COMO LA DAGA DE AQUEL CHIQUILLO1 MATÓ A RUIZ DE CASTILLA . LOS CAMINOS CRUZADOS DE LAS ELITES CRIOLLAS Y LOS BARRIOS DE QUITO: 1765 A 1812. Juan Martínez Borrero2 Pues hay que anotar que los héroes del 10 de agosto de 1809 no fueron los grandes, los ricos, los titulados señores: los marqueses y mayorazgos, los prominentes eclesiásticos, los dueños de obrajes y haciendas, los del alto comercio y la agricultura, sino principalmente el pueblo medio y bajo de Quito: los letrados y jurisconsultos, los militares criollos, la gente de poca fortuna, industria y comercio, el menestral, el campesino, el viejo, el joven, las mujeres y los niños, el plebeyo, el sirviente y el labriego. Todos, todos, menos los peninsulares españoles y los criollos titulados y por ende realistas. (Manuel María Borrero, 1962) Con estas provocativas palabras inicia Manuel María Borrero su estudio histórico: La revolución quiteña: 1809-18123 , arriesgó el autor su prestigio y su bolsillo al desafiar a los historiadores tradicionales quiteños que se sintieron insultados por su desfachatez. Recuerda el investigador que ya en 1959 alguien mandó a recoger toda la edición en las librerías agotándose el tiraje de su obra Quito, Luz de América de manera inmediata. 1 2
Juan Pablo Espejo, 1795.
Profesor de la Universidad de Cuenca, Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación, Carrera de Historia y Geografía 3 Manuel María Borrero, La revolución quiteña: 1809-1812, Editorial Espejo, Quito, 1962.