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3. OBRA DESTACABLE
Obra desctacable
Veinte mil leguas de iaje submarino
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El profesor Arronax, deci- de salir al mar a descubrir el misterio de la desapari- ción de numerosos barcos en la segunda mitad del siglo XIX. Muchas pruebas señalan que se trata de un monstruo marino, gigante, veloz y con gran potencia, que a veces tomaba un color fosforescente.
Reseña
Por: Ara Rufo
Un monstruo marino ha puesto en marcha todas las alarmas, y finalmente se organiza una expedición para capturarlo, en la que figuran el célebre profesor de Historia Natural Pierre Aronnax, su ayudante Conseil y el experto arponero canadiense Ned Land, a bordo de la fragata estadounidense Abraham Lincoln.
El monstruo resulta ser un sorprendente submarino a las órdenes del capitán Nemo, y el hecho de que deba mantener el secreto plantea un grave problema al capitán en cuanto a la liberación de los tres personajes principales.
El capitán Nemo, el sabio atormentado y desengañado de la raza humana, en el que confluyen el individualismo libertario y un exacerbado sentido de la justicia, se ha convertido sin duda en uno de los paradigmas de la novela de aventuras y su presencia ya bastaría para justificar el lugar de honor que ocupa Veinte mil leguas de viaje submarino en el género.
Y sin embargo contiene muchos otros alicientes: emoción, conocimiento, suspense, personajes inolvidables, lances inesperados.
Uno de los hitos de la novela de aventuras y fuente inagotable para la posterior narrativa de anticipación. Veinte mil leguas de viaje submarino no es el primer
libro de Julio Verne que leo, pero sí debo admitir que el último fue hace mucho, muchísimo tiempo, por lo que ha sido un reencuentro con cubrimientos con los que el autor se adelantó decenas de años a su época, y los personajes entrañables que quizá hoy resulten un
“Pero a nadie le gusta vivir confinado de por vida, y por muchas maravillas de las que sean testigos y partícipes, nuestros personajes, sobre todo el arponero Ned Land, sueñan en mayor o menor medida con escapar y regresar a casa.”
su estilo y su particular forma de escribir casi desde cero. Las aventuras que surgen a lo largo de la historia, los maravillosos inventos y despoco anacrónicos pero que están perfectamente reflejados para su momento histórico, son los puntos fuertes de una novela que, por otra parte, pierde muchos puntos cada vez que el autor saca sus amplios conocimientos científicos y empieza a enumerar y describir razas de peces y especies de corales como si no hubiera un mañana.
Mucha gente critica, además, las larguísimas descripciones que interrumpen el ritmo de lectura, pero en eso no estoy de acuerdo, a mí me parece que nos ayudan a imaginar esos maravillosos paisajes submarinos con los ojos de quien los ve y analiza por primera vez.
Trama
Estamos en 1866 y el mundo asiste a la aparición de un monstruo misterioso que aterroriza a marineros por todo el globo.
Nadie sabe con certeza lo que es, un cetáceo, un narval, un ser desconocido o incluso un bulo, pues aparte de las pruebas, poca gente puede creer
en la existencia de un ser tan grande como lo describen los avistamientos, y capaz de moverse por todo el planeta.
Por ello, con la intención de investigar el asunto, la marina estadounidense fleta el Abraham Lincoln, un buque dispuesto a dar caza a este animal. A bordo viajan el profesor francés Pierre Aronnax y su criado Conseil, además de toda la tripulación y otros expertos. Mucho tiempo recorren los mares en busca de un monstruo que se niega a aparecer hasta que, al fin, lo encuentran y se enfrentan a él. Mala idea. Tratan de arponearlo, abatirlo, pero nada hace mella en su gruesa piel, y en medio de esta batalla, los protagonistas caen por la borda. El arponero canadiense Ned Land que también cayó con ellos, los rescata y juntos llegan a una misteriosa estructura metálica, su monstruo marino, de la que emergen ocho hombres que los introducen sin más explicaciones.
Reseña
Por: Ara Rufo