IMAGINARIO DE CIUDAD:
BOLÍVAR, UNA CARRERA SIN TIEMPO
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Imaginario de ciudad: Bolívar, una carrera sin tiempo. Trabajo de campo correspondiente a la investigación titulada: La narrativa de la arquitectura. Relaciones conceptuales y reflexiones estéticas y formales entre el arte moderno y la arquitectura. Ilustraciones y fotografías Carolina Zapata Duque UPB
“Cuando el humo del tabaco también se nota de la boca que lo
exhala, los dos olores se casan por infraleve”
1. Infraleve. Marcel Duchamp. Se refiere a la recuperación de la contemplación, donde se escogen objetos cotidianos para darles valor ya sea por medio de la repetición en serie o la exaltación permitiendo la aparición de fenómenos en la mirada.
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La silla de las tres patas El imaginario de la carrera Bolívar hace parte de la contextualización de la investigación llamada la narrativa de la arquitectura, relaciones conceptuales y reflexiones estéticas y formales entre el arte moderno y la arquitectura, la cual es utilizada como herramienta crítica para plantear un imaginario de ciudad acotado en el centro de Medellín, con el fin de entender las diversas dinámicas sociales y decisiones arquitectónicas que se encuentran allí desde un punto de vista plástico. La metodología del ejercicio parte de la deconstrucción del concepto de imagen la cual está basada en las notas de Marcel Duchamp, quien con fragmentos gráficos, escritos y conceptuales logra definir una obra dentro de un espacio para la contemplación de quien sea que fuese el espectador.
Este ejercicio de compilación conceptual de Marcel Duchamp es llamado la caja verde y fue de algún modo la gesta de la obra de arte el “Gran vidrio”, que más tarde adquiriría el nombre de “el libro del artista”.
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Duchamp durante toda su vida y obra se forjó un mundo conforme a sus propios conceptos para no deberle nada al mundo real y esa es la intención de volver de sus pequeñas notas e ideas el germen de toda una obra de arte, llevar a la reducción de lo absurdo principios artísticos y sociales ya establecidos. La anterior idea es la premisa mayor del Dadaísmo, movimiento del que él fue el principal exponente quien con la expresión de un proceso mental lento, racional y maquinista logra el “Gran vidrio”2 y traduciendo el título original: La novia puesta al desnudo por sus solteros mismamente, significaría en palabras cotidianas la real ignorancia de la existencia expuesta a los ojos de todos.
Fig 1. La novia puesta al desnudo por sus solteros mismamente. Boceto, 1913
2. Nombre popular de la obra de arte que se usa como referente.
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Para entender mejor este lenguaje surrealista, el papel de Marcel Duchamp, el Dadaísmo y la inserción de esta ideología del azar y de la percepción individual en la lectura de la ciudad es necesario hacer primero una resumida explicación de las etapas del arte moderno en el siglo XX.
Fig 2. (Le Grand Verre) La Mariée mise à nu par ses célibataires, même. Museo: Philadelphia Museum of Art, Philadelphia (Estados Unidos). 277,5 × 175,9 cm.
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Lenguaje surrealista en la modernidad Entre 1910 y 1919, en el culmen de la primera guerra mundial, el mundo europeo se transformó: se originaron nuevas naciones, Norteamérica se ubicó como gran potencia, la Unión Soviética tomó un carácter industrial y básicamente todo el occidente se desarrolló. La industrialización dio pie a un escenario de experimentación artística y a la formulación del concepto de vanguardia donde reinterpretando los espacios afectados por la destrucción civil, se originaron estilos que constantemente querían evocar lo que había antes, lo que se había perdido. La respuesta global fue darle valor al objeto, a la materia y a su técnica, éste fue el punto medio que unió la arquitectura y el arte en un mismo fin.
En la arquitectura se estaba desarrollando el estilo neoclásico con el American Classical Revival reflejado en el clasicista monumento a Washigton. Se desarrollo también la esterificación3 de la arquitectura de Frank Lloyd Wright, la reinterpretación de la ornamentación gótica en altura con el edificio Woolworth en New York del arquitecto Cass Gilbert, el modernismo tecnológico pragmático de la Fabrica Fagus y el materialismo industrial de Bruno Taut y Paul Scheerbart con el que se empezó a hablar del futurismo utópico en la arquitectura y la colaboración de las artes plásticas en tal Pabellón acristalado.
3. Hace referencia a la arquitectura industrial con paredes acristaladas y esquinas desnudas (sin estructura)
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Fig 3. Ilustración. Noam M. Elcott “Kaleidoscope-Architecture”: Scheerbart, Taut, and the Glass House. Sketch Fig 4. Paul Goesch. Arquitecto que produjo cientos de dibujos de fantasía en espacios contribuyendo a la casa de vidrio.
Paul Scheerbart
“Sería como si la Tierra se vistiera con diademas de brillantes y esmaltes.”
De la abstracción a la simplificación En el arte, el cubismo venía siendo el que regía las artes visuales con su ideal de mostrar la realidad de una forma tangible, pero en esta época de posguerra se alza el collage para resolver la complejidad visual de su comprensión por medio del uso de las letras y recortes extraídos de objetos comunes como artículos de revistas y cómics. Fue aquí, en un contexto teatral y ambicioso donde se dio a entender el cuadro como un objeto material que además de proponer la idea de la vida cotidiana como una máquina cambiante y frágil, expuso la organización del espacio con fragmentos solapados entre sí.
Fig 5. Kazimir Malevich. Cuadro negro. 1915
La estructura cubista fue transformada, este ismo del arte al ser tan material y descriptivo era maleable a nuevas interpretaciones. El orfismo por ejemplo fue una técnica que tomó la configuración típica de la pintura cubista para darle protagonismo a los colores en forma de prismas y jugar con tonos y transparencias. El arte abstracto también llegó después negando la realidad del cubismo al alejarse del simbolismo. Kandinsky, el presunto artista fundador de este arte, sugería un relato de percepción y comprensión lenta para que se pudiera descubrir elementos geométricos al observar la abstracción en un cuadro. Lo pintado surgía principalmente de la comprensión del ritmo de las cosas que se sienten y que no se ven, un ideal ambiguo que supone la materialización de lo abstracto. 8
La silla de las tres patas El suprematísimo, con combinaciones complejas de formas geométricas radicalmente simplificadas, intentó crear un arte utópico que se basaba únicamente en sus rasgos como la forma que existe al ser trazada, o el color que se ve al ser pintado, “las cosas han desaparecido como el humo delante de una nueva cultura del arte, el arte se mueve hacia su final autoproclamado de creación y dominación de las formas de la naturaleza”.4
Fig 6. Alexander Rodchenko. Lámpara para el Cafe Pittoresque. 1917
Luego, el constructivismo usaba la realidad como premisa para producir elementos estéticos sin recursos ilusorios, solo con estudios geométricos y de materiales para poder componer una obra. Era tal el constructivismo que tuvo un primer acercamiento abstracto con la interacción del espacio real, entre sus mayores exponentes está Alexander Rodchenko, a quien se le atribuye el diseño del café Pittoresque de Moscú (1917) a partir de sus cuadros. 4. Malevich. Manifiesto del suprematismo. 1915.
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Cuchillo en la Niebla (la cosa) Finalmente llega el Dadaísmo5 a reinterpretar la realidad y el objeto nuevamente con Marcel Duchamp quien, por medio de sus Ready Made, saca del entorno el objeto banal y le asigna valor para ubicarlo en un espacio. Lo interesante de esta ideología es lo cercano que se siente, no solo por anular los principios del arte clásico y monumental y las habilidades de la academia (elitista por naturaleza), sino también por volver vulgar el hecho de ver arte en todas partes y hacer arte de ello, un arte teórico valorado más desde la carga histórica y popular que desde la estética. Se trasladan objetos de cualquier parte, a un contexto diferente para manifestar sus cualidades, se manipula el mismo contexto para cambiar las percepciones y se desvían las percepciones para liberar la opinión, un escalonamiento que, viéndolo desde el contexto contemporáneo de la época de la posguerra, promovió el pensamiento crítico que estaba sumido en el industrial.
5. Palabra alemana que significa “caballito de juguete”.
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Ruta del Gran vidrio La lectura de la obra dadaísta, tanto literaria como plástica, es una ruta social, es un espacio que se habita sin envolver la percepción en el embellecimiento visual si no en la abierta comprensión de conceptos, sin ilusiones amaneradas y sin un objetivo específico de empatía. Es por esto que se elige usar la metodología productora del Dadaísmo para crear una imagen que, escorzada por la inclinación artística, permita elaborar una lectura diferente de ciudad contada por objetos que permanecen físicamente en el espacio y se ignoran, por objetos que permanecen en la memoria colectiva y se olvidan, es decir, encaminar lo popular a la valoración utilitaria, crítica y consciente del espacio.
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Casas de baño y jardines urbanos Bosque de la independencia: la gran abundancia de vegetación, árboles y fuentes de agua en la Villa de Medellín se reflejaba en su centro, principalmente en el nororiente de la ciudad en el Barrio Moravia. Allí a principios del siglo xx, con una atmósfera de villa campesina, los estaderos abundaban como casitas de placer siendo extensiones de la ruta del entonces transporte público de la época, el tranvía. Entre ellos estaba el baño del Edén y más arriba los baños de Cipriano Álvarez. Las tierras del edén se adquirieron para que luego la Sociedad de mejoras públicas la dotara de espacios para la diversión y el ocio. Este espacio verde paso de casitas y terrenos campesinos a ser casi que una urbanización futurista. Ya en 1913 se inauguró este parque de ciudad como el bosque centenario, una de las primeras nociones de progreso que la ciudad tuvo ya consolidada Carlos Coriolano Amador quien aceleró el desarrollo urbanístico que comprende el sector de Guayaquil fue uno de los principales personajes promotores del desarrollo en la Villa de Medellín cuando solo habían 46.000 habitantes, su legado comprendía la explotación minera, la administración de un banco y la venta de productos importados en el cruce de Ayacucho con Palacé donde se ubicaba la mansión de su familia, diseñada por Felipe Crosti, a principio del siglo xx, de tres pisos e inaugurado en 1920, el edificio contrastaba con las casas de tapia existentes de un solo piso y con teja de barro. Fue por sus características tectónicas que a éste se le atribuyó el nombre de “Palacio”. Allí primaban las tendencias europeas diferente al estilo hispano colonial, pues mezclaba diferentes estilos renacentistas en cada uno de sus niveles: el primero con puertas en arco y acabados e madera, el segundo con balcones en hierro forjado y ventanas de arcos carpaneles y el tercero con ventanas cuadradas y columnas como marco. En su interior un patio con jardines regía la tipología de esta mansión que más adelante se implementaría en las casonas de Medellín. Más tarde se convirtió en el hotel Bristol. 13
Baños de leche/ Gutiérrez González Llevando el nombre de uno de los ríos principales del sur del País (de Popayán a Pasto) la calle Juanambú se extiende desde la carrera Bolívar hacia el occidente. Sobre esta se emplazaron Los baños Amador, la esquina del ciprés (Cruce de las calles Juananbú con Cundinamarca) y el poeta Gregorio Gutiérrez González. La familia más rica de la Villa se asentaba en el palacio Amador (donde hoy está el edificio Vicente Uribe Rendón en la esquina de La Oriental con La Playa). Este fue un edificio del arquitecto Carré y estaba compuesto de elementos mozárabes, vitralería y madera, ocupando casi toda la manzana, lo interesante de la historia popular es que el palacio fue escenario de la tragedia histórica que cubrió a la Villa de Medellín hace 126 años. José María Amador, varón de la familia, contrajo un fuerte virus Europeo que acabo con su vida, durante su lecho de muerte el doctor le recetó llenar los baños del palacio con leche fresca y sumergirse en ella para calmar su dolor. El agua que se evacuaba estaba contaminada y caía al vertedero de la quebrada Santa Elena de la cual se servían los habitantes cercanos. Esto causó alrededor del año 1890 pestes y victimas mortales. 14
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Tranvía de mulas Esta carrera, además de atravesar la ciudad desde el puente de Guayaquil hasta Moravia, de Sur a Norte, se mantiene en la conciencia popular de los transeúntes como el paseo arteria de ciudad. El protagonismo lo asume una densa masa peatonal que opaca la monumentalidad de los edificios. Acá ocurre el fenómeno de la mirada encerrada. Las edificaciones conforman un marco perimetral que encierra el paso a escala del primer piso urbano debido a la condición comercial que posee la variedad de almacenes que hay sobre la carrera. ¿Qué hay hacia arriba? Hacia arriba se alzan monumentalmente el Palacio nacional entre Pichincha y Ayacucho y el Palacio Municipal entre Calibío y la Avenida de Greiff. Edificios con balcones sobre Carabobo. Palacio Nacional Palacio Municipal Mercado cubierto de Guayaquil (plaza Cisneros entre los edificios Carré y Vásquez).
Avenida de Greiff Calle que conmemora a Don Carlos S. de Greiff, uno de los extranjeros progresistas que se estableció en la región antioqueña desde 1826. El, ciudadano de la nación sueca se interesó por indagar el territorio por medio de expediciones desde Amalfi, Anorí y Remedios, hasta lo bajo del trópico en el pacífico de Chocó. Él impulsó la industria minera y cartografió Antioquia. La imagen de su nombre se plasma en la nomenclatura de esta calle y en la fachada de algunos almacenes. Esta calle pasa de ser la calle Maracaibo a La avenida de Greiff desde la carrera bolívar hasta la plaza del minorista.
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“De pueblo de Aburraes a Villa de Medellín” Roberto Luis Jaramillo haciendo referencia a la transición de Medellín como “el viejo sitio de Ana” a la centralidad simbólica del Valle de aburra en la actualidad.
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Ejercicio de notas para el imaginario de ciudad basado en la ruta del Gran vidrio FotografĂas tomadas en el centro de MedellĂn.
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“La carrera Bolívar puesta al desnudo por el bagaje histórico copilado a lo largo del tiempo” Notas de la cartografía.
Máquina de 5 corazones, 5 desnudos, 1 delante de los otros 4: el 1 jefe puente de Guayaquil 5 edificios (¿cuáles?) El Palacio, La Naviera, el edificio del casino, el hotel Bristol y el de Donald Judd por arriba. Niño faro (gráficamente un hilo que se enhebra en el Coltejer): El bosque de la independencia que culmina la carrera Bolívar con Moravia por donde extiende su apéndice (corredor verde) hasta Ayacucho. El término indefinido de la carretera Jura-Paris: Carrera Carabobo, gráficamente tenderá a la línea geométrica sin grosor (encuentro de dos planos) las dos mitades que esta divide en el centro de Medellín, pero tendera a engrosarse hacia el bosque de la independencia. La naviera es escalera y también pasajes de Junín, es sombrilla y frutas. Rojo, leche en La Playa, balcones y la oriental (punteada) encogiéndose hasta ser un andén estrecho y adoquinado. La materia pictórica será la madera del ciprés, la esquina del ciprés, la esquina de los baños de la villa y un cuadro negro como la plaza botero, muy negro.
Novia: Carrera Bolívar, bajo una campana o una jaula, con dos cilindros a ambos lados que son las monumentales columnas del metro cuya sombra aplasta un árbol.
Ilustración reinterpretando la obra “Fresh widow”(1920) Marcel Duchamp. 20
Cartografía ilustrada de la carrera Bolívar en Medellín.
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CartografĂa aĂŠrea ilustrada de Carabobo
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Fachada del edificio La Naviera
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Fachadas de los edificios comprendidos entre JuanambĂş y la Avenida de Greiff sobre la carrera BolĂvar.
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Fragmentos
“Seguir las líneas de fragilidad actuales,
para llegar a captar lo
Un álbum de lo que es” lugares. David Londoño Mesa que es, y cómo lo que es podría dejar de
ser
Michael Foucault
No se ve la ciudad ni sus montañas. El aire ya no es fresco, ni libre. Los arboles cortados ya lo sabían.
Inés Posada. Lo lento lo pequeño y lo cercano QUE HERMOSA ERA LA PROXIMIDAD EN LOS TIEMPOS DE LA DISTANCIA.
“cuan amargas las penas- son en las horas calladas- de una noche de aflicción…- tan lentas horas o
JEAN BAUDRILLARD
acaban- y por eso los murmullos- que llegan a mi almohada- nos dicen cosas tristes, que mejor fuera ignorarlas.- y si postrada en el lecho- sientes la fiebre que mata,-¿no oyes que el péndulo imita- de la muerte las pisadas,- cuando palpitando acordes- tu sien y el péndulo marchan?- que el péndulo y las arterias- compas acordado marcan,ala sangre que circula- y al tiempo fugaz que pasa” Gutierrez Gonzales, Gregorio. Fragmento de poema titulado a nada!