Los mejores años de mi vida Carlos Manuel Rentería de la Cruz
Carlos, Pedro, Bertha, Juan Camilo, Mauro, Bertha Jimena, Mamá Paulina, Carlos, Nicolás, Betsy, Carlos, Adriana, Joaquín, Jaime, Manuel, Alicia, Carlos, Diego Alberto, Pedro Nel, Lucía, Inés, Hernando, Laura, Ruthy, Carlos, Martha Susana, Luisa Fernanda, Carlos, Adriana, Jorge, Margarita, Graciela, Florencia, Fredy, Adriana, Milena, Sergio, Carlos, Amparo, Camilo, Luis, Pilar, Ana, Hugo, Carlos, Carolina, Margarita, Paula Andrea, Paula, María Fernanda, Francy, Cristina, Alicia, Julie, Luis Eduardo, Carlos, Gloria, Liliana, Carlos, Ruby, Oscar, Aleissy, Carlos, Esperanza, Virginia, Amparo, Alejandro, José Camilo, Carlos, José David, Carlos, Juan Carlos, Ximena Andrea, Jenner, Amparo, Ximena, Claudina, Ricardo, María Victoria, Carlos.
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Los mejores años de mi vida
Dedicatorias
A mis padres, que me enseñaron lo que soy actualmente y de ellos aprendí no solo a ser persona sino a entender a los demás y a tratar a todo el mundo por igual.
A Paula Andrea La nena que me robó el corazón desde Julio 27 del año 2000, en Ladrilleros – Buenaventura (Valle del Cauca)
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Los mejores años de mi vida Prólogo
En el año 1958 y haciendo memoria gráfica hubo grandes sucesos a saber: ‐
Nacieron personajes como Michael Jackson y Madonna.
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Brasil ganó su primer mundial en el VI Campeonato Mundial de Futbol con sede en Suecia. La delantera que en esos tiempos acompañaba a Pelé que se convirtió en el nuevo principe, estaba integrada por: Vava, Didi, Garrincha y Zagalo bajo la dirección técnica de Vicente Feola derrotó en gran partido lleno de genialidades por el astro 5-2 a su rival Suecia. El goleador del campeonato fue el francés Just Fontaine con 13 anotaciones. Al certamen asistieron 16 selecciones y por América lo hicieron Brasil, Argentina, Paraguay y México.
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Luz Marina Zuluaga gano el primer y único título de Mis Universo.
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Se origino la Primera Conferencia de los Estados de África Independientes.
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El 23 de Enero un golpe militar terminó con la dictadura de Marcos Pérez Jiménez en Venezuela.
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En Julio Alberto Zalamea se erige como Director de la Revista Semana que años atrás fue fundada por Alberto Lleras Camargo
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El 2 de Octubre Guinea se proclamó república.
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En febrero se proclamo la integración de Siria y Egipto.
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El escritor de origen ruso Vladimir Nabokov escribe su novela Lolita.
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Walt Disney empieza a transmitir por televisión la serie El Zorro.
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El escritor antioqueño Gonzalo Arango publica el Manifiesto Nadaista.
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El 28 de Octubre, Angelo Guisepe Roncalli es nombrado como nuevo papa y adquiere el título de Juan XXIII y reemplaza a Pio XII quien muere el 9 de Octubre.
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Muere el escrito español Juan Ramón Jiménez, autor de Platero y Yo.
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El 21 de Diciembre el general Charles de Gaulle es nombrado presidente de Francia y se proclamó la V República.
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A mediados de Octubre, Fidel Castro con el apoyo de Ernesto Che Guevara y de Camilo Cienfuegos se toma el poder en Cuba derrotando a Fulgencio Batista que huyo a República Dominicana el 31 de Diciembre.
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El 8 de noviembre un marcapaso miniatura, inventado por el Sueco Ake Senning es implantado por primera vez en un paciente en Karolinska Institut of Estocolmo.
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El 7 de Agosto se posesionó Alberto Lleras Camargo como primer Presidente del Frente Nacional.
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En el país el 60.2% de abstención de los conservadores que votaron en las elecciones legislativas, se abstuvo de votar en las elecciones presidenciales.
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Carlos Manuel Rentería de la Cruz nace el 27 de Noviembre del año 1958 en Bogotá. Quiero escribir algunas palabras sobre mí porque quiero dejar una huella por mi paso por este mundo y porque además tengo anotaciones de mi existencia y de los años de mi vida que he recopilado desde muy joven y porque no darlos a conocer.
Aunque los años han hecho huella en mi físico sin embargo quisiera hacer una descripción corta al respecto, en esta primera parte por así decirlo voy a hablar del presente luego en otro capítulo hablaré del pasado que es el que ha marcado muchos aspectos de mi vida: por estos días mi pelo es gris con alguno visos del pasado, me gusta tenerlo bajito, es decir que mi peluquera lo corta con la cuchilla 1, o por lo menos eso le digo cuando cada dos meses la visito. Mis ojos son pardos, mi peso 83 kilos, mido 1,78 mts. Me gusta todo tipo de música, el baile, la rumba sana y salir de vez en cuando siempre y cuando la compañía sea agradable. Me gusta vestirme muy descomplicado dependiendo de la ocasión. Me encantan los animales, especialmente los perros. Entre mis hobbies me gusta la fotografía, cuando se puede me gusta salir de viaje a conocer el
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país y también me gusta mochiliar de vez en cuando. Yo viví en la ciudad de Cali por 13 años, ciudad que quiero y le tengo un gran respeto tanto así misma como a sus gentes dado que allí y por esas épocas pasaron los mejores años de mi vida y que ahora recuerdo con nostalgia.
Me defino como una persona tierna, cariñosa, jovial, descomplicada, madura a mi modo de ver, romántica, buen amante, me gustan las diversiones sanas, me gusta compartir con una buena pareja en un sitio chévere, soy buen conversador y cuando se trata de salir en ese plan me encanta hacerlo en total privacidad.
Una de mis pasiones es la poesía, razón por la cual por aquellas épocas de adolescencia empecé a escribir una colección de poemas inspirados en los amores y en las mujeres que me rodeaban, a las que amé y con las que compartí mi vida por esos días. Todos estos amores que pasaron en algún momento por mi vida, todas ellas me dieron alegrías, me dieron tristezas, pero al fin al cabo me inspiraron para sentarme a escribir sobre encuentros furtivos y sobre vidas pasadas pero no pasajeras. Esos poemas los agrupé en una colección de 23 poemas y los titulé “Escribir un poema” y los tengo a su disposición en una de mis páginas. Lo más bonito de todo es que desde hace más o menos un año los compartí con un grupo de poetas latinoamericanos en el portal argentino vidareflexion, he publicado los poemas 1, 2, 3, 5, 6, 7, 22. Para mi sorpresa y alegría en el blog yaaqui.com a finales de 2007 publicaron el poema 22 y en un blog de poemas de Terra están publicados los poemas 1 y 42.
Carlos Manuel Rentería de la Cruz
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Capítulo I Mis años de infancia
Recuerdo algunos momentos de mi infancia, diría que fui un niño bastante consentido por sus padres, pero a la vez bastante exigido, digo esto años después porque en mí mis padres y familiares veían no se si se puede decir así como una esperanza de no se qué. Nunca pude averiguar que era a ciencia cierta lo que mis padres y familiares esperaban de mí. Por lo pronto relataré mis primeros años. De lo que me acuerdo y llega en este momento a mi mente. Corrían los años sesenta y pico, tal vez 1963 tenía algo así como 5 años creo y una de las cosas que me acuerdo es que como era tan consentido y el menor de mi familia todo el mundo vivía super pendiente de mí, de todo lo que yo hacía sea bien o mal hecho claro que cuando hacía algo malo se me venía el mundo encima, es más, estoy convencido 49 años después que me hubiese gustado más haber sido más independiente desde esas épocas, es decir, que me hubiera gustado haber más cosas en menos tiempo, así como los niños de ahora que hacen y deshacen y para los papas la verraquera de chino. Uno de los momentos de mi infancia y que ahora recuerdo en este escrito fue cuando mis hermanas me escogían como muñeco, porque, es simple era de carne y hueso y ellas pretendían que yo fuera el modelo de los vestidos de sus muñecos, que por esa época eran de mi tamaño, no como ahora que cada vez son más pequeños. En una de esas embestidas de modelo a una de mis hermanas, María Victoria, se le ocurrió la genial idea de colocarme de ruana una tela para hacer directamente el vestido para el dichoso muñeco, con tan mala suerte para ella que no solo corto la tela sino que de pasada me corto medio brazo, como ellas eran mayores y sus edades oscilaban entre los 15 y 6 años, es decir Jenner tendría tal vez 15 años, mi hermana mayor Bertha tendría unos 14 años, Betsy le seguía 12 años, María Victoria 11 años y Clara 6 años, pues no midieron la gravedad del asunto y sin mediar palabras conspiraron y tomaron la decisión
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de darme un tetero y envolverme en cobijas y a dormir se dijo. Cuando mis padres llegaron del trabajo pues lo más normal era que preguntaran por mi pero como había entre todas ellas un pacto de silencio de ninguna de ellas salió la culpa y se limitaron cada una hacer otros quehaceres. Como mi madre era muy perspicaz y no les comía mucho cuento cuando de mentiras se trataba, entonces opto por sus propios medios de ir a buscarme y con la sorpresa que cuando levantó la cobija que me arropaba se encontró con un niño en malas condiciones de salud, con un brazo hinchado al doble de su tamaño normal y con cuatro hermanas preocupadas por la pilatuna que habían ocasionado en ese entonces. De inmediato mis padres me llevaron donde un médico de apellido Monzón que era mi padrino además y este intentó con la medicina existente de aliviar no solo mi dolor sino por todos los medios que no pasara a mayores la dichosa cortada. Una de las cosas que ahora no recuerdo y que más de una hermana nunca quiso contarme es cual fue el resultado de esta pilatuna porque hasta donde yo se y tengo conocimiento no hubo castigo alguno al respecto, pero si creo que hubo una desconfianza para dejar al pequeño o sea yo, al cuidado de mis mayores. De todo esto que he sacado pues un recuerdo vago venido por comentarios de mis padres en su momento, una cicatriz de lado a lado de mi brazo izquierdo y unos sentimientos de culpa de mis hermanas, que como lo digo antes, no se si pasó a mayores.
De esas épocas también tengo una fotografía que comparto con mi hermana Clara y es cuando estrené una bicicleta de ruedas pequeñas dobles paralelas a la rueda grande de la parte de atrás de la bicicleta, que los mayores decían que uno podría aprender a montar en cicla si utilizaba ese tipo de bicicletas, cuando uno alcanzaba el equilibrio y podía movilizarse sin ayuda, los padres le quitaban a uno las ruedas pequeñas y uno como grande ya podía montar sin ayuda de nadie. Otro de los recuerdos de mi infancia fue cuando mi tía Ana María (hermana de mi papá) me regaló un barco de pilas, el barco
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era tan chévere que tenía sonidos como de crucero y prendía un bombillo, recuerdo que alguien tomo una foto de ese momento, pero al sol de hoy no volví a saber de su existencia. Pero es un recuerdo en mí, tal vez, porque era el primer juguete de pilas que tenía yo en mi colección. Pero el momento más feliz de toda mi existencia fue cuando mi mama Paulina, mi abuela por parte de mamá, nos fue a visitar a nuestra casa en Diciembre de 1958, de ese momento existe una foto que mi papá tomó en el frente de la casa, y quisiera decirlo que para mí por esos días no solo fue lo mejor que me ha pasado en mi vida, sino que marcó el antes y el después de mi existencia, porque, pues uno conocer a la mamá de la mamá de uno, eso lo tiene que llenar a uno de mucha alegría, esa abuelita la adoré y cada vez que mis papás me llevaban a visitarla (ella vivía en Cali) para mi era muy felices los momentos por varias razones, una que ella preparaba muy buenas comidas y dulces y no solo eso, en general todo lo que ella preparaba me gustaba mucho, pero además las historias que ella contaba me fascinaban, me encantaba estar con ella porque era una persona muy cariñosa y porque sentía de ella hacía mi un cariño muy especial. La mamá de mi papá en cambio creo que no la conocí y la verdad no tengo recuerdos de ella. Mis abuelos tanto paterno como materno nunca supe de ellos, creo que habían muerto cuando yo nací. Nunca supe lo que es tener un abuelo, me hubiera gustado mucho haber compartido con alguien así experiencias, en fin pero tuve hartos tíos que de pronto no se si se pueda en estos momentos afirmarlo, de pronto reemplazaron a ese ser especial.
De todos esos recuerdos hay uno que me marcó mucho y fue cuando mi papá decidió enseñarme valores, yo en ese tiempo no comprendía mucho que significaba eso pero si algo sé es que se me quedó de por vida, de pronto en el momento no fueron los resultados que él esperaba pero con el paso del tiempo si fueron dando frutos. Un buen día mi papá veía y notaba que yo decía muchas groserías, palabrotas que uno aprende
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en la calle, porque en la casa la verdad a uno no le enseñan eso, eso lo aprende uno en la calle, el castigo y enseñanza de mi papá fue que yo hiciera planas con todas esas vulgaridades entre las que recuerdo marica, guebón, hijueputa, etc. yo hice las planas por lado y lado de la hoja creo que llené entre 10 y 15 hojas con todas esas groserías y que en esa época para mi padre el hacer todas esas planas me iba a servir para olvidarlas o por lo menos no decirlas en público, cuando terminé de hacer todas esas planas mi papá me llevó a la parte de atrás de la casa y allí había una caneca con mucha basura, papel y recortes de periódico, la enseñanza de mi padre era que si yo quemaba todas esas planas a mi se me iba a olvidar y sería de ahí en adelante una persona decente. Lo más gracioso de todo esto era que mientras se quemaban una a una las planas que con tanto esfuerzo hice en esa oportunidad también se estaba armando un incendio en el patio, lo que se me ocurrió decir en ese momento fue: “ papá te vas a quemar con ese hijueputa papel…!!!. En conclusión casi armamos un incendio y creo que las palabrotas no se quemaron del todo, pero aprendí una lección para toda la vida, a veces en la calle se aprenden cosas innecesarias que uno poco utiliza, pero en la casa se aprenden valores que los utiliza y los perfecciona toda la vida.
Años más tarde entre a estudiar al Colegio Instituto de la Salle de Bogotá, allí permanecí por espacio de 11 años, estudié desde kínder hasta segundo de bachillerato, era un colegio de curas y recuerdo muy vagamente a una monja o mejor a dos monjas una que me pegaba unos coscorrones en la cabeza cada vez que me portaba mal y otra que era divina, de ojos azules pero no era de mi curso. Luego al paso de los años fui boyscout, recuerdo Grupo 63 Tigres, siempre listos! Yo era uno de esos tigres, otros eran los osos, los leones y otros tantos eran los lobos. Recuerdo con nostalgia que uno primero era lobato, luego cachorro y cuando podía avanzar por destrezas, habilidades, por sentido de colaboración, porque sabía hacer nudos pasaba al siguiente nivel que era el ser scout,
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luego jefe de patrulla y más adelante scout mayor. Cuando fui scout siempre me destaque entre los demás, pues mi espíritu de colaborador y de medírmele a muchas cosas me distinguió de los demás. Recuerdo que por esas épocas el escultismo era muy popular en los colegios de curas, nosotros no éramos la excepción. Tuvimos muchos paseos y muchas bonitas experiencias, mis papás siempre me apoyaron esa vocación de explorador. A veces llega a mi mente imágenes de esas épocas, recuerdos de salidas que hacíamos y uno que jamás olvidaré fue un encuentro de varios scouts de todo el mundo, el Jamboree que se realizó en el Parque El Salitre de Bogotá, que por esas épocas era de los lugares de concentración más grandes que habían en la ciudad, en esa ocasión nos reunimos miles de scouts de todo el mundo a compartir experiencias y conocer personas de todo el mundo. Recuerdo que yo tenía un cuchillo que había heredado de mi hermano mayor que también había sido scout, cuchillo que a su vez heredó Juan Carlos mi sobrino mayor hijo de Jenner.
De mis años de colegio también recuerdo profesores por ejemplo el de geografía que era un paisa de apellido Mejía, creo que su nombre era Jaime, un bacán en todo el sentido de la palabra, recuerdo que este señor me enseño los ríos y los países europeos de una manera bastante singular y muy propia, tanto que cuando nos tocaba clase con él nos daba una especial alegría. Recuerdo además al cura Gonzalo, el era un señor cura de unos 70 años por esos días, el tenía una cualidad que se sabía todos los teléfonos del directorio y si uno lo corchaba en uno el cura este le regalaba plata, yo era como el secretario del cura y teníamos muy buena relación, claro que yo como le sabía los secretos y el método para los teléfonos, pues yo era el que me ganaba más plata que los demás. También recuerdo a la profesora de cuarto de primaria que se llamaba Ana María, ella incluso fue novia de mi hermano Jenner, pues el cuando supo de su existencia iba todos los meses a recibir las notas mías sin poner reparos, es más antes de que mi papá
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le pidiera el favor, él ya lo había decidido. Recuerdo también que jugaba futbol en los descansos y que no me gustaba ni poquito ir a misa, aunque era una obligación diaria, pues antes de entrar a clases lo primero que hacíamos era entrar a misa y el cura en la primera hora lo primero que hacía era averiguar con preguntas si uno había asistido o no a la misa diaria.
Otro de los recuerdos de esa época fue cuando con un par de amigos se nos ocurrió venirnos por fuera del bus del colegio, es decir, nos vinimos caminando desde la Cra. 1ª con Calle 11 hasta la Calle 45 con Cra. 22 (Barrio Palermo), eso pasamos por medio Bogotá, claro que nunca les dijimos a nuestros respectivos papás de la proeza, razón por la cual nos estaban dando por perdidos y cuando llegamos a las respectivas casas nos estaban esperando con tamaña pela a cada uno, se me quito el vicio de no avisar cuando me iba a demorar. Una de las actividades a la que fui participe por esas épocas fue cuando fui integrante del coro del colegio, eso si me fascinaba, me encantaba, porque aunque me salían gallos al cantar, capaba las primeras horas, e incluso la obligación de ir a misa, es más los del coro íbamos a misa pero no teníamos que estar todo el tiempo y los que nos metimos al coro lo hicimos con esa intensión. Recuerdo ahora partes del himno del colegio: “Colegio de la Salle tan querido aquí nos tienes hoy vibrantes de emoción y el corazón henchido y con una frase entonando una canción…”. También recuerdo que cantábamos canciones de música vieja porque al profesor de música le gustaba ese estilo, le gustaban muchos los tangos, La Cumparcita, Quisiera amarte menos, Entre tu amor y mi amor, Senderito de amor, Tengo mil novias… Yo recuerdo además que era bueno para declamar, a tal punto que para el día de la madre a mi profesora Ana María se le ocurrió la genial idea de que yo hiciera parte del grupo de personas para hacer en vivo la poesía y yo decía… “brindo por la mujer más no por ella, que me arrulló en sus brazos…” yo tendría tal vez 11 años a lo sumo y recuerdo con
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tristeza que ninguno de los que participamos en esa obra pudimos con la poesía porque nos pudo más el sentimiento que cualquier otra estrofa de la dichosa poesía, como es obvio todas las madres incluyendo la propia nos aplaudieron y nos felicitaron por el detalle de ese momento.
En esos años en el colegio había una creencia de que ese colegio tenía unos túneles y que estos daban a la Plaza de Bolívar, razón por la cual como cualquier explorador me di a la tarea en compañía de un grupo de amigos unos del coro, otros scouts y unos cuantos del mismo curso, de explorar los dichosos túneles, fuimos a dar a ninguna parte pero lo que si recuerdo es que nos dieron dos sorpresas: la primera una matricula condicional por el escape y la otra una expulsión del colegio pero con la fortuna que nos dejaron terminar el año. Recuerdo que mi papá le pidió de mil maneras al cura que no expulsaran pero debido a causas acumuladas durante todo mi paso por el colegio no se pudo hacer nada. En fin son las cosas que de pronto hoy se hubieran podido superar de otra forma. Entre los compañeros que recuerdo en este momento están Luis Eduardo Barón Ortiz, hermano de Jorge Barón; Iván Botero de los Boteros de Medellín, Guernica de los mismos dueños de pastelería Guernica; Adolfo Carvajal de los dueños de Carvajal de Cali, había también un Caicedo de Cali también que con el jugábamos futbol y no sólo jugábamos sino que éramos muy compinches en el juego. También teníamos un compañero de estudios, pero creo que era de los mayores que era judío y el recitaba la semana santa según los judíos y a todos nos daba risa porque lo hacía de una manera muy jovial y con mucha gracia. Aunque el colegio era de hombres de kínder a sexto de bachillerato los curas nos relacionaban con colegios de niñas, nosotros teníamos amigas que no solo estaban en la misma ciudad sino que podíamos tener como intercambios culturales con niñas en especial de otras partes del mundo. De las cosas que ahora recuerdo era que nosotros teníamos correspondencia con niñas de otros países y era como una ley leer lo que ellas
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nos contestaban cuando había el contacto, era la clase de español con un cura que no recuerdo ahora su nombre pero a el se le ocurrió hacer ese experimento para tenernos contentos con la clase, esas épocas no vuelven. Otra de las cosas que pasaron durante mi estadía en ese colegio era que cuando salíamos de vacaciones nos tocaba llevar como una especie de diario para todos lo días de vacaciones, uno llegaba y anotaba todos los días de vacaciones que hacía y que no hacía y cuando uno llegaba el primer día de clases relataba ante sus compañeros la historia de las vacaciones, eran historias muy graciosas pues a cada uno le pasaban uno que otro suceso.
Esos fueron uno de los buenos años de mi vida, años en los que crecí como ser humano en un colegio que quiero mucho no sólo por sus enseñanzas sino porque aprendí valores y aprendí a apreciar las cosas simples de la vida.
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Capítulo II La pubertad y mis primeros amigos
Siguiendo con los mejores años que han pasado y han dejado algo de huella en mí vienen algunos instantes de mi vida los cuales disfruté al máximo porque tuve la fortuna de tener grandes amigos y amigos de verdad, no sólo en las buenas sino en las malas y regulares que allí es donde uno realmente los necesita y que son los que más valora y a la larga son los reales amigos.
Una de las cosas que más recuerdo de mis años de juventud era los amigos, los inseparables amigos, pues estos eran el ir y venir de todos esos años, recuerdo que vivíamos en una casa en la Cra. 8ª No. 41-14, que aún existe, recuerdo que con una casa de por medio vivían mis primos segundos Rentería Martínez hijos de mi primazo Diego Rentería Cruz. Esos años fueron inolvidables, inolvidables porque fueron unas épocas que marcaron grandes momentos en mi vida, pues allí en ese pedazo de sitio viví los mejores años de mi infancia y mis primeros de pubertad, no solo por conocer niñas de mi edad sino porque conocí demasiado de la vida y en corto tiempo.
Recuerdo, y aún existe, que a una cuadra de esa casa habían cuatro parques en forma de cruz, cada parque para nosotros los residentes de la zona tenía un fin, estaba el parque donde jugábamos bolas en toda una autopista que los afiebrados al juego construíamos y que no se que era más divertido, hacer la pista con túneles para el disfrute del juego o cuando esta quedaba terminada nos conseguíamos las mejores bolas de colores o las famosas maras que era el premio del opositor, y nos disponíamos a divertirnos en el juego como tal. Había otro parque que quedaba en frente y este parque tenía pedazos de construcción con cemento, allí jugábamos con tapas de gaseosa, que para identificar al
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jugador le colocábamos un nombre a la tapa y le echábamos esperma o un pedazo de cáscara de naranja o de una fruta para identificar uno de otro. Otro parque y llevo tres con este, que era donde hacíamos los campeonatos de boxeo, porque hasta eso había en esa época, gente con guantes de boxeo y hacíamos campeonatos de boxeo y con ganadores, perdedores, narices rotas, con madrinas y con todas las de la ley. En otro de los parque jugábamos un juego que lo llamábamos dragón, que era con una pelota maciza y en la tierra hacíamos huecos con el nombre de cada jugador, la pelota la lanzaba el jugador y si la introducía en uno de los huecos con nombre la persona del hueco tenía que coger la pelota e ir a perseguir al hombre o mujer darle pacito en la espalda y lo ponchaba. Era un juego bastante gracioso además porque uno ponchaba a veces más por conveniencia que por otra cosa, es más uno ponchaba primero a las amigas para hacer mas divertido el juego.
Recuerdo que los domingos era algo especial, nos reuníamos hombres y mujeres de todas las edades a jugar dos juegos inolvidables, uno era el infaltable beisbol, porque cada uno en su casa mínimo tenía un bate, un guante y una pelota de beisbol, habían varios equipos, se apostaba la gaseosa, se divertía uno cantidades y jugábamos en la intersección de los cuatro parques, cada parque en el centro tenia una base y el home o plato era en la mitad de todos los cuatro parques. Cuando por alguna razón no estaban completos los equipos o no había la disposición para el juego, jugábamos chequitas, que era un juego parecido al beisbol pero con latas de gaseosa o cerveza. El bate era un palo de escoba y se jugaba en el centro de todos los parques pero con la diferencia que las bases tenían menos distancia, pero al igual era divertido. De esas épocas recuerdo algunos nombres como Walter que era el novio de Patricia la prima, Forero que era todo un personaje y que aun existe, existía un personaje que
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incluso fue novio de una hermana que vivía en una residencia que quedaba en la esquina de la Calle 41 y que para mas señas era odontólogo. Una de las cosas que mas recuerdo era que aparte de ser un investigador nato, con primos y amigos nos pasábamos de casa en casa por las mansardas, porque ese grupo de 5 casas contiguas entre la calle 41 y la calle 42, tenían en común un túnel que cubría por la mansarda todas las casas. Había una de esas casas que era la de la esquina de la Calle 42 que vivía una familia en la cual había tanto hombres como mujeres, primos entre si y tanto ellas como ellos eran creciditos hasta tal punto que nos mostraban tantas cosas que por esas épocas solo se podía ver en revistas para mayores y nosotros lo teníamos gracias a nuestra astucia y a la comunicación por las mansardas cosa que nos encantaba mirar por recovecos de esa mansarda y por ese medio nosotros conocimos lo divino y lo humano de tantas cosas que por esa época nuestros padres nos tapaban con el pretexto de la edad.
Por esas épocas también conocí en toda su dimensión porque unos somos hombres y otras mujeres, recuerdo además que habían dos peladas cuyos nombres no recuerdo y que por
presión de cada uno de nosotros, hacían a su merced lo que nosotros de
pilatunas se nos ocurriera, todo porque tenían como una fijación con alguno de nosotros. Recuerdo que una de las casas estaba desocupada y nosotros la aprovechábamos por la mansarda para hacer y deshacer. En una ocasión nos metimos a una de las casas con dos peladas costeñas para mas señas y les propusimos que nosotros queríamos conocer como era realmente una mujer y ellas accedieron a desnudarse para nosotros, pero con el agravante que ellas querían también saber como eran los hombres, lo que nosotros accedimos por que nos convenía, éramos mayoría y en cambio ellas eran dos mujeres bastante arrechitas. Eso paso a mayores hasta tal punto que uno de nosotros a hoy no se cual se le ocurrió comentar, lo comento con algún papa o un hermano y hasta allí nos
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llego la dicha, se comunicaron entre si los papas de todas las casas y cerraron las mansardas y hasta nos llego la diversión.
Por esta época también y tengo el recuerdo fotográfico de mi primera comunión en la que salgo con mis papás en la sala de la casa y que a su vez fue la celebración de las bodas de plata de mis papás. También tengo un recuerdo de mi primera y ultima montada en una rueda de chicago, resulta que una de las muchachas de servicio que hubo en mi casa por esas épocas, ella se llamaba Gladys y era de Pitalito (Huila), esta muchacha tenia un novio que trabajaba en el parque nacional, muy cerca de esa casa, el era como administrador de la rueda de chicago que estaba en la parte alta del parque, y un buen día Gladys me llevo al parque y me monto en la dichosa rueda y yo lo único que me acuerdo de lo poco de ese día es que monte en esa rueda creo que por espacio de algo así como dos horas y en dos horas me imagino que Gladys y el novio se divirtieron de lo lindo mientras que yo me moría del miedo en lo alto de la rueda de chicago a tal punto que hoy en día no me monto en una rueda de esas ni por equivocación, en fin épocas pasadas, épocas que no vuelven. De la casa de la Calle 41 en la cual duramos algo así como dos años pasamos a vivir en el barrio Palermo de Bogotá, más exactamente en la Calle 45 con Cra. 22, una casa que daba a una avenida o sea en la Av. 45 y allí duramos creo que otro año, pero lo único que llega a mi mente de esa época es de la famosa escapada del colegio de la Salle cuando me volé de la ruta y con mi amigo Luis Eduardo se nos ocurrió la genial idea de ir a descubrir otra rama de los túneles del colegio que supuestamente darían hasta la plaza de bolívar, pasaron dos cosas: una no había ningún túnel que comunicaba nada y la otra es que por poco nos vuelan del colegio, eso si nos castigaron tanto en el colegio por incumplir en la ruta y en las respectivas casas por indisciplina. El caso es que pasaron varias cosas en nuestra huida una de las cuales que
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conocimos el centro y parte de la distancia entre la calle 11 con cra. 1ª hasta la calle 45 con cra. 22 sin ir en la ruta del colegio.
Luego de pasar no más de un año en el barrio Palermo nos fuimos a vivir a la calle 67 con cra. 10, una casa también estilo inglés, muy parecida en su fachada a la casa de la calle 41, pero con una diferencia sustancial y es que era la única casa del sector, pues en esa cuadra las otras casas eran de otro estilo y las demás eran edificios, pues bien en esta casa tuve perro, lo quise llamar Danger porque yo me convencí de que era bastante bravo y que tenia que cuidar la casa. Ese perro era un pastor alemán que mis papas me habían comprado para mi disfrute. Ese perro era pastor pero de bravo no tenía nada, pues una vez vinieron unos primos de Cali para una celebración de familia y recuerdo que cuando mis primos, hermanos mayores y padres llegaron de la celebración, se oyeron ruidos en la parte de abajo de la casa y mis papas llamaron a la policía y estos descubrieron que se habían metido los ladrones, el perro ni cuenta se dio, según me contaron a mi, pues el susto fue de padre y señor mío. Danger duro relativamente poco tiempo pues una vez se salió sin permiso de la casa y paso un carro y lo mató. Mi dolo fue indescriptible, a tal punto que mis papas optaron por comprarme un pato, el cual tuvo un deceso por desconocimiento, es decir, que como sabia que los patos nadaban en el agua o en un lago, pues decidí que debía nadar en la alberca de la casa y lo deje toda una noche, a la mañana siguiente el pobre pato ya no era de este mundo.
En este barrio había también un grupo grande de personas de mi misma edad, aunque al lado de mi casa había un amigo que me acuerdo tenía varios perros y la familia era adinerada, con el y con otro amigo que vivía a dos casas nos la pasábamos de un lado para otro.
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Uno de los recuerdos más dolidos, digo dolidos porque fue uno de mis primeros sustos de mi vida, fue cuando jugábamos muy bruscos con unas niñas también a dragón, me toco perseguir a medio barrio, porque allí vivíamos bastantes personas de mi edad y se prestaba para incluso cuadres durante el juego, y cuando lance la pelota para ponchar a Juan Carlos mi amigo del alma, el muy chistoso se agacho y le calló a una niña en su cara con tan mala suerte que vivía justo a pocos apartamentos del mío, el caso es que cuando yo me entre a la casa pase por su apartamento, mi intensión era saludarla y pedirle perdón por el suceso, pero con tan mala suerte que ella le había contado a su modo a su papa lo sucedido y este señor sin dejar hablar se me lanzo encima y me propino soberana cachetada que por esas épocas creo me duro tanto el golpe como el sentimiento de culpa, varios días.
Por esas épocas uno de mis primos llego a vivir por pocos días a mi casa por casualidad, los dos dimos con par de niñas de la costa, me acuerdo que una era morena de ojos verdes y la otra era mona de ojos color miel, ellas no vivían en Pablo VI pero tenían unas familiares en el barrio, una de ellas vivía en un edificio por la calle 53 y la otra era su prima y estaba de visita, mi primo se cuadro con la morena y a mi por descarte me toco la mona, otra vez otra mona, me perseguía creo el color. Como eran personas que no residían propiamente en el barrio entonces por razones y razoneros nos veíamos con ellas, la mía que era la que no vivía en la ciudad fue la primera que no volví a ver, mi primo en cambio dejo de vivir en mi casa y la que perdió fue su amiga, el caso es que yo le quise caer a la soltera de mi primo y ella guardaba la esperanza de que yo le guardara fidelidad a su prima, en fin, esa fue mi primera infidelidad por así decirlo.
En Pablo VI había una gran cancha de futbol, allí practicábamos los domingos, mis papas oyeron hablar de que iban a conformar un equipo de beisbol y paso lo que tenia que pasar
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pues resulte uno de los integrantes del equipo de baseball del barrio y con uniforme y todo.
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Capítulo III Mi juventud
Luego de vivir por espacio de un año, año y medio en Pablo VI mis papás nos llevaron a vivir al centro de la ciudad, más exactamente Torres Jiménez de Quesada, la dirección aún la recuerdo Cra. 2ª No. 16-72 Bloque 2 Apartamento 603, en esos bloques como los llamaba en su tiempo viví los años de universitario y los años de juventud, allí conocí y me di a conocer por varias personas, recuerdo que en un principio era bastante popular pues era recién llegado, era primo de los Rentería Martínez, los mismos de la casa de la 41 y estos vivían en la torre 5 en el apartamento 803. También era el primo segundo de las monas que vivían en el bloque 4 apartamento 402, allí vivía la Díaz Aldana que eran Amparo prima hermana mía hija de mi tía Adelma, su esposo y sus tres hijas dos de las cuales monas María Elena y Carmenza y una trigueña Gloria y un pelado mono también Víctor.
Entonces cuando nosotros llegamos allá sin quererlo además nos volvimos
populares por punta y punta, por una parte los primos segundos que a la larga estábamos reconociendo porque a decir verdad yo poco los trataba porque eran más pequeños que mi persona que era el menor de mi familia y digamos que allí en ese barrio terminamos siendo amigos. Y los Rentería Martínez que no veíamos desde la casa de la 41. Yo me volví popular por mi sentido de colaboración, pues en ese barrio que era más una ciudadela metida en unos edificios de 21 pisos, había cualquier cantidad de hombres, mujeres y niños, y digo popular porque con un grupo de mis nuevos amigos decidimos para desaburrirnos conformar una especie de grupo juvenil, eso si, con la anuencia y aprobación del consejo de administración, yo estuve de presidente mi buen tiempo y eso me sirvió además para conocer gente de todo tipo y moverme en ciertos niveles que en otras circunstancias habría sido complicado permanecer. Cuando yo vi a María Elena por primera vez quede medio flechado de mi parte, para ella una persona más pero entre el
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primo Jaime Hernán de Cali hijo de mi tío Jaime y mi primo Néstor hijo de mi tía Adelma y hermano de Amparo su mamá, inventaron un acercamiento de mi parte con intensiones de noviazgo hacia María Elena que ni si quiera paso a mayores y hasta ahí quedo la cosa, claro que para esas épocas Amparo su mamá creía demasiado en los demás y como ella me había pillado entre comillas consumiendo drogas nunca iba a permitir un acercamiento de mi parte a ninguna de sus hijas.
Para esos días yo contaba con algo así como 16 años y mi vida sexual aun no comenzaba, mi primo Néstor con la bendición de mi mamá, me llevó a un sitio por esos días muy conocido y muy famoso llamado el Jardín del Buda, había mujeres de todos los tamaños, colores y sabores, allí exprese mis primeros deseos sexuales y gracias a las buenas relaciones de mi primo dejé en ese sitio mi virginidad. Ese fue uno de tantos sitios a los cuales mi primo Néstor me llevó como su acompañante fiel. El tenía una querida amiga y esta a su vez tenia relaciones de amistad con unas mujeres en una casa en el barrio Santafé, allí deje otra parte de mí, aprendí los poderes amatorios, la relación en pareja, mejor dicho todo un compendio de la vida sexual que una persona a mi edad debería experimentar. Mi virginidad demoró un tiempo, digamos que fue tardía pero con honores y nunca me he quejado y me ha servido no solo como ejemplo para mostrar sino que me llena de orgullo de macho.
Allí intenté por así decirlo participar en cuanto evento se presentaba, digo participar porque es difícil a veces para uno de joven entrar en un grupo donde hay unos que mandan y otros que no, cual fue para ese entonces la razón, simple y llanamente porque tenía una cola de la cual no podía defraudar. Yo era el nuevo y tenía que demostrar ciertas habilidades para poder sostenerme en un grupo tan complejo como al que me estaba enfrentando en esos días, razón por la cual decidí integrar el dichoso grupo juvenil.
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Eso si conocí gente a la lata, era tan popular que a la larga era el menos popular de todos, pero me hice a mi buena estampa porque era respetado en cierta forma por el consejo de administración que para esas épocas era un ente con mucho peso a todo nivel. Tanto así que yo participaba en reuniones de gente adulta dando ideas para que los padres no se preocuparan demasiado por sus hijos y en cierta forma los dejaran al cuidado y protección de las personas que liderábamos ese movimiento.
Allí conocí a tres mujeres espectaculares, Ana Vilma mi amor platónico, digo platónico porque nunca me dio ni media opción ni siquiera para acercármele a decirle nada, nada pero nada de nada, María Teresa la mayor que vivía super enamorada de Jaime, un amigo con el cual íbamos y veníamos en ese grupo juvenil, o sea en otras palabras nos turnábamos la presidencia como en un par de ocasiones y nos dio para hacer y deshacer en cuando al sexo opuesto; y Patricia una niña espectacular de una ternura que cualquier mujer envidiaría, pero que a este pechito poco o nada le llamaba la atención porque para esas épocas estaba tan idiotizado por Ana Vilma que no tenía ojos sino para ella. En fin esa organización nos dio para darnos en cierta forma importancia con respecto a las niñas que había en el lugar sin importar cuantas y cuantas veces, todo el mundo se aguantaba. Como yo entraba como pedro por su casa al apartamento de Jaime un día paso lo que tenía que pasar, cuando fui al apartamento de mi amigo sin avisar, me abrió su mamá, esa señora tenía por lo cincuenta años, pero la señora se conservaba y se vestía muy arrebatadora, digo arrebatadora porque se vestía muy juvenil. Ese día esa señora me abrió la puerta y para mi sorpresa y gusto tenía entre su piel y su levantadora transparente mi mirada pecaminosa, esa señora no se a hoy si lo hizo por picardía o fue un descuido involuntario, pero que cuerpo de esa mujer tan espectacular, cincuenta años muy bien tenidos, sus senos parados de forma increíble y sin vellos en su zona vaginal, que mujer tan gustadora. Jaime por su parte no hizo comentarios al respecto, pensé de
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pronto que me iba a llamar la atención, pero digamos que hubo prudencia de parte y parte de momento, pero esa señora y yo en ese instante sabia que mi pensamiento iba por otro lado y que era imposible olvidar ese encuentro.
Allí también me di a conocer porque un día cualquiera por insinuación de una pelada que me fascinaba, ya Ana Vilma debido a su negación hacia mi había pasado a segundo plano, pues esta pelada cuyo nombre era Elizabeth, ella me tenía en cierta forma medio obnubilado pues parecía ser que todas las pruebas que ella me ponía yo por no defraudar las cumplía a cabalidad.
Me acuerdo que había una pelada de Armenia que se llamaba Elsa y vivía en el bloque cuatro, yo vivía muy encaprichado con ella hasta tal punto que a pesar que tenia una relación con Juan Carlos hermano de Jaime, yo para el día de la mujer cometí la osadía y error de mandarle un ramo de flores, me acuerdo doce rosas en un solitario, eso fue para problemas, pues para Juan Carlos fue una imprudencia de mi parte abusar de la amistad, pero para mi fue más desagradable, pues ella sin medida le contó a medio barrio lo que yo había hecho. De eso recuerdo poco, pues fue bastante de mal gusto de parte de ella de exhibirme por todo el barrio. En fin esas cosas pasan.
Otra de las mujeres que para esos días me encantaba era Miller Leidy, hermana de Johana una pelada que tenia el pelo demasiado crespo y se hacia cualquier cantidad de tratamientos para alisarlo sin éxito alguno, Miller, también hermana de Wilmar un vicioso del barrio y bastante temido por todo el mundo, infundía terror, pero era una persona bastante solitaria, todos ellos hijos de una señora llamada Leidy. La señora Leidy era una dama de unos cincuenta y tantos años, pero vestía muy juvenil a tal punto que usaba minifaldas, escotes, sus senos se movían al ritmo de sus caderas, sencillamente
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espectacular. Cuando yo iba a visitar a Miller o Johana, ella me recibía muy respetuosamente pero en el fondo sabía que otra de las intensiones era verla a ella y de pronto pensarla en silencio. Afortunadamente ni Miller que era la mujer que yo quería para mi en esos días, ni Johana sospecharon nunca nada, además porque yo nunca di motivos. Un día cualquiera estaba yo haciéndole visita a Miller, ella no había llegado del trabajo y empecé a conversar con Johana, su mamá, o sea Leidy estaba en el cuarto cuando de pronto llego Wilmar bastante drogado, pensé por un momento que se me iba a lanzar, pues él en su momento de éxtasis era una persona sin control y se tornaba peligroso. Ese día no era la excepción Wilmar había llegado al apartamento y como el amenazaba a todo el mundo yo en ese momento no me iba a salvar de sus amenazas, él apenas entro al apartamento, no se si me vio o no, el caso es que entro directamente a la cocina, rasgo sus ropas y con un cuchillo pico algunas de las camisetas de su propiedad que estaban expuestas en el tendedero del patio de ropas, luego intentó lanzarse dieciséis pisos abajo, en ese momento Johana su hermana menor y yo nos encontrábamos en la sala, yo lo agarré no se como de una pierna que le quedo incrustada entre vidrios y las cortinas y ella alcanzó a cogerle un brazo, Wilmar casi se suicida en esa oportunidad, tuvo una fortuna de mi reacción a tiempo y de la reacción de su hermana, la preocupación de su mamá, y la colaboración de los vecinos. Después de este suceso, ese muchacho cambió su proceder conmigo, no nos hicimos los mejores amigos pero su cambio hacia mi relación con sus hermanas y con su familia tuvo un buen cambio.
El caso es que en compañía de mi amigo Carlos Eduardo, Elizabeth mi amor en silencio y lo más gracioso era que ella lo sabía y se aprovechaba de eso, nos fuimos para una casa en el barrio de La Candelaria y nos metimos algo así como en un callejón de esa casa, allí salió un tipo y nos ofreció marihuana, obviamente yo en mi temor por el que dirán dije en un principio que no, pero mi amiga en cierta forma me insinuó que si yo quería en algún
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momento tener algo con ella tendría que estar a su mismo nivel, como quien dice si la quería gozar tendría que pagar el precio justo. Vacilé por espacio de 15 minutos y caí en las garras del vicio solo por estar con una persona que se me estaba ofreciendo en bandeja, uno a veces y lo digo por experiencia comete abusos con la salud solo por gusto. El caso es que no se quien le dijo a mi prima Amparo y por ende esta a mi mamá de mis andanzas en el barrio de La Candelaria y el caso es que eso se supo a boca de jarro por todo el sector, que nosotros habíamos estado metiendo vicio en ese sitio, a esa hora, también la mamá de Elizabeth lo supo, etc. El caso es que mi corto paso por las drogas y afortunadamente fue corto, paso a ser chisme entre un grupo de personas del conjunto en el cual yo vivía. Obviamente por parte de mi familia digamos que hubo apoyo pero algunos de mis amigos como dicen me sacaron de taquito, ya no pertenecía como era obvio al grupo juvenil, pues no era ejemplo, ya no tenía los mismos amigos de antes, ahora eran otros, con otros tipo de vicios, en fin, me cambio la vida el decir si para satisfacer el ego.
Para estos tiempos mi hermana Bertha la mayor de las mujeres empezaba una relación y posterior matrimonio con Pedro, era un oficial de la marina, entonces a mi mamá se le ocurrió que yo debería ir a prestar el servicio militar a la armada en Cartagena, allá estuve por un año, me dio durísimo por dos razones: una yo era familiar de un oficial muy apreciado y querido en la fuerza entonces tenía que rendir por ese lado, y la otra era que yo no quería de a mucho perder la poca libertad que había conseguido por esa época, el caso es que mi paso por la Armada duro tan solo un año, me toco hasta el 11 de noviembre las fiestas de Cartagena, un desfile militar en Santamarta, un paso por el canal de Panamá, Colón y Miraflores en el buque Santander y un par de montadas en el Crucero Gloria, el caso es que mi paso por la Armada a pesar de que no pude conseguir la libreta militar pues para esa época la ley exigía mínimo 18 meses y yo solo había
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cumplido a fuerza con 12. Para mi fortuna este paso que di en mi vida no duró mayor cosa, pues terminé mis estudios en el Colegio Agustiniano del Norte que me quedaba para esa época en el otro extremo de la ciudad, me acuerdo de esas épocas en el colegio que aunque yo era un tanto tímido pero muy activo, recuerdo que integré a mucho honor el seleccionado de futbol del colegio, mi posición era arquero, porque, no se con certeza porque resulté de arquero y no de defensa o medio o delantero como aspira la mayoría de personas, pero no me iba mal a tal punto que en una oportunidad de los dos años que curse en ese colegio, fuimos campeones intercolegiados, eso me llenó de orgullo y hasta saqué pecho.
En una oportunidad las directivas del colegio, en vista de que había compañeros con inclinaciones sacerdotales nos invitaron a una casa de retiro que tienen los curas en Suba y a otra casa de retiro que tienen en Boyacá, hablo de la de Suba porque por enfermedad no fui a la de Boyacá. Recuerdo que el retiro espiritual de la casa de Suba duró como cinco días, nos lavaron el cerebro y nos enseñaron las bondades de pertenecer a una comunidad cristiana y el paso por el celibato, las comodidades de ser cura, etc. Para ese paseo de retiro nos reunimos cuatro sextos, yo pertenecía al Sexto D y los compañeros que tenían más inclinaciones sacerdotales pertenecían al Sexto A. Recuerdo y no se me olvidará nunca la expresión del párroco del colegio cuando imprudentemente un compañero en tono sarcástico al ver una de las peladas que los atendían y que por cierto era muy bonita, el compañero se lanza a preguntarle directamente y sin anestesia al cura que si a él se le paraba cada vez que veía la vieja todos los días, este cura no sabía que hacer pienso por dos razones: jamás pensó que le fueran a hacer esa pregunta y mucho menos uno de los hijos de los benefactores del colegio y dos porque la pelada apenas oyó la pregunta se puso roja y se echó a reír y el cura también. El caso es que tal vez sin querer el cura se sintió cogido o se sintió sorprendido. El cura en medio de su sorpresa le
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contesta al compañero y le dice: mire joven el hecho de que nosotros los curas hallamos prometido a Dios ser célibes no nos quita que nos gusten las mujeres, pues obvio que si nos gustan, pero no en la forma como le puede gustar a un civil, tenemos obviamente nuestras limitaciones pero en ultimas podemos o no tener relaciones con una mujer. Para ser franco, nos toteamos de la risa, porque el cura quedo medio comprometido con semejante biscocho que tenía como asistente, además si la vieja quería o quiso algo con el cura nosotros le alimentamos esa sensación. Al final no supimos después de esto que paso, si la pelada siguió en la casa de retiro o por el contrario digamos que se caso con el cura. Luego de este paseo retiro hubo incluso compañeros que se metieron al sacerdocio, a unos les fue bien a otros no tanto, diría yo que no era la vocación.
Estudiando en ese colegio había una fortuna extra y era que las directivas de ese colegio nos rodeaban de los colegios de niñas más representativos del sector, pues éramos amigos de peladas del Alvernia, Gimnasio Femenino y otros que se me escapan. El caso es que tanto el colegio, los intercolegiados, como el sistema de ese colegio, nos dio para conocer y hacer relaciones con niñas de nuestro mismo nivel tanto social como educativo. Tan es así que para el grado de bachiller invitamos a niñas de esos colegios a la excursión e hicimos una fiesta conjunta con el agrado de los curas agustinos y recogimos el dinero necesario porque en esa época la orquesta de Lucho Bermúdez era la de cache y nosotros teníamos que tenerlos fuera como fuera. El caso es que ellos amenizaron nuestro grado y nos lleno de muchas satisfacciones a todo nivel.
Para la excursión todo fue un suceso por varias razones, las ganas de ir con amigos y amigas del colegio y compartir en otro ambiente. Tengo que resaltar que para esa época nos dividieron en dos grupos, los que tenían y no se juntaban con los demás, porque como en todo había de todas las clases sociales y teníamos un par de compañeros que
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prefirieron irse de vacaciones a Miami que mezclarse con todos sus compañeros para las islas de San Andrés y Providencia. Nosotros y hay que decirlo con mucho esfuerzo lo hicimos, nos dimos la fiesta que quisimos y que soñamos, nos divertimos, aunque íbamos medio cuadrados con nuestras amigas desde Bogotá, allá hicimos más amistades que con el tiempo cultivamos, y en general nos fue de maravilla, a tal punto que el cura rector nos ofreció a algunos un dinerillo extra si le pasábamos algunas compras por la aduana, por mi parte necesitaba el dinero y porque no hacerle el favor al curita.
Cuando llegamos de la excursión venía el dolor de cabeza que era el paso obligado de todo bachiller, el servicio militar, que susto para esa época escogían más a los hijos de papi que a cualquier persona de un colegio oficial, como mi colegio era de algunos hijos de papi pues yo de pronto estaba en la mira de los militares. Recuerdo y es un recuerdo presente a veces que nos dejaron hasta el sorteo, quiere decir que para algunos que no teníamos recursos para comprar una libreta militar, tuvimos que someternos hasta el ultimo de los sorteos que es el sorteo de las balotas, muy de buenas yo que no saque la mía, pero hubo compañeros de otros sextos que hasta se sacaron ellos mismos y les figuró servicio militar.
Por esos años mi papá decidió conseguirme un puesto para las vacaciones, para darme una distracción más fructífera, hablo con dos de sus grandes amigos suyos: Ediel Saavedra, que nos dijo que me conseguía el puesto cuando yo saliera de Harvard, en otras palabras dijo que no tenía, fueron tantas las veces que mi inocente papá le dijo a ese señor que fueron más las negativas de ese señor; y otra de las personas a quien también acudió mi papá fue a Bernardo Rotemberg, el si le dijo a mi papá que el tenía un amigo que trabajaba en Almadelco y que iba a averiguar. Para esa época llegaba la navidad y resulté trabajando una parte de las vacaciones en Almadelco y la otra parte con
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un señor que me acuerdo mucho vivía en la calle 100 en un edificio blanco y negro, y tenía muy buen dinero, ese señor para épocas de navidad alquilaba unas bodegas en la zona industrial y conseguía gente para armar y repartir anchetas navideñas, de todas las personas que trabajábamos sin descanso en esa bodega había un señor mayor que era el que se encargaba de organizar la ancheta y de colocarle el celofán y el moño, fuera de eso las clasificaba, porque habían anchetas de varios precios. Me acuerdo que yo tenía muy buenas relaciones con ese señor a tal punto que durante un buen tiempo trabajé en épocas de navidad para él. Luego trabaje alguna parte del tiempo en el Banco Cafetero también por Bernardo. Cuando pasaba la navidad que era el fuerte del trabajo yo reunía lo ganado más lo que me daban mis papas de regalo y cogía camino para La Unión (Valle) por Pereira, es decir, me iba por tierra hasta Pereira a donde mis primos Bernardo Aldana Cadavid hijo y Juan Pablo Aldana Cadavid, hijos de mi primo hermano Bernardo Aldana de la Cruz. Allá llegaba yo después del 24 diciembre, pasaba un par de días con ellos y luego ellos me llevaban hasta Cartago, me subía a un colectivo con rumbo a La Victoria y más tarde a la Unión con mis tíos y mis primos que subían de Cali. En Pereira yo realmente demoraba poco, pues mis primos tenían más familia y pasaban el 31 donde su abuela y a mi me esperaban mis papas y mis primos para el 31 también. Por esas épocas cuando yo iba a Pereira me divertía muchísimo hasta tal punto que en una oportunidad con mis primos hicimos un carro de balineras y como Pereira queda como en una cuesta y más aun el barrio en donde ellos Vivian, pues nos quedaba fácil deslizarnos por esas pendientes y probar el carro. Esa navidad con carro incluido fue inolvidable. Otra de las ventajas, digo ventajas de ir a Pereira, era que mi primo Bernardo papá tenia una fábrica de helados, allí no solo se hacia el helado, todo el proceso constructivo, sino que comía uno helado desde que llegaba hasta que se iba, es más el ultimo día, comía uno helado hasta el cansancio. Pero fueron épocas y momentos que nunca se me olvidarán y que recordaré siempre con nostalgia.
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Una de las paradas obligadas a la entrada a la Unión luego de dejar la maleta en la casa de mis tíos Renterías era visitar varias partes: primero por caminar y reconocer el lugar me atravesaba todo el pueblo y me iba hasta la entrada principal a la casa de los Buenos, donde mi amigo Eugenio me ponía al tanto de las amistades tanto amigos como amigas, quien estaba con quien, quien no tenia a nadie, quien estaba disponible, etc. Luego de esa visita obligada que terminaba con un liberal y un buen sorbo de trabuco, me venia entre las tiendas saludando a cuanta persona me reconocía o se acordaba por el tiempo de mi cara. Luego pasaba por el parque e iba a la casa de los Vinasco, amigos no solo de mis papas sino que yo había hecho buena amistad con uno de sus hijos. Terminaba mi recorrido en la casa de Chila Grajales, mujer encantadora y que gracias a su prima Amparo nos hacia cuarto para que nos viéramos no solo en su casa sino para escribirnos cartas de vez en cuando. Amparo en cierta forma fue la celestina, pues para esas épocas Raúl amigo tanto de Eugenio como mío, no tenía ni idea que yo tenía mi cuento con su prima, pues para esas épocas nosotros y ellos como que ese matrimonio de familias era ilógico que se diera, no pasaba de una simple amistad, tanto de un lado como de otro, en fin, nosotros Cecilia “Chila” y yo como que rompimos ese esquema pero no duro porque no tenia que durar, pero tanto ella como yo en su momento lo disfrutamos. Otra de las paradas obligadas cuando yo llegaba a la Unión era visitar a la Monalisa, recuerdo porque ella era mona, mona, lo que se llama mona y le decíamos la Monalisa, una pelada super buena gente que todos queríamos desinteresadamente. Luego pasaba al frente donde los Hincapie y allí me veía con José Carlos, pues su tía vivía al lado del teatro. De esas vacaciones en La Unión también tengo los mejores recuerdos.
Con mis papas pasábamos la navidad y parte del año nuevo en la Unión luego todos salíamos con rumbo a Cali a pasar el resto del año nuevo, pues allá estaban los primos
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por parte de mi mamá. De esos días también existen buenos recuerdos. Nosotros llegábamos a la casa de mi mamá Paulina mi abuela, mamá de mi mamá, una señora con muchos años pero con mucha ternura que yo adoré con todas las fuerzas de mi corazón y lo digo con nostalgia y pesar, pues los años que la disfrute los adoro pues mi abuela para mi era lo máximo, no solo por ser la madre de mi mamá sino porque era una persona con muchos valores y de la cual aprendí eso, a valorar a los demás. Llegábamos a Cali y empezaba todo un recorrido por toda la familia, íbamos donde mi tío Jaime, allá me encontraba con Jaime Hernán, Hugo José y Héctor Fabio, luego en casa de mi abuela vivía la tía Virginia y en esa casa nos veíamos con su hijo Héctor y sus hijos Carlos Eduardo y Elizabeth que era una niña bastante hermosa pero menor. Su esposa Susana que para no alargar más la cosa fue para mi como uno de mis amores imposibles, yo veía a esa mujer y se me olvidaban las otras, obviamente lo digo ahora porque no me da pena decirlo, pero en esa época era creo que un sacrilegio pensar en mujeres ajenas. Luego íbamos donde mi tío Luis, hermano de mi papa y allá nos reencontrábamos con su familia, con Narciso, Alfonso, Fernando y Adriana, que para esas épocas frecuentaban algunos y otros Vivian en esa casa. Adriana, para mi una prima como ninguna, muy confidenciales de parte y parte, una muy buena relación a todo nivel, nos contábamos de todo y en todas las circunstancias aunque adversas fueran, años que no volverán pero que se recuerdan con mucho y especial cariño. Luego íbamos donde mi tío Pedro Nel e Ilda su esposa, allá nos encontrábamos con una prima espectacular, María Cristina, tenia los ojos más lindos que yo alguna vez había visto y muy bien puestos, otro de mis amores imposibles, uno porque era muy grande para mi y la otra tenia compromisos, además de Cristina estaba Patricia, Harold, Pedro, Alberto, Esperanza y Nancy. Alicia, otra de las hijas de mi Pedro Nel, según mis hermanas me inventaron ese idilio con ella, pero la verdad nunca hubo ni de ella ni de mi parte interés alguno.
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Como para recordar por esos días la asistente de mi amigo Fernando, abogado de profesión, Cecilia era su nombre y Fernando me decía que ella decía que se excitaba cuando me veía, entonces un buen día mi amigo hizo el plante para que nos viéramos en su apartamento y ese día llegó y la dichosa Cecilia en forma desenfrenada y sin control abuso sin contemplaciones de la soledad en el apartamento e hizo y deshizo conmigo, obviamente con mi consentimiento y mi aprobación. Luego Fernando se fue de los bloques, Cecilia creo que se caso y a mi me quedo el recuerdo.
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Capítulo IV Los Paseos
A finales de octubre y principios de noviembre del año 86 se dio para algunas personas un festival en Melgar, yo como sabia que mis papas no me iban a dejar ir tan fácilmente, pues como siempre tuve que inventarles toda una película, les dije que me habían invitado para una finca y que iba a ir con los padres de un compañero x de la universidad. Mis padres accedieron al permiso y me dispuse a ir al paseo. Obviamente el paseo era con un grupo de amigos de los bloques y como por variar esto lo habíamos planeado tiempo atrás entre partidos de futbolito y baloncesto, cada descanso o cada encuentro daba pie para planear el tan anhelado paseo. Nos reunimos algo así como cuatro personas a saber: César M., César G., César A., Jorge E., William R., Diego C. y este pechito. Recuerdo que el primer día que llegamos a Melgar era todo un hervidero no solo por el calor tan infernal que estaba haciendo sino porque había una mano de mujeres para todos los gustos y nosotros de la capital, pues matrimonio perfecto, que derroche de dinero tan verraco a tal punto que nosotros que íbamos con gastos pagos por 5 días incluido el hotel, pues uno de nosotros tenía un familiar dueño de un hotel de paso en Melgar y este nos dio posada en el lugar. Como quien dice por la dormida no teníamos preocupación, en cambio por la comida si, pues el hotel como era de una persona de confianza este puso el reparo que no tendríamos la comida, además porque nos saldría a precios de hotel cosa que en esos tiempos no era fácil cubrir económicamente hablando. Para concluir el viaje solo disponíamos de muy poco dinero ya teníamos comprados los pasajes de venida a la capital pero teníamos el dinero contado para medio comer y para la rumba pero al ver tanta mujer junta y con ganas de todo, pues se puede decir que nos gastamos el mismo día todos todo el dinero, solo nos quedaba algo extra para desayunar o almorzar o comer, pero alguno de los tres golpes, el caso es que lo que finalmente
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hicimos en el dichoso paseo fue comprar comapán de 22 pedazos y lo pasábamos con masato, esto nos ayudaba a mitigar el hambre que con la ayuda del cigarrillo, nos bandeábamos para mamarle gallo al almuerzo y a la comida. Recuerdo que un buen día hicimos algo de lo que no nos podemos arrepentir, y fue que nos robamos una gallina con perseguida y todo y le pagamos a la muchacha del hotel para que nos hiciera un caldo de gallina, pues llevábamos tres o cuatro días a punta de comapán y masato, eso fue no solo para risas de parte y parte sino que el dueño de la gallina nos denuncio a la policía, resultamos metidos como quien dice en la cárcel y culpados por robo. A algunos nos toco barrer por dos días seguidos el parque principal, a otros les toco recoger hojitas que en condiciones normales les tocaba a los policías del pueblo.
El caso es que un paseo con todo pago desde Bogotá que supuestamente iba a durar cinco días, se dio en tan solo cuatro y con gastos a medias, pero eso si nos divertimos como locos. Tanto fue el divertimento que para los 100 años de Calarcá empezamos a planear el paseo con casi un año de anticipación, teníamos en César A. el compañero de viaje perfecto, pues su familia era oriunda de esos lados y lo convencimos para que a su vez convenciera a su familia para que nos diera posada. Para ese paseo solo asistimos 4 personas, César A., César G., César M. y yo. Esa vez no hubo mentiras entre nosotros y nuestros padres, hubo total sinceridad a tal punto que convencimos cada por su lado a las respectivas madres y ellas a su vez entre ellas, es decir que hablamos con la verdad a tal punto que hasta hubo colaboración económica de su parte. Nos fuimos por tierra hasta Calarcá, se celebraban los 100 años de la ciudad y el pueblo estaba a reventar, con una cosa que no contábamos para ese entonces es que César A. no había concretado la comida con su familia, teníamos asegurada la dormida como en paseos anteriores pero la comida estaba en veremos, entonces nos dimos a la tarea de aventurar. Llegamos a Calarcá, como lo esperábamos el pueblo estaba a reventar, personas de todas las edades
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dentro y fuera de las plazas y los parques, toda una rumba, trago y mujeres a nuestra disposición. Dormimos de a dos en dos camas que nos facilito la abuelita de nuestro amigo y para las comidas y gastos había plata de sobra, teníamos una salvedad que César G. estaba recién estrenando puesto y contaba con una tarjeta de crédito, es más antes de arrancar nos había ofrecido prestar por si nos hacía falta. Recuerdo que en esa época estaba de moda en ese pueblo Pastor López y Cariñito era el disco de las fiestas, una noche yo creo que me lo bailé por lo menos unas treinta veces, que locura de paseo. Hicimos bastantes amigas y nos volvimos populares no solo por ser de la capital del país sino porque en general todos bailábamos de una forma diferente a los visitantes y pobladores del lugar. Yo por mi parte no tenía problemas con eso y digamos que en cierta forma me destaque en el grupo. Recuerdo que nosotros bebíamos sin medida desde las 8:00 o 9:00 de la noche hasta pasadas las 3:00 de la mañana del siguiente. Comíamos para mitigar el hambre y quitarle el efecto al aguardiente unos gordos que vendían en unos puestos de comida, que obviamente en sano juicio no podíamos ni si quiera ver, pero que en medio de la borrachera nosotros los extrañábamos. Ese paseo duró algo así como una semana, aunque no lo habíamos descartado del todo llego el momento de las despedidas y a algunos entre los cuales me encontraba yo se nos acabo como se dice literalmente el dinero a tal punto que no teníamos para el pasaje, entonces la mano auxiliadora que llevábamos a tres nosotros nos dio la mano, César G., nos ofreció un negocio, dijo: yo hago un avance de la tarjeta de crédito y les presto la plata para el pasaje de vuelta, cuando lleguemos a Bogotá, ustedes simplemente me pagan el dinero y si cobra intereses pues los dividimos entre tres y solucionamos el problema. El caso es que el negocio era bueno, la inversión no era mucho y venia de un amigo. Así fue, el amigo César G. hizo el avance en efectivo sobre su tarjeta de crédito, nos presto el dinero a tres personas, compramos los pasajes y nos dimos a la vuelta para Bogotá, en medio de agradecimientos a la familia de César A. por todos los favores y por la posada en
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nuestro viaje, de los sollozos y despedidas de las amigas que dejamos en el lugar, retornamos a nuestro sitio de partida. Llegando a Bogotá lo primero que hice fue hacer un préstamo para pagar la deuda, así lo hice, pero con tan mala suerte o no se, pero César G. ya había cambiado su posición con respecto al dinero, a mi personalmente me cobro el interés total de todo el dinero, no iba a ser repartido como lo habíamos acordado, por el contrario yo estaba pagando todo el dinero con intereses impuestos por el y a los otros amigos no les había cobrado sino el dinero neto, recuerdo que lo enfrenté, le hice las preguntas de rigor y de todo esto quedo una experiencia y es la siguiente: no hay que confiar en borrachos cuando de plata le hablen a uno y la otra experiencia es que no todo los que uno cree son amigos de uno. El caso es que yo me abrí de ese grupo, pienso que hice bien en esa ocasión y seguí mi vida como si nada, sin antes pensar un poco en la falta de carácter de algunas personas. Yo por mi parte seguí mi vida como si nada, con obviamente mis reservas con el ex amigo, pues ya la amistad para el era más un negocio y como yo lo comente con algunas de las personas del barrio pues esa fama ya estaba creada.
En una oportunidad llegó un nuevo personaje al conjunto era una familia que tenía sus orígenes en el barrio la esmeralda de Bogotá, ellos eran dos hombres Mauricio R. y William R. y una pelada por cierto muy bonita, Claudia la cual llegó con novio incluido, un flaco que estudiaba arquitectura en la Nacional. Esa familia tenía sus raíces en Agua de Dios una población que queda en el departamento de Cundinamarca en límites con el Tolima y que su gente tiene una particularidad que las diferencia de las demás y es que su población en su gran mayoría sufre de lepra. Nosotros fuimos a pasar unas vacaciones y fiestas allá en Agua de Dios y no me lo van a creer duramos bastante tiempo en probar comida en el pueblo, ni helados de clima caliente ni mucho menos gaseosa y cerveza y de peladas ni modo porque la mayoría tenía sus claras evidencias de lepra y
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personalmente yo tenía ciertas reservas con eso. Averiguamos por intermedio de los abuelos de nuestro amigo que esa enfermedad era hereditaria y que por ende solo pasaba entre generaciones pero con tratamientos especiales iba desapareciendo, además no es contagiosa, por lo cual nos dimos a la tarea de comer cuanta delicia había en ese pueblo, de ahí en adelante empezamos a visitar con más frecuencia el pueblo pues bajábamos desde la finca de los abuelos de nuestro amigo que quedaba a media hora a pie. Conocimos la cantidad de gente con el problema pero para nosotros después de haber experimentado el antes y el después, ya nos era totalmente indiferente, a tal punto que el que destapaba la cerveza y la gaseosa pasaba sus dedos sobre la boca de la botella y nosotros sin asco nos la metíamos como si nada, el que vendía los helados le quitaba el papel y nosotros los consumíamos también sin problemas, es más recuerdo que en alguna oportunidad de nuestro viaje se presentó una fiesta y asistimos, bailamos y disfrutamos con personas del pueblo sin importar la enfermedad. Para la venida a Bogotá fue todo una odisea pues en esas fincas y en esa región la gente vivía del cultivo del algodón, nuestra tarea consistía en recolectar un saco de algodón, el producto de esa recolección la vendíamos al caporal, este nos pagaba y de ahí sacábamos para los pasajes para Bogotá, mientras nosotros entre los cuatro recogíamos una carga, habían campesinos que recogían hasta 5 y 6 cargas por jornada, el caso es que nos costó bastante sacrificio el volver a nuestra ciudad de origen y lo más rico del paseo conocer otras costumbres de las cuales a hoy me siento orgulloso de haber sido parte de ello.
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Capítulo V Los Sobrinos
Más o menos en el año 1972 mi hermano mayor Jenner que trabajaba con una empresa de telecomunicaciones se va en comisión a vivir a Medellín, allá conoce a una paisa con quien años más tarde iba a ser su esposa. Mi hermano se enamoró de ella y en ese año mando foto de la muchacha a mis papas, algo curioso, nadie de nuestra familia asistió a su matrimonio, tal vez porque era en un sitio muy lejano o porque no se hubo invitaciones, el caso es que el hombre se caso en Medellín y por los azahares de la vida vino a vivir con su esposa a Bogotá, es más a un apartamento situado en el mismo conjunto en donde vivíamos los demás hijos y nuestros padres. Por esas cosas de la vida este hombre recién casado se quedó sin puesto, obviamente ya había salido de la universidad, pero se había quedado sin puesto y su mujer en embarazo. La suerte de pocos de tener unos papás como los que tuvimos nosotros y eso ayudo a este desempleado de tener su primer hijo. Juan Carlos, no solamente iba a ser el primer hijo de esta pareja sino mi primer sobrino y que no suene a trillao, pero algunos pensaban para ese entonces que como soy el menor entonces me iba a dar durísimo, que ya mis papás no me iban a parar bolas y esas cosas que se inventa la gente, pero no, fue alegría yo diría contagiosa, pues ese niño llegó a nuestra familia en el momento en que todo el mundo se lo esperaba, pelaito bien alegre, hijo de mi hermano mayor y una paisa importada de Medellín. Que decir de Juan Carlos, lo máximo, al escribir estas líneas para mí es difícil hablar al respecto porque se diría que tengo cierta preferencia y de pronto cabe esa posibilidad. Pero lo cierto es que en esa época, ese niño causo por decirlo así revuelo en la familia, ese niño fue el principio de nuevas generaciones, ese niño fue el después de Manuel, Alicia y sus hijos, ese niño causó en mi muchas cosas bonitas, quise ser su primer mejor amigo y el me dio esa posibilidad, le hacía bromas.
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Cuando ellos partieron para Medellín, toda la familia estuvo con ellos, los acompañamos, nos hacia falta la picardía del pelao, no solo me dio duro a mi, sino a toda la familia porque Juan Carlos era un niño bastante especial, juguetón, gracioso, con don de gentes e incluso se dejaba cargar de uno, era tan especial, que todas las viejas medio buenas que vivían en esos bloques tenían que ver con el chino, y quien sino yo estaba detrás de eso, pues que le saqué provecho a la pinta, pues si y lo digo ahora, pues el chino me dio pa’ salir del anonimato. Juan Carlos quería mucho a su abuela, tanto era ese cariño que sentía por su abuela que mi mamá que siempre fue abuelita gracias a Juan Carlos pasó a ser la mamá Alicia. Ese día en el aeropuerto, su mamá lo llevaba de una mano y yo de otra, de pilatuna le hice zancadillas pues nunca lo había visto de otra forma que no fuera parado o cargado, el niño se cayo y la mamá se pego la emberracada del siglo conmigo, el niño lloró, pero yo nunca lo había visto llorando y me gusto verlo, no solo por el llanto como tal sino porque quien estaba llorando era un niño alegre y bastante pinta. Su mamá si alguna vez lee esto sabrá porque lo hice esa vez, quería comprobar que esa personita tenía esos sentimientos, pensé alguna vez de pronto que el niño me tratara diferente pero tengo que agradecerle a mi hermano mayor que le enseñó quien era yo, de otra forma hubiese sido diferente. En una oportunidad mi hermano tuvo la idea de que yo lo acompañara en Diciembre a pasar la navidad con ellos, pues mi mamá me dio el permiso, mi hermano mandó el pasaje y como buen montañero llegué a Medellín, nunca en mi vida me había imaginado ni si quiera salir de Bogotá, y ya estaba en Medellín, como yo era una persona mayor tal vez de unos 18 años, pues me inauguraron los hermanos de mi cuñada Amparo y me he pegado una borrachera la verraca, en mi vida había tomado tanto trago y me tocó a mi. Que orgullo estar en Medellín y que alegría tener de nuevo a mi primer sobrino, casi un mes duró mis vacaciones, si el chino quería ir a la esquina yo lo acompañaba, si el chino quería mirar pa’l techo yo lo acompañaba, mejor dicho me volví
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casi dependiente de todas las cosas que por esos tiempos pasaban a su alrededor, para mí y es bonito decirlo fueron las mejores vacaciones de toda mi vida.
Luego llegué a Bogotá y continué mi vida normalmente. Tiempo después tal vez un par de años mi hermana Bertha la mayor de las mujeres se fue a trabajar a Cartagena, allá conoció a su esposo Pedro, al tiempo se casaron y nació Mauro el segundo sobrino, el niño era diferente a Juan Carlos, no es porque era el segundo sino porque a diferencia de Juan Carlos el nació lejos de nosotros, el creció en unas condiciones muy diferentes a Juan, tan es así que a el lo vinimos a conocer como a los dos años, cuando mi cuñado que era oficial de la marina salió de viaje en un crucero y Bertha mi hermana aprovecho para traer el pelao a Bogotá y como dicen presentarlo en sociedad. Llegó Mauro, nosotros aún vivíamos en los bloques, llegó con Bertha, un niño tímido pero gracioso, pues hablaba chistoso, era costeño de Cartagena, llegó a nuestra familia, el hombrecito era gracioso y tragaba que daba miedo, mi mamá que nunca tuvo preferencias ni si quiera con sus hijos e hijas, lo quiso igual y para que yo también le exprese lo mismo, pero con la diferencia que Bertha no lo soltaba tanto. Mauro estuvo menos de un mes en Bogotá y luego cuando retornó su papá del viaje, mi hermana Bertha se lo llevó para Cartagena. Luego nació Natalia, la primer sobrina, no la conocimos de chiquita, mi mamá si, mi mamá estuvo en todos los nacimientos de todos los sobrinos y Jenner quiso que estuviese en el nacimiento de su hija y la invitó a estar con ellos cuando nació Natalia, la niña espectacular, monita y de ojos verdes, muy paisa, la conocimos tal vez de dos años o más. Amparo la esposa de mi hermano Jenner la trajo en una visita relámpago que hicieron a Bogotá, la conocimos después de verla en fotos, la niña era muy bonita, era hermana de Juan Carlos, pero la verdad había una clara diferencia entre ellos dos, la niña era bastante dependiente de sus papás y nos veía como a extraños, es más, fue más asequible Mauro cuando vino la
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primera vez. Esta muchachita era muy apegada a su mamá e incluso compartía más bien poco con nosotros, sino estaba la mamá cerca ella, pues como elevada.
Luego María Victoria se casó con un compañero de que había conocido en la universidad, Ricardo, era de familia de la costa y estudiaba con ella y allí se conocieron. Su hermana Nelly y yo fuimos los padrinos de ese matrimonio, a los 9 meses y medio nació Alejandro el cuarto sobrino. Alejandro una persona muy independiente, muy callado. Al niño también lo conocí bastante, pues ellos al igual que Jenner también vivían en los bloques. Luego se fueron a vivir lejos de allí pero en Bogotá. Con frecuencia nos veíamos con el niño, pero el era muy callado, a diferencia de Juan y de Mauro. Yo diría que tenía un temperamento similar al de Natalia, la primera hija de Jenner.
Luego Clara mi hermana se va a vivir a Cartagena luego de estudiar inglés en el colombo se va a vivir a Cartagena muy cerca de mi hermana Bertha, estando allá nace Juan Camilo el hermano de Mauro, el quinto sobrino que venimos a conocer tal vez de dos o tres años, un niño bastante particular, gracioso y muy diferente a los demás, independiente también. Luego María Victoria nuevamente queda embarazada y nace José Camilo, el hermano menor de Alejandro, él también independiente pero bastante consentido. Amparo nuevamente queda embarazada y nace Ximena, una niña al igual que Natalia, de ojos color miel, muy bonita, la venimos a conocer cuando tenía dos o tres años, también en una venida rápida de Amparo, mi mamá al igual que con todos estuvo en ese nacimiento, al igual que con Natalia la primera hija de Jenner, Ximena también muy alejada de nosotros, siempre pensé que era porque se sentía en el ambiente de pronto algunas preferencias. Pero la verdad es más ficción que realidad. Años más tarde se casa mi hermana Betsy con un compañero del colegio en donde mi hermana paso de bachiller normal a bachiller académico, en ese colegio conoció a su esposo Hernando,
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ellos en un principio de la relación matrimonial vivieron por algo así como un año largo en la casa de mis papás, allí nació Nicolás, este pelado era una persona bastante alegre, muy consentido, muy apegado a mi mamá. Luego de un tiempo mi hermana y su esposo se fueron a vivir a su nueva casa, y años más tarde nace Laura, una niña monita así como Betsy, pero muy diferente en su modo de ser a Natalia y Ximena.
De todos los nuevos integrantes de la familia uno empieza a ver que comienzan nuevas amistades o amistades que se funden con el tiempo, el caso de Juan Carlos en Medellín y Mauro en Cartagena, aunque viven lejos uno del otro, pero son contemporáneos, Mauro y Alejandro también casan en cierta forma una buena relación, los llamados Camilos, los hijos de María Victoria y Bertha se hacen compinches y eso incomoda a Amparo y Jenner pues Ximena que es contemporánea de estos se siente relegada. Este par de pelados se hacen tan buenos amigos que todos los integrantes de la familia los llamamos “Los Camilos”, la razón van para todas partes pero solo ellos dos. A pesar de que Ximena es contemporánea de ellos, pues estos chinos no la incluyen mucho en sus juegos. En uno de los paseos a los que fuimos invitados a Cali, a casa de Jenner, cabe recordar que Jenner, su esposa y sus hijos salen de Medellín pues a Jenner le dan un buen puesto en Cali y este decide irse a vivir a esa bella ciudad. De inaugurada invita a toda la prole a unas vacaciones y en esa oportunidad se ven entre los pelados como una especie de grupos sin quererlos formar, como Juan, Mauro y Alejandro, los dos Camilos. Esta clase de evidencias son notorias cuando en las familias hay personas que se sienten más queridas que otras, ha habido comentarios de todo tipo, como es mi caso con Juan Carlos, pues en esas épocas se decía a grito en pecho que era mi sobrino preferido, pues no, pues si han leído con detenimiento este capitulo pues se darán cuenta que de los nueve fue con el que más compartí, pues lo conocí desde pequeño y además compartí un diciembre, una oficina, una empresa, unas ideas, unos momentos especiales, unas cosas,
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e incluso me atrevo a decir que fui de los primeros que conocí a su actual esposa Ximena Andrea, el caso es que a veces le da a algunos el derecho de opinar de preferencias pero no hay tal, o por lo menos así lo veo yo.
Para darle punto intermedio a la llegada de los sobrinos, cabe destacar que llegaron en el momento justo, unos más temprano que otros, unos más especiales, otros más cariñosos, otros más independientes, algunos más alejados, unos más querendones, otros más indiferentes, en fin sea cual fuere su temperamento, llegaron en el momento justo, en la medida justa, causaron no solo en mi sino en todos en general buenas energías y eso es lo importante.
También es sano destacar la llegada de los hijos de los sobrinos, aunque esto no es nada parecido a un árbol genealógico pero tengo que contar con los hijos de ellos, como es el caso de Natalia que se caso con Carlos Alfonso M. y tuvo dos niñas: Sofía y María; Mauro Andrés se casó con Bertha Jimena R. y tuvo una bebé hermosa, se llama María Juliana; y Juan Carlos se casó con Ximena Andrea y tienen un bebé llamado Sebastián y un perro llamado Paco.
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Capítulo VI La Universidad
Luego de tantos ires y venires y de todo esto, llegaron los tan anhelados exámenes del icfes, exámenes que presenté en dos ocasiones, la primera vez cuando estaba en el colegio y mi puntaje fue bajo en ese entonces de 450 sobre 600, digo bajo porque el más regular de mis compañeros tuvo por encima de 500 y las universidades tenían sus exigencias. Luego de este examen volví a presentarme y cuando esto sucedió ya el puntaje no era sobre 600 sino sobre 400, en esa oportunidad me fue mucho mejor saque un puntaje de 352 sobre 400. Para las universidades de carreras importantes ese puntaje no me servía, es decir para estudiar una ingeniería pesada que para esa época era ingeniería mecánica y era una de mis carreras preferidas no me alcanzaba el puntaje, pues las universidades exigían 380 sobre 400 y yo no alcazaba, para otras carreras de menor importancia si me alcanzaba pero yo tenía otras fijaciones en mi vida, razón por la cual me presenté en la universidad nacional por lo menos 3 o cuatro veces, la primera vez no pasé el primer examen, la segunda vez, mi papá me compró el libro de la universidad y pude con esa ayuda pasar dos veces más la primera vez pero me quedaba en la segunda vez, la cuarta vez que me presenté pasé el primer examen, pasé el segundo examen, pero faltaba para ese entonces la prueba de la carrera y esa me partí, como quien dice mis aspiraciones de estudiar algo con lo que había soñado toda mi vida se desvanecieron en un dos por tres.
Como para mis papás e incluso para mí yo tenía inclinaciones para el dibujo, a mi mamá se le ocurrió la genial idea de que yo estudiara arquitectura en La Gran Colombia, pues si me presenté y pasé de una, pues afortunadamente la formación de los colegios en los
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cuales yo estudié me sirvieron mucho para poder presentar pruebas a satisfacción. En arquitectura me fue en general bien, pero había un vacio en mi vida y estaba estudiando lo que quería mi mamá, la verdad pasaba las materias más por gusto hacia ella y por no defraudarla que por gusto mío, afortunadamente un profesor y recuerdo sus palabras de apellido Guzmán, me lo dijo un día, mijo usted no sirve para esto, para esto se necesitan dos cosas: vocación y entrega, usted tiene la entrega pero no la vocación, está a tiempo para que se retire y empiece algo que realmente lo llene, y así fue. Me presenté a estudiar a la Javeriana, pasé para Biología porque a mi papá se le ocurrió que como yo era bueno en química entonces porque no meter al niño a estudiar biología, pues la Javeriana era la solución, pero pasaron varias cosas, mi hermano Jenner también javeriano puso el grito en el cielo y convenció a mis papás para que no me pagaran la universidad en la javeriana, para ese entonces don Jenner era como bajado de la nube más alta, razón por la cual nadie de mis hermanas tampoco pudo darse el lujo de estudiar allí, solo él. El caso es que mi papá solo tuvo la constancia para que yo diera mi paso por la Javeriana pero de ladito, es decir, me inscribió en un preuniversitario en la universidad, el cual pasé con buenas notas pero a la universidad como tal ni por equivocación. Allá se me quedó el cupo pues mi hermano no podía permitir que otro Rentería estudiara allá. En ese preuniversitario me encontré con mi amiga Gloria Bueno, hermana de mi gran amigo Eugenio Bueno Díaz, con Gloria éramos aparte de compañeros de preuniversitario, nos hicimos amigos, en eso ayudo Eugenio.
Al pasar de los años que personalmente fue bastante, me presenté a la Fundación Universidad Autónoma de Colombia a estudiar Ingeniería Industrial, recuerdo que ese examen lo pasé con un puntaje sobresaliente, la entrevista fue todo un éxito y venía ahora la parte maluca que era decirle a mis papás que me había presentado a una universidad de izquierda, pues ellos eran bastante conservadores y por ningún motivo o razón iban a
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permitir que yo me pusiera en contra de ellos. Para esta dura batalla hable con Bernardo el cual para esas épocas empezó a estudiar derecho en el externado y hablo con mi papá de la Autónoma, Bernardo la conocía, pues compañeros suyos y profesores tenían nexos con esa universidad y digamos que era otro punto para Bernardo que convenció a mi papá de que esa universidad tenía un buen futuro.
Cuando ingresé a la universidad tuve varias amistades dentro de ella, además porque uno de primíparo es asequible a todo lo que se le presente y todo es muy fácil, a tal punto que en la parte de mujeres uno se podría decir que esta disponible. Cuando yo entre a la universidad no solo en ella conseguí una pareja sino que en los bloques donde vivía empecé a rodear una pelada que me fascinaba pero que ni la hora me daba, es más a tal punto que yo la perseguía en el buen sentido de la palabra y esta mujer ni se inmutaba, entonces opté como buen conquistador por hacerle una especie de seguimiento, cual fue la estrategia a seguir para llegar a su corazón?, pues con su prima Marcela que era como su mano derecha, empecé darle celos a ver si por ahí era la cosa, empecé a invitarla a salir, luego llevarle cosas pequeñas y no me lo van a creer la mujer ni con eso tuvo, pasaron un par de meses y se dio una reunión en casa del par de primas, estaba Juliana que era el objetivo, Marcela la prima adorada y confidente y una mano de primos y amigos de este par de mujeres que cuando yo entré invitado obviamente por Marcela a esa fiesta, sentí como el suspiro que ese día tampoco sería. Baile como unas seis piezas seguidas con Marcela, me hicieron corrillo, porque pa’ que pero para el baile siempre he llenado como dice plaza, es una de mis fortalezas, el caso es que eso hasta cola hubo y fueron más las viejas que rechacé pues yo solo tenía los ojos puestos en Juliana, Juliana la describo, una mujer grandecita diría tal vez a mi medida, o sea que no era una mujer bajita, tenía unos ojos verdes hermosísimos, unos labios espectaculares como nunca los había visto, estudiaba derecho en el Externado, su pelo era castaño tirando más a rubio
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pero era natural, robusta pero muy simpática, y la razón por la cual no me daba ni la hora la descubrí en esa reunión y era bastante tímida, a tal punto que la loca de la Marcela me la puso casi en bandeja, me piso por lo menos 20 veces pero como a mi la vieja me gustaba hasta me hice el desentendido, el caso es que ese día a fuerza de mi parte resulté muy cuadrado con Juliana, que relación tan chévere, era un pelada de Ocaña, muy seria en sus cosas, muy puesta, de mucha personalidad, esos besos que me daba me llegaban al alma, en fin, ni antes ni después tuve una mujer en mis brazos como ella. Un buen día por insinuación de Marcela nos quedamos medio solos en el apartamento, el plante era que yo la tenia que ir a visitar en las horas de la tarde y Marcela se hacia la demorada pero nunca llegaba, me valí de mi astucia que me ha caracterizado toda la vida para faltar al trabajo y me di a la tarea sin querer queriendo de ir por casualidad a visitarla, digamos que Marcelita ya me había abonado el terreno y yo solo tenía que ir a finiquitar la faena. Llegué a las 4:00 pm de un miércoles cualquiera, timbré y ella me abrió, me chanto sipote beso con lengua pasada por todos los lados, ella para mí estaba esperando el momento, cuando yo iba a hacer visita en su casa me sentaba en un sofá de tres puestos y ella en frente mío, esta vez ella de una se sentó en el sofá y eso me dio pie para yo hacer el resto del trabajo. Todo iba relativamente bien, entonces esta mujer empieza a salirse del tema con una facilidad impresionante, que los bebes más habidos, que una cosa, que la otra, el caso es que todo lo que yo tenía arriba de un momento se me bajo, le cogí como un cierto fastidio, pues ella había propiciado ese encuentro, a esa hora y en esas circunstancias y de un momento la vieja me cambio la torta, me di cuenta y decidí ni si quiera tocarla. Muy caballerosamente salí de esa casa, me despedí como siempre y decidí alejarme para evitar posibles malos ratos, esta vieja o tenía otro tipo o simplemente le dio culillo que yo le quitara su virginidad. El caso es que no me dio tiempo ni para averiguar ni la una ni la otra cosa. Al cabo de un par de semanas me abordó la prima Marcela, me comentó que Juliana se había ido para Ocaña, que allá sus papás la habían
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mandado a estudiar a USA y que ella me mandaba saludes. Al sol de esos días y a hoy no entiendo que fue lo que pasó, si es que yo no era el propio para ella o por el contrario no entendió el mensaje y fui demasiado directo.
Como un clavo saca otro clavo, pues me quedaba el recurso de la universidad, recuerdo que cuando yo entré a esa universidad me fijé mucho alrededor y la verdad el Rosanna de mujeres que habían no solo en mi facultad sino en las facultades adjuntas a la mía era una cosa impresionante, el caso es que abrieron una convocatoria para integrar el consejo estudiantil de la facultad, ni corto ni perezoso me inscribí en ese listado y con tan buena suerte que pasé, estando allí conocí de todo y para todos los gustos pero con un pequeño detalle y era que esa era una ventana para hacer y deshacer en cuanto a mujeres se refiere y ese también fue uno de los objetivos a seguir. Lo primero fue ser popular o destacarme dentro de mi curso, yo venía de una formación de un par de colegios de renombre en la ciudad y digamos que en la parte académica no me iba mal, en cuanto a dibujo pues a pesar de que mis esfuerzos por ser arquitecto afortunadamente se vieron truncados, en ese entonces me destaqué en dibujo técnico, y como ingeniería industrial en su pensum tiene dos niveles de dibujo técnico, pues esta ventaja me dio bastante popularidad a tal punto que el profesor me eligió como su monitor y esto si me dio para sobresalir en el grupo y para levantar porque más de una vez le hice el trabajo a más de una vieja y todo por un simple besito y en otras por un billetico extra que no se me escapaba.
En esa ocasión estuve relacionado con varias peladas, digamos que no hubo una especial pues estaba recién llegado por una parte y por la otra no podía descuidar mis estudios. Se dio en una oportunidad la fiesta de los primíparos, la hicimos en un sitio de eventos abajo de la
Cra. 13 con Avenida 19, era un sitio inmenso y como en la
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universidad sobraban costeños pues con conjunto vallenato y todo se dio la dichosa fiesta, como yo era uno de los organizadores, tanto por la monitoría como por ser del consejo de facultad, pues obviamente que yo debería tener una acompañante acorde, pues así se dio, me presentaron a un biscocho días atrás, ella estudiaba economía en la universidad, era miembro del consejo estudiantil de economía y según mis compañeros sentía gran admiración por mí, eso me dio para cuadrarme a la vieja sin hacer mucho esfuerzo, la mujer era cosa bella, alta de pelo muy negro y muy lacio, ojos negros, unos labios muy sensuales, muy costeña ella de Sincelejo, bailaba muy pegado y bestia bastante descomplicado, es decir para esa reunión la vieja se me con soberana minifalda y un escote mostrón porque eso si pa’ que la vieja tenia unas tetas espectaculares, para no demeritar a las antecesoras, esta vieja le ponía la pata a cualquier vieja de la universidad por más plata que tuviera y más semestres encima. El caso es que Catalina como era su nombre, aparte de que en esa oportunidad me hipnotizo totalmente, creo que lo hizo con el resto de la fiesta, a tal punto que un verraco que incluso era muy amigo mío, estudiaba ingeniería de sistemas, el verraco trato de sobrepasarse con ella, le cogió las piernas en las barbas mías y este pechito sin mediar palabras, sin si quiera titubear no tuvo más remedio que meterle un botellazo en la mula del abusivo amigo, el caso es que el tipo era tanta la rasca que tenía que ni cuenta se dio de quien le partió la mula en dos. Mi novia Cata no me quiso hablar en toda la noche, me hablo de violento, de inconsciente, yo a la vieja también le dije hasta de que se iba a morir, le dije provocadora, mejor dicho adjetivos van y vienen de parte y parte, el caso es que en esa misma quedé otra vez soltero y sin compromiso.
Me dedique a estudiar, luego vino la celebración por parte del curso de la fiesta de integración, porque aunque había parejas casi predispuestas, había uno que otro como por su lado y teníamos que tener por lo menos algo de unión. Un compañero presto su
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casa que quedaba por el barrio Kennedy, allí nos reunimos el combito de siempre, peladas de todos los estilos, unos llegaron en carro propio, los otros llegamos en taxi y otros en bus. Nos reunimos bebimos trago y jugueteamos con las peladas, todo iba muy bien. Las mujeres tenían un as bajo la manga y era hacerle una broma al único negro del curso, Marcos, se llamaba, el tipo recuerdo que era de extracción humilde, de muy buenas relaciones en general en su pueblo natal Quibdó, este tipo tenia una particularidad y era que era muy apreciado por los hombres y muy querido por las mujeres, pero no todo era color de rosa, pues Marquitos era mamador de gallo pero a la octava potencia, es decir que le hacia bromas a medio curso y esta fiesta que fue organizada con segundas intensiones tenía un propósito, emborrachar a Marcos y desquitarse por punta y punta o sea hombres y mujeres confabulados con un bien común. El caso es que nos dimos a la tarea de emborrachar a Marcos, le dábamos trago a la lata pero este tipo de una resistencia que no se entendía. El caso es que de un momento a otro no lo venció el trago que se tomo sino por el contrario lo venció fue el sueño y paso lo que tenía que pasar. Las mujeres le quitaron tan solo el pantalón y los interiores, nos pasaron una brocha con betún negro, algún osado le embetunó por decirle así las pelotas y una vieja saco un huevo de la alacena de esa casa, le quitó la yema y le vertió la clara en la cola al pobre negro. El caso es que ese verraco quedó tirado en el piso medio empeloto, con las bolas pintadas de betún negro y un sinsabor dentro de su trasero o cola que llaman. Los demás seguimos bailando como si nada, la fiesta continuó, el caso es que ese negro tuvo para que media facultad le jodiera la vida por el resto del semestre haciéndole creer que había sido violado por sus compañeros con la anuencia de las peladas y sin saber que había sido producto de una broma pesada y una clara de huevo en su trasero. Esto dio pie a un trauma del pobre negro y a que el tipo no le volviera a mamar gallo a nadie. También dio pie a que ninguno de nosotros en las fiestas nos podíamos dormir, claro que esa promesa ni si quiera la cumplí yo pues en una oportunidad, en una fiesta por castilla, me quedé
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dormido y cuando me monte en el taxi, el señor conductor se echo a reír, me dijo es que usted no se ha mirado a un espejo, y le dije no porque, pues viejo tiene medio bigote izquierdo y media ceja derecha, no me lo van a creer, tanto taxista como el que escribe nos dimos una risotada de padre y señor mío, y me quedó claro que al que se duerma lo trasquilan en las fiestas. Ese primer semestre transcurrió sin problemas a larga me fue hasta bien, claro que quedé colgado en una materia, materia que era la columna vertebral de mi carrera, era mecánica, esa nos la dictaba un directivo de la universidad. Para segundo semestre yo tenia atrasada por la dichosa materia, dos más mecánica 2 y física 2, pero en un curso de vacaciones las adelanté y la verdad el atraso tan sólo fue de un semestre.
En cuanto a las mujeres que me rodearon en ese segundo semestre digamos que existieron dos: una que nunca me dio ni la hora, su nombre era Karen, vivía a la vuelta de la entrada principal de las torres y era la hermana de un tipo por decir no más de los más peligrosos del sector, ella lo sabía, pero también sabia que a mi me fascinaba, a mi a la larga me importaba un bledo que ella tuviese una familia con problemas delictivos, a mi lo que me interesaba era la mujer como hembra, porque pa’ que, la vieja se las traía, era una mujer mayorcita, digo mayorcita, pero no mayor que yo, tendría por lo menos dos años menos, pero con un recorrido de 10 años a lo sumo, según los porteros de mi conjunto residencial, la pelada salía en las noches tarde y regresaba en la madrugada, se sospechaba de su trabajo, pero eso a mi me importaba más bien poco. A mi lo que me interesaba era que el hermano no me tocara ni mucho menos me atracara al llegar a mi barrio y que la vieja me parara bolas. No se dio afortunadamente ni lo uno ni lo otro. En la universidad una vez hubo una convocatoria en la facultad de derecho, yo tenía algunas amistades entre el equipo de baloncesto femenino, además porque para esa época no solo pertenecía al consejo de facultad, sino al consejo directivo de facultad, al consejo
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estudiantil de toda la universidad, al comité de las bibliotecas y tenía una reunión mensual con el bienestar universitario, en otras palabras tenia el poco tiempo disponible ocupado haciendo relaciones públicas no solo para beneficio propio sino para beneficio de los demás compañeros que votaron por mí. Como una de mis reuniones mensuales tenía que ver con el bienestar universitario hice buena relación de amistad con el jefe de dicho organismo y a su vez con la parte deportiva, razón por la cual en el equipo de baloncesto femenino tenía una que otra amiga. Una de ellas, recuerdo que era también costeña tenía un nombre poco común entre las personas que uno conoce, ella se llamaba Verónica, era de la costa más exactamente de La Guajira, una mujer espectacular, digo esto porque esa mujer se movía tanto en el baile como en la cama de una manera espectacular. Era una negra muy alta, de unos grandes pechos naturales y lo más lindo una cola parada que permitía cualquier exceso. En una oportunidad me la llevé junto con una amiga para mi apartamento, la amiga nos hizo el plante y mientras una veía la tv yo aproveché que mis papás no se encontraban en la ciudad sino que estaban paseando en Cali, mis hermanas mayores que compartían conmigo el apartamento tampoco se encontraban y por mi parte cumplí con un deseo que tenía desde hace mucho tiempo, tener sexo con una mujer de color, que delicia de negra, única, el apartamento lo cogí como pedro por mi casa, solo para esa mujer y yo, me hizo sentir cosas que en mi vida que para esa época no había sentido aún, el movimiento de esa mujer en la cama era para no olvidar, esa relación me duró casi todo el semestre, cuando no era en mi apartamento era en el apartamento que ella y su amiga compartían. Eso me dio a mí dentro de la universidad algo de respeto en el sentido de que mujer que se me atravesaba, allí estaba yo lanza en ristre, como el diablo con su trinquete esperando que presa le llega, ese era yo. De un momento a otro Verónica desapareció no solo de mi vida sino de la universidad, no se si se fue de Bogotá, si regreso a Riohacha o simplemente me dio donde más me gusta, digamos que se disfrutó al máximo y digamos que ella también lo disfrutó. En ese periodo de tiempo hay
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que destacar que me conocí el 80% de las discotecas de negros de Bogotá, ella era bastante conocida entre el gremio, yo en cambio era un desconocido pero a raíz de mi relación con ella que aunque duró poco tuvo gran transcendencia dentro de su grupo étnico a tal punto que me trataban de igual a igual, cosa que para mi de tiempo atrás había cambiado mi forma de pensar con respecto a la gente de color.
Para esos días en los bloques conocí a un par de sardinas, ellas dos muy bien puestas tenían una particularidad, eran hijas de un actor de la tv, Valentina y Rosana, ellas por casualidades de la vida vivieron en esos bloques durante algún tiempo y mi relación con ellas viene a darse a raíz de que yo tenía un grupo de tertulia cuyos integrantes eran personas mayores como yo y que les gustaba la danza y la poesía, en una ocasión en casa de este actor hubo una reunión, fui invitado por uno de los integrantes del grupo y hice buena amistad con el par de sardinas, lo que yo no sabía ni mucho menos intuía era que una de ellas tenía un interés diferente hacia mi y que como teníamos una diferencia de edades digo yo era cuatro o cinco años mayor que ella, no se veía bien que la relación tuviera frutos, además porque yo me hice muy buen amigo de la familia. El caso es que esta chica una vez me invitó a salir y en medio de mi inocencia yo acepté, el caso es que estando en ese sitio, que incluso cuando estaba de novio de Martha A. frecuentábamos con alguna regularidad ese lugar, jamás pensé volver y mucho menos con una persona cinco años menor, el caso es que perdí el control de la situación y terminamos bailando de una forma hasta vulgar, pues la que yo creía una niña se me convirtió en tremenda bandida, a mi en un principio no me gustó la situación debido a que en el fondo pensaba que se trataba de una niña, pero en el presente en ese momento estaba viendo un disfraz totalmente diferente, hasta tal punto que siguiendo su ruta terminé tocando a esa pelada por cuanto sitio al descubierto tenía, el disfrute en conjunto fue algo inolvidable, nuestro encuentro duró como toda una tarde, menos mal que fue sábado. Para rematar esta chica
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cumplió años y tengo entendido que le comentó nuestra salida a su hermana y no me lo van a creer, resulté en la casa de ellas en una fiesta privada que las dos peladitas me tenían preparada y yo en la mitad de un trío. La verdad digo trío pero no fue así, simplemente primero estuve con Valentina y luego estuve con Rosana, en la misma casa, en la misma cama y en el mismo día, una le hizo el plante a la otra, paso de todo, de todo lo imaginable, jamás pensé que en la mentalidad de un par de niñas existiera tanta sabiduría en lo que a sexo se refiere, allí yo era la victima, pero que victima también lo disfruté. Para serles franco me daba hasta pena ir a la casa de esas peladas, sentarme en la mesa del comedor a tomar onces, o a comer, porque era un invitado especial por la relación que tenia a puerta cerrada con las peladas, yo solo espero que ese par de papas nunca se hayan enterado ni de las andanzas del par de chinas ni mucho menos de mi relación conjunta con ellas. También recuerdo que una vez estuvimos en una fiesta en un bar de la Candelaria, fui con ambas, eso porque los papás me las recomendaban como algo muy preciado, a veces pienso que ese par de papás sabían lo que pasaba pero como yo nunca dije nadie, las peladas tampoco, pues cada uno como que disfrutó a su modo. Recuerdo hoy que en ese bar yo baile con ese par de peladas toda la noche y hubo entre ellas una discusión por que mientras yo descaradamente me besaba con una, dejaba que la otra me cogiera, en una de esas envestidas coincidieron sus manos en mi, pues hasta ahí fue troya, pues la menor le acomoda semejante cachetada a la mayor, o sea Rosana le pega a su hermana mayor Valentina todo porque me estaba besando apasionadamente con ella mientras la otra disfrutaba con sus manos en mi. Trate de calmar a este par de mujeres, pero fue el peor error de mi vida, hasta tal punto que preferí mejor alejarme de la situación, opté más bien por pagar los tragos, coger un taxi y dejarlas en su casa. Con pretexto de todo tipo me alejé de esa casa, deje de asistir a mis reuniones de poesía y danza y me preocupé mucho más por cumplir en mis estudios.
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Mi padre murió en el año 1985 estaba recién entrado a la universidad, llevaba tal vez un par de semestres, recuerdo que mi hermana Betsy estaba recién casada y vivía con nosotros en el mismo apartamento, un día domingo salí por disposición de mi mamá a comprar la comida y cuando llegué con el paquete mi papá ya no existía, el se había quedado dormido y en medio de su sueño había decidido no vivir más, el pobre viejo se quedó después del desayuno. Estuvo medio Cali, medio Valle y medio Bogotá en su entierro, mi padre era una persona muy querida y muy importante para muchos. Recuerdo que mi hermano Jenner estaba con su familia en vacaciones en Ecuador y desde allá se vino para asistir al entierro de su padre. Fue un año extraño se perdió al hombre que me dio la vida, mi madre muy destrozada igualmente, pero consiente de que mi viejo era una persona muy valiosa y un valor humano. Por parte de mis amistades recibí un buen apoyo y solidaridad, en estos momentos es donde uno se da cuenta quienes son sus amigos y que amigos en realidad son los que tiene.
Cuando llegaron las nuevas primíparas a la universidad pues obviamente que yo tenía por obligación que estar presente en las celebraciones, tanto por la posición que tenía en la universidad como porque quería y porque no decirlo tenía que tener algo del mercado. Y así fue, una morena increíble, Patricia R., de Barranquilla para más cuentas, me la presentaron y en la primera bailada, ya era de mi colección, nunca supe si esas viejas me quisieron alguna vez o si por el contrario yo las quise, pero una cosa es cierta y es que no había semestre que yo no cambiara o estuviera con una pelada diferente, ya sea en plan de noviazgo formal o de rumba. El caso es que Patricia osó por llevarme a su casa, presentarme como su novio oficial, presentarme a su hermana que también estudiaba en la universidad, que yo nunca había visto pero que ella si sabia de mi, de mi trabajo dentro de la universidad y que luego de esa relación simplemente lo que hice yo fue unir o atar cabos. El caso es que lo de Patricia me duró menos de tres meses, pues en una de esas
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tantas fiestas me tenia reemplazo y ni cuenta me dí, tampoco me importó mucho porque cuando uno quiere de verdad eso le afecta, cuando la cosa pasa como desapercibida pues ni cuenta se da.
Cuando empecé a trabajar me sucedieron varias cosas, el primero de mis trabajos estando en la universidad fue en la entidad que acoge a todos los productores del plástico y el caucho, ese puesto lo conseguí por recomendación de un amigo de la familia. Cuando llegue a esa empresa que quedaba en el centro internacional de Bogotá, llegué no solo pisando fuerte sino que como de la universidad llevaba una recomendación de mi profesor de sistemas, en la que decía que tenía buenas aptitudes para las bases de datos, recuerdo que mi contrato inicial era por seis meses y afortunadamente se alargo para ocho meses. En esos ocho meses estuve de asistente del encargado de las bases de datos, mi función era recopilar información de los productores y alimentar la base de datos. Recuerdo que esa empresa o gremio era relativamente pequeña, tenía a la entrada una recepción atendida por una mujer espectacular, pues la vieja era divina, Catalina, como quien dice 90-60-90, pero intocable y era la puerta de entrada para tanta gente que a diario entraba y salía del gremio. Dentro de esta empresa existía un Presidente del gremio con una secretaria llamada Ana María, era una señora muy bien puesta, separada con un hijo. Más adentro estaban los auxiliares dirigidos por otra mujer viuda cuyo nombre era Luz Aida, esta mujer tenía un simca rojo recuerdo y a ella le caí tan bien que al trascurrir del tiempo en la empresa en varias oportunidades me llevó a la universidad. Recuerdo que meses después de haber empezado en esa empresa Luz Aida y la recepcionista Catalina me auto invitaron a comer pizza pero no en el centro internacional sino en una pizzería que quedaba en la Calle 41 con Cra. 13 y que en el segundo piso quedaba un rumbeadero, recuerdo que ese día no solo tenía que ir a la universidad sino que tenía un parcial medio atravesado y había que cumplir. Pues no se me fueron las
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horas, yo que iba por la recepcionista resulté involucrado de cabeza con Luz Aida, esa mujer me encerró, utilizó la estrategia de decirle a la otra que quería estar conmigo a solas y como yo no me daba cuenta pues accedí, además la vieja iba gastando, entonces pues ni si quiera invertí. El caso es que con ese par de mujeres entramos a ese sitio a las 6:30 pm y salió Catalina a las 8:00p.m y la viuda y yo nos quedamos hasta que nos echaron, como yo vivía en las torres y era un viernes y tenía más o menos un dinerito extra en el bolsillo, pues me las di de caballero y le dije que yo la llevaba a su casa, esta mujer se enloqueció, me lo agradeció de todas las maneras habidas y por haber, y aunque no me lo crean las cosas se dieron y terminamos enmotelados, pues la vieja vivía cerca al barrio los álamos donde metros atrás estaban todos los moteles de Bogotá. De ahí salimos casi a las 7:00 am, esta vieja cometió el error de contárselo a media oficina, el caso es que para el lunes siguiente yo tenia fama de gigoló sin hacer mucho esfuerzo. El caso es que mis compañeros de trabajo en ese día solo comentaron que yo me había ido a rumbear con ese par de viejas y que me había ido de maravilla con motel incluido. El amigo que me consiguió el puesto allí habló conmigo y obviamente me hizo las recomendaciones del caso a sabiendas de que ese par de viejas tenían como fama de bandidas, el caso es que a mi como que me entró por un oído y me salió por el otro. Ese trabajo lo empecé en marzo del año y terminaba en octubre y si las cosas salían a pedir de boca era muy probable que a mediados de noviembre hubiese de pronto un trabajo extra y porque no una renovación del contrato. Se dio para finales de octubre el día de las brujas, Luz Aida invitó a varios de la oficina a su casa pues pensaba hacer una reunión, hicimos vaca, llevamos comida y trago y ganas para bailar. Como yo era conocido en esa casa el cual estaba habitada por su mamá, su hijo de 6 años y un hermano 10 años menor que ella, yo me sentía como el rey del lugar, tanto que llegue, saludé a su mamá de beso en mejilla, a su hijo lo cargue y le di un buen abrazo, a su hermano le di la mano y a ella le di un beso entre mejilla y boca, pues no quería herir a nadie con la situación.
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Bailamos casi tres piezas seguidas, obviamente tanto en su casa como en la oficina intuían que pasaba algo pero nos dimos a la tarea de no dar pisada sin dedal , pues a la larga no queríamos que la cosa trascendiera y evitar futuros chismes, la única que sabía a ciencia cierta que era lo que estaba sucediendo era nuestra compañera Catalina, el resto lo sospechaba pero de ahí salieron muchas conjeturas y cada cual hizo su comentario al respecto.
Hubo un momento en que se acabó el trago y nuestra compañera Ana María que era la secretaria del Presidente y que era una veterana muy chévere, un poco bajita pero al fin de al cabo una mujer en todos sus quinces, muy bien vestida, además porque llegó a esa empresa con recomendaciones de medio mundo del plástico y porque venía de una familia con bastante billete, el caso es que Ana María muy amablemente se ofreció a traer el trago pero dijo que la acompañara yo, obviamente así lo hice, le dije a mi mujer en ese momento que iba a acompañarla, ella no puso reparo alguno y procedimos a recoger la vaca y salir a buscar en todo el barrio una licorera para comprar trago y papas fritas y terminar de amenizar la fiesta. Dimos fácil pero retirado con una con una licorera, todos fumábamos, alcanzó para comprar algo así como medio cartón de cigarrillos, dos botellas de aguardiente y tres paquetes grandes de papas más maduro que yo los llamaba almuercitos porque con eso que tenia de todo adentro quedaba uno medio almorzado. El caso es que camino a la casa veníamos en su carro y esta mujer se parquea como a dos cuadras y de frente me la canta, como así que usted se cuadró con Luz Aida y yo qué?, quedé de una sola pieza, estaba más sorprendido no solo por la salida de la vieja sino que jamás pensé que tenía una admiradora en silencio, le dije como así, no te entiendo como así que vos que, que tiene que pasar contigo, yo respeto ante todo varias cosas: una que eras la asistente del Presidente del gremio, dos que eres una mujer aunque separada tengo entendido con una relación paralela, esa vieja se puso medio histérica y
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me metió soberana cachetada, me dijo no invente cosas que si, yo soy la asistente del Presidente del gremio pero no tengo relaciones con nadie y le he puesto los ojos a usted desde que lo vi. Me quedé de una sola pieza, jamás pensé que unos tragos de más hiciera hablar como loras a todas estas viejas y lo más cómico del asunto era que yo era el plato fuerte, esa vieja me mando la mano a bajo, se me subió por así decirlo encima de mí y me besó con unas ganas insaciables, quedé más sorprendido yo con esa reacción que con las palabras que me dijo. El caso es que además me dijo que si no bailaba la próxima pieza con ella me iba a armar escándalo en la fiesta y que yo escogiera. Que tuve que hacer como siempre acceder a esas presiones. Dejamos el trago, las papas y los cigarrillos en el comedor y empezamos a bailar, lo que yo no sabía y además no tenía idea que entre esas viejas había una especie de duelos de poder, es decir, que ellas nos tenían como marcados, supe después que Ana María y Luz Aida habían salido con la mayoría de tipos que trabajábamos en el edificio en donde estaba la oficina, ellas se ponían retos de caerle a los tipos y cuando una lo tenía se lo mostraba a la otra y yo caí como una sutil gueba. El caso es que como mi contrato iba hasta mediados de noviembre, a raíz del agarrón de este par de viejas por nosotros, pues el que terminó pagando el pato fui yo, pues el Presidente en vista de que yo tuve la culpa de todo lo que paso a mi alrededor y que ese par de mujeres se enloquecieron y en donde hay mujeres con intereses y hombres esperando lo mismo pues un recién conocido puede ser en ese caso un chivo expiatorio y convertirse en una vulgar rata de laboratorio. La conclusión, no me renovaron el contrato y de todo esto me quedó una enseñanza para toda mi vida: “No meter como se dice vulgarmente la polla en la nómina”. En otras palabras cero relaciones con personal de la empresa de ahora en adelante si quieres conservar tu puesto.
Volví otra vez a mis andanzas en la universidad. Cuando empecé a ver termodinámica mis compañeros de semestres posteriores me dijeron y a la larga me advirtieron que era
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una materia muy pesada, que el buen ingeniero tenia que verla por lo menos dos veces y que tenía que ser de los mejores por mi posición dentro de la universidad. Para esos días estaba de medio novio medio amigo de una pelada muy especial que se llamaba Luzmila V., ella era una de las más pilas del salón, como yo me había atrasado un semestre ella empezó un semestre después de mi y digamos que me alcanzó, ella era una pelada muy especial, teníamos una bonita relación y pasó lo que tenía que pasar que me tire termodinámica la primera vez, eso no tenia habilitación además porque existía el mito que si usted la perdía el profesor no lo dejaba habilitar y si por casualidad usted habilitaba el profesor lo partía a uno, que paso, pues decidí entonces repetir, lo que no sabía era que mi novia Luzmila tenía una relación paralela con el profesor de la materia, ella paso con 4 y yo me quedé con 2.9 sin tener chance de pasar raspando, el caso es que repetí la materia y al verla la segunda vez la nota fue mayor, me quedó en 3.6 y para la fase dos de la materia me quedó en 3.8, como quien dice perdí una posible novia, me gane a un profesor pero aprendí termodinámica a la fuerza aunque la vi dos veces, cumplí con uno de los principios de la materia dentro de la universidad: el buen ingeniero industrial ve por lo menos dos veces termodinámica.
Cuando iba a la biblioteca yo notaba que había una pelada que me miraba y me miraba, pero como yo tenía los ojos puestos en otras viejas pues ni bolas le paraba, el caso es que en una de las reuniones de consejo la asistente de la bibliotecóloga se me acercó y me dijo, Carlos aquí cada vez que usted viene a sacar libros viene coincidencialmente una estudiante de sistemas y hemos notado que esa pelada lo mira a usted más de la cuenta, usted o no se da cuenta o no se quiere dar cuenta que es lo mismo. Yo le dije, la verdad ni idea lo que me estas diciendo, voy a ponerle cuidado. Para mi sorpresa la susodicha era una de las nuevas integrantes del equipo de baloncesto femenino, no tenía ni idea que habíamos entrado casi al mismo tiempo a la universidad, a veces uno tiene las cosas
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al frente y no se da cuenta que hay están, ella siempre estuvo allí , paciente esperando el momento justo, Carolina, una niña diferente, muy callada, muy inteligente, estudiada ingeniería de sistemas, era de las más pilas de la facultad y yo no la había visto, nunca la vi pero ella a mi si, siempre me vio pero nunca dijo nada. Esta mujer era la líder tanto en el equipo de baloncesto femenino de la universidad como en su curso, era una de las mejores estudiantes y tenía otra cualidad, tenía una amiga llavería que se llamaba Constanza, era una vieja de un cuerpo y unas tetas de admirar, pero Carolina en medio de todo, de su timidez y su inocencia, su pilera se la llevaba por cabeza y media, la diferencia consistía que mientras que Carolina era una persona tímida la otra era picada, pero a veces insoportable, se creía la mamá de todos los pollitos. Como yo en Carolina nunca mi fijé como para tener una relación me resultó con novio, ya era demasiado tarde para mí además se comentaba en la universidad que ella y yo no podríamos ser pajecitos por la diferencia de caracteres, primero porque tenia fama de que vieja medio buena era para la colección y lo otro era porque la pelada no iba con dirigentes y ese era mi caso. Pasaron dos semestres, estaba yo en quinto de la carrera y Carolina quedó soltera pero yo ya había encontrado un nuevo amor, era Lucy una negra con un cuerpazo espectacular y con una cualidad, estudiaba ingeniería de sistemas en la universidad, compañera de Carolina, que vaina, pero que le vamos a hacer, simultáneamente yo tenía una amiga en Derecho su nombre era Eliana, era una mujer muy misteriosa, pero besaba delicioso, tenia mis sospechas, se escuchaba que tenía que ver mucho con los partidos políticos de la universidad, pero eso a mi me resbalaba, pues a mi me interesaba era más la mujer que cualquier cosa alterna. El caso es que ni Lucy se enteró de nada ni Eliana tampoco, y yo en el medio de todo disfruté de ese par de mujeres por dos cosas: con Eliana no tenía nada serio era solo goce y rumba y con Lucy tampoco pues no me interesaba tener algo con ella siempre y cuando Carolina estuviese disponible. Con Lucy sucedieron varias cosas chéveres, una de ellas era que era la mejor amiga de la novia de
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mi amigo de sistemas Armando, Armando era Presidente de un sindicato estatal, era miembro al igual que yo del partido conservador y andábamos mucho con ese par de peladas, Patricia era del partido comunista pero quería por encima de todas esas creencias a mi amigo, por mi parte yo solo quería rumba con la morena y lo conseguí, a tal punto que en una oportunidad se presentó un trabajo de nuestro movimiento, yo con el permiso de mis padres presté mi casa para hacerlo y paso lo que tenia que pasar, que ese par de viejas se quedaron en una pieza y Armando mi amigo y yo en la otra. Mi mamá cuando despertó al día siguiente se horrorizó al ver en el cuarto que había sido siempre de ella y mi padre que murió años atrás, habían dos mujeres que ella no tenía idea que se habían quedado a dormir. Que pienso yo en ese momento que pensó mi mamá, pues ella pensó que tanto Armando como yo nos habíamos acostado con ese par de viejas y que después las habíamos metido a dormir juntas, que pensé yo, que mi mamá obro de manera irracional pensando lo primero que se le ocurrió, que pensaron mis amigos: en nunca volver a mi casa. A raíz de esto me alejé mucho de mi familia. Me recogí dentro de Lucy y me olvidé de compartir con ellos. Con Lucy realmente no paso mucho, digo porque no hubo sexo, pues ella para mal de muchos era virgen y decía que quería llegar virgen al matrimonio, que eso se lo habían inculcado en su familia y que ella no quería romper la tradición. El caso es que no pasó de una que otra agarrada de manos, de uno que otro pico y no más. A nosotros realmente nos relacionaban por la cercanía que existía para ese entonces entre los dos, pero afortunadamente para mi no me relacionaron nunca sentimentalmente con la vieja.
En vista de que Carolina que era uno de mis objetivos femeninos del momento estaba como medio ennoviada con un tipo que era muy fantoche, pues opté por buscar refugio en peladas de los bloques donde yo vivía. Conocí por intermedio de mi amigo César M. a Paola, una pelada que vivía por La Candelaria a una cuadra de la entrada principal del
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conjunto y que tenía varias particularidades: uno que tenia unos ojos verdes muy bonitos y la otra que era medio bandida y con ganas de algo, ahí creo que toque fondo, digo que se me fue la mano, pues me exhibía mucho con una vieja que tenia mala fama entre las mujeres del conjunto, porque sabían de sus andadas y que había tenido enredos con más de un tipo del conjunto. Con Paola realmente no paso a mayores pero me vieron con la vieja en la calle y en discotecas varias veces y eso crea famas. Un día recuerdo que me metí con ella a una discoteca por la Av. 19, esa discoteca tenía la particularidad de recibir a diferentes tipos de personas, se llama Pis Pis. Para ser franco duré toda la noche con el buche lleno sin poder ir al baño bajo el temor que de pronto le gustara a cualquiera de esos tipos y se le metiera con no se que intenciones al baño a uno a tocarlo si le iba bien o a violarlo a uno. Parecía que para mi nueva amiga Paola era un sitio obligado de rumba porque la vieja allá se dejaba manosear de otras viejas, en esos momentos esta mujer se me abalanzó y me ha dado una chupalina la verraca, yo accedí porque la carne es débil, como dicen por ahí el diablo es puerco y uno de hombre tiene demostrar eso. La verdad yo lo hice sin temor, sin freno y le pegue a esa vieja por insinuación incluso de ella la abejorreada del siglo, todo para darle celos a una vieja que la pretendía por esos días. De esta experiencia me quedó otra enseñanza para mi vida: Uno, no meterse a sitios donde uno es diferente y dos no andar con viejas con recorrido.
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Capítulo VII Participante en los consejos de la universidad
En la Universidad a decir verdad para mí además de ser una experiencia inolvidable fue uno de los espacios de mi vida que más disfruté, pues venía de dos buenos colegios y de un paso por la marina del país y tenía buenas bases. Digo que aproveche pues no me acuerdo de haber hecho una cola en los cinco años ni mucho menos haber tenido que llevar una escusa por faltar a clases. Esto se lo da a uno el estar metido en cuanta organización alrededor del estudio y eso tiene sus ventajas. Por ejemplo, yo era muy amigo del vicerrector académico, un negro del Chocó muy buena gente y muy señor, recuerdo. También tenía muy buenas relaciones con el Vicerrector Administrativo que en el principio de la carrera nos daba Cálculo I, con el de Bienestar Universitario, con las empleadas de la biblioteca, con la mayoría de Decanos de Facultad, con muchos directivos e incluso con empleados de mandos medios de la parte administrativa de la universidad.
Recuerdo que cuando empecé a estudiar me pasaron muchos chascos, empezando que con un amigo de Chaparral (Tolima) cuyo nombre era Germán, el hombre vivía en el Barrio Santa Fé y nosotros nos reuníamos a estudiar en su apartamento. Ese sitio era muy gracioso porque en frente de su apartamento existía un hotel de paso, en donde entraban y salían parejas a tirar, porque no era exactamente a rezar. Un buen día nos reunimos con Germán a estudiar para un parcial, amanecimos de sábado para domingo y salimos temprano a desayunar, cuando regresamos al apartamento nos asomamos a la ventana y oh! sorpresa, nos encontramos con papa salada que era el profesor de cálculo, este individuo salía de esas residencias con una compañera de nosotros que la vieja era picadísima, era de Acacias (Villavicencio) muy bonita la vieja, buenas tetas y un culote de
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maravilla, a nadie le daba la hora y la muy bandida había pasado un rato con el profe de cálculo. Recuerdo que el parcial era el lunes a primera hora. Cuando llegamos con Germán al parcial recuerdo que este verraco puso a la vieja en el primer puesto, el segundo lo dejó desocupado, en el tercero se hizo Germán y yo a su lado derecho, el caso es que como ese profe intuía que lo habíamos pillado con la pelada, lo que hizo a la larga fue darnos el chance de copiar el parcial. El primer punto estaba difícil y este tipo lo que hizo fue en el puesto desocupado le hizo el examen a la vieja, luego cuando fue a recoger las hojas, la vieja estaba preparada para pasarse del primer puesto al segundo y esa hoja sería la que entregaría. Nosotros nunca dijimos nada sobre el particular, pero tanto la vieja como el profesor sabían que los habíamos pillado con las manos en la masa. En ese motel cayó más de un profe de la universidad con más de una vieja. Y nosotros sabíamos de cada chasco y teníamos como una base de datos de las bandidas más conocidas y más tiradoras de la universidad. Pero nunca se nos ocurrió ni mucho menos se nos pasó por la mente aprovecharnos de eso, tal vez porque era mejor utilizar métodos más sanos o más directos.
Cuando hice parte del Comité de Bibliotecas por allá por los años, por esa época ya había cursado todos los cálculos y me encontré con el que fue profesor mío de cálculo en mis inicios, el mismo que pillamos con mi compañero saliendo de un motel en Bogotá. Ese comité estaba integrado por el director de Bienestar Universitario, el Vice-rector Administrativo, la Directora de Bibliotecas, un representante de los empleados que era una morena con la cual salí un par de veces y la pasé de maravilla y yo como representante del Consejo Administrativo por parte de los estudiantes. En mis salidas con la morena que recuerdo que se llamaba Mariana, ella era de Santamarta, muy morena ella, muy caliente y recuerdo que participamos en una investigación porque ella decía que se le hacía muy raro que habiendo tantos libros en cajas sin destapar y que los
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estudiantes a veces no tenían acceso ni mucho menos sabían de su existencia. Pues fueron muchas las noches de trasnocho con esa mujer haciendo un inventario a espaldas de todos los implicados. Descubrimos que existía un torcido en el cual estaba enredado nuestro querido Vice-rector Administrativo y la Directora de las Bibliotecas. Eso lo destapé yo en un Consejo Administrativo y por esa razón resulto el despido del Vice-rector de su cargo, la vieja de las bibliotecas y un tercero que era un empleado mando medio de la parte administrativa de la universidad. Mis compañeros por poco me hacen una estatua. Pero yo quedé lesionado académicamente pues nunca pude presentar una tesis y esta resultar aprobada por varias razones: una me metí con la moza del Decano de Ingeniería que era la vieja de las bibliotecas, me metí con Vice-rector directivo además de la universidad y tercero le dañé el negocio a más de un pícaro de la universidad. También resulto el despido de Mariana pues ella destapó el negocio de más de un empleado y compañero de ella, pues a veces decir la verdad cuesta más de lo que uno se imagina, pero nos quedó en la conciencia que obramos con absoluta convicción y con bases morales que eso es lo que nos caracteriza.
Tuve muchos amigos y muchas amigas en mi paso por todos los Consejos de la Universidad, recién entrado pertenecí al Consejo Consultivo de Ingeniería que estaba integrado por dos representantes de Industrial (yo era uno de ellos), dos de sistemas, el decano y los vice-decanos o directores de cada ingeniería, luego fui del Consejo Superior que era el organismo de los estudiantes integrado solo por estudiantes, donde existía un presidente, un vicepresidente, vocales y representantes de cada comité que se creara en la universidad, yo para ese entonces fui de ese Consejo y pertenecí al Comité de Bibliotecas, al de Bienestar Universitario, que recuerdo que en un año yo pertenecí a dos organismos al tiempo y eso lo permitían los estatutos. Cuando estuve en Bienestar Universitario fue cuando me hice responsable del equipo femenino de baloncesto, les
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levanté patrocinio por parte de directivos de la universidad y recuerdo que esas viejas me adoraban. El Consejo Superior tenía una reunión en la cual uno se reunía con los directivos y dueños de la universidad una vez al año. Ese Consejo digamos que era el de la rosca, allí uno se daba cuenta quien era quien en la universidad, por ejemplo el profesor Director del Departamento de Química, Director del Departamento de Física, algunos decanos eran los dueños de la universidad y allí nosotros los reconocíamos y ellos al igual nos reconocían a nosotros, eran unos días muy agradecidos.
Le tiré muchas veces al Consejo Académico pero nunca le atiné, además porque uno tenía que tener un promedio bastante sobresaliente y yo la verdad era un estudiante medio, o sea que mi promedio nunca subió a 4.0 y esa era una de las exigencias para pertenecer a ese consejo, era realmente de los mejores estudiantes de la universidad, pero al igual yo me codeaba con el vice-rector académico y fueron muchos los favores que recibí del hombre hasta me invitó varias veces a almorzar para discutir temas de tipo académico, pues el representante por parte de los estudiantes no le aportaba nada interesante en cambio yo hasta fui el representante en el foro universitario y con ponencia y todo, ponencia que dio pie a lo que hoy en día se aplica para obtener el título de grado. Para esas épocas creamos el espacio para lo que es hoy la Universidad Autónoma de Colombia, hicimos la marcha del ladrillo para que el gobierno nacional se fijara en nosotros como comunidad universitaria y nos diera una sede propia, porque para esa época estábamos repartidos en parte en la Calle 11 con Cra. 5ª la sede de derecho, en la Calle 12 media cuadra debajo de la 5ª Economía, para las ingenierías industrial y de sistemas existían tres sedes, una la Av. 19 con Cra. 5ª, otras dos en la Calle 18 debajo de la Cra. 4ª. Hoy en día solo existen dos sedes una sede inmensa que fue una ganancia veinte años atrás y que queda en la manzana de la Calle 12 y 13 entre Cras. 4ª y 5ª. Es una sede muy bonita, moderna y la sede de derecho que además es la dirección de la
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universidad se sigue conservando la sede de la Calle 11 con Cra. 5ª. Pero tanto la una como la otra fueron espacios ganados, espacios de lucha por todos esos años anteriores, espacios en que cuando fuimos estudiantes los peleamos como guerreros y que hoy disfrutan las generaciones del presente.
También por esas épocas se le dio reconocimiento a la universidad como plantel con ideas propias, con espacios diversos para que el estudiantado pueda recrearse y pueda codearse con otros estudiantes de otras universidades tanto a nivel local, como nacional y a nivel global. Hoy en día gracias a todos esos esfuerzos del pasado, de compañeros y de directivos que vieron en los luchadores hombres con ideas serias, hoy en día
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universidad cuenta con más carreras en el área de la ingeniería, otras tantas en el área administrativa, además con escuela de postgrados, especializaciones y diplomados. Por esas épocas se fundó la célula de la IEEE y que por mi gestión en los consejos conseguimos ser parte de ese grupo a nivel local y nacional. También logramos que nuestra universidad tuviera espacios en las vacantes de empleos que promocionan a estudiantes con logros tal como sucede en universidades de mayor categoría. Se creo el programa de pasantes como ponencia en el seminario de la universidad, el cual como lo dije anteriormente fui el ponente de la idea.
En fin personalmente no fue en vano mi paso por los consejos de la universidad, aparte que disfruté la estancia se aportaron ideas que hoy en día sirven de pilar para presentes y futuras generaciones.
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Capítulo VIII Mi llegada a Cali
En Junio del año 1990 terminé mis materias y empezaba una nueva vida de profesional, me presenté en cuanto puesto estaba disponible, como en la vida universitaria habíamos creado espacios para los que terminaban materias intente por esos medios acceder a esos puestos, pero no se que pasó o que me pasó, de pronto me dormí en los laureles o era que mi hoja de vida como participante en los consejos me limitaba. No sé en que fallé. Algunos de mis compañeros empezaron a trabajar en una empresa de electrodomésticos y otros en el área de la confección, ellos tal vez porque tenían experiencia pero los que no la teníamos pues teníamos que hacer cola en cuanta vacante había. Yo me presenté a una empresa de ingeniería pero dijeron que como yo no era de una universidad reconocida que no me podían emplear. En fin me presente a muchas empresas pero mi universidad no era reconocida en el medio y era complicado acceder a un puesto decente. Llegó un día a la cartelera un aviso de una industria y me presenté a la empresa, empecé a trabajar en una empresa que fabricaba domos arquitectónicos y que quedaba en la zona industrial de Bogotá. Duré en esa empresa menos de dos meses, pues el trabajo era pesado, yo era el jefe de producción nocturno y mi turno era de 12 horas, el sueldo no era malo, pero el desplazamiento a altas horas de la noche para el sitio era complicado y se me iba medio sueldo, por otra parte al jefe se le ocurrió la genial idea de darme un beeper, con el fin de que si el personaje de mi misma posición se ausentaba por razón alguna en el día que era su turno, yo tenía que ir a reemplazarlo, el caso es que me estaba acabando a pedacitos razón por la cual decidí renunciar.
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Luego seguí intentando por una y otra parte y llegué a la conclusión que como ingeniero industrial iba a ser muy difícil colocarme en una empresa. Afortunadamente me había destacado en la parte de sistemas dentro de la universidad y era la hora de utilizar esa herramienta para conseguir empleo. Era extraño para algunos empleadores que una persona que estudio 5 años ingeniería industrial tuviese aptitudes para sistemas, el caso es que me presenté en cuanto puesto salía con ese perfil. A decir verdad no me iba mal pero superaba por debajo mis expectativas. En Agosto de ese año me llamaron de Carvajal para el puesto de vendedor de productos Fesa por intermedio de un amigo de mi hermano que vivía por esos días en Cali, fui me presente pasé la primera entrevista pero el segundo entrevistador que era el amigo de mi hermano no me vio ganas y la verdad no se las mostré, pues para mi en esas épocas vender era como un suplicio y el tipo con razón no me dio la oportunidad.
Por esos días mi amigo Eugenio salía de Bogotá con destino a la ciudad de Cali porque su empresa lo había trasladado y me propuso que nos fuéramos para allá y que él estando en Cali me colaboraría, pues eso hice, empaque las pocas cosas que tenía, no estaba amarrado a nadie acá en Bogotá, las cosas con Carolina habían quedado allí y mi madre estaba hacía dos años o más radicada en la ciudad de Cali. El caso es que no lo dudé y resolví arrancar. No tenía expectativas de trabajo pero tenía una cosa a mi favor y era que mi familia, la familia que me podía colaborar estaba en esa ciudad y desde allí podría impulsarme. Empacamos las cosas y mi amigo Eugenio puso el camión con el compromiso que si yo me iba con el trasteo en el camión y el atrás en su carro, pues los gastos que yo aportaría iban a ser mínimos. Llegamos a Cali, a mi me esperaba mi mamá en su apartamento de Cali y empezaba una nueva vida.
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Llegué en Octubre de 1990, meses después de haber terminado otro ciclo de mi vida, la de estudiante universitario con ires y venires, con alegrías y tristezas, pero con algo muy importante, los conocimientos, conocimientos que a través del tiempo se fueron afianzando y se posaron en mi mente. Llegamos en la noche, nos esperaba la mamá de Eugenio y sus hermanas, además mi madre no había podido ir pero hablamos por teléfono a mi llegada. Esa primera noche fue algo fantástica, no lo podía creer, todos esos sueños que tuve de vivir en la ciudad de Cali estaban siendo realidad en ese momento, la verdad no creo haber dormido mucho, pero seguí soñando. Al otro día me fui para mi nueva casa, en el barrio Pacará Primera Etapa de Cali, allí mi madre vivía con mi hermana Clara, el comienzo iba a ser duro, pues nunca había vivido con personas tan diferentes, meses más tarde Clara se independiza y monta su empresa y dice que quiere irse a vivir cerca de las oficinas, mi mamá se lo permite y ella lo hace.
Cuando piso el suelo de Cali pienso en que ese va a ser mi presente y mi futuro por muchos años, así lo he soñado de tiempo atrás y me vienen a la mente muchas ideas, la primera, que hago?, gracias a mi amigo Eugenio consigo algo momentáneo con un vecino de oficina, o sea en el piso 6, Roberto L., el es todo un personaje, muy paisa, con muchas ideas, años antes ha sido auditor en una empresa estatal, pero ahora independiente se desenvuelve como abogado especializado en derecho de familia y divorcios, son los años 90 en la ciudad de Cali, mi trabajo consistía en enseñarle a él y a su secretaria, que a propósito era una trigueña de pechos divinos y paraditos, un super cuerpo, divina en toda su esbeltez, se vestía eso si muy caleña, muy suelta, muy descomplicada, con ella hicimos gran amistad, su nombre Juliana, una cara espectacular, unos ojos negros dentro de una trigueña con pequitas entre la nariz y la boca, espectacular, de pelo negro azabache, muy negro, bien cuidado, estudiante de derecho en una universidad de Cali,
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pero sin nociones de sistemas, en cambio yo, recién llegado y con muchas ganas de enseñar.
Además de enseñarle a un abogado también lo hacia con el biscocho de secretaria que le servía. Además de este trabajo temporal conocí a un señor de más o menos 70 años y el coleccionaba software, a él igualmente le enseñé autocad, me acuerdo, que el tipo era arquitecto e ingeniero civil y por ese entonces estaban desapareciendo del mercado los diskettes de 5 ¼ y 3.5, se comercializaban por esas épocas hasta ahora los cd’s y este señor ya tenia algunos. Pero el negocio conmigo era que yo le vendía programas raros que grababa en esos dos formatos. Además de estos dos clientes diría fijos, dictaba clases de sistemas con aviso en la cartelera del conjunto en donde vivía y un aviso semanal en el periódico El País. El caso es que desde mi llegada hasta mediados del año 91 me vandee haciendo de todo un poquito pero yo quería más, siempre he sido una persona que no se contenta con poquitos, me gusta harto. Gracias a las clases de Roberto y Juliana, conocí a media mafia de Cali, mi amigo tenía oficina en el edificio Loma, edificio en el cual tenían oficina la crema de Cali, el flaco P. recuerdo en el primer piso, que le regaló a Juliana una moto porque al tipo le gustaba, PH en el 4 y otros los cuales no recuerdo sus apodos y sus nombres. El caso es que a mi no solo me gustaba ir a trabajar durante dos o tres horas a las oficinas de mi amigo sino que me encantaba ir al edificio porque siempre había un desfile de mujeres que nunca en mi vida había imaginado, de todos los tipos, es que a esa gente le llovían las viejas de todos los tipos.
En una ocasión recuerdo que se me acercaron los guardaespaldas de Pacho y me citaron en la oficina de este. Entre un poco oscura me pareció nunca entendí la razón, muy amables, varias mujeres de todos los tipos sentadas todas ellas en un sofá muy grande, me miraron de arriba abajo y me sentí más que admirado por la pinta, admirado por
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conocimientos, me propusieron un negocio, la idea era hacer una pequeña red en la oficina, conectar varios computadores, montar sistemas operativos (todos originales y con licencias), el costo por esa época más de un millón de pesos, en mi vida había visto tanta plata junta, pero eses era el contrato, encantado acepté, pero no sé si acepté por el dinero o por ver cada vez que iba el rosario de mujeres para todos los gustos, además del dinero me regalaron dos bonos cada uno de 100 mil pesos para asistir a Astrosoon una de las discotecas del patrón según ellos, el caso es que resulté haciendo mi primer montaje de red y a que precio. Eso me dio para que meses más tarde fuera a la casa de una sobrina del tipo a montar un computador de última generación con impresora laser. Llegué a uno de los mejores barrios de Cali, El Ingenio, esto quedaba en el sur de la ciudad a pocas cuadras de la Clínica el Valle de Lilí, el caso es que una casa inmensa, con varios cuartos, como tres carros de marca en la puerta, yo llegué bajado de una buseta con mi maletín modesto y con ganas de trabajar y ganarme un billete extra que tanto lo necesitaba por esas épocas. Me sale abrir la pelada sobrina del patrón, una mujer rubia casi natural, con un cuerpazo genial, me saluda de pico en la mejilla, y antes de mediar palabra, me dice: que quieres tomar, vamos al estudio miras el equipo a ver que podemos hacer al respecto. Entro a la casa, mucho lujo y ella me conduce al estudio, la acompaña un doverman con el cual congenio de entrada y al cual ella domina a la perfección. El estudio se podía decir sin hablar mucho era casi la sala comedor del apartamento en donde yo vivía, tanto la mesa para computador, como la impresora laser y el computador como tal en cajas, además un fax, y varios teléfonos también en cajas, le pregunto que tengo que hacer y la vieja me dice mónteme una oficina aquí con todas las de la ley, mi tío me dice que usted es prudente y buen trabajador, además que me he ganado la confianza del tipo, cosa que no tenía ni idea pero que económicamente tengo que aprovechar.
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Que hice primero, destapar cuanto aparato había en esa pieza, luego armé la mesa, grandísima, daba de pared a pared, pero muy trabajada en madera, olía a nueva, luego monte el computador en la mesa, más tarde el fax, luego el modem (muy pocos por esa época en Cali, afortunadamente me ayudo el manual del equipo), la impresora hp nuevecita. Luego de eso llego esa mujer con un sándwich y una gaseosa, me lo ofreció, gustoso acepté la invitación y hablamos un poco, me sondeó de mi vida privada, para esas épocas no salía con nadie en especial, y me dijo que aprovechara los bonos que me habían regalado en el trabajo anterior. Luego palabra va y viene, enciendo los respectivos equipos, monto el sistema operativo, para esas épocas Windows 3.11, mediados del año 90, luego monto el programa de oficina, un wordstar nuevecito, un lotus y flowchararter (todos originales). Yo la verdad no sabía en que planeta estaba, la verdad no se que me pasaba en el momento, no se si estaba maravillado con la casa, pues me la enseño por todos los lados, hasta con piscina y todo, no sé si era la belleza de la mujer, o ver tantos equipos nuevos, recién comprados a mi disposición, el caso es que entre a esa casa pasadas las 2:00 pm y salí como a las 8:00 pm con 500 mil pesos en mis bolsillos, de los cuales dos bonos de la discoteca y 300 mil pesos en efectivo, que para la época era un platal. Me dijo al terminar mi trabajo que si tenía carro, cuya respuesta obvia fue que no, me ofreció un carro con chofer, el cual acepté, el individuo me dejo en la esquina de mi casa, no se si hice bien o mal, pero estaba tan maravillado con todo eso, con la vieja, la casa, el montaje y la plata que ni cuenta me di. El caso es que en pocos meses me había convertido en el técnico de la mafia, sin proponérmelo, sin recibos de ningún lado y con unos pesos extras en mi cuenta de ahorros, eso si me di unos gustos con esos trabajos que nunca me hubiese podido dar en otras circunstancias. El caso es que me coticé tanto en el trabajo que en otra oportunidad el flaco P. me dijo que le bajara una información por modem y que me iba a ganar 200 mil, lo hice también porque al fin de al cabo era un negocio y dinero de por medio.
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La amistad con Roberto y su bella secretaria Juliana cada vez fue más estrecha a tal punto que él tenía una finca de recreo a las afueras de Cali llamada La Carolina en honor a su única hija y me invitó en varias oportunidades a montar a caballo, pues este abogado tenía una pasión y era los caballos de paso fino. El caso es que allí con ellos conocí mucho, disfruté, comí platos que nunca había visto y me convertí algo así como en la mano derecha de Roberto L.. Tan es así que el tenía un socio en negocios de rumba y mi función era recopilar vía modem la información de cada uno de los negocios, la procesaba y se la pasaba al contador para que éste hiciera la gestión pertinente. Recuerdo que ellos tenían muchas discotecas y restaurantes a lo largo de la Av. Sexta de Cali y tenían una de las mejores discotecas en la ciudad de Buenaventura, esta discoteca no solo era buena por el ambiente que en ella se vivía sino que su techo se movía como las olas del mar, el piso era transparente y el servicio era de estilo europeo, toda la mano de obra de la región, los materiales los consiguieron en una feria de la construcción que trajeron de Alemania. Yo estuve en varias oportunidades en esa discoteca pero trabajando, pues la función mía consistía en procesar la información de inventario y ventas de la discoteca, pues había la creencia de que el administrador les daba en la cabeza con las cuentas y para eso se montó un sistema lleno de seguridades cuyos password solo los sabían los dos socios y mi persona, seguridad que modificábamos de vez en cuando para evitar clones.
Toda esta belleza de sucesos se prolongaron por varios meses, en el mes de Agosto de 1991 una amiga de mi hermana Clara de nombre Margarita lleva una hoja de vida mía a Ingetec S.A. que es una empresa que está empezando un proyecto nuevo en la ciudad de Cali y empiezo a trabajar con ellos medio tiempo mientras el otro medio lo ocupo en mis
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negocios personales. En Ingetec me fue muy bien fueron más de tres años trabajando, aprendiendo, enseñando mis vastos conocimientos. Tenía unos jefes muy profesionales y que me tenían en buena estima, unos compañeros ingenieros al igual que yo con los cuales hubo química desde un comienzo, además también compañeros inspectores, auxiliares, secretarias, en fin todo un equipo con los cuales departí durante ese tiempo en reuniones de empresa, de familia. Hice buenos amigos durante mi paso por la empresa, amigos como Víctor Hugo G. y su familia conformada por su esposa Amparo, sus hijos: Víctor Hugo, Johana, Andrés Felipe, amistad que aún conservo gracias a la buena relación de parte y parte; amigos como Edwin P. y su familia, pero ahora un poco alejado, no supe la razón; amigos como Jorge P. que por un negocio que hicimos en una oportunidad la amistad se deterioró al punto que se acabó; amigos como Armando V. y su familia, él era mi jefe inmediato y aún conservo esa amistad para mi fortuna; amigos unos más que otros, compañeros que cuando me retiré de la empresa me hicieron una despedida que jamás pensé que la merecía, además me entregaron un regalo que consistía en un radio antiguo en madera, muy bonito por cierto, reloj que posa en casa de una de mis hermanas, pues acá donde vivo actualmente no me luce, en fin todos esos momentos agradables que pasé no solo en el espacio de trabajo sino compartiendo con todos para mí fueron inolvidables. Fueron tan inolvidables que recuerdo con nostalgia los viernes en la noche cuando nos escapábamos a un sitio en la Cra. 15 con Calle 15 en donde nos esperaban todas las noches de los viernes una que otra caneca de aguardiente y cuando había más plata le jalábamos al vodka o al whiskey. Además de vagar los viernes también fueron muchas las veces que hicimos programas en casa de cualquiera de los compañeros, por ejemplo las reuniones en casa de Jorge, las rumbas hasta el otro día en casa de Víctor H. o las rumbas en todas las discotecas de Cali, porque para que, pero me di los gustos en esas épocas, gustos que en otras circunstancias no me los podía dar.
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Más o menos en el año 1994 me piden una hoja de vida para Conciviles, a quien no le hubiese gustado trabajar en la empresa constructora más importante de Cali, pues entregué mi hoja de vida y como a los quince o veinte días me llamaron para una entrevista, mis armas: experiencia de 3 años y medio en ingeniería, experiencia de igual tiempo en Harvard Project Manager y algo de Ms Project, experiencia de Dbase y Foxbase que son leguajes para programar bases de datos, al igual tenía sólidos conocimientos en Office y también tenía buena disposición para trabajar. Renunciar a Ingetec para fue duro, pues estaba muy complacido con el tipo de trabajo, con los jefes y los compañeros del equipo y llevaba varios diciembres compartiendo con ellos, además que Ingetec nos pagaba el diciembre como se diría completo y tenía uno derecho a premios y a primas, eso era lo que iba a perder, pero iba a ganar de pronto experiencia, otro tipo de empresa, otra mentalidad y porque no lanzarme. Mientras esperaba el día final en la empresa, pedí una licencia y me puse a trabajar con unos constructores que estaban construyendo en un terreno en el sur de Cali, coincidencialmente eran familiares de un compañero de la Javeriana de mi sobrino Juan Carlos, digamos que eso no me ayudo pero era un punto de partida. Ellos me encontraron por referencias de uno y de otro y además porque yo en Ingetec propuse la compra del programa Edificar que servía para Control de Proyectos, Costos y Programación. Ellos lo tenían pero no tenían una persona desocupada para su funcionamiento y manejo. Me llamaron a mi y estuve con ellos trabajando un par de meses. Allí conocí a un ingeniero civil que era el residente, un tipo más bien joven pero con unas ganas de sobresalir que le brotaban por todo el cuerpo, con el hicimos una buena amistad, a tal punto que yo lo cubría con la hija del dueño del proyecto, recuerdo que un día me preguntó que de donde era yo, y le dije en tono burlesco que había estudiado en Francia, razón por la cual me decía no solo él sino todo el personal, obreros, arquitectos e ingenieros: el francés. Duré tan solo dos meses pues
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las condiciones económicas iniciales cambiaron de un momento a otro y a mi no me favorecían.
A los pocos días hice la entrevista en Conciviles me la hizo quien iba a ser mi jefe inmediato Javier S., un ingeniero civil de Bucaramanga, la idea era reemplazar a otro profesional que salía de la empresa porque se independizó y necesitaban un ingeniero de programación pero bajo Time Line, cuando este individuo vio mi hoja de vida, me la alabó pero me dijo que los requerimientos de todo el proceso eran más exigentes que mi experiencia. Me sentí como chiquito, pero se me infló el pecho pues defendí a mi empresa como nunca, pero yo sentía a este tipo como evadía la contratación mía, entonces me le lancé de una a ver si le cogía la caña, le dije: hagamos una cosa, usted me dice que solo trabajan con Time Line, yo no se manejar el programa pero tengo conocimientos sólidos de otros dos manejadores de proyectos igual de competentes al Time Line, deme una semana, si en una semana yo no doy con el trabajo, con el programa y con el ritmo, tiene usted toda la libertad de contratar a otra persona y mi renuncia en su escritorio, acepto las condiciones iniciales del trabajo, pero usted también debe aceptar las mías. El tipo se me queda mirando y se sonríe, me dice y cuales son las suyas, le dije muy simple: yo vengo aquí con una experiencia en proyectos de alta gama por espacio de tres años y medio, vengo de una empresa que me contrato a ciegas igual que usted lo está haciendo ahora y allí una de mis funciones fue programar los canales que bordean la ciudad, cuando la empresa se alió en consorcio con Incol de Cali, estuve en el equipo que programó la ampliación Planta de Tratamiento de Agua Potable y la Estación de Bombeo Pluvial ambas en el sector de Puerto Mallarino en Aguablanca y de las obras anexas a la misma. Mis condiciones son muy fáciles de digerir: si yo doy con el puesto, aprendo a manejar el programa y hago equipo con el staff, en una semana volvemos a hablar y cambiamos las condiciones de trabajo en cuanto a la parte económica. El tipo se sonríe nuevamente y
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me dice, listo Carlos al fin de al cabo no tengo nada que perder y de pronto más bien mucho que ganar y aprender.
Empecé pues a trabajar con estas personas y en la primera reunión justo a la semana de trabajo deje boquiabierto no solo a mi jefe inmediato sino a todo el staff, que hice y de adonde sale todo esto. Presenté una presentación en Powerpoint muy profesional, con animaciones y todos las arandelas posibles, hice cuadros comparativos con el antes y el después de cada actividad, tenía medios impresos para todo el staff y antes de la reunión en donde no solo estaba los representantes de la empresa, sino los dueños y accionistas del proyecto, cada puesto de esa mesa de trabajo tenía un folder con toda la información sobre los procedimientos, las actividades, el proyecto programado y ejecutado, recomendaciones para un mejor desempeño no solo del personal sino de los equipos. Esto me dio para renegociar el sueldo y para tener respeto en la compañía no solo como trabajador de calidad sino que en menos de una semana volaba con el nuevo manejador de proyectos, es más la obra la tenía en dos aplicaciones, en Time Line para los ingenieros civiles y en Ms Project para los arquitectos.
Javier S. estaba encantado conmigo, el staff más bien preocupado pues mi antecesor solo se limitaba a colocar datos en el programa pero no los confrontaba en la obra, cuando yo llegué reprogramé el trabajo de todo el personal y semanalmente hacía inspecciones a toda la obra. Allí conocí mucha gente, gente verraca para el trabajo, unas arquitectas espectaculares, unos compañeros de trabajo de buenos sentimientos, tan esa así que al poco tiempo de estar en la empresa y en la obra, me tomaban en cuenta para ir de rumba a los sitios que ellos acostumbraban a ir, como es el caso de Casablanca y también acostumbrábamos a ir a Micconos, ambos sitios en la zona rosa del norte de Cali. Allí tomábamos cerveza cara y hablábamos de todo un poco, era un punto de arranque para
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cualquier programa adicional. Recuerdo que yo iba a ese sitio con el interventor con el cual hice una buena amistad, además porque me convenía profesionalmente tenerlo de amigo. En diciembre del año 1995 ya llevaba seis meses de trabajo y mi jefe que era una persona bastante incrédula a veces me dijo que reprogramara la obra porque se acercaban las vacaciones, eso hice, reprogramé la obra teniendo en cuenta que el 15 de diciembre todas las empresas y proveedores de la obra salen a vacaciones colectivas. Javier S ., mi jefe realmente no creía mucho en los plazos y en los tiempos, el caso es que se hizo como una especie de copia de la misma obra por si las cosas no resultaban, yo le advertí que si la gente trabajaba en diciembre medio tiempo por eso de la feria, el tipo la verdad no creyó mucho, el caso es que yo me curé en salud y le mandé copia oculta al Gerente Técnico de la empresa y haciéndole las recomendaciones que había colocado en un principio. Llegó el 18 de diciembre y mis pronósticos fueron reales, las cosas para Javier S. y para el gerente del proyecto, el caso es que para el 22 de diciembre el gerente del proyecto que era mi jefe inmediato, la empresa le dio un ultimátum y para el gerente de la obra, la empresa decidió sacarlo, no me gustó el manejo que mi jefe le dio a la situación el caso es que para mediados de febrero del año 1996, la empresa me llama a personal y me dice que en mi contrato estaba estipulado que cuando empezaran los acabados terminaba mi contrato.
Hice caso del particular y procedí a llenar los requisitos para la salida de la obra. Antes de semana santa, cuando yo aun estaba en los procedimientos me llegó una carta de la empresa en donde me citaban para una reunión y un posible alargue de contrato, estuve muy cumplido en esa reunión y para mi sorpresa Javier S. estaba también en ella, también fue sorpresa mía que él me recomendara para uno de los proyectos importantes de la empresa en el Urabá Antioqueño. Mi salida era antes de semana santa, iba a estar por mínimo tres meses y mis funciones eran de programación de la obra, programación
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de costos, cuando el residente o el director del proyecto por alguna razón no estuvieran en la obra mi función sería de dirección de la misma, eso si sin interferir en la administración. Les dije de una que si me iba pero que me gustaría estudiar las condiciones económicas. Las condiciones económicas fueron como las esperaba un super sueldo al inicio del proyecto o mejor a la continuación del mismo, un 25% por seguridad que representaba el pues la zona era de tolerancia, un 25% para gastos de alimentación y otro 25% de prima de localización, el caso es que me iba a ganar en ese proyecto, lejos de mi casa y mi residencia la bobadita de 1.4 millones de pesos y que según me comentaba un compañero uno por allá no gasta nada, todo lo ahorra porque a uno todo se lo dan, además de la parte económica me daban de entrada dos pasajes Cali-Medellín-Chigorodó-Medellín-Cali, por si habían problemas de orden público y había que salir volando de allá. También a parte de todo esto tenía un carro a mi disposición con chofer para las vueltas que de pronto tenía que hacer en el pueblo. Pregunté todos los detalles y procedí a despedirme de medio Cali, empacar maletas y partir.
En medio de la semana santa de ese año yo me iría a un sitio alejado de mi ciudad de origen y la verdad no estaba muy preparado para partir, pero las condiciones de ahorro de sueldos, premios y bonificaciones que me habían pintando mis jefes, hacían que yo me ilusionara con la partida. Como no sabía como eran los procedimientos en esas obras por fuera de la ciudad de origen entonces me capacitaron por una semana para conocer los programas que yo iba a manejar en esa obra. Llegó el día de partida, a mi madre, amigos y familiares nunca les dije para que sitio de la geografía colombiana iba con exactitud, pero tenía que partir. Pedí un carro que me conduciría al aeropuerto, eso si, estos gastos extras los pagaba la empresa desde que salía de Cali hasta que llegaba al sitio del campamento, yo tenía solo que facturar. Llegué al aeropuerto de Cali, allí me encontré con amistades, nos saludamos y procedí a embarcarme en el avión, el vuelo bastante
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agradable, la comida deliciosa, las azafatas muy especiales, en fin todo estaba saliendo de maravilla, este avión aterrizó en el aeropuerto Olaya Herrera de Medellín, según instrucciones que había recogido en Cali, tenía que coger un carro para el aeropuerto del estadio para luego abordar para mi destino final en Chigorodó, como buen montañero a penas llegué a Medellín y vi el Metro, me dije al oído, primero el metro y después el viaje, además tenía tiempo de sobra, el caso es que en Medellín compre un ticket para el Metro, guardé la maleta en un casillero y me di un vueltón en el famoso Metro que años atrás los colombianos pagamos hasta el cansancio. El viaje duró como media hora o más, hice un recorrido por algunos sitios que conocía, hice un par de llamadas y luego retorne para recoger la maleta, coger un taxi que me llevaría al aeropuerto del estadio y allí partir a mi destino final.
En la empresa había la costumbre y la organización y tenía uno órdenes expresas de avisar en donde estaba, lo hice y me aceptaron que me diera una vuelta por Medellín, además tenía tiempo de sobra, me monté en el taxi que me llevaría al aeropuerto y allí me esperaba un avión de doce pasajeros, eso parecía una caja de sardinas, entre al aeropuerto, llegue al avión con la maleta pues en esos aviones pequeños no hay servicio de maletero, uno tiene que llevar la maleta hasta la bodega de equipajes de la avioneta. Me subí y para mi sorpresa y alegría el piloto era un biscocho de mujer espectacular, no de mi gusto pero si de mi agrado. Empezó el vuelo, todo relajado y en menos de lo que esperaba estaba en Chigorodó. Eran como las doce del medio día de un lunes de marzo, en medio de la semana santa del año 96. Cuando llegué al aeropuerto me llevé otra sorpresa, el supuesto carro de Conciviles que me estaría esperando en el parqueadero no estaba, procedí a llamar a Cali y la secretaria me dijo que llamara a la obra a ver que pasaba con el transporte, eso hice, llamé y me comuniqué con la obra en Mutatá, en todo el corazón del Urabá Antioqueño, en mi vida me había imaginado estar en un sitio así, en
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las condiciones de orden público tan difíciles que el país estaba viviendo por esos días, pero yo me llené de valor y allí estaba. Hable con una mujer y ella me da la noticia que en la zona hay problemas de guerrilla y que coja un taxi del aeropuerto, me da unas señas del chofer y me dice que cuando llegue al campamento me espera un campamentero para pagar el viaje. Ya estaba allá, no me pensaba devolver, además el sueldo era jugoso y no lo iba a desaprovechar. Busque a un personaje que me recomendaron, metí la maleta en el maletero y nos dirigimos al pueblo de Mutatá a media hora en carretera destapada de Chigorodó, me advirtieron eso sí que no hiciera comentarios de ningún tipo con el conductor, y eso hice, el caso es que a medio camino este señor me dice que debemos parar porque hay combates en la zona, eso se oye a lo lejos bulla de plomo venteado como en las películas, con el tipo entramos a una casa vieja acondicionada como restaurante de pueblo, allí almorzamos y empieza ese tipo a contar todo lo malo, bueno y feo que pasa en la región, la verdad estaba asustado, pero tranquilo pues ya estaba allí, y no iba a echar para atrás, además era otro ambiente totalmente diferente. Como a la hora luego de haber pasado los combates, nos enrumbamos nuevamente hacia el pueblo, era un sitio muy solo, más bien fantasmal, una carretera principal lo dividía en dos, llegamos y como buen forastero a uno lo mira todo el mundo, pero ya sabían que un caleño iba para allá. A unos 5 o 10 minutos en carro quedaba el campamento, un sitio a las afueras del pueblo, en una finca con piscina y canchas deportivas, llegué y me esperaba el campamentero, o sea el mensajero del campamento, el que le hacía los mandados a toda la obra y a todo el mundo, el tipo me saludó bien y procedió conversación va y viene a negociar el viaje con el conductor, nos dimos la mano, quedamos en conversar con el conductor en otra oportunidad, nos caímos bien y seguí a mi camarote que era ni más ni menos que un container, al lado de otro de igual tamaño, entré y me encuentro con todas las comodidades de un hotel, claro que a nivel de pueblo, pues más cómodo que lo que me habían pintado, me sentí en todo un apartamento con todas las de la ley, eso me
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pareció una verraquera y había que disfrutar.
Coloqué la maleta en la entrada del
apartamento y procedí a echar un vistazo al campamento, era en esos momentos la persona representante de la empresa de más alto rango en la obra, en ese pueblo. Luego salió el administrador, un tipo bastante osco, más bien maleducado, pensaba en ese momento y lo sigo pensando que no quería que nadie lo vigilara, aunque yo no iba en ese plan.
Mis ordenes eran muy claras, organización de todos los procedimientos y que las cosas marcharan mucho mejor, nada de administradores de obras, ni obreros ni inspectores, solo manejo del proyecto como tal, reuniones una vez a la semana con el residente, el director del proyecto y el interventor de la obra, el resto del tiempo era para disfrutar. Este tipo luego de un saludo más bien regular procedió a mostrarme el campamento, a presentarme con todo el personal, más o menos treinta personas entre obreros rasos, inspectores, el de equipos de apellido Banderas, así como el actor, además estaba el inspector de vías un tipo alto moreno y buena persona, por lo menos eso me di cuenta a primera vista. También me presentaron al capitán del ejercito que tenía asentado en una meseta que estaba casi encima de los container un pelotón con más de cien hombres entre soldados profesionales y soldados rasos. Ese día solté la lengua sin antes recibir advertencias de las personas de confianza del campamento. El residente había salido franco de semana santa, llevaba menos de un mes y según me cuentan estaba como asfixiado en el sitio y pidió la semana santa para descansar. Ese día me presentaron también a la señora que hace la comida, una señora muy grande y bastante obesa, ella muy paisa y muy bien hablada, ella no vive en el campamento, por el contrario ella vive en el pueblo y entre el día reparte su tiempo en labores de la cocina y arreglo de ropa, por esa parte estaba fresco pues me comentan que es buena en su oficio.
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Tiempo después me presentan a mi chofer, un tipo de unos 35 años, alto y de buenas costumbres, su oficio no es el de conducir para mi, el tipo es el liniero, o sea la persona que traza una línea en la carretera para que el operador de la motoniveladora no se vaya de un lado para otro y nivele la carretera. Este tipo vive en el pueblo con su familia, me da un vuelto por el pueblo y luego me invita a su casa, me presenta con su familia, sus papás, hermanos, hermanas y luego la señora nos hace un rico tinto. Luego de esto me convida al único restaurante de comidas rápidas que hay en el pueblo, allí conversamos un poco y de nuevo me advierte que es mejor no hacer comentarios ni de la gente, ni de la guerrilla y mucho menos de los militares, que es mejor ser prudente e independiente o neutral en eso, para evitar inconvenientes o problemas con algunos habitantes del pueblo. Horas más tarde me lleva donde el interventor el ingeniero nombre Antonio B. , un señor de unos 55 años, lo acompaña una mujer más bien joven, de unos 23 años o menos, riquísima una mona de unos ojazos verdes espectaculares, la miro y ella a su vez me mira sin antes con su mirada advertirme lejanía, cosa que no tiene fundamento pues voy con la idea de no hacer relaciones con nadie pues ya voy advertido acerca de los problemas de mujeres que se le pueden presentar a uno por esos lados. El interventor se queda mirando muy fijamente y me estrecha la mano, luego me dice que si tomo un whiskey con él, cosa que por respeto le acepto y empezamos a beber entre trago va y viene, el tipo me cayó bien, además hubo química y esa era la idea, pues me comentan que con el residente este señor choca mucho, pues él es bastante alterado, en cambio yo no, en fin por lo menos uno de los objetivos se estaban cumpliendo que era caerle bien al interventor para que no jodiera tanto con los trabajos de la obra. Su mujer sigue mirándome pero no entiendo la razón, luego el interventor Antonio B. me presenta formalmente a su mujer y en confianza me dice como es la cosa con ella y el porqué de la miradera, allí me doy cuenta que me están preparando una pareja cosa que no descarto pero que en el momento no comparto. No quería distracciones, además compañeros de
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Cali que han estado en sitios así me comentaron y me advirtieron que en estos sitios las mujeres son compartidas entre la guerrilla, el ejército y un civil como era mi caso en ese momento, en fin nos despedimos y quedamos en reunirnos al otro día a las 10 a.m., don Antonio puso la hora, sus razones iba a compartir un poco la mañana con su mujer y después hablaríamos de la obra.
Salgo de la oficina-casa del interventor y este liniero me lleva al burdel del pueblo, entramos y todas las mujeres que allí se encontraban no tenían más de 20 años, que impresionante, el tipo me invita una cerveza y me dice que es la distracción de todos los días y que debo aprovechar, la verdad me tomé la cerveza casi de un solo trago y le digo que quiero ir a descansar, una de las mujeres me saluda muy efusivamente, me propone que me quede pero yo no hago caso, quiero ir a descansar y ella lo entiende. En el camino le digo al tipo que no es mi costumbre frecuentar ese tipo de sitios y el me dice que no importa que solo me estaba probando, le digo que no había necesidad del sitio. Llego al campamento con el tipo y está servida la comida, en otro container que es utilizado como comedor y sala al mismo tiempo, aunque no es mi costumbre comer de noche, allí si la digiero con mucha facilidad y no me afecta de momento. También en ese container hay un televisor que es compartido con el capitán del ejército, pero el tv es del campamento y solo para los ingenieros, lo primero que hago yo es ponerle orden al televisor, a mi me gusta ver tv pero me gusta ver lo que le gusta a todo el mundo y sin recibir ordenes de nadie, el caso es que al militar no le gusta la disposición de la tv y sale disgustado. Me comenta el liniero que antes de llegar yo al sitio, en ese lugar se hacia lo que el militar dijera en lo concerniente a programación de la tv, pero ahora conmigo en la obra la cosa es a otro precio. El aparato de tv no es muy bueno, además como cosa curiosa la antena tiene algo así como 10 mts. de altura y está colocada en el techo más alto y menos cercano a la montaña, pues me comenta el liniero que toca colocarlas así
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porque la señal es defectuosa y como solo entran los canales de Antioquia, entonces empiezo a estudiar la posibilidad de coger canales del resto del país y en menos de dos días tengo ese tv volando, tan es así que el militar se anima y empezamos a compartir el tv, pero con mis gustos.
Salgo afuera del campamento y como es una finca arreglada para tal fin lo recorro, enciendo un cigarrillo y me estoy consumiendo una cerveza águila lata, empiezo a caminar de un lado para otro y militares van y vienen dentro y fuera del campamento, unos saludan otros no tanto. Más tarde me encuentro con el inspector de vías y le gusta el billar, a mi también, nos ponemos de acuerdo y vamos al pueblo a pie, el dice que de noche no es conveniente utilizar las Toyotas porque uno nunca sabe. El caso es que nos adentramos al pueblo, entramos a un café y pedimos tiempo para el billar, nos echamos un chico de prueba y empezamos a consumir cerveza, palabrerío de todo tipo y a fumar se dijo. Duramos como una hora larga, el tipo tiene un juego parecido al mío y eso me gusta porque no hay mucha competencia. Como a eso de las 9:00 pm llega una niña como de 12 años o más y se le lanza al inspector y le mete un besote en la boca, abro los ojos y no me la creo, el tipo la coge de las nalgas y la sube de una forma morbosa, me la presenta como su novia, pues como he visto muchas cosas en esta vida, pues ni me sorprendo, ella muy amable me pide un cigarrillo, se lo ofrezco y lo prende como una persona grande, me sorprendo pero hago como si no me hubiera dado cuenta. Terminamos de tomar, de fumar y de jugar y nos disponemos a salir del café, ellos me convidan al sitio de comidas rápidas y nos comemos cada uno un perro caliente. La pelada me dice que tiene la persona justa para salir conmigo, no le hago mucho caso. Horas más tarde le digo que estoy cansado, que quiero irme al campamento, ellos me acompañan hasta la entrada y luego el tipo coge una Toyota y la lleva a las afueras del
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pueblo, no se para donde fueron, a hacer que tampoco lo sé y tampoco de momento me importa.
En la mañana siguiente me dice el inspector que me va a presentar en sociedad, me perfumo y me imagino que me van a presentar a las autoridades del pueblo pero no es así, cogemos un carro, mi chofer-liniero maneja y nos adentramos monte arriba al sitio de la obra, andamos en la camioneta como media hora y llegamos a un sitio en medio de la carretera, sale una mona de ojos azules desteñidos, nos saluda y me presentan como el ingeniero que vino de Cali, la señora una mujer de unos 40 y tantos años, muy conservada y muy paisa, nos bajamos del carro y ella trae una media de whiskey, dicen ellos que allí en ese pueblo es mejor, más barato y da más cache beberlo que el mismo aguardiente aunque paisas son. El caso es que esta mujer se sienta con nosotros y empieza a hablar sin parar, minutos después pregunta cual es nuestro destino a lo que el inspector contesta que me van a presentar en sociedad, ella sonríe y minutos más tarde luego de un par de tragos y un cigarrillo procedemos a coger camino monte adentro. A pocos minutos del sitio llegamos a un paraje en donde habían dos mesas de billar una de pool y otra de tres bandas, hay dos tipos y dos viejas, el liniero se queda en la camioneta y el inspector me dice que ya llegamos, el me presenta como el ingeniero que acaba de llegar de Cali, los tipos son guerrilleros y las viejas son milicianas, no entendía bien a que me estaba enfrentando, todos ríen pues el único que no sabe que es la presentación soy yo, intento pues compartir palabras con los tipos y las viejas y nos sentamos alrededor de una mesa, uno de los tipos saca una botella de Old Par, dice que es el mejor whiskey que se ha tomado, que le gusta y que el momento lo amerita. Sin vacilar el tipo me empieza a preguntar de todo, pero yo iba preparado en labia, además los muchachos y el inspector ya me había preparado, la sorpresa mía era que el tipo sabía demasiadas cosas de mi, cuanto dinero mensual me iba a ganar, cuanto tiempo iba a estar en el sitio, cuales eran
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mis funciones, que me gustaba y que no me gustaba, es más el tipo sabía que yo había puesto en su puesto al capitán por el asunto del manejo del tv. Con el habían dos mujeres una trigueña de ojos cafés oscuros de pelo crespo y otra mona de pelo lacio, de ojos verdes grandes, bonitas facciones, más bien como europea, pero era paisa, según el liniero. Tanto con la mona como con la morena no hubo mayor acercamiento en ese momento y tampoco se prestaba para eso. Dentro del carro y camino al campamento pregunté cien cosas, hice las preguntas de rigor, lo primero que pregunté fue porque razón esos tipos sabían tanto de mi, la respuesta no llegó, lo otro que pregunté es porque la mona me miraba de arriba abajo, la respuesta no llegó tampoco, entonces decidí no preguntar más, encendí un cigarrillo y procedí a dormirme en el camino, llegamos al sitio de la obra, me bajé del carro, saludé a las cuadrillas, fui presentado por el inspector de vías y los muchachos me dieron la bienvenida, como yo tenía órdenes desde Cali, pues no pasó a mayores, al fin de al cabo en mis funciones no estaba contemplado recorrer la obra.
Llegué al medio día al campamento y me encontré con el residente, un tipo de mediana estatura de unos 40 años, fumaba bastante, digo bastante porque yo en ese tiempo era fumador pero mientras yo me fumaba un cigarrillo hasta la marca, el tipo se fumaba el filtro y cuando se estaba quemando la boca prendía otro cigarrillo como empujado. Me lo presentaron, el tipo muy amable, pastuso de nombre Fabio C., ingeniero civil y había recorrido todo el país y trabajaba en Conciviles por primera vez, había llegado hace un mes y pidió la semana santa para descansar del stress. Lo vi inestable de voz temblorosa, muy nervioso, mal hablado, en fin tenía que hacer buena amistad con el tipo o por lo menos llevármelo bien por el bienestar mío y del ambiente en general. Esa tarde me convidó al pueblo, me presentó personas entre ellas el alcalde que era conocido de él, la gerente de la cooperativa, por su puesto muy bonita pero con hijos de diferente padre, eso
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no me gustó de la vieja, además fuimos nuevamente donde el interventor, sentí en el ambiente como disgusto de parte y parte, no hubo diría yo como sinceridad de los dos, no sé que había pasado, pero lo único que sabía en ese momento era que a mi me habían mandado para aliviar las cargas y desde el día anterior me había dado cuenta que al tipo había que tratarlo diferente, no sólo por la edad sino por el cargo que representaba. Minutos después salió la mujer y el residente y ella se saludaron con mucha confianza, dirigí la mirada a Don Antonio y vi en el desconfianza y disgusto y entendí la razón de ser del trato con Fabio mi compañero de campamento. Luego nos despedimos de la mano tanto de Don Antonio como de su mujer, no le supe el nombre, o no me lo dijo o se me olvidó.
Nos montamos en la camioneta y empezamos a recorrer el pueblo de lado a lado, con él si había más confianza, además el tipo ya me llevaba un mes de ventaja en el sector. El pueblo no es mayor cosa, dos grupos de casas a lado y lado de la carretera principal, diría que son dos cuadras hacia arriba, más dos hacia abajo y terminó el recorrido. El pastuso me habla muy pausadamente y me empieza a comentar como ve el la situación en ese sitio. El tipo lo primero que dice es que se quiere comer a la moza del interventor, razón por la cual yo deduzco sin comentarle a él, el disgusto del interventor hacia él. El tipo dice que los guerrillos de la montaña son del montón que no hay que pararle bolas, que ellos no son importantes e incluso dentro de la organización a la cual ellos pertenecen, le pregunto de las viejas y me dice que le han comentado que yo disque le caí bien a la mona, que el quiere la trigueña y que debemos demostrarle frescura y de pronto salir con ellas en alguna oportunidad. El me dice que las viejas no pueden dejarse ver por estos lados, razón por la cual ellas sólo pueden andar contoneándose por seguridad en Dabeiba, población que queda a media hora de la obra.
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El pastuso me propone que el domingo vayamos a Turbo y que nos llevemos a dos viejas para almorzar allá, el me dice que eso es lo que hace el hombre los fines de semana, que se lleva dos viejas que ha conocido durante la semana a almorzar a Turbo que queda a hora y media de Mutatá en carretera en buen estado, que el le mete la pata a esa camioneta y que si quiero conocer más de los alrededores que él pide la camioneta y que nos vayamos a que yo conozca los sitios de esos lados. Yo le digo que estoy esperando órdenes de Cali y que dependiendo de los resultados de la semana, lo pienso y muy probablemente arranco con él. Llegan nuevas órdenes y las proceso, la obra esta muy despelotada pero saco el tiempo el fin de semana para arreglar y acomodar las cosas cada una en su sitio. La mujer del interventor nos presenta dos de sus amigas y con ellas salimos el miércoles que es el día en que el pueblo se acuesta más tarde, porque el resto de los días incluyendo los domingos el pueblo se acuesta a las 6:00 de la tarde por seguridad, pero la semana partida, o sea el miércoles se ha destinado para que todo el mundo se eche a las petacas. Ese día nos encontramos con dos amigas de Fabio y el me presenta como el ingeniero nuevo de la obra y que llegué de Cali, en la rifa de mujeres me toca una mujer de pelo corto, de ojos negros, un cuerpito aceptable, me mira a los ojos y sin que yo le dé oportunidad se me lanza y me posa un beso en la mejilla y me dice que es en son de amistad, que se llama Martha que es separada y tiene dos hijos pero que no vive con el padre de ninguno de ellos, que por esos lados es la costumbre saludar al forastero de beso en la mejilla para generar confianza, el pastuso se ríe, al igual que su compañera. Entramos a la discoteca, un sitio con muchas mesas y en cada mesa un botella de whiskey, siendo paisas ni media de aguardiente, por allá todo el mundo toma whiskey porque es más barato y da más cache, además Turbo es puerto libre y todo el mundo aprovecha ese cuarto de hora. La discoteca muy oscura, mucha mujer sola, más mujeres que hombres a tal punto que en la pista de baile se ve bailar entre mujeres, los tipos o tímidos o no saben bailar, tocan una salsa y como la costumbre mía es bailar
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pegado la salsa y suave, siento que impongo un ritmo, una moda, cuando salgo a la pista veo a mi alrededor personas mirándome, personas que nunca antes en 3 días que llevo en el lugar había visto, personas que admiran mi forma de moverme, tal vez nunca habían visto a un caleño bailar salsa, de pronto solo en la tv, pero en esos momentos estaba dando mi show en vivo y en directo y fuera de eso gratis, la mujer que estaba conmigo, Martha me coge como su propiedad al ver que a mi alrededor la gente me hace corrillo para verme bailar, en otras palabras aprovecho el momento y bailo como nunca, por lo menos me diferencié de los demás por eso. Luego de la salsa suena un vallenato y lo bailo de la misma forma, ya había creado un estilo y a la gente incluida a mi pareja, le gustó el estilo de baile. Hubo un momento en que nos sentamos y empezamos a hablar, pero tenía clara varias cosas, una de ellas era que no me pensaba involucrar con una persona que tenía dos hijos de diferente padre, la otra es que no quería nada con una mujer en la cual poco confiaba pues quien quita si de pronto me estaba haciendo inteligencia a mí, de pronto para el lado de los guerrilleros o de pronto para el lado de los militares. En fin tenía que tener mis prevenciones porque no sabía si me estaba metiendo en problemas y recién llegado. Bien el llegó el día domingo y fuimos por las nuevas amigas para irnos a almorzar a Turbo, el pastuso y su amiga, el interventor y su mujer, y yo y mi nueva amiga. El pastuso iba manejando una de las Toyotas de la empresa, al pastuso le prestaban los carros, el me decía que había colocado como exigencia eso para quedarse en el lugar y a la empresa eso no le afectaba, además lo tenía contento. En fin en el carro iba el pastuso y su amiga, en la parte de atrás Martha y yo y en otro carro iba el interventor Don Fabio y su mujer.
Mi compañera de viaje se había vestido con una trusa enteriza, unos jeans muy ajustados, una blusa azul y muy escotada, tenía esos pechos muy parados y me los rosaba de vez en cuando, no se que quería la vieja, de pronto el tercero y un problema
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para mí para completar. El pastuso me miraba por el retrovisor, él y su acompañante se reían de ver como yo sufría cuando esa mujer me rosaba. En fin, parábamos en varias partes del trayecto hacia Turbo, nos bajábamos, comíamos lo que nos antojamos y estirábamos las piernas. En el otro lado Don Fabio y su mujer hacían lo propio. Pasamos por Carepa que es un sitio en donde se cultiva mucho banano, el olor a banano es insoportable, pero la gente esta acostumbrada al olor y como es el sustento de muchos finqueros, entonces la gente se aguanta.
Cuando llegamos a Turbo fuimos a conocer el mar, pues el mar en ese puerto es cosa diferente a todos los mares en donde he estado, yo diría por varias razones, una de ellas es que el mar no es tan puro como en otras partes, allí el mar es muy descuidado, tal vez por lo que es puerto y la gente que está alrededor no lo cuida, fuera de eso Turbo es un puerto bastante descuidado, el pueblo en sí es muy desordenado, lo único bueno de todo eso es que allí las cosas que llegan de los barcos son bastante económicas y otra de las cosas que me di cuenta es que hay carros que en ninguna parte del país he visto pero solo en esa parte del país, son carros que no son de marca conocida y solo pueden estar a cierto número de kilómetros de ese puerto con un permiso especial. Luego de Turbo en donde llegamos las tres parejas a almorzar, conversamos un poco y nos conocimos, a mi se me ocurrió preguntar que había después de Turbo y una de las niñas dijo que Necoclí pero que era peligroso por los problemas con la guerrilla, otra dijo que era buena idea conocer y que ahora esa población estaba muy custodiada por el ejército. El caso es que de Turbo pasamos a Necoclí allí demoramos poco más de media hora, el clima es cálido y las playas son de arena muy blanca, algo deshabitado, de pronto inseguro. Luego de esta visita relámpago nos devolvimos para Mutatá, nuestro destino. Cuando llegamos al municipio dejamos al interventor en su casa con su mujer, luego mi amigo me dejó en la plaza principal y yo llevé a Martha a su casa. Con ella a larga no quedamos en nada, pues
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las personas del pueblo que me conocían me habían advertido de los peligros de tener una mujer que no se sabe a quien pertenece, por esa razón lo de Martha quedó ahí, yo creo a larga que ella también pensaba lo mismo, no insistí y ella tampoco.
Luego que dejé a Martha en su casa caminé hacia el campamento, al rato llegó el pastuso y nos pusimos a conversar sobre el paseo, el me contaba que su amiga había estado hablando con él respecto a mi y Martha y que ella le había dicho que yo le interesaba pero que tenía que decidir sobre el destino de su vida con respecto a sus hijos, pero que yo estaba en esos planes, yo le dije al pastuso que le agradecía el cuarto pero que yo no me iba a meter con una mujer que tenía tres hijos quien sabe de quien y que si de pronto yo la embarazaba no serían tres sino me engrampaban los cuatro a mí, que no había caso, además el interventor me había dicho en confianza de que la vieja era como desorganizada en cuanto a hombres. La cosa quedó ahí, seguimos saliendo con las peladas sin llegar a compromisos.
Para el día de la madre recibimos una invitación muy particular, los amigos que teníamos en las montañas necesitaban hablar con uno de los dos de forma urgente, el pastuso me dijo que era peligroso, a lo cual le contesté que no fuéramos y que nos hiciéramos los desentendidos, lo que no sabíamos nosotros es que con esa gente no se juega, el caso es que nos mandaron un emisor para que la cita fuera cumplida, ese día de la madre, más exactamente el domingo 14 de mayo de 1995, fecha que nunca se me olvidará, llegamos muy cumplidos al restaurante que quedaba en la carretera, luego dos personas nos llevaron 5 o 6 kilómetros adelante y a mí me tuvieron en un sitio donde algunas veces nos reuníamos a jugar billar, este sitio tenía un espacio y en él una hamaca que normalmente era ocupada, mientras que yo esperaba al pastuso sentado en la hamaca y conversando con uno de los hombres a él lo subieron monte arriba, querían hablar con él muy
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seriamente, yo pensaba mientras tanto y cavilaba al respecto, porque no me subieron a mi en vez de al pastuso, la respuesta no se hizo esperar, era que él era de más rango a nivel jerárquico que yo, el tenía el cargo de residente y yo en cambio era el ingeniero de programación de la obra. Afortunadamente quien subió a la montaña fue el pastuso, si esta decisión hubiese sido tomada dos semanas antes, quien estaría en la montaña hubiese sido yo. Mientras pasaban las horas yo conversaba y conversaba con el otro individuo, fue un interrogatorio que duró más o menos dos horas largas, ese tipo me indagó de pies a cabeza, me preguntaba si mucho por los militares que teníamos de vecinos en el campamento, que cuantos eran, que como se llamaban el mandamás, en otras palabras el tipo quería que yo fuera el informante de ellos, cosa que me negué por varias razones y que le hice entender a mi modo, una de ellas era que el trabajo no me lo permitía, la otra era que el tipo pudiera pensar lo mismo de mí en dado caso. El pastuso nada que bajaba y el tipo llegó un momento en que me dijo que el pensaba que si no bajaba era porque lo iban a dejar allá, a mi la verdad me dio un susto de padre y señor mío, no lo podía creer, pero tampoco podía demostrarle miedo al tipo. Como a las 5:00 pm bajó el pastuso con uno de los tipos y una mujer, la primera impresión que me dio era que el había visto a la gente de frente y que nos estaban pidiendo o plata o maquinaria. El pastuso no me hablaba, en ese momento por mi cabeza me pasaron muchas cosas, me imaginé muchas situaciones delicadas y pensaba mucho en la familia. El tipo que estaba conmigo cada rato se tocaba el bolsillo y me infundía temor. Siempre todo el tiempo estaba convencido que ese tipo pensaba hacer algo conmigo o con el pastuso cuando bajara, pensaba que él era muy nervioso. Hubo un momento en que el pastuso les dijo que sí y me miró fijamente a la cara. En ese momento no supe que pensar, era tanta la ansiedad de lo que pudiera pasar que perdí el control de mi vida, de mi cuerpo y me cagué del susto, cierto, creánmelo, me cagué del susto!. Era algo incontrolable, pedí el baño prestado y me limpié con el pañuelo. Cuando salí el pastuso me dijo que nos
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fuéramos para el campamento y que en el camino conversábamos sobre la reunión, ya eran pasadas las 6:30 pm. En el camino el pastuso me dijo, esos tipos no están pidiendo plata esta vez, esos tipos quieren que les demos una volqueta, como usted es el encargado de esa parte la decisión es tuya. Me quedé de una sola pieza, y le dije, viejo es que usted les dijo que yo era el encargado de la maquinaria, pues si, me contestó fue la única forma de convencerlos de que no nos llevaran a los dos, ellos querían dejar a uno de los dos, mientras el otro iba por la volqueta, o sea que tenemos que llamar a Cali apenas lleguemos y pedir autorización para entregarles el equipo. Seguí fumando de una forma desesperada, no me lo podía creer, que estaría pensando mi madre en esos momentos, pues me había pasado todo el día sentado en una hamaca y no la había llamado, pero tampoco podía llamarla a contarle semejante noticia. Llegamos al campamento, no íbamos a comentarlo con nadie, ni siquiera con compañeros de trabajo ni mucho menos con los militares que eran nuestros vecinos, era muy delicada la situación, lo que si tenía yo claro era que a primera hora de la mañana del día siguiente tenía que llamar a Cali y hablar con el gerente de la empresa y solicitarle permiso para entregar el equipo o sino alguno de los dos iría a la fuerza, esa era la razón. Como era de esperarse esa noche pasé una noche de perros, se puede decir que no dormí nada, creo que unas dos o tres horas, pensando en como le iba a decir a mis jefes del pedido de los muchachos de la montaña.
A la mañana siguiente hice varias cosas antes de llamar a la empresa, le dije al conductor que me llevara al pueblo, estuvimos un buen rato, estuve en la casa del interventor, el me prestó el teléfono, llamé a mi madre para desearle un día atrasado de día de la madre. Luego de la llamada a la familia colgué el teléfono y sin que el pastuso se diera cuenta le dije a Don Antonio que necesitaba hablar con él en privado pero que el pastuso no se diera cuenta. Como yo sabía que el pastuso le tiraba los perros a la mujer del interventor,
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le dije a este que saliéramos a conversar a la calle un poco respecto a la obra, que nos tomáramos algo en la plaza. Eso hicimos y le comenté al interventor de lo sucedido el día anterior, el tipo este sabía de antemano que iba a pasar, él sabía no sé porque medios que los guerrillos nos iban a pedir algo a cambio y que tenía que ver con la empresa. El me aconsejó que llamara al gerente de la empresa a Cali y le comentara lo sucedido, me dijo además que iba a decirle a su mujer que saliera con el pastuso y que yo desde su casa hiciera la llamada, que no era conveniente que yo llamara ni del campamento, ni de la oficina de telecom. Eso pasó, el pastuso se fue con la mujer del interventor a una cafetería, mientras eso pasaba yo me quedé en la casa con el interventor realizando la llamada a Cali a las oficinas de Conciviles. Cuando pude por fin hablar con el gerente, con el cual tenía para esa época buenas relaciones, le comenté la razón que había mandado la guerrilla con respecto al trabajo de la empresa en la región, con respecto a la maquinaria y los equipos que teníamos que entregar para que no siguieran vacunando a la empresa, de la tranquilidad de cada una de las personas que trabajábamos en la obra, en fin fueron varias las peticiones de estos tipos a la empresa y tenían que cumplirse a la mayor brevedad. Afortunadamente como tenía el trabajo muy organizado desde un comienzo, sabía cuanta plata la empresa había pagado en vacunas y aportes a la guerra, eso me sirvió para hacerle ver a mi jefe máximo de que lo que estaban pidiendo era menos de lo que se estaba pagando. Mi jefe bastante reacio a todos los requerimientos me dijo que ellos tenían que reunirse con la junta directiva y conversar estas cosas con los socios, que no estaba en sus manos de momento tomar una decisión tan difícil. El me dijo que cuantas de las personas que estuvimos en la cita sabían de las peticiones de la guerrilla, le dije que solo el residente, el interventor que sabía de antemano; que el resto del personal no sabían de nuestra ausencia el día de la madre ni las razones. Me dijo que el manejo que se le tenía que dar a todo este asunto era de vital importancia para el futuro de la empresa en la región y que me autorizaba a mí para tomar las decisiones que la
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junta decida, que yo como era más antiguo que el residente en la empresa que él confiaba en mí. Realmente con Fabio no había mucha confianza como para tomar decisiones, pienso que el gerente me tenía mucha confianza para decidir que se podría hacer en este caso, a mi lo único que no me parecía era que el gerente como no estaba frenteando la situación se hacía a ratos el desentendido.
Llegó el día jueves y la respuesta de Cali no llegaba, debido a esto, la guerrilla nos mando una nota con uno de sus emisarios, que si no les cumplíamos nos quitaban la dinamita, esa parte nunca la pude entender, además porque no sabía muy bien de cómo era el manejo de eso. Cuando la guerrilla nos quitaba la dinamita, nosotros no éramos los quien la transportábamos, era el ejército y ellos lo tomaban como un golpe militar no directamente a la empresa. El caso es que en la programación estaba para los próximos 10 días, unas cargas para volar una parte de la carretera y para eso necesitábamos el permiso del ejército que duraba entre 3 y 5 días, si esto no se hacía en los tiempos establecidos se nos corría la programación por lo menos un mes más y con la amenaza de robo estábamos a punto de un retraso y eso en dinero le costaría a la empresa una cantidad importante. Eso también se lo hice ver al gerente en la llamada. Mientras yo estaba en el pueblo haciendo las llamadas le dije al señor de los equipos y materiales que hiciera un inventario rápido mientras yo llegaba, con eso ganaba algo de tiempo, también le dije que metiera dentro de estos, la volqueta que cogíamos como repuestos para arreglar las otras. Ese día almorcé con el interventor, la mujer y el pastuso; el pastuso como era de esperarse me hacía señas con respecto a lo que estaba pasando y yo le di varias vueltas para que el tipo no sospechara, yo la verdad poco confiaba en él, además no se que habrá prometido el tipo en la montaña, de pronto lo que me había dicho no era toda la verdad y fácilmente me estaba entregando, eso no lo sabía ni lo iba a averiguar.
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En vista de que en la empresa no daban razones ni llamaban ni nada por el estilo y con esta gente no se puede uno hacer el desentendido, le dije al encargado de equipos de apellido Banderas, así como el actor y entre los dos resolvimos que la volqueta que utilizábamos como repuesto sería la que entregaríamos a la guerrilla cuando la junta de la empresa tomara la decisión. El señor de equipos era otra de las personas de confianza de la gerencia y se podía decir que era como mi mano derecha y una persona en quien confiar. Llegó el fin de semana y el sábado muy de mañana me fui a pie para el pueblo y le dije al interventor que me volviera a prestar el teléfono para hacer una nueva llamada a Cali, me comuniqué directamente con el gerente y le comenté que no podía esperar más tiempo, el gerente estaba totalmente reacio a tomar una decisión y le dije acerca de la decisión que habíamos tomado junto con el encargado de equipos, al gerente no le gustó pero le dije que quien estaba colocando el pellejo aquí no era el sino yo y no iba a exponer mi vida por ninguna plata del mundo, que era la mejor decisión, que con toda la plata en vacunas que se había pagado se hubiesen comprado muchos equipos y que lo que íbamos a hacer sería una muy buena inversión a largo plazo. Yo sabía que al tipo había que darle razones más que opiniones sueltas. Terminó la llamada me dio carta blanca para manejar la situación, luego hablé con el encargado de equipos y le pusimos a estos tipos la volqueta a 2 kilómetros del estadero que quedaba a 15 minutos de la obra. En conclusión había que darle a la empresa soluciones y mejoramiento a la calidad de vida de cada uno de los compañeros de trabajo, como era obvio esto solo se supo a nivel operativo en la empresa, por parte del gerente pues no hubo felicitación ni nada, tampoco me lo esperaba, pero sabía que esto me traería confianza entre los directivos y de pronto estabilidad en la empresa. La única persona que me llamó por la decisión fue el director del proyecto que no se acercaba a Mutatá pues años atrás la guerrilla lo secuestro y el pudo salir con su plata, la empresa en ese tiempo no le respondió, pero el podía dirigirla a distancia desde Medellín y la empresa lo aceptó.
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A mediados de Junio con el pastuso nos fuimos de rumba con dos peladas que días atrás habíamos conocido en la carretera, que locura, nos estábamos metiendo en la boca del lobo y no lo medimos, el caso es que un buen día mi compañero de batallas me trajo la noticia de que las amigas de la montaña querían salir de rumba con nosotros, el me decía que la mona no se aguantaba un día más sin verme y que quería que la invitara a rumbear a Dabeiba. Como llevaba más de dos meses sin nada de nada y la amiga del pueblo pues con ella no se podía, entonces como la carne es débil le seguí la cuerda al pastuso y nos fuimos un sábado con amanecida hasta el medio día del domingo para Dabeiba con las amigas de la guerrilla, para nosotros no eran el enemigo, eran dos peladas que querían tener algo pasajero con nosotros y nosotros con ellas, el caso es que bailamos, cantamos, bebimos e hicimos de todo con estas viejas en esa discoteca. En la obra algunas personas sabían de nuestro viaje pues en esos sitios todo se sabe, debido a las relaciones que nosotros manejábamos con ellos, pues ellos a su vez en cierta forma nos daban permiso de tener ciertos excesos y nosotros lo disfrutábamos igual. El caso es que el domingo los cuatro desayunamos como a eso de las 11:00 am, luego de eso, nos fuimos a comprarles algo bonito a las peladas, yo con mi mona quedé en buenas relaciones, tanto que cada vez que iba a la obra nos metíamos al estadero un rato y nos dábamos gusto mutuamente.
A finales de junio el residente de la obra asistió a una fiesta en el pueblo, el tipo era un barril sin fondo, el tipo tomaba y fumaba de una forma desaforada, en esa fiesta él se descontroló tanto que habló hasta por los codos, el dijo todo lo que nosotros habíamos hecho semanas atrás con las peladas de la guerrilla, también hablo acerca de nuestro corto paso por la montaña, también habló del negocio que yo hice con la guerrilla, claro esta con la venia de la empresa, en fin dijo cosas que no debía decir, aunque medio
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pueblo sabía de las relaciones indirectas de la empresa con esa gente, a decir verdad no hay una empresa constructora de la región que no se meta la mano al bolsillo para construir la guerra, eso es normal y todo el mundo lo acepta quiera o no, a las buenas o a las malas, el caso es que al amigo pastuso lo tuvimos que sacar medio escondido, porque lo que no sabía el es, que en esa reunión habían militares y amigos de la guerrilla y a mi me llego la comunicación de la montaña por parte de la mona de que era mejor que lo sacáramos del pueblo o sino su vida corría peligro, así se hizo, al tipo lo sacamos casi a la madrugada y lo metimos en un taxi de confianza que lo llevó a Chigorodó, la empresa supo de esto y en vista de que no me brindaba ninguna seguridad a mi tampoco, dos semanas después de esto decidí que era mejor salir de la zona y así evitar sustos a futuro, me dolió un poco salir pues el sueldo y las entradas extras que tenía en esos días eran muy buenas, pero la seguridad de mi vida era una prioridad. Con la mona quedamos en buenas relaciones ella quería que yo me fuera a vivir con ella y que ingresara a las filas, la verdad no tuve ni si quiera tiempo de pensar en eso pues mis ideas acerca de esa situación siempre han sido y serán de rechazo. A principios de Julio regreso a la ciudad de Cali.
Estando en Cali, se me presenta una nueva oportunidad con Ingetec S.A. en la ciudad de Tauramena (Casanare), mi antiguo jefe de Cali habló con la gente de la empresa en Bogotá para que a mi me incluyeran en uno de los proyectos, así lo hicieron, el caso es que en octubre de 1996 me encontraba yo en la ciudad de Yopal cumpliendo un contrato por tres meses con la BP por medio de Ingetec, que incluía los municipios de Aguazul y Tauramena. Cuando llegué a Bogotá había que cuadrar algunas cosas en la empresa como el cargo por ejemplo, pues desde Cali había salido con uno y cuando llegué a Bogotá me habían cuadrado el cargo de Inspector de Seguridad por mi experiencia como ingeniero industrial y por cursos que había tomado como preparación para el cargo, era
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más plata y más responsabilidades, entonces estuve por 2 días y luego continué con el viaje en avión Bogotá-Yopal. Llegué a Yopal me di un recorrido por el municipio, realmente hay poco que conocer, además con la gente que iba a trabajar entre ingenieros y auxiliares, eran personas que rara vez habían estado en un campamento, pero había que relacionarse con ellos. Cuando llegó la noche me encontré con un par de personas que años atrás habían ido a Cali a participar en uno de nuestros proyectos y estas personas se encargaron de relacionarme con los demás integrantes del equipo, tenía yo dos posibilidades, o me iba a vivir con todos los ingenieros y con reglas o me quedaba en un hotel compartiendo habitación con una persona conocida y sin reglas de dormida, de convivencia y esas cosas. Entonces decidí pues vivir en el hotel donde se estaba quedando la mayoría de la gente, es más mi jefe inmediato tampoco había querido irse a vivir donde estaba los ingenieros por las reglas y esas cosas, el también vivía en el hotel. El hotel quedaba cerca del hospital y cerca a la zona rosa de Yopal.
Casi todas las noches había algo que hacer, pues con los compañeros hicimos buena relación y nos divertíamos bastante. Yo tenía como jefe inmediato a un Ing. Civil de Bogotá, buen amigo y compañero de trabajo, llevaba varios años con Ingetec y era de los pocos que había salido a campo, además tenía como cierta rensilla casada con otro de los ingenieros que era uno de los líderes de la otra vivienda, al ver que el residente no se había quedado con ellos sino por el contrario se quedó con nosotros en el hotel, pues ellos le tenían cierto recelo, por llamarlo de alguna forma, el caso es que cuando llegamos a Yopal, hay que decir que nosotros de todo el grupo éramos los primeros que salíamos para la obra y los primeros que llegábamos, por esta razón también había cierta envidia en el trabajo, era una situación bastante incómoda pero con la diferencia era que nuestra obra era la más adelantada, además de todos éramos los que teníamos mejores relaciones con la gente de BP.
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En una ocasión llegamos un viernes más temprano que de costumbre a Yopal, eran como las 5:00 pm y con el Ing. , el conductor y un inspector nos tomamos unas cervezas en una fuente de soda que quedaba en la misma acera del hotel, esa fuente de soda era administrada por una mujer de unos 45 años oriunda de la ciudad de Yopal, muy simpática y que desde un principio me llamó la atención porque nos miraba mucho, no tanto la mirada para el residente y los demás compañeros de farra sino muy metida en mí. Como era obvio y por advertencias de gente de Bogotá, que nos dijo que entre menos amistades de la región mucho mejor, pero en este caso había que hacer una excepción puesto que la señora no era del montón por así decirlo. En esa ocasión no pasó la cosa a mayores, pues éramos como forasteros tomando unas cervezas ocasionales, pero el resto de días que nos sentábamos en la fuente de soda, notaba que esta mujer me daba más prelación en todo a mí que a los demás; mis compañeros de mesa me lo hacían saber, pero yo era reacio a tomar cualquier decisión, pues estaba en juego de pronto el puesto, por las incomodidades de los otros residentes con el jefe mío y la idea era no dar papaya. Un día cualquiera me probé a ver que realidad y que era fantasía, cuando llegamos de Tauramena fui a la fuente de soda a comerme un perro caliente, la mujer me lo sirvió y se sentó al lado mío a hacerme la conversación, como era obvio yo le conté lo necesario, tampoco era para alargarme en carreta y hacer una charla amena pues las advertencias habían venido incluso desde Bogotá, para el sostenimiento y las buenas relaciones con las personas de la zona. Con la doña realmente no quedamos en nada ese día, pero fui su invitado para el día domingo siguiente, ella vivía sola en la casa que quedaba contigua a la fuente de soda, con su hijo de 20 años, una hermana, separada con un hijo.
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El día domingo para cumplir la cita del almuerzo le llevé un ramo de rosas como presente para el, esta mujer no cabía de la dicha y un botella de vino para acompañar el almuerzo, quedé muy bien con la entrada a esa casa, las personas que la habitaban eran personas muy decentes, muy cordiales y muy atentas. Hice muy buena relación con su hermana y su hijo, a tal punto que me convertí de la noche a la mañana en su asesor pues el muchacho quería aprender sistemas y estaba muy buñuelo en eso. Ya tenía otro pretexto para entrar a esa casa. Con la doña a parte de mucha cordialidad hubo cierta química, a tal punto que me invitó a su hamaca, algo que nunca se me hubiera ocurrido ni si quiera proponer, es más supe por fuentes externas de la región que si una mujer lo invita a uno a su hamaca es porque quiere algo con uno. Con esa salvedad y con las atenciones de la doña yo se puede decir que tenía la sartén en la mano. Pero una cosa si era cierta y era que tenía que guardar el secreto a los compañeros pues si esto se sabía en Bogotá, no era conveniente ni para mí ni para el desarrollo del contrato. El caso es que retocé un buen rato con la doña y luego me vine para el hotel. Lo que no sabía era que ya era vox populi la relación mía con la doña, el residente jefe mío, me advirtió que no se me fuera a salir esa relación de las manos y la verdad lo tomé como un consejo.
Con esta mujer luego de dormir en hamaca acompañado y pasar una que otra noche luego con ella en su casa y con la aprobación de su familia casi todo el desarrollo del contrato, es más, recuerdo que en Bogotá se supo esto pero los jefes no le pusieron mayor inconveniente mientras yo lo pudiera controlar e incluso me propusieron para que me fuera a vivir a Tauramena pues allá se necesitaba mucho un inspector de seguridad con estadía fija y para romper mi compromiso con la doña, le comente a mi compañera de hamaca y a ella poco le gustaba la idea, de todo esto pude comprobar y fue un hecho de que fue más el terror de la gente envidiosa, pues en el propio Tauramena los otros residentes tenían más poder y en cambio nosotros como íbamos solo de entrada por
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salida todos los días, pues a nosotros no nos ponían problemas. Nuestra relación de amigos por así decirlo duró casi todo el tiempo que estuve en la zona, digo de amigos porque yo nunca me le declaré, ella nunca lo pidió, solo era una mujer que había enviudado unos años atrás y vio en mí una forma de desahogarse y yo lo permití y yo lo acepté.
Como los otros ingenieros salían más tarde de Tauramena y a nosotros los ingenieros de BP nos habían advertido que los problemas de la guerrilla estaban latentes pero eran controlables, pues un día pasó lo que nadie quería que sucediera, en el trayecto entre Tauramena y Aguazul a eso de las 7:30 pm un comando de la guerrilla asaltó el carro del ingeniero director del proyecto, en esa carro iban a parte del conductor, un inspector y otro residente de la empresa. La guerrilla solo se quedó con el director del proyecto, pues para ellos era quien más pesaba. Nosotros digamos que nos salvamos pues nosotros siempre salíamos de Tauramena entre las 5 y las 6 de tarde por seguridad. Cuando la empresa supo del secuestro de este individuo, suspendió el contrato y yo renuncié al mismo. Mi amiga lo entendió igual, nosotros en cierta forma habíamos llegado a comprendernos y había sembrado en mí un sentimiento, pero las circunstancias y ella lo entendió así, nos hizo separarnos y a la semana siguiente estaba en un avión en la ciudad de Cali.
Cuando llegué a Cali ya era mediados de diciembre del año 96, sin trabajo porque la empresa no nos aseguró nada y porque las condiciones no eran muy claras en esa época. Ese diciembre fue algo raro pues era la primera vez que no tenía novia y no tenía con quien salir, ya había terminado las relaciones con Liliana, no sabía nada de Martha Susana y me encontraba en mucha soledad. Aunque en Yopal había dejado una mujer
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muy chévere y con la cual había vivido una relación muy extraña por las circunstancias, no había retorno y tenía que continuar con mi vida.
Estando un día en la casa me llamó Jaime H. de la Constructora 81 para que le colaborara en un proyecto que tenía en mente, me preguntó que estaba haciendo, que como me había ido en el Casanare y que si me interesaba trabajar en ese resto de diciembre, yo le dije que si, que no tenía mucho que perder y que le colaboraría. En su oficina trabajan varias personas: una mujer que se desempeñaba como su secretaria, flaquita, bonita y que compartía su vida con un tipo que la explotaba; un auxiliar de ingeniería que estudiaba ingeniería industrial en la autónoma y estaba en sexto semestre, pero era muy bueno en autocad y bueno con las mujeres; un administrador que era hermano de su socio, Jaime H. ingeniero civil calculista y yo que iba a ser toda la parte de programación de los proyectos a medida que se presentaran. Con ellos trabajé todo el resto del 96 y parte del año 97. La relación familiar en un principio era buena al igual que la relación laboral. Ellos eran no solo calculistas sino que se convirtieron en consultores e interventores de obras, en esa parte del trabajo yo me convertí por así decirlo en la mano derecha de Jaime H., pues con mi experiencia en programación aprovechamos para darle una mano y pulir esa parte de la empresa que estaba en manos de una persona que poco le paraba bolas, cuando yo llegué a la empresa y me hice cargo de esa parte, la empresa ganó contratos de interventoría y de consultoría, además que yo me metí algunos pesos extras al bolsillo pues mi colaboración fue fundamental para lograr esos objetivos.
Estando en la empresa me relacioné mucho con los compañeros de universidad de Jaime H. y de Víctor H. mi compañero de Ingetec, ellos se reunían con cierta frecuencia para hacer no solo negocios sino para conversar de las familias y esas cosas. De tanto participar en esas reuniones a las cuales Jaime H. me invitaba logré relacionarme con
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Diego O. que era el dueño y gerente de la empresa Construvalle, esta empresa era más grande y más robusta que Constructora 81, tenía más personal, más obras y más campo en donde poder desarrollarme. Yo le dije a Diego que tenía que terminar algunos proyectos que había iniciado con la otra empresa y que cuando los finalizara hablaría nuevamente con él. Diego y Jaime tenían una buena relación tanto personal como de negocios y yo inicialmente pasaría a la otra empresa para hacer unas asesorías en programación y en costos. Estando entre Constructora 81 y Construvalle, conocía los Vargas, que eran ingenieros civiles y uno de ellos era compañero de estudios del mismo grupo de la universidad de Jaime, Diego y Víctor. Este ingeniero me propuso para que dictara un curso de Edificar que en esos tiempos a parte de Project y Primavera, que eran manejadores de proyectos, este lo utilizaban más los arquitectos para costear obras y en el cual yo tenía muy buena experiencia. El caso es que yo dicté un par de cursos en la empresa de los Vargas y me convertí además en su asesor para lo referente a sistemas. Eso me servía pues no solo repartía el tiempo entre una empresa y la otra sino que en la parte económica tenía entradas extras. Además de los Vargas a la oficina de Jaime H. iba algunas tardes una amiga y compañera de ellos de la universidad
a colaborarle en
algunos proyectos, ella también tenía una empresa de ingeniería civil y con ella también dicté cursos de Project y de Office. El caso es que por tener unas relaciones aceptables con todo ese grupo se me abrieron las puertas de muchos contratos y los cuales aproveché al máximo. Además porque las relaciones amorosas que tenía en el momento demandaban un dinero extra que en otras circunstancias hubiese escaseado.
Con la Constructora 81 las relaciones se deterioraron debido a que me propusieron para un proyecto en Montería, hice toda la programación inicial del mismo, los costos, es más contratamos personal para los pliegos y toda esa gente no recibió lo que estos personajes les habían prometido, en cuanto a mí me pagaron solo el 50% de lo que se había
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acordado en un principio, el resto de la plata nunca llegó, las relaciones con Jaime H. y los Vargas se deterioraron y yo decidí que era el momento para renunciar e irme a trabajar con otra empresa.
Para mediados del año 98 ya estaba trabajando con Construvalle de tiempo completo, no por contrato sino por prestación de servicios, allí no solo trabajaba en Project sino que trabajaba con una versión de Edificar y además hacíamos algunos trabajos en Excel en el cual era muy bueno. Estando en Construvalle hice grandes amigos entre los compañeros de trabajo, Construvalle era una empresa mucho más grande, con más proyectos a mediano y largo plazo y mucho más organizada. Allí conocí a Luis Eduardo O. que era hermano de Diego O. y que se encargaba de todos los proyectos que tenían por el Departamento del Valle. Me convertí en la mano derecha de Luis Eduardo a nivel laboral además se estrechó un vínculo de amistad, pues también en esa parte había entendimiento y de esto nació una bonita amistad que ha perdurado con el paso del tiempo. Con Construvalle duré casi todo el año 98, les colaboré en varios proyectos no solo en la Cali sino en muchos municipios del departamento.
A finales del año 1999 y principios del año 2000, decidí cambiar mi destino laboral, pues compañeros arquitectos y algunos compañeros ingenieros no tenían obras ni proyectos, la ciudad había caído en una recesión tanto económica como laboral y las oportunidades laborales escaseaban, los amigos de Construvalle cerraron la empresa al igual que los Vargas y Constructora 81, la construcción en la ciudad tuvo un revés importante e hizo que las personas que nos movíamos en ese campo cambiáramos de actitud y exploráramos otros campos. Simplemente apliqué todos mis esfuerzos en tratar de conseguir contratos con ex compañeros que se movían en el área de los sistemas y como desde la universidad mi dedicación era una de mis mayores virtudes, me di a la tarea de
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subcontratarme. Conseguí con amigos del pasado contratos de sistemas, mantenimiento, pruebas del año 2000 - que a propósito fue una gran mentira que se la inventó no se quien para vender más equipos y más software-, contratos de montajes de sistemas y como venía de empresas que preparaban licitaciones y tenía muy buenos conocimientos en eso, participamos con un amigo de Conciviles en un contrato para una empresa de montaje de sistemas y redes, ellos querían que nosotros no solo le armáramos una licitación sino que le enseñáramos a manejar Project al personal de la empresa, como mi fuerte y mi trabajo en las constructoras era bajo ese programa, entonces yo me encargué de dictarlo al personal, allí tuve muy buenas relaciones con los dueños y más exactamente con la gerente e hija del socio mayoritario, con ellos estuvimos trabajando como contratista durante más o menos 6 meses y luego que la asesoría concluyó tuve buenas relaciones con ellos a nivel familiar.
Luego que estos contratos se terminaron tuve la fortuna de que me llamaran de un call center, Global Voz de Jenner R., mi hermano mayor y su socio Beno G.. Aunque no era de tiempo completo acepté pues la oportunidad había que aprovecharla y además no tenía buenas expectativas a nivel laboral, en Cali las cosas iban de mal en peor y esa oportunidad era para mí. A parte de trabajar para ellos también tenía pequeños contratos con ingenieros civiles amigos del pasado que me llamaban para pequeños proyectos, tanto con la empresa como tal como con pequeños proyectos así me sostuve por tres años más. En el call center primero estuve recogiendo datos todos los días de la plataforma IVR, ellos tenían una serie importante de negocios y mi función era recuperar esos datos que arrojaba la plataforma y luego procesarlos en Access, de ahí sacar un informe y presentarlo al gerente de la empresa, esto realmente no me tomaba mayor tiempo y eso quería decir que yo con el resto del tiempo podía ocuparlo en diferentes actividades. Luego esta empresa se ganó un contrato de mantenimiento y venta de
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teléfonos con la empresa de teléfonos de Cali, Emcali, en esa oportunidad en la empresa no había una persona que se encargara de manejar el software, razón por la cual me lo propusieron a mí, es más también había la posibilidad de trabajar con ellos mucho más tiempo, entonces decidí aceptar y mi cargo era el de coordinador del grupo de comercialización de líneas telefónicas en desarrollo de la parte de telemercadeo que implicaba además relación con Emcali con la sección de instalaciones telefónicas y registro de nuevos usuarios en la base de datos de suscriptores sitel que era el software que utilizaba la telefónica para venta, mercadeo y mantenimiento de sus líneas. Yo me convertí gracias a mi constancia en experto en ese programa, con el tiempo de sobra hacía los trabajos que venía haciendo con anterioridad. Con la parte de ventas y mantenimiento de redes duramos como 6 meses. Luego el técnico de la empresa renunció y como yo ya tenía bases para operar los equipos por todo el tiempo que llevaba con ellos y además que siempre me ha gustado aprender y soy muy atento a eso, entonces me encargaron de la parte técnica de los equipos y entre mis funciones como coordinador de soporte técnico eran de coordinar la recepción de reclamos en la prestación servicios telefónicos de tarifa con prima que es en palabras de la calle, esas llamadas que hacen los usuarios y que tienen un cobro mayor a la de una llamada local, además seguía generando informes desde la plataforma, también fu operador y coordinador en la plataforma técnica IVR del Call Center, desarrollando las siguientes funciones: supervisión de la operación de las diferentes aplicaciones y programas, generación de informes técnicos diarios de ocupación de recursos, gestión y tráfico de llamadas. Con todas estas funciones que con el tiempo se fueron afianzando más en la empresa tenía mucho terreno ganado pero había algo que me faltaba y era la parte de programación que para mí siempre fue importante. Empecé a hacerlo primero clonando aplicaciones existentes y luego haciendo unas propias, cuando se lo propuse a mis jefes hubo una reacción de rechazo pero a la vez de aplauso, rechazo porque uno de los
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dueños era quien programaba y yo por así decirlo le estaba invadiendo el terreno, además a mi no me habían contratado para eso, decidí entonces guardar para mí esas aplicaciones.
En el año 2003 a mediados de mayo decidimos con mi mamá más por cosa de ella que por cosa mía que hay que dejar Cali, ella esta aburrida porque no le gusta la soledad, además ve que sus hijas la tiran mucho y yo veo que en la empresa mis posibilidades se ven mermadas, razón por la cual decido terminar el contrato, además pues el antiguo técnico había regresado a ella, uno de los dueños que estaba por fuera del país también había regresado y la carga laboral mía había igualmente mermado. En cuanto a las aplicaciones que me había inventado las tuve para esta empresa pero en vista de que no habían dado frutos pues unos amigos de otra empresa me tentaron y decidí vender la idea, me dio en cierta forma lástima de que mi empresa Global Voz no se quedara con ellas, pero ellos no mostraron el interés y yo necesitaba el dinero, no me sobraba pero ante la posibilidad de tenerlo pues bienvenido sea.
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Capítulo IX Mi familia de Cali
Para hablar de mis queridos primos y mi relación con ellos tendría que escribir otro libro, pero la idea acá no es quitarme importancia sino por el contrario relatar de una forma amistosa como fue la relación mía con las personas de mi familia que marcaron de una u otra forma los estadios de mi vida. Ya en capítulos anteriores había hablado de los primos de Pereira los hijos de mi primo hermano Bernardo, el de la fábrica de helados, pero en esta parte del libro quiero hablar de los primos que de una u otra forma marcaron positivamente mi vida, no hablaré porque no viene al caso de los malos ratos sino de las cosas positivas y que es la idea en esta historia.
Aunque en esta parte de la historia hablaré de las personas que más me marcaron no quiere decir que los demás no sean importantes, son muy importantes, lo que sucede es que he querido darle un espacio a algunos de ellos.
Empecemos pues: Uno de los primos que cuando lo conocí empecé por así decirlo una amistad fue con Jaime H., con el nos conocimos en Cali en una de las tantas reuniones familiares, con él y sus hermanos cuando yo iba de vacaciones a Cali pasábamos mucho rato juntos, el hombre basquetbolista y muy bueno por cierto, con Jaime H. digamos que paso de todo, paso de una muy buena amistad a una amistad por el compromiso familiar, porque razón se preguntará usted y yo le contesto, empezó todo muy rápido pues el personaje era
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bastante variable, con el pasamos muchos momentos de nuestras vidas y tanto el influyó en mi como yo en cierta forma en él, con el hombre pasábamos tanto tiempo hablando, conversando, rumbeando que terminé trabajando con la empresa de la cual es dueño en la ciudad de Cali, allí fue cuando me di cuenta de tantas cosas que uno a veces hace sin pensar, pues una cosa es la familia y otra cosa los negocios, razón por la cual la amistad de años atrás aquí en cierta forma dio un giro a tal punto que simplemente nos saludamos y nada.
Otro de los primos que quiero mucho y sé que el siente lo mismo que yo es Harold, el payaso de la familia hoy convertido en cristiano pero que le respeto esa nueva vocación. Con Harold no solo nos contábamos las cosas e incluso personales sino que fue más que un primo, fue un verdadero amigo, amigo de verdad, a tal punto que recuerdo hoy cuando escribo estas palabras y las poso en el papel, recuerdo y jamás se me podrá olvidar un diciembre en Pance, Pance para los que no conocen la historia es un sector del sur de Cali, allí viven las personas en lotes muy grandes y mis primas Nancy, Alicia y Esperanza compraron un lote muy grande y cada una construyó una casa seguida de la otra. En ese sitio se celebraban las reuniones no solo en diciembre sino se celebraban cualquier fecha especial, pero para esta parte del libro voy a relatar una muy especial, fue un diciembre, la fecha tal vez año 1995, en ese diciembre como en todos los que pase con gusto con ellos paso algo gracioso, estaba de moda Tola y Maruja y a mi querida prima Esperanza se le ocurrió que Harold fuera Tola y Carlos Maruja, con disfraz incluido nos dimos a la tarea de entregar los regalos a todos y cada uno de las personas que estaban en esa noche departiendo la navidad. Muy gracioso tanto Harold como yo nos divertimos como enanos no solo de ver las cosas que nos salian cuando llamábamos a alguna persona grande, mediana o pequeña siempre hubo algo para compartir con ella y los disfraces fueron la
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nota graciosa del momento. Con Harold no solo hubo y habrá una muy buena amistad sino que siempre lo recordaré por su capacidad de dialogo, su capacidad de obrar.
Alberto, hermano de Harold, con Alberto pasaron cosas bien agradables, éramos con Alicia su hermana y Hugo José hermano de Jaime Hernan como los 4 mosqueteros, de arriba para abajo, saliamos en cualquier plan y siempre los cuatro, eramos como la rosca de los primos, cuando yo llegaba a Cali de vacaciones de estudio se podía decir que ya tenia el itinerario para todas las vacaciones porque entre ellos se reunian y lo planeaban todo, muy gracioso por cierto, pero es la realidad de esa época. Me dio mucho gusto haberme encontrado con esas personas en esa etapa de mi vida. Alberto estudiaba Medicina en Cali y luego se fue para Puebla (Mexico) a terminar la carrera. Alla conoció a una linda manita y se caso con ella y tiene dos hijos, la pareja. Recuerdo que en una de las venidas de Alberto de vacaciones llego con su esposa y sus hijos a Cali, hubo una celebración de bienvenida a la cual fui uno de los invitados, que divertido estuve, aunque de 30 o 40 personas que habíamos en esa casa solo éramos diferentes algunos primos invitados, el resto de personas eran médicos compañeros de Alberto de su primera universidad. Alli conoci a un par de buenas médicas con las cuales en alguna oportunidad tuve una oscultación técnica, pero eso quedó ahí. Alberto trajo tequila para medio Cali y nos enseño a preparar un coctel Peps que le llaman en México, ese preparado se utiliza con SevenUp y un trago de tequila, se estrella la copa de tequila con un poco de SevenUp y se produce una bebida combinada de las dos, eso dicen ellos que es lo que toman los pelados en Mexico para que les salga barata la tomada, nosotros de primíparas también lo hicimos pero no sabíamos los resultados, el caso es que uno como eso le sabe a champaña pues uno toma y toma y toma, pero lo que no sabíamos era que eso lo
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emborracha muy rápido a uno. Hay la razón por la cual a los jóvenes en Mexico les gusta tanto.
Otro de los primos de Cali que quiero mucho es Fernando, con Fernando, su esposa y sus hijos tuve una muy buena relación a tal punto que a hoy nos recordamos con mucha nostalgia y nos hablamos de vez en cuando. Con Fernando en especial hubo mucha empatía, hubo consejos de parte y parte y fue una de las personas que más me marco en la vida, con el y su esposa Amparo tuvimos una muy buena relación, hubo en algún momento un distanciamiento pero fue felizmente superado, pero no fue un distanciamiento por cosas que pasan, fue por las distancias, pues él y su familia se fueron de Cali por un tiempo pero el dialogo y la amistad fueron perdurantes. Fernando a parte de ser una persona importante en mi vida fue una persona que me ayudo mucho a construir lo que soy ahora. Gracias primazo del alma.
Adriana, hermana de Fernando, esa mujer era y seguirá siendo incondicional, que belleza de persona, Adriana inconfundible una persona con mucha capacidad de querer, y para que decir lo que no es la quise y la sigo queriendo mucho. Con Adriana hubo más que una amistad de primos, hubo una compinchería en todo, en las cosas de ella, en las coas mías, nos contábamos cuanta cosa nos ocurría, fue y seguirá siendo una persona muy especial para mí. Ahora en esta parte de mi vida conozco a su pareja y tengo correspondencia ininterrumpida con ella.
Esperanza, hermana de Harold, yo diría que es una amiga incondicional, una bacana total, buena amiga, compañera, graciosísima, todo un personaje, fue una persona muy
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importante y seguirá siendo muy importante no solo para su familia sino que personalmente para será siempre muy importante, me ayudo en los momentos difíciles de mi vida y sus consejos y su forma de ser para conmigo, es algo que jamás podré olvidar.
En general tanto los primos y primas de las familias por parte de mi mama y papa fueron personas que influyeron mucho en mi vida, hablo en esta parte del libro de las personas que estuvieron de una u otra forma más cerca de mi persona, pero eso no quiere decir que los demás de los que no hablo no sean importantes, como lo relato líneas atrás todos y cada uno de ellos fueron importantes en cada uno de los estados de mi vida, que no los nombre acá no quiere decir que no sean importantes pero aunque no los nombre ellos saben que si lo son.
María Elena, la mona, hija de Amparo, amiga en su época, quiero de ella acá porque fue una persona que me marcó mucho a tal punto que algunas personas de la familia creían que ella y yo teníamos algo, pero quiero aclarar en estas letras que no paso a mayores, o sea que a parte de la relación familiar no paso ni si quiera por un beso. Esto lo quiero aclarar aquí porque en alguna oportunidad Néstor tío de ella y primo hermano mío hizo un chiste al respecto, su mama, o sea Amparo tuvo un disgusto conmigo pero fue subsanado en el instante. Otro que metió la pata al respecto fue Jaime H. tiempo después me conto que había soñado con que ella y yo nos íbamos a casar y que el iba a ser nuestro padrino, Mona fue solo un sueño. Graciosa la comparación. Con María Elena nos encontramos en Cali en alguna oportunidad, ella esta casada con un paisa de Pereira.
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MI primo de Bogotá, Diego A.,, con Diego A., o su nombre Diego Alberto R., fuimos no solo amigos en los momentos buenos y malos sino que crecimos juntos, juntos en el sentido que el vivió en mi casa de Pablo VI como seis meses, con Diego A., paso de todo, con el conocimos muchas cosas, vivimos muchas cosas, nos enamoramos de las mismas mujeres varias veces, nos hicimos compinches en las pelas de los papas muchas veces, fue un amigo en la infancia y parte de mi juventud. Me lo encontré luego de muchos años en Bogotá pero hay una distancia no solo de tiempo sino de espacio, nos encontramos de vez en cuando en reuniones familiares.
Héctor P., un primo a todo dar como dicen, gracias a sus buenos oficios estoy contando el cuento, porque, la razón es muy simple, en el año 99 cuando me detectaron una bronconeumonía severa por mi desorden de vida que llevaba, el fue el artífice de mi recuperación, gracias a Héctor P. estoy acá contando el cuento, gracias a Héctor P. tuve la mejor atención médica, gracias a Héctor P. tuve los mejores medicamentos para mi recuperación, pero no solo por eso esta en esta parte de la historia, esta porque es un valor humano como persona, no solo a nivel personal lo es, es muy reconocido por sus amigos y sus familiares, es una persona integral en todo el sentido de la palabra, daría esta vida y la otra por haber sido la mitad de persona que ha sido Héctor. Gracias primazo nuevamente el haber salvado mi vida. Aunque el no lo ha visto así, de salvación como tal, yo si lo veo así, el estuvo presente cuando yo me enfermé, el estuvo pendiente de mi salud en el hospital, el me consiguió el médico que me curo, el estuvo en el hospital cuando alguien me llevo y me dejo allí, entonces si el no es mi salvador quien fue? Mi madre estuvo muy presente también y a ella ya se lo agradecí en vida, pero Héctor fue el primo en las malas y en esa oportunidad yo estaba en las malas y Héctor P. estuvo allí. Gracias nuevamente primazo del alma.
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Elizabeth, hija de Héctor de su primer matrimonio, una bacana en todo el sentido de la palabra, la prima más hermosa que tengo y que con orgullo digo que soy primo de ella, no solo por su belleza sino porque es una bacana de principio a fin. Cuando conocí a Elizabeth ella tenia como 10 años y estuvo de visita con su abuela en nuestro apartamento del centro de Bogotá, ella vino de visita por unos días y me di cuenta no solo de su belleza exterior sino de su belleza interior, desde chiquita pintaba bien, y ahora que somos todos grandes, Elizabeth sigue siendo especial y muy hermosa por cierto, Elizabeth sabe que para mi mamá fue alguien muy especial y para mi fue y será por siempre una persona muy bacana en todo el sentido de la palabra. Con ella no hablábamos mucho pero las pocas oportunidades que tuvimos para conversar fueron bastante productivas. Ella sabe más que nadie que le tengo un lugar muy especial y que esta por encima de otras personas que no han podido superarla. María Cristina, mujer espectacular, incondicional y una persona muy especial para mi, una persona que para dos de las personas que aparecen en este libro fueron y seguirán siendo su amor platónico, no digo nombres porque es un secreto, pero cuando esas dos personas me lo dijeron me dio tanta risa que a hoy soy el único que se el secreto tanto de los afectados como de los chascos que le han pasado y de los problemas que se han metido por solo el pensamiento. Quiero aclarar que soy uno de ellos, el otro estará siempre en el anonimato. Pero ella sabe que mi admiración por ella no solo es como persona sino como amiga y mujer, pero soy una persona respetuosa y lo dejo a la imaginación afortunadamente.
Pilar P., una vieja la verraquera, siempre muy puesta, una mujer muy bacana en todo el sentido de la palabra, muy conversadora, muy buena amiga, incondicional. De Pilar 120
tendría que escribir no solo un libro sino muchos, porque de ella hay mucho que contar, fuimos y seguimos siendo muy buenos amigos, pero es mejor ser prudentes. Con Pilar fuimos muy compinches y pasábamos mucho tiempo juntos, tiempo muy productivo y que los resultados saltan a la vista, no solo hoy se ve eso en su relación actual con una persona maravillosa y de muchos valores sino que ella ha crecido en un medio a veces complicado. Pilar una bacana de tiempo total.
Néstor A., un personaje en todo el sentido de la palabra, con este verraco me pasaron no una, ni dos sino muchas cosas buenas en mi vida, una de las que no podré tapar con un dedo fue mi paso de la adolescencia a la pubertad, en otras palabras gracias a sus oficios tuve mi primera relación sexual, no con el, obviamente, pero el fue el gestor de mi primera vez, el conocía a unas viejas en un sitio de Bogotá y el me gasto por decirlo así el polvo, da risa a hoy pero es la verdad, a Néstor le debo la pérdida de mi prepucio. Pero gracias a él también conocí el sitio más caro de viejas que hay en Colombia, gracias a el tuve muchas cosas buenas y positivas en mi vida, gracias a Néstor conocí muchas cosas escondidas para mi, gracias a el tuve muchas cosas en mi vida, por su lucha, su entrega, sus consejos.
Horacio A., un amigo, un primo y un hermano, Horacio marco muchos estadios de mi vida, el un personaje en todo el sentido de la palabra, si me preguntaran hoy con cual de los primos he salido a rumbear no solo una ni dos veces y con las mujeres más hermosas, diría a grito entero que fue con Horacio, una personota, para siempre será lo que es y para mi alguien muy especial, para los demás de pronto no, pero conmigo fue una persona muy especial y cosa que le agradeceré toda la vida, a tal punto que en una oportunidad me encontraba en vacaciones de la universidad, el paso por Bogotá y me dijo 121
que lo acompañara a tomar unas fotos a Boyacá, sin pensarlo dos veces nos fuimos por espacio de una semana a recorrer Boyacá y en mi puesto de utilero, trabajo que hice con gusto y que recuerdo con mucha nostalgia. Fuimos más que familia, fuimos compinches, amigos, parceros, cualquier apelativo es poco para la relación tan bacana que he tenido con Horacio.
Alfonso R., todo un personaje, quiero hablar en esta parte del capitulo un poco de él, aparte de ser una persona muy fuerte conmigo se comportó muy bien, con el cuando íbamos a La Unión pasábamos mucho tiempo juntos, el en esa época era mucho mayor que yo y con todo eso el hombre se la pasaba conmigo, fuimos muy amigos a tal punto que gracias a Alfonso conocí un hermano que no tenía idea de su existencia, Emiro V., Emiro fue un hijo que mi papá tuvo en el tintero por mucho tiempo, que mi familia siempre escondió por el que dirán, pero gracias a Alfonso R. lo pude conocer y aunque poco o casi nada hablamos pues por lo menos tuve el hermoso placer de conocerlo y de llamarlo hermano.
Sergio M., aunque Sergio es indirectamente familiar mío pues es casado con una prima, Sergio es una persona muy chévere conmigo, los dos nos reuníamos con frecuencia a jugar billar cuando el venía de visita a su hija Margarita a Bogotá, a Sergio le decimos el monseñor pero de mamadera de gallo, el hombre cuando bebe trago se nos vuelve italiano, quise traerlo a colación porque el hombre es muy gracioso. Con Sergio hemos tenido una amistad basada en la sinceridad y el respeto, poco se ve eso en estos días. Nos decimos las verdades sin anestesia, pero hay la suficiente personalidad para aceptar y para reflexionar.
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Pilar R., una prima a todo dar como diría un manito, Pilar muy buena amiga, estuve en su matrimonio y gracias a la imprudencia de un primo pues su papá no lo supo entender, pero con Pilar a parte de una amistad muy bacana la cosa no pasó a mayores. Ella se caso con un personaje de descendencia alemana, en su matrimonio yo me gané la liga y tuve que quitársela a Pilar y la penitencia fue que tenia que ser sin las manos, imagínese usted Carlos quitándole la liga a una vieja indistintamente que sea de la familia, pero sin utilizar las manos, pues tanto sus papas, como su familia, como su actual esposo, entre todos casi me linchan, tan es así que cuando los demás hermanos y hermana se casaron me vetaron en la celebración, pero de todo eso saco solo cosas buenas, me divertí como enano en ese matrimonio, mejor dicho me lo gocé.
Jaime A., con Jaimito como siempre lo he llamado tuvimos una amistad cuando estábamos estudiando en la universidad, no en la misma sino me refiero a la época, tuvimos muy buenas relaciones y hasta hoy sé que la tenemos y se conserva de pronto no en la misma medida pero es una persona que no solo le tengo admiración sino respeto. Recuerdo que fue la primera persona de la familia que me consiguió un puesto, me recomendó para uno y lo aproveché con las mejores ganas, eso y muchas cosas le agradezco a Jaime A.
Freddy R., todo un personaje, amigo en las buenas y malas, un primo diferente en que? Pues con el nunca salimos en compañía ni a rumbear ni a comer por ahí con amigas ni nada por el estilo, pero en las reuniones de familia siempre estuvo ahí, con el me pasaron
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muchas cosas buenas y lo traigo acá porque fue importante en alguna parte de mi vida y porque su amistad aunque no esté en el país fue y ha sido muy importante.
José P., una persona muy importante en mi vida, por lo menos en mi estancia en Cali, pues con José trabajamos juntos y gracias a él conocí su familia, su esposa y sus hijos, José es todo un personaje también, muy serio y todo lo que fue tanto para mi como para otros, pero el hombre conmigo era algo especial, tan especial era que fue uno de las personas que me hizo más de una invitación por mi paso por Cali, no solo en compañía de su familia sino en compañía de amigos y eso es algo muy positivo que recuerdo con cariño.
Fernando G., una persona que hoy recuerdo con nostalgia y con tristeza, ya no está con nosotros perdió la vida en un accidente injusto, pero Fernando fue una muy buena compañía, un buen amigo, con el la vida era muy graciosa y para no alargar más el tema el fue el gracioso que se le ocurrió que yo le quitara la liga en el matrimonio de Pilar, el fue el gracioso que me puso en ridículo con su familia, pero para que hablar si ese día lo disfruté al máximo y luego de eso comentamos con Fernando la situación y de todo eso sacamos varias conclusiones pero de todas una, que vida hay una sola y es para gozarla, que pena que haya sido a costilla de los demás.
Lotti R., la primera prima que conocí en serio, pues Lotti a parte de ser una persona muy tímida siempre tuvo conmigo una especie de acercamiento por así decirlo, en el sentido que nos contábamos muchas cosas, Lotti fue una persona que estuvo en medio siempre de Diego A., y yo, ella era para nosotros dos como la amiga incondicional, con ella
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salíamos en esas épocas de niñez, de conocimiento de las cosas, con ella conocimos muchas cosas de la vida y tanto Diego A., como yo le queremos mucho. Con Lotti nos vemos mucho en reuniones y conversamos ya no tanto de recuerdos porque los ha borrado el tiempo, pero si conversamos mucho.
Pedro Nel, mi tío del alma para mi de los tíos por parte de mi mamá junto con Jaime que más quise, porque era muy especial conmigo, el era tan gracioso que el me llamaba al apartamento de Cali y se hacia pasar por otra persona para iniciar un dialogo, que personaje tan maravilloso, a Pedro Nel lo he extrañado mucho en momentos en que quise reír y no pude.
Jaime, mi tío del alma, hermano igualmente de mi mamá, junto con Pedro Nel, fueron mis tíos estrella, porque estrella, porque fueron especiales, porque los quise mucho y los sigo queriendo, porque intenté por todos los medios de ser como ellos pero algo no salió, porque quise ser un tío como ellos pero para algunos no fue así, en fin, ellos son mi vida en estos momentos, ellos fueron y seguirán siendo el punto de partida de mi existencia y los quiero y querré por siempre, gracias Pedro Nel y Jaime, unos bacanes en todo el sentido de la palabra, graciosos, muy serios pero muy graciosos. Hoy solo vive Jaime pero cuando tengo el hermoso placer de conversar con el, lo hago con el mayor de mis gustos.
Una de las personas que más no solo marco los estadios de mi vida y que quise con el cerrar con broche de oro este capitulo es José David, hijo de Hector P. y María Teresa una mujer para mí muy especial y que quiero mucho, esposa de su segundo matrimonio.
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Yo en alguna ocasión no a manera de burla sino muy en serio le comenté a sus papás que José David sería el sobrino ideal que pudiera tener cualquier tío, en esa oportunidad su papá me dijo en broma que cuales eran mis intensiones con el hombre, simplemente le dije que ninguna, sino que por el contrario mi intención con esa aseveración se debía a que el tenia un hijo muy especial, para esa oportunidad mi mamá vivía y ella siempre lo ponía como ejemplo, es decir, para mi mamá José David era el nieto ideal, pero eso no es gratis, el tuvo dos maravillosas abuelas que lo adulaban entre propios y extraños y eso también le dio un puntaje bastante alto y de aceptación con la familia y con amigos, pero no solo era fama, si uno pudiera de pronto escribir algo de ese personaje que quiero mucho tendría que escribir no solo un libro sino de pronto varios tomos de uno, pues el los merece y los amerita. Con José David digamos que más que una amistad siempre hubo lo que quise encontrar incluso en personas de la familia, lealtad sin condiciones, el muy joven pero aprendí de el y su forma de ser muchas cosas que actualmente aplico no solo porque éramos más o menos parecidos en la forma de tratar a los demás sino porque teníamos varios puntos en común. Es una persona con valores, con buenos pensamientos hacia los demás y hay algo que quiero poner en esta parte del capitulo que algún día cuando yo iba a salir definitivamente de Cali le expresé a sus papas y en su presencia, esto que voy a decir no solo con palabras sino que me sale del corazón, lo dije pensando no solo en nuestra relación de amistad, de familia, de parceros y que causo un revuelo en algunas personas de mi familia, hermanos, cuñados, sobrinos y madre, en general en varios de ellos que no lo tomaron como yo lo quise expresar pero que quiero cerrar el capitulo con estas palabras.
Uno de los detalles que tuvo José David para conmigo fue que en el año 2000 me invitó para Diciembre, para pasar el 31 de Diciembre con sus familiares, que bonito detalle tuvo
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el hombre conmigo, pero por inconvenientes de trabajo y familiares de otro tipo no le pude cumplir, pero estoy seguro que hubiese pasado unos momentos muy agradables con mi primo del alma. A parte de haber con José David una muy buena relación, existía una relación de conocimientos, el me enseño cosas de su vida profesional y yo otras, en otras palabras compartíamos mucho y gracias a sus buenos oficios tengo muchas cosas y muchos recuerdos que no olvidaré.
Corría en Junio el año 2003, estábamos en la mesa del comedor en una extremo Hector P., María Teresa, José David y Carlos mi persona, estaba invitado por ellos a almorzar a su casa y en pocos días salía de Cali con destino a Bogotá, en esa mesa de comedor recordamos muchos momentos pasados y vividos, en esa mesa de comedor reímos pero no lloramos porque el momento era de alegría total, en un momento quise decir unas palabras de agradecimiento por el detalle de la despedida y dije lo siguiente: “Hector, María Teresa, ustedes dos tienen el sobrino que nunca tuve”, hubo un silencio por parte de los tres y hubo una burla, pero me preguntaron la razón y en esa oportunidad la explique y la quiero poner ahora en esta parte del libro y para cerrar este capítulo. La razón es muy simple, tu hijo tiene valores algo que yo he buscado en otras personas y o los tienen a medias o definitivamente no los tienen; tu hijo es una persona con las abuelas muy especial, muy colaborador, muy amigo, muchas cosas juntas, si uno pudiera hablar con personas que han muerto a esta época, la pregunta obligada seria como se portaba el hombre con ellas, tenga la plena seguridad que hubiesen dicho cosas buenas. Si aquí estuviera mi mamá, también lo diría porque cuando vivía Virginia ella hablaba muchas cosas buenas de el y mi mamá siempre quiso que en su familia hubiese alguien integral. Para ella todos sus nietos fueron especiales pero ninguno tuvo por si solo detalles en
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conjunto, ella para lograr el que quería tuvo que asimilar en cada uno de sus nietos al ideal, en cambio tu mamá según ella y lo comparto tuvo un nieto con todas esas cualidades. La mesa quedo en silencio y hubo de parte de Hector y María Teresa un agradecimiento, al igual que de parte de José David. Esto quería decirlo, no solo porque tengo el honor y digo el honor de no solo ser su amigo en las buenas y en las malas, sino porque hace parte de mi familia y encontrar una persona que le quiera a uno a la mama de la misma forma o de forma parecida como a la propia, es difícil tenerlo y yo diría que más bien imposible.
Por esta razón y muchas otras por eso mi relación de amistad y de familia con José David esta por encima de comentarios de salón de algunas personas que no entienden mi admiración y mi relación con él.
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Capítulo X Mis Amores
En esta parte de mi historia relato acerca de las mujeres que me han rodeado en toda mi existencia, personas que dejaron bellos recuerdos en mi ser. De algunas de ellas he conservado recuerdos escritos, de algunas de ellas tengo fotografías de esos bellos momentos ya vividos. Lástima que una de ellas malogró mi álbum personal o sino podría colocar en medio de cada una los recuerdos, los detalles y las cartas que recibí de cada una de ellas. Lástima que se haya perdido eso y que esta persona los haya destruido de rabia y sin explicaciones, pero fueron épocas pasadas pero no pasajeras. Las personas de las cuales hablo en este capítulo no fueron de un día para otro por el contrario tuvieron mucho significado para mi vida. Pero eso no quiere decir que algunas que no están acá no hayan sido importantes por el poco tiempo que les dediqué, pienso muy maduramente y creo y estoy convencido de que todas en su momento fueron importantes.
En el barrio Chapinero de Bogotá más o menos en el año 75, por esas épocas me enamoré perdidamente de una mona de ojos azules que se llamaba Ana María, ella era la nieta de un personaje que se movía en el mundo del teatro, con esa mona andábamos de arriba para abajo, yo me le declaraba todos los días, ella no se pero se aguantaba la situación, nunca me dijo si, nunca me dijo no, pero el caso era que vivíamos de un lado para otro, siempre que yo llegaba del colegio lo primero que hacia era ir a su casa a ver si había llegado y si no estaba, me paraba en la puerta del garaje de su casa a esperar a que ella llegara. Esa mona duro mas bien poco tiempo ahí en ese barrio, de un momento a otro y sin avisar se fue y hasta ahí me llego el enamoramiento a mi. De todos modos sentí por primera vez mariposas en mi estomago, me di el primer beso de mi vida, le cogí la mano a la primera mujer, en fin, fueron unos días bastante agradables y que no se
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pueden olvidar de un momento para otro. Como vivíamos en una calle donde pasaban muchos carros, a dos cuadras de ese sitio había un gran parque, a los alrededores de ese parque habían mas casas como en la que yo vivía, y recuerdo que también jugábamos ponchados, a Ana María no le gustaba ir a ese sitio porque las demás niñas la molestaban, ella era grandota para su edad a diferencia de las otras niñas que eran de estatura normal. En cambio yo si era asiduo visitante del sector a tal punto que involucré a mis dos amigos, mis dos vecinos, a ser parte del otro grupo de amigos. Uno de los recuerdos a parte del de Ana María, es que uno de los amigos que vivía en esa parte del barrio tenia una tina muy grande en su casa y un buen día el pelado que era de comportamiento retraído, mas bien alejado de los demás, nos cuenta su hermana que se estaba bañando y resbalo y pobrecito se pego en la nuca y murió, nos dolió a todos, a los que lo conocíamos, a quienes no lo conocían, a quienes nombraba en sus juegos y a medio barrio. Asistimos muy juiciosos a su entierro y perdimos a una gran persona.
De la calle 67 pasamos a vivir a Pablo VI, más exactamente bloque D4 apartamento 419, el edificio amarillo con unas letras en color naranja que lo adornaban en su fachada. Vivía en el cuarto piso, estudiaba en el colegio interamericano de bachillerato y tenia una novia que coincidencialmente era la vecina de la abuelita de mi mejor amigo de ese barrio, el amigo tenia una hermana muy bonita por cierto, yo le gustaba pero cuando fui a visitar con mi amigo a su abuelita en el barrio Bonanza, conocí a otra María, ella era trigueña con ojos verdes, lindísima, con ella sentí también mariposas en el estomago, pero sentí algo que no había sentido con Ana María la de la calle 67, sentí que era una persona autentica, muy original, a diferencia de la otra mujer, ella no era tan postiza, ni era tan creída, era sencilla y bailaba delicioso, lo comprobé porque estuvimos en una fiesta y ella se puede decir que me bailó a mi, no yo a ella como sería lo normal. En ese barrio yo tenia un amigo que se llamaba Juan Carlos, el era de Ubaté y una de mis hermanas
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conocía a su familia porque trabajaba en ese lugar, Juan Carlos apenas le mostré a María, se enamoró perdidamente de ella, pero lo que pasaba con el era que lo vencía su timidez, el no sabia que ella era mi novia oficial, fue con la primera persona amiga que peleé a golpes por una mujer, y aunque gané yo, le reventé la geta, me hice respetar, hice respetar a mi novia, aprobé que este Juan Carlos bailara muy junto con ella en una fiesta, solo para ver que mi amistad y mi novia las podía manejar sin ningún problema. María tuvo un disgusto conmigo por no haber contado con su aprobación para tal experimento y se convirtió en la primera mujer que me terminó una relación. Me dolió en el alma, porque era una mujer espectacular, éramos jóvenes pero experimentamos muchas cosas juntos y por sacrificar una amistad perdí un amor, mi primer amor verdadero.
En una oportunidad por intermedio de Amparo mi prima conocí a una niña bastante bonita, la describo su pelo ondulado y uno ojos verdes espectaculares, un par de senos muy lindos y su cuerpo con cierta esbeltez, era Carolina Ch., hija de una señora que recuerdo era diabética y sobrina de Aurorita amiga de Amparo pues trabajaba en la Federacafé al igual que Jairo su esposo. De tantas veces que yo iba a la casa de Amparo terminé como era obvio enamorado tiernamente de Carolina, hasta tal punto que un día cualquiera me le lance, lanza en ristre y le dije que me gustaba, que me enamoraba al verla, y no se cuantas cosas más, para sorpresa mía ella también sentía lo mismo y decidimos cuadrarnos sin decirle nada a nadie, digo a nadie porque tanto Amparo como su mama y la mía no tenían ni idea de esa relación. Al único que no habíamos preparado para tal suceso fue a su primo Alfredo que el imprudentemente alguna vez lo comentó, claro esta que como yo provenía de una mamá con valores y bien y entonces así mismo fui aceptado en casa de Carolina. Su mamá obviamente tenía de por si algunos reparos
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por viejos comentarios pero en cierta forma fue pilar para que nuestra relación durara algo así como 8 meses, eso duro la relación que por esa época había la más larga y llena de muchas cosas que para esas épocas habían tenido cambios en mi vida. Tuvimos con Carolina una relación bastante madura con cambios físicos de parte y parte, había realmente compromiso, amor, dulzura, sentimiento y entrega tanto de ella como de mi parte. Pero siempre hubo de parte de su mamá un rechazo a el no compromiso digo yo a hoy de mi parte hacia su hija, a tal punto que dio por terminada la relación, obviamente sin contar con la aprobación ni mía ni de Carolina sino que la señora fue sacándome de su casa sin explicaciones. A raíz de su negativa pues opté por hacerme a una nueva amiga y no me fue difícil encontrarla. Cuando yo iba a hacer deporte al parque de las torres, me encontraba en varias ocasiones con una pelada en el parque infantil, conversábamos pero como para esas épocas yo tenia una relación que respetaba con Carolina, pues digamos que no pasaba nada, pero en vista de que mi suegra me había pedido el divorcio por así decirlo de su hija, opte por conquistar a la linda paisita de nombre Martha A., muy parecida a Carolina con la diferencia que esta mujer era más alta, más esbelta, sus senos casi perfectos, muy parados, unos ojos verdes demasiado verdes que adornaban su carita blanca con pecas dispuestas al lado y lado de su nariz, una mujer desde todo punto de vista inalcanzable de pronto pero por lo demás no dejaba de ser espectacular. Empecé a cortejar a Martha tanto en esas idas al parque, pues ella llevaba a su sobrina a jugar en los juegos infantiles, mientras la niña se divertía yo empezaba a rondar a la bella paisita. Un buen día entraba yo al conjunto y desafortunadamente me tope de frente con Carolina, me dio pena ajena, pero las circunstancias me habían obligado a proceder sin tampoco contar con su aprobación, intenté explicarle pero ella lo tomo mal, con tan mala suerte para cada una, que las separaban cinco pisos de distancia, Carolina vivía en el tercer piso del bloque 1 y Martha en el sexto y le servían dos ascensores, el que paraba en el sexto y subía un piso o el que paraba en el cuarto y el octavo y bajaba un piso, es decir que si se
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tenían o nos teníamos que encontrar por casualidad, tendríamos que coincidir en el ascensor de los múltiplos de cuatro, en fin fueron pocas las veces que esto sucedió.
Estando en la Universidad tengo una relación con Luzmila V., corría el quinto semestre de la carrera, ella era una mujer bastante especial, pelo largo, ojos verdes muy claros, mirada especial, muy tierna y cariñosa. Tengo algunos recordatorios que ella me dio, recordatorios que trascribo en este abrebocas pequeñito: “Carlitos, Siempre harás parte de mi vida, de una forma muy especial” Cuenta conmigo. Luzmila V., Sept. 1988.“ “Carlos, tu compañía, celebrando juntos tu cumpleaños, yo recibo el mejor regalo Luzmila V., Nov. 1988. “ “Carlos: El pensamiento y vivencia de cada ser es un universo como el que nos rodea. Aunque pase mucho tiempo y el deseo sea muy grande, solo conoceremos una pequeña parte de dicho universo. Y nadie nos asegura que lo comprendamos o que lo que conozcamos nos sea favorable. El pensamiento individualizado nos
hace grandes e
inolvidables. Te quiero. Luzmila V. Dic. 1988”
En el mes de Octubre de 1991 en Cali por intermedio de mi gran amigo Eugenio en una salida a ciegas a rumbear conozco a Patricia V., una pelada de La Unión, municipio al norte del Departamento del Valle, donde incluso mi familia es bastante conocida, con Patricia comienzo una relación de amistad primero que todo y con el tiempo se desarrolla una relación, ella marcó mi vida, pues era una mujer bastante inocente, bastante sana y sin mayores prejuicios, con Patricia la relación duró hasta Enero de 1992. La relación se terminó pues Patricia muy trigueña, pelo negro, ojos negros, un cuerpito modesto, pero me gustaba como la inocencia, pero era una persona bastante tímida, introvertida al máximo, poco arriesgada, bastante casera, poco experimentada y la verdad me gustan
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las mujeres osadas, descomplicadas, extrovertidas y ella no llenaba esos requisitos. En febrero o marzo de ese mismo año, fui invitado por mi amigo a las fiestas del municipio y me enamoro en forma de una morena que estaba en una fiesta en Bomberos a la cual asistimos mi amigo su novia y yo, esta pelada de nombre Adriana R. se me lanzó de una, sin dejar respirar, con beso incluido, con presentada de frente de los papás, con compromiso igual, pero lo que no sabía ella era que yo ya le había echado el ojo a Amparo R., menos morena, pero de un pelo negro largo, tan largo que tocaba la cola, unos ojos cafés muy encarretadores y una mirada pícara e inocente, creo que nos gustamos a primera vista. Lo que no sabía yo para ese entonces es que eran hermanas y las dos muy queridas. El caso es que empecé una relación casi paralela con estas dos mujeres y para mi sorpresa se estaban quedando a dormir junto con sus papas a pocas cuadras de la casa paterna de mi amigo y para completar eran amigas y medio familiares de mi antigua novia Patricia V.
El caso es que empiezo una relación primero con Adriana R. y meses más tarde con su hermana Patricia R. pues ella es la que realmente me gusta y con la que para esa época quiero compartir los momentos bellos de la vida, a tal punto que mientras mi trabajo me absorbe cada día más yo saco los fines de semana para irme de visita a Palmira lugar donde residen las hermanas y en donde sus papás me hacen invitaciones hasta con quedada incluida, de pronto la confianza y el conocimiento de saber quien es mi familia, como la relación que tengo con mi amigo Eugenio o simplemente la confianza que me gané por mis actuaciones. Con Patricia la relación dura hasta el medio año, tal vez la distancia nos separó o simplemente la fantasía llegó a su fin.
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Para destacar durante estos años hice muy buena relación de amistad con Luis N., su esposa Francy y sus hijos: Cristina, María Fernanda, Camilo; su vecino y amigo Martín y su familia.
A finales del año 92, la empresa para la cual trabajo y que ya me contrata tiempo completo gracias a mi buen rendimiento, no dejo de lado mis negocios con los amigos del Edificio Loma, que es mi fuente de dinero y la gallina de los huevos de oro, sin embargo la empresa me propone para hacer un curso de un programa con la empresa que esta construyendo una planta de tratamiento que es el proyecto bandera igualmente de la empresa interventora para la cual yo trabajo, nosotros necesitábamos por ese entonces una persona que sirviera de enlace y que tuviera conocimientos del programa que el constructor estaba utilizando.
Allí conocí a Shirley B.G., una mujer espectacular desde el primer día que la vi, ella estaba muy vestida, tenia una falda que le llegaba debajo de las rodillas, unas botas muy vestidoras, una blusa blanca, con un botón al descubierto, mejor dicho toda una ejecutiva, sin necesidad de mentir me pasé todo el tiempo de la charla mirando la vieja, que biscocho de mujer, unos ojazos cafés muy adornados y muy bien pintados, mejor dicho me enamoré y no me la creía, pero en fin esa mujer tenia una pinta de mujer casada que dije, lástima sería la verdadera madre de mis hijos. Lo más chistoso de todo esto es que un inspector amigo de la empresa y que salí con una de las secretarias de la empresa constructora me suelta una información valiosa. Me dice compañero le mandaron saludes, le dije quien, me dijo pues Shirley B.G., y le digo quien es esa vieja, y me dice pues la vieja que usted en toda la conferencia no le quitó los ojos de encima, le dije no jodas, no te creo y me dice es más vamos a salir con mi novia este fin de semana a Pancho Cristal y la vieja dijo que lo invitáramos a usted. El caso es que me llené de alegría y esperé ese
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fin de semana con unas ganas que ni yo me podía imaginar. Cuando llegué a la discoteca, allí estaba esa mujer de jeans azules, con tenis, en cambio me fui demasiado formal, pero no importa porque estaba a tono, esa mujer tenia una blusa muy pegada a su cuerpo, no la había visto de pies, solo sentada, el caso es que hace mucho tiempo que no había estado con una mujer grande y un poco gorda, pero grande al fin de al cabo. Me saludo de beso en la mejilla, olía delicioso, nos sentamos en la misma mesa que el inspector y su novia, con la novia de mi amigo también hubo química, el caso es que estaba bien acompañado de parte y parte, tanto por la cita mía como por parte de la novia de mi amigo inspector. Empecé como siempre a hablar eso me desinhibe un poco, rompo el hielo, conozco a la persona con la que estoy, por lo menos le conozco la voz y tanteo el terreno. En un momento suena una salsa y la vieja me saca a bailar, la cojo en mis brazos, se me acerca a mi mejilla y empezamos a bailar salsa muy pegados, para mis adentros me digo pan comido otra que cae, el caso es que bailamos seguidos sin soltarnos yo diría que unas cuatro o cinco piezas todas de salsa, no sonó otra música. En un momento la mujer se sienta y las dos viejas se van para el baño, empiezo luego una charla con mi compañero de mesa quien me asegura que las dos mujeres antes de mi llegada han comentado que yo seré el parejo de Shirley, eso me llena de seguridad, el caso es que cuando el par de mujeres salen del baño se puede decir que me están rifando y el premio mayor soy yo. Yo por varias razones, primero porque me comenta mi amigo que Shirley es soltera, no tiene novio, entregada totalmente a su trabajo, vive sola en un apartamento que comparte con una pareja, pero que ella es quien se responsabiliza de todo, como quien dice me calló la mujer como anillo al dedo. Llega nuevamente esa mujer prendo un cigarrillo y llega un momento en que esa mujer posa sus labios en los míos y me lleno de razones para soltar la lengua cosa que ya en el baño es una decisión, yo sería el parejo de ahí en delante de esta mujer, me lleno de mucho más orgullo de lo normal y digamos que empiezo toda una parafernalia con carreta de todo tipo y me le
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declaro a esta mujer que me ha maravillado parte de la noche, ella no se sorprende, pues en el baño de mujeres yo ya era historia.
Ella me dice que primero nos debemos conocer mejor y que con el tiempo podemos tener algo serio. La verdad no iba por mucho, simplemente iba a conocerme con una nueva mujer y se me presentó esta oportunidad. Coincidimos con mi amigo en el baño y este me comenta que no tiene mucho dinero para pagar la cuenta e irse a motelear con la amiga, le digo que no hay problema que me de una parte de la cuenta y que yo me encargo de llevar a mi nueva amiga a su casa, el tipo me sale con un billete de diez mil pesos y casi lo desbarato, pero en fin eso le pasa a uno por confiado, yo dije para mi que el hombre lo que realmente estaba haciendo, era cobrándome el favor de cuadrarme la vieja. El caso es que mi amigo y su novia se fueron y como era obvio las viejas fueron las que cuadraron la cosa, el caso es que apenas salieron, Shirley me propuso que nos acabáramos la botella y que luego la llevara a su casa. La verdad no tenía intensiones ni de hacer nada más de lo que me permitiera ni tenía intensiones de que la vieja se me mareara. A punta de baile y que la vieja por más obesa que era se movía como toda una bailarina experta, eso si terminé agotado y con dolor en los brazos, porque yo bien flaco en ese entonces y bailando, casi sosteniendo a una mujer bien gordita, pues eso cansa, pero uno bien tragadito como yo lo estaba en ese momento pues aguanta todo. En fin nos terminamos la botella y entre besos, abrazos, decidimos de que las 2:20 am era hora de partir, le pregunté en donde vivía y me dijo que en el sur de la ciudad, yo estaba muy contento con la pelada, además me estaba parando bolas y la verdad que en esas condiciones pues uno esta presto a lo que venga. Nos montamos al taxi y desde que ese tipo arrancó hasta el apartamento de ella fue solo besos, abrazos, manoseos por toda parte, mejor dicho llegué tan excitado, que ni me di cuenta cuanto fue la cuenta del taxi, el caso es que llevé a esta mujer hasta la puerta de su casa, me dio un gran beso que no
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olvidaré y anotó su teléfono en mi pecho con mi esfero, yo le anoté mi teléfono personal en uno de sus brazos, se metió en su casa y yo me fui para la mía, eso si tuve que esperar una eternidad a que llegara el carro pues a esa hora 3 de la mañana, un sábado es como difícil conseguir taxi decente. A la larga me fue bien con ella, la primera salida, teléfono va y viene, manoseo, besos, abrazos, una que otra arrimadita, en conclusión, me fue mejor de lo que esperaba. No quise hacer nada más de ahí quería dejar buena imagen, lo conseguí afortunadamente, luego llegué a mi casa. Me coloque la pijama y como tenía teléfono allí mismo se me ocurrió la genial idea de llamar a despedir esta mujer, que alegría de ella, pero más la mía, le desee unos felices sueños, eso si con nuestros sueños incluidos. Llegó el domingo, la llamé a eso de las 11 del medio día, le pregunté que planes tenía, como tenía dinero en el bolsillo, además estaba estrenando tarjeta Dinners con buen cupo, pues era más fácil cualquier ocurrencia, el caso es que ella accedió y nos fuimos para el río Pance a comer y disfrutar del momento, de ese momento que estábamos viviendo en ese entonces y que cualquier distracción diferente podía entorpecer la casi relación que en ese instante empezaba.
Ella como lo esperaba accedió, eso me dijo que estaba como cansada pero que fuéramos al río, pues en Cali es costumbre que se hagan ese tipo de programas el día domingo y nosotros no éramos la excepción de la regla. Pasé por su casa y me recibió nuevamente con un gran besote, que lo sentí en el alma, luego me convidó a su apartamento, allí estuvimos casi una hora comentando el día pasado, me trajo un tinto y a pesar que me recibió en pijama, se veía hermosa, tal como la noche anterior, la vi mejor, el caso es que ya era mía, era mía y la había respetado el día anterior y la estaba respetando en ese momento, pues eran muchas las ganas que tenía de tenerla pero no podía en ese momento abusar, es más tuve la oportunidad cuando ella se metió al baño a ducharse y con absoluta certeza se que dejó la puerta semiabierta a propósito. El caso es que este
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mujerorón sale del baño, sus pechos totalmente mojados que transparentaban su pijama, no supe en ese momento que pensar, si seguirla a su cuarto, además porque me comentaba que la pareja con la cual comparte el apartamento no se encontraba allí y que vendrían en la noche, no se que me estaba insinuando en ese momento pero sentí que debía esperar y no aprovecharme de la situación.
El caso es que esta mujer luego sale de esa alcoba toda hermosa, que mujer tan espectacular, me sentía en ese momento el hombre más orgulloso por salir con semejante biscocho de mujer, es más aseguro que no me la creía, yo la miraba de un lado para otro, de arriba hacia abajo, es obvio que esta mujer se dio cuenta de todo, y aseguro que le gusto también la situación. Me dijo en tono suave, yo tengo el carro de mi papá porque no aprovechamos nos ahorramos el transporte, tanqueamos el carro y disfrutemos el almuerzo, a lo cual accedí sin reparo alguno, yo si le advertí que como estaba recién llegado a la ciudad y estaba viviendo en el norte de esta pues no conocía de rutas, el caso es que nos internamos en la carretera y cogimos camino para el río Pance, eso paramos en cuanto chuzo había en el camino, compramos cigarrillos, porque ella también fumaba. En el camino ella hizo un ademán de meterse a un motel pero con picardía haber mi reacción, le dije no es el momento todavía, se que a ella le gusto. Llegamos a un restaurante al lado del río y le dije que pidiéramos un sancocho para pasar el guayabo, esta mujer se porto super bien, nos tomamos algunas cervezas, luego nos sentamos en la grama del lugar, esta mujer y yo nos acariciamos hasta más no poder, nos tomamos el lugar, pues colocaron música y congeniamos al igual que la noche en la discoteca, pues empezamos a bailar salsa muy pegaditos, cosa que ella aprendió de mi la noche anterior. Esa mujer en otras palabras ese domingo se me entregó en cuerpo y alma, así lo sentí pero no quería apresurar las cosas, a veces uno por atacado pierde una
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oportunidad, yo no quería eso, quería que las cosas fluyeran solas, no quería presionarla, además tan solo había pasado un día luego de nuestro primer encuentro.
Luego de caricia va y caricia viene, de beso de un lado y del otro, de lenguas en constante delirio, de constante manoseo de un lado y del otro, le dije mujer no sabes lo feliz que me haces sentir en este momento, creo que te estoy empezando a amar y solo tengo dos días contigo, le pregunté que si sentía lo mismo que yo, y ella me contestó que era una sensación extraña que nunca la había sentido con nadie pero que sentía que me conocía de años y que le gustaría al igual que yo, tener una relación conmigo, obviamente me sentí correspondido, pero le dije para tener confianza que todo lo que fuéramos a hacer de ahí en adelante debería ser muy milimétrico, es decir, todo consultado por ambos para tener las cosas claras desde el principio. A ella le gustó mi propuesta y desde ese momento empezó la relación, una relación que duró casi dos años, dos años en donde pasaron muchas cosas. Salimos de allí y me dijo que en su casa sus compañeros de apartamento no iban a estar pues se habían ido para afuera de Cali y que ella iba a pasar el resto de día sola, que porque no la acompañaba, la verdad estaba super excitado y no iba a desaprovechar la situación. Con el pretexto de comprar algunas cervezas para animar el resto de la tarde y noche me bajé del carro, entre a una cigarrería cercana a su casa, compré unas cuantas cervezas, una Coca-Cola, unas cerezas en almíbar que me encantan y algo de pasabocas para animar el momento.
Ella también sabía que era lo que iba a pasar estuvo muy dispuesta, llegamos al apartamento, antes de bajarnos del carro hubo otro besote con más ganas, nos bajamos, y entramos al apartamento, entre beso va y viene nos quedamos un rato en la sala, el caso es que las cosas se dieron, aprovechamos el momento, le gustó todo, le gustó todas las veces que le dije que la amaba, le gusto mis caricias, mis besos, en fin tenía en ese
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momento a la mujer de mi vida y no la iba a desaprovechar. No me pidió quedarme, tal vez por los vecinos, tal vez por pudor, tal vez por amor, pero me hubiese gustado hacerlo, quedarme hasta el otro día esa primera vez, amanecer con ella, pero no me lo permitió y yo no quise presionarla. Nos despedimos con un gran beso, ella medio mojada por el baño y tan linda me pidió un taxi, llegó como a los quince minutos, otro gran beso y en ese carro solo pensaba en ella, que traga tan verraca, nunca me había pasado que dos salidas con una mujer y..., mejor dicho más no podía pedirle a la vida, las cosas se dieron y bienvenida sean. Llegué a mi casa y para no perder la costumbre la llamé para desearle buenas noches, estaba medio dormida pero sentí que me tiró un beso con ganas, lo recibí con deseo también, me dormí pero pensaba en ella, en ese momento, en los anteriores, en el momento en que la vi por primera vez, en el momento en que la acerqué a mi cuerpo en esa discoteca, en el primer beso que nos dimos, mejor dicho me sentía algo así como realizado con esta mujer y no la iba a dejar escapar.
Amaneció el lunes y antes de salir para la oficina la mujer estaba llamando, también le hacia falta, también me había extrañado, cosa que me agradó cantidades, es decir, también ella me había extrañado esa noche, también me había pensado, me sentí muy feliz, pues estaba realmente correspondido. Llegué a la oficina y media empresa sabía de mi levante el fin de semana, quien filtró la información, pues ni idea, el caso es que mis compañeras y compañeros sabían que me había cuadrado con una persona que para ellos en un principio les parecía creída porque ella no le paraba bolas a nadie, y yo llegué en un abrir y cerrar de ojos, tal vez sin darme cuenta y la cogí para mi. Llegó el carro de la empresa con personal como a las 10:00 am y una nota de esa mujer que me la había enviado con el inspector amigo, aquel de la discoteca, el caso es que en esa primera semana fue una correspondencia de lado y lado utilizando como cartero a mi amigo y compañero de salidas. El jueves mi jefe planeó una reunión en donde el constructor y me
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invitó a que lo acompañara, eso me advirtió que fuera prudente y en el carro comentamos el levante, el tipo de mucha confianza conmigo, había una buena estimación y buena química empleado-jefe. Llegamos a la reunión y ella me estaba esperando casi en la puerta de la obra, me recibió con un gran besote, una saludo de mano para mi jefe, este obviamente sorprendido porque jamás pensó que las cosas estuvieran tan avanzadas, es más me pidió prudencia y le acepté la insinuación, mis compañeros de empresa, muy sorprendidos también, pues mi silencio al particular era evidente, los jefes de ella también sorprendidos pero muy complacientes de parte y parte. Ella también asistió a la reunión no como invitada sino porque ella era parte importante en la empresa al igual que yo en la mía. Hubo como una especie de minuto de silencio mientras mi mirada contemplaba la mirada de ella y ella lo mismo, obviamente que todos se dieron cuenta de la situación, nos pidieron prudencia para evitar comentarios y aceptamos y es más dije que me había enamorado de ella desde el primer día en que la vi, que si no era problema que tuviéramos una relación sabiendo que nosotros éramos los interventores del proyecto y en cambio ellos los constructores, ellos querían mucho a Shirley y digamos que fue casi unánime la aprobación de la relación eso si con varias condiciones, como es el de respetar el espacio de trabajo, de evitar el comentario del momento, de ser más que cualquier cosa compañeros de trabajo que pareja por lo menos dentro de la empresa para evitar murmullos. Accedimos esas exigencias, mi jefe al mismo tiempo me hizo algunas recomendaciones, al igual sus jefes con ella, en fin nuestra relación iba a ser duradera. Eso si el intercambio de papeles, de notas, de llamadas no se hacía esperar por lo menos eso duró toda la relación, además que teníamos un cartero que no ponía problema por llevar y traer información indiferente de donde viniera, además porque el inspector era una buena persona y nos teníamos en cierta forma estimación.
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Llegamos a ser como la pareja del momento, en todas las reuniones éramos como los de moda, tanto para grandes como para gente menuda, es más cuando la presenté como mi novia a la familia primero a mi mamá, mi mamá encantadísima con ella, hubo química de parte y parte, Shirley adoraba a mi mamá y ella también, hubo sentimientos mutuos y eso para mí fue un éxito total, también la presenté con la familia de mi hermano Jenner y también hubo correspondencia, es más nos invitaron a Pance donde las primas y allá también la pelada cayó muy bien, mejor dicho estaba hecho, por todos los lados y mi familia que siempre ha sido como complicada, pues la había aceptado como mi pareja, pues que más se le podía pedir, pues aprovechar el momento, porque oportunidades como esa no se volvían a presentar. Se la presenté igualmente a mi amigo Eugenio y también hubo química de parte y parte. La presente también con mis amigos los Naranjos y también gustó, mejor dicho estaba hecho.
El primer año las cosas con ella fueron muy positivas excepto por un detalle, la esposa de uno de los ingenieros María Luisa manipulaba a mi novia, porque pasaba eso, pues no sé, lo que si sé es que eso empezó a deteriorar la relación hasta tal punto que en una oportunidad en que me invitaron a un almuerzo a esa casa, a la casa del jefe de Shirley, la señora de éste, me dijo en tono bastante grosero que yo no era merecedor de una mujer de esas cualidades, que yo era menos que nada y un poco de sandeces, además. El caso es que la relación con ella paso de un punto bueno a un punto como intermedio y me di cuenta de algo gravísimo y es que esa mujer manipulaba no se con que intensiones a mi novia, a mi novia y ella no se daba cuenta de la situación. En fin esa manipulación toco fondo y la relación empezó a decaer. A mi se me ocurrió la idea de llevármela un fin de semana a Ladrilleros, al fin de al cabo, allá estaría en terreno neutral y podía hablar con ella. Le propuse pues que nos fuéramos un fin de semana, que yo me encargaba de los gastos, que ella fuera dispuesta a pasar unos días conmigo sin presiones de ningún
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tipo y sin estar pensando en nadie diferente a salvar nuestra relación. Llegó el fin de semana, los dos pedimos permiso para no ir el viernes a trabajar y ese mismo viernes resolvimos irnos para Ladrilleros, ya tenía comprado los pasajes de ida y vuelta, el hotel estaba también pago, mejor dicho solo faltaba que esta mujer se decidiera, por fin la convencí y cogimos camino para Buenaventura, salíamos en el de las 12 m, nuestros jefes nos habían facilitado las cosas, es más mi jefe nos había prestado uno de los camperos para ir al terminal, como quien dice nos facilitaron mucho las cosas, el caso es que el campero me recogió a mi como a las 10:00 de la mañana y luego pasamos pro Shirley antes de las 11:00 de la mañana, la esperamos un rato pues la mujer no se la creía, en fin se resolvió, y cogimos camino para el terminal, nos montamos no en una van porque no alcanzamos el cupo y queríamos salir cuanto antes, eso si coloque un poco más de dinero y salimos en un bus grande de Expreso Trejos, este salió en punto de las 12 y cogimos a esa hora camino para Buenaventura, yo tenía las cosas tan planeadas que teníamos un espacio como de una hora para llegar al hotel en Ladrilleros es decir que podíamos abusar una hora del tiempo. En el trayecto conversamos más bien poco, Shirley estaba callada, casi no hablaba, yo por mi parte no la quise presionar, ella estaba como aturdida, como distraída, no entendía muy bien que era lo que estaba pensando en ese instante, es más intuía que de pronto se le había escapado a María Luisa y pensaba de pronto que estaba arrepentida pero no me decía nada para no defraudarme.
En fin le pregunté que si había alistado las cosas, la ropa, la pijama y el resto de cosas y me dijo que si, algunas cosas había hecho para el viaje, que no había traído mucha plata, la tranquilicé y le dije que yo había pagado con la tarjeta todo el viaje, que no se preocupara que también había traído un buen dinero en efectivo y que preveía que si nos iba a ser falta más dinero que podía sacar más plata cuando llegáramos a Buenaventura. Le di razones para confiar más en todo, ella lo tomó bien, empezó a llorar un poco, me
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decía con voz entrecortada que nunca se había imaginado que yo le tuviera esa sorpresa de ese viaje tan inesperado pero tan oportuno, me dijo que pensaba llamar a Cali apenas llegáramos a Buenaventura, que si yo le gastaba la llamada y le dije que no habría problema alguno. Llegamos a Buenaventura a eso de las 2:30 pasadas, algunos inconvenientes menores en el viaje hicieron la demora, en fin ya estábamos donde queríamos estar. La acompañé a Telecom ella se comunicó con Cali y me imagino que la llamada iba dirigida a María Luisa, no creo que le haya botado corriente a otra persona distinta, el caso es que después que ella soltó el auricular, luego de esa llamada que yo preveía pero que en cierta forma no quería que se diera, esta mujer cambió del cielo a la tierra, se alejó más de mi, hasta tuve la intensión de volverme para Cali, pero tenía que hacer por lo menos el último esfuerzo es decir ya estaba allá y no quería desaprovechar el momento. Fuimos al muelle y nos montamos en una lancha de un amigo que nos estaba esperando, hice las presentaciones de rigor y cogimos camino para Ladrilleros a eso de las 3:30 de la tarde, buena hora para pasar por los rápidos, a Shirley la veía contenta pero preocupada, pero en fin tenía que hacer algo para calmarla, entonces le tenía una sorpresa a la llegada, había reservado el cuarto de siempre, era en el Hotel El Moro y el cuarto era el del segundo piso, el que tenía un balcón y una vista espectacular en las mañanas acompañada con atardeceres y amaneceres de mar.
En fin llegamos a ladrilleros, cogimos el tractor que lo lleva a uno al hotel y cogimos camino, a ella la sentía extraña, la sentía como alejada de mí, pero como dije al principio no quería presionarla, no quería que las cosas se dañaran desde el inicio, en el tractor conocimos a otra pareja que venía en el mismo plan que nosotros, a arreglar las cosas, las dos mujeres hicieron buena amistad y yo con el tipo también, es más quedamos de encontrarnos a la noche para ir a rumbear un poco, para divertirnos un poco, estábamos distanciados por los hoteles, ellos estaban en las cabañas y nosotros como a tres cuadras
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en nuestro hotel. Cuando llegamos nos bañamos, ella primero, no dejo que yo la acompañara en la ducha, no le quise insistir tampoco, pero sentía que algo no funcionaba bien. Luego entré yo solo también a la ducha, ella no me paró muchas bolas y yo tampoco le di importancia. Nos vestimos ella lo hizo delante de mi al igual que yo pero no hubo contacto de ninguno de los dos, de pronto pienso yo que ella intuía que yo me había dado cuenta de la situación pero que no quería presionarla. A la noche comimos en el hotel, el dueño y el administrador estaban en el sitio, como soy conocido en él, me tenían una sorpresa, una botella de vino con la comida y unas flores para mi novia en el cuarto. Nos encontramos a eso de las 8:30 en la discoteca, mi novia estaba espectacular pero no más que la novia de mi nuevo amigo, llegamos al lugar pedimos vodka, pues el aguardiente además que emborracha, no lo disfruta uno, pedimos jugo de naranja y unos pasabocas para romper el hielo, las dos parejas empezamos a conversar y llegó el momento de bailar, saqué a mi Shirley a bailar y ella parecía una momia no se movía, después de que en Cali parecía un trompo, estaba como lela, no entendía la situación, no comprendía lo que pasaba, es más la novia del tipo que conocimos en el tractor trató de hablar con ella, pero esa mujer estaba como ida, en fin, de pensar que fuera una noche especial pasó a ser una noche poco usual, pero me lo busqué, tuve todas las oportunidades para cortar el viaje a la mitad y no quise, tenía esperanzas que esta mujer reaccionara, pero todo fue en vano. Cuando llegó la botella a la mesa esta mujer empezó a beber de una forma desmedida y yo solo la observaba, no me lo creía, quien lo iba a creer en esos momentos si cuando la conocí y empecé a tratarla esta mujer era muy sutil e incluso al tomar lo hacía con medida, en cambio esa noche se desbocó totalmente, al punto que la llevé casi borracha al hotel y eso no es todo, cuando me quise meter a la cama con ella, esta loca me sacó de una, me toco dormir en una colchoneta al lado de su cama, no me permitió esa primera noche ni si quiera tocarla, que vacío que me sentía, me sentía como defraudado conmigo mismo, con ella, con el mundo exterior, con todos y con todas,
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estaba que mandaba a esa vieja a la m… pero no lo hice no sé porque, a estas alturas no se porque no reaccioné y acabé con esa relación, porqué no lo hice, pues es claro pensarlo pues las intensiones mías del viaje era para que en un lugar neutral pedirle matrimonio, sería a la primera mujer que se lo pediría, era el momento preparado, era el lugar, sin testigos ni mirones, era el momento perfecto, pero para mí desafortunadamente, pero no para ella y no medí esa cosa, eso no lo tuve en cuenta. A la mañana siguiente luego de pasar una noche desastrosa me levanté como a las 6:30 de la mañana, lo primero que noté era que Shirley no estaba en el cuarto, pero si sus cosas, me cambié, me puse unos tenis, una pantaloneta y baje al primer piso, a la recepción, la pregunté y me dijeron que había hecho una llamada hacía media hora, que había llorado mucho y que después de prender un cigarrillo y se había ido rumbo a la playa con la botella de vino en su mano. Me preocupé, cogí camino pensando que iba a hacer algo malo, de pronto estaba decepcionada de algo o de alguien y la fui a buscar. Cuando la veo a lo lejos, al lado de una piedra, toda mojada por el oleaje del mar, muy pensativa, me le acerque y le di un beso en la frente, le pregunté que le pasaba y me lo contó todo, me dijo que María Luisa la había regañado por no pedirle permiso para el viaje, que eso la tenía inconforme, que no sabía que hacer, que no había traído mucha plata razón por la cual no había podido irse del sitio, le dije que si quería le daba el dinero para que se fuera a Buenaventura en la primera lancha del día, que yo me quedaba porque mi intensión era descansar un poco y distraerme pero con ella, no pensando en cosas que me producen dolor, todo lo contrario le explique cuales eran mis razones de estar en ese sitio, le quité la botella y me tomé un sorbo largo, ella se me recostó en el pecho y empezó nuevamente a llorar, le dije que yo la amaba y que el viaje lo había planeado y que me quería casar con ella, que quería amanecer todos los días de mi vida con ella. Shirley se quedó muy pensativa, luego empezó a llorar, pero la sentí extraña, la sentí distante, la sentí rara, luego de hacer un par de pausas, me contestó la pregunta inicial, me dijo te amo Carlos
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pero en este momento no tengo cabeza para decidir algo tan trascendental, además existe María Luisa, ella en estos momentos decide muchas cosas por mí. La verdad nunca imaginé que esta mujer, la mujer que conocí algo más de un año me fuera a responder semejante respuesta tan fuera de todo lo normal de una persona, semejante respuesta tan idiota, como quien dice de ahora en adelante todo lo que yo haga con ella es con el permiso de su amiga, las pelotas, me sentí engañado, me sentí frustrado, me sentí que todo el tiempo que había estado con esta mujer desde que la conocí fue tiempo perdido, todas las veces que le hice el amor fue deseos perdidos, todas las veces que la acaricié fueron caricias perdidas, me quedé de una sola pieza y mi reacción no se hizo esperar, pero no fui capaz de decirle que ya no más, era tanto el amor que sentía por esa mujer que no fui capaz de sacarla de mi vida, sentía que podía en esos dos días que nos quedaban de pronto convencerla. Ella quedó como muda, perdió por momentos la razón, creo que no se la creía, no sé a ciencia cierta si lo que no se creía era mi propuesta o más bien lo que no se creía era su respuesta. El caso es que me alejé de ella y le dije allá arriba están tus cosas, puedes si quieres ir por ellas, te dejo el dinero de tu viaje en la recepción, puedes irte si quieres, ya no me importa.
Me sentía como derrotado, jamás se me pasó por la cabeza que cuando le fuera a pedir la mano por amor a una mujer, me fuera a salir con semejante respuesta tan idiota, quien dijo que los demás deciden por uno, uno es quien decide por las cosas de uno, nadie tiene porque decidir por uno ni mucho menos llegar a manipular tanto a una persona como esa mujer a distancia manipulaba a mi novia, menos mal que esta vieja me dijo que no se quería casar conmigo, imagínense que futuro me depararía con una mujer manipulada por otra mujer. Yo no entendía la situación, el caso es que me subí para el hotel, pedí mi desayuno y desayuné, solo pero lo prefería en esos momentos, por lo menos eso me quedaba en ese momento, que el jugo no se me agriara ni el huevo se
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malograra, por la reacción de esta mujer. En fin como quedaban dos largos días, decidí aprovecharlos al máximo, estaba con ella pero como si no estuviera, ese viaje me había costado una plata importante y por esa razón y por otras no iba a desperdiciar ni mucho menos despilfarrar el dinero. Entre al cuarto e hice lo posible por bañarme rápido y hacer de cuenta de que había ido solo como en los viejos tiempos a pasar un puente, menos mal que solo fueron tres días que conté con sus horas y sus minutos esperando que se acabaran pronto, para retornar nuevamente a mi ciudad y seguir la vida como si nada. Al rato Shirley llegó, cerro la puerta con seguro y me tomó a la fuerza, le dije que ya no había caso, que ya sabía lo que pensaba de nuestra relación, que teníamos que darnos un espacio, que le permitía por lo menos decidir con sus cosas y con su vida de ahora en adelante, que poco me importaba su relación con su amiga y que hiciera lo posible por no incomodarme el resto del viaje, esta mujer nuevamente se desgarró a llorar, pero yo no podía hacer nada al respecto, las cosas buenas o malas que estaban sucediendo en ese momento no dependían de mi, dependían de ella y de su personalidad, de la presión que en nuestra relación ejercía esa mujer, no se hasta donde llegaron las dos, pero lo cierto era que mi novia se dejaba manipular emocionalmente por la otra vieja, no sabía que pensar en esos momentos, solo sabía que la mujer que había soñado para compartir mi vida en esos momentos la estaba perdiendo por otra mujer.
La dejé sola en el cuarto, me puse una pantaloneta, una camiseta, un par de cervezas, cigarrillos y me dispuse a irme a la playa a disfrutar, había llegado acompañado pero estaba más solo que nunca, que sorpresas nos da la vida, uno nunca sabe que le depara el destino, pero esas cosas pasan y que se le va a hacer. Llegué a la playa, me encontré con los nuevos amigos, les dije que mi novia estaba indispuesta y que no había podido bajar a la playa, en fin, estoy seguro que ninguno de los dos se creyó el cuento, pero en esos momentos no importaba nada, se me acercó una morena del sitio, una amiga de
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hace años, Paula G., una mujer que siempre me había gustado, nos pusimos a conversar, luego nos metimos al mar, allá me preguntó que con quien había ido esta vez, le comenté y digamos que le conté todo el suceso de mi viaje, el motivo y todo lo demás, afortunadamente era una persona de confianza y entendió todo el mensaje. Como a la hora vi que Shirley salía del hotel con el traje de baño, como era gordita lo usaba enterizo, pero en medio de toda mi tristeza, mi decepción aún la veía hermosa, no sé que tan enamorado estaba en esos momentos de esa mujer, que la vi más hermosa que nunca, le presenté a Paula G. mi amiga. Mientras yo estaba en el mar, ellas dos hablaron, Paula me miró a lo lejos de una forma especial, no sé que me intentaba decir, pero cuando salí del mar y llegué a la playa, Shirley era otra, se me acercó y llorando me pidió perdón, me dijo que la perdonara por la reacción tan estúpida que había tenido, que era una reacción en ella normal, pues era la primera vez que salía de su casa con un novio lejos de la familia, que se sentía extraña, o sea me dio muchas razones, en fin el cuerpo y la mente son débiles, momentos después se fue Paula y nos despedimos de beso en la mejilla, sentí por parte de Shirley una mirada de celos, ella estaba celosa, celosa de una persona que me valoraba de pronto más que ella en esos momentos e imagino que prefirió en esos momentos olvidar un poco las cosas, dejarlas enfriar y calentar el ambiente a ver que reacción veía en mi. El caso es que yo también me presté para recrear el momento, hubo caricias de parte y parte y decidimos irnos para el cuarto, allá esa mujer se portó a la altura, me hizo sentir tantas cosas, como las cosas que imaginaba yo de parte de ella cuando empecé a planear el viaje sin su consentimiento, dejé entonces que las cosas pasaran, nos quedamos toda la tarde en el cuarto, luego llegó la noche y me dijo que nos fuéramos a bailar, acepté el ofrecimiento, nos arreglamos, ella por su puesto estaba más hermosa que nunca, llegamos a la discoteca, allí no había mucha gente conocida, es más, éramos otra vez forasteros, aunque yo era conocido en el lugar ella no lo era, además porque muchos de los amigos se dieron cuenta de la situación.
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Empezamos a bailar y como siempre muy pegados y salsa suave, eso si sin perder el ritmo como nos gusta a los dos, nos besamos casi todo el tiempo, luego salimos del lugar y empezamos a caminar en la playa, correteándonos el uno al otro, luego nos mojamos los zapatos, llegamos al hotel, nos tenían buena comida, comimos algo y luego nos entramos al cuarto. Allí estaba mi cama al lado de la de ella, pero ella me pidió perdón por dejarme dos días sin su contacto. Nos metimos a la cama pero no hicimos el amor, solo besos, caricias, conversar un poco, me pidió tiempo para pensar y cavilar de la propuesta, yo accedí, luego nos seguimos besando, la toque mucho, la acaricié mucho y ella lo permitió, no supe que le dijo mi amiga Paula, no se si la previno o por el contrario le toco el punto débil, no sé porque esta mujer cambió en un abrir y cerrar de ojos. Nos fundimos uno en el otro, luego sentí que cerró los ojos y nos dormimos casi al tiempo, yo me dormí a su espalda, abrazándola todo el tiempo, no era el momento para hacerle el amor, la verdad hubiese sido un error, un error imperdonable luego de su reacción. Llego el lunes día de fiesta, arreglamos las maletas, nos despedimos de los amigos, luego fui a buscar a mi amiga Paula, pero no la encontré, por su puesto me quedé con la duda, ni tampoco se lo pregunté a Shirley.
Cuando llegamos a Cali ella me dice que tiene ganas de ir al baño pero no lo quiere hacer en el terminal, yo le propongo que vayamos al apartamento pues allí es más aseado, ella no repara y acepta. Tomamos un taxi del terminal y nos dirigimos al apartamento, cuando llegamos está vacío, entonces ella se dispone a entrar al baño, llego a mi cuarto y reviso el apartamento y no encuentro a nadie, deduzco que esta vacío y de pronto mi madre y mi hermana están de visita en donde mi hermano Jenner. Cuando sale Shirley del baño, ella esta muy cambiada y me propone hacerlo en mi cama, la carne es débil y yo accedo pero con temor porque es probable que llegue la familia. Estamos desnudos en la cama y de
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pronto suena la puerta, se me ocurre meterla en el closet y salir en pantaloneta, menos mal que tanto la maleta de ella como la mía están en mi cuarto. Salgo del cuarto en pantaloneta y sin medias y me encuentro en la sala con mi hermana que llega con un primo. No se que tipo de mensaje darle al hombre para que saque a mi hermana del apartamento y así poder sacar a mi novia medio empelota del cuarto y evitar un encuentro desagradable con mi hermana. De pronto mi primo se las pilla y hace que mi hermana salga con él. Me queda la duda si mi hermana sospecha que ha pasado o si más bien no se ha dado cuenta.
Lo primero que hago apenas sale mi hermana del apartamento es llamar al portero y que me avise cuando ellos estén alejados del apartamento para evitar el encuentro. Afortunadamente el edificio tiene dos salidas y aprovecho para sacar a mi novia del apartamento por la salida occidental. Apenas salimos pido un taxi en la calle y procedemos a alejarnos del sitio. El susto por demás fue demasiado, no hablamos dentro del taxi, solo hubo contemplación de parte y parte. Llegamos al apartamento de Shirley y este estaba también desocupado, como no tenemos problemas de pudor ni de encuentros, estamos un rato en la sala y conversamos antes de meternos en la cama. Pasamos la noche juntos y luego me despido de mi bella novia al amanecer, quiero dejarla pensando en todo lo que ha pasado tanto en el viaje como en las decisiones que tiene que tomar de ahí en adelante. Me dice que necesita tiempo para pensar y yo lo acepto, nos despedimos de un gran beso y me voy para mi casa como a eso de las 11:00 am.
Al cabo de un tiempo me doy cuenta de que las cosas con Shirley no andan bien, antes del viaje e incluso meses atrás nos mandábamos mensajes tanto de ida como de vuelta, eso se ha perdido, ella está muy callada y no hace nada por arreglar las cosas. A mi la
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indecisión me mata y de un momento a otro tomo una decisión tajante que puede cambiar el rumbo de las cosas. Le mando una razón con el inspector amigo y le digo por su intermedio que necesito verla porque he tomado una decisión con respecto a la relación. Ella me contesta que también ha tomado decisiones y que también quiere conversar conmigo al respecto. Pienso de pronto llevarla a bailar pues así fue como nos conocimos, espero el fin de semana y nos vamos para un sitio en el sur de la ciudad, su nombre Esmeralda. Entramos al sitio, pido una botella de vodka pues la idea no es emborracharnos sino por el contrario pasar un momento agradable, ella sospecha que pueda pasar. Luego de un par de tragos y mucho diálogo entramos a la pista y bailamos muy juntos los discos que más nos gustan. Al cabo de unos minutos le suelto la realidad de las cosas, empiezo primero por hacerle ver la dependencia de ella hacia su amiga, cosa que ella en un momento se molesta aireadamente y la verdad está ahí. Luego le digo que esperaba de ella el día del paseo una reacción más madura que la que me dio y me dice con frescura que su amiga es muy importante o tan importante como yo en la toma de ese tipo de decisiones. Le digo al final que la amo con mucha pasión pero que su dependencia hacia su amiga me hace ver más allá y ver el futuro con ella y no quiero eso ni para ella ni mucho menos para mí. Un momento después ella empieza a llorar desesperadamente, me dice que la entienda, pero la verdad en ese momento lo único que me produce su reacción es rabia, pues veo que aún no ha superado esa dependencia y cada vez la absorbe mucho más. Pedimos la cuenta y pago, nos metemos en un taxi y la llevo a su casa, Shirley no deja de llorar, me pide tiempo pero la verdad yo no lo doy pues veo que es un caso perdido.
Llegamos a su casa y ella me insinúa que suba y que terminemos de hablar, yo estoy reacio a subir pues creo que las cosas van a empeorar, pero al final accedo, en su apartamento no hay nadie y entramos, ella me hala a su cuarto y se desnuda, le digo que
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no es la forma de terminar una relación y ella se descontrola totalmente, a mi esto me pone bastante nervioso y creo que ella ha perdido la noción de las cosas. Le hablo mucho y ella no reacciona, ella quiere hacer el amor conmigo y sellar la relación, yo le digo que es mejor que las cosas sigan su rumbo normal, que la relación ya ha tocado fondo y que no vale la pena sellarla con sexo, que por el contrario hay que darnos un tiempo, reflexionar y de pronto las cosas se arreglen. En mi interior sé que eso no se va a dar pero a esta mujer tengo que darle alientos para que no cometa errores. Me da miedo dejarla sola pues no se como lo vaya a tomar, dejo que se duerma en mis brazos, le doy un último gran beso y salgo de su apartamento, cojo un taxi que pasa y me voy hacia mi casa. Es obvio que en el camino las palabras y los hechos vienen y van, pero esa decisión había que tomarla tarde o temprano, era un hecho que había perdido a mi novia, a la mujer que más había amado en mi vida, a la única que quería hacerla mi esposa, con la única que quería tener los hijos que tanto ansié desde muy joven, había perdido no solo a la mujer sino a la amante, a la compañera, a la amiga y no podía dar marcha atrás. Llego a mi casa tomo el teléfono y marco su número pero cuelgo, no quiero hablar con ella, eso me haría daño, además era una decisión tomada y sin retroceso alguno.
El lunes siguiente llego a la oficina y media empresa sabe de mi decisión, quien la filtro, de pronto ella, o no sé quien, pero desde mi jefe hasta el mensajero ya saben que mi relación con Shirley ha terminado, tengo que seguir adelante y llevar las cosas con calma, ya no más papelitos que van y vienen, tengo más tiempo para mi y mis cosas y al final de la semana recibo con extrañeza una nota en la que me habla como su nueva amiga, esto me da la libertad que tanto he anhelado desde que se terminó la relación, desde que llegó a su fin. Esto me da un respiro y hay que tomarlo con madurez y con responsabilidad. Ella ya sabe que tengo un nuevo amor y realmente lo que saco con eso es que siente cabeza y me olvide, pero no los recuerdos.
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A continuación sus recuerdos…los únicos que pude salvar…
“Carlos: No sé que será! Pero cada día te extraño más. Shirley B.G., Agosto 3/93”
“Carlos: FELIZ ANIVERSARIO. Me has aguantado un mes. Shirley. Agosto 16/93” “Carlos: A veces pienso que el amor es mágico, pues… no sabemos en que momento nace y no comprendemos cual es esa fuerza oculta que impulsa a que dos seres extraños se necesiten… se complementen y se busquen afanosamente. Shirley B.G. Agosto 16/93”
“Para: Ing. Carlos M. Rentería De: Shirley B.G. Ref: Sin Motivos. Hola mi Amor! Espero que hoy sea un día maravilloso para ti, y además puedas pensarme un ratico. Adjunto te envío lo que hablamos anoche. Si puedo ir a Colmena por la tarde y hay plata. Te llamo para que nos veamos si puedes. Te extraña, Shirley. Cali, Septiembre 2-93”
“Carlos!: Feliz Aniversario – 5 Meses! Por favor ya te disculpe, lástima todo lo sucedido, porque con aptitudes así todo empieza a cambiar. Date tiempo, ten presente que se debe pensar para hablar y no hablar para pensar. No se que va a pasar a partir de aquí, solo el tiempo lo dirá. Que tengas un buen día, y recuerda que hoy es nuestro aniversario. Como siempre Shirley B.G. Nov. 16 /93”
“Hola…! Gracias por tu nota de hoy. Espero sea un día maravilloso para ti. Shirley. Sept. 22/93”
“Carlos: Te quiero. Shirley. Oct. 28/93”
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“Especialmente para Ti en tu cumpleaños. No pasaría esta fecha sin expresarte mi afecto y desearte una vida plena de oportunidades y de grandes satisfacciones. Feliz Cumpleaños. Con Cariño Shirley B.G. Cali, Nov. 27/93”
“De: Shirley B.G. Para: Carlos M. Rentería.
Es Navidad...! tiempo pasa. Recordar
cualquier día a las personas que se quieren! Cali, Dic. 22/93”
“De: Shirley B.G. Para: Carlos M. Rentería.
Con todo mi cariño. Deseándote Feliz
Navidad y Prosperidad en 1994. Dic. 24/93”
“Hola Cariño: Espero que me quieras aún más cuando recibas esta notica…! Disculpa la patanería por el teléfono, sé que esto te molesta muchísimo. Cuales son tus planes hoy! Llámame. T.Q.M. Shirley. Cali, Febrero 23/94”
“Carlos Rentería. No te enojes conmigo. Perdona este dibujo tan feo!. Sabes extraño tus bellos detalles pero sé que es por mi culpa! Hola! Sabes: Lo más triste de todo es que ayer estuve muy enferma y tu ni te diste por enterado! Y hoy ando casi por las mismas. Pero no te preocupes ya estoy acostumbrada a eso! Mis planes hoy son: - Llegar a mi apartamento temprano. Llámame a las casa a las 6:oopm, espero tu llamada. Te quiero! Shirley B.G. Feb. 23/94”
“Hola amorcito..! Espero que este fin de semana no haya sido muy agitado para ti, yo estoy bien, te devuelvo la revista. Muchas gracias, espero que me prestes la de esta semana. No te devuelvo el disk porque todavía no lo he utilizado. Espero hacerlo hoy. Gracias. Shirley. 03-14-94
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“Hola amorcito..! te deseo lo mejor de hoy y a la vez te felicito porque son 9 meses aguantándonos y queriéndonos mucho. Todo lo que me enviaste es muy hermoso – gracias! Especialmente el recordatorio de aniversario. Considero que hoy es el día más propicio para decirte: te quiero, me haces falta!. Atte. Shirley. PD. Anoche me quede esperando tu llamada! Sabes hoy estoy muy linda. Es que hoy es un día especialísimo, Chao perdona el papel – Shirley. Cali, Marzo 16/94
“Carlos: A veces tú das y yo recibo y a veces yo doy y tú recibes. Estamos aprendiendo a caminar más allá del reino de nosotros mismos. Estamos aprendiendo a compartir. Estamos aprendiendo a amar. Con Cariño. Shirley. Marzo 16/94”
Eran principios del mes de agosto, ya estaba cumpliendo con Shirley casi un año de relación, ya se acercaba el 16 del mes que era nuestro aniversario número doce, pero al haber roto de mi parte la relación pues se sabía que ese momento no se iba a dar. Además ya mis amigos los antiguos y los nuevos sabían de mi rompimiento, además porque yo había comentado alguna vez de mi relación con ella, al fin de al cabo pues ellos son las personas que en esos casos están ahí, acompañándolo a uno en esos momentos difíciles, de indecisiones, amigos con los cuales con algunos de ellos compartí mi relación, ellos conocían los detalles más importantes de esa relación y los de más confianza sabían de mis intensiones con Shirley, que me quería casar con ella, que era la mujer con la que había soñado toda mi vida, en fin, sabían tanto que intuían de pronto mi decisión de terminar la relación. Un buen día, un día de esos como raros me llama mi amiga Gloria B., hermana de mi buen amigo Eugenio B., amigos de La Unión y me dice, que vas a hacer este fin de semana, estás soltero? y le digo porque la pregunta, es que me extrañas, ella sonríe y la verdad lo digo por molestar, ella me dice a vos te gusta salir en chiva, le digo que si, porque la pregunta, y me dice es que tengo cuatro boletas para la chiva del
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sábado, voy con mi novio y una amiga sin parejo, como sé que vos estás soltero y a la orden, pues yo a mi amiga le he hablado mucho de vos y ella dice que no tiene problema con eso, que opinas, pues que te digo probemos, nada se pierde con probar y salir a conocer el mundo, decile a tu amiga que cuente conmigo, que no seré de pronto la mejor compañía pero que conmigo no se va a aburrir.
El caso es que llegó el día sábado, nos quedamos de encontrar en la parada de la chiva, estuve muy temprano y al mismo tiempo de mi llegada había una pelada, flaquita ella, muy querida y muy bien vestida, empecé a conversar con ella y le conté cosas de mi vida, ella hizo lo mismo pero en ningún momento dijimos el nombre de la persona que nos había invitado, ella me dijo que trabajaba en la Dian y yo le dije que trabajaba con Ingetec, luego de palabras van y vienen, ella me dijo que estaba esperando a una amiga con el novio y que le habían conseguido un parejo, yo me ataque a reír y la vieja se estaba como emberracando, entonces en esos minutos llegó mi amiga Gloria con su novio que no conocía y se saludo muy de beso con la amiga recién conocida por mi y que ni ella me había preguntado mi nombre ni yo el de ella, el caso es que luego de las presentaciones de rigor supe que su nombre era Liliana R., con Liliana en la chiva hablamos hasta por los codos, esa misma noche ella supo de mi rompimiento con Shirley y yo supe de su rompimiento con un novio de años también, en conclusión ambos estábamos en las mismas circunstancias, teníamos casi el mismo dolor de un rompimiento cercano y no teníamos nada que perder, que hicimos, pues simple hacer de las situaciones una fiesta y eso hicimos. En cuanta discoteca
paraba esa chiva los cuatro nos bajábamos y
bailábamos hasta más no poder. Cuando la chiva llegó a Juanchito, nos bajamos en una de las discotecas y allí nos quedamos. Pedimos una botella de aguardiente y gaseosas para las niñas, a todos los cuatro nos gustaba el traguito en pocas cantidades, salimos a bailar con más calma con mi nueva amiga y descubrí varias cosas, una que esa mujer se
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movía en la pista con una facilidad impresionante, la otra que esa mujer se me pegaba mucho al cuerpo y a mi personalmente me gustaba, mi amiga Gloria ya lo había visto y el comentario no se hizo esperar, en un momento en que Liliana se fue sola para el baño ella me sacó a bailar y me dijo, le caíste super bien a mi amiga, aproveche que esta soltera, uno nunca sabe que puede pasar después y de pronto estas perdiendo una oportunidad, yo le decía que era muy temprano tanto para ella como para mí empezar una relación luego del rompimiento de cada uno y ella me decía que Liliana le había comentado en la chiva que yo le fascinaba, que la escogencia de parejo no pudo ser más acertada, mejor dicho ese día iba a hacer el mío . Cuando Liliana llegó del baño la invité nuevamente a bailar y en medio del baile le pedí un beso, cosa que esta mujer por su reacción estaba esperando desde hace mucho rato de mi persona, esta mujer me dio un beso con tantas ganas que por un instante se me olvidó la relación con mi antigua novia y me dio una seguridad que en el momento no pude controlar, el caso es que estaba viendo a otra mujer con otras ideas y de otra perspectiva totalmente diferente, ese día estaría cumpliendo meses de relación con mi antigua novia, y ese mismo día estaba teniendo un affaire con una desconocida. La noche se prolongó por unas horas más, pedimos una nueva botella de aguardiente, más gaseosas, más cigarrillos, más rumba, más fiesta, más de todo un poco, muchos más besos en esa pista, muchas más caricias en esas sillas, hubo química y tan solo llevábamos unas horas de conocernos, hubo intercambio de teléfonos y lo mejor del asunto es que esa mujer no sólo trabajaba a pocas cuadras de mi oficina sino que vivía a pocas cuadras de mi casa. Todo en ese momento me estaba saliendo muy bien y sin planearlo. Solo una salida bastó para comenzar una nueva relación. Esta mujer era tan chévere que nos hicieron rueda en uno de nuestros bailes, ella bailaba delicioso, se me pegaba de una forma tan provocativa que mi cuerpo se contoneaba a su ritmo y éramos como unos solo y en el baile eso es lo primordial. Llegó la hora de partir, sin embargo hubo una discusión con la pareja que nos acompañaba, o
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sea Gloria mi amiga y su novio, el caso es que el abandona el lugar y los tres nos quedamos pagando la cuenta en la discoteca. Estábamos en Juanchito, lo que hice fue pedir un taxi del sitio, llevamos a Gloria a su apartamento, ella bastante desconsolada y pidió disculpas por la reacción de su novio, nosotros la aceptamos y me pidió que llevara a Liliana a su casa, cosa que acepté de momento, besos van y vienen de parte y parte, la dejé en su casa y me fui demasiado contento para la mía, ya no habían recuerdos ni nada de eso, ambos nos estábamos dando una oportunidad. Al llegar a mi casa tengo un detalle y la llamo, ella contesta radiante de felicidad, le deseo las buenas noches aunque es de madrugada, ella se despide con un beso en la bocina cosa que yo recibo y se lo agradezco.
A la mañana siguiente es domingo, la llamo a eso de las 10:00 am previendo de pronto que se haya levantado tarde y que hay que dejar a la gente descansar, como tengo carnet de un club deportivo, le propongo que nos vayamos a almorzar allí y que pasemos un día diferente, ella sin reparo alguno me dice que le dé un par de horas para arreglarse y le digo que no hay problema. Cuando llego a su casa, me presenta con sus papás y con sus perros, tiene dos perros pequeños y estos me saludan muy bien, cosa que yo agradezco porque siempre he pensado que si un animal lo quiere a uno de entrada el terreno de ahí en adelante ya está casi ganado. Le digo que como el club queda alejado de la ciudad podemos hacer dos cosas o nos vamos para el club en un taxi o si más bien cogemos un taxi hasta el paradero de las flotas y de allí en adelante pues en flota, me gusta el detalle de ella del ahorro y la verdad la estaba probando y me gustó su reacción. Cuando llegamos a la flota nos montamos y seguimos la conversación, el club queda por la carretera a Jamundí y es un poco alejado de la ciudad y eso nos da momentos para conversar del día anterior y comentar lo sucedido tanto de los dos, nuestro encuentro, los detalles, el baile, el corrillo, los amigos y muchas cosas que han quedado sin respuestas.
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Cuando llegamos al club vamos directamente a almorzar y hay una cola enorme, entonces le propongo que vayamos al restaurante de otro nivel, ella me dice, mira amor yo me quedo de una sola pieza por el cariño en que me lo dice, ella me dice que es la forma en que le gusta tratar a la persona que la cautive y que en esos momentos yo cumplo esa función, le digo que me fascina la forma en que me lo dice y ella sonríe – porque no hacemos la cola del restaurante popular y dejamos lo del buffet para otra ocasión, la verdad esta mujer era ahorrativa porque otra vieja lo consume a uno. Hacemos una cola como de una hora y ella escoge un plato muy económico, yo por el contrario le propongo que pida un plato más caro pero ella no lo quiere, eso me gusta de esta mujer, que buena salida la que tuve pienso para mí, nos sentamos a comer y cuando terminamos ella me propone que nos sentemos en la grama, cuando lo hago ella recuesta su cuerpo en el mío y me mira con cariño, yo no me puedo contener y le doy un beso en su boca al cual ella corresponde y me muerde un poco mi boca pero yo lo tomo con agrado también. Luego ella dice que quiere caminar un poco y sucede lo que no esperaba y tan temprano menos, nos encontramos con una amiga de Shirley y su esposo, ambos estaban también en el club pasando el día, los saludo y cuando presento a mi nueva novia, les digo les presento a Liliana pero no digo mi relación con ella, no hay necesidad pues las acciones que hemos tenido hablan por si solas, para sincerarme con ella le comento quienes son ellos y de donde los conozco, ella es comprensiva y lo toma con calma, es más me hace el comentario que de pronto le comenten a mi antigua novia y me pregunta que yo que opino de eso, le digo que afortunadamente terminamos en buenos términos no seremos los mejores amigos pero somos libres de escoger en que momento rehacemos nuestras vidas. Luego reanudamos la conversación y seguimos caminando hasta la salida del club, salimos a la carretera y nuevamente cogemos la flota de camino a Cali, llegamos a Cali nos bajamos en Unicentro y le propongo que nos metamos a cine, ella dice que si, escogemos la película, compro las boletas, ella compra
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la comida y nos sentamos en la sala, comemos pero más que comer compartimos la comida, luego nos besamos y nos acariciamos por un rato hasta que empieza la película, yo acerco mi brazo a su hombro y comenzamos a ver la película hasta que termina, salimos de la sala, paro un taxi y la llevo a su casa. Luego nos despedimos de un buen beso largo y delicioso, llama un taxi y me devuelvo para mi casa, apenas llego la llamo y le deseo buenas noches.
Al día siguiente llego a la oficina y recibo una llamada de Liliana con los buenos deseos para el resto de la semana, mis compañeros hacen algo de burla y les comento de mi nuevo amor. A eso del medio día recibo una carta y viene de la obra, la obra en donde trabaja Shirley, la dejo a un lado y continúo con mi trabajo del día. Cuando llego a mi casa, llamo a Liliana hablamos por media hora y nos deseamos las buenas noches, destapo el sobre y comienzo a leer.
“Hola Carlos! Lo único que te diré para empezar es que la leas! Hoy de pronto es un día cualquiera con más trabajo que nunca, a pesar de todo mi pensamiento vuela muy alto y creo que es hora de sacarte de mi, de decirte por fin adiós para siempre. De decir todas aquellas cosas que tal vez nunca dije, no importa que hoy sea demasiado tarde, lo que importa es decírtelo y que tu lo sepas. Primero “Gracias” por todo, por aguantarme, por tratar de que las cosas funcionaran, por todo tu amor, por ti comprensión y por todos y cada uno de los momentos vividos buenos, malos, regulares, feos, bonitos pero al fin de al cabo vividos entre los dos. Bonito fie todo aquello, tu cariño, el de toda tu familia y créeme llegué a quererlos a todos y a ti a mi modo, tal vez de un modo muy raro pero así fue y espero que nunca lo olvides. Pero como todo empezó y termina hoy quiero desearte que seas muy feliz, que ya que encontraste a alguien que te quiera, cultiva ese amor y espero que no te haga sufrir como yo lo hice. No olvidaré todo lo vivido, todo cuanto
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aprendí a ti lado, todos nuestros momentos, y como la vida se aprende caminando, espero algún día mejorar y cambiar tantas cosas de las cuales tú siempre trataste de que fueran mejor para mí. Perdona tantas niñadas y tantas estupideces que hice y espero que guardes de mi únicamente las cosas buenas, que al pasar el tiempo algún día te acuerdes de esa tonta que desaprovechó muchas cosas buenas que trataste de darle y enseñarle. Sabes! Me duele y lo digo con sinceridad que hoy otra persona tenga todo aquello que yo tuve y que lo perdí por la simple razón de dejar que otras personas pudieran pensar y decidieran por mí, por mis sentimientos, sin haber sido capaz de defender nuestro Amor no importándome lo demás. Tal vez ese fue mi peor error y terminó separándonos pero ya no es tiempo de que me lamente, solamente te prometo que trataré de que no me vuelva a pasar. Después de todo lo dicho lo único que me queda es ofrecerte mi amistad y eso solo si tu deseas ser mi amigo. Pero aunque no sea así recuerda siempre, que en un lugar del mundo estaré yo incondicionalmente cuenta siempre conmigo! Ya sabes donde estoy y por favor sin rencores. Se despide de ti alguien que nunca te olvidará…! Tu amiga Shirley B.G., Cali, Agosto 30/94 10:20 am” Es un hecho que las noticias vuelan, seguramente los amigos con quien me encontré en el club le comentaron a mi ex novia de lo que vieron o que se imaginaron, pero a la larga esto se iba a dar tarde que temprano, con o sin anestesia. Cuando empiezo a leer la carta, veo que es una carta muy madura de una mujer que acepta con resignación su destino, de una mujer que acepta con valentía que se equivocó conmigo y que no hay vuelta atrás, también acepta que otra persona esta disfrutando de mi vida y que ella lo intuía. Para no molestar a ninguna de las dos, a Liliana no le comento en esos días de la carta, lo hago al mes de estar saliendo con ella y ella la verdad lo toma de una manera muy madura, cosa que agradezco.
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Llega el mes de septiembre, más exactamente el día del amor y la amistad, ese día recibo de Liliana un detalle y una tarjeta muy bonita. “Tengo un dilema: No sé si el amor se parece a ti, o si tú te pareces al amor. Pero lo que si tengo muy claro, es que tú eres la persona más especial e importante, eres mi amor. Lili. Cali, Sept. 17/94”
Para esa época con mi amigo Eugenio planeamos una salida, coincidencialmente la persona con quien él está saliendo también trabaja en la Dian y es conocida de vista de mi nueva novia, el caso es que concretamos la salida y vamos a bailar a Juanchito, a la mejor discoteca del lugar, pedimos vodka y pasabocas, conversamos un poco y cada uno le da un detalle a su pareja, Liliana me da un beso de agradecimiento por el regalo y vamos a la pista a bailar, ella me abraza y bailamos al ritmo de la música, allá nos encontramos con mi amigo y su novia y nos deseamos buenas cosas para el futuro. Luego de unas horas coincidimos con mi amigo en la puerta del baño y él me dice que después de salir de la discoteca quiere ir a celebrar con su novia muy privado y que yo haga lo mismo. Le comento a mi novia Liliana que mis amigo y su amiga quieren ir a celebrar a su modo en otro lado y ella me propone que nos quedemos más tiempo hasta terminar la botella. Yo accedo y nos despedimos de nuestros amigos. Terminamos la botella luego de un tiempo y procedo a llevarla a su casa. A pocas cuadras de su casa ella me propone que nos vayamos a celebrar en privado, yo en un comienzo me extraño de la propuesta pero cedo al final y me gusta. Llegamos al sitio y pido un jacuzzi y tenemos nuestra celebración privada. Luego horas más tarde la llevo a su casa y me despido de ella con un beso.
Llego a mi casa, la llamo como es de costumbre y me duermo. En la semana siguiente empiezo a planear un paseo a Ladrilleros, no le comento a nadie pues hasta ahora es una
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idea, hago las llamadas de rigor, miro el saldo de mi tarjeta, mis ahorros y cuando las cosas están claras llamo a Liliana, le digo, amor tengo una idea tu que opinas, le comento la idea de salir a ver las ballenas en Ladrilleros para los primeros días de octubre y ella dice que va a cuadrar con su agenda, al rato me llama y dice que yo ponga los pasajes terrestres y marítimos y ella coloca los gastos extras, le digo que acepto y convidamos además a la persona que nos dio a conocer, llamamos a Gloria, primero yo y luego Liliana, Gloria queda de darnos una respuesta en un par de días, aceptamos la condición, a los días nos llama Gloria y nos confirma que ella y su novio también quieren ir, llamo a la agencia de viajes hago las respectivas reservaciones, pedimos una alcoba múltiple, la idea es que nos turnemos la cama doble un día de por medio, ellos aceptan y nosotros también, al fin de al cabo somos amigos y podemos distribuirnos. Nos encontramos con Liliana en la agencia de viajes, pagué con tarjeta el viaje de todos, esperando por parte de Gloria, que ella y su novio cubran su parte.
Quedaba una semana para el viaje pero Gloria nuestra amiga no se reportaba y había que dar otro avance de dinero en la agencia de viajes, decidimos pues con Liliana ir a la suerte a la agencia de viajes esperando que nuestra amiga y su novio aparecieran para cubrir ellos su parte, pero no fue así, pero como nosotros si queríamos viajar y queríamos estar los dos en ese paseo. Nuestra amiga Gloria y su novio no llegaron, no llamaron, pero nosotros sabíamos que en tres días estaríamos cumpliendo nuestro sueño y no íbamos a dejar que nada ni nadie nos dañara el paseo y así fue. Cuando llegó el día del viaje, esperamos a nuestra amiga y a su novio en el terminal, llegó ella y con miles de disculpas excusó a su novio de no ir al paseo. Liliana y yo nos molestamos inicialmente con ella y le dimos ánimos para ir con nosotros a Ladrilleros, ella en un principio no quería por la ausencia de su novio, pero al final cedió. Nos fuimos pues para el paseo, llegamos a Buenaventura, nuestra amiga llamó a su novio a su casa y no lo encontró, quería
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devolverse para Cali pero nosotros no la dejamos, luego cogimos la lancha para Ladrilleros, eran las 2:00 pm, llegamos a Ladrilleros pasadas las 3:00 pm, pues el mar estaba como picado, llegamos a las playas y luego cogimos el tractor que nos llevaría al hotel. Cuando llegamos al hotel quisimos cambiar el cuarto pero desafortunadamente el hotel estaba lleno y no pudimos hacer nada al respecto. Como nosotros éramos la pareja le propusimos a nuestra amiga que nosotros cogíamos la cama doble y ella el camarote. Ella en un principio no estaba muy de acuerdo pero al final cedió.
Pasamos 3 días y cuatro noches los tres en Ladrilleros. Con mi novia pasamos unos días maravillosos, con nuestra amiga nos fue más o menos bien, pues ella no comprendía la felicidad que nos embargaba en esos momentos y quiso en cierta forma aburrirse en el viaje, le dimos valor y afortunadamente tomó otra actitud. Mientras se le convencía de dejar al lado sus miedos y sus inseguridades la pudimos convencer para que nos dejara un espacio para nuestra intimidad, espacio que aprovechamos con Liliana al máximo, tuvimos nuestros momentos de felicidad, de ansiedad, de caricias, de besos, de darnos seguridad, de afianzar nuestra relación. Llegó el momento de partir hacia Cali, empacamos nuestras pertenencias y luego tomamos rumbo hacia nuestro destino. Llegamos a Cali y como sabía que mi familia no estaba en el apartamento, nos fuimos con Liliana para el apartamento mientras nuestra amiga se iba para su casa a llorar su pena, supongo. Llegamos al apartamento, nos desperezamos, descansamos un poco y nos acostamos en mi cama, mi Liliana estaba muy dispuesta y tuvimos nuestro momento de intimidad, como sabía de antemano que nadie nos iba a molestar, pasamos parte de la tarde y parte de la noche juntos, dieron las 7:00 pm y pido un taxi y llevo a mi novia a su casa, como de costumbre me devuelvo para la mía y la llamo para desearle las buenas noches.
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Luego para la semana de mi cumpleaños o sea en noviembre le digo a Liliana que me gustaría pasar un fin de semana diferente con ella y le digo que porque no nos vamos para Ladrilleros pero los dos solos, ella como es obvio y como es una ejecutiva en su empresa me dice que tiene que cuadrar las fechas para que nada ni nadie se interponga. Quedamos en espera para concretar el paseo, pero sin embargo yo había hecho reservaciones con la agencia de viajes y por su puesto en el hotel. Nos quedaba un par de semanas para todos los preparativos del paseo y como siempre he sido un apostador de la vida, de la suerte y de todo lo que se me atraviese, entonces me gano la Lotería del Cauca pero no con un billete entero sino con un pedazo de lotería. El mayor pagaba 70 millones pero con un billete de 10 fracciones, tenía solo un pedazo. Inicialmente no le comenté nada a nadie, pues no tenía la seguridad del premio, siempre me ha gustado hablar con las cosas en las manos, no soñar. Fui al día siguiente, pedí permiso en la oficina y fui a cobrar mi plata, ahí en la distribuidora no pagaron, entonces me fui para el Banco de Colombia a cobrar el premio, para esa época año 1994 me gane 7 millones de pesos pero me dedujeron una mínima parte. Los cobré con cierto miedo y me los dieron en un cheque de gerencia. Luego de esto, fui a Conavi a consignar el dinero, en cheque, el miércoles siguiente saque una parte e hice un abono a mi tarjeta de crédito que había quedado casi en los huesos al haber pagado en pocas cuotas el viaje para mí y mi novia. Cuando ya el cheque hizo canje llamé a mi novia y le dije que nos encontráramos en un sitio en la Av. Sexta que quería darle una buena noticia, como sabía que ella iba a cubrir los gastos diarios y para ese entonces no teníamos nada que nuestros sueldos y las tarjetas, pues nos íbamos a ir casi en los rines, con lo justo y comiendo de más se puede decir lo necesario. Cuando llegó al sitio Liliana, le dije, amor te tengo una muy buena noticia, pero necesito que te sientes porque te puedes desmayar, me dijo, dime y le dije me gané un premio y vamos al paseo con parte de él, me abrazó, nos dimos un beso y después me dijo que le contara todo y todos los detalles. Eso hice y le regale una plata
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para que se comprara un vestido de baño que ella siempre quiso pero que por alto costo nunca se había podido comprar, la acompañé al almacén, se compró algo espectacular, la acompañé luego a su casa, nos despedimos, cogí un taxi para mi casa y como de costumbre cuando llegué la llamé. Cuando llegó la hora del viaje teníamos muchas expectativas, era la primera vez que íbamos a salir solos y por varios días, era la primera vez que íbamos en plan de verdadera pareja y eso lo sentíamos, era la primera vez que iba a amanecer junto a la mujer que para esos días llenaba toda mi vida, era la primera vez para muchas cosas. Cuando llegamos a Buenaventura almorzamos en un buen restaurante, sin derroches simplemente dándonos un buen gusto que era la idea en esos momentos, teníamos que aprovechar al máximo todo lo que nos estaba pasando y eso hicimos. Luego teníamos tiempo, salimos para el centro a comprar cosas para llevar para el resto del viaje, pues había que aprovechar, también llamamos a nuestras casas para decir que habíamos llegado bien e incluso nos metimos a una discoteca a rumbear un poco mientras hacíamos tiempo para la salida de la lancha. Llegó la hora y nos metimos en el mar rumbo a Ladrilleros.
En el hotel nos estaba esperando una botella de vino y frutas en el cuarto, así lo había pedido yo, era como una sorpresa para mi novia de mi parte, queríamos que esa vez solitarios fuera especial. Salimos del cuarto luego de un par de horas y nos dirigimos para la discoteca, allí me encontré con gente conocida y nos saludamos, hice las presentaciones de rigor y luego nos fuimos bordeando la playa hasta llegar nuevamente al hotel. Esta mujer estaba radiante, bellísima y toda para mí por tres días aprovechando un permiso especial que nos habían dado en nuestros trabajos, fuimos a cuanto paseo se nos ocurrió, el avistamiento de las ballenas jorobadas, aunque para ella era la primera vez en Ladrilleros, para mí era como la costumbre, estuvimos en las cuevas donde no va nadie pero nosotros si, montamos en lancha varias veces dentro del paseo, montamos en
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el banano cosa que nos daba mucha risa porque cada vez que nos montábamos en el banano ese, era más el tiempo que nos demorábamos subiendo que la caída en el agua, pero divertidísimo. Llegamos el domingo en la tarde a Cali, la dejé en su casa y luego me regresé para la mía.
Ver el amanecer con la persona que uno quiere es una experiencia casi inigualable y con Liliana vi muchos amaneceres, muchos atardeceres, e incluso éramos en cierta forma como muy parecidos, recuerdo que a principios de diciembre del año 94 la invité al club de comfandi, ella sin decirme nada había comprado una cometa y cuando llegamos la sorpresa fue del otro mundo, esta mujer era de unos detalles que nunca imaginé y me hacía unos regalos muy chéveres, claro que yo tampoco me quedaba atrás. Un día se me apareció en la oficina con una cámara y con un álbum de fotos, ese regalo no lo esperaba, alguna vez hablamos de eso, se puso el tema y esta mujer resultó haciéndome ese regalo, le pregunté si podía colocar todos los recuerdos de antiguos amores y ella no puso reparo en eso.
Lo malo y bueno de este suceso, digo suceso porque lo que pasó después dio un giro inesperado a mi vida, aún cuando tenía una relación seria con Liliana, apareció sin aviso un día en mi casa Shirley, mi mamá como la quería mucho pues no puso resistencia a su llegada, empezaron a hablar, de pronto ella le dijo que quería dejarme en el cuarto un recuerdo, mi mamá inocentemente le dijo que no habría problema alguno y ella entró en mi cuarto. El álbum hasta ahora lo estaba llenando con recuerdos de cada persona que estuvo en mi vida, de 100 hojas diría habían llenas como 30 hojas, cuando yo llegué a mi casa, mi mamá me contó de la visita intempestiva de mi ex y de que me había dejado un presente en el cuarto y que yo sabía que era, me fui para mi cuarto y esta mujer ardió en celos de todos los recuerdos que yo tenía, hizo rompezón de cuanta carta y cuanta
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fotografía yo tenía, pero no encontró la caja con otras pertenencias, digamos que esa parte se salvo de la reacción. A parte de esto, me dejó un teléfono y la llamé, estaba tranquilo, lo quería tomar con calma, hablamos como media hora, luego salí de mi casa y me fui a ver con ella, llegando al sitio, me abordó, estaba dentro de una camioneta y hablamos en ella un rato, después me dijo que le perdonara las niñerías, pero que ella no se había aguantado y que no estaba de acuerdo que yo guardara recuerdos de otra mujer que no fuera ella, yo le dije que la comprendía, pero que ya era demasiado tarde, me besó casi a la fuerza, la verdad sentí lo mismo que en otras épocas, pero sacármela de la cabeza era lo más necesario y prudente en ese momento. Nos despedimos y yo quedé en las mismas pero sin nada, es decir, sin mis recuerdos que los guardaba celosamente y con una ex totalmente desbocada y sin saber cual podría ser su reacción a futuro. Luego de eso, Shirley se me apareció en una reunión familiar donde mi hermano, casi a la fuerza, ese día Liliana también tenía una reunión familiar y lo que hicimos fue que nos repartimos y cada uno cumplió con su familia, afortunadamente ella no estaba, claro que de estos dos encuentros yo le hablé a ella y ella lo comprendió, claro sin antes tener un poco de temor por la reacción de Shirley.
Cuando llevé a Liliana a casa de mis familiares, siempre la comparaban con la novia anterior, eso a mi no me gustaba y tampoco me gustaba que ellas hicieran como compinchería con mis familiares porque era incómodo y no me gustaba mucho. En una ocasión llevé a Liliana a casa de mi hermano a las afueras de la ciudad, a él en cierta forma le cayó bien por lo preparada y por lo profesional, a mi cuñada y mis dos sobrinas no tanto, pues es muy diferente el trato hacia una ejecutiva de una empresa importante y ellas no lo entendieron así por eso no hubo de parte de mis familiares receptividad con ella, otra de las cosas que influyó en la familia era el sitio de donde provenía Liliana, a mi personalmente nunca me incomodó saber que mi novia vivía en un barrio popular, pero
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para algunas personas de mi familia eso era importante. El caso es que para mis familiares ella no era digna de la familia, para mi fue un golpe bajo y duro, yo apoyé a mi novia en muchas ocasiones, lo que yo no sabía era que mis familiares hacían cosas a mis espaldas en contra de ella, como yo no lo sabía y me vine a enterar muy tarde, las cosas con Liliana empezaron a distorsionarse, ya se mermaron mucho las salidas, sus papás que sabían todo el rollo pues eran diferentes conmigo e incluso ella cambió bastante, a la larga fue un diciembre difícil aunque lo pasamos juntos pero yo no tenía ni idea de nada, por otra parte había cambiado de empresa y ya el tiempo que teníamos para vernos era menos, llegó el 7 de enero y quise celebrarlo con ella, pero antes quería cambiar el tv y tenía la plata para hacerlo, la llamé nos pusimos una cita en el centro para hacer la compra, mis familiares nos iban a acompañar, las cosas no salieron como se planearon, no me pude encontrar con ella y por su puesto ella no estaba de buen genio para oír explicaciones. Cuando llegué a mi casa con la nueva compra, la llamé pero no me contestaba al teléfono, sus papás no le daban razones, en su trabajo tampoco, intuía que algo pasaba pero nunca me imaginé que detrás de todo esto había personas de mi familia enredando las cosas. El caso es que mi relación a finales de Enero terminó inesperadamente con Liliana, mis amigos no se lo explicaban tampoco y el más extrañado era yo. Al cabo de unas semanas recibí una llamada de Liliana en mi nueva oficina, nos pusimos una cita, al encontrarnos intente saludarla, no quiso ser como antes, cometí un error y fue un error que me costó en esa época perder a una mujer maravillosa, una mujer que me hizo sentir nuevas emociones, una mujer muy madura para su edad, una mujer con la cual hubiera salido adelante en muchas cosas pues era una mujer que me apoyaba hasta en los momentos más difíciles y desafortunadamente me deje llevar por habladurías de personas ajenas a nuestra relación, Liliana si alguna vez lees estas palabras, lees este libro, te pido perdón de todo corazón, perdóname por no apoyarte cuando más lo necesitabas…
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En mayo del año 95 apliqué para una vacante en Conciviles, para mi esa empresa era lo más importante en Cali y yo tenía que estar allá, cuando hice la entrevista me propusieron ser el Ing. de programación de Chipichape, yo ya había trabajado en empresas de mayor envergadura pero me faltaba estar en una obra de mayor presencia en la ciudad, el caso es que acepté el puesto, las condiciones de trabajo y por su puesto las responsabilidades. En el trabajo habíamos algo así como 20 personas de mandos medios entre arquitectos hombres y mujeres, ingenieros y directivos del proyecto. Contratistas y proveedores de la obra en sí. Como yo estaba recién entrado a la empresa fui de las expectativas de muchas personas entre ellas una arquitecta muy bonita cuyo nombre era Bibiana T. pero esa mujer nunca me paró bolas y la verdad pues mi intención en esa empresa no era sino trabajar. Como mi cargo estaba muy enfocado a la auditoría y supervisión de la obra en sí, entonces tenía que ver indirectamente con contratistas y proveedores, una de las contratistas con las que tuve más acercamiento fue con Martha Susana G., ella era la contratista de fachadas, aunque la obra no estaba sino en estructura, pero ella administraba la empresa y a su personal lo movía con mucha facilidad dentro de la obra y así nos hicimos amigos y luego tuvimos una relación que duró casi 4 meses, corta pero esta mujer iba a mil por hora, a ella le puse Pocahontas, pues estaba de moda la serie de dibujos animados y la verdad tenía un cuerpo espectacular, su cara era muy bella también y tenía un pelo entre castaño y negro que le llegaba a las nalgas, unos ojos muy oscuros y una mirada muy angelical. Teníamos muchos encuentros a solas y como a escondidas en la empresa, pues las reglas que allí se daban para todos los empleados eran muy estrictas y más aún entre jefe y contratista, pues yo a la larga por mi posición dentro de la obra era supervisor de los trabajos de los contratistas, no por encima de los maestros pero si tenía mucha injerencia al respecto, razón por la cual teníamos que tener prudencia para vernos y estar juntos. Además de eso existía un compañero arquitecto muy amigo
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que también le gustaba la pelada, aunque con él nunca tuve problemas de nada pero no era conveniente que en la empresa se supiera la disputa por la pelada, además no la iba a exponer ni yo tampoco iba a hacer lo propio. Había si una persona que siempre nos guardó como el secreto y ese fue el interventor, un amigo paisa que trabajaba para la empresa interventora de la obra, el nos prestaba su casa para los encuentros furtivos e incluso solíamos salir a rumbear en compañía suya y la de su esposa.
Martica era espectacular, muy sensual, muy mujer, una hembra en todo el sentido de la palabra, muy diferente a todas las mujeres que anteriormente pasaron por mi lado, ella era una persona muy recorrida en el buen sentido de la palabra, la mujer bailaba riquísimo, cuando salíamos y teníamos intimidad ella era una mujer de iniciativa y eso siempre me gustó de ella. Nuestra relación solo duro cuatro meses, pues en la empresa hubo cierto recelo por el contacto mío con ella, no hubo un llamado de atención formal, pero sabía que tenía que cortar con la relación. Tiempo después, ella no estaba en la obra, su empresa ya no trabajaba en la obra, nunca pregunté, no indagué, ella no me respondía los mensajes, en fin, seguramente la liquidaron de pronto tuve que ver con eso, de pronto no, pero la volví a ver para épocas de diciembre y la verdad no la reconocí, estaba muy flaca, muy demacrada, muy diferente a una fotografía de recuerdo que tengo de ella, la verdad no lo podía creer, que la mujer que me hizo ver meses atrás muchas cosas lindas, estaba irreconocible, no le quise preguntar que había sucedido con su vida, pero pude deducir que había tenido un mal encuentro con alguna persona luego de nuestro rompimiento. Cuando llegué a la empresa indagué con mi amigo y rival arquitecto y el me comentó de los problemas que ella había tenido. La verdad para plasmarlos acá no vale la pena hacer ni si quiera el comentario, este libro se basa en los momentos bonitos de cada persona que circundó mi vida no de las amarguras y las tristezas de alguna persona, para mi Martha Susana desde el primer momento hasta el último significó
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mucho y con esos detalles que tuvo y con esa forma tan especial de tratarme, eso es lo que quiero plasmar acá. Ese es mi recuerdo que tengo de ella y ese estará guardado en mi corazón, en mi alma, en mis pensamientos.
Cuando finalicé el curso en Conciviles luego de salir de la obra del centro comercial de Chipichape, estaba preparado para asumir el reto de trabajar con la empresa en una obra a muchos kilómetros de distancia, era la primera vez que salía por fuera del Departamento del Valle y para mí sería muy importante que la empresa me valorara así que acepté las condiciones de trabajo y la empresa me dio una semana antes de semana santa para hacer los preparativos del viaje. Por esas épocas yo tenía una amiga que vivía en la costa norte del país con la cual hablábamos por teléfono con alguna frecuencia, esta amiga me cayó de sorpresa en Cali, hablé con su hermana para hacerla desistir del viaje pero ya las cosas estaban dadas y el viaje estaba muy encima, el caso es que ella me llamó a la oficina y quedamos en que la iba a recibir al aeropuerto el mismo día en que yo terminaba la instrucción para el viaje a Mutatá. Cuando llegué al aeropuerto me encontré con esta mujer, fue un reencuentro en vivo y en directo, no pensé que las cosas llegaran a este punto pero lo disfruté como nunca, jamás pensé que de todas esas habladas por teléfono existiera entre ella y yo una relación con bases, una relación en donde la distancia no había depurado el sentimiento, todas esos hasta luegos con besos a la despedida se reflejaron el día en que piso suelo caleño. De todo tan apresurado, su viaje, sus ganas de tener de todo conmigo, tanto que ella pagó su estadía en un aparta hotel del barrio Versalles y estuvimos por espacio de tres días seguidos de los cuales uno entero no vimos ni el anochecer ni mucho menos el amanecer de Cali que por esas épocas era algo fascinante. Fueron tres días en los cuales yo le expliqué de todas las maneras habidas y por haber que no podía quedar más tiempo con ella, pues en Antioquia me estaban esperando para empezar el nuevo proyecto, a la carrera cuadramos
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las cosas para que su estadía fuera lo más amena posible, estuvimos en Buga pues ella era la primera vez que venía a el Valle y quería conocer el milagroso de quien tanto le habían hablado a distancia, luego cuadramos las cosas para ir a la hacienda el paraíso donde horas más tarde almorzamos, mejor dicho le hice un tour relámpago para que ella estuviera lo más amañada posible. El caso es que hice sentir a esta mujer como en su casa, pasamos tres días muy amañadores, probamos de todas las delicias de la vida, ella se fue queriéndome mucho, yo también hice lo propio con ella, pero quedó el sinsabor del olvido debido a que con esta mujer luego de su paso por Cali no volvimos a conversar ni mucho menos a tener llamadas tan intimas como en los días pasados. Esta relación nunca empezó, fue sol de un verano y así quedó en el recuerdo de ambos. La traigo a colación pues en este capítulo había que darle algo de importancia a esta mujer que en tres días sintió lo que es la verdadera pasión.
Luego de mi furtiva relación con Martha Susana y la intempestiva llegada de mi amiga de la costa, me quedé otra vez en la completa soltería, pues en la empresa no quedaban solteras diría yo casi ninguna o mejor las que quedaban no eran de mi gusto razón por la cual me dediqué a divertirme a lo grande y con quien más sino con mi amigo el interventor, con ese paisa íbamos a cuanto bar inauguraban, a cuanta discoteca estaba de moda y un buen día que nos encontrábamos en Casablanca en la zona rosa del norte de Cali, me encontré con una mujer como de película, una mujer muy alta, de hermosos ojos verdes y muy linda, pero muy creída, ella estaba acompañada de otra mujer, más bien morena de ojos grandes y pelo negro, pero ni a mi amigo ni a mí nos daban la hora. Con mi amigo decidimos llamar al mesero y estilo película rosa mandarles una orden de lo que estaban tomando ellas, el mesero fue y lo hizo, pero no resultó efecto, dijimos que lo íbamos a hacer nuevamente pero con una nota, así lo hicimos y ellas nos devolvieron la nota con una firma de una de ellas y con una invitación a la mesa, tragos van y vienen y a
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mi por sorteo y gusto, me tocó la belleza exuberante de Luisa Fernanda H., así se llamaba, espectacular, sencillamente sin palabras, hablamos mucho, reímos, se llegó la hora del cierre y mi nueva amiga mi invitó a un sitio en el centro de la ciudad, yo me despedí de mi amigo interventor y de su pareja que también era muy bonita y decidí irme con ella a conocer su sitio de preferencia. Estuvimos solo hablando por espacio de dos o tres horas en ese sitio, era un lugar muy agradable con mesas y con un pianista, cosa que a mi nueva amiga le encantaba y como yo soy buen conversador pues no me le quedé atrás. La verdad salimos casi a la madrugada de ese sitio, tuve las mejores intensiones de hacerle de todo a esa mujer, pero no fui capaz, no por falta de hombría sino por respeto y además porque ella a voces me lo pidió de la siguiente forma, mira yo soy una mujer decente, he salido contigo en estas circunstancias y espero que me respetes. Estas cosas que a veces le pasan a uno con una mujer, uno como que no las entiende, cuando yo he comentado esto con amigos, pues la reacción no se hace esperar, pero para mí siempre ha sido y será importante que pude contener el deseo y las ganas que en un momento tuve. Con Luisa no hemos tenido más allá que una bonita amistad, pero yo puse su pequeña historia en este capítulo porque a pesar que con ella nunca pasamos de un beso y de pronto de una caricia no pasó más y no era porque no lo deseara, por el contrario, siempre lo desee pero nunca me aproveché de su confianza. Con Luisa Fernanda llevó más de 13 años de amistad interrumpida, tenemos una buena relación de amigos, cuando vivía en Cali iba a su casa como un amigo más, participaba en sus cumpleaños y sus reuniones especiales. Conozco a casi toda su familia y se que soy querido y aceptado por ellos y de pronto eso es lo que importa. Mona vos sabes cuanto te quiero.
Para Agosto del año 99, tenía computador en mi casa y aunque nunca me había gustado chatear empecé a hacerlo con cierta regularidad, mi apodo en la sala “Sagitario1”, en esos encuentros no solo estábamos los dos sino varios grupos de amigos con los cuales
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hablábamos sin parar. Día a día se tejían historias de todos los tamaños, de los que se van, de los que llegan, de los que se quedan, de hombres y mujeres con intereses comunes, en fin pero siempre había algo que contar. Yo por ejemplo hablaba mucho de mis días de en Cali, de mis encuentros con mujeres que días antes había visto en el chat pero que lo que siempre se daba era que esas amistades no se concretaban pues era difícil dar con una persona con personalidad o que se mostrara a través de la pantalla como realmente era, su personalidad, su rostro, su sinceridad. En los encuentros de cada noche me encontraba con una mujer que vivía en Nueva York su nombre era Gloria O., su apodo en la sala “Preciosa2000”, de ascendencia paisa, sus familia oriunda de Medellín pero ella por circunstancias de la vida había tenido que irse a vivir a USA, nosotros se podía decir que nos encontrábamos en esa sala de chat casi todos los días pasadas las 8:00 pm., Con Gloria no pasaba lo mismo, ella era muy puesta, nunca le había visto en persona, pues la distancia no nos lo permitía. Nos encontrábamos cada noche en la misma sala Colombia de la ciudad.com y conversábamos hasta altas horas de la noche. Un buen día me dijo que ella quería venir a Colombia más exactamente a Cali a conocerme, yo en un principio poco le creía, pero guardaba la esperanza que esto sucediera. Había algo en Gloria de lo cual ella no se sentía muy orgullosa y era de su entrada a USA y que ella quería contármelo en persona, que el internet no era el medio para hacerlo. No me lo van a creer pero en la oficina yo comentaba a risas con mis compañeros que me había cuadrado con una prostituta de USA y todos se reían a la par conmigo, porque era difícil que esto sucediera y mucho menos a distancia. En septiembre del año 99 un buen día, Gloria me llama por teléfono a mi casa y me dice que en una semana llega al aeropuerto de Cali, yo no le creo mucho. Pero ella me asegura que el encuentro se va a dar y muy pronto. Me pasa a su hijo y hablo con él un par de minutos pero el no sabe de la venida de su mamá, yo le guardo como es obvio el secreto del viaje, le caigo bien a su hijo y empieza con ese peladito una
relación muy estrecha, me
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agradece lo feliz que se encuentra su mamá y que la razón es mi constancia. Nuevamente pasa Gloria al teléfono y me dice que en la próxima semana espere una sorpresa de ella. A finales de septiembre me llama una persona que no conozco a mi casa y me dice que me ha llegado una encomienda de NY y que vaya a recogerla, cuando llego a la casa de la persona, ella me entrega unas cartas, un paquete y una tarjeta de Gloria. Cuando llego a mi casa, lo abro y recibo al mismo tiempo una llamada suya desde USA, le agradezco el detalle y luego decidimos hablar por el chat y comentar el regalo, ella me dice que es el principio de nuestro encuentro, dentro del paquete encontré una gorra con mi apodo y con su aroma, cosa que me llena de mucha felicidad pero aún creo que puede ser un sueño y hasta no verlo cristalizado es imposible creerlo, ella me asegura que en un par de semanas, o sea a mediados de octubre ella estará en el aeropuerto de Cali esperándome para retornar nuevamente a Cali.
No me lo van a creer pero cuando llegué al aeropuerto llevaba una camiseta negra debajo de una camiseta blanca, había recibido instrucciones de unos amigos que me decían que si la pelada era diferente a la de la foto me colocara la camiseta negra si era la misma siguiera con la blanca y con la gorra que meses atrás me había regalado. Cuando se bajó la pelada del avión, primero no me la creía y además era más bonita que la de la foto, un poco más pequeña, pero tenía un cuerpito chévere para su tamaño, más bien plana de frente pero en conjunto bastante agradable. Nos saludamos de pico en la mejilla, luego fuimos a recoger el equipaje que traía y como yo había hecho reservaciones en un hotel del Peñón nos enrumbamos para allá, ella la primera noche la pagó y yo la verdad no puse reparo en eso. La primera noche que estuvo ella en Cali quiso recorrer los alrededores del hotel, la lleve por la Av. Primera, luego caminamos por la ribera del río, entramos a comer pizza al intercontinental, luego nos sentamos en el Hotel Obelisco y allí esta mujer me suelta la verdad de su historia y que a continuación relato. Quiero confesar
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que casi me voy para atrás, me gusto la sinceridad de la pelada pero no los motivos, razón por la cual mi idea de pasar unos días felices con ella se vino abajo. Pero ella me contó con lujo de detalles la siguiente historia. Creerla o no, pero viniendo de una mujer que se recorrió miles de kilómetros para conocerme y además para sincerarse conmigo, eso de pronto lo conmueve a uno.
Cuando ella vivía en Medellín, era una persona con oportunidades, estudiaba en la Universidad de Antioquia estudiando Administración de Empresas, allí conoció a un compañero de la universidad con el que en un principio hizo una amistad y posteriormente una relación que duró por espacio de dos años seguidos. Alguna vez un compañero de estudios les ofreció un negocio a lo cual el muchacho aceptó, ella me dice que no sabía mucho de las andanzas de su novio, pero compartían mucho en la convivencia universitaria. Un buen día este muchacho decidió contarle a su novia de su negocio, ella en un principio no le gustó la idea pero como en esas épocas la plata escaseaba un poco, ella al final decidió apoyarlo, la pareja de universitarios de la noche a la mañana se habían convertido en cocineros de coca. Como el negocio en Medellín por esas épocas era bastante competido y ellos fabricaban un buen producto, algún amigo en común les sugirió que se fueran a USA para continuar con el negocio, pidieron la visa, alistaron maletas y entraron como turistas a NY inicialmente. Gloria en el hotel comentaba que ella en un principio no quería esa vida, pero que a medida que el dinero entraba les gustaba más las comodidades y los lujos que tenían. Viendo que el negocio casero daba buenos resultados y que Gloria quedó embarazada, ella me decía que ella quería salir y llevar una vida sana pero que el marido cada vez se veía más involucrado en el negocio. Al marido se le ocurre pasar a Canadá a ampliar el negocio, ella nunca estuvo de acuerdo, además estaba recién nacido su hijo, contaba con escasos dos meses de vida, pudo pasar la frontera sin problemas pero metros adelante fue interceptado por una patrulla de la policía
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canadiense, según me cuenta Gloria, el abogado les quito hasta el último peso que habían ahorrado gracias a su negocio, el gobierno de USA quería no solo deportarla a ella por cómplice sino que pretendía quedarse con su hijo.
Toda esta historia esta mujer me la contó en la cafetería del Hotel Obelisco de Cali entre cervezas y cervezas, empanaditas que son tan famosas, la fecha Oct. 26 /99, pues días después ella me regaló una tarjeta cuando la llevé a conocer la Hacienda El Paraíso. Yo ese día de su llegada después de oír de sus propios labios el relato, el alma se me fue al suelo, yo pensaba que me había relacionado a distancia con una prostituta y que ella se avergonzaba de su situación, jamás me imaginé que esta mujer tan menudita había fabricado y comercializado droga para subsistir dentro y fuera de su país de origen. Eso me llevó a que todo lo que había planeado a futuro con ella se derrumbara. La idea siempre fue latente y queríamos compartir no solo la vida sino la cama, la idea mía era irme con ella en ese viaje, aunque ella nunca lo supo porque después de su relato preferí callar y no crear falsas expectativas. Cuando terminó de hablar solo me quedaba acompañarla a su habitación de hotel, nos despedimos, me llevé para mi casa un presente que me trajo y mientras el taxi rodaba por la Av. Sexta yo pensaba y no me cabía en la cabeza que tanta belleza fuera verdad. Nunca lo comentamos después de esa noche pero ella sabía que lo que me había soltado iba a cambiar el rumbo de las cosas. Yo esa noche tomé la decisión de no irme con ella, pues el miedo y la desconfianza se apoderaron de mí a tal punto que pensaba que si el tipo aún estaba en NY o Medellín, ella todavía tenía contacto con él y la verdad no quería verme involucrado primero en un triángulo amoroso del cual solo me interesaba una persona y ella era Gloria y mucho menos entrar a un país con una persona que tenía antecedentes por comerciar con droga. Esa decisión ya estaba tomada desde el momento en que abordé el taxi, pero lo que no podía permitirme en ese momento era abandonar a su suerte a esta mujer, que como lo
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dije antes había recorrido medio continente para conocerme. Cuando llegué al apartamento, le di ánimos y le desee buenas noches con el compromiso que el día siguiente la pasaría a un aparta-hotel para que su estadía no fuera tan costosa y porque no quedarme de pronto más tiempo con ella.
A la mañana siguiente pedí permiso en el trabajo para ausentarme durante su presencia, me dieron permiso desde el jueves. Le di la buena noticia, llegué al hotel y la llevé al aparta hotel que queda en frente del hotel Intercontinental, allí ella pagó la estadía con su tarjeta de crédito, no me dejó a mi pagar nada, me dijo simplemente que ella quería correr con todos los gastos, obviamente no me opuse además había tomado una decisión bastante drástica y resolví más bien pagar las comidas y los transportes. Ese día almorzamos en un restaurante de la Calle 9ª Norte, la llevé a caminar por el sector, le gusto, entramos un momento a rumbeaderos de la Av. Sexta y la sentí muy cerca de mí. Mi decisión aunque fue tajante no iba a desperdiciar estar con esa mujer y mucho menos después de lo que me contó no iba a dejarla a la deriva, hice lo que tenía que hacer, hacerla sentir bien y la reacción no se hizo esperar. Luego en la noche llegamos al aparta hotel y ella se me insinuó, por un momento vacilé, pues no tenía ninguna protección, ella en cambio si, ella estaba muy preparada y sabía lo que quería conmigo para esa noche. Lo hicimos pero algo no salió bien, ella tenía la menstruación y me lo ocultó, no sé si me dio asco con ella o más bien conmigo, en mi vida me había pasado algo similar, no supe que decirle, me enfadé tanto que lo que se me ocurrió en ese momento fue reclamarle por haberme ocultado su estado. Nunca desde que yo tengo relaciones con amigas o novias, nunca me había pasado eso, siempre respeté ese momento de las mujeres y no iba a permitir que ella hiciera como si nada. Ella como es obvio reaccionó al ver como cambié la actitud, pero lo aceptó. De ahí en adelante las cosas tomaron nuevamente otro rumbo, yo no estaba muy convencido de Gloria, de su actitud, de sus mentiras, de sus costumbres
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con las cuales yo no estaba de acuerdo, en fin esta mujer por la que tanto esperé durante casi tres meses de hablar todas las noches en tres días que llevaba conmigo en Cali, esta mujer me había cambiado la perspectiva de todo, esta mujer no era la misma con la que yo por esas épocas había soñado.
Empezamos a turistear por todo el Valle del Cauca, en la hacienda El Paraíso estuvimos conociendo, nos tomamos fotos, estuvimos almorzando en la zona, luego nos fuimos para los ingenios y conocimos el museo de la caña, en fin toda una correría por las principales ciudad del departamento para que ella por lo menos se llevara buena imagen de su visita. En conclusión de los cinco días de su recorrido por el Valle, uno de ellos me pasó algo inusual pero seguí con ella haciéndola sentir bien y a gusto. El resto de días digamos que todo fue normal hasta la invitación que recibimos por parte de uno de mis mejores amigos Luis Eduardo O., él nos invitó con su novia al apartamento en el cual el vivía, la idea era compartir, conocernos mejor, en ambiente totalmente diferente, neutral. Cuando llegamos al apartamento esta mujer se desbocó totalmente, ella peló el cobre, no lo podía creer, esta mujer casi se le insinúa a mi amigo, no respetó ni si quiera a su novia, en fin todo estaba como
puesto ahí ante mis ojos y la decisión de desistir de ella había sido
totalmente acertada. Cuando salimos de su apartamento Luis Eduardo me llamó y me dijo que la vieja le había pedido su teléfono, eso me pareció raro en ella, pero lo intuía, no le hice reclamo al fin de al cabo ya no me interesaba como mujer y en un par de días se iría y no la volvería a ver jamás. Por un momento pensé que ella me iba a contar lo del teléfono pero no fue así. La lleve al hotel y pase una nueva noche con ella, no pasó nada, no tenía ganas de nada de ella, estaba totalmente defraudado, además cuando la llevé a mi apartamento, a mis familiares tampoco les gustó, algo tenía ella en general que denotaba cierta desconfianza. Las madres como siempre no se equivocan y son muy asertivas. A ella no le gustó, aunque Gloria bastante detallista le llevó un presente que
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incluso traía de USA pero a mi madre poco le interesó, yo creo que la misma Gloria se dio cuenta de la situación, razón por la cual creo que se le fue encima a Luis Eduardo.
Al otro día había que llevarla al aeropuerto, nos alistamos, nos bañamos y le ayudé a arreglar la ropa. En mi garganta estaba atragantado lo que me había comentado el día anterior mi amigo, tenía que soltárselo en cualquier momento, pero en ese instante no era recomendado, pedimos el taxi y la llevé al aeropuerto. Yo estaba esperando el avión que salía para NY en cambio ella estaba esperando uno que salía para Medellín, o no pregunté o esta vieja hasta en eso me había mentido, o no simplemente no entendí el viaje de ella, gastarse toda esa plata en hoteles, aparta hotel, tiquetes y gastos, para salirme el último día con semejante noticia. Entonces aproveché el momento para comentarle acerca de lo que pasó el día anterior con mi amigo, yo no tenía celos, pues ya la pelada no me interesaba, además ya sabía todo lo bueno, lo malo y lo feo que ella escondía, cual fuera su reacción no tenía nada que perder. Ella simplemente me dijo que le parecía un tipo interesante, buen apartamento y que era el preciso para una amiga de ella en Miami. Yo por su puesto no le creí. Nos despedimos de un beso largo, ella se fue, a los días me llamó, mi amigo recibió igual una llamada de la amiga de Miami, pero también recibió una llamada de Gloria. Según Luis Eduardo las viejas querían como algo con él, la verdad mi amigo lo que hizo fue cambiar su número de celular y seguir la vida normalmente.
De Gloria tengo algunos recuerdos…
“Puedo ver tu rostro, oír tu voz, sentir tus manos, la manera que tu me acaricias… y me llena de ansias aguardar el momento en que no tenga que imaginarte más… Amor! Esta
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es una ocasión para decirte te amo y expresarte las ansias que siento por conocerte. Te Extraño. Gloria. Nueva York, 9-18-99”
“Tú eres mi sueño. Una vez, temí que jamás encontraría a alguien a quien querer de verdad. Quería alguien perfecto, al menos para mí. Una manera especial de hablar, una forma sincera de escuchar, sin temor de reír ni de llorar; ternura y comprensión; alegría y estímulo; alguien me llenara mi corazón de dicha… Hola Amor!. Aquí estoy sorprendiéndote con este pequeño detalle, el cual pienso hablará por sí solo y como electrónicamente aún estoy limitada, por este medio no. Esta es una fecha muy especial… muy especial para decirte que significas mucho para mí y que al igual que tu espero que lo que nació hace unos días, perdure por siempre, y que un día no muy lejano nos encontremos de la mano caminando hacia un mismo ideal. Amo. Gloria. Nueva York, 9-18-99”
Esta tarjeta me la hizo llegar a Cali por intermedio de una amiga de ella, entre los detalles que menciona está una gorra con un dibujo de computador y la palabra Sagitario 1 que es mi Nick de la sala de Chat. “Hola Amor! Espero te gusten estos detallitos que te envío con mucho cariño. Extrañándote siempre y deseando verte muy pronto. Te Amo. Gloria. Nueva York, X-13-99”
“Hacienda El Paraíso. Amor! Fue muy grato el haber estado contigo, el conocerte, el poder sentirte. Me hiciste muy feliz, me siento feliz por haber encontrado y haber podido comprobar todo lo que un día pude ver en la pantalla es la realidad que nos une. Te Amo! Gloria. Cali, Oct. 28/99 “
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Entre noviembre y diciembre de ese año 99, después del desafortunado encuentro con mi amiga de NY, veo la necesidad de tomar un verdadero descanso en Ladrilleros, empaco maletas y a mediados del mes me enrumbo con ese destino. Al llegar a Buenaventura y estando en el muelle me encuentro con una mujer que no veía desde hace mucho tiempo, que me ayudó en su momento con Shirley cuando estábamos en la playa y que me dejó una serie de dudas, Paula G., ella una morena muy bella, ojos muy verdes tal vez mezcla de extranjero, unos labios muy carnosos y muy sensuales. Con ella nos fuimos en la lancha y tomamos rumbo hacia las playas, conversamos hasta más no poder. Ella sabía que a mi me encantaba pero nunca tuvimos una relación seria. Cuando llegamos a Ladrilleros ella me acompañó al hotel a registrarme, dejar las cosas y luego la acompañé a su casa, la deje y empecé a caminar por la playa, a pensar en todo lo que en ese año me había pasado. Cuando llegó la noche me esperaba en la sala del hotel una sorpresa, era Paula y su prima y un amigo en común, la razón había una fiesta en la playa y yo iba de parejo de Paula. Acepté encantado además Paula sabía que me gustaba. Presentaciones van y vienen, trago y algo de comida, música y baile, como siempre y como ya lo habíamos hecho antes, al bailar con ella me sentí como rejuvenecido, pero no era el momento para tener algo y ella lo sabía. Terminó la reunión pasadas las dos de la mañana, la llevé a su casa, me poso un beso en
la boca, hace tiempo que no lo
hacíamos y nos despedimos. Llegué a mi hotel y me eché a dormir.
A la mañana siguiente otra sorpresa, Paula había llegado temprano y estaba vestida con una blusa muy pegada al cuerpo, eran las 5:30 am y me propuso ir a caminar por la playa, correr un poco y de pronto nadar un poco, ni si quiera estaba cansado por el trajín del viaje ni por la rumba del día anterior, ni estaba loco ni mucho menos iba a rechazar a la mujer que años atrás había conocido y que me había cautivado enormemente y que además para esas épocas nunca habíamos pensado ni si quiera en la posibilidad de tener
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algo. Salimos a caminar ella con su senos parados de pronto por el frío de la mañana, resulta que las morenas casi no usan sostén, no porque no tengan para comprar sino que no les gusta usarlo, además el clima se presta para que ellas poco se vista y por otro lado ellas saben de sobra que a los hombres nos gusta verlas sin ellos. Hubo un momento en nuestra caminata que yo dirijo mi mirada a su cuerpo, ella se da cuenta y se ríe, que pícara pienso para mí, ella sabe que nos gusta ver y que les gusta a ellas mostrar para tenernos felices. Para completar a esta loca le da por meterse al agua y me invita a hacerlo a mí también. Yo no reparo en decidir y me meto al mar, eran las 6:00 am, los dos nos apoderamos del inmenso mar, se acerca a mi me abraza y me da un beso. Nos quedamos como quietos y de pronto ella se me insinúa, la playa está casi sola, en la Punta a esa hora casi no hay gente, además porque no es época de turistas y las personas de la región, excepto los pescadores, se levantan tarde en la mañana. Estamos solos, internados en el mar y tenemos nuestro momento de pasión, de compenetración, de sentimientos mutuos, yo acepté no solo la invitación en ese momento sino que cedí a mis sentimientos, era una oportunidad que no podía desaprovechar y la aproveché, le saque jugo a la situación y ella también. No solo le gustó a ella sino que me gustó a mi. Nos fundimos en uno solo y ese mar fue testigo.
Dentro de ese mar no sabía que pensar en ese momento, mi cuerpo muy pegado al de ella y será que no le importa todas las mujeres con las que yo he estado en estas mismas playas, será que me ha esperado todo ese tiempo, pienso en segundos pero no decido nada, luego ella se va hacia la playa, se acomoda la ropa, seca su mojado cuerpo. Luego sin mediar palabras me dice que quiere ir a un restaurante a desayunar, hablamos mucho y quedamos en almorzar en su casa más tarde. Llego a mi hotel y me arreglo para la invitación del medio día. Más tarde llego a su casa, le llevo unas flores a su mamá Doña Carmen, doy los saludos de rigor y conversamos muy animadamente los tres. Paula es la
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menor de cinco hermanos de los cuales dos hombres mayores que ella y conviven con sus mujeres, una hermana y un hermano menor que ella, aún solteros. La relación mía con ellos es pasajera, sus hermanos mayores no les pasa por la cabeza que un hombre de ciudad como lo soy yo, pudiera estar con su hermana, ni mucho menos cuales son mis intensiones con ella, de pronto porque nunca preguntaron o simplemente porque nunca la entendieron. Era evidente que ente los dos había cierta química que solo los dos comprendíamos. Estuve tres días en las playas de los cuales pasé dos días y medio con mi amiga Paula, su familia y sus amigos. No eran mis planes, pensaba en otro tipo de descanso, pero se dieron las cosas, no quedamos en nada en concreto, no había una relación formal pero pasaron entre los dos cosas importantes y que más adelante iban a cambiar el rumbo de nuestro destino. Yo veía la situación simplemente como una amistad que había perdurado con el tiempo y que había madurado.
Sabía que mi familia a finales de diciembre tenía planeado un viaje y que contaban conmigo, pero como no tenía nada en concreto con ella no lo había comentado. Cuando llegó el 24 de diciembre la llamé no solo a ella sino a su familia y con ella a parte de darnos felicidades y prosperidad para el siguiente año, sentí que ella me estaba ocultando algo, pensé que de pronto era un disgusto por parte de sus hermanos hacia mí, ella no dijo nada y yo me fui para mi viaje de diciembre, quedamos en volver a hablar en Enero. Cuando llegué de mi viaje, llegué un poco delicado de salud, tuve una enfermedad pasajera una bronconeumonía severa que me obligo a permanecer convaleciente por casi un mes, a decir verdad no fui capaz de comentarlo con Paula, no iba a preocuparla. A finales de enero del año 2000 hablo con ella y le digo que a en esta mitad de año si las cosas se me dan posiblemente vaya a pasar unos días a las playas, una escapadita para estar algunos días con ella.
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Estaba viviendo por esas épocas una situación bastante delicada, pues no podía comentarlo con mi familia, mi familia aunque no es racista propiamente dicho, no ven con buenos ojos ese tipo de relación con personas de color, ya me había pasado con mi compañera de semestre Lucy y con Verónica, en mis años mozos de la universidad. A mí personalmente no me afecta la situación, siempre he sido una persona con ese tipo de valores muy altos, actualmente tengo amigos morenos que han sido más importantes que los propios amigos de mi raza, a quién le debo más sería la pregunta obvia, pues a ninguno, a ambos lados de la moneda les paro las mismas bolas y tengo a veces los mismos problemas de comunicación si por alguna razón halla sucedido algo fuera de lo normal. Una cosa si era cierta y es que a mi la mujer me encantaba, además ya habíamos tenido intimidad y nos comprendíamos mucho, todo estaba ahí a la orden del día. Hablábamos mucho por teléfono, nos chateábamos de vez en cuando, había entre los dos muy buena comunicación, pero de todo esto había algo en ella que no me convencía, esa misma sensación la tuve en diciembre días después de haber llegado de mi viaje relámpago a Ladrilleros, pero ella no me comentaba nada, yo le preguntaba que sobre su vida, sobre sus cosas personales, todo en orden pero había una sensación incómoda y yo lo presentía. A principios de marzo pensé en ir a visitarla y descansar un poco, pero las cosas no se me dieron como las tenía planeadas, además por esa época cambié de puesto, estaba trabajando en una empresa de un familiar y estaba relativamente nuevo en el cargo, en las obligaciones, en todo. Ella empezó a alejarse un poco en la medida que las frecuencia de las llamadas cambió radicalmente, mis ocupaciones como eran obvias por el nuevo puesto tenía que cumplir con más cosas dentro de la empresa, además no podía defraudar a mi empleador.
Con Paula las cosas dieron un giro como de 180 grados, era una cosa inusual, yo llamaba a su casa y como suele suceder en estos si la interesada no recibe la llamada, la llamada
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es perdida, llamé varias veces, muchas veces le escribí, se me hacía raro que ella no correspondiera a las llamadas. Pasaron muchos días y cada vez eran más escasas las llamadas, las habladas se reducían a lo necesario, los minutos que teníamos para hablar cada vez fueron menos, sentía que había un disgusto de pronto con respecto a algo que yo había dicho, o a alguna insinuación mía pero ella nunca me lo hizo saber. Un día hable pude hablar con su mamá y ella me dijo que lo mejor era que me alejara de ella, que sus hijos habían tomado una decisión con respecto a nuestra relación y que ella no tenía bases para defenderla, en esos momentos comprendí sus silencios, comprendí sus actuaciones y también pensé que no había sido directamente por culpa mía su reacción, de pronto la presencia de su familia la hizo desistir en la relación y eso causó toda la reacción. No quería alejarme de ella, por lo menos quería tener de ella una voz de aliento en cualquier momento, quería por lo menos sentir de ella una palabra amiga en un momento difícil, pude lograrlo por un tiempo pero de su familia había mucha presión, es más llegué a pensar que de pronto mis viajes intempestivos a Ladrilleros se tenían que reducir, pues era factible que para esas personas, sus familiares mi presencia en las playas no serían de buen agrado. Entonces decidí alejarme pero como algo personal, eso sí llamaba por lo menos una vez al mes y si no recibía Paula la llamada lo hacía su mamá.
Seguí entonces mi vida normal como de costumbre, otra vez soltero, otra vez a ver que me encuentro en el menú, seguía saliendo con mi gran amiga Luisa Fernanda, nos encontrábamos de vez en cuando en su casa o en algún sitio para conversar, para salir de la rutina, pasaron los años, a mediados del año 2001 conozco por intermedio de un gran amigo a una mujer de una sonrisa muy bonita, Administradora de Empresas, trabajaba en una empresa de la familia, dedicados al montaje de sistemas, redes, Angela M., de entrada nos caímos bien, pero como la cosa era de trabajo, pues nos limitamos
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solo a eso, además era una mujer muy consentida de sus padres y de su hermano mayor, muy de su casa, el caso es que nos conocimos y nos gustamos. Angela una mujer bastante alta casi me llegaba a la nariz, un cabello mono casi perfecto, no tenía el paso de colorantes, diría que era mona natural, su pelo le caía en los hombros, muy lacio, ojos verdes muy claros pero le lucían, un cuerpo muy armonioso, en fin una completa reina, pero la verdad sea dicha, inalcanzable, uno debe saber cual es la de uno, no soñar con la realidad. Eramos muy diferentes en todo, ella tenía un puesto directivo en la empresa de la familia y yo un operativo, sus papás eran acomodados, vivían en un barrio de clase y en cambio mi caso era diferente aunque yo vivía con comodidades la situación de la familia era totalmente diferente. Muchas de las cosas que me diferenciaban de Angela me alejaban de ella. Cuando desarrollé el trabajo en la empresa, su papá se me acercó con un tono más bien déspota y me dijo, terminas tu trabajo y hasta ahí llegas con nosotros. Afortunadamente con la persona que me había llamado para hacer la licitación en Project, habíamos quedado en un tiempo corto de desarrollo en la empresa, me pagaba y se terminaba el contrato. El señor se había dado cuenta de la forma en que yo miraba a su hija, al fin de al cabo era solo una cuestión pasajera, solo trabajo, me pagan y si los he visto no me acuerdo. En cuanto a la reacción del tipo pues lo tomé más por un reto que por cualquier cosa, pero era más que comprensible, que iba a permitir que su hija del alma se enredara con un empleado de bajo rango, a la larga le di la razón, no le comenté nada a Angela ni tampoco al amigo en común. Así pasó, terminé el trabajo, fueron algunos sábados y domingos haciendo unos ajustes, ellos se ganaron el contrato y yo seguí mi vida como si nada, había simplemente conocido a una mujer que me había movido nuevamente las entrañas, me movió el piso, pero el piso estaba ahí y esa era la diferencia.
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Le comenté la situación a una amiga, mujer defiende a mujer, ella me decía que entendiera al señor, que lo comprendiera, que era natural la reacción, que era su hija del alma, que quería lo mejor para ella, siendo las cosas así, esperé a que se dieran por su propia gravedad y estaba atento por si la pelada me buscaba y si era así era porque de parte de ella había un interés y si no pues el gusto queda y las ganas también. Un par de semanas después de esto, recibo una llamada en la oficina, me pareció raro pues casi nadie tenía el teléfono, excepto Paula, Luisa y nadie más conocido por lo menos mujer, era Angela, quería que nos viéramos, le dije que si, que no había inconveniente alguno, a la larga no tenía nada que perder. Nos encontramos en Café Café de Chipichape, era un sitio muy neutral y muy ameno, pedimos las bebidas y en un principio nos sentamos en la barra, ella quería más que verme disculparse por la reacción de su papá, pero como le dije al principio de la conversación no había necesidad de vernos, que una llamada hubiera sanado el impase, pero era un hecho que ella quería verme, en fin conversamos un rato y luego la llevé a su carro, me dejó en el apartamento y ella siguió para su casa. El viernes en la noche ella llegó a la oficina sin avisar, me dijo que quería que saliéramos formalmente, yo no me la creía, pues sabía que éramos muy poco compatibles, en muchas cosas, no es que uno no crea en uno, si creo en mi y en mis cosas, pero uno tiene que estar bien parado en cuanto a mujeres se refiere, uno tiene que tener los pies en la tierra y aterrizar y tener la mente preparada para una decepción y para una alegría, y ese era mi caso, no me iba a ilusionar con una mujer que de pronto el destino no me tenía en ese momento, el caso es que nos fuimos a bailar, pero lo curioso es que ella propuso que nos fuéramos para la Av. Sexta a una de las discotecas, que era una discoteca muy conocida por ese sector y que alguna vez le había comentado del sitio, pienso yo que ella quería darme como gusto en mi propio ambiente, acepté porque para que la vieja me encantaba y porque no codearme con ella en un sitio público, pensaba yo, esta mujer pudiéndose codear con cualquier tipo y perdiendo el tiempo conmigo en este
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sitio, es por algo. Salimos a bailar, era la primera vez que yo bailaba con una mujer así, la única mujer medio parecida a ella con la que había por lo menos bailado en un sitio público fue cuando trabajaba para Roberto L. y en una oportunidad se apareció en la oficina con una flor y yo ni corto ni perezoso salí a hacerle el cuarto a mi amiga, esa fue una situación de momento, una situación pasajera, yo en esa oportunidad no tuve nada con esa pelada, era un negocio, se pago y listo, pero esto era la realidad, era otra cosa, ella venía por su propia cuenta y riesgo. Se puede decir que me sacó a bailar casi a la fuerza, se me acercó tanto a mi que sentí como si se desvaneciera en mi cuerpo, fue una sensación casi sensual que sentí en esos momentos, sentí que esa mujer se me pegaba al cuerpo, tal vez pidiendo perdón o espacio en mi corazón, la mire a la cara y sin más preámbulos y sin prevenirlo, esta mujer me ha dado un beso tan delicado, tan delicioso que a decir verdad no lo podía creer, menos mal que no había nadie conocido que hiciera una crítica, menos mal que la cosa vino de ella y no fue un abuso mío, menos mal que lo disfruté. Sin mediar palabras solo nos limitamos a bailar, no hubo comentarios al respecto, pedí la cuenta, ella quería compartir más conmigo, sonaba su teléfono, ella no contestaba y supuse que era alguien de su familia y que no iba a contestar, mejor para mí. Me llevó a mi casa, nos despedimos un poco largo, algo de diálogo, algunas caricias, anotó el teléfono de mi casa y las cosas quedaron como en espera.
En mi casa no quise comentar nada al respecto, además pensaba que no era muy necesario ni había interés con respecto a mi vida personal. A la mañana siguiente me levanté para ir al trabajo como de costumbre, llegué, encendí los equipos como de costumbre, recibí una llamada de Angela en la que me decía que quería mandarme una comunicación, como una carta, encendí el fax y a los minutos llegó una comunicación con algunas palabras en letra muy grande, Carlos Te Amo y quiero tener algo contigo. Extrañado? Si y mucho que le pasó a esta mujer en dos semanas de haberla conocido,
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que le pasó entre una tarde, una noche y un día, en que me estaba metiendo yo, la verdad había algo de temor, había no desconfianza de su parte, pero si incertidumbre por todo lo que estaba pasando a mi alrededor y de pronto en que me estaba metiendo. Como siempre he sido una persona de riesgos, pues que hice, seguí mi vida como siempre, nos llamábamos muchos, conversábamos cada vez que podíamos, los encuentros cada vez más seguidos y me sucedió en todo ese tiempo algo muy particular y que jamás pensé que me fuera a suceder, que una mujer me guiara en una relación, en todas mis relaciones yo siempre tomé la iniciativa y años después permitir que una persona esté con uno y que ella lleve la iniciativa era raro, extraño pero me gustaba.
Para diciembre de ese año, yo tenía un año y medio con la empresa para la cual trabajaba, además tenía un par de entradas que consentía mucho y había ahorrado unos pesos, mi relación con Angela iba por buen camino, aunque en su familia no había conocimiento, imagino que lo sospechaban pero no les constaba. En fin, pedí unas vacaciones merecidas y le propuse que nos fuéramos para Ladrilleros, ese era mi sitio predilecto y quería irme para allá con esa mujer, se me convirtió en una obsesión, no solo por joderme en la familia de mi ex novia Paula sino para darle una lección a sus familiares. Había solo una condición y era que su hermano que en otras era compinche de ella, nos iba a acompañar junto a su novia, pues la verdad no puse reparo alguno, habían otras cosas que faltaban por aclararse como el hecho de que Angela y yo no habíamos tenido en el poco tiempo que llevábamos intimidad de ningún tipo y era el momento y el lugar preciso para hacerlo. Había temores de pronto porque no sabía como iban a pasar las cosas, pero el riesgo había que correrlo. Llegó pues la época del viaje pero antes ella unos días antes me relacionó con su hermano Andrés, una persona muy correcta, buena persona y que la apoyaba a ella incondicionalmente, su novia Sandra me pareció por demás muy bonita, buena gente y correcta también. Salimos pues y ella me recogió en
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su carro y fuimos donde siempre al sitio de nuestros encuentros en Chipichape, allí conversamos un poco, hubo mucha cordialidad por parte de su hermano, su novia muy atenta, según vi en ellos mucho acompañamiento a Angela, ella estuvo muy cariñosa conmigo en la reunión, pidieron una botella de Baylies a que tanto nos gusta y algo de café para acompañar, en un momento su hermano se me acercó y me comentó acerca de lo que me había dicho su papá tiempo atrás, yo estaba tranquilo, ya había conseguido lo que me había propuesto, entonces cualquier cosa por añadidura era una ganancia. Hablamos al respecto y me comentó algunos detalles de su hermana que ella había omitido, por ejemplo de sus relaciones anteriores y de la forma como las había manejado y entendí la preocupación de su papá, yo en cambio le dije a Andrés que no se preocupara por la relación que íbamos estábamos en buenos términos, que mi intensión por el momento era conocerla y quererla mucho, que esa parte de la historia no me la sabía pero que entendía las razones que había tenido ella de ocultármelo, que era obvio que su papá no estuviera de acuerdo con la relación y que yo lo había tomado por una enseñanza más que por una prevención y esa era la realidad.
Quería ir a Ladrilleros a pasar el puente del 7 de diciembre, pedí permiso en la empresa y les propuse que porque no nos íbamos a cambiar de ambiente. Dejé que ellos hicieran las reservaciones de transporte y de hotel, pues para ellos era la primera vez que iban a Ladrilleros, ellos habían estado cuando pequeños en la Bocana, que es bueno decirlo es un poco más organizada en cuanto a hotelería que Ladrilleros, la Bocana queda a unos 20 minutos en lancha y tiene mejores hoteles, la diferencia con Ladrilleros es que la Bocana por su desarrollo se quedó sin playas, en cambio Juanchaco pero más Ladrilleros tienen kilómetros y kilómetros de playa y algunos sitios inhóspitos. Nos colocamos pues una cita para el viernes 7 del diciembre en el terminal e íbamos a salir después del medio día, yo por mi parte había conseguido un reemplazo en la oficina y no tenía
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inconvenientes por la hora de salida, además como era puente pues sabía que tenía tiempo de sobra para estar con ellos. Llegaron muy cumplidos, abordamos la flota y tomamos rumbo hacia Buenaventura, mi novia estaba muy bella, diría espectacular, me sentía super orgulloso de estar en ese momento con toda una diosa, era la verdad, era la primera vez que estaba en un paseo con una mujer que superaba mis expectativas y ese cuartico de hora tenía que aprovecharlo al máximo.
Durante el trayecto hablé un poco de Paula la morena con la que meses atrás había tenido una relación más bien corta, ella fue comprensiva conmigo, me dio ánimo para seguir con el viaje y sentí de su parte un apoyo incondicional. Ella me decía que las personas tienen sus épocas y tienen sus momentos y que cada uno debe aprovecharlos cuando le tocan o cuando le llegan, eso me tranquilizó un poco y seguimos adelante. Más tarde tocamos el tema de la dormida, ella me decía que para ella era extraño, pues casi obligada por las circunstancias iba a dormir en la misma cama conmigo, que le tuviera paciencia, que ella no era una persona acostumbrada a esos excesos, que fuera comprensible. Yo me adelanté y le dije que confiara en mí que cuando estuviera lista pues tendríamos intimidad y que el tiempo que se demorara sería el necesario, que por mí no debería tener problemas con eso, que yo era una persona muy paciente con esas situaciones cuando a uno se le presentaban.
Yo la verdad en este tipo de casos tengo algo de experiencia, me paso hace unos años con Luisa y ahora somos los mejores amigos, a veces uno de hombre las mujeres le ponen como pruebas a ver como reacciona uno, no miento si en algunos de esos casos tuve necesidades, necesidades obvias de todo hombre, pero a veces pesa más la amistad y el respeto que un apuro sexual y que puede perjudicar una relación o la puede deteriorar tanto que ya no hay vuelta atrás.
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Llegamos pasadas las 3:00 pm a Buenaventura, comimos algo rápido, compramos algo de mecato, porque para qué ella puede ser muy diferente a cualquier mujer que yo haya tenido, pero nos entendíamos en algunos gustos, por los chocolates y las cerezas en almíbar que para cualquiera que sea el caso, deben ser de primera necesidad e infaltables. Hicimos pues las compras y cogimos un carro de camino al muelle. Cuando llegamos al sitio me encontré con amigos que iban también para las playas, hicimos las presentaciones de rigor y nos encaminamos para próximo destino. Angela un poco nervioso, muy insegura en el mar, de pronto temores de niña, pero la tranquilicé. Llegamos a Juanchaco y cogimos el tractor para Ladrilleros yo en el trayecto les hice un tour, pues ellos era la primera vez que iban, en cambio para mí era como mi segundo hogar. Pasadas las 6:00pm llegamos al hotel, esta vez el hotel no lo escogí yo, esta vez dejé que ellos que eran los forasteros escogieran un hotel con comodidades, pues cabe resaltar que en el hotel donde yo iba con frecuencia no todos los cuartos tienen baño interior, en la mayoría el baño es comunitario, en cambio en el hotel que ellos escogieron o sea cabañas para 6 personas pues es un baño para 6 personas, es unos pesos más caro con respecto a mi hotel de costumbre pero para todos era la primera vez que íbamos, entonces porque no estar con ellos allí. Nos repartimos los cuartos, como Angela y yo nunca antes de esa salida habíamos tenido intimidad y estaba la presencia de su hermano, pues optamos por dormir en cuartos separados, la cabaña tenía tres cuartos, cada cuarto con dos camas que para el caso de Andrés y su novia, pues las unieron e hicieron una cama doble, Angela estaba en un cuarto y yo en otro. Mejor dicho como amiguitos. Además quería respetar el momento y quería que su hermano se diera cuenta que mis intensiones con su hermana eran honestas, que era una persona responsable y para mi esta salida era como una prueba para todos.
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Para Andrés la reacción mía y de Angela con respecto a la alcoba y como nos acomodamos, lo incomoda y me lanza la pregunta de rigor, le digo simplemente que es la primera vez que ella va estar lejos de su casa y que hay que esperar como se dan las cosas, no la voy a presionar, cuando ella quiera estar conmigo la esperaré y la amaré como se merece, el hermano no entiende pues es hombre también y el nunca pensó que yo tuviese una reacción tan madura en ese momento, desde ahí en adelante sentí un apoyo de ese verraco, tal vez porque le respeté la hermana, tal vez porque lo respeté a él, tal vez por las circunstancias, no sé, pero mi respuesta fue tan acertada que lo desconcerté igualmente. Con Angela no hubo necesidad de explicaciones pues ya lo habíamos conversado en la flota y había cierta tranquilidad al respecto. Ella llamó a sus papás, como era obvio el don preguntó por mi, ella le comentó los detalles, y yo que pensaba que era una escapada de ellos pero la verdad era como una prueba dirigida hacia mi. Lo tomé con calma, con mucha responsabilidad, como era obvio el señor ni saludes me mandó, pero el veía que estando su hijo con nosotros pues que mejor representante.
Luego nos arreglamos para salir a comer y porque no a bailar y divertirnos, en el hotel había comida y aprovechamos, luego nos dirigimos a la discoteca, yo temía un encuentro inesperado con mi ex, a su hermano no le había comentado nada, pues no lo creí necesario, a Angela le había comentado la situación y le había pedido que no lo comentara con sus familiares. Llegamos a la discoteca y pedimos una botella de vodka, algo de bebidas y pasantes. Empezamos a bailar, esta mujer era como el centro de atracción, pues en Ladrilleros a parte de las extranjeras que lo visitan era extraño pienso que para los residentes y los turistas ver a semejante mujeronón y acompañada de mi persona, yo no era el más popular de todos, pero era conocido por un grupo de personas, administradores de hoteles, dueños de restaurantes, la familia de Paula que era
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numerosa, en fin amigos de unos y de otros y yo estaba en esa pista con una mujer que le ponía la pata a más de una en esa población, me sentía como era de esperarse el hombre más orgulloso del mundo y lo iba a aprovechar. Sonaron varios discos con los cuales con Angela nos compenetramos, como ya habíamos salido en plan de baile pues ya conocía a fondo que era lo que más le gustaba en el baile, como le gustaba que la cogiera, en que momento la besara, mejor dicho ya me la conocía de principio a fin. En medio del baile su hermano me la pide y yo empiezo a bailar con su novia, hay que rescatar que la novia de Andrés era una mujer muy culta, muy puesta, muy alta también, trigueña de ojos cafés y según me contaba tenían planes de matrimonio, no era la primera vez que salían como de fin de semana pero me comentaba que Andrés estaba muy a gusto conmigo pues jamás se imagino de la calidad de persona que podría ser yo, eso me lleno de mucho orgullo y aproveché la situación, había que manejar el momento y tenía todas las cartas a mi favor. Con Sandra bailamos tal vez unas dos o tres piezas seguidas, yo tenía que dejar que el par de hermanos, conversaran, se desahogaran y que esa mujer me defendiera tal como lo había hecho en días atrás con sus papás, que valga decirlo era lo único que a mi me preocupaba, el que los papás me aceptaran sin condiciones. Ya sabía que tenía a su hermano en el bolsillo, pues mis actuaciones hablaban por sí solas, los detalles que tuve con Angela antes y después del inicio del viaje, me hacían ver como una persona con valores y esa había sido desde un comienzo mi estrategia y estaba resultando a pedir de boca. Luego de unos minutos con Sandra nos sentamos y seguimos bebiendo y disfrutando, hablamos mucho, de nuestros trabajos, de la forma en que nos conseguimos las cosas, de mi constancia con las personas, de mi paciencia con su familia, en fin con ella fue también como un exámen y que pasé con buenas notas. Al rato se sentaron el par de hermanos y Angela me cogió fuerte las manos y su hermano me agradeció varias cosas entre las cuales el respeto y la dedicación sin esperar nada a cambio, me dio además su apoyo para que la relación funcionara e hizo algo inusual, me
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propuso que saliéramos un momento a la calle a conversar, le dije que no había problema, era el momento para aclarar cosas que quedaron en el tintero. Hablamos como viejos amigos y del respeto y de la responsabilidad, de la oposición de la familia que para él se convirtió en una obsesión y creo que para sus papás también. Yo simplemente me le acerqué y le dije que yo era una persona que había tenido muchas mujeres en mi vida y que de cada una de ellas había conseguido cosas buenas, que era una persona responsable y que estaba allí en ese sitio no para probarlos a ellos sino por el contrario para probarme a mi que si puedo manejar ese tipo de situaciones. Con madurez, que la espera es necesaria, que cuando tu hermana esté preparada para mí, tendremos nuestro momento, pero que si en esta oportunidad no se da pues para eso hay tiempo, Andrés en un principio no entendía la situación pero yo le hice ver que muchas veces no es la carne la que más importa, a veces los sentimientos priman más que cualquier situación que se dé, es duro decir lo que le dije, pero había que darle confianza y que cesaran las preguntas, además habiendo conocido y en la forma que estoy conociendo a Angela pues eran obvias cualquiera de las preguntas, era un hecho que había temores y además porque Andrés era como el tutor de mi novia.
No era el momento para hablar con este tipo de Paula, además porque en ese momento ella pasó a ser un segundo lugar, en ese momento Angela era mi prioridad y lo que sucediera en el paseo iba a ser no solo importante para la relación sino que trascendería en ella, esta salida a este sitio y con tantas cosas en contra, era para mí más que una prueba de fuego, era una solución para mi vida sentimental, viendo allí ha Paula se me aclararían muchas cosas que por teléfono no detecte y de las cuales tenía dudas, además Angela me estaba quitando el sueño y tenía que aprovechar la situación, no podía dejar escapar esa oportunidad, la oportunidad de tener una mujer tan hermosa a mi lado, de tener no solo la belleza sino la calidad de mujer, era como tener a Ana María pero con
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otra perspectiva, una mujer más madura, más hecha, más independiente, muchas eran las cosas que estaba ganando, no me pensaba casar con ella, no era mi destino, pero estar con ella era como los sueños que uno ha vivido toda la vida y que en esos instantes se habían convertido en realidad y había que aprovechar. Mauricio de por sí entendió la situación, aunque él no sabía de la existencia de mi novia en ese sitio, en algún momento había que comentarle, pero ese no era ni el momento, ni la hora ni mucho menos el instante, habían tres días y uno que se estaba acabando para de pronto en otros escenarios hablar al respecto.
Nos acabamos la botella y nos dirigimos al hotel, allí había cervezas y mecato, llegamos a los pocos minutos y nos sentamos en la sala de la cabaña, allí hubo comentarios respecto a la discoteca, a la forma como baila la gente de la región, de las morenas y su tipo e incluso fue el momento preciso para sacar mi historia a relucir. Yo les comenté que hace más de un año había tenido una relación con una morena del sitio, una mujer especial, muy linda de un cuerpo fenomenal y que por circunstancias de la vida pues pasó a ser una amiga más, también le comenté que Angela estaba enterada de la situación, pero que eso ya llevaba algunos meses y que no habría problema al respecto. Que ahora mi prioridad era Angela y que no iba a desaprovechar esa oportunidad que nos estábamos dando. Las mujeres se fueron a acostar y Andrés y yo botando corriente y hablando de lo buenas que son las morenas en la cama, había que comentarlo, además el hombre solo con mujeres de su clase, yo le decía que no sabía de lo que se estaba perdiendo, estar con una morena no era lo mismo, había una diferencia y muy grande, además porque la morena se mueve de cierta forma y es su idiosincrasia, es su naturaleza, en cambio la mujer de otra raza tiene que aprender o hacer un esfuerzo. En fin, el hombre de todos modos quedó convencido, además me habló del temor que tenía por los hermanos y me limité a decirle que eso era lo de menos, además estábamos en otro plan muy diferente.
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No había enemistad como para temer, además la mamá de la pelada estaba muy comprometida con la situación y además para tranquilizar a Andrés le dije que las mujeres eran en el clan las personas más importantes y entre más edad pues los hombres les tenían más respeto. Que no se preocupara por eso. El me decía que si era que esas mujeres eran feministas y yo le decía que no, no es feminismo, lo que sucede es que el hombre por lo regular es más vago en el trabajo y uno ve a la mujer más comprometida con los quehaceres del hogar y va uno a ver y eso es totalmente cierto.
Eran las tres de la mañana, ya había algo de sueño y le pedí permiso a Andrés para despedirme de su hermana, fue un cabezazo de momento, pues nunca había visto a Angela en pijama y no había visto de ella más que el contorno de sus senos, de resto nunca la había visto desnuda ni nada de eso, el tipo no se la pillo pero yo me aproveché de la oportunidad y entré a su cuarto, ella ya estaba empezando a dormirse y la medio desperté y le desee las buenas noches, ella estaba con una pijama de dos piezas, estaba espectacular, sencillamente a esta mujer le lucía todo lo que se ponía, ella me hizo un lado en la cama e incluso me dijo que me quedara y le respondí que esa noche no, que habían dos noches más, para el lunes antes del medio día era nuestro regreso y fuera de eso teníamos muchos momentos para vivir nuestra relación, que no había que defraudar la confianza que nos había depositado su hermano.
En cuanto a Paula quería saber muchas cosas de ella y que por teléfono no pude descifrar, quería salir de la duda, ya lo habíamos comentado con Angela en la flota. Ella lo entendió así y me dio mucha seguridad, se despidió de mí dándome un beso muy comprometedor, apagué la luz, salí de su cuarto, me despedí de Andrés que estaba en la sala y me metí a mi cuarto no solo a dormir sino a pensar en todo lo que nos había sucedido en esa noche. Como mi costumbre siempre ha sido despertarme en las primeras
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horas de la mañana, dieron las cinco en mi reloj y me levanté, hice café y abrí la puerta del cuarto de Angela, estaba profunda, intenté entrar al cuarto de Andrés y Sandra y estaba cerrado con llave, entonces dejé una nota y salí a caminar un poco, ellos ya sabían o por lo menos Angela sabía que me gustaba caminar en las mañanas, en el sitio donde estuviera, o sea que no tenía ningún problema con eso. Pasé por la recepción del hotel, sin embargo ahí también dejé la razón de mi ausencia y salí a caminar por la playa, hacer un poco de deporte y porque no a encontrarme con Paula y hacerle todas las preguntas posibles. Cuando llegué a la playa había pocas personas haciendo deporte, los pescadores estaban saliendo, no me encontré entre ellos a nadie conocido, era como si estuviera en otra parte. Muchas de las personas que conozco de Ladrilleros son pescadores o hijos de pescadores que es el principal sustento de la región, muchos de los restaurantes se surten del pescado de la zona, los pescadores salen a las primeras horas de la mañana y sueltan sus redes y esperan el momento preciso para atrapar la comida que horas más tarde van a consumir. En fin, no me encontré entre ellos con nadie conocido, entonces me dispuse a caminar por el borde de la playa, no se me acercó nadie a saludar, no conocía a tanto turista que había a esa hora en mi mismo plan, si había mucho borracho de la noche anterior. Quise ir a la casa de Paula pero preferí mejor dejar de lado la idea, tenía que respetar mi momento con Angela y no lo iba a echar a perder. Dieron las 6:30 en el reloj y me dispuse a volver al hotel, cuando llegué en la recepción no había ninguna razón, por consiguiente tampoco me preguntaron, en conclusión mis compañeros de viaje no estaban despiertos aún. Cuando llegué a la cabaña, me encontré con Sandra en la sala estaba tomando tinto y al rato salió Andrés de su cuarto, nos saludamos y esperamos a que mi novia se levantara, eran las 7:00 am pasadas y esta mujer se levantó, ella llegó a la sala tal como se levantó, me quedé perplejo al verla, todos se dieron cuenta de mi expresión, nunca la había visto y para mi fue sorpresa de ver a mi novia que cada vez se veía más hermosa no importando ni si quiera la pinta que tenía.
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En fin, esas cosas pasan y siempre habrá una primera vez, de pronto Angela se me acerca y me da un beso de buenos días, fue instantáneo, me excite y tanto ella como Sandra soltaron la risa, yo me puse rojo por la picardía de las mujeres, Andrés me señaló el pantalón y me tocó tomarlo con calma, al rato me sonreí, pero algo se sintió en el ambiente, por lo menos ella lo sintió, ella me excitaba y ella lo sabía, eso le dio seguridad, es más cuando entré al baño a bañarme estoy convencido que las dos mujeres hablaron no solo de eso sino de mi paciencia y mi seguridad, de mi madurez y del cariño que sentía en esos momentos por Angela, ella lo sabía, no lo intuía, ella tenía la seguridad que tanta espera tenía que tener sus frutos algún día o en algún momento de ese paseo, la espera era necesaria. Salí del baño y me vestí, al rato entró Angela a bañarse y pienso que el par de novios fueron los siguientes. Les propuse que ese día no desayunáramos en el hotel sino en el Comfandi que estaba cerca, allí estuvimos, allí si me encontré con amigos de Cali, con otras personas de la región, hice las presentaciones del caso y nos dispusimos a desayunar. Luego salimos a caminar un poco por la playa y les comenté de mis salidas mañaneras, quedamos que al día siguiente todos nos íbamos a levantar temprano para salir a caminar y meternos al mar.
Les hice no solo un tour por Ladrilleros sino que llegando las 12 del medio día salimos en plan de conocer a Punta Barra, es el sitio más distante de las playas, allá no hay olas y hay un río que se adentra al mar, el paisaje es muy hermoso y valía la pena que ellos lo conocieran, además allá quedan otros hoteles y mejores que los del centro. Llegamos al lugar y el mar estaba tranquilo, como siempre no había olas, pero eso si una cantidad de gente que estaba en el mar, nosotros nos metimos un poco, además teníamos cosas en las manos y no era oportuno dejar las cosas en la playa mientras estábamos dentro del mar. Luego de nuestro viaje por la Punta, les propuse que nos fuéramos a almorzar no al
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hotel sino a los restaurantes de la playa, los que quedan cerca a la discoteca, tenía en ese momento varias intensiones, una que quería verme con Paula y conversar con ella y la otra quería salir de dudas con respecto a su familia. Era obvio que mis nuevos amigos no tenían ni idea de mis intensiones y tampoco di motivos. Llegamos a uno de los restaurantes de la playa, en ese sitio yo era muy conocido, era amigo de los dueños, hice las presentaciones de rigor, nos sentamos a la mesa y pedimos unas cervezas, luego pasó la mesera y pedimos la carta. Al rato empezamos a almorzar. Estaba delicioso el pescado, yo les comentaba a mis amigos que en ese sitio se comía delicioso, que era de unos amigos que había conocido de tiempo atrás, también les comenté que yo a Ladrilleros venía con mucha frecuencia, que era mi sitio preferido de descanso, que desde el año 92, venía a la región y que muchos de los pelaos que en ese tiempo conocí eran unos hombres hechos y derechos, que muchos de los pescadores eran amigos míos e incluso que muchos de los conductores de las lanchas los conocí siendo niños y que ahora era otra dimensión de la realidad, hablamos también de mi vida personal, de mi trabajo actual, de las expectativas que tenía, de las ideas que teníamos con Angela para darle rumbo a la relación, mejor dicho hablamos de todo un poco.
Yo les comentaba a mis amigos que en esas playas las morenas y sus amigos tenían como negocio y a la vez diversión hacerle las trenzas a los turistas, enseñarles a bailar los bailes de moda. Que de ese grupo conocía a la mayoría de morenas y que años atrás lo había propuesto yo de tantos ires y venires, pero les advertí que les jalaban mucho el pelo y que era muy estresante, además que si querían aprender a bailar como bailan las morenas, que la levantada era antes de las 9:00 am porque a esa hora empezaban los turnos de baile. Angela quería no solo aprender a bailar sino también quería que le hicieran no trenzas en todo el cabello sino en una parte, averiguamos y les invité con mi plata el look, yo solamente veía la cara de mi Angela que sufría por cada jalón de pelo,
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también veía como a Sandra la tiraban de un lado para otro, por un momento pensé que era un desquite, pero todas esas viejas que estaban en el salón improvisado estaban, en el mismo plan y en la misma sesión. Angela quedó hermosísima, le quedó una parte de su pelo lisa y la otra con trenzas intercaladas, ella quería hacerse eso, además tanto ella como Sandra tenían los medios necesarios para retornar a su pelo al natural cuando llegaran a Cali. Andrés no quiso hacerse nada, él solo quería ver que se siente al ver una de esas morenas bailando los bailes de moda, yo le repetía que él tenía que levantarse temprano en la mañana y que si quería nos metíamos a aprender los cuatro los bailes de moda.
Con Angela tuvimos un momento de mucho diálogo, ella quería saber cual era la diferencia de tener sexo con un morena, a ella esa diferencia la preocupaba según una conversación mía con Sandra minutos antes a ella le preocupaba que yo la comparara, que de pronto ella iba a ser relegada. La verdad no quise hacerla sentir mal con la respuesta, razón por la cual solo me limité a decirle que no se preocupara, que las cosas entre los dos estaban en un buen momento, que esa ida allá no solo iba a ser una prueba sino que si el momento nuestro de intimidad llegaba que teníamos que aprovecharlo al máximo, que había que dejar de lado los momentos con otras personas, en fin le di mucha seguridad y me di mucha seguridad yo también. Angela en medio de todo me parecía una mujer excepcional, no estaba esperando demasiadas cosas de ella, solo cariño, entendimiento mutuo, comprensión, amor, estaba esperando a una mujer que me hiciera sentir cosas diferentes, tal vez al verla dentro de mí sentirlas. No me iba a perder por nada del mundo la oportunidad de estar con una mujer como esa, tenía que tener claras varias cosas y una de ellas era que mi pasado era eso, el pasado, el presente era Angela y tenía que percibirlo así. Pasamos un rato por la discoteca, había un poco de cansancio de parte de todos, compramos una botella de vodka, unas bebidas, algo de
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comida y nos fuimos para la cabaña a pasar un momento diferente, por lo menos esa noche. Llegamos y no había hielo, entonces con Paula salimos para el supermercado y empezamos a hablar, era el momento para que su hermano y su novia estuvieran juntos, querían estar en la cabaña solos y nosotros les dimos esa oportunidad, nosotros también nos dimos un momento de caminar por la playa, de sincerarnos uno al otro, de acostarnos en la playa y besarnos un poco, no delante de su hermano y su novia, sino queríamos los dos nuestro momento de intimidad. Eso nos dio pie para sentirnos el uno al otro, pero pensaba también que no era el momento, pero igual la deseaba. Sonó su teléfono y era su hermano que pedía a gritos el hielo, todo estaba cerrado, entramos a la discoteca y compramos algo de hielo que el administrador nos vendió, luego cogimos camino para la cabaña, cuando llegamos estaba su hermano muy carameleado con su novia, mientras nosotros teníamos algo de arena en la ropa, hubo risas de parte y parte, sentí en esos momentos que su hermano me había dado el visto bueno, para mí era extraño el momento, nunca había estado en una situación similar en la que estuviera en la misma parte con mi novia y un familiar, fuera de eso que más tarde fuera a tener un momento de intimidad, me sentía extraño y les juro que para Angela también fue extraño o por lo menos así lo percibía yo. Empezamos a beber, a conversar un poco, de pronto Sandra saca unas cartas y empezamos a jugar cartas, a Sandra se le ocurrió después jugar a la botella, ella quería algo más que dormir con su novio, ella quería que lo de Angela y yo se diera esa noche y ella ser testigo, ella quería muchas cosas, para Andrés era incómoda la cosa al igual que para mí, pero las mujeres habían planeado la cosa de tal suerte que no había escapatoria. Yo por lo menos tenía intensiones de ceder y sabía que Andrés iba darle libertad a su hermana, la cosa se puso cada vez más pesada en el sentido que cada vez las preguntas eran más directas, el caso es que una cosa llevó a la otra y era un hecho que esa noche sin planes ni nada e incluso sin que el mismo Andrés se diera cuenta todo iba a pasar y con quien de testigo, pues nada más y nada menos que con su
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novia, Sandra y Angela habían hablado en el día de esto y tal vez pensando en la necesidad de Angela por estar conmigo.
Llegaron las dos de la mañana Sandra se llevó a Andrés para el cuarto y yo me quedé terminando la botella con mi novia, hablamos mucho de todas las cosas buenas que nos habían pasado en el paseo, hablamos del momento de intimidad, ella se me acercó y me dijo que ella quería estar conmigo ese día, que Sandra había planeado las cosas y que igualmente había convencido a su novio para que se dieran, que todo estaba más que preparado. Yo me quedé perplejo, primero porque a decir verdad quería tener a esa mujer, segundo porque en la playa unas horas antes habíamos quedado como iniciados y faltaba como un remate y además porque era esa noche en donde se estaban dando las cosas, donde todo estaba como en su punto, no solo por la actitud de su hermano sino por el deseo que le brotaba a esta mujer por los poros o era esa noche o mejor me olvido de todo. Le dije que me esperara en el cuarto, cerré el mío y entramos al suyo, no me lo creía, estaba con una mujer muy soñada, muy esperada, llevaba más de dos meses en una relación y no le había tocado un pelo, pero sentía en esos momentos las necesidad de tocarla y ella lo quería, entramos la botella y nos acostamos, no me gusta contar los pormenores pero si me gusta decir más o menos como nos fue, la verdad tenía muchas expectativas con esta mujer y las cumplí, es una mujer muy cariñosa, muy bella, le gusta tener la iniciativa en todo eso me gusta cuando tengo intimidad, que no solo yo tenga las ideas, que ellas también se expresen. Una cosa si quería era tener mi momento de intimidad con ella con la luz prendida, no solo para observarla detenidamente sino para ver su reacción, tenía ese sueño y se me cumplió. Esta mujer había cumplido con mis deseos, ella era todo lo que yo había esperado. La espera y el momento valió la pena, Angela era una mujer muy excitante y lo mejor sabía manejar el momento, no tuve que crear casi nada, ella se encargó de todo y fue muy bello. Luego de esto, apagamos la luz,
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yo me acosté a su lado y empezamos a soñar hasta el día siguiente, como era domingo nos levantamos casi a las 8:00 am. Nos extrañó levantarnos juntos, pero valió la pena lo que pasó el día anterior, cuando salí de su cuarto Andrés y Sandra ya se habían levantado, les di los buenos días, no hubo comentarios de nada, me pareció muy chévere la situación, minutos después salió Angela del cuarto, me saludo de beso y saludo a su hermano y su novia.
La idea del domingo que era el ultimo día completo que íbamos a pasar en Ladrilleros, era salir en lancha a conocer los alrededores, con la recepción del hotel habíamos cuadrado ya el viaje y solo restaba esperar a que se completara el cupo de la lancha, desayunamos, ellos se entraron al baño, se bañaron y luego salieron de la cabaña rumbo a la playa, faltaban dos horas para el viaje y luego entramos con Angela al baño, era la primera vez después de dos meses de estar saliendo que yo me bañaba con mi novia, ella fue muy bella conmigo, nos mojamos y tuvimos un momento de intimidad, era el momento y es obvio, pues tanto su hermano como su cuñada nos habían dejado solos en la cabaña para que nos tomáramos el baño para nosotros, ellos así lo habían dispuesto y había que aprovechar. Jugamos mucho en el baño, en ese instante me di cuenta que a Angela la quería como a ninguna, me la había soñado y la tenía en carne y hueso y solo para mí. Salimos del baño, nos cambiamos y salimos al encuentro de nuestros amigos en la playa.
Saliendo del hotel en donde estábamos hospedados nos encontramos con Paula, su novio y la bebé de por lo menos año y medio larguitos o menos, las presenté, ella nos presentó a la bebé y a su novio, la bebita muy sonriente y muy bonita, muy parecida en sus facciones a Paula. Había algo en esa niña que me puso a pensar, no sé si era su mirada u otra cosa, pero esa niña tenia algo que no pude explicarme después. Para
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Angela, le pareció muy bonita, exótica, pero me dijo que la niña que tenía en sus brazos no era de su novio, era de otra persona, le pregunté porque y ella simplemente me hizo caer en cuenta que si la raza negra predomina, porque la bebé no tiene facciones marcadas de morena. Nos despedimos, seguimos nuestro camino y llegamos a la lancha donde nos estaba esperando Andrés y Sandra, hablamos de la noche anterior, cada uno por separado, las mujeres como es obvio se hicieron a un lado, vi que Sandra me picó el ojo, no entendí la razón, además se trataba de la novia de mi cuñado. Las mujeres hablaron del encuentro con mi ex y hubo un momento que se callaron y hablaban muy pacito. Eso me dio a entender que había algo que no sabía, algo que no comprendía del encuentro de hace unos minutos. Llegó la lancha y Angela que es un poco nerviosa se hizo a mi lado y me cogió fuerte. Lo mismo hizo Sandra con Andrés. Llegamos al sitio de destino, era la Chorrera del Indio, un paisaje con una caída de agua muy bonita, el agua muy fría y en un momento se me acercó Sandra y me dijo que todo lo que había pasado el día anterior había tenido sus frutos o por lo menos los estaba teniendo desde el despertar, le pregunté la razón y me decía que a mi novia le había gustado mi comportamiento y que la noche y el amanecer le habían gustado mucho, le pregunté acerca de Andrés y me dijo que el entendía todo y que tenía el camino libre. Estas palabras de una mujer que había conocido unos días atrás me dieron una seguridad que ni si quiera yo imaginaba, esa seguridad que quería que pasara por mi lado y en cierta forma necesitaba ese acompañamiento.
Cuando llegó la tarde retornamos a Ladrilleros, era la última noche que íbamos a estar en las playas, fuimos a cenar y luego nos sentamos alrededor de una fogata que había en la playa, los turistas se estaban despidiendo de las playas, algunos estaban festejando encuentros, otros estaban festejando fechas importantes, nosotros Angela y yo estábamos consolidando nuestra relación y en cuanto a Andrés y Sandra, ellos que
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estaban con deseos de formalizar su relación y casarse, estaban afianzando sus votos, todas las personas en general esa noche estaban de celebración. Estuvimos acompañando como una hora, luego nos fuimos para el supermercado y compramos algo para comer y una botellita para la despedida. Llegamos a la cabaña y las mujeres quieren ir a la discoteca y estar allí de pronto viendo como bailan las morenas y aprender, nosotros queríamos ir también, entonces nos arreglamos y pasamos un rato, pedimos una media de vodka y algunas bebidas, al rato sale a la pista una pareja a bailar, tanto Angela como Sandra encantadas como se mueven esas morenas, Andrés se me acerca y me dice que el tipo esta todo excitado, entonces le digo que le ponga cuidado a la negra y se dará cuenta que la vieja ni lo toca, que por el contrario la negra lo seduce con el cuerpo, que esa es la diferencia con una mujer diferente como lo puede ser Sandra con él, o en mi caso Angela conmigo, el no entiende mucho mis palabras y le explico, mire viejo esa pareja casi no se han tocado en el baile y le apuesto que el tipo esta caliente, si esa morena lo tocara, ese tipo explota, pues es tanta la calentura que puede tener en un momento dado que va a llegar el instante en que no se pueda contener. En cambio veamos el caso suyo con Sandra para que usted se excite de verdad de ella, tiene que verla desnuda o imaginársela desnuda para poder estar totalmente excitado o por el contrario tiene que tener intimidad con ella, por más amor que se tengan no se sentirán excitados mientras no haya contacto físico o piensen en él. Mire Andrés, este tipo de cosas contarlas a veces son delicadas, por que no todo el mundo entiende como funciona la sexualidad en las morenas, ellas saben que es lo que le gusta al hombre y lo excitan hasta reventarlo, eso les produce a ellas más excitación y eso es lo que trabajan todo el tiempo. Le pongo el caso, si no estuviéramos cuadrados con nuestras mujeres lo más probable sería que en estos momentos estaríamos en esa pista con un par de negras pasando un momento agradable, de pronto tendríamos sexo con ellas y por lo menos vos saldrías de la duda. Como no es así te tienes que conformar con lo que tienes y esperar
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que tu novia tenga ese momento de placer contigo, que en una mujer blanca se siente diferente. Por lo menos ayer en las horas de la mañana hablábamos al respecto con Angela y ella tenía esa preocupación, pues no sabía la forma como complacerme a sabiendas que yo ya había tenido intimidad con morenas en mi vida privada, antes de ella, ella tenía esa duda y no sabía como actuar. El punto es que la mujer de color no tiene dudas, lo hace por que lo siente y porque no tiene necesidad de ver para aprender, ella lo sabe hacer y además porque es su naturaleza.
Estuvimos un par de horas en la discoteca y luego salimos para el hotel, allí las mujeres nos preguntaron de todo, Sandra por lo menos nos disparó el porque nosotros mirábamos tanto a las morenas, yo le dije la verdad que le estaba explicando a él, porque el tipo se veía tan excitado y la mujer ni siquiera lo había tocado, ellas no entendían la situación y les comentaba que la naturaleza de la mujer llámese de color o morena o negra es muy diferente en ese aspecto a la naturaleza de una mujer blanca, la razón es muy simple, pues para que tu excites a tu hombre tienes que hablar o aprender a hacerlo de pronto mirando a otras personas, uno cuando nace no nace con esa cualidad, sus papás según la creencia común se lo enseñan o muy temprano después de los 15 años para los hombres o muy tarde cerca de los 18 para las mujeres, en cambio las personas de color no necesitan aprender, ellos lo hacen porque es su naturaleza, porque lo traen en la sangre. Te voy a hacer una pregunta personal y me perdonas el atrevimiento, cuéntame una cosa a que edad perdiste la virginidad, no me contestes, yo por lo menos la perdí a los 16 años, muy tarde para algunos y muy temprano para otros, Sandra se queda pensativa, ríe un poco y me contesta casi a los 18 años, ves la diferencia, ves lo que te pasa por jugar con barbies antes de los 18, mientras tu a los 18 años aún no salías de las barbies, una pelada de 18 años de color ha tenido por lo menos dos o tres relaciones y por lo menos unos 5 ó 6 orgasmos.
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Angela se extraña de todo lo que yo comento y me dice que ella está confundida con respecto a todo lo que hemos hablado, le digo mira mujer es normal que una mujer como tu, de tu calidad y de tu clase se haga esos cuestionamientos, yo no soy el hombre más experimentado del mundo, pero he visto cosas y personas en diferentes situaciones toda mi vida. Y al igual que tu también me he hecho cuestionamientos de todas las cosas que están a mi alrededor, descuida mujer que años atrás también tuve mis dudas con respecto a todo. Y pregunté y es normal. Tenemos un poco de cansancio y decidimos que tenemos que descansar, Andrés y Sandra entran a su cuarto y nos dan las buenas noches, al rato entro al baño y cuando salgo me meto al cuarto mío, Angela me dice, mira te equivocaste de cuarto, ven conmigo, me río un poco y le digo listo muñeca ya te alcanzo, entramos a la cama y nos ponemos a conversar de todo, los dos estábamos casi vestidos, ninguno de los dos dijo nada ni mucho menos lo insinuó, el caso es que nos dispusimos a dormir un poco, estábamos cansados, yo me acosté a su lado abrazándola todo el tiempo, al rato nos dormimos y sonó mi despertador, eran las 5:30 am pero la verdad nos dio pereza levantarnos, seguimos durmiendo, ella estaba medio desnuda, pero no habíamos hecho nada, fui a la cocina, hice un tinto, lo llevé al cuarto y lo tomamos, luego volví a meterme dentro de las cobijas. Al rato ella se volteo y me miró y me dijo que quería volver a hacerlo conmigo, era de mañana, no quería que de pronto su hermano se despertara y nos viera, no quería tampoco perder su confianza, entonces más bien le dije que cuando nos bañáramos lo hiciéramos y ella aceptó. Al rato nos levantamos, teníamos tiempo de sobra, el bote salía a la 11:00 am., le propuse a mi cuñado que se adelantara para el desayuno no en el hotel sino en el restaurante donde almorzamos el día anterior, Angela hizo lo mismo con Sandra y así fue, ellos se bañaron primero y luego lo íbamos a hacer nosotros, arreglamos las maletas y nos metimos al baño, Angela estuvo muy pendiente
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del baño, se me acercaba mucho, me tocaba y decidimos que era el momento y el lugar, tuvimos intimidad y nos gustó, esa mujer era única, en la cama y en el baño, en cualquier parte esa mujer era todo y era mía, me tenía sorprendido, sentía que había encontrado una mujer muy completa, hermosa y buena amante, que delicia, me sentía en esos momentos el hombre más afortunado del mundo y lo estaba gozando al máximo.
Era la hora de bajar al desayuno, Angela hizo algo poco usual, salió de su cuarto para el restaurante con tan solo una camiseta entre ella y su cuerpo, me gustó, pero no tenía ni idea que quería probar, llegamos al restaurante a desayunar y estaba su hermano y su novia, no habían pedido aún el desayuno nos estaban esperando para hacerlo, de pronto de un momento a otro Angela toca el tema de Paula, dice que nos la encontramos a la salida del hotel en la mañana de ayer, estaba ella con su marido y con un bebita de tal vez cinco meses. Andrés me cuestiona y dice que en donde está la seriedad de mi relación con Angela, yo por mi parte no hago comentarios al respecto y me limito a decir que era obvio el encuentro, que no tenía nada que esconder y que no pensé que le fuera a molestar.
Seguimos desayunando y luego salimos los cuatro para el hotel a arreglar las maletas, en el camino yo le digo a Angela que me acompañe que quiero hablar con la mamá de Paula e indagar un poco de ella, que no es interés por ella sino que algo en esa niña pequeña me confunde, Angela lo entiende y se queda conmigo, vamos a la casa de Paula y su hermano esta con ellos de visita, luego sale Doña Carmen y me saluda de beso, le presento a mi novia y empezamos los tres a conversar, de un momento a otro sale de dentro de la casa, Paula con la niña en sus brazos, conversamos un poco más, le pregunté en que fecha había nacido y me dijo que el 27 de julio de 2000, que la niña tenía justos 18 meses de nacida y su nombre Paula Andrea, media ahora más tarde me
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despido de ella y le doy un beso a la niña en la mejilla y su mamá nos acompaña hasta la puerta para despedirnos.
Cuando llegamos al hotel a recoger las maletas, Andrés y Sandra ya estaban listos, nos indagaron sobre la demora, les dijimos donde estábamos y nos fuimos a esperar el tractor que nos llevaría a Juanchaco, teníamos el tiempo medido para estar a tiempo en todas partes. Salí del hotel, me despedí de los amigos que tengo allá y emprendimos viaje para esperar la lancha. Llegamos a buen tiempo, el mar estaba tranquilo, luego llegamos a Buenaventura, compramos algunas cosas para las familias y muy a tiempo para la llegada de la flota y con rumbo para Cali. En la flota nos hicimos primero Andrés y yo para conversar un poco de los pormenores del viaje, Sandra y Angela se hicieron en otra silla me imagino para conversar de todo. Llegamos a Cali, me despedí de mi novia, pues no había cabida para ir a su casa y verme con sus papás, aunque las cosas en ellos ya habían cambiado pero no era el momento para estar con ellos. Me despedí igualmente de Sandra que me pareció muy chévere, buena amiga tanto de Angela como mía y posteriormente me despedí muy efusivamente de mi novia Angela. Llegué a mi casa y apenas abrí la puerta entré a mi apartamento solitario, mis familiares se habían venido para Bogotá a pasar las vacaciones de fin de año y yo me encontraba solo. Esperé una media hora a que llamara Angela, no lo hizo y llegadas las 7:00 pm me tiré al agua y la llamé, contestó su mamá, muy puesta la señora, era la primera vez que conversaba con ella, me dijo que esperara un momento y me la pasó, me sentía extraño al ver que meses atrás esa señora ni si quiera me daba la hora, pero la gente cambia y uno tiene que cambiar también. Hablamos como una hora, nos dimos las buenas noches y quedamos de vernos algún día de la semana. Al día siguiente yo me fui temprano para la oficina como de costumbre, llevé los regalos de mi viaje para mis compañeros, llega el medio día de ese lunes y Angela me llama para decirme que sus papás habían organizado una
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comida para el viernes y que querían que yo los acompañara, yo quería ir, sin embargo era complicado, porque no sabía la reacción de pronto de ese señor conmigo. Le dije que si me gustaría ir, que preparara las cosas que yo iba a ser mi mejor esfuerzo y que íbamos a estar juntos de nuevo. Pasaron los días y sus noches yo tenía la necesidad de estar íntimamente con Angela pero era como muy próxima la cosa, ella de pronto también lo quería pero ni ella ni yo lo pedíamos. El jueves en la tarde ella llamó a la oficina y me dijo que quería hablar y que nos viéramos, llegó a la oficina pasadas las 5:00 pm, nos saludamos y cerré la puerta, mi compañero se encargaría de activar la alarma, me metí a su carro y me dijo que quería ir a Chipichape a tomar un buen café, llegamos al lugar, nos encontramos al rato con unos amigos y luego quedamos casi solos en el sitio, luego en medio de la charla le suelto la propuesta, le digo muñeca me quieres acompañar al apartamento es que quiero estar contigo y me dijo y tus familiares, no amor no hay nadie, lo tenemos por todo diciembre y parte de enero para los dos, en un principio pensé que esta mujer me iba a salir con una disculpa, pero más me demoré yo en pedirle que me acompañara que ella en decir que si, el caso es que nos metimos al Ley y compramos algo de comer suave y nos dirigimos para mi apartamento, ella era la primera vez que iba, parqueamos y luego subimos, le pareció cómodo y luego entramos a la cocina, metimos los sándwich en el microondas y destapamos una botella de vino que tenía para momentos especiales como ese, prendí el equipo y bajé la intensidad de las luces, empezamos a beber un poco y luego ella empezó a comentarme acerca de la reunión del próximo día, luego la invité a mi cuarto, le mostré mis recuerdos y mis cosas personales y la invité a mi cama, tuvimos varios momentos de intimidad, era un hecho que esta mujer era única, era muy especial, muy delicada, muy segura de lo que estaba haciendo y el del sitio en donde lo estaba haciendo, ella era más consiente que yo en esos instantes, ella me daba mucha seguridad, además y a diferencia de otras parejas que había tenido antes de ella, era más responsable, más segura de si misma y esa seguridad me la transmitía.
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Terminamos a los minutos, ella se metió al baño se aseó un poco y se despidió de mí, le dije que quería acompañarla a su casa, me dijo que no era necesario, le insistí y nos fuimos. Yo sabía que no podía llegar con ella, razón por la cual decidimos que unas cinco cuadras antes de llegar, ella pedía un taxi desde su teléfono y yo me bajaría, para evitar encuentro desagradable con sus papás, no era el momento, para eso estaba la reunión del viernes. Nos despedimos, me monté al taxi y me vine demasiado contento para mi casa, era diciembre y tenía que tener momentos de alegría.
Cuando llegué a mi casa eran pasadas las 9:00 pm y llamé a casa de Paula, hable con su mamá y le pregunté acerca de la niña, eso me trabajaba, sabía que iba a hacer cuentas a ver si esa niña era mía o no, la señora Carmen no me lo aseguró pero tampoco me lo negó, existía la posibilidad de que esa niña fuera mía, que el día que Paula y yo nos metimos en el mar, ese día pudo haber quedado embarazada de mí y por temor me lo había ocultado casi año y medio, pensé muchas cosas, me acosté pensando en todas las cosas que Angela le había preguntado ese día, pensaba además en la expresión de esa señora mientras la hija contestaba cada pregunta, pensaba y me hacía preguntas. Lo más interesante de todo era que ya me estaba haciendo a la idea de que esa peladita era hija mía. Todo ese resto de miércoles estuve pensando mucho, se puede decir que casi no dormí pensando en la situación.
A la mañana siguiente como tenía una comida y era probable que no alcanzara a venir a mi casa a cambiarme, decidí irme con el vestido puesto y recién alquilado, recién salido de la lavandería, todos en la oficina se extrañaron por la ropa pero explicación va y viene, era un día muy especial, se comprometían Andrés y Sandra y yo iba estar allí en compañía de mi novia, íbamos a estar al lado de toda la familia, además iba a ser una prueba de fuego mía y de sus papás, en otras palabras por mi parte todo debía salir casi
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perfecto, el mínimo error iba a hacer que todo lo que habíamos construido hasta el día anterior en mi apartamento se podría derrumbar y no lo iba a permitir, llegaron pues las seis de la tarde y un compañero que tenía carro me llevó cerca a la casa de Angela, cuando llegué a Unicentro, la llamé, Angela vivía en un barrio al sur de Cali, su familia vivía con algunas comodidades. Cuando me bajé del carro de mi amigo, entré al centro comercial y la llamé a su teléfono móvil, ella contesto y me dijo que ya salía a recogerme, al rato llegó y sencillamente esa mujer estaba irreconocible, parecía otra, el que no pegaba allí de pronto era yo, pero al cabo de un rato sentí que si podía con la situación, me llené de valor y de orgulloso, además allá nadie sabía que estaba en la reunión con un traje alquilado y pensaba cuantas personas estarían como yo en la misma situación. Cuando entramos al garaje de la casa, me dio un beso, me presentó a sus perros y subimos a la sala de la casa, sus papás estaban en la entrada y yo me di mucha seguridad al saludarlos, eso les dio a ellos también seguridad, pues este señor jamás se imaginó que yo podría comportarme entre ellos, lo que no sabían ellos era que algunos miembros de mi familia también vivían con comodidades y si algo tenía claro era que yo me sabía desenvolver en todos esos escenarios, como decía alguien conocido, que en reuniones de mucha clase hay que hacer lo mismo que hace la mayoría y todo el mundo queda bien. Pues si, saludé a sus papás, el señor muy normal conmigo, lo mismo la señora y ella me presentó con sus familiares como Ingeniero de Programación de un Call Center, no era mentira, era la realidad, mi realidad, al poco rato se acercó a mi un señor y una señora, empezamos a conversar, luego llegó Andrés con su prometida y los dos me saludaron de mucha confianza, eso me gustó porque me dio mucha más seguridad. Era un hecho que esa visita mía a esa casa era el principio de una relación seria con esa mujer, era un hecho que la impresión que yo causara era fundamental para quedar por lo menos bien ante todos, afortunadamente tengo el valor de la prudencia y en ese tipo de reuniones hablo lo necesario y delante de las personas necesarias, trato de comportarme
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a la altura, eso lo había aprendido de mis papás. Tiempo después Angela se me acercó y se disculpó por no haber estado mucho tiempo conmigo, pero le di la razón, las cosas tenían que salir bien y mucho más si se tratara del único hermano que tenía. Llegó el momento crucial, el momento del brindis y sus papás tomaron la palabra, este señor se echó un discurso como de un cuarto de hora, diciendo las bondades de su hijo, las cosas bonitas de su nuera Sandra, las cosas buenas que les había pasado en ese año e incluso solo le faltó decir que gracias a mi se habían ganado la licitación, pero afortunadamente eso no lo dijo, el caso era que en ese momento se estaban uniendo no solo en negocios sino de por vida dos familias, la familia de Andrés y la familia de Sandra.
La reunión terminó a eso de las 1:00 am, acompañé un poco a la familia, luego Angela me pidió un taxi, me despedí igualmente de sus familiares, me acompañó a la puerta, nos dimos un besito de buenas noches y me vine para mi casa. Cuando llegué la llamé y hablamos por teléfono como media hora y contando los pormenores de la reunión. Me dijo que yo les había caído bien a sus familiares y que la relación mía y de sus papás había mejorado.
El sábado en la mañana me fui a trabajar temprano a la oficina, organicé un poco las cosas, a eso de las 10:30 me llamó esta mujer y me invitó a almorzar a su casa, lo tomé con mucha calma y con agrado pero le dije que no podía llegar temprano porque tenía que programar los equipos y eso me tomaba entre las 12:00 m y la 1:00 pm, que si me desocupaba antes iba, sino llegaba pasadas las dos, ella me dijo que no había problema, pues la familia había organizado un asado y que esperaban a los invitados a eso de las 3:00 pm. Terminé mi trabajo antes de las dos y llamé a Angela a su casa, le dije que estaba de tenis que si era más formal la cosa tendría que ir a mi casa y cambiarme, me dijo que no había problema, salí para su casa. Cuando llegué no había llegado mucha
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gente, entonces participé un poco en la organización del evento y el papá de Angela se me acercó, cuando ese señor me empezó a hablar sentí que el mundo se me acababa, sentí que hasta ahí había llegado mi relación con esa mujer, pues no el tipo me empieza a hacer preguntas de mi familia, mi relación con la pareja con la cual yo estaba conversando en la fiesta, luego me dijo que Andrés y Sandra habían tenido buena impresión de mi en el paseo, también dijo que a su hija desde que estaba saliendo conmigo la sentía muy segura sentimentalmente, que en el trabajo ella tenía buenas ideas y que todo era gracias a mi. Pues yo me di mis créditos y le dije que uno antes de juzgar a una persona tenía que conocerla a fondo, que yo venía de una familia con unos valores muy altos, que mis padres habían colonizado a La Unión (Valle) y le empecé a relatar la historia de mi familia, el señor me ofreció lo que él estaba tomando, seguimos conversando, luego su señora se me acercó y pasó lo mismo, ya había más camaradería, más confianza.
Cuando empezó a llegar la gente, Angela me cogió del brazo y la presentación mía hacia la familia era diferente, ya tenía la aprobación de todos y me movía como pez en el agua, mejor dicho me gocé el momento. Más tarde cuando llegó Sandra con sus papás, ella le dijo a su mamá que yo bailaba rico y me propuso que si quería bailar con ella, Angela no dijo nada y empecé a bailar con esa señora, no sabía si apretarla o soltarla, pero nos dimos una bailada como de tres o cuatro piezas seguidas y la gente nos aplaudía y nos hicieron corrillo, mejor dicho me gocé la fiesta de cabo a rabo e hice una buena relación con la señora, esta señora era una mujer muy elegante, distinguida, querida y muy simpática, mejor dicho una veterana con todo bien puesto, parecía de quince y me la rumbié hasta dejarla agotada. Al final todas esas viejas querían que yo las bailara, pero me faltaban manos y pies para poder complacer a todas, decidí entonces bailar un poco con Sandra y terminé haciéndolo con Angela. La reunión se prolongó hasta pasadas las
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7:00 pm, entonces Angela me dijo que si la llevaba a Changó, que hace harto no iba y le dije que si que le dijéramos a su hermano y ella me propuso que nos fuéramos solos. Accedí, salimos de la casa, ella no llevó su carro porque queríamos beber un poco y para qué arriesgar, le pedí permiso a sus papás, no hubo problema, lo único que no sabían ellos era el destino pero si que íbamos a bailar. Salimos hacia la avenida, cogimos un taxi y nos fuimos para Changó, llegamos allá y pedimos una media de vodka su trago preferido, algo de bebidas y un poco de comida para pasar los tragos, luego salimos a bailar.
No quiero terminar esta historia sin antes contar como se movía esa mujer en la pista, esta mujer tenía como una sencillez, dulzura, algo especial, era muy segura de sí misma, cuando yo le pasaba el brazo para bailar ella se me pegaba al cuerpo de una forma muy sexi, ella fue de las pocas mujeres con quien yo bailé que se entendía a la perfección, para nosotros no solo era la danza en sí, sino que era como si fuéramos uno solo, con esta mujer nos paseábamos la pista de baile, ya sea si estuviéramos bailando una salsa, un vallenato o un bolero, el entendimiento en la pista era increíble. Cuando teníamos relaciones también el entendimiento era mutuo, Angela aunque era una mujer muy de su casa le gustaba explorar nuevas cosas, era una persona que permitía algunos excesos y tenía mucha seguridad en las cosas que hacía. En las relaciones no nos limitábamos a el acto en si, sino por el contrario como había entendimiento, entonces conversábamos mucho y hacíamos juegos, cosa que con otras mujeres no lo había logrado, con ella si, porque ella no era tan experimentada. Yo tampoco lo era, pero con ella probamos muchas técnicas y los resultados eran bastante satisfactorios, además la cama nunca fue el límite.
Esa noche estuvimos bailando hasta las 10:00 pm, casi dos horas, el compromiso con sus papás era que llegáramos a una hora decente, mi intensión era llegar con ella antes de
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las 2 o 3 de la mañana para no crear desconfianza con sus papás, claro que si se podía antes mejor. El caso es que cuando salimos de la discoteca, ella me dice que quiere ir conmigo a uno de los moteles del rededor, me dejó de una pieza, pero al final llegamos a uno de ellos en un taxi, pedimos algo cómodo y estuvimos hasta la 1:00 am. Luego pagamos en efectivo, pues a mi poco me gusta pagar eso con tarjeta. Menos mal que esta mujer en todas esas salidas me colaboraba y las salidas no me salían tan costosas. Luego del motel nos metimos a comer algo rápido en la 44 y más tarde la dejé en su casa y en el mismo taxi me fui para la mía. Cuando llegué a mi casa como de costumbre la llamé, conversamos como media hora, luego esperé a que se durmiera.
Con esta mujer las cosas hubieran sido mucho mejores pero paso algo extraño en esa familia que cambió el destino y rumbo de las relaciones de todos los que directa o indirectamente teníamos que ver unos con otros. La primera pareja que se desbarató fueron Andrés y Sandra, ellos que en la fiesta de mediados de diciembre se habían comprometido para casarse antes del día de la madre, o sea en Mayo de 2002, pues Andrés estaba haciendo un magister en finanzas y le dijo a su papá que de regalo quería un viaje a Europa, el viaje se realizó entre marzo y abril de ese año y sucedieron varias cosas al mismo tiempo. Ellos eran unas personas que tenían modo de vivir, sus hijos trabajaban en la empresa familiar y les iba muy bien económicamente. Andrés lo tenía todo, una novia bellísima, tenía ahorros y era una persona organizada, su novia era ingeniera de sistemas y trabajaba y le iba bien, o sea que por la parte económica no tenían ningún problema. Lo que no sabía nadie era que eran inestables, ni si quiera mi novia y yo lo sabíamos, el caso es que este verraco se fue a su correría por algunas ciudades de Europa, viaje que sus papás le dieron de regalo de grado y que el tipo aprovechó al máximo, con Andrés nos escribíamos con mucha frecuencia, chateábamos y cuando estaba con Angela en alguna salida, ella lo llamaba por celular y conversábamos.
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Andrés cuando estaba de regreso, conoció en Alemania a una mujer rubia de ojos azules, nórdica, bonita, esta mujer estaba también mochiliando y ella le propuso que se fuera unos días con ella para Oslo a conocer y a conocer a su familia. Pues nuestro Andrés, dejó de lado novia, el matrimonio, su carrera y familia y se interno en ese país. En alguna oportunidad cuando hablé con él le pregunté porque había dejado de lado todo lo que tenía y me contestó, que toda la vida había hecho cosas por los demás y que en ese viaje se había dado cuenta que hacer las cosas que uno quiere y dándose el gusto que uno quiere, da una satisfacción mucho más placentera y se siente uno realizado. Que le da cierta cosa con Sandra porque ella estaba muy ilusionada con todo, pero ella más que nadie tenía que saber que si el se iba, era complicado el regreso o por lo menos si regresaba las cosas iban a ser diferentes. Meses más tarde luego de estar medio organizado en Oslo con su amiga, Andrés nos manda una foto, foto que le dio la vuelta a media familia, el está en una gasolinera vestido de bombero, en la parte de atrás de la foto coloca lo siguiente “Estoy trabajando en una gasolinera, como ven es el trabajo que he podido conseguir, necesito un favor de ustedes, que me manden papeles personales para ver si puedo homologar la carrera, si es así podré ubicarme mejor, Kelly esta bien y los manda a saludar, pensamos establecernos acá. Estamos en contacto. Los quiero mucho. Andrés”. Un poco desconcertante. Pero era su vida, una vida que estaba queriendo vivir hace mucho tiempo.
Mi relación con Angela también se deterioró al final, pues alguna información de una fuente en la que me decía que a ella le preocupaba mucho la opinión de los demás con respecto a nuestra relación. Era un hecho que los dos éramos de mundos diferentes, ella por lo menos tenía un puesto directivo en su empresa, en cambio yo tenía un puesto operativo, que cual de los dos era el que primaba, pues yo diría que ambos en su medida y en su importancia, aunque yo trabajaba en una empresa familiar también, era una hecho
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que no era patrimonio en cambio con ella la cosa era diferente, era el patrimonio de sus papás y lo más probable sería que alguna vez le perteneciera y ella trabajaba para ese objetivo. En cuanto a nivel profesional ella me llevaba por encima un magister en sistemas, para mi eso nunca fue un obstáculo pues fui como su asesor en silencio, en programación que siempre ha sido mi fuerte, ella recibió mucha asesoría de mi parte. En la parte profesional no había problemas, es más nos colaborábamos mutuamente. Pero en la parte de relaciones con los demás ella tenía unos vacíos, vacíos a los cuales yo les doy mucho valor, por ejemplo a ella nunca le pareció buena idea ir a conocer a mi mamá, había un desinterés y eso para mí es necesario, en mis anteriores relaciones para mí que mi novia fuera amiga de mi mamá o por lo menos la conociera o conversara con ella de vez en cuando, era importante. Ella nunca mostró ese interés. Y eso a mi me trabajaba en la cabeza casi siempre en toda la relación. No es lo mismo que mi mamá o alguien de la familia no le quiera a uno la novia pero por lo menos se conocieron y se cayeron bien o mal, pero por lo menos hay una primera impresión. Angela nunca mostró interés en nada de eso, en otras palabras pienso que le interesaba era Carlos como persona, como amigo, como asesor, como colaborador e incluso como amante, pero de ahí en adelante nada que ver. Luego de que Andrés se quedó en Europa, mi relación con Angela tomó otro rumbo, a ella le había golpeado mucho en su ser, en su pensamiento el hecho de saber que yo tenía una hija con una morena en Ladrilleros, no se si es porque es morena o porque ella aún no ha tenido hijos y se siente relegada.
La verdad para mí también fue un golpe duro, el saber de su existencia, porque la siento parte de mí. Por ejemplo a mi Paula nunca me tocó el tema y eso que hable un par de veces con ella y nunca me tocó el tema. Además parece ser que luego de esa visita que hicimos, Angela nunca lo pudo digerir, pues a ella jamás le paso por la cabeza que yo aunque la niña no está registrada a mi nombre, yo me intereso en ella. Es cuando uno
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dice que la gente obra o se comporta diferente a uno o piensa muy diferente, pues para mí el sentido de la responsabilidad es algo importante en una persona. Yo por lo menos pienso que esa niña puede ser fácilmente mi hija, todo apunta a esa realidad, por el tiempo de nacida que tiene y de pronto por las circunstancias, una cosas si es cierta que no esta registrada a mi nombre, pero la siento mía o por lo menos eso me hizo sentir esa niña cuando la cargué en mis brazos, también creo que la mamá de Paula me dio esa seguridad, claro está que a mi Doña Carmen nunca me ha dicho que esa niña es mi sangre, pero tampoco me ha dicho que no.
Volviendo al tema de Angela, es una mujer demasiado apegada a sus papás y al igual que su hermano siempre hizo cosas para darles gusto, no sé si Sandra me lo conto al saber que su relación con Andrés ya no tenía regreso o si por el contrario era que se sentía como comprometida conmigo y quería alertarme para que no me pasara lo mismo. Sandra decía que para Angela siempre fue un obstáculo saber que yo pasé de ser un contratista de su empresa a su pareja, ella esa parte no la digería. Entonces yo le pregunté que porque razón cuando yo la invitaba a salir ella iba y a gusto salía conmigo, es más hay le conté de no solo las veces que íbamos a bailar sino que le hablé de la intimidad. Ella me decía que era el problema de ella, que primero para Angela el dinero era un estímulo importante para avivar el fuego de la relación y que en sus pasadas relaciones siempre fue la que llevó las riendas y que por eso me aceptó a mi porque sería lo mismo pero con otro nombre. En cuanto a la parte intima, Angela le había comentado que conmigo aprendió lo que quería saber y en una forma diferente, que conmigo aprendió que había hecho bien en la vida y que mal, en cambio en sus pasadas relaciones le tocaron tipos que no respetaban el momento, que se daban más importancia como machos y que tenían a la mujer relegada en segundo lugar, en cambio conmigo ella supo cual es el sentido del sexo como tal, que yo era una persona que valoraba a la mujer
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no como objeto de deseo sino en su ser, sus sentimientos y que eso marcó la diferencia con respecto a los demás. Luego de hablar por espacio de dos horas o más, Sandra y yo nos despedimos con un hasta luego, de hablar algún día, de conversar largo, de no tocar ningún tema con respecto al pasado, hubo algo que a mi se me ocurrió hacer y lo hice porque lo deseaba desde que la conocí, sin permiso ni siquiera de ella le di un beso en la boca bastante largo, lo que nunca creí fue que esta mujer me lo correspondiera, no quedamos en nada ni era la idea pero quedó el suspenso de ese beso y quedamos de buenos amigos. Con Angela no hemos vuelto a hablar, a veces nos comunicamos por email, las fechas importantes las recordamos, cumpleaños, año nuevo. Con Andrés nos escribimos también, el me dice que allá hay muchas mujeres que podrían estar con uno sin condiciones.
Luego de haber roto mi relación con Angela gracias a que Sandra me abrió los ojos y entendí muchas cosas, m e dediqué a mis cosas personales, me nombraron representante del consejo de administración e iba a reuniones periódicas. En la empresa las cosas estaban mejor y también me dediqué al trabajo. Con la familia asistía a reuniones y compartía más con ellos. En el barrio donde vivía compartía con los pocos amigos y disfrutaba de su compañía. Con Luisa volvimos a hablar, salíamos de vez en cuando, compartí mucho con su familia. Ibamos a reuniones juntos sin compromisos ni ataduras. Cuando empecé a ir a las reuniones del consejo de administración yo veía que una de las mujeres con las cuales yo me reunía para hablar sobre temas sociales y que interesaban a la comunidad, con ella había más compromiso que con otras personas, esta mujer de nombre Gloria E. estaba muy pendiente de lo que yo dijera, es más recuerdo que cuando servían tinto o gaseosa ella siempre se encargaba de atenderme, nunca me imaginé que días más tarde iba a tener una relación mucho más cercana que una simple amistad o un compromiso de consejo. Gloria era una mujer de unos 45 años mucho
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mayor que yo, soltera de toda su vida pero era una mujer muy simpática y tuvimos desde un principio mucho entendimiento, es más, desde un principio de las reuniones hubo otra señora que se puede decir me la metió por los ojos y eso no me preocupaba, por el contrario me parecía la mejor forma de acercármele, porque a decir verdad a mi la mujer me movía el piso y ella lo intuía, recuerdo en una ocasión que ella se fue vestida con una blusa muy ceñida al cuerpo, yo creo y no me equivoco que la vieja se fue así con su segunda intensión, ella sabía que yo le miraba sus pechos, que a propósito para su edad los tenía bien puestos, ella lo sabía y hacía acciones para moverlos y por consiguiente para que yo me fijara en ellos. Era muy diferente a otras personas que habían pasado por mi vida, era una mujer más madura, más grande, era incluso mayor que yo pero había que tener una relación así no para comparar sino para aprender. En los días que había reuniones de consejo y que se alargaban por altas horas de la noche, yo siempre la acompañaba a su apartamento, yo la dejaba en la puerta y ella me daba un beso de despedida en la mejilla, por esos días yo estoy seguro que esa mujer siempre quiso que yo entrara a su apartamento luego de las despedidas. Nunca se lo pregunté, nunca se lo insinué, siempre hice las cosas midiendo las palabras, no había caso dañar de pronto una relación bonita de ese tipo por un apuro de macho. Un día el presidente del consejo cumplió años y como era obvio nos invitó a todo el grupo a la celebración, no fue en donde siempre nos reuníamos, la reunión fue en un club cerca de casa. Yo fui con un amigo del consejo Oscar L. y su esposa Ruby en su carro, allí fuimos a recoger a Gloria al apartamento, esa mujer estaba con un sastre, cuando llegué por ella, ella me presentó a su hermana, una mujer mayor con la cual yo me había topado en el conjunto más de una vez. Nos saludamos y le dije que me encargaría de su hermana por unas horas, nos despedimos y salimos pues del apartamento hacia el carro de mis amigos, antes de llegar al carro, ella me puso una tarjeta de crédito en mi bolsillo y me dijo que se la guardara pues ella quería seguir la rumba en otro lado. Yo le dijo que era muy pronto y que
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dependiendo de cómo se dieran las cosas en la reunión allí decidiríamos. Llegamos los cuatro a la reunión, con Gloria bailamos casi toda la noche sin despegarnos, hubo química desde un comienzo, ella me acercó su cuerpo en varias ocasiones durante toda la noche y nos sentimos bien. A la hora de salir del club, mis amigos nos ofrecieron su carro, Gloria hizo un gesto y decidimos continuar nuestra rumba por aparte. Como estábamos a las discotecas del centro comercial, nos metimos en una de ellas y Gloria se hizo cargo de todo, allí casi no se veía, era muy oscura, tanto ella como yo estábamos a gusto pues queríamos tener nuestro momento y el sitio se prestaba para eso. Bailamos pocas veces y nos limitamos a acariciarnos en buena parte de la noche y además el sitio se prestaba para ello. Hubo un momento en el cual ella me dijo que quería que nos saliéramos de allí y así lo hicimos, pagamos la cuenta y nos dirigimos a su apartamento. De camino ella me sugirió que nos metiéramos a un motel, yo le hice caer en cuenta que no estábamos lúcidos y que podría ser de pronto un error que luego no podíamos remediar, ella lo aceptó igualmente. Varias semanas nos tomó seguir con nuestra relación, era una relación basada en la confianza, era la primera vez que yo estaba con una persona mayor que yo y me estaba gozando el momento. Había una cosa con la cual yo no comulgaba y era que Gloria era una persona bastante exigente consigo misma, además era una persona muy melosa y en mi vida había tenido que ver con una persona de ese tipo, pero yo la soportaba. Además me llamaba mucho tanto a la casa como a la oficina. Para finales de noviembre como era la costumbre de mi familia, el apartamento quedaba a mi cuidado, yo respondía por lo que allí sucediera, Gloria me celebró mi cumpleaños 39 en el apartamento, aprovechamos que no había nadie en ese diciembre y nos conocimos íntimamente. Era una mujer muy experimentada pero muy tímida en la cama, temía que yo por su experiencia fuera a pensar mal, pero le di esa seguridad y diría que nos veíamos para hacerlo casi todos los días de ese diciembre. No quiero decir que nuestra relación se baso solo en sexo, pero fue importante durante el tiempo en que duró.
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En junio de 2003 cuando decidimos que retornábamos a Bogotá, las cosas con Gloria quedaron en el tintero, no hubo una terminación como tal, yo diría que no hubo una relación en donde unos ganan y otros pierden, digamos que nos necesitábamos íntimamente y cada uno le dio gusto al otro.
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Capítulo XI De regreso a Bogotá
En Junio del año 2003 regreso a Bogotá, inicialmente llegamos a vivir al apartamento de Clara, mi mamá y yo nos acomodamos un poco estrechos en ese apartamento mientras un obrero bajo mi dirección hacía unos arreglos al apartamento que entre todos compramos, más exactamente en el barrio Cedritos del norte de la ciudad. En el apartamento de Clara duramos algo así como un mes largo, ella vivía en la calle 116, esa calle recuerdo cuando estaba en la universidad era muy famosa pues allí se movía la rumba en el norte de la ciudad, pero 15 años más tarde o sea en la época que llegué nuevamente a Bogotá, la calle 116 era otra historia totalmente diferente, por ejemplo en la cra. 19 existen algunos negocios de mariachis y más abajo pasando la autopista hay muchos edificios al lado y lado de la avenida, ya no existen las casas del pasado, ahora la gente por estos lados vive en alturas. Más o menos en agosto de ese año nos pasamos con mi mamá al apartamento de cedritos, mu función era el cuidado de por lo menos medio tiempo ya sea en la mañana o en la tarde de mi madre, pues ella ya tenía unos años más y tenía cierta dependencia mía, por sus achaques como por la edad como tal. En esa unidad residencial de cedritos al año de estar viviendo allí fui convocado para el consejo de administración, no quería asistir pero el apartamento presentaba algunos problemas técnicos externos y con solo la palabra de la gente no se podían remediar, entonces por esa razón asistía a las reuniones. Durante ese año fui conocido en ese sitio, arreglé los desajustes del apartamento e hice amistad con algunas personas. En cuanto a la vida laboral y profesional mía pues la verdad sea dicha no se presentaron muchas oportunidades, pues trabajar acá en Bogotá implica para las personas que venimos de afuera una serie de cambios que por mi situación en mi casa, pues tuve y lo hice con el mayor de los gustos encargarme mucho de mi madre que estaba muy enferma, eso me
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mermó en tener un trabajo estable pues cuando me conseguía cosas no las podía realizar por no dejarla sola y realmente tuve que sacrificar ese tiempo pero la verdad no me arrepiento.
Otra de las causas o de las metas que tenía para venir a Bogotá era la relación con Carolina T. mi ex de la universidad que cuando yo venía de paso para Bogotá nos encontrábamos y salíamos, cuando yo estaba viviendo en Cali, nosotros hablábamos mucho y cuando yo decido venirme para Bogotá ya definitivamente la mujer me dio a entender que nuestra relación seguiría como si nada, más fue la sorpresa mía que cuando pise suelo bogotano lo primero que hice fue comunicarme con ella y esta mujer con evasivas me sacó el cuerpo, para mí fue un momento no tanto doloroso sino de una espera de tantos años y que no me resultara con nada, como quien dice tenía una relación a distancia y cuando la quise hacer realidad pues ya no tenía nada y no supe ni si quiera explicármelo.
En el año 2004 me gano una serie de contratos con una empresa de eventos de la ciudad, esta empresa me contrata inicialmente para tabular encuestas, cuando a mi me propusieron el negocio pensé que me estaba desviando de mis intereses, pero la verdad como para esa época no había muchas expectativas decidí no solo aceptar los trabajos sino que diseñé una planilla a manera de aplicación para sistematizar las labores. Con este tipo de trabajo me estaba yendo bien excepto que no era constante. Luego me llamaron para transcribir memorias de los eventos y de las conferencias, en un principio también le puse pero al asunto pero cuando empecé a ver las ganancias pues nunca más solté un negocio de ese tipo. Además de trabajar con ellos me salieron algunos contratos para diseño web, contratos que aunque han sido puntuales los he desarrollado a medida que van saliendo. En septiembre mi madre fallece tanto para mí como para la familia fue
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una pérdida irreparable, todos la estuvimos acompañando en sus últimos días en el hospital. Pero la vida tenía que seguir, los contratos con la empresa de eventos continuaron por dos o tres años más y se pudo hacer un trabajo interesante.
En octubre de ese año pienso en la posibilidad de vivir en una pensión pero no lo había consultado con mis familiares, ellos también están pensando en alquilar el apartamento y decidimos ponerlo en arriendo, razón por la cual se toma la decisión y desde finales de noviembre de 2007 estoy viviendo en una pensión de un barrio de tradición de la ciudad, al día de hoy llevo 9 meses viviendo aquí con varias cosas a mi favor, estoy en un sitio muy residencial y alejado de la parte comercial, estoy equidistante de todo lo que me sirve y que esta a mi alrededor, actualmente trabajo independiente y realizo unas tareas importantes para Global Voz de Cali, además mi hoja de vida ya contempla varios cursos de ISO 9000, Ventas y de Servicio al Cliente en el Sena que me queda a pocas cuadras y que por salud y por costumbre llego a pie. Los domingos como siempre me levanto muy temprano y preparo mi bicicleta para salir de los primeros a la ciclovía.
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Los mejores años de mi vida
Epílogo
Estas palabras que he postrado en estas hojas de papel las he sacado mucho de la realidad, de ficción más bien poco o casi nada, tuve que reconstruir algunas notas que por el tiempo se están dañando o poco se entienden, tal es el caso de los pocos recuerdos que pude recurar de mis amores y de mis amistades. Todas estas palabras han dejado huella en mí y no solo en mí ser como persona sino en mi alma y en mi mente. Espero que usted cuando esté leyendo mi vida se dé cuenta que está escrita con la mejor voluntad, que he solo contado cosas de todo tipo que me afectaron y me pasaron solo a mí, que he tratado al máximo de guardar secretos de mi pasado de personas que actualmente están en otro lugar ya sea porque se han casado y por respeto, tienen una relación estable con alguien y he querido al máximo que estén en el anonimato. Todos los nombres son reales en su mayoría, ninguno de los nombres tiene apellido pero sé quienes son, fueron y han representado en mi vida.
En general de mí familia con respecto a ellos he dicho muy poco, pues mi relación con ellos es como la relación normal de cualquier persona y sería muy descortés de mi parte comentar algunas cosas que marcaron negativamente la vida de la familia y de pronto las relaciones de algunos de ellos, además el libro se trata de mi experiencia de vida como persona, mi formación, mi vida laboral, mi vida sentimental. Para ellos si llegan a esta instancia de Los mejores años de mi vida, les debo más que nada agradecimiento, amor y gratitud.
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Para Paula Andrea me duele ahora y me ha dolido toda la vida el no estar con ella, el no verla crecer, el no sentir los latidos de su corazón, el no saber cuando ríe o cuando llora, el no saber casi nada o casi muy poco, solo porque me cuentan, me cuenta Doña Carmen que le debo muchas cosas y que si no fuera por ella no sabría nada de la niña, además cuando sea mayor tendrá que entender que lo hice más que todo por protegerla, si protegerla porque en este mundo hay personas no te entienden, no te quieren y uno no sabe la razón, pero este mundo con respecto a eso tiene que cambiar. Ella tendrá además que entenderme y comprender que a veces uno tiene que hacer sacrificios aunque uno no esté muy de acuerdo con ellos, a ella se le va a explicar todo eso, ella debe entender cuales fueron las razones que me llevaron a tomar esa decisión de por de más dolorosa de no estar presente en su crecimiento, ella sabrá que me duele en el alma y yo seré por siempre la persona más agradecida si algún día lo entendiera y lo comprendiera. Ella sabe que yo la quiero con toda el alma y que algún día estaré con ella si el mundo cambiara de forma de pensar.
De toda esta experiencia de vida, de todos estos relatos hice un recuento fotográfico el cual empecé a colocar una foto tras otra para tener igualmente un recuerdo fotográfico de todos los momentos, es verdad que no están ni todos los que son pues hay 67 personas con fotografías cuando la realidad es que en mi vida y en este recuento hay muchas más, la foto puede que exista o nunca me tomé una foto con ellas. El caso es que con foto o sin ella, aquí aparece entre las personas que de una u otra forma marcaron una a una las etapas de mi vida.
Este libro de momento no tiene fin, mi vida continúa, aún queda algunos años de vida y seguiré publicando mis notas en papeles y recortes, a medida que vaya recordando más
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cosas que hayan hecho huella en mí pues las colocaré en cada capítulo al que corresponda.
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Índice Página
Los mejores años de mi vida – Dedicatorias
2
Los mejores años de mi vida – Prólogo
3
Capítulo I - Mis años de infancia
6
Capítulo II - La pubertad y mis primeros amigos
14
Capítulo III - Mi juventud
21
Capítulo IV - Los Paseos
34
Capítulo V - Los Sobrinos
39
Capítulo VI - La Universidad
45
Capítulo VII - Participante en los consejos de la universidad
65
Capítulo VIII - Mi llegada a Cali
71
Capítulo IX – Mi familia de Cali
114
Capítulo X - Mis Amores
129
Capítulo XI – El regreso a Bogotá
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Los mejores años de mi vida – Epílogo
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Índice
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