EL PARQUE Y SU COMPROMISO CON LA CIUDAD El espacio público ha sido la base para la formación de la ciudad tradicional, a través de sus espacios claramente definidos, donde se disocia lo público de lo privado; en las ciudades actualmente los espacios comunes han ido adquiriendo su valor por la intensidad y calidad de las dinámicas sociales y la integración cultural que sobre esta se lleva a cabo. (Estrada Gil.2012). Muchas veces se ha tratado de definir un concepto tan relevante en la historia contemporánea como lo es el de parque, esto se ha planteado en numerosos espacios tanto físicos como temporales, en donde la cultura y un contexto han sido cruciales para la realización de esta tarea, la Real Academia Española define al parque como “terreno o sitio cercado y con plantas, para caza o para recreo, generalmente inmediato a un palacio o una población”. Se señala que su origen es francés “parc” que traduce terreno cercado, y esta misma proviene del latín “paricus” que deriva en el gótico “parra” que traduce cercado o enrejado. Estas definiciones etimológicas son un reflejo del como el parque como noción de espacio físico ha estado implícito en diferentes momentos de la historia y en multitud de contextos, pero estas definiciones no son aplicables a la concepción actual de parque, en donde la implementación del espacio público ha mutado constantemente, cambiando así su simple estado de “un sitio cercado y con plantas” a ser uno de las principales herramientas en el urbanismo a lo largo del tiempo.
El espacio público fue concebido como la forma misma de la ciudad, define la morfología, ordena cada zona y le da sentido. Plano del Proyecto de ensanche y reforma interior, de Idelfonso Cerda (1859). La historia del parque está arraigada a la del espacio público, en donde las transformaciones de estos han sido evidentes, desde un punto de vista físico hasta su relación y compromiso con la ciudad. Esta historia responde a unos contextos específicos en donde, diversidad de movimientos urbanísticos fueros respuesta a las necesidades e interrogantes planteadas en estos mismos lugares, tal fue el caso del urbanismo planteado durante la primera mitad del siglo XVII en Inglaterra y Francia, en donde en respuesta a unas nuevas dinámicas de carácter social, cultural y económico que se dieron a causa de la revolución industrial, conceptos como el tiempo libre, recreación y consumo intervinieron directamente a la concepción del espacio público, esto a su vez incidió en la configuración espacial y social de la ciudad, un ejemplo de esto son las reformas de parís ordenadas por Napoleón Bonaparte, estas reformas implementaban la creación de espacios de carácter público como métodos de conexión y cohesión de las relaciones urbanas, esto permitió un impulso general en donde la ciudad muta junto con sus dinámicas, y estas a su vez se transforman con la configuración urbana e implementación del espacio público. Otro ejemplo que se denota es como el concepto de urbanismo funcionalista, junto con la creación del vehículo automotor fueron condicionantes de la configuración espacial de muchas urbes en el transcurso del siglo XX. 12