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CARTA DEL DIRECTOR

CARTA DEL DIRECTOR

El ámbito del arte contemporáneo ha sido uno de los ejes vertebradores de la programación de Casa Árabe desde sus inicios. A través de su programa de exposiciones, tanto en la sede de Madrid como en la de Córdoba, nuestra institución ha dado a conocer muestras de la importancia y la pluralidad de representaciones artísticas que son características del mundo árabe actual, ofreciendo al público español visiones poco conocidas del ámbito de la creación y la cultura contemporánea en esta región. En todos estos años, las exposiciones han demostrado ser un excelente vehículo para sorprender al espectador y cuestionar los estereotipos y las imágenes, a veces excesivamente simplificadas y unívocas, del mundo árabe y musulmán. Es muy importante subrayar que una de las fortalezas de Casa Árabe como institución es precisamente su transversalidad, materializada en la diversidad de sus áreas de trabajo: cultura, actualidad sociopolítica, economía y formación. Estas áreas se manejan, no como compartimentos estancos dirigidos a públicos diferentes, sino como la expresión de realidades que necesariamente están interrelacionadas. Y es precisamente esta puesta en relación lo que constituye una oportunidad con la que otras instituciones especializadas exclusivamente en lo artístico, lo económico o lo político no cuentan. Hemos asistido a acontecimientos muy importantes y a grandes transformaciones en el mundo árabe en los últimos quince años. El mundo de la creación contemporánea, en un sentido amplio, ha constituido no solo un escaparte de estos cambios sino, con frecuencia, el vehículo mismo de las transformaciones sociales. El programa de exposiciones de Casa Árabe nos ha permitido tratar asuntos de naturaleza no solo artística o estética, sino también cuestiones históricas, sociológicas, medioambientales, etc., de la mano de expertos en asuntos tan variados como la imagen del mundo árabe y la construcción del orientalismo español a través del cartel comercial y del cómic (Brisas de Oriente: el cartel comercial español 1870-1970 o De Saladino a Sherezade: Oriente en el cómic). Además, hemos atendido a la expresión de la participación ciudadana en el espacio urbano a raíz de las primaveras árabes (Las pintadas de la revolución: política y creación ciudadana) y a los efectos de las guerras, la violencia estructural o los desastres medioambientales en el mundo actual (Waste Lands / Tierras devastadas). En lo que respecta específicamente al ámbito del arte, es largo el camino recorrido y también numerosos los retos que aún tenemos por delante. A pesar de lo mucho que han aportado los estudios culturales y las teorías poscoloniales, la paradoja es que seguimos proyectando desde Europa y América del Norte –es decir, desde lo que llamamos «Occidente»– una manera de mirar sesgada y todavía orientalizante. Y esto se ve, por ejemplo, en el tratamiento que muchas veces se da a las mujeres y al trabajo de las artistas y creadoras provenientes del mundo árabe e islámico. En este contexto, es comprensible que sea una necesidad para todas ellas cuestionar los modos de representación tradicionales y contribuir

a una representación alternativa de sí mismas. Es imprescindible seguir trabajando para que las y los artistas puedan dar a conocer la multiplicidad de matices que son constitutivos de sus identidades individuales y que con frecuencia quedan invisibilizados al aplicar el trazo grueso de las generalizaciones. Del mismo modo, la estrecha colaboración con artistas del norte de África y Oriente Medio nos ha enseñado en estos años que lo nacional o la procedencia geográfica como elemento definitorio de la identidad de las personas han quedado obsoletos. Vivimos en un mundo globalizado y transnacional que impone cada vez más una cultura de carácter universal. Hoy en día, el ámbito del arte está repleto de referencias y reflexiones acerca de lo nómada, lo híbrido o la frontera como nuevo centro donde se negocian identidades y discursos. Con el surgimiento del mundo digital y con la implantación de internet, se han multiplicado exponencialmente las posibilidades de comunicar y compartir la obra de creadores y los contextos de producción están cada vez más repartidos entre una multiplicidad de lugares, ya sean estos físicos o virtuales. En relación con nuestro país, otro reto importante sigue siendo una reflexión en voz alta sobre hasta qué punto el pensamiento y la herencia de alÁndalus impregnan o están presentes en las formas culturales actuales. Enfrentar la experiencia de nuestro legado arabo-islámico y sus elementos característicos con ejemplos prácticos de su influencia contemporánea en el arte es una aventura fascinante que esperamos dé aún muchos frutos tanto en el ámbito del pensamiento estético como en el de la práctica artística en nuestro país. Trabajar en cuestiones como las aquí descritas sigue siendo parte del camino que nos resta por recorrer. Pero sin duda, donde reconocemos una necesidad mayor en relación con el mundo del arte árabe es en la producción textual en español de forma que investigadores, comisarios y público interesado puedan tener acceso a los diversos debates de importancia que están teniendo lugar en los últimos años en todo el mundo. Con la publicación de esta monografía, Casa Árabe ha querido cumplir con un deber pendiente. No se trata de una agrupación de ensayos exhaustiva pues son muchísimas las voces importantes que no han podido tener cabida en este número y aún muchos más los temas a debatir. Con esta entrega de la revista Awraq lo que hemos pretendido es incentivar a que muchos más comisarios y expertos de nuestro país se animen a discurrir por estas geografías espacio-temporales tan fascinantes como la idea misma de «arte global».

Pedro Martínez-Avial Director general de Casa Árabe

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