Semana de las Letras en español: 24 de noviembre 2011 Ironía y Ficción

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Ironía y ficción: ¿una pareja inevitable?

© Danilo De Marco

Ignacio Vidal-Folch Denise Despeyroux J. Á. González Sainz

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GNACIO VIDAL-FOLCH nació en Barcelona en 1956. Como periodista, ha trabajado como corresponsal de Europa Central y del Este en ABC y, en la actualidad, colabora con El País y la revista Tiempo. Comenzó su carrera como escritor a mediados de los años ochenta con El arte no se paga (Barcelona, Anagrama, 1985); dos años más tarde publicó No se los digas a nadie (Barcelona, Anagrama, 1987). En los noventa, le siguieron La libertad (Barcelona, Anagrama, 1996) y La cabeza de plástico (Barcelona, Anagrama, 1999). Ha cultivado también el cuento en Amigos que no he vuelto a ver (Barcelona, Anagrama, 1997), Más lejos y más abajo (1999) y, recientemente, con el libro de relatos Noche sobre noche (Barcelona, Destino, 2009).

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I

GNACIO VIDAL-FOLCH è nato a Barcellona nel 1956. Come giornalista è stato corrispondente dall’Europa Centrale e dall’Est per l’ABC e, attualmente, collabora con El País e la rivista Tiempo. Cominciò la sua carriera di scrittore verso la metà degli anni ottanta con El arte no se paga (Barcellona, Anagrama, 1985); due anni più tardi pubblicò No se los digas a nadie (Barcellona, Anagrama, 1987). Negli anni novanta seguirono La libertad (Barcellona, Anagrama, 1996) e La cabeza de plástico (Barcellona, Anagrama, 1999). Si è dedicato anche al racconto in Amigos que no he vuelto a ver (Barcellona, Anagrama, 1997), Más lejos y más abajo (1999) e, recentemente, con il libro di racconti Noche sobre noche (Barcellona, Destino, 2009). I primi due volumi pubblicati di una

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Los dos primeros volúmenes publicados de una trilogía sobre la España actual son Turistas del ideal (Barcelona, Destino, 2005) y Contramundo (Barcelona, Destino, 2006). Destaca, además, la singular guía literaria Barcelona: Museo secreto (Barcelona, Actar, 2009). Ha publicado junto con Lars Bang Larsen Grandes borrachos daneses (Barcelona, Alfabia, 2011).

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trilogia sulla Spagna attuale sono Turistas del ideal (Barcellona, Destino, 2005) y Contramundo (Barcellona, Destino, 2006). Si distingue, inoltre, la singolare guida letteraria Barcelona: Museo secreto (Barcellona, Actar, 2009). Insieme a Lars Bang Larsen ha pubblicato Grandes borrachos daneses (Barcellona, Alfabia, 2011).

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Misteriosos maniquíes Quienes suben por las escaleras mecánicas de El Corte Inglés del tercer al cuarto piso ven aparecer sobre el filo del último escalón la cabeza de un maniquí, una cabeza femenina con peluca rubia. Según vamos subiendo, a la cabeza se le va agregando el cuello, el busto con los antebrazos, el tronco entero y las piernas, envueltos en tules y transparencias de lencería, como una muchacha paralizada por un sortilegio que parece nos está esperando en el rellano. A su lado, el visitante se siente desconcertado,

desplazado

a

escenarios

eróticos,

nocturnales, que no cuadran con la luz uniforme de los grandes almacenes, ni con la espaciosa sala en que se encuentra ni con la aguda conciencia de ser parte de un rebaño, conciencia que asalta a cualquiera que va de

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Misteriosi manichini Coloro che salgono con la scala mobile del Corte InglÊs dal terzo al quarto piano vedono apparire sul filo dell’ultimo scalino la testa di un manichino, una testa di donna con una parrucca bionda. Mano a mano che saliamo, alla testa si aggiungono il collo, il busto con gli avambracci, il tronco intero e le gambe, avvolti in tulle e trasparenze

di

biancheria,

come

una

ragazza

paralizzata da un sortilegio che sembra che ci stia aspettando al piano. Al suo fianco, il visitatore si sente sconcertato, trasportato verso scenari esotici, notturni, che non hanno nulla a che fare con la luce uniforme dei grandi magazzini, nè con la sala spaziosa in cui si trova, nè con la sua chiara consapevolezza di essere parte del gregge, una consapevolezza che assale chiunque vada a

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compras a esta clase de establecimientos, tan prácticos por otra parte. ¿Qué se supone que debería sentir o pensar

el

cliente

contradictorias

que

expuesto

a

emanan

de

las los

sugerencias volúmenes

femeninos y la ropa procaz del maniquí, con la parálisis y la frialdad del poliuretano o fibra de vidrio que simulan la carne humana? Probablemente, nada. Un alfilerazo de angustia ante la posibilidad de haberse deslizado, sobre la alfombra mágica de las escaleras automáticas, a un espacio paralelo donde las reglas están cambiadas. El cliente agradece que sólo le reciba un maniquí (uno solo, fácilmente derrotable si fuera necesario combatir) y no cien, y dándole la espalda se encamina al siguiente tramo de escalera mecánica. Parecida sensación de amenaza produce la tienda de escaparatismo

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de

Diputación-Pau

Claris,

donde


fare spese in questo tipo di luoghi, d’altra parte comodissimi. Cosa crediamo che dovrebbe provare o pensare il cliente esposto ai suggerimenti contraddittori che provengono dai volumi femminili e dai capi provocanti del manichino, con la paralisi e la freddezza del poliuretano o la fibra di vetro che simulano la carne umana?

Probabilmente

niente.

Una

stilettata

di

angoscia davanti alla possibilità di essere scivolato sul tappeto magico delle scale mobili in uno spazio parallelo dove le regole sono state cambiate. Il cliente è riconoscente per il fatto di essere ricevuto da un solo manichino (uno solo, facilmente battibile, se fosse necessario combattere) e non cento, e, voltandogli le spalle, si avvia al successivo tratto di scala mobile.

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media docena de maniquís sin rostro saludan al transeúnte desde el balcón del tercer piso; a lo mejor allá dentro están celebrando una fiesta, fiesta de maniquíes en la que no faltarán algunas marionetas y muñecas, algunas estatuas del museo de cera y de los jardines públicos, y un robot o dos, una fiesta convocada para dar la bienvenida a Palette, el maniquí sin rostro de la casa japonesa Flower Robotics Inc, que se pone en movimiento cuando entra un cliente en la tienda, e imita los movimientos de las modelos famosas. A fiestas de esta clase es mejor no ser invitado. Peligro de muerte. Hay algo turbador en estos sosías impregnados de una trágica seriedad, como predica el padre de Bruno Schulz en «Las tiendas de color canela». El señor Schulz, sastre de profesión, está convencido de que en

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Un’analoga sensazione di minaccia è quella che suscita il negozio di vetrinistica6 in Diputación con Pau Claris, dove una mezza dozzina di manichini senza volto salutano il passante dal balcone del terzo piano. Magari lì dentro stanno facendo una festa, una festa di manichini

alla

quale

non

mancheranno

qualche

marionetta e bambola, qualche statua del museo delle cere e dei giardini pubblici, e un robot o due, una festa indetta per dare il benvenuto a Palette, il manichino senza volto della casa giapponese Flower Robotics Inc., che si mette in moto e imita i movimenti delle modelle famose quando un cliente entra nel negozio. A feste di questo tipo è meglio non essere invitati. C’è pericolo di morte.

Negozio in cui si vendono manichini ed altri oggetti per allestire le vetrine. 6

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todos los muñecos antropomórficos alienta una especie de vida que él aspira a liberar: «¿Habéis oído, durante la noche, los terribles gritos de esos monigotes de cera encerrados en extrañas barracas, el lastimero coro de esos troncos de leña y porcelana que golpean con el puño las paredes de su cárcel?» Siguiendo esta lógica, el episodio piloto del nuevo «Doctor Who», la serie de ciencia ficción que la BBC emite, con enorme éxito, desde los años 60, trata precisamente sobre una rebelión de los maniquíes de las tiendas de Londres; por la noche cobran vida y salen a sembrar el caos y la muerte (como los androides de «R.U.R.», la noveleta de Karel Capek, creador literario de los robots), y el intrépido Dr. Who ha de emplearse muy a fondo —eso sí, al estilo «british»: levantando la

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C’è qualcosa di conturbante in questi sosia impregnati di tragica serietà, come predica il padre Bruno Schulz in «Botteghe

color

cannella».

Il

signor

Schulz,

di

professione sarto, è convinto che in tutti i pupazzi antropomorfici ci sia un alito di una specie di vita che lui aspira a liberare: “Avete sentito, durante la notte, le terribili grida di quei fantocci di cera rinchiusi in strane baracche, il penoso coro di quei tronchi di legno e porcellana che danno pugni alle pareti del loro carcere?” Seguendo la logica, l’episodio pilota del nuovo «Doctor Who», la serie di fantascienza che la BBC trasmette con enorme successo dagli anni 60, parla precisamente di una ribellione dei manichini dei negozi di Londra, che una notte prendono vita ed escono a

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ceja, bromeando sin tasa, flippant a más no poder— hasta devolver a los revoltosos a sus escaparates. Ante un semáforo de la Rambla Cataluña, yo oí a una señora lamentarse a su marido porque ella estaba más gordita que el tronco femenino de material transparente que lucía un tanga en el escaparate de la lencería «Intimissimi». «Con ese tipito, todo le sienta bien», se quejaba la mujer, envidiosa y tontorrona. Ganas me entraron de abrirle los ojos: «Señora, ¿no ve que ‘ella’ no tiene piernas ni cabeza, y usted sí? ¡Y encima, ‘ella’ es de fibra de vidrio!». Se

entiende

que

la

presencia

silenciosa,

fantasmagórica, de los maniquíes tenga misterio y atractivo, un atractivo evidente en los ejemplares de formas perfiladas, maquillados, con peluca, que venden empresas modernas y sofisticadas, como Atrezzo o B3.

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seminare il caos e la morte (come gli androidi di 1920R.U.R, il romanzetto di Karel Capek, il creatore letterario dei robot), e l’intrepido Dottor Who deve impegnarsi a fondo —sempre e comunque in stile «british»: alzando un ciglio, scherzando senza ritegno, ironico al massimo— fino a riportare i rivoltosi alle loro vetrine. A un semaforo della Rambla de Cataluña, sentii una signora che si lamentava con il marito perché era più grassottella

del

busto

femminile

di

materiale

trasparente che sfoggiava un tanga nella vetrina di «Intimissimi». «Con quel fisico, le sta bene tutto», si lamentava la donna, invidiosa e stupidotta. Mi venne voglia di aprirle gli occhi e dirle: “Signora, non vede che ‘quella’ non ha né gambe né testa, e Lei sì! E per di più ‘quella’ è in fibra di vetro!”.

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Lo cantó Sisa («oh, nineta / embolicada / en cel.lofana, / tu ets el més preciós regal / que em pugin fer / per el meu sant»), inspirado por la belleza de la secretaria de la compañía de seguros en la que entonces trabajaba, que según me contó el gran bardo «era clavada a un maniquí, pero un maniquí popular, de Gran Vía para abajo, un maniquí tirando a Sepu». Y lo fotografió Josef Sudek en varias de las placas de su lírica serie «Paseo por el jardín encantado», rica en bancos herrumbrosos y en hojas cayendo de los árboles musgosos, y donde el maniquí yace, sonriente, entre las flores; una serie tan evocadora y bella como todo lo que Sudek hacía, y con una sola mano, pues la otra la había perdido en la primera guerra mundial. En esa guerra, y en el mismo frente italiano, también cayó herido Oskar Kokoschka (OK), y durante

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Si capisce che la presenza silenziosa, fantasmatica, dei manichini abbia il suo mistero ed il suo fascino, un fascino evidente nei modelli di forme sagomate, truccate, con la parrucca, che vendono le ditte moderne e sofisticate, come Atrezzo o B3. Lo cantò Sisa («oh, nineta / embolicada / en cel.lofana, / tu ets el més preciós regal / que em pugin fer / per el meu sant»)7, ispirato dalla bellezza della segretaria della compagnia di assicurazioni in cui lavorava allora, che, in base a quello che mi raccontò il gran bardo: «era identica a un manichino, però un manichino popolare, di periferia, un manichino da discount». E lo fotografò Josef Sudek, nelle sue numerose immagini della serie lirica «Passeggiata nel giardino O bambina / avvolta in celofan / tu sei il più bel regalo / che mi possano fare / per il mio onomastico. 7

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su convalecencia rompió su compromiso con él Alma Mahler, que era según dicen la mujer más fascinante de Viena. OK encargó el que sería el más famoso maniquí en la historia del arte, un fetiche de tamaño natural y hechuras «lo más semejantes posible» a las de Alma Mahler, a una artesana a la que dio detalladas explicaciones sobre proporciones, texturas y tamaños, la calidad de la «piel», la forma de manos y pies, el volumen del busto y la rugosidad de los pezones… Pero cuando le entregaron la muñeca, se llevó un gran disgusto y mandó corregirla de arriba abajo. Le pareció «horrible, una larva, una chapuza». También su «Autorretrato con la muñeca» da pavor. ¡Qué feliz hubiera sido OK en los tiempos modernos, cuando la técnica permite simulacros perfectos, idénticos al original!

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incantato», piena di panchine arrugginite e di foglie che cadono dagli alberi ricoperti di muschio e dove il manichino giace, sorridente, tra i fiori; una serie suggestiva e bellissima, come tutto quello che Sudek faceva, e con una sola mano, dato che l’altra l’aveva perduta durante la prima guerra mondiale. E in quella guerra, e sullo stesso fronte italiano, venne ferito anche Oskar Kokoschka (OK), e, durante la convalescenza, Alma Mahler, che, a quanto dicono, era la donna più affascinante di Vienna, ruppe il suo fidanzamento con lui. OK commissionò quello che sarebbe stato il manichino più famoso della storia dell’arte, un fantoccio a grandezza naturale e con fattezze il più possibile simili a quelle di Alma Mahler, ad un’artigiana alla quale diede dettagliate spiegazioni sulle proporzioni, la struttura e le dimensioni, la qualità della «pelle», la forma delle mani e dei piedi, il volume del busto e la rugosità dei capezzoli... però, quando gli

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Corrieron los rumores de que aquel pintor chiflado dormía con su maniquí, la vestía y desnudaba, recibía en casa a sus amigos ante su mirada ciega, la llevaba consigo al café, a la ópera, en fiacre… Si no recuerdo mal, en las memorias de Alma Mahler y en las de OK se menciona este episodio, aunque con distinto acento: para la viuda Mahler, demostraba que el joven y celoso ex amante había quedado trastornado por su amor inolvidable y su desamor abrasivo. En cambio OK lo recordaba como una burla breve, granguiñolesca y juvenil, propia de su credo expresionista… Luego la muñeca empezó a perder el relleno, se desarticulaba y encontró su fin durante una fiesta en que se manchó de vino tinto, le arrancaron la cabeza, la arrojaron por la ventana. Y a la mañana siguiente OK tuvo que explicar a la policía qué hacía en su jardín aquel«cadáver» decapitado… que se llevó el camión de la basura. Fragmento de Barcelona, museo secreto

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consegnarono il fantoccio, fu una gran delusione e ordinò di correggerlo da capo a piedi. Gli sembrò «orribile, una larva, un lavoro raffazzonato». Anche il suo «Autoritratto con bambola» fa paura. Come sarebbe stato felice OK ai tempi moderni, quando la tecnica permette simulacri perfetti, identici all’originale! Circolavano voci che quel pittore matto dormisse con il suo manichino, lo vestiva e spogliava, riceveva a casa i suoi amici sotto il suo sguardo cieco, se lo portava ai caffé, all’opera, in carrozza... Se non ricordo male, nelle memorie di Alma Mahler e in quelle di OK si menziona questo episodio, benché con punti di vista distinti: per la vedova Mahler, dimostrava che il giovane e geloso ex amante era rimasto frastornato dal suo amore mai dimenticato e dal suo disamore distruttivo. Invece OK

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lo ricordava come un breve e teatrale gioco di gioventù, tipico della sua fede espressionista... Poi il manichino cominciò a perdere l’imbottitura, si disarticolava e trovò la sua fine in una festa in cui si macchiò con del vino rosso, gli staccarono la testa, lo buttarono fuori dalla finestra. E la mattina successiva OK dovette spiegare alla polizia cosa ci faceva nel suo giradino quel «cadavere» decapitato... che si portò via il camion degli spazzini. Frammento di Barcelona, museo secreto

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DESPEYROUX nació en Montevideo en 1974, pero reside en España en la actualidad. Se licenció en Filosofía y se ha formado en dramaturgia, interpretación y dirección con autores de la talla de Javier Daulte, José Sanchis Sinisterra y Rafael Spregelburd. Fue, además, ayudante de dirección de José Sanchis Sinisterra en Vagas noticias de Klamm (Sala Beckett, Barcelona, 2009), que se estrenó en el Festival Internacional del Grec. ENISE

Como dramaturga y directora de teatro, ha estrenado Terapia, que recibió el Premio de Teatro Federico García Lorca 2005; Amateurs (Lagrada, Madrid, 2007), Bienvenido a Girasol (Teatreneu, Barcelona, 2008), La vida

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D

DESPEYROUX è nata a Montevideo, nel 1974, ma attualmente vive in Spagna. Si è laureata in Filosofia e si è formata in drammaturgia, interpretazione e regia con autori del livello di Javier Daulte, José Sanchis Sinisterra e Rafael Spregelburd. Fu, inoltre, aiuto-regista di José Sanchis Sinisterra in Vagas noticias de Klamm (Sala Beckett, Barcellona, 2009), che si presentò al Festival Internacional del Grec. ENISE

Come drammaturga e regista teatrale ha presentato Terapia, che ricevette il Premio de Teatro Federico García Lorca 2005; Amateurs (Lagrada, Madrid, 2007), Bienvenido a Girasol (Teatreneu, Barcellona, 2008), La vida no lo es todo (Teatreneu, Barcelona 2008 e Montacargas, Madrid, 2008), La muerte es lo de menos

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no lo es todo (Teatreneu, Barcelona 2008 y Montacargas, Madrid, 2008), La muerte es lo de menos (Cuarta Pared, Madrid, 2010 y Sala Beckett, Barcelona, 2010), que obtuvo el Premio al Mejor Espectáculo en la XV Mostra de Teatre de Barcelona y El más querido (Lagrada, Madrid, 2010 y El Extranjero, Buenos Aires, 2011). La próxima producción de la autora, El corazón es extraño (O la atribulada muerte de los vivos), se estrenó en Madrid a principios de septiembre de 2011 en el Teatro Pradillo.

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(Cuarta Pared, Madrid, 2010 e Sala Beckett, Barcellona, 2010), che ottenne il Premio al Mejor Espectáculo alla XV Mostra de Teatre de Barcelona e El más querido (Lagrada, Madrid, 2010 e El Extranjero, Buenos Aires, 2011). L’ultima produzione dell’autrice, El corazón es extraño (O la atribulada muerte de los vivos), è stata presentata a Madrid, lo scorso settembre (Teatro Pradillo).

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Escena 3 de

El corazón es extraño (O la atribulada muerte de los vivos) Antecedentes: Víctor Ama a Nadia, y Violeta lo está ayudando a conquistarla. Su último plan, basado en el impacto de la publicidad subliminal, consistía en que Víctor introdujera subrepticiamente un mensaje de amor infalible en una carta de amor cualquiera. El mensaje en cuestión era: Nadia ama a Víctor. Andrés, brillante ciberbiólogo, es el hermano de Violeta, y a su manera también desea ayudar a Víctor. 3 VIOLETA: ¿Pero qué ha pasado? VÍCTOR: Sigue sin contestarme. VIOLETA: No puede ser. Me he estado documentando sobre el impacto psicológico de la publicidad

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Scena 3 di

Il cuore è strano (O la tormentata morte dei vivi) Antefatto: Víctor ama Nadia e Violeta lo sta aiutando a conquistarla. Il suo ultimo piano, basato sull’impatto della pubblicità subliminare, consisteva nel fatto che Víctor introducesse di nascosto un messaggio d’amore infallibile in una lettera d’amore qualsiasi. Il messaggio in questione era: “Nadia ama Víctor”. Andrés, brillante ciberbiologo, è il fratello di Violeta e, a suo modo, anche lui vuole aiutare Víctor. 3 VIOLETA: Beh, ma cos’è successo? VÍCTOR: Continua a non rispondermi. VIOLETA: Non è possibile. Mi sono documentata sull’impatto psicologico della pubblicità subliminare.

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subliminal. Han pasado cuatro días; a estas alturas, si ha leído el mensaje, tiene que estar loca por ti. No puede seguir callada. VÍCTOR: Sigue callada, Violeta. VIOLETA: ¿Y tú cómo estás? VÍCTOR: Yo estoy cada vez peor, no te lo puedes ni imaginar. ¿Es normal, Violeta, que tenga fantasías con ella hasta en el supermercado? VIOLETA: ¿Fantasías eróticas? VÍCTOR: No, no son eróticas. VIOLETA: Me lo temía. VÍCTOR: Fantaseo, por ejemplo, que ella me sugiere comprar salsa mejicana para hacer enchiladas y yo la miro y la oigo y sé que la amo, lo sé con una certeza rabiosa. VIOLETA: Eso son fantasías domésticas. VÍCTOR: ¿Qué?

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Son passati quattro giorni, a questo punto se ha letto il messaggio deve essere pazza di te. Non può continuare a tacere. VÍCTOR: Tace ancora, Violeta. VIOLETA: E tu come stai? VÍCTOR: Sto sempre peggio, non te lo puoi neanche immaginare. È normale che faccia fantasie su di lei anche al supermercato? VIOLETA: Fantasie erotiche? VÍCTOR: No, non sono erotiche. VIOLETA: Come temevo. VÍCTOR: Fantastico, per esempio, che lei mi suggerisce di comprare la salsa messicana per fare le enchiladas e io la guardo, la sento e so che la amo con una certeza rabbiosa. VIOLETA: Queste sono fantasie domestiche. VÍCTOR: Cosa?

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VIOLETA: Tienes fantasías domésticas, Víctor. VÍCTOR: ¿Y eso qué significa? VIOLETA: Significa que has alcanzado un grado de enamoramiento sencillamente incombatible. VÍCTOR: Dios mío, ¿y qué puedo hacer? VIOLETA: Me temo que de momento lo único que puedes hacer es tratar de evitar el supermercado. VÍCTOR: Pero tengo que hacer la compra, Violeta. ¿Se supone que tengo que vivir. ¿O no? VIOLETA: Tratemos de afrontar el asunto con madurez, Víctor. Aprender a desamar a alguien es muy difícil, y además es feo. Pero lo que sí puedes conseguir, y además es bello, es un corazón capaz de amar en calma. He descubierto que en las tiendas pequeñas el alma es menos propensa a la ensoñación. Evita el supermercado, ve solamente a tiendas pequeñas. La primera lección para un corazón que quiere amar en calma podría ser esa.

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VIOLETA: Fai fantasie domestiche, Víctor. VÍCTOR: E questo cosa significa? VIOLETA: Significa che hai raggiunto un grado di innamoramento semplicemente irrimediabile. VÍCTOR: Mio Dio, e cosa posso fare? VIOLETA: Temo che, per il momento, l’unica cosa che puoi fare è evitare il supermercato. VÍCTOR: Però devo fare la spesa, Violeta. Devo pur vivere, o no? VIOLETA: Cerchiamo di affrontare la cosa con maturità, Víctor. Imparare a disamorarsi di qualcuno è molto difficile e, inoltre, è brutto. Però, quello che sì puoi ottenere, e, per di più è bello, è un cuore capace di amare in tranquillità. Ho scoperto che nei negozi piccoli l’anima è più propensa a fantasticare. Evita il supermercato, vai solo nei negozi piccoli. La prima lezione per un cuore che vuole amare in tranquillità potrebbe essere questa.

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VÍCTOR: ¿Entonces crees que el impacto psicológico de la publicidad subliminal queda refutado? VIOLETA: No adoptemos puntos de vista catastrofistas. A ver, ¿tienes la carta? Déjame verla... a lo mejor es que fuiste demasiado frío con el otro mensaje, el directo. VÍCTOR: No fui demasiado frío. No puedo ser frío, estoy ardiendo. (Violeta lee la carta.) VIOLETA: Víctor.... Víctor, qué has hecho... VÍCTOR: ¿Qué? ¿Qué pasa? VIOLETA: El plan era infalible. Fuiste tú el que falló. VÍCTOR: ¿Fallé en qué? VIOLETA: Una errata, tienes una errata. VÍCTOR: ¿Cuál?

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VÍCTOR: Quindi pensi che l’impatto psicologico della pubblicità subliminare sia fallito? VIOLETA: Non assumiamo punti di vista catastrofisti. Vediamo un po’, hai la lettera? Fammela vedere... magari sei stato troppo freddo nell’altro messaggio, quello diretto. VÍCTOR: Non sono stato troppo freddo. Non posso essere freddo, sto bruciando. (Violeta legge la lettera.) VIOLETA: Víctor... Víctor, cosa hai fatto... VÍCTOR: Cosa? Che succede? VIOLETA: Il piano era infallibile. Sei stato tu quello che ha sbagliato. VÍCTOR: Sbagliato cosa? VIOLETA: Un errore di ortografia, hai fatto un errore di ortografia. VÍCTOR: Quale?

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VIOLETA: Has puesto Nadie en lugar de Nadia: Nadie ama a Víctor.... Tu mensaje subliminal es “Nadie ama a Víctor”. Estás acabado. VÍCTOR: ¡No fui yo! Es el corrector automático de word... siempre me hace lo mismo. Cada vez que escribo Nadia lo cambia por nadie. Es como si el universo entero, con toda la violencia de su tecnología, se conjurara en contra de nuestro amor. (Andrés sale de la caverna.) ANDRÉS: Agradecería un montón que los dos dejarais de dar grititos. Estoy intentando aislar un haplotipo, necesito concentración. VIOLETA: ¿Qué es un haplotipo? ANDRÉS Y VÍCTOR: Una secuencia de nucleótidos. ANDRÉS ¿Qué pasó? ¿Fracasó el plan? (Contestan a la vez.) VIOLETA: No.

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VIOLETA: Hai scritto Nadie8 invece di Nadia: Nadie ama Víctor... Il tuo messaggio subliminare è “Nadie ama Víctor”. Sei finito. VÍCTOR: Non sono stato io! È il correttore automatico di word... mi fa sempre lo stesso scherzo. Ogni volta che scrivo Nadia lo cambia in “nadie”. È come se l’universo intero, con tutta la violenza della sua tecnologia, cospirasse contro il nostro amore. (Andrés esce dalla caverna.) ANDRÉS: Vi sarei molto grato se la smetteste di far baccano. Sto cercando di isolare un aplotipo, ho bisogno di concentrazione. VIOLETA: Cos’è un aplotipo? ANDRÉS E VÍCTOR: Una secuenza di nucleotidi. ANDRÉS Cos’è successo? È fallito il piano? (Rispondono all’unisono.) 8

“Nadie” in spagnolo significa “nessuno”.

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VÍCTOR: Sí. ANDRÉS: ¿Sí o no? VIOLETA: Las dos cosas, Andrés, las dos cosas. Parece mentira que un científico de tu nivel siga habitando en un universo newtoniano impregnado de lógica aristotélica. ¿Sí o no? Qué simple. ANDRÉS: Pues sí Violeta, por suerte para mí, para mí es así de simple. ¿Me vais a explicar lo que pasó? VIOLETA: En definitiva el corazón de Nadia continúa siendo una fortaleza inaccesible, y además las cosas han empeorado. VÍCTOR: Nadie ama a Víctor... No me lo puedo creer... Nadie ama a Víctor. ANDRÉS: ¿A ti qué te pasa? VIOLETA: No te tortures con eso. En realidad puede que mi plan no fuera tan perfecto... a lo mejor los mensajes subliminales no convencen a nadie... ni a Nadia... uy... perdón.

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VIOLETA: No. VÍCTOR: Sì. ANDRÉS: Sì o no? VIOLETA: Entrambe le cose, Andrés, entrambe le cose. Mi sembra impossibile che uno scienziato del tuo livello continui a vivere in un unverso newtoniano impregnato di logica aristotelica. Sì o no? Che semplice. ANDRÉS: Ebbene sì, Violeta, per mia fortuna, per me è così semplice. Mi spiegate o no quello che è successo? VIOLETA: In conclusione, il cuore di Nadia continua ad essere una fortezza inaccessibile e, per di più, le cose sono peggiorate. VÍCTOR: Nadie ama Víctor... Non ci posso credere... Nadie ama Víctor. ANDRÉS: E tu cos’hai? VIOLETA: Non ti torturare con questa storia. In realtà può darsi che il mio piano non fosse così perfetto…

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VÍCTOR: ¿No decías que se empleaban hasta en el satanismo? VIOLETA: Bueno, precisamente, si te fijas el satanismo tampoco tiene tantos adeptos. ¿Tú conoces a alguien que lo practique? ANDRÉS: ¿Satanismo? ¿De qué estáis hablando? VIOLETA: De neuromarketing, más o menos... Víctor, yo lo siento, pero me tengo que poner a trabajar. Necesito traducir trescientas páginas en dos semanas. Y además, quiero escribirle una carta a mi crítico. VÍCTOR: ¿Tu crítico? ¿Ya se ha convertido en tu crítico? ¿Qué ha pasado? VIOLETA: Uy, un montón de cosas. Nos escribimos varios mensajes diarios. Es mucho mejor escribiendo mails que críticas. ANDRÉS: Cuidado, Violeta... VIOLETA: Que sí... tranquilo. Me voy a mi cuarto para no molestaros. Víctor, si me necesitas, estoy ahí dentro.

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forse i messaggi subliminari non convincono nessuno9... nemmeno Nadia... oh... scusa. VÍCTOR: Non dicevi che si usavano perfino nel satanismo? VIOLETA: Beh, per la precisione, a ben guardare il satanismo non è che abbia molti adepti. Tu conosci qualcuno che lo pratichi? ANDRÉS: Satanismo? Di cosa state parlando? VIOLETA: Di neuromarketing, più o meno... Víctor, mi spiace, ma io mi devo mettere a lavorare. Devo tradurre trecento pagine in due settimane. E, inoltre, devo scrivere una lettera al mio critico. VÍCTOR: Il tuo critico? È già diventato il tuo critico? Cos’è successo?

Di nuovo “nadie” nel testo originale, con il conseguente gioco di parole tra “nadie” con il significato di “nessuno” e “Nadia”. 9

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Intentaré que se me ocurra otro plan, pero la verdad es que ya no sé qué más podemos hacer... esa mujer es muy terca. Si se te ocurre a ti algo, yo te apoyo, yo te apoyo en todo. Yo creo en la bondad de tu amor. VÍCTOR: Gracias, Violeta. ¿Tienes alguna sustancia química para combatir la angustia? VIOLETA: Sí, por supuesto. ¿Revotril te sirve? VÍCTOR: Sí, lo que sea. ANDRÉS: Yo se lo doy. VIOLETA: Pero te aviso que la lucha contra la angustia sólo genera nuevas formas de angustia. A veces hay que rendirse, Víctor. (Violeta sale. Andrés le da el revotril a Víctor.) ANDRÉS: Tengo la solución. VÍCTOR: ¿Qué? ANDRÉS: Que tengo la solución a tu angustia. Ayer hice el descubrimiento más importante de mi vida, Víctor.

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VIOLETA: Ohh, un sacco di cose. Ci scriviamo vari messaggi al giorno. Ed è molto meglio quando scrive mail che quando scrive critiche. ANDRÉS: Occhio, Violeta... VIOLETA: Sì, sì, tranquillo. Vado in camera mia per non distrurbarvi. Víctor se hai bisogno di me sono là dentro. Vedrò di farmi venire in mente un altro piano, però, sinceramente, non so che altro possiamo fare... quella donna è molto testarda. Se ti viene in mente qualcosa, io ti appoggio, io ti appoggio in tutto. Io credo nella bontà del tuo amore. VÍCTOR: Grazie, Violeta. Hai qualche sostanza chimica per combattere l’angoscia? VIOLETA: Sì, certo. Il Revotril ti va bene? VÍCTOR: Sí, qualsiasi cosa. ANDRÉS: Glielo do io.

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No te lo vas a creer, yo todavía no puedo creérmelo. He conseguido ejecutar un empalme alternativo de exones, yo solito. Y he conseguido desnucleizar un núcleo. Lo único que tengo que hacer ahora es materializar la fórmula genética bajo la forma de un ser humano. En definitiva: me siento capaz de clonar a un ser humano. VÍCTOR: ¿Y eso que tiene que ver con mi angustia, Andrés? ANDRÉS: Podemos clonar a Nadia. VÍCTOR: ¿Qué? ANDRÉS: Que podemos clonar a Nadia. VÍCTOR: ¿Y yo para qué voy a querer un clon de Nadia? Yo quiero esa Nadia, esa que se resiste a amarme pero me amará un día. ANDRÉS: La única deficiencia de Nadia, tu Nadia, es que no te ama, ¿verdad? VÍCTOR: Bueno, yo no lo expresaría así, Andrés.

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VIOLETA: Però ti avviso che la lotta contro l’angoscia solo causa nuovi tipi di angoscia. A volte bisogna arrendersi, Víctor. (Violeta esce. Andrés da il Revotril a Víctor.) ANDRÉS: Ho la soluzione. VÍCTOR: Cosa? ANDRÉS: Ho la soluzione alla tua angoscia. Ieri ho fatto la scoperta più importante della mia vita, Víctor. Non ci crederai, io non ci credo ancora. Son riuscito a eseguire un innesto di esoni, tutto da solo. Son riuscito a denucleizzare il nucleo. L’unica cosa che devo fare adesso è materializzare la formula genetica sotto le sembianze di un essere umano. In conclusione: mi sento capace di clonare un essere umano. VÍCTOR: E questo cosa c’entra con la mia angoscia, Andrés? ANDRÉS: Possiamo clonare Nadia. VÍCTOR: Cosa?

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ANDRÉS: Pero es eso, Víctor, en definitiva es eso. Y el caso es que Nadia tal vez no te ame nunca. Porque hay gente que no ama, Víctor, como yo. Nadia, por lo que explicas, es como yo. VÍCTOR: Pero si no te he explicado nada. ANDRÉS: Podemos conseguir un clon de Nadia que te ame fácilmente. Eso es mucho mejor que Nadia, ¿no lo ves? VÍCTOR: ¿Y por qué un clon de Nadia va a amarme con más facilidad que Nadia? ANDRÉS: Porque le pondremos al clon de Nadia lágrimas de Violeta. VÍCTOR: ¿Pero de qué estás hablando, Andrés? ¿Por qué lágrimas? ¿Y por qué de Violeta? ANDRÉS: Tienen que ser lágrimas de amor de Violeta. Lo tengo todo calculado, Víctor. Conozco a mi hermana, es absolutamente previsible. Te garantizo que en el plazo máximo de una semana va a estar derramando lágrimas de amor. Necesitaremos que sean

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ANDRÉS: Così possiamo clonare Nadia. VÍCTOR: E cosa me ne faccio io di un clone di Nadia? Io voglio quella Nadia, quella che si rifiuta di amarmi, ma che un giorno mi amerà. ANDRÉS: L’unico difetto di Nadia, la tua Nadia, è che non ti ama, vero? VÍCTOR: Beh, io non lo direi proprio così, Andrés. ANDRÉS: Però è così, in fin dei conti è così. E la questione è che forse Nadia non ti amerà mai. Perché c’è gente che non ama, Víctor, come me. Nadia, da quello che mi spieghi, è come me. VÍCTOR: Ma se non ti ho spiegato niente. ANDRÉS: Possiamo ottenere un clone di Nadia che ti ami facilmente. Questo è molto meglio di Nadia, non ti sembra? VÍCTOR: E perché un clone di Nadia mi amerà con più facilità di Nadia?

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lágrimas de amor correspondido, eso sí, porque imagino que tú querrás una Nadia que se sienta feliz de amarte y no una Nadia que sufra de amor por ti. Pero parece que el crítico le está dando bola, así que si todo va bien, con un poco de suerte, las lágrimas de amor de Violeta serán lágrimas de amor correspondido. VÍCTOR: ¿Estás diciendo que hay una diferencia de composición entre las lágrimas de amor correspondido y las que uno derrama por culpa del desamor? ANDRÉS: ¡Hay muchísima diferencia! Las lágrimas de amor correspondido tienen cuatro veces más potasio que plasma y hasta treinta veces la cantidad de manganeso que se encuentra en la sangre. Lo comprobó Frey Haeringen en los ochenta. VÍCTOR: ¿Y el manganeso va a ayudar a que Nadia me ame? ANDRÉS: El manganeso, la prolactina, la leucina y la oxitocina, por supuesto que sí.

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ANDRÉS: Perché metteremo al clone di Nadia lacrime di Violeta. VÍCTOR: Ma di che cosa stai parlando, Andrés? Perché lacrime? E perché di Violeta? ANDRÉS: Devono essere lacrime di amore di Violeta. Ho calcolato tutto, Víctor. Conosco mia sorella, è assolutamente prevedibile. Ti garantisco che nel giro di una settimana, starà versando lacrime d’amore. Avremo bisogno che siano lacrime di amore corrisposto, questo sì, perché suppongo che vorrai una Nadia che sia felice di amarti e non una Nadia che soffra di amore per te. Però pare che il critico le stia dando corda, così se tutto va bene, con un po’ di fortuna, le lacrime di amore di Violeta saranno lacrime di amore corrisposto. VÍCTOR: Stai dicendo che c’è una differenza di composizione tra le lacrime di amore corrisposto e quelle che uno versa per colpa del disamore? ANDRÉS: C’è moltissima differenza! Le lacrime di amore corrisposto hanno il quadruplo di potassio rispetto al

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VÍCTOR: Tú teoría me parece casi tan peregrina como las de Violeta. En el fondo sois los dos iguales. ANDRÉS: Yo no soy como Violeta, soy su reverso. VÍCTOR: Y yo estoy tan desesperado que me dejo embaucar por cualquier cosa... Neuromarketing... ¿cómo le pude hacer caso? ANDRÉS: Lo que yo te propongo es estrictamente científico, Víctor, nada que ver con las fantasías de Violeta. VÍCTOR: ¿Pero cómo puedes garantizarme que el clon de Nadia será realmente Nadia? Una persona es irrepetible. Si está dos veces ya no es única, y yo quiero a una Nadia única, quiero a mi única Nadia. ANDRÉS: Sólo tienes que rebajar un poco tu nivel de exigencia. Entonces podrás tener una Nadia que te ame apasionadamente, como ama Violeta. Imagínatelo. VÍCTOR: No, esto no me gusta. Yo quiero una Nadia que me ame libremente, que escoja amarme. Yo no quiero forzar las cosas.

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plasma e fino a trenta volte la quantità di manganese che si trova nel sangue. Lo dimostrò Frey Haeringen negli anni ottanta. VÍCTOR: E il manganese aiuterà a far sì che Nadia mi ami? ANDRÉS: Il manganese, la prolattina, la leucina e la ossitocina, ovviamente sì. VÍCTOR: La tua teoria mi sembra quasi così peregrina come quelle di Violeta. In fondo siete uguali. ANDRÉS: Io non sono come Violeta, sono il suo opposto. VÍCTOR: E io sono così disperato che mi faccio ingannare da qualunque cosa... Neuromarketing... Come ho potuto darle retta? ANDRÉS: Ciò che io ti propongo è strettamente scientifico, Víctor, niente a che vedere con le fantasie di Violeta. VÍCTOR: Però come puoi garantirmi che il clone di Nadia sarà davvero Nadia? Una persona è irripetibile.

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ANDRÉS: Pero si no paras de forzar las cosas, Víctor, por favor, no seas hipócrita. Y ya estás diciendo “una Nadia”. Te acabas de traicionar. VÍCTOR: ¿Qué he dicho? ANDRÉS: No has dicho “quiero que Nadia me ame libremente”, has dicho “quiero una Nadia que me ame libremente”. Así que parece que Nadia ya no es tan única. VÍCTOR: Tú me estás confundiendo, eso es lo que pasa. Yo amo a Nadia, a la única Nadia que existe, y tú me estás confundiendo. ANDRÉS: Sólo amas a Nadia por su apariencia, Víctor, no sabes nada de su ser. VÍCTOR: Violeta dice que precisamente por confiar en las apariencias el que ama ve a la otra persona como realmente es y la ama por sus debilidades, y no a pesar de ellas. ANDRÉS: Violeta dice cualquier cosa.

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Se c’è due volte non è più unica, e io voglio una Nadia unica, voglio la mia unica Nadia. ANDRÉS: Devi solo abbassare un po’ il tuo livello di esigenza. Allora potrai avere una Nadia che ti ama appassionatamente, come ama Violeta. Prova ad immaginartelo. VÍCTOR: No, tutto questo non mi piace. Io voglio una Nadia che mi ami liberamente, che scelga di amarmi. Non voglio forzare le cose. ANDRÉS: Però Víctor, per favore, se tu non fai altro che forzare le cose, non essere ipocrita. E stai già dicendo “una Nadia”. Ti sei appena tradito. VÍCTOR: Cosa ho detto? ANDRÉS: Non hai detto “voglio che Nadia mi ami liberamente”, hai detto “voglio una Nadia che mi ami liberamente”. Così sembra che Nadia non sia più unica. VÍCTOR: Tu mi stai confondendo, è questa la verità. Io amo Nadia, l’unica Nadia che esiste e tu mi stai confondendo

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VÍCTOR: ¿Y cómo conseguiríamos el ADN de Nadia? Yo ya no tengo acceso a su presencia, y por lo tanto tampoco a sus cabellos ni a sus fluidos. ANDRÉS: Eso es lo mejor de todo. No necesitamos el ADN de Nadia. VÍCTOR: ¿Pero qué dices, Andrés? ¿Cómo coño vas a clonar a alguien sin su ADN? Es totalmente ridículo. ANDRÉS: ¿Cúal es nuestra especialidad? VÍCTOR: La bioinformática y ciberbiología. ANDRÉS: En definitiva, la creación de vida artificial. VÍCTOR: No veo dónde quieres llegar. ANDRÉS: Lo que importa no es Nadia, sino la imagen que tú tienes de Nadia. La que nos interesa, Víctor, es la Nadia que tú amas: esa es exactamente la que queremos clonar. (Entra Violeta, radiante.)

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ANDRÉS: Ami Nadia solo per la sua apparenza, Víctor, non sai nulla di com’è veramente. VÍCTOR: Violeta dice che proprio perché si fida dell’apparenza, colui che ama vede l’altra persona come realmente è, e la ama per le sue debolezze e non nonostante queste. ANDRÉS: Violeta dice delle cose... VÍCTOR: E come otterremmo il DNA di Nadia? Io non ho più accesso alla sua presenza e, pertanto, neanche ai suoi capelli né ai suoi liquidi. ANDRÉS: Questa è la parte migliore. Non abbiamo bisogno del DNA di Nadia. VÍCTOR: Ma cosa stai dicendo, Andrés? Come cazzo puoi clonare qualcuno senza il suo DNA? È assolutamente ridicolo. ANDRÉS: Qual’è la nostra specialità? VÍCTOR:

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La

bioinformatica

e

la

ciberbiologia.


VIOLETA: ¡Mirad lo que me ha enviado, mirad lo que me ha enviado! (Conecta un puerto USB en el aparato de música.) Es el dúo de la creación de Adán y Eva... ¿no es maravilloso? ¿No es completamente maravilloso? (Suena el dúo de la Creación de Adán y Eva, de Hayden. Violeta está radiante. Andrés, a su manera, también está radiante. Víctor, posiblemente, está confundido. La semilla de un deseo, que no sabe si reconocer como propio, ha comenzado a germinar en su alma.)

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ANDRÉS: In poche parole, la creazione di vita artificiale. VÍCTOR: Non vedo dove vuoi arrivare. ANDRÉS: Ciò che importa non è Nadia, bensí l’immagine che tu hai di Nadia. Quella che ci interessa, Víctor, è la Nadia che tu ami: quella è esattamente quella che vogliamo clonare. (Entra Violeta, raggiante.) VIOLETA: Guardate quello che mi ha mandato, guardate quello che mi ha mandato! (inserisce una chiave USB nel lettore di musica.) È il duetto della Creazione di Adamo ed Eva... non è meraviglioso? Non è assolutamente meraviglioso? (Suona il duetto della Creazione di Adamo ed Eva, di Haydn. Violeta è raggiante. Anche Andrés, a modo suo, è raggiante. Víctor, forse, è confuso, il seme di un desiderio, che non sa se riconoscere come proprio, ha cominciato a germogliare nella sua anima.)

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J.

Á. GONZÁLEZ SAINZ nació en Soria en 1956 y cursó la licenciatura de Filología Hispánica en Barcelona. A partir de 1982 estableció su residencia en Italia; primero, en la ciudad de Venecia, de cuya universidad es profesor, y después en Trieste, «una ciudad adonde he ido a vivir para sentirme extraño, para sentirme extranjero, para estar en un sitio que es casi ningún sitio o bien todos los sitios», dijo en una ocasión. También ha vivido en otras ciudades como Padua o Madrid. Su trayectoria literaria, por la que ha recibido el Premio Castilla y León de las Letras 2005, se inauguró con Los encuentros (Barcelona, Anagrama, 1989), al que le siguen Un mundo exasperado (Barcelona, Anagrama, 1995), con el que obtuvo el Premio Herralde de Novela, y Volver al mundo (Barcelona, Anagrama, 2010), su obra

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J.

Á. GONZÁLEZ SAINZ è nato a Soria, nel 1956, ed ha frequentato il corso di laurea in Filologia Ispanica a Barcellona. Dal 1982 ha stabilito la sua residenza in Italia, prima a Venezia, nella cui università è professore, e poi a Trieste, «una città in cui sono andato a vivere per sentirmi estraneo, per sentirmi straniero, per stare in un posto che è quasi nessun posto o bene tutti i posti», disse in un’occasione. Ha anche vissuto in altre città come Padova o Madrid. Il suo percorso letterario, per il quale ha ricevuto il Premio Castilla y León de las Letras 2005, si inaugurò con Los encuentros (Barcellona, Anagrama, 1989), a cui seguono Un mundo exasperado (Barcellona, Anagrama, 1995), con cui ottenne il Premio Herralde de Novela, e Volver al mundo (Barcellona, Anagrama, 2010), il suo

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de mayor envergadura. El año pasado publicó la novela Ojos que no ven (Barcelona, Anagrama, 2010). Sus relatos han sido recogidos en varias antologías, como Relato español actual (México D. F., FCE, 2002). Entre sus referentes literarios se incluyen a Faulkner, Cervantes, Proust, Kafka, Bernhard, Benet, Musil, Machado o Dostoievski. Sobresalientes son las traducciones que ha realizado de escritores italianos como Claudio Magris, Daniele del Giudice, Guido Ceronetti, Stuparich o Emmanuele Severino. Fue fundador y codirector de la revista cultural Archipiélago. Cuadernos de Crítica de la Cultura; ha colaborado en prensa en distintos periódicos y revistas, como El Mundo, El País o Letra Internacional.

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lavoro di maggior complessità. L’anno scorso pubblicò il romanzo Ojos que no ven (Barcellona, Anagrama, 2010). I suo racconti sono stati inclusi in varie antologie, come Relato español actual (México D. F., FCE, 2002). Tra i suoi referenti letterari si contano Faulkner, Cervantes, Proust, Kafka, Bernhard, Benet, Musil, Machado o Dostoievski. Eccellenti sono le traduzioni che ha fatto di scrittori italiani come Claudio Magris, Daniele del Giudice, Guido Ceronetti, Stuparich o Emanuele Severino. Fu fondatore e codirettore della rivista culturale Archipiélago. Cuadernos de Crítica de la Cultura; ha collaborato con diversi giornali e riviste, come El Mundo, El País o Letra Internacional.

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Mal-dic(c)iones/ 3 De la humillación y lo digno de aprecio En una renombrada ciudad turística, a la caída de la tarde, se sentó un día a una mesa del bar donde yo estaba una familia de extranjeros. Era una de las mesas de la calle de un bar apartado hasta donde raramente llegan nunca los turistas —tan a trasmano está—, y en seguida pude percatarme de la singular condición que, como antes se decía, adornaba a aquella pareja y a sus dos hijos. A escasos metros de distancia, la que mediaba entre las dos mesas que flanqueaban la entrada del bar, yo tenía que hacer un verdadero esfuerzo, a pesar del silencio reinante, para poder oír lo que se decían. Aguzaba el oído todo lo que podía —miraba de refilón, casi por el rabillo del ojo—, y no me costó percibir que, si llamaban mi atención, era justamente porque nada en ellos trataba de hacerlo, que si se singularizaban como lo hacían, era porque precisamente nada aspiraba en ellos a singularizarse. Ni hablaban en alto, ni se sentaban de una forma descompuesta o llevaban nada

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Male–dizioni/3 Dall’umiliazione a ciò che è degno di stima In una conosciuta città turistica, un giorno, al calar del sole, si sedette ad un tavolo del bar in cui mi trovavo una famiglia di stranieri. Era uno dei tavolini esterni di un bar appartato dove i turisti arrivano raramente –così fuori mano com’è– e mi resi subito conto della singolare condizione che, come si diceva prima, caratterizzava quella coppia e i suoi due figli. A pochi metri di distanza, quella che c’era tra i due tavoli ai lati dell’ingresso del bar, dovevo fare un autentico sforzo, nonostante il silenzio che regnava, per poter sentire quello che si dicevano. Aguzzavo le orecchie al massimo –guardavo di sottecchi, quasi con la coda dell’occhio– e non feci fatica a percepire che, se attiravano la mia attenzione, era proprio perché non facevano niente per attirarla, che se si differenziavano così era precisamente perché nulla in loro aspirava a differenziarsi. Non parlavano ad alta voce, non erano seduti scomposti, né vestiti in modo eccentrico, né gesticolavano in modo eccessivo. Era come se una

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llamativo, ni hacían el menor aspaviento de nada. Era como si un extraño sosiego que les viniera de adentro —o puede que del adentro de las formas— se acompasara en ellos tan a las mil maravillas con la tranquilidad de la tarde, que ninguna prisa les corriera de nada ni ninguna necesidad o deseo les pudiera turbar. Estaban allí, y estaban bien. Los padres rondarían los cuarenta y, de los dos hijos, la niña, que era la mayor, no creo que tuviera más de siete u ocho años. Los dos estaban correctamente sentados en sus sillas, correctamente y a sus anchas, y ni gritaban lo más mínimo ni parecían tener el menor interés de acaparar la atención de sus padres; miraban. Enseguida eché de ver que los cuatro vestían de un modo que me era agradable a la vista. Como el tono de la voz así era el de su indumentaria; esmerado y limpio, grato y sin estridencias, con una suerte de cómoda elegancia que parecía desprenderse tanto de cada prenda en concreto como del conjunto de todas ellas y templar cada gesto.

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strana calma che veniva loro da dentro –forse era dall’interno delle forme– si accordasse in loro con la tranquillità della sera così meravigliosamente che non avevano nessuna fretta, né nessuna necessità o desiderio li poteva turbare. Erano lì e stavano bene. I genitori avranno avuto circa quarant’anni e, dei due figli, la bambina, che era la maggiore, non credo che avesse più di sette o otto anni. I due erano seduti educatamente sulle loro sedie, educatamente e comodi, non gridavano minimamente né sembrava che avessero il minore interesse ad attirare l’attenzione dei genitori, semplicemente guardavano. Subito notai che i quattro vestivano in modo gradevole a vedersi. Il tono della loro voce concordava con quello del loro abbigliamento: curato e pulito, gradevole e senza eccessi, con una sorta di comoda eleganza che sembrava provenisse da ogni capo e dal loro inisieme e pareva che addolcisse ogni loro gesto. Senza spazientirsi, aspettarono per lungo tempo che uscisse il cameriere e, quando ciò avvenne –il padre, intanto, aveva tirato fuori un paio di libri da uno

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Esperaron sin inmutarse largo rato a que saliera el camarero y, cuando así lo hizo —de una mochilita de cuero que el padre llevaba había sacado un par de libros—, los niños ni se precipitaron a pedir ni se hicieron esperar del camarero. Pidieron todos un bocadillo, y la niña miró a la madre en busca de aprobación antes de añadir «¡y unas patatas fritas!», rubricando su petición con una sonrisa de una parte a otra de la cara. Mientras aguardaban los bocadillos, el padre, que le había alargado la guía que le pedía la mujer, sacó ahora de la mochilita una cajetilla de cigarrillos. No obstante la distancia que nos separaba, se volvió a preguntarme si me molestaba que fumara. No se quitan la palabra el uno al otro —constaté—, no se aburren ni impacientan y, de todo lo que se podría decir de ellos, lo último sería que tuvieran el menor aspecto de aturdidos. Cuando no habían hecho más que hincar el diente a sus bocadillos —yo seguía imantado como si estuviera ante un espectáculo de otros tiempos—, se llegó hasta ellos un hombre de unos sesenta y tantos años vestido con ostentosa elegancia —con prendas caras, con ropa

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zainetto in cuoio– i bambini non si precipitarono a ordinare né si fecero attendere dal cameriere. Ordinarono tutti un panino e la bambina guardò la madre cercando la sua approvazione prima di aggiungere «e delle patatine fritte!» indorando la sua richiesta con un sorriso da orecchio a orecchio. Mentre aspettavano i panini, il padre, che le aveva porso la guida alla moglie, tirò fuori dallo zainetto un pacchetto di sigarette. Nonostante la distanza che ci separava, si girò per chiedermi se mi dava fastidio il fumo. Non si tolgono la parola l’un l’altro –constatai– non si annoiano né si spazientiscono e, di tutto ciò che si potrebbe dire di loro, l’ultima cosa sarebbe che hanno l’aspetto da stupidi. Avevano appena dato il primo morso ai loro panini – io ero rimasto stregato, come se fossi stato davanti a uno spettacolo d’altri tempi–, quando si avvicinò a loro un uomo di sessant’anni e più, vestito con ostentata eleganza –con abbigliamento caro, capi di marca– e la pelle e i capelli curatissimi.

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de marca— y el cabello y el cutis sumamente cuidados. Tenía aires de eterno galán o seductor empedernido y en seguida, con una cordialidad afectadamente natural, se dirigió a la mujer, ante la que empezó a declamar con toda suerte de efectos las bellezas de la ciudad y el privilegio que suponía vivir allí. Se dirigía fundamentalmente a ella, pero sin dejar de hacerles alguna gracia de vez en cuando a los niños —un repelón, una garatusa— ni de guiñarle el ojo, con una arrogada complicidad ya de entrada sin reservas, al marido. A pesar de que no le entendían muy bien, según trataron de decirle en su lengua —yo traduje en mi fuero interno que no entendían ni palotada—, no dejaban en ningún momento de escucharle con educada atención, abandonando incluso durante ratos enteros sus bocadillos sobre los platos. Se advertía que estaban cada vez más a disgusto, pero también que, por nada del mundo, hubiesen querido darlo a entender por mucho que la presencia de aquel hombre, allí pegado, de pie y encima de ellos, sin cesar de gesticular a la

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Aveva l’aria di un eterno galantuomo o del seduttore incallito e subito, con una cordialità ostentatamente naturale, si rivolse alla donna, davanti alla quale cominciò a declamare con grande esagerazione le bellezze della città ed il privilegio che derivava dal vivere lì. Si rivolgeva prevalentemente a lei, non senza fare, di tanto in tanto, qualche battuta ai bambini –una tirata di orecchie, una carezza–, né strizzargli l’occhio al marito, con un’arrogante complicità, già da subito senza riserve. Nonostante non lo capissero molto bene, come cercarono di dirgli nella loro lingua –io tradussi tra me e me che non capivano un tubo–, non smettevano mai di ascoltarlo con educata attenzione, lasciando addirittura per alcuni minuti i loro panini sui piatti. Si percepiva che si sentivamo sempre più a disagio, però anche che, per niente al mondo, volevano farglielo capire, per quanto la presenza di quell’uomo, piazzato lì, in piedi e soffocante, che non la finiva mai di gesticolare all’altezza dei loro occhi e di parlare a raffica, fosse evidentemente una scocciatura.

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altura de sus ojos y hablar por los codos, fuera a todas luces un incordio. El hombre, con trazas inequívocas de pertenecer de lleno a esa nutrida parte de la población —sin duda en aumento— que es incapaz de pensar ni por asomo si molesta al otro, pasó poco a poco de la descripción de edificios y lugares al recuento de anécdotas, salpicadas con alguna que otra cancioncilla, cada vez más picante, que entonaba a voz en grito y con todo lujo de aspavientos. Se regodeaba, se regodeaba en su elocuencia y su desenvoltura con un engolosinamiento propio y un desdén ajeno que daban, o por lo menos a mí me daba, grima verlo. Los dos críos —el niño perneaba por debajo de la mesa— no le quitaban ojo, pero empezaron a dejar de sonreír cuando tenían que sonreír y a lanzarles cada vez más a sus padres rápidas miradas interrogativas. A partir de un determinado momento no había ya quien aguantase toda aquella murga e, incluso a mí, que no tenía que soportarlo allí encima y dirigiéndoseme continuamente con la mirada o apabullándome con sus

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L’uomo, con segni inequivocabili di appartenere a quella nutrita schiera di popolazione –senza dubbio in aumento– che era incapace di pensare anche lontanamente di poter disturbare l’altro, passò poco a poco dalla descrizione di edifici e luoghi allo sfoggio di aneddoti, intervallati da qualche canzoncina sempre più piccante, che intonava a squarciagola e facendo una scena tremenda. Godeva, godeva della sua eloquenza e della sua disinvoltura con un autocompiacimento proprio e un disprezzo altrui che risultavano, per lo meno a me, disgustosi. I bambini –il maschio sgambettava sotto il tavolo– non gli toglievano gli occhi di dosso, però iniziarono a non sorridere quando dovevano sorridere e con sempre maggiore frequenza cominciarono a lanciare rapidi sguardi interrrogativi ai loro genitori. Da un certo momento in poi, nessuno più sopportava tutto quello show e perfino io, che non ne ero vittima diretta e non ero bersagliato continuamente con lo sguardo o annientato dai i suoi gesti, lo trovavo assolutamente intollerabile.

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gestos, se me antojaba de todo punto intolerable. Su cháchara estomagante, sus infatigables alardes, sus gracias y complicidades, su falta absoluta, e inasequible a la menor duda, de consideración hacia los otros, eran cada vez más violentamente atosigantes. Y sin embargo los forasteros —incluidos los niños— seguían allí casi se podía decir que sin inmutarse con una educación impertérrita. Hasta cuándo aguantarán, me preguntaba. Por menos de eso —exageré para mis adentros— ha habido excelentes ciudadanos que han asesinado a sus así llamados prójimos. De las cancioncillas pasó a inquirirles cosas cada vez más íntimas —algunas ya obscenas— y a tocarle a ella los brazos. Cuando se daba cuenta de que se había extralimitado, se dirigía por un momento a los niños y les alborotaba el pelo o les daba un cachetito o un pellizco en la mejilla, que ellos recibían cada vez de peor gana. Acabaron de comer como pudieron, dando bocados como a escondidas incluso de sí mismos, y me pareció

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Il suo discorso stomachevole, il suo sfoggio infaticabile, le sue battute e le strizzatine d’occhio, la sua mancanza, assoluta e minimamente sfiorata dal dubbio, di considerazione per gli altri, erano sempre più opprimenti. E ciò nonostante, i forestieri –inclusi i bambini– restavano lì, si sarebbe potuto dire senza alterarsi, con un’educazione ineccepibile. Fino a quando sopporteranno, mi domandavo. Per meno di questo – esagerai tra me e me– ci sono stati eccellenti cittadini che hanno ammazzato il così chiamato loro prossimo. Dalle canzoncine passò a indagare su cose sempre più intime –alcune addirittura oscene– e a toccare le braccia di lei. Quando si rendeva conto di avere esagerato, si rivolgeva per un momento ai bambini e scompigliava loro i capelli o dava loro una sberletta o un pizzicotto sulla guancia, cose che questi ricevevano sempre meno volentieri. Finirono di mangiare come poterono, dando morsi di nascosto perfino a loro stessi, e mi sembrava che il padre cominciasse a dare leggeri segni d’impazienza, o forse di vergogna, che non riuscii a capire se era per se

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que el padre empezaba a dar ligeras muestras de impaciencia, o bien de vergüenza, que no supe dirimir si era propia, seguramente por no intervenir, o bien ajena, pero en todo caso sin dejar de soportar con cortesía las indirectas o el tono general de indirecta de aquel hombre que le guiñaba un ojo o extendía el brazo hacia él después de haber hecho un aprecio totalmente fuera de lugar de su mujer o los niños. En un momento dado la madre se volvió —me daba la espalda— y nuestras miradas se cruzaron. No pude por menos de sonreírle levantando y bajando la cabeza —arqueando un instante las cejas— en señal de solidaridad y, antes de volverse de nuevo, creí ver el pequeño destello de la sonrisa de agradecida conformidad —¿o era de petición de ayuda?— con la que me sentí obsequiado. Pero a partir de aquel momento —el hombre casi nunca daba opción a que le respondieran nada a sus preguntas y continuaba hablando sin parar como quien no concede en el fondo ni el don del habla a sus interlocutores—, percibí, sin que me pudiera caber ya la menor sombra de duda, que

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stesso, sicuramente perché non era intervenuto, o per lui, però comunque continuando sempre a sopportare con cortesia le allusioni o il tono generale di allusione di quell’uomo che gli strizzava l’occhio e allungava il braccio verso di lui, dopo aver fatto un apprezzamento totalmente fuori luogo verso sua moglie o i suoi figli. A un certo punto, la madre si girò –mi dava la schiena– e i nostri sguardi si incrociarono. Non potei fare a meno di sorriderle alzando e abassando la testa – inarcando un istante le sopracciglia– in segno di solidarietà e, prima che si girasse di nuovo, credetti di vedere un piccolo abbozzo di sorriso di riconoscente intesa –o era una richiesta d’aiuto?– con cui mi sentii ossequiato. Però, da quel momento –l’uomo non dava quasi mai opzione affinché rispondessero alle sue domande e continuava a parlare come colui che, in fondo, non concede neppure il dono della parola ai suoi intelocutori–, percepii, senza che potessi averne ormai il minimo dubbio, che si sentivano profondamente offesi, quel fiume di parole presuntuoso e ininterrotto li stava umiliando e ferendo nel loro intimo –nella più profonda intimità che forse rappresentano le forme? Mi chiesi–.

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se estaban sintiendo profundamente ofendidos, que aquella cháchara presuntuosa e ininterrumpida les estaba humillando e hiriendo en lo más íntimo —¿en lo más íntimo que acaso son las formas?, me pregunté—. Supe entonces que ni la mujer ni el marido iban a volver a dirigirme la mirada porque yo había sido testigo de su humillación, de una humillación a la que, justamente por delicadeza hacia el otro, por delicadeza a lo común humano y por lo tanto a lo más propio, no habían sabido o podido poner coto. Y así fue. Cuando después de haber aprovechado la salida del camarero que iba a atender a otra mesa para pagarle, se levantaron como amilanados o acartonados de la mesa para irse, pasaron delante de mí sin mirarme siquiera de refilón. Empezaron a andar despacio, como descoyuntados y cada uno por su lado —la humillación separa, no une, pensé—, mirando cada cual hacia alguna cosa que no podían ver porque no miraban para ver sino por si así, perdiendo la mirada, fuese posible que nadie les viera. Me parecieron un pequeño ejército que se retiraba en desbandada, derrotado —derrotado

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Seppi allora che né la moglie né il marito si sarebbero voltati di nuovo verso di me, perché io ero stato testimone della loro umiliazione, di un’umiliazione alla quale, proprio per delicatezza verso l’altro, per delicatezza verso l’essere umano comune e pertanto verso ciò che a loro è più affine, non avevano saputo o potuto porre freno. E così fu. Quando, dopo aver pagato approfittando dell’uscita del cameriere, che andava a servire un altro tavolo, si alzarono abattuti o attoniti per andarsene, passarono davanti a me senza degnarmi nemmeno di uno sguardo. Cominciarono a camminare piano, come scoordinati, e ognuno per la sua strada –l’umiliazione separa, non unisce, pensai–, ognuno di loro guardando verso qualcosa che non poteva vedere, perché non guardava per vedere ma così, perdendo lo sguardo, sperando che nessuno lo vedesse. Mi sembrarono un piccolo esercito che si ritirava allo sbando, sconfitto – sconfitto a causa della gentilezza, per aver combattuto solo con le armi dell’amabilità–, strascinandosi, rotte tutte le righe e infangata qualsiasi scintilla di dignità,

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por gentileza, por haber combatido sólo con las armas de la amabilidad— y a rastras, rotas todas las filas y enfangado cualquier atisbo de dignidad, con la mirada ciega del agotamiento y el horror que obturan toda sensibilidad. Pero lo que no sabía cuando hicieron el primer ademán de marcharse —¡qué grado de intimidad no alcanzan las formas!, pensé, ¡qué indelicada es para con uno la delicadeza cuando el otro carece en absoluto de ella!— era que todavía me faltaba lo peor. En el momento en que el padre se levantó para emprender la huida de aquel sitio donde, a todas luces, se habían encontrado al principio tan a gusto —sin darse ni mínimamente por aludido, el otro seguía hablando y hablando con su mucilaginosa verbosidad y su implacable sonrisa—, oí lo que hubiera dado cualquier cosa por no oír. La puntilla, me dije, esto es la puntilla. «Da gusto poder conversar un rato amablemente — dijo el eterno galán, el elegante seductor empedernido—, poder tener aunque sólo sea un

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con lo sguardo vuoto dello sfinimento e l’orrore che obnubila qualsiasi sensibilità. Però, ciò che non sapevo quando fecero il primo cenno di andarsene –che livello di intimità raggiungono le forme!, pensai, che indelicata è per uno la delicatezza quando l’altro ne è totalmente privo– era che mi mancava ancora la parte peggiore. Nel momento in cui il padre si alzò per intraprendere la fuga da quel posto in cui, chiaramente, erano stati così bene all’inizio –senza sentirsi minimamente chiamato in causa, l’altro continuava a parlare e parlare con la sua viscida verbosità e il suo sorriso implacabile– , sentii ciò che mai avrei voluto sentire. Il colpo di grazia, mi dissi, questo è il colpo di grazia. «È un piacere potere conversare un po’ amabilmente –disse l’eterno galantuomo, l’elegante seduttore incallito–, poter avere anche solo un breve momento di dialogo, di vero dialogo in questo mondo in cui ormai nessuno ascolta più nessuno né ci interessiamo più gli uni degli altri». Conversare, disse, conversare amabilmente e, poi, dialogo, un momento di vero

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momento de diálogo, de verdadero diálogo en este mundo en que ya nadie escucha a nadie ni nos hacemos ya caso unos a otros». Conversar, dijo, conversar amablemente y, luego, diálogo, un momento de verdadero diálogo, todo eso dijo, y yo hubiese querido que se me tragara la tierra. Entonces miré a todos aquellos viejos edificios, pensé en todos los monumentos antiguos de los que el hombre había hablado encareciéndoles su belleza, en todas las iglesias y cúpulas y capiteles y museos y pinturas y demás obras del esfuerzo y el entendimiento humanos, y me di cuenta de que, sacudidos por un terremoto que no por invisible era menos terrorífico, estaban a punto de venirse abajo hechos añicos si es que no se habían venido ya abajo de una vez por todas. El terremoto era lingüístico, y amenazaba con no dejar una palabra sana, una palabra bien puesta junto a otra, con no respetar un cimiento lógico, un pilar semántico, con no dejar en pie un concepto que valiese ni una mínima coherencia, con ponerlo todo patas arriba y llenarlo todo de escombros indiferenciados en cuyo revoltijo, si

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dialogo, disse sprofondare.

tutto

questo

e

io

avrei

voluto

Allora guardai tutti quei vecchi edifici, pensai a tutti i monumenti antichi di cui l’uomo aveva parlato lodando la sua bellezza, a tutte le chiese e cupole e capitelli e musei e quadri e altre opere dello sforzo e dell’intelligenza umana e mi resi conto che, agitati da un terremoto invisibile ma ugualmente terrificante, stavano per crollare in mille pezzi, se ancora non erano caduti una volta per tutte. Il terremoto era linguistico e minacciava di non lasciare neanche una parola sana, una parola ordinata dietro l’altra, di non rispettare le basi logiche, né gli assi semantici, di non lasciare in piedi un concetto che avesse una minima coerenza, di mettere tutto sottosopra e riempirlo di macerie indifferenziate nel cui miscuglio, se c’era qualcosa di simile a quello che era prima, era solo per caso o per miracolo. Era la farsa, una farsa che mi suonava, o che era ormai ciò che più suonava e la lasciai risuonare. Dialogo –risuonava–, dialogo e anche libertà, pluralità,

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algo se parecía a lo que era, no era sino por azar y milagro. Era la farsa, una farsa que me sonaba, o que era ya lo que más sonaba, y la dejé resonar. Diálogo — resonaba—, diálogo, y también libertad, pluralidad, diferencias, ética… Era el verdadero fantasma que recorre y, tal vez, ha recorrido siempre el mundo, el fantasma que recibe el antiguo nombre de desfachatez. Era la práctica generalizada del recochineo y la desfachatez, de la hipocresía como una de las bellas artes. Si quienes más hablan de algunas cosas, quienes más las esgrimen y enarbolan embelleciéndose y dignificándose con ellas —¡ah, esa trasferencia de dignidad y belleza de los grandes Nombres y las grandes Cosas!—, pueden ser no sólo los más cerrilmente incapaces de nada que se les parezca en puridad, sino quienes, en sus hechos y sus actos reales, más cometan lo contrario, ¿hasta qué punto pueden hacerlas entonces detestables o indeseables, nada dignas de aprecio?; ¿hasta qué punto pueden

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differenze, etica... Era il vero fantasma che circola e, forse, è sempre circolato per il mondo, il fantasma che riceve l’antico nome di sfacciataggine. Era l’abitudine generalizzata allo scherzo volgare e alla sfacciataggine, all’ipocrisia come una delle belle arti. Se coloro che più parlano di alcune cose, che più le sfoggiano e se ne vantano facendosi più belli e nobili grazie ad esse –ah, questo trasferimento di dignità e bellezza dei grandi Nomi e delle grandi Cose!– possono essere non solo i più volgarmente incapaci di qualcosa che asssomigli loro totalmente, ma anche quelli che, nei loro fatti e le loro azioni reali, più fanno il contrario, fino a che punto possono renderle quindi detestabili o indesiderabili, per nulla degne di apprezzamento? Fino a che punto possono trasformarne l’essenza e dipingere in logica reciprocità l’opposto come il più appettibile? Come usciremo, se ci sarà dato di uscire qualche volta, se non indenni, per lo meno vivi da quelle macerie linguistiche in cui ci muoviamo come topi del linguaggio? Che silenzio e che isolamento sarà capace di salvarci?

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desnaturalizarlas y colorear en lógica reciprocidad, a lo contrario como lo más apetecible? ¿Cómo saldremos, si es que nos es dado salir, si no indemnes, por lo menos vivos de debajo de esos escombros lingüísticos en los que nos movemos como ratas de lenguaje? ¿Qué silencio, o qué apartamiento, sería susceptible de rescatarnos?

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