OBSERVACIÓN VÍDEO “PRESTAME ATENCIÓN” A continuación vamos a realizar una observación del vídeo titulado “préstame atención”. Para ello, es importante que sigamos una serie de pasos. En primer lugar planificaremos la observación; para ello debemos tener claro cuál va a ser el objeto de la evaluación, qué vamos a observar y para qué (en este caso, vamos a observar el comportamiento del niño con el fin de comprobar por qué tiene rabietas). A continuación se determinará el momento y el lugar más adecuado para la observación y se elegirá el instrumento (por ejemplo, una lista de control en la que reflejemos en qué situaciones el niño tiene esas rabietas y en cuáles no). Una vez planificada la observación habiendo desarrollado el plan que vamos a seguir, procederemos a llevarla a cabo, fijándonos en todos los detalles y tomando las anotaciones pertinentes. En cuanto al tipo de observación, podemos ver cómo se está llevando a cabo en una situación natural, pero que puede estar manipulada para comprobar si la misma conducta se repite en situaciones similares. El siguiente paso es la interpretación de la información obtenida. Para ello debemos comprobar que el niño se encuentra bien de salud y que su estado madurativo es el adecuado para su edad. Una vez descartadas estos posibles motivos de la rabieta procederemos a interpretar los datos obtenidos mediante la observación. Al visualizar el comportamiento del niño en el vídeo se observa claramente cómo el llanto aparece y desaparece en función de una serie de circunstancias: cuando la madre y el perro se van, el llanto desaparece. Además, el llanto es exagerado, sin lágrimas. Además vemos como el niño se tira al suelo, para hacer más patente su llanto. Podemos deducir que el niño pretende llamar la atención de su madre y del perro; esto nos indica que su único objetivo es buscar su atención. Es probable que esto sea debido a una conducta aprendida; el niño ha tenido esta conducta en otras ocasiones y le ha funcionado. Por último, deberíamos definir un plan de mejora y llevarlo a la práctica. Si esta situación nos la encontrásemos en clase, la estrategia más efectiva en estos casos y que deberíamos poner en práctica es la omisión. Primero se le explica al niño, de forma calmada, qué es lo que tiene que hacer y qué es lo que no debe hacer. A continuación, cuando se de esta circunstancia se le debe apartar del grupo sin decir nada. Una vez el niño está apartado del grupo se puede realizar actividades divertidas con el resto de sus compañeras y compañeros. También tendríamos que hablar con los padres para comprobar si esto sucede también en casa y elaborar un plan común entre la familia y la escuela, siguiendo los mismos pasos o similares ante este tipo de situaciones. En el caso del vídeo puede que este proceso ya se haya llevado a cabo y se esté llevando a cabo este plan de mejora, ya que la madre actúa de forma correcta y, además, ha enseñado al perro a actuar. Si fuésemos la maestra de este niño y nos encontrásemos ante esta situación, deberíamos alabar el comportamiento de la familia.
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Laura Gómez García-Ochoa Trat. educativo de las dificultades de aprendizaje y de la diversidad de necesidades específicas