PROTOCOLO DE ACTUACIÓN (en tiempo rápido) Teniendo en cuenta que Candela acaba de cumplir tres años y no ha asistido a la Escuela Infantil, es posible que no se haya seguido un protocolo de control de esfínteres adecuado con ella, por lo que, hasta ver si conseguimos resultados en un futuro próximo, no lo consideraremos un problema grave. En primer lugar, se revisará el documento de recogida de datos, en el que consta la frecuencia en la que Candela se hace pis, en qué situación se da y el comportamiento de la niña antes y después de hacerlo. Este documento se ha ido realizando en el transcurso de las dos últimas semanas. Es conveniente que sigamos con esta recogida de información, incluso cuando se ponga en marcha el protocolo de actuación, con el fin de controlar los cambios que va realizando la alumna. Después de revisar esta información, tendremos una entrevista con los padres. En ella pretendemos averiguar cómo actúan ellos ante situaciones similares, ya que esto puede ser el origen del sentimiento de vergüenza por parte de Candela, así como su falta de control de esfínteres. Además, con esta entrevista transmitiremos a los padres nuestra preocupación, ya que hemos tenido otras reuniones con ellos y no hemos obtenido resultados, aunque sin alarmarles. Para ello, nos apoyaremos en los datos que hemos ido recogiendo en las últimas semanas. En ella trataremos la necesidad de trabajar de forma conjunta, colaborativa y coordinada en el colegio y en casa. Otro tema que se planteará en esta tutoría, será el inicio de un protocolo de control de esfínteres con Candela, para el cual necesitamos la colaboración de los padres. Este protocolo consistirá en: -
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Pedir a los padres que vistan a la niña con ropa cómoda y fácil de quitar y poner. Establecer rutinas y horarios para ir al baño (tanto en el colegio como en casa). Estos horarios se podrán establecer en función de las horas en las que la niña suele hacerse pis, haciendo que vaya 10 o 15 minutos antes. Es muy importante que no se varíen estos horarios durante las primeras semanas. Economía de fichas: Pondremos una hoja en el cuarto de baño en la que la niña pueda poner una pegatina cada vez que hace pis en la taza en lugar de hacérselo encima. Recomendaremos a la familia que esto también se lleve a cabo en casa. *A medida que avanzamos en el control de esfínteres, se irán exigiendo más logros (ir sola al baño, desnudarse sola y sentarse en la taza, pedir permiso para ir, cuando se aguante, etc.). Se pautará un número de pegatinas, cuando llegue al mismo podrá darse un premio a la niña. Se elogiará a la niña cada vez que realice un logro, motivándole a seguir haciéndolo. Jamás ridiculizaremos o regañaremos a la niña por hacerse pis encima y pediremos a los padres que no lo hagan.
Tratamiento Educativo de las Dif. de Aprendizaje y de la Diversidad de Nec. Específicas. Laura Gómez García-Ochoa.
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Además se fomentarán las rutinas relacionadas con el proceso de ir al baño (lavarse las manos antes y después, utilizar correctamente el papel higiénico o las toallitas, vestirse y desvestirse sola, etc.). Todo el proceso se llevará a cabo motivando a la niña, haciéndolo divertido. Podremos utilizar, por ejemplo, alguna canción o consigna que la niña pueda decir cuando quiere ir al baño, incluso cantarla con ella mientras vamos (Ej.: “vamos al baño, que quiero hacer pipí"). Progresivamente iremos eliminando la presencia del adulto, las ayudas que le presta, etc. Se irán espaciando las horas de ir al baño, hasta que se supriman, de tal forma que la niña solo irá al baño cuando lo pida, teniendo el control de esfínteres adquirido. Se irá eliminando, también, la economía de fichas, de tal forma que la niña no solo pida ir al baño o realice de forma adecuada el proceso únicamente para conseguir un premio. Durante todo el proceso, llevaremos un registro de la evolución de la niña en este ámbito.
Como hemos mencionado anteriormente, la colaboración y la coordinación con las familias es fundamental en este proceso, por lo que procuraremos hacérselo saber para que nos ayuden al máximo. Sin embargo, si no conseguimos que colaboren, seguiremos llevando a cabo este proceso en el aula. Otro aspecto que tendremos muy en cuenta es la competencia emocional de la niña. Debemos evitar que sienta vergüenza y, por tanto, debemos fomentar su autoestima y procurar que se sienta bien consigo misma. Para ello seguiremos unas pautas que consistirán en: -
Elogiar a la niña cuando realice un logro. Tratarle siempre con respeto, sin ridiculizarle. No exigir que realice correctamente el control de esfínteres de forma autoritaria, menos aun cuando no se haya realizado el proceso de control de esfínteres. No hacerla sentir culpable. No regañarla, ni corregirla, sobre todo delante de los demás niños o de otros adultos. No dramatizar cuando la niña se haga pis encima, sino evitar hacer referencia a ello. Realizar actividades como pedir que se mire en el espejo y diga aspectos positivos o que le gustan sobre ella, pedir a los compañeros que digan cosas positivas… estas actividades se realizarán en grupo en el aula, o se adaptarán para llevarse a cabo de forma individual si consideramos que la niña lo requiere, o para trabajarlo en casa.
Al igual que el control de esfínteres, se procurará que se fomente la autoestima de la niña en casa, del mismo modo que en el aula. Para ello se les dará a los padres estas pautas y se les facilitarán una serie de actividades que pueden llevar a cabo con ella. Siguiendo esta serie de pasos, procuraremos eliminar la falta de control de esfínteres y, si la vergüenza y el comportamiento de la niña son debidos a la actuación de los padres al respecto, nos pueden servir para eliminar malos hábitos y procurar una buena actuación por su parte. El último aspecto que trataremos en la reunión será la excursión que se va a realizar el viernes a la Granja-escuela. Procuraremos que la decisión que se tome respecto a la asistencia de la Tratamiento Educativo de las Dif. de Aprendizaje y de la Diversidad de Nec. Específicas. Laura Gómez García-Ochoa.
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niña a la misma, sea una decisión conjunta con la familia, procurando que entre la profesora y los padres se tome la decisión que más favorezca a Candela. En principio, pretendemos que la niña asista a la excursión, puesto que el hecho de no hacerlo puede tomarlo como un castigo por hacerse pis y puede desembocar en un rechazo hacia el control de esfínteres; sin embargo, por otra parte, debemos tener en cuenta los inconvenientes y el trabajo extra que puede suponer que la niña vaya a la Granja-escuela. Se propondrá que algún familiar de la niña asista a la excursión y esté pendiente de ella (de llevarla al baño en los horarios establecidos, de cambiarle la ropa si fuese necesario, etc.), aunque de esto también podría encargarse algún profesor, que se dedique a prestar una atención más individualizada a la niña durante la salida. Si se considera que ésta es la opción más adecuada, nos pondremos en contacto con la dirección del colegio para poder gestionarlo.
Si después de dos semanas la familia no colabora y la niña sigue sin avanzar en este ámbito o, incluso, vemos un retroceso, procuraremos encontrar la causa de este problema, por si existiese un problema grave que lo desencadenase. En este caso se iniciaría y realizaría otro protocolo de actuación en el que se buscarían alternativas y se buscaría la colaboración de la orientadora para solucionarlo.
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