Zellige Benadiba

Saïd Benadiba se forma como maestro del alicatado, azulejo o zellij de la mano de su tío. En 1962, con tan solo doce años, entra a formar parte de su taller, convirtiéndose con el paso del tiempo en una de las figuras de referencia de este trabajo artesanal en Casablanca. Las piezas creadas en Zellige Benadiba son fieles a la producción tradicional del azulejo andalusí, producido a mano para combinar colores y formas geométricas que dialogan con las creadas en otros espacios y tiempos. Sus obras decoran mezquitas, fuentes y jardines en Costa de Marfil, Estados Unidos, Omán o Japón, países a los que él mismo se desplaza con su equipo de trabajo para realizar los proyectos. Benadiba combina su trabajo artesanal con la formación de las jóvenes generaciones que asegurarán la perpetuación de este arte. En Mano sobre mano se incluye una fuente, ricamente decorada con azulejos de colores, y un panel ornamental de mosaico.