7 FMP 2010 | Suplemento Especial del Correo del Orinoco

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2 | EDICIÓN ESPECIAL • 7moFESTIVALMUNDIALDEPOESÍA | Domingo 23 de Mayo de 2010

Del 24 al 29 de mayo

La poesía como palabra libertaria irrumpe en la cotidianidad

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ás de 300 poetisas y poetas venezolanos participarán, junto a más de una treintena de invitados internacionales, en la séptima edición del Festival Mundial de Poesía, dedicado a los aportes de las naciones que contribuyeron a la gesta emancipatoria latinoamericana.

Mañana toda Venezuela se unirá a la fiesta de la palabra con la fuerza de los versos inspirados por la la celebración del Bicentenario de la Independencia. La poesía caminará por las veredas de nuestras barriadas; visitará espacios convencionales, pero también, cárceles. Habrá intérpretes de señas William Osuna, poeta homenajeado en este ocasión, encabeza la lista de escritores que, junto al Premio Nobel de Literatura, Derek Walcott, expondrán las variantes de la poética en la celebración de nuestro Bicentenario. Luis Alberto Crespo, presidente de la Fundación Casa Nacional de las Letras, aÀrmó que la elección de William Osuna como homenajeado, es un reconocimiento a quien destaca como uno de los mayores exponentes del lenguaje urbano en la poesía. Además, se trata de un poeta representativo de la generación de escritores venezolanos de la década de 1980. POESÍA PARA LA LIBERTAD “Fundada está mi casa”, el lema

del Festival, es una frase tomada precisamente de un poema de Osuna, titulado “1900”, en el que resume el carácter libertario de la palabra. En clave poética se puede hablar sobre la soberanía de nuestros pueblos. Ese es el espíritu que inspira la cita de este año, que indaga en los procesos de constitución de nuestras Repúblicas. Por sus aportes a la lucha por la libertad, países del Caribe anglófono y, en especial el pueblo de Haití, cuentan con un sitial de honor en la programación de este festival.

Esta fiesta de los versos promueve la participación del pueblo en el mundo literario

Con sabor a arepa

El mundo en clave venezolana Lo más importante en el Festival Mundial de Poesía es la exaltación del carácter liberador de la palabra como parte de la celebración de nuestro Bicentenario. En esta edición de la Àesta poética, las invitadas y los invitados del mundo reÁejan los aportes de naciones que contribuyeron a nuestra libertad. También promoverán la discusión sobre el neocolonialismo en estos tiempos. Los participantes de más allá de nuestras fronteras son: Álvaro Miranda (Colombia) Ana Ilce Gómez (Nicaragua) Francois Migeot (Francia) Iván Oñate (Ecuador) Jacobo Rauskin (Paraguay) Jorge Campero (Bolivia) Juan Rodríguez Tobal (España) Pablo Menacho (Panamà) Rei Berroa (Rep. Dominicana)

Rocío Silva Santisteban (Perú) Sigfredo Ariel (Cuba) Vanessa Droz (Puerto Rico) Floriano Martins (Brasil) Mariela Nigro (Uruguay) Pablo Benítez (El Salvador) Derek Walcott (Santa Lucía) Arnold Itwaru (Guyana) Austin Clarke (Barbados) Bill Herbert (Escocia) John Curl (Estados Unidos) Marie-Célie Agnant (Haití) Roger McTair (Trinidad y Tobago) Micere Mugo (Kenia) Marcos Silber (Argentina) Malú Urriola (Chile) Keith Ellis (Jamaica) Edward Baugh (Jamaica) Merle Collins (Granada) Jeanette Amitt (Costa Rica) Gloria Martínez (México) Rosa Chávez (Guatemala)

Más de 300 escritoras y escritores participarán en esta Àesta de la palabra en todo el territorio nacional, para mostrar los aportes de nuestros pueblos indígenas y afrovenezolanos. En la cita de Caracas intervendrán representantes de todo el país, entre quienes se cuentan: Duida Maldonado (Amazonas), Aquiles Silva (Anzoátegui), José Manuel Cabesa (Aragua), Luz Marina Almarza (Barinas), Luis Enrique Sánchez (Bolívar), Arturo José Valenzuela (Carabobo), Ángel Zapata (Cojedes), Enrique Mendoza Astudillo (Delta Amacuro), Eduardo Viloria (Distrito Capital), Carlos Alberto Velasco (Falcón), Jeroh Montilla (Guárico), Orlando Pichardo (Lara), Simón Zambrano Dávila (Mérida), María Angélica Ascanio (Miranda), Luis José Jiménez (Monagas), Luis Emilio Romero (Nueva Esparta), Eva Medina (Portuguesa), Alinson Pino Bellorín (Sucre), Adolfo Medina (Táchira), Hugo Sánchez Carrasqueño (Trujillo), Pablo Sabala (Vargas), Linda López Ortega (Yaracuy) y Julio Jiménez (Zulia).

LA POESÍA ESTÁ EN LA CALLE Los poetas no sólo tomarán los tradicionales espacios de la Casa de Bello, el Teatro Teresa Carreño, la Biblioteca Nacional, la Galería de Arte Nacional, la Casa del Artista, el Museo Alejandro Otero, el Centro de la Diversidad Cultural, el Celarg y el Instituto Pedagógico de Caracas; a partir de este año, tendrán al Teatro Municipal como otro escenario ganado para el encuentro poético. La poesía también caminará por las veredas de nuestras barriadas en las voces de los invitados nacionales y foráneos que, en espacios populares como Prado de María, El Valle, Carapita, La Pastora, Santa Rosalía, Macarao, el 23 de Enero y otros, incorporarán la chispa y el ingenio poético popular a esta edición del festival. Desde ya se augura una cohesión entre la poesía y el pueblo. Pero la palabra también tomará espacios no tradicionales, como lo evidencia la incorporación de las personas privadas de libertad quienes protagonizarán una jornada especial de lecturas poéticas en el Internado Judicial de La Planta. Los seres humanos con discapacidad tendrán un espacio especial para la expresión y contarán, en la mayoría de los encuentros, con intérpretes de señas. También se dispondrá de traductores para las lecturas de textos en las lenguas originarias venezolanas. T/ Heberto Hernández F/ Archivo CO Caracas


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Editoriales bautizarán libros

El Cendis distribuirá el disco gratuitamente

Luis Manuel Llamo le puso música a la poesía venezolana

Luis Manuel Llamo, escritor y compositor cubano

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eÁexión, música y poesía caracterizan los libros Sensible Poeta y Corazón Adentro, que presentará el escritor y compositor cubano, Luis Manuel Llamo, en la 7ma. edición del Festival Mundial de Poesía. En conversación con el Correo del Orinoco, LLamo explicó que el texto Sensible poeta es una recopilación que hizo el ministro del Poder Popular para la Cultura, Francisco Sesto, de textos de varios poetas venezolanos; entre ellos, Gustavo Pereira, Carlos Augusto León y Márgara Russotto. “Viendo el trabajo tan profundo desde el punto de vista social

“Queremos que la poesía no sea necesariamente pasiva; es decir, que no se dé solamente a través de la lectura, sino que se pueda convertir en un estribillo y quedar en la memoria de las personas”

y de lucha de estos poetas, hice una reÁexión en torno a estos poemas y los musicalicé“, comenta. “La poesía no es la única protagonista en este texto. Otra forma de expresar, de manera más contundente, los razonamientos de los poetas, es con la música”, comentó el compositor cubano. Luis Manuel Llamo agregó que la idea de fusionar los versos y la música se debe a su interés por llevar los mensajes poéticos con mucha más fuerza a la población, y de una forma más alegre. “Queremos que la poesía no sea necesariamente pasiva; es decir, que no se dé solamente a través de la lectura, sino que se pueda convertir en un estribillo y quedar en la memoria de las personas”. Corazón adentro, el otro libro que presentará como parte de la programación del Festival, habla sobre las diferentes misiones que ha implementado la Revolución Bolivariana. Ambos trabajos serán dados a conocer en parroquias de la Gran Caracas, como Petare y el 23 de Enero. Los libros de Llamos están acompañados por un disco compacto con los poemas musicalizados. El material fue reproducido por el Centro Nacional del Disco, para entregarlo gratuitamente en el desarrollo del festival. “La música que hicimos para estos poemas ya está sonando por la señal de varias emisoras como Radio Nacional de Venezuela y Alba Ciudad, entre otras”, aseguró el escritor cubano. T/ Dubraska Moya F/ Miguel Romero Caracas

El verbo poético en las manos de toda la gente

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nos 20 poemarios serán presentados durante el Festival. Las casas editoriales del Estado venezolano se engalanan para mostrarle al pueblo las publicaciones de escritoras y escritores nacionales e internacionales. En el cronograma de actividades en Caracas, los bautizos están previstos para los días 24, 25, 27 y 29 de mayo. El lunes 24 a las 10:00 am, en la Casa Nacional de las Letras Andrés Bello, se presentarán las siguientes publicaciones de la editorial El perro y la rana: El libro de los dones y de los bienes, de Rei Berroa; Icaria y con unas pocas, de Juan Manuel Rodríguez; Antología, de John Curl; Lectura común, de Luis Alberto Crespo; Escritura conquistada I y II, de Floriano Martins; Antología de Poesía de Puerto Rico, de Vanesa Droz; y Poetas del Caribe inglés, cuya selección estuvo a cargo de Keith Ellis. Fragmentos de William Osuna, Al otro lado de la ventana II. Antología penitenciaria, y la compilación del VI Festival Mundial de Poesía serán bautizados el día martes 25 de mayo a las 11:00 am. Ese mismo día y hora, en

la Casa del Artista, se hará un homenaje al poeta Osuna, con la primera muestra del disco-libro del Festival. El jueves 27, a las 11:00 am, la Casa de Bello acogerá la presentación de Poesía urgente, con trabajos poéticos de venezolanos y mexicanos. El viernes 28, a la misma hora, será el turno de La metáfora del silencio, de Luis Felipe Bellorín. El sábado 29, a las 11:00 am, Monte Ávila Editores Latinoamericana ofrecerá al público lector los siguientes libros: Sombra bajo la tierra. Antología poética, de Freddy Ñáñez; Palimpsestos de Amberli, de Maribel Prieto; Código Postal 1010, de José Javier Sánchez; Penúltima tarde y otras tardes de Earle Herrera; Vecindades, de Carlos Brito; Un lento deseo de palabras, de Manuel Cabesa; Genealogía del Bosque; de Julio Borromé; Convocados, de Marcos Silber; El arte perdido de la conversación, de Sigfredo Ariel; Lentitud del vino, de Francois Migeot; Hija de perra y otros poemas, de Malú Urriola; y El corazón de la piedra, de Rosa Chávez. T/ Heberto Hernández F/ Archivo CO Caracas


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arie-Célie Agnant nació en Puerto Príncipe, Haití, y en 1970 se residenció en Québec, Canadá, donde ha desarrollado una notable obra como escritora. Luego de ejercer la docencia y la traducción, se dedicó exclusivamente a la literatura. Cultiva los campos de la poesía, el cuento y el teatro. Son obras traducidas al inglés, español, neerlandés y coreano, en las que el mundo de su infancia asoma a sus reÁexiones de mujer contemporánea.

Marie-Célie Agnant advierte sobre la resurgencia de un fascismo

Haití sólo sobrevivirá si se acaba el egoísmo

La poetisa hatiana reflexiona sobre la mujer contemporánea y las heridas de su pueblo, que han influido en su escritura -Desde mi infancia los libros han ejercido en mí una gran fascinación. Tuve la posibilidad de poder leer, y leí mucho durante mi infancia. Me gustaba esta sensación de perderme en las historias, esa impresión de viaje y de descubrimientos de mundos lejanos y desconocidos. En la adolescencia, escribía por una necesidad irreprimible. Pero también quería cantar y pintar; me gustaba la música, pensaba en el teatro; luego, a fuerza de escribir para decir lo que no se dice, el primer libro llegó y otros siguieron. -¿Cómo ha inÁuido en su carrera el hecho de ser mujer en un país como Haití? -Bueno, primero viví mi infancia bajo el régimen de (François) Duvalier, en un país minado por el miedo, la tristeza, el desconcierto de los adultos, y, sobre todo, el silencio. Esto ciertamente tuvo inÁuencia en mi trabajo, porque la escritura, para mí, viene de muy adentro. Por otra parte, agrega, “las sociedades patriarcales no le hacen dádivas a las mujeres, y Haití en esto no es una excepción. El sitio de las mujeres, esté en el dominio de la escritura o en otro lugar, ha sido siempre negociar. Los hombres se consideraron siempre los detentores absolutos del poder de escribir, y tuvieron siempre (esto no ha cambiado mucho) una actitud desvalorizante frente al trabajo de la mujer. Pero eso no ha impedido que las mujeres tomen

“Escribir es un modo de querer la libertad”, dice la poetisa

la pluma bastante a menudo para decir claramente sus deseos de cambio”. -¿Por qué se fue de Haití y cuáles son sus vínculos actuales con su país? -Me fui de Haití en momentos en que Duvalier todavía estaba en el poder. En aquella época no nos preguntábamos si nos íbamos o no, uno se preguntaba más cuándo íbamos a irnos. Estábamos todos expulsados del país por el miedo, la represión y el desconcierto frente a un país gobernado por un dictador sanguinario. Parece que no había para todo esto sino una respuesta: huir. Yo resentí durante mucho tiempo de Haití por no haberme permitido vivir en su suelo. Viví 20 años sin querer regresar, me decía que sólo regresaría cuando los canallas duvalieristas fueran diezmados. Con los años ‘90 llegó una esperanza de cambio, y fue en ese momento cuando regresé. Después, hice varios viajes, tra-

tando de reconocer ese país dejado a la edad de 16 años, tratando de comprender. Hoy, sólo la tristeza me habita. -¿Cómo ve el futuro de su país en la actualidad? -A pesar de ser una isla, Haití forma parte del mundo. Su futuro está vinculado con el resto del mundo. Sin cinismo y sin fatalismo compruebo (y en esto sólo repito lo que dicen otros más pensadores que yo) que estamos ante un Àn de mundo organizado por el egoísmo y la ceguera de las clases dirigentes y grandes corporaciones y multinacionales. Este egoísmo, que es la piedra fundamental del sistema, administra nuestro planeta y está acabando con los pueblos, su historia, su existencia. Haití vivirá sólo si la humanidad se da cuenta de este hecho y toma las medidas adecuadas para reequilibrar el planeta. La literatura, la poesía o cualquier otra forma de expresión, solas, no pueden

cambiar al mundo ni a Haití, porque si así fuera, Haití no estaría en el estado en que se encuentra. Sin embargo, poetas, escritores y otros artistas que eligen tomar la palabra, deben saber que ésta también es acción, y que pueden escoger callarse. -¿Para qué sirven entonces los poetas en tiempos desesperados? -Los poetas pueden servir para algo si saben y comprenden que su libertad está vinculada con la de todos los hombres y todas las mujeres que no son libres. Como decía Jean-Paul Sartre, “el escritor, hombre libre, dirigiéndose a hombres libres, sólo tiene un tema: la libertad. No escribimos para esclavos. (…) El arte de la prosa es solidario de un solo régimen o la prosa guarda un solo sentido, la democracia. Cuando una es amenazada, la otra también. Y no es suÀciente defenderlos con la pluma. (...) La literatura te lanza a la batalla; escribir es

un modo de querer la libertad (…) La libertad concreta y cotidiana”. -¿Qué opinión le merece el Festival Mundial de Poesía de Venezuela? -Este Festival representa para mí, primero, un acto de generosidad del pueblo venezolano, y la generosidad es una cualidad que coloco por encima de todas las demás. Lo percibo también como un acontecimiento puesto en escena por una sociedad que se respeta, que se considera equilibrada y que comprende la importancia que hay que conceder al arte en estos momentos, cuando la cultura de mercado, la cultura mundial, asÀxia todo lo que existe gracias a un oscurantismo bárbaro y a la resurgencia de un fascismo que ni siquiera se toma la molestia de enmascararse. T/ Maritza Jiménez F/ Archivo CO Caracas


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l poeta francés François Migeot es un embajador de buena voluntad de la poesía venezolana en Francia. Cofundador del proyecto Correo del Orinoco, que busca “conjugar los horizontes culturales y las disciplinas artísticas”, es autor de más de 15 libros –poemarios y ensayos poéticos-; entre ellos, una antología de la poesía venezolana. La obra de José Antonio Ramos Sucre, sin duda una de las más complejas aventuras en la poesía venezolana, y quizás universal, ya puede ser conocida por el exigente público francés, gracias a la traducción realizada por Migeot, y publicada bajo el título de Le Chant Inquiète (El canto anhelante), en una coedición entre Monte Ávila Editores y El Taller del Gran Tétras de Francia, con ilustraciones de Caribaï Migeot.

Embajador de nuestra literatura en Francia, acaba de traducir la obra de Ramos Sucre al francés; su más reciente poemario, Lentitud del vino, publicado por Monte Ávila, se presentará durante el festival

Migeot: La poesía insurge contra toda definición perentoria del ser humano

La poesía es completamente inútil pero necesaria

Migeot explica que la idea de este proyecto surgió cuando Carlos Noguera, presidente de Monte Ávila, le consultó por alguna editorial interesada en nuestra literatura. Fue así como, junto con Judith Alvarado (su esposa, traductora y compañera de aventuras editoriales), asumió el riesgo de adentrarse en el universo del gran poeta cumanés, con toda su complejidad simbólica, sus exploraciones lingüísticas e indagaciones verbales. “Después de varios contactos -relata- , Ànalmente el Gran Tétras se entusiasmó, luego de la visita de la entonces gerente de Monte Ávila, Carolina Álvarez, a sus talleres en la montaña del Jura. Finalmente Àrmamos el contrato, y le conÀamos el trabajo de ilustración a Caribaï Migeot, con el resultado de un libro muy bello que presenta una muestra rica de la obra de Ramos Sucre. Pero si la receptividad de la pren-

François Migeot

sa especializada francesa no ha sido del todo cálida (lo que, según Migeot, no es asombroso, ya que, en general, es una prensa muy cerrada a la poesía), ellos mismos se han dado a la tarea de la difusión de esta obra en recitales bilingües que realizan con el joven guitarrista René Lagos Díaz, acompañado de la interpretación de piezas de Agustín Barrios –contemporáneo de Ramos Sucre- y Antonio Lauro. -¿Hay algún otro poeta venezolano en la continuación de ese proyecto? -Quise abrir esta colección con Ramos Sucre, que es para mí un poeta atípico y muy original y de una calidad de escritura extraordinaria. Traducirlo fue un desafío poético. El proyecto del Gran Tétras es mantener esta colección, Entre dos orillas, pero todo depende ahora del seguimiento que el editor ve-

nezolano le dará. Por supuesto, los proyectos no faltan... LA POESÍA COMO FORMA DE RESISTENCIA François Migeot, nacido en 1949, en la conÁuencia de los ríos Oise y Sena, es actualmente profesorinvestigador de la Universidad de Franche-Comté, después de haber ocupado un puesto similar durante algunos años en Japón. Ganador del premio de poesía Ilarie Voronca (Ville de Rodez, 1993) y el Gran Premio Universitario de la Novela (Académie de Bourgogne, 2000), es autor de más 15 obras. El año pasado, publicó con Monte Ávila Lenteur des foudres, traducido por Judith Alvarado, su esposa y traductora, bajo el título de Lentitud del vino, que será presentado durante el festival. Traductor de poesía, esencialmente latinoamericana, su trabajo de es-

critor se centra en la poesía, la prosa poética y la conjunción de las expresiones artísticas (escultura, pintura, grabado, música, etc); también, en escrituras experimentales adoptadas en el discurso “comunicativo” de la época. -Usted ha reÁexionado mucho sobre la idea de un mundo “que ha perdido la idea misma de la poesía”. Eso nos lleva a pensar en el mundo de nuestro tiempo, expuesto a tantos riesgos que amenazan ya no sólo la existencia del ser humano, sino del planeta mismo. ¿Para qué poetas en tiempos de penurias? -Christian Prigent ha intentado ya responder con pertinencia a esta pregunta con un pequeño ensayo, publicado hace poco por la editorial parisina POL. Haciéndole eco, diría, primero, que desde luego la poesía tiene poco peso frente a una reali-

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dad de tales peligros. Los remedios pasan primero por la reÁexión política, y luego por la acción que puede emanar de eso. Por otro lado, en un mundo que tiende a uniformarse alrededor de la mercantilización, la poesía corre peligro de desaparecer, ya que su valor comercial, contrariamente a las artes plásticas, es ninguno. La poesía -continúa- “puede existir sólo como forma de resistencia (y esto a menudo ha sido así en la modernidad). Resistencia contra la reducción del lenguaje a la univocación de la ‘comunicación’. Resistencia a la instrumentalización del ser humano; resistencia a su reducción a fuerza de trabajo y al estado de consumidor”. AÀrma que la poesía “mantiene al lenguaje abierto al estado de búsqueda. Insurge contra toda deÀnición perentoria del hombre. Es el lugar de su creación perpetua. Insurge al mismo tiempo contra toda deÀnición perentoria del mundo. Por ejemplo, contra la que querría hacer creer que la naturaleza del mundo es mercantil. Ella permanece como uno de los lugares donde nuestra aprehensión del mundo está reconÀgurada, donde la experiencia humana toma sentido y se da una forma, donde la misma idea del hombre está en el trabajo, donde el pensamiento se elabora en una lengua que hay que recrear. En este sentido es completamente inútil pero totalmente necesaria”. -¿Tiene todavía sentido la poesía en un mundo sin sentido? ¿Cómo su propia poesía se inscribiría dentro de esta intención (el sentido)? -Su sentido es tomar al revés la ideología del utilitarismo. Ella no es útil, no es un instrumento al servicio de algo predeterminado. Nuestro mundo globalizado por el mercado no está privado de sentido: hace creer que todo su sentido reside en el “crecimiento”, en las transacciones, el provecho y la especulación. La poesía, por su gratuidad, su “inutilidad”, mantiene la posibilidad de pensar de otro modo. Debe ser la mala conciencia de este “pensamiento” dogmático que se considera único y unívoco. Ella preserva un espacio donde el lenguaje no es esclavizado al utilitarismo pragmático, sino que se queda abierto a su creatividad inÀnita por la cual nos creamos y nos descubrimos creando. La poesía permite dar un sentido en movimiento perpetuo a la ausencia de sentido de nuestra presencia aquí en la Tierra. T/ Maritza Jiménez F/ Judith Alvarado Migeot Caracas


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ien pertinentes son los versos que dicen “Dónde está todo aquello/ que suponíamos ido y distante/ hace un rato. / ¿Dónde están?/ Están aquí”. Sí, están aquí, justo entre las páginas de Miré los muros de la patria mía. Collage preciso de palabras justas que valen en su dimensión de nombrar el mundo y no más. Las Beatrices, las Ofelias y las Pavlovas coquetean con la mala calle, con la mala vida y resultan airosas al Ànal de un encuentro con soldados y guerrillas. De la Gran Historia a los pequeños dramas. Así desÀlan un Van Gogh, un Gardel, un Bandeira… Todos bordeando las márgenes de un río, todos bordeando una barreada; todos cercando un futuro que no es “un instante ni un sitio ni la imagen/ cinematográÀca de carros en el cielo/ ordenando un camino”. Decir, decir, decir… El poeta eleva oración a los altos rascacielos: “ayuden a este pobre muchacho/ que en vida/ y en muerte/ se llamó/ y se llamará William Osuna”. Decir, decir, decir… otra vez invoca: “Háganlo hablar…/ Nació para eso”.

La compilación de poemas que recoge Miré los muros de la patria mía (2004), editado por Monte Ávila Editores, sintetiza el sabor del poeta homenajeado del festival, William Osuna Hay otros rezos que tocan tierra y carne; rezos que piden juerga: “Escucha Dionisius mi boca de alcohol/Anímate de vaso a vida/ Danos la calle”. Y libre de todo, incluso de sí mismo, el poeta se quita la máscara y grita: “Aquel falso rito/ donde cada cual/ se quitaba la cabeza/ y meaba su honda melancolía/ ya no es el mío”. Labor de actor: “Hicimos los números de la vida/ Una corola

de fuego/ Detrás del corazón”. Laboriosos también fueron los males -”Como un sablazo de amor”-. Se rinden cuentas y a cada uno su moneda: “Duro fue el oÀcio/ Dura la vida./ En estiércol hundimos/ Nuestras ganancias”. La palabra está desprovista de cualquier rito que no sea el de los objetos. Nombrar resucita. Hablar es la elección, no hay lugar de queja: “Con este mundo por prisión elegí/ la baja rama del ahorcado”. Resignación necesaria. “No fui avalancha de nada/ Barajo y arrojo mis cartas al olvido”. Poética que se hace con unos cuantos vocablos; señales que se extraen del asfalto: “Escribo encerrado a dos o tres palabras/ que siempre se repinten”. ¿Cuál es la tarea? “Buscar/ lo perdido/ siempre ha sido terminar el poema”. El trabajo con la palabra es perenne, “incesante parto/ joroba frustrante/ Poesía”. ¿Joroba frustrante? Imposibilidad del decir versus única posibilidad de decir. “Un poema no sale de esta campana sorda/ ni mucho menos/ de este bostezo angelical/ que teme pudrirse con las palabras”. Aparece el poema como “sucias escaleras”. Aparece el poema

como zona oscura, como umbral, “puerta escarapelada”. ¿Y el poeta? Con la boca abierta: “trago todo el humo de la ciudad, toda la muerte,/ amarguras…”. Emerge el poema. Su presentación: “He aquí la Áor/ la selva de plástico como falso seno/ el río de la convivencia, palabras/ Todo el desgaste de una realidad casi inamovible”. Estamos ante un Yo en (frente) el mundo que se hace y hace cuerpo con unas cuantas latas de aceite y estopas. La identidad surge de saberse en época confusa: “Yo entre en la poesía con 500 más de mi generación”. El hombre cree ser las cosas, estar en ellas… “Me creí dolor/ y me dolí”. Enumeración sorda de lo que no se es: “Linterna/ Fogonero/ burdel/ país…”. Finalmente una luz de conciencia: “Me creí todas las cosas/ mas no pude creerme contento”. La (sin)razón del hombre muerto por los suyos: “Yo nací/ yo morí/ y resucité al tercer día en el estallido de toda risa”. La (sin)razón del hombre perdido en su propia cuadra: “Lo siento, me he extraviado/ el camino que tomé/ no es el mismo/ que pensaba seguir”. El desparpajo de escupir a plena luz de día: “Mearse en todas

las puertas del mundo/ incendiar Roma”. De espalda a la tradición y de cara al sol -“No llevaré fuego de artiÀcio”-. No se arderá en hoguera falsa, ni en letra hueca, ni en palabra trasnochada: “Oblíguenme a entender y a seguir los designios/ de este pueblo/ A serle Àel a mis muertos”. O LA OTRA CALLE… “La verdad sea dicha/ si esta calle fuera hombre/ dolería”. Esta es la calle-viva de William Osuna. Calle que padece y hace padecer. Su humanización —su dolor— está acompañada de lo impersonal que pueden ser las cosas cotidianas, las cosas del día a día. Pero también esta calleviva es animal: “gato bocarriba traspasado/ por la luz roja de un bombillo”. En Miré los muros de la patria mía convergen callejones, además de la voz del pota que se reverbera por las viejas grietas. Una melodía de los cuarenta acompaña a los poemas y una casa fugaz que se eleva entre las cosas: “Mi casa es un cuento que vuela”. ¿Qué historias trae? ¿De qué mundos habla? Casa luminosa; “lámpara de aceite que alumbra la estaca de un país que agoniza”. Casa-viva que va a los bares y tiene su sabi-

duría: conocimiento que no se da en la escuela. “Las rocolas que oí están selladas en una habitación desconocida/ tenían más verdades que el Tao Te Ching”. Un espacio se va fundando en alguna esquina; haciéndole frente a las pequeñas violencias cotidianas, a la memoria, al olvido: “Que venga el silencio, el martillo sereno/ Que arrebató mis trapos”. La ciudad va apareciendo con un presentimiento a cuestas; es la ciudad de aquellos extraños: “Es la que no me han otorgado/ la que perdí sin poseerla/ la de los otros”. Esta ciudad-otra es lo propio; fracaso implacable: “nada vale”. Mas, es la soñada, espacio arbitrario que va develándose a medida que se niega. Hablamos de la urbe implacable. Lugar que desgarra la memoria y, para bien o mal, único rostro del recuerdo. En los escombros hay una pista del origen de la demolición; de la agonía de las horas, de los días, de los amores y de la madre: “Este polvo urbano/ es la representación de mi casa destruida/ estas piedras demolidas/ Me llevan a lo que fui”. T/ Jacinta Andrade F/ Avelino Rodrigues Caracas


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l escritor William Osuna dice que los libros de Julio Cortázar hicieron que él creyera en la poesía. El pasado 6 de mayo, a las 5:00 pm, asistí a una de las clases del taller de poesía que él dicta en la sede de Unearte, en la zona de Bellas Artes, en la ciudad de Caracas. Al llegar, veo al escritor: Un hombre alto, con sus cabellos ensortijados visiblemente canosos y con lentes que nos hacen pensar que estamos ante una persona que ha desgastado su vista en leer y observar. Después de las normales presentaciones, me invita a tomar asiento justo en la diagonal de su mano izquierda, en primera Àla. Un aire fuerte entra por los ventanales del piso 6. Hay música de tambores, que nos recuerda que nos encontramos en un espacio para las artes. Comienza la clase. Un joven con rasgos indígenas, sentado a mi derecha, quien después dice con orgullo que está relacionado con el pueblo pemón, recuerda la actividad asignada para hoy. Ojalá cada venezolano y venezolana se sintiera agradecido y fortalecido al decir que descendemos de los habitantes originarios de esta tierra llamada Venezuela.

En clase de poesía con William Osuna

Gracias a Cortázar

Entrar en un taller de poesía que comience con la frase “Gracias a Cortázar…” es comulgar con las letras y su mundo fascinante, y si lo dice un poeta como William Osuna, cantor del Guaire, ya es meternos en algo grande Poco a poco entran algunos estudiantes rezagados. Llegan callados. “La gente, cuando viene en silencio, me da miedo”, le lanza Osuna al grupo. El poeta habla de los pueblos originarios de nuestra América. Habla de los colores de las pieles y se plantea cómo será el color aceitunado de los indígenas del que tanto hablaban los libros de historia de los primeros grados de la escolaridad. ¿Cómo puede caber esa asevera-

ción en la mente de un niño o niña cuando le dicen que los indígenas son de color aceituna? Así, con la incitación a reÁexionar, las palabras del creador saltan de un tópico a otro. Siguen una secuencia de pensamiento muy suya. Son imágenes sueltas; frases sin estructuras lineales. POESÍA DE CUERPO LIBRE Osuna se acerca a la ventana y

observa a Caracas, con la mirada dirigida hacia el lado este de la ciudad. El cielo está límpido y con un color rosáceo. Lo veo transformado en un niño que, con curiosidad, intenta descubrir algo nuevo. Entonces, se da vuelta y dice: “El poeta debe transgredir los límites”; sentencia Àrme que tiene el tono propio de un adulto. “Un taller de poesía no se hace

de la sapiencia del profesor. El taller es para que el y la estudiante forme su propio concepto y su verdadero mundo poético”, prosigue el poeta. Este taller es como un cuerpo libre, asegura. Es un viento que entra y sale por la ventana abierta de la imaginación. “Quiero darle una amplitud a las cosas, es necesario que cada quien Áuya libre. Quiero repar-

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tir el verbo para todos. Que cada quien asuma la realidad como la mira. El gran protagonista es la palabra”, dijo el poeta. UNA COMUNA DE IDEAS La metodología es simple: se escoge un tema y se comienza el debate. El alumno o la alumna pasa a ser el profesor o la profesora. Entonces, el profesor aprende de los alumnos. Es una comuna de ideas. Es un colectivo al servicio de un Àn común, en el que se aceptan las diferencias individuales y se asumen como propias. Ya se acercaba la hora de Ànalizar el taller, y pensé que todo había llegado a su Àn. ¡Pues no! Un muchacho dice que se siente muy bien por ser hombre y que los varones son el objeto de inspiración de la creación de las mujeres poetas. Surgió, entonces, una discusión de géneros. Mis compañeras poetisas levantan sus voces en contraposición a semejante aseveración. Fue fascinante ver cómo las féminas deconstruían aquel discurso. Al Ànal, Osuna advirtió que la poesía no conoce de sexo ni identidad de géneros. Estas dos horas que pasé con el poeta William Osuna me dejaron una sensación de triunfo. Una sensación de conquista. Una conquista de mi identidad como ser individual y como ser social. T/ Bruno Mateo F/ Héctor Rattia Caracas


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n sus letras se vislumbra una ciudad que ama, la ciudad que ha sido testiga de sus batallas ganadas y perdidas; batallas que se ven reÁejadas en su poesía, en la que describe Caracas y sus pasos en ella, los recuerdos que cada lugar atesora desde su infancia. También recuerda a su padre, José Luis Osuna Méndez, y a su madre, Vicenta Emilia Bello Ríos, quienes alimentaron sin saber su acercamiento a las letras gracias a la manera como ellos veían el mundo.

Recuerdos de su infancia, su primer acercamiento a las letras y su relación amorosa con ellas, su opinión sobre las nuevas generaciones de escritores, la presencia de Aquiles Nazoa en su vida y su consagrado amor a Caracas. Esto y más contó el poeta homenajeado del festival –¿Cómo fue la infancia de William Osuna? -La infancia de la que yo pudiera tener un recuerdo más Àjo es desde los cuatro a seis años. Ese trayecto de mi infancia lo viví montado en un camión de mudanzas, porque mis padres se mudaban mucho. Iba yo por toda la ciudad en un camión con mi padre y algunos de mis hermanos. Soy el cuarto de 11 hermanos; en ese momento yo era el menor. A a los seis años me tocó vivir en el caserón donde vivían mis

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William Osuna abuelos. Era en Los Rosales, parroquia Santa Rosalía, donde yo había nacido (con la ayuda de una partera). Todos mis hermanos nacieron en clínicas y hospitales, menos yo, que nací en casa de mi abuelo. –¿Cuáles recuerdos permanecen intactos en su memoria? -Recuerdo muchos olores. Había un granado en el patio del caserón de mi abuelo, y matas de rosas, mango, guayaba. Todo eso era un olor a naturaleza, mientras jugaba béisbol y por supuesto aprendía a jugar chapita con un palo de escoba. Recuerdo que también viví en La Pastora, en Puerta Caracas. Viví en Casalta, en los pequeños bloques que estaban construyendo en ese momento, en el año 53 ó 54. Recuerdo que ahí vivía, en el piso superior, el poeta Aquiles Nazoa, eso lo advertí después. Vale decir que volví a la parroquia Santa Rosalía; luego, viví en el bloque cuatro de El Silencio del que recuerdo el terremoto del ‘67. Esos apartamentos son indestructibles. EL POETA PÁLIDO, EL CINE Y LA VIDA –¿Cómo fueron su época de escuela y el descubrimiento de las letras? -Como a cuadra y media del caserón, quedaba la escuela Gran Colombia donde estudié primaria. Después, estudié en el Santiago Key Ayala, que quedaba de Glorietas a Maderero, en una casa muy antigua. Allí tuve un contacto con la poesía por un encuentro con el propio poeta Aquiles Nazoa, quien nos dio una conferencia sobre poesía. Me impactó mucho porque era un señor muy delgado, pálido, como solían ser los poetas en aquel tiempo; muy cercano al romanticismo. Me impresionó su verbo, su paciencia y su manera de explicar a un grupo de muchachos de trece o catorce años que lo estaba escuchando una mañana soleada, porque la conferencia fue en el patio. Ese contacto con la poesía y con el lenguaje me fue seduciendo. Si me preguntan qué es lo que más me ha inÁuido, yo diría que, además de los libros, de las lecturas, diría que fue el cine. Yo vengo de una parroquia que tenía siete cines. Agoté creo que todas las películas mexicanas y los

“No hay una cosa más enriquecedora que la vida”

comics. Leía muchos suplementos, después pasé a leer algunos libros que estaban en mi casa. –¿Y qué libros han tenido inÁuencia en su poesía? -En mi casa los primeros libros los trajo mi papá. Recuerdo que él los leía en voz alta. Tengo el recuerdo de mi padre leyendo el Quijote en voz alta y paseándose de un lado a otro. Hacía inÁexiones en cada párrafo, e indicaba cómo era la puntuación y cómo era el párrafo. “Un punto y aparte es una pausa mayor, la coma es una pausa menor”. Además, fui muy dado a la conversación con amigos, a oír música. De ahí que aparezcan en mis poemas cosas como el bolero, el jazz, el cine, todo eso. La gente piensa que lo que puede inÁuir a un poeta son sus lecturas de poesía y yo pienso que lo

que puede inÁuir es la vida. No hay una cosa más enriquecedora que la vida; qué es lo que te sucede a ti, que eres mi próximo, el otro, y qué es lo que le sucede a ella, qué es lo que sueñas tú. –¿Cómo se empieza a escribir? -Es una relación amorosa que se sitúa desde la infancia. Es interesante encontrarse con ese reto de una página en blanco, y esta página tiene que llenarse con vocablos, con signos, con imágenes, con metáforas. Es una relación amorosa que a veces no es muy fácil, a veces tiene sus frustraciones; el producto, bien sea poema, bien sea cuento, no siempre nos satisface, y en esa no satisfacción viene como un dejo de decepción que dura pocos momentos, porque la misma terquedad del escritor -hecha a toda

prueba y a toda fortaleza- es para intentar de nuevo la conquista de esa página. –¿Cómo ve la nueva generación de escritores dentro del país? -Soy profesor y doy talleres. Hay muchos jóvenes anónimos que por primera vez están enseñando sus escritos, y uno los lee, y dice: Este nombre algún día saldrá en las páginas literarias. Se espera mucho de estos jóvenes. Además, lo que más me llama la atención es la presencia de la mujer en los talleres de creación; no solamente en el de poesía, sino en narrativa, fotografía, en dramaturgia. La presencia de la mujer le da una energía a la sociedad. He pensado que esta Revolución que estamos viviendo tiene una energía femenina que ha hecho que el hombre, que estaba muy alienado y

Yo la veo con un inmenso vitral, donde están sus galas, sus momentos de esplendor; pero también están sus momentos nefastos y sus momentos oscuros e insoslayables. A mí me gusta esta ciudad, porque no ofrece un crecimiento simétrico, sino asimétrico, en todos sus sentidos y en todas sus emociones. Caracas se vive por instantes y no se vive por zonas de coherencia. –¿Qué otro lugar puede inspirarle? -A mí me gusta verdaderamente la geografía de mi país. Me encanta viajar por carretera, ver la geografía, los llanos, los andes, el Orinoco. Mi país es una belleza insondable e inÀnita. Yo quisiera ser un poeta bucólico y pastoril, pero vengo a ser un poeta caraqueño del smog, de los callejones, de los lugares que me ofrece mi vida de caraqueño. De poeta urbano.

muy entregado a procesos que había vivido, que le había tocado vivir como la derrota de la izquierda sesentera y setentera, cambie, porque se ha incorporado la mujer con un brillo, con una lucidez con respecto a su discurso, a su emoción y a su fortaleza. –Entonces, ¿la poesía recupera sus curvas? -Sus curvas y sus volúmenes.

probar que esas palabras van a pasar a un estado superior y que van a bailar ceñido con ese otro al cual estás enamorando, y a ese baile seguido se le llama amor, y a ese baile seguido se le llama familia. Yo tengo treinta años de matrimonio y tres hijos: Diego, María Emilia y Santiago, y ellos son frutos de otro tipo de poesía.

LOS AMORES Y SU PASIÓN –¿Qué poema recomienda para conquistar el amor? -Yo pienso que en el sentido del amor no solamente intervienen las palabras; intervienen los poemas, también interviene la gestualidad e interviene lo que uno tiene como humano, lo que tú puedas dar. No bastan las palabras, tienes que com-

–¿Qué le escribiría en estos momentos a Caracas? -Caracas, por ser el sitio donde nací, ya es una pasión. Es una pasión lingüística, es una pasión de colores.

Vida, obras y premios William Osuna nació en Caracas, en 1948. Actualmente es presidente de la Fundación Editorial El Perro y La Rana. Es reconocido por su producción poética urbana, editor de libros, docente universitario y facilitador de talleres de literatura y escritura. Es el autor de Estos 81 (1978); Mas si yo fuese poeta, un buen poeta (1978); 1900 y otros poemas (1984); Antología de la mala calle (1990-1994); San José Blues + Epopeya del Guaire y otros poemas; Miré los muros de la patria mía (2004). Ha sido reconocido con el primer premio Bienal José Antonio Ramos Sucre (1976); Premio Municipal de Literatura del Distrito Sucre, mención poesía (1984); y el Premio Nacional de Literatura (2007).

–En el poema del 12 de abril de 2002 hace mención a la postguerra. ¿Cuántas guerras ha vivido William Osuna? -Cuando el 12 de abril, lo que me venía a la mente era lo que les ha podido venir a los poetas de postguerra perseguidos por el fascismo; es el caso de los poetas españoles, ya que una vez el fascismo tomó el poder de una manera despiadada. Me venían a la mente esas escenas de postguerra, de estar escondidos, clandestino, de estar buscando sitio donde defenderse, porque vi la bestialidad por televisión, vi como se movía la sociedad. Pese a todas las discusiones que se tenían hasta ese momento, se vivía en democracia, y pasamos a tener un rey que se estaba juramentando por su propia cuenta y derogando todos los poderes. Entonces me sentí como un poeta de postguerra. –¿Hay nuevo libros en proyecto? Sí. Dos libros. Uno, al que le estoy buscando un título, pero como dice García Márquez: que uno no debe decir los títulos porque se empava el libro, entonces no lo digo. Espero que esté para diciembre. Hay otro que es sobre historia contemporánea, para el año 2011. T/ Adriana Sulbarán F/ Luis Franco Caracas


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William Osuna a Barack Obama:

La Humanidad no olvida Señor Presidente de los Estados Unidos de América Preste atención: Le digo señor para que se mire en el espejo, anude su corbata, vea mundos varios y acomode sus palos de golf. Afuera arden los potes de basura. Sé que en casa, alguien, quién lo sabe, le ordena el garaje, las herramientas, asegura los peldaños de las escaleras de incendio, refuerza los cables de acero, cuida de sus mapas. Observe: en la calle las manchas de aceite reÁejan el gran circo, los enormes ediÀcios: pasa el águila americana, los muchachos partieron temprano en sus carros de guerra, cantan a las estrellas y a un sol rojo de vivo alacrán. Mañana matarán, morirán, regresarán como medalla o bolsa plástica. Usted no lo percibe en Wall Street está a punto de sonar el martillazo de la ruina. La multitud sabe que el portaviones Arizona naufragará en la tormenta que viene, con sus generales y su arsenal nuclear. Ayer lo soñé, usted no reconocía las aguas de su origen, el canto blues, lamentos de algodón en campos de lejanía, los muchachos del klan blandían sus antorchas por los pasillos de la Casa Blanca; el gang de Jhon Smith arrojaba las cenizas del barrio Chorrillo lejos de las costas de Panamá; en un camión de mudanza se llevaban tierra mexicana: los senadores celebraban a dos manzanas del Congreso de los Estados Unidos los funerales de Puerto Rico, Filipinas y Santo Domingo; en el medio tiempo del Super Bowl, exhibían hasta el inÀnito los minutos Ànales de Allende, los Rockets incendiaban El Palacio de La Moneda, la escena se repetía y se repetía en pantalla gigante, Doris Day era una linda chica: en el asfalto, quemaban conchas de naranjas, residuos de la vieja Babilonia: la multitud hacía Àla para fotogra-

El poeta le recuerda al mandatario estadounidense que Venezuela es una nación pacíÀca

Àarse con el Kennedy, por un dólar te prestaba su gorra militar, por varios, detrás de la cortina, te mostraba su cráneo agujerado; a seis manzanas de distancia de ese evento, en las puertas de un teatro abandonado, Abraham Lincoln hacía lo posible: forcejeaba frente a la taquilla, trataba de impedir la venta de boletos, los actores resignados trabajaban para un público ausente. En el aire giraba la rueda del lucro. Harry S. Truman bailaba polvo de estrellas sobre una nube radioactiva por las noches de Japón. Vagaban los hippies por el país de las inmensas autopistas y del acero. Muchacho, en la radio colocan tu canción. De nuevo ha-

bían perdido la estelar contra la gran maquinaria y los toneles de química. Alguien lija listones de madera para millones de féretros en los aserraderos de Lousville. No sé quien pondrá los muertos. Ustedes son de cuidado. Presidente, le repito, lo de El Chorrillo fue bestial. La humanidad no olvida, sabe de la masacre contra la población civil en los lugares de Hiroshima y Nagasaki. Resulta difícil comenzar de cero. Ahí se perdió lo humano, por culpa de sus predecesores, los muchachos de mi cuadra llaman a la nación del viejo Whitman, Criminalandia: un ejemplo: Guantánamo surge como consecuencia de

un botín de pirata y garÀo, arrancada a Cuba en 1902, mediante la enmienda Platt, capítulo contemplado en la constitución de su país; en la actualidad, es una cabina de torturas, criadero de huesos, documento del horror; ¿quién me dice que respecto a Colombia no sucederá lo mismo? Le obsequio este dato, antes de usted asumir la presidencia planiÀcaban asesinar al Presidente de mí país, no sé si ratiÀca esa demencial agenda. Hablo de sus antecesores, Jorge doblevé y su secta de skull and bones, es claro. Si le dije señor, es por principio de familia, costumbres parroquiales heredadas de mis padres. Espero merezca el trato epistolar: ningún señor va por el mundo arrojando bombas, destruyendo ciudades, mutilando niños, quemando arrozales, el trigo y la sed de la gente. Escuche testimonios, la polvareda de Gaza, la destrucción de Bagdad. ¿Quién gobierna a su país? ¿En qué supermercado se abonaron a Colombia? ¿Cuánto les cuesta como instrumento de la guerra? Colombia no es una carreta de Áores y esmeraldas, su música no es el vallenato ni el porro ni cualquier hermosura que venga de los negros; su música viene del bosque como chirrido de sierra mecánica: Luz Marina y Jhon Jairo dicen que se resume en amores desplazados, besos de viudos y autocines fronterizos. Yo le compro golosinas, apuntan ambos, nuestra cosa es de principios; a Colombia la perfumo con esencias que recojo en el camino que pasa por Manizales —dice Jhon Jairo. Así le quito ese intenso olor a formol y a tacos de algodón empapado con sangre recién lavada. Ella me regala su fruta madura, coloca en mis manos piedras pulidas, yo le obsequio mi luna de ciego. En Colombia me mandé a diseñar un smoking con unas telas que le sobraban a Jotamario Arbeláez, nunca tuve otro igual. Si vie-

ne la guerra, me lo pondré para brindar por la paz con el Mono Rendón. A mí que me busquen en el gajo de Juan Manuel Roca o al sur del Capanaparo, más allá de toda ciencia, horneando pan con Germán Pinto Saavedra: Tulia Restrepo, si viene la guerra de seguro no tendrá tus ojos. Me iré con William Ospina por la línea amarilla a fundar patria lejos de la huesera fratricida. Temprano, le caeremos a Rafael del Castillo en su castillo, acompañado de Joe Broderick y Nicolás Suescún. Muy cerca de Álvaro Miranda con su caimán de muelas de oro. Amo a Colombia, pero le condiciono mi lado en la cama. Cuando se acuesta con esa quijada de burro bajo la almohada, me invade cierta incomodidad. Desconfío del Palacio de Nariño y del cártel de la guerra. Las oligarquías apátridas se sienten protegidas. Requieren su sheriff, sus bombarderos Stealthy, sus computadoras parlantes y sus montajes bélicos. Señor Presidente de los Estados Unidos de América y un tantico de Colombia: no me agradan las bases de la guerra. Si ustedes percibieron a Granada como una amenaza para norteamerica por construir un aeropuerto, no me pida que vea a sus soldados como mansos corceles pastando en los campos de manzanas de Jhonny Apples. No sé qué mala idea les ronda a los Chicos; cuando están fuera de casa son capaces de violar a una ametralladora. Necesitan matrimonio y menos drogas. Ahora mismo leo la crónica de sus desmanes. Venezuela es una nación pacíÀca. No lo voy a atiborrar de datos y fechas heroicas. Lea nuestra historia, quiénes fuimos en el siglo XIX, Bolívar, el caso Santander. A lo nuestro, tengo casi la edad de Ambrose Bierce cuando se alistó al ejército de Pancho Villa. Necesito una oportunidad; usted necesita una oportunidad, todos necesitamos una oportunidad, aún no he escrito mi primer cuento. P.D. Regrese a casa a mis cinco hermanos cubanos: Fernando, Ramón, Gerardo, Antonio y René.


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Dos poemas inéditos de William Osuna SERENATA POR EL CHINO VALERA MORA

CANTO DE AMOR

Amo a Norteamérica, Nueva York, Marilyn Monroe, el Greyhound donde Jack Kerouac atravesó el humo y la danza Comanche sobre insondables autopistas. Quiero ese territorio de piedras. Parado en la gasolinera el sueño de Luther King me llama. Mi deber es evitar la muerte de Malcom X, desenclavar los hoteles de Memphis. América, devuélvele las dos lucas y las 50 perras a Ginsberg. Todo a su tiempo. La trompeta de Miles Davis abrió una grieta en la oscuridad. Miles vestía de punta en blanco. Lucía lustrosos zapatos amarillos. La triste luna de Kentucky bajaba por el ghetto como un hilo de sangre. Sálvate Norteamérica, ciudades, FiladelÀa, Washington. Tus ediÀcios giran por el aire como catafalcos. De vez en cuando, alguien se arroja contra los tubos de neón. Y no es el poeta Hart Crane. Tu democracia de cables humeantes no lo puede impedir. Guantámano es un misterio. Cazas mexicanos como conejos. El viejo Walt profetizó tu lomo de acero, las cifras de la campana. No le supiste corresponder. William Carlos Williams se fue bajo la lluvia en una carreta mojada. El aire anida peces sobre los árboles. Jimmy Hendrix toca duro la canción nacional, arroja candela por la boca. Me agrada el verbo anarquista de Sacco y Vanzetti, las tonadas de Bob Dylan, la vida en el bosque sin impuesto, guardo en una caja de zapatos las grandes atrapadas de aquellos campocortos que jugaron sobre la tierra roja de Chicago: el fantasma de la calle 43 es nuestro. Los Hell’s Angels quieren camorra. Detesto el vino de lata. Tengo razones para pensar que alguien les puso una estaca entre las ruedas de la motocicleta. Si el asunto es conmigo que me pasen una guacharaca. La ley patriota nos condenó. Te amo Norteamérica, tienes un descenso de hoja marchita. Nos vemos en la esquina.

Se fueron al Congreso a pronunciar sus discursos hablando de la democracia mientras escondían la rata en el jardín donde crecen sus rosas y yo te observé Víctor sacándole los clavos a la silla del Faraón más alegre que un vacilón de alcoba bajándole los pantalones a los diputados mientras ellos copulaban de retruque contra un rabo de iguana disecado y no había audiencia sino un júbilo de piedras que caían en las actas donde se dejaba constancia cómo y de qué manera se había emputecido el país y me dijiste «mira por el ojo de esta cerradura» y vi a los senadores en dormilona taconeando encima de los escritorios levantando la mano para pedir la palabra y no eran palabras las que salían de sus bocas sino remolinos de heno que se dispersaban por la sala y el más viejo llamaba al orden sosteniéndose los testículos con tela adhesiva mientras se metían en las uvas podridas de su vino calavera con peluca de anciana en los sótanos


invitado

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ay hombres que vienen del mar. Derek Walcott nació en la ciudad capital de la isla de Santa Lucía, Castries, pero su origen trasatlántico es innegable. En algunos de sus versos recuerda su origen multicultural: “Hay en mí del holandés,/del negro y del inglés./Y: o soy nadie o soy una nación”. Su herencia artística y cultural proviene de su madre, descendiente de esclavos negros, quien le legó su pasión por el teatro; a su padre, quien fuera pintor de tez blanca, le debe la rigurosa formación en las artes visuales y la poesía.

El poeta santaluciano, premio Nobel de Literatura 1992, es uno de los invitados especiales del Festival Mundial de Poesía. Su obra destaca por un lenguaje que absorbe todos los estilos de su tradición literaria, y está marcada por su amor a las Antillas Walcott, sin embargo, habla y escribe sólo en inglés, aunque el patois es común en su poesía y dramaturgia. En todo caso, su dominio del lenguaje ha llegado a extremos de genio. Joseph Brodsky, premio Nobel de Literatura 1987, lo consideró “el mejor poeta en lengua inglesa”. Luego de su infancia en la isla de Santa Lucía, Walcott concluyó sus estudios académicos en Jamaica, para después instalarse en Trinidad y Tobago, lugar que alterna con su residencia en Nueva York. En esta isla antillana fundó en 1959, junto con su hermano gemelo Roderick, el Taller Trinitario de Teatro, el cual dirigió hasta 1976. En sus viajes y estares por Estados Unidos, impartió talleres y cátedras de poesía en las universidades de Harvard y Boston. Actualmente, también hace las veces

El escritor repudia los horrores de la injusticia

Derek Walcott restaura con su voz una historia hecha añicos de trotamundos: ofrece lecturas y conferencias en los cinco continentes. Alejandro Oliveros, poeta y profesor venezolano de literatura de la UCV, dijo que “no puede ser más oportuna la visita de Walcott, ahora que acaba de aparecer su última colección de versos, Garzas blancas, con catorce poemas, más o menos largos, con un tema dominante, que es uno de los que mejor maneja este nativo de Santa Lucía: los viajes. Se pueden leer piezas sobre lugares tan distantes como Capri o Barcelona, siempre con la elocuencia que lo caracteriza. También es un privilegio la visita de este poeta que, en palabras de José Juan Tablada, está tan cerca de nuestros ojos y tan lejos de nuestras vidas”. Su obra como dramaturgo es poco conocida entre la gente de habla hispana, así como su faceta de artista visual. LA MÚSICA DEL LENGUAJE El acento de Walcott, que acompaña su ronca voz de 70 años, es de un tinte británico entrecortado; en cada recital, sus poemas se dejan acariciar por la cadencia del canto. Con ojos de mar azul y piel trigueña tostada, da la sensación de que el poeta ha estado mucho tiempo mirando el horizonte oceánico. Recientemente, en la univer-

OBRAS DESTACADAS En poesía, los libros que sobresalen son Otra vida (1973), Uvas de mar (1976), El reino de la manzana estrellada (1979), El viajero afortunado (1981), Verano (1984), El testamento de Arkansas (1987) y su poema épico Omeros (1990). Su obra de teatro más conocida es Sueño en la montaña del mono (1970), junto a su versión inglesa de El burlador de Sevilla (1974), de Tirso de Molina. sidad británica de Essex, donde funge de profesor de poesía, Walcott ha demostrado que no sólo conoce de rimas y versos, sino también sobre la prosodia interna de la frase. De Omeros, su obra magna, el músico Frank Wilson dijo: “...el colorido y el vigor de las imágenes y la resonancia musical del lenguaje parece algo mucho mayor, un concerto grosso con maravillosos ritornelli, deslumbrante como jamás podría llegar a ser la mera prosa”. ENTRE LA HISTORIA, LA POESÍA Y EL MITO Para Walcott, la poesía es “la conciencia del pueblo. El cambio que quiere y necesita un pueblo se transÀere a la poesía”, según declaraciones en rueda de prensa durante el reciente Festival Inter-

Derek Walcott, además de poeta, es dramaturgo, artista visual y profesor

nacional de Poesía de Granada, en mayo de este año. Él mismo se ha deÀnido como parte de una estela de poetas caribeños (SaintJohn Perse, Aimé Césaire, Henri Corbin) que ha creado una literatura a partir de la tierra y mar que los vio nacer. Walcott, en esencia, ha sentido una profunda responsabilidad al momento de retratar poéticamente a los pescadores de Santa Lucía; la cosmogonía isleña es creada tal como Alejo Carpentier remarcó, sobre el papel del escritor: se trata de “la tarea adánica de darle a cada cosa su nombre”. Walcott ha declarado que valora el papel de encuentros entre poetas, como el Festival de Granada. La amistad con otros autores del mundo “es muy importante” para el poeta santaluciano, ya que “los poetas siempre son enemigos de la injusticia” y se comunican entre ellos las situaciones políticas y sociales de sus respectivos países. Profundo conocedor de la historia antillana, aÀ rma que “la poesía sobrevive a los dictadores, a cualquier régimen político”, dando un papel trascendental a la creación artística en conjunción con el devenir histórico. Walcott repudia los horrores de la injusticia y la opresión. La historia de su pueblo es la clave de su obra; la guerra y la

belleza son las constantes del pensamiento teórico y poético de Derek Walcott. EL ANFITEATRO DEL MAR El quehacer artístico de Derek Walcott ha sido galardonado ampliamente. En 1992 recibió el premio Nobel de Literatura y la Orden de la Comunidad Caribeña, en virtud de la cual recibe el tratamiento de Honorable. En su alocución de recepción del premio de la Academia sueca, expresó su particular visión creadora, con el Caribe de fondo: “El arte antillano es esa restauración de nuestras historias hechas añicos, nuestros cascos de vocabulario; así, nuestro archipiélago es el sinónimo de los pedazos separados del continente originario. Esta es la manera precisa de componer poesía; o mejor dicho: no de componer, sino de recomponer”. Sin embargo, Walcott ha demostrado no ser un panÁetario de la “deshonra de la ilegitimidad histórica” de su pueblo, sino un transformador de la realidad. Se ha expresado como un antillano universal, sin ambages ni evasivas: “Mi nación es la imaginación”. Pero su lugar sigue siendo ineludiblemente “el anÀteatro del mar”. T/ Ernesto Cazal F/ Archivo CO Caracas


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N

o es una reescritura de la epopeya homérica. “Ya para eso está el Ulises de Joyce”, diría Derek Walcott en alguna conferencia. Mas el poeta antillano no es del todo inocente de cara a la tradición literaria. Omeros pretende (y logra) traducir la isla de Santa Lucía a la dimensión épica de la forma homérica de hacer poesía, en siete libros. Pero al mismo tiempo, la sazón caribeña se ve signada por la más cruenta realidad: las historias de corrupción, guerra y pobreza en la isla se ven caracterizadas en las acciones y decires (a veces nobles; otras no tanto) de los isleños.

Uno de los libros más aclamados de Derek Walcott es, precisamente, Omeros (1994), versionado por José Luis Rivas para Anagrama. El poema es un evidente homenaje a los grandes poetas de la literatura occidental La multiculturalidad y el proceso colonial se dilatan sobre el horizonte del poema. Tales nociones se someten al juicio personal de Walcott; se muestra a los pescadores, a los turistas, a los empleados del restaurante-bar NO PAIN, con todas las Àsuras que cargan por su devenir histórico. Pero Walcott no persigue la idea de rechazo o vacío en sus orígenes; más bien mira a Santa Lucía como una luz, una mancha viviente en el mar que marca una crónica increíble en la historia del mundo, un relato que hay que contar; he allí su dimensión épica. Para el poeta de Santa Lucía, la “Musa de la Historia”, como él mismo dice, debe enaltecer, no esclavizar, la imaginación del escritor.

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las orillas de sus orígenes, en la costa occidental de África. Mientras la odisea de Aquiles el pescador se desarrolla hacia sus raíces, otro personaje clave, el mayor Dennis Plunkett, el blanco colonizador, el eterno marginal en un pueblo que ama, quien avistó cómo “la conjunción homérica/se elevaba como el humo de un asedio” en la Santa Lucía de Walcott, sucumbe a la belleza de Helena; por su devoción, asimismo, hace su propio viaje interior: por amor a ella, se convierte en un experto en la historia del lugar, así como en sus batallas. Mientras la guerra de Troya se traslada a las Antillas por amor a Helena (Albert Camus ensayó curiosamente: “Nosotros hemos exiliado la belleza; los griegos tomaron las armas por ella”), el narrador, quien es el ciego Homero/ St. Omere/Seven Seas, ha nacido en Santa Lucía pero vive en Boston, y vuelve a la isla a visitar a su madre viuda. Los avatares de los personajes del poema lo sacuden, lo transforman y lo llevan a escribir: a lo largo del poema polemiza su papel como poeta y como dinamo de la épica omérica. Irónicamente, Plunkett cuestiona el devenir homérico en la historia de Santa Lucía, aunque la pregunta se torna retórica (porque la guerra por la belleza es real): “¿Dónde podría este mundo repetir la inocencia del Mediterráneo?”

POESÍA Y MITO CON SANGRE ANTILLANA Omeros es un evidente homenaje a algunos de los grandes poetas de la literatura occidental. El creador santaluciano así mismo lo ha confesado. Homero, aquel griego ciego, es el que más resalta a la vista. Pero en algunos rincones del texto también se encuentran las sombras de Virgilio y Dante. A veces, como personajes de forma deliberadamente irónica: “Homero y Virg son agricultores de Nueva Inglaterra y el caballo alado escuda su gasolinera”; otras, de manera más simbólica. La forma estructural del poema es una creativa versión de la terza rima (una estrofa de tres versos) que usó el poeta Áorentino para la Divina Comedia; por otro lado, al Ànal del libro encontramos una isla volcánica llamada Malebolge, visitada por el narrador del poema,

Cíclopes que aparecen como faros, los pulpos guardianes del tesoro que Aquiles trata de alcanzar, el huracán que devasta la isla.

con descripciones y personajes muy parecidos a algunas regiones del canto decimoctavo del poema dantesco, pero con el debido tinte caribeño. Sin embargo, la gala de poetas y personajes épicos y míticos no llega hasta ese nivel del Omeros. Los protagonistas del poema tienen un paralelismo nominal con la épica homérica. Aquiles, Héctor, Helena, Filoctetes, Antígona, son los más destacables. También hay analogías incidentales del imaginario griego: los

Y SE REPITE LA INOCENCIA DEL MEDITERRÁNEO Omeros comienza con la rivalidad por el amor de una negra criada antillana: “El duelo de esos pescadores/era por una sombra y su nombre era Helena”. El rostro de aquella mujer es de aquellos en que los dioses “consagran toda la belleza de una raza”. Ella ama a Aquiles, pero le deja por Héctor, y un día en que el pueblo (“la isla en otro tiempo/se llamó Helena”) se preparaba para una Àesta, el amante humillado zarpa de Santa Lucía hacia un sueño iniciático y un viaje a través de varios siglos, en el cual encalla a

O-MER-OS El nombre “Omeros” lo pronuncia Antígona en el primer libro del vasto poema. Dice que así lo llaman en griego, mientras ríe y acaricia un pequeño busto del gran poeta griego. Y el narrador nos lanza a un viaje de lenguaje y epopeya caribeña, con el calor y los mosquitos, el vejamen y la belleza insólitas, con un sabor en la boca que no se quita fácilmente: “...Dije ‘Omeros’,//Y O era la invocación de la caracola, mer era las dos,/la madre y la mar, en nuestro patuá antillano;/os un hueso gris y el blanco oleaje cuando rompe con estruendo//y esparce su collar sibilante sobre una playa que parece de encaje./ Omeros era el crujido de las hojas secas, y los remolinos/que brotaban a la bajamar como un eco por la boca de una cueva.//El nombre se me quedó en la boca...”. T/ Ernesto Cazal F/ Avelino Rodrigues Caracas


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parte del deporte, Trinidad y Tobago era, en sus años de infancia, un país con muy pocas oportunidades para un muchacho más interesado en el arte. Quizás algún teatro, al que sólo tenían acceso los jóvenes de la clase media. Pero era también un país amante del cine, y Roger McTair, que sentía la necesidad de crear, a los 17 años descubrió el cine europeo y se dio cuenta de que no todo era “indios y vaqueros”. Vive en Canadá desde 1969, donde ejerce la docencia en escritura creativa. Es guionista para radio y televisión, narrador y poeta, y es reconocido como un premiado documentalista empeñado en poner de maniÀesto la realidad de la población negra canadiense.

Representante de Trinidad & Tobago, reside en Canadá desde 1969, donde ejerce como docente, escritor, periodista y cineasta. Sus documentales, enfocados en el tema de las minorías negras canadienses, han recibido importantes reconocimientos “Históricamente ha existido población negra en Canadá desde 1600, pero mucha gente no asocia a este país con el problema de las minorías raciales”, explica, sobre un tema al que también dedicó muchos artículos como colaborador del periódico Caribe y la prensa negra de Toronto. “En el siglo XIX fueron los chi-

carnaval, como una máscara que se cae después de la Àesta para regresar a la realidad social. Después del carnaval, precisamente se titula su libro, en el que pone en escena su convicción de que es importante “escribir de la mejor manera posible lo que ve y observa”. “Antes creía que uno podía cambiar el mundo. Hoy creo que la poesía apenas puede explorar y testimoniar. Mucha mala poesía se ha escrito al servicio de esa idea de cambiar. Reservo mi poesía para las cosas poéticas. No es que no tenga conciencia de la situación del mundo, pero creo que hay un lenguaje para la poesía y es importante utilizar ese lenguaje para lo que mejor sé hacer: poesía”.

Roger McTair: escritor a tiempo completo

Los poetas son las voces

de las comunidades nos, miles de los cuales construyeron las redes del tren nacional. También hubo asentamientos hindúes y japoneses al oeste. Y, por supuesto, los pueblos indígenas originarios, reducidos a minorías por el gobierno central canadiense”. “Pero –continúa- sentía mucha curiosidad por la comunidad negra canadiense, que se veía a sí misma como el Imperio Negro Legalista porque pelearon para los británicos durante la guerra de independencia de Estados Unidos y se establecieron después en la costa Este, donde viven todavía sus descendientes. Así que se me asoció con películas que exploraban la experiencia del Canadá negro”. En este campo, su carrera abarca títulos como It is Not an Illnes (No es una enfermedad), su primera película, Àlmada en 1979,

Ànalista en los premios Genies (versión canadiense del Oscar); Home Feeling (Sentimiento hogareño), que ganó el Genie y fue proyectada en Nueva York y California; Hymn to freedom (Himno a la libertad, 1994), Children are not the Problem (Los niños no son el problema), hecha con el Congreso de Mujeres Negras de Canadá en 1991 y Journey to Justice (Viaje a la justicia), su más reciente producción, para la National Film Board, Àlmada en 2000. Sus labores como docente a tiempo completo de escritura creativa, para diferentes niveles, en el Colegio Seneca, desde hace 16 años, le quitan más tiempo del que quisiera para escribir poesía. Pero McTair es un poeta también a tiempo completo. “La poesía es importante para mí. Pienso en poesía siempre, aunque la leo y la escribo cuan-

do tengo tiempo. También amo el cine, y tampoco tengo mucho tiempo para verlo. Pero, como asesoro a escritores en sus guiones, de alguna manera mantengo contacto permanente con el cine y la escritura”. Empezó a escribir a los diez años, y sus intereses literarios lo llevaron a recorrer la poesía latina, la generación Beat norteamericana: Walt Whitman, T.S. Eliot, Dylan Thomas y, en general, los poetas ingleses de los 50 a los 60. “Leía todo lo que podía encontrar”, aÀrma. TAN NATURAL COMO RESPIRAR Su trabajo poético, al que parece dejar las imágenes del recuerdo y la memoria de su Trinidad natal, evidencia una fuerte inÁuencia del cine, pero también, de la música de jazz, la naturaleza y la geografía trinitarias, y el

-¿Entonces para qué poetas en tiempos desesperados? -La poesía es tan natural como respirar. Estoy interesado en la cultura popular -canciones, bailes, jazz, blues, canciones folklóricas-, y también en esos tiempos estas formas populares continúan porque el pueblo tiene necesidad de crear como tiene necesidad de respirar. “No hay contradicciones –aclara- entre tener conciencia social y escribir poesía. Los poetas no pueden negarse a la realidad, pero es esencial que no haya retórica en la poesía. La poesía necesita encontrar un delicado balance que exprese quiénes somos como humanos, usando imágenes, ritmos, metáforas, símbolos y sonidos”. -¿Qué opinión le merece este Festival de Poetas de Venezuela? Es bueno tener poetas interactuando con la audiencia y con otros poetas. Los poetas son las voces de la comunidad. Sus audiencias puede que no sean masivas, pero ellos hablan y crean, por y para sus comunidades. Si este festival puede inspirar a una persona joven a escribir y a un poco de gente a comprar libros de poemas, entonces habrá sido exitoso”. T/ Maritza Jiménez I/ Manuel Loayza Caracas


Domingo 23 de Mayo de 2010 | EDICIÓN ESPECIAL • 7moFESTIVALMUNDIALDEPOESÍA |

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Voces del planeta se unen en un mensaje de solidaridad

H

Un festival de poesía para un país de poetas

ace once años, era difícil creer que Venezuela podía reunir poetisas y poetas de los cinco continentes, y más difícil aún, que tan excelsos visitantes llegarán a recitar sus versos en distintas regiones. Desde 2004, la Patria de Bolívar es el epicentro de la poesía mundial, un evento que no es estrictamente de intelectuales, escritores y artistas; se trata de una Àesta que congrega a todo el pueblo.

El país lleva siete años como epicentro de la poesía mundial, con una masiva participación de las y los jóvenes. Los convocados a la fiesta de la palabra sienten el impulso de escribir y compartir el acto íntimo de la poesía Aunque en Venezuela abundan los versos de anónimos y reconocidos, nunca se había organizado un festival de poesía, y menos, de alcance mundial. “Había unas semanas de poesía que tenían gran mérito, pero a pequeña escala. Se nos ocurrió la idea de hacer esto, porque este es un pueblo de poetisas y poetas de los buenos, aparte de los poetas de la vida”, comenta Farruco Sesto, ministro del Poder Popular para la Cultura. A decir del ministro Sesto, el Festival Mundial de Poesía que se celebra en Venezuela es el resultado de un experimento en el que se involucraron los escritores Gustavo Pereira, Miguel Márquez, William Osuna y Luis Alberto Crespo, quienes se preguntaron si podían convertir en una experiencia masiva el acto íntimo que supone compartir la poesía. “La respuesta fue una sorpresa -explicó Sesto- la gente no cabía en el

La Casa Nacional de Las Letras Andrés Bello organiza el evento

Luis Alberto Crespo considera que lo más importante es la participación de los jóvenes

CRONOLOGÍA En las seis ediciones del festival, Venezuela ha sido visitada por las siguientes poetisas y poetas : 2004 | Mahmoudan Hawad, Mohammed Bennis, Zein El-abdin Fouad, Sandikle Dikeni. Amina Baraka, Amiri Baraka, Paul Dutton, Louise Warren, Jorge Enrique Adoun, Ernesto Cardenal, Norberto Codina, Raúl Heano, Floriano Martins. Bei Dao, Abbas Baydoun, Saadi Youssef. Rosa Alice Branco, Nicole Laurent Catrice, José Luis Méndez Ferrín y Lauren Williams. 2005 | Amina Said, Hawad, Koulsy Lamko, Coceiçao Lima, Toyin Adewale Gabriel, Cliffton Ross, Genny Lim, Ernesto Cardenal, Fernando Rendón, Humberto Ak’abal, Kasuko Shiraishi, Xi Chuan, Abdul Hadi Sadoum, Adnan Özer, Issa Makhlouf, Sujata Bhatt, Francine Caron, Michael Augustin, Miguel Anxo Fernan Vello, Tobías Burghardt y Susan Hampton.

lás Suescún, Claudio Willer, Saúl Ibargoyen, Leonel Lienlaf, Martín Gamborota, Ángel Zuaznábar, Sam Hamil, Jack Hirschmann, Alison Hedge-Coke, Luis Rodríguez, María Baranda, Jorge Cocom Pech, Reynaldo García, David Cortés, Hu Lanlan, Tendo Taijin, Alí al Shalah y Anwar Al-Ghassami, François Migeot, Tobías Burghardt, Casimiro de Brito y Mike Ladd. 2007 | Kama Sywor Kamanda, Marcel Kamdjou, Aleyda Quevedo, Elvira Espejo, Julían Malatesta, Marianela Corriols, Mercedes Roffé, Miryam Montoya, Rafael Courtoisie, Alex Fleites, Caridad Atencio, Frakétienne, José Acosta, Natalia Toledo, Pedro Marínez Escamilla, Rei Berroa, Adonis, Issa Makhlouf, Nidaa Krory, François Ascal, Milo de Angelis, Ana Rossetti, Garhard Falkner, Niall Binns, Yevgueni Yevtushenko y Michel Harlow.

2006 | Odia Ofeimun, Idris Taleb, Nicole Cage-Florentini, Nico-

2008 | Antonio Goncalves, Rabia Djelti, Breyten Breytenbach, Tanella Boni, Daniel Freidemberg, Leopoldo Castilla, Gary Daher, Floriano Martins, Vicente Franz

Teatro Teresa Carreño en el primer Festival, y ya van seis ediciones. Esto ha sido una cosa extraordinaria; poco a poco lo hemos llevado a todo el país. Vienen invitados internacionales de los cinco continentes. Pero además se suman centenares de poetas de todos los rincones del país”.

Luis Alberto Crespo, además de ser el presidente de la Fundación Casa Nacional de las Letras Andrés Bello, tiene la responsabilidad de organizar el Festival. Cree que “hay un amor por la poesía en la juventud venezolana, que participa activamente, y que no se espera-

Cecim, José María Memet, Gabriel Jaime Franco, Gonzálo Márquez, Juan Manuel Roca, Amparo Osorio, Edwin Madrid, Susy Delgado, Hildebrando Pérez Grande, Aída Párraga, Norberto Codina, Fernández Retamar, Claude Pierre, Linton Johnson, Angélica Ortíz, Naim Araidi, Natalie Handal, Adam Özer, Esther Dischereit, Marco Pogacar, Ludovic Janvier, Yolanda Castaño, María Ángeles Pérez López, Brigitta Jonsdottir, Davide Rondoni, Rosa Alice Branco y C.K. Stead. 2009 | Pamela Ateka, Rodolfo Alonso, Ángel Zauaznabar, Antonio Miranda, Paul Dutton, Eduardo Embry, Elizabeth Neira, Jotamario Arbeláez, Martín Salas, Waldo Leyva, Víctor Rodríguez Núñez, Margarita Laso, Otoniel Guevara, Don Paul, Humberto Ak’abal, Irma Pineda, Ernesto Centurión, Lino Bolaños, Julio César Pol, Clemente Padín, Hannan Awwad, Ibtisam Barakat, Nadia Záfer Caabán, Dimitris Houliarakis, András Simor, Claudio Pozzani y Lauren Williams. ba cuando comenzó a convocarse la poesía universal en Venezuela. Este es uno de los grandes logros en materia cultural del Gobierno Bolivariano”. IMPULSO POÉTICO En las pasadas seis ediciones del

Festival se hicieron esfuerzos para que participen trovadores y trovadoras de África, Asia, América, Europa y Oceanía; se armonizaron sus voces en mensajes de solidaridad mundial. “Los poetas tienen una fraternidad que no ha sido quebrantada. Son ellos y ellas quienes han estado al lado de los grandes movimientos transformadores de la conciencia, del espíritu y el lenguaje; por lo tanto, es sin duda la poesía la gran hermana de las transformaciones profundas y de la hermandad entre todos los seres humanos, restaurando todo lo que nos quiebra y todo aquello que nos separa”, explica Crespo. Los sentimientos a Áor de piel son parte de las emociones del Festival que incita a los asistentes al atrevimiento de escribir. Pero, ¿por qué? El ministro Farruco Sesto responde: Porque “somos grandes poetas, todos vivimos y sentimos. No hay nadie autómata. Algunas personas descubren que hay una manera de expresar esto a través del arte poético. Otros lo descubren a través de la lectura, pero mucha gente está al margen de eso. No le da importancia, pero tiene un poeta y un lector adentro. Con el despliegue del Festival hay miles y miles de personas que ya no ven la poesía como algo ridículo, sino que la disfrutan. Eso es lo que deja el Festival”. T/ Várvara Rangel Hill F/ Avelino Rodrigues Caracas


Agenda

16 | EDICIÓN ESPECIAL • 7moFESTIVALMUNDIALDEPOESÍA | Domingo mingo 23 2 de Mayo de de20 2010 10

Lunes 24 GALA INAUGURAL Lugar: Teatro Teresa Carreño, Caracas. Hora: 6:30 pm

Participarán las 32 poetisas y poetas internacionales y más de 300 invitadas e invitados locales. Esta actividad contará con el apoyo de intérpretes en lenguas originarias y lengua de señas. FORO-RECITAL SOBRE JOSÉ LEZAMA LIMA Lugar: Casa de la Cultura del municipio Obispos, Barinas. Hora: 10:00 am

La comunidad barinesa está invitada a este evento, que estará a cargo del profesor Raúl García Palma. BAUTIZO DE ESTÉFERES

Lugar: Librerías del Sur del Paseo Orinoco, Bolívar. Hora: 3:00 pm

Este libro de Ángel Fuenmayor, impreso por el Sistema Nacional de Imprentas, capítulo Bolívar, será presentado al público del sur del país. CONVERSATORIO SOBRE LA POESÍA FALCONIANA

Lugar: Casa Colombeia, municipio Miranda, Falcón. Hora: 4:00 pm

Se presentará también una obra de teatro y la proyección de la película El esplendor y la espera. DOS NUEVOS LIBROS0 DE POESÍA Lugar: Librerías del Sur, Mérida, Mérida. Hora: 6:00 pm

Stephen Marsh Planchart presentará La duda de Albaratros, de Eduardo Rivero. La Trilogía poética, de Francisco Brazón, será dada a conocer por Leiber López.

Martes 25 RECITAL DE POESÍA Lugar: Internado Judicial La Planta, Caracas. Hora: 10:00 am

LA POESÍA CONVERTIDA ERTIDA TIDA EN CANTO

Lugar: Casa de la Cultura Carlos Guevara, Achaguas, Apure. e. Hora: 5:00 pm

PRESENTAN EL LIBRO VI FESTIVAL MUNDIAL DE POESÍA

U oportunidad para conocer el Una Teatro Alirio Díaz, el Movimiento T Ecológico y la Escuela de Música E Juancho Querales. Ju LLECTURA BILINGÜE

DIVERSIDAD CULTURAL

Lugar: Casa Andrés Mata L de Carúpano, Sucre. Hora: 3:00 pm H

Música, danza y poesía seránn los principales protagonistas del acto. o.

RECITAL EN HOMENAJE A WILLIAM OSUNA

Miércoles 26

Lugar: Sede L S d PSUV de d la l avenida id Industrial, Barinas. Hora: 4:00 pm

Lugar: Casa Nacional de las Letras Andrés Bello, Caracas. Hora: 10:00 am

El escritor venezolano Gustavo Pereira será el encargado de dirigir este conversatorio rico en poesía y en historia. LA REALIDAD DEL COLONIALISMO EN LA POESÍA DE DEREK WALCOTT Lugar: Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos, Caracas. Hora: 10:00 am

El poeta antillano, premio Nobel de Literatura 1992, ofrece una interesante charla para todas y todos. LA CANTATA DEL REY MIGUEL Lugar: Teatro Municipal de Caracas. Hora: 6:00 pm

Coproducción de la Compañía Nacional de Teatro y el Teatro Negro de Barlovento.

HOMENAJE A WILLIAM OSUNA

BAUTIZO de ALAS DEl ENCANTO

La Casa Nacional de las Letras Andrés Bello presentará el disco-libro en homenaje al poeta venezolano.

Lugar: Fundación República L de Guariure, Lara. Hora: 9:00 am H

En este bautizo conÁuirán poetisas sas y poetas nacionales e internacionales. ales. En homenaje a ellos actuarán Donny Sánchez, Eduardo Rivas y Raíces aíces Deltanas.

Óscar Acosta e Iván Oñate llevarán la explosión poética a los privados de libertad de este centro penitenciario. Lugar: Sala Doris Wells, Casa del Artista, Caracas. Hora: 11:00 am

CONCIERTO POÉTICO C

Lugar: Galería de Arte del estado Delta Amacuro. Hora: 6:00 pm

BOLÍVAR Y EL 19 DE ABRIL

Lugar: Sala regional de la Cinemateca, Amazonas. Hora: 5:00 pm

Libro del poeta José Escobar, publicación editada por la imprenta regional de esta entidad sureña del país.

Lugar: Sector Las Lajitas, L Municipio Ezequiel Zamora, Cojedes. Hora: 3:00 pm H

E idioma no será barrera entre el El eescocés Bill Herbert, el panameño Pablo Menacho y la comunidad P de Cojedes, durante el recital que d oofrecerán estos invitados internaccionales.

Artistas de la palabra rimada see reunirán para brindar un recital poétioético al son de nuestra música.

Lugar: Auditorio del Instituto Universitario de Tecnologíaa de Los Llanos, Valle de la Pascua, Guáricoo Hora: 9:00 am

TTIERRA FÉRTIL PARA LA POESÍA

Édgar Rubio, Xiomara Ortega y Alfredo Ramos intervendrán en este tributo al escritor venezolano. HOMENAJE AL POETA GUAYANÉS RAFAEL GONZÁLEZ Lugar: Salón Piar del Concejo Municipal de Upata, Bolívar. Hora: 5:00 pm

La actividad estará amenizada por el grupo Babandí. Además, habrá un recital con poetas locales e invitados internacionales. DEBATE DE IDEAS EN TORNO A LA POESÍA Lugar: Liceo Bolivariano Gilda Ramírez, Monagas. Hora: 2:30 pm

Los poetas Mariella Nigro, de Uruguay, y Micere Mugo, de Kenia, intercambiarán ideas con estudiantes participantes en talleres literarios.

Jueves 27 POESÍA DE LA INDEPENDENCIA

Los poemas de José Antonio Ramos L SSucre serán leídos en dos idiomas por parte del francés Francois Migeot p y la peruana Rocío Santistevan. RECITAL EN ANZOÁTEGUI Lugar: Auditorio Rita Valdivia de Barcelona, Anzoátegui. Hora: 11:00 am

El municipio Simón Bolívar disfrutará de la declamación de la poeta Marie-C. Agnant, de Haití, y el poeta Keith Ellis, de Jamaica. PIÑATA LITERARIA Lugar: Simoncito San Agustín de Loma Linda, Carabobo. Hora: 9:00 am

En este lugar habrá narración oral infantil y un conversatorio a cargo de Domingo González.

Viernes 28 RECITAL POÉTICO INFANTIL Lugar: Ateneo de Maracay, Aragua. Hora: 9:00 am

Sábado 29 CLAUSURA CARAQUEÑA Lugar: Sala José Félix Ribas, Teatro Teresa Carreño, Caracas. Hora: 6:30 pm

Con la participación musical de Cecilia Todd se despedirá, hasta una nueva edición, la Àesta de la palabra poética en Venezuela. Esta actividad contará con la participación de intérpretes de lenguas originarias y lengua de señas. MUNICIPIO EZEQUIEL ZAMORA DESPIDE LA VII EDICIÓN DEL FESTIVAL Lugar: Casa La Blanquera, Sector Cerro San Juan, Cojedes. Hora: 4:00 pm

Recital poético, velorio y Àesta Ànal del Festival de Poesía.

Actividad dirigida a los más pequeños de la casa, cuyo cierre estará a cargo de la agrupación Identidad Musical.

SÉPTIMA NOCHE DE LA POESÍA

JORNADA POÉTICA PARA TODA LA FAMILIA

Cuento, canto y encantos, sólo para noctivagos.

Lugar: Galería de Arte Nacional, Caracas, Hora: 10:00 am

Lugar: Ateneo de Valencia, avenida Bolívar Norte, Calle Salom, Carabobo. Hora: 9:30 pm

En la celebración del Bicentenario de la emancipación de nuestro país, el poeta Luis Alberto Crespo ofrecerá esta conferencia basada en el libro n° 59 de la colección Clásica de la Fundación Biblioteca Ayacucho.

Desde tempranas horas de la mañana, este será el escenario de diversión para grandes y pequeños. Habrá la presentación de títeres La Tarasca; talleres literarios Letra Voladora; y una charla sobre narrativa oral del 19 de abril.

Lugar: Complejo Cultural Herman Lejter, Guanare, Portuguesa. Hora: 8:00 pm

CIERRE EN IMÁGENES Lugar: Hotel Turístico Jajó, Sala de Cine Itinerante Pachamama, Trujillo. Hora: 10:00 am

Con el documental Sonetos elementales de Ana Enriqueta Terán se despedirá el festival en esta entidad andina.

SUPLEMENTO ESPECIAL DEL 7MO FESTIVAL MUNDIAL DE POESÍA|Coordinación general|Várvara Rangel Hill • Redacción|Dubraska Moya • Colaboradores|Adriana Sulbarán, Alexis Alvarado, Ernesto Cazal, Heberto Hernández, Jacinta Andrade y Maritza Jiménez Diseño|Arturo Cazal y Mariana Alemán • Fotografías| Avelino Rodrigues, Héctor Rattia y Luis Franco • Ilustraciones|Manuel Loayza • Corrección|Carlos Castro, Nereyvic Guarenas y Pedro Llorente • Impresión|Fundación Imprenta de la Cultura


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