salí yo de la televisión, por el mismo motivo que la televisión nuestra es tan mala, por la forma absurda como la manejan (...), con lineamientos políticos, como son hoy los noticieros, que se los dieron de juguete a los hijos de los expresidentes. Es un horror que esto suceda. Por eso me retiré de la televisión”. —Alberto Peñaranda · Otros personajes · Leopoldo villar-Borda por El Reporter Esso. Jorge Perea Borda por el Noticiero Teletigre. Lucila de Medina por el Noticiero Teletigre. Marco Alzate Avendaño por el Noticiero de la mañana.
· Otros noticieros · Micronoticiero de Luis Robledo, 1966. Telemeridiano, 1961. Punch Micronoticiero, 1961. Titulares Punch, 1961. Noticiero 10 p.m., 1966. Arturo Abella Resumen semanal, 1966.
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el tiempo
N o t i c i e r o s d e l o s s e t e n ta
De la comunicación vía avión al satélite En 1970, con la inauguración de la estación terrestre de Telecom en Chocontá, que le permitió a la televisión colombiana unirse a la red mundial de televisión satelital, los noticieros de la pantalla chica tuvieron por primera vez la oportunidad de incorporar el servicio de noticias vía satélite. Así, aunque se continuaba trabajando con el formato de filmación de 16 milímetros y en blanco y negro, por lo menos se lograba mayor agilidad en
Antonio José Caballero, una compañera y William Vinasco Ch. en el set del noticiero.
la información y poco a poco fue menos necesario recurrir al
Noticiero Cinevisión
avión para trasladar de las cintas con las noticias.
La programadora Cinevisión dio a conocer su informativo en 1974, con la dirección de Fernando Buitrago, y a lo largo de su historia ocupó los horarios de mayor audiencia en la pantalla, incluidos el de lunes a viernes a mediodía y el de las 7:30 de la noche. Su presentador original fue Erwin Toiber, quien les cedió su posición a otras figuras como Gloria Cecilia Gómez, María Clara Gracia, Mónica Rodríguez y Antonio José Caballero. Terminó en 1996 debido a la crisis económica de su realizadora.
A esto se sumó la creación del Servicio Iberoamericano de Noticias, gracias al cual Europa emitía las informaciones de bia, mientras que en Bogotá se centralizaba la información de América Latina para enviarla al Viejo Continente.
el tiempo
África, Asia y su propio continente desde España hacia Colom-
Telenoticias En 1976 hizo su reaparición el noticiero del Estado bajo el nombre de Telenoticias y con la dirección de Alfonso Castellanos, quien más adelante fue remplazado por Juan Guillermo Ríos. Fue de los primeros en darles a sus reporteros asignaciones como enviados especiales para cubrir noticias en diversos lugares del país. Además, asumió el reto de realizar transmisiones en vivo y en directo para el cubrimiento de elecciones presidenciales. Permaneció al aire durante tres años.
Las adjudicaciones de los noticieros, de dos años de duración y prorrogables, adquirieron en esta etapa un tinte cada vez más político hasta el punto de que tres de los programas con mayor audiencia dentro del género, el Noticiero 24 horas, TV Hoy y Noticolor, pertenecían a tres corrientes políticas claramente definidas en su orden: el conservatismo alvarista, el conservatismo
132 pastranista y el liberalismo turbayista.
A finales de la década, con la presencia del color, llegó tam-
bién el video, lo cual facilitó el trabajo de los periodistas además César Augusto Londoño, Mauricio Gómez y Margarita Rosa de Francisco.
riesgos de que se perdiera o se dañara el material. Francisco
Noticiero horas, la noticia sin fronteras
Muñoz, fundador y gerente de la productora Televideo, fue
Se estrenó el 2 de enero de 1977 y desde un comienzo quiso romper esquemas. El primero estuvo relacionado con la duración y profundidad de la noticia, ya que sus informes se caracterizaron por ser más extensos que los de otros informativos, y por presentar tanto los antecedentes como la proyección de los hechos. La dirección en una primera época estuvo en manos de Ernesto Rodríguez y más adelante ocupó esta posición Mauricio Gómez, quien le dio brillo y lo llevó a los primeros lugares de audiencia con informaciones destacadas como la filmación del enfrentamiento entre el M-19 y el ejército cuando se iba a firmar un acuerdo de paz en San Francisco (Cauca). Además, fue el primero en enviar reporteros a cubrir noticias internacionales que tuvieran repercusión en Colombia. Estos elementos hicieron que el Noticiero 24 horas no sólo ocupara durante casi dos décadas los primeros lugares de audiencia, sino que se diera el lujo de tener los espacios publicitarios más costosos de la televisión junto con las telenovelas de las diez de la noche. Además, a los ojos de la crítica se constituyó en el mejor y más profesional de los espacios noticiosos que había en la televisión colombiana. En materia de presentadores tuvo muchos y muy variados. Empezando por el primero de todos, Juan Clímaco Arbeláez, y continuando con Efraín Camargo, Mónica Tapias, Virginia Vallejo, María Paz Oviedo, Margarita Rosa de Francisco, Adriana y María Elvira Arango, Beatriz Bravo, Jorge Enrique Botero, y en los deportes César Augusto Londoño y Javier Hernández Bonnet. La dirección la ocuparon figuras como María Isabel Rueda, Luis Calle, Diana Sofía Giraldo, Lucía Madriñán y Daisy Cañón. Salió del aire en el 2001, golpeado por la crisis económica que enfrentaron en aquel entonces los canales públicos.
precisamente el primero en traer equipos de video en color a Colombia, cuando se desempeñaba como corresponsal de Televisa. Por otro lado, los realizadores empezaron a preocuparse más por la imagen, lo que conllevó a un nuevo diseño en escenografías y a una mayor atención al vestuario y maquillaje de los presentadores. LA SINTONÍA DE LOS NOTICIEROS DE LOS SETENTA 60
56.6
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Bogotá 24 Horas
Medellín TV Hoy
Telenoticias
Cali
Barranquilla
Telesiete
TV Sucesos
oCtubre de 1977. Fuente: Collinsis
·Presentadores ·
Efraín Camargo
el espeCtador
de que bajó los costos, ofreció mayor calidad y disminuyó los
Sus primeros años de formación los realizó en el Liceo Cervantes de Duitama, de donde salió, ya convertido en bachiller, con la decisión de incursionar en el periodismo. Su paso por los informativos de televisión se inició a finales de la década de los setenta, cuando llegó a remplazar a Hernán Castrillón en la presentación del Noticiero Suramericana. Pero en 1979 fue contratado por el Noticiero 24 horas, donde vivió la etapa más brillante de su carrera. Sin embargo, antes de la pantalla chica Camargo estuvo en la radio, un medio que no le fue fácil conquistar porque en un comienzo su voz no gustaba. Leyó noticias en La Voz de Cúcuta, Todelar y Radio Reloj, y finalmente la programadora Cenpro lo llamó para que presentara el programa Catequesis. Efraín Camargo fue el locutor de los titulares del informativo de la mañana en el Canal RCN, hasta el momento de su muerte, ocurrida en marzo de 2003.
Nació en 1979 cuando le fue adjudicado a la programadora Datos y Mensajes un horario para producir un informativo. Sus primeras emisiones se hicieron en blanco y negro, y utilizando el formato de 16 milímetros, pero con el paso del tiempo demostró ser de los más innovadores en materia de avances tecnológicos. Su primer director fue Daladier Osorio, seguido por Andrés Pastrana, quien se preocupó Hernán Castrillón en el set de Tv Hoy. por darle relevancia a la información internacional con el cubrimiento de noticias como las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 1982. Estas osadías le valieron al noticiero reconocimientos como el premio Rey de España, el Simón Bolívar y el del Círculo de Periodistas de Bogotá. Otro de sus directores fue Fernán Martínez Mahecha.
Noticiero Noticolor
En su juventud nunca se sintió cómodo con lo que veía en los noticieros de la televisión. Era la eterna sucesión de noticias, presentadas con los mismos contenidos que el público encontraba en la prensa o la radio. Él sabía que la pantalla chica podría ofrecer algo más y por eso, cuando asumió la dirección del Noticiero 24 horas, propiedad de su familia, decidió darles empuje a los contenidos y llevar a sus periodistas por el camino del análisis y la profundidad. La propuesta dio resultado y llevó al informativo a los primeros lugares entre la audiencia y la crítica. Este es un logro nada despreciable para un hombre que, como él, tenía sobre los hombros los ojos de todo un país al ser hijo del líder político Álvaro Gómez Hurtado. Pero se había preparado para enfrentar grandes retos y uno más no le preocupaba. Mauricio Gómez nació en Bogotá en 1949 y estudió su bachillerato en el Gimnasio Campestre. Posteriormente ingresó a la Facultad de Derecho de la Universidad Javeriana y una vez finalizada su carrera viajó a Londres, donde permaneció por espacio de dos años realizando una especialización en artes gráficas en el London College of Printing. A su regreso empezó a trabajar como editor del periódico El Siglo y en 1978 llegó a la dirección del Noticiero 24 horas, donde se consagró como un periodista serio, riguroso, analítico y versátil. Cuando se acercaba el final de la década de los ochenta ascendió un escalón más en su carrera al lograr un contrato con la cadena de noticias CNN, que lo llevó a su sede en Atlanta. Más tarde se vincularía a Univisión y haría trabajos tan retadores, periodísticamente hablando, como el cubrimiento de la guerra del Golfo. Pero un buen día de 1993 decidió seguir la afición de su padre, la pintura, y empezar a estudiarla. Lo que nació como un hobby lo llevó ese mismo año a dejar de lado el periodismo para radicarse en París con el fin de estudiar artes plásticas. Allí está radicado en la actualidad, convertido en una de las nuevas figuras del arte colombiano.
el espeCtador
Mauricio Gómez: la noticia con profundidad
En 1979 dos periodistas, Darío Restrepo y Darío Silva, se unieron para llevar a la pantalla este informativo, que si bien ofrecía contenidos de índole noticiosa, con el paso del tiempo empezó a presentar hechos y comentarios que sus críticos tildaban de oficialistas vehementes frente a las políticas del presidente Julio César Turbay Ayala. Los enfrentamientos entre sus directores, sumados a una crisis económica, hicieron que saliera del aire en 1982, para regresar tan sólo durante nueve meses en 1983 con el nombre de El noticiero de la noche.
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Darío Silva y Darío Restrepo dirigieron el noticiero Noticolor a finales de los setenta.
el tiempo
· P e r i o d i s t a s ·
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Egresado del Colegio San Carlos como bachiller y de la Facultad de Derecho de la Universidad del Rosario, se convirtió en personaje público a los 16 años, cuando su padre, Misael Pastrana Borrero, llegó a la presidencia de la república. Su destino parecía estar encaminado hacia la política, pero en 1978 sus pasos se desviaron hacia el periodismo con su participación en la revista Guión, de donde salió un año después para dirigir el Noticiero TV Hoy, del que más adelante también fue presentador. A pesar de sus logros en el mundo de las noticias, que incluyen un premio Rey de España, en 1982 decidió renunciar a su cargo para convertirse en concejal de Bogotá, posición que en 1986 fue sucedida por la alcaldía de la ciudad. Después de su paso por el Congreso (1991), en 1994 llegó a la presidencia en representación de su partido, Nueva Fuerza Democrática. Actualmente el expresidente y exdirector de noticias está radicado junto con su familia en España.
El Noticiero TV Hoy fue el primero en realizar un desplazamiento importante para cubrir las elecciones en Estados Unidos. En 1982, cuando ganó la presidencia Ronald Reagan, el informativo movilizó hacia Washington un equipo periodístico conformado por el director, el editor y dos reporteros. Desde allí realizó enlaces en directo que les permitían a los televidentes seguir los acontecimientos, tanto en la capital estadounidense como en Bogotá.
Noticiero TV Hoy
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Andrés Pastrana
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revista semana
N o t i c i e r o s d e l o s s e t e n ta
Juan Guillermo Ríos, director de Tv Mundo, grabando en video con un camarógrafo.
Noticiero TV Mundo Ofreciendo un estilo desconocido hasta entonces, este noticiero dirigido por Juan Guillermo Ríos comenzó a trasmitirse en 1979. Los televidentes comenzaron a ver a todo color un noticiero que presentaba las noticias informalmente y con comentarios editoriales a cargo de Jaime Santos y Humberto Martínez Salcedo. El paso al color significó también que se empezó a utilizar el video que, en ese momento, era una revolución en Estados Unidos. El horario también fue una innovación: en las mañanas, los sábados a las 8:30 p.m. y los domingos de 7:00 a 7:30 p.m. Según su director, tanto él como el noticiero salieron del aire por una crítica que hicieron a Turbay Ayala.
· Otros personajes · Efraín Marín, Julio César Turbay y Luis Francisco Hoyos por el Noticiero TV Hoy. Manuel Prado por el Noticiero Cinevisión. Jesús Martínez por el Noticiero Cinevisión. Óscar Zuluaga por TV Sucesos A3. Leopoldo villar-Borda por el Noticiero Cinevisión. Jaime Soto por el Noticiero Contrapunto. Javier Darío Restrepo y Ernesto Rodríguez por el Noticiero 24 Horas. Olga Behar por el Noticiero 24 Horas. · Otros noticieros · CVTV, 1976. Cantaclaro, 1974. Primer plano, 1976. Vea Colombia, 1977.
N o t i c i e r o s d e l o s o c h e n ta
Los avances tecnológicos, el enfrentamiento en los horarios y un giro radical en el estilo de presentación de la noticia fueron los aspectos determinantes en el desarrollo de los noticieros de la televisión colombiana durante la década de los ochenta. El color, el satélite y el videotape abrieron la puerta a una nueva etapa para estos programas que, con tecnología avanzada a la mano, pudieron ofrecer información más completa e inmediata. La aparición del color obligó a las empresas periodísticas a adquirir el sistema Electronic News Gathering, que remplazó la película de revelado por un equipo conformado por dos grabadoras portátiles, dos más fijas para edición y una editora electró- Noticiero de las 7 nica. Estos elementos les dieron mayor libertad a los periodistas Programar Televisión debutó en la para sus desplazamientos y permitieron más presencia de la pantalla chica en enero de 1983 con este informativo, que tuvo como información regional en los contenidos. director y presentador inicial a Juan En 1984 una nueva licitación decidió el enfrentamiento de Guillermo Ríos. Durante los primeros años el esquema del noticiero noticieros en los horarios del mediodía, las 7:30 y las 9:30 de la resultó marcadamente influenciado noche, lo que aumentó la competencia, tanto en el orden técnico por el de su conductor, que cambió el de presentar las noticias. Lejos como informativo. Prueba de ello fue el cubrimiento de las elec- estilo de ser el conductor acartonado como ciones presidenciales en Estados Unidos en 1984: con excepción se había hecho conocer hasta ese momento, Ríos optó por la charla 134 del Noticiero Nacional, todos los programas noticiosos del país coloquial y directa con el televienviaron sus equipos periodísticos a Washington para hacer el dente, estilo que tuvo éxito entre la seguimiento de la noticia, y tres de ellos realizaron una inversión audiencia. En el aspecto informativo Juan superior a los siete millones de pesos para estos desplazamientos, Guillermo Ríos también marcó la pauta de lo que sería en adelante el enlaces y emisiones en directo. Noticiero de las 7: un espacio que le Con mayores recursos, el siguiente paso fue la variación en la daba prioridad a la comunidad para expresara sus problemáticas a estructura de los mismos informativos. Uno de los innovadores que través de un medio de comunicación. en esta materia fue el periodista William Restrepo, que a su Además, introdujo la innovación la entrevista en directo desde el llegada de Estados Unidos apareció en el Noticiero Nacional con de estudio. el concepto de anchorman (presentador que comenta la noticia). Estos elementos, conjugados con horario (lunes a viernes, Sus competidores siguieron sus pasos dentro de su propio estilo, aunlasexcelente 7:00 de la noche) lo convirtielogrando así una imagen más relajada ron en el informativo más visto de la pantalla (alcanzó los 55 puntos de En 1986 la frente a la audiencia. Juan Guillermo rating). producción de un Ríos fue quien llevó este esquema de En 1985 el periodista renunció a su noticiero de emisión cargo y llegó al noticiero la periodista presentación a su máxima expresión semanal (lunes a María Elvira Samper, mientras que en el Noticiero de las 7, convirtiéndose la presentación quedó en manos de viernes) tenía un José Pardo Llada, pero meses descosto aproximado en un fenómeno de audiencia. pués se retiró para darle paso a Pilar de $500.000 por día Sin embargo, de la mano de las Castaño. (diez millones de En sus 19 años de existencia, el innovaciones se produjo un fenómeno Noticiero pesos del 2004). de las 7 se consolidó como paralelo que se mantiene en algunos uno de los más tradicionales en la pantalla chica, así como serio y esnoticieros en la actualidad: la noticia se convirtió en un espectricto en el manejo de la información. táculo. De esta manera, el que tenía mayor rating era el que De sus destinos se hicieron cargo periodistas tan reconocidos como mostraba más muertos o atentados terroristas, lo que generó César Fernández, Pilar Calderón y críticas enconadas desde diversos sectores de la sociedad y aún Cecilia Orozco. En el 2002 se produjo la fusión con el Noticiero NTC, que hoy es motivo de estudio para los analistas de los medios de dio como resultado el nacimiento de comunicación. Noticias Uno.
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Mano a mano informativo
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El expresidente Turbay Ayala en una entrevista con Juan Guillermo Ríos.
Juan Guillermo Ríos Cuando el Noticiero de las 7 debutó en la pantalla chica en 1984 muy pocos apostaron por el éxito del informativo y de su director y presentador, Juan Guillermo Ríos. Él, que llevaba tres años alejado de la pantalla chica desde su salida del noticiero TV Mundo, en un comienzo tuvo una serie de errores y desaciertos que pusieron en duda el futuro del espacio: era demasiado coloquial, les daba consejos a los televidentes, sus chistes al aire rayaban en lo ridículo y despedía la emisión lanzando a la cámara besos y rosas. Esta situación se tradujo en el rating, que en los dos primeros meses apenas alcanzó el 12%. Sin embargo, con el transcurso del tiempo la situación cambió: a los seis meses de estar al aire el Noticiero de las 7 había ascendido al octavo lugar de audiencia y un año después ocupaba el primero. Su incursión a los medios se produjo por la radio, a la que llegó gracias a su pasión por la música. Todo ocurrió en un concierto de Enrique Guzmán, donde conoció a Alfonso Lizarazo, por aquel entonces director de Radio 15. Él le propuso hacer un programa desde Medellín al que titularon Debates de la juventud. El magazín sólo estuvo dos meses Los dos primeros meses al aire, pero convenció a Juan al aire del Noticiero de Guillermo Ríos de que lo suyo las 7 fueron un fracaso, ya era el periodismo. Cuando cursaba el cuarto que el público y la crítica semestre de periodismo en la no se acostumbraban al Universidad de Antioquia el estilo coloquial del director director de El Clarín, el noticiey presentador, Juan ro de Caracol en Medellín, le ofreció trabajo como reportero Guillermo Ríos, a quien de judiciales. Al año ya estaba llegaron a denominar como en Bogotá cubriendo información política. Fue en esta etapa “El abominable hombre cuando conoció al expresidente de las siete”. Sin embargo, Alfonso López Michelsen, quien un año después, era el rey se convirtió en su amigo y en indiscutible del formato un apoyo para su carrera: grainformativo. cias a él pudo estudiar técnicas modernas de la comunicación en Bélgica y más adelante dirigir el noticiero Telenoticias. Esta experiencia sirvió para que en 1979 le ofrecieran la dirección del Noticiero TV Mundo al que, a pesar de su difícil horario a las siete de la mañana, llevó a los primeros lugares de audiencia. Tras su retiro, regresó a la radio para hacer parte del equipo periodístico del programa 6:00 a.m.9:00 a.m. de Caracol, y sólo volvió a la pantalla en 1983 para presentar y dirigir el Noticiero de las 7, donde su paso fue muy exitoso en sintonía y muy controversial por su estilo desafiante. Después de su salida dirigió otros noticieros, como Siete días en el mundo y Notivisión. En los últimos años se ha dedicado a la radio, primero como conductor de la franja informativa matutina en Radio Melodía, y desde 2002 dirigiendo el noticiero de Radio Santa Fe.
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Noticiero Nacional Fue otro de los debutantes que nacieron con la licitación de 1984, producido por la programadora Prego y con la dirección de Javier Ayala y Gabriel Ortiz. Sus presentadores iniciales fueron la veterana locutora Judith Sarmiento y el periodista William Restrepo, quien regresaba al país después de 18 años de trabajar en Estados Unidos. El informativo alcanzó el primer lugar de audiencia en su horario de lunes a viernes a las 9:30 de la noche, y lo conservó a partir de 1988 cuando se trasladó al espacio del mediodía. InstiMaría Beatriz Echandía,Lizette Arango, María Elvira Bonilla, Paulo Laserna, tucionalizó secciones como El viajero, que mostraba crónicas realizadas en los rincones Lucía Madriñán y Yolanda Ruiz hicieron parte del Noticiero Nacional. más apartados del país, y le dio énfasis a la información popular. En la década de los noventa su propiedad pasó a manos de Gonzalo Jaramillo, profesional con vasta experiencia comercial en televisión y otros empresarios privados. Bajo la gerencia de Paulo Laserna, quien además fue codirector con Lucía Madriñán, la subdirección de María Elvira Bonilla y la producción de Paola Panero, fue líder en sintonía por cuatro años consecutivos implantando las emisiones descentralizadas, logrando que su nombre correspondiera a su contenido: un noticiero nacional con información de todas las regiones. En 1998 el nombre fue vendido a la programadora Andes Televisión, que mantuvo un noticiero hasta el 2001. · P r e s e n t a d o r a s · CaraCol
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·Periodistas ·
Felipe López Sus inquietudes por el periodismo nacieron a muy temprana edad con el sueño de revivir la revista Semana, fundada por el expresidente Alberto Lleras Camargo, que sólo cumplió en 1982. Su inquietud por los medios lo llevó a incursionar en la televisión en 1984 con la empresa Programar y el Noticiero de las 7, uno de los más vistos durante dos décadas y que en el año 2001 se fusionó con el Noticiero NTC. Actualmente López ocupa la presidencia del grupo Publicaciones Semana y es accionista de Caracol.
Judith Sarmiento Sacó la licencia de locutora para grabar una cuña y ganar un dinero extra. Pero no le fue bien porque tenía muy marcado su acento paisa (nació en el Quindío) y no la volvieron a llamar, por eso guardó su licencia y se dedicó al derecho. Un buen día le hicieron una prueba, su estilo gustó y de un momento a otro se vio enfrentada a un micrófono en la radio, a través de la cadena Caracol. Su voz y su manera de narrar las noticias gustaron de inmediato y pronto tocaron a su puerta las ofertas para hacer televisión, a la que llegó en 1979 a través del Noticiero TV Hoy. A partir de ese instante se dedicó a los informativos y a una carrera que la llevó a consolidarse como la mejor presentadora de noticias del país, a través de otros espacios como el Noticiero Nacional. Por este motivo obtuvo galardones como el premio de la Asociación Colombiana de Locutores y el Simón Bolívar. A partir de 1992, año de su retiro de TV Hoy, se ha dedicado por completo a su trabajo en el programa radial 6:00 a.m.-9:00 a.m. de Caracol, con esporádicas apariciones en la pantalla chica.
La tragedia de Armero tuvo un amplio cubrimiento por parte de los medios. el espeCtador
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Nació en España pero pemaneció cuatro décadas de su vida en Colombia, donde se destacó como presentador de noticias y conductor de programas periodísticos. En su primera faceta fue importante su paso por los noticieros Nacional y De las siete, que con su imagen ocuparon los primeros lugares de audiencia en la década de los ochenta y le permitieron obtener dos premios India Catalina como mejor presentador de noticias. En cuanto a los periodísticos, estuvo al frente de El juicio, Positiva Mente y ¿Cómo le parece?, donde se hizo popular una sección creada por él y titulada La ventanita para los poetas, y en la radio en la cadena Caracol con El personaje de la semana. Actualmente Fernández Gómez está retirado de la televisión y vive en Washington. Fue el más característico de una escuela de periodismo culto y agudo, pero respetuoso. Muchos lo consideran un gran maestro y dueño de su propio estilo.
álbum paulo laserna
José Fernández Gómez
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135 Los noticieros cubrieron minuto a minuto la toma del Palacio de Justicia.
Hechos que fueron noticia Las tragedias naturales y la violencia guerrillera fueron las fuentes que dieron pie a las noticias más importantes de la década de los ochenta. Las primeras tuvieron como protagonistas a la ciudad de Popayán, sacudida el 31 de marzo de 1983 por un sismo con una intensidad de 5,5 grados en la escala de Richter, y la población de Armero, que desapareció a la medianoche del 13 de noviembre de 1985, sepultada por la avalancha de lodo proveniente del Nevado del Ruiz. La violencia guerrillera, personificada en la figura del M-19, movilizó a los reporteros en dos momentos importantes. Uno, el 27 de febrero de 1980, cuando este movimiento se tomó la embajada de la República Dominicana en Bogotá y mantuvo retenido durante 61 días a un numeroso grupo de diplomáticos. El otro, que ocurrió el 6 de noviembre de 1985, fue la toma del Palacio de Justicia, que dejó como saldo más de cien muertos. Los colombianos siguieron paso a paso los detalles de estos eventos a través de la pantalla de sus televisores. Todos los informativos colombianos apostaron en cada uno de estos escenarios a sus reporteros y camarógrafos con el fin de presentar el transcurso de los acontecimientos. La televisión no tenía en aquel entonces la inmediatez de la radio y los periodistas debían esperar la emisión central de sus informativos para presentar sus informes, pero servía de punto de apoyo para dar a conocer cifras de muertos, buscar la solidaridad nacional y prestar sus micrófonos para que las víctimas de la tragedia buscaran a sus familiares. A través de las cámaras los televidentes conocieron el campamento noticioso que se improvisó frente a la sede de la embajada, al que se denominó Villa Chiva. También observaron hasta qué punto la naturaleza había dañado la bella Catedral de Popayán. Siguieron el drama de Omayra Sánchez, la niña que agonizó durante más de 60 horas sepultada en los escombros de la tragedia de Armero, que por una prohibición estatal sólo pudo registrarse horas después de sucedida, y se sorprendieron ante la imagen de las llamas en el Palacio de Justicia, después de la irrupción final de las fuerzas armadas.
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N o t i c i e r o s d e l o s o c h e n ta
Los periodistas Jorge Antonio Vega y Beatriz Gómez presentaban Noticias 1 en 1987.
Noticias 1
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Beatriz Gómez Los colombianos la conocieron en 1985, cuando debutó como presentadora del Noticiero Promec, del que salió rumbo a Noticias 1, en donde consolidó su imagen como una de las conductoras de noticias más serias y con mayor credibilidad entre los televidentes. Su labor en este informativo, al lado de Jorge Antonio Vega, le valió el premio India Catalina de Televisión. Su recorrido profesional la llevó posteriormente al Telenoticiero del mediodía y al Noticiero Nacional, pero a la vez incursionó en la radio en Caracol con Yamid Amat en 6:00 a.m.-9:00 a.m., y en la presentación de otros géneros con los programas Aluna y Por los caminos de nuestra América. En el 2000 se radicó en Londres, donde trabaja como reportera de planta para la cadena BBC. · E m p r e s a r i o s
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Juan Gossaín Contador de profesión, escritor y periodista, nació en San Bernardo del Viento en 1947. Su carrera profesional se inició 20 años después en el periódico El Espectador con la columna Cartas de San Bernardo del Viento, que le dio renombre nacional. A finales de los setenta su voz empezó a escucharse en la radio y, bajo la orientación de su jefe y amigo en Caracol, Yamid Amat, les dio un giro a la estructura de los programas informativos de la tarde para después saltar al cargo de director de noticias de la cadena radial RCN, en donde ha desarrollado una importante labor durante casi veinte años. Su vinculación a la televisión la ha llevado a cabo como empresario y periodista. Primero tuvo su propia programadora, en la cual el programa estrella era Teledeportes, y luego fue socio de otra llamada Intervisión, realizadora del noticiero Noticias 1, del que también fue comentarista. Más adelante se asoció con Yamid Amat para crear el Noticiero CM&, y en los últimos años ha realizado colaboraciones esporádicas para los informativos del Canal RCN y el programa periodístico La noche.
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A lo largo de la historia de la televisión nacional la licitación de noticieros se vio atada a consideraciones políticas, ya que el inicio mismo del medio estuvo estrechamente ligado al Estado. Por lo tanto, a diferencia de la prensa escrita, de corte más liberal y crítico, los espacios informativos fueron en muchas ocasiones las voces oficiales del gobierno de turno. Incluso, dos administraciones en ejercicio contaron con noticieros propios: la de Gustavo Rojas Pinilla (Noticiero Gráfico) y la de Alfonso López Michelsen (Telenoticias). Cuando empezaron a operar las licitaciones, se hizo evidente un esquema mediante el cual las voces informativas continuaron siendo oficialistas. Según él, cada gobierno debía emprender un proceso de adjudicación que obligara a los noticieros a mantener cierta cautela en sus informaciones para no correr el riesgo de perder los espacios que les eran entregados. De igual manera, éstos se repartieron entre las corrientes políticas más influyentes del país. Cada vez se hizo más frecuente referirse a los informativos como “el noticiero de López” (Noticiero de las 7), “el de Pastrana” (TV Hoy), “el de Álvaro Gómez” (24 horas), “el de Turbay” (Criptón), etcétera. A partir de la Ley 42, promulgada durante el gobierno de Belisario Betancur para darle mejor presentación al proceso, se creó el Consejo Nacional de Televisión, integrado por representantes del gobierno y de la comunidad, con la supuesta intención de que no adjudicara espacios a dedo, en especial los noticieros. Fue así como en la licitación de 1987, aunque continuaron al aire los informativos de las casas políticas, ingresaron otros tres liderados por periodistas: Noticias 1, Mundo Visión y Nacional. En 1991, con la licitación del gobierno de César Gaviria, la situación sufrió algunos cambios. Por primera vez con una voluntad de permanencia la adjudicación se hizo por seis años prorrogables, lo que les daba a los noticieros la libertad de informar y hacer crítica sin depender del presidente de turno. Fue así como, cuando estalló el escándalo del proceso 8.000 durante la administración de Ernesto Samper, algunos de ellos asumieron una actitud fiscalizadora hacia el mandatario y sus colaboradores. Con lo que no contaban era con la reacción del susesor en el ejecutivo y del Congreso, que sacó adelante la Ley 335 de 1996, la cual revocaba la prórroga automática de los contratos de los informativos existentes y los obligaba a someterse a un nuevo proceso licitatorio. Los analistas vieron en esta determinación un mensaje claro de la clase política a los medios de comunicación: la difusión de determinadas informaciones y la formulación de ciertas críticas a la clase política tradicional acarrearían como consecuencia la pérdida del derecho de informar y opinar en el medio más efectivo que es la televisión. Como resultado de esta decisión salieron del aire dos informativos que habían hecho aportes importantes al género y contaban con el favor de la audiencia, QAP Noticias y el Noticiero AM-PM, convirtiéndose en ejemplo de la aberrante injerencia política que dominó durante décadas el género de la información en la televisión colombiana.
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Los noticieros, un asunto de política
Comenzó en 1984 bajo la batuta de la programadora Universal TV y permaneció al aire hasta 1992. Inicialmente tuvo el horario de lunes a viernes al mediodía y quienes aparecían en pantalla eran algunos de los socios de la empresa, Margarita Vidal, Juan Gossaín y Alfonso Castellanos, quien a la vez cumplía la función de director. Sin embargo, su estilo no causó impacto en la audiencia y ellos decidieron pasar detrás de cámaras y contratar locutores. En un momento en el que se imponía la noticia comentada en los informativos nacionales, Noticias 1 conservó el esquema tradicional y, ya bajo la dirección de Vidal, quien lo llevó al primer lugar de audiencia, emprendió la tarea de descentralizar la información. De esta manera, además de los periodistas permanentes en Bogotá, el noticiero tenía corresponsales en Barranquilla, Bucaramanga, Cali, Medellín, Manizales e Ibagué. Cuando el informativo llegó en 1988 al espacio de los fines de semana en la noche, nació uno de sus segmentos más importantes: Informe confidencial, una sección que presentaba “secretos” de actualidad en las voces de Vidal y Gossaín.
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El domingo 29 de octubre de 1989 fue un día oscuro para la prensa colombiana. En esa fecha, poco después de finalizar la emisión de su noticiero Mundo Visión, el periodista Jorge Enrique Pulido fue atacado por las balas del sicariato, recibiendo heridas mortales que una semana después lo condujeron a la muerte. Al momento de su desaparición, Jorge Enrique Pulido completaba 28 años de labor periodística. Se había iniciado como mensajero en el circuito Todelar de Colombia, con la misión de subir las noticias del primer piso al máster. Así aprendió a conocer la información, a entenderla y a dominarla, conocimiento que puso en práctica desde el mismo momento en que la cadena le ofreció un trabajo como reportero. En poco tiempo se convirtió en uno de los trabajadores estrella de la empresa periodística, de la cual se retiró para realizar una licenciatura en radio y televisión en la República Federal de Alemania. Dos años después regresó con su título debajo el brazo y llevó al noticiero de la cadena Todelar a los primeros lugares de sintonía. Al final de la década de los setenta incursionó en la televisión como empresario, a través de la programadora Jorge Enrique Pulido Televisión, y director de programas periodísticos que combatían la violencia generada por el narcotráfico. Todavía se recuerdan espacios como Las investigadoras y Canal abierto, así como su reportaje a la madre del asesinado ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla. Junto a estas producciones, su empresa llevó a la pantalla otras que siguieron la misma filosofía de no violencia: la comedia Tío Manuel, dirigida por Pepe Sánchez, el dibujo animado Carlitos y Snoopy, la serie La ley de Los Ángeles y el cultural Colombia en firme. A la muerte de su gestor, la programadora Jorge Enrique Pulido Televisión sólo sobrevivió en la televisión colombiana seis meses más.
Telenoticiero del mediodía Debido a un consorcio cuyos dueños eran Arturo Abella, María del Rosario Ortiz y Jorge Enrique Pulido, cuando la situación financiera de Telediario (de propiedad de Arturo Abella) decayó, los otros dos socios se hicieron cargo del noticiero y lo sacaron adelante. Ya para la siguiente licitación, a la empresa Telestudio, de la cual eran propietarios Pulido y Ortiz, entre otros, le fue adjudicado un noticiero y así nació el Telenoticiero del mediodía, que empezó a emitirse en 1986, bajo la dirección de Gloria Pachón de Galán. Desde un principio el espacio noticioso enarboló las banderas de la objetividad y la imparcialidad y la audiencia lo privilegió con su preferencia, tanto que tuvo el primer puesto de sintonía entre todos los noticieros, y era sobre todo en la provincia donde contaba con más teleaudiencia. El Telenoticiero del mediodía se emitía de lunes a viernes de 12:30 a 1:00 p.m., y contaba en la presentación con Gloria Cecilia Gómez y Humberto Salcedo Jr., en la sección deportiva.
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Jorge Enrique Pulido: el pequeño gigante de la televisión sin violencia
Noticiero � días en el mundo Con Erwin Toiber y Carlos Julio Guzmán en la presentación, este noticiero tuvo dos etapas: la primera de 1981 a 1983 y la segunda a partir de la licitación de 1987. Se inició como el único que se transmitía los domingos, en el horario nocturno, y más adelante los televidentes lo sintonizaban en la cadena 1 los sábados, domingos y festivos de 1:00 a 1:30 de la tarde. Parte de la programadora Globo Televisión, Fernando Buitrago era el propietario y director de este noticiero. el espeCtador
El primer trabajo que esta paisa, nacida en Medellín, hizo como reportera fue una entrevista con el cantante argentino Sabú, por la cual le pagaron 500 pesos. Ese fue el inicio de una exitosa carrera en el campo del periodismo, en el que se ha caracterizado por dominar temas “duros” como los relacionados con la Fiscalía, el orden público y la economía del país. Esta última fuente incluso la hizo merecedora de un premio Simón Bolívar en la categoría de periodismo económico. Su labor como reportera la complementó en 1979 con la presentación de noticias cuando ingresó al Noticiero TV Mundo. Su estilo gustó de inmediato y le permitió ser el rostro de los informativos más exitosos que ha conocido la pantalla: 24 horas (1982), Noticiero Nacional (1985) y el Telenoticiero del mediodía (1989), por el cual obtuvo el premio India Catalina. Su trayectoria en los noticieros finalizó en 1997, cuando salió del aire AM-PM, el espacio que presentaba para esa época. Entonces decidió probar suerte con otro tipo de temas, los femeninos, e hizo el casting para la presentación del magazín Mujeres en línea, del canal Citytv, con el que ha realizado más de mil emisiones.
Citytv
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Gloria Cecilia Gómez
el espeCtador
N o t i c i e r o s d e l o s o c h e n ta
Hernán Castrillón presentó el Noticiero Criptón por espacio de nueve años.
Noticiero Criptón Surgió a partir de la licitación de 1987, bajo la dirección de Alejandro Montejo. Se transmitía por la cadena dos los sábados, domingos y festivos, de 8:00 a 8:45 de la noche. Criptón, junto con Noticias 1, fueron los únicos noticieros a los cuales se les asignó 45 minutos de duración. En sus inicios la presentación estuvo a cargo de Ángela Patricia Janiot, Hernán Castrillón e Iván Mejía Álvarez. Cuando Janiot dejó el noticiero la remplazaron Eleonora Robledo, Nohora Correa, María Paula Duque y Azucena Liévano. De una clara tendencia liberal, una de las propietarias del noticiero, Diana Turbay, fue secuestrada junto con parte de su equipo periodístico, y posteriormente asesinada. Criptón permaneció al aire hasta 1997.
El premio Simón Bolívar a lo mejor de la televisión Este premio nació en 1987 como una derivación del galardón de periodismo del mismo nombre, instituido por la empresa Seguros Bolívar en el año 1975, gracias a una idea de Fernando Gómez Agudelo e Ivonne Nicholls, la relacionista pública de la compañía aseguradora. Fue un reconocimiento creado con el fin de exaltar el talento nacional y destacar los valores de la pantalla chica. En aquella primera ocasión los ganadores fueron figuras de tanta trayectoria como Fernando Gómez Agudelo (Gran premio por su vida y obra), Gloria Valencia de Castaño (mejor presentadora), Fernando GonzálezPacheco (mejor animador) y Yamid Amat (Gran premio por su vida y obra en la radio). Así, durante doce años, se reconoció el talento de actores, actrices, presentadores, series, comedias, telenovelas, concursos, directores, libretistas, músicos, vestuaristas y maquilladores, entre otros. Lo más destacado del premio Simón Bolívar, y uno de los aspectos que lo convirtieron en el más serio y de mayor credibilidad en el país, fue su característica de ser otorgado con base en una votación realizada por cerca de trescientas personas relacionadas con la televisión, desde los trabajadores que participaban en las diferentes producciones, hasta los periodistas de la prensa, la radio y la misma pantalla. Cada año la secretaría del premio enviaba a estos votantes unos boletines informativos sobre las novedades de la industria. Quienes obtenían los tres mayores votos quedaban elegidos como nominados en cada una de las categorías, y el ganador de las mismas era el que obtenía el mayor puntaje. · O t r o s
Noticiero Mundo Visión Propiedad de Jorge Enrique Pulido, quien a la vez era su director, este noticiero salió al aire por primera vez en julio de 1987. Sus primeros presentadores fueron Ana María Maya, Eduardo Aponte y David Cañón, pero luego de una reestructuración desde octubre la presentación corrió por cuenta de Ximena Godoy y Esteban Jaramillo en los deportes.
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María Piedad Delgado por el Telenoticiero del mediodía. María Clara Gracia por el Noticiero Cinevisión. Antonio José Caballero por el Noticiero Cinevisión. Hernando Corral por el Noticiero de las 7. Heriberto Fiorillo por el Noticiero de las 7. y el Telenoticiero del mediodía.
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William Restrepo por el Noticiero Nacional. María Teresa Herrán por el Noticiero Promec. Amparo Peláez por el Noticiero 24 horas. Pilar Castaño por el Noticiero de las 7. José Pardo Llada por el Noticiero de las 7. César Fernández por el Noticiero de las 7.
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N o t i c i e r o s d e l o s n ov e n ta
La esclavitud del rating En esta etapa la información en televisión sufrió los cambios más radicales de su historia. Los avances tecnológicos estuvieron a la orden del día, especialmente desde que fueron adjudicados los espacios de la licitación de 1992 y la minilicitación de 1995, que organizaron a las programadoras por canales. Así, quien estaba en una cadena no podía tener espacios en la otra, lo cual derivó en una fuerte competencia por el rating. Liderados por nuevos espacios noticiosos como NTC, CM& y QAP, los informativos iniciaron el enfrentamiento con tecnología. Las máquinas de tres cuartos fueron remplazadas por las de media pulgada y el betacam, y más tarde hacía su aparición en Colombia el sistema fly-away, una antena satelital portátil que recurrir a los enlaces a través de Telecom e Inravisión. Además, empezaron a emitir desde sus propios estudios, lo cual los liberó de la dependencia de Inravisión. El primero en tener sede de emisión particular fue QAP, seguido por CM&, Colombia 12:30, el Noticiero Nacional, NTC y el Noticiero de las 7. Esto permitió mayor actualidad en la información y por primera vez la televisión pudo competir de igual a igual con la radio en el momento de presentar noticias de última hora.
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Por supuesto, la competencia por los contenidos también se daba entre ellos. Luchaban no sólo por tener primero la noticia, sino por la manera de presentarla. El objetivo era recrear y atraer más público, y en ese empeño ninguna inversión era pequeña. Prueba de ello fue la creación de las secciones de cierre de estos espacios, obra y gracia de Yamid Amat con Las cosas secretas de CM&, y el cubrimiento del Mundial de Fútbol USA 94, para el cual los diez noticieros que estaban al aire en ese momento trasladaron hacia Estados Unidos buena parte de su estructura (periodistas, camarógrafos y equipos de edición), para hacer un cubrimiento completo. En 1995 la minilicitación que implementó la televisión 24 horas llevó las noticias al horario matutino. De esta manera debutaron espacios informativos como Buenos días Colombia, En vivo, Caracol 7:30 y RCN 7:30. De todos ellos los únicos que lograron resonancia fueron los respaldados por los grupos económicos. A los demás, el bajo rating y la escasa pauta publicitaria los condenaron al olvido. En 1997 se produjo otro cambio radical en el género. El Congreso, con mayoría liberal y luego de una enérgica resistencia, decidió no renovar las concesiones para la emisión de noticieros, que regían hasta ese año, y dispuso someterlas a un nuevo régimen de adjudicación. Por esta decisión salieron del aire dos espacios que en los años previos se habían mostrado críticos con el gobierno del presidente Ernesto Samper: AM-PM y QAP. En su remplazo ingresaron En vivo 9:30, Uninoticias y Hora cero.
El edificio de QAP Noticias tenía un área de 3.300 metros cuadrados de construcción y contaba con su propia torre de comunicaciones, oficinas y dos estudios de grabación. Cada uno de estos espacios tenía 240 metros cuadrados destinados, el primero, a la emisión del noticiero, y el segundo, a la grabación de programas y comerciales.
QAP Noticias La programadora TV13, sociedad de la que hicieron parte Gabriel García Márquez, María Elvira Samper, María Isabel Rueda, Julio Andrés Camacho y Enrique Santos Calderón, estrenó en 1992 este noticiero, el primero en emitirse en la televisión colombiana desde un estudio propio. Esta característica le permitió mayor agilidad y actualidad en sus informaciones. A diferencia de otros informativos de la época, su planta de periodistas no la conformaban figuras reconocidas dentro del oficio. Las directoras, Samper y Rueda, les apostaron a nuevos talentos con los que pudieran desarrollar un lenguaje y estilo propios al momento de presentar la noticia. La propuesta funcionó muy bien, tanto en respuesta de la audiencia como de la crítica. QAP obtuvo los premios Simón Bolívar y Tv y Novelas, además de que destacó nuevas figuras que aún hoy permanecen vigentes en la televisión nacional: Paulo Laserna, Jorge Alfredo Vargas, Adriana La Rotta, Inés María Zabaraín y Ernesto McCausland, entre otros. A pesar de su éxito, este noticiero salió del aire en 1997 por decisión del gobierno nacional. · P e r i o d i s t a s ·
“Las Marías”, las damas de hierro Los nombres de María Isabel Rueda y María Elvira Samper son sinónimo de periodismo. Hablado y escrito. Esta pareja de mujeres combativas se ha visto ligada a los procesos más importantes del oficio en Colombia, ya sea a través de los periódicos, las revistas, la radio o la televisión. Lo más curioso de su historia es que María Elvira Samper y María Isabel Rueda se unieron a otros grandes del ninguna de las dos tuvo una primera periodismo para dar vida al noticiero QAP, en 1992. intención de dedicarse a la tarea de cazar noticias. Rueda empezó estudiando derecho. Samper se mativos de gran audiencia como el Noticiero 24 horas inclinó por la carrera de filosofía y letras. Pero el periodis- (Rueda) y el De las siete (Samper), y juntas le dieron mo las tentó y nunca más las dejó ir. A María Isabel la ten- vida a un tercero que cambió la manera de hacer noticias tación le llegó cuando apenas cursaba su tercer año de en la televisión: QAP. Junto con Gabriel García Márquez, estudios en leyes, el día en que un amigo le contó que Enrique Santos Calderón, Julio Andrés Camacho, para Álvaro Gómez Hurtado buscaba nuevos talentos para el enfrentar al monstruo de la radio que hacía sus primeros periódico El Siglo. Sin dudarlo, lo llamó, se ofreció para pinos en la televisión: Yamid Amat. el trabajo y él la aceptó. Apenas tenía 18 años, pero a los Una vez finalizado su noticiero, María Isabel Rueda 20 ya había sido reportera, columnista y coordinadora de incursionó en la política y se convirtió en representante una página editorial. Años después incursionó en la radio a la Cámara, mientras María Elvira Samper adquirió junto a través del programa 6:00 a.m.-9:00 a.m. de Caracol. con Gabriel García Márquez, Mauricio Vargas, Pilar CaldeLos pasos de María Elvira, aunque le permitieron rón y Roberto Pombo la revista Cambio. Hoy, la primera finalizar sus estudios, terminaron conduciéndola a la hace parte del comité editorial de Semana y conserva televisión, a la dirección del programa El juicio y en 1982 su columna en la publicación. La segunda es la editora a la redacción de la revista Semana, que a su llegada de Cambio. Sin embargo, unidas o separadas, siguen apenas iba por el tercer número. El director en aquel siendo las Marías, nombre con el que las conocieron los entonces era Plinio Apuleyo Mendoza, quien no dudó en colombianos en la etapa gloriosa de QAP, un noticiero nombrarla como su jefa de redacción. investigativo con sentido de contexto, con análisis, con Desde estas primeras experiencias las carreras de estas posiciones editoriales que lo hicieron fuerte por su fondo dos mujeres han tenido muchas coincidencias: han sido y a la vez fue un poco light en su forma. Era un noticiero colaboradoras de la revista Semana, han dirigido inforcrítico, pero con espíritu positivo.
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permite realizar informes desde cualquier ciudad, sin tener que
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Yamid Amat, el innovador empírico
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la vez estar pensando en los contenidos de su programa Reportajes Caracol, que debutó en 1987, o alternar en la presentación del Noticiero 24 horas, al lado de María Isabel Rueda, en 1988. Tres años más tarde Yamid Amat se retiró de la cadena Caracol y hacia 1992 estaba dedicado de lleno a la televisión, esta vez con su propio noticiero, CM&, con el que al cabo de cuatro años alcanzó los primeros lugares de audiencia. Le dio una imagen fresca al informativo, lo hizo ágil y volcó en él toda su experiencia noticiosa. Además, incorporó una sección ligera de noticias secretas, complementada con la imagen de una modelo exitosa que había dado sus primeros pasos como actriz: Viena Ruiz. La propuesta de “Las cosas secretas” de Viena Ruiz no sólo tuvo acogida, sino que de inmediato fue imitada por sus competidores. La radio lo recuperó en 1997, cuando como socio de Caracol creó Radionet, una cadena informativa especializada en emitir noticias las 24 horas. Un año después seguía en la emisora, pero CM& lo perdía temporalmente debido a un reto importante: el montaje de los noticieros del nuevo Canal Caracol. Después de todo por primera vez en Colombia una misma empresa debía producir tres emisiones diarias de noticias, realizadas de lunes a domingo. La prueba fue superada, ya que desde el primer día al aire se inició un continuo ascenso en la escala del rating, que colocó a Yamid Amat y su equipo por encima de sus competidores. Ha sido el promotor de grandes talentos como Daniel Coronell, María Cristina Uribe, Néstor Morales, Julio Sánchez, Juan Gossaín, Viena Ruiz, Rafael Poveda, María Isabel Rueda y otros. En el 2002 se retiró de Caracol para salvar de la crisis a su hijo consentido, CM&, afectado por los problemas de los canales públicos. A él y al Canal Uno les ha dedicado sus esfuerzos durante estos últimos años porque está convencido de que el futuro económico de estas empresas es viable. Por eso se presentó solo a la licitación que adjudicó los espacios de esta cadena desde 2004 y por diez años más. Resultó favorecido y recibió, al igual que los demás adjudicatarios, 36 horas de programación. Y desde ahora los colombianos se preguntan cuáles serán los ases que sacará de su manga este hombre, considerado el patriarca de la radio y el periodismo nacional.
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CaraCol
Ha ocupado las posiciones más destacadas a las que puede llegar un periodista colombiano: director de noticias de la cadena Caracol y artífice de 6:00 a.m.-9:00 a.m., su programa informativo bandera. Creador y director de la desaparecida emisora Radionet. También le dio vida, hizo exitoso y aún dirige en televisión el Noticiero CM&. Estructuró la red noticiosa del nuevo Canal Caracol y la posicionó entre la audiencia. Es considerado uno de los mejores entrevistadores del país y así lo ha demostrado a través de programas como Reportajes Caracol y Pregunta Yamid. Fue el primer periodista radial en recibir el premio de periodismo Simón Bolívar a la vida y obra. Y, sin embargo, la esencia de Yamid Amat no está en ninguno de esos cargos y distinciones. Él seguirá siendo sencillamente un reportero excelente. Además de su reconocida habilidad para interrogar, Amat tiene malicia, ese olfato único para descubrir dónde está la noticia y explorarla en toda su dimensión. Así lo demostró desde que escribía para el periódico El Espacio, con el seudónimo de Juan Lumumba. Por aquellos días, así como ahora, su motor de vida, su mayor satisfacción, era golpear con una primicia que nadie más tuviera, o sorprender con una pregunta incisiva a su entrevistado. Esta pasión, junto con su adicción al trabajo, marcó su estilo y lo llevó lejos en su carrera. El paso inicial lo dio en Radio Juventud, su primer empleo y al que llegó no por el deseo de ser periodista, sino por la necesidad de sobrevivir. Luego vinieron su labor como periodista de farándula, y la jefatura de redacción en El Espacio y El Bogotano. Más adelante hizo parte de la cadena Todelar. Pero el ascenso definitivo ocurrió en 1976 cuando estructuró un nuevo sistema de presentar noticias en la radio, en el que los informativos no se limitaran a la monótona lectura de informaciones por parte de un locutor, sino que incluyeran en sus contenidos crónicas, reportajes y entrevistas en vivo con personajes de Colombia y el mundo. Así le dio vida al programa 6:00 a.m.-9:00 a.m. de Caracol, al frente del cual permaneció por espacio de quince años, y se convirtió en el pionero de un formato que más adelante sería desarrollado por Juan Gossaín, Darío Arizmendi y Julio Sánchez Cristo. Sus actividades dentro de la cadena, aunque muchas y variadas, no le impidieron a este espíritu inquieto incursionar en la televisión. Mientras coordinaba su equipo de trabajo radial, bien podía a
Pilar Vélez formó parte del equipo de presentadores de CM&.
Noticiero CM&, noticias con un toque light El empresario textilero y gran amigo del expresidente Cesar Gaviria, Pepe Douer, vendió su participación en el Noticiero Criptón en 1992 para asociarse con los periodistas Yamid Amat y Juan Gossaín en una nueva aventura periodística. Fue así como se dio vida al Noticiero CM&, que innovó en varios aspectos la estructura que los informativos colombianos tenían hasta ese momento. El primer cambio notable fue en la forma: CM& desde un principio se presentó con una escenografía moderna. Además, contrató como presentadores a un periodista de trayectoria, Manuel Teodoro, y a una actriz a la que los colombianos reconocían ampliamente: María Cecilia Botero. Los dos se convertirían en los primeros nombres de una larga lista de talentos para la presentación y la reportería, descubiertos por Yamid Amat y su informativo: Manuel Teodoro, Claudia Gurisatti, Ilia Calderón, Néstor Morales, Viena
Ruiz, Carolina Angarita y Paola Turbay, entre otros. En cuanto a contenidos, las informaciones consideradas “serias” (política, economía, deportes y orden público) empezaron a ser matizadas con otras más ligeras, lo cual en 1995 dio origen a la sección “Las cosas secretas”, presentada por la modelo Viena Ruiz, la cual tuvo un éxito importante y dio pie para que otros informativos siguieran sus pasos y conservaran hasta hoy este tipo de segmentos en el cierre de sus emisiones. La propuesta del Noticiero CM& pronto obtuvo el respaldo de la audiencia, lo cual lo llevó a ocupar los primeros lugares de sintonía con un rating de 32,5 puntos. Esta tendencia se mantuvo a pesar del cambio en la dirección del informatiViena Ruiz fue la pionera vo, que estuvo en manos de reconocidos en la presentación de noticias ligeras, periodistas de prensa y televisión como con su sección “Las cosas secretas”, Mauricio Vargas, Ricardo Santamaría, del Noticiero CM&. Cecilia Orozco y Rafael Pardo. Luego de que Yamid Amat regresó a la dirección varios cambios se sucedieron en el noticiero, que desde el 2004 se emite en el horario de 9:00 a 10:30 de la noche, bajo la presentación de los periodistas Mauricio Arroyave y Bianca Gambino. Se trata de un programa interactivo que para empezar les permite a los televidentes participar en un chat que conduce un presentador con un invitado especialista en el tema que se debate. A eso le sigue la sección “Pregunta Yamid”, en la que el director invita a algún personaje de actualidad con el que dialoga por espacio de quince minutos, antes de darle paso a la emisión central del noticiero a las 9:30 de la noche. Posteriormente, se presentan otras secciones como “CM& Sports”, “Catalina de noche” y el segmento que conduce Claudia Hoyos, “1,2,3”, que es una especie de “Las cosas secretas”, pero renovado.
“Yo recuerdo que QAP (noticiero de televisión colombiano, ya desaparecido, entre cuyos socios estuvo Gabriel García Márquez) ‘nació’ con una propaganda que hacía García Márquez, diciendo: ‘Colombia va a dejar de mirarse al ombligo’; y comenzó la primera semana dándoles a ciertas noticias internacionales hasta diez minutos, lo cual era absolutamente escandaloso en este país; pero muy pronto eso se acabó, y nos volvimos a encontrar que, como en los demás, todo duraba igual pues todo es equivalente, la masacre de Mitú, que el vestido que le hizo Barraza a la reina…”. —Jesús Martín-Barbero Los medios, memoria y olvido. Medios para la paz. 19 de noviembre de 1998
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Nació en 1992 como parte de los acuerdos de desmovilización del grupo guerrillero M-19, teniendo como accionistas a los reinsertados Otty Patiño y Esther Morón. Su objetivo primordial era ser un noticiero crítico y de oposición, características que pusieron en práctica los directores que tuvo a lo largo de los cinco años que estuvo al aire: Jairo Pulgarín, Antonio Morales, Germán Castro y Margarita Mesa. Transmitido en el horario de las nueve de la noche todos los fines de semana y festivos por el Canal A, este noticiero tuvo entre sus presentadores a Gloria Cecilia Gómez y Carlos Julio Guzmán en los deportes. AM-PM era propiedad de la programadora Globo Televisión y permaneció al aire hasta finales de 1997.
Gloria Cecilia Gómez presentó AM-PM.
Claudia Hoyos, María Lucía Fernández y Margarita Ortega compartieron el set de Caracol 7:30.
Caracol :
Daisy Cañón
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Adriana Arango Llegó a Bogotá con la tarea de convertirse en la presentadora del Noticiero 24 horas en remplazo de Margarita Rosa de Francisco, el mismo día en que fue secuestrado Álvaro Gómez Hurtado, propietario del informativo: el 25 de mayo de 1988. Este hecho, sumado al clima lluvioso y un tanto lúgubre que la recibió en la ciudad, habría podido interpretarse como un mal augurio de lo que sería su carrera en la capital de la república. Pero no fue así. Porque en muy pocos años Adriana Arango se consolidó como una de las presentadoras de noticias más importantes del país, la imagen oficial del Noticiero 24 Horas durante siete años, una de las estrellas del magazín En vivo con Adriana y Darío por un lustro más (de 1995 a 2000) y más recientemente en el rostro amable del reality Gran Hermano. Ella es una de las “importaciones” del canal regional Teleantioquia, donde inició su carrera en 1987 a través del magazín De boca en boca, cuando aún estudiaba comunicación social en la Universidad Pontificia Bolivariana. Más adelante fue la presentadora del informativo Noticias del Colombiano y de allí dio el paso a 24 Horas. Los años más recientes la han visto como conductora de los programas Dónde está el amor, Telebingo, TV Hoy mujeres y Hasta ahora me desayuno.
Félix De Bedout revista Cromos
Periodista egresada de la Universidad Javeriana y especializada en dirección de televisión en el TTC de Berlín. Trabajó como reportera en el periódico El Siglo y los noticieros Contrapunto y TV Hoy. En televisión fue además jefe de investigación y subdirectora del Noticiero 7:30 Caracol y directora del noticiero 24 Horas. Cuando dejó la pantalla chica se desempeñó como editora general de la revista Cromos y fue corresponsal para América Latina de CNN en Español. Fue presidenta del CPB, secretaria de prensa del presidente César Gaviria y consultora de comunicaciones para el Plan Colombia. Actualmente se desempeña como asesora y vocera del ministro de Defensa Nacional.
·Periodistas ·
La programadora Caracol debutó en 1995 en el género de las noticias con este informativo, que se emitía de lunes a viernes, a las 7:30 de la mañana, por el Canal Uno. Contó con la producción general de Ramón Jimeno, la dirección periodística de Diana Montoya y la presentación de la actriz Margarita Ortega, quien más adelante estuvo acompañada por Claudia Hoyos. A pesar de la tendencia generalizada de su horario por trivializar la noticia, Caracol 7:30 continuó aferrado a una estructura noticiosa seria y tradicional. Así lo hizo Montoya y de igual manera lo conservó Daisy Cañón al asumir la subdirección del informativo. La propuesta les gustó a los televidentes y en cuestión de pocos meses el programa ocupaba el primer lugar de audiencia en la franja de la mañana, el cual conservó hasta que salió del aire en 1998.
revista Cromos
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CaraCol
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Noticiero AM-PM
revista Cromos
N o t i c i e r o s d e l o s n ov e n ta
Ximena Aulestia, Félix De Bedout y Édgar Perea conformaron el equipo que estuvo frente a las cámaras de NTC.
Noticiero NTC Nació en 1992, gracias a la unión de esfuerzos de dos veteranos del periodismo colombiano: Daniel Coronell, su director, y Guillermo “La Chiva” Cortés, su primer gerente. Conservando un formato tradicional pero dándole gran importancia al rigor periodístico y a la investigación, NTC desde su primera emisión obtuvo una audiencia de 48 puntos de rating, que lo consolidó como uno de los informativos más vistos por los colombianos, con la presentación de Adriana Eslava, Félix De Bedout y Édgar Perea. En 1996 empezó a emitir desde su propio estudio, ya con la incorporación de la ecuatoriana Ximena Aulestia en su equipo de presentadores. En el 2001 el Noticiero NTC finalizó como tal para darle paso a Noticias 1, informativo que nació de su fusión con el Noticiero de las 7 y que continuó en el aire después de la última licitación que abrió el gobierno para la nueva programación con que contó el Canal Uno a partir del 2004. En el 2003, Noticias 1 ganó los premios India Catalina a mejor noticiero y mejor presentadora, para María Cristina Uribe.
A pesar de que su meta siempre fue ser periodista, su “pinta” le sirvió para que le ofrecieran contratos de modelaje y actuación en su Medellín natal. Pero la reportería pudo más y por eso rechazó estos ofrecimientos para convertirse en corresponsal del Noticiero Cinevisión. A este cargo llegó después de estudiar comunicación social en la Universidad Bolivariana. Dos años permaneció en el informativo, hasta que en 1989 decidió aceptar la propuesta del Noticiero Nacional, primero de hacer informes desde Medellín y posteriormente de radicarse en Bogotá para hacer parte de su equipo de planta. Un año después ya era el presentador del informativo, del que se retiró en 1992 para presentar el Noticiero NTC. Dirigió este espacio en 1999 ante la partida temporal de Daniel Coronell para el Canal RCN. También presentó los programas Félix noche, que recibió un premio de periodismo Simón Bolívar, y Reportaje al misterio. Ganador además del premio India Catalina, Félix es hoy uno de los conductores de Noticias Uno y hace parte del programa radial La W.
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N o t i c i e r o s d e l o s n ov e n ta Noticiero Hora Cero
Algunos de los miembros del primer equipo de periodistas de RCN 7:30, en consejo de redacción, planeando la emisión.
RCN : Empezó a emitirse en 1995 en el horario de lunes a viernes, a las 7:30 de la mañana, por el Canal A. Dirigido por Heriberto Fiorillo, inicialmente tuvo como presentador a Fernando González-Pacheco, quien más que presentar comentaba las noticias. Después de un breve paso por la dirección del periodista Rodrigo Beltrán, en el que la farándula y el escándalo se apoderaron de los contenidos del espacio, el informativo dio un giro bajo la tutela de Bernardo Vasco, quien implantó los informes especiales, una mayor presencia de la noticia regional y un análisis noticioso semanal a cargo de Juan Lozano. RCN 7:30 se relanzó con la participación de Juan Gossaín desde el máster de la cadena radial RCN, bajo la dirección de Darío Fernando Patiño, y con María Andrea Vernaza y Vicky Dávila en la presentación y se mantuvo al aire hasta que se estrenaron los canales privados, en 1998.
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Yolanda Ruiz
María Elvira Arango
Adriana La Rotta
Un día antes del 12 de noviembre de 1991 le avisaron que sería la nueva presentadora del Noticiero Nacional. Venía de trabajar en la radio e incluso había realizado algunas notas para este informativo, pero nunca se imaginó llegar al set de presentación. Su trayectoria periodística se inició haciendo prácticas en la cadena RCN. Más adelante fue reportera en Todelar y jefe de redacción de la revista Cromos. Su arribo al Noticiero Nacional la consolidó como una de las mejores presentadoras de noticias en la pantalla chica. En 1998 pasó a formar parte de En vivo 9:30 y, cuando éste finalizó, regresó a su viejo amor: la radio. Hoy hace parte del grupo de trabajo de Caracol Radio y el programa Hora 21.
Los colombianos la conocieron a finales de la década de los ochenta como presentadora del Noticiero 24 horas, en el que venía trabajando como reportera. El estilo y la credibilidad de esta comunicadora social egresada de la Universidad Javeriana le permitieron ser nominada al premio Simón Bolívar en los años 1991 y 1992 como mejor presentadora de noticias. Tras su salida de este informativo su carrera se diversificó, ya que trabajó tanto en televisión como en radio. Fue presentadora de los noticieros CM&, RCN y CBS Telenoticias, a la vez que corresponsal en Miami y Londres de los programas radiales Viva FM y La FM. Actualmente hace parte del grupo de trabajo del espacio radial La W.
María Elvira Samper, una de las directoras del Noticiero QAP, le propuso que presentara una prueba para el informativo. Adriana accedió y al mes ya estaba confirmada como el rostro de las noticias en QAP, junto con Paulo Laserna. Tenía experiencia como reportera, ya que después de graduarse como comunicadora social de la Javeriana trabajó en el periódico El Espectador y en los noticieros Noticias Uno y De las siete. Gracias a su labor obtuvo el premio Simón Bolívar como mejor presentadora de noticias y revelación del año. En 1993 dejó el noticiero y se radicó en Brasil para más adelante trasladarse a Estados Unidos, donde vive actualmente.
El empresario Guillermo “La Chiva” Cortés, quien se había iniciado en la televisión comprando a finales de los setenta la empresa THOY, propietaria del noticiero NTC, fundó en 1996 a CPS, una compañía a la cual le fue adjudicado espacio para un noticiero. Así nació Hora Cero, que se transmitía los fines de semana y festivos de 9:00 a 9:30 p.m. por el Canal A. Sus directores fueron Jaime Flórez, a quien le sucedió Cecilia Orozco, luego Felipe Zuleta y finalmente William Parra. La presentación estuvo a cargo de María Elena Döering, Kenny Delgado y Octavio Mora en los deportes, y más adelante de Maritza Rubio y Adolfo Pérez. Debido a la crisis de los canales públicos, el noticiero salió del aire en marzo de 2003.
En vivo : Nació en 1997, en el horario de lunes a viernes, a las 9:30 de la noche, y a los pocos meses de estar al aire ocupaba el tercer lugar de audiencia. Para 1998 era el noticiero más visto por los colombianos, con un rating de 25 puntos. Se creó con la intención de interpretar el sentir de la comunidad y ahondar en el aspecto humano de las noticias. Todo apoyado en la dirección de Javier Ayala, la credibilidad como presentadora de Yolanda Ruiz y el arrastre de las telenovelas del Canal A, que para ese año eran líderes en sintonía. Sin embargo, a medida que los canales privados fueron tomando fuerza, En vivo 9:30 se debilitó y sufrió una grave crisis financiera. Salió del aire en el 2001. · Otros noticieros · 3NC Noticias de Señal Colombia, 1992. Buenos días Colombia de Televideo, 1995. Telematinal de GOS Televisión, 1995. Uninoticias de Unitv, 1997. · O t r o s Ángela Sanmiguel por Noticias Uno. Otto Gutiérrez por TV Hoy. William Calderón por Colombia 12:30. Cecilia Orozco por el Noticiero de las 7. María Beatriz Echandía por el Noticiero Nacional. Jorge Enrique Botero por el Noticiero 24 Horas.
Amenaza a la prensa La de los noventa fue una década oscura para la libertad de prensa en Colombia. Si bien en etapas anteriores las amenazas, atentados, asesinatos y censura también habían estado presentes en la ejecución del oficio, fue en este decenio cuando se incrementaron, a consecuencia del auge de actividades al margen de la ley, como el narcotráfico, la guerrilla y el paramilitarismo. Si en los ochenta un acto como el asesinato del periodista Guillermo Cano causó conmoción y originó marchas de protesta, a partir de los noventa y hasta el día de hoy estos actos criminales se convirtieron en pan de cada día. Los mismos periodistas deben registrar informaciones que hablan sobre las violaciones cometidas contra sus compañeros: el asesinato de Amparo Leonor Jiménez, corresponsal en Valledupar de los noticieros QAP y En vivo 9:30; el secuestro de Azucena Liévano y Diana Turbay, que concluyó con la muerte de esta última; el viaje sin regreso de los más de quince comunicadores colombianos que, de acuerdo con las cifras de la Sociedad Interamericana de Prensa, han debido marcharse al exilio para salvar sus vidas; el crimen contra Jaime Garzón y Jorge Enrique Pulido, las bombas frente a emisoras de grandes cadenas y otras de provincia, los petardos cerca de los canales de televisión… Esta situación ha llevado a Colombia a ocupar el tercer lugar en América, en número de asesinatos a periodistas. Incluso, algunos medios de comunicación se han visto obligados a suprimir corresponsalías en regiones consideradas de alto riesgo, lo que va en directa contravía con el derecho y el deber de informar. Pero es una situación difícil cuando este derecho y este deber deben convivir con la posibilidad de la muerte.
p e r s o n a j e s · Janeth Hinostrosa por el Noticiero Colombia 12:30. Francisco Javier Díaz por el Noticiero TV Hoy. Mauricio vargas por el Noticiero CM&. Ximena Aulestia por el Noticiero NTC. Manuel Teodoro por el Noticiero CM&. Carlos Eduardo Ramírez, presidente del Noticiero CM&.
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Tribunal del deporte Lo creó y dirigió David Cañón en los años setenta. Era un simulacro de un juicio a un personaje reconocido del deporte nacional. En el estudio se improvisaba un tribunal con un fiscal acusador, un abogado defensor, el acusado y un jurado compuesto por tres estudiantes de derecho. En algún programa juzgaron al presidente del Comité Olímpico Colombiano, Mario García García, por el mal manejo del deporte colombiano y su juicio se extendió durante más de cinco emisiones. Para el día del fallo, García llevó a su familia al estrado y cuando salió inocente celebraron como si realmente hubieran tenido intenciones de llevarlo a la cárcel. En otra ocasión llevaron a Bernardo Caraballo y lo juzgaron por borracho y mujeriego. Cuando el fiscal lo tenía acorralado con las preguntas, Caraballo se levantó de la silla y les gritó a las cámaras que no lo molestaran porque Mochila Herrera tenía más mujeres y más hijos regados que él. Tribunal del deporte ganó dos premios Antena en el año 1975.
· P r e s e n t a d o r e s ·
Carlos Arturo Rueda, todo un campeón “Saludos, fanáticos del deporte”. Esta frase fue el caballo de batalla del narrador deportivo que con su alegría y potente voz le dio un vuelco a este ofi cio en Colombia. Su nombre era Carlos Arturo Rueda C., pero para sus amigos y el público que seguía fielmente sus transmisiones, era sencillamente El Campeón. Nació en Costa Rica y llegó a Carlos Arturo Rueda C. y la mascota de la Colombia en 1933, después de VIII Vuelta a Colombia. pasar por Venezuela, Puerto Rico y Ecuador buscando consagrarse como estrella del boxeo. No lo consiguió así que puso su voz al servicio del deporte y le dedicó a la locución 62 años de su vida. Los colombianos lo escucharon por primera vez en 1938, durante la transmisión de los Juegos Bolivarianos que se desarrollaban en la ciudad de Bogotá. Rueda era el suplente en el micrófono del locutor peruano Juan Cedón, quien en un intermedio se pasó de copas y le cedió su lugar. Carlos Arturo se robó el show y Cedón, que lo había escuchado, renunció de inmediato diciendo: “Yo sobro aquí porque ustedes tienen el mejor locutor deportivo de toda América”. Hasta ese momento las narraciones deportivas eran distantes y un tanto monótonas. Pero con Carlos Arturo Rueda se hicieron emocionantes y divertidas. Con razón se decía de él que era el único campeón al que no se podía derrotar. Su consagración defi nitiva llegó en los años cincuenta cuando emprendió la tarea de narrar la Vuelta a Colombia. Después de transformar la narración deportiva en la radio dio el salto a la televisión, para la cual realizó el programa Campeones en acción y más adelante presentó los deportes en el Noticiero 24 Horas. En 1990 se retiró de los medios de comunicación y en 1995, a la edad de 87 años, falleció. · P r e s e n t a d o r e s ·
David Cañón David Cañón Cortés se inició en los medios de comunicación en 1961 colocando los backings en los estudios de Inravisión para la grabación de publicidad de la agencia CPB. En uno de esos comerciales conoció a Alberto Piedrahíta Pacheco, quien lo vinculó a la radio después de enseñarle locución. En 1969 tuvo la oportunidad de leer flash informativos de 30 segundos en televisión, lo que le abrió las puertas para trabajar al lado de Arturo Abella en el noticiero Telediario. Después de esta experiencia se vinculó con el Pool de programadoras integrado por Punch, RTI y Caracol, y participó en las transmisiones de los Juegos Nacionales y de los Panamericanos, junto a Édgar Perea, Fernando González-Pacheco y Carlos Arturo Rueda, entre otros. Hasta que comenzó la década de los ochenta coordinó y narró los mundiales de fútbol, incluido el del 82 en España. Igualmente, las copas Libertadores en que los equipos colombianos participaron. Hoy se le recuerda en la presentación de algunos programas deportivos como Fútbol, el mejor espectáculo del mundo y en las memorables transmisiones de la Vuelta a España de 1987, donde Lucho Herrera resultó vencedor, y la del Tour de Francia, en la que Fabio Parra quedó de tercero. Actualmente está dedicado a la gerencia nacional de deportes en la cadena RCN.
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Desde los primeros años de la televisión colombiana, cuando ésta empezó a entregar nuevas opciones a los televidentes, el contenido deportivo hizo su aparición dentro de las parrillas de programación. En esos inicios, y como todavía hoy sucede, el deporte aparecía principalmente a través de las secciones de los noticieros y de la transmisión de eventos, pues los programas especializados eran y siguen siendo escasos. Aparte de Telehipódromo, una producción que transmitía las carreras de caballos desde el Hipódromo de Techo junto con intervenciones musicales, la primera emisión del género Con el Mundial de Fútbol México 1970 la historia netamente deportivo fue la de las transmisiones llegada de la VII Vuelta a Codeportivas en Colombia lombia en bicicleta a la capital cambió: la imagen llegó en 1957. A ella le seguirían nítida por primera vez y veladas de boxeo y lucha libre la presencia de cámaras ubicadas estratégicamente desde el Coliseo El Campín permitió presentar ángulos y las Eliminatorias del Camdistintos y encuadres peonato Mundial de Fútbol de renovadores, además 1958, en Suecia. de la repetición de las También en aquel entonces, jugadas más emocionantes. desde la Plaza de Toros, Punch También se usó el sonido del partido con micrófonos transmitió en remoto una cerca de la cancha que famosa corrida del torero Luis dejaron escuchar hasta Miguel Dominguín, acompa- el choque de los guayos ñado por Pepe Cáceres y César contra el balón. Después de la emisión del primer Girón. Los primeros prograpartido entre la Unión mas deportivos, incluidos Soviética y México, que se vio en televisores públicos Interbarrios de Boxeo, Noche y en los pocos privados que de campeones y El bar Dorada existían, los colombianos (especie de magazín que insalieron a los almacenes formaba sobre los resultados de electrodomésticos y de las carreras de caballos), agotaron las existencias de telerreceptores. estaban a cargo de figuras que, como Jorge Antonio Vega, Fernando Franco, Gabriel Muñoz, Armando Moncada, Mike Schmulson, Julio Arrastía Brica y Carlos Arturo Rueda, provenían de la radio. Ya en los años sesenta se le dio espacio al boxeo en el programa Campeones en acción, que permaneció catorce años al aire. Aunque su objetivo era el deporte en el ring, algunas veces se transmitieron partidos de microfútbol, baloncesto y tenis de mesa. De estos primeros años se recuerdan otros espacios, como Telebox, Deportes de los viernes, Momentos trágicos del deporte, Teledeportes y Básquetbol, Noticiero deportivo León y Campaña y Reportero deportivo Cauchosol.
Fue el programa deportivo más exitoso de la programadora Punch. En él se invitaba a deportistas aficionados para que demostraran sus destrezas en disciplinas deportivas. Empezaron con el boxeo en un cuadrilátero adaptado en los estudios de Inravisión con toda la reglamentación olímpica del deporte, que incluía protectores en la cabeza y la boca, además de los guantes. La única diferencia era que la pelea sólo constaba de tres rounds. Después llevaron equipos de microfútbol, baloncesto y hasta tenis de mesa. En sus comienzos fue dirigido por Pacheco y animado por Carlos Arturo Rueda, quien luego asumió la dirección. Rueda, en su afán por involucrar nuevos deportes, vinculó al programa a periodistas especializados en otras modalidades como Alfredo Guevara, Gonzalo Amor y Casasbuenas Luque, algunos de los cuales trabajaban en la sección deportiva del Noticiero Suramericana. Campeones en acción se estrenó en 1960 y duró catorce años al aire, transmitiéndose los sábados de tres a cinco de la tarde.
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Sobra la afición, escasea el rating
Campeones en acción
CaraCol
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Hernán Peláez
tele deportes
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Adolfo Pérez
zona / daC
Fútbol, Sin embargo, todas estas emisiones de contenido deportivo el mejor espectáculo tenían en contra que la imagen era muy defectuosa y los movidel mundo mientos de cámara muy precarios. El público prefería acudir per- Se realizó entre 1977 y 1982. Alberto Piedrahíta Pacheco y David Cañón, sonalmente al coliseo, al estadio o a la avenida, que ver la transsus creadores, directores y presenmisión por televisión. Fue hasta 1970, con la señal del Mundial de tadores, compraron los derechos de los diferidos del fútbol brasileño, México, que ésta se vio nítida y logró cautivar a la audiencia. argentino, italiano y alemán. Entre Al año siguiente, ya instalada la estación terrestre de Cholos dos escogían el partido que iban a presentar durante cada emisión. contá, las transmisiones se internacionalizaron, gracias a que el No lo emitían completo, sino que Pool conformado por las programadoras RTI, Punch y Caracol hacían un resumen de una hora y media de duración. Este programa ingresó a la Organización de Telecomunicaciones Interamealcanzó el mayor índice de sintonía ricana (OTI) y se tuvo acceso al satélite. En ese mismo 1971 se de su época: 70 puntos de rating. Su éxito, según Cañón, se debió a que transmitieron los Juegos Panamericanos en Cali, señal que fue fue el programa que les mostró a recibida en 22 países. Fueron quince emisiones, cada una con un los colombianos cómo se jugaba el promedio de más de once horas de duración, que le valieron a la fútbol fuera de Colombia. programadora Punch los premios Ondra de oro y Guacaipuro de Venezuela. A finales de los setenta un programa llamado Fútbol, el mejor espectáculo del mundo, dirigido por David Cañón y Alberto Piedrahíta Pacheco, tuvo bastante acogida pues era el condensado de un partido de fútbol de la liga brasileña, argentina, italiana o alemana, las más llamativas en esos años ya que todas las grandes figuras del balompié jugaban en sus cuadros. En los ochenta los programas deportivos escasearon. Salvo la Teledeportes presencia de Teledeportes, uno de los veteranos dentro del género, Ha sido el programa de más recordación en las últimas dos décadas. Cromadeportes, Notideportes, El maravilloso mundo del deporte, Empezó en 1987 por idea de Álvaro Deportivo Caracol y Goles y más goles, este tipo de producciones García, quien quiso retomar la propuesta del primer Teledeporbrillaban por su ausencia debido a su escaso rating, que podía tes, realizado en los sesenta por ir de 4,6 a 17 puntos según el grado de acogida entre el público. Armando Moncada Campuzano. Sus presentadores fueron Hernán De otro lado, la escasa oferta de programas se caracterizaba por Peláez y Carlos Antonio Vélez, centrar el 80% de sus contenidos en el fútbol, ignorando otras quienes en cada emisión adoptaban posiciones encontradas, las cuales disciplinas. daban lugar a una polémica inteYa para los noventa los deportes prácticamente dejaron de te- resante a los ojos del público. Se transmitía los viernes a las 8:30 de ner su espacio particular en la pantalla chica (con excepción de la noche y las grabaciones se hacían TV Deportes, programa de diez minutos de duración presentado los lunes en la mañana. A pesar de que Teledeportes contaba con por César Augusto Londoño) y quedaron relegados al cubrilos libretos de Gabriel Villalobos, miento de los noticieros nacionales. Éstos, sin embargo, hicieron buena parte de su éxito se debía a la improvisación de los presentadores. inversiones millonarias para llevar a los colombianos los detalles El programa finalizó en 1991 por de eventos tan importantes como el Mundial USA 1994. causa del racionamiento de energía.
Su trayectoria suma 36 años de labor periodística en prensa, radio y televisión. Esa pasión por el deporte, que en su adolescencia lo llevó a convertirse en jugador de fútbol y participar en los Juegos Universitarios de Pereira, no sólo lo hizo destacarse como uno de los mejores, sino que lo alejó de la profesión que estudió: ingeniería química. Y eso que la ejerció durante diez años, pero un buen día decidió que los medios eran lo suyo y se dejó definitivamente de ella. En televisión ha desarrollado una trayectoria como comentarista de deportes en el noticiero Nacional y presentador en Noticias 1, tanto el de Intervisión como el de la Red Independiente, y en el programa Teledeportes. Además, en 1992 se inicia como conductor del espacio de humor más exitoso de la radio colombiana: La Luciérnaga.
Caleño, en sus años mozos fue violinista y soñó con convertirse en músico. No lo hizo. En su lugar se hizo periodista e inició una carrera en televisión como parte del grupo de trabajo del Noticiero Nacional. Posteriormente creó el programa Chispitas, por el cual recibió el premio Simón Bolívar en la categoría de mejor espacio de periodismo deportivo, y presentó los deportes en el Noticiero de las 7. Cuando en 1993 nació el formato del Gol Caracol fue contratado como comentarista de los partidos de fútbol. Actualmente es uno de los presentadores de CM&.
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William Vinasco Ch. y Adolfo Pérez en Gol Caracol.
CaraCol
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Édgar Perea A sus 64 años este locutor deportivo tiene forjado un nombre como uno de los mejores en su campo. Nació en Quibdó, pero creció en Cartagena y desarrolló su trayectoria en los medios de comunicación de Barranquilla, donde se caracterizó por su estilo aguerrido y frentero a la hora de narrar los partidos de fútbol. Esto lo convirtió en un líder de audiencia a través de los micrófonos de la cadena Caracol. En 1992 llegó a la televisión nacional como presentador de deportes en el noticiero NTC Noticias y en 1998 se lanzó en campaña política para el Senado de la República. Obtuvo su curul, pero la Corte Suprema de Justicia le retiró su investidura por alternar su actividad en el Congreso con el periodismo. Regresó a la radio y en el año 2003 se candidatizó a la alcaldía de Barranquilla, pero no resultó elegido.
álbum hugo pérez
E l ta l e n t o d e l o s c i n c u e n ta
Las figuras más recordadas Más que los equipos y la tecnología que la soportan, las bases de la industria de la televisión en Colombia descansan sobre los hombros de las personas que han trabajado en ella a lo largo de estos cincuenta años. A través de las páginas de este libro se habla no sólo de los directores, los libretistas y los actores que han hecho memorables algunos de los programas que todavía los colombianos recuerdan, sino de los empresarios que han puesto su ingenio y tesón para crear empresa. Pero también de los técnicos y demás personal que ha hecho posible que tanto las empresas como los productos sean una realidad, esa que ha ido retratando lo que pasa en el país y rastreando las huellas que sus gentes han dejado en los más diversos ámbitos de la vida nacional. Retratos que quedaron impresos en los espacios que han llenado año tras año las parrillas de programación. En las siguientes páginas exaltamos, década tras década, a o técnicos, sin los cuales la televisión no habría pasado a conver-
Grupo de actores entre los que se encuentran Ana del Val, Tina Elba, Elsa Aldao, Carmen de Lugo, Eduardo Olaya, Jaime John Gil, Guillermo Gálvez, Chichi Valdivieso y Hugo Pérez.
tirse en uno de los medios de comunicación con mayor penetra-
Álvaro Monroy Guzmán
ción dentro de los hogares colombianos. Comenzando por la década de los cincuenta cuando surgió el primer grupo que conformó la planta de la Televisora Nacional, gente que venía principalmente de la radio —tanto actores como periodistas y locutores— y del teatro. Eran profesionales con mística que a fuerza de trabajo duro, pero también de cometer errores, aprendieron cómo era esa labor de hacer televisión y sentaron las bases para lo que harían las generaciones venideras. Siguiendo con la década de los sesenta, en la que se continuó
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el trabajo de los primeros años, al tiempo que entraban otros personajes quienes llenaban la demanda surgida por el aumento en el número de horas de programación y de empresas. Los setenta fueron la década en que surgieron figuras que consolidaron una importante trayectoria en la televisión y que constituyen hoy en día la nómina de veteranos, tanto en la parte técnica como artística. Los ochenta fueron los años en que la televisión les abrió sus puertas a los actores naturales, figuras que no tenían ninguna preparación en la materia, pero que se incluían en los elencos de los programas por su buen registro en la pantalla y los deseos de experimentar que tenían los directores y libretistas. Este esquema de darles cabida a nuevas caras se hizo más y más frecuente durante la década de los noventa. Un esquema que no sólo se implantó en los programas dramatizados, sino en otros géneros en donde figuras del modelaje y otros escenarios se convirtieron en las fichas claves para hacer más vendedoras las ofertas televisivas. Aunque en este salón de la fama no están todos los que son, los que aparecen son definitivamente aquellos personajes sin cuyo registro esta historia estaría incompleta.
CírCulo Colombiano de artistas (CiCa)
otros de los actores de esta historia, llámense artistas, periodistas
Alejandro Michel Talento Chileno productor y animador de espacios infantiles en los primeros años de la televisión, medio al que llegó luego de trabajar en la emisora Nuevo Mundo. Sus más afamados programas fueron El club del tío Alejandro, el cual se transmitía diariamente y tenía varias secciones con canciones, consejos y juegos para los niños, y Telecirco, que era la transmisión a través de la pantalla chica de todo lo que pasaba en un circo, con malabaristas, payasos y demás actos. Con estos programas se convirtió en un ídolo de los niños, además de recibir muy buena crítica por parte de los medios. El diario El Espectador, por ejemplo, decía que El club del tío Alejandro era uno de los mejores programas de la televisión. Por este espacio, igualmente, se hizo merecedor al premio Nemqueteba en 1959. Luego de algunos años de permanencia en Colombia, Michel Talento volvió a su país natal.
Animador de buena parte de los programas de los primeros días de la televisión. Venía de la radio, negocio en el que fue dueño de varias emisoras. En ese medio comenzó desde abajo, siendo control y, poco a poco, escaló peldaños hasta convertirse en director de la emisora Nuevo Mundo, cargo en el que fue nombrado por Fernando Londoño Henao, a principios de los cincuenta. Como tal, trabajó durante cuatro años y de allí saltó a la televisión como uno de sus presentadores estrella. Uno de los programas que animó fue el concurso Signo y fortuna, en compañía de Alí Humar, así como algunos de los que producía el canal Teletigre.
Augusto El Pana Meléndez Barranquillero que hizo la tramoya del primer programa que se transmitió en televisión. Fue auxiliar de cámara, coordinador y finalmente productor, por cuyo trabajo fue destacado en 1958 por el diario La República como “un cipote productor”. Al Pana lo bautizó así Carlos Pinzón, con quien hizo dupleta en varios programas de los primeros tiempos de la pantalla chica. Amante de las carreras de caballos, tuvo el gusto de ser uno de los productores del famoso programa Telehipódromo, el primero hecho a control remoto en nuestra televisión. El Pana era un innovador y le sobraban agallas para experimentar planos y encuadres en los diversos programas que pasaron por sus manos.
Carmen de Lugo Anuncia Pereiro de Romero, su verdadero nombre, nació en España y llegó a Colombia siendo aún muy joven. Conoció al que sería su esposo, Bernardo Romero Lozano, en una pensión que tenía su madre en Bogotá y a la que había ido a dar el por entonces aspirante a director de orquesta. Más tarde él la llevaría al mundo artístico del que estaba rodeado, y se convertiría en uno de los miembros del grupo de radioactores de la Radiodifusora Nacional, y luego de la Televisora, donde participó en muchos de los teleteatros que se hicieron en la época, como Dos rostros, una vida, Crónica de un amor y Un día en la gloria. En 1957 recibió el Nemqueteba de plata como mejor actriz nacional. En febrero de 1986 murió en su ley, ya que aún se encontraba trabajando en la televisión, interpretando a Mónica, la abuela de la familia Vargas en Dejémonos de vainas.
Guillermo Rubiano
Argentino encargado de montar el departamento de escenografía y vestuario de la Televisora Nacional. Él venía de ser el vestuarista del Teatro Colón de Buenos Aires, en donde era un personaje muy importante. En Colombia también enseñó en la Academia Juvenil de Artes Escénicas del profesor Pulido Téllez. Dada su trayectoria, el trabajo que hizo en la pantalla chica tenía un lenguaje muy teatral, y luego de 1957 volvió a las tablas.
Colombiano Adaptador de la vida de grandes hombres (Richelieu). En el 57 recibió el premio Nemqueteba de plata como mejor musicalizador. Según el diario La República, el mejor libretista de 1959. Venía de la radio, donde se desempeñaba como musicalizador, pero también como director y, una vez en la televisión, pasó a dirigir teleteatros. Hizo por más de tres años el programa Grandes hombres de la historia, dirigido y escrito por él, en el que se dramatizaban las vidas de personajes importantes. Dirigió también varias de las obras teatrales de Buenas noches domingo, programa producido por Punch. También fue actor de teleteatros como Por qué se quitó Juan de la bebida, La mar oceána y Prohibido suicidarse en primavera. En la década del sesenta trabajó en Teletigre como jefe de estudios y luego de que cerraron este canal se retiró de la televisión.
Director y libretista a quien se le recuerda porque hizo trabajos muy buenos en Colombia antes de radicarse en Brasil en los sesenta. Fue el primero que hizo simultáneamente la dirección de cámaras y la dirección artística, a diferencia de lo que hacían Bernardo Romero y Manuel Medina Mesa, que se dividían estas funciones. Era actor de radio y luego pasó a escribir y adaptar obras para televisión. Se fue muy rápido para la televisión de São Paulo, gracias a que la televisión colombiana pronto cogió buena fama y unos brasileños vinieron a buscar gente para armar su propio equipo de profesionales. En 1957 Rubiano recibió el premio Cámara de plata como mejor director.
Manuel Drezner
CírCulo Colombiano de artistas (CiCa)
Gonzalo Vera Quintana
álbum maría CeCilia botero
Cesáreo Muñoz Mora
el espeCtador
E l ta l e n t o d e l o s c i n c u e n ta
Desde los primeros días de la televisión y por espacio de once años dirigió programas, como los teleteatros que se transmitían los jueves. Entre otros, dirigió y adaptó para televisión obras como Las brujas de Nueva York, Muy graciosa farsa de Micer Patelin, Los intereses creados, Antígona y Las bodas de Fígaro. Fernando Gómez Agudelo fue quien lo invitó a hacer parte de aquel equipo de pioneros. Hoy en día pertenece a la nómina de El Espectador, donde escribe críticas sobre teatro y cine.
Érika Krum
Julio Echeverri Saavedra
Cuando era apenas una niña empezó su carrera como bailarina de ballet y música folclórica. A los doce años, siendo corista de primera fila en los teatros Municipal y Colón, un día le dieron la oportunidad de actuar en un sketch. De ahí nació su trayectoria como actriz de teatro que luego continuaría en la radio, en emisoras como La Voz de la Víctor. Una vez inaugurada la televisión pasó a desplegar su talento en el nuevo medio, dirigida por maestros como Bernardo Romero Lozano, Fausto Cabrera, Manuel Drezner y Paco Barrero. De esos años le quedan recuerdos como el teleteatro La Gaviota de Anton Chejov, pero también la Cámara de plata, premio que ganó en 1957 como mejor actriz. Ya en el 65 pasó a trabajar a Todelar, donde estuvo por espacio de quince años haciendo seriados tan conocidos como Kalimán. Luego de que Felipe González la llamara, volvió a la televisión a formar parte de los elencos de las telenovelas Detrás del muro y Rojo y negro, y de seriados como Las señoritas Guitiérrez, entre otros. Pero como muchos colombianos más la recuerdan es en el papel de la tía Loly, que interpretó por espacio de quince años en la comedia Dejémonos de vainas. En la actualidad está retirada de la actuación.
Directivo de publicidad paisa y luego director de cámaras, que desapareció después de que se acabó la televisión estatal. En una época hizo el control de lo que salía al aire, una especie de censura de los contenidos. En 1957 recibió el premio Cámara de plata como mejor director. En tal condición estuvo al frente de exitosos montajes como el de El abanico de lady Windermere, basado en la obra de Óscar Wilde. También adaptó obras como El cartero del rey.
álbum Fernando gómez agudelo
Maruja Toro
Luis Fonseca Truque Libretista y director de dos programas del principio de la televisión: Mares y marinos de Colombia, donde se contaban historias de altamar, y Alain Duguet, una especie de dramatizado de suspenso que contaba las historias de un marinero y sus aventuras por el mundo. Fonseca narraba las historias de mar, a manera de cuentero y un grupo de actores, entre los que se contaba Rebeca López —donde hizo sus pinitos—, interpretaba lo que él iba narrando. Estos trabajos lo hicieron merecedor del Premio Nemqueteba de plata en 1957, como mejor libretista.
Además de una importante trayectoria en radio y teatro, que incluyó su paso por las emisoras Ecos del Combeima, Nuevo Mundo y Nueva Granada, participó en las primeras épocas del teleteatro en la televisión colombiana en producciones como La comedia y más adelante en Teatro Popular Caracol. También hizo parte del elenco de las telenovelas Lejos del nido, Un largo camino y Los novios. Falleció el 4 de junio de 1980, a la edad de sesenta años.
José Caparrós Español que hizo parte del grupo de actores de los primeros años. Participó en teleteatros como El matrimonio, Los bajos fondos y El padre de la novia. También escribió los libretos de teleteatros como El abanico de lady Windermere, basado en la obra de Óscar Wilde, y dirigió la famosa serie de suspenso El inspector Darley. Después de recibir el premio Nemqueteba a mejor director, en 1958, se desvinculó del medio.
Miguel Ayuso Español republicano, que vino a Colombia refugiado de la guerra. Aquí la televisión lo recibió gracias a su experiencia como director de teatro. Fue el primer jefe de producción y de estudios de la Televisora Nacional, cargo al que renunció a mediados de 1957 para dedicarse a la producción y dirección de programas. Ese mismo año recibió el premio Nemqueteba de plata como mejor director de teatro infantil. Posteriormente tuvo una columna en El Tiempo, donde hacía crítica de televisión y teatro. Estando allí, creó los premios que por algún tiempo el diario otorgó a los artistas y programas de televisión.
· Otros personajes · Ana Mojica por los teleteatros Un día en la gloria y Doña Inés vuelve al convento. Premio Nemqueteba de oro en 1959 como mejor actriz. Betty valderrama, considerada como la mejor teleactriz de 1958. Dionisio Kammanel, premio Nemqueteba de plata en 1957 como mejor luminotécnico. Fabio Camero por los teleteatros La mar océana y El pastor y el filósofo. Fernando Laverde, por la dirección de cámaras del teleteatro Puños de oro. Gladys Anzola, presentadora de musicales y luego de comerciales. Hernando Téllez por el primer comercial que se hizo para televisión. Jorge Antonio vega, uno de los mejores locutores y presentadores de la época. José Nieto por la presentación del Noticiero Suramericana. Julio Nieto Bernal, premio Nemqueteba en 1957 como mejor narrador al servicio de Atlas Publicidad. Jimmy García por la codirección de El mundo al vuelo. Luis Linares por Cuántos locos hay en el mundo y Prohibido suicidarse en primavera. Marcos Tychbrojher, premio Nemqueteba en 1957 como mejor director por Historias intrascendentes. Eduardo Camargo Gámez, por la dirección del Noticiero Telemeridiano. Miguel Rodríguez, premio Nemqueteba de plata como mejor productor en 1957. También los actores Mábel Jaramillo, Maruja Yepes, Jaime John Gil, Pedro Martínez, César Borrero, HHelena Montalbán, Karina, Mary Carmen Gordon, Alejandro Barriga, Lolita Villaespesa, Maruja Orrequia, Dorita Castellanos, Teresa Restrepo, Elsa Roy, Miguel Ángel Vanegas, Stephan Proaño, Paco Barrero y Lyda Zamora, y los directores de cámara Carlos Uribe Díaz, Óscar Zuluaga, Horacio Torres, Hernán Villa, Hernán Estrada y Manuel Franco. José Abel Díaz, coordinador de Inravisión.
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Fernando Soto Aparicio
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La vena literaria del escritor colombiano se hizo presente desde su tierna infancia. A los nueve años prefería visitar la biblioteca de su padre, a divertirse con los juegos habituales de los niños de su edad. Era frecuente verlo devorando los libros de Alejandro Dumas, Stendhal, Honoré de Balzac, Julio Verne y Victor Hugo, autor del texto que más asombro le ha causado: Los miserables. De la lectura surgió su pasión por la escritura y ya a los diez años de edad hizo sus primeros intentos por escribir una novela. Su primera obra fue Himno a la patria, un escrito publicado en el suplemento literario del periódico El Siglo, en agosto de 1950. Después vendría su etapa en la televisión. El ganador del premio Casa de las Américas prestó su pluma no sólo para aportar a la pantalla sus obras originales, sino también para realizar adaptaciones de la literatura universal. En la televisión su propósito fue educar al público, pero siempre utilizando el lenguaje propio del medio. Entre sus producciones están las telenovelas Cartas a Beatriz, por la cual el diario El Espectador lo escogió en 1969 como el libretista del año; La herencia, protagonizada por Celmira Luzardo, y sus libretos para la serie Revivamos nuestra historia, entre los que se cuentan los capítulos titulados Los comuneros y Esclavo de esclavos, escrito con motivo del cuarto centenario de la muerte de san Pedro Claver. Hablando de las obras literarias de su autoría que fueron convertidas en telenovelas, se encuentran La rebelión de las ratas, en donde él plasma la angustia de los mineros explotados por las empresas extranjeras, y Mientras llueve, realizada en 1992 y protagonizada por Nórida Rodríguez.
Santiago García Leyenda viva del teatro nacional, este actor y director también hizo parte de la televisión colombiana durante sus primeros años. A pesar de ser arquitecto, su espíritu de artista lo llevó a inscribirse en el grupo que Seki Sano organizó para entrenar a los actores de la época. Durante su paso fugaz por el medio televisivo, García fue uno de los directores de los teleteatros que se transmitieron en los cincuenta y sesenta. Algunas de estos trabajos fueron El farsante del Oeste, teleteatro que dirigió en 1961, y Los bajos fondos, una obra de Máximo Gorki protagonizada por él. Hacia mediados de la década del sesenta también actuó en el papel estelar y adaptó para televisión la telenovela Mil francos de recompensa, dirigida por Eduardo Gutiérrez. Su faceta de actor ha estado también presente en el cine, con producciones como Humo en tus ojos, Milagro en Roma, Nunca olvides decir adiós, Cóndores no entierran todos los días, Carne de tu carne, Los elegidos, La virgen y el fotógrafo y El río de las tumbas. Fundador de varios grupos de teatro, sin duda su más trascendental aporte ha sido el de La Candelaria, abierto en 1965. Con la dirección a su cargo, García ha sido desde allí inspiración de varias de las más importantes piezas teatrales que se han hecho en Colombia hasta nuestros días.
Cuando era una niña de apenas nueve años de edad ya poseía el récord de haber ganado todos los concursos de declamación y canto de flamenco en su Medellín natal. Fue allí donde la descubrió el director Fausto Cabrera, quien de inmediato les pidió permiso a sus padres para que la dejaran actuar en teatro. Ellos dieron su visto bueno, pero con una condición: la niña debía estar siempre acompañada por un pajecito. Y así fue: el encargado de esta misión, un joven de nombre Gonzalo, se dedicó juicioso a la tarea y la acompañaba de aquí para allá, mientras ella daba sus primeros pasos como actriz. Del teatro saltó a la radio a través de los micrófonos de la emisora La Voz de Medellín, donde fue locutora y actriz de radionovelas. Luego se radicó en Bucaramanga, donde dirigió programas infantiles y en 1955 llegó a Bogotá por el llamado de José Alarcón, quien la quería como locutora de comerciales para la televisión. Allí la encontró el maestro Bernardo Romero Lozano, quien le dio su primer papel en la pantalla: Regina en el teleteatro Espectros. Lo gracioso es que, como era una nueva figura, la presentaron a los medios como una actriz venezolana que había trabajado en la televisión de su país y venía a poner en práctica su experiencia en Colombia. La carrera de Dora Cadavid en televisión ha sido extensa. Participó en la telenovela Una vida para amarte, donde el personaje de la malvada Fabiola le valió el premio Ondra. También actuó en Destino la ciudad, Candó, El collar de perlas, El enigma de Diana, Reina de belleza, Señora Bonita, Victoria, Cartas de amor y Café, con aroma de mujer, y más recientemente en Yo soy Betty, la fea. Simultánemente continuó con su labor en el teatro, a través de los montajes Divas de medianoche, Cosas de papá y mamá, Bodas de sangre y Dos gallinas sentadas hablando M… En la actualidad la actriz está dedicada a su escuela de actuación en Pereira, donde trabaja hombro a hombro con su hijo, el actor Moisés Cadavid, su nuera y su nieta.
Ciro A. Linares
Luis Fernando orozco
A lo largo de doce años, y desde 1959, este legendario personaje de la televisión trabajó en Inravisión, donde comenzó siendo mensajero, pero desempeñó un total de catorce cargos, entre los que se cuentan asistente de cámara, operador de luces, camarógrafo, jefe de piso, coordinador de estudio, jefe de proyecciones y coordinador, en una época en que ese oficio era realmente complicado, porque los programas se hacían en directo, sin las facilidades que trajo consigo la posibilidad de grabar en video. Existe consenso en cuanto a que ese papel era tan importante, que si el coordinador no llegaba, el programa no salía al aire. Durante todos esos años estuvo trabajando en programas como el Gran teatro de los jueves, Puerta al suspenso, Yo y tú y Operación Ja Ja, entre varios otros. Eran tiempos de mucha mística al trabajar, tanto que el Gran teatro de los jueves, dirigido por Bernardo Romero Lozano, se ensayaba por espacio de ocho días antes de presentarse. A su retiro de Inravisión, a mediados de los setenta, se vinculó a empresas como Caracol, donde fue el primer coordinador que tuvo la programadora, y permaneció por muchos años haciendo programas como Teatro popular Caracol y Sábados felices. Más tarde también trabajó para otras empresas televisivas como Jorge Barón Televisión y RCN, entre otras, siempre en el papel de coordinador, el cual todavía desempeña cada vez que lo llaman. Hoy en día está dedicado a la prestación de servicios de producción con su empresa CAL Producciones, la cual gerencia desde hace más de 17 años.
Este descendiente de libaneses ha incursionado en el drama y la comedia, en el teatro y la televisión, en la actuación y la dirección. Y en todas estas facetas se ha destacado. Inició su carrera en 1964 cuando se vinculó como estudiante a la Escuela Nacional de Arte Dramático. Más adelante hizo talleres de pantomima, expresión corporal, método de actuación, dirección y dramaturgia con Fredick Ansenar. Para 1969 ya estaba trabajando en la televisión y era considerado una de las revelaciones de la pantalla. Ha participado en producciones como Don Chinche, donde interpretó al padre Rugeles; en Gallito Ramírez fue el entrenador Cigarrito Páez; más adelante encarnó a Flaminio en La rosa de los vientos y a Henry Richardson en Dios se lo pague. Sus más recientes papeles fueron Rigoberto en la serie Sin límites y el padre Galle en la novela Alejo o la búsqueda del amor.
CírCulo Colombiano de artistas (CiCa)
Dora Cadavid
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Aldemar García
Jaime Monsalve Fue uno de los actores más recordados de la comedia Yo y tú, trabajo por el cual el periódico El Tiempo lo señaló como una de las figuras destacadas del año 1964. Original de Medellín (Antioquia), inició su carrera como radioactor en la emisora La Voz de Medellín. En 1956 llegó a Bogotá e ingresó en el grupo teatral dirigido por Alicia del Carpio, quien en 1961 lo incorporó al elenco de su programa estrella con el papel de Ceferino Monarca, su esposo en la historia. Jaime también participó en las telenovelas Impaciencia del corazón y Mil francos de recompensa. Murió el 27 de septiembre de 1965 a causa de una intoxicación.
Alicia de Rojas en la telenovela Isabel me la veló.
Pasó de la radio a la televisión en 1954, donde se inició con una obra titulada La tierra de nadie, en la que interpretó a una campesina. Se formó en la escuela del director Víctor Mallarino y realizó talleres con los maestros Seki Sano, Bernardo Romero Lozano y Boris Roth. A lo largo de su extensa carrera ha incursionado en la mayoría de los géneros del arte dramático: hizo parte del elenco de la comedia Yo y tú, también de novelas como Vendaval, María y Flor de fango y participó en las películas Taxi negro, Tiempo de morir y Técnicas de duelo. Su aparición más reciente en la pantalla fue en la telenovela Isabel me la veló.
Camilo Medina
CírCulo Colombiano de artistas (CiCa)
álbum maría angéliCa mallarino
La primera vez que este actor se subió a un escenario fue en 1957. Y lo hizo nada más y nada menos que en el teatro Colón, cuando allí operaban las aulas de la Escuela Nacional de Arte Dramático. Lo que aprendió lo aplicó en la televisión creando personajes memorables como el Cacique Miranda en la telenovela La mala hierba, Barreto en Hato Canaguay o el general Páez en el episodio Nariño de la serie Revivamos nuestra historia. Hoy Camilo Medina está alejado de la televisión y dedica su tiempo a otra de sus pasiones: la pintura.
Esther Sarmiento de Correa Premio Nemqueteba 1965 como mejor actriz. Luis Linares por Lucía de Malvart y La alondra. Pepe Gálvez por Cada voz lleva su angustia.
El Negro Posada
Dora Cadavid y Ana Mojica en Crónica de un amor.
Ana Mojica Cuando apenas tenía diez años de edad, una maestra de arte dramático, chilena para más señas, la llevó a su compañía infantil de teatro para incluirla en el elenco de planta. De esta manera se inició la trayectoria de una de las actrices más queridas por el público, que de las tablas saltó a los micrófonos de la radio para darles vida a decenas de personajes en las populares radionovelas. Las emisoras Todelar, Sutatenza, Nueva Granada y Radiodifusora Nacional contaron con su talento, hasta que en el año 1954 el maestro Bernardo Romero Lozano se la “robó” para la televisión. Con él realizó infinidad de teleteatros, incluidos Edipo Rey y Nuestro pueblo, y se hizo merecedora de los premios Nemqueteba, Cámara de Plata y Bernardo Romero Lozano, este último otorgado por su labor en la pantalla. Luego vinieron las telenovelas y dramatizados como Una vida para amarte, La abuela (donde interpretó a Zenobia, uno de sus personajes más recordados), Caminos de gloria y La viuda de Blanco. Su más reciente aparición en pantalla fue en ¡Ay cosita linda, mamá!, producción del Canal Caracol.
• Otros personajes • Efraín Arce Aragón por los libretos de Destino la ciudad entre otros.
álbum manuel medina mesa
Alicia de Rojas
Actor que estuvo presente como galán de buena parte de los teleteatros de los cincuenta y sesenta pero que también hizo parte de la nómina de las telenovelas cuando éstas aparecieron en pantalla y su rostro fue visto por los colombianos con frecuencia entre 1963 y 1969. Algunas de éstas fueron: La alondra, En nombre del amor, Impaciencia del corazón, Una vida para amarte y La historia real, y entre los teleteatros se destacaron Lucía de Malvart, El enemigo del pueblo, Una mujer sin importancia, El testamento, Del ladrón y el verdugo, Casa de viudos, Sobre ratones y hombres, Los bajos fondos y El mundo está en alguna parte.
Cecilia Velasco Para la década de los años sesenta era una de las actrices favoritas del público, gracias a su interpretación de Saturnina, la empleada doméstica que se la velaba a don Cándido Lechugo en la comedia Yo y tú. Durante 20 años le dio vida a este personaje que marcó su trayectoria artística. También participó en la primera etapa del programa de humor Sábados felices. Cecilia murió en octubre del año 2002 y su última actuación la hizo en el cortometraje La vuelta de hoja.
Considerado por muchos como uno de los mejores camarógrafos del país, fue ante todo un cineasta con cuya cámara registró muchas de las imágenes que vieron los colombianos en sus pantallas durante los primeros años de la televisión. Utilizando el formato de cine, durante muchos años surtió con notas periodísticas a los noticieros de los primeros tiempos, hasta cuando llegaron a Colombia los equipos para grabar en video. Para Punch hizo Por los caminos de la patria, una especie de documental turístico y cultural dirigido y presentado por Gloria Valencia de Castaño, que se hacía en cine con una gran calidad, a pesar de las limitaciones técnicas y geográficas de la época.
Stephan Proaño por Casi un extraño. Samara de Córdova por Diario de una enfermera y El enigma de Diana. Juan de la Matta, premio Nemqueteba de plata en 1957 como mejor camarógrafo. Gabriel Quimbaya, camarógrafo destacado de Inravisión y del canal Teletigre. Edilberto Rojas, coordinador de Punch durante muchos años y luego director. Hernando Latorre por Yo y tú. También los actores Ugo Armando, Humberto Arango, Elsa Aldao, Jaime Barbini y Ómar Sánchez.
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Boris Roth
Por herencia, su destino era la actuación. Por eso desde pequeña se vio involucrada en los montajes teatrales de su padre, el maestro Víctor Mallarino. Pero ella veía ese mundo mágico de escenarios, luces y vestuario como un juego más de infancia al que podía dedicar sus momentos de ocio. Sin embargo, la muerte de su padre y la necesidad de llevar algún dinero a su casa la llevaron a asumir el arte como su profesión. Su primera aparición en la televisión la hizo en el programa Buenas noches domingo, dirigido por Bernardo Romero Lozano. Interpretaba un personaje pequeño, como tantos otros que hizo durante aquella época. El primer papel importante que le dieron fue en la telenovela La casa de piedra, que marcó su vida y su mundo interior de una manera determinante. A éste seguirían otros en las producciones Ana Frank, Mujercitas, El círculo y San Tropel. El más difícil que ha debido interpretar hasta ahora, y por el cual recibió el premio India Catalina, fue el de Beatriz en la serie Leche. Hoy Helena Mallarino hace parte del elenco de la telenovela Todos quieren con Marilyn, del Canal RCN.
Cuando en 1959 Bernardo Romero Lozano decidió hacer una “importación” de actores argentinos, formados en las tablas y que pudieran hacer un aporte importante a la televisión nacional, Boris Roth estuvo entre los seleccionados. Él era un hombre de teatro que había recorrido América Latina presentando su trabajo ante diversos públicos y por eso no se amedrentó ante la propuesta del director colombiano de aportar su talento a un medio tan joven aún. Boris llegó y lo hizo, al igual que su amiga Fanny Mikey, por la vía de la salsa y el sabor: Cali. En la capital del Valle del Cauca se dejó seducir por la propuesta pedagógica del Teatro Experimental de Cali de Enrique Buenaventura y se incorporó al grupo como profesor. A la vez que participó en varios montajes teatrales cumplió su compromiso con la pantalla chica, en la que trabajó primero como actor y más tarde como libretista y director. Los teleteatros fueron el primer escenario para este descendiente de judíos, que más tarde hizo parte del elenco de telenovelas como Camino cerrado y series al estilo de El viejo, la cual protagonizó y se convirtió en su interpretación más celebre. Luego les apostó a los libretos y la dirección, y tuvo a su cargo el melodrama Almas malditas y la primera etapa de la serie Caso juzgado, por la cual recibió en 1972 el premio Ondra como mejor libretista y director. Después de dirigir la última etapa de la comedia Yo y tú, Boris Granotsky Roth inició un nuevo proyecto: la dirección de la telenovela La intrusa. Sin embargo, en esa etapa de su vida la muerte lo sorprendió: falleció el 31 de enero de 1986, a la edad de 54 años, 27 de ellos vividos en Colombia.
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Helena Mallarino
Karina Su voz la trajo a Colombia. Esta chilena, que estudió teatro en la Universidad de Chile, se dio a conocer primero en su país como cantante y en 1956 la emisora RCN la contrató para que realizara una serie de presentaciones en el territorio nacional, acompañada por las orquestas del momento. Nadie sabía que en realidad se llamaba Ana Gómez, pues desde un principio se dio a conocer con su nombre artístico: Karina. Al llegar a Colombia, el director Fausto Cabrera de inmediato la vinculó a la televisión como parte del elenco del teleteatro El jugador. De esta manera esa permanencia que debería ser sólo de cuatro semanas se prolongó en el tiempo y hoy ya llega a los 47 años. La actriz, que por estos días dirige una serie de obras teatrales para la embajada de Chile, participó en telenovelas como El 0597 está ocupado y Lejos del nido. Su última aparición en la pantalla fue en 1996, en la serie Padres e hijos.
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Este santandereano desde niño se obsesionó con la televisión. Incluso, cuando apenas tenía siete años de edad, solía pegarse una que otra escapada para llegar hasta la puerta de la Radiodifusora Colombiana para ver a las estrellas del momento como Alicia del Carpio y Carlos Muñoz. Por eso, cuando tuvo la oportunidad, les informó a sus padres que quería ser actor. Fue el periodista Jaime Villamil, un buen amigo de su familia, quien le abrió las puertas de la pantalla chica. Una vez allí conoció a otro reportero, Miguel Ayuso, quien lo vinculó a su programa El mundo del niño. Más tarde debutó como actor en la obra Alain Duguet, pero de un momento para otro empacó maletas y se fue a vivir a Nueva York. A su regreso se vinculó nuevamente a la televisión como cuentachistes en el programa Operación Ja Ja y presentador del magazín El ABC de la mujer. Su verdadero estreno como actor lo hizo en la telenovela El 0597 está ocupado, a la que siguieron producciones como María, La perla y La maraña. Después de hacer una destacada carrera en las telenovelas colombianas, Roberto Reyes viajó a España para estudiar producción y dirección de televisión, y a su regreso debutó como director con la telenovela Juanita. También llevó la batuta en Piel de zapa, Eugenia Grandet, Las líneas del destino, Musidramas y Padres e hijos. CírCulo Colombiano de artistas (CiCa)
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Roberto Reyes
Jaime Santos Ronald Ayazo Nació en Montería e inició su camino en los medios de comunicación a través de los micrófonos de una emisora radial en Medellín. Pero su destino cambió en 1979 cuando RTI le dio el papel protagónico en la telenovela El caballero de Rauzán, que se convirtió en un éxito de sintonía. Éste sería el primer escalón en su ascenso hacia la fama, de la que también hicieron parte otras producciones como La pezuña del diablo, Flor de invierno, Los cuervos y La rebelión de las ratas. En 1983 se alejó de la televisión para fundar una escuela de actuación en la que se han formado numerosas figuras de la pantalla chica nacional. Precisamente con sus estudiantes acaba de montar una obra de su autoría, titulada Los monos desnudos.
Bogotano hasta la médula, se involucró con el mundo de la actuación tan pronto se graduó como bachiller en el Colegio La Salle. Eso fue en 1957, cuando se vinculó a la Escuela de Teatro de Bogotá, a la vez que estudiaba periodismo en la Universidad Javeriana. Con el título de periodista bajo el brazo, en 1961 se marchó a Checoslovaquia con Jorge Alí Triana, después de que juntos obtuvieron una beca para cursar estudios relacionados con el teatro. Allí se formó en dirección teatral, pedagogía artística y dramaturgia. Siete años después regresó a Colombia y fundó el Teatro Popular de Bogotá. Aún recuerda el título de la primera obra que montó al lado de Luis Fernando Orozco, Carlos Benjumea y Delfina Guido: Pensión para solteros. Mientras tanto, ya había hecho sus primeras incursiones en la televisión como extra y con el TPB tuvo la oportunidad de dirigir teleteatros que se emitían en vivo y en directo. En 1975 llegó a la programadora Caracol en calidad de director, y estuvo al frente de producciones como Flor de fango, Las voces del silencio, El faraón y Notas de sociedad. También llevó a la pantalla un personaje creado por él en 1975 que se convirtió en el prototipo del político en eterna campaña: Clímaco Urrutia. A mediados de los años ochenta se alejó de las artes escénicas al ser nombrado cónsul en Canadá. Más tarde, en 1990, se convirtió en asesor de la Defensoría del Pueblo, pero debido a la situación de orden público que vive el país debió radicarse en Estados Unidos y sólo hasta el año 2003 volvió por una breve temporada. Acaba de concluir una corta participación en la telenovela Amor a la plancha.
Jaime Botero Nacido en Rionegro (Antioquia), su principal preocupación fue acercar a los televidentes a la magia del teatro. Y lo logró a través del espacio Teatro Popular Caracol, gracias al cual recibió los premios Ondra (1973) y Antena (1978) como mejor director. En esta producción dio la oportunidad a nuevos talentos, como Mauricio Figueroa, de demostrar sus capacidades actorales. También tuvo a su cargo la dirección de telenovelas, de las cuales una de las más importantes fue Lejos del nido, protagonizada por María Cecilia Botero y Jaime Saldarriaga. Después de retirarse creó la Academia Charlot con el propósito de formar nuevas figuras para la pantalla chica y el teatro. A este sueño dedicó sus esfuerzos hasta que falleció en marzo de 1994.
Felipe González Nació en Ecuador pero es tan colombiano como el que más. Desde 1956 inició sus estudios de puesta en escena, literatura y técnicas de montaje teatral, entre otros. En 1955 empezó una carrera como actor que bien pronto lo llevó a participar en la televisión, primero con los teleteatros dirigidos por el maestro Bernardo Romero Lozano y más adelante en telenovelas. Precisamente en 1957 obtuvo el premio Nemqueteba como mejor actor por la obra Emperador Jones. En su hoja de vida también se destaca su labor como director de dramatizados. Los más importantes son la telenovela Manuela y la serie Cusumbo.
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Fabio Camero
Héctor Rivas
Hizo su debut en la pantalla chica en 1970 en el espacio Teatro Popular Caracol. Después de participar en estos teleteatros llegó al género de la telenovela en 1973 a través de una producción titulada Caminos de gloria. A partir de ese instante se convirtió en el galán juvenil del momento, con papeles importantes en melodramas como La cosecha, La trampa, Un largo camino, Su majestad el dinero, Teresa Valverde y Destino, que fue la primera telenovela realizada por Jorge Barón Televisión. En 1979 recibió el Premio APE al mejor actor por su trabajo en Piel de zapa. Luego hizo parte de la serie Francisco, el Matemático.
Estudió producción y dirección de televisión en la Escuela Nacional de Arte Dramático, luego de su paso por la radio en radionovelas de las cadenas Caracol, Todelar y Radiodifusora Nacional. Hizo parte del grupo de actores que llegaron a la televisión en 1954 y sus primeras apariciones fueron en teleteatros. Más adelante participó en producciones como La marquesa de Yolombó, Leviatán, Manuela, Una mujer de cuatro en conducta, Dialogando y, de manera más reciente, Padres e hijos. Fabio Camero fue presidente del Círculo Colombiano de Artistas, del Consejo Nacional de Radiodifusión, y miembro de la junta directiva del Fondo Social del Artista.
Siendo un muchacho de 22 años que soñaba con convertirse en actor, en 1954 se unió al grupo de jóvenes talentos que buscaron en Seki Sano la formación que tanto anhelaban. Sus primeras apariciones fueron como extra en los teleteatros, hasta que Bernardo Romero Lozano le dio la oportunidad de interpretar un personaje estelar en la obra El Chonta. Lo hizo bien y recibió el premio Cámara de Plata. Luego participó en producciones como Viaje al pasado, El caballero de Rauzán, Lola Calamidades y Don Camilo. Sus últimas apariciones han sido en Pedro el Escamoso y en el dramatizado Historias de hombres sólo para mujeres.
Humberto Arango A sus 62 años se ha ganado un nombre como uno de los actores más versátiles de la televisión colombiana. Producciones como Una vida para amarte, La rosa de los vientos, Los pecados de Inés de Hinojosa, La otra raya del tigre, Carolina Barrantes y, más recientemente, El fiscal y Padres e hijos, han dado buena cuenta de su talento. Ganador del premio del periódico El Tiempo y de un CPB, también ha incursionado en el teatro con las obras A la diestra de Dios padre y Sueño de una noche de verano y en el cine, con la película El taxista millonario.
Flor Vargas
Franky Linero
¿Quién no recuerda a la malvada esposa de Mario Sastre en la serie Un tal Bernabé Bernal? Esa mujer, odiada por todos los televidentes, cobró vida en 1977 gracias al talento de esta actriz que inició su trayectoria artística en la radio, cuando apenas tenía catorce años de edad. Desde esa época su voz acompañó a los colombianos, ya fuera a través de cuñas publicitarias o en las radionovelas más exitosas de la época, en las emisoras Radio Continental, Nueva Granada y Radiodifusora Nacional. Cuando la televisión llegó a Colombia, Flor Vargas debutó en ella con un programa del Instituto de Crédito Territorial. Sin embargo, el público aprendería a apreciarla años más tarde cuando inició su participación en telenovelas y dramatizados de las programadoras Promec, RTI y Punch. Hizo parte del elenco del Teatro Popular Caracol, Un largo camino, La feria de las vanidades, N.N., El faraón y Pero sigo siendo el rey, entre otros. Últimamente ha participado en las producciones María Madrugada y La lectora, y ha regresado a otro de sus grandes placeres: la enseñanza.
Hijo de madre inglesa y padre colombiano, este samario se inició desde muy joven en el mundo del teatro, al que continuó ligado incluso cuando ingresó a la Facultad de Derecho de la Universidad Javeriana. Precisamente allí combinó los códigos y las leyes con su participación en la fundación del Teatro Experimental Javeriano, con el cual obtuvo tres galardones como mejor actor teatral. En 1963 uno de sus maestros, Bernardo Romero Lozano, lo invitó a hacer parte de una celebración que se realizaría en la televisión, en homenaje al autor Alejandro Casona. Fue así como integró el elenco del teleteatro Nuestra Natasha, y desde entonces no volvió a alejarse de la pantalla chica. Hoy completa 43 años dedicados al oficio de la actuación, durante los cuales ha participado en innumerables producciones como Yo y tú y Vendaval, para la televisión, así como La virgen y el fotógrafo, Colombia Connection y El inmigrante latino, para el cine. Además, tiene el récord Guinness de funciones teatrales con la obra El Pachanga, de la cual hizo 1.879 representaciones. Actualmente, Linero trabaja en la telenovela Retratos. CírCulo Colombiano de artistas (CiCa)
A los 16 años empezó a hacer locución de comerciales “por debajo de cuerda”. Como era menor de edad, no podía obtener la licencia correspondiente, así que de vez en cuando Carlos Arturo Rueda le daba la posibilidad de anunciar una o dos cuñas al aire durante sus narraciones. Esta primera experiencia le sirvió primero para hacer comerciales en Todelar y más adelante para ingresar al elenco de radioactores de Caracol. Precisamente en los radioteatros conoció a algunas figuras de la televisión, quienes lo animaron para que probara suerte en la pantalla chica. En 1976 actuó por primera vez en una telenovela (Una vida para amarte), y a partir de entonces su rostro se hizo familiar ante el público a través de producciones como Caso juzgado, Dialogando, Los novios, Extorsión, El faraón, Dios se lo pague y, más recientemente, Sofía dame tiempo. Después de cada papel se toma seis meses de descanso, período que aprovecha para volver al teatro, como lo hace ahora que prepara un nuevo montaje al lado de su colega y amigo Waldo Urrego.
Mauricio Figueroa
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Víctor Cifuentes
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CaraCol
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Raquel Ércole y Gilberto Puentes.
Gilberto Puentes
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Lucero Galindo
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La crítica consideró su trabajo en la serie Un tal Bernabé Bernal, realizada en 1977 por Caracol, como su mayor logro en su carrera actoral, la cual incluyó intervenciones en la televisión, el teatro y el cine a través de la película El taxista millonario. También dirigió algunas series, entre las que se destacan Camino a la esperanza y El siete mujeres. Mario Sastre murió en el año 2001 después de ser asaltado en su residencia.
Luz Helena Galindo, su nombre real, en algún momento de su vida pensó en ser dibujante arquitectónica e inició sus estudios en esta carrera. Sin embargo, en 1969 abandonó todo para convertirse en actriz. Primero participó en las radionovelas de las cadenas Todelar, Caracol y RCN, y después incursionó en la televisión. Empezó en 1973 actuando como estrella invitada en la serie Caso juzgado, y más adelante obtuvo papeles de importancia en las producciones Caminos de gloria, El caballero de Rauzán, La abuela y Gracias por el fuego. Durante la década de los setenta obtuvo los premios Ondra, El Tiempo y Nemqueteba. En los últimos años Lucero ha permanecido alejada de la televisión, con algunas apariciones esporádicas.
En 1972 era considerada en el premio Ondra como la mejor actriz no protagonista por su actuación en la telenovela María. En 1975, a la edad de 25 años y cuando participaba en la telenovela La vorágine, murió y fue remplazada por María Cecilia Botero. Mariela inició su carrera en Bucaramanga, su ciudad natal, a los 18 años de edad como cantante y locutora. Ya en Bogotá fue actriz de radionovelas en la cadena Nuevo Mundo y debutó en la televisión con la telenovela Una vida para amarte.
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Mario Sastre
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Considerado uno de los galanes de la televisión colombiana, este boyacense hizo su primera incursión como actor en el teatro, al lado de Bernardo Romero Lozano, en la obra Los héroes. Más adelante, como parte del elenco del Grupo Teatral Atenas, intervino en los montajes Tovarich, Los maridos engañan después del fútbol y Los tres pelos del diablo. A la vez, ingresó a la radio y con su voz dio vida a varios personajes de las radionovelas de Radio Sutatenza y Todelar. Fue el director Jaime Velásquez el que lo llevó a la televisión, donde pronto realizó una carrera ascendente con producciones como Antón García, El largo viaje, Los novios, La marquesa de Yolombó, Leviatán, El virrey Solís, Atrapada y Enigma en las cenizas, entre otras. En 1992 le fue diagnosticado un cáncer pulmonar, que lo llevó a la muerte el 4 de septiembre de 1997.
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Henry Ávila Uno de los coordinadores más antiguos y recordados de la pantalla chica nacional, para 1959 ya había sido escogido por el diario La República como el mejor coordinador del año, al tiempo que se ganaba el premio Cámara de plata también por su desempeño como coordinador. Vinculado por varios años a Punch y luego a RTI, además de coordinador fue director de cámaras de un sinnúmero de producciones. · Otros personajes ·
Sofía Morales Guillermo Gálvez Además de ser uno de los primeros actores que tuvo la televisión nacional, junto con su esposa Rebeca López fundó en 1955 la programadora Teleproducciones, que duró diez años en el mercado televisivo y realizó programas en vivo como Telefiesta, Fantasía en cristal —los dos animados por Gálvez—, La comedia y Humoradas, transmitido a lo largo de 1965. Algunas de las obras en las que Gálvez tomó parte como actor fueron Yo quiero una mujer así, Hasta mañana, si Dios quiere, Hoy es mañana. Murió en un accidente de tránsito ocurrido el 18 de octubre de 1975. Al momento de su muerte hacía parte del elenco de una superproducción que preparaba por aquel entonces Bernardo Romero Pereiro: La mala hora.
Alcira Rodríguez Esta es una de las divas de la década de los setenta que los colombianos recuerdan con más cariño por sus excelentes actuaciones. Se destacó especialmente por sus papeles protagónicos en telenovelas como Una vida para amarte, al lado de Aldemar García, Álvaro Ruiz y Dora Cadavid, y La cosecha, que salió al aire en 1979, producida por RTI y con Mauricio Figueroa como el galán. En 1971 Alcira recibió el premio Ondra. Murió en Bogotá el 30 de noviembre de 1982, cuando contaba apenas 36 años de edad.
La radio fue la primera en disfrutar su talento como locutora y actriz. Eso fue en la emisora Nueva Granada, donde además se hizo popular por el programa La simpática escuelita que dirige doña Rita, que permaneció 18 años al aire. Allí Sofía hacía las veces de actriz, libretista y cantante. En la televisión comenzó como locutora de comerciales y animando el programa musical Así es Colombia. Luego incursionó como actriz en las telenovelas Una vida para amarte, La vorágine, Caminos de gloria, La marquesa de Yolombó, La tía Julia y el escribidor, y más adelante en otro tipo de dramatizados como Musidramas. Su última actuación en la pantalla fue para la telenovela Paloma en 1995, después de lo cual se retiró por problemas de salud. Sofía murió en Bogotá el 9 de diciembre de 2001, a los 68 años de edad.
Gaspar ospina Nació en Ebejico, Antioquia, y desarrolló su talento para las artes escénicas tanto en teatro como en cine y televisión. Participó en los teleteatros dirigidos por Bernardo Romero Lozano y más tarde se inmortalizó en la radio el personaje de Kalimán y su célebre frase: “Serenidad y paciencia, mi pequeño Solín”. En 1958 y 1959 fue considerado por la crítica como el mejor teleactor y en 1959 ganó el Nemqueteba de oro como mejor actor. En 1975 fue catalogado como uno de los mejores actores de la pantalla chica por su trabajo en la telenovela La vorágine.
Alberto Jiménez por María y Manuela. Álvaro Castaño Castillo por Naturalia y Correo especial. Antonio Panesso Robledo por los libretos de El tribunal de la historia de Punch. Betty valderrama por El caballero de Rauzán. Chela Arias por Eugenia Grandet. Natalia Giraldo por Juanita. Yamile Humar por El alférez real. Stella Suárez por La dama de las camelias. Francisco Cano por la ambientación de La mala hora. Hugo Estrada por su papel de coordinador en La mala hora. José de Recassens por sus programas didácticos y culturales.
Luego de trabajar durante diez años en cine, ingresó a la televisión al lado de Pepe Sánchez. Su primer trabajo fue en la comedia Romeo y Buseta, de la cual fue libretista, en compañía de Rodrigo Ospina, y director. A principios de los años noventa se vinculó a la programadora Punch, en donde dirigió programas como Imagínate, Blue Jeans y Asunción. Sus últimos trabajos en el medio fueron la dirección de la serie Así es la vida, en 1999, y Fuera de foco, una película para televisión, hecha en el 2000. En la actualidad es realizador audiovisual independiente, trabajo que comparte con la docencia.
Productor, director y guionista, es conocido en Colombia y el exterior principalmente por su trabajo en el séptimo arte. Luego de estudiar filosofía en la Universidad de Beijing y cine en la Escuela Politécnica de Londres, su primer largometraje fue Técnicas de duelo, filmado en 1988, al cual le siguieron La estrategia del caracol, Águilas no cazan moscas, Ilona llega con la lluvia y Golpe de estadio. Comenzando la década de los noventa realizó uno de sus primeros trabajos en televisión: la serie El lado oscuro del amor, realizada en 1990 por la programadora Cenpro. Dos años más tarde dirigió una de las series más recordadas por los colombianos, Escalona, y en el 96, también para Caracol, dirigió la novela costumbrista Candela. Otros de sus trabajos para la pantalla chica fueron La mujer doble y El último beso.
Heredó de su madre el amor por las comunicaciones y por eso estudió publicidad y diseño gráfico en la Universidad Jorge Tadeo Lozano. En 1986 ingresó a la programadora Caracol como jefe de publicidad, y con el paso del tiempo llegó a ser directora creativa de algunas producciones. En 1989, después de especializarse en producción y dirección de televisión en la BBC de Londres, regresó a Colombia e inició su labor en forma como directora a través de los seriados Caramelo y El hombre de la flor. Después de probar suerte en el género de la telenovela con Sólo una mujer, asumió el reto de dirigir La mujer del presidente, proyecto que se convertiría en una de las mejores series de los noventa. Actualmente Magdalena La Rotta está dedicada a la producción y dirección teatral, y ha tenido a su cargo obras como Estado civil infiel y El último macho. CírCulo Colombiano de artistas (CiCa)
Extraña la posibilidad de crear sombras. Según él, hoy en día la televisión no las permite. Por eso se remonta a Los pecados de Inés de Hinojosa, producción que le permitió crear atmósferas y recrear esos tiempos en que la luz era esquiva, y sólo era posible conseguirla con velas. En esa serie de Caracol, dirigida por Jorge Alí Triana, exploró esa recursividad que caracteriza su trabajo como director de fotografía. Al lado de Triana precisamente entró a la televisión, cuando en la década de los ochenta se hacía Revivamos nuestra historia. Pero su trayectoria comenzó en el cine. Comunicador social de profesión, desde que era un estudiante de la Universidad Javeriana se empezó a interesar por el lenguaje del séptimo arte y con una curiosidad innata fue acercándose a realizadores y productores con lo que pudo dar sus primeros pasos en ese campo, haciendo primero edición y montaje, y luego asistencia de cámara. Su trayectoria en la industria cinematográfica, que hoy en día es grande y reconocida, se inició con el largometraje La mansión de Araucaima, al que le seguiría más adelante Rodrigo D, no futuro, del director Víctor Gaviria. Antes de Las Hinojosa, Lalinde había trabajado en la producción Mi alma se la dejo al diablo, que RTI Televisión realizó en 1987. Finalizaba la década del ochenta cuando se vinculó a RCN, programadora para la que hizo la fotografía de algunas de las series más recordadas por los colombianos. Primero fue Azúcar, en 1989, y luego La casa de las dos palmas, en el 90, por la cual recibió varios de los más importantes premios nacionales en la categoría de mejor fotografía. Posteriormente, tomaría parte en producciones como La vorágine, En cuerpo ajeno y El amor es más fuerte, novela en la que Lalinde hace su primera incursión en la dirección, como codirector al lado de Rodolfo Hoyos. A este campo, al que desde un principio consideró como una meta, llegó en el 2003, con el seriado Ama la academia, que bajo su dirección actualmente se produce para el Canal RCN.
Magdalena La Rotta
CaraCol
Rodrigo Lalinde
el espeCtador
Sergio Cabrera
Guillermo Calle
zona / jenny CiFuentes
Uno de los nombres importantes cuando se hace la lista de los grandes de la dirección audiovisual en Colombia. Mayolo se dio a conocer como parte del Grupo de Cali, reunión de talentos del Valle del Cauca que le apostaron al lenguaje cinematográfico y lograron crear una estética especial. Después de sus largometrajes Carne de tu carne y La mansión de Araucaima, en 1986 incursionó como director en la televisión a través del dramatizado Azúcar, uno de los más destacados en la década de los ochenta. Más adelante continuó colaborando con la programadora RCN en producciones como la comedia Laura por favor, las miniseries La otra raya del tigre y ¿Por qué te fuiste Ramírez?, y la serie Hombres. Su más reciente producción para la pantalla chica fue precisamente para la misma empresa, pero ya convertida en canal. Se trató del dramatizado Brujeres, realizado en el año 2000.
teveCine
rCn
Carlos Mayolo
CaraCol
E l ta l e n t o d e l o s n ov e n ta
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Helios Fernández
Carolina Trujillo
Llegó a la actuación en 1966 pero creció rodeado por la influencia artística de su padre, un amante de la ópera, que cada semana cumplía el rito de ver una obra teatral. Helios nació en Barcelona (España), pero a los 17 años de edad se trasladó con su familia a Colombia, donde decidió seguir el camino de las tablas. Con el consentimiento de su familia dejó el colegio y se matriculó en el Teatro Experimental de Cali. Su primer papel en la televisión fue en la serie El confesor, producida en 1987 por Colombiana de Televisión. A éste seguirían otros en dramatizados como Garzas al amanecer, No juegues con mi vida, La otra mitad del sol, La casa de las dos palmas, La mujer del presidente, Amantes del desierto y Fiebre, por la cual obtuvo el premio Simón Bolívar en 1993 como mejor actor de reparto, y su más reciente papel en El vuelo de la cometa.
Carolina Sara de Jesús Trujillo Dávila, hija de padre pintor y madre ceramista, heredó la vena artística de sus progenitores y desde muy temprana edad dio muestras de su talento para la actuación. Por eso se vinculó como alumna del Teatro Popular de Bogotá, escuela a la que debe una formación que le ha permitido interpretar personajes diversos. El público la recuerda en la pantalla chica por sus trabajos en Caballo viejo, LP Loca pasión, La posada, Inseparables, Eternamente Manuela y Cartas de amor. Pero sin duda su personaje inolvidable es el de Francisca García Muriel, la mujer desquiciada de La casa de las dos palmas, por el cual recibió el premio Simón Bolívar en 1990 como mejor actriz de reparto. Las más recientes intervenciones de Carolina en la televisión han sido con las telenovelas Por qué diablos y El inútil.
Su interpretación de Abigaíl, la ama de llaves de la casa Donoso en la telenovela En cuerpo ajeno, es una de las más importantes de su carrera ya que ofreció una caracterización convincente de una mujer cuarentona, madre de dos hijos, y absolutamente leal a su patrón. Este es uno de los ejemplos del talento de esta barranquillera, que llegó a la televisión por casualidad. Tan pronto terminó el colegio, indecisa sobre su futura profesión, trabajó como secretaria, luego viajó a Estados Unidos e Italia, y allí realizó un laboratorio de teatro con un alumno de Vittorio Gassman. Le gustó lo que descubrió y regresó a Colombia convencida de que deseaba ser actriz. Fue entonces cuando un amigo le comentó que el director Pepe Sánchez necesitaba una costeña para la comedia Don Chinche. Maribel se presentó al casting y obtuvo el papel. A éste le seguirían sus trabajos en Brillo, LP Loca pasión, Cuando quiero llorar no lloro, La sombra del deseo, Por qué diablos y La costeña y el cachaco.
Celmira Luzardo A pesar de su primera intención de estudiar ingeniería, Celmira Luzardo decidió seguir las inclinaciones artísticas de su familia y por eso finalmente se preparó en la carrera de edición y montaje en el National Film Institute de la ciudad de Londres. A su regreso ya tenía 19 años y fue cuando le ofrecieron protagonizar la telenovela Volverás a mis brazos. La actuación no le era ajena. Al fin y al cabo en sus años de colegio había participado en la obra de teatro La dama del alba, dirigida por Víctor Mallarino (padre) y servido como modelo de comerciales. Después de ese primer protagónico vendrían otros en producciones como La tregua, La herencia, Electra, Historia de dos hermanos, Testigo ocular, Los cuervos, El pasado no perdona, La quinta hoja del trébol y la comedia Cazados. En los últimos tiempos el público la ha visto en la telenovela Yo soy Betty, la fea, y actualmente en la serie Francisco, el Matemático.
CaraCol
Después de vivir la mayor parte de su vida en Canadá, llegó en 1993 a Colombia acompañada por su padre y con una meta definitiva en la vida: ser actriz. Esta fue una pasión que su padre poco a poco le inculcó en el corazón y por eso, tan pronto se bajó del avión, se matriculó en la escuela de actuación de Edgardo Román. Allí la encontró Víctor Mallarino en 1995 y de inmediato le ofreció uno de los personajes de la telenovela Mambo. La producción fue un fracaso, pero Flora se hizo notar. Pocos meses después ya estaba actuando en la serie La otra mitad del sol y recibía el premio Simón Bolívar como actriz revelación. A este personaje seguirían otros en la miniserie Leche y las telenovelas María Bonita y Divorciada. En el 2001 Flora se radicó en Nueva York, donde participó en obras de teatro. En el 2004 fue la protagonista de la película Rosario Tijeras.
Margarita ortega En 1992 llegó a Bogotá proveniente de su Cali natal, con la idea de estudiar comunicación social. Para sostenerse económicamente empezó a trabajar en una agencia de casting y fue allí donde la convencieron sus compañeros para que presentara una audición con el director Carlos Duplat, quien buscaba una nueva figura para la telenovela Detrás de un ángel. Ni corta ni perezosa se presentó, obtuvo el papel, ganó el premio Tv y Novelas como actriz revelación y así inició una carrera que más tarde la llevó a trabajar en producciones como Las aguas mansas, Dios se lo pague, Marido y mujer, Amor a mil y Luzbel está de visita. En 1995 incursionó en la presentación a través del noticiero Caracol 7:30 y actualmente presenta las noticias del entretenimiento en el noticiero de la noche del Canal Caracol.
Angie Cepeda Angélica María Cepeda Jiménez poco sabía de la televisión o la actuación cuando debutó como actriz en 1993 en la telenovela La maldición del paraíso. Apenas un año atrás había llegado de su tierra natal, Cartagena, para estudiar mercadeo y publicidad en Bogotá, y su único contacto con las cámaras había sido durante la grabación del comercial de cerveza Águila que tanta conmoción causó por la belleza de la modelo. Pero esa primera actuación gustó y a partir de entonces empezó a construir su carrera. En 1994 obtuvo su primer personaje protagónico en la telenovela Candela, que llegó de la mano con un contrato de exclusividad con la programadora Caracol. Más adelante participó en la película Ilona llega con la lluvia y protagonizó el melodrama Las Juanas, después de lo cual se radicó en Perú. Allí actuó en la televisión y el cine, protagonizando el largometraje Pantaleón y las visitadoras, y en 2001 decidió irse a Nueva York para estudiar actuación con Erick Morris. Ahora su carrera está enfocada al cine, con actuaciones en filmes como la comedia italiana El paraíso de improviso.
Luis Fernando Montoya Se inició en el teatro en 1971 y en 1983 dio el salto a la televisión. Durante siete años estudió en el Instituto de Bellas Artes de Pereira y luego pasó al Teatro Popular de Bogotá. Ya en la pantalla chica tuvo actuaciones importantes en producciones como Pero sigo siendo el rey, Castigo divino, Las Ibáñez, El Cristo de espaldas y Crónicas de una generación trágica. Después de participar en la serie Hechizo se ausentó durante cinco años, dos de los cuales vivió en Estados Unidos. En 1999 regresó para actuar en el seriado Tabú y más adelante en Padres e hijos. Sin embargo, en 2001 fue sorprendido en el aeropuerto de Miami con 1,1 kilos de heroína en el estómago. En la actualidad cumple cinco años de condena en una cárcel estadounidense. el espeCtador
A sus 69 años no sólo es una de las figuras más destacadas en la historia de la televisión nacional, sino quizás el único actor colombiano que ha trabajado en la pantalla chica norteamericana. Inició su carrera como locutor de la emisora Radio Reloj y más tarde, cuando ya era parte de la nómina de la emisora Nuevo Mundo, buscó su camino como actor en Hollywood. Viajó a Los Ángeles y trabajó en todos los oficios hasta que finalmente ingresó al Actor’s Studio, se preparó bajo la tutela del genio Lee Strasberg y obtuvo papeles en series como El gran Chaparral, La monja voladora y Las calles de San Francisco. Regresó a Colombia en 1985 para la telenovela Cascabel y no volvió a partir. Gracias a esta decisión el público colombiano ha saboreado interpretaciones magistrales como las de Pedro José Donoso en la telenovela En cuerpo ajeno, Baltazar Parrado en Dulce ave negra, Martín Elizondo, el abuelo cascarrabias de Las aguas mansas, y más recientemente Vladimiro, el hombre poderoso y déspota en Milagros de amor.
CaraCol
Maribel Abello
Flora Martínez
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Julio Medina
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CaraCol
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CaraCol
CaraCol
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Silvia de Dios
Siempre fue una buena estudiante, pero nunca se le ocurrió seguir una carrera convencional porque desde el colegió la atrapó la actuación. Estudió en la Corporación Nacional de Teatro, debutó en el cine a los quince años con el mediometraje Juegos prohibidos, y en 1986 inició su trayectoria en la televisión con la serie Querida Julia y la telenovela Ana de negro. Sus personajes de mayor recordación son el de La Pereirana en la serie Fronteras del regreso, Teresa Cantor en Por qué diablos y la psicóloga Martha Parejo en la telenovela La baby sister, por el cual recibió el premio India Catalina como mejor actriz de reparto. También hizo parte del elenco de Sofía dame tiempo, producción del Canal Caracol.
Roberto Cano y Cristina Umaña en la telenovela Siete veces amada.
Cristina Umaña
Fue una de las revelaciones infantiles de los noventa y por este motivo recibió el premio India Catalina en 1995. Todo se lo debió a un personaje: Pablo, el niño que soñaba con ser futbolista en la serie De pies a cabeza. Manuel José inició su labor artística a los siete años de edad en la escuela del Teatro Popular de Bogotá, formación que le permitió ganar el casting y obtener el papel protagónico en el famoso dramatizado. Gracias a su talento pronto incursionó en el cine con la película Edipo alcalde y más adelante hizo parte de la telenovela Perro amor y de la serie Francisco, el Matemático. Después de concluir sus estudios de bachillerato en 2000, el actor viajó a París para estudiar cine y teatro en La Sorbona, actividad que sólo interrumpió brevemente en el año 2001 para grabar unos episodios de la telenovela El inútil. Su más reciente aparición en la pantalla chica es en la telenovela El auténtico Rodrigo Leal.
rCn
Manuel José Chávez
el espeCtador
Apareció en la pantalla chica en 1995 con un pequeño personaje en la serie Oro y más tarde actuó en Cartas a Harrison. Sin embargo, el reconocimiento como actriz llegó con su participación en La mujer del presidente. La calidad del trabajo de Cristina le hizo ganar el favor del público y de la crítica, junto con dos galardones: el India Catalina y el Tv y Novelas como mejor actriz de reparto. Debido a este éxito llegó a protagonizar las telenovelas Yo amo a Paquita Gallego, Traga maluca y Siete veces amada. En el 2003 se dedicó al cine e hizo parte del elenco de la película El rey, dirigida por el documentalista Antonio Dorado. En el 2004 integró el elenco de la telenovela Todos quieren con Marilyn, del Canal RCN.
En 1994 se ganó el corazón de los colombianos al interpretar a la señora Constanza Olivares en la telenovela Café, con aroma de mujer. Ella no era sólo la mamá de Gaviota. Era también el modelo de mujer emprendedora y con una gran capacidad de amar. Este ha sido tal vez el papel más importante en la carrera de la actriz manizalita, que a los 26 años decidió estudiar actuación con el maestro Santiago García. Ha actuado en producciones como Laura por favor, Revivamos nuestra historia y El inútil. Su último papel fue Hortensia en la telenovela Pecados capitales.
Cristóbal Errázuriz
Luis Fernando Hoyos Oriundo de Pereira, llegó a Bogotá hace catorce años con la idea firme de convertirse en actor. Y lo logró. Los colombianos lo conocieron en 1989 en la serie de RCN Los colores de la fama y más adelante en producciones como La vida secreta de Adriano Ezpeleta, Azúcar, María, Mambo, Hombres, Cartas de amor y Código de pasión. En 1991 su interpretación de Efrén Herreros en La casa de las dos palmas le permitió obtener el premio India Catalina como mejor actor de reparto. En la actualidad Luis Fernando Hoyos hace parte de la serie Francisco, el Matemático, del Canal RCN, en el papel del profesor Daniel.
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Marcela Gallego
Constanza Duque
En 1988 debutó en la telenovela Caballo viejo, donde interpretó a Nora, la jovencita inocente que despertó el amor de Epifanio del Cristo Martínez. Por aquel entonces estudiaba administración de empresas en la Universidad de los Andes y obtuvo el papel de buenas a primeras, gracias a un casting realizado por la programadora Caracol. A este primer personaje siguieron otros dos “bondadosos”: los de la telenovela Música maestro y la serie De pies a cabeza. Después se especializó en interpretar a mujeres malvadas en producciones como Padres e hijos, María Madrugada y Traga maluca. Pero la mejor de todas, por perversa, manipuladora y celosa, fue Lucía de Vallejo en la telenovela Café, con aroma de mujer. En el año 2002, después de concluir las grabaciones de María Madrugada con el Canal Caracol, Silvia se radicó con su hijo en Australia.
Desde muy joven sintió atracción por el arte y por eso no dudó en marcharse a estudiar pantomima en la Escuela Internacional de Mimo de Marcel Marceau. A su regreso, en 1987, ingresó a la televisión para actuar en la telenovela El divino. A esta primera experiencia seguirían otras en Revivamos nuestra historia, Mascarada, La casa de las dos palmas y Café, donde su interpretación de Iván Vallejo le permitió obtener el premio al mejor villano otorgado por la Asociación de Críticos y Comentaristas de Miami.
Germán Arrieta
Mateo y Santiago Rudas
CírCulo Colombiano de artistas (CiCa)
Dos gemelos de apenas doce años de edad se convirtieron en la sensación del año 1996 con su interpretación de los hermanos Blanco en la telenovela La viuda de Blanco. Su trabajo, sumado a los poderes especiales que según el libreto tenían sus personajes, hizo que la historia captara un buen número de público infantil. Los hermanos Rudas nacieron en Bogotá y después de su trabajo en la telenovela participaron en la serie Así es la vida y en la comedia Viceversa. Una vez finalizada esta producción, en 1999, se retiraron de la televisión y se dedicaron a sus estudios de bachillerato. En 2003 Felipe Aljure los llamó para protagonizar su última película, Colombian dream.
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rti
album sergio garCía
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Sergio García La televisión colombiana ha tenido en este paisa uno de sus mejores directores de fotografía. Y muestra de ello son los reconocimientos que ha recibido por su trabajo, como los dos premios Simón Bolívar por Crónicas de una generación trágica y Bituima, dos mediometrajes históricos producidos por Audiovisuales para televisión. Pero su carrera en los medios audiovisuales es larga y diversa: además de producciones para la pantalla chica, como Castigo divino, Si mañana estoy viva, El cuentos del domingo, Amores ilícitos y las telenovelas Mascarada y Todos quieren con Marilyn, García ha desplegado su talento en el género documental, en teatro, en comerciales y en cine. En este último ha participado no sólo en cortos y mediometrajes, sino que ha hecho la cámara o la dirección de fotografía de largometrajes como La toma de la embajada, La primera noche, Como gato y ratón y Sumas y restas.
Músico de profesión, trabaja en cine y en televisión desde hace veinte años. Primero escribió guiones y luego pasó a la música, comenzando con la banda sonora de Mi alma se la dejo al diablo, producción que RTI sacó al aire en 1986. Luego de esto continuó vinculado a la programadora haciendo las bandas de En cuerpo ajeno, Ana de negro, Por qué mataron a Betty si era tan buena muchacha, Dulce ave negra, Castigo divino y María bonita. Paulatinamente se fue vinculando a otras programadoras y fue así como con Caracol compuso la música de producciones como La mujer del presidente y Candela, entre otras, y con RCN la de novelas como Me llaman Lolita y Carolina Barrantes. Por espacio de dos años estuvo trabajando con Gonzalo de Sagarminaga y Nicolás Uribe, con quienes hizo trabajos como Tiempos difíciles y La otra mitad del sol. Cuando volvió a trabajar sólo hizo toda la música de las superproducciones de Audiovisuales Crónicas de una generación trágica. Sus más recientes trabajos para la pantalla chica fueron La venganza y Luzbel está de visita. En la actualidad se encuentra haciendo la música de un nuevo proyecto de RCN Las noches de Luciana, en compañía de Daniel Roa. Para cine ha trabajado en largometrajes como La mansión de Araucaima, Rodrigo D, La estrategia del caracol, Golpe de estadio, Soplo de vida, La primera noche y el documental La desazón suprema.
Jairo Alonso Vargas Primero quiso ser cantante y por eso, en pleno furor musical de los sesenta, se presentó a un concurso que organizaba la cadena radial RCN. Ganó, grabó un compacto con cuatro canciones y emprendió una gira de presentaciones por todo el país. Sin embargo, decidió dejar de lado el sueño de convertirse en estrella para establecerse definitivamente en Bogotá. Por esos días estudiaba periodismo y locución en Radiar y presentaba un programa de música moderna en RCN. A la par, incursionaba en la televisión presentando el conteo de las canciones en el magazín Hola qué tal, con Alfonso Lizarazo, y más adelante como presentador de deportes en el TV Sucesos A3. En 1989 inició su labor como maestro de ceremonias en el Concurso Nacional de Belleza, en el que permaneció por espacio de doce años. Actualmente, es la voz institucional de la programadora Jorge Barón Televisión y el conductor del programa Disfrute la tarde, en la cadena Melodía.
Antonio Corrales Iván Martelo Este barranquillero fue uno de los mejores directores de arte de la televisión colombiana. A pesar de ser publicista de profesión, en el medio empezó haciendo vestuario, cuando apenas comenzaba la década de los ochenta, y con el pasar de los años se especializó en ello, tanto que muchos lo catalogaron como “el maestro de maestros”. Uno de sus primeros trabajos fue El virrey Solís, seguido por Amalia e infinidad de Cuentos del domingo, para la programadora RTI. Más adelante vendrían otras intervenciones en producciones como Garzas al amanecer, La casa de las dos palmas, Inseparables, Puerta grande, Espumas y Leche, entre otras, para las cuales hizo la dirección de arte. De igual forma, durante muchos años hizo vestuario para teatro. Una de las obras más importantes de esta faceta fue Sueño de una noche de verano, de William Shakespeare. Luego de su último trabajo en televisión, Mascarada, Martelo murió en 1999 a causa de un derrame cerebral, no sin antes dejar entre quienes trabajaron con él el concepto de ser “una persona exquisita y con un gran refinamiento”. Algunos de los galardones que recibió por su trabajo fueron los premios India Catalina, Simón Bolívar y Tv y Novelas, en las categorías de mejor ambientación y vestuario por la serie de RCN La casa de las dos palmas, otorgados en 1991.
María Mercedes Isaacs
album diego guarnizo
El 8 de febrero de 1991 falleció uno de los actores que más trabajaron por la cultura colombiana. A ella dedicó su vida desde sus tiempos de colegial, cuando se matriculó en la escuela de bellas artes del Teatro Heredia de Cartagena, ubicado a escasas tres cuadras de su casa. Allí empezó a germinar el actor que había en él. Más tarde, cuando viajó a Bogotá para estudiar arquitectura, quedó envuelto en el movimiento teatral universitario. En esas andaba cuando Jorge Alí Triana y Jaime Santos regresaron de Praga, y junto con ellos le dio vida al Teatro Popular de Bogotá. Una vez desintegrado el grupo se fue a estudiar en Estados Unidos y Europa. Tan pronto regresó a Colombia lo llamaron a hacer televisión: participó en producciones como Manuelita Sáenz, La mala hierba, El bazar de los idiotas y Gallito Ramírez, y a la vez dirigió las telenovelas Rasputín y Almas perversas. Entonces se le ocurrió la idea de fundar su propio teatro, un lugar en el que pudiera dejar su legado artístico y enseñar lo que había aprendido: el Teatro La Baranda, que aún hoy opera en Bogotá.
Finalizaba la década del setenta cuando fue contratada como jefe de producción de Promec, en la época en que esta programadora producía la serie Revivamos nuestra historia. Allí permaneció durante dos años y luego de un receso regresó a la televisión, más concretamente a Caracol, gracias a su amistad con Julio César Luna. En esa programadora primero se desempeñó como ambientadora de la telenovela Gallito Ramírez en 1986 y luego vinieron otras producciones como Al cuarto para las tres, Los impostores, Tuyo es mi corazón, Escalona, Las Ibáñez, Quieta margarita, Música maestro y Pasiones secretas, entre muchas otras, para las cuales realizó la dirección de arte. Ejerciendo este trabajo estuvo hasta 1994, cuando comenzó a apoyar a Caracol en el área creativa. Su trabajo como directora de arte en la televisión ha tenido varios reconocimientos, entre los que se cuenta el premio Simón Bolívar que ganó en 1991 por Escalona.
· Otros personajes · Kristina Lilley por Azúcar y La otra mitad del sol. Juan Sebastián Aragón por Las aguas mansas y No morirás. Daniel Ariza por La viuda de Blanco. Santiago Bejarano por Café, con aroma de mujer. Mateo Stivel por Conjunto cerrado. Marcelo Cezán por Cartas de amor. Julio del Mar por La viuda de Blanco. Fabiana Medina por Las aguas mansas. Kenny Delgado por La otra mitad del sol. Alejandro Buenaventura por Las aguas mansas. Juan Fisher por Vivir la vida. Juan Carlos vargas por La mujer del presidente y Leche. Felipe Noguera por De pies a cabeza y Leche. Luis Tamayo por Guajira. Luis Chiappe por Escalona. Edmundo Troya por Sangre de lobos. Fernando Allende por Sangre de lobos. Juan Pablo Franco por La casa de las dos palmas. Patricia Ércole por Pecado santo. Carlos Hurtado por Fronteras del regreso. Constanza Gutiérrez por En cuerpo ajeno. Rosario Jaramillo por La casa de las dos palmas. Maguso por Asunción. Jorge Paredes por el maquillaje de De amores y delitos. Rosita Cabal por el vestuario de La otra raya del tigre y Las aguas mansas. Susana Torres por Las Juanas. Daniel Rocha por La alternativa del escorpión. Danilo Santos por En cuerpo ajeno. César Escola por la música de Yo soy Betty, la fea. Marcela Carvajal por María María. Katherine vélez por Guajira. Helmut Karpf por el maquillaje de La maldición del paraíso, Sangre de lobos y La otra mitad del sol. Silvia Restrepo por la ambientación de El alma del maíz y Mascarada. Fernando Móseres por el vestuario de Las Juanas y Quieta Margarita.
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Las producciones CafĂŠ con aroma de mujer y La casa de las dos palmas, de RCN, se volvieron a emitir como parte de la programaciĂłn del primer dĂa como canal privado. Y la telenovela La madre fue una de las primeras realizaciones del nuevo canal.
El comienzo del futuro 1998-2004 156
El 10 de julio de 1998, desde el set de Caracol Noticias se informaba sobre la reunión del entonces presidente electo, Andrés Pastrana, con líderes del grupo guerrillero de las Farc y sobre la zona de despeje, conformada por cuatro municipios del Meta y uno del Caquetá.
L a p r i vat i z a c i ó n
Nuevo modelo con televisión privada
Cada uno de los canales privados pagó 95 millones de dólares por el derecho a operarlos durante un espacio de diez años (de enero de 1999 a enero del 2009). Esta cifra fue tan elevada que causó una gran polémica e hizo que más de uno repensara su deseo de ser concesionario de un canal privado. Con el tiempo, los dos favorecidos —Caracol y RCN— convocaron a un tribunal de arbitramento para que revisara el precio de la licencia, con el argumento de que el crecimiento del mercado y del PIB, con base en el cual se había establecido dicho valor, no se produjo. Esto hizo que los dos canales se sintieran perjudicados, y el tribunal les dio la razón en el 2002. Por esa razón les devolvieron alrededor de 10.000 millones de pesos a cada canal.
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on la sanción de la Ley 182 de 1995 se dio vía libre a la creación de canales privados en la televisión colombiana. Durante más de cuarenta años, desde 1954, este medio había funcionado con un sistema mixto, en el cual el Estado manejaba el espectro electromagnético y les adjudicaba a terceros la explotación comercial de los espacios, mediante licitaciones públicas. Para muchos empresarios tal esquema nunca fue el ideal, ya que produjo un atraso en su desarrollo. De otra parte, para otros ese mismo esquema significó tener una televisión plural y participativa, en la que prevalecía el compromiso estatal de proveer esparcimiento sano al público. Lo cierto es que los empresarios involucrados en su desarrollo propusieron desde un principio que se tuviera libertad de canales. Se le pedía al Estado que se concentrara en su función educadora, la cual podía desarrollar a través de un canal institucional, y que abriera la oferta de canales comerciales para que los televidentes tuvieran mucho más de donde escoger. Estas peticiones se convirtieron en más de una ocasión en proyectos de ley que fueron presentados ante el Congreso de la República, pero desechados en medio de las corrientes de la política. Aunque detrás de muchas de estas iniciativas subyacía un claro interés económico, también es cierto que las empresas televisivas estaban cansadas de funcionar al vaivén de los caprichos de cada gobierno, lo cual producía inestabilidad en el sector y les generaba a las compañías dificultad para tomar decisiones de largo y mediano plazo. Las licitaciones fueron uno de los aspectos más polémicos del sistema mixto. Ellas significaban que cada cuatro años cambiaban las reglas de juego, dependiendo del gobierno de turno. Uno de sus más aguerridos críticos, Fernando Gómez Agudelo, no entendía cómo una empresa con tanta trayectoria como la suya —RTI— tenía que demostrar cada tantos años si sabía o no hacer televisión y recibir un determinado número de horas de acuerdo con el capricho de un funcionario, generalmente ignorante de las coordenadas con que se guiaba el negocio. Para todos era contradictorio que el sistema de contratación de espacios no fuera claro. Bajo el marco jurídico de arrendamiento, Inravisión utilizaba la licitación pública para la contratación de la mayoría de los espacios, pero para otros, como los noticieros, programas de opinión y periodísticos, se empleó durante los primeros años el sistema de contratación directa. En consecuencia, el último proceso tenía un marcado carácter político, que muchas veces ignoraba la preparación profesional y el conocimiento del medio que debía tener el proponente, para privilegiar los favores que el gobierno quería pagar. Así las cosas, tomar la decisión de empezar a abrir la televisión era un paso obvio que, de hecho, se demoró mucho tiempo en darse. En especial porque durante muchos años, de todo el continente americano, sólo en Colombia y Cuba existió un monopolio del Estado sobre la televisión. El viraje hacia la privatización se dio no sólo en Colombia, sino en varios países del mundo que conservaban un modelo de televisión pública.
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L a p r i vat i z a c i ó n
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L a p r i va t i z a c i ó n c o g e p i s t a El surgimiento de los canales privados tiene su origen legal en la Constitución de 1991 que, con miras a defender el pluralismo en la información, aprobó la libertad para fundar medios masivos de comunicación, el libre acceso al espectro y la igualdad de oportunidades, así como la creación de un organismo autónomo para la televisión, que finalmente se llamó Comisión Nacional de Televisión (CNTV). Hacia 1996, cuando ya se empezó a hablar en firme del proyecto de adjudicar canales privados, la CNTV estableció unos requisitos que las empresas interesadas en ser concesionarias de un canal privado debían cumplir. Sólo tres grupos se presentaron para cumplir con estos requisitos exigidos inicialmente por la CNTV: Caracol Televisión, un consorcio conformado por RCN, RTI y El Tiempo, y otro consorcio encabezado por Punch. Finalmente, sólo se entregaron dos concesiones por diez años, prorrogables, cada una de las cuales costó 95 millones de dólares. Las empresas beneficiadas fueron Caracol, del Grupo Santo Domingo, y RCN perteneciente a la organización Ardila Lülle. Una de las contraprestaciones que pidieron los dos beneficiados fue un arreglo de exclusividad según el cual la CNTV se comprometió a no entregar otras concesiones de canales nacionales de operación privada hasta que finalice su contrato. Desde un principio los canales privados, siguiendo los parámetros dictados por la ley, realizan como mínimo un 60% de programas nacionales, con preferencia por los dramatizados: sólo en el primer semestre del 2001 diariamente se transmitieron 16 de estos programas, especialmente en horario triple A. El público reaccionó positivamente a esta propuesta, tanto que los enlatados o productos extranjeros han desaparecido de la lista de los 10 primeros programas con mayor sintonía en Colombia. No obstante, hay que decir que la privatización llegó en el momento más crítico para el sector y para el país en los últimos años. El mayor número de canales comerciales significó un aumento en el número de horas al aire y por consiguiente en la oferta comercial. No obstante, la inversión publicitaria en lugar de ampliarse se disminuyó en términos de pesos constantes. Según un estudio del Instituto SER, de 1997 a 1998 la inversión publicitaria cayó en un 10,3% en términos reales y sólo aumentó en un 0,6% en 1999, todo como producto de la recesión económica. A grandes rasgos, esto produjo que muchos programadores entraran en dificultades económicas y tuvieran que devolver sus espacios, que otros feriaran sus activos al mejor postor, que varios productores tuvieran sus equipos y estudios desocupados y que la audiencia se fraccionara. Simultáneamente, los materiales extranjeros y los costos de producción se elevaron a causa de una fuerte subida en el precio del dólar. A este panorama desolador, se sumó una guerra de tarifas con descuentos descomunales que descompensaron el mercado.
En la práctica, la televisión colombiana continúa siendo mixta, no sólo porque uno de sus canales —el Canal Uno— sigue operando con el mismo esquema, sino porque los dos privados funcionan como operadores y cuentan con total libertad en el manejo de su programación, pero ninguno de los dos tiene control absoluto. “Creo más en las bondades de la privatización que en la estupidez del Estado, demostrada durante 35 años de manejo. Es lamentable ver lo limitada que es nuestra televisión porque el Estado se la inventa cada cuatro años, incluso cada dos, siempre que llega un ministro o un presidente nuevo. Con la privatización, la televisión va a florecer como en otros países, incluyendo los europeos, que tuvieron como nosotros la televisión estatal y comprendieron que no funcionaba”. —Bernardo Romero P.1
NoTA 1. La radio y la televisión en Colombia. 63 años de historia, Luis Fernando Múnera, Apra Ediciones, 1992, 385 págs.
CírCulo Colombiano de artistas (CiCa)
Alberto Saavedra Adriana Ricardo con Luis Eduardo Arango.
Luis Eduardo Arango Su debut como actor no fue frente a una cámara de televisión, sino ante sus compañeros del colegio en Medellín, a quienes les presentó la obra Los relámpagos de agosto. Esa primera incursión, sumada al amor por la poesía y la declamación que le inculcó su padre, lo llevaron a pensar en la actuación como una opción de vida. La primera vez que los televidentes lo vieron en pantalla fue en un Cuento del domingo que se tituló Bola de sebo. Después Bernardo Romero Pereiro lo buscó porque necesitaba un actor de gran estatura y que no cobrara un peso para que hiciera pareja con María Angélica Mallarino. De inmediato aceptó su propuesta, y así inició su carrera en la televisión. Su talento les ha dado vida a personajes entrañables en Caballo viejo, Romeo y Buseta, Música maestro, Quieta Margarita, Flor de oro, La mujer doble, Dios se lo pague, Me llaman Lolita y La costeña y el cachaco.
Margalida Castro
A sus 57 años es uno de los actores veteranos de la televisión, pero también de los que se mantienen más activos en la pantalla. Inició su carrera artística en 1961 haciendo radionovelas y en 1973 pasó de la radio a la televisión. Lo curioso es que él no quería ser actor sino cantante e incluso llegó a trabajar en una orquesta de música tropical interpretando boleros. Entre los personajes que ha hecho en la pantalla chica se destacan Cándido Pedroza en la telenovela Amándote, Orca en La hora del vampiro, Pachito en la comedia Vuelo secreto y el señor Paipa en La baby sister. Actualmente hace parte del elenco de la serie Francisco, el Matemático, donde le da vida al político corrupto Rafael de Caro.
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Los libros de arquitectura que la acompañaban cuando era estudiante en la Universidad Nacional quedaron atrás el día en que el director Carlos José Reyes la invitó a interpretar la flauta en una obra montada por el grupo Teatro de Arte Popular. A partir de ese momento dedicó su vida a la actuación, un arte que la ha llevado del teatro a la televisión sin detenerse. Debutó en la televisión en 1967 por invitación de Bernardo Romero Lozano, quien le ofreció protagonizar el teleteatro La tercera palabra de Alejandro Casona. A la vez entró a formar parte del elenco de la comedia Yo y tú, y a los seis meses de estar en la pantalla obtuvo el premio Ondra a la mejor actriz. Este galardón se sumaría al India Catalina que recibió en 1987 como mejor actriz de reparto por su interpretación de Sussy Borda de Lavalle en la telenovela Gallito Ramírez. También ha tenido actuaciones destacadas en producciones como Música maestro, Caballo viejo, La posada, La mujer doble y Yo amo a Paquita Gallego. Sus más recientes intervenciones en televisión han sido en la serie Padres e hijos y en la comedia Mi pequeña mamá, coproducción de RTI y la cadena Telemundo.
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Fue militante de la Juventud Comunista a finales de los años sesenta y allí se convirtió en el camarada de figuras revolucionarias como Carlos Pizarro, Luis Otero y Alberto Pinzón. Pero en 1973, cuando fue expulsado de la Universidad Nacional, su destino cambió. Ese mismo año el gobierno colombiano decidió incentivar la producción de cortometrajes y, como necesitaba un buen número de realizadores, reclutó en el grupo a Lisandro, un amante del séptimo arte. Así, de la noche a la mañana, recibió el título de director y guionista. En este período produjo cortos como Favor correrse atrás y en 1982 realizó su primer largometraje, titulado El escarabajo. En 1988, ante la difícil situación económica del cine nacional, se adentró en el mundo televisivo, que lo mantuvo cautivo durante cinco años. Por esta época dirigió reconocidas miniseries como María y La vorágine. Pero ahora ha vuelto a la gran pantalla, su gran amor y la que le ha dado mayores satisfacciones, como el premio que obtuvo en el Festival de Cine de Bogotá (2001) por la película Los niños invisibles.
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Lisandro Duque
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La “tía Mery”
Patricia Grisales
Cariñosamente todos la conocen con este sobrenombre, aunque su verdadero nombre es Amelia Ramírez de Bernal. Diseñadora de modas de profesión, acababa de llegar de Alemania donde estuvo trabajando para la televisión educativa cuando Jaime Santos la llamó para hacerse cargo del vestuario de la novela que en ese momento producía Caracol. Ella aceptó y, sin saber cómo, se vio trabajando tiempo completo para esta programadora, en la que ya completa 20 años de labores. Teniendo a cargo todo el departamento de vestuario, ella ha estado a la cabeza de exigentes proyectos como La mujer doble, Las Ibáñez o Dios se lo pague, entre otros cientos. Para esta labor, ha contado con el apoyo de importantes expertos en el tema del diseño de vestuario como Marta Torres, Pedro López, Laura Peña, Darío Valencia, Hernán Zajar, Amelia Toro y Mariela Gómez, entre otros.
Nació en Manizales y a los trece años llegó a Bogotá para estudiar en el colegio Palermo, donde participaba en las obras de teatro que montaba el plantel. Su debut en la televisión se produjo en 1982 cuando interpretó a Bernardita, la hija de La Caponera, en la telenovela El gallo de oro. Después vino su participación en café conciertos como Objeto varonil no identificado, y en las producciones de televisión Esperanza, El refugio, Amándote, Carmentea (donde realizó su primer personaje protagónico), Cuando quiero llorar no lloro, Los hijos de los ausentes, Destino: la ciudad, Mujeres, La baby sister, El inútil y Mesa para tres.
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César Mora Fue escogido como actor revelación en 1988 por el premio Simón Bolívar, gracias a su interpretación de un sacerdote falso en el dramatizado El confesor, de la programadora Colombiana de Televisión. La carrera de César en televisión ha sido fructífera y llena de personajes variados, la mayoría de ellos caracterizados por su ternura y gracia: fue Cascarita en Música maestro, José Ramón Alcalá en Pobre Pablo, Marcos el tegua en Tiempos difíciles y Barata en Dios se lo pague.
Claudia Gómez Aunque estudió biología, siguió el ejemplo que vio en casa y se dedicó a la televisión. Ese ejemplo venía nada más ni nada menos que de su padre, Fernando Gómez Agudelo. En ese medio fue larga y fructífera su participación, desde integrar los equipos, tanto en la dirección como en la producción, de programas como Quac, el noticero, series como Los cuervos y especiales como Maten al león, Castigo divino y Mi alma se la dejo al diablo. Antes de morir, en diciembre de 2002, estaba dedicada a la realización del documental Seguridad máxima, producido por Televideo para Discovery Channel.
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CírCulo Colombiano de artistas (CiCa)
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Hugo Gómez
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Debutó en la pantalla como protagonista de la telenovela La rosa de los vientos, realizada en 1989 por Punch, y ese mismo año recibió el premio India Catalina en la categoría de actriz revelación. Su trabajo, al igual que el galardón, le sirvió para que directores y programadoras se fijaran en ella y la llamaran a hacer papeles protagónicos en las telenovelas Te voy a enseñar a querer, Sangre de lobos, La potra zaina y Eternamente Manuela, y su intervención en las series La casa de las dos palmas (donde se destacó su personaje de Zoraida Salazar) y Hombres. En el año 2001 se radicó en Estados Unidos, donde ha protagonizado dos telenovelas para la cadena Univisión: Secreto de amor y Gata salvaje.
Waldo Urrego Desde sus primeras apariciones en la pantalla chica se consagró como el actor ideal para interpretar personajes de malo no sólo por su fisonomía, sino por la fuerza que le imprime a este tipo de caracterizaciones. Entre las más recordadas están la del indio Isidoro en Lejos del nido, la de Hildebrando en La guerra de las Rosas y su actuación en la serie Amar y vivir, por la cual recibió dos premios Simón Bolívar y un India Catalina como mejor actor de reparto. En los últimos tiempos ha participado en la telenovela No renuncies Salomé con el personaje de Nepomuceno, y se ha dedicado a su empresa de producción WM Factor Imagen.
María Fernanda Martínez Junto con Luis Eduardo Motoa crearon una de las parejas más románticas de 1989, al darles vida a Irene y Joaquín en la serie Amar y vivir. Ella obtuvo los premios India Catalina y Simón Bolívar como mejor actriz protagónica, y a partir de entonces su nombre fue bastante solicitado por los directores. Participó en las series El carretero y Escalona, y en 1994 volvió a ganar un India Catalina como actriz de reparto por su trabajo en La otra raya del tigre.
Carlos Barbosa Mientras estudiaba arquitectura en la Universidad del Valle, este caleño con alma de bogotano hizo sus primeros pinitos como actor de teatro y llegó a ser uno de los fundadores del departamento de arte dramático de la institución. Ya con esta experiencia entre pecho y espalda, lo primero que hizo al radicarse en Bogotá fue contactar al director Esteban Bolls, quien le propuso que se fuera de gira con él a Europa. Durante el recorrido la compañía quebró y sólo pudo llegar a Costa Rica. A su regreso (1964) se vinculó al Teatro Popular de Bogotá y en sus doce años de permanencia en el grupo no sólo participó en montajes de sala como La muerte de un viajante, sino en los teleteatros que se producían para la pantalla chica. Esta primera incursión frente a las cámaras fue seguida por su actuación en Teatro Popular Caracol, Los premios, La vorágine, El cuento del domingo, Vuelo secreto y El divino, telenovela por la que obtuvo el premio Simón Bolívar como mejor actor de reparto en 1987. Después de su reciente actuación en la telenovela Carlos Barbosa vuelve al teatro con la obra La fiesta del chivo, dirigida por Jorge Alí Triana.
CaraCol
Aura Cristina Geithner
Estudió arquitectura y diseño, pero ha pasado más tiempo en los estudios de grabación que sentado analizando planos. Su voz privilegiada y versátil le abrió las puertas de la televisión tanto para realizar comerciales como para actuar en comedias y dramatizados. Reconocido en todo el país por su personaje protagónico en la película El embajador de la India, también ha actuado en Don Chinche, Papi es un desastre, El carretero, Café, con aroma de mujer, Tiempos difíciles, Perro amor, La Caponera, La baby sister y Ángel de la guarda, mi dulce compañía.
Rafael Bohórquez
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Saín Castro Un carpintero le enseñó en Fusagasugá sus primeros conocimientos de guitarra y le abrió los ojos hacia el mundo de las artes. Se dedicó a estudiar el instrumento y llegó a montar con el grupo Yaki Kandru un recital con algunas composiciones suyas. La música lo llevó al teatro y al consejo creativo del TPB, de donde salió rumbo a la televisión. Sus primeras apariciones fueron con papeles cortos, uno incluso en la telenovela Pero sigo siendo el rey, hasta que llegó la oportunidad de interpretar a Rafael Núñez en la serie Revivamos nuestra historia. Más adelante el público lo vio como Alfonso Currea, el insufrible hijo de Oliverio en la telenovela Amándote. Pero ya para entonces lo había picado el bichito de la dirección. En 1986 probó suerte con la serie El enemigo y le fue bien. Por eso, cuando en 1987 le ofrecieron dirigir la telenovela Las muertes ajenas no lo pensó dos veces. A esta exitosa producción siguieron otras como Marcela, Si nos dejan, La cuarenta, la calle del amor, La familia del alcalde y Código de pasión. Recientemente los colombianos han vuelto a ver su faceta como actor en las telenovelas Traga maluca y La baby sister.
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teveCine
Para 1986 era uno de los actores más activos de la pantalla y el teatro, con excelentes críticas sobre su trabajo. Interpretaba a don Antonio, el papá de Pedro, en la serie Vivir la vida; a Federico, en la obra Demonio del mediodía; a Guzmán, en la comedia Dejémonos de vainas, y a Rufino Guanumen en la serie Oro. Uno de sus personajes más recordados es el de don Antuquito, el carpintero de la comedia Romeo y Buseta, y más recientemente le dio vida a Cristo en la telenovela María Madrugada. Esta interpretación coincidió con el premio Tv y Novelas que le otorgaron en el año 2003 por su trayectoria artística.
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La actriz Mónica Silva fue quien le brindó la oportunidad de iniciar una carrera como actriz. Por aquel entonces apenas tenía tres años de edad y a los cinco ya estaba bailando danza folclórica, que sería su primera actividad en la televisión. Una de sus participaciones iniciales como actriz fue en 1980 en la serie La cabaña del tío Tom, a la cual siguieron El viejo, El jorobado de Nuestra Señora de París y la película Con su música a otra parte. En 1984 fue catalogada como la actriz del año, y en 1987 recibió el premio India Catalina como mejor actriz por el papel de La Cachorra en la telenovela Las muertes ajenas. Después de quince años de carrera artística, en 1995 se retiró de la televisión para dedicarse a su familia e incursionar en la política en representación de los partidos cristianos. Fue representante a la Cámara hasta que en el año 2002 perdió su curul en las elecciones.
CírCulo Colombiano de artistas (CiCa)
Nelly Moreno
CaraCol
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Chela del Río
Marcela Agudelo e Iván Rodríguez en la serie Oro.
Iván Rodríguez
Delfina Guido A pesar de haber nacido en Buenos Aires, se sentía más colombiana que cualquier compatriota. Aprendió a amar el país desde 1962, año en el que llegó debido a su matrimonio. A los 27 años de edad inició una carrera como actriz, que la hizo matricularse en la Escuela Nacional de Arte Dramático y dejar de lado su identidad como Margarita Beatriz María Felleti, su nombre de pila, para convertirse en Delfina Guido. A lo largo de su trayectoria logró interpretaciones impactantes como las de Narcisa en Los cuervos, Chuma en El divino, Francelina Galeano en Lola Calamidades y Dorisita en Don Chinche. También participó en la película La estrategia del caracol, y fue directora de la obra de teatro La importancia de llamarse Ernesto. Una de sus últimas apariciones en la televisión fue en 2002, en el dramatizado Así es la vida. El 17 de abril de ese mismo año falleció en Bogotá debido a una afección cardiaca.
Su carrera actoral se inició en el año 1957 en Medellín, donde estudió por espacio de un año en la Escuela de Bellas Artes. Un festival de teatro que se realizó por aquella época en Bogotá fue el culpable de que se trasladara a la capital y conociera a Fausto Cabrera y Santiago García, quienes en aquellos días hacían parte del grupo de teatro El Búho. Trabajó con ellos por espacio de cuatro años, ya fuera en teatro de sala o en los teleteatros que montaban para la televisión. En 1962 se vinculó al Teatro Experimental de Cali, el cual dejó en 1968 para irse a estudiar en la Universidad de Chile. Allí tuvo la oportunidad de hacer teatro, cine y televisión, hasta el momento en que la situación política del país lo obligó a regresar a Colombia. Es a partir de 1978 cuando inicia su participación constante en los dramatizados nacionales, que ha dado pie a interpretaciones magistrales como las de La mala hierba, La rebelión de las ratas, Daniela y Amar y vivir. A la vez actuó en los largometrajes Canaguaro, Ajuste de cuentas, El día de las Mercedes y Bonaparte investigador privado. Después de permanecer cerca de dos años alejado de las pantallas, en 2003 regresó con un personaje en la serie Francisco, el Matemático.
A los catorce años ya andaba preparándose para ser artista. Por aquel entonces estudiaba música en un centro de cultura social auspiciado por la presidencia de la república y allí la descubrió un director de zarzuela que andaba buscando dos voces jóvenes para una nueva obra sobre la vida de San Agustín. Después de ese debut vendría su etapa de formación como actriz al lado de Efraín Arce Aragón en Cali y su ingreso, cuando apenas tenía 16 años, a la emisora La Voz de Colombia. En televisión empezó haciendo teleteatro pero ha participado también en dramatizados y comedias. El público aún la recuerda en Yo quiero a Irma, versión colombiana del programa norteamericano Yo quiero a Lucy, pero también en Las señoritas Gutiérrez, Música maestro, San Tropel, La guerra de las Rosas y, por supuesto, Don Chinche. Actualmente Chela del Río interpreta a Felicia en la telenovela del Canal Caracol Pecados capitales, y dirige con sus hijas, Gloria y Lucero Gómez, la escuela de actuación Fundación de Artes Escénicas.
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Blanca Jaramillo Hacía maquillaje de belleza con Max Factor, cuando fue invitada a trabajar en ópera y allí se quedó como jefe de maquillaje. En 1979 entró a la televisión a hacer Revivamos nuestra historia, más precisamente la serie Bolívar, el hombre de las dificultades. Desde entonces su trabajo con el medio no ha cesado. En Revivamos duró seis años y de ahí pasó a hacer especiales como La vorágine, de RCN, y otros producidos en la época por Caracol y RTI. A mediados de la década de los ochenta se fue para Italia a especializarse en caracterización y en efectos, en la RAI. Más adelante se vinculó de planta a Colombiana de Televisión, donde permaneció por espacio de doce años, y tomó parte en programas como El coleccionista, Amar y vivir, Puerto amor, Sobrevivir, Hechizo, N.N. y Navarro, entre otros. Por cuenta de su talento corrieron el “descuartizamiento” de Obando, en Revivamos nuestra historia; los leprosos de La vorágine, y el desfiguramiento por quemaduras que sufrió el personaje que interpretaba Jorge Emilio Salazar en el dramatizado Jeremías, mujeres mías. Desde la apertura de los canales privados, trabaja en forma exclusiva para RCN haciendo el diseño de maquillaje de buena parte de las realizaciones del canal. Además de la televisión, Blanca tiene una larga trayectoria en cine y teatro.
Carlos José Reyes Diego Álvarez Sus dotes para la comedia y el drama eran innegables. En 1986 deleitaba al público con papeles como Andresito, el punkero de la comedia Don Chinche, y Ricardo, el hijo “tumbalocas” de Oliverio Currea en la telenovela Amándote. Él inició su trayectoria artística en 1975 y siempre aseguró que su escuela fue el Teatro Popular de Bogotá. Después de dedicar su vida a las tablas y la televisión, murió en hechos trágicos en 1992.
Su trabajo en la serie Revivamos nuestra historia como investigador histórico y libretista se vio recompensado en 1981 al recibir el premio Esmeralda como mejor libretista por Bolívar, el hombre de las dificultades. Para la televisión ha escrito además El Bogotazo, El Doctor Russi, Rafael Núñez, la telenovela Los impostores y las series Últimas tardes con Teres, basada en la novela de Juan Marsé; La Espina, inspirada en la novela de Alejandro Carrión, y Castigo divino, basada en la novela de Sergio Ramírez. Hombre de letras y teatro, este bogotano obtuvo en 1975 el premio Casa de las Américas en Cuba y fue fundador, junto con Jorge Alí Triana, del Teatro Popular de Bogotá. Fue director de la Biblioteca Nacional de Bogotá desde 1992 hasta el 2002.
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Estudiaba ciencias de la comunicación cuando ingresó a la televisión, trabajando en RTI como coordinadora de dos programas culturales. Esa corta experiencia la condujo a ser nombrada más adelante jefe de control central, y como tal aprendió todos los secretos de la producción en color, tecnología que apenas se estaba estrenando en el país. Cuando terminó su carrera se fue becada a estudiar cine y televisión en España e Italia y a su regreso se radicó en Cali, donde empezó a trabajar tanto en cine, como en documentales y comerciales. Comenzando los ochenta se asoció con otras personas para fundar Proyectamos Televisión, empresa que operaba en un principio desde Cali. En ella permaneció por más de quince años, tiempo durante el cual se produjeron programas de corte cultural como Geografía olvidada, musicales como El show de Isadora, juveniles como A escondidas, novelas como El derecho de amar, que se transmitió en el horario del mediodía, y comedias como Papi es un desastre y Amigas. No obstante, durante un par de años se tomó un receso para trabajar como gerente de programación y producción de Caracol, cuando Diego Fernando Londoño era su presidente. En esa etapa también trabajó dirigiendo algunos seriados de Cenpro. Hacia 1994 Tulio Ángel adquirió Proyectamos y Ochoa se retiró al poco tiempo buscando volver a producir, su gran pasión, lo cual ha logrado a través del cine. Además de Rosario Tijeras, que ya está en etapa de posproducción, en la actualidad se encuentra inmersa en otro proyecto del séptimo arte.
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El 18 de diciembre de 1992 murió en Bogotá el actor que inmortalizó el personaje de Juan Charrasquiado en la telenovela Pero sigo siendo el rey. Tenía 37 años de edad y un año atrás se había retirado de la pantalla chica por motivos de salud. Desde su juventud como estudiante del Teatro Popular de Bogotá (por aquel entonces tenía 16 años) se destacó como una de las promesas de la actuación. Precisamente en esta sala realizó una de sus mejores interpretaciones con la obra La muerte de un agente viajero, dirigida por Jorge Alí Triana. Por aquel entonces compartió escenario con Luis Fernando Montoya y Diego Álvarez, amigos y colegas con los que en 1980 debutó en la televisión gracias a la telenovela Rasputín. También actuó en El faraón, Tiempo de morir, interpretó al general José María Córdova en Revivamos nuestra historia y fue el director artístico de la serie Décimo grado. Su último personaje en la televisión lo hizo para la serie Cuando quiero llorar no lloro, donde interpretó al padre de Victorino Umaña.
zona / jenny CiFuentes
Otro talento llegado desde el teatro a la televisión. Hizo su debut en la pantalla con el personaje de Añonuevo en la serie Oro, en 1986, por el cual obtuvo el premio India Catalina. Más adelante se destacó con el papel de Pata e’ tarro en la telenovela Las muertes ajenas, y como libretista en la serie Amar y vivir, por la cual volvió a recibir el India Catalina. En esta producción trabajó al lado de Carlos Duplat, una llave ganadora que también fue responsable del éxito de la comedia N.N. (1990) y de la serie Fronteras del regreso.
Clara María ochoa
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Germán Escallón
Jorge Emilio Salazar
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Jaime Saldarriaga
Darío Vargas
Después de encarnar exitosamente al Siete mujeres en la serie del mismo nombre, producida por Colombiana de Televisión en 1986, el actor murió víctima de unos disparos en un bar de Barranquilla. Hijo del actor José Saldarriaga, desarrolló una importante carrera como galán de telenovelas, entre las que se cuentan Lejos del nido, al lado de María Cecilia Botero, y La abuela, donde interpretó al nieto problemático de Brígida de Paredes.
Fue la revelación masculina de 1988 por su trabajo como director de El segundo enemigo para RTI. Economista con especialización en cine y televisión, también tuvo a su cargo la dirección de las telenovelasEl ángel de piedra, El segundo enemigo, ¿Por qué mataron a Betty si era tan buena muchacha?, Ana de negro y En cuerpo ajeno. En 1995 se asoció con el productor José Antonio de Brigard para crear la productora Teleset.
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alexandra pérez
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E l ta l e n t o d e l o s o c h e n ta · Otros personajes ·
Pedro Montoya Silvio Ángel
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Como desde niño quería ser artista, tan pronto tuvo oportunidad se inscribió en las academias de artes del Distrito. Cinco años estuvo formándose, primero con las escuelas de la ciudad y más tarde al lado del actor y director Harry Geithner en el teatro Colón. De las tablas saltó a la radio y se vinculó a las emisoras Todelar, Caracol y Sutatenza como radioactor. Un buen día, de eso hace más de 35 años, lo llamaron para que participara en un programa de televisión llamado Un ángel a la orden. Así inició una carrera en la pantalla chica que ya va por los 43 años y ha dado personajes inolvidables como Jacinto en la telenovela Vendaval, don Joaco en la comedia Don Chinche y un adorable abuelo que interpretó en julio de 2003 en Padres e hijos.
Bruno Díaz
Rodrigo ospina En sus casi dos décadas de vinculación al medio audiovisual, este multifacético caleño ha hecho buena parte de los trabajos de detrás de cámaras. Su inicio en la televisión fue a principios de los ochenta, cuando se vinculó al equipo de producción de Promec, lo que le permitió trabajar en Revivamos nuestra historia y especializarse en la coordinación de batallas y escenas multitudinarias y de producción compleja. Esa experiencia la ha aplicado a largo de su carrera, especialmente cuando trabajó en las superproducciones históricas Crónicas de una generación trágica, Amores ilícitos, El alma del maíz y Bituima, realizadas con técnicas de cine para televisión, por Audiovisuales. En la pantalla chica nacional ha hecho además asistencia de dirección, edición, script y los libretos de la comedia Romeo y buseta, en compañía de Guillermo Calle. En cine ha sido asistente de dirección de los largometrajes La primera noche, Edipo alcalde y La gente de la Universal.
Carlos Parruca
Adriana Franco Su interpretación de Grace, la empleada doméstica “comechicle” en la comedia La posada, fue uno de los más queridos por parte del público. Gracias a este personaje, en 1988 obtuvo el premio Simón Bolívar en la categoría de revelación femenina. Otra de sus interpretaciones célebres fue Julia, la mamá de Beatriz Pinzón en la telenovela Yo soy Betty, la fea, y actualmente trabaja en la la serie Francisco, el Matemático, donde hace el papel de doña Martha.
Estudió teatro en Checoslovaquia, gracias a su inclinación por el mundo de la tramoya y el detrás de bambalinas. Allá tomó las bases de lo que luego pondría en práctica en la televisión, como jefe de ambientación y director de arte. Uno de los primeros trabajos en este campo, y el de más recordación durante muchos años, fue el hecho en La mala hora, controvertida realización de RTI que los colombianos vieron en 1977. Posteriormente, al lado de Jorge Alí Triana hizo toda la dirección de arte de la serie Revivamos nuestra historia, y participó en otras producciones de éxito como Castigo divino. Murió a mediados de los noventa.
Se consagró en 1986 con el personaje de Fercho Durango en la telenovela Gallito Ramírez, que le permitió obtener el premio India Catalina como mejor actor de reparto. Este papel dio pie para la creación de la comedia Shampoo, protagonizada por él, seguida por otras actuaciones de gran recordación, como las que hizo en las telenovelas Quieta Margarita y Música maestro.
Franz Vandenenden Apenas había recibido su grado de arquitectura cuando se vinculó a la programadora Coestrellas como jefe del departamento de escenografía. Eran finales de los ochenta y un año más tarde ya se había independizado. Al poco tiempo se unió con el que fue su socio hasta 1996, Felipe Sanín. Con la firma Sanín - Vandenenden juntos emprendieron proyectos para hacer la escenografía de exigentes programas, el primero de ellos el concurso Compre la orquesta, que requería elementos que hasta el momento no eran comunes en la televisión colombiana, como la tarima giratoria que se instaló en el Teatro Colsubsidio. Más adelante fueron los noticieros de los noventa que llegaron a la pantalla chica exhibiendo escenografías que los colombianos no habían visto nunca en los espacios noticiosos nacionales. QAP fue el primero que incluyó la sala de redacción como parte del set donde estaban los presentadores. Años antes ya se habían hecho cargo del montaje de la escenografía del Concurso Nacional de Belleza, labor que realizaron juntos por espacio de nueve años y, desde que Sanín y Vandenenden se separaron, el primero asumió solo ese trabajo. Gracias a las virtudes que trajo consigo la tecnología digital, Vandenenden continuó vinculado al medio adhiriendo nuevos materiales y colores a su trabajo para hacer de la escenografía un recurso más sugerente e innovador del medio televisivo. Hoy en día, él tiene a cargo todos los centros de noticias de los principales noticieros de la televisión.
Se inició en los medios a los 16 años como control de radio y periodista. Más tarde, en Medellín, dio sus primeros pasos como actor al lado del libretista Efraín Arce Aragón. Pronto su talento le permitió incursionar en la televisión, donde alcanzó el momento cumbre de su carrera al interpretar al Libertador en la serie Bolívar, el hombre de las dificultades. En 1986 sufrió un derrame cerebral que lo obligó a alejarse de la pantalla. Sin embargo, en 1996 hizo un personaje pequeño en la serie Fuego verde, y en el año 2000 participó en la telenovela El caballero deRauzán. Falleció a finales de agosto de 2004.
Alberto Amaya Durante sus más de dos décadas de vinculación a los medios audiovisuales como productor, le ha dado vida a infinidad de proyectos que van desde largos, cortos y mediometrajes, pasando por programas institucionales y documentales, como el de Los Nukak Makú, que se vio en varios países del mundo, hasta distintas series de televisión. Entre estas últimas cabe destacar las muchas que dieron un gran aporte al género cultural, como Yuruparí, Maestros, Talentos, En contravía, En blanco y negro con Margarita, Travesías y Tutela, factor humano, programas realizados por Audiovisuales. Además de laborar con esta programadora por espacio de siete años, Amaya ha trabajado con otros productores independientes y actualmente él es uno de ellos, con la empresa Señal Creativa.
Rubén Darío Serna
Alfredo Corchuelo por la cámara de Revivamos nuestra historia. Alberto valdiri por Azúcar. Celmira Luzardo por La tregua. Betty Rolando por Los cuervos. Julio Sánchez Cristo por los efectos de El huracán. Jorge Marín por Telesemana. Iris Llinás por Operación salud. Luis Fernando Castrillón por Magazín 7:30. Elsa vásquez por el script de Mi alma se la dejo al diablo. Guillermo Gálvez por Tuyo es mi corazón. Gustavo Londoño por Caballo viejo. Herbert Montaño por El divino. Hilda Demner por los libretos de La estrella de las Baum. Luis Alberto García por la dirección de Amándote. Moisés Angulo por Música maestro. Jorge Paredes por el maquillaje de Revivamos nuestra historia. Pedro Mogollón por San Tropel. Nórida Rodríguez por Camelias al desayuno y Los cuervos. Ernesto Dueñas por la escenografía de Gallito Ramírez y Pero sigo siendo el rey. Margarita Forero por el maquillaje de La casa de las dos palmas y Azúcar. Argemiro Saavedra, premio Simón Bolívar a mejor cámara por Azúcar. Miguel Alfonso Murillo por Las muertes ajenas. Julio Sánchez Coccaro por La rosa de los vientos. Horacio Tavera por Amar y vivir. Marcela Agudelo por Oro. Rosa virginia Bonilla por Quieta Margarita. Lucy Mendoza por Los colores de la fama. Lethy de Mallarino por la ambientación de Gallito Ramírez. Alejandro Buenaventura por Décimo grado y Amándote.
Se fue del país con el circo Los Muchachos y terminó estudiando maquillaje en Suecia. Luego pasó a Alemania y se vinculó a la firma de cométicos Kriolan, con la que tomó cursos de maquillaje tridimensional. Una vez de regreso en Colombia comenzó a trabajar en la televisión, cuando apenas se iniciaba la década de los ochenta. En aquellos tiempos hizo el maquillaje de novelas para todas las programadoras del momento. Dentro de ese trabajo pronto se especializó también en efectos especiales. Es así como estuvo a cargo de este aspecto en una de las producciones más ambiciosas de la televisión colombiana: Crónicas de una generación trágica, para la cual también realizó el maquillaje. Algunos de los muchos otros programas que hizo fueron El gallo de oro y Las aguas mansas. Serna tuvo de igual manera una larga trayectoria haciendo comerciales, cine y teatro. Murió en 1994.
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Fotos: ConsorCio Canales naCionales privados
La red de transmisión
Guajira Atlántico Cesar Magdalena
Sucre Bolivar
Córdoba
Estación y parabólicas de la transmisora La Popa, en Bolívar.
Norte de Santander
Antioquia Santander
Un alianza para cubrir el país
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Caldas
Boyacá
Risaralda Chocó
Arauca
Cundinamarca
Casanare
Quindío Cuando se confirmó que Caracol y RCN iban a ser los concesionarios Valle del Cauca Tolima de los canales privados, las dos Meta empresas se pusieron de acuerdo para compartir el montaje y operación de la red de transmisión Cauca que les iba a permitir a los colombianos recibir la nueva señal, esto Huila con el fin de no hacer un doble Guaviare esfuerzo técnico. Para ello, en 1998 se creó un Nariño consorcio que llevó a cabo el trabajo de montaje, iniciando con Vaupés una primera fase, durante la cual Caqueta Putumayo se construyeron 15 estaciones que irradiaron la señal a las principales ciudades del país. De esa manera se logró una cobertura del 65.73%. A principios de septiembre de LA RED DE LOS CANALES PRIVADOS 1999 dicho consorcio inició la Amazonas Cubrimiento con respecto a la obligación contractual segunda fase de cubrimiento, que de los canales nacionales privados con la Comisión incluyó el montaje de otras quince Nacional de Televisión (poblaciones mayores de 20 mil estaciones que fueron entrando habitantes, según censo 1993, proyectado a 1997). en funcionamiento paulatinamente hasta finales de ese año, ETAPA 1, 1998, cubrimiento del 65,73% del país. con el fin de ampliar en un 14% ETAPA 2, 1999, cubrimiento 89,67% del país. la cobertura y cubrir a todas las ETAPA 3, 2002, cubrimiento 91,56% del país. capitales de departamento y a las ETAPA 4, 2003, cubrimiento 93,04% del país. poblaciones con más de 100.000 ETAPA 5, 2004, cubrimiento 94,84% del país. habitantes. Hasta finales del 2003 se habían montado un total de 57 estaciones en todo el país, que cubrían más del 93.04% del universo al que le debe llegar la señal de los canales privados. A mayo del 2004 el proyecto se encuentra en su quinta etapa, y a lo largo del año se concluirán las últimas estaciones, cuyo montaje se ha dificultado por estar en zonas de conflicto armado. Así, al finalizar el 2004 la señal de los canales privados les llegará a todas las poblaciones con más de 20.000 habitantes. El consorcio sigue funcionando, no sólo para la operación de la red, sino que realiza otras labores que facilitan el trabajo de los dos canales en aspecTransmisora La Flora en el Valle del Cauca. Transmisora La Pita en Sucre. tos como la codificación de los comerciales y el recaudo de cartera.
Vichada
Guainía
· E j e c u t i va s ·
Guiomar Sanín Posada Desde 1998, cuando nació la televisión privada, Guiomar Sanín Posada es gerente del Consorcio Canales Nacionales Privados. Pero el interés por el tema de la privatización llegó a esta abogada de la Universidad Javeriana, con énfasis en medios y telecomunicaciones, muchos años antes. Fue en 1991, con la Constitución Política de Colombia, en la cual se contemplaba la posibilidad de privatizar la televisión, que Guiomar Sanín empezó a participar en el desarrollo de innumerables proyectos y reformas, que finalmente desembocaron en las leyes 182 de 1995, 335 de 1996, y 506 de 1999, rectoras de la televisión privada. Llegó a la gerencia del consorcio, luego de haber trabajado en empresas como Cine Colombia y TV Cable y de coordinar, durante más de tres años, el proyecto que dio vida al Canal Caracol.
Canal Caracol
Adelante en audiencia Como reconocimiento a la experiencia de casi tres décadas en el negocio televisivo, en 1997 Caracol, bajo el liderazgo y la dirección del grupo Bavaria de propiedad de la familia Santo Domingo, y el concurso del empresario venezolano Gustavo Cisneros, líder en televisión en su país con Venevisión, el expresidente López Michelsen y Fernando Londoño
·Los presidentes del Canal Caracol·
Mábel García
Luego de llevar doce años vinculada a la compañía televisiva, nueve de ellos en calidad de presidenta, a esta ejecutiva le correspondió liderar el paso que dio Caracol para convertirse en canal, proceso que se preparó durante varios años, pero sólo se materializó en 1998. Un año después, Mábel dejó el canal. (Ver también página 50). CaraCol
Henao, fue adjudicatario de uno de los dos canales nacionales de operación privada, sistema que partió en dos la historia de la televisión en Colombia. Un año después ya estaba al aire, con nueve horas de programación diarias, 60% de ella de origen nacional. Para adecuarse a los retos que implicó pasar de ser un programador a canal, a lo largo de 1997 Caracol implementó un plan de ampliación de tal manera que la infraestructura que antes servía para producir 10,5 horas de programación semanal, funcionara para tener al aire 18 horas diarias, que fue lo estipulado dentro del contrato de adjudicación, el 50% de ella de producción nacional y el 60% durante el horario triple A. Junto con la inversión en tecnología, la planta de personal de Caracol creció en 103% de 1997 a 1998, especialmente para cubrir la dirección general de noticias, que se creó con el nacimiento del Canal. La primera emisión en la nueva frecuencia se hizo el viernes 10 de julio a las 4:00 de la tarde con el Mundial de Francia, luego de dos meses de tener al aire emisiones de prueba. A los dos meses, Caracol aumentó en tres horas más su programación, para tener una señal continua desde el mediodía hasta la medianoche. Para llegar a los hogares de los colombianos con esta señal se tuvo que hacer el montaje de una red privada de trasmisión nacional construida a lo largo y ancho del país, trabajo que realizaron a través del consorcio de canales privados conjuntamente Caracol y RCN, siguiendo un plan cuya primera etapa se finalizó exitosamente en seis meses. Esos primeros tiempos al aire no fueron fáciles. Por una parte, la audiencia seguía fiel a los programas que venían viendo en el Uno y el A y de otra, la falta de cobertura en su señal, que apenas sobrepasaba el 60%, le restaba oportunidades de negocios. Pero luego de un año, y contrariando todos los pronósticos, los canales privados empezaron a ganarles la carrera a los públicos que habían bajado su inversión en programación. Así, para finales de 1999 Caracol lideraba en participación de mercado con un share del 36%, seguido de RCN con un 29%. Esto fue posible gracias a la propuesta refrescante de programación, que junto con éxitos tan rotundos como Pedro el Escamoso, trajo innovadores productos como los llamados programas formato, los cuales se vieron por primera vez en la pantalla chica nacional gracias a Caracol. El primero de ellos fue el concurso Quién quiere ser millonario, y un año después el primer reality show que vieron los colombianos en el 2001: Expedición Robinson, y su segunda versión en el 2002, seguido al poco tiempo por Popstars, en el 2003 vino El Gran Hermano y en el 2004 un formato propio del Canal: El desafío. Este género, a pesar de ser muy controvertido, hoy en día acapara buena parte de la audiencia y sus programas se ubican dentro de los diez más vistos. Paralelamente, el Canal abría sus puertas hacia la industrialización en su producción, al firmar convenios internacionales que permitieran llevar sus productos más allá de las fronteras nacionales, lo cual ubica actualmente al Canal Caracol como uno de los grandes productores internacionales, en un trabajo mancomunado con RTI y Telemundo, así como con otros productores independientes. Y muestra de ello es que sólo en el 2002 ingresaron un total de 35 mil millones de pesos por concepto de ventas de productos en el exterior. El último proyecto de expansión que ha emprendido el Canal Caracol es la puesta en marcha desde agosto de 2003 de su versión internacional, es decir un canal con programación propia similar a la nacional, que será visto en todo el continente americano, así como en Europa, a través de las señales DTH y canales de cable de todas las regiones. En el 2004 se firmó el primer negocio grande de distribución con DirecTV para Estados Unidos.
Ricardo Alarcón 1999-2001 Su carrera en los medios comenzó en la radio. Siendo un estudiante de ingeniería sanitaria, lo que realmente lo enamoraba era el fútbol y la radio. Por eso se fue vinculando a ésta como comentarista deportivo, mientras simultáneamente hacía un programa de rock. Cuando había terminado su carrera ya estaba metido de cabeza en el medio radial y se dedicó a él. En Caracol Radio estuvo durante dos épocas. Una por los años ochenta, en las áreas de mercadeo y producción, y la segunda cuando fue nombrado presidente en 1987, cargo que desempeñó por doce años. Pero durante todo ese tiempo en radio tuvo mucho que ver con lo que pasaba en televisión, pues de una parte era miembro de la Junta directiva de Caracol Televisión y de otra fue coordinador del sector de comunicaciones del grupo Bavaria durante los noventa. Al finalizar esa década fue nombrado presidente del Canal Caracol, cargo que ejerció hasta finales del 2001. Durante esos dos años y medio de gestión fueron varios los logros. Desde el punto de vista empresarial se hizo el acuerdo de coproducción con Telemundo y RTI; se continuó el proceso de comercialización internacional con Tepuy, lo cual le dio un gran impulso a la venta internacional de Caracol, y se lograron hacer coproducciones con Disney y Buena Vista, como la telenovela Amor a mil, realizada en el 2001. Todo ello redundó en la posición de gran exportador de la que hoy goza Caracol. Desde el punto de vista de la programación, durante su presidencia se trajo a la televisión colombiana Quién quiere ser millonario, que constituyó la primera gran apertura a un formato internacional, y se hizo el primer reality que se presentó en la televisión colombiana: Expedición Robinson. Él fue quien se atrevió a apostarle al género, en un momento en que no habían antecedentes, pues ese mismo año también se hicieron los primeros ensayos en otros países de Latinoamérica. En ese tiempo también se produjo Pedro el escamoso, una de las novelas de más éxito de la era de la privatización, no sólo en el ámbito nacional, sino internacional. En general, fueron unos años duros, pues Alarcón tuvo que afrontar el gran boom que significó Betty, la fea y, sin embargo, las cifras de Caracol nunca perdían en el total día, con respecto a RCN, y por eso cuando se acabó esta novela, Caracol era un canal muy sólido, y fue la base del éxito del canal que hoy se considera como el líder en Colombia. Luego del retiro del Canal, Alarcón aceptó una oferta de Ecuavisa, un canal ecuatoriano donde estaban buscando a un ejecutivo con experiencia para poner al frente y arrancar un proyecto multimedia. Allá estuvo unos meses hasta que Patricio Wills lo llamó para que asumiera la presidencia de RTI, ya que él la dejaba para irse a presidir otra productora de televisión a Miami. Alarcón es el presidente de RTI desde abril de 2003, donde aparte de seguir encausando a la empresa en su nuevo carácter de productora de televisión, ha liderado la construcción del primer estudio para producción de realities en Colombia, que próximamente será puesto a disposición de otros países.
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Canal Caracol
CaraCol
·Los presidentes del Canal Caracol·
·Ejecutivos· zona / daC
Un nuevo espacio
Paulo Laserna
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Aparte de ser actualmente el presidente del Canal Caracol, la televisión colombiana tiene en este profesional a un carismático periodista y empresario. Aunque estudió relaciones internacionales en el Instituto de Estudios Políticos de París, ciencias políticas y alta gerencia en la Universidad de los Andes y posteriormente hizo un posgrado en administración pública en la Universidad de Harvard, es en los medios donde Laserna se ha movido la mayor parte de su vida profesional, unas veces como ejecutivo y la mayoría como periodista. Esta faceta la inició en 1982 en la radio regional, más precisamente en La Voz del Tolima. En 1984 pasó a la televisión asumiendo la gerencia de la empresa Gramacol, una filial de Caracol que producía novelas en exteriores. Allí, donde permaneció por espacio de dos años, también trabajó frente a las cámaras haciendo un segmento como comentarista de opinión política en el programa Dicen que, dirigido por Amparo Pérez para Caracol. En 1986 ingresó a la vida pública, donde fue miembro de la junta de la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB) por dos años y después su gerente. Tras su paso por la ETB, en 1990 regresó a la radio como comentarista en 6a.m.-9a.m., el programa de Yamid Amat de Caracol, de donde se retiró para realizar su maestría. Al periodismo volvió en 1992 con el Noticiero QAP, donde los televidentes lo vieron como su primer presentador, compartiendo set con Adriana La Rotta. Toda esta experiencia profesional le sirvió para que lo llamaran del Noticiero Nacional a desempeñar el cargo de gerente y codirector, al lado de Lucía Madriñán, y como tal le dio un giro al noticiero para convertirlo en un servicio informativo serio, equilibrado y confiable, que captó la atención de los colombianos y fue por casi cuatro años consecutivos líder en sintonía, convirtiéndose en un éxito empresarial. Posteriormente, con el inicio de los canales privados fue el responsable del montaje total de la infraestructura técnica y humana de noticias del Canal RCN, así como su primer director de noticias. A finales de 1998, pasó a ser asesor de su amigo Ricardo Alarcón en la presidencia de Caracol Televisión y en el 2000 dejó la administración para volver ante las cámaras como presentador y productor del concurso Quién quiere ser millonario.
Al retirarse Alarcón, en octubre de 2001, fue nombrado presidente del Canal Caracol. Durante su gestión, gracias al excelente equipo humano que lo acompaña, se ha incrementado el liderazgo del Canal en términos de participación de audiencia, alcanzando los casi sesenta puntos de share, y se consolidaron los grandes formatos de realities —Popstars, Gran Hermano, Desafío 20.04 y Quién quiere ser millonario—, a la vez que se han duplicado las ventas internacionales de telenovelas, noticieros y libretos, expandiendo las fronteras de la compañía y posicionando el producto colombiano como el tercero en América Latina. Desde su llegada, el Canal Caracol, bajo la orientación de la junta directiva, lleva tres años continuos produciendo utilidades con un Ebitda creciente y se ha logrado reducir en un 42% la deuda del Canal, lo que le garantiza su consolidación hacia el futuro como empresa del sector internacional. Así mismo, y con el apoyo de la junta directiva, se ha implementado un sistema de estímulos por resultados para los colaboradores del Canal y, siguiendo el principio de responsabilidad social, él mismo estableció un compromiso unilateral para disminuir la violencia en los programas dramatizados y en los noticieros que produce el Canal. También Caracol ha sido el pionero y promotor de la realización de los realities en Colombia, con Popstars y los que ya están en producción. Los últimos retos asumidos en la presidencia han sido consolidar el equipo humano y su sentido de pertenencia; construir la nueva sede unificada; fortalecer el Canal Caracol Latino para el público internacional, así como la distribución internacional directa, y consolidar los beneficios económicos para todos en la compañía. Finalmente, otra de sus grandes banderas es establecer un compromiso de solidaridad con la comunidad colombiana. De su trayectoria como periodista y presentador, además de conocimiento y muchas anécdotas, le queda el premio Simón Bolívar, que ganó en la categoría de mejor entrevista. Fue finalista en dos oportunidades del mismo premio, como mejor presentador y entrevistador periodístico, y ganador de tres premios con Quién quiere ser millonario.
Luis G. Calle Con más de 20 años de experiencia en el medio, Luis Calle es hoy en día el vicepresidente de operaciones del Canal Caracol. Como tal, es el responsable de la producción para los departamentos de noticias y entretenimiento. A este cargo llegó luego de trabajar por espacio de cuatro años en el Canal RCN, en las áreas de noticias y más adelante en programación. Allí tuvo que enfrentar varios de los retos que supuso la creación del canal y en especial la plataforma de noticias que hoy en día ostenta RCN. Calle recibió un título en periodismo y producción de televisión de la Universidad de Boston en 1979, luego de estudiar por espacio de un año producción de documentales en Bolonia (Italia). A lo largo de su carrera, ha trabajado en cadenas de televisión como SIN y Univisión, además de que fue el director del Noticiero 24 Horas entre 1992 y 1993 y el editor en jefe de CBS Telenoticias en Miami por espacio de cinco años.
Con la idea de unificar los departamentos que anteriormente tenía Caracol funcionando en distintas partes de la ciudad, desde el 2002 se construye en el occidente de Bogotá una gran sede donde estarán todas las áreas y empleados de la compañía. Este proyecto se lleva a cabo por fases, la primera de las cuales costó aproximadamente 7.000 millones de pesos y comenzó en mayo del 2002. En este tiempo se construyeron dos estudios de 500 metros cuadrados cada uno, con todas las especificaciones técnicas requeridas para estos espacios, además de un máster o centro de emisión y otro de control que permite que haya una interconectividad total entre los equipos de cada estudio. Este espacio también comprende áreas de apoyo como vestier y maquillaje de los actores. La segunda parte de esta fase se inició hace algunos meses con la construcción de un edificio donde se ubicará el máster de emisión definitivo, desde donde se subirá en el futuro la programación al satélite y se hará la salida de señales. La siguiente fase contempla la construcción de la sede administrativa, así como otro estudio para espectáculos, la cual se espera terminar para finales del 2004. Finalmente, durante la tercera fase se planea construir el estudio de noticias y más adelante un gran estudio de mil metros cuadrados, más otros dos más pequeños para programación variada.
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Canal Caracol JULIO A DICIEMBRE 1998-2004
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FRANJA 6:00 A 24:00 • SABADO A DOMINGO 80 y concentrará todas las actividades del canal en una sola área. La sede del Canal Caracol se terminará a finales de 2004
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Canal Uno
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En losJUL nuevos CanalDIC Caracol JUL DIC DIC estudios JUL DICdel JUL JUL espacio infantil 10 (abajo). 2002 Club 2003 2004 2000exitoso2001
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se realizan0telenovelas como Luna, la heredera (arriba) y programas como el JUL DIC JUL DIC JUL DIC JUL DIC JUL DIC JUL DIC 1998
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JUL DIC JUL 2003 2004
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JUL DIC 1998
Pilar Schmitt.
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Especial sobre las elecciones presidenciales de Colombia 2002-2006.
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Canal Caracol
Diego Cadavid, Marcela Benjumea y Ángela Vergara en la telenovela del Canal Caracol, Se armó la gorda.
Telenovelas
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Claudia Palacios.
Noticieros Uno de los frentes donde el Canal Caracol invirtió mayores esfuerzos y recursos económicos fue en el montaje de la estructura de noticias. Desde un primer momento la audiencia recompensó este esfuerzo y se volcó hacia unos noticieros que ofrecían no sólo un bueno contenido, sino una inmediatez antes poco conocida en la televisión nacional, bajo la dirección de Yamid Amat. Los diferentes noticieros del Canal fueron acaparando progresivamente la preferencia de la audiencia, llegando a tener en el 2002 52,8 puntos de share nacional promedio año y a abril del 2004 esa cifra se había elevado a 55,7. En últimas, lo que demuestran estos números es que al lado de las producciones dramatizadas los noticieros son los programas más vistos por la teleaudiencia nacional (más información, página 199).
Margarita Ortega.
CaraCol
Uno de los aspectos positivos que trajo consigo la apertura de los canales privados fue la creación de la figura del defensor del televidente, establecida por ley, y que en primera instancia fue representada por Bernardo Hoyos y Julio Nieto Bernal. Ello dio pie para que salieran al aire los programas Tu tele, de RCN, y Doble vía, de Caracol, dirigidos por Consuelo Cepeda y Amparo Pérez, respectivamente. Teleantioquia también tiene esta figura.
Yamid Amat en el centro de noticias del Canal Caracol con Augusto López, Julio Mario Santo Domingo y, al fondo a la derecha, Mábel García.
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Asumiendo como estratégicos los programas informativos, las telenovelas y la transmisión de eventos deportivos, la parrilla de programación del Canal fue diseñada con miras a la conquista de la franja triple A. En el género melodramático el Canal Caracol ha producido muchos de los programas más vistos por los colombianos, Pedro el Escamoso, María Madrugada y La guerra de las Rosas. En los últimos años, estos productos han correspondido a un esquema marcado por la internacionalización de la televisión colombiana. Son historias que trascienden lo nacional y tienen un lenguaje más universal, de tal manera que lleguen fluidamente a distintos públicos. En esta categoría se enmarcan telenovelas como Luzbel está de visita, Amantes del desierto, Sofía dame tiempo, La venganza y Pasión de gavilanes. A lo largo de estos años, los televidentes se encontraron con novelas como Dios se lo pague; La guerra de las Rosas; La Caponera; Marido y mujer; La baby sister, presentada en el 2000 con éxito no sólo en Colombia sino en el exterior; Amor a mil; Traga maluca; Siete veces amada; María Madrugada; Pecados capitales, una propuesta original que combina elementos del melodrama con los de un reality show, Ángel de la guarda, mi dulce compañía; El auténtico Rodrigo Leal Mesa para tres y su último estreno en el 2004 La heredera. En el género dramático, pero en formato de seriado, han estado al aire entre otras Julius, una de las primeras producciones dramáticas que presentó Caracol en 1998 como canal privado; Sin límites, serie dirigida por Juan Carlos Villamizar, e Historias de hombres sólo para mujeres, además del ya consolidado dentro de la audiencia Padres e hijos.
Camilo Montoya, Marcela Sarmiento y Javier Hernández, presentadores.
Yamid Amat entrevistando a Noemí Sanín.
Día a día
Pregunta Yamid
Magazín matutino creado en el 2001, similar en su estructura a Despierta América y otros que se emiten en la televisión internacional desde hace varios años. Jota Mario Valencia, junto con la presentadora Marcela Sarmiento, acompañaba a los televidentes en sus primeras horas del día con notas amenas y mensajes positivos. En un comienzo el programa tenía una hora de duración —6:00 a 7:00 a.m.—, y ofrecía notas insólitas y divertidas, estado del tiempo, sinopsis de películas, estado de las carreteras y horóscopo. Con el paso del tiempo fue ampliando su horario, que hoy se extiende hasta las 11:30 a.m., dándole paso a entrevistas con personajes de la farándula, notas musicales y deportivas, y alternando su emisión con la del noticiero de la mañana. En el 2002 Valencia se retiró del magazín y la nueva planta de presentadores quedó conformada por Marcela Sarmiento, Javier Hernández y Camilo Montoya, dirigidos por Diego Fernando Londoño.
Aunque se comenzó transmitiendo en el Canal Uno a principios de 1998, cuando surgieron los canales privados pasó a ser parte de la programación del Canal Caracol. Era un programa de entrevistas con personajes de actualidad, nacionales o extranjeros, hechas por el que también fue su director, Yamid Amat. Por allí pasaron figuras de la talla de Plácido Domingo, Miguel Bosé, Mario Vargas Llosa, Alberto Fujimori, Hugo Chávez y Fernando de la Rúa. Aprovechando las noticias de coyuntura, también fueron entrevistados el general Rosso José Serrano, cuando renunció a su cargo en la Policía, y Mireya Moscoso el día en que ganó las elecciones en Panamá, entre muchos otros. A comienzos del 2000 se comenzó a grabar en auditorios de universidades, en donde a la par con Yamid, los estudiantes también hacían preguntas. En su última etapa, el programa se hacía en directo desde el estudio, con participación del público, a través de un chat. Salió del aire en marzo del 2002.
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CaraCol
Canal Caracol
Una de las novedosas herramientas tecnológicas del canal es el Coptervision, pequeño helicóptero dotado con cámaras que brinda mayor agilidad en las tomas.
CaraCol
El Canal Caracol se ha especializado en la transmisión en directo de eventos especiales y deportivos, utilizando la mejor tecnología y un equipo de trabajo altamente capacitado. Posee con carácter exclusivo los derechos de transmisión de los partidos de fútbol de la Selección Colombia en todas sus categorías hasta el año 2010.
CaraCol
María Cecilia Botero fue la presentadora de este nuevo intento por introducir en Colombia el formato del talk-show, pero con producción nacional. Siguiendo la estructura del género, se trató de un espacio grabado en estudio con la presencia de público y un grupo de panelistas, quienes debían contar sus historias sobre un tema particular. Lo estrenó en el 2001 el Canal Caracol, pero su permanencia en la pantalla no fue larga debido a que la Comisión Nacional de Televisión ordenó su suspensión por considerar que sus contenidos no eran los más aptos para la franja infantil. Para 2002 ya estaba fuera del aire.
El año 2000 les trajo a los colombianos una novedad en materia de programas de concurso: por primera vez en la historia de la televisión colombiana, ellos tenían la oportunidad de recibir como premio 200 millones de pesos. Y lo único que debían hacer era responder correctamente las preguntas que les lanzaba un computador, las cuales en su mayoría eran fáciles para una persona promedio que estuviera bien informada. La propuesta fue exitosa desde el comienzo, con promedios de rating que desde la primera emisión superaron los veinte puntos y llegaron a los 35, llevando al género de los concursos nuevamente a las primeras posiciones de audiencia. Esta acogida no es de extrañar si se tiene en cuenta que Quién quiere ser millonario ocupa el primer lugar de sintonía en 23 de los 28 países en los cuales se está presentando actualmente, que incluyen naciones tan disímiles como Hungría, India, Sudáfrica, Israel y Estados Unidos. El programa le pertenece en el país al Canal Caracol, pero la producción está a cargo de Teleset, empresa que hace tres años envió a un grupo de profesionales a Londres, ciudad en la que nació el programa, para que se pusieran en contacto con la empresa Celador Productions, propietaria de la franquicia. La compañía, que exige total similitud de las versiones realizadas en el mundo con respecto al show original, les dio las instrucciones necesarias para que Quién quiere ser millonario fuera una realidad. Es por esto por lo que cualquier televidente que vea el programa, ya sea en Colombia, Israel o Hungría, no apreciará diferencias entre uno y otro país, porque con excepción del presentador y las preguntas que se adaptan a cada nación, la escenografía, la estructura, las ayudas y la música son las mismas. En cuanto a la presentación, Celador Productions también exigía que la hiciera una persona con experiencia en los medios de comunicación, que transmitiera seriedad y a la vez jovialidad. Después de unas extensas jornadas de audiciones, el Canal Caracol decidió encomendarle esta misión a Paulo Laserna Philips.
El último grito
Caracol más cerca Desde mayo de 2004 la presentadora de farándula Tatiana Ariza regresó al Canal Caracol para presentar informes sobre lugares turísticos de Colombia y el mundo en los noticieros del mediodía, con resúmenes en los informativos de las 7:00 p.m.
Programa de humor que el Canal Caracol estrenó en septiembre del 2003 con la conducción de David García, “Jeringa”, y Guillermo Orozco, “Memo”. Ellos dos se encargan de caricaturizar escenas del diario vivir de los colombianos, tratadas a través de una ágil combinación de grabaciones en estudio y exteriores, entrevistas, notas y crónicas en las que se dramatizan experiencias y situaciones absurdas, pero reales. El programa se emite los sábados a las 9:30 p.m. “Jeringa”, que se dio a conocer por su participación en Sábados felices y en el programa Los metiches, de la Cadena Univisión, a través de su faceta de imitador, se encarga de la presentación y la reportería, mientras “Memo” Orozco, quien cuenta con una gran experiencia como presentador y libretista de programas como El fenómeno del niño, Marca registrada y Locos videos, completa la pareja con su toque de frescura e irreverencia.
Hernán Orjuela, presentador y creador de También caerás.
También caerás
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Es un programa de humor creado por Hernán Orjuela Buenaventura para el Canal Caracol. Comenzó al aire el primero de mayo de 1999 y desde sus primeras emisiones alcanzó altos ratings en su horario del fin de semana, así como una nominación al premio Ondas de España. Su estructura se basa en el formato de las cámaras escondidas, que bien puede tener como protagonistas a colombianos del común o a figuras de la vida pública nacional e internacional. CaraCol
María C. contigo
Quién quiere ser millonario
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Los jóvenes también retan a Paulo Laserna.
Carlos Calero al frente de Cien colombianos dicen.
Cien colombianos dicen Concurso en el que dos familias, de cinco miembros cada una, compiten entre sí por premios que van desde 250 mil hasta 25 millones de pesos. Los concursantes deben estar relacionados sanguínea o políticamente porque jugar en familia es la clave de ganar. La mecánica del concurso es que las familias acumulen puntaje descubriendo rápidamente qué dijeron cien colombianos con respecto a preguntas sencillas realizadas previamente mediante encuestas. Una pregunta típica puede ser: “Nombre algo de color amarillo”. El concurso, de media hora de duración, salió al aire en 2002, se transmite de lunes a viernes y es conducido por Carlos Calero Salcedo. Es la versión colombiana del concurso Family Feud, un formato original de Fremantle Media, que lo ha desarrollado en países de Europa, Asia y Oceanía.
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Habían transcurrido veinte años como una de las programadoras más exitosas del medio, cuando en 1997 RCN no sólo recibió el mayor número de horas adjudicadas en la licitación de ese año —las cuales cubrió con realizaciones tan recordadas como Café, con aroma de mujer, La potra zaina, Eternamente Manuela, Guajira y Las Juanas—, sino que fue una de las dos adjudicatarias de un canal privado. A partir de ese año la empresa empezó a prepararse para el gran reto que significaba convertirse en canal. La primera emisión de “Nuestra tele” fue vista por los colombianos el 10 de julio de 1998, aunque la señal de prueba de los dos canales se inició el 9 de junio con el Mundial de Francia. Desde el punto de vista técnico, el montaje del Canal RCN abarcó aspectos como la compra de equipos para exteriores (unidades móviles y cámaras que pasaron de diez a treinta) y la adecuación de los estudios de grabación, uno de los cuales se amplió para el funcionamiento de Noticias RCN, aspecto en el cual el canal invirtió un gran esfuerzo. También para la realización de los noticieros se tuvo que construir una gran sala de redacción, se contrataron los servicios de New Sky y se reforzó el sistema satelital, mediante la instalación de parabólicas para satélite en las ciudades de Medellín, Bucaramanga, Cali, Barranquilla y Pasto. El último aspecto fue la instalación de la red transmisora, trabajo que se ha hecho conjuntamente con el Canal Caracol en un intento por sumar fuerzas y no competir en el aspecto técnico, sino únicamente en el contenido y la programación. Actualmente el montaje de esta red está en su última etapa. Durante el montaje del sistema informativo, Paulo Laserna vinculó a profesionales del periodismo como Rafael Pardo, Darío Fernando Patiño, Luis Calle, Fernando Coral, María Elvira Bonilla, Juan Eduardo Jaramillo, Vicky Dávila, Jorge Alfredo Vargas, Clara Elvira Ospina, Marcela Durán y María Andrea Vernaza, quienes en tiempo récord establecieron una valiosa infraestructura, que hoy en día compite por la sintonía en la información. Al cabo de seis años, el canal cuenta en Bogotá con una sede de 24.000 metros cuadrados, desde donde produce la programación que los colombianos han favorecido varias veces con su preferencia. Adicionalmente, con el nacimiento del Canal RCN se creó un departamento de publicidad que maneja toda la promoción del Canal: las cuñas de radio y televisión, avisos de prensa, los avances y en general todo lo que tiene que ver con la parte promocional hacia los televidentes. Además, esta agencia también les hace trabajos a terceros, tanto dentro como fuera del país.
Samuel Duque Se vinculó a RCN Radio en octubre de 1975, y estando allí, les propuso a las directivas de la cadena incursionar en el negocio de la televisión, lo cual logró en 1977 con el respaldo de Carlos Ardila Lülle. Veinte años duró su vinculación a la programadora en calidad de presidente, tiempo luego del cual se retiró cuando apenas se estaba pensando en la configuración del canal. Durante el tiempo que estuvo al frente de la programadora, los colombianos vieron más de 12.000 horas de programación con la factura de RCN.
Ricardo Londoño Fue durante años el presidente de RCN Radio antes de ser nombrado en ese mismo cargo, pero en el área de televisión de la compañía. Allí tuvo la gran responsabilidad de liderar el paso de programadora a canal.
Al 2003 el cubrimiento de los canales privados es del 98% del potencial de audiencia nacional.
•Los presidentes del Canal RCN•
Gabriel Reyes Joven profesional del derecho y con una amplia experiencia en el campo de las comunicaciones, antes de ingresar a RCN Televisión este cucuteño se había desempeñado como secretario privado de Inravisión, durante la dirección de Darío Restrepo. En esta misma institución ocupó el cargo de secretario general de los directores Eduardo Verano y Luis Guillermo Ángel. En su hoja de vida Mejor foto también aparecen los cargos de viceministro de Comunicaciones, durante el gobierno de Ernesto Samper; director de la Radiodifusora Nacional y presidente encargado de Telecom, empresas que le abrieron el camino para llegar a la televisión privada. En el Canal empezó en 1996 como vicepresidente ejecutivo, cargo en el que se desempeñó por dos años. Durante ese tiempo fue el cerebro y nervio del montaje del Canal, siendo su presidente Ricardo Londoño. En 1999 Reyes fue nombrado en su remplazo y desde entonces, bajo su dirección, se ha consolidado una estructura informativa que ha puesto en un lugar importante a RCN cuando de noticias y opinión se trata, y paralelamente se ha expandido la penetración al mercado internacional con exportaciones muy importantes para el país. El último proyecto emprendido bajo su administración es la creación de un canal de cable internacional, denominado TV Colombia, que ofrece programación combinada de Citytv y RCN. Luego de un tiempo con señal de prueba, desde el 3 de abril de 2004 este canal está al aire 24 horas al día, mostrando una selección de lo mejor que ofrecen los dos canales nacionales. TV Colombia cuenta con más de 13 horas de programación en vivo y original, que se pueden ver simultáneamente con la emisión local. El Canal RCN ofrece, además de sus cuatro noticieros, el programa periodístico La noche y otros de entretenimiento como Muy buenos días y Yo, José Gabriel.
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El surgimiento de “Nuestra tele”
•Los presidentes del Canal RCN•
La programación A lo largo de sus casi treinta años en el negocio televisivo, RCN se ha caracterizado por brindar propuestas novedosas a la teleaudiencia nacional. Luego de una década de hacer programación, a finales de los ochenta produjo una de las series más recordadas por los colombianos, Azúcar, en el género costumbrista, el cual siguió en producciones como La vorágine, La casa de las dos palmas, Espumas y Momposina. Momposina En esos mismos años, con la factura de RCN los colombianos vieron en las pantallas de sus televisores especiales como María, Puerta grande y La otra raya del tigre. En el género de las telenovelas Hombres, realizada en 1996 y Las Juanas, en 1997, fueron dos de las últimas realizaciones de RCN como programadora. Cuando apenas se estaba armando el Canal, llegó a la vicepresidencia creativa Juana Uribe. En ese momento estaban en producción La madre y Carolina Barrantes. Luego de que estas dos telenovelas salieron al aire, con la guía de la creadora y libretista, se empezaron a desarrollar proyectos como El fiscal, Tan cerca, tan lejos, Alicia en el país de las mercancías, Yo soy Betty, la fea, Me llaman Lolita y Francisco el Matemático, todos ellos grandes éxitos de audiencia, encabezados por Betty, que llegó a alcanzar un rating de 77 puntos, colocando a RCN como el preferido en ese horario. Junto a estas producciones del género dramático, el público reaccionó también favorablemente ante programas de otros géneros como El fenómeno del niño, Pido la parola, Yo, José Gabriel, Esta boca es mía, La banda francotiradores, El mundo según Pirry y el periodístico La noche. En los últimos años, “Nuestra tele” ha sacado al aire novelas como Pobre Pablo, Isabel me la veló y El inútil, y en el 2003 las series La lectora y Punto de giro, así como las telenovelas La costeña y el cachaco y Amor a la plancha. Sus últimos estrenos en el 2004 han sido las telenovelas Me amarás bajo la lluvia y Todos quieren con Marilyn. En el género de los realities, el Canal RCN ha producido dos que han contado con buena audiencia: Protagonistas de novela, que en el 2004 va para su tercera versión, y La isla de los famos.o.s, transmitido a mediados de 2004.
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Canal RCN Yo, José Gabriel
Muy buenos días
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Francisco Céspedes, cantante cubano, es el invitado de Yo, José Gabriel.
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Se trata de un magazín matutino, presentado por Carolina Cruz, Jota Mario Valencia y Janeth Waldman, que se emite de lunes a viernes, desde las 5:30 hasta las 10:30 de la mañana. Se estrenó en julio de 2002 con una emisión de dos horas, pero el éxito de su propuesta ha hecho que se extienda. Su propósito es levantarles la moral a los televidentes a través de los mensajes positivos que se presentan en cada una de las secciones del programa, que incluyen horóscopo, aeróbicos espirituales, propuestas de superación, mensajes a los soldados de la patria y notas de actualidad.
Siguiendo la estructura de los nightshows norteamericanos, programas de entrevistas conducidos por un presentador que conjugan el buen humor con la música y se emiten a altas horas de la noche, el Canal RCN desarrolló este espacio en 1999. Uno de sus descubrimientos fue precisamente su conductor, José Gabriel Ortiz, un hombre sin ninguna experiencia en los medios pero que logró conquistar al público colombiano. Él, en compañía de César Mora y la orquesta María Canela, del director Jorge Alfredo Vargas y del equipo de producción, ha logrado estructurar un espacio ameno en donde prima la conversación informal. Ganador de los premios Tv y Novelas e India Catalina, ha tenido en su estudio invitados de la talla de Juan Pablo Montoya, Andrés Pastrana, Celia Cruz, Jaime Garzón, Matilde Díaz y Cecilia Bolocco, entre otros.
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Claudia Elena Vásquez, presentadora de Esta boca es mía.
Esta boca es mía
Presentadores y humoristas de La banda francotiradores: César Escola, Luz Amparo Álvarez, Camilo Cifuentes, Santiago Rodríguez, Andrés Tamayo y Carlos Marín.
La banda francotiradores Se inició el sábado 3 de noviembre del año 2001 como una derivación del programa Francotiradores, realizado por el Canal RCN. Dirigido por Francisco Bohórquez y con libretos de César Augusto Betancourt, unió la gracia natural de sus presentadores, César Escola y Santiago Rodríguez (a la derecha), con la experiencia de veteranos en el tema del humor como Crisanto Vargas, Luz Amparo Álvarez y las venerables Tola y Maruja. Personajes especialmente creados como partícipes en la realidad nacional, representaciones artísticas, composiciones musicales y videos, son las herramientas con las cuales se logró este espacio en el que predomina la sátira política. Actualmente se emite, también, por la cadena Univisión de Estados Unidos. En 2003 fue nominado al premio Inte de Televisión como mejor programa de humor.
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En 1999 el Canal RCN decidió realizar un programa que mezclara las bondades de la entrevista y la espectacularidad de los conciertos. Así nació esta producción, que le permitía al público ver a las estrellas más destacadas del momento interpretando sus éxitos en vivo. Era así como una vez al mes se acondicionaba un estudio de la cadena para la producción de los cuatro musicales que se emitirían en igual número de semanas, los sábados en la noche. En cada uno de ellos se contaba con una presentadora invitada, que bien podía ser Isabella Santo Domingo, Carolina Sabino, Alejandra Borrero, Paola Turbay o Claudia Elena Vásquez, quienes, bajo la dirección de María Inés Sánchez, desarrollaban una charla informal con sus invitados. Así los televidentes disfrutaron con los sones de Joe Arroyo, la salsa de Víctor Manuelle, Celia Cruz y el Grupo Niche, y el rock de Aterciopelados, entre otros.
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Adriana Tono, Claudia Bahamón, Andrea Serna y Carolina Cruz, son algunas de las presentadoras que les han dado estilo a las notas de farándula en el Canal RCN.
Las presentadoras Su gran belleza, juventud, carisma y espontaniedad ante las cámaras hicieron de Adriana Tono, Claudia Bahamón y Andrea Serna el sello inconfundible de la información del entretenimiento y la farándula en los noticieros del Canal. Asímismo, junto a Carolina Cruz, han sido la cara amable de programas de variedades y transmisiones especiales como Miss Universo, Miss Mundo, el Concurso Nacional de Belleza e importantes eventos musicales, culturales y de moda, en los cuales ocasionalmente también participan como modelos. el tiempo
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Una dura prueba de resistencia al dolor vivió Pirry para uno de sus programas.
El mundo según Pirry Los colombianos empezaron a ver a Guillermo Prieto La Rotta, más conocido como Pirry, en La banda francotiradores. Se trataba de un intrépido personaje que se le medía a cualquier reto, por difícil que éste fuera: saltar de un paracaídas, hacer bungee jumping, buceo o canopi, recorrer peligrosas rutas de escalada de roca o pasar algunas de las pruebas de los agentes antiexplosivos. Fue tanto el éxito de sus intervenciones, que la sección de Pirry pasó a ser parte del noticiero de la noche del Canal RCN, donde a su estilo audaz e irreverente unió un toque humano y crítico a las historias, que por lo general mostraban las caras desconocidas de los colombianos, dentro o fuera del país. De ahí a tener su propio programa no fue sino un paso. Por eso, a partir de julio del 2002 los colombianos empezaron a ver El mundo según Pirry todos los sábados a las 10:30 de la noche. Además de que este programa no cuenta con un formato definido, su presentador, que es veterinario de profesión, trata los más diversos temas haciendo opinión y editorializando con una alta dosis de ironía, estilo que ha obtenido el respaldo de la audiencia. Es así como a principios de 2004 fue nominado como mejor programa de acción y aventura en el New York Festival, y los lectores de Tv y Novelas lo seleccionaron como el ganador dentro de la categoría a Mejor Magazín o Periodístico, durante la entrega de premios de 2004.
El Concurso Nacional de Belleza Una suma de 15 millones de pesos tuvo que pagar RCN por el derecho a transmitir por primera vez bajo su tutela el Concurso Nacional de Belleza. Transcurría 1980 y ese año se elegía a la Señorita Colombia número 28. Aunque el concurso se creó en 1934, sólo desde la década de los cuarenta se empezaron a filmar sus diferentes actos, en cintas que días después eran proyectadas en blanCatalina Acosta se llevó la corona co y negro. Cuatro años después en 1999. de la llegada de la televisión al país, en 1958 los colombianos vieron en remoto la llegada a Bogotá de Luz Marina Zuluaga, después de haber sido coronada como la mujer más bella del universo, transmisión que fue un suceso. Pasaron once años para que el concurso se empezara a transmitir por por televisión. Pero sólo fue a partir de 1980, que bajo la batuta de RCN los colombianos empezaron a ver no sólo en color, sino con un gran despliegue técnico, todos los pormenores del máximo certamen de la belleza en el país. En noviembre del 2003, RCN cumplió 23 años de transmisión ininterrumpida, en la cual se concentra lo mejor de sus equipos técnico y humano. Algunos de los presentadores del Concurso Nacional de Belleza más recordados son Gloria Valencia de Castaño, Jairo Alonso Vargas y Pilar Castaño, quien en uno de los concursos que presentó tuvo que improvisar durante 47 minutos, esperando a que el jurado deliberara. Esto se convirtió en todo un récord de la televisión.
Los premios A largo de su historia, RCN ha obtenido importantes premios internacionales de televisión para Colombia, como The New York Festival, Media Iberoamérica 97 España, y la medalla al mejor programa familiar, en el Festival de Nueva York, por la serie Hombres. Y, año tras año, sus producciones han sido ganadoras de innumerables reconocimientos nacionales, como los premios India Catalina.
Sábado espectacular Nació en febrero de 2003 y es otra de las creaciones de Jota Mario Valencia, quien, basado en su experiencia en Dominguísimo, decidió darle vida nuevamente a un programa que conjugara diversidad de concursos. Éstos, como las piezas de un rompecabezas, son unidades móviles que pueden ser añadidas o removidas del espacio sin generar traumatismos a la estructura del espacio. Así los televidentes han disfrutado con juegos como Protagonistas de novela, Nace una estrella, Soltero sin compromiso y Tome pa’ que lleve, los cuales son creación del equipo de producción del programa, conformado por ocho personas.
· Otros programas · Alicia en el país de las mercancías. Brujeres. Betty toons. El informante. El precio del silencio. El fenómeno del niño. Juan Joyita. La lectora. Las tardes de María C. Noticias calientes. Punto de giro. Retratos. Siguiendo el rastro. Todos quieren con Marilyn. Un ángel llamado Azul.
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El Canal RCN cuenta con una sede de 24.000 metros cuadrados de extensión. Allí hay tres estudios, salas de posproducción digitales y no lineales, efectos digitales y graficadores tridimensionales. Para grabaciones en exteriores cuenta con tres unidades móviles. Además, tiene estudios para los noticieros, sala de edición y transmisión de señal vía satélite.
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La primera vez que se exportó un dramatizado colombiano fue en 1975, cuando RTI vendió la miniserie La mala hora,
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revista CredenCial
Colombia se vende
· C l á s i c o s ·
adaptación de la obra de Gabriel García Márquez. A partir de ese momento el país empezó a dar tímidos pasos hacia la venta de sus producciones en otros mercados, que lograron picos importantes con realizaciones como En cuerpo ajeno, Cuando quiero llorar no lloro, Gallito Ramírez y Caballo viejo. Sin embargo, no fue sino hasta 1994, con la aparición de la telenovela Café, con aroma de mujer, que los dramatizados colombianos pisaron en firme el terreno internacional. Aparte de
Guy Ecker y Margarita Rosa son Sebastián y Gaviota. rCn
ser un éxito de audiencia en Colombia, la producción fue vendida en 77 países. Además, sus libretos fueron adquiridos por TV Azteca para producir la versión mexicana de la historia. Si bien Café, con su manejo del humor y su historia auténticamente regionalista, ubicó a Colombia como una alternativa
de dramatizados para la televisión internacional. Este fenómeno estuvo precedido por el éxito en audiencia que tuvo la historia de Beatriz Pinzón en el territorio nacional, por el golpe de opinión que dio con sus contenidos, por los comentarios de la
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prensa internacional (fue primera página del diario Washington Post) y por la calidad de su realización. Betty ha sido vista por más de 80 millones de personas en 32 países, incluidos Vietnam, China, Indonesia, Estados Unidos, Rumania y toda América Latina, abriendo de esta manera las puertas a otras producciones nacionales tales como Pedro el Escamoso, Pobre Pablo, La guerra de las Rosas, etcétera. Públicos de diferentes naciones se han dejado seducir por la propuesta melodramática de estas telenovelas, apegadas en su mayoría al estilo colombiano de contar historias regionalistas, ricas en el contenido de sus libretos, y en las que se conjugan el drama y el humor. Esas características, que hasta antes de Betty eran vistas con cierto recelo en las ferias internacionales de televisión por considerarlas riesgosas comercialmente hablando, son hoy las que hacen del producto nacional un elemento apetecido. Sin embargo, analistas de la industria de la televisión coinciden en asegurar que, si bien Colombia ha abierto una puerta importante en esta materia, aún le queda un largo camino por recorrer si desea competir de igual a igual con México y Venezuela, los grandes proveedores de melodramas en el mundo. Mientras cada una de estas naciones llega anualmente con un portafolio conformado por ocho telenovelas, Colombia ofrece tres o cuatro. Pero el paso inicial ya está dado y su éxito se evidencia no sólo en la presencia de las producciones y el talento nacional en el exterior, sino en las alianzas que han hecho los locales con las grandes cadenas de Estados Unidos.
Fue la primera telenovela que colocó a Colombia como protagonista de primer orden en el mercado del melodrama en el ámbito internacional, junto a México, Venezuela y Brasil. RCN la realizó en 1994 con libretos de Fernando Gaitán y la dirección de Pepe Sánchez. Su historia, aparentemente sencilla, rompió varios esquemas del género. Primero su protagonista, Gaviota, no obedecía al perfil de la heroína sufrida y sumisa, a la que los malos atormentaban durante docientos capítulos para finalmente ser feliz. Esta era una recolectora de temperamento fuerte, bebedora de aguardiente, con virtudes y defectos como cualquier ser humano. De otro lado, el galán —Sebastián Vallejo— no era el superhombre capaz de todo tipo de osadías y casi perfecto. Más bien era un sujeto débil de carácter y con una disfunción sexual que le impedía tener intimidad con otra mujer que no fuera Gaviota. El argumento también fue diferente. De la mano de la historia de amor entre Sebastián y su Gaviota el público pudo conocer el universo del café colombiano, sus productores, exportadores, el mercado internacional, etc. En los episodios de la novela no sólo había intrigas y pasiones, sino que era posible conocer los secretos del mundo cafetero con un lenguaje coloquial y unos libretos graciosos y ricos en contenido. De esta manera, melodrama y realidad se conjugaron y convirtieron a Café, con aroma de mujer en un fenómeno de masas. Los políticos la hicieron tema de sus discursos, analistas y columnistas se dieron a la tarea de explicar las razones de su éxito, y sus actores fueron personajes de primer orden. La noche de su episodio final las calles de las ciudades quedaron prácticamente vacías porque los colombianos querían ser testigos de la unión de Gaviota y Sebastián. Este éxito trascendió las fronteras y Café fue vendida a 77 países, incluidos Israel, Rumania, Cuba, Puerto Rico, Estados Unidos, Chile, Italia y España. Además, sus libretos se vendieron a la televisión mexicana que hizo su propia versión bajo el título de Paloma herida. Lo mejor fue que, una historia aparentemente local, tuvo la misma acogida en regiones y culturas distintas a la colombiana. Café fue además el escenario de consagración para varios talentos. Empezando por Fernando Gaitán, que primero con esta producción y más tarde con Yo soy Betty, la fea, selló su nombre en la historia de la televisión nacional. Pepe Sánchez también confirmó su versatilidad como director, mientras que Margarita Rosa de Francisco entró a formar parte de la galería de grandes actrices nacionales. Junto a ellos se destacaron Silvia de Dios, Alejandra Borrero y Cristóbal Errázuriz, los malvados de la historia; Guy Ecker, el galán de moda en ese momento, quien proyectó su carrera internacionalmente; Constanza Duque, una de las mejores actrices de reparto de la temporada, gracias a su papel como Carmenza, la mamá de la protagonista; Juan Ángel, el consentido del público gracias a su interpretación del doctor Salinas, y Santiago Bejarano, quien logró una de las mejores actuaciones de su carrera con el personaje de Miguel Tejeiros.
Sebastían, Gaviota y el Dr. Salinas, interpretado por Juan Ángel. rCn
Margarita Rosa de Francisco consagró su imagen interpretando a Gaviota.
Café, con aroma de mujer, el fenómeno de Gaviota y su Sebastián
Santiago Bejarano en una gran actuación como Miguel Tejeiros, junto a Lina María Navia. el espeCtador
interesante en el mercado extranjero, fue Yo soy Betty, la fea, la que consolidó al país como un proveedor importante y atractivo
La región cafetera, su idiosincrasia y sus costumbres fueron los elementos de este melodrama de RCN.
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Lorna Paz como Patricia Fernández.
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Julio César Herrera fue Freddy.
Julián Arango como Hugo Lombardi.
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La pareja que hacían Betty y don Armando se salía de todos los estereotipos de las historias de amor en televisión. rCn
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En 1999 la historia de la telenovela en Colombia volvió a sufrir un remezón. Sólo que esta vez no llegó de la mano de los mariachis de Pero sigo siendo el rey o los cantos despechados de Café, con aroma de mujer. En esta oportunidad la responsable fue una mujer casi insignificante, poco agraciada pero inteligente, con un gusto atroz para la moda e incapaz de inspirar cualquier mal pensamiento. Ella era Beatriz Pinzón Solano, el personaje central de la telenovela Yo soy Betty, la fea. Llegó tímida, tal cual era su personalidad, pero pronto arrasó con todo lo que encontró a su paso con la fuerza de un huracán. Se robó el corazón de su don Armando, acaparó la pauta publicitaria, dejó por el piso la audiencia de sus enfrentados, puso a hablar sobre su moral a los columnistas más respetados del país y le generó ganancias millonarias al Canal RCN. Mucho se ha escrito sobre las razones del éxito de la buena Betty. Por un lado está la historia en sí misma, que por primera vez se atrevió a pensar que una heroína de telenovela podía ser fea. Decisión riesgosa tomada por su creador, Fernando Gaitán, para una industria que, como la televisiva, vive de las imágenes bellas y glamorosas. A este factor hay que sumarle el libreto, que junto a la tradicional historia de amor presentó las situaciones típicas de una oficina y echó mano más de la estructura de la comedia que del melodrama. Estos tres elementos conjugados no sólo captaron la atención del público, sino que generaron un grado de identificación tal que todos creyeron tener a su lado una Betty, un Armando, una Marcela, una “Peliteñida” o hasta un completo cuartel de las feas con todo y su Freddy Stewart Contreras al lado. Betty encantó a todo el que se dio la oportunidad de conocerla. Sólo en Colombia, la prensa publicó cuatrocientos artículos sobre la novela, mientras que en Estados Unidos el diario Washington Post Mario Ribero, director. le dedicó su primera página. Por si fuera poco alcanzó un rating de 77 puntos en sus capítulos más apasionantes (uno de ellos la noche en que Betty y don Armando hacían el amor por primera vez), y personajes de la vida nacional como el fiscal general de la nación y el ministro de Hacienda la mencionaban en sus discursos. Además, dio pie a una estrategia de mercadeo conformada por la muñeca Betty y un álbum de figuritas, que se vendieron en países como Colombia, Guatemala, Argentina, Honduras y Panamá. Y por si fuera poco se llevó todos los premios que existen en el país: cuatro Indias Catalina en el año 2000, uno más fuera de concurso en 2001, siete premios TV Elenco y siete Tv y Novelas. Los talentos que estuvieron involucrados en la producción también resultaron beneficiados con ella. Mario Ribero, su director, consolidó su nombre en el género de la telenovela pero también en el del humor. Fernando Gaitán, su creador, demostró que el éxito de Café, con aroma de mujer no había sido fruto de la casualidad. Y en cuanto a los actores, la gran mayoría de ellos se convirtieron en ídolos y proyectaron sus carreras internacionalmente. Así, Ana María Orozco, Jorge Enrique Abello, Natalia Ramírez, Lorna Paz y Luis Mesa, por citar sólo algunos nombres, ahora son tan conocidos en el mundo como una Verónica Castro o una Lucía Méndez, catalogadas en su momento como las reinas del melodrama.
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Betty, una fea encantadora
Mario Duarte interpretó a Nicolás Mora, el incondicional amigo de Betty.
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L a e x p o rtac i ó n · T r a s
c á m a r a s ·
Javier Gómez, Sandra Reyes y Miguel Varoni, triángulo amoroso de la telenovela Pedro el Escamoso.
Pedro el Escamoso, un embajador “mássimo”
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Escamoso es un término muy colombiano para referirse moso, despertó la ternura y solidaridad del público, que a esos personajes que se creen los más galantes, los que me- se divirtió con un libreto cargado de buen humor, en el jor seducen a las mujeres, los que se las saben todas, pero cual el peso de la historia no recaía únicamente en los que son vistos por sus semejantes como los más arribistas. hombros del personaje principal, sino que ofrecía líneas En otras palabras, parece una expresión creada única y dramáticas alternas a través de doña Nidia, el doctor exclusivamente para Pedro Coral, El Escamoso. Perafán, el amanerado Pastor Gaitán o las hermanas Él llegó a la pantalla chica en el 2000, con sus pantaloPacheco. nes ajustados, su camisa arremangada, sus botas punPor supuesto, la popularidad de Pedro el Escamoso en tudas, su peculiar corte de cabello y cierto ritmo para Colombia permitió que la telenovela se viera también en bailar. Llegó a Bogotá huyendo de un lío de faldas en su el exterior. Hasta el momento la han comprado 70 países, pueblo, y ya en la capital se convirtió en incluidos Argentina, Bolivia, Costa Rica, el punto de apoyo de la familia Pacheco Chile, Ecuador, Guatemala y México. Con la pero también de la doctora Paula, la Además, de acuerdo con un estudio reacomercialización mujer de la que se enamoró. lizado por la empresa Nielsen Hispanic de la telenovela Pedro, sus amigos y situaciones surgieMedia en Estados Unidos, alcanzó una Pedro el Escamoso, cifra de audiencia récord para la cadena ron de la mente creativa de Dago García y Luis Felipe Salamanca, dos de los libreel Canal Caracol Telemundo: 4,1 puntos de rating entre los tistas más prolíficos de la pantalla chica adultos de 18 a 49 años. pasó de cerrar nacional. Ellos crearon su personalidad, La popularidad vino acompañada por negocios en el su universo, y éste se tradujo en imágenes los galardones: cuatro Indias Catalina exterior por cerca de la mano del director Juan Carlos Villa(mejor telenovela, actor principal, actriz de cuatro millones mizar y de un elenco conformado, entre de reparto y libreto), tres Tv y Novelas, otros, por Miguel Varoni, Sandra Reyes, de dólares en dos Inte en Estados Unidos y un reconoAlina Lozano, Álvaro Bayona, Jairo cimiento de la Asociación de Cronistas el año 2000, a Camargo, Fernando Solórzano, Marcela del Espectáculo en Nueva York. De nuevo concretar ventas Gardeazábal y Andrea Guzmán. el periódico Washington Post puso sus por 12 millones de Si Beatriz Pinzón Solano fue la antítesis ojos sobre una producción colombiana dólares en 2001. de la heroína de telenovelas, Pedro Coral y le dedicó un artículo a ese don Juan fue el antigalán. Esa fue la propuesta Del total, Pedro el latino de bailar extravagante, después inicial de sus creadores, quienes tomaron de que tres mil personas se reunieron escamoso aportó como base un monólogo escrito por en un centro comercial de Washington el 54 por ciento. Salamanca, titulado Pedro el Escamoso para verlo. o no soy monedita de oro, a partir del Pedro Coral continuó dando de qué cual crearon una historia en la que, a diferencia de las hablar, ya que Telemundo y Caracol produjeron una telenovelas tradicionales, los hombres sufrieran por las comedia, secuela de la telenovela. Titulada Como Pedro mujeres y se invirtieran los roles dramáticos asignados por su casa, se grabó en escenarios de Estados Unidos, usualmente a hombres y mujeres. Colombia y Panamá, y estará al aire en la televisión La idea convenció a los millones de televidentes que norteamericana durante tres temporadas, lo que indica siguieron la producción. Pedro, a pesar de ser un escaque la escama del escamoso dará todavía para rato.
Se conocieron como estudiantes de la Facultad de Comunicación Social del Externado y encontraron tantas afinidades el uno en el otro que casi de inmediato se hicieron amigos. Lo que en un principio surgió como una relación personal saltó al terreno de lo profesional cuando, en 1987, incursionaron en la tarea de crear historias para la televisión. Su primer libreto en la pantalla chica lo escribieron para el dramatizado Musidramas, una propuesta en la que se recreaban las letras de las canciones más populares del momento. Después de esta experiencia continuaron vinculados a la programadora Punch, donde consolidaron su estilo para escribir melodramas. Su primera telenovela se tituló Te voy a enseñar a querer (1990), seguida por El pasado no perdona, La vida secreta de Adriano Ezpeleta y Asunción. A través de estas historias descubrieron elementos dentro de la televisión que amoldaron a su estilo narrativo y abrieron sus puntos de vista, hasta el grado de convertirlos tal vez en la única pareja de escritores que ven la pantalla chica como una industria, y a las telenovelas como productos que deben estar en función del melodrama, pero también de las exigencias del rating y el mercado. Con estos conceptos en la cabeza llegaron a Caracol en 1992 para escribir la serie La pantera, la cual fue un éxito de audiencia a pesar de que la crítica no la trató bien. Esta situación se hizo frecuente en las producciones escritas por García y Salamanca: el público las seguía con pasión, pero los comentaristas las atacaban con vehemencia tildándolas de estar demasiado mexicanizadas, no aportar elementos nuevos al género y seguir un esquema rígido. Pero ellos defendieron su posición. Convencidos de que el melodrama tiene una estructura básica y hay que respetarla, no sólo continuaron escribiendo dramatizados exitosos tipo Pasiones secretas, Sólo una mujer, El último beso y La sombra del deseo, sino que incursionaron como productores y acogieron un grupo de pupilos para desarrollar con ellos el esquema de realizar libretos en equipo. Bien pronto sus telenovelas y series traspasaron las fronteras y fue así como otros países conocieron su trabajo y quisieron tenerlos a su lado. El canal TV Azteca les compró libretos (Tres veces Sofía, protagonizada por Lucía Méndez, Ómar Fierro y Marco Muñoz) lo mismo que el Perú (María Rosa búscame una esposa). Por su parte, la Radio Televisión Italiana los contrató en 1996 como asesores para el montaje de su telenovela Il Lato Oscuro Dell’amore. Trabajadores compulsivos, de los que perfectamente pueden sentarse a las cinco de la madrugada a botar ideas, han visto recompensada su labor de muchas maneras. Una es el rating, que en el año 2002 hizo que las tres telenovelas más vistas en Colombia fueran de su autoría: Pedro el Escamoso, María Madrugada y Pecados capitales. Otra son los premios, entre los que se incluyen dos Simón Bolívar, un galardón del Festival de Telenovelas y Dramatizados, y dos India Catalina. La tercera es que su trabajo en televisión les ha permitido la independencia necesaria para hacer realidad una de sus grandes pasiones: el cine. Y es que el nombre de Dago García ha estado ligado en los últimos años a la cinematografía nacional. Empezaron en 1997 con Akira o el último guardián del templo, por la cual recibieron la Mención de honor del Festival de Cine de La Habana, y continuaron con La mujer del piso alto, Posición viciada, Es mejor ser rico que pobre, Kalibre 35, Te busco y Pena máxima, producción que en su primera semana de estreno en Colombia superó en taquilla a la cinta Pearl Harbor y se convirtió en la cuarta más taquillera en la historia del cine nacional. De paso recibió el premio Colón de Plata en el Festival de Cine de Huelva, como mejor guión original o adaptado. Su última película fue El carro, estrenada en diciembre de 2003. El éxito que han obtenido en la televisión y el cine les garantizaría cierta tranquilidad a estas alturas de su trayectoria. Pero no descansan. Siguen tejiendo historias nuevas, mientras pulen las que tienen al aire.
juan Camilo segura
Dago García y Luis Felipe Salamanca, tejedores de historias
L a e x p o rtac i ó n · T r a s
De sus días como periodista en el diario El Tiempo, que se iniciaron a mediados de 1980, guardó la pasión por la investigación y la crónica. La primera le dio las herramientas para adentrarse en universos desconocidos para él como el café o la industria de la moda. La segunda perfeccionó una cualidad que demostró desde sus días como estudiante del Liceo León de Greiff: la capacidad de observar, analizar cuanto ocurre a su alrededor y nutrir con esas experiencias los personajes a los que les da vida. Una y otra fueron elementos fundamentales a la hora de crear Café, con aroma de mujer y Yo soy Betty, la fea, sus dos obras estrella y las telenovelas más importantes en la historia de la televisión colombiana. La primera fue su gran debut en el género después de haber entrenado la pluma escribiendo las obras de teatro Tres son suficiente y La buena yerba, y las series La quinta hoja del trébol y La fuerza del poder. La segunda fue su graduación con honores como libretista, ya que lo colocó en el primer lugar del podio de los escritores de la pantalla, superando a verdaderas glorias del oficio como Julio Jiménez y Bernardo Romero Pereiro. Y pensar que en sus días de intelectual, antes de conocer el género, de palparlo, de gozárselo, lo miraba con cierta prevención. Porque él soñaba, como dicen los norteamericanos, con escribir “la gran novela americana”; emular con sus escritos a Borges, a Cortázar y a García Márquez. Sin embargo, el periodismo se cruzó en su camino, lo puso a hablar de realidades y Yo soy Betty, la fea no de quimeras y, como parte de la Uniy Por qué diablos dad Investigativa de El Tiempo, liderada impulsaron el por Daniel Samper Pizano, lo enfrentó rating de la cadena con el rostro más amargo del país. Fue después de este choque con la Telemundo en Miami, realidad cuando decidió abandonarlo sobrepasando todo por dedicarse a escribir historias. incluso a sus Decisión difícil, especialmente cuando enfrentados en se tienen una esposa y dos hijas que idioma inglés. De mantener. Pero Fernando quería perseguir sus sueños y se enfrascó en jornaacuerdo con los das de creaciones infinitas, mientras su reportes del canal, pareja asumía las riendas del hogar. estas telenovelas Golpeó puertas. Muchas. Pero las colombianas programadoras rechazaban sus proocuparon en puestas, hasta que finalmente RCN le dio la oportunidad de escribir algunos su momento el libretos para la segunda generación de segundo y tercer la serie Azúcar. Ese fue el primer paso lugar de audiencia, en una trayectoria que le ha permitido superando series tan al escritor bogotano contar, al lado exitosas como E.R. y de las historias de Carolina Olivares y Beatriz Pinzón, los dramas de Carolina Friends. Barrantes y Guajira, y asesorar otros proyectos del Canal RCN, donde actualmente ocupa el cargo de director del departamento de libretos. Después de recibir los premios Inte, India Catalina, Tv y Novelas y Ges como el mejor libretista de la televisión hispana, que no son más que confirmaciones de algo que ya había dejado ver su obra, Fernando Gaitán está concentrado en una nueva faceta: la de productor. A la vez continúa observando, analizando y transformando sus vivencias en personajes para una nueva creación de su autoría: Hasta que la plata nos separe, producción que, en palabras de su autor, será distinta de cualquiera de sus trabajos anteriores.
c á m a r a s ·
Juana Uribe, sinónimo de éxito Sabiendo que quería escribir y trabajar en televisión se fue al exterior a prepararse, luego de haber dejado una carrera de derecho empezada. Italia fue el país de destino y corrió con tanta suerte que entró inmediatamente a hacer pasantías a la Radio Televisión Italiana (RAI), y simultáneamente empezó a estudiar guión en una escuela no formal que contaba con excelentes profesores. Después de cuatro años, a finales de los ochenta, volvió al país con un título en escritura de guión debajo del brazo, algo que prácticamente nadie tenía en aquel entonces. Luego de trabajar unos meses en Focine, la llamaron de Caracol para formar parte de un taller, y simultáneamente con su corto paso por allí escribió la serie Corralejas para Telecaribe. Posteriormente se fue para RTI contratada como libretista de planta, posición en la cual hizo un poco de todo, desde algunos capítulos de Don Chinche y La U, hasta la primera novela que escribió completamente sola: Loca pasión. Después adaptó los guiones de una telenovela venezolana, que los televidentes vieron bajo el nombre de No juegues con mi vida, en la franja de la tarde. Reescribir estos libretos, conservando el mismo argumento, fue un buen ejercicio que le ayudó en su proceso de curtirse en el oficio de contar historias. A principios de los noventa, de regreso de París, y luego de ayudar a preparar una licitación en Cinevisión, entró a trabajar a Cenpro. Allí no sólo se dedicó a crear historias, sino a dirigir equipos creativos y aprendió el oficio de productora que hoy ejerce todavía, gracias a la confianza depositada en ella y al equipo que formó con Rocío Fernández, la gerente de la compañía. Paralelamente en esos años escribió Bituima, un relato de carácter histórico que hacía parte de la serie De amores y delitos, producida por Audiovisuales. Estando en Cenpro, Juana les dio vida a varios de sus proyectos más exitosos. Como autora, las series De pies a cabeza, Tiempos difíciles, el programa de opinión Los reencauchados y la novela Perro amor, con la cual la programadora entró a las grandes ligas, pues por primera vez le daban espacio para telenovela y la controvertida historia que ésta contaba la puso en boca de todo el país; y como productora, las series Cartas de amor y La otra mitad del sol. Cuando Perro amor ya estaba diseñada y armada, atendió una oferta de Paulo Laserna y se fue como vicepresidenta creativa para RCN.
andrés valbuena
Fernando Gaitán, el papá de Betty
c á m a r a s · rCn
· T r a s
En su paso por ese Canal, Juana ejerció nuevamente su oficio de creadora y productora. En la primera faceta desarrolló Francisco, el Matemático y Me llaman Lolita, y como productora impulsó varias producciones como Yo soy Betty, la fea, El fiscal y varios programas de entretenimiento. Finalmente, desarrolló Alicia en el país de las mercancías, esta última producida desde Teleset, compañía a la cual Juana entró en el 2000 como productora asociada, luego de renunciar a RCN y al alto nivel de estrés que estaba manejando allá. A la productora independiente llegó pisando fuerte, y pronto desarrolló las telenovelas La baby sister, que fue transmitida por el Canal Caracol, y posteriormente El inútil, que sacó al aire en el 2002 el Canal RCN. Desde entonces, Juana está en Teleset y no sólo encabeza el equipo creativo, sino que lidera proyectos como el de la alianza con la multinacional Freemantle Media, con la cual se conformó una empresa que crea y vende formatos de telenovela en el resto del mundo.
Alianzas estratégicas Debido al éxito de la telenovela Yo soy Betty, la fea, las grandes cadenas hispanas en Estados Unidos volvieron los ojos a las productoras y canales colombianos, en los cuales encontraron aliados para conquistar una mayor franja de audiencia en el mercado latino. Este interés coincidió con algunos movimientos en el negocio de la televisión estadounidense, que abonaron el terreno para este tipo de negociaciones. La primera en dar el gran paso fue la cadena Telemundo, que probó en carne propia los excelentes resultados de audiencia al emitir Yo soy Betty, la fea. Esta empresa, que fue adquirida en el año 2000 por la NBC, quería lograr mayor presencia entre el público latino y robarle terreno a su competencia más directa: Univisión. Con Betty descubrió que Colombia podía satisfacer sus necesidades de programación e inició los contactos respectivos.
El resultado de esta búsqueda fue un convenio con el Canal Caracol y la productora RTI, gracias al cual su parrilla se verá nutrida con telenovelas colombianas hasta el 2005. Las tres empresas trabajan asociadas, aportando capital a partes iguales y emitiendo las producciones en Estados Unidos y en Colombia. La primera producción de esta alianza fue Amantes del desierto, seguida por La baby sister, Amor a mil, La venganza y Pedro el Escamoso. La cadena Univisión no se quedó atrás e hizo una alianza con el Canal RCN, gracias a la cual todas las producciones de la empresa colombiana —nuevas o de catálogo— pueden emitirse en esta cadena. El intercambio se inició con la repetición de Betty y ha continuado con Ecomoda, Pobre Pablo e Isabel me la veló. Las productoras independientes también han entrado en el negocio de la coproducción.
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Canales públicos
El esquema de televisión pública abierta
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El Canal Uno a partir del 2004
En julio de 1998 iniciaron operaciones los dos canales privados nacionales, mientras la teleaudiencia seguía fiel a los programas de la televisión pública, que trataba de acomodarse a las nuevas condiciones del mercado. En un principio las empresas televisivas que quedaron con todos los espacios de los dos canales públicos Uno y A parecían tener todas las de ganar en la carrera por la pauta publicitaria. No sólo contaban con una audiencia cautiva que instintivamente sintonizó las cadenas siete y nueve a lo largo de muchos años, sino que no tenían los problemas que estaban enfrentando los dos canales privados con la transmisión de sus señales, que en un principio llegaban a menos del 60% del potencial de la audiencia nacional. Las estadísticas que mostró Ibope sobre el rating a cinco meses de estar al aire los canales privados confirmaban esa creencia: el Canal A estaba a la cabeza con un 32%, seguido del Canal Uno con un 31,8%, Canal Caracol y Canal RCN, con el 22,5 y el 13,7%, respectivamente. Pero no habían pasado doce meses cuando los canales Uno y A empezaron a quedar rezagados. Para finales de 1999, Caracol lideraba en participación de mercado con un 35,9%, seguido de RCN con un 28,8%, mientras los dos públicos no sobrepasaban el 18%. Luego de que la audiencia y el rating empezaron a favorecer a Caracol y a RCN, el cierre de varias programadoras, no se hizo esperar. A lo largo del 2000 y el 2001 tuvieron que devolver todos o al menos algunos de sus espacios a Inravisión, y dejar su estatus de programadoras, empresas como Punch, JES, Programar Televisión, Cenpro, Tevecine, Coestrellas, DFL Televisión, CPT Televisión y Proyectamos TV. En resumidas cuentas, de los 23 concesionarios de televisión que licitaron en 1997, a finales del 2002 sólo 12 continuaban programando. De ellos, tres estaban en Ley 550 y uno en concordato. Los demás tuvieron que devolver sus espacios o se les declaró la caducidad de sus contratos. Sin embargo, muchas de estas compañías han seguido como productoras independientes y para los canales privados, actividad que deA partir de 2003, Señal mostró ser una opción para no dejar de ser parte de la industria Colombia reforzó su televisiva colombiana. carácter educativo con un contenido establecido Algunas de las soluciones de emergencia tomadas por las conjuntamente por los programadoras que seguían funcionando fueron llenar con ministerios de Educación, Cultura y Comunicaciones. televentas y repeticiones los espacios que aún conservaban, lo cual a la postre ayudó a dañar aún más la imagen y posición de estos canales, cuya calidad de programación se encontraba seriamente afectada. Luego de varios intentos infructuosos y costosos del gobierno por ayudar a las programadoras y reformar el marco legal de la televisión pública, finalmente a mediados del 2003 entró en marcha un proyecto para cambiar el carácter de cada uno de los canales públicos: el Canal A se convirtió en un canal institucional, el Uno continúa como público y sus espacios fueron adjudicados a cuatro consorcios de empresarios por diez años, y Señal Colombia consolidó su carácter educativo. Canal uno, programas de mayor audiencia (Enero 1 de 2004 a Julio 8 de 2004) Hora
Share Nacional 2
Rating personas 3
Deportes
19:37:06
12,7
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Copa América Perú
Deportes
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Noticias Uno 21301
Noticias
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Guerreros sin ley1
Cine
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Eurocopa 2004
Deportes
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Programa Futbol Profesional Colombiano
Género
Fuente: ibope. 1. sábado y domingo. 2. porcentaje entre los cuatro canales de tv colombiana: Canal Caracol, Canal rCn, Canal uno y Canal institucional. 3. porcentaje entre el universo potencial de 16 millones de televidentes colombianos.
Cuatro consorcios integrados por reconocidas empresas y personas naturales asociadas a la televisión tienen desde el 1º de enero del 2004 la misión de revivir al Canal Uno, luego de ser beneficiadas con la adjudicación de espacios durante diez años. Se trata de los consorcios conformados por Nueva Televisión de Colombia (NTC), con Daniel Coronell a la cabeza, y Colombiana de Televisión, gerenciada por Adriana de Zubiría; Programar Televisión, fundado originalmente por Felipe López Caballero, y RTI Televisión, representado por su presidente Ricardo Alarcón; Jorge Barón Televisión y Sporsat TV, esta última conformada por Augusto López, Pedro Fierro, Mábel García y Jota Mario Valencia, y la Compañía de Medios de Información (CM&), de Yamid Amat y Juan Gossaín, con el respaldo del industrial Pepe Douer. La Comisión Nacional de Televisión les asignó a cada uno de ellos el 25% de la programación del canal, es decir, un total de 32 horas a la semana, el mismo porcentaje en el prime time y noticieros. En conjunto, la estrategia del nuevo canal incluye la venta de espacios a la televisión por cable, así como tener diversos programas en vivo, armar una novedosa franja deportiva y ofrecer mucho entretenimiento. Dentro de la oferta de programación que empezó a transmitirse en enero del 2004 hay una gran variedad de géneros, incluyendo novelas, noticias, programas infantiles, seriados, cine, musicales, magazines y fútbol. Sin embargo, estos espacios no han ganado participación con respecto al año pasado, y mantienen un share en el 2004 del 4,2% en el mercado de los canales nacionales (del 1º de enero al 30 abril), según estadísticas de Ibope. No obstante, se entiende que el comienzo es probablemente lo más difícil y y que con el tiempo los programadores encuentren la manera de asegurar la viabilidad del canal.
Las causas de la crisis A la situación crítica que afrontaron los canales públicos en los últimos años de los noventa se llegó por varios factores. En primer lugar, motivadas por la holgura económica que se vivió a mediados de esa década, muchas de las compañías del sector invirtieron grandes sumas de dinero en la construcción de estudios, adquisición de equipos y contratación de personal artístico. Más adelante, este dinero les haría falta cuando por la recesión económica nacional la torta publicitaria se redujo drásticamente. De acuerdo con cifras del Instituto SER, ésta cayó en un 10,3% en 1998 y únicamente aumentó en un 0,6% en 1999. Paralelamente, los descuentos sobre las tarifas oficiales llegaron incluso a un 90% como resultado de la inestabilidad que ya se estaba sintiendo en el sector. Por otra parte, la Ley 335 de 1997 no permitió que prosperaran las inversiones a largo plazo (eliminó la renovación automática por otros seis años que tenían los adjudicatarios de televisión en 1991), quitando las posibilidades de fusión y unión temporal entre programadoras. Esto les hubiera permitido a los concesionarios del Uno y el A mayor flexibilidad para programar por franjas, generando fidelidad del público desde horarios poco rentables para arrastrarlo hacia el prime time. No obstante, hubo algunos intentos de hacer fusiones. El comercializador Carlos Mejía y Patricio Wills de RTI hicieron un acuerdo en el Canal A para competir en programación, pero fue imposible sostenerlo debido a las pérdidas que vinieron de la mano con la reducción de la torta publicitaria, con lo cual se estancó la inversión en programación. También en el Uno se intentaron hacer acuerdos y competir en mejores condiciones pero sin éxito, ya que fue imposible nivelar los criterios de las distintas programadoras. Entre tanto, los privados, concebidos para un escenario a mediano y largo plazos, montaron rápidamente franjas exitosas, gracias a su experiencia de muchos años como programadoras.
Colombiana de televisión
Colombiana de televisión
Canales públicos
Natalia Peralta y Carlos Giraldo, presentadores de Sweet.
Solterita y a la orden
Sweet
Colombiana de Televisión empezó a transmitir este seriado en el 2004, aunque en realidad fue realizado en el 2001 por Teleset para la cadena Telemundo. Desde un comienzo la audiencia, que lo sintonizó los domingos de 8:30 a 9:30 p.m., y la crítica lo destacó como uno de los mejores dentro de la programación que estrenó el Canal Uno. Varios de los actores que protagonizaron el seriado ahora hacen parte de las producciones de los canales privados, como es el caso de Marcelo Cezán, Susana Torres, Andrés Juan, Manuela González, Ramiro Meneses, Alejandra Borrero, Carolina Cuervo y Sebastián Sánchez, entre otros. El argumento del seriado es sencillo, pero engancha de inmediato: tres jóvenes atractivas al borde de los 30 se cruzan en la vida de tres seductores hombres que están en plan de conquista. La dirección de esta serie de 26 episodios corrió por cuenta de Rodolfo Hoyos, y los libretos fueron de Jörg Hiller, Héctor Rodríguez y Margarita Ochoa.
En 1999 salió al aire este programa producido por Colombiana de Televisión, que cuenta con la dirección de Marleny Fandiño. Aunque ha cambiado más de una vez de formato y horario, su idea básica es sacar al aire todos los escándalos y las intimidades de los famosos del espectáculo y la farándula. En un principio se emitía semanalmente, pero desde 2004 se transmite diariamente en directo, a las 10:00 de la noche por el Canal Uno. El cambio de horario vino acompañado con otros cambios como nuevo cabezote, set de estudio y secciones, además de una línea telefónica y conexión al chat, para que los televidentes puedan interactuar a lo largo del programa. A Carlos Giraldo, quien está en la presentación desde sus inicios, lo han acompañado en el set María Paola Mejía, María Fernanda Navia y en la actualidad Natalia Peralta, una odontóloga que fue virreina mundial de la belleza.
Adán y ellas
El canal institucional Con la reestructuración que sufrieron los canales públicos a partir de 2003, el A quedó como un canal institucional para mostrar las actividades del Congreso, las fuerzas militares, los organismos de control y en general todas las instituciones del Estado.
A pesar de su corto tiempo al aire, este magazín ya se ha ganado el aprecio del público y de la crítica. Esta nueva propuesta de RTI se inauguró en abril de 2004, conducido por Constanza Camelo y María Fernanda Navia. Más adelante ellas fueron Patricia López y Patricia Pardo. Se emite en directo, de lunes a viernes de ocho a nueve de la noche y en él participan varios invitados con quienes se charla informalmente sobre un tema visto desde la perspectiva masculina. También participa un experto, quien expone sus ideas desde el punto de vista profesional. Entre otros, se han tratado temas como “las esposas de los famosos”, “entre más canas, más ganas”, o “la nueva pareja de mis padres”. Además de los invitados, los televidentes interactúan, a través de llamadas telefónicas y de intervenciones en el chat. El programa, que cuenta con la dirección de Claudia Arcila, empezó a transmitirse por la señal internacional de Caracol desde mediados de junio de 2004.
el tiempo
Marcelo Cezán y Susana Torres, protagonistas de Solterita y a la orden.
Meter fotos de los que han sobrevivido: Show de las estrellas, Noticias Uno y CM&?? Patricia López, presentadora, y Claudia Arcila, directora, acompañadas por Connie Camelo, quien participó en el programa como encargada de la interacción con los televidentes, a través del chat.
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zona / daC
Productores independientes
Alternativas de producción para la pantalla chica
Uno de los estudios de RTI, donde se grabaron varias de las escenas de la telenovela Pasión de gavilanes.
RTI Cuando las programadoras comenzaron a perder fuerza después de la privatización de la televisión colombiana, RTI hizo un viraje y emprendió un camino como productora, especialmente en el campo internacional, buscando ampliar su mercado. Bajo este esquema, RTI hizo en el 2000 la telenovela Amantes del desierto, en coproducción con Telemundo. A raíz de esta producción se establecieron conversaciones más serias con la cadena estadounidense en las cuales se incluyó a Caracol, y nació el acuerdo de realizar diez telenovelas en cinco años a partir del 2000 —cinco RTI y cinco Caracol— para transmisión tanto nacional, como internacional. Hasta ahora se han hecho cinco de ellas: Amantes del desierto, Luzbel está de visita, Sofía dame tiempo, una de Caracol llamada Ángel de la guarda, mi dulce compañía, y Pasión de gavilanes, que RTI comenzó a grabar a mediados del 2003. La otra inversión que ha realizado la empresa como productora es la construcción de la casa de Gran Hermano,
en sociedad con la compañía Tepuy, la cual tuvo un costo aproximado de un millón y medio de dólares. Después de la transmisión de este reality en Colombia, hecha por el Canal Caracol a mediados de 2003, la casa se usará para realizar el mismo programa para otros países. Gracias a la alianza que surgió a finales de los noventa con la cadena estadounidense Telemundo, en el 2002 se creó RTI-Telemundo, una empresa televisiva con sede en Miami que produce para el mercado hispanoparlante de los Estados Unidos, y a la cabeza de la cual está Patricio Wills, quien fue presidente de RTI por muchos años. Hoy RTI realiza telenovelas no sólo para esta alianza, sino para programadoras como Audiovisuales, bajo la vicepresidencia de producción que maneja Hugo León, vinculado a la empresa desde 1987. Simultáneamente, hace parte de uno de los consorcios a los que les fueron adjudicados espacios para el Canal Uno, y sigue con su departamento de producción y posproducción de comerciales.
Televideo Como productora de televisión, Televideo es tal vez la más antigua en el mercado. No en vano lleva veinticinco años produciendo todo tipo de espacios para la pantalla chica nacional. La historia de esta compañía televisiva está estrechamente ligada a la de su dueño y promotor, Francisco Muñoz Calle, quien luego de trabajar primero en cine y más adelante en televisión para empresas como Punch y Audiovisuales, a finales de los setenta montó su propia empresa. Desde un principio en ésta se prestaron los servicios de producción y posproducción para programadoras como Caracol, RCN, Coestrellas, Cenpro, Cinevisión, Noticiero Nacional, Noticiero Criptón y Noticiero del Mediodía, entre otras. De la producción de noticieros y magazines deportivos, en los ochenta Televideo inició en pleno sus servicios de montaje, luego de que adquiriera sede propia. Allí paulatinamente se compraron los primeros equipos de producción portátiles en color que tuvo el país, se instalaron dos estudios de grabación, salas de posproducción y un centro de transmisión de microondas y satelital. Con la experiencia y la tecnología adquirida, unos años más tarde la compañía participó en el diseño y construcción de los canales regionales Teleantioquia, Telepacífico, Telecafé y Telecaribe, y operó Teveandina el primer año que estuvo al aire. De los últimos cinco años para acá ha participado también en el diseño y Televideo ha logrado crear unas modernas instalaciones desde las cuales hace producciones nacionales e internacionales. producción de contenido para mercados internacionales. Por eso hoy en día Televideo no sólo provee producción para los canales públicos y privados nacionales, sino que ha realizado más de 35 documentales que ha vendido a canales como Discovery es la representante de la programación de Discovery Channel que se emite en canales abiertos. De Channel, National Geographic e Infinito. igual manera, le da soporte a la producción y transmisión del canal local Citytv y realiza buena Entre sus últimas producciones para el mercado local están las novelas Entre amores, Amor sin parte de la programación de Canal Capital. remedio y Juan Joyita, transmitidas por RCN en el 2001 y 2002, y el seriado Así es la vida, que los En el último año, además, Televideo adquirió y remodeló los estudios que fueron de Punch, con lo colombianos vieron primero en el Canal A y después en RCN. cual se habilitaron 1.700 metros de área de trabajo, 500 de ellos destinados específicamente a la grabaActualmente Televideo produce la novela Amor a la plancha, que se pasa al aire en el horario prime ción con tecnología digital. Allí se grabó Punto de giro, un seriado de 52 capítulos dirigido por Kepa de la noche, además de que continúa su producción para el mercado internacional, aparte de que Amuchastegui para el Canal RCN.
televideo
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Con el inicio de los dos canales privados, en 1998, la televisión colombiana sufrió cambios que en algunos casos fueron dramáticos. Por ejemplo, muchas programadoras cerraron sus puertas, debido a que el mercado publicitario se redujo en gran forma y, en general, las condiciones en los canales públicos se tornaron difíciles para las empresas que insistieron en la idea de seguir haciendo parte del negocio. En medio de este panorama, algunas compañías se quisieron ajustar a las nuevas condiciones del mercado que presagiaban una creciente apertura de la industria televisiva hacia el exterior. De esta manera, surgieron o se consolidaron algunas empresas como productoras independientes, lideradas por gentes ampliamente conocedoras del medio. Con el tiempo éstas se convirtieron en un gran soporte para los dos canales, en cuanto los surten con propuestas para llenar su programación, especialmente para la franja triple A. Por eso, varias de las telenovelas que los canales programan son en realidad realizadas por los productores. Por otra parte, trabajan bajo esquemas de coproducción, no sólo con los dos canales nacionales, sino con varios de los más importantes en el ámbito internacional, de tal manera que los nuevos productos colombianos son vistos en el exterior casi simultáneamente con su transmisión local y, en algunos casos, incluso antes.
rCn
teleColombia
Productores independientes
el espeCtador
Telecolombia produce para RCN la telenovela Me amarás bajo la lluvia.
Pandillas, guerra y paz ha sido uno de los grandes éxitos de Telecolombia.
Teleset produjo para el Canal RCN la telenovela El inútil. En la foto aparecen algunos de los protagonistas Ruddy Rodríguez, Manuela González, Víctor Mallarino y María José Tafur, bajo la dirección de Andrés Marroquín.
Telecolombia
Teleset
Cuando Samuel Duque se retiró de la presidencia de RCN, en 1997, se asoció con Bernardo Romero Pereiro para participar en la licitación de ese año. Así, el 1º de enero de 1998, salió al aire el primer programa de los que iban a llenar las once horas y media que le fueron adjudicadas a la nueva programadora. Telecolombia cerró ese primer año con tan buenos resultados que al empezar 1999 ya había comprado una unidad móvil digital y montado una sala de posproducción. Luego de la crisis, que empezó a sentirse en el medio a finales de los noventa, a partir del 2001 la programadora amplió su campo de acción hacia la producción a terceros. Bajo este esquema ha producido para el Canal RCN series como Unidad investigativa, Expedientes y Retratos, y las telenovelas El precio del silencio, que ha sido exportada a más de diez países; No renuncies Salomé, y Me amarás bajo la lluvia. También le ha producido a Audiovisuales dramatizados como La miniserie de la semana, y al canal Teleamazonas del Ecuador. Paralelamente, Telecolombia es una distribuidora que representa en Colombia a firmas como TV Azteca, Junior e IMG, cuyos productos —novelas, películas y programas infantiles— vende a los canales nacionales, y tiene un departamento de producción de comerciales y audiovisuales. En la actualidad Telecolombia tiene tres unidades móviles, cuatro salas de posproducción, cuenta con cuarenta empleados y produce alrededor de 17 horas semanales de programación, entre series, magazines, dramatizados y novelas, que les generan trabajo a otras 600 personas, entre técnicos, maquilladores, utileros, actores, libretistas y directores. Algunas de las realizaciones de Telecolombia como programadora son el periodístico Hechos y personajes y los seriados Hilos invisibles, Del más allá, Hermosa niña y Pandillas, guerra y paz, que lleva cuatro años al aire liderando el rating de los canales públicos, entre otras cosas por su profundo contenido social que les ha permitido actuar a pandilleros de Ciudad Bolívar. Esta serie ha sido exportada a Perú, Ecuador y México. Telecolombia no quiso participar en la licitación de 2003 y, más bien, le quiere seguir apostando a la producción, dentro de la cual sus últimos productos en cartelera son la comedia Irene y Simón; Vértigo, un programa de deportes de alto riesgo; 2red, magazín dedicado a Internet; Risas y bromas, de cámaras escondidas y humor callejero, y Viva su casa, donde se enseñan técnicas para embellecer el hogar.
La innovación. A eso le apostó Teleset desde que nació, bajo la dirección de Paulo Durán Casas y José Antonio de Brigard. Éste último, un profesional de amplia trayectoria en el medio televisivo, se asoció en 1995 con Darío Vargas Linares para crear una productora independiente, que atendiera las necesidades de producto que tenían los canales privados de televisión. Muy pronto la compañía contaba con el respaldo económico del grupo Sanford. Desde que nació, empezó a producir espacios de media hora como Ordóñese de la risa, Las Marías, La invencible mujer piraña y Tadeo Clonado, que vendía a programadoras como Jorge Barón Televisión y Caracol. Simultáneamente montó una productora de comerciales, la cual hoy en día es una compañía exitosa, que cubre mercados de República Dominicana, Ecuador y México, entre otros. Ya cuando en 1998 entraron al mercado los canales privados, Teleset empezó a producir otro tipo de programas como las telenovelas, de las cuales ha realizado hasta el momento La baby sister y El inútil, que han sido exportadas a 26 países. En la actualidad se graba para Caracol otra cuyo tema central son los realities y está dirigida por Andrés Marroquín y Juan Pablo Posada. Con factura de Teleset también se han hecho la serie Solterita y a la orden y una telenovela de dibujos animados de 26 capítulos, las dos para Telemundo, así como la serie de 360 horas Héroes de turno, que Caracol emitió en el horario de la tarde. Siempre pensando en innovar, Teleset también fue el primero en traer los llamados programas formato al país. Para ello se adquirieron las licencias para Colombia de Quién quiere ser millonario, Expedición Robinson y Popstars. Los dos últimos realities fueron explotados en conjunto con Caracol, además de que el equipo de Teleset ya los produjo para el canal Teleamazonas del Ecuador. · Otr as productor as · Como compañía de talentos y productora de contenidos que es, su infraestructura técnica es muy reducida. Sólo cuenta con una móvil y algunos equiProvideo. pos de edición, ya que el verdadero activo de la empresa son los creativos, entre JJv Televisión. los que se cuentan Juana Uribe, quien se hizo productora asociada a finales de video Móvil. los noventa, cuando renunció a RCN. Imagen y Sonido. El último negocio al que entró la productora fue la conformación de la Innovisión. empresa Invento, cuyo producto es crear y vender formatos de telenovelas. Efectos Televisión. Con sede en Estados Unidos, surgió en asocio con la comercializadora de Crear Televisión. televisión Freemantle Media, y no sólo produce historias y libretos, sino que Enfoques Televisión. presta asesorías de producción a diferentes compañías en el mundo. Allí se Pacho H. Producciones. produjeron los libretos para la telenovela El auténtico Rodrigo Leal, que TeleFrancisco Ortiz Producciones. set hizo para Caracol, para otra de Argentina, llamada Valentino el argentino, Cigala. y para una que producirá Telemundo en Houston con el nombre de La ley Cosmovisión. del silencio. Producciones Her. Al retirarse el grupo Sanford, la empresa cambió de dimensiones y tuvo visión Digital. que comprometerse en un acuerdo de exclusividad con el Canal RCN para Lumen 2000. continuar con sus labores de producción.
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Telev isión lo cal
Mirando la ciudad y sus habitantes
Desde 1991 Bogotá cuenta con un nuevo canal de televisión local: Teleamiga, que se emite por la banda UHF, canal 45. Su programación, de carácter cultural y educativo, es producida por la Universidad La Gran Colombia e incluye espacios como el Noticiero de las buenas noticias, Intervalo, Iglesia al día, Sabor de hogar, A todo pulso, Un café con Galat y El gusto es nuestro, entre otros. Muchos de ellos tienen como objetivo promover los valores y la ética, aunque varios sólo pretenden entretener. Son en total nueve franjas de programación que cubren las 24 horas del día. El último proyecto en el que incursionó el canal fue ampliar su cobertura al exterior del país, mediante el uso del satélite Intelsat para llegar con una señal a toda América y Europa.
teleamiga
A pesar de que en la década de los sesenta funcionó el primer intento de canal local privado en Colombia —TV 9—, y de que por esos años Inravisión trabajaba en la idea de abrir canales para las ciudades de Cali, Medellín y Barranquilla, sólo hasta 1995 se le dio vigencia jurídica a la televisión local en Colombia. Según la Constitución, ésta puede ser con ánimo de lucro o sin él. Bajo el primer esquema, años más tarde entró a funcionar el primer y único canal local privado que existe en el país: Citytv, cuya licencia para cubrir toda el área de influencia del Distrito Capital fue adjudicada en 1998. Con el otro esquema, sin ánimo de lucro, existen varios canales a lo largo de la geografía nacional, Con un acto litúrgico, encabezado por monseñor Pedro Rubiano Sáenz, se inauguró el canal local Teleamiga, en diciembre de 2001. especialmente en ciudades como Bogotá, Cali, Medellín, Bucaramanga, Pasto y Tunja. Éstos son manejados principalmente por entidades educatiTelemedellín vas y culturales y tienen una comercialización limitada, hecho Conocido como “el canal de la que ha retardado el desarrollo de su programación, así como el cultura”, esta empresa televisiva de Medellín salió al aire en 1997, como impacto que podrían tener dentro del panorama audiovisual una propuesta educativa y cultural como alternativas que son frente a las demás ofertas televisivas. para reducir el estigma de violencia que tenía la ciudad y, a la vez, mosDe los grandes canales locales sin ánimo de lucro que existen trar la superación de sus habitantes. en este momento se destacan Teleamiga, en Bogotá; TelemedeComo canal sin ánimo de lucro que es, sus finanzas provienen de aportes llín, Televida y Canal U, en Medellín; Telebaranoa, el único de la de entidades públicas de la ciudad. costa atlántica, y uno producido por la Universidad de Nariño Hacia el 2001 el canal experimentó una renovación y la programación se en Pasto. enfocó aún más a las transmisiones La televisión comunitaria, por su parte, surgió a mediados de las actividades desarrolladas por las empresas municipales, a la vez de los ochenta, en un proceso espontáneo que se extendió rápique a crear opinión. En la actualidad, damente por varias regiones del país. Se diferencia de la local en los espacios con mayor acogida dentro de las 18 horas de programación que tiene un cubrimiento mucho más reducido, pues se limita a diarias —de seis de la mañana a doce urbanizaciones, condominios, conjuntos residenciales, barrios de la noche— son Operación ciudad, Telemedellín noticias, Vida en video, o asociaciones de barrios y ámbitos rurales aledaños, a los cuales "El canal de la cultura" crea opinión y acerca comunidad y gobierno municipal. Zoom in y el infantil Titaramácara. la señal llega necesariamente por cable, es decir, es una televisión cerrada. En un estudio realizado en 1998 por la Fundación Social, con el apoyo del Cinep y el Ministerio de Comunicaciones, Televida Es el canal de la Congregación Mase estableció que existían 266 de estas propuestas. En esa década, riana de Medellín y lleva dos años Colombia fue uno de los países que más canales comunitarios al aire, sostenido básicamente por las donaciones de los feligreses. Con tenían en el mundo, cifra récord que fue posible gracias al acsus cuotas, que generalmente son de ceso económico a cámaras de video y la multiplicación de las 10.000 pesos mensuales, el canal ya con una unidad móvil que antenas parabólicas. Hoy en día se estima que puede haber unos cuenta costó más de 500 millones de pesos cien, la mitad de ellos funcionando con licencia de la Comisión y emite diariamente 16 horas de programación. A través de colectas Nacional de Televisión. también se logró comprar la custodia, Según la reglamentación de 1995, para entregar una licencia que se utiliza durante la misa la cual se transmite dos veces al día, en la el canal comunitario debe tener 6.000 suscriptores y emitir 56 mañana y la tarde. Además, existen horas de programación al mes, pero esa cantidad difícilmente programas como Red de amigos, Mejorando el hogar y Ruta de fe, entre se cumple, pues es muy costoso sostenerlos. Por lo regular, sólo otros. Más de treinta personas traemiten una hora diaria de programación en vivo, que incluye bajan gratis para él, desarrollando diferentes actividades, desde presenla transmisión de fiestas, concursos, encuentros deportivos y la tadores hasta técnicos, pasando por santa misa, y el resto se cubre con películas. jubilados. televida
telemedellín
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Teleamiga
el tiempo
Citytv
Telev isión lo cal ·Tecnología·
Jorge Jaramillo
Iván McAllister, gerente de Citytv.
La programación de Citytv
Citytv, por todo Bogotá El primer canal local con ánimo de lucro que tuvo Colombia inició emisiones el 19 de marzo de 1999. La labor quijotesca de montar una empresa de esta índole fue emprendida por Luis Fernando Santos, Iván McAllister y Ana María Delgado, de la Casa Editorial El Tiempo, empresa que estaba interesada en convertirse en una compañía multimedia con negocios en todas las áreas del tiempo libre y el entretenimiento. El montaje del canal se hizo a marchas forzadas, en un promedio de seis meses y su infraestructura técnica tuvo un costo aproximado de siete millones de dólares, aparte de Algunos de los programas con más acogida, por parte de los televidentes del canal los catorce millones de dólares que se Citytv, son los que se dedican a la música. pagaron a la Comisión Nacional de Televisión por la licencia. Cuando salió al aire transmitía 12 el canal “las estrellas son los bogotanos”. En esa medida, horas diarias de programación, tiempo que fue ampliado buena parte de la programación está hecha fuera de los paulatinamente hasta llegar a 24, las cuales están dispoestudios, en la calle. nibles hoy en día no sólo localmente, sino en el ámbito inLos ciudadanos tienen así la oportunidad de participar ternacional, a través de un canal que es sintonizado desde en la mayoría de programas, con llamadas que se pasan abril en Europa, Norteamérica, Centro y Suramérica. en directo, escribiendo por correo e, incluso, grabando Citytv es una franquicia del grupo Chum de Toronto, sus mensajes en las ya famosas Citycápsulas, máquinas que dio las directrices del modelo para seguir: un canal distribuidas por toda la ciudad en las que los transeúntes participativo con programación de entretenimiento y pueden opinar sobre lo que les parezca ante una cámara emitida en un gran porcentaje en directo para los ciudaque registra sus impresiones. Con estos mensajes se hacen danos de la capital entre los 18 y los 46 años. Con el tiempo posteriormente programas que los recopilan o también se esa misión se ha cumplido, pero además el target del pasan entre las diferentes franjas. público ha crecido y su audiencia actual está entre los 14 y Además, Citytv rompe con el mito que hay alrededor los 60 años. de la producción de televisión y le muestra a la gente sin Teniendo en mente hacer una televisión de servicio, pudor los detrás de cámaras, los cables e incluso crea una varios aspectos caracterizan al canal. Primero, la figura hasta entonces desconocida en la pantalla chica programación no incluye dramatizados de ninguna nacional: el videógrafo, un reportero con dos cámaras al índole, sino que sus programas son distintos tipos de hombro, que no sólo graba la nota, sino que se graba a sí magazines, así como espacios noticiosos y de temas esmismo y luego la edita y musicaliza. pecializados (música, deportes, opinión, etc.) y pelícuEn la actualidad Citytv sigue en pie sacando nuevos las. Estos espacios tienen ante todo un enfoque positivo, espacios para consolidar su franja de opinión de la noche, y son presentados por jóvenes que no son conocidos en y trabaja para continuar en el lugar de preferencia en que el medio, es decir, no hay estrellas en Citytv, pues para lo tiene el público capitalino.
Citytv
Las instalaciones de Citytv son las mismas en las que antes funcionaba el diario El Tiempo, en el centro de Bogotá.
De alto impacto y bajo presupuesto, los programas de Citytv quieren no sólo entretener a la audiencia, sino generar sentido de pertenencia y mejorar su nivel de vida en la ciudad. Esto se hace a través de información de servicio sobre la ciudad, que les cuenta a los bogotanos lo que está pasando en sus barrios, cómo está el tráfico de la ciudad, qué ha pasado con hechos concretos como las huelgas, etcétera. En este género se destacan el noticiero Citynoticias y programas también de corte periodístico como Arriba Bogotá, en las mañanas, y en las noches Sala de redacción, Lunes deportivo, Portafolio TV, Eskpe y el último estreno, La citycápsula viajera. Arriba Bogotá, transmitido diariamente de 6:00 a 10:00 de la mañana, se destaca especialmente por girar en torno a la participación y el servicio social, con un manejo ágil y descentralizado, gracias a que se apoya en la sala de redacción de El Tiempo, como lo hacen la mayoría de espacios de la franja de opinión del canal. La participación también se logra a través de los mensajes que deja la ciudadanía en las Citycápsulas. La franja de entretenimiento cubre programas como Bravíssimo, que presenta la agenda del fi n de semana con los conteos musicales y las películas de cartelera, así como entrevistas a personajes de actualidad; Grandes series, que presenta series internacionales exitosas, y Buen cine, que le ha apostado a transmitir filmes alternativos y de buena factura. La programación la completan los espacios de música El videódromo, Mucha música y Radio city; Sin cédula, que es el espacio infantil, y la franja de mujeres que incluye los magazines Vive bien y Mujeres en línea.
Apenas había salido de la universidad, graduado como ingeniero electrónico, cuando en 1981 fue contratado por RCN para su departamento técnico. Allí tuvo que presenciar el crecimiento y fortalecimiento de la programadora y posteriormente el nacimiento del canal. De allí salió en julio de 1998, siendo vicepresidente técnico y habiendo dejado montada toda la infraestructura necesaria para que por primera vez en Colombia una empresa televisiva funcionara como un canal. Ese fue un trabajo que se elaboró con mucho tiempo y que fue totalmente planeado. Cosa contraria pasó con Citytv, el canal donde empezó a trabajar Jaramillo en 1998 después de dejar RCN, y que tuvo que montar en tan sólo unos meses, haciendo uso de su experiencia en el medio. Rápidamente se armó de un equipo de personas jóvenes y creativas que con la plataforma tecnológica creada por él dieron forma a la programación que en la actualidad ven los habitantes del Distrito Capital por el canal 21. ·
E j e c u t i vo s ·
Andrés Agudelo Restrepo A su regreso al país, luego de estudiar cine y televisión en Nueva York, abrió con broche de oro su carrera en la televisión colombiana: dirigió el especial Mi alma se la dejo al diablo, realizada por RTI en 1987, la cual recibió el premio Simón Bolívar como el mejor programa especial del año. Este trabajo, junto con la dirección del cortometraje El espejismo americano, filmado en 16 mm, y los guiones de un buen número de largometrajes y series, componen su portafolio como director. Pero en su currículo también aparece un largo trasegar como productor en España y luego como director de la productora de cine y televisión Imaginar S.L., gerente y asesor de proyectos de Citurna Ltda. y gerente de programación de RCN, cargo que desempeñó del 95 al 97. Un año más tarde fue llamado para participar en la creación y lanzamiento del canal Citytv. Ahí ha trabajado desde entonces, ejerciendo la gerencia de programación y producción.
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La publicidad 1998-2004
Nuevos esquemas de comercialización
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Los publicistas dicen que el estado de la publicidad es el fiel reflejo de la economía del país y las cifras lo demuestran. Entre el 1998 y el 1999 la inversión publicitaria cayó 4,2% . No podía haber sido de otra forma, si se tiene en cuenta que todos los sectores de la economía redujeron su presupuesto para publicidad, sólo con excepción del área de las telecomunicaciones — ya que la telefonía celular estaba abriendo mercados—, la salud y el entretenimiento. Paradójicamente, los costos de los espacios se incrementaron y el valor de la pauta se elevó como consecuencia del posicionamiento rápido de los programas de los canales privados (en el 2001, por ejemplo, las tarifas aumentaron en un 25%). También la creación de los dos canales privados permitió a las agencias un abanico de posibilidades más amplio para pautar. Por ejemplo, se conquistaron franjas que siempre habían sido consideradas de escaso rating, como la de la mañana, gracias a una oferta de magazines y noticieros que lograron acogida dentro del público. Igualmente, se amplió la franja nocturna y el horario prime time (donde se vende el 82% de la pauta publicitaria) se amplió hasta las 11 de la noche. Otro cambio presentado en los años posteriores a la aparición de los privados, esta vez en la producción de comerciales, fue el manejo distinto de las campañas para un mismo producto, de acuerdo con el canal en el que se fuera a presentar. Esto se dio como un requisito que hacía parte de la unidad de canal que las marcas Caracol y RCN quisieron fijar en todo lo que tuviera su firma y porque cada uno de ellos, según los estudios de mercado realizados, tenía distintos públicos en sus diferentes horarios. También en esos años los publicistas tuvieron que crear comerciales más cortos, preferiblemente de 15, 20 o 30 segundos, pero más efectivos. A su vez, la frecuencia de aparición aumentó, por lo que no resultaba extraño ver el mismo comercial tres y cuatro veces durante el mismo espacio. Este cambio técnico produjo una pequeña revolución en la forma de pensar la publicidad, e implicó unos estudios de audiencia mucho más profundos, que permitían a las agencias saber en qué programas podían pautar con la certeza de no perder el dinero que las empresas invertían en publicidad. Pero tal vez, el cambio más significativo fue que los canales públicos prácticamente dejaron de existir para pautar productos de consumo diario personal, debido a su poca sintonía. Para sobrevivir recurrieron, entre otras cosas, a programas completos especializados en ventas por televisión, sistema conocido como televentas que, finalmente mediante Acuerdo 002 de 2003, la Comisión Nacional de Televisión redujo a infomerciales de máximo tres minutos, por cada media hora de programación.
La variedad y cantidad de programas que empezaron a ofrecer los canales privados, le abrió un nuevo panorama a la publicidad en televisión. En el 2001, por ejemplo, las tarifas registraron un incremento del 25%; y los publicistas también debieron hacer aún más gala de su creatividad, pues ahora los comerciales eran más cortos, de 15, 20 o 30 segundos, y, por tanto, debían tener mayor impacto. Asimismo, adquirieron mayor importancia y profundidad los estudios y las mediciones de audiencia, encaminados a apoyar las decisiones de las agencias de publicidad, brindando certeza a la hora de decidir en qué programas y horarios pautar para obtener los mejores resultados.
La televisión sigue siendo el sistema preferido para el mercadeo de productos de consumo masivo ya que, además de la radio, es el medio de comunicaciòn con mayor cobertura geográfica y social.
Un nuevo esquema de costos Otro cambio registrado en los últimos años dentro de la publicidad en televisión fue el cobro por el sistema de “punto rating”, distinto del “horario” que se utilizaba anteriormente. Este último se basaba en determinar el precio de los espacios publicitarios de acuerdo con la franja horaria en que se presentaran: early, prime o late. Así, con este nuevo esquema un programa como Padres e hijos produjo más dinero, ya que cuando se emitía en los públicos, la programadora cobraba a los anunciantes una tarifa estándar correspondiente al horario early —uno de los más económicos—, pero cuando lo compró Caracol el canal empezó a cobrar por punto rating, lo cual convirtió a la serie en un producto más costoso, dada su alta sintonía.
PRODUCTO INTERNO BRUTO vS INVERSIÓN PUBLICITARIA 1997 a 2003 CRECIMIENTO DEL PRODUCTO INTERNO BRUTO 6.0% 4.0%
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Proyectado por DNP en 1997
INvERSIÓN PUBLICITARIA EN MILES DE MILLONES DE PESOS 600
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Proyectado CNTV en 1997
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Facturación real según Asomedios
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E l h á b i tat d e l t e l e v i s o r 1 9 9 8 - 2 0 0 4
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El televisor se ha convertido en una pieza importante en el mobiliario del hogar. Cada familia cuenta con uno o más receptores que, de acuerdo con las posbilidades económicas, van desde los más simples hasta los más sofisticados. zona / daC
Al comenzar los años noventa, el televisor era parte imprescindible de los hogares colombianos. Según cifras del Dane había alrededor de cinco millones de aparatos en las zonas urbanas del territorio nacional, y calculando que en las rurales la penetración fuera proporcional, la cifra entonces bordeaba los ocho millones. Es decir, un 99,8% de los hogares contaban al menos con una pantalla chica. En esta década los televisores tuvieron también evoluciones técnicas importantes. Primero, las empresas produjeron una gran gama de tamaños: 14, 20, 21, 25, 28, 32 y 36 pulgadas, que correspondían a las demandas de un mercado más amplio. Igualmente, a finales de los noventa salieron al mercado aparatos con pantalla plana, y el sonido estéreo dejó ya defiSegún cifras de la Nielsen A.C., al comenzar la nitivamente en el pasado al década de los noventa cerca monofónico. Tales adelantos del 34% de la población tecnológicos, diseñados para colombiana aún no tenía conseguir la mayor fidelidad televisor en color. en la imagen y el sonido, vinieron acompañados de altos costos: mientras un televisor de 29 pulgadas en el 2001 podía costar un millón y medio de pesos, uno con pantalla plana, marca Sony, bordeaba los tres millones. Además, los nuevos televisores permitieron sintonizar un número casi ilimitado de canales para satisfacer la creciente oferta de los años siguientes a la incursión de la televisión por suscripción y las antenas parabólicas. Ya para el 2003 las empresas de televisión por suscripción ofrecían paquetes de más de sesenta canales, y por parabólica un usuario podía recibir un número similar de canales. Para finales de los noventa eran muy pocos los hogares en Colombia que no tenían televisor, pero también muy pocos los que disponían de la última tecnología en reproducción de imagen de alta fidelidad, Digital Video Device (DVD), que ya es el sucesor del VHS. La última tendencia en la que se ha visto envuelto el televisor, sobre todo entre los usuarios más aficionados a la imagen, es tratar de reproducir los efectos de una sala de cine en la casa, a través del llamado Home Theatre, que no es más que la unión de un televisor de pantalla gigante (de entre 30 y 45 pulgadas), más una unidad de DVD, un amplificador y parlantes de gran potencia. Para el mediano futuro la tecnología promete televisores digitales, con pantallas de cristal líquido o de plasma, y proporciones 16:9, esto es más rectangulares que las actuales 4:3; lo que permite ver con la misma imagen que se ve en cine.
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Pantalla plana y alta resolución
A principios de los noventa el 4% de los hogares colombianos era usuario de televisión por suscripción y el 16% recibía la señal de una antena parabólica. Para finales de 1994 se estimaba en 10% el número de hogares abonados al cable y ya en el 2003 la cifra había subido a más del 50%.
CaraCol
D r a m at i z a d o s 1 9 9 8 - 2 0 0 4 con libretos de Andrés Córdoba y Héctor Forero, bajo la dirección de Roberto Reyes. Sus protagonistas iniciales fueron Luis Eduardo Motoa, Luz Stella Luengas, Naren Daryanani, Tania Robledo y Ana Victoria Beltrán. El éxito fue inmediato y Padres e hijos dominó con su audiencia la franja del mediodía. Hoy la historia de la serie ha evolucionado y la gran mayoría de sus protagonistas iniciales no hacen ya parte de ella. Sin embargo, Padres e hijos continúa con su liderazgo en audiencia, con un promedio de 24,3 puntos de rating. Además, se ha convertido en la producción dramatizada más antigua de la cartelera nacional. Desde 1999 el dramatizado empezó a emitirse a través del Canal Caracol, empresa que más adelante la llevó a la televisión de Estados Unidos a través de la cadena Telemundo. El elenco actualmente está conformado por Motoa y Beltrán, únicos actores que se mantienen del grupo original, acompañados por Haydée Ramírez, Daniel Abella, Juan Pablo Obregón, Andrés Fierro, Rafael Londoño, Sandra Hernández y Carlos Posada, entre otros. Los libretos ahora son escritos por un Algunos de los integrantes del variado elenco que ha tenido Padres e hijos. taller creativo liderado por el mismo Andrés Córdoba. Y la dirección, que Padres e hijos, la veterana hasta junio de 2002 estuvo en manos de Reyes, hoy está a cargo de Luis Agudelo y Noé Salazar. de los dramatizados Padres e hijos ha recibido varios reconocimientos, en En 1993 Malcolm Aponte, gerente de producción de la especial en el premio Tv y Novelas, pero también ha sido programadora Colombiana de Televisión, tuvo la idea de semillero de nuevos talentos para la pantalla chica collevar a la pantalla chica la historia de una familia colomlombiana. De sus filas han surgido figuras como Manolo biana de clase media, tan normal como cualquier otra. Se Cardona, Diego Cadavid, Ana Lucía Domínguez, Lincoln trataba de los Franco, un clan integrado originalmente Palomeque, Ángelly Moncayo, Lorna Paz y Andrea por Carlos Alberto, el padre odontólogo; Ana María, Guzmán, entre otras. Además, se ha dado el lujo de tocar la madre y ama de casa; Federico, el hijo inconstante; temas tan diversos como la drogadicción, el alcoholismo, Natalia, la hija estudiosa y responsable, y Daniela, la hija las relaciones sexuales, la rebeldía juvenil y muchos otros rebelde. La intención era valerse de estos personajes para conflictos cotidianos de la familia moderna, dejando al retratar las situaciones que debían enfrentar a diario las final de cada episodio una moraleja que constantemente familias del país. El proyecto salió al aire ese mismo año, tiene que ver con la importancia del diálogo y la tolerancia.
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La aparición de los canales privados en 1998 llevó a la industria del melodrama a dar un viraje drástico. Ahora cada canal contaba con una extensa parrilla de programación que debía llenar y al ser el dramatizado el género que mayor acogida tenía entre el público, la consecuencia lógica fue aumentar el número de estas producciones. Esto originó una explosión de realizaciones, muchas de ellas producidas por los dos canales privados pero otras surgidas de las programadoras que venían trabajando en los canales públicos. De esta manera empresas como RTI, Punch, Televideo, Tevecine y Teleset empezaron a trabajar no sólo en función de sus propias parrillas de programación, sino en la elaboración de productos destinados a los canales. La estructura de producción de dramatizados en Colombia empezó a asemejarse a la mexicana, caracterizada por la rapidez y la competitividad. Se hizo frecuente que, mientras un canal tenía una historia al aire, a la par estuviera grabando dos o tres más que serían estrenadas en los próximos meses. Esto, sumado a la crisis económica de la televisión nacional, que obligó a los productores a apuntar sus baterías hacia el mercado extranjero, modificó los contenidos. Salvo experiencias como las de Yo soy Betty, la fea, Pedro el Escamoso y Pecados capitales, se dejó de lado el melodrama de ruptura que caracterizó a los dramatizados de los años ochenta y noventa, para dar paso a producciones que representan menos riesgos a la hora de invertir y generar rating. Hoy el 75% de la parrilla de programación de los canales privados en su horario prime está compuesto por telenovelas, las cuales han desplazado a las series a un segundo plano. En cuanto a los canales públicos, éstos poco a poco vieron mermada su producción de dramatizados, hasta el punto de que hoy en día tan sólo existen pequeñas realizaciones como Pandillas, guerra y paz y El melodrama de la semana, ambas producidas por el Canal Uno. Mientras tanto, empresas que se dieron a conocer por la calidad de sus telenovelas y series, se vieron obligadas por la crisis económica a entregar sus espacios y a desaparecer como programadoras. Tal fue el caso de Punch, Cenpro, Tevecine y JES. Otras, como Colombiana de Televisión, Televideo y Teleset, aseguraron su subsistencia convirtiéndose en productoras de dramatizados para los canales RCN y Caracol. Vale destacar que hoy en día las series y telenovelas colombianas atraviesan por uno de sus mejores momentos en el mercado internacional. La calidad del producto es reconocida y apetecida en el exterior, lo que ha llevado a un incremento en las ventas y a un mejor posicionamiento de los actores, directores y libretistas nacionales. Gracias a esto, Colombia se ha convertido en un peso pesado en materia de dramatizados, llegando a conquistar con sus realizaciones incluso el esquivo mercado mexicano.
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Las lágrimas se vuelven industria
La madre
Margarita Rosa de Francisco interpretando a María Luisa, en La madre.
Fue una de las primeras telenovelas producidas por RCN después de convertirse en canal privado. Sus protagonistas fueron Margarita Rosa de Francisco, destacada en su interpretación de María Luisa, una mujer madura y abandonada por su esposo, y el actor Héctor de Malba. La producción tuvo aciertos como la historia, escrita por Mónica Agudelo, la dirección de Pepe Sánchez y las actuaciones, que incluyeron también las de figuras como Nicolás Montero, Carlos Benjumea, Gregorio Pernía, Vicky Hernández, Teresa Gutiérrez, Nórida Rodríguez, Carolina Acevedo y Mario Duarte. La madre se emitió también en Italia e Israel y obtuvo dos premios Simón Bolívar como mejor actriz protagónica y actor revelación, categoría en la que también recibió un Tv y Novelas.
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D r a m at i z a d o s 1 9 9 8 - 2 0 0 4
Diana Ángel y Marcela Gardeazábal participaron en la serie Sin límites. El pequeño Rafael Londoño en Julius.
Julius Luigi Aycardi y Catherine Siachoque, protagonistas de La guerra de las Rosas.
La guerra de las Rosas
Llegó a la pantalla chica en 1998 a través del Canal Caracol. Basada en una historia original de Diego Arbeláez, quien también fue su libretista, contaba la historia de Antonio José Charry, un profesor que llega a dar clases en el colegio en el cual se graduó como bachiller. A la par que debe luchar en contra de una pedagogía retrógrada, que ignora por completo a los estudiantes, Charry tiene que enfrentar el amor que siente por una de sus alumnas. Esta serie fue dirigida por Juan Carlos Villamizar y contó con las actuaciones de Marlon Moreno, Marcela Gardeazábal, Ana Bolena Meza, Cristóbal Errázuriz, Luis Fernando Orozco y Luis Fernando Bohórquez, entre otros.
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La telenovela, producida por el Canal Caracol en 1999, tuvo varios puntos a su favor: en primer lugar la actuación de Enrique Carriazo en el papel de Paco María Rojas, que le valió el premio India Catalina como el mejor actor de reparto del 2000. En segundo término, la participación de Catherine Siachoque, que demostró su versatilidad para los personajes malvados con la interpretación de Rosa Emilia. El argumento de esta producción se basaba en la lucha de dos mujeres, una de origen humilde y la otra hija de un senador, por el amor de un hombre. El trío de protagonistas estaba conformado, además de Catherine Siachoque, por Natalia Betancur y Luigi Aycardi. Esta fue una historia original de Dago García y Luis Felipe Salamanca, y la dirección de la misma estuvo a cargo de Mario González. También participaron Teresa Gutiérrez, Waldo Urrego, Martina García, Elkin Díaz, Álvaro Ruiz, Chela del Río y Aura Helena Prada, entre otros. El drama de las Rosas fue visto también en Bolivia, España, Honduras e Israel.
Basada en la obra del escritor peruano Alfredo Bryce Echenique, con adaptación de Dago García y Luis Felipe Salamanca, fue una de las primeras producciones dramáticas que presentó Caracol en 1998 como canal privado. Gracias a ella se descubrió el talento del joven actor Rafael Londoño, quien le dio vida a Julius, un niño tierno de siete años de edad, que construyó un mundo bastante particular después de perder a su padre y a su hermanita. Rafael estuvo acompañado en esta producción por actores de la talla de Jairo Camargo, María Eugenia Parra, Ómar Fierro, Aura Helena Prada y Jorge Enrique Abello, quienes fueron dirigidos por Rodolfo Hoyos.
Sin límites
el espeCtador
Margarita Rosa de Francisco y Miguel Varoni fueron los protagonistas de esta nueva versión de El gallo de oro, producida por RTI y el Canal Caracol en 1999. Dirigida por Carlos Duplat, con libretos de Carlos Fernández y Ernesto Zarama, también contó con las actuaciones de Juan Ángel, María Fernanda Martínez, Héctor Ulloa, Hugo Gómez y Natasha Klauss. Su argumento narraba la historia de Bernarda Cutiño, La Caponera, una cantante de feria que se enamora de Dionisio Pinzón, un pregonero pobre y aficionado a las riñas de gallos. Ella le da buena suerte al jugador, quien a su lado empieza a ganar en las galleras y encuentra el gallo de oro, un animal único que nunca pierde. Como dato curioso, cabe anotar que esta producción fue vista primero en el extranjero que en Colombia, ya que su debut mundial fue en Venezuela.
Traga maluca Después del éxito de Yo amo a Paquita Gallego, Cristina Umaña regresó a la televisión para interpretar en el Canal Caracol a una mujer de armas tomar, Paloma Sandoval, que termina enamorada de Pedro Conde, el hijo del hombre que asesinó a su padre y que amenaza el único sustento que posee su familia. Su compañero de fórmula en esta producción fue Rafael Novoa, pero también estuvo acompañada por figuras de la talla de Silvia de Dios, Gustavo Angarita, Constanza Duque, Iván Rodríguez, Ana María Arango y Saín Castro. La historia, basada en la obra de David Sánchez Juliao, El putas de Aguadas, fue dirigida por Armando Barbosa y contó con los libretos de Diego Arbeláez y su taller creativo.
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La Caponera
Róbinson Díaz, Maritza Rodríguez y Javier Gómez.
Marido y mujer El eje central de esta telenovela fueron las relaciones de pareja y sus problemáticas, vistas desde la óptica de tres matrimonios. Uno era el conformado por Lucía (Maritza Rodríguez) y Juan Pablo (Róbinson Díaz), siempre acosado por las intrigas de la mamá de éste. Otro estaba integrado por Mónica (Margarita Ortega) y Nelson (Alejandro Martínez), amenazado por el alcoholismo de ella y la presunta homosexualidad de él. Y el tercero lo constituían Rosario (Katherine Vélez) y Miguel (Pedro Mogollón), quienes veían temblar su estabilidad debido a los problemas económicos. La historia, original del venezolano Humberto Olivieri, tuvo en los libretos a Luis González, Ana María Perea y Jörg Hiller. Fue producida por el Canal Caracol en 1999, dirigida por Andrés Marroquín, y se vio en Venezuela, Brasil, Chile, Perú, Argentina y Ecuador.
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Carla Giraldo como Lolita.
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Me llaman Lolita
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Sus vocaciones iniciales estuvieron bastante alejadas del arte dramático. Porque este santandereano de pura cepa en un comienzo quiso ser seminarista. Sin embargo, bien pronto su inclinación dio un giro radical y vio en la docencia una posibilidad de vida. Soñaba con ser profesor. Pero ahí tampoco se quedó. Poco a poco la vida, junto con un talento innato que nadie podía negar, lo fue orientando hacia la actuación, puerto en el que finalmente decidió atracar el barco de sus aspiraciones profesionales. Es así como a las tablas, y al arte de darle vida a mil personajes distintos, les ha dedicado treinta de sus 49 años de vida. Sus primeros pasos actorales los dio en 1973 como estudiante de la Escuela Nacional de Arte Dramático. Más adelante se vinculó al Teatro Popular de Bogotá, donde realizó una importante trayectoria teatral en obras como Fuenteovejuna, La ópera de los tres centavos, Ricardo III, I took Panama, El burlador de Sevilla y Mariana Pineda. Fue precisamente a través de este grupo teatral como se vinculó con la televisión. Eran los días en los que el TPB producía teleteatros de dos horas de duración para la pantalla chica y en muchos de ellos Jairo Camargo figuraba como parte del reparto. Esas apariciones se iniciaron en 1977 con producciones como Crimen y castigo, El abanico y Recordando con ira, entre otras. En 1979 trabajó en su primera telenovela, titulada Kundry, y desde entonces su trayectoria en la pantalla chica se convirtió en una sucesión de interpretaciones inolvidables. Porque para los televidentes es imposible echar al olvido sus participaciones en La mala hierba, Los impostores, Flor de invierno, La maldición del paraíso, Juliana qué mala eres, Garzas al amanecer, El hombre de la flor o Mi alma se la dejo al diablo. Su talento ha dado vida a algunos personajes que han dejado huella en la historia de la televisión. Tal es el caso del inocentemente malvado Esqueleto en la telenovela Calamar, el Pipe Socarrás de Escalona, el pordiosero Justo en Que Dios se lo pague y el corrupto doctor Perafán en Pedro el Escamoso. Precisamente el Pipe le permitió obtener el premio India Catalina y el de la Asociación de Críticos y Comentaristas de Arte de Miami, mientras que Justo le valió el Tv y Novelas como mejor actor protagónico. Su más reciente papel es el de un manipulador productor de televisión El auténtico Rodrigo Leal, del Canal Caracol. A la par con su trabajo en la televisión, Jairo Camargo continuó con su labor en el cine y el teatro. Él ha hecho parte del elenco de largometrajes como La estrategia del caracol, Edipo alcalde, La deuda, El maestro, Bolívar soy yo y Como el gato y el ratón, a la vez que ha participado en las obras Cartas de amor, Y se armó la mojiganga, El beso de la mujer araña y Frankie y Johnny al claro de luna.
John Jairo Jaimes y Nicolás Montero.
El fiscal Fue la serie más destacada de 1999, no sólo por su historia sino también por su audiencia y por el despliegue técnico de su realización, que requirió novedosas escenas de acción debido a su argumento. Protagonizada por Nicolás Montero, Carolina Sabino y Alejandra Borrero, tocó un tema sensible de la realidad nacional: la situación de los fiscales sin rostro y las amenazas de las cuales fueron víctimas por parte del narcotráfico. La producción, realizada por el Canal RCN, contó con los libretos de Juan Carlos Pérez, Adriana Suárez y Ana María Londoño, y la dirección de Kepa Amuchastegui. Se destacaron además las actuaciones de Fabio Rubiano (J.J.), Carlos Hurtado (El Perico), Ana Lucía Domínguez (Frica) y Roberto Cano (Milton).
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Jairo Camargo: su alma se la dejó a la actuación
Esta producción fue realizada por el Canal RCN en 1999 y descubrió un nuevo talento para la pantalla chica: el de Carla Giraldo, una niña de apenas trece años de edad que pronto conquistó el corazón de los colombianos. Su personaje, Lolita, debía hacer lo mismo con Esteban Buenahora, un aventurero que encontró en esa pequeña a la mujer de su vida. Me llaman Lolita fue una historia original de Juan Manuel Cáceres, dirigida por Luis Alberto Restrepo y protagonizada también por Marcelo Cezán y Manuela González. Contó con actuaciones destacadas como las de Marcela Gallego (Carmen), Santiago Moure (Beto) y Luis Eduardo Arango (Johnny). Obtuvo un premio India Catalina en la categoría mejor actor principal, y cuatro Tv y Novelas como mejor telenovela, actriz revelación, actor y actriz de reparto.
Dios se lo pague Realizada en 1998 por el Canal Caracol, fue una telenovela que contó con el respaldo del público y la crítica gracias a su historia, su impecable producción y la calidad de sus actuaciones, empezando por la de su protagonista, Jairo Camargo, quien recibió los mejores comentarios por su doble interpretación de un millonario y un mendigo, las cuales le valieron un premio Tv y Novelas como mejor actor protagónico. A su lado actuaron Margarita Ortega, Julio Medina, Álvaro Ruiz, Álvaro Bayona, Diego Vélez, Maritza Rodríguez, y Kristina Lilley. Su director fue Germán Porras y los libretos corrieron por cuenta de Dago García y Luis Felipe Salamanca. El argumento de la producción se basó en la historia de Mario Álvarez, un millonario excéntrico que escondía un pasado dramático y que en las noches se convertía en Justo, un mendigo empeñado en cumplir una venganza y ayudar a aquellos que vivían en condiciones de miseria.
Jairo Camargo como Justo, el mendigo de Dios se lo pague.
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Marcela Gallego y Víctor Mallarino a la izquierda y, a la derecha, Paola Rey, Cecilia Navia y Astrid Hernández.
La baby sister
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El Canal Caracol presentó en el 2000 esta historia, en la que un hombre casado y maduro llamado Daniel Luna (Víctor Mallarino) se enamora de Fabiana Rivera (Paola Rey), la niñera de sus hijos. Esta relación furtiva acaba con un matrimonio en apariencia perfecto y ocasiona más de un problema. El argumento original fue de Juana Uribe, con libretos de Ana María Londoño, Jörg Hiller y Camila Misas. Dirigida por Andrés Marroquín y Juan Pablo Posada, fue un éxito de audiencia en Colombia y en otros países en los que fue emitida, incluidos España, Chile, Bulgaria, Croacia, Indonesia, El Salvador y Estados Unidos. La calidad de la producción, sumada a su acogida, permitió que la empresa Walt Disney International Television adquiriera los derechos para su transmisión en el territorio norteamericano, y que la carrera de la actriz Paola Rey se proyectara internacionalmente con un contrato de exclusividad con la cadena Telemundo. También actuaron Marcela Gallego, Nórida Rodríguez, Víctor Hugo Cabrera, Sebastián Sánchez y Manuela González, entre otros. La baby sister obtuvo tres premios India Catalina en el 2000, en las categorías de mejor telenovela, actor revelación y actriz de reparto.
Noelle Schönwald, Ricardo Vélez y Adriana Arango. Arriba, Verónica Orozco y Manuel José Chávez. Abajo, Yuldor Gutiérrez.
Francisco, el Matemático Lo que en 1999 nació como la historia de un profesor que llega a Bogotá para enfrentar los conflictos de los estudiantes de un colegio distrital, con el paso del tiempo se ha convertido en una serie donde el protagonista principal es el Colegio Jimmy Carter y las vivencias de todos aquellos que han tenido que ver con él: estudiantes, profesores, amigos, exalumnos, etc. Esta producción del Canal RCN fue dirigida inicialmente por Tony Navia, pero desde el 2001 quedó a cargo de Yuldor Gutiérrez. En los libretos han participado Sandra Rita Pava, Ana María Parra y Diego Vivanco, y de su elenco han hecho parte figuras como Luis Mesa, Alejandra Borrero, Diana Ángel, Fabio Rubiano, Carolina Cuervo, Verónica Orozco, Manuel José Chávez, Mauricio Figueroa, Martha Silva, Carla Giraldo, Juan Pablo Posada, Julián Román, Julio Echeverry, Adriana Arango, Ricardo Vélez, Luis Fernando Hoyos, Andrea Gómez y John Alex Toro, entre otros. Ganadora de los premios Tv y Novelas e India Catalina, en categorías como mejor serie, libreto, actor principal y actriz de reparto, y del premio Inte a la mejor teleserie de 2003, esta producción ha sido exportada a países como Venezuela y Panamá. Además, sus libretos fueron comprados por la televisión mexicana, que hizo su propia versión de Francisco el Matemático bajo el título Clase 406. Desde mediados de marzo del 2004 la serie entró a su sexta temporada y con ello vinieron cambios: el personaje de Francisco es interpretado por Alejandro Martínez y su heroína es la actriz ecuatoriana Érika Vélez. Alrededor de ellos gira la nueva temática del seriado cuyo eje será el melodrama, ubicado en medio de dos mundos que se unen: el de los ricos y el de los pobres. Con ellos también entraron Carolina Acevedo, como antagonista; Luis Eduardo Arango, Consuelo Luzardo y Julio César Herrera, entre otros. Además de algunos giros en la historia, Francisco: clase 2004 tiene también nuevo cabezote, escenarios, vestuario y música incidental.
En 1970, cuando tenía trece años de edad, dio sus primeros pasos como actor de televisión en comedias seriadas. En esos días le pagaban una verdadera fortuna por su trabajo (500 pesos), y era el niño mimado en los estudios de grabación. Después de todo era el heredero del talento de sus padres, el director Víctor Mallarino y la actriz Asita Madariaga. Claro que el joven Víctor no era un inexperto en los secretos del arte dramático: a los tres años de edad pisó por primera vez un escenario, en brazos de su padre, como parte del elenco de la obra de teatro La dama del alba. Pero, a pesar de esa tradición y experiencia, hasta ese momento para él la actuación era un pasatiempo más. Sus sueños lo inclinaban al mundo de la ciencia y por eso, tan pronto finalizó el colegio, empezó a estudiar biología en la Universidad de los Andes. Sin embargo, el azar quiso que las cosas fueran diferentes: el maestro Mallarino murió y sus hijos –Víctor, Helena y María Angélica— se vieron obligados a trabajar para ayudar al sostenimiento de la familia. Todos tenían experiencia en la televisión, así que esta fue la elección más obvia a la hora de buscar empleo. Su primer papel protagónico llegó con la telenovela Rojo y negro, basada en la obra clásica de Stendhal y producida por la programadora Punch. Después de este personaje regresó a la universidad para concluir su carrera, que finalmente terminó convertida en un pasatiempo, mientras que la actuación y la dirección se hicieron su profesión. Quería ejercerlas como es debido y por eso se preparó. Ya había tenido una formación inicial en la Escuela Nacional de Arte Dramático, fundada por su padre, así que se marchó a Inglaterra, donde estudió actuación y se especializó en dirección y producción de televisión en el Television Training Center de Londres. En 1984 regresó a Colombia y desde entonces no ha dejado de trabajar en la pantalla chica, ya sea delante o detrás de las cámaras, consagrándose como uno de los grandes actores y directores del medio. Su talento para la actuación se ha visto reflejado en papeles memorables como Mario en La tía Julia y el escribidor, el conductor de buseta en Don Chinche, Mariano Ospina Pérez en El bogotazo, Andrés Saín en Quieta Margarita, Eduardo Carbonell en Por qué diablos, Daniel Luna en La baby sister y Mirando Zapata en El inútil. De todas estas interpretaciones las que guarda como un tesoro en su corazón son precisamente el malvado Andrés Saín y el bonachón Mirando Zapata, las cuales le valieron un premio Simón Bolívar la primera, y un India Catalina la segunda. Andrés intensamente dramático. Mirando con una mezcla de drama y humor que hicieron las delicias de los colombianos. Y es precisamente en esa faceta, la del humor, donde Víctor Mallarino se siente más cómodo a la hora de actuar. Detrás de cámaras sus méritos también son memorables. Además de dirigir videos y comerciales, ha estado al frente de producciones tan exitosas como El círculo, Leche, La maldición del paraíso y Sangre de lobos. Estas dos últimas producciones le permitieron obtener el Simón Bolívar como mejor director. Hoy la carrera de Víctor Mallarino está más cotizada que nunca. Después de ser el presentador durante el primer semestre del 2003 del programa Protagonistas de novela 2 para la cadena Telemundo, es la imagen de algunas campañas publicitarias y el presentador del último reality del Canal Caracol, Desafío 20.04.
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Víctor Mallarino, un galán multifacético
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Miguel Varoni, el hijo de la “tigresa”
Isabel me la veló En el año 2001 el Canal RCN realizó esta producción, basada en los libretos de Nubia Barreto y Gilma Peña, bajo la dirección de Tony Navia. Protagonizada por Verónica Orozco y Luigi Aycardi, contó la historia de amor entre Isabel Vargas, una fotógrafa de extracción humilde, y Diego Arocha, un exitoso publicista al que ella culpa de la ruina de su familia. También actuaron en esta producción Frank Ramírez, Luly Bossa, Carlos Benjumea, Fernando González-Pacheco, Jennifer Steffens y Gregorio Pernía.
Roberto Escobar y Maritza Rodríguez.
Amantes del desierto Esta telenovela, realizada en el año 2001 por el Canal Caracol, está basada en la historia de Un largo camino, producción escrita por Julio Jiménez en 1979. Protagonizada por Maritza Rodríguez, ganadora del India Catalina a la mejor actriz por su trabajo en esta historia, y el cubano Francisco Gattorno, Amantes del desierto fue la telenovela más vista del año con un rating de 39,9 puntos. Su argumento contaba el drama de Francisco Bustamante, un hombre condenado a prisión por asesinar al agiotista que atormentaba a su madre. La dirección de la novela estuvo a cargo de David Posada, con libretos de Humberto Olivieri. CaraCol
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Verónica Orozco, Luigi Aycardi y Luly Bossa.
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revista Cromos
Una de dos: Miguel Américo Bellotto Gutiérrez era músico o era actor. Su padre, el director de orquesta Américo Bellotto, le heredó la pasión por los ritmos, las cadencias y las sonoridades, mientras su mamá, la actriz Teresa Gutiérrez, se encargó de transmitirle la pasión por el teatro y la interpretación. Finalmente quien ganó la partida en este duelo de talentos fue Teresa. Fue precisamente en la época en que la pareja Bellotto-Gutiérrez se radicó en Argentina cuando nació Miguel. Pero al llegar a los cuatro años de vida perdió a su padre y la familia decidió volver a vivir en Colombia. Su infancia y juventud podrían parecer similares a las de cualquier otro muchacho que, como él, hubiera estudiado en el Colegio José Joaquín Casas. Sólo que en su caso las travesuras adolescentes, los amigos y las primeras novias se combinaron con una inquietud adicional: la actuación. Era de los que participaban en las obras de teatro del plantel y a los 14 años ya tenía su primer personaje en la televisión. Era Guambertico en la comedia Las señoritas Gutiérrez (1978). Podría decirse que las puertas de la televisión se abrían fácilmente para él, teniendo talento y siendo hijo de Teresa Gutiérrez. Pero Miguel no quiso seguir el camino fácil y decidió prepararse. Lo primero que hizo fue estudiar dirección de televisión con Pepe Sánchez en la escuela del Teatro Popular de Bogotá, formación que complementó tiempo después en el Instituto de Radio y Televisión de España. Luego continuó con su trayectoria como actor, primero con personajes pequeños como los que interpretó en La U, Los cuervos y Gallito Ramírez, y más adelante con papeles protagónicos, incluidos los de El ángel de piedra, El círculo, Imagínate, Los hijos de los ausentes, Garzas al amanecer y No juegues con mi vida, telenovela en la que además hizo su debut como director. Así fue como poco a poco construyó una carrera sólida en el medio artístico colombiano, que empezó a consolidarse internacionalmente después de su interpretación de Manuel F. Cuadrado en Las Juanas, y que alcanzó niveles sorprendentes con el personaje de Pedro Coral en la telenovela Pedro el Escamoso. Gracias a este hombre chabacano y bastante pagado de sí mismo, Miguel Varoni descubrió lo que es ser una estrella con todas sus letras. Miles de personas acudían a sus presentaciones personales en cuanto país compraba la telenovela, los hombres imitaban la imagen y el estilo para bailar de Pedrito Coral, y su trabajo como actor era reconocido con todo tipo de galardones, incluidos el de la Asociación de Cronistas del Espectáculo de Nueva York, el India Catalina, el Dos de Oro de Venezuela y el Inte. Una vez finalizada la telenovela él sintió que aún había historia para contar. Por eso aceptó protagonizar la secuela, titulada Como Pedro por su casa y convertida en comedia, que se estrenó en mayo de 2003 a través de la cadena Telemundo de Estados Unidos. Pedro Coral sigue habitando su vida, pero sabe que en el momento que deba abandonarlo lo hará sin dolor y agradecido. Porque él le ayudó a demostrar que su talento no es improvisado, que lo lleva en la sangre y que, como dice el viejo y conocido refrán, el hijo de la tigresa salió pintado.
Valentina Rendón y Gustavo Angarita Jr.
Pobre Pablo Considerada por el premio India Catalina como la mejor telenovela del 2001, llegó a la pantalla protagonizada por Roberto Cano y Carolina Acevedo. Su director fue Kepa Amuchastegui, y sus libretos estuvieron a cargo de Adriana Suárez y Juan Carlos Pérez. Contó la historia de amor entre Pablo Guerrero, un escolta orgulloso de su origen humilde y su profesión, y María Alcalá, la hija de un millonario exportador de flores. La producción también obtuvo el mismo galardón en las categorías mejor actor protagónico (Cano) y actor de reparto (Diego Trujillo). También tuvieron actuaciones destacadas Valentina Rendón, Alejandro Martínez, César Mora y Gustavo Angarita Jr.
Karen Martínez y Rafael Novoa.
Sofía, dame tiempo En febrero de 2003 se estrenó simultáneamente en Colombia y Estados Unidos esta nueva versión del dramatizado El último beso, producido por Caracol en los años noventa, y que cuenta con la participación de Karen Martínez, Rafael Novoa, Ana María Trujillo, Marcela Gallego, Salvo Basile y Ramiro Meneses, entre otros. Producida por el Canal Caracol, con el respaldo de la cadena Telemundo, la telenovela presenta un triángulo amoroso que involucra a una mujer humilde, una millonaria y un hombre acusado de cometer un asesinato. La idea original de la historia es de Dago García y Luis Felipe Salamanca, pero la adaptación para hacerla más contemporánea está en manos de los libretistas Juan Andrés Granados y Adriana Barreto. Los directores son Santiago Vargas y Sergio Osorio, el mismo responsable del éxito de Perro amor y Por qué diablos.
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Jorge Cao y María Helena Döering.
La venganza
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Róbinson Díaz y Teresa Gutiérrez.
Es una propuesta original, en la medida en que combina elementos del melodrama con los de un reality show. En ella se enfrentan las fuerzas del mal, representadas en los siete pecados capitales, con las del bien, encarnadas a través de personajes similares a las virtudes teologales. Buenos y malos deben convivir bajo un mismo techo por espacio de un año y superar diferentes pruebas, al estilo de la televisión real, con el fin de quedarse con la herencia que dejará un millonario excéntrico al que le han diagnosticado una enfermedad terminal. La parte melodramática corre por cuenta del triángulo amoroso entre la lujuriosa Fabiana, la dulce Esperanza y el siempre caballeroso Phillipe. Esta fusión de géneros dio como resultado un éxito de crítica y audiencia, que en el 2003 se vio galardonado con tres premios India Catalina: mejor telenovela, director (Juan Camilo Pinzón) y libreto (Dago García y Luis Felipe Salamanca). Además, se convirtió en el dramatizado más visto por los colombianos (32 puntos de rating según la medición de Ibope), quienes convirtieron en ídolos a los personajes interpretados por actores como Róbinson Díaz (Kandú), Marcela Carvajal (Fabiana), María José Martínez (Esperanza), Patrick Delmas (Phillipe), Frank Ramírez, (Evaristo), Teresa Gutiérrez y Juan Ángel. Pero, ¿en qué radicaba la gracia de Pecados capitales? Por una parte, en su combinación de formatos, novedosa propuesta en la pantalla chica nacional. Por otra, en su historia que le daba una concepción humana a los pecados capitales, con un toque de humor y que no enfocaba el drama en dos protagonistas, sino que lo repartía entre todos los personajes. Eso hacía que las emociones no se agotaran. Además, estaba la producción del Canal Caracol, que ofrecía una imagen fresca y descomplicada y que sabía involucrar acertadamente la música dentro de la trama. Finalmente, las actuaciones, que para buena parte del elenco fueron de las mejores que han producido en sus carreras. La calidad de Pecados capitales también fue reconocida en el exterior, pues la telenovela, que se emitió en otros países, tuvo una nominación al premio Inte, al tiempo que fue aplaudida por la crítica internacional.
El Canal Caracol, en asocio con la cadena Telemundo, produjo en 2001 una historia original del libretista Julio Jiménez, que contó con las actuaciones de Walter Díaz, Luis Fernando Salas, María Helena Döering, Margarita Ortega y Margalida Castro, entre otros. Dirigida por David Posada, esta telenovela contaba la historia de los integrantes de la casi perfecta familia Franco, quienes vieron alterada su tranquilidad ante la presencia de Adrián Espino, un hombre misterioso que los sometió y les dio un vuelco radical a sus vidas.
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Luzbel está de visita
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Pecados capitales, melodrama inspirado en el reality
Esta es una telenovela escrita por Humberto Olivieri, y protagonizada por Gabriela Spanic, José Ángel Llamas, Catherine Siachoque y María Helena Döering. La historia tiene elementos de suspenso y melodrama. En ella una mujer llamada Helena muere y, en su camino hacia la muerte, encuentra a su hija Valentina, a la que extravió al nacer. Por una extraña circunstancia, el alma de Helena ocupa el cuerpo de Valentina y es así como regresa al seno de su familia para vengar la traición que le han jugado su hermana Grazzia y su esposo Luis Miguel. La producción, hecha por el Canal Caracol en asocio con RTI y Telemundo, se estrenó en marzo de 2003 en Colombia, pero comenzó a producirse en el 2002, año en el que se estrenó en Estados Unidos. Allí fue un récord de audiencia y recibió los mejores comentarios. Ahora, en Colombia, también es una de las producciones más vistas por el público, especialmente entre mujeres y adultos jóvenes menores de cuarenta años. Con esta buena carta de presentación ha llegado también a la televisión de Venezuela, Bulgaria y Ecuador. En su reparto figuran otros actores como Carlos Duplat, Jorge Cao, Pedro Rendón, Natasha Klauss y Margalida Castro, mientras que la dirección corre por cuenta de Tony Rodríguez. La telenovela recibió en el 2003 el premio Inte en las categorías de mejor actriz y actor protagónicos.
Natalia Betancur y Róbinson Díaz, María y Mateo en María Madrugada.
María Madrugada Ganadora del premio India Catalina en la categoría de mejor actor protagonista (Róbinson Díaz), esta telenovela contó la historia de María Arboleda, una muchacha joven e inteligente que por azares del destino termina involucrada sentimentalmente con Mateo, un hombre casado pero que no es feliz en su matrimonio. Producida en el 2002 por el Canal Caracol, llegó a ocupar el segundo lugar de audiencia en la televisión colombiana, lo que la convirtió en una más en la lista de éxitos de los libretistas Dago García y Luis Felipe Salamanca. Su director fue Juan Camilo Pinzón e hicieron parte de su elenco, además de Róbinson Díaz, Natalia Betancur, Rafael Novoa, Teresa Gutiérrez, Silvia de Dios, Natasha Klauss, Nórida Rodríguez y Luis Fernando Ardila. La telenovela hasta el momento ha sido vista también en Estados Unidos, Bulgaria, Estonia, Bolivia, Croacia, Nicaragua y México.
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La jaula
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Ana María orozco, actriz de intuiciones
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Jorge Marín y Patricia Vásquez. rCn
La trayectoria profesional de esta bogotana ha sido intensa. Porque a sus 30 años, y con 13 de haber llegado al mundo de la actuación, se ha convertido en una de las figuras más importantes de la televisión colombiana y en una estrella de talla internacional. Sin embargo, hasta 1999 Ana María Orozco era, por decirlo de alguna manera, una actriz más. Bella, sí. Talentosa, también. Pero como tantas otras que habitan el universo artístico colombiano. Fue Beatriz Pinzón Solano la que cambió ese panorama. Porque con la llegada de esta sencilla mujer de Yo soy Betty, la fea a su vida, la existencia de Ana María dio un vuelco y, por ende, también su carrera. Hasta ese momento había participado en varias producciones. La primera fue La potra zaina, donde le dio vida a una jovencita dulce e inocente. En esa primera actuación, como en otras que realizó más adelante, se dejó guiar por su intuición y por las enseñanzas de su padre, el actor Luis Fernando Orozco. Él ha sido su guía, su maestro, el mayor crítico de todos. Como una esponja dispuesta a absorber todas las enseñanzas, ella escuchó atenta sus consejos, así como los de sus compañeros más experimentados que encontró en su camino. Ahí radica su escuela como actriz. Después de esa primera producción participó en Almas de piedra, La huella de tus besos, Lazos de sangre, Sangre de lobos, O todos en la cama, Flor de oro, Tiempos difíciles y Perro amor, donde por primera vez encarnó un personaje de trascendencia no sólo en su carrera sino a los ojos del público y de la crítica: la Vero, una muchachita algo excéntrica y enamorada de un hombre 40 años mayor que ella. Gracias a este trabajo obtuvo el premio Simón Bolívar como mejor actriz de reparto. Con este logro bajo el brazo se presentó al casting para escoger a la protagonista de Yo soy Betty, la fea. Durante un mes realizó duras pruebas y en algunas ocasiones ella no fue la primera opción para asignarle el papel, ya que los realizadores querían una actriz que no fuera muy conocida para los televidentes. Pero su talento y su propuesta vencieron las barreras y fue así como terminó convertida en Beatriz Pinzón Solano. El personaje le dejó momentos gratos, pero también sinsabores. Hubo momentos en los que la popularidad venció su resistencia y se sintió agobiada por el reconocimiento. Pero también le dio popularidad a nivel internacional, un nombre bien cimentado como actriz y la posibilidad de escoger los contratos que quisiera. El mundo se abrió a sus pies pero, una vez finalizada la telenovela, ella prefirió la tranquilidad del anonimato. Participó en la comedia Ecomoda y luego optó por explorar su talento en otras disciplinas. Una de ellas es el cine: hace parte del elenco de la película El Colombian Dream, del director Felipe Aljure, la cual cuenta la historia de un grupo de muchachos que se involucran con el negocio de las pastillas alucinógenas. La otra es el teatro, una posibilidad artística que jamás había explorado. Siempre quiso trabajar con el grupo Mapa Teatro y, cuando se le presentó la oportunidad de hacerlo, no dudó en aceptar. Con ellos montó la obra Muelle oeste, que ha sido presentada en escenarios de México, Bolivia y Colombia. Por el momento quiere seguir alimentando su espíritu y su arte y no desea saber nada de la televisión. Ella quedó en el recuerdo, mientras Ana María siguió un camino que podría llevarla muy lejos. Quizás a actuar en una película de Pedro Almodóvar, que es uno de sus grandes anhelos.
El Canal Caracol estrenó en enero de 2003 este dramatizado que tiene como protagonistas a un grupo de jóvenes problemáticos, los cuales se encuentran reunidos en el Colegio Experimental Hombres del Mañana. La historia va así: Arturo Colón (Jorge Marín) es un profesor que llega como coordinador de disciplina al plantel. Allí encontrará historias de todos los calibres: unas alegres, otras tristes, aquellas conmovedoras, las cuales le permitirán compenetrarse con sus estudiantes y ayudarles a superar las problemáticas que los han conducido hasta ese internado. La serie, dirigida por Jaime Escallón, también cuenta con las actuaciones de Patricia Vásquez, Ana Soler, Juan Sebastián Calero, Andrés Sandoval y Juan Fernando Sánchez.
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Víctor Mallarino al lado de Ruddy Rodríguez, en El inútil.
La costeña y el cachaco Después de una corta ausencia de la televisión, la libretista Mónica Agudelo regresó a la pantalla chica en febrero del año 2003 con esta novela del Canal RCN, que presenta con una buena dosis de humor la historia de amor entre la costeñísima Sofía (Amada Rosa Pérez) y el cachaquísimo Antonio (Jorge Enrique Abello), dos personajes tan diferentes entre sí como las regiones de las que provienen. Dirigida por Luis Alberto Restrepo, la producción cuenta también con las actuaciones de Humberto Dorado, Geraldine Zivic, Ernesto Benjumea, Gustavo Angarita Jr., Carmenza Gómez, Alejandro Martínez, Maribel Abello, Alberto Valdiri, Luis Eduardo Arango, Jennifer Steffens y Diego Trujillo, entre otros.
El cumpleaños número 30 de Martín Martínez marca un cambio radical en la vida de quien hasta ese momento ha sido considerado por todos como un verdadero inútil. Sus padres lo presionan para que le dé un rumbo a su vida diciéndole que debe coger oficio o marcharse de la casa. Él, para salir del problema, les asegura que planea casarse con una mujer llamada Miranda Zapata quien, sin saberlo, es la hijastra de Rubiela, la profesora que él ha amado desde que tenía 18 años. Esta historia, escrita por Ana María Londoño, Camila Misas y Juan Francisco Domínguez, con base en un argumento de Juana Uribe, y dirigida por Andrés Marroquín y Juan Pablo Posada, hizo una acertada combinación de drama y humor. Pero lo mejor en ella fue la actuación de Víctor Mallarino en el papel de Mirando Zapata, que le valió el premio India Catalina. Esta producción fue realizada para el Canal RCN y por la productora Teleset en el 2001. Al lado de Mallarino actuaron figuras como Julián Arango, Ruddy Rodríguez, Patricia Grisales, Jorge Herrera, Manuela González, Juan Pablo Posada, Antonio Sanint, Sebastián Sánchez, Constanza Duque, Janeth Waldman, Adriana Ricardo y Germán Quintero. rCn
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Jorge Enrique Abello y Amada Rosa Pérez.
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Juan Alfonso Baptista, Mario Cimarro y Michel Brown, los galanes de Pasión de gavilanes.
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Paola Rey, Danna García y Natasha Klauss, las tres protagonistas de Pasión de gavilanes.
Pasión de gavilanes A pesar de ser uno de los más clásicos melodramas, Pasión de gavilanes, el remake de Las aguas mansas, escrito también por Julio Jiménez y producido por Caracol en asocio con Telemundo y RTI, fue un éxito desde su lanzamiento a finales del 2003. La crítica le otorgó parte del éxito a la nómina de protagonistas, en especial a los tres galanes extranjeros: Mario Cimarro, Juan Alfonso Baptista y Michel Brown. Por su parte, las tres heroínas estuvieron encarnadas por las colombianas Danna García, Paola Rey y Natasha Klauss, quienes trabajaron al lado de otras figuras como Ana Lucía Domínguez, Kristina Lilley, Juan Sebastián Aragón, Zharick León y Juan Pablo Shuck, entre otros. La novela relata la historia de tres hermanos, que son honrados y de buen corazón hasta el día en que una tragedia los hace buscar la venganza. Pero sus planes toman otro rumbo cuando se encuentran con tres hermosas mujeres, a quienes en principio pretenden seducir, pero luego de muchas vueltas terminan involucrados sentimentalmente con ellas. Con una dirección impecable, al frente de la cual estuvo Rodrigo Triana, y unas escenas de amor que seducen, este producto ha cautivado la audiencia no sólo en Colombia, sino en Estados Unidos, donde Telemundo también lo emitió.
Zharick León es la sensual Rosario Montes.
De él se pueden decir tantas cosas: que tiene 37 años, que nació bajo el signo de Tauro o que vio la primera luz en Envigado (Antioquia). También que es el hijo de Inés y Norberto, o el esposo de Adriana y el padre de Juan David. De pronto que es un apasionado por la lectura y la música salsa, pero que a la vez encontró en la caricatura un modo de expresión. De él se pueden decir muchas cosas, pero quizás la más importante para el público sea que es actor. Y de los buenos. Sin lugar a dudas el más destacado en la nueva generación de actores colombianos. Eso y mucho más se puede afirmar sobre Róbinson Díaz, el hombre que le ha dado vida a otros tantos disímiles en sus caracteres pero tan arraigados en la memoria de los televidentes. Porque el profesor Kandú, el simpático mago de la telenovela Pecados capitales, no tiene nada que ver con el perseguido Carlos Alberto Buendía de La mujer del presidente, con el atormentado sacerdote de Detrás de un ángel y mucho menos con el simpático Diego de La otra mitad del sol. Cada uno obtuvo de su intérprete una dedicación especial, un tejido único, una concepción diferente. Porque para Róbinson el éxito en su carrera es producto del trabajo, que sumado a su talento lo ha convertido en uno de los mejores en su oficio. Y pensar que en un momento de su vida pensó en ser sacerdote y hasta futbolista. Incluso llegó a las divisiones menores del Medellín. Pero su rumbo era otro. Porque al lado de los pases y el balón también aprendió a apreciar el buen cine, siempre de la mano de su mamá, la primera en llevarlo a una sala de proyecciones a la edad de cinco años. El arte lo tocó. Más adelante, en sus años de adolescencia, un amigo lo vinculó con el grupo Matacandelas y de inmediato se vio envuelto por la actuación. Una novia de aquel entonces, Ana María Sánchez, lo convenció de perseguir sus sueños en Bogotá y por eso llegó a la capital sin más equipaje que una maleta cargada de anhelos y aspiraciones. A la par que estudiaba en la Escuela Nacional de Arte Dramático (Enad) trabajaba en lo que fuera: cuidar carros, atender mesas en un bar, hacer tiras cómicas para el diario El Espectador… Eran los días del rebusque. Precisamente fue su faceta como caricaturista, en la que dio vida a los personajes Picho y Pucho, la que le permitió obtener una beca de creación individual en el área de artes gráficas con Colcultura. El dinero que recibió le sirvió para cumplir otro de sus grandes sueños: publicar su libro Manual de autoayuda y superación para suicidas. Cuando estaba en la Enad su profesor Eduardo Chavarro lo puso en contacto con el director Kepa Amuchastegui, quien por esos días dirigía la serie Garzas al amanecer (1989). Esa conversación dio paso a su primer papel en la televisión: un médico que apenas alcanzó a aparecer en tres episodios. A él lo siguieron el enfermo de sida del dramatizado OKTV, y Clemente Fernández, el detective criollo de la película La gente de la Universal. Esas primeras apariciones en la pequeña y la gran pantalla sirvieron para que le ofrecieran el personaje del padre Abril en la telenovela Detrás de un ángel. Esta fue su consagración definitiva y a partir de entonces todos los directores quisieron tenerlo en sus producciones. Carlos Duplat lo llamó para María Bonita, más adelante Rodolfo Hoyos lo incluyó en La otra mitad del sol y en 1997 Magdalena La Rotta se lo “robó” para que le diera vida a Carlos Alberto Buendía en La mujer del presidente, uno de los trabajos más importantes de su carrera y por el cual recibió el premio India Catalina como mejor actor protagónico en 1988, galardón que repitió en el año 2003 gracias a su actuación en la telenovela María Madrugada. Su último proyecto en la pantalla chica también fue todo un éxito: su papel del mago Kandú en la telenovela del Canal Caracol Pecados capitales se convirtió en un ídolo nacional. Pero Róbinson no se ha dejado encerrar en las cuatro paredes de la pantalla chica. También ha llevado su talento a las tablas y el cine, con producciones como La Clepsidra, Todo está oscuro, Don Juan, Soplo de vida, Las convulsiones, Kalibre 35, Los demonios, Frankenstein, Bolívar soy yo, Te busco, La mandrágora y más recientemente Feliz nuevo siglo, doctor Freud. Porque es un actor tan versátil e inquieto como perfeccionista… Eso también se puede decir de él.
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Róbinson Díaz, el talento de la nueva generación
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Mauricio Navas y Mauricio Miranda: historia de encuentros y desencuentros Orlando Miguel, Carlos Ponce, Manuela González y Diego Ramos, protagonistas de Ángel de la guarda, mi dulce compañía.
Ángel de la guarda, mi dulce compañía Esta producción del Canal Caracol de nuevo tocó el tema de los ángeles que aterrizan en la tierra para cumplir una misión. En esta ocasión es Miguel Ángel el ser celestial condenado a convertirse en humano para cumplir en el lapso de dos años la misión del hombre que muere antes de tiempo por un descuido suyo. Ese es el punto de partida para una historia de amor muy particular, salpicada por las intrigas y los malentendidos que se crean en torno a una empresa de juguetes, donde la mayoría de los personajes trabaja. Pero ese amor que en un principio parece irrealizable, finalmente puede llevarse a buen término luego de que Miguel Ángel convence a toda la corte celestial de que lo dejen quedarse en la tierra para ser feliz al lado de su amada. Un equipo encabezado por Asier Aguilar en la producción general, y Diego Mejía en la dirección, convirtieron en imágenes la historia escrita por Juan Andrés Granados, Adriana Barreto, Paola Cazares y Gerardo Pinzón. Además de las actuaciones de Diego Ramos y Manuela González, en los papeles protagónicos, otras figuras como Ana María Trujillo, Marcela Angarita, Daniela Alvarado, Hugo Gómez, Enrique Carriazo, Ana Bolena Meza y Rosemery Bohórquez conformaron el elenco de esta telenovela que el público colombiano vio en el 2004.
El auténtico Rodrigo Leal
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A pesar de que cada uno tiene una identidad tan definida y recia que podría distanciarlo del otro, a los ojos de la vida pública se han convertido en una personalidad única, responsable de algunas de las producciones más destacadas en la historia de la televisión colombiana. Cada uno, en casa, es Mauricio Navas o Mauricio Miranda. Para la industria de la televisión, los actores, los directores y el público que ha seguido con pasión su obra, son sencillamente “los Mauricios”. Su historia está plagada de encuentros y desencuentros. Porque si bien sus vidas se cruzaron como estudiantes de la Facultad de Comunicación Social en la Universidad Jorge Tadeo Lozano, ya para la época de la tesis de grado cada quien buscó un camino distinto: Miranda se convirtió en productor, escritor y realizador de Nuestros recursos, un programa institucional del claustro, mientras Navas se dedicaba a hacer un video que promocionaba a la universidad. El arduo inicio de la vida profesional también los distanció en un comienzo. A Miranda lo sedujo la publicidad. A Navas la televisión lo atrapó sin remedio, primero como asistente de Pepe Sánchez en la comedia Romeo y Buseta, y en el dramatizado La historia de Tita. Junto al director dio sus primeros pasos como escritor de libretos, que en 1990 lo llevaron a crear una de las series más exitosas de los años noventa: Azúcar. Fue allí precisamente, entre el aroma de los cañaduzales y el ritmo de la salsa, donde los Mauricios se reencontraron. Porque Miranda, que ya tenía el gusanillo de la escritura en la sangre, aceptó el reto de escribir quince argumentos para la historia que le había valido a su amigo su primer premio Simón Bolívar como libretista. Esta reunión sería definitiva. Por aquellos días se produjo otro encuentro creativo, ya que en la cabeza de ambos rondaba la idea de escribir un dramatizado sobre periodistas. Fue así como nació La alternativa del escorpión, producción que consolidó a Miranda como escritor y a Navas como director, y les permitió recibir a ambos el Simón Bolívar por su trabajo. A partir de ese momento la pareja se consolidó como una de las más prolíficas y exitosas de la pantalla chica. Al éxito de La alternativa seguirían los de María María (tres premios India Catalina, tres Simón Bolívar y tres Tv y Novelas), La otra mitad del sol (nueve Simón Bolívar, tres premios Acpe y cuatro Tv y Novelas) y La mujer del presidente (tres Simón Bolívar y un Tv y Novelas). A través de estas creaciones los Mauricios han desarrollado una identidad y un estilo propios. Herederos de la tradición de Pepe Sánchez, han dibujado la realidad colombiana en sus múltiples facetas, algunas con mayor acogida que otras, pero siempre realizando un trabajo fiel a sus convicciones, aunque éstas en algunas ocasiones hayan reñido con las opiniones de la crítica especializada. Gracias a esta filosofía han hecho un aporte importante a la historia de la televisión nacional, dejando grabada en ella su huella. Por eso, cuando surge una nueva realización respaldada por su firma, ocurre lo mismo que con Bernardo Romero Pereiro, Pepe Sánchez o Julio Jiménez: el público la ve por el simple hecho de ser de los Mauricios. Así ha ocurrido en años recientes con las telenovelas Dos mujeres y La sombra del Arco Iris, y con la serie La lectora. Su nombre es una especie de marca registrada, un símbolo de garantía. Y ellos siguen produciendo con la misma pasión que le imprimieron a ese primer encuentro en la serie Azúcar. Su último proyecto, Punto de giro, tuvo como protagonistas a Roberto Cano y Alejandra Borrero.
Esta es otra de las novelas exitosas de Caracol, lanzada a finales del 2003 y que cuenta con un argumento novedoso y un desarrollo ágil. Se trata de una crítica mordaz a lo que pasa detrás de cámaras en un reality show, así como a la forma en que actualmente se hace la televisión. Es la historia de un hombre que por desesperación decide hacerse pasar por gay para entrar a un reality y tratar de ganar el premio. Una vez adentro se enamora de la presentadora, con lo cual sus planes iniciales se trastocan, lo mismo que toda su vida. Los papeles protagónicos de esta novela, realizada por Teleset, están interpretados por la exreina Carolina Gómez, que se estrenó con éxito como actriz, y el actor argentino Martín Karpan. Ellos alternan con caras frescas, como Carolina Cuervo, Patricia Tamayo, Sebastián Sánchez, Cecilia Navia, Javier Gnecco, Salvatore Casandro, Cristina Campuzano, Carolina Gómez y Martín Karpan, protagonistas de El auténtico Rodrigo Leal. Margarita Muñoz, Carmenza Cossio, Juan Pablo Llano y Mauricio Vélez, así como con actores tan veteranos como Jairo Camargo, Raquel Ércole o Luces Velásquez. La dirección de esta novela, que ya se está viendo en Ecuador, estuvo a cargo de Juan Pablo Posada y Andrés Marroquín, con la producción general de Juana Uribe, quien también encabeza el grupo encargado de los argumentos y libretos, compuesto por Ana María Londoño, Rafael Noguera, Horacio Marshall, Juan Francisco Domínguez, Leopoldo Vanegas y Rita Paba.
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Las figuras extranjeras
Los actores Alejandro de la Madrid, Gaby Espino y Christian Meier protagonizan Luna, la heredera.
Luna, la heredera Las libretistas de Luna, la heredera, María Eugenia Argomedo y Paola Arias, bajo la supervisión de los Dagos, se esforzaron por escribir una historia con la que el televidente se sintiera identificado, y el resultado es una novela actual y llena de dramatismo. Luna (Gaby Espino) es una joven oriunda de la costa que tiene que abandonar su pueblo, después de convertirse en la principal sospechosa del homicidio de su madre. Ella se enamora de Mauricio García (Christian Meier), un hombre exitoso y arribista quien descubre que Esteban Lombardo (Julio César Luna), su peor enemigo, está interesado en las tierras que pertenecen a Luna para construir un complejo turístico, algo que ella nunca permitiría. Mauricio, entonces, decide ayudar a la madre de Luna para que no venda su terreno, sin sospechar que el interés de Lombardo es tal que la mujer termina muerta por negarse a venderlo. La dirección de ésta, la más reciente novela del Canal Caracol, está a cargo de Juan Carlos Villamizar y Mario González. · T r a s
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Siendo apenas un estudiante de arquitectura de la Universidad Nacional, Germán Lizarralde empezó a trabajar para la empresa Pizarro & Gutiérrez, de propiedad de dos experimentados escenógrafos que trabajaban para las tres programadoras más importantes del momento: RTI, Punch y Caracol. Era 1977 y hacía sólo dos años se habían abierto los estudios de Gravi. Comenzó entonces allí como practicante, dibujando los planos de los sets, y el asunto le gustó tanto que cuando terminó de estudiar se hizo socio de Pizarro, creando la compañía Pizarro & Lizarralde, en 1982. Con ella hicieron infinidad de novelas para RTI, como La pezuña del diablo, Gracias por el fuego y La tregua, pero también los Cuentos del domingo, Don Chinche, Compre la orquesta, El programa del millón y El precio es correcto, al tiempo que hacían otros trabajos para RCN y para Punch. A mediados de los noventa, cuando ya se estaba cocinando la apertura de los dos canales privados, Lizarralde se separó de Pizarro y siguió trabajando solo. Mientras hacía Por qué diablos y Perro amor, para Cenpro, se conoció con Diego Guarnizo, un publicista que había empezado a trabajar en televisión a finales de los ochenta, siendo el asistente del vestuarista Iván Martelo, con quien trabajó en producciones como La casa de las dos palmas, Puerta grande, Mambo, Sangre de lobos y Leche. Una vez que aprendió el oficio, Guarnizo realizó por su cuenta el vestuario de La maldición del paraíso, Se armó la gorda, A mordiscos, Cartas de amor, La otra mitad del sol y Tiempos difíciles, también para Cenpro. Aprovechando que ya estaba constituida en el medio televisivo la figura de la dirección de arte, y siendo Lizarralde experto en escenografía y Guarnizo en vestuario y otros elementos de la grabación, se les ocurrió la idea de tener un manejo total de la imagen, por lo cual se pusieron en la tarea de conformar una empresa que se dedicara a hacer no sólo escenografía y vestuario, sino maquillaje, utilería y ambientación.
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Guarnizo & Lizarralde
Diego Guarnizo y Germán Lizarralde.
Constituido Guarnizo & Lizarralde, en 2000, asesoraron en todos estos aspectos a producciones como La baby sister y Solterita y a la orden para Teleset. Y para RCN hicieron Isabel me la veló y El inútil. En los últimos años han tomado parte en dramatizados como Pecados capitales, Rodrigo Leal, Ángel de la guarda, mi dulce compañía y Luna, la heredera. Pero también Popstars, así como las dos versiones de Expedición Robinson, realities para los cuales hicieron no sólo el diseño de las pruebas, sino el concepto del “consejo”, el vestuario y en general todos los elementos utilizados durante las pruebas. Igualmente, para El desafío 20.04 los elementos que hay en cada una de las playas donde están los concursantes y los que se utilizan en el juicio, así como todo el vestuario, los emblemas y banderas han corrido por cuenta suya. Actualmente, este par de empresarios del medio se encuentran inmersos en uno de los dramatizados del Canal Caracol que aún no ha salido al aire.
Mario Cimarro, Juan Alfonso Baptista, Michel Brown, Martín Karpan, Héctor Arredondo, Érika Vélez, Diego Ramos, Scarlet Ortiz y Jorge Reyes. Estos nombres pueden sonarles poco conocidos a los colombianos, aunque en realidad son bastante famosos, ya que pertenecen a los actores extranjeros que en el momento protagonizan varias de las producciones más exitosas de la pantalla chica nacional. Muchos en Colombia se quejan ante lo que se cataloga como una invasión de talentos extranjeros. Pero la verdad es que esa tendencia que, sin lugar a dudas, es una herramienta de los empresarios que ayuda a la internacionalización de los productos televisivos, no es nueva ni tampoco exclusiva de la televisión colombiana. De hecho, nuestra industria comenzó con una cuota internacional alta. No sólo los técnicos, quienes eran en su mayoría cubanos, sino que el equipo de actores estuvo compuesto en buena medida por estrellas extranjeras, argentinos y españoles en su gran mayoría. Algunos de ellos, como Carmen de Lugo, Boris Roth, Karina, Delfina Guido, Julio César Luna, David Stivel o el mismo Fernando González-Pacheco, entre otros, se convirtieron pronto en leyendas en la pantalla chica nacional. A lo largo de estos años son muchos los personajes que, encarnados por actores extranjeros, han conquistado el corazón de la audiencia. Qué decir de Julia en La tía Julia y el escribidor, interpretada por la actriz peruana Gloria Ureta; o de Sebastián, el galán de Café, con aroma de mujer, interpretado por el brasileño Guy Ecker; o de Silvia Martínez, la heroína de Sangre de lobos, encarnada por la mexicana Aura Cristina Geithner. Muchos de ellos han tenido un paso efímero, como Andrés García, Astrid Carolina Herrera, Braulio Castillo, Carlos Matta, Guillermo Capetillo, Ernesto Tapia, Edgardo Gazcón, Jimmy Bernal, Oswaldo Ríos, Andrés Izaguirre, Ómar Fierro, Fernando Allende, Ricardo Fernández, Adelaida Noriega, Rolando Tarajano, Gabriela Spanic, José Ángel Llamas o Sonya Smith. Pero otros han trascendido como Geraldine Zivic, Marcelo Do Santos, Roberto Escobar, Salvo Basile, Tanya Robledo, Alberto Pujol, Ruddy Rodríguez, Jorge Cao, Patrick Delmas o Lorena Meritano.
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D r a m at i z a d o s 1 9 9 8 - 2 0 0 4 De acuerdo con un sondeo realizado por la firma Tepuy, la comercializadora que vende buena parte de los dramatizados colombianos en el exterior, para finales del 2002 se veían en el mundo 26 telenovelas colombianas. Para ello, muchas de ellas han sido traducidas a idiomas como el búlgaro, el rumano y el mandarín.
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Nicolás Uribe
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Músico de la Universidad de los Andes, en los ochenta perteneció a grupos de rock pero, gracias a que su hermana Juana Uribe trabajaba en televisión, con el tiempo terminó vinculado a este y otros medios. Su trabajo en la pantalla chica comenzó con RTI, haciendo la música en escena de Los pecados de Inés de Hinojosa, en 1989. Un año después se dirigía a Boston, para estudiar composición de música para cine en el Berkley College of Music. Luego se quedó dos años en Nueva York trabajando en teatro. A su regreso, su vinculación de nuevo a la televisión fue haciendo la orquestación de Por qué mataron a Betty si era tan buena muchacha, en la cual la música original era de Germán Arrieta, con quien más adelante haría varias cosas. En efecto, poco tiempo pasó antes de que se conformara la sociedad Arrieta-Sagarminaga-Uribe, formada por ellos dos y Gonzalo de Sagarminaga, quienes trabajaron en equipo hasta el 98, haciendo La otra mitad del sol y La mujer del presidente. Posteriormente vendrían trabajos como Mascarada, María bonita, Pecado santo y Quac. Los reconocimientos no se hicieron esperar y es así como en 1996 la serie La otra mitad del sol recibió el premio Simón Bolívar a mejor música original y en 1998 La mujer del presidente obtuvo el mismo galardón. En Audiovisuales hicieron la serie de especiales en cine para televisión Relatos históricos, producida por Gabriel García Márquez; Bituima 1780, El alma del maíz y Amores ilícitos. Al deshacerse la sociedad, Uribe empezó a trabajar sólo, primero como director musical en Cenpro, programadora para la cual compuso la música de la telenovela Perro amor, que posteriormente salió al mercado como un exitoso CD, que además dio pie a varias giras de conciertos y por cuyas ventas se ganaron un disco de oro, además de los premios Simón Bolívar y Tv y Novelas, y de Por qué diablos. Después, hizo la música incidental de La baby sister y El inútil con Teleset y, más adelante, pasó a RCN e hizo parte de la música de La lectora y la música incidental de La costeña y el cachaco. Su más reciente trabajo fue haciendo parte de la música original y nueve de los diez temas de la banda sonora de Pasión de gavilanes (algunas en coautoría con Oliver Camargo), que resultó ser todo un éxito comercial y, al estilo de Perro amor, terminó como un álbum musical, cuyas ventas ya lo han hecho merecedor de un disco de triple platino. Gracias a estos dos trabajos artísticos es que Uribe cree firmemente que es posible hacer cosas originales para televisión y ser a la vez comercial. Entre otras cosas, es por eso que es un convencido de la profesionalización de este oficio, y es así como lleva más de tres años enseñando música para dramatizados y cine, en la Universidad Javeriana. Uribe ha trabajado igualmente en teatro (La mojiganga, Ópera rap , Bodas de sangre y Nuestra señora de los remedios), y en cine (Águilas no cazan moscas, Anatomía de un secuestro, La fábrica del agua y Como el gato y el ratón). Actualmente se encuentra trabajando en la telenovela Te voy a enseñar a querer y en la película Colombian Dream.
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Diego Cadavid, Catalina Aristizábal y Héctor Arredondo.
Mesa para tres En marzo de 2004 el Canal Caracol estrenó esta telenovela, protagonizada por Catalina Aristizábal, Diego Cadavid y el mexicano Héctor Arredondo, bajo la dirección de Luis Orjuela y Armando Barbosa, y con los libretos de Jörg Hiller, Rafael Rojas y Claudia Sánchez. Mesa para tres es la historia de dos hermanos muy unidos, Luis y Alejo, que llegan a Bogotá con su madre desterrados de su pueblo. Casualmente, los dos se enamoran de la misma mujer: Andrea Zavatti, con lo cual se aumentan los conflictos que han existido siempre entre ellos. Luis traiciona a Alejo y con engaños logra ganarse el amor de Andrea, pero luego de que éste desaparece y se le cree muerto, Andrea y Alejo se reencuentran y le dan rienda suelta a su amor. La nómina de actores la completan Germán Quintero, Estefanía Borges, Genoveva Caro, Daniel Ochoa, Álvaro Rodríguez, Felipe Noguera, Anderson Balsero, Luis Fernando Múnera, Patricia Grisales, Orlando Valenzuela, María Cristina Gálvez, Yuly Ferreira, Frank Beltrán, Daniel Rocha, Hernán Méndez, Myriam De Lourdes y Manolo Orjuela.
La toma del 90-60-90 Si bien la televisión, que es una industria basada en la imagen, siempre ha recurrido a las caras bellas y los cuerpos armoniosos para adornar con ellos sus programas, siempre había asociado belleza con talento a la hora de seleccionar a las figuras que habrían de pertenecer a ella. Sin embargo, a partir de los años ochenta esta política dio un giro radical: la pantalla chica creó una especie de culto a la belleza y empezó a vincular a sus filas un regimiento de hombres y mujeres esculturales que cautivaran a la audiencia con su sola presencia. La fuente natural para encontrar a estos personajes fueron las pasarelas y el Concurso Nacional de Belleza. Modelos y reinas podían dar como garantía una buena presencia ante la cámara. En cuanto al talento para presentar o actuar, éste podía moldearse en los estudios de televisión, algunas veces con menos suerte que otras. Fue así como los sets se convirtieron en escuelas donde los novatos intentaban aprender las técnicas del oficio siguiendo los pasos de los veteranos. Uno de los primeros directores que volvieron sus ojos hacia las modelos y las reinas fue Julio César Luna. Él descubrió a figuras que más adelante se destacarían en la actuación como Margarita Rosa de Francisco, Juan Pablo Shuck y Aura Cristina Geithner. Las reacciones a su propuesta fueron y siguen siendo encontradas. Porque mientras hay sectores de la televisión que apoyan la incorporación de estos nuevos talentos como una manera de refrescar el medio y renovarlo, otros consideran
Canal Caracol Rosas del atardecer, 1998. La dama del pantano, 1998. El amor es más fuerte, 1998. ¡Ay, cosita linda, mamá!, 1998. Juliana, qué mala eres, 1999. Rauzán, 2000. Se armó la gorda, 2000. Amor a mil, 2001. La reina de Queens, 2000. Siete veces amada, 2002. Alejo o la búsqueda del amor, 2000. Traga maluca, 2001. Historias de hombres sólo para mujeres, 2002. Canal RCN Carolina Barrantes, 1999. Tan cerca y tan lejos, 1999. Brujeres, 2000. Alicia en el país de las mercancías, 2000. El informante, 2001. Milagros de amor, 2002. Ecomoda, 2002. Retratos, 2003. Un ángel llamado Azul, 2003. Amor a la plancha, 2003. Todos quieren con Marilyn, 2004. Otras productoras Pandillas, guerra y paz, Telecolombia, 1998. Amores como el nuestro, Punch, 1998. Corazón prohibido, RTI, 1999.
que es un irrespeto a la trayectoria y escuela de los veteranos. A pesar de la polémica, modelos y reinas han demostrado que llegaron para quedarse. Prueba de ello son las carreras que han desarrollado, bien sea en la actuación o en la presentación, figuras como Karen Martínez, Andrea Nocetti, Lina María Chedraui, Ángela Patricia Janiot, Ángelly Moncayo, Martha Liliana Ruiz, María Mercedes Ruiz, Marcela Angarita, Evelyn Santos, María José Barraza, Geraldine Zivic, Lady Noriega, Luz Stella Jaramillo, Sandra Muñoz, Pilar Schmitt, Angie Cepeda, Zharick León, Claudia Elena Vásquez, Katty Sáenz, Amada Rosa Pérez, Andrea López, Sofía Vergara, María Mónica Urbina, Lucero Cortés, Paola Turbay, Viena Ruiz, Carolina Gómez, Carolina Cruz, Lina Marulanda, Juanita Acosta, Claudia Bahamón, Ana María Trujillo, Adriana Arboleda, Linda Lucía Callejas, Nohora Perfecta Pereiro, Xiomara Xibillé, Ángela Vergara, Diana Figueroa, Rocío Stevenson, María Paola Mejía, Liana Grethel, Rosemery Bohórquez, Ana Bolena Meza, Catalina Gómez, Paola Charry y Maritza Rubio, entre otras. En los últimos productos que han visto los colombianos en la televisión nacional se destacan la incursión de Carolina Gómez, protagonista de El auténtico Rodrigo Leal, y Catalina Aristizábal, quien después de haberse desempeñado como presentadora de entretenimiento de Noticias RCN y Noticias Uno actualmente protagoniza la telenovela del Canal Caracol Mesa para tres.
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Infantiles 1998-2004
La era de los héroes criollos Dinodoro, Mary Moon, Aurelio Cheveroni, Jack, Hugo y los reporteritos de Sin cédula, son personajes que han entrado a competir codo a codo con los héroes de los dibujos animados y los enlatados. Ellos no exhiben poderes especiales ni viajan al futuro. Tampoco nacieron en Estados Unidos o Japón. Todos son auténticamente colombianos y se han ganado las simpatías de sus seguidores, quienes se sienten identificados con su manera de hablar, sus historias y ocurrencias. Son los ídolos de la audiencia infantil y, como no ocurría desde hace varios años, nacieron al interior de la panta“La televisión no tiene la misión de educar a los niños. Eso es responsabilidad de los padres y del colegio. Los pequeños buscan en la pantalla entretenimiento y diversión”. —Andrés Huertas, creador de La brújula mágica y Club 10.
lla chica colombiana. Estos personajes, unas veces fantásticos y otras tan reales como cualquier pequeño televidente, se han convertido en la prueba viva de que en Colombia hay cabida para la televisión infantil exitosa. A diferencia de otras épocas, los canales han decidido inver-
Dinodoro, Aurelio, Mary Moon, Croquis y Látex conviven con Adriana, Fito, Flex, Sammy, Lucas y Manolo.
tir en el género y realizar propuestas de gran factura, diseñadas a partir de las necesidades e inquietudes de su audiencia, reflejadas en los estudios que cada empresa reali-
Club 10 Las aventuras de un lobezno encantador
Desde 1998, año en que Magdalena La Rotta, entonces vicepresidente de producción de Caracol, le propuso a Andrés Huertas diseñar un proyecto infantil pequeños como los niños que son y no menospreciar su inteligencia. para el canal, hasta el momento en que este programa fue una realidad, en abril de 1999, el Club 10 estuvo a punto de morir tres veces. Y no precisamente porHay quienes aseguran que esto no es suficiente, que se requiere mayor producción nacional que la cadena no creyera en la importancia de la propuesta, o temiera invertir infantil para hacerle contrapeso a las propuestas extranjeras. Sin embargo, si se comparan las en el género, sino que en ese primer año de privatización todavía se estaban 30 horas en promedio que se están realizando para los niños en los canales Caracol, RCN y Ci- haciendo ajustes con respecto al nuevo estilo de hacer televisión. No se sabía qué iba a pasar y por eso la empresa era precavida con sus inversiones. Pero el Club 10 era una creación tan atractiva que acabó con todos los temores. tytv, con las que se hacían hasta hace cinco años, en donde la producción colombiana se redujo Primero porque se centraba en tres muñecos como los de Plaza sésamo (Aurea propuestas aisladas como las de La brújula mágica, Conjunto cerrado y Oki Doki, no se puede lio, Mary Moon y Dinodoro), pero a la colombiana. No eran perfectos. Tenían negar que el progreso es importante. Ahora, además de emitir franjas como las del Club 10, Jack virtudes y defectos como cualquier otro niño. De otro lado, convivían como miembros de una misma familia, lo que les generaba identificación con el el Despertador y Sin cédula, se está empezando a experimentar con el formato de telenovela público. En tercer lugar, no intentaban dejar moraleja. Simplemente vivían su día a día, plagado de situaciones divertidas pero también de conflictos, lo que infantil, al estilo de Un ángel llamado Azul. Esta situación los hacía perfectamente “humanos”. contrasta con la que se presenta en los canales públicos, que Es un fruto de la pasión. Así describe Andrés Huertas a su creaEn las fábulas infantiles hay un ción, la misma a la que acompañó hasta enero de 2003, cuando debido a su crisis económica dejaron a un lado la prograpersonaje que siempre está presente: la dejó en manos del director Diego Arbeláez y el productor el lobo feroz. Al momento de crear mación para niños en medio de la marea de infomerciales y Jairo Castillo. Esa pasión fue la que lo llevó, junto con Armando los personajes del Club 10, Andrés Barbosa y Silvana Orlandelli, a dedicar horas de investigación televentas que los invadieron en los últimos años. Huertas quiso darle a uno de ellos al proyecto; a diseñar cada uno de los personajes con la meticuPor otro lado, merece destacarse el esfuerzo realizado por losidad de un dibujante; a buscar a la empresa Animal Firm, la la connotación de lobo que existe misma que dio vida al perro de la película Hombres de negro 2, el Canal Capital y Señal Colombia. El primero, durante dos en Colombia: un ser extravagante, para que construyera los muñecos; a desbaratarlos una vez los años sostuvo una propuesta que combinaba la educación con convencido de que conquista a todas tuvo en sus manos para descubrir los mecanismos que los hacían el entretenimiento. Su nombre: Franja metro. El segundo es- las mujeres y muy pagado de sí mismo. funcionar. Así nació Aurelio Cheveroni. Ese mismo sentimiento se contagió al resto del equipo, que destructuró una programación infantil coherente, basada en un de un comienzo estuvo conformado por las libretistas Claudia Sánchez y Paola Casas, los titiriteros Fernando Rojas (Aurelio), Mario Escobar estudio contratado por el Ministerio de Educación sobre las (Dinodoro) y Naira Castillo (Mary), y los actores Daniel Calderón, Javier necesidades de la audiencia. Así, cerca del 30% de la cartelera del canal está dirigida a los niños, Botero, Sara Montoya y Efraín Londoño. A ellos se unieron más tarde Camilo Fierro, Juan David Velasco y Paola Dulce, entre otros. y de sus programas, más de la mitad son de producción nacional. Entre ellos están Pequeños Hoy éste es uno de los programas bandera del Canal Caracol. Sus personajes debates, El conciertazo, Escuadrón matemático y Las mil y una Américas. son ídolos de los niños. La crítica especializada lo respalda hasta el punto de galardonarlo con un premio India Catalina. Y los niños continúan atrapados Por supuesto, la presencia de los dibujos animados y los enlatados continúa siendo imporpor sus aventuras, que tienen tanto de reales como su vida misma. tante. La cartelera actual está dividida entre producciones clásicas como Los Picapiedra, El Con él quiso hacer una propuesta diferente a la de La brújula mágica, pero pájaro loco, Chespirito y El Chavo, y otras de realización reciente como Yu-Gi-Oh, Los Simpson, siempre fiel a sus convicciones sobre lo que debe ser la televisión dirigida a los niños. De esta manera, junto con un equipo creativo que involucró directores, Futurama y La franja Anime. Sus personajes, al lado de Aurelio, Mary Moon, Dinodoro, Jack y libretistas y titiriteros, dio vida a una propuesta que además de ser exitosa se ha convertido en una de las producciones bandera del Canal Caracol y ha converlos reporteritos de Sin cédula, se han convertido en los compañeros de una nueva generación tido a Aurelio Cheveroni, Mary Moon y Dinodoro (los tres “hijos” de Andrés), de niños colombianos. en verdaderos ídolos de la audiencia.
zó antes de sentarse a elaborar sus proyectos. Su premisa es básicamente la misma: tratar a los
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Este dibujo animado, que nació como un segmento de dos minutos del programa The Tracy Ullman Show, tuvo tal acogida que se convirtió en una serie independiente en 1990. Su creador, Matt Groening, quiso reflejar en él a la familia de clase media estadounidense con sus virtudes y defectos. Así le dio vida a un clan conformado por Homero, el padre torpe e inocente; Marge, la madre consentidora; Bart, el hijo rebelde; Lisa, la juiciosa del grupo, y la bebé Maggie. Los Simpson, si bien como dibujo animado debería estar dirigido a los niños, han cautivado a un público adulto por la irreverencia de sus planteamientos y situaciones. La producción fue traída a Colombia por Caracol hacia 1995, y continuó programándose una vez que la empresa se convirtió en canal privado.
Ana Rodríguez e Iván García son los presentadores de Franja metro de Canal Capital.
Franja metro En 1999 el Canal Capital, que llega a la zona centro del país, decidió producir un programa en el que estuvieran presentes la educación, el entretenimiento, la televisión interactiva, la escolar y la capacitación de los profesores en el uso de los medios de comunicación e internet. Estos elementos se conjugaron en la Franja metro, espacio que, además de su duración, tres horas diarias, de lunes a viernes, tiene como valor agregado su carácter interactivo, con módulos en los que Hugo, un duende procedente de Dinamarca juega con los televidentes, en tiempo real. Asimismo, el programa cuenta con segmentos que presentan visitas a diferentes barrios de Bogotá con el fin de mostrar las actividades de los niños capitalinos. Como complemento, la Franja metro cuenta con éxitosas producciones internacionales como Plaza Sésamo, Barney y sus amigos, y La pequeña maravilla. Este innovador modelo, realizado por el canal y el Consorcio Cigala, fue galardonado con un premio Emmy en el 2001 por su contribución al Día Internacional de Radio y Televisión en favor de los niños. rCn
Futurama Es producto de la imaginación de Matt Groening, el mismo creador de Los Simpson, y salió al aire a través de la cadena de televisión Fox en el 2000, año en que también llegó a Colombia gracias al canal Caracol. En ella se cuenta la historia de Fry, un repartidor de pizzas que por accidente es congelado en 1999 y despierta mil años después, lo cual sirve de base para contar que, aunque el estilo de vida es distinto en el futuro, los seres humanos conservan los problemas, inquietudes, temores y conflictos que los atormentaban en el pasado.
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Andrés Huertas, creador de mundos para niños Llegó a la pantalla como tantos otros: por una casualidad. Llevaba trabajando cinco años como profesor de geografía en el colegio San Carlos, el mismo del que se graduó como bachiller. Fue entonces cuando uno de sus amigos, Rafael Molano, que por aquel entonces trabajaba en Audiovisuales, le propuso que presentara un proyecto para un programa infantil. Molano sabía que a Huertas le gustaba el tema, que lo conocía y que junto a Rafael Chaparro, su condiscípulo en la Facultad de Filosofía y Letras de los Andes, podían crear un producto interesante. Fue así como nació La brújula mágica, una producción en la que Andrés Huertas hizo de todo: fue uno de sus creadores, pero también libretista, director, escenógrafo y hasta actor cuando las circunstancias lo requerían. En 1993, al tercer año de estar La brújula mágica al aire, Huertas se retiró del proyecto para incursionar en el género de los dramatizados con la serie (infantil nuevamente) Conjunto cerrado y más adelante con La mujer en el espejo, su primera creación para el público adulto. En ésta no sólo hizo el diseño original, sino que además escribió cincuenta capítulos al lado de la libretista Magda Quintero. Cuando pensaba que permanecería en RTI por una buena temporada llegó la propuesta del Canal Caracol para diseñar su franja infantil. Renunció a la programadora del Canal A y a los dos días le confirmaron su contrato en la otra cadena. Ese día intermedio en el que no tuvo razón de sus nuevos jefes ha sido el único en el que ha estado desempleado en su vida. Y para él fue realmente estresante. Con El Club 10 regresó a su pasión original y alcanzó su consagración en materia de programas infantiles. Pero Andrés Huertas es inquieto y le gusta probar cosas nuevas. Por eso, cuando se sintió satisfecho con el programa, aceptó el ofrecimiento de regresar a los dramatizados con los libretos de la serie La jaula, y más tarde asumió el reto de hacer un reality para enamorados titulado El triángulo. Ahora, después de tanta agua corrida bajo el puente de su vida, este bogotano se siente seguro de que lo suyo es la televisión. Nunca se arrepintió de dejar las aulas de clase para arriesgarse en el mundo de la pantalla chica. Tal vez porque otra de sus premisas es dejar el pasado en el ayer y nunca mirar atrás.
Sin cédula
Jack y sus amigos JT, Lila, Violeta y Simón,entre otros, viven muchas aventuras.
Jack el Despertador El 8 de junio del año 2002 se llevó a cabo la primera emisión de este programa, que tiene como protagonista a Jack, un niño que empieza a vivir la experiencia de dejar atrás la infancia para dar paso a su adolescencia. Él enfrenta este proceso valiéndose de sus amigos de carne y hueso, Simón y Lila, pero también de otros imaginarios llamados Juan Chacho y Cháchara. El programa, producido por el Canal RCN, empezó a gestarse en el 2000 y su estructura final surgió después de consultar a pedagogos, sicólogos, educadores e incluso niños, sobre los gustos y necesidades de los pequeños. El resultado fue un espacio dinámico e interactivo, destinado a una audiencia entre los 4 y los 18 años. Jack el Despertador es fruto de una idea de Patricia Rojas, Catalina Palomino e Iván Lalinde, quien fue el director del infantil hasta mayo de 2003. Desde entonces Santiago Arreaza está al frente de toda esta locura, que mezcla el segmento dramatizado de Jack con producciones como Plaza sésamo, Elmo’s World, Sumos, The Tick, Rocket Power, Jimmy Neutrón, Yu-Gi-Oh, Topo Gigio, Cat Dog, Hei Arnold y El cazador de cocodrilos. Los libretos del programa están a cargo de Diana Gómez y Álvaro Campo, mientras que el elenco está conformado por Sebastián Rendón, Marcela Jiménez, Richard Martínez y María José Tafur, entre otros.
La propuesta infantil de Citytv nació con el canal mismo: el 19 de marzo de 1999. Cuando el periódico El Tiempo decidió adquirir la franquicia de este exitoso canal canadiense, lo hizo con la convicción de realizar una televisión participa- Guillermo Castañeda, Laura Bejarano, Andrés López, tiva y con el compromiso Natalia Rojas, Vivian Bejarano y Margarita Mejía. de producir una franja para niños. Bajo estas premisas nació Sin cédula, un programa realizado por y para los pequeños, desde su universo particular. En este espacio ellos encuentran de todo un poco: historias de su ciudad, descubrimientos asombrosos, documentales y hasta la posibilidad de ver cómo otros muchachos de su misma edad se convierten en reporteritos. A lo largo de sus cuatro años de existencia el programa ha ido cambiando. En un comienzo se realizaba totalmente pregrabado, pero a partir de 2001 empezaron a hacerse algunas emisiones en directo. Hoy en día su estructura combina las dos modalidades: los lunes y los viernes Sin cédula se transmite en vivo ya sea desde las localidades de la ciudad o desde los colegios. Los demás días se pregraba. Los contenidos de cada emisión son definidos por el comité creativo del infantil, comandado por la directora, María Teresa Santos, y del que hacen parte los 23 miembros del equipo de producción, 14 reporteritos y los presentadores Andrés López y Simona Sánchez.
· Otros progr amas · CanalC aracol Teletubbies, 1998. Chespirito, 2002. El pájaro loco, 2002. La franja animada, 2002. El Chavo del 8, 2002. Cuentos de los hermanos Grimm, 2003. Disney Club, 2003. La hora Warner, 2003. Canal RCN Franja Fox Kids, 1998. Barney y sus amigos, 1998. Un ángel llamado Azul, 2003. De pocas pulgas,2003. Señal Colombia Animatronix, 2001. Pequeños debates, 2001. El conciertazo, 2001. Escuadrón matemático, 2001. Las mil y una Américas, 2001.
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Los Simpson
Citytv
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Infantiles 1998-2004
Hasta 1998 los colombianos que sólo tenían acceso a los canales nacionales de televisión habían conocido un modelo de noticieros, caracterizado por media hora de emisión diaria, durante la cual se agrupaba toda la información. Bajo este esquema no existía la posibilidad de interrumpir la programación habitual para dar una noticia de última hora, sin antes contar con el aval de Inravisión y del programador de turno. Pero en julio de ese año el panorama cambió. La aparición de los canales privados presentó un nuevo concepto en la producción y emisión de noticias. La primera diferencia que se vio al aire fue la inmediatez: sin importar dónde se produjeran los hechos, las cámaras de televisión de Caracol y RCN, bajo la dirección de Yamid Amat y Paulo Laserna, respectivamente, se encontraban allí en cuestión de minutos para presentar imágenes de los mismos. La segunda estuvo relacionada con los avances tecnológicos. Millonarias inversiones se realizaron para adquirir equipos que permitieran realizar gráficos complejos, cámaras que dieran mayor libertad a los periodistas sin afectar la imagen, máquinas de edición digital, antenas satelitales portátiles, etcétera. Mientras los noticieros de los canales privados hacían gala de su tecnología, sus colegas en los públicos luchaban por seguirles el paso. Informativos de gran trayectoria como TV Hoy, el Noticiero de las 7, Bianca Gambino y Mauricio Arroyave presentan el Noticiero CM&. Nacional y 24 Horas, sumados a los que ingresaron a la pantalla en 1997 (Hora cero, propiedad de Guillermo “La Chiva” Cortés; Uninoticias, de Unitv; En vivo 9:30, y Noticias de la noche), buscaron consolidar sus equipos periodísticos y proporcionar tanta inmediatez como sus nuevos competidores. Pero la falta de recursos y la imposibilidad de trabajar con la flexibilidad que permite un canal, les hicieron difícil en el intento. Fue por este motivo que, si bien en un comienzo los resultados de los noticieros privados en términos de audiencia no fueron halagadores, con el paso del tiempo la balanza empezó a inclinarse a su favor. Ellos sí podían estructurar su programación como una unidad, mover programas, interrumpir la programación con noticias de última hora, etc. Su audiencia aumentó, mientras que en los canales Uno y A disminuyó De acuerdo con una considerablemente. El resultado fue que los canales privados se Uno de los noticieros que se mantuvieron un tiempo al aire, luego de la llegada de la encuesta realizada por televisión privada, fue En vivo 9:30. quedaron con el 70 por ciento de la audiencia que ve televisión, y el Centro Nacional de Consultoría en el a la gran mayoría de los noticieros en los públicos les tocó cerrar EVOLUCIÓN ANUAL DE LOS NOTICIEROS 2000, a la semana los Share nacional (julio 10 de 1998 a abril 11 de 2004) sus puertas. colombianos ven A comienzos del año 2001 el Canal A dio por terminada su un promedio de 23 Canal Caracol Canal RCN Canal Uno Canal A franja informativa del medio día, y para diciembre ya no contaba emisiones de noticias, lo 60 55,7 52,8 52 50,1 que representa con ningún noticiero. Al mismo tiempo, en la franja de la noche, 50 1.035 minutos de dejaron de salir al aire los noticieros 24 Horas, Nacional, Noticias 38,5 información. 40 de la noche, el Noticiero de las 7 y En vivo 9:30. La misma suerte Para ellos, sus secciones 28,1 30 favoritas son, en su orden: corrieron el Informativo Nacional, la Revista 24 Horas, el Noticiero deportes, farándula, TV Hoy y Uninoticias. En resumidas cuentas, de los quince noti20 15,9 internacional y nacional. cieros que había al principio del año 2001 en la televisión de co10 bertura nacional, hoy sólo sobreviven dos: el Noticiero CM&, que se renovó con la ampliación 0 de su franja a dos horas, y Noticias Uno, un experimento de asociación de pequeños empresa1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 rios que surgió como respuesta a la información uniforme de los canales privados.
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El arribo de la inmediatez
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Noticieros y periodísticos 1998-2004
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Noticieros y periodísticos 1998-2004
Darío Fernando Patiño, reportero al %
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La sala de redacción de Caracol Noticias es el centro de los servicios informativos del canal.
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Inés María Zabaraín.
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Isaac Nessim y María Lucía Fernández, presentadores de noticias del Canal Caracol.
Silvia Corzo y Claudia Palacios.
Adriana Arboleda y Lina Marulanda.
CaraCol
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Las voces de la radio que lo acompañaron durante su infancia y juventud fueron las responsables de que se convirtiera en periodista. Después de todo en su tierra, Calarcá (Quindío), la principal referencia de un medio de comunicación era aquella que llegaba a través del receptor, cargada de sonidos fascinantes que bien podían ser los de la música, las noticias o la radionovela de moda. Gracias a esta influencia fue que, siendo aún un estudiante de bachillerato, se vinculó a la cadena Caracol en Armenia, como reportero y presentador de programas musicales. Una vez que salió del colegio sus pasos se encaminaron hacia Bogotá: se matriculó en la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Externado de Colombia e inició una preparación que lo llevaría lejos en el mundo del periodismo. Pese a su inclinación natural por la radio, su primer ejercicio profesional en los medios bogotanos fue en la prensa escrita, como reportero del diario La República. Allí encontró dos maestros que creyeron en él y determinaron su estilo: Héctor Ocampo y Ovidio Rincón. Con ellos aprendió los secretos del oficio que no le habían revelado en la universidad. Incursionó en la televisión como reportero del Noticiero de las 7 en 1986, el mismo año en el que asumió la dirección del informativo otra de sus grandes maestras: María Elvira Samper. Allí tuvo la oportunidad no sólo de cubrir diversas fuentes, sino que llegó al cargo de subdirector y fue galardonado en dos oportunidades con el premio de periodismo Simón Bolívar: en 1987, en la categoría de mejor reportaje económico en televisión, y en 1991 como mejor trabajo de humor. Cuando María Elvira Samper estructuró el noticiero QAP Noticias se llevó a Darío Fernando Patiño como subdirector. Desaparecido este informativo, y ya con los canales privados a las puertas de ser una realidad, se vinculó a RCN donde creó con Paulo Laserna la estructura embrionaria de noticias con RCN 7:30 y la versión original del programa La noche, en la que participaban las grandes figuras del periodismo que hacían parte de la nómina de esta casa. Su propuesta le valió su tercer Simón Bolívar como mejor director. Para cuando recibió la noticia del galardón él ya hacía parte del equipo periodístico del canal Citytv, donde fue el codirector de Citynoticias, junto con Juan Lozano, y uno de los creadores del programa matutino Arriba Bogotá. Poco después vino su ingreso al Canal Caracol con Yamid Amat como director de emisión. Fue creador y director del espacio periodístico Lechuza, y desde el 2002 es codirector general de los informativos que conforman Caracol Noticias. Actualmente dirige y presenta el periodístico Hablando claro con la prensa, que se emite los domingos por el Canal Caracol.
Caracol Noticias, el más moderno de América Latina Dos años antes del estreno de los canales privados en Colombia, el Canal Caracol inició la tarea de investigar las características que debería tener su sistema informativo. Esta labor se la encomendó al periodista Yamid Amat, quien ya había creado para la televisión nacional el Noticiero CM&. La estrategia tuvo como punto de partida una serie de viajes a Estados Unidos y Europa, con el fin de adquirir lo mejor en tecnología para la producción de noticieros. A esta adquisición se sumó la conformación de un equipo técnico y periodístico competitivo y profesional, en el que poco a poco se fueron sumando los nombres de figuras como Javier Hernández Bonnet, D’Arcy Quinn, Érika Fontalvo, Rafael Poveda, Isaac Nessim, Claudia Palacios, María Lucía Fernández, Néstor Morales, Darío Fernando Patiño, Juan Roberto Vargas, Inés María Zabaraín, Viena Ruiz y Lucía Madriñán. Del total de nuevo personal que se debió contratar para la entrada en funcionamiento del Canal, el 63,23% fue para cubrir puestos en el área de noticias. El rostro del noticiero, que hasta 1998 los colombianos habían conocido en la emisión del matutino Caracol 7:30, cambió no sólo en cuanto a presentadores, sino también en el manejo de cámaras. Para las emisiones, que se ampliaron a cuatro diarias —6:00 a.m., 12:00 m. 7:00 p.m. y 9:30 p.m.—, las cámaras se hicieron menos estáticas, lo cual hizo más llamativa la presentación. De igual manera,
todos los equipos se digitalizaron y se incorporaron algunos como la consola de sonido Solid State Logic, fabricada en Inglaterra exclusivamente para el Canal Caracol, que de esta manera estructuró el sistema de noticias más moderno de Colombia y Latinoamérica. La unión de la experiencia periodística y el desarrollo tecnológico le ha permitido al Canal Caracol una mayor inmediatez y ser el primero en presentar informaciones de interés nacional, como las imágenes del terremoto en el eje cafetero o la liberación de la senadora Piedad Córdoba, secuestrada por las AUC. Esto en una franja que alcanza al mes aproximadamente las 110 horas de noticias. En el 2002, Yamid Amat se retiró de la dirección de los informativos y éstos quedaron en manos de los periodistas Darío Fernando Patiño y Lucía Madriñán, quienes se han preocupado por sustraerse del fenómeno de la noticia como espectáculo, buscando darle contexto y mayor análisis a la información, en especial en lo que tiene que ver con el conflicto armado colombiano. De esta manera, se ha llegado a la decisión de no presentar en pantalla cadáveres expuestos, ni primeros planos de personas heridas o falsear escenas sobre enfrentamientos entre los actores del conflicto, todo en aras del respeto al televidente. Así mismo, ha buscado un tono positivo y de solidaridad con el ciudadano en pro de la comunidad.
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Noticieros y periodísticos 1998-2004 · P e r i o d i s t a s ·
Juan Eduardo Jaramillo, Andrea Vernaza y Ricardo Henao durante una de las emisiones de Noticias RCN.
Noticias RCN El sistema informativo del Canal RCN, que en 1998 fue encomendado a los periodistas Paulo Laserna y María Elvira Bonilla, y al productor Luis Guillermo Calle, se estructuró como una organización que estuviera al frente no sólo de los noticieros de emisión diaria y de fin de semana, sino también de los programas periodísticos y las transmisiones especiales que tuvieran contenido noticioso. De esta manera, y con el apoyo de excelente personal técnico de producción y unos sesenta periodistas en Colombia y el exterior, se consolidó una propuesta informativa que ha dado como resultado la emisión de 24 noticieros a la semana, así como los programas La noche, 7 en 30 y Primera línea. Estas producciones salieron al aire con un respaldo tecnológico que incluye un espacio satelital propio, disponible las 24 horas del día, y una red de antenas satelitales. En 1999 asumió la dirección del sistema informativo del canal el periodista Daniel Coronell, quien le imprimió un estilo periodístico audaz y sonoro. Cuando Coronell se retiró de su cargo un año después para regresar a NTC Noticias, lo sucedió Álvaro García, quien continuó con la propuesta de su antecesor. Los avances tecnológicos, sumados a la inmediatez en las informaciones, permitieron a Noticias RCN desde su fundación, en 1998, y con la llegada de Darío Fernando Patiño, conformar un equipo joven que contó entre sus filas con figuras importantes del periodismo colombiano en televisión: Jorge Alfredo Vargas, Carlos Antonio Vélez, Ricardo Henao Calderón, Rafael Poveda, Juan Eduardo Jaramillo, William Calderón, Vicky Dávila, Adriana Vargas, Clara Elvira Ospina, Marcela Durán, Alberto Medina, Claudia Gurisatti, Carlos Mario Díaz, Mariana Lloreda, Uchi Carbonell, Ana Fernanda Valderrama, Mauricio Aranguren, Fanny Stella Payares y tantos otros. Noticias RCN ha recibido varios reconocimientos a su trabajo, como los premios El Tiempo y Tv y Novelas como el mejor noticiero de la televisión colombiana.
Álvaro García A pesar de haber estudiado filosofía y letras en la Universidad de los Andes, terminó involucrado con los medios de comunicación, que conocieron sus artículos primero en la revista Magazín al día, más adelante en una publicación titulada Millos (en la que llegó a ocupar el cargo de jefe de redacción) y finalmente en Cromos. En Noticias Uno fue descubierto para la televisión. Allí comenzó haciendo un resumen deportivo del año, y se quedó cubriendo deportes. La estructura que García le dio a la sección deportiva en Noticias Uno resultó tan novedosa, que terminó convertida en Teledeportes. Sus pasos lo condujeron después hacia el Noticiero de las 7, en donde se destacó como
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cronista y obtuvo dos nominaciones. Pocos meses después se hizo cargo como realizador del proyecto Palabra mayor, de Audiovisuales. Su regreso a las noticias se produjo con NTC Noticias, al que ingresó como subdirector. A la par desarrolló el proyecto de Talentos, que destacaba a los colombianos que habían triunfado en el exterior. Después de ser el subdirector del Noticiero Nacional, asesorar a Caracol en el montaje del canal privado y acompañar a Daniel Coronell como subdirector de noticias de RCN, desde el 2000 Álvaro García es el director de esta parte del Canal RCN. Desde entonces esta cadena ha recibido los premios El Tiempo y Tv y Novelas en la categoría de mejor noticiero.
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Gracias a su “pilera” se destacó desde sus días como estudiante de periodismo en la Universidad Externado de Colombia. Por esa razón fue la seleccionada por César Fernández, periodista experimentado y por aquel entonces profesor del claustro universitario, para ofrecerle un trabajo como reportera en el desaparecido Noticiero Promec. Lucía Madriñán no dudó en aceptar la propuesta. ¿Qué más desea un estudiante de último semestre de periodismo que empezar a practicar de inmediato todo lo que ha aprendido en la universidad? Se vinculó al informativo en 1984 con la misión de cubrir información cultural, y un año después ya era la reportera del magazín Panorama. Ella se encargaba de investigar y producir los informes. A Otto Greiffenstein le correspondía la tarea de presentarlos al aire. En 1986 decidió empacar sus maletas y marcharse a Londres para estudiar inglés. Aprendió el idioma, pero siempre inquieta por el tema de la reportería, empezó a trabajar en un periódico de tinte sensacionalista llamado Sunday People. En él, Lucía dejó entrever su pasión por el periodismo de denuncia al hacerse pasar como una cliente más de ciertos funcionarios de la embajada irlandesa, que por aquellos días se dedicaban al negocio de vender pasaportes falsos. El escándalo a raíz de su reportaje fue mayúsculo. Con estos antecedentes no es de extrañar que a su regreso a Colombia la nombraran jefe de investigación en la programadora Punch y más adelante directora del programa periodístico Testimonio. Fue precisamente bajo su dirección que este espacio dio un giro hacia el periodismo de denuncia, lo cual le valió en varias oportunidades nominaciones al premio Simón Bolívar. La subdirección del Noticiero 24 horas, así como la codirección del Noticiero Nacional, con Paulo Laserna, y Noticias de la noche, fueron los siguientes pasos en su carrera. Pero en 1998 dejó los canales públicos para unirse al proceso de creación del Canal Caracol, al que llegó como directora de emisión de uno de sus informativos. Hoy es una de las codirectoras de los noticieros del canal y la artífice, junto con Darío Fernando Patiño, su coequipero, de una política informativa que fomenta el periodismo responsable en una época de crisis social como la que atraviesa el país. Esta, entre muchas otras, fue una de las enseñanzas que aprendió de sus maestros en el oficio de informar: Enrique Peñalosa, María Isabel Rueda, Paulo Laserna y Yamid Amat.
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Lucía Madriñán, denuncia con responsabilidad
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Jorge Alfredo Vargas Mientras estudiaba la carrera de comunicación social en la Pontificia Universidad Javeriana debutó en la televisión, cuando corría el año 1987. Primero realizó informes deportivos en el Noticiero Criptón, y más adelante cubrió otras fuentes. En 1991 fue llamado a hacer parte del equipo del Noticiero QAP como jefe de redacción y al año siguiente empezó a presentar el informativo. Después de su paso por la presentación de informativos como el Noticiero de las 7 y Buenos días Colombia, llegó al Canal RCN donde, además de ser uno de los presentadores de noticias, dirige el programa de variedades Yo, José Gabriel y presenta el Concurso Nacional de Belleza.
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Noticias Uno Ganador en el 2002 del premio India Catalina en las categorías de mejor noticiero y presentadora, nació como resultado de la fusión de otros dos informativos: NTC Noticias y el Noticiero de las 7. En un comienzo fue Carlos Hernando Ramírez, gerente del Noticiero CM&, quien le propuso a Daniel Coronell, director de NTC, y a Augusto Ramírez, gerente de Programar, que comenzaran a trabajar en serio en una fusión para crear un solo noticiero. Sin embargo, después de las negociaMaría Cristina Uribe con Félix De Bedout en Noticias Uno. ciones iniciales CM& decidió retirarse del proyecto, mientras los otros dos socios continuaban. El resultado fue el surgimiento, en el 2001, de Noticias Uno, un informativo que se emite entre semana a las 7 de la noche, y los fines de semana y festivos a las 7:30 y a las 9:30 p.m., siempre por el Canal Uno. Las figuras de este sistema informativo son, además del director, los presentadores, María Cristina Uribe y Hernán Peláez.
Daniel Coronell
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La franja de noticias del canal Citytv salió al aire en 1999, bajo la dirección de Juan Lozano y Darío Fernando Patiño. Inicialmente arrancó con tres noticieros, uno al medio día, que era en realidad un micronoticiero de 20 minutos, emitido dentro del programa Bogotá al aire, y otros dos en la noche (7:00 y 10:00 p.m.) que tenían media hora de duración. Más adelante sólo quedó uno que se transmitió primero a las 7:30 de la noche y luego de 7:45 a 8:30 p.m. Desde que Darío Restrepo asumió la dirección del noticiero, en junio de 2003, luego de que Lozano se retirara para hacer su campaña a la alcaldía de Bogotá, el noticiero se transmite de 8:00 a 9:00 de Darío Restrepo, director y conductor del noticiero la noche, de lunes a viernes. del canal Citytv. Citynoticias salió al aire con una propuesta innovadora, que era la de involucrar más a los protagonistas de las noticias, así como a los periodistas, utilizando entre otros elementos la videografía, es decir que el reportero se presenta a sí mismo con otra cámara y, simultáneamente, está en permanente interacción con la gente que entrevista. Además, siendo un programa de información local, tiene un alto componente de servicio a la comunidad. En un principio la presentadora de Citynoticias fue Bianca Gambino, quien estuvo desempeñando esa labor hasta el 2003. Hoy en día Restrepo es no sólo su director, sino su conductor y también es la cabeza de los otros dos programas informativos del canal, Arriba Bogotá y Sala de redacción. El noticiero ha obtenido los premios Simón Bolívar a la mejor presentadora de noticias y al mejor reportaje ecológico.
Noticiero Telepaís
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María Cristina Uribe
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Fácilmente puede fumarse un paquete y medio de cigarrillos al día. Cosa curiosa, esta afición no se la debe a los veinte años de ejercicio periodístico: es una costumbre que le quedó de sus épocas de adolescente, cuando tener un humeante adminículo en sus manos lo hacía sentir grande. El paso del tiempo, y una larga trayectoria en los medios de comunicación, le permitieron alcanzar esa sensación de grandeza. Para propios y extraños, Daniel Coronell es una de las figuras más importantes en Colombia, en lo que a producción de televisión se refiere. Su trayectoria incluye el periodístico Protagonistas, que echó mano de la crónica para presentar la faceta humana de figuras de la vida pública como el pintor Alejandro Obregón y el humorista Jaime Garzón. En 1992 creó de la nada el noticiero NTC Noticias, y lo posicionó como uno de los más vistos los fines de semana por los colombianos. A la par fue editor de CM& y asesoró la creación del magazín matutino En vivo con Adriana y Darío. Es bueno creando empresa, pero aún mejor buscando noticias. Por eso ha logrado reportajes importantes como la última entrevista del pintor Alejandro Obregón, por la cual recibió uno de los tres premios Simón Bolívar que tiene en su haber. En otra oportunidad logró “colar” a un periodista en el avión en el que partían de Colombia la esposa y los hijos de Pablo Escobar, y obtuvo un reportaje exclusivo. Y más recientemente destinó dos grupos de reporteros a la búsqueda de información sobre la candidata Ingrid Betancur, secuestrada por las Farc, y el resultado fue la obtención del video prueba de su supervivencia. Ahora Daniel Coronell es uno de los líderes del Canal Uno. Estuvo al frente de su plan de salvamento no sólo a través del noticiero Noticias Uno, del cual es director, sino también en la realización de otro tipo de formatos como los realities Se busca y El huésped. Está convencido de que la cadena puede salir adelante y por eso se presentó, en asocio con Colombiana de Televisión, a la licitación de los espacios que debutaron en ella en enero de 2004. Es un reto grande pero no imposible, así como no lo fue crear un informativo de la nada o llevar al sistema informativo del Canal RCN a los primeros lugares de sintonía.
Su debut en la televisión se produjo en el programa De boca en boca, del canal regional Teleantioquia. Allí la descubrieron María Isabel Rueda y María Elvira Samper, quienes la contrataron como reportera de QAP Noticias para que después reemplazara a Adriana La Rotta como presentadora. Tres premios Simón Bolívar y un India Catalina son la prueba de la calidad de su trabajo y la credibilidad que ha alcanzado en su profesión. Sus créditos incluyen el Noticiero CM&, el Noticiero de las 7, Caracol Noticias, una columna de opinión en la revista Cromos y, actualmente trabaja con su marido Daniel Coronell, en Noticias Uno.
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Noticieros y periodísticos 1998-2004
Jorge Barón en el set de Telepaís.
La apuesta periodística de Jorge Barón Televisión empezó a emitirse por el Canal Uno desde enero del 2004, en un horario diferente: 6:30 a 7:30 de la noche. El veterano periodista Julio Nieto Bernal estaba a la cabeza como director, teniendo en mente hacer un aporte social desde el noticiero, para involucrar a la comunidad y generar espacios de acción. Por esta razón además del cubrimiento de noticias nacionales e internacionales Telepaís pretendía descubrir la otra cara de Colombia, la de los aspectos positivos. Telepaís es producido por Jorge Barón Televisión, con el apoyo técnico de Televideo. Sus primeros presentadores fueron Maritza Rubio y Néstor Morales, quienes estaban acompañados por el comentarista deportivo Iván Mejía Álvarez. En las primeras semanas, el noticiero rozó los cinco puntos de rating según Ibope, pero en los siguientes meses su desempeño poco satisfactorio hizo que se le introducieran cambios en el formato, el horario y los presentadores.
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Noticieros y periodísticos 1998-2004
La periodista D'Arcy Quinn entrevista al ex alcalde de Bogotá Enrique Peñalosa en el programa Lechuza.
Lechuza dosis de contenido social. Éstos se presentan a través de diferentes medios: el debate en estudio con la participación de panelistas que ofrecen diversos puntos de vista sobre la problemática en cuestión, un reportaje realizado por el equipo de periodistas del programa, y la participación del público ya sea a través de llamadas telefónicas o de la página web. Actualmente es el periodístico de mayor sintonía entre semana.
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Nació en 2001 dentro de la programación del Canal Caracol, con la presentación de D’Arcy Quinn, la participación de Rafael Poveda y Ernesto McCausland, y la dirección de Darío Fernando Patiño. Si bien en un comienzo el tema político estaba muy presente en sus contenidos, esto varió en el año 2002 cuando empezó a dirigirlo la periodista Luz Marina Giraldo. Ella lo abrió a aspectos distintos de la política y el conflicto armado, y que tuvieran una alta
Hablando claro con la prensa
Diego Fajardo, José Luis Zambrano, Claudia Gurisatti, directora, y Yurani Morales, entre otros, conformaron uno de los primeros equipos periodísticos de La noche. Algunos de ellos se han mantenido hasta la fecha.
La noche La idea original de este programa, creado en 1998, era que cada noche, de lunes a jueves, los periodistas más destacados de RCN (Julio Sánchez Cristo, Alberto Casas, Juan Gossaín, Paulo Laserna, María Elvira Samper y otros) se dieran cita en este espacio para comentar los hechos más importantes de la actualidad nacional. Todo bajo la dirección de Darío Fernando Patiño y con la presentación de Claudia Gurisatti. Sin embargo, con el paso del tiempo las estrellas del periodismo se fueron alejando de la propuesta y en su lugar surgió el esquema de espacio de entrevistas que hoy conocen los televidentes, con Adriana Vargas en la conducción y Gurisatti en la dirección. El estilo ágil y ameno, sumado a la capacidad periodística, lo convirtió en uno de los grandes generadores de opinión en Colombia. Porque ya sea pregrabado o en directo, puede tener en una misma entrevista a las madres de dos niños secuestrados por la guerrilla y a Raúl Reyes, uno de los jefes de las Farc. O dialogar hoy con Leslie Kalli, la jovencita secuestrada en el fokker de Avianca, y mañana hacerlo con el líder de las autodefensas.
Espacio periodístico del Canal Caracol que conduce y dirige Darío Fernando Patiño, combinando análisis, controversia, debate y polémica. Se trata de un formato exitoso en los Estados Unidos bajo el nombre Meet the Press, y que se caracteriza por ser ameno y contundente, ya que no se queda en las declaraciones interesadas de los actores de la realidad, sino que busca el análisis de los personajes que se dedican a la crítica y el comentario bajo una perspectiva diferente. El programa salió al aire desde principios del 2004, los domingos a las 10:30 de la noche. Desde sus primeras emisiones logró gran aceptación por parte de la audiencia deseosa de espacios diferentes que les permitan entender mejor la realidad nacional.
Luego de la privatización, los noticieros de la televisión colombiana le apostaron a la inmediatez, gracias al gran despliegue tecnológico y a los sólidos equipos periodísticos con que cuentan los canales.
Una tragedia, la prueba de fuego Casi enseguida al debut de los canales privados, la naturaleza puso a prueba la inmediatez de sus informativos con una tragedia: el terremoto en el eje cafetero, que el 25 de enero de 1999, a la 1:19 de la tarde, prácticamente destruyó la ciudad de Armenia. El Canal Caracol fue el primer medio de comunicación que dio a conocer al país imágenes desde el lugar de los hechos. Un tiempo después llegó el Canal RCN y empezó sus transmisiones en directo, apoyado en cuatro equipos de reportería enviados desde Bogotá, además de los cuatro corresponsales de planta en la zona. Mientras tanto Caracol, con Yamid Amat a la cabeza, envió a Rafael Poveda, Érika Fontalvo, Wilson Quimbay y William Parra para reforzar a sus corresponsales. De igual manera apostó periodistas en Pereira, el Aeropuerto Catam, la Cruz Roja, Corferias y el aeropuerto Eldorado para hacer seguimiento a la recolección de ayudas. Los noticieros del Canal A, por su parte, se unieron en una campaña informativa y de solidaridad titulada Colombia ayuda, y los del Canal Uno hicieron transmisiones conjuntas y noticieros de una hora y media de duración.
· Otr as figur as · Guillermo Prieto La Rotta, Tatiana Ariza por Caracol Noticias. María Elvira Bonilla por Noticias RCN. Pirry por Noticias RCN. Paola Jaramillo por Caracol Noticias. Érika Fontalvo por Caracol Noticias. Rafael Poveda por Caracol Noticias y Noticias RCN. Luis Calle por Caracol Noticias. Mauricio Arroyave por CM&. Hollman Morris por Contravía. Mariana Lloreda y Uchi Carbonell por Noticias RCN. Juan Carlos López, Alberto Medina y Juan Eduardo Jaramillo por Noticias RCN.
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Tenía apenas 18 años cuando empezó a escribir sobre deportes en el periódico La Patria de Manizales. Por aquellos días estudiaba arquitectura, pero bien pronto aprendió a combinar sus actividades estudiantiles con las periodísticas, hasta el punto de que logró consolidar una carrera en los medios de comunicación. Mientras avanzaba en su formación académica fue incursionando en otros campos. De la prensa dio el salto a la radio a través de la cadena Todelar (nuevamente en Manizales), y de allí pasó a hacer parte de la nómina del programa La polémica, de la cadena Caracol, donde compartió micrófonos con figuras como Óscar Rentería, Hernán Peláez y Édgar Perea. Su primera incursión en la televisión fue en 1982, cuando Darío Vargas lo invitó a integrar el grupo de presentadores del Mundial de Fútbol de ese año. Fue contratado para cuatro partidos y terminó interviniendo en 22. Después de esa primera aparición tocaron a su puerta las propuestas para presentar informativos: primero fue el Noticiero Promec, al que siguieron 24 Horas, TV Hoy, CM& y actualmente Caracol Noticias, a donde llegó en 2003 no sólo como presentador deportivo, sino como director de operaciones de los noticieros del canal. · P r e s e n t a d o r e s ·
Carlos Antonio Vélez, el Profe del fútbol En los años sesenta Carlos Antonio Vélez dejó de ser un billarista consumado en Manizales y arrancó para Bogotá. No ejerció el derecho, carrera que había estudiado, y más bien se dedicó al periodismo. La primera vez que trabajó en televisión fue en RCN, cuando el gerente de la empresa era el actor Álvaro Ruiz, y realizó un programa al lado de Jairo Alonso Vargas y Jairo Moncada titulado Campeones 86. Debido a esta experiencia, Armando Moncada Campuzano lo llamó para que lo ayudara en la sección de deportes del noticiero 24 Horas, la cual presentaba al menos una vez a la semana. Ya con alguna trayectoria, Julio Nieto Bernal lo vinculó al Noticiero Promec, donde presentó y dirigió el segmento deportivo. Simultáneamente, en un programa de variedades de Arturo Abella llamado Vea Colombia: revista del sábado, presentaba información deportiva durante tres minutos. En la década de los ochenta El Profe, como se le conoce en el medio, trabajó en Noticias Uno. Debido al éxito de la sección que allí presentaba con Hernán Peláez, surgió Teledeportes, un programa que él considera como una escuela fabulosa en donde cada uno hizo el papel que más le gusta: Hernán el de bueno y Carlos Antonio el de malo. Después entró a trabajar en QAP Noticias y, de manera conjunta, todos los lunes viajaba a Medellín para presentar un espacio en Teleantioquia titulado Fútbolmanía. Cuando el QAP se terminó estaba empezando la creación de RCN como canal y para la sección deportiva de sus informativos necesitaban a alguien con el peso de Javier Hernández Bonnet o Hernán Peláez, que ya estaban con Caracol. Vélez era el único que podía hacerles competencia, así que lo contrataron de inmediato y con él se estructuró una sección que les ha llevado a los televidentes todos los grandes momentos del deporte en los últimos cinco años.
el espeCtador
Una vez que les fueron adjudicados los canales privados a las empresas RCN y Caracol, cada una de ellas se concentró en la conformación del equipo periodístico que se encargaría de manejar el género deportivo. En el caso de RCN la dirección general quedó en manos del periodista Carlos Antonio Vélez, acompañado por figuras como Liliana Salazar, Gabriel Villalobos, Jairo Moncada, Ramiro Dueñas y Ricardo Henao Calderón, entre otros. Caracol, por su parte, llamó como cabeza visible de su proyecto deportivo a Javier Hernández Bonnet, quien de inmediato empezó a trabajar con Carlos Julio Guzmán, Adolfo Pérez, William Vinasco y Ricardo Orrego. Ellos estaban al frente del contenido, mientras la producción de transmisiones especiales continuó a cargo del Gol Caracol, departamento creado en 1993 por la empresa para llevar a los colombianos los principales eventos del fútbol nacional e internacional, en las voces de Adolfo Pérez y William Vinasco, y que en 1994 había recibido el premio Simón Bolívar a la mejor transmisión deportiva, gracias al famoso partido del 5-0 entre Colombia y Argentina. Para 1998 los canales privados tenían distribuidos los derechos de transmisión de eventos como la Copa Libertadores de América, el Torneo del fútbol profesional colombiano, la Eurocopa, la Copa América, la Vuelta a España, el Tour de Francia y los partidos de la Selección Colombia hasta el año 2006. Con el paso del tiempo, los dos canales unieron esfuerzos para emitir de manera conjunta todos estos campeonatos, alternándose los partidos. La prueba de fuego para los canales privados en materia de transmisiones deportivas fue el Mundial Francia 98, para el cual movilizaron un equipo de 200 personas entre periodistas y técnicos. El Canal Caracol pudo ensayar aquí la nueva tecnología adquirida: la unidad móvil, única en el país, provista con consolas digitales. Igualmente, el micrófono parabólico, que registra las voces en el campo de juego, la antena microondas portátil y la cámara con lente J-55, que puede “ponchar” hasta los cordones de los zapatos de los jugadores. De la mano con estas transmisiones especiales, los canales han producido programas cuyo tema central son los deportes, que en la actualidad no se encuentran al aire. Tal es el caso de Tribuna caliente, del Canal Caracol, que se estrenó en el 2001. Por su parte, en el mismo año el Canal RCN llevó a la televisión la Cabalgata deportiva, a cargo de Carlos Antonio Vélez, pero tampoco duró mucho tiempo. La cadena también estrenó en 2001 el espacio Fuera de lugar, que en su año al aire ofreció un punto de vista humorístico sobre el deporte, a cargo de Julio César Herrera y Santiago Rodríguez.
César Augusto Londoño
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El deporte en pie de lucha
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Alberto Piedrahíta Pacheco Sus primeros pasos como locutor los dio en las emisoras Panamericana y Nueva Granada, bajo la batuta de Carlos Arturo Rueda, quien le permitía ayudarle en sus programas estrella. Más adelante se vinculó a la agencia de publicidad CPV, donde se convirtió en la voz que identificaba los productos de Cicolac y La Rosa en los comerciales de televisión y las cuñas radiales. Cuando Alberto Acosta creó la programadora A3 y le dio vida al noticiero Tevesucesos RCN, lo llamó para que fuera el presentador, cargo que ocupó durante ocho años. A la vez, hizo parte del equipo del programa Vea Colombia, revista del sábado, y condujo F´tubol, el mejor espectáculo del mundo, uno de los espacios deportivos más exitosos que ha tenido la televisión colombiana. A su retiro de la televisión ingresó a la cadena Caracol, donde creó el programa La barra de las 13. En la actualidad hace parte del equipo de trabajo del magazín Pase la tarde con Caracol.
CaraCol
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Experiencias diferentes
Javier Hernández, Mary Méndez e Iván Mejía presentando Tribuna caliente.
Tribuna caliente
Ricardo Orrego, Juan Manuel González, Javier Hernández Bonnet, William Vinasco Ch., Iván Mejía, Adolfo Pérez y Javier Fernández, presentando el Mundial de Francia en Gol Caracol. CaraCol
Cuando se creó el Canal Caracol quedó en el banco de proyectos la idea de hacer un programa deportivo distinto y polémico. Esa idea se materializó en el 2001 cuando se reunieron Javier Hernández, en la dirección y conducción, junto con Hernán Peláez e Iván Mejía Álvarez. El resultado fue un programa especializado en fútbol, aunque con píldoras informativas de otros deportes, que combinaba historias insólitas (como el caso de una charla completa de un director técnico cuando su equipo iba perdiendo en el primer tiempo), con el seguimiento de eventos alternos a los partidos (como la historia de un hincha que en lugar de ver jugar a su equipo se encargaba de distraer a los técnicos del contrario para hacerlo perder) con notas de humor, a cargo de César Corredor. El programa se transmitió en un principio los lunes a las 10:30 de la noche y después pasó a los domingos, a esa misma hora. A pesar de contar con la anuencia del público y de alcanzar buen rating (llegó a tener 12 puntos y 40 de share), Tribuna caliente salió del aire a finales del 2002.
Gol Caracol En 1993 nació este espacio con el fin de llevarles a los colombianos los principales eventos del fútbol nacional e internacional. Su inauguración se hizo con la emisión del Suramericano sub 20 desde Pereira y Armenia, y un año más tarde, en 1994, ya estaba recibiendo el premio Simón Bolívar a la mejor transmisión deportiLa Selección Colombia ganó 2-0 este partido va, gracias al partido del 5-0 entre Colombia y Argentina. amistoso contra Argentina en junio de 2004. El espacio ha contado con destacados narradores y comentaristas, como Javier Hernández Bonett, Adolfo Pérez, Juan Manuel González, Iván Mejía Alvarez, William Vinasco Ch., Rafael Sanabria, Javier Fernández y Ricardo Orrego. En este esfuerzo participan además otras 350 personas, entre camarógrafos, técnicos, periodistas y productores, que acompañan a la Selección Colombia y a los equipos en el torneo local. Además de este equipo humano, Caracol utiliza última tecnología en cada transmisión: una unidad móvil completamente digital, en la que se pueden utilizar doce cámaras, dos computadores para las repeticiones instantáneas, un generador de gráficas informativas, consola de audio con 24 canales, dollys, steady-cams, grúas y micrófonos. En 1998 Gol Caracol transmitió con lujo de detalles el Campeonato Mundial de Fútbol desde Francia, que sirvió de marco al lanzamiento del Canal Caracol. De ahí en adelante el espacio ha seguido transmitiendo los más importantes eventos del fútbol local y mundial.
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Javier Hernández Bonnet Se inició en la radio de su Manizales natal en 1974, al lado de Javier Giraldo Neira. Más adelante ingresó a la televisión regional en el canal Teleantioquia, como parte del equipo periodístico del informativo El colombiano. En 1989 lo llamaron del Noticiero 24 Horas y se desplazó para Bogotá. De allí pasó al Noticiero Nacional hasta que se vinculó con el Canal Caracol como director de deportes, cargo que depuso para dedicarse de lleno a la presentación de la sección deportiva del noticiero en la hora prime. A su vez, en el año 2002 se integró al grupo de presentadores del magazín Día a día. Ha recibido cinco premios en radio y televisión de la Asociación Colombiana de Locutores, así como el Ondas de España con el reportaje Los niños del fútbol.
William Vinasco Ch. Luego de ser becado para estudiar comunicación social en Buenos Aires, regresó al país e hizo un campeonato mundial de locución, junto con Armando Plata Camacho en Radio Tequendama. Pronto ya estaba convertido en la voz que identificaba al Noticiero Todelar. A la televisión llegó como narrador para la programadora Cromavisión de la Copa Libertadores de América y desde 1986 se integró al equipo de narradores deportivos de Caracol. Con su estilo particular, que les imprimió mayor velocidad a las transmisiones, les ha narrado todos los mundiales de fútbol a los colombianos desde 1986. Además, ha presentado los deportes en los noticieros Marlboro, 24 Horas, TV Hoy, Criptón, CM& y Suramericana. Hoy, además de hacer parte del Gol Caracol, es la cabeza de la cadena radial WV Radio.
La opción de los canales públicos Los canales públicos han encontrado en el género deportivo una buena alternativa para atraer televidentes. En el año 2001 el Canal Uno adquirió los derechos para la transmisión de la Fórmula Uno, en la cual debutaba Juan Pablo Montoya. Este fue el resultado de una negociación entre la productora colombiana Telecolombia y la argentina PSN. De igual manera RTI transmitió importantes veladas boxísticas, incluida una pelea de Óscar de La Hoya, y realizó la producción televisiva del torneo profesional del fútbol colombiano para Sky.
Los canales que operan en Colombia, distintos del Uno, el A, Caracol y RCN, también han intentado sacar adelante el género deportivo en la pantalla chica. Señal Colombia, por ejemplo, emitió entre 1992 y 1996 el programa Grand Prix, bajo la dirección del periodista barranquillero Andrés Salcedo, y Simplemente fútbol, a cargo de Iván Mejía Álvarez. En épocas más recientes, y gracias a la iniciativa de Álvaro Osorio, se ha destacado por la transmisión de eventos tan importantes como la Vuelta a Colombia en bicicleta, para los cuales ha llegado a movilizar un equipo humano de 130 personas, en directos tan ambiciosos que han alcanzado las noventa horas de emisión. En los canales regionales la historia de los programas deportivos ha sido distinta. Chivadeportes en Telepacífico lleva más de diez años al aire y en junio de 2003 tuvo un promedio de rating de seis puntos. En el canal regional Teleantioquia existen Acierto hípico y Minuto 45, este último con una audiencia de cuatro puntos en pleno torneo de fútbol profesional. Telefútbol es un programa que Telecafé produce desde 1993, mientras que en TRO el único espacio que ha subido a tres puntos de sintonía es Sentimiento Leopardo, un programa sobre el papel del Atlético Bucaramanga en el torneo profesional de fútbol colombiano. Por su parte, Canal Capital le ha apostado a otros deportes como la esgrima, bicicross y billar, entre otros, en el programa Ídolos del deporte. En cuanto al canal local Citytv, existe el Lunes deportivo, dirigido por el periodista Gabriel Meluk, quien recibe llamadas de los televidentes y propone muy diversos temas de discusión. Hay que decir que el canal bogotano ha realizado esfuerzos importantes en esta materia con la producción de otros programas como DxT y Sin amarillo, azul y rojo, así como el primer reality show dentro del género que se ha emitido: Estrella Azul.
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Realities
El placer de espiar a los demás
Los inicios en el mundo
En 2001 Colombia se contagió con el fenómeno del momento en la televisión mundial: la televisión real. Un esquema de producción en el que ilustres desconocidos saltan a la fama sólo por el hecho de que las cámaras siguen cada uno de sus movimientos y revelan detalles de su intimidad. El programa que inauguró el formato en el país fue Expedición Robinson, el cual desde un principio mostró que aquí también se podían hacer reality shows, pero a la colombiana. A pesar de que la estructura de estos espacios, la mayoría creación de empresas extranjeras, debe ceñirse al esquema original de sus inventores, aquí se le han hecho variaciones a su contenido. Mientras afuera prevalece lo documental, el seguimiento diario de actividades cotidianas, los productores colombianos le han apostado más a un estilo “telenovelesco”, en el que prefieren destacar los conflictos en la vida de los participantes. A diferencia de lo que ocurre en Holanda, Estados Unidos, España y Alemania, los realities nacionales no permiten seguir a sus concursantes las 24 horas del día vía Internet. Hay que tener en cuenta que Colombia aún es un país segmentado en el manejo de la red y sólo una minoría de sus habitantes tiene acceso a ella. Es por esto por lo que los canales han optado por realizar programas diarios de media hora con detalles de la convivencia y los diversos concursos y dedicar especiales semanales de una hora a los procesos de eliminación.
En mayo de 2004 Teleantioquia empezó a transmitir Antioquia, belleza real, el primer reality que produce el canal regional. En él, los televidentes podrán seguir a diario las incidencias de la escogencia de la representante del departamento al Concurso Nacional de Belleza.
Por supuesto, la televisión real tiene tantos defensores como de-
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tractores. Los primeros alegan que en las conductas cotidianas de los seres humanos hay tanto drama, comedia y suspenso como en una telenovela y que eso es algo digno de mostrar. Los segundos la califican de televisión banal, en la que se exageran los comportamientos hasta el punto de hacerlos ficticios y se explota el morbo de los televidentes por conocer la intimidad de sus congéneres. Con puntos a favor o en contra, el éxito de estas producciones es innegable, así como su costo es muy alto. La inversión aproximada de los canales privados nacionales en cada uno de estos espacios es de más de tres mil millones de pesos, cifra similar a lo que vale realizar un melodrama de gran factura durante un año. Este valor se amortiza gracias al product placement, es decir, a la presencia de productos y marcas como estrategia para atraer anunciantes y obtener más dinero. Los realities han demostrado en estos cuatro años ser un excelente negocio en materia de audiencia y publicidad. Sin ir muy lejos, en el 2001 Expedición Robinson superó en audiencia a las telenovelas y en el 2002 Popstars, Expedición Robinson y Protagonistas de novela concentraron la atención del país, que también siguió con interés a Gran Hermano en el 2003, y a Desafío 20.04, La isla de los famos.o.s y El mejor partido en el 2004. Y hay televisión real para rato. La productora RTI, en asocio con la comercializadora Tepuy, adquirió los derechos para la distribución exclusiva en América Latina de los programas reales de la empresa Endemol, propietaria de Gran Hermano, Operación Triunfo, Pulsaciones y otros. Perú y Ecuador también hacen fila e incluso van a utilizar las instalaciones y tecnología de estos realities en Colombia para realizar las versiones locales. Finalmente, Caracol Televisión ya le está apostando a la producción nacional de realities, como lo hizo en 2004 con Desafío 20.04, que les abrirá las puertas a más de estos productos.
La novela 1984 de George Orwell dio origen a uno de los géneros más exitosos de las dos últimas décadas en la pantalla chica: la televisión real o reality shows. En su texto, Orwell imaginaba cómo sería el mundo en ese año y a los hombres viviendo bajo la vigilancia de alguien que todo lo veía y controlaba, llamado el Gran Hermano. Los primeros en hacer realidad la idea del escritor fueron los norteamericanos, quienes en 1992 lanzaron el programa de televisión The Real World, a través de la cadena de videos MTV. Sus cámaras seguían paso a paso los triunfos y derrotas de un grupo de jóvenes que habitaban el barrio Soho, en Nueva York, y perseguían el sueño de ser artistas. El éxito no se hizo esperar y en otras partes se empezó a experimentar con el género. Los siguientes fueron los holandeses, que en 1999 se apropiaron de la idea de Orwell y dieron vida a un programa con el mismo nombre del personaje creado por él: Gran Hermano. Éste aportó la estructura básica de los reality shows: encerrar durante un tiempo a un grupo de desconocidos en un ambiente específico (llámese casa, estudio, bus, barco o isla) y ofrecer a los televidentes hasta el más mínimo detalle de su intimidad a través de las cámaras que abundan en el lugar. Junto a las situaciones cotidianas vividas por los concursantes, se revelan a través de ellos las pasiones propias de los seres humanos. El público, juez implacable pero protagonista de primera línea en el género, es el que toma la decisión de quién se va y quién permanece en el juego. El éxito de Gran Hermano dio pie para que su formato fuera copiado en Alemania, España, Estados Unidos y Latinoamérica. Después se quisieron explorar otras posibilidades de la televisión real y así fue como empezaron a surgir las producciones más conocidas dentro del género: primero fue Survivor y su idea de someter a los concursantes a condiciones de vida extremas. Luego la televisión le apostó a los amores reales y surgieron propuestas como ¿Quién quiere casarse con un millonario? y más adelante se buscaron nuevos talentos artísticos en Making The Band, American Idol, Popstars, Operación Triunfo y Protagonistas de novela. Hoy en día hay realities para todo. Están los que exploran la vida privada de los famosos al estilo de The Osbournes, o los que presentan los operativos de la policía de Estados Unidos como Cops. También los hay que retan a personas con sobrepeso a reducir kilogramos y medidas como en Big Diet, o a cambiar y mejorar su apariencia en general como en Extreme Makeover, aquellos que entrenan a un grupo de personas para una misión espacial tal cual lo hace Destination Mir. Incluso, se ha llegado a proponer el caso extremo: presentar testimonios de asesinos desde las cárceles, en donde ellos confiesan sus crímenes. Este es el esquema de un nuevo programa titulado Confesiones que, de llegar a la pantalla, llevaría a la televisión real a un nivel nunca antes explorado.
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José Antonio de Brigard Lleva más de 23 años en el negocio de la televisión, en cual se inició con RTI cuando fue contratado como asistente de la gerencia financiera en 1980. Tenía 22 años y mostró tantas ganas que a los tres meses lo ascendieron a subgerente administrativo. De ahí pasó a ser asistente del programa Telectrónico, que presentaba Reynaldo Moré, y después hizo la producción de infinidad de realizaciones como Compre la orquesta, así como los primeros programas transmitidos en directo. Hizo también la dirección de cámaras de la primera Vuelta a Colombia y trabajó en la productora de comerciales que tuvo RTI en algún momento. Para él, su paso por esta programadora fue una gran escuela y todo lo que aprendió allí le permitió después ser nombrado vicepresidente de producción de Punch en 1987. Dos años después se fue como vicepresidente de producción a Caracol, y en el 1991 fue nombrado gerente general de Gravi, donde permaneció también por espacio de dos años. Ya en 1994, con deseos de “volar” solo, se independizó y con su propia empresa hizo la producción de la serie Sida, cadena mortal y la telenovela Santa María del olvido, las dos para el Ministerio de Salud. Un año más tarde fundó Teleset. Llegar a montar un negocio independiente fue el resultado de estar cansado de trabajar como ejecutivo y de no querer tener más puestos en compañías de otros. De otra parte tenía el firme convencimiento de que la televisión había que hacerla de una manera distinta y generar contenidos atractivos, idea que ha desarrollado al pie de la letra desde su productora, proyecto en que lo acompañó el grupo Sanford, bajo la presidencia de Antonio Ucrós. Al retirarse como inversionista el grupo Sanford, De Brigard asumió el reto de sacar su proyecto personal adelante y está dedicado a esta labor a cualquier precio, para lo cual firmó un acuerdo de exclusividad con RCN para novelas y realities, con lo cual hizo el traslado insólito del formato Expedición Robinson de un canal a su competidor directo.
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Cristina Palacio
Los participantes de Expedición Robinson, con la presentación de Margarita Rosa de Francisco, sufrieron durante 50 días las dificultades del clima tropical en Bocas del Toro, Panamá. Sólo Rolando Patarroyo (abajo izquierda) sobrevivió para llevarse un gran premio de 225 millones de pesos.
Expedición Robinson, la vida en una isla desierta Este fue el primer programa del género reality que se produjo para Colombia. Hace parte de la franquicia del exitoso Survivor, propiedad de la empresa norteamericana Pearson, y fue adquirido por Teleset para el Canal Caracol para estrenarlo en el 2001, después de que ya había comprobado su éxito en Argentina. Superados los doce meses de estudios, ideas y contratos, los colombianos conocieron a 16 personas, provenientes de diferentes rincones del país, que se sometieron al reto de convivir durante un par de meses en el archipiélago Bocas del Toro, ubicado en el extremo occidental de Panamá, y en condiciones mínimas: sin comida, sin techo y sin las comodidades de la vida moderna. La presentadora fue Margarita Rosa de Francisco y la producción general estuvo a cargo de la empresa Teleset, que con asesoría y logística argentinas movilizó un equipo técnico conformado por 150 personas para que no perdieran detalle de la experiencia. El éxito de Expedición Robinson, con guiones de Juliana Barrera, Raúl García y Guillermo Zafra, fue inmediato. Los televidentes siguieron paso a paso las aventuras de los expedicionarios no solamente el día de la eliminación, sino en las emisiones diarias de El diario de Róbinson, programa de media hora creado para mostrar las intimidades de los concursantes. A medida que se reducía el grupo de ‘sobrevivientes’ la expectativa aumentaba y fue así como el capítulo final alcanzó un rating de 40,5 puntos, superando a las novelas más vistas del momento. Además, debido a la calidad de su producción en el 2002 obtuvo el premio India Catalina en la categoría mejor nuevo formato y en el 2003 fue nominado al premio Inte de Televisión en el segmento mejor programa real del año.
El primer ganador en Expedición Robinson fue un auxiliar de latonería bogotano llamado Rolando Patarroyo, quien se llevó el premio de doscientos millones de pesos. Él y otros compañeros, como ha ocurrido con algunas figuras que han saltado a la fama gracias a su participación en este tipo de espacios, han empezado a desarrollar una carrera en los medios: Rolando y Pedro Luis Falla incursionaron en el cine, Mauricio Arango presentaba el dramatizado Historias de hombres sólo para mujeres, mientras que Marlon Restrepo inició una carrera como modelo y grabó un disco de rap. En la segunda versión, realizada en República Dominicana, más exactamente en el Parque Natural de los Haitises, el ganador fue el ingeniero químico antioqueño Cristóbal Echavarría, para quien el premio subió a 225 millones. Cerca de 50 días fueron suficientes para que ocho hombres y ocho mujeres lucharan por sobrevivir con sus propios medios, construyeran un lugar donde compartir su vida con desconocidos y compitieran en duras pruebas físicas y sicológicas. A diferencia de la primera Expedición, en ésta el conteo de la votación final se hizo en un programa en vivo y en directo desde la Concha Acústica del Parque Simón Bolívar en Bogotá, en un evento que reunió a todos los participantes del reality. Si bien esta segunda parte no igualó en rating a su predecesora, sí conservó un promedio de 29 puntos de audiencia como uno de los programas más vistos del año y volvió a despertar los comentarios del público, analistas de televisión y columnistas de opinión. Después de todo, fue la puerta de entrada para la televisión real en Colombia y dio origen a un fenómeno que, en opinión de muchos, dista de ser pasajero.
Cuando aún era estudiante de comunicación social en la Universidad Javeriana, llegó a hacer sus prácticas a la programadora RTI. El cargo que le dieron en ese momento, año 1992, fue el de segunda asistente de dirección en la telenovela En cuerpo ajeno. Empezar así, desde abajo, le permitió conocer la televisión en todos sus aspectos. Después de participar en otras producciones de la misma empresa y más adelante en Tevecine y Cenpro, se marchó a Estados Unidos para adelantar una especialización en las áreas de dirección, guión y documental. Regresó en 1996 y se vinculó a la productora Teleset como asistente de dirección, pero poco a poco fue escalando posiciones hasta llegar primero a dirigir producciones como La invencible mujer piraña y Héroes de turno, y un tiempo después a ocupar el cargo de gerente creativa. Fue allí también donde empezó a interesarse por los grandes formatos de Quién quiere ser millonario para Caracol y el género del reality. Por esa razón gestionó la compra de la licencia de Expedición Robinson y más adelante se convirtió en la productora del programa. En octubre de 2001 llegó al Canal Caracol, donde actualmente se desempeña como vicepresidente de producción. Cristina tiene ya en su haber una innumerable cadena de éxitos, gracias al trabajo en llave con personajes como Felipe Salamanca, Dago García, Juan Esteban Sampedro, Asier Aguilar y un numeroso equipo de libretistas, quienes son la esencia del contenido que el Canal produce.
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Juan Esteban Sampedro
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Raúl García Comunicador social de la Javeriana, su primer trabajo fue en el Ministerio de Cultura haciendo documentales que se pasaban en el espacio La franja de Colcultura. Posteriormente estuvo a la cabeza de otra serie de documentales, esta vez de corte ecológico y urbano para el Instituto Distrital de Cultura y Turismo. Tuvo varios trabajos en la pantalla chica, como jefe de producción del programa Padres e hijos de Colombiana de Televisión y realizador de También caerás, antes de llegar a ser el encargado de construir las historias que cada noche los colombianos vieron en el primer reality de la televisión colombiana: Expedición Robinson, y más adelante el director de contenido de Gran Hermano. En estos dos programas, García utilizó toda su experiencia como realizador de documentales porque, en su opinión, producir un reality es eso: hacer un documental, en el que la realidad grabada se edita para contar una determinada historia. Desde enero del 2003, García es el asesor de formatos del Canal Caracol, posición desde la que interviene no sólo en la producción de los programas, sino en el desarrollo de su contenido.
Varios de los participantes de Protagonistas de novela se han convertido en actores.
Protagonistas de novela El día en que se emitió el primer episodio de este reality, en el 2002, tuvo una audiencia de 22,6 puntos de rating. A medida que se fueron transmitiendo los episodios, la sintonía aumentó hasta llegar a 37. Cuando se conoció el nombre de la primera eliminada de la casa estudio, Érika Márquez, las líneas telefónicas de Telecom se bloquearon y el sistema Terra.com, donde se aloja la página oficial del concurso, se cayó por la afluencia de navegantes que quisieron ingresar para dar a conocer su opinión. Si a esto se le suman los comentarios diarios del público colombiano acerca de las intimidades que presentaba cada noche la televisión sobre los catorce muchachos que aspiraban a convertirse en actores, las multitudes que acudían a los centros comerciales para conocer a los eliminados, a los centímetros de columnas de opinión que generó el programa y a las páginas que dedicaron periódicos y revistas a los concursantes, se puede establecer el fenómeno que originó Protagonistas de novela en el ambiente nacional. El formato del programa es sencillo: catorce personas, elegidas por su apariencia física y sus aptitudes para la actuación, se concentran durante tres meses en una casa estudio, ajenas a todo contacto con el mundo exterior. Durante este período reciben clases de actuación, canto, baile y destrezas corporales, pero a la vez deben aprender a convivir con extraños que sólo desean ganar y con los cuales pueden surgir amistades o diferencias. Cada semana el público, máximo juez, decide quién debe salir de la casa. La diva Amparo Grisales es la Cerca de 33 mil personas acupresentadora de Protagonistas 3. dieron a las convocatorias en las principales ciudades del país, pero sólo catorce resultaron seleccionadas. Ellas convivieron a lo largo de 249 capítulos, seguidas por cuarenta cámaras, sesenta micrófonos y tres estudios de control con cuarenta monitores cada uno. El equipo técnico destinado por el canal para este proyecto, que antes de llegar a Colombia se realizó en Estados Unidos, México y Venezuela, estuvo conformado por 180 personas. La presentación de esa primera experiencia estuvo a cargo de María Cecilia Botero y la parte académica fue coordinada por el actor y director Kepa Amuchastegui. Después de ganar el premio India Catalina como mejor reality en el 2003 y de recibir una nominación al premio Inte de España, el Canal RCN realizó la segunda versión, conocida como La amenaza. Aunque el esquema básico se conservó, en esa oportunidad la casa estudio estaba ubicada en Argentina y participaron 18 concursantes. El presentador fue Luis Mesa y la dirección escénica fue de Carlos Muñoz Para la versión tres del reality, RCN abrió en junio de 2004 una línea para que los televidentes escojan entre un grupo de 24 quiénes serán los participantes del llamado Juicio final.
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Comunicador social, trabajó primero en Cromos y luego por un corto espacio de tiempo en publicidad. Fue en la revista donde Paulo Laserna lo conoció y le propuso trabajar como reportero en el Noticiero Nacional, cubriendo entretenimiento y más adelante haciendo crónicas. Eso lo llevó más adelante a trabajar en el periodístico Séptimo día y hacia 1998 entró al Canal RCN a cubrir las fuentes de entretenimiento de noticias, al tiempo que a trabajar en programas del mismo género, como La banda francotiradores. Ya para el 2003 cambió de jefe, yéndose al Canal Caracol, donde ha estado estrechamente involucrado con la producción de realities. Primero fue el productor general de Gran Hermano y en la actualidad es la mano derecha de Cristina Palacio en el desarrollo de Desafío 20.04.
Popstars fue el primer reality de gran formato hecho en Colombia.
Popstars, fábrica de estrellas Durante 120 días del 2002 los colombianos siguieron cada detalle de esta competencia, en la que un grupo de jovencitas, en su mayoría adolescentes, se concentraron en una casa estudio sometidas a fuertes jornadas de trabajo, clases de canto, inglés, baile e incluso convivencia. Su propósito era superar exigentes audiciones y alcanzar el sueño de convertirse en cantantes. La idea les gustó a los televidentes y fue por este motivo que Popstars debutó con un rating de 27,1 puntos y a lo largo de su emisión se ubicó siempre en los primeros lugares de sintonía en la cartelera nacional. De las más de seis mil aspirantes entre 16 y 25 años que se presentaron a las primeras audiciones realizadas por el Canal Caracol, el jurado conformado por la cantante Yolanda Rayo, el músico Iván Benavides y el representante Julio Correal, seleccionó 25. Ellas entraron en la competencia diaria, los jueces eliminaban grupos de cinco concursantes cada semana y finalmente cinco intérpretes lograron el objetivo final: Natalia Bedoya, Vanessa Noriega, Carolina Gaitán, Isa Catherine Mosquera y Laura Mayolo, quienes conformaron el grupo Escarcha (nombre escogido por votación del público) y tuvieron la oportunidad de grabar un trabajo musical. La idea de Popstars nació a finales de 1999 en Japón, cuando un programa de variedades decidió realizar una gigantesca convocatoria para conformar un grupo de cantantes femenino. La propuesta se transformó en un suceso y dio como resultado la aparición de Morning Masume, una agrupación de siete jovencitas que se mantuvo en el primer lugar de las listas especializadas durante más de un año. Luego, en Australia, se adaptó la idea pero en esta oportunidad se documentó cada detalle del proceso de formación de la banda. Desde entonces, y debido a la acogida del proyecto, el formato de Popstars se extendió a Grecia, Brasil, Eslovaquia, Noruega, Sudáfrica, México, Chile y Argentina, en donde ya se está realizando la segunda temporada. Después, el Canal Caracol compró los derechos y lo trajo a Colombia, con el compromiso de respetar fielmente el formato que se había hecho popular en el orden mundial. A diferencia de otros espacios de televisión real, que finalizan una vez seleccionado un ganador, en éste el público pudo ver también el proceso de creación del grupo, la selección de las canciones, el cambio de imagen de las cantantes, la grabación de su primer disco compacto y finalmente su debut en un concierto. La acogida que tuvo el reality se tradujo también en la comercialización del CD, que a los tres días de salir al mercado logró ventas cercanas a las cincuenta mil copias y les dio a las integrantes de Escarcha su primer doble disco de platino.
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Camilo Cano
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El presidente Álvaro Uribe Vélez también sucumbió a la fiebre desatada por Gran Hermano.
Carlos Calero y Adriana Arango, presentadores. A la derecha, la instalación de cámaras escondidas en la sede de RTI.
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Gran Hermano, la voz que todo lo ve Es uno de los últimos estrenos de la televisión real en Colombia. Producido por el Canal Caracol y RTI, debutó en la pantalla chica el 27 de julio de 2003, siguiendo el mismo formato de los realizados en Alemania, Estados Unidos y Argentina. Acompañados por 27 cámaras y 62 micrófonos, catorce concursantes deben convivir en una casa durante 106 días y sin ningún contacto con el mundo exterior. Ni siquiera tienen la oportunidad de alternar con el equipo de producción del programa, que los mantiene en estado de acuartelamiento en los instantes en los que debe ingresar a la casa para hacer algún cambio en la escena. Una vez cerrada y sellada la puerta de la casa tras sus espaldas, deben decirles adiós a la familia, los amigos, la televisión, la radio y el teléfono. La vivienda, construida en los estudios de la productora RTI, tiene un área de 280 metros cuadrados en donde los concursantes viven como en un acuario. Ellos no ven nada hacia fuera, pero los ojos de las 170 personas involucradas en el proyecto, entre directores, productores, editores, guionistas y técnicos, junto con los de millones de televidentes, pueden seguir cada uno de sus pasos. Quien logre superar la convivencia y ser elegido como ganador se llevará 250 millones de pesos. La presentadora de este espacio fue Adriana Arango. Ella mantuvo a los televidentes al tanto de lo que ocurría en la casa, mientras sus ocupantes eran guiados día tras día por el Gran Hermano, una voz que les decía qué hacer en cada una de las actividades planteadas y que una vez al día escuchaba a través de una habitación, llamada El Confesionario, sus sueños, deseos, frustraciones y esperanzas. Ellos debían trabajar en grupo incluso Bajo el ojo de Gran Hermano, el presidente en tareas tan sencillas como hacer el aseo de la casa y preparar los alimentos. de Canal Caracol listo para entregar el Como ocurre en la gran mayoría de estos realities, cada semana uno de los premio de 250 millones de pesos. participantes era expulsado por el público mediante votación telefónica o vía Internet, sólo que aquí esas expulsiones se emitían en vivo. El Canal Caracol sabía exactamente a lo que le apostaba con Gran Hermano. Antes de su lanzamiento ya tenía establecido que su target estaba entre los 25 y los 40 años de edad, y tuvo en cuenta este criterio para elegir a los participantes. La franquicia del programa le costó 180 mil dólares y se estima que la inversión en la casa estudio bordeó los dos mil millones de pesos. Sin embargo, estas cifras no resultaron preocupantes para los productores, ya que el programa fue un éxito de audiencia, como ocurrió en España, Alemania, Holanda y Estados Unidos.
A pesar de haber estudiado finanzas y relaciones internacionales y una especialización en ciencias políticas, desde muy pequeño ha estado vinculado con los medios, ya que su familia era propietaria del diario El Espectador. Después de una etapa como diplomático regresó a Colombia para trabajar con el grupo Bavaria como asesor de la presidencia en medios de comunicación, desde donde estuvo liderando todo el engranaje de los medios del grupo, tanto en radio y televisión como en prensa e Internet. Después de ese proceso Ricardo Alarcón, entonces presidente de Caracol, lo llamó para trabajar como su asesor y cuando Paulo Laserna llegó al Canal a remplazar a Alarcón, ratificó a Cano en el cargo, en el cual ya completa tres años y medio. En ese tiempo ha tenido que liderar varios proyectos entre los que se cuentan el esquema de ventas de derechos de eventos deportivos para Colombia y la producción de algunos de los realities que en los últimos años ha presentado el canal, como Expedición Robinson, cuyas dos versiones lideró en compañía de Cristina Palacio, y Popstars y Gran Hermano, los cuales ayudó a estructurar. Desde enero de 2004 asumió el reto de montar la oficina de Caracol Internacional, que él dirige desde Miami y desde donde el canal vuelve a asumir directamente la distribución de toda su producción en el campo internacional. Esto le implicó a Cano la creación de su propio equipo de vendedores y representantes en el mercado internacional, así como el establecimiento de las bases para recibir a los clientes que anteriormente atendían Tepuy y Venevisión. · E j e c u t i v o s ·
Juan Maldonado En 1989, cuando llegó a Colombia luego de estudiar radio y televisión en Estados Unidos, se vinculó con Cinevisión y musicalizó la serie La alternativa del escorpión. Luego se involucró, también desde el punto de vista musical, con dramatizados como María María y OKTV, e hizo parte del equipo creativo que le dio vida al programa de humor Zoociedad. Después de montar la productora PTV, hermana de Cinevisión, y lanzarse al proyecto loco de producir formatos no probados hasta ese momento en la televisión nacional como los videos musicales, Maldonado fue invitado a hacer el montaje de la productora Teleset. Allí conjugó la parte creativa de la televisión con los detalles técnicos. En 1996 se retiró de Teleset para trabajar con Juana Uribe, quien estaba haciendo el montaje de la programación del nuevo canal privado RCN. Después de darles vida a formatos tan exitosos como el night show Yo, José Gabriel y el musical Esta boca es mía, Maldonado llegó al Canal Caracol para encargarse de la dirección logística de los dramatizados. Para esta época, año 2000, ya empezaba a hablarse en el mundo de los reality shows y de la comercialización de formatos. Bajo la guía de Cristina Palacio, productora asociada de Teleset, asistió a la compra de uno de estos formatos: Quién quiere ser millonario. Con esta primera aproximación su siguiente objetivo fue el reality, para lo cual investigó cuanto pudo sobre el producto estrella del género: Gran Hermano, del cual fue productor al vincularse con RTI, que compró el formato para la televisión colombiana.
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ConCurso naCional de belleza
Patricia López presenta Bogotá Real 2004.
El actor Alberto Arango se "adueñó" de la casa de la familia Benavides Zambrano.
Estrella azul
El huésped
Con la promesa de ser elegidos como integrantes del equipo de fútbol Los Millonarios, 10.073 jóvenes colombianos se inscribieron en el reality producido en el 2002 por el canal local Citytv. De ellos, sólo 26 llegaron a participar en el programa y soportar las pruebas que buscaban determinar no sólo sus aptitudes físicas y deportivas, sino también su fortaleza personal y la capacidad para trabajar en equipo. El ganador, además de integrar la nómina del equipo capitalino, puede entrenar durante una semana con un seleccionado argentino de primera división y asistir como invitado a la final de la Liga de Campeones en Europa. La presentación de Estrella azul estuvo a cargo del actor Felipe Noguera.
Una familia promedio colombiana debe convivir durante 49 días con un inquilino que puede llegar a ser indeseable. Esta es la idea central del reality que se estrenó en julio de 2003, realizado por la Red Independiente y Audiovisuales para el Canal Uno con un costo estimado de 900 millones de pesos. El huésped en cuestión es el actor Alberto Arango y la primera familia seleccionada, elegida también por votación del público, fue la Benavides Zambrano. Cerca de mil solicitudes llegaron al canal por parte de familias interesadas en participar en el concurso, creado por Jörg Hiller, Guillermo Zafra y Diego Osorio. Si sus integrantes logran superar la prueba y soportar a su inquilino, harán realidad el sueño de toda su vida, que en este caso es tener vivienda propia. CaraCol
Bajo la conducción de Felipe Noguera se buscó un astro.
Angélica Sierra, ganadora del reality, fue segunda princesa en Cartagena en el año 2003.
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Juan Guillermo Ríos junto a dos finalistas de uno de los programas emitidos.
Se busca El 3 de julio de 2003 la Red Independiente y la productora Audiovisuales estrenaron este reality en el que cada día se le encuentra trabajo a un colombiano. La idea fue de Daniel Coronell, director de la Red, quien se asoció para este proyecto con la productora Natalia Matheus, el periodista Juan Guillermo Ríos (director y presentador del programa) y la directora Magdalena La Rotta, asesora creativa. El espacio se emitió en vivo y en directo diariamente por el Canal Uno con una duración de una hora. En él cinco aspirantes a un empleo determinado deben realizar pruebas de habilidad. Entre ellos se escogen dos finalistas y el público decide cuál de los dos se queda con el puesto a través de una votación telefónica. Un representante de la empresa que necesita el empleado está en el estudio para certificar que todo funcione legalmente. Las hojas de vida que llegaban eran manejadas por una empresa de recursos humanos que se encargaba de seleccionarlas.
En el 2003 el canal local Citytv decidió elegir mediante un reality a la Señorita Bogotá. El canal desde hacía cuatro años se había involucrado en tal elección y por eso en esta oportunidad quiso presentarles a los televidentes los secretos alrededor de la escogencia y formación de una reina. Como en los demás programas del género, aquí también hay participantes amenazadas o en período de prueba para que mejoren su rendimiento, y cada semana, por votación del público, una de ellas es eliminada. El encargado de decidir quién queda en período de prueba es un jurado mixto, del cual han formado parte preparadores de reinas y de modelos, maquilladores y fotógrafos, entre otros. Angélica Sierra, de 18 años, joven habitante de un populoso barrio capitalino, quien fue la ganadora en el 2003, llegó a ser segunda princesa en el Reinado Nacional de Cartagena, hecho que significó un gran éxito para la ciudad. Además, de este triunfo, la elegida obtiene importantes premios, que en el año anterior fueron beca universitaria y un curso de idiomas en Inglaterra o Francia. La ganadora de la segunda versión de Bogotá Real fue Nawal Ayoub.
Los concursantes habitaban esta casa en busca de ser elegidos.
El triángulo Este concurso real, estrenado en julio de 2003 por el Canal Caracol, está basado en el programa japonés Alternative Love que ha tenido éxito en Holanda, Rusia, Italia, Alemania y España. Colombia, por su parte, es el primer país latino en producirlo. En él se intentaba cumplir la fantasía de una persona que deseaba encontrar a su pareja ideal. De esta manera, dos mujeres o dos hombres competían por el amor de alguien del sexo opuesto, quien debe compartir todo un día con sus pretendientes antes de decidirse por alguno. Con este objetivo los productores del programa los ponían a hacer diferentes actividades, como lavar una vaca, ordeñarla o pasear a caballo. Se emitió la primera temporada, por espacio de dos meses. Diariamente, a través de capítulos de media hora, con emisión a las 6:00 p.m., los televidentes ven todo el proceso de los concursantes, desde cuando llegan a una casa, completamente aislados de la civilización, superan pruebas y sufren el desprecio o brincan de alegría por ser los elegidos. Durante un día los tres muchachos convivían y en la noche él o la invitada escogía a su pareja, expulsando al tercero. Si con su elegido o elegida había empatía y salían juntos de la casa, el objetivo del concurso se había cumplido. Pero si después de la eliminación no pasaba nada, entraba un nuevo concursante a la casa.
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Pruebas de equilibrio, agilidad mental y resistencia enfrentaron los participantes.
Divididos en tres equipos, retadores, sobrevivientes y celebridades, 18 colombianos compitieron en el Desafío 20.04, con el sueño de mantenerse hasta la final y ganar el gran premio de 300 millones de pesos. El 8 de agosto Paula Andrea Betancur (con pantalón rojo) se llevó el gran premio y Mónica Londoño (tercera de izquierda a derecha), el premio de consolación de 50 millones de pesos.
Desafío 20.04 Luego de una fuerte campaña de expectativa, en abril de 2004 salió al aire el más reciente reality del Canal Caracol, el cual reunió tanto a famosas estrellas, como a exparticipantes de Expedición Robinson y a personas del común. Son 18 concursantes divididos en tres equipos: celebridades, sobrevivientes y retadores. Las celebridades eran Paula Andrea Betancur, Juan David Posada, Carlos El Pibe Valderrama, Juan Carlos Vargas, Isabella Santo Domingo y Patricia Castañeda. Para empezar, a cada uno de los grupos le asignaron una isla: a las celebridades, una dotada con casa y comida; a los sobrevivientes, una con elementos para sobrevivir, y a los retadores, una completamente desprovista de recursos. El reto, además de los 300 millones del premio, estaba en que el grupo que superara las pruebas podría quedarse con la mejor de ellas hasta la siguiente prueba. Desafío 20.04 es un producto creado directamente por el Canal y su cabeza visible fue Cristina Palacio, con el apoyo de Juan Esteban Sampedro, quienes dirigieron a un gran equipo creativo y de producción, compuesto por más de 150 personas. El desafío resultó entonces no sólo para los concursantes, sino para la producción, que tuvo que montar un minicanal en una isla de República Dominicana, en medio de un lugar inhóspito y agreste, para tener la posibilidad de emitir casi con inmediatez. Así, además del resumen con lo sucedido durante el día, los televidentes tenían la oportunidad de ver a diario flashes informativos durante la emisión del noticiero de las 7:00 p.m. El reality, que contó con la presentación de Víctor Mallarino y Margarita Rosa de Francisco, conquistó la preferencia del público, ya que alcanzó un rating de 32 puntos frente a los 25 que consiguió el reality del Canal RCN.
Entre María Cecilia Sánchez y Lucas Jaramillo, los televidentes, con sus votos, la eligieron a ella como la mejor, otorgándole el premio de 300 millones de pesos.
La isla de los famos.o.s
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El domingo 25 de abril de 2004 la audiencia colombiana vio el primer capítulo del más reciente reality producido por el Canal RCN, en el que actores, deportistas, presentadores, políticos y hasta un diseñador de muebles se dieron cita en la isla Los Haitises (República Dominicana), para competir por un premio de 300 millones de pesos. Algunos de los integrantes del grupo de 18 concursantes fueron las actrices Marcela Agudelo, Ángelly Moncayo y Martha Isabel Bolaños; las modelos Sandra Muñoz y Norma Nivia; el diseñador Lucas Jaramillo y el humorista José Ordóñez. Este reality tiene los mismos parámetros de Expedición Robinson, sólo que con personajes famosos como participantes. La dirección de La isla de los famos.o.s. estuvo a cargo de Luis Alberto Peto Restrepo y la producción de Juan Pablo Gaviria. Guillermo Prieto, Pirry, el aventurero presentador de El mundo según Pirry, tuvo a su cargo la conducción del programa.
El mejor partido En junio de 2004 salió al aire este reality, producido por el Canal Caracol. En un sitio paradisíaco, veinte mujeres se disputaron el amor de un hombre común y corriente que, sin embargo, se presentaba como el heredero de una millonaria fortuna. Al final, Rodrigo Vergara, quien representó a “El mejor partido”, descubrió su verdadera identidad a Claudia Palacios, la elegida, quien luego de pensarlo lo aceptó por lo que es.
Rodrigo Vergara, el mejor partido.
Algunas de las mujeres que fueron por lana a La Granja.
La Granja Con la experiencia que le ha dejado la producción de seis realities, el Canal Caracol realiza, por primera vez en América Latina, La Granja, un formato novedoso y dinámico, de reconocido éxito en países como Gran Bretaña y Francia. En La Granja, la aventura y la competencia, vividas por ocho delicadas mujeres y ocho cómodos hombres, todos acostumbrados a la vida urbana, son el ingrediente principal. Durante trece semanas en las que dormirán en una barricada dispuesta con un catre para cada uno, los participantes deberán recurrir a su ingenio y fortaleza para desempeñar las labores propias de una finca, desde sembrar y ordeñar, hasta reparar una motobomba o un tractor. Al final, sólo uno de ellos recibirá el premio de 300 millones de pesos.
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Kepa Amuchastegui Fundador del Teatro La Mama en 1968, Kepa Amuchastegui ha dedicado la mayor parte de su vida a las tablas, a pesar de que durante algunos años tuvo que recurrir a la publicidad para sobrevivir. De esos años de intensa actividad teatral quedaron sus interpretaciones en obras como Rosencrantz y Guildenstern han muerto, El sueño de una noche de verano y ¿Quién le teme a Virginia Woolf? Después de ese recorrido por las tablas, un día decidió ingresar a la televisión. Quería dejar de lado los copies y los anuncios que hablaban de las bondades de los productos para dedicarse exclusivamente a la actuación y a la dirección teatral. Jamás vio la pantalla chica con malos ojos o la consideró un medio mediocre. Era simplemente diferente del teatro y no le pareció mala idea incursionar en ella. Su primer personaje fue el del Inquisidor Mayorga en la telenovela La pezuña del diablo, realizada en 1983, y por el cual recibió toda clase de buenas críticas. Después de esta primera aparición las ofertas empezaron a tocar a su puerta. A aquel cruel Inquisidor siguieron otros personajes en producciones como Camelias al desayuno y Los pecados de Inés de Hinojosa. De manera simultánea incursionó en la dirección de dramatizados exitosos como El coleccionista (1985), Garzas al amanecer y La casa de las dos palmas, una de sus obras maestras. En 1993 se radicó en España y dos años después regresó a Colombia para adentrarse en el género de la telenovela. Fue así como dirigió para Producciones JES los melodramas El manantial, Mascarada y Perfume de agonía. En los últimos tiempos ha permanecido vinculado al Canal RCN como actor y director. La primera faceta ha dado como resultado los personajes de Roberto Mendoza en la telenovela Yo soy Betty, la fea, y Fortunato en Un ángel llamado Azul. La segunda lo ha llevado a dirigir producciones tan exitosas como El fiscal y Pobre Pablo, así como a ser el director escénico de la primera parte del reality Protagonistas de novela. Su último trabajo fue la dirección del dramatizado Punto de giro.
Humberto olivieri
Carlos Benjumea A los catorce años recibió su primera clase de teatro. Esto ocurrió en 1959, época en la que se vinculó a la Escuela Nacional de Arte Dramático, cuando sus aulas funcionaban en las instalaciones del Teatro Colón. Después de esas primeras experiencias dirigió el grupo de actores del Sena e hizo parte de la fundación del Teatro Popular de Bogotá. Ya para aquel entonces había ingresado a la televisión con personajes en las comedias Yo y tú, y Los Pérez somos así, que hicieron las delicias de los colombianos. Después debutó en la presentación y lo hizo precisamente al lado del más grande de todos: su amigo Fernando González-Pacheco. Carlos ha reconocido que si en la Enad lo formaron como actor, con Pacheco aprendió a pararse frente a un micrófono. Y lo hizo muchas veces: en Sabariedades, Siga la pista y Pacheco, el Gordo y… Al mismo tiempo, incursionó en el cine y protagonizó algunas de las películas más taquilleras del séptimo arte nacional: El inmigrante latino, El taxista millonario y Padre por accidente. En 1981 probó suerte como empresario y, junto a Pacheco, Bernardo Romero Pereiro, Gustavo Cárdenas y Jorge Ospina, fundó la programadora Coestrellas. El Gordo, como lo conocen propios y extraños, sigue alegrando al público a través del teatro y la televisión, con producciones como Cantata para una patria loca o la serie Un ángel llamado Azul, del Canal RCN, donde interpretó a Afanador.
el espeCtador
Aún antes de graduarse como comunicador social de la Universidad Javeriana se vinculó a Punch como asistente del gerente. Así aprendió los secretos de la parte administrativa de la televisión, y ya para cuando terminó sus estudios, la empresa lo vinculó al departamento de producción, como asistente de cámara de cine para exteriores. A partir de allí pasó por todos los cargos de producción dentro de la compañía, hasta llegar a producir, dirigir y ser el director general del departamento de producción y miembro de la junta directiva de la empresa. Fueron diez años de su vida: desde 1975 hasta 1984. Con esta experiencia acumulada decidió meterse de lleno en el área de los dramatizados, empezando como productor de la telenovela Juanita. A esta producción le siguieron otras como Eugenia Grandet, Rasputín y La dama de las camelias, en las que desempeñó también el papel de productor. En 1984, cuando salió de Punch, llegó a Colombiana de Televisión como director de programación y producción. Como tal desarrolló producciones como El coleccionista, Amar y vivir, Fronteras del regreso, El confesor y Navarro, entre otras. En Colombiana también ha desarrollado su faceta de director, ya que ha tenido bajo su batuta producciones como Puerto amor, por la cual obtuvo una nominación en su categoría al Premio Tv y Novelas, y N.N., que le valió otra nominación al India Catalina. Sin embargo, este es un campo del que se alejó, prefiriendo especializarse en la parte conceptual, creativa y de desarrollo de proyectos, de los cuales uno de los más exitosos es la serie Padres e hijos, que nació para llenar un espacio disponible en el horario del mediodía. Su trayectoria le ha permitido forjar un nombre importante en la televisión colombiana y por eso otras programadoras lo han invitado a participar como asesor en sus proyectos. Tal fue el caso de Cenpro con producciones como El oasis, Cartas de amor, La otra mitad del sol y De pies a cabeza. También colaboró con Producciones Punch en el diseño de la comedia Crónicas de catre.
Bernardo Romero Pereiro y Mónica Agudelo.
Mónica Agudelo rCn
Malcolm Aponte
Después de desarrollar una brillante carrera en Venezuela, en 1992 se vinculó a la pantalla chica colombiana como libretista de Pasiones secretas, historia protagonizada por su paisana Ruddy Rodríguez, y más adelante, en 1999, regresó para hacer los argumentos de Marido y mujer. En los últimos años su nombre ha estado ligado a las producciones nacionales a través de las telenovelas Amantes del desierto y La venganza, y la comedia Mi pequeña mamá, producción del Canal Caracol y RTI para la cadena Telemundo. el espeCtador
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E l ta l e n t o d e c o m i e n z o s d e l s i g l o v e i n t i u n o
Mario Ribero
Su carrera como director se inició a los trece años, cuando hacía títeres y teatro en las obras de su colegio, en el Socorro (Santander). Por aquellos días también hizo sus pinitos actuando, experiencia que años más tarde le serviría para guiar a otros en el difícil oficio de crear personajes. Con el paso de los años dejó su terruño para llegar a Bogotá a trabajar como actor, primero en el TPB y más adelante con diferentes compañías. Pero su afán por aprender cosas nuevas le hizo emprender camino nuevamente, esta vez a tierras más lejanas: viajó a Moscú con la intención de dominar el ruso, pero terminó estudiando cine, fotografía, documental y guión. Permaneció en Rusia por espacio de doce años, tiempo durante el cual le dio vida a un guión sobre un estafador que hizo de las suyas en Neiva al hacerse pasar por embajador. El resultado de esta idea fue la película El embajador de la India, dirigida por Ribero a su regreso al país en 1986 y que se convirtió en una de las producciones más destacadas de la cinematografía nacional. Después de esta experiencia fue asistente de dirección en Cóndores no entierran todos los días y Técnicas de duelo, y a la par incursionó en la televisión como director de la comedia La posada. Ese estilo particular para manejar el humor fue el que hizo que lo llamaran para dirigir Vuelo secreto, El hijo de Nadia y, años más tarde, la telenovela Yo soy Betty, la fea, por la cual recibió el premio TV Elenco 2000 y el Tv y Novelas como mejor director. Después de dirigir la comedia Ecomoda, Ribero está al frente de la telenovela Amor a la plancha, protagonizada por Marcelo Cezán.
Siempre tuvo gusto por la literatura y una marcada sensibilidad artística. Aún así, nunca pensó en dedicarse a escribir historias y mucho menos en crear dramas para la televisión. Por eso, cuando el libretista Bernardo Romero Pereiro decidió hacer un taller de libretos en el año 1991, le causó curiosidad y decidió tomarlo sin sospechar que ese encuentro cambiaría su vida. Así, de ser una ejecutiva de una entidad financiera en Bogotá, pasó a convertirse en una de las libretistas más exitosas de la pantalla. Romero vio talento en su estudiante y por eso no dudó en proponerle que escribieran a cuatro manos la telenovela Sangre de lobos, que fue un éxito. Con él también trabajó la historia de Señora Isabel, pero ya en 1993 decidió lanzarse en solitario y escribió la telenovela La maldición del paraíso, por la cual obtuvo el premio Simón Bolívar. Se ha destacado por ser una experta dialoguista, capaz de adentrarse en los sentimientos humanos a través de sus textos. Así lo ha demostrado en producciones como Hombres, Sueños y espejos, La madre, Brujeres y en la telenovela La costeña y el cachaco.
Andrés Marroquín Él es otro de los talentos colombianos que se formaron en la Escuela de San Antonio de los Baños, en Cuba. Ha trabajado en la televisión desde el año 1991, cuando se inició como asistente de dirección en la comedia Vuelo secreto. Hizo su debut como director con el dramatizado Asunción, del que también fue uno de los argumentistas y más adelante tuvo a su cargo producciones como Caballos de fuego, De pies a cabeza, Cazados y Amores como el nuestro. Después de dirigir para el Canal Caracol la telenovela La baby sister, junto a Juan Pablo Posada, por la cual obtuvieron ambos el premio India Catalina, volvió a reunirse con su amigo en el Canal RCN para realizar una de las producciones más exitosas del 2002: El inútil.
Juan Camilo Pinzón
Fabio Rubiano
En los últimos años ha dirigido dos producciones que, de acuerdo con las encuestas de sintonía, han sido las más vistas por los televidentes: las telenovelas María Madrugada y Pecados capitales. Lo más curioso es que hubo un momento en que juntas estuvieron al aire al mismo tiempo por el Canal Caracol. Este bogotano estudió en la Escuela de Cine de la Universidad de California, en Los Ángeles, de donde se graduó en 1992. Durante los últimos semestres de su carrera realizó documentales sobre pandilleros y chicanos para los estudios Universal y Paramount, que incluyeron títulos como Colors y After the Fog. En 1996, después de regresar a Colombia, trabajó con Pepe Sánchez en la codirección de la telenovela Guajira, y más adelante diseñó junto a Jorge Alí Triana el formato de los docudramas, hasta ese momento nuevo en Colombia, a través del dramatizado Siguiendo el rastro. Mientras dirigía la serie Julius también estuvo al frente de tres largometrajes para la televisión: Felisa Romero, Nocturno y Tierra de nadie. Ahora tiene en su haber no sólo esta vasta experiencia, sino también un premio India Catalina, el cual le fue entregado en 2003 por su trabajo en Pecados capitales.
Estudió tres años en la Escuela Superior de Teatro de Bogotá y más adelante hizo parte del Taller de Investigación Teatral de Santiago García. Estas experiencias lo llevaron a tomar la decisión de dedicarse por completo al arte y desde entonces empezó a participar en obras del Teatro Popular de Bogotá, La Candelaria, el Teatro Libre y el Teatro Nacional. Su primera aparición en la pantalla chica fue con el personaje de un taxista en la serie Asunción, al que siguió su interpretación de Daniel Idelfonso, el Triple papito de la comedia Vuelo secreto. Sus créditos también incluyen otras producciones como Pecado santo, Leche, La mujer del presidente, El fiscal, Francisco, el Matemático, La lectora y Noticias calientes, comedia de la que fue director. En la actualidad dirige la obra de teatro Un tranvía llamado deseo, protagonizada por Fanny Mikey.
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Sus inicios en la industria del entretenimiento fueron como actor, interpretando a los catorce años a un seminarista en la película Las cuatro edades del amor, dirigida por su padre, Jorge Alí Triana, cuya figura fue, sin duda, la que marcó lo que sería su vida profesional. Aunque lo suyo no era la actuación, esa primera inclusión fue el inició de una vinculación con el medio que no ha cesado desde entonces. En sus años de adolescencia trabajó al lado de su padre en la serie Revivamos nuestra historia, haciendo múltiples labores, desde recogecables y dolly, hasta asistente de cámara, absorbiendo ávidamente todo lo que podía de ese maestro que ha sido para muchos Jorge Alí Triana. En 1982 se fue a vivir a Checoslovaquia y duró dos años allá estudiando el idioma. A su regreso entró a estudiar cine y fotografía en Unitec y trabajó en el Museo de Arte Moderno como asistente del departamento de fotografía. Paralelo a eso volvió a Revivamos, esta vez como coordinador y en 1986 se fue para Argentina, donde estudió cine por espacio de cuatro años. De vuelta al país, le hizo la asistencia a Carlos Duplat en la película Amar y vivir, al tiempo que iniciaba su carrera como director. Además del cortometraje Me entra frío por los ojos, en esos primeros años de la década de los noventa dirigió programas para televisión como la comedia La posada y las series Mi única verdad de Cenpro y Vida de mi vida de Tevecine. A lo largo de esos años también fue el director de las series Clase aparte y Así es la vida y la novela Dos mujeres. En el 2000 dirigió su ópera prima Como el gato y el ratón, que se estrenó en Colombia en el 2002. Sus últimos trabajos para la pantalla chica han sido dirigiendo las novelas Juan Joyita, La venganza y Pasión de gavilanes, que transmite el Canal Caracol desde octubre de 2003 y que luego verá el público de Estados Unidos, transmitida por Telemundo.
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Rodrigo Triana
Luis Alberto Restrepo
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Aunque su nombre quedó impreso en la historia de la televisión nacional por dirigir una de sus telenovelas más exitosas, Pedro el Escamoso, este santandereano lleva vinculado a la televisión más de catorce años, de los cuales la mayoría han sido dirigiendo novelas o dramatizados. Sin haber incluso terminado la carrera de cine y televisión en Unitec, se inició en el medio a mediados de los ochenta, cuando fue llamado para ser asistente de dirección de Julio César Luna, en la telenovela de Punch El cacique y la diosa. Posteriormente, esta labor también la desempeñó en las telenovelas de Jorge Barón Televisión Señora bonita y Gitana. Cuando salió de esa empresa en 1986 se vinculó con RTI, asistiendo en la dirección a Darío Vargas en la telenovela Ana de negro. Fue Vargas quien precisamente le dio la oportunidad de dirigir sus primeras escenas, de donde lo ascendieran a director asistente y como tal hizo la novela En cuerpo ajeno en 1992. Su próximo reto profesional fue dirigir La pantera, un seriado exitoso cuyos libretos fueron adaptados por Dago García y Felipe Salamanca. De ahí en adelante su carrera como director fue en ascenso y muy de la mano de la reconocida pareja de libretistas. A La pantera le siguieron Pasiones secretas, La sombra del deseo y Los Gil, una comedia producida por Caracol en 1998. De ahí vinieron los seriados Sin límites y La reina de Queens. Este último, por ser una historia policíaca, le permitió explorar y hacer propuestas novedosas en cuanto a planteamiento de cámaras. En el 2000 una idea de Dago y Felipe fue llevada con un éxito rotundo a la televisión colombiana. Villamizar era su director. Pedro el Escamoso era su nombre y fue tal la acogida del público, tanto fuera como dentro del país, que la cadena Telemundo decidió hacer la segunda parte que fue grabada para el público hispano de Estados Unidos bajo el nombre de Como pedro por su casa.
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Juan Carlos Villamizar
audiovisuales
teveCine
E l ta l e n t o d e c o m i e n z o s d e l s i g l o v e i n t i u n o
Sin terminar la carrera de filosofía que inició en la Universidad Nacional, se dedicó con un grupo de amigos a hacer cortometrajes en Súper 8 y luego en 16mm. Ahí empezó su vínculo con el mundo de la imagen, en el cual ha seguido inmerso desde distintas facetas. Primero fue haciendo los libretos de comedias como Romeo y Buseta y Si nos dejan, utilizando la experiencia adquirida escribiendo algunos cortos y largometrajes. Luego estuvo varios años haciendo publicidad al lado de Carlos Duque, a la par con un sinnúmero de documentales, entre los que se encuentran Las fábricas del agua, sobre los páramos de Colombia; Abriendo espacios, serie sobre personajes de la vida colombiana, y Música y colores en las lomas, basado en la novela La hoguera de las ilusiones, de Arturo Alape. En 1991 hizo la edición de la serie de Caracol Escalona, y desde hace ocho años empezó en la dirección con Crónicas de una generación trágica, donde trabajó como director asistente de Jorge Alí Triana. Fue precisamente de Triana de quien después recibió la controvertida serie Pecado santo, de la que se convirtió en director. Otras producciones que se han hecho bajo su batuta han sido Otra en mí y Sabor a limón, serie escrita por Juan Manuel Cáceres, con quien volvió a hacer equipo años después en la novela Me llaman Lolita. Aunque su trabajo en general le ha dado muchas satisfacciones, recuerda con especial cariño a Bituima, uno de los capítulos de De amores y delitos. Uno de sus más recientes trabajos fue la dirección de La dama del pantano, de donde saltó a la novela de RCN Me llaman Lolita y más adelante a El informante. Con su ópera prima, La primera noche, ganó varios premios nacionales e internacionales, y dirigió la novela de RCN La costeña y el cachaco.
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E l ta l e n t o d e c o m i e n z o s d e l s i g l o v e i n t i u n o Yuldor Gutiérrez
Después de graduarse como comunicador social en la Universidad Externado, se marchó a Cuba para estudiar dirección de cine en la Escuela de San Antonio de los Baños. A su regreso, en 1993, dirigió la telenovela Dulce ave negra y, después de llevar la batuta en la serie El oasis, tuvo la misión de llevar a la pantalla la historia de La otra mitad del sol, por la cual recibió el premio de la Asociación Colombiana de Periodistas del Espectáculo como el mejor director en 1996. Después de este rotundo éxito, Rodolfo continuó liderando el banco de proyectos de la programadora Cenpro, de la cual se convirtió en director creativo después de la renuncia de Juana Uribe. Cuando la empresa llegó a su fin, se vinculó con el Canal Caracol, casa para la que dirigió la serie Julius, el reality Popstars (junto con Juan Camilo Pinzón) y las telenovelas El amor es más fuerte, Se armó la gorda y Solterita y a la orden. Hoyos actualmente dirige la serie del Canal RCN, Un ángel llamado Azul.
Nicolás Montero Cuando cursaba tercer semestre de antropología en la Universidad de los Andes se vinculó al teatro y le gustó. Por eso, tan pronto finalizó su carrera, aprovechó una beca que le otorgó el Consejo Británico y se fue a Londres a estudiar dirección de teatro. A su regreso se vinculó con el Teatro Nicolas Montero y Katty Sáenz Libre. Miguel Varoni fue quien le propuso presentar un casting para en Amor a la plancha. la miniserie Momposina, gracias al cual obtuvo el personaje de Manfred, con el que se dio a conocer en la televisión. A éste le seguirían sus interpretaciones en Sueños y espejos, Amor, amor, Hombres, El fiscal, El informante, La madre, La costeña y el cachaco y Amor a la plancha, entre otras. Como director ha presentado las obras Oleana y Con el corazón abierto.
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Rodolfo Hoyos
CírCulo Colombiano de artistas (CiCa)
álbum juan pablo posada
El director de producciones tan exitosas como las telenovelas La baby sister y El inútil, estudió realización de cine y televisión en Unitec. Su carrera en la pantalla se inició como asistente de dirección de la telenovela Las aguas mansas en 1994. Más adelante fue director de la serie Conjunto cerrado, del programa informativo Al día 7:00 a.m., y director asistente de la telenovela Yo amo a Paquita Gallego. En los últimos años ha trabajado en llave con el también director Andrés Marroquín, con el cual recibió el premio Simón Bolívar por su trabajo en La baby sister. el espeCtador
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Decidió ser actor desde el momento en que se graduó de bachiller. Con este sueño entre pecho y espalda llegó a París en 1979 y estudió durante cuatro años en La Sorbona. Pero Colombia seguía en su destino y por eso en 1983, cuando vino al país para disfrutar de unas vacaciones, prolongó su estadía para participar en una obra del Teatro Libre. En 1986 hizo una breve incursión en la pantalla chica en el dramatizado Brillo, pero inmediatamente después se fue a Estados Unidos para estudiar en la Universidad de Ohio. Fue a su regreso al país cuando consolidó su carrera en la televisión colombiana. El primer paso lo dio en la telenovela Sombra de tu sombra, a la que siguieron producciones como La alternativa del escorpión, Crónicas de una generación trágica, Detrás de un ángel, Clase aparte, Café, con aroma de mujer, La Caponera y La otra mitad del sol, serie por la que obtuvo los premios India Catalina y Tv y Novelas en la categoría de mejor actor de dramatizado. A estos galardones añadió el del Primer Concurso Iberoamericano de Televisión (1997) en el mismo apartado. Además de su labor en televisión, Juan Ángel se ha destacado como productor y director de teatro con obras como Las obras completas de William Shakespeare y Alrededor de Borges. Además, en los años 2000 y 2001 estructuró la franja infantil del Canal Capital, titulada Franja metro, en compañía del actor Diego León Hoyos y otro grupo de talentos, con quienes obtuvo una nominación al Premio Emmy. El actor también formó parte del elenco de la telenovela Pecados capitales, del Canal Caracol.
Juan Pablo Posada
Margoth Velásquez Jennifer Steffens
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Después de graduarse como bachiller, durante un año se dedicó a montar pequeñas obras con grupos de teatro juveniles. Hacía de todo: dirigía, conseguía la escenografía, actuaba… Fue su manera de entrar en contacto con el mundo del arte. Pero al cabo de esos doce meses decidió dejar Santa Marta y marcharse para Bogotá a iniciar una carrera que tuviera que ver con la salud. Mientras llegaba la hora de presentarse a la universidad tomó un curso de actuación y otro de locución, y volvió a subirse a un escenario, pero esta vez en los montajes que hacían las escuelas donde estudiaba. Poco a poco la actuación se fue convirtiendo en un asunto más serio, hasta que de un momento para otro fue a parar al programa de televisión Teatro de medianoche, con la obra Miércoles de ceniza. A esta primera participación siguió un pequeño papel en la telenovela Gallito Ramírez y ahí sí la salud lo perdió. Más adelante actuó en producciones como Caballo viejo, Zarabanda, Romeo y Buseta, Cambalache y Vida de mi vida, y en las obras de teatro Romeo y Julieta, y Doña Flor y sus dos maridos, entre otras. Su debut como director lo hizo en la serie Tamarindo, producida por el canal regional Telecaribe, por la cual obtuvo el premio Claqueta de Cristal. Después fue segundo director del dramatizado Tan cerca y tan lejos, y director asistente en Francisco, el Matemático. En el año 2000 asumió la titularidad de este cargo en reemplazo de Tony Navia, y en 2003 fue galardonado por este trabajo como el mejor director de dramatizados en el premio Tv y Novelas.
Juan Ángel
Su debut en la pantalla chica llegó de la mano de su esposo en aquel entonces, el director Pepe Sánchez, quien le dio el papel protagónico en el dramatizado Vivir la vida, gracias al cual se convirtió en una de las revelaciones del año 1986. Esta primera aparición dio pie a numerosas propuestas que la llevaron más adelante a producciones como Brillo, El confesor, Mujeres, Eternamente Manuela, Hombres, Guajira y Carolina Barrantes, y a realizar de manera paralela una trayectoria en cine y teatro, que incluye títulos como La gente de la Universal, El último de los amantes ardientes, La deuda, Entre nosotras y Se necesita un tenor. Hoy en día la actriz hace parte del elenco de la telenovela La costeña y el cachaco, y de la serie Un ángel llamado Azul.
Desde pequeña esta actriz demostró su talento para el arte dramático y por eso a los 18 años inició sus estudios de teatro y danza. Durante veinte años formó parte del Ballet Cordillera de Jacinto Jaramillo. Por eso en un principio quiso convertirse en coreógrafa y ese sueño inicial fue el que la llevó a la televisión, estudiando primero con el pintor y ambientador de televisión Antonio Madero. Él fue quien le ofreció un papel secundario en la telenovela La historia real y ella lo aceptó, dando inició a su carrera en la pantalla chica. Hoy en día tiene en su haber más de quince telenovelas, además de una larga trayectoria en teatro. Sus créditos incluyen las producciones Manuelita Sáenz, La mala hierba, Una mujer de cuatro en conducta, Gallito Ramírez, Alma fuerte, Espumas, Alejo o la búsqueda del amor y, más recientemente, el dramatizado La lectora.
Álvaro Bayona Llegó a la televisión en 1991 con el personaje de Rolando en la telenovela La vida secreta de Adriano Ezpeleta. Después sería Walter, el siniestro mayordomo de En cuerpo ajeno; Ramiro, el director del Noticiero OKTV en La alternativa del escorpión, Black Jack, el dueño del casino en La sombra del Arco Iris, y Pastor Gaitán, el ejecutivo homosexual de Pedro el Escamoso. A su vez ha participado en las películas La gente de la Universal, Posición viciada y Es mejor ser rico que pobre, y en las obras de teatro Opio en las nubes, Lo mejor de la Playboy, Frankenstein y Un nudo en la garganta. Actualmente hace parte del elenco de la comedia Como Pedro por su casa, continuación de la telenovela Pedro el Escamoso.
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Jorge Enrique Abello Fanático de Humphrey Bogart, de la lectura, el cine y la televisión, este actor bogotano inició su carrera a muy temprana edad, ya que desde los ocho años participaba en cuanta obra teatral se montaba en su colegio. La primera de todas: Mirringa Mirronga, la gata candonga. Esa fascinación suya por el arte y la pantalla chica lo llevó a estudiar comunicación social en la Universidad Javeriana, con énfasis en televisión educativa. Una vez finalizó su carrera se vinculó a la programadora Cenpro, donde inició su trayectoria desde abajo: fue “arrastra cables”, hizo cámara submarina en la serie Mi única verdad, trabajó como asistente de dirección, dirigió el programa Persiana americana y realizó los videos para los premios Simón Bolívar e India Catalina. Al mismo tiempo continuó con su formación, ya que participó en un seminario sobre imagen cinematográfica en la Universidad Nacional, otro sobre la imagen en movimiento, dirigido por Giuseppe Ferrara, y tomó talleres de actuación con Patricia Maldonado y Jorge Emilio Salazar, entre otros maestros. Debutó como actor en 1992 con un personaje de reparto en el dramatizado Espérame al final, al que siguió la serie Caballos de fuego, por la cual obtuvo el premio Tv y Novelas como actor revelación. Después de participar en La viuda de Blanco, Las ejecutivas, Julius y Perro amor, llegó a sus manos el personaje que sería su consagración definitiva: Armando Mendoza en la telenovela Yo soy Betty, la fea. Posteriormente Jorge Enrique fue el protagonista de La costeña y el cachaco.
Nórida Rodríguez
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Esta cartagenera hizo su debut como actriz a los 20 años de edad con la obra de teatro Los hampones, montada por el Taller de Arte Medellín. Su preparación artística la realizó estudiando Arte Dramático en la Ecole o’ Lux, de París, y una vez que regresó a Colombia complementó su formación con talleres de teatro, cine y televisión. Rápidamente incursionó en el cine, con el cortometraje Pura sangre, y más adelante en la televisión a través de su personaje protagónico en la serie El coleccionista (1985). También ha participado en Las muertes ajenas, El círculo, Los hijos de los ausentes, La estrategia del caracol, La vorágine, Técnicas de duelo, La mujer doble, Escalona, Candela, Golpe de estadio y, más recientemente, en la telenovela del Canal Caracol Siete veces amada, en el dramatizado del Canal Uno La miniserie de la semana, y en la telenovela Me amarás bajo la lluvia, del Canal RCN.
Originaria de Villavicencio (Meta), esta abogada y actriz inició su vida artística a los quince años de edad de la mano del director Alí Humar. Sus primeras apariciones en televisión se produjeron a comienzos de la década de los ochenta en producciones como El faraón y La dama de las camelias. A medida que fue pasando el tiempo su nombre se consolidó en el medio artístico colombiano gracias al talento que demostró en producciones como Pero sigo siendo el rey, Los cuervos, Camelias al desayuno, Lola Calamidades y El segundo enemigo. Recientemente el público la ha visto en los dramatizados La madre, Me llaman Lolita, La baby sister y María Madrugada, y en la actualidad hace parte del elenco de la serie Un ángel llamado Azul, donde interpreta a la malvada Débora Niño.
Pilar Uribe Nació, creció y se educó en Nueva York, a pesar de que toda su familia es colombiana. Estudió actuación en la Universidad de Sweet Briar en Virginia, y más adelante realizó talleres de voz, dicción, teatro y baile. A pesar de que en Estados Unidos logró incursionar en el cine y la televisión, siempre fue consciente de la dificultad de destacarse en ese mercado. Por eso, cuando Amparo de Gómez le ofreció el personaje de la malvada Cristina en la telenovela Eternamente Manuela, lo aceptó de inmediato. Su trabajo obtuvo buenas críticas, de tal manera que, lo que iba a ser una corta permanencia en Colombia, se convirtió en una estadía prolongada. Pilar también ha actuado en las telenovelas La madre, Pobre Pablo, Yo soy Betty, la fea y No renuncies Salomé.
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Sandra Reyes
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Es un hombre de teatro, cine y televisión, que le ha coqueteado al periodismo a través de las críticas de cine en el periódico El Espectador y la revista Cromos. Su carrera actoral se inició primero como espectador, ya que en los años de su infancia invertía buena parte de sus ahorros en ver cine en el Teatro Cádiz, el mismo que vería más tarde sus primeras actuaciones. A los 17 años de edad empezó a hacer sainetes en la Universidad Jorge Tadeo Lozano, donde estudió comunicación social, pero bien pronto esa inquietud teatral le cedió paso a una de sus grandes pasiones: el cine. Empezó a hacer crítica cinematográfica, y en 1974 fundó, en compañía de Diego Rojas, Diego Caicedo y Nacho Jiménez el Cine Club de Bogotá, actividad que todavía le dejaba tiempo para realizar películas experimentales. Luego vendría su participación en la película Con su música a otra parte, por la cual recibió el premio al mejor actor en el Festival de Cine de Bogotá, y su incursión en la televisión, con actuaciones destacadas en El coleccionista, Juegos siniestros, El divino, Don Camilo, La posada, La casa de las dos palmas, OKTV, El hijo de Nadia, Se armó la gorda, Milagros de amor y Quac el noticero, donde le dio vida a la inolvidable presentadora María Leona Santodomingo.
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Florina Lemaitre
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Diego León Hoyos
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Alcanzó a estudiar algunos semestres de derecho, pero en 1992 decidió que lo suyo era la actuación. Por eso dejó de lado los códigos y las leyes, y se inscribió en los talleres de arte dramático de la Academia Charlot. Su primer contacto con la televisión lo hizo como extra, pero en 1994 obtuvo su primer personaje con parlamento en la serie Clase aparte. Después actuó en El día es hoy y Leche, y en 1997 llegó a sus manos uno de los personajes más importantes de su carrera: Adriana Guerrero, la protagonista de la serie La mujer del presidente. El éxito de esta interpretación sólo fue superado en el 2000 por su papel como Paula Dávila, la mujer que traía por el camino de la amargura a Pedro Coral en Pedro el Escamoso.
Ricardo Vélez Sus primeros pasos en la televisión colombiana los dio de la mano del director Pepe Sánchez y el libretista Carlos José Reyes. En esa etapa trabajó en las series Revivamos nuestra historia y Por amor (1987). Después de esta experiencia empacó maletas y se fue a estudiar a París y Londres, ciudad en la que tuvo la oportunidad de hacer teatro, algo de cine y un poco más de televisión con la cadena BBC. En 1996 regresó a Colombia para protagonizar la serie Hechizo y ya no volvió a marcharse. Por el contrario, construyó una carrera sólida, que lo ha llevado a actuar en producciones exitosas como Perfume de agonía, Hombres, Yo soy Betty, la fea y Francisco, el Matemático.
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Después de estudiar francés, teatro y psicoanálisis en París, Marcela llegó a la televisión colombiana en 1992 a través de la serie OKTV. Su trabajó se destacó y por eso al año siguiente ya tenía su primer personaje protagónico en el dramatizado María María, gracias al cual obtuvo el premio Simón Bolívar como mejor actriz. Más adelante participó en Detrás de un ángel, De pies a cabeza, Caballos de fuego, La sombra del deseo, Perfume de agonía, Por qué diablos y Pecados capitales, entre otras realizaciones. En 1999 estudió en Estados Unidos dirección de cine y realizó la película El hombre de mi vida. A su regreso trabajó en la serie El informante y en la obra de teatro Monólogos de la vagina. Su más reciente interpretación fue Fabiana, la mujer sensual y lujuriosa de la telenovela Pecados capitales, que el Canal Caracol transmitió en el 2004.
Fabiana Rivera, la niñera seductora de la telenovela La baby sister, fue la responsable de lanzarla a la fama. Porque si bien antes Paola Rey había empezado a dar grandes pasos en el mundo de la actuación, fue este personaje el que la convirtió en una estrella tanto en Colombia como en el exterior. Su imagen apareció por primera vez en la pantalla en 1996 con la serie Fuego verde, a la que llegó por medio de un casting. Ella no se sintió segura con su trabajo, ya que nunca en su vida había pisado un estudio de grabación. Pero a pesar de sus dudas el público y la crítica consideraron que lo hizo bien y por eso le dieron los premios Tv y Novelas e India Catalina en la categoría de actriz revelación. Después de actuar en producciones como Sin límites y Castillo de naipes, llegó a sus manos el papel que reconfirmó su talento: Jazmín en la telenovela Por qué diablos, el cual le valió su segundo India Catalina, esta vez como mejor actriz de reparto. Una vez finalizada La baby sister, Paola obtuvo un contrato de exclusividad por tres años con la cadena Telemundo y se convirtió en la imagen de varios productos, tanto en Estados Unidos como en Latinoamérica. Actualmente está de regreso en Colombia para hacer parte de la nueva telenovela del Canal Caracol, Pasión de gavilanes.
Catherine Siachoque A sus 31 años, la actriz bogotana se ha consagrado como una de las mejores para la interpretación de mujeres malvadas. Así ha sido desde que le dio vida a la primera de todas: Laura en la serie Tan cerca y tan lejos, en 1998. A ella seguirían Rosa Emilia en La guerra de las Rosas, Silvia en La sombra del Arco Iris, Micaela en Amantes del desierto y Grazzia en La venganza. Catherine inició su carrera como bailarina en la Compañía Colombiana de Ballet Clásico. Gracias a su talento llegó a participar en los musicales Sugar, Peter Pan, La jaula de las locas y Molly Brown, donde conoció personas que la vincularon con la televisión. Su debut en la pantalla chica se produjo en 1995 en la serie Sobrevivir. Después actuó en Higuita, Hechizo, La sombra del deseo y Las Juanas, telenovela que le dio popularidad nacional e internacional. Ha ganado importantes galardones como el Orquídea de Oro, el Premio ACE de Nueva York, el Tv y Novelas, el Palma de Oro, el Estrella de Venezuela y el India Catalina, entre otros.
Enrique Carriazo Alumno de Santiago García y el teatro La Candelaria, al que llegó en 1988, desde su aparición en la telenovela Sólo una mujer (1993) llamó la atención del público y de los productores de televisión. Allí le dio vida al eterno enamorado de la protagonista de la historia, Viena Ruiz, y lo hizo tan bien que de inmediato lo invitaron a actuar en otras realizaciones. Fue así como el público se acostumbró a verlo en telenovelas como Soledad, La sombra del deseo y Prisioneros del amor, en las series Ifigenia, Flor de Oro, Géminis y La ley de la calle, y en la comedia Vuelo secreto. A la par participó en las obras de teatro La Clepsidra, La raya, La trifulca y Un día cualquiera, e inició una carrera en el cine a través de las películas La mujer del piso alto, La primera noche, Pena máxima, Te busco y Es mejor ser rico que pobre. Una de sus interpretaciones más importantes ha sido la de Paco María Rojas en la telenovela La guerra de las Rosas, por la cual fue galardonado con un premio Tv y Novelas y un India Catalina como mejor actor de reparto. En el año 2003 se estrenó como autor y director de teatro con la obra Una historia de amor, e hizo parte del elenco de la telenovela del Canal Caracol, Mi dulce compañía, donde interpretó el personaje de Benigno Perales.
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Paola Rey
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Marcela Carvajal
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E l ta l e n t o d e c o m i e n z o s d e l s i g l o v e i n t i u n o
Katherine Vélez Su vida, desde los quince años de edad, estuvo dedicada al teatro, con algunos coqueteos a la danza y las lenguas modernas, carrera que estudió para darles gusto a sus padres. En 1993 acompañó a un amigo a presentar un casting para el dramatizado Amanda, tortas y suspiros. El amigo en cuestión no obtuvo el trabajo, pero ella fue escogida para protagonizar la serie. Si bien ésta no tuvo mayor trascendencia, el trabajo de Katherine no pasó inadvertido y de inmediato empezaron a llegar las ofertas para la pantalla. Así fue como el público la vio más adelante en La otra mitad del sol, Cuenta conmigo, María Bonita, Guajira (que le dejó un premio de la Asociación Colombiana de Periodistas del Espectáculo y un Simón Bolívar), Las ejecutivas y Cartas de amor. En los últimos años los colombianos la han visto en Hombres, Isabel me la veló, Francisco, el Matemático, No renuncies Salomé y en la telenovela del Canal Caracol Sofía, dame tiempo.
Alejandro Martínez Comunicador social, actor y cantante, participó con personajes secundarios en los dramatizados Decisiones y El cacique y la diosa antes de lograr el papel protagónico en la telenovela La rosa de los vientos en 1989. Más adelante participó en la serie Ellas y en la telenovela Sangre de lobos, hasta que en 1993 protagonizó La maldición del paraíso, trabajo por el cual obtuvo el premio Simón Bolívar como mejor actor. Alejandro también ha desarrollado una carrera en el exterior, con su participación en las telenovelas venezolanas Morena Clara y Samantha, por la cual fue galardonado con el premio Fama 2000 en Nueva York por su tema musical, del que fue intérprete. Después de interpretar a Federico Villegas de la Concha en la telenovela Pobre Pablo, Alejandro Martínez trabajó en La costeña y el cachaco y hoy hace parte del elenco de Francisco, el Matemático.
Kristina Lilley Aunque estudió biología, la actuación fue la que la sedujo para emprender una carrera, que ha desarrollado con versatilidad a través de su participación en dramatizados como Azúcar, La casa de las dos palmas, Sangre de lobos, Señora Isabel, La otra mitad del sol, Las ejecutivas, Copas amargas, La dama del pantano y más recientemente en Pasión de gavilanes, telenovela en la que interpreta a la ruda y egoísta Gabriela. Por su trabajo actoral, Kristina ha recibido galardones como el Premio India Catalina y Acpfe, de la Asociación de Periodistas de Farándula y el Espectáculo, como mejor actriz. También ha estado nominada en varias oportunidades al premio Simón Bolívar y Tv y Novelas.
Ernesto Benjumea
Verónica orozco
Luis Mesa
Hace parte de una dinastía de actores, ya que es hija de Luis Fernando Orozco y hermana de Ana María Orozco. Sin embargo, a sus 24 años se ha forjado un nombre como actriz gracias a sus méritos propios. Cuando apenas tenía doce años viajó a Venezuela para pasar unas vacaciones en compañía de su padre, y en el aeropuerto se encontró con la directora Tony Navia, quien quedó gratamente sorprendida con ella y por eso a los pocos meses le ofreció trabajar en la serie Oki Doki. Este debut en la televisión lo hizo a través de un personaje llamado Vainilla, que no sólo le dio la oportunidad de actuar sino de cantar, grabar tres discos y hacer giras por todo el país. En 1998 hizo su primer papel adulto, Lucía, en la telenovela La madre, al que siguió la interpretación más importante de su carrera hasta el momento: Magdalena, la estudiante rebelde y conflictiva de la serie Francisco, el Matemático, por la cual obtuvo el premio India Catalina a la mejor actriz en el año 2001. Más recientemente el público la vio protagonizando la telenovela Isabel me la veló y la serie La lectora.
Se inició en la actuación a la edad de quince años, en un grupo de teatro que trabajaba en Envigado (Antioquia). A pesar de esta temprana inclinación, al salir del colegio ingresó a la facultad de medicina, pero aunque le iba bien en sus estudios a los tres años decidió no continuar y matricularse en la Escuela Nacional de Arte Dramático. Allí lo encontraron los cazatalentos de la televisión y fue así como llegó a la pantalla chica cuando corría el año 1992, fecha en la que actuó en la miniserie María. Un año más tarde ya estaba protagonizando la serie Espérame al final junto a Alejandra Borrero y engrosando la lista de actores de La alternativa del escorpión. Pero sin lugar a dudas su primer gran logro en la pantalla fue el personaje de Miguel Ángel Matiz en el dramatizado Señora Isabel, por el cual fue nominado a un premio India Catalina. Después de actuar en Yo soy Betty, la fea, Francisco, el Matemático y La lectora, Mesa hizo la presentación del reality Protagonistas de novela 2, realizado por el Canal RCN en el 2003 y en el 2004.
Hijo del reconocido actor Carlos Benjumea, Ernesto vivió sus años como estudiante universitario en las facultades de medicina y administración de sistemas, pero la vena artística que lleva en la sangre pudo más que estas ciencias y lo llevó a convertirse en un alumno más de la Escuela del Teatro Libre. La televisión lo descubrió en 1995 gracias al personaje de Pacho en la serie La otra mitad del sol, por el cual recibió el premio Acpe en la categoría de actor revelación. Luego actuó en Cazados, Hombres, Tiempos difíciles, Hilos invisibles, El informante y Noticias calientes. Junto con los actores Marcela Benjumea, Julio César Herrera, Ramsés Ramos, Alberto Cardeño y Óscar Yepes, creó la Fundación Índice Teatro Tríptico, con la cual realizó el montaje de la obra Se necesita gente con deseos de progresar, llevada a España en el marco de la entrega del Premio Príncipe de Asturias al Instituto Caro y Cuervo. Benjumea formó parte también del elenco de la telenovela La costeña y el cachaco.
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Tatiana Rentería con Ernesto Benjumea.
Este barranquillero de 38 años de edad fue vocalista del grupo de rock La Derecha entre 1992 y 1997. Cuando la banda llegó a su fin su destino se veía un poco incierto, pero fue entonces cuando el director Raúl García le ofreció uno de los papeles protagónicos en la película Kalibre 35. Aún no había finalizado el rodaje cuando surgió la oportunidad de presentar un casting para la telenovela La madre. El resultado: fue seleccionado para interpretar a Camilo, el mejor amigo de Federico Suárez (Gregorio Pernía). A partir de ese instante los personajes empezaron a tocar a su puerta uno detrás de otro. Primero fue Roco, un cantante de mariachis, en la película Rock a la carrera de María Elisa Camacho. Luego le dio vida a Dago, el profesor de educación física, en la serie Francisco, el Matemático. Y en 1999 llegó el papel que lo consagró ante el público y la crítica: Nicolás Mora en la telenovela Yo soy Betty, la fea. Luego vinieron sus participaciones en La costeña y el cachaco y Ángel de la guarda, mi dulce compañía.
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Mario Duarte
Natalia Betancur Esta bogotana de ascendencia paisa demostró sus dotes artísticas desde que era una niña, y por eso sus padres la apoyaron matriculándola en clases de canto y baile. Pero, aun así, ella no veía en el arte un modo de vida. Más bien quería estudiar una carrera convencional y menos riesgosa económicamente hablando. Por eso, cuando un familiar le propuso que asistiera a un casting para la comedia Dejémonos de vainas asistió casi obligada. Sencillamente no quería. Sin embargo, presentó la audición y como resultado obtuvo el personaje de Monina, la niña que llegó a vivir a casa de la familia Vargas y se convirtió en una hija para ellos. Ese fue su primer paso como actriz. Los siguientes la llevaron a participar en las producciones El día es hoy, Leche, O todos en la cama y Juliana qué mala eres. Su primer personaje protagónico llegó con la telenovela La guerra de las Rosas, gracias al cual se convenció de que el arte dramático era lo suyo. En 2002 protagonizó María Madrugada y ahora se encuentra radicada en Miami.
Diego Trujillo
Rafael Novoa
Arquitecto de profesión, desde el colegio le gustaba la actuación, la cual ejerció en un grupo de teatro aficionado hasta que lo llamaron a hacer un papel pequeño en La Maldición del paraíso. De ahí en adelante le empezaron a dar personajes cada vez más grandes y, en algún momento de crisis en la construcción, Trujillo dejó definitivamente su carrera y se dedicó a la televisión. En todos estos años los televidentes recuerdan sus intervenciones en novelas como El manantial, Mascarada, De pies a cabeza, Tiempos difíciles, Perro amor, Por qué diablos, El fiscal, Pobre Pablo, pero sobre todo su papel de Simón en La costeña y el cachaco. Actualmente hace parte del elenco de Todos quieren con Marilyn. Además de la televisión, ha hecho apariciones en cine, como en la película de Hollywood Prueba de vida.
Por estos días no se encuentra en Colombia. Una vez que finalizó las grabaciones de la telenovela Sofía, dame tiempo empacó sus maletas y viajó a Venezuela para protagonizar Cosita rica, la nueva telenovela de Venevisión para la cadena Univisión. Este es un nuevo paso en la carrera del actor, que si bien en un principio estudió finanzas y relaciones internacionales, con el paso del tiempo decidió que lo suyo era la actuación y se fue a estudiar teatro con la esposa del director Pawel Nowicki. Sus primeras apariciones en los medios fueron como modelo, profesión que le abrió las puertas para empezar a trabajar como actor en la serie Flor de oro. Después vinieron sus participaciones en las telenovelas Candela y Guajira, hasta que finalmente obtuvo su primer papel protagónico: Rubén Calixto Salguero en Las Juanas. También ha actuado en Carolina Barrantes, Divorciada, Traga maluca y María Madrugada, donde por primera vez interpretó a un personaje malvado.
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María José Martínez
Estudió música en la Asab y, además de actriz y cantante, es compositora. Gracias a sus diferentes facetas artísticas llegó a la televisión, cuando Rodrigo Triana necesitó una actriz que cantara y tocara algún instrumento para el dramatizado Clase aparte. Diana se presentó al casting y fue así como obtuvo el personaje que le permitió entrar a la pantalla chica en 1994. Después de ese debut, actuó en las telenovelas María Bonita y Prisioneros del amor, y más adelante en la serie Sin límites. Luego vino su papel de Gabriela en Francisco, el Matemático, personaje por el que recibió en el 2003 el premio Tv y Novelas como mejor actriz protagonista de serie.
Está trabajando en la pantalla desde que tenía once años, época en la que un tío la vinculó como modelo en anuncios publicitarios. Después del modelaje, el siguiente paso fue la presentación a través del magazín Ángeles. En 1996 se presentó al casting de la serie Conjunto cerrado: le fue tan bien que a los tres días ya estaba grabando en el papel de Sara. Desde entonces su carrera ascendió con una velocidad sorprendente: trabajó en Por qué diablos, La reina de Queens, La Caponera, Juan Joyita e incluso participó en la obra de teatro Las preciosas ridículas. Su más reciente papel fue el de Esperanza, uno de los personajes principales en la telenovela del Canal Caracol, Pecados capitales.
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En 1985 viajó de Montería a Bogotá para estudiar publicidad, pero después de tres semestres decidió vincularse al grupo de baile de Sonia Osorio e ingresar a una academia de arte dramático. Llegó a la televisión en 1986 mientras estudiaba actuación en la Academia de Ronald Ayazo, con un personaje en la telenovela El camino cerrado. Más adelante participó en La U, Quieta Margarita, La de los tintos, El lado oscuro del amor, La cuarenta la calle del amor, La mujer doble, El último beso, Carolina Barrantes, Alejo o la búsqueda del amor y El inútil. Sin embargo, el papel más importante de su carrera ha sido el de la candente Desideria Zabaleta, La Molinera, en la miniserie Escalona, que le valió un premio Simón Bolívar como mejor actriz de reparto. Actualmente Adriana Ricardo está radicada en Suiza junto con su esposo, Hervé Felli.
Apenas salió de la universidad, donde se graduó de la Facultad de Ingeniería Electrónica, entró a trabajar en Inravisión como ingeniero de mantenimiento, pero desde un comienzo tuvo claro que sus expectativas estaban más allá, pues lo apasionaba la dirección de cámaras, así como todo lo relacionado con la producción de televisión. Fue así como pronto empezó a ser supervisor de canal y más adelante le ofrecieron ser jefe de producción. Estar en ese puesto le permitió vincularse más con las programadoras y de esa manera fue que llegó a RTI, cuando en 1987 Patricio Wills le ofreció ser jefe de producción. Desde un principio lideró grandes transmisiones como los mundiales de fútbol y demás eventos deportivos de gran relevancia internacional y pronto también se vio involucrado en la sección de dramatizados. Actualmente, desde la vicepresidencia de producción es el responsable de la producción general de novelas.
Juan Carlos Pérez
Carla Giraldo
Julián Román
Carla Evelyn Giraldo Quintero llegó a la televisión colombiana a la edad de trece años, después de superar arduas jornadas de audiciones que le permitieron obtener el papel protagónico en la telenovela Me llaman Lolita. Ya había tenido unas pequeñas experiencias como extra en las producciones La otra mitad del sol y Tiempos difíciles, pero antes de asumir su nuevo reto prefirió tomar clases de actuación con Alfonso Ortiz y Toto Vega. Después de recibir el premio Tv y Novelas como actriz revelación, Carla grabó un trabajo musical al lado del cantante Manuel Fernando y entró a formar parte del elenco de la serie Francisco, el Matemático, donde interpreta a Tatiana Samper.
Heredero del talento de su padre, el actor Edgardo Román, desde los cinco años empezó a acompañarlo a la Escuela de Teatro del Distrito, donde dictaba clases de arte dramático. Un día necesitaron un niño para una de sus obras y él se ofreció para interpretar el papel. Así inició una carrera como actor. Sus créditos en televisión incluyen producciones como Vampiromanía, El hijo de Nadia, Guajira, Marcelina, Por qué diablos, Me llaman Lolita, Amor a mil y Francisco, el Matemático, serie por la cual obtuvo el premio India Catalina en la categoría de mejor actor de reparto. En cine ha participado en la película Técnicas de duelo, mientras que en teatro protagonizó la exitosa obra Crónica de una muerte anunciada.
Después de estudiar comunicación social en la Universidad Javeriana, inició su carrera en la televisión, primero como presentador y actor, y más adelante como libretista. Su debut en la pantalla chica se produjo en 1989 como presentador del concurso Imagínate la palabra, de Producciones Punch, en reemplazo del actor Juan Pablo Shuck. Más adelante también presentó los magazines Área restringida (una idea original suya) y Video totalmente oculto, después de lo cual hizo parte del elenco del programa de humor La matraca. Su primer trabajo como libretista fue con la comedia O todos en la cama, en 1994. Durante cuatro años se vinculó al equipo de Fernando Gaitán y colaboró en los libretos de las telenovelas Café, con aroma de mujer y Guajira. Recientemente escribió junto con Adriana Suárez las telenovelas El fiscal y Pobre Pablo, las cuales han tenido buena acogida entre el público y la crítica. También escribió para el Canal RCN la telenovela Todos quieren con Marilyn.
Armando Barbosa Hizo un curso de Fotografía Cinematográfica con la BBC de Londres y luego realizó un taller de guiones en la Escuela de San Antonio de los Baños, en Cuba. Con estos conocimientos bajo el brazo empezó a trabajar como luminotécnico y más adelante ocupó el cargo de director de fotografía en producciones como ¿Por qué mataron a Betty si era tan buena muchacha? y El segundo enemigo, por la cual obtuvo una nominación al premio Simón Bolívar. Su consagración como director llegó con la serie La mujer del presidente, en donde compartió honores con Magdalena La Rotta. Hizo parte del grupo que creó el programa infantil El Club 10 para el Canal Caracol, y en los últimos tiempos ha estado a cargo de la dirección de las telenovelas Traga maluca y Luzbel está de visita.
·Otras figuras· Ana Lucía Domínguez por El fiscal. Andrea Guzmán por Pedro el Escamoso. Carlos Humberto Camacho por Milagros de amor. Carlos Hurtado por El fiscal. Carmenza Gómez por La costeña y el cachaco. Carolina Cruz por Muy buenos días. Carolina Ramírez por La lectora y Francisco el matemático. Elkin Díaz por La guerra de las Rosas y María Madrugada. Érika Glasser por Padres e hijos. Gregorio Pernía por La madre. Janeth Waldman por Muy buenos días. John Alex Toro por Marido y mujer y Francisco, el Matemático. Julián Arango por Yo soy Betty, la fea. Julio César Herrera por Yo soy Betty, la fea. Karen Martínez por Sofía, dame tiempo. Lorna Paz por Yo soy Betty, la fea. Manuela González por La baby sister y Ángel de la guarda, mi dulce compañía. Marcela Benjumea por Se armó la gorda. Marcela Gallego por La baby sister y Tan cerca y tan lejos. Marcela Gardeazábal por Sin límites, Pedro el Escamoso y Todos quieren con Marilyn. Jimmy Pulido por la música de Pecados capitales. María Helena Döering por La venganza. Maritza Rodríguez por Amantes del desierto. Moisés Angulo por Alejo o la búsqueda del amor. Mónica Lopera por Francisco, el Matemático y por Un ángel llamado Azul. Natalia Ramírez por Yo soy Betty, la fea. Natasha Klauss por María Madrugada, La venganza y Pasión de gavilanes. Patricia Castañeda por Pecados capitales. Roberto Cano por Pobre Pablo y Siete veces amada. Rosita Cabal, por el vestuario de Yo soy Betty, la fea. Santiago Moure por Tan cerca y tan lejos y Me llaman Lolita. Sebastián Sánchez por La baby sister. valentina Rendón por Pobre Pablo.
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La explosión de oferta
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TiVo y Replay TV ofrecen a sus usuarios una tecnología que les permite encontrar automáticamente cualquier programa de su interés y almacenar digitalmente hasta 140 horas con óptima calidad. El nombre que se le está dando a esta nueva tendencia es "televisión personalizada".
Múltiples factores incidirán en el futuro de la industria televisiva. No sólo se avecinan cambios e innovaciones tecnológicas, sino que de ahora en adelante el televidente no será ya más un objeto pasivo, sino que podrá decidir de una manera mucho más directa qué quiere ver en la pantalla de su televisor. Algunos términos con el tiempo terminarán haciéndose de uso común, gracias a las posibilidades que ofrecen los televisores digitales y los nuevos servicios que se están diseñando. Uno de ellos es el de “televisión personalizada”, es decir, aquella que permite que el televidente pueda ver lo que quiera, cómo y cuándo quiera, gracias a herramientas adaptadas al televisor que posibilitan seleccionar programación “a la carta” o, también, como consecuencia de la expansión del consumo de televisión cerrada. Con el tiempo, de continuar la tendencia, ésta le ganará cada vez más terreno a la televisión abierta. Lo anterior será posible entre otras cosas por el concepto de interactividad, esto es, que la audiencia tenga mayor incidencia en lo que ve, por medio de espacios televisivos que le permitan intervenir en sus contenidos, a través de chats o de votaciones en que el público expresa su opinión y orienta el desenlace de un determinado programa. Estas nuevas opciones que se abren para el usuario de televisión sólo serán posibles en la medida en que se adopten los adelantos tecnológicos que impone el arribo de la transmisión digital (evolución de la transmisión análoga, que hasta hace poco regía en todo el mundo). Gracias a la tecnología digital, los canales de televisión podrán enviarles a sus usuarios mucha más programación y de mayor calidad visual, en términos de mejor definición de la imagen, así como información complementaria a las emisiones tradicionales, gracias a la integración de las posibilidades que ofrece Internet. Todo esto es ya una realidad en los países desarrollados, en donde incluso ya hay plazos fijados para hacer dicha transición. En Colombia, sin embargo, no se prevé que esté cerca la adopción de la transmisión digital terrestre por sus altos costos y porque la última inversión en redes de distribución fue hecha con tecnología análoga. Pero lo que impedirá especialmente que el cambio se haga en un futuro cercano es el alto costo que ello les implicaría a los usuarios, ya que tendrían que cambiar sus televisores y adquirir aparatos a precios demasiado elevados. Mientras tanto, las empresas del sector trabajarán para mejorar la calidad de su contenido con miras a seguir cautivando audiencias no sólo dentro, sino fuera del país, teniendo en cuenta que las exportaciones de productos y señales son cada vez un rubro más importante para un canal o para una productora. El futuro de la industria apunta a continuar explorando ese mundo de coproducir y de interactuar con otros países. En especial, las compañías de televisión nacionales le siguen apuntando a tener una mayor participación en ese mercado en constante aumento que representa la población hispana en Estados Unidos, que sólo en la década pasada creció un 61% y en la actualidad sobrepasa los 35 millones de personas, siendo la primera minoría étnica en ese país.
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Por los caminos de la interacción Desde el punto de vista tecnológico, varios aspectos caracterizarán el futuro de la televisión en todo el mundo. Los términos que más se escuchan en la actualidad son televisión digital, de alta definición e interactividad. Estos conceptos, que se encuentran en pleno proceso de evolución, están estrechamente unidos entre sí y, como era de esperarse, ya hacen parte de las decisiones que se toman a nivel macro en los países del primer mundo, donde la tecnología tiene un mayor desarrollo. El paso a la televisión digital supone un cambio tan radical como el que significó el paso del sistema de blanco y negro al color. Este concepto comprende no sólo la compresión de información, de lo cual se desprende que en adelante será posible transmitir más y mejor programación, sino que también abre las puertas a la introducción de servicios hasta hace poco inicontinúa en la página 222 maginables, como la recepción sony Center la tienda de sony Colombia
Monitor de alta resolución Sony, y componentes de audio y video digitales en la imagen de la pantalla.
Una de las más atractivas posibilidades que trae la televisión digital es la interacción. Distintas empresas de televisión en todo el mundo idean la forma de ofrecerles a los usuarios la posibilidad de escoger qué quieren ver en sus aparatos de televisión. Ya se han hecho infinidad de pruebas sobre su funcionamiento, el cual supondría la entrega adicional de otro tipo de información para un determinado programa mediante la utilización de interfaces electrónicas. De esta manera, por ejemplo, junto con el documental o la entrevista de un personaje famoso, los televidentes podrían recibir otros datos interesantes de su vida, como archivos con fotos u otras entrevistas que se le hayan hecho, o visitar Un boceto de la futura página web del Canal Caracol. sitios virtuales que estén relacionados con él. Este tipo de interacción es una realidad a lo largo de asociando con la jornada laboral. Las cifras demuestran Estados Unidos y Europa, donde las compañías de cable esta tendencia: la gente pasa ocho veces más tiempo y empresas de televisión satelital ofrecen a sus abonados viendo televisión que trabajando en un ordenador. Por televisión interactiva, a cambio de una suma de dinero esto la televisión se convierte en el medio ideal para extra. Para esto es necesario un televisor digital, que se integrar contenidos y soportes, con el fin de tener cada consigue adaptándole a un receptor común y corriente un vez un mayor acceso a los usuarios y sus hábitos de decodificador, un control remoto y un teclado especial que consumo. Una especie de limbo para las empresas, se asemeja al de un computador. Entre muchas otras, en que podrán llegar de manera selectiva y certera a sus el negocio de la televisión interactiva participan empresas potenciales compradores, y una suerte de pesadilla para como WebTV, Discovery Channel, Disney, CNN y DirectTV. aquellos que quieran seguir quedando en el anonimato, La publicidad y el comercio electrónico son dos de los ya que cada vez las empresas sabrán más de sus gustos aspectos con mayores posibilidades dentro del esquema y preferencias. de la televisión interactiva, porque las empresas tienen En todo caso, es un negocio con un potencial enorme. la posibilidad de extender el radio de acción dentro de Según estimaciones de la consultora Jupiter Media los hogares. Metrix, al finalizar el 2004 las utilidades del comercio Está comprobado que las personas están mucho más interactivo por televisión podrían ascender a los 8.000 cómodas frente a un televisor, que en el computador, millones de dólares en Europa y a los 5.000 millones de ya que entre otras cosas este último aparato se sigue dólares en Estados Unidos.
La transformación digital Los televisores El futuro de los aparatos para la recepción de señales de televisión augura pantallas de cristal líquido y planas, pero sobre todo de dimensiones que guardan la proporción 16:9 (16 unidades de ancho por 9 de alto), para semejar a las pantallas de cine. Este último esquema obedece a la introducción cada vez mayor de la televisión de alta definición, sobre todo en países como Estados Unidos y Japón. Este esquema de televisión también ofrece un sonido de mayor fidelidad, ya que la señal de video viene acompañada de calidad Dolby Digital, que brinda efectos auditivos más reales. Los televisores incorporan además puertos de salida y conectores para anexar amplificadores de audio, equipos de sonido, parlantes adicionales o modernos sistemas para convertir el hogar en un teatro casero. Por otra parte, ya llevan algunos años en el mercado los televisores interactivos, que le permiten al usuario personalizar la televisión que quieren ver a través de la instalación de un pequeño aparato que permite grabar hasta 30 horas de programación previamente escogida y reproducirla en cualquier momento y en un orden determinado.
Dentro del concepto de televisión digital terrestre, existen actualmente en el mundo tres sistemas. Tal como ocurrió cuando se hizo el paso al color, las propuestas provienen de Estados Unidos, con el sistema Advanced Television System Committee (ATSC), y de Europa, con el Digital Video Broadcast (DVB). La tercera es de los japoneses quienes, de hecho, se interesaron con anterioridad en el tema y en los ochenta desarrollaron un estándar que a pesar de considerarse el mejor, todavía está en etapa experimental y no se presagia que pueda ser adoptado en el resto del mundo. En Estados Unidos desde finales de la década de los ochenta el gobierno alentó a la empresa privada a desarrollar un estándar para la difusión digital de televisión, pero sólo en 1996 se aprobó como norma obligatoria para la transmisión terrestre de televisión digital y de alta definición. A partir de allí se inició la asignación gratuita de canales digitales a todos los concesionarios de canales de televisión analógica, con el fin de estimular la transmisión digital simultánea de programación.
Una vez adoptada esta norma, las empresas están decidiendo si le enviarán al usuario varios programas en definición estándar, aprovechando el mayor espacio del canal digital o si, por el contrario, se le enviará uno solo de alta definición para así ser más competitivo. Por el momento, a este último esperan apuntarle varias cadenas televisivas de Estados Unidos, operadores de cable y programadores. El sistema americano ha sido adoptado también en Canadá y México. En otros países del continente americano apenas se están haciendo análisis y pruebas, pero es previsible que muchos se inclinen también por él. Por su parte, el sistema DVB europeo se empezó a desarrollar a principios de los noventa. Comparado con el americano tiene mayor movilidad, debido a que usa tecnología que le permite mayor inmunidad frente a las interferencias y a las señales de rebote o “fantasmas”. No hay que olvidar, claro está, que la gran inversión que requiere el paso a lo digital, hace prever que en gran parte del planeta seguirá transmitiéndose análogamente la señal de televisión por muchos años.
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El panorama digital colombiano Aunque es evidente que el país se encuentra muy lejos de adoptar un servicio de transmisión digital, las autoridades implicadas ya están conscientes de los análisis y consideraciones técnicas que se deben tener, con miras a programar la penetración del servicio a corto, mediano y largo plazos. Éstas incluyen el análisis de las ventajas y desventajas de los tres estándares existentes para televisión digital terrestre, así como del espectro radioeléctrico y la posible reutilización de las redes y equipos analógicos. También se requiere no sólo realizar inventarios de las redes actuales de televisión analógica terrestre y de los equipos requeridos para el funcionamiento de televisión digital terrestre, sino estudiar su comportamiento en la geografía colombiana, pensando en el establecimiento de las fases de implementación. El aspecto económico incluye saber los costos de implantación de la televisión digital terrestre, así como los gastos que implicaría para el usuario del nuevo televisor o el decodificador, y el valor de la concesión. La CNTV cree que los proyectos nacionales para la adopción de la televisión digital se deben integrar al contexto de países latinoamericanos, que ya están hablando de un trabajo conjunto para implementar la televisión digital terrestre con el mismo estándar. Está programado que para el 2005 se complete un informe que ya está en marcha, en el cual se determine el estándar de la región y los cronogramas de entrada de la televisión digital. ·
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móvil de televisión, la interactividad, la televisión a la carta o los servicios multimedia. Existen en el mundo actualmente tres sistemas o estándares de transmisión digital de video, que provienen de Estados Unidos, de Europa y de Japón. Ellos eventualmente remplazarán a los ya conocidos NTSC, PAL y Secam. Tanto así que en Estados Unidos, país en el que ya se lleva varios años trabajando en torno al tema, se tiene como fecha límite el 2006 para el desmonte definitivo del sistema NTSC. La captación de la señal digital se hace a través de una antena aérea o satelital o es enviada por cable hasta el decodificador. Con este tipo de transmisión, los canales, los anunciantes y los realizadores pueden ofrecer otros servicios que amplían las posibilidades para el televidente. Entre tanto, en 1998 incursionó en el mercado la televisión de alta definición, con la cual se pueden ver imágenes con más contraste y colores más vivos y con un sonido Dolby Digital. La alta definición es un aspecto que muchas veces se confunde con la televisión digital porque surgieron simultáneamente, pero la verdad es que ésta es sólo uno de los tipos de televisión digital. Además de que le agrega a la imagen seis veces más detalle y diez veces más información de color, la proporción que maneja entre lo ancho y lo alto 222 de la pantalla 16:9 (16 unidades de ancho por 9 de alto) la acerca más al aspecto de una pantalla de cine, lo cual ofrece mayor realismo, al dar la sensación de inmersión. “No habrá una industria Cabe aclarar que el concepto de los aparatos de televisión en un futuro. de alta definición no sólo comSerá la industria de los prende las características del tecomputadores la que cubra levisor, sino también de la señal las necesidades de un emitida desde una estación de medio para transmitir las televisión. Esto quiere decir que imágenes de televisión”. —Nicolás Negroponte. para adoptar esta tecnología los Ser digital, 1995 canales deben desechar los antiguos equipos, lo cual implica elevados costos. No obstante, se estima que en la actualidad más del 5% de las transmisiones en Estados Unidos corresponde a programación de alta definición y algunos canales de cable y de televisión por demanda ya sólo transmiten este tipo de señal. Pero también empresas como NBC, ABC, CBS y Fox tienen dentro de su parrilla algunos programas de alta definición. Finalmente, otro de los aspectos más adelantados desde el punto de vista tecnológico es el de la interactividad, concepto que cubre la integración entre un televisor y un ordenador, para atender distintas necesidades de los usuarios. La televisión interactiva permite así el intercambio de correos electrónicos, las compras virtuales y los servicios a domicilio, todo desde la pantalla de un televisor.
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Nueva televisión infantil Por Jaime Niño Diez Comisionado Nacional de Televisión Un trabajo de investigación reciente adelantado por la Universidad Externado de Colombia concluye que los niños se apropian de los mensajes audiovisuales de acuerdo con sus necesidades, vivencias, experiencias y desarrollo evolutivo, es decir que las pautas para comprender y digerir los contenidos saldrán de ellos en sintonía con los valores interiorizados previamente en la familia, la escuela y otras instancias sociales. El consumidor infantil y juvenil de televisión no es, entonces, un espectador pasivo, lo cual significa que una gran proporción de la población infantil y juvenil es especialmente susceptible a los efectos negativos del medio, tales como violencia, mal tratamiento informativo de temas complejos o agresión visual y auditiva. En efecto, para casi siete millones de niños en nuestro país la televisión se convierte muchas veces en su única opción de entretenimiento, relación con el mundo y posibilidad de aprendizaje. Muchos de ellos en sectores populares tienen con frecuencia condiciones de vida inadecuadas dentro de su hogar y experiencias escolares negativas, de forma que ninguno de estos dos escenarios sociales son apoyo suficiente y positivo para enfrentar la avalancha de información y formación proveniente del aparato televisivo. Históricamente la televisión colombiana para niños y jóvenes ha estado cedida a la producción norteamericana, mexicana y últimamente japonesa, y a la ramplonería melodramática de novelas extranjeras y de no pocas nacionales, en los horarios de la noche. En realidad, ha faltado autorregulación representada en un compromiso entre programadores y productores y en sustitución tampoco ha habido una efectiva regulación de la Comisión Nacional de Televisión sobre los contenidos de los programas emitidos en horarios de fácil acceso para niños y jóvenes. Por otra parte, no es suficiente advertir que los programas tienen sexo y violencia moderada; los padres de familia, los educadores, los comunicadores y la sociedad en general deben reflexionar en torno a la pobreza educativa de la oferta televisiva nacional: por la incapacidad de los noticieros, con sus veloces formatos, para dar cuenta de la complejidad de los hechos y acontecimientos que construyen nuestro país, por la poca producción nacional infantil
y por el poco esfuerzo intelectual que realizan algunas producciones nacionales en horario prime . Es hora de darnos cuenta, como afirma la investigadora Maritza López de la Roche, que mientras las legislaciones de medios de otros países reclaman la defensa de sus tradiciones históricas y culturales, las nuestras aquí están totalmente desplazadas por la importación de narrativas, memorias y sueños fabricados por corporaciones transnacionales. Pareciera que olvidáramos que la gran particularidad de las audiencias juveniles e infantiles proviene del hecho de ser grupos en proceso de socialización, en formación de sus identidades y valores, que están en la etapa de modelar sus comportamientos y conductas para la vida individual y colectiva y a la vez de construir condiciones de salud mental y bienestar. Definitivamente, es necesaria la producción de una programación infantil propia, auténticamente colombiana. Una programación que cuente historias locales, en las que los niños reconozcan la sociedad en que viven; que les proporcione el conocimiento de la propia identidad cultural; que promueva su autoestima, autoconfianza y bienestar; una programación que involucre a los niños, dirigida a ellos y acerca de ellos, que estimule y satisfaga su imaginación. Es obvio que un vehículo poderoso para preservar nuestros valores es contarles nuestras propias historias a nuestros niños y no abandonarlo todo a la “cultura popular global mercadeada”. Nosotros podemos y debemos marcar la diferencia para nuestros niños. Nuestros productores pueden asumir el desafío de una producción nacional de calidad, capaz de transferir nuestra herencia cultural a las nuevas generaciones, sin renunciar a sus beneficios empresariales.
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Amores en la era posmoderna
Si hay un género cuyo futuro parece asegurado, es la telenovela. Con un origen ancestral que se remonta a la novela, el melodrama y el folletín, la producción dramatizada ha estado presente desde los inicios del medio televisivo y con el tiempo ha ido logrando un lugar preponderante en él, por medio de la consolidación de su lenguaje y el rediseño de su propuesta. La evolución del género dentro de la estructura de la televisión —tanto en forma como en contenido— ha sido posible gracias al surgimiento de nuevos talentos en producción y libretos, así como a la inversión cuantiosa que han hecho las empresas, dado su éxito entre la audiencia y el consecuente buen desempeño en términos de rating. Hacia el futuro, es de esperarse que ese desarrollo continúe. Este panorama se aplica tanto a la producción nacional como a todos los productos que se están haciendo en el continente latinoamericano, en razón de la tendencia hacia la internacionalización que ha dominado el mercado en los últimos años. Claro que este esquema ha originado una suerte de estandarización en temáticas y tratamientos, que ponen en entredicho la supervivencia de la originalidad que ha caracterizado a los melodramas colombianos en las épocas recientes. Sin embargo, es cierto también que junto a las historias lacrimógenas, que tradicionalmente han sido el eje de las tramas en las telenovelas que se consumen no sólo en América, sino en Europa y en destinos tan lejanos como Asia y África, han surgido otras cuyos contenidos cuentan con elementos de humor y personajes que se salen de los estereotipos. Con esta premisa de romper con los esquemas convencionales, en Colombia se ha llegado incluso a producir lo que unos denominan una telenovela no tradicional, que se espera encuentre una forma de difusión a través de nichos específicos y de la cual se especula tendrá un período de auge en los años venideros. Este futuro del género dramático en general se vislumbra soportado sobre la base de unos contenidos aún más osados, más actuales y realistas, siempre enmarcados dentro del esquema de entretenimiento. En este orden de ideas, las historias serán cada vez más verosímiles, al tiempo que las tramas se harán más complejas y ramificadas, tomando características prestadas de géneros como la farsa y la comedia. El gran reto que tienen en frente los creadores de este tipo de televisión consiste en buscar propuestas de realización innovadoras, sugerentes y llamativas, que contribuyan a revitalizar la forma del género y que le den al televidente la libertad de soñar y de encontrar gran diversidad de elementos, aparte de los temas que el melodrama trata habitualmente, como la persecución, el reconocimiento y el amor. Lo que sí es seguro es que desde el punto de vista publicitario las telenovelas seguirán siendo los espacios televisivos más buscados por el público y, por tanto, los productos más rentables para las empresas en la América Latina e “hispana”.
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Canales regionales: la identidad nacional en pantalla Por Da r ío Mon ten egro Comisionado de Televisión Cntv
En los años venideros, tanto la información como los contenidos de ficción seguirán siendo los preferidos del público. La primera llegará de manera más inmediata al televidente, mientras que la ficción, con el melodrama a la cabeza, continuará colonizando los horarios de mayor audiencia de los canales nacionales. Así mismo, los reality shows seguirán formando parte de las parrillas de programación, luego de que el público los acogiera con entusiasmo. Este género, de apenas una década de creado, ofrecerá sus múltiples y variadas propuestas, haciendo a la gente cada vez más partícipe de su desarrollo. Sin embargo, algunos analistas y futurólogos prevén una fatiga en los televidentes.
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En un país con tradición centralista como Colombia, parecía imposible que las regiones tuvieran su propia televisión. La aparición y el desarrollo de los canales regionales se produjeron en momentos en que las costumbres políticas de municipios y departamentos daban un viraje histórico con la elección popular de alcaldes y gobernadores. En 1985 apareció Teleantioquia, con un cubrimiento del 66% de la población del valle de Aburrá y una programación educativa y cultural. Les correspondió a los antioqueños hacer una televisión regional experimental, que sirvió de base para que otras zonas del país aprendieran de lo realizado allí en materia de producción, programación, comercialización y emisión. En esa búsqueda de la programación ideal, Teleantioquia le apostó en sus inicios a una temática cultural de difícil comercialización, que puso en peligro el proyecto. Pero lo que más atentó contra la viabilidad de la televisión regional fue la expedición de normas restrictivas para la explotación comercial, así como permitir únicamente la emisión de patrocinios y auspicios. Sin embargo se aprendió de los errores y después de una revisión de su estructura empresarial, comercial y de programación, y a un sentido de pertenencia propio de los paisas, el canal regional se consolidó. Estas experiencias sirvieron de ejemplo a Telecaribe, Telepacífìco y Telecafé, y más recientemente a la Televisión Regional de Oriente (TRO), Teveandina —hoy Canal 13—, Canal Capital y Channel Seven de San Andres. Durante estos 19 años la televisión regional ha hecho aportes importantes para reafirmar la diversidad étnica y cultural de Colombia. Hay que destacar el registro hecho a la actualidad regional, permitiendo que los grupos sociales descubran su problemática y encuentran soluciones conjuntas. Los televidentes de las zonas de influencia de los canales han podido apreciar manifestaciones culturales de tradición como el Carnaval de Barranquilla, el Festival de la Leyenda Vallenata, la Feria de las Flores, el Carnaval de Blancos y Negros y la Feria de Cali, entre otras. Los canales regionales se convirtieron también en formadores de periodistas, presentadores, productores y realizadores que han nutrido la televisión nacional. Hoy la estructura de la televisión regional sigue en constante revisión y su futuro dependerá de la administración eficiente de los recursos, de una programación que interese a las regiones y logre reflejar las identidades culturales, de propuestas comerciales novedosas y atractivas para los anunciantes, del apoyo de las entidades gubernamentales y educativas territoriales, de la academia, los productores independientes, las casas productoras locales y las ligas de televidentes. El Estado tendrá un papel determinante en el futuro de la televisión regional: hoy esos canales obtienen altos índices de sintonía en sus zonas de influencia, donde ocupan el tercer lugar de aceptación entre los televidentes. Esto significa que en las regiones está el futuro de la televisión pública. La inversión con tan bajos niveles de audiencia en Señal Colombia Educativa y Cultural, y en Señal Colombia Institucional, se debería orientar a los ocho canales regionales.
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Evolución de la telenovela nacional Al ver el éxito de los dramatizados colombianos en el ex- claro que de ellas se derivan aspectos que atentan contra algunas terior, se podría pensar que los productores nacionales tocaron el características del producto nacional. cielo con las manos. Después de todo, el país ha sido partícipe de “El lado malo de la internacionalización es que se debilita un la acogida de Yo soy Betty, la fea en todos los rincones del mundo, poco la producción de historias muy localistas, sobre todo en ha visto a mexicanos, puertorriqueños y venezolanos bailando cuanto al lenguaje, porque si el conflicto central de la historia al ritmo de El pirulino de Pedro el Escamoso, o ha leído sobre las es universal, no importa que sea hecha en un pueblo, pues esa importantes alianzas firmadas por los canales Caracol y RCN historia se puede exportar. Los que sí se pierden un poco son con compañías internacionales para realizar coproducciones con esos personajes cuyo lenguaje no se entiende afuera. Esos persomiras a una mayor penetración en el mercado extranjero. najes casi costumbristas que nosotros estamos acostumbrados a Esta conquista es una realidad y un logro que nadie les puede ver van a ir desapareciendo, sobre todo si uno tiene vocación de quitar a los colombianos. Pero en ningún momento es exportar”, dice Juana Uribe, productora asociada de Teleset. el punto culminante en la trayectoria de la telenovela La venta nacional. Cada vez se llega más lejos de formatos “La telenovela nacional —anota Dago García— ha Juana recuerda que con la comercializadora de televisión FreUno de los derroteros que marcarán el seguido una especie de olas que la han llevado primero emantle Media ha recorrido el mundo ofreciendo telenovelas. futuro de la televisión es la venta de formatos de dramatizados, al estilo de lo que a unos tratamientos intimistas como los que se hacían “Cuando empezamos, la telenovela era un producto de quinta, se comenzó a hacer con el género de los en La tregua y Gracias por el fuego, después a un estilo después fue adquiriendo un valor para los productores locales y reality shows, algunos de los cuales han llegado a nuestro país bajo esa modalidad, ligero tipo Gallito Ramírez y Tuyo es mi corazón, más para los programadores y cada vez más la gente la está considecomo es el caso de Expedición Robinson adelante al formato costumbrista de Caballo viejo y rando un producto muy afín al público. La diferencia entre los y Popstars. Básicamente se trata de vender conSan Tropel, y finalmente a la mezcla de melodrama mercados a los que yo iba hace cinco años y los que uno va en tenido, pero ahora en el género de la y comedia que impusieron Betty y Pedro el Escamoso. este momento es impresionante”, puntualiza. telenovela y más ampliamente de los dramatizados. Es decir, vender una idea Ahora estamos en la era de lo que yo llamo la telenovela Podría decirse que el producto colombiano ha ido más adeo un concepto, que es lo que hace hoy posmoderna, en donde no hay una definición clara de lante que las propias empresas productoras y las está obligando en día la productora Teleset con la novela El auténtico Rodrigo Leal, producida en género, existen historias independientes de la central y a hacer una mayor presencia en el mercado internacional, Colombia para el Canal Caracol. Aunque los personajes no son maniqueos, sino que viven tránsi- especialmente en el norteamericano, que para García en este de una parte la producción ya finalizada se piensa exportar a algunos países donde tos de la bondad a la maldad”. momento es la prioridad. Según él, la venta de una producción se considera que el producto terminado Esta evolución, que le dio una identidad propia al nacional a veinte países no puede compararse en términos de va bien, de otra la idea es vender todo el concepto de escritura, producción y melodrama colombiano, también le brindó la oportrascendencia e ingresos con una sola venta a Estados Unidos. edición a otros países —los europeos, por tunidad de tener buena proyección internacional, por “Esto —agrega— obviamente ha afectado y continuará afecejemplo—, donde las empresas lo produzcan localmente. lo que Fernando Gaitán se atreve a calificar las novelas tando las decisiones en cuanto a la realización del producto en Hasta ahora lo que se venía haciendo nacionales como “las más impresionantes de América Colombia. Ahora los canales no sólo deben pensar en el consuera que los canales y programadoras vendían, generalmente, los libretos. Pero Latina”, debido a su originalidad y a sus lenguajes fresmidor colombiano, que en materia de televisión es más calificalo que Caracol directamente, o Juana cos y amables, que la hacen todo un producto gourmet. do que el resto de los latinos, sino también en los hispanos que Uribe como realizadora en alianza con Freemantle Media, están promoviendo es “De esta manera los canales extranjeros, en especial los viven en Estados Unidos, que en este momento ascienden a 35 vender todo el concepto. Es el caso de Penorteamericanos, pudieron cautivar a un público que millones de personas. Se debe tener en cuenta que, de ellos, 60% cados capitales y El auténtico Rodrigo Leal, novelas de las cuales se vende la idea y tradicionalmente no era consumidor de telenovelas. son mexicanos, quienes a su vez quieren consumir telenovelas la empresa creativa da la asesoría sobre Me refiero a ese segmento de población que, siendo de clásicas, con personajes maniqueos donde hay ricos, pobres, cómo escribirla y producirla. Junto con la “biblia” —o catálogo— de producción y los origen latino, está más compenetrado con la cultura buenos y malos absolutos, melodramas intensos e historias criterios tomados en cuanto a realización, anglosajona, habla más inglés que español y se conviercontadas desde un solo punto de vista: el de los protagonistas”. se entrega un paquete completo. En igual forma, Caracol intentará exporte en un mercado atractivo para los anunciantes”. Esto no significa que las telenovelas colombianas deban tar los formatos de sus realities El desafío Aunque son muy significativos los beneficios de volver al esquema del melodrama clásico y olvidar el camino y El ciudadano. estas conquistas en el campo internacional, también es andado, ya que es precisamente la originalidad de la producción
Se vislumbra que en un futuro los espectadores tendrán cada vez más posibilidades de participar en la construcción de las historias y resolver algunas de las tramas de sus seriados de ficción favoritos. Algunos experimentos de este tipo ya se han hecho en países como España.
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L a m u lti pl ic ación de l a s histor i a s Junto con la evolución creativa vendrá necesariamente una mayor productividad. Los primeros pasos ya se han dado: Colombia, que en el pasado producía un total de diez telenovelas al año, hoy en día realiza casi veinte. Los procesos de trabajo se han agilizado, ya que todo indica que las alianzas con cadenas como Telemundo y Univisión se convertirán en otro polo de desarrollo para el género, y obligará a aumentar los volúmenes de producción. La consecuencia lógica de esta evolución será que las telenovelas de autor, propias de la televisión nacional, desaparezcan. Aquellas historias surgidas de la mente solitaria de Fernando Gaitán, Mónica Agudelo o Julio Jiménez serán cosa del pasado y les darán paso a creaciones en equipo que involucrarán a tres o cuatro libretistas, capaces de continuar con el proceso creativo en el caso de que alguno de sus compañeros falle. “El oficio de los libretistas se ha tecnificado de una manera sorprendente —anota Dago García—. Estos muchachos que han llegado a la industria hablan de escaletas y mapas de ruta, y son capaces de tener estructurada la telenovela de principio a fin aun antes de iniciar grabaciones. Esto brinda mayor agilidad, por supuesto, pero también reduce la creatividad. Porque cada vez será más difícil que frente al computador se les ocurra una
idea genial, como las que llegan a la mente de Gaitán o Jiménez, y puedan implementarla porque a su lado hay dos personas más que están escribiendo los diez episodios siguientes y no pueden variar su estructura por las ocurrencias de otro”. Pero estos trabajos en equipo hacen parte precisamente de esa búsqueda en la que proseguirá la telenovela colombiana, en su afán por conquistar nuevas audiencias sin perder la originalidad y frescura que la han caracterizado. Es lo que García califica como un “período de paranoia y frenesí”, en el que los ejecutivos lucharán por buscar propuestas que aumenten sus ventas, y los creadores se afianzarán en la idea de conservar su independencia y capacidad de experimentación. El común acuerdo entre las partes dará pie a un nuevo capítulo en la historia de los dramatizados nacionales. · C o l u m n a
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A mediano plazo se podrán hacer series dramáticas para canales de cable como Sony o HBO, que cada vez se interesan más por la producción en español.
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La televisión en perspectiva Por Jorge Figueroa Cl ausen Miembro de la Comisión Nacional de Televisión El reto moderno de la televisión es la digitalización que, a diferencia de lo que muchos suponen, no constituye un mero avance tecnológico en procura de mejorar la nitidez de la imagen que recibimos. No. Esta transición trae consigo un reto colosal, pues implica dejar atrás la actitud siempre pasiva y subordinada del telespectador, para entregarle el mando omnímodo de las posibilidades de interacción. Más que una transición tecnológica, la digitalización entraña la evolución hacia el televidente activo, puesto que la relación ahora será bidireccional, de modo que la televisión ya no sólo servirá para formar, educar, informar veraz y objetivamente y recrear de manera sana, sino que nos ayudará a vivir mejor. Gracias a la interactividad se podrá intercambiar información, comercializar productos y servicios, realizar consultas médicas, cumplir con el trabajo, asistir a eventos en cualquier rincón del mundo, comunicarse en línea y, en fin, desarrollar todas las actividades propias de la sociedad mediática desde la comodidad del hogar. En ese tiempo, quizá, los actuales aparatos de televisión hayan quedado relegados al cuarto de san alejo, o, en el mejor de los casos, sean la reliquia favorita de la familia, cuando no la matera desvencijada del patio de atrás. La pantalla será la ventana al mundo. Pero no una ventana que sólo sirve para ver, sino también para participar de las ofertas del mundo digital. Los entendidos aún discuten si televisor y PC se fusionarán, o si uno de ellos terminará por absorber al otro. Sea como fuere, híbrido o no, en menos tiempo del que suponemos, todos tendremos en nuestra casa un aparato que conjugará a la perfección todas las funciones que hoy realizan una multiplicidad de equipos: navegar en Internet, realizar videoconferencias, ver la televisión, seleccionar su música favorita o disfrutar del último videojuego, entre otras. Muchas empresas están trabajando en este reto, e incluso ya existen en el mercado varios prototipos de lo que será la televisión del futuro, cuyo esquema de costos, que se supone alto, será subvencionado por la amplia gama de posibilidades de explotación comercial que trae consigo la nueva tecnología. Tan importante es el tema de transición que los Estados Unidos fijaron el año 2006 como límite para el traspaso tecnológico. No es un simple capricho. La optimización en el uso del espectro electromagnético reviste especial importancia para la economía de cualquier país, toda vez que al
ser mucho mayor la compresión de la señal digital frente a la analógica, la migración liberará espacio valioso para la transmisión de otras señales. Por ejemplo, el gobierno estadounidense espera recaudar 500 millones de dólares al año por cada canal de televisión que no se haya digitalizado para el 2006, pues se ha percatado del gran negocio que allí subyace latente, y que hace imperioso liberar todo el espectro radioeléctrico que sea posible para licenciarlo por miles de millones de dólares a la industria de las telecomunicaciones. El advenimiento de esta alta tecnología replanteará la función de las empresas que hoy se dedican de manera independiente a la explotación de cada nicho de mercado, pero también la de sus entes de control y, obvio, su regulación jurídica. Las grandes cadenas de televisión, las desarrolladoras de software, los proveedores de Internet y de procesamiento de datos tendrán que mejorar sus estrategias en la lucha para captar la atención de la ávida, exigente e hiperactiva teleaudiencia del nuevo milenio. La transformación global hacia la televisión digital supone cambios considerables en todos los extremos de esta industria. Los técnicos podrán disponer de máquinas más potentes, más versátiles y de mejor calidad a precios más bajos. Los creativos y operadores ganarán tiempo valioso en la producción, pues los formatos digitales permiten una mejor y mayor manipulación del material audiovisual al momento de editarlo, lo cual abre un abanico de posibilidades hasta ahora desconocido. Incluso, hay quienes afirman que el video casero realizado con cámaras digitales de última tecnología tendrá calidad suficiente para obrar a manera de materia prima en programas mucho más relevantes que los populares “locos videos”. Finalmente, los nuevos usuarios tendrán un aumento cuantitativo y cualitativo de la oferta, que causa vértigo con sólo compararla con la actual. Los interrogantes frente a estos fenómenos no son pocos. ¿Cómo y quién controlará los distintos servicios que se prestarán en un solo aparato? ¿Cómo regular contenidos, si éstos serán determinados directamente por la audiencia? ¿La supremacía de la imagen nos llevará definitivamente a la era que Giovanni Sartori denominó del Homo videns? Lo cierto es que el “Gigante tímido” que nos anunciaba McLuhan ha despertado luego de un prolongado letargo y esta vez, gracias a los avances tecnológicos, dejará su timidez a un lado para mostrarnos su inconmensurable potencial de Leviatán de nuevo cuño. ¿Viviremos para verlo?
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nacional en materia de realización y contenidos la que le ha permitido conquistar audiencias en otros países. Además, el rey indiscutible en ese formato es México, más exactamente la cadena Televisa, y Colombia aún está lejos de convertirse en un rival de peso para sus producciones. Para Fernando Gaitán la situación es clara: “En el momento en que nos dediquemos a hacer telenovelas estandarizadas, siguiendo unos formatos establecidos, y nos olvidemos de la originalidad que ha caracterizado a la propuesta colombiana, México y Venezuela nos pasan por encima. Ellos tienen una infraestructura impresionante porque cuentan con una industria televisiva conocedora, estudiosa. Nosotros hemos conquistado el mercado de la Florida, por ejemplo, pero en Texas y California la producción latina que se ve es mexicana. Ese es un hueso duro de roer. Esto no significa que Colombia no pueda lograrlo. Tenemos producto para alcanzar metas importantes, pero todo hace parte de un proceso en el que debemos conservar la esencia de nuestras producciones, algo que no tiene nadie más, haciéndolas leíbles para otros públicos”. Claro que al otro lado del mundo —en Europa, por ejemplo—, la televisión colombiana tiene abiertos caminos que no le son muy fáciles de recorrer a otras. Así lo cree Juana Uribe, quien por experiencia ha visto que muchos productores en el Viejo Continente no considerarían producir un culebrón mexicano, aunque funciona muy bien en sus pantallas, pero cuando ven una producción colombiana dicen “esto sí lo haría”.
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noticieros
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Hacia un periodismo responsable
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Cuando en 1998 nació la televisión privada, de su mano el estilo de hacer noticias en televisión cambió. Los avances tecnológicos dieron paso a la inmediatez y a una presencia Internet como herramienta contundente de los noticieros en el lugar de la noticia. Una vez logradas las conquistas tecnológicas de que hoy hacen gala los noticieros nacionales, en función de equipos pero también de captación, Tal como lo asegura Darío Fernando Patiño, uno de los codirectores de Caracol Noticias, envío y transmisión de la señal desde cualquier lugar, no es probable que ya se adquirió la tecnología que antes no existía, ya se superó el escollo de la actualidad y los a corto plazo otras formas de conectar al país en términos informativos (la fibra óptica, por ejemplo) se impongan, debido a los altos costos que por canales ya se convirtieron en líderes en información. “De aquí en adelante –agrega–, el gran ahora demandan. reto es la responsabilidad”, y la “contextualización”, complementa Lucía Madriñán, la otra Sin embargo, en un futuro no tan lejano “es muy posible que Internet sea el medio hacia donde va la captura de noticias a un costo mínimo. codirectora del sistema informativo de Caracol. De hecho, ya existe un experimento que desarrollan cinco estaciones de Razón no les falta. Desde el campo de los analistas y estudiosos de la televisión se han televisión pequeñas de los Estados Unidos, que están recolectando y compartiendo noticias a través de la red, con una calidad bastante alta —la elevado voces de crítica hacia el contenido de los informativos en la pantalla chica. Se habla necesaria para emitir—, lo cual evita utilizar el satélite”, afirma Luis Calle, de uniformidad en las informaciones, de un exceso de espectáculo en el tratamiento de la vicepresidente operativo del Canal Caracol. No hay que olvidar que hoy en día se puede mandar lo que sea a través de Internet, pero no sólo es muy noticia y de una repetición constante en el modelo guerra-deportes-farándula que se impuso demorado, sino que la calidad no es buena. En opinión de Calle, “este es el en el género desde mediados de la década de los noventa. verdadero futuro de la recolección de información”. Para Patiño, de ahora en adelante se debe buscar una mayor calidad, creando un lenguaje periodístico a partir de la misma televisión. “Es la pantalla chica, y no secto· C o l u m n a d e o p i n i ó n · res del periodismo escrito, la que debe estructurar una manera de informar propia, pensando más en el público y buscando un tratamiento diferente de Y de los contenidos, ¿qué? la información. La televisión tiene mucho de show, así que lo importante es P o r J av i e r A y a l a Director de la Comisión Nacional manejar esa característica con responsabilidad, ser más visuales, más univerde Televisión sales, más vivos, ver más el mundo y mostrar más ese otro país que no es el En Colombia se debe empezar a oficial”. trabajar más decididamente en los Lucía Madriñán, por su parte, considera que este proceso, que obedece contenidos, teniendo en cuenta que ya se posee una enorme capacidad a la evolución lógica de los informativos, continuará. Por supuesto, con la tecnológica. presencia de mayores innovaciones tecnológicas. “Por ejemplo —dice ella—, Después de haber cumplido una intensa gestión para mejorar los equipos, en esta materia vamos rumbo al satélite. El sistema microondas tiende a adquirir tecnología satelital y unidades desaparecer. De igual manera creo que alguien en Colombia, en un futuro modernas para sacar señal hasta del más apartado rincón del mundo, ya es no muy lejano, podría implementar el sistema de 24 horas de información. hora de iniciar una gestión para lograr El proceso que hemos seguido, desde los noticieros de media hora en los que el mejoramiento de contenidos, para trabajar con los nuevos esquemas de autorregulación informativa y para proyectar nuestra televisión con un sentido mucho más global, tomando debíamos comprimir toda la actualidad, hasta los de hoy, que pueden tener como base una plataforma de buena calidad, que es el afán de aprendizaje que caracteriza el ser una duración hasta de dos horas, indica que esa posibilidad está cerca”. colombiano. Se necesita entonces que la producción de noticias esté enmarcada dentro de un contexto También la interacción se tomará cada vez más las noticias, para que el universal, para lo cual hay que mejorar su contenido, por lo que se hace imperativo elevar el público pueda escoger, por ejemplo, qué información le interesa más y de nivel de los profesionales del sector. Hay que darles la oportunidad de que tengan una mejor preparación, que se actualicen y se especialicen. Los medios de comunicación han hecho esta manera reciba de ella un tratamiento más profundo y detallado. inversiones gigantescas en aparatos, pero mínima inversión en el recurso humano. La experienMientras tanto, el camino se sigue andando. Los periodistas continúan cia ha demostrado que en el periodista colombiano no se invierte. Hace falta un esfuerzo de las empresas de comunicación, del Estado y de entidades como la Comisión Nacional de Televisión aprendiendo a hacer periodismo en televisión, en un momento en que las para que preparen a los nuevos periodistas y actualicen y perfeccionen el conocimiento de los facultades de comunicación social están formando profesionales por una parte periodistas con experiencia. Mientras eso no se haga, nos vamos a quedar muy rezagados en medio de un mundo más globalizado en materia informativa. muy mal preparados y por otra sumamente críticos con el medio en el cual Nosotros sufrimos de un terrorismo sin ideología, y frente a ese terrorismo no hemos preparavan a trabajar. Aun así, quienes están involucrados con el género de la noticia do profesionales de la comunicación. Ya llevamos más de veinte años de terrorismo y en Colombia no hay un solo equipo de periodistas preparado para enfrentar situaciones de crisis. Como sueñan con llegar a producir algún día el informativo óptimo. Ese que, en resultado, la información que se le ofrece a la teleaudiencia es superficial y descontextualizada, palabras de Darío Fernando Patiño, sea ágil, sepa contar la realidad del país, porque no hay quien les dé la adecuada dimensión a los hechos. Nadie pone en duda que el futuro de la comunicación se encuentra en los satélites, pero la permanezca en constante innovación y surja de un modelo diseñado por los pregunta que surge es ¿y qué pasará con los contenidos? colombianos y para ellos.
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Hacia una exportación pura Por Fernando Devis Miembro de la Comisión Nacional de Televisión No me voy a referir al pasado de la televisión —sobre lo cual están escribiendo personas que, por su edad y vinculación al medio, la vivieron más de cerca y, por tal razón, como protagonistas tienen más autoridad que yo, quien hasta hace un par de años era un mal televidente—, sino a su porvenir. Veo la televisión como el resultado de una sucesión de improvisaciones, precedidas de disposiciones hasta cierto punto autoritarias y aun opresoras. La televisión es una industria trascendental en el mundo contemporáneo. Es el instrumento de mayor utilización para recreación e información, y un complemento esencial de la educación actual. La televisión es el vehículo de comunicación que mayor influencia ejercerá sobre la sociedad. Sus redes, expandidas por el mundo y apoyadas en los satélites para traspasar cualquier frontera, serán la justificación para educar, porque irán al encuentro de las poblaciones más infortunadas. Colombia ocupa una posición geográfica con incontables ventajas comparativas que debemos volver, mediante una política apropiada, competitivas para la producción, emisión y distribución de señales de televisión. A pesar de la incipiente tecnología de la cual dispone Colombia, su televisión es el grato resultado de un esfuerzo desordenado del pasado. La televisión colombiana no se veía. Hoy se está viendo con la satisfacción de que sus producciones pueden exportarse orgullosamente. Este año que llevo como delegado del señor presidente de la república, doctor Álvaro Uribe Vélez, en la junta directiva de la Comisión Nacional de Televisión, me ha permitido confirmar que, no obstante los frutos recogidos de la mala experiencia del pasado, lo que pensaba resultó ser cierto: no existe una política de desarrollo de la industria de la televisión. Ni el gobierno, ni la Comisión Nacional de Televisión, ni el sector privado han tenido la suficiente determinación para formular una política para el desarrollo de la industria de la televisión que nos permita participar del más puro de los negocios: la producción y exportación de talento. En la actualidad, cada protagonista de la televisión asume unas aspiraciones y unos objetivos disímiles —a veces complementarios—, pero concluyentemente desquiciados. No hay articulación que busque propósitos comunes, ni aproximación que persiga objetivos unificados. Cuando de exportar televisión se trata, el país no se empobrece. Se enriquece, ya que no se merman sus reservas, ni sus recursos se deterioran, como cuando se exporta minería o producción agropecuaria. Cuando se exporta televisión no se trueca ni se negocia mercancía limitada. Se exhibe y se vende —aunque también comercializado— puro ingenio inagotable. En un análisis elemental, la televisión requiere un contenido atractivo, responsable y proactivo, visto por una señal impecable, lo que implica, en consecuencia, que las acciones más relevantes por ejecutar en beneficio de una televisión de exportación son las siguientes, a saber: 1. Regulación de fomento. La tradición normativa en materia de televisión ha tendido siempre a regular para restringir, pero no para facilitar su desarrollo. La misión de la CNTV que más importancia reviste en cuanto a la televisión se manifiesta a través de la observancia de un artículo olvidado por todos, el cual está contenido en los preceptos finales de la legislación de televisión. El Estado reconoce —dispone el artículo 63— como industria las actividades nacionales de producción vinculadas al servicio de televisión y, como tal, las estimulará y protegerá. El desarrollo de dicho artículo no sólo es el punto de partida para la consecución de los fines y principios de la televisión, sino también la razón ulterior de un servicio público que trasciende aun los intereses particulares. 2. Modernización tecnológica. En relación con los demás países, Colombia carece de un desarrollo tecnológico que le permita competir en la industria
internacional con estándares de alta calidad. De tal manera, la producción de la televisión, su emisión y transmisión, así como la construcción de una gran autopista de fibra óptica, son los elementos comunes de cualquier industria que se allane a las realidades tecnológicas. En otras palabras, son piezas básicas para el progreso tecnológico de la producción de televisión: la importación tecnológica de punta en materia de sonido, luces y cámaras, la emisión, transmisión y difusión perfectas, y la armonización de la fibra óptica con las señales satelitales para emitir una imagen nítida y un sonido limpio, a través de los cuales se adquiera un contenido de gran calidad, incluyendo, de ser necesario, las microondas para tal objetivo. 3. Contenidos. El contenido de la televisión —bien sean éstos informativos, recreativos, culturales o educativos— constituye el fundamento de una televisión bien vista y, desde luego, bien exportada. Los contenidos son el corolario necesario de la modernización tecnológica, ya que sin ésta los contenidos se tuercen o apenas subsisten en una fase que ya termina. 4. Capacitación técnica y profesional. Una tarea fundamental del Estado y los particulares consiste en la capacitación de ingenieros, directores, técnicos, actores, dramaturgos y músicos. Es responsabilidad de la sociedad toda establecer una institucionalidad pública y privada que constituya el postulado axial de un reto mancomunado. 5. Involucrar a la academia. La academia forma parte integral de los procesos educativos de cualquier nación. En ese sentido, se hace indispensable comprometerla con el papel de la televisión educativa y cultural. Es un cometido de la Comisión Nacional de Televisión el hecho de invitar a la academia para unir los esfuerzos en pro de colaborar con sus objetivos misionales, porque habrá de convertirse en un complemento primordial de su gestión constitucional. De tal modo, nuestra actividad podrá pronunciarse a través de la celebración de convenios interdisciplinarios con facultades e historiadores, psicólogos, sociólogos, literatos, etc., con el propósito de consolidar un quehacer que es responsabilidad de todos. 6. Crédito. Crear un verdadero Fondo para el Desarrollo de la Televisión, en virtud del cual se otorguen líneas de crédito a través de Bancoldex en favor del sector, es otorgarle la utilidad que el legislador concibió en aras de la promoción de la televisión pública. No basta con un fondo que supla algunas necesidades de orden económico. Es preciso agenciar un fondo que estimule decididamente el crecimiento del sector. 7. Tratado de libre comercio. La integración debe expresarse en la aceptación de una oportunidad, y no de una amenaza; de un reto, mas no de una genuflexión andina o regional. Todos los actores, directivos, directores, técnicos, productores, libretistas, dramaturgos, dirigentes y autoridades somos sobradamente capaces de generar una televisión de calidad que haga realidad la exportación más pura de todas: el talento. 8. Paz. Sin paz no se ve cómo la televisión pueda siquiera ser un servicio por esencia exportable. La televisión debe ser un instrumento de paz para la paz, razón por la cual a la Comisión Nacional de Televisión le corresponde, además, ser la principal promotora de la convivencia pacífica entre los colombianos. La televisión ha sido un elemento que infortunadamente ha sido objetivo de los irracionales ataques que de manera absurda se cometen en contra del pueblo colombiano. A través de la televisión debe poderse recrear de manera sana, educar e informar de la realidad del país. Las guerrillas atacan la televisión porque siempre tienen algo que esconder y nada que decir.
La generación venidera La televisión colombiana se ha convertido en semillero de nuevos talentos en materia de libretistas. Muchos de ellos siguen los pasos de maestros como Dago García, Fernando Gaitán, Luis Felipe Salamanca, Bernardo Romero Pereiro, Julio Jiménez, Mauricio Miranda, Mauricio Navas y Juana Uribe. Algunos se han iniciado en los grupos de trabajo de los veteranos, pero otros más han surgido de las facultades de comunicación social y los diplomados en escritura de guiones y libretos que en la actualidad ofrecen las universidades del país. De este grupo de nuevos creadores hacen parte Ana María Parra y Diego Vivanco, los artífices del éxito de Francisco, el Matemático, quienes hoy en día escriben la telenovela Las noches de Luciana. También Elkin Ospina y Fernán Rivera, quienes actualmente escriben Francisco, o Miguel Ángel Baquero y Eloísa Infante, responsables de Un ángel llamado Azul. De otro lado, también están Jörg Hiller, Rafael Rojas y Claudia Sánchez, libretistas de la nueva telenovela Mesa para tres; Natalia Ospina y Andrés Salgado, escritores de Perro amor y Amor a mil; Ana María Londoño y Camila Misas, quienes al lado de Hiller escribieron La baby sister; y Juan Andrés Granados y Adriana Barreto, que convirtieron la serie El último beso en la telenovela Sofía dame tiempo, y actualmente escriben con Paola Cazares y Gerardo Pinzón la historia de Ángel de la guarda, mi dulce compañía. Este grupo lo completan figuras como Paola Arias y María Eugenia Argomedo, libretistas de la telenovela Luna, la heredera.
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Apéndices
• Í n dice a l fa bétic o
Índice alfabético A
228
Abanico, El (teleteatro) 188 Abanico de Lady, El 145 ABC de la mujer, El 42, 112, 114, 126, 148 ABC 40, 48, 56, 123, 124, 222 Abderhalden, Rolf 94 Abella, Arturo 41, 56, 131, 137, 142, 204 Abella, Daniel 186 Abello, Jorge Enrique 175, 187, 192, 215 Abello, Maribel 77, 79, 121, 157, 192 Ábrete Sésamo 90, 119 Abuela, La 28, 35, 46, 68, 69, 70, 85, 86, 147, 150, 154 Abuelo bailarín, El 41 Acevedo, Carolina 80, 186, 189, 190 vicky (cantante) 100 Achuri, Diego 79 Acierto hípico 205 Acosta, Alberto 40, 56, 115, 128, 131, 204 Acosta, Catalina 172 Acosta, Leonardo 91 Acosta, Marco 131 Acosta, Mario 56 Acosta, Pedro 131 Acotv 100 Adán y ellas 115, 179 Adán y Eva 51, 118 Adivine mi trabajo 27, 118 Adler, Hilda 16 Adoum, Jorge Enrique 107 Advanced Television System Committee (ATSC) 221 Agencia de artistas 27, 42, 108, 109, 117 Agencia de publicidad Ultra 36 Agenda CM& 129 Agente secreto 41 Aguas mansas, Las 46, 47, 70, 80, 86, 155, 157, 159, 193, 214 Agudelo, Andrés 90, 183 Agudelo, Carlos 101 Agudelo, Jaime ‘El Flaco’ 100, 101 Agudelo, Luis 186 Agudelo, Manuel 22, 48 Agudelo, Marcela 94, 153, 155, 211 Agudelo, Mónica 71, 79, 80, 83, 86, 186, 192, 212, 225 Aguilar, Asier 80, 194, 207 Águilas no cazan moscas 25, 50, 82, 156, 196 Aguirre, Rubén 124 Akira o el último guardián del templo 176 Alarcón, José 146 Alarcón, Ricardo 165, 166, 178, 209 Alarcón Correa, Héctor 103 Alarcón Villar, José Manuel 31 Alberti, Rafael 107 Alcance la estrella 45, 118 Alcanzar una estrella 124 Aldao, Elsa 36, 144, 147 Ale-Kumá 105 Alejo o la búsqueda del amor 146, 196, 214, 218 Alemán, Julio 83 Alf 123, 124 Alfavisión 56, 131 Alférez real, El 43, 68, 69, 71, 98, 150 Alicia en el país de las mercancías 120, 170, 172, 177, 196 Allende, Fernando 77, 79, 159, 195 Ally McBeal 124 Almacén J. Glottmann 15, 38 Almas de piedra 73, 192 Almas malditas 67, 148 Alma del maíz, El 92, 94, 99, 155, 159, 196 Alma fuerte 75, 214 Alondra, La 64, 65, 67, 147 Altamar, Edgardo 110 Alternativa del escorpión, La 55, 78, 80, 82, 159, 194, 209, 214, 217 Alternative Love 210 Aluna 104, 105, 136 Alvarado, Daniela 194 Álvarez, Carlos 107 Álvarez, Diego 25, 74, 80, 93, 154 Álvarez, Juan Miguel 15 Álvarez, Luis Alberto 25 Álvarez, Luz Amparo 171 Álvarez, Marco Aurelio 116, 118
Álvarez, Mario 188 Álvarez Botero, Jesús 49, 54 Álvarez Gardeazábal, Gustavo 73 Álvarez Tabio, Luis 15, 23 Alzate Avendaño, Marco 56, 131 Al banquillo con Margarita 126, 127 Al cuarto para las tres 159 Al día 7:00 a.m. 214 Ama, la Academia 77, 156 Amalia (programa) 159 Amanda, tortas y suspiros 216 Amándote 42, 43, 74, 85, 151, 153, 154, 155 Amantes del desierto 47, 70, 71, 95, 156, 168, 177, 180, 190, 212, 216, 218 Amargo despertar 95 Amar y vivir 54, 72, 74, 81, 95, 152, 153, 154, 155, 212, 213 Amat, Yamid 29, 41, 49, 51, 58, 77, 85, 125, 128, 131, 136, 137, 138, 139, 166, 168, 178, 199, 200, 201, 203 Amaya, Alberto 94, 106, 155 Amaya, Raquel Sofía 26, 98 Amaya, Silvia 83 Amazonas para dos aventureros 120 AMD Televisión 129 Amigas 154 Amor, amor 87, 214 Amor, amor, El 118 Amor, Gonzalo 142 Amores como el nuestro 196, 213 Amores difíciles 93 Amores ilícitos 94, 106, 155, 159, 196 Amor a la plancha 87, 148, 170, 180, 196, 212, 214 Amor a mil 76, 96, 157, 165, 168, 177, 218, 227 Amor descarado 47 Amor es más fuerte, El 156, 196, 214 Amor sin remedio 180 Ampex 33, 46 Amuchastegui, Kepa 62, 77, 78, 81, 86, 93, 95, 180, 188, 190, 193, 208, 212 Ana de negro 77, 154, 158, 159, 213 Andanzas de Juan Máximo Gris, Las 106 Anderson, Axel 24 Anderson, Claudia 97 Andes Televisión 135 Angarita, Carolina 139 Angarita, Gustavo 74, 78, 80, 86, 89, 187 Angarita Jr., Gustavo 190, 192 Angarita ,Marcela 196 Ángel, Álvaro 89 Ángel, Carlos 107 Ángel, Diana 187, 189, 218 Ángel, Juan 55, 80, 81, 83, 94, 174, 187, 191, 214 Ángel Correa, Luis Guillermo 31, 32, 54, 170 Ángel, Silvio 87, 155 Ángel, Tulio 50, 56, 61, 154 Angelina o el honor de un brigadier 96 Ángel a la orden 27 Ángel de la guarda, mi dulce compañía 47, 152, 168, 180, 194, 195, 216, 217, 218, 227 Ángel de piedra, El 46, 66, 67, 70, 77, 85, 122, 154, 190 Ángel negro, El 120 Angulo, Moisés 51, 79, 155, 218 Animalandia 55, 66, 119, 130 Animatronix 198 Antaño y hogaño 42 Antígona 145 Anzola, Gladys 145 Años maravillosos, Los 123, 124 AP 130 Apartamento 30 27 Aponte, Eduardo 137 Aponte, Malcolm 54, 186, 212 Aquí también moja la lluvia 71 Aragón, Juan Sebastián 80, 86, 120, 122, 159, 193 Arango, Adriana 132, 140, 189, 209 Arango, Alberto 210 Arango, Ana María 54, 187 Arango, Bianca 115 Arango, Humberto 84, 93, 147, 149 Arango, Jorge Luis 21, 22, 23, 37, 48 Arango, Juan Carlos 93 Arango, Julián 86, 175, 192, 218
Arango, Luis Eduardo 51, 73, 75, 79, 94, 99, 151, 188, 189, 192 Arango, María Elvira 132, 141 Arango, Mauricio 207 Aranguren, Mauricio 201 Arbeláez, Diego 84, 187, 197 Arbeláez, ‘El Loco’ 28 Arbeláez, Humberto 56 Arbeláez, Juan Clímaco 103, 132 Arboleda, Adriana 114, 196, 200 Arboleda, Esmeralda 29, 125 Arboleda, Saulo 61 Arboleda, Sergio 56, 61 Arcángel (serie) 87, 95 Arce Aragón, Efraín 64, 147, 153, 155 Arcila, Claudia 128, 179 Arciniegas, Germán 107 Ardila, Luis Fernando 120, 122, 191 Ardila Lülle, Carlos 54, 170 Área restringida 218 Arenas, María Carmenza 61 Arenas, Paula 56 Argomedo, María Eugenia 195, 227 Arias, Eduardo 101, 102 Arias, Gaspar 15, 16, 17, 23, 24, 29 Arias, Manuel 90 Arias, Paola 195, 227 Arias Carrizosa, José Manuel 35 Aristizabal, Catalina 196 Ariza, Daniel 159 Ariza, Tatiana 169, 203 Arizmendi, Darío 49, 51, 101, 125, 129, 139 Armando, Ugo 64, 65, 66, 147 Aroma secreto 98 Arrastía Brica, Julio 142 Arreaza, Santiago 198 Arredondo, Héctor 195, 196 Arriba Bogotá 183, 200, 202 Arriba la gente 115 Arrieta, Germán 159, 196 Arroyave ,Mauricio 139, 199, 203 Arroyo, Joe 107, 171 Artistas invitados (musical) 111 Arturo de la Rosa Televisión 56 Asistencia y camas 77 Así es Colombia 150 Así es la vida 153, 156, 159, 180, 213 Así resolvemos su caso 53 Asociación Colombiana de Locutores 115, 117, 135 Asociación de Críticos y Comentaristas de las Artes de Miami 111 Asociación Nacional de Anunciantes (Anda) 61, 63 Asociación Nacional de Medios de Comunicación (Asomedios) 61 Astor, Raúl 123 Asunción (serie) 43, 79, 156, 159, 176, 213 Atehortúa, Rosalba 56 Aterciopelados 171 Atlas Publicidad 56 Atrapada 150 Atrévase 55, 128 Atuesta, Juan Carlos 77 Audiovisuales 35, 41, 56, 90, 92, 93, 94, 103, 104, 105, 106, 107, 114, 115, 122, 124, 129, 155, 159, 177, 180, 181, 196, 198, 201, 210 Aulestia, Ximena 58, 140, 141 Auténtico Rodrigo Leal, El 67, 158, 168, 181, 188, 194, 195, 196, 224 Avanti Ltda. 60 AvC Rainbow 106 Aventuras del profesor Yarumo, Las 103 Aventuras de Eutimio, Las 96 Aventuras de Somerset Maugham, Las 120 Aventuras infantiles 66 Aventurera 92, 124 Ávila, Henry 47, 150 Ayala, Javier 135, 141, 226 Ayazo, Ronald 70, 74, 77, 148 Aycardi, Luigi 187, 190 Aycardi, Xilena 83, 85 Ayer me echaron del pueblo 101 Ayer nada más 71, 98 Ayoub, Nawal 210 Ayuso, Miguel 66, 145, 148 Ay cosita linda mamá 76, 196
Azteca América 54 Azúcar 75, 81, 84, 120, 122, 155, 156, 158, 159, 170, 177, 194, 216 A diario con Jota Mario 115 A escondidas 154 A la diestra de Dios padre 120, 149 A mordiscos 55, 195 A toda música 108 A todo pulso 182
B
Baby sister, La 151, 152, 153, 158, 168, 177, 181, 189, 195, 196, 213, 214, 215, 216, 218, 227 Bacalov, Luis 26 Bahamón, Claudia 172, 196 Baila conmigo 124 Baila de rumba 111 Bain, Barbara 123 Bajos fondos, Los 145, 146, 147 Bajo el lente 54 Balsero, Anderson 196 Balzac, Honorato de 71 Banco Popular 19, 28, 36, 38 Banda francotiradores, La 100, 170, 171, 172, 208 Baptista, Juan Alfonso 193, 195 Baquero, Mercedes 36 Baquero, Miguel Ángel 227 Barbini, Jaime 84, 91, 147 Barbosa, Armando 87, 187, 196, 197, 218 Barbosa, Carlos 42, 89, 91, 152 Barca sin pescador, La 25 Barco, Virgilio 44 Baretta 124 Barnaby Jones 35 Barney y sus amigos 198 Barón, Jorge 20, 35, 40, 53, 55, 61, 111, 112, 113, 114, 115, 146, 149, 159, 178, 181, 202, 213 Barragán, Héctor 47 Barraza, María José 51, 114, 115, 196 Barra de barrio 27, 42 Barra de las 13, La 204 Barra infantil, La 27, 37 Barrera, Herminio 99 Barrera, Juliana 207 Barrero, Paco 28, 145 Barrero Chávez, Fernando 31 Barreto, Adriana 190, 194, 227 Barreto, Nubia 86, 190 Barriga, Alejandro 145 Barros, Beatriz 105 Bar Dorada, El 36, 142 Basile, Salvo 190, 195 Basurero, El 81 Batman 41 Bavaria 36, 37, 48, 60, 165, 209 Bayona, Álvaro 80, 176, 188, 214 Bazar de los idiotas, El 50, 72, 73, 76, 80, 159 BBC 10, 21, 103, 107, 136, 156, 215, 218 Bétales, Los 122 Bebé (Payaso) 119 Becerra, Claudia 114 Bedoya, Natalia 208 Behar, Olga 133 Bejarano, Laura 198 Bejarano, Santiago 159, 174 Bejarano, Vivian 198 Bella y la bestia, La 47, 124 Bellotto, Américo 69, 190 Beltrán, Ana Victoria 186 Beltrán, Frank 196 Beltrán, Juan Manuel 56 Beltrán, Mauricio 106 Beltrán, Rodrigo 141 Benavente, Jacinto 28 Benavides, Iván 208 Benedetti, Mario 46, 73, 76, 99, 107 Benedict, Dirk 124 Benjamín Villegas y Asociados 56 Benjumea, Carlos ‘El Gordo’ 55, 86, 98, 118, 120, 148, 186, 190, 212, 217 Benjumea, Ernesto 83, 86, 98, 192, 217 Benjumea, Marcela 168, 217, 218 Bermúdez, Eucario 49 Bermúdez, Gina 115 Bermúdez, Lucho 42, 79, 119
Bermúdez, Mauricio 34 Bernal, Augusto 106 Bernal, Jimmy 93, 195 Bernal, Manuel Jota 111 Bernardo Romero Producciones 71 Bésame mucho 83 Beso de la mujer araña, El 188 Betancourt, Cayetano 10 Betancourt, César Augusto 171 Betancourt, Juan Sebastián 61 Betancur, Belisario 31, 57, 60, 103, 125, 126, 136 Betancur, Natalia 187, 191, 217 Betancur, Paula Andrea 211 Betancur, Rosa Helena de 113 Betty toons 172 Beverly Ricos, Los 123 Biblioteca Nacional 15, 23, 32 Bickenbach, Helmuth 42 Billo’s Caracas Boys 53 Bioy Casares, Adolfo 107 Bituima 1780 92, 94, 155, 159, 177, 196, 213 Blanco y negro (serie) 124 Blocker, Dan 123 Blue Jeans 156 BMG 95 Bodas de Fígaro, Las 145 Bode, Ana Laura 79 Bogotazo, El 68, 95, 154, 189 Bogotá al aire 202 Bogotá Cultural 128 Bogotá en su hora 59 Bogotá Real 14, 210 Bohórquez, Francisco 171 Bohórquez, Luis Fernando 187 Bohórquez, Rafael 99, 153 Bohórquez, Rosemery 194, 196 Bolaños, Martha Isabel 211 Boletín de noticias 27 Bolívar, el hombre de las dificultades 90, 154, 155 Bolívar, Hernán 43 Bolívar soy yo 75, 83, 84, 90, 92, 188, 193 Bolocco, Cecilia 171 Bonanza 44, 123 Bonilla, María Elvira 135, 170, 201, 203 Bonilla, Patricia 55 Bonilla, Rosa Virginia 155 Borda, Óscar 84 Borges, Estefanía 196 Borrero, Alejandra 43, 75, 83, 84, 86, 90, 94, 171, 174, 179, 188, 189, 194, 217 Borrero, César 145 Borrero, Fernando 106 Bosé, Miguel 108, 115, 168 Bossa, Luly 190 Bossio, Martha 72, 73, 74, 76, 78, 91, 93 Botero, Baltasar 127 Botero, Jaime 51, 69, 77, 148 Botero, Javier 197 Botero, Jorge Enrique 132, 141 Botero, Juan José 79 Botero, Lina 89 Botero, María Cecilia 68, 73, 74, 76, 79, 129, 139, 148, 150, 154, 169, 208 Botero, Víctor Mallarino 24, 82 Bravo, Beatriz 132 Bretch, Bertolt 28 Briceño, Arnulfo 74 Brigada central 82 Brigard, José Antonio de 34, 44, 121, 154, 181, 206 Brillo (serie) 46, 72, 77, 99, 157, 214 Brosnan, Pierce 115 Brown, Michel 193, 195 Brujas de Nueva Cork, Las 145 Brujeres 156, 172, 196, 212 Brújula mágica 104, 119, 122, 197, 198 Buenas noches domingo 43, 86, 145, 148 Buenaventura, Alejandro 94, 155, 159 Buenaventura, Enrique 148 Buenaventura, Nicolás 25 Buena Vista 165 Buenos días bulliciosos 119 Buenos oficios 104 Buen cine 107, 183 Buen salvaje, El 64, 65, 75, 90 Buffy la cazavampiros 123
Apéndices Buitrago, Fernando 56, 130, 131, 132, 137 Busquets, Manuel 93, 120 Busque su pareja 116, 117, 118
C
C-100 112, 113 Cabal, Rosita 93, 159, 218 Cabalgata deportiva 204 Caballero, Antonio José 132, 137 Caballeros las prefieren rubias, Los 77 Caballero Calderón, Eduardo 64, 89, 90 Caballero de Rauzán, El 28, 70, 85, 148, 149, 150 Caballos de fuego 213, 215, 216 Caballo viejo 11, 50, 51, 71, 72, 73, 74, 76, 77, 80, 98, 151, 155, 156, 158, 174, 214, 224 Cabaña del tío Tom, La 153 Cabas, Andrés 122 Cabezas, Segundo 53, 114 Cabeza y cola 19, 55, 116, 117, 130 Cableandino 60 Cablecentro 60 Cablesistema 60 Cablevisión 60 Cabrera, Fausto 24, 25, 28, 67, 81, 91, 145, 146, 148, 153 Cabrera, Sergio 25, 50, 51, 82, 88, 92, 156 Cabrera, Víctor Hugo 90, 99, 121, 189 Cáceres, Juan Manuel 80, 98, 99, 188, 213 Cáceres, Pepe 115, 142 Cacique y la diosa, El 43, 213, 216 Cadáver del señor García, El 117 Cadáver viviente, El 28 Cadavid, Diego 168, 186, 196 Cadavid, Dora 24, 64, 65, 69, 84, 146, 147, 150 Cada loco con su tema 19 Cadena América TV 34 Cadena Fox 124, 222 Café, con aroma de mujer 11, 13, 54, 78, 82, 84, 95, 99, 122, 146, 152, 158, 159, 170, 174, 175, 177, 195, 214, 218 Café concierto (programa) 115 Café para tres 115 Caicedo, Diego 215 Caicedo, Magaly 94 Caidin, Martin 123 Cala, Hernando 22 Calamar 51, 69, 70, 77, 82, 85, 188 Calderón, Daniel 197 Calderón, Ilia 58, 129, 139 Calderón, María Teresa 94 Calderón, Pilar 134, 138 Calderón, William 141, 201 Calderón de la Barca, Pedro 28 Caleidoscopio (programa cultural) 105 Calero, Carlos 169, 209 Calero, Gerardo 94 Calero, Juan Sebastián 192 Calero Aparicio, Fernando 30 Caliente, caliente 101 Calle, Guillermo 44, 79, 99, 155, 156 Calle Luis, Guillermo 132, 166, 170, 201, 203 Calle, Mauricio 40, 50 CAL Producciones 146 Camacho, Carlos Humberto 218 Camacho, Julio Andrés 138 Camaleón, El 48 Cámara viajera 126 Camargo, Efraín 130, 132 Camargo, Jairo 25, 84, 90, 92, 176, 187, 188, 194 Camargo Gámez, Eduardo 56, 145 Camargo Muñoz, Felipe 31 Cambalache 214 Cambio de tercio 102 Camelias al desayuno 77, 86, 155, 212, 215 Camelo, Connie 179 Camelo de Pava, Delia 56 Camero, Fabio 17, 20, 24, 68, 149 Caminos de gloria 71, 77, 147, 149, 150 Camino a la esperanza 150 Camino cerrado 77, 148, 218 Camisa de fuerza 76 Campaña (deportivo) 142 Campaña pro-empleo 41 Campeones 86 204 Campeones de la risa 49, 100, 101 Campeones en acción 142 Campo, Álvaro 198 Campo, Dora Luz 125 Campo, Óscar 106 Campo Miranda, Rafael 107 Campuzano, Cristina 194 Canal, Yolanda 56 Canal 11 de México 104 Canal 13 57, 59, 104, 223 Canal 13 de Paraguay 104
Canal 41 de Nueva York 129 Canal 5 de Panamá 104 Canal A 30, 31, 58, 104, 140, 141, 165, 178, 180, 198, 199, 203 Canal abierto 129, 137 Canal Capital 57, 59, 107, 126, 180, 197, 198, 205, 214, 223 Canal Institucional 179 Canal Plus 107 Canal Teleamazonas 181 Canal TV 9 182 Canal U 182 Canal Uno 30, 31, 53, 54, 81, 139, 140, 163, 165, 168, 178, 179, 180, 186, 199, 202, 203, 205, 210, 215 Canasta de sueños 114 Candela 50, 51, 87, 95, 156, 157, 159, 215, 217 Candelaria, una vida de teatro I y II, La 105 Cándido Jaramillo 35 Candilejas 25, 29 Candó 24, 65, 76, 85, 146 Cano, Camilo 209 Cano, Francisco 150 Cano, Guillermo 141 Cano, Roberto 49, 120, 158, 188, 190, 194, 218 Cantinflas 121 Cañón, Daisy 51, 132, 140 Cañón, David 137, 142, 143 Cao, Jorge 86, 87, 191, 195 Caparrós, José 28, 98, 145 Capetillo, Guillermo 195 Caponera, La 46, 75, 82, 95, 96, 152, 168, 187, 214, 218 Caraballo, Bernardo 142 Caracol, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 14, 19, 22, 25, 26, 28, 30, 33, 34, 36, 37, 40, 42, 46, 47, 48, 50, 51, 52, 53, 54, 56, 57, 58, 59, 60, 61, 66, 67, 69, 70, 71, 72, 73, 74, 76, 77, 79, 80, 82, 83, 84, 85, 87, 88, 91, 92, 95, 98, 100, 101, 105, 107, 109, 110, 111, 112, 113, 114, 115, 117, 118, 119, 120, 121, 122, 123, 124, 125, 126, 128, 129, 130, 131, 134, 135, 136, 138, 139, 140, 141, 142, 143, 145, 146, 147, 148, 149, 150, 151, 152, 153, 154, 155, 156, 157, 158, 159, 161, 162, 163, 164, 165, 166, 167, 168, 169, 170, 176, 177, 178, 179, 180, 181, 184, 186, 187, 188, 189, 190, 191, 192, 193, 194, 195, 196, 197, 198, 199, 200, 201, 202, 203, 204, 205, 206, 207, 208, 209, 210, 211, 212, 213, 214, 215, 216, 218, 221, 224, 226 Caracol en la tierra 49 Canal Caracol Latino 166 Caracol más cerca 169 Caracol Noticias 58, 161, 200, 202, 203, 204, 226 Cara a cara 49, 50, 51, 129 Carbonell, Uchi 201, 203 Cárdenas, Clara Inés 106 Cárdenas, Gustavo 50, 56, 61, 212 Cárdenas, Jorge 85 Cardeño, Alberto 217 Cardinale, Claudia 73 Cardona, Manolo 86, 186 Cardozo, Rafael 85 Carlitos y Snoopy 137 Carlos, Manoel 47 Carmentea (dramatizado) 77, 151 Carmona, Rodrigo 67 Carnavales de Juanchito 58 Carnaval de Barranquilla 58 Caro, Genoveva 196 Carolina Barrantes, 149, 159, 170, 177, 196, 214, 217, 218 Carrangueros, Los 101 Carrasco de Samper, Genoveva 61 Carrasquilla, Tomás 46, 99 Carretero, El 50, 51, 87, 152 Carriazo, Enrique 187, 194, 216 Carrillo, Fabiola 98 Carrillo, Margarita 105 Carrión, Alejandro 154 Carrizosa (caricaturista) 28, 29 Carrizosa Posada, Diego 106 Carrizosa y Asociados TV 106 Carro, El (película) 176 Carrusel de las sorpresas, El 27, 118 Cartas a Beatriz 65, 67, 76, 146 Cartas a Harrison 87, 158 Cartas a mi amada 46, 65, 67 Cartas de amor 55, 74, 84, 146, 156, 158, 159, 177, 188, 195, 212, 216 Carta de Colombia 107 Carter, Chris 124 Carter, Linda 123 Cartero del rey, El 145
Carvajal, Marcela 55, 80, 86, 159, 191, 216 Carvajal S.A. 60 Casandro, Salvatore 194 Casanova, Hernando ‘El Culebro’ 26, 47, 70, 96, 110 Casares, Anita 24 Casas, Alberto 129, 203 Casas, Paola 197 Casasbuenas Luque 142 Casa de las dos palmas; La 54, 76, 78, 80, 81, 86, 87, 95, 97, 152, 155, 158, 159, 170, 195, 212, 215, 216 Casa de piedra, El 148 Casa de viudos 147 Casa Editorial El Tiempo 60, 183 Caselli, Abbe 21 Casi un extraño 65, 66, 71, 147 Casona, Alejandro 25, 96, 149, 151 Caso juzgado 46, 66, 70, 86, 95, 148, 149, 150 Castañeda, Guillermo 198 Castañeda, Patricia 122, 211, 218 Castaño, Patricia 107 Castaño, Pilar 113, 114, 115, 134, 137, 172 Castaño, Rodrigo 115 Castaño Castillo, Álvaro 45, 99, 113, 115, 119, 150 Castellanos, Alfonso 41, 42, 44, 125, 128, 130, 131, 132, 136 Castellanos, Dorita 145 Castigo divino 87, 88, 90, 92, 95, 151, 154, 155, 157, 159 Castillo, Braulio 195 Castillo, Jairo 197 Castillo, Naira 197 Castillo de naipes 216 Castrillón, Darío (Monseñor) 125 Castrillón, Hernán 27, 42, 116, 119, 130, 131, 132, 133, 137 Castrillón, Luis Fernando 114, 115, 155 Castro, Fidel 129 Castro, Hebert 100 Castro, Margalida 46, 72, 73, 76, 79, 87, 151, 191 Castro, Saín 43, 72, 73, 91, 153, 187 Castro, Verónica 175 Castro Caicedo, Germán 45, 46, 90, 127, 140 Castro Caicedo, Gustavo 30, 44, 127 Catalá, Rafael ‘El Papi’ 20, 26 Catedráticos informan, Los 27, 118 Catequesis 132 Catolicismo, El 128 Cazadores de la fortuna 51, 118 Cazados 42, 96, 97, 98, 157, 213, 217 Cazares, Paola 194, 227 CBS 21, 105, 111, 123, 124, 129, 141, 166, 222 CBS Telenoticias 141, 166 Cedón, Juan 142 Cela, Camilo José 107 Celador Productions 169 Cendales Campuzano, Alberto 20 Cenpro 55, 56, 74, 77, 78, 80, 83, 84, 86, 87, 99, 101, 102, 122, 129, 132, 154, 156, 177, 178, 180, 186, 195, 207, 212, 213, 214, 215 Centro Nacional de Consultoría 199 Cepeda, Andrés 122 Cepeda, Angie 51, 80, 85, 157, 196 Cepeda, Consuelo 107, 125, 128, 168 Cepeda, Manuel José 102 Céspedes, Francisco 171 Cezán, Marcelo 80, 84, 159, 179, 188, 212 Chacón, Rocío 43 Champeta Paradise 57 Channel 4 107 Channel Mundo 106 Chaparrones, Los 100 Chaparro, Rafael 102, 122, 198 Chapete (caricaturista) 28, 29 Chaplin, Charles 120 Chapulín colorado, El 54, 124 Charlas con Pacheco 35, 46, 55, 76, 117, 125, 126 Charry, Paola 55, 196 Charry, Antonio José 187 Char Abdala, Miguel 56 Chávez, Hugo 168 Chávez, Manuel José 55, 80, 158, 189 Chavo del 8, El 54, 124, 197, 198 Chayanne 115 Chedraui, Lina María 51, 115, 196 Chejov, Anton 145 Cheque escondido, El 27, 52 Cheseline 37 Chespirito 54, 124, 197, 198 Chiappe, Luis 28, 159 Chiclets Adams 36 Children’s Television Network 120 Chirino, Willy 110 Chispitas 143
Chivadeportes 205 Chonta 28, 149 Chóquelas 104 Christie, Agatha 66, 70 Cien colombianos dicen 118, 169 Cifuentes, Camilo 171 Cifuentes, Jorge 105 Cifuentes, Víctor 149 Cigala (productora) 181, 198 Cigarrillos Pielroja 36 Cigarro, Mario 193, 195 Cinco negritos, Los 105 Cinep 182 Cinevisión 55, 56, 78, 80, 87, 102, 124, 129, 132, 133, 137, 140, 177, 180, 209 Cine arte 105, 107 Cine a la lata 103 Cine en su casa 41 Cine para niños 29 Circo en su casa 66 Círculo, El 148, 189, 190, 215 Círculo Colombiano de Artistas (Cica) 81, 149 Cisneros, Gustavo 165 Cita con las estrellas 27 Cita con los clásicos 55 Cita con Pacheco 45, 71, 126 Citeve Asociados Ltda 56 Citurna Producciones 107 Citycápsula 183 Citytv 34, 61, 107, 111, 114, 115, 123, 129, 137, 170, 180, 182, 183, 197, 198, 200, 205, 210 Ciudadano Escobar, El 82 Ciudad de las mujeres, La 92 Ciudad grita, La 76 Clase 406 189 Clase aparte 213, 214, 215, 218 Clase de Beverly Hills 44, 124 Clásicos infantiles 55 Claudia de Colombia 83, 109 Clave, La 116, 129 Clepsidra, La 193, 216 Club 10 167, 197, 198, 218 Club del clan, El 96, 108, 109, 122 Club del tío Alejandro, El 27, 37, 49, 119, 144 Club de la juventud, El 52, 108 Club de la televisión, El 45, 112, 113 Club de los cuidapalos, El 55 CM& 47, 56, 58, 61, 77, 107, 129, 136, 138, 141, 143, 178, 179, 203, 204, 205 CMQ 17, 22 CNN 129, 133, 140, 221 Cobra verde 92 Coca-Cola 36, 62 Cocine a su gusto 53, 115 Cocine de primera con Segundo 53, 114 Cocktail con las estrellas 111 Código de pasión 43, 153, 158 Coelho, Paulo 19 Coestrellas 55, 56, 71, 77, 78, 83, 87, 97, 116, 117, 118, 120, 126, 155, 178, 180, 212 Colavizza, Enrique 100, 101 Colcultura 65, 103, 104, 105, 106, 107, 193 Coleccionista, El 54, 77, 81, 82, 154, 212, 215 Colgate 64 Colgate Palmolive 37 Collar de perlas, El 146 Collins, Joan 124 Colmenares, Kevin 59 Colombia, Lucy 55, 68 Colombiana de Televisión 49, 54, 56, 74, 79, 81, 87, 104, 107, 125, 126, 151, 154, 156, 178, 179, 186, 202, 208, 212 Colombian Dream 159, 192 Colombia Connection 112, 149 Colombia en firme 137 Colombia oculta 129 Colombia SOS 125 Colombia y su folclor 101 Colón, Willie 53 Colores de la fama, Los 77, 120, 155, 158 Colpa (programadora) 56 Coltejer 36 Columbo 19 Comandos 118 Comando especial 123, 124 Comedia, La 66, 150 Comisión Nacional de Televisión (CNTV) 25, 31, 60, 73, 163, 164, 169, 178, 182, 183, 184, 222, 225, 226, 227 Comisión para la Vigilancia de la Televisión 31 Cómo casar a Chente 99 Como el gato y el ratón 92, 159, 188, 196, 213 Cómo le parece 115, 129, 135 Como Pedro por su casa 99, 176, 190, 213, 214 Cómo te quiero, Irma 27 Compañía de Informaciones Audiovisuales 56 Compañía Universal de TV 56
• Í n dice a l fa bétic o
Compre la orquesta 35, 45, 97, 117, 155, 195, 206 Comsat 34 Comuneros (1781), Los 94 Concejo de Bogotá 126 Concéntrese 52, 53, 116 Conciertazo, El 197, 198 Conciertos Ecopetrol 108 Concurso Iberoamericano de Televisión 83, 214 Concurso Nacional de Belleza 54, 70, 82, 112, 113, 115, 120, 155, 159, 172, 196, 201, 206, 210 Cóndores no entierran todos los días 95, 146, 212 Conexión Creativa 102 Confesor, El 54, 77, 151, 156, 212, 214 Congregación Mariana de Medellín 182 Conjunto cerrado 122, 159, 197, 198, 214, 218 Conoce a tu hijo 121 Conozca los autores 28, 29 Consejo Nacional de Radiodifusión 149 Consejo Nacional de Televisión 31, 136 Consorcio Canales Nacionales Privados 164 Consorcio Internacional de Comunicaciones por Satélite (Intelsat) 34 Conspiradores (1797-1810), Los 94 Constitución del 86, La 90 Consultora Jupiter Media Metrix 221 Contacto directo 51, 129 Conteste y Dana le paga 27, 37 Contravía 203 Contreras, Héctor 59 Contreras-Mallarino, Otoniel 20 Controversias 27, 125 Convulsiones, Las 193 Con su música a otra parte 153, 215 Copas amargas 87, 95, 216 Copa Libertadores 142, 204, 205 Coptervision 169 Coral, Fernando 170 Corazón prohibido 85, 87, 196 Corby, Ellen 124 Corchuelo, Alfredo 155 Córdoba, Andrés 186 Córdoba, Enrique 15 Córdoba, Gonzalo 56 Córdova, Samara de 24, 41, 64, 147 Coronell, Daniel 106, 114, 139, 140, 178, 201, 202, 210 Coronel no tiene quien le escriba, El 28 Corral, Hernando 137 Corralejas 177 Corrales, Antonio 74, 159 Correa, Marisol 97 Correa, Nohora 137 Correal, Julio 115, 208 Correa Palacio, Rodrigo 127 Corredor, César 100, 101, 205 Corredor, Fernando 65 Correo especial 113, 115, 150 Cortázar, Julio 46 Cortés, Guillermo ‘La Chiva’ 56, 102, 140, 141, 199 Cortés, Lucero 73, 196 Cortés, María Victoria 106 Corzo, Ramiro 64, 65, 66 Corzo, Silvia 200 Cosas de mujeres 29 Cosas secretas de CM&, Las 138 Cosecha, La 71, 98, 149, 150 Cosita rica 217 Cosmovisión 61, 181 Cossio, Carmenza 194 Costavisión 60 Costeña y el cachaco, La 82, 92, 151, 157, 170, 192, 196, 212, 213, 214, 215, 216, 217, 218 CPB (programadora) 56 CPS Televisión 56, 141 CPT Televisión 56, 122, 178 Crear Televisión 181 Crea TV 54 Creciendo solos 124 Crema dental Ultrabrite 62 Crimen y castigo 188 Cristal (telenovela) 72, 124 Christopher, Evelyn 120 Cristo de espaldas, El 55, 89, 90, 97, 157 Cromadeportes 143 Cromavisión 56, 126, 205 Crónicas de catre 212 Crónicas de Margarita Vidal 54, 125, 126 Crónicas de una generación trágica 82, 85, 88, 90, 92, 94, 155, 157, 159, 213, 214 Crónica de McCausland, La 57 Crónica de una muerte anunciada 90, 92, 95, 218
229
Apéndices
• Í n dice a l fa bétic o
Crónica de un amor 65, 67, 85, 121, 144, 147 Crónica urbana 105 Crosley 17, 38 Crucero del amor, El 124 Cruz, Carolina 171, 172, 196, 218 Cruz, Celia 53, 79, 129, 171 CSI (serie) 124 Cuadrado, Egidio 92 Cuando quiero llorar no lloro 46, 72, 78, 79, 81, 87, 95, 151, 154, 157, 174 Cuántos locos hay en el mundo 28, 145 Cuánto sabe, Punch le paga 42, 118 Cuarenta, la calle del amor, La 87, 153, 218 Cuatro edades del amor, Las 90, 213 Cuenta conmigo 216 Cuenta Upac 36 Cuentos del domingo 71, 159, 195 Cuentos de los hermanos Grimm 198 Cuentos Verdes 58 Cuento del domingo, El 46, 66, 73, 86, 90, 97, 99, 151, 152 Cuervo, Carolina 120, 122, 179, 189, 194 Cuervos, Los 46, 69, 70, 72, 73, 74, 85, 148, 151, 153, 155, 157, 190, 215 Cuestión de fama 101 Cuidado con las mujeres 114, 115 Cultura Capital 59, 107 Cumpleaños Ramo 47, 113, 119 Cusumbo 54, 149 Cv-Tv 56 CvN Noticias 58
D
230
D’León, Oscar 53 Daga de oro, La 46 Dallas 54, 124 Dalmar, Álvaro 107 Dama del alba, La 25, 157, 189 Dama del pantano, La 196, 213, 216 Dama de las camelias, La 43, 44, 150, 212, 215 Dancing days 55 Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) 38, 60, 185 Dangond, Alberto 40, 115, 129 Dangond, José Jorge 31, 57 Daniela (telenovela) 53 Danza, Tony 44 Danza popular estilizada, La 29 Daryanani, Naren 186 Dating Games 118 Datos y Mensajes 46, 48, 56, 60, 133 David Copperfield 43 Dávila, Elvia Lucía 102 Dávila, María Eugenia 24, 26, 64, 66, 68, 69, 71, 72, 73, 74, 75, 83, 89, 94 Dávila, Vicky 58, 141, 170, 201 Dávila Silva, José Manuel 56 Debajo de las estrellas 84 Debates Caracol 49, 129 Debates de la juventud 134 Debates RTI 129 Décimo grado 55, 77, 87, 154, 155 Decisiones 47, 216 Dejémonos de vainas 19, 55, 71, 96, 97, 98, 102, 144, 145, 153, 217 Delgado, Ana María 183 Delgado, Juan Carlos 106 Delgado, Kenny 83, 141, 159 Delgado, María Piedad 137 Delgado Pereira, Carlos 15, 30, 61 Delmas, Patrick 191, 195 Del Campo, Gladys 98 Del Carpio, Alicia 24, 26, 27, 28, 56, 66, 91, 96, 97, 112, 147, 148 Del Castillo, María Teresa 131 Del ladrón y el verdugo 147 Del Mar, Julio 84, 159 Del más allá 181 Del Río, Chela 79, 86, 98, 153, 187 Del Val, Ana 144 Demner, Hilda 155 Demonios, Los 193 Deportes de los viernes 142 Derechos del Hombre (1794), Los 94 Derecho de amar, El 154 Derecho de nacer, El 11, 64, 69, 124 Desafío 20.04 14, 82, 165, 166, 189, 195, 206, 208, 211, 224 Desazón suprema, La 159 Descubra el secreto 37 Desfile de Silleteros 58 Despierta América 168 Después de los 30 123 Destino (telenovela) 53, 149 Destino es mi aliado, El 46, 65, 67, 75 Destino la ciudad 64, 65, 71, 75 Detectives, Los 41
Detergentes S.A. 56 Detrás del muro 145 Detrás de (programa) 115 Detrás de un ángel 46, 78, 81, 157, 193, 214, 216 Deuda, La 25, 85, 188, 214 Deutsche Welle 59 Devis, Fernando 227 De amores y delitos 92, 94, 106, 159, 177, 213 De Bedout, Félix 115, 140, 202 De Bedout, Juan José 50 De boca en boca 140, 202 De Colombia con amor 109 De Dios, Silvia 73, 77, 80, 158, 174, 187, 191 De Francisco, Claudia 61 De Francisco, Gerardo 73, 75, 93 De Francisco, Margarita Rosa 72, 76, 77, 82, 86, 93, 132, 140, 174, 186, 187, 196, 207, 211 De Francisco, Martha 106 De Francisco, Martín 102 De frente con Mike 57 De humor con Verdaguer 27 De la Fuente, Carlos 73, 97, 98 De la Jota al bambazú 105 De la Madrid, Alejandro 195 De la Matta, Juan 147 De la Rúa Fernando 168 De Lourdes, Myriam 196 De Malba, Héctor 186 De Narváez MacAllister, Germán 15 De pies a cabeza 55, 78, 80, 158, 159, 177, 212, 213, 216, 217 De pocas pulgas 198 De Recassens José 150 De Sagarminaga Gonzalo 159, 196 De Zubiría, Francisco 54 De Zubiría Ramón 104 DFL Televisión 50, 56, 178 Dialogando 55, 70, 71, 118, 149 Diálogos de nación 107 Diario de una enfermera 46, 64, 65, 75, 76, 147 Diástole y sístole 87 Díaz, Bruno 51, 72, 79, 155 Díaz, Carlos Mario 201 Díaz, Elkin 25, 187, 218 Díaz, Francisco Javier 141 Díaz, José Abel 145 Díaz, Lizardo 17, 67 Díaz, Matilde 79, 171 Díaz, Róbinson 25, 81, 83, 87, 94, 187, 191, 193 Díaz, Walter 191 Díaz del Castillo, Rocío 56 Día a día (magazín) 117, 118, 168, 205 Día en que murió el silencio, El 80 Día es hoy, El 54, 215, 217 Dibujos animados 41 Dicen que 49, 100, 115, 128, 166 Diez mejores de la música, Los 108 Dígalo con mímica 27, 118 Digital Video Broadcast (DVB) 221 Dimensión desconocida 123 Dime (programadora) 56 Dinastía 44, 124 Dinavisión 45 Dios se lo pague 146, 149, 151, 157, 168, 188 DirecTv 60, 165 Discos Cámara 53 Discovery Channel 47, 56, 104, 106, 107, 121, 151, 180, 221 Disfrute la tarde 159 Disney 165, 189, 198, 221 Disquera Philips 92, 96 Distribuidora de películas 56 Divino, El 51, 77, 80, 86, 95, 152, 153, 155, 158, 215 Divorciada 87, 157, 217 Doble vía 128, 168 Doctor Don Chinche, El 96 Doctor Kildare, El 44 Doctor Russi, El 154 Documento estelar 44, 129 Döering, María Helena 80, 84, 191, 218 Domingo, Plácido 168 Domingos circulares 71 Domingos gigantes 112, 118 Domínguez, Ana Lucía 186, 188, 193, 218 Domínguez, Juan Francisco 192, 194 Dominguín, Luis Miguel 142 Dominguísimo 51, 118, 172 Dónde está el amor 140 Donde nacen las canciones 110, 111 Donoso, José 46 Don Camilo 96, 149, 215 Don Chinche 19, 25, 26, 81, 86, 96, 97, 98, 99, 101, 124, 146, 152, 153, 154, 155, 157, 177, 189, 195
Don Juan Tenorio 25, 193 Doña Flor y sus dos maridos 83, 214 Doña Inés vuelve al convento 145 Dorado, Antonio 106, 158 Dorado, Humberto 79, 80, 82, 84, 94, 95, 192 Dos mujeres 77, 87, 194, 213 Dos rostros, una vida 55, 65, 66, 71, 76, 90, 144 Douer, Pepe 139, 178 Do Re Creativa TV 56, 110, 111 Do Santos, Marcelo 195 Drezner, Manuel 145 Duarte, Mario 175, 186, 217 Duarte, Tito 75, 120, 122 Dueñas, Ernesto 29, 155 Dueñas, Ramiro 204 Dueños del poder, Los 76, 77 Duffy, Patrick 124 Duguet, Alain 19, 20, 28, 145, 148 Dulce, Paola 197 Dulce ave negra 157, 159, 214 Dulce Martirio 54 Dumas, Alejandro 19 Dumis, Los 121 Dumont 23, 28, 32, 33, 46 Duplat, Carlos 46, 72, 74, 78, 79, 81, 88, 154, 157, 187, 191, 193, 213 Duque, Carmenza 111 Duque, Constanza 158, 174, 187, 192 Duque, Lisandro 90, 91, 93, 106, 151 Duque, Luis Fernando 54 Duque, María Angélica 121, 122 Duque, María Paula 137 Duque, Ricardo 90 Duque, Samuel 50, 54, 71, 170, 181 Durán, Marcela 170, 201 Durán, Bustos Rodrigo 31 Durán Casas, Paulo 181 Durcal, Rocío 111 Duzán, Lucio 119 DxT 205
E
Echandía, Darío 34 Echandía, María Beatriz 135, 141 Echavarría, Albeiro 58 Echavarría, Cristóbal 207 Echavarrría, Jaime R. 107 Echeverri, Mara 80 Echeverri, Ana María 105, 106 Echeverri, Carlos 128 Echeverri, Julio 37, 145, 189 Echeverri, Olga Isabel 56 Echeverry de Restrepo, Betty 48 Ecker, Guy 93, 174, 195 Ecomoda 98, 177, 192, 196, 212 Ecopetrol 108, 125 Eden, Barbara 123 Edipo Alcalde (película) 50, 90, 92, 155, 158, 188 Editorial La Patria 60 Eduardo Lemaitre Producciones 55, 56, 90, 122 Efectos Televisión 181 Egas, Magda 51, 115, 128 Ejecución, La 28 Ejecutivas, Las 76, 83, 86, 215, 216 Elba, Tina 144 Electra 77, 157 Electronic News Gathering 134 Elegida, La 55 Elegidos, Los 92, 146 Ella, él y alguien más 40 Ellas (serie) 216 Periódico, El 40 Embajadores de la música colombiana 53, 111 Embajador de la India, El (película) 152, 212 Embrujo verde 71, 98 Emerson 17, 38 Emilce (cantante) 109 Emiliani Román, Raimundo 89 Emisoras Fuentes 22 Emisoras Unidas 22 Emisora HJCK 99, 101, 113 Emisora la Voz del Nevado 53 Emisora la Voz del Río Grande 118 Emisora la Voz del Tolima 166 Emisora la Voz de Antioquia 25 Emisora la Voz de Bogotá 112, 130 Emisora la Voz de Colombia 49, 53, 130, 153 Emisora la Voz de Cúcuta 132 Emisora la Voz de la Víctor 130, 145 Emisora la Voz de Medellín 146, 147 Emisora La W 129 Emisora Mil 20 22, 46, 52, 53, 111 Emisora Monserrate 52, 116 Emisora Musicar 113
Emisora Nueva Granada 10, 28, 49, 69, 112, 130, 145, 147, 149, 150, 204 Emisora Nuevo Mundo 17, 49, 69, 144, 150, 157 Emisora Radio Ritmos 53 Emperador Jones 149 Encantado de verlos 106 Enemigo, El 77, 147, 153 Enfoque 54 Enfoques Televisión 181 Enigma de Diana, El 64, 65, 67, 76, 146, 147 Enigma en las cenizas 150 Ensamble Latino 84 Entérese (programa) 115, 128 Entrevista, La (periodístico) 125, 126 Entre amores 180 Entre comillas 126 Entre nosotras 214 Enviado especial 35, 45, 125, 127 En blanco y negro con Margarita 104, 106, 126, 155 En busca del paraíso 41 En contravía 155 En cuerpo ajeno 29, 46, 70, 78, 79, 83, 85, 87, 92, 154, 156, 157, 159, 174, 207, 213, 214 En directo 49, 129 En escena 55 En la línea 129 En la Sierra se sostiene el mundo 105 En nombre del amor 64, 65, 66, 67, 147 En sintonía con los niños 59 En vivo 59 En vivo con Adriana y Darío 140, 202 En Vivo S.A. 56 Entrevista, La (periodístico) 125 EPM Televisión-Velero 60 Equidad (programa cultural) 104 Ércole, Patricia 67, 159 Ércole, Raquel 24, 43, 64, 66, 67, 68, 77, 86, 150, 194 Errázuriz, Cristóbal 91, 94, 158, 174, 187 Escallón, Germán 79, 154 Escallón, Jaime 192 Escalona 19, 25, 50, 51, 66, 71, 88, 92, 95, 152, 156, 159, 188, 213, 215, 218 Escalona, Rafael 71, 88, 92 Escarabajo, El 151 Esclava Isaura, La 124 Escobar, Gonzalo 121, 122 Escobar, Mario 197 Escobar, Roberto 190, 195 Escola, César 159, 171 Escuadrón matemático 197, 198 Ese mar es mío 104 Eskpe 183 Eslava, Adriana 114, 115, 140 Esmeralda (telenovela) 124 Especiales del sábado 41 Especiales de fin de siglo 129 Espectaculares JES 52, 108, 110 Espectáculo de la semana, El 27, 29 Espectros 146 Espejismo americano, El 183 Espejo, El 59, 107 Espérame al final 55, 84, 87, 99, 215, 217 Esperanza (dramatizado) 151 Espina, La 83, 90, 95, 154 Espino, Gaby 195 Espumas 87, 120, 159, 170, 214 Esquilo y Aristófanes 28 Esso Colombiana 37 Estampas colombianas 27 Esta boca es mía 84, 111, 170, 171, 209 Esta es Colombia 118 Esta es su vida 45, 105 Esta noche sí 113, 115 Este mundo maravilloso 29 Estefan, Emilio 92 Estefan, Gloria 115 Este domingo 46 Estrada, Hernán 47, 145 Estrada, Hugo 47, 150 Estrategia del caracol, La (película) 25, 50, 80, 82, 95, 153, 156, 159, 188, 215 Estrellas Palmolive 108, 111 Estrella Azul 14, 205, 210 Estrella de las Baum, La 51, 76, 155 Estudio 15 49, 53, 100, 109 Estudio en estéreo 27, 112 Estudio Uno (programa) 121 Es la moda (programa) 115 Es mejor ser rico que pobre 176, 214, 216 Es su turno 129 Eternamente Manuela 54, 87, 152, 156, 170, 214, 215 Grandet, Eugenia 148, 150, 212 Exitosos (concurso) 117, 118 Expedición (serie) 55
Expediciones submarinas 104, 107 Expedición Botánica 200 años, La 105 Robinson, Expedición 13, 82, 165, 181, 195, 206, 207, 208, 209, 211, 224 Expedientes 107, 129, 181 Extorsión 149 Extra (periodístico) 129 Extraño caso 52 Extraño destino 66, 67
F
Fadul Vergara, William 30 Fajardo, Diego 203 Falla, Pedro Luis 207 Fama es el nombre del juego, La 41 Familia Adams, La 41 Familia Ingalls, La 44, 124 Familia Monster, La 124 Familia Partridge, La 53 Familia Todelar 114 Family Feud 169 Fandiño, Marleny 179 Fantasía en cristal 150 Faraón, El 51, 148, 149, 154, 215 Farnesworth, Philo Taylor 21 Farsante del Oeste, El 146 Fausto (cantante) 109 Favor correrse atrás 151 Federación Electrónica de Colombia 63 Federación Nacional de Cafeteros 103, 110 Félix noche 140 Feliz nuevo siglo, doctor Freud 193 Fellini, Federico 92 Fenómeno del niño, El 169, 170, 172 Feria de las vanidades, La 46, 68, 70, 85, 149 Feria de Manizales 58 Fernández, Angelines 124 Fernández, Carlos 34, 84, 187 Fernández, Cecilia de 56 Fernández, César 134, 137, 201 Fernández, Helios 78, 79, 156 Fernández, Javier 205 Fernández, Luis 15, 23 Fernández, María Lucía 51, 140, 200 Fernández, Ricardo 195 Fernández, Rocío 177 Fernández, Vicente 108, 109, 111 Fernández de Soto, Carlos 84 Fernández Gómez, José 44, 45, 55, 56, 115, 126, 135 Fernell Franco: escritura de luces y sombras 106 Ferreira, Yuly 196 Festival del Mono Núñez 58 Festival de Cine de Bogotá 84, 151, 215 Festival de Cine de Huelva 176 Festival de Cine de La Habana 176 Festival de la Leyenda Vallenata 57 Festival de la OTI 108, 110 Festival de Viña del Mar 52, 55, 108, 122 Festival Internacional del Humor 51, 100 Festival Mundial de la Risa 100 Feteve de Panamá 104 Fiebre (dramatizado) 54, 87, 156 Fiera, La 54, 124 Fierro, Andrés 186 Fierro, Camilo 197 Fierro, Ómar 176, 187, 195 Fierro, Pedro 178 Fiesta brava en Bogotá 105 Fiesta del chivo, La 90, 152 Fiesta de etiqueta 27 Fiesta sorpresa 114 Figueroa, Mauricio 69, 71, 148, 149, 150, 189 Figueroa Clausen, Jorge 225 Fiorillo, Heriberto 94, 106, 131, 137, 141 Fiscal, El 95, 122, 149, 170, 177, 188, 212, 213, 214, 217, 218 Fisher, Juan 94, 159 Flipper 41 Florero de Llorente (1810), El 94 Flores, Lola 125 Flórez, Freddy 121 Flórez, Jaime 141 Flor de fango 147, 148 Flor de invierno 46, 77, 148, 188 Flor de oro 151, 192, 216, 217 Focine 82, 99, 105, 106, 177 Folclóricos de Guapi, Los 105 Fonda, Jane 92 Fondo para el desarrollo de la televisión 31, 57 Fondo Social del Artista 149 Fonseca, Luis Eduardo 30 Fonseca, Mónica 115 Fonseca Truque, Luis 28, 145 Montalvo, Érika 200, 203 Forero, Esthercita 79, 107
Apéndices Forero, Héctor 186 Forero, Margarita 155 Forero Benavides, Abelardo 104 FR3 107 Francisco, el matemático 84, 120, 149, 151, 153, 155, 157, 158, 170, 177, 189, 213, 214, 215, 216, 217, 218, 227 Francisco: clase 2004 189 Norden, Francisco 95 Franco, Fernando 142 Franco, Juan Pablo 78, 94, 159 Franco, Manuel 145 Francotiradores 100, 171 Franja animada, La 198 Franja Anime, La 197 Franja de Colcultura, La 208 Franja Fox Kids 198 Franja, La (programación cultural) 104, 105 Franja Metro 59, 197, 198, 214 Frank, Ana 148 Frankel, Gene 95 Frankenstein 193, 214 Frankie y Johnny al claro de luna 188 Frasier 19 Freemantle Media 169, 177, 181, 224 Fronteras del regreso 54, 72, 79, 81, 154, 158, 159, 212 Fuego verde 87, 96, 155, 216 Fuentes, Carlos 107 Fuentes, Rafael 22 Fuera de foco 156 Fuera de lugar 204 Fuera de serie 115 Fuerza del poder, La 55, 73, 85, 87, 177 Fugitivo, El 123 Fujimori, Alberto 168 Fundación Índice Teatro Tríptico 217 Fundación Social 55, 182 Fútbol, el mejor espectáculo del mundo 142, 143, 204 Fútbolmanía 204 Futurama 197, 198
G
Gabriela (programa) 67, 98 Gaitán, Carolina 208 Gaitán, Fernando 78, 174, 175, 177, 218, 224, 225, 227 Gaitán, Paula 106 Galán, Luis Carlos 20, 126, 128 Galán, Pacho 53, 79 Galaxy Entertainment de Colombia 60 Galaxy Latin America 60 Galeano, Esperanza 92 Galindo, Lucero 150 Gallego, Carlos Mario 100 Gallego, Marcela 79, 98, 158, 188, 189, 218 Gallito Ramírez 11, 48, 50, 51, 72, 76, 82, 92, 146, 151, 155, 159, 174, 190, 214, 224 Gallo de oro, El 46, 75, 83, 95, 151, 155, 187 Galván, Manolo 111 Gálvez, Guillermo 26, 28, 66, 144, 150, 155 Gálvez, José 89 Gálvez, María Cristina 196 Gálvez, Pepe 147 Gambino, Bianca 139, 199, 202 Gánele al reloj con Philips 19, 27, 36, 37, 57, 118 Garavito, Fernando 120, 122 García, Aldemar 28, 64, 66, 69, 147, 150 García, Álvaro 56, 143, 201 García, Andrés 195 García, Antón 150 García, Dago 79, 99, 176, 187, 188, 190, 191, 207, 213, 224, 225, 227 García, Danna 75, 86, 93, 121, 122, 193 García, David Alberto ‘Jeringa’ 100, 101, 169 García, Diego 106 García, Iván 198 García, Jimmy 145 García, Julieta 120, 121, 122 García, Lucho 109 García, Luis Alberto 87, 155 García, Mábel 50, 165, 168, 178 García, Mario 70 García, Raúl 207, 208, 217 García, Santiago 25, 28, 66, 76, 80, 81, 146, 153, 158, 216 García, Saúl 116, 118, 237 García, Sergio 159 García-Herreros, Rafael (Padre) 27, 101 García-Peña, Roberto 117 García García, Mario 142 García Lorca, Federico 28 García Márquez, Gabriel 45, 46, 47, 78, 89, 90, 93, 94, 106, 107, 139, 174, 196 García y García, Germán 55, 119 Garda, Alberto 53
Gardeazábal, Marcela 176, 187, 218 Gardel, Carlos 110 Gareña, Mario 109 Garza, Eva 29 Garzas al amanecer 77, 86, 95, 156, 159, 188, 190, 193, 212 Garzón, Jaime 20, 47, 102, 114, 141, 171, 202 Garzón y Collazos 111 Gata salvaje 152 Gatica, Lucho 42 Gattorno, Francisco 190 Gaviria, Juan Pablo 211 Gaviria, Víctor 87, 156 Gaviria, César 136, 140 Gazcón, Edgardo 195 Geer, Hill 124 Gegar Televisión 55, 118, 119 Geithner, Aura Cristina 76, 78, 79, 152, 195, 196 Geithner, Harry 155 Géminis 87, 216 Gené, Juan Carlos 47, 73, 76 Generación del desmadre, La 105 Genio y figura 49, 50, 51, 129 Gente corrida 101 Gente de la Universal, La (película) 155, 193, 214 Geografía olvidada 107, 154 Gil, Doris 42 Gil, Jaime John 144, 145 Gil, Los 213 Gilbert, Melissa 124 Gillette 37 Gil Sánchez, William 37 Giraldo, Carla 188, 189, 218 Giraldo, Carlos 179 Giraldo, Diana Sofía 132 Giraldo, Iáder 125 Giraldo, Luisa Fernanda 74 Giraldo, Luz Marina 203 Giraldo, María Helena 114 Giraldo, Natalia 72, 150 Giraldo Neira, Javier 205 Giraldo y Echeverri 56 Girón, César 142 Gitana 53, 213 Glasser, Érika 218 Globo Televisión 137, 140 Globo Televisión Ltda 56, 107 Gnecco, Javier 194 Godoy, Ximena 114, 137 Goleen, Óscar 53, 100, 109 Goldenberg, Jorge 95 Gold Rush (película) 83 Golpe de estadio (película) 25, 82, 87, 99, 156, 159, 215 Gol Caracol 49 Gómez, Andrea 80, 189 Gómez, Carmenza 91, 192, 218 Gómez, Carolina 114, 115, 194, 196 Gómez, Claudia 102, 151 Gómez, Diana 198 Gómez, Gloria 78, 79, 83, 86, 98, 153 Gómez, Gloria Cecilia 132, 137, 140 Gómez, Hugo 152, 187, 194 Gómez, Javier 176, 187 Gómez, Karina 116 Gómez, Laureano 21, 22 Gómez, Leonidas 56 Gómez, Lucero 153 Gómez, Mariela 151 Gómez, Mauricio 132, 133 Gómez, Ricardo 21, 79 Gómez, Sonia 131 Gómez Agudelo, Fernando 10, 11, 15, 16, 17, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 30, 40, 45, 46, 63, 64, 71, 74, 75, 92, 95, 97, 99, 113, 137, 145, 151, 162 Gómez Agudelo, Ricardo 21 Gómez Bolaños, Roberto 124 Gómez Domínguez, René 54 Gómez Hurtado, Álvaro 133, 136, 138, 140 Gómez Mejía, César 56 Gómez Mejía, Hermanos 54 Góngora, Victoria 87, 90 González, Alfredo 89 González, Claudia 93 González, Efraín 55 González, Felipe 24, 28, 64, 67, 68, 69, 89, 98, 145, 149 González, Jesús 98 González, Juan Manuel 205 González, Luis 83, 187 González, Manuela 179, 181, 188, 189, 192, 194, 218 González, Mario 92, 187, 195 González, William 99 González, Yady 120, 122
González-Pacheco, Doroteo 117 González-Pacheco, Fernando 15, 26, 27, 37, 42, 55, 56, 66, 79, 95, 101, 108, 109, 110, 112, 116, 117, 118, 119, 126, 137, 141, 142, 190, 195, 212 González-Pacheco, Rafael 15, 117 González Mina, Leonor ‘La negra grande de Colombia’ 65, 109 Gordon, Mary Carmen 24, 145 Gordo y el flaco, El 19, 123 Gorgona, un puente hacia el futuro 105 Gorilas en acción 129 Gorka, Máximo 146 Gossaín, Juan 54, 74, 101, 129, 130, 139, 141, 178, 203 GOS Televisión 141 Goytisolo, Juan 107 Gracia, María Clara 132, 137 Gracias por el fuego 46, 72, 73, 76, 150, 195, 224 Gracia y salero de la zarzuela 105 Graiño, Alfonso 95 Gramacol 60 Granados, Juan Andrés 190, 194, 227 Granandina de Televisión 56 Grandes hombres de la historia 145 Grandes series 183 Grandet, Eugenia 148, 150, 212 Grand Prix 205 Granja, La 211 Gran Combo de Puerto Rico, La 118 Gran fiesta de los hogares colombianos, La 53, 111 Gran Hermano 14, 34, 45, 140, 165, 166, 180, 206, 208, 209 Gran hotel 27 Gran sábado gran 112 Gran teatro de los jueves 146 Gran teatro universal, El 43 Gran teleteatro, El 28 Gran TV 42, 56 Gran Valle, El 41 Graves, Peter 123 Gravi 30, 34, 35, 41, 42, 45, 46, 47, 48, 53, 71, 118, 195, 206 Green, Lorne 123 Greiff, León de 46, 104 Greiffenstein, Ignacio 58 Greiffenstein, Otto 26, 27, 28, 29, 52, 70, 108, 109, 110, 111, 112, 114, 121, 201 Grillos y Joroperos 105 Grill TV 66 Gringo Viejo 92 Grisales, Amparo 53, 68, 73, 75, 79, 83, 89, 91, 92, 93, 208 Grisales, Patricia 43, 151, 192, 196 Groening, Matt 198 Grupo Chum 183 Grupo Escarcha 208 Grupo Menudo 111, 113 Grupo Niche 171 Grupo Sanford 181, 206 Grupo Santo Domingo 48, 50, 163 Guadalupe años cincuenta 81 Guajira (telenovela) 54, 87, 95, 99, 122, 159, 170, 213, 214, 217, 218 Guajira, región luminosa, La 105 Guardianes de la bahía 44, 124 Guarnido, Diego 195 Guerra, Mauricio 86 Guerra, Yesid 58 Guerra de estrellas 116 Guerra de las Rosas, La 66, 152, 153, 168, 174, 187, 216, 217, 218 Guerrero, David 79 Guevara, Alfredo 142 Guido, Delfina 73, 93, 148, 153, 195 Guillot, Olga 42 Gurisatti, Claudia 58, 139, 201, 203 Gusto es nuestro, El 182 Gutiérrez, Álvaro 22 Gutiérrez, Ángela 114 Gutiérrez, Armando 43, 77, 79, 85, 91, 94 Gutiérrez, Carlos 69 Gutiérrez, Constanza 159 Gutiérrez, Eduardo 28, 29, 47, 65, 66, 67, 68, 69, 71, 146 Gutiérrez, Juan Carlos 73 Gutiérrez, Otto 141 Gutiérrez, Teresa 24, 67, 68, 69, 71, 79, 83, 93, 98, 100, 186, 187, 190, 191 Gutiérrez, Yuldor 94, 189, 214 Gutiérrez Riaño, Luis Eduardo 64, 65 Guzmán, Andrea 176, 186, 218 Guzmán, Carlos Julio 137, 140, 204 Guzmán, Enrique 134 Guzmán, Manuel José 105 Guzmán, Rómulo 10
H
Háblame de amor 122 Hablando claro con la prensa 125, 200, 203 Hablemos claro 126, 129 Hagman, Larry 123, 124 Hakim, Salomón 125 Hamilton, Anthony 123 Hamner Jr., Earl 124 Hans, Earl 90 Harker, Johanna 59 Harold (cantante) 100, 109 Hart investigadores, Los 124 Hasta ahora me desayuno 140 Hasta mañana 150 Hasta que la plata nos separe 177 Hato Canaguay 43, 74, 147 Hawai 5-0 41, 123 HBO 225 Hechiceras 123 Hechizada 123, 124 Hechizo 54, 154, 157, 215, 216 Hechos y personajes 129, 181 Hecho en Colombia 129 Henao, Ricardo 201, 204 Henríquez, Jacqueline 74, 101 Henríquez, Judy 62, 64, 65, 68, 70, 71, 83, 85, 89, 92, 93, 108, 112 Herboteco 56 Herencia, La 146, 157 Hermosa niña 181 Hernández, Astrid 189 Hernández, María Isabel 81 Hernández, Sandra 186 Hernández, Vicky 73, 75, 78, 81, 91, 93, 98, 99, 186 Hernández Bonnet, Javier 132, 168, 200, 204, 205 Héroes de turno 181, 207 Herrán, María Teresa 55, 137 Herrera, Astrid Carolina 195 Herrera, Benjamín 97 Herrera, Jorge 79, 90, 93, 192 Herrera, Julio César 175, 189, 204, 217, 218 Herrera, Lucho 20, 142 Herzog, Werner 92 Higuita (serie) 216 Hijos de los ausentes, Los 86, 151, 190, 215 Hijo de Nadia, El 42, 96, 99, 212, 215, 218 Hijo de Ruth, El 70, 98 Hijuelos, Mariela 68, 150 Hilda al vivo 114 Hill, Terence 73 Hiller, Jörg 179, 187, 189, 196, 210, 227 Hilos invisibles 181, 217 Hinostroza, Janeth 141 Historias de hombres sólo para mujeres 85, 149, 168, 196, 207 Historias intrascendentes 43, 145 Historias secretas 55 Historia del baúl rosado, La 95 Historia de dos hermanos 80, 157 Historia de la música 52, 111 Historia de Tita, La 55, 72, 77, 99, 194 Historia en broma, La 28 Historia real, La 147, 214 Hitachi 33, 63 Hitchcock, Alfred 70 HOB Producciones 59, 101 Hogar, dulce hogar 25, 27, 82 Hogar feliz de ropa El Roble, El 28, 36 Hola qué tal 159 Hombres (serie) 78, 82, 84, 86, 152, 156, 158, 170, 172, 212, 214, 215, 216, 217 Hombre de la flor, El 87, 156, 188 Hombre de negro, El 70 Hombre elefante, El 76 Hombre nuclear, El 123, 124 Hong Kong 41 Hora del regreso, La 112 Hora del vampiro, La 76, 151 Hora Philips, La 110, 111 Hora Warner, La 198 Hospital Franklin Delano Roosevelt 112, 113 Hospital Militar 21, 23, 31 Hoyos, Ana María 43, 83, 84 Hoyos, Bernardo 44, 51, 105, 168 Hoyos, Claudia 51, 139, 140 Hoyos, Darío 56, 131 Hoyos, Diego León 93, 98, 102, 214, 215 Hoyos, Luis Fernando 43, 78, 84, 86, 90, 158, 189 Hoyos, Luis Francisco 133 Hoyos, Rodolfo 83, 156, 179, 187, 193, 214 Hoyos Arango, Samuel 56 Hoy en el mundo 106 Hoy es mañana 150 Hoy es viernes 101
• Í n dice a l fa bétic o
Huella de tus besos, La 192 Huertas, Andrés 197, 198 Huésped, El 14, 202, 210 Huggins, Roy 123 Humar, Alí 51, 65, 67, 69, 70, 83, 85, 89, 101, 120, 144, 215 Humar, Fabio Andrés 121, 122 Humar, Juanita 78 Humar, Yamile 26, 64, 69, 150 Humoradas 150 Humor imposible 35, 100 Huracán, El 52, 77, 155 Hurtado, Carlos 159, 188, 218 Hurtado, Luis Miguel 79
I
Ibáñez, Las 26, 48, 50, 51, 71, 88, 91, 95, 151, 157, 159 Ibope 61, 178, 191, 202 Ibsen 28 Icollantas 37 Ídolo, El 53 Ifigenia 216 Iglesias, Julio 108, 110, 111 Iglesia al día 182 Intocables, Los 124 Ikegami 33 Ilona llega con la lluvia 25, 50, 82, 156, 157 Imagen 2000 56 Imagen y Sonido 181 Imaginario (programa cultural) 104, 106 Imaginar S.L. 183 Imagínate 44, 98, 119, 121, 122, 156, 190, 218 Impaciencia del corazón 46, 65, 66, 67, 76, 147 Impostores, Los 51, 154, 159, 188 Infame mentira 24, 46, 66 Infante, Eloísa 227 Infantil de Pacheco, El 44, 117, 122 Infinito 56, 180 Informante, El 66, 172, 196, 213, 214, 216, 217 Informativo El colombiano 205 Informativo Nacional 199 Inmigrantes (programa cultural) 107 Inmigrante latino, El 149, 212 Innovisión 181 Inravisión 7, 10, 11, 15, 16, 19, 20, 30, 31, 32, 33, 34, 35, 36, 37, 40, 41, 46, 48, 50, 52, 58, 60, 83, 96, 103, 108, 111, 118, 119, 138, 142, 145, 146, 147, 162, 170, 178, 182, 199, 218 Inseparables 76, 156, 159 Inspector Darley, El 28, 98, 145 Inspector Philips, El 19 Instituto SER 163, 178 Interbarrios de Boxeo 142 Intereses creados, Los 145 Intermezzo meridiano 52 International Video Corporation 33 Intervalo (programa) 182 Intervisión 56, 107, 126, 127, 130, 136, 143 Intrusa, La 148 Inútil, El 69, 151, 156, 158, 170, 177, 181, 189, 192, 195, 196, 213, 214, 218 Invencible mujer piraña, La 181, 207 Invento 181 Invitados de medianoche 99 Irene y Simón 181 Isaacs, Jorge 28, 46, 54, 69, 75, 77, 90 Isaacs, María Mercedes 92, 159 Isabel me la veló 95, 117, 120, 147, 170, 177, 190, 195, 216, 217 Isaza, Guillermo 56 Isaza, Juan Guillermo 77, 80 Isla de Gilligan, La 124 Isla de la fantasía, La 35, 124 Isla de los famosos, La 170, 206, 211 ITT Communications Inc. 34 Izaguirre, Andrés 195 Izquierdo (caricaturista) 28
J
Jack el Despertador 120, 197, 198 Jacobs, David 124 Jacobsen, Luis Carlos 115 Jaimes, Humberto 127 Jaimes, John Jairo 188 Janiot, Ángela Patricia 44, 127, 129, 137, 196 Cansen, David 123 Jaramillo, Alberto León 78 Jaramillo, Diego (Padre) 27 Jaramillo, Esteban 137 Jaramillo, Gonzalo 50, 135 Jaramillo, Jorge 183 Jaramillo, Juan Camilo 77, 87 Jaramillo, Juan Eduardo 170, 201, 203 Jaramillo, Lucas 211 Jaramillo, Luz María 127 Jaramillo, Luz Stella 196
231
Apéndices
232
• Í n dice a l fa bétic o
Jaramillo, Mábel 24, 145 Jaramillo, Orlando 56 Jaramillo, Paola 203 Jaramillo, Rosario 78, 93, 159 Jaramillo, Silvia 56 Jaramillo Correa, Luis Fernando 42 Jaramillo Lema, Luis Felipe 42 Jaula, La 192, 198 Jaula de las locas, La 76, 117, 216 Jenkins, Charles F. 21 Jeremías, mujeres mías 154 JES 46, 48, 52, 77, 79, 80, 87, 108, 110, 111, 114, 178, 186, 212 Jiménez, Alberto 68, 69 Jiménez, Amparo Leonor 141 Jiménez, Efraín 100 Jiménez, Julio 46, 47, 68, 70, 71, 72, 73, 74, 78, 79, 80, 84, 86, 87, 177, 190, 191, 193, 194, 225, 227 Jiménez, Marcela 198 Jiménez, Nacho 215 Jiménez, Yolanda 106 Jiménez Ruiz, Pedro Alberto 56 Jimeno, Ramón 51, 95, 98, 129, 140 Jim West 41 JJv Televisión 181 JJ TV 131 John, Elton 115 Johnson, Don 124 Jojoa, Adilia 92 Jordán, Enrique 41 Jorge Barón Televisión 61 Jorge Enrique Pulido Televisión 56, 129, 137 Jorge presenta 53, 115 Jorobado de Nuestra Señora de París, El 153 Juan, Andrés 87, 179 Juanas, Las 54, 70, 78, 85, 120, 122, 157, 159, 170, 190, 216, 217 Juanita (telenovela) 71, 150, 212 Juan G. Restrepo y Compañía 122 Juan Gabriel (cantante) 111 Juan Joyita 81, 172, 180, 213, 218 Juan Pablo II (Papa) 20, 126 Juego, El 52 Juegos Bolivarianos 142 Juegos Nacionales 59, 142 Juegos Olímpicos 21, 34, 42, 48, 49, 54 Juegos Panamericanos 29, 42, 48, 142, 143 Juegos siniestros 67, 215 Juego de niños 36 Jugador, El 148 Juguetelandia en Sears 44, 119 Juicio, El 45, 125, 126, 135, 138 Juliana, qué mala eres 188, 196, 217 Junco, Rafael del 11 Juntos pero no revueltos 42 Justicia para todos 49 Justiciero, El 54 Juventud moderna 49, 100, 109, 111 JvC 33
K
Kafka, Franz 28 Kalibre 35 80, 176, 193, 217 Kalimán 145, 150 Kammanel, Dionisio 15, 23, 145 Karina (actriz) 29, 65, 66, 116, 127, 145, 148, 195 Karpan, Martín 194, 195 Karpf, Helmut 159 Kendo 63 Kennedy, John F. 17 King, Martin Luther 13 Klauss, Natasha 187, 191, 193, 218 Klim 37 Kojak 124 Kolcana 36 Kosma Zworykin, Vladimir 21 Kremer, Mabel 58 Krum, Érika 24, 97, 98, 145 Kundry 188
L
Lado oscuro del amor, El 218 Lalinde, Iván 198 Lalinde, Rodrigo 78, 156 Lamarque, Libertad 109 Lamboglia, Orlando 85 Lamus, Raúl 130 Landau, Martin 123 Landon, Michael 44, 123, 124 Lápiz mágico, El 19, 28, 29, 36, 113, 131 Lara, Agustín 52, 109 Lara Bonilla, Rodrigo 137 Largo viaje, El 150 Laserna, Paulo 7, 12, 34, 50, 55, 58, 101, 102, 125, 128, 129, 135, 138, 141, 166, 169, 170, 177, 199, 200, 201, 203, 208, 209
Lassie 124 Latorre, Hernando ‘El Chato’ 27, 120, 147 Lato Oscuro Dell’amore, Il 176 Laura por favor 156, 158 Laverde, Fernando 145 Lazos de sangre 192 Lazos familiares 124 La de los tintos 218 La Rotta, Adriana 138, 141, 166, 202 La Rotta, Magdalena 51, 83, 87, 156, 193, 197, 210, 218 Learned, Michael 124 Leche 50, 51, 82, 84, 148, 189, 195, 213, 215, 217 Lechuza 102, 125, 200, 203 Lecompte, Gustavo 31 Lectora, La 99, 121, 149, 170, 172, 194, 196, 213, 214, 217, 218 Ledesma, Inda 24 Lejano azul 77 Lejos del nido 68, 71, 75, 77, 98, 145, 148, 152, 154 Lemaitre, Eduardo 55, 56, 90, 118 Lemaitre, Florina 91, 92, 215 Lemon, Álvaro 100, 101 Lemos Simmonds, Carlos 49, 115, 129 León, Hugo 47, 180, 218 León, Zharick 193, 196 Leonela (telenovela) 72, 124 Leo Televisión Ltda. 56 Lesmes, Alberto 90 Leviatán 149, 150, 225 Leyendo a los poetas 25 Ley contra el hampa 118 Ley del silencio, La 181 Ley de la calle, La 216 Ley de Los Ángeles, La 123, 124, 137 Ley y el orden, La 123 Libros y lectores 105 Liévano, Azucena 137, 141 Lilley, Kristina 75, 79, 83, 86, 94, 159, 188, 193, 216 Limonta, Albertico 11 Linares, Luis 64, 66, 145, 147 Líneas del destino, Las 148 Linero, Franky 26, 71, 92, 93, 149 Loinaz, Enrique 23 Littín, Miguel 99 Lizarazo, Alfonso 49, 53, 82, 100, 101, 109, 115, 134, 159 Lizarralde, Germán 29, 195 Llamada Sears, La 42, 116 Llamas, José Ángel 191, 195 Llano, Juan Pablo 194 Llano González, Jaime 111 Llegada del hombre a la Luna 23, 34, 45, 71 Lleras Camargo, Alberto 10, 22, 46, 135 Lleras Restrepo, Carlos 30, 34, 40, 103 Llinás, Iris 115, 155 Llinás, Rodolfo 106 Lloreda, Mariana 201, 203 Loainas, Enrique 23 Loca, La (telenovela) 66 Loca pasión 46, 47, 77, 84, 156, 157, 177 Locomotora, La 108 Locos videos 114, 115, 169 Loco amor 55, 124 Logie Baird, John 21 Calamidades, Lola 46, 47, 70, 77, 85, 149, 153, 215 Londoño, Ana María 188, 189, 192, 194, 227 Londoño, César Augusto 132, 143, 204 Londoño, Diego Fernando 11, 48, 50, 100, 154, 168 Londoño, Efraín 197 Londoño, Gustavo 155 Londoño, Mónica 211 Londoño, Rafael 186, 187 Londoño, Ricardo 50, 170 Londoño Henao, Fernando 10, 11, 22, 37, 48, 49, 50, 56, 144, 165 Loockhart, Saskia 94 López, Andrea 196 López, Andrés 198 López Trujillo, Aníbal 56 López, Augusto 48, 168, 178 López, César 84 López, Fernando 106 López, José María ‘Pepón’ 47, 115, 120, 122 López, Juan Carlos 203 López, Norberto 100, 101 López, Patricia 101, 179, 210 López, Pedro 151 López, Rebeca 24, 41, 64, 65, 66, 69, 71, 145, 150 López, Sussy 79 López Caballero, Felipe 11, 178 López de la Roche, Maritza 222
López Michelsen, Alfonso 7, 10, 48, 89, 91, 125, 128, 131, 134, 136, 165 López Obregón, Clara 56 López Pumarejo, Alfonso 90, 92 López Trujillo, Aníbal 56 Loren, Sofía 73 Los de al lado 97 Grant, Lou 19 Lozano, Aldemar 65 Lozano, Alina 94, 99, 176 Lozano, Juan 141, 200, 202 Lozano, Juan Ricardo 100, 101 Lozano, Rosario 92, 94 Lozano Simonelli, Fabio 56, 125 Lucena, Elkin 125 Lucerito (telenovela) 53 Lucio Luciani y Compañía 119 Luz Stella Luengas 186 Luis Vidales (programa cultural) 105 Lumen 2000 181 Luna, Julio César 24, 50, 62, 64, 65, 66, 68, 69, 70, 72, 76, 82, 95, 159, 195, 196, 213 Luna la heredera 85, 167, 168, 195, 227 Lunes deportivo 183, 205 Luzardo, Celmira 73, 98, 146, 155, 157 Luzardo, Consuelo 25, 26, 43, 62, 73, 74, 84, 86, 93, 95, 189 Luzbel está de visita 47, 66, 70, 157, 159, 168, 180, 191, 218 Luz de gas 66
M
Macheteros del Quindío, Los 105 Macías, Teresa 131 Madariaga, Asita 189 Madero, Antonio 214 Madre, La 82, 95, 99, 170, 186, 212, 214, 215, 217, 218 Madre Teresa de Calcuta 126 Madrid Malo, Mario 30, 35 Madriñán, Lucía 115, 127, 132, 135, 166, 200, 201 Maestro, El 24, 87, 188 Maestros (programa cultural) 104, 107, 155 Magazine Cinematográfico 106 Magazín 7:30 106, 115, 155 Magazín 70 114 Magazín 9 p.m. 59 Magazín Ángeles 218 Magazín Caracol 51, 115, 128 Magazín de la mañana 115 Magníficos, Los 54, 123, 124 Mago Ming Fu 19 Maguso 79, 159 Majors, Lee 123 Malagón, Stella 94 Mala hierba, La 48, 50, 51, 74, 76, 147, 153, 159, 188, 214 Mala hora, La 45, 46, 71, 85, 88, 89, 95, 150, 155, 174 Maldición del paraíso, La 52, 80, 84, 86, 157, 159, 188, 189, 195, 212, 216, 217 Maldonado, Juan 209 Maldonado, Patricia 80, 215 Mallarino, Helena 25, 83, 84, 148, 189 Mallarino, Lethy de 155 Mallarino, María Angélica 25, 44, 67, 120, 121, 151, 189 Mallarino, Víctor 25, 51, 68, 71, 73, 75, 79, 80, 84, 86, 91, 147, 157, 181, 189, 192, 211 Mallarino Botero, Víctor 24, 25, 82, 95, 121, 148, 157, 189 Malvart, Lucía de 65, 67, 147 Mambo 87, 158, 195 Manantial, El 212, 217 Mander, Jerry 20 Mandrágora, La 193 Manitas creativas 122 Mano a mano musical 109, 110 Mansión de Araucaima, La 81, 156, 159 Manuela (telenovela) 43, 68, 83, 98, 149, 150 Manuelita Sáenz (serie) 43, 56, 66, 68, 69, 75, 159, 214 Manuelle, Víctor 171 Manzanero, Armando 115 Máquinas de coser Singer 37 Máquina de sueños 104 Maraña, La 71, 148 Maravillas infantiles 122 Maravilloso mundo del deporte, El 143 Marcando tantos 118 Marca registrada 169 Marcel, Juan 90 Marcela (telenovela) 43, 84, 153, 190, 194, 211 Marcelina (dramatizado) 218 Marea de pasión 52 Mares y marinos de Colombia 145
María (especial) 170 María (telenovela) 69, 75, 83, 158 María de Jorge Isaacs 28, 54, 46, 90, 148, 151 Marías, Las (programa) 138, 181 María Bonita 75, 76, 157, 159, 193, 196, 216, 218 María C. contigo 77, 169 María Cano 75 María Dolores, ‘La Negra’ 11 María Eugenia (cantante) 109, 111 María Madrugada 69, 149, 153, 158, 168, 176, 191, 193, 213, 215, 217, 218 María María 55, 87, 95, 159, 194, 209, 216 María Rosa búscame una esposa 176 Marido y mujer 86, 157, 168, 187, 212, 218 Mariluz (cantante) 71 Marín, Carlos 171 Marín, Efraín 133 Marín, Jorge 115, 155, 192 Marina de noche 51, 75 Mariño, Juana 115 Marlboro 62 Mármol, José 46 Maronna, Jorge 84 Marquesa de Yolombó, La 46, 66, 68, 70, 71, 149, 150 Márquez, Érika 208 Marroquín, Andrés 79, 80, 98, 181, 187, 189, 192, 194, 213, 214 Marsé, Juan 154 Marshall, Horacio 194 Martelo, Iván 78, 159, 195 Martes con Gloria 115 Martín, Ana María 55, 80 Martin, Ricky 115 Martín-Barbero, Jesús 68, 72, 139 Martínez, Alejandro 43, 76, 80, 187, 189, 190, 192, 216 Martínez, Ana Fernanda 84 Martínez, Andrés Felipe 94 Martínez, Flora 83, 84, 128, 157 Martínez, Gil 29 Martínez, Hernando 28 Martínez, Jaime 41 Martínez, Jesús 133 Martínez, Karen 190, 196, 218 Martínez, Lucy 24 Martínez, María Fernanda 74, 91, 93, 152, 187 Martínez, María José 191, 218 Martínez, Pedro 24, 145 Martínez, Pedro Nel 100, 101 Martínez, Richard 198 Martínez, Silvia 114 Martínez Mahecha, Fernán 106, 133 Martínez Salcedo, Humberto 28, 101, 103, 133 Marulanda, Lina 196, 200 Mar océana, La 28, 145 Mascarada 87, 158, 159, 196, 212, 217 Mason, Perry 19, 123 Maten al león 46, 90, 91, 95, 151 Matheus, Natalia 210 Matinal infantil 27 Matraca, La 218 Matta, Carlos 195 Maverick 41 Maya, Ana María 137 Manolo, Carlos 75, 81, 84, 86, 90, 93, 106, 120, 156 Manolo, Laura 208 Mazarino (película) 45 McAllister, Iván 183 McCann-Erickson 36, 130 McCausland, Ernesto 57, 138, 203 McDowell, Malcolm 124 McGyver 124 McKellar, Danica 124 McLuhan, Marshall 225 Medalla al mérito de las comunicaciones Manuel Murillo Toro 45 Medalla del Festival de Nueva York 86 Medellín, Carlos Eduardo 31 Medina, Alberto 201, 203 Medina, Camilo 24, 74, 147 Medina, Fabiana 80, 159 Medina, Julio 79, 80, 90, 157, 188 Medina, Lucila de 41, 131 Medina Mesa, Manuel 28, 29, 42, 145 Meet the Press 203 Mega TV 56 Meier, Christian 195 Meisner, Sanford 95 Mejía, Carlos 178 Mejía, Diego 194 Mejía, Inés 69 Mejía, Larry Guillermo 98 Mejía, Margarita 198 Mejía, María Cristina de 31
Mejía, María Paola 179, 196 Mejía Álvarez, Iván 137, 202, 205 Mejía Vallejo, Manuel 46, 73, 78 Mejorando el hogar 182 Mejor partido, El 206, 211 Meléndez, Augusto ‘El Pana’ 144 Meléndez, Óscar 100, 101 Melo, Gabriel 56, 129 Melódicos, Los 53, 118 Melodrama de la semana, El 186 Melo Guevara, Gabriel 56 Melrose Place 44, 124 Meluk, Gabriel 205 Méndez, Hernán 196 Méndez, Lucía 175, 176 Méndez, Mary 205 Mendoza, Lucy 75, 155 Mendoza, Plinio Apuleyo 128, 138 Meneses, Ramiro 77, 79, 87, 179, 190 Meneses Rumié, Arnaldo 31 Merchán, Mercy 40, 41, 46, 99 Merino (caricaturista) 28, 29 Meritano, Lorena 195 Mesa, Elkin 56, 125, 128, 130 Mesa, Gonzalo 54 Mesa, Luis 80, 83, 86, 90, 175, 189, 208, 217 Mesa, Margarita 140 Mesa para tres 151, 168, 196, 227 Mestiza, La 55 Mestre, Goar 11, 22 Meteoro submarino 41 Meza, Ana Bolena 187, 194, 196 Meza, Florinda 124 Me amarás bajo la lluvia 170, 181, 215 Me llaman Lolita 151, 159, 170, 177, 188, 213, 215, 218 Me muero por ti 84 Miami Vice 124 Michel Talento, Alejandro 27, 28, 49, 112, 119, 144 Micronoticiero 44, 131 MicroNoticiero de Luis Robledo 131 Mientras llueve 146 Miércoles de ceniza 214 Miguel, Orlando 194 Mikey, Fanny 148, 213 Milagros de amor 86, 95, 120, 157, 196, 215, 218 Milagro en Roma 93, 95, 146 Mile 120, 122 Miles de pesos por sus respuestas 116 Millar, Arthur 28 Milo 37 Mil francos de recompensa 46, 64, 66, 146, 147 Mil y una Américas, Las 197, 198 Minimonos 47 Miniserie de la semana, La 181, 215 Ministerio de Comunicaciones 104, 182 Ministerio de Cultura 107, 208 Ministerio de Salud 206 Mini Monos con Pepón 120, 122 Minuto 45 205 Minuto de Dios, El 27 Mirada de mujer 71 Miranda, Mauricio 78, 80, 83, 87, 194, 227 Misas, Camila 189, 192, 227 Misión, La 81, 227 Misión, La (película) 92 Misión imposible 123 Miss América 52 Miss Estados Unidos 52 Miss Mundo 172 Miss Teen 52 Miss Universo 52, 172 Mis adorables sobrinos 124 Mitos y Leyendas 58 Mi alma se la dejo al diablo 46, 90, 127, 151, 155, 156, 159, 183, 188 Mi amada Beatriz 124 Mi bella genio 123 Mi pequeña mamá 47, 151, 212 Mi terruño (musical) 111 Mi única verdad 55, 213, 215 Moda, estilo y pasarela 115 Modo de la moda, El 27 Mogollón, Pedro 155, 187 Mojica, Ana 24, 65, 70, 145, 147 Molano, Rafael 122, 198 Molière (Jean-Baptiste Poquelin) 28 Molina, Gonzalo ‘El Cocha’ 92 Molina, Fernando 56 Molina, Ruperto 56 Molly Brown 76, 77, 216 Momentos trágicos del deporte 142 Momento cultural 44, 105, 107, 128 Momposina 70, 74, 93, 105, 122, 170, 214 Moncada, Armando 142, 143, 204
Apéndices Moncada, Jairo 204 Moncayo, Ángelly 186, 196, 211 Monja voladora, La 95, 157 Monroy, Álvaro 113 Monroy Guzmán, Álvaro (presentador) 28, 144 Monsalve, Jaime 26, 66, 147 Monstruos, Los 41 Montalbán, Helena 24, 145 Montalbán, Ricardo 124 Montaño, Herbert 155 Montecristo 100, 115 Montejo, Consuelo de 40, 48, 50 Montejo, Elisa de 64, 66, 67 Montejo, Leopoldo 40 Montejo Carrasco, Alejandro 30 Montenegro, Darío 223 Montero, Nicolás 86, 93, 186, 188, 214 Monterrosa, Jorge 80 Monterroso, Augusto 107 Montoya, Camilo 168 Montoya, Diana 129, 140 Montoya, Germán 10, 48 Montoya, Juan Pablo 20, 115, 171, 205 Montoya, Luis Fernando 72, 74, 89, 91, 94, 154, 157 Montoya, Pedro 90, 155 Montoya, Sara 197 Mora, César 79, 151, 171, 190 Mora, Héctor 126 Mora, Octavio 141 Morales, Antonio 102, 129, 140 Morales, Néstor 51, 139, 200, 202 Morales, Sofía 100, 150 Morales, Yurani 203 Morales Pradilla, Próspero 93 Morant, Víctor Hugo 78, 90, 97 Moré, Reynaldo 206 Morena Clara (telenovela) 216 Moreno, Luis Alberto 56 Moreno, Marlon 87, 187 Moreno, Nelly 73, 92, 110, 153 Moreno-Durán, R. H. 107 Morón, Esther 140 Morris, Greg 123 Morris, Hollman 203 Moscoso, Mireya 168 Móseres, Fernando 159 Mosquera, Isa Catherine 208 Mosquera A., María Piedad 31 Motoa, Luis Eduardo 74, 79, 152, 186 Moure, Santiago 102, 188, 218 Mr. T 124 MTv 108 Mucha música 111, 183 Muelle oeste 192 Muertes ajenas, Las 43, 73, 84, 153, 154, 155, 215 Muerte de Atahualpa, La 95 Muerte de un agente viajero, La 154 Mujercitas 148 Mujeres (serie) 151, 214 Mujeres en línea 114, 115, 137, 183 Mujer del año, La 76, 77 Mujer del piso alto, La 176, 216 Mujer del presidente, La 50, 51, 78, 87, 156, 158, 159, 193, 194, 196, 213, 215, 218 Mujer de hoy, La 129 Mujer doble, La 25, 50, 51, 151, 156, 215, 218 Mujer en el espejo, La 198 Mujer maravilla, La 123, 124 Multimedia 56 Mundiales de fútbol 42, 48, 54, 142, 205, 218 Mundial de fútbol 46, 138, 142, 165, 170, 204, 205 Mundo al vuelo, El 27, 54, 126, 130, 145 Mundo Costeño 57 Mundo del niño, El 90, 119, 148 Mundo de hoy, El 101 Mundo de la moda, El 115 Mundo en Bogotá, El 27, 42, 112 Mundo está en alguna parte, El 147 Mundo infantil, El 27, 44, 119 Mundo que nos rodea, El 54 Mundo según Pirry, El 170, 172, 211 Múnera, Luis Fernando 43, 93, 163, 196 Munévar, Alejandro 56 Munker, Hugo Alberto 41, 131 Muñoz, Carlos 17, 24, 25, 26, 27, 43, 51, 72, 73, 83, 98, 148, 208 Muñoz, Gabriel 142 Muñoz, José A. 98 Muñoz, Lucía 84 Muñoz, Marco 176 Muñoz, Margarita 194 Muñoz, Sandra 196, 211 Muñoz Calle, Francisco 56, 132, 180 Muñoz Mora, Cesáreo 145
Muñoz Valencia, Víctor 40 Murillo, Miguel Alfonso 155 Musas, Las 85 Museo vivo 104 Música, maestro 50, 77, 79, 95, 98, 117, 151, 153, 155, 158, 159 Musical Pielroja 114 Musical RC N 111 Musicapital 59 Música de cámara 27 Música entre amigos, La 113 Música para niños 27 Música y su historia, La 27 Musidramas 148, 150, 176 Musset 28 Mutis, Álvaro 29 Muy buenos días 118, 170, 171, 218 Muy especial 111 Muy graciosa farsa de Micer Patelin 145 Muy personal 49, 115, 128
N
N.N. 54, 96, 149, 154, 212 Nace una estrella 172 Nacional de Televisión y Comunicaciones 56 Nación en marcha, La 129 Nader, Lucía 128 Napoleón Franco y Cía. 61 Nariño (serie) 80 National Geographic 56, 180 Naturalia 35, 45, 46, 113, 115, 150 Navarro (serie) 54, 73, 74, 77, 154, 212 Navarro, Ana Cristina 57 Navas, Mauricio 75, 78, 80, 83, 87, 194, 227 Navas, Pedro 10, 48 Navia, Cecilia 121, 122, 189, 194 Navia, Lina María 174 Navia, Lucila 120, 121, 122 Navia, María Fernanda 179 Navia, Tony 85, 120, 189, 190, 214, 217 Navidad de los niños pobres 41 NBC 21, 56, 123, 124, 129, 177, 222 Nessim, Isaac 51, 58, 200 Nevado del Ruiz 23, 30, 31, 135 The News Corporation Limited 60 New Sky 34, 170 Nicholls, Ivonne 137 Nick Camelo Producciones 56, 123 Nielsen 61, 176, 185 Nieto, Adelaida 72, 91 Nieto, José 27, 145 Nieto Bernal, Julio 100, 145, 168, 202, 204 Nieto Pantoja, Arnulfo 56 Nieto Roa, Gustavo 95 Nieves, María Antonieta de las 124 Ninfa constante, La 46 Niños invisibles, Los 151 Niño del circo, El 41 Niño del pantano, El 16, 17 Niño Diez, Jaime 222 Nipkow, Paul 21 Nivia, Norma 211 Nocetti, Andrea 196 Noche, La 125, 129, 136, 170, 174, 200, 201, 203 Noches blancas, Las 76 Noches de Colombia 105, 112 Noches de gala (musical) 111 Noches de Luciana, Las 159, 227 Noche de campeones 142 Noche temática 126, 129 Nocturno 213 Noguera, Felipe 80, 84, 159, 196, 210 Noguera, Rafael 102, 194 Non Plus Ultra 115 Noriega, Adelaida 195 Noriega, Enrique 121 Noriega, Fernando 121 Noriega, Guillermo 121 Noriega, Gustavo 121 Noriega, Lady 196 Noriega, Vanessa 208 Nosotros (concurso) 51, 118 Nosotros Colombia 128, 129 Nostalgia (musical) 111 Notas de sociedad 148 NTC (Nueva Televisión de Colombia) 54, 118, 178 Noti, Tutti, Cuanti 101, 122 Noticias calientes 96, 172, 213, 217 Noticias Capital 59 Noticias del Colombiano 140 Noticias de guerra en Colombia 106 Noticias de la noche 199, 201 Noticias RCN 170, 196, 201, 203 Noticias Uno 126, 134, 140, 141, 143, 178, 179, 196, 199, 201, 202, 204 Noticiero 10 p.m. 131
Noticiero 24 Horas 56, 82, 114, 128, 129, 132, 133, 136, 137, 138, 139, 140, 141, 142, 166, 199, 201, 204, 205 Noticias 3NC 141 Noticiero 7 días en el mundo 134, 137 Noticiero AM-PM 136, 137, 138, 140 Noticiero a las 10:00 41 Noticiero Buenos días Colombia 138, 141, 201 Noticiero Cantaclaro 131, 133 Noticiero Caracol 7:30 138, 140, 157, 200 Noticiero Cinevisión 55, 132, 133, 137, 140 Noticiero Citynoticias 183, 200, 202 Noticiero CM& 77, 129, 136, 139, 141, 199, 200, 202 Noticiero Colombia 12:30 138, 141 Noticiero Contrapunto 41, 131, 133, 140 Noticiero Criptón 129, 130, 136, 137, 139, 180, 201 Noticiero cultural, El 27 Noticiero CVTV 133 Noticiero del espectáculo, El 115 Noticiero del Mediodía 106, 180 Noticiero deportivo León 142 Noticiero de las 7 106, 134, 135, 136, 137, 138, 140, 141, 143, 199, 200, 201, 202 Noticiero de las buenas noticias 182 Noticiero de la mañana 131, 168 Noticiero de la noche, El 133 Noticiero Diario visión 129 Noticiero Enka 130 Noticiero En Vivo 59, 138, 140, 141, 199, 202 Noticiero Gráfico 130, 136 Noticiero Hora Cero 102, 138, 141, 199 Noticiero Mundo Visión 136, 137 Noticiero Nacional 47, 56, 58, 59, 115, 134, 135, 136, 137, 138, 140, 141, 143, 166, 180, 199, 201, 205 Noticiero Noticias 1 126, 130, 131, 136, 137 Noticiero Noticinco 58, 61 Noticiero Noticolor 56, 132, 133 Noticiero Notivisión 134 Noticiero NTC Noticias 115, 134, 135, 138, 140, 141, 143, 201, 202 Noticiero Primer plano 133 Noticiero Promec 128, 136, 137, 201, 204 Noticiero QAP Noticias 57, 58, 136, 138, 139, 141, 155, 166, 200, 201, 202, 204 Noticiero RCN 7:30 138, 141, 200 Noticiero Suramericana 27, 44, 56, 125, 130, 131, 142, 145 Noticiero Telecom 128, 131 Noticiero Telediario 114, 128, 131, 137, 142 Noticiero Telematinal 141 Noticiero Telenoticias 56, 115, 132, 134, 136 Noticiero TeleNoticiero del mediodía 136, 137 Noticiero Telepaís 202 Noticiero Teletigre 41, 131 Noticiero Tevesucesos RCN 204 Noticiero TV Hoy 58, 107, 130, 131, 132, 133, 135, 136, 140, 141, 199, 204, 205 Noticiero TV Mundo 133, 134, 137 Noticiero TV Sucesos A3 114, 128, 131, 133, 159 Noticiero Uninoticias 138, 141, 199 Noticiero Vea Colombia 133 Notideportes 101, 143 Notioriente 59 Notipacífico 58 Novios, Los 77, 85, 98, 145, 149, 150 Novoa, Rafael 85, 187, 190, 191, 217 Nowicky, Pawel 51 Noya, Luis Fernando ‘Pernito’ 119 No hay tiempo para sargentos 41 No juegues con mi vida 46, 77, 156, 177, 190 No me lo cambie 50, 101 No me vuelvan a invitar 118 No morirás 55, 90, 159 No renuncies, Salomé 95, 152, 181, 215, 216 NTSC 221 Nuestra casa programa 115 Nuestra Natasha 149 Nueva estrella de las canciones, La 53, 111 Nueva Televisión Ltda. 56 Nukak Makú, Los 104, 106, 155 Núñez, Wilson 119
O
O’Neill, Eugene 28 Oasis, El 55, 212, 214 Obregón, Juan Pablo 186 Obregón, Rodrigo 51 Ocampo, Adriana 106 Ocampo, Héctor 200 Ocampo Cardona, Harvey 56 Ochoa, Clara María 154 Ochoa, Daniel 196 Ochoa, Héctor 107
Ochoa, Margarita 179 Oiga, mire, vea 118 Ojo al arte 52, 107 Oki Doki 119, 120, 121, 122, 197, 217 OKTv 55, 80, 87, 193, 209, 214, 215, 216 Olarte Restrepo, Pedro 30 Olaya, Eduardo 144 Old Spice 37 Olivieri, Humberto 187, 190, 191, 212 Onda Tres, La 110 Operación ciudad 182 Operación Cupido 118 Operación Ja Ja 42, 96, 100, 101, 110, 117, 146, 148 Operación salud 114, 115, 128, 155 Operación Triunfo 206 Orani, Anselmo 24 Orden al mérito Sayco 110 Orden de San Carlos 45 Orden Murillo Toro 28 Ordóñese de la risa 181 Ordóñez, José 211 Organización Ardila Lülle 163 Orjuela, Hernán 101, 116, 169 Orjuela, Luis 196 Orjuela, Manolo 196 Orjuela, Manuel 25 Orjuela S., Jorge Enrique 31 Orlandelli, Silvana 197 Oro (dramatizado) 54, 77, 81, 153, 154, 155 Orozco, Ana María 175, 192, 217 Orozco, Cecilia 134, 139, 141 Orozco, Guillermo ‘Memo’ 114, 169 Orozco, John James 115 Orozco, Luis Fernando 25, 65, 146, 148, 187, 192, 217 Orozco, Verónica 121, 189, 190, 217 Oro sólido 108 Orquesta de Lucho Bermúdez 42 Orquesta María Canela 171 Orquesta Sinfónica 15 Orrego, Ricardo 59, 204, 205 Orrequia, Maruja 145 Ortega, Margarita 51, 80, 81, 140, 157, 168, 187, 188, 191 Ortiz, Alfonso 91, 218 Ortiz, Francisco 102, 181 Ortiz, Gabriel 135 Ortiz, José Gabriel 171 Ortiz, Julio 58 Ortiz, María del Rosario 56, 137 Ortiz, Scarlet 195 Ortiz, Willington 122 Osorio, Álvaro 205 Osorio, Daladier 133 Osorio, Diego 210 Osorio, Jaime 105 Osorio, Sergio 86, 190 Ospina, Clara Elvira 170, 201 Ospina, Elkin 227 Ospina, Gaspar 24, 66, 150 Ospina, Jorge 54, 55, 56, 212 Ospina, Luis 106 Ospina, Natalia 80, 86, 227 Ospina, Rodrigo 99, 155, 156 Ospina, Sebastián 43, 89 Ospina Pérez, Mariano 21, 189 Ossa, Gabriel 107 Osuna, Claudia 122 OTI (Organización de Telecomunicaciones Iberoamericanas) 48, 49, 54, 143 OTI Colombia 42, 47, 48, 49 Otra, La (telenovela) 92 Otra en mí 55, 213 Otra mitad del sol, La 55, 78, 83, 84, 87, 156, 157, 159, 177, 193, 194, 195, 196, 212, 214, 216, 217, 218 Otra raya del tigre, La 8, 40, 93, 95, 122, 149, 152, 156, 159, 170 Oviedo, María Paz 132 Oxígeno (programa) 50 O Globo Brasil 60, 74, 123, 137 O todos en la cama 120, 192, 217, 218
P
Paba, Rita 194 Pablo Neruda, el poeta 99 Pachanga, El 149 Pacheco, el Gordo y… 212 Pacheco insólito 55 Pachón, Gloria 41, 137 Pacho H. Producciones 181 Pacificación (1813-1816), La 94 Padres e hijos 54, 66, 85, 148, 149, 151, 155, 157, 158, 168, 184, 186, 208, 212, 218 Padre por accidente 212 Páez, Álvaro 50 País de las maravillas, La 104
• Í n dice a l fa bétic o
Pájaro loco, El 197, 198 PAL 10, 35, 221 Palabra mayor 104, 107, 126, 201 Palacio, Cristina 207, 208, 209, 211 Palacio, Leticia 67 Palacios, Claudia (presentadora) 168, 200 Palacios, Claudia 211 Eustaquio, Palacios 69 Palacios, Luis 47 Palacio de San Carlos 15 Palco de honor 35, 105, 107 Paloma (telenovela) 53, 150 Paloma herida 174 Palomeque, Lincoln 186 Palomino, Catalina 198 Pambelé 20 Panamsat 34 Pandillas, guerra y paz 181, 186, 196 Panero, Paola 135 Panesso Robledo, Antonio 27, 68, 116, 150 Paniagua, José Luis 51 Panorama 52, 74, 112, 114, 115, 121, 129, 201, 237 Pantalla (programa) 128 Pantera, La 87, 176, 213 Papá Arena 42 Papá Corazón 124 Paper Chase 44, 123 Papi es un desastre 152, 154 Páramo Productions 84 Pardo, Mauricio 105 Pardo, Orlando 86 Pardo, Patricia 179 Pardo, Rafael 139, 170 Pardo Llada, José 134, 137 Paredes, Jorge 155, 159 Pareja más pareja, La 27 Pare o siga 118 París, Germán 42 Parra, Ana María 189, 227 Parra, Fabio 142 Parra, María Eugenia 43, 79, 187 Parra, Nohora 24 Parra, William 141, 203 Parte del arte 106, 107 Pasado en presente, El 54, 104 Pasado no perdona, El 43, 157, 176 Pasaporte al mundo 126 Pase la tarde con Caracol 114, 204 Pasiones secretas 50, 51, 67, 87, 122, 159, 176, 212, 213 Pasión de gavilanes 47, 70, 74, 80, 81, 86, 122, 168, 180, 193, 196, 213, 216, 218 Pasión de vivir 44 Pastor y el filósofo, El 145 Pastrana, Andrés 102, 131, 133, 161, 171 Pastrana Borrero, Misael 133 Patarroyo, Rolando 207 Patiño, Darío Fernando 141, 170, 200, 201, 202, 203, 226 Patiño, Hugo 101 Patiño, Otty 127, 140 Patria boba (1810-1813), La 94 Paulo VI (Papa) 34, 46 Pava, Sandra Rita 189 Payares, Fanny Stella 201 Paz, Lorna 175, 186, 218 Paz, Octavio 107 Paz verde 55 Pecados capitales 69, 95, 153, 158, 168, 176, 186, 191, 193, 195, 213, 214, 216, 218, 224 Pecados de Inés de Hinojosa, Los 46, 81, 82, 83, 88, 90, 93, 149, 156, 196, 212 Pecado santo 55, 87, 90, 159, 196, 213 Peck, Gregory 92 Pedro el Escamoso 13, 75, 76, 99, 149, 165, 168, 174, 176, 177, 186, 188, 190, 213, 214, 215, 218, 224 Pedro Flórez, llanero, músico y guerrillero 105 Peláez, Amparo 128, 137 Peláez, Hernán 143, 202, 204, 205 Pelusa (programa) 41 Penagos, Cristina 99 Pena máxima 176, 216 Pensión para solteros 148 Pentagrama 32 Peña, Gilma 86, 190 Peña, Laura 151 Peña, Paula 97, 98 Peñalosa, Enrique 129, 201, 203 Peñalosa, Guillermo 129 Peñalosa Camargo, Enrique 42 Peñaloza, Antonio María 107 Peñaranda, Cristina de 42 Peñaranda, Fernando 125 Peñaranda, Jorge 42, 56 Peñaranda, Alberto 42, 109, 117, 126, 130, 131
233
Apéndices
234
• Í n dice a l fa bétic o
People Meter 61 Peppard, George 124 Pepsi 62 Pequeña maravilla, La 198 Pequeños debates 197, 198 Pequeños gigantes 49, 92, 119, 120, 121, 122 Peralta, Natalia 179 Perdidos en el espacio 124 Perea, Ana María 187 Perea, Édgar 115, 140, 142, 143, 204 Perea Borda, Jorge 41, 131 Perego, María 123 Pérez, Adolfo 49, 51, 141, 143, 204, 205 Pérez, Alejandro 44 Pérez, Amada Rosa 192, 196 Pérez, Amparo 51, 114, 115, 128, 131, 166, 168 Pérez, Felipe 46, 70 Pérez, Hugo 24, 27, 28, 36, 41, 43, 65, 70, 144 Pérez, Jorge 121, 122 Pérez, Juan Carlos 188, 190, 218 Pérez Óscar 42 Pérez somos así, Los 54, 86, 96, 212 Perfume de agonía 84, 87, 97, 212, 215, 216 Periódico El Bogotano 40, 139 Periódico El Caleño 40 Periódico El Colombiano 128 Periódico El Espacio 139 Periódico El Espectador 10, 16, 29, 40, 41, 73, 77, 104, 112, 113, 114, 126, 136, 141, 144, 145, 146, 193, 209, 215 Periódico El Heraldo 57 Periódico El Liberal 10, 131 Periódico El Siglo 22, 131, 133, 138, 140, 146 Periódico El Tiempo 15, 24, 26, 29, 45, 46, 53, 58, 60, 66, 67, 70, 71, 73, 76, 89, 93, 110, 111, 116, 127, 128, 130, 145, 147, 149, 150, 163, 177, 183, 198, 201 Periódico La Patria 131, 204 Periódico La República 27, 112, 127, 128, 131, 144, 145, 150, 200 Perla, La 69, 71, 148 Pernía, Gregorio 87, 186, 190, 217, 218 Pernito (Payaso) 119 Pero qué familia 42 Pero sigo siendo el rey 48, 50, 51, 72, 73, 75, 76, 149, 153, 154, 155, 157, 175, 215 Perro amor 55, 67, 74, 78, 86, 95, 96, 122, 152, 158, 177, 190, 192, 195, 196, 215, 217, 227 Perry Mason 19 Persiana americana 215 Personajes 44, 128 Peso Fabricato, El 19 Peter Pan 77, 216 Petro, Noel 111 Petrucci, Rocco 66 Peyton place 124 Pezuña del diablo, La 67, 77, 85, 92, 148, 195, 212 Pfeiffer, Michelle 124 Philco 17, 38 Philips 15, 16, 17, 19, 33, 36, 37, 38, 63, 110, 169 Picapiedra, Los 197 Pido la parola 170 Piedrahíta Pacheco, Alberto 56, 131, 142, 143, 204 Pielroja 62 Piel de zapa 43, 71, 148, 149 Pinzón, Carlos 22, 26, 45, 46, 112, 144 Pinzón, Gerardo 194, 227 Pinzón, Germán 23 Pinzón, Juan Camilo 191, 213, 214 Pinzón, Julio Eduardo 130 Pinzón, Leopoldo 68 Piña, Juan 53 Pirry 170, 172, 203, 211 Pizarro, Gustavo 29, 65 Pizarro & Lizarralde 29, 195 Plata Camacho, Armando 109, 205 Play TV 59 Plaza Sésamo 47, 103, 119, 120, 197, 198 Plazas Herrera, Édgar 31 Pobre Pablo 151, 170, 174, 177, 190, 212, 215, 216, 217, 218 Poesía y belleza 25 Polanía, Nelson 101 Pombo, Camilo 115 Pombo, Roberto 129, 138 Ponce, Carlos 194 Pond´s 37 Pontón, Enrique 42, 70 Pontoni, Billy 109 Popstars 14, 165, 166, 181, 195, 206, 208, 214, 224 Porras, Germán 51, 83, 188 Portafolio TV 183 Porto de Mejía, Evelia 110
Por amor 46, 84, 215 Por las rutas de Colombia 107 Por los caminos de la patria 113, 125, 147 Por los caminos de nuestra América 136 Por qué diablos 55, 86, 95, 156, 157, 158, 177, 189, 190, 195, 196, 216, 217, 218 Por qué mataron a Betty, si era tan buena muchacha 46, 67, 69, 70, 74, 154, 159, 196, 218 Por qué se quitó Juan de la bebida 20, 145 Por qué somos así 128, 129 Por qué te fuiste Ramírez 156 Posada, Carlos 186 Posada, David 190, 191 Posada, ‘El Negro’ 125, 147 Posada, Fabiola 100, 101 Posada, Juan David 211 Posada, Juan Pablo 87, 181, 189, 192, 194, 213, 214 Posada, La 55, 96, 98, 99, 151, 155, 156, 212, 213, 215 Posición viciada 176, 214 Positiva Mente 44, 115, 135 Postales colombianas 52 Postobón 62 Postres Royal preguntan, Los 19, 36, 37, 114 Potdevin, Liesel 43 Potra zaina, La 66, 87, 152, 170, 192 Poveda, Rafael 139, 200, 201, 203 Prada, Aura Helena 187 Prado, Manuel 131, 133 Precio del silencio, El 80, 121, 122, 172, 181 Precio es correcto, El 45, 47, 113, 117, 195 Prego Televisión 56, 129, 135 Pregunta Yamid 139, 168 Premier Capital 59 Premios Grammy Latinos 59 Premios MTV 59 Premios Oscar 26, 52, 92 Premio Acca 95 Premio Acpe 50, 104, 194, 217 Premio Acpfe 216 Premio Antena 29, 51, 52, 53, 68, 69, 70, 98, 101, 110, 111, 113, 115, 116, 117, 126, 130, 142, 148 Premio Antonio Nariño 107 Premio APE 29, 66, 68, 70, 71, 89, 149 Premio Asociación de Críticos y Comentaristas de Miami 158 Premio Asociación de Cronistas del Espectáculo 176, 190, 216 Premio Billboard de la Música Latina 59 Premio Cámara 145, 149, 150 Premio Cámara de plata 145 Premio Carmen de Lugo 81 Premio Casa de las Américas 146, 154 Premio Claqueta de Cristal 214 Premio Colón 176 Premio Coral 106 Premio CPB 104 Premio Cromoshow de Oro 53 Premio del Bienestar Familiar Carlos LLeras Restrepo 80 Premio del canal francés Planet 106 Premio del Círculo de Periodistas de Bogotá 133 Premio del Festival de Cine de Biarritz 82, 95 Premio del Festival de Cine de Chicago 95 Premio del Festival de Cine Huelva 95 Premio del Festival Internacional de Cine y Televisión de Nueva York 121 Premio del periódico El Tiempo 66, 70, 71, 76, 110, 111, 116, 127, 149, 201 Premio del Tercer Encuentro de Televisión 93 Premio de la Asociación Colombiana de Locutores 135, 205 Premio de la Asociación Colombiana de Periodistas del Espectáculo 80, 83, 214, 216 Premio de la Asociación de Críticos y Comentaristas de Arte de Miami 50, 188 Premio de la Asociación de Cronistas del Espectáculo de Nueva York 53, 85 Premio de la Asociación de Periodistas del Espectáculo 126, 127 Premio de la FAO 103 Premio de la Sociedad Venezolana de Prensa 84 Premio de periodismo CPB 107 Premio de Televisión Jeunesse 55, 80 Premio Dos de Oro 190 Premio Emmy 59, 123, 124, 129, 198, 214 Premio Esmeralda 90, 110, 154 Premio Estrella 85, 98, 216 Premio Festival de Telenovelas y Dramatizados 176 Premio Gamma 74 Premio Gaviota de Plata 122 Premio Ges 177
Premio Globo de Oro 124 Premio Grammy 92 Premio Gran Águila 87 Premio Guacaipuro 113, 143 Premio India Catalina 25, 27, 52, 66, 69, 71, 72, 73, 74, 76, 82, 83, 86, 90, 91, 93, 98, 99, 106, 107, 112, 114, 116, 118, 120, 122, 127, 128, 130, 136, 137, 140, 148, 152, 153, 154, 155, 158, 187, 188, 190, 191, 192, 193, 197, 202, 207, 208, 213, 217, 218 Premio Inte 99, 101, 171, 177, 189, 190, 191, 207, 208 Premio Internacional de Periodismo Rey de España 104 Premio Julián Ospina 115 Premio Media Iberoamérica 172 Premio Mibe 50 Premio Midia 50, 86, 94, 104 Premio Nacional de Exportaciones 50 Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar 117, 126, 131, 139, 140, 200 Premio Nacional de Teatro 74 Premio Nacional de Televisión 89 Premio Naciones Unidas 103 Premio Nemqueteba 24, 25, 26, 27, 28, 29, 65, 75, 104, 109, 113, 117, 125, 144, 145, 147, 149, 150 Premio Ninfa de Oro 93 Premio Nobel de la paz 126 Premio Ondas 50, 51, 66, 73, 76, 89, 113, 129, 169, 205 Premio Ondra 29, 65, 66, 69, 70, 99, 100, 109, 111, 125, 126, 130, 143, 146, 148, 150, 151 Premio Orquídea de Oro 216 Premio Palma de Oro 216 Premio Planeta Azul 113 Premio Raduga 52 Premio Rey de España 57, 133 Premio Simón Bolívar 28, 45, 50, 52, 58, 66, 69, 71, 72, 75, 79, 80, 90, 92, 93, 95, 106, 127, 137, 141, 143, 151, 152, 155, 156, 157, 159, 166, 183, 189, 192, 194, 196, 201, 204, 205, 212, 214, 216, 218 Premio Sol de Oro 85, 87 Premio Telenovela 65, 66 Premio The New York Festival 172 Premio Tucán de Oro 80 Premio TV Elenco 175, 212 Premio Tv y Novelas 28, 50, 52, 58, 59, 66, 78, 79, 80, 81, 83, 86, 87, 92, 98, 99, 103, 104, 111, 114, 117, 121, 129, 138, 153, 157, 158, 159, 171, 172, 175, 176, 177, 186, 188, 189, 194, 196, 201, 212, 214, 215, 216, 218 Premio Una Ciudad que Sueña 106 Premio Zipa de Oro 28 Preuss, Frank 16, 111 Priestley, Jason 44 Prieto, Guillermo 172, 203, 211 Primera línea 201 Primera noche, La 155, 159, 213, 216 Primer aplauso, El 85 Principal, Victoria 124 Prisioneros del amor 50, 51, 216, 218 Proaño, Nora 64 Proaño, Stephan 145 Procívica 61 Procultura 105 Producciones Colombia 56 Producciones Ecos Ltda 56 Producciones Her 181 Producciones Mundial 46, 48 Producciones Orbo Novo 56 Producciones Siglo XXI 56 Producciones Terra 52 Producciones Thoy 56 Producción nueva (programación cultural) 104 Programadora JES 71 Programadora TV13 138 Programar Televisión 56, 129, 134, 135, 178 Programa del millón, El 45, 47, 116, 117, 118, 195 Programa de la Esso Colombiana 37 Programa de Otto y Julio, El 52, 110, 111 Programa Pielroja, El 37, 42, 109, 111 Prohibido suicidarse en primavera 145 Promec 55, 56, 71, 90, 98, 115, 118, 127, 129, 136, 137, 149, 155, 159, 201, 204 Promisión S.A. 60 Promotora de Propaganda 56 Propaganda Época 40, 56, 114 Protagonistas (periodístico) 202 Protagonistas de novela 14, 73, 77, 170, 172, 189, 206, 208, 212, 217 Protagonistas en fuera de lugar 96 Protagonista el hombre 44, 125, 128 Protón 26, 40, 56 Provideo 181
Proyecciones Ecran 56 Proyectamos TV 56, 107, 154, 178 Proyecto del diablo, El 106 Prueba de vida 217 PSN 205 PTv 209 Publicidad Toro 56 Gilberto Puentes 150 Puerta al suspenso 146 Puerta grande 95, 117, 159, 170, 195 Puerto amor 54, 154, 212 Pujol, Alberto 195 Pulgarín, Jairo 44, 127, 140 Pulido, Jorge Enrique 56, 129, 137, 141 Pulido, José Agustín 90 Pulido Téllez, José 27 Pulsaciones 206 López Pumarejo, Alfonso 90, 92 Punch 11, 24, 27, 28, 29, 30, 34, 36, 40, 41, 42, 43, 44, 46, 48, 49, 53, 56, 64, 65, 66, 67, 68, 69, 71, 73, 74, 76, 77, 79, 87, 96, 98, 101, 108, 109, 110, 111, 112, 114, 115, 116, 117, 118, 119, 120, 121, 122, 123, 124, 125, 126, 128, 129, 130, 131, 142, 143, 145, 147, 149, 150, 152, 156, 163, 176, 178, 180, 186, 189, 195, 196, 201, 206, 212, 213, 218 Punto de giro 95, 170, 172, 180, 194, 212 Puños de oro 145 Púrpura 84 Putas de Aguadas, El 187 Wilhelm Puth 31
Q
QAP Noticias 57, 58 QRC Noticias 59 Quac, el noticero 47, 100, 102, 151, 196, 215 Quality Media Center 44 Querida Julia 158 Que Dios me ampare 115, 128 Qué mundo de juguete 27 Qué nos pasa 124 Qué pareja 27 Qué pareja más pareja 118 Qué se ve 115 Quién es quién 41 Quién le teme a Virginia Woolf 74, 212 Quién manda a quién 44 Quién quiere ser millonario 116, 165, 166, 169, 181, 207, 209 Quiere cacao 47, 116, 117, 118 Quieta Margarita 11, 51, 75, 122, 151, 155, 159, 189, 218 Quijano Caballero, Jaime 41 Quijano Caballero, Joaquín 10, 23 Quimbay, Wilson 203 Quimbaya, Gabriel 147 Quinceañera 124 Quinn, D’Arcy 200, 203 Quinta hoja del trébol, La 157, 177 Quintero, Germán 192, 196 Quintero, Magda 198 Quintero, Teresita 16 Quiñones, Consuelo 98, 121, 122 Quiroga, Alberto 90 Quiz LG 118 Quórum 115
R
Radiodifusora Nacional 21, 22, 24, 26, 27, 28, 73, 99, 113, 144, 147, 149, 170 Radionet 85, 102, 139 Radio 15 50, 82, 134 Radio Cadena Nacional 37, 49 Radio city 183 Radio Continental 70, 130, 149 Radio Juventud 139 Radio Militar 98 Radio Nacional 31, 66, 86, 101 Radio Reloj 132, 157 Radio Santa Fe 101, 134 Radio Súper 131 Radio Sutatenza 70, 98, 150, 155 Radio Televisión Española 34 Radio Televisión Interamericana 22, 237 Radio Televisión Italiana (RAI) 34, 154, 176, 177 Raíces (extranjero) 124 Ralea, La 66, 71 Ramírez, Augusto 56, 202 Ramírez, Carlos 78 Ramírez, Carlos Eduardo 141 Ramírez, Carlos Hernando 56, 202 Ramírez, Carolina 218 Ramírez, Frank 25, 71, 75, 86, 88, 89, 91, 93, 95, 190, 191 Ramírez, Haydée 186 Ramírez, Ignacio 131 Ramírez, Jorge 17
Ramírez, Natalia 75, 175, 218 Ramírez, Nelson 36 Ramírez, Ofelia 105 Ramírez, Sergio 90, 154 Ramírez Valbuena, Gilberto 31 Ramos, Diego 194, 195 Ramos, Jorge 58 Ramos, Ramsés 217 Raphael (cantante) 53, 110, 111, 125 Rasputín 43, 74, 80, 97, 154, 159, 212 Ratonera, La 66 Raúl Honorio Lamus (programadora) 56 Rauzán 46, 47, 67, 196 Rayo, Yolanda 208 Raytheon 19, 38 RCA 33 RCN 11, 17, 28, 36, 37, 46, 48, 49, 50, 52, 54, 58, 60, 61, 66, 71, 73, 74, 75, 76, 77, 78, 85, 86, 87, 90, 91, 92, 93, 95, 96, 97, 98, 99, 100, 107, 111, 112, 113, 114, 115, 118, 120, 121, 122, 123, 124, 125, 128, 129, 130, 131, 132, 136, 138, 140, 141, 142, 146, 150, 154, 156, 158, 159, 162, 163, 164, 165, 166, 168, 170, 171, 172, 174, 175, 177, 180, 181, 183, 184, 186, 188, 189, 190, 192, 195, 197, 199, 200, 201, 202, 203, 204, 205, 206, 208, 209, 211, 212, 213, 214, 215, 217, 218, 224 Reagan, Ronald 20 Rebelión de las ratas, La 95, 146, 148, 153 Recién llegados, Los 95 Recordando con ira 188 Recordarás mi nombre 71 Recuerdos de sangre 106 Recuerdo a mamá 67 Red de amigos 182 Red Independiente, La 143, 210 Reencauchados, Los 55, 101, 177 Reencuentro de dos héroes 125 Refugio, El 77, 151 Reina, Mauricio 101 Reina de belleza 146 Reina de Queens, La 196, 213, 218 Relatos históricos 196 Renault 62 Renault 4 36, 62 Rendón, Pedro 191 Rendón, Sebastián 198 Rendón, Valentina 190, 218 Rentería, Óscar 204 Rentería, Poncho 51, 115 Rentería, Tatiana 217 REP, Relaciones Públicas 56 Replay TV 220 Reportajes Caracol 49, 128, 139 Reporteras, Las 128 Reportero deportivo Cauchosol 142 Reporter Esso, El 27, 42, 44, 130, 131 Respetables delincuentes 120 Restrepo, Alexandra 101 Restrepo, Álvaro 104 Restrepo, Darío 31, 51, 56, 133, 170, 202 Restrepo, Fabio 46 Restrepo, Fernando 46 Restrepo, Guillermo 34 Restrepo, Javier Darío 133 Restrepo, Luis Alberto 92, 94, 188, 192, 211, 213 Restrepo, María Victoria 56, 98 Restrepo, Marlon 207 Restrepo, Patricia 94 Restrepo, Silvia 159 Restrepo, Teresa 145 Restrepo, William 134, 135, 137 Restrepo Jaramillo, Juan Guillermo 56 Restrepo Suárez, Fernando 22, 30, 45 Resumen semanal 131 Retorno, El (programa cultural) 105 Retratos 121, 149, 172, 181, 196 Revancha, La 99, 122 Revista, La 52, 74, 108 Revista Antena 54 Revista Cambio 138 Revista Cromos 65, 82, 140, 141, 201, 202, 215 Revista Elenco 74, 97 Revista El Santo 54 Revista Flash 40 Revista Hoy x Hoy 131 Revista Kápax 54 Revista musical 52 Revista musical Pielroja 27, 36 Revista musical Sedeco 36, 37 Revista Semana 37, 89, 135, 138 Revivamos nuestra historia 28, 55, 70, 81, 90, 92, 97, 118, 122, 146, 147, 153, 154, 155, 156, 158, 159, 213, 215 Revólver a la orden 22 Rey, Paola 86, 189, 193, 216 Reyes, Carlos José 55, 56, 90, 151, 154, 215 Reyes, Gabriel 50
Apéndices Reyes, Jorge 195 Reyes, Roberto 112, 114, 148, 186 Reyes, Sandra 87, 176, 215 Reyes Restrepo Ramos y Cía. Ltda. 56 Riaño, Fernando 105, 107 Ribero, Mario 98, 175, 212 Ricardo, Adriana 92, 151, 192, 218 Ricci, Margot 114, 115 Rice Burroughs, Edgar 19 Rico, Diana 51, 105 Ricos también lloran, Los 72, 124 Rincón, César 20 Rincón, Ovidio 200 Rin tin tin 124 Ríos, Juan Guillermo 132, 133, 134, 210 Ríos, Oswaldo 84, 195 Ripstein, Arturo 89 Risas y bromas 181 Ritmo cambiante 53, 111 Rivas, Héctor 24, 64, 149 Rivas, Mariela 55, 90 Rivera, Fernán 227 Rivera, José Eustasio 46, 68 Riveros Vergara, Enrique 56 Rizo (película) 25 Roa, Jorge 82 Roa Bastos, Augusto 107 Roberts, Pernell 123 Robledo, Eleonora 137 Robledo, Gloria 56 Robledo, Luis 56 Robledo, Tania 186, 195 Rocha, Daniel 80, 159, 196 Rocha, Margot 115 Rockactivos 108 Rockwood, Roy 19 Rodrigo D, no futuro 87, 156, 159 Rodríguez, Alcira 24, 65, 69, 71, 150 Rodríguez, Álvaro 99, 196 Rodríguez, Ana 198 Rodríguez, Ernesto 92, 132, 133 Rodríguez, Héctor 179 Rodríguez, Humberto ‘El Gato’ 115 Rodríguez, Iván 74, 91, 153, 187 Rodríguez, José Luis 111 Rodríguez, Juan Manuel 59 Rodríguez, Marcelino ‘Mandíbula’ 100, 101 Rodríguez, Maritza 187, 188, 190, 218 Rodríguez, Martha 107 Rodríguez, Miguel 145 Rodríguez, Mónica 132 Rodríguez, Nórida 83, 146, 155, 186, 189, 191, 215 Rodríguez, Ruddy 91, 181, 192, 195, 212 Rodríguez, Santiago 171, 204 Rodríguez, Tony 191 Rodríguez, Vicky 115 Rodríguez Camacho, Eduardo 30 Rojas, Alicia de 25, 70, 147 Rojas, Diego 215 Rojas, Fernando 122, 197 Rojas, Germán 43 Rojas, Jorge 56 Rojas, Natalia 198 Rojas, Patricia 198 Rojas, Rafael 196, 227 Rojas Pinilla, Gustavo 11, 15, 17, 21, 22, 23, 48, 52, 103, 130, 136 Rojo y negro 43, 71, 98, 145, 189 Román, Edgardo 91, 95, 99, 157, 218 Román, Julián 189, 218 Romeo y buseta 55, 95, 96, 98, 99, 151, 153, 155, 156, 194, 213, 214 Romeo y Julieta 90, 95, 214 Romero, Anuncia de (Carmen de Lugo) 16, 24, 64, 70, 144, 195 Romero, Felisa 213 Romero, María Eugenia 105 Romero, Natalia 78 Romero Lozano, Bernardo 24, 26, 28, 29, 41, 54, 55, 56, 64, 65, 66, 67, 69, 70, 71, 73, 74, 81, 85, 96, 101, 113, 144, 145, 146, 147, 148, 149, 150, 151 Romero Pereiro, Bernardo 24, 45, 47, 51, 54, 64, 65, 67, 70, 71, 73, 76, 78, 79, 83, 84, 85, 86, 89, 92, 97, 117, 121, 126, 127, 150, 151, 163, 177, 181, 194, 212, 227 Ronda de piedra 53 Ronderos, María Teresa 127 Rosario Tijeras 154, 157 Rosas del atardecer 75, 196 Rosa de los vientos, La 27, 43, 76, 77, 104, 146, 149, 152, 155, 216 Rosquilla, La 27, 74 Rostros y rastros 104, 106 Roth, Boris 28, 41, 46, 47, 64, 65, 70, 86, 147, 148, 195 Rovira Arango, Orlando 30
Roy, Elsa 145 Royal 10, 19, 36, 37, 114 RR-Tv Restrepo y Cía. 56 RTI 22, 24, 26, 27, 29, 30, 33, 34, 40, 42, 45, 46, 47, 48, 49, 52, 53, 60, 61, 64, 65, 66, 67, 68, 70, 71, 73, 74, 77, 79, 80, 81, 84, 85, 87, 89, 90, 91, 93, 95, 96, 97, 99, 102, 105, 107, 108, 111, 113, 115, 116, 117, 118, 120, 122, 123, 126, 127, 129, 131, 142, 143, 148, 149, 150, 151, 154, 155, 156, 159, 162, 163, 165, 174, 177, 178, 179, 180, 183, 186, 187, 191, 193, 195, 196, 206, 207, 209, 212, 213, 218 Ruanetas, Los 101 Pubiano, Fabio 84, 87, 96, 188, 189, 213 Pubiano, Guillermo 16, 17, 20, 145 Rubiano Sáenz, Pedro (Monseñor) 182 Rubio, Maritza 141, 196, 202 Rudas, Mateo 84 Rudas, Santiago 84, 159 Rueda, Carlos Arturo 19, 27, 142, 149, 204 Rueda, Ignacio 29 Rueda, María Isabel 57, 132, 138, 139, 201, 202 Rueda, Pablo 56 Rueda de la fortuna 118 Ruiz, Álvaro 24, 36, 64, 65, 66, 67, 69, 71, 83, 84, 92, 109, 112, 116, 119, 150, 187, 188, 204 Ruiz, Carlos 114, 115 Ruiz, María Mercedes 196 Ruiz, Martha Liliana 121, 122, 196 Ruiz, Víctor Hugo 72 Ruiz, Viena 51, 139, 196, 200, 216 Ruiz, Yolanda 135, 141 Ruiz Ardila, Jorge 105 Ruiz Martínez, Eduardo 40, 56 Rulfo, Juan 46 Ruta 66 41 Ruta de fe 182
S
Saavedra, Alberto 98, 151 Saavedra, Argemiro 155 Sábados de locura 118 Sábados felices 46, 49, 85, 100, 101, 102, 146, 147, 169 Sábado espectacular 97, 112, 118, 172 Sabariedades 55, 112, 117, 118, 212 Sábato, Ernesto 107 Sabbatini, Enrico 92 Sabino, Carolina 85, 93, 120, 121, 122, 171, 188 Sabor a limón 213 Sabor de hogar 182 Sabú (cantante) 137 Sacrificio de amor 46, 65, 67, 75 Sáenz, Katty 51, 114, 115, 196, 214 Salamanca, Luis Felipe 79, 176, 187, 188, 190, 191, 207, 213, 227 Salas, Luis Fernando 191 Salazar, Jorge Emilio 25, 44, 72, 74, 77, 79, 89, 154, 215 Salazar, Liliana 204 Salazar, Noé 186 Sala de redacción 129, 183, 202 Salcedo, Andrés 205 Salcedo, Jimmy 56, 109, 110 Salcedo Jr., Humberto 137 Saldarriaga, Jaime 43, 148, 154 Saldarriaga, José 154 Salgado, Andrés 78, 80, 84, 86, 122, 227 Salgari, Emilio 19 Salinas, María Eugenia 58 Samantha (telenovela) 216 Sanpedro, Juan Esteban 207, 208, 211 Samper, Gabriela 107 Samper, Juana 85 Samper, Mady 106 Samper, María Elvira 134, 138, 141, 200, 202, 203 Samper, Mónica 44 Samper Pizano, Daniel 7, 19, 71, 84, 92, 93, 97, 177 Samper Pizano, Ernesto 49, 136 Samper Rodríguez, Gustavo 31 Sanabria, Rafael 205 Sánchez, Alberto 43 Sánchez, Ana María 25, 42, 193 Sánchez, Carlos ‘El Mocho’ 101 Sánchez, Claudia 196, 197, 227 Sánchez, Juan Fernando 192 Sánchez, María Cecilia 211 Sánchez, María Inés 171 Sánchez, Ómar 65, 66, 74, 147 Sánchez, Pepe 24, 26, 27, 47, 55, 56, 64, 66, 70, 71, 72, 73, 81, 84, 85, 86, 88, 97, 98, 99, 120, 137, 156, 157, 174, 186, 190, 194, 213, 214, 215 Sánchez, Sebastián 179, 189, 192, 194, 218 Sánchez, Simona 198
Sánchez Cristo, Alberto 52 Sánchez Cristo, Gerardo 52 Sánchez Cristo, Jaime 52, 114, 115 Sánchez Cristo, Julio 114, 139, 155, 203 Sánchez Juliao, David 72, 187 Sánchez Ortega, Camilo 128 Sánchez Ortega, María Ángela 42 Sánchez Torres, Armando 31 Sánchez Vanegas, Julio E. 52, 53, 108, 110, 114, 116 Sandoval, Andrés 192 Sandoval, Heriberto 101 Sandro (cantante) 53 Sangre azul 53 Sangre de lobos 52, 69, 71, 79, 82, 86, 152, 159, 189, 192, 195, 212, 216 Sanín, Felipe 155 Sanín, Noemí 57, 168 Sanín - Vandenenden 155 Sanint, Antonio 192 Sanín Posada, Guiomar 164 Sanmiguel, Ángela 141 Sano, Seki 24, 25, 99, 146, 147, 149 Santamaría, Germán 75, 90 Santamaría, Guillermo 120 Santamaría, Ricardo 139 Santa María del olvido 41, 206 Santo, El 123 Santofimio, Luz Mariela 79, 81 Santos, Danilo 74, 79, 84, 159, 196 Santos, Evelyn 196 Santos, Hernando 127 Santos, Jaime 27, 50, 51, 69, 120, 133, 148, 151, 159 Santos, Luis Fernando 183 Santos, María Teresa 198 Santos Calderón, Enrique 138 Santo Domingo, Isabella 86, 93, 115, 171, 211 Santo Domingo, Julio Mario 48, 168 Sanz de Santamaría, Carlos 10, 48 Sanz de Santamaría, Guillermo 50 San Antoñito 99 San Tropel 11, 51, 71, 72, 73, 148, 153, 155, 224 Sarmiento, Alfonso 47 Sarmiento, Augusto 106 Sarmiento, Esther 26, 27, 147 Sarmiento, Judith 49, 135 Sarmiento, Marcela 51, 168 Sartori, Giovanni 225 Sastre, Mario 41, 149, 150 SAS TV 60 Saúl en la olla 116 Savage, Fred 124 Savater, Fernando 107 Saviano, Josh 124 Schiller, Friedrich Von 28 Schmitt, Pilar 168, 196 Schmulson, Mike 57, 142 Schneider, Cristina 42 Schönwald, Noelle 189 Schultz, Dwight 124 Secretos de María José, Los 85 Secreto de amor 152 Sedeco 37 SEEL 34 Sefair López, Salin Antonio 56 Segarra, Sergio 15, 23 Segundo enemigo, El 46, 70, 77, 154, 215, 218 Segura, Martha 79 Seguridad extrema 56 Seinfeld 19 Selección Colombia 49, 169, 204, 205 Sena 56, 58 Senado Hoy, El 58 Senn, Martha 91 Sentimiento Leopardo 205 Señales de vida 104, 106 Señal Colombia 30, 31, 32, 59, 85, 103, 104, 105, 106, 113, 115, 129, 141, 178, 197, 198, 205, 223 Señoras y señores 113 Señora bonita 53, 75, 98, 146, 213 Señora Isabel 55, 66, 70, 71, 75, 83, 85, 212, 216, 217 Señoritas Gutiérrez, Las 86, 96, 98, 145, 153, 190 Señorita Helena, La 124 Séptimo día 49, 50, 51, 77, 129, 208 Serna, Andrea 172 Serna, Rubén Darío 155 Servicio Iberoamericano de Noticias 132 Severino, Josefina 92, 93, 95 Sexología en pantalla 128 Sex & The City 123 Se armó la gorda 168, 195, 196, 214, 215, 218 Se busca 202, 210 Se necesita un tenor 214
Shakespeare, William 28, 113, 159, 214 Shakira 49, 50, 111 Shampoo (comedia) 96, 155 Shapiro, Esther 124 Shapiro, Richard 124 Shaw, Bernard 28 Sheldon, Sydney 123 Sheriff 123 Shindig (musical) 41 Temple, Shirley 41 Showbiz 59 Show de Bill Cosby, El 124 Show de Cristina, El 114 Show de Donna Reed, El 52 Show de Isadora, El 154 Show de Jimmy, El 96, 108, 110 Show de Jorge Barón y su estrella invitada, El 53, 111 Show de las estrellas, El 53, 108, 111, 114 Show de la familia feliz, El 66 Show de la noche 29 Show de Lucy, El 26, 41 Shuck, Juan Pablo 43, 76, 87, 193, 196, 218 Siachoque, Catherine 85, 187, 191, 216 Sida, cadena mortal 206 Siemens 10, 21, 23, 31, 33 Siempre listos 44, 122 Sierra, Angélica 210 Sierra, María Eugenia 58 Siete pecados capitales, Los 77 Siete veces amada 85, 158, 168, 196, 215, 218 Sigacol 22, 45, 46 Siga la pista 55, 117, 118, 212 Signo y fortuna 118, 144 Siguiendo el rastro 55, 172, 213 Siguiente programa, El 55, 92, 100, 102 Silva, Darío 56, 133 Silva, Jorge 107 Silva, Martha 189 Silva, Mónica 28, 153 Silva, Patricia 101 Silva V., Vicente 31 Simmonds, César 30, 45, 125, 126 Simón ‘El Africano’ (cantante) 53, 111 Simpática escuelita que dirige doña Rita, El 100, 150 Simplemente fútbol 205 Simplemente María 124 Simpson, Los 197 SIN (cadena) 111, 166 Sin, Hugo 61 Singer, Las de 27 Siniestro 57 Sinisterra de Carvajal, Amparo 58 Sin amarillo, azul y rojo 205 Sin cédula 183, 197, 198 Sin límites 146, 168, 187, 213, 216, 218 Siquiera, Gabriel 15, 23 Sitios y gentes por Colombia 104 Situaciones (periodístico) 129 Si Dios quiere 150 Si lo sabe cante 114 Si mañana estoy viva 87, 90, 99, 159 Si nos dejan 42, 153, 213 SkyTv 47, 60, 205 Smallville 124 Smith, Sonya 195 Sobrevivir 54, 154, 216 Sobre ratones y hombres 147 Sociedad Interamericana de Prensa 127, 141 Sociedad Pizarro-Gutiérrez 29, 65 Sofía dame tiempo 47, 87, 149, 158, 168, 180, 190, 216, 217, 218, 227 Soldadito de plomo, El 77 Soledad (telenovela) 216 Soler, Ana 192 Solís, Javier 26 Solórzano, Fernando 94, 176 Solovyov, Sergei 92 Solo de sol 82 Sólo una mujer 51, 74, 87, 156, 176, 216 Solterita y a la orden 54, 179, 181, 195, 214 Solteros pero muy dignos 28 Soltero sin compromiso 172 Sombra del arco iris, La 194, 214, 216 Sombra del deseo, La 50, 51, 157, 176, 213, 216 Sombra de tu sombra 51, 87, 114, 214 Somos cinco y medio 27, 42 Sonolux 95 Sony 33, 63, 95, 185, 225 Sony Music 95 Soplo de vida 95, 159, 193 Sopranos, Los 123 Sorteo Extraordinario de Navidad 116 Sosa, Freddy 101 Soto, Jaime 56, 131, 133 Soto, Jairo 74, 91, 98
• Í n dice a l fa bétic o
Soto Aparicio, Fernando 146 Spanic, Gabriela 191, 195 Spanish International Network de Nueva York 53 Spelling, Aaron 124 Spencer, Bud 73 Sportsat 53, 178 Constantin Serguéievich Stanislavski 25 Stars (programa) 115 Stefano (cantante) 106 Steffens, Jennifer 73, 86, 190, 192, 214 Steiner, Jean Pierre 45 Stivel, David 47, 51, 73, 75, 76, 77, 79, 86, 99, 195 Stivel, Mateo 77, 122, 159 Strauss, Hilda 114 Suárez, Adriana 188, 190, 218 Suárez, Stella 44, 150 Sucesos (programa) 57 Sueños y espejos 55, 82, 85, 87, 95, 212, 214 Sueño de una noche de verano 159 Sugar (comedia musical) 76, 77, 117, 216 Sumas y restas 159 Sunday People 201 Supercable 60 Supernotas, Las 110 Superview 60 Surge una estrella 118 Survivor 206, 207 Suspenso 41 Su majestad el dinero 149 Su media naranja 47 Sweet 54, 179, 215
T
Tabú 55, 157 Tadeo Clonado 181 Tafur, María José 181, 198 Taita, El 54, 77 Talentos 104, 106, 155, 201 Talero, María Elvira 105 Tamayo, Andrés 171 Tamayo, Luis 159 Tamayo, Patricia 194 También caerás 101, 169, 208 Tan cerca y tan lejos 98, 170, 196, 214, 216, 218 Tapia, Ernesto 195 Tapias, Mónica 127, 129, 132 Tapias, Ximena 61 Tarajano, Rolando 195 Tardes de María C., Las 77, 115, 172 Tavera, Horacio 74, 155 Taxista millonario, El 101, 149, 150, 212 Teatro de cámara 25 Teatro infantil 122 Teatro musical Colseguros 108, 109, 112 Teatro Popular Caracol 46, 51, 66, 69, 145, 146, 148, 149, 152 Teatro romántico 85 Técnicas de duelo 25, 82, 95, 147, 156, 212, 215, 218 Tele, La 92, 102 Tele-estrella 111 Tele-Madrid 104 Tele-Operación Luna 45, 46 Teleamiga 182 Teleantioquia 57, 58, 104, 140, 168, 180, 202, 204, 205, 206, 223 Teleantioquia noticias 57 Telebaranoa 182 Telebingo 140 Telebox 142 Telecafé 57, 59, 180, 205, 223 Telecaribe 57, 58, 91, 104, 177, 180, 214, 223 Telecinco 44 Telecirco 20, 27, 144 Telecolombia 54, 56, 71, 129, 181, 196, 205 Telecom 34, 44, 60, 128, 131, 132, 138, 170, 208 Telecommunications International 60 Telecorazón 48 Telectrónico 45, 111, 118, 206 Teledeportes 136, 142, 143, 201, 204 Telediacto 24, 28 Telefiesta 28, 101, 150 Telefunken 31, 38 Telefútbol 59, 205 Telegrill 52 Telehipódromo 17, 28, 42, 108, 112, 117, 142, 144 Telemedellín 182 Telemedellín noticias 182 Telemeridiano 131, 145 Telemundo 46, 47, 54, 58, 70, 74, 84, 129, 151, 165, 176, 177, 179, 180, 181, 186, 189, 190, 191, 193, 212, 213, 216, 225 Telenoticias 56
235
Apéndices
236
• Í n dice a l fa bétic o
Telepacífico 57, 58, 104, 106, 180, 205, 223, 237 Telepáticos-Chicles Adams 37 Teleproducciones 150 Telerevista de El Espectador 77 Telesemana 114, 115, 118, 128, 155 Teleset 154, 169, 179, 181, 186, 192, 194, 195, 196, 206, 207, 209, 224 Telestudio 56, 137 Telestudio Ltda. 56 Teletigre 38, 40, 41, 48, 50, 104, 119, 131, 144, 145, 147 Teletón 112, 113 Teletubbies 198 Televida 182 Televideo 56, 132, 141, 151, 180, 186, 202 Televisa 52, 56, 60, 120, 123, 132, 225 Televisión Española 104 Televisión Regional de Oriente (TRO) 57, 59, 205, 223 Televisora Nacional 15, 16, 17, 22, 24, 25, 26, 27, 28, 30, 36, 38, 41, 42, 43, 45, 47, 53, 67, 108, 111, 112, 114, 115, 116, 118, 119, 144, 145 Tele 9 Corazón 40 Tele News 15 Téllez, Hernando 145 Temas de ayer y de hoy 104 Tempus, la historia viva del siglo XX 105 Tendero millonario, El 17 Tentaciones 70, 96 Teodoro, Manuel 129, 139, 141 Tepuy 45, 47, 165, 180, 196, 206, 209 Tessarolo, Germán 83 Testamento, El 95, 147 Testigo ocular 80, 157 Testimonio 44, 127, 129, 201 Teveandina 57, 59, 111, 223, 237 Tevecine 41, 55, 56, 77, 87, 89, 90, 94, 98, 99, 115, 178, 186, 207, 213 Te busco 176, 193, 216 Te quiero Pecas 96 Te voy a enseñar a querer 43, 76, 152, 176, 196 Thackeray, William 46, 70 Thomas, Richard 124 Thomson 35 THOY 141 Tía Julia y el escribidor, La 46, 72, 73, 76, 150, 189, 195 Tiempos difíciles 55, 87, 151, 152, 159, 177, 192, 195, 217, 218 Tiempo de morir 46, 75, 80, 88, 89, 90, 92, 95, 147, 154 Tiempo libre (programa cultural) 107 Tiempo para amar 83 Tiempo sin huella 92 Tierra colombiana 49, 111 Tierra de nadie 147, 213 Tierra Viva 105 Tigre (película) 101 Tigre de Suramericana, El 36 Tío Manuel 137 Titaramácara 182 Titulares Punch 44, 131 Tivo 220 Tobón, Enrique 64, 66 Todelar 28, 53, 70, 89, 98, 114, 118, 129, 132, 137, 139, 141, 145, 147, 149, 150, 155, 204, 205 Todos contra todos 118 Todos quieren con Marilyn 95, 99, 148, 158, 159, 170, 172, 196, 217, 218 Todos somos Colombia 54, 107, 128 Todo el mundo está feliz 122 Todo el mundo es bueno 104 Todo está oscuro 193 Todo por la plata 50, 101 Todo que ver (programa) 115 Toiber, Erwin 132, 137 Tolimenses, Los 16, 17, 27, 29, 42, 67, 100, 108, 111 Tomas y temas 127 Toma del Palacio de Justicia, La 13, 135 Toma de la embajada, La 159 Tome pa’ que lleve 172 Tono, Adriana 172 Topacio (telenovela) 72, 124 Topo Gigio 47, 119, 123, 198 Tormento (telenovela) 92 Toro, Amelia 151 Toro, John Alex 25, 189, 218 Toro, Maruja 41, 65, 145 Toros de actualidad-Icollantas 37 Torres, Horacio 145 Torres, Marta 151 Torres, Miguel 95 Torres Susana 43, 85, 159, 179 Torres Gemelas, Las 20
Tour de Francia 142, 204 Tovar, Nicolás 85 Tovar, Roberto 107, 129 Tovarich 28 Traba, Marta 27, 41, 104 Trabajos del hombre, Los 128 Tracy Ullman Show, The 198 Traga maluca 80, 153, 168, 187, 196, 217, 218 Tragedia de Armero, La 13, 125, 135 Trampa, La 85, 149 Tranvía llamado deseo, Un 25, 213 Travesías (programa cultural) 107, 155 Travesuras de Bebé, Las 55, 119 TRC 41 Tregua, La 46, 72, 73, 76, 99, 155, 157, 195, 224 Tres alegres cocineros Fruco, Los 36, 37 Tres a las seis, Los 47, 51, 113, 117, 118 Tres Chiflados, Los 19 Tres veces Sofía 176 Triana, Gloria 105, 106 Triana, Jorge Alí 24, 50, 55, 56, 64, 75, 77, 81, 84, 88, 89, 90, 91, 93, 94, 148, 152, 154, 155, 156, 159, 213 Triana, Roberto 106 Triana, Rodrigo 193, 213, 218 Triángulo, El 198, 210 Tribunal del deporte 142 Tribunal de la historia, El 68, 71, 150 Tribuna caliente 204 Troller, Karl 101, 102 Troya, Edmundo 54, 78, 79, 91, 159 TRO Noticias 59 Trujillo, Adelaida 107 Trujillo, Ana María 114, 190, 194, 196 Trujillo, Carolina 51, 78, 156 Trujillo, Diego 86, 190, 192, 217 Trujillo Gómez, Santiago 22 Trujillo Olarte, Carlos 56 Trump, Donald 115 Tuerquita 119 Turbay, Diana 137, 141 Turbay, Paola 139, 171, 196 Julio César Turbay Ayala 35, 101, 133, 134 Tuta, Los 96 Tutela, factor humano 102, 107, 155 Tuyos y los míos, Los 118 Tuyo es mi corazón 51, 76, 77, 83, 92, 155, 159, 224 Tú o nadie 53 TvA Noticias 59 TvC 36, 37, 48 Televisión Comercial Ltda. 37, 48 Tv 13 Ltda 56 Tv Azteca 54, 70, 123, 174, 176, 181 Tv Cable 46, 47, 60, 164 Tv Deportes 143 Tv de Colombia 56 Tv Hoy mujeres 140 Tv Impacto 56, 128 Tv Ltda. 56, 61, 109 Tv magazine 27 Tv Martí 104 Tv Mundo Ltda 56 Tychbrojher, Marcos 145
U
U, La 77, 85, 177, 190, 218 Ucrós, Antonio 206 Ujueta, Paco 41 Ulloa, Héctor 26, 47, 86, 96, 97, 109, 112, 119, 187 Últimas tardes con Teresa 90, 154 Último beso, El 25, 50, 156, 176, 190, 218, 227 Último carnaval, El 57 Último de los amantes ardientes, El 214 Umaña, Cristina 87, 158, 187 Un ángel a la orden 155 Un ángel llamado Azul 92, 172, 196, 197, 198, 212, 214, 215, 218, 227 Un ángel subterráneo 106 Un aroma secreto 71 Un café con Galat 182 Un día en la gloria 28, 144, 145 Un día en la vida de 106, 107 Un hombre llamado Campos 81 Un largo camino 28, 68, 69, 70, 71, 86, 145, 149, 190 Un medio para el ambiente 125 Un mundo para Julius 98, 168, 187, 213, 214, 215 Un reino para tu amor 46 Un tal Bernabé Bernal 51, 149, 150 Una mirada imborrable 64, 65 Una muchacha llamada Milagros 124 Una mujer de cuatro en conducta 149, 214 Una mujer sin importancia 147 Una vida para amarte 68, 69, 146, 147, 149, 150 UNC Noticias 59
Unicef 59 Unidad investigativa (serie) 181 Uniexp 56 Unión Colombiana de Empresas Publicitarias (Ucep) 61 United Fruit Company 71 United Press 27, 44, 128, 130 Unitv 56, 141, 199 Universal TV 56, 136 Universidad La Gran Colombia 130, 182 Universo joven 115 Univisión 54, 58, 100, 129, 133, 152, 166, 169, 171, 177, 217, 225 Uno, dos y tres 122 Uno es de ley 118 UPI 130, 131 Urbina, María Mónica 115, 196 Ureta, Gloria 73, 195 Uribe, Alexandra 125, 129 Uribe, Juana 55, 80, 94, 101, 170, 177, 181, 189, 192, 194, 196, 209, 214, 224, 225, 227 Uribe, María Cristina 51, 58, 139, 140, 202 Uribe, Nicolás 159, 196 Uribe Díaz, Carlos 145 Uribe Fandiño, Carlos Armando 103 Uribe Holguín, Jaime 23 Uribe Vélez, Álvaro 209, 227 Uribe White, Enrique 28, 29 Urrego, Waldo 74, 87, 91, 94, 149, 152, 187 Use sus cinco sentidos 28 Usted no es peligrosa 66 Uv TV 106
V
valcárcel, Aurelio 47, 80, 84, 117, 118 valderrama, Ana Fernanda 201 valderrama, Betty 24, 70, 145, 150 valderrama, Carlos ‘El Pibe’ 211 valdés, Ramón 124 valdiri, Alberto 94, 155, 192 valdivieso, Chichi 144 valdivieso, Leopoldo 26, 27 valencia, Darío 151 valencia, Jota Mario 51, 85, 101, 114, 116, 118, 127, 168, 171, 172, 178 valencia, Sergio 100 valencia, Gloria 19, 27, 28, 29, 42, 44, 45, 47, 104, 112, 113, 115, 116, 117, 118, 119, 121, 125, 131, 137, 147, 172 valencia Jaramillo, Jorge 61 valentino, el argentino (programa) 181 valenzuela, Orlando 79, 93, 94, 196 valeria (mediometraje) 106 vale todo 74, 84 vallejo, Virginia 111, 114, 115, 131, 132 valores Bavaria 48 valores humanos 55, 118, 127 valverde, Teresa 149 vamos a lo que vamos 114 vamos a ver 128 vampiromanía 218 vandenenden, Franz 155 vanegas, Leopoldo 194 vanegas, Miguel Ángel 145 vanegas, Miguel Ignacio 40, 67 varela, Jairo 107 varela, Sissi 128 vargas, Juan Roberto 200 vargas, Adriana 129, 201, 203 vargas, Crisanto 100, 171 vargas, Darío 79, 154, 181, 204, 213 vargas, Flor 24, 149 vargas, Jairo Alonso 159, 172, 204 vargas, Jorge Alfredo 138, 170, 171, 201 vargas, Juan Carlos 83, 84, 93, 159, 196, 211 vargas, Mauricio 138, 139, 141 vargas, Pedro 109 vargas, Santiago 190 vargas Cantillo, Germán 30 vargas Llosa, Mario 46, 47, 73, 76, 90, 107, 168 variedades Recamier 108, 111 varoni, Miguel 69, 85, 121, 176, 187, 190, 214 vasco, Bernardo 141 vásquez, Claudia Elena 171, 196 vásquez, Diego 94 vásquez, Patricia 192 vázquez Carrizosa, Alfredo 127 vea Colombia, revista del sábado 204 vega, Edmundo 34 vega, Jorge Antonio 136, 142, 145 vega, Toto 218 vega, Lope de 28 veinte mil pesos por sus respuestas 19, 27 velasco, Cecilia 26, 147 velasco, Juan David 197 velásquez, Consuelo 52 velásquez, Jaime 98, 150 velásquez, Luces 194
velásquez, Margoth 43, 214 vélez, Carlos Antonio 143, 201, 204 vélez, Diego 91, 94, 188 vélez, Érika 189, 195 vélez, Fernando 105 vélez, Katherine 84, 159, 187 vélez, Mauricio 194 vélez, Pilar 115, 139 vélez, Ricardo 189, 215 velosa, Jorge 99, 107 vendaval 66, 71, 75, 99, 147, 149, 155 venevisión 165, 209, 217 venganza, La 46, 47, 81, 159, 168, 177, 191, 212, 213, 216, 218 vera, Adriana 42 vera, Gonzalo 17, 20 vera Quintana, Gonzalo 40, 145 veracruzanos, Los 52 verano de la Rosa, Eduardo 31, 170 veredicto 129, 131 vergara, Ángela 168, 196 vergara, Rodrigo 211 vergara, Sofía 100, 115, 196 vernaza, Andrea 141, 170, 201 verne, Julio 19 vértigo 181 ver para aprender 55, 120 viaje alrededor del arte 27, 104 viaje al pasado 149 viaje a las estrellas 123, 124 viaje a la memoria 126 viceversa (programa) 159 vicky (cantante) 100, 109 victorinos, Los 46 víctor Hugo 66 vidal, Margarita 44, 54, 89, 114, 125, 126, 127, 130, 136 vidas cruzadas 106 vida del siglo XX 129 vida de barrio 104, 107 vida de los libros, La 107 vida de mi vida 213, 214 vida en el espejo, La 70 vida en video 182 vida es bella, La 104 vida sana 59 vida secreta de Adriano Ezpeleta, La 87, 158, 176, 214 videódromo 111, 183 video Móvil 181 video totalmente oculto 218 viejo, El 117, 148, 153 villa, Hernán 47, 67, 145 villabona Gutiérrez, Yolanda 56 villaespesa, Lolita 145 villagrán, Carlos 124 villalobos, Gabriel 143, 204 villamil, Jaime 148 villamil, Jorge 107 villamizar, Juan Carlos 51, 168, 176, 187, 195, 213 villamizar de Reyes, Beatriz 56 villar-Borda, Leopoldo 131, 133 villaveces, Carlos 11 villa Uribe, Fernando 56 villechaize, Hervé 124 villegas, Hugo 49 villegas Castaño Televisión 56 villegas de Santos, Lorencita 66 vinasco Ch., William 49, 51, 119, 132, 143, 204, 205 virgen y el fotógrafo, La 83, 146, 149 virgos, Fernando 15, 23 virrey, El 70, 77, 92, 150, 159 visión Digital 181 vista Productions 115 viuda de Blanco, La 46, 47, 70, 84, 159, 215 vivanco, Diego 189, 227 vivar, Édgar 124 viva la juventud 55 viva su casa 181 vives, Carlos 43, 49, 51, 72, 76, 82, 84, 92, 102, 115, 120 vives, Guillermo 93, 115 vive bien 115, 183 vive como quieras 41 vivir la vida 46, 72, 73, 81, 99, 153, 159, 214 voces del silencio, Las 148 vogel, Aris 130, 131 volverás a mis brazos 86, 157 vorágine, La 28, 46, 68, 77, 85, 91, 95, 150, 151, 152, 154, 156, 170, 215 voz y la imagen, La 56 vuelo de la cometa, El 156 vuelo secreto 42, 85, 87, 96, 98, 151, 152, 212, 213, 216 vuelta a Colombia 19, 34, 46, 49, 127, 142, 205, 206
vuelta a España 142, 204 vuelve junto a mí 122
W
Waite, Ralph 124 Waku, Waku 101 Waldman, Janeth 120, 122, 171, 192, 218 Waltons, Los 35, 44, 124 Walt Disney International Television 189 Washington Post 174, 175, 176 Wasson, Robyn 90 WebTv 221 Westinghouse 38 White, Barry 108, 110 Wilder, Thornton 28 Wills, Patricio 34, 46, 47, 165, 178, 180, 218 WM Factor Imagen 152 World Federation of Advertisers 61
X
Xena 124 Xibillé, Xiomara 121, 122, 196
Y
Yamayusa, Maru 97 Yepes, Maruja 145 Yepes, Óscar 217 Ye Ye Teletigre 41 Yo, Claudio 45 Yo, José Gabriel 170, 171, 201, 209 Yo amo a Lucy 123 Yo amo a Paquita Gallego 46, 47, 70, 87, 151, 158, 187, 214 Yo no creo en los hombres 98 Yo quiero a Irma 153 Yo quiero a Lucy 22, 153 Yo quiero una mujer así 150 Yo sé quién sabe lo que usted no sabe 107, 130 Yo soy Betty, la fea 13, 19, 28, 98, 146, 155, 157, 159, 165, 170, 174, 175, 177, 186, 192, 212, 215, 217, 218, 224 Yo y tú 11, 19, 25, 26, 27, 28, 47, 73, 74, 95, 96, 97, 99, 112, 117, 146, 147, 148, 149, 151, 212 Yu-Gi-Oh 197, 198 Yuruparí 104, 105, 107, 155 Y se armó la mojiganga 90, 188
Z
Zabaraín, Inés María 114, 138, 200 Zafra, Guillermo 207, 210 Zajar, Hernán 151 Zalamea, Jorge 28 Zambrano, José Luis 203 Zamora, Lyda 56, 65, 109, 145 Zanda, Leda 24 Zapata, Francisco 111 Zapata, Gloria 91 Zarabanda 46, 214 Zaruma, Ernesto 187 ZDF 107 Zea, Gloria 105 Zenith 35 Zivic, Geraldine 55, 192, 195, 196 Zoociedad 20, 55, 100, 102, 209 Zoom in 182 Zubiría, Adriana de 54, 178 Zubiría, María Paulina de 90 Zubiría, Paco de 50 Zuleta, Emiliano 107 Zuleta, Felipe 31, 141 Zuluaga, Jorge ‘El Topolino’ 100, 101 Zuluaga, Luz Marina 172 Zuluaga, Óscar 133, 145 Zuluaga, Tulio 120
Símbolos
0597 está ocupado, El 42, 65, 67, 148 1A Noticias 59 2red 181 64.000 centavos por su respuesta 41 7:30 Caracol 51 7 en 30 201 7 mujeres, El 54, 77, 150
Apéndices
• Bibliografía
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en la ComposiCión y ejeCuCión de esta ediCión se empleó adobe indesign® 2.0 y CaraCteres de las Familias Formata® y minion® de adobe SYSTEMS INC. • LA FinalizaCión de esta ediCión estuvo bajo el Cuidado de diego amaral Ceballos, diamilia aguirre, miguel pinilla y alexandra vergara en la sede de zona ltda.
C
on una cronología que comienza el 13 de junio de 1954, se da inicio a la reconstrucción histórica de los eventos más importantes durante los cincuenta años de la televisión colombiana. En 240 páginas a todo color, tanto en textos como en imágenes se da cuenta de la evolución de estos años, en los que la teleaudiencia nacional ha llorado y reído al lado de sus figuras más queridas. En este trabajo, resultado de una amplia investigación, se destacan los programas más representativos de estas cinco décadas, divididos por géneros, así: dramatizados, superproducciones, comedias, humorísticos, culturales, educativos, musicales, variedades, concursos, enlatados, infantiles, noticieros, periodísticos, deportivos y, en los últimos años, los realities. A la vez, se reconoce la labor de las personas y empresas que los han hecho posibles. Sin entrar a realizar un análisis sociológico o una crítica a la televisión, en este libro se hace además la narración de aquellos eventos de gran significación en el medio, como el surgimiento de la televisión regional, el origen y la evolución de los entes reguladores, la aparición de los canales locales, la creación de los canales privados y la exportación de los productos nacionales, entre otros. ¿Cómo surgió la televisión?, ¿cuáles han sido las empresas más importantes del medio?, ¿cuáles han sido los programas de mayor permanencia y aceptación?, ¿cómo ha cambiado el medio con la privatización?, ¿quiénes son las verdaderas personas que han encarnado a las figuras más recordadas del medio?, ¿quiénes son los profesionales y técnicos que trabajan detrás de cámaras?, ¿cuál es el futuro de la televisión? Quien se sumerja en las páginas de esta obra hallará las respuestas a estas y muchas otras preguntas. Gracias a su diseño, el libro puede leerse de manera no lineal, saltando de tema en tema, según el interés de cada lector. Por tal razón, esta obra se convertirá en referencia obligada para estudiantes, investigadores y el colombiano del común que esté consciente del legado cultural que ha quedado impreso en la historia del país, a través de las imágenes que han aparecido en la pantalla chica. Un material entretenido y anecdótico que traerá muchos y muy buenos recuerdos a los colombianos.