Ecos en el cuarto | Antología poética

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Ecos en el cuarto

Antología poética Colectivo El Cuarto de los Duendes


Fundación Casa Nacional de las Letras Andrés Bello Mercedes a Luneta - Parroquia Altagracia Apdo. 134. Caracas. 1010. Venezuela Telfs: 0212-562.73.00 / 564.58.30 www.casabello.gob.ve

Presidente William Osuna Ecos en el cuarto ©Ana María Torrealba Núñez ©Mariana León ©José Miguel Méndez Crespo Chemi ©Flordimar P. Pérez Morales Penélope ©Ronny José Pacheco Vargas ©Alejandro Oliveros ©Angélica Rodríguez ©David A. Gómez Caracas - Venezuela 2013 Imagen de portada Jhonny Fernandez Portada, diagramación y diseño de colección Homero Hernández Corrección de textos Ximena Hurtado Dep. Legal: If 60520138003994 ISBN: 978-980-214-310-8


Ecos en el cuarto

Antología poética Colectivo El Cuarto de los Duendes



El movimiento de un Duende Presentación

Llamadme cuando llegue el día de las canciones colectivas Víctor Valera Mora

S

e producen tres ríos de rigor esencial cuando hablamos de El Cuarto de los Duendes, estos se bifurcan y vuelven a encontrarse como en una mandala amazónica, es decir, son elementos que se pueden separar para el análisis, pero que en la praxis asumen una unidad absoluta, como una trinidad profana a la que Cristo observa. El primero es el arte, él constituye la forma, el vestido, se diluye en todo el discurso –tanto en el de la praxis como en el de la palabra misma– para enarbolar una educación estética parecida a la que Adolfo Sánchez Vázquez nos convoca, es decir, el arte en los Duendes es una escuela que como un cuadro de Guayasamín, no procura la instrucción artística, sino que afina al ojo para detectar la belleza, cualquier belleza posible, hasta la de la miseria. Por esta razón no encontraremos “absolutos” o “máximas dogmáticas” en la creación de este colectivo, si un Duende 7


se hace de la imagen lezámica, del juego cortaziano, de la descripción de Benedetti, del panfleto de Alí Primera o Roque Dalton, es por ser fiel a la poesía, no por generar fronteras entre una u otra forma. Para explicar esto de manera más precisa utilizaré uno de los postulados del Manifiesto Ecoduendista: Deseamos reivindicar el mundo poético que nos antecedió y sembrar flores cada día en sus tumbas, sin olvidar sus besos. En el arte, entonces, los Duendes procuran un humanismo florecido que se deslinda de recetas, que en la magia reivindica a la mano, que no se aleja por ego o por simple rebeldía de los avances de la generación pasada, por el contrario se nutre de ella, toma de la copa, y sorbe frustraciones y entusiasmos para engrandecer el verbo que nos unifica, así no pueden abandonar el dolor de Argimiro y mucho menos su alegría, no pueden deslindarse de las vanguardias y mucho menos de nuestras vanguardias, de los postumistas por ejemplo; buscan en la ciudad rendijas por las cuales ver el pasado, buscan entender las Memorias de Altagracia; prueban hacer un puente que nutra de símbolos a un leguaje que desde el espiral llama en las Turas al infinito. Pero no se equivoquen ustedes, para un Duende el arte no es el arte que todos vemos en los museos, de un Duende hay una tercera dimensión redefinidora, una dimensión que responde a un arte de todos y todas, como el crepúsculo, que es una bandera, o acaso un dios que va dejando colores cada tarde, como avisando que en el alba volverá, como dejando entredicho que todo su cuerpo es un poema que unifica la mirada del mundo. Y hay ahí 8


una melancolía y una esperanza que cada Duende lleva consigo como una medallita que otorgó la madre en su bendición mañanera, porque si cada tiempo histórico ha dejado una huella que su generación se tatúa, este tiempo deja en el escenario a los Cuentos del arañero haciendo malabares en un sentimiento que no termina de definirse, que queda en la comunión olvidada por los cristianos, y es que este tiempo, como ha dicho el poeta William Osuna, este “siglo XXI cambalache, problemático y febril”, es un tiempo en el que vuelve a surgir el concepto de la comuna, y por lo tanto es un tiempo al que le hace falta “un arte” que responda a sus intereses, que acaso son los de hacer un nuevo mundo consolidando propuestas que sean lo suficientemente orgánicas para atender con efectividad a las nuevas generaciones; lo suficientemente políticas para entender y asumir el momento histórico que vivimos; y lo suficientemente artísticas para no perderse en las marañas ideológicas y poder dar salidas estéticas a problemas profundamente éticos. Ya Ben Okri nos advierte que para ello tendremos, en lo subjetivo, que luchar contra los “antagonistas de la poesía”, ahora, en lo material, Carlitos Marx nos sugiere con inmensa sabiduría y diamantina teórica, otros enemigos, que también tienen una visión estética del mundo, y que son al final de todas las cuentas el enemigo común de todo el que sueña, hasta de los niños, por eso Valera Mora fue designado para escribir la Carta de los niños a los señores gobernantes, no hay otra razón. El segundo río de rigor esencial es la militancia, éste elemento constituye el súmmum, el fondo, la médula de un accionar que poco tiene que ver con el cliché pequeño burgués del artista como ser amoral, como ente que sólo sirve de materia para un tal “espíritu creador” que llega, 9


en ocasiones, a parecerse al espíritu santo, convirtiéndose así en “un pequeño dios”, que más podría considerase un rey: egoísta, con sed de esclavos y de oro. Si bien los duendes proclaman al poeta, desde la voz de Huidobro, como “un pequeño dios”, no es por adornarlo con querubes y alzarlo hasta una cúspide de mármol que lo aleje de los pueblos, es más bien, y con el perdón de Huidobro, con el objetivo de hacer ver que todos y todas, que el pueblo, con sus cuatro dedos de frente, es un pequeño dios, dueño de la posibilidad de transformar la materia a merced de sus necesidades, y más aún de tejer un mundo que, desde el sueño es posible, siempre y cuando “la mano” haga lo suyo. El Olimpo de los Duendes es, pues, el “Olimpo de los todos”, el sereno espacio en el que la humanidad reconoce sus virtudes y deja de comportarse como una bestia. Es por esto que con respecto al tema de la militancia, Ronny Pacheco nos dice que “ser duendes es asumir de forma colectiva y hermanada a la palabra como un fusil de este tiempo que nos llama a combatir en lo cotidiano”, pero ¿combatir contra qué? En la respuesta está “el movimiento del Duende”; combatir contra la injusticia, porque José Pío Tamayo es buen ejemplo para toda esta generación, es decir, si en Rusia un héroe se alzó y es Lenin, desde Venezuela también se han alzado hombres y mujeres como Pío. Somos consecuencias de esos hombres y mujeres. Como dice el Chemi, esta generación está armada de “una visión con inteligencia caleidoscópica”, visión que creo, nos permite asumir un marxismo que entienda nuestra identidad latinoamericana, llena de orichas y ritos en la montaña, envuelto en una mermelada que desde Yara se destila, con un proceso histórico-social que nada tiene que ver con el desarrollo europeo, con un feudalismo que se 10


nos clavó en la tierra, y con una arrechera que sin tapujos entiende Fannon. Nos complejizamos, sí. Es desde esta militancia que llega el tercer elemento fundamental de los Duendes, elemento por el que hoy el mundo entiende la posibilidad de un “nuevo mundo”, entiende la construcción del socialismo como una vía posible, que resucita. En este sentido, mucho resume Mariátegui, y desde la poesía nos dice Antonio Urdaneta, ese maravilloso Duende, “…si yo fuera Fidel sacaría a pasear a San Lázaro envuelto en su capa morada por las calles de La Habana, e invocaría la lozanía”. Yo también lo haría, Antonio, pero nos tocó ser Chávez, y desde aquí sacamos a pasear a los espíritus de la sabana e invocamos a Bolívar, y terminamos con un cuatro convocando a una asamblea en la que se discutirá sobre el sistema de economía comunal. Es posible ese mundo. ¿Y dónde es posible ese mundo?, se preguntarán. Pues, es posible en la organización, en el colectivo, que es ese tercer río esencial, por eso los Duendes “deseamos glorificar la comuna como única geografía para el renacer de la humanidad”, no hay otra opción, ya el programa está decretado, el vocero heroico de este tiempo lo ha dicho: “Comuna o nada”. Y he aquí la tercera dimensión del arte de la que nos habla el Ecoduendismo. No podemos pretender hacer una revolución cultural con las canciones de Madonna, y tampoco es concebible hacer una revolución cultural con el método de composición artística de los reyes del pop, el método de la nada, de la retórica del plástico, es decir, no se puede cambiar al mundo pensando desde la postmodernidad, la cual no es más que la nueva careta ideológica del capitalismo, caballo de Troya que han lanzado hasta nuestras sienes, ya 11


lo ha denunciado Britto García. Es preciso organizarnos en relación a una nueva forma de hacer arte, y desde allí contribuir a la creación de un nuevo sistema estético que supere las viejas concepciones: individualistas fundamentalmente. Todo el que sea Duende se propone hacer posible un método de creación que unifique. Y no es poca cosa lo que lograremos, porque si en el sistema capitalista todo es “mercancía”, el arte es imposible –esto ya lo ha dicho Marx–. Entonces, si logramos constituir una forma en la que el arte se libere de su condición de propiedad, de mercancía, en la que pertenezca al colectivo, estaríamos saliendo desde ese pequeño espacio de las reglas del sistema, y tendríamos una trinchera cierta, invito en este sentido y para mayor comprensión, a revisar el documento Ideas estéticas de Marx de Adolfo Sánchez Vázquez y Plusvalía ideológica de Ludovico Silva. No será tiempo perdido. Ahora, volviendo al tema que nos convoca, es decir, volviendo a El Cuarto de los Duendes, debo decir que ha sido mucho lo que este colectivo ha recorrido en cinco años, si de amor se trata, Flordimar Pérez lo sintetiza todo cuando declara “Podría llamarte Cosmos, pero te queda mejor Sol”. Es que este colectivo ha servido para amalgamar sentimientos que le quedan pequeños al coro del séptimo cielo, a todas las legiones luciferinas, a nuestra propia consciencia; ha sido endemoniadamente hermosa nuestra experiencia en el amor, y eso, como en un juego dialéctico, nos ha permitido avanzar educando las emociones para con el camarada y para la compañera. Pero la cosecha no ha sido únicamente amorosa, hoy nos sentamos junto al río Turbio y observamos cómo la ciudad se extiende devorando los murales que hacen contraste 12


con las esquinas, como si un dragón apareciera en medio de la avenida Vargas, como si Cortázar despertara desde un café, y nos damos cuenta de que el Eco va desplegando sus alas hasta llegar a la música, al color, hasta traspasar el muro y declarar una imagen al mejor estilo de Altazor o de Gabriel Bracho. El Duende va caminando con la revista La Lucerna bajo un brazo –logro histórico– y se encuentra nuevas tareas, y nuevos camaradas en toda la geografía: yurubíes, ceretones, momoyes, etc. Se van unificando como en un cuento infantil de Julio Garmendia, y entendemos que Carora no nos queda tan lejos, que Barinas está a un brinco, que Caracas con todo su bullicio nos llama en la voz de otros/as poetas, es un “movimiento de Duende” que no nos deja dormir, es una epopeya con un núcleo de luz, porque utilizando las palabras del Che en su carta al poeta León Felipe, “dormir sería un pecado de lesa dirigencia” en este “maravillo país en movimiento” que no detiene su marcha trepidante. ¿Amor? ¡Amor y trabajo militante! Para terminar es justo el reconocimiento, porque si nos vamos al inicio de esta historia, se tendría que nombrar a compañeros y compañeras que tendieron la mano a este proyecto, tales como Antonio Urdaneta, Malula Capello, Rosa Castillo, Luz Estrella Parra, Ramón Querales, Carolina Rodríguez, Juan Porras, Carlos R. Cisterna, José Froilán Bastidas, compañeros y compañeras que brindaron su luz, como muchos que aquí no nombramos, duendes que se han ido y otros que vendrán... a ellos, y a Chávez, y al pueblo, este libro, que es un libro colectivo. Y se preguntarán después de toda esta palabrería que se arremolina entre teoría y sentimiento: “¿Qué contiene el libro?” poesía… ¿y qué tengo que decir de ella? Tres 13


puntos suspensivos, que la poesía hable de sí misma, critiquen ustedes, y en el peor de los casos, que los siete individuos que aquí se ven reflejados se hagan de ella, como se han hecho del “planeta Barquisimeto” que como una “Dama viciosa” ha entregado todo su esplendor, y como dijo alguna vez Ana Torrealba “nos prestó las plazas para el encuentro”, es por eso la caverna, el punto de partida, la gran casa que nunca se abandona por ser la capital de la poesía, capital por la que un Duende siempre estará dispuesto a emprender la más grande odisea, a sabiendas de que lo único que le falta es un mar del que surjan las sirenas. Que se hagan de la poesía, o que en una hoguera la poesía los consuma, a ellos y a ustedes, y los vuelva uno. Entonces, amén. Recordamos al Tonel de Diógenes, al Techo de la Ballena y al Proyecto Sueños, porque se arma la comuna del “movimiento de un Duende”, que invita a hacer Eco, y que proclama desde este núcleo humilde: “Duendes del mundo, uníos… porque necesario es vencer”.

David Arturo Gómez

Un Duende

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Ana María Torrealba Núñez

El 6 de marzo de 1993 nació en Barquisimeto, estado Lara, ciudad donde actualmente colectiviza, sueña y crea. Es cofundadora y militante del colectivo cultural El Cuarto de los Duendes, al cual le debe, entre muchas cosas, su relación con la escritura. Asimismo, milita en el Círculo Político La Carpa Roja. En el año 2010 formó parte de la delegación de jóvenes poetas de Ecdld que participó en el Festival Mundial de las Juventudes Artísticas celebrado en Holguín, Cuba. En su rol de Duenda es cofundadora del espacio infantil de creación El Cuarto de los Duendecillos, es editora de la revista cultural La Lucerna y milita en la Comisión de Artes Plásticas "Gabriel Bracho". Tiene la plena convicción de que “un mundo mejor es posible si es socialista” por lo que asume el Ecoduendismo y el arte como bandera de transformación. 17



Sobre El Cuarto de los Duendes y el Eco en tiempos de Revolución “Ir halando”, como dice el Chino, es la tarea creadora de todos los tiempos; comprendernos como parte del engranaje que mueve la historia y transforma la humanidad. Desde esa convicción, El Cuarto de los Duendes se constituye, y es un cuerpo articulado de creadores y creadoras que asumimos nuestra necesidad de crear “para la humanidad”; nuestra necesidad de unificarnos y de ir juntos/as elevando las consciencias para el mañana, para la construcción de la comuna y, así, de la felicidad colectiva, cumpliendo el legado del Comandante Eterno Hugo Chávez; nuestra necesidad de forjar por medio del debate y la práctica ética, el espíritu de los y las artistas militantes que permita correlacionarnos y construir la estética transformadora que corresponda a este tiempo de Revolución, donde la belleza se respira y se augura en todos los aires. 19



Génesis Al remolino cósmico en que me envuelves, certeza de mí

El amanecer se desprende de mis ojos en polvos solares cada parpadeo es una intermitencia que reimpulsa la vida como latido de colibrí enamorado el reflejo de las nubes es oromiel derramado de tus ojos que cruza el mar celeste fecundando de luz el horizonte… ¡Choque de mundos! …Crean un universo nuestros labios.

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No se subestime

La Palabra transmite y transmuta tiene fuerza de trueno y de colmena furia de fiera y de guerrilla y de flor taciturna en las montaĂąas. No se nos confunda con ilusionistas del verbo o simples hurgadores de ruinas. La Palabra tiene hueso y golpea. Los Poetas tienen fuerza y escupen cuando el veneno les atraganta las sienes. Hurguen el panal y verĂĄn la artillerĂ­a implacable que somos.

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Comunicado de la poesía

POETAS constructoras/es del Mundo (Todos/as): SÉPANSE amarradas/os a la suerte de haber nacido [HUMANOS entre esta secta de asesinos/as que tienen secuestrada la felicidad, –alguna vez PUEBLO, es decir, POESÍA en su más puro gesto: los pobres, que, por cierto, tienen los sueños más lindos–. No se crean peldaño, escalón, altar, nube o (en tal punto de arrogancia) dioses… Pero en caso de que el helio sea demasiado fuerte consideren su oficio de poetas y quien no lo comprenda, que desista. La poesía no perdona su desnaturalización.

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***

En un lugar del mundo una mujer pobre come cart贸n; todos dicen que est谩 loca, pero nadie se lo cambia por un pan.

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Efecto subestimado

El vuelo surversivo de un cardenal puede provocar una revoluci贸n al otro lado del mundo.

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Sustancialidad

A Luz Estrella Parra‌

Brisas de dulce azul acompasan la tarde el viento juega con el tiempo en soplar de segundos el vuelo de un ave se pierde contra el cielo mudo Pasa veloz un rostro Los recuerdos revolotean despiertos gotitas se estrellan contra mis ojos ausentes. Todo pasa dentro de mí, en mi interior un universo se mueve‌ Yo ya no estoy en el viento en el cielo, en el vuelo de las aves; soy una sustancia flotando acumulada en las pupilas del tiempo.

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Suicidio de un insomne

Varado en la noche él escribe un tiempo en mitad de la carretera cuenta luces: el sueño que se suspende en ellas y el pesado cuerpo de todos, cae... Bajo la infinidad las siluetas que ahora nombran la ciudad la definen. Él suspende la boca de lo incierto cuando toca en la eternidad la sonrisa de la noche abierta a la tempestad Hay un orbe orbitando más allá, a lo lejos invitando a arruinar los contornos de la utopía sobre su propio llanto vacío... Y piensa en las gotas y en él (tienen un origen común)... Hay un ave “rapando” en lo más alto del cielo –su cuerpo ya es carnada para el infinito– se abandona al mar su bote, en mitad de la noche, se hunde 27


¿Acaso somos gaviotas imposibles? Su vuelo describe una perfecta espiral las sombras, huérfanas, se vuelcan al vacío y el mundo abandona el cuerpo por última vez.

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Evocación dulce al cosmos de/en tu cuerpo A Franco

La noche está nublada parece que un misterio se suspende en los cielos oigo tu respiración, en silencio dándole pulso a las cosas que habitan la incertidumbre oscuro bosque que se levanta sobre tus ojos y habla. Yo navego en las montañas y los ríos de tu voz formando el camino que se pierde donde el universo crea sus primeros deseos y los forja...

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Vorágine cromática

A Jorge Arellano por descifrar lo indescifrable

Remolino sumergido en azules y rojos Soy todo lo que flota alrededor emerjo como un globo desde una mariposa en la transparencia de su vientre sintético divago entre nubes y ventarrones que se disputan mi desorientación frondosa como un nido de plumas en medio de un océano cada vez más disperso y distante en sí. Y caigo… caigo hacia el espacio suspendido de las aves en que todo es transitorio; todas las manzanas flotan en derredor forman un sistema pluricosmo de frutas ingravitatorias. Soy la mezcla de colores que brotan lluvia dispersa en todos los rocíos que hacen nido en la [noche en los pétalos suaves y tersos, como voy… Voy llorando y emergiendo en un amanecer llovido –Ventanales en inflamable aletear– El horizonte es un pez calvo que sonríe distante y hermano entre el reflejo infinito de los mares.

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Olimpo de los todos A los Duendes y Duendas “El poeta es un pequeño dios” “Poeta, he ahí tu paracaídas, maravilloso como el imán del abismo […] ¿Qué esperas?” Vicente Huidobro

Seres danzantes de luz se congregan en círculo, se reflejan en llamas sin quemar sus imágenes porque el sol que crepita dentro de sus cráneos abraza la creación que les convoca: Propagar el fuego sagrado de los todos, los pequeños dioses de un Olimpo de iguales. El fulgor de una misma silueta los define compaginan sus dedos como para fundirse Azules como lluvia Rojos derramados Blancos contra el cielo Amarillos bandera Verdes como brisa… deciden rotularse las pieles en el místico compás del tiempo que les llama a ser juventud tempestad creadora, diverso sueño común despeñado desde lo alto de la historia. Ellos/as se despliegan en el horizonte crujen 31


palabras, imágenes volcanes vivos desatan tempestades entre lo incierto afinan su alarido en las entrañas del pueblo; rasgan las tinieblas. Ellos, ellas, desde la altura abren su paracaídas y sueltan el crepúsculo. Dicen que cayeron al infierno; yo los vi levantar su propio cielo.

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Mariana León

Nació el 17 de octubre de 1995, en Barquisimeto, estado Lara, en esta ciudad ha iniciado sus pasos por la literatura, desde los doce años se reúne con Duendes mucho mayores que ella, teniendo una cita cada viernes en la Biblioteca Pública Pío Tamayo. Siempre dispuesta a incursionar en la poesía. Actualmente es estudiante de Comunicación Social de la Universidad Fermín Toro, novel poeta y fotógrafa, en estas labores ha participado en la antología de 40 poetisas venezolanas Las chicas van al baile en la República del Perú, publicado en la revista cultural La Lucerna, coordinado El Cuarto de los Duendecillos y expuesto en la galería Mujer, Arte y Sentimiento. 35



Para amar leo la sonrisa de un duende En algunas historias el duende se encuentra al final del arcoíris, ese arcoíris que representa tantos colores, y el duende es como la lía, la unión de todos esos colores y se va por ese camino. Es decir, creo en el duende porque con arcoíris o no, está dentro de nosotros, todos tenemos un duende corriendo por nuestro cuerpo, que quiere salir rápido, y en el caso del Cuarto, del Cuarto en donde habitamos todos estos Duendes, el Duende ya se escapó y ya está haciendo de las suyas ¡Brotan palabras de sus pies! 37



*

No sonrías así, linda, no me entierres tus dientes en el pecho No me mires, porque mi lengua queda inmóvil No te acerques, si no dejarás que vuelen las mariposas No, no me dejes en el abismo ahí la neblina tenue me atormenta Y la luz que tengo es tu cuerpo.

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**

La lluvia hace de mi cuerpo su templo, eleva mi alma hasta tocar sus labios, baja detenidamente en mi piel, eriza cada parte mí, baila en mis ojos, y brinca hasta apretujar mi pecho. Mis alas comienzan a formarse con sus besos, ya no estoy en la tierra, sólo floto en sus manos, las nubes cubren mi vista –todo está oscuro– pero su brillo me sonríe. Tiemblan las ventanas del cielo, salen aves de la noche por las rendijas de la luna que adornan la lluvia. Desde la altura se oye como golpean trozos de gotas en [el suelo.

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***

Aquí estoy, desde la ventana taciturna de mi habitación –alucino con mi infancia– Los recuerdos desbordan de la caja de cristal en la que habito. Las muñecas hacen una danza melancólica a mi alrededor me desespero me mareo quiero escapar trato de correr y ahí está de nuevo el espejo Mi reflejo es tétrico. Vomito una y otra vez Disfruto de la muerte.

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Me encuentro de nuevo debajo de la luna, ocultando un té extraño en el borde de mis ojos, distante como la ausencia perpetua de las estrellas, ¿Te imaginas un cielo sin besos? Recuesto mis sienes en el viejo sofá La luna aprieta un poco mi pecho, pero no hay más que oscuridad en esta habitación, la luz enfría más mis pies, tal vez es cierto, las sonrisas no son suficientes, pero la distancia hiere y abre aún más grietas, efímeras, dulces, pero nada de amor, sigue apretándome la respiración: está casi agotada.

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*****

Millones de suspiros por segundo, el corazón humedecido la mujer para la puerta, ya el arma está sobre la mesa, me seduces rozando mis labios, colocas detenidamente la pistola en mi boca, recitas una y otra vez “el labio de tu alma me pertenece” Continúo mirando tus ojos suaves, los suspiros persisten, la mujer está en la ventana sosteniendo la luna, recorres mi cuerpo con la pólvora, goteas palabras, trato de no desesperarme, te miro, sonrío, rozo tus labios, sacudo un poco el cabello, la mujer está en la cama, y el cuchillo entre sus dientes, te acercas sigues recitando el “el néctar de tus piernas me pertenece”

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Habitación II

En el pasillo… los ascensores suben nunca bajan, no se detienen, las sombras no existen, no hay más que siluetas rondando, no se distingue entre el sonido de un beso y los pasos, yo, acostada, la ventana inmensa no es más que una burla a mis deseos, la toco lentamente como tocaría el cuerpo de una mujer, recuerdo esa noche, tus besos hacían de mí un cisne sentíamos el roce constante del agua, tu aliento, tu respiración agitada bailando al son de las piernas tal vez el tiempo no existe, acaso dejas que mi alma muera para revivirla con una gota de miel, sí, tú conoces el sabor de sus labios las treguas están rotas el cisne y tu piel, el deseo y tu miel, la osadía infinita de la habitación donde nadie se atreve a tocar la puerta

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Cómo olvidar tu mirada si pinta la luna, y me perfuma los labios, Cómo desprenderme de esos ojos color café, inagotables, perennes, eternos, y simples Sí, por eso estoy aquí esta noche, Evocando las cartas que te regalé para que jamás me [olvidaras Tus manos no serán la conexión infinita entre tu cuerpo [y el mío y paso por el oscuro cielo escribiendo sobre ti puesto que los 465 días anteriores preferí imaginar que [podías volver.

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José Miguel Méndez Crespo Chemi

Nace en Barquisimeto estado Lara el 31 de octubre de 1987. Es miembro del colectivo cultural El Cuarto de los Duendes por la magia de esta ciudad que no abandona nunca la poesía. Asimismo es cofundador y subdirector adjunto de la revista cultural La Lucerna, es Coordinador del Cenáculo de Investigación Cultural y Literaria UpelIPB. Junto a El Cuarto de los Duendes ha participado internacionalmente en el Festival de las Juventudes Artísticas Romerías de Mayo en Holguín, Cuba (2010). Además es miembro y vocero principal de Eventos y Certámenes de la Red de Escritores Socialistas capítulo Lara y ha sido jurado de la III Bienal de Literatura Rafael Rodríguez Boquillón (2012). Actualmente es estudiante del noveno semestre en Educación Especial mención Retardo Mental Upel. Este joven poeta ha publicado artículos de investigación literaria en diversos diarios de la ciudad de Barquisimeto y posee varios poemarios inéditos, los cuales se ha negado a publicar, igual que otros Duendes, hasta tanto no consolidar una publicación que enarbole lo colectivo. 47



¿Qué es El Cuarto de los Duendes y el Ecoduendismo? El Cuarto de los Duendes es una organización políticasentimental, cuya tarea ha sido la transformación social desde el arte. Esta identidad creadora posee una metodología propia y un sustento teórico que fundido al colectivo hace propuesta onírica y transformadora con la acentuada mística que posee cada joven, eso sí, con sumo cuidado al enemigo de los pueblos: capitalismo, egoísmo, vanidad. Nuestra participación es rígidamente socialista. Por eso creo en el Ecoduendismo como la proclama poética definida y natural donde lo trascendente y estimable es la suma de otro ser social. Exige en su trasfondo, desde el manifiesto, la generación de una visión con inteligencia caleidoscópica para la elevación de la condición humana a un mundo justo y posible, en esta sociedad de abismo y contradicción. 49



Origen

La ondulez recorrida del pétalo adquiere en su raíz convencida la feminidad de Dios. Y es un paso, una línea del pozo, un jardín de Monet en la estadía de las flores y en el poblado perfil de tu ilustración. La naranja, los columpios, la niña llorando en el sol… El permiso de la abeja es restringido para probar su miel su música que, acaso ayer, no me dejaba tocar tu rostro. El amor se hizo de incendio; es la violencia que hay dentro del corazón inocente, en ese templo siempre las [vidrieras se rompen y se escoge el otro color del cristal se lee la Biblia a los pájaros se acomoda el pasillo con aguardiente, margaritas y [fotografías increíble se pasa la página al abrir la ventana se exilia mi abuela en el continente de los escarpines para entender la divinidad –hay que cerrar los ojos al abrir cada puerta–

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Reino

Tener dolor y ver una ventana es sabiduría abeja, símbolo, Terepaima es también el frenesí de la literatura ¡caramba! ¿quién dejó el amor al tocar el grifo de la casa despoblada? Dios tuvo que haber sido sordo para no escuchar el desastre entre Adán y Eva. El libro de Dios tenía error de imprenta. El escritor corrige, alborota

el gran escenario. El poeta sonoriza el vuelo de una frágil paloma y aun así lo critican.

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Vengo a sufrir de imagen

Tu sangre es la que hierve caracoles al sentido de la cintura parpadean relámpagos que vienen a iniciar el acto de la desnudez. Todos estamos vivos entregamos parte de la edad que pasa sobre la cumbre de la idea fértil molino al descanso, plenitud. Tu sangre es la alternativa del pez para sobrevivir. Aquí todos estamos bajo las hojas. El silencio no tendría que decretarse ella interfiere en múltiples mundos un trébol apenas desprendido es el acto del silencio. Había un pozo que sólo los animales conocían y al descubrir el lugar era tu imagen de pronto arrebolada en mi camino. La ancianidad es la acentuación de la juventud y la fotografía, el cine, la palabra nunca ven la magnitud de un árbol a otro árbol allí está la etimología de tu cuerpo siempre arrancada, sufrida y renacida.

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Julio sin término

A Nomis Méndez

Nos equivocamos tanto junto a todo, y es bello sustrae el tiempo la idea que somos en ese rostro tuyo que el del viento, la luna; el puente quiere caerse También ese rostro es mío. Un comienzo; aislarse de la madre que siempre nos deja la antigua interrogante y juega el círculo de la vida en otro círculo más pequeño y así… prosigue se calma. Olvidado cabello sin prejuicio en el pleno movimiento tuyo y orgulloso es el aire entre todas las preguntas vivimos y punto punto de la muerte cerrando el círculo amor es el abismo y es cierto resplandece.

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Humilde tragedia

Trágico tu cabello, trágica la ilusión en el esparcido vivir, trágico el silencio que viene a conmemorar en la cúspide tus labios hoy, mis labios mañana, tus ojos antier clandestina permanece; agua silvestre camina soy el agitador de tu pesadilla; columpio de seda encendiendo los proverbios, acciona la mariposa la cerámica afortunada del bosque se declina en tu boca de reiterado llamado a la costumbre. Lléname el vaso de vino, arranca todas las montañas dice aquella mujer quitándose el sombrero y a su vez ella se mira en el espejo con la cintura agarrada y grita: ¡Bestia del Turbio, relámpagos del Nilo! café para el demonio o el ángel de la escritura ¡No quiero! La mujer es la creadora del diccionario y el hombre no logra entenderla.

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Asamblea femenina

La mujer militante socialista lanzó su vida y guardó su biblioteca en este momento se refleja en su espejo se cepilla rápidamente y desnuda, se lava el rostro (algunas sonríen o hacen una respiración de bosque) Ella organiza el sentido geométrico de su discurso tira el sostén en los libros de Marx y Bachelard se coloca su franela cómoda y desayuna abejas ella con su convicción socialista va al partido, donde la masa es la voz de Buda, Cristo, Zen y el grito en la memoria del Caracazo se desprende. En su casa mide con mucho cuidado el limón, la pradera, el barrio de fugada necedad se despeina, dice en su corazón más cosas importantes que un político burgués en firma de proyectos. La mujer militante discute con toda la feminidad política zumba la luna con mirada agresiva en la estrella del mar. Tiene archivados en su mente a los soldados de Irak, Afganistán, Libia, Siria ella exige que todos lancen sus rifles se bajen de sus tanques hagan jugo de naranja concentrado con azúcar de la bodega cercana y sobreviviente 56


a los bombardeos pide además que se desnuden dejen su uniforme camuflado y sangriento y se vayan a sucumbir en el mar Mediterráneo con golondrinas, mieles, azucenas, y la mujer reparte un ramo de olivo a cada reprimido de [guerra y regresa al partido con el plan de acción del mañana.

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Androginia interna

De día soy un hombre con rosales y margaritas acumulada de sombras de noche, una mujer ciega soy de intensa palabra rústica existe en mi alma sin geografía. La noche es bella pero es mi enemiga y vivo muriendo de luna porque a veces historias sin interpretar traen los faroles siempre guardo aquella luz que denominan algunos la sabiduría en este cristal donde vivimos arrancando realidad sin pronunciar una palabra es válido. De día soy un hombre con ansias de llorar en un árbol; odisea de Barquisimeto ese árbol tiene al Maraquero del Teatro Juares con el revólver y la crónica mientras de noche regresa mi feminidad sin ángulos que es ciega, aislada en los muelles que mueven las hojas al lento ritmo del algodón de mi infancia soy ciega con ternura y malicia con feminidad imperfecta y tú que quieres pretenderme quiero que te apartes con inteligencia, soltura y cariño breve y no te pido entendimiento sino una gota de tormenta.

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Tu muerte es mía

A David Gómez, Duende e historia “Al duende hay que despertarlo en las últimas habitaciones de la sangre” Federico García Lorca

Lo que quedó fue un serio trébol y un eterno Barquisimeto un amor esperado sin almíbares y alucinería, puntual es la historia cuando en tu cálido sufrir reina la pasión de la juventud que es mía y la muerte de todos. Aunque la siento mía y enamorado los calendarios gritan su hermosura diluyendo abismos que se multiplican con la antifrontera de los libros y cada párrafo minúsculo es la inocencia y la quijotería de la ciudad y es difícil el poema, camarada, tiene su atrevimiento su forma en el agua consumiendo los peldaños de mis ojos y te anuncian… el continente siempre es una luna con tormenta igual que la vida con una agilidad en la ciudad con acentuado frenesí en la ciudad que es de todos, menos del sol, de preguntas. Mi abuela ha pensado en ti y te bendice pues el alma es intranquila y sin adjetivación tu muerte es mía y es verde, como lo quiere Dios.

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Cada día

A Antonio Urdaneta

Krishna nos sonríe ferviente de perlas orientales dioses congregados sobre el color ya fallecido. ¡Río Turbio viaja hacia el castillo oriental!... Y es así mi viejo que el crepúsculo doloroso conversa cada día en la historia caminante que se esconde en el desorden mágico que nos privilegia ordenar la naranjeada tarde de poesía dispersada. Cada día las imágenes del pensamiento crean un panorama firme de humilde constelación, y destellos encontramos en la puerta de la mañana, al cruzar la calle después del olvido del calendario y en las horas más hermosas para el sollozo. Y en algún lejano lugar pasarán a rozar los cabellos Hare Krishna, Hare Krishna Krishna Krishna, Hare Hare pasarán a cabalgar sobre orillas espumosas de espíritu cuando recorres la ciudad de Barquisimeto o el universo. No pienso dejarte en mis olvidos cortados entre la montaña tu rostro, la ciencia artesanal la palabra que se forja indefinible tus huellas vuelven a impregnarse en la vida vuelven a contraer todo su color.

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Flordimar P. Pérez Morales Penélope

Nace en caracas el 1 de enero de 1990. Estudia el décimo semestre de la licenciatura en Psicología en la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (Ucla). Forma parte del colectivo cultural El Cuarto de los Duendes en donde milita y ama, si acaso no es lo mismo, para entregar hasta la piel. Es una de las fundadoras de El Cuarto de los Duendecillos. Asimismo ha sido parte de la delegación venezolana para el Festival Mundial de Juventudes Artísticas Romerías de Mayo, en la ciudad de Holguín, Cuba en el año 2010. Fue integrante de la Comisión Nacional Compiladora de la Vida y Obra de José Pío Tamayo para la campaña nacional "Pío Tamayo al Panteón", en el 2011. Su material literario ha sido publicado en algunas revistas regionales y en el 2012 en la antología de 40 poetisas venezolanas Las chicas van al baile en la República del Perú. Es cofundadora, y actualmente subdirectora y editora de la revista cultural La Lucerna, así como militante del Círculo de Estudio Político La Carpa Roja. 63



Del Duende al Eco Hablar del Eco es hablar de la humanidad misma, de comenzar desde el infinito y ser la mirada y el paso del otro, olvidarnos de las fronteras impuestas por el sistema para hacer de nuestro verso y de nuestra vida, motores del mundo. La subjetividad del Eco debe ser emoción viva de amor, símbolo de libertad y construcción de una nueva sociedad. Más allá de cualquier verso entusiasta, el Eco es el llamado de los todos a ser una misma libertad, a ser ideal revolucionario que se siembre con plena convicción de que el único camino para la definitiva igualdad y justicia en el mundo es el socialismo. 65



Juego de avenidas

En los semáforos, En cada marcador naranja, En un libro gastado de Marx… Tornillos cabellos Excusas perfectas… Ser de ti una y mil veces más; Es ser Menos apocalipsis Más sempiterna, Una oruga en el mar de las interrogaciones… Y los labios, ¡Miel y canela que se burlan del tiempo y sus azares! Mira cómo se lleva el alba los cigarrillos La copa de besos Las luciérnagas en las guitarras… Nace la locura en la epifanía del verso En el cantaclaro color En la rosa que se siembra entre las piernas… Sólo te confieso: Pretendo de ti, Robar lo que en la piel Estamos dibujando… 67


Ternura de dioses

A su mirada universo…

Aún si el fuego me convirtiera en niebla, El asombro no tocaría mis brisas… Nací aquel día en que las gaviotas se desprendían de las [estrellas, Aquel día en que el crepúsculo caminaba entre ríos y [tormentas… Por eso mi esencia de mujer se deleita en ti, ¡Maravilla del universo! Mi esencia, va pintando tu nombre junto a Eros, Esperando ser diosa regente de tu mirada… Cada sueño, Cada gota, Cada verbo… ¡Es difícil no ser reloj desbaratado en el desierto! Podría llamarte Cosmos, pero te queda mejor Sol, Aun cuando amo que seas un David… Podría llamarte mío, pero prefiero tu nombre, Y me regocijo al imaginarte en mi piel o en mi aroma… Admito una demanda a Zeus por hacer de mi latido un [rayo… Soy Catatumbo de flores, Navío que quiere viajar para salvarte del naufragio, Como ayer…

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Correlacional

Al viento…

Es sencillo: Él, confluye con toda normalidad Ante la agonía del tiempo y sus ironías, Desata trozos húmedos De besos copulativos; Es el eje central del asunto… Influye sobre ella, la variable dependiente Y se exhorta ante lo imposible… Finalmente, ella sucumbe a las pasiones, Con los labios manchados con su nombre Y se convierte en la interrogante De una ostentosa ecuación…

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Conjugación

Juegan las ropas en mi ventana Anhelos de una isla agua panela Bufones en el mar Caricia de las explicaciones… Sé de buena tinta que hay historias Protagonistas de la utopía; Juego loca a vivir una de ellas Y el tiempo es nada para decir Es la distancia, indecisión… Hay brumas tan sutiles que se acomodan en la melodía Aun así Le pienso, señor hijo de mayas Con tanto amor; Del que corroe botellas de vino. Y Sigo aquí, Sentada, Acomodada en las orejas, Pensándole…

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Girasol A la distancia… ¡Soy del apocalipsis! Sin léxico queda la odisea y se apaga la caracola, los tambores se remiten al jamás… Se agota el mar y sus sirenas ojos faroles; guardián del universo. ¡Oh dulce niña de mar! ¿Qué es lo que en tus manos se ha tallado? Deja ya de venderle mariposas a la razón el desierto se humedece, cada vez que mueren los ángeles… Deja ya de deshojar el cielo, mira que cuando llueve, la pupila se adormece, acurrúcate suave en el reloj la sabana de ayer, no tiene nombre… ¡La oscuridad, sí, esa oscuridad, es un simple as, que juega a dormir en la alcantarilla!…

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***

No pretendo ceder ante el llamado de los demonios de [Afrodita Y sus pasiones, No seré la ramera que se pasea Por el cuerpo de dos lunas… Pero tampoco seré la virgen Que se flagela cada noche Al dormir desnuda Anhelante, Copulativa, En la eterna distancia… He decido llorar, Llorar hasta inmutarme y olvidar, Olvidar hasta el punto Que ni siquiera recuerde Mi existencia…

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Una hoja arrugada sobre la cama

Una hoja arrugada sobre la cama, describe en tinta medio borrosa la historia de un unicornio agobiado, no tiene quien lo cabalgue. Llora lágrimas de seda, oro y melancolía las hadas rondan juntitas y lo acobijan la luz claroscura destella soles y lunas mientras el mitológico ser se pierde en un sueño eterno… Aquella hoja, vuela por la ventana, el unicornio, murió de amor…

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Mirada de boina a media tarde

Ese grafiti que se asoma a la ventana besa el asfalto, Es sonrisa de calle y bandera. Miro los asientos delanteros Y una aguja se me esconde en el alma Aquel muchacho que desayuna alucinaciones Hijo de los tropiezos o del “Niño Jesús” Me apunta con su mirada Dispara melancolía y caos Heme aquí, En la parte trasera de este laberinto de hierros Con el puño levantado Y ocho luceros encendidos ¿Y el corazón? ¿Acaso no dicen que queda a la izquierda? Y es crepúsculo también Labio carmín que desea robarle un beso al futuro Escribir siniestramente otro tiempo ¿Y tu boina Comandante? ¿Es acaso el rocío que toca mi sien cada mañana? El que escucho en la carcajada de los carajitos que ya no [tienen hambre Y en los viejos que me abrazan entre páramos Y me dicen que ahora sí se vive bonito Me consumo en una lágrima que se me escapa con el [viento atardecido 74


Y te pienso Y te quiero Y te digo al oído que estás vivo en este tren O en esta bicicleta que me lleva entre tus calles Volteo la mirada y me encuentro dos claveles Sutilmente viajan escondidos entre los asientos Que han marcado sus años, Las miradas de los viajeros Sigues en estos ojos Porque se van construyendo los continentes Ecos infinitos, Porque hay flores por sembrar Y hay niños como tú o como yo Que seremos manos y tierra y agua y sol Que seremos lucha Y nuestro oficio será vencer…

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Ronny José Pacheco Vargas

Nació en la ciudad de Barquisimeto, estado Lara, el 24 de junio de 1994. Es militante a sangre y fuego del Colectivo Cultural El Cuarto de Los Duendes desde el año 2010, asimismo fue parte de la delegación del colectivo que participó en el XIV Festival Mundial de Juventudes Artísticas Romerías de Mayo en Holguín, Cuba, 2012. Cofundador y militante del círculo político La Carpa Roja. Estudiante de la licenciatura en Desarrollo Humano. Parte de la generación de jóvenes que asumieron la bandera libertaria sostenida en vida por el Comandante de la Revolución Hugo Chávez Frías. 77



“Nosotros los poetas del pueblo cantamos por mil años y más” Víctor Valera Mora

Ser Duendes es asumir de forma colectiva y hermanada a la palabra como un fusil de este tiempo que nos llama a combatir en lo cotidiano, a ser vanguardia de esta Revolución Bolivariana desde la creación militante aportando al parto hermoso de “la mujer y el hombre nuevo”. Asumir al Eco, al Ecoduendismo: propuesta filosófica y artística capaz de llevar a un plano colectivo la creación. Es empuñar desde nuestra juventud la consciencia desenfundada de nuestra clase, de que un mundo mejor es posible, pero que para ello hay que pelear así como los jóvenes de siempre: Alí, José Pío, Argimiro, Aquiles, Manuela y Ana. Romper con la bidimensionalidad elitista del arte y convertirnos todos y todas en poetas al asumir el hecho colectivo, orgánico y libertario. Hacerle frente a los estereotipos amorfos que plantea el posmodernismo y hacernos libres desde la creación como pueblo. Así nos vemos, así me asumo Duende de este colectivo, vela de este navío… 79



Me basta

De no vernos mañana Me basta con saber que en mis genes se guardará –si aún mis nietos procrean– la forma en que combatían dulcemente nuestras lenguas. El catálogo de dibujos en tu espalda después de secarse [el sudor. El trayecto del ruta 13 atravesando la ciudad, así como atravieso tu vientre flexible. Con eso me basta… Como mínima petición: Que el yo de mis vidas venideras No dude en tirar la piedra Y mostrar la mano con libros rojos para que sepas que no he cambiado de apellido. Siendo así el panorama: Que dejen de joder las ataduras Aun siendo ventarrón me acompaña tu huracanada sonrisa Y como cosa nuestra, Por si las dudas y las balas frías Nos veremos después de las vidas: Morir no es para nosotros…

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Alborada

5:30 a.m.

Cada fragmento de múltiples tintas abre un discordante mundo donde cristalinos filamentos del tiempo, caen desdibujando siluetas de noches olvidadas. Imponente horizonte donde se despliega el cóndor que antecede al fuego Oro de vida –Padre Sol– Vayamos juntos por cada muralla agitando voces y puños con el ALBA corriendo tras nosotros ¡Oh! si cada eco de tu pecho Se expandiera más allá de mis labios Definiéramos el amanecer Como única tertulia de nuestras canas: Arma para ahuyentar fronteras…

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Alborada II

5:45 a.m.

He visto evaporarse la nocturnidad con su aliento, su rostro se incrusta en mi sur. Todo es un lienzo mestizo, mi mano evoca la sutileza de los astros. Un poco de cenizas, incienso y miel pigmentan las pinceladas en su errar, el roce suave delinea una perfecta cordillera un altiplano de seda y tulipanes, o acaso sus labios [floreciendo. Manantial y río se funden, hay un par de mejillas [meditando. La cordura no es invitada oportuna en mi idioma Cuando una luna interrumpe perdida, Ganimedes se fuga. Remojo las hebras del pincel en mi té, no hay acuarela que describa una mirada, Un par de ojos fuera de un cliché, prefiero dos faros: Laberintos errantes o una asamblea de Poetas en las principales plazas. He visto tantas noches continuas y retrasadas mañanas [quejándose del salario, el hastío cotidiano mientras tanto me concentro en usted, su rostro desnudo esperando ser besada por mi esponja A veces creo, esperar que me bese… A la velocidad de la luz, y su representante legal saliendo por el este No hay siglos que valgan, si en segundos se fecunda lo inmortal Caminemos al oeste te invito un café. 83


Alborada III

5:35 a.m.

¡Hasta que llegas! Te he esperado varias lunas, varias vueltas De este reloj que no agota su paso, Aguja que corre tras su muerte sin alcanzarla. ¡Qué oscura esta sala que me resguarda! ¿Ya te he contado que la luz simulada me aturde? Metálica luz que chilla en la muchedumbre disfrazada Ya no hay velas con damas danzarinas Ardiendo en la punta de la mechita de pabilo. Hay tantos dientes y pocas sonrisas Diles tú que bien lo sabes Quien sonríe es el corazón Tratando de ser ave en tu pecho, pero jaula al fin Sólo palpita desbocado: Cualidad de nuestras respiraciones cuando se unen. ¡Hasta que llegas! Ya conoces el camino, el instante En que me regalas unos minutos de tu reloj No de tu tiempo, ese dios nos pertenece Nuestro tiempo no lo rigen agujas ni calendarios oxidados Ni cantidad de besos, sin embargo, dámelos, que son míos estos segundos, porque te he esperado y has llegado. Dale un revés a tu revés, dame tu nítido aspecto al amanecer Mujer de rojizos pómulos, de barnizados labios Verdadera luz que en silencio te marchas. 84


En definidas cuentas

Sujetarme a tu cintura Como la raíz de un madero a la tierra fértil. Fugarme en tu boca Sin más pretextos que el de sobrevivir en tu lengua. Guardar las letras en mi voz para blancas hojas Y sin decir más: Hacerte el amor hasta las últimas consecuencias.

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Tenerte

En La Habana

Mientras los puntos cardinales fueron libros y a pocos pasos la penumbra, el aura del parque: pequeña plaza porta cuerpos errantes. Mil noches en dos noches se acumularon en la luna ojo guardián de un cielo pirata. Te he asumido mía entre el humo que desde una ventana se suicida, podría decir que me he llevado tus besos en veinte tomos donde hoy busco tenerte: fotografiar en el camino cada flor cada color que sutilmente chorrean las ramas, caminar, solo caminar y pagar peaje con un café en 23 y K sentarme junto a Lennon, donde a mi lado caes lentamente ¡Cállenla de color piel! Un canto, un náufrago, un náufrago cantando a las orillas del Trébol teatro a pocos pasos la deidad de los ríos que me llevó hasta la cascada de tu boca repentina, mientras una espiral de caracola se funde en mi mano, el mar es sólo un trago de ron a la temperatura de tus piernas.

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En tiempos de frío

Sin buscar mucho: Bañarse se hace a cuestas, Los huesos crujen o se paralizan los dedos. En tiempos de frío el espejo es un lago congelado Donde tu rostro de lobo alude continuar, Aunque la estación siga pausada. Entre las sábanas Una montaña se compone De tu pierna flexionada y blanca tela. Me niego, te niegas A saber si el sol Aguarda más allá de la ventana a cuadros Entre tanto, No hay camino claro en las variadas veredas, Deja de pensar con el ritmo cardiaco en un trampolín. ¿A qué le temes? Si sobre las aceras de tus labios camina libre la verdad Deja caer lentamente la sábana no te niegues a saber del sol Que Aunque la ventana sigue cerrada Mi mano ha llegado a la cúspide Y se ha derretido el lago 87


Y siente en cuanto piensas Y vuelve la temperatura Que la repugnante sociedad amerita. El espejo resucita, quizĂĄ yo no estĂŠ, Pero tu verdadero semblante Lo viste en tiempos de frĂ­o.

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Cronologías Al colectivo, sus Duendes y Duendas. Tres y media del casi amanecer, poesía chorreando hasta [en la ventana. Duendes somos, Garmendia lo dijo, y en Falcón entre [guerrilleros evidencias quedan. Armados como el revólver de Valera Mora y la guitarra [de Alí, Asumen este garrote mágico para pelear desde la palabra Que me concedió la espiral hecha por ellos y me escupieron al unísono el cocuy de la poesía. Diez en punto, organización popular en la plaza y poema [invisible a Bolívar. Cómplices somos de asumir nuestro propio mapa en esta [patria: Hemos encallado en una acera, un buque de guerra y una [platabanda uno de ellos señaló con la punta de sus dedos “los mares de Quíbor” otro me acompañó a ver el Gramma, a tragarme lágrimas, a preparar un trago con Lezama, el Negro Miguel y [Ludovico. Seis y cuarenta, en cambote por la Av. Vargas. Coincidimos en escribir crepúsculos, pero mucho más [en verlos. Juntos aprendimos una de las cualidades de un colectivo: sonreír bajo el alcohol y la sed… Tres y veintinueve…

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Vista de un mediodía con Roque Dalton (fragmento)

Giro mi muñeca y entre las costillas de mi reloj sólo percibo una aguja compacta. Son las doce en punto. En el terminal de la ciudad de Barquisimeto hay tantos rostros, boinas, gorras planas, arrugas y pasos que no oímos pero galopan del otro lado de la puerta. Espero tal vez que comience la hora del almuerzo, o la excusa perfecta para seguir conociendo a Roque Dalton y sus Poemas a Lenin, solo lo miro a los ojos y se multiplican las letras, si a menudo me cansa el peso de los parpados, giro la vista sobre mi hombro y todos los cuerpos que soportan bolsos, maletas, esperanzas, muecas, se me parecen a él y no distingo si a Roque o a Vladimir y me causa curiosidad no preguntarme cuántos ellos habrá, si no, ¿Cuánto de ellos habrá en cada uno de nosotros?

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Alejandro Oliveros

Nació en Barquisimeto estado Lara el 30 de Agosto de 1991. En la actualidad, reside de forma simultánea en las ciudades de Carora y Barquisimeto, en la palabra, en el encuentro con los Duendes de esa tierra de fuego y otros asuntos. Es estudiante de Ingeniería Mecatrónica en la Unexpo. Militante del Círculo de Estudio y Formación Política La Carpa Roja, y del colectivo cultural El Cuarto de los Duendes desde el año 2010. Además su gusto por el deporte le ha hecho pasar buena parte de su vida tras el balón de fútbol, es un detalle cotidiano que lo define, tal como un verso de Benedetti. 93



Para el nuevo mundo ¡Organización! grita ansiosa la juventud de nuestro tiempo, para la transformación de las viejas concepciones del arte y su redefinición en estos vientos de cambio que se avizoran por el sur. Porque sin revolución y palabra no habrá mundo que sea habitable. Este hecho no vincula que el “poema necesario” deba dirigirse al fanatismo. En síntesis, la crítica al burocratismo –por ejemplo–, debe ser igual de tajante que el amor, y es el viento de las plazas el que nos grita desenfrenadamente, descifrar el lenguaje poético para cantar sobre el cuarto Sol, la puesta con todo y crepúsculo. 95



Matemática cotidiana

La alborada reinventa en su transgredir nuevas circunferencias concéntricas pero tu mirada es una recta normal que atraviesa el eje magnético y la torsión de tu perfil celeste. A velocidad tangencial se desprende la parábola con eje focal en tus ojos. Menos mal que los límites de integración son el infinito y tu pecho donde con mis manos binarias invento nuevos sistemas numéricos, rehago las ecuaciones de la noche para encontrar las incógnitas de tu cuerpo y las temperaturas en Celsius de tus muslos. Y en todas tus intersecciones me pierdo cada instante para hacer de tu cuerpo la matemática cotidiana… Infinitesimal

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Este poema también está sobre tus sienes y yo, soy un pobre poeta que sólo le puede escribir a tu imagen, a tus ojos que son la mejor imagen de esta noche con luna y nubes pesadas. No sé dónde quedó el surrealismo o el creacionismo o el postumismo Sé dónde estás vos con eso me basta. Sólo con eso me basta.

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El amor al igual que la poesía o el tiempo es ese juego en el que uno se sabe protagonista pero cuando intenta describirlo se esfuma todo lo que sabes de él. Pero al menos yo sé que usted es todo lo que necesito aquí.

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Lágrimas de los astros (Desde un transporte público)

Compañeras y compañeros lectores –si es que alguno me lee– ¿Les ha sucedido algún día que caminando bajo las “lágrimas de los astros”, observan que todos les huyen / “refugiándose” bajo los techos de zinc verdes / azules o rojos, bajo el cemento / escondidos en cualquier lugar que los proteja de los sueños; ¡corren, corren! como abrumados por las utopías del firmamento así como huyéndole a Dios? Amigas y amigos lectores –si es que alguno se dedica a leerme– ¿Les ha sucedido algún día, que todos se protegen bajo el transporte público de las “lágrimas de los astros” / que caen sobre la “Dama [viciosa” (como dice el poeta), / para hablar sobre cualquier tema? sí, de esos temas poco interesantes que se hablan en los transportes públicos. / Mientras el niño mira a tus ojos y estruja la frente como si el sistema no le dejara gozar de las bendiciones del cielo Camaradas lectores –si es que alguno no tiene oficio y mata el tiempo [leyéndome– ¿Han observado cómo caminan los Duendes por la ciudad? 100


Danzando, riendo al ritmo de las “lágrimas de los astros” y el canto de las aves urbanas. Soñando / entregándose a las bendiciones de su Dios (si es que creen en algún dios). / Haciendo magia con la palabra invisible / ¡perdón!, quise decir poema, y todos los miran frustrados, / así con las mismas ganas de soñar/ ya que hoy todos quieren hasta los sueños del prójimo/ porque no les basta con sus sueños, sus lujosos carros, / sus estupefactos teléfonos móviles. No se les ocurra pensar ni remotamente / que se debe al televisor, perdón nuevamente, quise decir al sistema de modas y pantallas a color Hermanas y hermanos del vivir que me leen –si es que a alguno le alcanza el tiempo para leerme– ¿Han observado cómo caminan los enamorados bajo las “lágrimas de los astros”? / Enfrentándose con abrazos y poemas debatiendo la hermosura de su sonrisa o las flores del cielo ¡Qué bello ese cielo! que se ve bajo esos espejos redondos, los de ella. O del beso que bajo las “lágrimas de los astros” han sido [robados, creo que por él. / Y todos se revuelcan en el odio porque hoy por hoy nadie tiene derecho a amar Pero ya no importa si tu cabello está verde o rosado no importa si me piensas o no, y me extrañas bajo las “lágrimas de los astros” / del canto de las aves, de las hojas secas que caen a la tierra con el viento. Importa que hoy camino por la “Dama viciosa” sin ti, 101


y no estrecho tu mano y no te veo mirar hacia arriba y besar las lágrimas que bajan bajo tu rostro, importa que hoy los Duendes no caminan por las calles, ni los enamorados –que es casi lo mismo– que a la ciudad le faltan sueños plateados, canto, magia de la palabra, danzas, perdón de nuevo, quise decir vida Camaradas, amigas y amigos, compañeras y compañeros, Hermanas y hermanos que me leen mañana cuando los astros cesen su llanto y la tinta no se chorree bajo el papel (donde están los poemas de ella) extenderé un poco mis versos. Por hoy pongo este punto y aparte que mañana será [seguido… ¡Me deja en la próxima parada por favor!

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Rutina de un teleinvidente

Noticia, muerte, noticia... Muy buenos días, sean todos bienvenidos a la emisión matutina de su noticiego. Información justamente desbalanceada. Ahora conoceremos como amanece Venezuela (Silicón): Muerte, violencia, muertos... Horóscopo, mentira; hoy debes vestirte de un color azul, verde, blanco, negro... ¡NI SE TE OCURRA VESTIRTE DE ROJO! Hoy vas a sentir que la vida no vale el intento, es muy probable que te enfermes, además, quién quita y te mueras. PUBLICIDAD. Muy buenos días, bienvenidos a “su programa”: Libro de [Matemáticas, aquí resolvemos todos sus problemas y ayudamos a [inventarse los que aún ni tiene, Proletario, barrio, miseria, grosería, flojera, pedofilia, [promiscuidad... ¡ESTEREOTIPO! Solo aquí podemos resolver todos sus problemas. Noticia, muerte, noticiero. PUBLICIDAD. Espectáculo, farándula: Entre lo más destacado en farándula, 103


observamos que: El catire ojo verde de Hollywood ya cambió sus quince parejas sentimentales, por otras veinte más, les mostramos amigos teleinvidentes [las fotos más relevantes [...] Además día de celebridad mundial se casan los hijos de nuestros colonizadores veamos ahora, desde como despiertan hasta como defecan... ¡ENVIDIA! Estereotipo, silicón, chisme, chisme, noticia, muerte, [noticia... PUBLICIDAD. En la sección “Cultural” tenemos: El yanqui y tito el maldito presentan nuevo disco en nuestro estudio. La catira gringa estará de gira por nuestro país, viene a pisar nuestra bandera, qué alegría. Sólo cultura venezolana, señoras y señores. Hasta una nueva emisión. PUBLICIDAD. NOVELA: Mujer silicón, Hombre bisturí, mujer pobre, hombre millonario, casados hasta que el dinero los separe... Después de haber quedado: brutos, ciegos, sordos, mudos, presos, locos, y pobres... Dinero, esto es amor: dinero, carro, dinero, casa en Miami, dinero, viaje a Europa, dinero, dinero, dinero... PUBLICIDAD: 104


Pierda peso rebajando con Out Fat. Silicón, armas, guerra, dinero, zapatos, dinero, ropa, dinero, Dólares ¡DINERO! Noticia de última hora: La casa blanca impone sanciones a Venezuela, a este comunismo, dictadura, secta satánica, Nos llevan a la muerte... Novela noverla ¡NO VELA! Silicón, chisme, problema, Proletario, barrio, miseria, grosería, flojera, pedofilia, [promiscuidad, Estereotipo, tetas, silicón, problemas: ¡MIERDA! Noticia, muerte, noticia... Muy buenas noches, sean todos bienvenidos a la emisión nocturna de su noticiego. Información justamente desbalanceada. Ahora conoceremos los sucesos más importantes del día [en Venezuela y el Mundo (Silicón): Muerte, violencia, muertos... PUBLICIDAD. Antes de despedirnos agradezcamos a dios un nuevo día, tan maravilloso y lleno de bendiciones. Será hasta una nueva emisión, BUENAS NOCHES SIGAN CON NUESTRA [PROGRAMACIÓN...

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Comandante del sur

La historia rompe los suburbios del hambre y tu brazo izquierdo firme absoluto hace temblar una vez más al opresor que cree que con asesinar tu cuerpo nos ha dejado sin ti. Pero la sonrisa escolar con Canaimita anuncia la patria futura; un acantilado de mujeres hombres y sangre en la memoria histórica asumen nuevos niveles de consciencia: “el pan y la risa como forma de gobierno” tal cual como demanda el Chino. Porque tu cambio de paisaje contribuirá a que nazcan muchos de tu índole o al menos a comprender que sólo juntos somos tú. Una estrella que nos guía al horizonte pero visible así te asumo Comandante codo a codo con tu pueblo con los pueblos del mundo los oprimidos del mundo que ya no son sólo brazo o mercancía que se vende al mejor postor ahora son voz voto verso y acento canto y canción 106


porque también nos dejaste la mejor canción y no la más afinada ni la que se revuelca en estiércol nos dejaste la canción al unísono por la justicia. Así te asumo Hugo hombro a hombro y no como un dios supremo divagando en el cielo o la nada y por tanto ignorándolo todo despreciándonos a todos. En el brazo del obrero del movimiento del niño y la niña de la juventud organizada del indio y el negro del campesino de los dulces de araña y la Linda Barinas del pescador del artesano de todo el que sueña y lucha de las madres del barrio y el alfabeto de los abuelos. Más allá de las estatuas de bronce que no gritan ¡PATRIA O MUERTE! Junto a Simón también en el panfleto que es la mejor estética cuando duele la injusticia cuando la realidad abruma y atañe a millones. En tu grito que anuncia 107


“hoy tenemos patria que nadie se equivoque” en un pueblo que no olvida.

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Angélica Rodríguez Nació en Barquisimeto, estado Lara, el 26 de agosto de 1993; ciudad en la que aún camina y sueña con la puesta del crepúsculo. Es estudiante de Educación Musical en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (Upel-IPB); militante del colectivo cultural El Cuarto de los Duendes en la Comisión de Música, y del Círculo de Formación Política La Carpa Roja. Ha participado en diferentes recitales, encuentros y muestras literarias como organizadora y como poeta, tales como el Festival Mundial de Poesía, La peña Café con Letras en Barinas, el Segundo Encuentro Nacional de Poesía Joven, recitales en la Ucla, Upel, Unes, entre otros. 111



En la boca del verso La palabra viva y andante, carga en sus amorosas manos el fuego violento de la poesía, hoy los versos se disparan contra la injusticia, y la creación poética, con avidez histórica alude a cada estrella y al tiempo, a cada estómago vacío. Todavía hay humo en las ciudades, erradas y herméticas concepciones que se fraguan en elitismos vacíos, banderas ajenas ondeando en la profundidad de los ojos del hombre, y sin embargo, el poeta resiste, el Duende resiste. 113



Sólo eso

Por favor ama los árboles detrás de esa fea ventana Vuela en las noches Escucha cómo rompe el cristal de las gotas cuando en el pétalo caen Deja la mala maña de aparecer de repente en el angosto túnel de mis notas tristes ¡Canta mujer! Hazte un sol en la mirada un girasol en la boca Llora Desayúnate un verso Sonríe –la sonrisa es una urgencia cotidiana– Asesínate la nostalgia que te apuñala los huesitos Huele la canela del té, de lo dulcemente vivido Ámate / ámanos / ámalos Perdóname la pieza que nunca tocamos Sonríe –la sonrisa es una urgencia cotidiana– sólo eso…

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Propuesta

Mírame, léeme, ejecútame equivócate en el primer intento reinténtalo, conóceme, interprétame tócame desde las redondas hasta las semifusas descomponme, alárgame, repíteme recurre a algún silencio de repente transpórtame, modúlame, sostenme hazme si quieres réquiem o allegretto pero tócame desde las redondas hasta las semifusas.

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Geografía infantil

Jugo de guayaba y empanadas: el desayuno predilecto de la escuela. Cayenas y papagayos metras y semerucos, llegamos en guacamayas por no tener cigüeñas ¿Y qué importa? Era una íntegra geografía sin mapas amarillos con mariposas y pajaritos y muchachitos que corren ¡Cómo corren los muchachitos!

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Buda va al preescolar

En el mismo banco donde otras noche me senté a esperarle vino a caerme la noche, la melodía clara de los árboles vecinos se redujo a voces pálidas que hace tanto dicen sin decir nada Al fondo una estrella me ignora por decepción general ¡Pobre! ¡Ya lo sabe! Armstrong y su bandera no pudieron cerrarle los ojos, como tal vez acapararon la luna ¡Ya los ha visto cargar sus bombas y sus misiles! Dicen que lloran los astros quizá sea el mismo llanto de la madre sin el hijo o del hijo sin la madre ¿Estarán ahora mismo llorando sobre otras ciudades? ¿otros países? ¿Sabrán en otros países que las estrellas lloran? Quizá sí, en los países donde los niños aprenden de [historia y van al preescolar a dibujarle la sonrisa que le falta al cielo ¿Habrán ido Dios, y Alá y Buda alguna vez al preescolar? Creo que no o por lo menos no aprendieron a dibujarle al cielo la sonrisa que le falta menos aún a esta estrella que me ignora y recién comienza a llorar.

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De princesas

De pequeña escuché que la princesas eran todas buenas, bonitas y nobles casi siempre blancas, benévolas, piadosas generosas, solidarias con los pobres Pero nunca nadie dijo nada de la sangre debajo de las uñas o en el vestido blanco nadie nunca me advirtió sobre la mugre en las fraguas horrorosas de sus actos Adiós a la mentira de ancestrales tiempos: puede que sean blancas, espantosamente blancas que arbitrariamente se adjudiquen los campos pero no son bonitas, ni piadosas, ni valientes.

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Madrugadas

Me pregunto si la luz aún te arropa la pupila, el suspiro en la orilla de mi ojo melancólico se funde con la gracia de tus manos casi noche, casi abismo‌ Me pregunto si la nostalgia te aborda en el borde del silencio, y no puedo dormir‌

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Siniestros

Sucede que no todo el mundo conoce el origen de la palabra “siniestro” y al invocarla la mitad de los presentes normalmente considera que una habla de maldad, de horror de lo más funesto que sus ojos resistan a ver o que por el contrario ocurrió un desastre un infortunio algo que la aseguradora paga siempre y cuando por supuesto estés asegurado porque si no el siniestro es el periódico que dictamina convencido “No pensó que sería su última arepa”. Y sin embargo todos están equivocados y me escudo en la etimología de la palabra para su convencimiento: “siniestro”, del latín sinister quiere decir izquierdo, zurdo del lado longitudinal del corazón. Yo nací tomándolo todo con la mano izquierda por lo que debí lidiar con situaciones de derecha… Por ejemplo: llegué radiante al primer grado, en una escuelita pública cercana a la casa de la abuela y entregada a lo que sería mi educación entré al saloncito y descubrí las seis filas de diestros pupitres residuos de la cuarta 121


que servirían de refugio a nuestros cuadernos Ustedes deben recordarlo tan bien como yo esos pupitres despreciativos del zurdo que nos obligaban a todos a pensar ¡digo! a escribir como derechos aunque la naturaleza dijera lo contrario 36 pupitres de los cuales uno era siniestro como yo pero éramos cuatro los siniestros en la clase y un día, hartos del régimen derechista armamos la revolución y la maestra debió trabajar por conseguirnos el bienestar común que dignificara nuestra mano izquierda pero esta, solo nos consiguió un pupitre más entonces nos turnábamos, un día sí, un día no; pero gracias al cielo, y las elecciones del 98 para segundo grado habían llegado las mesitas que no discriminaban a nadie por la mano o el pensamiento con el que escribía Luego crecí, aunque no mucho y pensé entonces que tal vez el mundo había sido hecho para derechos ¡pero sin tristezas! porque entonces sería trabajo de los zurdos transformarlo Los siniestros tomaremos las calles y digo siniestros de manos, de pies y de ideas y construiremos la patria izquierda donde también caben los derechos pero sólo de manos y de pies No hay que olvidar que siniestro es EL LADO LONGITUDINAL DEL CORAZÓN.

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Historia Mi abuelo es una historia larga como largos son los tallos de los árboles más viejos. Mi abuelo es un guarapo de cebada en la tarde es un cardenal que no va al estadio mi abuelo es una mata de llantén. Mi abuelo es un comunista que cree en José Gregorio y es también una víctima del regaño de mi abuela. Mi abuelo, y no dios, hizo la luz con una linterna vieja en una noche oscurita. Mi abuelo es una nostalgia de ojos si el asunto es la vieja [o es el campo. Mi abuelo es un guerrillero que ya no se esconde es una tirita de sueños de camino. Mi abuelo tuvo un camioncito aporreado tiene un radio y una nieta que lo escucha. Mi abuelo es buena gente. Mi abuelo y su jugo de lechosa mi abuelo y sus cuentos de la cuarta República mi abuelo y su alegría porque la arrancamos. Mi abuelo que es un hombre pueblo tiene un corazón de barro. Y yo, soy como mi abuelo sólo me falta experiencia.

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El Eco poético es la expresión práctica del Ecoduendismo en el campo de la literatura, plantea la creación colectiva como medio para la elevación definitiva del creador al deslastrarse de egos y propiedades, y entregarse a la construcción de una espiral poética, sagrada y de todos. En el Eco poético se crea una sociedad en donde todos somos poetas, con un noble corazón. El Eco nunca acaba y permite en sus espacios la intervención de todo aquél que cree dentro de su “lógica poética”. ¡Hacer Eco es el llamado artístico de este tiempo!

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Argumento para un beso

¿Qué pasaría si unos labios y otros labios se funden como oro en el tallo de un jazmín? besornamental, prólogo de la Auristela ¡respuesta! solsticio de las humedades nocturnas, savia derramada sin mesura sobre las sabanas del invierno que la noche con sus hilos arropa ¿adónde va el beso no dado? ¿viajará entre los mares lunares acariciando grietas del olvido? vuelvo a preguntar: ¿qué pasaría si esos labios fueran la expresión mínima de la realidad? el viento soplaría hacia nuevos horizontes, las hojas caerían más rápidamente y los cuerpos no tendrían hojas para dibujar acertijos… serían la lujuriosa nube que eyacula con la tormenta o de la tierra fértil nacerían alquimistas y poetas… Colocaré sobre la mesa el vino la miel hibernando sus cauces para el recorrido de los labios que chocan a ciegas con las estrellas y forman la ruborizada cascada: suspirar de las aguas sobre mi vida 125


barco en fuente de limones ¡ay! todo el frescor para mi intención traviesa que se desborda y el carmesí de tus labios opaca la alborada –a mi esfera–

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Poheta

Oy el despertador vino de nuevo; la palabra a su havitación Husurpa herróneamente la blanca y seca hoja del escritorio; Tinta muerta Asento chorreado en la higlesia… Porque dios abló sin diccionario aeiou La palabra, es un tren descarilado Y tú la llovizna que ocserva cada gota de imajinación sobre mi abitación, reflexiva cárCELL, libre de dioses y misioneros ANALfabetos.

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Ecos de junio

Sobre el suburbio un ala azul, el cielo se desprende; la mariposa ahora deja ver enigmáticas lagunas ¡agur ciudad de los vientos! Los cantares se acurrucan en las pieles asfalto de claveles y camelias ¡ay, del que se esconde en las ventanas envejecidas [y ahumadas! las brisas son recortes sabatinos de fotos y café en esquina viajera donde Pedro y Juan, predican rojos versos ahogados [en sueños y la flor yace en el beso incomprendido ¡Agur ciudad de mi alma! donde en cada esquina un poeta echa al viento golondrinas de fuego; esperanza, donde él solo recita libertad ¡agur ciudad de sueños compartidos, ecos! melodías en un solo paso atraviesan los pechos del viento –testigo de variadas caricias rojas– hechas luna ¡agur, ciudad de los versos!

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Ya las lloviznas han cesado y las callejuelas han bañado sus pasos entre versos embriagados de locura ¡caminante sin rostro, vagabundo de utopía que despierta! ¡agur ciudad del encuentro!

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Panfleto verde

La sinfonía de tus versos trasciende mi barricada ¡oh! griega armonía que entre noches y frío me lleva a ti ensaladas de escarcha pintan mis balas y tu rostro fijo en el 36 y en la ceniza Hiroshima y en el borde desnudo del muro de la historia dibuja el labio llorado ¡el calabozo de tu pecho me libera en libélula y noche! vuela tu imagen en un soplo de estrella; acribilla mis recuerdos y contra el cuello caído de la tarde explotan canta Guevara desde el Yuro la sombra de los [desapercibidos y entre fusiles de plata descansan las nocturnidades de [su andar La estrella brilla con la voz del universo que se reviste en crepúsculo y verso y canta a la utopía Sandino hace un té con el sueño evaporado de disparos, en mi alma se va herido un guerrillero al centro de [América Carabobo y Vietnam adheridos en canciones, Moscú y La Habana todo un espiral unido en los corales y el sacrificio del mundo y mis versos que navegan 130


góndola de humildad; contrabando de artillería y buenaventura del mar ¡por algo todos los corazones están en el lado izquierdo! ¡deja que sucumba la espada de los pueblos hacia el canto!

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Anexos

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Creación de un Eco poético El Eco poético es la unidad de producción colectiva que supone la expresión práctica del Ecoduendismo en el marco de la literatura. Para su elaboración existe un método creado por El Cuarto de los Duendes, el cual se grafica a continuación: Poeta

Poeta

Poeta

Eco poetico

Poeta

Poeta

Pasos metodológicos del Eco poético 1. Todos los participantes, sentados en círculo, tienen en sus manos papel y lápiz. 2. Escriben en su página un título y los primeros versos del poema, relacionado con el tema a abordar colectivamente. 3. Al escuchar la palabra “eco”, que es dicha por cualquiera de los poetas participantes, cada participante pasa la página y el lápiz al poeta del lado izquierdo sin importar cuánto se haya escrito del verso. 4. Todos continúan el verso que está en la página recibida, repitiendo la acción del eco (paso 3) hasta que el poema iniciado por cada uno regrese a sus manos. 5. Se leen en voz alta los poemas.

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De esta manera la cantidad de Ecos poéticos producidos será proporcional al número de poetas participantes, generando un ejercicio de sincronización, creación colectiva y despojo de egos, lo cual construye desde la elevación espiritual una trinchera para la lucha antisistémica que propone la parcela. Este es un método poético para la comuna. Este proceso debe realizarse con un profundo sentimiento de respeto hacia la relación poética que se genera, por la que el individuo se eleva en su más alta expresión: el colectivo, y se somete a un espacio que teje en la creación artística una cultura propia que se resiste a morir en el capital y en el individualismo, pero que además, lucha por propagar un gran Eco que asuma la sincronización artística de la humanidad entera en la poesía.

David Arturo Gómez

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Declaración final del Manifiesto Ecoduendista1 …Nosotros abrazaremos en la creación al trabajo colectivo, a los pueblos unidos y agitados por su libertad plena, a cada estrella que brille como un espejo sobre la sombra de otra estrella, al renacer de la humanidad que hundida hasta el cuello de capital, metal y velocidad desprogramada, vuelve a la poesía; a su ancestral y verde cosmovisión, como un eco, al hombre que junto a otro hombre hace futuro, al hombre que junto a una mujer hace vida bajo las barcas azules que danzan como el fuego sobre los grandes silencios hechos marea, y a la mujer que junto a otra mujer, teje humanidad. Es entonces desde este espacio, hecho para la libertad y la lucha, que con lazos nos une y grita: ¡Abajo cadenas! desde Venezuela; sueño de América, que alzamos las banderas del Ecoduendismo y fundamos en definitiva el trueno que fundirá el espíritu de los “dioses” en la brisa, que es suspiro de otra brisa. POR UN MUNDO DE MÁS POESÍA Y MENOS INJUSTICIAS, ALZAMOS LAS BANDERAS DEL CREPÚSCULO, DE SU ESPEJO MAR Y DE LOS ECOS HUMANOS… 1

“El Ecoduendismo” en: revista La Lucerna. Venezuela, 2011, pp. 6-9.

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Nuestro compilador

David Arturo Gómez

Puerto Ordaz, 1990. Es fundador y parte del consejo de coordinación del colectivo cultural El Cuarto de los Duendes, destacándose en el área literaria desde la poesía, la narrativa y la crítica de arte, además es director de la revista cultural La Lucerna, y especialista en formación del Círculo Político La Carpa Roja. Ha generado diversos foros y participado en congresos en ciudades como Bilbao y San Sebastián (Euskal Herria), Besalú (España), y Holguín (Cuba). Hasta ahora no ha generado publicaciones individuales por la postura que asumieron varios poetas larenses basándose en los postulados del Ecoduendismo, corriente literaria que actualmente se desarrolla en Venezuela por poetas relacionados con el movimiento cultural, y que tiene como objetivo honrar lo que ellos llaman la tercera dimensión del arte, y dar prioridad a la creación colectiva, siendo ésta un método de elevación artística. Ha cursado estudios en el área de Trabajo Social en la Universidad Celia Sánchez Manduley, de Cuba, y actualmente estudia los últimos semestres de la licenciatura en Desarrollo Humano en la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado. 137



índice Presentación

7 17

Ana María Torrealba Núñez Sobre El Cuarto de los Duendes y el Eco en tiempos de Revolución Génesis No se subestime Comunicado de la poesía *** Efecto subestimado Sustancialidad Suicidio de un insomne Evocación dulce al cosmos de/en tu cuerpo Vorágine cromática Olimpo de los todos

19 21 22 23 24 25 26 27 29 30 31

Mariana León Para amar leo la sonrisa de un duende * ** *** **** ***** Habitación II ******

35 37 39 40 41 42 43 44 45


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José Miguel Méndez Crespo Chemi ¿Qué es El Cuarto de los Duendes y el Ecoduendismo? Origen Reino Vengo a sufrir de imagen Julio sin término Humilde tragedia Asamblea femenina Androginia interna Tu muerte es mía Cada día

49 51 52 53 54 55 56 58 59 60

Flordimar P. Pérez Morales Penélope Del Duende al Eco Juego de avenidas Ternura de dioses Correlacional Conjugación Girasol *** Una hoja arrugada sobre la cama Mirada de boina a media tarde

63 65 67 68 69 70 71 72 73 74


Ronny José Pacheco Vargas Ser Duendes es... Me basta Alborada Alborada II Alborada III En definidas cuentas Tenerte En tiempos de frío Cronologías Vista de un mediodía con Roque Dalton

77 79 81 82 83 84 85 86 87 89 90

Alejandro Oliveros Para el nuevo mundo Matemática cotidiana 4 6 Lágrimas de los astros Rutina de un teleinvidente Comandante del sur

93 95 97 98 99 100 103 106


Angélica Rodríguez En la boca del verso Sólo eso Propuesta Geografía infantil Buda va al preescolar De princesas Madrugadas Siniestros Historia

111 113 115 116 117 118 119 120 121 123

El Eco poético Argumento para un beso Poheta Ecos de junio Panfleto verde

124 125 127 128 130

Anexos Creación de un Eco poético Declaración final del Manifiesto Ecoduendista1

133 134

Nuestro compilador David Arturo Gómez

136 137




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