La enciclopedia

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Otras obras de 10 misma seCC1011; E. Mounier; "introuCJscion a los eXlStencialismos» (P. O. 5) A. Wetter, "Filosoffa y ciencia 8" 10 Union Sovietico» IP. O. 9)

L. Aranguren: "Etica y politico» (I) 0.50) E. Heimendahl: "Fisico y filosofiw' I). O. 66) L. Marcuse: "Filosofia amer'lcanel» P. O. 77) G. Marcel: "Diorio metaffsico)) If' 0.83) L. Strauss: "2 Que es filosofia poliill:a?" (P. 0.91) G. Marcel: "Increuuliuad y fell II', 0.124) G. Marcel: "Filosofia para un tielWnJ de crisis» (P. O. 136) A. Lopez Quintas: "EI pensamiel"ic) filas6fica de Ortego y D'Ors» (P. O. 145) P. Jordan: "EI hombre de ciencio onte el problemo reli­ gioso» (P. O. 150)

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Porta do: Estudio R. & S.

() Cambridge University Press, 1969 漏 Ediciones Guadarrama, S. A. Madrid, :974 Distribuidor en exclusiva: Editorial Labor, :,. A. Dep6siio legal: 8.833-1974 ISBN 84-250-0090路4

Impreso por: Breogan, I.G., S.A., Torreion (:e A. (Madrid)

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esa hipotesis en una epoea en la que no habia aun observaciones suficientes y en que no se COlhJcia nada mejor. Kepler H fue el primero en probar, mediante las observacioncs, que los planetas describer I en torno al Sol elipses, y dio las leyes de sus movimien lOS. (Vea­ se KEPLER.) Newton demostr6 mas tarde e,:IS leyes y prob6 que los cometas describian tambi6n ,'Il torno al Sol parabolas 0 elipses muy excentricas. (]' ease Co­ META) (0).

ECLESIASTICO. adj.. se dice de todo 10 que perte­ nece a la Iglesia. (Vease IGLESIA.) Par tanto, la Historia eclesiastica es la llistoria de 10 que ha sucedido en la Iglesia desde sus (oI1lienzos. Fleury 45 nos 10 ha dicho en una obra execlcnte que lleva este titulo. Afiadi6 a la obra discurs"s razona­ dos, mas estimables y preciosos todavia qlll' su histo­ ria. AI desarrollar este juicioso escritor eli esos dis­ cursos los medios con los que Dios ha con,'c['vado su Iglesia, expone al mismo tiempo los abus",; de toda especie que en ella se han deslizado. SO:ilcnia can razon el principio de que «hay que decir !chia la ver­ dad; si la religi6n es verdadera, tambien II' es la his­ toria de la Iglesia; no debe oponerse la Yl:cdad a la verdad y cuanto mayores fueron los males ,Ie la Igle­ sia, mejor sirven para confirmar las promc":t:: de Dios, que debe defenderla hasta el final de los;iglos con­ tra los poderes y los esfuerzos del infierno» (0). Notidas eclesitisticas es el titulo muy it tI propio de una hoja, 0 mejor de un libelo peri6dico, ,in gracia, sin verdad, sin caridad y sin opinion, que ,I.: imprime

gunos convulsionarios, apelantes algunas pequefias fiebres curadas sefior Paris 48, de algunos enferm aliviados comiendo tierra de su tierra no los ahogo. como a tant mas tan interesantes, el autor ai'i to tiempo grandes declamaciones demias, que asegura estan lIenas que no se cree en elias en los m dardo. porque no hay convulsion la venida de Elias. Asegura tam mas celebres de nuestro siglo ·1" porque no se habla en elias de genitus, y que realizan la apolo porque no se mantienen en eli Algunas personas parecen sorpre bierno, que reprime a los propa de que los magistrados. tan ex C01110 las leyes 50, no actuen ma ese monton insipido y escandal y de mentiras. La unica causa d sin duda. un profundo desprec esta idea cs que el autor del li nos rcferimos es tan desdichad citar una sola de sus frases, hum pueda recibir un escritor satirico en 61 la mayor inepcia en el ge cil de todos. (Vease CONVULSION

ESCUELA (Filosa/fa de La). C designa la cspccie de filosofia


tafisicos, Ins segllnJas intenciones, el horror :',1 <acio, etcetera. Esa filosof/a nud6 del espiritu y de In igl',lran­ da. Puedc rClllontarse su origen, 0 al menos su .:poca lIlaS brillante. ai siglo XiI, cuando la Ulliversid:,d de Puris comenz6 a adquirir forma brillanlc y dUI,dera. La cscascz de conocimicnlos que cntonees eire· I:] ban par el univcrso, la falla de libros. de obscn'"Joncs y Ia poea facilidad que se tenia para procu]';'i! ,dos, tomaron los espiritus hacia las cucslioncs oci('l, .. \ i. Se razon6 sabre las abslracciones en vez de razull" r Sa­ bre los scres l'cales; se crc6 para esc nuevo g6n ro de -estudios una lcugua nueva, Nunca se lamcntarfl ,) cma­ siado que la mayoriu de los Hutores escol{lstilc'S hi­ 'cierall un uso tan miserable de 1a sagacidacly Je la :sutileza extrema que cncolltramos en Sl15 cscrilO:;. [an­ la i.1lteligcncia mejor empleada hubiera propane; 'lluda grandes progresos a las ciencias en otra epocu, pa­ recc que en las grandes bibliotecas podria eSCilbirse sobre los lugares en que se cncierra la calel:l un de los esco1asticos: U t quid perditio haec? "1. A Descartes debel110s el principal favor de llaber sacudido el yugo de esa barbarie; este gran i,,,,nbre nos desengafi6 de la filosofia escolastica (y q \\;',1 in­ cluso, sin saberlo. de la suya: pero no se trab aqui de esto). La Univel'sidad de Paris, gracias a uno, .,uan­ tos profesores vcrdaderamente intcligentes, Sf' iibera insensiblemcntc de esLU lepra; sin embargo, n . est<i totalmente curada. Pero las univcrsidades de ! .pana y de PortugaL merced a Ia Inquisici6n que];, lira­ niza, estan mlleho menos avanzadas; en ellas I~: filo­ sofia esta aun en elmismo estado en que se h:dlaba entre nosotros desde el siglo XII al xvu. Lu pro-

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Systema aristotelicum de form is su cum dissertan'olle de accidentibus abs rt50. Estamos tentados a creer qu \:rfOC tie imprcnta y que deberia le jJ~!USTOTELIS:''lO. ESCOLASTlCA. etc.) {, Nos sera pennitido sefialar que la uti!. y fatigosa de que varias ciencias gaous cs lal vez un mal resto del an filosofiu de la escue/a? (V ease BO etcetera) (0).

s,L (Filosaf.). L erlL'adellumiento de cOllocimiento de la prcposici6n griega Ev. en, y XUXAO<;. c[rcu!o, y 1'Ca~S~ta, conocim Efeclivamentc, el objetivo de un reunir los conocimientos dispersos p I'm, exponer su sistema general a lo que vivimos y translllitirselos a los gan detnis de nosotros. a fin de q los pasados siglos no hayan sido in gios que los succdan, y de que nues venirse en nub instruidos, se conv mas virtuosos y mas felices. y de qu haber contruido meritos para el ge Hubicra sido dificil proponersc un plio 4,LH; d de tratar de 10 quc se rc riosidaJ humana. con sus deberes, C y can sus placeres. Por ello ciert tumbradas a juzgar de LIlla empr recursos que advierten en sl m *ENCICLOPEDfA.

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parecen cstar espccialmcnte dirigidas a cHas. D, im­ possibilitate ita statuo; ea omnia possibilia et prtldfa­ bilia esse eenselUla quae ab aliquibus perfici pOSsllflt, licer non a quibusvis; et quae a m~flris conjuli<' lim. (icet 11011 ab uno; et qVAae in successl'one saecu!ulllfll, Iieet non eadem aevo, et deniquc quae nlilitorwli ,'lIra et surnptu, licet non opibus et industria sil1gufoniJ1l. Bac. lib. II de augment. scient, cap. I, pag. 103" Cuando llega a considerarse la iIll1lenSa mater:" de una Enciclopedia, 10 unico que se advierte darall,c:nte es que no puede ser obra de un solo hombre 5.'. l,l."JIl10 un solo hombre, en el breve espacio de Sll vida, \.:OIl­ seguiria conocer y desarrollar el sistema univen;"l de la naturaleza y del arte, si la numerosa y sabia :,,),.:ic­ dad de los academicos de Ia en/sea emple6 ell:; i'cnta afios en formar su vocabulario 55, Y si Ilucstros "ca­ demicos franceses habian trabajado durantc s,>,:nta alios en su diccionario antes de publicaI' su pri'llera edici6n 56? Pero, i,que es un diceionario de leui'Uu?, i,que es un vocabulario, por bien realizado que \"le'? Un compendia muy exacto de titulos que han cI, lie­ narse con un diccionario enciclopedico y razonad", Un solo hombre, se dint, es duefio de todD c,;,mto existe; dispondra a su gusto de todas las riqueZel;. que los demas hombres acumularon. No puedo esL i de acuerdo con este principia; no creo que sea dadl> 'I un solo hombre conocer todo 10 que puede ser eonu, lelo; IUtilizar 10 que existe; vcr todo 10 que puede t,.'r~e; comprender todo 10 que es inteligible. Cuam10 lll, ,lie­ cionario razonado de las ciencias y las artcs se:, dJli. camente una combinaci6n met6dica de sus elemll,[os, preguntare todavla a quien corresponde obtenerJue­ nos elementos si la exposici6n elemental de los J)'dlci.

* * *

Un diccionario universal y raz das y de las artes no puede, pues, hombre. Mas aun, no creo que p guna de las sociedades literarias sisten, tomadas separadamente 0 La Academia francesa s6lo apo pedia 10 que pertenece a la lengu demia de las inscripciones y bella tos relativos a la historia profana. a la cronologia, a la geografia y a bona, tan s6lo la teologia, la histo toria de las supersticiones 57; Ia Ac s6lo las matematicas. la historia quimica, la medicina, la anatomia de Cirugia, el arte de este nombr pintura, el grabado, la escultura, tectura, etc.; la Universidad, 10 humanidades, la filosofia eseollistic la tipografia, etc. Reeorred las demas sociedade omitido y os dan~is cuenta de que en un tema particular que, sin du diccionario universal, desdefian un que tambien dehen incluirse; y no que os provea de la generalidad d necesitais. Mejor todavia, imponed blltacion; vercis cuuntas cosas os obligados a pedir ayuda a Inucho en diferentes dases. hombres preci las puertas ue las academias no le das pOl' SlI estauo. Son uClllasiau bros de esas eruuitas comp'1iiias p


dlccionariu UllJ versai ; ;i;lU :Jll pel'fecci6n. Jnclllso hay una tarea que lIevarL ·li~ trabajos a la conclusi6n de esta oDm, y que sc I' debcl'ia imponer. Distingo dos medias de cuitivar lac ;J(:ncias: aumentar la cantidad de conoclmienlos l1lc':!tnte descubrimientos, y de ese modo se mercce el , ·,nbre de invemor, y cornparar lOS dcscllbrim.icntos.v idenarlos entre si a fin de que ·;e cUilivcn mayor nUl ,no de hombres y de que cada alcance, en las luces de SLl si­ uno panicipe, segllll glo, Y sc llama auto; , cfasicos a los que csto con­ siguen. 10 eua! ne Cet:-. l.r:, de dificultad. Confieso que, si se oClIpasen webs l. :,ociedades eruditas de Europa en reeog~r los conoe;i ;f~ntos antiguos y ITlOdernos, en L:ol1calCnarlos y pllbli,lr tratados completos y met6­ dicos, las CQsas no PI:! ;,1l1 ser sino mcjores; aJ menos juzguemos par los t.:J, ',\)S, Comparcmos los ochenta volumcl1cs ~11 cnarlo, la Academia de las Cicndas. compilados seglllJ ej'ipiritu dominante ce nucstros mas c6lelJrcs acaclern, )S, can ocho 0 dicz volumenes realizados como los Cl c.ibo yo, y veamos si habria que c1cgir. Estos ultimos, opilarian una infinidad de rna­ teriales excelcntcs clie ..:rsos en un gran numero de obras en las que perm:.cl:ccen sin producir ninguna sen­ sacion de utilidad, (;[HO carbones esparcidos que ja­ mas puedcll formar '.jl brasero; y la colecci6n aca­ demica apcnas prop'.': ,~ionaria algunos de esos diez volumenes. Ponganse ,'s ojos sabre las memorias de la Acad emia de las i, :: ri pciones, y calculcse Clilintas p{,ginas se extraeriai! :,1'a un tralado cientifico. lOue dire de las Trallsacci(,'.I' filosafleas 58 y de las Aetas de la.\ cu/'iewdades ti: il! naturaieza 59? POI' esa tadas csas enOrInes compilh' unes comienzan a tambalcarse,

inmortalizarse COll obras que n mia, que no formaran sus colecc su propio nombre; y que la fin serfa reunir todo 10 que se 11a materIa, digcrirlo, ac1ararlo, a publicar tratados donde cada co pacio que merece ocupal' y no cia de Ia que en reaJidad tien que engrosan nueslras coleccio sola linea a lratados de esc tipo A ]a reaJizaci6n de esc proy s610 los direreutes objetivos d sino todas las ramas del conoc dirigirse una Enciclopedia, obr dni llevar a cabo una ~ociedad de artistas dispersos, 0cupados y s610 vinculados pOl' el inter humano y por un s(~lltimiento lencia. Digo una sociedad de gentes a fin de reunir a todos los talen sos, porque no hay ninguna soc que se puedan sacar todos los precisan, Y iJorque si se quisier zara siempre y no se acabara que formal' una sociedad sem tiene sus asarnbleas, esas asam entre S1, s610 duran a]gunas horu de esc tiempo Cll discusioncs y l tantes cOllsumcn me:;cs enteros como decia uno de los Cuarenta inteligencia en ]a conversaci6n d ponen en SllS escritos. que


nllestra obra cuando ellos estllviesen allII en la primera lelra de la suya. Y tenia raz6n. Afiado hombres vinculados por el ii/teres general del genera humana y par till sentimie/l[, de reciproca bene valencia, porque siendo estos motiv;" los mas ho­ nestos que plledan animal' a las alma" (lien nacidas, son tambien los mas duraderos. Uno SC' ,Llba interior­ menle par 10 que so haee, se acalora, ,mprende pOl' su colega 0 pOl' su amigo 10 que no llllentaria pOl' ninguna otra consideraci6n; y me alrevo J afirmar. se­ gun Ia experiencia, que el exito del il1lc,110 es mucho mas seguro. La Enciclopedia rellni6 SUe; materiales en bastante poco ticmpo. No es un i11ter6:o "illano el que reuni6 y apresllr6 a los autores; vieroJ] sus esfuerzos secundados poria mayoria de las genll' de letras de las q uc pod ian csperur cierla ayuda, y ·.,)10 han sido importunados en su trabajo par aqueil)s que no te­ nian el talento necesario para contribu i, siquiera con una buena pagina. Si e1 gobierno so inllliscllye en seme j:lIlte obra. no se hani nunca. Toda su inlluencia debe ltmitarse a fa­ vorecer su rcali~aci6n... Una Enciclol\ilia, al igual que un vocabulario. debe comenzarse, 'onrinuarse y concluirse en un cierto intervalo de [J, "1pO. y... un interes s6rdido se preocupa siemprc dt- jJl'olongar las obras ordenadas por los reyes. Si se en il/earan en un diccionario universal y razonado los laqc " ados que la extensi6n de su objeto parece exigir. slJ(.:dcria, a cau­ sa de las revoluciones, que no son mCl(lS rapidas en las ciencias, y sobre todo en las artes .; lie en la len­ gua. que ese diccionario seria el del S;" it) pasado, 10 mismo que un vocabulario compuesto :,:rllamente no podria ser sino el de un reino que yh _. () exisle. Las

haya pasado ya, inconveniente qu otros mismos. aunque no haya p 'Siderable entre la fecha de esta en que escribo. Se advertini la m gularidad en una obra destinada su justa proporci6n. el est ado de anterior duraci6n; temas importa insignificantes sobrehinchados. obra se desfigurara sin cesar en trabajadores. se estropeani pOl' e de 10 que se perfeccionani pOl' su vertira en mas defectuosa y mltS que debiera acortarse 0 suprim rica pOl' 10 que sucesivamente va iCuanta diversidad se introdu guaje de las artes. en las muqui tmas! Que consuma un hombre la descripci6n de las artes; que, fatigosa, se deje arrastrar a ocu nidas y menos utiles y que su nezca encerrada en sus cajones; sin que en el lugar de las cos llamativas pOl' su singularidad usos. por el gusto del momento momentanea. s610 encuentre noc lizaciones envejecidas, maq uina donadas. No habra una sola p{ volumenes que haya compuesto que. no habra apenas una fig de planchas que haya hecho g ser dibujada de nuevo. Son re ya no existen. Ellujo. esy padr


dicclonarios del sigl0 pasado y en ab'errocion no se encontrar{t 10 que nuestros astronomos emicnden pol' esc tennino; apenas se l1lencionar:i la elecn icidad, ese fenomcno tan fecundo, solo Ullas pocas lineas que se­ ran unicamente nocioncs falsas 0 viejos prejuicios. Otro tanto puede decirse de muchos terminas de mi~ neraiogia y de historia natural. Si nuestro "iccionario se hubicra adclantado un poco, habriamos f~)tado obli­ gados a repetir los errores del siglo pasaml sobre el amiluda, las enfermedades del cereal y sobu" su comer­ CIO, IJorque Ius descubrimientos de Tillet , el sistema de .Herbert son recientes 61. Cuando se trata de los seres de la natur:deza, i.que mas puede hacerse que reunir escrupulosamente todas sus propiedades conocidas en el momento en que se escribe? Pero la observaci6n y la fisica experimental, que multiplican sin cesar los fenomenos y los hechos, y la filosofia racional, que los campara en i:re si y los combina, obligan en consecuencia a variar las acep­ dones de las palabras fijadas, convierten C\I, inexactas, falsas e incompletas las detiniciones que 1;1:'. han dado e incluso inducen a crear palabras nuevas. Pero 10 que dara a la obra un aire afiejo y 1a lanzani al desprecio es, sabre todo, la revoiuci6n que se rea­ lizara en e1 espiritu de los hombres y en el caraClcr nacionaL Hoy dia, en que la filosofia avam.;, a grandes pasos; que somete a su imperio todos los ,)bjetos de su jurisdiccion; que posee un tono dominal!lc y en que se comienza a sacudir el yuga de la autClridad y del ejemplo para atenerse a las leyes de la ralCm, apenas hay una obra elemental y dogmatica de la que estemos satisfechos. HalJamos que esas produccionc'i estan cal­ cadas sabre las de los hombres y no sob! ,;; la verc!ad

a falta de una vida real y de co que les sirvan de modelo, no pu tica invariable y sensata seran a que queden. a los que sostenga adquirinin una forma totalmente to del progreso de la razon, pr tantas estatuas y que alzara alg derribadas, las de los raros ho delante de su siglo. Hemos tenid sarnos asi, contemporaneos en e El tiempo, que ha destruido cuestiones de critica y de contro una parte del diccionario de Bay haya perdido tanto en algunos lu en olros. Pero si esa fue la suer 10 que habria ocurrido a la Encic Si exceptuamos a Perrault 62 y mcrito no podia apreciar el ver Mothe 63, Terrasson, Boindin, F la raz6n y cl espiritu filosofico tan grandes progresos, no habia que hubiera escrito una pagina Pues no hay que engafiarse, hay tre dar a luz. a fuerza de genio, tras de si los sufragios de una momento, su gusto. sus ideas y zar la poctica del genero, segun y reflexivo del coraz6n del hom de las cosas y de la recta raz6n en todas las epocas. EI genio n embargo, jamas se aparta de e fil6sofo solo conace las reglas fu leza de los seres, que es inmuta


haya dado cierta cducaci6n que no em pice l ' i I discer­ Ia pin­ nimienlo todas las expresioncs consagrada:, tura, a la escultura, a la arquilecllIra y a 1 I, tetras. jCUantos ninos hay que saben Jibujo, que ',i,i)cn geo­ metria, que son I1lllSicos, a <.juicncs el lcnguit Jomes­ tico no les es m{\s familiar 4ue el de las m'll '. y que dicen un acorde, ulla forma bella, un CUlllu' I,) agra­ dable, una parale!a, Zilla hipotellusll, lIna (!lillila. un Ir[WflO, un arpegio, WI microscopio, lIll teles( '{J!o. un foco, como diria!l lam bien fa [unela del leafl, , lilla es­ pada, ulla vara, una carroza, un penacho dl' jilumas.' Tambien se sienten arrastrados los espiritu" \.;\1 otro 11l0vimiento general hacia la historia natural 1a ana­ tomia, la quimica y la fisica experimental. L.· exprc­ siones peculiares de csas ciencias son ya muy lt11uneS y necesariamente 10 scrim l11ucho mus. (.QUe' '_lli'rini de todo ella? Que la lengua, incluso la popul .r, cam­ biadt de rostra; que se ampliani a medida 'I"': nues­ tros oidos se acostumbren a las palabras, 111'~d ,,,l1le las felices aplicacioncs que de ellas se hagan. PI", si se reflcxiona, se advertira que la mayo ria de \.~:.. ,:, pula­ bras tecnicas que empleamas hoy fueron ante I ,lrmeIl­ te neologisrnos; lu utilizacion y el tielllpo lc~ 'I Lularon ese barniz cquivoco. Eran claras, cncrgicas, 'lcccsa­ rias. EI sentido melaf6rico no eslaba alejadu ,kl sen­ tido propio. Pullan. No se buscaban demU'ldclo las relaciones en que se apoyaba ci nuevo elllpk, ': eran reales. La accpci6n figuraJa no parecia en d!,solulo una sulileza; por 10 demas, la palabra era au, l\H1iosa y Huida. La idea principal estaba ,ligada a "Ia COil otras que nunca recordamos sin instrucci6n 0 ,!11 pla­ cer. He aqui los fundamcntos de la forLUna ql: obtu­ vieron esas expresiones; y las causas contr'1l'1.lo son J

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riquezas al vuelo de la imaginac poesia y a los numeros y a la aratoria. Va a dar inmensos pa la filosofia, y si nada suspendi piritu, un diccionario de arator de Luis XIV 0 incluso del nue las dos terceras partes de las p nuestros nietos. En un vocabulario, en un d razonado, en tada obra destinad neral de los hombres, hay que cando su objeto en los terrenos el espiritu de su naei6n. presen en velocidad, de suerte que no bajo. sino que, par el contrario tado; decidirse a trabajar s610 p guientes porque el momenta en apenas este acabada una gran e la generaci6n presente. Pero p tiempo util y nuevo, adelantan espiritu nacional que sin cesar viar la duraci6n del trabajo llIu de los colaboradores, medio qu no earece de incollvenienles, C nuacion. De cualquier manera. los con cierto punta pueden tornarse c ignoramos emU sea ese limite. N de puede llegar un hombre. To hasta d6nde iria la especie hum capaz si no fllera detenida en su necesarias las revoluciones; siem pre las habra, y estamos en el m revoluci6n a otra. Esta sola cau

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esfuerLO~. ;eulUllll no iu cjLledani. cl llldlViJuu ~" lo~ su)'os! EI lildivid\l.) ~()Jo l)u"ee .;lena <:ncfFla cn ~u;; Jacuitadc" lanto ,"nimulc~ (;Uluu ll1tdedu.,l1e,,; ,tiL, dum lin tienlpO; \;sl~t obliga\iu 1i "Itcrnati"a" u,,; In! bajo y de descansn; [knt; necesiLlauc, Y J),t:;[o1Jes qu"

smisfaccr y ef:t~i expucstlJ a Lilla ;niulldad dc disLntc路 ciones. Todas las vecl;~; que hi que illl:v de. fl<;gJtivc< en Sll~ cualidaoes t'"rmc la menDr ~;llB1(t po,ible. ,) l路llI''颅 In que. hay de positivo tonne hi \ll,lYUl SUillil p\J:>ibk, un hombre aplichdu dl soledad ,I cualquier fdnlLt d, Ia cicncia humana ia licvani Lail lcjcb COUll) pHl'd;t ",," llevada medianle los .:sfucrzo:> de un illdi"iJwJ. Art" did al lrabajo de ese indwiduo eXlraorJinariu cl el, otro, y asi sllccsivamel1lc, basla que hayuls Jknach el intervalo de UDa revoillcioll a Ia rcvoillciun 1lHL alejada, y os har6is elena noci(m de lu que la cspecl\ entera puede proJucir de mas perfecto, sobre lCido ., suponeis en favor de su lrabajo ciertC) ntlmCro de cil颅 cunstancias fortuiras que habrian disminujJ[) aquci exito si hubicran sido comrarias. Peru la masa gencn\ i de 1<1 cspecie no est{t hecha para scguir ni para cone eer este call1inar del CSpiflLU humann. EJ pUllto de ill~' trucciOll m{ts olevado tiene SLlS limites; de dond;;: s, deduce que habra obms Ljue pcnnancceran siempn. pOl' encima del alcance wmllll de los hombres, utl'Ll' que poco a poco descenderan mas abajo y oLras mel que sufriran esta doble su..:rlc. A cualquier grado de perfecd6n que so cunduzci una Enciclo[ledia, es evidenle porIa natumlcza Li. csta obra que se encontrara entre cl numero de csla' ultimas. Hay asuntos que estan entre las mauos al pueblo. de los que saca su sllbsistcncia, y a cuyo ell nacimiento prt'teti~o se dedica sin descanso. Cllalquie;

rable, UUl1quc se les supllsies hombre del pueblo y el sabio scar e mSlrllirse en una Enc llub glorioso pan.\ una ohm d 01 que suecJiese inmcdiaLall1e ci(lO que hubiera detenido eJ p intcrrulllpido los trabajos de l gar en las linieblas una porcio iQU": agradedmicnlo no sentir niese despucs de esa cpoca de bres que hllbieran previsto bllcn recaudu los conoeimiento Entol1ces seria (me atrcvo a pueslo que nuestra Ellcicloped la perfeccion que Ie mereceria ces seria cuamlo se apodaria gran obra cl rcinado del Jl1011 prclldio, cl ministro al que fu que a ella se consagraron, todo que concllrricrun a su rcalizaei recordaria esa, eoncurrencias tambien los esfuerzos que los dcsgracias que soportaran. Y lcs Icvanlase tenJria varias ca tival1l~nlc se yerian los honor moria y las hllellas de indignac moria de sus enemigos.

*** No hay que perder nunca cion: si se arrojasc al hombre 6


seres; l,Puede uno proponerse algo mejor en la histo­ ria de estos seres que someterse a esa consideraci6n? lPor que no habiamos de introducir al hombre en nuestra obra segun eshi colocado en el universo? (,Por que no habiamos de hacer de el un centro comtin? lRay en el espacio infinito algun punto del que poda­ mos can mayores ventajas hacer que partan las Iineas inmensas que nos proponemos extender a todos los de­ mas puntas? l,Quc viva y dulce reacci6n no resultani de los seres hacia el hombre y de los hombres hacia los seres? He aqui 10 que nos ha deterl11inado a buscar en las facultades principales del hombre la division general a la que hemos subordinado nuestro trabajo 64. Que se siga cualquier otro camino que parezca mejor con tal de no sustituir al hombre pOl' un ser mudo, insen­ sible y frio. EI hombre es el temlino (mico del que hay que partir y al que hay que remitirlo todo si se quiere agradar, interesar, Ilegar incluso en las consi­ deraciones mas aridas y en las explicaciones mas se­ cas. Hecha abstracci6n de mi existencia y de la feli­ cidad de mis semejantes, lque me importa el resto de la naturaleza? Un segundo orden no menos esencial que el anterior es el que determine la extensi6n re1ativa de las dite­ rentes partes de la obra. Comprendo que se presenta aqui una de esas dificultades que es imposible veneer cuando se comienza, y que es dificil veneer a cada edici6n que suceda. l.C6mo establecer una justa pro­ parci6n entre las diferentes partes de un todo tan gran­ de? Cuando ese todo es obra de un solo hombre, no

diferentes miembros. lCual es de m6dulo? l,La mas noble, la portante 0 la mas extensa? l5e las matematicas, las matematica logia a la jurisprudencia, la juri ria natural. etc.? 5i nos atenemo genericas que nadie entiende d aunque todo el mundo se sirva cllas, porque jamas se explican, o bien los elementos 0 bien un t neral, no se tardara en advertir nada que es esa medida nominal tamar can sus diferentes coleg que cuadren mas 0 menos con s les que se les entregue, es un h menor idea del asunto ni de asoda. Cada uno tiene su mane Recuerdo que un artista a quien con bastante exactitud 10 que h arte, me trajo conforme a mi d dia 151, sabre la manera de tapiz gia mas 0 menos una hoja de plancha de dibujo, diez a doce cargadas de figuras, y tres grue de caracteres muy menudos, cap ados volumenes en doceavo. O a quien habia dado exactamen que al primero, me trajo acerca facturas mas amplias porIa di que en ella se fabrican, de las plean, de las maquinas de que


con la humillante confesi(m de que no sabia mas,' me vi obligado a escribir el articulo COMPOSTCTON EN PIN­ TURA yo, que ni soy amateur ni pintar. Estos fen6me­ nos no me admiraron. Con lan paca sorpresa vi la misma diversidad entre los trabajos de los sabias y de las gentes de letras. La prueba esta en mil lugares de esta obra. Aqui aparecemos hinchados y voJumi· nosos, alli magros. pequefios, mezquinos. secos y des­ carnados. En un lugar parecemos esqueletos; en otro tenemos aspecto de hidropicos. Alternativamente so­ mos enanos y gigantes, eolosos y pigmeos; rectos, bien hechos y proporcionados; jorobados, cojos y contra­ hechos. A todas estas rarezas anadid la de un discurso tan pronto abstracto, oseuro y rebuscado, como can mas frecuencia descuidado. rastrero y cobarde, y com­ pararCis toda la obra al monslruo del artc poetico 0 in­ cluso a cualquier cosa mas horripilante. Pero lodos estos defectos son inseparables de una primera tcntati­ va y tengo por evidentemcnte demostrado que s610 el tiempo y los siglos vendnin a repararlos.

.. * * Distingo dos c1ases de llamadas: de cosas y de pa­ labras. Las lIamadas de casas csc1arecen el objcto, indican sus vinculaciones proximas can las que a cllas inmediatamente se refieren y sus vinculaciones remo­ tas can otras que se creeria aisladas; recuerdan las nociones comunes y los principios analogos; fortale­

alterar y de conciliar. Habria un gran artc y una infi ultimas llamadas. Toda la obra r fuerza interior y una utilidad se efectos serian necesariamente sen Todas las veces, por ejemplo. qu un prejuicio nacional, correspon particular exponerlo respetuosam cortejo de verosimilitud y de seduc vuclta al edificio de barro, se disip de polva remitiendo a los articulos lidos sirven de base a las verd modo de desenganar a los homb rapidez sabre los buenos espiritl mente y sin penosas consecuencias rulda, sabre todos los espiritus. deducir t;icitamente las consecuen estas Hamadas de contirmaci6n y prevlstas a tiempo y preparadas c a una Encidopedia ei caracter que diccionario; ese caracter es camb de pensar. Consicnto en que 1a ob gran efecto gencral tenga defectos su plan y su base serlin excelent opere nada semejantc sera mala. hacer alglin dogio, pasara ese elo en el olvido. Las llamadas de palabras son m cia, cada arte tiene su lenguaje. lA


de ellas se trata, y a los cuaIcs s6lo es condu<:ido uno pOl' analogia, especie de hila que no se encuentra en las manos de todo el mundo. En un diccionario uni­ versal de las ciencias y de las artes puede uno verse obligado en varias circunstancias a suponer el juicio, la inteligencia y la penetraci6n; pero ell ninguno debe uno suponer conocimientos, Que un hombre poco in­ teligente se lamenle, si quiere, 0 de la ingratitud de la naturaleza 0 de la dificultad del asunto. pero no del autor, si no Ie falta nada para entender Ili en 10 relativo a las cosas ni en 10 relativo a las palabras, Hay una tercera clase de llamadas a la cual no con­ viene ni abandonarse ni inhibirse pOl' completo; son las que, al acercar ciertos aspectos de las ciencias, cualidades amllogas en las sustancias naturales, pare­ cidos manejos en las artes, conducirian 0 a nuevas verdades especulativas 0 a la perfeccion de las artes conocidas, 0 a la invenci6n de· artes nuevas, c~ a Ia restituci6n de antiguas artes perdidas. Esas llarlladas son obra del hombre de genio. Dichoso del que cs capaz de advertirlas. Este espiritll de combinaci()n. este instinto que detino aparecen en algunos de mis Pensarnientos sobre fa inrerpretacion de la natumle­ z.a 66. Pero vale mas carrel' cl riesgo de conjeturas quj· mericas que dejar perder las tltiles. Esto es 10 que me anima a proponer las que siguen,

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No quisiera suprimir enteram porque a veces tienen su utilidad gil' secretamente contra ciertas r llamadas filos6ficas contra ciertos chas veces un procedimiento delic zar una injuria sin casi ponerse arrancal' la mascara a personajes simulant et bacchanalia vivunt 69. su frccuencia; incluso la que he c Frecuentes alusiones de esta natu tinicblas una obra. La posteridad fias circunstancias que merecen mitidas, no advierte la gracia de la esas palabras que nos divierten co lugar de componer un diccionari caemos en la bufonada. Bien pen se dijera la verdad sin rodeos, y q o pOl' azal', tuviera que hablarse d taci6n perdida, sin conocimientos cuyo nombre se hubiera convertido deshonesto, nos abstuvieramos d pOl' pudor, bien pOl' caridad, 0 q ellos sin contemplaciones, que se e nominiosa vergiienza de sus vicios a SlI estado y a sus deberes con r que se les persiguiera con la amar hiel de J uvenal 0 de Buchanan 70.

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una Iarga meditaci6n. La expcriencia no ha dcbilitaclo esas disposiciones. Hemos vista. a mcdida que Ira­ bajabamos, como se cxtendia la materia. c6mo se us­ curecia la nomenclatura, tcmas traidos bajo una Blul­ titud de nombres. c6mo los instrumentos. las m{tq Ul' nas y los manejos se lI1ultiplieaban sin medida, y C(1li10 se complicaban mas y mas los numerosos rodeos de un laberinto inextricable. Hemos visto cuunto coslaba asegurarse de que las ll1ismas cosas eran las miSlllllS y ellanto asegural'se de que otras que parecian muy diferentes no eran diferentes. Hemos visto que csLa forma alfabetica, que a cada instante nos deparaba descansos, que expandia tanta variedad en el trabiljo. y que desde este punto de vista parecia tan conveni,~n· te seguir en una obra larga. tenia sus dificultades. que era preciso veneer a cada momento. Hemos visto que exponia a dar a los articulos eapitalcs una cxtensiCll1 inmensa si metiamos en ellos todo 10 que Call bastan­ te naturalidad se podia encontrar en ellos. y a tornar­ los secas y empobl'ccidos si, con ayuda de las llama­ das, los mondci.ba1l10s, y si excluiamos de ellos muchos objctos que no era posible separar. Bemus visto que imporlante y d ificil era guard'lr el termino media. tIe· mos visto cuantas casas inexactas y falsas se nos esca­ paban y cuantas verdaclcras omitiamos. Hemos vista que s610 un trabajo de varios siglos podria introducir entre tantos materiales reunidos la verdadcra forma que lcs convcnia; dar a cada parte su extensi6n: re­ ducir cada articulo a una ampHtud justa; suprimir 10 que hay de malo; suplir 10 que falta de bueno. y ler­

bres de quienes la concluirian, no cargar can los nuestros; y nos sen por esta idea tan consoladora y tan d blaria de nosotros cuando ya no exis murmullo tan voluptuoso que nos en Ia boca de algunos de nuestros c que dirian de nosotros hombres por y dicha nos inmolabamos, a quiene amabamos aunque todavia no existies arrollarse en nosotros ese germen d roba a la muerte la mejor parte de y burla a la nada los unicos momento tencia de los que nos hayamos realm efeeto, el hombre se llluestra a sus c se ve tal cual es, cxtrafio compues sublimes y de vergonzosas flaquezas zas siguen a los despojos mortales desaparecen con ellos; la misma tier quedan las cualidadcs eternizadas en que se Ievant6 a sf mismo 0 que deb y al agradecimiento publicos, honor conciencia de su propio merito Ie da do. gozo tan puro, tan fuerte, tan ot1'O, y en el que s610 puede haber tHulos sobre los que se fundan sus nuestros estan depositados en esta o los juzgani. Dije que s610 correspondia a un si tar una Eneidopedia. y 10 dije porqu


extrafia, a veces a un impulso del genio; que quicnes vinieron despues de los primeros inventores no fueron, en su mayoria, mas que esclavos suyos; que realiza­ ciones que cleberian mirarse como lin primer grado. ciegamente tomadas par el ultimo termino, en lugar de impulsar un urtc a su perfecci6n, sirvieron 5610 para retrasarlo, reduciendo a los demas hombres a la con­ e1ici6n servil de imitadores; que tan pronto como sc dio un nombre a una composici6n de un cadlcler par­ ticula r. era pn:cisll rlJodelar rigurosumente sobre esc esbozo tadus la~ (j'~m{IS que sc hicicron; que si apare­ ci6 de cuandn (::rl '::lIandd un hombre de gcnio osado y original que. c:,II1Gado ,k·1 yugo recibido. :ie atrevi6 a sacucllrselo. apal'tarf>\: de': Ci1lTllnG camun y dllr a luz alguna obra a Ja que no f1,)(~ron exadamente aplicables el lJombre dado y las k~",;s pres~:ritHh. cayo en el 01­ vida y en 61 pcnmmec(() mucho tiempo. Hay que de·· rribar todas esas viejas pucn\idades, dar ttl tcaste con Jas barreras que no haya planteado !a razcm. otorgar a las ciencias y a las artes una libertad que res es tan preciosa y decir a los ud1l1ir8.dorcs de la antigi.iedad: Llamad a £1 Mercuder de LO/ldres 71 como 0:, plazca, con tal que conveng:iis en que esta pieza brilla con bellezas sublimes. Era preciso un tiempo razolU:l,ior en que no se buscaran ya las reglas en 10$ anton;:i, sino en la naturaleza, y en que se aclvirtiera 10 fa\so y 10 verdadcro de tantas poctkas arbitnuias; lorna cl (crmi­ no poetica en su acepci6n m[1S genera!, como un sis

nuestra en una verdadera Enciclopedia. E sobre todo si se conviene en que, al eellar ros cimientos de semejante trabajo, nos h forzados a tomar por base a un autor malo, ra que fuese, Chambers, Alstedius 72 u otro guno de nuestros colegas habria decidido se le hubiera propuesto componer de nuev parte; todos habrian quedado horrorizado hubiera hecho la Enciclopedia. Pero al p cada uno un rolla de papeles 73 que s610 se revisar, corregir, aumentar, el trabajo de cre es siernpre el que se teme, desaparecia. y se d engaiiar por la consideraci6n mas q uimc esos jirones descosidos se hallaran tan in tan mal compuestos. tan mal traducidos, ta ornisiones, de errores y de inexactitudes, tan a las ideas de nuestros colegios, que la m tiraron. iListima que no tuvieran todas cl lor! La unica ventaja que sacarian los prim posibilidad de canocer de una ojeada la no ra de su parte, que habrian podido encont nos tan completa en los indices de diferent en cllalquier diccionario de lengua. Esa frivol a ventaja cost6 bien cara. jCu{\ perdido en la traducci6n de malas cosas! gastos para procurarse un plagio continuo faltas y reproches nos habriarnos ahorrad simple nomenclatura! lyero hubiera bastado decidir a nuestros colegas? Por 10 dcm{18.


De donde se ve: 1." Que no era posible. en una primera cdici6n. emplcar un excesivo nllmero de co­ legas, y que si nuestro trabajo no es completamen­ te inMi}, un pequeno numero de hombres baslaria para 1a rcalizaci6n dc una segunda. Convendria aDlC­ ponerlos a diferentes trabajadores subalternos u los que honrarian con las ayudas que ellos habrian reci­ bido. pero ellya obm cstarian obligados a adoplar a fin de que no pudiesen dispensarse de dark los u1li11\08 loques. de que su propia reputacion estuviera en juego y de que se les pudiera acusar directamente de negli­ gencia 0 de ineapacidad. Un trabajador que se aLreve a pedir que Sll l10mbre no t1gure al final de uno de sus articulos, confiesa que 10 encuentra mal hech!) 0 al menos indigno de el. Creo que. conformc a estc nuevo aspccto, no seria imposible que un solo hombre se encargase de la anatomia, de la mtxlicina, de Ia cirugia. de Ia materia medica y de una parte de la farmacia; otro, de la quimica. del resto de la farmada y de 10 que hay de quimica en las artes. como la me­ talurgia, la tinlura, la orfebreria, una parte de la cal­ dereria. de la fontancrla, de la prepuraci6n de los co­ lores de todo genera, metiilicos 0 no, etc. Un solo hombre bien instruido en alglln arte del hierro abarca­ ria los oficios del fabricante de davos, del cllchillero, del cerrajero, del herrero, etc. Otro versado en joyeria se encargaria de las artes del joyero. del diamanlista, del lapidario. del argentero. Siempre daria preferencia al hombre que hubiera escrito con exito sobre Ia ma­

1&

Pero. se me din\' l.como con ha sucedido que obtengais un e dncci6n tan considerable jamas que nuestra Enciclopedia tiene obra. no ya de la misma extens extension. compuesta por un gr solo, la ventaja de contener u nuevas y que inutilmente se bu Es la consecuencia natlual de Ia llos que a ella se han consagrad Todavia no se ha hecho, ni d se hanl, una colecci6n tan consi de maquinas. Tenemos mil plan teo Estamos dispuestos a no ah bado. A pesar del prodigioso n las lIenan. hemos tenido el cuid guna que no representase una m en la sociedad. Comparense nu la tan cacareada coleccion de R las maquinas de Lupoid 75, 0 in nes de maquinas aprobados por cias 76, Y se juzgani si era posib volumenes reunidos veinte plan en una colecci6n tal como la qu lor de concebir y la dicha de re de superfluo, de pasado, de idea y vivo. Pero independientemente posible diferencia que pueda y ne ber entre esta primera edicion y


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Enciclopedia

nifka nada haber comenzado? Entre una infinidad de dificultades que par si mismas se presentanin a la mente, considerese lan s610 la de haber reunido un nUl11ero de colegas bastante grande que, sin conocer­ se, parecen concurrir tadas amistosamente a una obra comun. Gentes de Ietras hicieron par sus semejantes y sus iguales 10 que jamas se hubiera conseguido de ellos mediante ninguna otra consideraci6n. A ese mo­ tivo debemos nuestros primeros colegas y a la misma causa debemos los que a diario se unen a nosotros. Entre todos ellos reina una emulaci6n, un respeto, una concordia que apenas pod ria imaginarse. No se limi­ tan a prestaI' la ayuda prometida, sino que, incluso, realizan mutllos sacrificios. cosa mucho mas diffci!. De ahi tantos articulos que parten de manos extrafias sin que ninguno de los que se habian encargado de las ciencias a que pertenecen se hayan sentido ofendidos jam{ls. Y es que no se trata aqui de un interes parlicular; y es que no reina entre nosotros ningun tipo de celos persona1es. y que la perfecci6n de 1a obra y la utilidad del genera humano crearon el sentimiento ge­ neral de que nos sentimos animados. ESCANDALOSO, adj. (Gram.), que causa escandalo; se dice de casas y de personas. Asegurar, como han hecho algunos escritores de la Compania de Jesus. que no eshi permitido a todo el mundo disponer de la vida de los tiranos. es una proposici6n escandalosa, porque da a entender que aparentemente hay perso­ nas a quienes les est a permitido el tiranicidio. La doc­ trina del probabilismo es una doctrina escandalosa. La invitaci6n que el padre Pichon 11 hace a1 pecador de acercarse todos los dias a los sacramentos sin amor de Dios, sin cambial' de conducta. es una invitaci6n escandalosa. El elogio de la obra de Busenbaum 18 que se lee en las Mimoires de Trevoux 19 es escanda­ loso. Los sacerdotes arrastrados ante los tribunales

ES{Ji'losisla. Experimental

civiks POl' asuntos de banea y llad'\s pOl' los jurisconsultos a te de hidas y mas ilicitamente a bre:i cSCGndalosos 80. Los sacer pre,.nLar farsas en un teatro y sus\sas a los ninos confiado funcl1dos can histriones, ofrecen dalon Al. Encontrariamos tod esca ndalosos sin apartarnos de de k:; que seria dificil hablar s din" I iamente a las mujeres, a nifiD' .

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I i.

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E:;PJNOSISTA, s. m. (Gram.) 8 fia ele Espinosa. No hay que Ilo.l'i\fas antiguos can los espi prinei pia general de estos es q ble, 1, 1 que demuestran mediante va, cuerpo inerte, que can el calol graduado pasa al estado d y nwcl iante el crecimiento de t principia es s610 un punta, y qu cion ill1tritiva de las plantas, en las ~;lIstancias que sirven para 1a te ell \111 gran cuerpo que siente grande. De ahi conc1uyen que y qUi: ella basta para explicarlo sigmon el antiguo espinosismo cuencias.

E" "FRIMENTAL. adj. (Filoso!. sofia experimental a la que se s tos pMa descubrir las 1eyes de EXPI.F I ENCIAS.) Los antiguos, a los que nos cr en 1<1'; ciencias, porque nos par


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