I
II
Lo mejor de la vida es no detenerse.
Como seres humanos tenemos caídas. Venimos de un proceso de una; en un negocio previo nos fue mal, pero seguimos hacia adelante. Él comenzó a vender embutidos en una guagüita.
Un día le dije que me diera dinero para comprar un carrito de barbecue, para hacer salchichas. Lo cogimos, y fuimos pagándolo poco a poco. Cuando lo terminamos de pagar, él fue y lo buscó y comenzamos con un paquete de 32 salchichas. Empezamos a vender frente a la casa de su mamá. Yo primero, y luego en la noche cuando él llegaba del trabajo, me ayudaba y así arrancamos en marzo.
Cuando en mayo comenzaron las lluvias me dije: “Ven acá, estoy en la calle. Me estoy mojando.” Después como que el Señor me iluminó y pensé: “Aquí hay un espacio, un jardincito. Pero yo puedo hacer una cafetería ahí.” Le dije a su papá: “Mire, yo voy a hacer una cafetería ahí” y me dijo: “¿Y tú tienes cuarto’?” y yo le dije :“Sí, yo tengo cuarto” Y me dijo: “Házla.”
MAGDALENA
Con lo de las salchichas cogimos un prĂŠstamo, luego un san. Lo llevĂĄbamos diario para terminarlo y comenzamos a construirla. En mes y medio estaba lista.
EDWARD
Luego encontramos la oportunidad de alquilar este local. Trajimos todo para acá y llevando otro san comenzamos aquí, haciendo sacrificios. Desde que vendíamos salchichas hasta ahora han pasado casi 5 años, con altas y bajas.
III
IV
V
GÉNESIS CAFÉ
LOUIS VUITTON SANTO DOMINGO
CARLOS DE LEÓN, 2016