El problema del uso del balcón en el siglo XXl

En algunos edificios de vivienda en Medellín, se usan balcones con medidas menores de 1m2, en los cuales no se aprovecha el espacio para adoptar otro tipo de actividades como las sociales, de ocio y recreación, haciendo que este se convierta generalmente en la zona para extender las ropas, además de debilitar la calidad de vida y el confort con relación al exterior y afectando la bioclimática al interior de la vivienda. Esta problemática se hizo visible para noso- tros como estudiantes de arquitectura, después de la pandemia del COVID-19 que azotó a nivel mundial, obligando a las personas a estar resguardadas en sus viviendas, según el artículo del Periódico El Tiempo (2020), Balcones, un asomo de libertad en medio de la cuarenta. “El aislamiento obligatorio hizo que las ciudades miraran hacia estos espacios del hogar (Puentes, párr. 1) Se evidencia que el espacio intermedio puede modificar los ámbitos de las viviendas.

Aunque no se implementan diferentes tipos de estrategias arquitectónicas, para tener espacios auxiliares que se adapten a la vivienda dando soluciones a las problemáticas de habitar en la ciudad es lo que motiva esta investigación, como lo menciona el trabajo, la relación entre vivienda mínima y calidad de la vivienda.

La necesidad de llevar al mínimo las áreas y de seleccionar los espacios esenciales para vivir en una vivienda digna y en torre, no permitía consideraciones de tener espacios auxiliares para fumar, para el taller o para las salas de costura. (Gonzales, 2020, pág. 30)

En la actualidad la falta del espacio intermedio en la vivienda en altura, especialmente en la VIS (vivienda de interés social) y VIP (vivienda de interés prioritario), debido al rápido crecimiento urbano, esto causo una deficiencia en la calidad de vida, dejando a un lado la funcionalidad de la vivienda y el aporte de los balcones a los modos de vida de las personas.

Evidenciando lo anterior, en la ciudad de Medellín encontramos edificios de vivienda con pocos años de construcción, como Mirador de Calasanz (Figura #) que en ninguna de sus fachadas cuentan con el dispositivo del balcón en el bloque de viviendas.

Otro caso sucede en construcciones de vivienda también edificadas recientemente, donde los apartamentos cuentan con medidas entre 50 y 60 m2, con balcones que apenas llegan a los 60 cm de ancho, (Figura #).

Demostrando que estos proyectos de vivienda no brindan un espacio apto para que el habitante interactúe con el exterior, inclusive, ni los proyectos más nuevos se replantearon la vivienda actual, después de vivir una problemática global como lo fue la pandemia del COVID-19, se cuestionó la calidad de vida que se tiene en la vivienda moderna. En muchos casos las viviendas respondían a unas necesidades diferentes, pero ahora vemos que las medidas y las características de estas no son las adecuadas en una época pos-covid (Rovira-Beleta, 2020).

El estado actual del balcón se encuentra sujeto a la problemática global que se enfrenta por causa de la pandemia, esto ha causado que el balcón tome una importancia mayor, como un espacio donde se pueden realizar múltiples actividades, esto se ha evidenciado en un contexto global como es el caso de España, donde López, en el articulo laimportanciadelosbalcones yterrazasestosdías , dice que:

Un balcón o una terraza, aunque sea pequeña, es un lugar con grandes posibilidades y se puede convertir en un rincón de esos en los que nos gusta refugiarnos cuando estamos en casa. Puedes hacer que sea una extensión de la habitación o del salón. (2020, párr. 5)

En el contexto de Colombia, encontramos que esto ocurre de una manera similar durante el confinamiento, donde los balcones se convierten en uno de los lugares favoritos de las personas, donde realizan todo tipo de actividades como: estudiar, trabajar, realizar ejercicio, tomar un descanso, entre muchas otras; este espacio se convierto muy importante para la reunión entre habitantes de la vivienda o entre vecinos. El balcón ha extendido el espacio intermedio de la vivienda creando un laso vecinal el cual se había perdido con el tiempo.