SalmaH by Carlos L. Malo

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Editor: Edgardo Reséndiz / Diseño: Carlos L. Malo

Sincera y relajada, la actriz comparte sus experiencias como madre y esposa, su constante ir y venir

entre EU y Francia y sus malabares con los idiomas

Edgardo Reséndiz / Exclusiva

alma Hayek Pinault resplandece. No sólo en la pantalla, sino en todas partes. La actriz, productora y directora mexicana, quien próximamente cumplirá 44 años, es ahora también esposa y madre. Y le sienta muy bien: luce una figura impresionante, se ve más joven y tiene un brillo singular en la mirada. “Quizá es porque estoy feliz”, dice con una enorme sonrisa. “Ser mamá es un trabajo muy pesado, pero yo estoy feliz con eso”. Se siente muy afortunada de tener la oportunidad de combinar las labores familiares, creativas, ejecutivas y de negocios entre Europa y América. “Tengo una relación muy sana con la gente que me rodea y que me ayuda. Mi marido es un hombre maravilloso, me ayuda en todo, me apoya, respeta mucho mi trabajo, y eso reduce mucho la presión, te ayuda cantidad a poder lidiar con todo”, explica la veracruzana, casada desde el año pasado

con el magnate francés FrançoisHenri Pinault, padre de su hija Valentina Paloma, que cumplirá 3 años en septiembre próximo. La charla ocurre en la cocina del lujoso hotel Ritz-Carlton de Cancún al final del día de las actividades promocionales de la cinta Son Como Niños, en la que actúa al lado de Adam Sandler, Kevin James, Rob Schneider, Chris Rock y David Spade, y que se estrena en México el 23 de julio. Ha pasado toda la jornada dando una conferencia de prensa, y ahora lo que quiere es quitarse el cinturón que marca su figura bajo el vestido blanco y fumarse un cigarrillo. En la película, en la que interpreta a Roxanne, la esposa del personaje de Sandler, una exitosa diseñadora de modas de origen mexicano, Salma se da el lujo de aparecer en trikini sin que ninguna otra de las mujeres del elenco le haga sombra.

todas Luego de un discreto rompimiento, Salma Hayek y François Henri Pinault contrajeron matrimonio religioso el 25 de abril del 2009 en Venecia, Italia.

Salma y Sandler se unen en la comedia que habla del rencuentro con los amigos de la infancia.

MADAME PINAULT En sus mejores tiempos, María Félix vivía en París con su marido Alex Berger y era célebre por poseer una cuadra de caballos de carrera. Tres décadas después, Salma es la esposa de uno de los hombres de negocios más importantes de Francia y toda Europa, pues Pinault es presidente del consorcio PPR y dueño de marcas de moda clásicas como Yves St. Laurent y Gucci. Revistas especializadas calculan su fortuna en unos 12 mil millones de dólares. Ella, sin embargo, continúa trabajando, sigue siendo una mujer emprendedora, creativa y autosuficiente. Está de muy buen humor, a pesar de que el día ha sido largo, y aún le espera la alfombra azul para la sesión de fotos y la fiesta oficial de Son Como Niños. Está contenta, además, porque verá a una de sus mejores amigas que ha venido desde su tierra, Coatzacoalcos, Veracruz.

Son Como Niños’ es una comedia, ¿te visualizabas haciendo este género? “Yo siempre quería hacer comedia, no me habían ofrecido los personajes”. ¿Y cómo te sentiste siendo mamá en pantalla? “Muy natural. Tampoco sé por qué no me han ofrecido mamás antes. Me encanta ser mamá”. ¿Fue a raíz de tu maternidad que te ofrecieron este personaje? “¡No! ¡No! Es el primero que me ofrecen. Me ofrecían de dama joven, pero puedo hacer las dos cosas”.

¿Cómo recuperaste la figura después de tener a tu hija?

“Con todo lo que me rebelé contra el ejercicio, quiero decirte que es lo mejor que existe en la vida. Aunque no me gusta hacerlo, sinceramente es lo más eficiente. Claro es que no puedes hacer ejercicio y atascarte 20 tacos, porque no te sirve de nada; pero es la combinación de los dos, alimentación y ejercicio”.

¿Y la decisión de convertirte en Salma Hayek Pinault, como apareces en los créditos de esta película? “Fue inspirada por mi hija y también por sentirnos todos parte de la misma familia. Es raro sentirte que todos tienen el mismo apellido, menos yo. “Y cuando estábamos haciendo la película, fue Valentina la que me lo enseñó, vio que mi silla tenía algo escrito y me dijo: ‘Mamá, ¿qué dice?’. Le respondí: ‘Salma Hayek’. ‘¿Y Pinault?’, me preguntó. Y entendí que tiene razón, es difícil de entender para una niña que me llamo diferente. Ella me sentía como separada. “Y la verdad es que en París ni siquiera soy Salma Hayek, allá como mi marido es muy conocido soy Madame Pinault, entonces así ya todo está junto y nada más hay una identidad”.

LA FAMILIA PERFECTA La veracruzana luce un maquillaje muy ligero, apenas perceptible, que deja ver una piel fresca y juvenil, en perfecto estado. Su perfume es suave también, pero las notas florales se imponen a los aromas propios de la cocina. Su mirada se ilumina cuando la plática aborda el tema de la familia. ¿Quieres tener más hijos? “No, estoy muy contenta y es mucho trabajo. Ya le preguntaron a mi hija y ella también está bien así, no es hija única porque François tiene otros hijos (François y Mathilde), se llevan súper bien y no siento que tenga una familia pequeña. Siento que tengo una familia del tamaño perfecto”. Tienes que manejar tres idiomas en casa: francés, inglés y español... “El francés no lo manejo muy bien. Valentina sí y, con la vergüenza que me da, te tengo que decir que muchas veces me tiene que traducir ella. El otro día me dijo: ‘Léeme este libro en francés, mamá’. Y le digo: ‘Es que no leo bien en francés’. ‘No te preocupes, yo me lo sé de memoria, yo te ayudo’. Y ella me lo empezaba a decir, es un libro chiquito, y yo repetía. Y me di cuenta que me estaba enseñando. ‘Sí, mamá, tienes que apurarte a aprender más francés, yo te voy a enseñar’. “Es gracioso, a veces me acomplejo un poco porque en mi casa todos hablan francés, menos yo. Lo entiendo, pero me cuesta trabajo”.

Una de las escenas más impactantes de la cinta es cuando Salma luce cuerpazo en este trikini y deja con la boca abierta a más de uno.

Maria Bello (izq. a der.), Salma Hayek, Adam Sandler, Kevin James, David Spade y Rob Schneider forman parte del elenco de la comedia "Son Como Niños".

¿Cómo te sientes en París? “Muy contenta. Siento que en muchas cosas Francia se parece más a México que a los Estados Unidos, aunque estemos tan lejos, me siento mucho más en casa. Sobre todo en... te voy a decir una: la pasión por la comida. “En Estados Unidos es ‘come rápido porque te vas a trabajar’ y les da miedo la comida. Allá, de verdad se sientan, adoran la comida, es un momento sagrado, la unión familiar. Para Valentina también es muy bonito porque tiene dos hermanos, primos; es muy bonito y me recuerda mucho más a México. “Tengo mucha suerte –porque luego te tocan unas familias y ni modo, te las tienes que soplar igual–. He tenido una gran fortuna porque los adoro (a los Pinault) y han sido muy buenos conmigo”. ¿Cómo compaginas la vida de madre, esposa, productora, actriz, directora? “Mi marido es muy comprensivo si tengo que viajar y me apoya mucho, entiende mi trabajo

y me ayuda a tener tiempo para todo. Me ayuda mucho mi mamá también y mi tía; tengo una tía que me ayuda cantidad con Valentina, porque nunca la dejo sola. Está su papá, pero también otro miembro de la familia. “Me ayuda mucho Pepe (Tamez). Es un genio, tenemos ya 11 años de ser socios. Tengo una relación fantástica con él, le confío completamente, entonces, aunque estoy lejos, trabajamos muy bien a distancia. Gracias a un equipo de apoyo muy fuerte que tengo alrededor de mí puedo con esta labor tan difícil”. Repartir el tiempo entre dos continentes es difícil, ¿no? ¿Tienes alguna manera en particular para lograrlo? “Claro, como el año pasado que estuve metida cuatro meses haciendo esta película (Son Como Niños)... nunca sé. Cada año es diferente, cada momento es diferente. Mi prioridad es mi familia, entonces obviamente paso mucho tiempo en París, lo bueno es que los franceses son los únicos que tienen más días libres que los mexicanos. Es increíble. Tienen un mes de vacaciones en el verano, hay muchos fines de semana largos, siempre tienen tres días por acá. También nos ayuda mucho”.

LA PROFESIONAL Antes, cuando hablaba de trabajo, Salma adoptaba un tono serio, sin dejar de ser amable. Ahora, predomina en ella el entusiasmo, apoya sus palabras moviendo sus manos y cada frase va acompañada de una sonrisa. ¿Televisión? ¿Vas a hacer algo pronto como lo de ‘30 Rock’? “¡Me encantó! Empezamos con un episodio, luego me hablaron de nuevo, que si dos, que si tres, que si cinco, y yo dije: ‘¡Ya no más!’. Hice el sexto y pensé: ‘Me gustaría’, pero me tendría que mudar a Nueva York y ser parte del cast. ¿Tienes proyectos nuevos como productora? “Estamos desarrollando varios programas de televisión, uno nunca sabe si van a entrar al aire, y una que otra película, pero sí seguimos trabajando constantemente, ahora más que nunca que sacaron Ugly Betty del aire”. ¿Y en Francia? “Tengo una oferta de una película que estoy considerando. Hay una que probablemente haga. Y debo de aprender a hablar mejor el francés”. (La cinta podría ser dirigida por el cineasta serbio Emir Kusturica). Antes de salir agradece al personal de la cocina por haber guardado silencio y les dedica una gran sonrisa, pero regresa a recoger su cinturón y los cigarros que se quedaron junto al fregadero. Se despide con un abrazo y un apretón de manos muy fuertes. Su energía casi puede percibirse a simple vista. Resplandece.