Salomón “El Rey más Sabio del Mundo”, el cual en su juventud no pidió a Dios poder ni riquezas, sino sabiduría, lo cual es un ejemplo de lo que un niño y joven deben perseguir, la sabiduría del cielo. Sin embargo, movido por el orgullo su corazón se alejó de Dios, pero al final de su vida se arrepintió y reconoció que todo era vanidad y que solo el temor a Jehová es el principio de la sabiduría. Salomón, además nos dejó sabios escritos que nos enseñan grandes verdades.