y su mundo de colores Carolina GuarĂn e Isabella CortĂŠs
Libro, historia e ilustraciones creado por estudiantes de la Pontificia Universidad Javeriana Cali Diseño de Comunicación Visual 2020-2: Carolina Guarín e Isabella Cortés Niños de la Escuela Laureno Gómez: Samantha y Sindia Profesores: Fernando Arboleda A. Anita Gutiérrez R. Martha Rojas. El proyecto Murales Rurales se fundamenta en el diseño colaborativo y participativo, entre un grupo de estudiantes de la asignatura de Diseño de Comunicación Visual, de la Pontificia Universidad Javeriana Cali, y los niños de la Institución Laureano Gómez, localizada en la vereda el Banqueo, Pance, de los grados de transición a quinto de primaria. Cali, Colombia. © 2020
y su mundo de colores
Escrito e ilustrado por: Carolina Guarín e Isabella Cortés Inspirado en lo escrito por: Samantha y Sindia Escuela Laureano Gómez
Este cuento está dedicado a las estudiantes Sindia y Samantha, quienes lo inspiraron gracias a lo que escribieron en sus cuadernos. Gracias por enseñarnos cómo manejar una emoción como el enojo, esperamos que les guste! A la profesora Martha Rojas, Institución Laureano Gómez, Anita y Fernando, gracias por permitir estas actividades.
Amanecía, el sol ya se estaba asomando en los Farallones y María estaba sentada en la mesa para desayunar antes de ir a la escuela. Sin embargo, no sabía lo que sus hermanos hacían en su cuarto.
Diego y Camila habían encontrado unas crayolas y decidieron darle rienda suelta a su imaginación en el cuarto de María. Cuando entró por su maleta, se encontró con un paisaje que desató su rabia. María era una niña organizada, y no le gustaba ver su cuarto sucio y menos con las paredes pintadas.
Indignada y molesta, María salió de la casa sin despedirse de sus padres hacia el colegio. -Al menos no tendré que ver a mis hermanos allá. - Pensó para sí misma mientras caminaba.
Mientras caminaba se encontrรณ a Daisy, son mejores amigas y siempre van juntas a la escuela.
Cuando pasaban por un riachuelo, Daisy pensó que sería gracioso empujar a María para que así se le pasara la rabia...
-¿Por qué hiciste eso, Daisy?-, le gritó. María no aguantó más! Estaba mojada y sentía que se estaba poniendo caliente de tanta rabia que tenía, como si le saliera humo de todo su cuerpo.
MarĂa, enojada, decide salir corriendo a donde nadie la molestara. No querĂa saber de nadie.
Mientras caminaba, se dio cuenta que los pájaros cuando respiraban y exhalaban, el rastro de aire dejaba colores que María jamás había visto.
Mirรณ a su alrededor y estaba asombrada, se dio cuenta que todos los pรกjaros exhalaban colores hermosos, colores nuevos.
-¿Será que si yo respiro profundamente, pasará lo mismo?- María pensó. Así que lo intentó, respiró y tomó aire hasta que no pudiera contenerlo. Cuando ya no le cabía más, lo soltó todo, dejando a su paso un camino inmenso de colores!
MarĂa ya no sentĂa rabia y lograba ver su mundo lleno de colores vivos. Feliz y asombrada, emprendiĂł su camino vuelta a casa.
MarĂa, contemplando el cielo, el sol, el pasto y los pĂĄjaros que volaban cerca de ella, se dio cuenta de todos los colores que se estaba perdiendo por vivir con rabia.