Guía de Autocuidados de la Clínica Mayo

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MUESTRAPARAEVALUACI ÓN PROHI BI DASU REPRODUCCI ÓN


Clínica Mayo GUÍA DE AUTOCUIDADOS

SEXTA EDICIÓN

Respuestas para los problemas cotidianos de salud

Martha Millman, M.D. Editora médica en jefe

Cindy Kermott, M.D. Editora médica asociada

Sexta edición MUESTRAPARAEVALUACI ÓN Clínica Mayo PROHI BI DA SU REPRODUCCI ÓN Rochester, Minnesota Jacksonville, Florida Scottsdale/Phoenix, Arizona


La Guía de autocuidados de la Clínica Mayo proporciona información confiable, práctica y fácil de comprender sobre asuntos relacionados con la buena salud. Gran parte de su información proviene de médicos, enfermeras, nutriólogos, científicos investigadores y otros profesionales del cuidado de la salud de la Clínica Mayo. Este libro tiene por objeto complementar los consejos de tu médico personal, al cual debes consultar sobre tus problemas médicos individuales. La Guía de autocuidados de la Clínica Mayo no avala a ninguna compañía ni producto. MAYO, CLÍNICA MAYO y el logo de tres escudos son marcas de la Mayo Foundation for Medical Education and Research. © 2010 Mayo Foundation for Medical Education and Research. La traducción al idioma español de esta edición ha sido realizada por Intersistemas S.A. de C.V. bajo la autorización de Mayo Foundation for Medical Education and Research.. Formato y producción por la Clínica Mayo, Rochester, Minnesota. Número de Control de la Biblioteca del Congreso: 2009938854 Copyright © 2014 / Intersistemas S.A. de C.V. Diseñado y producido por:

La Guía de autocuidados de la Clínica Mayo, Sexta edición To­dos los de­re­chos re­ser­va­dos. Ninguna parte de es­ta publicación puede re­pro­du­cirse, al­ma­ce­narse en cualquier sistema de re­cu­pe­ra­ción inventado o por inventarse, ni trans­mi­tirse­en forma alguna y por nin­gún me­dio elec­tró­ni­co o me­cá­ni­co, in­clu­idas fo­to­co­pias, sin au­to­ri­za­ción escrita del titular de los derechos de autor. ISBN: XXX XXX XXX X Debido a los rá­pi­dos avan­ces en las cien­cias mé­di­cas, el diag­nós­ti­co, el tra­ta­mien­to, el tipo de fár­ma­co, la do­sis, etc., de­ben ve­ri­fi­car­se en for­ma in­di­vi­dual. El(los) autor(es) y los editores no se responsabilizan de ningún efecto ad­ver­so de­ri­va­do de la apli­ca­ción de los con­cep­tos ver­ti­dos en es­ta pu­bli­ca­ción, la cual que­da a cri­te­rio ex­clu­si­vo del lec­tor. Reproducir esta obra en cualquier formato es ilegal. Infórmate en: info@cempro.org.mx

Créditos de producción Traducción al idioma español: Mayra Lerma Ortiz Cuidado de la edición: Lic. Cristina Segura Flores Formación: LDCV Beatriz del Olmo Mendoza

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Impreso en México / Printed in Mexico


Introducción Es un privilegio seguir los pasos del primer editor médico en jefe de la Guía de autocuidados de la Clínica Mayo, el Dr. Philip Hagen. Hace más de 12 años, el Dr. Hagen tuvo la visión para desarrollar una guía de la Clínica Mayo para los consumidores que daría a las personas el poder de hacerse cargo de su salud. Pidió a sus colegas que compartieran su experiencia en más de 150 temas. Hoy, el número ha crecido a más de 300 temas –desde cómo manejar las urgencias médicas hasta la manera de enfrentar problemas comunes como el dolor de espalda. Todo comenzó con una revisión de las razones principales por las que adultos y niños consultan a un médico, con base en un análisis con los médicos, las enfermeras y otros profesionales de la Clínica Mayo. El equipo también consultó con proveedores de cuidados de la salud, empresarios y gerentes de programas corporativos de salud para saber qué enfermedades y lesiones son comunes en el sitio de trabajo. El resultado es un recurso invaluable que se concentra en cómo prevenir la enfermedad, cómo detectarla antes de que se convierta en un problema grave y costoso, y cómo evitar viajes innecesarios a la clínica o la sala de urgencias.

Lo nuevo en esta 6ª edición

La Dra. Cindy Jermott, editora médica asociada, proporciona su experiencia y pasión por la medicina preventiva en esta 6ª edición. Agradecemos a nuestros colegas de la Clínica Mayo que revisaron cada página de esta edición y añadieron los lineamientos, las recomendaciones médicas y los consejos de autocuidado más nuevos para ayudarte a hacerte cargo de tu salud. En esta edición encontrarás: ● Una sección sobre cáncer completamente revisada, que incluye riesgos, síntomas y evaluaciones para ayudar a detectar esta enfermedad de forma oportuna ● Nuevos temas, incluidos la influenza H1N1, los trastornos tiroideos y los problemas de ansiedad como el trastorno por estrés postraumático (TEPT) ● Consejos sobre cómo ayudar a protegerte durante una pandemia ● Nuevos lineamientos para inmunizaciones para adultos y pediátricas, incluidas las vacunas de herpes zóster y cáncer cervical ● RCP para adultos en la que sólo se utilizan las manos y es fácil de aprender ● Consejos de cocina saludable, lineamientos actualizados de acondicionamiento físico –y muchos más–. Esperamos que mantengas este libro a mano de manera que sepas qué hacer en una emergencia, cuándo llamar a tu médico y qué pasos pueden tomar tú y tu familia para conservar una mejor salud. Esto es de lo que se trata MUESTRAPARAEVALUACI ÓN el autocuidado.

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Martha Millman, M.D. Editora médica en jefe


Acerca de la Clínica Mayo La Clínica Mayo evolucionó desde la práctica fronteriza del Dr. William Worral Mayo y su sociedad con sus dos hijos, los doctores William J. y Charles H. Mayo, al inicio de la década de 1900. Presionados por las exigencias de su activa práctica en Rochester, Minnesota, los hermanos Mayo invitaron a otros médicos para que se les unieran, y fueron pioneros de la práctica privada de la Medicina en grupo. Hoy, con más de 3 000 médicos y científicos en sus tres localidades principales en Rochester, Minnesota, Jacksonville, Florida y Phoenix/Scottsdale, Arizona, y sus prácticas de cuidado de salud regionales basadas en la comunidad, la Clínica Mayo se dedica a proporcionar diagnósticos comprehensivos, respuestas precisas y tratamientos eficaces. Con esta profundidad de conocimiento, experiencia y destreza, la Clínica Mayo ocupa una posición sin paralelo como un recurso de información sobre la salud. Desde 1983, la Clínica Mayo ha publicado información confiable sobre la salud para millones de consumidores a través de diversos boletines, libros y servicios en línea galardonados. Las ganancias de las actividades editoriales apoyan los programas de la Clínica Mayo, incluidas la educación y la investigación médicas.

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Equipo editorial Editor médico fundador Philip Hagen, M.D.

Gerente editorial Elizabeth Davies

Editora médica en jefe Martha Millman, M.D.

Directores de arte Stewart Koski Paul Krause

Editora médica asociada Cindy Kermott, M.D. Director senior Corporativo/Mercado gubernamental Michael Casey

Ilustración médica John Hagen Ilustración Kent McDaniel Christopher Srnka

Gerente de investigación editorial Deirdre Herman Bibliotecarios de investigación editorial Anthony Cook Amanda Golden Corrección de estilo Miranda Attlesey Donna Hanson Asistente administrativa Laura Long

Colaboradores de edición y revisión Editores de sección Matthew Clark, Ph.D. David Claypool, M.D. A. Scott Keller, M.D. Paul Limburg, M.D. Hamid Rehman, M.D. Priya Sampathkumar, M.D. Richa Sood, M.D. Robert Stroebel, M.D. Prathibha Varkey, M.D.

Colaboradores adicionales James Li, M.D., Ph.D. Julie Abbott, M.D. Charles Loprinzi, M.D. Thomas Allison, Ph.D. Michael Mahr, M.D. Steven Altchuler, M.D. Donald McAlpine, M.D. Patricia Axley, R.N. Lois McGuire, R.N., C.N.P. Brent Bauer, M.D. Irene Meissner, M.D. Daniel Blum, M.D Sara Miller, R.N., C.N.P. Lisa Buss, Pharm.D. Robin Molella, M.D. Petra Casey, M.D. Margaret Moutvic, M.D. Bradford Currier, M.D. Debra Mucha, R.N., C.N.P. Diane Dahm, M.D. Jennifer K. Nelson, R.D., L.D. John M. Davis III, M.D. Eric Olson, M.D. Bart Demaerschalk, M.D. David Patterson, M.D. Linda Diez, R.N. Gregory Poland, M.D. Brooks Edwards, M.D. Carroll Poppen, P.A.C. Martin Ellman, D.P.M. Stacey Rizza, M.D. Donald Engen, M.D. Randall Roenigk, M.D. Amy Foxx-Orenstein, D.O. Teresa Rummans, M.D. Mary Gallenberg, M.D. Raquel Schears, M.D. Gerald Gau, M.D. Phillip Sheridan, D.D.S. Donald Hensrud, M.D. Dennis Siemsen, O.D. W. Michael Hooten, M.D. James Steckelberg, M.D. Richard Hurt, M.D. Michael Sveen Gina Ihrke, MUE STR APR.N. ARAEVALUACI ÓNJerry Swanson, M.D. Robert Jacobson, M.D. Jill Swanson, M.D. PROH I BI DASUM.D. REPRODUCCI ÓN Mary Jurisson, Sandra Taler, M.D. Frank Kennedy, M.D. Kristin Vickers Douglas, Ph.D. Lois Krahn, M.D. Abinash Virk, M.D. Edward Laskowski, M.D. Gerald Volcheck, M.D.


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Tabla de contenido

¡EN SUS MARCAS, REVISA, FUERA! EMERGENCIAS Y CUIDADO DE URGENCIA

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Enfermedades producidas por los alimentos Problemas relacionados con el calor Plantas venenosas Problemas dentales Dolor dental Pérdida de dientes Traumatismos: huesos y músculos Dislocaciones Fracturas Esguinces Traumatismos: lesiones en la cabeza

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RCP 2 Asfixia 4 Ataque cardiaco 5 Evento vascular cerebral 7 Emergencias por envenenamiento 9 Hemorragia grave 10 Choque 11 Reacciones alérgicas 12 SÍNTOMAS GENERALES 33 Alergias a alimentos 12 Vahídos y desmayos 34 Alergias a fármacos 13 Fatiga 36 Mordeduras y piquetes 14 Fiebre 38 Mordidas de animales 14 Dolor 40 Mordidas de humano 14 Formas comunes de dolor crónico 41 Mordedura de víbora 15 Tratamientos para el dolor crónico 43 Mordeduras y picaduras de insectos 15 Trastornos del sueño 44 Picaduras de araña 16 Insomnio 44 Picaduras de garrapata 16 Otros trastornos del sueño 45 Quemaduras 17 Sudoración y olor corporal 46 Quemaduras químicas 18 Cambios de peso inesperados 47 Quemaduras solares 19 Aumento de peso 47 Quemaduras eléctricas 19 Pérdida de peso inexplicable 47 Problemas por clima frío 20 Congelación 20 Hipotermia 21 PROBLEMAS COMUNES 49 Cortaduras, raspones y heridas 22 Espalda y cuello 50 Heridas simples 22 Problemas comunes en espalda y cuello 51 MUESTRAPARAE23 VALU AC I ÓN Heridas por punción Otros problemas de espalda y cuello 53 PROHI BI DASU REP CI ÓN Lesiones oculares 24ROD UC Cómo evitar lesiones de espalda Abrasión en la córnea (rasguño) 24 en el sitio de trabajo 53 Salpicadura química 24 Prevención de dolores comunes Objeto extraño en el ojo 25 en espalda y cuello 54

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Tu rutina diaria para la espalda 55 Huesos rotos (fracturas) Aparato digestivo 56 Bursitis Dolor y molestia abdominal 56 Tendinitis Cólico 57 Fibromialgia Estreñimiento 58 Gota Diarrea 59 Dolor en hombro Exceso de gas y dolor por gases 60 Dolor en codo y antebrazo Cálculos biliares 61 Dolor en muñeca, mano y dedos Gastritis (agruras o reflujo estomacal) 61 Dolor en cadera Hemorroides y sangrado rectal 62 Dolor en la pierna Hernias 63 Dolor en la rodilla Indigestión y agruras 64 Dolor en tobillo y pie Síndrome de intestino irritable 65 Pulmones, tórax y respiración Náusea y vómito 66 Tos: un reflejo natural Úlceras pépticas 67 Bronquitis Oídos y audición 68 Crup Oído del aviador 68 Sibilancia Objetos extraños en el oído 69 Falta de aire Rotura del tímpano 69 Dolor en tórax Infecciones del oído 70 Palpitaciones Zumbido en el oído 72 Nariz y senos paranasales Oído de nadador 72 Objetos extraños en la nariz Bloqueo por cerilla 73 Pérdida del sentido del olfato Pérdida auditiva relacionada Hemorragia nasal con el ruido 74 Nariz tapada Pérdida auditiva relacionada Escurrimiento nasal con la edad 75 Sinusitis Ojos y visión 76 Piel, cabello y uñas Ojo morado 76 Cuidado adecuado de la piel Ojos secos 77 Acné Lagrimeo excesivo 77 Forúnculo Flotantes (manchas en el ojo) 77 Celulitis Ojo rojo 78 Infección por SARM Sensibilidad a resplandores 79 Callos y callosidades Otros problemas oculares 79 Caspa Enfermedades oculares comunes 80 Sequedad Problemas relacionados con anteojos Eccema (dermatitis) MU E S T R A P A RAEVAmicóticas LUACI ÓN y lentes de contacto 81 Infecciones Dolor de cabeza SU Urticaria ODUCCI PROH82 I BI DA REPR ÓN Extremidades, músculos, huesos Impétigo y articulaciones 85 Comezón y erupciones Desgarres musculares: cuando Erupciones en bebés te excediste 87 Piojos Esguinces: daño en tus ligamentos 88 Sarna

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89 90 90 91 92 92 93 95 97 98 100 102 107 107 109 109 110 110 111 111 112 112 112 113 114 114 116 117 117 118 118 119 119 120 120 121 121 122 123 123 124 124 126 126


Artritis 161 Psoriasis 127 Ejercicio 161 Lunares 127 Medicamentos que controlan Herpes 128 las molestias 163 Signos de cáncer en la piel 129 Otros métodos para aliviar el dolor 163 Verrugas 130 Protección de las articulaciones 164 Piel arrugada 130 Asma 165 Pérdida del cabello 131 Cáncer 168 Infecciones micóticas en las uñas 132 Signos, síntomas y evaluación 168 Uñas de los pies encarnadas 132 Diabetes 172 Garganta y boca 133 Enfermedad cardiaca 177 Dolor de garganta 133 Hepatitis 180 Mal aliento 135 Hipertensión arterial 182 Ronquera o pérdida de la voz 135 Infecciones de transmisión sexual 184 Lesiones en la boca 136 Otros trastornos e infecciones orales 138 Salud de los hombres 140 SALUD MENTAL 187 Dolor testicular 140 Conducta adictiva 188 Crecimiento de la próstata 141 Abuso del alcohol y alcoholismo 188 Prostatitis 142 Tratamiento del abuso del alcohol Disfunción eréctil (DE) 142 y el alcoholismo 189 Control natal en los hombres 143 Tratamiento individualizado 190 Salud de las mujeres 144 Fumar y uso del tabaco 192 Tumor en mama 144 Cómo dejar de fumar 192 Cáncer de mama 145 Terapia de reemplazo de nicotina 193 Dolor en mama 146 Cómo enfrentar el síndrome Cólicos menstruales 146 de abstinencia de nicotina 194 Periodos irregulares 147 Tabaquismo en adolescentes: Sangrado entre periodos 147 ¿qué se puede hacer? 195 Síndrome premenstrual 147 Dependencia de fármacos 196 Menopausia 149 Juego compulsivo 197 Problemas urinarios 150 Trastornos de ansiedad 198 Descarga vaginal 150 Trastorno de ansiedad generalizada 198 Detección de cáncer 151 Trastorno de ansiedad social 198 Otros padecimientos médicos Trastorno por estrés postraumático comunes 152 (TEPT) 199 Embarazo 154 Ataques de pánico y trastorno Problemas comunes durante MUESTRAPARAE VALU Ó Npánico ACI por 199 el embarazo 155 PROHI BI DASU REPRODDepresión 200 UCCI ÓN Causas de depresión 201 Opciones de tratamiento 202 ENFERMEDADES ESPECÍFICAS 157 Violencia doméstica 203 Alergias respiratorias 158 Pérdida de la memoria 204 Trastornos tiroideos 160

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MANTENERSE SALUDABLE

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El envejecimiento y tu salud Cómo la edad puede afectar tu salud Mantén tu salud a medida que envejeces

El peso: ¿qué es lo saludable para ti? 206 Determina tu índice de masa corporal 207 Consejos para perder peso 208 Actividad física: la clave para quemar calorías 209 TU SALUD Y EL SITIO Alimentación saludable 210 DE TRABAJO Pirámide de Peso Saludable Salud, seguridad y prevención de la Clínica Mayo 211 de lesiones Cocina saludable 212 Protege tu espalda Cómo reducir tu colesterol 213 Cuidado de manos y muñecas Actividad y acondicionamiento físicos 215 Cómo manejar la artritis Actividad aeróbica vs. anaeróbica 215 en el trabajo Cómo iniciar un programa Ejercicios para oficinistas de acondicionamiento 216 Seguridad en el sitio de trabajo Camina hacia tu acondicionamiento Consejos para dormir para físico 217 los trabajadores por turnos Ejercicios de estiramiento Drogas, alcohol y trabajo para caminata 219 Mitigadores del estrés Cómo mantener el estrés bajo control 221 ¿Agotado? Recupera el ritmo Supresión del sistema inmunitario 221 Conflicto entre compañeros Aumento del riesgo de enfermedad de trabajo: seis pasos para hacer del corazón y los vasos las paces sanguíneos 221 Cinco consejos para manejar Empeora otras enfermedades 222 el tiempo Signos y síntomas de estrés 222 Conoce a tu jefe: crea Evaluaciones e inmunizaciones 225 una relación sana Pruebas de evaluación Detén la hostilidad: háblalo y procedimientos para adultos 225 Cómo manejar la tecnología Inmunizaciones para adultos 226 Pantallas de computadora Esquema de vacunación infantil y cansancio visual para niños saludables 227 Cómo protegerte a ti mismo 229 Preparación para emergencias 229 EL CONSUMIDOR SALUDABLE Reduce tus riesgos en el camino 231 Tú y tu proveedor de cuidados Reduce los riesgos en tu hogar 231 MU E S T R A VALUACI ÓN PARA de E salud Prevención de caídas 232 Comienza por primaria Exposición al plomo 232 PROH I BI DA SU REPRO Dla Uatención CCI ÓN Cómo encontrar un doctor Envenenamiento por monóxido Especialistas que puedes necesitar de carbono 233 Kits para pruebas médicas en casa Contaminación del aire en interiores 233 El árbol médico de tu familia Lavado de manos 234

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Los medicamentos y tú Cómo ordenar medicamentos por Internet Analgésicos: adecuar la pastilla al dolor Remedios para el resfriado: lo que pueden y no pueden hacer Provisiones médicas para el hogar Complementos dietéticos Los alimentos enteros son la mejor fuente ¿Debes tomar complementos? Vitaminas y minerales: ¿cuántos necesitas? Elección y uso de complementos Medicina complementaria y alternativa Verifica las declaraciones de éxito en el tratamiento Tratamientos herbales Sanar a través de la manipulación y el tacto

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Conexión mente-cuerpo 275 Sistemas que combinan tratamientos 276 Cinco pasos para considerar cualquier tratamiento 278

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El viajero saludable Diarrea del viajero Insolación Ampollas Mal de altura Mareo por movimiento Viajes al extranjero Vacunas para viajar al extranjero Riesgos de los viajes aéreos Preguntas y respuestas Fuentes de información sobre viajes

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ÍNDICE 287 GUÍA RÁPIDA DE REFERENCIA DE SÍNTOMAS

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Emergencias y cuidado de urgencia ● RCP ● Asfixia ● Ataque

cardiaco

● Evento

vascular cerebral

● Emergencias ● Hemorragia

por envenenamiento

grave

Las emergencias no ocurren ● Choque con frecuencia, pero cuando suceden no hay mucho tiem● Reacciones alérgicas po para reaccionar. Para ser eficaz, debes saber qué hacer ● Mordeduras y piquetes cuando una persona parece lesionada, seriamente enferma ● Quemaduras o sufre por alguna causa. Es posible que nunca se requie● Problemas por clima frío ran tus habilidades. Sin embargo, algún día podrías salvar ● Cortadas, raspones y heridas una vida. Toma un curso certificado ● Lesiones oculares de capacitación en primeros auxilios para aprender habi● Enfermedades producidas lidades para salvar la vida, como la RCP, la maniobra de por los alimentos Heimlich y cómo reconocer los signos de ataque cardiaco, Problemas relacionados con el calor choque y lesiones traumáticas. MUESTRAPARA●E VALUACI ÓN Consulta con la Cruz Roja de PROHI BI DASU R● E P RODUCC I ÓN Plantas venenosas tu localidad los servicios de urgencia de la zona, la ofici● Problemas dentales na de seguridad pública o la American Heart Association ● Traumatismos: huesos y músculos para obtener información sobre primeros auxilios y los ● Traumatismos: lesiones en cabeza cursos relacionados que se ofrecen en tu comunidad.


RCP La reanimación cardiopulmonar (RCP) puede salvar vidas en muchas emergencias, incluso cuando la respiración o el latido cardiaco de una persona se han detenido, como cuando se presenta un ataque cardiaco o un casi ahogamiento. La RCP puede mantener el flujo sanguíneo hacia el cerebro y otros órganos vitales hasta que el tratamiento médico pueda restaurar una frecuencia cardiaca normal. En forma ideal, la RCP incluye compresiones de tórax combinadas con respiración de rescate de boca a boca. Pero si no estás capacitado ni seguro de tus habilidades en RCP, realiza RCP sólo con compresiones, a menos que la persona en peligro sea un niño (ver otras excepciones en la parte inferior de la página 3).

Antes de comenzar

Antes de iniciar la RCP, evalúa la situación. ¿Está consciente o inconsciente la persona? • Si la persona está inconsciente, toca o sacude su hombro y pregunta en voz alta: “¿Estás bien?”. Si no hay respuesta y estás solo, llama a tu número local de urgencias y toma un desfibrilador automático externo (DAE) si está disponible. Si hay otras personas contigo, pide que llamen a urgencias y consigan el DAE. • Comienza la RCP hasta que llegue el DAE. Luego enciéndelo y sigue las indicaciones de la voz. • Si estás solo y la víctima es un lactante o un niño de 1 a 8 años de edad, realiza 2 minutos de RCP antes de pedir ayuda o buscar el DAE.

Recuerda tus ABC Recuerda los pasos de la RCP, y piensa en el ABC –vía Aérea, Respiración (breathing en inglés) y Circulación–. VÍA AÉREA: despeja la vía aérea 1. Coloca a la persona boca arriba sobre una superficie firme y arrodíllate junto a su cuello y hombros. 2. Coloca tu palma sobre la frente e inclina suavemente la cabeza hacia atrás. Con tu otra mano, levanta con cuidado el mentón hacia delante para abrir la vía aérea. 3. No tomes más de 10 segundos para revisar si la respiración es normal. Observa si hay movimiento de tórax, escucha si hay sonidos respiratorios y siente si hay respiración con tu mejilla y oído. (El jadeo no es normal.) 4. Si la respiración no es normal y estás capacitado para dar RCP, inicia la respiración de boca a boca (ver más adelante). Si la persona está inconsciente debido a un ataque cardiaco y no sabes dar RCP, inicia la RCP “sólo con compresiones” (ver la parte inferior de la página 3).

RESPIRACIÓN: respira por la persona Ésta puede ser de boca a boca o de boca a nariz si la boca está gravemente lesionada o no puede abrirse. MUESTRAPARAEVALUACI ÓN 1. Con la vía aérea abierta (la cabeza inclinada, el mentón elevado) sujeta las narinas PROHI BI DASU REPRODUCCI ÓN para cerrarlas y cubre la boca de la persona con la tuya para formar un sello. 2. Aplica una respiración (que dura 1 segundo). Si el tórax se eleva, aplica una segunda respiración. Si no es así, repite la técnica de inclinación de cabeza y elevación del mentón; luego, aplica una segunda respiración. 3. Si no hay respiración, tos o movimiento, inicia las compresiones de tórax (página siguiente).

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CIRCULACIÓN: restaura la circulación

*Para niños de 1 a 8 años de edad, usa una o dos manos (según el tamaño del niño) y respira con mayor suavidad. Si estás solo, realiza cinco ciclos (2 minutos) de RCP antes de llamar al número de urgencias.

RCP para lactantes (menores de 12 meses de edad)

Pronuncia fuertemente el nombre del bebé y dale golpecitos en el hombro. No sacudas al niño. Si no hay respuesta, haz que alguien llame a urgencias mientras tú: • Colocas al bebé sobre su espalda en una superficie plana y firme, como una mesa o el piso. • Inclinas con cuidado la cabeza hacia atrás para abrir la vía aérea (figura superior izquierda). En no más de 10 segundos, verifica la respiración: observa el movimiento del tórax, escucha si hay sonidos respiratorios y siente si hay aire sobre tu mejilla u oído. • Si ves alimento o un objeto extraño en la boca, retíralo mediante un barrido con tu dedo (figura central). Ten cuidado de no empujar la comida o el objeto más hacia dentro en la vía aérea del niño.

Si aún no hay respiración, inicia la RCP (como se muestra arriba): • Cubre la boca y la nariz con tu boca. • Aplica dos respiraciones suaves para hacer que el pecho se eleve. • Verifica si hay signos de respiración, tos o movimiento. Si no hay signos, coloca una mano en la frente para mantener la vía aérea del bebé abierta. • Coloca las puntas de dos dedos de tu otra mano en el centro del tórax del bebé sobre el esternón, justo debajo de la línea de los pezones. • Empuja hacia abajo de 1/3 a ½ de la profundidad del tórax. Deja que el tórax recupere su posición normal. Un ciclo es dos respiraciones después de cada 30 compresiones (con una velocidad de 100 compresiones por minuto). Si estás solo, realiza cinco ciclos (cerca de 2 minutos) antes de llamar al número de urgencias.

La RCP sólo con compresiones salva vidas La American Heart Association (AHA) señala que la RCP En su forma más simple, la AHA dice que la RCP sólo con compresiones – sin aplicar las E respiraciones de sólo con compresiones MU STRAP AresRAEV AL UA CI ÓN implica dos pasos que son fáciles cate– puede ser eficaz cuando los testigos la aplican a perde recordar: PR OHI BI DASU RO DUalCnúmero CI ÓNde urgencias. sonas mayores de 8 años de edad cuando presenciaron el REP 1. Llama colapso. Si no confías en poder realizar la RCP tradicional, 2. Aplica compresiones de tórax de alta calidad, empuno temas usar la RCP sólo con compresiones. jando fuerte y rápido en el centro del tórax y sin Intenta llevar a cabo la RCP tradicional (con las resinterrupciones. No te detengas hasta que lleguen los piraciones de rescate) si no presenciaste el evento o si la respondedores médicos de urgencia y te indiquen persona tuvo problemas respiratorios, como ahogamiento cuándo parar. (Ver la parte superior de esta página o sobredosis de drogas, antes del paro cardiaco. sobre las compresiones de tórax.) Emergencias y cuidado de urgencia

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Emergencias y cuidado de urgencia

Si el DAE está disponible de inmediato, enciéndelo y sigue las indicaciones de la voz. De lo contrario, inicia las compresiones torácicas: 1. Coloca el talón de una mano en el centro del tórax, entre los pezones, con tu otra mano sobre ella y los codos estirados.* 2. Usa el peso de tu torso para empujar el tórax hacia abajo de 2.5 a 5.0 cm (1 a 2”), con fuerza y rapidez, 30 veces. (Bombea a una velocidad de 100 veces por minuto –más rápido que una por segundo–.) 3. Aplica dos respiraciones cada 30 compresiones. Éste es un ciclo (recuerda “30, luego 2”). 4. Continúa la RCP hasta que haya signos de movimiento, el DAE esté disponible o los respondedores médicos de urgencia se hagan cargo.


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Síntomas generales ● Vahídos

y desmayos

● Fatiga ● Fiebre ● Dolor ● Trastornos

del sueño

● Sudoración ● Cambios

y olor corporal

de peso

inesperados

Vahídos, desmayos, fatiga, fiebre, dolor, dificultad para dormir, transpiración y cambios inesperados de peso: en la Medicina estos trastornos se llaman síntomas generales porque tienden a afecMUde ESTRAPARAEVALUACI ÓN tar tu cuerpo entero en lugar PROHI BI DASU REPRODUCCI ÓN una parte o sistema específicos del organismo. En esta sección, las causas comunes para cada uno de estos síntomas generales se explican, junto con recomendaciones de autocuidado y consejos de cuándo buscar ayuda médica.


Vahídos y desmayos El vahído tiene muchas causas. Por fortuna, la mayoría de los vahídos son leves, breves e inofensivos. Pueden producirse por muchas causas, incluidos medicamentos, infeccio­ nes y estrés. La palabra vahído de hecho describe diversas sensaciones.

Vértigo y desequilibrio

El vértigo es la sensación de que tú o lo que te rodea está girando. Puedes sentir que la habitación gira a tu alrededor, o tener la sensación de rotación dentro de tu cabeza o tu cuerpo. Por lo general el vértigo está asociado con problemas en el oído interno, el cual tiene un dispositivo ultrasensible para detectar el movimiento. La enfermedad viral, el traumatismo u otras alteraciones pueden hacer que el dispositivo envíe un mensaje falso a tu cerebro. El desequilibrio es la sensación de que debes tocar o sujetarte de algo para mante­ ner tu equilibrio. El desequilibrio grave dificulta estar de pie sin caerse.

Aturdimiento y caídas

El aturdimiento incluye la sensación de ofuscación, de que flotas en el aire o casi te des­ mayas. El desmayo es una pérdida repentina y breve de la conciencia. Ocurre cuando tu cerebro no recibe suficiente sangre ni el oxígeno que ésta transporta. Una vez que te recuestas, la sangre fluye a tu cerebro y recuperas la conciencia en un lapso cercano a un minuto. Los desmayos pueden producirse por trastornos médicos, incluidos la enfermedad del corazón, los ataques graves de tos y los problemas circulatorios. En otros casos, los desmayos pueden estar relacionados con: • Medicamentos para la hipertensión arterial y los latidos cardiacos erráticos. • Sudoración, vómito o diarrea excesivos que resultan en pérdida de líquidos y deshidratación. • Fatiga extrema. • Noticias alarmantes o un estrés inesperado o inusual como ver sangre. Una caída rápida en la presión arterial, llamada hipotensión postural, ocurre cuando uno se levanta rápidamente de una posición sentada o reclinada. Todo el mundo sufre esta reacción en cierto grado. Te sientes aturdido o ligeramente débil, y por lo general esto desaparece en segundos. La reacción también puede ocurrir después de un baño caliente o de que una persona tome su medicamento para la presión arterial. Cuando esto conduce a desmayos o ausencias, es más grave.

Autocuidado

Si te sientes débil o mareado, recuéstate o siéntate. Si te acuestas, eleva tus piernas lige­ ramente para devolver la sangre a tu corazón. Si no puedes recostarte, entonces siénta­ te, inclínate hacia delante y coloca tu cabeza entre tus rodillas.

Prevención

• Levántate y cambia de posiciones poco a poco –en particular cuando voltees de un lado a otro o cuando cambies de estar acostado a estar de pie. Antes de levantarte en la mañana siéntate en el borde de la cama por 1 o 2 minutos. • Baja tu E ritmo. Toma descansos estés activo MU STR AP ARAEcuando VALU AC I ÓNen medios calientes y húmedos. Viste de manera apropiada para las condiciones a fin de impedir el exceso de calen­ PROHI BI DASU REPRODUCCI ÓN tamiento. • Bebe suficientes líquidos para evitar la deshidratación. Intenta beber por lo menos 1.4 a 1.8 L (48 a 64 onzas) por día, a menos que tu médico te indique que limites los líquidos. • No manejes un auto ni operes equipo peligroso si te sientes mareado. • Evita la cafeína, el tabaco, el alcohol y las drogas ilegales. • Revisa tus medicamentos, quizá debas preguntarle a tu médico sobre algún ajuste. 34

Guía de autocuidados de la Clínica Mayo


Ayuda médica

Los síntomas leves que persisten por semanas o meses pueden deberse a enfermedades del sistema nervioso. La náusea, el vómito, el vahído o el vértigo repentinos y la visión doble son síntomas que requieren atención de emergencia, y pueden deberse a sangrado en el cerebro. Dado que los problemas de vahído y equilibrio pueden tener muchas causas diferen­ tes, por lo general el diagnóstico requiere un historial médico completo y diversas prue­ bas. Los tratamientos para el inicio repentino de vértigo pueden incluir medicamentos y evitar posiciones o movimientos que causan mareos. Tu médico también puede sugerir un tratamiento de posicionamiento del oído interno (rehabilitación vestibular).

Busca atención médica de emergencia si:

Si no es una emergencia, llama a tu médico si:

• El trastorno es grave, prolongado (más de unos días o 1 semana) o recurrente • Tomas medicamentos para hipertensión arterial

Cómo mantiene el equilibrio tu cuerpo Mantener el equilibrio requiere una B red compleja de diferentes partes de tu cuerpo. Para mantener el equilibrio, tu cerebro debe coordinar el flujo constan­ C te de información de tus ojos, nervios, músculos y tendones, y del oído interno. Todas estas partes del cuerpo trabajan juntas para ayudar a mantenerte erguido A D y proporcionarte un sentido de estabili­ dad al moverte. Muchos problemas con el mareo se MUESTRAPARAEVALUACI ÓN producen por problemas dentro del oído interno. No obstante, los contratiem­ PROHI BI DASU REPRODUCCI ÓN pos en cualquier parte del sistema que controla tu equilibrio pueden producir E mareos y desequilibrio.

A. El oído interno contiene la estructura primaria del equilibrio. B. El cerebro distribuye e interpreta información hacia y desde tu cuerpo. C. Los ojos registran la posición de tu cuerpo y sus alrededores. D. Cuando tocas cosas, los sensores de tu piel te dan información sobre tu entorno. E. Los músculos y las articulaciones informan a tu cerebro sobre el movimiento corporal.

Síntomas generales

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Síntomas generales

• Hubo cualquier pérdida de la conciencia. • Los desmayos o el vahído van acompañados por síntomas como dolor en el tórax o la cabeza, problemas para respirar, adormecimiento o debilidad o parálisis continuas, latido cardiaco irregular, nueva confusión, disminución de la capacidad de respuesta, pérdida de la memoria, convulsiones, problemas para hablar, problemas con la visión o la coor­ dinación, sangre en heces (en ocasiones indicada por heces negras tipo alquitrán) u otros signos de pérdida sanguínea, o náusea o vómito. Hasta que llegue la ayuda médica, si la persona está acostada, colócala sobre su espal­ da. Si crees que la persona está a punto de vomitar, ruédala sobre su costado. Eleva las piernas por arriba del nivel de la cabeza. Si la persona se desmaya y permanece sentada, acuéstala de inmediato. Afloja la ropa apretada. Escucha los sonidos respiratorios. Si están ausentes, el problema es más grave que un desmayo, y debes iniciar la RCP. (Ver “RCP”, página 2.)


MUESTRAPARAEVALUACI ÓN PROHI BI DASU REPRODUCCI ÓN


Problemas comunes ● Espalda

y cuello

● Aparato

digestivo

● Oídos ● Ojos

y audición

y visión

● Dolor

de cabeza

● Extremidades,

músculos,

huesos y articulaciones ● Pulmones,

tórax

y respiración ● Nariz ● Piel,

y senos paranasales

cabello y uñas

La mayoría de los dolores y ● Garganta y boca las enfermedades no son graves. A menudo los remedios ● Salud de los hombres simples combinados con el tiempo pueden ayudar a resol● Salud de las mujeres ver el problema y ahorrarte una consulta médica. Desde luego, si el problema persiste, o si los remedios simples no ayudan, debes buscar ayuda médica. Esta sección está organizada principalmente por sisMUESTRAPARAEVALUACI ÓN tema corporal. Cada sección incluye varias enfermedades PROHI BI DASU REPRODUCCI ÓN o síntomas junto con consejos de autocuidado y sugerencias sobre cuándo consultar al doctor. La salud de los niños (“Cuidado de los niños”) también se incluye donde es apropiado a lo largo de la sección.


Espalda y cuello Casi todo el mundo tiene problemas en la espalda en algún momento. El dolor de espalda manda a muchas personas con el médico cada año. Por fortuna, puedes hacer cosas para prevenir los problemas de espalda, y puedes hacerlas con mayor eficacia si sabes un poco acerca de tu espalda. La espalda apoya tu cuerpo. Sostiene y protege tu médula espinal y los nervios que envían señales hacia delante y hacia atrás desde el cerebro al resto de tu cuerpo. Y esto tiene la función de unir los músculos y los ligamentos de la espalda.

Anatomía

Cervicales

Torácicas

Lumbares Sacras Coccígeas

Tu espina dorsal, o columna vertebral, no es un solo hueso, sino muchos. Si observas una columna vertebral sana desde un lado, ésta se curva hacia dentro en el cuello y la parte baja de la espalda y hacia fuera en la parte superior de la espalda y la pelvis. Vértebras. La espina dorsal, o columna vertebral, está compuesta de huesos llamados vértebras, que se sostienen juntos a través de bandas resis­ tentes y fibrosas denominadas ligamentos. La columna vertebral adulta normal consta de siete vértebras cervicales (del cuello), 12 torácicas (espalda media) y cinco grandes vértebras lumbares (espalda baja). Las vértebras lumbares son las más grandes porque sostienen la mayor parte del peso corporal. El sacro, formado por cinco vértebras fusionadas entre sí, está por debajo de las vértebras lumbares. Las últimas tres vértebras, que también están fusionadas, se denominan cóccix. Médula espinal. La médula espinal, parte del sistema nervioso central, se extiende desde la base del cráneo hasta la parte inferior de la espalda a través del canal espinal óseo. Dos nervios (nervios espinales) salen a cada nivel vertebral. En la parte lumbar superior de la espalda, donde termina la médula espinal, un grupo de nervios (cauda equina) continúa hacia abajo del canal espinal. Los nervios espinales salen de las aberturas (forámenes) Vértebra en cada lado de las vértebras, uno lleva al lado derecho del cuerpo y el otro Disco al izquierdo. En total hay 31 pares de estos nervios espinales en la espalda y el cuello. Discos. Entre las vértebras, y cerca del punto de salida de cada par de nervios espinales, se encuentran los discos intervertebrales. Estos dis­ cos evitan que las vértebras duras y huesudas entrechoquen cuando cami­ nas, corres o saltas. También permiten que la columna vertebral se mueva en todas las direcciones –se tuerza, doble y extienda–. Un disco está cons­ tituido de un anillo de tejido resistente y fibroso que tiene una sustancia gelatinosa en el centro. Músculos. Los músculos son como bandas elásticas que suben y bajan sobre tu espalda y sostienen tu columna. Se contraen o relajan para ayudarte a estar de pie, girar, doblarte o estirarte. Los tendones conectan los ­músculos a los huesos. Los músculos de tu abdomen y tronco sostienen, protegen y mueven a tu columna.

Problemas de dolor

MU Etu ST RAPseApuede RAE VAL UAC Ó N se desgastan y los espacios entre Con la edad columna volver rígida, losI discos las vértebras estrecharse. Estos cambios parte PROHpueden I BI DA SU RE PRO DUCson CI ÓNdel proceso de envejecimiento, pero no son necesariamente dolorosos. A medida que el cartílago que amortigua las articu­ laciones se desgasta, los huesos pueden rozar uno con otro, y puedes sentir el dolor de la artritis. Sin embargo, con frecuencia es difícil señalar la causa del dolor de espalda debido a la complejidad de esta estructura.

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Guía de autocuidados de la Clínica Mayo


■ Problemas comunes en espalda y cuello

La parte baja de tu espalda, un punto de pivote para girar la cintura, es vulnerable a tirones musculares.

La parte baja de tu espalda soporta la mayor parte de tu peso. Entre personas de 40 años de edad o más es el sitio más frecuente de dolor de espalda. Sin embargo, las torceduras y los desgarres pueden lesionar cualquier parte de tu cuello o espalda. Las causas de dolor en espalda y cuello incluyen: • Levantar pesos de manera inadecuada (ver “Levantar objetos de forma correcta”, página 54) • Un esfuerzo físico repentino y agotador; un accidente, una lesión deportiva o una caída • Falta de tono muscular • Peso excesivo, en especial alrededor de la parte media del cuerpo • Tu posición para dormir, en especial si duermes boca abajo • Sentarse en una posición durante largo tiempo; malas posturas para sentarse y estar de pie • Una almohada que fuerza tu cuello en un ángulo extraño • Sostener el teléfono con tu hombro • Llevar un portafolio, bolsa, morral o mochila pesado • Sentarse con una cartera gruesa en la bolsa trasera del pantalón • Sostener una posición agachada durante largo tiempo • El estrés y la tensión cotidianos • La relajación de músculos y ligamentos durante el embarazo Quizá te sientas dolorido justo después de lastimarte un músculo, o tal vez te tome varias horas. Un músculo lesionado puede tensarse o “anudarse” de manera incontrolable (espas­ mo muscular). Tu cuerpo te está indicando que reduzcas el ritmo y evites lesiones adiciona­ les. Un espasmo muscular grave puede durar de 48 a 72 horas, seguido por días o semanas de un dolor menos intenso. El uso vigoroso de un músculo lesionado durante las próximas 3 a 6 semanas puede hacer que el dolor regrese. No obstante, la mayor parte del dolor desapa­ rece en pocas semanas. A medida que envejeces, el tono y la fuerza muscular tienden a reducirse, y tu espalda es más sensible a dolores o lesiones. Mantener tu flexibilidad y fuerza y conservar tus músculos abdominales fuertes son tus mejores opciones para evitar problemas de espalda. Pasar 10 a 15 minutos diarios haciendo ejercicios suaves de estiramiento y fortalecimiento puede ayudar.

Autocuidado

Es posible sanar más rápido si puedes continuar tus actividades acostumbradas en una manera suave mientras evitas lo que puede haber causado el dolor en primer lugar. Evita los periodos prolongados de reposo en cama, que pueden empeorar tu dolor y debilitarte. Con el cuidado adecuado de un desgarre o torcedura debes notar la mejoría en el lapso de las primeras 2 semanas. Casi todas las formas de dolor agudo de espalda mejoran en 4 a 6 semanas. Los esguinces en ligamentos o los desgarres graves en los músculos pueden tomar hasta 12 semanas para sanar. Una vez que adquieres el dolor de espalda, tienes mayor tendencia a presentar episodios dolorosos repetitivos. Sigue estos pasos de cuidado en casa: • Usa compresas frías al inicio para aliviar el dolor. Envuelve un paquete helado o una bolsa de vegetales congelados en un trozo de tela. Sostenlo en el área dolorida durante 15 minutos cuatro veces al día. Para evitar el congelamiento, nunca lo apliques de manera directa sobre tu piel. • Es posible que estés más cómodo si te recuestas boca arriba sobre el piso, con las cade­ MU ES TRAflexionadas, PARAEV AL UACelevadas. I ÓN Reposa lo más que puedas, pero ras y las rodillas y las piernas evita enO cama –más deN un día o dos puede retrasar la recupe­ P ROpermanecer HI BI DAlargo SUtiempo REPR DUC CI Ó ración–. El movimiento moderado mantiene tus músculos fuertes y flexibles. Evita la actividad que causó el desgarro o la torcedura. Evita levantar, empujar o jalar objetos pesados, agacharte o girar la cintura de manera repetitiva.

Problemas comunes

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Problemas comunes

“Si no duele, no hay ganancia” −¡No es cierto!


Autocuidado

• Después de 48 horas puedes usar calor para relajar los músculos doloridos o con­ traídos. Usa un baño tibio, compresas calientes, un cojín eléctrico o una lámpara de calor; ten cuidado de no quemar tu espalda con calor extremo. Pero si sientes que el frío proporciona más alivio que el calor, puedes continuar con el frío o combinar ambos métodos. • Inicia ejercicios suaves de estiramiento de manera paulatina. Evita los movimientos repentinos, rebotar o cualquier actividad que aumente el dolor o requiera esfuerzo excesivo. • Usa analgésicos OTC (ver la página 259). • El masaje puede ser útil, en especial para los espasmos musculares, pero evita colo­ car presión directamente sobre tu columna. • Si debes permanecer de pie o sentado gran parte del día, considera usar un corpiño o corsé de soporte. Si se usan de forma adecuada pueden aliviar tu dolor y propor­ cionar calor, confort y sostén. No obstante, depender de este tipo de apoyo por largo tiempo evita que uses, estires y ejercites tus músculos.

Ayuda médica

Aunque es raro, el dolor en la espalda o el cuello puede resultar de un problema grave como cáncer, infección, artritis inflamatoria y otras enfermedades. El dolor que empeo­ ra o permanece constante durante 1 mes o más debe ser investigado por un médico. Busca atención médica inmediata si tu dolor: • Es grave, progresivo o prolongado (dura más de 1 mes). • Resulta de una lesión. No intentes mover a alguien con dolor grave de cuello o que no pueda mover sus brazos o piernas después de un accidente. Mover a la persona puede causar mayores lesiones. • Produce debilidad, dolor o adormecimiento en uno o ambos brazos o piernas. • Es nuevo y va acompañado por una fiebre o pérdida de peso inexplicable. • Es constante y empeora por la noche. • Va acompañado de presión arterial mal controlada, un aneurisma aórtico abdominal, cáncer o la pérdida repentina del control de la vejiga o el intestino. Los nervios hacia la mayor parte de tu cuerpo viajan a través de tu espalda. En ocasiones el dolor en espalda o cuello puede ser producto de un problema en alguna otra parte de tu cuerpo. Tu proveedor de cuidados de la salud puede hacer pruebas para determinar la causa de tu dolor.

Cuidado de los niños

El dolor en la espalda baja es raro en los niños antes de la adolescencia. Las causas comunes para el dolor en espalda son las lesiones deportivas, las caídas o las mochilas pesadas. Asegúrate de que los programas atléticos de tu hijo: • Usen el equipo protector adecuado • Tengan entrenadores competentes • Realicen suficientes actividades de calentamiento y acondicionamiento Si tu hijo lesionado no ha perdido la conciencia, puede moverse con libertad y no presenta adormecimiento ni debilidad, utiliza los consejos de autocuidado que apare­ cen en la página 51 y arriba. Ten cuidado de evitar el exceso de frío o calor. Verifica la administración de dosis infantiles adecuadas para los analgésicos. No les proporciones aspirinas a los niños. Si el dolor no se relaciona con una lesión u otra causa conocida, tu médico puede MU ESTsiRno Ahay PA RAEV Aespecial LUAC Ó querer verificar infección (en siI tu N hijo tiene fiebre) o factores en el desarrollo de tu hijo que puedan causar el dolor. P ROHI BI DASU REPRODUCCI ÓN Los signos de advertencia de problemas graves de espalda en niños incluyen dolor continuo que persiste varias semanas o se presenta por la noche; dolor que interfiere con la escuela, el juego o los deportes; y dolor que ocurre con rigidez y fiebre.

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Guía de autocuidados de la Clínica Mayo


■ Otros problemas de espalda y cuello Los problemas de espalda y cuello a menudo no resultan de un incidente aislado. Pueden ser el producto de una vida entera de estrés y desgaste sobre tu espalda y cuello. Si tienes dolor cróni­ co de espalda, tu proveedor de cuidados de la salud puede buscar los siguientes trastornos. Espolón óseo Osteoartritis. La forma más común de artritis, que suele ocurrir en adultos mayores. El envejecimiento provoca que el tejido protector que cubre la superficie de las articulaciones ver­ Disco aplanado tebrales se deteriore. Los discos entre las vértebras se desgastan, y el espacio entre los huesos se estrecha. Se pueden desarrollar crecimientos óseos llamados espolones, los cuales pueden o no ocasionar dolor. Poco a poco tu columna puede volverse rígida y perder flexibilidad. Osteoporosis. Es el debilitamiento de tu estructura ósea a medida que el calcio en tus Osteoartritis huesos disminuye. Las vértebras debilitadas se comprimen y fracturan con facilidad. Los medicamentos pueden retardar o suspender este proceso. Las personas mayores de 50 años de edad, en especial las mujeres, se encuentran en mayor riesgo. Un disco protuberante es aquél en el cual las capas externas resistentes del disco simple­ mente sobresalen hacia el canal espinal. Los discos protuberantes son comunes, con frecuencia Vértebras comprimidas indoloros, y por lo general se consideran parte del proceso normal de envejecimiento. Un disco herniado (también llamado disco roto o deslizado) es aquél en el que el disco se agrieta y una parte blanda del interior se ha filtrado. Puede causar dolor cuando presiona los nervios Fractura cercanos, como el ciático (ciática), que se extiende hacia abajo de la parte posterior de la pier­ Osteoporosis na. Los síntomas pueden resolverse en días o semanas. En ocasiones el padecimiento se vuelve crónico y puede conducir a debilidad o adormecimiento en las piernas. Pueden ocurrir proble­ mas semejantes en el cuello, lo cual produce dolor, debilidad, adormecimiento y hormigueo en brazos, piernas o ambos. Nervio pellizcado Disco herniado

La cirugía por lo general se reserva para los casos en que un nervio se pellizca y amenaza con causar debilidad permanente o afecta el control del intestino o la vejiga. El dolor de espalda sin lesiones nerviosas no se suele tratar con cirugía. La debilidad o el dolor en brazos o piernas que persiste durante más de 6 semanas a pesar de otro tratamiento puede aliviarse con cirugía.

■ Cómo evitar lesiones de espalda en el sitio de trabajo Puedes prevenir muchos problemas en la espalda si sigues estos lineamientos: • Cambia de posición con frecuencia. • Evita los tacones altos. Si permaneces de pie durante periodos largos, descansa un pie de vez en cuando sobre una caja o un banco pequeño. • Usa equipo ajustable. Encuentra posiciones cómodas (más que extremas). • No te agaches continuamente sobre tu trabajo. Sostén los materiales de lectura a la altura de los ojos. • Evita la repetición excesiva. Toma descansos breves frecuentes para estirarte o relajarte –incluso 30 segundos cada 10 a 15 minutos ayudan. • Evita agacharte, girar la cintura o estirarte hacia arriba si no es necesario. • Levántate para contestar el teléfono. Si usas mucho este aparato, consigue unos audífonos. MUE Ssilla TRde Amanera PARA Etus VA LU CI ÓN • Ajusta tu que pies seA apoyen en el piso. Cambia la posición de las piernas frecuencia. P ROHcon I BI DASU REPRODUCCI ÓN • Usa una silla que sostenga la curva inferior de tu espalda o coloca una toalla enrollada o un cojín debajo de esta parte de tu espalda. El asiento de tu silla no debe presionar la parte posterior de tus rodillas. • Levanta los objetos de modo apropiado (ver la página 54) y llévalos cerca de tu cuerpo. • Mantente en forma. La mala condición física, el exceso de peso y el tabaco aumentan tu r­ iesgo de lesiones de espalda y disminuyen la capacidad de tu cuerpo para sanarse por sí mismo.

Problemas comunes

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Problemas comunes

Disco herniado

Cirugía


■ Prevención de dolores comunes en espalda y cuello El ejercicio regular es tu arma más poderosa contra los problemas de espalda y cuello. El ejercicio adecuado puede ayudarte a: • Mantener o aumentar la flexibilidad de tus músculos, tendones y ligamentos • Fortalecer los músculos que sostienen tu espalda • Aumentar la fuerza muscular en tus brazos, piernas y parte inferior de tu cuerpo para reducir el riesgo de caídas al igual que otras lesiones y permitir la postura ópti­ ma para levantar y cargar • Mejorar tu postura y aumentar la densidad ósea • Perder el exceso de peso que causa estrés en tu espalda Si eres mayor de 40 años de edad o tienes una enfermedad o lesión, verifica con tu médico antes de iniciar un programa de ejercicio. Si has perdido condición, comienza despacio. Los ejercicios que son buenos para tu espalda incluyen: • Ejercicios de fortalecimiento abdominal y de piernas • Ejercicio de bajo impacto en una bicicleta estacionaria, una caminadora o una máqui­ na de esquí a campo traviesa. El ciclismo es bueno, pero asegúrate de que el asiento de tu bicicleta y los manubrios estén ajustados de manera adecuada para mantenerte en una posición cómoda. Incluso después de varios episodios de dolor en espalda baja o cuello, el ejercicio ade­ cuado puede reducir de manera significativa tu riesgo de ataques de dolor. Si tienes pro­ blemas de espada o estás fuera de forma, evita las actividades que implican altos y avances rápidos y demasiados giros de cintura. Las actividades de alto impacto sobre superficies duras –como trotar, tenis, racquetball y baloncesto– pueden causar desgaste en la espalda. Intenta evitar las caídas y evita los deportes de contacto.

Levantar objetos de forma correcta

1 2 3

Sigue estos pasos: 1. Posición. Coloca tus pies con firmeza, con los dedos dirigidos ligeramente hacia fuera, un pie un poco más adelante que el otro. Colócate lo más cerca de la carga que te sea posible. 2. Dobla las rodillas y usa los poderosos músculos de tus piernas para levantar la carga. Mantén tu espalda lo más erecta posible. Al levantar, aprieta los músculos abdominales que sostienen tu columna. 3. Sostén la carga cerca de tu cuerpo. Evita voltear o girar tu cintura mientras sostienes la carga. Evita levantar cargas pesadas por arriba de tu cintura.

Posiciones adecuadas para dormir

MUESTRAPARAEVALUACI ÓN Para evitar agravar tuI espalda PROHI BI DASU R EP ROD UCC Ó N cuando duermes o te

recuestas, duerme boca abajo sólo si tu abdomen está apoyado sobre una almohada (arriba). Si duermes sobre tu espalda, sostén tus rodillas y cuello con almohadas (centro). La mejor opción: dormir de costado con tus piernas ligeramente dobladas hacia tu tórax con una almohada entre tus piernas (abajo).

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Guía de autocuidados de la Clínica Mayo


■ Tu rutina diaria para la espalda Estos ejercicios estiran y fortalecen tu espalda y los músculos que la sostienen. El ejercicio debe ser cómodo y no causar dolor. Trata de integrar por lo menos 15 minutos de ejercicio para la espalda en tu rutina diaria. Realiza cada ejercicio tres o cuatro veces, luego aumenta tu objetivo con el tiempo. (Si te has lastima­ do antes la espalda, o tienes problemas de salud como osteoporosis, habla con tu médico antes de hacer estos ejercicios.)

Presión de omóplatos. Siéntate erguido en una silla. Mantén tu mentón hacia dentro y los hombros abajo. Jala para juntar tus omóplatos y estira (pero sin arquear) la parte superior de tu espalda. Sostén durante unos segundos. Regresa a la posición inicial. Repite varias veces.

Estiramiento de gato. Paso 1. Colócate apoyado sobre tus manos y rodillas. Lentamente deja que tu espalda y abdomen cuelguen hacia el piso.

Semisentadilla. Acuéstate boca arriba sobre el suelo u otra superficie firme con tus rodillas dobladas y los pies apoyados. Con tus brazos estirados, trata de tocar tus rodillas con tus manos hasta que tus omóplatos no toquen el piso. No sujetes tus rodillas. Sostén por unos segundos y regresa despacio a la posición inicial. Repite varias veces.

Problemas comunes

Estiramiento de rodilla al pecho. Acuéstate boca arriba sobre el piso u otra superficie firme con tus rodillas dobladas y los pies bien apoyados. Jala tu rodilla izquierda hacia tu pecho con ambas manos. Sostén por 15 a 30 segundos. Regresa a la posición inicial. Repite con la pierna opuesta. Repite con cada pierna tres o cuatro veces.

Estiramiento de gato. Paso 2. Arquea lentamente tu espalda alejándola del piso. Repite los pasos 1 y 2 varias veces.

MUESTRAPARAEVALUACI ÓN PROHI BI DASU REPRODUCCI ÓN Levantamiento de piernas. Paso 1. Colócate boca abajo sobre una superficie firme con una almohada grande bajo tus caderas y la parte inferior de tu abdomen. Mantén tu rodilla doblada, levanta tu pierna ligeramente de la superficie y sostén cerca de 5 segundos. Repite varias veces con cada pierna.

Levantamiento de piernas. Paso 2. Con tus piernas estiradas, levanta una de ellas ligeramente de la superficie y sostén durante cerca de 5 segundos. Repite varias veces con cada pierna.

Problemas comunes

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MUESTRAPARAEVALUACI ÓN PROHI BI DASU REPRODUCCI ÓN


Enfermedades específicas ● Alergias

respiratorias

● Trastornos

tiroideos

● Artritis ● Asma ● Cáncer ● Diabetes ● Enfermedad

cardiaca

● Hepatitis ● Hipertensión ● Infecciones

arterial

de transmisión sexual

Muchas de las enfermedades y afecciones médicas que se analizan en esta sección son comunes, pero requieren el examen y el seguimiento de un médico para su diagnóstico y tratamiento correctos. En esta sección encontrarás lineamientos generales sobre ÓN la prevención y el manejoMU de ESTRAPARAEVALUACI estas enfermedades. En P alguROHI BI DASU REPRODUCCI ÓN nos casos se incluyen nuevos tratamientos. Consulta a tu médico respecto a lo que es adecuado para ti.


Alergias respiratorias ¿Desarrollas irritación y lagrimeo en los ojos, o se te tapa la nariz y tiene escurrimiento durante la misma temporada cada año? ¿Estornudas con frecuencia cuando estás cerca de animales o en el trabajo? Si respondiste de manera afirmativa a cualquiera de estas preguntas, puedes ser uno de las millones de personas con alergia (ver “Reacciones alérgicas”, página 12, y “Urticaria”, página 123).

Las reacciones alérgicas y la respuesta inmunitaria

Una alergia es una reacción excesiva de tu sistema inmunitario ante una sustancia inofensiva en otros aspectos, como el polen o la caspa de las mascotas. El contacto con esta sustancia, llamada alérgeno, desencadena la producción del anticuerpo inmunoglobulina E (IgE). La IgE hace que las células inmunitarias en el recubrimiento de tus ojos y tus vías aéreas liberen sustancias inflamatorias, incluida la histamina. Cuando estas sustancias se liberan, producen síntomas semejantes a la alergia – comezón, enrojecimiento e inflamación en ojos, goteo nasal o nariz tapada, estornudos y tos frecuentes, urticaria o ronchas en la piel. Esta reacción alérgica causa o agrava algunas formas de asma (ver la página 165). Hay sustancias al aire libre y en interiores que pueden causar reacciones alérgicas. Los alérgenos más comunes son inhalados: • Polen. Primavera, verano y otoño son las temporadas productoras de polen en muchos climas, con exposición a polen transportado por el aire de árboles, pastos y hierbas. • Ácaros del polvo. El polvo doméstico alberga muchos alergénicos, incluidos polen y mohos, pero el mayor detonador de alergias es el ácaro del polvo. Se pueden encontrar miles de estos insectos microscópicos en una pizca de polvo doméstico. Este polvo puede causar síntomas de alergia durante todo el año. • Caspa de animales. Los perros, y en especial los gatos, son los animales que producen reacciones alérgicas con más frecuencia. La caspa de animal (descamación de la piel), su saliva, su orina y, en ocasiones, su pelo son las principales causas. • Mohos. Muchas personas son sensibles a esporas de moho transportadas por el aire. Los mohos de exteriores producen esporas principalmente en el verano y al inicio del otoño en climas nórdicos y todo el año en climas subtropicales y tropicales. Los mohos de interiores producen esporas todo el año.

Cómo encontrar las causas

No está claro por qué algunas personas se vuelven sensibles a los alérgenos, pero los médicos saben que la tendencia a desarrollar alergias es hereditaria. No obstante, tú y tus parientes no necesariamente serán sensibles a los mismos alérgenos. Si tus síntomas son leves, los medicamentos que no requieren receta (OTC) pueden ser todo lo que necesitas. Pero si tus síntomas son persistentes o molestos, consulta a tu médico. Para diagnosticar las alergias con precisión, tu médico necesitará saber sobre tus: • Síntomas •  Ambiente de trabajo • Problemas médicos pasados •  Posible exposición a alérgenos • Condiciones vida • L Historial médico MUESTde RA Ppasadas ARAEVA UACI Ó N familiar y actuales •  Dieta, estilo de vida y hábitos recreativos P ROHI BI DASU REPRODUCCI ÓN Los siguientes pasos suelen ser un examen físico y pruebas en la piel. Durante una prueba cutánea, gotas diminutas y diluidas de los posibles alérgenos se aplican en tu piel. Luego se hacen pequeñas punciones a través de las gotitas. Si tu respuesta a un alérgeno es positiva, una reacción cutánea semejante a una picadura de mosquito o una roncha pequeña aparece en 20 minutos. El resultado positivo de una prueba en piel sólo significa que podrías ser alérgico a una sustancia particular.

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Guía de autocuidados de la Clínica Mayo


La diferencia entre resfriados y alergias

Muchas personas confunden alergias con resfriados, pero con un resfriado por lo general los síntomas desaparecen en unos cuantos días. Si tienes alergias, los síntomas pueden aumentar bajo ciertas condiciones o puede parecer que nunca terminan. La fiebre del heno (rinitis alérgica) es una alergia común. Los síntomas con frecuencia aparecen durante la temporada de polen –primavera, verano u otoño–. Los signos y los síntomas incluyen: • Nariz tapada o goteo nasal •  Estornudos frecuentes • Comezón en ojos, nariz, garganta o paladar • Tos

Autocuidado

El mejor método para manejar las alergias es conocer y evitar los detonadores.

Polen

• Date una ducha y cambia de ropa al entrar a tu casa después de exponerte al exterior. Usa acondicionadores de aire con buenos filtros. Cambia el filtro cada mes. • Usa una máscara de polen cuando salgas al aire libre y para el trabajo de jardín. • Vacaciona fuera de la región durante la temporada alta del polen.

Polvo o moho

• Limita tu exposición al limpiar tu casa por lo menos una vez a la semana. Usa mascarilla mientras limpias o haz que alguien más limpie por ti. • Envuelve colchones y almohadas en cubiertas a prueba de polvo o que bloqueen alérgenos. • Considera reemplazar los muebles tapizados con cuero o vinilo, y las alfombras con madera, vinilo o mosaico (en particular en las recámaras). • Mantén la humedad en el interior entre 30 y 50%. Usa una campana de ventilación en la cocina y el baño y un deshumidificador en el sótano. • Cambia los filtros del calentador cada mes. Asimismo, considera instalar un filtro de aire particulado de alta eficiencia (HEPA) en tu sistema de calefacción. • Limpia los humidificadores y deshumidificadores con frecuencia para evitar el crecimiento de mohos y bacterias.

Mascotas

• Evita las mascotas con pelo o plumas. Si eliges conservar una mascota peluda, mantenla fuera de la recámara y en un área de tu hogar que se limpie con facilidad. Mantén a tu mascota en el exterior tanto como sea posible.

Ayuda médica

Enfermedades específicas

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Enfermedades específicas

Habla sobre los medicamentos con tu médico. Los antihistamínicos se usan para controlar los estornudos, el goteo nasal y la comezón en ojos o garganta. Precaución: algunos tipos de ellos pueden causar somnolencia. Los descongestivos pueden reducir la congestión, lo que te permite respirar con mayor facilidad. Los descongestivos pueden causar palpitaciones cardiacas o aumentar la presión arterial. Los aerosoles nasales están disponibles como OTC y por prescripción: • Corticoesteroides. Disponibles por prescripción, alivian la congestión cuando se usan todos los días, pero pueden tardar por lo menos 1 semana para lograr su eficacia total. • Cromolín sódico. El aerosol nasal con cromolín sódico está disponible como OTC y puede MUE STlos RA PARAcomo EVA UACI evitar tanto estornudos laL comezón yÓ elN goteo nasal ocasionados por alergias leves moderadas. P ROaH I BI DASU REPRODUCCI ÓN • Salina. Los aerosoles nasales OTC con solución de agua salada alivian la congestión leve y aflojan el moco. • Decongestivos. Estos aerosoles no están destinados para aliviar los síntomas de alergia crónica. Evítalos o úsalos poco por no más de 2 o 3 días. Las inyecciones para alergia (inmunoterapia) implican inyectar cantidades pequeñas de alérgenos para insensibilizar tu sistema inmunitario a los alérgenos, por lo general en un lapso de 3 a 5 años.


MUESTRAPARAEVALUACI ÓN PROHI BI DASU REPRODUCCI ÓN


Salud mental ● Conducta

adictiva

● Trastornos

de ansiedad

● Depresión ● Violencia ● Pérdida

doméstica

de la memoria

Esta sección examina un interMUESTRAPARAEVALUACI ÓN valo de asuntos que afectan la salud mental de millones deHI PRO BI DASU REPRODUCCI ÓN personas y sus familias. Obtén información útil sobre cómo enfrentar la conducta adictiva, la ansiedad y los trastornos de pánico, así como la depresión, el abuso doméstico y la pérdida de la memoria.


Conducta adictiva Puedes volverte adicto a muchas sustancias y prácticas. Las características principales de la conducta adictiva incluyen una necesidad compulsiva por usar una sustancia adictiva o participar en la actividad, un control deficiente como resultado del uso o la actividad, y el uso o actividad continuos a pesar de las consecuencias adversas. En esta sección se analizan la dependencia del alcohol, el tabaco, los fármacos y los juegos de apuestas compulsivos.

■ Abuso del alcohol y alcoholismo El abuso del alcohol y el alcoholismo (dependencia del alcohol) causan problemas sociales, económicos y de salud pública importantes. Cerca de 18 millones de personas adultos abusan del alcohol o son dependientes de éste. Cada año, cerca de 80 000 personas mueren por casas relacionadas con el alcohol. El alcoholismo cuesta miles de millones de dólares cada año en productividad perdida y gastos de salud.

Cómo actúa el alcohol en tu cuerpo

Hígado normal

Hígado cirrótico La ingestión excesiva de alcohol puede dañar tejidos corporales, en particular el hígado. El uso excesivo puede provocar la cicatrización de éste, llamada cirrosis.

Cuando bebes alcohol, éste deprime tu sistema nervioso central al actuar como sedante. En algunas personas, la reacción inicial puede ser la estimulación, pero entre más bebes, mayor es la sedación. En un inicio el alcohol afecta las áreas del pensamiento, la emoción y el juicio. En cantidades suficientes, el alcohol afecta el habla y la coordinación muscular. Si se toma en cantidades suficientemente grandes, el alcohol es un veneno letal –puede causar coma mortal al deprimir de manera grave los centros vitales del cerebro–. El uso excesivo del alcohol puede producir diversos efectos dañinos en el cerebro y el sistema nervioso. También puede dañar gravemente el hígado, el páncreas y el sistema cardiovascular. El uso del alcohol en embarazadas puede dañar al feto.

Estar “ebrio” o intoxicado

Los efectos intoxicantes del alcohol se relacionan con la concentración de éste en la sangre. Por ejemplo, si no acostumbras consumir alcohol y la concentración de alcohol en tu sangre es de más de 100 miligramos por decilitro de sangre (mg/dL), o 0.10%, puedes estar bastante intoxicado y tener dificultad para hablar, pensar y moverte. A medida que el nivel de alcohol en sangre aumenta, la confusión leve puede dar lugar al estupor y, por último, al coma. Los bebedores regulares desarrollan una tolerancia hacia el alcohol. Tu talla corporal, porcentaje de grasa en el cuerpo, velocidad al beber y tolerancia al alcohol afectan la manera en que respondes a éste. Las mujeres suelen tener una mayor concentración de alcohol en la sangre por bebida que los hombres debido a que tienen más tejido graso en el cuerpo, el cual absorbe el alcohol con mayor rapidez. La mayoría de los estados definen la intoxicación legal como un nivel de alcohol en sangre de 0.08% (igual a 80 mg/dL) o más, pero bajo ciertas circunstancias los límites pueden ser menores. Algunos estados requieren que los conductores menores de 21 años de edad tengan un nivel de alcohol en sangre de cero. Incluso con niveles muchos menores que el límite legal puedes perder coordinación y velocidad para reaccionar.

MUESTRAPARAEVALUACI ÓN ROHI BI D U RE OD CCalcohol I ÓN y su nivel en sangre llega a UnaP “borrachera” esA unS patrón enP elR que seU bebe ¿Qué es una “borrachera”?

0.08% o más. Por lo general este patrón de consumo significa cinco o más bebidas en una sola ocasión para los hombres o cuatro o más bebidas para las mujeres, por lo regular dentro de un lapso de 2 horas. La borrachera se asocia con los mismos riesgos mayores para la salud antes señalados, y es la causa principal de envenenamiento por alcohol, que se ha convertido en un problema grave, incluso mortal, en algunos planteles universitarios. 188

Guía de autocuidados de la Clínica Mayo


Los problemas por beber en personas que no tienen todas las características del alcoholismo con frecuencia se denominan como abuso del alcohol o problemas con la bebida. Estos individuos beben en exceso, lo que resulta en problemas de salud y sociales, pero no dependen del alcohol y no han perdido por completo el control sobre su uso.

¿Qué es el alcoholismo?

El alcoholismo es una enfermedad crónica. A menudo es progresiva y fatal. Se caracteriza por periodos de preocupación con el alcohol y la incapacidad para controlar la ingestión de alcohol. El uso continúa a pesar de las malas consecuencias. La mayoría de las personas que dependen del alcohol niegan que sea un problema. Otros signos incluyen: • Beber solo o en secreto • No recordar conversaciones o compromisos • Convertir en un ritual el consumo de bebidas, antes, con o después de la comida y molestarse cuando este ritual se interrumpe o cuestiona. • Perder interés en actividades y pasatiempos que solían proporcionar placer • Irritabilidad a medida que la hora acostumbrada de beber se acerca, en especial si el alcohol no está disponible • Mantener el alcohol en sitios extraños en la casa, el trabajo o el auto. • Beber de un solo trago, ordenar bebidas dobles, intoxicarse para sentirse bien o “normal” • Tener problemas con las relaciones, el empleo, las finanzas o asuntos legales • Tomar un “despertador” matutino para “calmar los nervios”.

■ Tratamiento del abuso del alcohol y el alcoholismo La mayoría de las personas que abusan del alcohol y aquellos que dependen de él entran al tratamiento de manera renuente y niegan el problema. Con frecuencia es necesario presionarlos, como por ejemplo al requerir el tratamiento después de un arresto por conducir mientras estaban intoxicados. Los problemas de salud también pueden requerir tratamiento. La intervención ayuda a las personas a reconocer y aceptar la necesidad de tratamiento. Si te preocupa algún amigo o familiar, discute la intervención con un profesional.

Autoevaluación para alcoholismo Para evaluar sobre alcoholismo, la Clínica Mayo desarrolló 6. ¿Alguna vez has sentido la necesidad de reducir la una Autoevaluación para Alcoholismo (SAAST por sus cantidad que bebes? siglas en inglés). Ésta consta de 37 preguntas. La SAAST 7. ¿Alguna vez te ha indicado el médico que dejes de intenta identificar las conductas, los síntomas médicos y las beber? consecuencias de beber en la persona dependiente del alco8. ¿Has sido paciente en una institución psiquiátrica debihol. He aquí ejemplos de preguntas: do a problemas relacionados con tu manera de beber? 1. ¿Sientes que eres un bebedor normal (es decir, no 9. ¿Te han arrestado por manejar mientras estabas bebes más que el promedio)? intoxicado? 2. ¿Tienes parientes cercanos que alguna vez se hayan preocupado o quejado de tu manera de beber? Lo que significan tus respuestas MUESTRAPARAEV ALUACI ÓN 3. ¿Siempre logras dejar de beber cuando deseas hacerlo? Estas respuestas sugieren que estás en riesgo de alcoholis4. ¿Alguna vez tu manera deP beber creado proble1.D No; 2. C Sí;I 3.Ó No; ROha HI BI DA SU REPmo: RO UC N4. Sí; 5. Sí; 6. Sí; 7. Sí; 8. Sí; 9. Sí. mas entre tú y tu esposa, esposo, padre u otro parienSi respondiste tres o cuatro preguntas con las respueste cercano? tas que se indica, es probable que tengas un problema con 5. ¿Sueles beber por las mañanas? la bebida y requieras evaluación profesional.

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¿Qué es el abuso de alcohol?


■ Tratamiento individualizado Una amplia gama de tratamientos está disponible para ayudar a las personas con sus problemas con el alcohol. El tratamiento debe ajustarse al individuo. El tratamiento puede incluir una evaluación, una intervención breve, un programa ambulatorio o psicoterapia, o una permanencia residencial en una institución. Es importante determinar primero si eres dependiente del alcohol. Si no has perdido control sobre el uso del alcohol, tu tratamiento puede incluir reducir la cantidad que bebes. Si abusas del alcohol, puedes ser capaz de modificar tu forma de beber. Si tienes alcoholismo, reducir la cantidad es ineficaz e inapropiado. La abstinencia del alcohol debe ser una parte del objetivo del tratamiento para aquellos que luchan contra el alcoholismo. Para las personas que no dependen del alcohol pero sufren los efectos adversos de la bebida, el objetivo del tratamiento es la reducción de los problemas relacionados con el alcohol, con frecuencia a través de psicoterapia o una intervención breve. Una intervención breve suele implicar especialistas certificados en abuso del alcohol, los cuales pueden establecer un plan específico de tratamiento. Las intervenciones pueden incluir el establecimiento de objetivos, técnicas de modificación de conductas, uso de manuales de autoayuda, psicoterapia y atención de seguimiento en un centro de tratamiento. Los programas residenciales de tratamiento de alcoholismo incluyen abstinencia, terapia individual y de grupo, participación en Alcohólicos Anónimos, conferencias educativas, participación familiar, asignaciones de trabajo, terapia de actividades y uso de terapeutas (muchos de los cuales son alcohólicos en recuperación), y un equipo multiprofesional.

Otros métodos

Además del tratamiento residencial existen muchos otros métodos, como la acupuntura, la biorretroalimentación, la terapia de mejoramiento motivacional, la terapia cognitiva conductual y la terapia de aversión. La terapia de aversión implica combinar el consumo de alcohol con una respuesta de aversión fuerte, como náusea o vómito inducidos por un medicamento. Después de combinarlos de manera repetida, el alcohol por sí mismo causa la respuesta de aversión, y esto reduce la probabilidad de recaída.

Cómo enfrentar el consumo de alcohol en adolescentes Aunque para muchos adultos puede tomar años desaalcohol, de su susceptibilidad a la publicidad, su necerrollar una dependencia del alcohol, los adolescentes sidad fisiológica de alcohol y factores genéticos (alcohopueden volverse adictos en meses. El uso del alcohol lismo familiar) que puedan predisponerlos a la adicción. entre los adolescentes por lo general se incrementa al Busca estos signos de adicción al alcohol: aumentar la edad, aunque los estudios sugieren que el • Pérdida del interés en actividades y pasatiempos uso entre adolescentes está disminuyendo. • Ansiedad e irritabilidad Cada año en Estados Unidos casi 2 000 jóvenes • Dificultades con o cambios en las relaciones con los menores de 21 años de edad mueren en accidentes autoamigos –reunirse con un nuevo grupo– movilísticos relacionados con el alcohol, y muchos otros • Caída en las calificaciones quedan discapacitados. El alcohol también a menudo está implicado en otras muertes de adolescentes, incluidos deN alcohol en adolescentes: MUE STRAPARPara AEprevenir VALUelAuso CI Ó ahogamientos, suicidios e incendios. • Establece un buen ejemplo respecto al uso de alcohol Pde RO HI BI DASU R PRODUcon CC I Ó N Para los jóvenes, la probabilidad adicción depen• E Comunícate tus hijos de de la influencia de los padres, coetáneos y otros • Discute las consecuencias legales y médicas de ingerir modelos a seguir, la edad a la cual comienzan a usar alcohol

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He aquí lo que podrías esperar de un programa residencial típico. Pregunta a tu agente de seguros sobre la cobertura. • Desintoxicación y abstinencia. El tratamiento puede comenzar con un programa de desintoxicación. Esto por lo general toma cerca de 4 a 7 días. Pueden ser necesarios los medicamentos para evitar el delirium tremens (DT) u otras convulsiones por abstinencia. • Evaluación médica y tratamiento. Los problemas médicos comunes relacionados con el alcoholismo son hipertensión arterial, aumento en la glucosa sanguínea y enfermedad hepática y cardiaca. • Apoyo psicológico y tratamiento psiquiátrico. La terapia individual y de grupo apoyan la recuperación de los aspectos psicológicos del alcoholismo. En ocasiones, los síntomas emocionales de la enfermedad pueden imitar trastornos psiquiátricos. • Programas de recuperación. La desintoxicación y el tratamiento médico son los únicos primeros pasos para la mayoría de las personas en un programa de tratamiento residencial. • Aceptación y abstinencia. El tratamiento eficaz es imposible a menos que aceptes que eres adicto e incapaz de controlar la bebida, y dejes de beber. • Tratamientos con fármacos. Un fármaco sensibilizador al alcohol llamado disulfiram se usa en ocasiones. Si bebes alcohol el fármaco produce una reacción física grave que incluye rubor, náusea, vómito y dolor de cabeza. El disulfiram no cura el alcoholismo, y no puede eliminar el impulso de beber, pero puede ser un fuerte factor disuasivo. Se ha visto que naltrexona, un fármaco conocido por bloquear el estado eufórico producido por los narcóticos, y acamprosato reducen la urgencia por beber en los alcohólicos en recuperación. A diferencia de disulfiram, ninguno de ellos te hace sentir enfermo poco después de beber alcohol. También existe una versión inyectable de naltrexona. Las personas que toman estos medicamentos tienen más probabilidades de permanecer sobrias más tiempo. • Apoyo continuo. Los programas de seguimiento al tratamiento y Alcohólicos Anónimos ayudan a los alcohólicos en recuperación a mantener la abstinencia del alcohol, manejar cualquier recaída y te apoyan con los cambios necesarios en el estilo de vida.

PARA MAYOR INFORMACIÓN

• Alcohólicos Anónimos, oficina de Nueva York (verifique su directorio telefónico para encontrar el grupo más cercano), www.alcoholics-anonymous.org • Al-Anon/Alateen (para familiares y amigos de personas con problemas en su forma de beber), 888-4AL-ANON or 888-425-2666, www.al-anon.alateen.org • National Council on Alcoholism and Drug Dependence, referencia durante las 24 horas a recursos locales, 800-NCA-CALL (800-622-2255), www.ncadd.org

Tratamiento para la resaca: evita el alcohol por completo Incluso pequeñas cantidades de alcohol pueden ocaSi tienes una resaca, es demasiado tarde para hacer sionar efectos secundarios desagradables. Algunas algo para mejorar tu salud y función. Muchos remedios personas desarrollan una sensación de rubor, mientras para la resaca se han probado, pero no hay mucha evique otras son sensibles a la sustancia tiramina que se dencia de que ayuden –y pueden hacer daño–. encuentra en los vinos tintos, el brandy y el coñac. Si tienes una resaca, sigue estas recomendaciones: MU ESTR LUACyI Ó N La resaca clásica, aunque bien estudiada, noA seP haARAEV • A Descansa rehidrátate. Bebe líquidos claros comprendido del todo. Es probable que se deba a deshidra(agua, refresco, algunos jugos de frutas o caldo). PROHI BI DASU REPRO DUCCI ÓN tación, subproductos de la degradación del alcohol, lesiones Evita las bebidas ácidas, con cafeína o que contenhepáticas, comer demasiado y trastornos del sueño. gan alcohol. El mejor tratamiento para la resaca es la prevención: • Usa los analgésicos OTC con cuidado (ver pág. 258). evita el alcohol o por lo menos bebe con moderación.

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Qué esperar de los programas residenciales de tratamiento


■ Fumar y uso del tabaco Cuando inhalas el humo de un cigarrillo dejas libres una serie de sustancias químicas que pasarán a través de algunos de los órganos vitales de tu cuerpo –pulmones, corazón, vasos sanguíneos y cerebro. El humo de cigarrillo introduce en tu cuerpo más de 60 sustancias cancerígenas conocidas –cantidades diminutas de venenos como arsénico y cianuro, y más de otras 4 000 sustancias–. Cerca de 440 000 estadounidenses mueren cada año por fumar cigarrillos. Cerca de 1 de cada 5 muertes en Estados Unidos se relaciona con fumar. La nicotina, uno de los ingredientes clave del tabaco, es una sustancia adictiva, y el cigarrillo es el sistema de administración más efectivo. Es la nicotina lo que te mantiene fumando. Ésta aumenta la cantidad de un químico cerebral llamado dopamina, que produce sensaciones de placer y satisfacción. Lograr ese “refuerzo de dopamina” es parte del proceso de adicción, lo que te hace desear continuar fumando para volver a sentir el placer. Otra razón por la que las personas continúan con el hábito de fumar es porque se acostumbran a hacerlo en ciertas situaciones, y encuentran muy difícil romper con estas conductas tan arraigadas. Esto incluye fumar un cigarrillo con el primer café de la mañana, mientras manejas, después de comer, para aliviar una situación estresante y como recompensa por resolver un evento difícil.

■ Cómo dejar de fumar Muchos fumadores desean dejar de serlo, pero se les dificulta debido al gancho adictivo del tabaco. De hecho, la mayoría de las personas requiere más de un intento antes de lograr dejarlo. He aquí algunas sugerencias para ayudarte a dejar de fumar: Haz tu tarea. Habla con exfumadores. Averigua cómo dejaron de fumar y qué les resultó útil. Encuentra un programa de tratamiento. Los programas en grupo financiados por la American Cancer Society y la American Lung Association están disponibles en muchas comunidades. Tu médico, un especialista en tratamientos para tabaco y tu línea estatal para dejar de fumar 800-QUIT-NOW (800-748-8669) o http://1800quitnow. cancer.gov en Internet, pueden ayudar. Realiza cambios pequeños. Limita los lugares donde fumas. Fuma afuera. No fumes en el auto. Compra cigarros por cajetilla en lugar del paquete. Cambia a una marca menos satisfactoria. Presta atención a tu manera de fumar. A medida que te preparas para dejar de fumar, presta atención a tu conducta. ¿Cuándo fumas? ¿Dónde? ¿Con quién fumas? Haz una lista de lo que desencadena tu tabaquismo. Crea un plan para enfrentarlos cuando dejes de fumar. Practica lidiar con estas situaciones sin fumar. Busca ayuda. Participa en un programa formal. Entre más ayuda obtengas, mejores serán tus probabilidades de éxito. Los estudios muestran que las personas que participan en programas formales tienen una probabilidad 8 a 10 veces mayor de dejar de fumar que quienes tratan de hacerlo por sí solos. Motívate. La clave para dejarlo es el compromiso. Cuando la Clínica Mayo estudió los resultados de sus programas, encontró que los fumadores que estaban motivados tuvieron probabilidad dos mayor deC dejar de fumar que aquellos que estaban MUuna ES TRAPAR Aveces EVA LUA I ÓN menos motivados. Haz una lista de tus razones para dejarlo. Para aumentar tu motivaPR OHpuntos I BI DaA Ucon RE PRODUCCI ÓN ción, añade laS lista regularidad. Establece una fecha para dejarlo. Haz que sea un día con poco estrés, pero no esperes a que llegue un día sin estrés. Esto podría significar posponerlo para siempre. Infórmales a tus amigos, tu cónyuge y tus compañeros de trabajo sobre tu intención. Hazles saber cómo pueden apoyarte en tu esfuerzo.

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Los tratamientos mejor probados disponibles en la actualidad para ayudar a las personas a dejar de fumar se basan en proporcionar nicotina al cerebro por medios diferentes al tabaco, o con medicamentos que modifican la química cerebral para reducir los síntomas de abstinencia y otros efectos que la nicotina tiene en el cerebro.

Medicamentos que no requieren receta Parche de nicotina. El parche administra nicotina a través de tu piel y hacia tu torrente

sanguíneo. Los estudios muestran que las personas que usan el parche de manera adecuada tienen una probabilidad del doble de dejar de fumar. Coloca el parche en las áreas menos velludas de tu cuerpo (tu tórax, la parte superior de los brazos o el abdomen) en la mañana. Rota los lugares. Retira el parche viejo antes de ponerte uno nuevo. Las personas que fuman más pueden necesitar usar más de un parche a la vez –bajo la supervisión de un doctor–. La duración del uso varía con las necesidades individuales. Por lo general se necesitan 6 a 8 semanas para establecer los cambios requeridos de conducta, pero mucha gente necesita usar el parche por un mayor tiempo. El efecto secundario principal es una erupción con comezón en el sitio del parche. Si es un enrojecimiento menor, usa una pequeña cantidad de crema de hidrocortisona en el área después de retirar el parche. Goma de mascar de nicotina. Esta resina tipo goma de mascar proporciona nicotina a la sangre a través del recubrimiento de tu boca. Las personas que usan la goma de manera adecuada tienen dos veces más probabilidades de tener éxito que aquéllas que tratan de dejar de fumar sin ella. Están disponibles dos potencias: 2 y 4 miligramos (mg). Las personas que fuman más pueden necesitar la dosis mayor. Coloca un trozo de goma en tu boca y mastícala unas cuantas veces hasta que sientas un sabor hormigueante o picante. Luego coloca la goma entre tu cachete y tu encía. Repite el proceso cada pocos minutos. Una pieza debe durar cerca de 30 minutos. Usa la goma cuando sientas la urgencia de fumar o en situaciones en las que sabes que se presentará la urgencia. En un inicio es posible que uses hasta 10 a 12 piezas al día. Reduce de manera gradual el número durante un periodo de semanas. Masticar rápidamente y deglutir la saliva inactiva la nicotina y puede causar náusea. Grageas de nicotina. La gragea es como un trocisco para la tos que administra nicotina a tu cuerpo a través del recubrimiento de tu boca. La mueves alrededor en tu boca a medida que la disuelves lentamente. Está disponible sin prescripción en dosis de 2 y 4 mg. Las personas que fuman más pueden necesitar dosis mayores. Puedes usar una gragea para controlar los síntomas de abstinencia o el deseo de fumar. Cuando comiences, usa un mínimo de 8 a 9 grageas al día, pero no más de 20 sin consultar a tu doctor. Reduce la cantidad después de 6 a 8 semanas.

Medicamentos de prescripción Aerosol nasal de nicotina. La nicotina en aerosol nasal se aplica de manera directa en

cada narina, donde la nicotina se absorbe a través de las membranas nasales hacia las venas, se transporta al corazón y luego llega al cerebro. Es un sistema de administración en cierta manera más rápido que la goma o el parche, aunque no es, ni por mucho, tan rápido como un cigarrillo. La dosis acostumbrada es una atomización en cada narina. Comienza con una a dos dosis por hora. El mínimo es ocho dosis por día, y el máximo es de 40 dosis por día. Para la MUde ES RAPA Adel EV ALU ACreducirse I ÓN después de 6 a 8 semanas de haber mayoría lasT personas, elR uso aerosol debe iniciado tratamiento. Durante los primeros uso PROelH I BI DAS U RE PR ODUdías CCde I Ó Nel aerosol puede irritar la nariz, lo que causa goteo nasal, tos y estornudos. Estos síntomas suelen desaparecer después de 5 a 7 días. Inhalador de nicotina. El inhalador se ve como un cigarrillo corto con una boquilla de plástico, donde se inserta un cartucho de nicotina. Uno da bocanadas y éste proporciona pequeñas cantidades de vapor de nicotina a tu boca. La nicotina se absorbe poco a poco a través del recubrimiento de la boca –no a través de los pulmones como sucede con el humo– y hacia tu torrente sanguíneo y luego al cerebro, y alivia los síntomas de abstinencia.

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■ Terapia de reemplazo de nicotina


Bupropión. Es un antidepresivo eficaz para ayudar a las personas a dejar de fumar. Para el tratamiento de la depresión se vende como Wellbutrin. Para el tratamiento de fumadores se vende como Zyban. Se cree que el bupropión aumenta el nivel de dopamina, una sustancia química cerebral que refuerza el tabaco. Los efectos secundarios incluyen insomnio y boca seca. No uses bupropión si tienes historial de convulsiones. Vareniclina. Es un fármaco que se une de forma selectiva a los receptores de nicotina del cerebro, lo que imita el efecto de la nicotina y libera dopamina. En los estudios se ha visto que es más eficaz que el bupropión o los parches de nicotina. Los efectos secundarios incluyen náusea y sueños vívidos. Han habido informes de síntomas como agitación, ánimo deprimido, al igual que pensamientos y conducta suicidas, aunque no se han probado la causa y el efecto. Si desarrollas estos síntomas, suspende el medicamento y llama a tu médico. Combinar el medicamento con consultas a tu proveedor de cuidados de la salud o el especialista en tratamiento de tabaquismo para obtener apoyo y asesoría aumenta tus probabilidades de dejar de fumar. Los lineamientos del U.S. Public Health Service recomiendan usar una combinación de tratamientos –por ejemplo, el parche de nicotina más un medicamento de nicotina de acción corta (como la goma de mascar o las grajeas), o un medicamento de nicotina y bupropión–.

■ Cómo enfrentar el síndrome de abstinencia de nicotina Problema Urgencia por fumar

Irritabilidad

Insomnio

Aumento del apetito

Incapacidad para concentrarse

Fatiga

Estreñimiento, gas, dolor estomacal

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Soluciones • • • • • • • • • • • • •

Busca distracciones. Realiza ejercicios de respiración relajada (ver la página 223). Date cuenta de que la urgencia pasará bastante rápido. Realiza unas cuantas respiraciones lentas y profundas. Imagina una escena agradable al aire libre y toma unas minivacaciones. Sumérgete en un baño caliente. Realiza una caminata varias horas antes de ir a la cama. Relájate con la lectura. Toma un baño caliente. Come un plátano o bebe leche tibia. Evita bebidas con cafeína después del medio día. Consulta “Trastornos del sueño”, página 44.

Crea un equipo de supervivencia personal que incluya popotes, palitos de canela, caramelos sin azúcar, regaliz, palillos de dientes, goma de mascar o verduras frescas. • Bebe mucha agua o líquidos con bajo contenido de calorías.

• Realiza una caminata enérgica –al aire libre si es posible. • Simplifica tu programa de actividades durante algunos días. • Toma un descanso. • Ejercítate más. • Duerme lo suficiente. • Toma una siesta. • Intenta no presionarte demasiado durante 2 a 4 semanas. MU EST RAP ARAEVALUACI ÓN • Bebe muchos líquidos. • Añade fibra a tu dieta: fruta, verduras crudas, cereales de grano entero. PR OHI BI DASU REPRODUCCI ÓN • Cambia tu dieta de manera gradual. • Consulta “Estreñimiento”, en la página 58, y “Exceso de gas”, en la página 60.

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¿Cuál es el daño en que los niños y los adolescentes experimenten con cigarrillos? Es un problema mayor porque casi todos los adultos que fuman a diario comenzaron en su adolescencia. Fumar cigarrillos produce adicción rápidamente. Muchos adolescentes creen que pueden dejar de fumar en el momento en que lo decidan. No obstante, en un análisis efectuado por los CDC, sólo cerca de 12% de los estudiantes que trató de dejar de fumar pudo lograrlo. Esto enfatiza la necesidad de asesoría para ayudar a los estudiantes a dejar de fumar, pero la prevención es la clave. He aquí algunas estrategias que los padres podrían probar para intentar ayudar a evitar que sus hijos fumen: • Entérate de lo que piensa tu hijo sobre el tabaquismo. • Ayuda a tu hijo a explorar sus sentimientos personales sobre la presión de sus coetáneos y el tabaquismo. • Alienta a tu adolescente para que se mantenga físicamente activo. • Señala las repercusiones sociales del tabaquismo. • Establece un ejemplo personal y no fumes. • Ayuda a tu hijo a encontrar alternativas en lugar de fumar.

Masticar tabaco Llámalo como quieras –tabaco sin humo, tabaco para escupir, tabaco para mascar, tabaco en hoja, guptka o dip – pero no lo llames inofensivo. Si estás pensando en cambiar de los cigarrillos a mascar tabaco, porque piensas que la versión sin humo de éste no te dañará, ten cuidado –masticar tabaco también puede causar problemas graves de salud–. • Adicción. Masticar tabaco te hace adicto a la nicotina de la misma manera en que los cigarrillos, y una vez que te vuelves adicto, se vuelve difícil dejar de usar el tabaco para mascar. • Caries y enfermedad en las encías. El tabaco para masticar y otras formas de tabaco sin humo causan caries. Esto se debe a que el tabaco para masticar contiene grandes cantidades de azúcar, lo que contribuye a las caries, y partículas gruesas que pueden irritar tus encías, raspar el esmalte de tus dientes y ocasionar enfermedad en las encías (gingivitis).

• Problemas cardiacos y en vasos sanguíneos (cardiovasculares). Hay evidencia que sugiere que el tabaco para mascar y otras formas de tabaco sin humo pueden aumentar tu riesgo de ataque cardiaco y evento vascular cerebral. • Lesiones precancerosas en la boca. Las personas que usan tabaco sin humo tienen mayor probabilidad de desarrollar pequeñas manchas blancas llamadas leucoplaquia dentro de sus bocas. Estas lesiones bucales se consideran precancerosas –lo cual significa que dichas lesiones podrían convertirse en cáncer–. • Cáncer. Usar tabaco sin humo aumenta tu riesgo de cáncer oral. Este tipo de cáncer incluye cánceres en boca, garganta, mejillas, encías, labios y lengua. La cirugía para eliminar el cáncer de cualquiera de estas áreas puede desfigurar tu mandíbula, tu mentón, tu cuello o tu cara. El tabaco sin humo también se asocia con cáncer en páncreas y esófago.

Los peligros del humo de segunda mano La amenaza de salud para los no fumadores por mayor de morir de muerte súbita infantil si sus madres exponerse al humo del tabacoMU está E bien documentada. fuman durante yN después del embarazo. STRAPARAEV ALU ACI Ó La exposición al humo de segunda mano se asocia Los niños menores de 1 año de edad que se exponen PROH I BI DA U REPalRhumo ODU CCI ÓN con cáncer pulmonar y enfermedad cardiaca enS los tienen un número mayor de admisiones hosno fumadores. Es por eso que las leyes para que los pitalarias por enfermedades respiratorias que los niños sitios de trabajo sean lugares libres de humo son cuyos padres no fuman. El humo de segunda mano esenciales. aumenta el riesgo de un niño de padecer infecciones en La gente con padecimientos respiratorios o caroídos, neumonía, bronquitis y amigdalitis. diacos y los muy jóvenes o muy ancianos están bajo Así que toma medidas para protegerte a ti mismo especial riesgo cuando se exponen al humo de segunda y a tus seres queridos de los peligros del humo de mano. Los lactantes tienen una probabilidad tres veces segunda mano. Salud mental

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■ Tabaquismo en adolescentes: ¿qué se puede hacer?


■ Dependencia de fármacos La dependencia de fármacos (drogadicción), ya sean de prescripción o ilegales, es peligrosa debido a sus efectos físicos a largo plazo, su efecto disruptivo en la familia y el trabajo, y los posibles riesgos de la abstinencia repentina. La ayuda médica con frecuencia es esencial para dejarla.

Drogas de abuso común Pegamento y otros inhalantes. Los niños y adolescentes pueden inhalar pegamento o

vapores de productos como thinner para pintura o aerosol para cabello para lograr la “euforia”. Esto puede dañar el cerebro, los pulmones y el sistema nervioso central, y causar la muerte. Los síntomas, que en ocasiones se confunden con estar “ebrio”, incluyen dificultad para hablar, mareo, somnolencia, ausencia de inhibiciones, amnesia y en ocasiones alucinaciones, pérdida de peso o pérdida de la conciencia. Estimulantes. Estas sustancias, como las anfetaminas y la cocaína, son drogas adictivas que pueden dar una “euforia” de corta duración. Pero con el uso repetido pueden disminuir la capacidad de sentir cualquier placer y ocasionar problemas en el corazón y los vasos sanguíneos, e incluso la muerte. Estas drogas pueden hacer que los usuarios sean más parlanchines, energéticos, ansiosos, hostiles y paranoides. El abuso de anfetaminas puede causar habla acelerada, temblor en las manos, hiperactividad e insomnio. Los signos del uso de anfetaminas (“met”) incluyen excitación al hablar, agitación, irritabilidad, conducta violenta, paranoia y alucinaciones. La cocaína puede causar una conducta extraña y violenta, lo mismo que ataques cardiacos y eventos vasculares cerebrales. Opiáceos. Cuando se toman según las indicaciones de un médico, los opiáceos pueden manejar el dolor con eficacia. Los opiáceos incluyen la morfina, la codeína, la oxicodona y los fármacos relacionados, pero cuando se abusa de ellos, estos fármacos adictivos pueden ser tan peligrosos como la heroína (otro opiáceo). Los signos de abuso incluyen somnolencia o sedación, confusión, evitar las actividades usuales, y el aumento de conductas arriesgadas, como manejar bajo la influencia de la droga. Marihuana y hachís. La marihuana está hecha de hojas y flores de la planta de cáñamo Cannabis sativa. El hachís viene de la resina de la planta. Estas drogas pueden causar problemas con la concentración, la percepción, el aprendizaje, la memoria y la coordinación. También pueden aumentar rápidamente la frecuencia cardiaca y ocasionar problemas pulmonares. Los síntomas de abstinencia pueden incluir irritabilidad, somnolencia y ansiedad. Alucinógenos. Estas sustancias causan experiencias imaginarias que parecen reales (alucinaciones). El LSD (ácido lisérgico dietilamida) produce cambios profundos en el estado de ánimo y el pensamiento, con alucinaciones. Pueden presentarse pánico y pensamientos terroríficos. El LSD también puede ocasionar frecuencia cardiaca acelerada, hipertensión sanguínea y temblores. La PCP (fenciclidina), un polvo granular blanco, pude causar ansiedad, falsa percepción de la realidad, alucinaciones y paranoia. En dosis altas puede ocasionar coma y la muerte. Las personas bajo PCP pueden ser violentas o suicidas. Drogas de diseño y drogas de club. Las drogas de diseñador son hechas de fármacos aprobados, pero son modificados químicamente. Los fármacos de club, incluidas las drogas de diseñador, pueden ser usadas por los adolescentes y adultos jóvenes en clubes de baile, bares y conciertos. Los ejemplos incluyen el éxtasis (MDMA), GHB (la gama hidroxibutirato) y Rohypnol (flunitrazepam). Estos fármacos son ilegales y peligrosos –éstos pueden MUESTRAPARAEVALUACI ÓN causar problemas médicos serios y aún la muerte–.

Ayuda médica

PR OH I BI DA SU R EPR ODUaC I ÓN de drogas a darse cuenta de Es posible que familiares y amigos deban ayudar losC usuarios que necesitan tratamiento para el abuso de sustancias. El tratamiento puede incluir hospitalización para eliminar las drogas tóxicas del cuerpo (desintoxicación) y programas ambulatorios a largo plazo para prevenir las recaídas. PARA MAYOR INFORMACIÓN

• National Institute on Drug Abuse, 301-443-1124, www.drugabuse.gov • Narcotics Anonymous, 818-773-9999, www.na.org 196

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Salud mental

Posibles signos de abuso de fármacos entre adolescentes Estos son posibles signos de que tu adolescente usa drogas: • Escuela. Tu hijo muestra de pronto una aversión activa respecto a la escuela y busca excusas para permanecer en casa. Contacta a los directivos escolares para ver si la asistencia de tu hijo concuerda con lo que sabes sobre los días de ausencia. Un estudiante de puros 10 o 9 (A o B) que de pronto comienza a reprobar cursos o sólo obtiene calificaciones mínimas aprobatorias puede estar usando drogas. • Salud física. El decaimiento y la apatía son signos posibles de uso de drogas. • Apariencia. La apariencia es muy importante para los adolescentes. Un signo significativo de advertencia puede ser una falta repentina de interés en la ropa o el aspecto.

• Conducta personal. Los adolescentes disfrutan su privacidad. Sin embargo, mantente alerta ante esfuerzos extremos por evitar que entres a sus recámaras o saber a dónde va con sus amigos. • Dinero. Las solicitudes repentinas de más dinero sin una explicación razonable pueden ser un foco rojo. ¿Qué puedes hacer? Los adolescentes necesitan una línea abierta de comunicación con sus padres. Incluso si tu hijo se muestra renuente a compartir sentimientos, muestra interés por escucharlo hablar sobre sus experiencias. Aprende más sobre el abuso de drogas entre adolescentes y busca consejo profesional de ser necesario. (Consulta “Para mayor información”, en la página 196.)

■ Juego compulsivo El juego compulsivo, un trastorno en el control de impulsos, es la urgencia incontrolable de mantener el juego a pesar del daño que le hace a tu vida. Los signos del apostador compulsivo (patológico) incluyen: • Sentir gran emoción al tomar grandes riesgos en el juego • Aceptar riesgos de apuestas cada vez mayores • Preocupación con el juego • Revivir experiencias pasadas en el juego • Pasar menos tiempo con la familia o en el trabajo para jugar • Esconder que juega y apuesta • Sentir culpa o remordimiento después de jugar • Pedir dinero prestado o robarlo para jugarlo • Esfuerzos fallidos para reducir sus apuestas • Mentir para ocultar que juega • En casos graves, la ruina financiera, la pérdida de la carrera y la familia, e incluso el suicidio Ciertos medicamentos para la enfermedad de Parkinson y el síndrome de piernas inquietas (SPI) tienen efectos secundarios raros que pueden producir una conducta compulsiva. Si tomas medicamentos para el Parkinson o el SPI y de repente comienzas a jugar y apostar, consulta a tu médico.

Ayuda médica

El tratamiento para el jugador compulsivo incluye tres métodos principales: • Psicoterapia. La terapia conductual cognitiva (TCC) puede ser especialmente útil para los jugadores compulsivos. La TCC se concentra en identificar creencias irracionales y negativas, y reemplazarlas con creencias positivas y sanas. La terapia de grupo también puede ayudar. MUESTRALos PA RAEVAL Aestabilizadores CI ÓN • Medicamentos. antidepresivos yU los del ánimo pueden ayudar en los aspectos emocionales, noO necesariamente en el juego compulsivo. Los fármacos P RO HI BI DASU Rpero EPR DUCCI ÓN llamados antagonistas de narcóticos, útiles para tratar el abuso de sustancias, pueden ayudar a tratar el juego compulsivo. • Grupos de autoayuda. Jugadores Anónimos (JA) y otros grupos pueden ayudar como parte del tratamiento, pero JA aún no tiene un recorrido como el de Alcohólicos Anónimos. También puedes tratar de buscar grupos de ayuda financiados por el estado en tu directorio telefónico o en Internet.

Salud mental

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MUESTRAPARAEVALUACI ÓN PROHI BI DASU REPRODUCCI ÓN


Mantenerse saludable ● El

peso: ¿qué es lo saludable

para ti? ● Alimentación ● Cómo

saludable

reducir tu colesterol

● Actividad

y acondicionamiento

físicos ● Cómo

mantener el estrés

bajo control ● Evaluaciones ● Cómo ● El

e inmunizaciones

protegerte a ti mismo

envejecimiento y tu salud

Esta sección está llena de inforMUESTRAPARAEVALUACI ÓN mación práctica sobre cómo OHI BI DASU REPRODUCCI ÓN puedes hacerte cargo de P tuR salud al establecer y mantener un estilo de vida saludable. Desde comer más sanamente hasta inmunizarte con las vacunas que necesitas, hay una gran cantidad de cosas que puedes hacer para mantenerte saludable.


El peso: ¿qué es lo saludable para ti? Parecería que a cualquier parte a donde vayas hoy en día te bombardean con dietas y programas para perder peso. ¡La pérdida de peso vende! No obstante, como sabe cualquiera que ha tratado de perder peso, no es fácil hacerlo. El éxito para perderlo requiere los ingredientes clave de conocimiento, compromiso, alimentación sana y actividad física regular. Para la mayoría de los estadounidenses con sobrepeso, la pérdida de peso es un objetivo saludable. Perder peso a menudo significa reducir el riesgo de enfermedad cardiaca, diabetes e hipertensión. Sin embargo, algunas personas sin sobrepeso están tratando de perder kilos. Para ellos perder peso no ofrece beneficios de salud, e incluso podría ser dañino.

Los riesgos de tener sobrepeso

Tu peso deseable es aquél con el que estás lo más sano posible. Tu peso es sólo una parte del cuadro de tu estilo de vida que contribuye a tu salud a largo plazo. Tener sobrepeso puede ponerte en riesgo de: • Hipertensión arterial • Ciertos cánceres • Enfermedad cardiaca • Dolor crónico en la espalda baja • Diabetes tipo 2 • Cálculos biliares • Deterioro de articulaciones • Problemas respiratorios • Lípidos sanguíneos anormales Perder peso puede ser un reto. De las personas que pierden peso, en especial quienes lo pierden con rapidez, una mayoría lo recupera en 1 a 5 años. Así pues, ¿qué debes hacer? Primero, determina cuál es tu sobrepeso, y luego desarrolla un programa de manejo de peso seguro y saludable.

Tu cuerpo tiene una capacidad casi ilimitada para almacenar grasa. Perder peso reduce la opresión en tus órganos y la tensión sobre tu espalda baja, tus caderas y rodillas.

MUESTRAPARAEVALUACI ÓN PROHI BI DASU REPRODUCCI ÓN

206

Guía de autocuidados de la Clínica Mayo


■ Determina tu índice de masa corporal ¿Cuál es el peso saludable? Ciertas herramientas que aplicas tú mismo pueden ayudarte a determinar si tu peso es sano o si te beneficiaría perder algunos kilos (libras).

Índice de masa corporal

Índice de masa corporal (IMC)

Sano

IMC

19

Sobrepeso

24 25 26 27 28 29 30 35 40 45 50

Talla 1.47 1.49 1.52 1.54 1.57 1.60 1.62 1.64 1.67 1.69 1.72 1.74 1.77 1.80 1.83 1.85 1.88 1.90 1.93

Obeso

Peso en kg 41.00 51.75 53.55 55.8 58.05 60.3 62.1 64.35 75.15 85.95 96.75 107.55 42.3 49.05 55.8 57.6 59.85 62.1 64.35 66.6 77.85 89.1 99.9 111.15 43.65 55.35 57.6 59.85 62.1 64.35 66.6 68.85 80.55 91.8 103.5 114.75 45 57.15 59.4 61.65 64.35 66.6 68.85 71.1 83.25 94.95 107.1 118.8 46.8 58.95 61.2 63.9 66.15 68.85 71.1 73.8 85.95 98.1 110.7 122.85 48.15 60.75 63.45 65.7 68.4 71.1 73.35 76.05 88.65 101.25 114.3 126.9 49.5 63 65.25 67.95 70.65 73.35 76.05 78.3 91.8 104.4 117.9 130.95 51.3 64.8 67.5 70.2 72.9 75.6 78.3 81 94.5 108 121.5 135 53.1 66.6 69.75 72.45 75.15 77.85 80.55 83.7 97.2 111.25 125.1 139.05 54.45 68.85 71.55 74.7 77.4 80.1 83.25 85.95 100.35 114.75 129.15 143.55 56.25 71.1 73.8 76.95 79.65 82.8 85.5 88.65 103.05 117.9 132.75 147.6 57.6 72.9 76.05 79.2 81.9 85.05 87.75 91.35 106.2 121.5 136.8 152.1 59.4 75.15 78.3 81.45 84.6 87.3 90.9 94.05 109.35 125.1 140.85 156.6 61.2 77.4 80.55 83.7 86.85 90 93.6 96.75 112.50 128.7 144.9 161.1 63 79.65 82.8 85.95 89.55 92.7 95.85 99.45 116.1 132.3 148.95 165.6 64.8 81.9 85.05 88.65 91.8 95.4 98.55 102.15 119.25 135.9 153 170.1 66.6 82.8 87.3 90.9 94.5 98.1 101.25 104.85 122.4 139.95 157.5 175.05 68.4 86.4 90 93.6 97.2 100.8 104.4 108 125.55 143.55 161.5 179.55 70.2 88.65 93 95.85 99.45 103.5 107.1 110.7 129.15 147.6 166.05 184.5

MUESTRAPARAEVALUACI ÓN PROHI BI DASU REPRODUCCI ÓN

Fuente: National Institutes of Health, 1998

Mantenerse saludable

207

Mantenerse saludable

El primer paso para determinar si tu peso es saludable es calcular tu índice de masa corporal (IMC). Puedes hacer esto utilizando el cuadro de la parte de abajo o una ­calculadora de IMC de Internet. Un IMC menor de 18.5 indica que tienes un peso demasiado bajo, 18.5 a 24.9 se considera un intervalo saludable, 25 a 29.9 indica sobrepeso y 30 o más significa que eres obeso. Tienes un mayor riesgo de una afección relacionada con el peso, como enfermedad cardiaca o diabetes tipo 2, si tu IMC es 25 o mayor, pero los asiáticos con un IMC de 23 o más pueden estar en un riesgo más alto de problemas de salud. No obstante, el IMC no es perfecto. Alguien con una gran cantidad de masa ­muscular puede tener un IMC elevado pero no estar en alto riesgo de problemas de salud.


Talla de la cintura

Forma de pera

Forma de manzana

No sólo es importante cuánto pesas, sino donde almacena tu cuerpo la grasa adicional. Las personas con forma de manzana tienden a presentar mayor riesgo de problemas de salud que las personas con forma de pera.

El tamaño de tu cintura también es importante para estimar los riesgos de la salud. Éste indica dónde se encuentra la mayor parte de tu grasa. Se dice que las personas que tienen la mayor parte de su peso en torno de la cintura tienen forma de manzana, y aquéllas que llevan la mayor parte del peso debajo de la cintura, alrededor de caderas y muslos, tienen forma de pera. Por lo general es mejor tener forma de pera que de manzana. La acumulación de grasa alrededor de tu cintura está asociada con un aumento en el riesgo de hipertensión arterial, diabetes, colesterol y triglicéridos elevados, así como cardiopatía coronaria. Una pérdida modesta de 10% del peso no deseado puede tener un efecto positivo sobre la presión arterial, la glucosa en sangre, el colesterol y los triglicéridos, lo que reduce tu riesgo de enfermedad cardiaca y en vasos sanguíneos y otros padecimientos. Para determinar si tienes demasiado peso alrededor de tu abdomen, mide la circunferencia de tu cintura. Encuentra el punto más alto en cada uno de los huesos de tus caderas y mide a través de tu abdomen justo arriba de esos puntos. Una medida de más de 1.00 m (40”) en hombres y 87.5 cm (35”) en mujeres significa mayores riesgos de salud, en especial si tu IMC es de 25 o más. En general, entre mayor sea el tamaño de tu cintura, mayores son tus riesgos de salud.

■ Consejos para perder peso Para perder peso es necesario modificar tu estilo de vida. Esto con frecuencia significa hacer cambios en tu dieta y tu nivel de actividad física. Comprométete a perder peso y esfuérzate por cambiar tus hábitos de alimentación y ejercicio de manera gradual. Los cambios a largo plazo son los que traen el éxito.

Autocuidado

Cómo empezar

• Determina un buen momento para iniciar tu programa de pérdida de peso. Lo mejor es comenzar cuando puedas dedicarle algún tiempo y atención a hacer cambios en tu vida. Una agenda muy ocupada, el estrés o la depresión pueden ser barreras para un buen inicio. • Establece objetivos razonables de pérdida de peso (a corto y largo plazo). Si deseas perder 20 kg (40 lb), comienza con un objetivo a corto plazo de perder 2.5 kg (5 lb). • Revisa tu consumo de alimentos. Por lo general es razonable reducir de 500 a 1 000 calorías por día de lo que comes comúnmente para perder 0.5 a 1 kg (1 a 2 lb) por semana. Los objetivos iniciales de calorías variarán según la estatura, el nivel de actividad y si tienes o no un padecimiento médico. Muchas mujeres pueden comenzar con un nivel tan bajo como 1 200 calorías por día y muchos hombres con un nivel tan bajo como 1 400 calorías diarias. Pero dietas de menos de 1 200 calorías diarias pueden no cubrir tus necesidades nutricionales diarias. (Ver “Alimentación sana”, página 210.). • Lleva un diario de alimentación. Las personas que anotan todo lo que comen tienen más éxito con el mantenimiento de peso a largo plazo. Asimismo, registra los factores que influyen en tus conductas alimenticias, como el estrés o saltarte comidas.

Consume alimentos más saludables

• Disfruta alimentos más saludables. Consulta laN Pirámide de Peso Saludable de la MUElos ST RAPA RA EVALU ACI Ó Clínica Mayo en la página 211 donde encontrarás recomendaciones para una dieta sana. P ROH I BI DA SU RE ROtanto DUC CI Ócomidas N Mantén alimentos saludables aP mano, para las como para bocadillos. Planea los tentempiés. No dejes que el hambre destruya tu fuerza de voluntad. • Come más verduras y frutas. Éstas te ayudan a sentirte lleno y no contienen muchas calorías. Come por lo menos tres raciones de fruta y cuatro de verduras todos los días. • Limita la grasa en tu dieta. Puedes reducir tu ingesta de grasa de forma dramática si comes menos carne roja, eliges productos lácteos desgrasados o con bajo contenido de grasa, y evitas los alimentos fritos, los postres cargados de grasa y los condimentos grasosos como mantequilla, mayonesa y aderezo para ensaladas. 208

Guía de autocuidados de la Clínica Mayo


• Limita el azúcar y los dulces. Ambos son altos en calorías y con bajo contenido en otros nutrientes. Los dulces como caramelos y postres también pueden tener alto contenido en grasas. • Considera lo que bebes. Evita los refrescos regulares (con alto contenido de calorías). Los refrescos dietéticos ocasionales están bien. El alcohol también posee un alto contenido calórico –puede aumentar el apetito y reducir la fuerza de voluntad. La leche desgrasada y los jugos no deben consumirse en exceso –también tienen calorías–. El agua por lo general es el mejor líquido para beber.

Cambia tus hábitos alimenticios

Otras sugerencias

• Da seguimiento a tu peso, pero no te peses con demasiada frecuencia. Una o dos veces por semana a menudo es suficiente. • Usa un complemento diario de vitaminas y minerales si estás limitando las calorías a 1 200 diarias. Asimismo, si tus selecciones de alimentos son limitadas, pregunta a tu médico o nutriólogo si necesitas un complemento de vitaminas y minerales. • Consulta a tu médico respecto a otras opciones si es necesario. Para algunas personas obesas los medicamentos para suprimir el apetito o la cirugía de derivación gástrica pueden ser necesarios para mejorar la salud. Estos métodos deben estar bajo la supervisión cuidadosa de un médico. Pero sin un cambio en los hábitos alimenticios, incluso estos pasos más radicales pueden fallar.

■ Actividad física: la clave para quemar calorías La actividad física y el ejercicio son importantes para cualquier programa de pérdida de peso. Realiza los cambios de manera paulatina, en especial si estás fuera de forma. Si tienes más de 40 años de edad, eres fumador, has tenido un ataque cardiaco o tienes diabetes, consulta a tu médico antes de iniciar un programa de ejercicio. Una prueba de estrés en el ejercicio puede determinar tus riesgos y limitaciones.

Autocuidado

• Intenta encontrar actividades que disfrutes y puedas llevar a cabo de manera regular. Comienza despacio y aumenta poco a poco. Tu objetivo es mantener una actividad moderadamente vigorosa durante por lo menos 150 minutos por semana. • No necesitas unA esfuerzo máximo para resultados positivos. Puedes alcanzar tu MU ESTR PARA EVA LUobtener ACI Ó N objetivo a través de actividad física moderadamente vigorosa y regular, como caminar. ROH B I DAS UR EPRO UCCI ÓN general y mantenerlo interesante. • P Varía tusI ejercicios para mejorar tu D acondicionamiento • Divide tu actividad en incrementos de 10 minutos. Toda actividad cuenta. • Busca un compañero de ejercicio. Esto puede ayudarte a cumplir con tu rutina. • Las pequeñas cosas se suman. Estaciónate en el extremo lejano del estacionamiento. Sube por las escaleras en lugar del elevador. Bájate del camión una o dos paradas antes y camina. • Lleva un registro de tu actividad. • Cumple con tu programa de ejercicio. No uses la falta de tiempo como una excusa. Mantenerse saludable

209

Mantenerse saludable

• No te saltes comidas. Come con horarios regulares para mantener tu apetito y tus elecciones de alimentos bajo un mejor control. • Sirve tu plato y el de otros miembros de la familia, en lugar de colocar el platón entero de comida sobre la mesa. Esto evita tomar segundas porciones. • Usa un plato más pequeño. Hacer esto te alienta a tomar porciones más pequeñas y al mismo tiempo parece que tu plato está “lleno”. • Concéntrate en la comida. No leas ni veas televisión mientras comes. • Deja de comer cuando estés lleno. Contrario a lo que tu madre puede haberte enseñado, no tienes que limpiar tu plato. • Intenta escapar de los antojos cuando te ataquen. Por lo general éstos pasan en minutos. De no ser así, come algo saludable con bajo contenido de calorías.


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Tu salud y el sitio de trabajo ● Salud,

seguridad y prevención

de lesiones ● Mitigadores ● Cómo

del estrés

manejar la tecnología

Esta sección se enfoca en maneras para mejorar tu bienestar en el medio de trabajo. Encontrarás información práctica sobre una diversidad de asuntos básicos de salud y seguridad. También se presentan consejos para el manejo del estrés, así como estrateMUESTRAPARAEVALUACI ÓN gias para manejar los dolores PROHI BI DASU REPRODUCCI ÓN y las molestias relacionados con las computadoras.


Salud, seguridad y prevención de lesiones ■ Protege tu espalda Tu espalda se mueve en varias direcciones y se usa en actividades de soporte de peso. El dolor de espalda, en especial en la zona lumbar, es uno de los problemas más comunes, tanto en el lugar de trabajo como en casa. La buena noticia es que con tan poco como 5 a 10 minutos de ejercicios al día –además de seguir unos cuantos lineamientos simples al levantar peso– puedes prevenir muchos problemas de espalda.

Autocuidado

Cuida tu espalda: • Mantén un peso sano. Un peso sano minimiza el estrés sobre tu espalda. • Ejercítate con regularidad. Realiza ejercicio de fuerza y estiramiento dirigidos a los músculos de tu espalda. Estos ejercicios se llaman “fortalecimiento del centro del cuerpo” porque trabajan tanto tus músculos del abdomen como los de la espalda. Tener músculos fuertes y flexibles te ayudarán a mantener tu espalda en forma, a mejorar la postura y a combatir el dolor en la zona lumbar. Los ejercicios para el centro del cuerpo pueden incluir ejercicios de piso, Pilates o pelotas de acondicionamiento. Los beneficios de los ejercicios del centro del cuerpo dependen de una técnica apropiada, así que obtén ayuda de un profesional capacitado si es necesario. Ve a la página 55 para obtener ejemplos de ejercicios para fortalecer la espalda. • Levanta los pesos de forma adecuada. Para obtener ayuda sobre la técnica correcta para levantar peso, ve a la página 54. • Adopta hábitos sanos de trabajo. Observa la distribución de tu oficina o tu área de trabajo. Piensa en cómo podrías modificar las tareas repetitivas de tu trabajo para reducir las exigencias físicas. Intenta mantener posturas sanas y seguras. Si trabajas frente a una computadora, asegúrate de que tu pantalla y tu silla están colocados de manera adecuada. Para más consejos sobre cómo reducir las lesiones y el dolor de espalda, ver “Cómo evitar lesiones de espalda en el sitio de trabajo”, en la página 53. • Si tienes dolor de espalda. Hay varios pasos que puedes dar para sentirte mejor sin ir al doctor o al quiropráctico. Consulta “Autocuidado” en las páginas 51 a 52. También lee “Ayuda médica”, en la página 52, para determinar cuándo debes consultar al doctor.

■ Cuidado de manos y muñecas Síndrome del túnel del carpo

El túnel del carpo es un conducto estrecho que está en las muñecas. Este túnel protege un nervio importante de tu mano y los tendones que doblan tus dedos. Cuando los tejidos del túnel del carpo se hinchan o inflaman hacen presión sobre el nervio, lo que afecta tus dedos pulgar, índice, medio y anular. Esta presión produce el adormecimienMUESTRAPARAEVALUACI ÓN to, el dolor y, con el tiempo, la debilidad en la mano que caracterizan al síndrome del PR Ocarpo. HI BI DASU REPRODUCCI ÓN túnel del Si el padecimiento se deja sin tratar puede producirse daño en nervios y músculos. Por fortuna, para la mayoría de las personas que desarrollan síndrome del túnel del carpo, por lo general el tratamiento apropiado puede aliviar el dolor y el adormecimiento, así como restaurar el uso normal de sus muñecas y manos. Para mayores detalles, incluidos los síntomas y el autocuidado, ver la página 96.

238

Guía de autocuidados de la Clínica Mayo


■ Cómo manejar la artritis en el trabajo He aquí algunos consejos para manejar la artritis en el trabajo: • Toma tiempo para calentar y aflojar tus articulaciones antes de comenzar a trabajar. • Acomoda tu espacio de trabajo de manera que tengas que estirarte lo mínimo para alcanzar las cosas, y evitar levantamientos o llevar objetos pesados a otros sitios. • Intenta organizar tus actividades laborales para minimizar el movimiento repetido significativo. Alterna las tareas que requieran más esfuerzo físico con otras más ligeras. • Considera usar herramientas especiales, equipo modificado y dispositivos de asistencia para facilitar tu trabajo. Por ejemplo, las sillas ergonómicas, las engrapadoras eléctricas, mangos más grandes para las plumas y los tapetes en el suelo (si estarás de pie mucho tiempo) pueden ser útiles. • Comunica tus necesidades especiales a tu patrón. En ocasiones lo mejor es hacerlo a través del departamento de salud de los empleados o de salud ocupacional, si están disponibles, o con la ayuda de tu médico. Cambios menores en tu medio de trabajo o una rutina diferente puede ser justo lo que necesitas. Consulta las páginas 161 a 164 para más información sobre el manejo de la artritis.

■ Ejercicios para oficinistas

MUESTRAPARAEVALUACI ÓN PROHI BI DASU REPRODUCCI ÓN 1. Estira tus dedos hacia fuera lo más que puedas. Sostén por 10 segundos. Relaja. Ahora dobla tus dedos en los nudillos y aprieta. Tu salud y el sitio de trabajo

239

Tu salud y el sitio de trabajo

Permanecer sentado en el trabajo durante 8 horas al día puede causar fatiga, estrés, dolor de espalda e incluso coágulos sanguíneos. Estos estiramientos ayudarán –y podrían mejorar– tu desempeño en el trabajo. Tres descansos al día para estirarte durante 5 minutos pueden energizarte, relajar tus músculos y mejorar tu flexibilidad. Puedes hacer los siguientes ejercicios sin dejar tu escritorio. Mantén cada estiramiento por 10 a 20 segundos. Repite cada ejercicio una o dos veces de cada lado.


2. Inclina lentamente tu cabeza a la izquierda hasta que sientas un estiramiento en el costado de tu cuello. Repite hacia la derecha y hacia delante.

3. Sostén tu brazo izquierdo justo arriba del codo con tu mano derecha. Jala tu codo con suavidad hacia el hombro derecho al tiempo que vuelves la cabeza para mirar sobre el hombro izquierdo. Repite con el otro brazo.

4. Levanta tu codo izquierdo sobre tu cabeza y coloca tu palma izquierda sobre la parte posterior de tu cuello. Ahora sujeta tu codo izquierdo con tu mano derecha. Jala suavemente tu codo por detrás de tu cabeza y hacia tu hombro derecho hasta que sientas un buen estiramiento en tu hombro o la parte superior de tus brazos. Repite con el otro brazo.

MUESTRAPARAEVALUACI ÓN

6. Cruza tu pierna izquierda sobre 5. Sostén tu pierna izquierda justo PROHI B DASCruza U RE RO DUCCI ÓN laI derecha. tuP codo derecho debajo de tu rodilla. Jala tu rodisobre tu muslo izquierdo. Presiona lla doblada con suavidad hacia tu suavemente tu pierna con tu codo pecho. Sostenla como se muestra para girar tu cadera y las partes y jala hacia tu hombro derecho. inferior y media de tu espalda. Repite con la pierna derecha. Mira por encima de tu hombro izquierdo para completar el estiramiento. Repite del otro lado. 240

Guía de autocuidados de la Clínica Mayo


■ Seguridad en el sitio de trabajo

■ Consejos para dormir para los trabajadores por turnos Cambiar tu ritmo normal de vigilia y sueño, como resultado de cambiar turnos, requiere un periodo de ajuste. Si tu trabajo requiere de cambios continuos de turnos, tu cuerpo tendrá mayor dificultad para ajustarse y reajustarse a medida que envejezcas. He aquí algunas sugerencias que puedes probar: • Si puedes arreglarlo con tu gerente, intenta trabajar el mismo turno por lo menos 3 semanas por vez, enA lugar de turno MU ES TR PA Rrotar AEaVun AL UAdiferente CI ÓNcada semana. • Si trabajas por rotación de turnos, en los últimos días de tu turno actual ajusta tu horario P ROacostarte HI BI D SU RE DUC CI ÓNque se acerca el nuevo turno. para yA levantarte enP 1R aO 2 horas a medida

Tu salud y el sitio de trabajo

241

Tu salud y el sitio de trabajo

Protégete y protege a los demás al seguir estos lineamientos y reglas de seguridad: • Equipo de protección ocular. Si tu trabajo implica un riesgo de lesiones oculares, tu patrón está obligado por ley a proporcionarte anteojos protectores, y tú estás obligado a usarlos. Si éstos interfieren con tu eficiencia, prueba con otro diseño. • Protección contra el ruido. En condiciones de un ruido excesivamente alto, tu patrón debe medir con regularidad los niveles de ruido o proporcionar dispositivos protectores. Están disponibles orejeras especialmente diseñadas. Algunos tipos eliminan el ruido del mundo exterior; otros cuentan con audífonos y micrófonos que te permiten comunicarte con otros trabajadores. Los tapones de oídos comerciales hechos de hule espuma, plástico o goma, o los tapones hechos a la medida, también reducen con eficacia tu exposición al ruido excesivo. No uses bolas de algodón; pueden atorarse en la parte profunda de tu conducto auditivo. • Riesgo por vapores, humo, polvo y gas. Muchos síntomas respiratorios pueden resultar de la exposición a vapores, partículas, gases y humos tóxicos en el sitio de trabajo. La exposición puede ser a largo plazo con niveles bajos de sustancias químicas, o puede ser accidental, en la que se inhalan altos niveles de sustancias industriales tóxicas durante un tiempo breve. Usa ropa adecuada, mascarillas para filtrar el aire, protectores oculares y otra protección apropiada. Asegúrate de que la ventilación sea adecuada. Si estás embarazada, o intentas estarlo, evita cualquier exposición a sustancias peligrosas. Revisa tu riesgo de exposición con tu oficial de seguridad de la compañía y tu obstetra. Si sospechas que te estás exponiendo a humo, vapores, polvo o sustancias peligrosas en el sitio de trabajo, habla con tu médico. Muchas afecciones respiratorias permanentes se desarrollan poco a poco como resultado de la exposición industrial a lo largo de un periodo de años. Pequeñas exposiciones que pueden parecer inofensivas pueden resultar en enfermedades crónicas. Si piensas que tú o tus compañeros de trabajo se encuentran bajo riesgo innecesario, habla con el oficial de seguridad de tu compañía. Puede obtenerse información adicional de la Occupational Safety and Health Administration (OSHA) o en tu sindicato, si perteneces a uno. Uso de medicamentos y alcohol. No consumas alcohol antes o durante las horas de trabajo. No operes maquinaria cuando tomes medicamentos que puedan causarte somnolencia. Si tomas medicamentos, pregúntale a tu médico o tu farmacéutico cómo podrían afectar a tu trabajo estas sustancias. Prepárate para emergencias. Asegúrate de comprender los pasos que debes dar en caso de una emergencia en tu sitio de trabajo. Muchas compañías tienen planes que señalan lo que debes hacer en los diversos tipos de emergencias. Si tu compañía no cuenta con tal plan, habla con alguien sobre crear uno.


• Cambia la secuencia, de ser posible. Se obtiene un patrón más normal de sueño cuando la secuencia del turno es mañana-tarde-noche en lugar de mañana-nochetarde. • La tolerancia a la rotación de turnos varía entre las personas. Si sufres de insomnio grave, pregunta a tu médico sobre una pastilla para dormir de acción corta. Si tienes problemas para hacer el ajuste, considera cambiar tu trabajo. Dormir lo suficiente es un reto, pero debe ser tu principal objetivo. Para mayor información, lee la página 44.

■ Drogas, alcohol y trabajo Las drogas ilícitas y el alcohol pueden afectar tu salud y seguridad en el sitio de trabajo, lo mismo que la seguridad de tus compañeros. El problema es extenso. Considera lo siguiente: • Cerca de 75% de los usuarios adultos de drogas ilegales trabaja ya sea tiempo completo o parcial. • El abuso de alcohol y drogas le cuesta a las empresas estadounidenses miles de millones de dólares en producción perdida cada año. • El alcoholismo causa millones de días de trabajo perdidos por año. • Los usuarios de drogas ilegales o los trabajadores que beben un exceso de alcohol tienen cerca del doble de probabilidades de faltar uno o más días de trabajo al mes que otros empleados. • Las personas que abusan de sustancias tienen más probabilidades de estar involucrados en un accidente en el sitio de trabajo y presentar una reclamación por compensación para el trabajador que otros empleados. • Los costos del cuidado de la salud de empleados que abusan del alcohol son cerca del doble del costo para otros empleados.

Autoevaluación

¿Tienes un problema con el alcohol o las drogas? Pregúntate lo siguiente: • ¿He usado alguna droga ilegal en los últimos 6 meses? • ¿He hecho mal uso de los fármacos de prescripción debido a sus efectos (para dormir o calmarme, o por placer)? • ¿He hecho algo peligroso o tomado riesgos bajo la influencia del alcohol o las drogas, como manejar un auto, operar maquinaria pesada o tomar decisiones que afectan la seguridad de otros? • ¿Mis parientes, mis amigos, mi doctor u otros han expresado preocupación sobre mi uso de drogas o alcohol? • ¿Ha afectado en forma negativa mi uso de drogas o alcohol mis relaciones, mi salud o mi capacidad para trabajar? Si contestaste de forma afirmativa a cualquiera de estas preguntas, estás mostrando signos de abuso de sustancias y debes tomar medidas. Ver también “Autoevaluación para alcoholismo”, en la página 189.

Autocuidado

242

• Si tú o algún miembro de tu familia dependen del alcohol, lee “Abuso del alcohol y alcoholismo”, página 188. MUESTR APA RAEVALUACI ÓN • Si tú o un familiar tiene problemas con la adicción a las drogas, consulta P ROHI BI D SU RE PRO196. DUCCI ÓN “Dependencia deA fármacos”, página • Muchas compañías grandes ofrecen programas confidenciales de asistencia a empleados para ayudarles a enfrentar el abuso de drogas y alcohol. Pregunta si están disponibles a través de los departamentos de personal o recursos humanos. • Si tu compañía no ofrece un programa para la rehabilitación de alcoholismo o drogadicción, consulta a tu médico o a un profesional de la salud mental para que te refieran de manera confidencial.

Guía de autocuidados de la Clínica Mayo


El consumidor saludable ● Tú

y tu proveedor de cuidados

de salud ● Kits

para pruebas médicas

en casa ● El

árbol médico de tu familia

● Los

medicamentos y tú

● Complementos ● Medicina

dietéticos

complementaria

y alternativa ● El

viajero saludable

En esta sección aprenderás cómo ser un consumidor de cuidados de la salud inteligente. Aprenderás cómo comunicarte y colaborar mejor con tu médico, el valor del historial médico de tu familia y la eficacia de las pruebas médicas domésticas. Se cubre el uso apropiado de los medicamentos, junto con descripciones fáciles de usar MUESTRAPARAEVALUACI ÓN de remedios para el resfriado PROHI BI DASU REPRODUCCI ÓN y fármacos OTC para el dolor. Lo que debes incluir en tu gabinete de medicamentos y tu botiquín de primeros auxilios también se cubre, lo mismo que los posibles riesgos de salud asociados con los viajes.


Tú y tu proveedor de cuidados de salud La atención médica cada vez se vuelve más compleja, y encontrar el proveedor de cuidados de salud adecuado para ti y tu familia puede ser un reto. Es posible que tengas buena salud y no necesites a un médico de inmediato. Pero cuando lo requieras, es importante contar con alguien que te conoce y que puede coordinar de manera rápida y eficiente tu cuidado. En esta sección encontrarás consejos para seleccionar el equipo de cuidados de la salud que sea adecuado para tí.

■ Comienza por la atención primaria Es probable que comiences por buscar un médico general –un doctor de atención primaria que con frecuencia encabeza un equipo que incluye médicos practicantes, asistentes médicos, enfermeras y practicantes de enfermería. Un doctor de atención primaria y su equipo pueden hacer lo siguiente: • Ser el punto de primer contacto para el cuidado urgente y agudo. • Proporcionar atención preventiva, como seguimiento de la presión arterial, valoraciones para cáncer y vacunaciones. • Proporcionar consultas telefónicas y por correo electrónico cuando se requieran recomendaciones pero no una visita al consultorio. • Proporcionar continuidad de la atención. Esto es en especial importante si tú o alguien de tu familia padece una enfermedad crónica. He aquí ejemplos de las especialidades de atención primaria: • Especialista en medicina familiar. Proporciona cuidados a personas de todas las edades y también puede proveer atención obstétrica. • Especialista en medicina interna. Proporciona atención concentrada en las necesidades generales de los adultos, incluidos los adultos mayores. • Geriatra. Proporciona atención concentrándose en las necesidades generales de los adultos mayores. • Pediatra. Proporciona atención para niños y adolescentes. • Ginecólogo. Proporciona cuidados especializados, pero muchos ginecólogos proveen atención primaria para mujeres adultas.

■ Cómo encontrar un doctor Una vez que tengas idea de qué tipo de proveedor de atención primaria quieres, identifica a varios candidatos. Habla con tus amigos y compañeros de trabajo sobre sus experiencias con los doctores de tu comunidad. Además, considera si quieres un doctor de atención primaria para todos los miembros de la familia o un cuidado más especializado de un pediatra o un ginecólogo. Si estás enT un planP de seguros deA atención administrada, es probable que tengas MU ES RA AR AEV LUAC I ÓN que limitarte a los médicos en la lista del plan de seguros. Si es así, verifica que tengas PRactualizada. OHI BI DASU REPRODUCCI ÓN la lista

Verifica las credenciales

Antes de visitar a un médico, realiza una llamada telefónica o visita un sitio en la red para confirmar las credenciales del doctor. Si tu médico está certificado por el consejo en alguna especialidad, como medicina familiar, interna o geriatría.

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Para determinar si se ha tomado o está pendiente cualquier acción disciplinaria contra un doctor, llama a tu mesa de certificación médica estatal. Para el número, busca en las listas de teléfonos gubernamentales en tu directorio telefónico o al directorio para pedir asistencia. No obstante, ten en mente que incluso los mejores médicos en ocasiones tienen problemas legales. Así que no dejes que éste sea el único factor en tu decisión.

Visita el consultorio del médico

Una vez que hayas seleccionado dos o tres médicos, programa visitas para conocerlos. Infórmale a la recepcionista que buscas un médico y que te gustaría hablar con alguien que pudiera responder algunas preguntas sobre el doctor y los procedimientos en su consultorio. Un buen sitio para comenzar es averiguar si el médico recibe nuevos pacientes. Segundo, pregunta si el médico acepta tu plan de seguro médico. He aquí algunas preguntas adicionales que podrías hacer: • ¿Cuáles son los estudios del doctor y su campo especial de práctica? • ¿Cuáles son sus horarios de consulta? • ¿Cuántos días a la semana ve a sus pacientes el doctor? • ¿Son posibles las citas por la noche o en fines de semana? • Si llamo al consultorio con una pregunta médica, ¿puedo hablar con el doctor? • ¿Cómo se organiza el doctor para responder preguntas médicas a deshoras? • ¿Con cuánta anticipación se tiene que hacer una cita? (Si es más de 1 mes, es probable que el médico tenga una sobrecarga. Es posible que quieras buscar en otra parte.) • ¿Cuánto tiempo por lo general deben esperar los pacientes en la antesala? • ¿Qué tan dispuesto está el médico a referir a las personas con un especialista? • ¿Cuánto tiempo puede durar la consulta? (Algunas organizaciones de mantenimiento de la salud restringen el tiempo total a menos de 30 minutos.)

Confía en tus instintos

Si no sientes compatibilidad con el doctor, prueba con el siguiente en tu lista. Es más probable que sigas los consejos de un médico con el que te sientas cómodo. Los doctores saben esto, así que no te preocupes por que se puedan ofender. Concéntrate en tus necesidades.

El consumidor saludable

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El consumidor saludable

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■ Especialistas que puedes necesitar ¿Cómo saber cuándo necesitas un especialista u otro proveedor de cuidados de la salud, como un fisioterapeuta, un asistente médico o una enfermera? Por lo general, tu médico de atención primaria te referirá a un especialista cuando tengas un problema que lo requiera. Si te preocupa tener problemas médicos que no están atendidos de forma adecuada con tu médico de atención primaria, quizá desees buscar un especialista cuya preparación y experiencia concuerden con tu problema. Si visitas a un especialista, pide que los registros de tu diagnóstico y tratamiento se envíen a tu médico de atención primaria, quien debe tener un registro de tu cuidado de salud en general. Pide una copia de tu expediente para ti. Asimismo, la siguiente vez que visites a tu médico de atención primaria, asegúrate de darle un informe de lo que el especialista hizo.

Especialistas

He aquí una lista de especialistas que podrías necesitar junto con los sistemas, enfermedades, padecimientos o terapias con los que pueden ayudarte: Alergólogo, inmunólogo. Trata alergias y enfermedades del sistema inmunitario Anestesiólogo. Administra y vigila anestésicos Audiólogo. Evalúa la audición y trata los trastornos auditivos Cardiólogo. Trata problemas cardiacos, de vasos sanguíneos y la circulación. Cirujano. Trata diversos padecimientos con cirugía; hay muchas subespecialidades Dermatólogo. Trata problemas de la piel Endocrinólogo. Trata problemas con las glándulas, incluida la diabetes Especialista en enfermedades infecciosas. Trata enfermedades infecciosas, inmunización Especialista en medicina de urgencia. Evalúa y trata traumatismos y urgencias. Especialista en medicina preventiva. Se concentra en prevenir enfermedades y lesiones Fisiatra. Trata trastornos de los sistemas nervioso y musculoesquelético Gastroenterólogo. Trata enfermedades digestivas Genetista. Se especializa en las enfermedades hereditarias Ginecólogo. Se especializa en el cuidado de las mujeres Hematólogo. Trata enfermedades de la sangre Internista. Participa en el diagnóstico y el tratamiento no quirúrgico de la enfermedad en adultos Médico familiar. Trata a toda la familia y sus enfermedades Nefrólogo. Trata problemas renales Neonatólogo. Trata bebés recién nacidos Neumólogo. Trata trastornos respiratorios y del sueño Neurólogo. Se especializa en trastornos del sistema nervioso (cerebro, médula espinal, nervios) Obstetra. Se especializa en embarazos y partos Oftalmólogo. Trata los trastornos oculares Oncólogo. Se especializa en cáncer Ortopedista. Trata lesiones y problemas óseos mediante cirugía Otorrinolaringólogo. Trata trastornos oído, MU ESTRAPAR AE VALUen AC I Ónariz N y garganta Patólogo. Estudia los líquidos y los tejidos corporales P ROHI B I DASU REPpreventiva RODUC I ÓN Pediatra. Proporciona atención aC niños y adolescentes; trata enfermedades Psicólogo. Se especializa en la evaluación psicológica y en la psicoterapia Psiquiatra. Trata problemas de salud mental Radiólogo. Usa técnicas de imagenología para diagnosticar y tratar enfermedades Reumatólogo. Trata problemas de articulaciones, músculos y tejido conjuntivo Urólogo. Se especializa en trastornos de los tractos urinario y urogenital

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Otros proveedores de cuidados de la salud

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El consumidor saludable

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El consumidor saludable

Enfermera. Si estás en el hospital es probable que con frecuencia veas más enfermeras que doctores, porque las enfermeras proporcionan la mayor parte de los cuidados. Las enfermeras observan los síntomas y te escuchan cuando los describes, ayudan a realizar el plan de tratamiento y evalúan los resultados. Las iniciales ET después del nombre de una enfermera significan enfermera titulada. Para ser ET, la persona debe completar un grado de bachiller y uno asociado en enfermería o un programa semejante, y luego pasar el examen para recibir la licencia. Algunas enfermeras tituladas cuentan con posgrados. Las iniciales LPN significan enfermera práctica licenciada. El curso de estudio para LPN es más corto, y la LPN por lo general trabaja bajo la supervisión de una ET. Algunas enfermeras se especializan. Podrían concentrarse en pediatría o cardiología. Algunas no sólo se especializan, sino que también se convierten en enfermeras practicantes (EP). Una enfermera practicante por lo regular cuenta por lo menos con grado de maestría y realiza muchas de las tareas básicas de un médico –examinar y tratar a las personas, lo mismo que escribir prescripciones–. Terapeuta ocupacional. Si te lesionas o tienes una discapacidad, un terapeuta ocupacional te ayuda a recuperar la capacidad de realizar las tareas cotidianas, como las actividades necesarias para ganarte la vida. La palabra ocupacional es engañosa porque la terapia no sólo está destinada a ayudarte a volver al trabajo, sino también a recuperar la capacidad de realizar las tareas diarias donde quiera que estés, en casa o en el trabajo: las actividades de comer, vestirte, bañarte, hacer tareas domésticas y actividades recreativas. Este terapeuta puede recomendar cambios físicos en tu casa o lugar de trabajo –como reacomodar los muebles o añadir rampas o pasamanos– para facilitar tu movimiento y la realización de tus tareas diarias. Farmacéutico. Tu farmacéutico es una excelente fuente de información acerca de tus medicinas, ya sean de prescripción o que no requieran receta. Dado que el farmacéutico lleva un registro de todas las prescripciones que compras en su farmacia, es útil usar la misma farmacia para todos tus medicamentos de prescripción. Esto proporciona una doble revisión para asegurar que no tomes un fármaco que reaccione con otra cosa que te administren. El farmacéutico también puede ayudarte a buscar los medicamentos OTC que sean mejores para tí. Fisioterapeuta. Al igual que un terapeuta ocupacional, un fisioterapeuta también ayuda a las personas lesionadas o discapacitadas a recuperar funciones físicas perdidas por medio de técnicas como ejercicio, masaje y ultrasonido. El punto esencial aquí es maximizar la capacidad física y compensar por las funciones físicas que se han vuelto deficientes o se han perdido. Asistente médico. Lo mismo que un practicante de enfermería, un asistente médico (AM) a menudo trabaja con un doctor al diagnosticar y tratar a las personas con algunos de los problemas más comunes de salud. La mayoría de las AM tiene por lo menos grado de bachiller. Suelen trabajar bajo la supervisión de un médico, y realizan el trabajo asignado por éste. Su función como parte del equipo de cuidados de la salud es realizar historiales médicos, tratar lesiones menores que puedan requerir suturas o entablillado, ordenar e interpretar las pruebas de laboratorio y las radiografías, y hacer diagnósticos. En la mayoría de los estados también pueden escribir prescripciones. En algunas clínicas, la mayor parte del cuidado de rutina se encarga a los AM. Quizá el doctor no te vea a menos que tengas un problema mayor.


Selección de un cirujano

Tu doctor primario puede ayudarte a encontrar un buen cirujano en caso de que necesites una intervención. Si requieres un reemplazo articular, por ejemplo, es probable que te refieran con un cirujano ortopédico, quien se especializa en cirugías relacionadas con articulaciones, músculos y huesos. Cuando elijas un cirujano, intenta seleccionar uno que haya llevado a cabo muchas intervenciones del mismo tipo de la que tú tendrás. Dados los posibles riesgos y costos de muchas cirugías, con frecuencia tiene sentido obtener una segunda opinión. Tú o tu médico primario pueden tomar la decisión de conseguir la segunda opinión, así que no sientas la necesidad de mantener en secreto tu consulta a un segundo cirujano. Mantén informado a tu médico primario.

Preguntas que debes hacer antes de una cirugía Ya sea que tu médico regular o un cirujano recomiende la cirugía, haz varias preguntas: ¿Hay alternativas para la cirugía? En ocasiones la cirugía es la única manera de corregir el problema. Pero una opción podría ser la espera vigilante, para ver si el problema mejora o empeora. ¿Qué se hace durante la cirugía? Pide una descripción clara de la operación. Pregunta su hay un folleto con más detalles e imágenes, o considera pedir al médico que haga un dibujo que le ayude a explicar con exactitud lo que implica el procedimiento. ¿Cómo ayudará la cirugía? Un reemplazo de cadera, por ejemplo, puede significar que podrás volver a caminar de nuevo con comodidad. ¿Hasta que punto ayudará la cirugía y cuánto durarán los beneficios? Querrás tener expectativas realistas. ¿Cuáles son los riesgos? Todas las cirugías implican ciertos riesgos. Compara los beneficios con los riesgos. También pregunta por los efectos secundarios del procedimiento, como el grado de dolor que podrías esperar y cuánto puede durar ese dolor. ¿Qué tipo de experiencia ha tenido con esta cirugía? ¿Cuántas veces ha realizado la cirugía el médico y qué porcentaje de pacientes ha tenido éxito en los resultados? Para reducir tus riesgos, deseas un médico perfectamente capacitado en la cirugía y que tiene suficiente experiencia para realizarla.

¿Dónde se hará la cirugía? Muchas cirugías en la actualidad se hacen de manera ambulatoria. Puedes acudir a un hospital o una clínica para la cirugía y volver a casa el mismo día. ¿Me anestesiarán para la cirugía? Tu cirugía puede requerir sólo anestesia local, lo que significa que sólo parte de tu cuerpo se adormece durante un corto tiempo. Si necesitas anestesia general, te ponen a dormir. ¿Cuánto tiempo tomará la recuperación? Querrás saber cuándo es que la mayoría de la gente es capaz de reanudar sus actividades normales, como realizar tareas domésticas en la casa y volver al trabajo. Puedes pensar que no pasará nada si levantas una bolsa con víveres después de 1 o 2 semana, pero podría suceder algo. Sigue las recomendaciones de tu médico con el mayor cuidado posible. ¿Cuánto me costará? La cobertura de los seguros de salud varía. Es posible que no tengas que pagar nada. Podría haber un deducible que cubrir, o quizá tengas que pagar un porcentaje del costo. Por lo general el consultorio del doctor puede darte información sobre esto, pero también verifica con tu aseguradora. Averigua si eres responsable de un copago pequeño –una cantidad fija por la cirugía– o si tú tienes que pagar un porcentaje de la cuenta. Hay una diferencia grande y cara.

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Dolor de cabeza p. 82

Fiebre p. 38

Problemas oculares p. 24 y p. 76

Vahído p. 34

Problemas nasales y de los senos p. 112

Dolor de garganta p. 133

Problemas del oído y la audición p. 68

Ronquera p. 135

Tos p. 107

Sibilancia p. 110 Dolor en tórax p. 111

Dolor de hombro p. 92

Náusea y vómito p. 66

Falta de aire p. 110

Dolor en codo p. 93

Palpitaciones cardiacas p. 111 Dolor abdominal p. 56

Dolor en espalda p. 51 Dolor en cadera p. 97

Problemas de la piel p. 117

Hemorroides y sangrado rectal p. 62

Diarrea p. 59

Dolor en muñecas, manos y dedos p. 95

Cólicos menstruales p. 146

Problemas al orinar p. 142 y p. 150

Dolor de rodilla p. 100

Dolor en testículos p. 140

Dolor de piernas p. 98

MUESTRAPARAEVALUACI ÓN Dolor en tobillo y piePROHI BI DASU REPRODUCCI ÓN

Inflamación de las piernas y los pies p. 99 y p. 105

p. 102

Guía rápida de referencia de síntomas Índice

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