EL DOCENTE Y LOS PROGRAMAS ESCOLARES Lo institucional y lo didáctico Ángel Díaz Barriga El programa representa el conjunto de contenidos que deben ser abordados en un curso escolar y que los docentes tienen que mostrar a los alumnos como materia de aprendizaje; este programa se hace con la finalidad de satisfacer la perspectiva institucional sin embargo es responsabilidad del docente elaborar una propuesta de trabajo que articule dicha perspectiva con las condiciones de un grupo de estudiantes. La tarea docente es una actividad intelectual y por lo tanto los programas deben ser espacios para la recreación intelectual y no “grilletes” del trabajo educativo Para Herbart la didáctica es una ciencia a partir de la cual el maestro orienta teóricamente sus procedimientos de intervención, mientras que el currículum, por lo menos en su origen, aparece claramente como la disciplina que defiende los intereses de la institución escolar. Es difícil precisar los elementos que debe contener un programa porque por una parte ayuda a la institución a ordenar la redacción y elaboración de los mismos y por otra parte delimitan el trabajo pedagógico de cada docente y no se adaptan a cada una de las situaciones educativas. En algunas instituciones le informan al docente que debe adecuar el programa a las características de sus alumnos siempre y cuando no modifique el contenido el problema es invitar al cambio, crear e innovar pero al mismo tiempo con las condiciones de inmovilidad Programas del plan de estudios. Una de sus principales funciones es que nos posibilita una visión global del plan del que forma parte, es decir nos puede informar del proyecto educativo que adopta una institución por medio de la carga académica semestral o anual, del conjunto de disciplinas o problemas que se propone abordar y de su orientación global. Un elemento clave en la elaboración de este tipo de programas es que sean construidos a la luz de todos los contenidos que se pretenden desarrollar en el plan de estudios Los programas de los grupos académicos docentes. Busca orientar el trabajo del conjunto de docentes de una institución, sobre todo cuando varios docentes imparten un mismo curso, o cuando el sistema educativo busca establecer para sí mecanismos de formación homogéneas. La función de orientar el trabajo de una escuela específica se lleva a cabo mediante programas elaborados por los grupos académicos de docentes. Estos programas, en realidad, son una interpretación del planteamiento sintético que efectúan el programa del plan de estudios y tienen como finalidad orientar la dimensión pedagógica del trabajo escolar y las actividades de apoyo del trabajo docente (la adquisición de material didáctico, bibliográfico y documental, etc.) La determinación de los contenidos básicos. Estos tienen cumplen dos funciones: dar información o posibilitar el desarrollo de un proceso de pensamiento.
Los programas del docente. Se construye a la luz de los dos programas anteriores (el plan de estudios y el de los grupos académicos de docentes) y fundamentalmente, a partir del propio maestro, del análisis de su experiencia profesional y de las condiciones particulares en las que trabaja (condiciones institucionales, infraestructura, características y número de estudiantes, posibilidades y búsquedas pedagógicas de cada uno, manejo y actualización de información, su formación , perspectivas de desarrollo y propuestas de experimentación educativa, etc.) Corresponde a cada docente la elaboración de una propuesta global de trabajo para su curso lo que supone que debe tener una concepción bien concreta y relevante de su papel profesional. Para dicha elaboración es conveniente que cada profesional tenga a la vista la totalidad del plan de estudios, así como el conjunto de contenidos que los integran. La innovación metodológica se debe hacer también en el seno de la sociedad es decir en los medios de comunicación ya que estos son una conformación de la cultura juegan un papel importante en la formación de valores, representaciones y códigos culturales. Se propugna la necesidad de trabajar en favor de la renovación de las propuestas metodológicas que tiendan hacia la modificación de algunas condiciones propias del proceso social, y que reviertan sustancialmente en la valoración del quehacer docente. En el ámbito escolar es necesario un cambio en las dinámicas académicas y en sus órganos institucionales (supervisión escolar), también es necesario promover espacios intelectuales para el debate e intercambio de experiencias y la realización de congresos académicos y todas aquellas formas que permitan la discusión grupal de las experiencias educativas. Es necesario construir una forma agradable de aprender y este es uno de los desafíos de los modelos educativos actuales ya que la mayoría del alumnado encuentra el hecho de ir a la escuela como una obligación y no como algo agradable o estimulante con las tareas que se realizan allí. Y este es uno de los puntos que los docentes han perdido de vista, por ello se afirma que la construcción metodológica debe atender este principio fundamental. Por ello se tiene que encender en los niños el deseo de aprender de tal modo que no haya nada que moleste a los discípulos ni los aparte de la continuación de los estudios. Cada docente solo puede construir una propuesta en cuanto tenga claro su proyecto amplio e inmediato de trabajo, sus diversas opciones conceptuales y pueda efectuar un minuciosos análisis, tanto de su experiencia educativa como de sus posibilidades personales. Un docente es un intelectual, es representante de un saber y tiene una capacidad de convocar (invitar) a los alumnos a interesarse en ese saber.