Un pequeño tributo Eran unos cuantos, jóvenes, temerosos. En un principio lle nos de miedo, ese miedo que te allana, te aplana, en el que no caben dudas y se co nvierte en una verdad absoluta, ese que ordena tu s días y a pesar del cual te sie ntes con vida, ese miedo que desespera, te sofoca, te cansa y en un momento se convierte en rabia, en valentía. Empezaron a ser al dejar de temer, comenzaron a crecer . Juntos fueron más que uno y aunque pocos, más qu e unos, los que no tenían m iedo, los que enfrentaban a los fierros, los que salían en las noches, certeros, a acab ar con el miedo, a romper el silencio, a ponerle color a la vida, a iluminar las sonrisas, a robarse las miradas y a compartir su valentía. Y fueron más, más ruidosos que las balas, más fuertes qu e el miedo, más grandes que los “capos”. La libertad en sus miradas entusiasmab a más de un alma, los pequeños dejaban a un lado el poder de la esquina oscura para no perder de vista la calle iluminada que llenaba de esperanza y los ancianos recordaban con tranquilidad, con calma. Unos pocos dejaron de esta r, el poder de las armas no lo s dejo ser más y quienes quedaron lejos fueron a dar, no sin dejar en la memoria de muchos la valentía, el coraje y la fuerza de unos Jo venes Resistiendo a Caer qu e por unos momentos llenaron de esperanza los co razones de muchos habitant es de San Antonio de Prado.
Juan Camilo Rojas
Guitarrista de Linea de fueg
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